La Virtud de La Desobediencia
La Virtud de La Desobediencia
La Virtud de La Desobediencia
consultarse a Mt. XV, 1-9 o bien a Mc. XVI, 5-12, etc., en que Jess nos dice que
hay que obedecer a los fariseos y escribas, autoridades en Israel, pero no hacer las
cosas como ellos las hacen y precaverse de sus doctrinas, adems de acusar a los
mismos de inventar leyes contrarias a la ley de Dios y defender ciertas
desobediencias cometidas por sus discpulos, porque las rdenes y tradiciones de
las autoridades de entonces evacuaban el sentido de la ley mosaica.
En otras palabras, si un superior me ordena realizar un acto pecaminoso y me
consta que no hay motivo dirimente, debo desobedecerle. Incluso tal desobediencia
me parece debe extenderse a aquellos actos que podran justificarse en s, pero que
traern, como directa consecuencia, actos contrarios a la ley moral o a la santa
religin, o provocarn un escndalo que es mi deber evitar.
En algunos pases, por encima del jefe de Estado est la constitucin escrita, e,
incluso, hay un tribunal que puede anular una ley por ser contraria a ella. En la
Iglesia, por encima del Sumo Pontfice est la Tradicin, por lo que Surez no duda
en acusar de cisma al Papa que osara abolir todas las ceremonias eclesisticas
afirmadas por la tradicin apostlica y cita en su apoyo al Cardenal Cayetano y
a Torquemada (De Caritate disp. 12, sec. I n? 2).
Es que la obediencia no es ciega ni propia de robots: es humana, es inteligente y
libre. Y todo hombre culto y versado es capaz de juzgar la conducta de su
Presidente a la luz de la constitucin poltica de la Nacin y de la ley moral; como
asimismo, juzgar la actitud de su obispo a la luz de las Sagradas Escrituras y la
Tradicin.
Cada autoridad puede mandar en la medida en que se somete a la autoridad de que
depende. Y cualquier sbdito tiene derecho a invocar una autoridad superior para
negar su obediencia. El punto es importante y delicado. En ello va nuestra
salvacin eterna.
Juan Carlos Ossandn Valds
Revista Roma N 74, Julio 1982.