Gil (FANZINE)
Gil (FANZINE)
Gil (FANZINE)
Gil
el que
se
enamora
Todo comienza con una pregunta que dice ms o menos as, Y a vos que te gusta?
Ca fundida en una respuesta que brotaba por doquier, pero no lograba salir. Era todo tan
obvio ante mi mirada que ni con palabras funcionaba la verdad, bajo una mentira. San
fcil hubiese sido decir vos, pero como santa no vino ese da, una sarta de pavadas
conquistaron la falsa idea de que no era as. De que me gustaba todo el mundo menos
vos, menos vos y los 27 pisos de ganas que tena.
Suponiendo que todo eso es la verdad de la verdad, lo que viene a continuacin es un
profundo aglomerado de consecuencias a la tonta y pequea idea de que ni por esas
casualidades, las cosas pasan sin pasar. Siniestramente se apoderaron las drogas y las
noches de auto secuestro para adorarle como si fuera un misterio, una dama de la noche
o una estrella de otra galaxia.
Tantos y tantas que pasaron por el medio que si se quisiera uno mismo, realmente no se
hara eso. No jugara a que nada pasa, a que nada importa. Si, las cosas se movan por
dentro, de maneras tempestuosas e huracanadas, y mi nico bunker era contener todo
por nada, para verle una noche ms, un pretexto ms. Que antros aquellos, que
conversaciones extenuantes se apoderaban de las pelusas en el ombligo, como esas
que se encuentran despus de muchos aos sin ver.
Era un juego, era una sinceridad con la luna misma, con el deseo de soar para encontrar
fantasas que se borraban al despertar, pero quedaban latentes. Sueos que se
mezclaban de una cabeza a otra, de una conciencia sin decencia a otra.
Palabras sucias, que se acariciaban con alcohol bajo las sbanas y caminaban bajo la
sombra de los rboles sin pedir nada. Elementos mismos de la seborrea mental, del
sentimiento ms delicioso y chocante a la vez. Porque todo eso, solo se vivi una vez. Sin
ir ms lejos no se repite nunca ms.
Caminos del alba, guiados por el amor al arte, el arte de amarte tal vez, pero dejaba de
interesar cuando te escapabas del escenario y no quedaba nadie a quien dirigir tal cruel
sentimiento. Odiado experimento que fracas. Al menos mientras vivan los vivos y
bailaban los muertos.
Idas y venidas, por una provincia, por dos, por tres, por mil kilmetros de distancia, por un
poquito ms, por un poquito menos, y se senta muy cerca otra vez. Casi a punto de
dormir junto al misterio mismo, a la incertidumbre de pensar que pasara si el mundo cae a
mis pies hoy mismo y me dice que s.
Y como no confundir los tantos, cuando las indicaciones se ven borrosas y al altavoz solo
se oyen instrumentos de viento. No se permiten nios llorones en este cuento, es solo lo
cruda realidad quien aplica tan bellamente mientras los grillos cantan. Lo hacen juntos
para decir en voz alta lo que no me permit. Aunque fue muy divertido.
Soar con aos despus, ver un mundo que estalla salpicando litros mierda romntica,
una pedorrada importante a la hora de cambiar las cosas. Una verdad que no se
necesita, una mentira de mentirosos, una mierda de amor.
Sin ver, inventado, hasta carteles excusados con nombre ajeno para tal vez levantar
celos, celos que nunca llegaron y se hicieron cargo de otra causa. Celos infundados que
se aparecieron hasta el n del mundo, y todo eso para tener un poquitito ms de tiempo y
animarse a decir lo que desde primer tiempo se podra haber dicho.
- Quien se tendra que haber jado en la nueva, se perdi con la vieja, y la vieja se qued
con la nueva por vieja. Tonteras en un frasco de sinceridad que viene y que va. Que deja
expuesto todo tiempo de sentimiento sin permiso ni fracaso, porque para eso est el
amor, para perdernos y encontrarnos, para escribir fuera de horario. -
Y como compartimos tantas cosas, es inevitable no decir lo mucho que aprend, que tal
vez nunca lo supere pero no hay traumas, tengo la certeza de eso. Y que la cereza del
postre siguen siendo las charlas de putas que existen. Y las que existen, putamente
reales, con extras y direcciones diferentes.
Pero se pueden ir contando los aos, contar los meses, los das y los segundo que se
contaron, las letras innitas que se impregnaron en tinta o se imprimieron y al basurero,
cuanta basura dando vueltas, basura romntica que sirve para adornar la ciudad en
navidad, cuando nadie se quiere, cuando todos se olvidan de sus nombres por el pedo
que tienen, eso no es amor, eso no es amor...
amor es quererse a uno mismo, es saber respetar el espacio de los dems, es no
privarse de decir te quiero cuando sea el momento, pero si el momento se fug con el
silencio, que lo busque la perra del vecino, porque yo ya puse correa a la ma. Tanto
tiempo atrs se diran otras cosas. Ahora se escriben con otro humor, con otro amor, y con
tantos colores como sea posible.
Nunca se sabe cuan necesario puede ser para la otra persona lo que para otros es
innecesario.