Antonio - Caso - La Existencia Como Economia y Como Caridad

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ANTONIO CASO

|Ji LA EXISTENCIA S
2' COMO economa
Y COMO CARIDAD
ENSAYO SOBRE LA ESENCIA DEL
CRISTIANISMO

California
egional
acility MXICO
librera de porra hermanos
a* dl Reloj y $ de Donceles

MCMXVI
O'

LA EXISTENCIA COMO ECONOMA


Y COMO CARIDAD
. 5

OBRAS DEL AUTOR:

La filosofia de la inhdcin. 1914


Agotada
Problemas filosficos. 1 91 5
Filsofos y doctrinas morales. 191

EN PREPARACIN

El concepto de la Histo7'ia Universal.


ANTONIO CASO

C^^:^:^::^^Z^:p

LA EXISTENCIA w'
COMO economa
Y COMO CARIDAD
ENSAYO SOBRE LA ESENCIA DEL
CRISTIANISMO

MXICO
librera de porra hermanos
3' del Reloj y 5* de Donceles

MCMXVI
Edicin de looo ejemplares

10 ejemplares en papel especial

Nm.

Tip.CunI & Escobar, S. en C Mxico


StacK
Annex

41

Struggle for Ufe.


Dafwin.

Totis les corps, le firmamento


les toiles^ la terre^ et ses ro'
yaunes, ne valent pds le moin-
dre des Esprits; car il connoit
tout cela, et so i, et les corps ^
rieri.

Tous les corps ensemble, et


tous Esprits ensemble^ et
les
toutes leurs productions, ne va*
lent pas le moindre tnonvement
de Charit. , .

Pascal.
1 lito ccynetCCido:y aniiao^ DOP

Dulio Corredor batorre, ^n^nC ^e-

mta de a cRcpGlca de (SofotitGia en

^Itxico, ij. Z)c7/7a Clotilde Quijano

de Corredor batorre.
PRELIMINAR

Hace poco tiempo fu invitado el au-


tor de este breve ensa\^o a hacer una se-
rie de lecciones en la Universidad Popu-
lar Mexicana^ institucin libre de ense-
anza fundada por el Ateneo de Mxico
para la difusin de la cultura. Pens en-
tonces en ofrecer a su auditorio una sn-
tesis del cristianismo colegida de la bio-
grafa moral de algunos grandes cristia-
nos. Tal sntesis habra de ser, para
emplear la bella expresin de Carlyle
consagrada ya por el uso, un culio a los h-
roes y lo heroico en la historia del hecho

IX
PRELIMINAR

ms importante de la evolucin de la hu-


manidad: el desarrollo de las ideas y los
sentimientos evanglicos al travs del
tiempo.
He aqu, en compendio, cules fueron
las grandes figuras representativas de la
evolucin cristiana que se tuvieron en
cuenta para el cumplimiento del designio
apuntado, as como la indicacin somera
del simbolismo que entraan:
San Juan Bautista es el Precursor^ el

vidente idealizado por la hermosa leyen-


da evanglica, interpretada en el arte con-
temporneo de Gustavo Flaubert y Os-
ear Wilde y en la msica de Strauss.
Colocado entre el Antiguo y el Nuevo Tes-
tamento, parece el ltimo profeta de Is-
rael 3' el primer cristiano del mundo. Es
una recia figura heroica que tiene la so-
ledad majestuosa del desierto.
San Pablo es el Apstol; el autor prc-
tico del cristianismo alguien ha dicho el
paulmismo^ como fenmeno universal y
no simplemente judo. El apstol comn
PRELIMINAR

del catolicismo 3' el protestantismo, eter^


no smbolo de la conversin religiosa, del
doble nacifuicnto de que habla William Ja-
mes en su filosofa de la religin.
San Agustn es el Padre de la Iglesia^
Representa este hecho incalculable: la

alianza de las letras humanas y la cultu-


ra clsica con la inspiracin divina, y
opone j^a a los escpticos de su tiempo el
victoriosoargumento cartesiano del que
haba de nacer la filosofa moderna. Ca-
tolicismo, protestantismo y cartesianis-
mo: todo lo presiente o prepara. Es uno
de los espritus ms ricamente dotados
de lahumanidad.
Emperador de la barba
Cari orna gno,
florida, que dice la Chanson de Roland,

soldado inmortal de la Iglesia, confirma


el rgimen catlico-feudal en la Noche
Buena del ao de 800, al crear el poder
temporal de los Papas. Es el rey medio-
eval por excelencia, el jefe del occidente
brbaro, cristiano y romano, el persona-
je mayor de la epopeya caballeresca.

XI
PRELIMINAR

Gregorio VII es el Fontijicc, monje que


cie la tiara y lleva al solio de Europa
las virtudes austeras del claustro y el ce-
lo incoercible del verdadero vicario de
Cristo. Representa, como dice Guizot, a
la Iglesia teocrtica y monstica.
San Francisco de Ass es '/J/ZV/V; dul-
ce y serfico de las bienaventuranzas, el

hroe del sentimiento y la accin carita-


tiva fcil: cristianizador de la naturalc-ca
-entera y no solo de la humanidad; hijo
predilecto de Jesucristo. Es el smbolo
de la felicidad cristiana expansiva, con-
tagiosa, desbordante.
Cuando en el Renacimiento parece re-
surgir, con el triunfo de la civilizacin,
elpaganismo vencedor, Lutero, discpu-
lo intrpido de San Pablo \^ San Agustn,
opone al Renacimiento la Reforma, a lo
que pareca la apoteosis del mundo clsi-
-co, la apoteosis de la idea cristiana, n-
timamente unida al espriiu de libre exa-
men caracterstico de los tiempos mo-
dernos. Y lo que, fuera de la comunin

XII
PRELIMINAR

catlica representa el rebelde fraile ger-


mnico, lo representa dentro del seno de
la Iglesia, con la piedad ms genuina-
mente ortodoxa, Santa Teresa. Ella es la
mujer cristiana genial y sumisa a la vez^
incansable fundadora y reformadora, se-
gn la ndole de la tradicin romana: so-
ciedad universal de espritus y de eorazones^
Teresa es la Santa por antonomasia.
Pascal y Tolstoy son los ltimos gran-
des cristianos de la historia. Pascal es
la personificacin del genio literario, cien-
tfico y filosfico, que sacrifica la vanidad
intelectual al bien inefable de la gracia:
eliluminado que, capaz de la mayor pro-
fundidad racional, se convence al cabo
de que lo que no lleva a Jesucristo nada
es ante la accin, nada ante el senti-
miento de la humanidad. Nietzsche ha
hecho de l el mejor elogio al llamarle la
vctima ms ilustre del cristianismo.
Tolstov lanza el anatema cristiano con-
tra los poderosos de la tierra, contra las
instituciones polticas y sociales, contra

XIII
PRELIMINAR

1 patriotismo y el militarismo mancha-


dos de sangre: La relacin, dice, entre
los hombres que mandan 3^ los que obe-
decen, forma la esencia del concepto del
poder. Sin la exaltacin de s mismo y
la humillacin del semejante, sin la hipo-
cresa y el engao, sin las crceles, las
fortalezas, las ejecuciones y los asesina-
tos,ningn poder nacera ni se conserva-
ra*.Tolstoy es el tipo de este otro he-
rosmo cristiano que considera igualmen-
te viles el mandar 3' el obedecer: el anar-
<juismo.
El Precursor, el Apstol, el Padre de
la Iglesia, el Emperador Medioeval, el

Pontfice, el Mstico, el Reformador, la

Santa, el Jansenista 3^ el Anarquista; y,


junto con ellos, los ms santos de todos,
la legin gloriosa y numerossima de los
mrtires: eso es sintticamente el cris-
tiano en la historia de la humanidad.
Definido el plan de la labor, se des-
arrollaron peridicamente, durante cerca
<de tres meses, las conferencias proyec-

XIV
PRELIMINAR

tadas, y, del comercio con lo que la


historia relata del ejemplo y doctrina de
los grandes cristianos, naci el propsi-
to final de una interpretacin de la esen-
cia del cristianismo. Esta humilde inter-
pretacin que, segn lo piensa el autor,
no contradice para nada las conclusiones
filosficas y cientficas de la cultura de
nuestro tiempo, es la que se ofrece al lec-

tor adelante con el ttulo de La Existen-


cia como Economa y como Caridad.

XV
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA
Y COMO CARIDAD

Ser s lucha}-, vivir es vencer, dice M.


Le Dantec. Es interesante reconocer que
nada que fuese po-
se haba investigado
sitivo congruente con respecto a la vi-
3'

da y sus manifestaciones, sino cuando


se la concibi como lucha. Sin acceder
la expresin sinttica del pensamiento
del bilogo francs, sin suscribir su te-
sis filosfica de la lucha universal, o co-
mo l mismo dira, sin hablar su lengua,
s precisa conceder que, si no todo ser,
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

por lo menos el ser vivo se define por la


idea de lucha. Luchar y vivir son sin-
nimos. La vida, en su economa, es un
triunfo alcanzado sobre el medio, sobre
el enemigo o sobre el semejante que, por
la similitud de sus necesidades y organi-
zacin, es el enemigo por antonomasia.
La economa de la naturalezaes el prin-

cipiosupremo de la biologa, a partir de


Darwin. Sabido es que la clebre teora
econmica de Malthus fundada en la des-
proporcin existente entre el acervo ali-

menticio y el crecimiento de la poblacin,


inspir a Darwin su tesis de la seleccin

natural.
La tesis del economista, demasiado ex-
clusiva para el mundo superorgnico, co-
mo todas las otras de la Economa Pol-
tica clsica, no se ha comprobado en la

historia; en cambio, la teora de Darwin


es todava hoy el eje mismo de la discu-
sin biolgica, la teora cientfica o la ley
que une a manera de puente, como dira
Stuart-Mill, y los coordina, los diver-
Y COMO CARIDAD

SOS captulos del estudio de los seres


vivos.
Nada hay de oscuro, de mtico, en la
explicacin deDarwin. Algunos seres vi-
vos prosperan y desarrollan su especie
al travs del tiempo, en tanto que otros
sucumben. La vida, dice Mr. J. M.
Baldwin interpretando a Darwin, (i) es
una seleccin natural^ una seleccin sin
intervencin externa, sin ms razn que
el hecho simple de la supervivencia na-

tural de algunos mientras que otros su-


cumben*.
El nmero de individuos posibles ex-
cede en mucho al de individuos reales que
viven efectivamente en un momento dado
sobre la superficie de la tierra. Los gr-
menes que representan la virtualidad de
los seres dotados de vida son en nmero
inmenso si se les compara con los indivi-
duos que se desarrollan, sobre todo, con

(i) Le Daru'inisme dans les sciences morales.


Pg. 5.
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

los que se desarrollan hasta la edad apta


para la reproduccin.
Spinosa deca: toda cosa tiende a fersis-
tir en su ser. La forma biolgica de esta
tendencia a conservarse, el mvil, ense-
a Haeckel, que hace necesaria la lucha
y le da su fisonoma es el de la conser-
vacin individual (mvil de la nutricin)
o el de la conservacin de la especie (m-
vil de la reproduccin), (i) El mecanis-

mo del universo se mantiene por el ham-


bre y por el amor, como cant Schiller.
As, por virtud del egosmo, que cuen-
ta con un excedente de fuerzas para en-
gendrar nuevos seres afines, se constitu-
yen las especies y sucumben. Una reac-
cin qumica produce un compuesto es-
trictamente sinttico de los elementos que
lo constituyen, se gasta en la sntesis to-

talmente. Los animales o vejetales pri-


marios se dividen por s mismos para en-

(j) Historia de la Creacin natural. Pg.


"i de la traduccin espaola de C. Litrn.
Y COMO CARIDAD

gendrar nuevos seres, una vez que llega


su madurez y han acumulado energa nu-
trindose, es decir, adaptndose. Los ani-
males de rdenes superiores engendran
sus vastagos por medio de procedimien-
tos,en razn defunciones de mayor com-
plejidad. La lucha, la adaptacin y la
herencia sostienen el inmenso engranaje
de los seres vivos. / mximum de pro-
vecho con el mnimum de esfuerzo: tal es la
economa universal o el universo como

economa. La adaptacin nutricin y la

herencia reproduccin, el hambre, en
suma (a la cual necesidad elemental se
reduce el
llamado amor apetito al se-
xo y a la prole), es el solo motivo de ac-
cin de la vida.
Incalculable es el efecto del egosmo al
travs del tiempo. En un sentido limita-
do, pero muy verdadero, cabe decir que
lo que no es egosta es estpido ante la
razn informada en los datos de las cien-
cias. Al formular su clebre doctrina,
Malthus no pens que formulaba indirec-
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

tamente un aspecto universal de la exis-

tencia. La Economa Poltica se ha con-


vertido, merced a Darwin, en la econo-
ma del mundo entero.
La actividad egosta o econmica es
tan verdadera que explica aun aquellas
actividades en apariencia inconexas con
ella, y, al explicarlas, gana en certidum-
bre y extensin. La industria humana es
la definicin misma de la inteligencia del
hombre. Segn Bergson, ms bien que
decir ho7no sapiens hay que Aq,qax: homo fa- /"

her . La inteligencia, elegante solucin t\


problema de vivir, como se expresa el
gran pensador francs, es la facultad de
crear tiles, instrumentos de accin. Y
la ciencia que, aprimera vista, es un des-
inters de conocimiento, tiene por objeto
ordenar los datos sensibles, investigar
las relaciones de dependencia que existen
entre las nociones, con toda la ecojioma
posible; la realizacin de una construc-
cin tan uniforme como parece dable, pa-
ra evitar la fatiga intelectual. Un cono-

6
Y COMO CARIDAD

cimiento cientfico implica la descripcin,


es decir, la imitacin mental de un he-
cho, 5' esta descripcin debe poder reempla-
zar a la experiencia y econofnizarla^. (i) ^
Esta es la Ciencia o, mejor dicho, las
ciencias, as en plural y sin ma5^scula.
Es el mismo inters biolgico, ms su-
til, humano y no animal; pero no menos

real. Las ciencias son ordenamientos de


conceptos abstractos que nos hacen pen-
sar y hablar cmodamente las cosas. El
ideal de las ciencias es reducirse a la
Ciencia (con mayscula), a una discipli-
na nica; y el ideal de la ciencia nica es
reducirse a una verdad. Ideal econmico
si los hay; egosmo intelectual refinado y
sutilsimo que sus adeptos erigen en doc-
trina filosfica fnonisia y condecoran con
eptetos de desinters y entusiasmo.
Egosmo y slo egosmo.
As como vimos antes a la Economa

(i) E. Mach. La Connaissance et VErreur.


Pg. 3. Avant Propos.
LA EXISTEN'CIA COMO ECONOMA

Poltica convertirse en Economa Uni-


versal, comprobamos que su principio
delmximum de provecho logrado con el

mnimum de esfuerzo se convierte en


Epistemologa sistemtica. Segn el
pragmatismo, la verdad cientfica se re-
sume en lo iru /afoso para nuestro fcnsa-
miento. como dice William James. La in-
teligencia, la industria, las ciencias, la
lgica son formas biolgicas a base mal-
thusiana. Lo nico que no es biologa ni
malthusianismo es la belleza y el bien.
Pero antes de ir ms lejos detengmo-
nos ante el misterio de cierta actividad
netamente biolgica y que parece desin-
teresada: el juego.
Spencer, que siempre fu un filosofo
deficiente y caprichoso del arte y la belle-
alguna vez en un autor alemn
za, ley
cuyo nombre no qued en su memo"
ria>, (i) en Schiller acaso, la hiptesis
del arte referido al juego; y con tal re-

(i) Vase: Principios de Psicologia. Los


Sentimientos Estticos.
V COMO CARIDAD

cuerdo elabor en el captulo final de sus


Principios de Psicologa, y en algunos en-
sayos menores, cierta doctrina de los sen-
timientos estticos que hace del juego la
base del arte.
Slo aquellos animales superiores ca-
paces de acumular mayor energa que la
que reclama su economa individual, jue-
gan. Jugar parece ser un despilfarro de
lo que se tiene de sobra. Pero si el arte
como el juego procede de la demasa di-
nmica acumulada en la vida, nada ms
en este punto equipranse ambas activi-
dades, porque el desinters artstico no
es una modalidad de la lucha, y acaece
que todo juego, emprendido en aparien-
cia sin nimo egosta, es, en el fondo, de
ndole econmica, (i) porque siempre es
un remedo de lucha; es decir: algo que, si
no inmediata, si mediatamente sirve a
fines interesados.

(i) Esta idea de asimilar el juego a la lucha la

debo a mi hermano don Alfonso Caso.


LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

El animal que juega, que remeda o si-


mula luchas con adversarios irreales, se
ejercita inconscientemente para luchar
con adversarios reales. Jugar es servir a
la economa de la vida sin saberlo y sin
proponrselo deliberadamente. La vida,
si sobra, se gasta en la vida. No se tiene
desinters, y como slo se tiene egosmo,
lo que podra darse se gasta o se quema
en la misma forma habitual de quemarlo
y gastarlo. Toda energa animal se em-
plea en los fines nicos de la vida, as co-
mo una mquina que no tiene a su dispo-
sicin materia prima que elaborar repite
ridiculamente para nosotros los movi-
mientos que podran elaborar tal materia,
siempre que no se extinga la fuerza que
la hace mover.
Mas, el animal superior, al revs de la
mquina que se destruye paulatinamente
al moverse, se robustece para la accin
por medio de movimientos sin objeto di-
recto. El juego es una hermosa paradoja
que se enunciara diciendo: los animales
lO
Y COMO CARIDAD

slo saben luchar; si no tienen contra


quien hacerlo, remedan la lucha cmica-
mente y as gastan su demasa dinmica.
La economa de la naturaleza, en apa-
riencia contrariada, se da a s misma la
ms brillante confirmacin, la satisfac-
cin ms cumplida, en los hechos que pa-
recen negarla.
Ah! dice Goethe en una soberana p-
gina de Werther, no son las grandes y
poco frecuentes catstrofes del mundo;
no son las inundaciones ni los terremotos
que aniquilan nuestras ciudades lo que
me conmueve; lo que me roe el corazn
es la fuerza devoradora que se oculta en
toda la naturaleza y que no ha producido
nada que no destru3'a cuanto le rodea y
no se destruya a s mismo*.
De este modo avanzo yo con angustia
por mi inseguro camino, rodeado del cie-
lo, de la tierra y sus fuerzas activas:
no veo ms que un monstruo ocupado
eternamente en mascar y tragar.
La economa de la naturaleza rige con
II
.

LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

imperio absoluto el mundo de la vida y


sus frutos: vida puramente biolgica, in-

dustria, ciencia, juego: todo ello es la di-


versa expresin ms o menos compleja
del fcilaxioma mecnico de la lnea de
menor resistencia; todo se resume en es-
ta ecuacin fundamental del universo co-
mo economa
Vida^miuimun de esfuerzo^^mximum
^le provecho
No obstante, en el juego interviene ya
este dato de importancia: existen seres

vivos los animales superiores que tie-
nen un sobrante de energas que no recla-
ma individualmente la vida en cada ser.
Acaba de verse cmo, a pesar de ello, en
razn de no existir en el animal algn prin-
cipio de accin desinteresada <>
el sobrante
vital seemplea en el remedo o parodia c-
mica de la lucha que ejercita al jugador
y lo adiestra para ulteriores conflic-
tos con enemigos no imaginarios sino
reales.
La vida, energa de egosmo que seem-

12
Y COMO CARIDAD

pea en resolver el complejo problema


del hambre, se consume en s misma si
no encuentra una fuerza de otro orden di-
verso. Ella sola, en demasa o exceso, al
fin se economiza como aptitud real forma-

da en ejercicios de movimiento en apa-


riencia intiles.
Bergson y James han observado cmo
la energa vital tiene un surplus que en-
gendra su fertilidad y abundancia: La
realidad como la ve James es abundante,
superabundante. Entre tal realidad y la
que los filsofos reconstruyen creo que
habra establecido el filosofo america-

no la misma relacin que existe entre la
vida diaria que vivimos y la que los ac-
tores nos representan por la noche en el
escenario. En el teatro cada quien dice
lo que es menester decir 3' no hace sino
lo que es preciso hacer. Pero en la vida
se dice una multitud de cosas intiles.. .

Las cosas ni comienzan ni acaban. No


hay desenlaces satisfactorios por comple-
to ni gestos absolutamente decisivos...
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

Tal es la vida humana y tal tambin la


realidad segn James, (i)
Este excedente del vivir que se demues-
tra en el ']Mego puede serv?- de condicin vi-
tal de otros fines diversos de la vida ani-
mal;pero slo asequibles en razn del sur-
plus acumulado en el hombre. El animal
y el nio juegan . El hombre hace obras
de arte y comete acciones caritativas. Si
no hubiera la demasa vital, si el hombre
no fuera un mamfero superior privilegia-
do, faltara la condicin biolgica del orden
esttico y moral. Lo cual no significa que
elbien y la belleza sean equivalentes o
transformaciones de la fuerza vital, como
se va a ver despus 3" se corrobora ple-
namente. Los animales superiores se gas-
tan estrictamente en s mismos, en ser
animales; pero el surplus de energa hu-
mana hace del hombre un instrumento po-
sible de la accin desinteresada y del he-
rosmo.

(i) Le Pragmatisme. Introduction.

14
Y COMO CARIDAD

Nadie entre los sabios ha dicho cosas


tan profundas de la economa de la vida
y del desinters esttico como Schopen-
hauer. Su concepcin pesimista no impi-
di a su genio dar con la esencia misma
de laobra de arte, antes bien, por el con-
trario, fu causa de haber acertado el fi-
losofo en sus especulaciones por lo que
atae a lo que en la belleza hay de renun-
cia a los fines econmicos o animales de
la existencia.
Ribot y otros crticos desdean como
obra poco original la esttica contenida
en El Mundo cojho Voluntad y como Repre-
sentacin. Croce apenas hace justicia al
gran filsofo telematista en la parte his-
trica del libro rotulado La Esttica co-
mo y lingstica ge-
ciencia de la exp?'esin
neral. Creemos, en cambio, que no se ha
escrito todava nada que en esta discipli-
na filosfica equivalga por su fuerza y
verdad a lo que ensea el gran filosofo
alemn sobre la naturaleza de la obra de
arte y del sentimiento de lo sublime. Ber-

15
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

gson mismo, en algunas de sus p^inas


ms admirables sobre el sentido y el va-
lor del arte esun schopenhaueriano que
interpreta libremente la labor del maes-
tro alemn.
Por regla general, ensea Schopen-
hauer, el conocimiento est siempre ocu-
pado en servir a la voluntad. Ha nacido
para este servicio y, en cierta manera, ha
salido de la voluntad como la cabeza del
tronco. En los animales esta servidum-
bre no puede ser suprimida nunca. En el
hombre puede quedar suspendida por ex-
cepcin, como veremos ms detallada-
mente en lo que sigue...
El hombre vulgar, ese producto de fa-
bricacin al por mayor de la naturaleza
que lo crea por millares todos los das,
es, como hemos dicho, incapaz, al menos
de una manera constante, de una aper-
cepcin completamente desinteresada, de
aquella en que constituye la contem-
fin

placin verdadera. No puede dirigir su


atencin hacia las cosas ms que en cuan-

i6
Y COMO CARIDAD

to tienen ali^una relacin, aunque sea muy


indirecta, con su voluntad. Como desde
este punto de vista, que no exige ms que
el conocimiento de las relaciones, la no-
cin de la cosa es suficiente 3^ hasta pre-
ferible en la mayora de los casos, el hom-

bre vulgar no se detiene en la mera in-


tuicin,no fija durante mucho tiempo sus
miradas sobre un objeto, sino que busca
con rapidez el concepto en que podra in-
cluir todo aquello que a l se ofrece, co-
mo el perezoso busca una despus
silla,

de lo cual no vuelve a preocuparse con


ello>.
Cmo se podra encarecer ms elo-
cuentemente la esencia utilitaria, econ-
mica, egosta y biolgica, en suma, del
concepto? Qu son las ideas abstractas,
los gneros y especies de los lgicos, las
sntesis de ideas abstractas que, econo-
mizadas a su vez en otra ms abstracta
y genrica, constituyen las ciencias? En
qu forma se podra declarar mejor que
la inteligencia es una industria, una eco-

17
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

noma que obedece al imperativo del me-


nor esfuerzo mayor provecho?
3' el

Schopenhauer aade: De ah que el


hombre vulgar cese de contemplaren se-
guida cualquier cosa que se le presente:
una creacin artstica, una hermosa obra
de la naturaleza, el aspecto de tan emi-
nente importancia de las escenas de la vi-
da. En nada se detiene, busca su cami-
no al travs de la vida, o, a lo sumo, el

que podra ser su camino algn da, 3^ re-

coge noticias topogrficas en la acepcin


ms amplia de la palabra. En cuanto a
la contemplacin de la vida misma, no
pierde su tiempo en ello, (i)
Queda 3'a suficientemente esclarecido
que el arte es una oposicin ala vida ma-
terial, loi idealismo o inmaterialismo^ una
actitud palmaria e renuncia al tefier para
consagrarse al conteitiplar. Mientras ms
se renuncie se lograr mejor espritu ar-

(\) El Mundo covio Voluntad y como Repre-


sentacin, Tomo II de la traduccin espaola.
Pg. 33.

18
Y COMO CARIDAD

tstico, al punto de que, si se fuere des-


interesado por todos los sentidos, se lle-

gara a ser el artista supremo.


Si el desprendimiento fuese completo,
dice Bergson, (i) alma no se adhi-
si el

riese a la accin porninguna de sus per-


cepciones, sera una alma de artista co-
mo aun no la ha habido en el mundo. Es-
te artista descollara en todas las artes a
la vez, o ms bien, las fundira todas en
una sola. Percibira todas las cosas en
su pureza original, tanto las formas, los
colores y los sonidos del mundo material
como los ms sutiles movimientos de la
vida interior*.
El arte es un desinters innato que la
vida no explica; reclama unesfuerzo enor-
me y su resultado es intil. Las obras de
arte no sirven a la economa de la existen-
cia. La esencia del genio consiste en
una actitud preponderante para la con-
templacin. El genio no es otra cosa que

(r) Le Rire. Oiiel est Vobjet de Varf


19
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

la objetividad ms completa o la direc-


cin objetiva del espritu en oposicin a
la direccin subjetiva encaminada hacia
la propia persona, hacia la voluntad. El
genio consiste, pues, en la facultad de
mantenerse en la intuicin pura, de ab-
sorberse enteramente en ella y de sepa-
rar el conocimiento de la voluntad al ser*
vicio de la cual est puesto aquel desde
su origen>. (i)
Si se suprime el tono aristocrtico de
las afirmaciones del filsofo alemn y se
recuerda que esta virginidad espiritual de
que habla Bergson es el verdadero tesoro
de los humildes, el patrimonio de cultos e

incultos, de antiguos y modernos; si se


piensa en que, desde el habitante de las
cavernas hasta el europeo contempor-
neo, el arte ha sido atributo concomitan-
te de la humanidad durante su historia y
su prehistoria; si se recuerda que, como

creador o como imitador, como actor o

(j) El Mundo cojno Voluntad, etc. Tomo i I.

Pg. 30.

20
Y COMO CARIDAD

como admirador, como artista o como p-


blico, grande o pequeo, fuerte o dbil,
el hombre no ha sido jams por completo
el Jiombre vulgar de que habla Schopen-
hauer, recluido en su plena subjetividad,
en su animalidad absoluta, habr que con-
fesar la tesis y que suscribirla, con la so-
la limitacin indicada, como la afirma-
cin de la verdad esttica.
No se dividen los individuos de la es-
pecie humana en bestias y superhom-
bres, en vulgares y heroicos. En verdad
se dira que el vulgo slo existe para los
vulgares. Hay una gradacin inmensa
del humilde al genial, pero cada quienes'/^
dueo de levantar la cabeza sobre el cuer-
po como el Apolo del Belvedere de que
habla Schopenhauer, para emplear el es-
pritu en la contemplacin esttica, en
vez de inclinarla hacia la tierra en busca
perdurable del sustento, como hacen los
animales. La intuicin artstica est me-
jor repartida de lo que piensa el esteticis-

mo contemporneo.
21
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

La economa del esfuerzo no puede ex-


plicar este desinters innato o individuali-
dad artstica humilde o genial. El arte
cotejado con el imperativo biolgico del
menor esfuerzo, parece un despilfarro y
chocante, una anttesis violenta y arcana.
Se ha observado que las ideas, cuj^a
misin nica es explicar las cosas, se
emplean cuando, lejos de servir para ex-
plicarlas todas, las niegan o disfrazan.
El espritu entonces, ms amante de sus
principios abstractos, de sus smbolos c-
modos para la inteligencia, prefiere no
cumplir su objeto a abdicar de su acti-
tud.
Las leyes de la adaptacin, de la he-
rencia y de la lucha, que juntas producen
la seleccin natural^ sirven para la expli-
cacin econmica de muchos aspectos de
la existencia; pero no los explican todos.
No obstante, la inteligencia persiste en
su tendencia monista, en su lnea del me-
nor esfuerzo, y, lejos de confesar su im-
posibilidad de explicar por principios eco-

22
Y COMO CARIDAD

nmicos la actividad desinteresada, tien-


de a referir toda experiencia a una sola
de sus formas, todo ser a un solo aspec-
to del ser, sin recordar que no existe la

realidad para ser explicada por la cien-


cia, sino la ciencia para interpretar, lo
menos imperfectamente posible, la reali-
dad multiforme y diversa.
As como el juego es el antecedente
biolgico del arte, la contemplacin o in-
tuicin esttica engendra esa especie del
sentimiento artstico que se llama senti-
miento de lo sublime y que parece ser el

antecedente esttico ms prximo (no la


causa) dla actividad moral. Lo subli-
me ha sido explicado por Schopenhauer
como una lucha entre la voluntad y la
contemplacin, entreel querer vivir ama-

gado seriamente por una gran fuerza an-


tagnica y la intuicin desinteresada del
objeto. Peligra la voluntad y, a pesar de
ello, se persiste en la contemplacin. Es-
te estado de conciencia es la sublimidad.
Ntese desde luego su carcter tico.

23
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

SU sentido moral. La lucha, en lo subli-


me, est entre la vida que quiere conser-
varse por encima de todo y la intuicin
que se cumple en razn del desinters in-
nato de que habla Bergson. Es el con-
flicto entre el utilitarismo subjetivo y el
idealismo ingnito; choque de dos for-
el

mas de que tiene por teatro


la existencia
la conciencia humana. Hay siempre una
profunda grandeza en la vida de los ar-
tistas y los genios pobres, de vida difcil
o trgica, que sacrifican su placer animal
a la contemplacin desinteresada. La hu-
manidad los reconoce como sus ejempla-
res ms nobles, ms humanos, y ios
honra perdurablemente. Son seres subli-
mes.
Pero el ms pequeo acto de caridad
es de una sublimidad incomparablemen-
te mayor. Porque el artista sacrifica la
economa de la vida a la objetividad de
la intuicin que es innata; 3' el hombre
de bien sacrifica el egosmo a socorrer al

semejante, a evitar su dolor, y tal sacri-

24
Y COMO CARIDAD

cio es libre. Por eso deca Pascal: To-


dos los cuerpos, el firmamento, las es-
trellas, la tierra y sus reinos no valen lo
que el menor de porque el
los espritus;
espritu conoce todo eso y se conoce a s
mismo y los cuerpos n. Todos los cuer-
pos juntos y juntos todos los espritus y
todas sus producciones no valen el me-
nor movimiento de caridad.
En suma, /a iabla de valores de la hu-
manidad es esta: mientras ms se sacrifi-
ea y ms difcilmente se efecta el sacriji-
co de la vida meramefite animal a fines
desinteresados^ hasta llegar desde la con-
templacin esttica y las simples buenas ac-
ciones^ a la accin heroica^ se es ms
noble .

Dios es este espritu de sacrificio de lo


propio, esta sublim.e inspiracin, esta vi-
da superior y enrgica, esta posesin,
este entusiasmo (entendiendo la palabra
en su ms puro significado etimolgico),
que se demuestra cumpliendo actos de
caridad.

25
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

El desinters, la caridad, el sacrificio,


son lo irreducible a la economa de la na-
turaleza. Si el mundo slo fuese volun-
tad, como dice Schopenhauer, sera in-
explicable que la voluntad se negase a
s misma en el sacrificio. El mundo es la
voluntad del egosmo y la buena voluntad^
adems, irreducible, contradictoria con
la primera. Lo que prueba experimental-
mente que hay otro orden y otra vida jun- ^
to con el orden y la vida que rige frrea-
mente el brbaro imperativo de Darwin,
el struggle for Ufe. La ecuacin del bien
se enunciara diciendo:
SacriJicio^=mximum de esfuerzo Xw/z'-
nimum de provecho.
El bien no es un imperativo, una ley
de la razn, como lo pens Kant, sino un
entusiasmo. No manda, nunca manda,
inspira; no impone, no viene de fuera,
brota de la conciencia ntima, del senti-
miento que afianza sus races en las pro-
fundidades de la existencia espiritual. Es
como la msica que subyuga y encanta,
26
Y COMO CARIDAD

fcil, espontneo, ntimo, lo ms ntimo


del alma. No es coaccin ni de la razn
pura ni de la vida exterior, no se induce
ni se deduce, ni se confiesa, se crea. Es
libertad, personalidad, divinidad. Es, en
una palabra, para usar de la expresin
de un ilustre pensador mexicano, lo
sobrenatural que se siente como lo ms
natural del mundo.
Las tres clsicas virtudes del cristia-
nismo son de obvia aceptacin. La cari-
dad no se demuestra ni colige. Es la ex-
periencia fundamental religiosa y moraL
Consiste en salir fuera de uno mismo, en
darse a los dems, en ofrecerse, en brin-
darse 3^ prodigarse sin miedo de sufrir
agotamiento. Esto es en esencia lo cris-
tiano.
Para hay que ser fuerte, personal,
ello
que dira Ibsen. El dbil na
U710 ?nis?io,

puede ser cristiano sino en la medida de


su propsito de ser fuerte para ofrecerse
como centro de actividad caritativa.
En el universo como economa cada ser
27
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

vivo un punto de accin centrpe-


es
ta. En universo como caridad cada
el
ser moral es un punto de accin centr-
fuga.
El superhombre de Nietzsche, conce-
bido en toda su magnitud de sacrificio,
en todo su deseo de elevacin de la vida,
tiene, lo que de noble tiene, de cristiano.
Ese anJielo Jiacia la otra orilla es cristia-
nismo increblemente unido a cierto fin
biolgico, a cierto no cojitcnfamicnio sino
ms poder que es un
^ vil inters econmi-
co de bestia feroz y pujante.
El dbil que no quiere ser dadivoso, el

que, vctima de la pereza, ni siquiera es


l mismo, no podr ser heroico: y el cris-

tianismo, como el arte, tiene inspiracio-


nes heroicas; porque as como las equivo-
ciones estticas, las obras deficientes o
frustrneas no cuentan en la historia de
las artes,^ as tambin las vacilaciones
morales, los compromisos con el egosmo,
no cuentan para nada en la biografa
moral de un cristiano.
28
V COMO CARIDAD

Quien no tiene voluntad de caridad no


vive segn la doctrina de Cristo. Cmo
podra vivir segn sus enseanzas, si Je-
ss fu siempre accin, nunca pereza^
siempre herosmo, nunca transaccin ni
avenimiento con el mal?
El ilustre pensador espaol Diego Ruiz
ha explicado con toda propiedad cmo la
humildad cristiana, lejos de ser atributo
de dbiles, es prenda de caritativos, de
fuertes, de heroicos. Dice: Veo bien que
no hay trmino medio entre estos dos mo-
vimientos primarios que se llaman orgu-
lio y humildad; pero concibo un estada

tal, en que el orgullo, como se purifica,

transfrmase ntegro en la obra. Enton-


ees el individuo no existe sino para esa
obra, de la que es hijo, como se dice pre~
cisamente en hebreo>.
As interpreto aquella virtud esencial-
mente cristiana de la humildad, que se
concilia en Cristo con la repetida confe-
sin de ser Hijo del Padre y de haber
descendido para salvarnos>.

29
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

Cada vez que un hombre sale fuera de


s y pone todo su orgullo en /7 obra,, has-
ta poderse sentir }- llamar hijo de ella,
digo que ese hombre es cristiano 3'
no reconozco de momento otra explica-
cin superior de la virtud de la humil-
dad>.
La humildad es el reverso de la meda-
lla cristiana de la caridad 3^ el herosmo.
Cmo podra no ser humilde quien slo
tiene conciencia de s propio en la medi-
da de su colaboracin en la obra del bien ?
Cmo el que se brind a los dems has-
ta aniquilarse va a tener orgullo? Por
qu lo tendra? De qu lo tendra? Si
fuera orgulloso, seal sera su sentimien-
to de que algo reservaba para s, de que
algo espiritual haba permanecido inacti-
vo, perezoso, inerte. No habra sido cris-
tiano en lo que no dio a la accin liber
tadora.
La caridad es U7i hecho como la lucha.
No se demuestra, se practica, -^///r^, co-
mo la vida. Es otra vida. No tendris
Y COMO CARIDAD

nunca la intuicin del orden que se opo-


ne a la vida biolgica, no entenderis la
existencia en su profunda riqueza, la mu-
tilareis sin remedio, si no sois caritati-
vos. Hay que vivir las intuiciones fun-
damentales. El que no se sacrifica no en-
tiende el mundo total ni es posible expli-
crselo, como no es posible explicar lo
que sea el sonido a un sordo o aun ciego
de nacimiento la luz. No hay ptica para
ciegos, ni acstica para sordos, ni moral
ni religin para egostas. Por eso veis
que las niegan. Pero as como el sordo no
arguye contra la msica ni el ciego con-
tra la pintura, el malo no arguye contra
la caridad, incomparable obra de arte.
Ha3^ que tener todos los datos, que ser
hombre en su integridad; ni ngel ni bes-
tia, para abarcar la existencia como eco-

noma y como caridad, como inters y


como sacrificio.
La es la comprobacin de que, al la-
fe

do del mundo regido por la ley natural de


la vida, est el mundo regido por la ley

31
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

sobrenatural del amor. El bien es un con-


trasentido ante la vida. Para el creyente,
la vida es un dolor que hay que socorrer,

que es imprescindible socorrer. La vida


siempre quiere y el biej siempre da. Creer
en Dios es consecuencia directa de obrar
el bien. Si no sois caritativos no seris

creyentes.
Solo la fe salva, dice el Reformador.
No es cierto. La fe es imposible sin la
caridad como la luz es imposible sin el
sol, como el corolario es imposible sin el
axioma. Porque el corolario es en cierto
modo el axioma, pero el axioma existe
por s mismo; y el sol es en cierta forma
la luz, pero el sol es el foco y la luz el

destello. Aunque en verdad se dira que


todo es lo mismo en sUma, por que la fe
es inmediata, concomitante de la cari-
dad. Las buenas obras son la fe misma
al reflejarse en la conciencia del que las
practica: Y si tuviese el don de profe-
ca, y entendiese todos los misterios, y
toda la ciencia, y si tuviese toda la fe,

.^2
Y COMO CARIDAD

de manera que pudiese traspasar las


montaas, 3^ no tuviese caridad, nada
soy.
Y si repartiese toda mi hacienda para
dar de comer a pobres; y si entregase ?ni
cuerpo para ser quemado y y no tuviere cari-
dad^ de nada ifie sirve' . (i)
Y como remate de virtud, la esperan-
za, la sagesse del cristiano, mu}' ms gran-
de que la sabidura socrtica, la ms fi-
\' amable
losfica de todas las virtudes.
El astrnomo cree en el retorno de los as-
tros por esta sola razn: porque antes de
ho}' retornaron; y espera que as retorna-
rn constantemente. El creyente cree en
la perennidad del bien, en que el bien re-
tornar siempre, por la misma razn, por
que antes se cometieron buenas accio-
nes y se cometen hoy y maana y siem-
pre.
No hay desorden en el mundo, sino di-
versos rdenes^ como dira Bergson. El sa-

;i) / OfyhtHi^s XJIIi 2 y ?.

35
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

crificio sera un desorden de la vida, que


es economa pura. La vida sera un des-
orden de Pero el hecho es que,
la caridad.
al postulado de la uniformidad de la na-
turaleza debe agregarse el postulado de
la uniformidad de la caridad; y la espe-
ranza es una induccin como las induc-
ciones de las ciencias: por un lado el mun-
do y sus leyes, por el otro la Providencia
y su accin. El que espera sabe que hoy,
maana y siempre los hombres se sacri-
ficarn para evitar el dolor de sus seme-
jantes; sabe que siempre se cometern
buenas acciones, sabe que siempre se pro-
digarn los espritus fuera de s mismos,
que todo valor moral se conservar inde-
finidamente en la tabla de diamante de
Dios. Cmo no habra de esperarlo, si
// mismo tiene conciencia de su capacidad

para obrar el bien en la medida que lo


realiza? <La caridad, dice San Pablo, (i)
nunca se acaba; aunque las profecas se

(i) i Corintios XIII, 8.


Y COMO CARIDAD

han de acabar y cesar las lenguas, y des-


aparecer las ciencias. Y el Crisstomo
comenta en su bella homila ^De
Perfecta
Charitate>: No son solas las palabras,
sino los hechos, los que ensean la cari-
dad.
Hay, pues, una mundo mo-
ley nica del
ral, el amor; noamor biolgico profun-
el
damente interesado, amor que, en suma,
es hambre; economa de la especie si no
del individuo; no amor a lo prximo, sino
al prjimo, a lo lejano, como dira Nietz-
sche. No amor a la carne por el deleite,
no al otro en todo
sexo ni a la prole. Y
rigor, no hay preceptos del amor, como
ensea Stirner. Se ama porque el amor
es sobrenatural, porque el hombre es so-
brenatural. En este sentido habl Jess:
Quin es mi madre, y quines son mis
hermanos? Y extendiendo su mano ha-
cia sus discpulos, dijo: He aqu mi
madre, y mis hermanos. Porque todo
aquel que hiciere la voluntad de mi Pa-
dre, que est en los cielos, ese es mi

35
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

hermano, y hermana, y madre, (i)


El entusiasmo, el amor, la proyeccin
fuera de s mismo, la caridad cristiana, han
de ser puros, segn lo interpret Tolstoj';
han de ser libres de toda violencia, sin
transacciones con la vida. Nadahaj^ ms
castizamente cristiano que estos prrafos:
Lo que llaman amor los hombres que no
comprenden la existencia consiste en el
predominio de ciertas condiciones de su
bienestar personal sobre cualesquiera
otras. Si el hombre que no comprende la
vida dice que ama a su mujer, a sus hi-
jos, a sus amigos, lo nico que con ello
dice es que, la presencia en su vida de
su mujer, de sus hijos o de sus amigos,
aumenta su bienestar personal.
El verdadero amor est en la renun-
cia del bienestar personal. Consiste en
un estado de benevolencia para con todos
los hombres, tal como el que suele ser
propio de los nios y el cual slo aparece

(i) Safi Mateo XII, 48, 49 y 50.

:^6
Y COMO CARIDAD

en los hombres adultos por la abnegacin


de los mismos.
Qu hombre viviente no conoce, aun
cuando slo lo haya sentido una vez, y
esto durante su ms temprana infancia,
qu hombre no ha experimentado el di-
choso sentimiento de la emocin, cuando
uno quiere amarlo todo, al vecino, al pa-
dre, a la madre, a los hermanos, a los
hombres malos, a los enemigos, al perro,
al caballo, a la hierba; cuando quiere que
todo va3'a bien, que todo sea feliz; toda-
va ms, cuando quisiera hallarse en si-
tuacin de hacer feliz a todo el mundo;
cuando deseara sacrificarse a s mismo,
entregar su propia vida para que todo es-
tuviera bien, rebosando alegra. Esto jus-
tamente, y slo esto, es lo que constituye
el amor en que consiste la vida humana.

Tal es el sentimiento franciscano de la


existencia; y el Santo de Ass el cristiani-

zador de la naturaleza entera y no slo de


la humanidad, el arquetipo de la felicidad
contagiosa del cristiano. De esta suerte^
Y COMO CARIDAD

el orden sobrenatural cae sobre el bio-

lgico y lo inunda en su mpetu divi-


no.
No resistas al mal significa: no hagas
jams resistencia al malvado; es decir: no
hagas nunca violencia a otro, o sea: no
realices jams acto alguno que contradiga
el amor. El amor cristiano no veda la

lucha contra el mal, lo nico que prohibe


es la lucha violenta contra este>. (i)
La doctrina de Tolsto}^ es la enuncia-
cin sistemtica de los versculos finales
del Captulo V del Evangelio segn San
Mateo: Osteis que fu dicho a los anti-
guos: Ojo por ojo; diente por diente.
Mas yo os digo: que no resistis al mal:
antes a cualquiera que te hiriere en tu
mejilla derecha, vulvele tambin la
otra>.
Osteis que fu dicho: Amars a tu
prjimo; y aborrecers a tu enemigo.

(i) Vase: El Anarquismo segn sus ms Ilus-


tres Representantes^ por P. Eltzbacher. Aitculo
rotuladd: To4stoy.

38
LA EXISTENCIA COMO ECONOMA

Yo pues OS digo: Amad a vuestros


enemigos: bendecid a los que os maldi-
cen: haced bien a los que os aborrecen, y
orad por los que os calumnian y os per-
siguen*.
Para que seis hijos de nuestro Padre
que est en los cielos: que hace que su
sol salga sobre malos y buenos y llueve
sobre justos e injustos.
Por que si amareis a los que os aman,
qu galardn tendris? No hacen tam-
bin lo mismo los publcanos ?>
Y si saludareis a vuestros hermanos
solamente, qu hacis de ms? No ha-
cen tambin as los publcanos?
Sed, pues, vosotros perfectos, como
vuestro Padre que est en los cielos es
perfecto.
Sed perfectos, es decir: sed activos, ca-
ritativos. Perfecto significa acabado de
hacer, cumplido, realizado. Significa to-
do in actu, nada in poentia. Dios, segn
Aristteles y Santo Toms de Aquino, es
acto puro,,.

39
LA EXISTENCIA COMO ECONOiMIA

Sed como l, ensea el versculo. Sed


acto puro, perfectos en el cumplimiento
de vuestros fines, dentro de vuestra per-
feccin limitada. No os quedis con algo
virtual. Vivid en vuestras obras. Pro-
yectaos en accin caritativa constante,
como nuestro Padre que est en los cie-
los es perfectoy trabaja todava, segn
dijo Jess. Esta interpretacin se deduce
de la misma expresin de Mateo: Sed,
pues, perfectos. . . , como si dijera: sed
amantes sin cortapisa, sin lmite, sin ta-
sa. Realizaos como abnegacin.
Lector: lo que aqu se dice es slo fi-

losofa, y la filosofa es un inters de co-


nocimiento. La caridad es accin. Ve y
comete actos de caridad. Entonces, ade-
ms de sabio, sers santo. La filosofa
es imposible sin la caridad; pero la cari-
dad es perfectamente posible sin la filo-
sofa, porque la primera es una idea, un
pensamiento, y la segunda una experien-
cia, una accin. Tu siglo es egosta y
perve'rso. Ama sin embargo a los httei-

40
Y COMO CARIDAD

bres de tu siglo que parecen no saber ya


amar, que slo obran por hambre y por
codicia. El que hace un acto bueno sabe
que existe lo sobrenatural. El que no lo
hace no lo sabr nunca. Todas las filo-

sofas de los hombres de ciencia no valen


nada ante la accin desinteresada de un
hombre de bien.

41
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