Abuso Sexual en Menores Tratamiento

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Universidad Bicentenaria de Aragua

9no Semestre
Teora de los Tratamientos III
Paula Alejandra Rivas De Gouveia
C.I.: 18.369.407

TRATAMIENTO PSICOLGICO DE NIOS VCTIMAS


DE ABUSO SEXUAL
Remedios Portillo Crdenas
Equipo de Orientacin Educativa
Malaga-Centro.
E-mail [email protected]

Maracay, 29/06/09

EL ABUSO SEXUAL
Se define el abuso sexual a menores como la actividad encaminada a proporcionar placer sexual,
estimulacin o gratificacin sexual a un adulto, que utiliza para ello a un nio/a, aprovechando su
situacin de superioridad. Consideramos adems que existe abuso sexual cuando se dan las
circunstancias de asimetra de edad entre vctima y agresor, lo que supone una diferencia de
aproximadamente cinco aos; cuando existe asimetra de poder, pues el abusador es el que controla o
tiene algn tipo de autoridad con respecto a la vctima; cuando aparece asimetra de conocimientos pues
se supone que el que abusa utiliza su astucia, y cuando existe asimetra de gratificacin.
Las formas ms comunes de abusos sexuales a menores son: el incesto, la violacin, la vejacin
y la explotacin sexual (Gallardo 1997a).
Algunos de estos comportamientos por parte de los agresores pueden consistir en exhibir sus
rganos sexuales, tocar, besar, o manosear a los menores, conversar con ellos de forma obscena, exhibir
pelculas pornogrficas o fotos, hacer fotos de los menores desnudos, inducirlos a realizar actividades
sexuales o erticas, etc., todo ello con el objetivo de obtener una gratificacin sexual. Una relacin ms
detallada sobre los diferentes tipos de abuso sexual la podemos encontrar en Martnez y de Pal (1993) y
tambin en ADIMA (1993).
Lpez y del Campo (1999), expresan que existen falsas creencias en este tema pues se
considera que los abusos ocurren raramente, que slo lo sufren las nias, que actualmente se dan ms
abusos que en el pasado, que se dan en clase social baja y que los nios no suelen decir la verdad.
Todas estas opiniones, bastante extendidas son discutidas por estos dos autores que explican claramente
cmo los abusos son ms frecuentes de lo que pensamos, que se dan en todas las clases sociales y que
es conveniente creer a los nios o al menos prestarles toda la atencin necesaria cuando dicen que han
sufrido un abuso. Tambin Topper (1988) destaca en un informe de FUNCOE (Fundacin Cooperacin y
Educacin) y la Alianza internacional Save the Children, la peligrosa frecuencia con la que se producen
los abusos sexuales infantiles y aboga para que esta cuestin deje de considerarse un tema tab. Un
23% de las nias y un 15% de los nios sufre abuso sexual en Espaa segn un estudio de FUNCOE.
Este informe fue presentado en Valencia con motivo de un Seminario sobre Prevencin del Abuso Sexual
(Revista Escuela Espaola, 1998).
No obstante, Sosa y Capafons (1996) indican que los resultados sobre estudios de incidencia y
prevalencia de abusos sexuales en la infancia y adolescencia tienden a arrojar resultados muy dispares
entre s y la extrapolacin de resultados a la poblacin general debe realizarse con precaucin.
Algunos de estos comportamientos por parte de los agresores pueden consistir en exhibir sus
rganos sexuales, tocar, besar, o manosear a los menores, conversar con ellos de forma obscena, exhibir
pelculas pornogrficas o fotos, hacer fotos de los menores desnudos, inducirlos a realizar actividades
sexuales o erticas, etc., todo ello con el objetivo de obtener una gratificacin sexual. Una relacin ms
detallada sobre los diferentes tipos de abuso sexual la podemos encontrar en Martnez y de Pal (1993) y
tambin en ADIMA (1993).
Lpez y del Campo (1999), expresan que existen falsas creencias en este tema pues se
considera que los abusos ocurren raramente, que slo lo sufren las nias, que actualmente se dan ms
abusos que en el pasado, que se dan en clase social baja y que los nios no suelen decir la verdad.
Todas estas opiniones, bastante extendidas son discutidas por estos dos autores que explican claramente
cmo los abusos son ms frecuentes de lo que pensamos, que se dan en todas las clases sociales y que
es conveniente creer a los nios o al menos prestarles toda la atencin necesaria cuando dicen que han
sufrido un abuso. Tambin Topper (1988) destaca en un informe de FUNCOE (Fundacin Cooperacin y
Educacin) y la Alianza internacional Save the Children, la peligrosa frecuencia con la que se producen
los abusos sexuales infantiles y aboga para que esta cuestin deje de considerarse un tema tab. Un
23% de las nias y un 15% de los nios sufre abuso sexual en Espaa segn un estudio de FUNCOE.
Este informe fue presentado en Valencia con motivo de un Seminario sobre Prevencin del Abuso Sexual
(Revista Escuela Espaola, 1998).

No obstante, Sosa y Capafons (1996) indican que los resultados sobre estudios de incidencia y
prevalencia de abusos sexuales en la infancia y adolescencia tienden a arrojar resultados muy dispares
entre s y la extrapolacin de resultados a la poblacin general debe realizarse con precaucin.
INDICADORES DE ABUSO SEXUAL

Fsicos.

El nio usa ropa interior manchada, rota o con sangre.


Enfermedades de transmisin sexual.
Embarazo.
Infeccin genital.
Trauma fsico o irritacin del area genital/ anal( especialmente si las explicaciones no existen o
son inconsistentes).
Dolor durante la miccin o defecacin.
Dificultad para caminar o sentarse debido al dolor genital o anal.
Sntomas psicosomticos.
Presencia de chupones o moretones en cuello, cara, genitales, glteos, lado interno de los
muslos. (Araya y cols,1999).

Conductuales en nios.

1. Conducta sexual en nios (conocimiento detallado e inapropiado, conducta sexual inapropiada,


inusual o agresiva con amigos o con juguetes, masturbacin compulsiva, curiosidad sexual
excesiva, conducta seductora y exhibicionista).
2. Miedos y fobias inusuales a adultos, a salir a jugar, a la madre o al padre.
3. Problemas escolares o cambio significativo del rendimiento escolar.
4. Trastorno de la alimentacin.
5. Conducta compulsiva evidente.
6. Conducta inapropiada para la edad (pseudomaduracin o conducta regresiva).
7. Incapacidad para concentrarse.
8. Trastornos del sueo.
9. Conductas violentas y agresivas.
10. Demostraciones de una combinacin de violencia y sexualidad en los dibujos, juegos, lenguaje y
trabajo escolar en general.
11. Autoagresin y conductas de riesgo.
12. Reacciones disociativas (confusin, alucinaciones auditivas, cambios marcados de personalidad
u olvido del episodio de abuso). ( Araya y cols,1999).

Conductuales en adolescentes.

1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.

Prostitucin y promiscuidad.
Excesiva preocupacin por homosexualidad (especialmente en varones).
Aislamiento y depresin.
Conducta excesivamente quejumbrosa.
Mala higiene o bao excesivo.
Mala relacin con los pares.
Conducta desaptativas (agresividad, fugas o delincuencia).
Abuso de alcohol y drogas.
Trastornos de la alimentacin.
Problemas escolares
Episodios micropsicticos y disociativos
Intentos de suicidio u otras conductas autodestructivas.
Miedo repentino.

14. No participar en deportes ni actividades sociales (Araya y cols,1999).


CONSECUENCIAS PSICOLGICAS DEL ABUSO SEXUAL
En la mayora de los casos el abuso sexual provoca en las vctimas numerosas secuelas
negativas a nivel fsico, psicolgico o comportamental.
Podemos distinguir consecuencias a corto y a largo plazo. ADIMA (1993) indica que, a largo
plazo, los abusos determinan una presencia significativa de los trastornos disociativos de la personalidad
como son alcoholismo, toxicomanas y conductas delictivas, aparte de graves problemas en el ajuste
sexual.
Las consecuencias son diferentes si el abusador es un familiar, un extrao u otro nio (aunque se
habla de abuso cuando el agresor es significativamente mayor que la vctima o cuando est en una
posicin de poder o control sobre ella); tambin es diferente si la relacin sexual ha sido violenta o no.
Los abusos en familia suelen ser ms traumticos, ya que para el nio suponen adems sentimientos
contradictorios en cuanto a la confianza, la proteccin, y el apego que esperamos y sentimos con relacin
a nuestros propios familiares. Personalmente opino que no todos los nios manifiestan el mismo grado de
afectacin, para algunos, el abuso, puede significar un trauma y para otros las consecuencias pueden ser
diferentes. En algunas ocasiones, puede suceder que el grado de sufrimiento no est relacionado o en
proporcin con el suceso en el que el nio ha estado involucrado.
El trauma es el resultado de un acontecimiento al que la persona no encuentra significado, y que
experimenta como algo insuperable e insufrible. Finkelhor y Browne (1985) definen la dinmica
traumagnica como aquella que altera el desarrollo cognitivo y emocional de la vctima, distorsionando su
autoconcepto, la vista del mundo y las habilidades afectivas. El trastorno de estrs postraumtico se
manifiesta en las personas despus de un acontecimiento catastrfico e inhabitual. Ullmann y Werner
(2000) exponen en su obra los distintos tipos de traumas que pueden sufrir los nios por causas muy
diferentes como pueden ser la separacin de los padres, la muerte de estos, la vivencia de una guerra o
el abuso sexual. Los sntomas ms frecuentes del trauma son, vueltas al pasado y sueos con
representacin del suceso ocurrido, insomnio y depresin. Sntomas que suelen persistir durante mucho
tiempo, aos, y a veces, durante toda la vida. Sobre el tratamiento del trauma, Malacrea (2000) hace una
amplia disertacin acerca de nios que han sido vctimas de abuso y expone su larga experiencia en este
tipo de tratamiento.
Topper (1988), indica que Flix Lpez, catedrtico de Sexologa de la Universidad de Salamanca
en sus investigaciones, ha llegado a la conclusin de que no todas las vctimas necesitan terapia, pero
todas necesitan ayuda. La vctima puede necesitar una terapia, el agresor la necesita siempre. Nuestro
trabajo, repetimos, va dirigido a la vctima (nio/a), aunque otras personas relacionadas con el abuso
sufrido necesiten tambin algn tipo de tratamiento.
Arruabarrena (1996) y Cantn y Corts (2000) expresan que las manifestaciones negativas de los
menores suelen ser: confusin, tristeza, irritabilidad, ansiedad, miedo, impotencia, culpa y autorreproche,
vergenza, estigmatizacin, dificultad tanto en las relaciones de apego como dficit en las habilidades
sociales, aislamiento social, desconfianza hacia todos, o a veces, hacia personas del sexo del agresor,
baja auto-estima, impulsividad, trastornos del sueo o de la alimentacin, miedo, problemas escolares,
fugas del domicilio, depresin, labilidad, conductas autodestructivas y/o suicidas, etc.
Segn Arruabarrena (1996) los menores vctimas de abuso pueden convertirse en potenciales
agresores; suelen manifestar adems, conductas hipersexualizadas como la masturbacin compulsiva,
conductas seduc-toras, o un exceso de curiosidad por los temas sexuales.
Un estudio detallado y con abundante bibliografa sobre la sintomatologa de las vctimas y la
relacin con el tipo de abuso, la edad y el gnero, lo encontramos en Cantn y Corts (2000).
Lpez (1995) indica que existen diferencias en cuanto a edad y gnero. Si las vctimas son nias
suelen manifestar depresin y ansiedad. En el caso de los nios puede ocurrir, que se manifiesten ms

agresivos o que se conviertan en abusadores de otros nios. Aunque, de Pal (2000), Profesor Titular de
la Facultad de Psicologa de la Universidad del Pas Vasco, en una conferencia pronunciada en la
Universidad de Mlaga, indic que es frecuente decir que los abusadores han tenido en su infancia una
historia de abuso sexual o al menos as lo relatan. Pero no es posible decir que haya una transmisin
intergeneracional porque no cuadran las cifras; la mayora del abuso se produce de varn a mujer y la
mayora de las mujeres no son abusadoras sexuales. S, se puede decir que puede pesar la historia de
abuso sexual en cuanto a varones que han sido vctimas de abuso sexual por parte de otro varn, y que
van a abusar sexualmente de otros varones, o tambin haber sido vctimas de abuso sexual por parte de
un varn y abusar de mujeres.
Recientemente Finkelhor (2000), afirma que existe una mayora de abusadores menores, un
tercio del 90% masculinos; estos menores a los que nos referimos suelen imitar el abuso que ya han
sufrido. Es posible que tengan una historia de rechazo social y de estigmatizacin sin que ellos mismos
sepan el motivo o la causa inicial de estos problemas.
Martnez y de Pal (1993), distinguen efectos que ocurren asociados a la edad del nio:
Preescolar, Infancia y Adolescencia. Segn el tiempo: se distinguen sntomas que van a aparecer a corto
y a largo plazo. Estos autores indican adems, otras variables que afectan a la gravedad de las
consecuencias, tales como la frecuencia y la duracin.
Todos los datos anteriores respecto al tipo de abuso se obtienen durante la evaluacin y son
previos a la intervencin teraputica. En nuestro trabajo partimos de que esta evaluacin ya ha sido
realizada y adems se han conseguido establecer lazos de empata con el nio. Gallardo, Trianes y
Jimnez (1998) expresan que esta evaluacin previa en la que el nio manifiesta sus problemas supone
un desahogo no traumtico que deja al nio relajado y satisfecho de la atencin recibida. Es cierto que la
misma evaluacin debe tener desde su inicio intencin teraputica.
EFECTOS DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL:
Efectos sexualizadores: el aumento de las actividades sexuales, tanto durante la niez y adultez, es una
de las respuestas ms especficas al abuso sexual. Se manifiesta una tendencia a iniciar contacto sexual
con otras personas, o nios que se involucran en juegos sexuales con otros. ( Araya y cols,1999). Los
nios que sufren abuso sexual muestran confusin y ansiedad respecto a su identidad sexual. Temen que
su imperfecta resistencia al abuso signifique orientacin sexual. ( Araya y cols,1999).
Efectos emocionales: en muchos estudios se describen sentimientos de culpa y responsabilidad en la
vctima, principalmente en nios mayores, debido a que crean que se encontraban capacitados para
haberlo evitado, ms an si tuvieron alguna respuesta fsica o disfrutaron de la mayor atencin y ternura.
Se describe una sensacin de perdida o aislamiento del medio. Inclusive la victimizacin podra dificultar
las relaciones de confianza con el sexo opuesto( Araya y cols,1999)..
Animo depresivo: se da asociado con rabia, dirigida al abusador, hacia la familia o hacia los servicios
sociales, y se expresa a travs de una sensacin de desesperanza acompaada de ira. Los nios
abusados generalmente sienten rabia contra su padre, pero las nias se enojan con su madre, tienen una
autoimagen baja relacionada con la imagen del cuerpo y la relacin con los padres y presentan fatiga,
alteracin del sueo y el apetito y preocupaciones generales de salud. ( Araya y cols,1999).
Efectos ansiosos: Se evidencian pesadillas, quejas somticas y temor aumentado, asociado a recuerdos
rpidos de la experiencia de abuso o del contexto en que este ocurri. Estudios realizados por diversos
autores demuestran la relacin entre abuso infantil y trastornos fbicos en mujeres, autoestima,
sexualidad y satisfaccin marital y regularizacin de nimo. En hombres se encuentra una mayor
prevalencia de depresin, sentimientos suicidas, baja autoestima y trastornos de la ansiedad. ( Araya y
cols,1999).

Efectos conductuales: en nios se manifiesta el desarrollo de conductas agresivas como matonaje, actos
antisociales y desobediencia crnica. En las nias se encuentran conductas autodestructivas como
actividades suicidas o respuestas anorxicas. ( Araya y cols,1999).
TRATAMIENTO
El abuso sexual presenta diferentes formas y por tanto tambin el tratamiento ha de ser diferente:
no es lo mismo si ha existido o no contacto fsico ntimo, vaginal o anal; si ha consistido en exhibicionismo
o induccin al menor a realizar actividades sexuales.
Arruabarrena (1996) distingue el tipo de intervencin segn su grado de urgencia. No es igual
una intervencin en el momento de la crisis que una intervencin a medio o largo plazo. El tipo de
intervencin depende tambin de las necesidades especficas del menor y de la severidad de sus
problemas (Arruabarrena y de Pal, 1994).
Segn Peterson y Urquiza (1993) deben tenerse en cuenta adems, las caractersticas del nio:
edad, capacidad verbal, madurez emocional, etc.
En cuanto a la duracin del tratamiento, Gallardo (1997b) distingue los que pueden ser
desarrollados a corto, medio y largo plazo. Nuestro trabajo est pensado para una temporalizacin de
medio plazo y en cuanto al lugar (familia o centro) optamos por un centro especfico tipo ambulatorio,
gabinete o centro escolar. El trabajo tendr adems como edad de referencia a los nios en la etapa
escolar de Primaria (6-12 aos).
Aunque el tratamiento en estos casos de abuso puede ir dirigido a la familia, o a la pareja, y
llevado tanto a nivel individual como grupal, nosotros nos centraremos en la terapia individual, puesto que
el trabajo est pensado para nios que han sufrido abuso extrafamiliar. Esto no quiere decir que no se
incluya a la familia en el tratamiento. Segn Jimnez (1997) la familia, debe incluirse en la medida en que
tenga un papel directo en la etiologa y mantenimiento del problema.
OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO
Se centran en ayudar al menor a entender, integrar y resolver aquellas experiencias que afectan
a su desarrollo, a sus pautas de interaccin con el entorno y, a su seguridad. En el contexto de la
psicoterapia individual, el terapeuta ejerce hacia el nio el rol de un adulto con el que se puede relacionar
de manera sana y segura. De esta manera se pretende que el nio recupere la confianza bsica en s
mismo y aprenda a relacionarse de manera adaptativa con otros adultos y con sus iguales (Urquiza y
Winn, 1994).
Gallardo (1997b) indica adems que el tratamiento debe ir encaminado a optimizar aquellas
potencialidades que han quedado afectadas y a eliminar aquellas que favorecen el descontrol. Distingue
tres niveles de intervencin: a nivel fsico, emocional y comportamental. Nosotros nos limitaremos al
tratamiento de estos dos ltimos. Para el nivel fsico, aunque puede tratarse desde el punto de vista
psicolgico, prefiero el diseo y la intervencin mdica. Esta intervencin puede ser de forma individual o
en equipo, adems de interdisciplinar; en esta forma (en equipo e interdisciplinar), actuaran de modo
conjunto: trabajador social, mdico y psiclogo.
Echebura y Guerricaechevarra (2000) proponen como objetivos de las intervenciones, los
siguientes:
a) Como objetivo de la terapia psicoanaltica sera la catarsis emocional que consiste en favorecer la
comunicacin del paciente de las experiencias vividas.
b) Objetivos de la psicoterapia cognitiva seran: la reestructuracin cognitiva y el entrenamiento en
habilidades especficas de afrontamiento de estrs.
c) Objetivos del tratamiento conductual seran aumento o implantacin de conductas deseables y
reduccin o eliminacin de las indeseables.
Una exposicin ms detallada de los objetivos del tratamiento la encontramos en Arruabarrena (1996).

REFLEXIONES SOBRE EL TRATAMIENTO CON NIOS VCTIMAS DEL ABUSO


La terapia individual es el recurso de intervencin ms utilizado con menores. El tratamiento de la
vctima, debe, en nuestra opinin, ser diseado a medida teniendo en cuenta la evaluacin inicial y los
problemas que manifiesta esa persona en concreto. Ahora bien, existen unas normas generales en estos
tratamientos a las que haremos referencia, como son:
En cualquier tipo de tratamiento infantil debemos mostrar empata, hacer saber al nio que
conocemos sus sentimientos y expresarle nuestro afecto. Ayudar al nio a reconocer sus sentimientos. El
terapeuta debe inspirar confianza pues en ella se basa parte de su tarea. Cornejo (1996) indica que a
veces el terapeuta pone todo su empeo en disear y planificar actividades para el tratamiento, y aunque
esto es necesario, es ms importante an, que el nio sienta que estamos dispuesto a ayudarle, que
puede contar con nosotros y que tendr una ayuda sistemtica en la que puede confiar.
Tuma (1993), hace un estudio sobre las terapias clsicas aplicas a nios y distingue entre terapia
psicoanaltica, de orientacin psicoanaltica, de relacin, estructurada y de terapia centrada en el cliente.
En la terapia psicoanaltica se pretende que el nio entienda sus sentimientos problemticos y sus
defensas, de modo que pueda tratarlos directamente (lo que es conocido como insight). El insight se
consigue mediante la tcnica de interpretacin. En el proceso de logro del insight, lo inconsciente se
convierte en consciente.
En resumen, se trata de que la persona conozca y resuelva sus conflictos inconscientes. Este
autor afirma que en la psicoterapia de orientacin psicoanaltica se trata en primer lugar de aliviar los
sntomas que producen problema. El tratamiento consiste en interpretar la conducta como una defensa
contra la ansiedad, en orden a poner fin a esa conducta.
En la terapia de relacin se intenta ayudar al nio a conseguir un sentimiento de valor personal,
liberarlo de los efectos dainos de su hostilidad y ansiedad. Esta terapia se centra en la situacin actual y
en la relacin de paciente con el terapeuta.
La terapia mediante el juego estructurado, parte de la terapia psicoanaltica, pero sustituye el
lenguaje por el juego.
La psicoterapia centrada en el cliente intenta corregir un aprendizaje defectuoso, proporcionando
al individuo la oportunidad de desarrollar una autoconciencia y una visin positiva de s mismo. Estos
enfoques se distinguen a lo largo de dos dimensiones principales: la postura activa o pasiva del terapeuta
y el nfasis en la relacin o en la tcnica como factor que produce el cambio.
Del Barrio (1997) hace referencia a los tcnicas teraputicas ms usuales basadas en las
distintas escuelas. Las tcnicas de Modificacin de Conducta parten de las conductas inadecuadas o los
sntomas son conductas aprendidas y por tanto, el tratamiento debe ir dirigido a aprender a modificar
estos patrones.
En cualquier perturbacin, siguiendo esta tcnica se eligen la conductas con las que se va a
trabajar en funcin de su relevancia, frecuencia y facilidad para modificarla; planificando adems la
correcta aplicacin de premios y castigos. Por su parte las Teoras Cognitivas parten de que en las
conductas inadecuadas o en los sntomas existen atribuciones causales y pensamientos distorsionados
que los generan. Se trata de reestructurar los patrones de ideas negativas. Habra que entrenar al nio en
tcnicas de autocontrol tanto del pensamiento como del propio cuerpo y control de las preocupaciones,
estrategias de resolucin de problemas y en habilidades sociales.
El entrenamiento en asertividad, dentro del campo de las habilidades sociales, significara
ensear al nio a defender o establecer los propios derechos sin agredir ni ser agredido (Lpez y del

Campo, 1999). Aunque habra que tener tambin en cuenta que tampoco sera conveniente en
estrategias de prevencin volcar toda la carga de la misma en el nio, pues los resultados indican
claramente que ningn agresor hubiese dejado de abusar sexualmente del menor si ste se hubiese
resistido ms, (Lpez, 1998).
Siguiendo a Echebura y Guerricaechevarra, (2000) la actuacin ira encaminada a los
siguientes logros:
a) Reestructuracin cognitiva, ya que las preocupaciones del nio pueden distorsionar la percepcin de la
realidad y la creencia en sus propios recursos para afrontarla. Esta tcnica ira pues, enfocada
a detectar y a modificar los pensamientos distorsionados en relacin con la situacin de
maltrato y abuso.
b) Entrenamiento en habilidades especficas de afrontamiento dirigidas en primer lugar a reducir los
niveles de ansiedad por medio de la tcnica de relajacin muscular progresiva; en segundo
lugar, a controlar las preocu-paciones mediante las tcnicas de detencin del pensamiento y de
distraccin cognitiva y la programacin de actividades incompatibles; y en tercer lugar dar
pautas de actuacin.
En concreto las tcnicas cognitivas ms usuales seran:
a) Tcnicas de habilidades especficas de control por una parte del pensamiento en cuanto a
preocupaciones, atribuciones causales negativas y pensamientos distorsionados y por otra parte de
control del cuerpo, mediante la relajacin muscular .
b) Estrategias de entrenamiento en asertividad, que podra resumirse en que la persona tiene derecho a
expresar y pedir lo que desea, a pedir que se respeten sus derechos, a negarse a complacer a los
dems; todo esto teniendo en cuenta que tambin tiene que respetar los derechos de los otros (Caballo,
1993). Para Nyman (1998) una persona cuyos territorios espaciales, corporales y emocionales han sido
violados necesita ayuda para establecer y restablecer los lmites de dicho territorio. Necesita ayuda para
identificar y expresar sentimientos de deseo y no deseo, sentimientos positivos y negativos, sus zonas
privadas, buenos y malos secretos. Los lmites o fronteras son un rea de tratamiento importante.
c) Entrenamiento en habilidades de resolucin de problemas que se define segn Rodrguez Naranjo y
Gavino (1997) como un proceso cognitivo comportamental que ayuda al sujeto a hacer disponibles una
variedad de alternativas de respuesta para enfrentarse con soluciones problemticas y a incrementar las
respuestas ms eficaces de entre esas alternativas.
Por ltimo, la Terapia Humanstica apela a los aspectos ms sanos de la personalidad y a los
valores humanos comunes entre el terapeuta y el paciente. Intentan ver a la persona desde el punto de
vista global, integrando el cuerpo la mente y las emociones en un mismo marco de accin; dentro de ella
se incluye la terapia Gestalt. Un programa completo siguiendo este modelo terico de terapia dirigido a
nios, se encuentra en el trabajo de Cornejo (1996).
TCNICAS DE INTERVENCIN
Cuadro 2. Tcnicas de intervencin
ACTIVIDADES ESPECFICAS:
1.- CONVERSACIONES CON EL NIO
A) EN CUANTO AL ABUSO SUFRIDO
B) EN CUANDO A CONDUCTAS SEXUALES
2.- JUEGO LIBRE Y DIRIGIDO
3.- PSICODRAMA
4.- ROLE-PLAYING
5.- DIBUJOS LIBRES
6.- REDACCIONES
7.- RELAJACIN
8.- MUSICOTERAPIA

Dar respuesta a todos los problemas que hemos abordado desde una sola escuela de
psicoterapia sera prcticamente imposible. Frecuentemente se suele optar por una intervencin
eclctica a la hora de elegir un tratamiento.
Existen tcnicas que sin cumplir unos requisitos estrictos de pertenencia a una escuela de
psicoterapia determinada o sin cumplir ciertos criterios, son usuales y de eficacia en los tratamientos con
nios: por ej. el reforzamiento positivo, que suele utilizarse en cualquier intervencin teraputica, o la
relajacin. Ms que tcnicas pueden considerarse como un complemento de todas ellas.
CONVERSACIONES Y ACTITUDES CON EL NIO
Asumimos que el tratamiento debera incluir una serie de conversaciones y actitudes con
el nio (Tabla 2), en las que conviene tener en cuenta lo siguiente (Escuela Espaola, 1998).
a) En cuanto al abuso sufrido
- Explicar que ellos no son culpables del abuso, aunque as lo crean.
Para Nogueiras y otros (1994), el adulto aprovecha la ventaja que le da su posicin de poder o
autoridad para envolver a la menor en la actividad sexual. sta carece de capacidad para negarse, o
incluso, criterios para saber si este tipo de conductas son las que hay que esperar de las personas
adultas. Su desarrollo emocional y cognitivo, todava no se lo permite, y en, otros, son las mismas
estrategias utilizadas por el adulto las que minan su capacidad de decisin. En estos casos, el
consentimiento es una falacia.
- Es preciso asegurar al nio que el abuso no se repetir, puesto que se han tomado las medidas
oportunas. Significa adems dotar al nio de estrategias para la prevencin y para afrontar el abuso si
volviese a ocurrir.
- Decirle que saldr adelante, asegurando tambin nuestra ayuda. Explicarle que el abuso podr
superarse y que no determinar toda su vida. Nyman (1998) insiste en que debemos a ayudar al nio a
aceptar. La vida debe continuar y normalizarse todo lo posible en el caso de los nios vctimas de abusos
sexuales. El terapeuta debe ocuparse de que el nio no quede atascado en su identidad de vctima. Las
experiencias difciles no pueden ser totalmente olvidadas y quizs no deberan olvidarse completamente,
pero s deben ser asimiladas, integradas y transformadas, pasando de ser algo insoportablemente
vergonzoso a un triste recuerdo que no tiene por qu suponer una memoria constante y un tormento sin
fin.
- Motivarle para que hable del suceso y/o los sucesos de abuso que el nio ha sufrido, dicindole que es
conveniente para l, aunque sin obligarle a que lo haga. No juzgar cuando el nio relate los hechos e
insistir en que ellos no son culpables.
b) En cuanto a conductas sexuales, segn Arruabarrena (1996), hay que tener en cuenta que, cuando los
nios han sido vctimas de abuso es posible que se den en ellos conductas de precocidad sexual o que
se conviertan a su vez en abusadores, e incluso, lo que es ms grave, que continen manteniendo una
relacin con el abusador/a. Por esto, adems, de una adecuada educacin sexual ajustada a su edad y
nivel cognitivo, es necesario hablar con el nio de los temas que siguen.
- La Sexualidad en relacin con otros
Indicarle que las conductas sexuales pueden ser adecuadas si cumplen las siguientes condiciones:
. Las relaciones sexuales pueden darse entre personas adultas, no entre nios.
. Es conveniente que sean entre personas de aproximadamente la misma edad; Lpez (1995) habla de la
asimetra de edad entre el abusador y el abusado.
. Deben ser con consentimiento mutuo.
. Fuera del mbito de la familia.
. En una relacin de pareja estable.
- La conducta sexual de la masturbacin:

Esta puede ser una de las conductas hipersexualizadas de las que hemos hecho referencia.
. Es conveniente explicar al nio que estas conductas son ntimas y no deben manifestarse en pblico.
. En nuestra opinin es una opcin que no ayuda a la persona en su autocontrol y en su desarrollo
socioafectivo.
Arruabarrena (1996) expresa que la intervencin teraputica en este tipo de problemas se centra
en corregir las distorsiones cognitivas del nio respecto a la conducta sexual, reforzar las inhibiciones
internas y los controles externos en relacin a las conductas sexuales inaceptables, y asegurar que el
nio adquiera las habilidades necesarias para controlar su conducta y satisfacer sus necesidades
sexuales de una manera culturalmente aceptable.
Algunos nios, que han sido abusados por varones, tienen miedo a sentirse homosexuales
(Glaser y Frosh,1997); habra que mitigar la ansiedad sexual de estos nios insistiendo en la no
culpabilidad del menor, aunque haya habido consentimiento por su parte. Insistir en que su
consentimiento no es vlido ya que aunque a l le parezca no tiene la madurez suficiente para decidir ya
que sta se alcanza con la edad adulta.
c) Resumimos, a partir de los escritos de Camp (1985) y de Lpez (1995), una serie de temas que
conviene trabajar con los nios:
- Tu cuerpo es bueno y te pertenece.- La sexualidad tambin lo es.- Ningn nio est obligado a besar a
nadie ni a dejarse tocar, abrazar o besar. Y esto no es slo para los extraos, tambin para los
familiares.- Tienes derecho a decir no. Si alguien trata de tocarte de forma que te haga sentir raro, di
no y cuntamelo de momento.
En resumen para Lpez (1998), lo anterior significa que tendramos que hablar de forma positiva
de la sexualidad, advirtiendo al nio que algunas personas pueden utilizar la sexualidad de forma
equivocada. Sera tambin imprudente inculcar excesivo miedo o sospechas inadecuadas cuando
establezcan lazos emocionales o afectivos normales con sus amigos o adultos. Es muy importante que
los nios vivan la sexualidad sin relacionarla con el abuso sexual.
Ensear a los nios que el respeto a los mayores no quiere decir que tengan que obedecer
ciegamente a los adultos. Hablar a los nios de lo que significa la obediencia responsable.
Para Juvonen (1999) los nios esperan que los agresores tengan un aspecto determinado, no
piensan que stos puedan parecerse a su padre o amigos de familia. Es bueno que los nios sepan que
los pedfilos suelen darse consejos como No intentes forzar al nio. Coge sus cosas y te seguir. Se
pretende tambin ensear a los nios que ellos son ms valiosos que cualquier bien o propiedad.
d) Una vez que el nio ha dicho no, puede aparecer un tema ms sutil y que quizs pueda ser
entendido por nios mayores. Se trata del tema del acoso sexual. En el acoso, el abusador intenta
conseguir los favores sexuales de la vctima, quizs de forma abierta o tal vez de forma solapada.
Cuando recibe el rechazo suele pasar a otra forma de acoso, que podra ser el acoso moral. Puede que
se dedique a desprestigiar, a minusvalorar a esa persona o a descalificar e infravalorar sus trabajos.
Defenderse de esta situacin es ms difcil pero no imposible (Hirigoyen,1999).
ACTITUDES Y TEMAS DE CONVERSACIN: EN CUANTO...
Al abuso sufrido

Conductas sexuales

. No culpabilizar al menor
. Asegurar que el abuso no se repetir
. Ofrecer nuestra ayuda para superar el
abuso
. Motivarle para que hable del suceso
. Deben ser social y ticamente
aceptables

.
Qu
son
las
conductas
hipersexualizadas
. Problemas de identidad sexual
Asertividad
. Aprender a decir no
. Obediencia responsable a los adultos
. No todas las relaciones que se
establecen son peligrosas
Otras
. Actitudes positivas hacia la sexualidad
. El acoso moral
Tabla 2. Entrevistas con el nio: temas a tratar y actitudes del adulto
JUEGO LIBRE Y DIRIGIDO
Puede recibir el nombre de ludoterapia. Existen dos modalidades de esta tcnica, la no directiva y
la planificada. La forma de trabajo, en la primera, sera decir al nio que puede trabajar o jugar como l
quiera, y tambin que puede explicar todo lo que se le ocurra durante el tiempo en que lo est haciendo,
tanto del dibujo como de lo que l quiera hablar.
En la forma planificada el terapeuta interviene indicando al nio el contexto en el que debe jugar o
la forma en que debe hacerlo. Tanto en una como otra, el terapeuta, puede intervenir en el juego
reconducindolo hacia lo que considere necesario. Para las distintas actividades debe disearse un
programa de actuacin que incluya: preparacin del lugar de trabajo con distintas clases de objetos
ldicos tales como tteres, juguetes tanto de figuras humanas como de objetos; y objetos que no siendo
juguetes puedan despertar la creatividad del nio o el deseo de jugar como lpices y hojas para dibujar, o
escribir, etc.
En el caso del abuso, que estamos tratando, los juguetes pueden ser muecos con atributos
sexuales bien definidos (Del Barrio, 1997), si se pretende que el nio se exprese y libere su angustia
mediante la manifestacin de sus sentimientos en el juego.
PSICODRAMA
Moreno (1979), define el psicodrama como un mtodo de investigacin de la verdad a travs de
mtodos dramticos. Se pretende, la expresin y verbalizacin de los sentimientos.
La tcnica consiste en montar secuencias teatrales donde se expresan libremente los
sentimientos que se desean, esta tcnica es difcil en tratamiento individual, siendo ms fcil en
tratamiento grupal, no obstante puede emplearse una variante de la misma: la silla vaca. En la silla, se
supone que se encuentra la persona a la que tenemos que dirigirnos, naturalmente con nuestros
conflictos. Despus se invierten los papeles y el nio pasa a ocupar la silla que estaba vaca y se dirige al
que se supone est en el lugar que l ha abandonado. A los nios parece no gustarles esta tcnica, por lo
que puede ser ms recomendable utilizar el teatro de guiol.
ROLE-PLAYING
Esta tcnica que es una variedad del Psicodrama, aunque aqu los participantes desempean
papeles o roles diferentes a los que tienen asignados en la vida real. Consiste en que una persona acte
de forma y manera como lo hara otra.
Gallardo (1997b) propone su utilizacin en el apartado que corresponde al tratamiento emocional
en el abuso, puesto que hay nios incapaces de expresar sus sentimientos y emociones despus del
mismo; con el role-playing se pretende que aprendan a expresarse. Esta expresin, repetimos, debe ser
para ellos una liberacin.
DIBUJOS LIBRES

El dibujo, a la vez que nos ayuda a evaluar el maltrato que el nio ha sufrido (Test del Dibujo de la
Figura Humana Goodenouhg y Machover, Test de la Familia, Test del rbol, Test del Dibujo Casa-rbolPersona, etc.), puede servirle tambin para que exprese y se libere de sus conflictos emocionales. En
este aspecto, Furth (1998), afirma que los dibujos pueden ser expresiones del inconsciente y a la vez
base para la terapia. Pueden servir pues, tanto de mecanismos auxiliares de terapia como de
instrumentos de diagnstico.
REDACCIONES
Cornejo (1996) trabaja con las redacciones, iniciando cada da una pgina en la que coloca una
frase como enunciado. Por ejemplo: Me pone triste que. Es conveniente obligar a algunos nios a que
escriban esta especie de diario y motivar con formatos divertidos si el nio se resiste.
RELAJACIN
Martorell (1996), dice que el inters principal de la relajacin, estriba en que los estados
alcanzados por medio de ella son incompatibles con la ansiedad y sus estados asociados.
Existen numerosos juegos de relajacin para nios, en los que a veces el terapeuta sirve de
modelo. Algunos pueden ser como los que se exponen a continuacin.
Decir a los nios que son muecos de trapo, o un sauce, o globos que se van desinflando. Otros
juegos de relajacin pueden ser los que tomamos de Olba (2000), como la ola del maro pintar una
estrella antes de dormir. El movimiento de las olas se representa con el movimiento de los brazos,
estirndolos hacia el frente y arriba para representar la llegada y hacia atrs para representar el reflujo,
aunque existen muchos juegos para nios con el fin de conseguir la relajacin. Tambin se puede
emplear alguna grabacin musical o la propia voz del terapeuta dando las pautas para relajarse.
Cautela y Groden (1989), integran los trabajos de relajacin tanto de Schultz como de Jacobson
(clsicos y pioneros de esta tcnica) e indican que mediante la relajacin el paciente va tomando
conciencia, sintiendo y destensando cada una de las partes de su cuerpo. Existen otras muchas
adaptaciones y tcnicas o modos de relajacin para nios, que se comercializan en forma de
grabaciones, como el curso de relajacin de Ramrez (1990).
MUSICOTERAPIA
Segn Alonso (1994), consiste en utilizar audiciones musicales, actividad rtmica simple,
exploracin de diferentes sonidos con el fin de relajar o evitar ciertas dolencias. La psicoterapia actual
considera la msica como una tcnica capaz de influir sobre las emociones, para conseguir un
determinado estado de nimo o incluso parar curar. Lo importante no es la calidad de la msica, sino que
sta determine la relajacin de la persona. Algunos expertos abogan por determinadas composiciones
clsicas de Mozart, Strauss, Vivaldi, Bach, etc.
Pensamos que es difcil que los nios atiendan en una composicin musical, tal como hace un
adulto, pero s puede utilizarse como msica de fondo en combinacin con algn otro trabajo que
estemos realizando.
MODELOS TPICOS DE TRATAMIENTO
Pipher (1998) en su texto describe numerosos casos de tratamientos aplicados a adolescentes.
En el texto nos sugiere lo que realmente se hace en intervencin en casos individuales. Se trata de una
chica que ha sufrido una violacin por parte de unos extraos. En un primer lugar la intervencin va
dirigida a toda la familia. Despus el tratamiento es fundamentalmente individual, de dos sesiones por
semana. Al principio, la terapeuta incita a que la nia exprese el abuso sufrido. Una vez roto, de forma

costosa, el primer bloqueo, la paciente libremente narra una y otra vez el suceso, parece que hacerlo le
hace sentir menos angustia. Esta autora, invita a la chica a escribir unas cartas a los agresores, no para
que se las enve sino para que exprese en ellas todos sus sentimientos. Tambin la orienta a que
descargue toda su rabia contra un saco de boxeo. La familia, contina interviniendo en el tratamiento
asistiendo a una sesin mensual. Finalmente se unen al grupo de tratamiento las hermanas de la chica.
Este es un modelo clsico de tratamiento, que parece usual, aunque es difcil que en un resumen quede
reflejada toda la riqueza que la autora invierte en sus terapias o el esfuerzo que muchos terapeutas
ponen en su trabajo.
La descripcin de un tratamiento que sigue en parte la misma forma de intervencin la
encontramos en el texto de Forward y Buck (1990). Estos autores reflejan en sus escritos sus trabajos
con adultos vctimas de maltrato familiar.
En el captulo dedicado al incesto, se insiste en la gran necesidad de tratamiento para estas
personas y se opta por el nivel grupal. Se asegura que casi todos ellos mejoran cuando asisten a
tratamiento en grupo, aunque en algunos casos pueda aconsejarse el tratamiento individual.
El modelo de tratamiento propuesto por estos autores se lleva a cabo a travs de tres etapas
bsicas: el ultraje, el duelo y la liberacin. Las tcnicas fundamentales con las que trabajan son las
cartas y el role playing. El que la persona pueda expresar en un grupo todo aquello que siente y el
compartir con otras personas que sufren un problema similar, supone sin duda una buena liberacin.
Tanto el modelo de tratamiento anterior como este, son ms acertados para adultos que para
nios. Sin duda pueden aprovecharse de ambos algunas tcnicas despus que hayan sido adaptadas a
las caractersticas y edad de los usuarios.
ETAPAS DEL TRATAMIENTO
El tratamiento se divide en cuatro etapas distintas, cada una de las cuales esta destinada a lograr
determinados objetivos fijados en funcin de la dinmica traumatizante que se quiere eliminar. Estas
etapas son las siguientes:
Etapa I: Compartir experiencias.
Etapa II: Sentirse poderoso.
Etapa III: Respetar su cuerpo
Etapa IV: Desarrollo adecuado a la confianza.
La meta general del tratamiento es romper con las dinmicas causantes del trauma, de modo que
al concluir cada nio pueda decirse a s mismo: Yo estoy bien (etapa I), Puedo cuidar de m mismo
(etapa II), Mi cuerpo est bien pero solo es una parte de mi ser (etapa III), Los dems estn bien
(etapa IV) (Zarate, 1998).
La aplicacin del tratamiento se desarrolla en doce sesiones grupales. Es necesario realizar
previamente sesiones individuales con el nio y con el adulto responsable del menor. Estas sesiones
previas tienen como objetivo establecer una relacin de apoyo con el nio, conocer sus madres y obtener
la historia del abuso. Es preferible incluir a las madres en los grupos, ya que muchas de ellas tambin
presentan secuelas derivadas del hecho de encontrarse asustadas por no hacer lo que deben y
preocupadas por el dao que puede haber recibido el nio. Deben ser incluidas en algunas sesiones de
modo que a travs del refuerzo del vnculo madre e hijo participen activamente en el progreso del nio
(Zarate, 1998).
Es conveniente obtener informacin de la escuela a la que asiste el nio, para as contar con el
apoyo de todos los que tienen contacto con l. De este modo se facilita la comprensin de quienes
rodean al nio de que es una vctima, que cuenta con la capacidad de enfrentar su problema (Zarate,
1998).

En cuanto al desarrollo del tratamiento, el tiempo empleado para cada etapa se puede modificar
de manera tal que el tratamiento se encuentre adaptado a la edad y el grado escolar del nio. Asimismo
los encargados de la intervencin tienen la posibilidad de ir flexibilizando las diversas etapas de la
intervencin de acuerdo a su propio criterio, implementando tcnicas que consideren ms efectivas de
acuerdo a las circunstancias y el momento (Zarate, 1998).
Para la implementacin del tratamiento se utilizan fichas de registro para cada nio miembro del
grupo, registro que ha de efectuarse durante el transcurso de toda la terapia, desde su inicio hasta el
final. Estas fichas tienen una gran utilidad, ya que permiten observar la direccin del trabajo de quienes
asisten al tratamiento del nio, concediendo la oportunidad de modificar las intervenciones cuando sea
necesario y permitiendo evitar errores y omisiones (Zarate, 1998).
Estas fichas de registro se completan con datos tiles sobre el proceso teraputico, la sesin grupal y
la evaluacin final.
Ficha global proceso teraputico:
Esta ficha de registro contiene el motivo de consulta, comentarios u observaciones sobre el nio
que sean tiles para las intervenciones, y el registro de las actitudes y opiniones de las personas
significativas del nio. Tambin se incluye informacin sobre las primeras intervenciones grupales y sobre
la modalidad de accin o estrategia que se implementar para el logro de los objetivos propuestos,
incluyendo datos sobre los tipos de estrategia que se deben evitar en el caso particular por no concordar
con la meta preestablecida (Zarate, 1998).

Ficha de sesin grupal:


Se incluyen datos acerca de respuestas del nio a la intervencin anterior, complementndolos
con informacin sobre comentarios hechos sobre el cambio. Tambin se debe registrar el clima de la
sesin, es decir la tonalidad de la interaccin entre la facilitadora y el nio, junto con el grado de
disposicin del nio para participar en las intervenciones. Tambin se incluye como dato importante el eje
temtico de la sesin, es decir, el tema especfico que se habl durante la sesin, junto con el registro de
las intervenciones realizadas y el clima de cierre (Zarate, 1998).

Ficha de evaluacin final:


Incluye el registro de cambios, es decir informacin sobre cmo se siente y percibe el nio al final
del proceso. Adems se exploran aspectos como las reas de conducta que abarc el cambio, frente a
quines se modific, y a travs de que comportamientos se muestra el cambio logrado y las emociones
involucradas en la visin del problema. Tambin se incluye informacin sobre el nmero de sesiones,
sobre el fin del tratamiento y sobre el seguimiento post-terapia (Zarate, 1998).
ORGANIZACIN DEL GRUPO
El grupo teraputico funciona durante todo el ao escolar, inicindose un nuevo grupo cada tres
meses. Es preferible que cada grupo cuente con dos facilitadoras.
Los integrantes del grupo deben ser nios de la misma edad y grado escolar. No se recomiendan
grupos mixtos, debido a que los procesos de socializacin inciden de forma distinta en el proceso de
cambio teraputico. Tambin se recomienda que dentro del mismo grupo no se incluyan hermanos, o bien
nios que hayan tenido algn grado de relacin anterior como vecinos, conocidos o compaeros de
colegio (Zarate, 1998).
En grupos de nios menores de ocho aos se deben incluir como mximo seis miembros, y tratndose
de grupos nios mayores, se deben incluir a lo ms ocho (Zarate, 1998).
El grupo tendr doce sesiones de tratamiento, realizndose una a la semana con una duracin de
una hora para los pequeos y de noventa minutos para los mayores. Idealmente las sesiones deben
realizarse en salas grandes y confortables, implementadas con los materiales adecuados para el trabajo
grupal (Zarate, 1998).

En cada sesin se debe destinar un tiempo de refrigerio, en los cuales se irn turnando los nios
para repartirlos. Esto es una buena tcnica para reforzar la colaboracin y expresar cuidado entre los
participantes (Zarate, 1998).
Por ltimo es crucial que las facilitadoras estn familiarizadas con la gua antes de dar inicio al grupo
(Zarate, 1998).
ASPECTOS TCNICOS DE TERAPIAS GRUPALES
Gua para nias (7-10 aos).
N Sesiones grupales: 12
Se realizan sesiones individuales previas incluyendo a las madres en algunas, utilizando
tcnicas participativas, con el fin de disminuir el impacto psicolgico negativo producto del abuso
en los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales.
Se evala la experiencia en la estigmatizacin, impotencia, traicin y sexualizacin traumticas.
Las etapas del tratamiento son: Compartir experiencias, Sentirse poderoso, Respetar su cuerpo, desarrollo de la confianza.
Fichas de registro para el proceso teraputico grupal:
I.- F. global del proceso: Motivo de consulta, Observaciones, Actitudes de personas significativas,
Primera intervencin grupal, Estrategia a seguir.
II.- F. de sesin grupal: Respuesta a intervencin anterior, Observaciones, Clima, Eje temtico,
Intervencin, Clima de cierre, Planificacin.
III.- F. De evaluacin final: Registro de cambios, N de sesiones, Fin de tratamiento, Seguimiento
posterapia.
ASPECTOS CLAVE DEL TRATAMIENTO
Facilidad para trabajar con nios
Capacitacin previa
Familiaridad con los indicadores de abuso sexual
Interpretar las claves verbales y no verbales
Utilizar el juego como lenguaje de comunicacin
Revisin previa de los propios prejuicios y sentimientos hacia las vctimas de abuso sexual.
Estrategia para entrevista

Demuestre inters por el menos


Haga preguntas a travs de una actividad y escuche atentamente la respuesta
Conteste las preguntas del nio con claridad y sinceridad
Haga comentarios que validen los sentimientos del nio

Reglas del grupo


stas estn dirigidas a favorecer la seguridad, confidencialidad y respeto entre los participantes.
Las reglas establecen un sistema y crean un ambiente privado y de respeto mutuo, teniendo como
finalidad ltima proporcionar lmites dentro de los cuales se efecte la terapia grupal (Zarate, 1998).
Una forma de hacer que las leyes sean respetadas, es la de proporcionar instancias en las que
los nios opinen acerca de stas y participen en su creacin. Adems se debe permitir la discusin y el
debate entre los nios acerca de transgredir las normas. Una tcnica til para fomentar esto, consiste en
hacer que un nio escriba las reglas en una hoja de papel y la pongan en un lugar visible para que todos
la lean (Zarate, 1998).
El grupo opina sobre las que aumenten la seguridad, confidencialidad y respeto mutuo. Se
discute el incumplimiento de una regla. Se escriben y usan en cada sesin.

Se sugiere:
Contrato de responsabilidad entre facilitadoras y el adulto responsable de la nia/o.
Que cada nia/o tenga su material de trabajo en un lugar seguro. (sentido de pertenencia,
autocontrol)
Procedimiento
Cada una de las cuatros etapas de la terapia se desarrollarn en tres sesiones aproximadamente,
pudiendo variarse este nmero segn sean las necesidades del grupo (Zarate, 1998).
Cada etapa cuenta con sus objetivos, actividades y materiales, registrndose en fichas
especficas.
Etapa I: Compartir experiencias.
En esta etapa la dinmica traumatizante a tratar es la Estigmatizacin, la que comprenden todas
las connotaciones negativas relacionadas con el abuso, dentro de las cuales se incluyen sentimientos de
maldad, culpabilidad y vergenza, y secuelas de la victimizacin como la baja autoestima y el sentirse
diferente a los dems. El objetivo de esta primera etapa va dirigido a romper el secreto y expresarlo al
grupo de modo que el nio se sienta aliviado de sentirse diferente, y as eliminar el estigma y la culpa.
Hablar sobre el abuso y sobre los sentimientos acerca del mismo, aprender que el abusador es el nico
responsable a su condicin y a valorizarse a s mismo en cuanto a sus capacidades y limitaciones
(Zarate, 1998).
Etapa II: Sentirse poderosa
El factor traumatizante a tratar en esta etapa es la impotencia, o lo que se conoce como perdida
de poder, que consiste en el proceso en el cual priman sentimientos de ansiedad y miedo en el nio,
debido a la invasin de su espacio corporal por parte del abusador. El nio se siente vulnerable y se
autopercibe como vctima, y tiene la sensacin de ser incapaz de hacer que otras personas le crean
(Zarate, 1998).
Los objetivos a cumplir en esta etapa estn dirigidos a romper las dinmicas traumatizantes de
impotencia a travs de la expresin de la ira y clera que siente, y de la identificacin de los mtodos
coercitivos a los que son expuestas. Es tambin importante que en esta etapa aprendan a
autoprotegerse, a ser capaz de elegir y responsabilizarse de las propias acciones, a ser hbil en la
resolucin de problemas y reconocer y experimentar un sentido de poder adecuado a su edad (Zarate,
1998).
Etapa III: Respetar su cuerpo.
En esta etapa se considera la sexualizacin traumtica el factor causante del trauma. Como
consecuencia de la sexualizacin traumtica se evidencian preocupaciones sexuales y conducta sexual
repetitiva, como la masturbacin y el juego sexual compulsivo. Tambin muestran conocimientos e
intereses no apropiados para la edad. En el caso de los nios, estos se vuelven agresivos sexualmente y
victimizan a sus compaeros o nios ms pequeos. La diferencia en las secuelas entre nios y nias
vctimas de abuso se debe a las diferentes pautas de socializacin a las que son sometidos, que
favorecen la sumisin en las nias y la agresin en los nios (Zarate, 1998).
El abuso sexual acarrea como consecuencia confusin sobre la identidad sexual, y sobre normas
y estndares sexuales. En el caso de las nias, suelen asociar el contacto sexual con sentimientos de
repulsin, miedo, enojo, culpa, impotencia, que pueden contaminar las futuras experiencias sexuales. A
esto se acompaa sentimientos de aversin a toda clase de sexo e intimidad (Zarate, 1998).
Los objetivos a tratar en esta etapa se dirigen a contrarrestar los factores causantes de la
sexualizacin con el respeto y aprecio del propio cuerpo, a travs de la adquisicin de una imagen

positiva del propio cuerpo, del aprendizaje de las conductas apropiadas a la edad y de medios de ejercer
poder no mediatizadas por el sexo, junto con la valoracin del gnero femenino y masculino sin
estereotipos (Zarate, 1998).
Etapa IV: Desarrollo adecuado de la confianza.
El factor causante del trauma en esta etapa es la traicin. Los efectos de este factor se
manifiestan en sentimientos de ambivalencia, confusin, dolor y depresin, como consecuencia de la
prdida de alguien en quien se confiaba. Adems se evidencian sentimientos confusos que dificultan una
relacin cercana e ntima con otros; o por el contrario, manifestar confianza excesiva acompaado de
sentimientos de enojo hacia la madre o padre no abusador por no protegerla (Zarate, 1998).
Los objetivos de la intervencin en esta etapa se dirigen a romper las secuelas de la traicin a
travs del desarrollo de la confianza, y del aliento para adquirir confianza adecuada. Tambin se fomenta
la expresin de la clera y la aceptacin de sentimientos ambivalentes (Zarate, 1998).
TRATAMIENTO FAMILIAR DEL INCESTO.
En este Tratamiento se han descrito tres fases:
1.- Fase de revelacin.
Se debe evaluar el impacto del abuso en el nio, la capacidad de proteccin del padre no abusivo, el
riesgo de que se repita el abuso, necesidad de proteccin legal y cuidado del menor, as como de la
denuncia del abusador., con quien va a vivir el menor y el funcionamiento familiar (dinmicas familiares y
tipos de abuso presentes en al familia). Es vital en esta etapa romper los patrones interaccionales que
han permitido el abuso y el silencio. Un aspecto muy importante es el reconocimiento del abusador, pero
es un hecho que rara vez ocurre. Se debe ayudar al nio a relatar lo sucedido, lo que se facilitara si
ocurre en presencia del denunciante. ( Araya y cols,1999).
2.- Fase de conciencia y evaluacin (crisis familiar).
En esta etapa se tratan los efectos del abuso a nivel cognitivo, emocional y conductual. A mbito familiar,
es necesario mantener la crisis para que el sistema no se reorganice en torno al abuso, y la minimizacin
de lo acaecido. Se busca la reestructuracin familiar. ( Araya y cols,1999).
Se debe trabajar con los miembros de la familia por separado. El apoyo de la madre es muy
importante, por lo que sera til recurrir a terapias madre-hijo y a terapias grupales para la madre, debido
a que el padre abusador intenta separar a la madre y a la vctima, debilitando los lazos, que finalmente se
rompen al producirse la revelacin. Los hermanos tambin pueden necesitar apoyo psicoterapeutico para
revelar su propio abuso o para enfrentar la crisis familiar. Se debe evaluar la peligrosidad del perpetrador
para evaluar en que contexto se le brindar tratamiento. Este se centra en que asuma su responsabilidad,
empatice con la vctima y comprenda el ciclo de abuso. ( Araya y cols,1999).
3.- Fase de reestructuracin, rehabilitacin y reparacin.
En esta fase se debe reiniciar los contactos con el padre a fin de restablecer los vnculos familiares,
siempre que sea una creencia tanto familiar como terapeutica, de que esto es lo mejor para el nio. Se
promueve el desarrollo de habilidades de comunicacin entre los miembros de la familia y de manejo de
estrs y de conflictos interpersonales. ( Araya y cols,1999).
Esta fase se puede complementar con ritos destinados a reparacin de la victima y perdn de los
adultos, u otros medios que atestiguen el cambio efectuado. (Araya y cols,1999). Cuando no es posible la
reunificacin de la familia o el nio no puede vivir con esta, se recomienda la adopcin o la ubicacin del
nio con una familia sustituta.
ORIENTACIONES PARA EL DIAGNSTICO DE ABUSO SEXUAL
Debe respetarse el pudor del nio.
1. Cuando no existe acceso inmediato al Servicio Mdico Legal o las lesiones son graves, la
atencin de urgencia tiene valor mdico legal; es decir, tanto los elementos del interrogatorio,

como las constataciones del examen pueden ser usadas como prueba en el proceso judicial. Si el
examen est completo y se registra adecuadamente, evita que el nio sea interrogado y
examinado varias veces, lo que constituye un maltrato por parte de el sistema.
Es importante registrar:
1. Fecha y hora del examen.
2. Nombre del mdico y de la enfermera presente.
3. Precisar si es la primera constatacin, lugar de constatacin anterior.
4. Quin o quienes acompaan al nio.
5. Relato de la agresin.
6. Relacin del agresor con la vctima.
7. Bao o ducha, cambio de ropa despus de la agresin.
8. Si se ha hecho declaracin a la polica y fecha.
El interrogatorio se completa con los antecedentes mdico quirrgicos y ginecolgicos (inicio
menarqua, mtodo contraceptivo, precedente de relaciones sexuales, signos clnicos particulares).
El informa fsico general conlleva:
1. Observar y anotar si la ropa del nio est rota o manchada.
2. Despus de un examen completo, describir las lesiones generales y en los rganos genitales
externos. En adolescentes, determinar desarrollo puberal (Tanner).
3. Evaluar el estado psicolgico actual del nio (agitacin, inhibicin, vergenza, rabia, etc.)
El examen de genitales externos se limita a una inspeccin del aspecto del perin (equinosis,
laceraciones, sangre y semen), del ano, del pene (irritacin), de la vulva (edema, eritema y erosiones)
presencia o ausencia de himen y bsqueda de semen.
Es recomendable: no hacer el examen de genitales un profesional solo, tomarse el tiempo
necesario, guiarse por un protocolo escrito y explicar al nio el procedimiento.
En nias, los hallazgos ms caractersticos de abuso sexual son:
1. Escoriaciones, erosiones y hematomas en la cara interna del muslo y genitales.
2. Cicatrices y desgarros del himen.
3. Lesiones o cicatrices en la horquilla posterior.
4. Lesiones en labios mayores y menores.
5. En todos los casos, es necesario tomar muestra de fluidos locales para: examen bacteriolgico, si
hay signos locales de infeccin o bsqueda de semen en ano, vulva o boca.
En muchos casos es necesario tomar muestras de sangre para: determinar enfermedades de transmisin
sexual como el VIH, hepatitis C y D o determinar posible embarazo, en adolescentes pberes.
La confirmacin del diagnstico de gonorrea y sfilis en el nio permiten afirmar que se trata de abuso y la
de herpes, clamidia y condilomas permiten fundamentar una sospecha.
Recomendaciones generales.
Las acciones que realicen los mdicos de urgencias son muy importantes en la lucha contra el abuso o
maltrato. El xito de este primer contacto con el hospital es esencial no solo para la proteccin inmediata
del nio sino tambin para preparar el seguimiento del caso.
Cuando es posible contar con un psiquiatra infantil u otro profesional de salud mental, es importante
solicitar una atencin de enlace en el menor plazo posible.
Es necesario que todos los profesionales de los Servicios de Urgencia desarrollen la capacidad de:

Reconocer y decodificar la demanda de ayuda detrs de los sntomas banales.


Facilitar la acogida de la familia en dificultades, prestando atencin y creando un clima de
confianza recproca.

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