Pornografia Violencia y Pulsion
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Al comienzo de cada uno de mis films dice Federico Fellini en una entrevista
en un gran pizarrn colgado a mis espaldas, en mi oficina, pincho las fotografas de
todos aquellos que, en un momento determinado, podran tener que representar un
papel, as sea nfimo. Poco a poco invaden el espacio, se atropellan, se superponen,
conquistan su derecho de ciudadana. Mi vida entonces esta condicionada por esa
gran tapicera de rostros.2 Ese es el punto de partida de los films del realizador italiano:
un rostro cuya mirada a menudo es tan intensa que apela directamente a los espectadores, estableciendo con ellos una suerte de reconocimiento mutuo, de contacto directo, de complicidad. Un lazo que, finalmente, remite a quien mira a su propia intimidad y su propia subjetividad.
Pero a no dudarlo, Fellini no es una excepcin en el mundo del cine. Para un realizador el encuadre cerrado es uno de los medios de mostrar la complejidad psicolgica
de los personajes de la historia que narra: El primer plano de un rostro en el cine
1. Trabajo publicado en Michela Marzano. La pornografa o el agotamiento del deseo. Buenos Aires.
Manantial. 2006
2. Comentario referido por D. Le Breton, Des visages (1992), Paris, Mtalli, 2003, pg. 267.
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tiene como dos polos: hacer que este refleje la luz o por el contrario acusar sus sombras
hasta sumirlo en una oscuridad despiadada.3
El rostro permite que la narracin siga su lgica interna y que los personajes no
estn completamente encerrados en un papel estereotipado: impide la reduccin del
personaje a un signo sin significacin; llama al espectador para que entre en la historia
y encuentre su lugar en ella. La imagen-afecto es el primer plano, y el primer plano
es el rostro... Eisenstein sugera que el primer plano no era solamente un tipo de
imagen entre otras sino que daba una lectura afectiva de todo el film.4
El rostro es siempre lo que posibilita el encuentro, el intercambio de miradas, el
surgimiento de la palabra. Es una suerte de trazado, un mapa por descifrar que remite
al resto del cuerpo y, simultneamente, a la interioridad de cada uno y a sus contradicciones secretas. Es el signo de la condicin humana. Se presenta como una superficie
que permite que nuestra mirada explore el territorio individual de quien se halla frente
a nosotros para orientarnos en su mundo; una superficie no lisa sino agujereada,
que remite a las otras cavidades del cuerpo. Ya no miro los ojos de la mujer que tengo
en mis brazos, sino que los atravieso a nado, cabeza, brazos y piernas por entero, y
veo que detrs de las rbitas de esos ojos se extiende un mundo inexplorado, mundo
de cosas futuras, y de ese mundo est ausente toda lgica.5 El rastro nunca es una
simple pared exterior. Manifiesta a la vez la unidad y la complejidad de cada individuo
(Qu ocurre cuando es borrado y desaparece para dar paso a un cuerpo sin rostro,
ya sin mirada ni intencionalidad?).
La imagen pornogrfica comienza all donde la mirada es desestabilizada por la
deconstruccin del rostro: lo que se pone en escena es siempre un cuerpo sin rostro,
aunque est an presente, por lo menos en la pornografa clsica. Porque est completamente descontextualizado y desemantizado: su nica funcin es conducir la
mirada del espectador hacia el sexo y las otras partes ergenas. Los ojos permanecen,
pero el mensaje que comunican se limita a invitar al espectador a dejarse envolver
por las escenas de acoplamiento. La boca est presente, pero vaciada de toda palabra:
abierta como para un grito, no es ms que un agujero de goce; esta ah para ser penetrada en igualdad de condiciones que la vagina; su estatuto no es diferente de la del
ano. El rostro solo aparece en los planos de corte, entre aquellos otros, cerrados, de
sexo. Slo tiene el valor de un contracampo estereotipado: es una suerte de mascara
muda que acompaa la actividad sexual.
En la pornografa contempornea, la deconstruccin del rostro es total, hasta la
supresin completa de la subjetividad de los individuos representados. No slo no es
mas que una boca donde el pene puede gozar, sino que tambin es manchado por
el esperma, la orina o los excrementos. Lo que, ms all de la negacin de la singula3. Deleuze, G., Guattari, F., Milie plateaux, Paris, Editions de Minuit, 1980, pg. 206.
4. Deleuze, G., LImage-Mouvement, Paris, Editions de Minuit, 1983, pg. 125.
5. Miller, H., Tropique du Capricorne, Paris, Editions du Chene, 1946, pg. 179.
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crueldad, porque el obstculo que detiene la pulsin de dominio ante el dolor del otro:
la capacidad de compadecerse, se forma relativamente tarde.25 La fragmentacin del
cuerpo propuesta por la pornografa no es solamente la ruptura de una imagen unificada sino sobre todo una degradacin del sujeto al estado de materia informe.
Perder la unidad de su cuerpo conduce a la angustia, de la que entonces uno busca
deshacerse a travs de un dominio sobre el objeto del deseo que escapa a la sujecin.
EI medio de lograrlo consiste en reducirlo a una cosa.
Pero esta reduccin del otro a una cosa impide toda compasin. No slo no es reconocido como un semejante, como una presencia que surge ante mi y pide ser respetado
en cuanto sujeto sino que ya no es percibido como un ser sensible. Reducido a un cuerpo
develado y habitado por fuerzas que excluyen toda razn y toda sensibilidad, ni siquiera
es ya carne. EI individuo no tiene ya la posibilidad de reivindicar la mirada que permite
que el yo [moi] no vaya a la deriva: el otro no es mas un otro que me cuestiona, impugnando mi poder sobre los objetos; no es ya el signo de lo que yo no tengo; ha dejado
de desafiarme por su carcter indestructible.26 Mas bien, el otro se convierte en un instrumento que yo puedo utilizar, una cosa de la que puedo aduearme, que ya no puede
formar parte del objeto valorizado, el objeto de nuestro amor y nuestra ternura, el objeto
en la medida en que concilia en l todas las virtudes del supuesto estadio genital.27
Reducido a un objeto de asco (ab-yecto), el individuo representado por la pornografa,
sobre todo por las imgenes contemporneas, esta abierto a la profanacn.28
DEsCriptorEs: PORNOGRAFA/ SUBJETIVIDAD / IMGEN VISUAL / CUERPO / PUDOR /
COMPASIN / OTRO / CINE
PROPUESTO: PROFANACIN
KEyworDs: PORNOGRAPHY/ SUBJECTIVITY / VISUAL IMAGE / BODY / MODESTY /
COMPASSION / OTHER / CINEMA
PROPOSED: PROFANATION
paLavras-ChavEs: PORNOGRAFIA/ SUBJETIVIDADE / IMAGEM VISUAL / CORPO /
PUDOR / COMPAIXO / OUTRO / CINE
PROPOSTO: PROFANAO
25. Freud, S., Trois essais sur la theorie sexuelle, op: cit., pg. 121.
26. Lacan, J., Le Seminaire VII. Lethique de la psychanalyse, Paris,
Editions du Seuil, 1986, pg. 238.
27. Ibid., pag. 238. Es interesante subrayar que, segn Jacques Lacan, es preciso remontarse a Sade para
encontrar el primer ejemplo de una teorizacin explcita de la reduccin del individuo a un objeto parcial:
Al determinar la ley del goce corno lo que puede fundar no s qu sistema de sociedad idealmente utpico,
Sade se expresa de este modo [ ... ]: Prestadme la parte de vuestro cuerpo que puede satisfacerme un
instante, y gozad, si os place, de aquella del mo que puede resultaros agradable. Podemos ver en el
enunciado de esta ley fundamental, mediante la cual se expresa un momento del sistema de Sade en la
medida en que pretende ser socialmente admisible, la primera manifestacin articulada de aquello en lo
que, como psicoanalistas, nos detuvimos con el nombre de objeto parcial. Id., pags. 237-238.
28. Bataille, G., LErotisme, . cit., pg. 148.