El Tiempo y La Eternidad - Ananda Coomaraswamy
El Tiempo y La Eternidad - Ananda Coomaraswamy
El Tiempo y La Eternidad - Ananda Coomaraswamy
EL TIEMPO Y LA ETERNIDAD
ANANDA K. COOMARASWAMY
CONTENIDO
Introduccin....................................4
En el Hinduismo............................10
En el Budismo...............................27
En Grecia.......................................51
En el Islm.....................................69
En el Cristianismo..........................83
LISTA DE ABREVIATURAS
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EL TIEMPO Y LA ETERNIDAD
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INTRODUCCIN
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es (S. 2.17, cf. BG. 2.16). El punto importante es que la postura vedntica est en
perfecto acuerdo con la postura platnica, la cual es que las cosas son falsas (
= anta)5A en el sentido en que una imitacin, aunque existe, no es la cosa real de la
que ella es una imitacin; y con la doctrina cristiana como la formula San Agustn en
Conf. 7.11 y 11.4: Yo contemplaba a estos otros debajo de Ti, y vea que ellos ni son
completamente, ni completamente no son. Tienen una existencia (esse), porque son
desde Ti; y sin embargo no tienen ninguna existencia, porque no son lo que T eres.
Pues slo es realmente, eso que permanece sin cambio; el Cielo y la Tierra son bellos
y buenos, y son (sunt), puesto que Dios los hizo, pero cuando se comparan a Ti, no
son bellos, ni buenos, ni son en absoluto (nec sunt). La doctrina vedntica de que el
mundo es del material del arte (my-maya) no es una doctrina de la ilusin, sino
que distingue meramente entre la realidad relativa del artefacto y la realidad mayor
del Artfice (myin, nirmakra) en quien subsiste el paradigma. El mundo es una
epifana; y no es culpa de nadie, sino slo nuestra, si nosotros tomamos las cosas
que fueron hechas por la realidad segn la cual se hicieron, el fenmeno mismo por
eso de lo cual los fenmenos son slo apariencias6. Adems, la ilusin no puede
predicarse propiamente de un objeto, puesto que slo puede surgir en el perceptor; la
sombra es una sombra, hagamos lo que hagamos con ella.
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NOTAS DE LA INTRODUCCIN
Nec praeteritus nec futurus, sine initio aut fine. Dominus omnium praeteritorum
et futurorum, Ille solus est hodie atque eras.
.
Ayudado por el Profesor George Chase, y el Profesor Werner Jaeger, pongo esto
en latn y griego slo para mostrar cuan fcil y perfectamente el latn, el griego y el
snscrito pueden traducirse de uno a otro.
2
Cf. San Agustn, De ordine 2.51: En este mundo de los sentidos es ciertamente
necesario examinar cuidadosamente lo que son el tiempo y el lugar, para que lo que
deleita en una parte, ya sea de un lugar o de un tiempo, se comprenda como mucho
menos bello que el todo de lo que ello es una porcin.
3
Las palabras real y cosa (en ingls thing) tienen un inters suyo propio.
Real se relaciona con el latn res, y probablemente reor, pensar, estimar; y
cosa (thing) se relaciona con pensar (think, en alemn denken). Esto
implicara que a las apariencias se les dota de realidad y de una quasi-permanencia en
la medida en que nosotros las nombramos; y esto tiene una ntima incidencia en la
naturaleza del lenguaje mismo, cuya aplicacin primaria es siempre a las cosas
concretas, de manera que nosotros debemos recurrir a trminos negativos (va
negativa) cuando tenemos que hablar de una realidad ltima que no es ninguna cosa.
Que una cosa es una apariencia a la que se da un nombre, es precisamente lo que
implica la expresin snscrita y pali nm-rupa (nombre, o idea, y fenmeno, o
cuerpo), cuya referencia es a todos los objetos dimensionados, a todas las
individualidades responsables susceptibles de investigacin estadstica; y eso que es
finalmente el ser real, hablando propiamente, es sin nombre. El nombre-yapariencia, en combinacin con la consciencia, slo han de encontrarse donde hay
nacimiento y vejez y muerte, o decrecimiento y crecimiento, slo donde hay
significacin, interpretacin, y cognicin, slo donde hay una mocin que implica una
cognicibilidad como tal o cual (D. 2.63).
La posicin vedntica es que toda diferenciacin (naturacin o cualificacin) es
una cuestin de terminologa (vcrambhaa vikra, CU. 6.1.4-6, cf. S. 2.67
vinassa rammaam); y de la misma manera para Platn, debe darse la misma
estimacin de la naturaleza que asume todos los cuerpos; uno no puede decir de las
modificaciones que ellas son, pues cambian mientras nosotros estamos hablando de
ellas, sino slo que ellas son tales y cuales, si se nos permite decir tanto (Timeo 50
A, B). En este pasaje, la naturaleza aludida es esa materia primera y sin forma que
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puede ser informada,la naturaleza como eso por lo cual el Generador genera (San
Juan Damasceno, De fid. Orth. 1.18) o por lo cual el Padre engendra (Santo Toms
de Aquino, Sum. Theol. 1.41.5).
4
En todo este libro, existe, existente, etc., se usan en el sentido estricto de ex
alio sistens, y han de distinguirse de ser o esencia in seipso sistens. La distincin
se remonta al menos hasta la oposicin Platnica entre = bhava y =
astit, oposicin que sobrevive en San Agustn (De Trin. 6.10.11), y que Santo Toms
de Aquino trata plenamente (De ente et essentia).
5
La distincin vedntica y budista entre el conocimiento emprico y prob-able,
vlido para los propsitos prcticos, y la verdad axiomtica e intelectualmente vlida
de los primeros principios es la misma que la que hay entre la opinin y la verdad
en la filosofa griega, donde la opinin corresponde al devenir, y la verdad al ser
(Parmnides, Digenes Laertius 9.22, Diels frs. 1.8; y Platn, Timeo 28, 29); la
opinin se refiere a eso que comienza y perece y la verdad a eso que siempre es, y
no comienza; la distincin, que sobrevive en las dos formas de la intuicin de
Leibnitz, una que da la verdad del hecho, la otra la verdad de la razn, es
virtualmente, y quizs efectivamente, una reafirmacin de Demcrito, que reconoca
dos formas de conocimiento, respectivamente bastardo y legtimo, el primero
obtenido por los sentidos, y el segundo inteligible, siendo la razn el criterio (Sextus
Empiricus, Adv. Dogm. 1.138 sig.). El pragmatismo moderno, por supuesto, trata
slo de la verdad bastarda de los hechos, segn la cual, por ejemplo, nosotros
esperamos (aunque no lo sabemos) que el sol saldr maana, y actuamos
acordemente. De aqu, tambin, el concepto moderno del arte como una experiencia
meramente esttica.
5A
Cf. Aristteles, , (De anima 3.4.1).
6
Cf. Anaxgoras, las cosas visibles ( ) son la visin de las cosas
invisibles (Sextus Empiricus, Adv. Dogm. I.140); y Romanos I.20.
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EN EL HINDUISMO
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sadadhti; A. 7.20). Esto ltimo solo puede significar que aqu el Tiempo (como en
AV. 19.53 donde el Tiempo es la fuente del pasado y del presente, y as no puede
identificarse con una u otra de estas duraciones ni con ambas a la vez) es un punto
esttico, el del Estasis en el que coinciden momentneamente las dos mociones
contrarias, pero que, de otro modo, las separa. La raz en sthiti es sth, estar,
existir, estar en un estado dado, que implica estabilidad, y que contrasta con
gam, o car, cal, ir o moverse, que implica inestabilidad: lo que va y lo que
est constituyen juntos la totalidad de la existencia, de la que el Sol es el S mismo
(RV. 1.115.1). El contraste entre estar e ir puede observarse en Mbh. 13.96.6
donde el Sol est [inmvil] a medioda durante la mitad del guio de un ojo (en las
palabras de Jamadagni, dirigidas al Sol, madhyhne vai nimerdha tihasi); por
supuesto, eso no ha de considerarse como un perodo de tiempo mensurable, sino
como un segundo partido. Pues incluso para aquellos que consideraban que el sol
ascenda y descenda diariamente, una pausa real en el Zenit siempre era milagrosa, 7 y
la revolucin de la tierra, que hace que el sol parezca subir y declinar, tampoco se
detiene nunca8.
Por otra parte, como en el caso de los milagros citados, 7 as en el del
Comprehensor, cuyo Sol9, habiendo subido al Zenit, ya no saldr ni se pondr ms,
sino que estar (stht) en el medio Para el Comprehensor de esta Brahmopaniad,
es de da de una vez-por-todas (sakt) (CU. 3.11.1, 3)10. E, igualmente, con
referencia a Brahma, hay esta indicacin: in divinis, Eso que en el Relmpago brilla
y destella (nyammiat); y dentro de vosotros, Eso que, por as decir, viene a la
mente, y por lo que uno recuerda instantneamente (abhkam)11, ese concepto
(sakalpa) (Kena Up. 4.4, 5): sobre lo cual comenta Deussen, Das zeitlose
Brahman hat sein Symbol in der Natur an dem momentanen Blitze, in der Seele an
dem momentanen Vorstellungsbilde (Sechzig Upanishads des Vedas, 1897, 208,
n.1)12.
En AV. 19.53 y 54, citado arriba, el Tiempo absolutamente es la fuente de
todos los tiempos relativos; no una duracin l mismo, sino ms bien lo Sin-tiempo, la
Eternidad, a la que todos los tiempos movibles estn siempre presentes. Es en estos
trminos como la Maitri Upaniad distingue las dos formas (dve rpe) del Brahman,
es decir, los aspectos de las dos naturalezas (dvaitibhva)13 de la esencia nica (tad
ekam), como el tiempo y lo Sin-tiempo (kla-ckla-ca): De aquel que adora,
considerando el Tiempo es Brahma (klam brahmeti), el tiempo (kla, tambin
muerte)14 refluye lejos. Como se ha dicho:
Desde el Tiempo fluyen todos los seres,
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cmo pueden las palabras yo soy omnisciente30 valer para el yo, etc. que existe
slo un momento? (aham de kaikasya, Vivekacmai 230, 293). En vista de
esto es difcil seguir la polmica de akara en BrSBh. 2.2.20, dirigida contra la
doctrina budista de la disolucin instantnea (kaika-bhaga-vda)31. akara
rechaza la doctrina budista en base a que es incompatible con la operacin de la
causalidad32; pero esa objecin slo sera vlida si la doctrina hubiera sido de un
tiempo discontinuo hecho de instantes sucesivos; mientras que la doctrina budista es
que la corriente de la existencia es incesante (na ramati, A. 3.147), y que lleva con
ella el impulso (o el potencial) engendrado por todo lo que ha tenido lugar en el
pasado, y que la individualidad, por muy inconstante que sea, es siempre la
heredera de las acciones pasadas, cuyos efectos maduran en el curso debido, ms
pronto o ms tarde33.
Nuevamente, el vedntista Cakrapi, comentado sobre el Caraka-sahit (1.1.55,
1.8.11, 1.1.41)34 admite que las cogniciones son momentneas (kaika), pero, dice,
no como en las escrituras budistas que duran slo un momento (ekakavasthyinya); pues hay tambin una continuidad (satna) debido a la cual al S
mismo experienciante35 se le llama una Unidad (ekatay ucyate); y este S mismo es
eterno, aunque la subida de la consciencia en l es ocasional; constante, o eterno,
debido a la concurrencia de sus propias intuiciones pasadas y futuras (nityatva
ctmana prv-parvasthnubht rtha-pratisadhnt)36. Pero la oposicin es irreal,
debido a que la predicacin budista de una experiencia slo de un-nico-momentode-duracin es para el s mismo transitorio que no es mi S mismo, mientras que la
continuidad y unidad vedntista es la del verdadero experiente, a la vez mi S mismo y
el S mismo de todos los seres. Todas, o casi todas las bases de la crtica vedntista
del budismo parecen apoyarse sobre la suposicin errnea de que en el budismo se
niegan los dos s mismos, el transitorio y el real; mientras que, est suficientemente
claro en las escrituras cannicas budistas que aunque el Buddha negaba la realidad del
s mismo transitorio (cuya postulacin permita slo para los propsitos del cada da),
slo puede haber sido del S mismo el Seor del s mismo (Dh. 160, 380) de
quien l estaba hablando cuando toma refugio en s mismo, y recomienda a otros
hacer lo mismo.
Es contra el trasfondo de todos estos contextos, como tendremos que considerar
la doctrina budista del momento instantneo (khaa = kaa, ojeada, cf. nimea).
Antes de hacerlo, debe observarse que, en los pasajes citados arriba, hemos empleado
tiempo (kla) a la vez en plural, con referencia a periodos de tiempo, y en singular,
para denotar el punto del tiempo desde el cual la duracin se extiende igualmente
hacia atrs y hacia adelante y que, por consiguiente, es a la vez el comienzo y el fin
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del tiempo; hemos distinguido entre el tiempo como perodo y el Tiempo como
principio con el uso de la mayscula para este ltimo. No hay nada peculiar en la
ambigedad verbal de la palabra kla; es lo mismo en ingls y en rabe, donde time
y waqt pueden referirse a perodos de tiempo (largos o cortos) o precisamente a un
punto del tiempo (como cuando nosotros preguntamos What time is it now? Qu
hora es ahora?). Puede observarse que, dependiendo del contexto, kaa y nimea
pueden referirse a momentos breves (unidades de tiempo medibles) o a momentos
sin duracin37.
En este ltimo sentido Nimia, Abertura y cierre de un Ojo, como un nombre
de Dios, est implcito en los naimiya, las gentes del momento, de CU. 1.2.13,
donde la referencia es a los sacrificadores, y puede compararse a la designacin
islmica del f verdadero como ibnul-waqt, un hijo del momento37A.
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BrSBh. 1.3.2.31; en Borneo, JAOS. 25, p. 235; M. Smith, Al-Ghazali the Mystic, pp.
77, 78, 143 (el Alma Racional es el puente Divino tendido entre los brutos, que son
mal sin mezcla, y los ngeles, que son bien sin mezcla. De la misma manera que
descendi de los cielos as reascender de aqu y finalmente expirar en la Majestad
Divina); H. R. Ellis, The Road to Hel, 1943, p. 186 (puente de oro); B. de Zoete
y W. Spies, Dance and Drama in Bali, p. 106; H. B. Alexander, Mythology of All
Races, 10, N. Am. Indian, pp. 6, 273; Nicholson, Rm, Mathnaw 1.3700,
Comentario (ir).
29
Cmo puede ser algo lo que nunca est en el mismo estado? (Crtilo 439E).
30
El S mismo conoce todo, MU. 6.7; Esto no podra decirse del s mismo o
yo emprico e inconstante. r Ramana Mahari, Ullathu Narpathu 25 (traducido
por Heinrich Zimmer, Der Wen zum Selbst, 1944, p. 180) Gestalt vertauscht es um
Gestalt in stndigen Wechset So ist das Ich wie ein gespenstiger Kobolt: ohne
Eigendestalt.
31
Para la doctrina budista en detalle ver el captulo siguiente.
32
Parece que es exactamente desde el mismo punto de vista (que implica una
incomprensin completa de la doctrina tradicional), desde donde se rechaza la nocin
del presente instantneo en las modernas teoras sobre el tiempo; por ejemplo,
Whitehead (The Concept of Nature, p. 73) que insiste en que el pasado y el futuro se
encuentran y se mezclan en un mal-definido presente [es decir, en lo que
Buddhaghoa llama el momento extenso (santati-khaa)]. Esto es ignorar que ese
mal-definido presente debe constar siempre de dos partes, determinadas por un
estrecho borde de instantneo presente definido, que no interrumpe su continuidad
debido a que no tiene duracin y no est en el tiempo.
No es en el presente instantneo, sino en el tiempo y el espacio, donde opera la
causalidad; y debe reiterarse que, en la doctrina tradicional, el tiempo y el espacio son
continuidades ininterrumpidas, y que si fuera de otro modo la liebre nunca lograra
adelantar a la tortuga. Slo cuando el tiempo se considera como discontinuo la
operacin de la causalidad deviene inconcebible.
33
Este ms pronto o ms tarde es esencial para una comprensin adecuada de
los conceptos de gradacin y de evolucin. La idea tradicional de la evolucin
es emergente. Por consiguiente, para San Agustn el mundo est preado con las
causas de las cosas que todava no han nacido, de modo que en este tiempo o en
aqul, y de esta manera o de esa manera, la cosa creada emerja salga y sea creada
exteriormente de alguna manera por el despliegue de sus medidas propias (De Trin.
3.9.16); una cosa o una especie es eterna en la Palabra de Dios: en la cual no hay
ningn entonces ni ningn alguna vez, pero viene a ser en ese tiempo en que debe
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venir a ser (De gen. ad litt. 1.2.6); y como en la semilla estn invisiblemente y al
mismo tiempo todas las cosas que en el curso del tiempo crecern en un rbol, as
debe considerarse el universo; y de esta manera, esas cosas que son producidas por
la operacin de las causas fsicas, existan potencialmente (es decir, como
posibilidades) antes de que en el curso del tiempo vinieran a ser [efectivamente] en
la forma en la que ahora nos son conocidas en esas obras que Dios obra hasta
ahora, Juan 5:17 (dem 5.23.45). En otras palabras, su preexistencia como
posibilidades es lo que se entiende por gradacin, mientras que su emergencia en el
curso del tiempo es su despliegue o evolucin. La doctrina de las razones
seminales no es diferente de la teora de los genes, por la cual nosotros
interpretamos ahora la herencia. Adems, anloga a esta filogenia est la ontogenia
del organismo individual. De la misma manera que el Intelecto puro abarca las ideas
de todas las cosas en una identidad simultnea consigo mismo, y como las especies
estn contenidas en un genus, as ocurre con los poderes ( ) en las semillas
(cada una con su correspondiente materia, tal como la humedad); indistinguibles en el
conjunto, los principios formativos () estn, por as decir, todos presentes en un
nico punto (). Y ah ya son los principios formativos de la mano y el
ojo, que se conocern separadamente cuando vengan a ser junto con su materia
sensible A esto algunos lo llaman naturaleza en la semilla la cual, saliendo
como la luz del fuego, y no mecnicamente como tantos han dicho, moldea la materia
confirindole los principios formativos Dados el principio formativo, y la materia
que puede recibir esa razn seminal (), la cosa viva misma debe venir
al ser (Plotino, Eneadas 5.9.6 y 10). Sicut autem in ipso grano invisibiliter orant
omnia simul quae per tempora in arborem surgerent (San Agustn, De gen. as litt.
5.23.45).
Los textos indios son algo menos detallados; pero es ciertamente de la misma
manera como Uddlaka, dando por establecido que el S mismo (Espritu) conoce
todo (MU. 6.7), expone la naturaleza del S mismo a su hijo comparndolo al
germen infinitesimal que no puedes ver en la semilla, pero que devendr un baniano
tan grande como tu ves all (CU. 6.12, sig. Manu 1.56).
34
Ver en Dasgupta, History of Indian Philosophy 2.367, 368.
35
La Experiente Persona inmanente (bhokt puruontastha, MU. 6.10); a
quien el sabio llama el experiente (bhoktetyhur mania, KU. 3.4); el Seor, el
experiente (bhokt mahevara, BG. 13.22).
36
Todas las experiencias o intuiciones estn siempre presentes al uno y solo
transmigrante, El Seor, Prana Up. 4.5, etc.: ver mi Recordacin, India y
Platnica, Supplement N 3 a JAOS. 1944.
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CAPTULO II
EN EL BUDISMO
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la marca hecha por un palo en el agua Para el nacido no hay ningn no morir 13
(A. 4.137). Los tres accidentes momentneos de Buddhaghoa (uppda, hiti,
bhaga)14 son lo mismo que la venida, madurez, y alteracin o muerte (uppda,
vayo, aathatta)15 de las cosas mientras duran (hitnam) que se predican en S.
3.137; lo mismo, tambin, que la procesin, estasis y recesin (gati, sthiti, nivtti)
que se sintetizan en el Tiempo, S.. 7.20; y lo mismo que la efusin, madurez, y
recesin (srava, vddhi, asta gamana) cuya fuente inagotable es el Tiempo sin
tiempo, es decir, el Brahman (MU. 6.14); y estos tres son caractersticos de todo lo
que es compuesto (sakhatam); pero no de lo que es incompuesto (asakhatam16, A.
1.152), y as, enfticamente no de la incompuesta Ley-Eterna (asakhata
dhammam, A. 4.359) del Buddha, no del Nibbna (asakhatam, Mil. 270), no de esa
casa (yatanam) donde no hay ni venir ni ir ni detenerse, ni caer ni levantarse, ni este
mundo ni ese mundo, ni soporte, ni mocin, ni incepcin ni de ese innacido,
indevenido, increado, incompuesto que es, y que si no fuera, no habra ninguna va de
escape del nacido, devenido, creado y compuesto (Ud. 80)17.
, Herclito, fr. XLI, T no puedes meter tus pies dos veces en el mismo
ro; pues otras aguas estn corriendo en l: sabbe dhamm anicc (S. 3.132). Que
todas las cosas ntese el plural estn en flujo, no es una negacin de la
estabilidad real de lo que no es una cosa, de la misma manera que el anlisis
destructivo del s mismo compuesto por parte del Buddha, seguido siempre por las
palabras eso no es mi S mismo, no es una negacin del S mismo. Como lo seala
Aristteles (Met. 4.5.7 y 15 sigs.), puede haber tambin otro tipo de esencia, de
cosas que son, enteramente desprovistas de destruccin y de generacin. No puede
demostrarse que Herclito negara esto alguna vez, ni explcita ni implcitamente; sin
duda alguna, todas las cosas fluyen, pero hay una nica y sola Sabidura que es
distinta de todas las cosas (fr. XVIII), no una de ellas; y si, como dicen Ritter y
Preller, el Fuego Siempre-Vivo es ese tal unde manat omnis motus, esto no
significa que l mismo sea movido. Aristteles no tena absolutamente ninguna base
para acusar a estos hombres de la creencia de que los sensibilia son las nicas
realidades. En el budismo se afirma explcitamente la realidad de una naturaleza
inmutable e incompuesta, contra la evanescencia de las cosas transitorias y
compuestas; y cuando Aristteles prosigue diciendo que slo el reino de los sentidos
a nuestro alrededor est sujeto a la destruccin y a la generacin, pero esto es una
parte prcticamente desdeable del todo (dem. 22), esto mismo tambin podra
haberlo dicho el Buddha.
Que no haya ningn momento en el cual el ro se detiene, muestra claramente
que el tiempo no ha de considerarse como hecho de una sucesin de paradas, sino
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Donde no hay pasado ni futuro, slo puede ser Ahora21. Es cierto que para los
seres en el tiempo el ahora momentneo (khaa) es siempre presente. Pero la palabra,
en el sentido de tiempo verdadero, significa tambin o-port-unidad, es decir,
puerta; y, aunque como tal, este intervalo22 se abre y se cierra continuamente segn
pasa el tiempo23, qu ocurre si la oportunidad del instante no se aprehende nunca?.
Desde este punto de vista el Buddha aconseja: Cruzad este lgamo pegajoso, no
dejis pasar el Momento (khao ve m upaccag), pues qu grandsima afliccin para
aquellos cuyo Momento pasa (khatt hi socanti, Sn. 333, cf. Dh. 315, Tha. 403,
653, 1005, Th. 5.459)24; y felicita a aquellos de los Monjes cuyo Momento ha sido
aprehendido (khao vo pailaddho), al tiempo que compadece a aquellos cuyo
Momento ha pasado (khatt, S. 4.126)25. Cf. la imagen de
, Anth. Pal. 16.275.
El momento de la liberacin es repentino (sub-it-aneus, sbito): de hecho, es
comparable al de una flecha que, siendo ya ese-devenido (tad-bhta, es decir,
brahma-bhta), se suelta sin esfuerzo desde el arco para que traspase todos los
obstculos y penetre su blanco, cuando la postura, la sujecin y la tensin del arquero
son correctas, donde la flecha corresponde al S mismo y el blanco a Brahma (Mil.
418 + Mu. Up. 2.1.1-4): y la adecuacin de este tropo (upam) es tan precisa, que
se extiende hasta el uso de los mismos verbos, ya se trate de un arquero de hecho o
de un Monje traspasador del blanco (akkhaa-vedhin)26 a saber, los verbos
sadh, sintetizar, que se aplica a la ereccin del arco y a la colocacin (yoga) de la
flecha, que, por consiguiente, puede considerarse como en samdhi, muc, soltar,
con referencia a la liberacin de la flecha o el S mismo, y vyadh, penetrar (en
algunas formas idntico a vid, conocer o encontrar), con referencia al logro del
objetivo27 del arquero.
En el caso del Buddha y algunos otros Arahants (cf. Th. 173, Tha. 627) el
Despertar tiene lugar en la aurora, es decir, en una juncin de los tiempos (sadhi), o
en el crepsculo, cuando no es ni de noche (la forma anterior) ni de da (la forma
posterior); y en relacin con esto no carece de significacin que un sinnimo de
sadhi sea brahma-bhti, devenir Brahma. Sea cual fuere el punto del tiempo, el
evento tiene lugar en una conjuncin de los tiempos pasado y futuro, y no carece de
inters que la palabra yoga, en su sentido astronmico, pueda ser un sustituto para el
momento del Despertar (Th. 4). La subitaneidad del Despertar contrasta con la
longitud de la Va, el tiempo enico del que se escapa ahora, y de una vez por todas
(de la misma manera que la repentina suelta de la flecha contrasta con el largo
entrenamiento del arquero); y esto se recalca especialmente en el Mahyna,
notablemente en el Abhisamaylakra de Vasubandhu, donde, cuando se ha
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Un control de los momentos y de su secuencia (Yoga Stra 3.52) tal como ste
es el equivalente contemplativo de los sacrificios estacionales vdicos, por los que
Prajpati, el Ao (el Tiempo), una vez desencordado y desmembrado, por el acto de
creacin, en las partes del ao (del tiempo), es decir, en los das y las noches, etc.,
cuyas conjunciones son sus juntas rotas, se le hace entero y completo
nuevamente33, al mismo tiempo que se reintegra el Sacrificador mismo (B. 1.6.3.35 y
passim). Pues debido a que el ao es una contrapartida (imagen) de Prajpati, por
eso le llaman el Ao (dem 11.1.6.13); el Ao es todo, y eso es lo que significa
Imperecedero (dem 11.1.2.12). Cuntos das hay en el ao?. Eso depende de
la manera en que se le divida, pero realmente, slo uno; el Ao es justamente ese da
tras da; y el Comprehensor de esta doctrina del Ao, l mismo deviene el Ao
(dem 12.2.2.23).
Hasta aqu, excepto para las ultimas referencias, la doctrina del Ahora que
permanece se ha tratado slo en base a la doctrina del Hnayna. Muchos otros
eruditos, notablemente Jacobi, Keith34, De la Valle Poussin, y Stcherbatsky, la han
estudiado slo desde las fuentes del Mahyna, en el que la doctrina se expande, pero,
ciertamente, no se origina. Por supuesto, todas las escuelas retienen la doctrina de la
eficacia causal del pasado, operativa en el presente. Keith, que asume que el Buddha
negaba la realidad del S mismo cosa que nunca hizo, sino que ms bien aconsejaba
a los hombres que buscaran y que se refugiaran en l (Vin. 1.23, Vism. 393, D.
2.120, S. 3.3.143) llega tan lejos como para decir que la doctrina Vaibhsika
interpola el momento de existencia (sthiti), que, afirma, fue suprimido por el Buddha
debido al peligro que implicaba para la doctrina de la impermanencia35; esto es
completamente implausible, debido a que la nocin de un S mismo permanente y
de un s mismo impermanente no implica ninguna antinomia, y en todo caso la
palabra hiti, incluso en combinacin con att, no se evita en modo alguno en el
Canon, donde los verbos itthanti y hassanti (como se citan arriba) se usan tambin
para los Arahants; tampoco puede haber ninguna duda de que el Dhamma, con el que
el Buddha mismo se identificaba, es una substancia eterna (akliko dhtu). Para los
Sautrntikas, cuyo nombre mismo implica su ortodoxia, la verdadera doctrina es que
no hay ninguna distincin entre la entidad, la eficiencia, y el tiempo de su aparicin;
las entidades aparecen desde la no-existencia36; existen por un momento; entonces
cesan de existir. Su existencia, actividad, y accin son todo uno el pasado y el
futuro son meros nombres37. Todo esto implica, por supuesto, la antigua doctrina del
Vaco (nyat)38, que Keith trata en conexin con los Mdhyamikas, u Hombres de la
Va del Medio, cuyo nombre tambin afirma su ortodoxia. Para ellos, la doctrina de
la causacin debe considerarse como refirindose slo al mundo de la ignorancia, es
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decir, de la opinin. Para m esto no significa nicamente que las cosas slo
acontecen en el tiempo y el espacio, sino tambin que la causa y el efecto no son slo
trascendentalmente, sino efectivamente, siempre simultneos; nuestra consideracin
de la causa y el efecto como precedente y subsecuente se debe a que, en la medida en
que el lenguaje (el lenguaje de la postulacin) se emplea afirmativamente, toda
formulacin lgica se aplica nicamente a los eventos (D. 2.202). As pues, nosotros
encontramos dificultoso comprender cmo una causa puede operar a distancia39; es
decir, cmo, si las cosas existen slo por un momento, pueden operar unas sobre
otras. Cmo puede explicarse su orden?. De hecho, si presumimos que los actos son
causas, entonces la secuencia ordenada de los eventos tendr que explicarse por una
armona pre-establecida, por una armona establecida arbitrariamente; y sta es la
posicin falsa, a la que los Mutakallimn islmicos fueron forzados por la lgica de su
propio tipo de atomismo. La respuesta a todas estas dificultades es que las causas
nunca operan a una distancia, sino que estn presentes cuando se ven sus efectos y
donde se ven sus efectos40. Nada de un acto sobrevive al acto mismo; pero la accin
deja su huella en el entorno, que, en adelante, ser para siempre otro que el que
habra sido si el evento no hubiera tenido lugar; el acto y su eficacia causal son dos
cosas diferentes, de las cuales una (que es perceptible) desaparece y la otra (que slo
puede inferirse) persiste. Pertenece al alto crdito de la lgica India el haber
distinguido entre los actos (karma) y las causas (kraa), y el haber dado a la
causalidad los significativos nombres de invisible (ada) y no-pasada
(aprva); este ltimo trmino, en particular, implica al mismo tiempo que la eficacia
de un acto (a diferencia del acto mismo) est realmente presente-cuando aparecen los
efectos; y que las consecuencias de las acciones pasadas permanecen siempre latentes
hasta que surgen las condiciones bajo las cuales pueden operar. Desde este punto de
vista ya no queda ninguna inconsistencia en una combinacin del concepto de
actualidad instantnea con la operacin de las causas mediatas en el tiempo.
Por otra parte, sera evidentemente imposible aplicar la frmula causal, de que la
eficacia de la causa est realmente presente-cuando aparece el efecto, puesto que las
consecuencias de las acciones pasadas permanecen siempre latentes hasta que se
establecen las condiciones bajo las cuales pueden operar; mientras que, el acto causal
y sus efectos no son nunca simultneos, por muy pronto que estos ltimos puedan
realizarse.
De la misma manera, sera evidentemente imposible aplicar la frmula causal,
siendo as esto, sigue eso, a ese otro mundo en el que no hay que contar con
ningn devenir ni ninguna trada de originacin, existencia, y decadencia. Keith
continua: La realidad absoluta, seala ntideva, no cae dentro del dominio del
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y con ella el tiempo, es slo un postulado pragmtico de la misma manera que, para
los budistas, el Ego, la individualidad, es slo un postulado pragmtico y como un
concepto; no una realidad externa, sino algo construido por nosotros mismos, cuya
manera de conocer opera en los trminos del tiempo y del espacio, a saber, las
formas de nuestro intelecto de Kant. Pero no est en lo cierto al deducir de esto que
la mocin es discontinua; pues, por una parte, la mocin es, experimentalmente,
continua, y como nosotros hemos visto, el ro nunca se detiene; mientras que por
otra, no hay ninguna mocin en realidad; y ninguna de estas proposiciones,
respectivamente relativa y absoluta, implica una discontinuidad tal como la que estara
implicada si nosotros recayramos en la falacia de considerar que una lnea est
hecha de puntos. Vasubandhu ilustra su posicin (como hizo Rm) con el ejemplo
de una luz en movimiento, la cual produce la apariencia de una lnea de luz, y se
mueve en el mismo sentido en que nosotros hablamos de que un hombre camina.
Pero Stcherbatsky51 se equivoca al decir (p. 99) que la presunta mocin consiste en
una serie de inmovibilidades. Lo que Vasubandhu dice efectivamente es que el
surgimiento de los instantes es ininterrumpido (nirantara-kaa-utpda); y la palabra
que Stcherbatsky traduce por serie es en efecto satna52, la cual es, literal y
etimolgicamente, un continuo; y lo que dice Vasubandhu es que lmpara es el
nombre que se da convencionalmente a un continuo de luces que constituye una
suerte de unidad, y que es justamente de la misma manera como el nombre de este
hombre, Fulano se da convencionalmente a lo que es realmente un proceso continuo,
no un s mismo substancial. Y en esto no hay ninguna desviacin de la doctrina
budista primitiva, en la cual punar utpadna se explica ya en los trminos del
encendido de una lmpara desde otra, y no hay ninguna esencia (satt) que pase [de
una a otra]. En cualquier caso, una divisin de la continuidad del tiempo, en una serie
de instantes inmviles, sera tan artificial como una divisin del tiempo en una serie
discontinua de horas o de das, o como la divisin de una lnea en una serie de puntos;
uno podra llegar a considerar tambin el tiempo como una cosa creada por la
mocin mecnica de las manillas de un reloj!.
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temporaliter (dem 10.18); anima vero jam ipsa crearetur (De Gen. ad litt.
7.24.35) y omnia quae fecit, quia ex nihilo fecit, mutabilia sunt (De nat. boni 1.1).
Pero Quod autem incipit aut desinit vivere, vel in vivendo successionem patitur,
mutabile est (Santo Toms de Aquino, Sum. contra gentiles 1.99), y ms
generalmente, todo lo que ha tenido un comienzo debe tener un fin (Aristteles,
Fsica, 3.4, 203 B; S. 4.46). Cmo puede entonces el alma ser o devenir
inmortal?. Ello slo es posible si, con Santo Toms, Platn, Filn y las upaniads,
reconocemos que duo sunt in homine, respectivamente mortal e inmortal por
naturaleza, un alma creada sujeta a los accidentes, y un Alma del alma
increada por encima de ellos. De hecho, San Agustn pregunta cmo es que la
razn (ratio = ) es inmortal, y cmo es que yo soy definido, al mismo tiempo,
como algo a la vez racional y mortal? y reflexiona, si la razn es inmortal, y si yo,
que analizo y sintetizo todas estas cosas [temporales], soy la razn, entonces eso por
lo cual yo soy llamado mortal no es mo y nosotros debemos volar de lo mortal a
lo inmortal (De ordine 2.50).
Si tenemos presente que Dhamma ( , Justitia, Lex Aeterna) es uno de
los Nombres Divinos (puesto que dharma y brahma son trminos intercambiables en
las upaniads y en el Canon Pali), se ver que las palabras de San Agustn podran
haber sido tambin las del Buddha mismo; ambos eran intensamente sensitivos al
pathos de la mutabilidad. Las palabras de San Agustn entonces eso por lo cual yo
soy llamado mortal no es mo corresponden exactamente al Pali ta netam mama,
nesoham asmi, na me so att.
20
Sobre la incalculable longitud de los eones (kappa), en su secuencia de
centenares de millares, de la cual no puede reconocerse ningn primer punto, ver S.
2.178-193, que acaba con las palabras, Impermanentes son todos los compuestos
cuya naturaleza es comenzar y envejecer, y que una vez surgidos, despus perecen;
haber acabado con ellos es la bienaventuranza.
Hablando propiamente, un en (kalpa), qua saeculum, es un da de Brahma,
que consiste en un millar de yugas o 4.320 millones de aos humanos; en sus das y
noches sucesivos los mundos se manifiestan y se disuelven. El lapso de vida de un
Brahm es de un centenar de aos constituidos de tales das. El Buddha ensea un
escape final incluso de esta vida breve. Pero debe observarse que kappa ( kp,
relacionado con k) es tambin concepto, u ordenamiento mltiple, (cf. RV.
10.90.11 katidh vi akalpayan? e inversamente MU. 6.30 nisakalpo nirabhimnas
tihet), es decir, prapaca; y que de la misma manera que un Despierto es
nippapaca, inelaborado, as akappiyo (Sn. 914 etc.) es no slo ex tempore sino
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tambin otro que todo lo que es concebible seriatim, a saber, transcendente no slo
con respecto a los tiempos sino tambin con respecto a los temporalia.
Las habitaciones anteriores y los correspondientes eones pasados son todos
inmediatamente presentes a un Buddha, que puede abatirse sobre ellos como un len
o alcanzarlos como una flecha alcanza su blanco; otros necesitan mirar atrs a travs
de las edades, una a una o mirada a mirada segn su capacidad, pero un Buddha o
Arahant presencia los eones pasados o futuros directamente (Vism. 411). Es como si
ellos formaran un crculo (un ciclo sin comienzo ni fin) cuyo centro es l, nunca ms
lejos de un punto de la circunferencia que de otro; mientras que otros, menos
adeptos, deben trabajar su va hacia atrs a lo largo de la circunferencia si quieren ver
algn tiempo pasado.
Cuando, como ocurre arriba (Vism. 410), Buddhaghoa habla de la recordacin de
cmo era yo entonces, Fulano, de tal y de cual familia, etc., y de las condiciones
pasadas como las del propio continuo de uno (attano satne) o mejor, quizs,
las del propio linaje de uno esto se dice convencionalmente (samucc), y no
verdaderamente (paramatthena); pues cualquier monje budista bien enseado conoce
algo mejor que preguntar, Qu era yo en una vida anterior? o Qu soy yo
ahora? o Qu ser yo en el futuro?. Pues ve las cosas como devienen, es decir,
estrictamente en los trminos del proceso causal y slo habla de un yo por
conveniencia prctica en la vida del cada da (S. 2.26, D. 1.202). Similarmente, en D.
1.81, la analoga de cuti y upapatti al caso de un hombre que va a otra ciudad y que
nuevamente retorna a la suya propia (donde las ciudades son este mundo y el otro
mundo, como en CU. 8.6.2) sera una hereja si se tomara literalmente, como es
explcito en Pv. 4.3.31. Las tres modalidades de la personalidad (atta-bhav), pasada,
presente, y futura, son meramente trminos convencionales del lenguaje del cada da,
no realidades ltimas (D. 1.202). Justamente de la misma manera, para el Yoga Stra
(2.39 y 4.25), la contemplacin de las anteriores personalidades (tma-bhva) de uno
puede ser un ejercicio provechoso, en las primeras etapas del desarrollo de un Yoguin,
pero el que ya no confunde sattva con el S mismo, nunca propone preguntas tales
como Quin era yo?, etc. En otras palabras, la reencarnacin es slo una manera
de hablar, no realmente una cuestin de individualidades persistentes.
Debe observarse que la doble verdad budista (por un parte sammuti-lokavohra-, loka-niruttiyo, etc., y por otra paramattha-saccam; que corresponden a las
avidy y vidy, vikar- y paramrthika-satyam vednticas), una relativa y
convencional, la otra absoluta y cierta, corresponden a la distincin entre la metafsica
y la filosofa (en el sentido estrecho de la palabra), y a la distincin platnica entre
un conocimiento tal que tiene un comienzo y que vara cuando se asocia con una u
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otra de las cosas que nosotros llamamos hoy da realidades y el conocimiento que
mora en eso que es absolutamente real (Fedro 247 E), y a la distincin entre la
opinin verdadera y la verdad, paralela a la del devenir y el ser (Timeo 27 D, 28
A). La prob-abilidad de las verdades relativas puede establecerse por la observacin
repetida, y tales son las leyes de la naturaleza estadsticas descubiertas por la
ciencia; pero detrs de la experiencia del orden hay una causa ms, a saber, eso que
es siempre as; se debe a la eternidad el que nunca haya habido ni nunca habr un
tiempo en que el movimiento no fuera o no ser; pero, puesto que una tal causa
primera es ella misma incausada, no es pro-bable, sino axiomtica (Aristteles, Fsica.
8.1, 252 B), es decir, auto-reveladora, sva-praka, auto-evidente.
21
Ubi futurum et praeteritum coincidunt cum praesenti, Nicols de Cusa, De
visione Dei, c. 10.
22
Inter-vallum: el ojo de la aguja y la puerta estrecha en la muralla del
Paraso, locum cinctum contradictoriorum coincidentia, et iste est murus Paradisi,
in quo [tu Domine] habitas, cuius portam, custodit spiritus altissimus rationis, qui nisi
vincatur, non patebit ingressus (Nicols de Cusa, De visione Dei c. 9).
23
Puesto que, de hecho, el pasado y el futuro son las Symplegades o las Rocas
Entrechocantes, a quienes separa slo el ahora-sin-duracin a cuyo travs encuentra
su va el Hroe (mahvra); son, en otras palabras, las jambas de la Puerta de
Inmortalidad (amatassa dvra, M. 1.226, cf. Vin. 1.7) que el Buddha (Brahmadevenido y el Dador de Inmortalidad, A. 4.226, S. 4.94) abri de par en par a sus
seguidores; y de la Puerta del Sol, de la cual se pregunta, Quin es capaz (arhati,
cf. JUB. 1.6.1 arha) de pasar a travs de ella?, es decir, capaz de tomar la va del
Sman inobstruido, o, de otra manera, del Relmpago (dem 1.30.2, 4), Sman
que, como se ha explicado arriba, ha de considerarse como la Armona de las
formas pasada y futura, a saber, s y ama.
24
Casi exactamente como los siguientes versos de William Blake:
el que besa la alegra cuando vuela
Vive en el amanecer de la eternidad
Pero, si dejas que el momento maduro parta,
Nunca podrs enjugar las lgrimas de pesar.
25
Por supuesto, no debe pasarse por alto que khaa tiene tambin el significado de
oportunidad, presente durante un perodo de tiempo relativamente corto; como en
Th. 459 donde Sumedh dice, Esta es una edad de los Buddhas; la ausencia de
oportunidad ha partido, y se aprehende el momento! (virajjito akkhao, khao
laddho).
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decir, eso que es tangible ( ) y sin embargo nadie supone que estn pensando
en el punto (), al cual se aplica realmente la definicin (Fsica 4.7.213 B214 A). Se debe nicamente a que no se formulan preguntas tales como stas, por lo
que ms de un moderno retrocede de lo que llama la negatividad de las frmulas
budistas; en realidad esta va negativa implica una transvaluacin de los valores, y
no su destruccin; y lo que al empirista y optimista moderno le duele realmente es
precisamente el sacrificio que demanda toda transvaluacin de valores.
El Vaco budista est vaco de las cosas que devienen, que son las nicas a las
que se aplica realmente el lenguaje del empirismo afirmativo (D. 2.63). La
liberacin, considerada como un bien, es siempre una liberacin de las limitaciones,
o una vaciacin de ellas.
Sobre los diferentes sentidos del trmino suat ver Vism. 512. Ntese tambin
que Vaco y Plenum jams carecen de relacin, sino que ms bien coinciden, cf.
Aristteles, Met. 1.4.9, 4.5.5, y referencias en mi Kha y otras palabras que denotan
Zero, BSOS. 7, 1934, pp. 487-497. Esta coincidencia est implcita en el aforismo
Mahyna, yas sasras tan nirvam; y las palabras del vara Pratyabhij
Vimarin, 2.193, yac cid vieatva tad sadivatattvam slo dicen lo mismo en otras
palabras.
39
Por ejemplo, cuando una planta, transferida de su ambiente original a otro
conjunto de condiciones diferentes, contina floreciendo en su propio tiempo,
independientemente de las nuevas condiciones, esto representa en ella la operacin de
un tipo de memoria que, como tal, es imperceptible (ada) para los seres
humanos, que pueden investigar las causas distantes en el ambiente original de la
planta, pero que no pueden ver-las como ellas existen efectivamente en la planta, en
la cual la causa y el efecto coinciden en cada momento de su crecimiento.
40
Como dice Santo Toms de Aquino, es as como el fatum [destino] est en las
causas creadas mismas (Sum. Theol. 1.116.2). Seguir naturalmente la deduccin de
que, para escapar del fatum, para ser libre, lo cual es cumplir el propio destino de uno
(a saber, alcanzar la propia destinacin de uno, el fin ltimo del hombre), uno debe
haberse negado a s mismo (denegat seipsum, Mateo 16:24) y pasado del devenir al
ser.
41
A. B. Keith, dem pp. 235-239.
42
De la misma manera que para akara este Brahma es silencio (BrSBh.
3.2.17): A Quien slo el silencio puede declarar (Hermes Trismegistos, I.31, cf.
X.5). Nada verdadero puede decirse de Dios (Maestro Eckhart en Evans, 1.87,
citando a San Agustn, cf. Kena Up. 1 y 2). El silencio es la Va media entre la
afirmacin y la negacin; y corresponde a eso no-dicho (anakkhtan, Dh. 218,
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avykatam, S. 4.374 sig.) que el Buddha, aunque no guarda nada detrs, no puede
revelar por falta de un modo de lenguaje (vdapatha). El silencio es una Va
Media entre la afirmacin y la negacin; y, en este sentido, lo que es probablemente
el texto ms antiguo sobre el Silencio ha de encontrase en los versos citados en A.
2.3.8, v. 3:
Del lenguaje, desechando eso que es s y eso que es no
Los profetas (kavaya) encontraron-su-gesta;
[Antao] atados por los nombres, [ahora] deleitados en
la audicin (ruti).
Caractersticamente, el Buddha desecha el s y el no cuando dice que la
condicin post mortem de un Liberado, o Arahant, no puede describirse por
expresiones tales como es o no es, o por una combinacin copulativa o
disyuntiva de estas expresiones, de la misma manera que, para las upaniads, el S
mismo es neti, neti. Adems, el Buddha niega igualmente que l tenga opiniones
(Sn. 837, cf. 152 y 878 sig., 914).
Aqu debe hacerse una observacin ms, a saber, que la doctrina budista de la
causalidad (hetuvda, literalmente etio-loga) se refiere slo a la operacin de las
causas naturales o mediatas, o, en otras palabras, a la necesidad; lo mismo se aplica a
la doctrina occidental de la causalidad como la formula Leucipo (Aetios 1.25.4). Para
Platn, Timeo 28 A, toda cosa deviene desde una causa, por necesidad; y as
sucesivamente, hasta la doctrina escolstica de que nada acontece por azar (San
Agustn QQ. 83, q. 24), y la fe en el orden del cientfico moderno. Los eventos
pasados determinan el carcter de toda entidad en todo momento dado, y en este
sentido el fatum est en las causas creadas mismas (Santo Toms de Aquino, Sum.
Theol. 1.116.2). Pero esto, tanto en el budismo (o en el islm) como en el
cristianismo, no excluye la responsabilidad de la entidad por lo que elige hacer, de
entre el paquete de posibilidades que hereda. De otra manera, todas las exhortaciones
del Buddha a hacer esto (kiriyavda) y a no hacer eso (akiriyavda), a erradicar esto
y a hacer que tenga lugar eso, y todo el concepto del control de s mismo (es decir,
de la conquista, control o direccin, e impulsin del s mismo por el S mismo, Dh.
104, 160, 379 attan codyattnam, 390 y passim) careceran de sentido. Es cierto
que todas las reacciones del s mismo o Ego estn destinadas y determinadas por
causas pasadas, pero todo eso no es mi S mismo (na me so att, passim), y
quienquiera que no se identifica con ello est en situacin de hacer-lo comportarse
como l quiere. Esto no es una interferencia en la operacin de la causalidad; es,
simplemente, que con el arrepentimiento, es decir, con el cambio de mente, se
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CAPTULO III
EN GRECIA
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perceptibles, tomos que, de hecho, slo pueden llamarse as mientras los hombres
an no hayan sido capaces de dividirlos, y que en realidad son slo partculas4.
Antes de Aristteles, Parmnides (Diels fr. 8 preservado por Simplicius) haba
expuesto, en los trminos ms claros posibles, la doctrina de que eso que es, y es
Ahora, es otro que las cosas que slo parecen ser, y que puesto que vienen a ser y
pasan, no puede decirse que son. Este Uno indivisible, omnipresente y enteramente
presente, es inoriginado e indestructible; es completo, inmutable y sin fin. No que
fuera, no que vaya a ser, pues es Ahora, totalmente, un Uno continuo Es todo
igual sin comienzo ni fin, puesto que venir a ser y pasar estn excluidos y lejos de
l, y la verdadera creencia los rechaza. Cuando prosigue diciendo que no puede
llamarse infinito, porque no tiene necesidad de nada, esto nos suena extrao, pero
slo significa que no es un vaco ni un caos sino un plenum, finito slo en el sentido
de que es auto-contenido. Y si tambin llama al Uno una esfera, igualmente
equilibrada desde el centro en todas las direcciones, pues no puede ser ms grande o
ms pequea en un lugar que en otro, esta implicacin de una circunferencia
envolvente (que separa, por as decir, la luz de la obscuridad exterior), no es ms
inconsistente con el concepto de una esencia inmaterial, que el pensamiento de San
Buenaventura de que Dios es un crculo cuyo centro est por todas partes y la
circunferencia en ninguna4A (Itin. mentis 5).
Parmnides prosigue diciendo que eso que es, es lo que es verdadero; y lo
contrastado con el mundo de la opinin mortal, que se caracteriza por las formas
opuestas, es decir, por los contrarios, cuyos tipos son la luz y la obscuridad, tipos de
los cuales Parmnides dice tambin que uno debe ser ignorado, puesto que es
meramente una privacin del otro, y, siendo por lo tanto una irrealidad, no puede ser
concebido. Para curarse en salud, Aristteles, en De caelo 1.289 B 21, afirma que
Parmnides est hablando todo el tiempo slo de una realidad sensible; pero cmo
podra ser verdadero eso de una descripcin que excluye expresamente una existencia
en el tiempo, y el reino de los contrarios, que es l mismo el mundo de la realidad
sensible?. Indudablemente, Parmnides est hablando de la Esencia que otros llaman
Dios, y es significativo que no solo enuncie la Ahora-eidad del Uno que es, sino
que pueda definirlo solo por negaciones de todo lo que ese Uno no es.
Para Platn, el mundo lo hizo Zeus segn un paradigma auto-mismado, estable,
vivo, y no generado, sino eterno (); y como habra sido imposible dar entera la
cualidad de Eternidad a lo que era generado 5, quiso hacer de la Eternidad (,
snscr. yus, vida) un algo mvil; y as, cuando estaba ordenando la totalidad del
Cielo (Universo), hizo, de esa Eternidad que siempre permanece en su propia unidad,
una imagen sempiternal (), que se mueve de acuerdo con el nmero 6, es decir,
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eso que nosotros hemos llamado el tiempo ( )7. Simultneamente, ide los das
y las noches, y los meses y los aos, los cuales no eran antes de la generacin del
Cielo (Universo)8. Y stos son todos partes del tiempo; de la misma manera que era
y ser son partes generadas del tiempo, aunque nosotros las malaplicamos a la
Esencia Eterna [cuando la llamamos sempiterna], pues nosotros decimos que la
Eternidad es, que era y que ser, aunque, segn la verdad del lenguaje, slo el
es es apropiado, mientras que el era y el ser slo se aplican propiamente al
devenir que procede en el tiempo, puesto que ambos son movimientos; pero no
pertenece a eso que es siempre () auto-conforme y sin mocin, devenir ms viejo ni
ms joven por la va del tiempo, ni haber devenido as, ni ser as ahora, ni estar a
punto de ser as en el futuro, ni, en general, estar sujeto a ninguna de las condiciones
que se asocian con lo que es sensible a causa de su devenir, pues stas son slo
formas generadas del tiempo, el cual imita a la Eternidad y rota de acuerdo con el
nmero. Tampoco es realmente exacto decir de lo que ha devenido que ello es
devenido, o de lo que deviene que ello est deviniendo, o de lo que devendr que
ello est a punto de devenir, o de lo no-existente () que ello es noexistente9.
As pues, el tiempo devino junto con el Cielo (Universo), de manera que,
habiendo sido generados juntos, pudieran tambin disolverse juntos, si alguna vez
hubiera una disolucin de ellos; y se le hizo de acuerdo con el paradigma de la
Naturaleza Sempiterna (para que se pareciera a ella tanto como fuera
posible; pues mientras que el paradigma es toda la Eternidad ( ), la copia,
por otra parte, es todo el tiempo ( )10 tan completamente como para
haber existido, existir, y estar a punto de existir, Timeo 29 A, B, y 37 D-38 C.
Las mismas distinciones estn implcitas en el Crtilo 439 E, donde se pregunta:
Cmo puede ser algo eso que nunca es por s mismo?. Pues si alguna vez es por
s mismo, evidentemente no est en ese tiempo transitorio, y si es siempre por s
mismo y ello mismo, cmo puede cambiar o moverse alguna vez sin abandonar su
forma propia? (, exactamente el snscrito sva-rpa)11.
La eternidad se ha llamado arriba auto-mismidad en la Unidad, y difcilmente
puede ser otra que el Uno cuya naturaleza se examina en gran detalle en el
Parmnides 141 sigs., donde se pregunta si es o no es y cmo incide la respuesta
en la naturaleza de los otros. Las respuestas describen las dos naturalezas
contrastadas de una y la misma esencia; al mismo tiempo, nos recuerdan muy
vvidamente las respuestas budistas a la cuestin de si puede decirse o no si un
Arahant es o no es despus de la muerte, de la atribucin al Dharma tanto de la
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simplemente como el pasado y el futuro, o como las extensiones a ste o ese lado de
un punto divisorio, las dos partes son exactamente iguales en extensin debido a que
ambas extensiones son indefinidas e ilimitadas, y esto ser verdadero dondequiera que
pueda estar colocado el punto divisorio. Precisamente por esta razn, en algunas
versiones del mito de las Simplgades, se dice que el Hroe, que busca evitar el paso
peligroso de los opuestos que se entrechocan, se vuelve en cada direccin, intentando
encontrar un rodeo a las barreras, pero tiene que abandonar esta gesta sin fin, y
retornar al punto de divisin y de contacto; pues, ciertamente, no encontrar otro
paso que el que proporciona este punto que retiene su posicin mediana a lo largo de
toda la lnea, dondequiera que pueda estar, ni otra va que esta Va Media aparte de la
cual no hay ninguna otra Va. Slo acercndose a la muridad en ngulos rectos, es
decir, por el Axis Mundi o Sptimo Rayo, puede uno esperar pasar a travs del
medio del Sol; la Va es tan angosta como estrecha es la Puerta.
Volviendo a Aristteles, al examinar la identidad esencial del Ahora indivisible, y la
distincin accidental de los dos Ahoras que delimitan un perodo de tiempo dado,
dice, con referencia a su diferencia, que si la simultaneidad en cuanto al tiempo, y no
ser antes ni despus, implica la coincidencia, y que si esa coincidencia es en el Ahora,
si el antes y el despus son ambos en uno y el mismo Ahora, entonces lo que
aconteci hace diez mil aos sera simultneo con lo que est aconteciendo hoy, y
nada sera antes ni despus de nada (Fsica 4.10, 218 A). Y tambin que, ya sea Uno
o accidentalmente dos, el Ahora no est l mismo en el tiempo de manera que sea una
parte de l, sino slo en el sentido en que el tiempo le rodea, algo as como el mar
rodea a una isla. Si el Ahora en el tiempo, en tanto que una parte, est en un todo,
entonces el todo estara en un algo, y el universo en un grano de mijo, debido
solamente a que el grano de mijo y el universo existen ambos al mismo tiempo (dem
4.12, 221 A). Es mi parecer que el nico propsito de estas difciles expresiones es
distinguir entre la simultaneidad accidental de las cosas en el tiempo y su
simultaneidad esencial aparte del tiempo, en el Ahora que une el pasado y el futuro; y
que debe ser la totalidad del pasado y del futuro, en ninguno de los cuales hay
discontinuidad, lo que se encuentra en el Ahora que presencia ambas vas. Es difcil
que Aristteles haya tenido la intencin de negar la simultaneidad del pasado y del
futuro en este Ahora nico y Eterno, o de negar que hay un sentido en el cual el
universo est en un grano de mijo; pues si el grano y el universo no se consideran
en su extensin, sino en lo que concierne a su esencia comn e inmutable, que insiste
en el Ahora absoluto, entonces puede decirse que el universo est en el grano al
mismo tiempo que el grano est en el universo, en las palabras de William Blake,
un Mundo en un grano de arena, y la Eternidad en una hora.
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No me propongo citar estas doctrinas en detalle, como ellas apareen en las obras
de los hermetistas y neoplatnicos. Sin embargo, debo citar un pasaje de Hermes
Trismegistos que es a la vez Platnico y Aristotlico, y se podra decir tambin
indio:
Todas las cosas sobre la tierra son alcanzadas por la destruccin ( ); pues sin
destruccin no puede haber generacin (). Las cosas que vienen al ser necesitan
surgir de aquellas que se destruyen; y aquellas que vienen al ser deben ser destruidas a
su vez, si la originacin (o el devenir) ha de proseguir. Pero las cosas que vienen al
ser de la destruccin deben ser falsas ()32, debido a que devienen diferentes en
tiempos diferentes. Pues es imposible que las mismas cosas devengan una segunda
vez; y cmo puede ser real (o verdadero) eso que no es lo mismo que era antes?,
El hombre mismo, en la medida en que l es un hombre, no es real 32A. Pues lo real
es eso que es absolutamente auto-subsistente, y que permanece lo que es en s mismo;
pero el hombre es un compuesto de muchas cosas, y no permanece tal como es en s
mismo, sino que muda y cambia de una edad a otra, y de una forma ( ) a otra. Muy
a menudo los hombres no llegan a reconocer a sus propios hijos despus de un corto
intervalo, y los hijos igualmente no llegan a reconocer a sus padres Por
consiguiente, debes comprender que slo eso que es siempre, es real. Pero un hombre
no es una cosa que es siempre nada que no permanece lo que es, es real El Sol
[Supernal], que no cambia, sino que permanece lo que es, es real l gobierna sobre
todas las cosas, y hace todas las cosas; yo le venero, y adoro su Verdad,
reconocindole como el Hacedor, inmediatamente despus del nico Primordial33.
Qu es, entonces, la Verdad (o la Realidad) Primordial?. Slo ese Uno, que no est
hecho de materia, que no est incorporado, que es sin color y sin forma, sin cambio e
inalterable; y Que Es Eternamente34.
Plutarco, que quizs no era muy original, pero que es un filsofo muy bueno,
cita a Herclito y prosigue: No es posible agarrar dos veces una substancia mortal en
el mismo estado; por la viveza y la prontitud del cambio en ella, viene la dispersin y
nuevamente la combinacin; o, ms bien, no en otro tiempo ni ms tarde, sino en el
mismo instante () a la vez toma su lugar y lo deja y viene y va. De manera que
eso que nace de ella nunca llega a ser El hombre de ayer est muerto, pues ha
muerto en el hombre de hoy ( snscrito sadya). Nadie persiste, ni es slo
uno, sino que deviene muchos y si cambia, no es el mismo, y si no es el mismo,
no es l mismo, sino que l mismo cambia como otros proceden de otros. Nuestra
sensibilidad, por la ignorancia de lo que es realmente, dice falsamente que la
apariencia es.
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fuente de todos los tiempos y su sumidero. Para un mito anlogo cf. BU. 1.2.5:
Todo lo que l (Muerte, Prajpati, el Ao, el Sol, que es tambin el Soplo de Vida)
produjo, eso comenz a comer.
8
Plotino (a quien debi llamarse mucho ms un platnico que un neo-platnico)
sigue tan de cerca a Platn en todas estas posiciones que no he considerado necesario
citarle aqu. Se encontrar un admirable resumen de Plotino sobre el Tiempo y la
Eternidad en Dean Inge, The Philosophy of Plotinus, 2 ed. 1923, 2.92-103.
Incidentalmente, el Dean observa que el tipo de inmortalidad que la investigacin
fsica trata de establecer, sera para l [para Plotino] una negacin de la nica
inmortalidad que l desea y en la cual cree Por otra parte, los neoplatnicos
tampoco alientan la creencia de que la vida bienaventurada es un estado que slo
comenzar para el individuo cuando el curso terrenal de toda la raza humana haya
alcanzado su trmino. Ciertamente, se ha reconocido a menudo que la posicin de
Plotino es enteramente india; de ello no se sigue, en modo alguno, que Plotino haya
derivado de la India muchas, o algunas partes de su doctrina.
9
Las mismas ideas encuentran expresin incluso hoy da, pero en el lenguaje del
tiempo. Por ejemplo, Wilbur Urban, The Intelligible World, 1929, pp. 417-421: La
identificacin del ser con eso que deviene, con el proceso de la evolucin y de la
devolucin, es imposible No hay ninguna entropa del ser las dos categoras
fenomnicas de la vida y de la muerte [es decir, el futuro y el pasado] son slo
momentos en una vida ms larga. Lo cual equivale a decir que el ser ni vive ni
muere, y que nada puede agregarse o sustraerse de l; y que, como en B. 10.5.2.13,
nuestra vida verdadera depende de la presencia de la muerte dentro de nosotros, es
uno y el mismo Padre quien mata y hace vivir (AV. 8.3.3.; I Sam. 2: 6), es una
nica Muerte quien a la vez devora a sus hijos y los genera (PB. 21.2.1). El
terminus [a quo y ad quem] de Wilbur Urban corresponde al momento o al
punto de Aristteles que, como su lmite, define y da un significado a las
existencias; que Terminus (Hermes) fue una vez un nomen Dei, no carece de una
buena razn, pues, ciertamente, Dios es, a uno y el mismo tiempo, el comienzo del
hombre y su fin.
Por otra parte, un autor cientfico, J. B. S. Haldano, puede escribir sobre El
Tiempo y la Eternidad (en el Rationalist Annual para 1946) sin sospechar, ni por un
momento, que slo est tratando del tiempo y que est ignorando completamente el
significado tradicional de la Eternidad.
10
En Menn 85, 86 la recordacin de cosas que no se han aprendido en esta
vida se toma para mostrar que el Alma debe haber existido siempre, y que, por
consiguiente, es inmortal, es decir, eterna () e imperecedera, Fedn 106 D, E;
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Espritu Santo, y tambin Platn, Ep. 7.341 C. La palabra misma parece significar
desde lo invisible (-), mientras que de sbito significa venir ocultamente
(sub-it-aneus), cf. en el sentido de de improviso.
15
Hay que distinguir entre esttico y en reposo, en el sentido meramente
relativo y fsico en el que las cosas que estn en reposo, estn realmente slo en
equilibrio inestable.
16
Los cuatro tipos de no-existencia de Platn, el todava no de las cosas que
pueden existir o existirn; el ya no ( ) de las cosas que cambian y perecen de
manera que ya no son lo que eran (como Clinias, cuando cambia de ser ignorante a
ser sabio, Eutidemo 283 D); la mutua o relativa (cf. la nota 3 en el texto de
arriba, y tambin Parmnides 163 C, la ausencia de existencia en la que nosotros
decimos que ella no est all, y Sofista 258 E en lo que concierne a otros); y la
absoluta (Parmnides 163 C que no existe en ningn modo, forma, o manera, y
Sofista 237 B), son respectivamente idnticos con el grupo indio de los
cuatro tipos de no-existencia, a saber, en el mismo orden, prgabhva,
pradhvasbhva, anyonybhva, y atyantbhava. El examen de la no-existencia por
Platn se encontrar ms fcil de seguir si en cada punto nos detenemos a considerar
de cual de los cuatro tipos de no-existencia se trata: por ejemplo, si es
(anyonya), o (atyanta); de otro modo, la discusin se torna indefinida, debido
a que y implican siempre una diferencia de algn tipo (Sofista 257 B, C) y la noexistencia no es lo opuesto de la existencia, sino slo algo que ha de contrastarse con
ella, pues no hay ningn opuesto del ser (dem 258 E), de la misma manera que
lo finito no es lo opuesto de lo infinito, sino, por as decir, slo una degustacin de
ello. En lo no-existente, es eso que es incaracterizado (yad vai nsti tad alakaam,
B. 7.2.1.7); esto es anyonya-, porque significa la liberacin de las limitaciones
afirmativas; de manera que cuando la Deidad se describe como sad-asat, esto es
equivalente a niruktniruktam, y significa que la Deidad es a la vez con y sin
definiciones, o, en otras palabras, a la vez Dios y la Divinidad, puesto que la
Divinidad es incaracterizada, y as, como lo expresan los msticos occidentales, libre
en su no-existencia, y a la cual ha de llamarse propiamente nihil.
17
Es decir, las condiciones del devenir pasada, futura y presente.
18
Ver en nota 1.
19
Eso que es el s mismo real de cada uno de nosotros, y que nosotros llamamos
el alma inmortal (Leyes 959 B, trad. R. G. Bury). Cf. Lucas 15:17.
20
Cf.
2
Cor.
4:16
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habiendo venido al ser, debido a que la referencia es realmente a Ese Uno que es
auto-devenido (svayam-bh, ) y no trado al ser por una causa externa.
35
Plutarco, Mor. 392 C-393 A. En 422 C habla tambin de la eternidad cuando
el tiempo, como una corriente siempre fluente, es llevado a los mundos como si fuera
alrededor () de todas las cosas, es decir, omnipenetrando todo; de la misma
manera asocia a Kronos con el horizonte (368 E, F). En otro sentido, por supuesto,
todas las cosas rodean a la eternidad, como la circunferencia rodea al centro.
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CAPTULO IV
EN EL ISLM
A Tu mirada, la vida est surgiendo y pereciendo
instantneamente (har sat), cmo, entonces, podra implorarte
a ti alguien por amor de la vida propia de uno?
Dwn Shamsi Tabrz, Oda 18
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mismos que los de Aristteles. Pero esto, ciertamente, no sera verdadero de los
tomos muslimes como los describe Maimnides; y mientras que el de
Aristteles es el mismo que el andar waqt Islmico y que el nunc stans de Boecio, es
igualmente cierto que Aristteles no era un atomista en el sentido material.
Macdonald no parece darse cuenta en absoluto de que su propia analoga
cinematogrfica es invlida, en primer lugar, porque las sucesivas imgenes no son
sin extensin, y, en segundo lugar, porque es precisamente la razn en este
caso, efectivamente, el razonamiento de Aristteles lo que hace perfectamente
claro que el tiempo y el espacio son continuos, y que la mocin es cualquier cosa
menos una serie de saltos y de reposos. Macdonald mismo no parece darse cuenta
de que nada que tenga extensin puede estar hecho de partes que no la tienen!.
Macdonald seala que la palabra rabe jauhar, persa gauhar, originalmente una
gema de cualquier tipo 4, desarroll muchos significados secundarios. En filosofa
ha devenido la palabra ms extendida para substancia, ens, essentia; pero
para los filsofos atomistas significa tomo en el sentido exacto, a saber, una parte
que ya no puede partirse ms. A veces ellos agregan la palabra separado (fard)
Finalmente, de la misma manera que nuestra palabra substancia, jauhar lleg a
usarse para una porcin de materia, para un cuerpo fsico. Ms tarde cita a Ibn azm
(d. 1064, un siglo y medio antes de Maimnides), quien rechazaban la doctrinas
asharitas y con ellas la de los tomos separados (al-jauhar al-fard); y observa que
el jauhar de Ibn azm es la substancia Aristotlica, como, ciertamente, as parece
ser. Para Ibn azm, Allh est dando existencia perpetuamente a cada entidad,
mientras ella es una entidad, en cada momento (waqt) del tiempo. Macdonald
observa, adems, que Al-Ghazl, cuya influencia triunf, parece haber rechazado
enteramente el esquema atmico y haberse adherido a la corriente AristotlicoPlatnica.
Lo que precede est tomado del resumen de Macdonald en Isis; el original
completo puede y debe consultarse fcilmente en la Guide for the Perplexed de
Maimnides, traducido por M. Friedlander, 2 ed., 1928 pp. 120-124 (es decir, Parte
1, cap. LXXIII). Maimnides no describe en modo alguno una doctrina en la que
cree, sino la de los mutakallimm muslimes, seguidores de La Palabra (al-qalm), a
quien se podra llamar fundamentalistas; l nunca se refiere a los fs. Habiendo
observado que los mutakallimm crean en tomos indivisibles, no slo de materia,
sino tambin de tiempo y de espacio, separados entre s por un vaco, observa muy
acertadamente que los mutakallimm no comprendan en absoluto la naturaleza del
tiempo (Tercera Proposicin).
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En otra parte 5 Macdonald observa que el Ilm al-Kalm [la Ciencia de la Palabra]
vino a significar no simplemente teologa, sino teologa escolstica de un tipo
atomista, que se remonta extrasimante hasta Demcrito y Epicuro; y un mutakallim
vino a significar un telogo, al comienzo mutazilita y despus ortodoxo, detrs de
cuya ortodoxia estaba el sistema atomista que fue la contribucin ms original del
islm [!] a la filosofa6. Los mutakallimm, dice, se llamaban a s mismos asharitas.
As pues, entendemos que Maimnides, en quien se apoya Macdonald, y aunque vivi
un siglo despus de al-Hujwr, no nos est diciendo realmente nada sobre las
doctrinas fs del Tiempo y el tiempo, cuyas afinidades son con Aristteles y los
neoplatnicos; y que, cualesquiera que sean las confusiones aparentes en la
exposicin de Maimnides, son de poca significacin para nosotros, pues nuestro
inters no est en el atomismo como una hiptesis fsica, sino slo en la relacin entre
el tiempo extenso y el espacio atravesable y el Tiempo y el Espacio que son
indivisibles e inextensos. Ciertamente, me pregunto si Macdonald mismo comprenda
los problemas implicados: pues dice, la divisin del tiempo en tomos, que ya no
podan dividirse ms se remonta a la paradoja de Zenn sobre Aquiles y la tortuga;
fue una solucin de aquella paradoja, e hizo posible el movimiento, cuando es
precisamente la teora del tiempo discontinuo la que hace que el movimiento sea
imposible!.
En la Encyclopedia of Islm, s.v. Allh, 1, p. 307, Macdonald cita de su propio
Development of Muslim Theology, ya citado: dice de los asharitas que cuando
rechazaron el punto de vista aristotlico sobre la materia como la posibilidad de
recibir forma, su camino, por necesidad, les llev derechos a los atomistas Sus
tomos no eran slo de espacio, sino tambin de tiempo. La base de todas las
manifestaciones del mundo es una multitud de mnadas. Cada una tiene una
extensin que no est en el espacio ni en el tiempo. Tienen simplemente posicin, no
volumen, y no se tocan entre s. Entre ellas hay vaco absoluto. Los tomos de
tiempo, si puede permitirse la expresin, son igualmente inextensos, y tienen as
mismo un vaco absoluto de tiempo entre ellos el tiempo est slo en una
sucesin de momentos que no se tocan, y salta a travs del vaco de uno a otro como
con el salto de la manilla de un reloj7. Adems, ningn [tomo] es la causa de los
otros y esto aniquila la maquinaria del universo, es decir, ignora la operacin de
las causas mediatas. De lo que se ha dicho arriba, se ver cuan in-griego es todo esto,
y cuan irracional tambin; si esto fuera la contribucin ms original del islm a la
filosofa, ciertamente no sera nada de lo que habra que estar orgulloso.
Y al final de su tratamiento del tema en Isis, Macdonald procede a examinar la
cuestin extremadamente difcil del origen de este esquema atmico en el islm. Dice
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Jacob tena el waqt; ora era cegado por la separacin, ora era restaurado a la visin
por la unin. Pero Abraham era un poseedor del l: no era consciente de ninguna
separacin, de manera que le tocara la afliccin, ni tampoco de la unin, de manera
que le llenara la dicha (pp. 370-4). El Tiempo interior es el instante de
iluminacin que se compara tan a menudo a un destello de relmpago; slo cuando
la luz es constante, y el instante ha devenido todo el tiempo 15, el Sol nunca se
pone16.
Jm, en las Lawai (Destellos, Claridades), 2617, resume la doctrina del
Momento (o Tiempo interior) acordemente a Ibnul-Arab: el universo consiste
en accidentes pertenecientes a una nica substancia, la cual es la Realidad subyacente
a todas las existencias. Este universo se cambia y se renueva incesantemente en cada
momento y en cada soplo. En cada momento un universo es aniquilado y otro en su
semejanza ocupa su lugar A consecuencia de esta rpida sucesin, el espectador es
engaado en la creencia de que el universo es una existencia permanente
El ser del mundo es una ola, dura
Un momento, y al siguiente tiene que partir
En el mundo, los hombres de conocimiento pueden discernir
Un ocano cuyas corrientes giran y surgen y baten;
Y en la fuerza que opera dentro del ocano,
Pueden aprender la operacin oculta de la Verdad18
As, jams acontece que el Ser Verdadero se revele en dos momentos sucesivos
bajo el disfraz del mismo fenmeno.
R. A. Nicholson resume similarmente la doctrina de Ibnul-Arab: Los
fenmenos estn cambiando y siendo creados de nuevo perpetuamente, mientras Dios
permanece como l siempre fue, es, y ser. De hecho, toda la serie infinita de las
individualizaciones es una tajall [iluminacin] eterna y siempre presente que jams se
repite a s misma; y agrega en una nota esta importante reserva, pero no hay ningn
momento de no-ser entre los sucesivos actos de creacin, tomando esto de
al-Arab, Fuul-ikam, 196 sig.19. Tanto las Lawi como Nicholson recalcan una
distincin entre la verdadera doctrina de Ibnul-Arab y la de los atomistas
asharitas, que parecen haber credo en una realidad independiente de las mnadas
momentneas, mientras que Ibnul-Arab no admite ningn secundum quid, ni
siquiera uno que dura slo un momento. Aqu parecemos encontrarnos nuevamente
con la distincin entre un atomismo materialista y el principio muy diferente de un
tiempo o espacio atmico sin duracin ni dimensiones, y por consiguiente inmaterial.
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134), pero todo lo que es verdadero, por quienquiera que haya sido dicho, es del
Espritu Santo (San Ambrosio sobre 1 Cor. 12:3).
Todo esto slo puede comprenderse rectamente cuando se han comprendido
correctamente la naturaleza de un acto, y la relacin entre el acto y el ser. Ningn
pecado es un acto, sino slo un acto fallido, como la palabra fechora, aktam, nos
dice verdaderamente. Los Pecadores mismos, en la medida en que son pecadores, no
tienen ser, sino que carecen de l (Sum. Theol. 1.20.2 y 4): es decir, no siendo en
acto, simplemente no son. Por consiguiente, todo lo que no es acto, todo lo que
es fechora, es referible al hombre como es en s mismo, una no-entidad virtual,
pero todo lo que es realmente acto es referible a Dios, y as l es el nico agente.
El libre albedro no es una libertad para hacer lo que uno quiere lo que es ms
bien una cuestin de reaccin pasiva al placer y al dolor, y todo menos una libertad.
El libre albedro es la libertad de aceptar o de negar el estatuto de co-operadores con
Dios, de acoger o de eludir las funciones especficas que se han delegado a los
hombres como vocaciones (pues cada uno est predispuesto por Dios hacia eso para
lo que fue creado, adth), y de obedecer o de desobedecer a la Ley Natural. La
marioneta humana es libre de agarrase o de no agarrarse a la cuerda de oro (del
hilo del espritu), y de actuar o de meramente reaccionar acordemente (Platn,
Leyes 644). Actuar (facere) y sufrir pertenece a los cuerpos y a su alma; pues ella
a la vez acta en el cuerpo y sufre a travs del cuerpo. Pero actuar verdaderamente
(facere vero) pertenece slo a Dios y dems esencias divinas (Boecio, Contra
Eutiquio 1.1).
3
D. B. Macdonald, Development of Muslim Theology, Jurisprudence, and
Constitutional Theory, New York, 1903, p. 202.
4
Por consiguiente, gauhar como gema o perla, corresponde al snscrito
mai, una palabra que puede usarse absolutamente en el singular (O mai padme hu;
cf. Perla de gran precio), o bien en el plural, no slo para denotar gemas o perlas,
sino filosficamente, como en la doctrina del strtman (BG. 7.7, etc.), para significar
substancias o entidades. Es mi parecer que esto corresponde exactamente a
nuestro uso de la palabra Ser absolutamente, lado a lado con seres, los cuales,
finalmente, en realidad slo son devenires, participantes en el Ser; o al concepto de
la Palabra (Verbum), y de las palabras cuya verdad depende de su participacin en
la verdad de esa Palabra en la que todas las cosas se pronuncian simultneamente.
5
Encyclopaedia of Islm, 2.672.
6
Cmo puede ser esto as, si se derivaba de Demcrito y Epicuro?.
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Necesitamos sealar que los saltos de las manillas del reloj no son movimientos
de tiempo?. Ms bien tienen lugar en breves duraciones de tiempo, que l mismo es
continuo e ininterrumpido.
8
Se refiere a M. Horten, Philosophischen Probleme der speculativen Theologe
im Islm, 1910, y a De Boer, Atomic Theory (Muhammadan) en la Encyclopaedia
of Religion and Ethics de Hastings.
9
Que slo conoca por la Atomic Theory (Indian) de H. Jacobi en la
Encyclopaedia de Hastings, y por la History of Indian Philosophy de Dasgupta, pero
que se expone arriba ms plenamente y con mayores referencias.
No alcanzo a ver como las doctrinas asharitas puedan haberse derivado de
fuentes budistas; por otra parte, la doctrina f del momento (waqt) s podra
haberse derivado de fuentes budistas, aunque de ello no se sigue que lo fuera
efectivamente.
10
Sobre las limitaciones del mtodo histrico cf. Ren Guenn, Introduccin
General al Estudio de las Doctrinas Hindes, 1921. El mtodo histrico es slo de
un valor limitado aqu, debido en parte a que las doctrinas metafsicas no
evolucionan en el sentido occidental de la palabra, y en parte a que, de una
manera general y en la mayora de los casos, un texto tradicional no es ms que un
registro, en una fecha relativamente reciente, de una enseanza que originalmente se
transmita oralmente, y a la que raramente puede asignrsele un autor.
11
Las referencias a las pginas son a la versin de R. A. Nicholson, Gibb
Memorial Series, XVII, 1 ed. 1911.
12
Las precedentes afirmaciones implican, por supuesto, que nosotros debemos
dejar que los muertos entierren a sus muertos y no tener ninguna inquietud por el
maana. Para el Tiempo (el Ahora Eterno) como una espada cortante, cf. arriba,
pgs. 57-59 cap. III, sobre el Lgos Tomes: como en la Oda del Dwn de Shams-iTabrz traducida por Nicholson en JRAS., 1913, El amado ganador de los corazones
devino una espada y apareci en la mano de Al y devino el matador del tiempo,
donde la alusin inmediata es a la espada de Dhl-fiqr entregada a Al por el
Profeta y que es la muerte de aquellos que mueren antes de morir; y que es tambin
la espada de la Palabra de Dios que separa el alma del espritu, Heb. 4:12. Cf. mi
Sir Gawain y el Caballero Verde, Speculum 19.119 (1944), y Rm, Mathnaw
6.1522.
13
En realidad, el l como condicin o modo o xtasis implica la respuesta
real del experiente a la iluminacin momentnea, pero no una permanencia en el
sentido en que el maqm es una estacin.
7
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Cf. Herclito, frs. 41, 48; la corriente budista que nunca descansa; la
corriente continua de sucesin siempre fluente de S. Agustn (De Trin. 3.6).
22
Cf. San Agustn, El mundo est preado de las causas de las cosas todava no
nacidas (De Trin. 3.9.16).
23
Como en snscrito, ada.
24
La raz del misterio de la realidad slo momentnea de las existencias es
referida a los atributos opuestos tambin por Jm, Lawai 26; estos son
respectivamente los de la Misericordia y de la Majestad (jmal y jall), a cuyos
reflejos en este mundo el hombre llama el bien y el mal, la existencia y la muerte. Dios
es el que mata y hace vivir (AV. 13.3.3; 1 Sam. 2:6, 2 Reyes 5:7).
25
Para este origen de la yo-idad cf. B. 7.3.2.12 (ver mi Sun-kiss, JAOS,
60.47); y para las vestiduras, BG. 2.22, Fedn 87 D, y Maestro Eckhart, Pfeiffer p.
530 (volgunge ist materie, daz diu sle an sich nimet niuwe forme unde begt die si
voz hte. Daz si z einer wandelt in die andern, daz ist ir tt, unde der si z gt, der
srtibet si, die si an sich nimet, d inne lebet si).
26
Aqu, por supuesto, el Ro no es la corriente del tiempo, sino su fuente:
ein brunne in der gotheit, der an allen dingen z fliuzet in der wikeit und in der zt
(Maestro Eckhart, Pfeiffer, p. 530).
21
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CAPTULO V
EN EL CRISTIANISMO
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79
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y 28 (27) Pero t eres el mismo, y tus aos no tendrn fin. Cf. BG. 2.20, Ni
habiendo devenido, ni jams por devenir
En la Summa Theologica 1.10 Sobre la Inmutabilidad de Dios, Santo Toms
distingue ms plenamente entre el tiempo, la aeviternidad y la eternidad. La idea de
tiempo consiste en la numeracin del antes y el despus en el movimiento; as pues, la
idea de la eternidad consiste igualmente en la aprehensin de la uniformidad de lo que
es fuera del movimiento. Adems, se dice que son medidas por el tiempo aquellas
cosas que tienen un comienzo y un final en el tiempo Pero, en cuanto a lo que es
completamente inmutable, ello no puede tener ninguna sucesin, de manera que no
tiene ningn comienzo ni ningn final La eternidad se llama todo, no porque
tenga partes, sino debido a que no carece de nada la expresin todo
simultneamente se usa para quitar la idea del tiempo, y la palabra perfecto para
excluir el ahora de tiempo Se dice que hace la eternidad el ahora que permanece
quieto10 La aeviternidad difiere del tiempo, y de la eternidad, como el medio entre
ambos Los ngeles, que tienen un ser incambiable en lo que concierne a su
naturaleza, y con cambiabilidad en lo que concierne a eleccin se miden por la
aeviternidad El tiempo tiene antes y despus; la aeviternidad en s misma no tiene
antes ni despus, que, sin embargo, pueden anexarse a ella; mientras que la eternidad
no tiene antes ni despus, ni es compatible con ellos en absoluto. [Pero] la
aeviternidad a veces se toma por edad, es decir, el espacio de la duracin de una
cosa; y as nosotros decimos muchas aeviternidades cuando queremos decir
edades.
As pues, la aeviternidad es el trmino que podra aplicarse al tiempo de vida de
los Dioses indios nacidos con una vida (yus, cf. )11 de un millar de aos; de la
misma manera que uno podra ver en la distancia la otra orilla, as ellos vean la otra
orilla de su propia vida (B. 11.1.6.15, cf. TS. 5.7.3 sig.); donde su no morir
(amtattva) contrasta, por una parte, con el no morir prematuramente del hombre
que vive durante un centenar de aos, y por otra, con la inmortalidad atemporal de
Brahma.
Adems (Sum. Theol. 1.10.6), el tiempo es uno. No porque es un nmero,
pues el tiempo no es un nmero abstrado de la cosa numerada, sino que existe en la
cosa numerada12; de otro modo no sera continuo; pues diez varas de tela no son
continuas por razn del nmero [diez], sino por razn de la cosa numerada. La
postura es completamente aristotlica; la pieza de tela no deja de ser una pieza de tela
al final de cada pulgada para comenzar despus nuevamente; ella es una nica pieza
de tela; y as en el caso de toda extensin, ya sea de tiempo o de espacio. El tiempo y
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simul) mientras que no hay nada localizado en el tiempo que pueda abarcar toda su
vida a la vez Pues una cosa es ser llevado a travs de una vida interminable (vida
que Platn atribua al mundo)16, y otra abarcar la totalidad de una interminable vida
presente en toda su complejidad. De los momentos del tiempo transitorio dice que,
de un cierto modo, imitan al ahora que permanece quieto, de manera que a cada
momento parece ser una cosa. Y as, siguiendo a Platn, llamemos eterno a
Dios y sempiterno (perpetuum) al mundo. Entonces seala que el [as llamado]
preconocimiento de Dios, debera llamarse ms bien el conocimiento de un
instante que nunca se desvanece, que un preconocimiento, como si se tratara del
conocimiento de un futuro. Por consiguiente, no ha de llamrsele una previsin
(praevidentia) o previdencia, sino ms bien una providencia (providentia)17, porque,
colocado lejos de las cosas ms bajas, presencia, por as decir, todas las cosas desde
la ms elevada sumidad de las cosas y porque as no perturba la cualidad de las
cosas que para l son presente, pero que, con respecto al tiempo, son futuro18.
En base a esto, Boecio es capaz de tratar efectivamente el problema del libre
albedro y de la pre-destinacin. Pues Dios presencia esas cosas futuras que
proceden del libre albedro, [no como futuras sino] como presentes; y esta
inspeccin o providencia presente no impugna la libertad de querer o de negar, de la
misma manera que nuestra mirada a lo que hace un hombre en un campo distante no
controla en absoluto sus actos.
Para comprender esto ms plenamente debe recordarse que, como ya dijo Boecio,
[5.1] la libertad de querer o de negar es el trabajo de la razn; mientras que el
presunto acto de eleccin, acordemente al cual nosotros hacemos lo que nos gusta,
no es un ejercicio de libre albedro sino una reaccin pasiva e irracional a estmulos
externos; y que, como dice Santo Toms, la operacin de la razn o de la mente (en la
medida en que sta ltima acta realmente) est por encima del tiempo. Al
examinar el fatum [el destino, o el sino], Boecio ya ha (4.6) comparado el tiempo a
la circunferencia de un crculo cuyo centro (punctus medius)19 es la eternidad20, y ha
sealado que una cosa es muchsimo ms libre del fatum, cuanto ms cerca est del
pivot (cardo)21de todas las cosas; y si se agarra firmemente a la firmeza de la Mente
Supernal, que est libre de toda mocin, trasciende tambin la necesidad del fatum:
es decir, evade la eficacia causal de los actos, la cual tiene lugar slo en el mundo,
mundo del que el Liberado ya no es, aunque todava pueda estar en l. En otras
palabras, los movimientos del libre albedro son reales, pero su ocurrencia es ex
tempore22; y si a nosotros nos parecen pasados o futuros, ello se debe slo al efecto
de nuestras posiciones relativas con respecto al Ahora de la Eternidad.
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El Maestro Eckhart dice que Dios est creando la totalidad del mundo ahora, en
este instante (n alzemle). Todo lo que Dios hizo hace seis millares de aos y ms,
cuando l hizo el mundo, Dios lo hace ahora instantneamente (alzemle) donde el
tiempo jams ha entrado y ninguna forma ha sido vista jams Hablar del mundo
como hecho por Dios ayer o maana era una necedad en nosotros; l hace el mundo
y todas las cosas en este Ahora presente (gegenwrtig n) lo que era hace un millar
de aos y lo que ser dentro de un millar de aos, todo eso est ah en el presente,
todo lo que est lejos tanto como todo lo que est aqu (Pfeiffer, pp. 190, 192, 207,
226, 297). Nuevamente, en la eternidad, no hay antes ni despus As pues, a vivir
en esa eternidad, aydanos Dios mo! (dem 190, 192). En estas palabras el Maestro
Eckhart resume tan brevemente como es posible la doctrina del Tiempo (el tiempo) y
de la Eternidad (el Tiempo) que nosotros ya hemos seguido a travs de dos milenios;
y subraya su significacin para nosotros, slo para esto nac yo (dem p. 284).
Nuevamente, hay un poder en el alma al que el tiempo no toca pues Dios
mismo es en este poder como en el Ahora eterno (in dem wigen n). Si el espritu
estuviera siempre unido con Dios en este mismo poder, un hombre no podra
envejecer nunca. Pues el Ahora en el que Dios hizo al primer hombre, y el Ahora en el
que morir el ltimo hombre, y el Ahora en el que yo hablo, todos son el mismo
Ahora en Dios, en quien no hay nada sino un nico Ahora una y la misma
Eternidad Tomad las breves palabras (de Juan 4:23) venit hora et nunc est. El que
quiera adorar al Padre [en espritu y en verdad] debe establecerse en la Eternidad con
sus anhelos y sus esperanzas. Hay uno, la parte ms alta del alma, que est por
encima del tiempo y no sabe nada del tiempo ni del cuerpo. Todo lo que aconteci
hace un millar de aos, el da que fue hace un millar de aos, no es en la Eternidad
ms lejano que este ahora mismo en que yo soy; y tampoco el da por venir dentro un
millar de aos, o de tantos aos como podran ser contados, es ms lejano en la
Eternidad que este ahora mismo en que yo soy (Pfeiffer, pp. 44, 45, 57).
As tambin cuando habla del mundo como de un crculo23, centrado en Dios,
cuyas obras son su circunferencia. Este es el crculo que el alma circunda, todo lo
que la Santsima Trinidad ha obrado alguna vez y, como ella [el alma] dice en el
Libro del Amor, Cuando lo encontr siempre sin fin, entonces me arroj a m misma
al centro del redondel (daz punt des zirkels) Ese punto es el poder de la Trinidad,
donde ella ha hecho toda su obra, permaneciendo ella misma inmutable. En ese punto
el alma deviene omnipotente a-unada (geeiniget) con ese punto ella es capaz de
todas las cosas el punto esencial, donde Dios est igualmente lejos y cerca de todas
las criaturas24 all ella [el alma] es eternamente insistente (wiklche dar besttiget
wirt, dem p. 503, 504). Este es el punto del que habla San Buenaventura cuando
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compara a Dios con un crculo, cuyo centro est por todas partes (Itin. mentis 5); la
punta, a cui la prima rota va dintorno de Dante; y el bindu que marca el centro de
todos los mandalas y yantras indios.
Y, adems, en lo que concierne a este Punto, que es el Punto del Tiempo, para
conocerlo nosotros debemos estar en l, ms all de la mente y por encima de nuestro
ser creado; en ese Punto Eterno donde todas nuestras lneas comienzan y acaban, ese
Punto donde ellas pierden su nombre y toda distincin, y devienen uno con el Punto
mismo, y ese verdadero Uno que el Punto es, aunque siempre permanecen en s
mismas nada ms que lneas que vienen a su fin (Ruysbroeck, De Septem custodiis,
cap. 19).
Todo este simbolismo se relaciona con la doctrina que iguala las personas de la
multiplicidad de los Dioses (Vive Dev, es decir, la jerarqua de los ngeles,
Inteligencias o Poderes), e, igualmente, de los Decedidos Justificados, con los rayos
del Sol Inteligible25; como, por ejemplo, en RV. 1.109.7 son los mismos rayos con
los que los Padres de antao se unieron, 10.64.13 donde a nosotros se nos junta en
el Cubo, Aditi confirma nuestro linaje; B. 1.9.3.10 los rayos de El que brilla all
son los Perfectos (sukta)26, y lo que la luz ms alta es all27, eso es Prajpati, y
2.3.1.7 ciertamente, los rayos son los Mltiples Dioses, y lo que la luz ms alta es
all, eso es verdaderamente Prajpati, o Indra27; y que bajo la teora de la procesin
por los poderes, a las almas se las describe como rayos (Plotino, Eneadas 6.4.3), y
t receders adentro de tu Centro, un Rayo consciente de ese Todo eterno
(Maniqu air). Se observar que stos, junto con el concepto de la mocin a
voluntad (es decir, de entrar y de salir) excluyen toda interpretacin pantestica en el
sentido hertico de la palabra28; si no hubiera ninguna multiplicidad en la unidad,
entrar y salir no tendra significado; lo que implica la doctrina es una fusin sin
confusin o una distincin sin diferencia (bhedbheda), una de las puntas de
cada rayo se confunde con su centro, la otra se distingue de l, y los Perfectos son
ambas.
Cuando habla de la Eternidad, Dante hace muchas referencias a este punto
esencial o momento Todos los tiempos estn presentes a l (il punto a cui tutti li
tempi son presenti, Paradiso 17.17); all donde todo donde y todo cuando tienen su
foco (dove s'appunta ogni ubi ed ogni quando, dem 29.12). La naturaleza del
universo, est quieta en el centro y se mueve todo alrededor, desde donde comienza
como si fuera desde su eje (meta, dem 27.106)29, y de ese punto depende el cielo y
toda la naturaleza (28.41)30. Es un punto de luz flamgera, y alrededor de l rotaba
un crculo de fuego tan rpidamente que haba rebasado la mocin que ms
velozmente cie el universo (28.25) 31, y este cielo no tiene ningn otro donde que
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la mente divina (27.109)31; all, cada deseo es perfecto, maduro y completo; all
cada parte est donde siempre estuvo, pues l no est en el espacio, ni tiene polos
por lo cual est substrado as de tu vista (22.64). Dante dice tambin, el
movimiento sobre la faz de las aguas por parte de Dios, no fue ni antes ni despus
(29.20), y, para citar a Filn Judaeus, as pues, hay un fin de la mocin en que el
universo vino al ser en seis das (LA. 1.20): cada momento el mundo es
renovado, la vida est siempre llegando nueva (Rm, Mathnaw 1.1142).
Ni tiene polos, es decir, contrarios, o pares de opuestos; ste es el Paraso en
el que T, oh Dios, moras, cuya muralla, como dice Nicols de Cusa, est
construida de los contradictorios de los que el pasado y el futuro son, desde el
punto de vista presente, el par ms significativo, que nos vela de la visin de Dios,
como dice Rm y quien quiera entrar dentro, primero debe haber vencido al ms
alto Espritu de Razn que guarda la puerta estrecha que los distingue (De vis. Dei
cap. 9)32. Estos contrarios, de los que est hecho el mundo extenso, son las
Simplgades, que todo viajero rumbo a casa debe pasar. Nicols de Cusa dice,
adems, Todo lo que nosotros vemos en el tiempo, t, Seor Dios, no lo preconcebiste; pues ello es. Pues en la eternidad en la que t concibes 33, toda sucesin
temporal coincide en uno y el mismo Ahora Eterno. As no hay nada pasado ni futuro
donde el pasado y el futuro coinciden en el presente Ciertamente T, oh Dios mo,
que eres t mismo Eternidad absolutamente, eres, y hablas [tu Palabra] por encima
del ahora y del entonces (dem, cap. 10). Y as: Tira de m, oh Seor, pues nadie
puede alcanzarte salvo que sea tirado por ti; librame de este mundo y jntame
(snscr. jungar, yuj) a ti, absolutamente Dios, en la eternidad de la vida gloriosa.
Amn (dem cap. 25).
En este punto ser conveniente considerar brevemente la curiosa resistencia que
las mentalidades contemporneas oponen al concepto de un ser esttico, definible
slo por las negaciones de todas las afirmaciones limitativas, de todos los
procedimientos de una experiencia a otra. El aspecto ms llamativo de esta resistencia
es el hecho de que se basa casi siempre en los sentimientos: la cuestin de la verdad o
la falsedad de una doctrina tradicional raramente se plantea, y todo lo que parece
importar es si a uno le gusta o no la doctrina. Esta es la sentimentalidad de aquellos
que, antes que llegar a una meta, lo que quieren no es seguir su camino hasta
alcanzarla, sino, por as decir, seguirlo siempre, y que confunden su actividad, que
es slo un procedimiento inacabado desde la potencialidad al acto, con un ser en acto.
As, R. A. Nicholson protesta que para nuestras mentes los tomos, que no
tienen extensin en el espacio ni en el tiempo, parecen muy insubstanciales (Studies
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sufrimiento, sin edad, sin muerte, cuyo deseo es verdadero (o real), cuyos conceptos
son reales45 Aquellos que parten habiendo encontrado (o conocido) ya aqu al S
mismo y esos deseos (o amores) verdaderos, devienen movedores a voluntad en
todos los mundos (dem 8.1.1-6)46. Y este concepto de las dos ciudades y de los
deseos verdaderos y falsos es agustiniano, pero antes de l, platnico; pues hay
placeres falsos en las almas de los hombres, imitaciones o caricaturas de los placeres
verdaderos (Filebo 40 C); de los cuales placeres, los placeres falsos ( )
son los afectos, mezclados con la afliccin; y los verdaderos ( )47 los que se
tienen en la belleza, principalmente como se manifiesta en las formas matemticas, y
en el conocimiento48, en los cuales no hay ninguna mezcla de afliccin (dem 51). As
pues, en palabras de Platn y de San Agustn, mientras nosotros estamos
considerando las cosas eternas, las cosas que no cambian, estamos participando en la
eternidad. La eternidad no est lejos de nosotros, sino ms cerca que el tiempo, cuyas
dos partes [el futuro y el pasado] estn realmente lejos, una por delante de nosotros y
la otra por detrs; sin embargo, todo lo que es verdadero ha sido siempre verdadero y
siempre ser verdadero. La Verdad, lo mismo que la Eternidad, igualmente en el
brahmanismo, el budismo, el islm y el cristianismo, es uno de los nombres de Dios, y
slo nuestro olvido [amnesia] nos lleva a la necesidad de orar Oh t que no cambias,
haz tu morada en m, como un f podra desear hacer con respecto a su waqt, o l.
Si la base eterna de la existencia damma es a la vez aqu y ahora (dihe
dhamme) y sin tiempo (akliko), sin duda ser mejor ver cmo siente ella aqu y
ahora, que sentir tanto miedo de ella. Ciertamente, si nosotros no participamos en
la eternidad ahora, quizs nunca participaremos49.
Hay tambin otra manera en la que puede sugerirse la naturaleza de la experiencia
de la eternidad. Puede asumirse que una mente dada no puede pensar en ms de una
cosa a un tiempo. Pero esto no significa que la vida del intelecto sea slo aritmtica.
El hecho mismo de dar nombres a las cosas, lo que es un poder intelectual, es la
dotacin a muchos eventos sucesivos de un tipo de identidad permanente, aunque
slo sea una seudo-identidad, aparte del tiempo; sin esto, la comunicacin de
sentimientos todava sera posible, pero no lo sera una comunicacin de
pensamientos; y esto indica ya que el mundo inteligible es ms afn a la eternidad que
al tiempo. Y de la misma manera, espacialmente, consideremos la complejidad del arte
en el artista, es decir, de la forma en la mente del artista, donde, aunque la forma es
all una, esta nica forma es la forma de muchas cosas que podrn concebirse y que se
concebirn despus por separado. Por ejemplo, cuando se concibe una casa, se
conciben tambin muchas cosas, a saber, al menos un suelo, paredes, y un techo. Un
ejemplo ms complejo lo proporciona el caso bien conocido, aunque est lejos de ser
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nico, de Mozart, que primero escuchaba sus composiciones, no frase a frase, sino
como un totum simul, y que pensaba que esta escucha efectiva de la totalidad junta
era mejor que la subsecuente escucha de la totalidad extendida. El ejemplo ms
complejo es el de la visin por Dante de la forma universal de la pintura del
mundo50, de la que dice que dentro de su profundidad vi abrazadas, ceidas por
amor en un nico volumen51, todas las hojas esparcidas de la totalidad del mundo, las
substancias y los accidentes y sus sucesiones, como si fuera un junto (insieme)52,
fundido de tal manera que de lo que hablo es de una nica llama Tal deviene el
hombre en esa luz, que volver de all a cualquier otra visin, nunca podra consentirlo
por ninguna posibilidad (Paradiso 33.85-100). Pensamos tambin en la operacin
inmediata del genio matemtico; y en la visin de un Buddha, que no opera en los
trminos de los compuestos, sino que ilumina donde quiere, de la misma manera
que uno podra saltar la secuencia de un texto, llegando al punto que busca sin
demora (Vism. 411). Hay tambin el misterio de la posibilidad de la comunicacin de
ideas desde una mente aparentemente circunscrita a otra, lo que es difcilmente
comprensible a no ser que se asuma un elemento trascendente a ambas53. Y,
finalmente, tenemos el hecho de que el intelecto puede ser conocedor al mismo
tiempo de un nico conocimiento de cosas contrarias, como cuando, por ejemplo,
considera la idea de temperatura, en la que estn incluidas las nociones de caliente
y de fro54, con cuya consideracin puede tenerse un vislumbre de lo que puede
significar estar liberado de los pares de opuestos, es decir, de un conocimiento slo
en los trminos del pasado y del futuro que, como hemos visto, son un velo para ti
de Dios. Y aunque la omnisciencia es todo menos cuantitativa, y no un mero
agregado de conocimientos de cosas, todava es vlido que las facultades sinptica y
sinttica del intelecto meramente humano nos proporcionan una analoga de cmo
sera ver y conocer todas las cosas a la vez, no en la contradistincin del sujeto y el
objeto, sino donde conocer y ser son la misma cosa55. Para usar el lenguaje del
ejemplarismo, no podemos imaginar que el intelecto Divino es una suerte de
diccionario, sino ms bien una Palabra o una Forma que es la forma de muchas cosas
diferentes56.
Para concluir, aunque podra agregarse mucho a lo que ya se ha dicho57, slo
seguir el rastro de la persistencia del concepto tradicional del tiempo y la eternidad
en algunos de los poetas metafsicos ingleses. Por ejemplo, Herrick:
Oh aadas! oh Edad! Adis,
Mirad, yo parto,
A donde s
que mora el Infinito
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(.
Sbitamente (sub-i-taneus) es, literalmente, ir furtivamente; y tiene
tambin el significado de misteriosamente; y encontramos estas ideas tambin en la
India con referencia a la procesin e inmanencia divinas, por ejemplo, en RV. 1.145.4
donde Agni sadyo jtas tatsra, por lo que Grassmann escribe kaum geboren
schleicht y uno podra decir como un ladrn en la noche, o Mu. Up. 1.1.6 y
2.2.1, 6 adreyam agrhyamskmanguhcaraanta carate bahudh
jyamna, como en MU. 2.5 sa va ea skmo grhydyaihaivvartate.
Adems, en cuanto a esta presteza: Incluso ahora en que Yo (Dios) estoy
presente aqu, Yo estoy al mismo tiempo tambin all (Filn, Sacr. 68); l (el )
no se ha movido como uno se mueve de un lugar a otro, sino que es all (Hermes
Trismegistos, 16.2.19); el Uno, inmvil, es ms veloz que la mente otros pasan
corriendo, ste permanece inmutable ( Up. 4).
6
El instante de Santo Toms es estrictamente atmico, y su argumento se basa
en el hecho de que tales instantes no son partes del tiempo.
7
En las cosas por encima del tiempo, ningn intervalo separa la causa del efecto o
el comienzo del fin. Sera una interesante hermeneia no, por supuesto, una
etimologa conectar a-repentimiento con de-repente.
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Varuna al nacer, y devienes (bhavasi) Mitra cuando eres encendido (RV. 5.3.1), y
Devino (abhavat) el Sol de los hombres (RV. 1.146.4, cf. Juan 1:4).
14
A travs de la caridad; por ejemplo, la prctica de maitr karu, mudit, y
upekkh en los brahma-vihras budistas (cf. en mi Figures of Speech or figures of
Thought, pp. 147, 148); pues, como dice el Maestro Eckhart, Dios ama a todas las
criaturas igualmente, y las llena de su ser; y as debemos nosotros verternos a
nosotros mismos en amor en todas las criaturas; y entre los paganos a menudo
encontramos esto, a saber, que han alcanzado este estado de paz rica de amor por
virtud de su comprensin natural (Pfeiffer, p. 273) Als minnet got alle cratre
gelch und erfllet sie mit snem wesenne. Und als sllen wir mit minne fliezen f alle
cratren. Des vindet man vil an den heidenen, daz sie zuo disem minnerchen friden
ntiurlcher bekentnsse kmen
15
En la edicin de Loeb, maltraducido por sempiterno. Para Boecio, la
eternidad es in-finita, es decir, sin comienzo ni fin, pero no una duracin, no
sempiterno; es el tiempo el que dura.
16
En el presente contexto, no parece necesario tratar el problema de la eternidad
del mundo. Slo observar que el mundo sin fin cristiano parece referirse al
mundo en un sentido (a saber, ese en el que el tiempo puede llamarse interminable),
y a este mundo en otro (a saber, ese en el que un tiempo dado tiene un comienzo y un
fin). Como ocurre con la tradicin, hay ciclos que comienzan y que acaban, pero la
serie de ciclos no tiene comienzo ni fin.
17
El snscrito praj, que etimolgicamente es el griego y el latn prognosis, se atribuye al Sol y S mismo Espiritual, omnisciente y omnividente; es un
conocimiento de todas las cosas, que no se deriva de una observacin de su
ocurrencia.
18
Aqu, a la vez, en el sentido de , intellectus vel spiritus, como en San
Agustn De ordine 2.19.50 Si la razn es inmortal y si yo soy la razn, entonces
eso por lo que se me llama mortal no es mo; y no como la razn se distingue a
veces del intelecto, como en San Agustn De Trin. 12.15.25 la cognicin intelectual
de las cosas eternas es una cosa, y la cognicin racional de las cosas temporales otra,
o como en Boecio De consol. 1.6 donde habla de s mismo como un animal racional
y mortal, y esto significa que ha olvidado lo que l es.
19
La punta dello stello a cui la prima rota va dintorno da quel punto depende il
cielo, e tutta la natura de Dante (Paradiso 13.11, 28.41); apri gli occhi e vedrai il
tuo credere nel vero farsi come centro in tondo (dem 13.49).
20
Ad id quod est id quod gignitur, ad aeternitatem tempus, ad punctum medium
circulus, ita est fati series mobilis as providentiae stabilem simplicitatem.
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95
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In dem rsten zbruche: as, ni todava mostrado (futuro) ni, sin embargo,
ocultado (pasado), sino inmanifiesto-manifiesto (vyaktvyakta). Sobre este estado de
promesa perfecta y de lozana eterna, el estado de la tensin ms alta concebible, que
es tambin el paradigma de un arte ideal, ver mi Theory and Practise of Art in
India, Technical Studies 3, 1934, p. 75. Este momento perfecto ocurre en la
Aurora, cf. el Sryaataka de Maryra 26 Ms bien, en el tiempo del comienzo,
cuando el esplendor del Sol, como el pincel de un pintor, descubre, como si fuera [un
ojo o una flor que se abre] toda la pintura del mundo. Es como la postura del
arquero en el momento de la suelta, cuando la flecha est a punto de salir; y como en
el arte Chino el momento representado es la pausa antes de que la accin comience,
cuando el cuerpo est [todava] tenso (H. Fernald en el Burlington Magazine,
Enero, 1936, p. 26). Es notable que los Shakers tambin sostienen que la mejor
belleza es la que es peculiar a la flor, y no la que pertenece al fruto maduro.
35
Es decir, todo el tiempo, en el sentido generalmente aceptado entonces: pero
ms bien, como un hind podra expresarlo, todos los tiempos, de los cuales la
presente edad del mundo es solamente uno. Ello habra sido lo mismo para Orgenes.
36
Literal y etimolgicamente, sntesis.
37
El Espritu de Vida (pra) es el S mismo Prognstico (prajtman), Vida e
Inmortalidad junto Quienquiera que se acerca a M como Vida e Inmortalidad, vive
su vida en este mundo y obtiene la inmortalidad inagotable (akiti) en el mundo de la
luz celestial Esto es la Omni-obtencin en el Espritu de Vida (Kau. Up. 3.2.3).
38
Soy consciente de que hay hombres modernos para quienes la satisfaccin de
todos los deseos posibles no sera suficiente; an ms all de eso, quieren mantener y
perseguir otros todava no satisfechos. Estos son aquellos que nunca han conocido lo
que significa contentarse con poco, y no pueden imaginar un estado de contento
completamente posedo de todo lo que pueda desearse; hombres que no querran
vivir sin hambre ni sed, si no pudieran sufrir tambin las consecuencias naturales de
estas pasiones (Platn, Filebo 54 E); hombres que olvidan que a la infinitud no
puede agregrsele nada ms.
39
Samhita, en samdhi: literal y etimolgicamente sintetizado.
40
El reino del cielo est dentro de vosotros.
41
La misma pregunta se formula en Kaha Up. 4.3, 5.4, y se responde, Eso, es
decir, Brahma, Dios. Si San Pablo pudo decir Vivo, pero no yo, sino Cristo en m,
qu habra quedado cuando este hombre, Pablo, muri?. El cuerpo del hombre
est sujeto a la muerte omnidominante, pero la imagen de la Eternidad ( )
permanece( = atiiyate) viva, Pindado, Dirge 131.
34
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B, 521 D): todo conocimiento verdadero se interesa en lo que es sin color, sin
forma, e intangible no se trata de ese conocimiento que tiene un comienzo y vara
segn est asociado con una u otra de las cosas que nosotros llamamos ahora
realidades, sino de ese que es realmente real (Fedro 247), donde realmente real
corresponde a satyasya satyam, paramrtha-satyam, ens realissimum, .
49
BU. 1.4.15, 4.4.14; CU. 7.25.2, 8.1.6; BG. 18.58.
50
El paradigma eterno de Platn sobre el cual se modela el mundo sensible,
Timeo 29: la pintura del mundo (jagac-citra) pintada por el Espritu (el S mismo de
todos los seres) sobre el lienzo del Espritu, y en la cual tiene una gran delectacin
(akarcrya, Svtmanirpaa 95), de la misma manera que para Empdocles
(Diels frag. 23) y para Platn (Timeo 55 C) el Creador pinta, y en el islm se le llama
pintor (muawwir, Qurn 59.24) o, para emplear el equivalente de Filn, de la misma
manera que el patrn ideal de la cosa que ha de hacerse est grabado, por as decir,
en la mente del hacedor (Opif. 16.22).
51
Cf. Empdocles (Diels fr. 26) hecho todo un junto en nico orden por amor.
52
In sieme, en-mismidad, a la vez en cuanto al tiempo y al lugar. El centro del
vrtice, donde todas las cosas se juntan, a fin de ser slo uno (Empdocles, Diels
frag. 35, 36): Todos son lo mismo all y sin embargo distinto; de la misma manera el
alma posee el conocimiento de muchas cosas sin confusin, y que cada una cumple su
tarea propia cuando surge la necesidad, justamente como en el caso de los
poderes inherentes en una semilla (Plotino, Eneadas 6.9.6): N sint alliu dinc
gelch in gote unde sint got selber (Maestro Eckhart, Pfeiffer p. 311). Uno podra
decir, plures, non tamen multa, sed unum.
53
Todas las propiedades humanas proceden del Uno de otro modo ningn
hombre podra comprender a otro por el sonido (Jacob Boehme, Sig. Rer. 1.2). En
todas las conversaciones entre dos personas se hace referencia tcita a una naturaleza
comn. Esa tercera parte, o naturaleza comn, no es social, es impersonal; es Dios
(William James, Varieties of Religious Experiencie): El S mismo [del s mismo], que
controla el habla desde dentro el Comprensor no comprendido (BU. 3.7.17, 23).
La conciencia es un singular cuyo plural es desconocido (Erwin Schrdinger, What
is Life? 1945, p. 90). Ms generalmente, W. M. Urban, The Intelligible World (1929)
y Language and Reality (1939).
54
Cf. Santo Toms de Aquino, Sum. Theol. 1.75.6, donde ste proporciona un
argumento sobre la incorruptibilidad (inmortalidad) del anima intellectiva.
55
Esto no fue enunciado por primera vez, como se supone generalmente, por
Parmnides, frag. 5. Su significa simplemente que
eso que no puede concebirse es lo mismo que eso que puede ser (ver Burnet, Early
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Greck Philosophy, 4 ed. 1930, p. 173, n. 2). Plotino, Eneadas 5.9.6 cita las palabras
de Parmnides, pero, aunque por esta vez fue posible que el infinito fuera el sujeto de
una sentencia y, de hecho, Plotino usa como sujeto (Eneadas 3.7.6), su cita
de las palabras de Parmnides es para mostrar que en lo inmaterial el conocimiento
y lo conocido son lo mismo; y mientras que esto implica que all el conocedor, el
conocimiento, y lo conocido son lo mismo, lo que se predica efectivamente apenas es
ms que la adequatio rei et intellectus escolstica, el hacer que eso que piensa en
nosotros sea igual a los objetos de su pensamiento de Platn, lo cual, si los objetos
son eternos y divinos, restaurar nuestro ser a su naturaleza original (Timeo 90).
Parece haber sido San Agustn el primero que enunci explcitamente que, in divinis,
vivir, conocer, y ser son una y la misma cosa (De Trin. 6.10.11, In Joan. Evang. 99.4,
y Conf. 13.11). Ser lo que uno conoce no es un estatuto dado, sino un estatuto que
hay que lograr. Lo que es inmediatamente verdadero es que como es el pensamiento
de uno, as deviene (yac cittas tanmayo bhavati); y debido a esto el pensamiento
debe purificarse y transformarse, pues si estuviera tan centrado en Dios como ahora
lo est en las cosas perceptibles por los sentidos, Quin no estara liberado de su
esclavitud? (MU. 6.34.4, 6).
56
Cf. mi Vedic Exemplarism, HJAS 1, 1936, 44-64. Los ngeles, como dice el
Maestro Eckhart, tienen menos ideas y usan menos medios que los hombres. Dios
tiene slo una idea y es nicamente ese uno, y no necesita ningn medio en absoluto.
57
He hecho solamente un uso limitado del admirable y comprehensivo trabajo de
F. H. Brabant Time and Eternity in Christian Thought, 1937. El trabajo de G. E.
Mueller Experimental and Existential Time (Philosophy and Phenomenological
Research, 6, 1946, 425-435) trata de fuentes griegas y cristianas. Yo no comprendo
sus palabras, Frente a esta absoluta afirmacin del ser en las recurrencias del tiempo
natural se alza la negacin hind del tiempo; pues difcilmente es una negacin del
tiempo decir que el tiempo y lo sin tiempo son ambos formas de Dios, que es
similarmente a la vez con forma y sin forma, audible y silente, y as sucesivamente;
y, es ciertamente tan verdadero de la India, como lo es de Grecia, que la belleza y la
substancia de la cultura humana se hace manifiesta en las celebraciones y festivales
estacionales del ao del alma. Hay un valioso tratamiento de nuestro tema por
Alberto Rougs, en su Las Jerarquas del Ser y la Eternidad, Tucumn, Argentina,
1943. No he visto el trabajo de Alexander Space, Time, and Deity. Joseph Katz, en su
Eternity Shadow of Time (Review of Religion 11, 1946, 36-45), intenta invertir
el concepto platnico y tradicional del tiempo, como una imagen o imitacin de la
eternidad, y tambin comete la equivocacin, muy comn, de suponer que debido a
que la satisfaccin de todos los deseos slo es posible ms all del tiempo, la
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satisfaccin debe posponerse, olvidando que el nunc aeternitatis est tan presente
aqu y ahora, como siempre lo estuvo, o siempre lo estar; en realidad, es el utopista
secular, que cree en la perfectibilidad de la sociedad humana, quien pospone
indefinidamente su felicidad, mientras que el f hijo del momento, toma el
efectivo y deja pasar el crdito. Katz, adems, piensa que la satisfaccin de todos los
deseos carecera de significado debido a que faltaran las necesidades que los
impulsan; Traherne proporciona la respuesta, admitiendo que ningn gozo podra
ser nunca all donde no hay ningn anhelo, dice que Dios anhela infinitamente todos
Sus gozos y que todos esos placeres anhelados los tiene infinitamente Su vida en
anhelos y gozos es infinita, y ambos se sienten como Su Delectacin Suprema.
58
Sobre el da sempiterno, ver arriba, nota 6, del Captulo I. Cf. tambin el
Sumrgete, esto es la anegacin del Maestro Eckhart. No debera ser necesario
decir que la anegacin, el anonimato, o el devenir nadie son de dos tipos
extremadamente diferentes, segn si uno se anega dentro de las aguas superiores o
dentro de las aguas inferiores. Uno retrocede de las aguas superiores debido
solamente al apego al Ego emprico y transitorio que no es mi S mismo; y uno
debera retroceder de una anegacin de las aguas inferiores, pues esto implica la
prdida incluso de la propia individualidad de uno, de manera que uno ya no tiene,
hablando propiamente, un nombre, sino slo un nmero, como un convicto, o como
en las sociedades proletarias, donde uno deviene una unidad estadstica y no ya una
persona. Haber perdido el propio s mismo de uno en lo infinito, y haber perdido el
propio s mismo de uno en lo indeterminado son, literalmente, mundos aparte, tan
aparte como el cielo y el infierno. Cundo vendr yo a ser nuevamente en Varua?,
RV. 7.86.2; el nico Mar, dem 10.5.1.
58a
Un nico da slo, que dura y no pasa, San Agustn, Ps. 89.15.
59
Angelus Silesius, Cherubinische Wandersmann 6.172.
60
Citado por Dean Inge, Philosophy of Plotinus, 2 ed. 1.121.
61
Ver abajo: Ruysbroeck hace un uso constante del trmino inmersin, un
equivalente exacto del pali ogadha, en la expresin comn amatogadha, inmersin
en, o anegacin dentro de, lo Sin Muerte, concebido como una mar insondable.
62
Como la gota deviene el ocano, as el alma se deifica, y pierde su nombre y
operacin, pero no su esencia, Pfeiffer p. 314.
63
Nostra pace, quel mare, al qual tutto si move, Paradiso 3.85, 86.
64
Entra a ese Ocano, que tu gota devenga un Mar que es un centenar de
mares de Omn, Dwn (Nicholson, Oda 12).
65
Mathnaw 4.2612 y passim.
66
A. 4.202; Udna 55; M. 1.487.
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CU. 6.10.1, Mu. Up. 3.2.8, y Prana Up. 6.5. Cf. RV. 7.86.2, Cundo
vendremos a ser nuevamente en Varua? (el Mar) = Brahma Cuyo mundo es las
aguas, Kau. Up. 1.7.
68
Tao Te Ching 32 Al Tao todo bajo el cielo vendr, como las corrientes y los
torrentes fluyen adentro de un gran ro o el mar. En el presente trabajo he pasado
por alto las fuentes chinas slo por falta de suficiente conocimiento de ellas.
69
El Presenciador y la Persona son uno y el mismo, pero respectivamente
como se ve sub specie temporis y sub specie aeternitatis.
Presenciador (upadra), soporte, experiente, Gran Seor, y tambin el S
mismo Supremo, tal se llama la Persona Altsima cuando est en este cuerpo (BG.
13.22); la Persona inmanente y experiente (MU. 6.10). Este es el que mira a
travs de los seres (KU. 4.6); el Veedor invisible (dra) otro que quien no hay
nadie que ve (BU. 3.7.23 y 8.11). Esta persona es tambin Agni como upadra,
JB. 3.261, en cuya semejanza funciona el Purohita como el auriga y upadrar del rey
para ver que ste no se extrave, dem 3-94. As pues, el Presenciador es nuestro
Hombre interior, de quien nada hecho por el hombre exterior est oculto.
Nuevamente, la Persona aqu, el Comprehensor, es, l mismo, ese Progenitor
(Prajpati) que es el Ao, cuyas quince partes son sus propiedades; y la decimosexta
parte, es eso que queda (kyate, ); la cual parte que queda, que se compara al
cubo de una rueda, se representa por la noche de la luna nueva, a cuyo alrededor
rotan los medios meses creciente y menguante (BU. 1.5.14, 15); es con esta
decimosexta parte residual (atisi), cuando las otras partes han sido mortificadas,
con lo que uno comprende los Vedas (CU. 6.7). Esta es la Persona residual cuya
unidad (ekatvam) se alcanza trascendiendo todos sus aspectos (MU. 4.6), y ms all
de quien no hay absolutamente nada ms (KU. 3.11). Esto es tambin el Residuum
(ucchiam) que el AV. 11.7, describe como la sntesis (samdhi) de todas las cosas
y el origen de todo; esto es la Fons Vitae, y yo no s de ningn otro texto en el que
la plenitud del contenido de la Eternidad se exprese tan adecuadamente.
70
Wilbur M. Urban, The Intelligible World, 1929, p. 268.
71
Ren Guenn, La mtaphysique orientale, 1939, pp. 15, 17.
72
R. A. Nicholson, Commentary on Rm, Mathnaw 1.2110-2111.
67
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