Pneuma

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5

EXAMEN
1. DESARROLLAR

DE

PNEUMATOLOGA

EL FUNDAMENTO BBLICO DE LA

PNEUMATOLOGA

En el Antiguo Testamento encontramos un trmino muy importante, ruaj


que indica la conexin entre espritu y vida. Su significado vara mucho,
va desde el movimiento de aire con gran estruendo y violencia, una
rfaga de viento y la respiracin. Pero es a partir de la poca del
destierro de Babilonia seala el vocablo ruaj la respiracin tranquila
habitual del hombre. En un determinado momento llega a significar la
fuerza vital dinmica (creadora). A continuacin presentamos una tabla
con los significados del trmino ruaj:
1) Significado etimolgico
primario:

Movimiento de aire estruendoso,


violento, (golpe de viento,
respiracin); anchura.

2) Significado fundamental:

Viento, respiracin.

3) Desarrollo antropolgico:

Fuerza vital; nimo; voluntad;


espritu como capacidad; yo.

4) Significado teolgico:

Fuerza espiritual divina; fuerza


proftica; Espritu de Dios.

En el pueblo de Israel se dan diversas experiencias de la accin del


Espritu. En primer lugar, tenemos a los jueces, en donde la accin del
Espritu se manifiesta de manera carismtica. El Espritu capacita a
algunos habitantes del pueblo (jueces) para que se opongan en
resistencia en contra de los enemigos, les otorga carismas a los
dirigentes. Posteriormente el ruaj ya no slo capacita a un individuo,
sino que lo hace tambin en un grupo de profetas (cfr. 1 Sam 10, 5-13).
En la poca de la monarqua en Israel, el Espritu se hace presente
especialmente en el elegido de Yahv, el ungido, un claro ejemplo de
ello es David.
El Espritu tambin se hace presente en los profetas, que los anima, los
impulsa, los sostiene, en la misin que han de desempear. Ante todo,
los profetas debern ejecutar la Palabra de Dios. Adems, el Espritu les
da la capacidad de mirar su historia con ojos nuevos, redescubriendo en
ella la constante presencia de Yahv en medio de ellos. El Espritu
siempre confiere una nueva vitalidad al pueblo, en Ezequiel 37, por
ejemplo, se habla del espritu vivificante mediante una visin del
profeta, que por el espritu del Seor despierta al pueblo a una nueva
vida. Tambin en Ez 36, 27 se habla de un corazn nuevo y vivo, un
espritu nuevo que el Seor dar a su pueblo. En personas concretas, el
Espritu de Dios busca capacitarlas para llevar a cabo la construccin de
un reino de justicia y de paz.
SEM. JULIO CSAR PONCE GARCA

EXAMEN

DE

PNEUMATOLOGA

En el Nuevo Testamento, las promesas antiguas comienzan a cumplirse,


con el envo del Hijo por el Padre. En el bautismo Jess experimenta la
acogida de Dios Padre y la accin presente del Espritu. Jess no hizo del
Espritu Santo el tema de su predicacin, pero su mensaje sobre el Reino
de Dios siempre estuvo alentado por el Espritu Santo. Un momento
importante de la comunidad de los apstoles con Jess, ser la
experiencia pascual, donde el Seor glorificado se hace presente en
Espritu y actuando en la comunidad. Vemos entonces como se da una
verdadera experiencia del Espritu en medio de la comunidad.
El Espritu es el nico que hace posible el verdadero conocimiento de
Dios y la autntica confesin de la fe en Cristo. Fe y Espritu son dones
que nos vienen precisamente del Seor glorificado. El Espritu es
tambin el principio vital de los creyentes, porque los que siguen los
impulsos del Espritu no confan en sus propias fuerzas, sino que se
confan a Dios y reciben por la fe en l la justificacin y la libertad. A
quienes se les ha otorgado en el Espritu Santo la libertad de los hijos de
Dios, no pueden ni deben volver de nuevo a la esclavitud. Esa libertad es
optar por Cristo frente al pecado.
Theodor SCHNEIDER (Dir.) et al., Manual de Teologa dogmtica, Herder,
Barcelona 2005, 516-534.
2. QU EXPRESA
SANTO?

SAN

PABLO

RESPECTO A LA VISIN DEL

ESPRITU

Para san Pablo, la Iglesia es esencialmente una comunin espiritual. Es


en medio de la comunidad en donde Dios otorga sus dones por el
Espritu Santo, dones que son dados para el servicio de la misma
comunidad. Los servicios (diakona) designan los dones que contribuyen
a la edificacin de la vida de la comunidad. Los dones del Espritu son,
ante todo, actitudes cristianas bsicas (fe, esperanza, caridad, servicio,
etc.). Tambin las funciones ministeriales son dones del Espritu y han de
servir a la vida espiritual de las comunidades.
La comunidad posee el Espritu no en funcin de las obras de la ley sino
por la fe y la promesa. El Espritu que reciben los creyentes est
conformado cristolgicamente, el Espritu del Hijo de Dios es el que
clama en nosotros Abb, Padre. Ese mismo Espritu hace gritar (invocar)
dentro de s la oracin que es propia de Jess. La accin del Espritu es
que cada espritu grite en lo ntimo de su corazn la expresin Abb,
Padre. El Hijo aparece indisolublemente ligado al Pneuma, no slo como
el detentador sino tambin como su distribuidor (cfr. Rm 1, 4). La
presencia del Espritu del Hijo en el corazn de los creyentes les hace
SEM. JULIO CSAR PONCE GARCA

EXAMEN

DE

PNEUMATOLOGA

descubrir la conciencia de la dignidad filial de Jess y su modelo en la


condicin del Hijo.
Pablo se sabe salvo no por sus mritos sino por el don de Dios. Aquello
que Jess predijo a los discpulos sobre las persecuciones (Mt 13, 9-11)
se cumple en Pablo, al que asiste el mismo Jesucristo por mediacin de
su Espritu, fuerza capaz de socorrer a sus propios fieles. El Espritu en
Flp es de Jesucristo porque pertenece al Cristo glorioso, indica que es
suyo, por eso Cristo puede entregarlo como don suyo a los creyentes.
El punto de partida de la predicacin de Pablo es el anuncio de Cristo
muerto y resucitado, en quien reside la plenitud de la divinidad, su
persona est tan llena del Espritu que puede disponer de l para
comunicarlo. Cristo resucitado es experimentado y conocido en el
Espritu. Pablo todava no es capaz de distinguir entre las Personas de la
Trinidad, por ello debemos evitar: leer el texto desde nuestras categoras
teolgicas y hablar de dos Personas claramente distintas con sus
caractersticas propias. Para Pablo, el Espritu posee la misma dignidad
divina que posee el Hijo, por ello tambin se le atribuye el ttulo de
Kyrios.
Nicol MADONIA, Cristo siempre vivo en el Espritu, Secretariado Trinitario,
Salamanca 2006, 67-69.
Theodor SCHNEIDER (Dir.) et al., Manual de Teologa dogmtica, Herder,
Barcelona 2005, 534-537.
3. QU

EXPRESA SAN JUAN RESPECTO A LA VISIN DEL

ESPRITU SANTO?

En el cuarto Evangelio el Espritu est presente en el Jess terreno, en


una relacin abierta con Cristo pues obra segn ste, es la luz que lo
ilumina y lo presenta como Hijo de Dios. El Jess terreno transmite el
Espritu a travs de las palabras que pronuncia. El Espritu se derrama
sobre los discpulos despus de la glorificacin de Jess, para llevarlos a
la verdad de la revelacin, para fortalecerlos en la fe en Cristo glorioso y
empujarlos a la misin.
El criterio para reconocer al Mesas es la accin del Espritu, no es que el
Espritu haga Mesas a Jess, sino que lo revela como tal (Jn 1, 32-33). El
hecho de que el Espritu permanezca sobre Jess no lo constituye en un
simple profeta, sino que se trata del Mesas definitivo que posee el
Espritu de modo permanente. La seal para reconocer que Jess es el
Mesas es que pronuncia su palabra y da su Espritu sin medida (Jn 3,
34). La revelacin proftica de Jess y su obra salvfica son consecuencia
de la recepcin del Espritu.

SEM. JULIO CSAR PONCE GARCA

EXAMEN

DE

PNEUMATOLOGA

El Espritu ofrece la posibilidad de comprender y creer en las palabras y


la revelacin de Jess. Las dos funciones del mesianismo de Jess
(hablar y dar el Espritu) no son separables, mientras Jess pronuncia las
palabras de Dios, concede el Espritu. La palabra de Jess es vida porque
est ligada al Espritu. Es el Espritu el que convierte las palabras de
Jess en vida y permite acogerlas en la fe (Jn 6, 63). La fe en Jess debe
dirigirse en sus palabras y en su revelacin. La imagen del agua es
smbolo de la revelacin y del Espritu (Jn 7, 38-39). La glorificacin de
Jess (su hora) es presupuesto de la venida del Espritu. Jess es el
nuevo templo, la fuente del agua, el dador del Espritu.
Ante la posibilidad de que los discpulos se acobarden ante la partida de
Jess, lleva a asegurarles que no estarn solos. Existen algunos dichos
sobre el Parclito:
Primer dicho: Jn 14, 16-17: Los discpulos no quedaran solos, Jess
rogar al Padre para que les enve otro Parclito, entonces el Espritu
asumir el papel defensor, har conocer ms plenamente la revelacin
de Jess. El Espritu comienza su tarea cuando Jess vuelve al Padre.
Segundo dicho: Jn 14, 26: El Parclito ensea y prolonga lo que Jess
habl entre los hombres y hace recordar las cosas que Jess dijo e hizo,
el Espritu no dice nada nuevo ni distinto a la revelacin de Jess, la
enseanza del Espritu se orienta hacia la comprensin de las cosas que
Jess dijo.
Tercer dicho: Jn 15, 26: El Espritu atestigua que Jess se halla en la
gloria del Padre y desde ah manda al segundo Parclito a sus discpulos,
suscitando en ellos la fe y la valenta ante las persecuciones.
Cuarto dicho: Jn 16, 7: El retorno de Jess al Padre implica el envo del
Espritu Santo sobre los discpulos, por eso es mejor que l se vaya. El
Espritu consuma la revelacin de Jess ayudando a los discpulos a
entender lo que por ellos mismos son incapaces de vislumbrar.
Quinto dicho: Jn 16, 13-14: La expresin Mucho tengo todava que
decros no hace alusin a otras verdades o a nuevas revelaciones, sino
a la comprensin ms profunda de la misma revelacin, comprensin
que slo es posible por la intervencin del Espritu de la verdad tras la
glorificacin de Jess. Los discpulos han conocido la revelacin, slo les
falta comprensin. Todo aquello que Jess no pudo decir porque los
discpulos no hubieran comprendido, lo hace a travs del Espritu. La
misin del Espritu es proseguir la obra de Jess para desvelar la
profundidad escatolgica de su revelacin y sostener el testimonio de
los discpulos.

SEM. JULIO CSAR PONCE GARCA

EXAMEN

DE

PNEUMATOLOGA

Jess muere con la conciencia de haber realizado la obra que le fue


confiada. La gloria de Jess se inicia en la cruz (Jn 19, 30). La muerte de
Jess es el escenario simblico de la glorificacin y de la entrega del
Espritu. Sobre la cruz se revela la gloria de Jess y su poder de donacin
del Espritu (Jn 19, 34), la posibilidad de que puedan brotar de l, como
nuevo templo, ros de agua viva para todos aquellos que creen. El
Resucitado, en plenitud de sus poderes gloriosos, comunica su propia
vida a los discpulos (cfr. Gn 2, 7; 1R 17, 21; Ez 37, 9; Sb 15, 11).
Nuevamente volvemos a constatar que existe una estrecha relacin
entre la glorificacin de Jesucristo y el don del Espritu (Jn 20, 22). Juan
descubre que la muerte, la exaltacin y el don del Espritu coinciden en
un mismo evento. La pascua de Jess y Pentecosts acontecen en un
mismo da, tal vez incluso al mismo tiempo.
El Espritu que se pos y permaneci en Jess en el instante de la gloria
de la cruz y la resurreccin, se derrama ahora sobre los discpulos para
que est haciendo presente a Jess (primer Parclito) tras su ascensin
al Padre y les lleve a la verdad completa. La permanencia del Espritu
iniciada en Jess tras su efusin en el da de la pascua contina perenne
en la Iglesia.
Nicol MADONIA, Cristo siempre vivo en el Espritu, Secretariado Trinitario,
Salamanca 2006, 70-98.
Theodor SCHNEIDER (Dir.) et al., Manual de Teologa dogmtica, Herder,
Barcelona 2005, 547-554.
4. DESARROLLA LA
EL FILIOQUE

CONTROVERSIA ENTRE

ORIENTE

OCCIDENTE

SOBRE

La evolucin teolgica de los siglos posteriores al Concilio de


Constantinopla (381) estar muy marcada por el alejamiento entre la
parte oriental y la occidental. Intervendrn tambin algunos motivos
eclesistico-polticos. Todo esto tendr su punto ms lgido respecto al
llamado Filioque.
Macedonio y sus seguidores, los llamados pneumatmacos, fueron
condenados por el concilio de Alejandra (362) y por el Papa San Dmaso
I (378) por ensear que el Espritu Santo deriva su origen solo del Hijo,
por creacin.
En occidente, la primera controversia sobre la doble Procesin del
Espritu Santo se llev a cabo a principios del siglo IX, Juan, un monje
griego del monasterio de San Sabas acus de hereja a los monjes del
monte Olivet, por haber introducido el Filioque en el Credo. En la
segunda mitad del mismo siglo, Focio, el sucesor del injustamente
depuesto Ignacio, patriarca de Constantinopla (858), neg la procesin
SEM. JULIO CSAR PONCE GARCA

EXAMEN

DE

PNEUMATOLOGA

del Espritu Santo del Hijo y se opuso a la insercin del Filioque en el


credo de Constantinopla. La misma posicin mantuvieron a finales del
siglo dcimo los patriarcas Sisinio y Sergio y hacia la mitad del XI, el
patriarca Miguel Cerulario, que renov y complet el cisma griego.
Fuera de la Iglesia la duda sobre la doble procesin se convirti en una
negacin abierta, pero dentro de la Iglesia la doctrina del Filioque se
declar dogma de fe en el Cuarto Concilio de Letrn (1215), el Segundo
Concilio de Lyon (1274) y en el Concilio de Florencia (1438-1445). As la
Iglesia propuso de forma clara y con autoridad la enseanza de la
Sagrada Escritura y de la tradicin sobre la Procesin de la Tercera
Persona de la Santsima Trinidad.
El Credo de Constantinopla declaraba al principio solamente la Procesin
del Espritu Santo del Padre, y que iba dirigida contra los seguidores de
Macedonio que negaba la Procesin del Espritu Santo del Padre. En
Oriente, la omisin de Filioque no llev a ningn malentendido. No se
puede asegurar quin aadi por primera vez el Filioque al Credo. El
Papa Len III que aprob la doctrina del Filioque, pero aconsej que se
omitiera en el Credo. Sin embargo, la prctica de aadir el Filioque se
mantuvo a pesar del consejo papal y a mediados del siglo XI se haba
instalado firmemente hasta en Roma.
Theodor SCHNEIDER (Dir.) et al., Manual de Teologa dogmtica, Herder,
Barcelona 2005, 567-578.
Carlos Ignacio GONZLEZ, El Espritu del Seor que da la vida. Teologa del
Espritu Santo, CEM, 134-144.

5. DESARROLLAR
SANTO

EL TEMA DE LAS PROCESIONES-MISIONES DEL

ESPRITU

La palabra misin de una Divina Persona por otra, no quiere decir que
la persona enviada, asume un carcter particular, a sugerencia del que
enva, ni significa inferioridad en la Persona enviada. La Sagrada
Escritura nunca presenta al Padre como siendo enviado por el Hijo ni al
Hijo como enviado por el Espritu Santo. El trmino misin indica que
la persona enviada sale para un cierto propsito por el poder del que
enva.
Debemos tener cuidado al momento de entender los escritos de los
Santos Padres. Cada uno propone algo que no se contradice con otro,
SEM. JULIO CSAR PONCE GARCA

EXAMEN

DE

PNEUMATOLOGA

sino que se complementan, son puntos de partida diversos y por tanto,


conclusiones diversas, pero no es una fe divergente, sino
complementada. La relacin Padre-Hijo y Espritu Santo, que constituye
la segunda procesin, recibe el nombre de espiracin (teologa latina) o
de procesin (teologa oriental). Esta segunda relacin traduce los
procesos vitales en Dios en relacin con el Espritu Santo. En la
perspectiva neotestamentaria (sobre todo en la de Juan) el Espritu
Santo aparece siempre vinculado a Jess, enviado por el Padre a travs
de Jess.
La disputa entre oriente y occidente es ms bien de tintes polticoseclesisticos. La Iglesia de occidente comienza a utilizar el Filioque por
la necesidad de atacar la doctrina arriana, pero poco a poco comienza a
introducirla en sus textos, y propiamente en el credo.
En la mayora de los textos del Nuevo Testamento se hace mencin del
Espritu enviado por Dios
Carlos Ignacio GONZLEZ, El Espritu del Seor que da la vida. Teologa del
Espritu Santo, CEM, 233-255.

SEM. JULIO CSAR PONCE GARCA

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