Luvina 71 Tecno

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U n i v e r s i d a d d e G ua d a l a j a r a

Tecnologa, en su raz Tkhne, viene de habilidad. Ser hbil para moverse


por el mundo ha sido una de las capacidades humanas que nos ha
permitido controlar nuestro medio, dominarlo e incluso transformarlo.
Ser contemporneo es un concepto cambiante que depende de los avances
Universidad de Guadalajara tecnolgicos conquistados y que han modificado la manera como se est en


Rector General: Itzcatl Tonatiuh Bravo Padilla
Vicerrector Ejecutivo: Miguel ngel Navarro Navarro
el mundo. As, podemos historiar la vida humana desde la relacin ntima,
Secretario General: Jos Alfredo Pea Ramos cotidiana, de cada persona con los avances tecnolgicos. Si la imagen del
Rector del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseo: Ernesto Flores Gallo
mundo cambia, la visin de la vida de cada individuo se transforma. Y una de
Secretario de Vinculacin y Difusin Cultural: ngel Igor Lozada Rivera Melo
las revoluciones tecnolgicas ms violentas ha sido la que nos toc presenciar
Luvina en el paso del siglo xx al xxi, caracterizado, en buena medida, por la evolucin
Directora: Silvia Eugenia Castillero < [email protected] >
Editor: Jos Israel Carranza < [email protected] > acelerada de las nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin.
Coeditor: Vctor Ortiz Partida < [email protected] > Si como lo piensa Roberto Calasso leer es el nico acto que une al
Correccin: Sofa Rodrguez Bentez < [email protected] >
Administracin: Griselda Olmedo Torres < [email protected] > hombre con la divinidad, conservando el hilo entre l y el mito que le da
Diseo y direccin de arte: Peggy Espinosa soporte existencial frente al misterio, leer es un acto de comunicacin. Y la
Vietas: Montse Larios
literatura, ese universo donde se encuentran los lazos con lo sagrado que
Consejo editorial: Luis Armenta Malpica, Jorge Esquinca, Vernica Grossi, Josu Landa, transmutan lo vano en transcendencia. Justamente, el cambio vertiginoso al
Baudelio Lara, Ernesto Lumbreras, ngel Ortuo, Antonio Ortuo, Len Plascencia ol,
Laura Solrzano, Sergio Tllez-Pon, Jorge Zepeda Patterson.
que nos han sometido los avances tecnolgicos ha trastornado los modos
de vivir, los cdigos de vida. Los umbrales de posibilidades en las relaciones
Consejo consultivo: Jos Balza, Adolfo Castan, Gonzalo Celorio, Eduardo Chirinos,
Luis Corts Bargall, Antonio Deltoro, Franois-Michel Durazzo, Jos Mara Espinasa,
humanas se han convertido en un horizonte infinito, en el sentido en que
Hugo Gutirrez Vega, Jos Homero, Christina Lembrecht, Tedi Lpez Mills, Aristteles lo defini como eso despus de lo cual sigue habiendo algo.
Luis Medina Gutirrez, Jaime Moreno Villarreal, Jos Miguel Oviedo, Luis Panini,
Felipe Ponce, Vicente Quirarte, Jess Rbago, Daniel Sada, Julio Trujillo,
La actualidad se puede definir como el instante sin vrtigo en un vaco
Minerva Margarita Villarreal, Carmen Villoro, Miguel ngel Zapata. que se llena continuamente con informacin, conversaciones al otro lado del
Programa Luvina Joven (talleres de lectura y creacin literaria en el nivel de educacin
planeta, amores virtuales. O el vrtigo sin tiempo donde los minutos son y no
media superior): Sofa Rodrguez Bentez < [email protected] > son delante de la pantalla: ah, en esa realidad irreal, ficticia pero real, que nos
Luvina, revista trimestral (Verano de 2013)
va devorando hacia un espejismo interminable.
Editora responsable: Silvia Eugenia Castillero. En este nmero, Luvina reflexiona sobre la manera literaria de explorar
Nmero de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo
las nuevas posibilidades creadoras a partir de las experiencias en el
del Ttulo: 04-2006-112713455400-102.
Nmero de certificado de licitud del ttulo: 10984. ciberespacio. Y cmo de la imaginacin literaria surgen nuevas comprensiones
Nmero de certificado de licitud del contenido: 7630. del aprovechamiento eminentemente prctico del saber cientfico la
issn : 1665-1340. L uvina es una revista indizada
en el Sistema de Informacin Cultural de conaculta tecnologa que modela el presente que habitamos y los futuros hacia los que
y en el Sistema Regional de Informacin en Lnea para Revistas Cientficas nos dirigimos o de los que nos apartamos, y en qu medida el desarrollo
de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal (Latindex).
Ao de la primera publicacin: 1996. de la tcnica (y no nicamente en el mbito de la informtica, sino en
general) propicia el surgimiento de escrituras cuya naturaleza excede la
D. R. Universidad de Guadalajara
Domicilio: Av. Hidalgo 919, Sector Hidalgo, Guadalajara, Jalisco, Mxico, C. P. 44100. mera experimentacin para cobrar forma como materializaciones de lo
Telfonos: (33) 3827-2105 y (33) 3134-2222, ext. 11735. insospechable.
Diagramacin y produccin electrnica: Petra Ediciones
Por otra parte, Luvina le rinde un merecido homenaje al escritor Csar Lpez
Impresin: Editorial Pandora, S. A. de C. V., Caa 3657, col. La Nogalera, Guadalajara, Jalisco, C.P. 46170. Cuadras, recientemente fallecido, quien dirigiera la revista durante ocho aos.
Se termin de imprimir el 3 de junio de 2013.
www.luvina.com.mx L u vin a / vera n o / 2013
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ndice 42 * La tecnologa, el arte y la sociedad l

Alberto Gutirrez Chong (Ciudad de Mxico, 1951). Profesor de tiempo completo


en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda.

48 * Anafbulas l

Josu Landa (Caracas, 1953) Su libro ms reciente es Canon City (Afinita Editorial, Mxico,
2010 / bid & co, Caracas, 2010)..

51 * Cuerpos en el ro l

Jos Miguel Tomasena (Ciudad de Mxico, 1978). Est por aparecer su primera
novela, El fin de la infancia.

58 * #BangCampoMarte l

Maricela Guerrero (Ciudad de Mxico, 1977). Su libro ms reciente es Se llaman


8 * La pluma fuente y la computadora l
nebulosas (Fondo Editorial Tierra Adentro, Mxico, 2010).
Eduardo Chirinos (Lima, 1960) En 2012, laUniversidad Alas Peruanas, en coedicin con
la editorial Estruendomudo, public Catlogo de las naves (Antologa personal 1978-2012). 60 * Poesa es tecnologa l

Ali Gardoki (Veracruz, 1974). Msica y pinchadiscos, es integrante de los grupos


11 * Poemas l Ultrasnicas y Kumbia Queers.
Cesare Pavese (Cuneo, 1908-Turn, 1950). Sus Poesas completas, traducidas al espaol
por Carles Jos y Solsona a partir de la edicin de Italo Calvino, las public Visor (Madrid, 62 * Somos buenos plug-ins. Poesa en lengua alemana y tecnologa l

1995). Rainer Maria Rilke (Praga, 1875-Val-Mont, 1926). En 2012 se public el volumen En
Ronda. Cartas y poemas, con introduccin y notas de Anthony Stephens (Pre-Textos,
19 * Velocidad: la droga definitiva l Valencia). Ron Winkler (Jena, 1973). Su ltimo poemario es Torp (Verlagshaus J. Frank,
Vivian Abenshushan (Ciudad de Mxico, 1972). Fundadora de la editorial independiente Berln, 2010). Daniel Falb (Kassel, 1977). En 2009 apareci en edicin blinge (alemn
Tumbona Ediciones; est por aparecer su nuevo libro de ensayos, Escritos para desocupados, y portugus) su poemario naturezas-mortas sociais. 33 poemas (Sextante Editora, Lisboa,
publicado porsur+. 2009). Peggy Neidel (Zwickau, 1982) Cofundadora del Club de Literatura de Dsseldorf;
ha publicado en las revistas alemanas Ostragehege, Perspektive y poet, y en la mexicana
31 * Casanova va al teatro l
Metrpolis. Tom Schulz (Oberlausitz, 1970). Su libro ms reciente es Vergeuden, den Tag
Juan Gustavo Cobo Borda ((Bogot, 1948). En 2012 se public su Poesa reunida 1972-2012 (Kookbooks, Berln, 2006). Gottfried Benn (Mansfeld, 1886-Berln, 1956). En espaol
(Tusquets, Barcelona). puede encontrarse su antologa Un peregrinar sin nombre. Obra selecta, trad., intr. y notas
de Jos Manuel Recillas (La Cabra Ediciones / Universidad Jurez del Estado de Durango,
33 * Semiandante l Mxico, 2009).
Nedda G. de Anhalt (La Habana, 1934). Uno de sus ltimos libros es Cuadernos del exilio
(Pen Club de Mxico / Editorial Praxis, Mxico, 2006). 73 * Sobre el silencio l

Gerardo Gutirrez Cham (Guadalajara, 1964). Con la novela Snapshot (Joaqun


34 * De puo y letra (un picapiedra entre supersnicos) l Mortiz, Mxico, 2012) obtuvo mencin honorfica en el Premio Nuevas Letras 2012..
Eduardo Antonio Parra (Len, 1965). Entre sus ttulos ms recientes est Sombras
detrs de la ventana. Cuentos reunidos (Conaculta / Fondo Editorial de Nuevo Len / 76 * Novelas que no voy a escribir nunca l
Universidad de Nuevo Len / Era, 2009). Juan Pablo Villalobos (Guadalajara, 1973). Su novela ms reciente es Si viviramos
en un lugar normal (Anagrama, Mxico, 2012).
39 * Poemas l

Julia Hartwig (Lubln, 1921). Los presentes poemas forman parte del libro Dualidad. 79 * Taller de construccin l
Antologa potica 1956-2011, de prxima aparicin en Vaso Roto Ediciones. Erik Alonso (Ciudad de Mxico, 1988). Ha colaborado en revistas como Este Pas y
Pliego 16. Actualmente es becario de la Fundacin para las Letras Mexicanas.

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83 * Seales de humo l
127 * Al Csar lo que es del Csar l
Gonzalo Calcedo (Palencia, 1961). Su libro ms reciente es Picnic y otros cuentos Jorge Orendin (Guadalajara, 1967). Uno de sus ltimos libros es Si la pausa (La
recprocos (Diputacin de Cceres, Cceres, 2010). Zonmbula, Guadalajara, 2008).
Plstica
88 * La Plaga l

dgar Velasco Barajas (Guadalajara, 1979). Es autor del libro de cuentos Ciudad,
* Multi-Touch Paintings l i
de prxima aparicin.
Evan Roth (Okemos, Mchigan, 1978). Vive y trabaja en Pars. Es cofundador del
92 * Poemas l Graffiti Research Lab y el Free Art & Technology Lab. Obra suya forma parte de
Germn Carrasco (Santiago de Chile, 1971). Ensayo sobre la mancha (Corriente la coleccin permanente del MoMA de Nueva York, y se ha exhibido en el Centro
Alterna, Santiago, 2012) es su ltimo libro. Pompidou, la Kunsthalle de Viena, la Tate de Londres, la Fundacin Cartier de Pars
y la primera pgina de YouTube. Entre los premios que ha recibido estn el Golden
95 * Marcia l Nica de los Prix Ars Electronica, un encargo de Rhizome/The New Museum, el Future
Gaby Riveros (Monterrey, 1973). Es autora del libro El secreto de los asteriscos (La Dieta Everything Award y Diseador del Ao por el Design Museum de Londres. En 2012
de los Asteriscos, Monterrey, 2011). recibi el Smithsonians Cooper-Hewitt National Design Award.

100 * Su nombre es una almendra l l P r a m o l

Isabel Zapata (Ciudad de Mxico, 1984). Ha publicado el poemario Ventanas adentro


(Urdimbre, Mxico, 2002). Cine
l Paseo por la tecnologa audiovisual l H ugo H ernndez V aldivia 129

Libros
104 * Helada l
l Envs del agua, de Luis Armenta Malpica l C armen V illoro 131
Daniel Espartaco (Chihuahua, 1977). Acaba de publicar la novela Bisontes (Nitro
l El regreso del bucle prdigo l E rik A mpersand 134
Press, Mxico, 2013).
l Todos somos extranjeros traducidos al alemn l ngel O rtuo 136

Plstica
110 * El alemn l
l unin de ... l B audelio L ara 141
Juan Manuel Garca Belmonte (Len, 1973). En 2011 apareci su volumen de Z o n a I n t e r m e d i a Ciudad Bradbury
cuentos Te veo en el restaurante (Ediciones La Rana, Guanajuato). l Rubn Bonifaz Nuo: la conciencia del objeto l Silvia Eugenia Castillero 144
Visitaciones
113 * Epitafios l l Mudanzas l J orge E squinca 146
Gustavo Ogarrio (Ciudad de Mxico, 1970). Est en prensa su libro El estilo de una Polifemo bifocal
poca infame. Crnicas de la restauracin en Mxico. l Seguimiento fugaz de Manuel Felgurez l E rnesto L umbreras 147

Nodos
118 * La novela: el gnero de las preguntas l La vida en la lnea y los sepulcros cibernticos l N aief Y ehya 149

Conversacin con Javier Cercas l


Sergio Tllez-Pon ((Ciudad de Mxico, 1981). Es coautor del libro Mxico se escribe
con jota. Historia de la cultura gay mexicana (Planeta, Mxico, 2010).. w w w.luvina.com.mx

In memoriam Csar Lpez Cuadras Luvina. Letras al Aire


Radio Universidad de Guadalajara
124 * Los recuerdos inconclusos de Csar Lpez Cuadras l
104.3 fm
www.radio.udg.mx
Roberto Casteln. Autor, entre otros libros, de Virtuosas y patriotas. La mujer
Lunes, 21:00 h (quincenal)
en la modernidad poltica en la primera mitad del siglo XIX mexicano (Universidad de
Guadalajara / Centro Universitario de los Lagos, Lagos de Moreno, 2006).

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La pluma ordenadores (que en Lima llamamos computadoras), sino que le otorgaba
dignidad literaria a mis prejuicios: esos artefactos podran programar los

fuente y la avances de la ciencia y las comunicaciones, pero nunca reemplazar la pluma


del poeta. Mi escasa experiencia con las computadoras, sumada a un temor

computadora casi reverencial por los artefactos electrnicos, me aferraba a mi vieja m-


quina de escribir comprada en un baratillo del Rastro madrileo. Le tena
cario a esa mquina que saba tanto de m como yo de ella: habamos via-
Eduardo Chirinos jado juntos a todas partes y acceda sin protestar a mis demandas. Nuestra
relacin, adems, era perfecta: ella se adaptaba al ritmo del pensamiento, y
a mi llamado sus treinta redondas blancas se alzaban como en el poema
de Salinas desde siglos / todas iguales, distintas / como la olas del mar.
La llegada del 2000 no la viv como una amenaza, sino como un acci-
En julio de 1992 le la noticia en un cable: por decisin testamentaria, dente del calendario que no alterara para nada mis mtodos de trabajo. Al
los manucritos inditos del poeta Eugenio Montale se publicaran a razn menos eso crea, hasta que cay en mis manos el poema de Montale. He
de un libro cada seis aos. La noticia iba acompaada de un breve poema confesado mi simpata por la humilde arrogancia que supone el apego a la
llamado Nel Duemila, que testimonia el temor por la llegada del 2000, pluma frente a las comodidades que ofrece la computadora, pero pronto ca
un milenio que a juicio de Montale se aproxima como una amenaza a la en la cuenta de que yo nunca haba usado pluma, y que uno de los grandes
libertad del hombre. Reproduzco el poema en la versin en espaol de misterios de mi infancia era ese agujero en la carpeta, que segn me ex-
Horacio Armani: plicaron despus serva para introducir la pluma y mojarla en el tintero.
Entonces usaba bolgrafo (que en Lima llamamos lapicero) y me imaginaba
Estbamos indecisos entre
a los poetas con una pluma de ganso esperando bajo la ventana a que apa-
la exaltacin y el miedo
reciera la inspiracin. Desterrado el prejuicio de que los poetas escriban
cuando supimos que el ordenador
con pluma (y que la inspiracin vena por la ventana), no tard en reparar
reemplazar a la pluma del poeta.
en que el uso de la mquina de escribir me delataba como moderno en
En cuanto a m, no sabindolo
relacin con aquellos que utilizaban la pluma y vean esas imponentes y
usar, me conformar con fichas
ruidosas mquinas de metal con la misma sospecha con la que Montale vea
que ahonden en los recuerdos
las computadoras. Ahora no puedo sino sonrer ante el sarcasmo de Juan
para despus reunirlos al azar.
Ramn Jimnez cuando comentaba que no haba podido acostumbrarse a
Y ahora, qu me importa
usar pluma estilogrfica, que no saba escribir bien con ella y que esperara
si la inspiracin decae:
a que Salinas le dedicara una poesa a ver si entonces se decida. La irona ha
conmigo est finalizando una era.
perdido efecto, no su posicin conservadora frente a las nuevas tecnologas
Como suele ocurrir con las traducciones cuando ignoramos el original, de la palabra, que vio con un rechazo parecido al desdn.2
mi recuerdo hizo suya la versin en espaol del poema, con excepcin del Se habr detenido Juan Ramn a pensar que la aparicin de la escritura
ltimo verso, cuya msica en italiano es una fiesta para el odo: insieme a fue una revolucin tecnolgica ms radical que la de una modesta pluma
me sta finendo unera.1 El poema no slo reforzaba mi antipata por los estilogrfica? La novedad tecnolgica de ayer es el refugio conservador de
hoy. Ms de una vez me he sorprendido defendindome de aquellos que en
1 Se trata del nico verso no traducido por el cable. Transcribo aqu el original italiano: Era-
nombre de no s qu nostalgia me miran con reprobacin cuando confieso
vamo indecisi tra / esultanza e paura / alla notizia che il computer / rimpiazzer la penna del
poeta. / Nel caso personale, non sapendolo / usare, ripiegher su schede / che attingono ai
ricordi / per poi riunirle a caso. / Ed ora che mimporta / se la vena si smorza / insieme a me 2 El concepto tecnologas de la palabra viene de Walter J. Ong (Oralidad y escritura, Fondo de
sta finendo unera. Cultura Econmica, Mxico, 1987).

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que escribo de frente en la computadora. Quiero suponer que escribir poe-
mas a mano (como lo hace mi buen amigo Carlos Lpez Degregori) supo-
Cesare
Pavese
ne, ms que un resignada fidelidad a viejas tecnologas, la bsqueda de un
espacio privado que aleje al escritor de los ruidos del mundo y lo acerque
a los movimientos del cuerpo y al dibujo rpido y caprichoso de la letra.
En mi caso, escribir en la computadora (el lector ya habr adivinado que
dej abandonada mi vieja mquina de escribir) supone la posibilidad de ver
aquello que escribo tal como lo imagino en su versin impresa. Gracias a la
computadora, el acto mismo de escribir hace el milagro de convertirse en el
acto de editar; y no slo eso: a diferencia de los espacios visuales ofrecidos
por la hoja del cuaderno o el papel que gira en el rodillo de la mquina de
escribir, la pgina de la pantalla sube y baja a voluntad del escritor-lector,
dejando intacto el marco que configura su lmite. Ese condicionamiento In The Morning You Always Come Back1
material influye necesariamente en la escritura de poemas? Uno tiende a La rendija del alba
pensar que no, que se trata del simple reemplazo de una herramienta por respira con tu boca
otra, pero del mismo modo que los modernistas se adaptaron al formato de en las calles vacas.
las columnas del peridico condensando los poemas y ganando en hondura Luz gris son tus ojos,
(y en el conocimiento del pblico, como lo recuerda ngel Rama), el marco dulces gotas del alba
de la pantalla configura el formato del poema otorgndole dominio al ojo en colinas oscuras.
creador. No estoy hablando aqu de poesa ciberntica, sino del modo en Tu paso y tu aliento
que los medios productivos actan sobre la intimidad del escritor y desafan como el viento del alba
su sistema creativo. Tampoco insino que el uso de las computadoras haga sumergen las casas.
ms modernos los poemas que aquellos escritos a mano o a mquina de La ciudad se estremece
escribir; slo quiero constatar que los que hemos cumplido la mayora de y las piedras huelen,
edad atravesando el milenio, hemos tenido la suerte de recorrer en peque- eres la vida y el despertar.
a escala los momentos decisivos de la historia de la escritura: empezamos
rumiando los poemas, dicindolos a solas o ante un pblico muy ntimo,
despus los escribimos a lpiz o a lapicero para luego usar la mquina de 1 En la maana siempre regresas.
escribir, y de all si los prejuicios no lo impiden a las computadoras.
A veces me asalta la sospecha de que este avance tecnolgico no es ms
que un retorno circular al pasado, al uso de los rollos de papiro que como I n T he M orning Y ou A lways C ome B ack
lo recuerda Alberto Manguel tienen las mismas desventajas que las com- Lo spiraglio dellalba / respira con la tua bocca / in fondo alle vie voute.
putadoras porque nos presentan una porcin del texto a la vez, mientras lo / Luce grigia i tuoi occhi / dolci gocce dellalba / sulle colline scure. / Il
enrollamos hacia arriba o hacia abajo.3 Las nostalgias tambin retornan. tuo passo e il tuo fiato / come il vento dellalba / sommergono le case. / La
Habrn sentido los viejos escribas que, con el reemplazo de las tablas de citt abbrividisce, / odorano le pietre / sei la vita, il risveglio. // Stella
arcilla por los rollos de papiro, terminaba una era? l sperduta / nella luce dellalba, / cigolo della brezza, / tepore, respiro /
finita la notte. // Sei la luce e il mattino.

3 Una historia de la lectura, de Alberto Manguel.(Alianza Editorial, Madrid, 2003, p. 186).

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Estrella extraviada reemerger un rostro muerto,
en la luz de la aurora, como or a un labio cerrado.
chirrido de la brisa, Mudos, al remolino bajaremos.
tibieza, respiro
se ha acabado la noche. 22 de marzo de 1950

Eres luz y maana. La casa


El hombre solo escucha la voz calma
20 de marzo de 1950 con mirada entornada, casi un respiro
le tocase en el rostro, un respiro amigo
que increble asciende del tiempo andado.
Vendr la muerte y tendr tus ojos
la muerte que nos acompaa El hombre solo escucha la voz antigua
de la aurora a la noche, insomne, que sus padres oyeron en el tiempo, clara
sorda, como un remordimiento y tranquila, una voz que como el verde
viejo o un vicio absurdo. Vana de estanques y cerros sombrea la tarde.
palabra sern tus ojos,
un grito callado, un silencio. El hombre solo conoce una voz sombra,
As los ves cada maana acariciante, que mana en tonos calmos
cuando te pliegas a solas de una fuente secreta: la bebe absorto,
en el espejo. Oh amada esperanza, ojos cerrados, y no parece tenerla junto.
t y yo ese da tambin sabremos
que eres la vida y eres la nada. Es la voz que un da detuvo el padre
de su padre, y cada uno de la sangre extinta.
A cada quien la muerte destina una mirada. Una voz de mujer que secreta suena
Vendr la muerte y tendr tus ojos. en el umbral de casa, al caer de la noche.
Ser como dejar un vicio,
como ver en el espejo 21 de agosto-12 de septiembre de 1940

V err la morte e avr i tuoi occhi / questa morte che ci accompagna L a casa
/dal mattino alla sera, insonne,/ sorda, come un vecchio rimorso/ o un Luomo solo ascolta la voce calma / con lo sguardo socchiuso, quasi un respiro
vizio assurdo. I tuoi occhi /saranno una vana parola /un grido taciuto, / gli alitasse sul volto, un respiro amico / che risale, incredibile, dal tempo an-
un silenzio./ Cos li vedi ogni mattina/ quando su te sola ti pieghi/ nello dato. // Luomo solo ascolta la voce antica / che i suoi padri, nei tempi, hanno
specchio. O cara speranza, /quel giorno sapremo anche noi /che sei la udita, / chiara e raccolta, una voce che come il verde / degli stagni e dei colli
vita e sei il nulla.// Per tutti la morte ha uno sguardo./ Verr la morte incupisce a sera. // Luomo solo conosce una voce dombra, / carezzante, che
e avr i tuoi occhi. /Sar come smettere un vizio, /come vedere nello sgorga nei toni calmi / di una polla segreta: la beve intento, / occhi chiusi, e
specchio /riemergere un viso morto, /come ascoltare un labbro chiuso./ non pare che labbia accanto. // la voce che un giorno ha fermato il padre
Scenderemo nel gorgo muti. / di suo padre, e ciascuno del sangue morto. / Una voce di donna che suona
segreta / sulla soglia di casa, al cadere del buio.

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You, Wind Of March2 la esperanza los tuerce,
T la vida y la muerte. la maana los turba,
Has llegado en el marzo los sumerge tu paso
a la tierra desnuda y tu aliento de aurora.
tu temblor contina. Sangre de primavera,
Sangre de primavera tiembla toda la tierra
anmona o nube, con antiguo temblor.
tu liviano paso
ha violado la tierra. Has reabierto el dolor.
Recomienza el dolor. T la vida y la muerte.
En la tierra desnuda
Tu liviano paso has pasado ligera
ha reabierto el dolor. golondrina o nube,
Estaba fra la tierra y el torrente del pecho
bajo un msero cielo, se despierta e irrumpe
era quieta, encerrada y refleja en el cielo
en un trpido sueo, y refleja las cosas
como quien ya no sufre. y las cosas, en el pecho
Aun el hielo era dulce y el cielo, en tu espera,
en el corazn hondo. sufren y se tuercen.
Entre la vida y muerte Es la maana, es la aurora,
la esperanza callaba. sangre de primavera,
has violado la tierra.
Hoy tiene voz y sangre
cada cosa que vive. La esperanza se tuerce
Esta tierra y el cielo y te espera te llama.
son un fuerte temblor, La vida y la muerte eres.
Y es ligero tu paso.
2 T, viento de marzo.

Y ou , W ind O f M arch il mattino, / li sommerge il tuo passo, / il tuo fiato daurora. / Sangue di
Sei la vita e la morte. / Sei venuta di marzo / sulla terra nuda / il tuo primavera, / tutta la terra trema / di un antico tremore. // Hai riaperto il
brivido dura. / Sangue di primavera / anemone o nube / il tuo passo dolore. / Sei la vita e la morte. / Sopra la terra nuda / sei passata leggera
leggero / ha violato la terra. / Ricomincia il dolore. // Il tuo passo leggero / come rondine o nube, / il torrente del cuore / si ridestato e irrompe / e
/ ha riaperto il dolore. / Era fredda la terra / sotto povero cielo, / era im- si specchia nel cielo / e rispecchia le cose / e le cose, nel cielo e nel cuore
mobile e chiusa / in un torpido sogno, / come chi pi non soffre. / Anche il / soffrono e si contorcono / nellattesa di te. / il mattino, laurora, /
gelo era dolce / dentro il cuore profondo. / Tra la vita e la morte / la spe- sangue di primavera, / tu hai violato la terra. // La speranza si torce, / e ti
ranza taceva. // Ora ha una voce e un sangue / ogni cosa che vive. / Ora la attende ti chiama. / Sei la vita e la morte. / Il tuo passo leggero.
terra e il cielo sono / un brivido forte, / la speranza li torce, / li sconvolge

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The Night You Slept3 The Cats Will Know4
La noche tambin te semeja, Llover todava
la noche remota que llora en tu dulce empedrado,
muda, en el corazn profundo, una lluvia ligera
y los astros pasan cansados. como un hlito o un paso.
Una mejilla toca a una mejilla An la brisa y el alba
es un temblor fro, y alguien florecern ligeras
se querella y te implora, solo, como bajo tu paso
extraviado en ti, en tu fiebre. cuando ests ya de vuelta.
Entre cornisas y flores
La noche sufre y ansa el alba, los gatos lo sabrn.
pobre corazn que tiemblas.
Rostro cerrado, oscura angustia, Y sern otros das,
fiebre que desuelas los astros, y sern otras voces.
hay quien, como t, espera el alba Sonreirs para ti.
al escrutar tu rostro en silencio. Los gatos lo sabrn.
Tendida ests bajo la noche Oirs palabras de antes,
como obstruido horizonte muerto. fatigadas y vanas,
Pobre corazn que tiemblas, como trajes dejados
el alba fuiste un da lejano. de las fiestas de ayer.

4 de abril de 1950

3 La noche que dormas. 4 Los gatos sabrn.

T he N ight Y ou S lept T he C ats W ill K now


Anche la notte ti somiglia, / la notte remota che piange muta, / dentro Ancora cadr la pioggia / sui tuoi dolci selciati, / una pioggia leggera /
il cuore profondo, / e le stelle passano stanche. / Una guancia tocca una come un alito o un passo. / Ancora la brezza e lalba / fioriranno leggere
guancia / un brivido freddo, qualcuno / si dibatte e timplora, solo, / / come sotto il tuo passo, / quando tu rientrerai. / Tra fiori e davanzali
sperduto in te, nella tua febbre. // La notte soffre e anela lalba, / povero / i gatti lo sapranno. // Ci saranno altri giorni, / ci saranno altre voci. /
cuore che sussulti. / O viso chiuso, buia angoscia, / febbre che rattristi le Sorriderai da sola. / I gatti lo sapranno. / Udrai parole antiche, / parole
stelle, / c chi come te attende lalba / scrutando il tuo viso in silenzio. /
Sei distesa sotto la notte / come un chiuso orizzonte morto. / Povero cuore
che sussulti, / un giorno lontano eri lalba.

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Hars gestos tambin.
Responders palabras Velocidad:
rostro de primavera,
hars gestos tambin.
Los gatos lo sabrn,
la droga definitiva *

rostro de primavera, Vivian Abenshushan


y la lluvia ligera,
el alba color jacinto,
que desgarran el pecho
de quien ya no te aguarda,
son la triste sonrisa
que t a solas sonres.
Y sern otros das, En 1977, Bill Gates fue detenido en Albuquerque por manejar a exceso de
despertares y voces. velocidad. Una famosa foto lo muestra posando para la ficha policial con una
Sufriremos al alba, sonrisa adolescente y candorosa. Le suceda con frecuencia, reincida sin re-
rostro de primavera. mordimientos. Dos aos antes haba fundado Microsoft, una compaa de
software donde trabajaba y programaba todos los das hasta el amanecer, inclu-
10 de abril de 1950 yendo los fines de semana. Su nica distraccin: los automviles. Porsche 930,
Porsche 959, Mercedes, Jaguar XJ6, Carrera Cabriolet 964, Ferrari 348, son
algunos de los autos que posey con los temblores de un adicto. Gates amaba
la velocidad casi tanto como la programacin. Es probable que en el fondo se
Versiones del italiano de Marco Antonio Campos tratara de una misma aficin: llegar ms lejos, cada vez ms rpido. El espritu
Revisin de Stefano Strazzabosco del capitalismo turbo encarnado en una sola persona. No es casual que uno
de sus libros sobre la importancia de internet en el mercado se titule Negocios
a la velocidad del pensamiento.

Yo tambin conozco el xtasis de la velocidad. Una noche, para viajar en


contra del flujo de la autopista Mxico-Cuernavaca, sal de la ciudad en la
vspera de ao nuevo. El resto del mundo pareca regresar a ella. Varios kil-
stanche e vane / come i costumi smessi / delle feste di ieri. // Farai gesti
metros antes de la caseta, el trfico se mova como un molusco. De mi lado, la
anche tu. / Risponderai parole / viso di primavera, / farai gesti anche
autopista estaba desierta. Fue entonces que met el acelerador a fondo, atenta
tu. // I gatti lo sapranno, / viso di primavera; / e la pioggia leggera, / lalba
a la aparicin de algn auto. Viajaba sola. Cuando lo hago con mi esposo y mi
color giacinto, / che dilaniano il cuore / di chi pi non ti spera, / sono il
triste sorriso / che sorridi da sola. / Ci saranno altri giorni, / altre voci e
* Este ensayo se escribi en los mrgenes de otro ensayo. Aunque su lectura puede hacerse de
risvegli. / Soffriremo nellalba, / viso di primavera.
manera autnoma, tambin admite la lectura simultnea y dialctica con el ensayo Notas
casi rpidas sobre los enfermos de velocidad, cuya primera versin fue publicada en la revista
Nmero Cero y puede encontrarse en internet: goo.gl/PKgsT. Ambos ensayos se publicarn uno
al lado de otro, o mejor an, uno en los mrgenes del otro, en el libro Escritos para desocupados,
editado este ao por sur+.

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hijo no subo ms all de 110 km/h, por precaucin. Me he convertido en una de comprar un auto, mucho menos de conducirlo? Pero en realidad sucede
conductora lenta y los viajes largos en carretera, cuando voy al volante, suelen todo lo contrario. Pasamos buena parte de nuestra vida en el auto, aunque le
ser eternos. Le temo a la velocidad porque conozco mis debilidades. Soy una dirijamos a diario nuestras quejas. El siglo xx, dice Ballard, alcanza casi su ms
mujer ansiosa y presa fcil de las adicciones. Despus de diez aos sin fumar, pura expresin en la autopista. Hasta la llegada de internet, el auto fue el en-
mis pulmones an no se recuperan de mis noches de tabacmana. Y volver a cierro perfecto, nuestro pequeo universo de metal y plstico, el lugar donde
escribir despus de eso fue tan difcil y doloroso que he procurado no asociar podamos gozar una sensacin de libertad, ligereza, porvenir, mientras veamos
mi trabajo intelectual a ninguna otra sustancia txica. Le temo al dolor pasar la vida por las ventanas. Qu sustituir al volante? El desplazamiento
de la prdida, al insoportable da siguiente. Aquella noche, sin embargo, las a control remoto, es decir, el encierro en las autopistas de la informacin,
condiciones haban abolido para m el lmite de velocidad. La autopista estaba donde la velocidad ha encontrado su ms all: la velocidad de la luz, la
sumergida en la oscuridad y sobre ella, atravesndola, las lneas fosforescen- velocidad de las ondas electromagnticas.
tes del asfalto adquiran una densidad csmica. Recuerdo que escuchaba la
msica electrnica de Air a todo volumen: sonidos interestelares y atmsferas
subacuticas extendidos durante largos minutos. Trip-hop. Como si me hubiera
internado en el pabelln del odo del mundo, descenda a toda velocidad por Leo Crash, la novela donde Ballard lleva su meditacin sobre las claves de
un tnel de curvas peligrosas cuidadosamente sealizadas. En mi cuerpo (la una nueva sexualidad asociada al automvil hasta sus ltimas consecuencias.
boca del estmago, los muslos) palpitaba una emocin ambigua: mitad miedo, Perturbadora y reiterativa, llena de vsceras y choques grotescos, en Crash los
mitad excitacin. Me encontraba acaso ante las puertas de una percepcin personajes no slo no temen al accidente, sino que lo desean y procuran ob-
distinta? En el umbral de la transgresin? La luz intensa sobre el fondo negro, sesivamente. El erotismo perverso del choque de autos, los radiadores hun-
la desaparicin del paisaje, una sensibilidad acstica intensificada, la cercana didos entre las piernas como fetiche sexual. Ese reino donde imperaban la
del peligro: todo aquello propiciaba una sensacin de ingravidez. Eso es la violencia y el coito fue la metfora admonitoria con que Ballard anunciaba
velocidad: perder peso. De pronto yo era un pez en el acuario, un cosmonauta la colonizacin del cuerpo por la tcnica. Igual que su adaptacin al cine por
flotando entre nubes de gas y materia oscura. Atravesaba por una experiencia David Cronenberg, la novela provoc ridas discusiones sobre los lmites de
esttica que poco o nada tena que pedirle a los estados alterados de concien- la censura. Deba o no publicarse? Ya antes haba sucedido lo mismo con una
cia. Yo senta la ebriedad del lquido, el vrtigo de esa noche estrellada que serie de serigrafas de automviles chocados que realiz Andy Warhol en los
slo me mostraba el movimiento, la huida, el traspaso. Y no haba ingerido aos sesenta, con imgenes extradas de la nota roja. Ninguna galera quera
nada; todo el efecto dependa de la velocidad. En algn momento tuve el mostrarlas. Porque la sociedad no soporta la exhibicin de su propia obsceni-
deseo de ir todava ms rpido, sentir quiz la cercana de la muerte. Como dad. Y le teme a la muerte (aunque su cercana le parezca excitante). Despus
me haba sucedido tantas otras veces con el cigarro, me encontraba ante las de todo, no vivimos pegados al espectculo de lo atroz que se transmite cada
puertas de un placer sublime (sombro y bello e inevitablemente doloroso) del noche en el noticiero?
que emerga un tipo de presentimiento metafsico que algunos cursis todava
llaman eternidad.
He ledo que una de cada cuatro veces que alguien escribe una palabra en
un buscador de internet, esa palabra est relacionada con sexo o pornogra-
fa. No es tu caso, por supuesto. Pero la metfora del cuerpo-mquina se ha
La velocidad destruye. No es por eso que en el fondo nos parece tan convertido, lo reconozcamos o no, en nuestra manera de estar en el mundo,
seductora? Pienso en toda esa gente que firma sus plizas de seguros contra libres de los apremios del espacio y el tiempo, abducidos en la velocidad de las
accidentes como si fueran las actas de su sentencia de muerte. Despus de comunicaciones instantneas. Puede haber algo ms adictivo que la satisfac-
mirar los esqueletos de autos chocados colgando de las gras como si se tra- cin inmediata? Eso es internet: la droga definitiva. Un lugar donde podemos
tara de restos fsiles, no deberamos pensar, como lo hizo J. G. Ballard, que abandonarnos a los placeres corporales liberndonos de nuestros cuerpos rea-
si en verdad temiramos el accidente, la mayora de nosotros sera incapaz les (Slavoj iek). Los personajes de Ballard crean todava en el placer de las

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heridas. Conozco muchos amigos que se han desquiciado alimentando todo de un cuerpo enfermizo o sin vigor? Casi nunca. Es simplemente que ah
tipo de obsesiones a travs de la red, maquinando relaciones fantasmales que dentro el mundo no nos reclamaba. En posicin fetal o despatarradas, casi
los mantienen atados a la pantalla como el junkie a la jeringa. Pero sus cuerpos obscenas, ah ramos enteramente nosotras mismas; la funda de la almohada
permanecen intactos, lejos de la amenaza del sida o la decepcin sexual. La in- era la bandera con la que exigamos nuestra soledad. Porque no hay espacio
gravidez (el desmantelamiento del cuerpo) fabrica sus intoxicaciones. Quin ms amplio ni lugar en el que un individuo sea ms libre que su propia cama.
no exhalar su impaciencia ante cualquier proceso de seduccin real bajo la Desde ah puede observar sus dominios mentales. La cama es sediciosa, sobre
certeza de que el mecanismo ligero del ciberespacio funciona al segundo, en todo cuando se hace un buen uso de ella. No me extraa que la realidad cons-
cualquier parte? pire con tanta vehemencia en su contra. Pero todos los acusadores de la cama
sermonean en vano: se entra y se sale de la cama, pero a ella se vuelve siempre.
Creo que mis mejores ideas (casi dira, las nicas) las he concebido ah, en la
cama, y en cuanto termin la universidad hice todo lo posible por no volver a
He descrito en otro ensayo, Notas casi rpidas sobre los enfermos de
tener horarios coercitivos que me sacaran de las sbanas violentamente. Pero el
velocidad, el lado sombro de la velocidad que ha seducido y conquistado al
mundo no se detiene en la cama, padece el mal del mpetu y la enfermedad
mundo. He levantado ah el ministerio pblico donde se acumulan muertes
del progreso, como los Zurov, los personajes hiperactivos de la novela de Ivn
por exceso de velocidad. Pero en este ensayo no juzgo. Me pregunto si yo, en
Goncharov. O como mi madre, que es una mujer extraordinariamente activa,
lugar de condenar la velocidad, lograra aislarla y mirarla de frente, si pudiera
valiente, madrugadora, amante de las caminatas y el aire libre: el exacto re-
indagar en mi propia relacin con ella (sus seducciones, mis resistencias),
verso (y complemento) de mi padre. Nada la detiene, a sus setenta y dos aos
si consiguiera eso, lograra volverla una sustancia compleja, despojarla de su
conserva una energa vital arrolladora. Se inquieta si permanece en la cama y
barbarie: comprenderla. Porque el nico crimen del ensayista es el de ser
todava hoy se desespera un poco porque sus hijas pasan ah ms tiempo del
superficial, pasar por las cosas demasiado rpido. La ensayista es una mujer
debido. Qu habra sido de nosotras sin su contrapeso? Jams habramos
lenta? Yo lo soy, aunque tenga una iMac de cuatro ncleos que es una rfaga.
vencido ese momento de indecisin o pnico que provoca en los individuos
Soy una habitante del tiempo lento. Demasiado lento. Una mujer impuntual.
sensatos salir de la cama para internarse en la selva de la vida. Con el tiempo
Y stas son mis confesiones.
mi personalidad se ha convertido en un campo de batalla donde se enfrentan
a diario los Zurov y los Oblomov, es decir, los dos extremos que describi
Goncharov en relacin con el temperamento: la excesiva actividad y la pereza
Tengo diez aos y en el radio del auto se escucha, minuto a minuto, la metdica, el frenes patolgico y la indiferencia hacia el ajetreo mundano. La
hora del Observatorio, misma de Haste, Haste, la hora de Mxico. Hace mana y la depresin.
fro, hemos salido corriendo. Mi hermana y yo comemos un pedazo de pan
tostado con mermelada en el asiento trasero del Volkswagen. Mi mam con-
duce; mi pap permanece en casa dormido (padece insomnio o lee hasta las
Debo decirlo ahora: mi mam tambin es impuntual. Y no la critico por
cinco de la maana). Recuerdo la escena como una imagen recurrente, casi
eso. Todo lo contrario, creo que llegar tarde (y a veces no llegar del todo) ha
como una definicin temprana de mis ritmos adultos: aunque vivamos a seis
sido la forma con que ella se ha defendido de su propensin a llenarse de ta-
cuadras de la escuela, siempre llegbamos tarde. O sobre la hora. Usbamos
reas y compromisos, su gusto excesivo por el trabajo. Porque en el fondo toda
la cercana como coartada para despertarnos tarde y sin prisa, para retrasar
impuntualidad es un mecanismo de defensa, una respuesta crtica frente a las
nuestra entrada al mundo unos minutos ms, que siempre me parecieron
coerciones permanentes del reloj. El impuntual es un desertor del deadline, la
demasiado cortos. Cmo hacan los nios que vivan al otro lado de la ciudad
lnea donde mueren a diario los soldados del sistema. Si llega tarde es porque
para llegar a tiempo? Tal vez no se resistan. O se resistan menos. Pobres cria-
busca reencontrarse con el tempo humano, contraatacar la urgencia con dila-
turas domesticadas. Nosotras, en cambio, como nuestro padre, adorbamos
cin. El impuntual dice: los ritmos de las transacciones no son ms impor-
la cama. La adoramos todava, el encantamiento de la posicin horizontal, la
tantes que los tiempos de mi respiracin. Quiere estar a solas. Concentrarse
sabidura de la quietud. Una tendencia melanclica? Slo en parte. Sntomas

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cuarenta minutos ms en s mismo. Es un egosta? Ms bien, un individuo la administracin cientfica del tiempo en la fbrica (relojes que medan todas
autnomo que ha escapado, por omisin, a la vigilancia del segundero. Un re- las operaciones de los obreros), hasta la perspectiva hegemnica del tiempo
belde pasivo. No mira la hora porque no le parece necesario. De algn modo, real (la rpida transmisin y procesamiento de datos orientados a hacer tran-
entiende que el reloj es tambin un smbolo. Es la familia, la industria, la so- sacciones en la medida que se producen), nuestros ritmos se han plegado a la
ciedad, el deber. Obediencia y disciplina ritman, desde los monjes medievales, tica de la manufactura industrial cuya consigna es: mxima velocidad, mxima
el orden en el reloj. Y el impuntual es visto entonces como un paria, incluso eficiencia, mxima ganancia. De acuerdo con Nicholas Carr, en su libro Qu
como un traidor. Se le castiga, se le despide, se le retira la palabra. A nadie le est haciendo internet con nuestras mentes?, la tica tayloriana ha encontrado su
est permitido permanecer absorto. mayor expresin en el ciberespacio: una mquina diseada para la coleccin,
Pero no es la impuntualidad otra forma de la prisa? transmisin y manipulacin eficiente y automatizada de informacin. Como
Una voz en el radio dice que son las siete cincuenta y cinco. La campana Taylor, las legiones de programadores del mundo se concentran en disear un
tocar a las ocho. Esa maana, que son todas las maanas del mundo, veo en mtodo que aumente el rendimiento de las comunicaciones, es decir, que ace-
m a la impuntual que ya soy. De pronto siento ansiedad en las piernas, esa lere el movimiento del trabajo del conocimiento. sta es la hora Haste de
crispacin de los nervios, caracterstica de los animales urbanos amenazados nuestra mente. La llegada del sistema nervioso digital (Gates). Se trata de
por la prisa. En el auto, las tres guardamos silencio, como si mantener la boca la colonizacin de nuestro cerebro por la mquina o al revs: hemos dispuesto
cerrada nos ayudara a llegar a tiempo. Afuera: el ruido de los clxones; aden- que la mquina avance a la velocidad de nuestro cerebro?
tro, el vaho en las ventanas y las secuencias publicitarias de la Hora Exacta
que permanecen casi intactas en mi memoria. Chocolates Turn, ricos de principio
a fin. La publicidad es as, indeleble. Sobre todo si se oye obsesivamente de
camino a la escuela: Jabn del To Nacho desinfectante de la piel y cuero cabelludo. Hace meses que enciendo mi computadora con cierto temblorcito en
Maestro mecnico, Marcos Carrasco, garantiza riguroso control de calidad en rectificacin los dedos, un deseo imperioso slo comparable al que senta en mi poca
de motores. Atencin, Reyes Magos! Bicicletas, motocicletas, juguetes, patinetas: Casas de fumadora. Cada dos horas (a veces menos) reviso obsesivamente mis
Radioamrica, Argentina #44. Para muebles ni hablar slo Baltasar, la esquina que correos y las respuestas o interacciones generadas con mis tuits. Abominaba
domina: Aldama y Mina, Buenavista. De Sonora a Yucatn se usan sombreros Tardn. Facebook (esa encarnacin del tedio y el derroche del tiempo ms ntimo),
Por su regio sabor y deliciosa suavidad, la cerveza es Corona. xeqk proporciona la hora pero de pronto sent que me volva anticuada y misntropa y ahora me veo
del Observatorio misma de Haste, un nuevo concepto del tiempo: alimentando mi estatus dos o tres veces al da. Y mantengo dos blogs (el ter-
Siete de la maana cincuenta y seis minutos. Siete cincuenta y seis. cero, dedicado a la deriva, muri de inanicin). A pesar de mi escepticismo,
Qu experiencia inolvidable (es decir, traumtica) la de escuchar en tiempo corro, como el resto de la humanidad, hacia el futuro. No me justifico, pero
real la precipitacin de los minutos en direccin hacia la nada. En general, el es cierto que me sumerg en el fluido de la informacin por razones polti-
paso del tiempo es una experiencia diferida; de pronto miramos el reloj y ya cas, una tarde en Pars, despus de una accin urbana que realic junto con
somos treinta aos ms viejos. Pero con los locutores de la xeqk, que corran un grupo de mexicanos que radicaban en Francia. Se trataba de una protesta
desbocados como los caballos del hipdromo, no haba manera de escapar. en Trocadero contra la estpida guerra antinarco emprendida por el gobier-
Este fin de semana en el Hipdromo, Jessie y Colorido, no se pierda otras nueve especta- no mexicano, que ya entonces haba costado ms de treinta mil muertes, un
culares carreras. Por qu escuchbamos la xeqk a todo volumen? Lo hacamos estado injustificable de terror y violencia que se empecinaba en continuar
para angustiarnos o para distraernos de la angustia? En cualquier caso, se era con una estrategia a todas luces fallida. Los que participaban en la accin se
el nuevo concepto del tiempo al que entraba cada maana por la ventana de mis comunicaban invariablemente por Twitter, Facebook y, a veces, por el celu-
diez aos: la sincronizacin universal de los tiempos del sistema. Una dcada lar. Yo estaba desconectada. Era la vspera de los indignados en Espaa y Wall
despus esa dimensin temporal, definida por la urgencia y el cronmetro, Street, y en Europa la Primavera rabe era una referencia que despertaba el
se convertira en la forma organizadora de toda la vida cotidiana, las activi- entusiasmo dentro y fuera del ciberespacio. Fue entonces cuando mi pos-
dades financieras, el trabajo, las comunicaciones, los afectos. El planeta del tura conservadora frente a las redes sociales sufri un desplazamiento que
Tiempo Real. Desde que Frederick Winslow Taylor introdujo en el siglo xix comenz como una actitud poltica (un entusiasmo inconforme propagado

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de tuit en tuit), pero que al poco tiempo se convirti simple y llanamente Yo tambin me inquieto si estoy lejos de la computadora y en cuanto llego
en una nueva adiccin. a mi departamento me dirijo al monitor, por mi dosis del da. Si el busca-
dor no aparece al instante, desespero; mi urgencia no tolera las fallas de la
banda ancha. S que me encuentro en una zona de peligro. No me resulta
nueva. La conozco desde que tena quince aos y fum mi primer cigarro.
Como escribo y trabajo en mi estudio, paso una buena parte del da fren-
Una noche, diez aos despus, exhal tres cajetillas seguidas. Escribo aqu
te a la pantalla. Ah, inmvil, siento a diario el vrtigo de la comunicacin
para curarme? En los intercambios ultrarrpidos de Twitter no hay tiempo
instantnea, la conexin de cientos de miles de circuitos neuronales cruzn-
para el anlisis. La escritura en tiempo real es ingrvida, carece de profun-
dose sin tocarse en los flujos de la red. Breves estallidos, diseminacin de las
didad. (No podra ser de otra forma. Sin la dispersin ni el surfing, sin ese
frases, pensamiento no lineal, contactos efmeros con las palabras de otros.
movimiento veloz sobre la superficie, qu quedara de internet? Nada. Se
Y un principio de seduccin implcito. En general, la perspectiva me parece
volvera pesado, como lo ha sido habitualmente nuestra cultura. Se perde-
extraordinariamente estimulante. Quiz porque toda esta sociabilidad re-
ra su carcter vaporoso, ligero, sensual, desenvuelto. Tendramos hondura,
pentina contrasta con mi habitual hermetismo. Me estar convirtiendo en
pero sin la excitacin de las ideas simultneas). Si busco mi desintoxicacin
otra persona? Las redes sociales tienen el efecto del alcohol en las fiestas
en el ensayo, es porque su escritura me exige un retraso, una dilacin. En
tumultuosas: necesitamos una mscara para actuar de nosotros mismos. Y
l, todo tiempo real es diferido por la duda. Me aparta de la impaciencia y
tambin: nos ataviamos para ser vistos, como animales en celo. Arreglamos
de cualquier contingencia efmera. Me devuelve a mi elemento. Un ensayista
nuestro perfil, subimos fotos retocadas, procuramos frases excepcionales.
en Twitter pagara lo que fuera por haber callado. Conozco a uno, amigo
Y en el camino se producen altas dosis de dopamina, endorfinas y placer,
mo, que borra sistemticamente sus tuits. Ser porque tambin sospecha
recompensas altsimas; porque la especie siempre ha premiado eso: la se-
que la velocidad se ha convertido en nuestra mejor coartada para no pensar?
duccin. Conectarse a la red es encender el artefacto de los apareamientos
ilusorios. Y sin consecuencias reales. Internet es mejor que la pldora! Pero
qu vulnerable es todava el ciberadicto al despertar de sus excesos, instala-
do en las nuevas patologas del yo digitalizado, donde rumia sin ayuda. Qu La mediana es rpida. El genio es lento, escribe Baricco en Los br-
resacas insoportables, un no va ms que se repite al da siguiente del embota- baros. Ensayo sobre la mutacin. Me importa ese libro, aunque sus estrate-
miento, los dolores de espalda, los calambres en el codo. Me he sentido as gias retricas me hayan fastidiado un poco, porque escribo marcada por las
alguna vez. Pero hay heridas ms profundas que sas, un encierro definitivo, dos tensiones que ah se describen: el carcter contemplativo, melanclico,
un olvido de s. En el capitalismo de los flujos el derecho a desear es tambin solitario y lento de un mundo en vas de desaparicin y el arribo de un tem-
el derecho a quedar insatisfecho. peramento lleno de nuevos valores, entre los que se encuentran la rapidez,
la espectacularidad, la dispersin electrnica, la disolucin de ciertas ver-

dades y jerarquas, una revolucin tecnolgica que rompe de repente con
Lo que describo no es una sintomatologa infrecuente, sino el gesto co- los privilegios de la casta que ostentaba la primaca del arte. S que podra
tidiano de cientos de miles de personas alrededor del mundo: he desarro- volverme junkie de internet, instalada en el flujo acelerado de las partculas,
llado un sndrome obsesivo-compulsivo, parecido al de los consumidores en la muerte de los afectos reales y el contacto fsico, el estado grogui de
incontinentes o los ludpatas, enfermedades del capital y su maquinaria de una insensibilidad generalizada, si no fuera porque creo que una vida sin
seducciones intermitentes. En mi pantalla multitasking reverberan en este reflexin (y agrego: sin cuerpo) no merece la pena ser vivida. Ahora mismo
momento dos tuits que tomo prestados, como resonancias de una mis- busco en Google la frase de Scrates y la encuentro a toda velocidad. No he
ma impaciencia (y esa homogeneidad es sospechosa): Se descompuso mi tenido que pararme de mi asiento ni buscar penosamente en los Dilogos de
fiel netbook y he vuelto a trabajar en mi Dell de escritorio. Es lenta, lenta, Platn, perder el tiempo. Ya se asoma la brbara que hay en m, porque vivo
lenta. Grrrrr. Adolescente en la fila del Seven Eleven: Me dejas pasar simultneamente en dos ritmos contradictorios, la lentitud y la velocidad, el
antes? Me urge ponerle crdito a mi celular para contestar un mensaje. humanismo y la tcnica, y as viajo cada da, lejos del confort de una y otra,

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siempre con un pie fuera del vehculo, como los usuarios de los peseros en meseros, obtusos; las personas, imbciles. Me transform en un ser desptico
la Ciudad de Mxico, listos para descender en plena marcha. e impaciente. Us la palabra cretino ms de una vez. Mi esposo advirti mi
nerviosismo y para hacerme una broma comenz a actuar y responder con una
lentitud deliberada y exasperante. Se mostraba distrado, guardaba silencios
prolongados. Se ausentaba. l actuaba bajo mis ritmos habituales (esa lentitud
La belleza marcha de prisa, lentamente, escribi Cocteau en Opio. Diario
ma que a veces lo saca de quicio), cuando no estoy bajo los efectos del estrs
de una desintoxicacin. Todo estado alterado de conciencia empieza as, con una
o la prisa. l era yo y tena ganas de matarlo.
percepcin paradjica del tiempo. Alguien tendr que escribir algn da sobre
la qumica de la velocidad, como se ha hecho ya sobre la naturaleza de otras
drogas. Qu sustancias empujan el torrente sanguneo hacia el acelerador,
qu taquicardias nacen en el contacto con el volante. Un cientfico mexicano, Tal vez eso hace el ensayo: contrastar las velocidades. Se detiene en seco
Luis Eugenio Todd, ha encontrado el lugar donde anida la golosina: el sistema para que podamos advertir nuestro exceso de velocidad. Mira los detalles am-
lmbico, la regin cerebral que est asociada a los satisfactores. Se trata de plificados del accidente en cmara lenta. Interroga, incluso si no hay tiempo
nuestra pequea jungla de animales en celo. Ah, todo acto de supervivencia para hacerlo. Prefiere entender a no entender. Desmantela. Y en eso es con-
es recompensado con placer: el deseo sexual, la sed, el hambre, el miedo. Si trario a la lisura de las autopistas de la informacin; se mueve entre las cosas
el rea cortical del cerebro, el lugar donde estn los pensamientos, la razn y como un molusco, incluso cuando vuela. Por eso, no soporta a los adeptos
el conocimiento, es, a diferencia del sistema lmbico, lo que nos distingue de impacientes y torpes. A los frvolos. Se aparta de ellos, los condena a la incom-
los animales, entonces todo ese sentimiento de acabose, esa sensacin de estar prensin y el accidente.
viviendo una nueva invasin de los brbaros, la destruccin del alma de la
civilizacin por una serie de valores superfluos, no es ms que una batalla al
interior de nuestros cerebros. El imperio de la velocidad es el advenimiento
En La mano lenta, Roland Barthes dice que toda la evolucin de la
de nuestro lado ms salvaje. Fomentar el deseo, la insaciabilidad, el placer,
escritura (digamos del acto grfico de la escritura, desde la demtica egipcia
no son sas las funciones del imperio de la publicidad? Miles de millones de
hasta la taquigrafa) se debi a una necesidad de escribir ms rpido. Por qu?
dlares invertidos cada ao para darle de comer a nuestro animal, reprimido
Porque se era el ritmo que impona el comercio. Las sociedades que escriban
por varios siglos de racionalismo. De pronto la denominacin del capitalismo
ms rpido ganaban tiempo, es decir, dinero. Para escribir a mayor velocidad
salvaje adquiere para m un nuevo sentido.
los sumerios pasaron del pictograma a la escritura cuneiforme. Levantar la
pluma le hace perder tiempo a la escritura? No la levantemos ms: he ah el
origen de la letra manuscrita. En las cursivas es posible ver cmo corren las
Las carreteras del exceso nos conducirn, como escribi William Blake, grafas. Tambin es cierto que hay una rivalidad entre la velocidad grfica y
al palacio de la sabidura? la velocidad mental. He dicho que soy lenta y sin embargo no escribo ms a
mano: me gusta la experiencia de ver cmo se produce el texto en la pantalla
a la velocidad de mi pensamiento. Sueo con la posibilidad de una escritura
estenogrfica que pase directamente de mi voz a la pantalla, o mejor, de mi
La velocidad es a menudo una forma de violencia, incluso en las situaciones
mente al libro.
ms anodinas. Recuerdo la tarde en que me prepar por primera vez un mate,
una sustancia inocua si pensamos en el caf o la cocana. Por ignorancia lo
beb demasiado rpido, pasando por alto el ritual moroso de su preparacin
y su compaa. Muy pronto, la matena, un alcaloide que tiene la particula-
ridad de acelerar los procesos mentales e incrementar los estados de alerta,
se me subi a la cabeza. El mundo me pareca desesperantemente lento. Los

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Casanova
La velocidad de la computadora es fascinante porque parece emular nuestra
velocidad mental. Discurrir es como correr, deca Galileo para defender un mto-
do fundado en la economa de los argumentos y la agilidad del razonamiento.
va al teatro
Siendo, como fue, un visionario, Galileo palidecera ante nuestra perspectiva
J G
uan C B
ustavo obo orda
del pensamiento transmitido en tiempo real. Nunca antes el escritor haba
tenido una respuesta tan inmediata de sus lectores como ahora en Twitter.
Twitter es la velocidad (y la democratizacin) mxima en escritura. Justo en
medio de los funerales de la escritura! Es probable que hayamos encontrado
un nuevo placebo, ms eficaz que las becas del Estado; minuto a minuto, in-
cluso el poeta ms abatido puede sentir que alguien lo lee y est vivo. No me
extraa, entonces, que tantos intelectuales se sientan seducidos por los 140 Desde el palco
caracteres: he ah una nueva sensualidad de la cabeza. sus anteojos avizoran unos tirabuzones, un collar,
un pecho palpitante.
En el entreacto deambular ocioso
con el ojo alerta.
Escribir con lentitud es ir en contra de un mayor rendimiento de la es-
critura? O es simplemente una forma de pereza? Quiz escribir con lentitud Sus exquisitos modales
ensayos digresivos que postergan en cada pgina su conclusin sea una forma propiciarn el guio, la cita,
deliberada de fracaso, una tica antagonista de la tica tayloriana aplicada al la urdimbre de una gndola silenciosa
texto. He escrito este ensayo tres veces. La primera, corra hacia su fin, sin por los hmedos canales.
desviarse; la segunda, se accident y se quebr en fragmentos diseminados e
Habr quizs un vino,
inconexos; la tercera es sta que se escribe en los mrgenes, cuestionando sus
acrecentado con especias,
propios fundamentos. Reescribo el mismo ensayo como si no quisiera termi-
y un dilogo incisivo
narlo. Una estrategia para aplazar la llegada, un desmantelamiento del xito al de hechos y sentimientos
interior de la escritura. Eso es la digresin, otra forma de la impuntualidad, desplazados por madres preocupadas
y por eso escribo ensayos. Durante mucho tiempo tuve la sensacin de que con la dote de sus hijas.
llegaba tarde a todo. En la universidad, por ejemplo, era la ltima en entre- Con un rpido arreglo
gar y a veces llev mis trabajos a casa de los maestros, porque el plazo haba podr hundirse de nuevo
vencido. Me aceptaban porque les entregaba buenos textos. Era lenta, me en el enigma del deseo,
esmeraba demasiado. Ahora mismo, mis editores esperan este ensayo, que se en la nueva carne que lo reconcilia con la nada.
tarda en concluir. De donde viene mi lentitud? Exijo mis cuarenta minutos Con la despedida inminente
extra conmigo misma, sobre todo a la hora ms importante del da: cuando rumbo a Constantinopla, Berln o Trieste
me siento en una silla y me pongo a pensar l y siempre Venecia en el recuerdo.

Quien perdi tantos ceques en los casinos,


prdigo con camareras,
mantenido por aristcratas reblandecidas
vidas del horscopo y la Cbala

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sabr decir adis
y mantener vivo el rescoldo de ese encuentro. Semiandante
Aos ms tarde, en Bohemia,
bibliotecario del conde Waldstein
Nedda G. de Anhalt
en su castillo de Dux
con esos episodios
redactar sus Memorias.

Contra tanta niebla, hielo y desdn Mi cabeza como una


estas citas ardientes que vuelven y an queman. gran canasta lleva su pesca
Su elega a la Serensima, Blanca Varela
su fuga de la crcel de Los Plomos
y los expuestos senos de las cortesanas
Mi corazn celebra el pequeo sueo
en balcones adornados de flores y jaulas de pjaros,
sern su recompensa. triunfal de la Indisciplina
Ms que Catalina de Rusia, Federico de Prusia, La sangre brinca con tal fuerza en mis venas
Voltaire o incluso Cagliostro,
el seor de Seingalt (ttulo falso), como una voz que alerta y va regando
abate y mal msico, cansancio en la guarida de los huesos
truhn y tahr,
hijo de comediante y nieto de zapatero, Qu hacer con un remolino turbulento
slo anhela un buen plato de macarrones que de sbito se vuelve lacio?
para dormir en paz.
Nada
Todo el siglo xviii como feliz teatro
de su picaresca A ese bailarn atrevido as lo quiero
Engaos de seductor
cultivando compases inestables
casi siempre burlado por nuevos ojos
y otras sedas y distintos encajes orquestando pasillos imprevistos
de ms insinuante lencera. paralizando mis verdades absolutas
Pero ellas sern ms astutas.
No inocencia contra experiencia: borrando de la memoria colores
apenas doncellas enredando al viejo y leyes de pasin
que las celebra con aretes o poemas
y acepta que lo burlen y le pidan ms dinero Hasta que luz y sombra
con sonrisa tan angelical como diablica. pregunta y respuesta sean iguales
En realidad la cama es muy fra
As bailando cheek to cheek
y l necesita de nuevo
a su perdida Venecia, sucu suco y otras danzas de la vida.
cualquier mujer es buena gndola
para volver a ella.

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De puo y letra
As, para no dejar sin significado literal estas frases, me aferro con uas
y dedos a la escritura a mano. Adems, me gusta la caligrafa, sin que
tenga que ver si quien la practica posee buena letra, legible, hermosa,
(un picapiedra entre supersnicos) o por el contrario sus trazos son tan enrevesados que nadie es capaz de
Eduardo Antonio Parra descifrarlos aparte de l mismo. Una pgina de libreta o diario llena de
palabras escritas de puo y letra no deja de resultarme atractiva a pri-
mera vista, y excita mi curiosidad de lector, aunque comprender lo que
dice signifique un esfuerzo digno de un descifrador de jeroglficos. La
razn? Acaso sea ese estrecho lazo que existe entre pintura y caligrafa
al que alude Saramago en su novela titulada precisamente Manual de
pintura y caligrafa, o en el que se detiene el poeta Jos ngel Valente
en el ensayo dedicado a su padre, Elogio del calgrafo, donde afirma:
La llamada caligrafa cursiva deja enseguida de tener por fin primero
Casi siempre las personas se sorprenden cuando les digo que escribo a la trasmisin utilitaria de una posible informacin y se hace puro valor
mano. Sobre todo los ms jvenes. Al escuchar semejante declaracin plstico, expresin de una personal capacidad creadora. Es decir, uno
en boca de alguien dedicado a la literatura, me miran con un gesto de de los motivos de mi aficin a la caligrafa, propia o ajena, es esttico: me
extraeza tal que me hacen sentir una antigualla humana, una reliquia produce placer y satisfaccin.
del tiempo de sus tatarabuelos, sobreviviente de una poca que conocen Cuando era un joven aprendiz de escritor me top en una revista con
slo por remotas referencias escuchadas cuando eran nios en voz de un artculo que acentu mi inclinacin hacia la escritura de puo y letra.
sus familiares ms viejos. Por supuesto, no soy un anciano, ni tampoco el No recuerdo ni qu revista era, ni el ttulo del artculo, ni las palabras
nico escritor que opta por la pluma o el lpiz en vez de hacerlo por la exactas. Su autor era el terico y ensayista Umberto Eco, quien en esos
computadora o el iPad; y, a final de cuentas, siempre llega un momento aos recin se estrenaba como narrador con la publicacin de su novela
en que debo trasladar lo escrito en el papel al archivo electrnico con El nombre de la rosa. Eco deca algo as como que para l resultaba senci-
el fin de revisarlo en pantalla antes de enviarlo al editor a travs de la llo identificar si una pgina haba sido escrita a mano o en procesador de
internet. Sin embargo debo confesar que, ante los actuales aparatos tec- palabras, debido a la temperatura que presentaba el texto, pues, segn
nolgicos, me siento algo extraviado, incapaz de entenderlos, como un l, la escritura a mano envolva al lector en un aura de calidez, mientras
habitante del desierto que de pronto se viera en medio de la selva con que la escritura en procesador de palabras lo dejaba un tanto impasible
la necesidad de orientarse de regreso a casa. S, an escribo a mano, por a causa de su frialdad, sin que importara el valor de las ideas o la calidad
lo menos la mayor parte de mi obra narrativa. Y acaso la extraeza de los narrativa. No s si con el transcurso de los aos el escritor italiano haya
que se sorprenden al saberlo resida en que consideran esa prctica, ade- modificado su opinin al respecto o no, pero desde el instante en que le
ms de obsoleta, una verdadera prdida de tiempo, como si la escritura sus palabras, aunque se trate de una cuestin bastante abstracta y subje-
se generara en una pantalla o en una hoja en blanco en lugar de en la tiva, de inmediato las suscrib y an ahora sigo pensando que estaba en
cabeza y en el cuerpo de quien la concibe. lo correcto. Si no, cmo explicar el sudor que brota de mis poros al es-
Si enumero algunas de las razones por las que prefiero plasmar en cribir, incluso cuando lo hago en un caf con el aire acondicionado a toda
un cuaderno las ideas y las escenas que van dando forma a mis relatos, potencia? No hay duda: si se escribe a mano, la escritura se impregna del
tendra que empezar por una suerte de supersticin: desde que me inici calor interno del autor porque siempre he estado convencido de ello
como lector, he escuchado que, al referirse a la obra de algn cuentista un escritor escribe con todo el cuerpo, como tambin lo sugiere el poeta
o novelista (creo que con los poetas no sucede as), la gente acostumbra Jos ngel Valente: Haba en esa figura de mi padre, en la soltura de su
referirse a l para calificarlo con palabras como No me gusta su pluma mano, en la ligereza de su mueca y su antebrazo, en la falta de arrimo a
o Muestra una pluma muy atractiva. Por otro lado, jams he escuchado todas cuantas cosas no fueran sus propios rasgos o sus trazos, algo que
que los lectores digan algo as como Me gusta su computadora o su te- significaba una clara relacin corporal con la escritura.
clado, para elogiar la obra de cierto narrador, y creo que nunca escuch Otro motivo para preferir la escritura a mano tiene que ver ms con
nada parecido a Ese novelista tiene muy buena mquina de escribir. los procesos creativos y con la calidad y el contenido del escrito que

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con la caligrafa: cuando uno escribe sobre papel, sobre todo si lo hace es tirar el aparato y comprar uno nuevo, pues en la actualidad se vuelven
con tinta, se obliga a pensar muy bien las frases y a elegir con cuidado obsoletos tan pronto que casi pueden considerarse desechables (ahora
las palabras para no tener que tachar tantas veces ni arrancar la pgina mismo, mientras transcribo estas lneas, mi laptop falla cada cierto tiem-
del cuaderno demasiado pronto. Es decir, desde el primer impulso y el po y debo esperar a que se destrabe. Tengo otras dos computadoras en
primer enunciado, uno es consciente de que est creando literatura y casa, pero estn peor que sta y no me queda otro remedio que tener
busca ya la permanencia del lenguaje, una especie de afn de trascen- paciencia. Espero).
dencia inicial, temprana, que servir de directriz al resto del discurso. Con La predisposicin para no comprender las novedades tecnolgicas de
esto no quiero decir que el texto no ser corregido ms tarde una y otra mi tiempo me lleva a identificarme con el personaje principal de la novela
vez hasta que el autor quede satisfecho, ni mucho menos que quienes El evangelista, de Federico Gamboa: un redactor pblico de cartas de los
escriben en un teclado no sean rigurosos con el uso del lenguaje; pero que colocan su escritorio bajo los arcos de la plaza de Santo Domingo,
la facilidad para cambiar lo escrito en una computadora, los programas en el centro de la Ciudad de Mxico, que se niega a utilizar la tecnologa
de autocorreccin y la inmediatez con que se sustituyen los trminos o cuando sus colegas ya lo hacen. Claro, Gamboa ambienta su relato a fi-
las oraciones completas y hasta los prrafos, hacen que el cerebro no se nales del siglo xix o principios del xx, cuando los nuevos aparatos eran las
exija tanto por lo menos de inicio, pues unos minutos despus siempre primeras mquinas de escribir mecnicas. Si mal no recuerdo, el hombre
habr la oportunidad de arrepentirse de lo dicho, y con ello suelen esfu- en cuestin poco a poco va perdiendo clientela, pues la mayora de los
marse tanto esa vocacin de trascendencia del lenguaje generado en la analfabetos que ocupaban sus servicios prefiere encargar la escritura de
mente antes de la escritura, como la calidez que el cuerpo es capaz sus misivas a quienes se han modernizado; sin embargo, el protagonis-
de contagiar a las palabras. ta no se siente tan mal al respecto, pues sabe que sus cartas escritas a
Sin embargo, an hay otra razn para esta preferencia personal. Un mano gozan de una ntima calidez de la que carecen las que escriben sus
motivo acaso un poco vergonzante que de algn modo justificara el ges- vecinos a fuerza de aporrear el teclado. Es como una especie de artesa-
to de sorpresa o extraeza que los dems hacen cuando se enteran de no que observa con desdn los objetos fabricados en serie, mientras se
que escribo con pluma: una ligera aversin hacia los avances de la tecno- obstina en elaborar sus creaciones para las escasas personas que an las
loga, derivada de una incapacidad para entenderlos y adaptarme a ellos. prefieren hechas a mano. Ahora, ms de un siglo despus del tiempo de
Esta ligera aversin en ocasiones se intensifica, pues debo aadir que El evangelista, al caminar por la plaza de Santo Domingo es posible ad-
por lo general tengo muy mala suerte (si es que tal cosa existe) con los vertir una situacin semejante: los escribientes posteriores al de Gamboa
nuevos instrumentos que hacen las delicias en la vida de las nuevas ge- evolucionaron gracias a la electricidad, y en los ltimos aos algunos ya
neraciones. Creo que no exagero si afirmo que las versiones ms recien- montan su oficina al aire libre con laptop e impresora, pero todava son
tes de los aparatos tecnolgicos con los que me acostumbr a convivir mayora los que siguen con mquina elctrica (aunque casi es imposible
desde muy joven, o incluso desde nio televisin, reproductores de conseguir las refacciones), y si se mira bien puede encontrarse alguno
sonido o de imgenes, hornos de microondas, y otros, en vez de hacer que persiste en escribir en su vieja Remington u Olivetti mecnica.
mi vida ms fcil, han sido una fuente inagotable de preocupaciones y Por suerte el destino de la literatura es el libro impreso. Aunque me
de angustias. identifique con el personaje de Federico Gamboa en ciertos aspectos,
No niego que los nuevos modelos me seduzcan, como a la mayora no sufro de falta de clientela (o de lectores) a causa de mi terquedad
de la gente, debido a sus diseos y a las bondades que el vendedor me de escribir a mano. Y adems, como ya lo dije antes, mis textos tarde o
anuncia cuando me acerco a observarlos, pero si me decido a comprar- temprano terminan por ser capturados en archivo electrnico. Sin embar-
los siempre pasa muy poco tiempo antes de que comiencen a darme go, mi relacin con la computadora ha sido siempre muy accidentada, al
lata, ya porque se me olvidaron casi todas las funciones, ya porque se grado de que, cuando la prendo, no hay da en que no me sienta como
descomponen y no tengo la menor idea de qu hacer. Me considero un un picapiedra ante un objeto mgico del tiempo de Los Supersnicos. De
buen lector, pero nunca he podido leer los manuales de los aparatos, no mis colegas de mi generacin (al menos de los que conoc en mis inicios),
s cmo darles mantenimiento ni cmo optimizar sus funciones. Adems, yo fui el ltimo que se compr una. Cuando ya todos eran usuarios con-
cuando uno de ellos empieza a fallar, ya hace tiempo que el instructivo sumados de la internet, yo permaneca sin conexin y deba ir a un caf
desapareci entre mis libros y papeles. Lo nico que entonces se me ciberntico para enviar mis textos. Slo tengo correo electrnico; nunca
ocurre es llamar al tcnico, quien muchas veces lo que me recomienda he abierto un blog, no he entrado a Facebook y de Twitter slo s lo que

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me cuentan los dems. La primera vez que me conect a Skype y realic
una videollamada no poda controlar mi asombro de estar instalado de Julia
lleno en la era de Los Supersnicos. Navegar? Me doy de santos por
consultar el Google de vez en cuando, y ya. Pero lo mismo me ocurre
respecto al telfono celular lo uso apenas hace unos seis aos, con el
iPod jams he tenido uno y con toda clase de novedades que suelen
Hartwig
enloquecer a otras personas.
Cuando alguien cuenta alguna ancdota graciosa acerca de lo cerre-
ros que son algunos al usar aparatos nuevos, no puedo evitar sentirme
aludido. Por ejemplo, hace poco una amiga me dijo, muerta de risa, que
vio a una secretaria acomodar su taza de caf en la bandeja donde se co-
loca el cd en la computadora. Segn parece, durante das estuvo tratan-
do de averiguar para qu serva ese aditamento. Eso me hace recordar,
tambin, a unas tas que, al ir de compras al otro lado all por los aos Dime hasta cundo pervivirn
ochenta, cuando les hacan una demostracin sobre el funcionamiento los antiguos nombres
de los nuevos hornos de microondas, se asustaban, se persignaban y
dejaban al vendedor hablando solo mientras se iban murmurando cosas
Merced a ti pervive lo ya ido
como: All en el pueblo, Pachita llev uno de sos, y cuando lo prenda
hasta los perros aullaban. Por supuesto, nunca he llegado a tales ex-
hombres y ciudades conforman un todo colmado de nobles recuerdos
tremos, pero asumo cabalmente mi incapacidad e indiferencia ante los Mas basta con borrar las dedicatorias de los monumentos
adelantos de la tecnologa. con despoblar los jardines de etreos fantasmas y de espectculos de luces
No es tan difcil ser un picapiedra. Noms de vez en cuando lo remuer- para que todo cuanto existe deje definitivamente de hacerlo
de a uno la envidia al ver a los jvenes y a los nios que parecen haber na- vaciado de reminiscencias repoblado por una multitud
cido con computadora integrada y manipulando celulares e iPads. Si eso que hace mucho que dej de comprender por qu habra de vagar
ocurre, el remedio reside en estar consciente de que uno naci en otra entre estilos estrafalarios entre edificios que no sirven para nada
poca aun cuando sea muy cercana, y de que todo lo que los dems
usan en forma natural nosotros lo vimos en la televisin o lo lemos en el Porque qu catedral es la que ya no vela
peridico como noticia, o como anuncio de lo que vendra (no olvido que, una muchedumbre de antiguos constructores y peregrinos
a mediados de los ochenta, Guillermo Ochoa entrevist en su programa
a un hombre que llevaba un pequeo cd, y dijo que en los aos venide-
ros toda la msica y la informacin estaran contenidas en ellos. En esa Powiedz jak dugo trwa bd dawne imiona
ocasin, ni Ochoa ni yo lo cremos). Por lo dems, estoy convencido de
Przez ciebie trwa to co mino / ludzie i miasta stanowi jedno pen dos-
que con la tecnologa sucede lo mismo que con la moda: uno debe usar
tojnych pamitek / Ale wystarczy wytrze nazwiska z pomnikw / ogrody
lo que le acomode y lo dems puede desecharlo. Por lo pronto, seguir
como hasta hoy, contemplando el mundo como un artesano, escribiendo
opustoszy z lekkich widm i wietlnych feerii / eby to co istnieje przestao
de puo y letra, y gozando del aspecto que muestra mi caligrafa irregular naprawd y / opustoszae ze wspomnie wypenione tumem / ktry ju
cuando llena las cuartillas l dawno przesta rozumie dlaczego bka si musi / pord dziwacznych
stylw wrd gmachw nie sucych niczemu // Bo czyme jest katedra nad
ktr nie czuwa / tum dawnych budowniczych i ptnikw / i dlaczego Luwr
nie miaby suy za krgielni / a Cytadela za szpital dla szalecw / Jeszcze
kto przechowuje t wiedz coraz to mniej / pewny kim jest Tobiasz i czym
przysiga Grakchw / Holofernes Judyta Betsabee Jezabel / Saul Dawid krl

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y por qu razn no podra servir el Louvre de bolera
o la Ciudadela de manicomio As ser
An queda alguien que preserva ese saber cada vez ms incierto
quin es Tobas y qu es el juramento de los Graco Eso volver
Holofernes Judith Betsab Jezabel No ser en forma de rescoldos ni de ruinas
Sal David el rey Salomn Santa Ana con la Virgen y el Nio todo estar como antes del exterminio
Pero dime hasta cundo pervivirn los antiguos nombres a la luz y en flor
cunto tiempo perdurar aunque sea su rumor
Cundo sern objeto de burla cundo habrn muerto para siempre Amistades no desavenidas
por antojrsenos ya el arte y la historia pozos no envenenados
un peso insoportable batallas rebosantes an de esperanza en la victoria
De Czuo (Ternura), 1992.
Estrellas incontables
Ms tarde ms temprano Una luna no reconocida
Nosotros ignorantes todava
Todo cuanto ocurre ya ocurri previamente de lo que puede cumplirse
en los pensamientos y en los oscuros signos de la noche y de lo que para siempre
Nuestro pasado es un relato que nunca nadie leer nos ser arrebatado
Sujeto sin embargo al juicio de nuestra conciencia
cuya sentencia es siempre la misma: culpable De To wrci (Eso volver), 2007.
por ser un juez en extremo imparcial
Mas nosotros entresacamos los momentos felices
Cuando creemos merecer alguna recompensa Versiones del polaco de Antonio Bentez Burraco
por los crmenes que el tiempo perpetra contra nosotros

De Nie ma odpowiedzi (No hay respuesta), 2001.

Salomon Anna Samotrzecia / Ale powiedz jak dugo trwa bd dawne imiona Tak bdzie
/ jak dugo przetrwa o nich bodaj such / Kiedy bd wymiani kiedy cakiem To wrci / Nie bdzie zgliszczy ani ruin / wszystko zachowane tak jak przed
martwi / bo sztuka i historia wydadz si nam / ciearem nie do udwignicia zagad / w wietle i w rozkwicie // Przyjanie nieskcone / studnie nieza-
trute / bitwy jeszcze pene nadziei zwycistwa // Gwiazdy nieprzeliczone /
Wczeniej pniej Ksiyc nierozpoznany / My jeszcze niewiadomi / co speni si moe / a
To co si dzieje ju wczeniej si dziao / w mylach i w ciemnych znakach co na zawsze / bdzie odebrane
nocnych / Nasza przeszo jest opowieci ktrej nikt nie odczyta / Poddana
jest jednak osdowi naszego sumienia / ktre zawsze mwi: winny / i jest
po stokro sprawiedliwym sdzi / Ale wyawiamy chwile szczliwe / Wszak
naley nam si jaka nagroda / za zbrodnie jakich dokonuje na nas czas

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La tecnologa, invencin, acarre el hecho crucial de la aparicin de nuevos medios y len-
guajes de representacin artstica y visual, que fueron asumidos con enorme
el arte y prontitud por las artes, y cuyo complemento decisivo lo tomaron los artistas
visionarios, que tuvieron la capacidad de darse cuenta de que se necesitaba
la sociedad buscar y aun entender otras lgicas para desarrollar y resolver una nueva
concepcin del arte, con otra manera de pensarlo e incluso de imaginarlo.
Alberto Gutirrez Chong Este mnimo recuento permite asombrarse ms que reflexionar sobre
por qu, notoriamente, en la cultura y las artes el desdn fue casi total ante
la aparicin de las denominadas nuevas tecnologas en la transicin entre
los siglos xx y xxi. Mientras que la sociedad en su conjunto lo entendi
primero en el sentido correcto, contrariamente a lo que haba sucedido
con anterioridad, en situaciones ms complejas, la leccin se olvid, o sim-
En el pleno ocaso del siglo xx se volcaban y se presagiaban, como era plemente las artes siempre pecan al llegar a un estatus de conformidad.
de esperarse, entre otros asuntos ms, los designios del futuro del arte: qu Porque si algo avanzaba sigilosamente en las ltimas dcadas del siglo pa-
vendr o pasar era el murmullo cotidiano entre el desconcierto mundano, sado, con su presencia contundente y total, era sin duda la reciente era
con el usual optimismo que conlleva una nueva situacin. La historia o la no- digital, en todos y cada uno de los espacios que componen la sociedad.
velada percepcin de un final de siglo se volva a repetir, inclemente. Pareca Ahora, en tan poco tiempo, sin la tecnologa es imposible alucinar, ms que
el smil de la transicin entre el siglo xix y el xx, recordndonos, como meditar, sobre esta sorpresiva realidad: ya nada escapa a ella como ocu-
una reveladora condicin cclica, lo que fue y signific entonces para el rri con la luz elctrica en su momento. Ahora ya no se utiliza la prestigiada
arte la aparicin de la fotografa y el cine, entre otras posibilidades tcnicas palabra universal, se ha ido cambiando por la comunitaria global, concepto sin
vinculadas a la idealizacin industrial y su vasta promesa de modernidad. ninguna excepcin. La modernidad revis la palabra, influy en el lenguaje,
Es cuestin de volver a revisar el tremendo impacto que caus la fotografa, las nuevas tecnologas parten sin distincin de cdigos del lenguaje mismo.
principalmente en la pintura, incluso ya advertida internamente con la visin Es verdad que la tecnologa es un proceso complejo de carcter cientfico, y
ajena a la copia del realismo de Courbet. Los pintores, los artistas verdicos, por la misma razn muchos de sus logros se ven como hipotticos, permi-
ya conscientes de otra percepcin de la realidad y de su temporalidad, pri- tiendo juicios errticos por una falta de conocimiento mucho ms cierto,
mero lo intuyeron y despus lo razonaron para transformar a la fotografa en pero tambin sin prejuicios ni precipitaciones. La tecnologa est ms que
algo ms que un mero sustituto de la pintura como se pens que sera, al ensoado servicio de la cultura y las artes, se nos presenta servicialmente
para adecuarla como otra herramienta ms al servicio de la pintura; los al mejor postor o comprador. se ser el reto inmediato para llevar la gran
impresionistas pintaron con el testimonio de una fotografa, y los dadastas tecnologa, con su gran promesa y potencial, a la cultura y la educacin, o
fueron los primeros en llevarla ms all de una tcnica, al integrarla ya no se permitir el mismo y terrible error, valga la comparacin, que sucede con
slo a la pintura, sino al arte en lo general. la tragedia de la televisin.
El academicismo recalcitrante perdi sentido con toda su aeja tradicin
para dar paso a una nueva concepcin, la vanguardia, lo que en conjunto
permiti el inicio de todas aquellas suculentas discusiones que iban y ve- Ahora ya no se utiliza la prestigiada
nan entre el pasado y el presente, lo retinal y lo visual, entre lo mecnico y
lo electrnico, lo moderno y lo contemporneo, entre la abstraccin y los palabra universal, se ha ido cambiando
naturalismos, etctera. Este modelo caracteriz a uno de los periodos ms
fecundos en la historia del arte, en un mismo siglo repleto de dicotomas
por la comunitaria global, concepto
artsticas. Porque, si bien esa coincidencia histrica de un nuevo siglo fue sin ninguna excepcin.
producto de la voluntad y la inercia de un periodo de absoluta renovacin e

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Habr muchas posiciones encontradas, mucho qu conocer para discu- propias estrategias y sensibilidad, o sencillamente ya rebasaron las normas
tir, por lo sorpresivo de sus funciones y adaptaciones; porque si algo nos de un sistema en plena caducidad y del que son vctimas y testigos. Es un
sorprendi, con un gran encanto renovador, es que la tecnologa abri una fenmeno perturbador y maldecido por algunos, pero con amplias posibili-
nueva dimensin social cuando nadie lo esperaba ni sospechaba, y son sas dades para otros, como sucedi si bien parece ser superada la discusin
algunas de las posiciones que se tendrn que atender, pensar y aprender. Un absurda con la eventual desaparicin del libro impreso.
msico importante y prestigiado en los aos cincuenta del siglo xx respon- Esta paranoica polmica tuvo su ms lgido debate cuando la industria
di a las severas crticas que recibi luego de haber utilizado la tecnologa sorprendi nuevamente con la aparicin del libro digital, que adems po-
en la forma de un sintetizador como instrumento musical: El problema no sibilita mltiples aplicaciones (programas) para sus marcas de productos,
es el sintetizador, sino quin est detrs de l. Polmica incondicional de extendiendo la lectura a posibilidades inimaginables. El debate no solamen-
todos los tiempos: cuando aparecen nuevos retos, irn suscitndose nuevas te trastoc las letras, la literatura, sino que salpic incluso otros mbitos,
controversias conforme avanzan su uso y aceptacin. Como el que ahora se desatando as desde el escarnio escptico hasta el posicionamiento ultra-
seala con insistencia, por ser tan ofensivo: las nuevas tecnologas traen, conservador con tintes de nazismo, si bien otros lo miraron primero con
desde su origen, una herencia producto del consumismo ms predador; curiosidad y despus con optimismo. El caso, contundente, es que apareca
en la medida en que avanzan la tecnologa y su mercado, van quedando en una incuestionable posibilidad de abordar de diferentes maneras la inmensa
desuso los productos anteriores, obsoletos con una inmediatez difcil de tradicin del libro, sin anteponer ya la intil discusin sobre su desapari-
asimilar, y ante la que es ms difcil reaccionar a la vista de una impuesta cin, adems de que otorg una atmsfera de tranquilidad y confort al di-
y constante publicidad. Sobre todo en un pas como el nuestro, donde el gitalizar las grandes obras de la literatura universal para poder ser ledas no
factor econmico es vital, ya que, a diferencia de cualquier otro producto o solamente en un soporte especial, sino hasta en un celular. Las opciones para
bien de consumo personal, las tecnologas cubren una enorme gama de ne- la lectura se multiplicaron, quedando intacta la posibilidad de la inmaculada
cesidades en la vasta diversidad sociocultural. El ejemplo de internet, entre individualidad, pero permitiendo tambin el nuevo uso de la colectividad y
otros, es tan contundente que merecera una atencin aparte. su discernimiento didctico, entre otras opciones y aplicaciones ms.
Por ello ahora podemos contemplar una serie de fenmenos recientes Esta situacin, como era de esperarse, formul nuevas conjeturas en la
que dan respuestas interesantes a las mltiples y heterogneas funciones parte ms medular, en esa regin poco accesible y ms controversial que se
de la tecnologa, como es el caso de una oportuna recuperacin social de la denomina creacin. En el caso de la escritura, existe ya una capacidad crea-
imagen. La fotografa digital, por su accesibilidad, abri otra etapa diferente tiva, inventiva, no slo tcnica, al saber utilizar un procesador de palabras y
al establecer sin condiciones una nueva manera de memorizar la realidad una cuenta en Facebook para enfrentar y explorar ampliamente los recursos
circundante. Es muy comn observar cmo a la gente, gracias a que porta de las nuevas tecnologas. O sas son las expectativas, el riesgo creativo que
un telfono celular que en su gran mayora ya traen integrada una cmara siempre ser necesario asumir: se podr encumbrar nuevamente la poesa
fotogrfica y de video, se le otorga la determinacin para estar siempre con su visin de punta a fin de integrar de una vez por todas las alternativas
dispuesta y atenta ante los sucesos cotidianos, para registrarlos y crear una formales que hoy ofrece la escritura con la tecnologa. Resulta interesante
diferente legitimizacin de la realidad, sin la ms mnima codicia artstica. O que en la poesa s se ha despertado un nimo de renovacin: ser sa su
bien la renovada atraccin por el audio y su amplia relacin con la reproduc- contundente capacidad al saber entender los comportamientos de su pode-
cin o la grabacin para trasmitir el sonido, una posibilidad abierta y des- rosa y heterognea tradicin y al permitirse ese nuevo riesgo sin argumentos
cubierta una vez ms por la democratizacin del medio, sin ms pretensin ociosos.
que satisfacer una necesidad de gusto individual a fin de comunicarlo a su
colectividad. Ante la creciente desatencin hacia los ms jvenes, a quienes Es un fenmeno perturbador y
ahora hasta se les condena por inventar cdigos diferentes para escribir en
los nuevos medios cuando ms bien han sido ignorados, su respuesta maldecido por algunos, pero con amplias
silenciosa ha sido tan contundente que se les mira leyndose una y otra vez
con un original inters sobre sus emociones: o estn formando sus
posibilidades para otros
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Si algo tiene la tecnologa es su capacidad de autogestin, es decir, la po- produccin artstica que corresponda a las posibilidades, aun con los avances
sibilidad de permitirse toda la informacin necesaria para su conocimiento ya previstos, de la realidad virtual como sustitucin de la realidad fsica (ya
y adecuacin; basta con saber utilizar bsicamente la red de informacin, y planteada por los griegos); hemos pasado a la realidad aumentada, que puede
comprender cmo seleccionar en ella, en su vasta diversidad. Porque de ah registrar datos sobrepuestos al mundo real: otra promesa inigualable para la
parte precisamente el tradicional meollo del asunto: el aprendizaje de las invencin artstica. O se tendr que volver a esperar, con esa hasta natural
nuevas tecnologas siempre ha sido emprico, y cuesta mucho volver a apren- parsimonia, para identificar otros lenguajes, otras estructuras y modos de
der, y ms an resolver con un nuevo conocimiento. Con lo cual tambin se pensar y concebir el arte? Esto tendr que ir verificndose continuamente
tendr que sobreentender que la tecnologa por s sola es intil, inofensi- a fin de apoyar, educar y planear de inmediato a partir de las experiencias
va Aunque tambin ah est rondando la aterradora quimera ciberntica anteriores cuando aparecieron otras formas de comunicacin.
de la inteligencia artificial, con la posibilidad de que, un da cercano, algn La conciencia sobre las nuevas tecnologas, su comprensin secular, tal
programador creativo, con aficin a la literatura, resuelva las ms inimagi- vez se dio cuando se acept como lo que son: una herramienta ms, cada da
nables y variadas narrativas. En tanto eso no suceda, no debemos creer que, ms necesaria, y de una trascendente vitalidad condicin que hasta ahora
por el simple hecho de utilizar la tecnologa, se tendr calidad, o inventiva, se les empez a reconocer y a entender, porque se es precisamente su en-
porque se ya es el problema particular de siempre, con y sin tecnologas, y canto renovador, al ser una inigualable herramienta de trabajo para cualquier
en todos los gneros y disciplinas artsticas. medio o disciplina artstica. Verdadera promesa de su propia descripcin
En el caso de las artes visuales la discusin es semejante, con las obvias como multimedia, al poder conjuntar simultneamente diversos recursos y
diferencias por sus condiciones especficas. La visualidad, para reiterarlo, medios para la comunicacin y la expresin; ah reside tambin su gran
es lo ms importante y trascendente; de ah que la aceptacin de las nuevas impacto social y cultural. Ya depender de la capacidad humana, del ingenio
tecnologas sea vista de manera ms natural, una posicin compartida con individual, de los logros artsticos y estticos que con esta herramienta se
los diseos y la arquitectura. Esto hace comprensible la creciente formacin construyan. Las revisiones analticas y una amplia especulacin terica al
y aparicin de ms artistas comprometidos, desde su origen, con las llama- respecto, ms que un reto, ser un compromiso, ya impostergable en su
das nuevas tecnologas, y que logran ya obras con una notable calidad por el continuo y creciente desarrollo l
entendimiento de los medios y sus recursos, puesto que la produccin del
arte y de la tecnologa no slo se restringe a una pantalla. Y lo mejor ocurre
en los crecientes intentos por distanciarse de cualquier convencin artstica
tradicional: las bsquedas reflejan otras maneras de produccin, otra mane-
ra de conceptuar la realidad observada.
Tambin habr que volver a subrayar que las artes visuales no solamen-
te caminaron, o caminan, con las posibilidades que les brindan las nuevas
tecnologas, pues tienen conciencia y ganan legitimidad por su compleja
diversidad, y por haber aparecido simultneamente otras conductas y re-
cursos para la representacin visual. Hoy en da son impensables la difu-
sin, la distribucin, la informacin e incluso el mercado artstico sin las
posibilidades que ofrece la tecnologa como un medio plural y eficaz para la
comunicacin, como otra manera de vivir la inmediatez y la memoria. Los
nuevos recursos ah estarn multiplicando sus funciones; ya depender de
los diversos sectores de la sociedad otorgarles un uso y su funcin especfica,
y parece ser que esa sociedad sin distincin avanza ms rpido y se adecua
mejor a los cambios que ofrecen las tecnologas. El arte tendr, en lo gene-
ral, respuestas y compromisos para satisfacer esas necesidades y otorgar una

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Anafbulas Justicia filosfica
Iba camino a desovar, cuando observ a pocos metros un gran embotellamiento en
Josu Landa la autopista.
Mientras la tortuga segua sin pausa, en su ruta, los automviles avanzaban me-
dia rueda y paraban. As, una y mil veces, durante horas.
A ver qu dicen ahora los que se burlaban de Zenn murmur el quelonio,
cuando ya casi llegaba a su destino.

Que quede claro


Equvoco Repito dice el Espejo, en medio de abucheos e improperios que la conductora
Empezaron a matar y matar perros... y la rabia nada que se acab. del reality show apenas neutraliza, es intil que pidan mi opinin. Las poquitas
[a Javier Sicilia, bajo el peso de un dolor jacbico] veces que dije quin era ms bella fue bajo presin de la reina-madrastra y con la
idea de salvar a Blancanieves. Yo vengo de la escuela de Narciso y de Tezcatlipoca,
la misma que la de Lewis Carroll y la de Galardiel. Lo mo no es juzgar, sino reflejar.
Conmocin en Transilvania Adems, no soporto que me digan Espejito, espejito. Qu se han credo!
Una peste recorre las tumbas. Menudean las noticias sobre vampiros muertos.
La explicacin resulta sencilla, aunque ha costado algo dar con ella: intoxicacin
aguda: la sangre de muchos de los noctmbulos de ahora es deletrea: trae nicotina, Leccin de dignidad
plomo, cocana, antibiticos, esteroides, cafena, triglicridos, alcohol, cido rico, El cerdo ms espabilado de la granja se declar en huelga de hambre, sin mediar
residuos de quimioterapia y alimentos chatarra, colesterol... En las dosis intensas, palabra ni plantear reivindicaciones.
extradas bajo pasin, ni los inmortales pueden con ese licor. Si ven que no tengo de dnde, no me beneficiarn calcul, sin reparar en que
usaba el verbo al modo del verdugo.
Cuando el porquero se dio cuenta, ya era demasiado tarde.
Error de apreciacin Maldito chantaje mascull con rabia, y tom providencias para que el ejem-
Con tal de salvar la relacin, el Puercoespn decidi rasurarse. plo no cundiera.
En adelante, todo ser ternura y dulzura pens con ilusin. Por lo menos, ahorraremos en insumos se le oy decir al administrador,
Cuando reintentaron el amor, la Puercoespina le sali con que se vea rarsimo cuando hablaba por telfono con el accionista principal de la empresa.
y le reproch: Te falta sal, te falta pimienta. No s quin te dijo que se puede vivir Fue as como el cerdo ms espabilado de la granja se dej morir por no dejarse
sin espinas. matar.

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Letra va sangre
Una vez descubierto el gen de la lectura, el Organismo Internacional para la Cultura Cuerpos en el ro
ejecut el Programa Mundial de Hermenutica: miradas de transfusiones de sangre Jos Miguel Tomasena
genticamente enriquecida en todos los continentes.
Por fin, la Letra entr con sangre hasta en los ms reacios y obtusos. El futuro
de las humanidades est garantizado, asegur el Secretario General del Organismo.

Congruencia
Rumiaba y rumiaba pensamientos. Con razn, slo le omos mugir y mugir.
1
Me sucede seguido: despus de uno o dos das sin Twitter, se me acumula
Por defecto un ro de mensajes en la memoria del telfono. Como para entonces ya es
demasiado tarde y soy invadido por la urgencia de enterarme de lo ltimo,
De tan humilde que se vea, despert el apetito de las hienas.
me deslizo a toda velocidad sobre los mensajes que nunca leer. Me gusta ver
Se dice que lo acorralaron en un callejn desierto. cmo se enciman los avatares de aquellos a los que sigo, como si formaran una
Lo dicen los restos de su ejemplar del Cntico de las criaturas, de San Francisco animacin psicodlica. Hasta que aparece una imagen que de tanto repetirse
de Ass, hallados en el lugar de los hechos. parece esttica: un lazo tricolor sobre un fondo blanco.
Aurelio Asiain ha cambiado la palabra timeline por flujo. Me gusta porque los
mensajes que leemos no son una lnea, sino un torrente lleno de remolinos y
puertas. El tiempo en Twitter, ms que una experiencia continua, se parece al
Rana del desierto tiempo de los sueos, pleno en saltos, cabeceadas y despertares. La palabra flu-
Aprob con honores el diplomado en sobrevivencia extrema y fue de los primeros jo me remite a Herclito, al ro en el que nadie puede leerse dos veces. Twitter
en adaptarse a los nuevos tiempos: cero ros, cero lagunas, cero estanques, cero es el enjambre de voces que constituyen el tiempo, mi tiempo, voces que se
enciman unas sobre otras, se cruzan, hacen un retrato del efmero presente.
pantanos... Agua? Slo embotellada.
Twitter es el ro del tiempo.
No se vea tan mal, con su turbante, harto bronceador, lentes oscuros y la mo- Casi todas las personas a las que sigo en Twitter estn relacionadas con la
chila con el kit para emergencias y algunas latas de conservas. literatura, el periodismo y el desarrollo tecnolgico. Son los asuntos que me
Se le vea brincar sin rumbo claro, entre las dunas. Eso s: nunca ms se le oy ocupan y me interesan. Ellos conforman mi flujo. Mi flujo es una prolongacin
de mi vida.
croar, como cuando viva en su charco l
Aunque Twitter parece una plataforma de encuentro es un espacio de
conversacin, esconde un complejo mecanismo solipsista. Yo decido a
quin leo, a quin respondo, a quin borro. (No hay nada ms pattico que
los que se quejan de lo que alguien escribe, o que dicen queTwitter es aburri-
do. Si te irrita, brralo; si te aburres, sigue a Polo Polo).
Twitter configura un mundo a mi medida, segn mis intereses, una repre-
sentacin que excluye aquellas voces que no se adaptan a mi deseo: Narcicismo
2.0.

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Deca David Foster Wallace, en un discurso que dio en el Kenyon College,1 El tipo de libertad que realmente importa implica atencin, conciencia,
que la gran tragedia de los seres humanos es que no podemos ver lo obvio, disciplina y esfuerzo, y ser capaces de cuidar a los dems y sacrificarse por
como cuando un pez viejo le pregunta a uno joven cmo est el agua y ste ellos cada da, una y otra vez, de maneras muy poco sexys, dice Foster
responde: Qu diablos es el agua?. Estamos programados para pensar en Wallace.
automtico que cada uno es el centro del universo, dice Foster Wallace, y Si podemos elegir esto, pienso yo, es porque previamente fuimos soste-
no podemos ver aquello que nos rodea y da sostn. No hay ninguna expe- nidos y cuidados. Nuestro yo no naci espontneamente; fue conformado
riencia, ninguna sensacin ni idea en la que no hayamos estado nosotros, y por padres, tutores, primos, amigos, hermanos, vecinos, que nos cuidaron
eso crea la ilusin de que el mundo es como yo lo percibo. Es verdad que y se sacrificaron por nosotros de maneras muy poco sexys. Nos dieron teta,
el seor Kant ya haba notado esto antes que el seor Foster Wallace nombre, caricias, lengua.
despus de todo, David fue un aplicado estudiante de filosofa, pero lo As, los hombres vivimos en la lucha continua entre la alteridad cons-
divertido es cmo lo cuenta: supongamos que eres un hombre atascado en titutiva los otros, su palabra, su rostro y la percepcin subjetiva del
el trfico, un trabajador que slo quiere llegar a casa, tomarse una cerveza y mundo. En esta escisin trgica se juega el sentido de nuestra vida, el sufri-
ver un partido de beisbol por la tele (lo de la chela y el beis me lo he inven- miento y el gozo en los encuentros y desencuentros, la solidaridad fundante
tado yo). Te detienes en un supermercado a comprar algo de comer (lasaa o la opresin, la liberacin del sujeto o el egosmo narcisista.
congelada, me imagino), porque como ests muy ocupado trabajando casi Si estamos marcados por la batalla por la alteridad y Twitter es la pro-
no tienes tiempo. Pero el supermercado est atascado de gente ocupada, longacin de nuestras inercias narcisistas, parece que algo est en juego
y hay nios inoportunos que no te dejan pasar y largas colas para pagar. Y cuando leo: Jalisco 26 dic 2011 Paulina Ruth Ramos de 17 aos fue encon-
resulta que adelante de ti hay una vieja que arrastra los pies, me imagino, trada muerta. Le cortaron el cuello y abandonaron su cuerpo en la colonia
saca del carrito, una a una, cinco latas de sopa de tomate, siete sobres de Infonavit.
comida para gato, un desodorante de bolita, una gorra para el bao. Luego
hurga en su bolsa hasta encontrar la chequera, escribe la cantidad con letra 3
temblorosa, se equivoca, decide pagar con efectivo, mejor, destripa un mo- La muerte aparece en todos lados. Pero no es slo la muerte, me atrevo a
nedero con billetes arrugados sobre la mesa, cuenta las monedas. Rpido, decir, porque hay modos humanos de morir, sino la coleccin de las peores
abuela! Carajo! muertes posibles. Las muertes atroces, violentas, con saa. Y cuando las
El problema, dice Foster Wallace, es que el hombre cansado slo puede muertes se multiplican, se extienden en toda su barbarie y su estupidez y su
ver el mundo desde su yo. Lo ms natural es que se desespere, grite, sufra, impunidad y su absurdo y su ceguera, nos quedamos an ms descolocados.
porque est cansado y quiere llegar a casa. Se necesita un gran esfuerzo in- Intentamos defendernos. Eso slo pasa en el Norte, decimos. Slo les
telectual y espiritual para romper con nuestra propia perspectiva y percibir pasa a los narcos, decimos. Quin sabe en qu andaban. Ellos se lo buscaron,
el agua que nos rodea. En concreto, lo que le sucede a la viejita que arrastra decimos. Y cuando la fatalidad ya ha cado muy cerca de nuestra cola en el
los pies y saca las latas de sopa del carrito de sper, o lo que le pasa a los supermercado, decimos, meneando la cabeza: Cuando te toca, ni aunque te
miles de idiotas que entorpecen el trfico a la hora pico. El mundo desde quites; cuando no te toca, ni aunque te pongas.
el yo viene instalado de fbrica; el mundo de la alteridad es una eleccin. El yo desde el que miramos el mundo se resiste. Puede que existan cua-
(Cualquiera que haya estado casado sabe que esta tensin es una de las renta, cincuenta, sesenta mil muertos, pero mientras no irrumpan en mi
grandes batallas silenciosas. Y cualquiera que sepa leer cuentos de Chejov, fila del supermercado, no existen. Si esta resistencia se mantiene, lloremos
Carver, Salinger o Hemingway puede reconocer que las pequeas incom- por adelantado, porque quin sabe cuntas tragedias habremos de padecer
prensiones se convierten en abismos sin fondo, resentimientos que se arras- antes de que se agrieten los discursos defensivos con los que intentamos
tran durante aos entre los muebles de la casa). mantener a la muerte a raya.
Y aquellos que han visto, que han metido la cabeza dentro de las llagas,
1 David Foster Wallace on Life and Work, en goo.gl/ydCD2 duermen con pesadillas y despiertan para ver ms muertos.

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Tienen los ojos hundidos y esconden el Prozac o el Tafil en bolsas de 4
plstico, y perdieron a sus amigos, a sus familias, a sus fuentes, o sufrieron Para qu contar muertos?
golpizas y amenazas, o se fueron del pas, o sobrevivieron con balas en el
cerebro, o perdieron a sus hijos, se divorciaron porque sus hombres y sus 5
mujeres no soportaron esa incertidumbre, su egosmo constitutivo no supo Menos das aqu (menosdiasaqui.blogspot.mx) es una iniciativa ciudadana que
o no pudo abrirse a una alteridad tan terrible. se hizo eco del llamado de los familiares de las vctimas que comenzaron a
Despus de seguir durante un ao a los migrantes centroamericanos que nombrarlos. Nuestros muertos no son un nmero, decan. Se llamaban Juan,
todos los das son extorsionados, violados, masacrados, secuestrados y ase- Pedro, Luca, Ernesto... Colocaron los nombres de sus muertos en plazas y
sinados en Mxico, el periodista salvadoreo scar Martnez escribi: calles. Enviaron cartas en blanco al presidente, con el nombre de un cado
en cada sobre.
En este camino he visto una maldad que escandaliza. He visto al ser humano Otros decidieron abrir un blog y contar muertos: quines eran, dnde
convertido en basura que puede ser escupida y apachurrada, porque a nadie le vivan, cmo murieron, a qu hora.
importa la basura. Espero que lo hayamos contado as, porque si algo me da vueltas Cada semana es alguien distinto. Alguien que ejecuta el triste oficio de
en la cabeza es pensar para qu sirve entonces contarlo. Mucha gente dice que contador como el embalsamador maquilla y peina a los muertos.
cambia cosas. Yo, para qu mentirles, no lo he visto. Quiz esperaba otra cosa A veces pienso que es un esfuerzo insuficiente. Tendramos que ir a bus-
que no ocurri. Quiz (cruzo los dedos) soy un desesperado y no logro ver que car ms detalles de cada uno. De qu color es la pared de su casa? Qu
esta inversin de letras, fotografas y videos afectar el futuro de los migrantes. aspecto tiene su madre cuando arrastra los prpados? Qu adjetivo descri-
Todo esto me da vueltas en la cabeza, a pesar de que en el fondo estoy convencido be las arrugas que envuelven sus labios? A qu huele el silln de su casa?
de que la respuesta que me consuela es una: tal vez a alguien le den pesadillas. Pero me temo que la muerte avanza ms rpido que nosotros.

sta es, quiz, la carga ms pesada. Habr valido la pena? (S, dije la 6
pena). Acaso fue un poltico corrupto a la crcel? Se detuvo el flujo de Hay dos obras literarias que han encontrado un recurso literario capaz de
cocana a Estados Unidos? Se abri, por lo menos, un debate sobre la reproducir la banalizacin del horror mexicano. Huesos en el desierto, de
legalizacin? Cay un narcodiputado, uno solo? Un migrante se salv de Sergio Gonzlez Rodrguez, y 2666, de Roberto Bolao. No es casual que
ser secuestrado? ambos autores vieran desde hace ms de diez aos que los asesinatos de
Porque en este pas no pasa nada. Nada cambia. Los sinvergenzas man- mujeres en Ciudad Jurez eran el presagio ms negro del pas.
dan y matan. Los pobres seguirn pobres. Y jodidos. Y muertos de hambre En el captulo 17 de Huesos en el desierto, cuando ya se ha presentado
o de disentera, o muertos en el desierto de Arizona o en los campos de la compleja red de hilos que se teje alrededor de las mujeres ultrajadas y
tomate de Sayula, muertos por vender cristal en un parque o por esnifarlo que involucra a policas, empresarios, polticos y narcotraficantes, Gonzlez
en casas de Infonavit abandonadas, muertos por llevar mota al norte o muer- Rodrguez brinda un homenaje estremecedor a cada una de las vctimas. Se
tos a cuchilladas en los pasillos de un penal, muertos en sus bicicletas de limita a enumerar quines eran y qu les pas:
albail o muertas por sus maridos golpeadores, muertos en la construccin
de hoteles de cincuenta pisos, en casinos o guarderas en llamas, muertos 29/01/00 Mara Isabel Nava Vzquez, 18 aos de edad, canal de irrigacin en el po-
por los caciques que nunca se han ido, muertos a la salida de una tienda blado de Loma Blanca, a unos 500 metros de la carretera Jurez-Porvenir, asesinada
departamental de nombre americano. a cuchilladas, calcinada, se la vio por ltima vez viva cuando fue a solicitar trabajo en
Muertos. una maquiladora cerca de la estacin Aldama de la Polica Judicial del Estado (pje).
Muertos.
Las descripciones, escritas con una concrecin que duele, parecen tuits.
Y se extienden durante diecisis pginas, que inician y terminan en puntos
suspensivos.

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Es muy probable que Roberto Bolao incorporara este procedimiento 7
literario en la escritura de La parte de los crmenes, cuarto apartado de Antes de que lleguen los escritores profesionales a contarles a las genera-
2666. Bolao y Gonzlez Rodrguez hablaban a menudo por telfono. El ciones que vendrn a qu huele nuestra violencia, como hicieron Mariano
chileno le preguntaba detalles, observaciones, e incluso le hace un pequeo Azuela y Martn Luis Guzmn con la Revolucin Mexicana, necesitamos
homenaje al introducir como personaje de la trama de su novela a un perio- contarnos a nosotros mismos en qu abismo estamos.
dista llamado Sergio Gonzlez. Menos das aqu es la narracin en tiempo real de nuestra desgracia. Como
Bolao comienza, con la frialdad de un informe forense, con el hallazgo Bolao y Gonzlez Rodrguez, que contaban la suerte de estas vctimas en
del cuerpo de una nia de trece aos, Esperanza Gmez Saldaa, en un menos de 140 caracteres, nosotros prolongamos la cuenta ms all de los
terreno baldo de Santa Teresa, una ciudad ficticia que se parece a Ciudad puntos suspensivos. Pero ahora lo hacemos colectivamente.
Jurez. Cinco das despus aparece estrangulada Luisa Celina Vzquez. sta es la escritura ms triste. La que asume, quiz sin saberlo, la vocacin
Tena diecisis aos, de complexin robusta, piel blanca y estaba emba- de testigo del escritor. Quiz nadie lo ve as, porque eso de ser individuo
razada de cinco meses, escribe Bolao (como si fuera un tuit). Y luego y de ser autor parece muy importante. Es cierto que no todos los voluntarios
aparece otra mujer en unos basureros, una locutora asesinada de un balazo tienen un estilo sofisticado, pero no importa: de lo que se trata es de nombrar.
en la frente, una prostituta golpeada en un callejn, otra mujer cerca de un Y todos podemos nombrar.
polgono industrial de maquiladoras, una emigrante que vena del sur. Menos das aqu es un pinchazo a la burbuja del yo, una interrupcin en la
No hay ms informacin que la que dara un forense, los vecinos chismo- cola del supermercado que me abre a la alteridad ms negra: la que produce
sos o los policas que no investigan nada. Cada cuerpo es un cuerpo y nada pesadillas. Pero no porque renuncie a la enumeracin, como han exigido
ms. En medio de indagatorias que no llevan a ningn lado, pistas que se con razn los familiares de las vctimas, sino porque es otra forma de contar.
desdibujan detrs de la puerta de un poderoso, judiciales que entran y salen Luego echa los cadveres a Twitter, y en el flujo de mis das me obliga a to-
de escena sin que nada cambie, la novela va acumulando cuerpos nicos en parme, entre dibujos, chistes y buenas noticias, con alguno de los cuerpos
sus detalles grotescos. que el ro sigue arrastrando l

Haba sido estrangulada. Haba sido violada. Por ambos conductos, anot el
ayudante del forense. Y estaba embarazada de cinco meses.

Esos detalles dejan de conmover en la medida en que se repiten, como


nos sucede con el recuento de la sangre en los noticieros nocturnos, pero
Bolao sigue poniendo palabra tras palabra en su mayor concrecin: una
herida, un golpe, una vagina rasgada. Y cuando los detalles se acumulan sin
que nada ni nadie esclarezca nada, cada cuerpo trasciende su propia tragedia
y arrastra consigo a los muertos que an yacen sin justicia y que en algn
sentido anuncian ya su condena. Quin va a creer que en Mxico, como en
las novelas negras, los crmenes se resuelven?
2666 y Huesos en el desierto consiguen expresar la tensin entre la indivi-
dualidad de cada vctima y su anonimato por efecto de la acumulacin, su
incorporacin a la estadstica macabra de la impunidad.

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#BangCampoMarte
Maricela Guerrero Y si Adelita se fuera con #BangCampoMarte.

No vayas a las marchas mija, qu ya no te acuerdas de tus tos...


#BangCampoMarte.

Yo soy rielera, tengo mi #BangCampoMarte.

#BangCampoMarte diamantes que fueron antes de amantes de su mujer.

Pero si yo ya saba que #BangCampoMarte.


E n agosto del ao pasado, el colectivo Astrovandalistas intervino una
estructura de 4 por 6 metros que se encuentra en la zona de teatros del
Dale sabor a mi vida como un granito de #BangCampoMarte.
Bosque de Chapultepec, frente al campo militar Marte, con el artefacto
Arma Sonora Telemtica. La estructura fue intervenida con 64 tubos gal-
Tus ojos con su belleza #BangCampoMarte.
vanizados que hacan ruido cada vez que alguien escriba un tuit con la
etiqueta #BangCampoMarte. Era del #BangCampoMarte la estacin florida.
Los tuits que se escribieron y accionaron la estructura fueron una pro-
testa contra la militarizacin del pas y el pasado represivo que el campo Margarita, est linda la Mar y #BangCampoMarte.
militar Marte simboliza en nuestra historia.
Los cdigos para reproducir armas sonoras son abiertos, para que #BangCampoMarte y aparta de m este caliz.
otros colectivos repliquen las protestas, y pueden conocerse aqu:
astrovandalistas.cc/ast/ast-bangcampomarte/ Padre polvo que vienes de #BangCampoMarte.
Las preocupaciones humanas y sus dilemas estn ah, han estado siem-
pre; las novedades que la tecnologa ofrece son herramientas que nos A la rorro nio #BangCampoMarte.
permiten explorar otras formas de decir lo mismo.
Si por mar en un buque de #BangCampoMarte.

#BangCampoMarte A dnde va? Qu lleva ah?

Mam la negrita, se le salen los pies la #BangCampoMarte.


Intervenciones #BangCampoMarte
Y retiemble en su centro #BangCampoMarte.
El sauce y la palma se mecen con #BangCampoMarte.
Te busco por Guerrero, #BangCampoMarte.
Dice tu abuela que #BangCampoMarte y que nunca te acerques a un militar.
#BangCampoMartee no me explico todava el porqu t te marchaste.
En tiempos de paz ninguna autoridad militar puede ejercer ms funciones
que las que tengan exacta conexin con la disciplina #BangCampoMarte. Haba una vez un #BangCampoMartee.

Caminos de Michoacn y cerros que voy #BangCampoMarte. Y en cada hijo un #BangCampoMarte te dio l

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Poesa es Antes tenamos la radio, la televisin, el cine, el telfono, la

tecnologa cmara, el correo y los discos por separado, cada uno en su lugar.
Ahora todos estos inventos estn adentro de una computadora y

Ali Gardoki definitivamente no han hecho un mundo mejor, pero s uno ms


prctico e inmediato, lo que nos hace dudar del romanticismo y
el encanto de la tecnologa frente a la letra o imagen impresa.

Lo interesante es que ahora vemos imgenes poticas virtuales que se


alejan de los formatos jpg, gif, pps y del holograma. Son los paisajes
As como los cines han perdido personalidad al volverlos genricos, as
literarios que imaginaron los escritores de antao, las metforas del
la literatura ha perdido su elegancia al digitalizarla. Ahora la apreciamos
haiku japons, los aforismos de Cioran, los poemnimos de Efran
en pantalla de retina, la recordamos en pixeles y la pagamos con Paypal.
Huerta reflejados en los ciento cuarenta caracteres de un tuit, en
un mensaje de texto o en un whatsapp reducido por el celular.
Los libros son un artculo de lujo para unos cuantos enterados. Las
bibliotecas desaparecen de las ciudades como las panaderas de barrio, o
La poesa se adelant a la tecnologa porque siempre imagin
se vuelven parte de elefantes blancos de la impenetrable cultura federal.
virtualmente, sin necesidad de sofisticacin. Ahora que usamos la
literatura en funcin de la modernidad nos damos cuenta de que
La tecnologa exalta la imaginacin pero nos aleja del tacto, nos abstrae
el lenguaje escrito siempre viene primero, porque al fin y al cabo
del mundo sensorial y, por lo tanto, de la memoria. Los recuerdos
hay que escribir cientos de nmeros uno y ceros (lenguaje binario)
virtuales son dbiles comparados con las acciones cotidianas. Bajar un
para programar una computadora. Los ordenadores se han vuelto
libro de Amazon y leerlo en el iPad palidece ante el hecho de descubrir
los mejores amigos de los correctores de estilo y el cut and paste/
una nueva librera, llenarnos los dedos de polvo y hallar un tesoro
trash-delete prevalece como el arma secreta de los editores.
entre centenares de ejemplares que podemos ver, oler y tocar.

La poesa fue high tech sin saberlo y slo los poetas


Por lo tanto, al menos en nuestra generacin y las pasadas, siempre
pudieron imaginarlo. Qu ms romntico que eso? l

se apreciar/disfrutar/recordar ms un libro fsico, como el acto


de ir al cine o asistir a un concierto. Ser acaso que la memoria es
anloga? O tambin somos capaces de adquirir una nostalgia digital?

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Somos buenos plug-ins. el progreso. Todo se invierte de modo frentico. Lo anterior, de acuerdo
con Peter Sloterdijk, dentro de la extendida fragmentacin de las socie-
dades en parques temticos, en los cuales el Humanismo, portador del
Poesa en lengua alemana dilogo desde la Antigedad, rebota y colapsa.
y tecnologa La poesa dialoga con la efer vescencia tecnolgica. Un poeta como
Rilke, hace ya casi un siglo, pudo vaticinar el efecto tenebroso de la
mquina; Gottfried Benn diagnostic en algunos de sus mejores poemas
el enajenante estado en que se vive en las sociedades modernas. La
poesa reciente en lengua alemana incorpora en su matriz la reflexin
denuncia ante la tecnologa, pero, fiel a su tiempo, incorpora en
sus matrices el lenguaje y los procederes tecnolgicos, los disloca al
jugar con ellos y as los libera. Tom Schulz trae a sus versos la extrac-
Durante el siglo xx , un amplio sector del pensamiento se dedic a cin del petrleo entre telares de lino y zonas de blanqueado de telas
ponderar los efectos de la tcnica en las sociedades. Algunos antes, otros al sol; Ron Winkler formatea un momento de lenguaje en las efmeras
despus del hiato abierto por la Segunda Guerra Mundial. Vaticinio y colonizaciones de los paseos; Daniel Falb funde el lenguaje del poema y
responso: articulacin del pensar sobre uno de los mbitos que obnu- lo extruye, metlico, en atmsferas congestionadas; Peggy Neidel des-
bilan al hombre moderno. Martin Heidegger dedica a la tcnica algu- monta un individuo bajo las condiciones laborales actuales. Como un
nos de los momentos que ms lo redimen. Textos como La pregunta mero ejercicio para mostrar el efecto deformante de la tcnologa sobre
por la tcnica y Serenidad exhiben la mirada calculadora del sujeto el poema sobre el tiempo del poema, me atrevo a presentar dos
moderno ante lo que lo rodea: el mundo es considerado por el hombre distintas versiones de Rilke el soneto x , segunda parte de los Sonetos
como un almacn de mercancas. La tcnica y, en las ltimas dcadas, su a Orfeo y de Gottfried Benn el poema Fragmentos. Las primeras
prtesis sofisticante y masificadora, la tecnologa, solicitan al hombre y versiones surgen de una traduccin tradicional, en dilogo directo con
lo hacen, a su vez, solicitar sin cuidado lo que lo rodea. Es en el cono- el poema; las segundas surgen tambin de una traduccin convencional,
cido ensayo Para qu poetas en tiempos de miseria donde Heidegger, pero despus de un proceso iterante en Google Translator, en el cual el
aprovechando las verdades poticas de Hlderlin y sobre todo de Rainer poema pasa por al menos diez traducciones inmediatas hasta volver al
Maria Rilke, recupera uno de los Sonetos a Orfeo y desde su interpretacin alemn. Dejo al lector el juicio sobre ambas versiones.
condena a la tcnica como la causante de la noche oscura del mundo. Si, bajo las circunstancias que las sociedades tecnolgicas imponen, el
Walter Benjamin reflexion sobre el estatus de la obra de arte y el efecto poema no puede ya vaticinar, ni brindar una imagen de contemplacin
de la tcnica en ella, un efecto an vigente en la creacin contempor- idlica a la inmediatizada sociedad, s en cambio puede conectarse a los
nea; Roberto Calasso plantea que la tcnica ha producido una alucina- postulados tecnolgicos, mostrar su avidez de tiempo real, su anhelo
cin, en la cual todo ente deja de serlo para incorporarse a un proceso oscuro de clara eficacia, y luego mostrar su revs desde la crtica o la
en el cual sujeto y objeto nunca recuperan su presencia y son reciclados irona, como logra el verso de Ron Winkler que da ttulo a esta nota:
una y otra vez en la trampa metafsica de nuestros das: el dinero o su somos buenos plug-ins.
fantasma, la especulacin financiera. Calasso pretende mostrar, bajo un
proceder genealgico, cmo es que el pensamiento sacrificial de las
primeras sociedades se clona en las sociedades tecnolgicas; slo que N ota y versiones de D aniel B encomo
aquello Indisponible, Terrorfico, a lo cual se ofrendaba el sacrificio
para apacentarlo y con ello permitir el reinicio del tiempo, se ha trans-
formado en nuestros das en la vctima sacrificada, bajo el concepto de
Naturaleza-Almacn, desde una concepcin del tiempo obsesionada con

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Rainer Maria Rilke En ningn lugar 1 escapara,
X lubricado en la fbrica: escucha el silencio.
La mquina amenaza a todo lo logrado, El sentido de la vida, la mayora
en cuanto arriesga ser espritu y no estar bajo la orden. tienen sus cartas y las destruyen.
A fin que no aparezca el titubeo, hermoso, de la excelsa mano,
con ms exactitud talla la piedra en la obra resuelta. Pero al menos quedan cien alegres, nosotros que,
el espacio es tambin increble. Colecciones de cleans,
En ningn sitio recula pues de ella escaparamos, quien se arrodilla genera parques temticos y presencia.
y pertenece entre el aceite a las fbricas calladas.
Ella es la vida afirma lograrla en ptima forma, Ms palabras...
con la misma firmeza con que ordena, crea y destruye. las ms ssmicas y la msica, una vez ms piedras nuevas,
la casa divinizada est inutilizable, espacio hecho.
Mas la existencia nos hechiza todava; en cientos
de lugares es an el nico origen. Un jugar de fuerzas
puras, que slo conmueve al que se asombra e inclina. Ron Winkler
Place To Beast
Palabras brotan frescas, an, de lo Indecible... De acuerdo a la estadstica estbamos previstos. yo formateaba
Y la msica siempre nueva, con las piedras ms ssmicas, una sonrisa y t, t, qu tena tu electroplan por delante?
alza en el espacio intil su mansin divina. algunos campos predicaban maz, desde una posicin
de coma. visualizamos genes constelados, tan bien
como pudimos. desfilaban, como spam, taladores furtivos de
[iteracin en Google Translator]:
dioses:
X
Todas las mquinas amenazan lo conquistado. haban hecho buena presa. estbamos sentados junto al ms
Su nimo en el espritu, en lugar de obedecerlo. bello
no muy bien se destaca de manera gratuita: estanque, que pueda uno como estanque imaginar.
una madera obstinada es dura. Tomado de Frenetische Stille, de Ron Winkler. Schffling & Co. Verlagsbuchhandlung GmbH, Frankfurt am Main, 2013.

X Place To Beast
Alles Erworbne bedroht die Maschine, / solange sie sich erdreistet, im Geist, statt im Laut Statistik waren wir vorgesehen. ich formatierte / ein Lcheln und du, du, was sah
Gehorchen, zu sein. / Da nicht der herrlichen Hand schneres Zgern mehr prange, dein Elektroplan vor? / einige Felder predigten Mais, aus einer Kommastellung / he-
/ zu dem entschlossenern Bau schneidet sie steifer den Stein. // Nirgends bleibt sie raus. wir visualisierten diese Genkonstellation, so gut / wir konnten. Gottfller zogen
zurck, da wir ihr ein mal entrnnen / und sie in stiller Fabrik lend sich selber ge- an uns vorbei, wie Spams, / sie hatten gute Beute gemacht. wir saen am schnsten /
hrt. / Sie ist das Leben, sie meint es am besten zu knnen, / die mit dem gleichen Teich, den man sich unter Teich vorstellen kann. / und nichts war so Teich wie Teich. die
Entschlu ordnet und schafft und zerstrt. // Aber noch ist uns das Dasein verzaubert; Heimatkunde / sprach in uns: Liebe, also verhielten wir uns zahlreich / und ftterten das
an hundert / Stellen ist es noch Ursprung. Ein Spielen von reinen / Krften, die keiner Ambient mit Coladosen. / oh blechroter Weiher, interessiere uns noch, shuttle uns / nicht
berhrt, der nicht kniet und bewundert. // Worte gehen noch zart am Unsglichen ab. wir sind gern Zusatzmodule.
aus... / Und die Musik, immer neu, aus den bebendsten Steinen, / baut im unbrauchba-
ren Raum ihr vergttliches Haus.

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y nada era tan estanque como estanque. La geografa regional con puntualidad irrumpen las armas. el carcter fijo del ao
hablaba en nosotros: amor, o sea nos comportamos numerosos, nuevo puede prolongarse al infinito, en la zona alada del tiempo.
y alimentamos al ambiente con botellas de cola.
oh estanque latonrojizo, intersanos an, evita sacudirnos el inicio es un accidente ereo a la inversa, al congregarse alegre
al vaco. somos buenos plug-ins. la tripulacin.

o, en lo que se dispersa, es el accidente un inicio a la inversa.


Daniel Falb fold, unfold the schedule.
a simple vista apenas perceptible, aparece el plan de vuelo en
tanto cosa, sobre el atlntico. a thing. entre la palm y palm beach queda trabajo por efectuar, en la ame-
naza percibida, casi corporal.
t tambin, una serie de huevos y alas, cuando el atlas mariposa,
dando tumbos en el mar se hace crislida.
es la superficie del usuario slo dermis exterior de la armona, Peggy Neidel
en la pista de maniobras. Pldoras de concentracin para mejorar
el rendimiento
o el concepto vale sobre todo al lujoso interior del concorde, es
decir preguntas por el arribo. fold, unfold the schedule. acarician la lengua y de funcionar la convencen
al demonio el cansancio
a la vista un alisio sobre atlantes, mientras el cuerpo, par avion,
rebasa lo apenas dicho. la praxis cultural y tcnica de una blasfemia que exalta la
tal es la constante, a la vez altsima velocidad de los movimien- personalidad
tos-expresiones del cuerpo. es as: eliminar
a los pacientes seniles, en vez de ello dar forma a lo dispuesto
y eso concuerda con lo fabricado en serie, humecta y labora en a la forma
tus sensaciones, antes de ser salpicado en tu rostro. (promoviendo el alza actividad cerebral a travs de sustancias
Tomado de Bancor, de Daniel Falb. kookbooks, Idstein, 2009.
artificialmente producidas)
mit bloem auge kaum erkennbar, erscheint der flugplan als ding ber dem at- also der start ein inverser absturz, wenn der krper der crew sich frhlich
lantik. a thing. / du auch, eine serie von eiern und flgeln, wenn der atlasfalter versammelt. / oder, indem er sich zerstreut, ist der absturz ein inverser start.
ver-puppt ins meer trudelt. / ist die benutzeroberflche nun die auenhaut der fold, unfold the scedule. / zwischen palm und palm beach ist arbeit an der gefhlten
eintracht, am roll-feld. / oder gilt der begriff eher dem luxurisen interieur bedrohung zu leisten, fast krperliche.
der concorde, also fragen der ankunft. fold, unfold the scedule. / im blick den
sich ber atlanten wlzenden passat, whrend der krper das eben gesagte par Konzentrationspillen zur leistungssteigerung
avion berholt. / das ist die konstante, zugleich hchste geschwindigkeit der leicht die zunge kraulen und zum funktionieren berreden / zum kuckuck mit der mdi-
ausdrucks bewegungen des krpers. / und das die serienmige ansprache, gkeit / die technisch-kulturelle praxis einer persnlichkeitssteigernden blasphemie geht
die dich anfeuchtet als arbeit an deinen gefhlen, noch bevor sie dir ins gesicht so: / eliminierung / des mndigen patienten, stattdessen ausformung formungswilliger /
gesprht wird. / die waffen pnktlich betreten. der festcharakter des neuen (durch frderung vermehrter hirnaktivitt mithilfe knstlich erzeugter substanzen) / das
jahres kann unendlich ausgedehnt werden, in der geflgelten zeitzone. / ist wohlergehen der psyche hngt an paradoxen fden / einer fr das selbstbewusstsein / und

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Sobre la isla en el espacio rural. Aquel llano falto de eco. Slo las
en hilos paradjicos el bienestar de la psique: de uno pende ovejas retumban. Madre. Cuando ella me habl, su voz pulsaba
la seguridad como piedra zumbando en el agua. Figura dimos a una palabra,
en s mismo, se hizo diente de len. Seis chimeneas, una luz en alemn me-
& de otro el olvido de s mismo dieval. En charla veloz circulamos. De boca en boca. Moldeamos
El vendaval del cerebro va y viene el amnios. Al irrumpir. Eran labios. O astrolabios. Barbas que
luego el cerebro se va cortamos y volvimos al lbum. Billetes, con la fuerza de un eje,
se alzaban a la luna. Extirpamos y arrancamos. Primero fue la
pero antes el anuncio de una mquina muy bella: eliminar sangre del lino. Luego surgimos, parimos. Extirpamos y arran-
propiedades negativas, camos. Hilamos el camo. El dril oscilante. El crudo emer-
dar aroma, sanar fobias. gi lquido. Coron al ms viejo del pueblo. Pipelines y Village
People. Vimos el petrleo correr sin beberlo. Luego lavamos
la adaptacin a la eficiencia moderna es posible en cuanto que el camisas apodcticas. Primero fue el leo. Aunado el impuesto
cuerpo deviene presa al valor, agregado. Bajo tierra. En ella. Primero fue sangre de
lino. En tus ojos. Pude ver un lago y sus montaas anexas. Eras
un pez globo sin el logo de la almeja. Tu panza con un brillo de
Tom Schulz cloro. Recibiste. Nada viste ms all de la guerra. A veces nevaba
Naftalina en verano. Detergentes de Texaco.
Naranja con ombligo. Cmo brotan de tu panza tantos hom-
bres. Mohicanos en mocasines. Sus manos alaban lo extruido.
Al florecer la ciudad, haba sobre las tumbas habas de chocolate.
Fuimos a la zona de blanqueado al sol. Ambos brotamos del
lino. Plantas tostadas. El emperador seguro haba entonces
colgaba de retrato en el saln. Digitacin en el piano telar de mi
madre. Puse una oreja en tu panza y te escuch lanzar hombres. entsandtest. Auf die Insel im lndlichen Raum. Jene echolose Ebene. Nur die Schafe hallten
wieder. Mutter. Als sie mich anrief, erklang ihre Stimme wie ein springender Stein auf dem
einer fr das vergessen des selbst / hirnwehen kommen und gehen / dann geht das hirn Wasser. Formten wir ein Wort, wurde es eine Pusteblume. Sechs Schornsteine und das
ab / vorher noch die ansage fr eine richtig schne maschine: negative eigenschaften / althochdeutsche Licht. Wir zirkulierten in rascher Rede. Von Mund zu Mund. Formten eine
eliminieren / gut riechen, phobien heilen / einbettung in das moderne leistungssystem wird Fruchtblase. Zum Platzen. Waren Lippen. Oder Nippel. Brte, die wir abrissen. Wieder ins
ermglicht sobald der krper zur beute / wird Album klebten. Das Papiergeld von der Strke einer Deichsel stand hoch gegen den Mond.
Wir rupften und zupften. Zuerst war die Flachsblte. Dann kamen wir auf und nieder.
Naftalina Wir rupften und zupften. Sponnen das Leinen. Schwangen die Drellen. Das Rohe schoss
Nabelorange. Wie dein Bauch so viele Menschen entsenden kann. Mohikaner in Mokkasins. flssig hinauf. Krnte den Dorfltesten. Pipelines und Village People. Einer grabe dem
Mit ihren Hnden veredelten sie die Extrudate. Als die Stadt florierte lagen auf den Grbern anderen kein Erdl ab. Dann wuschen wir die apodiktischen Hemden. Zuerst war das l.
Weinbrandbohnen. Wir schritten zur Rasenbleiche. Wir beide, dem Flachs entsprungen. Zuzglich Mehrwertsteuer. Unter der Erde. In ihr. Zuerst war die Flachsblte in deinen
Rsteten Pflanzen. Der Kaiser hing als Portrt in der Stube. Auf dem Webstuhlklavier Augen. Ich konnte einen See mit dahinterliegenden Bergen sehen. Du warst ein Kugelfisch
Mutters Fingerstze. Ich legte ein Ohr an deinen Bauch und hrte, wie du Menschen ohne Muschellogo. Dein Bauch schimmerte bleich. Du kamst aus dem Kriegen nicht mehr
heraus. Manchmal schneite es im Sommer. Weichmacher von Texaco.

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Gottfried Benn Crisis de la expresin y ataques de erotismo:
tal es en nuestros das el hombre,
Fragmentos lo Interior un vaco,
Fragmentos lo continuo de la personalidad
almas expectoradas es delineado por los trajes,
cogulo del siglo veinte; que alcanzan diez aos al ser de buena tela.

cicatrices: ciclo en ruinas de la creacin en su alba, El resto son fragmentos,


las religiones histricas deshechas en cinco siglos; medios acordes,
recambios de melodas en casas vecinas,
la Ciencia: grieta en el Partenn, de espritus negros
Planck junt en un mismo cauce, con su cuntica teora, o de Aves Maras.
a Kierkegaard y a Kepler en nueva turbiedad

sin embargo hubo noches, que abrieron en los tonos [iteracin en Google Translator]:
del Omnipotente, calmos, serpenteantes, Destruccin
irrevocables en su silencio Destruccin
de azul turbulento, pas de Sel,
los colores de los tmidos, tromboflebitis de la edad vigsima
entonces se apoyaban
las manos sobre las rodillas, Lo originario ocurre en ciclos marcas
rsticas, simples, una historia religiosa y corrupta en cinco siglos
y al tranquilo licor se dedicaban
al ritmo de la armnica del siervo Se quiebran la ciencia, el partenn.
Era el inters de la teora de Planck:
mientras otras, Kepler Kierkegaard coloridos, vueltos a producir
apremiadas por legajos interiores,
ruegos de los arcos geomtricos, proporcionados en colores, pero
compresiones del estilo constructivo, padre, laxo y elongado, fluyente,
caceras del amor. no puedo ignorar todo esto, la calma

Fragmente / da sammelte man sich / die Hnde auf das Knie gesttzt / buerlich, einfach / und
Fragmente, / Seelenauswrfe, / Blutgerinnsel des zwansigsten Jahrhunderts // stillem Trunk ergeben / bei den Harmonikas der Knechte // und andere / gehetzt
Narben gestrter Kreislauf der Schpfungsfrhe / die historischen Religionen von von inneren Konvoluten, / Wlbungsdrngen, / Stilbaukompressionen / oder Jagden
fnf Jahrhunderten zertrmmert, // die Wissenschaft: Risse im Parthenon, / Planck rann nach Liebe. // Ausdruckkrisen und Anflle von Erotik: / das ist der Mensch von heute,
mit seiner Quantentheorie / zu Kepler und Kierkegaard neu getrbt zusammen // / das Innere ein Vakuum, / die Kontinuitt der Persnlichkeit / wird gewahrt von den
aber Abende gab es, die gingen in den Farben / des Allvaters, lockeren, weitwallenden, Anzgen / die bei gutem Stoff zehn Jahre halten. // Der Rest Fragmente, / halbe Laute,
/ unumstlich in ihrem Schweigen / gestrmten Blaus, / Farbe der Introvertierten, / Melodienanstze aus Nachbarhuser, / Negerspirituals / oder Ave Marias.

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una pared verde
colecciones Sobre
el silencio
de piel
mi arma de la rodilla
slo
verde Gerardo Gutirrez Cham
resultados y rboles silenciosos
si el servidor, armona
y sufrimiento en los archivos internos, incluidos
estmulos
compresiones de las bvedas
arpones y amor.
E n un mundo saturado de comunicacin, cabe hablar del silencio.
el tema favorito de la crisis toma la ofensiva: Precisamente porque hemos intensificado las vas de informacin, prevalece
este hombre hoy: una suerte de temor a no decir palabras, aunque sea por un instante. Nuestra
cmara de vaco modernidad ha relegado el silencio al pozo de los anacronismos. Con fre-
continuacin de la naturaleza, cuencia el silencio nos resulta inquietante, molesto, incluso perturbador. Y
un traje muy decente, sin embargo ah est, plegado al torrente de enunciados con los que vivimos
una buena organizacin a la edad de 10 aos, cotidianamente. Esa aspiracin al silencio puede ser percibida como una
presupuesto interrupcin; un freno en los engranes de la gran mquina parlante. Pero
siams por la mitad muy poco se nos dice respecto a la perspectiva contraria, porque hablar es
pieza de repuesto residencial, racional tambin una interrupcin de silencios.
iglesia negra David Le Breton, en su libro El silencio (2009), establece una serie de
o Ave Mara. coordenadas en torno a la profusa atmsfera comunicativa de nuestra socie-
dad. El libro est permeado por una advertencia de principio: la saturacin
informativa termina por diluir el valor de muchos mensajes, reconducindo-
los hacia lagunas de olvido. Pareciera que, bajo los imperativos estridentes de
comunicarlo todo, se impone la expulsin soterrada del silencio. La urgencia
de vomitar palabras puede verse como un sntoma de todas esas incisivas y
puntillosas condenas que an prevalecen bien asentadas en los territorios del
silencio. Pues en efecto, si la comunicacin amplia, resuelta y sin cortapisas
se nos ofrece como solucin a buena parte de nuestros males, lo imperdo-
nable ser callarse. Quien se decide a no hablar de un modo excesivamente
marcado, inmediatamente puede pasar por sospechoso, ya que se proclama
en rebelda interior. Asume distancia ante el flujo veloz de las noticias, ante
la pegajosa multiplicidad de voces en peridicos, telfonos celulares, redes
sociales, etctera, pero, sobre todo, proclama la preeminencia de formas
elementales del conocimiento: escuchar al otro, observar, leer en silencio.
Por otro lado, la proliferacin de enunciados, voces y sonidos de toda
ndole ha provocado el asentamiento de ruidos sin contenido relevante. Se

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trata de una estridencia orientada a satisfacer nuestras urgencias de con- Una conversacin fluida puede ser aquella en la que los silencios deambulan
tacto, pero anclada sobre todo en las formas. En consecuencia, nuestras o emergen de un modo tranquilizador. Los hablantes deben implementar
opiniones corren el riesgo de permanecer anestesiadas, o bien atrapadas estrategias para mantener quietas a las creaturas amenazantes del silencio.
en un limbo meditico. Ah, en ese territorio, lo banal se naturaliza y las Colocan cercos, a veces incluso instalan alambres de pas con tal de que las
sensibilidades terminan acorazadas. Los acontecimientos del mundo, al ser pausas no se prolonguen demasiado. En muchas ocasiones, ante un atisbo
mentados o narrados en secuencias veloces, opacan nuestra mirada impi- de inquietud silenciosa, alguien debe atreverse a relanzar la conversacin.
dindonos observar el trasfondo. Lo paradjico es que, ante la saturacin Pero el silencio no siempre es excluido. En la conversacin puede abrir
de voces, el silencio emerge como una escoria, como un tumor anmalo ranuras de intimidad. Hay momentos en que dos personas, al dejar de ha-
que debe ser extirpado. Pensemos en los espacios asentados en radio y te- blar, modifican sus planos de contacto verbal. Emergen las miradas escruta-
levisin. Ah el silencio debe ser conjurado, pues amenaza con interrumpir doras. Da inicio un dilogo de cuerpos que destraba indiscreciones dando
el flujo incesante de mensajes funcionales, cuya finalidad meditica consiste lugar a suturas de complicidad. Entonces, en sentido estricto, el silencio
bsicamente en ocupar espacios. da lugar a la fascinacin amorosa. En sentido contrario hay silencios espesos,
Pero el silencio no es un territorio contrario al lenguaje. Ambos son instalados en conversaciones a flor de piel, como signos de molestia, des-
espacios activos, cargados de significacin complementaria. No hay pala- concierto, enojo. Esas rfagas impertinentes pueden volverse insoportables.
bra sin la respiracin de un silencio, as como no hay msica sin notas en Se dice entonces que ha surgido un muro de silencio, plagado de muescas
blanco. Por tanto, el silencio no es un residuo, tampoco un simple hueco a indeseables. Tal es el caso de Bartleby, el famoso personaje de Melville, quien
la espera de ser llenado. Hay todo un territorio de silencios que hablan de guarda silencios lacnicos y ante una peticin de trabajo, por parte de su
maneras muy distintas y complejas; desde la pausa, simple y necesaria, que jefe, responde lapidariamente: Preferira no hacerlo.
nos permite dar sentido a una conversacin, hasta el silencio existencial En suma, hay tal cantidad de silencios marcados por variantes individuales
que envuelve a una persona cuando va por la calle o se pone a contemplar y culturales que probablemente sera ocioso tratar de identificarlos. El he-
algo que le interesa. cho es que ah estn: silencios como separadores de palabras, como pausas
Le Breton distingue dos grandes clases de silencio. Un silencio activo, respiratorias, como aleteos auditivos, como signos cargados de matices emo-
del latn tacere, que expresa la voluntad de interrumpir o no pronunciar cionales, como marcadores de ritmo musical, como intersticios de reflexin,
palabras, por ejemplo en una conversacin para ceder el turno de habla, o como pautas de divagacin, como indicios de duda, como llaves maestras
bien cuando alguien suspende su voz en presencia de otro, como seal de de sensualidad, como planos de asombro, como ventanas contemplativas, o
protesta. Digamos que ah encajan las mltiples variantes de quedarse callado. bien como pautas poticas. La lista podra alargarse indefinidamente. El he-
El otro gran silencio, en latn silere, tiene carcter intransitivo y prefigura lo cho es que los estatutos y las funciones del silencio no son del todo medibles
apacible, aquello que no debe ser interrumpido, como el descanso de una porque estn permeados por una gran cantidad de matices psicosociales y
persona o la contemplacin de un paisaje en solitario. Ah la voluntad cobra contextuales. A veces activan lazos afectivos, pero tambin pueden dinamitar
otro sentido. En el flujo comunicativo, ambos silencios comparten espacios desencuentros. Marcan deberes, conceden autoridad, reconducen ciertas
de significacin. Esa combinatoria de tacere y silere hace posible que haya pautas en torno a temas permitidos o lugares escabrosos que no deben
lugar para repliegues, pausas, intercambio de miradas; es decir, ese otro tocarse. Tambin permean lo lcito y lo ilcito. Con frecuencia los silencios
tejido que permite dar salida a signos que proporcionan matices especiales son cruciales para dosificar atrevimientos e infracciones. Proporcionan pun-
en el acto mismo de comunicar. Y sin embargo, aunque el silencio es intrn- tos de encuentro y reconocimiento con el otro. Demarcan territorios de
seco a la comunicacin, nunca pierde ese dejo escoriado, amenazante, pues complicidad, amor o amistad. Son capaces de modular nuestros malestares
entre hablantes que an no se profesan demasiado apego, invariablemente y pueden, incluso, llegar a ser muestras sintomticas de nuestro carcter.
estar presente la amenaza de que el silencio se instale provocando algn Los silencios, pues, aunque no han merecido la mejor acogida en nuestra
cortocircuito. Habr que desarrollar cierta habilidad en la gestin de pausas, modernidad, forman parte esencial e imprescindible de nuestros encuentros
transiciones y puntos de inters mutuo, a fin de conjurar el desconcierto que y desencuentros comunicativos l
sobreviene cuando un encuentro languidece sin que nadie pueda evitarlo.

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Novelas la calle, se van a vivir juntos, l vuelve a escribir, recupera su trabajo como fu-
migador (hay mucho trabajo, hay muchos simbolistas sueltos). Meses despus,

que no voy el joven escritor termina de escribir una nueva novela y, antes de enviarla a las
editoriales, le pide su opinin a RL. La novela es psima. Ahora el problema
a escribir nunca no son los personajes, ni el lenguaje, el problema es la trama! Es una trama
sin chiste, aburrida y, lo peor, con graves problemas de consistencia. Se pelean
salvajemente. El joven escritor amenaza con salir a comprar una botella de un
Juan Pablo Villalobos licor de ciruela de mil grados, RL grita: Mi amor, no seas pendejo, a m me
gustan los escritores malos! RL confiesa, padece una rara patologa llama-
da el sndrome ml (Mala Literatura), caracterizado por la excitacin sexual al
entrar en contacto con textos literarios de baja calidad. El joven escritor exige
conocer la lista de novios y amantes que tuvo, y se siente muy ofendido por las
1. El sndrome ml ausencias: los escritores que no aparecen en la lista porque ella los considera
Un joven escritor publica su primera novela en una pequea editorial de un buenos. A m me gustas as, chafa!, llora RL de rodillas, suplicando perdn. Pero
pequeo pas del centro de Europa. Despus de varios meses, la revista literaria yo quiero ser un buen escritor!, dice l. Ella deja de llorar, indignada: Me ests di-
ms importante del pequeo pas publica una resea. El texto est firmado por ciendo que prefieres ser un buen escritor a que yo te quiera!? Es el clmax de la novela:
un tal RL y es implacable: la novela est llena de estereotipos, los personajes no amor o literatura. El joven escritor pide un tiempo para pensar. Sale de casa y
respiran, el uso del lenguaje es pobre, la novela es, en resumen, malsima. El se va a pasear por las mrgenes del ro (ya dije que haba un ro en la ciudad?,
joven escritor, que trabaja en una empresa de fumigacin de bichos literarios, siempre hay ros en las ciudades del centro de Europa). Es una tarde bellsima,
con especialidad en impostores de Gregor Samsa, comienza a beber. Semanas las nubes cubren el cielo y dejan pasar franjas de esa luz apagada tpicamente
despus lo corren del trabajo y del equipo de futbol de los sbados, su novia lo centroeuropea. Se sienta en el banco de un parque infantil, mira a los nios
abandona, el dueo de la pensin donde viva lo expulsa y pasa los das vaga- que juegan en los columpios, en las resbaladillas, en la arena. El joven escritor
bundeando en las calles. Una noche despierta sin saber qu da es ni dnde est llega a la conclusin de que lo mejor sera tener un hijo.
y resulta que est frente al Teatro Nacional. Hay un montn de gente elegante
entrando, es la fiesta de entrega del premio literario ms importante del pas. Y 2. La repblica de los robots moralistas
hay vino y canaps de gorra! El joven escritor se baa en la fuente de un parque En Mxico, un grupo de robots domsticos, diseados para lavar, planchar y
(es verano) y entra en el teatro usando la credencial de la Asociacin Nacional barrer la casa, desarrollaba sentimiento de culpa. Esto revolucionaba el mundo
de Escritores, que guardaba todava en el bolsillo (era un pas exsocialista). de la robtica, porque hasta ese momento el estado de la cuestin era que los
Se queda en un rincn al lado de la salida de los meseros de la cocina para robots podan sentir satisfaccin y euforia, slo eso. Un empresario brillante
agarrar los caneps calientitos. Cerca de la media noche, una chava guapsima inscriba la patente pero luego resultaba que era un psimo negocio, porque
se acerca y le pregunta si por casualidad l es el autor de... (y dice el nombre los robots se haban vuelto moralistas. Dudaban muchsimo ante cualquier
de la novela publicada por el joven escritor). La chica se llama Rita Lindt. Ah, decisin, se les haba desarrollado un chip que en lugar de ser binario era
igual que los chocolates, dice el joven escritor. No, contesta la chica, igual que milenario. Las amas de casa les programaban rdenes y los robots respondan
RL! Aqu empezara una discusin sper tensa en la cual el lector conocera la con un discurso sobre la explotacin mediante el trabajo desde la revolucin
historia de la literatura del pequeo pas desde el siglo xvii hasta la actualidad. industrial hasta nuestros das. Lo curioso era que de pronto los robots co-
Dilogos de este tipo: El criterio de la escuela suprarrealista siempre fue castrar las menzaban a pecar y a ir a misa. Unos se escapaban de las grandes ciudades y
nuevas expresiones. Y Miroslav Brzsnka? No mames! Brzsnka? Es una broma? se iban a vivir a Los Altos de Jalisco, donde les haban dicho que todava haba
Es la restitucin del amaneramiento prerrafaelita! Al finalizar la noche, la crtica y el valores. Resultaba que tampoco en Los Altos haba valores: la gente se haba
escritor cogen salvajemente en el bao del teatro. RL rescata al joven escritor de vuelto bien pelada. Borrachos. Adlteros. Hipcritas. Mentirosos. Entonces
fundaban una secta aliados con los sinarquistas y daban un golpe de Estado en

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el ayuntamiento. Linchaban a un montn de gente, les cortaban las cabezas,
los partan a la mitad, todo en nombre de las buenas costumbres. La idea era Taller de
que poco a poco el movimiento fuera creciendo hasta que los robots instaura-
ran una Repblica Sinarquista. Todo con mucha sangre, como en una pelcula construccin
gore, pero toda esa violencia estaba justificada: era para convencer a la gente
de ser buena. Pero la gente no quera ser buena. (Posibilidad de escribir una
Erik Alonso
saga de varios volmenes). (Sin vampiros).

3. Cejas disidentes El fin no es ningn proceso.


Una novela protagonizada por un personaje que tena cejas muy bonitas, tan Thomas Bernhard
bonitas que era rico, amado y exitoso gracias a ellas. Adems de ser sedosas
y brillantes, eran perfectamente simtricas e idnticas: las dos cejas tenan el
mismo nmero de pelos. Pero un da comenzaban a salirle cejas disidentes. Como si el cambio slo consistiera en adquirir una superficie distinta, es-
S, de pronto le nacan cejas fuera del espacio designado en la especie humana tuve buscando una libreta nueva; cuadriculada, porque las de rayas se me
para estos menesteres, es decir, encima de los ojos. Al principio le salan un hacen un desperdicio de espacio y en las hojas blancas mi escritura se cae. No
poco ms a la derecha, un poco ms a la izquierda, en la frente o en los prpa- la encontr. Envidio las notas que no requieren sostenerse por ningn tipo
dos, pero no una ni dos, sino muchsimas muchsimas cejas. Entonces el pro- de lnea, que hacen del vaco un territorio por trazar. Las palabras escritas en
tagonista, que era un tipo muy convencional al que no le atraa la licantropa, hojas blancas se alejan de las formas prefabricadas de lo paralelo y lo perpen-
tena que ir por primera vez en su vida a una tienda a comprar unas pincitas dicular, hacen de cada hoja una planicie distinta. Nunca pude con los espacios
para extirparse las cejas. Y para comprar las pincitas tena que ir a la seccin vacos. Tampoco con las hojas blancas. Mi letra no tiene centro gravitacional,
de maquillaje y esttica de una gran tienda departamental. Total que, frente mientras avanza ondula buscando de qu sostenerse, hace lneas rectas que
al mostrador y delante de la dependienta, el protagonista intua el abismo del terminan siendo curvas. Cuando agarro la pluma aprieto demasiado los dedos,
ridculo, llegaba y deca: Quera unas pincitas para las cejas, y la simple men- por eso mis palabras quedan pequeas y apretadas. A veces regreso a mis notas
cin de esta frase hunda al protagonista en una profunda crisis de identidad, sin poder descifrar su contenido. He tratado de escribir con lpices, pero muy
la novela entraba entonces en un replanteamiento de su masculinidad. Sin pronto se me rompen las puntas. De nio, mis dibujos quedaban con trazos
embargo, lo grave, el verdadero nudo del relato, llegaba cuando comenzaban muy marcados. Tampoco podra descifrar, ahora, el contenido de aquellos
a surgirle cejas en la barba. Aqu el protagonista directamente se paralizaba dibujos. No s si mi letra diga algo de m. Siempre pens que la fealdad de mi
ante la disyuntiva, porque no saba si usar las pincitas o el rastrillo de toda la escritura se corregira con el tiempo. No ha pasado.
vida. En la novela no sabamos muy bien por qu ni cmo, pero de pronto esta
duda derivaba en un discurso metafsico en el que se hacan relecturas de la En una entrevista para un documental sobre su obra, Gabriel Orozco dice
Biblia, la Tor, el Corn y el Popol Vuh. Mil quinientas pginas con cuatro mil que los cuadernos son su taller de construccin. No dejo de pensar en eso. En
notas a pie, tres prlogos y siete eplogos. El final sera abierto, sin un desen- cmo las obras, cualquier tipo de obra, de un lpiz a un librero, de una taza a
lace aparente: Mir su reflejo en el espejo, mientras sostena con decisin la una instalacin arquitectnica, pasan de ser una idea voltil, como todo pensa-
navaja en la mano derecha. Observ ese rostro que hace das miraba sin mirar, miento, a algo material. Me asombra, tambin, que algunas veces ese proceso
repleto de marquitas rojas. Se dijo: Soy yo, soy yo. Y entendi, por fin, lo que de transformacin se desarrolle en un cuaderno. Como en los de Paul Valry,
tena que hacer. Los lectores podran interpretar que el protagonista se iba a que los escriba muy temprano antes de comenzar su da y que tambin eran su
suicidar, especialmente los fanticos de la literatura rusa del siglo xix. O que taller de construccin, su laboratorio potico. O los de mi abuela, que llenaba
el libro culminaba con una epifana peluda que el autor, de manera truculenta, de cuentas, de listas con pendientes, de nombres de personas que nunca cono-
no revelaba al lector. (Los siete eplogos, sorprendentemente, hablaran sobre c. Cuando muri y se empezaron a repartir sus pertenencias, yo me rob un
tcnicas para evitar la caspa en perros) l cuaderno suyo. Es de pasta roja y de hojas a rayas. En ese entonces yo hubiera

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querido encontrar en l historias, secretos inconfesados escritos por ella. En a comenzar desde un lugar distinto, aunque esta vez no sea desde un lugar ni
vez de eso slo haba cuentas de las cosas que venda por catlogo, notas de sus de un espacio de tres dimensiones, sino las posibilidades de una hoja. En un
compras y los resultados de los sorteos que cada ao haca para el intercambio cuaderno caben, por ejemplo, todas las mediciones que, clculo por clculo,
de regalos navideo. Estaban todos los nombres de los integrantes de la familia. Gabriel Orozco hizo para cortar longitudinalmente un Citron, reducir su vo-
Ese cuaderno fue, a su manera, un taller de vida. lumen y volver a unirlo hacindolo mucho ms angosto, hasta la idea mnima
de colocar naranjas en las ventanas de los edificios contiguos al moma, titulan-
Tengo la costumbre de anotar en libretas listas absurdas de cosas por do a la obra ingeniosa y sencillamente Home Run. Como si en los cuadernos
hacer, clasificaciones bibliotecarias de libros, pensamientos que no llegan a las obras se trasladaran en un maletn porttil, como el que propone Enrique
ser ancdotas. Al principio las hojas se llenaban de frases de libros. Era un Vila-Matas para llevar los libros necesarios que haran surgir en cualquier lati-
copista. Bouvard y Pcuchet en el mismo cuaderno. No tengo la costumbre tud la obra propia. Ideas transportables que no necesitan de ningn oneroso
de rayar, o anotar, mis libros. Quiz porque me habitu muy pronto a ser espacio para sobrevivir.
lector de biblioteca. Aunque hay lectores que rayan los libros ajenos como Un cuaderno es un maletn porttil.
si fueran propios. Es lo de siempre. Un abuso sobre otro. Esa gente ha de
ser la misma que, en los cuartos de hotel, en vez de ser la presencia efmera Hace algunos aos no encontr, tampoco, la libreta que deseaba. Aquella
que no deja ningn rastro, se empea en que los futuros huspedes vean su ocasin, en vez de resignarme ante el fracaso, forr de tela caf una libreta
paso ah. Yo nunca me he sentido totalmente dueo de mis libros, ni de los francesa de pasta dura. Tena en la mente, aunque no la haba visto en ningn
cuartos de hotel que he visitado. No s de dnde saldr ese empeo de hacer- local, la imagen clara del cuaderno que quera. Mis anotaciones se haban des-
nos violentamente visibles. Quin sabe. Claudio Magris dice que el gesto de prendido ya del academicismo pastel de los cuadernos escolares. Quera una
anotar cualquier cosa surge de ese miedo primigenio a no recordar. A olvidar libreta discreta. A la libreta forrada le puse, a manera de marcos, un forro de
todo al segundo siguiente. Ahora que lo escribo me parece demasiado obvio. hilos negros en las esquinas. No era como la imaginaba, pero era una pequea
La escritura siempre ha sido una prtesis de la memoria. Todo por el miedo. mquina transparente, me dejaba transcribir sin pensar mucho en ello las frases
Soy igual que las personas que rayan los libros, los cuartos, que no son suyos. que me gustaban, las cosas que quera. En la primera hoja puse, despus de
El hbito de las transcripciones fue creciendo con el tiempo. Anotaba fra- haber empezado a usarla, una frase de Robert Walser que viene en su libro El
ses ajenas, prrafos enteros de ancdotas que no eran mas. Despus, sin paseo: Dnde podra estar yo si no estuviese aqu?. Ya no recuerdo de qu
darme cuenta, lo dej. Las transcripciones se convirtieron en notas propias. circunstancia surga en la narracin, como si la frase se hubiera desprendido de
Registros, apenas, de las cosas que pasaban, todava notas sin ancdotas que no cualquier contexto para resumir mi incertidumbre de entonces. Esas palabras
llegan a ser un diario. Me falta el temple de largo aliento que se necesita para se desprendieron del texto, se convirtieron en el epgrafe perfecto para mi cua-
ser el interlocutor de uno mismo. No puedo contra mi propio aburrimiento. derno. Yo pensaba que uno era aquello que escriba, aunque eso fuera las frases
Lo intent como tratamos de hacer las hazaas que nunca sern nuestras. No de los otros que uno colecciona. Si es que yo estuviese en algn lugar, pensaba,
pude. Escribo sin resignacin. Nunca un diario, notas simplemente. sera ah. En ese cuaderno caf. En esas transcripciones.
Esas transcripciones fueron mi mejor ejercicio de memoria literaria. Mi Despus de esa libreta, no la primera, pero s la fundacional, he ido com-
laboratorio mental. En el proceso de llevarlas a mis cuadernos, muchas de ellas prando y perdiendo cuadernos por doquier. No he vuelto a forrar ningu-
se iban volviendo parte de m. Eran mis prtesis mentales. no. En Rastros de carmn, Greil Marcus dice que la diferencia radical entre el
Cada vez escribo menos en papel y mis libretas se van quedando medio aburrimiento y el ocio es que, mientras el primero te lleva a ser un especta-
vacas. No s qu he perdido al volcarme, casi de lleno, a la facilidad de los dor de mercancas por consumir, el segundo plantea la posibilidad de ser el
textos en Word. Hace unos das le que vivamos bajo la tirana del Word. No creador de los propios artificios. La vida es una diferencia entre aburrirse y
s si sea para tanto. hartarse, entre forrar un cuaderno y comprar uno nuevo.

De los cuadernos de Orozco surgi la necesidad de adquirir una libreta Un cuaderno no es un libro. Contra la idea del texto terminado, del libro
nueva. A pesar de todas las que tengo sin acabar. De nuevo esa idea de volver como fin ltimo de la escritura, los cuadernos representan la figura de lo que

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no termina por llegar, de lo que est en proceso. Su espritu es, como dice
Fabio Morbito, albergar la expresin ms personal y gratuita. Los cuadernos Seales
son esbozos que no terminan por definirse, espacios ambiguos que no se con-
sumen a pesar de tener un nmero limitado de hojas, como si lo escrito en
ellos siempre estuviese llegando.
de humo
Escribir cuadernos es un proceso. Sin principio ni final.
G C
onzalo alcedo
Es difcil encontrar personas que llenen sus cuadernos de la primera a la
ltima hoja. He dejado libres las primeras hojas de mis cuadernos pensando
que algn da podra escribir los comienzos adecuados para cada libreta. Los
cuadernos reivindican la posibilidad de lo inacabado, de lo que siempre est
por suceder, de la vida como un proceso que se aleja de la ingenua idea de los
comienzos totales.
Aunque haya veces que se necesiten tanto esos comienzos. A veces Nina olvidaba subir al autobs del instituto y se embarcaba en
Un cuaderno es no llegar nunca. el transbordador. Ella lo llamaba pomposamente cambiar de horizontes.
Cuando se enteraban, sus padres cercenaban el hlito potico de su fuga
Alan Pauls dice que los diarios son un flujo informe de exabruptos. Yo con castigos hirientes: el hp decorado con esmalte de uas era desterrado
creo que, ms que con los diarios, el flujo informe tiene que ver con los cua- del dormitorio y el nacarado mvil de su dcimo sexto cumpleaos pasaba
dernos que vamos usando a lo largo de la vida. En un diario pensamos encon- a ser un ngel cado, hurfano de saldo.
trar lo que no sabemos que somos. Los cuadernos, en cambio, van surgiendo Como ya no existan cabinas de telfono en el barrio, su comunicacin
por razones que no son nuestras. Como en la escuela, donde nos piden libretas con el exterior era meramente verbal: clsicas peticiones de socorro en un
para aprender a ser adultos. Y, al final, lo mejor es ir llenndolas de cosas que cosmos inalmbrico. Nada de mensajes de mvil, como mucho el Morse
no son escolares. De dibujos sin formas definidas, de rayones, de frases que se de una cucharilla golpeando la taza o, rebajndose hasta el sonrojo, unos
escriben para no recordarse ms. Los cuadernos son el cementerio de todas garabatos en alguna hojilla perdida. Sencillamente estaba en guerra con la
esas ideas que nacieron y murieron durante un minuto, de todos los mpetus humanidad, lo cual autorizaba las pataletas. En esos arrebatos deba gesticu-
que no alcanzaron a durar. lar con bastante gracia, puesto que algunos chicos burlones la consideraban
un mimo y aplaudan su desesperacin entre piropos. Ella se vea a s misma
Vuelvo al cuaderno rojo de mi abuela. Paso las hojas. No tienen lo que como una herona victoriana, duea de dos tatuajes secretos que, de ser
yo esperaba. Nada lo tiene. Veo su letra. Es manuscrita. Me acuerdo de las descubiertos, la condenaran eternamente: un caballito de mar en el tobillo
veces que la vea escribir, deslizando su mano sin levantarla de la hoja. Siempre derecho y tres lgrimas negras en el nacimiento de la espalda. Para devolver a
envidi eso: su letra y el desplazamiento de su mano. Yo no s si la escritura sus padres parte del castigo que le infligan, hablaba del suicidio con doliente
a mano est condenada a la desaparicin. No me importa. Veo su letra. Creo naturalidad. Tambin amenazaba con quemar libros y hacer seales de humo
que ms que todas las cosas que quise encontrar, notas, secretos, es bueno que desde el jardn si la sequa digital continuaba.
exista el registro de su letra, del movimiento de su mano. Su madre, gobernadora de una cocina niquelada en la que un horno con
Nadie volver a escribir como ella. programador urda burlas a diario, le mandaba callar la boca blandiendo
Abro mi cuaderno forrado de tela. Leo la frase de Walser. Dnde podra una cuchara.
estar yo si no estuviese aqu?. Ya no llevara la pregunta tan lejos, en vez de Podras ayudar en vez de hablar tanto. Me levantas dolor de cabeza.
pensar un cuaderno de notas como un diario travestido, pensara la pregunta Pap es un dinosaurio, no crees?
en su expresin ms inmediata, ms directa: dnde estara yo si no estuviese, Qu? Por qu dices eso ahora?
justo en este momento, aqu l Escribe cartas. Y mira el buzn.
Todo el mundo mira el buzn, supongo.

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Yo no. Llevo siglos sin hacerlo. subido de su anorak. Le haban dicho que la brisa sanara su acn y arre-
Por Dios, no eres tan vieja. Por qu no me ayudas a encontrar los bujada en la prenda soportaba el medicinal fro. Si llova se daba una vuelta
cigarrillos? por abajo, donde los habituales tecleaban en sus mviles su aburrimiento.
A cambio de qu? A la vista de tantas joyas celulares, la envidia la corroa por dentro igual que
Nina, cielo mo, sabes que no puedo hacer nada por el saldo de tu el orn envejeca el barco. Eran funcionarios, empleados de banco y, de vez
mvil. rdenes son rdenes. en cuando, alguna pasajera clandestina que bien poda ser la misma Nina
Claro reconoca Nina con desgana, y abra un par de cajones para dentro de quince aos, casada y adltera en pos de una aventurilla al otro
enmascarar su desencanto. lado del ro.
Ninguna de las dos forzaba la primera sangre de las grandes caceras. Con la excusa de la brevedad del viaje, los lavabos siempre estaban ce-
Tampoco el cabeza de familia. El psiclogo del centro consolaba a los adul- rrados para ahorrarse la limpieza. Aquel da acababa de comprobarlo con
tos dicindoles que Nina no era un caso nico: haba docenas de Ninas disgusto una mujer mayor y gruesa, que inmediatamente mir a Nina en
dispersas por las aulas, todas ellas con el injerto del mvil en el odo y el busca de informacin.
corazn sustituido por un disco duro selectivo. Cosas de la edad. Salvo por Es mejor que no se pueda abrir la puerta le advirti Nina. El olor
su perspicacia informtica, no se distinguan demasiado de las adolescentes nos hara perder el conocimiento.
novelescas de antao. Se le pasara. Mejorara. Si no le daban importancia a Qu?
sus salidas de tono, ella misma claudicara y pasara a otros desafos. Son una pocilga.
Otros desafos? Pero es que...
Aquella maana, en el aula de consulta del instituto, la madre de Nina se Aguante, seora, llegaremos en diez minutos.
haba quedado sin aliento con el paquete de cigarrillos apretado en la mano. La mujer asinti lentamente, afligida por aquella injusticia, y se alej por
Y qu ms podemos esperar? entre los bancos de madera. Nina la sigui con la mirada. Le extra que
No se preocupe. Hablo de su intelecto. Se desarrollar. Crecer. en vez de sentarse con su acompaante, un hombre de lentitud y amargu-
Ya... ra semejantes, l se levantase. A pesar del fro de febrero, el mes ladino y
Los viejos castigos no sirven, cranme. encogido que ms odiaba Nina, salieron a la cubierta de popa tras algunos
Pero me da miedo que se suba a ese barco. No sabe nadar bien con- titubeos con la puerta pintada de naranja. Nina quiso desentenderse, pero
cluy la madre de Nina fuera de tono, como si la vida fuese una pelcula de la expectativa de ver a la mujer orinando en cubierta, mientras su marido se
los Hermanos Marx, y el psiclogo pas pgina. quitaba el abrigo para esconder la escena, la anim. A esas edades, pens,
El temerario transbordador de Nina cruzaba el estuario, un trayecto de las vejigas eran incontrolables. Por fin algo que contar en clase.
un cuarto de hora que una ambas orillas de la ciudad. Parta cada veinte Cogi sus libros y mascando un chicle revenido que le apeteca escupir,
minutos, tres barcos a la hora. Era una nave grotesca, un tanto absurda, sin tom el mismo camino que la pareja.
arboladura ni belleza. Proa y popa resultaban afines, sendas extremidades Al empujar la puerta le sorprendi la crueldad del viento costero. Estaban
romas forradas de neumticos que garantizaban una maniobra de atraque a mitad del trayecto, en aguas libres. El geomtrico lomo de la ciudad acapa-
rpida y segura. Aunque decan que lo pilotaban desde una torreta en tierra, raba un sol lechoso, sin temperatura; del otro lado, la zona de carga y des-
Nina sola imaginar a un Ahab de fbula en el puente, una ficcin que hubie- carga portuaria iba creciendo con su destacamento de cclopes metlicos al
ra emocionado al mismsimo Paretsky, su profesor de Literatura. frente. Mir a derecha e izquierda, intrigada. Seguro que se haban refugiado
Su sitio favorito era la cubierta superior, con los bancos al aire. Tocase en el recoveco donde, enroscadas, las gruesas amarras formaban un enorme
donde tocase, acariciaba salitre. All, entre turistas desorientados, Nina nido de camo y alquitrn.
comparta contraluces y brumas. Aquellos efmeros navegantes, pertrecha- Avanz unos pasos; el fro endureca el chicle y le cortaba los labios.
dos con voraces cmaras, levantaban la cartografa de cualquier nimiedad. No lleg a escupirlo. All estaban, apoyados con miedo y premura en la
Cientos de instantneas inmortalizaban las contadas millas del recorrido, barandilla. Un viento maltratador les despeinaba. Sobre sus canas cabezas
mientras Nina haca muecas veladas por el vuelo de su cabellera y el cuello gualdrapeaba ruidosamente la bandera del transbordador, excesiva para el

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vetusto orgullo del paquebote. Nina dej de masticar porque le dolan las No vas a rezar nada primero?
mandbulas. Ellos no se haban percatado de su presencia. Ahora tambin tengo que rezar? Estoy helada, Vctor.
Cuando se acerc disimulando a la barandilla, not que ocultaban algo. Nina abri los ojos con desmesura. Al observar que l destapaba la urna,
Cuervos, pens, y lanz un estudiado bostezo. comprendi lo que iba a suceder. No pudo remediarlo y levant la mano
Espero que no se les ocurra darse un bao dijo a continuacin, justo como un polica dando el alto.
antes de escupir el chicle muy masculinamente. Esperen un momento, por favor.
No hagas eso, por favor le recrimin la mujer. Quiso incendiar el aire con una sonrisa demoledora, que disculpase su
Qu? Nina ya estaba dispuesta para la pelea. atrevimiento. Acto seguido, como un pistolero que desenfunda su arma,
Vamos a... Nina busc instintivamente el mvil en su bolsillo. Aparte de su guante de-
Djalo, Emma habl el hombre con voz pausada. recho, palp un forro descorazonadamente vaco. Su cerebro asumi aque-
Pero Vctor, has visto lo que acaba de hacer? lla angustiosa ausencia mientras ellos, todava inmviles, decidan volcar el
No es nada. Continuemos. contenido de la urna por la borda. Cunta desmaa en sus resentidas manos.
No quiero ahora. La turbulencia del viento les hizo dudar y la nube de ceniza, convertida en el
Rpido. No tenemos tiempo. polvoriento torbellino de un hechizo, arremeti contra sus enlutadas figuras.
Y ella? Nina gir la cabeza como acusando una bofetada. Sinti que sus ojos
Da igual. ardan. Cuando pudo abrirlos entre lgrimas y un picor letal, distingui al
Nina les escuchaba impvida, dispuesta a la sorpresa. Qu iban a hacer? hombre sacudindose la ropa. Las mquinas del transbordador alteraban el
Saltar por la borda como dos amantes contrariados por las circunstancias? ritmo de sus revoluciones y el agua regurgitaba un remolino de desperdicios
Besarse a escondidas? flotantes. La mujer, ms comedida, se sonaba la nariz con un pauelo bor-
Tenemos que hacerlo insisti l, a la vista de que la mujer no dado. La megafona anunciaba el final del trayecto.
reaccionaba. Bueno, al menos una parte ha ido a parar al ro reconoci l con
Con una torpeza irritante, sostuvieron a cuatro manos lo que l guareca cierto humor, y sonri a Nina.
entre los pliegues de su gabn: una baratija metlica parecida a un joyero. S, una gran parte dijo la mujer. Ha sido bonito.
La mujer tosi, carraspe y emiti un ay sin tapujos. Mir a Nina con emocin.
Qu dices? pregunt el hombre. Ha sido bonito, verdad? suspir en paz. Quieres un pauelo?
Todava no he dicho nada, Vctor. La verdad, nunca pens que fuese a Y Nina, contra su sagrado principio de rebelda, desnuda por un momen-
ser de esta manera. to, escalofriada, desconectada, sin juegos, sin contraseas ni msica, como
No queda tiempo, por favor. Es la cuarta vez que lo intentamos. No si emplease un lenguaje nuevo, asinti l
vamos a pasarnos la vida viajando en este trasto.
Nina se cruz de brazos y recost su cadera contra un saliente curvado.
Se haba bajado la cremallera del anorak y senta una corriente glida en el
vientre, sobre la cinturilla del pantaln.
Por m no se entretengan dijo con estudiada soltura. He visto de
todo en este barco.
La mujer intent asentir y sonrer al tiempo. Luego musit mirando la
cajita:
No queda ms remedio, hermana.
Vamos, Emma. Despdete.
No me metas prisa, Vctor repiti ella el carraspeo. Adis, her-
mana ma. Lamento que...

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La plaga
Pero esto slo sirvi para incentivar la creatividad del personal: era
comn ver a empleados cortndose un dedo, para luego salir corriendo
a comprar un Curita saltndose el trmite de la lista; hubo quien acus
dgar Velasco Barajas una indigestin severa y, luego de amenazar con vomitar los casimires,
sali corriendo a buscar un Pepto-Bismol. Hasta se dio el caso de uno
que lleg con el encargado de la lista y pidi que lo dejaran salir ur-
gentemente a comprar condones: tena a una dependienta del departa-
mento de bebs completamente desnuda en el cuarto de intendencia.
Ms de la mitad de los casos no eran verdad, pero cualquier pretexto era
bueno para ir al minisper.
La cosa era ms o menos similar en el bachillerato. El ausentismo
estudiantil aument, secundado por la complicidad del personal docente.
U n da , de pronto, aparecieron. Nadie supo a ciencia cierta de dnde Mientras los maestros departan sobre filosofa y literatura en el estrecho
venan, pero llegaron. pasillo de botanas, los alumnos se arremolinaban fuera del local para
El primero se coloc en el centro de la ciudad, en una esquina. Enfrente ver a las chicas que hacan pasarela dentro de la tienda. Lo ms difcil
haba una escuela con bachillerato semiescolarizado, al lado una tienda era lucir las piernas entre tanta gente: el minisper, al que de cario
departamental y la salida del subterrneo. Durante la construccin, todo comenzaron a llamar El Mini, siempre estaba lleno: hasta ah llegaban
el que pasaba por la esquina miraba con curiosidad: nunca, hasta en- personas de todas partes de la ciudad. La Va I del subterrneo se volvi
tonces, se haba visto una cosa parecida. Nadie se aventuraba siquiera la ms socorrida. Todo mundo quera viajar al centro, especficamente
a formular alguna hiptesis: todos seguan la construccin paso a paso, a la esquina de la Avenida Central y Calle 3. El sistema de transporte
pero nadie saba exactamente qu se estaba construyendo. colectivo de la ciudad tuvo que comprar nuevos vagones y contratar ms
Era tal la incertidumbre que el da de la inauguracin haba recelo personal; tambin aument el nmero de carteristas. El Mini era, quin
por cruzar la puerta. Slo hasta que entr el primer valiente, y grit lo dira, un generador de empleos, directos e indirectos.
Hay refrescos!, los dems se animaron a entrar. Tambin hay galle- Al poco tiempo, otro minisper abri sus puertas, no muy lejos del
tas, Oh, caf recin hecho, No saba que existieran los sndwiches primero. Los administradores recibieron la noticia como una bendicin:
refrigerados, fueron algunos de las comentarios que comenzaron a es- no se daban abasto para contener a tanta gente, que en muchos casos ni
cucharse por todo el local. Hubo incluso quien, acostumbrado a slo siquiera iba al lugar a hacer compras. Para los habitantes de la ciudad
fumar Faros, se puso de rodillas ante el mostrador que exhiba ms de la cosa no pudo ser mejor: celebraron la llegada del nuevo minisper
diez marcas diferentes de cigarrillos. El minisper haba llegado. con una juerga que dur tres das, durante los cuales el lugar siempre
El lugar vino a modificar la vida de su entorno. Por ejemplo, en la estuvo lleno. Y claro, tambin tuvo su apodo: si el primero fue El Mini, el
tienda departamental fue necesario incluir en el reglamento un cap- segundo se convirti en El Sper. Despus de la celebracin, la clientela
tulo, titulado De la ida al minisper, para poder regular la salida comenz a distribuirse entre ambos negocios.
del personal. Y es que se volvi cosa de todos los das que, mientras los La felicidad era tal que casi se poda palpar.
empleados departan entre los anaqueles del minisper, los clientes de Otros cuatro minisperes (Nper, Misu, Persu y Sumi, respectiva-
la tienda caminaban por los pasillos, mercanca en mano, buscando un mente) se instalaron en el centro, guardando una sana distancia entre
dependiente para consultar un precio o preguntar la ubicacin de los ellos. Y la ciudadana celebraba: cada vez caminaba menos para seguir
probadores sin que nadie los atendiera. El reglamento estipulaba que estando in. Porque ir al minisper se convirti en un signo de estatus.
todo aquel que quisiera ir al nuevo negocio tena que anotarse en una Esto qued comprobado un da que, en sesin de cabildo, el alcalde
lista y slo poda abandonar su puesto de trabajo hasta que regresara la dijo que haba comprado su jugo de manzana en la tienda de su barrio.
persona que estuviera ausente. La regidora de Cultura volte a verlo de reojo y solt la carcajada,

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mientras que el secretario hizo una mocin para sacar el comentario del Sin embargo, la felicidad se haba ido. Y no regresara.
acta: si el pueblo se enteraba de que el primer edil no haca sus compras Cada vez haba ms gente inconforme por la expansin de los minis-
en un minisper sera la muerte: poda bajar su popularidad y ocasionar peres, que parecan una plaga. Las tiendas de barrio comenzaron a cer-
que su partido perdiera las prximas elecciones. Esto, en menor o mayor rar, y sus defensores empezaron a organizarse clandestinamente: en
escala, se repeta en todas las oficinas de gobierno, escuelas, tiendas, parejas, iban y asaltaban los minisperes y repartan las ganancias en-
joyeras, zapateras y dems negocios que haba en el centro. Ir al tre los tenderos desempleados. Y aunque al principio tuvieron xito,
minisper, sa era la consigna. ste disminuy porque los administradores de los negocios contrataron
Con paso decidido, los minisperes extendieron sus alcances. Salieron equipos especiales de seguridad, que tenan la orden de tirar a matar.
del primer cuadro de la ciudad, cubriendo los cuatro puntos cardinales. Murieron muchos asaltantes y con ellos otros tantos tenderos que no
La gente sigui viendo con agrado y simpata la apertura de cada nuevo tenan medios para subsistir.
negocio: as era ms fcil dejarse ver por los dems y hasta se orga- El primer bombazo fue la seal de que se haba llegado al punto del
nizaron concursos para demostrar cuntos minisperes poda visitar una no retorno. La explosin tir la tienda y cobr la vida de los tres depend-
persona en un par de horas. ientes del turno nocturno. La Asamblea de Minisperes Afiliados public
Todo era armona en la ciudad. Lo fue por mucho tiempo. un desplegado en la prensa denunciando que el clima de inseguridad era
Pero todo lo que empieza tiene que acabar, y la felicidad, ya se sabe, insoportable, peda la intervencin del ejrcito y exiga a la autoridad
es fugaz: una maana, un pequeo grupo de personas, en su mayora municipal que tomara medidas. Que se paguen sus propios guardias,
ancianos, se plant con pancartas afuera del palacio municipal. Exigan al cabo tienen muchos ingresos, dijo el alcalde.
el cierre de los minisperes. Nuestras tiendas estn desapareciendo, ya Los bombazos se repitieron por toda la ciudad. Ms tardaban los ad-
nadie va. Dicen que est aut. Si no se resuelve esto, nos pondremos en ministradores en tratar de reconstruir los sitios que sufran atentados,
huelga de hambre por tiempo indefinido: de cualquier forma, nos estn que los subversivos en repetirlos. Era tal la capacidad de organizacin
condenando a la muerte, deca el lder de los tenderos a las cmaras de los disidentes que un da volaron, simultneamente, noventa y nueve
y grabadoras de los medios. Los peatones, sobra decirlo, vean a los negocios. No completaron la centena porque el encargado de poner
manifestantes con asco, como si fueran apestados. Y es que quin en la bomba en el primer minisper el que ocasion todo, el que des-
sus cabales poda estar en contra de algo que haba trado tanto bien a encaden la plaga: El Mini titube en el ltimo momento, agobiado
la ciudad? Slo un loco o un viejo retrgrado. por la nostalgia: no poda atacar de esa manera tan vil a algo que le
Sensible a los problemas del pueblo a su cargo (y amante de las tien- haba dado tantas alegras y satisfacciones a la ciudad. Su momento de
ditas), el alcalde busc solucionar la situacin. Present una iniciativa debilidad le cost la vida a manos del jefe de la banda.
ante el cabildo, en la que se contemplaba la expropiacin de los minis- Un da, la ciudad se despert con una noticia: los pocos minisperes
peres y la regulacin de sus planes de expansin. La regidora de Cultura que todava se tenan en pie la noche anterior haban cerrado. Como
se rasc la cabeza, el de Educacin carraspe y el de Cementerios se prueba de su paso por la ciudad haban quedado los edificios, pero den-
frot las manos: si iba a rodar la cabeza del alcalde, que rodara de una tro reinaba la desolacin: anaqueles, refrigeradores, exhibidores, todo
vez. Se aprob el decreto y se dio a conocer en una rueda de prensa. estaba roto o, en el mejor de los casos, vaco.
Vino el caos: la gente sali a las calles, bloque avenidas, grit con- La gente no tuvo tiempo de asimilar la situacin: era tarde y haba
signas (El sper es de quien lo despacha, fue la ms socorrida). El que comprar leche, pan para los sndwiches, los refrigerios de los nios.
pueblo ense el msculo, titul la prensa. A golpe de marchas, m- En una pequea calle de una colonia cercana al centro, el alcalde
tines y manifestaciones, echaron por tierra la idea del primer edil, quien compr un jugo de manzana. El ltimo tendero superviviente tuvo, ese
adems tuvo que soportar las crticas de la oposicin. Era por el bien de da, muchas ventas l
la ciudad, dijo el muncipe. Pida su franquicia, le respondi el direc-
tor de Obras Pblicas, mejor conocido como El Administrador porque
regenteaba la nada despreciable cantidad de veinte minisperes.

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Germn
sino sentir el mantra de los remos
sin despreciar la palabra local

Carrasco ni despreciar a hermanos mayores


ni ignorar a los hermanos menores.

Aprend algo y trat de transmitirlo


en esta Babel transaccional,
menos Babel por polglota
que por la severa incomunicacin.

Nac, en el mejor de los casos,


en un pas femenino y receptivo.
Idioma del mantra de los remos Y en el peor: un pas de gendarmes
e inspectores de colegio delictual.
No es por mostrar mis credenciales
ni hacer lobby contigo. Imagino Tratar de no errar, abrir el cuore
que no ests para pavoneos ni corvetas y de hacer todo lo que pueda
as que me permito declarar. pero considera todo esto
y mi educacin de liceo fiscal
Como te deca, desciendo de gente
que hablaba sola y miraba al suelo si llegase a resbalar, que es muy probable,
pero fui parido al ritmo del rock si llegase a perder el ritmo,
and roll por padres jvenes. si luego de un tramo largo se me resbala
un remo y cae al agua ponte t.
No infect al mundo con prensa o tele.
A veces sin querer pas a llevar
a alguien, y dije barbaridades
pero era joven entonces. Conversan antes de filmar y hay una brisa

Gast poco petrleo plata agua, La idea es que la toma se prolongue fuera de la sala de cine,
camin largo y me so en la pesca
en Magallanes, o en la esquila la idea es quedar en estado de afecto a la realidad,
cuya lana abriga el fro de la culpa.
se trata de una brisa marina
Jams intent afiliarme a un grupo
de reparticin (tan jvenes y ya en eso!). que alguna vez compar con ciertos trompetistas
Le a los vecinos para salir de la isla demasiado tcnicos o refinados,
porque no slo hay que hablar otro idioma
una brisa como un sonido que empieza en alguna parte del tiempo:

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no la percibimos, slo la percibe nuestro inconsciente,
Marcia
aunque podramos detectarla
con sofisticados instrumentos cientficos;
Gaby Riveros
esa brisa se desvanece

y se va inadvertida por alguna puerta lateral

pero deja el eco de su efecto:

slo cuando pensamos en esa brisa Intuiste que Marcia, t, Marcia, ella, Marcia, estaba del otro lado, del
somos conscientes de su ausencia. lado de all, del lado de ac, detrs del monitor, postrada en l, inmersa
o poseda por las letras oscuras que te develaron su presencia aquella
Ella slo quiere dejar su efecto en nosotros noche. La intuiste primero por el nombre siempre un nombre, el
y retirarse sin hacer ruido tuyo, el de ella, el de cualquier Marcia Guerrero que habite el mundo,
como t cuando te vas en puntillas y me dejas aunque, a decir verdad, t nunca te habas encontrado con otra, con ese
un calzn o un librito o nota en la mano mientras duermo. nombre tuyo y de nadie suspendido en negritas sobre dos lneas en un
listado del buscador de la red. Suspendido como una hamaca esperando
En cuanto al corte de cuadros, a veces es brusco a que caiga la tarde, una ola lejana y furiosa, el doble clic del ratn para
porque la realidad que propone el filme contina o se prolonga desperezarse de ese vaivn de informacin, de esa brisa que te adormece
en algn lugar y esa ola que rompe y se dispersa en miles de burbujas salpicando la brisa
casi al ritmo de tus dedos nerviosos sobre el teclado. Buscando sitio.
por eso cada toma es en el fondo un filme infinito. No se trata de una noticia, de un listado universitario o de una pgina
personal, ni siquiera de textos que has enviado a revistas. Descubres tu
Ahora que he aprendido a olvidar nombre en un fragmento de frase que intuyes como parte de un relato.
puedo hablar de esto con cierta autoridad, Conectando con el sitio... Sitio encontrado. Esperando respuesta...
me indemniza pensar en que fui yo el que puso fin
a un par de pelculas de amor histricas y mezquinas. Aprietas las comisuras de tus labios y frunces el entrecejo, del lado de
all, en Chile, abajo, en ese pas esbelto, alguien ha formulado otra Marcia
Manguerar la vereda, el dolor: el polvo Guerrero, un personaje cuyo nombre recostado en la hamaca de las palabras
se va por los intersticios de las baldosas tal vez ha esperado, quien sabe cunto tiempo, a que t descubras esta
con el ritmo sereno de mi respiracin. coincidencia. El resto de las palabras con su vaivn se mece en la habitacin
y se interna en tu boca, quiz por la lentitud con la que repetiste la frase;
cae finalmente en tu estmago como un trozo de roca cuyo aliento mineral
te ronda el esfago y la base de la lengua. Ser por la hora de la tarde en
que los trabajadores golpean con afn casi ritual tuberas lejanas o por el
roer de los carros en las avenidas, ser por eso que sientes que alguien te
ha espiado y muy en el fondo te concibes como una monserga de carne y

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lamentaciones ocultas bajo una juventud apresurada, la idea pasa con el muebles perennes en la oscuridad de una sala reservada para las visitas,
sigilo de un papalote suspendido en el viento, y vuelves a sentir la roca las llamadas por telfono, un sol que asoma tmido a tu casa por temor a
pesada resbalando por el esfago mientras tu nombre, su nombre, se encontrarla deshabitada, tu navegar por calles, pasos a desnivel, reuniones,
balancea en la hamaca de las palabras, sientes como si alguien te hubiese fiestas infantiles y cenas tan ajenas y apresuradas como una pelcula del
descubierto de pronto y estuvieras expuesta a la vista de todos, desnuda cine mudo. Alejas tus manos y tu pecho por temor a que esos ojos verde
y sin poder ocultarte como en un mal sueo. Vuelves los ojos atrs para olivo ahora en tu habitacin nocturna se internen por tus poros o por
encontrar la mesita de siempre con el florero, los recibos pendientes, la alguna de tantas grietas que duermen en tu interior, repasas incrdula
lmpara, los cojines y todo eso que es nada una naturaleza muerta, un prrafo mientras aquel aliento tibio de antao resbala por tu cuello.
pero que en este momento te alivia. No encuentras una silueta oculta
que te sonra inmvil ni esos ojos desorbitados que has elaborado con Abres ms los ojos para absorber esas palabras destiladas por
minucia desde nia para dar vida al vigilante de los insomnios, ni el el monitor luminoso, para mecerte con horror en los hilos de
diente que brilla por su filo plateado; exhalas ese aire contenido por tu palabras que han revivido por un instante diminuto el olor y la
bsqueda, por el peso de la roca, las olas se alejan, crepitantes burbujas. tersura de aquella piel. Parpadeas para ahuyentar esa presencia
que no se va, el anhelo se estanca en tu garganta y la cierra.
Abriendo pgina ... intentas evocar los recuerdos, las historias de una
computadora que no los tiene y, en cambio, los que has credo propios Te sacudes, Marcia, te sacudes esa nostalgia de saber que no eres duea de
martillan tus dudas... por qu alguien inventa un personaje con tu nombre, todos los fantasmas que duermen en tus escondrijos, te sacudes como cada
con ese nombre nuestro, de una Marcia deseada por un hombre de ojos vez que te ha visitado el miedo, o una idea o un recuerdo que pueda alterar
verde olivo durante noches y madrugadas y tardes de morderse las uas tu vida con Pablo o la armona de tus verduras frescas, los compromisos
y las ansias, tardes de mirar el horizonte atnito, escondido detrs de las a los que asistes como en sueos y cuelgas esos temores en los escasos
palabras, de sus paseos por las aceras y los parques. Los ojos verde olivo rayos de luz que se filtran por las ventanas... porque ya no quieres saber
se clavan como un aguijn que pretende detener la cada de la tarde el nada de ojos verde olivo, llevas el ratn a la esquina superior derecha
incendio de nubes rojas que arden abrazadas en humos dorados y se tienden de la pantalla, le das clic para anular esas historias, para ver durante un
sobre la ciudad, por si acaso Marcia Guerrero subiera por las escaleras segundo tu nombre en negritas como un cuerpo suspendido en la hamaca
del metro y emergiera del inframundo citadino. Y, ante la remota posibilidad de las frases incompletas, presionas el ratn para dar un zarpazo a esa
que brinda la imaginacin, los labios se abultan, los latidos ensordecen otra Marcia Guerrero venerada por un amante preso en la desesperanza,
la tarde, los colores se clarifican, los olores y los anhelos se expanden... para desconectarte de internet, apagar la computadora, ponerte de pie,
Despus viene el dolor que deja el remanso de la ausencia de Marcia o la avanzar hasta la puerta, abrirla, respirar ese aire viciado y dirigirte a la
tuya... ese vaco en las escaleras del metro habitadas por otros transentes cocina. Maana pollo o carne, brcoli o calabacita, este pescado ya tiene una
que deambulan lnguidos como en una pintura de El Greco, ese vaco en semana, en media hora me voy por los nios, paso a la tintorera primero...
donde Marcia nunca est, los ojos enrojecidos por el cinismo rabioso de
la desesperanza, del desencanto, de ese tiempo mudo y paralizado que Ya tendida en tu cama contemplas los contornos guardados por la
cuelga suspendido en el apndice de la historia personal. El amante se oscuridad, el velo de la cortina que se eleva por el viento, la antena que
estremece para escapar de esa geografa, para no convertirse en presa de prende y apaga en el cerro lejano, chicharras en la noche sin luna, y te
ese estado que escapa a las palabras, al monitor iluminado sereno frente a ti. vuelves para descubrir a Pablo profundamente dormido, un silencio rodea
Retrocedes y llevas el ndice a tu labio superior, alejas tus manos del teclado su cuerpo, acercas tu rostro hasta l y apenas percibes la respiracin, sus
huyendo mientras los otros ojos verde olivo, los que t has guardado, sos prpados como un lienzo en donde los sueos ms distantes desfilan,
que te han acosado desde la penumbra del insomnio lapidados por veinte tocas su cabello con tu nariz y percibes el calor de su cuerpo, te retiras y
aos de imponerles la monotona, los amaneceres frescos bajo la planta de vuelves a tenderte en tu espacio, te acomodas sobre tu lado izquierdo...
tus pies descalzos, las verduras que yacen hmedas en el refrigerador, los

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Unos ojos verde olivo muy abiertos hurgan en los pliegues de tu vestido, Abres tus prpados, an ests tendida sobre el lado izquierdo.
del tuyo, Marcia, del de ella, Marcia, recuerdas?, recuerdas ese vestido, Amanece, el velo de la cortina se ha quedado inmvil, Pablo
Marcia? unos ojos que siempre te beben sedientos a la distancia, te sigue ah. Te diriges al espejo. Suspiras aliviada.
sonren y se pierden entre multitudes por las que desfilan tu abuelo de Te sacudirs esas imgenes, los fantasmas y temores que te acechan
Sonora, su madre en Valparaso, tus compaeros en el patio interior de atentando contra tu monotona cotidiana, colgars esos temores en los
la primaria, las fachadas coloridas de su ciudad de infancia, geografas escasos rayos de luz que se filtran por las ventanas con el sigilo de un
inhabitadas por tu recuerdo o el de ella, centros de ciudades de sillar papalote. Hoy no abrirs una y otra vez la pgina de internet donde
derruido y monumentos del mundo antiguo, canaletas de agua y enredaderas descubriste tu nombre, hoy quieres olvidarlo, sacudirlo, drenar esa mirada
colgantes, arcos de piedra por los que pasean los habitantes de una ciudad de recuerdos tuyos y ajenos, hoy no te lamentars que la impresora est
lejana que pretendes conocer, el oleaje del ocano Pacfico Sur que llega descompuesta desde hace tiempo y que no haya manera de imprimir
hasta tu patria y humedece las playas, un hombre contempla su rostro el relato, no querrs volver a leerlo durante la maana ni la tarde.
en un espejo, descubres la escena con el azoro de comprender que no
teme a la muerte, te aterra presenciar esa escena porque en el fondo esa Slo al caer el da ese rechazo, ese temor, se desvanecer con la llegada
aceptacin es tambin tuya, te estremeces, un carrusel girando alrededor de la noche y la agona de urracas que gritan desde otra poca. No
de un rbol oscuro en cuyas ramas habitan familias. Detrs de todas las podrs soportar la curiosidad de leer de nuevo esas frases con tu nombre,
voces, imgenes y cuerpos, intuyes su presencia la de l, vigilas atenta porque aunque has intentado memorizarlas una y otra vez desde la vigilia
movimientos entre muecas, trajes y palabras, una silueta que deambula y el insomnio, las palabras terminan siempre por huir entre el vaivn
a lo lejos y arrastra consigo tu centro, desplaza tu origen, te divide, te de las olas... Antes de partir con Pablo para la fiesta de esa noche,
fragmenta en pequeas partculas sumidas en el desconcierto, el silencio sentada en tu escritorio, con el ratn en la mano, descubrirs incrdula
y un profundo anhelo que te deslinda de la escena por estar cerca de l. y sin aliento que la pgina con el relato ha caducado y que ya no habr
Has esperado aos este momento, l conserva el mismo rostro, el cuerpo manera de evocar, de revivir esas palabras que contienen a la otra Marcia
delgado y terso, las manos tibias, te observa de la misma manera que y, en ella, a ti. Intentars abrirla un par de veces ms, en vano...
antes, has esperado con paciencia de veinte aos y con la meticulosidad
de censurar y ocultar tus deseos cotidianos, el momento en que ese Esa misma noche, ya en la fiesta, desde tu brazo entrelazado al de
marasmo de parientes y desconocidos los acerque accidentalmente para Pablo, vislumbras detrs de las voces y los cuerpos una presencia,
poder decirle unas palabras, para escuchar su voz y volcar en dos frases vigilas atenta esos ojos verde olivo que deambulan lejos y arrastran
la confesin que los libere y los vincule para siempre. El marasmo los consigo tu centro, desplazan tu origen, te deslindan de la escena.
acerca, la resaca los aleja. Al caer la tarde coinciden frente a frente, le Has esperado ms de veinte aos para el encuentro. El marasmo los
sonres con la certeza de pertenecerse y de mirarse para develar lo oculto, acerca y coinciden en la mirada cmplice, pronuncias con seguridad
pronuncias con seguridad las dos frases ensayadas y su mirada te sonre. las dos frases ensayadas y su mirada te sonre. Recuerdas?
Y slo horas despus, cuando vuelvan a casa y te contemples en el espejo
Una mujer se acerca y se presenta: Soy Marcia Guerrero. Contemplas antes de dormir, sabrs por qu el amante cambi su expresin y apresur
tu rostro, su rostro, casi idntico al tuyo, quizs ligeramente distinto, el encuentro que anhelaste la mitad de tu vida. Esa noche, frente al espejo,
la mirada ambarina que irradia irona y rasga el entorno, la melena descubrirs el rostro casi idntico al tuyo, y ah, bajo la delgadsima
esponjada. l las mira a las dos y pregunta: T eres ella? Murmuras piel de tus prpados, el sutil reflejo ambarino que rasg tu historia,
en el odo del amante y te escabulles entre la multitud, tus pasos se su historia l
apresuran y miras tu silueta reflejada en un cristal lejano, tu cabello
como melena. Un escalofro te paraliza. Eres la otra Marcia? Corres
despavorida... Desde la llanura lejana vislumbras una multitud encerrada
en burbujas que se elevan hasta perderse en el cielo, jadeas.

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Su nombre pequea. Ella estaba sentada en el silln azul en el que haba dormido por
los ltimos cuatro meses (el dolor ya no la dejaba recostarse) y, balbuceando,

es una almendra nos contaba alguna pelcula que haban pasado en la tele o nos peda que le
acercramos el vaso de agua.
Mi hermano Alejandro, su esposa Cristina y sus dos hijos no tardaron en
Isabel Zapata llegar. Mis sobrinos estaban desconcertados. A Daniela, la ms chica, no la
dejaron subir a ver a mam. Tena dos aos. Alejandro s subi, porque ya
tena seis y era el consentido.
Alejandro supo rpidamente que su Yaya se iba a morir. No quiso quedar-
se con ella mucho tiempo, as que pas el da aventndoles a las perras una
pelotita azul. A Julia no le interesaba el juego, pero Nicole le traa la pelotita
de regreso y l se la volva a aventar. As se pasaron uno, dos, tres das.
No hay otros parasos El domingo Alejandro durmi conmigo. El lunes antes de que amaneciera
que los parasos perdidos. subi su pap y me despert con una delicadeza como de otro mundo. Me
J orge L uis B orges dijo: Muri mam, te quiero y baja a verla para despedirte porque al ratito hay que
empezar todos los trmites. l se qued en la cama con su hijo (cmo quise yo
En mis pesadillas siempre son las cuatro de la tarde. Siempre hay una tener un hijo en ese momento!).
cama de hospital. En ella siempre est acostada mi madre,flaqusima y con Ms tarde le dije a mi sobrino que el cielo era un lugar bonito y que su
la piel imposiblemente gris. En mi pesadilla an se llama Patricia (su nombre Yaya estara contenta de encontrarse con sus padres, con la Negra y de tener
es una almendra que se rompe entre mis dientes), pero ya est envuelta en tiempo por fin! de conocer Egipto. Despus lo abrac fuerte y sus
un silencio blanco. ojos brillaron dulce, turbiamente. Haba entendido. Unas horas ms tarde,
En mis pesadillas Patricia todava es mi madre, pero est a punto de dejar cuando ya haba empezado el funeral, Daniela lleg corriendo a abrazarme
de serlo. las piernas y me pregunt quedito, como apenada: Oye, Tita, por qu Yaya
lleva tanto tiempo dormida?
1
Van a cumplirse seis aos. Medido as, de la manera convencional, no ha 2
pasado tanto tiempo. Pero todos sabemos que el tiempo no existe. Ya dijo Es comn escuchar historias de gente que, despus de meses de padecer
Aristteles que el tiempo no es posible sin movimiento, sin algo que suceda. una enfermedad terminal, empieza a aceptar la idea de la muerte con algn
ste transcurre en la medida en que tenemos conciencia del cambio. Tal vez alivio. En el funeral, algunos hasta se atrevieron a decirme cosas como: Ya
por eso se ve lejsimos ese da. descansa, piensa en cunto sufra, est con Dios. Hasta yo me lo dije. Cuando se
Las cosas sucedieron as: pierde el mundo como yo lo perd con su muerte uno entra en un estado
Viernes 13 de abril, 2007. Eran las doce del da cuando son el telfono. automtico de repeticin de clichs. Pero la verdad es que mam no quera
Me sal de clase para contestar y escuch la voz de mi hermano Pedro: Es morirse. Nos lo dijo. Quera ver crecer a sus nietos, terminar su novela,
hora, vente. Entr al saln por mis cosas y corr de regreso a mi casa. Cuando aprender alemn, conocer Egipto. Tena miedo.
llegu estaban todos ah, y los que no, estaban en camino: un instante final En alguno de los momentos del fin de semana en que se qued sola con
de magnetismo en que aviones y coches le acercaban a mam a las personas Pedro y conmigo, mam nos llam a su lado y seal la ventana. Nos dijo
importantes de su vida. que ese da los rboles se vean distintos, pintados de un verde limn muy
La casa estaba en profundo silencio, como me imagino que ocurre siem- brillante, casi amarillo. Como si tuviera lucirnagas detrs de los prpados.
pre en un lugar en donde una familia est esperando a la muerte. La recma- Luego sigui diciendo cosas que he olvidado. Nosotros no respondimos:
ra de mam era amplia, sus techos altos, pero la tarde de ese viernes se hizo solamente corrimos las cortinas.

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3 caballos. Salgo al patio, me desnudo e intento hablarles, pero ellos siguen
Para ese da, la muerte llevaba varios meses instalada entre nosotros. jugando como si nada.
Primero con la forma de un pequeo adenocarcinoma en el pncreas, luego
nada, luego cncer linftico fulminante. Luego nada. 7
La enfermedad cambi la geografa de la casa. Su recmara se convirti Siempre me gust dormir con mam. Ella siempre entraba a la cama con
en un cuarto de hospital repleto de qumicos: la Heparina como anticoa- un libro. Yo me meta en el huequito de su pecho y no tardaba en quedarme
gulante para mantener limpio el catter, la Pancreatina que reemplazaba a profundamente dormida, pero me despertaba llorando si intentaba cargar-
las enzimas pancreticas, el Dolac sublingual como analgsico, las Nexium me de regreso a mi cama. Djame un ratito ms, mami, un ratitito. Y me dejaba.
Mups para la digestin.
Junto al silln de mam, en donde antes haba libros y cuentas para hacer 8 Sueo
collares, se fueron acumulando recetas, pastillas, charolas con platos a me- Estamos en Puerto Vallarta. Mam mete sus cuarzos en una bolsita de
dio comer porque las nuseas casi no la dejaban probar bocado. La cocina, tela verde y los sumerge en el mar. Despus paseamos por la playa, vemos
la sala, el comedor, toda la planta baja de la casa se volvi un territorio de el amanecer desde la palapa, nos metemos a nadar. Antes de subir al depar-
trnsito entre el mundo de afuera y la habitacin que ella comparta con la tamento ella deja la bolsa verde a un lado y se pone a cavar un agujero en la
muerte. arena. Despus toma la bolsa entre sus manos, se entierra en el agujero y me
pide que arroje arena sobre su cuerpo hasta que deje de respirar.
4 Sueo
Camino lentamente debajo de un paraguas de huesos humanos. Junto a 9
m se arrastra un hombre que casi no alcanza a serlo. En la cabeza lleva un Las cosas se quedaron intactas un par de meses. Yo no quera mover nada
trapo viejo con agujeros por los que asoman pedazos de carne chamuscada. porque viva con la sensacin de que mam volvera a casa cualquier noche
Detrs de nosotros avanza un grupo gigantesco de hombres enmascarados, con toda normalidad. Me pasaba las tardes encerrada en mi cuarto con
todos de la misma estatura, el mismo peinado, cantando un himno perverso mis perras, estudiando y leyendo. Como llevbamos aos viviendo juntas,
en un idioma que slo el diablo reconoce. ella y yo solamente, no fue difcil conservar el orden aparente de las cosas.
Despus fuimos moviendo todo poco a poco: donamos la ropa, nos reparti-
5 mos los muebles y los cuadros, invitamos amigos a que se llevaran los libros
A veces mis hermanos me miran como si fuera t, como si hubiera algo que quisieran.
tuyo que le rob a la muerte, algo oscuro y tierno que alcanzamos a esconder Quedaron los diarios de mam: ms de veinte cuadernos forrados en tela
para nosotros. Mi padre, en cambio, lo dice con reproche. No soporta ver y fechados rigurosamente al inicio de cada entrada. No he querido abrirlos.
en su hija ms pequea repetido el torbellino de tu temperamento, el hbito Qu se hace con una coleccin de diarios cuando contienen la vida de
del llanto, el mal gusto de la melancola. tu madre muerta?
Seguido me dice: No seas dramtica, Isabel. Ya ests como tu mam.
10
6 Sueo Metieron su cuerpo a un horno, despus sus cenizas en una cajita y la
Es un da claro, mucha luz y cielo azul, sin nubes. Hablo con alguien cajita a un agujero en la pared de la iglesia. Hasta unos tornillos le pusieron,
en la sala de una casa. A media conversacin la persona saca del cajn un apretadsimos, para que no se abriera nunca.
centenario enorme de oro puro tendr medio metro de dimetro y unos Mam est atrapada en ese hoyo y en cambio hay animales que tienen la
diez centmetros de ancho. Lo pone sobre la mesa y me dice que en esa sabana como tumba l
moneda vive mam. Con dificultad logro cargar la moneda, que de momento
se convierte en un caballo blanco, altsimo, que apenas aparece frente a m
sale corriendo y se avienta feliz en una alberca en donde ya nadan otros dos

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Helada de su aliento amargo y familiar, como la leche hirviendo.
S, mam, no tenemos agua, crees que me pueda baar en tu casa?
En serio?
D Eaniel spartaco Detrs de la blusa blanca y delgada puedo ver los pezones, los senos an
firmes de mi todava joven esposa de 35 aos.
Me dice mi mam que tampoco tiene agua. Hoy vamos a tener una
junta muy importante, de verdad que no puedo ir sin baarme.
A qu hora es?
A las diez.
Pues llama y diles que vas a llegar a esa hora, voy a arreglar el problema.
Yo mientras preparo el desayuno me dice, qu vas a querer?
Sonre, el bozo sobre los labios, como el personaje de una novela rusa que
La mata de cabello negro de Magnolia, crespo e ingobernable, yace apagada, le hace muchos aos, cuando me gustaba leer, los ojos muy grandes, caf
muerta, sobre la almohada. Yo estoy de pie junto a la ventana, y ms all de oscuro, y el blanco de los ojos muy blanco, las ojeras de siempre, brillantes.
la escarcha del cristal, de las antenas de televisin y los tinacos, el cielo ha Mi maquillaje natural, dice ella. Su cuerpo es gil, esbelto, 17 aos despus
comenzado a clarear como la promesa de calor en la que ya nadie cree. Bajo an la deseo. Chema no me lo cree, l, que tiene dos aos de casado y ya no
la escalera envuelto en una cobija y enciendo el calentador de la sala, pero duerme con su esposa. Magnolia se cuida mucho, va al gimnasio todos los
cuando intento llenar la jarra de la cafetera no sale agua de la llave. Llamo al das y siempre est probando nuevas dietas, cada vez ms complicadas, que
trabajo y me responde el ayudante de mantenimiento. Le digo que por favor yo no entiendo. En cambio yo estoy gordo, aceptmoslo, y no me siento muy
le diga al seor Gndara que llegar tarde al trabajo, que todo parece indicar confortable al respecto.
que se me congelaron las tuberas. Cualquier cosa le digo, huevos, pan, si pudiera tomarme un caf...
No te preocupes me dice; es un hombre joven, moreno, de bigote Okey me dice ella.
ralo, que apenas tiene tres meses en el trabajo y ya quiere mi puesto, yo Salgo al patio y veo que los rboles frutales que plant el ao pasado,
creo que todos vamos a tener el mismo problema. cuando nos mudamos, un ciruelo y un manzano, estn congelados. Esto me
Subo de nuevo a la habitacin y hablo con la mata de cabello muerto sobre pone triste, me gustan esos rboles, y el ciruelo ya tena un par de capullos
la almohada. el da anterior y ahora est muerto. Por qu tiene que helar en marzo?, me
Oye le digo, yo creo que Micky no va a ir a la escuela. pregunto. Busco debajo del cobertizo el pico y el soplete, y salgo a la calle. La
Qu pasa? dice una voz bajo la mata de cabello. casa es nueva y por suerte an no hemos echado cemento en la parte frontal,
Estamos bajo cero, no hay agua, se congelaron las tuberas. como quiere Magnolia.
Qu vamos a hacer? No las aislaste? Yo quiero un jardn le dije, csped.
S, pero creo que son las del suelo. Voy a ver qu se puede hacer. Entonces t lo cuidas, yo no tengo tiempo.
Tengo que ir al trabajo. Muevo uno de los autos, el Corolla, y comienzo a picar a unos metros del
Tendrs que ir sin baarte. medidor de agua. La tierra est congelada, y es dura, me hago dao en las
No puedo. manos con cada golpe de pico. Finalmente doy con la tubera y raspo alrede-
Llama a tu madre. dor, con cuidado de no daarla, tengo que quitar piedras con las manos y me
Okey me dice, y se incorpora en la cama para tomar el telfono del lastimo la carne debajo de las uas. Cuando ya hay un buen tramo descubier-
bur. to, enciendo el soplete y lo aplico a la tubera. El cielo cada vez est ms del
Tiene los ojos hinchados y est caliente, siento su calor, y mi fro, el de color blanco apagado de una sanda de esas que sembrbamos mi hermana y
toda la casa, y tengo ganas de cerrar la puerta del dormitorio con llave, me- yo en el patio y abramos antes de tiempo porque ya no podamos esperar. S,
terme bajo las cobijas, tocarla y besarla, deslizarme entre sus muslos, a pesar slo hay una manera de describir ese cielo. Las luces de las dos o tres casas

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habitadas de la cuadra ya estn encendidas, y mi vecino, el que estuvo tres qu secundaria hay que inscribirlo. Ella dice que en la misma donde estuvi-
semanas en el hospital cuando le dispararon, sale a encender el coche, y me mos nosotros, pero yo odio ese lugar, fue ah precisamente donde mataron
mira con curiosidad. cualquier ambicin que yo pudiera tener en la vida. En contraste, Magnolia
Usted cree que eso sirva, vecino? me pregunta. me dice que ella fue muy feliz ah, era la chica ms popular de tercero A, y
Nos hablamos de usted, y eso que ya tenemos un ao de conocernos y fue presidenta de la sociedad de alumnos. Gan un concurso de recitacin
tomamos cerveza juntos el verano pasado, algo que esa maana me parece tan con un poema de contenido social y todava hay algunos maestros que la
lejano como un recuerdo, ocurrido hace veinte aos; incluso fui a visitarlo recuerdan, aunque la mayora de la planta es nueva, me dice. Entonces claro
dos o tres veces al hospital. que Magnolia ni siquiera se fijaba en m, fue muchos aos despus que nos
No hay de otra le digo, Magnolia dice que tiene una junta y que encontramos, pero sa es otra historia. Yo le digo que no, que est muy lejos
no puede ir sin baarse. y no me gusta esa secundaria, tan slo al pasar frente a ella me siento mal.
Est junto a m, los hombres nos creemos con la obligacin de pararnos a Yo creo que no hay que despertar a Micky dice Magnolia.
un lado y hacer observaciones cuando vemos a otro frente al cofre abierto de No, djalo que duerma.
un auto o en cualquier otro trabajo que implique herramientas. Mi vecino, Siempre ha sido incapaz de despertarse l mismo para ir a la escuela, hay
muy flaco, mira hacia el techo de mi casa y de la suya. Tiene un negocio de que estar arrendolo, casi bandolo y vistindolo.
fumigacin con su padre, es su propio jefe, pero se levanta temprano para Espero que cambie en eso ahora que entre a la adolescencia y le co-
llevar a su esposa al trabajo. miencen a gustar las nias le digo a Magnolia.
Y aisl la tubera del tinaco, vecino? me pregunta. S, pronto, ya ves que ahora est siempre de mal humor.
S le contesto, desde el ao pasado. Desayunamos, yo huevos, pan y una taza de caf con leche, Magnolia fru-
Yo no me dice, y creo que va a reventar cuando suba la temperatura. ta, yogurt, granola y t verde. ltimamente le ha dado por eso del t verde.
Es lo ms probable. Enciendo el calentador de agua y ella se mete a baar porque es demasiado
Escuch los disparos en la noche, vecino? vanidosa, no puede estar sin baarse ni un solo da, incluso en invierno. Yo
A qu hora. me pongo a cubrir el hoyo del frente con una pala mientras escucho dentro
Como a las doce. de la casa el ruido de la secadora de pelo. Ya es completamente de da, pero
No, estaba dormido digo. las luces de las casas siguen encendidas. El cielo es de un azul intenso, nada
Yo tambin, pero me despertaron. Debi de ser como a dos o tres de nubes, y flota en el ambiente el olor a lea quemada. Magnolia sale con
cuadras de aqu. abrigo, un gorro y una bufanda, muy guapa, y yo no me atrevo a tocarla para
La tubera ya est al rojo vivo como un corazn que yo hubiera puesto al no ensuciarla, cubierto, como estoy, de tierra. Se sube al auto e intenta en-
descubierto bajo esa tierra estril que da sandas desabridas, pocas satisfac- cenderlo, pero nada ocurre.
ciones, y que se clava bajo las uas como astillas de cuarzo. Magnolia abre la Con una chingada dice.
puerta de la calle y me grita: Y a m, no s por qu, me da risa, Magnolia nunca maldice, y suena an-
Mijo, mijo, ya hay agua, ya est listo el desayuno! tinatural, pero es que una helada as no se ha visto en cien aos, me digo, y
Buen da le digo a mi vecino, y siento pena por l, porque slo tiene en marzo. Siento como si el invierno ya hubiera durado mucho tiempo, que
un auto, y tiene que llevar a su esposa todas las maanas hasta quin sabe nunca llegar la primavera.
dnde con este fro, y porque estuvo tres semanas en el hospital cuando le Jala la palanca del cofre le digo.
dieron un balazo, y lo probable es que sus tuberas revienten cuando suba la Inspecciono el motor.
temperatura. Dale le digo, pero el motor no enciende, en vez de eso se oye un
Aunque dicen en la radio que el gobernador decret la suspensin de chasquido.
clases, yo no pensaba de todas formas llevar a mi hijo a la escuela. Micky Me puedes llevar al trabajo? me pregunta.
sigue dormido, no me atrevo a despertarlo, tiene once aos y es su ltimo
ao en la escuela primaria. Magnolia y yo hemos discutido muchas veces en

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Podra llevarse mi auto, pero voy a necesitarlo ese da para recoger unos No te puedes quedar solo en la casa.
paquetes en el aeropuerto. As que entro a la casa y vuelvo a llamar al trabajo, Ya estoy grande me dice.
ya casi van a ser las diez, y me contesta el mismo ayudante de mantenimiento. Ests grande para lo que te conviene. Te puedes traer un libro de los
Ya lleg el seor Gndara ? pregunto. que te compr y puedes leer en la bodega mientras yo trabajo.
An no, llam hace rato para decir que tiene congelada la tubera. Cada semana compro en un puesto de revistas una coleccin de libros
Bien, en un momento estoy ah. clsicos para jvenes porque no quiero que cuando crezca sea un ignorante
Eres un amor me dice Magnolia, y me besa en los labios. como yo.
Su aliento an es amargo, pero huele a champ, pasta de dientes y perfu- Est bien me dice, y sonre, tiene un pedazo de huevo en la barbilla.
me; en cambio yo apesto, y siento su cuerpo debajo de todas esas capas de Una barbilla como la ma, como la de mi padre y la de mi abuelo. Es un
ropa, y slo puedo pensar en tocarla. La deseo ms que nunca. Ser porque buen muchacho. Llamo otra vez al trabajo, me preocupa no estar ah, pero
este invierno ha sido el ms largo de todos los inviernos? se trata de un caso atpico y siempre me quedo un par de horas extras por
Hay que llevar el auto al taller otra vez, y no tenemos dinero le digo. la tarde.
Quin sabe cunto vaya a ser. S, el seor Gndara ya lleg me dice el asistente de mantenimien-
Quin sabe. Le puedes pedir prestado a tu madre? to, me pregunt que dnde estabas y volvi a irse, dice que va a buscar
Ya lo hice. un plomero.
Cundo? Y no le diste mi recado? le pregunto.
La semana pasada, para comprar el mandado. Por qu no le pides a S, se lo di, pero estaba muy molesto.
tu padre? Me imagino le digo, y cuelgo, no le creo nada.
Me da pena, pero no va a quedar de otra. De camino al trabajo calculo que hay que ponerle gasolina al auto porque
Cuando regreso a casa encuentro a Micky viendo en el televisor el noti- el medidor est roto, pero cuando intento meterme en el carril de la derecha
ciero local que slo habla de muertos y ms muertos, ejecutados, ayer por la para entrar a la estacin de gasolina de Vallarta veo que hay un cerco policia-
tarde, hoy por la madrugada, a tres cuadras de donde vivimos, como haba co, varias camionetas de polica, un camin del ejrcito y una ambulancia de
dicho el vecino, y la helada, la ms grande en cien aos, dicen. sas que siempre van con la torreta apagada porque son del servicio forense.
Apaga eso le digo. Presiono el acelerador, y le digo a mi hijo:
Siento pena por l, pero tuvimos que cancelarle el servicio de internet y No vayas a ver.
de televisin de paga porque estaba sacando malas notas, y aparte ya no nos Intento taparle los ojos, pero necesito las dos manos para cambiar de
alcanzaba. carril, porque todos los autos bajan la velocidad al pasar junto a la estacin.
Ya desayunaste? No vayas a ver, Micky le digo.
No me dice. Y qu habr pasado?, me pregunto cuando dejamos el lugar varios metros
Y por qu? atrs, y miro por el retrovisor.
No s. Mataron a unas personas dice Micky.
Ya ests grande, bien puedes hacerte algo de desayunar. Las viste? le pregunto.
Entro a la cocina y pongo un huevo en la sartn, pan a tostar, lo unto con S me dice, como si nada, dos cuerpos.
margarina y mermelada, y le sirvo un vaso de jugo de naranja del refrigerador. Te dije que no vieras.
Ven, sintate. Aprieto el acelerador para alejarnos de ah lo ms posible, a dnde vamos
Yo me sirvo otra taza de caf. ir a parar? La recta de la avenida Tecnolgico es como una pista de hielo,
Cuando termines, vstete. Voy a baarme, vas a tener que acompaarme transitada por unos pocos autos, y parece ser que los rboles del camelln
al trabajo. estn congelados, como el cerezo y el manzano. Este invierno ya dur dema-
No me puedo quedar aqu? me contesta con una mueca afeminada, siado, pienso, y espero que no haya problemas con el seor Gndara l
de su madre.

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El alemn
Ya haba tenido demasiado: desde la soberbia de los actores, la
supervisin o el intento de censura por cada cosa que peda, y el colmo:
esa cuasi diva mexicana que a mitad de la obra le dio un empujn
Juan Manuel Garca Belmonte
entre las butacas del teatro. Gringo pendejo, le salpic la tipa.
El dramaturgo no se haba quedado atrs. La aparente disposicin
que tuvo para escribir una versin librrima de la Conquista de
Mxico se haba convertido en una serie de indicaciones sobre
cmo llevar a escena la maravilla del texto, mientras que en su
concepcin de la direccin no tena mucho de aprovechable.
Meses atrs, cuando la Coordinacin de Teatro lo contact para
Lo vi medio borracho, pero no pens que llegara a ms. A su el proyecto, todo eran atenciones y caravanas, pero, con el paso de
lado, dos mujeres intentaban explicarle en un ingls cortado los das, los del gremio teatral, incluidos funcionarios, no hacan
que lo mejor era regresar a celebrar en privado, sin tanto ms que grillarlo. A eso no estaba acostumbrado. Ni a las cenas, los
escndalo. Pero l terco, vociferando a grito pelado, apretando brindis, las citas con una persona u otra para manifestar tcitamente
la botella de cerveza como el cuello de un asesino. que estaba de acuerdo en todo, hacer relaciones pblicas, en sntesis,
Comenzaron a abrirse paso entre apretujones, con el comportarse como el changuito de circo que queran ver.
gento rozndolos, restregndoles los cuerpos, confundiendo La prensa s que haba sido ms benevolente. Sus reseas
entre gritera y alboroto su conversacin. hablaban en general de lo atrevido de la puesta, la conjuncin
Y es que la noche anterior no la haban pasado bien. Los reclamos de los cuadros escnicos, la decidida lectura poltica del montaje,
de las autoridades les llegaron tempranito, antes del desayuno. la entrega de los ejecutantes, entre ms curiosidades.
Nadie de la produccin dijo nada. El alemn se limit a Todos coincidan en que los desnudos en escena podran
llamar a todos a ensayo para insistirles en que la ltima irritar a algunos, pero, tratndose del Cervantino, la tolerancia
funcin tena que ser como nunca en su vida. a la libertad artstica debera estar a toda prueba.
Los del partido azul se salieron. Casi todos los caca Muy pocos periodistas conocan lo de adentro. No saban de
grande con sus esposas. Al gobernador le ordenaron que aquellos que queran lincharlo, los tcnicos que no lo soportaban y
tena que cancelarse, le haba dicho su asistente. las quejas constantes de ciertas actrices que no vean su papel como
l, impasible, pidi que la boa que usaban en escena y se enroscaba digno de la trayectoria que tenan y se lo enjaretaban a la menor
en el cuerpo de la actriz estuviera bien alimentada, slo l supo por qu. provocacin, insultndolo incluso en el espaol que poco entenda.
Los tres batallando por cruzar el Jardn Unin. Los
mariachis y las estudiantinas sonaban sin descanso, ...tratndose del Cervantino,
cada uno para consentir a su pblico.
la tolerancia a la libertad artstica
No quera regresarse, beber en el hotel o ir a algn sitio apartado.
Saba que tena que estar all, justo en el punto donde todos lo veran. debera estar a toda prueba.
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Kresnik sigui hasta el final, con casi todo en contra.
La Malinche ya estaba muy avanzada y en su estreno de
estrpito l vio un mensaje, ntido. sa era otra de las razones
Epitafios
que lo impulsaron a dejar a todos para irse al Jurez.
Gustavo Ogarrio
Lleg a tropezones, orden a la mujer de la derecha una cerveza
ms. Ella fue de inmediato a consegursela, la otra no dijo ya nada.
Respir muy hondo, se fue atrs del teatro y, solo l supo
cmo, lleg con la boa entre sus manos. Entonces se dio
la estampida. Los cientos que haba en los alrededores
intentaron correr, algo imposible por el mundo de gente.
El alemn se subi a dos de los macetones de la entrada. Su garganta I
Abracen la semilla glaciar de otros deseos donde s quepa la ternura
daba alaridos de felicidad al tiempo que la boa, quiz asustada, se le
secreta de sus historias. Corran a la orilla de este mundo en el que la sangre
enrosc en los pies y lanzaba mordidas a quienes queran acercarse. es la ecuacin pblica del odio, de esta galaxia de lunares en el desierto;
Con las mejillas enrojecidas, Kresnik se quit la camisa, la arrojadas e insepultas en medio de la guerra muda. Corran a refugiarse en
panza le escurri blanqusima. Entonces comenz a cantar las manchas de betabel que dejaron las abuelas en sus rostros para cubrirlas
el Cielito lindo, con frases aprendidas a medias.
de los mismos tormentos, del toro de sesenta aos enfurecido porque no
le servan la comida.
Sus acompaantes se haban ido y l, con el inusual equilibrio que Nunca ms el precipicio que murmura crucifijos y obediencia. Nunca
a veces da el alcohol, segua en lo suyo, feliz, sintindose inmenso. ms el patrn montado, el torpe ttere que babea el horror de la perna-
La revelacin que encontr en La Malinche, confesara despus, en da en el hombro sin escapatoria. Nunca ms la caricia incomprensible del
los separos adonde lo llevaron los policas, fue que estaba llamado a destino de tiniebla que las reparte en la eternidad como cabras heridas;
aves descompuestas ante la certeza del cazador complacido. Nunca ms esas
pararse en los macetones, como en el nopal de la bandera nacional,
boquitas inmviles, rosadas, como de chupn, cerradas para siempre en la
con la serpiente debajo para proclamar al teatro como el nico lugar imagen funesta de los diarios.
de libertad absoluta, sin miedos ni censuras, vital, demandante, Besen los rostros quemados del amor, la felicidad breve de Cenicienta
grosero o desnudo para tocar el intelecto de los espectadores l sin prncipe. Evoquen la alegra matinal compartida al menos con aquel que
les sirvi el desayuno o las cubri con la sbana despus del ltimo sollozo;
aquel que en su desorden de aguas las quiso monstruosas, ciertas, ambiguas,
incomprensibles. Tortrense la una con la otra, frotando su pedazo de olvido
en el dorso; que se mezcle su saliva negra de brujas enloquecidas, que se
calcinen sus manos en el rozamiento mutuo, en esos masajes de tierra que
guardan algo de la sustancia nocturna de los rboles. Fajen, broten, hganse
oscuras sin miramientos, sin las fantasas sicalpticas de los machos frus-
trados, renuncien al baile de Barbies que el mundo prepar para ustedes.
Djenles a ellos la tristeza de los genitales furiosos, que las aves de rapia
devoren los falos que caern como moscas en la playa morada de los metales
muertos, esos falos con su ojo ciego que mira a ningn lado, o como peces

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que se estremecen moribundos en la arena para boquear los estertores de en la miseria del ajeno, en el equvoco resplandeciente que nos trae por
la vida submarina. el esfago esas historias de pulmones congestionados, encubiertas por las
murmuraciones salivadas en el odo, selladas a punta de succiones en la silla
elctrica del parque; juegos de fiebres en los que la mucosa privilegiada se
II asume como soberana del cuerpo. Besos contemporneos como maldiciones
Ya habrs hallado la carta en la que slo soy un lento atardecer, las blancas que nos petrifican, caballos de humedad que galopan en la piel para
letras en las que mi alma no tiene remedio y almuerza el sonido de los tam- reventar calientes y mudos. Besos miserables de tanto besar, inmviles a la
bores que slo atraen los retratos de nadie, la verdad simple de una tristeza hora del desayuno, desnudos ya en la corriente burocrtica de la vida.
definitiva que ya no necesita del artificio para nombrarte en su aullido ma- Besos novohispanos, negros besos que se refugiaron en la conspiracin de
ligno y sin redencin. las alcobas para iniciar en silencio todas las guerras. Besos que se guardan
Sin embargo, dara mi caminar de perro extraviado y fosforescente por para los que nunca llegarn, tumbas de humedad y espanto. Besos incom-
un par de miradas tuyas, te entregara una vez ms las claves secretas de este prensibles que no hacen ms que alargar nuestras agonas. Besos siniestros
deseo vehemente de morir, me quejara de la almohada incmoda que no que juegan a pulverizar al otro, a enterrarlo en ese monumento de sali-
hace ms que despertarme para escuchar la indmita llegada de tu respi- va. Besos quemados, impudicias civilizatorias que afirman el extravo de la
racin en la galaxia de la noche. Tengo que admitir que esto no es ms que materia y de la boca. Besos de cartn, tirados como prncipes lampios al
un carnaval de fantasmas, una mueca sin importancia de la eternidad, una borde del camino. Besos de diciembre que anulan los de marzo. Besos en
simple ceniza de olvido. la frente que nos santifican en el amor y en el ridculo. Besos predecibles,
A estas alturas de mi incendio sin estepa, ya te habrs dado cuenta de que de chocolate, cursis besos de soledad absoluta. Besos como negocios en los
nada de lo que he dicho tiene sentido, tampoco nariz, mucho menos ese que se tramitan deudas, pagars, libertades a bajo precio.
contrabando de horas moribundas que hacen verdadera la vida. La cuestin Tu boca como estampida de sueos en los que alguna vez se dibuj mi
es ms simple: es una lstima que t ests all y yo aqu. Es una lstima que olvido. Besos heridos de muerte, que nunca volvern, prfugos ya de tus
mi vecino suba el volumen del radio y que yo no haga ms que evocar la tarde labios y que ahora agonizan de ti en otros belfos. Besos amargos que saben a
en la que me enseaste a atacar la felicidad de la avenida Madero, la estupidez barandal, a silln metlico de jardn, que ya no caminan, ciegos de ausencia,
de la comida china, el fulgor de mis mentiras con las que tu sonrisa se volva suicidas, tristes besos de nadie.
una trampa de bestias satisfechas. Es una calamidad que mi cursilera muera
de hambre, que tus ojos de tempestad ya no se mezclen con la agria novedad
del fin. IV
Los msicos del espanto ya recogen sus instrumentos, apagan las voces Q uizs no queda ms que extraviarse en las conversaciones pueriles
con las que seguramente cantaran el estallido de este magnfico suicidio que que lentamente son ahorcadas por el hecho fulminante de tu enfermedad.
es mi soledad. Te lo tengo que decir: slo queda la garra de la noche, unos Ninguna risa durar ya en nosotros sin que sea al mismo tiempo una mentira
colmillos invisibles que al bajar por la pared de la cocina hacen temblar mi privada, una yerba barroca que muere en la garganta infernal de los nuncas,
cadver de araa espeluznante y la absoluta certeza de que nada detendr tu del tal vez, del se nos hizo tarde. Tu agona nos ha graduado a todos en la
partida de este infierno disecado por los siglos. vida, nos quita de un hachazo la eternidad ingenua de las fotos felices o
melanclicas, nos convierte en tristes animales monosilbicos, en signos ver-
gonzosos que naufragan en el ro de lo incomprensible. Te llamas Angelina,
III Ricardo, Armida, Beatriz... te llamas navidad de piedras en los ojos, de
B esos de infancia perdidos en los gatos que nunca tuvimos, en los hierro caliente hundido en el vientre de la luna; te llamas desesperacin de
perros que nos babearon como nadie y que nos quisieron hasta el fondo aspas giratorias, te llamas sbanas y almohadas de morfina. Te llamas cncer:
de nosotros mismos. Lenguas de juventud como dragones de miel, sabores arquitectura de la muerte, mensajero de las perforaciones del cuerpo, raz
indomables que nos forjaron a su antojo. Estalla la boca en el esplendor y indmita del espanto. Ninguna maldicin toca tu soberbia de exterminio.

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Nada va a nacer de tu estmago y de sus clulas anormales, de tu espina atrs, como una hermosa reina despojada e invertida; veinticinco curas de
dorsal y sus demonios fibrosos que crecen descontroladamente, de tu pier- la iglesia de San Francisco; treinta nios y dieciocho nias que se ahogaron
na cuya devocin de bandera extendida se va sumiendo en la desesperacin. en el ro.
Maldigo las horas en las que tu cncer creci, el instante sin explicacin en el ltimamente me duele mi pierna izquierda y esto no me ha dejado salir
que ese horror silencioso traicion la vida que llevabas dentro. El cuerpo y de casa. Soy devota de San Francisco y guardo cuarenta y tres imgenes
el universo devastados por la metstasis. El que mira se pudre de nostalgia suyas. Los domingos en la tarde me refugio en mi cama, apago la luz y en
y de ternura y de hasto y de indignacin cansada y de mercurio en los un radio muy viejo me pongo a escuchar las tres misas que se celebran en
rganos, quema las lagaas de su felicidad olvidada cuando sonre, y se Cruzeiro do Soul. Tengo miedo de quedarme para siempre aqu en la Tierra.
vuelve a pudrir cuando llora y patalea y grita y no alcanza la cima de ese
dolor atroz que por fin lo redima; tu cncer nos recuerda que nunca
volveremos a ser nios y que jams correremos desnudos por el bosque. VI
Porque de esa cueva de rganos derrotados que es tu cuerpo solamente Cuando la muerte tome la forma del caf con leche en las maanas.
volveremos como bestias opacas para deshabitar el mundo. Cuando las ramificaciones del sol crezcan en las sombras gigantes de los
edificios o dibujen el nacer crepuscular en los campos de zarzamoras, en las
horas remotas de las maanas felices. Cuando se hayan apagado todos los
V recuerdos de tus perros leales, aquellos que ignoraste en nombre del avan-
Mi nombre es Margarida, vivo en Cruzeiro do Soul y todos dicen que ce de la Humanidad. Cuando no quede nada de la ternura de ese amante
tengo ciento diecisis aos, con sus das y sus noches impalpables. Soy un furtivo que te regal crculos concntricos en tu espalda y algo de sus bata-
recuento milenario de sombras gobernadas por el murmullo. Soy la herida llas contra la muerte. Cuando odies desde la raz todo aquello que merece
misma del tiempo, el descuido de un dios homicida. Nunca tuve un novio, odiarse: la injusticia en el gesto torcido del nio que agoniza y reclama para
podra decir que le tena miedo a mi padre y que mis entraas fueron sa- s todos los parasos perdidos; o cuando simplemente odies con sinceridad
queadas por ese miedo que se impuso en m como una devocin. Adems, este simulacro del fin del mundo. Cuando hayas perdido las conversaciones
mi madrina de bautismo un da me susurr al odo: Nunca te cases. Y yo prometidas en los viajes que habrs cancelado para siempre y el asombro de
le obedec para vengarme de ella, para vengarme de todas y todos por anti- la nieve cayendo como un abismo fragmentado no pueda ser ya tu destino.
cipado. Para vibrar sin deseo tuve que ser este cuerpo sellado, esta sonrisa Cuando desde los parques descalzos se escuche el murmullo invencible
sin fulgor de virgen clausurada; este siglo negro que vive en m es un largo que hace crecer la lluvia y que al mismo tiempo sostiene los motivos indo-
velorio en el que slo se re el diablo. mables de la tormenta. Cuando hayas visitado todos tus sueos y permanez-
Cuando estoy un poco ebria de silencio le digo a los micrfonos de la can intactas e imposible las razones pueriles de tu deseo. Cuando se asomen
radio y de la televisin, que vienen a verme de vez en cuando como si fuera en tu mirada distrada los funerales de tus amigos muertos. Cuando por fin
la madre de Dios y me preguntan por mi edad y por los caballos que ardie- te des cuenta de que no aadiste nada a los siglos y tus aires de trascendencia
ron secretamente en mis ojos, que he sido muy feliz y que no tengo nada se reconozcan en el puo de polvo que te levantar para siempre de este
que reclamar, porque mi felicidad no est en los hombres. Investida de ese mundo. Cuando la msica sin camaleones no pueda ser ms la huella de una
poder que me ha dado el transcurrir del tiempo, les digo lo que quieren tarde de amor con excesos de vino y de comida.
escuchar: la vida es una fosa, un atad, un desierto moribundo, un sol que Cuando no haya tiempo para decir no y la vida te arrastre en su final
no arde, las sustancias invisibles del ro que se pegan en los techos de las de telenovela a los pies de ese pergamino que sobre tu tumba dir lo que
casas de madera; la vida siempre es el paso brutal de los aos. Ellos ren y nunca pensaste de lo que permanece y te borra. Cuando el olvido se levante
se van complacidos con mis herejas. en silencio como la nica patria del porvenir l
Todos han muerto. Mis padres y mis tres hermanos; un zapatero que
vena de Ro de Janeiro; una prostituta que se intern en el Amazonas y de
la cual se dice que en las noches grita al borde del ro mientras camina hacia

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La novela: el gnero
El poeta italiano Umberto Saba cuenta que le costaba mucho trabajo es-
cribir su novela Ernesto porque eran sucesos muy lejanos en el tiem-

de las preguntas po, y sobre todo por volver al nimo de un adolescente de diecisis
aos. A usted tambin le cost trabajo regresar a esa poca en apa-

Conversacin con Javier Cercas riencia lejana, al nimo de estos adolescentes rabiosamente rebeldes?
Cmo se sinti volviendo a ambos?
Sergio Tllez-Pon Muy buena pregunta... no me la haban hecho. Bueno, es la obligacin del
escritor ponerse en la piel de otra gente, de alguien que no es l, pero
la verdad es que nunca he hablado de adolescentes, y es una cosa que
yo quera hacer desde haca mucho tiempo, porque los adolescentes
me interesan; eso, por un lado, siempre quise hacerlo, siempre qui-
se hacer un Bildungsroman, una novela de aprendizaje, y la primera
A finales de octubre de 2012 estuve de visita en Barcelona, y justo parte es eso. Pero, por otro lado, hay, creo, quiz, un factor aadido
en esos das acababa de aparecer la nueva novela de Javier Cercas, que es importante y que se me ocurre ahora: tengo un hijo que ahora
Las leyes de la frontera (Mondadori, 2012). El amigo de la amiga que tiene diecisiete aos, pero cuando yo escriba el libro tena quince o
me hosped all trabajaba, vaya coincidencia!, en el Instituto Ramn diecisis y era como ellos, y yo pensaba mucho en la diferencia que
Llull; as que una noche, durante la cena, me cont que este ao haba entre los adolescentes de mi poca y los de ahora, y sobre todo
Barcelona va a ser la ciudad invitada de honor en el Saln Literario l. Hay una frase que dice el padre del Gafitas, que yo suscribo: Es
de Pars. De inmediato pens, desde luego, en Cercas, y entonces la muy fcil querer a los hijos pero muy difcil meterse en su piel. Y a lo
conversacin deriv hacia su obra. Al ver mi entusiasmo por el autor, mejor este libro ha sido un intento de meterme en la piel de mi hijo.
me dijo que si lo quera conocer poda conseguirme su nmero Debo decir que no ha sido tan difcil. Saba, cuando escriba
telefnico para hacer una cita. Me sorprendi la generosa Ernesto, era mucho mayor que yo una novela excelente, por cierto...
propuesta, que le agradec, pero me negu. En cambio, no As que no ha sido tan difcil, ha sido, ms bien, casi dira placentero.
dud en comprar la novela y leerla cuanto antes.
Me llama la atencin que varias veces en la novela se dice que la delin-
Tres meses despus, a finales de enero de 2013, Cercas vino a Mxico cuencia juvenil era impensable durante el franquismo y que hay una
(despus de pasar unos das en Cartagena de Indias durante el Hay oposicin entre lo que haba y lo que sucede ahora, con la democracia.
Festival) para presentar Las leyes de la frontera. Entonces s, con la Por qu?
novela ya leda, me anim a hacerle algunas preguntas al respecto. Porque era verdad, sencillamente. Es decir, la libertad tiene sus efec-
Cuando supo que la entrevista era para Luvina, se lament de que tos colaterales, es lgico, la libertad es fantstica pero genera cosas
nunca ha ido a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a indeseadas. Obviamente, en una dictadura la delincuencia, y ms la
pesar de que lo han invitado varias veces. Este ao prometo ir, delincuencia juvenil, es reprimida brutalmente, y no se da la libertad;
agreg. En cambio, confes que s haba estado en Tijuana, donde su en cambio, cuando aparece la democracia, pues s... Lo que pasa en la
Virgilio fue el escritor Luis Humberto Crosthwaite: Todo mundo democracia, tambin, es que coincide el hecho de que en Espaa hay
me dice que qu horrible es Tijuana, pero la verdad es que yo me ms adolescentes que nunca: hablan de que en aquel momento hubo
enamor de esa ciudad, hasta escrib una crnica de las putas de la un baby boom, y son adolescentes en un clima de permisividad mayor
Cuau, la Revu, los puticlubs, tables, como les dicen ustedes.... que, adems, sobre todo como eran stos, los de las barriadas, de los
radios que no tenan ningn horizonte vital como dice el verso de
Con esa previa charla informal, Cercas disip mis nervios y Bob Dylan: No tenan nada y por tanto no tenan nada que perder.
la conversacin sobre su novela fluy amigablemente. Y por tanto se lanzaron a la delincuencia, a atracar bancos... Fue una

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verdadera epidemia que coincidi con la epidemia de las drogas, fue el precio, tambin, de la libertad. La libertad no es gratis. Internet no
letal; es un tema muy importante que est en el libro, enterrado, pero es gratis, me pueden insultar... de hecho, me insultan cada cinco o diez
que es importante, la herona llega al ao siguiente de mi novela [en veces, pero es el precio de la libertad; yo prefiero entrar a internet
1979]. aunque me insulten. Eso fue dramtico, eso fue terrible.
Esos chicos empezaban a drogarse entonces con porros, mari-
Despus viene la Movida Madrilea... huana, coca, mezcalina, cosas de este tipo. Pero exactamente en el
S, es que es paralelo. La Movida Madrilea es un fenmeno al que des- invierno de 1979 entr la herona y fue letal. Este fenmeno de los
de fuera se le concede mucha importancia, lo entiendo, pero para m quinquis, de los delincuentes juveniles... La mitificacin extraordi-
no tiene ninguna, no significa nada, qu tiene la Movida Madrilea? naria fue llevada a cabo a travs de pelculas, hubo muchsimas pe-
Almodvar, que es estupendo, pero dime algo ms... lculas sobre estos chicos, serie b la mayora, alguna buena, pocas,
muy pocas, pero muchsimas enormemente exitosas. Algunas de las
Alaska y Dinarama...? pelculas ms taquilleras del cine espaol son pelculas sobre estos
Bueno, no es precisamente Miguel de Cervantes. chicos, protagonizadas por los propios chicos, eran actores naturales,
Almodvar es muy importante y est muy bien. Y existi, pero se le con- es decir, los propios quinquis hacan de quinquis, lo cual contribua
cede una importancia excesiva. Digamos que la Movida Madrilea fue todava ms a mitificarlos. Adems, msica, libros, reportajes en la
la lgica y natural expresin alegre; eso fue la parte buena: Vamos prensa: la prensa de la poca est saturada de estos chicos. Lo que
a hacer lo que queramos, Vamos a ser gamberros, fantstico!, esa ocurre es que fue una cosa muy intensa, como digo, pero tambin muy
parte existi: acaba una dictadura asquerosa, oscurantista, etctera, efmera; esto dur de finales de los setenta a mediados de los ochenta,
pues claro, llega la alegra, pero la alegra tambin tiene su otra cara. tal vez hasta finales de los ochenta, entre otras razones porque la
Y una de las caras fue, ya no las drogas, es que en realidad no eran las inmensa mayora de estos chicos murieron, quedaron muy pocos. El
drogas: fue en primer lugar la herona, y en segundo lugar la prohibi- Zarco, el protagonista de la novela, en este sentido es una excepcin,
cin de la herona. ste era un problema mucho ms presente en las dura mucho ms, pero como un sobreviviente de s mismo, ya no que-
versiones previas del libro, mucho ms importante; lo que pasa es que, da nada del momento que le vio nacer y tener gloria como personaje.
como suele decirse, lo bueno es enemigo de lo mejor, entonces tuve que El fenmeno desapareci enseguida, menos de diez aos, y nunca ms
suprimir gran parte de la cuestin. Solamente os digo una cosa: en se volvi a saber de esta gente: nunca ms una pelcula, nunca ms
Espaa, coincidiendo con ese momento, se produce una epidemia de un libro, nunca ms un reportaje, nada, como si no hubiera existido.
herona que arrasa literalmente a mi generacin. Decenas de miles de Y s existi y signific cosas. Porque un mito esto para m es muy
chicos murieron, no sabemos cuntos... No sabemos cuntos... importante obviamente es una mezcla de mentiras y de verdades,
y esa mezcla produce una mentira, pero esa mentira expresa verda-
De sobredosis, de adiccin...? des profundas de la sociedad que la crea. Y estos chicos yo creo que
De sobredosis, claro, de sida despus... Fue una guerra, fue la guerra de encarnaban verdades muy profundas de esa sociedad que estaba cam-
mi generacin, siempre lo he dicho y lo sostengo y lo repito. De sobre- biando, que contemplaba el futuro al mismo tiempo con ilusin y con
dosis o simplemente por la adulteracin, por el matarratas, porque lo mucho miedo. Un poco como yo mismo contemplaba o miraba a estos
que vendan no era herona, era matarratas. Estaba prohibida, claro, chicos, como nosotros los chavales contemporneos de estos chicos los
era ilegal, entonces pues se mezclaba con otras sustancias y esas sus- veamos; estos quinquis no eran algo ajeno a mi experiencia personal,
tancias mataban a la gente. En mi generacin no hay nadie que no estaban por todas partes: en los autos de choque de las ferias, en los
conozca, no a uno, ni a dos, ni a tres, a muchos muertos, y en este mo- recreativos que es donde se lo encuentra el Gafitas, en los bares,
mento no sabemos cunta gente muri. Los especialistas que ms han en tu propio colegio, y la verdad es que producan, por un lado, miedo,
tratado el tema hablan de holocausto involuntario... Holocausto, o porque podan sacarte una navaja, podan pegarte una hostia (de he-
sea, cifras de vrtigo. Bueno, eso fue la otra cara de la Movida. se es cho, te las pegaban), se ponan violentos; pero por otro lado tambin

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los mirabas con fascinacin: un chico de diecisis aos cmo no los Eso no slo es en sta; en el fondo, es en todas mis novelas, de eso me he
va a mirar con fascinacin: tienen dinero, son aparentemente libres, venido a dar cuenta a mis cincuenta aos. Si pensamos en Soldados
aparentemente hacen lo que quieren, tienen motos, tienen... de Salamina tambin hay una pregunta, quin es el soldado que salv
a Snchez Mazas y por qu lo hizo. La novela, creo, como gnero, es
Chicas... el gnero de las preguntas: lo que hace una novela es formular una
Claro, tienen chicas... son aparentemente adultos, no tienen miedo de pregunta de la manera ms compleja posible, pero tiene prohibidas las
nada. Esta gente aparentemente no tena miedo de nada: como no te- respuestas, el lector puede elegir las respuestas, pero el escritor no
nan nada, no tenan nada que perder. puede darlas, lo tiene prohibido. Cuanto ms compleja sea la pregunta,
Un amigo mo, escritor espaol, deca que lo que yo haba hecho mejor. Al menos no puede dar respuestas claras, taxativas, inequvo-
en las ltimas novelas era fijarme en mitos para ver qu es lo que cas, sas son las respuestas de la ciencia, tal vez de la historia, del
haba dentro, para desmitificarlos, en el sentido de desmontarlos: la periodismo, pero no de la novela.
Guerra Civil, la guerra de Vietman, el golpe de Estado del 23 de febre-
ro, que es un grandsimo mito de la historia espaola, y, en este caso, Y la frontera a que hace referencia el ttulo de la novela?
el mito de los quinquis, que fue muy importante en aquel momento. Como siempre, los ttulos que he tomado para mis libros son ambiguos;
Pero, como digo, desapareci. bueno, algunos, en algunos casos: La velocidad de la luz tal vez es el
mayor. Primero, el ttulo suena como a western, lo cual me encanta,
En sus novelas la memoria es muy importante para recrear todo, pero a m me gustan mucho los westerns y a veces pienso en mis libros
en este caso el escritor es fundamental porque da la pauta y agiliza como tales, como novelas de aventuras. La frontera, obviamente, es
la narracin... una frontera fsica, que se convierte en una frontera moral, simblica,
Y la lleva hacia un lado o a otro... y este chico cruza la frontera fsica, la frontera de Liang Shan Po, la
frontera que marca el ro, y al cruzarla el mundo cambia, las nociones
Eso me hace pensar que es su novela ms narrativa. Por ejemplo, hay de bien, mal, justicia, injusticia, todo cambia.
un momento en que el polica dice: No me pida explicaciones, pdame
hechos... Para terminar, una curiosidad: saba que hay una novela mexicana del
Es verdad, quiz sea mi novela menos reflexiva y la ms narrativa. S, siglo xix en la que, como en la suya, el personaje se llama El Zarco y
puede ser. tambin es un bandido?
No slo lo s, sino que la le de joven y despus escrib sobre ella un tra-
Pensara que su novela es una novela policiaca? bajo en la universidad, que debo de tener en algn lado, que buscar
En la misma medida en que lo son Soldados de Salamina o La velocidad y que encontrar. Pero eso lo he pensado mucho despus... Cmo se
de la luz o Anatoma de un instante. O sea, siempre hay una pregunta llama el autor?
inicial, qu pas con esto, qu pas con lo otro, y hay un intento de ave-
riguar la verdad, y al final la respuesta a esa pregunta inicial es que Ignacio Manuel Altamirano...
no hay respuesta. En decir, en realidad ms que novelas policiacas son Altamirano, exactamente. Y no solamente esa coincidencia, sino que hay
novelas antipoliciacas. Siempre est la bsqueda de la verdad, de una muchos delincuentes llamados El Zarco; por ejemplo, en la misma ciu-
verdad siempre distinta, en este caso la pregunta es ms policiaca que dad donde yo viva me enter luego que haba un tipo que apellidaba
en las otras: la pregunta central es quin delat a la banda del Zarco, Zarco y aterrorizaba a los jvenes... Ah, y hay otros!, ayer me habla-
entonces hay una bsqueda de esa respuesta, pero al final la respuesta ban de otro, que tambin era Zarco... no me acuerdo ahora... Pero bue-
es que no hay respuesta, la respuesta es la propia pregunta, el propio no, por los ojos azules, claro. Y s, s conozco la novela de Altamirano,
libro. Slo el lector que es soberano puede decidir quin delat a la que recuerdo que en aquel momento me gust l
banda del Zarco, porque eso es un enigma, un punto ciego.

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In memoriam Csar Lpez Cuadras

Enseguida retombamos el tema de la clase, con una mayor participa-


Los recuerdos inconclusos de cin de los estudiantes y de la teatralidad del profesor. Conforme pasaba el
Csar Lpez Cuadras tiempo, los acuerdos y desacuerdos acadmicos suban de tono y, en algn
momento, el tema quedaba en el olvido. Inconcluso. Hasta la prxima clase
cuando, con seguridad, la historia se repetira.
Roberto Casteln En esos entonces, aos de luchas de clases, dictaduras militares, ortodo-
xias y manuales marxistas, clandestinidad, cancin de protesta, Csar estaba
involucrado de tiempo completo con el estudio y la difusin de las verdades
de la economa poltica. Y del marxismo, por supuesto. Fuera en sus cursos
normales en la universidad, o por su cuenta, a Lpez Cuadras le dio por
predicar El Capital en todos los mbitos por donde se asomaba.
Mercanca y plusvala eran invocadas para explicar, con solidez y sin aso-
Dice Csar Lpez Cuadras que cuando le dio la noticia a su mam sobre la mo de duda, la precaria situacin de la sociedad mexicana, especialmente la
publicacin de su obra titulada La novela inconclusa de Bernardino Casablanca, del campo. De ah surge, precisamente, uno de sus primeros libros, un tanto
la santa seora, compungida, le dijo: Ay, hijo, sigues con tu costumbre de alejado de la literatura: La crisis estructural del campo jalisciense.
dejar las cosas a medias.... Con gran rigor acadmico, producto de horas de estudio e interminables
Esa ancdota, muy probablemente inventada pero repetida incontables discusiones de cubculo y de cantina, Csar estudi y difundi los textos
veces entre risas despus de la aparicin de la gran novela de Lpez Cuadras, marxistas con la seriedad que los simples divulgadores de panfleto y manual
me llev a pensar que tal vez Csar s tena la mala costumbre de dejar las no tenan. Enfrentarse con herramientas slidas, haciendo abrevar directa-
cosas inconclusas. mente de la fuente del pensamiento marxista a quienes intentaban construir
Sin embargo, luego de hacer a un lado lo inconcluso, emprenda otras... un mundo mejor e igualitario a base de panfletazos y catecismos, le trajo no
llammosles ocurrencias, y los inicios se convertan en algo apasionante, pocas desconfianzas y enemistades. A las hordas de solemnes profetas slo
conversable, anecdtico, irnico, con una enorme cantidad de claves cuya les qued anteponer su acartonada ortodoxia, que buscaba ser solemnidad,
solucin necesariamente requera de la inteligencia del interlocutor. frente a la corrosiva irona del muy sui generis predicador marxista.
Con frecuencia, sus clases en la universidad tambin sufrieron esta cos- Cuesta trabajo imaginar la posibilidad de hacer una lectura de El Capital
tumbre de Csar, y sin haberlas concluido, por supuesto, se interrumpan amena y con sentido del humor. De alguna manera Csar lo logr. Despoj
cuando Lpez Cuadras, en su papel de catedrtico universitario, preguntaba al famoso libro de algo que pareca imposible: su solemnidad. Las obras de
con un tono de seriedad propio de quien imparte una conferencia magis- Marx, Engels, Lenin, sin perder su alta dosis de respetabilidad, al tiempo
tral: Cunto falta para que termine la clase?. Independientemente de que enseaban las intrincadas frmulas de la plusvala, a descifrar la realidad
la respuesta diez minutos, media hora, cuarenta minutos, su de la sociedad y del obrero explotado, podan ser vistas con humor y hasta
respuesta siempre era la misma: Yo los pongo, ya vmonos, y a ninguno con sorna.
de sus alumnos se nos ocurra reclamarle por el tiempo faltante. Csar siempre imagin dilogos posibles entre seoras haciendo cola para
Antes de ser amigos, Csar fue mi profesor. Para debatir algunos temas, las tortillas. En uno de ellos, una de las seoras preguntaba: Habr ms
el aula funcionaba bien. Para la mayora se adaptaba mejor una cantina o, all?, y la otra responda con asombro: Qu, ayer no haba?. En otro,
de preferencia, la casa de cualquiera de sus alumnos cercanos, previa escala una preguntaba por las tesis sobre Feuerbach: Es cierto que al mundo no
en un depsito de cervezas heladas. hay que contemplarlo sino transformarlo?, a lo que la otra responda: Ay,
Generalmente inicibamos las sesiones al ritmo del sonido de las cervezas comadrita, pues yo entend que gozarlo, por eso soy tan puta.
que se destapaban. Sea de botella o de lata, el sonido al abrir una cerveza Hoy estas lneas parecern como tomadas de un mal guin, de un mal
es inconfundible. programa de chistes televisivo. Sin embargo, en aquellos ayeres, resultaran
poco menos que irreverentes, pues ellas incluyen el tema del atesmo y de

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In memoriam Csar Lpez Cuadras

una de las obras de Engels, fundamentales para el pensamiento marxista.


La ortodoxia marxista encerr con una solemnidad acartonada al marxis- Al Csar lo que
es del Csar
mo. En su afn por apropirselo, el marxismo institucional, reflejado en
el trabajo poltico de partidos o grupos clandestinos de izquierda, intent
solemnizar todo lo relacionado con la obra del gran barbn y sus cmplices.
Csar no dejaba de burlarse de ese afn de sacralizar el pensamiento Jorge Orendin
marxista. Sin embargo, los sacerdotes de aquella poca y los seguidores
ortodoxos del marxismo, incapaces de superar sus argumentos, prefirieron
seguir sus cursos: no haba intrprete, transmisor y sacerdote ms slido de
la obra de Carlos Marx y los suyos que Csar Lpez Cuadras.
Constantemente, frente al azoro de quienes asistan a sus cursos sobre El
Capital, haca uso de la clebre frase atribuida a Schopenhauer: Hagan lo
que les digo, no lo que me vean hacer, porque las clebres borracheras de Cuando se presenta el libro de un amigo o te piden escribir sobre l,
Lpez Cuadras no correspondan a la solemne imagen del marxista compro- es un lugar comn empezar diciendo cundo y dnde lo conociste. Y as
metido que la lucha obrera requera. quiero iniciar.
Estos recuerdos aislados, inconclusos, ya lejanos, perdidos por ah en Conoc a Csar el ao 1993, poco despus de que obtuvo el primer
una historia que no se ha escrito, prolegmeno de una generacin que sin lugar del Concurso de Obra Literaria convocado por la Universidad de
saberlo transitaba hacia la cada del Muro de Berln, de una concepcin Guadalajara. El libro con que gan fue La novela inconclusa de Bernardino
burocratizada del comunismo y de las ideas marxistas, pretenden esbozar Casablanca (su pap, Jorge Lpez, deca que ese ttulo era exacto, pues Csar
el perfil de un amigo que en el aula, en la cantina o en las plticas con la desde nio siempre dejaba todo inconcluso). En esos ayeres l visitaba
confianza e intimidad que brinda la amistad, siempre enseaba algo. con frecuencia a Marco Aurelio Larios y a Ral Bauelos en el Centro de
Entre su interminable capacidad para hilvanar ancdotas, para satirizar a Estudios Literarios. En esos encuentros, Lpez Cuadras tallereaba con ellos
la gente que lo rodeaba, para construir posibles escenarios de la vida polti- sus cuentos (no tengo la certeza de quin le ayud a estructurar y corregir
ca, siempre haba alguna cosa que aprender. la novela ya citada). Desde entonces inici mi amistad con Csar. En esas
Su posterior ingreso a la vida de escritor, desde su concepcin y prctica, fechas yo colaboraba con la revista Trashumancia y con Ediciones Arlequn
le exigi menos aula y ms cantina, menos solemnidad profesoral y ms (ambas en sus inicios), adems asista al antitaller de poesa coordinado por
complicidad con los amigos compaeros de escritura. Ms horas tallerean- Bauelos. En ambos proyectos editoriales Csar colabor con nosotros, y ya
do, ms horas en la soledad de la escritura, rindose solo como loco, cuan- que le toc dirigir Luvina, siempre estuvimos participando con l, planeando
do entre sus personajes identificaba los rasgos de algn familiar, de algn nmeros, sugiriendo escritores, portadas, etctera.
conocido. No es fcil escribir en pocas palabras las ancdotas, los viajes, las charlas,
De su obra, breve, poco leda y menos reconocida, hay mucho que decir, los proyectos que tuve con Csar. Siempre admir su entusiasmo por leer
ya habr ocasin para ello. De ella siempre tuve la idea, desde que leamos y escribir, sobre todo por escribir, pues l comenz formalmente a escribir
algunos captulos antes de convertirse en libros, de que alguna vez tendr cuentos y novelas ya un poco mayor (la novela la public cuando tena 42
que ser recuperada, para bien de la inteligencia, la cultura y las letras mexi- aos). Y bueno, la admiracin no es tanto por la edad, sino porque empez
canas l a escribir literatura poco despus del trasplante de rin que le hicieron a
raz de una enfermedad muy grave. Escribir fue su mejor tratamiento.

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Csar fue de trato fcil, buen conversador (aunque siempre resultaba me-
jor escucharlo y hacerle preguntas, ms que tomar la palabra), dicharachero,
irnico, punzante, contador incansable de chistes, crtico del sistema de
gobierno (y ms de la Universidad de Guadalajara), aficionado del Cruz Azul
y de la unam, viajero, chelero incansable (en temporada de fro le gustaba
tomar un poco de tequila, pero como lo tena prohibido por los doctores,
deca: Es pal pechito), gran amigo y padre de sus tres hijas, buen con-
sejero, coqueto, maestro, lector empedernido, obsesivo para corregir sus
libros, melmano, solidario...
De sus libros publicados me gusta que todos son diferentes entre s; en
cada novela o volumen de cuentos, Csar escudri diversos caminos y tra-
tamientos, algunas veces resultado de sus influencias. Es complicado decir
cul me parece el mejor. Para mi gusto, La novela inconclusa de Bernardino
Casablanca y Cstulo Bojrquez son dos buenos ejemplos donde se puede ad-
vertir mejor su propuesta literaria. En especial su gran capacidad para cons-
truir dilogos entre los personajes, y la fina irona. Tengo entendido que dej
dos libros en la imprenta, a decir de su hija Briseida: Ediciones B publicar
la novela Cuatro muertos por captulo, y la Universidad Autnoma de Sinaloa,
en colaboracin con el Fondo de Cultura Econmica, trabaja en la edicin
de El delfn de Kowalsky.
Deseo que las distinciones, estudios crticos, tesis, reimpresiones y de-
ms no terminen. Concluyo con otro lugar comn: el mejor homenaje a un
escritor es leer su obra. Csar agregara: con un six de cervezas l

Luv i na / v e r ano / 2 0 1 3
128
Evan Roth
Multi-Touch
Paintings
[email protected]
Open Twitter. Check Twitter.
[Self Portrait] ([email protected]
Close Twitter (Abrir
[Autorretrato]), 2012
Twitter. Checar Twitter. Cerrar
Impresin Lambda sobre Dibond
Twitter), 2011
50 x 70 cm
Tinta sobre papel calca
18 x 24 cm

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II III
Slide to Unlock (Deslice Slide to Unlock (Deslice
para desbloquear),2012 para desbloquear),2013
Impresin Lambda y Impresin Lambda y
acrlico sobre Dibond acrlico sobre Dibond
178 x 125cm 178 x 125cm

Las Multi-Touch Paintings (Pinturas Multi- Las Multi-Touch Paintings forman un comentario
Touch) son composiciones creadas a partir de sobre la computacin y la identidad, pero
la realizacin de simples tareas de rutina al mismo tiempo crean un archivo de este
en aparatos de cmputo manuales con los momento histrico en el que comenzamos a
dedos entintados. Estas acciones van desde manipular pixeles directamente a travs de
el desbloqueo de un dispositivo hasta la movimientos que no nos eran familiares hace
revisin de Twitter. apenas un lustro. El espectador se enfrenta
a la representacin de esos movimientos que
estamos obligados a hacer a partir del diseo
de interaccin con el usuario.

Luv i na / v e r ano / 2 0 1 3 L u vin a / vera n o / 2013


IV V
Angry Birds, Level i-1
(Angry Birds, Nivel i-1), 2012
Impresin Lambda y acrlico
sobre Dibond
70 x 50 cm

Luv i na / v e r ano / 2 0 1 3 L u vin a / vera n o / 2013


VI VII
Angry Birds, All Levels
(Angry Birds, Todos los
niveles), 2012
Tinta en papel calca
188 x 150 cm
(18 x 24 cm cada uno)
La serie Angry Birds, All Levels (Angry
Birds, Todos los niveles) aborda el tema
del creciente uso de los juegos de video en
los aparatos con los que nos relacionamos a
diario. Est formada por 300 hojas de papel
calca y tinta negra.

Es una visualizacin de cada toque de los


dedos que se necesita para completar el
popular juego de video. Los movimientos
quedaron registrados en papeles que tienen el
mismo tamao que el iPhone, para el cual fue
originalmente concebido el juego.

Luv i na / v e r ano / 2 0 1 3 L u vin a / vera n o / 2013


VIII IX
Launch Browser. Navigate Launch Mail. Read Three New
to nytimes.com. Read Emails. Close Mail (Abrir
Front Page. Close Browser correo. Leer tres nuevos
(Iniciar explorador. correos. Cerrar correo),
Navegar a nytimes.com. 2011
Leer primera plana. Cerrar Tinta sobre papel calca
explorador), 2011 18 x 24 cm
Tinta sobre papel calca
18 x 24 cm

Con ms de mil millones de descargas, se dice Finalmente, la pieza busca glorificar y


que Angry Birds superar pronto a Mario Bros. cuestionar crticamente este nuevo tipo
y a Mickey Mouse en cuanto a penetracin de interaccin ldica con aparatos que se
cultural. Ms all de visualizar el juego, la guardan en nuestros bolsillos.
pieza se propone hacer aparente la cantidad
de tiempo y movimientos repetitivos que se Evan Roth traza el mapa de las tareas que se

requiere para ganar. Las visualizaciones realizan en el iPhone, toma las huellas con

resultantes hacen que contrasten la emocin las que uno emborrona las prstinas pantallas

que se siente en el ambiente del juego y la de este tipo de aparatos para revisar el

monotona de los movimientos corporales. correo electrnico o leer la primera plana


del peridico, entre otras actividades.

Luv i na / v e r ano / 2 0 1 3 L u vin a / vera n o / 2013


X XI
Composicin en Roth utiliza papel calca y tinta, slo negra
Twitter, 2013
Tinta sobre papel en algunas piezas, y, en otras, roja para la
calca
18 x 24 cm mano izquierda y negra para la derecha. As,
combina las nociones de la nueva tecnologa
con el elemental mtodo de pintar con los
dedos, y, al hacerlo, explora nuestro
comportamiento diario de manera consciente y
creativa.

Luv i na / v e r ano / 2 0 1 3 L u vin a / vera n o / 2013


XII XIII
User Name and Password (Nombre
de usuario y clave), 2012
Impresin Lambda y acrlico
sobre Dibond
178 x 125cm

Luv i na / v e r ano / 2 0 1 3 L u vin a / vera n o / 2013


XIV XV
12,345 + 6,789 =, 2011
Tinta sobre papel calca
18 x 24 cm

Imgenes: Texto formado por fragmentos de artculos publicados originalmente en

Cortesa de Evan Roth y ingls , en diversas fuentes y por diferentes autores , entre ellos el

de N2 Galera, Barcelona propio Evan Roth, Eriko Tsogo, Kyle Vanhemert y Science Gallery.

Luv i na / v e r ano / 2 0 1 3
XVI
129

l P r a m o l L uv i na l v e r a n o l 2 0 1 3 l

al cine una fuerza tan poderosamente


efectiva, es decir, el montaje.1 Poco tiempo
despus las cintas soviticas tambin eran
sonoras (en 1928 los rusos an no lo tenan
Paseo por la tecnologa a su alcance, pero no tardaron mucho en

audiovisual conseguirlo, y en 1929 ya hacan pruebas


de registro y reproduccin). Eisenstein fue
enviado a Estados Unidos para investigar
l Hugo Hernndez Valdivia las tecnologas del sonido; en ese viaje pas
por Mxico y lo que film aqu (que aos
despus se convirti en Que viva Mxico!)
fue concebido con sonido. No obstante, su
primer largometraje sonoro en forma es
Alexander Nevski (1938).
El cine, hijo de la tecnologa, ha sido Con el color la transicin fue lenta,
particularmente sensible a los cambios de entre otras cosas por las limitaciones que
ella. La incorporacin de nuevos artefactos la pelcula presentaba (no era muy fiel y
o nuevas tcnicas ha empujado formas se destea con el paso del tiempo). Pero
diferentes de registro, exhibicin y visin, incluso cuando ya se contaba con cintas y
es decir, ha hecho posible el nacimiento procesos fiables (a mediados de los aos
de nuevos cines. Pero no siempre los cincuenta), las reservas continuaban por
cambios han sido bien recibidos ni cuestiones de orden artstico. Sidney Lumet
acogidos con prontitud. En parte por el confes su bloqueo con el color despus
alto costo econmico que por lo general de filmar dos pelculas en color. Cuando
caracteriza a las novedades. Pero las vio El desierto rojo (Il deserto rosso, 1964),
resistencias persisten incluso cuando se han de Michelangelo Antonioni, se ampli su
vuelto accesibles. Al final, como podemos horizonte, pues al fin, se usaba el color con
constatar con una somera revisin histrica, fines dramticos, para ayudar a la historia
los cambios no son sustanciales y tampoco y profundizar en los personajes.2 Lumet
garantizan mejores pelculas, y, si son reconoce que acept realizar su siguiente
irreversibles, no son ineludibles. pelcula, Una cita (The Appointment, 1969),
Es particularmente ilustrativo el caso de fotografiada por Carlo Di Palma (responsable
S. M. Eisenstein y la escuela rusa, cuando de la luz de la mencionada cinta de Antonioni
el sonido dej de ser una posibilidad y y luego colaborador de cabecera de Woody
fue una realidad para la cinematografa Allen), por razones prcticas: para superar el
norteamericana (en 1927: El cantante mencionado bloqueo. Y lo hizo, concluye.
de jazz, de Alan Crosland, fue la primera
pelcula talkie): presentaron objeciones 1 La forma del cine, de Sergei Eisenstein. Siglo xxi,
Mxico, p. 235.
casi de orden ontolgico y argumentaron 2 As se hacen las pelculas, de Sidney Lumet.
que perjudicara aquello que haba dado Ediciones rialp, Madrid, p. 19.
130 131

l P r a m o l Luv i na l v e ran o l 2 0 1 3 l l P r a m o l Lu vin a l veran o l 2013 l

La evolucin de los equipos de registro hecho de l realizadores como James Donde de plano no parece haber un Michel Hazanavicius, y Blancanieves (2012),
tambin ha sido un factor relevante. Y Cameron (Avatar, 2009), en la ficcin, y los futuro prometedor es en el llamado 4dx. Por de Pablo Berger, prueba, adems, el vigor
as como la ligereza de las cmaras que alemanes Wim Wenders y Werner Herzog, medio de la incorporacin de movimiento del cine que prescinde de la voz, del color,
surgieron a finales de los aos cincuenta ambos en el documental y por necesidades a la butaca, ventiladores, aerosoles y hasta del 3d y del 4dx. Estas pelculas muestran
contribuy al ascenso de la Nueva Ola tanto de orden prctico como expresivo. salpicaduras de agua, la experiencia no arroja cmo los buenos resultados dependen ms
francesa (cuyo realismo surge en buena En Pina (2011), Wenders ech mano de buenas cuentas. Porque los nuevos juguetes del uso creativo de la tcnica audiovisual
medida de la filmacin en exteriores o la nueva tecnologa porque no tena las terminan por distraer ms que intensificar (de puesta en escena, puesta en cmara,
en locaciones, con reducidos equipos herramientas necesarias para acercarse al la visin de la pelcula: el espectador est montaje y sonido), que se conoce desde
materiales y humanos), los prodigios que espacio de los bailarines de la compaa ms al pendiente del olor, el chisguete de hace ms de ochenta aos, que de las
hoy ofrece la tecnologa digital casera de la corografa epnima. Herzog tuvo agua o la zarandeada que de lo que pasa novedades que provee la tecnologa l
han ampliado las posibilidades creativas y acceso para el rodaje de La cueva de los en pantalla. La estrategia funciona ms o
permitido la diversificacin de narrativas. sueos olvidados (Cave of Forgotten Dreams, menos con pelculas que no demandan
David Lynch, por ejemplo, grab Imperio 2010) al recinto donde se encuentran las mayor concentracin ni participacin
(Inland Empire, 2006) con una cmara mini pinturas rupestres ms antiguas de las que emocional. Pero, si es el caso, el recurso es
dv; Tim Burton registr los fotogramas de se tiene conocimiento. Las limitaciones del contraproducente, como puede constatarse
El cadver de la novia (Corpse Bride, 2005) espacio, as como la posibilidad de dar una en Una aventura extraordinaria (Life of Pi,
con cmaras dslr (Digital Single Lens
Reflex) concebidas originalmente para
mejor idea de l, lo hicieron decidirse por
el 3d. No obstante, el cineasta reconoce
2012), de Ang Lee. Por otra parte, es posible
observar, ya, cierto adocenamiento, por
Envs del agua, de Luis
foto fija directamente conectadas a una las limitaciones del recurso: asegura que lo que no es raro que las pelculas inicien Armenta Malpica
computadora (por lo que no fue pelcula el cerebro humano no tiene la capacidad de forma similar, con un travel areo
sino hasta su exhibicin); algunas escenas para procesar imgenes tridimensionales acompaado de viento, sugiriendo que uno l Carmen Villoro
de Los vengadores (The Avengers, 2012), de a un ritmo frentico. Y no le falta razn. viaja con (en?) la cmara. Con el 4dx, el cine,
Joss Whedon, tambin fueron registradas De hecho es un fastidio en las pelculas de que naci como espectculo de feria, ha
con estos equipos. La tecnologa digital ha accin o en las que la cmara se mueve llevado la feria a la sala.
provocado cambios en las dinmicas de constantemente, en las que no es extrao Los cambios tecnolgicos han
rodaje, edicin y exhibicin; sin embargo que el espectador se extrave. Pero, por modificado la forma de hacer y ver cine,
no ha empujado la revolucin que se cuestiones econmicas ms que artsticas, pero no dejan de ser vigentes las viejas La poesa de Luis Armenta Malpica dice
prevea aos atrs. el 3d es una constante en cartelera, si bien tcnicas y no necesariamente se hacen lo que decirse no se puede con palabras.
Los intentos para el registro y una buena parte de las pelculas que se mejores pelculas. As, es posible constatar, Por eso el lector no debe entender a las
proyeccin en tres dimensiones (o proyectan en esta modalidad no fueron por una parte, que el uso del sonido palabras, o no debe slo entender a las
3d) se remontan prcticamente a las registradas as. Esta tcnica es una de las rara vez va ms all de la ilustracin, del palabras, sino a esos otros registros que
mismas fechas del nacimiento oficial del apuestas de productores y exhibidores para naturalismo, y que el 3d por lo general estn atrs de las palabras, o, para usar
cinematgrafo de los hermanos Lumire mantener con vida la sala cinematogrfica se contenta con explotar curiosidades la expresin del autor, en el envs de las
(1895). Ha vivido etapas ms o menos ante un mercado casero que cada vez u ofrecer sorpresitas; por otra, que la palabras. Qu es, entonces, eso que no
afortunadas, como el boom de los aos ofrece mejores equipos de reproduccin. abundancia de pelculas en las que se dice pero se transmite? Cmo lo logra
cincuenta. El relanzamiento de esta tcnica Con todo y las posibilidades expresivas del el dilogo reserva lo sustancial de la el poeta si de palabras se trata, si ante lo
ha sido cclico, pero lo que hemos visto 3d, el paisaje que hoy se ofrece es pobre: propuesta audiovisual confirma los temores que estamos expuestos es un texto y no
a partir del inicio del nuevo siglo es ms Orson Welles sac mejor provecho de la de Eisenstein y compaa, que anticipaban otra cosa? A riesgo de equivocarme, de
que una moda: lleg para quedarse. Es tercera dimensin gracias al uso narrativo y la proliferacin de cintas de corte teatral. La inventar o por lo menos de ser altamente
particularmente notable el uso que han dramtico de la profundidad de campo. aparicin de El artista (The Artist, 2011), de especulativa, a m me parece que lo que
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Luis Armenta me comunica y digo me sensaciones entre las que el dolor tiene del otro un ngel y de la voz un vuelo de sufrimiento del mar enceguecido. Lugares
porque es mi lectura de su obra, que es, por una presencia importante. Lo que menos pjaro. De dos se hace una casa, se envejece y episodios, lecturas y cantatas que habitan
otro lado, la nica a la que tengo acceso importa es lo anecdtico que encierran sin ruido, se alarga el tiempo en el silln de en la mano-estrella del que escribe su voz
es una experiencia emocional compleja estos poemas, no importa lo narrado siempre, la permanencia de una msica que en las lneas cruzadas de la mano. Son
y, ms all de la vivencia emocional, una porque, como dice el poeta: La lentitud aquieta el corazn, es esa flama azul de la cicatrices blancas sobre el blanco sonido
experiencia espiritual. Estamos, pues, en de lo que no hemos dicho / se nos siembra compaa plcida que alimenta por dentro de la pgina, espigas de otros trigos que se
el territorio de lo inefable. Cmo lo hace? en los ojos. Los ojos son entonces una la flama roja de la pasin que se consumira mecen al ritmo de otra respiracin, gotas
Acudiendo a recursos: acudiendo a recursos ventana a otros registros anteriores al en un incendio sin ese aire nutricio del de tinta que forman otro mapa para los
lingsticos y paralingsticos que, por habla, registros del cuerpo, huellas de cario. guilas de una calma tan frgil territorios de la fe, tablas nuevas que salvan
su singularidad, expresan algo diferente, pjaro que hieren las estepas del alma, pero fuimos anclando el cuerpo. Aguas azules ese poco que queda de jardn por la poesa.
pero estn en relacin con la palabra, no que tambin la reivindican. La ceguera le que sostienen el navo de una vida mejor si Y en el cielo del lenguaje se hospeda el
son ajenos a ella pero la nutren de otro otorga un lugar primordial al tacto como es compartida. mar del cuerpo y se hace tierra. Terramar
sentido al descontextualizarla del discurso sentido (en sus dos acepciones) revelador. Sigue el viaje por las ciudades es el canto, otra vez, al amor, al cuidado del
comn. El uso distinto de la sintaxis, En este poemario pero tambin en emblemticas: nudos de la existencia, cada hijo, del igual, al cuerpo de ese Cristo entre
de la versificacin, de la puntuacin, la todos los poemarios que componen este ciudad tiene una historia tatuada en el los brazos, un homenaje a Dios desde la
participacin del blanco de la pgina libro lo corporal aparece como vehculo cuerpo como una honda herida. En Cuerpo cruz de la entrega al amado.
es decir, del silencio en el poema, el de encuentro con lo sagrado. La entrega + despus el poeta visita con su poesa los La ltima luz es la que no se apaga.
acomodo geogrfico de los vocablos, hacen ertica ser, y esto es una propuesta que lugares y a los personajes como imgenes Ante la incertidumbre que es este mundo,
brillar el verso o lo matizan de tal modo que Armenta sostiene de manera insistente y onricas de su propio mundo interno. La la vida, el amor, la muerte, esas cuatro
su sentido cambia, se abre a otros sentidos, reiterada, un acto sublime de encuentro ciudad bblica de Ur y sus tablillas de signos heridas, los mitos buscan el sentido. La
se vuelve polismico, y en la poesa de con lo divino. Desde la oscuridad escapan son ese referente al alfabeto de un lenguaje prosa potica de Luis Armenta construye las
eso se trata, de que el verso se entienda las palomas. Dejan mis manos / libres para que no alcanza para expresar el mosto del leyendas necesarias donde descanse por fin
de diversas maneras pero, ms que se asir el silencio que llegue / con la lluvia. pasado perdido. Es Sodoma y Gomorra el el oleaje del mar y sus tinieblas se decanten
entienda, que provoque estados sensibles Agua que nos responda / por qu se deja cruce de coordenadas para saciar la sangre? en luz.
en el lector, a diferencia de otros discursos atrs lo que incendiamos / para que hubiera El sexo y sus excesos son siempre una As el Papiro de Derveni, el texto ms
que deben ser precisos y lograr un luz. Es la unin con el padre, el otro plegaria de esa espuma que calme la honda antiguo, nos invita al origen de la piel, el
consenso lo ms cercano posible entre los hombre, donde sujeto y objeto se funden y herida de ser humanidad y el anhelo de nico camino a la verdad. La poesa de Luis
lectores. El poeta utiliza tambin recursos confunden y uno es padre del otro que es ser visto por Dios en ese espejo de almas. Armenta Malpica, como el Grial de Jos,
novedosos, como la escritura en Braille, tambin hijo y padre del otro, de s mismo, Babel de medianoche, el mundo de un nio recoge en su interior el sufrimiento del ser,
que tiene desde luego un efecto visual, una donde comienza una embriaguez que enfebrecido, perdido en su propia entraa la soledad que es condicin de todos, y sin
esttica de imagen, pero tambin una alta slo puede conducir a Dios, ese dios ciego imaginaria; representaciones del viaje de embargo tiende un puente.
carga simblica. que todo lo ve porque no hay luz que lo la vida en esa taca, el rugir familiar de las Hemos llegado al final que es tan slo
La ceguera, la enfermedad y la enceguezca. renuncias, y el dolor diluido en las venas el principio. El poeta nos ha dejado ver del
oscuridad surgen en el primer poemario, Sombra del cielo que arde es un poemario comunes. La voz alcanz a escapar de las otro lado del teln del aire, ha escrito las
Gtterdmmerung, como caminos para que est dedicado a ese fenmeno lavas del Vesubio, la memoria se hundi, palabras con la ceniza de ese fuego extinto
encontrar la luz. Mirar ciega, pero enciende innombrable y misterioso: el amor. El queda tan slo la versin nueva de la que an quema; ha levantado el agua por
una distinta lucidez. Los ojos aparecen amado es visto y cuidado con la devocin historia, la que no es heredada ni impuesta, algunos momentos para dejarnos atisbar
como metfora del recuerdo encarnado. y el asombro con que se contempla la Pompeya borrada por la nueva versin, la en el origen lmpido y sereno de su sombra;
Hay una vida que pasa ojos adentro la naturaleza; hay en esta ternura un del poeta. Y Nietzsche se da cuenta de su nos ha mostrado el negativo de la fotografa
en ese mar inasible de los afectos y las reconocimiento de la fragilidad que hace propia erosin y Wagner sempiterno canta el de su memoria, lo femenino de su virilidad,
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el fondo ms sensible de su forma, porque Lo escuch hablar sin perder el hilo de de ste, catalogado al mundo hasta sexualidad (2002), La inteligencia fracasada:
la realidad se expresa ntidamente en el la argumentacin: iba de la filosofa a las etiquetarse dentro de l. Esto es un teora y prctica de la estupidez (2004),
azogue, este cuaderno de agua que nos neuronas, de la poltica a las consecuencias ejemplo del llamado bucle prodigioso, Anatoma del miedo: un tratado sobre la
brinda se abre en el centro de sus ptalos del amor en los tiempos virtuales. segn Jos Antonio Marina (Toledo, valenta (2006), Las arquitecturas del deseo.
blancos y muestra, slo por un momento, Alrededor de la mesa, algunos periodistas Espaa, 1939), quien, en compaa de la Una investigacin sobre los placeres del espritu
para volver a cerrarse entre sus valvas, la tomaban a toda prisa anotaciones; otros, investigadora y licenciada en Derecho (2007), La conspiracin de las lectoras con
transparencia genuina de su envs, del que grabadora en mano, lo miraban desde Mara Teresa Rodrguez de Castro, escribi Mara Teresa Rodrguez de Castro (2009) y
bebemos l lejos. Quin se anima a escribir un libro El bucle prodigioso mediante una serie de los ms recientes: Las culturas fracasadas. El
de filosofa conmigo?, dijo, y ahora los entrevistas veinte aos despus de Elogio talento y la estupidez de las sociedades (2010)
l Envs del agua, de Luis Armenta Malpica. Secretara sorprendidos ramos todos, incluso un y refutacin del ingenio, tambin publicado y Pequeo tratado de los grandes vicios (2011).
de Cultura de Jalisco, Guadalajara, 2012. mesero dej de servir por un instante para por Anagrama. En la dedicatoria de El bucle prodigioso, Jos
mirar a un Jos Antonio Marina sonriente, El filsofo y la investigadora trazan Antonio Marina escribi: A Jorge Herralde,
sentado justo en la cabecera. treinta y nueve tesis fundamentales para que asisti al nacimiento del elefante y lo
Unos entusiastas levantamos la entender la obra del primero, logrando acogi.
mano, aceptando el reto, y escuchamos as un valioso compendio bibliogrfico tica e inteligencia de la mano? El
su propuesta: Voy a aprovechar las de la obra de Marina, la cual supera los argumento podra concretarse de la
El regreso del bucle nuevas tecnologas para hacer un cuarenta ttulos, con temas que van desde siguiente manera: la inteligencia no es un
prdigo ensayo de filosofa compartida. Cada la neurologa hasta la tica, pasando por conjunto de certezas individuales, sino un
semana publicar en mi pgina web la sexualidad, la religin y la pedagoga compendio social e histrico de supuestos
(joseantoniomarina.net) una de las tesis, moderna. Desde principios de los aos sobre el mundo. Una sociedad x considera
l Erick Ampersand comprometindome a estudiar las noventa, la aspiracin del autor fue inteligente al individuo capaz de discernir
crticas que me lleguen y a contemplar la crear una teora de la inteligencia que entre la buena semilla para sembrar y una
posibilidad de tener que cambiar de ideas. comenzara en la neurologa y terminara en sociedad y hace lo propio con quien realiza
Tal como aparece en su ms reciente libro, la tica. ecuaciones matemticas mentalmente en
El bucle prodigioso. Y vaya si se la tom en serio. Elogio y tiempo rcord, pero esto no depende tanto
refutacin del ingenio, aparecido en 1992, de la inteligencia por s misma, sino de los
* gan el Premio Anagrama de Ensayo y, atributos del grupo en el que se desenvuelve.
Un libro es una especie de espejo,
como bien apunta el subttulo de este Tal como las fbulas promueven valores y
cuando un mono se mira en l Tal vez la cualidad fundamental de la nuevo libro, hay una estrecha actitudes sociales, el concepto inteligencia es
no descubre la imagen de un apstol. inteligencia sea su capacidad para dudar prodigiosa relacin entre ambos. utilizado por los individuos para jerarquizar
Georg Christoph Lichtenberg de s misma. La dubitacin presupone la Desde entonces, la editorial dio prioridades y establecer pautas benficas
existencia de mltiples opciones. De esta seguimiento a la labor de Marina para la comunidad en general; nuestro
Lo vi un lunes por la maana en la rueda de forma, la otredad se manifiesta paralela a la publicando, entre otros, Teora de la concepto de ella refleja los principios
prensa: vesta saco negro, camisa azul cielo y bsqueda de la verdad. La inteligencia es inteligencia creadora (1993), tica para morales del mundo en que vivimos. tica
una corbata color naranja. Saludaba a todos posible gracias a la diversidad, y esta ltima nufragos (1996), El laberinto sentimental e inteligencia se vinculan as en una sola
con una amable sonrisa. Su actitud me tom slo adquiere sentido a travs de la primera. (1998), La selva del lenguaje (1998), Crnicas dinmica de desarrollo conjunto, otro
por sorpresa. Estoy tan acostumbrado a los A diferencia de los dems rganos de la ultramodernidad (2000), La lucha por la ejemplo del bucle prodigioso.
filsofos amargos, cejijuntos y ritualmente del cuerpo, el cerebro humano es el dignidad: teora de la felicidad poltica con En este libro aparecen los principales
en disgusto... Pero pronto me di cuenta: l no nico capaz de nombrarse a s mismo. Mara de la Vlgoma (2000), Dictamen postulados del pensador, sometidos al
perteneca a ese clan. Ha inventado el lenguaje y, a partir sobre Dios (2001), El rompecabezas de la escrutinio sagaz de la entrevistadora, quien
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pone en entredicho sus fundamentos el momento en que sta fuera distinguida respectivo nmero ordinal. Especficamente,
para aclarar los puntos dbiles de la con el Nobel, es, tambin, traductor de comienza con la Tercera antologa de poemas,
argumentacin sin dejar de subrayar los Ewa Lipska. En el prlogo que escribi aparecida en 1972.
portentosos hallazgos de sta. Una y otra para su traduccin de la poesa de Lipska, Es conveniente retroceder cuatro aos,
vez, Rodrguez de Castro obliga al autor a Todos somos extranjeros Presa Gonzlez menciona tres vertientes al emblemtico y convulso 1968, para situar
enfrentarse con sus prejuicios, a plantear traducidos al alemn de la poesa polaca inmediatamente generacionalmente a Ewa Lipska dentro
ejemplos de la vida cotidiana para aclarar anteriores a la generacin de Lipska y de un grupo que fuera luego denominado
sus postulados, lo cual tiene la doble virtud cuyo influjo puede rastrearse a lo largo como la Nueva Ola de la poesa polaca y
de iluminar nuevas aristas, as como de l ngel Ortuo de su escritura potica: el lingismo cuya sublevacin se diriga a desenmascarar
permitir al lector entenderlos no slo de potico, el clasicismo y la herencia de las la felicidad aparente y sus mentiras. Un
manera terica, sino tambin prctica. Y vanguardias. Caracteriza a la primera por su poema de Ewa Lipska es referido por Presa
todo esto cmo lo sabes?, cuestiona ella, bsqueda de un nuevo lenguaje potico Gonzlez como el manifiesto potico
y el escritor reconoce en esta pregunta la y menciona como representante la obra generacional:
base para una ciudadana participativa: La de Miron Biaoszewski; la segunda el
Nosotros generacin de postguerra
nica forma de controlar al poder es que la La poesa polaca afirma Krystyna clasicismo est integrada por quienes abierta de par en par en el plenamente
ciudadana sea crtica le o decir aquel Rodowska es casi totalmente permanecen fieles a los valores de la razn, confortable estado de nuestro cuerpo
lunes. desconocida por el lector mexicano. Hace la inteligencia, la belleza y la virtud moral, leemos a Sartre y guas telefnicas.
este sealamiento en su breve nota de aqu menciona a dos de los autores polacos Consideramos atentamente cada
* presentacin a una pequea antologa de que han ganado el Nobel: Czesaw Miosz temblor de tierra. Nosotros. Generacin de

El bucle prodigioso constituye la mejor poesa polaca contempornea que prepar y Wisawa Szymborska. Finalmente, como postguerra de tranquilas macetas.

introduccin a la obra de Jos Antonio para la Universidad Nacional Autnoma de heredero de las vanguardias histricas,
A partir de esto, y siempre
Marina, as como una completa panormica Mxico. menciona a Tadeusz Renwickz, la voz
desmarcndose de la etiqueta de
para enlazar las distintas partes de este La literatura polaca de acuerdo potica despus de Auschwitz, en palabras
pertenecer a un grupo especfico, ya sea
enorme y elefantino proyecto l con una nota publicada al respecto en de Presa Gonzlez.
por temas abordados o recursos retricos
el diario Reforma es todava una Como sucesores del antiesteticismo
empleados, Ewa Lipska comenzar
l El bucle prodigioso. Veinte aos despus de Elogio y extravagancia entre la mayora de los de Renwickz, Presa Gonzlez refiere a
una produccin potica que muy
refutacin del ingenio, de Jos Antonio Marina y Mara lectores hispanoamericanos. A pesar de Andrzej Bursa y Stanisaw Grochowiak,
acertadamente ha sido descrita como
Teresa Rodrguez de Castro. Anagrama, Barcelona, 2012. que, segn lo consigna esta misma fuente, representantes del turpismo, un trmino
escepticismo surrealista para referirse
Polonia es un pas que tiene cuatro premios acuado por Julian Przybo en 1962 y que
a la manera en que, en sus poemas, se
Nobel literarios. Dos de ellos incluidos proviene de la voz latina turpis y significa
conjugan las experiencias previas dentro
en la citada antologa preparada por feo, inmoral. Los turpistas sostienen que
de la tradicin potica polaca junto con un
Krystyna Rodowska y generacionalmente la pureza del arte es una falsedad.
proceso de bsqueda y recuperacin de
anteriores a Ewa Lipska. Uno de estos Es al final de esta dcada, en 1967, y en
formas y registros expresivos bajo la lucidez
autores es tambin una referencia para este contexto cuando Ewa Lipska publica su
implacable y desencantada de una elegante
acercarnos a la poesa de Lipska: Wisawa primer poemario bajo el ttulo de Versos.
irona, as como de una imaginacin
Szymborska, Premio Nobel de Literatura La presente antologa comienza a partir
inslitamente vivaz, segn lo afirmado por
en 1996, con quien Lipska sostuvo una de un ttulo posterior, que forma parte de
el poeta y crtico literario Piotr Matywiecki.
productiva amistad. Fernando Presa una serie de colecciones de versos de la
Todo lo cual podemos constatar desde el
Gonzlez, fillogo espaol y el nico que autora bajo la denominacin genrica de
primero de los poemas aqu reunidos:
haba traducido poemas de Szymborska en antologa de poemas y antecedida por el
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Nios la ridiculez de cierto tipo humano, sino El manual de instrucciones es otro Un trasplante de palabras
Los nios raptan ministros y aviones. que se reconoce la ridiculez sustancial a de los formatos aparentemente neutros de De mis cirujanos. El suyo.
Los nios emigran al fin del mundo. la condicin humana toda mediante el escritura que son subvertidos por la poesa Imposible de trasladar
Los nios delatan a sus padres. recurso a un tipo especfico. de Ewa Lipska. Un ejemplo de ello es el ttulo A este breve poema.
Los nios luchan por los derechos de las Gente para principiantes, publicado en 1997
Grupo de turistas Y yo
[muecas.
Me fueron reservados una lengua y un pas. y ubicado hacia la mitad de esta antologa. Hago el amor en tantas lenguas a la vez.
Los nios estn sentados con sus abrigos de
Pudo haber sido peor aunque no est Hecho que obedece no exclusivamente a Letra tras letra absorbo la humedad en
[caracul.
[demasiado bien. la cronologa sino, tambin, a un punto de [Nssaj
En el aire revolotean pastelitos rosa.
En el mapa apenas si es la mesa de un inflexin en la escritura de Ewa Lipska. Es Mientras encuentro en el bosque mis poemas
Los nios recuerdan el Imperio Romano
[restaurante. en este libro donde se delinea ntidamente [ilegtimos.
y asienten tristemente con la cabeza.
Un mantel a huellas dactilares. un personaje, un destinatario explcito de Al formidable trabajo del poeta Abel
Los lmites de la poesa, tanto formales Haba cuatro institutrices que no me los poemas que ir cobrando una mayor Murcia debemos nosotros, lectores en
como de reconocimiento de su casi [quitaban la vista de encima. relevancia hacia el trabajo ms reciente de la
La primera no dejaba de corregirme los espaol, estos poemas ilegtimos que nos
inutilidad para incidir sobre la vida humana, autora, la seora Schubert:
[pensamientos y de recuerdan el eufemismo extrao y lindsimo
son un asunto que tambin se bosqueja
Arreglarme el cuello. El origen, querida seora Schubert, es la para referirse a los hijos ilegtimos: hijos
desde sus primeros textos, siempre con un
La segunda cay de las escaleras que sumisin ante la memoria. Una serie de naturales. La poesa de Ewa Lipska en
sentido del humor que aade al gesto de
[llevaban a Monte Cavello. catstrofes con acento del norte. El pecado las traducciones de Abel Murcia tiene la
sarcasmo una profunda compasin ubicada
Al parecer un nmero impar de escalones de comparar el chocolate caliente con la naturalidad de la poesa en nuestro propio
lejos de todo discurso grandilocuente:
Tena que habernos trado suerte. hmeda playa de la cama. Los solitarios a los idioma. O en el de nadie y todos. Porque
Mensaje La tercera me contagi la burla. naipes, sin bautizar, el melanclico rosa de las
todos somos extranjeros con destino a
Escribir para que el pordiosero La cuarta coronel de polica acuarelas. Los registros taquigrficos de un
la salida de emergencia. Y, como dice el
crea que es dinero. Me lea denuncias para que me durmiera. asma moribundo. Nunca he tenido el valor
poema que cierra esta antologa:
Todo aquello pareca normal. suficiente para recuperar los recuerdos. Las
Y los que mueren
Un grupo de turistas intentando encontrar correcciones las devolva sin leerlas... A las Querida seora Schubert, menos mal que
que es su cumpleaos.
[su sendero. fotografas les daba vuelta boca abajo. Todos sigue existiendo
Una figura que surge pronto en la El son no vacil ni por un instante. somos extranjeros traducidos al alemn. Nos un pas que est en todas partes y que se
poesa de Ewa Lipska y que reaparece une un mismo desconcierto, querida seora llama Poesa l
Esa lengua y ese pas que le fueron
Schubert; y le ruego que no responda a ste
a lo largo de los ms de treinta aos reservados a la poeta y que en el mapa
con una carta certificada. l Salida de emergencia, de Ewa Lipska (trad. de Abel
de escritura que compila Salida de apenas alcanzan las dimensiones irrisorias
Murcia). Postdata Editores, Monterrey, 2012.
emergencia es la del turista. Con gran de una mesa de restaurante, el idioma y la Y ya que de ser traducidos hablamos,
habilidad, Lipska nos presenta la conocida nacin polacos, y que a nosotros no sobra sealar que, en el caso de esa
caricatura de este tipo humano como lectores mexicanos nos pueden pequea mesa de restaurante, la poesa
aqul al que la curiosidad banal y la sed resultar tan lejanos y ajenos, son, en de Ewa Lipska ha sido traducida a ms de
de exotismo llevan a tener un contacto realidad y paradjicamente, una condicin quince idiomas, el nuestro entre ellos y
apenas superficial, y generalmente de cercana. Como se ve claramente en los particularmente en esta antologa, en una
prejuiciado, con otros lugares y otras versos finales de Los becarios del tiempo, cantidad y calidad que hacen necesario
personas, con otras formas de vivir; pero contenido en el libro epnimo de 1994: y gozoso nuestro acercamiento como
aqu irrumpe nuevamente la visin de lectores. La propia Ewa Lipska ha escrito
Nos parecemos todos los unos a los otros
autntico escritor satrico que Lipska Y somos como acciones a la baja
al respecto. En su libro En otra parte (2003)
ejerce implacablemente: no se escarnece O como un telegrama mortal. est el poema Mis traductores:
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vale decir, las incidencias y contradicciones


del poder, la comunicacin, la interaccin
y la reproduccin de los significados y las
prcticas que constituyen el sustrato de
toda cultura.
En este contexto, hombres y mundo son
unin de... uno solo, parece ser la premisa de unin
de..., el proyecto fotogrfico realizado por
l Baudelio Lara Hirakawa en la Casa Barragn. Interesado
en ampliar los lmites de la percepcin
esttica, el artista parte del supuesto de
que cultura y actividad humana son dos
condiciones indisolubles de nuestra forma
de ser y estar en el mundo. En una primera
l El beso de la liebre, de Daniela l Usted se encuentra aqu, de Eduardo l La mujer de los macacos, de

Tarazona. Alfaguara, Mxico, Huchn Sosa. Secretara de Cultura Alejandro Badillo. Libros Magenta, En 1996, en Voces de tinta dormida. instancia, el proyecto puede considerarse
2012. de Campeche, Campeche, 2012. Mxico, 2012. Itinerarios espirituales de Luis Barragn, una crtica de la representacin del espacio
Disponible para descarga gratuita un estupendo ensayo sobre libros, temas formulada en las imgenes arquitectnicas
en iTunes (goo.gl/Rxe8M) y en Scribd
(goo.gl/STHXn).
y autores de la biblioteca del ilustre convencionales que responde
arquitecto, Alfonso Alfaro nos obsequiaba primordialmente a las concepciones y
Una sper herona El lugar de todos De la obsesin
El designio con que Hiplita Si Mxico es un pas que se ha Recin orillado a la jubilacin, con una aguda intuicin. Ah sealaba dos expectativas de los arquitectos, al margen
Thompson ha sido enviada al vuelto loco, hay que imaginar viejo, solo con las dolencias que constantes evidentes de la sensibilidad de de los habitantes que le dan vida y carcter.
mundo es combatir la injusticia. cierta regin suya donde el lo acechan, Blumfeld atisba, espa, Barragn: el inters por el mundo simblico En general, se trata de representaciones
Para ello dispone de poderes disparate se cuece a 40 grados a escucha, conjetura, sospecha. y por la dimensin trascendente por una formales o estereotpicas, despojadas de
especiales (resucitar, el ms la sombra: Campeche. Eduardo Consigna. Se examina a s mismo
parte, y por la otra, una gran fascinacin por la dimensin humana que les confiere
importante), pero las ocasiones Huchn Sosa, quien naci ah, minuciosamente en cada estacin
la vida de los sentidos y por la materialidad significado. Sin embargo, en sentido
que se ofrecen a su lucha estn antes de irse tuvo la paciencia del tiempo espeso por el que
asociadas a una trivialidad que para dejar algunos testimonios transcurre. A la vez, por efecto de la presencia humana. Y aada un tercer estricto, no se trata slo de una diatriba
va volvindosele insoportable; inmejorables: crnicas de lo de la escritura que va dando elemento: estas actitudes coexisten con esttica contra este tipo de imgenes
adems, se halla extraviada cotidiano pero, tambin, lcidas cuenta de sus actos y de sus un inters por los territorios intermedios sino, sobre todo, de una crtica dirigida a
y no termina de comprender reflexiones sobre lo que su pensamientos y de sus recuerdos, de esos polos que forman actualmente la concepcin que las sustenta: de all la
bien ni los lmites de su misin vivencia dice de los habitantes vamos fundindonos con l en
el campo de accin de la antropologa eleccin de un espacio y una sensibilidad
ni el presente catico que de esa tierra. Los frescos la averiguacin de los misterios
atraviesa: en el fondo desvalida, (valga la irona) de ese mundo que se le ofrecen: lo que ve, lo que universitaria, el poder, la sociedad, la afines a Hirakawa, como la casa y la obra de
a pesar de sus posibilidades caluroso se ocupan, entre otros imagina, lo que le pasa. Su mirada economa. Barragn.
extraordinarias, como todos los muchos asuntos, lo mismo del es la nuestra, el mundo que se Esta concepcin del espacio como Quizs, acostumbrados como estamos
sper hroes est sola. Alegora circo sindicalista que de las cierne sobre su deterioro nos territorio habitable en su triple dimensin al refinamiento, la sobriedad y la exquisitez
irnica y por ello irresistible exultaciones sentimentales de los cerca, terminamos por descubrir
sensorial, espiritual y antropolgica, se de las estudiadas formas de la arquitectura
de nuestra indefensin ante el campechanos en un concierto cmo compartimos un mismo
ajusta perfectamente a las intenciones de barraganesca, y en razn de que, privadas
absurdo, la segunda novela de masivo, de lo entraable que hay irremediable aislamiento. La mujer
Daniela Tarazona consiste en en un paisaje horrendo o de la de los macacos es una novela Noritoshi Hirakawa, cuya obra es reconocida de su funcin original, hoy sus obras son
una aventura insospechable y, a pica del mayor grupo de heavy- sobre la obsesin cuyo mejor por su inclinacin a abordar los conflictos prcticamente monumentos, tendemos
la postre, conmovedora y por metal que ha dado la pennsula. alcance es que llega a volvrsenos de las interacciones humanas insertos en las a olvidar la corporeidad del pensamiento
ello memorable l Un libro felizmente hilarante l obsesionante l estructuras sociales donde se desarrollan, que las hizo posibles, una empresa
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empeada en los espacios totales, deudora En cuanto a sus coordenadas de En este duelo de miradas, lo ntimo y lo voyeurista, un cmplice ubicado en otra
de recintos conventuales, haciendas espacio y tiempo, estas fotografas pueden pblico se relacionan inextricablemente. escena (estar en otra escena es ser obsceno:
y fincas campestres. Sin embargo, en observarse como interacciones humanas Se trata de un deseo que requiere de algn ubicado detrs de las puertas o las ventanas,
tanto moradas vivas, se trata de espacios en las que predominan la distancia y una nivel de consenso (y, por tanto, revela en los accesos inmediatos a las habitaciones,
donde, ciertamente, toma cuerpo una atmsfera propicia para representar rituales una subyacente trama de poder) que en los jardines en que alguien mira a otro
ntima espiritualidad, pero donde tambin alternativos que se desarrollan en los surgir cuando el individuo a manifieste sin saber que es mirado, desde una posicin
podemos adivinar las maneras cotidianas de planos, las habitaciones, los recovecos y los cndidamente lo que en realidad siente y elevada donde observamos un tringulo de
practicarla, es decir, las narrativas, creencias rincones de la casa, puesta ah tanto para el cuando el sujeto b honestamente coincida miradas que nunca se cierra).
y rituales que permitan a sus habitantes hallazgo como para el extravo. con los sentimientos expresados por a. De En esa especie de proceso asimtrico
darle forma. El problema es que, en tanto Las fotografas de Hirakawa capturan todos modos, sabemos que esta armona, de de comunicacin, las situaciones humanas
espacios privados a su modo, dominios situaciones en las que los individuos llegan llegar a concretarse, es una falacia optimista parecen suspendidas en su propio tiempo,
aristocrticos celosamente ocultos a las a la presencia de otros como portadores de innecesaria para nuestro funcionamiento en un ambiente cifrado, en el que resulta
miradas externas, estas historias ntimas significados ambiguos en escenas ntimas normal en la vida ordinaria. difcil determinar si el observador irrumpe
son difciles de experimentar, mientras no o cotidianas, que en realidad denotan En sus interacciones, los participantes en una situacin que est comenzando o
seamos nosotros mismos los habitantes y, circunstancias contradictorias que el ensayan el arte de penetrar el espacio de que acaba de concluir.
por tanto, sus protagonistas. observador puede relacionar con los juegos los otros, de formar parte de una intimidad En el escenario de la Casa Barragn,
Este ejercicio de imaginacin es el que se del poder, el deseo, la comunicacin, la deseada, pero a la vez temida y altivamente Hirakawa retrata la distancia y el clima
propone desplegar Hirakawa al abordar la trascendencia... Los protagonistas parecen nunca solicitada, en un ciclo potencialmente afectivo de un pequeo sistema social a
dimensin escnica (vale decir, dramtica) empeados en una impasible y distante inagotable de secretos, descubrimientos, punto de derrumbarse, cerrado en su propia
de las situaciones humanas en un espacio exploracin del espacio donde la regla falsas revelaciones y encubrimientos en que individualidad, mas poroso al imaginario
sui generis que, en rigor, tambin parece principal parece ser no encontrarse con la lo importante es conservar a toda costa la colectivo. Tacto y contacto son las palabras
pensado para albergar manifestaciones mirada del Otro. Enfrentados cara a cara, ventaja y la cordura. clave. Si los participantes se decidieran a
plsticas o corporales resulta apenas conocemos su intimidad y cercana, de Contribuye a esta atmsfera alterna establecer contacto entre ellos, es decir,
necesario recordar que Luis Barragn fue manera intuitiva o de forma evidente por la la inclusin de espejos en algunas de si se hablaran o se tocaran, entonces quiz
un hombre de intereses artsticos amplios; prueba de la semidesnudez de sus cuerpos. las fotografas, dispuestos no para que se encontraran. En su lugar, parecen
amigo de Jos Limn y de la prima ballerina Sin embargo, la mayor parte de las veces, los personajes se reconozcan en su empeados en ignorarse con deliberada
Tamara Toumanova, entre otros, incluy a la los personajes no cruzan sus miradas, tienen individualidad o siquiera para que se sutileza, con mal disimulada diligencia, con
danza entre sus diversas aficiones. los ojos perdidos en el espacio, mirando sin reflejen en ellos de manera narcisista, tacto extremo l
En este contexto, el ensayo fotogrfico mirar, recreando un pasatiempo perverso sino para introducir un tercer elemento l unin de..., de Noritoshi Hirakawa. Toka Ishi Gallery,
de Hirakawa aprovecha la naturaleza de en el que todos sospechamos que las que intervenga y desequilibre la Kyoto, del 21 de junio al 13 de julio de 2013.
este recinto como el escenario ideal para miradas se dirigen a los otros, esos seres a la relacin. Las imgenes especulares no
los encuentros y desencuentros de los vez prximos y lejanos que afanosamente son un instrumento de reflexin, sino la
protagonistas de una equvoca experiencia intentan ignorar. Sabemos que saben que manifestacin de un estado emocional
de bsqueda. Organizados en parejas o en los otros estn ah; los desean y los temen, alterno. Un hombre parece mirar a la
tradas, con figuras virtualmente presentes o los ven y no los ven, fingen no mirarlos, pero mujer que lo mira, pero en realidad est
ausentes, la meta de la bsqueda es incierta observan el mundo fijamente a travs de observando a otra mujer que est detrs de
y escurridiza: actores y observadores nunca ellos, alrededor de ellos, por encima de ellos, la primera.
sabemos bien a bien a dnde conducir el con una actitud indiferente en la que pierde En otros casos, la virtualidad especular
trayecto, hacia qu Otro inasible o hacia qu la apuesta el primero que revele el menor se logra por un enfoque que parece otorgar
Absoluto inalcanzable nos transporta. inters. al espectador la posicin de un involuntario
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Rubn Bonifaz canta desde la soledad, o Traductor de los grandes textos grecolatinos seres nos mantienen atados y nos muestran lo
con ella, o para ella. Desde la perspectiva de la y estudioso del arte precolombino, Bonifaz se que somos, hablan en nuestras bocas, andan
Zona Intermedia muerte, de lo que va hacia su fin: Esta noche acerca a la escritura potica desde la soledad con nuestros pasos, y ah nosotros mismos nos
de trenes, / de poblaciones emigrando, / de de una escritura ritual (Barthes). Le canta a pasmamos llenos de terror. La visin del ngel
corporales sueos, de violadas / respiraciones la nada porque su objeto es lo que ya fue. La de Bonifaz es como la de la mano que atraviesa
nostalgia destila y el tiempo es un barredor la espina para tocar la rosa.
Rubn Bonifaz Nuo: la en la arena / movediza del viaje, lo recuerdo
(Fuego de pobreza, 1961). No la muerte sino el de posibilidades: se van las capacidades, la Cuaderno de agosto es un poema particular,
conciencia del objeto instante inmediato a la muerte, ese instante ilusin y la ternura. Y al final nada importa: en l habla de su experiencia con esas fuerzas
incgnito al que se enfrenta con su poesa el Pero cuando quiero cantar por nota, / medir csmicas que se apropian del cuerpo: un terror
l Silvia Eugenia Castillero poeta, la poesa es ese puente entre la vida y las palabras, endulzarlas, / la voz se me encoge, a la espalda y con l toda la locura, y todo el
la muerte: me prolongo en la muerte a travs se me regresa, / y no tengo ms que estar insomnio y una gozada angustia de andar
de mis signos vitales: Una crecida barba, de cansado. // Es tarde, mi amada se ha puesto fea; dormida. Hay llagas, un instante mudo, y al
cadver reciente me prolonga. / se desvencijaron las hermosas / palabras; lo fondo la bestia encogida: el tiempo. Una forma
En contraste con la muerte y ese puente saben todos... (Los demonios y los das, 1956). densa. Un grito afilado. Lumbre ardiendo.
La lrica mexicana tiene como la que es el cuerpo, Bonifaz tambin encara la No slo se trata de la nostalgia sino tambin Rubn Bonifaz como Borges le da a la
arquitectura diversos tonos y colores. Si de lo marginal, Bonifaz le escribe al solitario, al eternidad un lugar en la memoria individual.
bestialidad humana desde un vrtice, desde
hubiera que ponerle uno a la poesa de Rubn infeliz, al diferente: los que se arrinconan con Aunque sea una invencin, negarla equivaldra
el mundo ya ido. La efmera condicin del ser
Bonifaz Nuo (1923-2013), le pondra color un vaso / de aguardiente oscuro y melanclico, a aniquilar todas las historias personales, las
humano, que vive un presente transformndose
marrn, color de ladrillo que une lo antiguo
constante y perennemente en algo ya vivido y / y odian hasta el fondo su miseria / la envidia de las ciudades, de los ros, etctera. Lo nico
con lo moderno, lo amalgama. Y proviene
perdido: Y hay un rescoldo de alma / hiriendo que sienten, los deseos. que podemos recobrar y guardar es a travs
al igual que el marrn de la mezcla de
igual que el otoo miserable / de los rboles Rubn Bonifaz trabaja el oficio de poeta de la forma de la eternidad. De la experiencia
colores primarios de la tradicin grecolatina
bajo el asfalto; / victimados por automviles / de la misma manera como contempla las sagrada viene, o se regresa o desciende al
en contraste y conjuncin con las selvticas
feroces, por agrias oficinas, / por desolaciones piedras precolombinas, ante las cuales se debe cuerpo, o simplemente es la otra cara de la
y misteriosas culturas indgenas mexicanas;
trashumantes... (As de oros, 1981). observar una dimensin de 360 grados, pues existencia, la del inframundo, la de la escala
absorbidas y reinterpretadas por el poeta sobre
Descendiente del posmodernismo, el es mrito del poeta comprender las cosas, / humana: Dentro de la palma de una mano
el paisaje vertiginoso de la modernidad.
simbolismo y el parnasianismo, Bonifaz se como por milagro, de la impura / corriente en / acontecen muchas cosas sombras / [...]
La modernidad, lo explica Roland Barthes,
asoma a los smbolos y a las imgenes y los que pasan confundidas, / y hacerlas insignes, respiramos, vemos / comemos, sufrimos a
significa dejar de ser testigo universal y
atraviesa para ir tras el objeto. Sus poemas, ms irrebatibles / frente a la ceguera de los que veces, / y nada nos queda, y hemos pasado. /
enfrentar el mundo desde una conciencia
que representaciones, son instantes que traen miran. El poeta mira las ntimas ligas que entre No es bueno saber que morimos (Cuaderno de
infeliz. Esa conciencia implica el compromiso
hacia nosotros el encuentro entre una forma las cosas forman una red invisible y es capaz de agosto, 1954).
de la forma, asumiendo o rechazando el
que acecha lo divino y la aparicin misma del ver las diferencias conocidas y las inadvertidas Poesa corporal, la de Rubn Bonifaz Nuo,
pasado. Bonifaz Nuo surca la tradicin para
dios, enseanza que le fue revelada segn semejanzas. del amor ido canta un dolor sutil pero que
elaborar una poesa que toma la transparencia
de lo clsico, pero bajo la certeza de que ese relata Sandro Cohen por la Coatlicue y el arte Su visin de lo sagrado es apocalptica, llaga, pues no es la soledad lo que duele, es
objeto creado se encuentra solo en el mundo. precolombino: en esas imgenes que pudieran pues se trata de lograr la presencia del dios en la soledad desde la imagen deshabitada,
Ya no hay una liturgia que vuelva necesario el considerarse omnipresentes en nuestra cultura acto. Como estar ante la Coatlicue, o frente al imagen que no se ve sino que se toca. Como
decir, el nombrar, no existe ya la relacin directa prehispnica, sus creadores no pretendieron Tlloc que surge de dos cabezas de serpientes Villaurrutia, en un juego de ausencias y vacos,
entre los dioses y los hombres, como la hubo construir la imagen de un dios, sino representar vistas de perfil. Esa lectura de lo sagrado del nos dice: la imagen tocar, deshabitada, y
en las sociedades antiguas. Bonifaz toma su simblicamente el poder del dios en el punto cuerpo de lo sagrado lo hace vislumbrar, a luego: ir a tus ojos, / con la absurda caricia
poesa del decir clsico, y la somete al vrtigo mismo donde va a iniciar su ejercicio (Imagen la manera de Rilke, la presencia de los ngeles, de un saludo (Ofrecimiento romntico, en
moderno del hueco existencial. de Tlloc). presencia por dems intolerable porque estos Imgenes, 1953) l
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sonre, acepta el desconcierto y contesta, fuego? Dilemas de mudanza. Aadamos


segn el caso: Todava reservo algunos otra circunstancia. La casa a la que ahora se
Visitaciones para leer en mi vejez o, ya filosofando, cambia el escritor es un poco ms pequea Polifemo bifocal
Toda biblioteca debe guardar enigmas). y, adems, intentar una nueva relacin. Ella
Luego de esta primera criba, separa los que es leve y buena lectora. Pero slo por eso
definitivamente no le interesan. Ha decidido ha de agobiarla con el peso de tantos libros,
Mudanzas regalarlos. Convoca entonces a la familia y ms los indispensables libreros? No. Debe
Seguimiento fugaz de
a los amigos, que acuden esperanzados de aligerar. Llama entonces a los muchachos Manuel Felgurez
que exista en ese lote una edicin prncipe que hoy estudian en su antigua universidad.
l Jorge Esquinca o el libro aquel con el que haban soado. Resulta fcil convencerlos. Se llevan cajas l Ernesto Lumbreras
Miran, hojean, recogen algunos. Surgen repletas. Y los amigos vuelven, hacen
nuevas preguntas: De veras quieres juiciosos viajes hormiga. (Tal vez en alguno
deshacerte de stos?, o bien: Por qu de esos libros que irremediablemente se
tienes esto?: Tratamiento preventivo a alejan el escritor no puede evitar aqu
a Emmanuel Carballo Villaseor muy bajo costo para eliminar garrapatas una interrupcin borgesiana estaban el En 1954 el artista prepara las piezas para su
del ganado vacuno en la cuenca lechera de secreto y la clave). Aun as, los demasiados primera exposicin individual. Acaba de nacer
Los demasiados libros, deca Gabriel Aguascalientes. El escritor, circunspecto, se libros siguen siendo demasiados. No tienen su primognita y vive en Puerto Escondido,
Zaid. Los libros-lastre, se queja el escritor cala las gafas, revisa el volumen pasta cabida en la nueva casa. El escritor se Oaxaca, en compaa de su primera esposa.
que se cambia de casa luego de haberlos dura en formato oficio con fotos a color y resiste, no quiere dejar libro alguno para Tiempo atrs, en 1947, durante su primer viaje
acumulado por devocin, necesidad, contesta: No tengo la menor idea. Viene el carretn. Confa en los amigos. Uno de a Europa, eligi dedicarse al arte. En aquel
cario o inercia a lo largo de treinta aos. luego el doloroso proceso de la separacin: los mejores, gran lector, le dice: Te guardo lejano ao tiene slo cinco lustros y moldea
la enciclopedia (doce tomos) que hace todos los libros que quieres conservar pero figuras de terracota que introduce en el horno
Es una oportunidad piensa, optimista
tantos aos el padre fue comprando no puedes llevarte. Va. De quin son los de una panadera. Para ese ao inaugural
para hacer una limpia a fondo. Cules
semanalmente y que hoy resulta obsoleta, ha recibido lecciones de escultura de Ossip
entonces conservar, regalar, prestar o ya libros finalmente? De quien los escribe, los
los libros firmados por autores en los que se Zadkine en Francia y de Francisco Ziga
en plan desesperado depositar junto edita, los compra, los atesora en bibliotecas
tena tanta fe... Para el parco consuelo del en Mxico; ah, en ese trpico insumiso, con
al rbol por donde pasa el carretn de la de volmenes desastrados o hermosos
escritor no falta quien los quiera. Lo asaltan esos saberes y con sus propias intuiciones,
basura? El proceso de seleccin consume que luchan a muerte contra la implacable
reconoce el espritu de la materia y las
das, genera noches de insomnio, pues, a fantasmas de su pasado: al desempolvar expansin de una virtual Alejandra? Son,
alquimias del fuego, mientras el sol canicular
pesar de todo, el escritor ama sus libros. un volumen de Neruda cae una hoja de piensa melanclico el escritor, de quien
dora las aguas de las encrespadas olas del
Comienza por separar los que considera papel en la que una muchacha tan los cuida, de quien los lee. Son de quien
Pacfico mexicano.
esenciales: los autores de cabecera, los que delgada entonces como esa hoja con una los toca. Una jovencsima universitaria, al Desde aquel episodio inicial ha transcurrido
llevan inscritas generosas dedicatorias, los caligrafa veloz le dice: Dej el vodka en el llevarse algunos, le dijo que ama el olor ms de medio siglo de la aparicin de Manuel
del amigo que ya no est entre nosotros, los conge. No te olvides de pagar el telfono. Mil de los libros, la textura del papel, el peso Felgurez en la escena del arte de Mxico; en
de consulta obligada, las primeras ediciones, besos. El escritor se sienta en el piso, entre que cada volumen imprime como una ese largo y fructfero devenir ha construido
los que quiere releer y los muchos que torres de libros, deja caer una furtiva lgrima huella en sus manos, y aadi: Los libros un universo plstico de inacabada aventura
todava no lee pero espera hacerlo algn da. y sonre... Qu se hace con ese papelito? me transportan. Y el cielo de abril es casi y experimentacin, tanto en la pintura como
(Cuando se tiene eso que se puede llamar Se le vuelve a colocar entre las pginas blanco y el escritor en mudanza puede en la escultura. Nacido en la hacienda de
una biblioteca y llega a casa alguien que nerudianas? Se abre al azar otro libro y se entonces creer que la humanidad tiene San Agustn, Valparaso, Zacatecas, el 12 de
no lee, o lee poco, la pregunta es obligada: le deposita ah, con el secreto propsito de todava remedio l diciembre de 1928, a sus ochenta y cuatro
Y ya leste todos estos libros?. El escritor encontrarlo mil aos despus? Se le prende aos actuales sigue confrontando el misterio
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de la forma y del color, esos dos senderos conversar con cualquiera de sus obras reside militantes, simpatizantes o simples aparente inmortalidad de los electrones.
donde la luz converge con su vendimia de en plantarnos ah, a pocos pasos de su fulgor coetneos de las cabezas ms visibles Sin embargo, estos inquietantes epitafios
hechizos y formas de conocimiento. Hace excntrico y contundente, sin mediar ninguna continan a debate. Ms all de esa virtuales e interactivos crean una relacin
justo un ao, el Museo de Aguascalientes exigencia; poco a poco, como apunta Paul discusin, la radical propuesta de Manuel paradjica con la muerte, aparecen como
present una serie de cuadros de su Klee, la mirada seguir los caminos que se le Felgurez en las arenas de la abstraccin testimonios incompletos, confesiones
trabajo ms reciente. La muestra se titulaba han reservado en la obra. plstica lo coloc muy pronto como uno de inacabadas y dilogos suspendidos. As, las
Esttica de lo real: caos y orden en la obra de Desde la dcada de los sesenta, la obra los protagonistas de esa ruptura o apertura redes sociales van quedando sembradas con
Manuel Felgurez. Recorr la exposicin en de Felgurez ocup el espacio pblico visual, al lado de Vicente Rojo, Jos Luis espectrales perfiles muertos que por un lado
compaa de un grupo de amigos, seducido en dilogo y contrapunto con el lenguaje Cuevas, Alberto Gironella, Lilia Carrillo, entre parecen tan vivos como la ltima vez que los
por sus lienzos donde la realidad rebasa arquitectnico y urbanstico, principalmente otros. La vigencia y la prdiga diversidad de actualiz su dueo y, no obstante, se sienten
las dimensiones espacio-temporales y se de la Ciudad de Mxico. Los murales y su legado, afortunadamente, las podemos irremediablemente desoladores.
manifiesta radiante y plena, exenta de esculturas en vas pblicas o en edificios corroborar recorriendo las salas del hermoso El prximo 30 de abril se cumplen veinte
cualquier agobio de finitud. privados y gubernamentales nos han y funcional Museo de Arte Abstracto Manuel aos de que el Consejo Europeo para la
Desde mi lectura, la naturaleza esencial posibilitado una convivencia cotidiana con Felgurez, ubicado en el edificio del antiguo Investigacin Nuclear (cern, por sus siglas
de su arte, en su inabarcable geografa un lenguaje artstico a contraflujo de los Seminario de la Pursima Concepcin de en francs) anunci que la World Wide
abstracta, es absolutamente emotiva; incluso lenguajes utilitarios y mediticos del entorno. Zacatecas, Zacatecas. La coleccin de obra Web sera abierta y gratuita para todo
en sus construcciones geomtricas, el aliento El relieve Canto al ocano (1963), en el de arte abstracto mexicano y de otras usuario. En ese momento, sin el beneficio de
sensorial de la lnea o de la mancha que desparecido balneario Baha; el mural titulado latitudes reunida all nos permite reconocer motores de bsqueda que le dieran sentido
inspiran y modulan superficies y volmenes La invencin destructiva (1964), en el inmueble la particularidad y la excelencia de una de las y organizacin, la red pareca un mundo
con delectacin fascinada cubre y de la Concamin; el Vitral escultura (1970), de presencias capitales del arte mexicano l hermtico, misterioso y catico. En estos
consagra un territorio o un espacio con la Fbrica Moyada, S. A., obra del arquitecto aos todo ha cambiado, la red ha perdido su
un sentimiento del mundo. Por supuesto, Manuel Larrosa, o la escultura monumental carcter extico, incomprensible y distante de
en el proceso compositivo de las obras de Puerta 1808 (2007), en el cruce de Reforma la experiencia cotidiana, y ha pasado a formar
Felgurez la presencia del rigor crtico es y Jurez, figuran como obras ejemplares Nodos parte indispensable de nuestras vidas. Y, para
fundamental como postura y eleccin. Qu del escultor zacatecano. La colaboracin de la generacin milenaria, imaginar un mundo
vemos en una pieza del artista zacatecano? Manuel Felgurez, en calidad de escengrafo, sin internet es como pensar que podemos vivir
Qu nos dice o insina, o qu nos oculta? en obras de teatro y de cine de Alejandro bajo el agua.
Con qu atributos o elementos sensitivos e Jodorowsky, merece un captulo aparte; La vida en lnea y los Probablemente sea un mito de la era digital,
intelectuales podemos dialogar con uno de los diseos de vestuario y de los singulares pero supuestamente el presidente de ibm,
sus trabajos? En aquel recorrido por el museo objetos cmo olvidar La mquina del
sepulcros cibernticos Thomas John Watson, declar en 1943 que
hidroclido, palabras ms, palabras menos, deseo realizados para la cinta La montaa quizs haba un mercado mundial para tan slo
uno de mis amigos me interrogaba con este sagrada reservan al pintor un lugar privilegio l Naief Yehya cinco computadoras. Setenta aos despus
tipo de preguntas en torno al territorio visual en la tradicin de la escenografa ejecutada no slo estamos cerca de cumplir la fantasa
desvelado por la pasin lcida de Manuel por artistas visuales. de Bill Gates de poner una computadora en
Felgurez. S, reitero, hay una voluntad Desde 1988 la crtica de arte denomin cada escritorio y en cada hogar, sino tambin
eminentemente emotiva en sus cuadros y a la generacin de Felgurez como de la el objetivo de poner una computadora
en sus esculturas; a partir de ese cometido Ruptura. El nombre tiene su origen en el Desde su fundacin, en febrero de 2004, en cada bolsillo. La computadora pas, en
axial, el artista va concertando un lenguaje cuestionamiento a la Escuela Nacionalista alrededor de treinta millones de usuarios lo que parecera un parpadeo, de ser un
personalsimo a travs del cual puede de la Pintura Mexicana, todava presente de de Facebook han muerto dejando atrs sus sofisticado recurso para procesar y organizar
ofrendarnos algunas noticias de sus visiones, manera hegemnica a mediados de los perfiles como un extrao vnculo con el ms datos a convertirse en un instrumento de
mitologas, correspondencias, homenajes, cincuenta; sin embargo, el nombre y los all, como incoherentes e improvisados entretenimiento y comunicacin multifactico,
profanaciones... La exigencia primaria para posibles participantes de tal promocin tributos a la fragilidad de la carne y a la instantneo y econmico. En menos de dos
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dcadas hemos tenido que aprender nuevas el del polica canbal neoyorquino, Gilberto y autoridad moral de los sepulcros en el sus mensajes tiene un efecto casi balsmico,
destrezas tcnicas, as como nuevos cdigos, Valle, cuyo crimen fue que comparti con ciberespacio. pero, a la vez, la existencia misma de esas
pero no de programacin, como hubiramos otros supuestos fanticos sus fantasas de Tres personas muy cercanas a m han pginas despierta una compulsin por visitarlas
imaginado hace algunos aos, sino de etiqueta canibalismo ertico. A pesar de que Valle muerto en los ltimos aos, dejando, no continuamente, por seguir interactuando y por
social. Porque lo primero que buscaban los nunca lastim a nadie, fue condenado a por su voluntad, las pginas de sus perfiles pretender comunicarnos con los difuntos. Por
incipientes cibernautas no era perderse en veinticinco aos o cadena perpetua por como espacios de luto pblico, como altares otro lado, tambin causa un gran desconsuelo
las entraas maquinales de la computadora, imaginar secuestros, violaciones, recetas de virtuales que pueden ser visitados en cualquier imaginar que eventualmente estas pginas
sino en las posibilidades de contacto con cocina y estofados de mujeres. momento y en los que se pueden poner dejarn de ser visitadas y se perdern en
otros seres humanos. As, desde los foros de Nuestra vida en lnea est marcada por la mensajes y pensamientos para compartir con el olvido. La relacin con la muerte nunca
usenet, pasamos por una serie de espacios de superficialidad, el cinismo y una liviandad otros. Para algunos, estos espacios sirven de es simple, y en la era digital se consolidan
interaccin, chateo, encuentro y debate a las poblada de videos de gatos curiosos, catarsis y consuelo; otros, en cambio, lo ven rpidamente convenciones y formas de duelo
primeras redes sociales como Friends Reunited, bebs bailarines, eslganes mordaces y como algo ofensivo e insolente, como una subjetivas y frgiles. No nos queda ms que
Friendster y MySpace, y de ah a Facebook, que memes absurdos de todos tipos. Por tanto, competencia de sollozos libre de la necesidad hacernos a la idea de que, cuando nos toque
en 2012 rebas los mil millones de usuarios. parecera que hay muy poco margen para la de confrontar en persona a otros dolientes. morir, quedar en la red una impronta digital
Estos espacios han dado lugar a formas seriedad, incluso cuando se trata de temas En mi caso no estoy seguro de qu sentir o de nuestra existencia, como un testimonio de
de expresin sin precedente, a amistades sin completamente serios como la muerte. De tal pensar cada vez que visito las pginas de mi nuestro paso pero tambin como homenaje a
inversin emocional, a relaciones pasionales manera, la muerte de un usuario de Facebook primo Ozam Yehya, de uno de mis amigos ms nuestro Doppelgnger digital, ese gemelo que
intensas entre completos desconocidos es un acontecimiento inconveniente para entraables, el msico Oskar Menzel, y de mi otros irn construyendo y reconfigurado con
(y a veces entre siniestros impostores), a la empresa, es la prdida de un cliente que amiga, la pintora Estrella Carmona. Por un lado sus recuerdos y sus creencias, y sin nuestro
reencuentros fascinantes y descubrimientos implica hacer un simulacro de duelo y, de ser es cierto que ver sus fotografas y algunos de consentimiento l
estridentes, as como a choques frontales con posible, ofrecer algn tipo de condolencia.
la memoria. Tambin a travs de ellos se han Al principio, Facebook simplemente borraba
reinventado la militancia y el compromiso los perfiles de los usuarios difuntos si reciba
con las causas justas en forma del abominable una notificacin. Hoy pueden pasar varias
clicktivismo, que es la malversacin de las cosas: si nadie lo reporta, el perfil se mantiene
buenas intenciones, y lo que inicialmente se abierto a posteos en la pared, a tags en
imaginaba como una alternativa de disidencia fotos, menciones y anuncios; si un familiar
y militancia ahora tan slo sirve para crear la o amigo reporta una muerte y presenta
ilusin de participar en luchas y demandas un certificado de defuncin u obituario,
de justicia. Por otra parte, estos espacios Facebook convierte la pgina en un Memorial
han dado lugar a innumerables crmenes (los amigos pueden postear, ver e interactuar
del pensamiento, como los de aquellos que, con los posteos anteriores, pero el perfil no
confiando en el anonimato, se atreven a aparece en bsquedas ni se puede tagear ni
confesar sus deseos ms secretos, vergonzosos enviar mensajes ni se anuncia su cumpleaos
y comprometedores. Estos canales de ni su nombre aparece en las sugerencias
comunicacin han propiciado toda clase de para que otros lo hagan su friend), o bien se
encuentros que de otra manera hubieran puede solicitar la desactivacin. Y si alguien
sido imposibles, y tambin han provocado conoce el password del difunto puede anular
incontables arrestos de pedfilos potenciales la cuenta, pero esto es considerado ilegal.
que crean conversar con menores de edad Facebook se reserva el poder de censurar
mientras que en realidad coqueteaban con cualquier cosa que considere inapropiada,
ciberpolicas. Es difcil imaginar un caso como establecindose en juez del buen gusto
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