Pedagogia de Los Espacios
Pedagogia de Los Espacios
Pedagogia de Los Espacios
1. Introduccin
Existen en la historia de la civilizacin numerosos momentos cruciales en los que la
humanidad, de una u otra forma, se ha detenido a pensar modos alternativos de vivir,
de actuar, de relacionarse, bien porque necesitaban maneras distintas de concebirse,
bien porque el momento en cuestin lo requera. Actualmente nos encontramos ante
tesituras similares; estamos situados en una encrucijada donde hemos de tomar partido,
si queremos responder realmente al momento en el que vivimos, inmersos en una serie
de cambios, tecnolgicos, econmicos, culturales, comunicacionales y relacionales,
que afectan a la estructura espacio-temporal y, en consecuencia, a la persona en s2.
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Dpto. de Teora e Historia de la Educacin. Universidad de Salamanca
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Por lo general, la educacin, ha sido concebida como una dinmica interpersonal, en la que los sujetos
han tenido siempre el protagonismo de la accin. La tradicin pedaggica invita a interpretar el mundo de
la educacin como un conglomerado de procesos y fenmenos de corte interpersonal, en la mayora de
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los casos mediados por la palabra, prevaleciendo as un enfoque personalista, y relegando a un segundo
plano todo aquello que queda extra sujeto: la realidad, los espacios de referencia. De este modo, las mentes
individuales, la variable inteligencia, el uso de tcnicas e instrumentos pedaggicamente avalados, han sido
quienes han orientado los quehaceres formativos. Lo cual no es, en absoluto, rechazable o ilegtimo sino,
simplemente, incompleto (Gould, 2003).
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Sujeto y espacio: anlisis de procesos formativos, investigacin financiada por la Junta de Castilla y Len,
2002-2004, y dirigida por el profesor ngel Garca del Dujo. Y la tesis doctoral financiada por el Ministerio
de educacin y Cultura cuyos resultados podemos encontrarlos en (Muoz, J. M., 2003).
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Somos conscientes de que deberamos establecer una doble categora, una cronolgica, distinguiendo
entre las aportaciones histricas de la filosofa o la geografa ciencias ms antiguas, y las de las ciencias
sociales ms recientes como el urbanismo, la antropologa, etc; y otra conceptual a partir de la definicin
de espacio, del objeto espacio, en cada una de ellas. No obstante no es el momento de desgranar el anlisis
disciplinar establecido en las investigaciones. Nos remitimos al trabajo de Muoz (2001).
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2. Marco de referencia
Ms all de defender de forma unilateral una postura determinada buscamos, en
esta ocasin, presentar un marco de referencia desde una doble perspectiva; de un
lado acudimos a algunas disciplinas que vienen tratando la temtica sujeto-espacio
desde hace tiempo, siendo conscientes de que son, tan solo, una pequea muestra;
y, de otro lado, mostramos algunas de las orientaciones que se vienen planteando
desde el propio campo de la Pedagoga cuando de espacios o ambientes hablamos,
pues somos conscientes de que no inventamos nada nuevo, sino que simplemente
buscamos fundamentar tericamente algo que todos damos por hecho y algunos
viene practicando desde tiempo atrs: el valor educativo de los espacios.
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Pensamos que no es el momento de desglosar detenidamente todo lo relativo a la reconstruccin del
concepto de espacio como fundamento de nuestra propuesta. No obstante, s queremos, al menos, sealar
que hablamos de espacio en cuanto que una de las coordenadas de referencia vitales del sujeto humano,
junto con el tiempo. Somos conscientes de que el trmino espacio tiene diversos sentidos, fsico, geo-
grfico, filosfico, y que, incluso, desde un mismo campo se le otorgan sentidos distintos, (en Filosofa,
por ejemplo, la interpretacin de Kant es muy distinta a la de Aristteles). Este sentido apostamos por
este constructo, aunque en ocasiones hablemos indistintamente de territorio o lugar por el hecho de
no abusar de un trmino, entendindolo como un concepto global y abierto, magnitud extensa que da
cabida al sujeto y al conjunto de acciones e interacciones que surgen en su interior. Es decir, nos situamos
no tanto ante un concepto ms sino ante un campo categorial que permite hablar de espacio vital,
espacio social, espacio cultural, etc., trminos todos ellos que nos permiten trasladar el concepto de
espacio al campo de la educacin.
Se trata, pues, de una instancia multinivel poltica, social, cultural, econmica donde el sujeto se
instala, al tiempo que se construye y adquiere su identidad. Un concepto integrado por otros muchos
trminos, como ambiente (Leff, 1994) o conjunto de circunstancias que rodean al sujeto, contexto
(Aragons y Amrigo, 1998) o condicionantes internos y externos del sujeto que forman la realidad fsica
y social, medio (Benito, 1996) o factores fsicos, sociales, culturales, econmicos, etc. que circundan al
sujeto y se relacionan con l, as como la nocin de lugar (Mutaola, 1996) entendido como territorio o
espacio acotado donde se expresan las experiencias individuales y sociales de las personas, configurando
todo ello un convoy terminolgico que da forma y contenido a la semntica del espacio.
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No menos influyentes en el panorama cientfico han sido las aportaciones que han
manifestado los psiclogos. De un lado, podemos mencionar, entre otros, la Psicologa
del desarrollo, con el enfoque sociocultural de Vygotsky y su concepcin del espacio
socio-histrico-cultural en el que se encuentra el origen de la conciencia humana, y
el enfoque epistemolgico de Piaget cuya hiptesis central se asienta en el hecho de
que el crecimiento de cualquier persona se establece a partir de un equilibrio entre
los procesos asimilativos, se impone el pensamiento del sujeto, y acomoda-
tivas, dirige la accin el espacio, de interaccin del sujeto con su espacio de
referencia (Piaget, 1971, 1985; Vygotsky, 1979). Y, de otro lado, la Psicologa ambiental
que atiende, bsicamente, al modo en que el sujeto percibe, siente, describe y, en
definitiva, valora el espacio, aspectos propios de la psicologa social; un espacio que
es entendido como fuente de informacin para la personas, y en el que conviven una
serie de estimulaciones que se producen como consecuencia de las transacciones
que efecta con el sujeto (Iiguez y Pol, 1996; Aragons y Amrigo, 1998).
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En Portugal, la Educacin Ambiental se ha desarrollado ms particularmente durante los aos 90 a
partir de un conjunto de actividades cvicas a educacionales, as como determinaciones gubernamentales
y asociacionistas. No obstante, fue a partir de los aos 70 cuando la Educacin Ambiental comenz a
tener visibilidad institucional a travs de los esfuerzos mostrados por la Comisso Nacional do Ambiente,
renovados posteriormente por el Instituto Nacional do Ambiente y, desde Junio de 2002 por el Instituto
do Ambiente (IA). (Pinto, J. R. 2004).
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En el estado portugus existen los denominados TEIP (Territorios Educativos de Interveno Prioritaria),
fundados en 1996 por el Ministerio de Educacin. Enfatizam nos discursos e nos normativos legais o
conceito e forma de Territorio Educativo. Neste contexto, prescreve-se uma interveno em determinado
espao geogrfico, administrativo e social de combate aos problemas de excluso escolar, preconizando-se
o papel dos actores locais o establecimento de parcerias. (Barbieri, 2003, p. 44)
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centros, colocar las clases y utilizar de un modo correcto los elementos materiales
que tenemos en el aula, a modo de apoyo didctico, son algunos de los temas que
inciden en la variable espacial desde este campo de conocimiento. Analiza, en fin,
los factores espaciales tanto externos como internos, aportando soluciones organi-
zativas para un ptimo aprovechamiento del espacio (Loughin, C. E. y Suina, J. H.,
1995; Domnech y Vias, 1997).
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En el estado portugus existen los denominados TEIP (Territorios Educativos de Interveno Prioritaria),
fundados en 1996 por el Ministerio de Educacin. Enfatizam nos discursos e nos normativos legais o
conceito e forma de Territrio Educativo. Neste contexto, prescreve-se uma interveno em determinado
espao geogrfico, administrativo e social de combate aos problemas de excluso escolar, preconizando-se
o papel dos actores locais o establecimento de parcerias. (Barbieri, 2003, p. 44)
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escolares, el espacio aula y las relaciones entre los mtodos pedaggicos empleados
a lo largo de la historia y la disposicin espacial de personas y objetos, la concep-
cin del espacio-escuela en la historia del currculum, etc. Temas, todos ellos, que
han enriquecido el estudio de las relaciones entre los espacios y los sujetos (Viao,
1993-94; Escolano, 2000).
Y, en ltimo trmino, para que estas ideas se puedan llevar a cabo necesitamos, en
igual medida, un fundamento metodolgico: la interdisciplinariedad. Parece claro que
si el objeto de anlisis y estudio son los espacios, complejos y dinmicos, estamos
obligados a incorporarnos a esas metodologas que posibilitan respuestas globales
a problemas complejos (Colom, 2002; Morin, 2001; Vilar, 1997). De lo contrario,
estaramos dando respuestas asintticas a los problemas cotidianos de las personas
y andaramos movindonos en planteamientos espaciales fragmentados, en nada
unitarios9. Los hechos y fenmenos educativos, ledos en clave de espacios entrela-
zados que posibilitan explicaciones reales y contextualizadas de aquello que sucede
a la hora de educarnos, necesitan y demandan interpretaciones multidimensiones,
interdisciplinares y transversales.
Esta serie de ideas o fundamentos expuestos brevemente son los que nos permiten
plantear la Pedagoga desde una perspectiva ms amplia: como una ciencia social
que interrelaciona no slo elementos y desajustes personales con planteamientos
educativos didcticos sino, tambin, aspectos sociales y culturales con elementos
personales, fsicos y naturales. De esta forma empezaremos a admitir que parte de
la identidad de la Pedagoga pasa por crear una fundamentacin educativa que
explique y valore el hecho educativo a partir de la consideracin del espacio social y
cultural como dimensin intrnseca de la educacin. No slo hemos de preocuparnos
por incidir en planteamientos funcionales, de respuestas inmediatas sino, igualmente,
por argumentos espaciales, es decir, de anlisis y reconstruccin de la educatividad
de los espacios, buscando as respuestas globales, admitiendo, incluso, que implica
postular ideas que ya han sido expuestas en tiempos pasados10.
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A segunda metade do sculo XX assiste a uma revoluo de uma cincia normal a ps-normal, pelo
seu mais profundo envolvimento na sociedade. A necessidade de uma maior ateno aos pontos de vista
dos no cientistas e a instalao, na cultura e na sociedade, de um ideal de aproximao transdisciplinar
entre os saberes, aparece como um difcil desafio para um campo cientfico cioso da sua autonomia.
(Arajo, 2004, p. 23).
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A lo largo de las pedagogas del siglo XX, han sido numerosos los autores que ya pusieron de relieve, de
una u otra forma, la variable espacial, y cuyas frmulas y proposiciones hemos de contemplar. Entre ellos
podemos citar a Mara Montesori y su educacin activa y sensorial, Frances Ferrer i Gurdia y la Escuela
Nueva, John Dewey y la democracia vital, Clestin Freinet y el principio de cooperacin investigativa,
Lorenzo Milani y la escuela de Barbiana, Paulo Freire y su Pedagoga del oprimido, Vygotsky y su enfoque
socio-histrico-cultural, etc (AA. VV, 2000; Trilla, 2002).
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Un lenguaje que se manifiesta a partir de una serie de vectores que conectan a las
personas con los espacios de referencia y que, a su vez, presentan un significado,
simblico, afectivo, comunicativo, etc., sobre las formas topolgicas, geogrficas,
sociales y culturales, fsicas y personales de los espacios, traducible en trminos
educativos. Ms concretamente, lo que estamos diciendo es que podemos y debemos
analizar detenidamente el espacio como elemento de primer orden en todo hecho
educativo; que la interrelacin que presenta con los sujetos de referencia puede ser
analizada a partir de una serie de vectores; que estos vectores, a su vez, pueden ser
interpretados en trminos educativos; y, por ltimo, que dicha interpretacin puede
ayudarnos tanto a fundamentar muchas acciones educativas como a formular la
prctica educativa desde una perspectiva ms real y contextualizada.
dos ejes que visualizan distintas formas de interrelacin que surgen entre la especie
humana y el espacio, poniendo de manifiesto modos complementarios de intervenir
educativamente. Son algunas de las formas socioeducativas que pueden implementar
los espacios frente a lo que comnmente han sido formas sociotcnicas de expresin.
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As polticas culturais e educativas, quando encaradas na ptica da territorializao, permitem encarar
de uma outra forma os procesos de transformao social. O territrio, entendamo-nos, no um mero
receptculo neutro de prticas sociais que lhe so alheias, ou um simples cenrio onde se desenrolam as
interaces mais diversas.... (Teixeira, 2003, p. 5).
Si observamos muchos de los movimientos que efectan los inmigrantes, aquellos que tratan de convivir
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culturalmente en lugares nuevos, comprobamos que no son ms que trazos territoriales y situacionales
de opcin y refugio en unos y otros espacios.
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constituir una expresin de intercambio social entre las personas que los pueblan. La
construccin del espacio e intercambio social son dos caras de una misma moneda
(Muntaola, 2000, p. 83) o, como indica en otro lugar este mismo autor, ...cuando
en un pueblo, por ejemplo, modifican la arquitectura de la plaza pblica, es posible
establecer una pedagoga desde una perspectiva dialgica (...). Los cambios en el
espacio modifican las posibilidades de interaccin social entre gneros, generaciones
y culturas (Muntaola, 2004, p. 225).
Este planteamiento genrico nos invita a promover mbitos convivenciales que posi-
biliten el engarce de tramas relacionales contextualizadas, fundamentadas a partir de
los espacios cotidianos; redes de interaccin donde el motor o eje que potencia las
relaciones sea precisamente el espacio de referencia, organizado a base de propiedades
sistmicas y no tanto orgnicas y individuales. En consecuencia, tendremos que estar
constantemente analizando los caracteres sistmicos y relacionales de los espacios pues
en ellos podremos encontrar un lenguaje cuasi personal, con propiedades significa-
tivas y comunicacionales, que puede y debe ser interpretado en trminos educativos.
Partimos del hecho de que no existe un solo relato identitario, sino que existen
muchos relatos provenientes de diversos lugares (Hetherington, 1998). Llevado a
nuestro anlisis, hemos de reflexionar sobre cules son nuestros sitios, qu espa-
cios socioculturales tienen unos y otros y, sobre todo, qu posibilidades existen de
postular interdependencias en base a argumentos espaciales comunes pues, en
ltima instancia, todos estamos inmersos en un cruce de pertenencias territoriales.
Hemos de efectuar propuestas donde las bases estn apoyados en la construccin
de estructuras que faculten la convivencia, no desigual, de diversidades culturales,
potenciando y favoreciendo a la vez tanto la creacin como la integracin de culturas.
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En el debate actual sobre migracin los enfoques predominantes hasta ahora, de corte poltico, econmico o
social, parecen mostrarse insuficientes para acoger los argumentos de unos y otros a propsito de los modos
y formas de convivencia, terreno ste donde se dirimen en definitiva estos fenmenos. (Garca, J. L. 2004).
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Los enfoques predominantes en los estudios sobre la cultura suelen estar apoyados en interpretaciones
en torno a la cultura como cosa o producto de un pueblo o comunidad. En opinin de algunos autores
el estudio de las dinmicas culturales est necesitado de un anlisis orientado no tanto a la descripcin,
observacin, comprensin de una o varias culturas, sino a la propia descripcin del proceso de configura-
cin de la cultura como modo de vida. Se debe huir de un relativismo cultural como modo ms razonable
de abarcar el imposible horizonte de la diversidad de las sociedades humanas (Garca y Pulido, 1994).
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Rsum
Dans cet article lauteur prsente le besoin danalyser et reconstruire le langage
des espaces dun point de vue ducatif, avec lobjectif de rendre visible des
modes alternatives dinterprter le monde de lducation et son rle dans la
description des identits et dune socit intgre. Pour cela, avant lexpo-
sition du traitement que certaines disciplines donnent la variable espace
et de montrer les diffrent variations apports du domaine de la Pdagogie,
la Pdagogie des espaces identifie telle quelle se prsente comme ligne de
recherche et action ducative; dans un premier niveau on analyse les fonde-
ment qui expliquent la Pdagogie des espaces comme orientation ducative;
dans un deuxime niveau on concrtise certains des vecteurs qui permettent
de rendre visible les diffrent modes de dynamiser lducativit des espaces;
et dans un troisime niveau, on prsente la projection que cet approche peut
avoir dans la pratique ducative interculturelle, arrivant la conclusion de
que rcuprer et valoriser le sentiment didentit et relation que les espaces
apportent implique postuler des principes ducatifs interculturels.
Abstract
In this article the author propose the need to analyse and rebuild the language
of spaces from an educational perspective, with the aim to make visible alter-
native ways to interpret the world of education and its role in the construction
of identities and of an integrated society. Therefore, the text presents firstly
the understanding of the space variable from certain disciplines and shows
the different nuances given from the field of Pedagogy. Then it is presented
the so-called Pedagogy of spaces as a field of research and educational action.
In a first level the author analyse the fundaments which explain the Pedagogy
of spaces as educational counselling; in a second level some vectors which
allows to understand different ways of giving dynamism to the educability of
spaces are concretised; and in a third level, it is presented the projection of
this new understanding in the intercultural educational practice. The conclu-
sion is that recuperate and value the feeling of identity and the relation of the
spaces imply to postulate intercultural educational principles.