Shincal de Quimivil PDF
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EL SHINCAL DE
QUIMIVIL
EDITORES Y COMPILADORES
Rodolfo A. Raffino - Lidia Anah Icona - Reinaldo Andrs Moralejo - Diego Gobbo - Mara Guillermina Couso
Direccin Provincial de
Antropologa
Provincia de Catamarca
Direccin Provincial de
Antropologa
Provincia de Catamarca
EDITORES Y COMPILADORES
Rodolfo A. Raffino
Lidia Anah Icona
Reinaldo Andrs Moralejo
Diego Gobbo
Mara Guillermina Couso
Direccin Provincial de
Antropologa
Provincia de Catamarca
SUMARIO
8
Presentacin
Adrin Giacchino, Lidia Anah Icona, Reinaldo Andrs Moralejo, Diego Gobbo, Mara Guillermina Couso
10
Prlogo
Rodolfo A. Raffino
23
41
63
85
105
127
143
PRESENTACIN
Adrin Giacchino
Lidia Anah Icona
Reinaldo Andrs Moralejo
Diego Gobbo
Mara Guillermina Couso
PRLOGO
eremos reiterativos sobre reflexiones
vertidas por nosotros en la obra El
Shincal de Quimivl, editada por Sarqus en
San Fernando del valle de Catamarca (2004)
en cuanto que las experiencias histricas y
antropolgicas recogen sentencias sobre el
ciclo de vida de las formas arquitectnicas y
urbanas. Estas poseen una longevidad que
trasciende la existencia fsica de los hombres
y las culturas que las concibieron. Nacen,
crecen, se transforman o declinan componiendo un ciclo vital. Una historia centenaria, a veces dividida en captulos, que puede
ser reconocida, descripta y explicada.
Ninguna creacin del hombre escapa a estos principios. Desde una escondida pintura
rupestre plasmada en una cueva o una tumba de los tiempos paleolticos, un monumento megaltico de las edades del bronce o del
hierro europeo, un templo Persa o greco-romano, hasta una pirmide monumental del
antiguo Egipto o de los Aztecas americanos.
Desde la minscula aldea, o una ciudadela,
desde el pucara amerindio hasta la ciudad
multitudinaria. Este es el panorama visible
en diferentes ciudades vivas del planeta y
perceptibles en aqullas que han muerto en
algn momento de la historia y que sobreviven como ruinas arqueolgicas.
Se trate de una aldea, un cementerio, una
ciudad, la gestacin de la morada del hombre en su vida y en su muerte, es el resultado de mltiples disparadores. Materia,
energa y talento amalgamados con tecnologa, demografa, ideologa, guerra, acuerdos y concilibulos. Esos mecanismos propios de la conducta humana fueron y son
los grmenes fundacionales. As las imgenes arquitectnicas y urbanas fueron adquiriendo su fisonoma de acuerdo a diferentes
normas y estilos, autctonos o difundidos,
que prevalecen en el acto fundacional y en
las remodelaciones posteriores.
A estos disparadores obedecen las crea-
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PRLOGO
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Tabla 1. Lnea sucesoria, fechas y sucesin de conquistas territoriales del imperio Inka
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PRLOGO
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versificacin morfofuncional de sus edificios, el manejo de los desniveles, la similitud/ diferencia y distribucin espacial
de los edificios que forman su trazado y
su demografa mnima relativa. Las collcas
sufrieron perturbaciones histricas, por lo
que el volumen de almacenaje est devaluado. En cuanto a la estimacin demogrfica, se ha calculado un habitante cada 3 m2
del rea techable del casco urbano que se
ha conservado, sin considerar las prdidas
de algunos edificios por el paso del tiempo y las perturbaciones por la construccin
de conjuntos arquitectnicos posteriores al
abandono del sitio. Todo ello correspondiente a los estudios realizados hasta el
ao 2004.
Concluimos este tramo del prlogo sosteniendo que El Shincal fue concebido, planeado y construido siguiendo una poltica
fundacional instaurada por Topa Inka Yupanqui a partir de 1471. El trazado urbano
es ortogonal o en damero, en torno a un
foco de planeamiento que usualmente es
la aukaipata o el ushnu. En El Shincal este
punto se identific como coordenada cero.
Este modelo prevalece en la mayora de las
capitales de wamani y en los grandes centros administrativos regionales. La instalacin fue levantada en un paraje provisto
de condiciones ecolgicas ptimas dentro
de la regin. Un bosque ubicado entre dos
ros; en lo que los Inka identificaban como
lugar de reunin (tinkuy) de los causes del
Quimivil y el Hondo. Al pie de monte de la
serrana homnima, a escasos 5 km del actual pueblo de Londres y de la Ruta Nacional N 40, de modo que su acceso moderno
es relativamente sencillo, prueba de ello es
el nfasis turstico que ha sido objeto en
los ltimos aos. Al respecto en el aporte
a cargo de Carlos Fernndez Balboa, Gisela Anala Quaranta y Paula Espsito se
ofrecen los procesos en que El Shincal se
da a conocer a la sociedad para generar un
sentido de pertenencia y su proceso de patrimonializacin.
Asimismo, el turismo que accede a El
PRLOGO
17
londres y que al tienpo que paso el adelantado almagro al rreyno de chille y conquista del
por este londres llebaba quinientos soldados y
mas de dos y tres mill yndios de seruiio estos
yngas enbiauan una parte del tributo a su seor el ynga en nobenta andas que llaman aca
angarillas y cada angarilla llebaban en onbros
veynte o treynta yndios () y en cada andas
destas yban de justo nobenta mill pesos de oro
fino de veynte y dos quilates en tejuelos y cada
tejuelo pasaua sesenta e dos pesos de oro y yba
marcado con la marca del ynga y hazia el tambo
del toro camino rreal del ynga labrado a mano
de mas de inquenta pies de ancho que yo le he
uisto... (Revista de la Biblioteca Nacional,
Tomo I, 1937, N 4, pp. 718. La Ciudad de
los Csares. Averiguaciones practicadas en
1587 y 1589 por el gobernador de Tucumn
Ramrez de Velazco. Buenos Aires).
Para quien esto escribe no quedan dudas
que el Londres mencionado por Ramrez de
Velazco en este documento de 1587, corresponde a El Shincal, la capital administrativa levantada por el Inka en la serrana de
Quimivil, y controlado por el Tawantinsuyu
hasta el verano de 1536.
El hecho de que figure como Londres
obedece a la apuntada razn de que en
ese lugar, en 1558, es fundada la histrica
Londres por Juan Prez de Zurita. El otro
topnimo mencionado, por donde pasaba
el Qhapaq an, es Tambo del Toro. Este corresponde a los tambos situados en la cabecera norte de la Quebrada del Toro (Salta)
y por donde debi pasar la expedicin de
Almagro.
Cabe agregar que las regiones catamarquea y riojana de los valles de Hualfn,
Abaucn, Andalgal y Famatina, donde
los inkas implantaron sus centros administrativos como El Shincal, Hualfn, Watungasta, Chaquiago de Andalgal, Tambera
de Chilecito y Via del Cerro en el chileno
valle de Copiap, junto a factoras como
Quillay del Hualfn donde en hornos especiales (wayras) se procesaban los metales
oro, plata, cobre y estao son una de las
ms ricas en el NOA. El paisaje y los recur-
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L os precursores
de E l S hincal
...Desvindonos veinticinco leguas del itinerario visitamos las ruinas de Shincal que el Ingeniero Furque (Hilarin) crey que era asiento
de Londres. Es una importante fortaleza que
iguala al Pucar (Aconquija) con muros de pie-
R econocimientos
Este aporte, como muchos otros ya editados y relacionados con el pasado de El
Shincal de Quimivil y su entorno regional,
ha sido factible gracias al apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnologa e Innovacin Productiva presidido por el ministro
Dr. Lino Baraao, del Consejo Nacional
de Investigaciones Cientficas y Tcnicas
(CONICET) de la Repblica Argentina, del
Programa de Incentivos de la Universidad
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PRLOGO
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DE LO ANLOGICO A LO DIGITAL:
LNEA DE TIEMPO DE UN SITIO
ARQUEOLGICO
Resumen: En este trabajo presentamos una lnea de tiempo de El Shincal de Quimivil (Departamento de
Beln, Provincia de Catamarca), que nos permite detallar los cambios ocurridos en la investigacin de un
mismo sitio arqueolgico. A lo largo de ms de 100 aos se han realizado en l distintas arqueologas.
Desde excavaciones a pico y pala en bsqueda de tumbas o necrpolis y croquis a mano alzada, hasta
fotos areas del sitio. Desde la realizacin de planos en lpiz tinta o tinta china, hasta el uso de los SIG
y los modelos predictivos. Es decir, desde aquellas herramientas que fueron pioneras en los estudios arqueolgicos, hasta aquellas otras cuya introduccin cambi el modelo analgico de trabajo por el digital.
Asimismo, hemos dejado planteadas las tecnologas a usar en un futuro inmediato y a mediano plazo en
el sitio.
Esta lnea de tiempo nos ha permitido rescatar, tambin, la perduracin de aquellas otras herramientas
que, aunque antiguas o tradicionales siguen siendo invalorables hoy por su practicidad y precisin en el
trabajo de campo del arquelogo.
Palabras clave: El Shincal de Quimivil; Lnea de Tiempo; Analgico; Digital; Herramientas
23
Hacia fines del siglo XIX la regin conocida como Londres, al sur del valle de Hualfn, en la provincia de Catamarca, comenz
a despertar el inters de viajeros, naturalistas y cientficos cuyos primeros informes,
descripciones, dibujos y croquis conforman
parte del corpus documental de los descubrimientos arqueolgicos ms tempranos
para dicha zona. Estos trabajos marcaron el
derrotero de aquellos que, desde comienzos
del siglo XX y hasta la actualidad, usando
distintas herramientas de observacin y
medicin y apoyados en explicaciones que
respondieron a distintos marcos tericometodolgicos y cronolgicos, han venido
enriqueciendo nuestro saber sobre esta regin del NOA.
Nos ocuparemos en estas pginas de
puntualizar, cronolgicamente, las herramientas usadas en el sitio arqueolgico de
El Shincal de Quimivil (departamento de
Beln, provincia. de Catamarca) desde fines
del siglo XIX y principios del XX cuando
era conocido como Londres de Quinmivil, hasta la actualidad. Y de la manera en
que ellas se fueron complejizando al paso
de los aos hasta permitirnos el da de hoy
y sin descartar las ms tradicionales, arribar a una visin ms precisa o, en trminos
informticos, con mayor resolucin, de los
datos respecto de la exactitud que define la
realidad.
La arqueologa de las
exploraciones y las
expediciones
En 1896 y por encargo de Francisco P.
Moreno, fundador y director del Museo de
La Plata, el naturalista Carlos Bruch inicia
sus exploraciones arqueolgicas por las
provincias de Tucumn y Catamarca. Sufrir a lo largo de los aos muchas vicisitudes
y recin podr publicar el conjunto de sus
trabajos en el ao 1911. Con anterioridad y
en otra publicacin, refirindose a las exploraciones realizadas en el verano de 1897,
24
Figura 1. Croquis
de Londres de
Quinmivil de
Hilarin Furque
(Furque 1900: 171).
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Figuras 4 y 5.
Fotografas de El
Shincal realizadas
por Wladimir
Weiser en 1925
(lbum Fotogrfico
Expediciones
Barreto, Divisin
Arqueologa, Museo
de La Plata).
28
Figuras 6 y 7.
Fotografas de la
coleccin Barreto
donde se ve la
metodologa de
excavacin en
tumbas (lbum
Fotogrfico
Expediciones
Barreto, Divisin
Arqueologa,
Museo de La
Plata).
La arqueologa
desde el cielo
En la dcada que se extiende desde 1950
a 1960 y en el marco de sus investigaciones
en el Valle de Hualfn (provincia de Catamarca), ser el Dr Alberto Rex Gonzlez
quien estudiar distintos materiales, libretas de campo y diarios de la coleccin Muniz Barreto e introducir, en la Arqueologa
argentina, el empleo de una herramienta
29
1952b: 30). Comenta tambin que desgraciadamente la visualizacin desde el aire de estas
interesantes ruinas era sumamente difcil debido al denso monte que las cubre por completo
(Gonzlez, 1952b: 30). Recin entre 1952 y
1955 Gonzlez completa su trabajo de fotografas areas totalizando unas 16 horas de
vuelo sobre el rea comprendida entre el valle de Catamarca, Bolsn de Andalgal, Aimogasta, Aconquija, Valle de Hualfn, Santa Mara y Taf. Ello le posibilita identificar
sitios arqueolgicos como Las Estancias (de
filiacin Condorhuasi-Aguada), Taf, Cerro
de Loma Larga, Chincal, Loma Rica (valle
de Santa Mara), Hualfn y Huilische, entre
otros.
En 1954 y patrocinado por la Sociedad Argentina de Americanistas, Gonzlez (1956 y
1966) utiliza esta nueva tcnica de observacin y prospeccin para realizar una campaa en la zona de El Shincal (Figura 13a y 13b).
Excav entonces lo que l llamo las ruinas
de Simbolar, hoy conocidas como la casa del
curaca o jefe, concluyendo que, por su arquitectura, los tipos cermicos encontrados en
el lugar y por la presencia en las inmediaciones de restos del camino del Inka, se trataba
de un sitio inkaico. Sus resultados fueron
publicados en 1966 por la Junta de Estudios
Histricos de Catamarca y dej planteada
como posibilidad la penetracin inka en
el territorio del NOA, citando como valioso antecedente los trabajos del Padre Len
Strube Erdmann (Strube Erdmann, 1943 y
1945). Pero ya con anterioridad a este aporte
de Gonzlez se haban hecho estas aseveraciones. Por ejemplo, Canals Frau sostena
en 1956 que El Shincal era inkaico. Al referirse al camino del Inka, dice que pasaba
por Beln donde se fundara la primera ciudad de
Londres y cerca de un asiento del Inca que podemos identificar con las ruinas del Chincal
(Canals Frau, 1956: 36). Mrquez Miranda,
1
En Argentina, en 1934, el Dr. Olsacher fue el primero en reconocer la importancia del relevamiento areo y el uso de la fotografa area para las Ciencias;
mientras que el primero en usarla fue el Dr. Jos F. Mayo quien, mientras cumpla horas de vuelo en su entrenamiento como piloto civil, pudo reconocer
y fotografiar, con la luz del crepsculo, la lnea de fortines y rastrilladas indias que partiendo de Trenque Lauquen se dirigan a Guamin (Gonzlez
1952a y 1952b).
30
La arqueologa digital y
las nuevas herramientas
Desde fines de la dcada del 70 ser el Dr.
Rodolfo Raffino quien retomar las investigaciones en la zona, comprendiendo los sectores medio y meridional del valle de Hualfn, la Sierra de Zapata y la precordillera
del occidente de Catamarca, en el marco del
Proyecto Inka, auspiciado por el CONICET
y luego por la National Geographic Society
(Raffino, 1978; Raffino, 1981).
Las herramientas utilizadas en ese momento por los arquelogos eran bsicamente mapas topogrficos del IGM (Instituto
Geogrfico Militar hoy Instituto Geogrfico
Nacional)2. Asimismo, se utilizaban fotografas areas provistas tambin por el IGM gracias al denominado Plan NOA, el cual consisti en la toma sistemtica de fotografas
areas para uso geolgico, minero y topogrfico, realizado a partir de 1969.
Puntualmente en el sitio El Shincal, Raffino
comenzar a hacer prospecciones entre 1981
y 1982, realizando planos del sitio y sistematizando sus rasgos arquitectnicos (Figura 8).
La confeccin de los primeros planos de este
sitio arqueolgico ser realizada por el Arq.
Figura 8.
Fotografa de El
Shincal en 1981
(Fotografa de R.
A. Raffino).
2
El IGM comenz a efectuar relevamientos de manera sistemtica y regular para la confeccin de la cartografa en todo el pas a partir de Octubre de
1941, en cumplimiento de la Ley de la Carta (Ley n12.696).
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33
Figura 10. Vista parcial del trabajo de anastilosis vertical realizada en el permetro del ushnu en el ao 1993
(Fotografa de D. Iturriza).
3
El error o disponibilidad selectiva (S/A), fue la degradacin intencionada de la seal del GPS (error entre 20 a 100 m) para evitar la excesiva precisin
de los receptores comerciales.
34
Figura 11.
Fotografa de
la excavacin
del Recinto 1
del Sinchiwasi
realizada en 1994
(Raffino, 2004:
106-107).
Figura 12.
Fotografa de la
excavacin de la
Kallanka 1 realizada
en 1995 (Fotografa
de R. A. Raffino).
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Al uso ya difundido de la fotografa area, se le sumar el de las primeras imgenes satelitales disponibles a nivel comercial.
Primeramente se usarn las Landsat 5, de
formato impreso. Y luego las Landast 7,
usadas ya de manera digital.
Los planos se realizaban, hasta aqu, con
tinta china y Rotring y los informes y datos
eran todos analgicos, usndose la mquina
de escribir, la cual ser progresivamente reemplazada por la PC4 y sus procesadores de
texto (Professional Write 2) y planillas de clculo (Lotus 123). Asimismo el advenimiento
de internet permitir obtener, compartir y
difundir informacin de una manera ms
inmediata lo que acelerar el proceso de globalizacin de la informacin arqueolgica.
A medida que se van incorporando herramientas tecnolgicas ms avanzadas en el
sitio El Shincal, comienzan a realizarse trabajos interdisciplinarios as como la paulatina incorporacin de becarios del CONICET,
quienes realizarn sus tesis doctorales sobre
diferentes aspectos del sitio (Raffino, 2004;
Couso et al., 2015). No hemos querido introducirnos en el tema de los marcos tericos,
que han ido cambiando a la par de las innovaciones tecnolgicas, por considerarlo tema
para un prximo aporte.
Hacia fines de la dcada de 1990 Ian Farrington establece que El Shincal podra ser
considerado como otro Cuzco (Farrington,
1999: 61) y realiza sus trabajos de mensura
y arqueoastronoma utilizando como herramienta la estacin total, la cual le permitir
realizar el primer plano CAD (diseo asistido por ordenador) del sitio y las primeras
mediciones de las estructuras a error milimtrico (Figura 13d).
En esta poca tambin comienzan a utilizarse en el sitio las primeras fotos digitales. Si bien stas permitan un registro ms
dinmico, obtenindose gran cantidad de
fotos en un mnimo de tiempo y facilitando
4
5
6
36
Figura 13. Planos de la Casa del Jefe o Sector 5g: a. Plano realizado por Rex Gonzlez en 1956 basado en una fotografa area
(Gonzlez, 1956: 53); b. Plano realizado por Rex Gonzlez en 1966 (Gonzlez, 1966: 19); c. Plano realizado por Ricardo Alvis en
la dcada del 80 (Raffino, 2004: 34); d. Plano redibujado basado en el levantamiento con estacin total de Ian Farrington en los
90 (Moralejo, 2011: 93).
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Figura 14. Posible reconstruccin del Sinchiwasi utilizando el CAD realizada por Diego Gobbo (Raffino, 2004: 112).
Consideraciones Finales
Como hemos visto a lo largo de esta lnea
de tiempo, muchos han sido los cambios
introducidos en la investigacin de un mismo sitio arqueolgico. En los ltimos veinte
aos, el uso de la tecnologa digital se ha
generalizado en el registro y estudio de las
excavaciones arqueolgicas, mejorando la
obtencin de datos, facilitando su comunicacin y demandando, a la par, que el operador de esta tecnologa sea cada vez ms
idneo, generando as una clara tendencia
a la profesionalizacin y tercerizacin del
uso de la misma. No obstante ello, esta lnea
de tiempo tambin nos ha permitido ver
aquello que ha perdurado desde fines del
siglo XIX hasta nuestros das.
Creemos que, mientras las tecnologas
constituyen una sofisticacin propia de la
38
Agradecimientos
Deseamos expresar nuestro agradecimiento a Alicia Castro y Juan Carlos Gmez
por sus comentarios y sugerencias. Y a Jorge
Kraydeberg y Gabriel Alarcn por su oportuna ayuda con los materiales fotogrficos y
de archivo de la coleccin Muniz Barreto.
Bibliografa
Bruch, C.1904. Descripcin de algunos sepulcros calchaqus. Revista del Museo de La Plata, XI: 13-28.
1911. Exploraciones Arqueolgicas en las
Provincias de Tucumn y Catamarca. Revista del Museo de La Plata, XIX (1): 1-209.
39
1150, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata. Argentina. Disponible en Servicio de Difusin
de la Creacin Intelectual, UNLP: http://
sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/5242 (Setiembre 2014).
Orejas Saco del Valle, A.1995. Del marco geogrfico a la arqueologa del paisaje: la aportacin de la fotografa area. Volumen 15 de
Monografas, Consejo Superior de Investigaciones Cientficas. Editorial CSIC - CSIC
Press, Espaa
Quiroga, A. 1992 [1897]. Calchaqu. Editorial
TEA (3 edicin). Buenos Aires.
Raffino, R.A. 1978. La ocupacin Inka en el N.O.
argentino. Resumen y perspectivas. Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropologa,
XII (Nueva Serie): 95-122.
1981. Los Inkas del Kollasuyu. Editorial Ramos Americana. La Plata.
2004. El Shincal de Quimivl. Editorial Sarqus. San Fernando del Valle de Catamarca.
Raffino, R.A., R. Alvis, L. Baldini, D. Olivera y
G. Ravia. 1983-1985. Hualfn - El Shincal
40
EL PAISAJE RITUAL EN
EL SHINCAL DE QUIMIVIL.
Resumen: Se analiza el concepto de paisaje ritual a partir del anlisis astronmico del sitio El Shincal de
Quimivil, provincia de Catamarca, Argentina. Como hiptesis se plantea la utilizacin del ushnu y las
plataformas este y oeste en la zona de la gran plaza, para la observacin del Sol y la Luna, en relacin
a ejes arquitectnicos y marcadores naturales de horizonte. Los resultados sealan la importancia
de la orientacin E-W y los momentos cercanos a los equinoccios, en el fenmeno conocido como
crossover, til para el seguimiento y prediccin de eclipses dentro del ciclo Metnico. Lo que puede ser
interpretado, como el manejo consciente, de parte de los incas y/o sus representantes, del entorno local
con fines rituales, polticos y calendricos.
Palabras claves: Paisaje ritual; Inca; Observacin del cielo; Mnemotecnia; Prediccin de eclipses; El
Shincal
41
Introduccin
El paisaje se define desde una epistemologa occidental vulgarmente como el
terreno o espacio, observado desde un lugar, resultado de distintas variables de tipo
fsico, social o simblica, en constante interaccin con el hombre, el cual adems de
definirlo, lo transforma y le da sentido en
forma constante. Segn la UNESCO (1992),
el paisaje en su acepcin de paisaje cultural se define como el conjunto de obras
combinadas de la naturaleza y el ser humano, que ilustran la evolucin de las sociedades humanas, bajo las condiciones naturales
del medio y que son resultado de las condiciones sociales, econmicas y culturales de
cada momento histrico1.
Por otro lado, en las ciencias sociales y
en particular la arqueologa existen variados esfuerzos para definir el rol del paisaje
(espacio) en las relaciones y procesos sociales. El cual, es ante todo nunca un teln de
fondo para las actividades humanas, sino
una dimensin activa ms de las mismas,
que configura y da sentido a la vida social.
Transformndola ya sea, a travs de la experiencia y los sentidos, configurando historias y memorias que a la larga, no slo son
el resultado de las actividades humanas,
sino tambin parte de este mismo paisaje
(Iwaniszewski, 2007; Acuto, 2012; Jacob et
al., 2013).
En esta lnea de trabajo, el paisaje ritual
se podra entender como un paisaje culturalmente transformado a travs de la historia, un
lugar que conectaba los centros polticos,
caracterizados por la existencia de templos
y adoratorios que resaltaban los fenmenos
naturales, particularmente relacionados con
el culto a los cerros, las rocas, las cavernas,
los cuerpos de agua, entre otros, as como
los fenmenos atmosfricos y las observaciones astronmicas, cuya funcin era ante
todo poltica, sincrtica e integradora entre
un Estado, en este caso el Inca, y los grupos
http://whc.unesco.org/en/culturallandscape/
42
El Paisaje Inca
Los incas percibieron en su paisaje, con
epicentro en la ciudad del Cusco, un conjunto de elementos que recordaban sus orgenes y la historia de sus ancestros. Donde
los cerros, valles, rocas, cuevas, ros, manantiales y otros rasgos de la naturaleza, se
hicieron como medios mnemotcnicos en la
narracin y rememoracin de sus mitos de
origen, dioses y ancestros. En tal aspecto, el
paisaje para los incas incluy tanto a la tierra, como al cielo, ste ltimo refiriendo al
da y a la noche, los movimientos del Sol, la
Luna, estrellas y constelaciones, formando
parte importante de los calendarios agrcolas y rituales, en particular los puntos extremos de sus salidas y puestas en el horizonte
(Farrington, 2013: 294-358).
La importancia de ritos y ceremonias den-
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44
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Los incas eligieron este lugar por la ciudad que les permiti domesticar los alrededores como un Nuevo Cuzco. Aunque tiene
la plaza y el ushnu ms grande del Collasuyu, de 175 y 16 m (108.5 y 10 rikra) de lado,
respectivamente, se encierra por cerritos
empinados y aterrazados en los lados este y
oeste, de aproximadamente 25 m de altura
sobre la plaza. Estos reciben el nombre de:
Cerro Aterrazado Oriental y Cerro Aterrazado Occidental. El resto del conjunto se com-
Figura 2. El paisaje ritual de El Shincal (CAO= Cerro Aterrazado Occidental; CAE= Cerro Aterrazado Oriental)
46
Declinacin magntica de 0,83 W, con respecto a la lectura realizada el 19 de junio de 1995, http://www.ngdc.noaa.gov/geomag-web/.
Un dato curioso es la presencia de un gasterpodo venenoso, Conus ximenes, de la costa del Pacfico. No sabemos el papel que jug esta concha en
las ceremonias sobre la plataforma.
2
3
47
Al pie de Cerro de la Cruz en el lado suroeste, hay una cueva o abrigo, lo que es llamado por la gente local, la salamanca. Esta
corresponde a una formacin natural de 6 m
de ancho y 12 m de profundidad, en cuyo
fondo existe una chimenea vertical a travs
de la cual corre el viento. Segn la tradicin
local, este lugar es tab, ya que nadie puede
ir hasta all sin sufrir consecuencias fatdicas. Se asume que ste es una chingana, un
lugar donde puede entrar la Pachamama, o
el infierno. La ubicacin cardinal, las modificaciones en las cumbres, las estructuras,
cpula y la caverna misma son una reminiscencia de Poma Urqo; la colina con la cueva
de origen de los incas, llamado Tambo Toqo,
que est a 21 km al sur del Cusco.
En el sureste, a 710 m hay una colina piramidal, Cerro Divisadero, que tiene una altura 46 m encima de la plaza. En la cumbre
hay una tacita simple de 20 cm de dimetro
y unos 25 cm de profundidad, tallada en una
laja de granito. Este no est alisado y pulido
como los morteros y est en forma cnica,
razn por la cual pudo ser tambin otro
adoratorio. Adems, hay otros tres sitios
arqueolgicos cercanos, que son posiblemente algo como huacas. Al norte hay una
kancha amurallada llamada Kancha Piedra
Hincada (Moralejo, 2011, 2013). Comprende
una kallanka de 16,3 m (10 rikra) por 3,5 m
(2 rikra) de longitud, con dos vanos y otro
edificio, los dos al lado oeste de un patio. En
el patio hay un bloque de granito de forma
trapezoidal de color negro de 85 por 56 cm
y 54 cm de altura, y de donde tiene una buena vista al horizonte sureste. Posiblemente
este era una piedra de un complejo ushnu
secundario.
Otro sitio es una cumbre aplanada de una
colina baja que esta ubicado a unos 230 m
al suroeste (242) de la plaza. Encima hay
dos edificios idnticos (4,02 m o 2,5 rikra
cuadrado) en los extremos opuestos norte y
sur del espacio aplanado (cuya superficie es
de 10,75 por 7,45 m) con dos escaleras que
suben en el centro de los lados este y oeste. Este patrn de kancha se puede ver en el
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49
4
Es decir, despus de observar la parada mayor de la luna llena 19 aos despus de la primera, es probable que la tercera parada mayor se ver tan solo
18 aos despus de la segunda, creando las series de 19-18-19-18-19-19-18-19-18 aos, etc. (Stanislaw Iwaniszewski, com. pers. 2014).
50
51
Instrumentos y
Observaciones
Astronmicas
La observacin del cielo, adems de su
dimensin material, tiene ante todo una dimensin cognitiva y simblica, pues representa una manera de conceptualizar el mundo o cosmovisin, a travs de los fenmenos
astronmicos que se generan, reproducen y
representan en contextos histricos y sociales
bien definidos (Broda, 2012). Aqu destacan
dos conceptos centrales dentro de la teora
del paisaje y el entorno en arqueoastronoma: instrumento y percepcin.
El instrumento se define como la utilizacin del cuerpo humano, en conjunto con
elementos naturales y/o construidos, e.g. cerros, cavernas, rocas, arquitectura, pilares,
paneles de arte rupestre, entre otros, manipulados y/o transformados culturalmente
para marcar fenmenos de horizonte y cenit5.
Y la percepcin, como la funcin psquica
que permite, a travs del uso de los sentidos,
aprender, elaborar e interpretar los estmulos
provenientes del entorno fsico, social y simblico (Moyano, 2011, 2015).
La relacin entre instrumento y percepcin,
tiene su analoga en los sistemas modernos
5
En la primera categora entran la salida y puesta de estrellas y planetas, salida y puesta del Sol (solsticios y equinoccios), salida y puesta de la Luna
(detenciones mayores y menores). En la segunda caben las observaciones de los meses sidreos y sindicos de la Luna, pasos del Sol por el cenit,
eclipses, cometas y la Va Lctea.
52
de medicin, definida por Bustamante y Moyano (2009), a travs de los siguientes componentes:
Componentes fijos: elementos del paisaje
y obras humanas que permiten observar el
trnsito de objetos del cielo; obras rupestres, construcciones, centros y gnomon.
Componentes mviles: objetos estelares
que presentan movimientos aparentes y
cclicos, por tanto predecibles; Sol, Luna,
planetas, estrellas y Va Lctea.
Componentes variables: aquellos que podran explicarse como consecuencia de las
variaciones de los componentes mviles
en relacin con los componentes fijos; da
y noche, estaciones del ao, variabilidad
biolgica y atmosfrica, fenmenos meteorolgicos y otros.
Los dispositivos modernos, por mucho
que amplen nuestra visin y percepcin del
cosmos, tambin alteran la interpretacin del
mismo. Sin embargo, reconstruir un sistema
astronmico del pasado, a travs del estudio
de un calendario, requiere del conocimiento
de la geometra celeste y el sistema de coordenadas, que constituyen el lenguaje bsico
de la astronoma posicional.
En este trabajo la metodologa incluy la
observacin y registro in situ del solsticio de
diciembre de 2012, desde el ushnu y las plataformas este (Cerro Aterrazado Oriental) y
oeste (Cerro Aterrazado Occidental), con la
finalidad de identificar al menos 20 puntos
astronmicos, mediante las observaciones de
horizonte, el clculo geodsico y la fotografa
en 360:
P-SSSD: pre-salida Sol solsticio diciembre
SSSD: salida Sol solsticio diciembre
P-PSSD: pre-puesta Sol solsticio diciembre
http://www.ngdc.noaa.gov/geomag-web/
http://www.igik.edu.pl/
http://eclipse.gsfc.nasa.gov/eclipse.html
9
http://www.jaloxa.eu/resources/daylighting/sunpath.shtml
6
7
8
53
54
Figura 5.
Horizonte
oriente El
Shincal (ushnu)
55
10
11
56
57
nacin (+) 00 04 16.07, estara marcando la posicin del Sol al oriente en los
equinoccios (SSEQ). Esta direccin adems marca la distribucin general del sitio, enmarcado entre las dos plataformas
al este y oeste de las gran haukaypata o
plaza principal.
Comentarios Finales
El sitio arqueolgico de El Shincal fue un
importante centro administrativo, poltico
y religioso Inca en la zona meridional andina. Tanto por las condiciones naturales del
entorno, e.g. existencia de ros, quebradas,
cerros y rocas llamativas, consideradas posiblemente huacas, junto con su arquitectura
sobresaliente que inclua rasgos de primer
orden o Inca, e.g. plaza, ushnu y kallanka,
confieren al lugar caractersticas nicas vinculadas con la existencia de una capital provincial o huamami en la actual Catamarca. La
cercana del sitio a la latitud 28,5 sur permita eventualmente seguir y observar la Luna
en sus pasos por el cenit ms all del trpico
de Capricornio, y como bien se registr, adems percatarse del movimiento del Sol en el
horizonte, gracias a marcadores naturales
ubicados al oriente y poniente.
A partir del trabajo de campo realizado, se
confirma el uso social del cielo con fines polticos y religiosos, quizs relacionados con
los conceptos de espacio y tiempo manejados por los incas y/o sus representantes, que
acentuaron la direccin este-oeste, relacionada con el culto a la Luna, al Sol y a los cerros,
no slo en la arquitectura, sino tambin en la
apropiacin simblica y efectiva del paisaje
y los marcadores naturales ya mencionados,
como parte del sistema local de huacas. Inclusive, ms all del arco solar, como ocurre
con cerros ubicados al norte y al sur, relacionados ms bien con los conceptos simblicos
de la vida y la muerte en el mundo andino.
En este contexto la observacin y registro
de las fases lunares, seguramente tambin
estuvo presente en la calendrica del lugar,
58
59
incas al sur del trpico de Capricornio (Moyano, 2010, 2013; Moyano et al., 2014), en la
zona del valle de Copiap, el centro de Chile
y noroeste de Argentina, donde los ushnus
ms bien acentan caractersticas del paisaje
local en relacin al ciclo Metnico y orientaciones pre-equinocciales.
Pese a lo preliminar de este tipo de estudios, nos atrevemos a asegurar con cierta
reserva que los incas en su camino al sur, se
preocuparon ms bien de seguir y registrar,
e.g. en la arquitectura, momentos especficos
del ciclo sindico. En donde la nula evidencia a orientaciones de parada mayor, ya sea
al norte o al sur, se explicara por el momento histrico de la llegada del Inca a esta zona
del continente, ca. 1470 DC, cuando la Luna
por efecto del ciclo de regresin de los nodos,
estaba precisamente en las cercanas de la parada menor. De esta manera, se explica que
an cuando los incas estuvieran conscientes
del ciclo Metnico, as como del uso del gnomon y los horizontes con fines calendridos,
les fuera imposible registrar algo que nunca
observaron, sino hasta fechas cercanas al ao
1484 DC (Moyano, 2013) (Figura 10).
A modo de conclusin, se plantea la posibilidad que los incas y/o los ocupantes del
sitio El Shincal se interesaran, no slo por el
Sol, sino tambin por la Luna y sus ciclos, en
particular la posibilidad de intercalar una
13va Luna cada 3 aos, adems del uso del
ciclo Metnico, til para el seguimiento y
prediccin de eclipses. Ello, como parte de
una matriz interpretativa que busc no slo
el manejo de los ciclos astronmicos, sino
tambin la apropiacin ritual del paisaje, a
travs del uso poltico del territorio y el cielo
en las regiones conquistadas.
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Catlica del Per, Lima.
61
Aylen Capparelli1
Divisin Arqueologa, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, UNLP; CONICET; [email protected]
Resumen: El propsito de este escrito es presentar los avances realizados durante la ltima dcada
sobre la arqueobotnica Inka de El Shincal de Quimivil (Departamento de Beln, Londres, Catamarca).
Se presenta una discusin y sntesis basadas principalmente en trabajos publicados aunque tambin
en anlisis en curso. El carcter novedoso de los mismos reside en que introducen el concepto de
sistemas poscosecha y profundizan aspectos del registro arqueobotnico relacionados con prcticas de
procesamiento vistas desde un marco de alimentacin y comensalidad ampliadas. Como metodologa
se utiliza a la etnobotnica como herramienta etnoarqueolgica y la arqueologa experimental. Se pone
nfasis en macrorrestos de Prosopis y Zea mays, aunque tambin se presenta informacin relativa a otros
taxa. Entre los resultados se destaca el reconocimiento de varios correlatos morfolgicos que permitieron
identificar prcticas culinarias pasadas de procesamiento poscosecha. El abordaje propuesto permiti
descifrar patrones de consumo tanto en mbitos domsticos, como pblicos y ceremoniales, y reconstruir
parte de las prcticas alimentarias no solo de seres humanos vivos sino tambin de los muertos y/o de
seres no humanos.
Palabras claves: Argentina; Inka; El Shincal; Arqueobotnica; Macrorrestos; Procesamiento de vegetales
Last decade of the Archaeobotany of the inka site El shincal DE
QUIMIVIL: interpretation of culinary practices within a frame of
commensality in its wider sense
Abstract: The intention of this writing is to present the advances realized during the last decade on the
Inka arqueobotany of the site El Shincal de Quimivil (Department of Beln, Londres, Catamarca). The
discussion and syntheses is based principally on published works though also in analysis in process.
The new character of the discussed paper resides in the introduction of the concept of post-harvest
practices. This allows deepening the archaeobotanical record from a wide food and commensality frame.
Methodology includes ethnobotany used as an etnoarchaeological tool and experimental archaeology.
The emphasis is given to macrorrestos of Prosopis and Zea mays, although information relative to other taxa
is also presented. Various morphological correlates were distinguished, which permit the identification of
past culinary post-harvest practices. The approach proposed allow us to know consumption patterns not
only in domestic spaces but also in public and ceremonial ones, as well as reconstructing food practices
either from human living people and for the dead and no-humans bodies.
Keywords: Argentina; Inka; El Shincal; Archaeobotany; Macroremains; Food processing
63
Introduccin
El propsito de este escrito es presentar
los avances realizados durante la ltima
dcada sobre la arqueobotnica del centro
administrativo y ceremonial Inka El Shincal de Quimivil (en adelante ESH) (Departamento de Beln, Londres, Catamarca) a
manera de una actualizacin de la informacin presentada en el libro homnimo
realizado por Raffino (2004) (ver Capparelli et al., 2004). Especficamente, esta discusin y sntesis se basa tanto en trabajos
publicados en revistas y libros nacionales
(i.e. Capparelli, 2007, 2008; Capparelli et
al., 2006, 2007; Lema y Capparelli, 2007) e
internacionales (i.e. Capparelli, 2009, 2011,
2014; Capparelli et al., 2005, 2014a; Capparelli y Lema, 2011; Lema et al., 2009), como
en anlisis en curso, donde, a diferencia de
Capparelli (1997) o Capparelli et al. (2004),
se introduce el concepto de sistemas poscosecha de vegetales (Capparelli, 2009) y se
profundizan aspectos del registro arqueobotnico relacionados con prcticas de procesamiento, especialmente culinarias1.
Este abordaje se realiz con el aporte
de la etnobotnica usada como una herramienta etnoaqueolgica. La Etnobotnica
es entendida aqu como el estudio de la
interrelacin dinmica entre las sociedades humanas y las comunidades vegetales
dentro de contextos socioculturales y ambientales determinados (Alcorn, 1995); y su
aplicacin etnoarqueolgica como el estudio de las prcticas tradicionales de comunidades actuales desde una perspectiva arqueolgica (David y Kramer, 2001; Kuznar,
2001). Por medio de los datos procedentes
de estas disciplinas y del desarrollo de protocolos experimentales (i.e. Capparelli y
Lema, 2011; Capparelli, 2014), hemos sido
capaces de encontrar criterios de diagnstico para la identificacin de vas culinarias
de taxa provenientes de diversos contextos
1
Cabe aclarar aqu que este trabajo representa una compilacin y sntesis de los resultados obtenidos en las publicaciones antes mencionadas, por lo
que para mayor detalle se aconseja recurrir a las fuentes originales.
64
ejemplo Van der Veen, 2003, 2007; Wollstonecroft, 2007). Los sistemas de postcosecha
se componen de secuencias de tcnicas y
tecnologas aplicadas con el fin de promover y / o conservar la calidad y cantidad
del alimento, as como de crear alimentos
ms seguros y ms estables (Wollstonecroft
et al., 2008, 2011). Las prcticas postcosecha estn ntimamente vinculadas con los
patrones de consumo (Capparelli y Lema,
2010), pero, a diferencia del acto de comer,
las actividades postcosecha permiten el
depsito de la mayor parte de los tipos de
correlatos arqueolgicos que pueden ser
estudiados (Wollstonecroft, 2007).
Como Sherratt (1991) seal, la gente no
come especies sino comidas, por lo que el
objetivo de nuestra investigacin es ir ms
all de una lista de especies identificadas,
para reconstruir la comida real o los alimentos que podran haberse consumido.
En reconocimiento del hecho de que las
comidas pueden estar compuestas de una
sola planta o de combinaciones de plantas,
consideramos esos dos tipos de preparacin
de comida en este trabajo. La preparacin
de comida puede implicar varios mtodos
diferentes de procesamiento de alimentos
(por ejemplo, mecnico, microbiano, actividades termales, ver Valamoti, 2011), cada
uno de los cuales puede dejar distintos
tipos de evidencia en fogones, hornos, herramientas (tales como morteros, molinos)
o vasijas cermicas, entre otros, as como
la deposicin de residuos de alimentos
en cada etapa diferente de procesamiento
(Samuel, 1996). Por lo tanto, reconocemos
el procesamiento de alimentos como una
cuestin que ofrece un marco esencial para
la interpretacin arqueobotnica, ya que
las prcticas de procesamiento ligan el
aprovisionamiento pasado de las plantas
con los restos conservados de la arqueologa (Capparelli et al., 2011 y referencias all
citadas). Las secuencias de procesamiento
de vegetales son entendidas aqu, segn lo
propuesto por Wollstonecroft (2011: 144),
como ms que el estudio de cadenas opera-
65
Materiales y mtodos
El rea de estudio, el sitio El Shincal de
Quimivil y su registro arqueobotnico
Ya se ha hecho referencia a la ubicacin
de ESH y a sus caractersticas arqueolgicas ms significativas en otros artculos de
este libro (ver Farrington et al. y Moralejo y
Aventn Moretti en esta obra), por lo que en
el presente se describirn solo algunos datos relevantes para este trabajo. El Shincal
se encuentra ubicado en la porcin noroeste
del Bolsn de Pipanaco en un rea donde se
produce la acumulacin de los sedimentos
que transportan los ros Quimivil y Hondo.
Esta acumulacin se forma por un cambio
brusco de pendiente en el cauce de los mencionados ros despus de que atraviesan la
regin montaosa de las Sierras de Zapata
y de Beln al oeste y norte, respectivamente
(Figura 1). Estos sedimentos son ms ricos
en nutrientes y en disponibilidad de agua
que los de las cotas ms bajas del Bolsn.
Asimismo, la altitud (1350 msnm) y orientacin del sitio contribuyen a que las precipitaciones en forma de lluvia sean tambin
mayores.
Los estudios ecolgicos realizados en el
rea (Capparelli, 1997) han demostrado que
estas caractersticas ambientales permiten
el establecimiento de un microclima muy
De aqu en adelante, y solo por ser el ms difundido, se utilizar el trmino algarrobo para referirnos a estas especies.
66
Figura 1. Localizacin del sitio Inka El Shincal de Quimivil y principales comunidades vegetales del rea de estudio.
tala, visco, tusca, garabato (Acacia furcatispina), algarrobo blanco, chaar y kapia (Maytenus viscifolia); y arbustivas tales como
pata, churqui, brea (Cercidium praecox),
shinki y maravilla (Flourensia riparia). Dentro del lecho del ro de los cauces temporarios
se conforma una comunidad muy dinmica,
sometida peridicamente a la accin directa de los aluviones. Constituye una fuente
de variabilidad de especies. Se pueden encontrar especies precordilleranas que descienden por estos ambientes hasta reas
bien alejadas de la sierra. Tambin aparecen
plantas de flores vistosas como la garrocha
(Tecoma garrocha) as como el molle (Schinus
fasciculatus) y la maravilla.
Desde aproximadamente los 850 msnm
hasta los 1250-1300 msnm hacia el interior
67
del bolsn, en la zona que se denomina bajada, se extiende una comunidad de jarilla
(Larrea cuneifolia), a la que acompaan en
primer lugar el usillo (Tricomaria usillo), luego la brea (Cercidium praecox), la pata y el
tintitaco.
Documentos histricos del siglo XVII y
de viajeros que visitaron la regin durante
el siglo XIX y principios del siglo XX, as
como datos provenientes del registro arqueolgico vegetal y de estudios ecolgicos
y paleoambientales permiten inferir que
este tipo de vegetacin estuvo presente en
la zona al menos desde tiempos Inkas (Capparelli, 1997).
El Shincal de Quimivil se compone de espacios domsticos y pblicos con numerosos tipos de estructuras arquitectnicas. Los
espacios domsticos son aquellos donde se
han realizado diferentes tareas de mantenimiento del sitio para que ste cumpla con su
funcin de centro provincial. Como ejemplo
de ellos se puede mencionar el sinchiwasi,
una construccin con varias habitaciones
que pueden haber servido como alojamiento para obreros; o las unidades domsticas rectangulares o RPC (i.e. 5cIII, Kancha
II), que constan de reas techadas y patios
adosados a stas. Por otro lado, los espacios
pblicos, como las kallankas, la aukaipata o el
ushnu, son espacios que estn relacionados
con la legitimacin del poder de los gobernantes. Si bien en stos la vinculacin entre
actividades administrativas y ceremoniales
es profunda, el nfasis en una u otra ha dependido del tipo de estructura. Se puede
decir que en las kallankas de ESH (i.e. K1,
K3), grandes estructuras utilizadas para diferentes propsitos incluida la elaboracin
o manufactura de textiles y alfarera, predominaron las actividades administrativas;
mientras que en el ushnu, estructura sobre
elevada ubicada en el centro de la aukaipata,
las ceremoniales; por ltimo en la aukaipata o plaza central intramuros se llevaban a
cabo diversas actividades, tanto ceremoniales como socio-econmicas, que establecan
vas de comunicaciones entre los diferentes
68
69
Resultados y discusin
a - Prosopis spp.
Restos Arqueobotnicos
Se analizaron restos de vaina de Prosopis
provenientes de diferentes estructuras arquitectnicas (para ms detalle ver Capparelli, 2011). De P. chilensis: 355 semillas enteras y 7 fragmentos; as como 6 endocarpos
enteros. De P. flexuosa: 89 semillas enteras y
Figura 2. Macrorrestos de Prosopis de El Shincal de Quimivil: derivados de la manufactura de harina: (a) Aukaipata;
(b) S20E2; (cd) K3; (ef) Sinchiwasi; (g) 5cIII. Escala= 1 mm (Traducido de Capparelli, 2011).
70
71
Figura 3. Macrorrestos
de Prosopis de El
Shincal de Quimivil:
derivados de la
manufactura de
aapa/aloja: (a-d) K1;
(ej) Ushnu. Escala
en (a, c, i and j) =
1mm (Traducido de
Capparelli, 2011).
con fisuras caractersticas (P. flexuosa) o valvas de endocarpos y semillas (P. chilensis);
actividades de remojo, que implicaran la
manufactura de aapa/aloja, se pueden reconocer a partir de enrollamientos del epicarpo o de la cubierta seminal, y de ptinas
oscuras producto del remojo del mesocar-
72
73
Figura 4. Efecto de la carbonizacin en las partes de vaina de Prosopis: (ac) Residuos de harina; (dg) Residuos de
aapa/aloja (remojo en agua fra); (hi) Residuos de aapa/aloja (remojo en agua caliente); (a, c, d, e, g) Prosopis
flexuosa; (b, e, g, i) Prosopis chilensis. (Traducido de Capparelli, 2011).
74
b - Zea mays
Restos Arqueobotnicos
El registro de maz de ESH proviene, al
igual que en el caso de Prosopis, tanto de
contextos domsticos (i.e. 5cIII) como rituales (i.e. ushnu), y corresponde a marlos
y granos carbonizados (Capparelli, 2009,
2014). No obstante, pese a los mayores valores de cantidad relativa, la densidad de
restos de maz hasta el momento es baja y
fragmentaria como para profundizar en las
prcticas poscosecha desarrolladas. De todos modos, se llegaron a reconocer algunas
(i.e. tostado, ver ms adelante) y se discute
la posibilidad de existencia de otras. El rasgo ms relevante de su registro est representado por la amplia diversidad tipos de
maz utilizados en el sitio, entre los que se
llegaron a reconocer el capia, amarillento,
pispito y carda (Figura 5).
Informacin etnobotnica y protocolos
experimentales orientados al
reconocimiento de prcticas culinarias de
procesamiento poscosecha
Los estudios etnobotnicos llevados a
cabo en ESH nos permitieron conocer los
distintos tipos de maz utilizados por los
habitantes actualmente, as como tambin
registrar sus destinos culinarios (Capparelli,
75
Amarilento/Amarillo
Golpeado (mortero y mano de piedra)
Figura 6.
Destinos
del maz
amarillento,
amarillo y
boliviano
en el Valle
de Hualfn.
Escala = 1
cm (Tomada
de Capparelli,
2014).
Aventado de la chaunca
Maz despicado
Boliviano
por uno (Figura 6). Tanto el grano preparado en forma de mote como aquel en forma
de locro o despicado son luego utilizados
para elaborar distintas preparaciones culinarias, algunas similares a guisados. Hasta
el momento no se han registrado datos referidos a la manufactura actual de chicha en
los alrededores del sitio.
Anlisis experimentales de carbonizacin
realizados por Gette et al. (1994) sobre la
base de maces modernos de Per, similares
76
Figura 7. Destinos
del maz capia,
pisingallo y pispito
o carda. Escala
= 1 cm (Tomada de
Capparelli, 2014).
77
78
Figura 8. Combinacin de plantas en la preparacin culinaria del ushnu: (a, b) Muestra arqueolgica;
(c, d) Muestra de referencia. (a) Epidermis de Capsicum sp.; (b) Epidermis de Phaseolus sp.; (c)
Epidermis de Capsicum chacoense; (d) epidermis de Phaseolus aborigeneus.
Consideraciones finales
Los anlisis realizados sobre los macrorrestos arqueobotnicos de ESH nos permiten afirmar que en el sitio se han aplicado
diversas tcnicas de procesamiento poscosecha en secuencias definidas y reas de actividad especficas. En el caso de los hallazgos
de Prosopis, si bien stos han sido recuperados de otros siete sitios Inka del Kollasuyu
(de los cuales sorprendentemente seis se encuentran tambin en la moderna provincia
de Catamarca), ESH presenta el registro ms
abundante y diverso (Capparelli, 2011). Los
otros sitios donde se recuperaron restos de
Prosopis son: Potrero-Chaquiago (Williams,
1985), Punta de la Pea 3-La Tranca (Mara
Fernanda Rodrguez, com. pers. 2012), Intihuatana de Fuerte Quemado (Kriskautzky
y Morales, 1999); Mishma 7 (Semp de Gmez Llanes, 1984); Batungasta (Ratto et al.,
2007.); Los Colorados (Giovannetti, 2009) y
Huachichocana III (ubicado en la actual provincia de Jujuy) (Capparelli y Lema, 2011).
79
80
Agradecimientos
La autora agradece especialmente la colaboracin de los pobladores de El Shincal
y otras localidades del Valle de Hualfn, sin
la cual estos trabajos no se podran haber
realizado. Entre ellos se encuentran Ramn
Fontees y su Sra. Carmen Varas, Paulino
Mirabal y su Sra. Gloria Varas, Mximo
Varas, Ramn Rodrguez, Lidia del Valle
Carrizo, Isaura Rodrguez, Elba Rodrguez,
Florentina Victoria Ramos, Manuel Morales
y su Sra. Rosa Ramos, Jos Donato Marcial,
Pablo Carrizo, Beatriz Quiroga de Yapura,
Celsa Ramos de Quiroga, Mara Sanduay,
Isolina Alb, Luchi y Ester Alb, Techi y
Daniel Plaza de El Shincal; Don Cabrera, de
La Puntilla; Graciela Cedrone de Carrizal;
Domingo Morales y Flia., Marcelo, Isabel,
Valentn Carrizo, y Ricardo Ros, de Jacipunco; y Marta Peralta y Antonio Valverde,
de Cerro Negro. A los representantes de la
Municipalidad de Londres de Quimivil por
Bibliografia
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81
82
83
84
CARACTERIZACIN CERMICA DE
DOS MOMENTOS DE OCUPACIN
EN EL USHNU DE EL SHINCAL
DE QUIMIVIL
Mara Guillermina Couso1, Julia Gianelli2, Mara Agustina Ochoa3
Divisin Arqueologa, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, UNLP; [email protected]; 2Divisin Arqueologa, Facultad de
Ciencias Naturales y Museo, UNLP; [email protected]; 3Divisin Arqueologa, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, UNLP;
[email protected]
1
Resumen: El Shincal de Quimivil ha sido definido como una capital regional de wamani o Provincia
Inca y como un centro ceremonial, donde se produjeron y reprodujeron las prcticas polticas, sociales,
religiosas y econmicas impartidas por el incario. Muchas de estas prcticas se realizaron en el ushnu,
estructura definida por los diferentes autores como altar, teatro y escenario.
En el presente trabajo se analiza el caso del ushnu de El Shincal de Quimivil, por considerar que se trata
de una de las estructuras ms emblemticas presentes en el sitio. Para ello se realiz una recopilacin y
revisin bibliogrfica y material de todos los elementos obtenidos en las excavaciones, llevadas a cabo
en los diferentes sectores del mismo, haciendo hincapi en el tem cermico. Se obtuvo as una sntesis
articulada de los hallazgos, tanto para el momento Inca como para el Colonial, permitindonos tener una
visin integral de los mismos.
Palabras clave: El Shincal de Quimivil; Ushnu; Cermica; Inca; Colonial
85
Introduccin
Durante el siglo XV, el mundo andino fue
testigo del surgimiento de una de las sociedades estatales de mayor alcance territorial
en la Amrica prehispnica, los Incas. Esta
sociedad polticamente expansiva ejerci
su influencia o dominio sobre diversas poblaciones a lo largo de los Andes. Una serie
de condicionamientos sociales, polticos,
religiosos y econmicos que representaban
los intereses estatales se conjugaron con las
realidades locales dando forma al paisaje
social y cultural en cada regin integrante
del Tawantinsuyu (Rostworowski de Diez
Canseco, 1999). Las estrategias polticas propuestas para estos momentos incluyen tanto aquellas de carcter coercitivo, como las
que apelan a concertaciones diplomticas,
variando fundamentalmente en razn de
la naturaleza de las relaciones establecidas
entre los grupos locales y los objetivos estatales (Williams, 2002-2005). Las caractersticas de la presencia incaica en el Noroeste
Argentino (NOA) responden a los mismos
principios, siendo El Shincal definido como
un Nuevo Cusco, en relacin a aquellos
asentamientos de jerarqua que buscaban
imitar simblicamente al Cusco y donde
se concentraban gran parte de las prcticas
polticas, festivas y rituales del Estado (Farrington, 1999; Raffino, 2004).
El Shincal y sus trabajos
El Shincal ocupa en la actualidad 21 hectreas y posee ms de un centenar de estructuras, algunas de ellas son: una gran
plaza central o aukaipata, la que alberga en
su sector cntrico al ushnu, rodeada de cinco galpones o kallancas, viviendas o kanchas,
depsitos o collcas y un sector denominado
Casa del Jefe, entre otras. Todo esto se
encuentra coronado por dos cerros ceremoniales, ubicados a ambos lados de la plaza,
con sus cimas aplanadas artificialmente y
contando con ms de un centenar de esca-
86
El Ushnu
En el ao 1996 y 1997 Raffino realiza las
primeras excavaciones en el uhsnu, publicando sus resultados en diferentes oportunidades (Raffino et al., 1997; Raffino et al.,
1999 y Raffino, 2004), considerando, como
varios investigadores, al ushnu como una
estructura de relevancia en la vida social,
militar, poltica y religiosa del Tawantinsuyu. Su intervencin ha sido de enorme inters cientfico dado que en el Tawantinsuyu se
cuenta slo con 59 estructuras de este tipo,
localizndose 18 de stas al sur del estado o
Kollasuyu, siendo adems en lo que respecta
a su tipo, el de mayores dimensiones al sur
del Cusco (Raffino, 2004: 75). Es as como
Raffino es el primero en excavar un ushnu
en el NOA.
Sus caractersticas arquitectnicas
El ushnu de El Shincal, fue construido a
partir de su planeamiento previo que lo ubic en el centro de la plaza. Es una plataforma levemente piramidal y trunca. Cuenta
con una base cuadrangular de 16 m de lado
y de 2 m de alto, posee muros dobles de 1 m
de ancho, que fueron construidos mediante
la superposicin de bloques de piedra can-
Excavaciones realizadas
Las excavaciones llevadas a cabo por Raffino fueron realizadas mediante el empleo
de la tcnica de decapaje, definiendo niveles
artificiales de 50 cm de profundidad, hasta el piso actual de la plaza, separando la
superficie de excavacin en diferentes sectores: a) sector central y contiguo a la tiana
(incluye la unidad contextual 1 y unidad
contextual 2), b) sector tiana y c) sector poniente, abarcando as casi la totalidad de
la superficie interior del ushnu. Se registr
cada rasgo/elemento con nivel ptico, mapeo en planta, y se realiz la flotacin in situ
de los sedimentos (Figura 2).
A partir de esto se identificaron 26 unidades estratigrficas artificiales (U.E), en los
sectores central y contiguo a la tiana.
87
Figura 2.
Fotografas
tomadas por
Raffino, en la
excavacin
del ushnu
durante los aos
1996/1997.
Unidades Estratigrficas 1 a 6
Las 6 primeras unidades (UE 1 a UE 6) se
corresponden con niveles post-depositacionales, conteniendo sedimentos arcillosos y restos culturales de arrastre (Raffino, 2004: 76).
Unidades Estratigrficas 7 a 9
momento Inca
En las unidades estratigrficas que le siguen (UE 7 a UE 9) se ve la presencia Inca,
88
tiempos del Inca segn la cronologa tradicional andina (Raffino, 2004: 75-76).
Unidades Estratigrficas 10 a 26
momento Colonial
A medida que avanzaban las excavaciones en profundidad se advirti un evento
disruptivo en el sector central de la cocha: se
trata de un evento posterior, realizado durante el Periodo Colonial, especficamente
durante el Gran Alzamiento Diaguita (16301636), que habra perforado el empedrado
Inca, instalando un gran fogn que va desde
la unidad estratigrfica 10 a la 26 (alcanzando los 2,40 m de profundidad). El mismo se
encuentra delimitado por grandes clastos,
que fueron extrados de la pared del ushnu
y que forman un cerco de planta circular
de 2,50 m de circunferencia. En este fogn
89
Materiales obtenidos y
su anlisis: la cermica
En el presente trabajo se propone realizar una revisin completa de los materiales
cermicos obtenidos de las diferentes intervenciones arqueolgicas por los diversos
investigadores, desde el ao 1996 hasta el
ao 2008. Se puntualizar en los dos momentos definidos previamente, con el objetivo de caracterizarlos en base a la cermica
encontrada. A partir de ello se identificaron
los fragmentos con un rtulo que contiene
el nmero de fragmento y la procedencia.
Luego se trabaj con las caractersticas externas e internas de cada fragmento, esto es,
el color de la superficie (con tabla de colores Munsell), la dureza, su regularidad, la
medida de ancho, largo y espesor de cada
fragmento, como su dimetro cuando se
trata de bordes o bases. Posteriormente se
consider el tipo de manufactura, incluyendo la tcnica de elaboracin de la forma, la
tcnica de coccin y la tcnica de tratamien-
90
Cermica perteneciente
al Horizonte Inca
El total de fragmentos cermicos que pertenecen a este momento es de 1509, provenientes de: a) los tres sondeos y la transecta,
b) sector central y contiguo a la tiana (unidad contextual 1), c) sector tiana y d) sector
poniente. Los tipos cermicos identificados
en el contexto atribuido a este periodo se dividen en Ordinario (con holln o sin holln),
Beln, Inka y Tempranos (Cinaga, Aguada
y Condorhuasi) (Figura 4).
Cermicas de tipo ordinario sin holln
Se trata de un total de 760 fragmentos
cermicos, siendo estos muy semejantes en
sus caractersticas externas e internas, es decir, son fragmentos de coccin en atmsfera
oxidante (color de superficie marrn claro
7.5YR 6/4) con medidas de largo y ancho
que varan entre los 2 y 4 cm, y espesores
de entre de 2 a 4 mm, con excepcin de fragmentos con espesores de entre 6 u 8 mm.
Se encuentran algunas leves diferencias
en el tratamiento de las superficies, siendo
mayormente alisadas y no alisadas (Figura
5a). Los tiestos pertenecen en su mayora a
partes del cuerpo de las vasijas (Figura 5b).
Slo se han encontrado una base cncava, 4
fragmentos de borde evertido y labio recto,
con un dimetro de 10 cm, y un asa en cinta,
doble adherida, de posicin vertical con relacin al cuerpo de la vasija (Figura 6).
97
144
1215
Figura 4. Tipos
cermicos
pertenecientes al
evento Inca.
53
29 24 5 6
696
754
Figura 5. a) Tratamiento de superficie; b) partes del cuerpo de las vasijas de tipo ordinario sin holln.
Figura 6. Asa
en cinta.
91
447
452
92
(Figura 7a). La mayora de los fragmentos encontrados pertenecen al cuerpo de las vasijas
(Figura 7b). Slo se han hallado 2 fragmentos
de borde evertido de labio recto, y con un
dimetro de 12 cm, y un fragmento de borde
directo de labio redondeado con un dimetro
de 9 cm.
Figura 8.
Cermica
Beln con
lneas
verticales y
onduladas
17
35
52
93
89
90
94
95
Cermicas pertenecientes
al momento Colonial
10
45
105
96
Se han recuperado un total de 15 fragmentos cermicos, en todos los casos correspondientes al tipo Inka Provincial, presentando
las dos formas tpicamente incaicas: arbalos y platos (Rowe, 1944: 48). La mayora de
los fragmentos corresponden a arbalos, los
que fueron elaborados en una atmsfera de
coccin oxidante, en su mayora poseen las
superficies alisadas y en menor medida pulidas, presentando en su superficie externa
Figura 15. Contexto relacionado con cermica Ordinaria con holln, donde se puede ver la vasija junto a la escala,
restos de Bos taurus, las piedras del fogn y restos de la cocha Inca.
97
98
Consideraciones finales
y conclusin
Como mencionamos anteriormente, el
ushnu es una de las estructuras ms importantes dentro de la vida social, poltica,
econmica, militar y religiosa del Tawantinsuyu, siendo registrados aparentemente slo
en lugares que despertaron el inters del Estado, como es el caso de capitales de wamani, centros administrativos y otras instalaciones de prestigio. Gracias a los cronistas
contamos con varias descripciones sobre las
funciones que se les atribuy a los mismos,
siendo algunas de ellas tribunal de justicia,
lugar donde se practicaban estudios astronmicos, se disertaba sobre poltica y justicia,
donde asuman las funciones las autoridades
locales, entre otras, aunque nos detendremos
slo en dos de ellas, a saber: la que propone
99
Figura 16. Cermica con torno y contexto de descubrimiento (tomadas de Raffino et al., 1997)
100
Todo esto podra vincularse con los estudios realizados por la Dra. Capparelli en
la dcada del 90 en El Shincal, quien determina que los frutos del algarrobo, chaar y
molle se han usado para la fabricacin de
alimentos y bebidas. Posteriormente el Dr.
Giovanetti (2009) demostr la presencia de
una gran produccin de comida y bebida,
encontrando numerosos complejos de morteros mltiples dispersos a lo largo del cono
aluvial, cuyas excavaciones demostraron no
slo una gran cantidad de trabajo de molienda realizado por mucha gente al mismo tiempo, sino la inmediata cercana de
factoras de chicha y comidas para sustentar
estas masivas festividades comunales.
En el segundo momento de ocupacin del
ushnu, desarrollado durante el tiempo Colonial, ms precisamente durante el Gran
Alzamiento Diaguita (1630-1636), los diferentes autores observan que en su interior
se realizaron varios eventos festivos o pachamanca. Llama la atencin que para realizarlos, tanto en el caso descripto por Raffino
101
102
Agradecimientos
Al Ministerio de Ciencia, Tecnologa e
Innovacin Cientfica, Fundacin Flix de
Azara, Facultad de Ciencias Naturales y
Museo, Divisin Arqueologa del Museo
de La Plata, a la Provincia de Catamarca,
Direccin Provincial de Antropologa, a la
Municipalidad de Londres, y a sus habitantes, en especial a la familia Morales y al
personal del Museo de sitio El Shincal. A Julio Quiroga y a la familia Falcone. A Julieta
Pellizari y Gabriel Alarcn por sus ilustraciones. Y a mis amigos y colegas: Rodolfo
Raffino, Reinaldo Moralejo, Anah Icona,
Diego Gobbo, Milagros Aventn Moretti,
Anala Quaranta, Romina Giambelluca,
Ayln Capparelli, Marina Sprovieri, Beatrz
Cremonte, Margarita Gentile, Ana Igareta y
Daro Iturriza.
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Farrington, I. 1999. El Shincal: un Cusco del Kollasuyu. En Actas del XII Congreso Nacional
103
Resumen: En este artculo se presenta la historia de las investigaciones acerca de los caminos de El Shincal
de Quimivil desde los primeros aportes histricos y arqueolgicos hasta los estudios ms recientes.
Sabemos que los caminos representan para el mundo Andino la memoria de los procesos sociales
relacionados con su construccin y uso. Constituan para los Inkas un medio en s mismo para delimitar
el territorio. Por esta razn se convierten en un elemento ms para conocer la historia de las poblaciones
vinculadas a su recorrido. Los trabajos de campo y anlisis de gabinete realizados en la actualidad estn
basados en un estudio pormenorizado y holstico de la red vial del sitio y han arrojado nueva informacin
acerca de su morfologa y disposicin espacial. A lo largo de su traza se revelan diferentes materialidades
producto de la variabilidad y complejidad cultural que operaban los Inkas.
Palabras claves: Fuentes histricas; Arqueologa, Camino Inka; Paisaje; Noroeste Argentino
105
Introduccin
La arqueologa es una disciplina antropolgica cuyo objetivo se centra en el estudio
del comportamiento humano del pasado a
partir de los restos materiales encontrados
en el presente. Este anlisis de la evidencia
cultural del pasado a partir del presente
hace que el registro arqueolgico sea visto
como algo dinmico resultado de la interrelacin entre la evidencia propiamente dicha,
el arquelogo como producto de una sociedad y los procesos de formacin tanto naturales como culturales (Bellelli, 2001). De este
modo, estudiar el pasado, ya sea remoto o
reciente, se vuelve una tarea compleja que
trasciende los lmites del propio investigador.
La evidencia material se puede presentar
de mltiples formas. Una de estas formas
son los caminos utilizados por el hombre
a lo largo de su historia. Estos caminos no
solo deben ser vistos como un elemento
que reviste importancia en s mismo sino
tambin como parte de una red o tejido vial
cuyo propsito es, nada ms y nada menos,
la integracin cultural de diversos espaciospaisajes.
Creemos entonces que el estudio de los
caminos nos permite como antroplogos
conocer y analizar el modo en que los pueblos expresan su identidad. Una identidad
que no es pensada como una suma de rasgos atemporales, sino como el conjunto de
atributos que los propios actores sociales
consideran significativos. Es decir, aquellos
que se construyen a nivel de los valores y
que se constituirn en rituales de identidad
y marcadores identitarios (Piqueras, 2002).
Nuestro artculo se centra en un anlisis
de la historia de las investigaciones vinculadas con las redes viales de comunicacin
y transporte del sitio incaico El Shincal de
Quimivil, ubicado en la localidad de Londres del Departamento de Beln, provincia de Catamarca. Algunas preguntas que
guiarn este artculo son Cmo ha sido el
anlisis de estas redes a lo largo del tiempo?
106
1
La cifra inicial de la cantidad de kilmetros de caminos incaicos ha ido variando con el tiempo a la luz de las nuevas investigaciones. Hace 30 aos
John Hyslop calculaba que la red vial del Tawantinsuyu tena alrededor de 23000 km, y crea que la misma poda alcanzar los 40000 km (Hyslop, 1984:
224). En la actualidad, con los estudios realizados en el marco del Proyecto Qhapaq an se calcula que solo el territorio peruano tendra 60000 km de
caminos incaicos (Proyecto Qhapaq an, 2014).
107
108
la relacin entre diversos espacios que fueron utilizados para el asentamiento de las
poblaciones, realizacin de ceremonias, explotacin minera, aprovechamiento agrcola, pastoreo, entre otros.
La identificacin de los caminos incaicos
El Shincal de Quimivil:
una capital incaica en el
Noroeste Argentino
El Shincal de Quimivil constituye uno
de los escenarios ms representativos de
la presencia y poder de los Inkas en el Noroeste Argentino, al sur del Kollasuyu. Se
encuentra ubicado en la localidad de Londres, Departamento de Beln, sobre el pie
de monte del Cerro Shincal, hacia el sur de
109
2
Esta organizacin del movimiento a travs del espacio tambin puede observarse en el sitio arqueolgico Chan Chan capital del reino Chim ubicado en Trujillo, costa norte de Per (Campana, 2012).
110
111
puestos por los Inkas comprenda el extremo sur del Valle Calchaqu y los valles de
Yocavil o Santa Mara, Andalgal, Hualfn
y Abaucn (Gonzlez, 1982; Williams, 2003;
Raffino, 2004). Se puede apreciar de este
modo el vasto territorio que pudieron controlar material y simblicamente los Inkas
desde el centro administrativo y ceremonial
de El Shincal de Quimivil, siempre teniendo en cuenta las particularidades de cada
regin.
Historia de las
investigaciones de la
vialidad incaica en El
Shincal de Quimivil
Los antecedentes sobre vialidad incaica
en El Shincal de Quimivil deben analizarse en relacin a la macro regin correspondiente al Valle de Hualfn y la Sierra de
Zapata (Moralejo, 2011; Moralejo y Couso,
2012). Los antecedentes corresponden a ligeras menciones y descripciones que hacen
referencia a caractersticas relacionadas con
la disposicin geogrfica y vinculacin con
reas vecinas. Es difcil buscar una sola razn que explique el porqu de ello, en principio se nos ocurre que pudo estar relacionado con enfoques terico-metodolgicos
que han priorizado el estudio de rasgos
monumentales del paisaje, dejando para un
futuro los estudios de tipo regional. En este
marco fue que decidimos emprender nuestra investigacin, basada en un estudio minucioso de las trazas camineras que confluyen en El Shincal de Quimivil, teniendo en
cuenta sus materialidades y significados.
Desde el punto de vista etnohistrico
no contamos con referencias directas que
nos lleven a suponer la ruta a travs de El
Shincal de Quimivil. Si podemos hablar de
menciones generales relacionadas con la antigua regin de Londres (donde se asentaba
El Shincal) por donde segn algunos documentos pasaba el Camino del Inka. Una de
estas menciones corresponde a la del Oidor
112
3
La palabra Shincal se escriba anteriormente Chincal. No hemos podido hallar a partir de qu fecha comenz a usarse la primera. Con respecto a la
segunda tenemos registros de su uso a partir de los trabajos de campo realizados por Friedrich Wolters (1927-1928), uno de los integrantes de las
expediciones financiadas por Benjamn Muniz Barreto.
113
Famayvil es el nombre antiguo del pueblo y ro de Beln (Strube Erdmann, 1966: 51). Por ende el desfiladero al que hace referencia entre Puerta de San
Jos y Famayvil correspondera a la actual Quebrada de Beln. Por otra parte, Quinmivil o Kilmivil es el nombre del torrente de Londres I, y seguramente
tambin denominacin del hoy llamado Shincal (Strube Erdmann, 1966: 51).
5
Sitio arqueolgico y finca sobre el Piscoyaco. Diez kilmetros al sud de Londres, camino a la Cuesta de Zapata, que separa a Londres de Tinogasta (Strube
Erdmann, 1966: 52). Creemos que este sitio correspondera al sitio Paraje La Aguada ubicado al sur de El Shincal de Quimivil (Moralejo, 2011).
6
Este conjunto fue denominado posteriormente Casa del Curaca o sector Alvis.
4
114
115
Metodologa y
determinacin
morfolgica de las vas
En esta seccin intentaremos responder la
pregunta acerca de Cmo hemos realizado
el estudio de los caminos? En primera instancia hay que mencionar la existencia de un
marco terico y metodolgico que permiti
canalizar nuestras problemticas acerca de
cmo se habran desarrollado bajo el modelo implantado por los Inkas las diferentes
vas de comunicacin internas en una regin cuyas cabecera poltico-administrativa
y ceremonial se localizaba en El Shincal de
Quimivil. En este sentido las preguntas giraban en torno a cmo actuaron las variables topogrficas de superficie y pendiente
natural en la disposicin y morfologa de los
caminos? y acerca de qu consideraciones
culturales como forma de concebir el paisaje modelaron la disposicin y morfologa
de los caminos durante el momento de ocupacin Inka?
116
Para responder nuestras preguntas fue necesario llevar a cabo un estudio micro y macromorfolgico (Trombold, 1991). El primero
corresponde a un tipo de estudio particularista que consisti en registrar todos los rasgos o elementos culturales especficos relacionados con los caminos: anchura, rectitud,
caractersticas de la superficie, presencia de
obras viales rampas, muros de contencin
y retencin, escalinatas, sistemas de drenaje,
bordillos o banquinas, puentes y otros rasgos como puntos de conexin con otras vas,
asentamientos laterales de apoyo, montculos artificiales de piedra, entre otros. Por otra
parte, el enfoque macro u holstico consisti
en registrar la informacin relacionada con
la extensin de la red dentro del rea de estudio, la funcin y contemporaneidad de los
puntos conectados y la configuracin global
del sistema vial.
Los procedimientos metodolgicos vinculados a nuestro estudio se llevaron a cabo
tanto en gabinete como en el terreno. Se combinaron distintos anlisis de cartas geolgicas, topogrficas, fotografas areas e imgenes satelitales, toponimia local, documentos
histricos y antecedentes bibliogrficos. Los
trabajos de campo incluyeron prospecciones
y excavaciones sistemticas, como tambin
entrevistas a varios pobladores del lugar.
Con toda la informacin recabada se elabor mediante un Sistema de Informacin Geogrfica (SIG) un mapa base de alta resolucin
donde se volcaron las coordenadas geogrficas de todos los puntos de inters y segmentos de vialidad relevados. El SIG tambin
permiti efectuar diversos anlisis espaciales
vinculados al movimiento y visibilidad en
el paisaje. Asimismo, se elaboraron modelos
matemticos predictivos para la localizacin
de trayectos de vialidad. La validez potencial
de estos modelos fue examinada y sopesada
con los datos obtenidos del anlisis cruzado
de toda la informacin disponible.
Este tipo de estudios micro y macromorfolgicos permitieron enhorabuena localizar
nuevos caminos y cumplir con nuestros objetivos iniciales (Moralejo, 2011).
117
Figura 4. Segmento de camino con talud y excavacin dentro de la ladera (Fotografa de R. A. Moralejo).
118
Figura 6. Grandes rocas a la vera del camino conocidas como tokankas. La de la derecha ha sido denominada Piedra
Negra (Moralejo, 2011) (Fotografas de R. A. Moralejo).
119
120
paralela al cauce del Arroyo Simbolar tendida sobre el piedemonte de las ltimas estribaciones de la ladera sur del Cerro Shincal
(Moralejo, 2011).
Para finalizar, y volviendo al camino
principal que conecta El Shincal de Quimivil con La Aguada del Norte Chico de Beln en direccin noreste, dicha conexin se
efecta sobre el piedemonte del Cerro Shincal a travs de la quebrada del Ro Hondo,
aguas arriba. El cerrado monte espinoso y
la abrupta ladera del cerro han dificultado
hasta el momento continuar con la identificacin del mismo. Creemos que el camino
estara tomando altura para luego bajar a la
depresin de La Falda o Pampa El Cajn y
desde ah dirigirse hacia la localidad de La
Aguada. Esta hiptesis se puede complementar con los recientes aportes de Ratto
(2013), quien ha hecho estudios en la zona
correspondientes a la Actualizacin del Estudio de Impacto Arqueolgico de la presa Embalse
El Shincal (Dpto. Beln, Catamarca, Argentina).
De acuerdo a la informacin suministrada,
el camino podra elevarse desde nuestro ltimo punto para empalmar posteriormente
con el sector alto de la Formacin Chucupal y luego descender a la Depresin de la
Falda para continuar hacia la localidad de
La Aguada. Todo esto indica que nuestros
trabajos de investigacin sobre esta va imperial no estn acabados.
Conclusiones
Las investigaciones en el sitio Inka de El
Shincal de Quimivil han sido complejas y
diversas conforme con el desarrollo de la
disciplina arqueolgica de nuestro pas. Los
resultados a lo largo de estos aos han conducido al conocimiento de un pasado relativamente remoto que ha permitido, tanto
a la comunidad como a los investigadores,
involucrarse con parte de la historia del Noroeste Argentino. En este contexto las diversas materialidades de la evidencia arqueolgica del sitio han recibido una atencin
diferenciada. En el caso de los caminos, los
primeros estudios se concentraban principalmente en aspectos generales de la formalidad de la va y en las posibles conexiones
que podra tener este centro administrativo
y ceremonial con otros asentamientos de los
valles de Hualfn, Abaucn y Yocavil, interfluvio de Zapata y el Campo de Beln-Andalgal o Bolsn de Pipanaco. Es decir, que
si bien la bsqueda de los caminos imperiales condujo al hallazgo de nuevos sitios, los
anlisis no se concentraron directamente
sobre la materialidad intrnseca de la traza
sino ms bien sobre determinados componentes del sitio como las kallanka, el ushnu,
algunos conjuntos residenciales (entre ellos
el sinchihuasi), conjuntos de molienda y algunas qolqas. Esto puede deberse tanto al
marco terico-metodolgico utilizado como
a los intereses particulares de cada investigador.
Los primeros trabajos de campo en El
Shincal de Quimivil, iniciados por uno de
nosotros (Reinaldo A. Moralejo) en el ao
2000, ya despertaron el inters por las vas
imperiales y qu cosas nos podan contar
acerca de las prcticas sociales llevadas a
cabo en el sitio y la regin. Prcticas que
nos permitiran reflexionar acerca las imposiciones culturales del Tawantinsuyu como
tambin de las relaciones sincrticas que se
generaron con las poblaciones locales del
Valle de Hualfn y rea circunvecina.
Los lineamientos tericos y metodolgicos de nuestra investigacin permiten ver el
espacio geogrfico no solo en su dimensin
fsica, sino tambin como producto de una
construccin social. Es decir, producto de
una relacin dialctica entre el hombre y la
naturaleza que se va modelando continuamente. Este abordaje nos remite a una metodologa de carcter sistemtico que contempla un estudio micro y macromorfolgico de
las vas y sitios asociados. A travs del anlisis micromorfolgico se pudo comprender
las caractersticas formales presentes a lo
largo de la traza; mientras que el anlisis
Estas prcticas fueron sealadas por Murra (1978) como componentes claves del Estado incaico.
121
Agradecimientos
Estos trabajos de investigacin han podido realizarse gracias al financiamiento del
Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas, Agencia Nacional de Promocin Cientfica y la Facultad de Ciencias
Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata. Agradecemos a toda la
comunidad de Londres y Beln por su constante colaboracin en estos aos de trabajo
de investigacin y extensin universitaria.
Especialmente a nuestro equipo de trabajo
122
Rodolfo A. Raffino, Diego Gobbo, Anah Iacona, Guillermina Couso, Aylen Capparelli,
Daro Iturriza, Paula Espsito, Anala Quaranta, Julia Gianelli, Julieta Pellizari, Romina Giambelluca y Agustina Ochoa por todo
el apoyo brindado durante nuestras tareas
de campo y gabinete. Asimismo queremos
mencionar a la Direccin Provincial de Antropologa de Catamarca, Manuel Morales,
Rosa Nieves Ramos, Claudia Yapura Liz,
Julio A. Quiroga del Pino, Joaqun Quiroga
del Pino, Ana Igareta, Mara Eugenia Turus,
Ian Farrington, Christian Vitry, Axel Nielsen, Fernando Viviani, Miguel Martnez,
Ana Fernndez, Cesar L. A. Carrizo, Ramn
Bazn, Luisa Brizuela, Hernn Alancay,
Walter Falcone, Maria del Carmen Sueldo,
Eli Marcial, Anabel Cativa, Tiki Carrizo y
Chichi Carrizo, por su constante apoyo incondicional tanto desde lo humano como
desde lo acadmico.
Bibliografa
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Raffino, R.A., R.A. Moralejo y D. Gobbo. 2008.
El dominio Inka en la Sierra de Zapata
124
125
Resumen : El desarrollo de los procesos para la puesta en valor en El Shincal de Quimivil ha permitido la
confluencia de los aspectos fsicos, culturales y naturales en un estudio y trabajo profesional para preservarlo y acercarlo operativa y conceptualmente a la comunidad. Un anlisis de las ventajas y desventajas
de la restauracin arqueolgica (anastilosis) como metodologa de trabajo ms all de sus valores cientficos ha sido un desafo. Como as tambin incorporar el concepto de accesibilidad (tanto fsica, como
cognitiva o emocional) en cada paso y analizar crticamente los mecanismos de generacin de Sitios de
Patrimonio de la Humanidad, declarados por la UNESCO. Es necesario plantear una estrategia de visin
del sitio como Paisaje Cultural, considerando sus valores como sitio de alta significacin arqueolgica en
Argentina, sumando conceptos integradores de los aspectos socio-cultural y natural que lo rodean.
Palabras claves: Patrimonializacin; Sitios Arqueolgicos; Anastilosis; Accesibilidad fsica, cognitiva,
emotiva; Paisaje Cultural.
127
Introduccin
La patrimonializacin, consiste en lograr
que un bien, cultural o natural, sea declarado y sentido por la comunidad con la
categora de patrimonio. Actualmente en la
sociedad occidental se denomina patrimonio cultural al conjunto de bienes tangibles e intangibles, testigos o testimonios vinculados a hechos,
episodios, personajes, formas de vida, religin,
trabajo, usos y costumbres que ilustran el pasado y que de una u otra forma aclaran o gratifican
la identidad de una nacin (Bustos y Roura
2000, en Xicarts 2005: 54).
Los parmetros que definen lo que actualmente entendemos por Patrimonio no es solamente su carcter de construccin social.
El factor determinante es su carcter simblico, su capacidad para representar simblicamente una identidad. Esto es lo que explica el cmo y el por qu se movilizan recursos
para conservarlo y exponerlo (Prats, 1997).
Pero este Patrimonio Cultural no significa
lo mismo ni tiene los mismos valores para
todos los actores de una sociedad, lo que
muchas veces dificulta su gestin y conservacin (Gurieb y Frre, 2012).
El patrimonio arqueolgico, como parte del
patrimonio cultural, puede ser entendido en forma amplia como aquel constituido por todos los
restos materiales de culturas del pasado (Norrild 2002, en Xicarts 2005: 54). Este patri-
monio se encuentra protegido por leyes nacionales como la Ley N 25743/03 de Proteccin del Patrimonio Arqueolgico y Paleontolgico, que garantizan su conservacin
a largo plazo. En Argentina, Forman parte
del Patrimonio Arqueolgico las cosas muebles
e inmuebles o vestigios de cualquier naturaleza
que se encuentren en la superficie, subsuelo o sumergidos en aguas jurisdiccionales, que puedan
proporcionar informacin sobre los grupos socioculturales que habitaron el pas desde pocas
precolombinas hasta pocas histricas recientes
(Ley de Proteccin del Patrimonio Arqueolgico y Paleontolgico, N 25743/03, Artculo 2).
La patrimonializacin siempre se encuentra basada en el significado e importancia
que posee como parte de la identidad y autenticidad que representa y simboliza para
un pueblo, por lo que, a travs de este proceso, se consigue proteger y conservar dicho
bien como herencia y legado para las futuras generaciones. Esto que parece un simple
enunciado implica un trabajo profundo de
aquellos interesados en la preservacin de
la cultura y de todos los que estn vinculados de alguna manera a estos bienes
sociales.
Las actividades vinculadas con el patrimonio no deben ser tarea exclusiva de arquelogos, muselogos, bilogos, arquitectos o historiadores, sino de quienes deseen
Figura 1. El trabajo
interdisciplinario e
interinstitucional es
fundamental para sentar
las bases del buen
manejo de los sitios de
patrimonio. El sentido
de pertenencia de la
comunidad tambin
se genera a partir de
que la misma vea que
las autoridades del
sitio tienen en claro los
objetivos y alcances del
mismo.
128
Figura 2. La planificacin de
los sitios de valor patrimonial
no debe contemplar solo
aspectos tericos, sino
que debe ajustarse a las
necesidades particulares del
bien, desde el punto de vista
social, poltico y cultural
de la realidad que rodea e
influye sobre el sitio.
res segn los distintos sectores de la sociedad involucrados con el mismo. Si bien se necesitarn
ciertos niveles de consenso, la adjudicacin de
valores a un objeto patrimonial variar de acuerdo a contextos y circunstancias determinadas
(Xicarts, 2005: 54). En ese sentido se debe
buscar la mayor amplitud y presentar al elemento que se patrimonialice con una visin
integral a fin de que aquel que no valore al
sitio por sus instancias arqueolgicas, pueda hacerlo por las paisajsticas o naturales,
o bien por la historia regional a partir de
mitos y leyendas o tambin por la simple
experiencia de disfrute o esttica. Todas estas consideraciones tienen en cuenta al otro
y a la necesidad de comprender que en la
medida que no comunicamos el patrimonio
es imposible que se produzca el proceso de
patrimonializacin. Lo primero para poder
aprehender y aprender de ese patrimonio es
tener acceso a l.
La accesibilidad como
primera etapa de la
patrimonializacin
El concepto de accesibilidad, con frecuencia se lo reduce a facilitar la visita desde un
punto de vista fsico del sitio, considerando
personas con capacidades reducidas. Esta
129
130
Reconstruir para
entender?
Los primeros intentos de comunicar la
arqueologa y el pasado en general, de una
forma ms comprensiva, se hicieron a travs de intervenciones museolgicas muy
antiguas en los siglos XVI-XVII. Se daba en
el marco de la cultura del bajo Renacimiento y el Barroco, y tambin nos remitimos al
siglo XIX, en el marco de las reconstrucciones llevadas a cabo en Pompeya, Herculano,
Ostia o Cnosos. Todos estos ejemplos son
manifestaciones ms o menos exitosas de
querer mostrar a los visitantes cmo poda
131
132
133
informacin a un pblico que merece romper la barrera de lo establecido slo para los
entendidos.
No podemos afirmar a ciencia cierta que
la anastilosis u otros medios de restauracin
sean beneficiosos para la investigacin cientfica, pero de lo que estamos seguros es que
aplicando la Carta de Venecia pilar terico
de los documentos de conservacin y restauracin del patrimonio en el mundo con
honestidad intelectual y profesionalismo,
el patrimonio nacional en muchos aspectos
podr verse beneficiado:
La restauracin es una operacin que debe tener un carcter excepcional. Tiene como fin conservar y revelar los valores estticos e histricos
del monumento y se fundamenta en el respeto a
la esencia antigua y a los documentos autnticos.
Su lmite est all donde comienza la hiptesis:
en el plano de las reconstituciones basadas en
conjeturas, todo trabajo de complemento reconocido como indispensable por razones estticas o
tcnicas aflora de la composicin arquitectnica
y llevar la marca de nuestro tiempo. La restauracin estar siempre precedida y acompaada
de un estudio arqueolgico e histrico del monumento (Carta de Venecia, articulo N 9).
Este fue el caso de El Shincal de Quimivil
(Figuras 3 y 4).
Figura 4. La reconstruccin
de los sitios arqueolgicos
actualmente, y seguramente
con razn, fuertemente
cuestionada por el mundo
acadmico es, por otro lado,
una posibilidad de comunicar
o de visualizar los yacimientos
para los absolutamente
profanos a estos temas. Como
siempre, en el justo medio
de las cosas se encontrara la
razn y no es necesario abusar
de esta tcnica en los sitios
que verdaderamente no lo
requieran.
134
Cmo es El Shincal?
135
Figura 6.
Vista del
paisaje junto
a una de las
estructuras
de piedra, ao
1925 (lbum
fotogrfico
Expediciones
Barreto,
Divisin de
Arqueologa,
Museo de La
Plata).
Figura 7. Hacia la dcada del ao 1980, El Shincal de Quimivil se convirti en un sitio clave para el desarrollo de los estudios
arqueolgicos en Argentina. El equipo del Dr. Rodolfo Raffino le brind una nueva dimensin a partir de la reconstruccin
sistemtica de edificios del mundo incaico. Hoy las investigaciones avanzan en el anlisis espacial del sitio y en las vinculaciones de la sociedad con este espacio sagrado.
136
Nuevas formas de
gestionar el patrimonio:
El concepto de Paisaje
cultural
En los ltimos aos los estudios arqueolgicos de El Shincal de Quimivil no se limitaron a trabajar en el sitio arqueolgico
puntualmente, sino tambin abordaron
espacios vecinos del Valle de Hualfn, y
reas adyacentes como el Valle de Quimivil,
Abaucn, del Cajn, Santa Mara, Bolsn de
Andalgal, Salar del Pipanaco y Quebrada
del Rio El Tambillo.
Es importante analizar el sitio, no como
una isla o espacio aislado, sino como un
enclave central dentro de la simbologa incaica, un centro ceremonial, pero tambin
como un sitio que se vincula indefectiblemente con su paisaje y su entorno. No es
casual que el sitio se encuentre contenido
en un rea Natural Protegida que lo bordea y que debera dentro de las pautas de
manejo incluirlo totalmente para garantizar el ncleo intangible de su conservacin
integral.
Otro de los estudios que los investigadores analizan es la caracterizacin morfolgica, topogrfica y funcional de las vas de
comunicacin del Qhapaq an y caminos
adyacentes a El Shincal. Muy cerca de all
se encuentra un tramo del Qhapaq an o Camino Principal Andino, declarado recientemente Patrimonio de la Humanidad.
Efectivamente, en junio del 2014 la
UNESCO declar bajo la categora de Paisaje Cultural, como Patrimonio Mundial
al Qhapaq an conocido como Camino del
Inka, es el Camino Principal Andino que fue
consolidado por el Imperio Inca en el siglo
XV, pero que tiene ms de 2000 aos de historia.
En 1992 la Convencin de Patrimonio de la
Humanidad se transform en el primer instrumento legal internacional para el reconocimiento
y la proteccin de los paisajes culturales. En su
decimosexta reunin, el Comit adopt pautas
respecto de su inclusin en la Lista del Patrimonio de la Humanidad bajo esta categora.
El Comit reconoci que los paisajes culturales
representan las obras combinadas de la naturaleza y el hombre designadas en el Artculo 1 de
la Convencin. Son ilustrativas de la evolucin
de la sociedad y asentamientos humanos a travs
del tiempo, bajo la influencia de las restricciones fsicas y/o las oportunidades que brindaba su
entorno natural y las sucesivas fuerzas sociales,
econmicas y culturales, tanto internas como externas (Comit Cientfico Internacional de
Paisajes Culturales, nfasis en el original).
El Qhapaq an declarado abarca una gigantesca y compleja red de caminos que se
iniciaba en la antigua capital del Imperio
Inka, Cusco, y que una a lo largo de 50000
kilmetros los actuales territorios de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y
Per. En Argentina incluye siete provincias
y sus puntos de mayor inters, en Catamarca: Pucar de Aconquija; Jujuy: Santa Ana y
137
Valle Colorado; en La Rioja: Los CorralesLas Pircas; en Salta: Santa Rosa de Tastil,
Potrero de Payogasta, Volcn Llullaillaco;
en Tucumn: La Ciudacita; en San Juan:
Angualasto, Colangil, Las Heras; en Mendoza: Yalguaraz, Tambillos, Ranchillos y
Puente del Inca, que comprenden el ltimo
tramo del camino.
Inslitamente en nuestra opinin, El
Shincal de Quimivil no ha sido considerado
como un espacio que merezca ser parte de
esta categorizacin, aduciendo entre otras
cosas, la falta de autenticidad y poniendo en
tela de juicio algunos aspectos de las investigaciones realizadas en el pasado en el sitio. An para el ms profano es claro que El
Shincal resulta un exponente emblemtico
del desarrollo incaico en territorio argentino, y su exclusin del sistema de patrimonio conlleva a la falta de oportunidad de
aprovechar este espacio desde el punto de
vista educativo, turstico y comunicacional
que el sitio podra haber ofrecido al conjunto del Patrimonio de la Humanidad. En este
aspecto el aporte de El Shincal es nico dentro del universo incaico argentino.
Por otra parte la relacin Patrimonio de
la Humanidad-Turismo es, cuando menos
conflictiva, al momento de que un sitio
cuando es declarado por la UNESCO como
tal, se incrementa en un corto periodo hasta
un 200 % su nivel de visitacin Estara preparado hoy El Shincal para recibir tal masa
de visitantes?
Es una obviedad que a partir de la masificacin del turismo, luego de la Segunda
Guerra Mundial, se produjo un cambio cualitativo y cuantitativo en la relacin entre
turismo y patrimonio. Los destinos patrimoniales clsicos estn siendo sometidos a
una presin turstica cada vez ms intensa
(PN Iguaz, Misiones; PN Los Glaciares,
Santa Cruz; Ruinas Jesuticas de Misiones;
etc.). Estos entran en la lgica del consumo
turstico y se adaptan a sus exigencias (Xicarts, 2005). Finalmente se activan bienes
patrimoniales por la demanda turstica, que
ahora se hacen accesibles gracias a la faci-
138
Figura 8. El enfoque de Paisaje Cultural, es lo ms actual que la UNESCO ha propuesto para analizar los sitios desde una
mirada integral y abarcativa. De esta forma no se pierden las posibilidades que brinda el patrimonio intangible y se puede
enfocar la conservacin del sitio a un inters ms amplio de la sociedad.
139
estn involucrados los miembros de la iniciativa privada y de la comunidad en general. Por cercana e influencia, en el caso
de El Shincal de Quimivil el xito tambin
reside en una buena gestin municipal. Hoy
funcionarios provinciales, nacionales, organizaciones no gubernamentales y universidades estn unidos para el gran desafo de
patrimonializar El Shincal de Quimivil, en
forma sostenible a la sociedad y cumplir el
objetivo de que todo argentino sienta que
este sitio lo incluye y le pertenece.
Como dice Mateos Rusillo (2008: 22) en su
imprescindible obra La Comunicacin global
del patrimonio cultural: En definitiva, todo cambiara cuando se tenga presente esa relacin bidireccional y horizontal entre patrimonio cultural y
sociedad, se abandonara una manera de proceder
anacrnica: unas activaciones patrimoniales del
siglo XXI para la gente del Siglo XXI.
El Shincal de Quimivil, sitio mgico y emblemtico de la cultura del norte de nuestro
pas est expectante a ser conocido y disfrutado por todos.
Algunas propuestas
para colaborar en
la conservacin y
comunicacin del sitio:
Documentar la investigacin, el trabajo
de campo y la divulgacin, haciendo un registro material mediante un soporte fsico o
digital todas las formas de Patrimonio del
sitio.
Lo ms importante desde lo pedaggico
es generar un sentido de pertenencia con
respecto a las distintas manifestaciones del
patrimonio, este es el objetivo a alcanzar y
en muchos casos es medible y fcilmente
evaluado en sus logros.
Identificar, registrar y difundir, las artesanas, los mitos, las leyendas y otras formas de patrimonio intangibles existentes y
las que estn en vas de extincin o desaparecidas, para lanzar medidas de rescate y
puesta en valor
140
Agradecimientos
Los autores quieren expresar su agradecimiento a los editores del libro y a la Fundacin Flix de Azara por la posibilidad de
participar en la edicin del mismo. A Rodolfo A. Raffino, Reinaldo A. Moralejo, Anah
Icona, como as tambin a Diego Gobbo,
Guillermina Couso y Patricia Ceci por su
asesoramiento y colaboracin constante. A
todos muchas gracias.
Bibliografa
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Conservacin de la Reserva de la Biosfera
Maya. Guatemala C. A.
Ley de Proteccin del Patrimonio Arqueolgi-
141
C. Marta Laudani1
Guia Nacional de Turismo, [email protected]
Resumen: Crecer o ser arrollados por el Turismo. La diferencia est en la presencia de la comunidad.
Son las personas germen y sostn de su Paisaje Cultural y quienes pueden marcar la diferencia. Entre
El Shincal y la comunidad de Londres hay un conflicto velado, una tensin manifiesta en ausencias aun
hoy. Para integrar esta complejidad al Turismo se requiere llevar a cabo un proceso de vinculacin ya
que si la comunidad entiende este patrimonio como algo impuesto y no lo internaliza como propio, no
lo proteger. Hay una responsabilidad de los profesionales del Patrimonio y del Turismo y del sector
gubernamental-institucional ineludible en ese proceso de vinculacin. Los riesgos de convertirse en un
enclave turstico sin conexin con lo local estn latentes, con perjuicios concretos y sin beneficios reales
para su comunidad. Turismo sin un manejo y control adecuado se convierte en un Tumi sobre la cabeza
del sitio.
Palabras claves: Turismo; Comunidad; Patrimonio; Vinculacin; Riesgos
UN TUMI PARA EL SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS MAPAS DEL ALMA Y DEL TIEMPO.
143
Pensar el ayer
Cuentos de Gentes que vienen
y gentes que estn
Hay muchas formas de empezar a contar
una historia de un pasado lejano, pero la que
sin dudas todos reconocemos con entraable e infantil cario es el famoso Haba una
vez. Esta frase nos trae del pasado al presente, personas, lugares y situaciones que
entran mgicamente a ser parte de un pacto
en el cual todos sabemos que posiblemente
lo relatado no sea real, pero pactamos tcitamente creer que si lo es. Hay tambin
formas de contar historias imaginarias de
futuros por venir, comenzando tal vez por
un en el ao 2050 que requiere un pacto
de credibilidad aun mayor, ya que el beneficio de la duda sobre la veracidad o no,
ya no tiene chances. Lgicamente sabemos
que eso no ha sucedido, que nadie ni nada
de lo relatado existe, pero elegimos creer
en la magia del relato. Funciona la magia
del cuento sin el pacto? Posiblemente no.
Funciona el pacto tcito sin la magia de un
cuento? Definitivamente no.
El problema se presenta cuando debemos
conjugar la historia en un presente cercano
y debemos reemplazar el Haba por un
Hay y el una vez por un esta vez o
reemplazar el en el ao 2050 por el En
este momento y entonces no tenemos pacto tcito, sino anlisis crtico y no tenemos
magia sino situaciones concretas.
Cuando el Turismo solo nos relata un
cuento: o bien historias de pasados lejanos
o de futuros dichosos sin presentes conjugados solo son eso: cuentos. Relatos de
pasados aislados como burbujas, de personajes sin contextos, sin defectos, sin errores,
situaciones grandilocuentes siempre heroicas, anecdticas o cmicas. Lo mismo pasa
cuando los programas y proyectos tursticos
144
UN TUMI PARA EL SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS MAPAS DEL ALMA Y DEL TIEMPO.
La construccin de un
interrogante
Un valle
Un valle y las piedras
Un valle y las piedras escondidas bajo los shinkis
Un valle y las piedras escondidas bajo los shinkis
por dcadas
Un valle y las piedras escondidas bajo los shinkis
por dcadas a pocos kilmetros de la localidad de
Londres
Un valle y las piedras escondidas bajo los shinkis
por dcadas a pocos kilmetros de la localidad de
Londres en manifiesto olvido de la memoria colectiva local.
Algo hace ruido, algo genera al menos
extraeza. Cmo es posible que estando tan
cerca geogrficamente estuviera tan lejos en
el inconsciente colectivo? Haba una extraa
lgica, que la naturaleza se adueara del lugar y lo cubriera de shinkis, era cubrirlo a su
vez simblicamente de olvido.
Pero qu haba pasado en El Shincal?
Qu le haba sucedido a la gente de Londres, Catamarca? Qu los relacionaba y que
los distanciaba?
Naturalizar este olvido, no inquirir sobre sus motivos y pretender que nada haba
pasado es negar un conflicto y una tensin
existente entre el sitio y los pobladores locales aun hoy.
Cualquier construccin profesional que
intentara hacer, ignorando esta tensin fundante, tendra como destino la construccin
de una falacia.
Es cierto que podra haber hecho un estudio de territorio con estadsticas, medidas
y citas bibliogrficas. Considerar que haba
numerosos empleados municipales y no
escuchar a uno de ellos, Don Paulino, uno
de los grandes pirqueros de la zona. Considerar que haba una gua del sitio y un
empleado de mantenimiento y anotarlos en
la columna de recursos humanos sin haber
escuchado los relatos sentidos de Rosa sobre la historia lejana y presente del sitio y
compartido la experiencia de Manuel en el
Conocer y trabajar
en el hoy
El anlisis de los datos y la
experimentacin de las realidades
El objetivo inicial ha sido definir el estado
del arte a travs de la investigacin documental y bibliogrfica, poder determinar la
situacin actual, tanto del sitio, como del
tratamiento turstico de sitios similares, permitir un anlisis criterioso de la actualidad
y de las posibilidades ambientales y sociales para realizar propuestas pertinentes con
medidas especficas y tiempos definidos. En
segundo trmino una fase heurstica: donde
se ha recopilado material y documentacin
sobre el sitio, las ciencias aplicadas al mismo, los periodos histricos que lo atraviesan y la actualidad de la zona.
Una tercera fase de carcter hermenutico comprendi la identificacin de textos
relevantes, validacin de los mismos, bsqueda de pautas y directivas en los textos,
generacin de una interpretacin de los
mismos, la contrastacin y comparacin de
esta interpretacin con los profesionales de
las otras reas relacionadas como Arqueologa o Museologa y una fase de anlisis y
comprobacin in situ en la que he visitado
personalmente el sitio, para observar, analizar la situacin y condiciones imperantes y
conocer a los actores relacionados, directa e
UN TUMI PARA EL SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS MAPAS DEL ALMA Y DEL TIEMPO.
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UN TUMI PARA EL SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS MAPAS DEL ALMA Y DEL TIEMPO.
UN TUMI PARA EL SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS MAPAS DEL ALMA Y DEL TIEMPO.
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UN TUMI PARA EL SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS MAPAS DEL ALMA Y DEL TIEMPO.
gastarlo y corroer lo que debera ser su germen, la relacin de la comunidad con este
patrimonio.
En el proceso de construccin patrimonial debe darse una Invencin (conciente) y
una Construccin (inconciente). sta invencin, para arraigar y perpetuarse, necesitar
convertirse en construccin social, es decir
alcanzar un mnimo nivel de consenso
(Prats, 1997). Cuando la patrimonializacin
es impuesta y no se da como un proceso de
reconocimiento desde lo interno (comunidad) hacia lo externo se corren riesgos de
banalizar, cosificar y vaciar de contenido los
bienes patrimoniales. Los procesos de desarrollo se originan de adentro hacia afuera, el
turismo no es la excepcin.
La forma y el contenido del Tumi.
Riesgos que se avecinan
El Tumi es el cuchillo ceremonial utilizado por varias culturas andinas entre ellas la
Inca. Puede estar realizado en piedra o metal. Su forma tiene de mango rectangular o
trapezoidal y su extremo inferior redondeado, era utilizado en las ceremonias para la
trepanacin de crneos, la decapitacin de
prisioneros o la evisceracin.
Es inminente la situacin de exceder la capacidad de manejo del sitio ante la difusin
masiva sin el acompaamiento de medidas
de capacitacin en personal directo e indirecto, la divulgacin significativa a nivel local y las mejoras de las estructuras (la infraestructura ya est en proceso de mejoras).
Los procesos como la creciente difusin
por la declaratoria UNESCO como Patrimonio de la Humanidad del Qhapaq an o
Camino del Inca (que mas all de las evaluaciones o categorizaciones que se hayan
realizado para definir qu sitios incluir y
cules no en el Camino, El Shincal -sin estar
en la lista oficial- pertenece innegablemente por ubicacin, historia e importancia) es
una de sus amenazas ms fuertes.
Convertir a El Shincal en un sitio de
UN TUMI PARA EL SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS MAPAS DEL ALMA Y DEL TIEMPO.
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UN TUMI PARA EL SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS MAPAS DEL ALMA Y DEL TIEMPO.
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quienes estn y quienes los visitan. Mientras este trabajo mancomunado no suceda,
el Turismo ser un Tumi que ir creciendo
sobre la cabeza del sitio y el golpe ser asestado por la falta de acciones previsoras de
su propia comunidad.
Pero como dice Eduardo Galeano (2010)
Ojal podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las cadas
y las traiciones y las derrotas, porque la historia
contina, ms all de nosotros, y cuando ella
dice adis, est diciendo: hasta luego. Ojal podamos mantener viva la certeza de que es posible
ser compatriota y contemporneo de todo aquel
que viva animado por la voluntad de justicia y
la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva
cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.
Agradecimientos
A Carlos por su permanente confianza,
entusiasmo, actitud conciliadora y espritu
colaborativo.
A Rodolfo, Reinaldo y Guillermina felicitar por su perseverancia, sensibilidad y
compromiso y agradecerles su calidad y calidez humana.
A Beatriz por compartir un profundo y
comprometido anlisis y brindarme su mirada crtica ayudndome a reflexionar sobre este escrito.
Bibliografa
Capece, G. 2003. Desarrollo turstico en el Corredor de los Lagos: la necesidad de abandonar los dogmas. Tiempos Patagnicos 9, Ao
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del Instituto Panamericano de Geografa
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pensamiento fronterizo. Traducido al espaol
por Juan Mara Madariaga y Cristina Vega
Sols. Ediciones Akal, Madrid.
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EL SHINCAL
DE QUIMIVIL
En esta obra se dan a conocer una suma
de estudios sobre el sitio arqueolgico
El Shincal de Quimivil, ubicado en la
localidad de Londres, departamento de
Beln, provincia de Catamarca.
Asumiendo la necesidad de revalorizar
el patrimonio arqueolgico del sitio, un
grupo de antroplogos, arquelogos,
bilogos, muselogos y profesionales del
turismo exponen su mirada sobre una
misma realidad y sus diferentes aspectos.
Esta tarea fue realizada gracias al
Ministerio de Ciencia, Tecnologa e
Innovacin Productiva de la Nacin, el
Ministerio de Turismo de la Nacin, el
Gobierno de la provincia de Catamarca, la
Municipalidad de Londres y la Fundacin
de Historia Natural Flix de Azara y con
el asesoramiento de investigadores del
Museo de La Plata, el CONICET y la
Universidad Nacional de Catamarca.
Las temticas abordadas, tanto
arqueolgicas,etnobotnicas,
arqueoastronmicas, patrimoniales como
tursticas y museolgicas, conforman una
actualizacin de las diversas perspectivas
del sitio arqueolgico que ha sido
considerado unCusco del Kollasuyu:
El Shincal de Quimivil.
www.fundacionazara.org.ar