La Promesa Del Ladron Arrepentido
La Promesa Del Ladron Arrepentido
La Promesa Del Ladron Arrepentido
Bosquejo:
Introduccin:
1. Seguridad preciosa.
1.1 Porque es Dios quien lo dice.
1.2 El nunca miente,
2. Una invitacin admirable.
2.1 Un lugar glorioso.
2.2 Es una invitacin para todos
3. Una compaa gratsima.
3.1 Estaremos con Jess.
3.2 Nada nos separar de l
cumpla cuando el pueblo desobedeca e iba tras dioses ajenos y cada vez
que era quebrantada la ley de Dios. Vemos tambin mas promesas
hechas a grandes hombres en particular como en el caso de David y su
descendencia al prometer que no faltara hijo suyo en el trono de su
Israel y vemos esto cumplido hasta las tiempos del seor Jesucristo,
llamado por est promesa el Hijo de David, lo vemos tambin en el caso
de Abraham y la promesa acerca de su descendencia innumerable como
las estrellas del cielo y la arena del mar, entre estos muchos ejemplos
ms. Si nosotros estuviramos de frente a Dios y tuviramos la osada de
preguntarle Por qu he de confiar en tu palabra? Quiz respondera,
porque lo digo Yo. Su palabra es suficiente para tener la seguridad de
que el cumple lo que promete. No vemos en ninguna o parte de la
escritura a Dios no cumpliendo su palabra. La segunda razn es que:
1.2 El nunca miente.
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se
arrepienta. El dijo, y no har? Habl, y no lo ejecutar? (Nm. 23:19).
Nadie puede reclamar a Dios una promesa incumplida, el no es como
nosotros, no dice verdades a medias, no disfraza la verdad, no hay
necesidad de tal cosa, porque sabemos que cualquier palabra que sale de
su boca es completamente cierta, su palabra se caracteriza por su
fidelidad, este es el atributo de Dios que ms se destaca en la escritura,
el Rey David expresaba esta verdad: oh Jehov, Dios de los ejrcitos,
Quin como tu? Poderoso eres, Jehov, y ti fidelidad te rodea.
Su
Quiz este malhechor nunca imagin que l podra llegar a ese lugar, le
haba dicho a Jess acurdate de m cuando vengas en tu reino, entendi
que el era el enviado de Dios y que algn da establecera su reino en la
tierra, no pidi entrar al cielo ni que se hiciera con l misericordia, no
pidi que se le bajar de esa cruz, ni siquiera se senta digno de que se le
mostrar compasin alguna, no pidi nada ms que Jess lo recordara,
pero saba que tena a su lado al mismo Dios, y en lugar de un reproche
recibe el regalo ms hermoso. Jess es as, el conoca que este hombre
estaba arrepentido de verdad, el conoce lo ntimo del corazn,
las
Como hijos del Padre podemos gozar de sus bendiciones en esta tierra, de su
sanidad, pues el promete sanar todas nuestras enfermedades y dolencias.
De su cuidado, pues quien habita bajo sus alas esta seguro. Del alimento,
pues an las aves de los cielos l has alimenta, cuanto ms a nosotros como
hijos suyos. Encontramos perdn, pues el es fiel y justo, no desprecia al
corazn que se acercaba l contrito y humillado. Muestra su misericordia y
clemencia, siendo lento para la ira. Levanta al cado y da fuerzas al que ya
no tiene ningunas, las bendiciones y promesas que recibimos de el siguen y
siguen, tardara mucho tiempo en contar de sus bondades. Sus promesas no
slo son en el presente, sino que alcanzan a futuro, nos promete un lugar
para morar con l, nos promete galardones y una vida eterna en l.
Conclusin:
Como conclusin, el Seor no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre
para que se arrepienta, nos hace promesas que solo l puede cumplir, no
retarda nunca lo que ha dicho, l siempre llega en el momento preciso, no se
lo que est usted pasando en este momento pero si el Seor tuvo compasin
de este hombre la tendr tambin de usted, que no desmaye su corazn,
afrrese a las promesas que encontramos en su palabra, Dios es fiel a ellas y
si nosotros somos fieles a l no tardar en cumplirlas. Cualquier cosa que
usted necesita puede ser puesta delante del trono de la gracia,
acerqumonos pues con confianza, como deca el apstol Pablo, para
alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.