Catedra Paz en Preescolar
Catedra Paz en Preescolar
Catedra Paz en Preescolar
Cmo podemos
implementar la
ctedra de la
paz (MEN, 2015)
en la educacin
preescolar?
Carlos Andrs
Peas
DISPONIBLE EN PDF
Coordinador Pedaggico
de CRECER del Gimnasio
Infantil Las Villas (Bogot).
santillana.com.co/rutamaestra/
edicion-13/implementar-lacatedra-de-la-paz
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APLICACIONES
Grfica N. 1. Riesgos
sociales que desafan
la Cultura de paz
Pluralidad
Reciprocidad
comunicativa
Uso de la
violencia
Desigualdad
RIESGOS
SOCIALES QUE
CONTRAVIENEN
UNA CULTURA
DE PAZ
Responsabilidad
social
Cultura de la
Legalidad
Participacin
Empata
83
1
Currculo
para la paz
2
Comunidades
en paz
Cultura de
paz en
Preescolar
3
Didcticas
para la paz
APLICACIONES
DESEMPEO DE APRENDIZAJE
Descubro cmo me siento y cmo se sienten mis amigos o amigas cuando
son rechazados y, ante ese tipo de situaciones, busco alternativas, con la
ayuda de los adultos, para contribuir a la integracin de todas las personas y
a la valoracin positiva de las diferencias individuales.
Tabla N. 1.
Rechazar y denunciar
el uso de la violencia en
las interacciones con
los amigos o amigas.
No voy a lastimar
con mis palabras o
acciones a mis amigos
o amigas, tampoco a
las dems personas,
animales y bienes de
mi comunidad.
Buscar alternativas
diferentes a la agresin cuando se vean
postergadas o truncadas sus expectativas.
DESEMPEO DE APRENDIZAJE
Descubro qu siento fsica y afectivamente cuando soy vctima o somos vctimas de la violencia, ante lo cual propongo alternativas pacficas y adems
busco ayuda para preservar la integridad y restablecer el bienestar.
Ruta maestra Ed.13
Tabla N. 2.
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APLICACIONES
Comportamiento
selectivo
Razonamiento
emotivo
(corazn)
Modelamiento
Didcticas para
construir la
cultura de paz
Ambientes
emocionalmente
positivos
Grfica N. 2. Estrategias
pedaggicas para promover la Cultura de paz.
NOMBRE Y REFERENCIA
Modelamiento o
aprendizaje vicario
1.Para iniciar, se debe establecer una situacin social Adultos relevantes. Se espera que los adultos
Se basa en la
investigacin de
Bandura, A. (1999).
de la cultura de paz que se quisiera fortalecer: aprender a reclamar asertivamente, solicitar el restablecimiento de los derechos cuando sienten que fueron
vulnerados, entre otras posibilidades.
DISCUSIN PEDAGGICA
prximos se conviertan en modelos con prestigio
real y capacidad para promover alternativas que
afiancen la cultura de paz; patrones de referencia
susceptibles de ser imitados por los nios y nias.
2.Atraer la atencin de los nios y las nias sobre la Riesgos y cuidados. Debido al punto anterior, es
situacin, notar los efectos positivos y tambin los negativos cuando la comunidad no se orienta a la paz.
La situacin social tomada como referencia debera,
en la medida de las posibilidades, remitirse a un hecho real y concreto que sirva de referencia.
3.Modelar, es decir, actuar los tipos de comportamientos esperados: los adultos deben manifestar lo
que sienten, piensan e, incluso, exagerar las acciones
socialmente adecuadas que deberan desplegar ante
la situacin. Es importante que los nios y las nias
estn atentos a la forma como actan los adultos y los
efectos que logran en los dems.
donde puedan utilizar sus repertorios (verbales, afectivos y comportamentales) para integrarlos a las situaciones cotidianas. Motivar a las familias y a otros
adultos prximos para que estn atentos a las acciones que modelan frente a los nios y las nias; tambin para que continen avivando la repeticin del
modelo y la introspeccin sobre los efectos que tiene
en el contexto social.
Tabla N. 3. Estrategias didcticas para
promover la Cultura de paz en el Preescolar
Ruta maestra Ed.13
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NOMBRE Y REFERENCIA
Mtodos
interconductuales
referidos a la
funcin selectora
y sustantiva
referencial del
comportamiento
1.Establecer cules son las acciones que quieren contener en los nios Avances en el conductismo. Aunque
Se basa en la
investigacin
y mtodos de
Ribes, E. (2001)
tos negativos tales como el tiempo fuera (time-out) o la amonestacin con smbolos negativos (caritas tristes, por ejemplo), entre
otras. Lo relevante es que exista una relacin contingente entre la
ocurrencia de la accin no deseada y la restriccin.
Ante situaciones extremas, el adulto debera utilizar el regao, la
voz firme y el gesto adusto para castigar verbal y severamente el
comportamiento (no al nio). Es importante que se tenga cuidado
con los lmites del maltrato y que se atienda que el refuerzo negativo
solo contiene, pero no educa. Tambin, que es necesario explorar con
los nios y las nias el impacto emocional y las formas de restablecer
el bienestar tanto para quien actu como agresor, como para quin
fue agredido.
4.Reforzar contingentemente de forma positiva los comportamien-
DISCUSIN PEDAGGICA
existen reparos sobre los modelos conductuales, hay suficiente evidencia para
ponderar que el reforzamiento operante,
especialmente el positivo, es una herramienta eficaz al momento de incrementar
comportamientos convenientes y socialmente relevantes. Claro est, es determinante que los adultos motiven el anlisis
emocional y la revisin de los sistemas de
creencias de las acciones para que paulatinamente los nios y las nias hagan la
introspeccin sobre sus comportamientos
y los efectos. Por esto las visiones modernas como la interconductual ponen un
importante acervo sobre el pensamiento
en el comportamiento y la relacin de los
diferentes factores que interactan en la
funcionalidad y ocurrencia de una conducta.
Sobre los reforzamientos positivos. Es
importante que los refuerzos positivos
se escalonen y entreguen cuando se presentan las acciones sucesivas o las aproximaciones deseadas. Contingentemente la
funcionalidad del comportamiento debera estar relacionada de forma sincrnica
con las acciones esperadas y la entrega de
reforzadores. Por ejemplo, felicitar verbalmente de inmediato ante la presencia del
comportamiento esperado; pero buscar la
correlacin con otros eventos para generar recurrencias y el sostenimiento de las
funciones en el tiempo.
Reforzamiento negativo. No basta con
el reforzamiento positivo, tambin se
requiere del negativo como mtodo de
contencin. Es decir, de la exposicin a
reforzadores no deseados y no lesivos
para los nios como el tiempo fuera o la
amonestacin con conos (fichas de cara
triste, por ejemplo). En ocasiones es preciso contener el comportamiento e incluso
sancionar la accin (no al nio) con severidad. Sin embargo, de nada sirve ese impacto emocional si no va acompaado del
refuerzo positivo de las acciones esperadas
y del anlisis de la situacin: se trata de
una relacin contingente entre lo que queremos suprimir y lo que queremos avivar.
Ruta maestra Ed.13
NOMBRE Y REFERENCIA
Razonamiento
emotivo
emociones y la forma como se manifiestan. Explorar prioritariamente las creencias que soportan la forma de sentir y actuar.
3.Determinar cul es la creencia presente en la situacin y, con
la ayuda del lenguaje de los adultos, ponerlo de manifiesto, por
ejemplo: No tengo por qu esperar . Analizar situaciones
en las que se pone en evidencia la misma creencia y explorar los
efectos en el grupo social.
DISCUSIN PEDAGGICA
Reto de ste enfoque. Aunque en los primeros aos las verbalizaciones de los pequeos son limitadas o se limitan a contestar s o no ante la insistencia de los
adultos, esto NO implica que los nios
sean incapaces de razonar desde lo concreto y sobre las consecuencias de sus
acciones. Es importante que los adultos
paulatinamente lleven a los nios y nias a la introspeccin de los fenmenos
sociales que subyacen en las situaciones
concretas. No se trata de verbalizaciones
abstractas como hablar de responsabilidad social, derechos o respeto, sino de
analizar desde los hechos concretos las
posibles acciones y derivaciones: Si
t le arrebatas los juguetes a tus amigos qu ocurre? Qu pasa si tiramos
la basura en cualquier lugar? Cmo te
sientes cuando los dems no te prestan
atencin cmo crees que se sienten los
dems cuando eres t quien los ignoras?
4.Explorar con los nios y las nias cules son las evidencias a
cuencias de esa creencia y evaluar qu efecto genera en los dems. Explorar, por ejemplo: Si alguien te quitara tu lugar cmo
te sentiras? Cmo crees que se sienten los dems cuando eres
quien no respeta el turno? Qu pensaran las dems personas
de ti? Qu sientes?
6.Evaluar si realmente es til pensar as, determinar si genera
una respuesta emocional adecuada y un efecto positivo en los
dems. Analizar, por ejemplo: En lugar de pensar de esa forma, qu otra pensamiento debera adoptar? Quizs si practico
algn juego en mi cabeza o repito una cancin, la espera puede
ser ms llevadera?
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NOMBRE Y REFERENCIA
Ambientes
emocionalmente
positivos
Se basa en las
estrategias
preventivas para
evitar la ocurrencia
de la violencia
en la primera
infancia propuestas
por Tremblay,
R., Gervais, J.
& Petitclerc,
A. (2008).
DISCUSIN PEDAGGICA
Por el contrario, educar en positivo supone actuar de forma preventiva para buscar alternativas que permitan guiar el comportamiento de
los nios en la ausencia de los problemas de
convivencia. Para ello es determinante identificar cules son las necesidades de los nios y
las nias para responder preventivamente a sus
demandas. Comprender cules son los hitos en
su proceso evolutivo y explorar alternativas ante
los problemas potenciales. Por ejemplo, ante las
rabietas de los nios, en la ausencia de las mismas, se deberan promover experiencias para
que exploren sus emociones ante la frustracin,
tengan claras las consecuencias y reciban refuerzos positivos por verbalizar y emprender acciones alternativas y adecuadas.
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3. Comunidades que
viven en paz
Las dos estrategias anteriores estn supeditadas a
los siguientes cuestionamientos: En qu ambiente
viven los pequeos? Qu modelan los adultos del
entorno prximo? Cul es el estado emocional de
los maestros y las maestras de educacin inicial y
qu efecto tienen sus rasgos de personalidad en la
construccin de la personalidad de los pequeos?
Los nios y nias crecen en un ambiente tendiente hacia la cultura de paz o proclive a la violencia y
el deterioro social?
De nada sirven el currculo y las estrategias pedaggicas anteriores si los adultos prximos y el ambiente educativo en el que viven y se desarrollan
los pequeos son inadecuados. Si bien cada ser
humano tiene la potencialidad de reinventarse,
durante el periodo crtico del desarrollo los nios
y nias perfilarn aspectos de su personalidad que
terminarn convirtindose en potencialidades o en
riesgos sociales prospectivamente. El impacto de la
violencia en el mundo adulto es desproporcionado. As que la inversin social y las exigencias para
construir una cultura de paz alrededor de los pequeos y las demandas que tienen que asumir los
adultos relevantes para que acten como modelos
adecuados, son una nimiedad frente a los problemas sanitarios, las repercusiones econmicas, los
costos para las democracias y el malestar emocional que deviene de la falta de una cultura de paz.
Ruta maestra Ed.13
Si los adultos sostienen modelos inadecuados existe una alta probabilidad de que quienes los releven
generacionalmente mantengan e, incluso, agudicen los problemas sociales. Es menester que los
adultos tengan presente el efecto de las experiencias tempranas para que vivan de forma coherente
y consistente sus opciones personales y sociales
para construir un ambiente adecuado alrededor de
los nios y las nias. Que acten como modelos sociales significativos que rechazan la victimizacin
de los nios, pero que tambin comprendan que el
modelamiento inadecuado para establecer relaciones afectivas y la falta de cuidado propio y comunitario se pueden convertir en formas indirectas de
violencia infantil.
http://www.santillana.com.co/
rutamaestra/edicion-13/referencias
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