La Promesa Del Ladron Arrepentido

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Sermn Ejemplo 3

Tema: La promesa del ladrn arrepentido.


Titulo: l lo dijo y cumplir.
Texto: Lc. 23:43
Asunto: Promesas.
Propsito General: Dar aliento.
Propsito Especfico: Que el creyente sea animado a confiar, para ver cumplidas
las promesas de Dios en su vida.
Proposicin: Dios es fiel y sus promesas son verdaderas, el nunca retarda sus
palabras, sino que las cumplir a su debido tiempo.

Bosquejo:
Introduccin:
1. Seguridad preciosa.
1.1 Porque es Dios quien lo dice.
1.2 El nunca miente,
2. Una invitacin admirable.
2.1 Un lugar glorioso.
2.2 Es una invitacin para todos
3. Una compaa gratsima.
3.1 Estaremos con Jess.
3.2 Nada nos separar de l

4. Una promesa sin dilacin.


Conclusin:

Tema: La promesa del ladrn arrepentido.


Titulo: El lo dijo y cumplir.
Texto: Lucas 23:43
Entonces Jess le dijo: De cierto de cierto te digo que hoy estars conmigo en el
paraso.

Introduccin: El Seor Jess estaba clavado en una cruz, despus de un recorrido


largo y doloroso, a su lado estaban dos malhechores de cuyos nombres la Biblia no
nos habla, uno de ellos a la derecha de l y el otro a la izquierda, el primero de ellos
lo injuriaba, mientras que el otro le reconoca, a este ltimo Jess le dice estas
palabras, hoy estars conmigo en

el paraso. La condicin de pecado de este

hombre, en comparacin con la perfeccin de Cristo, era en extremo diferente, an


este hombre en su miserable condicin alcanz misericordia y vio cumplida ese
mismo da una de las ms hermosas promesas del Seor. P. Dios es fiel y sus
promesas son verdaderas, el nunca retardar sus palabras, sino que las cumplir a
su debido tiempo. I.S Qu es lo que nos da la seguridad de que Dios cumplir sus
promesas?
1. Su seguridad preciosa.
Cuando el Seor Jess mencionaba la frase de cierto del cierto, hacia
hincapi en que deca la verdad, era tal la seguridad al decir estas palabras
que aquel que le escuchaba poda tener la seguridad de que en sus palabras
no haba mentira. Hay varios pasajes a lo largo de la escritura donde Dios
aada a sus promesas e incluso a sus advertencias la frase de cierto, para
hacer nfasis que la palabra dicha por l se cumplir, por dos sencillas
razones.
1.1 Porque es Dios quien lo dice.
A lo lago de la Escritura vemos a Dios hablando a su pueblo en
diferentes circunstancias, algunas veces les adverta acerca de los
peligros que vendran si ellos se alejaban de l, la palabra de Dios se

cumpla cuando el pueblo desobedeca e iba tras dioses ajenos y cada vez
que era quebrantada la ley de Dios. Vemos tambin mas promesas
hechas a grandes hombres en particular como en el caso de David y su
descendencia al prometer que no faltara hijo suyo en el trono de su
Israel y vemos esto cumplido hasta las tiempos del seor Jesucristo,
llamado por est promesa el Hijo de David, lo vemos tambin en el caso
de Abraham y la promesa acerca de su descendencia innumerable como
las estrellas del cielo y la arena del mar, entre estos muchos ejemplos
ms. Si nosotros estuviramos de frente a Dios y tuviramos la osada de
preguntarle Por qu he de confiar en tu palabra? Quiz respondera,
porque lo digo Yo. Su palabra es suficiente para tener la seguridad de
que el cumple lo que promete. No vemos en ninguna o parte de la
escritura a Dios no cumpliendo su palabra. La segunda razn es que:
1.2 El nunca miente.
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se
arrepienta. El dijo, y no har? Habl, y no lo ejecutar? (Nm. 23:19).
Nadie puede reclamar a Dios una promesa incumplida, el no es como
nosotros, no dice verdades a medias, no disfraza la verdad, no hay
necesidad de tal cosa, porque sabemos que cualquier palabra que sale de
su boca es completamente cierta, su palabra se caracteriza por su
fidelidad, este es el atributo de Dios que ms se destaca en la escritura,
el Rey David expresaba esta verdad: oh Jehov, Dios de los ejrcitos,
Quin como tu? Poderoso eres, Jehov, y ti fidelidad te rodea.

Su

palabra es verdadera y sin doblez, no hay duda cuando l habla. Jess le


asegura a este malhechor que lo que est por decir es una verdad
absoluta, puedo imaginar al maestro vindolo los ojos, sin odio alguno
por este malhechor que en un inicio le injuriaba pero que se haba
arrepentido y de lo que ahora estaba recibiendo de Jess.
2. Una invitacin admirable.
Le estaba prometiendo nada menos que estar en el paraso mismo, la
palabra paraso viene del persa,

y quiere decir un jardn amurallado.

Cuando el rey persa quera hacerle un gran honor a alguno de sus


servidores, le nombraba su acompaante en el paraso, para que pasear y
conversar a con el rey en aquel lugar delicioso. Eso le estaba diciendo Jess
a este hombre, le invitaba a este lugar especial.
2.1 Un lugar glorioso.

Quiz este malhechor nunca imagin que l podra llegar a ese lugar, le
haba dicho a Jess acurdate de m cuando vengas en tu reino, entendi
que el era el enviado de Dios y que algn da establecera su reino en la
tierra, no pidi entrar al cielo ni que se hiciera con l misericordia, no
pidi que se le bajar de esa cruz, ni siquiera se senta digno de que se le
mostrar compasin alguna, no pidi nada ms que Jess lo recordara,
pero saba que tena a su lado al mismo Dios, y en lugar de un reproche
recibe el regalo ms hermoso. Jess es as, el conoca que este hombre
estaba arrepentido de verdad, el conoce lo ntimo del corazn,

las

necesidades que tenemos, aun no esta la palabra en nuestra lengua y el


ya la conoce, escudria lo ms profundo del corazn y conoce sus
intensiones. Entonces, de que hemos de preocuparnos? El siempre da
ms de lo que anhelamos o esperamos, yo se que usted ha experimentado
muchas veces esto, haga memoria, nunca nos ha dejado desprotegidos,
ha tenido cuidado de nosotros siempre. Esta promesa que el Seor le
hizo a este hombres es para nosotros tambin, nos ha prometido una
morada eterna, donde el temor terminar, donde el pecado ya no tendr
lugar, donde no habr lloro, ni tristezas, que glorioso futuro nos espera
hermanos! Pero no todos tienen est seguridad, la invitacin est hecha
pero no todos la conocen, la gente que nos rodea necesita saber.
2.2 Es una invitacin para todos.
No se puede guardar una luz debajo de la mesa, de nada sirve, no se
puede ocultar la sal en la cocina, pierde su utilidad, as tampoco se debe
guardar la verdad del Evangelio. Esta invitacin quiere hacerla el Seor
a todo aquel que se arrepienta y tenga fe, pero como sabr la gente si
nosotros no les hablamos de ella. En ocasiones hacemos acepcin de
personas, juzgamos por apariencias, rechazamos a los que no son como
nosotros, Dios no es as, Job expresaba que El no hace acepcin de
personas, de prncipes, ni respeta ms al rico que al pobre porque todos
son obras de sus manos (34:19), si el no lo hace, entonces por qu lo
hacemos nosotros? Toleramos poco a la persona sucia que pide dinero en
las esquinas de nuestra ciudad, nos damos la vuelta cuando vemos a un
vagabundo, a una pobre mujer pidiendo dinero para el sustento de sus
hijos, vemos con desprecio a la mujer que entra al templo por primera
vez vestida de manera provocativa cuando lo que ella busca es agua viva
para su alma, agua de la que ya hemos participado nosotros pero no
somos capaces de compartir. El reino de los cielos es ofrecido a todos, que
no seamos hallados como los fariseos, cerrando el cielo delante de los
hombres, no entraban pero tampoco dejaban entrar a otros, no entraban

al cielo, ni dejaban entrar. Nosotros estamos conscientes de que es el


mejor lugar al que podamos ir, estaremos en el mejor lugar y eso no es
todo, el Seor nos promete algo mejor.
3. Una compaa gratsima.
Ningn lugar, por mas hermoso que este sea ser tan placentero como
cuando se est con la persona amada, no puedo imaginar mejor lugar, pero
si faltara Cristo, es un lugar al que no quisiera yo ir. Lo que hace de esta
promesa an mejor es la compaa que tendremos.
3.1 Estaremos con Jess.
El Seor le dice a este hombre que estara en el paraso, pero no estara
slo, estars conmigo, este es el mismo lugar al que nosotros iremos, al
lado del Amado de nuestras almas, el que nos cre para gloria de su
nombre, l est ahora mismo preparado ese lugar para estar con l, un
lugar sin duda ser hermoso, quiz no pueda nuestra mente imaginar la
perfeccin de aquel lugar, pero la compaa de nuestro hacedor lo
completa todo, el apstol Juan habla de Jess como la lumbrera de la
ciudad, no hay necesidad de luna ni de sol porque la gloria de Dios lo
iluminar todo. Que mejor compaa podramos desear que la de Jess.
3.2 Nada nos separar de l.
Nuestra estancia en las moradas eternas ser eterna, nunca ms
seremos alejados de l, no habr distracciones porque nuestro todo ser
l, estaremos adorando, estaremos trabajando, el Seor pondr a sus
fieles sobre mucho, toda nuestra atencin estar puesta en l. La
promesa que le hace Jess a este hombre es cumplida ese mismo da.
4. Una promesa sin dilacin.
Lo sorprendente en esta promesa que le hace Jess a este hombre es la
premura, no le dice maana sino hoy, hoy estars conmigo en el paraso, ese
mismo da, al expirar estara con Dios, que tranquilidad debi sentir este
hombre al escuchar las palabras de Jess, cualquiera hubiera muerto gozoso
despus de esta promesa, sabemos con seguridad fue tal como Jess se lo
dijo y que esa misma tarde disfrut de llegada a la presencia de Dios mismo.
El tuvo la oportunidad de arrepentirse en el ltimo momento de su vida,
para Dios nunca es tarde para perdonar, tampoco para bendecir a sus hijos.
El nunca llega tarde aunque a veces parezca que s,

sus tiempos son

perfectos, su voluntad lo es tambin cuando aprendemos a esperar en ella.

Como hijos del Padre podemos gozar de sus bendiciones en esta tierra, de su
sanidad, pues el promete sanar todas nuestras enfermedades y dolencias.
De su cuidado, pues quien habita bajo sus alas esta seguro. Del alimento,
pues an las aves de los cielos l has alimenta, cuanto ms a nosotros como
hijos suyos. Encontramos perdn, pues el es fiel y justo, no desprecia al
corazn que se acercaba l contrito y humillado. Muestra su misericordia y
clemencia, siendo lento para la ira. Levanta al cado y da fuerzas al que ya
no tiene ningunas, las bendiciones y promesas que recibimos de el siguen y
siguen, tardara mucho tiempo en contar de sus bondades. Sus promesas no
slo son en el presente, sino que alcanzan a futuro, nos promete un lugar
para morar con l, nos promete galardones y una vida eterna en l.
Conclusin:
Como conclusin, el Seor no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre
para que se arrepienta, nos hace promesas que solo l puede cumplir, no
retarda nunca lo que ha dicho, l siempre llega en el momento preciso, no se
lo que est usted pasando en este momento pero si el Seor tuvo compasin
de este hombre la tendr tambin de usted, que no desmaye su corazn,
afrrese a las promesas que encontramos en su palabra, Dios es fiel a ellas y
si nosotros somos fieles a l no tardar en cumplirlas. Cualquier cosa que
usted necesita puede ser puesta delante del trono de la gracia,
acerqumonos pues con confianza, como deca el apstol Pablo, para
alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

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