NT2 Reflexiones, Testimonios e Imágenes

Universidad N acional de Cuyo
70 aos
(19392009)
Reflexiones, testimonios e imgenes
Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza, Repblica Argentina)

Rector: Ing. Agr. Arturo Somoza
Vicerrector: Dr. Gustavo Andrs Kent
Secretario de Extensin Universitaria: Lic. Fabio Luis Erreguerena
EDIUNC Editorial de la Universidad Nacional de Cuyo
Director: Prof. Ren Gotthelf
Universidad
Nacional de Cuyo
Universidad Nacional de Cuyo

70 aos
(19392009)
Arturo Somoza, Helio Jaguaribe, Eduardo Devs Valds,

Jos Joaqun Brunner, Humberto Podetti, Graciela Maturo,
Nancy Sim, Fabiana Mastrangelo, Arturo Andrs Roig,
Jos Octavio Bordn, Luis Enrique Abbiati, Jorge Sarmiento Garca,
Jorge Tacchini, Mara Luisa Porcar, Martha Pramo de Isleo,
Isaac Hilario Rivero, Norma Fscolo, Mara Victoria Gmez de Erice,
Juan Carlos Vignoni, Ernesto Surez, Jorge Chambouleyron,
Len Nijensohn, Armando Bertranou,
Jos Francisco Martn, Daniel Grilli.
EDIUNC
Mendoza 2009

70 aos (19392009)
Varios
Primera edicin, Mendoza 2009
Con el aporte de datos y documentos grficos del
Centro de Documentacin Histrica de la UNCuyo
Diseo de cubierta e interior: Esther Azcona, Silvina Victoria,
Andrs Asarchuk y Roxana Sotelo
Asesora de estilo: Mara Delia Vivante
Coordinadores: Claudio Maz y Ren Gotthelf
Asistente de la coordinacin: Martn Antonio Arenas
Serie: Documentos y Testimonios n 17
Universidad Nacional de Cuyo 70 aos (19392009); reflexiones,

testimonios e imgenes, coordinado por Claudio Maz y Ren Gotthelf;
con prlogo de Arturo Somoza. 1a ed. Mendoza: Editorial de la
Universidad Nacional de Cuyo EDIUNC, 2009.
312 p. ; 22x16 cm. (Documentos y testimonios; 17)
ISBN 9789503902400
1. Enseanza Superior. I. Maz, Claudio, coord. II. Gotthelf, Ren, coord. III.
Somoza, Arturo, prolog. IV. Universidad Nacional de Cuyo V. Universidad
argentina
CDD 378.098
Impreso en Argentina Printed in Argentina

ISBN 9789503902400
Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723
EDIUNC, 2009
Centro Universitario, 5500 Mendoza
Repblica Argentina
Contenido
Presentacin
Reflexiones
7
13
Amrica Latina: Educacin Superior e integracin
15
Ecos del Congreso Nacional de Filosofa de 1949
81
Testimonios
La Universidad en imgenes
ndice
177
293
311
El libro del septuagsimo aniversario de la

Nuestra Universidad, en Mendoza LA UNIVERSIDAD, cumple setenta

aos y no es poco. Son ya cuatro generaciones construyendo el emprendimiento del conocimiento ms importante del oeste argentino. Y como toda
gran empresa de construccin colectiva, tiene hroes annimos, trabajadores silenciosos y responsables, hombres y mujeres paradigmticos y
tambin sus villanos.
Este trascendente emprendimiento de los argentinos, especialmente
en su primera etapa y particularmente de los cuyanos desde su consolidacin, es claramente plural, heterogneo y universal y por ello no reconoce
propietarios ideolgicos ni polticos, lo que no se contradice en absoluto con
que la mayora de sus pilares tuvieran clara definicin ideolgica y poltica y
aportaran muchsimo para su engrandecimiento.
Como todo producto humano, es absolutamente perfectible, declaro
de entrada que gran cantidad de hombres y mujeres de LA UNIVERSIDAD
podran y deberan estar aqu, dndonos su testimonio, pero como dice el
sabio legado: lo mejor es enemigo de lo bueno.
Recogemos en esta presentacin el formidable foro de pensadores y
educadores latinoamericanos reunidos el 7 y el 8 de abril de 2009 con motivo de la apertura de la Conmemoracin del Bicentenario de la Revolucin
de Mayo. Y se agrega una mirada de excelencia, por pertinencia y testimonio, de quienes hemos designado como Miembros de la Comisin Honoraria
7
UNIVERSIDAD NACIONAL
DE
CUYO 70
AOS
del Bicentenario1. La Comisin Ejecutiva del Bicentenario entendi que

quienes aqu nos dejan su mensaje, podan aportarnos perspectiva en este
momento. Esa perspectiva es en algunos casos temporal, en otros disciplinaria y en otros conceptual. Entendemos que esta perspectiva es condicin
necesaria para la reflexin madura y productiva.
Quienes somos hijos de nuestra querida Universidad agradecemos el
aporte diario que durante dcadas han hecho todos sus integrantes y, con la
misma valoracin, a toda la sociedad de Mendoza que, mayormente con el
reconocimiento y muchas veces con la crtica constructiva, nos ha ayudado
a consolidar una cultura que propende al bien comn.
No olvidamos nunca que somos hijos de una Nacin y un Pueblo
generosos que, con la Universidad Nacional pblica y gratuita, pretenden
una sociedad ms justa, digna e inclusiva, integrada cada vez ms en la
Patria Grande Latinoamericana.
Deseo que todos nuestros errores diarios y las flaquezas que tenemos, sean absorbidos por nuestra vocacin y pasin por el servicio, y poder
as llevar an ms arriba el escudo de la UNCuyo, para honra de los constructores de esta herencia y para el bien universal y local.
Ing. Agr. Arturo Somoza,

Rector UNCuyo
Agosto de 2009
1 Por Ordenanza N 15 de Octubre de 2008, el Rectorado cre la Comisin del Bicentenario

de la Revolucin de Mayo, formada a su vez por las Comisiones: Institucional, Honorfica y
Ejecutiva, creadas mediante resoluciones 2114, 2113 y 1657 respectivamente.
Comisin del Bicentenario de la Revolucin de Mayo

Comisin Institucional
DECANOS
FACULTAD DE FILOSOFA Y LETRAS

Lic. Adriana Ada Garca
FACULTAD DE CIENCIAS ECONMICAS
Mgter. Jorge Antonio Lpez
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS
Ing. Agr. Jos Guillermo Rodrguez
FACULTAD DE ODONTOLOGA
Dr. Alberto Jos Martn
FACULTAD DE CIENCIAS MDICAS
Dr. Roberto Valls
FACULTAD DE CIENCIAS POLTICAS Y SOCIALES
Mpa. Juan Carlos Aguil
FACULTAD DE INGENIERA
Ing. Marcelo Gustavo Estrella Orrego
FACULTAD DE ARTES Y DISEO
Prof. Silvia Mara Elena Persio
FACULTAD DE DERECHO
Dr. Ismael Farrando
FACULTAD DE CIENCIAS APLICADAS A LA INDUSTRIA
Ing. Roberto Ramn Battistn
FACULTAD DE EDUCACIN ELEMENTAL Y ESPECIAL
Lic. Norma Pacheco
INSTITUTO BALSEIRO
Dr. Jos Valentn Lolich
INSTITUTO DE CIENCIAS BSICAS
Dr. Manuel Tovar
SECRETARIOS
ACADMICA
Mgter. Estela Mara Zalba
CIENCIA, TCNICA Y POSGRADO
Dr. Ing. Agr. Carlos Bernardo Passera
BIENESTAR UNIVERSITARIO
Mara Beln lvarez
EXTENSIN UNIVERSITARIA
Lic. Fabio Luis Erreguerena
RELACIONES INSTITUCIONALES Y TERRITORIALIZACIN
Dr. Adolfo Omar Cueto
GESTIN ADMINISTRATIVA, ECONMICA Y DE SERVICIOS
Mgter. Miguel ngel Mallar
RELACIONES INTERNACIONALES E INTEGRACIN REGIONAL UNIVERSITARIA
Cdor. Carlos Enrique Abihaggle
DESARROLLO INSTITUCIONAL
Ing. Agr. Daniel Ricardo Pizzi
FINANCIAMIENTO PARA EL DESARROLLO
Cont. Miguel Gustavo Gonzlez Gaviola
Comisin Honorfica
Dr. Luis Enrique Abbiati
Ing. Agr. Armando V. Bertranou
Lic. Jos Octavio Bordn
Ing. Agr. Jorge Luis Chambouleyron
Dra. Norma Carmen Fscolo
Dra. Mara Victoria Gmez de Erice
Lic. Jos Francisco Martn
Dra. Graciela Maturo
Dr. Ing. Agr. Len Nijensohn
Dra. Martha Susana Pramo de Isleo
Dr. Humberto Podetti
Mgter. Mara Luisa Porcar
Prof. Luis Juan Quesada
Dr. Isaac Hilario Rivero
Dr. Arturo Andrs Roig
Prof. Jorge Horacio Sarmiento Garca
Prof. Manuel Ernesto Surez
Prof. Ing. Agr. Jorge Juan Tacchini
Prof. Od. Juan Carlos Vignoni
Dr. Mariano Zamorano
Comisin Ejecutiva
Lic. Elba Luca Irustia
Lic. Mara Susana Bocco
Asist. Soc. Mara Adela Monge
Lic. Ana Mara Nancy Sim
Dr. Claudio Gustavo Maz
Srta. Mara Laura De Faveri
Prof. Adolfo Manuel Ariza
Lic. Ofelia Agoglia
Lic. Stella Maris Escudero
Lic. Gustavo Ricardo Nieto
Reflexiones
Amrica Latina:
Educacin Superior
e integracin
Sudamrica y Amrica Latina1

Helio Jaguaribe*
Problemtica
Amrica Latina presenta un elevado grado de unidad cultural, consecuencia de su colonizacin ibrica, en el que las diferencias entre la colonizacin portuguesa y la espaola, aunque significativas, son poco relevantes
en comparacin con las restantes culturas del mundo. Es cierto que distintos
factores, adems de los derivados de diferencias geoclimticas, operaron
en el sentido de aumentar las diferencias, como las que resultaron de la
mayor o menor influencia de las poblaciones indgenas preexistentes, o el
ingreso posterior de pueblos africanos y de otros orgenes. La evolucin
histricosocial de Amrica Latina, sin embargo, sigui un camino semejante, lo que acentu las caractersticas culturales comunes de la regin.
Tales circunstancias y condiciones condujeron, a su tiempo, a la
CEPAL, bajo Ral Prebisch y, al BID, bajo Felipe Herrera, a preconizar la
integracin econmica de toda Amrica Latina. Diversos esfuerzos se han
1
Conferencia pronunciada en ocasin de recibir el ttulo de Doctor Honoris Causa de la

* Doctor Honoris Causa de la Universidad Johannes Gutenberg Mainz, Alemania (1983); de
la Universidad Federal de Paraba, Brasil (1992), de la Universidad de Buenos Aires (2001) y
de la Universidad Nacional de Cuyo (2008). Diplomado en Derecho en la UCA, Ro de
Janeiro, Brasil. Profesor visitante en las Universidades de Harvard, Stanford y en el Instituto
Tecnolgico de Massachussets (1964 1969).
Ex ministro de Ciencia y Tecnologa de Brasil.
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hecho en esa direccin, como la ALALC y la ALADI, pero con resultados

modestos, adems de procesos de integracin subregional o temtica, con
ms suceso, como, principalmente, el MERCOSUR, en el primer caso y el
SELA en el segundo caso.
Decisivas circunstancias geoeconmicas, sin embargo, condujeron a
Latinoamrica, en las ltimas dcadas del siglo XX, a una divisin en trminos econmicos. Mxico entr en el NAFTA, con Canad y Estados Unidos. Centroamrica y el Caribe sufrieron una irresistible atraccin hacia el
polo norteamericano. En cambio, en Sudamrica, se constituy el MERCOSUR como una importante integracin subregional, reuniendo a Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay. Se constituy, igualmente, otra integracin
subregional, el Pacto Andino.
Estn en marcha, por otro lado, otras diversas propuestas. MERCOSUR aspira a incorporar a otros participantes, estando en vas de concretarse la adhesin de Venezuela. Los acuerdos entre el MERCOSUR y el Pacto Andino, como la cumbre presidencial que se reuni en Brasilia en julio
agosto de 2000, llevaron al proyecto de un sistema sudamericano de cooperacin y de libre comercio, programado para concretarse en 2002 y emprender, hasta 2010, con asistencia del BID, la integracin fsica del continente, con una extensa red de energa elctrica, autopistas, vas frreas y
telecomunicaciones.
Caminando en direccin opuesta, Estados Unidos propone, con el
ALCA, un sistema panamericano de libre comercio, que implicara, aunque retricamente se pretenda negarlo, la supresin de las dems procesos de integracin de Amrica Latina. Que consecuencias deben sacarse de todo eso?
Hay que diferenciar, en el caso, tres aspectos, que integran crculos
bastante autnomos: el econmico, el cultural y el poltico. En las siguientes
lneas se intentar, muy brevemente, discutir estos tres crculos.
18
REFLEXIONES / AMRICA LATINA
Crculo econmico
La polarizacin econmica de Amrica Latina entre el norte y el sur
resulta un hecho con caractersticas estables, aunque puede cambiar de
sentido si el proyecto ALCA se realizara plenamente, con la inclusin de
Brasil.
La integracin econmica de toda Amrica Latina en el sistema de
ALCA, como proponen los Estados Unidos, en vista de su evidente inters
nacional, presenta indudables dificultades, resultantes de la gigantesca asimetra entre la economa norteamericana y la latinoamericana. Un rgimen
de libre comercio entre la ms competitiva economa del mundo y las economas subcompetitivas de Amrica Latina tendra por inevitable efecto la
reduccin del sistema productivo latinoamericano al nivel de productos primarios o de commodities de bajo valor agregado, como el acero. Mientras
tanto, los productos de alto valor agregado, producidos en Estados Unidos,
tendran libre acceso a los mercados latinoamericanos, eliminando su
subcompetitiva concurrencia.
Esos efectos adquirirn caractersticas todava ms catastrficas si,
como casi inevitablemente ocurrir, el Congreso norteamericano se negase
a suprimir las barreras no arancelarias que protegen, bajo varias modalidades, los sectores en los que Estados Unidos son menos competitivos que los
latinoamericanos, desde el acero y el azcar, jugos, artefactos de cuero,
textiles y otros.
Podr ocurrir, para pases latinoamericanos de pequea poblacin, como
los centroamericanos, los del Caribe y algunos pocos ms, que la apertura
del mercado norteamericano para tems de su produccin, no discriminados
por barreras no aduaneras, resulte ventajosa. Pero al precio de renunciar a
la posibilidad de su futura industrializacin. Son esas las razones que llevan
al MERCOSUR, en general y a Brasil, en particular, a oponerse, de una
manera general al ALCA y, en particular, a un ALCA que mantenga barreras no aduaneras.
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La integracin econmica de Mxico con Estados Unidos, sin embargo, obedece a condiciones distintas y, por tal razn, presenta un saldo favorable, aunque a un elevado precio en otros aspectos. En efecto, reduciendo
la cuestin a sus aspectos esenciales, se observa que, en virtud de la extensa frontera territorial entre Mxico y Estados Unidos, cortada por excelentes autopistas, vas frreas y medios de comunicacin, la integracin condujo a importantes industrias norteamericanas a desplazar sus unidades productivas algunos kilmetros al sur de la frontera, gozando as de condiciones
ms baratas para la produccin. Con tal ventaja, estas industrias exportan
masivamente sus productos hacia el norte, contribuyendo a que se eleven a
la significativa cifra de 150 mil millones de dlares la exportaciones mexicanas
(comparada con los 60 mil millones de Brasil), de las que ms del 80% estn
destinadas a los Estados Unidos.
El rgimen del ALCA, aunque manteniendo discriminaciones no arancelarias, podra ser favorable para Amrica Central y el Caribe, porque
ampliara significativamente sus exportaciones de bienes primarios, que constituyen su nica produccin y les proporcionara productos norteamericanos
ms baratos, adems de facilidades financieras. Pero en ese caso se tratara, ms bien, de una ampliacin del NAFTA.
Sern tales ventajas extensibles a pases de Sudamrica? En lo que se
refiere a Sudamrica importa hacer distinciones entre tres casos: (1) el de los
pases de avanzada industrializacin; (2) el de los que se encuentran incluidos
en una integracin subregional que podr abrirles espacios apropiados para su
industrializacin y (3) el de pases que podran ingresar en una integracin
subregional y disponer de las facilidades precedentemente mencionadas.
El caso de pas de avanzada industrializacin se aplica, en primer lugar, a Brasil. Eso explica porque vacila en ingresar en el ALCA y se rehusa
a hacerlo si no son suprimidas todas las barreras no aduaneras, lo que difcilmente ocurrir. Ese es tambin el caso de Argentina, aunque ese pas,
insensatamente, durante el perodo militar, haya sacrificado importantes
segmentos de su industria. Las excelentes condiciones de Argentina para
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alcanzar alta competitividad en industrias livianas o de relevante cuota de

design, como en el caso de Italia, hacen muy fcil y rpida la recuperacin
industrial de Argentina en el mbito del MERCOSUR, siempre que adopte
firmemente esa poltica y que Brasil, como no puede dejar de hacerlo, le de
total respaldo.
El caso de pases como Paraguay y Uruguay, incluidos en el MERCOSUR, presenta grandes oportunidades para una concertada especializacin
industrial, en el mbito del sistema. Importa por tanto que los pases miembros abandonen sus ms recientes conductas neoliberales, asumidas por
influencia norteamericana, y vuelvan a la postura originaria del MERCOSUR que ahora pasa por una seria crisis postura que era la de crear,
concertadamente, condiciones para la optimizacin econmica de todos los
miembros. Una vez ms, Brasil y Argentina necesariamente, debern respaldar tal poltica.
Es en funcin de esas consideraciones que debe ser visto el prximo
ingreso de Venezuela en MERCOSUR y la deseable reconversin de Chile
a MERCOSUR. Un acuerdo de libre comercio entre Chile y Estados Unidos, como ahora lo est haciendo aquel pas, consiste en cambiar un viable
excelente futuro por un confortable presente mediocre. Chile puede ser
una gran Costa Rica y tender a serlo si ingresa en el NAFTA. Ms podr
ser una Suecia del sur, si se articula adecuadamente con el MERCOSUR.
Las consideraciones precedentes se aplican, mutatis mutandi , a los
dems pases andinos. Convendra reconocer, para pases como Colombia,
Ecuador y Per, la conveniencia de pasar por un estadio previo, como se
previ en la cumbre presidencial de Brasilia. Un acuerdo de libre comercio
de esos pases con el MERCOSUR les dara una gigantesca ampliacin de
sus mercados y permitira la concertacin de una futura poltica de espacios
industriales preferenciales en el sistema del MERCOSUR, momento en el
que podran ingresar. Cabr, concomitantemente, proceder a una amplia
reorganizacin del MERCOSUR, desarrollando un sistema de equitativa
optimizacin econmica para todos los partcipes.
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Resta a esos pases la alternativa del ALCA. En esa alternativa tendran las ventajas que se abren para Centroamrica y el Caribe. Pero esos
pases tienen poblaciones ms grandes que los precedentemente referidos y
significativas posibilidades industriales a mediano plazo en su articulacin
con un MERCOSUR debidamente reestructurado, posibilidades a las que
renunciaran, definitivamente, ingresando en el ALCA.
El ALCA, sin embargo, puede dejar de ser un astuto instrumento al
servicio de las exportaciones norteamericanas si, en lugar de pretender un
rgimen de libre comercio, establece un ecunime rgimen de intercambio.
Se trata, en lo fundamental, de abrir el mercado norteamericano a las exportaciones latinoamericanas, a cambio de una equilibrada apertura de Amrica Latina a inversiones norteamericanas productivas, que incrementen la
capacidad tecnolgica y exportadora de Latinoamrica. Una mas extensa
discusin de esa cuestin requerira un estudio propio.
Crculo cultural
Como se mencion precedentemente, Amrica Latina presenta un
alto nivel de unidad cultural. Ninguna otra regin del mundo ostenta esa
condicin. Innecesario resulta subrayar la pluralidad cultural y lingstica de Europa que, sin embargo, logr su unidad en la Unin Europea. Lo
mismo cabe decir de frica y Asia. Y si bien es cierto que el Islam
proporciona a los pases que lo integran un elevado nivel de unidad cultural, hay que reconocer que sus lenguas no permiten un recproco y
directo entendimiento oral, como bsicamente ocurre entre el portugus
y el espaol. Solo son inteligibles por escrito. La unidad cultural de Amrica Latina es un raro tesoro de que disponen sus pases y que obviamente hay que cultivar.
Qu problemas y qu tareas se imponen a Amrica Latina a partir de
su unidad cultural? Hay que distinguir dos principales cuestiones: la relativa
a la preservacin de esa unidad cultural y la relativa a la utilizacin que
convenga darle.
22
Todas las culturas contemporneas estn expuestas, en mayor o en

menor grado, a la influencia cultural del ingls, que se torn, como el latn
en la Edad Media o el francs, en la Ilustracin, la lengua franca del mundo civilizado. Esa influencia es mucho ms fuerte en Latinoamrica, a
causa de la poderosa influencia norteamericana y la inmediata vecindad
de Estados Unidos, en el norte de Amrica Latina. Entonces, qu pasa y
qu hacer?
La experiencia histrica muestra que, a largo plazo, las culturas
que pierden su independencia poltica pierden el comando de su propia
cultura y son colonizadas por la cultura polticamente predominante. Eso
pas con la dominacin de las culturas orientales antiguas por la cultura
griega, como consecuencia de las conquistas de Alejandro. Y paso una
vez ms con el latn, como consecuencia de la formacin del Imperio
Romano.
Estar pasando eso en Amrica Latina? La respuesta, exige actualmente una cautelosa reserva. En el caso ms inmediatamente expuesto,
que es el de Mxico, particularmente en las regiones fronterizas, se observa
que, entre las dos culturas, a nivel popular, la norteamericana predomina en
el dominio de los gadgets y la mexicana en el dominio de los usos y valores.
Los instrumentos domsticos, freezer, washing machine y otros, son fcilmente denominados en ingles, en el lado mexicano de la frontera. Pero en el
lado norteamericano de la frontera, la gente prepara comida mexicana y
baila y canta msicas mexicanas.
Algo distinto ocurre en la cultura erudita. Los latinoamericanos cultivados mantienen en buen nivel su propio idioma pero se encuentran obligados a usar el ingls para sus comunicaciones internacionales. Eso, sin embargo, tambin ocurre con los europeos de lengua no inglesa. La universalizacin del ingls, como ocurri con el francs y el latn, en sus respectivos
perodos de predominio, es inevitable y constituye una entre muchas seales
de la actual supremaca norteamericana.
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AOS
Ante tal situacin, lo que importa es lo que hay que hacer para la
preservacin en Amrica Latina de su propia cultura y, an ms, para su
posible y deseable proyeccin internacional.
Sin extender demasiado esta cuestin, que comportara un amplio estudio propio, tres aspectos merecen breve referencia: (1) la intercomunicacin
en Amrica Latina; (2) el empleo internacional del espaol y (3) la especfica contribucin de la cultura latinoamericana al mundo.
La ventaja particular de Amrica Latina, en relacin a otras regiones
del mundo, consiste en la recproca comunicacin oral directa de sus dos
idiomas. Ese hecho, proveniente de las races comunes de las dos lenguas,
mediatamente derivadas del latn, pero inmediatamente procedentes del gallego arcaico, requiere un consciente y deliberado fortalecimiento por la gente
cultivada de la regin. El hbito de leer directamente el espaol, generalizado entre la gente cultivada de Brasil, no encuentra correspondiente prctica
entre los hispanoparlantes de Amrica Latina, con la relativa excepcin de
Argentina y Uruguay. Esa prctica necesita de incentivo por parte de las
autoridades pblicas y de los intelectuales. No corresponde a los lmites de
este breve estudio ms extensa elaboracin de ese tema, pero importa que
quede registrada su relevancia.
El segundo aspecto a considerar resulta del hecho de que, en trminos
efectivos, el espaol se constituy como la segunda lengua internacional de
Occidente. Este hecho, que no fue provocado deliberadamente, merece ser
sostenido por los latinoamericanos, incluso los de habla portuguesa, sin restricciones provocadas por celos que no tendran sentido. Este breve estudio,
redactado en espaol, es una manifestacin prctica de las convicciones a
ese respecto que tengo como intelectual brasileo.
El tercer aspecto de la cuestin, precedentemente formulado, es el
ms importante. Que contribucin puede dar la cultura latinoamericana al
mundo? Es evidente que la literatura, la msica y las artes plsticas de
Amrica Latina ocupan, merecidamente, un amplio espacio en el mundo.
24
Hay que proseguir en esa influencia y desarrollarla. Adems de eso, todava

hay algo ms de lo que los latinoamericanos, y el mundo en general, no han
tomado debidamente en cuenta. Se trata del hecho de que Amrica Latina
dispone, en su cultura, tanto a nivel popular como a nivel erudito, de una de
las contribuciones que ms necesita el mundo: el humanismo.
Simplificando al extremo una cuestin muy compleja, se puede afirmar que el mundo contemporneo y, ms an, el porvenir del mundo, dependen de una feliz articulacin entre el progreso cientficotecnolgico y el
humanismo. Estados Unidos, ms que todos los pases, contribuye, actualmente, para el progreso cientficotecnolgico del mundo, pero carece, dramticamente, de algo que otorgue un significado y un valor superior a la
vida: un nuevo humanismo. Amrica Latina tiene y contiene ese humanismo, espontneamente, a nivel del pueblo y articuladamente, a nivel de sus
mejores intelectuales. Carece, sin embargo, para culminar su modernizacin, de un mejor desarrollo cientficotecnolgico. En el mundo norteamericano se dispone de un gigantesco acervo de instrumentos y procesos al
servicio de la vida (y tambin del exterminio de la vida) pero no se sabe qu
hacer con la vida. La gente es esclava del gadget y de una tecnologa vaca
de contenido propio. El mundo latinoamericano abunda, tanto a nivel popular
como a nivel erudito, de humanismo, de ese humanismo nuevo, social y
ecolgico, del que depende la sobrevivencia del mundo. Pero carece de
suficiente competencia cientficotecnolgica. Ah se encuentra el gran intercambio cultural que necesita el mundo: modernizacin cientficotecnolgica de Amrica Latina y humanizacin de Estados Unidos y del mundo, en general.
La verdadera ALCA no debe consistir en un artificioso montaje de
una libertad de comercio que solo favorecer Estados Unidos. Debe constar de un amplio acuerdo cultural en que Estados Unidos contribuya con su
precioso legado cientficotecnolgico y Amrica Latina con su an ms
precioso legado humanista.
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Crculo p oltico
Contrariamente a las apariencias y al entendimiento comn de la cuestin, es en el crculo poltico, ms que en el econmico, que residen los
intereses ms fundamentales de Amrica Latina y de sus procesos de integracin. El asunto presenta dos principales aspectos: el que se relaciona con
la autonoma de los pases latinoamericanos y el que se relaciona con su
posible contribucin para la formacin de un nuevo orden mundial, ms equitativo y racional.
El proceso de globalizacin, en general, y notoriamente en el caso de
Amrica Latina, tiene poderosos y terribles efectos desnacionalizantes, particularmente sobre los pases menos desarrollados. La minimizacin del Estado, la apertura del mercado a las fuerzas internacionales y la supresin de
regulaciones, bajo la suposicin de que el mercado se autoregula de forma
optimizante para la economa, conducen a la desnacionalizacin de los pases, tanto ms fuertemente cuanto ms subdesarrollados y perifricos sean.
Persiste, en tales pases, la soberana formal: himno, bandera, ejrcitos
de parada y la eleccin, cuando tiene regmenes democrticos, de sus dirigentes. Todas las decisiones relevantes, entretanto, son exgenas, dictadas
por multinacionales y por la potencia hegemnica. Esos pases se convierten en meros segmentos del mercado mundial y sus autoridades, subordinadas a las conveniencias de ese mercado son, independientemente de su
voluntad (cuando tal voluntad exista) meros administradores de fuerzas
exgenas. Que puede hacer Amrica Latina ante el rol compresor de la
globalizacin?
El problema resulta muy complicado por el hecho de que, en las actuales condiciones, el antiguo proteccionismo, adems de prcticamente fuera
del poder de los pases dbiles, presenta efectos negativos, por exacerbar el
retraso tecnolgico y la carencia de capitales. Por otra parte, la apertura
neoliberal condujo a la liquidacin del Estado, y la dominacin exgena de
tales pases. Entonces, qu se puede hacer?
26
La respuesta, que todava no est disponible para todos los pases subdesarrollados (por ejemplo, muchos pases africanos), consiste en la preservacin del ms amplio margen posible de su autonoma interna, a travs de
procesos de integracin regional o subregional. Esa es la principal contribucin del MERCOSUR (con sus posibles y necesarios perfeccionamientos)
para sus partcipes. Ser el principal aporte de un sistema sudamericano de
cooperacin y libre comercio, como fue propuesto por la cumbre de presidentes sudamericanos en Brasilia. En el mbito de tales sistemas los pases
dispondrn de condiciones para un desarrollo satisfactoriamente autnomo
y as de condiciones para generar y perfeccionar sectores productivos, que
desarrollen competitividad internacional.
La preservacin, mediante apropiados mecanismos integrativos, del
ms amplio margen posible de su autonoma, constituye para los pases subdesarrollados en general, y notoriamente para Amrica Latina, el modo por
el cual pueden mantener su identidad nacional en el curso de las prximas
dcadas, cuando estarn bajo fuerte presin hegemnica por parte de Estados Unidos.
Si logran hacerlo, en el caso ms probable de que el mundo sea regulado, en la segunda mitad del siglo, por un orden multipolar, esos pases
podrn superar su actual condicin de dependencia y elevarse a aquel nivel
intermedio de resistencia, precedentemente referido. Procediendo as, dispondrn de un margen de autonoma mucho ms satisfactorio, siempre, como
hemos dicho, que se constituya en el mundo un rgimen multipolar. Si, en
cambio se produce la consolidacin de la hegemona mundial norteamericana, los pases que mientras tanto, tengan preservado mrgenes significativos de autonoma, ingresarn en el nuevo rgimen en condiciones mucho
mas favorables de los que desde ahora estn satelizados.
Es por tal razn que hay que consolidar, profundizar, perfeccionar y
expandir el MERCOSUR y constituir un sistema sudamericano de cooperacin y libre comercio, fuera de la trampa del ALCA, tal como esta es propuesta actualmente por Estados Unidos.
27
DE
CUYO 70
AOS
La otra dimensin relevante de la cuestin poltica para Amrica Latina, consiste en la posibilidad de contribuir, mediante mecanismos integrativos
que preserven el ms amplio margen posible de su autonoma y adopcin de
polticas consecuentes, a que se configure un nuevo orden mundial multilateral
ms equitativo, sin hegemonas dominantes.
La contribucin latinoamericana a ese objetivo tiene una relevancia de
la que todava no hay una debida apreciacin. Esa relevancia tiene dos aspectos interrelacionados. Por un lado, resulta del hecho de que una posicin
de autonoma internacional de Amrica Latina, respaldada por apropiados
mecanismos de integracin, ejercer una poderosa influencia sobre las tendencias a una poltica externa independiente por parte de la Europa
europesta. Eso contribuir, significativamente, para la edificacin de un
orden mundial multilateral y ms equitativo. Por otro lado, esa poltica latinoamericana de autonoma internacional, apropiadamente respaldada y concertada con los sectores europestas de la Unin Europea, tendr un decisivo efecto en la formacin de un nuevo orden mundial multipolar. Ese efecto consistir en la formacin de un importante polo, en el mbito de ese
nuevo sistema, que sea independiente de Estados Unidos pero no
antiamericano, ni antioccidental.
El mundo corre el riesgo, en efecto, de que la hegemona mundial
norteamericana, ahora en avanzado estado de expansin, sea contenida,
exclusiva o predominantemente, por fuerzas potencialmente
antinorteamericanas, como seria el caso de un orden mundial multipolar
predominantemente fundado en la futura condicin de superpotencias de
China y de Rusia.
Si es cierto que la hegemona norteamericana no es compatible con la
libertad de los dems pases, incluso con la preservacin, en los propios
Estados Unidos, de su libertad interna porque toda hegemona se convierte
necesariamente en un sistema autoritario no es menos cierto que un orden
mundial efectivamente ecunime y racional no puede ser antinorteamericano,
ni anti cualquier pas.
28
La formacin de un sistema internacional independiente, comprendiendo

Amrica Latina y la Unin Europea, es la condicin necesaria para que un
futuro orden mundial multipolar, en que China, Rusia y otros pases no occidentales tengan importante peso, no quede exclusiva o predominantemente
bajo la influencia de pases hostiles a Estados Unidos.
En ese sentido, contrariamente a la impresin superficial que predomina
en Estados Unidos, una posicin de independencia y autonoma de Amrica
Latina y de la Unin Europea viene al encuentro de los bien entendidos intereses norteamericanos. Una completa hegemona norteamericana, tan cara a
su elite de poder, sera incompatible con la preservacin de la libertad interna
y de una efectiva democracia en Estados Unidos. Si en los pases dominados,
la soberana se convertira en una mera apariencia, con ejrcitos de parada y
polticos compelidos a atender intereses exgenos, en Estados Unidos su hegemona mundial convertira la democracia tambin en un rgimen de parada,
en que las autoridades electivas estaran compelidas a seguir los designios de
la elite de poder. Para la democracia norteamericana y para el mundo, en
general, el nico orden mundial deseable y razonable es uno en que el sistema
multipolar resultante no sea ni antiamericano, ni antichino o antiruso.
La particularidad mexicana
Aunque un breve estudio como este tenga que limitarse a un reducido
nmero de pginas, es indispensable discutir sucintamente, en relacin con
Amrica Latina, la situacin particular de Mxico. Cmo puede Mxico
compatibilizar su condicin de miembro del NAFTA con la preservacin de
su identidad cultural y su autonoma interna y externa?
Sobre la cuestin de la identidad cultural de Mxico y su profundo
carcter latinoamericano, no parece necesario agregar nada a lo que fue
brevemente dicho en el tpico sobre el crculo cultural. Mxico y Argentina,
entre los hispanoparlantes y Brasil, por el otro lado, son los tres principales
pilares de la cultura latinoamericana. Consta en el tpico sobre el crculo
cultural lo ms relevante que era necesario mencionar a ese respecto.
29
DE
CUYO 70
AOS
Lo que exige una breve aclaracin final es la cuestin de cmo Mxico pueda preservar satisfactorios mrgenes de autonoma interna y externa,
en el mbito del NAFTA. Esa cuestin tiene varios aspectos, adems del
poltico. En lo esencial, las autoridades mexicanas ya lo comprendieron muy
bien, al intentar, dentro de lo posible, diversificar sus relaciones de comercio. A ese respecto cabe al MERCOSUR y a los pases andinos establecer
con Mxico regmenes equitativos de comercio, independientemente del
NAFTA y, en caso que llegue a concretarse, del ALCA.
La esencia del problema reside en la dimensin poltica. Y esa dimensin depende, predominantemente, del propio Mxico. Tratase, en suma, de
lo siguiente. Si Mxico, en el mbito del NAFTA y siguiendo la orientacin
ideolgica de Estados Unidos, adopta en el mbito domstico una poltica
neoliberal, como supuesta condicin para mantenerse atractivo a los capitales norteamericanos, su autonoma interna ir desapareciendo gradual pero
aceleradamente y, con ella, su autonoma externa. Si, en cambio, Mxico,
aunque preservando condiciones adecuadas para atraer capitales extranjeros y no solamente norteamericanos mantuviere, no obstante, un Estado
fuerte, autnomo y con satisfactoria capacidad regulatoria, sustentar,
concomitantemente, su autonoma interna y externa.
A ese respecto, una vez ms, compete a los pases sudamericanos
mantener una estrecha relacin de cooperacin internacional con Mxico,
orientada en el sentido de contribuir a la formacin de un orden mundial
multipolar, ni antinorteamericano ni antichino, pero equitativo y racional. Si
tal actitud reforzar las condiciones de autonoma en Mxico, tambin reforzar la autonoma del conjunto latinoamericano. No puede haber Amrica Latina sin Mxico, como no la puede haber sin Argentina o Brasil.
30
Algunos criterios para bienpensar el

Bicentenario y dos propuestas ticas
Eduardo Devs Valds*
Introduccin
Se ha convocado a un encuentro acadmico y a mesas redondas con
ocasin del lanzamiento, por parte de la universidad Nacional de Cuyo, de
sus actividades hacia la conmemoracin del Bicentenario, aprovechando de
conmemorar tambin los 60 aos del Congreso Mundial de Filosofa que se
celebrara en Mendoza en 1949.
En este marco voy a realizar un conjunto de reflexiones y propuestas
que articulen asuntos como la situacin de Amrica Latina y el Caribe (ALC)
hacia 2010, sus desafos ms importantes a mi juicio, las maneras como la
intelectualidad y la universidad deben enfrentarlas, en particular la colaboracin acadmica entre Argentina y Chile, y la importancia de entender adecuadamente las cosas con un tipo de pensarhacer que pueda ser fructfero.
El presente trabajo ser presentado sobre la base de un esqueleto o un
esquema que vaya invitando a la reflexin sobre aquello que va siendo apenas enunciado, por el carcter de una mesa redonda.
Las reflexiones y las propuestas se plantean teniendo como base una
importante trayectoria de trabajo conjunto entre la Universidad Nacional del
* Dr. en Filosofa por la Universidad de Lovaina. Investigador del Instituto de Estudios
Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago de Chile.
31
DE
CUYO 70
AOS
Cuyo, la Universidad de Santiago de Chile, adems de varias otras universidades e instituciones acadmicas y redes que comprenden ambos pases.
En este sentido es clave tener en cuenta una trayectoria de colaboracin,
para no imaginar que las propuestas y reflexiones provienen del mero
voluntarismo1.
Las conmemoraciones del Bicentenario se estn realizando en momentos de pobre desempeo de Amrica Latina y el Caribe. En ningn
caso, se conmemoran los xitos de la regin. Los indicadores de desarrollo
humano, de calidad de la educacin, de pobreza, de salubridad y otros dejan
1 Iniciativas de colaboracin intelectual que han sido propiciadas o apoyadas por la Asociacin Argentino Chilena de Estudios Histricos e Integracin Cultural, la UNCuyo y la
USACH, entre numerosas instituciones acadmicas, y que estn operando actualmente:
1 Creacin de la Asociacin ArgentinoChilena de Estudios Histricos e Integracin Cultural

2 Encuentros argentinochilenos, realizados alternativamente en Argentina y Chile, cada
dos aos.
3 Seminarios ArCl y del Conosur, realizados en Mendoza cada dos aos.
4 Publicacin de revista Estudios Trasandinos.
5 Publicacin de libros de temtica ArCl.
6 Estudiantes de postgrado (participacin en programas de otro pas y asistencia a congresos).
7 Estadas posdoctorales de acadmic@s de un pas en el otro.
8 Constitucin de Equipos binacionales de investigacin.
9 Visitas e intercambio permanente de profesores.
10 Visitas peridicas de comitivas de estudiantes de grado U. Cuyo, U. C. Silva Henrquez,
U. Valparaso.
11 Convenios institucionales e interuniversitarios.
12 Realizacin de reuniones de acadmic@s organizadas por ambas embajadas.
13 Creacin de instancias universitarias permanentes destinadas al estudio de las relaciones y similitudes entre ambos pases como el Centro de Estudios Trasandinos y el Programa
de Integracin de la UNCuyo, en que permanente participan acadmic@s chile@s.
14 Confeccin de pgina web de la Asociacin ArCl de Estudios Histricos e Integracin
Cultural.
15 Instancias de encuentro de Investigador@s Jvenes de Ar y Cl en encuentros binacionales organizados por la Asociacin u otros organizados por diversas instancias (Ver a este
respecto: www.encuentrointelectuallatinoamericano.org).
32
mucho que desear y ALC como conjunto muestra menos progresos que
otras regiones de la humanidad en los ltimos 50 o 100 aos.
Es concebible imaginar que si las cosas no han salido bien, en parte, se
debe a que se ha pensado mal. Qu significa haber pensado mal? Pensar
mal puede tener significados diversos, desde no manejar las reglas de la
lgica hasta ser incapaz de hacer diagnsticos adecuados o entregar soluciones que sean asequibles (asimilables, aceptables) por la sociedad. Pensar mal puede entenderse tambin en sentido instrumental: como la incapacidad sistemtica para alcanzar los objetivos deseados. Esquemticamente
al pensarmal puede oponerse el bienpensar.
Criterios para el bienpensar
Formulo 4 criterios que pueden ayudar a entender que se quiere decir
con bien pensar:
A. PENSAR CON LGICA Y MTODO. La filosofa se ha imaginado a s misma como el ejercicio o como un intento de bien pensar, al menos en el
sentido de la lgica. Debe destacarse la importancia de la lgica especialmente ante un discurso posmodernista que insiste en no hacerse cargo de
las implicaciones del propio discurso: un relativismo que ni siquiera asume
los logros bsicos de los griegos ni mucho menos la tica del discurso.
B.
PENSAR CON RADICALIDAD, PROFUNDIDAD O SENTIDO CRTICO no contentndose con creencias antiguas o ancestrales, con razones superficiales,
con recetas ideolgicas, con frases hechas, consignas o refranes de la sabidura popular. La valenta de pensar, de pensar renovadamente, a pesar de
las acusaciones de traicin de antiguos colegas pegados en frmulas no
viables, es uno de los componentes de la robustez intelectual, que permite
pensarbien. Junto a esta valenta de pensar en profundidad y radicalmente,
sin dejarse amedrentar por los lmites puestos por las ideologas y las ortodoxias, debe tenerse en cuenta igualmente el rechazo del (o la capacidad para
evitar) aventurerismo intelectualpoltico.
33
DE
CUYO 70
AOS
La nica solucin es actuar de acuerdo a lo que creemos, no obstante

sin dejar de asumir que existen otras formas de pensar y de sentir que las
nuestras y, por tanto, si debemos utopizar e imaginar debemos hacerlo sin
dogmatismo y sin creer que nuestra poca sea la definitiva. Por ello debemos ser imaginativos y elsticos, para abrir posibilidades y para no cerrarlas. La bsqueda de la felicidad y de la plenitud es tan infinita como
pantanosa. nicamente los dogmticos retrgrados creen haber descubierto las claves de la realidad y su ignorancia prepotente les permite decir que
ellos conocen, o peor, son la verdad.
C.
PENSAR CON INFORMACIN, en el sentido de trabajar sobre la base de

datos y pruebas, es decir, manejar suficiente cantidad de informacin para
elaborar teoras o realizar recomendaciones. En 1891, se quejaba Jos Mart
diciendo que a adivinar salen nuestros jvenes, pues la universidad en Amrica no les ensea los rudimentos del gobierno porque es incapaz de producir conocimiento sobre la propia realidad. Esto ha cambiado mucho en 120
aos, aunque seguimos padeciendo dficit de informacin y particularmente
dficit de voluntad y mtodos para asumir la informacin e interpelar con
sta nuestras creencias, ideologas, convicciones y proyectos.
D.
PENSAR CON SENTIDO COMN, como la capacidad de entender las

cosas a la luz del contexto y la experiencia, lo que permitira determinar su
sentido, posibilidad y proyecciones. El sentidocomn es la capacidad de
desenvolverse en ambientes complejos, saber determinar los sentidos, alcances e importancias relativas de las cosas sin caer en el ideologismo 2.
2 Es muy importante en este plano considerar la superacin de discusiones sobre poltica o
sobre sistemas econmicos que se desvan de la clave del asunto. En la actualidad tenemos
sistemas ms o menos socialistas, ms o menos estatistas, ms o menos de planificacin
central, ms o menos liberales o neoliberales. Hay algunos pases que han tenido espectaculares crecimientos y progreso en el desarrollo humano de sus pueblos con sistemas econmicopolticos bastante diferentes y hasta claramente opuestos, hay otros casos que con sistemas muy parecidos han tenido logros muy desiguales. Esto debe hacer pensar al sentido
comn que la cave no est en la cuestin ideolgica o poltica sino en la capacidad de hacer bien
las cosas.
34
Bicentenario y protagonismo del conocimiento

con do s p ropuestas t icas
La coyuntura del Bicentenario es una ocasin propicia para evaluar la
historia de la regin y particularmente para realizar propuestas y asumir
desafos. El mejoramiento de los niveles de desarrollohumano y calidad de
la vida es el objetivo principal que debe asumirse en este momento. La
intelectualidad debe preguntarse por sus bajos aportes en este sentido y
replantearse los desafos y compromisos hacia el futuro.
En este sentido es clave asumir que no debe desviarse la atencin
hacia declaraciones de intenciones retricas sino principalmente evaluarse
por resultados: proclamar ideas mas o menos socialistas, mas o menos liberales o mas o menos tradicionalistas no tiene ningn valor, si ello no repercute en mejoras de nutricin, expectativa de vida o decisin de permanecer en
el pas en vez de migrar, etc3.
A. PRIMERA PROPUESTA TICA: el juicio por resultados no por declaracin
de intenciones y el compromiso con el desarrollo humano, como una mxima muy importante de tica en el mbito de lo que compete a una sociedad.
Los resultados en desarrollo humano deben servir como criterio bsico para medir los buenos de los malos sistemas, aunque no puede ser un
criterio ni nico ni definitivo.
3 Es proverbial el caso de un pas europeo que sumido en derrotas blicas, prdida de sus
antiguas colonias, bajsimos niveles econmicos, decadencia de su aparato educacional y de
investigacin, altos ndices de migracin hacia el exterior, carencia de democracia y otros
fracasos gener un grupsculo intelectual que se empe en la defensa de su patria argumentando que era el mejor pas de Europa y del mundo, porque en ningn otro la iglesia y la
religin tenan tanta presencia. Esta posicin tan necia como retrgrada, aunque con otros
signos, no deja de tentar a sectores intelectuales y polticos latinoamericanos que valorizan
mucho ms las declaraciones de intenciones ideolgicas que los resultados de las medidas en
beneficio (o perjuicio) de sus pueblos.
35
DE
CUYO 70
AOS
La necesidad de medir a los sistemas por el desarrollo humano y no

por las declaraciones de sus gobernantes. Los avances en el desarrollo son
el criterio tico fundamental, en el subentendido que se encuentra subordinado a la sobrevivencia de la especie.
El PNUD mide el desarrollo humano en relacin a:
1 Ingreso per capita
2 Expectativa de vida
3 Calidad de la saludnutricin
4 Nivel educacional
5 Acceso a los servicios bsicos
Los Objetivos del Milenio4 son:
1 Erradicar la pobreza extrema y el hambre
2 Lograr la enseanza primaria universal
3 Promover la igualdad entre los gneros y el empoderamiento de
la mujer
4 Reducir la mortalidad infantil
5 Mejorar la salud materna
6 Combatir el VIH y SIDA, el paludismo y otras enfermedades
7 Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
8 Fomentar una asociacin mundial para el desarrollo5
4
En septiembre del ao 2000, los lderes de 189 pases se reunieron en la sede de Naciones
Unidas Nueva York y aprobaron la Declaracin del Milenio, un acuerdo para trabajar de
manera conjunta para construir un mundo ms seguro, ms prspero y ms equitativo. La
declaracin se tradujo en un plan de accin que cre 8 objetivos mensurables y con lmite de
tiempo que deban alcanzarse para el ao 2015, conocidos como los Objetivos de Desarrollo
del Milenio.
5 Los
Objetivos de Desarrollo del Milenio:

1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
Reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos son menores a un dlar diario.
Alcanzar el pleno empleo productivo y trabajo decente para todos, incluyendo a las mujeres
y las y los jvenes.
36

B. SEGUNDA PROPUESTA TICA: el compromiso con la calidadhonestidad
de nuestro quehacer intelectual, que puede desglosarse en subpuntos:

Especificidad del quehacer intelectual en relacin al quehacer de
todo ciudadano, o compromiso de la intelectualidad por sobre compromisos
Reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen de hambre.

2. Lograr la enseanza primaria universal.
Asegurar que todos los nios y nias completen un ciclo completo de enseanza primaria.
3. Promover la igualdad entre los gneros y el empoderamiento de la mujer.
Eliminar la disparidad de gnero en la educacin primaria y secundaria, preferentemente
para 2005, y en todos los niveles educativos a ms tardar para el ao 2015.
4. Reducir la mortalidad infantil.
Reducir en dos terceras partes la mortalidad de nios y nias menores de 5 aos.
5. Mejorar la salud materna.
Reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes.
Lograr el acceso universal a la salud reproductiva.
6. Combatir el VIH y SIDA, el paludismo y otras enfermedades.
Detener y revertir el avance del VIH y SIDA.
Lograr para el 2010 el acceso universal al tratamiento para todos aquellos que lo necesiten.
Detener y revertir la incidencia de paludismo y otras enfermedades.
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
Integrar principios de desarrollo sostenible en las polticas y programas de cada pas,
revertir la prdida de recursos ambientales.
Reducir la prdida de biodiversidad, alcanzando en el 2010 una reduccin significativa en la
tasa de prdida.
Reducir en un 50% el nmero de personas que carecen de acceso a agua potable y saneamiento.
Mejorar la calidad de vida de al menos 100 millones de habitantes de barrios de tugurios para
el 2020.
8. Fomentar una asociacin mundial para el desarrollo.
Desarrollar un sistema comercial y financiero multilateral abierto, equitativo, basado en
normas, previsible y no discriminatorio Atender las necesidades especiales de los pases
menos desarrollados, pases sin salida al mar, y pequeos estados insulares en desarrollo.
Enfrentar de manera general la deuda de pases en desarrollo.
En cooperacin con la industria farmacutica, asegurar el acceso a medicamentos esenciales
asequibles en los pases en desarrollo.
En cooperacin con el sector privado, hacer accesibles los beneficios de las nuevas tecnologas, especialmente de las tecnologas de la informacin y de las comunicaciones. (Ver a este
respecto: www.un.org/spanish/millenniumgoals/).
37
DE
CUYO 70
AOS
extraintelectuales: predicas religiosas o ideolgicas o manifestaciones en

favor de causas ambientales o econmicas.
La intelectualidad debe hacerse cargo de todos los problemas de su
sociedad, aportando conocimiento, informacin, bien pensar. Esto no quiere
decir que las personas que estn en el medio universitario o intelectual no
sean igualmente ciudadan@s, pero no debe confundirse su papel como
ciudadan@s con su tarea especficamente intelectual.
Es necesaria la superacin del modelo latinoamericano de universidad:
i la universidad del ascenso social; el alegato de la universidad para
todos como una universidad de ascenso social que se despreocupa de
la calidad de su quehacer y de sus obligaciones por entregar conocimiento y calidad profesional a la sociedad;
ii la versin abaratada del compromiso de la universidad con la sociedad; la universidad sobrepolitizada, cuya sobrepolitizacin le hace
olvidar la necesidad de producir conocimiento para el bienestar de su
sociedad y del mundo;
iii los universitarios del paleoltico: que aprenden a usar la piedra, pero
no la argumentacin, universidad concebida como aliada masiva de
causas sociales pero que no aporta realmente con conocimiento a
dichos sectores sociales, concebida como arena poltica para ganar
posiciones y hacer carrera y donde producir conocimiento se hace
sinnimo de dar la espalda a las convicciones religiosas, ideolgicas o
partidarias;
iv la universidad que habla de democracia pero funciona de manera feudal, manejada por pequeos grupos de poder que monopolizan el acceso a los cargos y por ctedras donde se explota a
adjuntos y becarios, impidiendo el desarrollo de concursos abiertos e impugnables que mejoren los niveles y la transparencia del
quehacer;
v la universidad transformada en formadora de cuadros para prestacin
38
de servicios subordinados, gente sin inventiva, creatividad o radicalidad

en su quehacer, que no inventa ni descubre sino que aprende a ser
til.
La cultura de la calidadhonestidad para la intelectualidad (desarrollo de programas de investigacin y postgrado y concursos pblico, con comisiones tica y tcnicamente idneas) y la sociedad:
Es imprescindible una intelectualidad, una institucionalidad acadmica
y una universidad que se comprometan con el mejoramiento de la calidad:
como excelencia en el quehacer, que se alejen del facilismo intelectual, del
abaratamiento, del populismo intelectual (lleno de grandilocuencia y sin produccin), del consignismo y del dogmatismo; que se comprometan con el
mrito por sobre el clientelismo, el amiguismo y el caritativismo. La
intelectualidad debe asumir que el propio quehacer posee una tica intrnseca que lo potencia.
La tica intrnseca al quehacer del conocimiento:
Existe, por as decir, una tica intrnseca al desarrollo del conocimiento. Se trata de una tica sin la cual el conocimiento no puede desarrollarse y que no debe confundirse con las buenas intenciones de las
personas. Esa tica intrnseca, que se denomina honestidad intelectual,
comprende una serie de elementos que son internos al desarrollo del
conocimiento, aunque no completamente separados de elementos ticos
que ataen a otras dimensiones de la existencia, como que el conocimiento tampoco es un mbito completamente separado de todos los otros
que componen la existencia. Es necesario ser capaz de plantear una
solucin tica que tenga que ver con actividad intelectual propiamente
tal, con la densidad del conocimiento, y que lo deslinde de la moral en el
sentido del conocimiento producido o manejado por gente buena. Las
carencias de honestidad intelectual conspiran directamente contra el
conocimiento, manteniendo las mitologas, que se sustentan en el dar a
espalda al ejercicio de lo intelectual. El desarrollo del pensamiento, al menos
39
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CUYO 70
AOS
en un sentido, lleva una racionalidad propia de criticismo y honestidad. La

racionalidad de producir ms y ms pensamiento hace necesario el sentido crtico, de honestidad y de apertura de mente, de asuncin del criterio de evidencia y de lgica, y no necesita considerarlos como normas
morales externas de gente buena. Esta dimensin tica del conocimiento se toca con lo que se ha llamado compromiso de la intelectualidad
con la sociedad. Es decir, aquel espacio en que la intelectualidad debe
hacer algn aporte, en tanto que tal, a la sociedad: aporte en conocimiento, en investigacin, en inventos, descubrimientos, patentes, informacin, etc.
Propuestas
A. PACTO UNIVERSIDAD SOCIEDAD
Por cierto, todas las culpas del pobre desempeo de ALC deben ser
asumidas por la intelectualidad, pero las responsabilidades casi siempre
son compartidas y no podra hipertrofiarse la responsabilidad de la
intelectualidad en los bajos desempeos de ALC hacia el Bicentenario. El
quehacer intelectual no se da aislado, por ello la propia intelectualidad
debe contribuir a generar un medioambiente que facilite e incluso potencie
el bienpensar.
A.1
CONTRIBUIR
A QUE SE DEN LAS CONDICIONES SOCIALES PARA EL BIEN
PENSAR:
Financiamiento para la produccin y difusin del conocimiento;

Dignificacin de las profesiones del conocimiento;
Institucionalidad respetable extra e intra academia: democracia, transparencia, responsabilidad por las decisiones tomadas;
Institucionalidad que apoye e incentive el desarrollo del conocimiento;
Cultura del dilogo intelectual extra e intra academia;
40
Cultura de la calidad y la honestidad extra e intra academia.

A.2 APUESTAS DEL PACTO INTELECTUALIDADSOCIEDAD
Para la realizacin del pacto intelectualidadsociedad en ALC existen

numerosas dificultades u obstculos, entre los cuales pueden considerarse:
que la sociedad no cree en una intelectualidad que no le reporta beneficios visibles y medibles;
que los medios de comunicacin cubren la realidad educacional y
universitaria principalmente cuando hay huelgas, desmanes, manifestaciones y no cuando hay logros, premios o descubrimientos y ello
contribuye a la deslegitimacin del quehacer de las profesiones del
conocimiento;
que las autoridades tienen dificultad para justificar aumentos de presupuesto a un deslegitimado sistema del conocimiento (universidad,
investigacin, intelectualidad).
Ejemplos de apuestas:
Apostar a mejorar los niveles del rendimiento educacional en una
regin y demandar aumentos al financiamiento a la intelectualidad;
Apostar a mejorar la produccin y la productividad econmica de una
regin en relacin a aumentos en el financiamiento a la intelectualidad;
Apostar a mejorar indicadores en mbitos como la reduccin de la
delincuencia (esto es particularmente importante en sociedades que
estn cayendo por la pendiente del miedo y el aumento de polica), de
accidentes de trnsito, de violencia domstica, de contaminacin y
otros elementos que inciden sobre la calidad de vida, en relacin a
aumentos en el financiamiento a la intelectualidad;
Apostar a trabajo concertado entre intelectualidad y diplomacia para
mejorar la fluidez en la circulacin del conocimiento y la proyeccin e
41
DE
CUYO 70
AOS
insercin de la regin del (y del pensamiento y de la cultura regional)

en el mundo.
B.
COLABORACIN O INTEGRACIN INTELECTUAL REGIONAL PARA GENERAR MS
CONOCIMIENTO Y PRESENTAR NUESTRA CULTURA Y CONOCIMIENTO AL MUNDO
1 La sinergia es clave para la densidad intelectual contra lo cual

conspira la pequeez de nuestras comunidades. Ello hace necesaria integracin en comunidades mayores, otorgando relieve a las redes intelectuales. Para una produccin intelectual profesional y sistemtica es imprescindible alcanzar niveles suficientes de densidad. Slo niveles suficientes de
densidad permiten para el despegue de la actividad intelectual normal6.
2 Por otra parte, se suele escuchar una protesta latinoamericana porque se nos mide con varas que no son las nuestras o que no son adecuadas
a nuestra realidad. Sin embargo, la intelectualidad latinoamericana no ha
sido capaz de generar una poltica comunicacional hacia el mundo, con el fin
de presentar y defender algunos postulados culturales que nos permitan
posicionarnos mejor.
Los criterios que se usan en la actualidad para medir el desarrollo
humano, y que son bastante buenos a mi juicio, no son todos ni los nicos
posibles. Si, desde nuestra realidad, pudiramos presentar algunos otros criterios que complementaran los existentes, la evaluacin que se nos hace
sera menos mala, teniendo particularmente en cuenta no caer en el vicio de
utilizar slo o prioritariamente los criterios que nos favorecen, para ocultar
la desnutricin, la falta de educacin de calidad, etc.
6 Excepcin hecha de algunos casos, que dependen de los fuertes vientos o temporales de la
historia, la produccin intelectual profesional y sistemtica depende del grado de densidad
que empuje el despegue intelectual. Analgicamente con el despegue de un avin, para que
ste se produzca es necesario que el aparato alcance cierta velocidad. De nada vale que
carretee por la pista durante aos, pues no se elevar jams. Basta, en cambio, un instante de
alta velocidad para el despegue.
42
Quiero sealar tres criterios que podran ser considerados para evaluar la cuestin desarrollohumanocalidaddevida.
i El criterio de la paz internacional, adems de (enriqueciendo a) los
derechos humanos. Sociedades o estados como los de ALC, cuyo
mayor logro histrico es la preservacin de la paz internacional, deben
luchar para que este logro sea capitalizado a nivel mundial. Este capital es subutilizado al no ser un factor considerado en los rankings existentes. Contrario sensu, tampoco es posible que la realidad blica y
belicista de pases que estn siempre en guerra enviando a todas sus
generaciones a los campos de batalla, dejando tantos muertos, mutilados, shockeados entre sus propios ciudadanos y obviamente tambin
entre sus enemigos, no sea considerada para disminuir sus puntajes
a la hora de evaluar la calidad de vida y el desarrollo humano de su
pueblo.
ii El criterio de la reproduccin de la especie, complementando el de
calidad de la salud y sobre todo el de la expectativa de vida. Una
sociedad de viejos, que no se reproduce, podra alcanzar durante algunas dcadas altsimos niveles de calidad de vida, para luego extinguirse. Ello sera muy engaoso respecto a la supervivencia de la especie.
iii El criterio de la autopercepcin de la felicidad, como complementario de la calidad de vida.
Qu precio, de disciplinamiento y sacrificio, debe pagar una sociedad
para elevar los niveles de calidad de vida, una vez que llega al umbral de
sacar a toda su poblacin de la pobreza y la desnutricin? Un elemento
bsico a considerar en este caso es la percepcin de la felicidad, que pasa a
ser clave una vez superados esos umbrales.
Por cierto, estos criterios no pueden considerarse aislados ni cerrados.
En ocasiones la defensa y la seguridad de un pueblo exigen sacrificios en
muchos niveles. Esto, sin embargo, debe ser considerado democrticamente y no puede entregarse a la decisin de caudillos ni dictadores.
43
DE
CUYO 70
AOS
Bibliografa
DEVS VALDS, EDUARDO. El pensamiento latinoamericano en el siglo
XX. Entre la modernizacin y la identidad. Tomo I Del Ariel de
Rod a la CEP AL; Tomo II Desde la CEP AL al neoliberalismo;
Tomo III Las figuras de fin de siglo. Buenos Aires y Santiago,
Biblos DIBAM, 2000, 2003, 2004.
DEVS VALDS, EDUARDO. Cartas a la intelectualidad latinoamericana.
Santiago, Graffiti, 2007.
OBJETIVOS DEL MILENIO: http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/
PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO: http://www.pnud.cl/
www.encuentrointelectuallatinoamericano.org
www.internacionaldelconocimiento.org
44
Tendencias Internacionales de la Educacin Superior1

Jos Joaqun Brunner*
La sociedad del conocimiento y la

Educacin Superior en Amrica Latina
Como uno puede esperar, a lo largo de su extenssima historia la Educacin Superior ha tenido momentos de mucho auge y tambin momentos
muy crticos; momentos de gran reconocimiento por parte de las sociedades
y momentos en los que no tuvo la importancia que hoy, por ejemplo, le atribuimos; momentos en los que los gobiernos, o los mecenas, tuvieron una
gran disposicin para incurrir en un alto gasto en favor de las instituciones
de Educacin Superior y otros, en los que su desconfianza fue mayor.
Pero creo que hoy, la economa, la sociedad e incluso la poltica dependen cada vez ms del uso sofisticado e intensivo del conocimiento avanzado,
1 El presente texto es una transcripcin ligeramente corregida de la conferencia dictada por el Dr.
Jos Joaqun Brunner el da 8 de abril de 2009, en el marco del inicio de los festejos del Bicentenario
de la Revolucin de Mayo de 1810 y del 70 Aniversario de la Universidad Nacional de Cuyo. Esta
versin contiene algunas notas de edicin, posteriores al dictado de la conferencia, referidas
informacin de la Universidad Nacional de Cuyo, con el objeto de brindar al lector una visin local
sobre las tendencias analizadas por el autor a nivel global.
* Dr. en Sociologa por la Universidad de Leiden, curs estudios de posgrado en la Universidad de Oxford y de pregrado en la Escuela de Derecho de la Universidad Catlica de Chile. Es
profesor e investigador de la Universidad Diego Portales donde dirige la Ctedra UNESCO y
el Centro de Polticas Comparadas de Educacin.
Ministro Secretario General del Gobierno de Chile. Ex director de FLACSO. Ex miembro del
Consejo Directivo de la Universidad de la Naciones Unidas.
45
DE
CUYO 70
AOS
producido en gran medida por las universidades. Los sistemas nacionales de

Educacin Superior estn jugando nuevamente un papel decisivo, y por eso
tanto debate y discusin sobre la Educacin Superior, particularmente en aquellos
pases cuyos niveles de competitividad internacional aparecen relativamente
rezagados como ocurre, por ejemplo, en Amrica Latina.
Observemos estos indicadores desarrollados ltimamente sobre los
avances de los distintos pases hacia la sociedad del conocimiento. Uno de
los ms comunes es el del World Economic Forum sobre competitividad y
relaciones; otro, el Knowledge Assessment Methodology del Banco Mundial. ste ltimo, mediante ms de cien variables sobre la competitividad y la
capacidad de usar conocimiento de los pases, mide su nivel de avance hacia la sociedad del conocimiento.
Dentro del conjunto de variables utilizadas, hay en primer lugar
algunas bsicas acerca del rgimen de incentivos econmicos y el funcionamiento de la institucionalidad macroeconmica; en seguida, variables
Fuente: Sobre la base de The World Bank, Knowledge Assessment Methodology, 2009.
46
relacionadas con la capacidad de innovacin de los pases, tales como produccin de patentes, nmeros de investigadores en labores de investigacin
y desarrollo, etc.; en tercer lugar, variables que tienen que ver con la educacin, su cobertura y calidad; y, finalmente, un conjunto de variables que
tienen que ver con la penetracin, el desarrollo y el uso de las nuevas tecnologas de la informacin.
Los valores medidos para cada variable considerada estn normalizados en una escala de 1 a 10 en el caso de cada pas o grupo de pases. En el
grfico de la pgina 46 se muestra cmo Amrica Latina, en general, aparece como una regin con escaso avance hacia la sociedad del conocimiento,
especialmente si se la compara con el grupo de pases de "ingreso alto",
segn la clasificacin del Banco Mundial, que son aquellos de mayor ingreso per cpita agrupados en la OCDE. A su turno, puede observarse que hay
un pequeo grupo de pases Chile, Uruguay, Brasil, Argentina y Mxico
que se halla por encima del promedio latinoamericano en esta escala de
avance hacia economas capaces de usar ms sofisticadamente el conocimiento en sus procesos de gestin y produccin.
Estos indicadores, que siempre son discutibles, nos parecen un buen
punto de partida para hablar sobre las tendencias generales y sobre el estado de la Educacin Superior en nuestra regin. A nuestro criterio si se
quiere avanzar en el desarrollo de un tipo de sociedad y un tipo de economa
que puedan producir y utilizar ms intensivamente el conocimiento disponible en todas las reas, incluidas la poltica y la gestin del Estado, y considerando la situacin de desventaja en que se encuentra Amrica Latina segn
estos indicadores el papel de las universidades y de los sistemas de Educacin Superior debe volverse cada vez ms relevante. Hablamos de conocimiento "disponible" ya sea porque es producido nacionalmente o porque es
potencialmente transferible desde otros centros de produccin de conocimiento.
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El aumento de demanda de Educacin Superior

Existe una creciente demanda por Educacin Superior, que hemos tratado de sintetizar en el siguiente grfico, donde las barras marcan el ndice
de escolarizacin bruta a nivel de Educacin Superior en los distintos pases
de Amrica Latina.
Fuente: Sobre la base de The World Bank, World Development Indicators 2008.
Si comparamos las tasas de participacin en la Educacin Superior

que muestra este grfico con la situacin existente hacia 1900, podemos
constatar que en un siglo la participacin se ha ampliado muy significativamente.
Como es posible observar, Argentina aparece con una tasa altsima de
participacin. A nivel internacional, existe una larga discusin entre los especialistas acerca de si las cifras que reflejan las estadsticas nacionales
argentinas y que son comunicadas a los organismos internacionales son
reales o no son reales o, dicho en otros trminos, si son o no comparables.
Los valores aparecen muy cercanos al promedio de los pases de alto
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ingreso, que aqu est en un 67 por ciento (y que en pases como Corea,
Finlandia o Japn, alcanza cerca de un 90 por ciento).
Luego, podemos apreciar al resto de los pases de Amrica Latina con
una tasa de participacin promedio de 30 por ciento, cifra que representa un
salto respecto de la tasa latinoamericana promedio de hace diez o ms aos
atrs. Sin embargo, todava hay pases grandes (en trminos de su matrcula), como Brasil, o medianos, como Colombia, que estn por debajo del
promedio latinoamericano actual y que tienen, por lo tanto, un amplio espacio para seguir creciendo.
Este crecimiento de la matrcula refleja la fuerte demanda en nuestros
pases por Educacin Superior y el nuevo papel que sta y sus certificados
juegan en el mercado laboral. Supongo que aqu en Argentina la situacin es
muy similar a la de Chile, en el sentido de que la tasa de retorno privado a la
Educacin Superior, o el premio salarial del mercado laboral, es prcticamente plano desde un ao hasta doce aos de educacin, y slo empieza a
aumentar significativamente una vez que la persona tiene algn ao o certificado de Educacin Superior.
Esto difiere significativamente de lo que ocurra hace tres dcadas,
cuando cada ao adicional de educacin primaria o secundaria ya reflejaba
la posibilidad de obtener un premio o un incremento salarial en el mercado
laboral. Hoy, con la universalizacin de la educacin secundaria, se da por
supuesto que para ingresar al mercado laboral, en cualquiera ocupacin
incluso semicalificada se requiere estar en posesin de la licencia media o
secundaria. Por eso tambin, la diferencia real, en trminos de tasa de retorno a la inversin en educacin, se produce recin a partir de los doce
aos de educacin.
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La persistencia de las in equidades en el crecimiento de la fuerza

de trabajo profesionalizada
Si bien es cierto que es muy importante analizar estos temas desde el
lado de la demanda, ms importante an es el punto de vista del impacto de
la Educacin Superior sobre la sociedad y la economa. Esto tiene que ver
con la tasa de profesionalizacin o tecnificacin de la fuerza de trabajo. Un
estudio reciente de la CEPAL arroj cifras interesantes sobre el porcentaje
de personas con Educacin Superior distribuido por quintiles de ingreso del
hogar.
Fuente: Sobre la base de CEPAL, Panorama Social 2007 (con datos de las respectivas
encuestas de hogares). * Zonas urbanas nicamente.
50
La lnea formada por los crculos corresponde al porcentaje total de

profesionales y tcnicos superiores del grupo de edad entre 25 y 29 aos.
Dada la masificacin reciente, ste es el grupo que tiene el mayor porcentaje de graduados.
En Amrica Latina todava es baja la participacin de profesionales y
tcnicos en la fuerza de trabajo. A partir de la alta demanda que reflejan
actualmente las tasas de participacin en la Educacin Superior, podemos
suponer que estamos en un proceso relativamente acelerado de acumulacin de capital humano avanzado y que pronto tendremos unos porcentajes
ms altos de personas con Educacin Superior.
Pero tambin podemos suponer que este aumento seguir replicando
las tremendas inequidades de base que tiene el sistema, no slo de Educacin Superior, sino escolar y de distribucin de ingresos entre los hogares.
Son estos factores los que luego se reflejan en la desigual distribucin de las
oportunidades de ingreso a la Educacin Superior.
Como puede verse, salvo en Venezuela, donde habra que ver cun
certeras son las estadsticas, la participacin en la fuerza de trabajo
profesionalizada sigue siendo extraordinariamente baja entre las personas
del primer quintil de ingresos (es decir, entre el 20 por ciento ms pobre de
la sociedad).
Desde otro punto de vista, hay recientes estudios de la CEPAL que
muestran que a lo largo de los ltimos 25 aos, a pesar del enorme aumento de
la matrcula, y por lo tanto de las oportunidades de estudio, las curvas de
participacin por quintiles de ingreso en la fuerza de trabajo profesionalizada
siguen siendo prcticamente las mismas hoy que hace 25 aos. Es decir, si se
toman las cifras promedio para la regin, todos los estratos socioeconmicos
aumentan su participacin, pero aumentan con el mismo nivel de desigualdad.
Ahora bien, si uno mira estos datos por pases, es posible observar
grandes diferencias. En Chile, por ejemplo, donde recientemente ha habido
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una rapidsima expansin de la Educacin Superior, el 75 por ciento de los

alumnos inscritos en cursos regulares de Educacin Superior proviene de
familias que tienen slo educacin secundaria completa o menos que eso.
Es decir, son primera generacin en la Educacin Superior. Adems, un
tercio de ellos son hijos de padres que tienen, como mximo, educacin
primaria completa.
En Chile ha habido una enorme expansin de la Educacin Superior y
un cambio relativo en la participacin de los graduados en los distintos quintiles
de ingreso, pero para el conjunto de Amrica Latina las cifras reflejan que el
esfuerzo no basta. Todos sabemos bien que una mayor apertura de las oportunidades de acceso a la Educacin Superior no es suficiente, puesto que es
absolutamente necesario enfrentar tambin el problema de la eficiencia interna: es decir, cuntos se gradan oportunamente o, aunque no sea oportunamente, cuntos terminan efectivamente graduados.
La preocupacin por la eficiencia interna de las universidades
Para abordar este tema, observemos este grfico con las tasas de
eficiencia interna (calculadas de la manera en que lo permiten las estadsticas internacionales) de los pases de la Organizacin para la Cooperacin y
el Desarrollo Econmico (OCDE) y otros, no pertenecientes a esta organizacin. Esta forma de clculo no es, debemos reconocerlo, el indicador ms
fino de eficiencia interna. Sera an mas preciso si calculramos cuntos de
los estudiantes que ingresan a la Educacin Superior en un ao determinado, ya sea en una universidad o en el total del pas, se gradan despus de la
duracin nominal de la carrera. Este clculo, que poseemos para algunas
universidades de Amrica Latina, no existe para todos los pases entonces;
por este motivo, la nica manera de comparar la eficiencia interna es calculando la matrcula total versus el total de graduados, lo que es un indicador
muy grueso.
52
Fuente: Sobre la base de UNESCO, World Education Indicators 2007
Explicadas ya las cuestiones metodolgicas que configuran estos datos, podemos decir que un pas altamente eficiente y con carreras relativamente ms cortas que las nuestras como Suiza (o los pases de la OCDE, en
general) necesitan tres matriculados para producir un graduado. Los sistemas de Educacin Superior de Amrica Latina requieren entre 10 a 15
ingresantes para obtener un graduado. Y Argentina registra una de las peores tasas del mundo, ya que necesita casi 27 matriculados para producir un
graduado2.
2 En el caso de la Universidad Nacional de Cuyo, la tasa de eficiencia interna se mide por el
indicador Relacin egresados cada 100 ingresantes, cuyo valor en promedio para el caso
de los egresados del ao 2006 es de 41 egresados cada 100 ingresantes. Este indicador se
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Este aspecto nos lleva a retomar la discusin sobre las estadsticas de la

matrcula en Argentina3. Cuando uno muestra estas cifras, lo que dicen (con
razn) los colegas argentinos y particularmente los del Ministerio es: No, es
que n o h ay q ue c alcularlo a s, h ay q ue c alcularlo s obre e l n mero real
de la matricula. De hecho, la matricula de Argentina es una de las ms altas
del mundo, lo que les ayuda a tener un muy alto estndar en trminos de tasas
de participacin. Sin embargo, habra que reducir esta cifra en al menos un 25
por ciento, segn ellos, puesto que la cifra es nominal, pero en la realidad no
todos los matriculados se convierten en alumnos regulares.
Entonces hay un problema con el manejo de las estadsticas en el caso
argentino. Para resaltarlo, he puesto aqu las cifras oficiales del Ministerio y
del gobierno argentino federal respecto de cuntos son sus matriculados y
cuntos son, ese mismo ao, sus graduados.
Independientemente del debate tcnico respecto de las estadsticas,
esta claro que Argentina y tambin Brasil, Chile, Colombia y Mxico tienen
fuertes problemas de eficiencia interna. Esto queda patente si uno observa
calcula individualmente por carrera segn la duracin terica de cada una de ellas. Esto
implica confrontar cada cohorte de egresados con la de ingresantes que correspondera a
dicho ao de egreso.
Utilizando el indicador propuesto por el expositor, el valor alcanzado por la UNCuyo es de
2,43 ingresantes para producir 1 graduado. Esta tasa surge de dividir los 5.782 ingresantes (de
diferentes aos segn la duracin terica de cada carrera) en los 2.436 graduados del ao 2006.
En cambio, la tasa de eficiencia interna sera de 12,83 estudiantes para producir 1 egresado si
se aplicara el mtodo utilizado en grfico analizado por el expositor. Para calcular esta tasa de
12,83 se dividieron los 31.274 estudiantes matriculados en el ao 2006 sobre los 2.436
egresados del mismo ao.
Cfr. UNCuyo, Anuario Estadstico 2007, Secretara Acadmica, Rectorado, Universidad
Nacional de Cuyo, 2008. (Nota de los Coordinadores.)
3 En el caso de la Universidad Nacional de Cuyo se aplica un nico criterio para registrar la
matrcula, utilizando los criterios propuestos por el Ministerio de Educacin de la Nacin. En
este sentido se registran por separado distintas categoras, tales como: postulantes, aspirantes, nuevos inscriptos, inscriptos por ingreso directo, inscriptos por pase, ingresantes,
reinscriptos, matriculados y egresados. (Nota de los Coordinadores.)
54
las cifras ms serias, que son las de las propias universidades. El problema
es que muchas veces stas no estn disponibles para los investigadores, lo
cual muestra la poca transparencia de nuestro sistema. Muchos rectores en
Chile me han dicho: "yo a usted, como amigo, le puedo a decir cules son las
cifras de mi universidad". Pero yo les digo: "de qu me sirven, yo las quiero
como investigador, las quiero para publicar". "Ah, no; en ese caso, no", responden.
Entonces tenemos un problema, porque muchas veces hay una gran
opacidad respecto de la eficiencia interna de las universidades. Cuando uno
conoce estas cifras as no sea informalmente se ve llevado a concluir que
en nuestros pases las tasas promedio de desercin estn, en el mejor de los
casos, en torno al 50 por ciento; es decir, en el mejor de los casos, de una
cohorte que ingresa termina gradundose oportunamente un 50 por ciento.
Pero hay situaciones peores an en muchas de nuestras universidades y en
muchas carreras (como ingeniera, humanidades, comunicaciones), a veces
solo un 20 por ciento de la cohorte que ingresa finalmente termina gradundose.
Por otro lado, en algunas facultades muy selectivas, como medicina,
en varios de nuestros pases, las tasas de graduacin alcanzan el 80 o 90 por
ciento. Esto indica que no slo hay grandes diferencias entre universidades,
sino, sobre todo, entre las distintas facultades y carreras dentro de las universidades. De lo que no cabe duda es que ste es un tema central hoy en
da, ampliamente discutido en muchos pases, puesto que tenemos un problema brutal de desercin con un gran costo para los propios alumnos y sus
familias y con un grandsimo costo econmico y social para los pases.
En Amrica Latina existe una dimensin adicional en esta discusin
que no tiene que ver solamente con los procesos de ingresos y seleccin a la
entrada de las universidades, sino tambin con las prcticas pedaggicas y
el apoyo a los alumnos de menores recursos que, por la masificacin de la
matrcula, representan un porcentaje creciente en muchas universidades.
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Uno va a las universidades regionales de Chile o a algunas universidades mexicanas y se encuentra con que el 70 o el 75 por ciento de sus alumnos proviene de los dos o tres quintiles de menor ingreso. Efectivamente,
eso hace necesario un tipo de tratamiento pedaggico completamente distinto de aquel al que las universidades estaban acostumbradas cuando eran
de elite, cuando slo educaban a una minora de alumnos de alto capital
cultural, como ocurra hasta los aos 50 o 60.
Menor duracin y mayor flexibilidad de las carreras
A todos estos debates, debiramos agregar en Amrica Latina una
discusin sobre la estructura curricular, central en otras regiones del
planeta. Estamos tendiendo a quedar desalineados de una tendencia internacional que va hacia la adopcin de un esquema de pregrado corto,
de tres, mximo cuatro aos de formacin general con nfasis en el
desarrollo de competencias de empleabilidad. Luego, en el posgrado,
maestras profesionalizantes, de uno o dos aos, otra vez con gran nfasis en las competencias, ahora ms especificas, de la carrera. Por formar parte de otro tipo de discusin, vamos a dejar de lado aqu el tema
de los doctorados.
En parte, la mayor eficiencia del sistema anglosajn en un comienzo, y
a partir del proceso de Bolonia crecientemente tambin del sistema europeo, tiene que ver con la graduacin de bachilleres al tercero o cuarto ao
de universidad. Nosotros, en cambio, tenemos unas carreras extraordinariamente largas, de cinco o seis aos nominales (que terminan demorando en
la realidad siete, ocho o nueve aos) lo que tiende a aumentar, de manera
brutal, las tasas de desercin.
En estos sistemas, obligamos a nuestros alumnos de 17 o 18 aos a
definirse por una opcin, en un mundo de enorme incertidumbre y frente a
una oferta cada vez ms variada de carreras de todo tipo. Luego, una vez
que ingresan, los ponemos en unos carriles bastantes estrechos, usualmente
con poca movilidad horizontal dentro de las universidades y, en especial,
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entre universidades. Por ltimo, despus de cinco o seis aos nos sorprendemos de las tasas relativamente bajas de graduacin.
Esto nos invita a pensar que debiramos alinearnos con la tendencia
internacional de carreras ms cortas y generalistas al comienzo y especializacin ms tarda. Adems, nos plantea el desafo de construir un sistema
de crditos que sea reconocido transversalmente, al menos dentro de los
pases, y el da de maana, ojal, tambin a nivel regional, como una moneda
comn acadmica que al igual que el European Credit Transfer Sistem
(ECTS) permita la movilidad de estudiantes y, posteriormente, la movilidad
tcnicoprofesional.
Creacin de sistemas de crditos acadmicos para favorecer la
movilidad
Nosotros queremos crear y fomentar la movilidad estudiantil pero sin
establecer sistemas de crditos de aprendizajes reales. Un sistema tal no
consiste en considerar cuntas horas de clase hace el profesor, sino cuntas
horas el alumno necesita para adquirir ciertas competencias que luego puedan ser reconocidas por el sistema formativo.
La construccin de estos sistemas, que tienen relacin con la estructura curricular de ttulos y grados, es extraordinariamente compleja y difcil de
llevar a cabo en pases como los nuestros. A diferencia de lo que ocurre en
Europa, las dificultades para concretar estos cambios se deben a lo que
nosotros llamamos autonoma y que en realidad es una autarqua de las
universidades.
Esta caracterstica complica la toma de decisiones en este tipo de
materias, ya que torna imposible que nuestros ministros de educacin a
diferencia de los europeos se renan y decreten que dentro de 10 aos
habr un sistema nuevo de ttulos y grados. En efecto, esto conlleva el compromiso de los gobiernos de invitar a sus universidades y si no aceptan la
invitacin, a forzarlas para cambiar sus estructuras curriculares. Resulta
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difcil creer que pudieran reunirse los ministros de educacin de Argentina,

Brasil, Chile, Cuba, Mxico, Venezuela, Colombia y Bolivia juntos a los dems de la regin, y reunidos pudieran decidir un cambio de la envergadura
del que los ministros europeos se comprometieron a impulsar a partir de la
declaracin de Bolonia.
Entonces se dice, como alternativa, que en Amrica Latina esta iniciativa tendra que nacer desde abajo, desde las propias universidades. Pienso
que esta alternativa no existe o bien presenta enormes limitaciones. Es muy
difcil que las universidades y dems instituciones de educacin terciaria
diversas como son en Latinoamrica y con una fuerte presencia de instituciones privadas pudieran individualmente ponerse de acuerdo dentro de
cada pas y, luego, por encima de las fronteras nacionales. Esto requiere,
precisamente, una accin coordinada por los Estados.
Es ms, la experiencia muestra que incluso dentro de las propias universidades resulta difcil realizar cambios: por ejemplo, en una facultad de
derecho, como aquella donde yo estudi inicialmente. S que los abogados
van a reclamar acerca de esto, pero siempre he pensado que es completamente excesivo que una carrera de derecho dure cinco aos. Adems, en la
poca en que yo estudi, cerca de un 70 por ciento de la carrera descansaba
sobre la memoria de nosotros, los alumnos. Hoy existen sistemas que permiten acceder a grandes bancos de datos legales y jurisprudenciales con
todas esas cosas que intentaban meter en la cabeza de los alumnos en cinco
aos. Considero que todo eso era innecesario y me pregunto cunto criterio jurdico se haba formado?, cunto conocimiento de la relacin del derecho con los factores de poder en una sociedad?, qu aprendimos realmente de economa del derecho, por ejemplo, o de sociologa del derecho? Yo
creo que muy poco.
Lo que s sabamos muy bien era procedimiento penal. Sin embargo, a
los tres aos de egresados hubo una reforma judicial que cambi radicalmente el sistema judicial y el cdigo de procedimiento penal, provocando el
desconcierto de la mayora de los colegas. Entonces, ms all del hecho
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anecdtico sobre mi facultad, el caso es muy polmico porque las facultades de derecho suelen estar entre las ms fuertes y conservadoras de nuestras universidades.
Deterioro de las competencias de los nuevos ingresantes a la
Educacin Superior
Tenemos un problema muy serio, pienso, de eficiencia interna de las
universidades, que en el caso de Amrica Latina se vincula a factores ms
complejos que en otras partes del mundo, por ejemplo los que tienen que ver
con la calidad de los procesos de enseanza.
Lamentablemente, a nivel universitario no disponemos de una herramienta para medir la calidad de los resultados de la enseanza como s
tenemos a nivel secundario. Se trata de la prueba PISA para alumnos de 15
aos, a travs de la cual se pueden medir competencias de compresin
lectora, manejo numrico, capacidad de argumentacin y manejo de la evidencia emprica en las ciencias. La OCDE est preparando una prueba
similar para adultos que va a ser muy interesante para las universidades de
los pases que se decidan a participar.
Lo que s sabemos es que las universidades latinoamericanas, a medida que se van masificando, adquieren el enorme desafo de lidiar los resultados relativamente bajos de los alumnos que egresan de la secundaria. Y lo
sabemos bien ahora porque tenemos las cifras y los anlisis detallados que
emanan de la prueba PISA de la que participan Argentina, Brasil, Chile,
Colombia y Uruguay.
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Observemos los resultados de la prueba PISA del ao 2006.
Fuente: Sobre la base de OECD, PISA 2006, Vol. 2: Data.
La columna base refleja los niveles 1 y 1; es decir, el porcentaje de

alumnos por debajo del umbral mnimo de competencias que
internacionalmente se considera que debera tener un estudiante de 15 aos.
La columna media refleja el porcentaje de alumnos en el nivel 2; por as
decirlo por encima de la lnea de flotacin, que al menos no se hunden.
La columna superior marca el porcentaje de alumnos que estn en los niveles 3, 4 y 5; es decir, que poseen un conocimiento ms sofisticado que el
bsico.
Con todas sus limitaciones, dficit y precariedades, los sistemas escolares de nuestros pases producen, en general, un porcentaje
preocupantemente alto de alumnos que no renen las competencias bsicas
para seguir aprendiendo a lo largo de la vida; competencias que luego exigen las universidades. Al mismo tiempo, cada vez ms las universidades
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estn incorporando a jvenes provenientes de los tres quintiles de menores

ingresos que provienen de los colegios en los que se acumula la mayor parte
de los alumnos de la columna inferior.
Esta situacin es un desafo enorme para la universidad. Exige desarrollar efectivamente un tipo de pedagoga distinta a aquella pensada para alumnos tpicamente de clase media alta que, por lo general, provienen de colegios
particulares pagados o de una franja de colegios pblicos del ms alto nivel.
Ahora las universidades reciben cada vez ms estudiantes que provienen de
colegios pblicos que han debido masificar su matrcula. Este esfuerzo por
universalizar la educacin media en Latinoamrica, a diferencia de lo ocurrido
en Europa o Corea, dio lugar a segmentos de calidad muy distintos dentro del
sistema escolar; o sea, se crearon circuitos formativosescolares ligados fuertemente al origen socio familiar de los alumnos, los que reciben su educacin
en colegios segmentados socioeconmica y culturalmente que proporcionan
competencias muy diferentes al momento de egresar de la secundaria.
Esto exige una discusin muy seria sobre el tipo de profesores y
currculos que se requieren y sobre la necesidad de una mayor
profesionalizacin de la academia y la docencia. Estamos muy preocupados
de la necesidad de profesionalizar a nuestros profesores de nivel bsico y
secundario, lo cual es efectivamente un enorme desafo, pero no hablamos
mucho sobre cmo vamos a hacer, en el nivel superior, para profesionalizar
a los docentes y las prcticas pedaggicas de manera que respondan a las
necesidades de este nuevo tipo de alumnos.
Muchas de nuestras universidades, por ejemplo, tienen currculos de
primer ao de ingeniera con contenidos de matemtica que no pueden ser
asimilados prcticamente por ninguno de los alumnos provenientes de la
columna inferior del grfico anterior. Si se quiere seriamente que estos alumnos puedan titularse como ingenieros, se les deben otorgar cursos de
remediacin o una trayectoria de reaprendizaje de la matemtica. Por
distintas razones, no todas las universidades hacen este esfuerzo, ni en el
sector pblico ni en el sector privado; entre ellas, porque es caro, difcil y
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porque hay que tener un tipo muy especial de profesores que estn dispuestos a hacer masivamente cursos de remediacin.
Cuando uno plantea este problema, en algunas universidades responden: Yo
no tengo profesores que quieran o puedan hacer lo que estos alumnos no
han hecho en la secundaria. Sin embargo son las universidades las que tienen
que hacerlo. No sirve de mucho decir: Nosotros en la universidad estamos
recibiendo a estos alumnos y tenemos este pr oblema, pero la responsabilidad es de la secundaria. En la secundaria dicen que el problema est en la
educacin primaria y los profesores de primaria responsabilizan a la familia.
Efectivamente es as: el problema es de la familia, de la primaria y de
la secundaria. Luego, cuando muchos de ellos llegan a la Educacin Superior, porque al pas le conviene y lo necesita, la universidad no puede decir
"bien, los voy a aceptar en primer ao y despus los voy a expulsar a todos".
No los puede seleccionar una vez que entraron.
La universidad tiene que hacer algo, por ejemplo, poner tutores o hacer cursos de autoaprendizaje mediante el uso de las tecnologas de la informacin. Cada universidad tiene que inventar su propia solucin, lo que no
pueden hacer es ignorar el problema.
Rezago de Amrica Latina en la pr oduccin del conocimiento
Amrica Latina tiene, como ustedes bien saben, un peso reducido a
nivel mundial en cuanto a produccin de conocimiento. Como regin pesamos
en trminos de conocimiento producido menos de la mitad de lo que pesamos como poblacin; en efecto, dependiendo de la fuente, contribuimos con el
3 o el 4 por ciento de los artculos internacionalmente registrados. Es cierto
que existe toda una discusin sobre las maneras de contabilizar la produccin
cientfica, pero la que veremos a continuacin es la forma internacionalmente
ms aceptada y permite comparar internacionalmente a las universidades.
Si uno mira el famoso ranking de la Universidad de Shanghai, o bien el
62
que produce The Times Higher Education Supplement , se percata de que

ambos utilizan bsicamente indicadores relacionados con investigacin y, por
lo tanto, usan la base bibliomtrica de Thomson ISI para medir cuntos artculos se registran en el mundo, por pases, instituciones y autores. Sabemos muy
bien que esta forma de medicin perjudica a las ciencias sociales y a las
humanidades. Pero, aun aceptando esto, ella proporciona una buena aproximacin a la produccin cientfica y su distribucin a nivel mundial. Y en estos
rankings es posible observar que Amrica Latina tiene una produccin bajsima.
Toda la produccin de Amrica Latina es la mitad de la de Espaa,
que no es por cierto uno de los pases ms avanzados en cuanto a produccin cientfica de Europa, aunque ha hecho un enorme avance durante los
ltimos 20 aos. A su vez, en el siguiente grfico podemos ver que, dentro
de Amrica Latina, Brasil genera la mitad de la produccin cientfica y tecnolgica regional; luego Mxico, Argentina y Chile se reparten una buena
proporcin del 50 por ciento restante; y, por ltimo, un conjunto de pases
tiene una produccin menor.
Fuente: Sobre la base de SCImago (2007), SJR SCImago Journal & Country Rank.
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El problema ac tiene que ver con varios factores como la inversin y

el uso eficiente de los recursos (que en muchos casos no se ha logrado por
escasa profesionalizacin). En muchas partes todava las carreras acadmicas y de los investigadores son muy oscilantes dependiendo de los pases
y de los recursos destinados.
Mientras los pases de la OCDE se han propuesto destinar un mnimo
de 2.5 por ciento del producto a investigacin y desarrollo (R&D), en Amrica Latina gastamos en promedio alrededor de 0.6 por ciento. Slo Brasil
est significativamente por encima de esta cifra, no obstante recin acercarse al 1 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI). En particular, los
pases de la OCDE destinan a investigacin bsica en las universidades
alrededor del 0.4 por ciento del PBI, mientras en Amrica Latina dicha cifra
alcanza apenas al 0,25 por ciento, con un comportamiento mejor en Brasil y
Mxico.
Finalmente, tenemos una generacin muy dbil de investigadores, independiente del grupo que se forma en el extranjero. Dentro de los pases
latinoamericanos la formacin de doctores es muy baja, salvo en Brasil que
forma al 75 por ciento de los doctores que estudian en el continente y Mxico que forma al 15 por ciento. El 10 por ciento restante se forma bsicamente en Argentina, Chile, Colombia y Venezuela, pases con cierta tradicin universitaria y sistemas de tamao mediano a grande, pero que sin
embargo tienen una produccin muy baja del capital humano avanzado requerido para las labores de investigacin y desarrollo.
Sabemos que esto se asocia a otro problema: la bajsima contribucin
del sector privado al gasto nacional en investigacin y desarrollo, en general; y, en particular, a la baja capacidad de absorcin de doctores, particularmente de ingeniera y ciencias bsicas, por parte de la empresa privada.
Es decir, es todo un complejo de factores que interactan y explican
los bajos valores en las tasas de produccin cientfica. Sera interesante
mirar tambin otras reas que no aparecen claramente reflejadas en el
64
indicador utilizado y que tienen que ver con la efectividad en la produccin

en reas como ciencias sociales, economa o administracin.
Para este fin, tendramos que utilizar indicadores ms cualitativos respecto, por ejemplo, a la formacin, procesamiento e implementacin de polticas en los pases. Podramos evaluar, en general, hasta qu punto las
universidades, que reclaman tener un compromiso fundamental con la sociedad y la poltica pblica, son efectivamente actores relevantes en el debate de los grandes temas de la agenda pblica.
En particular, deberamos analizar hasta dnde inciden, a travs de su
investigacin, en temas de pobreza, contaminacin o gestin de las escuelas, por ejemplo. Es decir, estudiar cmo inciden realmente en la
implementacin de polticas. La declaracin en la visin universitaria de que
la universidad est preocupada por estos temas debiera, sino traducirse en
algn tipo de indicador cuantitativo, por lo menos reflejarse en argumentos
slidamente respaldados que hagan evidente que las universidades cumplen
con este rol fundamental.
Aparicin de una nueva geopoltica de la Educacin Superior
A partir de la produccin de conocimiento que analizbamos anteriormente, con la globalizacin y los rankings internacionales, lo que se est
conformando es una suerte de nueva geopoltica de la produccin del conocimiento.
El australiano Simon Marginson, el colega que ms ha estudiado estos
asuntos, habla de una geopoltica "glonacal", palabra en la que se combinan
lo global, lo nacional y lo local. Este concepto ha sido incorporado en
diversos estudios relevantes sobre este tpico.
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Si uno toma las cifras ms simples disponibles, se puede tener rpidamente una visin del mapa de la distribucin del poder del conocimiento.
Mediante el ranking ms respetado hoy, el de Shanghai, podemos ver la
distribucin geogrfica en distintas partes del mundo de las universidades
Top 100 y Top 500. Tambin los porcentajes de los alumnos mviles a nivel
internacional; esto es, los alumnos nacidos en un pas que cursan estudios de
posgrado en un pas distinto al de su origen.
Analizando combinadamente estos datos resulta evidente el predominio, casi sin contrapeso, de las universidades de Estados Unidos, seguidas,
en general, por aquellas de pases anglosajones como Reino Unido, Australia, Canad y Nueva Zelanda. Como puede verse en el cuadro, los pases
mencionados tienen 72 de las 100 mejores universidades, y un solo pas,
Estados Unidos, tiene la mitad.
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Si uno extiende el alcance de universidades top a las 500 universidades

mejor posicionadas, el grupo de pases que llamamos "anglosajn" conserva
su posicin dominante, concentrando casi la mitad de estas 500 universidades
top y, adems, un porcentaje tambin cercano a la mitad de los alumnos mviles internacionalmente, que en total suman tres millones a nivel global.
Luego vemos porcentajes inferiores de participacin para otros pases
desarrollados, primero que todo Alemania y Francia los dos pases de mayor impacto en la produccin cientfica mundial de la Unin Europea y,
luego, el conjunto restante de los pases europeos.
En esta estratificacin geopoltica de la Educacin Superior, podemos
observar asimismo que la presencia de Latinoamrica es insignificante, en
relacin a su peso en cantidad de habitantes y tamao de sus economas.
Entonces, cuando discutimos sobre cmo Amrica Latina podra mejorar su
posicionamiento en los indicadores relacionados con la sociedad del conocimiento, una de las cuestiones centrales que debemos enfrentar se relaciona
con nuestra precaria participacin en esta nueva geopoltica de la distribucin de los centros de produccin del conocimiento avanzado.
La d istribucin d esigual de l e sfuerzo d el f inanciamiento
Entre los principales problemas que se discuten a nivel global estn
algunas tendencias referidas al esfuerzo de financiamiento de la Educacin
Superior. A propsito de esto, observemos el siguiente grfico sobre el gasto por alumno y por instituciones de Educacin Superior (IES) en relacin al
PIB en Amrica Latina.
Como puede verse aqu, hay en Amrica Latina situaciones muy dispares respecto al gasto total por alumno en la educacin terciaria, medido
en moneda con igual valor adquisitivo (PPA) (expresado en US$ dlares
PPA, en la escala a la izquierda del grfico) y como porcentaje del PIB
(como aparece en el diamante de cada pas cuya cifra se lee en relacin con
la escala a la derecha del grfico).
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DE
CUYO 70
AOS
Fuente: Sobre la base de UNESCO, World Education Indicators 2007.

* Informacin slo para universidades pblicas.
Hay pases, como Uruguay, que tienen un bajo gasto por alumno y un
bajo gasto tambin en IES en relacin al PIB del pas. Brasil, en cambio,
tiene un gasto mediano en sus IES pblicas (0,8 por ciento del PIB), pero un
alto gasto por alumno en dichas universidades, puesto que el gasto estatal y
estadual se concentra en las universidades federales y pblicas, donde el
gasto promedio por alumno alcanza un valor similar al de ciertos pases
europeos. Los colegas brasileos advierten que la magnitud del gasto por
alumno en sus universidades pblicas se debe a que, por razones contables,
ciertos gastos como en hospitales y de previsin de los profesores aparecen imputados a las universidades, cosa, dicen ellos, que no ocurrira en
otros pases, lo que slo es parcialmente cierto.
En el caso de Chile, el gasto en IES es extraordinariamente alto: se
gasta all ms de dos puntos del PIB en Educacin Superior. Y tambin el
68
gasto promedio por alumno, expresado en dlares con paridad de poder

adquisitivo (PPA) es relativamente alto; en cualquier caso, muy por encima
del promedio latinoamericano, exceptuando el caso del gasto por alumno de
las universidades pblicas del Brasil. Por otro lado, el caso de Chile es completamente atpico a nivel mundial debido a la composicin del gasto en
Educacin Superior (que se expresa en el diamante), puesto que ste se
compone de una altsima contribucin privada (familias y alumnos) y una
bajsima contribucin del presupuesto nacional; 1,8 por ciento del PIB y 0,3
por ciento del PIB, respectivamente. Es adems, y por lo mismo, un caso
bastante perverso, dado que hace recaer el peso del financiamiento de la
Educacin Superior de una forma excesiva en los privados, mientras el Estado subinvierte en capital humano avanzado.
Efectivamente, pienso que en Chile hemos llegado al lmite de la capacidad de pago de las familias. Es verdad que, en relacin al resto de Amrica Latina, en Chile existe un sistema de crditos y becas relativamente
amplio, pero los aranceles actuales resultan demasiado costosos para una
familia o para el estudiante que se endeuda al contraer un crdito. De hecho, medidos en valores internacionales, algunos aranceles cobrados por las
IES chilenas son tan altos como los ms altos del mundo.
Entonces, si bien es cierto que uno puede llegar a cifras muy altas de
gasto con una alta participacin de la matricula privada, esto no necesariamente refleja una buena composicin del gasto total.
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CUYO 70
AOS
El c recimiento d el a utofinanciamiento y d el c ondicionamiento d el

financiamiento estatal
La generacin de recursos propios en las universidades4 es decir,
recursos generados a partir del esfuerzo de la propia institucin, sea mediante cobro de aranceles, venta de servicios o competencia exitosa por
recursos pblicos o privados destinados a labores de investigacin y desarrollo reviste caractersticas muy distintas en los distintos pases. Por ejemplo, las universidades pblicas chilenas producen hoy da cerca de un 75 por
cierto de sus recursos, en promedio, a partir del esfuerzo propio para captar
4 En la Universidad Nacional de Cuyo se verifica un aumento sostenido de su presupuesto en
todas sus fuentes, un 380% comparando el ao 2005 con el ao 2009.

Sin embargo, si descomponemos el presupuesto por sus fuentes de recursos, el crecimiento
ha sido del 351% en las transferencias del Tesoro Nacional que podramos considerar incondicionales en trminos del expositor, del 548% en fondos de un contrato programa con
fondos condicionales, un 253% en recursos propios (principalmente aranceles administrativos) y un 538% en transferencias del Gobierno de Mendoza (principalmente para el sostenimiento del nivel secundario).
La participacin porcentual de cada uno de estos rubros de ingresos en el presupuesto general
tambin ha variado. Uno de los cambios ms significativos es una incipiente diversificacin de
las fuentes de ingreso con la incorporacin a partir del ao 2006 de un contrato programa y,
adems, una disminucin significativa del 94% al 86,7% de las transferencias del Tesoro
Nacional.
El porcentaje que ha representado cada uno de estos rubros ha sido el siguiente, en orden de
enumeracin para los aos 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009:
Transferencias del Tesoro Nacional 94,0%, 91,5%, 88,7%, 88,0%, 86,7%
Contrato programa 0,0%, 1,6%, 2,8%, 3,0%, 3,5%
Recursos Propios 3,0%, 1,9%, 1,7%, 1,3%, 2,0%
Transferencias del Gobierno Provincial: 3,0%, 3,4%, 3,9%, 4,7%, 4,2%
Si consideramos como autogeneracin de ingresos la suma de los recursos propios ms los
provenientes del contrato programa, la participacin de esta capacidad de generar recursos
en el presupuesto general ha variado de la siguiente forma 3,0%, 3,5%, 4,5%, 4,3%, 5,5%
Fuente: elaboracin propia en base a informacin suministrada por la Direccin General de
Presupuesto y la Coordinacin del Programa FUNDAR para el ao 2009 y de las Ordenanzas 119/2004CS, 117/2005CS, 62/2006CS fundar, 86/2006CS, 56/2007CS para los
aos 2005 al 2008. En los datos elaborados se han considerado solamente la formulacin
original del presupuesto sin sus ajustes de ejecucin. (Nota de los coordinadores.)
70
recursos pblicos y privados. Es decir, el aporte directo del Estado, entregado libre de cualquier compromiso, es muy bajo, representando, en promedio,
un 25 por ciento del presupuesto total de las universidades.
Per y Ecuador conforman un segundo grupo entre los pases latinoamericanos, con un autofinanciamiento promedio de sus IES de entre 30 por
ciento y 35 por ciento. Por debajo se sita el grupo mayoritario de pases
latinoamericanos, donde los ingresos generados por el propio esfuerzo de
las IES no supera el 20 por ciento y puede llegar a ser menor a 10 por ciento
como en el caso del Uruguay.
Fuente: Tomado de la Presentacin realizada por J. Salmi en Santiago de Chile, 3 abril 2009.
En el caso de los pases de la OCDE hay variaciones grandes; por

ejemplo, entre Espaa donde el esfuerzo propio genera significa 1 de cada 5
71
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AOS
euros, y Australia donde ms de la mitad de los recursos de las IES es

generada por las propias universidades.
En cualquier caso, estos datos muestran un cierto cambio en la tendencia internacional en relacin a la forma como se asignan los recursos en
la Educacin Superior. Veamos el siguiente esquema, donde dicha tendencia aparece indicada por la flecha que se desplaza desde el cuadrante noroeste para ir abarcando sucesivamente los otros tres cuadrantes, cada uno
de los cuales representa un alejamiento de la modalidad tradicional de
financiamiento de las universidades, llamada aqu "modalidad histrica", consistente en el traspaso incondicionado, libre de cualquier compromiso, de
fondos fiscales a cada una de las IES, fondos que cubren un 80 por ciento o
ms de los gastos de la institucin.
Fuente: Sobre la base de OECD, Funding Systems and their Effects on Higher Education
Systems International Report (Education Working Paper No. 6), marzo 2007; OECD,
Report of the OECD/IMHEHEFCE Project on Financial Management and Governance of
Higher Education Institutions (Education Working Paper No. 6) , marzo 2007; J.J. Brunner
y D. Uribe, op.cit., 2007.
72
En general, entonces, puede decirse que venimos en la mayor parte

del mundo, y sin duda en Amrica Latina, de un modelo de financiamiento
que se ubica en el cuadrante superior izquierdo del grfico, caracterizado
por ser un financiamiento automticamente asegurado por el Estado a travs del presupuesto nacional (federal o de los estados) y calculado sobre la
base del costo de sus insumos (habitualmente el tamao de la matrcula que
se debe atender o bien de la planilla de profesores que se debe pagar). Esta
es la manera en que tradicionalmente se han generado los recursos que
deban cubrir la totalidad o la casi totalidad del gasto anual de nuestras universidades. Y este mismo sigue siendo an el modelo predominante en varios pases de la regin.
Por el contrario, la tendencia contempornea alrededor del mundo, y
en particular en los pases desarrollados, es a incorporar mecanismos de
asignacin de recursos pblicos que se ubican en los tres restantes cuadrantes, todos los cuales tienen que ver con frmulas ms bien competitivas y
que atienden a los resultados del desempeo de las instituciones. A travs
del empleo de estos mecanismos lo que se busca es que las universidades
reduzcan su dependencia de los recursos transferidos incondicionadamente
por el Estado y que diversifiquen sus fuentes de ingreso, compitiendo entre
ellas por financiamiento pblico y privado.
Algunos pases nrdicoeuropeos, por ejemplo, suelen utilizar frmulas para calcular el aporte o parte del aporte del Estado dependiendo
de la graduacin oportuna de los alumnos. Esto hace que se limiten los
sistemas de becas extremadamente generosos donde un alumno puede
demorar ocho aos en terminar una carrera que nominalmente dura cuatro. Hoy, cuando el alumno cumple cuatro aos de estudio becados, a
partir del quinto se le reduce drsticamente el subsidio para luego desaparecer por completo.
Los daneses usan un sistema al que llaman "del taxmetro", en el cual
las universidades reciben parte del subsidio fiscal por examen rendido y
aprobado. Esto acompaado por un riguroso sistema de acreditacin que
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AOS
evita que las universidades pudieran verse tentadas a aprobar a sus alumnos
ilegtimamente para as obtener ms recursos.
En Francia se utilizan, y en Argentina y Chile han empezado a
implementarse tambin, contratos de desempeo. Ac en Argentina se llaman contratos programas y entiendo que esta universidad suscribi uno en
aos recientes5. En Chile estamos ejecutando un plan piloto de lo que all
denominamos "convenios de desempeo". En breve, se trata en todos estos
casos de una nueva e interesante forma de realizar la asignacin de recursos pblicos a las universidades. No ya a la vieja manera que seala: "aqu
hay incondicionadamente tantos recursos y depender del ciclo econmico
y poltico cunto obtenga cada universidad", sino ahora mediante un acuerdo negociado en funcin de metas e indicadores que permiten verificar su
cumplimiento. Luego, lo que se establece en este tipo de contrato son las
metas y los indicadores para medirlas; despus, en funcin del cumplimiento
que se acuerda en comn, se van entregando anualmente los recursos convenidos.
Este mecanismo permite a los gobiernos, adems, incidir en las decisiones de las universidades en funcin de las prioridades nacionales de desarrollo, lo que es hoy una tendencia internacional clarsima. Esto facilita
que los Estados puedan fijar distintos tipos de prioridades en la produccin
5 La Universidad Nacional de Cuyo celebr un contrato programa con la Secretara de Polticas Universitarias en el ao 2005. Dicho acuerdo implementa un programa de mejoramiento
donde la Universidad se compromete a ejecutar diversos proyectos para promover la integracin interna; para profundizar la relacin con la sociedad, para mejorar la calida educativa e
igualdad de oportunidades y para realizar mejoras en la gestin.
El financiamiento trianual original por $17.033.871 fue comprometido con recursos aportado
por el Fondo Universitario para el Desarrollo Nacional y Regional y el desembolso de los
mismos se encuentra sujeto al cumplimiento de indicadores de resultados. Los fondos transferidos desde el ao 2006 ms los previstos para el presente ao suman $ 30.820.045,56,
conforme ampliaciones autorizadas en base al cumplimiento de las metas comprometidas.
Adems la Universidad cuenta con otros programas de este tipo para la mejora de carreras de
ingeniera (PROMEI) agronoma PROMAGRO (agronoma) y para infraestructura o para la
internacionalizacin (PPUA). (Nota de los coordinadores.)
74
de conocimiento, como apoyar a las regiones, a sectores nacionales de la

economa o a "clusters" estratgicos para la competitividad nacional, o tambin a ciertas carreras deficitarias como pedagoga o nuevas tecnologas.
El uso de estas nuevas modalidades y herramientas para la asignacin
de los recursos fiscales puede ser muy variado y depende de cul sea la
relacin, en cada pas, entre el Estado y las universidades y cules sean las
caractersticas propias de organizacin de cada sistema nacional de Educacin Superior.
De lo que no cabe duda es que est reducindose la cuasi autarqua de
ciertos sistemas universitarios y, en lo que refiere al Estado, que ste est
cambiando los mecanismos de asignacin de recursos para fijar y llevar
adelante sus propias prioridades en el campo de la formacin del capital
humano tcnicoprofesional y de la produccin del conocimiento avanzado.
En Chile, por ejemplo, un porcentaje del aporte fiscal directo e incondicionado a mi juicio todava muy pequeo en relacin al total se distribuye entre las universidades de acuerdo a un ranking elaborado a partir de
cinco o seis indicadores de desempeo. Es un criterio totalmente objetivo
que incluye entre otros aspectos produccin cientfica, nmero de jornadas
de trabajo completas y nmero de graduaciones oportunas. Aqu el incentivo es evidente: quienes hacen una mejor gestin de los fondos pblicos
reciben ms recursos y los que lo hacen peor, pierden. Adems, ganar esta
suerte de premio por el buen desempeo resulta altamente atractivo, pues lo
que por este concepto se obtiene en un ao determinado, entra a formar
parte de la base presupuestaria histrica de la universidad en relacin a la
cual se calcula el aporte fiscal directo en los aos siguientes.
Hay diversas otras formas innovadoras que se estn usando en diversos pases para asignar recursos pblicos a las IES, tales como la simulacin
de una "empresa" eficiente ideal, en funcin de cuyos costos entonces se
asignan los recursos a las universidades realmente existentes; o bien la licitacin de recursos en funcin de propuestas que las universidades deben
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AOS
hacer (por ejemplo, nmero y precio de graduados en ingeniera industrial);

o el empleo, como vimos, de diversas frmulas que apuntan a mejorar la
efectividad o eficiencia de las instituciones en el cumplimiento de sus responsabilidades pblicas.
Naturalmente, cada vez que se intenta generar mecanismos competitivos entre universidades, se corre el riesgo de que ellas se pongan de acuerdo
en un precio determinado, como ocurri en algn momento en Inglaterra,
frente a una licitacin gubernamental de recursos que buscaba contener el
alza de costos en las carreras ofrecidas por las universidades. De all la
importancia que adquiere, junto con disear nuevos mecanismos para la
asignacin de los recursos pblicos, el hecho de que los gobiernos introduzcan una mayor transparencia y accountability en los sistemas de Educacin
Superior.
Todas estas cosas, que en algunas partes y a los odos ms tradicionales y conservadores repugnan porque suenan como un invento de alguna extraa especie neoliberal, son hoy en da temas del debate progresista
en pases como Finlandia, Dinamarca o el Reino Unido con gobiernos y/o
fuertes tradiciones socialdemcratas, antiguas tradiciones democrticas y
estados de bienestar. Por ejemplo, los contratos de desempeo suscritos por
el gobierno de Finlandia con sus universidades es algo que ac simplemente
no podramos siquiera imaginar. Aqu se dira "ste es un invento de los
discpulos directos de Milton Friedman" Pero en realidad no es as! Al contrario, este tipo de inventos representa las nuevas formas de regular a los
sistemas y a las IES, de alinear los objetivos de ambos con las prioridades
del desarrollo nacional, y de evitar la captura de las instituciones por sus
miembros en perjuicio del inters general de la sociedad democrtica y de
las partes interesadas ms directas: los alumnos, sus familias y los sectores
de la economa que dependen mayormente de conocimiento e innovaciones
para mantener su competitividad internacional.
76
La expansin del arancelamiento en diversos pases como mecanismo de financiamiento

El arancelamiento como forma de contribuir al financiamiento de la
Educacin Superior otro tema vedado en muchas partes de Amrica Latina es discutido en cambio abiertamente en otros pases. Ha sido bajo un
gobierno laborista, como el de Blair en Inglaterra, que se dijo si el pas quiere
seguir teniendo el rol que ha tenido en la geopoltica del conocimiento mundial y no est dispuesto a perder completamente frente a Estados Unidos y
el sudeste asitico (por la transformacin que all se espera de sus universidades), tenemos que tener ms recursos para invertir en las universidades,
y el Estado no est en condiciones de hacerlo por su cuenta. Entonces,
desde el punto de vista del debate ingls, cobrar aranceles no nominales
sino que aranceles reales apareca como perfectamente compatible con
los objetivos de equidad del gobierno y con los postulados socialdemcratas contemporneos.
Actualmente se cobra en Inglaterra a los estudiantes un arancel que
no puede superar la cifra de 3.100 libras; una suma que, probablemente,
ser revisada ms adelante para introducir una mayor libertad en la fijacin
de este precio.
Cobrar aranceles no es un ideal; es una necesidad. Es normal que un
pas que gasta poco en Educacin Superior como ocurre en la mayora de
los nuestros en Americe Latina tenga que pensar en cmo diversificar las
fuentes de ingreso para las instituciones y cmo comprometer un mayor
aporte de los privados. Hay varias formas de hacerlo; una de ellas es el
cobro de aranceles a los estudiantes. Y, de acuerdo a la forma como esta
prctica ha venido difundindose alrededor del mundo, puede concluirse
que aqu, nuevamente, estamos frente a una clara tendencia internacional.
Cobran aranceles por la enseanza de pregrado, en efecto, las universidades de los pases anglosajones, de Europa Central y del Este, la Federacin
Rusa y la Repblica Popular China, y ya varios pases de Europa occidental,
como Inglaterra, los Pases Bajos y Suecia.
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DE
CUYO 70
AOS
Hace algunos aos, visitando yo la Universidad Tsinghua (hoy la ms

prestigiosa de China puesto que en ella se forman los ingenieros y tecncratas que en la actualidad controlan las altas esferas del poder en dicho pas)
su rector me dijo: en esta universidad un 30 por ciento de su presupuesto de
ingresos corresponde a un aporte directo del Estado, otro 30 por ciento
proviene del cobro de aranceles y el resto de fondos competitivos y venta de
servicios. Curiosamente, estas son proporciones muy parecidas a las que
exhibe la Universidad de Chile y, hace un tiempo, mostraba tambin la Universidad de Berkeley en California, Estados Unidos.
Entonces, cobrar aranceles, no es ya una cosa extraordinaria, o una
rareza, algo que solo ocurra en unos pocos lugares, o que sea la excepcin
de la regla, o como suele decirse un mero invento dentro del arsenal de
medidas neoliberales.
Puede ser, como seal hace un momento, que la combinacin chilena
de recursos pblicos y privados que all obtienen las universidades sea efectivamente una anormalidad, incluso un hecho perverso, y que haya que
reequilibrarla con un mayor gasto pblico. Pero esto nada dice contra el
cobro de aranceles que, como est demostrando en la experiencia internacional, es un eficaz medio para diversificar las fuentes de ingresos de las
universidades, disminuir su dependencia polticofinanciera del gobierno y
mejorar la equidad en el acceso a la Educacin Superior.
Lo que s es una rareza, en cambio, es que en algunos pases pobres de
frica o Asia, el 100 por ciento de la Educacin Superior sea financiada por
el Estado, aunque ella slo favorece a una nfima minora que recibe entonces gratuitamente su formacin superior. Algo similar ocurre tambin en
varios pases de nuestra regin, donde el Estado es decir, todos los ciudadanos que pagan sus impuestos, incluso aquellos (la mayora!) cuyos hijos
ni siquiera completan la enseanza secundaria pagan la Educacin Superior de alumnos provenientes de los tres quintiles superiores en la distribucin del ingreso nacional, asegurndoles para el futuro una alta tasa de
retorno al ttulo obtenido en la universidad. De esta manera nada ms se
78
reproducen las desigualdades de origen socioeconmico que existen en

nuestras sociedades, obligando a los padres pobres a pagar la Educacin
Superior de los hijos ricos.
Ms bien, el mundo se mueve hoy en direccin contraria y est buscando cmo encontrar un mayor equilibrio entre contribuciones pblicas y
privadas en el financiamiento de la Educacin Superior, que a la vez garantice ms equidad y mayor eficiencia de las instituciones.
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Ecos del
Congreso Nacional
de Filosofa
de 1949
El derecho a pertenecer a una comunidad organizada

en la visin de tres filsofos y un estadista
Humberto Podetti*
El pen sar piensa necesariam ente lo unive rsal. Pero la
verdad de lo filosficamente universal se da nicamente en
contacto con la historicidad de la existencia. La existencia
se lanza a su vuelo como con dos alas, con un ala toca lo
universal, con la otra se apoya sobre el carcter concreto,
histrico, de su insustituible vida actual 1.
I Introd uccin: los de rechos humanos en el siglo XX

El siglo XX ha sido el ms brillante de la historia de la humanidad
desde el punto de vista de las declaraciones de derechos humanos, pero el
peor desde el punto de vista de la posibilidad efectiva de su ejercicio. La
situacin real de la mayor parte de la humanidad a lo largo del siglo que
acaba de concluir ha estado muy lejos no solo de las posibilidades de utilizar
los formidables desarrollos tecnolgicos alcanzados durante esos cien aos,
sino de los mucho ms elementales derechos a la vida, a la alimentacin, a la
salud, al acceso al conocimiento, a la paz y a la propiedad de los bienes
indispensables para una vida digna.
Todas las razones ideolgicas, econmicas, filosficas, polticas, religiosas, sociales que pueden invocarse para explicar lo ocurrido tienen la
*Miembro
del Foro de Juristas del MERCOSUR, de la Asociacin Argentina de Derecho

Comparado, del Instituto de Derecho de la Integracin del Colegio de Abogados de Buenos
Aires y del Instituto de Integracin Latinoamericana. Husped de Honor y Representante
Acadmico de la UNCuyo en Buenos Aires.
1 JASPERS, KARL. Situacin actual de la filosofa. En: Actas del Primer Congreso Nacional de
Filosofa. Mendoza, Universidad Nacional de Cuyo, 1949, Sesin del 8 de abril, T. II, p. 929.
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DE
CUYO 70
AOS
misma raz: el egosmo como motor de la conducta humana personal y social.

Y, en rigor, son todas inaceptables. La correccin del egosmo aparece, entonces, como el nico camino que puede hacer posible en nuestro siglo, mejorar
la situacin de esos derechos, al interior y al exterior de los estados, si es que
an puede seguirse hablando con pleno sentido de un INTERIOR y un EXTERIOR.
La correccin del egosmo por la tica, la justicia y la solidaridad, la
profundizacin de la democracia como democracia poltica, econmica y
social y el ejercicio de la libertad como responsabilidad, constituyen los ejes
imprescindibles de toda sociedad que se proponga garantizar el ejercicio de
los derechos y exigir el cumplimiento de los deberes del hombre a todos sus
miembros por igual. Tambin, el nico lugar en que esos derechos y deberes
humanos pueden ejercerse plenamente.
En consecuencia, el derecho a tener derechos, natural de todo hombre
por la sola circunstancia de haber sido concebido, slo puede expresarse
cabalmente como el derecho y el deber simultneos, inalienables e
irrenunciables, a pertenecer a una comunidad organizada.
Esta cuestin, trascendente en todo momento de la historia humana,
ha sido puesta en el centro de este tiempo de crisis global y de transformacin de las organizaciones creadas por el hombre, precisamente porque la
quiebra del sistema financiero ha derrumbado algunos muros que se sostena eran infranqueables. Las posibilidades de redisear la organizacin poltica, social y econmica y de fundar nuevos estados supranacionales basados en proyectos de comunidades organizadas, tienen mucho mejores perspectivas de realizacin.
Pensar el mundo desde Amrica, en dilogo con los pensadores de todas las culturas, sosteniendo una alianza indestructible del humanismo y la
tcnica, como lo quera Ireneo Cruz2, no slo es un punto de partida ineludible
Humanismo y Tcnica, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 2009.
84
REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
DE
FILOSOFA
DE
1949
para nosotros, los americanos, sino tambin un aporte obligatorio que debemos al resto de la humanidad3. Sin Amrica, le falta al mundo una parte para
alcanzar su propia comprensin y proyectarse, por ende, en un futuro comn.
En ese marco y con esos propsitos reno en este trabajo las visiones
de tres filsofos y un estadista, de pocas y tiempos diferentes, acerca del
sentido y alcance del derecho a pertenecer a una comunidad organizada
como condicin imprescindible para la efectiva vigencia de los derechos y
deberes humanos.
II Vitoria: la primera formulacin del der echo a pertenecer a una
comunidad organizada
La primera afirmacin de los derechos humanos como atributos de
cada hombre, de la necesidad de la pertenencia a una comunidad organizada para que sean realizables y, en consecuencia, del derecho a pertenecer a
ella, fue formulada por Francisco de Vitoria, en sus relecciones conferencias pblicas en la Universidad de Salamanca.
El contexto geocultural e histrico en el que Vitoria ense a sus alumnos y colegas y pens el mundo, fue de conmocin profunda: la irrupcin de
Amrica y particularmente, del hombre americano, en la historia occidental.
El pensamiento europeo por primera vez tena ante s al mundo entero y a la
humanidad completa. Y comenz a dar los primeros pasos en una historia
que, por fin, era verdaderamente universal. La conmocin no fue meramente terica. Muchas de las reflexiones de Vitoria constituyeron una verdadera sublevacin respecto del sistema poltico, econmico y social de su tiempo, particularmente a partir de la noticia de la muerte de Atahualpa a manos
de Francisco Pizarro.
ROD, JOS ENRIQUE. Ariel. AGADU, Ministerio de Educacin y Cultura del Uruguay.
Montevideo, Ediciones del Pensamiento, 2000, p. 67.
85
DE
CUYO 70
AOS
Vitoria revis y discuti todas las categoras polticas y jurdicas de su

tiempo. La sociedad civil y la sociedad poltica, la naturaleza y organizacin
de los estados, la soberana y la potestad para establecer leyes, la guerra, el
derecho a la conquista de otros pueblos, las relaciones internacionales y los
derechos de los hombres fuera de sus estados de origen, fueron estudiadas,
criticadas y reformuladas. Fruto de ello fue una nueva cosmovisin, profundamente humanista, revolucionaria an hoy en muchos aspectos.
En sus relecciones Sobre el poder civil , Sobre los indios y Sobre el derecho de la guerra, impartidas sucesivamente ante la comunidad
universitaria salmantina en 1528, 1538 y 1539, Vitoria estableci nuevos
conceptos acerca del hombre, la sociedad, la naturaleza del poder, la justicia
y el derecho.
El hombre slo es plenamente hombre en sociedad, porque su naturaleza es esencialmente social o comunitaria. Las sociedades humanas se han
constituido para que unos soporten las cargas de otros y para que los hombres, viviendo en sociedad, se presten ayuda mutua. La comunidad tiene un
conjunto de obligaciones que son el correlato de los derechos de cada uno
de sus miembros y, por ende, debe garantizar a todos el acceso a los bienes
y a la libertad. En consecuencia, la justicia no puede realizarse y los derechos ejercerse sino en el seno de una comunidad humana.
La comunidad requiere necesariamente de un gobierno, a quien debe
serle concedida la autoridad por todos los miembros, que es en quines
reside la capacidad de delegarla. En la concepcin de Vitoria, el poder ha
sido delegado por Dios en el pueblo, quien es el nico que puede delegarlo o
retenerlo. Con este fundamento cuestion la legitimidad de los regmenes
polticos de su tiempo, desde las monarquas europeas y el papado, en tanto
dominio terrenal, hasta los imperios americanos recin descubiertos, que
invocaban el origen divino de su propio poder. Ms an, Vitoria afirm explcitamente que la autoridad es de derecho humano positivo y, por lo tanto,
sujeta en todos sus aspectos a la autoridad de la sociedad, por medio de las
leyes que regulan su ejercicio y establecen los medios para controlarla. De
86
REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
DE
FILOSOFA
DE
1949
ese modo inici una revolucin en el derecho pblico que an no ha concluido. Tambin incursion en las instituciones fundamentales del derecho privado. Sostuvo que la propiedad pblica y privada es universal y que con
independencia de su cultura y sus creencias, todo hombre tiene derecho a
ser propietario y a participar en la propiedad pblica.
Vitoria fund el derecho internacional afirmando la existencia de normas jurdicas que rigen las relaciones entre estados y condenando la guerra y la conquista. De este modo, reconoci el derecho de los pueblos de
Amrica a gobernarse conforme sus leyes y su cultura y a exigir el respeto de su soberana.
El derecho internacional como derecho interestatal es, desde otro punto de vista, el derecho de la repblica de todo el orbe, que har posible la
coexistencia en paz entre las diversas naciones del mundo, por sobre sus
diferencias religiosas, polticas, econmicas y culturales. Vitoria imagin por
primera vez una organizacin jurdica y poltica global, basada en principios
profundamente humanistas.
Su cosmovisin al exterior de los estados no concluy en el derecho
internacional o derecho interestatal y en la repblica universal. Sostuvo que
adems del derecho que rige al interior de los estados y del derecho que
regula las relaciones entre los estados, existe otro derecho que es comn a
todo el gnero humano, a todo hombre y a toda mujer, independientemente
de que pertenezcan o no a un estado: el derecho de gentes. Ese derecho
protege al hombre, precisamente, antes, durante y despus de su pertenencia a un estado concreto.
Las consecuencias jurdicas y polticas de este pensamiento son decisivas para el siglo XXI: los derechos de la persona humana son preexistentes
e independientes de la pertenencia a una nacin y mucho ms an de su
carcter de miembro de un estado. Precisamente por ello, uno de los primeros derechos humanos es el de pertenecer a una comunidad organizada, tal
como fue presentado y sostenido por Vitoria, en el primer ttulo de la tercera
87
DE
CUYO 70
AOS
parte de su Releccin Sobre los indios, incluyendo, entre los numerosos

argumentos expuestos, dos instituciones del derecho aborigen, el de participacin en la propiedad comn y el de libre circulacin y establecimiento en
el territorio de cualquier pueblo4.
Es que el hombre necesita como afirma Vitoria de su entorno inmediato y mediato para su realizacin. Es en la relacin con los otros cuando es
plenamente hombre. El derecho a pertenecer a una comunidad organizada
implica el de pertenecer tal como es, con sus diferencias y semejanzas con
los dems miembros. Y ello constituye tambin una obligacin. Son sus diferencias, de cualquier naturaleza, las que ms enriquecen a la comunidad y,
en consecuencia, est obligado moralmente a aportarlas en la interaccin
social. Por ello el escenario de la realizacin del hombre es la comunidad
organizada, y su participacin en ella es mucho ms compleja y decisiva
para la plenitud de su vida que su participacin en el Estado como miembro
y en el mercado como productor de bienes, comerciante, trabajador o consumidor. El hombre, cada hombre, diverso y nico, en su cualidad esencial
de ser social, sin amputaciones, debe subordinar todos y cada uno de los
elementos de toda forma de Estado.
La trascendencia del pensamiento de Vitoria es inmensa. Form la
primera escuela filosfica y jurdica americana, muchos de sus discpulos
alfabetizaron las lenguas indgenas y escribieron en esas lenguas sus obras
4 VITORIA, FRANCISCO DE. Sobre los Indios. En: Sobre el poder civil, Sobre los Indios, Sobre
el derecho de la guerra. Madrid, Tecnos, 1998, p. 129. Vitoria cita, entre los argumentos
jurdicos para sostener el derecho de toda persona a pertenecer a una comunidad organizada,
un argumento potico extrado de los versos de Virgilio en La Eneida: Qu raza de hombres
es sta / o que nacin tan brbara es sta/ que permite tal trato? / Se nos niega hospitalidad
en sus costas (p. 131), que bien podra aplicarse a las naciones que niegan la ciudadana a los
migrantes que se establecen en sus territorios en nuestros das. Vitoria invoca, entre sus
argumentos, instituciones del derecho de las civilizaciones con las que se encontr Espaa en
Amrica: el trnsito y el establecimiento de miembros de otros pueblos en sus territorios
(argumento undcimo, p. 131) y la participacin de todos, inclusive los miembros de otros
pueblos, en la propiedad comn (tercera proposicin, p. 133).
88
REFLEXIONES / ECOS
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de historia, filosofa y derecho, iniciaron la conversin del castellano en una

lengua americana e incorporaron muchas de las instituciones indgenas al
derecho indiano, el primer derecho comn de Amrica. Estas races estn
presentes en el derecho domstico de todos los pases de la Amrica castellana y portuguesa y son constituyentes del naciente derecho comunitario
suramericano. Entre ellas est el esencial derecho a pertenecer a una comunidad organizada
III Kant: la insociable sociabilidad de los hombres como motor de
la historia
En 1795, poco despus de celebrado el Tratado de Basilea , que
puso un parntesis de paz en la bicentenaria guerra entre Prusia (luego
Alemania) y Francia, concluida en 1950, Kant publica su ensayo Hacia la
paz perpetua , que completa sus Ideas para una historia universal en
clave cosmopolita, publicado en 1784, en plena guerra.
Como Vitoria, Kant piensa, escribe y ensea en un escenario desafiante: la guerra constante entre los estados europeos y la exportacin de la
violencia y la crueldad a Amrica, la India, el sudeste asitico, Japn y China. La capacidad de destruccin de los ejrcitos europeos era uno de los
principales motores del desarrollo de la ciencia y la tcnica, aplicadas a la
muerte y la destruccin de otros europeos, en los cinco continentes, y, tambin, por supuesto, a la muerte y destruccin de americanos, africanos y
asiticos. El comercio, otro gran impulsor del desarrollo de la ciencia aplicada y la tcnica, era, simultneamente, la causa inmediata de la guerra.
El escenario mundial que observ Kant no poda ser ms desolador: la
barbarie globalizada por el continente de la ilustracin y el racionalismo. Su
visin y su pensamiento, que comparte el humanismo de Vitoria, es, a diferencia de la del salmantino, profundamente pesimista. A la conclusin de la
Guerra de los Siete Aos, que ha transcurrido entre una y otra de sus obras,
la guerra ya no se le presenta como en la Crtica del juicio (1790), como
un medio indispensable para seguir haciendo avanzar la cultura , sino
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AOS
como algo que debe erradicarse para siempre de las relaciones entre los
hombres y las sociedades humanas.
El estado de paz entre hombres que viven juntos no es un estado de
naturaleza dice Kant en el Segundo Apartado de Hacia la paz perpetua5 , es ms bien un estado de guerra, es decir, un estado en el que si
bien las hostilidades no se han declarado, s existe una constante
amenaza de que se declaren. El estado de paz debe, por tanto, ser
instaurado6.
El deber de instaurar el estado de paz es para Kant tanto una exigencia de la naturaleza como una autoimposicin de la razn prctica, obrando
fuera de toda coaccin. Y all, entonces, se encuentra un atisbo de esperanza en el pensamiento kantiano, aunque tal vez slo sea una irona acerca de
la naturaleza humana.
El pesimismo kantiano qued expresado en Ideas para una historia
en clave cosmopolita :
[] entiendo aqu por antagonismo, la insociable sociabilidad de los hombres, esto es, el que su inclinacin a vivir en sociedad sea inseparable de
una hostilidad que amenaza constantemente con disolver esa sociedad.
De inmediato, sin embargo, aproxim su inclinacin a vivir en sociedad a la afirmacin vitoriana

[] el hombre slo es plenamente hombre en sociedad: El hombre tiene
una tendencia a socializarse, porque en tal estado siente ms su condicin
de hombre al experimentar el desarrollo de sus disposiciones naturales.
Pero agreg:
5 KANT, INMANUEL. Hacia
la paz perpetua. Un esbozo filosfico. Edicin de Jacobo Muoz.

Madrid, Biblioteca Nueva, 1999, p. 81.
6
El destacado es de Kant.
90
REFLEXIONES / ECOS
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CONGRESO NACIONAL
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1949
[] tambin tiene una fuerte inclinacin a individualizarse porque

encuentra simultneamente en s mismo la insociable cualidad de doblegar todo a su mero capricho[] y espera hallar esa misma resistencia por doquier . Esa r esistencia es aquello que despierta todas las
fuerzas del hombre y le hace vencer su inclinacin a la pereza, impulsndole por medio de la ambicin, el afn de dominio o la codicia.
Por supuesto que el entorno geopoltico y cultural en el que Kant concibi sus obras autoriza sobradamente el pesimismo, pero aunque solo sea porque hubo alguien como l, capaz, finalmente, de cuestionar la expansin del
comercio como causa de la guerra y la guerra misma, el pesimismo debe ser
combatido. Es necesario impedir que el pesimismo se convierta en resignacin y la resignacin en programa.
Vitoria haba afirmado la existencia de tres planos jurdicos: el derecho
interno de los estados, el derecho internacional o interestatal y el derecho de
gentes, derecho comn a todo el gnero humano, que protege los derechos
de cada hombre antes, durante y despus de su pertenencia a un estado
concreto. Kant, por su parte, distingui el Derecho de un Estado o Derecho
Poltico, el Derecho de Gentes, como llam al derecho Internacional o
Interestatal, y el Derecho Cosmopolita, que es el derecho que regula las
relaciones entre personas y estados extranjeros.
Tambin, como Vitoria, aspir a un Estado Universal, en el que los
hombres sean ciudadanos y sujetos del derecho cosmopolita. Pero, como
veremos enseguida, no lleg a formular el derecho a pertenecer a una comunidad organizada como la condicin imprescindible para la existencia de
los derechos y deberes humanos, limitndose a enunciar un derecho a la
hospitalidad universal.
Hacia la paz perpetua est concebido bajo la forma de un Tratado de
Paz Universal con dos apartados. El primero contiene los artculos preliminares y el segundo los artculos definitivos para la paz perpetua entre los
estados. Estos son:
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AOS
1. La constitucin poltica de todo estado debe ser republicana

2. El derecho de gentes deben fundarse en una federacin de estados
libres
3. El derecho de ciudadana mundial debe limitarse a las condiciones de
una universal hospitalidad
Este ltimo, el menos estudiado de los tres, es, sin embargo, el que
regula el derecho a tener derechos. En la presentacin de la norma Kant
seal que
[] se trata en este artculo, como en los anteriores, de derecho7 y
no de fila ntropa, y hospi talidad signifi ca aqu el derecho de un
extranjero a no ser tratado hostilmente por el hecho de haber llegado
al territorio de otro [] no hay ningn derecho de husped sino un
derecho de visita, derecho a presentarse a la sociedad que tienen
todos los hombres []
En consecuencia, para Kant la hospitalidad es un derecho de todos

los seres humanos, en tanto ciudadanos, de un estado universal, pero se
limita al derecho a permanecer temporalmente y a ganarse el sustento mientras pueda hacrselo pacficamente, excluyendo expresamente el derecho a
integrarse a la comunidad a la que se arriba.
De este modo, el derecho de hospitalidad es la nica institucin que
vincula, en el sistema kantiano, los derechos y deberes humanos con los
derechos civiles, propios de toda comunidad organizada. Kant fund este
derecho en la capacidad de todos los seres humanos de asociarse y en
[] el derecho de propiedad en comn de la superficie de la tierra,
sobre la que los hombres no pueden extenderse hasta el infinito, por
ser una superficie esfrica, teniendo que soportarse unos junto a otros
y no teniendo nadie originariamente ms derecho que otro a estar en
un lugar determinado de la tierra.
7
El destacado es de Kant.
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Pero no consider los aspectos substanciales de la capacidad y de la

necesidad de asociarse, que estn fuera del mercado y exceden o son anteriores al estado. Por eso no lleg a desarrollar lo que ya haba alcanzado
Vitoria doscientos cincuenta aos antes: las ideas de comunidad organizada,
comunidad de todo el orbe y el derecho de todos y cada uno de los hombres
a pertenecer a una comunidad organizada. Probablemente su pesimismo le
sugiri la inutilidad de imaginar formas de sociedad civil, sociedad poltica y
comunidad internacional de estados y de hombres y mujeres que hiciesen
posible la efectiva vigencia de los derechos y deberes del hombre. Imaginar
no supone necesariamente que lo imaginado sea realizable, pero es el primer paso de toda realizacin.
III Arendt: el derecho a pertenecer a una comunidad organizada
en contradiccin con el EstadoNacin y la soberana
Hannah Arendt naci en Hannover en 1906 y creci y se educ en
Knisberg, la ciudad de Kant. Entre 1930 y 1940, en el interregno entre las dos
ltimas grandes guerras europeas, escribi los ensayos que luego reuni en La
tradicin oculta, a los que agreg la Dedicatoria a Karl Jaspers , escrita en
1947. En 1933 debi emigrar a Francia por la persecucin a los judos y en 1941
se vio obligada a continuar su emigracin, radicndose en Estados Unidos. All
escribi Los orgenes del totalitarismo , que public en 1951.
Como Vitoria y Kant, Arendt vivi, ense y escribi en un contexto
geocultural e histrico de profunda conmocin: la devastacin de todos los
pases europeos, la amenaza a la subsistencia de todos sus pueblos, la desolacin moral de una gran parte de la humanidad occidental y la existencia de
una pequea clase de capitalistas cuya riqueza y capacidad productiva
dinamitaron la estructura social y el sistema econmico de sus respectivos
pases, como ella misma describe en Sobre el imperialismo 8.
8 ARENDT, HANNAH. La
tradicin oculta. Buenos Aires, Paids, 2004. Sobre el imperialismo,
p. 15.
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Durante los primeros cuarenta y cinco aos de su vida, adems, encarn ella misma la tragedia de la exclusin, la persecucin y la amenaza de
exterminio. Asisti, como vctima y como testigo a [] la aniquilacin de
una tercera parte del pueblo judo existente en el mundo y de casi tr es
cuartas partes de los judos eur opeos []9. Pero su actitud como vctima y testigo, cuando pens, escribi, ense y juzg fue la de la bsqueda
implacable de la verdad, alejada tanto del escepticismo como del fanatismo. Esa actitud fue tambin la de la imparcialidad y simultneamente la
del rechazo terminante a que el mundo cr eado por estos hechos fuera
algo necesario e indestructible 10.
Los orgenes de esta actitud de valenta personal y entrega, de esta
conducta intelectual, seguramente son muchos. Pero sin lugar a dudas uno
de los fundamentales fue su formacin filosfica, que culmin con su tesis
doctoral sobre el concepto de amor en San Agustn, dirigida por Karl Jaspers,
su maestro y ejemplo de vida. As lo dice expresamente en la Dedicatoria
a Karl Jaspers de La tradicin oculta :
[] no hubiera podido permitirme juzgar con tal imparcialidad ni
distanciarme tan concientemente d e los fanatismos [] sin su filosofa y sin su existencia [] Lo que aprend de usted y me ha ayudado a lo largo de los aos a orientarme en la realidad sin entregarme a ella como antes venda uno su alma al diablo es que slo
importa la verdad y no las formas de ver el mundo; que hay que vivir
y pensar en libertad [] que la necesidad en cualquiera de sus
figuras slo es un fantasma que quiere inducirnos a representar un
papel en lugar de intentar ser, de una manera u otra, seres humanos.
Personalmente nunca he olvidado la actitud que adoptaba al escuchar, tan difcil de describir, ni su tolerancia, constantemente presta
a la crtica y alejada tanto del escepticismo como del fanatismo
(una tolerancia que no es en definitiva sino la constatacin de que
9,
Ob. cit., Dedicatoria a Karl Jaspers, p. 9.
10
Ob. y loc. cit.
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todos los seres humanos tienen una razn y de que no hay ser humano cuya razn sea infalible)11.
Es decir, que an frente a su sufrimiento personal en el medio de la

culminacin de la barbarie salvaje en el continente de la ilustracin, el
racionalismo y la filosofa del espritu, Arendt rechaza el pesimismo y la
resignacin. Ms an, critica a los crticos del optimismo:
Por aquel entonces no poda saber [] que vendra un tiempo en el
que precisamente lo que tan evidentemente dictaban la razn y una
consideracin lcida e i luminadora parecera expresin de un o ptimismo temerario y perverso12.
Vio la tragedia europea como una culminacin largamente madurada

pero sobre todo como un final en la historia y no de la historia, lo que encerraba una promesa, como nuestro tiempo:
Pero tambin permanece la verdad de que cada final en la historia
contiene necesariamente un nuevo comienzo: este comienzo es la promesa, el nico mensaje que el fin puede pr oducir. El comienzo, antes
de convertirse en un acontecimiento histrico, es la suprema capac idad del hombre; polticamente se identifica con la libertad del hombre. Initium ut esset homo creatus est (para que un comienzo se hiciera
fue creado el hombre), dice Agustn (De Civitae Dei, libro 12, Cap. 20).
Este c omienzo e s g arantizado p or c ada n uevo n acimiento; e ste c omienzo lo constituye, desde luego, cada hombre13.
Arendt vio el fin de la guerra y la barbarie, ms sangrientas y ms

crueles de la historia hasta entonces, el paso de Europa a un segundo
plano, la aparicin de las nuevas potencias mundiales, el estalinismo como
un nuevo y feroz totalitarismo, el nacimiento de la sociedad global del
11
Ob. cit., p. 10.
12
Ob. cit, p. 11.
13 ARENDT, HANNAH. Los
orgenes del totalitarismo. Madrid, Alianza Editorial, 2006, p. 640.
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mercado y el inicio de la era bipolar. Pero tambin vio el Tratado de Roma,

el comienzo del proceso de unificacin europea y del mayor perodo de
paz de la historia del continente de la guerra perpetua y el surgimiento en
diversas regiones del mundo de nuevos pensamientos polticos terciando
entre el capitalismo y el comunismo.
Su maestro, Karl Jaspers, en la conferencia presentada en el 1er Congreso Nacional de Filosofa, calific el tiempo en que vivi su discpula Hannah
Arendt, como
[] la ms honda crisis de la historia[] que, sin embargo no nos debe
llevar hacia el historicismo y el relativismo, hacia el escepticismo y el
nihilismo, hacia la ausencia de toda fe. En modo alguno. La desventura
de nuestro tiempo encierra en s la verdad en forma tal que supera toda
falsa tranquilidad, toda armona encubridora, todo humanitarismo
cmodo que se ha tornado inhumano 14.
En ese crtico entorno para el mundo y para ella en particular, en el que

millones de personas fueron privadas de su nacionalidad o de su ciudadana,
Arendt volvi a pensar en las cuestiones sobre las que haban reflexionado
cuatrocientos y ciento cincuenta aos antes Vitoria y Kant. Y rompiendo los
lmites y la fragilidad del derecho de hospitalidad del cosmopolitismo kantiano,
volvi a afirmar el derecho a tener derechos y consecuentemente, el derecho de todo hombre a pertenecer a una comunidad organizada como nica
posibilidad de que los derechos humanos declarados y prometidos fuesen
una realidad para toda la humanidad.
Arendt comprendi que la privacin de los derechos civiles es simultneamente la privacin de los derechos humanos, y que esa privacin comprende a los excluidos de cualquier sociedad, sea que permanezcan en el
interior o deban emigrar de la sociedad que los excluye.
14 JASPERS, KARL. Situacin actual de la filosofa. En: Actas del Primer Congreso Nacional
de Filosofa. Mendoza, Universidad nacional de Cuyo, T. II, pp. 927928.
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Ninguna p aradoja d e l a p oltica c ontempornea s e h alla p enetrada d e u na i rona t an p unzante c omo l a d iscrepancia e ntre l os e sfuerzos idealistas bien intencionados que insistieron tenazmente en
considerar inalienables aquellos derechos humanos que eran disfrutados solamente por los ciudadanos de los pases ms prsperos y civilizados y la situacin de quines carecan de tales derechos15.
Arendt advirti tambin que es el estadonacin el que excluye o expulsa y el que niega la ciudadana a los que llegan de otras naciones a instalarse en la propia, y que ambas actitudes inhumanas son fundadas en la
soberana, con desprecio de los derechos humanos, que ha declarado en su
constitucin. Esto encierra una flagrante contradiccin entre el derecho a
pertenecer a una comunidad organizada y la forma poltica del estadonacin y el concepto de soberana. Ms an, estas contradicciones implican
para el estadonacin los grmenes de una enfermedad mortal, por que
el estadonacin no puede existir una vez que ha quedado r oto su
principio de igualdad ante la ley 16. Indudablemente no hay violacin ms
flagrante de ese principio que la exclusin de las posibilidades de una vida
digna al interior de una sociedad o la negativa a admitir a los que buscando
esas posibilidades migran desde otras naciones.
Arendt cuestion, en consecuencia, la homogeneidad forzada, la exclusin de los diferentes, la igualdad inexistente de los ciudadanos, propias
del estadonacin contemporneo, como contradictorias de la existencia
de un der echo a tener der echos y de un der echo a per tenecer a algn
tipo de comunidad or ganizada17. Y concluy, entonces, que estos derechos, que an los esclavos posean, y se niegan en nuestro tiempo, debera
ser garantizado por la humanidad misma, aunque no sea de ninguna manera
seguro que esto sea posible.
15
HANNAH ARENDT. Los orgenes del totalitarismo. Op. cit., p. 399.
16
Ob.cit., p. 412.
17
Ob. cit., p. 420.
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Arendt no alcanz a ver lo que recin se iniciaba cuando escribi

Los orgenes del totalitarismo y que todava no era visible al momento
de su muerte: el nacimiento de nuevas formas de estado como consecuencia de los procesos de integracin. En ese complejo proceso hay una nueva oportunidad de construir un sistema en el que el derecho a pertenecer
a una comunidad organizada est garantizado por una entidad ms concreta que la humanidad. En cualquier caso, su pensamiento es, sin lugar a
dudas, el ms lcido pensamiento poltico del siglo pasado en referencia a
cuestiones esenciales para el verdadero progreso de la humanidad, como
son el derecho a tener derechos y el derecho a pertenecer a una comunidad organizada.
IV Pern: el derecho a pertenecer a una comunidad organizada
como doctrina poltica
El contexto geocultural e histrico en el que Pern gobern la Argentina y dict su conferencia La Comunidad Organizada en la clausura del
1er. Congreso Nacional de Filosofa, el 9 de abril de 1949, es temporalmente
el mismo que vio Hannah Arendt, aunque su accin y su pensamiento estuvieron situados en Amrica, lo que supuso un ngulo radicalmente diferente.
Amrica asisti asombrada a la violencia, al totalitarismo y al genocidio
europeos, pero ya experimentaba la violencia militar, poltica y econmica
de la expansin de Europa desde haca varios siglos y la haba conocido
tambin como razn de las reflexiones de los filsofos, en particular de
Vitoria y Kant.
El Congreso de Filosofa organizado por la Universidad Nacional de
Cuyo, trajo la reflexin del mundo occidental a Argentina, precisamente en
el momento en que esa reflexin estaba orientada a entender lo que haba
ocurrido en el mundo y, sobre todo, a pensar de qu modo poda evitarse que
volviera a ocurrir. La decisin de convocar a los filsofos implicaba una
primera respuesta ante la crisis: la trascendencia del pensamiento como
camino en la bsqueda de la verdad y la necesidad de tomar conciencia
acerca de la gravedad y de la naturaleza de la crisis.
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REFLEXIONES / ECOS
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El hombr e y la sociedad se enfr entan con la ms pr ofunda crisis

de v alores q ue registra su e volucin y una de sus causas posibles es la
oposicin o, al menos, la disociacin entre la accin del pensamiento y la
realidad de la vida de los pueblos dice Pern en la conferencia de clausura
del Congreso18.
Pero la novedad principal de su conferencia es la de un gobernante que convoca a filsofos y pone en debate el pensamiento que orienta
su accin. En ese sentido, La Comunidad organizada puede verse desde
tres puntos de vista diversos, como seala Armando Poratti: 1) como la
proposicin a la discusin de un programa general para el siglo; 2) como
momento de una accin que est realizndose y se piensa a s misma y
3) como gesto de presentacin de su pensamiento al conocimiento y a la
crtica de los filsofos y la filosofa. La proposicin y el gesto implican
dos afirmaciones: solamente la comprensin profunda de la realidad permite transformarla y esto a veces es posible desde los mrgenes o los
confines del mundo.
La categora de comunidad organizada es presentada desde sus races americanas y desde sus races occidentales. Entre las races americanas
algunas de las cuales ya haba considerado Vitoria en su Releccin sobre
los indios estn particularmente las de la comunidad organizada como bsqueda de equilibrio y armonizacin de fuerzas contradictorias o contrapuestas
y como espacio en el que las diferencias y la heterogeneidad no slo son
consideradas como irreductibles, sino y principalmente, como valiosas. Entre
sus races occidentales esta la concepcin de la polis como conciliacin de los
conflictos internos desde la conciencia de la unidad poltica.
La proposicin de la organizacin de la comunidad es esencialmente
antropocntrica. En ella, la dignidad del hombre constituye la razn de la
justa distribucin de la riqueza y
18
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofa. Ob. cit., T. I, p. 133.
99
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[] la tica adquiere su sentido ltimo en la correccin del egosmo

[] El egosmo es, antes que otra cosa, una valornegacin, es l a
ausencia de otros valores [] Combatir el egosmo no supone una
actitud armada frente al vicio, sino ms bien una actitud positiva
destinada a fortalecer las virtudes contrarias, a sustituirlo por una
amplia y generosa visin tica 19.
La norma tica debe presidir todas las actividades humanas, sin excepcin y particularmente las concernientes al estado, a la economa y al
mercado.
La TERCERA POSICIN, crtica del comunismo y del capitalismo tanto en
sus concepciones de la economa, como de la sociedad y del estado, que
coinciden en la TERRIBLE ANULACIN DEL HOMBRE, se propone profundizar la
democracia como sistema, perfeccionando la democracia poltica y desarrollando la democracia econmica y social.
Ni la justicia social ni la libertad, motores de nuestro tiempo, son
comprensibles en una comunidad montada sobre seres insectificados,
a menos que a modo de dolorosa solucin, el ideal se concentre en el
mecanismo omnipotente del estado. La comunidad a la que debemos
aspirar es aquella donde la libertad y la responsabilidad son causa y
efecto, en la que existe una alegra de ser, fundada en la persuasin de
la dignidad propia. Una comunidad donde el individuo tenga realmente algo que ofrecer al bien general, algo que integrar y no solo su
presencia muda y temerosa 20.
Como se advierte, tanto la proposicin de la comunidad organizada

como la de la tercera posicin, se enfrentan abiertamente con las tesis de la
lucha agresiva como motor de la historia, tanto desde el punto de vista de las
sociedades como de las naciones.
19
Ob. cit., T. I, p. 147.
20
Ob. cit., T. I, p. 171.
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El desarrollo final del sistema propuesto es el de la comunidad universal, sobre la base de los derechos de la humanidad, el derecho a tener derechos y a pertenecer a una comunidad organizada, los derechos de los estados nacionales, los derechos de los estados continentales, como la Unin
Europea y la Unin de Naciones Sudamericanas, actualmente en formacin, y el derecho de la comunidad organizada mundial.
Las palabras que Pern dice a los filsofos llegados de otras naciones,
repitiendo los preceptos constitucionales, muestran ejemplarmente la posibilidad de ejercer el derecho a pertenecer a una comunidad organizada:
Para el co razn argentino, e n nuestra tierra, nadi e es extranjero si
viene animado del deseo de sentirse hermano nuestro [] En ella
nadie les preguntar quien sois y les ofrecer, con el pan y la sal de la
amistad, esta heredad de nuestros mayores []21.
V Conclusiones: ningn ser humano es ilegal
22
Vivimos una situacin excepcional de la historia universal. Ya no hay

dudas que finaliza una era y comienza otra. Los ltimos 30 aos han ido
sealando el agotamiento de un sistema y la necesidad de trasformaciones
profundas. Estos aos complejos y ricos en acontecimientos han tenido
millones de protagonistas: de los astilleros de Gdansk a la plaza Tiananmen,
de Soweto a Santiago de Chile, de Buenos Aires a Mosc, de Mxico a
Chicago, que enfrentaban de mil modos diversos primero al mundo bipolar
y luego a la sociedad global del mercado, afirmando el valor de la libertad
y la responsabilidad, de la dignidad y la justicia, del acceso a la propiedad
21
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofa. Ob. cit., T. I, p. 131.
22
Texto de una pancarta de norteamericanos de origen latinoamericano en la ciudad de

Chicago, durante las multitudinarias manifestaciones llevadas a cabo en casi todas las grandes
ciudades norteamericanas el 1 de mayo de 2006. Fotos de dichas manifestaciones pueden
verse en el sitio www.flickr.com/photos/hellokutty/138757457
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y el conocimiento para todos, de la posibilidad de construir una humanidad

con derechos, sociedades ms justas, democracias sin excluidos, un mundo sin guerras.
Han transcurrido 60 aos de la publicacin de Los orgenes del totalitarismo de Hannah Arendt y del 1er. Congreso Nacional de Filosofa de
Mendoza. Leyendo la obra de Arendt y las Actas del Congreso, debiramos
concluir que los filsofos fracasaron porque el mundo que imaginaron y
propusieron fue rechazado por los gobernantes y los actores del mercado,
que desarrollaron de modo extraordinario el conocimiento casi exclusivamente como tcnica y reservaron sus beneficios a una pequea parte de la
poblacin del mundo. Simultneamente aplicaron ese desarrollo a guerras
ininterrumpidas, hambre, exclusin, racismo, intolerancia, injusticia y agresin sin lmites a la naturaleza.
El resultado de la disociacin del pensamiento con la direccin de los
asuntos del mundo es, 60 aos despus, casi tan desolador como aquel pasado. Como dice Helio Jaguaribe en su Estudio Crtico de la Historia 23,
el patrn cultural de la sociedad global del mercado ha demostrado ser incompatible con la supervivencia de la especie humana y seguramente tambin con casi todas las formas de vida sobre el planeta.
Sin embargo, la cada del sistema financiero de la sociedad global
del mercado, que cierra el derrumbe del mundo bipolar surgido al finalizar la segunda gran guerra, nos propone una interpretacin diferente. Tal
vez los filsofos dejaron su testimonio para este momento, para que pensemos, trabajemos, investiguemos, debatamos y propongamos acerca del
mundo que queremos, comenzando por nuestra comunidad inmediata,
Argentina, Amrica, el Mundo, en el esfuerzo de participar activamente
en el surgimiento de un nuevo humanismo, de un nuevo patrn cultural,
que permita sociedades ms justas, comunidades organizadas en una
23 JAGUARIBE, HELIO. Un estudio crtico de la historia. Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 2002, T. II, pp. 692 702.
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REFLEXIONES / ECOS
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comunidad mundial que se proponga resolver los conflictos y las diferencias sin recurrir a la muerte por el hambre, la peste o la guerra, a una
convivencia ms razonable con la naturaleza. O, lo que es lo mismo, que
ponga al servicio del hombre las formidables herramientas tecnolgicas
desarrolladas en los ltimos 60 aos.
Hay muchos signos presentes que alientan un moderado optimismo ante
la gravedad de la crisis, optimismo que slo podr ser sostenido mediante el
trabajo riguroso y comprometido, es decir, asociando el conocimiento con el
entusiasmo y ambos reunidos, dando sentido a la vida personal y comunitaria.
El final del mundo bipolar, surgido a la terminacin de la ltima guerra
continental europea y del mundo unilateral emergente del derrumbe del sistema sovitico, ofrecen hoy la posibilidad de un mundo multipolar, de grandes bloques continentales multiculturales, integrados en una comunidad
mundial donde los conflictos se resuelvan al menos en una medida significativa en los marcos del derecho de toda la humanidad a tener derechos.
Tres memorables estadistas que obraron en sintona con sus filsofos,
y seguramente dialogaron con ellos de regreso del Congreso de Filosofa de
1949, soaron con la comunidad europea organizada y removieron las causas de la guerra, dando lugar a la Unin Europea y al perodo ms extenso
de toda la historia europea en paz y sin totalitarismos. El paso que falta es
que la Unin Europea otorgue la ciudadana a todos los que llegan a su
territorio buscando construir una vida digna y conservar su cultura original,
justificando por fin, la honrosa tradicin de muchos de sus pensadores.
Asia recupera su propia historia y su protagonismo en la historia universal y se integra en torno de sus dos grandes estados continentales.
El Mercorsur, la Comunidad Andina, la Unin Sudamericana de Naciones avanzan con paso firme, aunque seguramente lento para la urgencia
que nos plantea la crisis global. Sin embargo el Parlamento del Mercosur
tiene ya los primeros legisladores elegidos por voto directo y en 2010 se
103
DE
CUYO 70
AOS
integrar totalmente de ese modo. Las normas que dicta son supranacionales,
constituyentes de una soberana americana, ya no brasilea, argentina, uruguaya o paraguaya. Entre los proyectos en tratamiento est la creacin de
la Corte Suprema de Justicia del MERCOSUR, en el camino del Tribunal
Superior europeo. Entretanto, el Tribunal Permanente de Revisin dicta sentencias condenando a los jueces de algunos de los miembros del Mercosur
cuando no aplican el incipiente derecho comunitario por encima de las legislaciones locales.
La celebracin del bicentenario de la Independencia de nuestra Amrica nos encuentra ante una posibilidad singular: consolidar la Unin Sudamericana de Naciones, haciendo posible la realizacin del hombre en una
comunidad que lo reconoce en su singularidad y en su diversidad y haciendo
concreto el derecho a pertenecer a una comunidad organizada. La historia,
una vez ms, est en nuestras manos.
104
Un mensaje humanista para Amrica Latina

Testimonio y reflexin1
Graciela Maturo*
Presenci el 1er Congreso de Filosofa organizado por la Universidad

Nacional de Cuyo en Mendoza, a los veinte aos, siendo una simple estudiante de esta Universidad y, con el transcurso del tiempo, lo fui
justipreciando en toda su significacin: histrica, cultural, filosfica y poltica. Es una alegra poder rememorar aquellas jornadas en los mismos
mbitos donde transcurrieron, incluyendo el lugar fsico del viejo Teatro
Independencia, donde culmin el Congreso. Los promotores, actores y
conferencistas del evento han muerto ya, pero algunos de mis coetneos,
que asistieron al mismo como jvenes estudiantes, guardarn la memoria
de aquella semana otoal en que la Universidad y la ciudad de Mendoza
se vieron conmocionadas por la llegada de las personalidades ms notables de la filosofa europea, y la presencia de un grupo importante de
filsofos argentinos e hispanoamericanos.
A continuacin voy a ofrecer un breve testimonio personal, una reflexin filosfica y un comentario poltico.
1 Comunicacin de la Dra. Graciela Maturo a las Jornadas de homenaje A s esenta

aos del Congreso de Filosofa de 1949. Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza,
7 y 8 de Abril de 2009.
* Dra. en Letras por la UCA, Buenos Aires. Investigadora del CONICET. Ex profesora
de la UBA.
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Yo era solamente una alumna del tercer ao de Letras, esposa de un

profesor de la casa, lo que me permiti compartir algunos preparativos y
reuniones. Ante todo quiero destacar la figura del Rector Cruz, y la coherencia que adquirieron su gestin y pensamiento con la realizacin de este
importante Congreso de Filosofa.
El helenista Ireneo Fernando Cruz, a cargo del Rectorado a partir de
finales de 1945 (aunque fue nombrado en 1947), haba fijado un rumbo
marcadamente humanista para la Universidad Nacional de Cuyo, fundada
unos pocos aos atrs. Tuve la fortuna de formarme en aquella Universidad, cuyos ejes pasaban por la espiritualidad de la cultura tal como lo expresa el lema inscripto en su escudo In spiritus remigio vita el respeto de
las fuentes clsicas occidentales; el lugar prominente otorgado a la filosofa
en el desarrollo de las ciencias humanas, y de toda ciencia; la superacin de
las dicotomas que enfrentan fe y razn, o humanidades y ciencia; la valoracin de la tierra, la cultura y las industrias locales; el rescate de la cultura
colonial y de las tradiciones populares; el revisionismo histrico nacional, y
la pertenencia de la Argentina a la patria grande latinoamericana.
El Dr. Cruz incorpor a la Universidad a eminentes profesores que
huan del desastre blico europeo. Eran espaoles, alemanes y centroeuropeos
como ngel Gonzles lvarez, Adolfo Muoz Alonso, Hilario Rodrguez
Sanz, Rafael Bentez Claros, (Alfredo Dornheim, que integr ese brillante
grupo, haba venido un poco antes); Fritz Krgger, Ladislao Boda, Miguel de
Ferdinandy, Alberto Falcionelli, Jaime Mara de Mahieu, el maestro belga
Julio Perceval, la directora de teatro Galina Tolmacheva, y otros profesores
que dieron singular prestigio a estas aulas e institutos de investigacin.
Convoc el Dr. Cruz para una tarea magna de organizacin y proyeccin, que incluira cursos de temporada, seminarios de actualizacin docente, escuelas de idiomas para extranjeros, etc., a sus discpulos de Paran, La
Plata y Mendoza; entre los cuales se hallaban, en el campo de la humanidades, Alfonso Sola Gonzlez, Diego F. Pro, Guillermo Kaul, Toribio Lucero,
Vicente Cicchitti, Ricardo Pantano, Mauricio Lpez, completando este cuerpo
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con pintores, escultores, msicos, directores de orquesta, actores y directores de teatro. Cruz otorg tambin gran impulso a las facultades de Ciencias
Mdicas y de Ciencias Agrarias, as como a institutos de investigacin cientfica, sin olvidar un indito Instituto del Trabajo que era una escuela de
oficios. Lo acompaaban destacados colaboradores como los Ingenieros
Cereza y Somoza, entre otros, a los que encomend tareas directivas, comprometiendo a todos a conformar una gran universidad, abierta al universalismo desde el entorno propio. En ella no faltaba la preocupacin por la
tierra cuyana, el desarrollo agrcola e industrial, y el respeto a la cultura
local, en cuyo campo descoll el maestro Juan Draghi Lucero.
Se haban instalado tiempos que provocaron asimismo desplazamientos, no siempre intencionadamente buscados. Es preciso recordar que, a
raz del manifiesto compromiso poltico impreso a la vida universitaria, se
retiraron de ella y no lo digo con alegra hombres destacados como Salvador Canals Frau y Julio Cortzar (de quien llegu ms tarde a ser amiga,
y estudiosa de su obra).
Permtanme decirles que mi formacin en la Universidad de Cuyo, as
como el Congreso de Filosofa al que tuve el privilegio de asistir, han tenido
gran importancia en mi pensamiento y labor docente. En una ulterior etapa
de mi vida, enfrentando ambientes muy colonizados por el cientismo y el
ideologismo, me propuse desarrollar un rumbo humanista para los estudios
literarios, y lo hice a travs de distintas ctedras, centros de estudios que
fund y otros medios, en la intencin de continuar la enseanza de mis maestros. Quede esto como un testimonio personal que me parece justo asentar
aqu, y que acaso ser considerado alguna vez entre las proyecciones de la
Universidad de Cuyo de aquel tiempo.
He querido puntualizar que la iniciativa de realizar un Congreso de
Filosofa de importantes proporciones no era algo ajeno al nivel que Cruz
imprima a la Universidad. Los preparativos se extendieron todo el ao anterior, y acaso antes pues el activo secretario del Congreso, Mauricio Lpez,
escriba a universidades y centros de estudios mundiales. Recordar a este
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querido amigo me fuerza a consignar su conversin religiosa posterior al

Congreso, y explicable por la fuerte atmsfera espiritual de aquellos aos
y a deplorar su lamentable muerte a manos de fuerzas represivas, en el 76.
Es como un smbolo del destino de la filosofa humanista. Pero volvamos a
la recordacin del Congreso.
Lleg el apacible abril mendocino del importante ao 49, ao que se
haba iniciado con el pronunciamiento poltico de una Convencin Constitucional, sobre la cual dir luego unas palabras. Recuerdo muy bien aquellas
jornadas, que se realizaron en el Aula Magna de la vieja escuela de la calle
Rivadavia, lamentablemente demolida, edificio que por sus patios con palmeras se conectaba con la Escuela Superior de Bellas Artes. Mi memoria
atesora principalmente a algunas figuras, muy nombradas entonces por nuestros profesores de filosofa, a las que le apasionadamente despus, a partir
de los aos setenta; eran HansGeorg Gadamer, a quien tanto debemos
quienes intentamos reconciliar el sentido histrico de la hermenutica con el
impulso joven de la fenomenologa, como dira Ricoeur, el mexicano
Vasconcelos, el peruano Wagner de Reyna, que fue amigo de mi casa, el
profesor tucumano Benjamn Aybar con quien mantuve luego correspondencia. Martn Heidegger envi un mensaje que fue traducido y discutido en
aquellos das y mucho tiempo despus, mientras se difundan las traducciones americanas de sus obras por Jos Gaos, Emilio Esti y tantos otros.
Tambin enviaron ponencias Jaspers y Gabriel Marcel, tan ledos por aquellos aos y despus por mi generacin. Fue seera para todos los asistentes
la presencia de los fenomenlogos existencialistas Nicola Abbagnano, Eugen
Fink y Ludwig Landgrebe Wilhelm Szilazi, que luego seran traducidos y
ledos en la Argentina. Estuvieron presentes los espaoles Mariano Ibrico
(cuyo sentido del paisaje como construccin interior me fue tan til en mis
estudios literarios), ngel Gonzlez lvarez y Adolfo Muoz Alonso incorporados como profesores en la Universidad de Cuyo.
Mereceran ser mucho ms estudiados y reconocidos en nuestras universidades los filsofos argentinos que participaron de aquel congreso: Carlos Astrada, ngel Vassallo, Rodolfo Agoglia, Miguel ngel Virasoro que
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luego fue profesor en Cuyo, y su hermano Rafael (que ms tarde premi mi

ensayo sobre Cortzar en Santa Fe), y mis inolvidables maestros y amigos
Francisco Maffei y Manuel Gonzalo Casas, sin olvidarme de Juan Adolfo
Vzquez, quien form aos despus un pequeo crculo de historia de las
religiones, que integr juntamente con Juan Schobinger y Vicente Cicchitti.
Eran los filsofos del 40, parte de aquella gran generacin que incluye a
poetas, novelistas y dramaturgos, y que bien puede ser llamada generacin
del Humanismo. (Conoc en el Congreso, entre los adherentes, a Alicia Eguren,
cuya trayectoria poltica era entonces tan lejana. No estuvieron Rodolfo
Kusch ni Hctor A. Murena, aunque su labor se vincul totalmente con la
filosofa del Congreso).
En esas jornadas memorables la fenomenologa existencial desplaz a
la escolstica, aunque luego supimos que existan caminos muy slidos de
conexin entre ambas, como lo haba puesto ya de manifiesto la filsofa
Edith Stein, fenomenloga juda, luego catlica y carmelita, que pocos aos
antes del Congreso haba sido vctima del holocausto de Auschwitz, aunque
por entonces no lo sabamos, ni ramos capaces de evaluarlo.
En un libro de memorias filosficas, Philosophische Lehrejahre (traducido en 1977 como Mis aos de aprendizaje), HansGeorg Gadamer
dedica algunas pginas a rememorar el Congreso argentino, que segn
afirma era la primera salida de Europa despus de la guerra para ocho
filsofos alemanes que cruzaron el Atlntico en vuelo todava novedoso
para ese tiempo para arribar a la ciudad de Buenos Aires y llegar en tren al
pie del Ande. Con una mirada por supuesto muy europea, Gadamer pondera
el perfecto conocimiento que tenan los argentinos de la filosofa alemana.
Veamos algunos prrafos de esas memorias:
Argentina es para el europeo poco menos que una terra incognita.
Nuestro viaje no se limitaba a guiarnos a una tierra distante unos
12.000 k ilmetros d e E uropa, s ino q ue n os r econduca a l p retrito de nuestro contine nte [] la Argentina es un pas todava situado al margen de las dos guerras mundiales, cuyos espritus ms
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evolucionados conforman una delgada capa de un pueblo colonial agrario que con lentitud se deja arrastrar al remolino del siglo
veinte [] P ara l os p rofesores a lemanes q ue p articipbamos e n
dicho con greso fue emocio nante constatar la pu janza y persistencia c on q ue e l p ensamiento a lemn s igue i nfluyendo e n e l d e o tros
pueblos. Argentina forma p arte de la esfera cultural latina
[]
debera considerarse (un pas) no tanto americano cuanto mediterrneo, que como todos los pases del Mare Nostrum se halla fuertemente enraizado en la tradicin catlica [] Pese a ello el pensamiento moderno, incluso imbuido del radicalismo y la audacia
que sus ltimos desarrollos han alcanzado en Alemania, ha encontrado ta mbin all fo rmidable acept acin.
Es evidente que Gadamer usa el trmino MODERNO para la

fenomenologa, aunque esta en rigor result enfrentada a los cnones de
la Modernidad.
La evolucin del pensamiento alemn era conocida en la Argentina
hasta en sus ltimos detalles, al punt o de que la temtica del congreso se planteara como una confrontacin entre el pensamiento
cristiano de la tradicin tomi sta y el pensamiento determinado por
la moderna filosofa alemana. Las citas de Santo T oms de Aquino
no prevalecieron en las discusiones congresuales sobre las de
Husserl y Heidegger, y el tema predominante fue la metafsica. Por
la escasa presencia de filsofos anglosajones en el congreso, el pensamiento propiamente positivista y p ragmatista, decididamente enfrentado a la metafsica en cualquiera de sus variantes, no encontr
partidarios. As, los dos frentes en colisin fueron tomismo y
existencialismo.
Se refiere Gadamer a la fenomenologa existencial, aunque abarca la

filosofa de Heidegger que no se reconoce como tal, y aclara que esta generalizacin se refiere a todo aquello que se desliza fuera del dogmatismo de la
Iglesia. Incluso especifica que el autntico existencialismo a la manera de
Sartre ocup un papel secundario.
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Las preguntas decisivas fuero n: Cmo debe caract erizarse la relacin del p ensamiento crist iano tradicional co n el pensamiento m oderno? Puede el tomismo aprehender, abrindose de su tradicional
metodologa, aquel enigma de nuestra existencia que el pensamiento
moderno est trabajando con rigor extraordinario? O por el contrario se trata de una relacin antittica como la acaso establecida
entre aquel atesmo metdico que nada sabe de las verdades salvficas
y la religin revelada? Ambas posibilidades encontraron defensores
entre los par ticipantes del co ngreso, por cierto desd e muy diversos
puntos de vista. Al cabo el problema termin por acuarse en la siguiente e i nexpresa pregunta: h ay una teologa natural, o por el
contrario, todo conocimiento natural es ateo, y todo conocimiento de
Dios permanecer siempre dependiente de la revelacin? Tiene entonces razn el pensamiento moderno al exigir, en contradiccin con
la metafsica de Dios o del Espritu infinito, una metafsica de la
finitud?
Finalmente, al recordar el viaje de regreso cruzando pampas y desiertos, en el Ferrocarril Pacfico, Gadamer se muestra impresionado por la
grandeza del paisaje y hace una reflexin sobre un continente en que la
naturaleza todava prevalece y es capaz de impresionar el nimo.
Mucho ms podra decirse, desde el presente, sobre la importancia
filosfica del Congreso y ms an sobre su creciente vigencia en el tiempo
actual, ya desgastadas las ideologas del progreso, el positivismo cientfico, y
la cartilla socialista. Habr otras oportunidades para hablar de ello. Por ahora quiero terminar estas palabras con un comentario poltico, que quisiera
poner por encima de lo partidario.
He anotado antes, y no al azar, que en aquel verano previo al Congreso,
al iniciarse el memorable ao 1949, tuvo lugar la Convencin Constituyente
que promulg una nueva Constitucin, con enmiendas y agregados a la de
1853. Se incorporaron a ella los derechos del Trabajador, de la Niez, de la
Ancianidad, de la Mujer, as como una mayor intervencin del Estado nacional
en la defensa de su patrimonio e intereses. (Nuevamente se me perdonar la
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intromisin testimonial al mencionar con orgullo, que mi padre fue, desde Santa Fe, uno de aquellos Convencionales). No es forzando las cosas que relaciono este acontecimiento cultural y poltico con el Congreso de Filosofa, si se
tiene en cuenta que ste tuvo un cierre tambin poltico. En el Teatro Independencia, el 9 de abril de 1949, se produca el acto final del Congreso con el
clebre discurso del Presidente Pern que lleva por ttulo La comunidad organizada. Los estudiosos del tema consideran que el texto, varias veces
reeditado, encierra una sntesis doctrinaria del movimiento.
Se daba realmente una fiesta del espritu en la que convergan la filosofa y la poltica, recordndonos la necesaria aplicacin prctica de toda filosofa que se precie de tal, y asimismo la imprescindible fundamentacin filosfica de toda poltica ejercida con lucidez y responsabilidad. Esa conjuncin, que
tal vez slo podamos visualizar en los tiempos de la emancipacin y la organizacin nacional, no ha vuelto a repetirse jams en nuestra patria.
No pudiendo ahora abocarme al comentario del texto de La comunidad organizada, me ceir a una expresin, la del hombrecentauro, que
remite a otra gran figura de la poca, Leopoldo Marechal. No es ocioso
recordar que en 1950 se estrenara, tambin en Mendoza, su Cantata
Sanmartiniana, con msica del maestro Perceval, y asimismo, que unos
aos antes, en 1940, el autor haba obtenido el Premio Nacional de Literatura con su poema El Centauro, donde apelaba a la imagen mtica para asentar una antropologa cristiana. En El Centauro, por el artificio de un nuevo
coloquio de centauros sabios y poetas, se afirma la figura de Cristo como
centauro de los nuevos tiempos ; esta idea, convocada al cierre del Congreso por el Presidente de la Repblica, nos ha llevado alguna vez a aventurar que la pluma o la inspiracin marechaliana se hallaban all presentes.
Sea como fuere, lo que deseo subrayar es el peso evidente de una fundamentacin humanista para la sociedad propuesta por el conductor, en consonancia con la atmsfera del Congreso. Estaba en el ambiente de la poca
la imagen de un hombre espiritual, distante del hombre mercantilista del
capitalismo moderno, pero tambin del hombre gregario del fascismo o del
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comunismo. El nuevo modelo sera Cristo, el hombrecentauro, simblicamente tendido desde su naturaleza biforme hacia la tierra y el cielo.
En suma, cerrando ya estas modestas reflexiones, el Congreso de Filosofa del 49 fue, por parte de los intelectuales europeos, un mensaje y un
legado a los latinoamericanos, a quienes vieron como los continuadores naturales de su quehacer humanista, en la formidable crisis de Europa anticipada por la filosofa y rubricada por una guerra devastadora, de la cual slo
parcialmente se recuperara despus. Por parte de los argentinos y latinoamericanos que participaron en l fue un momento esplndido de su
autoconciencia cultural y destinal, transmitido a los ms jvenes casi como
un mandato para una etapa nueva. En cuanto a las autoridades nacionales,
se auspiciaba a sabiendas un acontecimiento intelectual y espiritual, que
reafirmaba el rumbo humanista de una revolucin inconclusa, que ha sido
varias veces manipulada y distorsionada.
En razn de lo dicho, estimo que esta rememoracin emprendida por
la Universidad de Cuyo es un acto de estricta e impostergable justicia y un
compromiso cultural, en momentos en que se han acentuado la incertidumbre y el olvido.
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La comunidad organizada en el contexto del

Primer Congreso Nacional de Filosofa, 1949
Nancy Sim*
Nosotros creemos en la Comunidad, pero en la base de esa

conviccin se conserva un profundo respeto por lo individual
y su raz es una suprema fe en el tesoro que el hombre representa, por el solo hecho de su existencia (Juan Domingo Pern).
Introduccin
Todo saber est enraizado en una situacin concreta histricotemporal. Aqu y ahora, lugar e instante, condicionamiento histrico,
condicionamiento geogrfico, son determinaciones bsicas del saber y de la
vida. El saber, sin embargo, tiene tambin movimiento y libertad. Libertad
en la eleccin desde dnde partir y en la eleccin para la clarificacin de las
metas, pues el campo de lo dado inmediato es un amplio campo de mltiples
singularidades y relaciones.
El lugar y el tiempo donde se vivi y tuvo lugar el Primer Congreso
Nacional de Filosofa de 1949, en Mendoza, Argentina, constituyeron el enclave donde una sociedad de personas, condicionadas por su historia y simultneamente libres en la eleccin y ejecucin de sus actos, lo llevaron a
cabo. Determinismo y libertad conjugados en un momento de la historia
argentina, nuestra historia concreta.
* Licenciada en Filosofa, Facultad de Filosofa y letras de la UNCuyo.
Coordinadora de integracin regional universitaria de la UNCuyo.
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El saber sobre el determinismo y la libertad respecto de nuestra historia, esto es la conciencia del saber histrico presente ya en la fundacin poltico constitucional de nuestro pas en la obra de Alberdi posee un
peso para nosotros que nos arrebata de la ingenuidad de concebir espontneamente el suceder histrico. Este arrebatamiento, para muchos nefasto y para otros liberador, constituye el peso sobre nuestros hombros de
llevar a cabo la tarea de cumplimiento del proyecto de pas en aquello que
nos compete.
Lo que motiva el primer proyecto para un Congreso Nacional de Filosofa por parte de las autoridades polticas y universitarias de la Argentina
es la toma de conciencia de la necesidad de que el quehacer terico exprese
la realidad nacional y d lugar a un nuevo accionar en el mbito de la formacin, de la organizacin y del desarrollo de nuevas prcticas polticas y sociales requeridas por el pas.
El Dr. Ireneo Fernando Cruz, rector de la Universidad Nacional de
Cuyo, lo expresa as en el discurso de apertura del Congreso Nacional de
Filosofa:
Digo fundamental, por cuanto el balance que significa este Congreso es el tramo indispensable de madurez que nuestra Argentina
necesita para avanzar con pasos sin tanteos, hacia la realizacin
de una cultura nacional reposada en las perennes bases de la
tradicin que nos sustenta. Slo una Nacin que sea capaz de
volverse sobre s misma y sopesarse en sus fallas y en sus aciertos
bajo la custodia de la reflexin filosfica; slo una Nacin capaz
de este esfuerzo y de esta confrontacin, puede llegar a la esperanza de un perfil que la distinga y concierte con caracteres propios,
entre las culturas nacionales que la rodean con ventaja de ya
lograda madurez 1.
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofa . Mendoza, Universidad Nacional de

Cuyo, 1949. T. I, pp. 5859.
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La filosofa en la que est arraigado el pensamiento justicialista aparece formulada en sus presupuestos filosficos bajo el concepto de la Comunidad Organizada. El discurso que sobre la Comunidad Organizada pronunciara Pern en la clausura del Congreso Nacional de Filosofa, se inserta de
un modo original y propio, en el marco de la filosofa contempornea segn
lo expuesto en las ponencias de los participantes argentinos y extranjeros.
De esta vinculacin y de los rasgos reflexivos propios del discurso,
tratar el desarrollo de este trabajo.
El Justicialismo encarn la respuesta histrica a la crisis de los modelos polticos de la modernidad, crisis que llega a su mximo nivel tras dos
guerras mundiales. La respuesta histrica consisti en la recuperacin de
una tradicin filosfica que tuvo sus antecedentes en el humanismo cristiano y en el pensamiento de la Grecia clsica. La novedad del Justicialismo
consisti en intentar llevar a la prctica con fuerzas renovadas esta tradicin. El Justicialismo se propuso la elevacin del hombre a dos de sus dimensiones esenciales, la plenitud de ciudadano integrado en la comunidad
poltica y la persona moral exigida por una tica de la responsabilidad social.
Esta exigencia es posible siempre y cuando se decida una accin solidaria
con los dems. Llevar adelante esta decisin fue una de las metas del pensamiento justicialista. Es en el ejercicio de la solidaridad en la que se ha de
plasmar la figura del hombre nuevo. De aqu que su principio fundamental
sea la JUSTICIA SOCIAL que implica, a la vez, el cumplimiento de la LIBERACIN
POLTICA, SOCIAL Y CULTURAL. La COMUNIDAD ORGANIZADA significa, en ltimo
trmino, la COMUNIDAD LIBERADA, dice Pern.
Este proceso, que es el proceso de construccin de la COMUNIDAD ORda lugar a una diferenciacin incluso con antagonismos profundos del peronismo respecto de otras concepciones filosficas elaboradas
sobre la sociedad moderna. El Justicialismo plantea la necesidad de una
prctica donde la bsqueda de la construccin de una sociedad justa, libre y
feliz, constituya el objetivo fundamental de la ACCIN POLTICA.
GANIZADA,
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La lucha de clases va necesariamente en camino a la superacin porque la colaboracin social y la dignificacin de la humanidad constituyen,
dice Pern, con enorme claridad de pensamiento hechos, no tanto deseables cuanto inexorables y con la misma claridad, no vacila en afirmar,
refirindose a Hobbes:
[] algo falla en la naturaleza cuando es posible concebir en el
Leviathan, al homo hominis lupus, al hombre contra el hombre, todos
contra todos []
Mas an, tampoco vacila en compararlo con Marx:

[] cuando Marx nos dice que de las relaciones econmicas depende
la estructura social y su divisin en c lases y que por co nsiguiente la
historia de la humanidad es tan slo historia de las luchas de clases,
empezamos a divisar con claridad, en sus efectos, el panorama del
Leviathan.
No existe probabilidad de virtud ni siquiera asomo de dignidad individual, donde se proclama el estado de necesidad de esa lucha que, es
por e sencia, a bierta d isociacin d e l os e lementos n aturales d e l a
comunidad. Al pensamiento le toca definir que existe, eso s, diferencia de intereses y diferencia de necesidades, que corresponde al hombre disminuirlas gradualmente, persuadiendo a ceder a quienes pueden hacerlo y estimulando el progreso de los rezagados.
En una poca de zozobra el hombre y la sociedad se enfrentan con

una profunda crisis de valores. Los avances tecnolgicos, la conquista de
derechos colectivos y los enormes progresos econmicos han variado
drsticamente la relacin del hombre con su entorno, con su grupo social y,
sobre todo, consigo mismo. La medida de la grandeza del hombre est hoy
dada por lo material, por ello se vuelve urgente recuperar las RAZONES LTIMAS que otorguen trascendencia a la vida. El volver a establecer la jerarqua
que ubica al hombre en toda su dignidad, RECONOCER AL HOMBRE EN SU ESENCIA, hace que la tarea de la filosofa sea irreemplazable.
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REFLEXIONES / ECOS
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En el reconocimiento de las transformaciones cualitativas que gener

en la conciencia nacional la propuesta del Justicialismo, en lo que se refiere
a una nueva teora poltica, un nuevo concepto del poder y del Estado, de la
organizacin de la sociedad, del hombre, de la tica, es que se justifica nuestro inters desde el estricto plano filosfico.
Por eso seores en mi disertacin no ataco a otros sistemas, sealo solamente opiniones propias hoy compartidas por una inmensa
mayora de nuestro pueblo e incorporadas a la constitucin de la
Nacin Argentina.
Historia de la elaboracin del proyecto del Primer Congreso

Nacional de Filosof a
Entre el 30 de marzo y el 9 de abril de 1949, se realiz en la ciudad de
Mendoza, el Primer Congreso Nacional de Filosofa. El proyecto del Congreso surge en el mbito de la Universidad Nacional de Cuyo. El 18 de
diciembre de 1947 por una resolucin de su rector, Ireneo Fernando Cruz,
encomendaba al Instituto de Filosofa de esa Universidad la convocatoria y
organizacin del Primer Congreso Argentino de Filosofa, con participacin
de todos los pases de habla hispana. El mismo tendra lugar entre los das 12
y 16 de octubre de 1948, en celebracin del primer aniversario de la ley
universitaria: al cumplirse cinco aos de la creacin del Instituto de Filosofa
de la Universidad Nacional de Cuyo, y con motivo de los diez aos de vida
de la Universidad convocante.
El decreto N 11.196 del 20 de abril de 1948, suscripto por el presidente Pern, ampli las pretensiones iniciales. En los considerandos del mismo
se puede leer:
Que su temario relativo a la persona, educacin y convivencia humana, revisten inters capital para la doctrina nacional [] Que el
Poder Ejecutivo Nacional en la persona del primer mandatario, tendr a su cargo la conferencia final y la presidencia de la sesin plenaria del Congreso.
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En la parte dispositiva del decreto se otorgaba carcter nacional al

Congreso, y se lo designa como Primer Congreso Nacional de Filosofa. Se
estableca como fecha de realizacin del 25 de octubre al 29 de octubre de
1948. La fecha definitiva, en esta oportunidad fue fijada mediante decreto
presidencial No. 34.283 del 4 de noviembre de 1948.
Las Actas del Congreso2 fueron publicadas por la Universidad Nacional de Cuyo en 1949. La publicacin de las Actas del Congreso estuvo a
cargo del Secretario de Actas, Luis Juan Guerrero.
Constan de tres tomos y constituyen un gran acontecimiento en la
historia de la cultura filosfica argentina, como dice Coriolano Alberini en la
INTRODUCCIN a la obra de Luis Farr3 Cincuenta aos de filosofa en la
Argentina.
Miembros p articipantes d el C ongreso y a dhesiones
Los asistentes al Congreso fueron 173.
De los miembros participantes al Congreso los representantes eran de
Argentina, Estados Unidos, Canad, Alemania, Espaa, Portugal, Italia, Francia, Suiza, Brasil, Mxico, Per, Colombia, Venezuela, Chile, Uruguay, Bolivia, Repblica Dominicana y Guatemala.
Aunque no concurrieron, enviaron comunicaciones escritas los filsofos de la jerarqua de: Maurice Blondel, Benedetto Croce, Nicolai Hartmann,
Karl Jaspers, Gabriel Marcel, Julin Maras, y Bertrand Russell.
2
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofa , Mendoza, Universidad Nacional de

Cuyo, 1949. T. IIII.
3 Luis Farr naci en 1902 en Montblanch (TarragonaEspaa), se form en filosofa y

teologa en la Orden de San Francisco. Algunas de sus obras: Cincuenta aos de filosofa en
la Argentina, Buenos Aires, Peuser, 1958. Filosofa cristiana, patrstica y medieval ,
Buenos Aires, Nova, 1960. Hombre y libertad, Columba, Buenos Aires, 1972. Libertad y
riesgo en una teologa del hombr e y del mundo , Buenos Aires, La Aurora, 1976.
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REFLEXIONES / ECOS
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El filsofo alemn Martin Heidegger enva una carta justificando la

imposibilidad de asistir al Congreso.
Sesin inaugural
Discursos pronunciados con motivo de la sesin inaugural
En lo que sigue se desarrolla el contenido de algunos de los discursos
pronunciados con motivo de la sesin inaugural. En ellos encontramos expresado el nimo que mova a aquellos hombres a llevar a cabo, rescatando
la historia del pensamiento universal y al mismo tiempo puntualizando la
trayectoria del pensamiento nacional, la tarea de definir claramente su propsito. Esto es bregar, por un mbito propio con Instituciones que sostengan
ese conocimiento.
Sntesis del discurso del Rector de la Universidad Nacional de
Cuyo y Pr esidente del Comit Ejecutivo del Congr eso, Dr. Ir eneo
Fernando Cruz 4
El Dr. Cruz, como Rector, comienza dando la bienvenida y agradeciendo la participacin en el Congreso a todos los presentes y a aquellos que
Ireneo Fernando Cruz (19041954). Naci en Capital Federal el 5 de septiembre de 1903.

En la Universidad de Buenos Aires se recibi de profesor de Enseanza Secundaria Normal y
Especial en Letras. Su especialidad y pasin eran la lengua y la cultura clsica y las ctedras,
conferencias y cursos que dict versaban, principalmente, sobre esta temtica. La llegada de
Cruz a la Universidad Nacional de Cuyo se produjo en 1940. En ese momento la Universidad
haca pocos meses que haba sido creada (el 16 de agosto de 1939) y su rector, Edmundo
Correas, invit a Cruz a tomar las ctedras de Griego I, Griego II e Historia Antigua en la
UNCuyo, adems fue designado Inspector General de Enseanza. Sus condiciones docentes
y capacidad de orador son recordadas por los testimonios orales y escritos. Uno de stos
comenta: despertaba muchas vocaciones, mucho inters intelectual era un maestro brillante,
entusiasmaba al pblico.
Cuando Cruz fue designado rector durante el peronismo, cont con un fuerte apoyo poltico
del Presidente de la Nacin. Tanto los discursos, como las fuentes orales analizados y consultados, coinciden en afirmar que el modelo del hroe, el humanismo clsico y su adhesin al
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AOS
enviaron sus colaboraciones, al mismo tiempo que menciona a todos los

colaboradores que hicieron posible su realizacin.
El Dr. Cruz destaca la importancia del encuentro:
Digo fundamental, por cuanto el balance que significa este Congreso
es el tramo indispensable de madurez que nuestra Argentina necesita
para avanzar con pasos sin tanteos, hacia la realizacin de una cultura nacional reposada en las perennes bases de la tradicin que nos
sustenta. Slo una Nacin que sea capaz de volverse sobre s misma y
sopesarse en sus f allas y en sus aciertos bajo la custodia de la reflexin filosfica; slo una Nacin capaz de este esfuerzo y de esta
peronismo, eran los temas recurrentes en Cruz en su actividad pblica como Rector. Ireneo
Cruz era un apasionado por el humanismo clsico y, dentro de estos temas profundizaba en
sus clases la teora del hroe a travs del estudio de Homero y de sus obras la Iliada y la
Odisea. Testimonios escritos dejados por sus alumnos relataban esta actitud en sus clases de
griego. En stas deca: No se admiren si en mis clases yo me entusiasmo, yo soy profesor por
vocacin, profesor viene de profesa, profesar. Cruz inspiraba en sus alumnos el cultivo del
humanismo clsico y sobre todo la cultura griega. Uno de sus discpulos, el profesor Vicente
Cicchitti, expresaba en ocasin del fallecimiento de Cruz: [] ha sentido y amado la cultura
griega intensamente. Para nosotros, sus alumnos, Fernando Cruz queda recordado entre
los mejores representantes de esa antigua y lejana Patria. Fund el Instituto de Lenguas y
Literaturas Clsicas de la Facultad de Filosofa y Letras de la UNCuyo y cre el grupo de
Amigos del Instituto (1946) invitando a alumnos, a profesores de la UNCuyo y a personas
del medio mendocino interesados en la misin de difusin de los ideales humansticos en el
medio local. Permaneci en el cargo de Rector de la Universidad Nacional de Cuyo desde
1947 hasta 1954. En este perodo es importante distinguir tres etapas:
1 La primera como Decano Interventor de la Facultad de Filosofa y Letras a cargo de la
Intervencin de la UNCuyo, desde el 11 de setiembre de 1947 al 13 de febrero de 1948.
2 La segunda, designado Rector por la ley universitaria 13.031, sancionada por el Congreso
de la Nacin en 1947. Esta ley estableca que el Poder Ejecutivo designaba a los rectores de las
universidades nacionales por un perodo de tres aos. Por esta razn esta etapa transcurre
entre 1948 y 1951.
3 La tercera etapa fue designado, nuevamente, por el Presidente Pern, Rector de la UNCuyo
desde 1951 a 1954.
Ser designado Rector de la Universidad Nacional de Cuyo acorde a la ley universitaria peronista, signific incluir a la universidad en el marco de la comunidad organizada definida por
el Presidente Juan Domingo Pern y orientada, en este mbito, a provocar la masividad en los
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REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
DE
FILOSOFA
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confrontacin, puede llegar a la esperanza de un perfil que la distinga

y concierte con caracteres propios, entre las culturas nacionales que la
rodean con ventaja de ya lograda madurez. Slo despus de instaurada
esta responsable viga filosfica, un pueblo an joven como el nuestro,
abocado a decisiones de destino, puede afrontar un programa de educacin ciudadana y puede promover la formacin de una conciencia
tica nacional que le permita cumplir con las exigencias impostergables
que le plantea el imperio de su mayora de edad en el actual juego
angustiado de las circunstancias del mundo que vivimos.
El Dr. Cruz considera oportuno remarcar que nuestro pas se encuentra atravesando una etapa de consolidacin donde est en juego
nuestro destino como Nacin y por esto, encuentra necesario que se
claustros universitarios. El nmero de alumnos y egresados de las facultades se incrementaron
considerablemente. Por ejemplo la Facultad de Filosofa y Letras tuvo dos egresados en 1943
y treinta y tres en 1952. Por su parte la facultad de Medicina (creada en 1951) suprime el
examen de ingreso en 1953 y su nmero de alumnos ingresantes se increment entre 1951 y
1954 en un 62%. La Universidad Nacional de Cuyo experiment durante el rectorado de Cruz
una importante expansin de sus actividades al crearse nuevas instituciones. Entre las nuevas
creaciones se encontraban: la Escuela de Medicina (hoy facultad); la Escuela de Estudios
Polticos (hoy facultad); la Escuela Superior del Magisterio como adjunto al Profesorado de
Lenguas Vivas; el Profesorado de Ciencias Exactas, Fsicas y Naturales (en San Luis); la
Escuela Superior de Msica (hasta ese momento, Conservatorio de Msica); y la Escuela
Superior de Ingeniera en Combustibles (hoy Ingeniera en Petrleo). Las obras que merecen
destacarse fueron el DIC (Departamento de Investigaciones Cientficas) y el Instituto del
Trabajo. El DIC era multidisciplinario en su idea originaria. As se construyeron las bases de
una cadena de estaciones de altura para el estudio de los desiertos, los institutos de matemtica y fsica y la divisin de biologa animal. Cruz, para reforzar este instituto, decidi traer a
cientficos del pas y del extranjero. Trabajaron en Mendoza los bilogos Cei y Pisan
venidos de Italia; los fsicos Georgii y Bibl, procedentes de Alemania; el grupo de matemticos fue el ms numeroso, con platenses y porteos contratados por Cruz, como Cotlar,
Ricabarra, Villamayor, Klimosky, Varsasky, Bosh, Gentile, Panzone y Zarantonello. Antonio
Monteiro, matemtico portugus residente en San Juan, gui a este grupo y se constituy el
Instituto de Matemtica de la Universidad Nacional de Cuyo, que pronto adquiri fama por
su trabajo y por el prestigio de sus integrantes As, en 1955, Rey Pastor declar que el centro
de gravedad de la matemtica argentina se haba desplazado hacia la cordillera. El segundo
polo de desarrollo fue el Instituto del Trabajo. Este se inclua dentro de la extensin universitaria con cursos destinados a la capacitacin de obreros y artesanos, en distintas disciplinas. Las clases eran nocturnas. A los seis meses de haber iniciado su actividad se imparta
enseanza a ms de 4000 estudiantes obreros. Los cursos consistan en aerotcnica, farmacia
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DE
CUYO 70
AOS
expresen los conceptos ms importantes que inspiran nuestr o actual

movimiento de r ecuperacin ar gentina. Aclara que esa tarea le corresponde al actual Presidente Pern, quien la expresar en la sesin de
clausura. Tambin destaca el fervor y expectativas de los miembros
participantes argentinos:
ya que no slo saben valorar el significado ecumnico de esta Asamblea, s ino q ue l a p resienten t an d ecisiva p ara s u p ropia m adurez
espiritual y para su enaltecimiento, en el orden de las jerarquas
superiores de las naciones cultas.
(para idneos de farmacia), dibujo artstico, radiotelegrafa, estudios sociales, etc. Un acontecimiento destacado del Rectorado de Ireneo Cruz fue la organizacin del Primer Congreso
Nacional de Filosofa. Fue un evento nacional con proyeccin internacional que cont con la
presencia de diversas corrientes filosficas de la Argentina y del mundo. Por otro lado, el
matiz poltico del Congreso estuvo dado por el fuerte apoyo econmicopoltico del gobierno nacional y la presencia del Presidente de la Nacin y su esposa en el cierre del mismo. Se
realiz entre el 31 de marzo y el 9 de abril de 1949. Las sedes del congreso fueron la Facultad
de Filosofa y Letras (especialmente el trabajo en comisiones), el Teatro Independencia y el
Hotel de Potrerillos. En estos dos ltimos se realizaron sesiones plenarias. La organizacin
acadmica del Primer Congreso Nacional de Filosofa fue responsabilidad de Coriolano Alberini
de la Universidad de Buenos Aires, figura de proyeccin nacional e internacional. En sus
manos estaban las invitaciones y la convocatoria de los principales centros de estudio de la
filosofa nacional e internacional. Asistieron europeos provenientes de Alemania, Espaa,
Francia, Inglaterra, Irlanda, Italia, Portugal y Suiza. Los pases americanos tambin estuvieron presentes: Bolivia, Brasil, Canad, Chile, Estados Unidos, Mxico, Per, Santo Domingo, Uruguay y Venezuela. Esta proyeccin internacional era indita en la historia de la
Universidad de Cuyo. En la sesin inaugural expusieron, entre otros, los profesores Gastn
Berger, en representacin de los miembros europeos de habla latina; Hans George Gadamer,
en representacin de los miembros europeos de lengua germnica; Angel Gonzlez Alvarez,
en representacin de los miembros espaoles; y Francisco Mir Quesada, en representacin
de los miembros hispanoamericanos. El Congreso signific para la provincia un evento poltico, social y cultural importante. Los diarios de la poca ocupaban sus principales titulares
con este Congreso, especialmente, por el matiz poltico del mismo. Los congresales fueron
recibidos con una recepcin en el Plaza Hotel de Mendoza (el mejor de la poca), se realizaron
actos de Homenaje a San Martn en el Cerro de la Gloria, se escucharon los discursos del
gobernador de la provincia, del ministro de justicia e instruccin pblica de la Nacin y del
presidente del pas. A la sesin de clausura, el 9 de abril, asistieron el Gral. Pern y su esposa,
Eva Duarte de Pern y los ministros del gabinete nacional. Ese da la provincia decret asueto
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REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
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FILOSOFA
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La filosofa, dice, ha repercutido en mbitos mucho ms amplios que gabinetes cerrados, la filosofa ha influido en la vida de los pueblos cuando stos se
han sentido llamados a decidir sus destinos. La historia da prueba de ello.
Para finalizar, el rector afirma que nuestro Congreso est asegurado
por la libertad, la garanta, el estmulo y la incitacin del ambiente
que lo rodea, propicio para el suculento temario que se propone
debatir con toda objetividad e imparcialidad que incumbe a la filosofa, vale decir, el autntico amor a la sabidura, sabidura ajena a
las pasiones, y por lo mismo inspiradora de la concordia, an de la
concordia discors.
y adhirieron a esta medida diferentes organismos provinciales. El presidente del pas expuso
los fundamentos tericos de su concepcin de la comunidad organizada. Adems, paralelamente a la visita de Pern al Congreso, se realizaron diversos actos en el resto de la provincia.
Por ejemplo, el pueblo jur, en los trminos de la versin oficial, la nueva constitucin
sancionada por el peronismo en ese ao, en la Plaza Independencia.
En el tercer perodo como rector (19511954), Cruz enferm, y muri el 15 de junio de 1954.
Durante ese perodo su accin acadmica y poltica se vio notablemente afectada debido a su
enfermedad. En la Universidad Nacional de Cuyo fue reemplazado por el vicerector Toribio
Lucero, a quien coment uno de sus ltimos anhelos: Yo deseo que cuando muera me entierren en el cementerio viejo de Santos Lugares, en Lavalle. He estado reflexionando y quiero
descansar en un cementerio pobre y humilde. Sentira mucho que mis amigos pensaran en
una posicin de falsa humildad. El entorno que marc el final de su vida podra inscribe en
uno de los relatos mticos en que Cruz se inspiraba y que transmita a sus alumnos. El
cementerio de Santos Lugares, despus de veinte aos, se abri para recibir los restos mortales de Cruz, se hicieron retratos y se escribieron prosas, elegas y poesas en su memoria.
Vicente Cicchitti, su fiel discpulo en el mbito del humanismo clsico, expresaba: El Dr
Ireneo Fernado Cruz ha muerto con el gesto austero del hombre antiguo y nos ha dado la
leccin universitaria sobre la muerte, tal como l la ha denominado cuando ya una mitad de
su cuerpo era de mrmol. La muerte es un elemento unido al concepto del hroe. El hroe
triunfe o fracase, creyndose portador de la vida es de hecho portador de la muerte porque
lleva implcita la idea del sacrificio por un pueblo, por un ideal o por una causa. An en sus
ltimos momentos Cruz daba una leccin universitaria. Los homenajes a Cruz continuaron
durante ese ao. Se edit una revista especial de la UNCuyo, se design con el nombre de
Ireneo Fernando Cruz a la Facultad de Filosofa y Letras de la UNCuyo y a una escuela
provincial, esta ltima por disposicin de la Direccin General de Escuelas de la provincia de
Mendoza. Obras: La cuestin homrica (1953); Horacio y su influencia en la cultura
romnica; El sentido de naturaleza entre los griegos; Los idilios de Tecrito; Historia
y humanismo. Esta biografa ha sido elaborada por la Prof. Fabiana Mastrangelo.
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AOS
Discurso del Pr ofesor Hans Gadamer , de la Johann Wolfgang

GoetheUniversitt de Frankfurt, en representacin de los
miembros europeos
Interesa destacar en primer lugar que Gadamer realiza un anlisis de
cmo se vinculan los pueblos de habla castellana con la filosofa alemana:
La naturalidad con que, antes del nacimiento de los estados nacionales, todos los pueblos del O ccidente cristiano formaron una cultura
nica, se convirti en l a poca recient e de la vida naci onal diferenciada en el proceder peculiar de un intercambio fructfero: el vaivn
del espritu que enlaz el mundo ibrico con el alemn, en el tiempo
del humanismo erasmiano determin tambin el desarrollo de la vida
espiritual moderna. La magna poca del idealismo alemn influy en
Espaa, cuando el krausismo dio nuevo aliento espiritual a la Nacin espaola; y tanto antes, como despus de la primera guerra
mundial, la filosofa alemana, el neokantismo y, en particular, el movimiento filosfico iniciado por la fenomenologa husserliana condujo a una autntica p articipacin del espritu espaol y latino americano en la labor del pensar filosfico. Es para nosotros una profunda
experiencia ver con qu autenticidad y fuerza vital se lleva a cabo
semejante trabajo, en este hermoso y joven pas.
Gadamer remarca que los alemanes no son la nica fuente del saber
filosfico y, si bien se caracterizan por un pensar y actuar extremos, reconoce la necesidad de buscar en otros pueblos para recordar el soporte y la
vinculacin con la realidad. La tradicin del Occidente cristiano no est
presente solamente en la poderosa realidad espiritual administrada por las
Iglesias cristianas, sino que envuelve a todos los que hoy buscan reordenar
filosofando la existencia amenazada. Estar en Argentina renueva este propsito, lejos de una patria desgar rada por el terr or.
El autor no deja de mencionar las dudas surgidas respecto a la posibilidad de comunicacin entre los miembros del Congreso, debido a la diferencia de idiomas:
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REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
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FILOSOFA
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[] el pensamiento filosfico es universal; pero el lenguaje en que se

pronuncia es, sin embargo, algo ms que su ropaje accidental. Menos
que en otras ciencias, la mutua inteligencia entre los que filosofan, es
una cuestin de mera tcnica. En filosofa no existe traduccin que no
surja d e l a m s p erfecta c ooperacin d el p ensamiento, d el d ilogo
real. As hemos llegado con alguna duda sobre si lograramos entrar
en tal dilogo. Pues los monlogos de las naciones, lo sabemos, son
las escenas trgicas en el drama de la cultura humana. Permitidme
deciros que la experiencia halagea de nuestros primeros encuentros d emostr q ue, c ontra t odos n uestros r esquemores, n os e s f cil
hacernos entender y entender a los dems.
Culmina su discurso con un saludo y un agradecimiento:

En medio de esta comunicacin, interiormente preparada, encontramos en suelo argentino, hombres filsofos de casi todas las naciones,
que han llegado para guar dar, en las tempestades de la poca, la
patria del espritu. Os saludamos y agradecemos.
Desarrollo de las ponencias

Hemos mencionado el objetivo que se propona el Justicialismo con
respecto a generar un mbito nacional de despliegue de los sectores intelectuales. Al propiciar el encuentro se buscaba el reconocimiento de nuestra
tradicin cultural y a la vez el dar a conocer el nivel de actividad filosfica
alcanzado. Con este claro propsito busc entablar relaciones permanentes
y duraderas que permitieran a nuestros tericos el fluido contacto con los
avances del pensamiento en el mundo.
Al finalizar el Congreso, el 8 de abril de 1949, el Comit Ejecutivo en
sesin plenaria, presidido por Ireneo Fernando Cruz da a conocer una sntesis5 de los temas tratados a lo largo del Congreso, a la vez que una serie de
5 Esta sntesis final como resultado de las ponencias, ubicada en primer trmino, respeta el
orden con que aparece en la edicin de las Actas del Congreso. Ob. cit, T. I, pp. 119123.
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AOS
proyecciones tericas y prcticas que se derivan de las mismas y que quedan enunciadas en el modo de ocho ponencias.
La sntesis, avanza ms all del contenido de las ponencias, sealando las proyecciones alcanzadas en el encuentro a las que el intercambio y el
debate les otorgaba su fundamento. De la importancia del contenido de las
ponencias y del rigor en la formulacin de las ideas, especialmente en lo
referido al lugar central que ocupa la filosofa en la formacin de la conciencia nacional, conviene detenerse en el desarrollo de la exposicin de algunas
de ellas:
Ponencia I
El Primer Congreso Nacional de Filosofa, despus de haber abordado
en dilogo cordial y fecundo los problemas ms fundamentales que inquietan al espritu humano, recomienda la necesidad de fomentar el intercambio
de ideas filosficas entre los hombres de estudio de todas las naciones en un
ambiente de mutua y libre comprensin, considerando especialmente que
deben arbitrarse los medios para que los pases de Amrica marchen a la
vanguardia en la prosecucin de esa tarea.
Ponencia II
El Primer Congreso Nacional de Filosofa afirma su adhesin al principio de que la verdad metafsica que persigue y descubre la investigacin
filosfica trasciende por conocimiento cierto las circunstancias histricas en
que es definida, pero sostiene a la vez que ella debe ser conjugada con los
grandes problemas nacionales y las urgencias humanas de la hora presente.
Ponencia III
El Primer Congreso Nacional de Filosofa de acuerdo con los contenidos de las discusiones mantenidas y a partir de las coincidencias alcanzadas, afirma la trascendencia del espritu y a su vez el arraigo del
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REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
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FILOSOFA
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hombre en el mundo: accin libre del hombre y destino trascendente hacia

el Ser Supremo.
Ponencia V
El Primer Congreso Nacional de Filosofa propone la creacin de una
Oficina Nacional de Informacin Filosfica, bajo la dependencia de la Subsecretara Universitaria del Ministerio de Educacin, encargada de difundir
en el extranjero la produccin filosfica argentina y realizar intercambio de
informacin bibliogrfica con centros similares del exterior.
Ponencia VI
El Primer Congreso Nacional de Filosofa propone la creacin de un
Centro de Altos Estudios Filosficos, bajo la dependencia de la Subsecretara Universitaria del Ministerio de Educacin, con las siguientes funciones:
a Actuar en carcter de Sociedad Argentina de Filosofa para colaborar con los organismos internacionales en la realizacin de los Congresos Internacionales de Filosofa.
b Fomentar la investigacin filosfica por parte de los estudiosos argentinos y obtener los materiales para que ella sea posible, mientras
no se cuente en el pas con las fuentes necesarias.
c Establecer el intercambio regular de profesores e investigadores
argentinos con universidades y centros similares de altos estudios en
Europa y Amrica.
d Crear un gran repertorio bibliogrfico especializado en filosofa
con servicio anexo de microfilm que procure obtener tambin colecciones de las principales revistas filosficas y recibir las que peridicamente aparecen.
e Iniciar la publicacin de la Biblioteca Argentina de Filosofa, constituida por una Coleccin de Clsicos de la Filosofa, en ediciones crticas, y otra coleccin de obras y documentos para la Historia del
Pensamiento Filosfico Argentino.
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Como primera etapa en la labor del Centro de Altos Estudios Filosficos, el Congreso recomienda se acepte el ofrecimiento del Instituto de
Estudios Filosficos de la Universidad de Roma, formulado en la Sesin
Inaugural.
Ponencia VII
El Primer Congreso Nacional de Filosofa comprueba que la actuacin de los universitarios argentinos, adems de poner de relieve la existencia de vocaciones genuinas por los estudios desinteresados, es un
ndice del arraigo de la filosofa en Argentina, a cuyo desarrollo ha contribuido la labor silenciosa de las Facultades de Filosofa y Letras que
han tenido la responsabilidad de la formacin de un profesorado idneo
y culto. En consecuencia, expresa el anhelo de ver confirmadas en su
jerarqua y en su autonoma las disciplinas filosficas dentro de la actual
estructura universitaria y en el espritu humanista de nuestra cultura
occidental.
Las ponencias son apr obadas por acl amacin entusiasta de los
miembros del Congr eso reunidos en Asamblea. El Dr. Ireneo Cruz propone finalmente la siguiente ponencia:
Ponencia VIII
En consonancia con una de las ponencias que acabo de leer , la
cual proclama que la filosofa, si bien tiende su mirada hacia el
mundo puro y lmpido de las ideas, no puede desentenderse de la
realidad, d esde el seno de la cual el f ilsofo las elabora y las
eleva, propongo a esta Asamblea un recuerdo y un homenaje a
todos los argentinos que desde antes de nuestra primera nacionalidad, l a p ensaron y l a p royectaron h asta l a r ealidad, c ombatiendo y sufriendo por ella y organizndola ms tarde con
fidelidad, segn su leal saber y entender, y que despus, en forma annima o personal, han seguido escrutando su destino y
elaborando sus nuevos programas de accin; a los que, en fin,
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REFLEXIONES / ECOS
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han pensado e n s u s oledad p ara e l b ien d e e sta A rgentina q ue

sentimos afianzar como nunca en el conciert o de las naciones
soberanas; para todos ellos, propongo que en homenaje y en su
recuerdo la Asamblea se ponga de pie.
As lo hace toda la concurrencia entre sostenidos aplausos.

Temas tratados en las sesiones plenarias y par ticulares
Los temas tratados en las sesiones plenarias fueron los siguientes:
1) La filosofa en la vida del espritu
2) La persona humana
3) El existencialismo
4) La filosofa contempornea. Informes sobre direcciones filosficas
actuales en diferentes pases
5) La filosofa y la ciudad humana
6) Conmemoraciones en los centenarios de Francisco Suarez, Johann
Wolfgang Von Goethe y Enrique Jos Varona. Homenaje a la memoria de Feliz Kreger, Guido de Ruggiero y Martn Grabmann.
Los temas tratados en las sesiones particulares fueron los siguientes:
1) Metafsica
2) Situacin actual de la Filosofa
3) Filosofa de la Existencia
4) Lgica y Gnoseologa
5) Axiologa y tica
6) Psicologa
7) Esttica
8) Epistemologa y Filosofa de la Naturaleza
9) Filosofa de la Historia, la Cultura y la Sociedad
10) Filosofa de lo Educativo
11) Filosofa del Derecho y la Poltica
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12) Historia de la Filosofa

13) Filosofa Argentina y Americana
En el transcurso del Congreso se realizaron visitas, excursiones, conciertos y la Exposicin del Libro Filosfico Argentino. El discurso6 del Presidente Juan Domingo Pern cierra el Congreso en la sesin de clausura en
el Teatro Independencia, aproximadamente a las seis de la tarde.
Sesin de clausura
1 Comentario del discurso sobre la Comunidad Organizada
Es conveniente aclarar que cuando se habla de Comunidad Organizada se hace generalmente con referencia al discurso que Pern leyera en la
sesin de clausura del Congreso. Bajo el ttulo COMUNIDAD ORGANIZADA el
General Pern, con el pseudnimo de Descartes, public tambin un artculo en la edicin del diario Democracia del da 29/11/1951, que est incluido
en el libro titulado Poltica y Estrategia (1953) bajo el ttulo UNA COMUNIDAD ORGANIZADA.
Asimismo, esta nocin gua todo el desarrollo del discurso como emplazamiento a nivel nacional, y para conocimiento de los dems pases, de
un paradigma poltico, que, por ser tan genuinamente nuestro, se pueda transformar en una propuesta con validez universal.
La idea de Comunidad Organizada surge a partir de una nueva concepcin de cmo se organiza polticamente la Nacin en funcin de que
todos los sectores que intervienen en su desarrollo tengan acceso al poder,
esto significa una concepcin distinta de la idea verticalista del Estado y de
las instituciones en una sociedad.
6 Hubo otros dos discursos, el del Dr. Ireneo F. Cruz por la Universidad Nacional de Cuyo y
el del Prof. Alberto Wagner de Reyna, por la Universidad Catlica del Per.
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REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
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En nuestras sociedades contemporneas, considera Pern, sucede que

el esquema vertical arribaabajo da lugar a polticas, como aquellas que
varias veces se han organizado por medio de partidos polticos, carentes de
sustento real por parte de las distintas clases de una sociedad. Esta falta de
sustento real llega incluso al formalismo constitucional, donde las polticas
slo cumplen formalmente la legalidad y las clases sociales sienten dichas
polticas como cohesin e invasin, pero no como expresin de su voluntad.
La idea de una Comunidad Organizada sera, en este sentido, la transformacin necesaria que permitira el acceso a un poder real, ejecutable, a
nuevos dirigentes o instituciones surgidos de los sectores de la comunidad
no asociada necesariamente con los partidos polticos, por ejemplo, sindicatos, gremios, uniones vecinales, clubes, instituciones educativas. La comunidad organizada de esta forma, no excluye la funcin vertical arribaabajo
del Estado y sus instituciones con respecto a la sociedad, sino que propone
que junto a aquella direccin haya otra complementaria, una funcin poltica
de la comunidad vertical desde abajo hacia arriba.
As podemos decir que la Comunidad Organizada tiene dos componentes que se retroalimentan7:
1 Como sistema social sostiene que el pueblo aislado, atomizado, no
existe, pues no es pueblo, es masa. Slo existe el pueblo organizado y
como tal es un factor transformador concurrente con los aparatos del
estado que le son especficos a cada organizacin del pueblo.
2 Como sistema de poder sostiene que ste originariamente procede
del pueblo que se expresa a travs de sus instituciones intermedias.
Estos dos componentes constituyen claramente el fundamento que
explica la idea de Comunidad Organizada. La masa como pueblo, esto es,
como masa organizada, crea un sistema social que genera un poder poltico
7 BUELA, ALBERTO. La
Comunidad Organizada. En: Lnea, Bs. As., 2000, n 177, pp. 2123.
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AOS
real, que le permite la recreacin permanente de un sistema social para el

logro del bien comn, no virtual como ha sucedido en ocasiones con gobiernos formalmente democrticos, que sin embargo, operan con el supuesto de un hombre, un voto.
El presupuesto ideolgico de la Comunidad Organizada tiene base popular y consiste en:
1 Considerar al pueblo como fuente principal de inspiracin.
2 El pueblo como estrato ineludible para la construccin de cualquier
proyecto poltico.
3 El pueblo como depositario exclusivo de valores.
La exposicin de esta idea puede desarrollarse teniendo en cuenta:
El marco terico: se expresa a travs de la doctrina nacional que fue
explcitamente establecida en la Convencin Nacional Constituyente de l949,
comnmente conocida como la Constitucin del 49. En sta los postulados
de la Libertad, la Justicia y la Solidaridad vienen a reemplazar a los viejos
ideales liberales sostenidos por la Constitucin de l853 tomados del lema de
la Revolucin Francesa: Libertad, Igualdad y Fraternidad. La concepcin
de la libertad segn la Constitucin de 1853, est fundada tericamente
en las Bases de Alberdi, siendo la libertad una cualidad del individuo ms
all de su condicionamiento o de su vinculacin social. La libertad, en este
sentido, es pensada, con influencias ilustradas, como un movimiento que por
su esencia, no incluye ningn condicionamiento y que slo fcticamente lo
encontramos condicionado.
La libertad de la concepcin justicialista, por otro lado, va a ser
entendida como libertad en situacin. La libertad en situacin quiere decir que no hay libertad en soledad, sino slo en comunidad, pero no
como una situacin fctica aceptada, sino como una condicin esencial
ineludible.
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REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
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FILOSOFA
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Este marco terico adems se debe seguir construyendo para afianzar

este proyecto con la organizacin y expresin de los sectores intelectuales,
ajenos, en ocasiones, a los procesos populares que seran los encargados de
llevar adelante la tarea imprescindible de afianzar, desde lo terico, las acciones que se van dando en la prctica.
Esta idea considerada como el aporte original del Justicialismo en lo que
hace a pensamiento poltico, viene a responder a la pregunta de qu debe ser
la sociedad de los hombres para una vida prspera y feliz. De modo que la
nocin de Comunidad Organizada la situaramos a nivel de la sociedad dentro
de la divisin clsica entre Estado, sociedad e individuo. La Comunidad Organizada, sin embargo, propone una estructura intermedia entre el individuo y la
sociedad, el grupo organizado: comunidad vecinal, club, sindicato y gremio. En
este sentido la idea de una Comunidad Organizada rompe la divisin tridica
clsica de Estado, sociedad e individuo y propone una divisin cuaternaria:
Estado, sociedad, grupo organizado e individuo. Resumiendo este primer punto, podemos decir que la Comunidad Organizada es un sistema grupal y social
a construir.
Pern fija la funcin a las organizaciones libres del pueblo, es decir, a
las denominadas tcnicamente entidades intermedias, sosteniendo que ellas
deben ser factores concurrentes en los aparatos del Estado. Qu significa
que las entidades intermedias sean factores concurrentes? Significa que
estas entidades no sean absorbidas por el Estado, como en el caso del fascismo, ni que tampoco sean elementos de presin en su contra para la toma
del poder poltico, como es el caso del marxismo, cuando an el poder no ha
sido conquistado. El carcter de factor concurrente de los organismos del
pueblo, en tanto que elementos de accin, obliga a stos a trabajar en el
mbito preciso de su representacin natural.
Dice Pern:
Las instituciones estatales, o rgnicamente dependientes del gobierno, estn naturalmente tuteladas en su accin por el mismo. Las
135
DE
CUYO 70
AOS
instituciones populares deben recibir del gobierno idntico trato,

ya que son el pueblo mismo, pero no est en manos del gobierno
el organizarlas, porque esa organizacin, para que sea eficaz y
constructiva, d ebe s er p opularmente l ibre.
El gobierno y el Estado no deben intervenir en la vida ntima de los gremios, las sociedades de fomento, los clubes, bibliotecas populares, asociaciones
vecinales. Ellos tienen autonoma respecto del Estado y del gobierno. Por otra
parte, Pern sostiene al sentido de comunidad se llega desde abajo y no
desde arriba, no debe ser un orden impuesto por el Estado, sino que es un
orden impuesto por el trabajo de la base misma. Esto confirma cmo estos
organismos naturales de la comunidad surgen de abajo hacia arriba, de manera
libre. Su funcin es ser factores concurrentes en los aparatos del Estado.
Dentro del proyecto de Comunidad Organizada, los diferentes organismos libres del pueblo se incluyen en la gestin poltica, sin que por ello
sean dependientes del gobierno, sino que se insertan en los diferentes aparatos del Estado por su capacidad de sugerir, proponer, orientar e incluso
presionar en el mbito que es propio de su inters, optimizando los resultados para su propio grupo: la decisin le corresponde al Gobierno, mientras que a los or ganismos naturales les corr esponde cr ear las condiciones de posibilidad para la decisin corr ecta. Ellos son rganos consultivos en el estudio y solucin de los problemas concernientes a sus mbitos especficos. La existencia de una pluralidad de organismos libres asegura que las cosas se hagan lo mejor posible para todos.
Los siguientes postulados enunciados a continuacin constituyen el
despliegue de la idea de Comunidad Organizada, su intrnseca relacin es
esencial y no meramente fctica:
1 El hombre, unidad de individuo y persona, existe slo en comunidad.
2 El pueblo no lo constituye la agrupacin de individuos aislados, sino
la intrnseca relacin entre personas y sus fines trascendentes.
3 La libertad slo existe en situacin, bajo condiciones.
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REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
DE
FILOSOFA
DE
1949
4 El hombre libre existe slo en una comunidad libre.

5 Una comunidad es libre slo si hay justicia social.
6 Justicia social slo hay en una nacin soberana que decide sobre
s misma.
7 Nacin soberana slo hay donde existe una disposicin de bienes y
riquezas propios, esto es, donde hay una economa libre.
De modo que, los ideales de libertad, justicia y solidaridad son los postulados y las condiciones necesarias para llevar a cabo la idea de Comunidad Organizada.
Pern dice:
Nuestra comunidad, a la que debemos aspirar, es aquella donde la libertad y la responsabilidad son causa y efecto de que exista una alegra de
ser, fundada en la persuasin de la dignidad pr opia. Una comunidad
donde el individuo tenga realmente algo que ofrecer al bien general,
algo que integrar y no slo su presencia muda y temerosa 8.
2 Relevamiento del discurso del General Pern sobre la Comunidad Organizada

Es importante destacar el hecho de que en las palabras preliminares al
discurso, Pern identifica la doctrina de la Comunidad Organizada como
fundamento de los principios tericos del Movimiento Nacional Justicialista.
Como se ha dicho, el discurso sobre la Comunidad Organizada fue pronunciado el 9 de abril de 1949, por el Presidente de la Nacin, Juan Domingo
Pern, en el Teatro Independencia de la Ciudad de Mendoza. Dice:
Palabras Preliminares:
PERN, JUAN DOMINGO. La Comunidad Organizada. En. Actas del Primer Congreso
Nacional de Filosofa . Ob. Cit. T. I, cap. XXI, p. 171, prrafo 12.
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Seores Congresales: Alejandro, el ms grande general, tuvo por

maestro a Aristteles. Siempre he pensado entonces que mi oficio
tena alg o que ver con la filo sofa. El desti no me ha convertido e n
hombre pblico. En este nuevo oficio, agradezco cuanto nos ha sido
posible incursionar en el campo de la filosofa.
Nuestra accin de gobierno no representa un partido poltico sino un
gran movimiento nacional, con una doctrina propia, nueva en el campo poltico mundial. He querido entonces ofrecer a los seores que
nos honran con su visit a, una idea si nttica de base filosfica, sobre
lo que rep resenta sociolgicamente nuestra terce ra posicin.
No tendra jams la pretensin d e hacer filosofa pu ra, frente a los
maestros de l mundo en t al disciplina ci entfica. Pero cuanto he de
afirmar se encuentra en la repblica en plena realizacin. La dificultad del hombre de Estado responsable, consiste casualmente en que
est obligado a realizar cuanto afirma. Por eso seores en mi disertacin no ataco a otros sistemas, sealo solamente opiniones propias
hoy compartidas por una inmensa mayora de nuestro pueblo e incorporadas a la constitucin de la Nacin Argentina.
El movimiento nacional argentino que llamamos justicialismo, en su
concepcin integral, tiene una doctrina nacional que encierra los
grandes principios tericos de que os hablar enseguida y constituye
a la vez la escala de realizaciones, hoy ya felizmente cumplidas en la
comunidad Argentina.
El discurso est organizado en 22 captulos. Estos se inician, a modo

de ttulo, con una sntesis conceptual de lo que ser desarrollado en los
respectivos captulos.
A continuacin se explicita el contenido de aquellos conceptos esenciales para la comprensin del pensamiento justicialista y en el marco de los
cuales se inscribe el discurso del General Pern:
PUEBLO: el justicialismo considera filosficamente al hombre en su doble condicin de individuo y persona; como individuo, por ser la unidad, que
sumada, integra la realidad social, y como persona, por sus fines trascendentes que le permiten volcarse a lo social y participar, sin mengua de su
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libertad, formando y reformando la organizacin colectiva. Se puede hablar

entonces de COMUNIDAD cuando se adquiere la conciencia de la pertenencia
y la voluntad de obtener el BIEN COMN.
Los individuos pueden agruparse exteriormente sin relaciones afines que
los unan. Esta agrupacin de individuos que se encuentran entre s por relaciones exteriores forman una composicin, esto es, un todo entendido como una
suma de partes. El encuentro entre los individuos resulta algo que hay que
soportar para cada uno, pero no es algo querido ni buscado. El justicialismo
considera que un grupo social con este tipo de conexin es una MASA.
Los individuos pueden agruparse, sin embargo, por relaciones intrnsecas, relaciones de afinidad: sentimientos, objetivos, fines. El encuentro de los
individuos, en este caso, los transforma cualitativamente. El encuentro entre
personas no es algo que sobrevenga exteriormente. El justicialismo considera
que un grupo social con estas determinaciones constituye un PUEBLO.
As, la DOCTRINA JUSTICIALISTA concibe que slo es posible una Comunidad Organizada donde hay un PUEBLO. Ahora bien, el objetivo poltico que se
impone es el de transformar la masa en pueblo. Cmo es posible la transformacin de la masa en pueblo? La doctrina justicialista considera que la
masa puede convertirse en pueblo por una progresiva formacin y organizacin interna, pasando a ser protagonista de los hechos polticos. El pueblo, a
su vez, en el territorio, que es el lugar geogrfico del estado, forma la nacin. La NACIN es el ser que asume la COMUNIDAD, es EL SER NACIONAL, que
incluye la unidad en el espacio, como soberana territorial y la unidad en el
tiempo, con las generaciones sucesivas en la amalgama de tradiciones y
destino.
En la evolucin histrica, la ACCIN POLTICA construye un poder que
organiza el estado y la COMUNIDAD para orientar lo social en los trminos que
mejor satisfagan las aspiraciones generales. Por esta va, la fuerza se
institucionaliza y el individuo puede realizar su condicin superior en la convivencia poltica, con los derechos inherentes a la persona humana.
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Del sentimiento de afinidad surge la PATRIA, cuando la NACIN toma

conciencia de s misma, se concibe como una empresa histrica y se expresa como PROYECTO NACIONAL, previendo y planificando el desenvolvimiento
de los factores bsicos que convocaron a dicha COMUNIDAD a constituirse y
autodeterminarse, sin aceptar la intervencin de fuerzas externas.
Accin poltica: todo obrar tiene tras de s un pensamiento, en este
sentido se habla de IDEOLOGA, pues el hombre tiene la facultad de PREFIGURAR
IDEALMENTE el esquema de sus acciones y de sus organizaciones. Cuando la
IDEOLOGA llega a concretar sus formas de ejecucin, crea la DOCTRINA que
debe guiar los esfuerzos. En consecuencia, la DOCTRINA pierde su sentido si
no se enlaza con la PRCTICA, al igual que la PRCTICA no tiene direccin si no
se orienta con la DOCTRINA.
La DOCTRINA, adems, tiene el valor de profundizar el efecto de la
participacin, por la difusin previa de las ideas polticas, lo que permite su
conocimiento, comparacin y debate. La palabra escrita, tambin, adquiere
el significado de compromiso del gobernante, que tiene as, un principio de
fiscalizacin pblica.
Justicialismo: la IDEOLOGA JUSTICIALISTA debe su nombre a la preeminencia de la JUSTICIA como base moral imprescindible para estructurar la
comunidad y promover la participacin de todos los sectores sociales.
El Justicialismo en su VISIN FILOSFICA propone realizar los valores
individuales y sociales, para lograr el progreso espiritual y material en forma
complementaria y armnica. Para poder crear desde la propia realidad, rompe
con la polarizacin ideolgica entre izquierdas y derechas internacionales,
asumiendo la experiencia del pueblo argentino del que forma parte y al cual
sirve, desarrollando una concepcin poltica:
su ideologa es el justicialismo,
su forma de ejecucin es la Doctrina Peronista,
su propuesta es el Proyecto Nacional,
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su fuerza orgnica es el Movimiento Nacional y

su poltica internacional es la Tercera Posicin.
El Justicialismo considera tica la relacin entre fines y medios, otorga
su sentido exacto al hombre como LA MEDIDA DE TODAS LAS COSAS, destaca el
ideal del BIEN COMN y la necesidad de construir una sociedad guiada por LAS
VIRTUDES DEL TRABAJO. Rechaza el individualismo y el colectivismo extremos
por ser opuestos a la realizacin equilibrada del sistema social, por esto, se
mantiene equidistante de los centros de poder mundial que sostienen, tanto
el sistema capitalista, como el sistema comunista, proponiendo un estado
justo y una comunidad organizada y libre.
Modelo poltico: el esquema del modelo poltico se basa en:
Un gobierno centralizado: garantiza la coherencia de su gestin.
Un estado descentralizado: garantiza la provisin de los servicios esenciales a un pas soberano.
Un pueblo libre: conserva inmune su libertad para organizarse de
acuerdo a sus necesidades y aspiraciones.
Esto significa la desconcentracin del poder para ejercer una participacin real y evolucionar hacia formas de convivencia ms complejas dentro de una DEMOCRACIA INTEGRADA en lo poltico, econmico y social.
Comunidad organizada: la nocin supone considerar libertad y organizacin como sinnimos de una actitud creadora. La COMUNIDAD ORGANIZADA comprende:
Las instituciones oficiales del estado: nacional, provincial y municipal.
Las organizaciones libres del pueblo: fuente inagotable de poder social.
En este marco, el estado y las organizaciones libres, en sus diversas manifestaciones, establecen los principios y mecanismos de una verdadera CONCERTACIN, a fin de lograr la unidad de accin del conjunto, sin
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mengua de la iniciativa de los agrupamientos sociales y la dignidad de la

persona.
Los postulados ideolgicos : esenciales para el cumplimiento del
PROYECTO NACIONAL, son:
Justicia social.
Independencia econmica.
Soberana poltica.
La JUSTICIA SOCIAL significa la dignificacin por el trabajo y la retribucin justa tanto en el aspecto material como en el cultural. Se extiende al
campo de los derechos sociales de todos los componentes de la sociedad,
comenzando por los ms humildes.
La INDEPENDENCIA ECONMICA representa la capacidad del pas para
autodeterminar su desarrollo y orientar su aparato productivo de acuerdo a
las necesidades del PUEBLO. La INDEPENDENCIA ECONMICA, a su vez, slo es
posible si el Estado salvaguarda los DERECHOS ECONMICOS de la NACIN sobre
sus espacios terrestre, areo y martimo, como tambin sus recursos naturales. El Justicialismo considera, por esta razn, que los derechos sobre las
diferentes clases de espacios y recursos son imprescriptibles e inalienables,
tal como se estableci jurdicamente en el artculo 40 de la Constitucin de
1949. INDEPENDENCIA no significa AUTARQUA, que es el aislamiento econmico con la utopa de la autosuficiencia, pero tampoco es INTERDEPENDENCIA
impuesta por las ideologas forneas encubriendo, en realidad, nuevas formas de explotacin.
La SOBERANA POLTICA pertenece al protagonista de la ORGANIZACIN
NACIONAL que es el PUEBLO, en la plenitud de sus DERECHOS POLTICOS CONSTITUCIONALES. Se proyecta en la IDENTIDAD NACIONAL y su presencia en el
concierto mundial. Exige la defensa de la SOBERANA TERRITORIAL Y CULTURAL .
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El MODELO ARGENTINO da el marco de referencia inicial de la formulacin del PROYECTO NACIONAL, y pretende ser, LA INTERPRETACIN DE LA CONCIENCIA NACIONAL EN PROCURA DE ENCONTRAR SU CAUCE DEFINITIVO. El PROYECTO
NACIONAL ofrece un amplio MBITO DE COINCIDENCIA de carcter permanente,
por encima de las simples plataformas polticas de uso electoral.
Democracia integrada: la democracia no es sustituible, pero si perfectible, superando su ejecucin formal y extendiendo los beneficios de la
libertad real al PUEBLO. Esto caracteriza la DEMOCRACIA INTEGRADA que, si bien
nacida del poder poltico (constituyente y efectivo), puede desarrollar tambin una democracia econmica y social fiscalizada por las organizaciones
de la COMUNIDAD. Slo la forma INTEGRADA, como modo de asimilar la evolucin de la vida poltica, tiene la capacidad de incorporar activamente a la
mayor cantidad de fuerzas sociales, evitando que el poder sea confiscado
por los grupos de inters y de presin; la DEMOCRACIA INTEGRADA representa,
por tanto, la alternativa a un rgimen democrtico esttico, que sostiene una
democracia vaca de participacin.
La relacin entre el estado y la sociedad incluye la participacin social
en la elaboracin de los contenidos programticos estableciendo el principio
democrtico de la PARTICIPACIN CONCERTADA.
Movimiento Nacional: es una estructura organizada que expresa la
voluntad popular. No se agota en la prctica institucional de los partidos
liberales que tienden a encerrarse en una clase poltica de espaldas a las
necesidades de la gente. No es el partido electoralista basado en el caudillismo
y el clientelismo poltico que degenera en partidocracia y plutocracia, ni el
rgimen de partido nico, controlado por la burocracia poltica ramificada en
el estado y que conforma el totalitarismo.
La columna vertebral del Movimiento son los TRABAJADORES, ya que
el trabajo es la fuente del BIEN COMN, la base del desarrollo espiritual y
material y el eje de la organizacin libre del PUEBLO. Abarca sin discriminar
al trabajo manual e intelectual, se expresa en estructuras profesionales,
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gremiales y sindicales fuertes y autnomas. Los trabajadores organizados

constituyen el SINDICALISMO que debe integrarse en el marco mayor del
Movimiento del cual es soporte del desenvolvimiento organizativo, ya que
slo el proyecto comn puede hacerlo trascender de lo protestatario y
reivindicativo.
Tiene que mantenerse al margen de los grupos econmicos y de las
burocracias polticas, apoyndose en la presencia y la accin de las Agrupaciones Gremiales Peronistas que tienen como misin realizar la formacin
de cuadros gremiales y alimentar la vida polticogremial de los sindicatos
(lucha contra el profesionalismo); asegurar la ms amplia participacin en la
base del Movimiento Obrero Organizado (lucha contra la burocratizacin y
la corrupcin) y mantener la unidad en la cspide sindical (lucha contra el
divisionismo poltico y la fractura ideolgica).
El MOVIMIENTO NACIONAL JUSTICIALISTA se articula en tres ramas: LA
La UNIDAD es la clave de la fuerza que
esta organizacin necesita para derrotar a la explotacin y al atraso y la
CONSTANTE son las acciones inmediatas destinadas a atender las necesidades de LOS HUMILDES.
POLTICA, LA GREMIAL Y LA FEMENINA.
3 C onferencia d el E xcmo. S eor P residente d e l a N acin, Ge neral Juan Domingo Pern

Importa, por tanto, conciliar nuestro sentido de la perfeccin con la
naturaleza de los hec hos, restablecer la armona entre el progreso
material y los valores espirituales y proporcionar nuevamente al hombre una visin certera de su realidad.
Sntesis d e lo s c onceptos m s r elevantes

Se desarrolla a continuacin la sntesis de los captulos referidos
especficamente a su concepcin de la Comunidad Organizada:
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XVII) La felicidad que el hombre anhela, pertenecer al reino de

lo material o lograrn las aspiraciones anmicas del hombre el
camino de perfeccin?
Hay que activar el nacimiento de un pensamiento que se plantee
contemplar la futura evolucin humana. Existe una tarea en pleno desarrollo que pretende modificar sustancialmente las condiciones de vida para
lograr la felicidad general. Es importante saber si esta felicidad pertenece
al reino de lo material o pretende realizar las aspiraciones individuales en
camino de perfeccin para el cuerpo social. Debemos analizar el panorama actual.
Voces de alerta sealan el peligro de que el progreso tcnico no
vaya acompaado por un proporcional adelanto en la educacin de los
pueblos. La vida que se acumula en las grandes ciudades parece ofrecer el panorama de la insectificacin. Es cierto que lo fsico no mengua ni aumenta la estimacin de si mismo que el hombre posee, pero
puede suceder, que en ausencia de categoras morales, acontezca en su
nimo una progresiva prdida de confianza y un sentimiento de inferioridad ante el gigante exterior. Ante esta situacin, es difcil la autodefensa.
La civilizacin tiende a complicarse y no parece que por lo exterior pueda resolverse lo ntimo.
El materialismo intransigente, bajo el signo mecnico del progreso y
sospechando que el hombre, privado de su espiritualidad, acabara por sentirse minsculo desarroll una actitud de resentimiento. Previamente haba sustituido las tendencias supremas por fuerzas inferiores, llevndolo a la
nusea ante la moral, ante la herencia de la vida en comn, las leyes, los
procesos de la Historia.
Lo sintomtico de este modo de pensar est en que no es una abstraccin como tampoco lo era, por ejemplo, el marxismo. Este operaba
sobre un descontento social, la nusea, como entelequia, sobre el desencanto individual.
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Lo que caracteriza a las comunidades sanas y vigorosas es el grado de

sus individualidades y el sentido con que se disponen a crear en lo colectivo.
A este sentido de comunidad se llega desde abajo, se alcanza por el equilibrio, no por la imposicin.
El idealismo hegeliano y el materialismo marxista constituyen direcciones que han influido profundamente en el nimo general, constituyen direcciones cuya resultante ser prudente establecer. No podemos permanecer indiferentes ante la Historia. Mientras el pensamiento crea poder sostenerse en lo fundamental, en espacios puramente tericos, el mundo obraba
por su cuenta; pero si lo fundamental declin, la fijacin prctica de lo abstracto puede ejercer una influencia perniciosa en la existencia comn. Resulta entonces de nuevo necesario examinar nuestros absolutos y volver a
iluminar un ideal apto para servir de polo al sentido lgico de la vida.
XVIII) El hombre como portador de valores mximos y clula del
bien general
Es indispensable la recuperacin de la escala de magnitudes, devolver al hombre su proporcin para que posea plena conciencia de que sigue
siendo portador de valores mximos. La sugerencia de que la humanidad
es imperfecta, de que el individuo es un experimento fracasado, una frustracin, nos lleva a contestar con nuestra fe en los valores individuales
como base de redencin y nuestra confianza en que la plena realizacin
del yo se halla en el cumplimiento de sus fines ms sustantivos en aras
del bien general.
XIX) Hay que devolver al hombre la fe en su misin
Hoy cuando la angustia de Heidegger ha sido llevada al extremo
de fundar teora sobre la nusea, puede hacerse de ello una simple polmica, pero tales teoras, hay que reconocerlo, surgen de un parcial relajamiento biolgico. Del desastre brota el herosmo, pero brota tambin la
desesperacin, cuando se han perdido dos cosas: la finalidad y la norma.
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Lo que produce la nusea es el desencanto y lo que le puede devolver al

hombre la actitud combativa es la fe en su misin, en lo individual, en lo
familiar y en lo colectivo.
El sentido de la norma va unido al de cultura porque su objetivo es una
visin de la perfeccin, de la vida ideal y de las obligaciones y derechos
propios. Cuando nuestro tiempo se plantea cuestiones de moral o de tica,
no ignora que en la confusin de muchos valores desempea un papel importante el ritmo vertiginoso del progreso. La evolucin humana se ha caracterizado entre otras cosas, por lanzar al hombre fuera de s sin proveerle
previamente de una conciencia plena de s mismo.
A ese estar fuera de s puede atender, mediante leyes, la comunidad
organizada polticamente y tendremos entonces un aspecto de la norma tica. Pero para su interioridad no existe otra norma que aquella que se puede
alcanzar por el conocimiento, por la educacin de sus integrantes, que afirma en ellos una actitud conforme a la moral. El porvenir de la sociedad
depende de que esta norma llegue a constituir un sistema ordenado de lmites e inducciones. Las comunidades con vocacin de progreso, basado ste
en la autodeterminacin de las mismas, precisan del hallazgo de ese camino,
de esa teora.
XXI) La terrible anulacin del estado y el problema del pensamiento democrtic o del futur o
El ideal que el pensamiento haba abandonado, es rescatado por fuerzas opuestas que combatirn en el futuro. No tratarn de fijar sus absolutos
en la jerarqua del hombre, en sus valores, ni en sus posibilidades de virtud,
sino en el Estado o en organizaciones de un caracterstico materialismo.
En medio se alza la fidelidad a los principios democrticos liberales
que llena el siglo pasado y parte del presente pero, con defectos sustanciales que no se han solucionado, que condujeron a dos guerras mundiales y
que an hoy someten a dursimas presiones. El problema del pensamiento
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democrtico futuro est en resolvernos a dar cabida a la comunidad, sin

dejar los valores supremos del individuo.
La democracia como hecho trascendental estaba llamada a suceder a
los absolutismos, sin embargo, sufri un largo comps de espera impuesto
por la persistencia de monarquas templadas y repblicas estacionarias que
para subsistir, creyeron necesario aplicar en leves dosis principios de la democracia, para no correr riesgos. Sucedi as que los pueblos que pudieron
establecerla en su momento, han alcanzado con ella los caminos de perfeccin necesarios y los que no lo consiguieron, han optado por los extremismos. Pero lo fundamental del pensamiento democrtico, tal como nosotros
lo entendemos est todava en pie, como una enorme posibilidad en orden al
perfeccionamiento de la vida.
Podemos decir entonces que la crisis de nuestro tiempo es materialista. Hay demasiados deseos insatisfechos porque la primera luz de la cultura
moderna se ha esparcido sobre los derechos y no sobre las obligaciones, ha
descubierto lo que es bueno poseer mejor que el buen uso que se ha de dar
a lo posedo o a las propias facultades. El fenmeno era necesario, de una
necesidad histrica, porque el mundo deba salir de una etapa egosta y
pensar ms en las necesidades y las esperanzas de la comunidad. Lo que
importa hoy es persistir en ese principio de justicia, pero recuperar el sentido
de la vida.
Nuestra comunidad, a la que aspiramos, es aquella donde la libertad y
la responsabilidad son causa y efecto, en la que exista una alegra de ser,
fundada en la persuasin de la dignidad propia. Una comunidad donde el
individuo tenga realmente algo que ofrecer al bien general, algo que integrar
y no slo su presencia muda y temerosa.
Si hubo pocas de exclusiva acentuacin ideal y otras, material, la
nuestra debe realizar sus ambiciosos fines por la armona. Cuando pensamos en el hombre, en el yo y en el nosotros, aparece claro ante nuestra
vista que nuestra eleccin debe ser objeto de profundas meditaciones. La
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sociedad tendr que ser una armona, ni predominio de la materia, ni estado

de fantasa. En esa armona puede hablarse de un colectivismo logrado por
la superacin, por la cultura, por el equilibrio. En tal rgimen no es la libertad
una palabra vaca, porque viene determinada su incondicin por la suma de
libertades y por el estado tico y la moral. La justicia es una persuasin
general y existe entonces un ambiente de alegra, porque donde lo democrtico puede robustecerse en la comprensin universal de la libertad y el bien
general, es donde puede el individuo realizarse a s mismo, hallar de un modo
pleno su euforia espiritual y la justificacin de su existencia.
XXII) Sentido de pr oporcin. Anhelo de armona. Necesidad de
equilibrio
Los momentos que aguardan a la humanidad son fundamentales. Es
importante, por lo tanto, conciliar nuestro sentido entre el progreso material
y los valores espirituales y proporcionar al hombre una visin certera de su
realidad. Somos colectivistas, pero la base es de signo individualista porque
nuestra base es la fe en el hombre.
En los cataclismos la pupila del hombre ha vuelto a ver a Dios y de
reflejo, ha vuelto a divisarse a s mismo. Si debemos predicar justicia y
progreso ser en base a la superacin individual como premisa de la superacin colectiva. Los rencores y los odios que hoy soplan son producto de una
larga prdica contra el amor.
Lo que nuestra filosofa intenta restablecer al emplear el trmino armona es en el sentido de plenitud de la existencia. Al principio hegeliano
de realizacin del yo en el nosotros, apuntamos la necesidad de que ese
nosotros se realice y perfeccione por el yo. Nuestra comunidad tender
a ser de hombres y no de bestias, al conocimiento y a la cultura. La libertad,
coexistencia de libertades con una tica donde prevalece el bien general.
Esta coexistencia que persigue fines individuales y materiales, que
tiende a superarse, que anhela mejorar y ser ms justa, ms buena y
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ms feliz, en la que el individuo pueda realizarse y realizarla simultneamente, dar al hombre futuro la bienvenida desde su alta torre con la
noble conviccin de Spinoza: Sentimos, experimentamos, que somos
eternos.
Conclusin
En el seno de la humanidad que soamos, el hombre es una dignidad
en continuo forcejeo y una vocacin indeclinable hacia formas superiores de vida. (J. D. Pern).
El clima filosfico predominante a lo largo del desarrollo del Congreso

estuvo dado por la novedad de las corrientes existencialistas, existencialismo
sartreano, existencialismo cristiano, por la irrupcin de la obra de Heidegger,
por las modificaciones en los planteos de las distintas corrientes ontolgicas
tradicionales, pero por sobre todo por el predominio de la reflexin en torno
a la conciencia histrica y el historicismo.
La problemtica que se impona giraba en torno a una concepcin del
hombre definitivamente transida por la temporalidad: cmo pensar la finitud?
y a la vez cmo salvar el pensamiento de la intrnseca historicidad sin caer
en la construccin de una perspectiva metahistrica?
En relacin con la perspectiva de una conciencia histrica que genera estos interrogantes, Gadamer afirma que
la cuestin decisiva consiste en saber si un presente puede concebir su

propio derecho por medio de la razn, aunque tal presente confiera, a
sabiendas, una sola perspectiva hacia la verdad.
En definitiva, la razn histrica as concebida, que restringe el horizonte a una cier ta poca, sin pr etensiones de validez absoluta, sigue
siendo, raz n pese a todo , concluye Gadamer.
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Frente a esta concepcin historicista, lo propio del discurso de Pern

es la decisin, de la que da cuenta a partir de su insercin en la tradicin
humanstica, de una determinacin firme de valores fundantes.
La claridad en la concepcin de la dignidad del hombre basada en el
concepto griego de autarqua, la claridad con la que determina la relacin
de la persona individual con el todo concebido como comunidad, la solidaridad concebida como accin primera y configurante del lazo social: procedencia cristiana del ideal, no hacen sino, traducir la decidida toma de posicin manifiesta en el discurso, sobre las cuestiones filosficas que la poca debata.
El lejano origen de la experiencia de formacin de un pueblo decanta,
con el transcurso temporal, en un saber que surge del cruce de la praxis
cumplida y de la proyeccin de la meta a alcanzar: la idea. La idea remonta
la facticidad de la que es resultado. Es con este orden de lo ideal que se
constituye una doctrina. Es por ello, por la raigambre en la experiencia vivida, que Pern puede aspirar a una mstica del peronismo a travs de la
doctrina. Es tambin por este origen en la experiencia colectiva que la formulacin de la doctrina no significa una accin personalista.
El carcter de proyeccin del esbozo en tanto condicin de posibilidad de la experiencia, segn Fink, podra muy bien ajustarse al rasgo de
proyeccin que la doctrina encierra, pero justamente y en tanto poder aglutinante.
La formulacin de la doctrina responde a la necesidad de que, ms all
de la historicidad del presente, los argentinos coincidamos en un sistema de
valoraciones fundamentales. Hay cosas, dice Pern,
en l as c uales p odemos e star d iametralmente o puestos e n l a a preciacin, pero hay sectores y factores de la nacionalidad en los cuales
ningn argentino puede estar en contra. La doctrina nacional se conforma alrededor de stos ltimos, vale decir, de aquellos asuntos en que
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todos los argentinos debemos estar de acuerdo para el bien de la Nacin. Eso es lo que conforma el contenido fundamenta.
El hombre, determinado y libre segn los trminos de la ontologa todava vigentes en el contenido de algunas de las exposiciones, reconocindose
en su insuperable historicidad, encuentra en la doctrina de la Comunidad
Organizada esa coincidencia ltima de ser y deber que ha abierto para los
argentinos una va propia consolidada desde el pensamiento.
El pragmatismo que supone la adecuacin de la doctrina a los tiempos,
no altera el efecto consolidador de sus verdades ltimas.
Aquello sobr e lo que ningn ar gentino puede estar en contra
Aquello que concita a la unidad de accin, criterios y fines, es el ncleo
donde coinciden lo que debe ser y lo que es. La concepcin del poder que
fundamenta y sostiene al proyecto de la Comunidad Organizada, el poder
es energa social que quier e expr esarse en accin poltica , la inclusin
organizada de las fuerzas populares, supone una concepcin del hombre
como persona individual religada a la comunidad por la solidaridad, concilia
el deber ser y el ser de un modo que, por ejemplar y paradigmtico, est
alejado de toda utopa.
Bibliografa principal
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofa . Mendoza, Universidad Nacional de Cuyo, 1949.
PERN, JUAN DOMINGO. Doctrina peronista. Buenos Aires, Macacha Gemes,
1973.
. El gobierno, el estado y las organizaciones libres del
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reconstruccin, 1974.
152
REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
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FILOSOFA
DE
1949
. Filosofa peronista. Buenos Aires, Freeland, 1974.

. Pern en doctrina. Buenos Aires, J. C., Ideas/Color, editado por Rousselot, 1994.
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Diario Los Andes. Informacin sobre el Congreso, desde el 23 de marzo
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153
El perfil humanista y la obra del

Rector Ireneo Fernando Cruz
(19471954)
Fabiana Mastrangelo*
I La figura del Rector Ireneo Fernando Cruz

Ireneo Fernando Cruz naci en Capital Federal el 5 de setiembre de
1903. En la Universidad de Buenos Aires (UBA), se recibi de Profesor de
Enseanza Secundaria Normal y Especial en Letras. Su especialidad y pasin era la lengua y la cultura clsica y las ctedras, conferencias y cursos
que dict versaban, principalmente sobre esta temtica.
Fue profesor titular de Latn y Griego y Literatura Latina y Griega del
Instituto Nacional de Profesorado Secundario de Paran entre 1934 y 1940,
ctedras que obtuvo a partir de un concurso oral y escrito realizado en
Buenos Aires. Paralelamente a su trabajo en Paran, fue designado profesor suplente de Griego y Literatura Griega de la Facultad de Filosofa y
Letras de la Universidad de Buenos Aires, previo concurso oral y escrito y,
luego, nombrado profesor adscripto honorario del Instituto de Lenguas y
Literaturas Clsicas de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad
de Buenos Aires. Estos cargos los ocup entre 1939 y 1940.
La llegada de Cruz a la Universidad Nacional de Cuyo se produjo en
1940. En ese momento la Universidad haca pocos meses que haba sido
* Magister en historia por la UNCuyo.
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creada (el 16 de agosto de 1939) y su rector, Edmundo Correas, trabajaba

afanosamente para ubicar a prestigiosos profesores nacionales y extranjeros en la recientemente creada institucin.
Cruz, a comienzos de 1940, resida en Paran porque all tena el mayor
volumen de su trabajo y, peridicamente, viajaba a Buenos Aires para dictar
clases en la UBA Correas invit a Cruz a tomar las ctedras de Griego I,
Griego II e Historia Antigua en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo)
y, adems fue designado Inspector General de Enseanza. Cruz acept este
trabajo y lo inici el 16 de abril de 1940. La correspondencia entre Cruz y
Correas evidencia un respeto y admiracin mutuos en el campo profesional y
personal. En la carta de aceptacin del cargo Cruz afirmaba:
En otros rdenes, slo puedo retribuirle comprometindome desde ya
a hacer todo lo posible de mi parte para responder dignamente a todo
lo que Ud. espera de m al invitarme a colaborar en la Universidad
que Ud., con tanta apasionada vocacin y capacidad, est dirigiendo y afianzando.
La confianza que Correas deposit en Cruz se evidenci al nombrarlo

Inspector General de Enseanza, recin llegado a Mendoza (el 16 de abril
de 1940). En esta funcin se realizaban las designaciones de los docentes
de los establecimientos de nivel secundario, incorporados a la UNCuyo La
resolucin del rectorado que daba norma legal al cargo, estableca: Para
realizar con justicia las designaciones docentes en los establecimientos i ncorporados a e sta U niversidad, s e h a c reado u n o rganismo a utorizado []. As, los nombramientos de los profesores de nivel medio eran
responsabilidad exclusiva de Ireneo Cruz.
Cruz se instal en Mendoza en abril de 1940 y tom licencia en sus
horas ctedra de Buenos Aires y de Paran. Previamente a su instalacin,
particip como profesor en las elecciones de Decano y Consejeros de la
Facultad de Filosofa y Letras de Buenos Aires. Cruz informaba sobre esta
situacin a Correas:
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Pensaba partir en cuanto pudiera para estar en la Universidad lo

antes posible y serle all de alguna utilidad en la tareas previa a la
apertura de las clases; pero, hoy recibo una citacin para las elecciones de Decano y Consejeros de la Facultad de Buenos Aireas que
tendrn lugar el 15 del corriente.
Es importante sealar, al respecto, que Cruz estudi y trabaj en la

UBA y particip como alumno y docente de las elecciones universitarias,
adems tena una relacin cordial con el Decano de la Facultad de Filosofa
y Letras de dicha universidad, el filsofo Coriolano Alberini, que adhera
firmemente a los principios de la reforma universitaria. Alberini haba lanzado la candidatura de Alejandro Korn, en la Facultad de Filosofa y Letras de
la UBA, que surgi como el primer Decano (19181921) elegido segn los
postulados reformistas. Sin embargo, Cruz en su actuacin como rector se
mantuvo alejado de estos principios.
Su trayectoria en la UNCuyo fue exitosa y rpida. En agosto de 1941,
fue elegido por los profesores Consejero Titular, para integrar el Consejo
Directivo de la Facultad de Filosofa y Letras y en octubre de ese ao fue
elegido Vicedecano por ese Consejo Directivo. Paralelamente, conserv
las ctedras por las que haba sido invitado a Mendoza.
Al llegar la primera intervencin a la UNCuyo, en 1943, fue designado
Rector Interino AD HONOREM del Colegio Nacional Central General Jos de
San Martn, en agosto de 1943; y Decano Interino de la Facultad de Filosofa y Letras desde junio a julio de 1944.
En las primeras elecciones celebradas en la UNCuyo, en junio de 1945,
fue designado miembro del Consejo Superior de la UNCuyo en representacin de la Facultad de Filosofa y Letras.
A partir de la intervencin de Egusquiza en mayo de 1946, fue designado interventor encargado de la Direccin del Colegio Nacional Central
General Jos de San Martn; de febrero a agosto de 1947 fue designado
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Presidente ad honorem del Instituto del Trabajo de la UNCuyo, recientemente creado; paralelamente, de julio a setiembre de 1947, designado delegado interventor de la Facultad de Filosofa y Letras.
Finalmente fue designado Rector en las siguientes etapas:
1 La primera, como Decano Interventor de la Facultad de Filosofa y
Letras a cargo de la Intervencin de la UNCuyo desde el 11 de setiembre de 1947 al 13 de febrero de 1948.
2 La segunda, designado Rector por la ley universitaria 13.031, sancionada por el Congreso de la Nacin en 1947. Esta ley estableca que
el Poder Ejecutivo designaba a los rectores de las universidades nacionales por un perodo de tres aos. Por esta razn, esta etapa transcurri entre 1948 y 1951.
3 En la tercera etapa fue designado nuevamente, por el Presidente
Pern, Rector de la UNCuyo desde 1951 a 1954.
II El humanismo clsico en Cruz
Los ncleos temticos que se observaban en los discursos de Cruz
eran: el modelo del hroe, el humanismo clsico, el peronismo, la idea de
patria y nacin, el hispanismo y el cristianismo. Tanto los discursos como las
fuentes orales analizados y consultados, confirman que el modelo del hroe,
el humanismo clsico y su adhesin al peronismo, eran los temas recurrentes en Cruz en su actividad pblica.
El humanismo clsico y el modelo del hroe eran el eje de su pensamiento. Los testimonios orales y escritos recogidos sealan la capacidad de
Cruz como profesor y orador y su vocacin de humanista. Uno de sus alumnos fue el Dr. Arturo Andrs Roig, reconocido pensador y educador que
figura entre los filsofos latinoamericanos incorporados en la Encyclopdie
Universelle de Philosophie, editada por Presses Universitaires de France
(Pars), y sobre su profesor comentaba:
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REFLEXIONES / ECOS
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Fui alumno del Dr. Cruz en un curso de literatura griega que l daba,
los alumnos de filosofa tenamos obligacin de hacer tres cursos de
griego y adems un curso de literatura griega que lo daba Cr uz. Yo
hice los tres cursos de letras, de gramtica y sintaxis griega y adems
hice la literatura griega con Cruz que no tena obligacin de hacerla
porque me interesaba escucharlo a l que despertaba muchas vocaciones, mucho inters intelectual, era un maestro brillante, entusiasmaba al pblico
Cruz inspiraba en sus alumnos el cultivo del humanismo clsico y sobre todo la cultura griega. Uno de sus discpulos, el profesor Vicente Cicchitti,
expresaba en ocasin del fallecimiento de Cruz:
[] ha sentido y amado la cultura griega intensamente. Para nosotros, sus alumnos, Fernando Cruz queda recordado entre los mejores
representantes de esa antigua y lejana Patria .
Fund el Instituto de Lenguas y Literaturas Clsicas de la Facultad de

Filosofa y Letras de la UNCuyo y cre el grupo de Amigos del Instituto
(1946) invitando a alumnos, profesores de la UNCuyo y personas del medio
mendocino interesados en la MISIN DE DIFUSIN DE LOS IDEALES HUMANSTICOS
EN EL MEDIO LOCAL . Entre los invitados se encontraban el msico Julio
Perceval, el plstico Victor Delhez, el arquitecto Arstides Cottini (h.), los
profesores Luis Felipe Garca de Onrubia, Toribio Lucero, Ricardo Pantano,
Vicente Cichitti y a sus alumnos de las ctedras de Griego e Historia Antigua. Sobre el significado de ser amigo del Instituto expresaba:
Ser amigo del Instituto es una cosa muy seria, una vocacin, un perfeccionamiento del desti no, es una irrenun ciable decisin de jugarnos desde la tarea humilde de cada da en cada uno de nuestros
puestos, hasta el momento en que esas solemnes y decisivas trompetas
acostumbran a sonar cada tanto en la historia de los pueblos. Y estamos sometidos a ese destino porque nuestra significacin como seres
individuales que aqu nos rene, slo ser determinada ltimamente
en funcin de esa irrenunciable vocacin. Nos compete ensear a los
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otros encomendados a nuestro cuidado, la conciencia de esta fe y este

destino. [] y tambin nos ensearon los griegos que tenan una
enorme fe en su destino, en los valores eternos que enarbolaban para
siempre en la cultura occidental [] Pero saban que los valores que
ellos haban creado iban a ser testimoniados a lo largo de toda nuestra cultura, hasta nosotros y ms all de nosotros.
El Gobierno italiano reconoci esta contribucin al estudio y divulgacin de la cultura latina al otorgarle, poco antes de morir, la Orden del Mrito.
Ese respeto como profesor y su asepsia poltica (hasta ese momento)
se hicieron evidentes en el conflicto universitario de 1945. En ste los estudiantes apoyaron la candidatura de Cruz como decano de Filosofa y Letras.
Una fuente oral, Mariano Zamorano, afirmaba: Adherimos a Cruz como
estudiantes e n esa poca por su prestigio acadmic o. As lo expresaba
un manifiesto estudiantil:
En efecto, a pocas horas del acto, las preferencias de los profesores
por una y otra listas estaban ms o menos en paridad de posibilidades, pero la simpata del alumnado estaba en forma casi unnime por
la lista renovadora que auspiciaba como Decano al Dr. Cruz .
En ese momento, Cruz no acept el ofrecimiento de sus alumnos.

En sntesis, Ireneo F. Cruz se haba formado en la UBA; fue invitado
y apoyado acadmicamente por Edmundo Correas, en sus inicios; durante
la primera intervencin a la UNCuyo, en 1943, conserv sus ctedras y fue
designado en diversos cargos; luego, en 1945, los estudiantes de la Facultad
de Filosofa y Letras lo propusieron como decano en las primeras elecciones universitarias.
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REFLEXIONES / ECOS
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III Modelo p edaggico a teniense

La clase magistral sobre la educacin en Atenas, dada por Cruz, en
1944, durante un curso en la Escuela de Verano para maestros, sintetiza el
modelo pedaggico ateniense en su concepcin educativa (incluida la universitaria). A continuacin se transcriben puntos esenciales de ese clase:
Como vemos pues no hay intervencin estatal, no hay plan orgnico
de estudios, ni presiden esta enseanza un conjunto fijo de ideas p edaggicas, ni existe sistema educativo con los fines concretos que
cada enseanza debe atender. No hay, por lo mismo, una preparacin
tcnica del magisterio, fuera de la vocacin accidental, o la referencia a una tradicin corporativa []
En esa revisin esquemtica de la educacin oficial que hemos hecho, tomando como frontera el siglo IV, hay algo que nos permite
sospechar, por su carcter ecumnico y obligatorio, el camino para
encontrar este tipo id eal que nos pre ocupa: este he cho es que toda
aquella enseanza privada, transcurre sobre un constante fondo
homrico.
Los grandes pueblos fundadores, los pueblos privilegiados y sealados para los grandes destinos de la cultura, son pueblos de un libro,
de un gran libro lleno de incitaciones dignas de ser ledas, [] El
Corn para el pueblo rabe, el Ramayana a los pueblos arios de la
India, el Avesta a los antiguos persas, el Viejo Testamento al pueblo de
Israel, la Ley de las Doce Tablas al romano, y el Evangelio, con proyeccin universal, a los pueblos cristianos, etc. []
La Illada y la Odisea constituyen la obra potica inicial de la humanidad de Occidente, [] Platn repite, [] que esta obra potica
hace a Homero educador de toda Grecia.
[] Homero no slo est presente en las escuelas: Homero es maestro
de vida ms all del aula donde se le recita a coro, pero se le entiende
poco. Se le contina reverenciando y acatando ms all de la vida
escolar, en la vida plena de la madur ez. [] La poltica y los juegos
son ocasiones para insistir en la ejemplaridad del estilo homrico.
[] Los pedagogos, los conductores de este pueblo, [] se llaman
Esquilo, Sfocles y Eurpides, sus trgicos [] A esta escuela trgica
del teatro asisten de 15.000 a 30.000 alumnos (segn las pocas),
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padres, madres, nios, jvenes, efebos, durante tres das,[] La eficacia educativa de este teatro procede en gran parte de q ue su pblico
est predispuesto a ser enseado: no es el pblico habitual de nuestros espectculos que liberado de sus tareas cotidianas asiste a ellos
fatigado [] Entonces, aquel pblico, asista religiosamente a su
teatro trgico como a funcin sagrada a la cual se entregaba con
toda la enrgica pasin []
Ireneo Cruz sintetiza en tres puntos el basamento de la educacin

ateniense:
En primer lugar, la obra homrica, porque propona un ideal de hombre
ejemplar: el hroe.
En segundo trmino, el clima creado por el mito le confiri al ateniense
flexibilidad mental y constante capacidad para el asombro. El mito tena
grandes virtudes pedaggicas que al decir de Cruz:
nuestra poca (1944) ha descuidado bastante. Y a no hay leyendas
para el pueblo, es decir, cosas dignas de ser ledas: de ah que asistimos cada vez ms a la decadencia de la lectura: las imgenes fciles
del cine y de la radio, [] han desalojado la buena pedagoga de las
hadas [] que sirve para nutrir nuestro ritmo vital y nuestro afn de
vivir con entusiasmo []
El tercer aspecto era la disposicin del ateniense para aprender. Cruz

comentaba a las maestras:
No haba ningn ciclo de enseanza, ni inferior ni superior, que librara al hombre de su obligacin de aprender [] Profunda leccin
sta, de que nunca hay que dejar de apr ender para ensear.
Su perspectiva pedaggica guarda relacin con otras corrientes como

la Pedagoga de la voluntad de sentido desde la Logoterapia de Viktor
Frankl o el concepto de Sociedad Educativa de la UNESCO que se inspir
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en el modelo ateniense donde el pueblo aprenda de la vida misma de su

POLIS, no slo en los institutos formales, como afirmaba Cruz. La educacin
ateniense desarrollaba lo que hoy Edgar Morin denomina saberes necesarios para la educacin del futuro, entre los que menciona: ensear la condicin humana (comprender la unidad y, al mismo tiempo, la diversidad del
fenmeno humano), ensear la identidad terrena (tener conciencia del
destino planetario), ensear la comprensin (ensear la comunicacin
humana y la necesidad, a escala planetaria, de la comprensin mutua), la
tica del gnero humano (comprender el desenvolvimiento conjunto de las
autonomas individuales, de la participacin comunitaria y de la conciencia
de pertenecer a la especie humana) .
Este modelo pedaggico tambin era vivido por Cruz en su relacin
con los alumnos tanto en la docencia como en la gestin acadmica.
IV La concepcin del hroe y su
visin de Pern
Tal como vimos Cruz era un apasionado por el humanismo clsico y,

dentro de estos temas profundizaba en sus clases la teora del hroe a travs del estudio de Homero y de sus obras la Ilada y la Odisea. Estos eran
puntos especiales en sus programas de Literatura Griega. Esa profundizacin
del hroe, segn Roig, est ntimamente vinculada a la fascinacin que sinti
cuando Pern lleg al poder. Al respecto Roig afirmaba:
La teora del hroe fue muy fuerte en Cruz, esto tiene que ver con el
peronismo. Lo que hizo desde el punto de vista terico intelectual fue
proyectar una serie de teoras, que l ya vena traba jando en sus
lecturas del mundo helnico, a la poltica.
En los discursos de Cruz era recurrente la alusin al hroe. En ocasin

de la creacin de la Facultad de Medicina afirmaba:
Esta facultad de Medicina de nuestra Universidad de Cuyo, es una
facultad sanmartiniana que el segundo jefe de la epopeya argentina
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otorga a los cuyanos como homenaje a la hueste heroica que acompa al Gran Capitn con sus trabajos []
Por otro lado, uno de los colaboradores y allegados del Rector fue el
Profesor Pedro Rodrguez Varas quien afirmaba en su testimonio la admiracin de Cruz por Pern. As lo expresaba: Cuando Cruz asumi como
Rector de la Universidad Nacional de Cuyo, l nos llam a sus colaboradores d irectos y nos di jo: l es el ho mbre por Pern.
La pasin por el humanismo clsico, de donde extraa su concepcin
del hroe, se trasluca tambin en su actitud como profesor que trasuntaba,
intencionalmente, en un modelo de hroe. Testimonios escritos dejados por
sus alumnos relataban esta actitud en sus clases de griego. En estas deca
No se admir en si en mis clases yo me entusiasmo, yo soy pr ofesor por
vocacin, profesor viene de pr ofesa, profesar. Adems, el mismo testimonio relataba que
en una ocasin en que, con un compaero , fuimos a mostrarle una
traduccin de griego que nos haba dado como trabajo en una de sus
clases, estando el Dr . Cruz a car go del decanato de la Facultad de
Filosofa y Letras, nos recibi con gran alegra en su despacho, cerr
la puerta con llave, para evitar que nos molestaran, tan valiosos eran
para l esos momentos en que maestro y discpulos se identificaban en
un mismo amor por la antigedad .
Una verdadera cultura del hroe fue en la que se inspir y la que

ejerci Cruz con sus alumnos. Sobre este punto es interesante recurrir al
esquema de anlisis, de Enriquez, entre los sistemas cultural, simblico e imaginario que se dan a nivel institucional. El cultural ofrece una estructura de
valores y de normas, una manera de pensar. El simblico est constituido por
un conjunto de mitos unificadores como hroes tutores que ocupan un lugar
importante en la memoria colectiva. El sistema imaginario genera la posibilidad de crear una fantasmtica comn autorizando una experiencia con los
otros que preserva parte de los sueos y la posibilidad de cambio o mutacin.
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De estos tres sistemas el directamente relacionado con la cultura del

hroe es el simblico. En ste, el relato mtico apunta a la fascinacin, sita
su accin en el espritu y tiene por funcin provocar en el otro
un proceso de comunicacin afectiva con las acciones dramticas
que forman la materia del relato. El mito es creador del lazo social,
fundndolo en la admiracin, la consideracin y el amor. [] El mito
se presenta, entonces, simultneamente como comunicacin afectiva
y sistema conceptual. El ideal que encarna pone como exigencia la
necesidad del sacrificio a la causa: sacrificio de su vida, de sus parientes, de sus amigos y de otra vctima que pueda ser considerada
peligrosa para la comunidad como que exprese diferencia inaceptable y contaminante.
Cruz proclamaba en sus discursos la entrega al programa nacional

que implicaba la adhesin intelectual al sistema polticoideolgico imperante.
Uno de los requisitos de esa entrega era la perfeccin fsica. Por esta razn,
durante el rectorado de Cruz se promovi la realizacin de campamentos en
alta montaa. El siguiente fragmento de un discurso, realizado en un acto de
educacin fsica, lo refleja:
[] Y la condicin heroica que demanda nuestro programa nacional
y nuestra v ocacin argentina en parte debe descansar con naturali dad, como en los buenos tiempos de Homero, en la sanidad y elegancia de los cuerpos [] La Universidad no cree que la educacin fsica
sea una panacea pedaggica ni un fin en s misma. Sostiene fundamentalmente la jerarqua de los seres, de las formas y de los fines. Pero
por lo mismo, quiere atender con gran puntualidad a todo aquello
que sustenta y soporta el logro de sus mejores blancos. La educacin
fsica es el presupuesto implcit o y normal, de un pueblo, como el
nuestro, que aspira a la grandeza, y que presiente un alto y empinado
destino.
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V La obra de Ireneo Cruz

Ireneo Cruz se presentaba como el promotor de los cambios producidos en la Universidad, con un fuerte apoyo poltico del Presidente de la
Nacin. Cruz solicitaba pedidos y reciba lineamientos polticos del propio
Pern, pasando por sobre la figura del Ministro de Educacin. Al respecto
uno de sus colaboradores directos afirmaba: Cruz, para los pedidos y
trmites de la Universidad, se conectaba dir ectamente con el mismo
Pern, tenan una muy buena r elacin .
Ireneo Cruz fue designado Rector de la Universidad Nacional de Cuyo
acorde a la ley universitaria peronista. Esto signific incluir a la universidad
en el marco de la comunidad organizada del gobierno nacional y orientada
a provocar la masividad en los claustros universitarios. El nmero de alumnos y egresados de las facultades se increment considerablemente. La
Facultad de Filosofa y Letras, que tuvo dos egresados en 1943, lleg a tener
treinta y tres en 1952. La Facultad de Medicina, creada en 1951, suprimi el
examen de ingreso en 1953, razn por la cual el nmero de alumnos
ingresantes se increment entre 1951 y 1954 un 62% .
Durante el perodo de Cruz se ampli la actividad acadmica de la
Universidad y, por lo tanto, con el apoyo poltico y econmico del presidente
Pern se aument el presupuesto. Entre las nuevas creaciones se encontraban la Escuela de Medicina (hoy Facultad); la Escuela de Estudios Polticos
(hoy Facultad de Ciencias Polticas y Sociales); la Escuela Superior del
Magisterio como adjunto al Profesorado de Lenguas Vivas; el Profesorado
de Ciencias Exactas, Fsicas y Naturales (en San Luis); la Escuela Superior
de Msica (hasta ese momento, Conservatorio de Msica); y la Escuela
Superior de Ingeniera en Combustibles (hoy Ingeniera en Petrleo).
Otras obras que merecen destacarse fueron el Instituto del Trabajo y
el Departamento de Investigaciones Cientficas (D.I.C.). Al respecto Arturo
Roig afirmaba:
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REFLEXIONES / ECOS
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Cruz tuvo la inteligencia y la capacidad de percibir la necesidad de

crear dentro de la Universidad dos polos de desarrollo. El primero
fue el de las Ciencias Bsicas, polo que puso en marcha con el DIC
que alcanz un importantsimo nivel en diferentes campos, especialmente en matemticas []
El otro polo fue el Instituto del T rabajo. Poner en mar cha los viejos
ideales de extensin Universitaria, tpico de la Reforma del 18, pero
mucho ms all de la Reforma, tratar de que la Universidad tambin
diera conocimiento a nive les terciarios, a n iveles medios, a amp lios
sectores sociales.
Efectivamente, el DIC signific un antecedente del actual Centro Regional de Investigaciones Cientficas y Tecnolgicas, al concebir la idea de
crear un Centro de Investigaciones en Mendoza. El DIC era multidisciplinario
en su idea originaria. As se construyeron las bases de una cadena de Estaciones de Altura para el estudio de los desiertos; los Institutos de Matemtica y
Fsica; y la Divisin de Biologa Animal. Cruz, para reforzar este instituto,
decidi traer a cientficos del pas y del extranjero. Trabajaron en Mendoza los
bilogos Cei y Pisan venidos de Italia; los fsicos Georgii y Bibl, procedentes
de Alemania; el grupo de matemticos fue el ms numeroso con platenses y
porteos contratados por Cruz como Cotlar, Ricabarra, Villamayor, Klimosky,
Varsasky, Bosh, Gentile, Panzone y Zarantonello. Antonio Monteiro, matemtico portugus residente en San Juan, gui a este grupo y se constituy el
Instituto de Matemtica de la Universidad Nacional de Cuyo que adquiri
fama por su trabajo y por el prestigio de sus integrantes. En 1955 el gran
matemtico espaol Rey Pastor declar que el centro de gravedad de la
matemtica argentina se haba desplazado hacia la cor dillera.
El segundo polo de desarrollo referido por Roig fue el Instituto del
Trabajo. ste se inclua dentro de la EXTENSIN UNIVERSITARIA con cursos
destinados a la capacitacin de obreros y artesanos, en distintas disciplinas.
Las clases eran nocturnas y a los seis meses de haber iniciado su actividad
se imparta enseanza a ms de 4000 estudiantes obreros. Los cursos consistan en aerotcnica, farmacia (para idneos de farmacia), dibujo artstico,
radiotelegrafa, estudios sociales, etc.
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Estas dos obras reflejaban las intenciones del gobierno peronista de

ensear cosas tiles tal como lo proclamaba Pern en sus discursos referidos a la poltica universitaria. El DIC se adhera a la concepcin de la
Universidad como agente de innovacin cientfica y tecnolgica y el Instituto del Trabajo a la funcin universitaria de dar mayores posibilidades
educativas a los trabajadores.
Otras creaciones del Doctor Cruz fueron: el Instituto del Bocio; la
Escuela de Verano para maestros; el Servicio Social Voluntario; el Departamento de Asistencia Mdico Social Universitario; el Instituto de Musicologa;
la Escuela de Seguridad Industrial; el Congreso Nacional de Historia del
Libertador San Martn; la Convencin de Amigos del Perito Moreno; el
Curso de Castellano para extranjeros; la Orquesta Sinfnica; el Teatro Experimental; el Teatro de Cuyo; la Ctedra Martn Fierro; el Instituto de Estudios Sanmartinianos; la Ctedra General Bernardo de O Higgins; becas
para estudiantes chilenos; fbrica de rganos; la carrera administrativa (capacitacin tcnica a equipos administrativos del pas); el diseo de la ciudad
universitaria; el Museo de Folklore e Historia Regional de Cuyo; el bachillerato nocturno; el departamento de consulta y experimentacin regional
(asesoramiento agrcola industrial de la regin Cuyo); el Observatorio
astronmico Flix Aguilar; la Estacin de altura; el Instituto del Vino; etc.
Un evento que merece un apartado especial fue la organizacin del Primer
Congreso Nacional de Filosofa.
V. 1 Primer Congr eso Nacional de Filosofa (1949)
El Primer Congreso Nacional de Filosofa se realiz entre el 31 de
marzo y el 9 de abril de 1949 en la UNCuyo Las sedes del Congreso fueron
la Facultad de Filosofa y Letras (especialmente el trabajo en comisiones),
el Teatro Independencia y el Hotel de Potrerillos. En estos dos ltimos se
realizaron sesiones plenarias. Sobre el lugar elegido para realizar el Congreso (la ciudad de Mendoza) hubo muchas crticas. A stas y a los beneficios
del lugar se refiere Coriolano Alberini, Secretario Tcnico del Congreso:
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Se ha censurado el lugar elegido. Precisamente, en ello reside el

mrito. La experiencia de otros congresos de filosofa nos ha convencido de que las grandes ciudades son poco a pr opsito de filosofar.
En ellas, muchos delegados se distraen. A menudo, prefieren visitar la
ciudad. Nada ms inconveniente. Habamos pensado que, por tratarse de un congreso como ste, vale decir, el primero, era oportuno ver
la hermosa ciudad de Mendoza, la mejor para un intercambio filosfico. La Universidad Nacional de Cuyo fue la iniciadora del Congreso. Su Presidente es un distinguidsimo egresado de la Facultad de
Filosofa y Letras de Buenos Aires, el Doctor I. Fernando Cruz. Dio
forma, amplitud y efectividad al Congreso. Por ello nos fue grato
colaborar con criterio absolutamente filosfico.
Sepich inici la organizacin del Congreso pero fue Cruz quien lo

perge polticamente. As, el evento cont con el apoyo directo del Presidente de la Nacin. Sobre este punto, en la sesin inaugural, el Rector de la
UNCuyo afirmaba:
Deseo en este sentido, hac er particular mencin del Excelentsimo
seor Presidente de la Repblica, General Juan Domingo Pern que,
compenetrado cabalmente de esta trascendencia, no slo ha apoyado con todo cuidado y la mayor generosidad la organizacin de este
Congreso, sino que ha comprendido el honor de su participacin
activa y especfica en la clausura del mismo.
Adems, el decreto del Poder Ejecutivo de 1948, citado anteriormente, en su Artculo 4 dispona que a travs de la Secretara de Educacin se
arbitraran todos los medios necesarios para solventar los gastos que demandara el Congreso hasta la suma de trescientos mil pesos.
El aspecto acadmico del congreso estuvo a cargo de la Secretara
Tcnica que estaba constituida por docentes pertenecientes, en su mayora,
a la Universidad de Buenos Aires. Estos eran: Coriolano Alberini (UBA),
secretario tcnico; Luis Felipe Garca de Onrubia (UBA), prosecretario tcnico; Luis Juan Guerrero (UBA), secretario de actas; y como asesores
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Miguel Angel Virasoro (UBA) y, Hctor Llambas (Universidad Nacional

de La Plata).
Los escritos y testimonios orales de la poca coinciden en afirmar que
el alma del Congreso, acadmicamente, fue Coriolano Alberini. ste, si bien
perteneca a la UBA, tuvo una importante influencia en la conformacin de
la Facultad de Filosofa y Letras de la UNCuyo Es imprescindible mencionar que Alberini fue en tres oportunidades decano de la Facultad de Filosofa y Letras de la UBA (19241927; 19311932;19361940) y su ltimo
decanato coincidi con la creacin de la U.NC. Por esta razn, Edmundo
Correas, Rector fundador de la UNCuyo, consult a Alberini al crear la
Facultad de Filosofa y Letras y le pidi que elaborara su primer plan de
estudio. Adems, sus alumnos estuvieron entre los primeros profesores de
esa facultad: Luis Felipe Garca de Onrubia, Horacio Schindler, Juan Jos
Arvalo, Ireneo Fernando Cruz, Hctor Catalano, Juan Villaverde, Manuel
Tras, etc..
La actuacin de Coriolano Alberini no era ajena al ambiente acadmico de Mendoza y haba ejercido una gran influencia entre los profesores de
la Facultad de Filosofa y Letras de la UNCuyo hacia el ao 1949. Paralelamente su figura era clave en la enseanza de la filosofa en Argentina en las
dcadas del 30 y del 40. Dict clases en las facultades de Filosofa y
Letras y de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA, en la Universidad de
La Plata y en la Escuela Normal de Profesores de Paran. Adems, era
miembro de la Academia de Filosofa y Letras de Argentina. Su influencia
en la enseanza de la filosofa en Argentina fue expresada por el acadmico
mendocino Diego Pro:
Durante veinticinco aos se mantiene en el centro de la docencia
filosfica argentina, a tal punto que es una figura que hay que
aceptar, rechazar o s emiaceptar a o rillas d el P lata, p ero q ue no
puede d esconocer q uien s e d edique a l os e studios f ilosficos e n
estas latitudes.
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REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
DE
FILOSOFA
DE
1949
Expresiones similares tuvo Juan Jos Arvalo: No se peca de exceso si

se dice de l que es el artista de la filosofa ar gentina.
Alberini tambin tena reconocimiento internacional, al respecto Diego
Pro, en su biografa, expresaba:
Tan intenssima labor , de excelente calidad, le vali a Coriolano
Alberini numerosas distinciones honrosas, entre las que recordamos:
Miembro del Comit de Redaccin del Journal de Psychologie Normal et Pathologique, de Pars; de la Sociedad de Antropologa de
Pars, de la Sociedad Filosfica Peruana; Oficial de la Legin de
Honor, Comendador de la Corona de Italia, Doctor Honoris Causa de
la Universidad de Leipzig [].
La organizacin acadmica del Primer Congreso Nacional de Filosofa fue responsabilidad de Alberini. En sus manos estaban las invitaciones y la convocatoria de los principales centros de estudio de la filosofa nacional e internacional. El Congreso congreg a destacados acadmicos nacionales de esa poca: Rodolfo Agoglia, Carlos Astrada, Luis
Juan Guerrero, Nimio de Anqun, Octavio Nicols Derisi, Juan Emilio
Cassani, entre otros.
Si bien el congreso se denomin nacional asistieron europeos provenientes de Alemania, Espaa, Francia, Inglaterra, Irlanda, Italia, Portugal y
Suiza. Los pases americanos tambin estuvieron presentes: Bolivia, Brasil,
Canad, Chile, Estados Unidos, Mxico, Per, Santo Domingo, Uruguay y
Venezuela. La presencia de figuras del mundo entero indicaba que fue un
evento con proyeccin internacional, indito en la historia de la Universidad
Nacional de Cuyo hasta ese momento. En una entrevista otorgada por el
Diario Los Andes a acadmicos extranjeros, stos expresaban:
[] se refirieron al Congreso Nacional de Filosofa y manifestaron
que entraa una gran empresa, pues no es una reunin nacional,
sino internacional. Se trata de un acontecimiento continental. Para
171
DE
CUYO 70
AOS
destacar l a i mportancia d el c ongreso e xpresaron q ue n ingn p as

de Amrica, salvo Estado Unidos, ha o rganizado una reunin de
este tipo.
En la sesin inaugural se escucharon, adems del discurso de las autoridades argentinas, las de: Gastn Berger, en representacin de los miembros europeos de habla latina; Hans George Gadamer, en representacin de
los miembros europeos de lengua germnica; ngel Gonzlez lvarez, en
representacin de los miembros espaoles y Francisco Mir Quesada, en
representacin de los miembros hispanoamericanos.
V.2. El aspecto poltico del congr eso
El Congreso signific para la provincia un evento poltico, social y cultural importante. Los diarios de la poca ocupaban sus principales titulares
con este Congreso, especialmente, por el matiz poltico del mismo. Los
congresales fueron recibidos con una recepcin en el Plaza Hotel de Mendoza
(el mejor de la poca), se realizaron actos de homenaje a San Martn en el
Cerro de la Gloria, se escucharon los discursos del gobernador de la provincia, del ministro de justicia e instruccin pblica de la Nacin y del presidente del pas.
El Congreso tuvo un marco poltico destacado. A la cesin de clausura, el 9 de abril, asistieron el presidente Juan Domingo Pern y, su esposa
Eva Duarte, y los ministros del gabinete nacional. Ese da la provincia decret asueto y adhirieron a esta medida diferentes organismos provinciales
como la Unin Comercial e Industrial, la Asociacin de Panaderos, el Sindicato Industrial de la Carne y la Unin Operadores de Empleados de Cines y
Teatros, entre otros.
En el acto de clausura, el Presidente del pas expuso los fundamentos
tericos de su concepcin de la comunidad organizada. Adems, paralelamente a la visita de Pern al Congreso, se realizaron diversos actos en el
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REFLEXIONES / ECOS
DEL
CONGRESO NACIONAL
DE
FILOSOFA
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1949
resto de la provincia. Por ejemplo, el pueblo jur, en los trminos oficiales,

la nueva constitucin sancionada por el peronismo en ese ao, en la Plaza
Independencia.
Desde el punto de vista acadmico, segn testimonios de la poca este
evento produjo una escisin entre los intelectuales que decidieron apoyarlo
y los que se opusieron al lado poltico del congreso. As, por ejemplo, el
filsofo argentino Francisco Romero fue la principal figura opositora en
Argentina. Referido a este tema Arturo Roig afirmaba:
Francisco Romero era uno de los famosos integrantes del Colegio
Libre de Estudios Superiores (CLES), hizo campaa en contra del
Congreso invitando a sus colegas a que no participaran. Entre ellos
le escribi a Francisco Paco Mir Quesada. Sin embargo, l vino al
Congreso. Despus a m me dio explicaciones. El me dijo fui porque
yo entenda que no tenamos por qu mezclarnos con las internas
argentinas, el congreso te na carcter in ternacional y yo tena que
ver las cosas desde otro punto de vista.
De los argentinos, dedicados a la filosofa y disciplinas afines, que no

concurrieron se pueden citar: Fatone, Frondizi, Snchez Reulet, Calcagno,
Mantovani, Gioja, Rodrguez Cometta, Rodrguez Bustamante, Rio, Dujovne,
Roaskovsky, Grau, Ordez, Tri y Romero.
En sntesis, el Congreso fue un evento nacional con proyeccin internacional. Los ms grandes filsofos adhirieron al Congreso: Croce, Hartmann, Klages,
Jaspers, Marcel, Russell. Cont con la presencia de corrientes filosficas
aristotlicotomistas y existencialistas de la Argentina y del mundo. Por otro
lado, el matiz poltico del Congreso estuvo dado por el fuerte apoyo econmico
poltico del gobierno nacional y la presencia del Presidente de la Nacin y su
esposa. Este matiz del Congreso determin la ausencia de importantes figuras
de la filosofa argentina de aquel momento como Francisco Romero.
173
DE
CUYO 70
AOS
VI La etapa final del Rectorado de Cruz

En el tercer perodo como Rector (19511954), Cruz fue designado
nuevamente por Pern en el marco de la Ley Universitaria de 1947. En los
primeros meses de 1954 enferm gravemente y falleci el 15 de junio de
ese ao. Durante ese perodo su accin acadmica y poltica se vio notablemente afectada. En la Universidad Nacional de Cuyo fue reemplazado por
el vicerector Toribio Lucero, uno de sus principales colaboradores.
Debido a su enfermedad, Cruz fue llevado a Buenos Aires donde
fue internado y operado. Fue visitado por Pern, quien puso a su disposicin la asistencia mdica necesaria para su restablecimiento. Al regresar
a Mendoza, luego de una breve recuperacin, se intern en el Policlnico
de Cuyo. Sus principales allegados del mbito acadmico lo asistieron permanentemente, entre los que se encontraban Toribio Lucero, Luis Villalba,
Pedro Rodrguez Varas, Vicente Cicchitti, entre otros. Al primero le transmiti su deseo de ser enterrado en el cementerio de Santos Lugares,
Lavalle. Sus expresiones fueron:
Deseo que cuando muera me entierren en el cementerio viejo de Santos Lugares. He estado reflexionando y quiero descansar en un cementerio pobre y humilde. Sentira mucho que mis amigos pensaran
en una posicin de falsa humildad.
En Lavalle, Cruz tuvo una pequea propiedad a la cual iba, asiduamente, para descansar .
El entorno que marc el final de su vida podra inscribe en uno de
los relatos mticos en los que Cruz se inspiraba y que transmita a sus
alumnos. El cementerio de Santos Lugares, despus de veinte aos, se
abri para recibir el fretro con los restos mortales de Cruz. Se hicieron
retratos y se escribieron prosas, elegas y poesas en su memoria. Sus
autores fueron Amlcar Urbano Sosa, Raimundo Bosch, Eliseo Castro,
Jos Tovar, Rafael Funes, Adolfo Scalvini, Atilio Anastasi, Vicente
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REFLEXIONES / ECOS
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CONGRESO NACIONAL
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FILOSOFA
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Cicchitti, entre otros. Este ltimo, su fiel discpulo en el mbito del humanismo clsico, expresaba:
El Dr. Fernando Cruz ha muerto con e l gesto austero del hombre
antiguo y nos ha dado la lec cin universitaria s obre la muerte, tal
como l la ha denominado cuando ya una mitad de su cuerpo era de
mrmol.
La ltima gran leccin, donde resuenan con majestad todas la de su
vida, dedicada a demostrar con la elocuencia de su postrer testimonio que la vida no es otra cosa que la muerte; que sta, en realidad, es
la verdadera vida.
Aunque pueda parecer extrao, sta es la gran leccin de Fernando
Cruz, que procede de una sobria pero interiormente gozosa amonestacin de cuo cristiano y del saber filosfico de los pensadores ms
altos de la Grecia Antigua []
As, en este texto, Cicchitti expona un elemento esencial unido al

concepto del hroe que es la muerte. El hroe triunfe o fracase, creyndose portador de la vida es de hecho portador de la muerte porque
lleva implcita la idea del sacrificio por un pueblo, por un ideal o por una
causa. An en sus ltimos momentos Cruz daba una leccin universitaria
de saber morir, su primordial accin para este discpulo.
Los homenajes a Cruz continuaron durante ese ao. Se edit una
revista especial de la UNCuyo en su memoria, se design con el nombre de
Ireneo Fernando Cruz a la Facultad de Filosofa y Letras de la UNCuyo y a
una escuela provincial, esta ltima por disposicin de la Direccin General
de Escuelas de la provincia de Mendoza.
175
Testimonios
Unas palabras sobre la Universidad

Arturo Andrs Roig*
Hace algunos aos, en 1998, publicamos un libro, impreso por EDIUNC,

al que titulamos La Universidad hacia la democracia. No nos cabe duda
que las diversas tareas propuestas en l, as como los conceptos sobre los
cuales se apoya, siguen siendo cuestiones pendientes en aspectos que seguimos considerando fundamentales. Y esta no es una opcin exclusivamente nuestra, sino compartida por muchos colegas del pas y del extranjero. En efecto, si pensamos que la convivencia democrtica es tarea no fcil
y que siempre podremos sealar carencia y deficiencias, resulta evidente la
ltima relacin que hay entre la voluntad de gozar de un convivir democrtico y la tarea constante de perfeccionamiento de la misma, siempre dentro
del mbito de los derechos humanos. Se suma a lo dicho todava otra cuestin: no todos pensamos un ideal de vida democrtica en los mismos trminos, as como que los enunciados de los derechos humanos no han sido an
expresados en toda su riqueza. Sabemos muy bien que en pases en los que
se habla de democracia pueden darse, y se dan, formas, a veces dramticas, de exclusin y marginacin sociales motivadas por causas diferentes.
* Profesor Emrito de la UNCuyo. Filsofo egresado de la UNCuyo. Doctor Honoris Causa

de seis Universidades Nacionales e Internacionales. Husped de Honor de la Ciudad de
Buenos Aires y designado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Mendoza.
Investigador principal del CONICET. Ejerci la Docencia Universitaria como titular de la
Ctedra de Filosofa Antigua de la Facultad de filosofa y Letras de la UNCuyo. Ha dictado
Ctedras en Mjico, Ecuador y Francia.
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DE
CUYO 70
AOS
La pobreza, la insalubridad, las mltiples formas de dependencia

atentatorias de la construccin de la vida humana, la explotacin de unos
sectores sobre otros dentro de una misma sociedad en la que rigen estructuras y prcticas polticas definidas como democrticas, constituyen pruebas
lamentables.
As, pues, si la Universidad debe marchar hacia una convivencia democrtica, la democracia misma ha de ordenarse atendiendo a ideales
superadores de las propias falencias. No olvidemos, para poner un ejemplo,
que la democracia ateniense, la celebre democracia de Pericles, era esclavista.
Y qu decir de una democracia regida por principios econmicos impuestos desde una ideologa neocapitalista, aun cuando esta viciosa posicin
doctrinaria haya entrado en nuestros das en un proceso de derrumbe?
Qued inmune la universidad latinoamericana, y, en particular la
nuestra aclaramos que estamos hablando de universidades nacionales
del neocapitalismo que sirvi de ideologa para vender nuestro petrleo,
para destruir el sistema ferroviario y tantos otros daos, muchos de ellos
difciles de superar? Debemos decir que no. Una de las pruebas la tenemos en la Ley de enseanza de Educacin Superior, la 24.521, que contina vigente a pesar de las multitudinarias protestas que se han hecho para
manifestar que no es con disposiciones de esa naturaleza que podremos
alcanzar formas de convivencia democrtica que se aproximen a una cierta
plenitud satisfactoria.
As, pues, si nos preguntramos por las tareas urgentes, una de ellas
es la del dictado de una nueva Ley Universitaria, en cuya discusin y ordenamiento, tengan voz y voto los universitarios.
Y si nos preguntamos por uno de los aspectos ms urgentes sin olvidar otros hay uno de indiscutible importancia. Nos referimos a la cuestin
de la evaluacin, del cumplimiento de las funciones de enseanza e investigacin en el seno de nuestras Universidad. Ese organismo conocido como
CONEAU, creado por aquella misma Ley que hemos mencionado, ha mos180
TESTIMONIOS
trado su ineficacia, as como la necesidad de buscar nuevos sistemas

evaluativos. Por qu no organizar la evaluacin incluida la de labor administrativa conjugndola con esa importante unin de universidades regionales que abarca nuestra amplsima regin andina, subandina y patagnica?
Por qu no proponer tareas de evaluacin mediante consejos constituidos
por grandes especialistas e integrados por miembros de universidades del
MERCOSUR y, por supuesto, de nuestra propia regin andinopatagnica?
No se ha de olvidar que la evolucin debera tener tanta presencia y
peso como las labores de docencia e investigacin y que debera, por eso
mismo, tener una presencia significativa dentro de los presupuestos universitarios.
Todos queremos no slo una universidad mejor, sino una universidad
de excelencia. Todos sentimos la necesidad de que las ctedras y los institutos y, en particular, las primeras, no se conviertan en callejos cerrados
o en aguas estancadas. Todos sabemos los generosos esfuerzos con los
que han trabajado las autoridades de nuestras facultades as como de nuestra Universidad, pero tambin sabemos las limitaciones estructurales y en
otros casos, polticas, en el ms amplio sentido del trmino, con las que se
han visto limitados en sus funciones. Queremos, para bien de todos, una
Universidad abierta hacia afuera, pero tambin hacia adentro. Una Universidad, en fin, que rescate los valores sobre los que surgi y se desarroll la Reforma Universitaria del 18 que jug un papel, no slo argentino,
sino latinoamericano.
181
Hechos, historia y perspectivas

Jos Octavio Bordn*
Llegu a la Universidad Nacional de Cuyo a inicios de 1971, con mi

reciente Ttulo de Socilogo, a desempearme como Jefe de Trabajos Prcticos e Investigador Principiante en la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales. El viejo edificio de Avenida Las Heras y unos salones de investigacin en un piso del Correo Argentino en Coln y San Martn, fueron los
primeros mbitos de trabajo. En ocasiones, la Plaza Independencia fue testigo de clases adicionales para el curso de ingreso y algn Caf cercano
suplant la falta de espacio para atender alumnos. Quizs hoy, 38 aos despus, ha llegado la hora de pedirles, junto a mis jvenes colegas de entonces,
las disculpas a nuestros mayores que debieron soportar con estoicismo a
profesores con vaqueros y pelo largo que contrastaban con sus tradicionales trajes oscuros y corbatas al tono. Era tambin la dialctica entre la
visin tradicional de las Ciencias Sociales y aproximaciones conceptuales y
metodolgicas distintas. Seguramente ese dinamismo, de perspectivas diversas en un mismo espacio, permiti el surgimiento de un grupo de egresados
muy calificados que hoy rinden importantes servicios a la comunidad
mendocina y a nuestro pas. Me bastara con mencionar a tres de ellos:
Beatriz Nofal, Carlos La Rosa y Graciela Cousinet.
* Licenciado en Sociologa, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad del Salvador,

Buenos Aires.
Profesor Titular de Sociologa Poltica y otras Ctedras, Facultad de Ciencias Polticas y
Sociales, Universidad Nacional de Cuyo (19721976, 19831995).
Gobernador de la Provincia de Mendoza (19871991). Embajador de la Repblica Argentina
ante los Estados Unidos de Amrica (20032007).
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DE
CUYO 70
AOS
Haban pasado 32 aos desde que el exRector de la Universidad de

Buenos Aires, Ricardo Rojas, pronunciara la Clase Inaugural de la Universidad Nacional de Cuyo. Ya entonces l haba publicado El Pas de la
Selva, Cosmpolis y El Santo de la Espada. En ese mismo 1939 publicaba, justamente, Un Titn de los Andes . Se crea este espacio de
federalismo, conocimiento y creatividad en un momento de democracia
restringida y, en muchas ocasiones, negada. Por debajo de esa realidad se
estaba gestando, como dcadas antes, unos de los cambios ms profundos
de la historia argentina.
Fue Universidad de Cuyo, de las tres provincias, del Oeste Libertador,
del Cuyum: la tierra del Desierto donde todo cuesta esfuerzo pero donde
nada es imposible. Era el contexto territorial y cultural ideal para que creciera una gran institucin que valorara el esfuerzo del estudio y la investigacin, la importancia del saber para valorarlo en s y para ponerlo al servicio
del trabajo, la produccin y la vida digna.
En 1971 todava estbamos bajo el gobierno militar de la
autodenominada Revolucin Argentina, la de la noche de los bastones
largos, que destruy importantes ncleos de alta calidad de la Universidad
Argentina. Sin embargo sus propias debilidades y la progresiva reaccin de
los argentinos en un contexto mundial de profundos cambios, permitan nuevos espacios de libertad que prefiguraban el retorno a la democracia dos
aos despus. En 1973 se crean las universidades nacionales en San Juan y
San Luis; al mismo tiempo, nuestra Universidad conservando su denominacin histrica debi asumir el desafo de concentrarse en la realidad
provincial y al mismo tiempo cooperar con la construccin de una democracia que despus de 18 aos dejaba de proscribir liderazgos, ideas y partidos
polticos. Fue breve, difcil y frustrante ese parntesis de democracia. Los
aos ms oscuros de la historia vendran desde 1976 a 1983, con el Gobierno del Proceso Militar. La Universidad no fue ajena a los hechos. La
riqueza de los debates, la amplitud y dignidad de muchas actitudes, convivieron con la intemperancia, la incapacidad para dialogar y respetar al otro
y a sus ideas, agravado posteriormente con la proscripcin, la expulsin, la
184
TESTIMONIOS
desaparicin y la violencia institucionalizada desde el propio Estado. Nada

de esto poda ser gratuito para la institucin, sus miembros y su produccin.
Sin embargo, como tantas veces nos muestra la historia, por debajo
de esa dolorosa tempestad crecieron frutos. En 1983, con el inicio del perodo ms extenso de vida democrtica en nuestros 200 aos como Nacin, se
inicia no slo el regreso de algunos de sus miembros, sino tambin un clima
de mayor convivencia, de lucha por la idea, de respeto por el otro. La alternancia poltica en la Nacin, y especialmente en nuestra provincia, genera
un medio ambiente ms favorable a la Universidad. Esta es y debe ser
autnoma y al mismo tiempo tener como misin una interaccin permanente
con la comunidad a la cual pertenece y a la que finalmente debe servir. El
pluralismo y la apertura de la sociedad y la universidad se refuerzan mutuamente, se necesitan.
A partir de 1983 comienza un proceso de rica tensin entre dos
principios: autonoma e integracin. La autonoma de la Universidad y
de sus miembros es una garanta de libertad y creatividad, sin tutelajes ni
presiones circunstanciales; un imperativo para los docentes, investigadores y alumnos. Una garanta, al mismo tiempo, de la independencia,
calidad y confiabilidad de los profesionales y productos que la institucin
ofrece. Pero por otro lado, se percibe la necesidad de interaccin entre
las distintas reas y miembros de la comunidad universitaria, as como
con otros espacios del conocimiento, con la sociedad en general, con las
actividades estatales y privadas de produccin de valores, servicios y
bienes. Armonizar ambos no es sencillo ni ausente de dificultades pero
es fundamental para desarrollar de manera sustentable y sostenible una
comunidad democrtica.
Tuve la experiencia en mi gestin como Gobernador de Mendoza,
desde 1987 a 1991, de generar y potenciar acciones de gobierno y servicios a la comunidad aprovechando la capacidad de profesores e investigadores, como tambin proponiendo asociaciones estratgicas con el sistema.
Bastara resaltar dos de ellas. Recuerdo que en plena campaa electoral
185
DE
CUYO 70
AOS
fuimos invitados, los tres principales candidatos, a la Facultad de Ciencias

Econmicas. Recibimos un informe verbal acompaado de profusas carpetas sobre el Gasto Pblico en la Provincia. Durante la conversacin tambin
encontr ideas novedosas y prcticas sobre cmo mejorar la eficiencia y
equidad del sistema tributario. Si bien no lo hice pblico en ese momento, me
fui convencido de que, si resultaba electo, esas eran las ideas y capacidades
que necesitaba para llevar adelante un plan de gobierno en momentos especialmente difciles del pas y la provincia. El Presupuesto por Resultados,
El Sistema Integrado de Recaudacin y Control y la Informacin Territorial fueron los tres pilares conceptuales, organizativos y operativos que
nos permitieron gobernar en el medio de dos hiperinflaciones y dejar las
cuentas pblicas ordenadas y con recursos financieros para actividades de
futuras administraciones. Si hubo errores, seguramente tuvieron mucho ms
que ver con la conduccin poltica que con la excelente agenda tcnica que
desde la UNCuyo se nos facilit.
En esa misma poca decidimos fortalecer el rol del gobierno en el
rea de Ciencia y Tcnica. Al mismo tiempo evitamos la creacin de estructuras burocrticas que se superpusieran con las ya existentes. Fortalecimos la presencia del gobierno en el entonces CRICyT y ahora CCT
Mendoza. El mecanismo era simple: el gobierno ofreca fondos para concursar proyectos entre los investigadores que de esa manera podan incrementar el potencial de sus trabajos y aplicar el conocimiento para resolver temas concretos de la Provincia. Tuvimos importantes respuestas y
siempre recuerdo una de ellas: nos permiti, con gastos mnimos, disminuir
riesgos de aluviones desde una zona del pedemonte y al mismo tiempo
comenzar a recuperar en esa zona la flora autctona. Considero errnea
una visin pblica orientada exclusivamente hacia el utilitarismo de la investigacin, desconociendo cuntas veces las soluciones que cambiaron
la salud, la alimentacin o los horizontes de los pueblos tuvieron como
origen aos de esforzada investigacin bsica. No es menos cierto que
encontrar en el conocimiento y mtodo de nuestros docentes e investigadores una solucin o un ordenamiento de los problemas y desafos de la sociedad, no slo es importante en lo moralmente sustantivo de dar respuesta
186
TESTIMONIOS
a una necesidad, sino que adicionalmente crea un clima propicio para aumentar la inversin en Ciencia y Tecnologa, que es uno de los principales
dficit de nuestra provincia y del pas.
Ingresados ya de lleno en el Siglo XXI y con nuestro Bicentenario a
la puerta, percibo que se est dando un rico proceso en nuestra Universidad, no exento de dificultades, debates y diferencias. Simultneamente
con el crecimiento y el fortalecimiento de Ctedras y Facultades, que con
ms de 4.000 docentes sirven a casi 35.000 estudiantes en 73 carreras de
grado, 46 de postgrado y otros niveles, se generan espacios
multidisciplinarios e interfacultades, asociaciones con otras regiones del
pas y articulaciones permanentes con otros pases. Los Institutos de Integracin Latinoamericana , de Ciencias Ambientales y de Energa, la
puesta en marcha del Instituto de Trabajo y Produccin, de la Ctedra
Virtual para la Integracin y La plataforma vir tual de apoyo a las
polticas pblicas, como as tambin el Instituto Euro Andino o el Instituto Franco Cuyano y la reciente creacin de la Asociacin de Universidades Sur Andinas (AUSA), son algunos de los valorables esfuerzos
institucionales en ese sentido. El avance edilicio de nuestro Campus en
la Ciudad de Mendoza juega un papel muy importante, ya que genera
espacios de comunicacin e integracin para sentirnos parte de una comunidad universitaria y de una sociedad. El despliegue en otras regiones
de la Provincia y la presencia del Instituto Balseiro en el Sur Argentino,
son tambin de gran significacin.
Sentimos legtimo orgullo por el prestigio de nuestros egresados de la
Facultad de Medicina o por la proyeccin local, nacional e internacional de
los Ingenieros en Petrleo. Sentimos alegra porque nuestro Coro fue galardonado como el Mejor del Mundo en Francia y la Orquesta Sinfnica recibi el prestigioso Premio Konex al mrito. Todo ello acompaado por el
hecho de que personalidades como los ex presidentes de la Repblica Oriental
del Uruguay, Julio Mara Sanguinetti y de Chile, Ricardo Lagos, como as
tambin otras prestigiosas figuras, aceptan formar parte de nuestra actividad. Una impresin similar tiene uno cuando revisa en el Libro d e l as
187
DE
CUYO 70
AOS
Tesis de la UNCuyo, las decenas de trabajos en las ms diversas reas, la

calidad de los mismos y la importancia de los autores y tutores.
La Propuesta de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo, que la
UNCuyo desarroll con la cooperacin de significativas instituciones pblicas y privadas de la Provincia y que marca un hito y un rumbo, permitira
saldar una de las grandes deudas de la democracia mendocina con su provincia, al concurrir los conocimientos y metodologa de su cuerpo docente
con el prestigio y el pluralismo de la Universidad. Esto genera la confianza
para que personas e instituciones se sumen y los consensos orientados al
bien comn prosperen. El Marco Estratgico al 2012 o el Plan Energtico
al 2015, son otros ejemplos de esta necesaria tarea de armonizar visin de
mediano y largo plazo de la Universidad, con su integracin a la sociedad, de
la que se nutre y a la que debe servir.
Es un error caracterizar a Mendoza como una provincia rica. Vivimos en una nfima proporcin del territorio, con muchas condiciones fsicas adversas. Lo que ocurri en los mejores momentos de nuestra historia
es que pudimos utilizar de manera eficiente y equitativa nuestras potencialidades, con un buen uso del recurso escaso del agua, una razonable
distribucin de la propiedad y una inteligente y esforzada articulacin del
trabajo, la asociatividad, la produccin y la tecnologa. En los ltimos aos
Mendoza ha vuelto a modernizar y hacer competitiva algunas de sus actividades tradicionales como la vitivinicultura y el turismo. Otras, que fueron parte de una importante red productiva, como la industria
metalmecnica, se han recuperado pero sin desempear el dinmico papel
que tuvieron en el pasado. Algunas actividades nuevas en el campo de la
produccin de bienes y servicios, propias de la revolucin tecnolgica de
la Sociedad del Conocimiento que irrumpi globalmente en los ltimos
lustros, se han asentado en otros centros del pas y no fueron suficientemente aprovechadas por nosotros. Un territorio con nuestras caractersticas fsicas y nuestra memoria cultural y social no puede permitirse esto a
riesgo de perder las ventajas competitivas que en su momento supo construir. Es en este campo y en este desafo en el que la tradicin de Mendoza,
188
TESTIMONIOS
de sus instituciones y de la Universidad Nacional de Cuyo tienen la alta

responsabilidad de articularse virtuosamente para construir un liderazgo
espiritual, cultural, econmico y social, que nos permita vivir aqu y mejor.
Ser un faro de referencia para el pas y la regin.
189
Reflexiones por el septuagsimo aniversario

de la Universidad Nacional de Cuyo
Luis Enrique Abbiati*
La instancia para la meditacin que propicia la celebracin del septuagsimo aniversario de nuestra querida Universidad Nacional de Cuyo, me
sugiere enmarcar ese espacio entre la consideracin de dos esfuerzos. Uno,
el de la memoria y otro, el de la voluntad.
El primero, la memoria, para rescatar del olvido que es herencia frecuente que deja el tiempo cunto ha hecho esta Universidad desde sus
inicios. Memoria, para reparar la ingratitud que es la moneda corriente con
que suele pagarse la generosidad por todo cuanto la Universidad ha dado
con desinteresada prodigalidad. Finalmente, memoria para aclarar la confusin que es el precio de la irreflexin bajo la que a veces se juzga el valor
de lo que la Universidad ha hecho y ha dado.
El segundo esfuerzo, la voluntad, para la accin que conduzca a
alcanzar objetivos que exigen vencer dificultades, las que, frente a la
* Decano (19992005) y Profesor titular efectivo de la Facultad de Derecho de la UNCuyo.

Vicedirector y Profesor de la Escuela de Comercio Martn Zapata (19771987).
Actualmente Vocal titular del Consejo Directivo de la Asociacin Argentina de Biotica y del
Comit de Biotica de la Facultad de Ciencias Mdicas de la UNCuyo.
Profesor de la Especializacin en Medicina Legal de dicha Facultad. Profesor titular interino
por concurso de la Facultad de Ciencias Econmicas y Jurdicas de la Universidad Nacional
de La Pampa y evaluador de carrera docente de esta Facultad.
191
DE
CUYO 70
AOS
esencial fortaleza de la Universidad, deben constituir para ella el acicate

de un simple desafo.
Dicho esto, me explico. Es opinin frecuente y afirmacin ligera la de
reprochar, en general, a la Universidad Pblica Argentina la que refiero con
maysculas, ortogrficamente impropias, pero que las empleo a designio para
destacar su grandeza la de haber sido una institucin aislada de la sociedad
por su falta de insercin en ella, reproche del que no escapa nuestra Universidad, vctima entonces de igual injusticia por la inexactitud del aserto.
En efecto, la universidad pblica, la nuestra en particular, ha tenido
una profunda insercin social cuando a travs de la ilimitada generosidad de su gratuidad ha permitido a legiones de jvenes acceder a los
estudios superiores, con la sola finalidad de favorecer con ello el bien y
el progreso de la sociedad. Jvenes que volcando luego sus conocimientos en el concierto social han venido a ser mediadores en ese progreso.
Esa gratuidad puesta al servicio de diversas vocaciones de otra manera seguramente frustradas no es, acaso, una incomparable y genuina
obra de construccin social? El crecimiento cuyano, primero, y mendocino,
despus, en las ciencias, las tcnicas y las artes, ha encontrado desde
1939 en nuestra universidad a la principal fuerza hacedora de ese desarrollo. Creo, sin incurrir en exageracin emocional, que la Universidad
Nacional de Cuyo y la sociedad que la contiene han conjugado, desde
entonces, una sntesis tan imbricada como las caras de una misma moneda. La Regin y Mendoza, no seran las de hoy sin el aporte histrico
de esas mentes y esos espritus enriquecidos al amparo de una universidad de altruista compromiso social.
La memoria debe acudir entonces a reivindicar ese compromiso, esa
insercin, que desde siempre nuestra Universidad ha tenido y cumplido con
uncin civilizadora y salvar as un juicio ingrato.
He indicado un segundo esfuerzo, el de la voluntad, que debe estar
dirigido a las acciones destinadas a lograr una slida mejor dicho,
192
TESTIMONIOS
sentida formacin tica en quienes egresan de sus aulas. Al respecto, podra pensarse que ante la fantstica revolucin cientfica y tecnolgica que hoy nos azora, ante los profundos cambios socioculturales que
nos inquietan, el ocuparse la Universidad de esa formacin es una cuestin de segundo orden. Nada ms errado que tal reduccionismo, fruto,
quiz, de creer que la moral es cuestin que debe dejarse librada al solo
inters individual.
En efecto, la ciencia sin conciencia es ruina del alma, se ha dicho, y
almas ruinosas, agrego, perturban el espritu y la armona social. Por otra
parte, advirtase que si la adquisicin del conocimiento es dominio de la
razn, su aplicacin lo es de la moral.
As, pues, al dictado de la hora actual, estoy convencido de la necesidad que debe atender la Universidad, como incumbencia indelegable, de
acompaar la enseanza de los saberes con la de los deberes. Si todo
egresado de una universidad debe observar una conducta tica, ello tanto
ms le corresponde a quien lo es de una universidad pblica, en razn del
compromiso social que moralmente ha adquirido, como natural
contraprestacin, por el beneficio de la formacin recibida en un marco de
gratuidad. Compromiso este que le exige, como mnimo tributo, el de desempear las actividades propias de su saber con idoneidad cientfica, solvencia moral y conciencia de servicio social, expresada esta ltima a travs del sentimiento de la solidaridad. Si la Universidad logra tal formacin
moral en sus egresados, habr hecho con ello una extraordinaria contribucin para el cambio social que exige la hora actual.
Es ese sentimiento el que superadas otras circunstancias histricas
que la justificaban por s le da hoy contenido tico al principio de la gratuidad. Cierto es que este principio hace a la eficacia de aquel otro que predica
la igualdad de oportunidades, pero es tambin cierto que desposeda la gratuidad de solidaridad, ella termina por devenir en un mero privilegio para
aquel egresado que reniega de su compromiso social y estafa as a la comunidad que contribuy a su formacin.
193
DE
CUYO 70
AOS
De concretar estas ideas se trata, cuando sostengo que debe imponerse, por va de una futura Ley de Educacin Superior, la prestacin
por el egresado de universidad pblica en profesiones liberales, y sin
perjuicio del ejercicio de su actividad privada, de un servicio social obligatorio gratuito y temporario en el rea de sus especficas
incumbencias. Ideas estas que propuse y encontraron eco, en trminos
generales, en el seno de la Comisin creada por el Consejo Superior
para elaborar un documento por el que nuestra Universidad deba fijar
su posicin sobre las principales cuestiones a tratar por aquella ley. La
prestacin de ese servicio, destaca el documento, ser una manifestacin concreta del vnculo necesario que se debe dar entre los beneficiarios de la universidad y la sociedad. Este es un medio, se dice all, para
producir una transformacin social, asumiendo aqullos el compromiso
y la responsabilidad del rol solidario que les cabe, prestando asistencia a
los sectores ms dbiles.
Ahora bien, a la toma de conciencia de ese compromiso y de esa responsabilidad deben estar dirigidas las acciones de nuestra universidad, en el
convencimiento, insisto, de que con la formacin de universitarios dispuestos a
una entrega idnea, honesta y solidaria de sus conocimientos, se concreta la
ms valiosa insercin de ella en el medio social. La tarea no es fcil. El hombre de nuestros tiempos vive el desasosiego que le causa un sistema para el
que la principal industria no es la alimenticia, la farmacutica, la petroqumica,
la siderurgia ni otras de similar importancia, sino la de crear necesidades a
satisfacer, si es posible, con el mayor hedonismo. Industria que ha invitado a la
abdicacin de principios y valores que son constitutivos de una conciencia
moral que urge recuperar por obra, entre otras instituciones, de la universidad
pblica, cuya fortaleza ha puesto en evidencia la supervivencia que conserva
en el marco de un proceso de lamentable extincin que han sufrido otras
histricas instituciones pblicas de la Nacin. Digna de tal fortaleza es el
desafo a enfrentar. En fin, in spiritus remigio vita
Finalmente, quiero concluir estas inconclusas reflexiones dado otros
temas que la limitacin de estas lneas deja pendientes confesando que
194
TESTIMONIOS
ellas responden a la imprescriptible deuda de gratitud que tengo para con la

Universidad Pblica Argentina y especialmente, muy especialmente, para
con mi Universidad Nacional de Cuyo.
195
Tres ejes fundamentales

Jorge H. Sarmiento Garca*
Hace poco ms de 45 aos que ingres en esta Universidad Nacional

de Cuyo; y hoy, habiendo sido honrado por su Honorable Consejo Superior,
en forma unnime, con la ms alta distincin a que puede aspirar un docente
universitario esto es, la de Profesor Emrito se me solicita escriba unas
lneas sobre aqulla con motivo de festejarse su 70 aniversario, lo que por
cierto har, honrado y agradecido.
Tratar brevemente tres temas fundamentales que, aunque no originales, han sido muy meditados por m, relativos a lo que estimo debe ser
una Universidad; y tengo la satisfaccin de poder decir, a esta altura de mi
trnsito acadmico, que aprecio que los cometidos que a continuacin he de
sealar, han sido en la generalidad de los casos perseguidos con rectitud
de intencin por quienes han tenido la grave responsabilidad de conducir a
esta Casa de altos estudios.
Pues bien, sealo que, en primer lugar, la Universidad debe estar
abierta a todos y que, por otra parte, debe formar a sus estudiantes para que
su futuro trabajo profesional est al servicio de todos.
* Profesor Emrito de la Universidad Nacional de Cuyo. Doctor en Ciencias Jurdicas y

Sociales.
Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de
Crdoba. Ex Magistrado Judicial.
197
DE
CUYO 70
AOS
En efecto, ella no es para los ricos ni para los pobres, sino para los
capaces, sea cual fuere su clase social, sus ideas, su religin, el color de su
piel, etc. De no ser as, la democratizacin de la enseanza, de la que tanto
se habla y exige, ser siempre una vulgar tramoya.
Es menester asimismo que la Universidad eduque a sus estudiantes
fomentando en ellos el espritu de servicio a la comunidad, con el cual seguramente coadyuvarn en el futuro al bien comn con su trabajo profesional
y con su conducta cvica y poltica.
En segundo lugar, es menester que la Institucin fomente en docentes, no docentes y alumnos, que se interesen y trabajen a favor del
orden por la justicia, de la libertad, del respeto, de la tolerancia, de la
laboriosidad y dems valores y virtudes; y ello, tanto dentro como fuera
de la Universidad.
Por cierto que estimo debe excluirse la poltica partidista, por legtima
que sta sea fuera de los claustros, dado que la Universidad es el sitio que
prepara para dar soluciones a los diversos problemas que la vida en comunidad poltica plantea y no el lugar para la solucin concreta a un determinado asunto, frente o al lado de otros remedios posibles y lcitos, constituyndose en una especie de hogar comn, en un lugar de estudio y amistad
donde deben coexistir en concordia personas de las diversas tendencias
que, en cada poca, sean manifestaciones del legtimo pluralismo que en la
sociedad libre ha de existir.
Finalmente, los trazos que han de distinguir a la Institucin son, en
sntesis, educacin en la libertad y en la responsabilidad, ambas personales.
Con libertad y responsabilidad, reconocidas y vividas, se trabaja con
ganas, se producen frutos abundantes, casi no hay necesidad de controles ni
de vigilancia, dado que existe un orden que surge naturalmente, desde la
libertad y slo subsidiariamente desde la autoridad.
198
TESTIMONIOS
De all se sigue el espritu de convivencia, sin discriminaciones de ningn tipo, donde aprende cada uno que, para poder exigir que respeten su
libertad, debe saber respetar la libertad de los otros.
Tambin deviene el espritu de hermandad, con el que se aprende que
las propias aptitudes, para que puedan ser beneficiosas, necesariamente
han de ponerse al servicio de los dems, ya que de lo contrario quedan en
pura potencia, sin pasar al acto.
Creo que con lo que dejo expuesto se ha de comprender que universidad provenga de universus o versusunum, significando el conjunto de los que tienden a una misma cosa.
La Universidad, en sentido lato, es, pues, una comunidad natural a
la que pertenecen los que cumplen un mismo oficio, o tienen una misin
comn.
Debe, por tanto, aspirarse siempre a que ese conglomerado tan heterogneo de profesores, no docentes y alumnos, constituyan una bella unidad
de fin, en la que los intercambios recprocos se regulen con propsitos
sinfnicos en aras de los objetivos sealados, lo que exige una permanente
lucha en el caminar de los universitarios, demandando un constante comenzar y recomenzar.
199
Recuerdos de un viejo universitario

Jorge Tacchini*
La fundacin. Primeros pasos

La Universidad Nacional de Cuyo cumple 70 aos. Una edad venerable, que se pierde en el tiempo, para nuestros jvenes estudiantes. Un perodo muy corto, en cambio, para quien tiene ms edad que la misma Institucin y recuerda sus primeros pasos en la flamante nueva casa de Altos
Estudios como hechos recientes. Mi esposa Emma Welkerling, por ejemplo,
obtuvo su ttulo de ingeniero agrnomo en 1949. Fue casi fundadora y la
primera mujer agrnoma de la Provincia de Mendoza. Por mi parte recuerdo, como acontecimiento reciente, que en la asoleada Quinta Agronmica,
donde inici mis estudios universitarios en Argentina hacen casi sesenta
aos, en el lugar donde se ubica hoy el Barrio Cvico y la casa de Gobierno,
se respiraba una brisa libre y comunicativa que contrastaba con el ambiente
un poco ttrico de las antiguas aulas medioevales, donde concurra en Italia.
Sin embargo, tambin ac en Mendoza se tena la sensacin de que la nueva
Universidad se apoyaba sobre bases culturales, quizs no tan seculares,
pero, de todas maneras, ms arraigadas en el tiempo que el terico breve
perodo de su vida oficial. Todos sabamos que la Quinta Agronmica haba sido fundada por Sarmiento en 1853, que por sus aulas haban pasado
*Profesor Emrito de la UNCuyo. Dr. e Ingeniero Agrnomo.

Decano de la Facultad de Ciencias Agrarias en 3 perodos (19811983, 19921994, 1994
1996). Miembro de la Academia Nacional de Agronoma y Veterinaria
201
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CUYO 70
AOS
grandes personalidades, empezando por su primer director, Michel Aim

Pouget, padre de la vitivinicultura moderna mendocina, que haba recibido
de Napolen III importantes premios con sus primeros vinos.
Muchas cosas han sucedido desde que el tesonero Dr. Edmundo Correa, el 21 de marzo de 1939, diera por iniciados los cursos en la nueva Institucin. Pocos meses despus, en septiembre, se inici en Europa la Segunda
Guerra Mundial que marc un hito tambin para las Universidades, deteniendo su desarrollo. Su finalizacin inici en todo el mundo un rpido proceso de
crecimiento en el nmero de los estudiantes, que fue acelerndose en forma
tan abrumadora que puso en dificultad a las Altas casas de Estudio, incapacitadas, en muchos casos, a enfrentar eficientemente tal incremento en la demanda educativa. En Argentina, en la poca de la reforma universitaria de
1918, los estudiantes universitarios eran 8.000. En 1939 llegaban en todo el
pas a unos 40.000, casi equivalentes al nmero de estudiantes hoy inscriptos
solamente en la Universidad Nacional de Cuyo. En poco ms de medio siglo
fue contundente el cambio: en 1918 en Argentina haba un estudiante universitario cada 1000 habitantes; hoy, uno cada 26.
Estas cifras explican un poco nuestras vivencias en una Universidad
que poda considerarse, en los primeros aos despus de su fundacin,
una gran familia de relaciones personalizadas. El nmero total de alumnos
llegaba a poco ms de un millar, si se consideraban los inscriptos en las
vecinas Provincias de San Juan y San Luis. Casi todos los estudiantes se
conocan en las Fiestas universitarias, donde intercambiaban opiniones sobre
los profesores.
La Universidad Nacional de Cuyo naci con pocas unidades acadmicas, predominando un fuerte zcalo de Ciencias duras: Ingeniera agronmica
en Mendoza, Ingeniera industrial en San Juan y Ciencias bsicas en San
Luis. Esta orientacin era acorde con las prioridades de la poca.
El proceso de desarrollo de un pas se basa al inicio en la economa
agraria, sigue con la etapa de industrializacin y crece, por ltimo, el sector
202
TESTIMONIOS
servicios. En la dcada de los cuarenta la prioridad fue la substitucin de las

importaciones de productos industriales que se haban reducido por la 2
guerra mundial.
Diez aos ms tarde, a partir de los 50, el pas volc sus prioridades al
desarrollo del sector servicio, cuando todava no haba finalizado el proceso de
industrializacin. Este cambio tambin se reflej en la evolucin de nuestra
Universidad. La Escuela de Ciencias Econmicas adquiri categora de Facultad en 1945. Despus de la Navidad de 1950 se cre la Facultad de Ciencias Mdicas. En 1973 las Facultades de San Juan y San Luis se independizaron
y la Universidad Nacional de Cuyo perdi as las Ciencias Bsicas, pero no las
ingenieras. En 1967, en efecto, la Escuela Superior de Ingeniera de petrleo
se haba consolidado como Facultad de Ingeniera de petrleo, independizndose
del ciclo bsico antes dictado en la vecina San Juan.
Despus adquirieron rango de Facultad las Escuelas superiores de
Estudios polticos y de Msica, creadas durante la gestin del Rector Ireneo
Cruz, (hoy respectivamente Fac. de Ciencias Polticas y Sociales y Fac. de
Artes y Diseo).
Las ms recientes Facultad de Derecho y la de Educacin Elemental
y Especial afirmaron an ms la importancia de las Ciencias Sociales y
Humanidades que en la actualidad han totalmente revertido la situacin existente en la poca de la fundacin, ya que la mayora de los docentes y de los
estudiantes de la Universidad les pertenecen.
Principales d iferencias e ntre p asado y p resente
Las principales diferencias entre el inicio de la Universidad Nacional
de Cuyo y la actualidad, podran resumirse en algunos puntos principales:
En su inicio la Universidad se enfrent con una demanda educativa
reducida. La posterior masificacin transform una empresa pequea, casi familiar, en una grande, ms despersonalizada.
203
DE
CUYO 70
AOS
Los objetivos iniciales tendientes a preparar profesionales en apoyo

del proceso productivo cambiaron, privilegiando actualmente la capacitacin para servicios de salud, educativos, de apoyo social y
para la administracin pblica.
En la actualidad la Universidad goza de una mayor autonoma y
respeto de los derechos individuales que en el pasado. En efecto, en
el largo perodo entre 1943 y 1983, las dictaduras militares y los
avatares polticos han incidido decisivamente en su funcionamiento,
golpeando a algunos de nuestros mejores profesores, mientras muchos estudiantes sufrieron persecuciones.
Se podra mencionar que, debido al aumento indiscriminado del nmero de alumnos, existe una tendencia a privilegiar la difusin escolarizada
de conocimientos dejando poco espacio a la libertad necesaria para la
transmisin de valores.
Las Facultades exigentes en el ingreso, como la de Ciencias Mdicas, logran ms fcilmente una satisfactoria formacin profesional.
Sin embargo el enorme incremento del nmero de alumnos y la necesidad de formarlos y no solamente informarlos, puede paliarse gracias a
los medios modernos de comunicacin que facilitan la informacin. Se
impone, en consecuencia, una revisin de la mecnica repetitiva de educacin escolarizada, evitando la rutina. Debern incentivarse los estudiantes a la bsqueda libre, aunque orientada, de la informacin que necesitan
y a su participacin en actividades creativas, dejando al docente el tiempo
necesario para la investigacin y extensin.
Objetivos
Nuestra Universidad est en deuda con la investigacin y le dedica
un presupuesto insuficiente. Como consecuencia se deteriora la extensin
que nos relaciona con el medio, puesto que no dedicamos suficiente atencin a la solucin de los problemas ms angustiantes de nuestra sociedad.
204
TESTIMONIOS
La responsabilidad de esta escasa integracin es compartida, porque esta

meta requiere que tambin la Administracin pblica y las empresas privadas confen en la Universidad. El Gobierno de la Provincia, por ejemplo,
paga millones a consultoras extranjeras porque la burocracia, basndose
en el principio de la desconfianza y en el temor a asumir responsabilidades, impone condiciones licitatorias, en especial avales financieros, inaccesibles para la Universidad.
El equilibrio y la calidad deben lograrse en las tres actividades principales de la docencia, la investigacin y la extensin que vincula la
Universidad al medio.
Deber demostrarse que la masividad no es incompatible con la
calidad
El principal desafo que enfrenta la Universidad del futuro es el de
compatibilizar el derecho de los jvenes a recibir una educacin acadmica con la inconveniencia de una multitudinaria capacitacin profesional especializada porque se arriesga que el exceso de oferta
rebase las posibilidades de aceptacin del mercado laboral.
El pasado, base del futuro. La necesidad de pertinencia
Hasta el presente pareciera que la masividad no ha incidido en el
nivel de conocimientos, pero se ha perdido pertinencia.
Cuando me reno con mis octogenarios compaeros universitarios,
todos recordamos el apellido de nuestros profesores y las ancdotas, ya
casi legendarias de tanto repetirlas, de nuestro paso por los estudios superiores. Actualmente son muchos los estudiantes que desconocen el nombre de los docentes, como demuestran las encuestas que se hacen para
evaluar su eficiencia.
Una institucin sin memoria es como un rbol sin races. Cualquier
viento la derriba.
205
DE
CUYO 70
AOS
La Universidad Nacional de Cuyo ha tenido docentes muy destacados

que sin embargo han cado en el olvido en nuestra poca, que privilegia
errneamente la visin de corto plazo y no valora la leyenda del pasado.
En cambio Cuntos recuerdos acuden a mi mente! Encontr recientemente en Internet un captulo del libro La economa mundial en las
tinieblas, del profesor Carlos Becker. Qued conmocionado al recordar
ese jovial y distrado francoalemn que fue fundamental para prestigiar la
Facultad de Ciencias Econmicas, y que con sus obras contribuy tambin
a mi formacin personal. Recuerdan su libro en el extranjero, pero no en
nuestra Universidad. Acudieron a mi mente muchas otras ancdotas de
hombres paradigmticos que admir en una larga vivencia universitaria y
me impresiona que hoy estn tan poco reconocidos. El espacio es tirano para
homenajear a tantas personas ilustres. En un enfoque personal, mencionar
algunas con las que ms me relacion por razones de trabajo o amistad,
pidiendo disculpas por no aludir a muchas otras, iguales o ms meritorias.
En la Facultad de Ciencias mdicas me honr conocer a muchos fundadores, en especial recuerdo a J. C. Fasciolo, a J. M. Cei, que fue posteriormente el director del Instituto de Biologa animal en Ciencias Agrarias,
M. H. Burgos. En 1982 el premio Nobel Luis Federico Leloir, en un almuerzo en nuestra Universidad que le haba otorgado el doctorado honoris
causa, record a Fasciolo como un ilustre compaero de trabajo y, con la
humildad que lo caracterizaba, afirm que el mendocino habra sido tambin
merecedor del Nobel como o ms que l mismo, si hubiera aceptado la
oferta de Instituciones ms conocidas internacionalmente y poderosas en el
aspecto financiero
De la Facultad de Filosofa y Letras recuerdo con especial cario a
Vicente Cicchiti, no solamente por su amplia cultura, sino por su pasin
montaesa que lo llev a escalar varias veces el Aconcagua y a participar
en una expedicin al Himalaya. Era tan generoso que, sin ser rico, donaba la
mitad de su salario a los puesteros de la precordillera y les instal un negocio
para vender productos artesanales.
206
TESTIMONIOS
Molina Cabrera, de Ciencias Polticas y Sociales, era ms joven que

yo y fue mi brillante colaborador en el entonces Instituto de Investigaciones
Econmicas y Tecnolgicas. Muri en un accidente vial, pero ya haba dejado una huella importante en su Facultad.
El maestro Guillermo Scarabino, de gran prestigio internacional, fue un
amigo, hombre completo, tan buen administrador como msico. Nunca olvidar su brillante interpretacin de la Butterfly de Puccini en el Teatro Independencia.
Por ltimo, no puedo dejar de mencionar a algunos de mis maestros y
colegas de la Facultad de Ciencias Agrarias. Desde Norberto Palleroni,
considerado uno de los ms ilustres microbilogos de Estados Unidos, a
Carlos Grassi, en primera lnea entre los hidrlogos de Latinoamrica, su
digno discpulo Jorge Chambouleyron, despus, los fallecidos colegas de la
Academia Nacional de Agronoma y Veterinaria: Fidel Roig, Ricardo Tizio
(cuan poca gente particip de su silencioso entierro!) y el gracias a Dios!
viviente Len Nijensohn que, con ms de 90 aos, todava asombra por su
lucidez e inteligencia.
Consideraciones finales
La Universidad mucho cambi desde su fundacin. Enfrenta un futuro
difcil pero prometedor. La prioridad es la de incrementar la investigacin
orientada tambin a problemas econmicos y sociales del medio, como nica posibilidad para una mayor integracin. Para lograr este propsito ser
necesario un cambio drstico de los mtodos educativos y del papeleo burocrtico que, actualmente, ocupan la casi totalidad del tiempo disponible de
sus docentes.
Reitero adems que una Institucin no puede aspirar a un reconocimiento si no cuida su historia. Pienso que no hacemos lo suficiente
para recordar a nuestros fundadores. Propongo que la Universidad Nacional de Cuyo prepare y difunda la bibliografa de sus ms reconocidos
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CUYO 70
AOS
profesores, no solamente un fro curriculum, y que la recuperacin de

sus trabajos principales quede como perenne testimonio de un pasado
meritorio.
208
Construir el futuro sin olvidar el pasado1

Mara Luisa Porcar de Yels*
Si bien es cierto que la UNCuyo naci en 1939 para Cuyo, orientando

su actividad hacia el esclarecimiento de los problemas humanos pero
contextualizados en la vida nacional y regional, su nombre y su lema in
spiritus remigio vita siguen con nosotros. La creacin de la Universidad
fue un verdadero hito para la regin cuyana, la concrecin de un sueo. Un
momento histrico que se convirti en un indicador del camino que tomaran
desde ese momento el arte y la ciencia para la transformacin de la sociedad.
Cuando abordamos la historia de la creacin de cada una de las facultades que hoy forman nuestra Universidad, hablamos de hitos de nuestra
historia ya que nos encontramos con una mezcla de tradicin y lucha por el
encuentro de la libertad, orgullo y humildad mendocina en la bsqueda de
saberes, desafo e innovacin en la conservacin de nuestra tierra. Hombres y mujeres valientes, con energa y decisin, esfuerzo y dedicacin poniendo de manifiesto la herencia sustentada en filosofas contrapuestas que
nos legaron nuestros antepasados.
* Magster en Creatividad Aplicada Total (Santiago de Compostela Espaa). Profesora titular efectiva de Facultad de Educacin Elemental y Especial Universidad
Nacional de Cuyo.
Decana de la Facultad de Educacin Elemental y Especial (20022005, 20052008).
209
DE
CUYO 70
AOS
Pero tambin nuestra Universidad tuvo otro momento especial y se

ubica despus de la finalizacin de pocas de represin ideolgica. El camino de la democracia permiti defender la libertad como valor humano
en el interior de la institucin y es por esta situacin que desde abril de
1988 un camino continuo de eleccin de autoridades efectuada por los
Consejos Directivos y Asambleas Universitarias consta en la historia universitaria.
El paso por la Universidad me ha permitido apreciar su crecimiento
en relacin con el fomento de procesos de evaluacin institucional, otro
acierto en nuestra historia. La mirada externa nos oblig a mejorar y por lo
tanto a crecer. Hoy contamos con nuevos edificios, carreras acreditadas,
personal de apoyo acadmico y docentes concursados, organigramas actualizados, incorporacin de nuevas tecnologas, bibliotecas cada vez ms
completas y modernas, institutos que cumplen su cometido de abrir las puertas a personas externas a la universidad, un Coro y una Orquesta que triunfan a nivel internacional, estudiantes mendocinos que ganan premios en el
exterior y cuntos mritos ms de una universidad que camina y crece a
pasos agigantados.
Mi entendimiento dice que vamos por buen camino, pero tambin me
seala que nos hemos olvidado de acciones que revitalizan las ctedras. Por
ejemplo, la invitacin que hicieron nuestros antecesores, por dos, tres o ms
meses, a catedrticos extranjeros a dictar, junto a los nuestros, diferentes
asignaturas. Volver a mirar la docencia es prioritario. Hay que tratar de
garantizar la calidad de los estudios universitarios, cada da con ms atencin. Los congresos, las jornadas y la exposicin de las investigaciones, se
hacen insuficientes. Necesitamos nuevos planes de estudio, pensando seriamente en un cambio creativo, que nos permita la renovacin y actualizacin metodolgica en la enseanza universitaria. La UNCuyo debe
proyectarse con una propuesta integral de mejora e innovacin en los procesos educativos, en el marco de las nuevas tecnologas relacionadas con la
innovacin educativa.
210
TESTIMONIOS
La proyeccin que tiene la Universidad no la podemos medir si se

piensa que cada estudiante nos representa en el mundo. Es por este motivo
que cada facultad no puede olvidar ciertos principios, que constituyen pilares, referidos al logro de:
una investigacin cientfica que genere nuevos conocimientos,
la formacin de profesionales libres y creativos,
la formacin de las mejores personas, comprometidas en la consecucin de la paz.
Estos tres principios se enmarcan en la necesidad de responder a las
funciones primarias de la Universidad: por un lado socializar y por el otro
convertirse en gestor cultural, cumpliendo con el rol de agente de desarrollo.
En este marco comenzamos un camino en 1939, que proseguimos al
cumplir 50 aos, que continuamos durante estos 20 aos ms y que se est
recorriendo en vistas a una educacin y un aprendizaje diferenciado para el
ao 2030. Esta fecha, establecida por el Centro de Estudios Prospectivos de
la UNCuyo, seala el lmite de inclusin de mltiples propuestas que intentan definir pautas que, tanto las autoridades de las instituciones como sus
miembros, deben tener presentes en el momento de discutir a qu facultad
se aspira para ese ao que pareciera an muy lejano. Estas propuestas que
apuntan a que pensemos las instituciones a futuro, las he subdivido en dos
grupos para poder sintetizarlas con holgura, aceptando que casi en su totalidad, estarn insertas en la sociedad, ya que el futuro es hoy.
En el primer grupo realc algunas palabras clave como son: sistema
de aprendizaje integrado de por vida, conocimiento accesible para todas las
edades, educacin individualizada, conocimiento y aprendizaje justo a tiempo, enseanza y aprendizaje virtual, simulaciones, evaluacin continua. Estas palabras sealan conceptos que obligan a pensar una nueva concepcin
de aprendizaje que implica las nociones de aprendizaje cooperativo, aprendizaje a partir de los errores, aprendizaje individual, permanente, grupal,
creativo y autoaprendizaje.
211
DE
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AOS
Sin duda, para alcanzar estas aspiraciones se necesita, por un lado,

un cambio en las polticas educativas, que deben poner el marco legislativo de una concepcin de aprendizaje diferente, y por otro, un trabajo sistemtico, consciente, por parte de la docencia, que apunte a una transformacin de la accin ulica.
El segundo grupo de propuestas est relacionado con el estudio del
funcionamiento de la inteligencia humana, el cerebro y su relacin con el
funcionamiento de las computadoras. Estos estudios ya han llevado a notables descubrimientos, a la creacin de modelos de funcionamiento y obligan
a que nos preguntemos qu ciudadano argentino en particular o del mundo en general queremos, porque, para implementar estas propuestas en el
2030 con consecuencias positivas, debemos empezar hoy a preparar a los
nios y a los jvenes los futuros adultos en una prctica consciente de
la humildad con un alto grado de autoestima. La pregunta que ahora surge
naturalmente es si podemos avanzar en esta lnea y desde dnde, porque
previamente debemos reconocer dnde nos encontramos.
De este conjunto maravilloso de propuestas, que seguramente se concretarn para algunos sectores poblacionales, y que aspiro a que mi Universidad las logre, encontramos hoy en Amrica Latina crticas muy profundas
surgidas de diversos trabajos de investigacin. El sealamiento de brechas
entre pobreza riqueza y saber ignorancia por un lado, por el otro, los
resultados de la prueba PISA muestran dos realidades muy preocupantes
. El rendimiento es pobre y actualmente tenemos la mayor diferencia entre
los mejores y los peores logros de nuestros alumnos. Por lo tanto, como
resumen: fracaso en los resultados acadmicos e inequidad.
La Universidad obtiene sus insumos de la sociedad. Investiga lo que la
sociedad demanda y propone lo que es capaz de leer en las necesidades de
sta. Por lo tanto, debe necesariamente realizar su devolucin y esa devolucin slo se hace a partir de una comunicacin fluida, de una autntica
interaccin. La Universidad debe propiciar un dilogo permanente, no puede permanecer en silencio ante las necesidades que sufre la sociedad en su
212
TESTIMONIOS
conjunto y que, como he sealado, se traducen en fracaso en los resultados

acadmicos e inequidad. Me angustio, entonces vuelvo a revisar el presente
y el pasado y me complazco en sealar unas palabras de la Clase Inaugural
del 16 de agosto de 1939, expuestas por Ricardo Rojas y que justifican el
ttulo de mi escrito:
Los que alcanzaron el conocimiento reciben misin de caridad y cura
de almas, para elevar moral y materialmente a sus hermanos menores,
porque la patria reposa en la solidaridad social y en la justicia.
213
Sobre la Universidad
Martha Pramo de Isleo*
Toda institucin atraviesa distintos perodos y ritmos en el proceso de

su desarrollo. En el caso de la Universidad Nacional de Cuyo, como universidad estatal, lleva, en mayor o menor medida, la impronta que marca la
poltica nacional. Tampoco es ajena a la sociedad de su tiempo, en la que
influye y que, a su vez, es influida. La cultura mendocina requiri de su
creacin y los egresados fueron ocupando posiciones lderes en sus ambientes. Nuestra Universidad tiene claros objetivos y lneas de misin establecidos en su estatuto.
Luego de esta introduccin aclaro que escribo desde mi condicin de
profesora extraordinaria en la categora de consulta, egresada de la carrera
de Historia de la Facultad de Filosofa y Letras, con el doctorado como ttulo
mximo. En esta facultad realic mi labor docente y de investigacin, y, en
sus claustros, han transcurrido cuarenta y siete aos de mi existencia. Expreso esto porque la Facultad y sus Institutos fueron fundantes en el momento de creacin de la universidad. Considero que la vida universitaria es
un camino y, en este caso, EL CAMINO ES LA META, Y CAMINAR ES LLEGAR, como
dice un proverbio hind.
* Profesora Emrita del la UNCuyo. Dra en Historia.

Decana de la Facultad de Educacin Elemental y Especial (19952002). Rectora de la Universidad Nacional de Cuyo (20022008). Miembro del Comit Ejecutivo del CIN (20062008)
y Presidenta de la Comisin Acadmica del mismo.
215
DE
CUYO 70
AOS
No hay mejor oportunidad para analizar y profundizar una temtica que cuando a uno le encomiendan una tarea como esta, de dar una
opinin meditada sobre estos primeros setenta aos de vida de la Universidad Nacional de Cuyo. Setenta aos que son pocos o muchos, segn la perspectiva que se tome. Se recorri un camino con las vicisitudes y circunstancias que conllevan los tiempos, que fueron de bonanza
algunos y otros no tanto.
Me interesa reflexionar sobre el armado del futuro desde un presente universitario. En este sentido participo de algunas ideas expresadas por el argentino Dr. Mario Bunge en su libro Las ciencias sociales
en discusin, que integra con otros ms de ochenta textos su bibliografa; de Ortega y Gasset en su escrito La Misin de la Universidad ,
del uruguayo Claudio Rama de la Unesco o de R. Atcon que, desde los
Estados Unidos, present sus crticas a las universidades latinoamericanas.
Estas personalidades, que se destacan por haber analizado y experimentado en el ser y el quehacer universitario, algunas veces coinciden y
en otras no, sobre algunos aspectos de la institucin. Me referir a aquellos decires que fundamentan mi opinin.
Observo, segn mi criterio, cierta disminucin en el nivel de excelencia que deben tener los estudios universitarios; se desestima la universalidad del conocimiento cientfico, se rehuye la discusin racional, no se acepta
la crtica serena y madura.
En el caso de las ciencias humanas y sociales, su estudio se desvirta cuando se intenta hacer pasar por ciencia en las investigaciones a las
ideologas, sea de izquierda, de centro o de derecha.
Si la cultura, si la construccin humana, la hacen los hombres, pienso
que a la construccin humana que es la Universidad se le dar forma segn los objetivos que se propongan y las acciones que lleven a cabo las
216
TESTIMONIOS
personas que la componen. La Universidad ser lo que los universitarios

autoridades, docentes, investigadores, estudiantes quieran que sea.
Ortega considera que pertenecer al mbito universitario constituye un
privilegio para todos los que estn dentro, y agrega que, en muchos casos
difcilmente justificable y sostenible por los r esultados tangibles fr ente al costo social. Sugiere que se separe la enseanza profesional de la
investigacin cientfica porque no hay duda que ser abogado, mdico o profesor de latn son cosas muy diferentes de ser jurista, fisilogo o fillogo,
aquellos son nombres de profesiones prcticas, estos son nombres de ejercicios puramente cientficos.
Por otro lado, es partidario de que en la universidad, en todas sus
reas se imparta cultura general, llamando as a los conocimientos cultos que se supone debe tener un egresado universitario. Cierto es que
investigacin y docencia universitaria se han unido argumentando su
complementariedad. Aunque, por mi experiencia, no todo docente es investigador per se ni todo investigador tiene preparacin, capacidad y vocacin docente.
Siendo formada en disciplinas humanas, pienso que la Universidad
debe transmitir la proposicin tica de que una vida dedicada al descubrimiento y transmisin del saber y de nuevas y renovadas verdades, es bien
vivida, an si resulta no ser justa su retribucin econmica.
La Universidad debe ser el mbito en donde se pueda leer, hablar,
compartir ideas y proyectos sobre lo que se estudia, facilitar crticas constructivas, formulando aquellas preguntas que nos dan la conciencia de lo
mucho que no sabemos, lugar de convivencia, de relacin humana activa
en la que se enriquece el propio ser.
No se si la Universidad est preparada o se prepara para enfrentar
los desafos de la etapa que se cumplir en el siglo XXI, si estar a tono
con la globalizacin, con la mercantilizacin de los saberes, con la
217
DE
CUYO 70
AOS
teleeducacin, con las universidades virtuales o globales. Se percibe lo que

ya no tiene, que es el monopolio de la transmisin del saber, de la
profesionalizacin que se ha transferido o se est transfiriendo a otras
redes sociales.
Si esto se da as, como creo que el futuro se encuentra implcito en el
presente, la Universidad adquiere una mayor responsabilidad frente a s
misma y a la sociedad. Si hoy ya se ha superado la idea de que el egresado
es un producto acabado, dada la velocidad con que se realizan los avances
cientficos, tecnolgicos y los cambios sociales, el dar y recibir actualizacin
permanente en metodologas y conocimientos es una obligacin universitaria ineludible. En esto le va la razn de su ser y quehacer.
En este sentido, la lnea de accin de la Universidad Nacional de
Cuyo del siglo XXI debiera poner especial nfasis creo yo en la calidad y
excelencia de los llamados estudios de posgrado. De tanta importancia es el
compromiso que guarda la Universidad con sus estudiantes como el que
tiene con sus egresados. El escaln del posgrado en la Universidad es la
proyeccin ms importante y calificada y de alto nivel de exigencia. Y en l
se medir la excelencia de la Universidad.
Para concluir: he pertenecido a una comunidad universitaria de la que
an me siento solidaria, responsable y comprometida y celebro sus primeros
setenta aos.
218
Recuerdos de la Universidad Nacional de Cuyo y mi visin

sobre la misma en ste aniversario de su creacin
Dr. Isaac Hilario Rivero*
He recibido los beneficios de la creacin, el desarrollo y el progreso de la

Universidad Nacional de Cuyo desde mi niez y hasta la actualidad. La
intencin del presente artculo es brindar testimonio y opiniones sobre la
evolucin de la UNCuyo, en la que actu como alumno, como docente y
como funcionario, en diversas pocas de mi vida.
Soy hijo de inmigrantes espaoles que slo podan pretender la educacin de sus hijos en instituciones gratuitas. Tres aos despus de la creacin
de nuestra Universidad, en 1942 cuando slo tena 9 aos, comenc a
concurrir a una de las instituciones que la constituyeron desde el principio, el
Conservatorio Nacional de Msica que diriga el maestro Julio Perceval.
Curs all durante pocos aos. Aunque me interesaba la msica, obviamente
no tena el talento prometedor para continuar los estudios de ejecucin musical.
El inters por el desarrollo de las humanidades que distingui desde
sus inicios a esta Universidad, impuls la llegada a Mendoza de notables
celebridades de otros pases, para que actuaran como docentes en nuestro
medio. La Facultad de Filosofa y Letras y el Conservatorio eran, entre
otras instituciones de la joven universidad, centro de atencin de todos los
que queran acceder a una buena educacin en Mendoza. El Conservatorio
* Profesor Emrito de la UNCuyo.

Decano de la Facultad de Ciencias Mdicas (19941996).
219
DE
CUYO 70
AOS
y las incipientes Facultades y Escuelas seran despus los grmenes de las

diversas ramas de las humanidades, de las ciencias y de las artes que influyeron notablemente en la expansin espiritual, profesional y artstica que se
ha desarrollado en la regin. Aquel in spiritus remigio vita del escudo de la
Institucin resume la intencin fundante que ha sido, de diversas maneras y
a lo largo del tiempo, la base del impacto que ha tenido la UNCuyo.
Despus de terminar mis estudios primarios en 1946 y cuando tena 13
aos aprob los exmenes de ingreso de la Escuela de Comercio Martn
Zapata, cuando ya nuestra universidad haba ampliado su inters hacia la
formacin preuniversitaria, administrando varias escuelas secundarias. All
obtuve mi ttulo secundario, en 1951. Inmediatamente despus, ingres a la
planta del personal de la UNCuyo como preceptor de la escuela, oportunidad que se ofreca, en aquellos aos, a los mejores egresados.
Para entonces, la UNCuyo haba expandido su prestigio y su influencia en Cuyo, basada en su permanente preocupacin por la formacin seria
de los profesionales que necesitaba la regin y en un manifiesto deseo de
excelencia. En 1951 se cre la Facultad de Ciencias Mdicas de la UNCuyo.
All cursaba un primer limitado grupo de estudiantes seleccionados mediante rigurosos exmenes. Se abri as, para m, la oportunidad de acceder a
estudios de Medicina, siguiendo mi inters vocacional, sin necesidad de trasladarme a vivir en otro lugar del pas.
En 1952 ingres a esa Facultad, en la que fueron contratados como
docentes destacados mdicos locales y distinguidos mdicos investigadores
de otros lugares del pas y del exterior. Mientras trabajaba como preceptor
de la Escuela de Comercio en el turno noche, estudiaba de da en la exigente
pero acogedora atmsfera de la Facultad de Medicina, en la que me gradu
en 1959.
Por sugerencia del doctor Rodolfo Muratorio Posse, entonces Profesor de Medicina Interna de nuestra Facultad, obtuve una beca interna de
iniciacin en la investigacin del CONICET para realizar estudios de posgrado
220
TESTIMONIOS
en el Instituto de Investigaciones Mdicas de la Universidad de Buenos

Aires (entre 1959 y 1962) y despus una beca externa de CONICET para
continuar mi formacin como mdico inmunlogo en New York (entre 1962
y 1965). A mi regreso, la Facultad me design docente con dedicacin exclusiva y CONICET me otorg un subsidio con el que inici las actividades
de lo que despus sera el Instituto de Inmunologa de la Facultad y el lugar
de formacin de numerosos mdicos inmunlogos para la regin.
Durante 1967 fui Secretario Acadmico de la UNCuyo. Me ocup en
esa poca de la creacin de la Comisin de Apoyo y Promocin de la Investigacin (CAPI) y de la adecuacin de las cuestiones administrativas y acadmicas a la ley universitaria 17245. Mientras hice la experiencia de gestin, dej para la Universidad una serie de normas para mantener los principios bsicos de la vida acadmica, asegurando libertad individual, seriedad
intelectual, exigencia acadmica individual e institucional, responsabilidad
individual y social. A fines de 1968 obtuve el ttulo de Doctor en Medicina
en nuestra Facultad de Ciencias Mdicas.
El peso de la UNCuyo en el medio era cada vez ms evidente, a pesar
del influjo de las alternativas polticas del pas y de la regin. Esta Institucin, que dio frutos desde el comienzo, continuaba dndolos en los ms
diversos campos del saber y de las artes, siempre con espritu de progreso y
de actualizacin, siempre con rigor y exigencia, con nimo de llegar cada
vez ms eficientemente a todos los mbitos y niveles de la sociedad. Mientras tanto, la UNCuyo haba continuado su expansin y definicin fsica y
geogrfica, mediante la instalacin (a veces pionera y heroica) en el nuevo
campus. A esta definicin contribuy la separacin de las universidades
nacionales de San Juan y de San Luis.
Continuaron despus, ya en la dcada de 1970, pocas difciles para
todo el pas y tambin para todas las universidades. El contexto poltico
nacional influy en sta como en todas las universidades oficiales. En 1973
concurs y gan mi cargo de Profesor Adjunto de Clnica Mdica. En 1976
fui convocado para crear el Consejo de Investigaciones de la Universidad
221
DE
CUYO 70
AOS
(CIUNC) sobre la base de la CAPI, tarea a la que dediqu un ao, dejando

en marcha toda la estructura administrativa para la promocin de la investigacin en la UNCuyo, como becas, subsidios, cursos de apoyo a investigadores, reuniones anuales de presentacin de trabajos de investigacin de
todas las Facultades, con sus correspondientes resmenes y difusin. Realic esta tarea con la profunda conviccin de que, de esta forma, contribua
a definir claramente el papel de la investigacin en la Universidad y la idea
de que la Universidad es el mbito natural de la investigacin, sin negar que
tambin debieran alentarse lugares exclusivos de investigacin fuera de las
universidades.
En la dcada de 1980, continu mi tarea de docente mdico e investigador en la Facultad de Ciencias Mdicas. En 1988 concurs y gan el
cargo de Profesor Titular de Clnica Mdica. En esta dcada se manifest
claramente en el pas una tendencia mundial: el inters del acceso a los
estudios superiores de grandes masas de jvenes.
Nuestra Universidad acept este reto con la expansin de matrculas
y la multiplicacin de unidades docentes y de ttulos que respondieran a los
deseos de numerosos grupos de estudiantes. Se intent congeniar la produccin de los profesionales que necesitaba la regin con las posibilidades
de trabajo para quienes se graduaran en las debidas condiciones. Tarea muy
difcil, que las autoridades de la poca sortearon con las ms diversas adecuaciones institucionales, intentando salvar los principios de calidad acadmica, para asegurar las competencias de sus graduados. Esta adecuacin
no dej de tener riesgos, que se salvaron a veces slo parcialmente: el riesgo de liberalizar los prerequisitos para la admisin en los estudios superiores, la adecuacin costosa y no siempre conseguida de recursos pedaggicos para la educacin universitaria de grandes masas, el riesgo de empobrecimiento de los niveles de exigencia que deben tener las evaluaciones para
asegurar la adquisicin de las competencias de egreso, el desgaste de un
cuerpo docente sobreexigido y mal pagado, el riesgo de un descenso de
todos los niveles de la vida acadmica.
222
TESTIMONIOS
No puede negarse que nuestra Universidad se esforz por responder

a estos difciles retos de los 80. Mientras tanto, se fue incrementando en el
pas la tendencia a la aparicin de instituciones privadas de enseanza superior, constituyendo un variable espectro de diversa calidad y tendencias. Las
universidades estatales han tenido el deber de mantenerse abiertas a la pluralidad que caracteriza a nuestro pas y deben seguir hacindolo, al margen
de toda faccin o partido.
Los numerosos cambios que sufri la educacin argentina en los aos
anteriores se acompaaron en los aos 90 con la tendencia de las instituciones educativas de nivel superior a la autoevaluacin y a la evaluacin externa. Nuestra universidad se adscribi a ellas, anticipndose a otras instituciones. Estos recursos, seriamente introspectivo uno y valientemente abierto el
otro, beneficiaron indudablemente a la UNCuyo. La instalacin de la Comisin Nacional de Evaluacin Universitaria (CONEAU) y la posterior instauracin oficial de mecanismos de evaluacin para la certificacin de carreras de diversas facultades contribuy a acentuar estas tendencias y benefici tambin a nuestra universidad. El programa de subsidios concursados para el mejoramiento educativo (FOMEC), instaurado por el Ministerio
de Educacin de la Nacin, encontr a la UNCuyo en muy buenas condiciones para sacar ventajas de la iniciativa. Varias facultades de nuestra universidad participaron y ganaron apreciable cantidad de proyectos de mejoramiento de la calidad educativa.
En esta dcada se materializ una vez ms el mejoramiento de las
bibliotecas de la UNCuyo, riqusimo arsenal de informacin en soportes
convencionales, que se haba logrado con inmenso y prolongado esfuerzo en
la regin. El principal avance vino acompaado por la llegada de informacin por vas electrnicas, que puso al alcance de todos una inmensa biblioteca universal. Esta maravillosa novedad ha ido ganando espacio en nuestras bibliotecas, universalizando el acceso al conocimiento. La tecnologa
electrnica de la informacin nos ha provisto de este fabuloso nuevo recurso para el aprendizaje, que se suma a los convencionales, dndoles dimensiones de extensin inimaginable anteriormente.
223
DE
CUYO 70
AOS
Sealemos, sin embargo, que el uso desmedido o descontrolado de

Internet tiene el riesgo de cortar el necesario encuentro entre los docentes y
los alumnos ineludible en la buena educacin universitaria. El uso no supervisado de la informacin electrnica tiene tambin el riesgo de la
superficializacin del conocimiento, la falta de rigor, y hasta, en algunas
circunstancias, la imprecisin o el error. Quienes estbamos acostumbrados
a la informacin en soportes convencionales nos hemos visto enriquecidos
notablemente por el enorme avance de los recursos de la tecnologa informtica, pero nos preguntamos si nuestros alumnos, muchas veces
navegadores desprevenidos, verdaderamente recurren a los sitios que aseguran el nivel de alta exigencia que tiene la formacin acadmica universitaria. Es tarea de los docentes ensearles a descartar la abundante hojarasca de Internet para que accedan al material de alto nivel acadmico que
afortunadamente se esconde en la red, si se sabe buscar. Riesgos an mayores se dan con el uso de los medios de informacin electrnica para la
educacin a distancia. Esta moderna y riqusima metodologa exige esmerada preparacin tcnica y meditada y laboriosa programacin y ejecucin,
para asegurar encuentros aislados de alta profundidad y eficiencia entre
docentes y alumnos, as como una cuidadosa evaluacin.
En esta dcada se inici, adems, para los docentes que hacan investigacin en nuestra Universidad, el programa de ingreso y permanencia en
un sistema de categorizacin que, desde entonces, les permite obtener mejores sueldos, de acuerdo a su rendimiento. El sistema, tampoco est exento
de riesgos. Aparece como un vlido recurso para acentuar el necesario
nivel cientfico de la docencia superior y la promocin de la investigacin en
la Universidad, a condicin de que las evaluaciones posean el rigor cientfico indispensable en el nivel universitario.
Entre los numerosos cambios educativos en el pas, la Ley de Educacin de los 90 puso a la UNCuyo en la disyuntiva de cambiar la organizacin
de los estudios secundarios que estaban a su cargo, llevndolos a una organizacin engorrosa que haba fracasado en otros lugares del mundo. Por
otro lado, en esta dcada comenz a notarse en todo el mundo, tambin en
224
TESTIMONIOS
nuestro pas y en nuestro medio, un descenso en la preparacin de los

egresados de los niveles de educacin primaria y secundaria, con lo que se
haca an ms difcil el intento de mantener las exigencias en el nivel superior. Estamos ahora, en la primera dcada del 2000, abocados a otra reforma de la organizacin de los estudios secundarios en todo el pas. Esperemos que la adecuacin a la nueva Ley de Educacin d lugar a un esquema
ms razonable y til, para evitar otros fracasos en la educacin primaria y
secundaria, dado que estos niveles son tan importantes como base para la
vida de los individuos, para el mantenimiento de la calidad de las universidades argentinas y para el destino de la sociedad toda.
Por otra parte, en los 90, se ha ampliado en nuestro pas la tendencia a
que los graduados universitarios participen en posgrados que les permitan
continuar en la vida acadmica, afianzando los conocimientos necesarios
para el desarrollo de sus actividades profesionales o para profundizar los
conocimientos de algunas reas de su inters o del rea del conocimiento
que cultivan. Esta tendencia a generalizar la formacin sistemtica de
posgrado con ttulos de especializacin, licenciaturas, maestras, y doctorados responde, en algunos casos, a la necesidad de cubrir lagunas del grado
y, en otras, a exigencias personales, vocacionales o legales de responsabilidad profesional. Reconociendo que es lgico que esa tarea se desarrolle en
el mbito universitario, los posgrados encierran tambin para el mbito universitario, el riesgo de una expansin, a veces innecesaria, de diplomaturas
basada en un excesivo inters econmico de las instituciones y/o de los
docentes por cuanto son mayoritariamente arancelados. Por estas mismas
razones, o por otras, existe adems el riesgo de trivializar los estudios y
despojarlos del rigor y la exigencia propias del nivel universitario. Aadamos
que algunos docentes podran preferir el posgrado, reduciendo el tiempo y el
esfuerzo que dedican al nivel de grado.
Entre 1994 y 1996 fui Decano de la Facultad de Ciencias Mdicas y
me aboqu, despus del correspondiente estudio de diagnstico de la Institucin, a continuar los ajustes que haba iniciado el Decano anterior Dr.
Alberto Binia para establecer un sistema de seleccin para la admisin al
225
DE
CUYO 70
AOS
grado que asegurara que los aspirantes tuvieran los prerequisitos conceptuales para la carrera y contemplara las posibilidades reales de brindar atencin adecuada a todos los ingresantes. La complejidad que involucraba la
enseanza clsica de la Medicina, con su enorme caudal de conocimientos
en constante evolucin y crecimiento, impona la necesidad de actualizar los
mtodos de enseanzaaprendizaje y de revisar minuciosamente el currculum de la carrera, que haba crecido excesivamente. El planteo de esta
problemtica fue encarado durante mi Decanato, con la conviccin de la
necesidad de un cambio rotundo, para lo cual se hicieron algunas experiencias pedaggicas, con asesoramiento de especialistas de la Escuela de Medicina de Harvard. Los cambios de fondo, proyectados minuciosamente se
materializaron desde el ciclo 1997, durante el decanato del Dr. Enrique
Guntsche. En el ao 1999 ces en mis funciones docentes en el nivel de
grado y desde 2000 fui designado Profesor Emrito de nuestra Universidad.
He intentado describir mis recuerdos y mis consideraciones, basndome en diversas pocas en las que actu en la Universidad. Me he permitido
hacer algunas consideraciones que revelan mi visin sobre la UNCuyo y
sobre lo que interpreto como algunos riesgos en el desarrollo de la misma.
Slo universidades serias enfrentan esta compleja conjuncin de problemas
y los resuelven armoniosamente. La UNCuyo ha desarrollado siempre polticas adecuadas para responder a numerosos retos acadmicos y socio
culturales, sin descuidar las necesidades reales de la comunidad. Una gran
variedad de recursos, le han permitido progresar y mantener su prestigio,
tanto que hay claramente en nuestra sociedad un antes y un despus de la
creacin de la UNCuyo.
Considero que los 70 aos de existencia de esta Institucin deben celebrarse, no slo por su influencia sobre las personas individuales que pasaron por ella, sino tambin por los evidentes cambios sociales que produjo.
De nuestra Universidad nunca pudo decirse que es una torre de marfil.
Gracias a la Universidad se expandi el nivel de clases sociales que accedieron a la Educacin Superior y al nivel profesional. Estos avances han
sido beneficiosos para un pas como el nuestro, donde la educacin gratuita
226
TESTIMONIOS
ha tenido tanta importancia en el progreso social, cultural y econmico de la

poblacin, aunque an hoy persistan, lamentablemente, numerosas reas de
pobreza y subdesarrollo.
Por todo lo que he mencionado, aplaudo y deseo que se mantengan
en nuestra Universidad el rigor y las exigencias acadmicas que aseguren
que siga obtenindose la formacin de los buenos profesionales que la
regin necesita, la seriedad en la investigacin, el desarrollo de una
pretenciosa accin artstica y cultural y la exigencia de tan refinada conciencia social como requieren los tiempos actuales, sin banderas ni partidismos de ninguna clase.
227
La Universidad Nacional de Cuyo

a 70 aos de su fundacin
Humberto Podetti1
Las muchas jornadas vividas en la Universidad Nacional de Cuyo en

los ltimos aos me han hecho admirar su compromiso con el conocimiento,
en todas sus manifestaciones, desde las ciencias duras y las ciencias biolgicas y naturales, hasta las ciencias humansticas, el arte y la cultura. Su
ambiente acadmico, abierto y plural, propicia el dilogo. Es una Universidad con races profundas en la vasta comunidad cuyana, a la que sirve y en
activa comunicacin con muchas otras universidades argentinas y americanas, interactuando en dilogo abierto e igualitario con el mundo. En ese
sentido y recordando aquella memorable conversacin entre Cortzar y
Argedas acerca de la literatura americana, la UNCuyo ha logrado ser, a un
mismo tiempo, pjaro y rbol.
Son particularmente significativos el trabajo de la Universidad Nacional de Cuyo para el desarrollo de redes universitarias, el compromiso con la
formacin del estado continental sudamericano, el desarrollo de sus ingenieras y ciencias agrarias, mdicas y econmicas, la fsica e ingeniera atmica, la riqueza de su trabajo en orden a la filosofa y al pensamiento latinoamericano, su Editorial y su enseanza de las artes y la msica.
* Husped de Honor y Representante Acadmico de la UNCuyo en Buenos Aires.

Miembro del Foro de Juristas del MERCOSUR, de la Asociacin Argentina de Derecho
Comparado, del Instituto de Derecho de la Integracin del Colegio de Abogados de Buenos
Aires, del Instituto de Integracin Latinoamericana.
229
DE
CUYO 70
AOS
Considerando su rica trayectoria en los setenta aos que han transcurrido desde su fundacin, me parece valioso recordar algunos hitos que constituyen slidos cimientos de su futuro: la Fundacin de la Universidad, el
Rectorado de Ireneo Fernando Cruz, la Fundacin del Instituto de Fsica y
de la Carrera de Ingeniera Nuclear en asociacin con la Comisin Nacional
de Energa Atmica, la exportacin del Reactor Nuclear OPAL a Australia
y la Fundacin de la Asociacin de Universidades Surandinas.
La fundacin de la Universidad en 1939 signific una afirmacin de la
poltica de expansin de la frontera universitaria argentina, continuando la
magnfica tradicin de la poca colonial, en la que se fundaron 25 universidades en la Amrica hispana, diferencindose de la Amrica portuguesa, en
la que no se fund ninguna hasta despus de la Independencia. De este
modo, la fundacin de la UNCuyo continu una tradicin de casi cinco siglos de constante expansin de la Educacin Superior. El Acta de la Fundacin puso a la Universidad bajo el paradigma sanmartiniano y, por lo tanto,
del movimiento independentista americano: la necesidad y la gloria de fundar y dirigir centros de altos estudios es de igual naturaleza que la de formar
el Ejrcito de los Andes y dar libertad a medio continente. Nos dice San
Martn, desde el Acta de Fundacin: Ningn hombre nacido en nuestra
tierra debe tener a menos o creer que hace sacrificio viniendo a esta ciudad
excelente a fundar los estudios, hasta que ellos puedan marchar por s solos,
bajo la direccin de otros directores que se formen, pues que as todo buen
paisano trabajara por su gloria y por el beneficio de la Patria, como tantos
militares y otros hombres de mrito que me acompaaron en la empresa de
formar el Ejrcito de los Andes.
El rumbo que adopt la UNCuyo a partir del Rectorado de Ireneo
Cruz, defini su perfil definitivo, asociando estrechamente humanismo y
tcnica en la misin de una universidad abierta a todos, que afirma el
destino social de la cultura y compromete sus esfuerzos de investigacin en el desarrollo de la industria y el comer cio regional, sin perder
de vista el carcter universal del conocimiento. A esos precisos criterios
en cuanto a la misin de la Universidad, tambin debe destacarse su visin
230
TESTIMONIOS
de la Amrica que habla castellano y portugus como el espacio pr opio, al que todos pertenecemos y cuya vertebracin est pendiente pero
prometida. Cuando Cruz program el Primer Congreso Nacional de Filosofa en 1949, defini desde el origen que a un congreso nacional deban
ser invitados todos los pases hispanoamericanos y Brasil. Posteriormente
el Congreso se convirti en una conferencia internacional, probablemente
un hito en la historia de la filosofa mundial, pero es consubstancial a la
Universidad Nacional de Cuyo a partir del rectorado de Cruz la idea de
que si necesitamos reunirnos para ver el estado de la Filosofa, el espacio no es el mendocino, ni el cuyano, ni el argentino, sino el latinoamericano. Por otra parte, el carcter universal del rumbo adoptado por Cruz
puede verse claramente en las palabras del insigne filsofo alemn
Gadamer, al regresar a Europa luego de su participacin en el Primer
Congreso Nacional de Filosofa:
[] he aqu la causa (el dilogo reanudado entre los filsofos del
mundo en Mendoza) de nuestra honda impresin acerca de la franca
disposicin del pensami ento argentino para contribui r al estudio de
la problemtica filosfica de nuestro tiempo, hecho que se perfil aba
claramente ante el concurso mundial de este congreso.
Tambin fue un hito de profunda significacin para la enseanza superior argentina la Fundacin del Instituto de Fsica, origen del Instituto Balseiro,
en 1955, mediante un convenio de la Universidad Nacional de Cuyo con la
Comisin Nacional de Energa Atmica. Este hito tuvo su continuacin en la
incorporacin en 1977 de la carrera en Ingeniera Nuclear. La decisin de la
Universidad Nacional de Cuyo de fundar el que es hoy uno de los centros de
fsica y energa nuclear ms importantes de nuestra Amrica es consecuencia de la poltica de la Universidad: investigacin, aplicacin, desarrollo de
tecnologa, desarrollo industrial exportable de alta tecnologa.
Otro hecho trascendente, fruto de las polticas acadmicas e
institucionales de la Universidad, fue la puesta en marcha en 2006, en
Sydney, del Reactor Nuclear OPAL, construido por INVAP, empresa
231
DE
CUYO 70
AOS
provincial rionegrina en la que trabajan numerosos egresados del Instituto Balseiro, para la Agencia de Ciencia y Tecnologa Nuclear de
Australia (ACTNA). La construccin del reactor fue objeto de una licitacin internacional en la que la oferta de INVAP se impuso a las de las
compaas transnacionales ms importantes del mundo en energa nuclear. El Reactor fue calificado por la ACTNA, como uno de los tres ms
eficientes del mundo en suministro de neutrones. Su equipamiento perifrico le permite ser simultneamente un laboratorio de investigacin en
ciencia de materiales y una fbrica de radioistopos mdicos e industriales capaz de abastecer a todo el sudeste asitico. A la fecha es el
reactor ms complejo y moderno del mundo y la mayor exportacin de
tecnologa llave en mano de la historia argentina.
Por ltimo, otro hecho de enorme trascendencia ha sido la fundacin
en 2009 de la Asociacin de Universidades Surandinas, que supone la
afirmacin y la riqueza del trabajo universitario en red, multiplicando las
posibilidades y las capacidades de cada una de las casas de altos estudios
involucradas. El camino recin iniciado seguramente incrementar la potencia de cada uno de sus miembros para enfrentar exitosamente los difciles pero apasionantes tiempos que nos propone el Siglo XXI.
En efecto, en un momento excepcional por los desafos y las oportunidades que presenta y ofrece la crisis global, donde es necesario definir
nuevos rumbos para el mundo, percibo a la UNCuyo en una direccin
firme y sostenida de mantenimiento de su compromiso con la enseanza,
la investigacin y el desarrollo, proyectndose en la regin, en toda Amrica y en el mundo. Esa direccin y la potencialidad que le agrega su
decidido apoyo a las redes universitarias, impulsan a la UNCuyo a una
posicin de liderazgo compartido en la vasta regin andina y en toda Amrica Latina. Su situacin geogrfica, su historia y sus fortalezas la colocan
a una situacin semejante a la que tuvieron otras notables universidades,
como las de Bolonia en el siglo XII o la de Salamanca en el siglo XVI y
sus aportes en todos los campos del conocimiento humano pueden ser tan
significativos como las de aqullas.
232
TESTIMONIOS
En esa direccin, la Universidad debe mantener una relacin profunda

con su geografa y su historia y, a partir de ellas, con el mundo y el futuro. Su
rol como institucin del conocimiento es la autenticidad, que slo otorgan los
supuestos geoculturales e histricos, requisitos de la universalidad, a la que
slo se accede desde la mediacin de una particularidad. La valorizacin de
la multiplicidad cultural de Amrica, ya no como tolerancia entre lo que es
diverso sino comprendiendo como riqueza invalorable las diferencias de
nuestras culturas, cualquiera sea el tiempo en que llegaron a Amrica o en
el que se desarrollaron en ella, constituye uno de los roles esenciales de la
Universidad. Simultneamente debe valorar tambin en toda su inmensa
significacin lo que compartimos: las lenguas castellana y portuguesa, ya
transculturales y por tanto americanas, la historia comn desde que los primeros habitantes cruzaron el estrecho de Bering o desembarcaron en nuestras costas, la cultura indoiberoafroamericana, el derecho comn de tres
siglos, el ideario del movimiento independentista y del pensamiento latinoamericano en general.
Sobre esos ejes, la Universidad debe proponerse el crecimiento constante de la capacidad de pensar y pensarse desde la regin y desde
Sudamrica, porque en todos los rdenes del conocimiento, humanstico o
tcnico, el espacio desde el cual se piensa es relevante para el resultado.
Algunos aspectos en los que creo necesario poner nfasis son:
a) el intercambio docente y estudiantil, que debe multiplicarse intensamente con todas las universidades de Amrica Latina, para lo cual es
necesario requerir al Estado nacional, los Estados provinciales y las
empresas privadas inversiones suficientes para financiarlo, con estmulos atractivos para estudiantes de todo el continente;
b) el desarrollo de tecnologa y registro de patentes, que debe convertirse en motor de una industrializacin sustentable para Mendoza y la
regin andina, con una adecuada proteccin de la naturaleza y equidad social, y en la que la base sea la creciente incorporacin de conocimiento en todos los aspectos de la produccin.
233
DE
CUYO 70
AOS
c) el estmulo de las redes intelectuales en Argentina y Amrica Latina,

en todas las reas humansticas y cientficas;
d) la profundizacin de la poltica de asociacin entre universidades;
e) la profundizacin del compromiso con el pensamiento latinoamericano en todas sus reas.
f) la planificacin del desarrollo de la estructura necesaria para el proceso de integracin de Amrica: currculas universitarias comunes,
derecho pblico y privado comn, plan de infraestructura comn (redes viales, ferroviarias, elctricas, etc.), investigacin y desarrollo de
patentes en comn, etc.
234
Universidad. 70 aos
Norma Fscolo*
Fines de la dcada del 50, dcada del 60

Inici mi carrera en la Facultad de filosofa en el ao 1956. Mi paso
por las aulas de la Facultad de Filosofa y Letras est poblado de recuerdos
gratos de un clima de pluralidad, libertad y apertura. Recuerdo las aulas,
pobladas de pjaros y jardines, que decoraban las paredes de la casa de la
Facultad de calle Las Heras, sus gruesas puertas interiores de madera a dos
batientes que nunca cerraban. Recuerdo la emocin casi religiosa con que
escuchbamos las clases magistrales y los debates que las seguan. Las
largas bibliografas que debamos preparar para los exmenes, material que,
sin embargo, estaban siempre al alcance de los pocos estudiantes que conformbamos un curso.
A nuestros profesores mendocinos o radicados en Mendoza, se agregaba un importante nmero de profesores provenientes de San Juan, La
Plata, Crdoba, Tucumn, Buenos Aires. Ellos hacan torturantes viajes en
mnibus desde sus provincias para asistir a las clases semanales o quincenales que nos dictaban en Mendoza.
* Profesora Emrita de la UNCuyo.

Se desempe como Profesora de la Fac. de Ciencias Polticas y Sociales en las ctedras de
tica Profesional y Filosofa Social y Poltica. Actualmente integra el Comit Acadmico del
Doctorado de la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales.
235
DE
CUYO 70
AOS
Accedamos as a un variado abanico de posturas filosficas:

fenomenlogos, existencialistas, marxistas, tomistas, espiritualistas. Los reuna sin embargo, en esta atmsfera pluralista, una dedicacin fervorosa a
la docencia y al estudio y, sobre todo, el respeto, no sin chanzas y socarronera ocasionales, por aquellos cuya postura filosfica no se comparta. Recibamos permanentemente el acompaamiento de nuestros profesores y su
aliento, que a algunos nos permiti, con su consejo, proseguir nuestros estudios en universidades extranjeras, buscando nuevas ideas y conocimientos.
El estudio era intenso, pero tambin lo era la militancia estudiantil. En
esta poca se consolidaron los centros de estudiantes que tenan activa participacin en los asuntos gremiales y en la poltica universitaria.
La dcada del 70
La historia de la Universidad en la Argentina ha estado casi siempre
ligada a los procesos polticos. Y en muchos casos, sobre todo cuando han
existido gobiernos autoritarios, la Universidad no ha salido ganando.
En esta dcada, la Universidad de Cuyo slo creci en ladrillos pues
se construy y habilit el Centro Universitario.
Personalmente, no puedo menos que recordar con profundo pesar los
sucesos de esta dcada, marcada por la intolerancia y la violencia. No fue la
primera incursin del poder totalitario en las aulas universitarias, pero sta
afect notablemente a la Universidad Nacional de Cuyo.
Las condiciones polticas mundiales y latinoamericanas convocaban
a los estudiantes que solicitaban reformas de los estudios, como parte de
los cambios que propiciaban para el pas y la regin latinoamericana. Sigilosamente, cuando la Universidad estaba analizando esta situacin y preguntndose por su papel frente a ella, proyectando cambios pedaggicos y
de poltica universitaria, se levantaron vientos de intolerancia de los que la
Universidad no pudo ponerse a salvo. En 1975, decenas de profesores y
236
TESTIMONIOS
alumnos fueron excluidos de las aulas. Cierres perimetrales, corrientes de

pensamiento y libros prohibidos y, poco ms tarde, disciplinas prohibidas y
carreras eliminadas. Pero esto no fue ms que el anticipo de la violencia
homicida que se abati sobre toda la sociedad argentina con el golpe militar del 76.
Vidas irrecuperables, las que fueron segadas. Pero tambin investigadores y docentes irrecuperables que, luego de una decena de aos de exilio,
no volvieron a esta Universidad al no encontrar en ella la oportunidad generosa para que dejaran sus pases de exilio forzado.
Las dcadas del 80 y 90
No fue fcil poner de nuevo en pie a la Universidad. Era cuestin de
levantarla, democratizarla y consolidarla. Se recuper la autonoma, se crearon nuevas Facultades. La prctica de los concursos para la provisin de
ctedras cerr la puerta a la improvisacin y el favoritismo.
La Universidad se democratiz, permitiendo el acceso a los estudios a
jvenes de clases ms desfavorecidas. Ya no se trataba de la Universidad
para pocos, para una elite destinada a la dirigencia, sino de una Universidad
que buscaba formar ciudadanos conscientes y activos, y profesionales responsables.
Paulatinamente vimos un enorme crecimiento del alumnado, lo que
constituy un desafo a las prcticas pedaggicas. No fue fcil ensear en
aulas superpobladas, con un nmero insuficiente de docentes, carencias
edilicias, bibliogrficas, etc. Los docentes hubiramos deseado poder acompaar mejor a cada estudiante en su experiencia de apropiacin del conocimiento, en su bsqueda personal.
A pesar de ello, la Universidad de Cuyo supo ponerse a salvo de la
mercantilizacin del conocimiento y la privatizacin de los saberes, que fueron prcticas propiciadas por el poder econmico: una racionalidad mercan237
DE
CUYO 70
AOS
tilista e instrumental, la cual lleg a condicionar la racionalidad poltica y

cuyos efectos deteriorantes de los lazos sociales pudieron comprobarse al
final de la dcada de los 90. Innumerables fueron las investigaciones producidas en la universidad en este perodo que mostraban y explicaban las situaciones de pobreza, marginalidad y exclusin a las que se haba llegado.
El presente
Hoy, nuestra Universidad sigue siendo fiel a los valores con que fue
concebida la universidad argentina: su carcter de pblica, la gratuidad de la
enseanza, el pluralismo ideolgico, su autonoma de los poderes, sean estos
econmicos, polticos, tecnolgicos. Ha continuado sin pausa formando excelentes profesionales sin renunciar a su misin de produccin de conocimientos.
Resaltara, en este sentido, cuatro importantes seales del crecimiento
acaecido en estos ltimos aos.
La promocin de la investigacin, tarea irrenunciable de la Universidad. El sistema de promocin de la investigacin se ha puesto de relieve,
fomentado y organizado la investigacin, apoyando proyectos en torno a los
cuales se han consolidado importantes equipos de investigadores. Proyectos que, en buena cantidad, buscan responder a problemticas y necesidades sociales.
El desarrollo de los posgrados dirigidos al perfeccionamiento de los
graduados, ya sea a travs de la actualizacin de los saberes tericos, ya
sea a travs de la apropiacin de nuevas competencias profesionales.
La conformacin de equipos interdisciplinarios en proyectos con directa incidencia y en cooperacin con la sociedad, como por ejemplo, el
PLAN DE SEGURIDAD, el de USO DEL SUELO, etc. E iniciativas destinadas a proporcionar conocimientos especficos a actores sociales: fuerzas policiales,
pequeos emprendedores.
238
TESTIMONIOS
La ampliacin de las posibilidades de acceso y permanencia en la

Universidad mediante el aumento de las becas y otras iniciativas relacionadas con el bienestar estudiantil.
Los desafos futuros
Hay dos fenmenos a nivel mundial que constituyen un desafo para todas
las instituciones productoras de saber que la universidad no podr obviar.
Por una parte, el ritmo acelerado de la produccin de conocimientos y
nuevas tecnologas. Aparecen nuevas disciplinas y los lmites de las antiguas disciplinas se vuelven porosos, as como los perfiles profesionales se
complejizan.
Por otra parte, gravsimas problemticas sociales a nivel local, regional y
mundial. El fabuloso desarrollo tecnolgico no se ha traducido en mejores
niveles de bienestar para las poblaciones; por el contrario, nuestro presente
enfrenta abismos de desigualdad. Desventajas tecnolgicas, desigualdades
sociales y econmicas, desigual acceso al desarrollo y al bienestar.
Desde este panorama y slo a ttulo personal, me atrevo a imaginar
algunos cambios en la Universidad. El primer desafo, requerir, no por imperativos econmicos, sino por las caractersticas mismas de los saberes
contemporneos, una mayor comunicacin e intercambio de saberes, por
ejemplo, entre Universidades y centros de investigacin. Pero tambin, entre las Facultades, en proyectos de investigacin y enseanza conjuntos.
Esta mayor comunicacin sera beneficiosa, no solamente a nivel de
posgrado sino tambin en el de grado. Hoy la sociedad est requiriendo de
perfiles profesionales ms complejos y quizs, menos tradicionales, que demandaran mayor flexibilidad de los curricula y la creacin de nuevas asignaturas, lo cual no debe ser obstaculizado por el rgimen de ctedras. As se
favorecera, por una parte, la incorporacin de docentes jvenes preparados
con ttulos de posgrado y, por otra parte, la movilidad de los estudiantes, los
239
DE
CUYO 70
AOS
cuales pudieran completar sus currricula con asignaturas de otras Facultades mediante trayectos o ciclos que les permitiran, desde el grado, perfilarse en cierta especializacin.
Por cierto, es de prever que existir siempre una tensin entre las
exigencias de una formacin bsica muy slida del estudiante con las de la
actualizacin permanente de los saberes; pero slo la conjuncin de ambas puede producir profesionales competentes y responsables frente a la
sociedad.
Es importantsima la tarea que le cabe a la Universidad en relacin
con la sociedad. La Universidad tiene una directa incidencia en la sociedad
porque ella tiene responsabilidad por la sociedad.
Responsabilidad en la produccin de saberes: los saberes tcnicos que
se producen en la Universidad estn orientados a promover el bienestar
social. Por eso tienen posibilidades de aplicacin casi inmediata en el sector
pblico o privado. A su vez, las ciencias humanas apuntan a la inteligencia y
la conciencia de las personas, para mejorar su convivencia. Ellas pueden
proporcionar anlisis lcidos crticos de la sociedad y realizar prospecciones aunque stas no lleguen a ser prescriptivas.
Responsabilidad en la transmisin del conocimiento, a travs de la formacin de profesionales con sentido de la responsabilidad social, que, como
actores sociales, estn capacitados para intervenir en la sociedad para su
mayor bien. A su vez, se debera poder trabajar en la mediacin de estos
conocimientos para que stos puedan ser transmitidos a la sociedad de manera que ella misma se los apropie. Por otra parte, sera oportuno propiciar
la produccin de saberes cooperativos, es decir, conocimientos que incorporen la experiencia y los saberes de los actores sociales.
En fin, imagino un futuro en el que la Universidad est orientada
por los valores de libertad, autonoma, pluralismo, apertura, dinamicidad
y cooperacin.
240
La Universidad que conoc

Mara Victoria Gmez de Erice*
Recordar esa Universidad a la que asist y donde me form me llev,

no sin cierta nostalgia, a recordar todas esas casonas viejas que se extendan a lo largo de la calle Rivadavia, entre San Martn y Patricias Mendocinas.
El Rectorado funcionaba en una casa ms bien moderna para la poca, que an subsiste, y entre 9 de julio y Avenida Espaa, en la vereda Sur,
el Hogar y Club Universitario. All nos reunamos los estudiantes a intercambiar ideas y a organizarnos en las distintos Centros de Estudiantes.
En la esquina de 9 de julio y Rivadavia, no existe ya hoy la vieja casona
donde tena su sede el Colegio Universitario Central. En la esquina de Avenida Espaa, se encontraba la Escuela del Magisterio y, en la tarde, el Departamento de Aplicacin de la Escuela Superior de Lenguas Extranjeras.
La Facultad de Filosofa y Letras tena su local en la lujosa casa de
calle Las Heras, que fue construida por don Balbino Arizu para vivienda
familiar, de la que no quedan rastros, adornada con maravillosos frescos y
un enorme vitraux como cpula en el hall de entrada. Esta casa era compartida en la maana con el Profesorado de Ingls y las clases de materias
comunes de los Profesorados de Lenguas.
* Profesora Emrita del la UNCuyo. Rectora de la Universidad Nacional de Cuyo (2002
2008). Decana de la Facultad de Educacin Elemental y Especial (19952002). Miembro del
Comit Ejecutivo del CIN (20062008). Presidenta de la Comisin Acadmica del mismo.
241
DE
CUYO 70
AOS
La Escuela Superior de Lenguas tena para su Direccin y las carreras de Francs e Italiano, una tambin hermosa casa en calle Avenida Espaa, entre las Heras y General Paz, local que en la tarde era utilizado por el
Departamento de Aplicacin.
La Escuela Superior de Petrleos cumpla sus actividades en un local
en la calle Emilio Civil, muy cerca de los Portones.
Por su parte, la Facultad de Ciencias Econmicas contaba con una
enorme casa, que la UNCuyo ha conservado en calle Lavalle, entre Salta y
Federico Moreno. En su saln, nos reunamos los militantes estudiantiles y
discutamos nuestras ideas. Desde las eternas posturas: derecha, izquierda
y centro buscbamos con apasionamiento el rumbo que debamos dar a la
FUO, Federacin Universitaria del Oeste.
No recuerdo muy bien el local donde inici sus actividades la Escuela
Superior de Ciencias Polticas y Sociales, slo tengo presente la planta alta
de un edificio de calle Buenos Aires, entre Rioja y Salta.
Medicina tena su Rectorado en calle Crdoba, entre Rioja y Salta, y
comenz a funcionar como Facultad, creo que es as, en lo que estaba destinado a ser un Hospital, pero que termin albergndola hasta hoy. Mi querida amiga Dra. Norma Magnelli sabe sobre esto mucho ms que yo.
Los Institutos de la Facultad de Filosofa y Letras, a los que asistamos
tambin los estudiantes de las carreras de Lenguas Extranjeras, contaban
con dos edificios que an persisten, el de Lingstica, dirigido en aquellos
aos por el ilustre lingista Dr. Krger, en calle Patricias Mendocinas, entre
Coln y Pedro Molina y el de Literatura, en calle 9 de julio entre Rivadavia
y Montevideo, all atenda con su oratoria apasionada Adolfo Ruiz Daz, su
charla oscilaba entre los conceptos y la ancdota.
La residencia estudiantil universitaria que conoc funcionaba en un
hermoso chalet de la primera cuadra de calle Alem.
242
TESTIMONIOS
En aquellos aos, la Escuela Superior de Lenguas Extranjeras tena un

importante Departamento de Aplicacin en el que se enseaba Ingls, Francs, Italiano, Alemn, Ruso y rabe. An recuerdo las largas colas que se
hacan para ingresar en los cursos. Poco a poco y de manera inexplicable
slo quedaron Ingls, Francs e Italiano. En 1960 ingres por concurso como
Preceptora, en el horario tarde al Departamento y an me encuentro con
prestigiosos profesionales, docentes y polticos de Mendoza que estudiaron
all las diferentes Lenguas. Sus pasos infantiles o adolescentes, que hacan
vibrar la vieja escalera de madera deban ser contenidos para mantener la
disciplina.
Desde aquella experiencia, quiero expresar mi recuerdo afectuoso a
la Directora Marta Bertolini de Osorio y luego de Ozn y a dos excelentes
agentes administrativas las hermanas Pocha y Maruja Morn que, con paciencia y dulzura, me ensearon los vericuetos que iban desde la asistencia
y las planillas, hasta las Resoluciones y Actas de Concurso. Como yo, adems de preceptora, tambin era alumna, con una tierna complicidad me
descargaban algunas tareas para que yo pudiera estudiar y rendir.
De mi paso por la Universidad, durante mi cursado, quiero recordar en
primer lugar, a mi gran maestra con la que aprend a amar la Lingstica y a
recorrer las dificilsimas teoras que iban surgiendo, desde Saussure hasta
Hjemslev: Elosa Ruiz de Maldonado, la que perd lamentablemente a los
dos meses de asumir como Rectora, y cuya inteligencia, intuicin y experiencia me ayudaron a crecer, a pensar y a escuchar, antes de decidir.
Cmo olvidar a mis rigurosos profesores de Lengua que semana a
semana corregan puntillosamente nuestras Disertaciones: Marcela Lageze
de Itoiz, Mario Apugliese, Mara Luisa Cassagnau de Uzandivaras, francesa autntica que se radic en Mendoza al casarse con un mendocino,
quien la traa y la buscaba todos los das con su bolsa llena de libros y de
manuscritos que ella correga con un celo inalterable y nos reciba afectuosamente en su casona llena de libros; a la fina Estilista Emilia
Luchtenberg de Guerrero; a la apasionada Profesora de Gramtica, Esther
243
DE
CUYO 70
AOS
Levinsky de Erochewski; a la Profesora de Literatura Clsica, Elsa Solari

de Falcionelli quien nos lea, en un Francs cuidado y vibrante las obras de
Racine, Molire, Corneille y a la didacta rigurosa y entusiasta, a la que
cariosamente llambamos Bibi, la Sra. Juana Castellino de Estupian. Cmo
no recordar a la tmida Mademoiselle Jean as la llambamos que nos
iba mostrando como francesa orgullosa el hilo de su historia.
La mayora de nuestros profesores haban estudiado en Lenguas Vivas de Buenos Aires, slo algunos eran graduados de la UNCuyo. Esa
situacin se repeta para los profesores de Ingls. Cuando la universidad
decide dictar esas carreras, debi convocarlos ya que al inicio, prcticamente, no haba en Mendoza especialistas.
Los estudiantes de nuestra Escuela Superior seguamos un rgimen
ms riguroso y ms escolarizado que los de otras Facultades, nuestras inquietudes tenan que ver con lo que se nos enseaba y con nuestras futuras posibilidades laborales, as como con los Prcticos, exmenes parciales y finales. Conocamos poco de los entretelones del poder en la Universidad, incluso, a veces no tenamos una idea muy clara del perfil ideolgico de nuestras autoridades. Esos afanes corran por cuenta de los alumnos de las Facultades de Medicina, Ciencias Econmicas y Ciencias Polticas, los que nos convencan, no sin algunas dificultades, de apoyar tal o
cual corriente, representada por tal o cual candidato, ya que en la Universidad siempre hubo ideologa.
Una maravillosa poca de participacin y compromiso, en el funcionamiento de los Consejos Directivos y Superiores, se inici en 1963 con el
gobierno democrtico del Dr. Illia, quien lamentablemente fue desplazado
por un golpe militar al que sigui el Gobierno del General Ongana. Se acab
la participacin y se inici la designacin de Rectores y autoridades elegidas por el Poder Ejecutivo Nacional.
En 1971, cuando volv de mi beca en Francia y me reintegr a mi
cargo de JTP y de Adjunta en la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales,
244
TESTIMONIOS
me encontr tanto con una nueva estructura edilicia en el predio actual

como con una actitud altamente innovadora de algunos profesores, entre
los que podemos mencionar a Arturo Roig, Carlos Bazn, Gabriel Bs,
Nelly Lpez de Hernndez, Clara Prestionioni de Bellora, Mara Luisa
Gallart de Vazquez, Elosa Ruiz de Maldonado, Irma Gigena de Rankin,
Rosier Omar Barrera, Sara Malvicini de Bonnardel, Rodolfo Borello, los
jvenes graduados Jos Francisco Martn, Emilio Tenti y muchos otros
cuyos nombre no recuerdo, as como con numerosos alumnos que se comenzaron a organizar, proponiendo un nuevo modo de encarar la poltica
universitaria, para culminar con un perodo que comenz en 1973, con la
designacin del querido Ing. Roberto Carretero como Rector, de Onofre
Segovia, como Decano de la Facultad de Filosofa y Letras, de Emilio Tenti
como Decano de Ciencias Polticas y de otros Decanos de Facultades, que
lamentablemente no recuerdo.
Algo comenz a pasar en Argentina, ello llev a la lamentable renuncia del Ing. Carretero y a la sucesin de varios Rectores. En el pas se
inici una poca de persecucin a ese grupo comprometido con la nueva
Universidad que se estaba gestando. La llegada del Rector Otto Burgos
fue decisiva para lo que se avecinaba, en abril de 1975, todos los interinos
que habamos participado del movimiento anterior sufrimos la no renovacin de nuestras designaciones interinas. Al ao siguiente comenz el cese
de funciones de todos los titulares y adjuntos efectivos que haban participado del anterior proceso bajo la famosa excusa de factores potenciales
de riesgo [] All comenz una dcada de compromiso de la Universidad con la no ideologa, la de otros, no la de ellos. Lo social se desechaba,
slo contaba el academicismo descontextualizado.
As fueron las cosas, hasta que con el advenimiento de la democracia en 1983, se designaron Rectores y Decanos Organizadores. Se cambiaron las reglas de juego: volvieron los concursos y el compromiso. Un
grupo de docentes, los que habamos sido relegados, volvimos a juntarnos y una alianza poltica porque la poltica volvi a tomar sentido elegimos en 1986 a nuestro querido Luis Trivio, elegido por el voto de los
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DE
CUYO 70
AOS
claustros, desde all se reincorpor a los cesanteados y all comenz la

Universidad que hoy tenemos. Gobernada por el Consejo Superior, cuya
cabeza es el Rector, los Consejos Directivos y Decanos la apertura al
medio, las nuevas carreras, la participacin y la conviccin de que en verdad sea nunca ms.
Aqu termina mi historia, lo ltimo me ha tenido como protagonista,
por comprenderme las generales de la ley, no emito opinin, la historia se
encargar de sealar nuestros defectos y virtudes, lo cierto es que creemos
que el camino de la institucionalidad ya est trazado y claramente sealado,
queda a los nuevos y a los jvenes defender este patrimonio que les hemos
legado. Nunca ms las luchas estriles, ya no se posterga el bien de todos
por el beneficio de algunos. Como ltimo pensamiento quiero destacar que
todas y cada una de las instituciones que configuran nuestra Universidad es
importante, en su variedad est la riqueza.
246
La Universidad
Juan Carlos Vignoni*
Mi paso por la Universidad fue una experiencia muy importante, que

me oblig a organizarme, sistemticamente, para cumplir con las funciones
inherentes a su misin.
La planificacin debe elaborarse sin perder de vista el objetivo bsico
de cumplir con la educacin permanente para atender la capacitacin de los
estudiantes y dar sus propios cuadros docentes, mediante planes de enseanza formal.
La realidad social del momento, siempre cambiante, exige de la Universidad adecuar los planes de estudio con suficiente anticipacin y flexibilidad.
Destaco, en mi formacin, el trabajo realizado por la Comisin del
Plan Estratgico de Desarrollo Institucional, implementado por nuestra Universidad en 1998 y que tuve el gusto de integrar.
En el historial de la UNCuyo merece destacarse la permanente preocupacin, en sucesivas gestiones, por incorporar nuevas carreras, atendiendo las seales del mundo del trabajo, significando un permanente avance
* Vicedecano de la Facultad de Odontologa (19922002). Profesor Consulto de la Facultad

de Odontologa.
247
DE
CUYO 70
AOS
cultural, cientfico, artstico y tecnolgico, que le ha otorgado el reconocimiento en los mbitos educativos del universo.
En mi Unidad Acadmica, Odontologa, veintinueve promociones de
jvenes odontlogos y asistentes dentales, constituyen un significativo aporte realizado a la sociedad y a la regin en materia de salud.
Adems de los planes de estudio de grado, deben sumarse la investigacin, el posgrado, que otorga la permanente actualizacin cientfica y tecnolgica de los efectores de salud.
El compromiso de la Universidad para con la sociedad en que est
inmersa es permanente y exige un constante anlisis de las circunstancias
sociopolticaeconmicalaborales de la poblacin, para acudir en conocimientos y servicios de salud de nuestros semejantes.
248
Orgullo, amor, frustracin, sueos

Ernesto Surez*
Cuando pienso en mi Universidad Nacional de Cuyo, en la que comenc hace cuarenta aos como bibliotecario de la Facultad de Ciencias Econmicas, a pesar de haberme jubilado como Profesor con Dedicacin Exclusiva en la Facultad de Artes y Diseo, y seguir actualmente dirigiendo
parte de la Prctica Escnica de la Escuela de Teatro de dicha institucin,
se mezclan el orgullo, el amor, la frustracin y los sueos.
Orgullo
He recorrido gran parte del mundo y mientras ms conoc, mayor fue
mi orgullo por la existencia de una Universidad como la nuestra, gratuita y
exigente, en donde personas de todas las clases sociales, diversidad de orgenes, pensamientos y creencias, podemos estudiar y ensear libremente.
En tal sentido, somos un bastin frente al avance terrible de la globalizacin
con la enseanza privada a la cabeza, que va separando, poco a poco, a los
que tienen una situacin econmicamente holgada que les permite cumplir
sus objetivos acadmicos, de los que cada da, en mayor nmero, no pueden
acceder a ello. La falta de oportunidades es uno de los temas ms grandes
de la violencia cotidiana.
* Docente en la Facultad de Artes y Diseo y Profesor consulto de la Facultad de Artes y

Diseo de la UNCuyo.
249
DE
CUYO 70
AOS
En esta Universidad he convivido, como estudiante y como profesor,

con gente de mucho poder adquisitivo y con gente de extraccin popular,
como es mi caso. Esto me llena de orgullo, sobre todo, saber que dentro de
nuestra casa existen seres que siguen luchando para que esta historia maravillosa de convivencia, contine.
Amor
Sin duda, las razones expuestas, son ms que suficientes para amar la
Universidad. En mis primeros pasos, como estudiante de Derecho en Crdoba, aprend que la militancia y los contenidos ideolgicos son las nicas
herramientas que sostienen a un ser humano durante toda su vida. Este
sentimiento se reforz cuando, en la Mendoza del sesenta y tantos (siendo
ya bibliotecario en Ciencias Econmicas) conoc personas con las que milit, que queran no solamente conservar, sino mejorar.
Mejorar signific para esa gente, vivir una universidad con contenidos,
que empezaba a formar profesionales con un claro compromiso social y
democrtico. A fines de los 60 y a principio de la dcada del 70, nos reunamos a cantar y a soar en las peas del Hogar y Club Universitario, en el
antiguo comedor de calle Rivadavia (entre 9 de Julio y Avda. Espaa). All
cantbamos con Mercedes Sosa, con Tejada Gmez, Cantura, los Talquenca
y tantos otros. Los viernes ramos entre quinientos y seiscientos jvenes
universitarios que sobamos, cantando desde la Universidad, con cambiar
al mundo.
Fue la Universidad donde conoc a personas como Arturo Roig,
Ezequiel Ander Egg, Roberto Azzoni, Carlos Alonso, Fernando Lorenzo,
Eliana Molinelli, Hugo Saez, Mario Franco, Mauricio Lpez y otros tantos
artistas y pensadores que me hicieron amar profundamente esta casa de
estudios.
Fue en esa pea, donde una noche, con mi amigo del alma Csar Eliseo
Tulin (Profesor de la Facultad de Ciencias Econmicas) me sub al escenario
250
TESTIMONIOS
y un estudiante, llamado Leonidas Monte, me invit a actuar, y a los 24 aos,

me enamor perdidamente del Teatro por y para el que sigo viviendo.
Fue el amor por nuestra Universidad, el motor que me permiti, junto a
un grupo de profesores (Malicha De Rosas y Beatriz Salas, entre otros)
habiendo llegado a la Direccin de la Escuela de Teatro (por gestin del Ing.
Carretero y el Prof. Arturo Roig) salir en el 73 y 74 con nuestros trabajos
teatrales a todos los barrios y las calles de Mendoza y pudimos lograr que la
Universidad se abriera, como yo pienso que debera abrirse a la comunidad.
En un ao realizamos, entre alumnos, profesores y el Elenco Universitario,
375 representaciones (ms de una por da).
Frustracin
A veces me siento extrao dentro de esta Institucin que tanto quiero.
Por esas funciones que hacamos en las calles y en los barrios, por discutir
ideas de cambio, por tratar de convertir nuestro sueo (hecho canto colectivo) en realidad, aparec en las listas negras que elaboraron los mismos
colegas universitarios. Por la misma razn me tuve que ir del pas como
tantos otros, durante ocho dolorosos aos.
Siento frustracin, porque ya en plena democracia, hace diez aos,
logr formar un elenco de teatro en cada Facultad. Durante dos aos cientos de jvenes universitarios una vez al ao tombamos las calles del centro
en un desfile de estudiantes con caras pintadas y el Teatro Universitario
para hacer un encuentro durante una semana del que me senta orgulloso,
porque era como retomar las ideas que tenamos en los 70, no con la nostalgia del tiempo pasado, sino con el teatro, la alegra y la unin como bandera.
Y as, en plena democracia, tambin este proyecto se frustr, porque nadie,
ni desde la Facultad de Artes, ni desde las autoridades del Rectorado, apoy
este sueo AD HONOREM, y lo dejaron morir.
Cmo no sentir frustracin, si no se alimenta en forma permanente lo
humano? Llamo humano al espritu universitario que se consigue con las
251
DE
CUYO 70
AOS
vivencias colectivas: a los encuentros interfacultades (ya sean campamentos,

campeonatos deportivos o encuentros artsticos), a la farndula estudiantil,
y tantas cosas ms que se han perdido y que la universidad podra generar,
si no se preocupara solamente de formar profesionales, en mi criterio demasiado metidos en su individualismo.
A fines de los 60, desde la biblioteca, junto a un grupo de compaeros,
incitbamos a todos a participar como espectadores en las Olimpadas Universitarias. En las finales de Bsquet y de Voley, llenbamos con ms de dos
mil personas el Club Pacfico y los cantos con la sana competencia nos hacan
vivir como una fiesta un acontecimiento que ahora pasa desapercibido.
Sueos
Creo que con vivencias colectivas que fortalezcan los contenidos ideolgicos y con conciencia del contexto social, se puede recuperar el espritu
universitario.
Sigo creyendo en la universidad estatal. Sigo pensando que una enseanza sin contenido, sin contacto con la realidad, va seguir formando profesionales individualistas, que a la larga van a tratar de salvarse solos y no van
a pensar, ni por un momento, en la obligacin de una devolucin (de todo
lo que aprendieron en esta casa) hacia la gente que con su esfuerzo, con sus
impuestos, con su energa cotidiana, sigue manteniendo nuestra Universidad
libre y gratuita en esta parte remota de Amrica del Sur.
252
Visin de la universidad
Jorge Chambouleyron*
Veo a la Universidad Nacional de Cuyo ms activa en aspectos vinculados con la enseanza y la investigacin. Fueron incorporados a la enseanza los temas vinculados con los problemas locales y nacionales, que a
veces en el pasado, fueron dejados de lado.
Se mejor la calidad de la enseanza con la publicacin de textos de
estudio, no obstante esta actividad debe incrementarse en todas las especialidades. La publicacin de libros de estudio permitira perfeccionar los mtodos de enseanza, terminando con la toma de apuntes e introduciendo la
discusin y la bsqueda bibliogrfica para un examen ms profundo y actual
de los temas que afligen a la regin.
Como hitos ms importantes en la historia de la UNCuyo sealo la
creacin de las escuelas de Posgrado y el desarrollo de distintas especialidades; la vinculacin al medio y el estudio e investigacin de los diferentes
problemas regionales; la impresin de libros realizado por la Editorial de la
Universidad de las diferentes especialidades, muchos de estos libros son
usados en diferentes partes del pas; la actividad de investigacin sobre
distintos problemas locales realizada por los diferentes Institutos y financiada, en parte, por la Universidad.
* Ex Profesor de la Ctedra de Hidrologa Agrcola de la Facultad de Ciencias Agrarias de la

UNCuyo. Investigador del Instituto Nacional del Agua. Consultor Nacional e Internacional
en temas hdricos. Profesor Consulto de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo.
253
DE
CUYO 70
AOS
Veo a la Universidad proyectada en una participacin ms activa en la

formacin de una sociedad moderna, que pueda insertarse en el nivel de
vida que hoy se encuentra en diferentes partes del mundo; un decidido apoyo al desarrollo de los parmetros que gobiernan a las sociedades democrticas; la necesidad de vincularse activamente con Universidades modernas
de otra parte del mundo desarrollado, para mejorar los niveles de transferencia de la enseanza y discusin de las ideas y tecnologas actuales.
El rol de la Universidad debe ser apoyar con la enseanza de las diferentes especialidades, con las actividades de investigacin y la organizacin
de congresos locales, regionales, nacionales e internacionales, el intercambio de ideas y tecnologas a ser adoptadas localmente. Promover las reuniones con la discusin de temas vinculados con el desarrollo tecnolgico y
cultural de la sociedad. Toda esta actividad debe tener como fin el logro de
un mejor nivel de vida y de un mejor y ms elevado nivel cultural de los
pueblos de la regin.
Tambin es misin de la Universidad preparar universitarios con independencia de criterio, que sepan tomar decisiones adecuadas para encarar
los diferentes problemas, que busquen la verdad por si mismos y que desarrollen la informacin necesaria a travs de mtodos tradicionales como
tambin de ltima generacin tecnolgica.
254
Algunas reflexiones ante los setenta aos de vida

de la Universidad Nacional de Cuyo
Len Nijensohn*
Podra decir que mi juventud y mi madurez estn inscriptas, en gran

medida, en esas siete dcadas que engloban tanto la vida de nuestra Universidad como la ma propia. Es por eso que este aniversario me incita a unir
en pocos prrafos mi subjetividad con algunas circunstancias y perodos
que pertenecen e identifican a ciertos trechos en el recorrido vital de la
Universidad.
Conoc y me enamor de Mendoza en julio de 1939 cuando con mis
compaeros de viaje del ltimo curso de la Facultad de Agronoma y Veterinaria porteos y
litoraleos en su casi totalidad experimentamos por primera vez la
impactante emocin de una intensa nevada, admiramos sus cultivos regados y sus industrias derivadas y quedamos subyugados por su oeste montaoso que pona lmites majestuosos a su horizonte, tan distinto del pampeano.
Ya entonces so con ejercer mi profesin en sus oasis, pero no saba que
se sera mi destino.
* Profesor Emrito de la Universidad Nacional de Cuyo.

Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Agronoma y Veterinaria en la regin
de Cuyo. Ex Investigador principal del CONICET. Principales contribuciones referidas al
diagnstico y manejo del suelo y del agua en la agricultura regada.
255
DE
CUYO 70
AOS
Mis primeros recuerdos relativos a la Universidad se remontan al ao

1942, tercer ao de su vida y 23 aos de la ma. A dos aos de mi graduacin en la Universidad de Buenos Aires, donde de inmediato me dediqu a la
investigacin y a la docencia y publiqu mi primer trabajo, me sorprendi, en
febrero de 1942, una designacin telegrfica para ocupar, a partir del prximo abril, la ctedra de Qumica Agrcola a tiempo completo, teora y prctica, en el tercer ao de la Escuela de Agronoma, entonces dependiente de la
Facultad de Ciencias, luego Facultad de Ciencias Agrarias. Era que, y sin
saberlo yo, el decano de mi alma mater haba propuesto mi nombre respondiendo a la requisitoria del Rector Fundador de la UNCuyo en bsqueda de
docentes para los nuevos cursos que se iban abriendo a partir de su fundacin en agosto de 1939. Abrumado y a la vez excitado por la responsabilidad, que acept con la audacia propia de la juventud, alimentada por el
apoyo que encontr en quien fue mi profesor de la materia y director de
investigaciones, me present diez das antes del comienzo de clases en la
secretara de la universidad y, sin espera alguna, fui recibido por su Rector,
el Dr. Edmundo Correas. Acostumbrado a la rigidez protocolar de la UBA
mi primera sorpresa fue la inmediatez con la que contact a la mxima
autoridad y la segunda, muy reconfortante pero simultneamente muy comprometedora, la afabilidad con la que fui tratado, la clara y firme enunciacin de lo que se esperaba de m y el ofrecimiento de su apoyo personal
para conseguir los elementos que me seran necesarios para armar el laboratorio de la ctedra. Al da siguiente recib, en la pensin donde me aloj, la
visita de una delegacin de alumnos del tercer curso, todos mayores que yo,
quienes con toda crudeza me espetaron:
(sic) Mire ingeniero, ya somos grandes y casi todos hemos cursado el
Liceo Agrcola y estamos cansados de profesores improvisados, si Ud.
va a satisfacer nuestras aspiraciones lo vamos a apoyar , si no, le
pediremos la renuncia a las pocas semanas.
Luego me enter que el ao anterior haba tenido lugar un movimiento

de protesta estudiantil exigiendo ms y mejores clases tericas y prcticas.
Como tena an muy frescas en mi memoria la autenticidad de nuestro juicio
256
TESTIMONIOS
como estudiantes respecto a la valoracin de quienes fueron nuestros docentes, desde el primer momento pretend emular a aquellos que ms respetaba y encontr una notable aceptacin de mayores horas de laboriosas
prcticas, de interrogatorios previos y de discusiones sobre la parte terica
ya dictada. Cuando pasados un par de meses me comunicaron su conformidad con mi actuacin, eso fue el mejor estmulo para dar de m y exigir de
mis estudiantes, el mximo razonable.
Entre los recuerdos nostlgicos de esos primeros aos evoco las clases tericas de Agronoma, compartiendo aulas en la vieja Escuela Normal
con Filosofa y Letras, y la posibilidad de alternar en el acogedor ambiente
del Club Universitario,
ubicado calle por medio, con docentes de variados campos de la ciencia, de las letras y del arte. A esa atmsfera de integracin cultural contribuan los conciertos vespertinos, solistas y de cmara, de los viernes en el
modesto saln de actos de la Escuela Normal, solemnemente presididos por
el Rector quien tomaba buena nota de los concurrentes y de los ausentes
Durante los primeros aos las clases prcticas se dictaban en la antigua Quinta Agronmica situada donde hoy est ubicado el Centro Cvico,
que conserva la hermosa avenida de casuarinas que le serva de acceso.
La evolucin de nuestra universidad se ve plasmada en su aspecto
material por la comparacin de sus ms que modestos recursos edilicios
iniciales con las instalaciones de la Facultad de Ciencias Agrarias en Chacras de Coria, en la constelacin de edificios de su imponente Campus
Universitario y en su sede del centro de la ciudad, donde ya es toda una
orquesta la de los conciertos semanales.
Pero mucho ms importante que esa evaluacin material es la que
hace a su crecimiento cualitativo en todos los aspectos que definen a la
cultura como un concepto integral cuya irradiacin se refleja positivamente
en toda la sociedad. Descuento que eso ser motivo de mltiples enfoques
257
DE
CUYO 70
AOS
en este libro. Yo me limitar desde mi mirador en la Facultad de Ciencias

Agrarias, donde pas casi la totalidad de mi vida activa, a efectuar en rpida
e incompleta sntesis algunas apreciaciones.
En estos setenta aos hubo perodos de actividad y de crecimiento
normales y otros en los que la accidentada vida poltica del pas, reflejada en las varias intervenciones a la autonoma universitaria, tuvo su incidencia. Es as que la arbitrariedad autoritaria atent contra la estabilidad
de los cargos efectivos cesanteando a valiosos investigadores y docentes algunos de ellos recuperados con la vuelta a la constitucionalidad
y dejando a otros pendientes de confirmacin durante aos. En mi contribucin en el Libro del Cincuentenario (EDIUNC), al que me remito, detallo los aportes en el campo de la investigacin ya realizados hasta
entonces por la FCAgrarias y los proyectos en desarrollo, muchos de
ellos ya concretados. A eso debe agregarse en e l terreno educativo las
maestras y cursos de especializacin de los ltimos aos y las nuevas
carreras profesionales creadas en su seno.
Deseo concluir sealando algunas particularidades que caracterizan a
la FCAgrarias y que merecen ser destacadas:
Su relativa alta proporcin de cargos de dedicacin exclusiva que
facilitaron una mayor eficiencia educativa, acompaada paralelamente
con una intensa y frtil labor de investigacin que supo encontrar apoyo econmico de fuentes externas a la universidad.
Su distanciamento geogrfico del ncleo universitario central, que en
perodos de turbulencia poltica partidaria sufri en varias de sus facultades violencia, intolerancia catica y distanciamientos entre sus
estamentos. Esa cierta insularidad signific en la FCAgrarias no una
indiferencia ante la realidad y los posicionamientos ideolgicos, pero s
una atmsfera de respeto recproco en el intercambio de ideas antagnicas.
La ndole de la profesin agronmica que canalizada a travs del
Inta, de organismos provinciales y en la actividad privada, se reflej
258
TESTIMONIOS
en forma muy acentuada y positiva en la agricultura e industrias derivadas regionales.

La Facultad de Ciencia Agrarias se constituy en un centro de referencia internacional en Agricultura Regada, sede de congresos, seminarios y cursos.
La Universidad Nacional de Cuyo, pionera en una sociedad que une el
vigoroso carcter del hombre que fructific el desierto los pies sobre la
tierra del escudo de una universidad argentina hermana con el ansia de
superacin cultural expresado en el espritu reside la vida, que ostenta su
propio lema herldico, se rode en el devenir de sus 70 aos de otras universidades privadas, llamadas a completar su labor y a las que debe servir de
faro en el camino de bsqueda de la excelencia acadmica.
259
Hitos de una universidad abierta al futuro

19882002
Armando V. Bertranou*
Jos Francisco Martin**
Durante algunos aos, en el perodo 19882002, hablamos de nuestra

Universidad como la UNCuyo, una Universidad abierta al futuro. No es
este un slogan para promocionar en la imagen pblica el quehacer de una
institucin universitaria. Hablar de una universidad abierta al futuro es una
actitud que su comunidad educativa, sus claustros y sus autoridades pueden
o no tener.
Es la actitud de los pioneros. Es la del doctor Edmundo Correa y los
miembros de su generacin. Cuando las mujeres y hombres cuyanos que
queran continuar estudios universitarios a fines de la dcada del 30, tenan
* Ingeniero Agrnomo de la UNCuyo. Magister y Doctor en Economa Agraria de la Universidad de California, Davis. Dr. del CELA. Ex Profesor de Economa Agraria en la Facultad de
Ciencias Econmicas de la UNCuyo.
Rector de la UNCuyo en cuatro periodos (19881990, 19901992, 19921994 y 1994
1995). Ministro de Obras Pblicas del Gobierno de Mendoza (19961997). Presidente del
CONICET. (19982000). Director del FONCYT. (20022008). Presidente del INA. Desde
2008 hasta la fecha preside la Agencia Nacional de Promocin Cientfica y Tecnolgica
ANPCYT.
** Licenciado en Ciencias Polticas y Sociales, por la Universidad Nacional de Cuyo. Maestro en Ciencias Sociales, con mencin en Sociologa. (FLACSO).
Rector de la Universidad Nacional de Cuyo (1995-2002). Decano de la Facultad de Ciencias
Polticas y Sociales (1990-1994). Miembro de la Comisin Nacional de Evaluacin y Acreditacin Universitaria (CONEAU) desde 2005 a la Fecha.
261
DE
CUYO 70
AOS
como las posibilidades ms cercanas para hacerlo a la Universidad Nacional de Crdoba, a la Universidad Nacional del Litoral, a la Universidad de
Buenos Aires y a la Universidad Nacional de La Plata, lucharon para que se
creara una universidad en la arenas del desierto, en el Cullum, para los
jvenes Cullumches. Esta es una actitud abierta al futuro.
Entre los das 5 y 8 de julio prximos se celebra en Pars la Segunda
Conferencia Mundial de la Educacin Superior, con la intencin de abordar
Las Nuevas Dinmicas de la Educacin Superior y de la Investigacin
para el Cambio Social y el Desarrollo . La primera se celebr tambin en
Pars en octubre de 1998 y el Rector de nuestra Universidad form parte de
la delegacin oficial de Argentina a la misma, en representacin del Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN).
En la Primera Conferencia se acord que:
La misin de educar, formar y realizar investigaciones, est fundada en [] la necesidad de formar diplomados altamente cualificados y ciudadanos responsables [] constituir un espacio abierto
para la formacin superior que propicie el aprendizaje permanente, formar ciudadanos que participen activamente en la sociedad y
estn abiertos al mundo [] para [] promover, generar y difundir
conocimientos por medio de la investigacin contribuyendo a []
comprender, interpretar, preservar, reforzar, fomentar y difundir
las culturas nacionales y regionales, internacionales e histricas,
en un contexto de pluralismo y diversidad cultural y [] a proteger y consolidar los valores de la sociedad, velando por inculcar
en los jvenes los valores en que reposa la ciudadana democrtica y proporcionando perspectivas crticas y objetivas a fin de propiciar el debate sobre las opciones estratgicas y el fortalecimiento de enfoques humanistas, [] contribuir al desarrollo y la mejora de la educacin en todos los niveles, en particular mediante la
capacitacin del personal docente.
Muchas dcadas antes, el 16 de agosto de 1949, con una actitud

abierta al futuro y profundamente enraizada en un pensamiento humanista,
262
TESTIMONIOS
el Rector Ireneo Fernando Cruz1 afirmaba:

Hemos comprendido que el universitario no poda quedar encastillado en su torre ebrnea ni encerrado en un mundo egosta sin ventanas hacia su medio social en el cual debe prestar servicio. No se
puede ser un buen universitario si no se participa en el destino comn
de la Patria y no se tiene responsabilidad nacional, pues la Universidad es un factor sociolgico ineludible para la integracin de la
conciencia nacional. Por ello no puede desertar de una de las tareas
ms fundamentales que le incumbe y que consiste en armonizar al
hombre fuente de las energas de la Historia con la Patria, ideal
convertido en pueblo con vocacin de destino. La Universidad es
antena receptora de valores que guan culturas y capitanean civilizaciones y a la vez es seno creador de esos valores. Vale decir que
tiene una misin orientadora y conductora, pues que a ella le concierne la jefatura cultural y el deber irrenunciable de catear hondo
en las entraas del pueblo en que est inserta para dar la tnica, la
nota cohesionante y el motivo vertebrador de la armona nacional 2 .
El Dr. Cruz fue el creador de la Escuela de Medicina (hoy facultad); la

Escuela de Estudios Polticos (hoy facultad); la Escuela Superior del Magisterio como adjunto al Profesorado de Lenguas Vivas; el Profesorado de
Ciencias Exactas, Fsicas y Naturales (en San Luis); la Escuela Superior de
Msica (hasta el momento, conservatorio de msica); y la Escuela Superior
de Ingeniera en Combustibles (hoy Ingeniera en Petrleo, en la Facultad
de Ingeniera). Es el creador del DIC (Departamento de Investigaciones
Cientficas) y del Instituto del Trabajo, destinado a estudiantes obreros.
El Profesor Ireneo Fernando Cruz fue Rector desde el 14 de febrero de 1948 siendo
remplazado en los primeros meses de 1954, a causa de un cncer, por el Vicerrector Profesor
Toribio Lucero (MASTRANGELO, FABIANA. El rector Ireneo Fernando Cruz, indito).
2
Palabras pronunciadas por el Rector Ireneo Fernando Cruz con motivo del 10 aniversario
de la fundacin de la Universidad Nacional de Cuyo, y en honor a la delegacin de la Universidad Nacional del Litoral.
263
DE
CUYO 70
AOS
Impuls la realizacin del Primer Congreso Nacional de Filosofa, entre el 31 de marzo y el 9 de abril de 1949. Esta proyeccin internacional era
indita en la historia de la Universidad Nacional de Cuyo3. Corresponde a
esta poca tambin la organizacin en Villavicencio, en julio de 1954, por
parte de la Universidad y de la UNESCO, del Segundo Symposium sobre
algunos problemas matemticos que se estaban estudiando en Latino Amrica, en el que se presentaron importantes trabajos, publicados luego en la
Revista Matemtica Cuyana.
Es tambin la actitud del Rector Roberto Carretero4 quien, apenas
iniciado su primer rectorado, toma en sus manos la propuesta recibida el 15
de marzo de 1955, denominada Bases para formalizar un convenio para
la creacin de un Instituto de Fsica, enviada por el Director de la Comisin Nacional de Energa Atmica Capitn Pedro E. Iraolagoitia. La idea de
crear un instituto con caractersticas especiales y novedosas en Argentina,
con alumnos y docentes dedicados de tiempo completo al estudio y la investigacin, era impulsada desde aos antes por el fsico mendocino Ramn
Enrique Gaviola5 y apoyada por su amigo Ireneo Cruz6.
3 MASTRANGELO, FABIANA. El
rector Ireneo Fernando Cruz, indito. La Escuela de Estudios

Polticos primero fue denominada Instituto.
El Ing. Agr. Roberto Carretero era miembro del Consejo Asesor del Instituto de Estudios
Polticos, del Directorio del Instituto del Trabajo y de la Comisin Asesora de la Enseanza
Universitaria (CAES). Fue Rector de la Universidad Nacional de Cuyo desde el 29 de marzo
de 1955 hasta el 16 de setiembre de 1955, finalizando su rectorado por el golpe de estado de
1955 y desde el 29 de mayo de 1973 al 12 de agosto de 1974, da en que renunci por razones
de salud.
5 Ramn Enrique Gaviola (19001989), excepcional fsico y astrofsico, alumno de los investigadores ms reconocidos de la poca (Einstein entre otros), visionario director del Observatorio de Crdoba, fundador y primer presidente de la Asociacin Fsica Argentina, maestro de
integridad.
6 Mientras se trabajaba en las instalaciones del Proyecto Huemul, en Bariloche, el 23 de
diciembre de 1949, el Rector de la Universidad de Cuyo Dr. Fernando Cruz, por Ordenanza
N 147 da un importante impulso a las Ciencias Exactas transformando el Instituto de Ciencias Puras en Departamento de Investigaciones Cientficas. Su primer proyecto era emplazar
a 5.150 metros de altura en la zona de Laguna del Diamante un Observatorio de Rayos
Csmicos, cuya fase inicial se concret al construir la Estacin de Altura a 4.300 metros sobre
264
TESTIMONIOS
El Instituto de Fsica de San Carlos de Bariloche naci formalmente el

22 de abril de 1955, con la firma de un convenio entre la Comisin Nacional
de Energa Atmica y la Universidad Nacional de Cuyo, la primera representada por el Capitn Pedro E. Iraolagoitia, y la segunda por el Ingeniero
Agrnomo Roberto V. Carretero, ratificado por el Consejo Universitario, el
29 de abril, mediante Resolucin N 255. El 1 de agosto de 1955 se iniciaron
las actividades del Instituto, con el Dr. Antonio Balseiro como Director.
Estos hitos y estas semillas volvern a dar frutos en la segunda oportunidad en que Carretero fue Rector de la UNCuyo, a partir de mayo de
1973, en un convenio de clusulas complementarias firmado nuevamente
entre el Presidente de la Comisin Nacional de Energa Atmica, ahora
Capitn de Navo (R.E.) Pedro E. Iraolagoitia y nuevamente el otra vez
Rector, Ing. Agr. Roberto V. Carretero, el 28 de febrero de 1974.
El convenio tenia entre sus objetivos concretar la instalacin de un
reactor nuclear, la creacin de la Corporacin Atmica de Cuyo, que tendra
un Centro de Medicina Nuclear, uno de Agronoma Nuclear, otro de Petro
Qumica Nuclear y otros para servir a la regin de Cuyo y las provincias de
Neuqun, La Pampa, La Rioja y otras, adems de la comercializacin de
radioistopos con los pases limtrofes.
El hito acadmico, tal vez el ms importante para el cambio de la
Universidad Nacional de Cuyo, la gestin Carretero lo coloc antes de
el nivel del mar, habilitada en 1950. Entre los institutos disciplinares creados por el DIC se
destac el de Matemtica por la participacin de excelentes investigadores, argentinos y
extranjeros. El 13 de junio de 1950, ao del Libertador General San Martn, el Rector de la
Universidad de Cuyo por Ordenanza N 30 orienta el Instituto de Fsica creado por el DIC
hacia la actividad nuclear denominndolo Instituto de Fsica Nuclear. As queda reflejada la
actividad pionera de la Universidad iniciada con la exploracin de minerales de uranio en la
provincia.
Ver: LPEZ DAVALOS, ARTURO Y NORMA BADINO. J. A. Balseiro: crnica de una ilusin ,
Buenos Aires, FCE, 2000 y ABRIATA, JOS. Discurso pronunciado en 50 aniversario de la
creacin del Instituto.
265
DE
CUYO 70
AOS
transcurridos tres meses y despus de la realizacin de dos experiencias

previas (en la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales y en la Facultad de
Filosofa y Letras)7.
Fundados en que una verdadera transformacin y reconstruccin de
la Universidad slo es posible alcanzarla en la medida en que se la
reorganice sobre nuevas estructuras que permitan un cambio en las
relaciones educativas [] Que [] para hacer de la Universidad una
institucin eficaz y de elevado rendimiento [] para colaborar como
comunidad de trabajo integrada en el sistema nacional de educacin, a favor del pueblo y la de la grandeza de la Nacin [] Que es
necesario relacionar orgnicamente las tres f unciones propias de la
Universidad, a saber: la s de docencia, investigacin y prestacin de
servicios [], el 6 de mayo se dict la Ordenanza Rectoral N 24/74.
La misma fue dictada con el consentimiento del H. Consejo Superior

Asesor y con la participacin de todos los Secretarios Acadmicos de la
Universidad, que trabajaron la propuesta como representantes de sus unidades acadmicas en el seno de la Comisin Especial, creada por Resolucin
1500/73.
Ella, en sus principales artculos, dispona que las Facultades y Escuelas Superiores organizaran su estructura en Unidades Pedaggicas, para
atender las necesidades de la docencia, la investigacin y la prestacin de
servicios. Las mismas estaran constituidas por docentes e investigadores
de disciplinas afines desde el punto de vista epistemolgico, funcional o
curricular, y por los alumnos de cursos y actividades desarrolladas en las
mismas. Las Facultades podran organizar Unidades pedaggicas de carcter eventual u otras formas organizativas equivalentes, como reas, Ciclos,
Talleres, Departamentos, etc. entre Facultades. El personal docente y de
investigacin sera designado en la Universidad Nacional de Cuyo,
7
Estas Facultades tenan como Decanos al Lic. Emilio Tenti y el Prof. Onofre Segovia,
respectivamente, quienes, con sus equipos, acompaaron la iniciativa del Rector Carretero y
del Secretario Acadmico de la Universidad, Dr. Arturo Roig.
266
TESTIMONIOS
indicndose la especialidad para la que concurs y fue contratado y la Facultad en la que prestara servicio8.
Las Facultades, especialmente las dos que ya haban hecho la experiencia piloto, adoptaron las nuevas formas organizativas.
Este importante hito de la vida acadmica de la Universidad fue demolido en 1975 por el interventor de la denominada Misin Ivanissevich9.
Recin en 1995, la Asamblea Universitaria10, al reformar el Estatuto Universitario, el 15 de noviembre de ese ao, abri nuevamente posibilidades de
una estructura distinta, al disponer que manteniendo el sistema de Facultades lo haca sin perjuicio de las organizaciones transdisciplinarias o de
materias afines interfacultades que pudieran establecerse 11.
Despus de los aos oscuros en que padecimos tanto a la Misin
Ivanisevich como a la dictadura militar, vino el proceso normalizador de
1984 y 1985 y en abril de 1986, la Universidad Nacional de Cuyo, con la
democracia, recuperada para ella por el pueblo argentino, pudo elegir al
Lic. Luis Trivio12 como su Rector y al Dr. Alberto Binia como su
Vicerrector.
Para una visin ms completa de esta propuesta de transformacin universitaria, ver la

conferencia de otro de sus principales protagonistas, en: R OIG , A RTURO . reas y
Departamentalizacin. En: La Nueva Reforma Universitaria. San Luis, Editorial Universitaria, UNSL, marzo de 1987.
9 Nos referimos al Interventor Otto Burgos. A uno de los rectores que escribe parte de estas
lneas, Jos Francisco Martn, le toc ver en la puerta de su Facultad, en marzo de 1975, al ser
cesanteado de la misma por haber apoyado y colaborado con la iniciativa, los ejemplares de
la Ordenanza de reas, en el recipiente de la basura.
10 La Asamblea Universitaria fue presidida por el Rector Armando V.
Bertranou.
11 Estatuto Universitario, Artculo 5. El nuevo Estatuto fue puesto en vigencia, al publicarse
en el Boletn Oficial de la Nacin, el 27 de febrero de 1996, durante el Rectorado de Jos

Francisco Martn.
12
El Lic. Luis Trivio jug un papel muy importante en la reincorporacin de los docentes
cesanteados, en el Consejo Superior Normalizador presidido por el Dr. Isidoro Buquets.
267
DE
CUYO 70
AOS
Les toc a ellos terminar el proceso de completar la normalizacin y

conducir a la Universidad en sus primeros pasos de ejercicio pleno de la
autonoma universitaria, con el funcionamiento de sus rganos de gobierno y
la reconstruccin de su vida acadmica, terminando de reincorporar a los
docentes cesanteados y a los alumnos expulsados, restableciendo las carreras que haban sido cerradas y comenzado a mejorar sus planes de estudios.
Cuando terminaron sus mandatos lo hicieron habiendo colocado las bases,
dentro de su gestin pluralista, para poder empezar a seguir el ejemplo de aquellos que lograron en su funcin dejarnos una Universidad abierta al futuro.
El 29 de abril de 1988, la Asamblea Universitaria eligi como Rector al
Ing. Agr. Dr. Armando V. Bertranou y como Vicerrector al Dr. Ricardo
Sardi y comenz la etapa de repensar un modelo para la Universidad Nacional de Cuyo, bajo las perspectivas de un debate pendiente.
Ese mismo ao se inici el trabajo para la reforma del Estatuto Universitario, envindose a los Consejos Directivos los Estatutos de casi todas
las Universidades Nacionales, realizndose un trabajo comparativo y constituyndose doce comisiones encargadas de estudiar, entre otros, los siguientes
temas: Fines; Estructura Universitaria; Gobierno y Asamblea; Consejo Superior y Rectorado; Gobierno de Facultades: Consejos Directivos y Decanato; Alumnos y enseanza universitaria; Investigacin Cientfica y Tcnica; Bienestar Estudiantil; Extensin Universitaria y Accin Social; Personal
de la UNCuyo e incompatibilidades, etc13.
13 La Asamblea Universitaria tuvo una sesin durante el Rectorado de Luis Trivio 18388
y, en esta etapa, dos en 1988 (16 y 712), dos en 1990 (28 y 112), ocho en 1991 (133,
273, 54, 179, 1510, 2910 y 512 y 1912). En estas dos ltimas fueron aprobados 64
artculos referidos a la estructura de la Universidad, gobierno de la misma y de sus Facultades
y claustros que la constituyen. La Asamblea se reuna cuando reciba dictmenes de la Comisin Especial para la Reforma del Estatuto. La Asamblea sera tambin el marco institucional
adecuado para otros dos hitos de la vida universitaria: la significativa incorporacin de las
Facultades de Ciencias Aplicadas a la Industria (1993) y de Educacin Elemental y Especial
(1995), que ya funcionaban como Unidades Acadmicas.
268
TESTIMONIOS
Otro hito importante lo constituyeron las actividades de reflexin encaradas por la Universidad.
As y tambin en 1988, se desarrollaron las Jornadas para el debate de
la futura Ley Universitaria. Se abordaron los temas de alcances de de los
conceptos de autonoma y autarqua, relaciones UniversidadEstadoSociedad, conformacin orgnicojurdica del gobierno universitario y modalidades de participacin multisectorial a nivel mundial14.
Luego, en 1989, junto con el V Seminario Internacional Universidad y
Sociedad, (preparadas a travs del Primer Taller sobre Polticas y Planificacin, que abord las problemticas de Crisis Universitaria y Proyecto Universitario, Estrategias de Planificacin y Evaluacin Institucional del Sistema y del Primer Taller sobre Universidad y Polticas Educativas), destinado
a representantes estudiantiles de las diversas agrupaciones. El Seminario
abord los temas de Universidad e Ingreso y Universidad y Produccin 15.
En ese mismo ao, se realizaron las VI Jornadas de Pensamiento
Universitario convocadas para abordar la relacin entre Universidad e identidad latinoamericana, a travs de los temas: Amrica Latina: encuentros y
desencuentros y Escribir y pensar en Amrica Latina. Casi 700 participantes provenientes de Chile, Bolivia, Brasil, Uruguay, Costa Rica, Estados
Unidos, Canad, Italia, Espaa, Alemania, entre otros, con la presentacin
de ms de 160 ponencias. Todo ello sirvi de marco de un merecido homenaje al desaparecido Prof. Mauricio Lopez, profesor de nuestra Universidad y Rector de la Universidad Nacional de San Luis.
14
En las Jornadas, entre el 12 de agosto y el 30 de setiembre de 1988, expusieron como

invitados los diputados nacionales Jos Dumn, Guillermo Estevez Boero, Olijela del Valle
Rivas, Fernando de la Ra, Luis Martnez, Carlos Auyero y Hctor Massini; los especialistas
Carlos Freites, Humberto Quiroga Lavi Eliana Bianchi de Zizzias; los rectores Oscar
Shuberoff, de la UBA; Juan Recalcatti de la UTN y Tulio del Bono de la UNSJ.
15 Realizadas entre el 9 y 11 de agosto, participaron como expositores Conrado Eggers Lan,
Norberto Fernndez Lamarra, Pedro Krotsch, Carlos Marquis, Adriana Puigross, Alberto
Taquni (h) y Carlos Abeledo, Carlos Abhihaggle, Tulio del Bono, Ivn Lavados, Avelino
Porto, Oscar Tangelson, Jos Mara Vernet y Ricardo Zinn.
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DE
CUYO 70
AOS
Mientras se reflexionaba, se haca. Como hito acadmico, en el perodo 1988198916 las Facultades, con la intervencin de la Secretara de Asuntos Acadmicos, el Consejo Superior aprob la modificacin y creacin de
12 planes de estudios de grado y 5 de posgrado, diversificando la oferta
educativa y aprob las condiciones de admisibilidad generales y particulares
para cada uno de los planes de estudios.
En ese conjunto de modificaciones es conveniente sealar la modificacin del plan de estudios de la carrera de Mdico, la incorporacin de
nuevas carreras en el rea de salud y el inicio del proceso de
departamentalizacin de la Facultad de Ciencias Mdicas. Ello se hizo en el
marco de las siguientes propuestas: a) Plantear el ingreso a los estudios en
salud a partir de las demandas sociales y no en funcin de la capacidad de la
estructura universitaria; b) Definir el perfil del tipo de recurso humano a
formar y redefinir los estudios en el rea de salud; c) Diversificar la oferta
de estos recursos humanos teniendo en cuenta las demandas sociales en
general y, en particular, las formuladas por el sistema pblico de salud.
Por ello, se firm un convenio entre el Gobierno de Mendoza y la
Universidad Nacional de Cuyo17 creando una comisin compuesta por dos
representantes del Ministerio de Bienestar Social, a travs de la Subsecretara de Salud Pblica, dos por la Universidad, dos por la Facultad de Ciencias Mdicas, dos por la Asociacin de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) Filial Mendoza y uno por la Asociacin Mendocina de de
Enfermera y otro por las Escuelas Mixtas de Enfermeros y Tcnicos y de
Enfermera Profesional, respectivamente.
As, se incorporaron a la Universidad la Escuela Mixta de Enfermeros
y Tcnicos y la Escuela de Enfermera Profesional, que en la actualidad,
16
En el periodo 19881990 se desempe como Secretario de Asuntos Acadmicos el Lic.

Jos Francisco Martin.
17
El convenio fue firmado por el Gobernador Bordn y el Rector Bertranou, el 20 de

noviembre de 1989.
270
TESTIMONIOS
bajo la denominacin de Escuela de Enfermera y de Escuela de Tcnicos

Asistenciales de Salud, ofrecen siete carreras en el rea de Salud.
Los cambios en las condiciones de admisibilidad fueron acompaados
por la iniciacin, por primera vez, del Programa Provincial de Informacin
EducativaOcupacional Regional y del Programa de Orientacin Universitaria Global. Adicionalmente se llevaron a cabo Jornadas de Orientacin
Vocacional en los departamentos de Capital, Guaymalln, Lujn, Maip,
Tunuyn, Tupungato, San Carlos y San Rafael.
Miles de jvenes concurrieron en las dos primeras campaas de 1988
y 1989, acompaados por videos sobre las carreras de la Universidad, la
publicacin de suplementos dominicales, afiches sobre las carreras de la
regin Centro Oeste de Argentina, cuadernillos con las carreras ofrecidas
en la regin. Se public el Catalogo General de la Universidad Nacional de Cuyo 19891990 y se edit la Gua del Estudiante 1988 de la
Universidad.
Este hito se transform al poco tiempo en la conocida Feria de la
Oferta Educativa, de alcance regional, con participacin de las instituciones
de Educacin Superior pblicas y privadas y que ha informado y orientado
hasta el presente a miles y miles de aspirantes cuyanos y no cuyanos a
iniciar estudios superiores.
A nivel de posgrado, el Rector Bertranou sucedi al Rector Trivio en
la Secretara de Posgrado de Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y
comenzaba la discusin sobre las definiciones de los niveles de posgrado y
su evaluacin y acreditacin en la Argentina, en el marco del SICUN (Sistema Universitario de Cuarto Nivel)18.
En un Plenario Extraordinario, reunido en Vaqueras en octubre de 1988,
se aprobaron los Criterios y M ecanismos d e E valuacin d e P royectos d e
18 Creado por el Decreto N 1967/85 del Poder Ejecutivo Nacional.
271
DE
CUYO 70
AOS
Posgrado. Este documento fue bsicamente recogido, ms tarde, en la RM.

N 1168/97, que regula, an hoy, a los posgrados de Especializacin, Maestra
y Doctorado del sistema universitario nacional, cuya evaluacin y acreditacin es obligatoria segn la Ley de Educacin Superior19. Esto constituy un
verdadero hito en el desarrollo de los posgrados en la Argentina.
Por otra parte, se cre la Editorial Universitaria (EDIUNC)20. Es muy
merecida la celebracin en estos das, por parte de la Universidad, de su 20
Aniversario. A la fecha la EDIUNC cuenta con una produccin de ms de
200 publicaciones que recogen la produccin de ms de 480 autores, a los
que hay que agregar los participantes de los proyectos de investigacin cuyos resmenes presentados en las Jornadas de Investigacin se publican
peridicamente, desde el ao 2000 en adelante.
En 1990 se firm un convenio con las Universidades Nacionales de San
Juan, San Luis y la Universidad Provincial de La Rioja, buscando la integracin universitaria regional21, conformando el Nuevo Cuyo universitario.
Se realizaron reuniones en Chile, con la participacin de Decanos de
la Universidad Nacional de Cuyo, del Gobernador Bordn y del Gobernador
Electo Rodolfo Gabrielli, con las autoridades de las Universidades Nacional
y Catlica de Chile, Universidad de Valparaso y otras de las Regiones
Metropolitana, IV y V. Ellas se plasmaron en convenios con las Universidades de La Serena, la Catlica de Valparaso, la Tcnica Federico Santa
Mara (de Valparaso), la Universidad de Santiago de Chile, la de Concepcin y con el ILPES (Instituto Latinoamericano de Planificacin Econmica
y Social), de la CEPAL, para acciones concretas por parte de las distintas
Facultades.
19 El Lic. Martn, que era uno de los Secretarios del SICUN, coordina actualmente la Subco-
misin de Posgrados, de la Comisin Nacional de Evaluacin y Acreditacin Universitaria

(CONEAU).
20
El 24 de Febrero de 1989, por Ordenanza N 4 del Consejo Superior.
21
Convenio de fecha 11 de octubre de 1990.
272
TESTIMONIOS
En otros aspectos se comenzaron con las acciones para fundar la Radio

Universidad y mientras la Universidad comenzaba a ordenar sus obras de
infraestructuras, aprobando planes bianuales para ello, se inici un trabajo
comunitario con el Barrio Flores, asentamiento habitacional precario de fines de la dcada de 1940. Primero con un convenio entre el Ministerio de
Medio Ambiente, Urbanismo y Vivienda, la Municipalidad de Las Heras,
Obras Sanitarias Mendoza y la Universidad. Y ms tarde con otro convenio
entre la Municipalidad de la Capital, la Asociacin Ecumnica de Cuyo, la
Asociacin Vecinal del Barrio Flores y la Universidad.
En el ao 2000, para el 61 aniversario de la UNCuyo y despus de
aos de trabajo mancomunado22 con los vecinos, las instituciones amigas y
sacrificados colaboradores23, se haba completado la entrega de las 199
viviendas de la operatoria del Barrio Jardn El Challao, ubicado en las proximidades de Boulogne Sur Mer y Regalado Olgun, del Departamento de
Las Heras.
As se termin con alrededor de 50 aos de polticas y de intentos de
erradicacin y expulsin de los habitantes asentados en nuestros terrenos, lo
que constituye un hito de trabajo estrecho con la comunidad. Los que quedaron, siguen siendo un compromiso pendiente para la UNCuyo.
En la otra cara del espectro ya se pensaba en el uso de las ahora
denominadas nuevas tecnologas de la informacin y comunicacin (Tics)
concibiendo la creacin de un Nodo Informtico y comenzado a abandonar
22
En los cuales haba alcanzado a dar unos primeros pasos el Rector Trivio, en todos los
aos de la gestin del Rector Bertranou y en el segundo mandato del Rector Martin.
23
Merecen un especial reconocimiento Palmita Cicchiti (trabajadora social y hermana de

nuestro recordado Vicente Cicchiti, patrono laico de nuestro Hogar y Club Universitario).
Alguno de nosotros se cruzaba con ella en los aos 1957 a 1960, acompaando al Padre
Llorens en su trabajo en lo que hoy es el Barrio San Martin y los otros del oeste de la ciudad,
incluido el Flores o transportando para ellos grandes adobes de las ruinas del viejo Hospital
San Antonio, de la Cuarta de abajo. Tambin nuestras trabajadoras sociales Negrita Quiroga
y Pirucha Vivante, as como nuestro Secretario de Bienestar Estudiantil, Marcelo Chamorro.
273
DE
CUYO 70
AOS
la tecnologa de las enormes computadoras24 para pasar a la organizacin

de un sistema y red informtica, basado en las PC, la fibra ptica y las otras
tecnologas complementarias.
En 1991 se cre el Nodo Informtico y de Comunicaciones para fortalecer los vnculos con las universidades de la regin, con programas conjuntos de capacitacin en las nuevas tecnologas, desarrollo de las distintas
herramientas de explotacin de la red, informatizacin de la Biblioteca Central y su conexin con las distintas facultades y de ellas entre s y con el
sistema universitario nacional.
Se afirmaba entonces que nuestra c asa d e e studios e s l a nica e n
el pas que tiene estos servicios a los cuales estn adheridas las principales ciudades del mundo y que este sistema [] significa un salto
gigantesco en lo que a acceso de informacin se r efiere25.
Consultado en estos das uno de los jvenes protagonistas de la puesta
en funcionamiento de la red, acerca de lo que ello signific como un hito
importante en la vida de nuestra Universidad, y refirindose al primer semestre de 1994, nos deca:
Parece que fue ayer, pero han pasado ya casi 15 aos de los primeros das de Internet.
Quin sabe? En esos das en que con Luis Canessa, Sergio Omati
y quien suscribe andbamos dando vuelta por los pasillos del
Rectorado tirando cables y tratando de hacer algo de lo que veamos que estaba pasando en otros lugares del mundo, no imaginbamos las consecuencias de lo que ese trabajo implicara.
Lo cierto es que gracias a la herencia del mundial 78 en la facultad
de Derecho (que funcionaba en el estadio Malvinas Argentinas)
haba quedado un cable coaxial que llegaba a Santiago de Chile.
24 Algunos recordarn la enorme computadora IBM que ocupaba gran parte de la planta baja
del edificio principal de la Facultad de Ciencias Econmicas.

25
Memoria Rectoral, 1992 Primera parte, p. 10.
274
TESTIMONIOS
Este h aba s ido p ensado c omo e nlace d e r eserva p or s i f allaba e l

enlace coaxial a Crdoba. En ese otoo de 199426 se logr colocar
gracias a la confianza de las autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo un enlace de 19,2 kbps (en nmeros de hoy se debera
leer como 0,0192 Mega bit por segundo). Parece irrisorio pero por
ese hilo Florencio Utreras de REUNA (la red acadmica chilena)
nos permita compartir el enlace internacional que nos llevaba al
backbone de la National Science Fundation. Por esos das solamente las universidades habitaban la red y el nombre y el concepto
estaba dejando de llamarse bitnet para dejar lugar a lo que conocemos como Internet.
Las cosas ocurran a una velocidad increble. Una semana ms
tarde Julin Dunayevich anunciaba por las listas de correo de
Secyt que la UBA haba conseguido conectarse en forma permanente a la red. La Dra. Ema Prez Ferreyra de RETINA viajaba esa
misma semana para que establecisemos un acuerdo para que el
Centro A tmico B ariloche s e e nlazase e n e sta t elaraa na cional
que comenzaba a tomar forma. Hacia comienzos de la primavera el
enlace haba crecido a 64 kbps (0,064 mega bit por segundo)
saliendo si multneamente p or R etina e n B uenos A ires y c onservando el enlace a Chile. Segn las noticias de la red el gran norte
se hallaba sorprendido de la existencia de este enlace que permita que los pases del cono sur intercambiasen paquetes de datos
en su territorio sin necesidad de llegar a EEUU para efectuar intercambio de informacin.
Ya a comienzos de 1996 todas las universidades nacionales se reunan en Buenos Aires para conformar la RIU27.
No querra terminar sin dejar el reconocimiento a quienes les toc
en suerte la difcil tarea de tener que asumir el s como autoridades de la universidad. Estos rectores que demostraron tener fe en
algo que sonaba como increble, merecen el reconocimiento p or
26 En Julio de 1994, en Santiago de Chile donde me encontraba realizando la Especializacin
en Gestin Universitaria en el marco de la OUI y desde la sede de REUNA tuve la ocasin de

enviar un correo electrnico al Rectorado, informando sobre mis estudios. J. F. Martn.
27 El Rector Martn form parte de la Comisin Asesora de la RIU (CAR), hasta la finaliza-
cin de su mandato.
275
DE
CUYO 70
AOS
haber permitido que aquellos jvene s aprendices de brujo trabajaran en esta pica campaa.
Gracias a todos Ricardo Palma 28.
En 198629, la Universidad se vuelve a hacer eco de aquella iniciativa y

de aquel convenio que, en febrero de 1974, firmara el Rector Carretero y
aprueba el convenio30 suscrito entre ella, la Comisin Nacional de Energa
Atmica y el Ministerio de Bienestar Social de la Provincia de Mendoza,
referente a la creacin y administracin de la carrera de posgrado Medicina Nuclear y Radiodiagnstico, impulsada por su afn de promover las
aplicaciones pacficas de la energa nuclear en el campo de la salud, a travs de la medicina nuclear y la aplicacin de radioistopos.
Su creacin se dispuso por Decreto N 1741/86 del Poder Ejecutivo de
la Nacin, por el que se destinan las sumas necesarias con cargos a los
crditos del presupuesto asignado al organismo para la ejecucin de su programa de obras.
A los efectos de su puesta en funcionamiento, el 21 noviembre de
199031 se firma un convenio tripartito. El primero de junio de 1991 qued
oficialmente inaugurado el Proyecto Interinstitucional, que luego de un
amplio debate cientfico, poltico y econmico se defini con el perfil de
Fundacin. En diciembre de 1991 se designan los miembros de la Universidad que integrarn el Consejo de administracin de la Fundacin de la
Escuela de Medicina Nuclear y se firma el Acta Constitutiva de la Fundacin Escuela de Medicina Nuclear (FUESMEN). A travs del Decreto
28
EL Mcs. Ing. Indust. Ricardo Palma, Investigador del Centro de Estudios y Aplicaciones
Logsticas (CEAL) de la Facultad de Ingeniera de la UNCuyo y colaborador docente en la
ctedra de Planeamiento y Control de la Produccin, de la carrera de Ingeniera Industrial, se
desempe como excelente Director del Nodo Informtico y de Comunicaciones de la Universidad, hasta mayo del 2002, cuando sus servicios fueron requeridos por esa Facultad.
29
Durante la gestin del Rector Trivio.
30
Resolucin N 141/86 CS.
31
Ratificado por Decreto N 21/91.
276
TESTIMONIOS
N 3602/91 se acepta el contenido del Estatuto Constitutivo firmado por el

Gobierno de la Provincia, culminando as el periodo de. 6 aos de gestacin, postergada por las dificultades socioeconmicas que atraves el pas
en aquellos momentos.
Fue necesario que tres organizaciones estatales de tal impronta, Comisin Nacional de Energa Atmica, Universidad Nacional de Cuyo y el
Gobierno de Mendoza allanaran todas las dificultades para desarrollar las
capacidades necesarias de ciencia y tecnologa, contando con el
involucramiento de la Facultad de Ciencias Mdicas y del Instituto Balseiro.
La Fundacin tiene como objetivo principal la prctica de la medicina
de excelencia, la prestacin de servicios de vanguardia en el diagnstico por
imagen y tratamiento a travs de la medicina nuclear. La formacin, en el
perodo 19972007 de 41 especialistas, magster y doctores en medicina,
fsica e ingeniera nuclear se han sumado al ncleo crtico de la fundacin
que le permite llevar adelante, adems de la formacin de posgrado, sus
proyectos de investigacin en los que participan no menos de 59 profesionales y tcnicos. La FUESMEN desarrolla todas estas actividades con recursos tecnolgicos de primera lnea y gracias a la formacin diferencial de su
recurso humano, la investigacin y el desarrollo se posiciona como una institucin innovadora y diferente en el medio32.
Otro hito muy importante es el que comienza a construirse en marzo
de 1992, cuando se firma una carta de intencin con la participacin del
Gobierno de Mendoza, los municipios y la Universidad para el desarrollo de
carreras cortas universitarias, recibiendo personal tcnico y acadmico la
institucin, especialmente de la Secretara de Asuntos Acadmicos, el asesoramiento de los Colegios Comunitarios del Estado de Florida (Estados
32 En sus respectivos periodos rectorales, los Rectores Bertranou y Martin se desempearon
como Secretarios Acadmicos de la Escuela de Medicina Nuclear, ocupndose adems de su

marcha en general de promover sus actividades de investigacin interdisciplinaria.
277
DE
CUYO 70
AOS
Unidos) y de los Institutos Universitarios de Tecnologa (Francia), a travs de misiones especiales que se incrementaron en 1993.
En Octubre de 1993, se produce la firma de un Convenio entre el
Gobierno de la Provincia de Mendoza y la Universidad Nacional de Cuyo33,
entidades que se comprometen a llevar adelante la implementacin de la
creacin de un Instituto de Educacin Tecnolgica que acte en el Nivel
Superior. La Fundacin de la Universidad Nacional de Cuyo realiza lo necesario para constituir esta Institucin, tanto en lo organizativo como con la
infraestructura y equipamiento necesario, para poder iniciar sus actividades
a partir del ao 1994.
Se toma la decisin de denominar esta nueva institucin Instituto Tecnolgico Universitario (ITU).
A estos esfuerzos se suman prontamente las Cmaras Empresariales
de Mendoza, incorporndose a travs de sus representantes al gobierno de
la Fundacin.
El 22 de junio de 1994 abre sus puertas el Instituto Tecnolgico Universitario, para atender el desarrollo de carreras cortas, la educacin continua y capacitacin en servicio y la investigacin aplicada y desarrollo, habiendo celebrado el mes pasado su 15 Aniversario.
En marzo de 1997, con la presencia del Director de la Ecole Nationale
dIngnieurs de Metz ENIM, y Consultor de la Comunidad Europea, de
la ONUDI y de la Agencia para el Desarrollo de la Investigacin del Ministerio de Industria de Francia, Dr. Pierre Padilla, se realiz el Seminario Formacin de Profesores Universitarios para la Enseanza de la Tecnologa,
en el que participaron profesores del ITU, de la Facultad de Ingeniera, de la
Universidad Tecnolgica Nacional Regional Mendoza y de las cinco
33 Con la firma del Gobernador Rodolfo Gabrielli y del Rector Armando V. Bertranou.
278
TESTIMONIOS
Escuelas de Nivel Polimodal de la UNCuyo, el que cont con el auspicio de

la Cancillera de Francia.
Para lograr el aprovechamiento integral de los equipos disponibles en
las distintas Sedes del ITU y para la capacitacin de sus cuadros directivos
y docentes, se firm un Convenio entre el Instituto y la ENIM, por el cual
realizaron su pasanta en nuestra Institucin seis alumnos de la ENIM entre
marzo y julio de 1997. Asimismo durante 1997 se realizaron nuevamente
ocho misiones a Francia de formacin tcnica y docente.
En junio del mismo ao se realiz un Seminario que abord la problemtica de la Educacin, la Tecnologa y el Empleo, al que adems de la
participacin de personalidades del mbito local, nacional e internacional,
concurrieron 650 personas de todo el pas. Sus documentos y conclusiones
fueron publicados en un libro de ms de 350 pginas.
Un hecho importante se produce en octubre de 1997, ya que por Resolucin 2033/97, emanada del Ministerio de Cultura y Educacin de la Nacin,
se resuelve incluir como experiencia piloto para el Programa de Reforma de
la Educacin Superior Tcnica no Universitaria PRESTNU, a la iniciativa impulsada por el Instituto.
En el ao 1998, se implementa otra propuesta innovadora, que permite
a los trabajadores de empresas de la provincia cursar carreras del ITU y
obtener un ttulo de nivel superior. Es el Programa de Profesionalizacin
del Personal de Empresas, adecundose la misma a las caractersticas y
posibilidades de los adultos trabajadores.
En tanto, en agosto de 1999, el Consejo de Administracin, aprueba
la apertura de una nueva carrera: Redes y Telecomunicaciones. En abril
del ao 2000, se logra la apertura de una nueva sede en el Departamento
de Rivadavia, con la Carrera Tcnicas de Comercializacin con Orientacin Agroalimentaria. En agosto del mismo ao se inaugura el edificio de
la sede de General Alvear, cedido por la Municipalidad y acondicionado
279
DE
CUYO 70
AOS
con recursos de la Universidad y de la FITU. En la Sede Lujn, en el

mismo ao, se abre oferta de otra formacin superior innovadora: la Carrera Logstica de la Empresa.
Con estos hechos, a travs del ITU, la UNCuyo contina consolidando an ms el eje de la distribucin territorial para la equidad, sumando estos
servicios a los ya existentes en los Departamentos de Capital, Lujn, San
Rafael y San Carlos de Bariloche.
La matrcula total del conjunto de sus 14 carreras pas de los iniciales 220 alumnos en 1994 a 2.229 en el 200234, siendo en el 2009 de 2.579
alumnos.
Otro hito significativo es la creacin en la Universidad Nacional de
Cuyo del Instituto de Ciencias Bsicas (ICB)35, como unidad de investigacin de carcter interdisciplinario, con el objeto de promover la investigacin en esas ciencias, coordinar su labor interdisciplinaria, formar en ellas
recursos de alto nivel y desarrollar la excelencia de la enseanza de estas
ciencias, tanto a nivel de grado como de posgrado.
En 1996, se especificaron, en un texto nico, la estructura y funciones
del ICB, cuya normativa se encontraba fragmentada y dispersa en un conjunto de 6 ordenanzas y resoluciones, donde adems de sus funciones de
investigacin y formacin de recursos humanos en Ciencias Bsicas, se
habilita la funcin de Asesor a la Universidad en itinerarios curriculares que
involucren a las Ciencias Bsicas36.
34 En el perodo 19941995 el Rector Bertranou ejercicio inicialmente la VicePresidencia 2
y el Vicerrector Martn la Secretara del Consejo de Administracin. En el perodo 19952002

el Rector Martn fue el VicePresidente 2 y el Vicerrector Juan Manuel Gmez el Secretario.
35
Ordenanza N 12/92, del 13 de abril. La Comisin encargada de la reglamentacin de su

funcionamiento estaba integrada por el Vicerrector del perodo 19901992, Ramn Piezzi, el
Representante del CIUNC, los Consejeros Superiores Nelly Gray de Cerdn y Teobaldo
Saldea y el Director del Instituto Balseiro, Arturo Lopez Dvalos.
280
TESTIMONIOS
Hoy, con la misma estructura de reas ratificada por la mencionada

Ordenanza, encara sus tareas de investigacin y extensin con los docentesinvestigadores pertenecientes a cada una de ellas (Biologa, Fsica, Matemtica y Qumica), as como sus nuevas propuestas educativas de Licenciatura en Ciencias Bsicas y de Profesorado de Grado Universitario en
Ciencias Bsicas.
En el primer trimestre del 1995 se crea la carrera de Especializacin
en Docencia Universitaria37, como un servicio de la institucin a sus educadores, con el propsito de transformar los procesos de enseanza aprendizaje. Al momento de abrirse la inscripcin se esperaba que la misma fuera
demanda por alrededor de 300 profesores de nuestra Universidad. En realidad los aspirantes a completar su ttulo profesional con esta formacin de
posgrado en Docencia Universitaria se elevaron a prcticamente 600, por lo
que el Consejo Superior tuvo que autorizar que una segunda cohorte se
inscribiera para iniciar esta carrera en agosto de 1995.
El hecho que en estas dos cohortes iniciales fuera tan alto el nmero
de docentes de nuestra casa de estudios que quisieran especializarse en
docencia universitaria y que las Facultades con mayor cantidad de aspirantes fueran, por ejemplo, la de Ciencias Mdicas y la de Ingeniera, demostr
que responda a una clara necesidad de formacin de nuestros profesores.
El primer director de esta carrera de Especializacin fue el doctor
Daniel Prieto Castillo38. La carrera dependa directamente del Rectorado
de la UNCuyo y esta dependencia se mantuvo desde 1995 hasta el 2002,
cuando se incorpor como una oferta de posgrado de la Facultad de Filosofa y Letras. Su plan de estudios fue modificado por primera vez en 199839.
36
Ordenanza N 95 CS. del 15 de octubre de 1996.
37
Ordenanza N 5/95 CS.
38
Prieto Castillo se desempeaba como Secretario de Asuntos Acadmicos de la UNCuyo.
281
DE
CUYO 70
AOS
Hasta su quinta promocin la cantidad de egresados de la misma era

808 especialistas, elevndose a 1130 hacia el 2008, por lo que su creacin
signific un hito en la formacin de la planta docente de la UNCuyo.
Entre 1992 y 1993 el Rectorado continu y pr ofundiz las acciones iniciadas en aos anteriores r eferidas a la evaluacin institucional
universitaria, comenzando la capacitacin de sus funcionarios y docentes
en evaluacin universitaria40.
Deca Bertranou:
Pero poco y nada vale la apertura, si al mismo tiempo no nos fortalecemos por dentro. Por primera vez en su historia, en convenio con el
Ministerio de Educacin, nuestra Universidad ha completado un proceso de autoevaluacin que se desarroll a partir de mayo del 94, con
la p articipacin d e u na c omisin i ntegrada p or t odas l as u nidades
acadmicas y por comisiones por facultad. Se realiz una intensa
labor, en el intento de construir y de aportar al mejoramiento de la
calidad [] Contamos ya con una base para reconocernos y construir la institucin que la comunidad necesita 41.
Por primera vez y entre las primeras. A la par de la Universidad

Nacional del Sur y de la Patagonia Austral. Fueron las tres universidades
nacionales que, por primera vez en la historia de la universidad argentina,
realizaron su evaluacin institucional y antes de que la Ley de Educacin
39
40 Memoria
Rectoral 19921994, Segunda Parte, p. 12. Las primeras acciones emprendidas

en la capacitacin fueron la realizacin de la Especializacin en Gestin Universitaria, del
Instituto de Gestin y Liderazgo Universitario (IGLU), de la Organizacin Universitaria
Interamericana (OUI). ChileCanad, por parte de la Secretaria de Extensin Universitaria,
Prof. Fanny Muoz y la participacin de autoridades superiores y docentes en Seminarios de
Planeamiento y Evaluacin realizados en las Universidades Nacionales de San Juan, Rosario
y Mar del Plata u organizados por el CIN en Vaqueras, Crdoba.
41
Discurso 56 Aniversario, pronunciado el da 16 de agosto de 1995, en la Facultad de

Odontologa.
282
TESTIMONIOS
Superior legislara que ella deba ser obligatoria para todas las universidades, pblicas y privadas, cada 6 aos.
Es tal vez el hito ms importante en este periodo de vida de la Universidad Nacional de Cuyo. O, por lo menos, la primera etapa de un hito construido por un conjunto de decisiones y acciones42.
El 11 de diciembre de 1995 asumi como Rector el Vicerrector Lic.
Jos Francisco Martin43. La culminacin de la evaluacin externa y, por lo
tanto, la de la evaluacin institucional a fines de 1995, permiti encarar la
nueva gestin con clara conciencia de las fortalezas en que el gobierno
universitario deba apoyarse para enfrentar la solucin de las debilidades
que habamos detectado en el proceso de evaluacin.
En base al conocimiento adquirido y a la informacin que se dispona,
como nunca antes en nuestra Universidad, que ya manejaba un buen nivel
en ese aspecto, durante el primer trimestre de 1996 se elabor una propuesta de puntos bsicos para el prximo periodo estatutario de gobierno. La
misma fue presentada a toda la comunidad universitaria y a todos los claustros en cada uno de los Consejos Directivos y propona:
Elaboracin de un Plan de Desarrollo Institucional para toda la Universidad.
Desarrollo de sistemas de informacin para la integracin de todas las
dependencias.
Impulso a la comunicacin con la sociedad.
Impulso a lneas de investigacin.
42
Evaluacin Institucional de la UNCuyo I, Serie Documentos y Testimonios N 5,

EDIUNC, 1996 y Evaluacin Universitaria II , Serie Documentos y Testimonios N 6,
EDIUNC, 1996.
43
El Rector Bertranou fue designado y asumi el da anterior como Ministro de Obras

Pblicas, Medio Ambiente, Urbanismo y Vivienda designado por el Gobernador de la Provincia, Dr. Arturo Lafalla.
283
DE
CUYO 70
AOS
Desarrollo y consolidacin del posgrado.

Mejoramiento de las condiciones de trabajo.
Apertura de la universidad a todo el sistema educativo.
Impulso a la produccin intelectual.
Promocin del personal docente.
Capacitacin para la docencia.
Capacitacin para la investigacin.
Mejoramiento del ingreso, la permanencia y el egreso.
Revisin y transformacin de carreras.
Apertura de la prctica profesional social voluntaria.
Impulso a la vida estudiantil.
Capacitacin, promocin y jerarquizacin del personal no docente.
El 29 de abril de 1996 Martin fue electo como Rector para el periodo
19961999, acompaado por el Ing. Juan Manuel Gmez. Ellos fueron reelectos
el 30 de abril de 1999 para el perodo 19992002. Siguiendo las costumbres y
las normas universitarias, rindieron informes de su gestin a travs de las
Memorias Rectorales e Informes Anuales de su accionar44.
A los efectos de cumplir con lo solicitado para esta publicacin del 70
Aniversario de la UNCuyo seguiremos intentando resear lo que nosotros
consideramos los principales hitos del periodo durante el cul la Universidad
celebr sus 50 y 60 aniversarios.
Como se vio, el primer punto de la propuesta hecha a la comunidad
universitaria era la elaboracin de un Plan de Desarrollo Institucional para
la Universidad, por parte del Gobierno y la Comunidad Universitaria. As
como cuando encaramos la autoevaluacin interna no tenamos experiencia
en ella, lo mismo nos pas en la elaboracin del primer Plan, basado especialmente en la primera evaluacin institucional.
44
Dichos documentos se encuentran disponibles en el Centro de Documentacin Histrica

Dr. Edmundo Correas, de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de Cuyo.
284
TESTIMONIOS
En agosto de 1996, en el almuerzo del 57 Aniversario de la Universidad, el Ministro Bertranou ingres acompaado por una persona afable y
sencilla que nos present como Jim Cronin, que sumamos a nuestra mesa.
Se trataba de James Cronin, Premio Nobel de Fsica 1980 e impulsor en el
mundo del Proyecto Pierre Auger. Tiempo despus conocimos a Alberto
Etchegoyen, que nos acerc la documentacin del Proyecto45.
El 9 de febrero de 1999, entre el Gobierno de la Provincia de Mendoza,
la Universidad Nacional de Cuyo y la Comisin Nacional de Energa Atmica, se firmaba46 un convenio para implementar un
[] Programa Interinstitucional de desarrollo del Proyecto Observatorio Pierre Auger, que tiene por objetivo r ealizar investigacin en
astrofsica en coordinacin con la Colaboracin Internacional establecida para tal efecto y la instalacin de un Laboratorio del Hemisferio Sur definido como parte vital de este proyecto 47.
En ese momento no ramos concientes de que volvan a revivir los

proyectos del Rector Ireneo Cruz y la Universidad Nacional de Cuyo no ha
cobrado conciencia de la necesidad de incrementar su participacin, ms
all de la que mantiene nuestro Instituto Balseiro (nuestra nave insignia
como la llamaba Bertranou).
Mientras, para el ciclo lectivo de 1996 se puso en marcha un nuevo
tipo de becas para sumar e integrar al sistema de becas universitarias48, con
45
Que a la brevedad posible pusimos en manos de la Ministra de Educacin, Lic. Susana

Decibe, para que interesara al Presidente de la Nacin, Dr. Carlos Menem.
46 Firmaron el convenio el Dr. Arturo Pedro Lafalla, el Lic. Jos Francisco Martin y el Dr. Dan
Beninson, respectivamente.
47 Ver: www.auger.org.ar
48 Adems de las becas de formacin en investigacin (iniciacin, perfeccionamiento y formacin superior), existan las Becas de Comedor, de Transporte, de Fotocopias, Becas de Prestacin de Servicio (establecidas por el Rector Carretero), Programa Nacional de Becas Universitarias, Proyecto de Prcticas Solidarias, etc., reguladas por la Ordenanza N 75/94 CS.
285
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CUYO 70
AOS
el objeto materializar los principios de igualdad de oportunidades y del derecho a la Educacin Superior y para mejorar el ingreso, la permanencia y el
egreso de los estudiantes universitarios49. Para ello se instituyeron en el
mbito de la Universidad Nacional de Cuyo las Becas de Ingreso y Permanencia Universitaria para Aspirantes.
Como su nombre lo indica y teniendo en cuenta las condiciones de
admisibilidad vigentes en nuestro Universidad, este tipo de becas apunt a
facilitar el ingreso a los jvenes aspirantes otorgndoles una beca desde el
mismo momento que tenan que trasladarse a una de nuestras sedes universitarias (Mendoza, San Rafael o un ITU) para realizar los cursos de ingreso
y los dems requisitos de admisibilidad. A tal efecto, reciben ayuda econmica para transporte, comida y alojamiento, aquellos que residen a ms de
50 km de cualquiera de esas sedes o en otra provincia argentina, que tienen
un alto rendimiento a nivel de los estudios medios y comprueban una difcil
situacin socioeconmica familiar.
En caso de aprobar las condiciones de ingreso y adquirir la condicin de
alumno, convierte la misma en una beca de permanencia mientras mantiene el
rendimiento acadmico exigido por la reglamentacin de este tipo de beca.
Los resultados fueron muy buenos. En el mes de julio se evalu la
situacin acadmica del 68% de los alumnos becados y se verific que el
96,3 % tena un desarrollo acadmico acorde a las exigencias tericas y
prcticas de cada carrera. Las evaluaciones positivas continuaron, la BIPU
se mantiene hasta el presente y la consideramos un hito importante en la
vida de nuestra Universidad.
49
El mismo haba sido elaborado por los integrantes de la gestin Bertranou y alcanzado a
aprobar con el Consejo Superior mediante Ordenanza N 48 del 6 de noviembre de 1995. La
propuesta se bas en los resultados de un estudio sobre establecimientos, matrcula y egresados
del nivel medio, as como nuevos inscriptos universitarios, segn zonas y postulantes de
menores recursos a las becas previamente existentes.
286
TESTIMONIOS
Para colaborar con este programa y gracias a que durante la gestin

del Rector Bertranou se haban recuperado, judicialmente, de una situacin
de usurpacin la edificacin clandestina en nuestros terrenos, realizada durante la etapa del gobierno militar, se prosigui con el objetivo de adecuar los
proyectados departamentos como Residencias Universitarias50, destinadas
tanto a profesores, graduados, como estudiantes.
Inauguramos en 1997, con ocasin del 58 Aniversario de la Universidad, las Residencias Universitarias: 96 plazas para alumnos, que han sido
ocupadas por beneficiarios del programa de Becas de Ingreso y Permanencia Universitaria (BIPU), y 18 plazas para visitantes, que han alojado de
manera prcticamente continua a profesores externos, personalidades invitadas y docentes nacionales y extranjeros vinculados con la actividad de
nuestra Casa.
Ellas junto con las BIPU significaron un claro apoyo al acceso a la
formacin de jvenes talentosos y a la igualdad de oportunidades frente a
las desigualdades sociales.
En noviembre de 1995, el Consejo Superior decidi51, constituir el
Sistema Integrado de Bibliotecas Informatizadas (SIBI), destinado a lograr la interconexin entre todos los centros de documentacin de nuestra
Casa, ofreciendo un acceso a la informacin a travs de un servicio
informatizado a los usuarios y a capacitar al personal en servicio y a los
usuarios a fin de optimizar el aprovechamiento de los recursos disponibles. Se puso en marcha en 1997 y fue el resultado de importantes tareas
de capacitacin con ayuda nacional e internacional y de provisin de equipos informticos. El 6 diciembre de 2001 se traslad a sus nuevas instalaciones en el CICUNC.
50
Su creacin y estructuracin comenzamos a discutirla en el equipo rectoral del perodo

19881989.
51
287
DE
CUYO 70
AOS
Esta iniciativa y otras destinadas a modernizar los sistemas de informacin y gestin, las llevamos adelante junto con el Sistema de Informacin
Universitaria (SIU), en cuyo seno la Universidad Nacional de Cuyo se
responsabiliz del componente de informatizacin del conjunto de bibliotecas de las Universidades Nacionales52.
Para elaborar el Plan de Desarrollo Institucional se realiz un seminario, en 1996 y 1997, del que participaron los miembros del Consejo Superior
y produccin de documentos y de trabajo con los Consejos Directivos de las
distintas Facultades. En 1998 se cre una comisin con representantes de
cada Unidad Acadmica y del Rectorado53 la cual inici el anlisis de documentacin, recibi asesoramiento de especialistas y se entrevist con personas vinculadas al quehacer acadmico y poltico de nuestro pas54.
El primer informe de la Comisin se envi a consideracin de todas las
Facultades, las que convocaron a todos sus miembros docentes, estudiantes
y no docentes. Los documentos fueron aprobados por los Consejos Directivos y remitidos nuevamente a la Comisin para la elaboracin del proyecto
definitivo, que fue puesto a consideracin del Consejo Superior. Este, en su
sesin del 22 de diciembre de 1998, aprob el Plan de Desarrollo Institucional
1999200455.
52
El rector Martin perteneci a la Comisin Asesora del SIU (CAS), desde 1996 hasta la
finalizacin de su mandato. La Directora de nuestra Biblioteca Central an hoy colabora con
el componente bibliotecas del SIU.
53
Ordenanza 6/98 CS.
54 Asesoraron el Dr. Patricio Basso Gallo, vicerrector econmico financiero de la Universidad
de Chile, el Dr. Carlos Bazn, ex decano de la Facultad de Artes de la Universidad de Ottawa,

Dr. Roberto Martnez Nogueira, colaborador de la CEPAL, Mgter. Ernesto Bustelo, ex representante de UNICEF en la Argentina; Dr. Jorge Zapata Mercader y Dr. Jos Genoud, diputado y senador nacional, el Ing. Alberto Cantero Gutirrez, rector de la Universidad Nacional
de Ro Cuarto, Lic. Ernesto Villanueva, vicerrector de la Universidad Nacional de Quilmes y
miembro de la CONEAU, entre otros.
55 Ordenanza N 66 CS. El Plan puede consultarse en el Centro de Documentacin Histrica
(CDH) Dr. Edmundo Correas, de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de Cuyo.
288
TESTIMONIOS
En 1997 tom forma la iniciativa de creacin del Centro de Informacin y Comunicacin de la Universidad Nacional de Cuyo (CICUNC) diseado para apoyar el desarrollo de la comunicacin interna y externa. El
proyecto buscaba, por un lado, abrir oportunidades para produccin y circulacin de la informacin y, por otro, avanzar hacia la superacin del relativo
aislamiento interno.
El Centro rene en un conjunto coordinado el Sistema Integrado de
Bibliotecas Informatizadas (SIBI), Biblioteca Central, Sala con recursos de
aula virtual para teleconferencias, Sala para produccin multimedia educativa y cultural, Centro Tecnolgico Educativo (CTE), Educacin a distancia,
Sala de capacitacin, Nodo informtico, Centro de Capacitacin no Formal,
Radio, Diseo, Videoteca, Prensa, Editorial y Centro de Documentacin
Histrica, para apoyar tambin proyectos de educacin a distancia.
En 1998 se obtuvo financiamiento del Banco Mundial tanto para renovar el equipamiento de la radio como para equipar el resto de los componentes
del CICUNC. Tambin se incrementaron los accesos satelitales a San Rafael
y conexiones por red conmutada a la Facultad de Educacin Elemental y
Especial, Ciencias Agrarias y Facultad Regional Mendoza de la UTN.
Esta obra destaca la recuperacin de un elemento simblico, la torre, que caracteriza el paisaje del Campus universitario.
En junio de 1999 se present al Consejo Superior el documento Sistema de Educacin a Distancia de la Universidad Nacional de Cuyo. El
mismo se interioriz de los alcances de la modalidad, a la vez que encarg a
la ya creada Comisin de Educacin a Distancia la tarea de seguimiento de
experiencias desarrolladas por las Unidades Acadmicas.
El 1 de octubre de 1999 se realiz en la Universidad Nacional de
Cuyo la Primera Jornada de Educacin a Distancia de las Universidades
Nacionales del Centro Oeste del pas, a cuyo trmino se procedi a firmar el
Convenio de Cooperacin y Articulacin para el Desarrollo de Proyectos
289
DE
CUYO 70
AOS
de Educacin a Distancia, cuya clusula primera dispona que las partes se

comprometen a realizar acciones conjuntas para la implementacin de un
Programa Cooperativo de Educacin a Distancia.
En abril de 2001, se inaugur el Curso Interuniversitario de Educacin
a Distancia, organizado entre las siete universidades nacionales del Centro
Oeste: Crdoba, Ro Cuarto, Villa Mara, San Luis, Cuyo, San Juan y La
Rioja. El mismo cont con la activa y permanente participacin de los Rectores y de los profesionales de esas Universidades. En la primera cohorte
participaron 382 docentes de la regin de los cuales 75 eran de la UNCuyo.
El mismo fue sealado como ejemplo a nivel nacional por el titular de la
Secretara de Polticas Universitarias (SPU).
En octubre de 2001 se inaugur el edificio de la Facultad de Derecho,
en noviembre el nuevo edificio de la Facultad de Artes y Diseo y el 6 de
diciembre se inauguraron las instalaciones completas del CICUNC, previa
realizacin, desde el da 3 del mismo mes, un Seminario sobre Nuevas Tecnologas de la Informacin y la Comunicacin en la Educacin Presencial y
a Distancia, el primero en su tipo en la historia de nuestra Institucin, auspiciado en el marco de la Ctedra Ciencia, Tecnologa, Sociedad e Innovacin
de la Organizacin de Estados Iberoamericanos, OEI, y organizado por la
Red de Universidades del CentroOeste y la Universidad Tecnolgica Nacional (UTN).
Hoy y desde el 8 de octubre del 2008 podemos leer en la web de la
Universidad:
El Consejo Superior de la UNCuyo convalid como plataforma oficial de Educacin a Distancia de esta Casa de Estudios, a la
UNCUVirtual, la que depende de la Direccin de Educacin a Distancia e Innovacin Educativa de la UNCuyo.
En lo que respecta a la Reforma del Estatuto, en noviembre de 1999

se abri la ltima etapa, con la creacin por el Consejo Superior de la
290
TESTIMONIOS
Comisin de Reforma del Estatuto, integrada por miembros representantes

de las diferentes Unidades Acadmicas y del Consejo Superior.
La Comisin trabaj desde el 24 de noviembre de 1999 hasta el 28
de marzo del 2001, a lo largo de 25 sesiones, con un promedio de asistencia de 12 participantes. Aprob y present al Consejo Superior, quien tom
conocimiento del informe final de la Comisin de Reforma. Y decidi llamar a reunin de la Asamblea Universitaria para el da 26 de julio de 2002
a las 9 horas.
No se quera interferir con la evaluacin externa que se aproximaba.
Sin embargo, la realizacin de la misma est pendiente hasta nuestros das.
El Rector Somoza ha anunciado la continuacin del proceso de Reforma.
En diciembre de 2000, el Consejo Superior aprob por Resolucin N.
48856 la realizacin de la segunda evaluacin institucional. A partir de febrero de 2001 se trabaj intensamente para definir la metodologa del proceso.
Varias decisiones basales fueron acordadas: constatar en qu medida se dio
respuesta a las recomendaciones de la primera evaluacin institucional; producir informes en los dos niveles de anclaje: cada Unidad Acadmica y la
Universidad en su conjunto; seleccionar las unidades de anlisis y reunir las
matrices de datos necesarios para proceder a la autoevaluacin en las cuatro funciones Docencia, Investigacin, Extensin y Gestin y las cuatro
dimensiones transversales Recursos Humanos, Infraestructura, Informatizacin e Integracin recomendadas por la CONEAU.
La Comisin General de Autoevaluacin y las Comisiones de
Autoevaluacin de cada Unidad Acadmica, elaboraron los informes por
Facultad y se termin el informe general para toda la Universidad, el que
fueron puesto a consideracin de los claustros y finalmente aprobados por
los Consejos Directivos y el Consejo Superior de la UNCuyo.
56
Resolucin N 488/00 CS.
291
DE
CUYO 70
AOS
El informe final fue remitido a la CONEAU para el proceso de evaluacin externa que se realizara en el primer semestre de 2002. El trabajo
fundamental haba concluido: la autoevaluacin por parte de la comunidad
universitaria del perodo de gestin 19962002
Es imposible y sera muy lamentable olvidar que una gestin est estrechamente ligada a un equipo de trabajo. Este equipo en nuestro caso fue
enteramente universitario con profundas raices en nuestra Universidad,
egresados con experiencia en gestin dentro y fuera de la universidad. Es
un orgullo haber trabajado codo a codo con cada uno de ellos: docentes,
personal de apoyo docente, profesores, decanos. En el debate de las ideas,
en la construccin permanente de nuestra universidad abierta al futuro, guardamos recuerdos imperecederos del afan que pusieron en cada momento,
que se tradujo en los hechos que acabamos de relatar. Nuestro agradecimiento y recuerdo.
292
La creacion de la UNCuyo en imgenes

Daniel G. Grilli*
Setenta aos han transcurrido desde el nacimiento de nuestra Universidad, cientos de alumnos han transitado sus claustros y una regin ha crecido
por la accin de profesionales que formaron parte de un proyecto educativo.
Los recuerdos de ese tiempo son innumerables: testimonios, documentos, obras que nos relatan el accionar de hombres que perseguan un
mismo fin, cimentar las bases de un sistema de Educacin Superior. Para
ello movilizaron a la comunidad, reestructuraron antiguos conceptos, golpearon puertas, remozaron viejos edificios, y le dieron a la regin un centro
de estudios superiores con prestigio internacional.
De todo ese bagaje de recuerdos seleccionamos una decena de imgenes que nos describen aquel proceso de construccin de identidad universitaria, donde podemos apreciar los jalones de esta empresa. La imagen tiene un
privilegio por sobre el resto de las fuentes histricas, tiene ese poder evocador
y nostlgico que hace que el espectador se vuelva parte del proceso y convoque a sus propios recuerdos completando la visin de antao.
Antes de apreciarlas es necesaria una consideracin sobre la fotografa como fuente histrica: aunque el material fuente utilizado por los historiadores es de muchos tipos, su formacin les lleva a sentirse ms cmodos con los documentos escritos. En consecuencia, afirma Ivan Gaskell:
* Lic. en Historia. Ctedra Historia de Mendoza, Archivo de Fotografa Histrica, Facultad
de Filosofa y Letras, UNCuyo.
295
DE
CUYO 70
AOS
suelen est ar mal adaptados p ara tratar el materi al a udiovisual y

muchos de ellos utilizan las imgenes de forma meramente ilustrativa,
pudiendo parecerles ingenuos, triviales o ignorantes a los profesionales que se ocupan de cuestiones visuales 1.
Siempre ha existido cierto prejuicio a la hora de utilizar la fotografa

como fuente histrica. Las razones que pueden esgrimirse son las siguientes.
Una razn de orden cultural: existe una atadura multisecular a la tradicin escrita como forma de transmisin del saber; nuestra herencia libresca
predomina como medio de conocimiento cientfico. En funcin de esta tradicin institucionalizada, la fotografa suele ser vista con restricciones.
Otra, se refiere a la lectura e interpretacin de la fotografa. La informacin registrada visualmente constituye un serio obstculo para el investigador, acostumbrado a leer informacin transmitida segn un sistema codificado de signos en conformidad con los cnones tradicionales de la comunicacin escrita.
Un tercer aspecto es que
la fotografa se u tiliza normalmente como referenci a a un texto
narrativo y no como fuente histrica. De esta forma se desaprovecha
su potencial como documento histrico al obviar el examen y el anlisis de la imagen como tal 2 .
Una cuarta consideracin es que para abordar un anlisis de este tipo

de documento es necesario un mtodo de lectura apropiado, ya que de acuerdo con la semitica, las fotografas son textos repletos de cdigos y mensajes, de significados y significantes, que despliegan un juego entre denotacin
1
GASKELL, IVAN. Historia de las imgenes. En: Formas de hacer historia, de Peter Burke
(ed.). Madrid, Alianza Universidad, 1991.
2 THOMPSON, LANNY. La fotografa como documento histrico: la familia pr
oletaria y la vida doms-
tica en la ciudad de Mxico, 19001950. En: Historias. Mxico DC, n29 ,octubre, 1992.
296
LA UNIVERSIDAD
EN IMGENES
y connotacin a travs del cual se establecen significaciones 3. De esta manera la fotografa se convierte en un documento histrico, es decir un texto que necesita ser ledo, interpretado.
Con estas consideraciones preliminares recorramos algunos jalones
del proceso histrico de nuestra universidad, con un dejo de nostalgia, ya
que no pretendemos hacer una exhaustiva cronologa, sino rescatar algunos
momentos significativos que produjeron cambios en esta institucin.
La primera sede
La Universidad Nacional de Cuyo inici sus actividades el 16 de agosto de 1939 en
la Escuela Arstides Villanueva, ubicada en la esquina de calles Rivadavia y 9 de
Julio de nuestra ciudad. Era un antiguo edificio de caractersticas arquitectnicas
clsicas con un prtico sostenido por cuatro columnas, simulando el estilo corintio.
3
GONZLEZ OCHOA, CSAR. Imagen, y sentido: elementos para una semitica de los
mensajes visuales. Mxico, Universidad Autnoma de Mxico, 1986.
297
DE
CUYO 70
AOS
Patio de la Universidad
El espacio de esparcimiento estaba articulado en base a un gran sector donde
convergan las aulas y salas administrativas. Frondosos rboles atenuaban los
efectos del sol. Un detalle importante lo constituye la cpula del Pasaje San Martn
que puede observarse al fondo en el sector izquierdo.
Escudo de la UNCuyo incluyendo las tres provincias,

Mendoza, San Juan y San Luis.
298
LA UNIVERSIDAD
EN IMGENES
Las distintas facultades y dependencias de la universidad se

encontraban diseminadas en distintos sectores de la ciudad. En
la imagen, la Escuela Superior de Lengua y Literatura Extranjera,
que se encontraba en la calle Espaa 1551.
299
DE
CUYO 70
AOS
Otra de las dependencias de la universidad, el Instituto de Sociologa y Geografa, se encontraba en Patricias Mendocinas 1237.
300
LA UNIVERSIDAD
EN IMGENES
El Instituto de Historia, que se encontraba en la calle Rivadavia 540.
La Facultad de Ciencias Agrarias, continuacin de la Escuela de agricultura,

vitivinicultura y enologa, que funcion en los terrenos de la antigua Quinta agronmica.
301
DE
CUYO 70
AOS
La Facultad de Filosofa y Letras funcion en la calle Las Heras 430, antigua casa
familiar de Balbino Arizu, donde hoy se encuentra la Galera del Sol.
302
LA UNIVERSIDAD
EN IMGENES
Biblioteca y sala de lectura, en el costado norte del 1 patio de la propiedad que se

ubicaba en Rivadavia 125. Ntese la ordenada disposicin de los textos en los
anaqueles y la tpica escalera para alcanzar el segundo nivel.
303
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CUYO 70
AOS
Hogar y Club universitario, lugar de esparcimiento y descanso de los estudiantes.
Detalle de la bodega de la Escuela de Agricultura, Vitivinicultura y Enologa, actualmente es la Enoteca Giol, ubicada en el Centro de congresos y exposiciones.
304
LA UNIVERSIDAD
EN IMGENES
Anteproyecto para la construccin del centro universitario.
Desde su creacin, la Universidad Nacional de Cuyo experiment serias dificultades por la falta de locales adecuados para el desarrollo de sus
crecientes actividades. Se consideraba necesaria la construccin de un ncleo de edificios universitarios para lo cual se cont sucesivamente con
distintos terrenos: las 114 hectreas prximas al Cerro de la Gloria, las 10
hectreas donde estuvo emplazada la estacin del Ferrocarril Trasandino y
las 65 hectreas (luego 80) en Alto Godoy.
Entre 1948 y 1951 se plante como solucin la planificacin de la
ciudad universitaria dentro del terreno de 114 hectreas que la provincia
don a la universidad, al oeste del Cerro de la Gloria. Las dificultades para
conseguir agua potable y para riego, postergaron su concrecin. En 1963 se
305
DE
CUYO 70
AOS
consider la posibilidad de construir el centro universitario en el predio del

Ferrocarril Trasandino, idea que luego fue dejada de lado.
El lugar definitivo se materializ, luego del largo proceso de expropiacin de los terrenos denominados Alto Godoy , con una superficie de 65
hectreas y ubicacin inmejorable, a continuacin de los terrenos que ya
posea la universidad y donde se levant el proyectado Hospital Escuela,
dependiente hoy de la Facultad de Ciencias Mdicas.
Por resolucin del Consejo Superior del 17 de Diciembre de 1964, se
autoriz al rector para la adopcin de medidas relacionadas con la planificacin del Centro Universitario. A ese efecto la Direccin de Construcciones
Universitarias elev un anteproyecto de planificacin. Los terrenos poseen
El predio universitario en los primeros tiempos de construccin. Detalle del HospitalEscuela Toms Pern.
306
LA UNIVERSIDAD
EN IMGENES
inmejorables vistas hacia la ciudad, con una pendiente aproximada del 3,5%,
presentan algunos accidentes que se ha preferido conservar como caractersticas del paisaje.
En un informe presentado por la Direccin de Construcciones Universitarias se expresa que la unidad fsica del conjunto de facultades crea una
unidad funcional que colabora positivamente con la formacin cultural de los
estudiantes. A travs de las circulaciones, playas, confiteras, bibliotecas, teatros, gimnasio, sede social y comedores, se trata de producir el contacto entre
profesores y alumnos de las distintas facultades como la mejor forma de comunicacin para la creacin de una verdadera conciencia universitaria.
En las circulaciones se ha independizado el movimiento peatonal del transito de vehculos. El primero se desarrolla a travs de caminos arbolados que
unen cuatro grandes plazas forestadas y confluyen a las paradas de mnibus.
El anteproyecto de la Direccin de Construcciones Universitarias
prevea instalaciones para rectorado, saln de actos, escuela superior de
msica, departamento de arte escnico, hogar y club universitario, lago, iglesia,
estacionamientos, campos de deportes, viviendas, escuela de cermica, restaurante, gimnasio, sede social, pileta cubierta y futuras ampliaciones4.
Galeria de p ersonajes
Para culminar este relato grfico, vlido es mencionar a integrantes
de la comunidad universitaria que se destacaron por su labor. Sus nombres
se agolpan en la memoria por aparecer, todos deberan ser nombrados, pero
seleccionamos algunos que actuaron en momentos claves de la universidad:
su creacin, su humanizacin y su divisin. Ellos son: Edmundo Correas
como el artfice y ejecutor de los primeros aos; Fernando Ireneo Cruz por
su labor humanstica y Julio Jos Herrera, ltimo rector de la universidad en
su concepcin regional original.
4
Diario Los Andes. Mendoza, 16 de agosto de 1969.
307
DE
CUYO 70
AOS
Arriba: Rector Edmundo Correas (19391943)

Primer rector de la UNCuyo que se encontraba integrada por organismos como la
facultad de ciencias, la facultad de filosofa y letras, la academia de bellas artes, y el
conservatorio de msica, entre otros.
308
LA UNIVERSIDAD
EN IMGENES
Rector Dr . Julio Jos

Herrera (19691973)
Concret el 3 de noviembre
de 1969 la inauguracin del
Centro Universitario y fue el
ltimo rector de la universidad que congregaba a las
tres provincias, ya que el 10
de marzo de 1973 se crearon
las universidades nacionales
de San Juan y de San Luis.
Ante esta situacin el Dr.
Herrera renuncia al cargo de
rector con los siguientes trminos soy el ltimo rector
de la Universidad Nacional
de Cuyo, les agradezco la colaboracin que siempre me
han brindado y la que han
prestado a la institucin y los
exhorto a trabajar para la nueva universidad, limitada al mbito provincial, con los
mismos mritos, la misma dedicacin y la misma fuerza con que lo han hecho para la
Universidad que acaba de morir 5
Pgina opuesta: Rector Fernando Ireneo Cruz (19471954)
La Universidad Nacional de Cuyo experiment durante el rectorado de Cruz una
importante expansin de sus actividades al crearse nuevas instituciones como: la
escuela de medicina; la escuela de estudios polticos; la escuela superior del magisterio, adjunta al profesorado de lenguas vivas; el profesorado de ciencias exactas,
fsicas y naturales (en San Luis); la escuela superior de msica y la escuela superior
de ingeniera en combustibles.
5 ROMANO, ANBAL MARIO. La Universidad Nacional de Cuyo y la Revolucin Argentina.
Mendoza, Fac. Filosofa y Letras, UNCuyo, 2000.
309
DE
CUYO 70
AOS
Medalla conmemorativa
Anverso y reverso de la medalla conmemorativa de la creacin de la
Universidad Nacional de Cuyo, hecha acuar por el ministro de Justicia e
Instruccin Pblica, Dr. Coll. El anverso que es el emblema adoptado por la
Universidad de Cuyo, representa un cndor en vuelo en las altas cumbres
de los Andes, sobre el libro de la sabidura, simbolizando que en el esfuerzo
de las alas del espritu, est la esencia de la vida. El reverso contiene la
fecha de fundacin de la Universidad y el nombre del Presidente de la Repblica y ministro de Justicia e Instruccin Pblica.
Fue entregada por el Rector a las autoridades visitantes y a los medios
de comunicacin, entre ellos el diario La Tarde, que acusa recibo, en su
publicacin del Lunes 14 de agosto de 1939, de la siguiente manera:
Por gentileza del rector de la Universidad, doctor Edmundo Correas,
hemos recibido una simblica medalla conmemorativa de la fundacin de la Universidad de Cuyo, acto que tendr lugar en esta ciudad
el mircoles prximo y al que concurrirn distinguidas personalidades del mundo intelectual argentino.
Las imgenes utilizadas pertenecen al Centro de Documentacion Histrica de la UNC; proceso de recuperacin Archivo de Fotografa Histrica, Facultad de Filosofa y Letras.
310
ndice
Presentacin
El libro del septuagsimo aniversario de la
Universidad Nacional de Cuyo, Arturo Somoza
Reflexiones
7
13
Amrica Latina: Educacin Superior e integracin

Sudamrica y Amrica Latina, Helio Jaguaribe
Algunos criterios para bienpensar el Bicentenario y
dos propuestas ticas, Eduardo Devs Valds
Tendencias Internacionales de la Educacin Superior,
Jos Joaqun Brunner
15
17
Ecos del Congreso Nacional de Filosofa de 1949

El derecho a pertenecer a una comunidad organizada
en la visin de tres filsofos y un estadista,
Humberto Podetti
Un mensaje humanista para Amrica Latina.
Testimonio y reflexin, Graciela Maturo
La comunidad organizada en el contexto del
Primer Congreso Nacional de Filosofa, 1949, Nancy Sim
El perfil humanista y la obra del Rector
Ireneo Fernando Cruz (19471954), Fabiana Mastrangelo
81
Testimonios
Unas palabras sobre la Universidad, Arturo Andrs Roig
Hechos, historia y perspectivas, Jos Octavio Bordn
Reflexiones por el septuagsimo aniversario de la
Universidad Nacional de Cuyo, Luis Enrique Abbiati
31
45
83
105
115
155
177
179
183
191
Tres ejes fundamentales, Jorge H. Sarmiento Garca

Recuerdos de un viejo universitario, Jorge Tacchini
Construir el futuro sin olvidar el pasado,
Mara Luisa Porcar de Yels,
Sobre la Universidad, Martha Pramo de Isleo
Recuerdos de la Universidad Nacional de Cuyo y mi visin
sobre la misma en este aniversario de su creacin,
Isaac Hilario Rivero
La Universidad Nacional de Cuyo
a 70 aos de su fundacin, Humberto Podetti
Universidad. 70 aos, Norma Fscolo
La Universidad que conoc, Mara Victoria Gmez de Erice
La Universidad, Juan Carlos Vignoni
Orgullo, amor, frustracion, sueos, Ernesto Surez
Visin de la universidad, Jorge Chambouleyron
Algunas reflexiones ante los setenta aos de vida de la
Universidad Nacional de Cuyo, Len Nijensohn
Hitos de una universidad abierta al futuro 19882002,
Armando V. Bertranou / Jos Francisco Martin
La creacion de la UNCuyo en imgenes, Daniel G. Grilli
197
201
209
215
219
229
235
241
247
249
253
255
261
293
295
Se termin de componer
e imprimir en Editorial Qellqasqa,
Pascual Toso 411, S a n J o s d e G u a y m a l l n ,
Mendoza, Repblica Argentina, el 16 de agosto de 2009,
a 70 aos de la creacin de la Universidad Nacional de Cuyo.
[email protected]
www.qellqasqa.com.ar

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Universidad N acional de Cuyo

Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza, Repblica Argentina)

Universidad Nacional de Cuyo

Reflexiones, testimonios e imgenes

Arturo Somoza, Helio Jaguaribe, Eduardo Devs Valds,

Universidad Nacional de Cuyo

Universidad Nacional de Cuyo 70 aos (19392009); reflexiones,

Impreso en Argentina Printed in Argentina

Amrica Latina: Educacin Superior e integracin

Ecos del Congreso Nacional de Filosofa de 1949

El libro del septuagsimo aniversario de la

Nuestra Universidad, en Mendoza LA UNIVERSIDAD, cumple setenta

del Bicentenario1. La Comisin Ejecutiva del Bicentenario entendi que

Ing. Agr. Arturo Somoza,

1 Por Ordenanza N 15 de Octubre de 2008, el Rectorado cre la Comisin del Bicentenario

Comisin del Bicentenario de la Revolucin de Mayo

FACULTAD DE FILOSOFA Y LETRAS

Sudamrica y Amrica Latina1

Conferencia pronunciada en ocasin de recibir el ttulo de Doctor Honoris Causa de la

hecho en esa direccin, como la ALALC y la ALADI, pero con resultados

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alcanzar alta competitividad en industrias livianas o de relevante cuota de

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Todas las culturas contemporneas estn expuestas, en mayor o en

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Hay que proseguir en esa influencia y desarrollarla. Adems de eso, todava

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de nuestro quehacer intelectual, que puede desglosarse en subpuntos:

Reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen de hambre.

extraintelectuales: predicas religiosas o ideolgicas o manifestaciones en

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de servicios subordinados, gente sin inventiva, creatividad o radicalidad

en un sentido, lleva una racionalidad propia de criticismo y honestidad. La

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insercin de la regin del (y del pensamiento y de la cultura regional)

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