Meditaciones de Cuaresma

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JUAN GARCA INZA

MEDITACIONES DE CUARESMA

S U M AR I O

Pgs.
Cuaresma..............................................................................................................................3
Mircoles de Ceniza. Entrega...............................................................................................4
Jueves. Saber dar la vida.....................................................................................................6
Viernes. Presencia de Dios...................................................................................................7
Sbado. Vocacin.................................................................................................................8
Primer Domingo de Cuaresma. Vencer la tentacin.............................................................9
Lunes. El mandamiento del amor.......................................................................................10
Martes. El Padre nuestro....................................................................................................12
Mircoles. Jesucristo..........................................................................................................13
Jueves. Oracin y examen..................................................................................................14
Viernes. Tener amigos........................................................................................................15
Sbado. Amor sin fronteras................................................................................................16
Segundo Domingo de Cuaresma. Gozar de su compaa..................................................17
Lunes. Dad y se os dar.....................................................................................................19
Martes. Ser nios para servir..............................................................................................20
Mircoles. Audacia.............................................................................................................20
Jueves. Desprendimiento....................................................................................................21
Viernes. Responsabilidad....................................................................................................22
Sbado. Arrepentimiento y perdn.....................................................................................23
Tercer Domingo de Cuaresma. El templo: casa de oracin................................................25
Lunes. La gracia de Dios....................................................................................................26
Martes. Perdonar de corazn.............................................................................................27
Mircoles. Cosas pequeas................................................................................................28
Jueves. Hablar de Dios.......................................................................................................29
Viernes. Amor a Dios.........................................................................................................30
Sbado. Humildad..............................................................................................................31
Cuarto Domingo de Cuaresma. Sinceridad........................................................................32
Lunes. Es urgente sonrer...................................................................................................33
Martes. Apostolado............................................................................................................35
Mircoles. Escuchar la Palabra...........................................................................................36
Jueves. Por Cristo al Padre.................................................................................................37
Viernes. Santos, aunque moleste a algunos........................................................................38
Sbado. Jams ha hablado nadie as...................................................................................40
Quinto Domingo de Cuaresma. Amigos de Dios................................................................41
Lunes. Correccin fraterna.................................................................................................42
Martes. Vida futura.............................................................................................................43
Mircoles. La Verdad os har libres...................................................................................44
Jueves. La muerte del cristiano..........................................................................................45
Viernes. Odres nuevos........................................................................................................46
Sbado. Un slo pueblo.....................................................................................................48
CUARESMA

Vuelve a comenzar la Cuaresma. para muchos, la Cuaresma que empieza hoy ser una
ms. Sin ms sentido que un cambio de nombre en el tiempo litrgico. Para otros, es un
volver una vida ms de cara a Dios, de ms contemplacin. Para no pocos, esta Cuaresma
ser la primera que vivan seriamente en su vida. Para un buen grupo, la Cuaresma ser
continuar la marcha, mantener el ritmo, incrementar el amor y la esperanza, purificar la fe,
afinar ms en la mortificacin y en la oracin, ahondar en el apostolado. Quiz para muchos,
sin saberlo, esta Cuaresma va a suponer un vuelco en su vida. Un descubrir a Dios. Un
iluminar su alma. Todo un espectculo de horizontes nuevos y limpios, para otros, pasar
inadvertida.
Pero para todos, unos y otros, la Cuaresma se pone en marcha. Con paso gil y recio.
Constante y firme. Varonil y delicado. Con pretensiones heroicas. Con metas muy concretas.
Apuntando a cotas altas.
La Cuaresma es tiempo de oracin y penitencia, como tiempo de oracin y penitencia
fueron los cuarenta das y cuarenta noches que Moiss pas a solas con Dios en el Sina.
Como tiempo de oracin y penitencia fueron los cuarenta das y cuarenta noches que Elas
camin hasta el monte de Dios, el monte Horeb. La Cuaresma es tiempo de oracin y
penitencia como los fueron sobre todo los cuarenta das que Cristo pas en el desierto.
Hemos entrado en el tiempo de Cuaresma: tiempo de penitencia, de purificacin, de
conversin. No es tarea fcil. El cristianismo no es camino cmodo: no basta estar en la
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Iglesia y dejar que pasen los aos .
Con este espritu dcil y enrgico, entramos con ilusin en la Cuaresma. Dios espera
nuestra vuelta, nuestra conversin. Ponte en marcha! El ya ha salido a tu encuentro.
Mircoles de Ceniza. Entrega
La Cuaresma comienza urgiendo nuestra buena disposicin, nuestra entrega. El
Evangelio de hoy nos pide tres cosas: limosnas, oracin y sacrificio.
Nos pide que seamos desprendidos con aquello que solemos decir nuestro, pero que
es de Dios. Que seamos generosos a la hora de alargar la mano para dar. El mundo est lleno
de pobres que mendigan una sonrisa, unas palabras de consuelo y aliento, que le hablen de
Dios, paz para sus almas, ilusin para su vida. Hay muchos que mendigan amor y compaa.
Nos pide oracin. Trato con Dios. Intimidad con Dios. Amistad con Dios. Jesucristo
espera tu palabra, pide conversacin, quiere oracin. Necesitas rezar. Necesitas rezar bien.
Sabiendo lo que dices y a quien lo dices. Dios tambin se ha hecho limosnero y te est
pidiendo un poco de cario, un poco de compaa. Les dijo una parbola para mostrar que
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es preciso orar en todo tiempo y no desfallecer... .
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Haz oracin. En qu negocio humano te pueden dar ms seguridades de xito? . Es


tiempo de rezar, es tiempo de charlar con Dios con tranquilidad y con pasin.

Y el Seor nos habla de sacrificio. Sacrificio del que sacrifica, y creo que me
entiendes. Deca a todos: Si alguno quiere venir en pos de m, niguese a s mismo, tome
cada da su cruz y sgame.
Hoy nos invita el Seor a ayunar. Ayunar de pan y de muchas cosas. La mortificacin
voluntaria sigue siendo camino ordinario para las almas que pretenden algo serio en la vida
espiritual.
Y todo va acompaado de la virtud de la humildad. Sin espectculo, sin ruido
trabajamos nuestra santidad, la santidad de todos. Que no sepa tu mano izquierda lo que
hace la derecha. Y el Seor te dice que te perfumes y te arregles para que no se note tu
ayuno. Que lo note slo tu Padre que est en los Cielos.
Qu grande es el valor de la humildad! 'Quia respexit humilitatem...' Por encima
de la fe, de la caridad, de la pureza inmaculada, reza el himno gozoso de nuestra Madre en la
casa de Zacaras: 'Porque vio mi humildad, he aqu que, por esto, me llamarn
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bienaventurada todas las generaciones' .
Jueves. Saber dar la vida
Y dirigindose a todos dijo: El que quiera seguirme que se niegue a s mismo, cargue
con su cruz cada da y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida, la perder; pero
el que pierda su vida por mi causa, la salvar. De qu le sirve a uno ganar el mundo entero
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si se pierde o se perjudica a s mismo? .
El Seor nos vuelve a hablar de renuncia, de sacrificio, de dar la vida. No obliga a
nadie a seguirlo, porque Dios no quiere servidores a la fuerza. Nos llama, nos invita a ir tras
El, a ir con El. Al Seor le entusiasma ver cmo le siguen muchos, pero respeta hasta el
mximo la libertad de todos. El que quiera seguirme. Seguir al Seor es cuestin de
querer, y se quiere cuando hay amor.
Y el Seor exige, pone condiciones: Que se niegue a s mismo. Es la primera
condicin. T y yo que queremos seguir al Seor de cerca tenemos que humillarnos. Una
persona humilde es una persona de verdad, porque la humildad es la verdad. Humildad es
contemplar a Dios lo que es y ver nosotros lo que somos. Ver su perfeccin y mirar nuestra
miseria. Ser humildes es negar nuestro yo para afirmar el yo de Dios. Ser humildes es vivir la
presencia de Dios en nuestra vida.
Cargue con su cruz de cada da y se venga conmigo. Ir con el Seor, acompaando
su dolor con el nuestro. Con paso alegre y constante. El dolor entra en los planes de Dios.
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Esa es la realidad, aunque nos cueste entenderla .
El que pierde su vida por mi causa, la salvar. Lo importante en el mundo es
comprometer nuestra vida con un ideal. Faltan hroes de la fe. Gente joven y mayor que
pierdan la vida por Dios, que mueran en acto de servicio, en el cumplimiento de su deber
apostlico.

Viernes. Presencia de Dios


En el da de ayer veamos que Cristo pone una condicin para seguirle: tomar la cruz
de cada da. A Cristo se le sigue con el sacrificio. Y se le sigue para alcanzarle, para ir a la
par suya, para caminar juntos, para identificarnos con El. Pero alcanzar a Cristo significa
haber encontrado definitivamente a Dios. Y encontrarlo es convivir con El de una manera
continua.
Mientras estamos en la tierra somos peregrinos que vamos con esfuerzo al encuentro
de una Patria futura. En la liturgia terrena preguntamos y tomamos parte de aquella liturgia
celestial que se celebra en la santa ciudad de Jerusaln, hacia la cual nos dirigimos como
peregrinos y donde Cristo est sentado a la diestra de Dios como ministro del santuario y
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del tabernculo verdadero... .
No es cierto que hasta entonces, an nos queda mucho por caminar? Todava Cristo
nos lleva mucha delantera. Es necesario apretar el paso. Hay que acelerar el ritmo. El ayuno,
la mortificacin, me sigue siendo imprescindible. Pero, eso s, un ayuno alegre, en presencia
de Dios. Un ayuno sincero. Al gusto de Dios.
Entonces nacer una luz como la aurora, enseguida te brotar la carne sana; te abrir
camino la justicia, detrs ir la gloria del Seor. Entonces clamars al Seor y te responder;
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gritars y te dir: Aqu estoy. Porque Yo, el Seor tu Dios, soy misericordioso .
El sacrificio que Dios quiere es el que nos lleva a querer ms a los dems y nos trae la
alegra de la presencia de Dios.
Sbado. Vocacin
Cristo pas por la tierra llamando. Llam a Pedro, a Santiago, a Juan, a Judas... Llam
a Mateo. A todos los encontr trabajando. Quera gente acostumbrada al esfuerzo.
Cumplidora de su deber. Responsable. Mateo estaba detrs de la mesa de impuestos y Jess
le dijo: Sgueme. Es la vocacin. As, tan sencilla. Clava su mirada penetrante en aquellas
almas que pueden dar ms de s.
Y Mateo, dejndolo todo, se levant y le sigui. Un modelo ms de respuesta. A Dios
hay que ir con el alma desnuda. Con el corazn limpio. Sin regateos. Sin mirar atrs. Con
presteza. Con urgencia.
Dios pasa cerca de tu vida cada da y te llama. Tal vez desde hace mucho tiempo. Tal
vez desde hoy. Dios te llama cada da. Dios te necesita. Est enamorado de ti. Est celoso de
ti. Cuenta contigo.
Dios es exigente porque lo quiere todo. Pero paga bien. El ciento por uno. Merece la
pena despegarnos de nuestro proyecto. Merece la pena dar un s audaz y ponernos en

marcha. Hay que levar anclas y guiar mar adentro. Sin respetos humanos. Hay que poner la
mano en el arado y clavar la vista en el surco.
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Por qu no te entregas a Dios de una vez..., de verdad..., ahora!? . Si ves


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claramente tu camino, sguelo. Cmo no desechas la cobarda que te detiene? .
No pienses en lo que dirn los dems. Piensa en lo que dir Dios. S, es una locura.
Mateo fue un loco. Pero es una locura santa.
Dile al Seor hoy, cuando l te mire fijamente en la oracin: Seor, haznos locos,
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con esa locura pegadiza que atraiga a muchos a tu apostolado .
Primer Domingo de Cuaresma. Vencer la tentacin
Ya al principio de la Cuaresma, cuando an los propsitos estn frescos, el demonio
hace acto de presencia. S, el demonio! Hoy se le nombra poco. Tal vez por eso trabaja y
convive cmodamente con nosotros.
La tentacin es un hecho. No necesita ser probado porque es evidente. T la vives
cada da en tu propia carne.
Y la tentacin suele ser muy sutil: un poco de desgana, un demorar la marcha, un
descuidar las cosas pequeas, unos razonamientos prefabricados para callar nuestra
conciencia. Escuchamos con agrado el cantar de las sirenas. Nos deslumbra la vida con su
arco iris de luces. Nos duele el dolor. Nos ciega la pasin. Nos arrastra el aire nuevo que
sopla cada da. Nos asusta el que dirn. Somos cobardes. Cualquier susurro halagador al
odo es capaz de desarmarnos.
Y nosotros, tontos siempre, nos dejamos engaar. Jess quiso darnos una leccin y se
dej tentar en el desierto. El quiso con su esfuerzo ensearnos a luchar.
Convncete de que eres cobarde. Te falta audacia y valenta. Haz oracin! Somos
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cobardes: le seguimos de lejos, pero despiertos y orando. Oracin... Oracin... .
Cuando est duro mi corazn y reseco, baja a m con un chubasco de misericordia.
Cuando la gracia de la vida se me haya perdido, ven a m con un estallido de canciones.
Cuando el tumulto del trabajo levante su ruido en todo, cerrndome el ms all, ven a m,
Seor del silencio, con tu paz y tu sosiego. Cuando mi pordiosero corazn est acurrucado
cobardemente en un rincn, rompe t mi puerta, Rey mo, y entra en m con la ceremonia de
en rey. Cuando el deseo ciegue mi entendimiento con polvo y engao, vigilante santo, ven
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con su trueno y tu resplandor! .
Lunes. El mandamiento del amor

En verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de mis hermanos menores, a
m me lo hicisteis. Y el que por m recibiere a un nio como ste, a m me recibe, nos
dice Jess.
Amar a los dems es amar a Dios. El prjimo es Dios presente en mi vida. Vivir la
caridad es vivir la fraternidad que es consecuencia de nuestra filiacin divina: todos somos
hijos de Dios. Y la filiacin divina es el fundamento de nuestra alegra. Estars alegre en la
medida en que ames.
Cristo nos dio un mandamiento nuevo: Un precepto nuevo os doy: que os amis los
unos a los otros como yo os he amado, que os amis mutuamente. En esto conocern todos
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que sois mis discpulos, si tenis caridad unos para con otros . Mandamiento nuevo
porque hay que amar como El nos ama. Nuestro amor no tiene que envejecer. No puede
tener achaques.
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Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas, y as cumpliris la Ley de Cristo .


Con delicadeza. Con amabilidad. Con humildad. Con constancia.
La caridad se ha de manifestar en el trato con los dems en la vida ordinaria: familia,
colegas, amigos. Con mucha comprensin y paciencia. Venciendo nuestro mal genio y siendo
generosos.
En tu ambiente ha de reinar un clima de nobleza y colaboracin. Cuidando tu lengua y
practicando la correccin fraterna que es una manifestacin de caridad cristiana y de
delicadeza humana.
A todos amamos en Cristo: No excluimos a nadie, no apartamos ningn alma de
nuestro amor a Jesucristo. Por eso habis de cultivar una amistad firme, leal, sincera es
decir, cristiana, con todos vuestros compaeros de profesin; ms an, con todos los
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hombres, cualquiera que sean sus circunstancias personales .
Martes. El Padre nuestro
La oracin es la respiracin del alma. Y orar es hablar con Dios de nuestras cosas que
son las suyas. La oracin es un dilogo alegre y sosegado. La oracin es una tertulia ntima
con el Seor. Deca San Agustn que la oracin es la fuerza del hombre y la debilidad de
Dios.
Tenis que rezar porque hoy, como siempre, es tiempo de rezar. Y cuando reces no
digas muchas palabras. Deja a Dios hablar. Medita. Contempla. Adora. Pdele perdn.
Acrcate al Seor y sonre en su presencia.
Cuando hagas oracin dile:
Padre nuestro, que ests en los cielos: ensame a ser hijo y hermano.

Santificado sea tu Nombre, con mi testimonio, con mi fe ciega y con mi


apostolado valiente. Con mi santidad. Con la fidelidad a mi vocacin.
Venga a nosotros tu reino a nuestra vida ordinaria. Que seas T quien gobierne
mi vida. Que presidas T mi hogar, mi trabajo, mis amistades, mi entrega...
Hgase tu voluntad, as en la tierra como en el cielo, y que no me empee yo en
salirme siempre con la ma. Haz de mi vida lo que quisieras. T mandas.
El pan nuestro de cada da, dnosle hoy. El pan de la Eucarista. El pan de la
comida. El pan del trabajo. El pan de la amistad. El pan de una sonrisa oportuna...
Y perdnanos nuestras deudas, as como nosotros perdonamos a nuestros
deudores. Seor, que de verdad vivamos esto que te decimos cada da. Perdnanos que no
sepamos perdonar. Aydanos a comprender y a olvidar.
Y no nos dejes caer en la tentacin, mas lbranos del mal. Mira, Seor, que
somos frgiles. No nos dejes de la mano. No te vayas cuando anochece. Qudate con
nosotros.
Unidos a Jesucristo tenemos que vivir un ambiente de oracin, en donde llamemos
muchas veces a Dios Padre.
Mircoles. Jesucristo
Jesucristo es ms que Salomn y es ms que Jons. Jesucristo es Dios. Y a El vamos
por la fe, sin necesidad de milagros. No necesitas, Seor, probarnos quin eres porque te
creemos y te queremos. Nos fiamos de tu palabra. T eres el Hijo de Dios! T eres el Rey
de Israel! Pero... nadie mejor que El mismo para hablarnos de su persona. Escucha lo que El
dice de s mismo y medita:
Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Yo soy la resurreccin y la vida, quien cree en m, aunque muera vivir.
Yo soy el pan vivo, bajado del cielo.
Yo soy la luz del mundo, quien me sigue no camina en tinieblas.
Yo Soy la puerta de las ovejas... si uno entra por m estar a salvo.
Yo soy el buen pastor... y doy mi vida por las ovejas.
Yo Soy el Cristo, el Hijo de Dios bendito.
Yo, que hablo contigo, soy el Mesas.

Yo soy manso y humilde de corazn.


Yo soy la vid, vosotros los sarmientos, quien est unido a m da mucho fruto.
Me llamis maestro y Seor y lo soy.
Yo soy rey... mi reino no es de este mundo.
El Padre y yo somos una sola cosa.
El que me ha visto a m, ha visto al Padre... yo estoy en el Padre y el Padre est en
m.
Quien cree en m tiene vida eterna.
La fe nos lleva a reconocer a Cristo como a Dios, a verle como nuestro Salvador, a
identificarnos con El, obrando como El obr. El Resucitado, despus de sacar al apstol
Toms de sus dudas, mostrndole sus llagas, exclama: Bienaventurados aquellos que sin
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haberme visto creyeron (Io 20, 29) .
Jueves. Oracin y examen
En aquel tiempo, dijo Jess a sus discpulos: Pedid y se os dar, buscad y
encontraris, llamad y se os abrir; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que
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llama se le abre .
Quiero que hoy hagas un examen detenido en la presencia de Dios. Toda oracin debe
ser examen. Verme con los ojos de Dios.
Recoge tu alma en el silencio. Y all, en el sagrado recinto de tu vida interior donde
debe habitar Dios, piensa:
Pedid y se os dar: Pido yo al Seor? Muchos das? Muchas veces? Qu le
pido? Lo que yo quiero o lo que a El le gusta? Qu se haga su voluntad o la ma? Pido
santidad? Pido fidelidad? Pido hambre de Dios? Pido por los dems? Pido por la Iglesia?
Pido por los sacerdotes? Pido por la inocencia de los nios? Pido por la honradez de los
mayores? Pido por los ms cercanos? Pido por los ms alejados? Me acuerdo de los que
me hablaron y me hablan de Dios? Pido por los jvenes para que sean valientes? Pido por
los padres para que tengan generosidad? Pido por los obispos para que tengan autoridad?
Pido por los enfermos para que tengan paz? Pido por...? bueno, t ya sabes por quin te
digo. Pdele al Seor que te ensee a pedir
Buscad y encontraris: Oye, buscas de verdad a Dios o te buscas a ti mismo?
Buscas tu gloria o la suya? Buscas el Reino de Dios o tu pequeo reino? Buscas el alma
de los dems o buscas tu cuerpo? Buscas a Dios en el trabajo o buscas tu inters? Buscas
a Dios en el noviazgo o buscas el placer? Buscas los hijos en el matrimonio o buscas tu

ambicin? Buscas tu vocacin o la dejas perder? Buscas la alegra? Buscas la lealtad?


Buscas el sacrificio? Buscas el amor? Buscas? Tal vez s, pero qu buscas?
Llamad y se os abrir: Llamas a Dios con fe, con constancia, con amor, con
esperanza, con pasin...? Llamas a Mara, a Jos, a los ngeles? Llamas a los dems para
que se acerquen a Dios...?
Seor: que no me canse de pedir, de buscar, de llamar, de rezar.
Viernes. Tener amigos
Si vas, pues, a presentar una ofrenda ante el altar, y all te acuerdas de que tu
hermano tiene algo contra ti, deja all tu ofrenda ante el altar, ve primero a reconciliarte con
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tu hermano y luego vuelve a presentar tu ofrenda .
Una condicin que pone el Seor para acercarnos a su altar: ser amigos de todos. Los
que son de Dios no pueden ser enemigos de nadie. Ya no os llamar siervos, sino amigos,
dijo el Seor. Si El te llama amigo, a quin llamars t enemigo?
La envidia, el egosmo, las ambiciones, la codicia, la incomprensin, las crticas, las
calumnias, el chismorreo, la falta de delicadeza, el desamor: todo contribuye a quebrar lazos
y romper amistades.
Necesitas ser amigo. Tienes que ser amigo de todos. Tienes que crear lazos de
amistad, con tu alegra y tu perdn. El cristiano es un hombre que se hace amigo de Dios
amando a los dems.
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Tienes que buscar amigos, como el principito del cuento .


Sbado. Amor sin fronteras
El amor del cristiano es universal. Es un amor sin fronteras. Es un amor desinteresado.
Un amor alegre. Un amor delicado. Para el hijo de Dios no hay buenos ni malos. Todos son
amigos. Todos son hermanos.
Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os
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aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian .
Es difcil amar as, verdad? Ya lo comprendo. Pero el amor de Dios tiene esas
exigencias.
Cristo muestra en el Evangelio una debilidad especial por los pecadores. Slo los
enfermos tienen necesidad de mdico. Perdon a Magdalena. Demostr una delicadeza
extremada con la Samaritana. Se fue a comer con Zaqueo. Comprendi y perdon las
negaciones de Pedro. Era el nico que poda tirar la primera piedra a la mujer adltera y la

dej irse en paz. Se llev al Paraso al buen ladrn. Y antes de morir dijo: Padre,
perdnalos porque no saben lo que hacen.
Qu bonito es amar as! Porque si amis a los que os aman, qu recompensa
tendris? No hacen lo mismo tambin los publicanos?.
Nuestro saludo debe ser amplio. A nadie se le niega la sonrisa. El saludo es la
expresin de un afecto. El saludo crea lazos de amistad. Es curioso observar cuntos
22
amigos deja uno en la escalera, subiendo del primero al quinto piso .
Sabe sonrer, qu fuerza! Fuerza de apaciguamiento, fuerza de dulzura, de calma,
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fuerza de irradiacin .
Segundo Domingo de Cuaresma. Gozar de su compaa
No s si alguna vez has sentido en tu alma la alegra de tener a Dios cerca. Mientras
no llegue el da en que tu ilusin y tu descanso sea contemplar a Cristo con tranquilidad es
que todava no amas como debes.
La fe y el amor comunican a nuestra mirada esa tercera dimensin que es la altura. La
gente tiene una visin plana, pegada a la tierra, de dos dimensiones. Cuando vivas vida
sobrenatural obtendrs de Dios la tercera dimensin: la altura y, con ella, el relieve, el peso y
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el volumen .
En aquel tiempo Jess se llev a Pedro, a Santiago y a Juan, subi con ellos solos a
una montaa alta, y se transfigur delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco
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deslumbrante, como no puede dejarlos ningn batanero del mundo .
A Jess para conocerle hay que tratarle en el silencio sagrado de la oracin. Tienes que
subir al monte Tabor muchas veces al da. Un rato de oracin, una visita al Santsimo, la
Santa Misa, aquella imagen de la Virgen, el Crucifijo que llevas en el bolsillo, la enfermedad,
la cruz de tus obligaciones, tus amigos, aquella noticia que te hace pensar, el Evangelio, un
buen libro espiritual... Todo lo que te lleve a Dios es tu monte Tabor.
Qu bien se est aqu! Mientras no llegue el da en el que all, pegado al Sagrario,
digas: Qu bien se est aqu!, no te des por satisfecho.
As es la Contemplacin. Cada cosa entraa y esconde en el fondo una marca de
origen divino; quien llega a ver esto, ve que sta y todas las cosas son buenas sobre
toda compresin; ve esto y es feliz. Esta es toda la doctrina de la contemplacin de la
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Creacin terrena .
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Caminar en presencia de Dios, en el pas de la vida .


Lunes. Dad y se os dar

Con esta frase del Seor podemos resumir todo lo que nos dice el Evangelio. El hijo
de Dios es un hombre que pasa por la vida dando lo que tiene. Slo dando, slo dndonos
nos ponemos en condiciones de recibir. El tacao que est repleto de sus mil pequeeces se
hace intil para recibir.
Jesucristo nos pide hoy:
que seamos compasivos: que demos cario a manos llenas. Que comprendamos las
pequeas tragedias del corazn ajeno: Bienaventurados los misericordiosos porque ellos
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alcanzarn misericordia . Que nada nos sea ajeno e indiferente.
que no juzguemos: No queramos juzgar. Cada uno ve las cosas desde su punto de
vista... y con su entendimiento, bien limitado casi siempre, y oscuro o nebuloso, con tinieblas
de apasionamiento, sus ojos, muchas veces...
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No juzguis sin tamizar vuestro juicio en la oracin .


que no condenemos: esa misma falta que tan airadamente condenas, la has
cometido t muchas veces, sin duda. No mires tanto la paja del ojo ajeno.
que perdonemos: dice un proverbio indio: El justo debe imitar a la madera de
sndalo, que perfuma el hacha que lo golpea.
Procura dar, procura darte, y as te darn, y as se te darn.
Martes. Ser nios para servir
Hoy nos habla Dios de humildad y de servicio. Slo los humildes saben servir. Slo los
que sirven saben amar. La sencillez es la condicin bsica para ser tiles. Slo los sencillos y
humildes, slo los nios son sinceros. El sincero tiene el alma clara y cristalina como la
mirada de los nios.
Tienes que ser nio. Los nios son la defensa de la humanidad. Slo los nios ven la
vida con ojos limpios.
El nio mira con sinceridad, sin malicia, con agradecimiento, con ilusin. La cara
sonriente de un nio es un espectculo de la naturaleza. El nio es la autntica imagen de
Dios recin estrenada. Por eso nosotros, los mayores, deberamos cuidar a los nios como se
cuida un tesoro delicado.
El Seor con su modo de actuar y sus palabras, hace un canto a la infancia espiritual.
Dejad que los nios se acerquen a m.
Ay, chiquillo! Yo he olvidado ya el arte de distraerme con palitos y con tortas de
barro! No quiero ms que juguetes caros, reunir pedazos de oro y plata! T, con cualquier

cosilla que te encuentres juegas contento. Yo malgasto tiempo y fuerzas en cosas que nunca
podr tener. Pretendo atravesar el mar de la ambicin con mi frgil barquilla, y me olvido de
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que yo tambin estoy jugando! .
Procura ser nio para servir.
Mircoles. Audacia
Entonces se le acerc la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrndose para
pedirle algo. Djole El: Qu quieres? Ella le contest: Di que estos dos hijos mos se sienten
uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu reino. Respondiendo Jess, les dijo: No sabis lo
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que peds. Podis beber el cliz que yo tengo que beber? Dijronle: Podemos .
Hay que ser audaces para pedir al Seor que nos reserve dos sitios en el Cielo junto a
El! Las madres saben ser audaces, valientes, cuando se trata de sus hijos. Audaces para
pedir. Audaces para dar. Audaces fueron tambin Santiago y Juan cuando respondieron a
grito limpio: podemos beber el cliz que T has de beber! Estamos decididos. Cueste lo que
cueste. Por el Reino de los Cielos estamos dispuestos a dar la vida. Con naturalidad. Sin
regateos. Sin respetos humanos. Sencillamente.
Audacia! Audacia, que quiere decir atrevimiento, valenta, decisin, coraje. El hombre
audaz sabe abrir camino al golpe de su pisada decidida, recia.
Jueves. Desprendimiento
Estamos muy agarrados a lo nuestro. Nuestras cosas nos tienen embebidos,
ensimismados. La prisa, las preocupaciones personales, el egosmo, la codicia, la falta de
delicadeza, la ausencia de sentimientos nos endurecen el corazn. Te falta precisin para
detestar la miseria humana, la necesidad del prjimo, el dolor contenido, el hambre
silenciosa, la tragedia ahogada en el corazn, el apuro apremiante que roba la paz, la tristeza
encallecida, la enfermedad annima, las lgrimas sigilosas, el desamor que traiciona.
Cada da pasa por nuestro lado una necesidad. Entre nosotros convive siempre un
pobre, como Lzaro, que calladamente est pidiendo las migajas de un recuerdo. Pide pan,
sonrisa, aliento, cario, dinero, empleo, comprensin, saludo, perdn, ropa, compaa,
esperanza...
Pero nosotros, t, rico Epuln, tal vez ensordecido por el ruido de tus mil cachivaches
no oyes nada. Deslumbrado por los destellos de tu codicia no ves a nadie.
Tenemos que pasar por la vida mirando a los dems con ojos limpios. Siempre vers,
como aqul de la fbula, a otro que tan pobre y msero estaba que va recogiendo las hierbas
que t dejas.

Un corazn desprendido es lo que necesitas. De qu te sirve ganar todo el mundo si


pierdes el alma?, dice el Seor.
Procura ser desprendido para escuchar a los pobres Lzaros que te alargan cada da la
mano para pedirte un poco de cario.
Viernes. Responsabilidad
Od otra parbola: Un padre de familia plant una via, la rode de una cerca, cav
en ella un lagar, edific una torre y la arrend a unos viadores, partindose luego a tierras
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extraas .
T y yo, y los nuestros somos via mimada por Dios. Cercados, protegidos con los
medios humanos y espirituales que garantizan nuestra perseverancia. Contamos con lagar
donde exprimir los frutos maduros de la vendimia apostlica. Soy viador de esas almas que
Dios me ha confiado con todo esmero.
El apstol es un labrador que trabaja de sol a sol en la via del Seor: La Iglesia es la
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labranza, o arada de Dios .
Somos administradores de la hacienda de Dios. Y lo que se requiere de un
administrador es que sea fiel, que sea responsable.
Responsable es la persona que cuida de las cosas de los dems como si fueran suyas y
cuida lo suyo como si fuera de los dems. Responsable es la persona en la que se puede
descansar. Responsable es aquel que carga sobre sus hombros el porvenir del mundo.
Responsable es el que trabaja en presencia de Dios y hace lo que debe y cuando debe.
Es culpa ma, culpa ma personal, si el mundo va mal deca Dostoievsky. Porque el
mundo va mal si t y yo no vamos como debemos ir.
San Juan Crisstomo gritaba: Cristiano! T tendrs que dar cuenta del mundo
entero!.
Sbado. Arrepentimiento y perdn
En la Sagrada Escritura encontramos una constante llamada a la conversin: los
Profetas, Juan el Bautista, Cristo, los Apstoles. Es como un coro de voces que nos llama a
la casa del Padre.
La Confesin es el sacramento de la conversin, del retorno, de la vuelta a Dios, de la
limpieza interior. Como el hijo prdigo: Volver a casa de mi Padre....
Pero, qu es el pecado? El pecado es: abandonar a Dios, salirnos del camino,
abandonar el plan de Dios, gastarse la herencia espiritual en un rato, preferir vivir como

cerdos a vivir con la dignidad de los hijos de Dios. El pecado es en definitiva volver las
espaldas a Dios.
Solemos decir: yo no tengo pecados. Ni robo, ni mato, ni falto a Misa... Po XII lleg
a decir: El mayor pecado del hombre contemporneo es el de estar perdiendo el sentido del
pecado.
Pecado es: el desamor a Dios, la falta de detalles, el desorden, la pereza consentida, el
incumplimiento del deber, hacer la vida desagradable a los dems, la crtica, la lujuria, el
escndalo, la falta de fe, de esperanza, la imprudencia, la injusticia, la falta de fortaleza, de
templanza, la avaricia, el egosmo, la envidia, la ira, el farisesmo, el ser cristiano de
barniz, de relumbrn, de ocasin, cristianos de Misa dominical y mal oda, de comunin
rutinaria. Pecado es dejar de hacer lo que debo.
La confesin es ponernos en marcha hacia Dios. Volver a los brazos del Padre que nos
espera. Es expresar externamente nuestro dolor, nuestro propsito.
La vida humana es, en cierto modo, un constante volver a la casa de nuestro Padre.
Volver mediante la contricin, esa conversin del corazn que supone el deseo de cambiar,
la decisin firme de mejorar nuestra vida, y que por tanto se manifiesta en obras de
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sacrificio y de entregan .
Tercer Domingo de Cuaresma. El Templo: casa de oracin
Jesucristo echa violentamente a los mercaderes del Templo. Es una de las poqusimas
ocasiones del N. T. en que se muestra la ira de Dios. Su casa es casa de oracin y no casa de
contratacin.
Pero cuando vayas al Templo a rezar, recuerda estos consejos que te da el Seor para
hacer una buena oracin:
Orad con confianza: Pedid y se os dar; buscad y encontraris: llamad y se os
abrir. Pues quien quiera que pide, recibe; el que busca, halla, y al que llama se le abre.
No os contentis con frmulas: No todo el que dice Seor, Seor, entrar en el
Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que est en los cielos.
No parloteis mucho: Cuando oris no parloteis mucho como hacen los paganos
que se imaginan que as se harn mejor escuchar. No hagis como ellos, pues vuestro Padre
sabe lo que necesitis antes de que se lo pidis.
No olvidis a vuestros enemigos: Orad por los que os persiguen, a fin de
mostraros como hijos de vuestro Padre de los cielos.
Con humildad: T, cuando quieras rezar, entra en la habitacin ms retirada,
cierra la puerta y all ora a tu Padre que est en lo secreto. Y tu Padre que ve lo secreto te lo
conceder.

En unin conmigo: Si vosotros moris en m y mis palabras moran en vosotros,


pedid lo que queris que lo conseguiris.
Con constancia: Velad, pues, en todo tiempo y orad, para que podis evitar todo
esto que ha de venir, y comparecer ante el Hijo del hombre.
Lunes. La gracia de Dios
La vida pblica de Jess es un corretear continuo buscando almas. Cualquier lugar,
cualquier calle, cualquier casa, cualquier pozo es bueno para entablar un dilogo
comprometido. Cristo pas haciendo el bien, perdonando pecados, santificando almas,
devolviendo alegras, sembrando esperanzas.
Cansado, se sent junto al pozo de Jacob. Pero no se sent a descansar, sino a esperar.
Un alma se acercaba y un alma es suficiente para acaparar la atencin de Dios.
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Llega una mujer de Samara a sacar agua, y Jess le dice: Dame de beber . El
Seor pide un poco de alivio para su boca reseca. El Seor quiere descansar en ti. El Seor
precisa de tu sonrisa, de tu compaa, de tu desagravio, de tu mortificacin, de tu
arrepentimiento.
La Samaritana se extraa de que un judo le pida a ella agua. Los judos no se hablan
con los samaritanos. Pero es que para Dios no hay fronteras. Para El somos todos del mismo
pueblo...
Y El Seor le dijo: Si conocieras el don de Dios y quin es el que te dice: dame de
beber, t le pediras a El, y El te dara a ti agua viva.
Si conocieras el don de Dios! Esta es la Gracia. Refresco del alma. Alivio en el dolor.
Descanso en la fatiga.
La Gracia es el beso de Dios en el alma. La Gracia es el vestido nuevo. El aceite de la
lmpara. El dracma perdido. La perla preciosa. El tesoro escondido. La luz del alma.
Si conocieras el don de Dios!
Martes. Perdonar de corazn
Cuesta perdonar. Pero la caridad es as de delicada y exigente. Los pobres hombres
estamos dispuestos a perdonar alguna que otra vez. Haciendo una heroicidad a lo mejor
perdonamos hasta siete veces. Pero Cristo no quiere medidas en el amor. A la hora de amar,
a la hora de perdonar no valen los clculos. Hay que perdonar tantas veces como nos
sintamos ofendidos. El corazn del cristiano no puede ser mezquino. El Seor pas por la
tierra buscando oportunidades para perdonar. Se disfruta perdonando.

Perdonar es dar la mano en seal de amistad. Slo el cristiano sabe dar la mano con
ardor. Acompaada de una sonrisa que engendra paz.
El que no da la mano, se no es cristiano, se no tiene ninguna competencia en
materia de cristiandad. El pecador tiende la mano al santo y el santo tiende la mano al
pecador. Y ambos, juntamente, el uno por el otro, el uno arrastrando al otro, llegan a Jess
formando una cadena de dedos indesatables. El que no es cristiano es el tipo que nunca da la
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mano. Poco importa lo que luego haga con esa mano .
Perdonar es comprender. El mandato apostlico es un mandato de amor. Siendo esa
comprensin el fruto primero y genuino del amor, el mandato apostlico es a la vez mandato
de comprensin.
Perdonar qu? Perdonar todo: ofensas, incomprensiones, olvidos, crticas, calumnias,
traiciones, desaires, deslealtades, indiferencias, vanidades, injusticias... todo.
Mircoles. Cosas pequeas
No pensis que he venido a abrogar la Ley y los Profetas: no he venido a abrogarla,
sino a consumarla. Porque en verdad os digo que antes pasarn el cielo y la tierra que falte
una jota o una tilde de la Ley hasta que todo se cumpla.
No voy a demostrarte en esta meditacin el valor de las cosas pequeas. T, a poco
que pienses delante del Seor sus palabras, lo podrs descubrir. Pero s te invito a que hagas
un examen del da de hoy, del da de ayer, de todos los das y contemples una por una las
cosas pequeas que han llenado tu jornada. Son muchas, verdad? Cmo las vives? En cada
cosa pequea, buscas a Dios?
El libro que est fuera de su sitio. El coche que necesita un lavado. El cenicero que
desborda de colillas. El polvo de los zapatos. La mancha del vestido. El grifo que gotea da
y noche. Los apuntes que no estn al da. Las lecciones atrasadas. La comida que se pega.
La puntualidad que no acaba de salir. La cita con el amigo. La llamada telefnica que no se
hace. La carta que no se escribe. Los cajones enredados. El armario hecho un desastre. La
tuerca que no aprieta bien. La bombilla fundida. El nombre olvidado. La palabra dada y no
cumplida. La oracin recortada. La lectura hecha deprisa. El Rosario a media noche...
Contina t la lista.
Hacedlo todo por Amor. As no hay cosas pequeas: todo es grande. La
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perseverancia en las cosas pequeas, por Amor, es herosmo .
Si cuidas lo pequeo, el Seor te confiar lo grande. No lo olvides.
Jueves. Hablar de Dios

Sabas que existen demonios mudos? S, en aquel tiempo, Jess estaba echando un
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demonio que era mudo .
Hay quienes no hablan de Dios casi nunca. Les da miedo, vergenza. Tienen respetos
humanos. Como si Dios fuera algo vergonzoso del que da pudor hablar! Sin embargo nos
pasamos el da hablando de mil cosas tontas. El demonio mudo habita hoy en ms de uno.
Tal vez en ti?
Has hablado de Dios a muchos? Has hecho apostolado? Has dado en el clavo en
cada alma que se ha acercado a ti con confianza?
Somos testigos de la Verdad. Dios es la Verdad. Yo soy la Verdad, dijo Jesucristo. El
apstol cristiano es el portador de la Verdad.
Necesitamos hoy, como al principio, un nuevo don de lenguas para expresar la Verdad,
para hablar de Dios, de modo que todo el mundo lo entienda, pero sin infidelidades. El
ejemplo ms vivo de esta tarea lo encontramos en Jesucristo. Palabra que se hace sencillez
para que todos la comprendan; todos los que, como los nios, conservan todava un alma
que se deja modelar.
La fe es Dios y nada ms que Dios. La fe crece en los momentos cruz-iales de la fe.
En los momentos de prueba, de cruz. El cristiano es testigo de lo que ha descubierto por la
fe. El testigo es la persona que con su actuar y su hablar, despierta la interrogacin.
Paul Claudel gritaba una vez, angustiado por la necesidad de ver: Vosotros los que
vis, qu habis hecho con la luz?.
Viernes. Amor a Dios
En aquel tiempo, uno de los letrados se acerc a Jess y le pregunt: qu
mandamiento es el primero de todos? Respondi Jess: El primero es, 'Escucha Israel, el
Seor nuestro Dios es el nico Seor, y amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, con
toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser'.
Escucha bien: el primer mandamiento es amar a Dios, porque Dios es el primero. Dios
ocupa el primer lugar en la lista de nuestros amores. A la hora de pensar, a la hora de decidir,
a la hora de comprometerse, Dios el primero. Sin El ests perdiendo el tiempo.
Despus de esta protesta de amor, hay que comportarse como amadores de Dios. In
omnibus exhibeamus nosmetipsos sicut Dei ministros (2 Cor 6, 4), comportmonos en todas
las cosas como servidores del Seor. Si te das como El quiere, la accin divina se
manifestar en tu conducta profesional, en el trabajo, en el empeo para hacer a lo divino las
cosas humanas, grandes o pequeas, porque por el Amor todas adquieren una nueva
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dimensin .

El amor de Dios se manifiesta en deseos de santidad, de superacin constante. Y la


santidad consiste en vivir nuestra vida ordinaria en presencia de Dios y con el alma en
gracia.
Acrcate al Seor y all, al odo dile: Te necesito a ti, slo a ti ! Deja que lo repita sin
cansarse mi corazn. Los dems deseos que da y noche me embargan son falsos y vanos
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hasta sus entraas... Te necesito a ti, slo a ti ! .
Sbado. Humildad
Dos hombres suben a orar al templo. Uno, fariseo, centra toda su oracin en una
recitacin a viva voz de sus mritos y cualidades. El otro, un publicano, humillado, se limita
a pedir perdn desde la puerta del templo. Os digo yo que ste baj a su casa justificado y
aqul no. Porque todo el que se enaltece ser humillado, y el que se humilla ser
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enaltecido .
Quiero que hoy, en tu meditacin, pienses en Mara. La mujer humilde, sencilla,
inocente, decidida, santsima, entregada...
Mara en aquella ocasin en que corre a ver a su prima Santa Isabel para comunicarle
la nueva noticia, compuso espontneamente un canto a la humildad. Mara recita con pudor
el Magnificat. Y Mara habla de sencillez, de humildad, de sumisin a Dios.
Porque ha mirado la humillacin de su esclava.
Al mirar Dios a Mara ve su humildad. Es lo primero que mira el Seor. La humildad
es el reconocimiento agradecido de lo que Dios ha hecho con nosotros. Es estar en la
Verdad de Dios.
Aprended de m que soy manso y humilde de corazn y encontraris paz para
vuestras almas, dice el Seor.
La virtud de la humildad no es negativa. No consiste en negar. Consiste en reconocer
lo que somos y lo que seramos si Dios nos dejase de la mano.
El hombre que cree poder hacer algo por s mismo es un monstruo cegado por el
orgullo. Es un injusto con Dios.
Qu posees que no hayas recibido? Y si todo lo has recibido, de qu te gloras,
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como si no lo hubieras recibido? .
No quieras ser como aquella veleta dorada del gran edificio: por mucho que brille y
por alta que est, no importa para la solidez de la obra.
Ojal seas como un viejo sillar oculto en los cimientos, bajo tierra, donde nadie te
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vea: por ti no se derrumbar la casa .

Cuarto Domingo de Cuaresma. Sinceridad


Esta es la causa de la condenacin: que la luz vino al mundo y los hombres
prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra
perversamente detesta la luz, y no se acerca a la luz para no verse acusado por sus obras. En
cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras estn
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hechas segn Dios .
El hombre de fe es un hombre que se caracteriza por su sinceridad, porque no tiene
miedo a la luz.
Decid s, si es s, y decid no, si es no. Esta es la norma de la sinceridad. Este es el
mandato de Cristo a sus discpulos.
La sinceridad es el fundamento para toda amistad. Sin la sinceridad sera imposible
convivir con los dems. No nos fiaramos de nadie. Engaar a alguno es tratarle como
enemigo. Es negarle nuestra confianza.
No es posible el amor al margen de la verdad, de la luz.
La sinceridad es presentarnos tal y como somos. Pero eso s, hay que procurar estar
presentable. Ser sinceros es ir acompaados de la verdad sencilla pues, como deca Gandhi,
La verdad sencilla es siempre la defensa ms segura, la espada ms tajante, el camino ms
recto para llegar al fin.
Somos hijos de la luz, de la claridad, del sol radiante, del aire difano. No tenemos
nada que ocultar. Tus obras han de ser lo suficientemente honradas para que, realizadas a
plena luz, se pueda decir que estn hechas segn Dios.
Lunes. Es urgente sonrer
El Profeta Isaas nos habla hoy de alegra. Esto dice el Seor: Mirad, yo voy a crear
un cielo nuevo y una tierra nueva: de lo pasado no habr recuerdo ni vendr pensamiento,
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sino que habr gozo y alegra perpetua que voy a crear .
La alegra es una de las virtudes humanas de la cual estamos ms necesitados. Yo le
llamo la virtud resumen. Y la llamo as porque la alegra es el resumen de una vida sana.
Naturalmente, al hablar de la alegra como virtud me estoy refiriendo a una alegra autntica.
Una alegra que nace de muy dentro y que es el producto de la limpieza de un corazn
noble.
La alegra es como el termmetro que marca el grado de perfeccin del individuo. A
ms perfeccin, a ms equilibrio, ms alegra.

Dicen que para comprobar el grado de bravura de los toros basta con observar su
pelea con el caballo en el ruedo. Pues para ver la categora de la vida interior de una
persona, basta con mirarle a los ojos y ver cmo sonre.
La alegra es la consecuencia lgica de un alma sencilla, justa, servicial, entregada.
Dice el Seor: Si guardis mis preceptos, permaneceris en mi amor, como yo guardo los
preceptos de mi Padre y permanezco en su amor. Esto os lo digo para que Yo me goce en
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vosotros y vuestra alegra sea cumplida .
Vivir la alegra es triunfar. Es seguir sembrando a manos llenas paz y amor. No ests
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triste. Ten una visin ms... nuestra ms cristiana de las cosas . Es urgente sonrer!
Martes. Apostolado
Nos recuerda el Evangelio de hoy aquella ocasin en que Cristo pasa por los
soportales de la piscina de Betesda. Se encuentra con un hombre que lleva treinta y ocho
aos enfermo. Jess, al verlo, y sabiendo que llevaba mucho tiempo, le dice: Quieres
quedar sano? El enfermo le contest: Seor, no tengo a nadie que me meta en la piscina
cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se ha adelantado. Jess le dice:
Levntate, toma tu camilla y echa a andar. Y al momento el hombre qued sano, tom su
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camilla y ech a andar .
Qu egostas somos los hombres! Vamos casi siempre a lo nuestro. Para ello
atropellamos, pisoteamos, robamos la vez.
Aquel pobre hombre no tena a nadie que le metiera en la piscina. Y de paralticos de
stos est hoy llena la vida.
El apstol es el cristiano que tiende la mano a todo aquel que no puede andar porque
tiene el alma paralizada.
El apstol siente la alegra de darse para hacer ms feliz la vida a los dems. Recuerdo
la carta de Ana, una madre de familia que muri y que hace tiempo publicaba la revista
Mundo Cristiano. Dice as:
Al leer la carta de don Ignacio sobre lo maravilloso que es ser sacerdote "le daban
ganas de dar botes de alegra", dice pens que eso mismo deseo yo, desde mi lugar de
madre de familia tengo nueve hijos.
Desde luego no fue siempre as; al mirar atrs pienso que nunca me satisfaca nada,
quiz porque slo buscaba contentarme a m misma. La solucin me lleg de golpe, tengo
treinta y ocho aos y la encontr hace doce.
Fue al darme cuenta de que todo aquello que yo haca se volva enano de puro
pequeo y raqutico, al hacerlo slo para m, y que era fabulosamente grande el hacerlo cara
a Dios....

As naci y muri un alma de apstol. No es cierto que merece la pena darse un poco
ms?
Mircoles. Escuchar la Palabra
Os lo aseguro: quien escucha mi palabra y cree al que me envi, posee la vida eterna
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y no ser condenado, porque ha pasado ya de la muerte a la vida .
Jesucristo es la palabra de Dios encarnada. Y el Verbo se hizo carne y habit entre
nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unignito del Padre, lleno de gracia y de
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verdad .
Jesucristo es Dios hecho conversacin, hecho dilogo con los hombres.
Vienen das, dice Yahvh, en que yo mandar sobre la tierra hambre y sed; no hambre
de pan y sed de agua, sino de or la palabra de Yahvh. Y errarn de mar a mar y del norte al
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oriente en busca de la palabra y no la hallarn .
Buscas con hambre la Palabra de Dios para alimentar tu alma? Te entusiasma
escuchar su Palabra y la meditas en tu corazn?
La Palabra de Dios siempre produce sus frutos: Como baja la lluvia y la nieve de lo
alto del cielo, y no vuelve all sin haber empapado y fecundado la tierra y haberla hecho
germinar..., as la palabra que sale de mi boca no vuelve a m vaca, sino que hace lo que yo
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quiero y cumple su misin .
Or la Palabra es expresar el amor que tenemos a Dios: Si alguno me ama guardar
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mi palabra, y mi Padre le amar, y vendremos a l, y en l haremos morada .
Escucha siempre la palabra viva de Dios. No, no, hijo mo, Jess no nos dej palabras
muertas que nosotros debamos encerrar en pequeas o grandes cajas, sumergidas en aceite
rancio como si fueran momias de Egipto. Jesucristo, hijo mo, no nos dej conserva de
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palabras para guardar, sino que nos dio palabras vivas que nutrir .
Jueves. Por Cristo al Padre
Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha
concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de m; que el Padre me ha enviado.
Y el Padre que me ha enviado, l mismo ha dado testimonio de m. Nunca habis escuchado
su voz ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que l envi no le
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creis .

La venida de Cristo es toda una manifestacin de la Trinidad. Dios, que es familia,


obra siempre unido por el amor.
El Padre nos da al Hijo. El Hijo nos muestra al Padre. Al recibir a Jesucristo nos
convertimos en hijos del Padre. La filiacin divina tiene como fundamento nuestra estrecha
relacin con Jesucristo.
La Encarnacin y la Revelacin nos descubren a un Dios Padre, amoroso, que espera
la vuelta de sus hijos prdigos. Jesucristo vive pendiente del Padre. En esto consiste la
filiacin divina. En pasar por la vida con la vista clavada en lo alto, en donde est el padre
de las luces.
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Quien me ha visto, ha visto al Padre . Qu importante es, entonces, que


conozcamos a Jesucristo! El hace visible la vida ntima de Dios, de un Dios que es mi Padre.
Ante un Dios que corre hacia nosotros, no podemos callarnos, y le diremos con San
Pablo: Abba, Pater! Padre, Padre mo!, porque, siendo el Creador del universo, no le
importa que no utilicemos ttulos altisonantes, ni echa de menos la debida confesin de su
seoro. Quiere que le llamemos Padre, que saboreemos esa palabra, llenndonos el alma de
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gozo .
Viernes. Santos, aunque moleste a algunos
Hay quienes no solamente no se deciden a santificarse, sino que les molesta que otros
se tomen en serio su vida espiritual.
Siempre ha ocurrido lo mismo. Por eso t no te puedes desanimar cuando te critiquen,
te calumnien, se ran de ti o te aconsejen mal. Con el Seor ya lo hicieron. En aquel tiempo
recorra Jess la Galilea, pues no quera andar por judea porque los judos trataban de
matarlo. Se acercaba la fiesta juda de los Campamentos. Cuando sus parientes haban
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subido ya a la fiesta, subi tambin El; pero no mostrndose, sino privadamente .
Siglos antes, ya el libro de la Sabidura trat el problema. Dijeron los impos,
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razonando equivocadamente: Acechemos al justo que nos resulta incmodo . El Santo
resulta incmodo porque es un signo patente de lo trascendente. Es un recuerdo palpable de
lo sagrado.
Se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende
nuestra educacin errada; declara que conoce a Dios y se da el nombre de Hijo del Seor; es
un reproche para nuestras ideas y solo verlo da grima; nos considera de mala ley y se aparta
de nuestras sendas como si fueran impuras; declara dichoso el fin de los justos y se glora de
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tener por Padre a Dios . Aqu tenemos en boca de los impos, una perfecta descripcin de
la ejemplar conducta de los Santos. De los Santos valientes que saben defender su fe, su
ideal, su programa de vida.

Rete del ridculo. Desprecia el qu dirn. Ve y siente a Dios en ti mismo y en lo que


te rodea. As acabars por conseguir la santa desvergenza que precisas, oh, paradoja!, para
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vivir con delicadeza de caballero cristiano .
Sbado. Jams ha hablado nadie as
El Seor pas por su vida pblica predicando el mensaje del Reino de los Cielos. Lo
oyeron muchos. Le escucharon pocos. Cuntas palabras del Seor caen en el vaco!
Cuntos terrenos de caminos, duros, pedregosos o con zarzas reciben la semilla para
estropearla! Una simple brisa es suficiente para hacer volar aquel consejo que no profundiz,
aquella charla que cay en la indiferencia, aquel libro que leste deprisa, aquella homila que
aguantaste, aquel retiro espiritual que pas sin pena ni gloria, aquellos Ejercicios
Espirituales que se mostraban prometedores pero que no aprovechaste...
Tal vez te has acostumbrado a or a Dios y ya no te causa asombro. Jams ha hablado
nadie as. No lo olvides. Acude al Seor con verdadera inquietud por aprender. Que la
Palabra de Dios sea un acicate para tu conducta. No seas talento enterrado. No seas higuera
estril. Escucha a Dios con admiracin y responsabilidad.
Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la practican, dijo el Seor. Te
ha llenado de gozo alguna vez la lectura de la Sagrada Escritura? Es la Escritura para ti
fuente de oracin, de consuelo, de remedios, de paz...?
Mara conserva todas estas cosas en su corazn. Nosotros no ponemos mucho
empeo en guardarlas.
Si supiramos sacar a la Palabra toda su garra y su enjundia seramos otros!
Quinto Domingo de Cuaresma. Amigos de Dios
La amistad es la manifestacin del amor noble y leal que dos personas se tienen. Ser
amigos es sentir en comn. Ser amigos es compartir lo que se lleva en el corazn. Los
amigos se quieren, se acompaan, se ayudan, se dan de corazn.
Qu ilusin y qu santo orgullo nos produce el saber que somos amigos de Dios! Ya
no os llamar siervos, sino amigos, dijo el Seor. Y, El verdadero amigo es el que da la vida
por el que ama.
Jesucristo tena amigos, muchos amigos. Y El descansaba en ellos. Lzaro, Marta y
Mara son un ejemplo.
Y Lzaro est enfermo y le dieron al Seor la noticia: Seor, tu amigo est enfermo.
Y el Seor lo siente. Y cuando se entera de que ha muerto, el Seor llora. Y se pone en
camino para estar cerca de l.

Jess amaba a Marta, a su hermana y a Lzaro. Y Jess te ama a ti con el mismo


corazn. Y siente tu enfermedad. Tu problema. Y sufre contigo. Y le duele tu dolor. Y le
inquietan tus preocupaciones. Est pendiente de tu vida. No le olvides nunca. Dios
pendiente de ti! Para que luego t le correspondas tantas veces con la indiferencia, o tal vez
con la ofensa premeditada.
Lzaro ha muerto y Jess se pone en camino para resucitarlo. Es una vez ms el Buen
Pastor que sale al encuentro de la oveja necesitada. T, muerto tantas veces, has provocado
el llanto de Dios. Y se ha puesto en camino para devolverte la vida.
Jess, vindola llorar (a Mara) y viendo llorar a los judos que la acompaaban,
solloz y muy conmovido pregunt: dnde lo habis puesto? Le contestaron: Seor, ven a
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verlo. Jess se ech a llorar. Los judos comentaban: Cmo le quera! .
Dudas todava del Corazn de Jess? As ama Dios!
Y Jess le dijo: Lzaro, sal fuera. Y Lzaro pudo de nuevo gozar de la presencia del
Amigo.
Jess es tu amigo. El amigo. Con corazn de carne, como el tuyo. Con ojos de mirar
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amabilsimo, que lloran por Lzaro... Y tanto como a Lzaro, te quiere a ti .
Lunes. Correccin fraterna
No juzguis y no seris juzgados, nos dir el Seor en una ocasin. Con la medida
con que juzguis a los dems seris juzgados, nos dir en otro momento. Somos muy
exigentes para juzgar a los otros. Pero muy indulgentes a la hora de darnos nuestra propia
sentencia.
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Vosotros juzgis por lo exterior .


Yo veo aqu la clave para ejercer siempre una buena correccin fraterna:
No juzgar por lo exterior: no fiarse de las apariencias. No dejarse impresionar por
una falta casual. Hay que ir al fondo para extirpar las races.
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Yo no juzgo a nadie . Y ms que juzgar, lo que hay que hacer, si es necesario, es


corregir. Corregir con amabilidad, con mucha humildad y delicadeza. Con una comprensin
sin lmites.
Si juzgo yo, mi juicio es legtimo, porque no estoy solo, sino que estoy con el que
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me ha enviado, el Padre . Para que una correccin sea fraterna y produzca frutos,
tenemos que estar muy unidos a Dios, al Padre. Vivir muy bien la filiacin divina. Ver en el
otro a un hermano. Pensar las cosas en la oracin. Consultar para contrastar criterios.
Demostrar que lo hacemos porque lo queremos. Con paciencia, con valenta. Es el mejor
apostolado.

'Frater qui adjuvatur a fratre quasi civitas firma'. El hermano ayudado por su
hermano es tan fuerte como una ciudad amurallada.
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Piensa un rato y decdete a vivir la fraternidad que siempre te recomiendo .


Martes. Vida futura
Vosotros sois de aqu abajo, yo soy de all arriba: vosotros sois de este mundo, yo no
soy de este mundo. Con razn os he dicho que moriris por vuestros pecados: Pues si no
creis que yo soy, moriris por vuestros pecados. Esto lo deca el Seor a los judos de su
tiempo que tenan una visin materialista de la religin. Eran miopes. No vean ms all de la
letra de la ley.
A veces, al mirar la vida de muchos cristianos, da la impresin de que hacemos todo
un montaje como si tuviramos en la tierra morada permanente. Echamos races profundas
en el suelo material de la vida, pero nos quedamos enanos a la hora de crecer
espiritualmente.
Vosotros sois de aqu abajo, yo soy de all arriba. Y se nos ocurre mirar hacia lo alto
y contemplar extasiados el Cielo, la casa del Padre, en donde Dios nos espera con los brazos
abiertos.
El cristiano ha de encontrarse siempre dispuesto a santificar la sociedad desde
dentro, estando plenamente en el mundo, pero no siendo del mundo, en lo que tiene no
por caracterstica real, sino por defecto voluntario, por el pecado de negacin de Dios, de
oposicin a su amable voluntad salvfica.
La fiesta de la Ascensin del Seor nos sugiere tambin otra realidad; El Cristo que
nos anima a esta tarea en el mundo, nos espera en el Cielo. En otras palabras: la vida en la
tierra, que amamos, no es la definitiva; pues no tenemos aqu ciudad permanente, sino que
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andamos en busca de la futura ciudad inmutable .
Mircoles. La Verdad os har libres
En aquel tiempo, dijo Jess a los judos que haban credo en l: Si os mantenis en
mi palabra seris de verdad discpulos mos: conoceris la verdad y la verdad os har
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libres .
El Seor ha venido a dar testimonio de la Verdad. Cristo es la Verdad. Yo soy la
Verdad, dijo en otra ocasin.
Jesucristo es la verdad porque es sincero. No obra con doblez. Se opone al demonio
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que es padre de la mentira porque, desde el principio no se mantuvo en la verdad.
Obrar la verdad es tener el alma clara, el corazn limpio. Y el limpio de corazn ver a Dios.

Mons. Escriv de Balaguer nos cuenta lo siguiente: En una ocasin vi un guila


encerrada en una jaula de hierro. Estaba sucia, medio desplumada; tena entre sus garras un
trozo de carroa. Entonces pens en lo que sera de m, si abandonara la vocacin recibida
de Dios. Me dio pena aquel animal solitario, aherrojado, que haba nacido para subir muy
alto y mirar de frente al sol. Podemos remontarnos hasta las humildes alturas del amor de
Dios, del servicio a todos los hombres. Pero para eso es preciso que no haya recovecos en el
alma, donde no pueda entrar el sol de Jesucristo. Hemos de echar fuera todas las
preocupaciones que nos aparten de El; y as Cristo en tu inteligencia, Cristo en tus labios,
Cristo en tu corazn, Cristo en tus obras. Toda la vida el corazn y las obras, la
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inteligencia y las palabras llena de Dios .
No es cierto que de este modo nos sentiremos realmente libres?
Jueves. La muerte del cristiano
Una tremenda verdad con la que ha de enfrentarse todo hombre es la muerte. S,
alguna vez t y yo moriremos como lo estn haciendo muchos en estos momentos. La
muerte es el momento de la autenticidad. La muerte es un interrogante abierto, al cual el
cristiano da respuesta contundente. En aquel tiempo, dijo el Seor a los judos: Os aseguro:
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quien guarde mi palabra no sabr lo que es morir para siempre .
Para el que guarda la palabra de Dios la muerte es el principio de la vida. El cristiano
tiene que pensar en la muerte. Debe meditar serenamente esta verdad hasta que llegue a ser
familiar para l. Debe aprender a tratarla como a una hermana llena de luz y de experiencia,
capaz de dar los consejos ms seguros y desinteresados.
La muerte es el trmino de nuestro peregrinar. La muerte es el momento alegre de
decir: todo est consumado. Es el momento de encontrarnos con el Padre a quien tanto
queremos.
En el alma cristiana despierta un sentimiento de consuelo en meditar esta verdad.
Cuando escribo estas lneas oigo a lo lejos en un transistor aquella cancin que dice:
Solamente una vez se entrega el alma, solamente una vez y nada ms.... No merece la
pena que cuando la entreguemos lo hagamos con las manos llenas de obras de amor, de
frutos maduros, de talentos negociados?
No has odo con qu tono de tristeza se lamentan los mundanos que 'cada da que
pasa es morir un poco'?
Pues, yo te digo: algrate, alma de apstol, porque cada da que pasa te aproximas a la
vida .
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Viernes. Odres nuevos

No terminan de comprender al Seor los de su tiempo. Esta vez agarran piedras para
apedrearle. Muchos siglos esperando la llegada del Mesas y cuando lo tienen delante no les
cabe en la cabeza que Aqul pudiese ser Dios.
No tenan el alma en condiciones de creer. Les faltaba docilidad. Les sobraba la vejez
que produce el orgullo. Por eso el Seor dir que no se puede echar vino nuevo en odres
viejos, porque la fuerza del vino joven reventara los odres acostumbrados a una fe
anquilosada.
Tu corazn no puede envejecer nunca. Que seas siempre joven de corazn. Muy nio
de alma. No compliques las cosas de Dios. Necesitas renovar tu alma y tu mentalidad.
Necesitas de ese aggiornamento bien entendido del que hablara Juan XXIII. Fidelidad.
Para m aggiornamento significa sobre todo eso: fidelidad. Un marido, un soldado, un
administrador es siempre tanto mejor marido, tanto mejor soldado, tanto mejor
administrador, cuanto ms fielmente sabe hacer frente en cada momento, ante cada nueva
circunstancia de su vida, a los firmes compromisos de amor y de justicia que adquiri un da.
Esa fidelidad delicada, operativa y constante que es difcil, como difcil es toda aplicacin
de principios a la mudable realidad de lo contingente es por eso la mejor defensa de la
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persona contra la vejez de espritu, la aridez de corazn y la anquilosis mental .
Con esa fidelidad que exige nuestra renovacin, es fcil descubrir a Dios en los mil
pormenores que llenan nuestra vida. Pero es una fidelidad exigente.
Pero... la perfeccin a la que estamos llamados por nuestra eleccin cristiana, no
complica ni hace ms difcil la vida, si bien nos exigir la observancia de muchas normas
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prcticas encaminadas, sobre todo, a facilitar y a no turbar nuestra fidelidad . Es para
vosotros los jvenes, sobre todo para vosotros, por lo que la Iglesia acaba de alumbrar en un
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Concilio una luz, luz que alumbrar el porvenir .
Sbado. Un solo pueblo
Uno de ellos, Caifs, que era sumo sacerdote aquel ao, les dijo: Vosotros no
entendis ni palabra, no comprendis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que
no perezca la nacin entera.
Somos un solo pueblo. El pueblo de Dios. Un pueblo que debe estar unido, abrazado
en el amor. Un pueblo santo. En donde cada uno respete a cada uno. En donde haya sonrisas
y saludos, y nos demos la mano en seal de amistad.
El pueblo de Dios debe ser un pueblo en el que nos perdonamos y nos ayudamos a ser
santos.
Ellos sern mi pueblo y yo ser su Dios. Mi siervo David ser su rey, pastor nico de
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todos ellos: caminarn segn mandatos, guardarn y cumplirn mis preceptos... .

Y el Concilio Vaticano II dice: La condicin de este pueblo es la dignidad y la libertad


de los hijos de Dios, en cuyos corazones habita el Espritu Santo como en un templo. Tiene
por ley el nuevo mandato de amar como el mismo Cristo nos am a nosotros. Y tiene, en
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ltimo lugar, como fin, el dilatar ms y ms el reino de Dios... .
Para terminar, acude a la intercesin de Mara.

J. Escriv de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 57


Lc 18, 1-8
3
Camino, 96
4
o. c. n. 598
5
Lc 9, 22 s.
6
J. Escriv de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 168
7
Vaticano II, Sacrosanctum Concilium, n. 8
8
Is 58, 1 s.
9
Camino, n. 902
10
Ibdem, n. 903
11
Ibdem, n. 915
12
J. Escriv de Balaguer, Santo Rosario, Oracin en el Huerto
13
Tagore, Ofrenda lrica, n. 39
14
Io 13, 34-35
15
Gal 6, 2
16
J. Escriv de Balaguer, Cartas, Roma 9-I-1951
17
J. Escriv de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 196
18
Mt 7, 7 s.
19
Mt 5, 20 s.
20
Saint-Exupry, El principito, cap. XXI
21
Mt 5, 43 s.
22
G. Durny
23
Guy de Larigaudie, Buscando a Dios, p. 45
24
Camino, n. 279
25
Mc 9, 2-3
26
J. Pieper, El ocio y la vida intelectual, p. 317
27
Ps 115
28
Mt 5, 7
29
Camino, n. 451
30
Tagore, La luna nueva, n. 12
2

31

Mt 20, 17 s.
Mt 21, 33 s.
33
Cfr. 1 Cor 3, 9
34
J. Escriv de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 64
35
Io 4, 5 s.
36
Pguy, o. c., 11, 98-99
37
Camino, n. 813
38
Lc 11, 14 s.
39
J. Escriv de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 60
40
Tagore, Ofrenda lrica, n. 38
41
Lc 18, 9 s.
42
1 Cor 4
43
Camino, n. 590
44
Io 3, 19-21
45
Is 65, 17 s.
46
Io 15,11
47
Camino, n. 664
48
Io 5, 1 s.
49
Io 5, 17 s.
50
Io 1, 14
51
Am 8, 11-12
52
Is 55, 10-11
53
Io 14, 23
54
Pguy, o. c., p. 54
55
Io 5, 31 s.
56
Io 14, 9
57
J. Escriv de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 64
58
Io 7, 1 s.
59
Sap 2, 1 s.
60
Sap 2, 1 s.
61
Camino, n.390
62
Io 11, 33-35
63
Camino, n. 422
64
Io 8, 1 s.
65
Ibdem
66
Ibdem
67
Camino, n. 460
68
J. Escriv de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 125-126
69
Io 8, 31 s.
70
Io 8, 44
32

71

Es Cristo que pasa, n. 11


Io 8, 51 s.
73
Camino, n. 737
74
J. Escriv de Balaguer, Conversaciones, n. 1
75
Pablo VI, Aloc. 4-III-70
76
Mensaje del Concilio Vaticano II a los jvenes
77
Ez 37, 21 s.
78
L. G. n. 9
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