Curriculum Infantil Castilla La Mancha
Curriculum Infantil Castilla La Mancha
Curriculum Infantil Castilla La Mancha
La Educación infantil, de acuerdo con la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, es una
etapa con identidad propia, cuya finalidad es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e
intelectual en estrecha colaboración con las familias. Esta etapa, que atiende a los niños y las niñas
desde el nacimiento hasta los seis años, se ordena en dos ciclos, siendo el primero el que comprende
hasta los tres años, y el segundo, desde los tres a los seis años de edad.
En la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, se define el currículo como el conjunto de
objetivos, competencias básicas, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación de cada
una de las enseñanzas.
Corresponde al gobierno, según el artículo 6.2 de la Ley Orgánica 2/2006 fijar los aspectos básicos
del currículo que constituyen las enseñanzas mínimas a las que se refiere la disposición adicional
primera, apartado 2, letra c) de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la
Educación que, según el apartado 3 del mismo artículo, suponen el 65 por ciento de los horarios
escolares, en tanto que el 35 por ciento restante es responsabilidad de las Administraciones
educativas.
Corresponde a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la competencia en el desarrollo
legislativo y ejecución de la enseñanza en toda su extensión, niveles, grados y modalidades y
especialidades según el artículo 37.1 del Estatuto de Autonomía aprobado por Ley Orgánica 9/1982,
de 10 de agosto.
Una vez fijadas por el Gobierno las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de la Educación infantil
mediante el Real Decreto 1630/2006 de 29 de diciembre, corresponde a la Administración de la
Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha determinar el currículo que responda a los intereses,
necesidades y rasgos específicos del contexto social y cultural de Castilla-La Mancha.
El presente Decreto incorpora las intenciones del Proyecto educativo de Castilla-La Mancha en
relación con esta etapa para que el alumnado alcance la competencia suficiente en el desarrollo de
sus capacidades, entre las que se contempla el acercamiento a la lengua extranjera y a las
tecnologías de la información y la comunicación.
Este desarrollo se realiza en un contexto que garantiza, desde los principios de igualdad de
oportunidades e inclusión social, la educación de los valores de igualdad, interculturalidad, salud y
respeto por el entorno natural.
Asimismo destaca la importancia que tiene, para asegurar el éxito escolar de todo el alumnado, la
respuesta temprana a las necesidades específicas de apoyo educativo; la coordinación con el primer
ciclo de Educación infantil y de Educación primaria, y la estrecha colaboración con las familias.
Este Decreto tiene como objeto, por tanto, establecer y ordenar el currículo del segundo ciclo de la
Educación infantil. Igualmente determina la responsabilidad de los centros docentes, en el ejercicio
de su autonomía pedagógica, para adaptar los diferentes elementos del currículo al alumnado y al
entorno cercano y a la propia realidad de Castilla-La Mancha dentro de un proyecto nacional y en el
marco de los objetivos europeos.
Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
Su elaboración ha sido el resultado de un amplio proceso de participación crítica, que se inició con
el debate sobre el Libro Blanco de la Educación en Castilla-La Mancha y que continuó con las
aportaciones del profesorado a través de la constitución de distintos grupos de trabajo.
En su virtud, a propuesta del Consejero de Educación y Ciencia, con el preceptivo dictamen del
Consejo Escolar de Castilla-La Mancha, de acuerdo con el Consejo Consultivo de Castilla-La
Mancha, previa deliberación del Consejo de Gobierno en su reunión de 29 de mayo de 2007,
DISPONGO:
Capítulo I. Disposiciones Generales
Artículo 1. Objeto y ámbito de aplicación.
El presente Decreto tiene como objeto establecer y ordenar el currículo del segundo ciclo de la
Educación infantil de acuerdo con lo establecido en Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de
Educación y será de aplicación en todos los centros docentes que impartan estas enseñanzas en
Castilla-La Mancha.
Artículo 2. Principios generales.
1. La Educación infantil constituye la etapa educativa con identidad propia que atiende a niñas y
niños desde el nacimiento hasta los seis años de edad. Esta etapa se ordena en dos ciclos. El primero
comprende hasta los tres años y el segundo, desde los tres a los seis años de edad
2. El segundo ciclo de la Educación infantil tiene carácter voluntario.
3. La respuesta al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo se desarrollará de
manera normalizada e inclusiva.
4. Los centros que imparten el segundo ciclo de la educación infantil promoverán la coordinación
de las programaciones didácticas con los que imparten el primer ciclo de la educación infantil y la
educación primaria.
5. El Consejo escolar y el Claustro de profesores, de acuerdo con las competencias recogidas en los
artículos 129.b) y 127.a), en el ejercicio de la autonomía establecida en el artículo 120.4) y 121.5)
para los centros públicos y en la Disposición adicional decimoséptima para los centros privados de
la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, podrán adoptar experimentaciones, planes de
trabajo, formas de organización, y compromisos educativos con familias o tutores legales de
acuerdo con los criterios y procedimientos que determine la Consejería competente en materia de
educación.
Asimismo podrán ampliar el horario escolar, sin que por ello, puedan derivarse aportaciones
económicas para las familias ni exigencias para la citada Consejería,
Artículo 3. Fines.
1. La finalidad de la Educación infantil es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e
intelectual de los niños y las niñas.
2. En la Educación infantil se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, al movimiento y los
hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, a las pautas
elementales de convivencia y relación social, así como al descubrimiento de las características
físicas y sociales del medio en el que viven. Además se facilitará que niñas y niños elaboren una
imagen de sí mismos positiva y equilibrada y adquieran autonomía personal.
Artículo 4. Objetivos generales.
El segundo ciclo de la Educación infantil contribuirá a desarrollar en las niñas y niños, las
capacidades que les permitan:
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
Asimismo programará una oferta flexible de formación permanente del profesorado y de otros
profesionales, para el desarrollo de su competencia personal y profesional en el campo científico,
psicopedagógico, tecnológico, de idiomas, educación en valores y salud laboral.
2. La Consejería competente en materia de educación promoverá, en colaboración con las
Asociaciones de madres y padres, escuelas y talleres de madres y padres dirigidos a favorecer la
participación y colaboración con los centros y el desarrollo de sus tareas educativas.
Artículo 14. Investigación, experimentación e innovación educativa.
1. La Consejería competente en materia de educación impulsará la investigación, la
experimentación e innovación educativa mediante convocatorias de ayudas a proyectos específicos
propios y en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, la Universidad de Alcalá y la
Universidad Nacional de Educación a Distancia. Estas iniciativas contribuirán a extender la cultura
y competencia evaluadora de los centros sobre sus propias prácticas.
2. La Consejería competente en materia de educación promoverá certámenes para estimular la
elaboración de materiales curriculares y premiar las buenas prácticas. Asimismo facilitará el
intercambio de experiencias entre centros docentes.
Artículo 15. Desarrollo del Plan de lectura.
La Consejería competente en materia de educación apoyará la incorporación a la Educación infantil
de los objetivos y contenidos del Plan de Lectura para que el alumnado descubra el placer de la
misma a través de los relatos y los cuentos, dotando las bibliotecas escolares de materias y recursos
multimedia.
Disposiciones adicionales
Primera. La enseñanza de las religiones.
La enseñanza de las religiones se ajustará a lo establecido en Disposición adicional segunda de la
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación y en el Disposición adicional única del Real
Decreto 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del
segundo ciclo de Educación infantil.
Segunda. Los materiales curriculares.
La selección de los materiales curriculares se ajustará a lo establecido en la Disposición adicional
cuarta de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación y en el Decreto 272/2003, de 9 de
septiembre, por el que se regula el registro, la supervisión y la selección de materiales curriculares
para las enseñanzas de régimen general y su uso en los centros docentes no universitarios de la
Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha (DOCM, de 12 de septiembre).
Tercera. Compromisos singulares con los centros docentes.
1. La Consejería competente en materia de educación de acuerdo con el procedimiento que se
determine, podrá establecer compromisos singulares con los centros docentes que desarrollan
modelos de currículo inclusivo y programas bilingües.
2. Asimismo, establecerá estos compromisos con aquellos centros docentes que, en el ejercicio de
su autonomía, quieran adoptar experimentaciones, planes de trabajo, formas de organización, de
apertura de centros y compromisos de participación y mejora con las familias sin que ello suponga,
en ningún caso, aportaciones económicas por parte de las citadas familias.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
Disposiciones transitorias
Primera. Del calendario de implantación.
La implantación del currículo de este Decreto se realizará en el año académico 2008-2009, de
acuerdo con el Real Decreto 806/2006, de 30 de junio, por el que se establece el calendario de
aplicación de la nueva ordenación del sistema educativo establecida por la Ley Orgánica 2/2006, de
3 de mayo, de Educación.
Segunda. De la revisión del Proyecto educativo y de las Programaciones didácticas.
Los centros adaptarán el Proyecto educativo y las Programaciones al contenido del presente
Decreto en un proceso de dos cursos escolares a contar desde el 2008-2009.
Disposición derogatoria única
Quedan derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo dispuesto en el
presente Decreto.
Disposiciones finales
Primera.
Se autoriza al titular de la Consejería con competencia en materia de educación para el desarrollo
y ejecución de este Decreto.
Segunda
El presente Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de
Castilla-La Mancha.
Dado en Toledo, el 29 de mayo de 2007.
El Presidente.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
En el caso del niño y la niña de Educación infantil las destrezas de escuchar y hablar son prioritarias
en la lengua castellana y exclusivas en la lengua extranjera, pero esto no impide el acercamiento al
código escrito y, sobre todo, a la literatura infantil a través de cuentos y relatos.
En este momento del proceso, el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística está
íntimamente ligado, tanto en la comprensión como la expresión, con en el uso del resto de códigos
de comunicación, principalmente con el gesto y el movimiento mediante el lenguaje corporal y al
uso de la imagen y la representación con el lenguaje icónico.
El uso de estos lenguajes potencia el desarrollo de las habilidades lingüísticas y permite, crear
vínculos con los demás y con el entorno, transformar la realidad, construir la convivencia y
desarrollar una personalidad firme y segura.
La niña y el niño de cinco años y de seis, para las nacidas y nacidos a partir de enero del año en
curso, son competentes para expresarse de forma clara y coherente con un vocabulario adecuado a
su edad; de describir objetos, personas y situaciones; y de comprender la información de un cuento
o relato leído o contado por otros y la información visual de viñetas, cuentos, fotografías,
pictogramas, imágenes de archivos informáticos, diapositivas, periódicos, señales de tráfico; de
memorizar y recitar poesías, refranes y canciones en lengua propia y extranjera.
Asimismo es competente para relatar e inventar pequeñas historias a partir de sus vivencias, cuentos
o imágenes; y de utilizar un vocabulario semejante organizado en torno a rutinas de comunicación y
comprensión en lengua extranjera. Y por último, es competente para leer y escribir palabras y frases
relevantes relativas a su entorno y vivencias.
b. Competencia matemática.
En la Educación infantil, se ponen las bases para que la niña y el niño construyan de forma
coherente las habilidades matemáticas y las utilice de forma automatizada. En esta etapa accede,
mediante la manipulación y el conteo, al concepto y representación del número y al inicio de las
operaciones básicas de la suma como adición y de la resta como sustracción. Además adquiere los
conceptos básicos imprescindibles para comprender e interpretar la realidad a través de las formas,
el uso del tiempo y la representación del espacio.
La combinación de estos elementos le permite construir el pensamiento lógico y utilizarlo para
resolver problemas sencillos que en el aula se le presentan de manera guiada y en la sociedad
aparecen de forma natural.
La niña y el niño de cinco o seis años son competentes para identificar y utilizar los cuantificadores
básicos de cantidad, tamaño, espaciales, temporales…; los números de, al menos un sólo dígito y
asociarlos a la cantidad; de identificar, nombrar y representar las formas geométricas básicas; de
ordenar objetos, números, formas, colores...atendiendo a dos o más criterios; y de resolver pequeños
problemas juntando y quitando.
c. Competencia en el conocimiento e interacción con el mundo que le rodea.
El niño y la niña en esta etapa amplían el conocimiento del mundo que le rodea a través de la
interacción con las personas, la manipulación de los objetos y de la exploración del espacio y del
tiempo, fundamentalmente en situaciones de juego.
El nombre, y las cualidades del propio cuerpo y el de los otros, los objetos, los entornos naturales y
sociales y las personas los va conociendo e integrando en esquemas cada vez más complejos que, a
su vez, le sirven de base para nuevos aprendizajes y para interpretar la realidad.
El desarrollo de esta habilidad para interactuar con el mundo que le rodea le irá permitiendo
anticipar situaciones y evitar riesgos, construir los hábitos básicos de supervivencia y salud, para
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
conocer los efectos que su actuación produce y para actuar con respeto hacia las plantas, animales,
objetos…
La niña y el niño de cinco o seis años son competentes para localizar y orientarse en espacios
cotidianos; para situarse en el tiempo (ayer, hoy, mañana, un día, una semana, las estaciones...) y
localizar acontecimientos relevantes; y para identificar y definir por su utilidad los elementos
representativos de la realidad más cercana: grupos sociales, profesionales, elementos urbanos y
naturales, animales, medios de comunicación y transporte, manifestaciones culturales y artísticas.
d. Competencia digital.
El ordenador y el resto de los medios audiovisuales son herramientas atractivas para la niña y el
niño que despiertan su interés por jugar.
En Educación infantil la niña y el niño desarrollan la competencia suficiente en el uso de
mecanismos de acceso, como encender y apagar, usar el ratón o los iconos o imprimir; de búsqueda
de información abriendo y cerrando ventanas para localizar y extraer, seguir enlaces, manejar
programas sencillos y cerrar; y de utilizar programas sencillos de dibujo” para expresarse.
e. Competencia social.
En esta etapa se adquieren y desarrollan habilidades de respeto y cumplimiento de la norma en un
momento claramente individualista en el que la relación con los adultos y otros niños y niñas está
claramente asociada a la actividad que se realiza.
La niña y el niño, son competentes para escuchar de forma atenta cuando se les habla, de guardar un
turno, de presentarse, de prestar ayuda, de compartir y respetar las normas del juego, además de
participar en su elaboración. Esta competencia está asociada al efecto que produce tanto el
comportamiento adaptado como el inadaptado pero, a través de ella, se construye la relación social.
Desde esta base se construye el comportamiento ciudadano y democrático.
f. Competencia cultural y artística.
En esta etapa, en el mismo contexto de acercamiento al mundo que le rodea se produce el
conocimiento, comprensión, uso y valoración de las diferentes manifestaciones culturales y
artísticas que forman parte del patrimonio propio de los pueblos; y de forma paralela se desarrolla la
competencia para comprender y representar imágenes con distintos materiales plásticos, de utilizar
el propio cuerpo como un elemento expresivo más, capaz de expresar sentimientos, emociones o
vivencias, de seguir un ritmo y de utilizar el canto asociado o no al movimiento.
Todas estas habilidades que conforman la competencia cultural y artística ayudan a las niñas y
niños a generalizar su dominio del cuerpo, a disfrutar con ellas y les enseñan, desde el juego, a
utilizar el ocio de forma activa, desarrollando valores de esfuerzo personal solidario.
g. Competencia para aprender a aprender.
Durante la etapa infantil se construye y se alcanza un nivel básico en aquellas habilidades que
permiten a la niña y el niño “aprender” disfrutando y hacerlo de una manera eficaz y autónoma de
acuerdo con las exigencias de cada situación. En este periodo aprende a utilizar la observación,
manipulación y exploración para conocer mejor el mundo que le rodea; organiza la información que
recoge de acuerdo con sus cualidades y categorías; establece sencillas relaciones causa y efecto en
función de las consecuencias; se habitúa a respetar unas normas básicas sobre el trabajo, la postura
necesaria, su tiempo y espacio y el uso de los materiales y recursos de forma ordenada y cuidadosa.
h. Autonomía e iniciativa personal.
Esta competencia se construye desde el conocimiento de sí mismo y se manifiesta a través de un
uso cada vez más eficaz del propio cuerpo en el desarrollo de las rutinas, en el incremento de
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
iniciativas y alternativas a las mismas, en la seguridad que se adquiere al realizar las actividades, en
el cálculo de riesgos y en la responsabilidad por concluirlas de una forma cada vez más correcta y
en capacidad por enjuiciarlas de forma crítica.
La niña y el niño de cinco y seis años a medida que conoce y controla su cuerpo mientras actúa se
muestra seguro de su propia eficacia a la hora de manejar útiles; de concluir las rutinas personales
de alimentación, vestido, aseo y descanso con mayor eficacia y “solos”; y de abordar nuevas tareas
e iniciativas asumiendo ciertos riesgos que es capaz de controlar.
i. Competencia emocional.
En el desarrollo de cada una de las acciones que la niña y el niño realizan, en un horizonte cada vez
más amplio, y en contacto con las personas que tienen un papel determinante en su vida, construye
el autoconcepto y desarrolla la autoestima.
El autoconcepto integra todas las claves que siempre va a utilizar para interpretar la realidad que le
rodea y, especialmente, las relaciones con los demás. El desarrollo de la competencia emocional
siempre está asociado a una relación positiva y comprometida con los otros. La actuación natural y
sin inhibiciones de forma habitual en las distintas situaciones que le toca vivir es la manifestación
más clara de esa competencia emocional.
Al concluir la Educación infantil, la niña y el niño son competentes para manifestar y asumir el
afecto de las compañeras y compañeros que le rodean, de interesarse por sus problemas o de
contribuir a su felicidad. También los son para controlar su comportamiento y tolerar la frustración
de no obtener lo que quieren cuando lo quieren y el fracaso de que las cosas no salgan como se
pide, especialmente cuando el esfuerzo no ha sido suficiente.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
Objetivos
El proceso de enseñanza y aprendizaje tendrá como objetivo el desarrollo de las siguientes
capacidades:
1. Conocer, representar y utilizar el cuerpo, sus elementos, funciones, posibilidades de acción y de
expresión de una forma controlada y coordinada.
2. Formarse una imagen ajustada de sí mismo en la interacción con los otros y en el desarrollo de la
autonomía personal.
3. Identificar, dominar y comunicar los sentimientos, emociones, necesidades o preferencias propias
y conocer, comprender y respetar las de los otros.
4. Realizar con autonomía y seguridad los hábitos personales, las actividades habituales y tener
iniciativa para resolver las nuevas tareas y problemas que presenta la vida cotidiana.
5. Desarrollar actitudes y hábitos de respeto, ayuda y colaboración con los demás; de promoción de
la salud y de protección del entorno.
Contenidos
Bloque 1º. El cuerpo: imagen y salud.
El cuerpo humano. Exploración del propio cuerpo y del de los demás. El esquema corporal y la
identidad sexual. Percepción de los cambios físicos propios y de las posibilidades de actuación
con el paso del tiempo. Uso de los sentidos: sensaciones y percepciones. Valoración y
aceptación de las características, posibilidades propias y de los otros.
El control postural del cuerpo y el movimiento. Control del tono, equilibrio y respiración. La
identificación y orientación espacio-temporal y adaptación a las características del objeto, del
otro, de la acción y de la situación. Satisfacción por el creciente dominio corporal.
Las necesidades y hábitos básicos. Identificación, manifestación, regulación y control de las
mismas: hábitos de alimentación, descanso, higiene y vestido. Respeto por las normas de
comportamiento en el desarrollo de los mismos y gusto por un aspecto personal cuidado.
Acciones y situaciones que favorecen la salud y generan bienestar propio y de los demás: uso
adecuado de espacios, elementos y objetos. Adopción de comportamiento de prevención y
seguridad ante el riesgo. Actitud de tranquilidad y colaboración en situaciones de dolor
corporal, enfermedad y de pequeños accidentes. Colaboración en el mantenimiento de
ambientes limpios y ordenados. Demanda de ayuda y valoración de la respuesta.
La identificación y expresión de sentimientos, emociones, vivencias, preferencias e intereses
propios y de los demás. Control progresivo de los propios sentimientos y emociones. Iniciativa
personal.
Bloque 2º. El juego y la actividad en la vida cotidiana.
El juego: conocimiento y participación; construcción, aceptación y respeto por las reglas;
disfrute y valoración de su necesidad y del esfuerzo personal; confianza en las propias
posibilidades de acción, participación y esfuerzo personal en los juegos y en el ejercicio físico.
Las actividades de la vida cotidiana: hábitos elementales de planificación, organización,
constancia, atención, iniciativa y esfuerzo y de relación e interacción con los demás. Iniciativa y
progresiva autonomía en su realización; conocimiento y adaptación del comportamiento a las
normas de convivencia que regulan la vida cotidiana. Gusto y satisfacción por el trabajo, propio
o compartido, bien hecho; aceptación de las propias posibilidades y limitaciones en la
realización de las mismas; y actitud positiva para establecer relaciones de afecto con los adultos
y con los iguales.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
Criterios de evaluación
1. Dar muestra de un conocimiento progresivo de su esquema corporal, de las destrezas
motoras y habilidades manipulativas, y un control creciente de su cuerpo.
Este criterio valora la competencia del alumnado para identificar y nombrar las distintas partes del
cuerpo y utilizarlas de forma adecuada para realizar distintas acciones. Exige, además del
conocimiento, el control del tono, postura y equilibrio, el control respiratorio, la coordinación
motriz en desplazamientos, marcha, carrera o saltos y en las actividades manipulativas o de
motricidad fina, y el desarrollo de una secuencia temporalizada de acciones y desplazamiento en el
espacio. Esta competencia se demuestra en situaciones específicas creadas en el aula (situación de
relajación, itinerarios…), en juegos, en tareas escolares y personales (objetivo 1).
2. Realizar las tareas con seguridad y confianza y valorar las actuaciones propias y de los
otros.
Este criterio valora la competencia del alumnado para resolver las tareas que habitualmente realiza
con seguridad y de abordar las nuevas con confianza demostrando, con ello, que su autoconcepto se
ajusta a sus posibilidades y que la autoestima crece a partir de situaciones de éxito. Asimismo se
valora el papel que representan en el desarrollo de la autoestima de los otros a partir de la práctica
de actitudes de respeto y aceptación, de ayuda y colaboración (objetivo 2).
3. Expresar sentimientos y emociones, comprender e interpretar los de los otros y contribuir a
la convivencia.
Este criterio valora la competencia del alumnado para conseguir lo que pretenden después de un
proceso basado en el esfuerzo y de tolerar la frustración, en situaciones de juego y en otras
actividades en las que son capaces de controlar su voluntad y de contribuir, desde el respeto, a una
práctica adecuada de la convivencia en las situaciones habituales de juego y tarea en casa y en la
escuela (objetivo 3).
4. Realizar autónomamente y con iniciativa actividades habituales para satisfacer necesidades
básicas, consolidando progresivamente hábitos de cuidado personal, higiene, salud y
bienestar.
Este criterio valora la competencia para realizar, con autonomía, las actividades habituales
relacionadas con la higiene, la alimentación, el descanso, los desplazamientos y otras tareas de la
vida diaria. Se valora que sea capaz de solicitar y realizar las rutinas en el aseo de forma
independiente; comer solo, vestirse solo, respetar el tiempo de descanso, desplazarse en los espacios
habituales con seguridad y controlando los riesgos. Contribuir a ofrecer un aspecto personal cuidado
(objetivo 4).
5. Colaborar, con los otros, a crear un entorno agradable y un ambiente favorecedor de salud
y bienestar.
Este criterio valora su competencia en el uso individual y la participación en procesos colectivos
que busquen mantener el aula y los materiales limpios y ordenados, al igual que los pasillos y
recreos del centro, la casa, la calle etc. Se estima el grado de autonomía, la iniciativa y el gusto para
llevarlas a cabo (objetivo 5).
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
Criterios de evaluación
1. Identificar y nombrar componentes del entorno natural; establecer relaciones sencillas de
interdependencia; demostrar interesarse por su conocimiento y participar de forma activa en
actividades de conservación de la naturaleza.
Este criterio valora la competencia de la niña y el niño en el conocimiento directo y a través de
otros medios de los elementos de la naturaleza, tanto vivos como inertes; la descripción de algunas
características y funciones; el establecimiento de relaciones entre medio físico y las personas y los
cambios que se producen en el intercambio. Se valoran desde la observación de la participación, las
actitudes de cuidado y respeto hacia la naturaleza participando en actividades para conservarla
(objetivo 1).
2. Agrupar, clasificar y ordenar elementos del entorno natural según distintos criterios e
iniciar su cuantificación e interpretación.
Este criterio valora la competencia para organizar la información recibida a partir de las cualidades
y características de los objetos, su cuantificación y representación numérica (ordinal y cardinal) y la
ordenación o clasificación siguiendo distintos criterios (forma, color, tamaño, peso…) y su
comportamiento físico (caer, rodar, resbalar, botar…). Asimismo se valora el manejo de las
nociones básicas espaciales (arriba, abajo; dentro, fuera; cerca, lejos…) y temporales (antes,
después, por la mañana, por la tarde…) y su uso para resolver sencillos problemas de juntar y
separar, quitar a través del conteo (objetivo 2).
3. Conocer, identificar y describir personas y colectivos de su entorno identificando
características básicas de su comportamiento y actuación en la comunidad.
Este criterio valora la competencia para identificar las características de los grupos sociales más
cercanos (familia, escuela…), de las necesidades y la respuesta a través de los servicios
comunitarios (mercado, atención sanitaria o medios de transporte), y el conocimiento desde la
participación en las manifestaciones culturales de su entorno (objetivo 3).
4. Participar en la elaboración de las normas verbalizando los efectos positivos de su
cumplimiento para la convivencia.
Este criterio valora la competencia demostrada en la participación y colaboración de las tareas de
clase, cumplir con encargos y el compromiso en realizar las actuaciones de manera correcta,
ordenada y de acuerdo con las normas establecidas. Asimismo se valora las relaciones establecidas
con los hermanos, compañeros, compañeras, etc. respetar el uso de los objetos, pedirlos, dar las
gracias, jugar con todos, esperar, no usar la violencia, tolerar el fracaso, dejar sus cosas. Especial
atención merecerá la capacidad que niñas y niños muestren para el análisis de situaciones
conflictivas y las competencias generadas para un adecuado tratamiento y resolución de las mismas
(objetivo 4).
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
Objetivos
En relación con el área, la intervención educativa tendrá como objetivo el desarrollo de las
siguientes capacidades:
1. Utilizar el lenguaje oral para expresar sentimientos, deseos e ideas, y valorar su uso como
herramienta de relación con los demás, de regulación de la convivencia y como instrumento de
aprendizaje tanto en lengua propia como extranjera.
2. Comprender las intenciones y mensajes de otros niños y adultos, adoptando una actitud positiva
hacia la lengua, tanto propia como extranjera.
3. Iniciarse en los usos sociales de la lectura y la escritura explorando su funcionamiento y
valorándolas como instrumento de comunicación, información y disfrute.
4. Comprender y disfrutar escuchando, interpretando y leyendo textos literarios mostrando actitudes
de valoración, disfrute e interés hacia ellos.
5. Comprender y representar ideas y sentimientos empleando el lenguaje plástico, corporal y
musical mediante el empleo de diversas técnicas y acercarse al conocimiento de obras artísticas
expresadas en esos lenguajes.
6. Utilizar el ordenador para acceder al uso del lenguaje multimedia para mejorar o reforzar
habilidades y conocimientos.
Contenidos
Bloque 1º. El lenguaje verbal.
Escuchar: comprensión de órdenes relacionadas con rutinas, tareas y saludos asociadas o no al
gesto; comprensión de la idea global de mensajes y textos orales en los que se incluye un
vocabulario básico de conceptos del cuerpo, el entorno, lugares y acciones; seguir narraciones,
escenas de películas, participar en juegos y canciones; seguir una conversación cuando se habla
en un contexto limitado de temas conocidos. Curiosidad e interés por el descubrimiento y
conocimiento progresivo del funcionamiento de la lengua oral.
Hablar: saludo con el gesto y sin él; nombrar el vocabulario básico de conceptos, acciones y
espacios; describir objetos. Uso progresivo, acorde con la edad, de léxico preciso y variado,
estructuración gramatical correcta, entonación adecuada y pronunciación clara. Uso y
valoración de la lengua oral para evocar y relatar hechos, para explorar conocimientos; para
expresar y comunicar ideas y sentimientos y para regular la propia conducta y la de los demás.
Actitud positiva hacia la lengua propia y la extranjera.
Conversar: participación en un diálogo de un tema conocido, iniciar y cortar la conversación,
hacer demandas y contestar a la respuesta. Uso de las normas que rigen el intercambio
lingüístico, respetando el turno de palabra, escuchando con atención y respeto, inicio y
conclusión de una conversación. Participación y escucha activa en situaciones habituales de
comunicación. Acomodación progresiva de sus enunciados a los formatos convencionales.
Leer: comprensión de viñetas, cuentos, fotografías, pictogramas, imágenes de archivos
informáticos, diapositivas, periódicos, señales de tráfico… Diferenciación entre las formas
escritas y otras formas de expresión gráfica. Percepción de diferencias y semejanzas.
Identificación de palabras escritas muy significativas y usuales: asociar imagen a palabra.
Aproximación al uso de la lengua escrita como medio de comunicación, información y disfrute.
Interés por explorar algunos de sus elementos. Iniciación al conocimiento del código escrito.
Uso, gradualmente autónomo, de diferentes soportes de la lengua escrita como libros, revistas,
periódicos, carteles o etiquetas. Utilización progresivamente ajustada de la información que
proporcionan.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
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Decreto 67/2007. Currículo E. INFANTIL.
Criterios de evaluación
1. Utilizar la lengua oral propia y extranjera para interactuar con iguales y con adultos y
participar en conversaciones.
Este criterio valora la competencia para comunicarse oralmente y trasladar intenciones en lengua
propia y extranjera: pedir ayuda, informar de algún hecho, dar sencillas instrucciones, participar en
conversaciones en grupo. Asimismo se valora el interés y el gusto por su uso, por relatar vivencias,
razonar, resolver situaciones conflictivas, comunicar sus estados anímicos y compartirlos con los
demás. Igualmente se valora el uso de las convenciones sociales: guardar el turno de palabra,
escuchar, mirar al interlocutor, mantener el tema. Asimismo se valora su actitud para aceptar a las
diferentes personas sea cual sea su lengua (objetivo 1).
2. Comprender mensajes orales diversos, mostrando una actitud de escucha y comunicación
atenta y respetuosa.
Este criterio valora la competencia alcanzada por el niño y la niña para escuchar y comprender
mensajes, relatos, producciones literarias, descripciones, explicaciones, informaciones que les
permitan participar en la vida del aula en la lengua castellana y extranjera (objetivo 2).
3. Mostrar interés por los textos escritos presentes en el aula y en el entorno próximo,
iniciándose en su uso, en la comprensión de sus finalidades y en el conocimiento de algunas
características del código escrito. Interesarse y participar en las situaciones de lectura y
escritura que se producen el aula.
Con este criterio se valora la competencia de las niñas y los niños para aproximarse a la lectura y
escritura en la lengua castellana como medio de comunicación, de información y de disfrute. Tal
interés se mostrará en la atención y curiosidad por los actos de lectura y de escritura que se realizan
en el aula. Se observará el uso adecuado del material escrito (libros, periódicos, cartas, etiquetas,
publicidad…) Se valorará el interés por explorar los mecanismos básicos del código escrito así
como el conocimiento de algunas características y convenciones de la lengua escrita, conocimientos
que se consolidarán en el primer ciclo de educación primaria (objetivo 3).
4. Disfrutar compartiendo la audición y la lectura de textos literarios.
Este criterio valora la competencia alcanzada a través del interés que demuestra en participar en las
actividades de audición y lectura de textos literarios, memorización de poemas, representación a
través de juegos y dramatizaciones (objetivo 4).
5. Expresarse y comunicarse utilizando medios, materiales y técnicas propios de los diferentes
lenguajes artísticos y audiovisuales, mostrando interés por explorar sus posibilidades, por
disfrutar con sus producciones y por compartir con los demás las experiencias estéticas y
comunicativas.
Este criterio se valora la competencia en el uso de diferentes materiales, instrumentos y técnicas
propios de los lenguajes musical, plástico y corporal. Se observará el gusto por experimentar y
explorar las posibilidades expresivas del gesto, los movimientos, la voz y también, el color, la
textura o los sonidos. Se valorará el desarrollo de la sensibilidad estética y de actitudes positivas
hacia las producciones artísticas en distintos medios, junto con el interés por compartir las
experiencias estéticas (objetivo 5).
6. Usar el ordenador como vehículo de expresión y comunicación.
Este criterio permite valorar su competencia para acceder al ordenador, manejar el ratón para
seleccionar, identificar y usar iconos para utilizar los programas con cierta autonomía para obtener
información o para realizar representaciones (objetivo 6).
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La Programación didáctica tiene como referentes las propias características del alumnado, el
Proyecto educativo y los elementos básicos del currículo y son aprobadas por el Claustro de
profesores. Las Programaciones didácticas incluyen:
a. Una introducción que recoja las prioridades establecidas en el Proyecto educativo, las
características del alumnado y las propias de cada área.
b. Los objetivos, las competencias básicas, la secuenciación de los contenidos y los criterios de
evaluación de las áreas.
c. Los métodos de trabajo; la organización de tiempos, agrupamientos y espacios; los materiales y
recursos didácticos; y las medidas para atender a la diversidad del alumnado.
d. Las actividades complementarias, diseñadas para responder a los objetivos y contenidos del
currículo, debiéndose reflejar el espacio, el tiempo y los recursos que se utilicen.
e. Los procedimientos de evaluación del alumnado y los criterios establecidos para calificar al
alumnado.
f. Los indicadores, criterios, procedimientos, temporalización y responsables de la evaluación del
proceso de enseñanza y aprendizaje, de acuerdo con lo establecido en el plan de evaluación interna
del centro.
La Programación didáctica es el referente de las Unidades didácticas en las que se concreta, de
acuerdo con la unidad temporal establecida, el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Los centros docentes harán públicos, para conocimiento de las familias y del propio alumnado, los
niveles de competencia que, con relación a los contenidos mínimos, se deben alcanzar en cada una
de las áreas y de los ciclos, así como los procedimientos de evaluación y los criterios de
calificación.
El equipo de maestros y maestras del segundo ciclo de Educación infantil y del primer ciclo de la
educación primaria son los responsables de su elaboración unitaria para garantizar la transición y la
acogida de ambas etapas.
2.1. El alumnado del segundo ciclo de Educación infantil.
El desarrollo de las capacidades, necesidades e intereses del alumnado son el referente básico de la
Programación didáctica. A lo largo de esta etapa se consolidad aspectos básicos del desarrollo en las
diferentes dimensiones de la personalidad.
La niña y el niño de este ciclo conocen su cuerpo y lo utiliza de una forma cada vez más autónoma
en la práctica de hábitos y rutinas de higiene, vestido y alimentación, los que se unen los de trabajo
escolar. Además, y de forma simultánea, amplia sus posibilidades de comunicación, construyen el
pensamiento, se apropia de la realidad que le rodea y controla su conducta. Este desarrollo
integrado se facilita cuando la enseñanza se organiza de forma global.
Ellos y ellas son la medida de todas las cosas, el centro de todo lo que está sucediendo a su
alrededor, pues el mundo existe en la medida en que es percibido por él o por ella, siendo su punto
de vista el único posible. La afectividad ejerce el papel de mediador en sus relaciones con los demás
y con el entorno y con los demás. La relación social funciona en la medida en que los intereses de
los otros se ajustan a sus propios deseos. La conducta se controla a través de sus efectos positivos o
negativos sin que esto suponga que son capaces de generalizar la respuesta a otras situaciones.
La flexibilidad de su pensamiento y la posibilidad de jugar con los símbolos nos permiten
enriquecer su capacidad expresiva sin limitar alguno de los códigos: la expresión verbal en
cualquier lengua, la expresión motora y corporal, la expresión artística, o la expresión gráfica
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7. La distribución flexible del tiempo, del espacio y de los grupos y la organización de actividades
adaptadas a los contenidos y a las particularidades del alumnado.
8. La colaboración planificada con las familias para que compartan la labor educativa.
El aula es un espacio heterogéneo e inclusivo para atender a la diversidad del alumnado, pues tal y
como se recoge en el artículo 8 de este Decreto, en ella conviven niñas y niños con diferentes
capacidades, ritmos y estilos de aprendizaje, motivaciones e intereses, situaciones sociales,
culturales, lingüísticas y, es su caso, de salud.
El reto para el profesorado está en conseguir que todos reciban una educación de calidad, que
alcancen el máximo desarrollo de sus capacidades, y que lo hagan en condiciones de igualdad sin
exclusiones.
La coherencia con estos principios metodológicos asegura la calidad de la respuesta y debe estar
presente cuando se organizan las diferentes variables que intervienen en el aula de Educación
infantil:
Los tiempos: La organización del horario escolar debe de ser flexible para adaptarse al
desarrollo evolutivo y a las necesidades de los niños y las niñas, al contenido de los proyectos
de trabajo y al tipo de tarea por desarrollar. Esta flexibilidad no excluye el uso de una secuencia
temporal ordenada que permita, mediante el desarrollo de rutinas, la creación de hábitos.
Los espacios: El aula es el lugar en el que las niñas y los niños construyen de forma activa el
aprendizaje. Las niñas y los niños se relacionan mejor y aprenden más en un ambiente
estimulante y a la vez ordenado, en el que se ofrecen distintas posibilidades de acción. Para
crear hábitos de comportamiento, es necesario que cada lugar tenga una finalidad de uso que
evita el aislamiento, la aglomeración o las interrupciones. El espacio del aula organizado en
zonas de juego y en rincones puede cumplir ambas condiciones. Sin perder de vista la necesidad
de utilizar espacios alternativos en el centro o fuera de él, mediante visitas y salidas.
Los agrupamientos: La organización graduada de los grupos-clase, por criterio de edad, el orden
alfabético o el orden de llegada al centro, no significa el crear estructuras rígidas de
funcionamiento. A lo largo de la jornada se pueden establecer diferentes tipos de agrupamientos
en función de las actividades y de las intenciones educativas permitiendo la realización de
actividades individuales y compartidas, en pequeño grupo y en gran grupo.
Los materiales: La manipulación y exploración del propio cuerpo y el de los otros o de los
objetos como recursos naturales de aprendizaje y como medios de relación, se ha de
complementar con materiales variados, manejables, atractivos, seguros, sugestivos y adaptados
a las características del grupo, que den ocasiones para manipular, experimentar o representar. El
ordenador es una herramienta para toda la clase a través del trabajo en grupo, mediante el
visionado de un programa, sirviendo de apoyo para introducir un concepto concreto o
estimulando el trabajo libre y creativo a través de juegos. Asimismo es necesario utilizar un
mobiliario ergonómico y adaptado a las características del alumnado.
La puesta en marcha de experiencias de socialización en la compra y utilización de los materiales,
ayuda a rentabilizar los recursos, aseguran su suficiencia y variedad, favorecen el uso colectivo y
contribuyen al desarrollo social, ya que proporcionan ocasión de compartir, de ayudar y colaborar,
de resolver conflictos, de ponerse en el punto de vista de los otros...
Las actividades de aprendizaje de los niños y las niñas y las actividades de enseñanza de
maestros y maestras.
Las actividades de las niñas y niños han de ser fundamentalmente lúdicas, adecuadas a sus
características, capacidades e intereses, variadas y flexibles para asegurar su motivación e interés y
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2.4. Las actividades complementarias, diseñadas para responder a los objetivos y contenidos
del currículo.
Las actividades complementarias se integran en la programación didáctica porque contribuyen a
desarrollar los objetivos y contenidos de currículo en contextos no habituales (visitas a lugares
significativos de la zona, salidas a la naturaleza…) y con la implicación de personas de la
comunidad educativa. Las familias, con un papel relevante para las abuelas y abuelos, son una
fuente primordial de recursos personales.
Las actividades complementarias contribuyen a conseguir una escuela más atractiva para todos los
miembros de la comunidad educativa, contribuyen a incrementar el interés por aprender del
alumnado y facilitan la generalización de los aprendizajes fuera del contexto del aula.
2.5. La evaluación del alumnado y del proceso de enseñanza.
La evaluación en la Educación infantil tiene las mismas características que en el resto de las etapas
y se dirige al alumnado y al desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje y de la práctica
docente.
Definimos la evaluación del alumnado como un proceso de investigación permanente que cumplirá
dos funciones: adaptar la ayuda pedagógica a las características individuales del alumnado mediante
observaciones sucesivas y determinar el grado de consecución de los objetivos previstos en la
programación.
La evaluación tiene un carácter global pues se orienta a conocer el desarrollo de todas las
dimensiones de la personalidad y un carácter continuo pues se desarrolla a lo largo de un proceso
que tiene tres momentos fundamentales: inicial, de proceso y final.
Para facilitar su carácter formativo se han establecido como referentes los objetivos y las
competencias básicas y se concreta a través de los criterios de evaluación, que necesariamente han
de ser definidos por cada uno de los equipos docentes. Las medidas de ajuste y ayuda necesarios o
de enriquecimiento son el resultado de esta evaluación.
La evaluación global exige el uso de un procedimiento completo y descriptivo que permita la
recogida de datos relevantes en todas las fases de la secuencia de aprendizaje. La entrevista con las
familias, la observación participativa y no participativa, el análisis de sus trabajos son técnicas
imprescindibles, que deben ser complementadas con procedimientos de registro de la información.
3. La tutoría y la colaboración con las familias.
La educación en el segundo ciclo de la Educación infantil se concibe como un proceso compartido
con las familias que se ha de favorecer desde el centro docente a través de la tutoría, tal y como se
recoge en el artículo 9 de este Decreto.
La tutoría es el conjunto de actividades que desarrolla el tutor o la tutora con el grupo de clase, con
sus familias y con el resto de maestras y maestros que desarrollan la docencia en ese grupo. Su
contenido forma parte del plan de orientación y atención a la diversidad, y su planificación,
desarrollo y evaluación son asesorados por el responsable de orientación del centro.
A través de ella, el equipo de Educación infantil ajusta y orienta el proceso de enseñanza-
aprendizaje, previniendo posibles dificultades, favorece los procesos de maduración, desarrolla su
capacidad de autovaloración, facilita la aceptación de un sistema de valores y permite una adecuada
socialización.
3.1. El periodo de acogida.
El periodo de acogida para el alumnado que se incorpora al segundo ciclo de la Educación infantil
es un componente básico de la acción tutorial. Sus objetivos y contenidos exigen el diseño y la toma
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de decisiones, por parte del equipo de Educación infantil, sobre las actividades que va a desarrollar
con el alumnado y con las familias.
La entrada en la escuela supone un cambio relevante tanto para el alumnado que tiene la experiencia
previa de escolarización en el primer ciclo como para el que procede de la familia, pues implica la
salida de un mundo, el familiar, donde tiene un papel definido, se siente aceptado, protegido y
querido, y en el que mueve en un espacio seguro, conocido, previsible y de acuerdo con unos
códigos conocidos. Este cambio afecta igualmente a las madres y padres y a la propia institución
escolar, de sus expectativas y actitudes dependerá el éxito del proceso.
El periodo de adaptación debe incluir, por tanto, un conjunto de actuaciones con la familia y con el
alumnado dirigidas a aceptar y resolver de una manera natural y normalizada el conflicto que
necesariamente produce el cambio. En el caso de la familia estas actuaciones deben estar dirigidas a
ofrecer orientaciones para:
Asumir con naturalidad el proceso, reduciendo los temores, la ansiedad, la angustia… creando
en los padres unas expectativas positivas hacia la capacidad de adaptación de sus hijos e hijas,
hacia la trascendencia de este momento en el proceso de socialización y en general, en el
aprendizaje.
Dar pautas para mantener comportamientos que contribuyan a dar seguridad y confianza, y
prevenir las actuaciones más adecuadas ante las posibles reacciones de los niños y las niñas
(problemas de alimentación, de sueño, intentos de no ir al colegio, retroceso en la autonomía…
).
Esta información puede ser anticipada en una reunión a celebrar a finales del curso anterior una vez
concluido el proceso de escolarización. Se trata de establecer un clima favorable de relación que
favorezca la acogida. Asimismo, se puede aprovechar para completar la información relevante para
el propio proceso y para adaptar el proceso de enseñanza y aprendizaje. .
A comienzo del curso se concreta el proceso y se organiza el proceso de acercamiento progresivo a
la nueva situación, mediante visitas con la familia al colegio y al aula y el calendario de entrevistas
individuales para completar la información y para conocer cómo se viene desarrollando el proceso
de adaptación. Esta actividad debe organizarse durante el periodo previo a la incorporación del
alumnado, enlazando las visitas para que todos sientan la proximidad de su familia.
Con la incorporación de los niños y las niñas se continúa la labor de adaptación iniciada con las
familias. El maestro ha de confirmar esas expectativas positivas, reconociendo la situación afectiva
del niño o la niña y de su familia y creando un clima en el que se sientan aceptados, acogidos y
reconocidos individualmente.
La entrada hasta la configuración definitiva del grupo debe ser organizada en grupos reducidos y de
forma gradual, propiciando el que todos y todas tengan las mismas condiciones y el tiempo
suficiente para adaptarse.
Este principio se cumple si secuenciamos las horas de permanencia en el aula (una, dos, tres…),
para conseguir que se habitúe al nuevo espacio, aprenda la forma de entrar y salir de su clase y del
centro, sepa ir al baño y al patio, y conozca a sus compañeros y compañera y a su maestra o
maestro. Este modelo organizativo favorece la incorporación y la retirada gradual de la familia.
El proceso termina cuando el niño y la niña se muestran contentos, cuando hablan e intercambian
experiencias, cuando utilizan los objetos de la clase, cuando se mueven por la clase con seguridad y
cuando admiten la relación con el maestro o maestra.
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El plan debe ser equilibrado en cuanto al desarrollo de las distintas dimensiones de la persona
(actividades motoras y de juegos, artísticas, de comunicación y expresión, de desarrollo social),
en cuanto al modelo de actividades (talleres y salidas) y en cuanto a su distribución temporal.
El plan debe integrar las actividades esporádicas asociadas a fechas significativas (el 16 de
octubre, día mundial de la alimentación; el 17 de Octubre, día Internacional de la pobreza; el 20
de noviembre, día de los derechos del niño o la niña; el 31 de mayo, día de Castilla-La Mancha)
o situaciones especiales (preparar una merienda, organizar una fiesta, salir al campo, ir al
cine…).
La incorporación de voluntarias y voluntarios al plan enriquece sus posibilidades y aumenta los
compromisos.
5. La organización del equipo docente; la coordinación con el primer ciclo de infantil y con la
educación primaria; y el asesoramiento del Equipo de orientación y apoyo.
El grupo de maestros y maestras constituyen el elemento fundamental a la hora de llevar a la
práctica la autonomía pedagógica y organizativa de los centros. Por otra parte el equipo docente es
el lugar adecuado para la formación y el enriquecimiento de todos sus miembros.
Desde esta perspectiva, la programación y evaluación en común es un proceso de formación
continua y un marco excepcional para la reflexión y el intercambio de experiencias educativas.
Todo ello exige o hace conveniente, al menos, una manera parecida de compartir la educación y de
ver la escuela.
El funcionamiento eficaz del grupo exige la participación activa de todos sus componentes, con
actitudes de escucha, respeto, capacidad de diálogo, seguridad y equilibrio personal y una clara
toma de conciencia de la necesidad del trabajo en equipo.
El desarrollo de la coordinación exige un tiempo específico de trabajo, que se contempla en los
horarios del centro y podrá ser asumida por cualquiera de los miembros que lo integran, de forma
consensuada o de forma rotativa para cada curso escolar.
En aquellos centros que por sus dimensiones el profesorado supere en número al de grupos de
alumnos y alumnas, la maestra o maestro sin tutoría asumirá la función de apoyo a la etapa y
desarrollará su labor docente en coordinación con el resto del equipo, en función de la
programación realizada y del desarrollo de los planes de atención a la diversidad, de acción tutorial
y de actividades extracurriculares y complementarias.
La organización de las redes de colaboración entre los centros que imparten ambos ciclos de la
Educación infantil, es un compromiso de la administración educativa que una vez alcanzado, exige
de reuniones periódicas de trabajo conjunto y las entrevistas de intercambio al finalizar el curso
para trasladar los informes individualizados de una manera directa, son procedimientos a
desarrollar.
La presencia en un mismo centro educativo del segundo ciclo de Educación infantil y de la
educación primaria y la referencia a un mismo Proyecto educativo, se ve fortalecida en este Decreto
con la exigencia de elaborar una programación didáctica única y la posibilidad de configurar un
único equipo de coordinación didáctica.
El trabajo del profesorado se ve reforzado por la colaboración del Equipo de orientación y apoyo
del propio centro y de las asesoras y asesores de la red institucional de formación y asesoramiento.
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