El Manicomio
El Manicomio
El Manicomio
zek Triste Alma de Alpiste, y Sonia, la segunda contable y diosa Aurora para todos
los habitantes de Tworki, a los que se unen
Janka, Olek, Marcel, Witek y mam. Y estos encuentros, donde se pasea por el parque del manicomio hacia el columpio, o
se celebra el cumpleaos de Sonia a orillas
del ro, son como breves estancias en el
paraso, en los que Bienczyk erige un altar
de flores al amor y la amistad.
La Amrica salvaje
Todo arrasado, todo quemado
Wells Tower
Traduccin de Ismael Attrache
Seix Barral. Barcelona, 2010
263 pginas. 18,50 euros
hoy por hoy su practicante ms aventajado, su alumno ms osado. Hay tantas cosas para aplaudir en esta coleccin de relatos que es imposible que una resea les
haga justicia. Tower lleva en su genealoga la impronta de Flannery OConnor,
por su talento para convertir cualquier
objeto en un smbolo cargado de densidad, y la de Denis Johnson, por su capacidad para encontrar poesa en la vida de
los perdedores de la Amrica profunda.
Aqu estn los hombres expulsados de sus
casas por infieles, los hermanos que no se
hablan a lo largo de los aos, los hijastros
que no se llevan bien con los padres, los
depredadores sexuales en busca de nios
y quinceaeras. Uno de los cuentos ms
notables se titula La Amrica salvaje; as
podra haberse llamado el libro. Ocho de
estos nueve relatos quedarn para las an-
tologas. La fuerza descriptiva va acompaada por una mirada compasiva a los personajes y un gran sentido de la sorpresa y
el manejo del tiempo a la hora de construir las tramas. En En la feria, un nio
es abusado sexualmente. La intriga gira
en torno al posible culpable, uno de los
trabajadores de esa feria en la que se mezclan los rojos estridentes del Coro del
Diablo y el blanco azulado de la noria y
los verdes estroboscpicos del Orbitador
y los amarillos y morados fugitivos de las
sillas voladoras. El cuento apunta hacia
una direccin, pero el final sorprende e
impacta. Uno de los smbolos ms emblemticos de los Estados Unidos de Wells
Tower es una nia de quince aos en esa
feria. La nia anda con un caramelo fosforescente en la boca, y mientras se mece
en el Barco Pirata hay una luz tenue y
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