Spondylus 2006

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INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

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AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


spondylus
Informativo de la AUSENP

Coordinación: Janeth Molina C.


Universidad del Azuay
E. mail: jmolina@uazuay.edu.ec

Gabriel García
Universidad Técnica Particular de Loja
E.mail: gugarcia@utpl.edu.ec

Noé Bravo Vivar


Universidad Nacional de Loja
E. mail: oci@unl.edu.ec

Luisa Portugal
Universidad de Piura
E. mail: mlportug@udep.edu.pe

Diagramación e impresión:
Editorial UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA

Revisión: Dr. Noé Bravo Vivar

www.ausenp.org

BOLETIN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE UNIVERSIDADES DEL SUR DEL ECUADOR Y DEL NORTE DEL PERU –AUSENP-
INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

Comité Ejecutivo AUSENP


2004 - 2006

Luis Miguel Romero Fernández, Ph. D


(Rector-Canciller de la Universidad Técnica Particular de Loja)
PRESIDENTE AUSENP

Dr. Adán Alvarado


(Rector de la Universidad de Tumbes)
VICEPRESIDENTE POR PERÚ

3
Ing. Armando Altamirano
( Vicerrector General Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL)
VICEPRESIDENTE POR ECUADOR

Ing. Gabriel García Torres


(Secretario General de la Universidad Técnica Particular de Loja)
SECRETARIO EJECUTIVO POR ECUADOR

Dra. Luisa Portugal


(Universidad de Piura)
SECRETARIA TÉCNICA POR PERÚ

Dr. Noé Bravo


(Universidad Nacional de Loja)
SECRETARIO TÉCNICO POR ECUADOR

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


6 Presentación

8 Artículos
Contenido:
• Reestructuración de la universidad
latinoamericana: sus raíces y prospectiva
Dr. Luis Miguel Romero Fernández

• Cuestionando Dogmas para el Manejo Ambiental


Gustavo ChacónVintimilla, Ph.D.

• Evolución de los ecosistemas continentales del norte del


Perú y sur del Ecuador durante el plio-pleistoceno
Dr. Jean-Noël Martinez

• Recursos paleontológicos de la costa piurana: una ven-


tana hacia nuestro pasado lejano
Dr. Jean-Noël Martinez

• Patrimonio cultural intangible


Claudio Malo
Con el Dr. Jaime Astudillo Romero
• Compromiso renovado:
El camino hacia la mejor universidad del Ecuador
Rector de la Universidad de Cuenca

• ¿Comunidad Andina de Naciones o


Tratado de Libre Comercio?
Ec. Carlos Cordero
INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

Construir el mundo a partir de las fronteras


• Las universidades de frontera y su contribución para
mejorar la calidad de las relaciones binacionales
Dra. María Luisa Portugal de Rodrich

• Apuntes para una historia de la AUSENP


Noé Bravo Vivar

76 Noticias desde las Universidades Miembros

81 AUSENP, Agenda cumplida

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


sección
INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

Independientemente de lo adecuadas o no que sean estas duras palabras para la si-


tuación general de Latinoamérica, lo curioso es que parecieran describir con bastante
acierto gran parte de la situación actual de nuestras universidades. Comencemos por
algunas consideraciones a modo de diagnóstico:

1) In-Pertinencia social (falta de pertinencia social).

Nuestras universidades son, en general, absolutamente incapaces de responder a


los dos grandes desaf íos que tiene Latinoamérica en los albores del Siglo XXI:

a) Responder a la globalización de la economía, en la que compiten, en la actual


sociedad basada en el conocimiento, no sólo el aparato productivo y comercial,
sino también los sistemas educativos.

b) Dar respuesta a la situación de extrema pobreza de las grandes mayorías, en


términos de un desarrollo socialmente sustentable. [GARCÍA GUADILLA, C.
1996].

Efectivamente, las universidades se van transformando cada vez más en urnas de 9


cristal, alejadas de la sociedad a la que se deben y en la que se encuentran, no sien-
do, en la mayoría de los casos, más que un elemento marginal en el desarrollo de los
pueblos; con el agravante de que se encuentra más capacitada institucionalmente para
una efectiva contribución que cualquiera de los restantes actores de la sociedad: Co-
nocimiento, capacidad instalada, integración de diferentes componentes, conexiones
locales e internacionales, marco legal, preeminencia social, fuerza de trabajo (inclui-
dos estudiantes), e incluso presupuesto (ayudas, donaciones, exoneraciones, etc.). En
cambio, la contribución en proyectos efectivos es tan escasa, que –diríamos- se queda
en lo puramente “testimonial”. Si los ímprobos esfuerzos realizados por las universi-
dades para “dorar la píldora” y tratar de engañar el medio social, se dedicaran a reali-
zar algo concreto, seguro que conservaría aún algo de credibilidad. Pero los planes y
proyectos se presentan en las diversas instancias sólo “como para ser presentados”, no
“como para ser ejecutados”; es decir que quien los presenta no cree en su ejecución.
Me refiero al concepto más primigenio de “creencia” como elemento formante de una
“energía” que posee constitutivamente el ser humano en orden a dar sentido a su com-
portamiento y a la consecución de su destino [RIELO,F. 1993]. Y más aún si nos refe-
rimos a esa “creencia” como energía colectiva que focalizando la co-responsabilidad
de los equipos puedan llevarse a cabo realizaciones, esto es: “hechos”, de una cierta
envergadura y verdaderamente útiles para la sociedad. Naturalmente es más fácil el

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“mesianismo” que ha caracterizado a nuestras universidades en Latinoamérica, pro-
clives a decirle a todos, con manifestaciones y marchas, con panfletos y declaraciones
solemnes, lo mal que hacen las cosas todos los demás. Es lo mismo que el lugar común
de que siempre protesta más el que menos hace, aquellos que nunca “le llevarán una
carta a García”; sólo que en nuestro caso el refuerzo colectivo para no ver la evidente
distorsión del comportamiento es muy fuerte, mediado por historias compartidas, ele-
mentos ideológicos, clichés, etc.

2˚) De-formación (más que formación).

Podría aducirse a lo dicho anteriormente que la mejor forma de servicio a la socie-


dad por parte de las universidades es la formación de “buenos profesionales”. Sin duda
sería un aporte notable; sin embargo, esa supuesta “cualidad profesional” resulta ineficaz
y en muchos casos claramente falsa. Veamos:

La ausencia de una verdadera formación integral que incluya un serio componente


ético y la participación en un proyecto colectivo, favorece todo tipo de profesionalismos
utilitaristas a través de los cuales muchos se sirvieron de la Universidad, pero nunca
sirvieron a la misión de la Universidad. La “fuga de cerebros”, que tiene también otros
componentes, es parte de esto. En el mejor de los casos es un aporte a la sociedad frag-
mentario y muy costoso.
10
Peor aún, profesores encasillados en un teoricismo desactualizado, acrítico y
descontextualizado, se encargan de producir estudiantes con mentalidad de mínimos,
que estudian conceptos “que vuelan por las nubes y no aterrizan nunca”. El papel lo
aguanta todo, pero luego serán incapaces de aportar de forma efectiva a una sociedad
con la que nunca tuvieron contacto a través de su participación en proyectos reales, con
los cuales contrastar sus conocimientos. Por eso cuando egresan son paracaidistas que
caen en un ecosistema totalmente desconocido: el mundo laboral. Salen a mendigar los
pocos y nepóticos puestos estatales disponibles para poder continuar “sin hacer nada”
por el resto de su vida. Si se acercan a la empresa privada le dirán:

- Usted que experiencia tiene.

- Yo, ninguna, acabo de titularme.

- Pues yo necesito gente con experiencia, vuelva cuando la tenga.(Para repetir la


misma entrevista una y otra vez).

Además, como la Universidad no le ha enseñado a ser creativo, emprendedor, líder


capaz de gestar empresas de todo tipo, como nunca tuvo experiencia de trabajar en al-
gún proyecto o empresa de la Universidad donde las cosas terminen realizándose, sino
que siempre trabajó en base a simulaciones, a actividades exentas de riesgo, y en las

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que no se rinden cuentas y alguien “paga al final los platos rotos”, entonces no podrá ser
generador de empleo y motor del desarrollo socioeconómico y cultural. Si alguna visión
empresarial, sea cual sea el tipo de empresa, adquieren los universitarios, de seguro la
reciben fuera de la Universidad.

Esta concepción repercute también en los diseños curriculares, que son artificiales,
teorizantes, nada flexibles, y retrospectivos. Mediante exageradas metodologías se ana-
lizan mercados ocupacionales, se caracterizan los perfiles profesionales y se definen las
diferentes materias del pensum mediante consensos en la respectiva unidad académica
con la orientación de superexpertos en metodología curricular. Finalmente se obtienen
las aprobaciones correspondientes y comienza la nueva carrera. Todo ese proceso lleva
sus buenos 3 ó 4 años, mas los 4 ó 5 de la carrera y 2 de la tesis, tenemos finalmente un
profesional que responde a un mercado ocupacional de una década atrás. Más aún, la
fragmentación y el escalonamiento son tan rigurosos que el estudiante sólo toma alguna
consciencia de su carrera al final, con la única aproximación real de unas ciertas “prác-
ticas”.

Aún en los estudios de más calidad, el modelo de curricula responde a la realidad


europea o norteamericana, que tienen bien establecidas las cadenas productivas de la
sociedad. El buen profesional termina reemplazando alguno de los eslabones. Se requie-
re para ello alta calidad y alta especificidad. En nuestro medio, las cadenas productivas
son pequeñas y fragmentarias; se requiere amplitud de competencias más que especi- 11
ficidad.

3) Defi-Ciencia (de nuestra actividad científica).


Para Mario Bunge “los siete pecados capitales de nuestra universidad” son: “Escasa
productividad de conocimiento nuevo; ausencia de dedicación exclusiva; feudalismo de
las cátedras; xenofobia; atomización en numerosas unidades independientes; elitismo
social; e indiferencia estudiantil hacia los valores académicos” [BUNGE,M. 1984]; casi
todos referidos, de una u otra forma a la Ciencia. Ciertamente, la contribución de Lati-
noamérica a la producción bibliográfica, medida como número de artículos en revistas
indexadas, es menor del 1% de la literatura mundial; y si nos referimos sólo a los países
andinos es de menos de un 0.05% [CURRENT CONTENTS, 1984]. La cantidad de ar-
tículos por millón de habitantes y año se sitúa entre 3 y 7 para los países andinos, y en
torno al centenar para países más “europeizados” como Chile o Argentina; en tanto que
se acerca al millar para Estados Unidos. [FUNDACYT, 1996]. Por otra parte, existe muy
poca investigación aplicada y una débil vinculación de los programas, particularmente
de postgrado, con el mercado de trabajo, lo que origina una escasa utilización del perso-
nal altamente cualificado y una sangrante “fuga de cerebros”. Prácticamente nada puede
hablarse de grandes proyectos de las universidades vinculados con la Empresa o el Es-
tado. Es sintomático que las tesis se refieran, por contenido o metodología, a problemas

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totalmente ajenos a nuestra realidad, y nunca son parte de Programas de Investigación
Científica más amplios, de departamentos o grupos. Su destino es el olvido entre el pol-
vo de las desactualizadas bibliotecas.

La “brecha tecnológica” entre los países del llamado “primer mundo” y los restantes
ha producido en nuestras universidades, una tendencia a la asimilación como espejismo
de progreso y modernización aparente. Los recursos humanos cualificados a nivel de
doctorado (Ph.D.) son escasísimos, y las condiciones económicas, políticas y culturales
para el desarrollo de la investigación científica, que ya exponía magistralmente Mario
Bunge hace algún tiempo [BUNGE, M. 1988] apenas se cumplen, particularmente en
el área andina: remuneración digna, aprovechamiento de recursos y flexibilidad admi-
nistrativa, estabilidad, libertad de investigación y selección por capacidad, relación con
otros países, tolerancia, institucionalización, ambición constructiva y colaboración, es-
fuerzo decidido por hacer buena ciencia y pensar a medio y largo plazo, educación y
estima por el saber, comunidades científicas amplias, desarrollo conjunto de diversas
ciencias etc. En resumen, se puede aplicar perfectamente a la investigación en nuestro
medio el llamado por Merton “Efecto Mateo”, citando libremente a una expresión del
Evangelio de San Mateo: “... a quien tiene se le dará y le sobrará, al que no tiene, aún
aquello que tiene le será quitado”. Se requiere un conjunto de condiciones mínimas para
que empiece un crecimiento multiplicativo, como la “masa crítica” de material radioac-
tivo que se requiere para iniciarse una reacción en cadena. [MERTON, R.K. 1962].
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Esta situación nada halagüeña se ve agravada por otro fenómeno al que haremos
mención especial. Desde hace varias décadas, las Universidades Latinoamericanas se
han visto envueltas en una tendencia formalista que ha pretendido ver en la “ingeniería
social” y en los “contenidos procedimentales o metodológicos” la solución inmediata a
todos los problemas; y en lugar de responder a los graves cuestionamientos hacia su fun-
ción, la universidad latinoamericana se encuentra enredada en la búsqueda de “Modelos
salvadores”, herederos de los viejos esquemas marxistas, que aplicados a la sociedad o a
la propia universidad resuelvan de un golpe todos los problemas del ámbito a que se re-
fieren. Si esto no sucede, se busca un nuevo “Modelo” y así sucesivamente; en vez de rea-
lizar lo que sea posible, de concretar algunas cosas, para luego ampliar esa experiencia
e ir abarcando sucesivamente mayores desaf íos.. Citemos algunos ejemplos concretos:
El énfasis en la “planificación” y otras técnicas similares, ha llenado las universidades de
nuestro entorno de centenares de planes de investigación y desarrollo institucional que
han resultado de hecho totalmente inoperantes. Se han dedicado muchísimos recursos
humanos y económicos a enseñar cómo diseñar planes de investigación sin comprar
un solo microscopio o poner las condiciones para que alguien investigue con él. Se han
realizado interminables “diseños y rediseños curriculares”, además complicadísimos,
cuando los profesores de las facultades “superdiseñadas” hace años que no leen un solo
artículo de su especialidad, y las bibliotecas tienen solamente libros editados hace más
de dos décadas... Hay más cursos de “metodología de la investigación” que del resto de
las materias, dictados en su inmensa mayoría por superexpertos en metodología de la

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investigación que no han investigado nunca, y que complican a los atónitos alumnos con
interminables y estúpidos procedimientos que castrarán de forma inevitable su aptitud
futura para investigar. Solo escaparán de esa telaraña metodológica los que se atrevan a
leer algún artículo de su especialidad, pudiendo comprobar con gran sorpresa algo tan
obvio como que para nadar no hacen falta quinientas lecciones de anatomía y dinámica
de fluidos, sino echarse al agua. Algo que ya Guillermo de Ockam, en los albores de la
ciencia renacentista, estableció como postulado de simplicidad en la Ciencia. Más aún,
no hay palabras para expresar el sadismo con que los directores de tesis torturan a sus
indefensos tesistas, atados al potro de las infinitas metodologías, que prolongan sus va-
cuos trabajos por más tiempo del que se requiere para hacer una nueva carrera. O los
“talleres de calidad total” en educación, que deslumbran a quienes no son capaces de la
más mínima calidad símplemente “dentro de lo posible”; o los “proyectos de extensión
social” que sirven para “cubrir el sol con un dedo”, o los “organismos diversos de coor-
dinación”, que además de inútiles son proclives a reglamentos y diagnósticos; y un largo
etcetera de mentiras institucionalizadas. Nuestras universidades, en suma, enredadas en
este formalismo, no permitieron un desarrollo de la investigación e hicieron de la ciencia
en Latinoamérica, salvo heroicas excepciones, una completa tramoya. Las repercusio-
nes para el desarrollo económico, social y cultural no sólo son gravísimas, sino que ade-
más “tienen inercia”, es decir, supuesto un giro radical de 180o, no repercutirá de forma
significativa hasta al menos una o dos décadas. [ROMERO,LM. & MUñOZ,J. 1997]

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4) Demagogia (o una verdad “a la medida”)
“El periodismo es una forma de reírse de la verdad,
la política de asesinarla”

(Fernando Rielo)

Nos referimos, obviamente a la politiquería tan en boga en nuestras universidades.


La masificación y la instrumentación política de casi la totalidad de la realidad universi-
taria es un lugar común que a nadie parece importarle. Se buscan argumentos justifica-
dores, siempre vestidos de hermosas palabras: democracia, popular, compromiso social,
etc., y se opera por “metonimia” de nobles conceptos: A es claramente criticable, luego
B, C, D, etc. también. También se utilizan diversos métodos de manipulación: Manejo de
la información, uso de la carga emotiva de los términos, “slogans” que han sido artificial-
mente prestigiados, valoración de lo ambiguo, adoctrinamiento y modelamiento de las
mentes, coerciones, etc. [LOPEZ QUINTAS, A, 1987]. Pongamos un ejemplo: se acusa
de confesionales a las universidades católicas, cuando todas lo son en algún sentido,
bien sea ideológico, político, etc., a veces claramente por presión de minorías, aunque la
manipulación las hace aparecer como democráticas.

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Más aún, la ciencia como tal, y no sólo sus productos tiene una entraña ética. Ni
siquiera en las ciencias naturales puede mantenerse neutro el proceso mismo de la in-
vestigación, sus políticas, sus determinantes económicos, los sesgos en la transmisión de
información, etc. Mucho menos en las ciencias humanas, en las que los fines y todo el
conjunto de los propósitos psico-sociales y culturales forman parte indispensable de los
mismos postulados conceptuales. Tampoco el comportamiento del hombre de ciencia
como tal deja de tener amplias repercusiones en los productos de la ciencia y aún en su
constitución teórica: si es honesto, independiente de juicio, con gran amor por la liber-
tad intelectual; o es víctima de control ideológico o político, o se deja influenciar por
intereses personales, de clase, etc., que llevan al autoengaño y a la distorsión de los con-
ceptos. Actitudes simplistas, absolutistas y contundentes pululan por doquier, haciendo
gala del más elemental rigor, sobre todo en ciencias humanas. Un ejemplo de ello es la
impunidad con que se dan juicios económicos por parte de los expertos, en base a una
serie de datos muy limitados, ignorando la más elemental cautela metodológica.

Más de fondo está una actitud que hunde sus raíces en la Ilustración, que tanto im-
pacto tuvo en Latinoamérica, y su “mito de la perfecta racionalidad”: la compulsión ins-
tintiva a creer, o querer creer, que existen algoritmos en todos los campos de la ciencia
que nos permiten la completa y exhaustiva descripción de la realidad, de forma que nada
escape a su poder comprehensivo. Ese mito es responsable de las actitudes formalistas
y artificiales a las que aludíamos arriba, y nos ha hecho expertos en planificar en teoría
14 e incapaces del más mínimo aterrizaje concreto. Esa actitud nos ha llevado a despreciar
las realizaciones concretas, único punto de anclaje para un trabajo paciente, minucioso,
en colaboración y que empiece a llenar de sentido las tantas palabras ampulosas y vacías
que decoran nuestras universidades.

Me referiré en particular a dos dimensiones que se relacionan con lo anterior:

a) El presupuesto: La pertinaz resistencia a considerar el presupuesto universitario


un asunto de demanda hacia el Estado, en vez de gestionar ingresos a través de
proyectos, asesorías, etc. es más un problema de mentalidad que de dólares.

b) La legislación: El miedo a la innovación y a la dimensiones de gestión de tipo


empresarial, a la flexibilidad adaptativa, a la creatividad y a las realizaciones con-
cretas, desde una mentalidad burocratizada e instalada en el poder por el poder,
es la que lleva a un exceso de legislaciones y controles, que pretende ponerle
“puertas al monte”.

Raíces y prospectiva
No voy a detenerme en la búsqueda de raíces, que suele llevarnos a tediosos análisis
“ad infinitum”, que nos permite una más adecuada descripción de la crisis en que nos

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encontramos, pero que no nos señala cómo salir de ella. Haremos, no obstante, tres
consideraciones históricas y antropológicas:

a) El ascenso al poder de las oligarquías criollas, tras la independencia, a veces en


las condiciones de que se quejaba “el General en su laberinto”, debió generar
una suerte de mal ejemplo, consistente en que para conseguir algo, la vía más
adecuada es el ascenso político, no el esfuerzo continuado y decidido hacia ese
objeto.

b) Latinoamérica es mestiza, surgida de un determinado proceso histórico. La con-


tradicción de suponer, siquiera inconscientemente “que bueno hubiera sido, si
las cosas no hubieran sido como han sido” sólo lleva a la esquizofrenia cultural.
Nuestra cultura debe comunicarse con otras sin miedo, intercambiando y asu-
miendo sus valores, pues ese proceso más que debilitar nuestra identidad acre-
cienta una fuerte idiosincrasia.

c) La “Reforma de Córdoba”, de 1918, aún cuando pudiera tener sus justas razones
contra un “estatu quo” del momento, hizo una transmutación de valores univer-
sitarios, sustituyendo el saber como base de la autonomía por el poder; la auto-
ridad académica, por la autoridad política; y la función de servicio a la sociedad,
por la de instrumento. Sus planteamientos fueron más lejos de los contextos 15
teóricos en los que surgieron y su inercia afectiva, a través de las luchas sociales
del continente, ha sido la responsable, aunque a muchos les cueste admitirlo,
porque han invertido vida en sentido opuesto, de gran parte de los elementos
críticos que hemos descrito.

d) Las universidades particulares en Latinoamérica, en especial las católicas o las


de inspiración católica, han supuesto una cierta vía de salida a la crisis. Es sin-
tomático que el porcentaje de estudiantes matriculados en centros privados de
educación superior en Latinoamérica haya pasado del 15% en 1960 al 38% en
1995; y más aún, el porcentaje de universidades particulares en 1995 en toda La-
tinoamérica es del 60% respecto al total de universidades. Solamente Cuba (0%)
y Ecuador (23%) se alejan de este promedio [GARCIA GUADILLA, C., 1996].
Aunque en general las universidades particulares presentan comparativamente
altos índices de eficiencia y calidad, y unas estructuras académicas y adminis-
trativas más flexibles y competitivas, la escasa disponibilidad de otros recursos
aparte de la matrícula ha obligado a una tendencia elitista. Sólo en algunos casos
excepcionales como Chile, cierta proporción del aporte estatal a la educación se
hace directamente al estudiante, independientemente de la universidad en la que
estudie.

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Sea como sea, lo cierto es que urge una nueva Universidad. Se requiere un cambio
radical e inmediato. La sociedad a la que nos debemos, detrás de la cual hay personas
que sufren, no puede esperar más. ¿Qué se requiere, entonces, para construir la nueva
universidad del siglo XXI, que Latinoamérica y el mundo demandan con tanta insisten-
cia? ¿Cuál es el elemento más fundamental del que debemos partir?: Soñar un horizon-
te, al cual dirigirnos vitalmente. “La riqueza de una cultura es directamente proporcio-
nal a la incidencia social de una filosof ía digna del ser humano” [RIELO,F. 1995]. Para
ello hemos de tener en cuenta la situación en que nos encontramos, pero sólo para no
quedarnos en ella. Tampoco pretenderemos ser tan originales que “inventemos el agua
tibia”. Volvamos, como punto de anclaje a los orígenes, hacia aquel sueño colectivo de los
grandes hombres que crearon la universidad y al de otros muchos, la inmensa mayoría
anónimos, que fueron desarrollando la grandeza que aún vislumbramos en ella.

Desde sus origenes, la gran misión de la universidad era:

Buscar la verdad
y formar al hombre,
a través de la ciencia,
a fin de que sirva a la sociedad.

Pero hagámoslo con prudencia, esto es, con aquella virtud operativa de la mente que
16 la hace capaz de adaptar el espíritu a las nuevas circunstancias, sin alterar su grandeza.
Esta prudencia nos debe llevar a la búsqueda de las condiciones operativas, más que a la
proclamación sin más de un cierto “desiderata”, como la “Declaración mundial sobre la
Educación Superior en el Siglo XXI” de la Conferencia mundial sobre la Educación Su-
perior de la UNESCO [UNESCO, París, 9-10-1998], que si bien hace interesantes plan-
teamientos, nos lleva, a nuestro modo de ver, a seguir dando vueltas sobre lo mismo sin
encontrar una salida.

1.- “Buscar la verdad”


La Universidad debe proponerse la búsqueda común de las claves más hondas, las
más profundas de la realidad humana en todas sus dimensiones y en todos los ámbitos
de relación posibles.

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La búsqueda de la verdad supone evitar los reduccionismos que amputan la riqueza


de la persona, poniendo énfasis sólo en alguno de sus aspectos, por ejemplo, la dimen-
sión cognoscitiva en el estudio de la naturaleza a costa, por ejemplo, de la dimensión
afectiva en la relación con los demás, como ponen de manifiesto tan fervientemente los
recientes estudios sobre inteligencia emocional. Más aún, la dimensión trascendente a
que antes aludíamos, entendida en su sentido integral más amplio, se refiere precisamen-
te a un “más de sí mismo”, a la dimensión vital de la búsqueda de la verdad. El gran error,
que ha ido opacando el mundo universitario, ha consistido en separar el conocimiento
del sentido del mismo que, modélico, permita sistematizar el conjunto de conceptos
clave y experiencias. La verdad no puede ser un abstracto que no compromete, sino que
implica un direccionamiento vital de la persona, una búsqueda que es “extasis” (ex-stasis
= salir de uno mismo hacia un estado de plenitud) y, por tanto, relacionado con el ámbito
de los ideales. Buscar la verdad supone ser idealista, tener fe (energía vital) en el hori-
zonte, y esto es tanto más importante cuanto la universidad es “empresa colectiva” en la
búsqueda de la verdad; buena parte del pesimismo de estos finales de siglo y de milenio
creemos que se debe a las patologías sociales derivadas de un pensamiento que no supo
tener visión, cercenando así el liderazgo que debería adoptar la Universidad en la con-
ducción de la sociedad hacia algo más de sí misma, hacia su perfección como vectorial
humanística que le dé sentido. La exhaustiva descripción del basurero del mundo, tantas
veces realizada en los claustros universitarios, sólo nos hace “expertos en basura” y no
constructores de jardines. Ojalá del esfuerzo paciente, minucioso y humilde de nuestras
universidades, pero ilusionado y abierto a la verdad, surjan algo más que “mentiras bien 17
construidas”. Todo pensamiento, o es humanístico o no es pensamiento.

2.- “Y formar al hombre”


¿Qué modelo de hombre?. De la forma en que definamos al hombre se va a derivar el
fundamento de sus derechos y deberes, y en definitiva la grandeza o la miseria de su re-
lación consigo mismo, con la Naturaleza, con el otro, desde el más próximo a la sociedad
en general, y con Dios, que puede ser desde “el misterio que se oculta tras el horizonte”
hasta “Padre” [RIELO,F.1990]. Es tarea esencial de la universidad procurar que todo el
ámbito de relaciones del ser humano esté “bien formado”, en todas las dimensiones; a
esto es a lo que llamamos “formación integral”. La desponderación general presente en
la vida universitaria de fin de siglo, que sobrevalora lo científico, y más aún lo técnico,
con postergación de las humanidades y total olvido de la ética, está contribuyendo a una
grave de-formación del estudiante universitario, al que dotamos de las mejores herra-
mientas para deformar la sociedad y el mundo futuros. Urge la formación de profesiona-
les de calidad, pero que integre conocimientos y habilidades operativas, con grandeza de
visión y de valores; en otras palabras, la Universidad ha de ayudar a definir al estudiante
su “PROYECTO DE VIDA”, en el sentido más integral al que antes aludíamos. Pero inte-
gridad no es mezcla sin más, en el mismo sentido en que una sinfonía no es un conjunto
de músicos tocando diferentes instrumentos. La “nueva universidad” debe proporcionar
como vectorial un modelo humanístico que invite al educando a buscar la más alta per-

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fección de sí mismo, en la más perfecta armonía. Esto es mucho más que “calidad total”,
pero obviamente incluye algunos de sus elementos. Además la formación universitaria
debe ser de excelencia, obviamente situados en el contexto que venimos expresando, con
auténtico rigor científico, en la que se potencie la apertura de la persona en todas sus di-
mensiones y relaciones con énfasis en las actitudes que permitan al estudiante una con-
tinua experiencia real de relación con la sociedad a través de proyectos concretos en los
que va aprendiendo como parte integrante del proyecto global de la universidad. Junto
a ello, debe darse énfasis también a la sensibilidad y los más altos valores humanos que
le cualifique para ejercer un auténtico liderazgo: veracidad, visión, servicio, honestidad,
creatividad, constancia, confianza, decisión, etc. No olvidemos que lo que concibamos
de la Universidad no pertenece sólo a la razón; nos afecta por completo, comprometien-
do nuestra existencia humana toda.

Es de crucial importancia, en estos finales de siglo y de milenio, una decidida mirada


al mundo de las cultura y de las humanidades en general; las universidades, que fueron
catalizadores del desarrollo social, cultural y humanístico, deben retomar urgentemente
esta tarea, y coadyuvar a una equilibrada valoración e incorporación de los elementos
culturales de todos los pueblos a una cultura que sea universal, en el sentido de integra-
dora, no en el de uniformante.

18 3.- “A través de la ciencia”


Ya exponíamos al principio algunos indicadores del lamentable desarrollo científico
en Latinoamérica, particularmente del área andina; las repercusiones socio-económicas
son evidentes. Dadas las circunstancias sólo tenemos dos alternativas: Seguir quejándo-
nos y multiplicando los diagnósticos que describen con exactitud lo mal que estamos; o
esforzarse decididamente por hacer buena ciencia, es decir validada internacionalmente
en la comunidad de expertos, no importa cuan lejos estemos de ella, como diría Mario
Bunge. La ciencia exige un ambiente lo suficientemente profundo y libre como para
que queden desterrados los formalismos a los que aludíamos al principio: metodologías,
super-diseños, etc. Por otra parte, los científicos han de ser gestores, es decir, deben
manejar eficientemente el sistema completo que ataña a la investigación, que en nuestro
medio pasa por problemas de financiamiento. La investigación ha de ser sustentable,
quizás no cada investigación, pero sí la de la universidad en su conjunto. El futuro de
nuestras universidades latinoamericanas depende de la gestión productiva que permita
financiarlas, más allá de aportes estatales y matrículas. Toda la universidad debe ser una
gran empresa colectiva capaz de gestar docencia, investigación y extensión en relación
con la sociedad a la que se debe, promoviendo su desarrollo y a la vez obteniendo de ella
a través de proyectos diversos, asesorías, servicios, investigaciones, etc. los fondos que
le son necesarios en la cantidad suficiente. Es una ganancia para todos; hasta para los
profesores, que tendrán al fin una remuneración más allá de la subsistencia.

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Hay otras muchas más dimensiones: Las repercusiones éticas de la actividad científi-
ca; la necesidad del diálogo interdisciplinar; el trabajo en equipo; la necesidad de planes
flexibles tanto a corto y medio plazo, como a largo plazo, y la conjugación de ciencia
aplicada con la básica, cuya aplicación final es más dilatada, pero imprescindible; el
establecimiento de prioridades con la suficiente capacidad de modificación según las
circunstancias futuras como para que no sea una camisa de fuerza; los valores univer-
sales de la actividad investigadora; y un largo etcetera de ese “genio colegiado” que es la
investigación en nuestras universidades que tanto necesita nuestra sociedad, no como
lujo superfluo, sino como hipoteca de un futuro más humano y más justo.

4.- “A fin de que sirva a la sociedad”


En el contexto de lo anterior: “Se espera que las instituciones universitarias no sólo
formen profesionales, sino que contribuyan a la creación de comunidades científicas
capaces de convertir el saber en instrumento de desarrollo de la sociedad, que adopten
los paradigmas teóricos y tecnológicos generados por la comunidad científica interna-
cional y que propongan nuevos enfoques y tecnologías pertinentes al desarrollo de cada
país” [INFANTE VILLARREAL,A. 1991]. Efectivamente, un crecimiento económico
socialmente sustentable y con equidad, en el contexto de lo que propone el modelo TPE
(Transformación Productiva con Equidad) del CEPAL [CEPAL,1990] tiene el conoci-
miento como eje articulador, y quién sino la universidad estará en mejores condiciones 19
para desempeñar esta tarea. Pero para ello debe establecer nuevas y fecundas relaciones
con la sociedad:

a) Dando prioridad a las relaciones con el sector productivo, e incorporando los


avances en ciencia y tecnología en relación a sus demandas. Esto supone dar un
mayor énfasis a la investigación aplicada, aunque sin olvidar la básica, funda-
mental para la generación de nuevos espacios aplicados.

b) Flexibilizando los curricula, y las diferentes dimensiones de gestión del cono-


cimiento: investigación, postgrado, publicaciones, etc., según las necesidades
prospectivas de los diferentes contextos sociales.

c) Desarrollando un tipo de enseñanza en la cual el estudiante se relacione con la


sociedad a través de proyectos productivos reales. Todas las unidades acadé-
micas deberían transformarse entonces en académico-productivas (producción
en sentido amplio, no reducido a lo económico), para ser modelos reales de la
actividad profesional.

d) Creando nuevas e imaginativas alianzas con la empresa, el Estado y las diferen-


tes organizaciones nacionales e internacionales, ayudando a la ejecución real de
proyectos productivos conjuntos, a través de órganos diversos de asesoría.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


e) Desarrollando al interior de la universidad un “espíritu de empresa”, en el sentido
más ámplio, de “emprender”, que incorpore las modernas Ciencias de la Gestión.
Más que deducir el futuro hay que crearlo.

f ) Trabajando con espíritu de equipo y co-responsabilidad. Una especie de lideraz-


go colectivo de la misma institución universitaria. Profesores y estudiantes que
no se sirven de la universidad, sino que sirven a la universidad.

g) Estableciendo una relación fluída, realista y flexible con la complejidad del en-
torno social, sometido a procesos de cambio muy profundos. Hay que determi-
nar “dinámicamente” las necesidades de la sociedad, y reflexionar seriamente
los aportes, teniendo en cuenta las posibilidades reales de la universidad y su
“impronta” específica o “imagen de marca”, aquello que caracteriza su ser y hacer
propios, su estilo. [CALLEJA,T. 1990; GARCIA GUADILLA,C. 1996]

Hemos denominado a esta concertación de actores universitarios y los actores ex-


ternos, en las diferentes tareas de la universidad en su misión de servicio a la sociedad:
GESTION PRODUCTIVA, que atraviesa transversalmente las tradicionales dimensio-
nes de la vida universitaria: Docencia, investigación y extensión. Y no entendemos lo
“productivo” como algo meramente económico, sino como referencia a las realizaciones
concretas, a los hechos, a los logros en todos los campos de actividad: proyectos socia-
20 les, culturales, científicos, de desarrollo socioeconómico, artístico, educativo, humanís-
tico, etc.; más que a las palabras y a las presuntas intenciones, a los planes “en las nubes”,
que quedan en la inmensa mayoría de las veces en nada.

Latinoamérica depende, en gran medida, de lo que hagamos en nuestras universi-


dades; como toda actividad humana, no se trata simplemente de preferencias, hay una
responsabilidad en nuestros actos y también en lo que soñamos y en cómo lo soñamos;
ojalá sea para hacerlo realidad entre todos.

Referencias:
BORRERO, A. (1997): “Idea de la universidad medieval”. II Conferencia del “Simposio
Permanente sobre la Universidad” de la Universidad Javeriana de Bogotá.

BROWN, H.I. (1984): “La nueva filosof ía de la ciencia”. Tecnos, Madrid

BUNGE, M. (1988): “Ciencia y desarrollo” Ed. Siglo Veinte, Buenos Aires.

BUNGE, M. (1984): “Los siete pecados capitales de nuestra universidad y cómo redimir-
los”. Interciencia, 9: 37-38

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INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

CALLEJA, T. (1990): “La universidad como empresa: Una revolución pendiente”. Ed.
Rialp, Madrid.

CEPAL (1990): “Transformación productiva con equidad. La tarea prioritaria del desa-
rrollo de América Latina y el Caribe en los años noventa”. Santiago de Chile

CURRENT CONTENTS, 27(19-20), 1984

FUNDACYT (1996): “Políticas de las ciencias y la tecnología”. Quito.

GARCIA GUADILLA, C. (1996): “Conocimiento, educación superior y sociedad en


América Latina”. Ed. Nueva Sociedad, Caracas.

INFANTE VILLARREAL,A. (1991): “Administración y distribución de los recursos fi-


nancieros provenientes de la investigación y de la consultoría e interacción entre la uni-
versidad y el sector productivo”. En: Magister en Dirección Universitaria:“Finanzas de la
educación superior”, Universidad de los Andes, Bogotá

MERTON, R.K. (1972): “Sociología de la ciencia” Alianza Universidad, Madrid.

RIELO, F. (1989): “Transfiguraciones” Ed. Fundación Fernando Rielo, Sevilla.


21
RIELO, F. (1990): “Concepción genética de lo que “no es” el sujeto absoluto y fundamen-
to metaf ísico de la ética” En: VV.AA. “Raices y valores históricos del pensamiento es-
pañol”. Ed. Fundación Fernando Rielo, Sevilla

ROMERO,LM. & MUñOZ,J. (1997): “Investigación, ética y universidad en Latinoaméri-


ca” II Encuentro de la Red de Universidades Andinas, Cuzco.

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Un Armazón Ecocrítico para el Contexto Andino:
Cuestionando Dogmas para el Manejo Ambiental. 1

Gustavo ChacónVintimilla, Ph.D.2

Partiendo de la nueva definición de la ecocrítica sugerida por Gomides (2006):

“El campo de la indagación que analiza y patrocina obras de arte que levantan inte-
rrogantes morales acerca de la interacción humana con la naturaleza, mientras motiva a
las audiencias a vivir dentro de un límite, el cual las compromete por generaciones”

(nuestra traducción del inglés)

Gomides y Vogel (2006) realizaron un análisis ecocrítico de la narrativa de Luis Se-


púlveda (1989), Un viejo que leía novelas de amor. Ellos definen a Sepúlveda como un
22
autor de ojo clínico al describir los eventos de su novela con verosimilitud, o tal como un
experto lo haría, con relación a las causas que motivan la deforestación amazónica a tra-
vés de la interpretación de sus metáforas. Del mismo modo, explican como una novela
de este tipo puede causar en el lector una transición desde cualquier fobia existente por
animales o plantas, a un sentimiento de pasión por la selva, y conducen sus argumentos
a dirigir el género literario de la deforestación hacia el establecimiento de los funda-
mentos necesarios para la creación de una nueva escuela del pensamiento llamada “Es-
cuela Ecocrítica de la Deforestación”, según el planteamiento de que Un Viejo que Leía
Novelas de Amor nos lleva mucho más allá de una simple síntesis de interpretaciones
conocidas. La nueva Escuela propuesta es confrontada con las del Empobrecimiento, la
Neoclásica y la Ecología-Política de Wunder (2000), instaurando como base que la ex-
tinción (de flora y fauna) es una cuestión de ética, y que la conservación (como práctica)
se incrementará únicamente a través de un debate profundo. Así, la ecocrítica espera
demostrar que el arte es un vehículo costo-efectivo para la formación de preferencias a
través de las cuales la biofilia de Wilson (1984) puede ser cultivada y la biofobia mediada
(nuestra traducción del inglés).

1. Presentado en el XXVI Congreso Internacional de la Asociación de Estudios Latinoamericanos, San Juan,


Puerto Rico, del 15 al 18 de marzo de 2006.
2. Director de la Escuela de Biología del Medio Ambiente, Universidad del Azuay, Av. 24 de Mayo 7-77, Cuenca,
Ecuador. gchacon@uazuay.edu.ec

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Con este antecedente, durante su análisis ecocrítico, Gomides y Vogel (2006), des-
criben cómo Sepúlveda explica las simples causas que motivaron el fracaso de la intro-
ducción de cultivos andinos en la Amazonía y el impacto que aquello produjo en las
culturas indígenas. El mensaje de Sepúlveda está condicionado al contexto geográfico
y al tiempo si comparamos, por ejemplo, con la situación marcadamente diferente de
los Andes, en donde, en muchos de los casos, el uso de especies vegetales introducidas
puede ser la única opción viable en virtud de los altos índices existentes de degradación
del suelo. Así, en este trabajo discutimos parte de la validez de la obra de Sepúlveda
como hilo conductor para explicar los orígenes del uso inadecuado del territorio andino
y su influencia en el uso actual de la Amazonía, cuestionamos sus formas vigentes de
manejo ambiental y ponemos en perspectiva el hecho de que las problemáticas de am-
bas regiones no pueden ser tratadas de manera aislada cuando abordamos el tema de la
deforestación.

El contexto geográfico y temporal de la sierra del Ecuador


Un viejo que leía novelas de amor describe cómo Antonio José Bolívar Proaño (el
viejo) y su esposa Dolores Encarnación del Santísimo Sacramento Estupiñán Otavalo,
campesinos de Imbabura, una vez llegados a la Amazonía ecuatoriana, debieron reci-
bir el compasivo apoyo de los Shuar para ...desbrozar laderas de monte, advirtiéndoles
que todo eso era en vano..., el monte crecía de nuevo con vigor vengativo; sembraron
las primeras semillas, y... descubrieron que la tierra era débil. Las constantes lluvias la 23
lavaban... y las plantas... morían sin florecer, de debilidad, o devoradas por los insectos.
Al llegar la siguiente estación de las lluvias, los campos tan duramente trabajados se
deslizaron ladera abajo... (Sepúlveda, 1989). Esta verdad se traduce en el hecho de que el
viejo y Dolores Estupiñán eran agricultores con un bagaje de conocimientos de cultivos
de altura (2000 m a 4000 m), los cuales mayoritariamente se relacionan con los cereales,
los granos y los tubérculos, y con los sistemas agrícolas de origen colonial como el mo-
nocultivo intensivo y extensivo luego de la tala raza y la quema del bosque. Ninguno de
estos grupos de plantas, ni los sistemas de labranza, ni el conocimiento previo podían
funcionar en las tierras bajas (< 1200 m) en donde predominan un promedio elevado de
precipitación, de temperatura, suelos dependientes de una descomposición rápida de
materia orgánica, y métodos agrícolas tradicionales de rotación de cultivos y descanso
del suelo. Sepúlveda aísla así las diferencias de dos realidades geográficas separadas que,
como veremos, no son realmente excluyentes cuando enfrentamos la cuestión de la uti-
lización del territorio.

La época, aunque no directamente establecida en la obra, se sitúa entre los años 1977
y 1989 –Luis Sepúlveda sale en exilio en 1977, permanece junto con los Shuar ecuatoria-
nos, por siete meses, luego de haber llegado al país con la UNESCO, como parte de una
expedición financiada por la TEXACO; tarda aproximadamente 10 años en madurar la
obra (Ribalda y Cross, 1996) y la publica en 1989-. Es decir, coincide con la época en la
que el petróleo fue descubierto y explotado comercialmente, y la construcción de carre-

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


teras en las zonas bajas del este ecuatoriano convirtió a la región geográfica del oriente
en uno de los centros más activos de colonización de la cuenca Amazónica (Peck, 1990).
Sin embargo, en los Andes ecuatorianos el uso del suelo estaba ya muy condicionado por
su historia de manejo, inclusive mucho antes de las dos reformas agrarias de 1964 y 1974
que propendieron a la miniaturización y redistribución de las haciendas, y favorecieron
la expansión del minifundio (áreas de < 1 ha) hacia terrenos marginales, en pendientes
y zonas altas montañosas, para enfrentar la crisis social del crecimiento demográfico
que aumentó la población 10 veces en menos de un siglo, luego de la conquista española
(Garrison y Pita, 1992; Rudel con Horowitz, 1993; De Nonni y Viennot, 1993; Follis y
Nair, 1994). Las dos reformas, y en especial la de 1974, pueden ser el tercer factor socio-
político que contribuyó con la deforestación de los Andes, y el único que posiblemente
desencadenó un proceso masivo de pérdida de bosques, en una secuencia de usos del
territorio que parte desde hace aproximadamente 3000 años.

Varios investigadores mencionan que las civilizaciones con prácticas agrícolas se-
dentarias progresaron significativamente en el lugar, y que su densidad poblacional se-
guramente fue mayor o equivalente a la post-colonial. Chepstow et al (1998) argumen-
tan una influencia importante del grupo endémico de plantas y animales distribuido en
un rango amplio de elevaciones (2000 m a 4000 m) como iniciador de la agricultura y
explosión demográfica en los Andes centrales del Perú. La estabilidad y cultura avanzada
de estos grupos humanos fue posible gracias a la combinación de un tipo simple de culti-
24 vo con azadones, terrazas, irrigación y abono animal (Schwabe, 1969). Así, los periodos
de barbecho eran frecuentes y suficientemente largos para permitir el desarrollo de la
vegetación arbustiva (Knapp, 1988) y la diversificación de flora y fauna silvestres. Este
sistema de manejo es muy similar al de la chacra, aplicado por las culturas amazónicas,
como enfatizaremos más tarde. La deforestación durante este sistema de uso del territo-
rio no debió ser considerable, aunque dejó sus huellas y constituye el primer factor que
impulsó la pérdida de bosques y suelos.

Con los incas y el periodo colonial, el desarrollo económico del país se centró en la
sierra. La expansión incaica tuvo poco que ver con la innovación agrícola tecnológica,
aunque mucho con la dispersión de nuevos cultivos como el maíz, la quínoa, granos,
frutas y tubérculos; usaban ya abonos derivados de cuy y de humanos para incrementar
la fertilidad del suelo (Knapp, 1988). Los españoles, por su parte, introdujeron ganado
equino, bovino, ovino y caprino, lo que causó, como en otros países cercanos, un tipo de
deforestación localizada, pero que se incrementó con el sistema de hacienda y latifun-
dios en años posteriores. Las estructuras agrarias permanecieron bajo este sistema por
casi cinco siglos y, seguramente, conformaron el segundo factor significativo que contri-
buyó con la deforestación y erosión andina. Solo en el curso de los últimos 40 años, se
identifican procesos de deforestación intensa debido al acelerado acceso del minifundio
a todos los rangos altitudinales de la sierra, sobre todo con relación a la expansión de la
frontera ganadera (De Nonni y Viennot, 1993; Wunder, 2000). En concordancia con to-
dos estos factores, el viejo y su esposa, del libro de Sepúlveda, representan a la población

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serrana habituada ya a la introducción de especies exóticas, y no hicieron más que llevar


la misma práctica al oriente.

En la actualidad, la mayor parte de los valles interandinos ecuatorianos y las regiones


moderadamente altas, se encuentran en procesos erosivos drásticos, la cubierta vegetal
natural está relegada a sitios de dif ícil acceso, los pastizales ganaderos son predomi-
nantes y solo las especies de plantas introducidas, herbáceas en cultivos y arbóreas en
plantaciones (por ejemplo, variedades mejoradas de maíz, coníferas como las del género
Pinus, y otros géneros comunes como Eucalyptus, Acacia, etc.), parecen ser las únicas
opciones viables que pueden crecer adecuadamente en suelos empobrecidos histórica-
mente, debido a su alta capacidad de adaptación a condiciones extremas, que se basa en
la absorción eficiente de elementos nutritivos antes que en una recirculación nutritiva
eficaz que redundaría en procesos de mantenimiento de la fertilidad del sitio. Preci-
samente, se ha discurrido ya que el maíz permanece como un cultivo de crecimiento
relativamente fácil en términos de requerimientos de suelo, y ello podría explicar por
qué ha reemplazado ampliamente a la quínoa como cultivo andino de base que, una
vez, sirvió de plataforma para el avance de las sociedades pre-colombinas. Se argumen-
ta también que las especies exóticas son las responsables de aumentar o mantener la
condición de degradación de los suelos (Chacón et al, 2006 a y b). El dilema que causa
la pregunta ¿qué es mejor: una especie exótica o una nativa?, ha estado en las mesas de
discusión por algunos años; no obstante, algunas consideraciones pueden ser decisivas.
La extensa literatura al respecto arguye básicamente cinco características a favor de las 25
especies nativas: 1) son genética y ecológicamente más aptas; 2) se reproducen natural-
mente; 3) son resistentes a plagas; 4) proveen de hábitats para la fauna silvestre; y, 5) su
uso presenta valores agregados como la disponibilidad de leña, protección de fuentes y
cuencas hidrográficas, efectos positivos en el clima local, y disminución de la presión
sobre los bosques remanentes (Evans, 1982; Sawyer, 1993; Kessler, 1995). Si bien estas
características son válidas y representan la meta que cualquier programa de reforesta-
ción debe tener, no es menos cierto que en los Andes existe escasez de investigación con
relación al comportamiento de las especies leñosas locales y sus requerimientos silvíco-
las o agroforestales (Brandbyge y Holm-Nielsen, 1986; Galloway, 1986; Kessler, 1995) en
comparación con las mucho mejor conocidas de la Amazonía.

Adicionalmente, los trabajos con la flora andina no cuestionan de manera objetiva


asuntos que hoy resultan clave para poder diseñar una estrategia eficiente de manejo del
suelo y de las mismas especies. Por ejemplo, y tomando las tres primeras características
anteriores del valor de las especies nativas, ello sería posible si el medio natural original
todavía existiera, pero, en muchos de los casos, la degradación del suelo ha llegado a ta-
les límites de infertilidad que el mismo crecimiento de las plantas nativas es limitado sin
un proceso costoso, mecánico y químico, de mejoramiento previo del terreno. De cual-
quier forma, las dos características restantes son prioritarias en cualquier actividad que
intente ser sostenible en el tiempo y para la cual las especies introducidas, sin embargo,
no son las adecuadas debido a su reputación de ser eficientes absorbedores de elementos

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nutritivos, de tener índices lentos de descomposición de materia orgánica y de no favo-
recer al aumento o regulación de la biodiversidad local (Evans, 1982; Lamprecht, 1990).

Los contextos de atracción del oriente


y de empuje de la sierra

Volviendo a nuestro análisis de Un viejo que leía novelas de amor, podemos tam-
bién deducir la verosimilitud del relato con relación a la situación actual del oriente
del Ecuador, en función de la historia del uso del territorio, y en contraste con aquella
que marca el de la sierra. Luis Sepúlveda ubica el escenario de la vida del viejo en las
orillas del río Nangaritza. Aquí se encuentra un pueblo de nombre ficticio, pero irónico,
el Idilio, un asentamiento colono absolutamente dependiente de la embarcación Sucre
que resulta vital como único vínculo con el exterior y, sobre todo, con el puerto fluvial
oficial de El Dorado (otro nombre ficticio) en el río Zamora. Es decir, la narración hace
referencia a la provincia amazónica sur ecuatoriana de Zamora Chinchipe. No obstante,
la obra se mantiene mucho más enfocada a la realidad de un “Idilio” más aislado de la
problemática petrolera concentrada en las provincias del norte ecuatoriano y pone en
perspectiva aquella de los colonos que eran atraídos por una y otra razón a inmigrar ha-
cia la Amazonía desde diferentes puntos de los Andes. Luis Sepúlveda dice que el viejo
y su esposa fueron a la Amazonía más para aprovechar el cambio de clima y corregir un
problema de infertilidad de alguno de los dos, después de haber escuchado sobre el plan
26 del gobierno de colonización del oriente, que por pobreza claramente planteada. Esto
marca las disímiles razones que conducen a los campesinos andinos a colonizar la Ama-
zonía de acuerdo a su contexto geográfico y temporal. Por ejemplo, los campesinos que
trabajaban en los minifundios extensivos del centro-sur andino ecuatoriano (provincias
de Azuay y Loja), en contraposición con los que lo hacían en los latifundios del Norte, de
acuerdo al impacto de la segunda reforma agraria, se vieron más atraídos por la posibi-
lidad de un futuro mejor en la Amazonía debido a que sus campos andinos presentaban
mayores índices de erosión y degradación, y su trabajo no era suficientemente rentable
(Rudel con Horowitz, 1993). Así, hay dos causas que simultáneamente inciden en la mi-
gración de las comunidades: uno de atracción desde la Amazonía por los incentivos del
gobierno, y otro que empuja desde la sierra en busca de terrenos fértiles. En cualquier
caso, las razones que motivan la migración campesina tienen su causa última en las
políticas institucionales pensadas en el ámbito de país, pero con incidencia nefasta en
el ámbito local, notoriamente opuesto. El impacto de los minifundios fue más drástico
en el sur ecuatoriano debido a sus características biof ísicas: la conformación geológica,
orográfica y ecológica de la región sureña ecuatoriana está condicionada por un sistema
montañoso más antiguo, de clima más seco y con caracteres desiguales que determinan
la evolución y el comportamiento del suelo. Por ello, solo el 10% o menos de la tierra
puede ser mecanizado o irrigado (Thomassin, 1988), mientras que la mayor parte de
la tierra agrícola está concentrada únicamente en valles hídricos angostos (Southgate,
1990).

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El aislamiento del Idilio y la presencia de un grupo humano predominantemente


oportunista, tal como dice Sepúlveda: Llegaban más colonos, ahora llamados con pro-
mesas de desarrollo ganadero y maderero. Con ellos llegaba también el alcohol despro-
visto de ritual y, por ende, la degeneración de los más débiles. Y, sobre todo, aumentaba
la peste de los buscadores de oro, individuos sin escrúpulos venidos desde todos los
confines sin otro norte que una riqueza rápida..., permiten pensar que no se trataba de
una colonización inspirada en la potencial riqueza derivada de la explotación del petró-
leo, sino de una aventura desesperada de supervivencia, cuyo origen está en la pobreza
de las provincias sur andinas y de los ofrecimientos nunca concertados del gobierno. El
río y valle reales del Nangaritza, y la provincia de Zamora Chinchipe, basan su activi-
dad mayoritaria en la producción agrícola y ganadera, y en una explotación bizantina
de madera y de minería (oro) (Byg, 2002). Así, podemos inferir que, en contraste con
la sierra, el uso del territorio en el oriente ecuatoriano es marcadamente diferente, no
por los métodos corrientes utilizados para trabajar la tierra, puesto que, tal como en los
Andes, la base fundamental del sistema es la siembra prescrita y en un terreno limpio
ya sea para cultivos o para pasto ganadero (principalmente para lo segundo), sino por
las circunstancias que actualmente permiten dividir a esta región en una zona norte,
en donde la macroeconomía del petróleo es considerablemente más grande en valores
producidos pero con una ocupación en número de personas significativamente más baja
que la microeconomía de subsistencia silvopastoril, más extendida en toda la región
especialmente en el centro y el Sur; y, por lo reciente de la introducción de los sistemas
agrícolas desde los Andes que, con el tiempo, podrían extender la deforestación y la pér- 27
dida de suelos hasta los alarmantes niveles que aquejan hoy a las montañas del país.

El sistema de colonización tradicional y la expansión de fronteras fueron reempla-


zados por uno mucho más agresivo y de impulso institucional, a través de la apertura
de carreteras de penetración a partir de los años 60, que condujo a la deforestación de
grandes bloques de bosque (Rudel con Horowitz, 1993). Con la colonización, los culti-
vos andinos introducidos debieron ser cambiados inmediatamente por los adaptados a
las condiciones Amazónicas, aunque ya alteraron el sistema tradicional utilizado por
todos los pobladores indígenas del oriente, el de la chacra, en donde se alterna el cultivo
rotativo con periodos de barbecho, que conserva o eleva la productividad del terreno
al garantizar el retorno de elementos nutritivos al suelo por medio del mantenimiento
de residuos orgánicos depositados sobre él (Whitten, 1989). La colonización masiva y
la política institucional ampliaron las áreas de pastoreo y monocultivos como el café, la
naranjilla y el té. Si bien estos cultivos son mejor adaptados a las condiciones específicas
del lugar, los métodos de labranza, siembra y cosecha no lo son. Quizá por ello es que,
ineludiblemente, el viejo y su esposa, después de su penosa frustración por enfrentar lo
inadecuado de su conocimiento agrícola en el lugar, más bien aprendieran de los Shuar
...a cazar, a pescar, a levantar chozas estables y resistentes a los vendavales, a reconocer
los frutos comestibles y los venenosos, y, sobre todo,...el arte de convivir con la selva
(Sepúlveda, 1989).

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Después de cuarenta años de coexistencia con la floresta amazónica, los Shuar y
los recuerdos, el viejo ha desarrollado una conciencia clara sobre el papel que desem-
peñan los colonos, los buscadores de oro, los turistas, etc., que cohabitan en la región:
...cometían toda clase de errores estúpidos... ...talaban sin orden dejando aislada a una
quebrantahuesos (en este caso, una boa), que se desquitaba eliminándoles una acémi-
la,... desbrozaban... construyendo la obra maestra del hombre civilizado: el desierto. Las
especies sobrevivientes se tornaron más astutas y,..., se internaron selva adentro,... tal
como los Shuar y otras culturas, ...en un éxodo imprescindible hacia el oriente. Estos
extractos del libro de Sepúlveda ponen de manifiesto una concepción exacta de Antonio
sobre el hecho de que tal convivencia es totalmente ajena y poco af ín a la Amazonía,
y que la consecuencia es nefasta para los pobladores nativos y, con el tiempo, también
para los habitantes recién llegados. Ciertamente, la cultura Shuar y otras, no solamente
de Zamora Chinchipe sino también de otras provincias amazónicas, sufrieron un proce-
so de aculturación (tal como los campesinos serranos, siglos atrás); se vieron obligados
a emigrar o a competir con los colonos por la tenencia de tierras, a adoptar métodos
agrícolas y ganaderos ajenos a su estilo tradicional y cosmovisionario; las nuevas gene-
raciones más “educadas” perdieron su conocimiento biótico de la jungla y fueron cada
vez más reticentes al establecimiento de hogares en nuevos tractos del bosque; como
grupo organizado no obstante formaron su Federación Shuar para detener el avance de
la frontera de colonización (Rudel con Horowitz, 1993; Salazar, 1989; Macdonald, 1989)
que hoy constituye, en conjunto con otras federaciones, uno de los grupos y medios más
28 prometedores para la reivindicación de su nacionalidad, aunque talvez no para salvar a
la selva si no se considera una participación decisiva y sin precedentes de la nacionalidad
ecuatoriana, en su globalidad y con el liderazgo íntegro del Estado.

Conclusiones
Un viejo que leía novelas de amor de Luis Sepúlveda puede bien ser catalogado como
una polémica sobre la deforestación amazónica, en donde es posible encontrar corres-
pondencias entre las causas que la motivan y el respaldo de los resultados actuales de in-
vestigación seria (Gomides y Vogel, 2006); el relato, a la luz de este trabajo, resalta tam-
bién la problemática más antigua y más grave de la deforestación andina que, al llegar a
límites insostenibles, incide consecuentemente en una historia de uso del territorio que
se repite en los bosques húmedos neotropicales de bajura. Yace aquí por consiguiente la
conclusión de que la deforestación en la Amazonía es una extensión de los problemas de
pérdida de bosques, erosión y sedimentación sucedidos en la sierra.

Comparativamente, y de una parte, en un sentido transversal y considerando a la


sierra y al oriente del Ecuador como una sola región geográfica, la deforestación se in-
crementa desde los valles interandinos y disminuye hasta las planicies de la Amazonía.
Los bosques intermedios de la estribación andina oriental, de dif ícil acceso, permanecen
en mejor estado y han sido catalogados como una de las regiones más diversas y hú-
medas de toda la cuenca amazónica (Myers, 1980). Ahora, en un sentido longitudinal,

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tanto la sierra como el oriente pueden ser divididos en una zona norte, económicamente
más activa, y una sur menos activa. En la sierra norte, los suelos son más fértiles y con
predominio de latifundios, y en la sur, los suelos son menos fértiles y con minifundios;
en cambio, el oriente norte se destaca por el movimiento petrolero y, el resto, por un uso
agrosilvopastoril de subsistencia, extracción de madera y minería.

De otra parte, las políticas iniciales sobre el uso del suelo y la colonización, inade-
cuadas en su concepción y nacidas en la sierra, fueron dadas sin consideraciones de la
situación particular social y ambiental de cada región. Por ende, la globalidad del efecto
de estas políticas ha redundado en un sinnúmero de factores que hacen casi imposible
enfrentar el manejo ambiental de forma general. Por ejemplo, en el caso de los proyectos
agroforestales, vistos como alternativas prometedoras para el manejo sustentable de los
recursos, el impacto de la política y el apoyo institucional en el Coca (oriente) han sido
adversos por ausencia de extensión, mercadeo, financiamiento y crédito; mientras que
en la sierra, los obstáculos legales para la adquisición de fincas, la extensión inadecuada,
la poca asistencia estatal financiera y el crédito limitado son las restricciones principales
(Follis y Nair, 1994). A pesar de que la situación del oriente ecuatoriano es ligeramen-
te más generalizable que aquella de la sierra, las estrategias que pretendan mejorar la
productividad del territorio andino deben necesariamente involucrar las serias conno-
taciones que tiene la mayor antigüedad de las montañas del sur ecuatoriano, que marca
un relieve distinto, la diferente evolución de sus suelos y la organización histórico-social
local, en comparación con los Andes del Norte. Adicionalmente, el futuro de los planes 29
de manejo efectivos, en la región andina, y con consideraciones de sostenibilidad, de-
penderá del nivel de resolución de conflictos entre un sistema pastoril-ganadero arraiga-
do a saciedad, un balance equitativo entre la concepción de uso de las especies nativas y
de las introducidas por región norte o sur, en beneficio del incremento o mantenimiento
de la productividad del territorio y no de una finca en particular, y de un proceso de edu-
cación masiva, con todas las connotaciones que todo esto tiene a nivel gubernamental
e institucional.

Finalmente y según la impresión que deja Sepúlveda, es decir que en cierta forma la
sierra y el oriente tienen distintas realidades, separadas e independientes, en este trabajo
indicamos que existe un efecto adicional al de la política de incentivos que atrajo a los
colonizadores a la Amazonía; hubo también un efecto de empuje hacia la Amazonía en
virtud de la precaria situación campesina de algunas zonas de los Andes. Así, ambas
regiones no pueden ser tratadas de forma separada cuando hablamos de pérdida de bos-
ques o manejo de recursos. Probablemente, la promoción y la difusión de una cordillera
andina que ha influido de manera directa en el desarrollo de las inmediaciones amazó-
nicas, quizá en todos los países por los cuales ella los atraviesa, que ha sido deforestada
a saciedad y que, talvez lo más importante, constituye la cuenca hidrográfica alta de la
gran cuenca amazónica, sería lo recomendado y necesario. Por décadas, la Amazonía
ha recibido mucho más atención pública que los Andes en términos de deforestación
y degradación de sus ecosistemas, lo cual podría resultar en una subestimación de la

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


verdadera importancia que tiene esta cordillera no solamente en la regulación de los
caudales hídricos que alimentan al Amazonas sino también en función de que ella mar-
ca los orígenes del desarrollo social actual de estas regiones húmedas, al menos en las
grandes superficies de áreas montañosas colindantes con la Amazonía. En consecuen-
cia, este análisis contribuye a mejorar la comprensión de que la política con respecto a
la Amazonía, o bajo el esquema de la ecocrítica de vivir al interior de límites, no puede
restringirse a esta región en particular ni tampoco a aislar los caudales hídricos de los
Andes de la misma región amazónica. Por ello, la crítica situación de los Andes debería
también ser tratada dentro de la “ciencia de la deforestación amazónica”.

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INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

Evolución de los ecosistemas continentales


del norte del Perú y sur del Ecuador durante el
plio-pleistoceno
Una propuesta de proyecto de investigación en cooperación:
- Instituto de Paleontología de la Universidad Nacional de Piura
- Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico del Perú (INGEMMET)

Dr. Jean-Noël Martinez1

Los últimos cinco millones de años son de vital importancia para entender los pro-
cesos que condujeron a la distribución de especies y la diversidad de ambientes actual-
mente existentes en Sudamérica.

Este lapso de tiempo incluye la unión de ambas Américas por el istmo de Panamá,
ocasionando un doble flujo migratorio (de norte hacia sur y de sur hacia norte) y un sub- 33
siguiente trastorno paleobiogeográfico; este proceso ha sido llamado Gran Intercambio
Faunístico Americano e incluye también la sucesión de períodos glaciares e interglacia-
res que tuvo probablemente más consecuencias en el hemisferio norte; sin embargo, es-
tos cambios climáticos fueron de carácter global y afectaron también a Sudamérica. Las
variaciones eustáticas, las fluctuaciones en el volumen de los glaciares andinos así como
la neotectónica andina, modificaron los ambientes originando migraciones, extinciones
y diversificaciones de especies.

Finalmente, la llegada del Hombre a Sudamérica - cuya antigüedad es todavía objeto


de debates - pudo haber contribuido, en la opinión de algunos autores, a la extinción de
los grandes mamíferos de la llamada megafauna del Pleistoceno.

Existe un evidente desequilibrio en la intensidad de las investigaciones en paleover-


tebrados del Pleistoceno según la zona geográfica considerada: históricamente, muchos
trabajos se llevaron a cabo en la región pampeana y fueron más escasos en la región
andina.

1. Dr. en Paleontología por la Universidad de Nancy, Francia. Organizador y Director del Instituto de Paleonto-
logía de la Universidad Nacional de Piura, Perú. E-mail: paleonto@yahoo.com

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


Sin embargo, en los años 1940-1950, los trabajos de Spillmann y Hoffstetter permi-
tieron acumular muchos datos sobre los mamíferos fósiles del Pleistoceno del Ecuador,
en particular la megafauna, esencialmente en la sierra y más puntualmente en la re-
gión de Guayaquil (Península de Santa Elena). La densidad de yacimientos fosilíferos
del Pleistoceno señalados en el sur del Ecuador es mucho menor, en parte por razones
geológicas (la formación volcano-sedimentaria llamada cangahua, muy rica en verte-
brados fósiles aflora en la mitad norte del territorio ecuatoriano pero está ausente en el
sur). Más recientemente, Ficcarelli y sus colaboradores reiniciaron investigaciones en el
sur del Ecuador, y concluyeron en la supervivencia hasta el Holoceno de elementos de la
megafauna y su coexistencia con el Hombre en la costa sur-ecuatoriana.

En el Norte del Perú, muchos trabajos, esencialmente en las décadas de los años
1950, 1960 y 1970, se concentraron sobre el Pleistoceno superior de La Brea (Provincia
de Talara, Departamento de Piura) y, más recientemente y episódicamente, sobre Pampa
de los Fósiles (Departamento de La Libertad) y la Sierra de Celendín (Departamento de
Cajamarca).

Sin embargo, se tiene ahora conocimiento de un mínimo de seis yacimientos fosilí-


feros continentales con vertebrados del Pleistoceno sólo en la parte costera del Depar-
tamento de Piura, y se señalan adicionalmente algunas otras localidades fosilíferas de la
misma época, todavía no estudiadas, cerca de Tumbes, en el sur del Departamento de
34 Cajamarca, a proximidad de Lambayeque y en el Departamento de San Martín.

En la parte costera del Departamento de Piura, el Plioceno es esencialmente marino


somero a litoral (Formación Taime definida por Thomas De Vries al norte del valle del
Chira), quedando abierta la posibilidad de que existan registros de transición a terrenos
continentales, lo cual permitiría intentar correlaciones estratigráficas marino-continen-
tales.

El presente proyecto tiene como objetivos:


- Establecer un inventario de yacimientos fosilíferos continentales del Plio-Pleis-
toceno para los Departamentos de Piura, Tumbes, Lambayeque, La Libertad y
Cajamarca, en Perú, y las Provincias de Loja, El Oro, Zamora-Chinchipe, Azuay,
Cañar y Guayas, en Ecuador.

- Realizar un estudio integral preliminar (sedimentología, estratigraf ía, paleonto-


logía, biogeoquímica) de los yacimientos más relevantes repertoriados en dife-
rentes contextos tafonómicos y geográficos con el fin de obtener un registro de
varios escenarios paleoambientales existentes a nivel regional.

- Proponer una secuencia cronológica de estos yacimientos con argumentos pa-


leontológicos (linajes evolutivos y asociaciones de especies), estratigráficos (co-

BOLETIN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE UNIVERSIDADES DEL SUR DEL ECUADOR Y DEL NORTE DEL PERU –AUSENP-
INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

rrelaciones con niveles marinos o con otros yacimientos continentales bien da-
tados), magnetoestratigráficos y radiométricos.

- Proponer una hipótesis de evolución paleoambiental para la macrorregión norte


del Perú y sur del Ecuador coherente con los resultados obtenidos.

Metas:
- Realizar, durante el segundo semestre de 2006 y el primer semestre de 2007,
prospecciones preliminares: En Perú, en los Departamentos de Piura, Tumbes,
Lambayeque, La Libertad y Cajamarca; y, en Ecuador, en las Provincias de Loja,
El Oro, Zamora-Chinchipe, Azuay, Cañar y Guayas - con el fin de identificar ya-
cimientos fosilíferos continentales del Plio-Pleistoceno. El informe final de esta
fase de prospección proporcionará ubicación y descripción preliminar de los ya-
cimientos fosilíferos.

- Organizar excavaciones paleontológicas sistemáticas anuales, con participación


de estudiantes universitarios, en cuatro grandes yacimientos paleontológicos del
Pleistoceno de particular interés. Se propone tentativamente La Brea (Provincia
de Talara, Departamento de Piura) y Santa Elena (Provincia de Guayas, sur del
Ecuador), en 2007, un yacimiento de la sierra norperuana (por definir), en 2008;
35
y, un yacimiento de la sierra surecuatoriana (por definir), en 2009. El informe
preliminar de cada campamento de excavaciones presentará el área de estudio,
la distribución de las acumulaciones fosilíferas y una descripción estratigráfica
y sedimentológica. Toda la información paleontológica será analizada: Micro y
microfósiles, con particular atención en los aspectos tafonómicos.

- Durante los años 2007, 2008 y 2009, seguir con las prospecciones y realizar tra-
bajos específicos en las zonas fosilíferas más relevantes.

- Finalizar el tratamiento de los datos en laboratorio en el transcurso del segundo


semestre 2009.

Observaciones:
- Este proyecto es pluridisciplinar, y debe cubrir los aspectos paleontológicos,
sedimentológicos, estratigráficos, geodinámicos y biogeoquímicos.

- Aunque la paleontología de vertebrados (macro- y micro-) será privilegiada, no


se descuidará la información de los invertebrados, plantas, microfósiles, esporas
y polen.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


- Los co-responsables institucionales del proyecto son el Instituto de Paleontolo-
gía de la Universidad Nacional de Piura y el Instituto Geológico, Minero y Me-
talúrgico del Perú. Especialistas extranjeros serán incorporados al proyecto, con
prioridad para instituciones latinoamericanas.

- El material fósil colectado durante la ejecución de este proyecto, en particular


de los vertebrados, será registrado: En el Perú, en las colecciones del Instituto de
Paleontología (futuro Museo Paleontológico) de la Universidad Nacional de Piu-
ra; en Ecuador, en las colecciones de instituciones de Guayaquil, Loja y Cuenca.

- En Ecuador, hasta el momento, estarían participando en este proyecto el Museo


de Historia Natural de la Escuela Politécnica Nacional de Quito, la Universidad
del Azuay (Cuenca) y la Universidad Técnica Particular de Loja, siendo necesario
establecer vínculos de cooperación con otras instituciones ecuatorianas.

36

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INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

Recursos paleontológicos de la costa piurana:


una ventana hacia nuestro pasado lejano
Dr. Jean-Noël Martinez1

La costa del Departamento de Piura (y de manera general de toda la costa norte del
Perú y sur del Ecuador), a parte de su fauna y de sus recursos históricos y arqueológicos,
cuenta con un valioso patrimonio a menudo descuidado por ser todavía demasiado des-
conocido. Se trata del Patrimonio Paleontológico constituido por los fósiles, es decir, los
vestigios mineralizados de animales y plantas del pasado. La ciencia que se dedica al es-
tudio de los fósiles, llamada Paleontología (del griego palaios = antiguo y ontos = ser vi-
viente), es todavía incipiente en Perú como en Ecuador. Sin embargo, muy aparte de sus
aplicaciones en Geología, la Paleontología juega un papel fundamental en el imaginario
colectivo. Estimula la imaginación, y amplía la capacidad de pensar en nuestro pasado:
nosotros, Homo sapiens, somos producto de un largo proceso evolutivo sumamente
complejo. Nuestra historia no empieza con las más antiguas culturas humanas de hace
37
algunos miles de años, sino en los océanos primitivos de hace más de 600 millones de
años. Las rocas sedimentarias conservaron reliquias de este glorioso pasado, y la tarea
de cuidar este Patrimonio de la Humanidad no es privilegio de algunos sino responsabi-
lidad de cada uno de nosotros.

En el caso particular del Departamento de Piura, la zona costera proporciona fósiles


que permiten reconstruir algunas etapas en la historia de los cambios ambientales que
se sucedieron a lo largo de los 70 últimos millones de años.

Si consideramos a los vertebrados (animales con un esqueleto interno óseo y/o car-
tilaginoso: Peces, Anfibios, Reptiles, Aves y Mamíferos), el registro más antiguo para el
Departamento de Piura vendrían a ser algunos fragmentos óseos atribuidos a grandes
reptiles marinos (Plesiosaurios y Mosasaurios) del fin de la Era Secundaria (la “Era de los
Dinosaurios”). Fueron encontrados en la Provincia de Paita en terrenos del fin del perío-
do cretácico (aproximadamente 70 millones de años de antigüedad). Estos grandes rep-
tiles se alimentaban esencialmente de Amonites (moluscos cefalópodos: grupo al cual
pertenecen los pulpos y calamares actuales). Las conchas fosilizadas de los Amonites,
en forma de espiral plana, se encuentran comunmente en las rocas calcáreas de origen

1. Dr. en Paleontología por la Universidad de Nancy, Francia. Organizador y Director del Instituto de Paleonto-
logía de la Universidad Nacional de Piura, Perú. E-mail: paleonto@yahoo.com

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


marino de la Era Secundaria. Las aguas de la actual costa piurana, entonces más cálidas
que en la actualidad, eran también pobladas de Rudistas, moluscos hoy extinguidos, que
crecían en colonias del mismo modo que las ostras, llegando a formar verdaderas cons-
trucciones arrecifales que evocan las actuales barreras de corales.

Del Terciario inferior, también llamado Paleógeno (entre 23 y 65 millones de años


de antigüedad), un yacimiento fosilífero de la costa piurana, es de particular interés: Se
trata de los vestigios de un bosque petrificado ubicado a proximidad de la ciudad de Ne-
gritos (Provincia de Talara). Troncos de hasta 10 metros de largo fueron preservados en
rocas sedimentarias de la Formación Pariñas atribuida al Eoceno inferior (entre 49 y 55
millones de años de antigüedad). Varias especies de plantas están representadas en esta
localidad pero la mayoría serían palmeras cuyos troncos fueron transportados y deposi-
tados en la desembocadura de un río antiguo antes de ser sepultados y mineralizados.

El Terciario superior, o Neógeno (entre 2 y 23 millones de años de antigüedad), es


más ampliamente representado a lo largo de la costa piurana. Es durante este período
que se formaron los Fosfatos de Bayóvar, de actualidad por el progreso económico y
social que su explotación industrial significaría para los habitantes de la Provincia de
Sechura. Por lo que se conoce de la génesis de los fosfatos a nivel mundial, estos terre-
nos contienen necesariamente vertebrados fósiles (en particular dientes de tiburones y
rayas). Su estudio puede proporcionar información valiosa para reconstruir la historia
38 climática de la costa nor-peruana en los 20 últimos millones de años.

Sabemos que, durante el Mioceno medio (entre 11 y 16 millones de años de anti-


güedad), las aguas de la antigua costa piurana estaban pobladas por dugones (también
llamados “vacas marinas”, grandes mamíferos acuáticos parientes del actual manatí de
la selva). Restos craneanos de estos animales fueron encontrados en los años 1980 a
proximidad de la ciudad de Paita.

Dos yacimientos fosilíferos (uno cerca de la ciudad de Sechura, el otro cerca de la


ciudad de Piura), ambos probablemente de edad Mioceno superior (entre 5 y 11 millo-
nes de años de antigüedad) son verdaderos “cementerios de ballenas” cuyos esqueletos
se encuentran a menudo asociados con dientes de tiburones y de cocodrilos (estos últi-
mos confirman que se trata de terrenos litorales más que francamente marinos).

El período Plioceno (entre 2 y 5 millones de años de antigüedad) está representado


al norte del valle del Río Chira (Catamayo en Ecuador) por la Formación Taime, definida
en los años 1980 por el geólogo y paleontólogo estadounidense Thomas DeVries, el cual
se focalizó sobre los invertebrados fósiles - moluscos en particular - para reconstruir los
cambios ambientales ocurridos en la zona costera, concomitantes con los movimientos
de la corteza terrestre relacionados con el levantamiento de los Andes. Algunos aspec-
tos quedan todavía inexplicados, como la ocurrencia temporal, dentro de la Formación
Taime, de moluscos de aguas templadas-frías actualmente desconocidos en la costa nor-

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INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

peruana pero sí comunes en el Sur del Perú y el Norte de Chile. Esta Formación Taime
también contiene restos fósiles de Cetáceos (ballenas en particular) en el actual Distrito
de El Alto (Provincia de Talara).

El Cuaternario antiguo o Pleistoceno (entre 10.000 años y 2 millones de años de an-


tigüedad) ha sido marcado, a nivel mundial, por una alternancia de períodos glaciares e
interglaciares que dejó sus huellas en la fisionomía de la costa norperuana.

A grandes rasgos, digamos que cada período interglaciar fue marcado por una trans-
gresión o subida general del nivel marino (debida al derretimiento de los casquetes gla-
ciares). Durante el siguiente período glaciar, se producía una baja general del nivel ma-
rino (relacionada con la movilización del agua en forma de hielo). Este avance episódico
del mar tierra adentro fue responsable del depósito de una sucesión de terrenos marinos
de poca profundidad posteriormente alzados en forma de terrazas por los movimientos
de la corteza terrestre. Estas terrazas marinas, llamadas tablazos, son gigantescas acu-
mulaciones de conchas de moluscos fósiles en una matriz arenosa. La identificación de
las diferentes especies de moluscos permite establecer la edad relativa de los tablazos.

Paralelamente, sedimentos fluvio-lacustres más o menos cercanos a la costa, pre-


servaron los vestigios de mamíferos de la llamada “megafauna” del Pleistoceno. Estos
animales de gran tamaño, que se extinguieron al fin de la última glaciación (hace aproxi-
madamente unos 10.000 años), fueron probablemente contemporáneos de los primeros 39
seres humanos que poblaron la costa norperuana (aunque no se tiene todavía ninguna
prueba contundente de esta coexistencia). Algunos de estos grandes mamíferos eran
originarios de Sudamérica (es el caso de los megaterios, osos perezosos gigantes cuyo
tamaño era similar al de un elefante, o de los pampaterios, grandes armadillos sin equi-
valente actual); otros eran descendientes de inmigrantes que llegaron de América del
Norte por el puente natural constituido por la emergencia del istmo de Panamá, hace
unos 3 millones de años (dentro de estos inmigrantes, están por ejemplo el caballo ame-
ricano hoy extinguido, los mastodontes “primos hermanos” de los elefantes actuales, los
camélidos todavía representados en la fauna actual y grandes depredadores tales como
Smilodon, el famoso “Tigre Dientes de Sable”).

Varios yacimientos fosilíferos del Departamento de Piura conservaron fósiles de la


megafauna. Dentro de los más importantes están La Huaca (Provincia de Paita), de una
edad aproximativa de 300.000 años (Pleistoceno medio) y el yacimiento de San Sebas-
tián, probablemente mucho más reciente (Pleistoceno superior), ubicado cerca de la ciu-
dad de Piura.

El yacimiento fosilífero más rico y diverso del Pleistoceno piurano es probablemente


el de La Brea (Provincia de Talara) con un mínimo de 25 especies de mamíferos y 89
especies de aves (sin contar las pequeñas aves paseriformes). Esta localidad es conocida
desde la mitad del siglo XX por su parecido con el famoso sitio de Rancho La Brea (Ca-

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


lifornia, U.S.A.). Aunque, en este último, se encontraron fósiles vertebrados mucho más
abundantes y completos, ambos yacimientos se formaron en condiciones parecidas: en
ambos lugares, el crudo de petróleo sube por fallas naturales del subsuelo hasta la su-
perficie topográfica; en consecuencia, el suelo es literalmente empapado de brea, la cual
llega a constituir verdaderos charcos. Estos estanques de brea funcionaron en el pasado
como trampas naturales para diversos animales (mamíferos, aves, reptiles y hasta insec-
tos) cuyos fósiles proporcionan una imagen relativamente precisa del ecosistema local
de hace 13.600 años.

Objetos de ciencia, los fósiles constituyen una ventana hacia nuestro pasado leja-
no, cuyo potencial educativo y turístico es gigantesco. Descubrir, estudiar, proteger y
conservar este patrimonio para las generaciones futuras es una responsabilidad que no
tenemos la opción sino el deber de asumir...

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INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

Patrimonio cultural intangible


Claudio Malo1

El tiempo humano

La dimensión temporal hace presencia más fuerte en los seres vivos. Toda vida tiene
un comienzo y un final, entre cuyos extremos se dan cambios que responden a un ciclo.
Para los seres humanos la dimensión temporal es mucho más cargada de sentido y sig-
nificado ya que, gracias a la memoria, los pasados individual y colectivo forman parte de
nuestras vidas, al igual que el futuro que da sentido a muchas de nuestras acciones.

Somos seres temporalizados, vivimos una secuencia de presentes que se explican


gracias a una serie de acontecimientos que tuvieron lugar en el pasado, y en gran medida
se justifican tomando en cuenta aconteceres que aún no ocurren, pero que los espera-
mos. Toda vida humana, al margen de su importancia, es un proyecto que se desarrolla 41
en el tiempo con antecedentes que ya se dieron y con metas que aspiramos a que se den.
Los éxitos y fracasos a lo largo del desarrollo de estos proyectos son partes de nuestras
existencias.

Podemos superar las barreras de la muerte incorporando a nuestras existencias ele-


mentos hechos en pasados más o menos lejanos por personas o colectividades que deja-
ron de existir, un caso muy claro es el idioma materno a cuyo uso como instrumento de
expresión y comunicación nos incorporamos desde la infancia, o tantos y tantos cambios
tecnológicos, modelos de vida, ideas y principios, valores y creencias, nociones acerca
de lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo. Ni de lejos nos agotamos en nuestras personas
como individualidades, nos sentimos partes de colectividades pequeñas, medianas y
grandes, nos consideramos beneficiarios de ellas, deudores y, a veces, acreedores. Sien-
do animales sociales por naturaleza, nos cobijamos en los otros y lo otro, pues nunca nos
resignamos a las fronteras que nos imponen nuestros cuerpos ni nuestras mentes.

1. Director Ejecutivo del IERSE, Instituto Ecuatoriano de Régimen Seccional del Ecuador. Universidad del
Azuay.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


Cultura y culturas

Esencial a la condición humana es la cultura, no solo en su sentido tradicional como


resultado de un cultivo de nuestras facultades que culmina en conocimientos y capaci-
dades desarrolladas con esfuerzo, sino en el sentido antropológico de conjunto de ideas,
creencias, actitudes, valores jerarquizados, tecnologías y sistemas de pensamiento y
comunicación, de acuerdo con los cuales organizamos nuestras vidas como partes de
grupos estructurados. Gran parte de lo que somos como individuos, es el resultado
de los rasgos y complejos de la cultura a la que nos incorporamos luego de nacer y a
aquello que introyectamos en nuestros seres como partes conformadoras de nuestras
personalidades.

La cultura no nace con nosotros como los instintos, es una creación de los hombres
permanentemente modificada en el tiempo. En mayor o menor grado, todos contribui-
mos a estas innovaciones y nos sentimos partes de ellas y, por supuesto, a lo que no ha
cambiado. Somos creativos y somos creadores y estas capacidades las podemos poner
en práctica individualmente, pero, quizás sin tener plena conciencia, como integran-
tes de colectividades. Nuestros organismos no se agotan en el tiempo, se prolongan
mediante sistemas de reproducción genéticos; las culturas tienden también a reprodu-
42 cirse pero por medios no genéticos. Estas peculiaridades se ponen de manifiesto en la
enorme y rica variedad de culturas que testimonian las casi inagotables posibilidades de
nuestra especie.

Es legítimo hablar de cultura como algo suprapersonal que se manifiesta en los pa-
trones para organizar la vida que tienen los hombres a diferencia de los demás inte-
grantes del reino animal, pero es tanto o más legítimo hablar de culturas en el sentido
de la diversidad de estas manifestaciones colectivas forjadas en el tiempo y que difieren
entre si. Las actitudes etnocéntricas que nos llevaban a juzgar a los otros conglomera-
dos humanos con nuestros patrones y a valorarlos o rechazarlos en la medida en que se
coincida o no con ellos, tienden a disminuir y, espero que a desaparecer. Por lo menos
como tendencia, cada vez nos esforzamos más para aceptar lo diferente, intentamos
seriamente comprenderlo y valorizarlo, desprendiéndonos de los condicionamientos de
nuestras estructuras culturales.

Cuando hablamos de culturas, abordamos el problema desde lo múltiple y lo uno.


Reconocemos la diversidad con mentalidad positiva, pero a su vez volvemos a nuestro
entorno humano con el afán de tomar conciencia de aquello que nos hace diferentes de
los otros y que, al identificarnos como unos y distintos, robustece nuestra autoestima
colectiva.

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Patrimonio cultural
A gusto o disgusto, en algunos casos obsesivamente, acumulamos bienes econó-
micos provenientes del trabajo, o los heredamos. Su sumatoria conforma lo que de-
nominamos patrimonio. Si trasladamos este limitado concepto de los individuos a las
colectividades, si lo extendemos más allá de las limitaciones temporales de una vida y si
lo enriquecemos despojándolo de su contenido pragmático cargado de egoísmo, y nos
referimos a este término como el conjunto de realizaciones que a lo largo de los siglos
han elaborado los pueblos en los ámbitos estéticos y vitales, llegamos al concepto entre
difuso y entrañable de patrimonio cultural, que es de todos y no es de nadie, que nos
afianza en nuestro grupo destacando diferencias y nos proyecta a lo universal en cuanto
reconocimiento a realizaciones fuera de lo común.

El tiempo humano es muerte y vida, extinción y perpetuación. Su tránsito acaba


con muchos elementos, pero al preservar lo que trasciende lo común, lo perpetúa y lo
transforma, no en pertenencia de personas caducas y transitorias, sino en propiedad de
colectividades que se sienten identificadas con los otros que a la vez son míos. No consi-
dero descabellado que realizaciones de nuestros días puedan ser consideradas partes de
los patrimonios culturales de nuestra colectividad, pero lo usual es que estos elementos
adquieran esta categoría al superar las pruebas del tiempo, al demostrar ante la con-
ciencia colectiva que fueron capaces de superar el poder destructivo de la muerte y del
olvido. El patrimonio cultural sería entonces una actualización del pasado al presente y, 43
en consecuencia, un referente para la planificación hacia el futuro.

La memoria es el gran complemento de la temporalidad al dar unidad a nuestras


existencias evitando su fragmentación y dislocación en el tiempo. Integrada al ser hu-
mano da sentido a la vida y tiende a ser selectiva. En condiciones normales rescatamos
lo que ha sido positivo y gratificante en nuestras existencias y permitimos que se eva-
pore y pierda consistencia lo insustancial y lo negativo. En la memoria colectiva este
sistema de selección es más estricto agudizando nuestro sentido de valoración como
grupo, nuestra tendencia a fusionarnos con el todo cultural y a gozar de las gratificacio-
nes sicológicas de lo que es parte de nuestro ser, más allá de las fronteras del cuerpo, del
espíritu y del tiempo.

Cultura cambio y tradición


La dinámica es inherente a toda cultura, lo que conlleva cambio. Pese a la tendencia
a que se reproduzcan por medios no genéticos los contenidos culturales de generación a
generación, se dan cambios sobre todo por la interrelación que existe entre diversas cul-
turas. Las posiciones frente a esta aparente contradicción: tradición - cambio” difieren
según las circunstancias. En algunos casos los grupos que controlan el poder se esfuer-
zan para mantener la situación como está, por considerarla buena o porque garantiza la

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


permanencia de privilegios. En otros casos se alienta el cambio vinculándolo a las ideas
de progreso y modernización.

En el pasado, cuando social y legalmente estaban reconocidas las diferencias entre


nobleza y estado llano, los que controlaban los poderes político, económico y religioso
tendían a mantener “a la raya” a la plebe impidiendo que se “apropien” de una serie de
rasgos propios de las elites. En la Colonia, el uso de la vestimenta, por su poder simbó-
lico, estaba estrictamente regulado para los diferentes estamentos de la colectividad, y
sus transgresiones provocaban rechazos sociales y a veces sanciones legales. Había que
mantener la diversidad como mecanismo para robustecer las jerarquías.
Con el advenimiento de la democracia, los gobernantes consideraban que una de sus
tareas más importantes era “civilizar” al pueblo para, liberado de su ignorancia, poner
a sus integrantes a la altura de los estamentos altos de la sociedad. Había que usar el
poder y los recursos del estado para que los sectores populares tengan acceso a lo que
consideraban la única forma de cultura. Mediante el sistema educativo formal, se esta-
blecían algo similar a “cruzadas” para extirpar rasgos propios de las culturas populares
calificados unilateralmente como incultos y enemigos de la civilización y el progreso.

En los denominados países subdesarrollados hay sectores que consideran a los paí-
ses desarrollados como modelos de excelencia cultural dignos de imitarse, siendo como
contrapartida la tradición sinónimo de retraso y anquilosamiento del pasado. En nues-
44
tros países, luego de la independencia, se dio un fenómeno conocido con el nombre de
“afrancesamiento”, sobre todo en los estratos altos de la sociedad; consistía en imitar a
Francia, sin beneficio de inventario, en áreas académicas, artísticas y en la vida cotidia-
na, convirtiéndose lo afrancesado en sinónimo de “buen gusto”. En nuestros días, en
todos los estratos sociales, podemos hablar de una “americanización” que es la imitación
irreflexiva de lo norteamericano en vestimenta, música, tipos de comida etc. No es raro
encontrar “cholo boys” vistiendo blue jeans, masticando chicle y comiendo hot dogs o
hamburguesas mientras escuchan música “in” norteamericana en idioma inglés que no
lo entienden.

La cultura popular se inclina a preservar las tradiciones propias de cada comunidad


partiendo del principio de que en ellas radica la identificación como grupo. Consciente
o inconscientemente se considera que el cambio puede acabar con aquellos contenidos
que proporcionan a las personas la satisfacción de sentirse parte de un grupo primario,
lo que les brinda seguridad y sentido de pertenencia. En estas colectividades los niveles
de comunicación son más profundos y se comparten áreas más amplias de vida. Los
símbolos como mecanismos de comunicación, ideas y visiones de la realidad se legiti-
man por su reiterada repetición a lo largo de años. Cuando se pregunta a alguna persona
porqué piensa o actúa de esta manera, una respuesta muy frecuente es: “porque así lo
hacían nuestros mayores”.

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En la cultura popular, diversa en las múltiples comunidades, la tradición es parte


esencial del patrimonio colectivo, está constituida por bienes cuya respetabilidad pro-
viene del respeto que merecen los antecesores cuya sabiduría no se discute. Sus prác-
ticas, rituales y ceremoniales, religiosos o no religiosos, se transmiten celosamente de
generación a generación siendo las personas de edad las depositarías de los mismas, lo
que acrecienta su respetabilidad y su autoridad pues son portadoras de sabidurías del
pasado.

Patrimonio cultural intangible


Siendo el patrimonio cultural aquello que una colectividad elaboró a lo largo del
tiempo y que conserva contenidos del pasado, la tendencia generalizada ha sido iden-
tificarlo con vestigios arqueológicos monumentales o de piezas ceremoniales o propias
de la vida cotidiana que enriquecen a los pueblos con su dimensión histórica. Forman
también parte de estos patrimonios obras de arte, especialmente pinturas y esculturas,
que respondieron en su época a concepciones estéticas predominantes y a tecnologías
necesarias para su expresión.

Estos elementos patrimoniales tangibles no requieren en nuestros días del aval de


muchos siglos de distancia, siendo suficiente algunas décadas para darles estas caracte-
rísticas. Inicialmente se reducía este patrimonio a edificaciones monumentales como
palacios y templos, siendo las casas habitacionales “antiguallas” que debían ser destrui- 45
das para dar paso a la modernización. El patrimonio cultural tangible ha ampliado sus
dominios y se extiende a la imagen global de ciudades o poblados, a los materiales de sus
calles, a sus dimensiones que responden a formas de vida diferentes, a usos y distribu-
ciones de los espacios que tenían finalidades distintas a las actuales.

El patrimonio cultural intangible -término ideado y legitimado por la UNESCO hace


pocos años- va más allá de los vestigios materiales siendo ellos, si es que son indispensa-
bles, resultados de elementos tradicionales no materiales. En una fiesta religiosa popular
como el pase del niño, podemos apreciar una muy rica y colorida variedad de elementos
como vestimentas, adornos, comidas, músicas y músicos, composiciones escenográfi-
cas, pero mucho más que lo material cuenta en esta procesión informal el contenido
simbólico y un enorme conjunto de elementos que responden a tradiciones en las que se
da una interpretación local de un hecho religioso universal, en este caso del nacimiento
de Cristo. Es evidente que lo material tangible de esta procesión, pese a su riqueza, no
es sino un soporte de elementos no materiales, intangibles que le dan vida.

Ante el temor -a mi manera de ver infundado- de los avances de la globalización que


amenaza con convertirnos a los seres y grupos humanos en entes “talla única”, se puede
observar una tendencia cada día más robusta a valorar la diversidad y a encontrar en
ella, cuando tiene raigambre tradicional, los elementos identificadores de cada grupo
comunitario cuyos contenidos más importantes están en la cultura popular.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


La cultura elitista aspira a la homogeneidad y universalidad, mira hacia el futuro y
tiene como meta incorporar a los conglomerados humanos tecnologías de punta pro-
venientes de otras partes con muchos de los componentes adicionales que ellas portan.
Una de las peculiaridades de la cultura popular es la pluralidad y la diversidad, radican-
do en aquellos elementos que hacen a una comunidad diferente de otras su fuerza y su
orgullo. Nuevas visiones de la realidad, provenientes en gran medida de los avances de
la Antropología Cultural, valoran lo diverso como cualidad propia de la especie humana
y de su creatividad, superando la actitud a considerar a las denominadas tradiciones
populares prácticas vergonzantes propias de los ignorantes.

Además de las celebraciones populares -frecuentemente con raigambres religiosas,


pero también sin ellas- que pueden llegar a la espectacularidad de los carnavales en
muchas regiones del Brasil o las diabladas y morenadas de Oruro-, el patrimonio cul-
tural intangible sobrevive con vitalidad en muchos elementos del quehacer cotidiano u
ocasional como en las comidas tradicionales que con frecuencia son los certificados de
identificación de pueblos y regiones como lo atestiguan los dulces de corpus y el mote
pata, en ciertos tipo de vestimenta que, siendo usadas por grupos humanos en áreas
territoriales limitadas, como símbolos se han incorporado a países como es el caso de la
chola cuencana que, indiscutiblemente es parte de nuestro patrimonio cultural.

46 Las artesanías, especialmente aquellas cuyos productos finales portan contenidos


estéticos propios de las colectividades en donde se trabajan, pueden considerarse parte
del patrimonio cultural intangible. Algunas piezas artesanales antiguas que se han con-
servado por sus características especiales podrían formar parte del patrimonio tangible,
pero muchas de las contemporáneas, en las que cuentan además de los objetos termi-
nados los procesos que tradicionalmente se repiten y conservan gracias a la enseñanza
directa de padres a hijos o de maestros a aprendices, tienen altos contenidos intangibles.
Varios tipos de artesanías están constituidas por piezas ef ímeras o de duración tempo-
ral. En el primer caso, están los fuegos pirotécnicos que se agotan al ser quemados en las
celebraciones o adornos para procesiones o fiestas como los arcos con que se adornan
los recorridos. En el segundo, cierto tipo de adornos y vestimentas que son usadas en
pocas ocasiones como parte de los ceremoniales. Considero que, en ambos casos, po-
dríamos hablar de partes del patrimonio cultural intangible.

Estos contenidos populares intangibles por mucho tiempo han sido las cenicientas
del patrimonio cultural. Es necesario concederles el sitial que se merecen en colectivi-
dades que, conscientes de la importancia de la autoestima, han descubierto un venero
pleno de vitalidad y encanto.

Con el Dr. Jaime Astudillo Romero

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Compromiso renovado:
El camino hacia la mejor universidad del Ecuador
Rector de la Universidad de Cuenca1

La Universidad de Cuenca es mucho más que una noble institución. Es un espacio


para la realización humana e intelectual de todos. Es un proyecto de vida que debe ser
construido día a día, como un ambiente amplio y de calidad, pluralista y eficiente, libre
y creativo.

Con esta propuesta, Jaime Astudillo Romero,


como rector y Fabián Carrasco Castro, como
vicerrector, lideran un nuevo periodo
administrativo en la Universidad de
Cuenca.
47
Hasta el 2011, el compromi-
so incluye una amplia agenda que
abarca 10 puntos programáticos
esenciales para el desarrollo de la
Universidad. La meta es lograr la
acreditación institucional nacional
e internacional, consolidando un
modelo de alta calidad académica.

“Responder a los inequi-


tativos procesos de glo-
balización que vivimos
a través de una carrera
de integración cada vez
más amplia del mundo
académico”

1. Entrevista realizada por Rosana Encalada, comunicadora de la Universidad de Cuenca.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


Hablamos de una renovación con identidad para adecuar los procesos universitarios a
una época cambiante.

La propuesta esencial se basa en la presentación de una reforma integral que le lleve


a la Universidad de Cuenca a convertirse en la “mejor universidad del Ecuador”, con
signos de eficiencia en los ámbitos formativo y administrativo reafirmando los princi-
pios de pluralismo y democracia absoluta en una entidad pública que tiene 138 años de
tradición y vitalidad.

Responder a los inequitativos procesos de globalización que vivimos a través de


una carrera de integración cada vez más amplia del mundo académico. En este marco
la gestión universitaria está empeñada en fortalecer la unidad de la institución con en-
tidades fraternas de todo el mundo y apuntar a la internacionalización de la Universi-
dad de Cuenca, lo cual implica ser parte más activa
de las redes de vinculación y cooperación que
existen a nivel superior y particularmente
fortalecer su presencia en la Asociación de
Universidades del Sur de Ecuador y Norte
del Perú (AUSENP).

48 Sobre la AUSENP
Jaime Astudillo, sugiere que la Aso-
ciación y sus integrantes deberían bus-
car puntos de interés más convergen-
tes. Considera que el funcionamiento
de la organización, como estructura,

“Razones culturales e
históricas (...) nos obligan
a trabajar conjuntamen-
te para afrontar los retos
tecnológicos, científicos
y humanos que la época
nos plantea”.

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ha sido positivo. La AUSENP debe convertirse en el marco en el cual se fortalezcan las


relaciones bilaterales y multilaterales entre las universidades de la red, hecho que haría
que la agrupación tenga más vitalidad.

“En el momento en el que empecemos a crear compromisos fuertes entre nosotros


para impulsar postgrados, investigación, eventos culturales en una relación bilateral y
multilateral, en ese momento la AUSENP tendrá más vida que nunca”, insiste el Rector,
quien manifiesta además que la Asociación de Universidades del Sur de Ecuador y el
Norte del Perú debe cuidar de no convertirse en una entidad burocrática.

Para Astudillo, hay una motivación fuerte que une a los dos países: “razones cultu-
rales e históricas que hoy nos obligan a trabajar conjuntamente para afrontar los retos
tecnológicos, científicos y humanos que la época nos plantea”.

Universidad de Cuenca dentro de la AUSENP


Para la Universidad de Cuenca, ser parte de la AUSENP es una reafirmación de su
espíritu de cooperación. “Estamos en un mundo de interrelaciones (pensando en térmi-
nos de interdependencia), es por ello que pensamos que pertenecer a esta red universi-
taria tan latinoamericana, tan andina, reafirma nuestras identidades y nos da fuerza para
relacionarnos con el resto del mundo”, comentó Jaime Astudillo.
49
La identidad andina se consolida con la organización de la Asociación de Univer-
sidades del Sur de Ecuador y el Norte del Perú, que, sin duda, es una organización que
fortalece las coincidencias de la región.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


¿Comunidad Andina de Naciones o
Tratado de Libre Comercio?
Ec. Carlos Cordero1

La Comunidad Andina de Naciones (CAN) constituye el acuerdo de integración


regional más antiguo. Sus inicios se remontan a mediados de 1960 cuando soplaban
vientos nacionalistas, de economías cerradas y de restricciones a la inversión extranjera;
los países que inicialmente formaron el entonces denominado Pacto Andino fueron: Bo-
livia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú, y Venezuela. Pocos años más tarde, a fines de los
años 70, Chile abandonó el proyecto y optó por un proceso económico individual que
se sustentaba en la apertura de su economía impulsando las actividades exportadoras.

Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, no se puede decir que la CAN sea un
proceso de integración exitoso; lo más destacable en la actualidad, junto con las facilida-
des dadas para la movilización de habitantes de los países miembros, es el área de libre
50
comercio, que se inició hace no más de quince años y se apoya en la fijación de aranceles
comunes que favorecen el mercado regional y dan igual tratamiento al extraregional. El
libre comercio regional no ha estado exento de varias confrontaciones, que reflejan la
no concordancia de intereses entre los países miembros, sus gobiernos de turno o sus
empresarios.

La CAN dista mucho de ser lo que es ahora la Unión Europea, no encontramos un


grupo de países consolidado que tenga intereses y estrategias comunes desde el punto
de vista económico, laboral y de geopolítica. Lo que ha ocurrido en los últimos años
cuando los países miembros del CAN buscan integrar otros grupos comerciales: el caso
de Venezuela y Bolivia con el MERCOSUR y, de Colombia, Perú y Ecuador con el TLC
con Estados Unidos, refleja que por encima de los intereses del grupo están los intereses
de cada uno de los países; no existe coincidencia ni de criterios ni de acciones.

Esto se visualiza mejor si consideramos lo que ha sucedido en la práctica. En un mo-


mento determinado del proceso, una empresa ecuatoriana decidió fabricar productos
de madera destinados al mercado venezolano; y, empresas de este país impidieron su

1. Carlos Cordero Díaz, Director General Administrativo y Financiero de la Universidad del Azuay.

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ingreso, creando problemas económicos y demostrando la imposibilidad de acuerdos


comerciales.

Lo anterior nos demuestra que el proceso de integración no es algo que se pueda


consolidar en pocos años, como lo ha demostrado la misma Unión Europea, que llegó
a lo que es en este momento después de casi 40 años de negociaciones y acuerdos y de
tener un objetivo común claramente establecido. Un proceso de integración, para que
se consolide, tiene que contar con la completa voluntad política de todos los gobiernos,
por encima de situaciones coyunturales en cada uno de los países. En el caso de los
objetivos económicos, se debe dar primacía a los intereses de los países que están en la
comunidad, y éstos deben imponerse a los intereses económicos particulares.

Cuando EEUU planteó el ALCA, la propuesta implicaba una negociación en con-


junto de toda América Latina. Esta propuesta fue inviable porque cada país mantenía
su perspectiva, su forma de ver el tema. Ahora bien, frente a esta situación y como al-
ternativa, se planteó un Tratado de Libre Comercio Centroamericano y un Tratado de
Libre Comercio Andino. El TLC andino originalmente se concibió con la participación
únicamente de Colombia y Perú, lo que demuestra que negociaciones con grupos de
países no se consideraban como viables.

En este contexto, el Ecuador pidió – en el Gobierno de Gutiérrez- integrarse al


TLC Andino, y se iniciaron las rondas de negociaciones con los resultados que todos 51
conocemos: Colombia y Perú cerraron las rondas de negociación, Ecuador quedó fuera;
esto ratifica que los intereses y las perspectivas de cada país son diferentes y no existe
interés de grupo.

El caso de la separación de Venezuela de la CAN, demuestra así mismo que ese país
tiene objetivos individuales que no coinciden con los de los demás países del grupo. La
realidad económica venezolana determinada por sus importantes reservas petroleras, el
aumento espectacular de los precios del barril de petróleo y las exportaciones que hace
hacia EE. UU., hacen que lo que Venezuela gane o pierda con los procesos de integra-
ción es muy diferente a lo que ganen o pierdan países como Ecuador o Bolivia.

La decisión de Venezuela de salirse del grupo andino se basa en la reacción ante la


firma de Colombia y Perú del TLC con los Estados Unidos, y el argumento del Presiden-
te Chávez es que el TLC permitirá que a todos los países del grupo lleguen productos
americanos sin aranceles, vía Perú y Colombia. Este, que es un tema de orden técnico,
según mi criterio no es del todo cierto, suena más bien a un pretexto para emprender un
proyecto propio del Presidente Chávez y tiene que ver con la propuesta de otro acuerdo
de relación comercial y económica de toda Sudamérica, al que ha denominado como
acuerdo ALBA.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


La intensión de consolidar un bloque unido latinoamericano sin embargo no tiene
muchas posibilidades en un futuro cercano, pues cada país busca sus propios intereses.
Venezuela por ejemplo llevará adelante su esquema solo o acompañado, pues este país
tiene capacidad económica para ejercer su autonomía, lo que no sucede con Ecuador.
En el caso de Perú, es probable que aproveche el TLC en función de su desarrollo eco-
nómico interno. En relación a Bolivia, el Presidente de este país, Evo Morales, asume la
presidencia temporal de la CAN, lo que demuestra que no hay la intensión de abandonar
el grupo.

En este contexto, lo primero que debería esperarse del Ecuador es la definición de un


proyecto país, esto es, fijar un objetivo fundamental de hacia dónde debe ir la sociedad
y la economía y, segundo, fijar las estrategias de cómo lograr este objetivo. Este proyecto
debería estar por encima de las intenciones que puedan tener los gobiernos de turno.

Considero por ejemplo que se debe definir el papel del Estado en la economía, la
forma de vinculación con el mundo globalizado lo que derivaría en estrategias de pro-
ducción, empleo, inversión, comercio, competitividad, etc. Todo esto, que deberían ser
las propuestas de los distintos partidos políticos, no se avizora por lo menos en el actual
proceso electoral.

Sin embargo, el marco general por dónde ir: integrarnos en el TLC, la CAN o el
52 MERCOSUR, o mantener acuerdos bilaterales con China o la Unión Europea, derivará
de esta perspectiva de país que debemos construir.

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Construir el mundo a partir de las fronteras


Las universidades de frontera y su contribución
para mejorar la calidad de las relaciones binacionales
Dra. María Luisa Portugal de Rodrich1

Acabamos de participar en la primera Conferencia Internacional sobre Fronteras


Lineae Terrarum que reunió a 350 investigadores, expertos y profesores más prominen-
tes de estudios de la frontera, procedentes de 30 países. Durante cuatro días (del 27 al
28 de marzo), a través de 80 paneles de discusión, fueron tratados temas vinculados a
la teoría y la política fronteriza; la seguridad en la frontera; el comercio internacional e
integración económica; la movilidad y la migración fronterizas; la salud en la frontera;
los asuntos étnicos, culturales y religiosos; el medio ambiente fronterizo; la cooperación
fronteriza y el futuro de los binacionales.
53

La actividad, organizada por universidades de la frontera de Estados Unidos y Méxi-


co, permitió descubrir dos temas puntuales: primero, que constituimos un “ejército” de
académicos, involucrados en la búsqueda de una mejor calidad de vida y el desarrollo de
una cultura de paz transfronteriza; y segundo, el impulso que tiene cada día la creación
universitaria de centros y áreas dedicados a los estudios y la investigación de los proce-
sos fronterizos.

El presente ensayo persigue, precisamente, llamar la atención sobre la clase de ini-


ciativas que tienen lugar en las fronteras que comparten Estados Unidos y México y
en las de Ecuador y Perú, con el fin de motivarles a sumar esfuerzos, a intercambiar
conocimientos y experiencias, a crear alianzas institucionales, para que fortalecidos en-
contremos rápidamente fórmulas que gobiernen adecuadamente la convivencia en esta
clase de regiones.

1. Profesora de la Universidad de Piura, Directora de la Subárea de Comunicación Internacional de la Carrera


de Comunicación, Secretaria Técnica de AUSENP por Perú.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


La Universidad: un actor de la diplomacia ciudadana
El mundo, hoy más que ayer, continúa mostrándose como un lugar realmente caó-
tico, en donde nadie parece ponerse de acuerdo y en donde parece imponerse la “ley de
la selva”, muy a pesar de la evolución alcanzada por las instituciones universales creadas
para ordenar la vida en este planeta.

Aunque, en gran medida, esa desalentadora percepción responde a la forma de tra-


bajo y a los efectos que desencadenan los modernos medios de comunicación colectiva
internacional, de cualquier forma, las 24 horas del día somos testigos (y víctimas de
algún modo) de atentados terroristas y ecológicos, la actuación de mafias globales por
doquier y de toda índole, epidemias que parecen extenderse sin remedio, pobreza, ham-
bre, ignorancia, guerras, amenazas nucleares, choques culturales y xenófobos. En fin,
una suma de problemas que día a día llenan el contenido de las secciones internacionales
periodísticas y que sólo consiguen transmitir temor e inseguridad a la aldea global.

Sin lugar a dudas, la Diplomacia oficial contribuye a debilitar esas graves dificultades
que a todos nos amenazan por igual pero, lamentablemente, sin conseguir erradicarlos
definitivamente. Tenemos la impresión que la solución de aquéllos desborda su capaci-
dad para enfrentarlos de manera aislada y necesita del concurso de las organizaciones
transnacionales con vocación mundial como la Universidad para preservar la paz, tarea
de la cual es consciente esta institución, sobre todo la localizada en las regiones fronte-
54
rizas (La Sociedad Fronteriza Peruano Ecuatoriana y el Plan Binacional de Desarrollo,
2001, p. 111). La universidad de frontera cada día muestra una mejor y mayor disponi-
bilidad a involucrarse en hacer eficiente la relación binacional y la calidad de vida de las
poblaciones ubicadas a uno y otro lado de la línea fronteriza que divide su respectivo
país del país vecino.

Para corroborar esta afirmación tomemos como ejemplo la firma del Convenio
Marco de Cooperación Institucional suscrito entre el Plan Binacional de Desarrollo de
la Región Fronteriza Perú-Ecuador2 y la Asociación de Universidades del Sur del Ecua-
dor y del Norte del Perú (AUSENP), el 17 de agosto del 2004 en la ciudad ecuatoriana
de Guayaquil.

Mediante esta alianza, el Plan Binacional, dirigido por la diplomacia oficial del Ecua-
dor y Perú, y la AUSENP, al haber encontrado que ambos comparten la básica vocación

2. El Plan Binacional es una estrategia diseñada por Ecuador y Perú, tras la firma de la paz en 1996, con el obje-
tivo de elevar el nivel de vida de las poblaciones del norte y nor oriente del Perú y del sur y oriente de Ecuador
para lo cual realiza actividades y ejecuta proyectos que ayuden a integrar económicamente a la región y a
acelerar su desarrollo productivo y social tendientes a superar la situación de atraso existente en la mayoría
de las poblaciones asentadas en la región fronteriza.
Si desea conocer más sobre el Plan Binacional, Capítulo Ecuador y Capítulo Perú pueden visitar las siguientes
direcciones electrónicas: www.planbinacional.rree.gob.pe , www.planbinacional.gov.ec

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de apoyar el desarrollo de la región fronteriza a través de objetivos similares; y, de estar


ambas involucradas en fomentar la cultura de paz entre las dos naciones, establecen
las siguientes modalidades de cooperación: 1) fortalecer las capacidades técnicas y de
ejecución de los gobiernos regionales y locales; 2) Facilitar el respaldo técnico especiali-
zado en la formulación y ejecución de proyectos; 3) Apoyo específico de la AUSENP en
acciones de promoción y difusión destinadas a la población con miras a lograr un mayor
conocimiento y seguimiento de las labores del Plan Binacional (Convenio Marco de Co-
operación Institucional entre el Plan Binacional y la AUSENP, 2004).

La corriente de estudios e investigaciones sobre asuntos de la frontera que generan


las universidades de frontera es otra prueba fehaciente del rol que están llamadas a des-
empeñar estas universidades y demuestra, además, que la frontera no debe ser siempre
una cultura de la guerra (Manuel José Bonett, UNESCO, Memorias de la Conferencia
Internacional Enseñanza de la Historia para la Integración y la Cultura de la Paz, 1997,
p. 25).

Las regiones fronterizas3 de Estados Unidos - México


y Ecuador - Perú
Estados Unidos y México comparten, desde hace más de 150 años, una frontera
definida y común, de 3,218 kilómetros de largo, la más larga del mundo. Existe un total
de 72 cruces fronterizos, de los cuales 51 están operativos, 18 están siendo propuestos y 55
tres cruces están cerrados.

La raya divisoria que expresa la frontera Estados Unidos-México tiene por funda-
mento el Tratado de Paz, Amistad y Límites y Arreglo Definitivo, entre ambos Estados,
de 1848; instrumento jurídico también conocido como Tratado de Guadalupe Hidalgo.
El Tratado es el resultado de la guerra de conquista Estados Unidos vs. México entre
1846 - 1848.

3. Desde el punto de vista de la planificación del desarrollo, una región de frontera, “es un ámbito subnacional de
programación y gestión del desarrollo que generalmente coincide con los límites de unidades político – ad-
ministrativas mayores. En una primera aproximación, podemos asumir que en la perspectiva del desarrollo
y la integración fronteriza, una ‘región de frontera’ será la escala adecuada a la que se pueden instrumentar
políticas bilateralmente adoptadas para capitalizar el fenómeno fronterizo, en la perspectiva del desarrollo
integral; [mientras que], el área de frontera es una franja de territorio estrechamente asociada a la noción de
límite [y el concepto de], zona de frontera, de mayor extensión que el área de frontera, está dotada de centros
urbanos con equipamientos básicos y roles funcionales diferenciados; infraestructura de transportes, energé-
tica y de comunicaciones; actores económicos y sociales diferenciados. A partir de la zona de frontera es posi-
ble ofrecer soporte al área de frontera, actuar como nexo articulador de ésta con una región nacional, y operar
como la parte nacional – sumada a zonas equivalentes del país vecino- en un proceso orgánico de integración
fronteriza”. Luis Oliveros, “Visión del desarrollo e integración de la región fronteriza Perú – Ecuador”, cit. en,
La Sociedad Fronteriza Peruano Ecuatoriana y el Plan Binacional de Desarrollo, ediciones Plan Binacional de
Desarrollo de la Región Fronteriza Perú – Ecuador, Capítulo Peruano, Lima, agosto 1999 – diciembre 2000,
p. 89. Véase también, Rodrigo Borja, Enciclopedia de la Política, Fondo de Cultura Económica, México, D.F.,
1997, p. 437.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


El total de la población4 en la región fronteriza Estados Unidos-México suma 13
millones aproximadamente: más des seis millones y medio en el lado estadounidense y
más de 5 millones y medio en el lado mexicano. La enorme mayoría de estos residentes
viven en una de las 14 “ciudades hermanas” en la región-ciudades pares, de lado y lado
de la línea divisoria internacional. Los residentes rutinariamente cruzan la frontera para
visitar familiares y amigos, ir de compras, a trabajar o a la escuela. (Medioambiente
Fronterizo Estados Unidos - México, 2006, pp. 4-7).

Entre tanto, Ecuador y Perú comparten una frontera definitiva de 1, 420 kilómetros
de largo y una región fronteriza de 420, 655.54 Km2. El 10% es costa, el 5% sierra y el 85%
selva. Sobre este territorio están asentadas 10 ciudades importantes con 4.5 millones
de habitantes de los cuales forman parte también 90 comunidades nativas. La pobreza
alcanza al 80% de esta población; y, la extrema pobreza al 20%. Hay un predominio de lo
rural sobre lo urbano5.

La fijación definitiva de los límites fronterizos se dio tras la firma del Acta Presi-
dencial de Brasilia el 26 de octubre de 1998 entre ambas Repúblicas después de más de
un siglo de relaciones tensas que desembocaron en conflictos y hasta guerras, como la
última que se libró en 1995. El acontecimiento constituyó un paso trascendental para
gestar la nueva relación binacional, pues, estableció el marco institucional y jurídico
para asegurar un fluido y permanente diálogo entre los dos países.
56
Si bien las poblaciones de Estados Unidos-México y Ecuador-Perú se encuentran
asentadas en regiones ricas en historia, cultura, carácter regional y diversidad que con-
tribuye al patrimonio colectivo de la región e identidad de la comunidad, la convivencia
entre esas poblaciones fronterizas no ha sido ni es nada fácil.

La colindancia entre estos países genera una franja fronteriza compuesta de elemen-
tos tales como demográficos, migratorios, políticos, sociales, económicos y, en especial,
históricos.

En ambos casos, el factor histórico ha sido determinante para el tipo de relación


dada a lo largo del tiempo, basada en la percepción de enemistad, conflicto, interven-
ciones diplomáticas, agresividad, invasiones, vejaciones, patrulla fronteriza, “operación
guardián”, caza de indocumentados (presencia de los “minutmen”) y, como en el caso de
Estados Unidos-México, “frontera segura, “muralla china’” (Enrique Priego Mendoza,

4. El habitante de zona de frontera -remarca una vez más Pompeyo Márquez- tiene su propia especificidad,
la que corresponde a su propio país, pero también tiene todo aquello que ya se ha convertido en un lugar
común: lazos generales que a través de la historia se ha ido construyendo en cada uno de los habitantes, de
uno y otro país que comparten la zona fronteriza y que ha ido dando lugar paulatinamente a una cultura
supranacional en dicho espacio geográfico donde están asentadas las poblaciones de uno y otro país. Vid.
Pompeyo Márquez, op.cit., p. 26.
5. Datos ofrecidos por el Plan Binacional Capítulo Perú y Ecuador, 2000).

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“La Raya Fronteriza y la Seguridad”, 2006, [p. 3] ). Esto último se refiere a la muralla que
Estados Unidos construyó para dividir las ciudades de Nogales (Arizona-Estados Uni-
dos) y Nogales (Sonora-México) y cuya prolongación sigue en proyecto.

Se trata de fronteras que continúan percibiéndose como fronteras que dividen y


alientan la tensión entre ambas poblaciones, a pesar del intercambio, del auge comer-
cial que muestra la zona, de la proliferación de proyectos de desarrollo en marcha, de
la constitución de asociaciones civiles binacionales y del incremento de la ayuda que el
gobierno destina para contrarrestar los inconvenientes que dificultan la convivencia.
La cantidad y el tipo de ayuda que se recibe sigue siendo insuficiente porque aún no se
“ataca” el problema de fondo: la desconfianza existente entre las poblaciones de uno y
otro lado de la frontera, por la falta de un conocimiento auténtico, consecuencia de la
ausencia de comunicación y de un diálogo sincero y permanente entre éstas.

Los asuntos que afectan la convivencia y que vienen identificándose y analizándose


en los centros especializados en asuntos fronterizos son similares en una y otra región:
la inmigración ilegal (personas que ingresan sin la respectiva documentación); políticas
xenófobas como consecuencia de la proliferación de estereotipos; paso del narcotráfico,
del contrabando (siendo el de armas el más peligroso) y de elementos delincuenciales y
terroristas; desconocimiento de los derechos y obligaciones que asisten a los inmigran- 57
tes por falta de información adecuada; mala distribución y uso de las riquezas naturales
que comparten en las regiones fronterizas y atentados a la ecología; dificultades para
adaptarse en la “otra cultura”; desigualdad de recursos en uno y otro lado y escenarios
de extrema pobreza.

Sólo un diálogo “abierto” entre mexicanos y estadounidenses y entre ecuatorianos


y peruanos será capaz de derribar, de una vez por todas, esas barreras mentales (este-
reotipos) que presentan una imagen del “otro” totalmente falsa y distorsionada y que
obstruye e impide avanzar otra clase de procesos. De ahí que construir barreras f ísicas
(muros, alambradas, policías y soldados) no solamente reforzará las barreras mentales
sino que conducirá indefectiblemente a agudizar todos y cada uno de los problemas que
ya de por sí son bastante serios. Esta tarea es uno de los tantos retos que la universidad
de frontera debe asumir.

La amistad verdadera es consecuencia del conocimiento real y sincero y ambos son


resultado de altos niveles de interacción, de comunicación y de diálogo. La meta apunta
a crear comunidades fronterizas. Entonces y solo entonces, las fronteras serán percibi-
das, ya no como líneas que dividen que enfrentan que esconden una cultura de la guerra
sino como puntos gravitantes de encuentros entre culturas extranjeras.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


Qué vienen haciendo hoy las universidades de frontera

Cada vez suman más las instituciones de investigación científica y educación supe-
rior abocadas al desarrollo de una temática fronteriza. Y es así porque, en primer lugar,
comprenden perfectamente que el estar localizadas en zona de frontera no constituye
una desventaja como muchos piensan (por encontrarse alejadas de la ciudad capital),
sino una situación privilegiada que les ofrece la oportunidad de acercar culturas y fo-
mentar el diálogo entre ellas y trabajar por la relación binacional, la de su propio país
con el país extranjero con el que comparte sus fronteras. Situación que, lógicamente, les
exige replantear sus programas académicos para adaptarlos a la nueva realidad.

El interés por esta clase de estudios en las universidades de las regiones fronterizas
de México-Estados Unidos se remonta a los años cincuenta aproximadamente mientras
que en las universidades de Ecuador y Perú se fija alrededor de los años 70; siendo la
lista de pioneros, en uno y otro caso, bastante larga. Esa temprana incursión ha desem-
bocado hoy en la organización de competentes equipos de profesores e investigadores
que impulsan la creación de áreas, centros y consorcios universitarios en donde se im-
parten cursos y seminarios; se ejecutan proyectos y organizan actividades binacionales
y se produce una singular bibliograf ía sobre los asuntos fronterizos.
58
Su misión puede resumirse en los siguientes ítems: generar conocimiento científico
sobre los fenómenos regionales de la frontera, con especial hincapié en los de su propia
región fronteriza; formar recursos humanos de alto nivel; y vincularse institucionalmen-
te para contribuir al desarrollo de la región.

Luego, también están: el propiciar la integración entre las universidades de la región


en los diversos campos profesionales; ser gestoras, promotoras y líderes de la unión y
la comprensión de los pueblos de la región; promover el nivel académico de la educa-
ción superior; compartir inquietudes y experiencias académicas y humanas; pretenden
también ser un medio para enfrentar de manera conjunta el estudio y solución de los
problemas socioeconómicos de la región; y, construir puentes espirituales.

Esto es un resumen de los objetivos fundamentales que dirigen la labor de dos im-
portantes consorcios universitarios: el Consorcio de Universidades de la Frontera de
Canadá, Estados Unidos y México (CONAHEC) y la Asociación de Universidades del
Sur de Ecuador y Norte del Perú (AUSENP) que coincidentemente iniciaron su trabajo
el mismo año: 1992.

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Dos consorcios universitarios transfronterizos:


AUSENP y CONAHEC

La CONAHEC
El Consorcio para la Colaboración de la Educación Superior en América del Norte
(CONAHEC) entró a operar oficialmente en 1996, tras una serie de reuniones pione-
ras que empezaron en septiembre de 1992. El Consorcio, al igual que sus miembros,
reconocen que la necesidad de colaboración en la educación superior en América del
Norte es cada vez más grande y que los recientes acontecimientos en el contexto inter-
nacional hacen más crítica la importancia de la colaboración para asegurar el futuro de
la región.

Este Consorcio, conformado por 148 instituciones (21 de Canadá, 58 de Estados


Unidos y 69 de México), asesora y enlaza a instituciones interesadas en establecer o
fortalecer sus esfuerzos de colaboración académica en la región de América del Norte.
Sus programas incluyen: Programa de intercambio de estudiantes de América del Norte;
conferencias trinacionales de los líderes y expertos de la educación superior de la región;
el “Portal Electrónico” de la Educación Superior de América del Norte; una red fronte-
riza de instituciones de educación superior; una serie de publicaciones y estudios sobre
aspectos comparados de la educación superior; la Organización de Estudiantes Líderes
de América del Norte (SONA); y ofrecen oportunidades de desarrollo profesional para 59
funcionarios y profesores (Entrevista con Gilberto O. Olivas, 2006).

La AUSENP
El origen de la AUSENP se remonta a 1992, durante la época más dif ícil para las
relaciones peruanas-ecuatorianas (el último enfrentamiento entre Perú y Ecuador se
dio en 1995). Fue entonces cuando ocho universidades peruanas y cinco universidades
ecuatorianas propiciaron su nacimiento, una de ellas fue la Universidad de Piura.

Preocupadas y cansadas por la ausencia de un clima de paz que se prolongaba por


más de 150 años y que les impedía cumplir con su auténtica misión, se unieron para
crearla y ser gestora y promotora, líder de la unión y la comprensión de los pueblos de
esta región de América, basada en una “cultura de paz con desarrollo”. El nacimiento de
la AUSENP, en palabras de sus fundadores, responde a un sueño: “el sueño de la paz en-
tre estos dos países” (Gino A. Moretti Otoya, Importancia y Perspectiva de la AUSENP,
junio 2000, p. 3).

En el 2006 la AUSENP agrupa a 27 universidades miembros con presencia en la


región fronteriza: 10 ecuatorianas y 17 peruanas. Nuestra participación directa en las
labores de la AUSENP a través de la Secretaría Técnica de la AUSENP-PERÚ, que te-

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


nemos a cargo desde el 2004, nos permite involucrarnos de un modo más directo en la
principal obligación de la Institución: Alentar el trabajo conjunto de las universidades
de la AUSENP, conduciéndoles a construir una paz con progreso (Luisa Portugal, Las
Universidades en Zona de Frontera Artífices de una Cultura de Paz, diciembre 2000, pp.
11 y 12 ).

Cada vez más se afinan los mecanismos de funcionamiento de la AUSENP y de la


CONAHEC, tarea que exige la revisión permanente de sus estatutos, agendas de traba-
jo, reuniones de rectores y docentes, nombramiento de coordinadores de universidad,
secretarías ejecutivas y técnicas, vicepresidencias y presidencias alternas y creación de
redes temáticas. Así también, cada año se consiguen mejorar los canales de comunica-
ción e intercambio de información entre las universidades. Tanto la AUSENP como la
CONAHEC cuentan con una página web y publicaciones propias. El intercambio de
información científica, la generación de actividades y la presentación y ejecución de
proyectos a través de las redes temáticas (Educación, Cultura, Red de Cuencas Hidro-
gráficas, Salud, Ciencias Ambientales, Telecomunicaciones y Diplomacia Ciudadana)
constituyen contribuciones significativas.

La existencia de ambos consorcios universitarios demuestra que las universidades


no pueden desatenderse de esta clase de proceso y, al contrario, deben jugar un rol ac-
tivo en el mismo. “La construcción de una cultura de paz – subraya la AUSENP- re-
60 quiere profundizar el aprendizaje que ambas sociedades han avanzado para enfrentar,
manejar y resolver sus conflictos, tanto entre naciones como al interior de cada una de
ellas. Las Universidades mantienen nexos vivos con sus respectivas sociedades civiles,
y a través de ellos experimentan en carne propia los conflictos de diversa índole de las
comunidades, los sectores sociales y las instituciones y organizaciones. La Universidad
puede aportar, así, a procesos de análisis, manejo, resolución y transformación de estos
conflictos en su ámbito de influencia”.

La primera conferencia mundial de fronteras: Lineae Terrarum y los


centros de estudios fronterizos
Esa tradición en esta clase de estudios condujo recientemente a cuatro instituciones
académicas a organizar la mayor y primera reunión de expertos del mundo en temas
fronterizos, a la que fuimos gentilmente invitados a participar. Nos estamos refiriendo
a Lineae Terrarum que tuvo lugar en dos escenarios estadounidenses y uno mexicano y
fue competencia de la: Universidad de Texas (El Paso-EEUU), la Universidad de Nuevo
México (Estado de Nuevo México-EEUU), la Universidad de Ciudad Juárez (Región de
Chihuahua - México) y de la Escuela de la Frontera Norte (Baja California-México).

Lineae Terrarum fue un sueño largamente acariciado por el Dr. Z. Anthony Krus-
zewski, que, según sus propias palabras durante su discurso de bienvenida al evento,
constituye prácticamente “su última actividad académica”. Kruszewski, un polaco apa-

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sionado por los estudios de las fronteras dedica su vida a la enseñanza de la Ciencia
Política en la Universidad de Texas (El Paso), tras huir de la Alemania nazi, sorteando
entonces más de una frontera geográfica.

Paralelamente a este evento, tomamos contacto con el Centro de Estudios de la Fron-


tera, que funciona en la Universidad de Texas, a tan sólo 20 minutos de la importante
ciudad mexicana de Ciudad Juárez; y, con el Centro de Estudios Latinoamericanos, de la
Universidad de Arizona, en Tucson, a 65 millas de la ciudad mexicana de Nogales.

El primero de los arriba nombrados se encuentra bajo la dirección del Dr. Jon Amas-
tae y la atención del centro está puesta en las relaciones fronterizas, con especial énfasis
en la relación México-Estados Unidos. Los programas son dirigidos a estudiantes de
pre grado y post grado y son administrados de manera interdisciplinaria. La temática
comprende el conocimiento de las artes, la ciencia, el comercio y la economía, los es-
tudios políticos, del medioambiente, tecnología, salud, ciencias sociales y humanidades
(Entrevista con Jon Amastae, 2006).

El Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Arizona, donde el 25%


de los estudiantes son de origen hispano, cuenta con uno de los mejores programas
de la nación en estudios latinoamericanos y está bajo la conducción de dos notables
investigadores: su director, el Dr. Scott Whiteford y el Dr. Raúl Saba, en la subdirección
del mismo. En el Centro, el Dr. Raúl Saba, es especialista de los asuntos de la frontera 61
ecuatoriano- peruana.

La modalidad de trabajo es la interdisciplinariedad y también se dirige a estudian-


tes de pre grado y post grado, interesados en el arte, la cultura, la economía, el medio
ambiente, lenguas, la literatura, la gente y la política latinoamericana. Igualmente, la
relación Estados Unidos-México es la tarea esencial. En los estudios de post grado par-
ticipan voluntarios del Cuerpo de Paz, oficiales de la milicia, profesores y graduados
procedentes de diversas disciplinas. Ofrece Maestrías y Doctorados en Estudios Lati-
noamericanos (Entrevista con el Dr. Raúl Saba, 2006).

Las alianzas inter universidades-inter centros, son esenciales para ofrecer progra-
mas ambiciosos, como por ejemplo, la realización de viajes de estudios a las fronteras
latinoamericanas, cursos, seminarios, actividades y proyectos binacionales; así como la
presentación de expertos latinoamericanos y la producción de diferentes clases de publi-
caciones (folletería, revistas y libros).

Un ejemplo de ello es la Asociación para Estudios de la Frontera (ABS), presidida por


la Universidad del Estado de Nuevo México (donde el 80% del total de sus estudiantes
son de origen hispano), la Universidad de Redlands y la Universidad de Arizona. Fue
fundada en 1976 y originalmente el énfasis estuvo puesto en los estudios sobre la región
fronteriza de Estados Unidos-México.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


Otra institución que queremos mencionar es el Colegio de la Frontera Norte (El
Colef ), tal vez la de mayor liderazgo en esta clase de estudios que opera sobre la frontera
norte de México. Su base central la encontramos en la ciudad de Tijuana (Baja Califor-
nia) y cuenta con fondos del Gobierno Federal de México.

El Colef es una institución de investigación científica y de educación superior, es-


pecializada en la problemática de la región fronteriza de México con Estados Unidos.
Como objetivos busca: “1) promover el conocimiento científico de los procesos sociales,
económicos, culturales, demográficos, políticos, urbanos y del ambiente que se presen-
tan para la región mexicana colindante con Estados Unidos; 2) transformar el conoci-
miento en herramientas útiles para la planeación regional; 3) Identificar y definir los
fenómenos que constituyan obstáculos para el progreso de la región fronteriza, la inte-
gración al desarrollo nacional y las relaciones entre México y Estados Unidos”.

Bajo la dirección del profesor Jorge Bustamante, y a través de la modalidad de los


estudios interdisciplinarios, la investigación y la docencia se articula en torno a siete
grandes líneas temáticas: migración, estudios de la industria y el trabajo, desarrollo
regional, desarrollo económico, población, estudios culturales, ambiente y desarrollo.
Ofrece Maestrías en Desarrollo Regional, Demograf ía, Economía Aplicada, Adminis-
tración Integral del Ambiente y un Doctorado en Ciencias Sociales con especialidad
en Estudios Regionales. Cuenta en su haber con más de mil proyectos de investigación
62 desarrollados.

La Subárea de Comunicación Internacional en la frontera


peruano-ecuatoriana
En la frontera norte del Perú, en la ciudad de Piura (a escasas tres horas de Ecuador)
funciona la Subárea de Comunicación Internacional (SCI) de la Facultad de Comuni-
cación de la Universidad de Piura, donde gran parte del estudio y la investigación está
dedicada a mejorar los niveles de comunicación transfronteriza.

A cargo de la coordinación del trabajo en esta Subárea, podemos decir que en esta
línea, aquéllos se iniciaron a partir de 1970 y desde entonces se asumió la necesidad
de investigar y trabajar estrategias encaminadas a mejorar los niveles de comunicación
entre ambos países. La SCI presta especial atención al trabajo de las universidades de
frontera, los periodistas de frontera y el personal diplomático destacado a esta región
fronteriza. Su selección obedece a una razón muy simple: creemos que estos tres gru-
pos representan a los agentes con mayor capacidad de influencia en las decisiones que
aprende a tomar la opinión pública de una zona fronteriza, razón por la cual nos inte-
resan sus líneas de acción y contribuir a mejorar sus estrategias de comunicación con el
público de la región.

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En la SCI el estudio se centra en la Comunicación Internacional. Nuestros objetivos


persiguen: 1) Perfeccionar la calidad de la comunicación entre peruanos y la opinión
pública extranjera, promoviendo el diálogo intercultural ; 2) Impulsar la calidad de la
comunicación entre el Perú y sus fronteras, de manera especial con la opinión pública
de Ecuador por ser nuestro vecino más cercano; 3) Desterrar para siempre la guerra,
las políticas xenófobas y la desconfianza, para aprender a trabajar en equipo y construir
entre todos, una auténtica cultura de paz con desarrollo.

Los últimos 150 años, previos a la firma de la paz entre Ecuador y Perú, se recuerdan
como los más duros, fueron años de constantes agresiones f ísicas y morales, de políticas
xenófobas y guerras, que trajeron consigo altos niveles de incomunicación, aislamiento,
obstrucción del desarrollo económico y cultural y pérdida de vidas humanas. A medida
que transcurrían los acontecimientos con Ecuador asumíamos la necesidad de investi-
gar y trabajar estrategias para mejorar las relaciones. Investigamos la historia y la natu-
raleza de los conflictos; el papel de los medios de comunicación y el contenido de sus
mensajes; el comportamiento del comunicador en situaciones extremas, principalmente
el de los periodistas; nos ocupamos de identificar estereotipos y del tratamiento de la
información durante la guerra de 1995.

Los estudios se imparten a nivel de pre grado a través de cursos y seminarios. Desde
el 2005, algunos de los seminarios como el de Diplomacia Pública6 y Diplomacia Ciu-
dadana, están empezando a contar con estudiantes de otras disciplinas académicas e 63
involucrando a estudiantes ecuatorianos. Como trabajo de fin de curso y/o seminario,
los alumnos diseñan estrategias para enriquecer el nivel de comunicación con el Ecua-
dor. Como ejemplo enumeraremos los siguientes títulos: Premio de integración binacio-
nal: Periodista por la paz, Creación del portal de gastronomía “Cocinando la Paz” como
estrategia de diplomacia pública, Creación de una oficina de información comercial,
turística y cultural en zona de frontera: Aguas Verdes–Tumbes, Concurso binacional de
fotograf ía: Imágenes para la paz, entre otras.

El seminario Diplomacia Ciudadana y Resolución de Conflicto ofrece cada año talle-


res binacionales que reúnen a docentes, estudiantes y periodistas peruanos y ecuatoria-
nos para intercambiar ideas y experiencias sobre un tema específico que afecta la rela-
ción. El taller, la parte práctica del seminario, suele impartirse un año en una universidad

6. Entiéndase ‘Diplomacia Pública’, “ [...] como una moderna función de comunicación pública (de acceso pú-
blico, masivo) de la política exterior de un Estado, especializada en interacciones de carácter transguberna-
mental, entre Gobiernos y la opinión pública internacional. Sus actividades están diseñadas y elaboradas para
perseguir objetivos de política exterior, como son: la información, la promoción y la difusión de la cultura y
la política del Estado – Nación con el fin de alcanzar en la comunidad internacional una imagen lo más ade-
cuada posible, con el propósito de proteger los intereses y la seguridad nacional y además construir mejores
relaciones entre los pueblos del orbe. Se puede decir también que la diplomacia pública cumple una función
previsora de la política exterior”. Luisa Portugal, Diplomacia Pública Peruana: agregados de prensa y cultura,
ediciones Universidad de Piura, Piura, 2001, p. 335 y 336.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


ecuatoriana y otro en una universidad peruana. El año 2005 la Universidad de Cuenca
(Ecuador) recibió a los estudiantes de la UDEP, quienes durante tres días convivieron
con familiares de los alumnos anfitriones, acercándose de este modo a las costumbres
del país vecino. Para concluir el seminario de Diplomacia Pública que impartimos ahora
mismo, se tiene proyectado un viaje de estudios a la ciudad ecuatoriana de Loja para
ver in situ la gestión de la diplomacia pública del Consulado General del Perú en esa
ciudad.

Para la Subárea reviste especial interés mantener una estrecha y permanente rela-
ción con el personal diplomático destinado a la zona fronteriza. Los involucramos de
diferentes maneras: los reunimos para impartirles conocimientos y destrezas propias de
la Diplomacia Pública, los invitamos a ofrecer conferencias y los hacemos participar en
la organización de los talleres y demás actividades binacionales.

Dos tareas significativas de la SCI son nuestra participación al frente de la Secretaría


Técnica de la Asociación de Universidades del Sur de Ecuador y norte del Perú (AU-
SENP) y la generación de estrategias para mejorar el quehacer del periodismo transfron-
terizo. En este sentido, el aporte mayor estuvo puesto en el desarrollo de un programa
que capacitó a 80 periodistas de la región fronteriza peruano-ecuatoriana, por espacio
de tres años consecutivos (Periodismo de Frontera: Un proyecto para la paz, Perú-Ecua-
dor, 2001-2003)
64
No obstante la atención de la AUSENP a los periodistas de la zona, aquella es aún
muy limitada. Por eso, la meta ahora busca sensibilizar más a las facultades de comuni-
cación y/o escuelas de periodismo de las universidades miembros para que se involucren
lo suficiente en la formación profesional de los periodistas de frontera de su respectiva
zona, dado que predomina altamente el empirismo en esta clase de prácticas.

La universidad y los medios periodísticos tienen un papel clave para evitar el vatici-
nado choque de las civilizaciones, que más bien es un ‘choque de ignorancias’, de ahí que
los medios de comunicación deban estar al servicio del entendimiento y la comprensión
entre los pueblos. Cuando no nos conocemos –lo ha recordado siempre Juan Pablo II-
vivimos de ignorancia, de prejuicios, de odio, alimentado durante siglos y siglos (Rena-
to Boccardo, “Los medios tienen un papel clave para evitar el ‘choque de ignorancias’”,
Zenit, 2005).

A pesar de lo andado en el campo de los estudios fronterizos, las iniciativas universi-


tarias constituyen apenas el comienzo de programas ambiciosos que deberán alcanzar-
se y que exigen creatividad, una capacidad enorme para el trabajo y una buena dosis de
romanticismo, así como, el convencimiento de que el destino de cada uno de nosotros
está únicamente en nuestras propias manos, la tarea recién está empezando.

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En el presente milenio la sociedad internacional enfrenta desaf íos importantes: el


diálogo o el choque de civilizaciones. De las definiciones y opciones que trabajemos en
la universidad depende, sin exageración alguna, la estabilidad política, económica, social
y cultural de nuestra respectiva región fronteriza y, en consecuencia, del planeta mismo.
Estos desaf íos ya no pueden asumirse únicamente desde el punto de vista unilateral de
los estados ni con la perspectiva del simple interés nacional, como antaño. Hoy se es
plenamente consciente que el destino del mundo es tarea de todos. Y, entre los actores
internacionales, la universidad, la más universal de las instituciones, no hay duda que
tuvo, tiene y tendrá cada vez más un trascendente protagonismo en la marcha que tome
la sociedad mundial.

Bibliografía

Documentos

Convenio Marco de Cooperación Institucional suscrito entre el Plan Binacional de De-


sarrollo de la Región Fronteriza Perú-Ecuador y la Asociación de Universidades del Sur
del Ecuador y del Norte del Perú (AUSENP), Guayaquil, 17 de agosto del 2004.

Libros
65
“Comisión Internacional de Límites y aguas de los Estados Unidos - México
(IBWC), Departamento de Estadísticas de Transportación de los Estados Unidos,
Junta Ambiental del Buen Vecino (GNEB), y del Departamento de Estado de los
Estados Unidos”, cit. en, Medioambiente Fronterizo de los Estados Unidos-México,
Noveno Informe de la Junta Ambiental del Buen Vecino al Presidente y al Congreso de
los Estados Unidos, marzo 2006.

La Sociedad Fronteriza Peruano Ecuatoriana y el Plan Binacional de Desarrollo,


Plan Binacional de Desarrollo de la Región Fronteriza Perú-Ecuador, Capítulo Peruano,
agosto 1999-diciembre 2000, 2001.

BONET, Manuel José, cit. en MARQUÉZ, Pompeyo, “La Agenda Americana”, cit. en
UNESCO, Memorias de la Conferencia Internacional Enseñanza de la Historia para la
Integración y la Cultura de la Paz”, ediciones UNESCO, Quito, 1997.

PORTUGAL Luisa, (editora), Periodismo de Frontera: Un proyecto para la paz, Perú-


Ecuador, 2001-2003, Universidad de Piura, 2004.

BORJA Rodrigo, Enciclopedia de la Política, Fondo de Cultura Económica, México,


D.F., 1997.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


Ponencias
PRIEGO MENDOZA, Enrique, “La Raya Fronteriza y la Seguridad”, ponencia presen-
tada durante la conferencia mundial de fronteras, Lineae Terrarum , Texas (El Paso), 30
de marzo, 2006.

PORTUGAL Luisa, “La Misión de la Universidad de Frontera en el Fortalecimiento de


los Procesos de Integración y Desarrollo Binacional Peruano-Ecuatoriano”, ponencia
presentada durante la conferencia mundial de fronteras “Lineae Terrarum”, Texas (El
Paso), 27 de marzo, 2006.

Revistas
Gino A. Moretti Otoya, Importancia y Perspectiva de la AUSENP, Cit. en Spondylus,
revista de la AUSENP, Año 1, No 1, Cuenca, Junio, 2000.

Luisa Portugal, Las Universidades en Zona de Frontera Artífices de una Cultura de Paz,
Cit. en Spondylus, revista de la AUSENP, Año 1, No 2, Cuenca, diciembre 2000.

Entrevistas
66 Con Gilberto O. Olivas, funcionario del Consorcio para la Colaboración de la Educa-
ción Superior de América del Norte, CONAHEC, Universidad de Arizona, Arizona, 3
de abril de 2006.

Con el Dr. Jon Amastae, Director del Centro de Estudios de la Frontera de la Universi-
dad de Texas, Texas, El Paso, 29 de marzo de 2006.

Con el Dr. Raúl Saba, Subdirector del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Uni-
versidad de Arizona, Universidad de Arizona, Tucson, 2 de abril de 2006.

En línea (páginas web)


Asociación de Universidades del Sur del Ecuador y del Norte del Perú,
www.ausenp.org

Asociación para Estudios de la Frontera (ABS),


www.absborderlands.org

Colegio de la Frontera Norte,


www.colef.mx

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INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Arizona,


http://las.arizona.edu/

Centro de Estudios de la Frontera de la Universidad de Texas, El Paso,


www.utep.edu/cibs/

Conferencia Lineae Terrarum


www.reserach.utep.edu/lineaeterrarum

Consorcio para la Colaboración de la Educación Superior en América del Norte


http://conahec.org

Plan Binacional, Capítulo Perú


www.planbinacional.rree.gob.pe

Plan Binacional, Capítulo Ecuador


www.planbinacional.gov.ec

Renato Boccardo (ex secretario del Consejo para las Comunicaciones y secretario gene-
ral del estado de la ciudad del vaticano), Los medios tienen un papel clave para evitar el
“choque de ignorancias”, entrevista concedida a Zenit, agencia de noticias www.zenit.
org , reporte del martes 22 de febrero, 2005. 67
Subárea de Comunicación Internacional
http://www.fcom-udep.net/cominter/index.html

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


Apuntes para una historia de la AUSENP
Noé Bravo Vivar1

Antecedentes
Las pruebas arqueológicas y los datos etnohistóricos ponen en evidencia que, desde
la prehistoria, existieron contactos culturales entre los pueblos que habitaban los terri-
torios que se extienden desde el Golfo de California hasta Valdivia, en la costa chilena.
Especialistas del tema afirman que una de las motivaciones de dichos contactos era la
concha spondylus princeps, capturada en el Golfo de Guayaquil por expertos buceado-
res, tres mil años antes de nuestra era, y distribuida no sólo en los sectores costeños, sino
en la alta plataforma de los Andes y en el céntrico valle mexicano de Tehuacan2.

De lo cual se infiere que las relaciones entre los pueblos que habitaron la hoy llamada
Región Norte del Perú y Sur del Ecuador eran frecuentes, como lo afirma Félix Paladi-
68 nes: “Entre Loja y el Norte del actual Perú se dio, desde siempre, una complementarie-
dad en todos los sentidos, reforzada por la proximidad geográfica y una red de caminos
y circuitos comerciales que fue desarrollándose y cobrando importancia ya desde antes
de la presencia española en estas tierras, y que, durante la etapa colonial, permitió que
de manera natural se vaya integrando y tome forma la macroregión Sur Ecuatoriana
- Nor peruana como un espacio definido y visible en el conjunto de lo que más tarde
serían los dos países, Perú y Ecuador”3.

Uno de los hechos que, desde mediados del siglo 17, contribuyó en gran medida a
la integración de los pueblos de la macroregión, fue la explotación y el comercio de la
cascarilla, quinua o sinchona, entre Loja, Guayaquil, Piura y Callao (Lima); y, entre Loja
y España por medio de estos puertos4.

1. Docente de la Universidad Nacional de Loja, Secretario Ejecutivo (1992 a 2004) y Secretario Técnico (2004-
2006) de AUSENP.
2. Ver: El Mullu prehispánico, Napoleón Almeida, Spondylus, Boletín Informativo de la AUSENP, año 1, Núme-
ro 1, Cuenca, junio de 2000.
3. Félix Paladines P., Identidad y Raíces, 2000, p. 1-2. Ver también: “El Corregimiento de Piura y sus relaciones
económicas con la zona Sur de la Real Audiencia de Quito. Siglos XVI y XVII”, en: Spondylus, Año 3, Número
5, septiembre-diciembre de 2005, pgs. 37-41.
4. Cfr. Alfonso Anda Aguirre, La Cascarilla, Editorial de la Universidad Técnica Particular de Loja, 2003, 218
pgs.

BOLETIN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE UNIVERSIDADES DEL SUR DEL ECUADOR Y DEL NORTE DEL PERU –AUSENP-
INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

Es indudable que los desacuerdos territoriales de las épocas Gran Colombiana y


Republicana, atizados por una serie de intereses de los grupos dominantes de los dos
países, frenaron estas relaciones, las disminuyeron, las exasperaron. No obstante lo cual,
y como no podía ser de otra manera, el intercambio de personas y productos jamás se
detuvo, y mas bien, con el paso del tiempo, se incrementó como respuesta a las necesi-
dades de poblaciones en crecimiento.

La Educación Superior no podía ser la excepción, pues, también se incrementaba a


un ritmo creciente. Así, a la Universidad Nacional de La Libertad, fundada el 10 de mayo
de 1824, siguió, ya en la segunda mitad del siglo 20, la creación de las Universidades
Nacionales de Piura, Cajamarca, Pedro Ruiz Gallo, de la Amazonía Peruana, del Santa,
Tumbes, San Martín de Tarapoto; y de las Particulares de Piura, de Chiclayo, Antenor
Orrego, San Pedro de Chimbote, César Vallejo, entre otras.

En el Sur del Ecuador, las Universidades Nacional de Loja y Estatales de Cuenca


y Guayaquil datan de la segunda mitad del siglo 19. Pero se ha dado también, desde la
segunda mitad del siglo 20, un rápido proceso de creación de universidades estatales
y particulares: Técnica de Machala, Técnica Particular de Loja, Universidad del Azuay,
Católicas de Santiago de Guayaquil y de Cuenca, Politécnica Salesiana, Escuela Supe-
rior Politécnica del Litoral, etc. Universidades cuya creación responde, de una u otra 69
forma, en mayor o menor grado, al imperativo de atender a las demandas de formación
profesional de juventudes cuyo número se incrementa de manera explosiva, y buscan
respuestas concretas y válidas a los problemas vitales de su existencia.

Conscientes de la necesidad de un crecimiento coordinado y, en la medida de lo


posible, armónico, los dirigentes universitarios de los dos países crean organismos de
supervisión y control que los garanticen: Consejo Nacional de Universidades y Escuelas
politécnicas, CONUEP, que se transforma, en el 2001, en Consejo Nacional de Edu-
cación Superior, CONESUP, en Ecuador; Asamblea Nacional de Rectores de las Uni-
versidades Peruanas, ANR (cuyo proceso de creación data del 08.04.1960 y concluye el
09.12.1983), y, los Consejos Regionales Interuniversitarios (CRI Lima: 26 universidades;
CRI Sur: 12 universidades; CRI Norte: 20 universidades; CRI Centro: 10 universidades;
CRI Amazónico: 7 universidades), en Perú. Vendrá luego, y con propósitos similares,
la cooperación binacional. Según los datos que poseemos, la cooperación entre uni-
versidades del Sur del Ecuador y Norte del Perú comienza a finales de la década de los
ochenta con la suscripción, en marzo de 1989, de un Convenio General de Cooperación
Académica entre las Universidades Nacionales de Loja (UNL) y Piura (UNP).

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


En cumplimiento de este Convenio, las dos universidades organizan, del 1o al 20 de
octubre de 1991, el I Salón de Pintura Contemporánea de Integración Latinoamericana
(I SPCIL) y Coloquio sobre Pintura Contemporánea, en Piura, por iniciativa del Institu-
to de Arte y Cultura de la UNP y su Directora, Lic. Luisa Sánchez de Heredia, teniendo
como contraparte al Centro Universitario de Difusión Cultural, CUDIC, de la UNL5.

Vale la pena recordar que este evento se llevó a cabo en un momento en el cual las
relaciones binacionales se habían dificultado por la puesta en primer plano, una vez más,
del conflicto territorial entre los dos países. Y resultó gratificante para artistas, autori-
dades y público asistente al Hotel de Turistas de Piura escuchar los himnos nacionales
de Perú y Ecuador, y compartir emociones estéticas al calor de la amistad fraterna, tanto
más cara cuanto más dif ícil de reencontrar.

Creación
El éxito alcanzado en esta experiencia de cooperación interuniversitaria, impulsó a
los responsables a concebir y discutir la idea de invitar a las otras universidades del Sur
del Ecuador y Norte del Perú a crear un organismo que promueva y facilite el intercam-
bio de personas, ideas y productos entre ellas y, de esta forma, prepare el camino de una
paz duradera y fecunda entre los pueblos y gobiernos de los dos países. Sometida la idea
a consideración de las autoridades universitarias6, éstas la acogieron con beneplácito, y
70 dieron las disposiciones conducentes a la realización del II SPCIL, y del Encuentro:
Universidad, Desarrollo, Integración. Eventos que se desarrollaron en Loja, del 16
de noviembre al 08 de diciembre de 1992, en el Museo del Banco Central, el primero; y,
los días 6, 7 y 8 de diciembre de 1992, en el Centro Universitario de Difusión Cultural,
CUDIC, de la Universidad Nacional de Loja, el segundo, que concluyó con la creación
de la AUSENP.

Las siguientes universidades concurrieron a la aprobación del Estatuto7 y suscrip-


ción del Acta Constitutiva8 de AUSENP:

Universidad Nacional de Loja


Rector: Ing. Guillermo Falconí Espinosa

Universidad Nacional de Piura


Rector: Ec. Hugo Agurto Plata

5. Ver: Participantes, Jurados Calificadores, triunfadores de todos los SPCIL, en: www.ausenp.org: Salones de
Pintura Contemporánea de Integración Latinoamericana.
6. Reuniones de 16 y 17 de enero de 1992 en el Rectorado de la Universidad Nacional de Loja.
7. Ver: www.ausenp.org: Estatuto
8. Ver: Ibidem

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INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

Universidad Técnica Particular de Loja


Rector: Ing. Néstor Silverio

Universidad de Piura
Rector: Dr. Antonio Mabres Torelló

Universidad de Cuenca
Rector: Dr. Teodoro Coello Vázquez

Universidad Nacional de Cajamarca


Rector: Dr. César Paredes Canto

Universidad del Azuay


Rector: Dr. Mario Jaramillo Paredes

Universidad Nacional de Trujillo


Rector: Dr. Jorge Ruiz Dávila

Universidad Técnica de Machala


Rector: Dr. Gerardo Fernández Capa

Universidad Privada Antenor Orrego 71


Rector: Dr. Aurelio Lazo Vilchez

Universidad Particular de Chiclayo


Rector: Dr. Maximiliano Larrea Portilla

Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo


Rector: Ing. Francisco Cardoso Romero

Universidad Nacional de Tumbes


Rector: Dr. Javier Córdova Córdova9

Objetivos generales (Estatuto, Art. 3)


a) Fomentar la integración de las universidades de la región en el campo de la edu-
cación, la investigación científica y tecnológica, y la cultura.

b) Promover el mejoramiento de la enseñanza superior, orientándola a la investiga-


ción en función de las reales necesidades de los pueblos de la región fronteriza.

9. Ver Directorio completo y actualizado de las universidades miembros actuales en: www.ausenp.org

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


c) Establecer un intercambio interinstitucional nutrido y permanente de experien-
cias en áreas comunes del quehacer universitario.

d) Incentivar la suscripción y ejecución de convenios específicos como instrumen-


tos de integración entre sus miembros para enfrentar los problemas socio-eco-
nómicos de la región fronteriza.

e) Buscar la colaboración de organismos públicos y privados de desarrollo en la


planificación, ejecución, evaluación y financiamiento de proyectos de investiga-
ción/desarrollo sustentable de la Región Sur del Ecuador y Norte del Perú.

Objetivos especificos (Estatuto, art. 4)


a) Propiciar la armonización de las políticas educativas internas del Perú y del
Ecuador.

b) Estudiar e introducir de manera coordinada los cambios curriculares necesarios


para responder de manera más adecuada a los retos de la integración y el desa-
rrollo de los pueblos.

c) Buscar la coincidencia de contenidos curriculares, que faciliten a los estudiantes


72 de las mismas carreras los traslados y programas de intercambio.

d) Racionalizar la oferta de formación de profesionales y recursos para el desarro-


llo económico y social, propiciando cierta especialización de las universidades
miembros en áreas específicas de la docencia y la investigación científica y tec-
nológica.

e) Estudiar, identificar y poner en práctica proyectos que conjuguen educación y


preparación de los estudiantes para el trabajo productivo.

f ) Crear y desarrollar el sistema regional de televisión educativa entre las universi-


dades miembros.

g) Impulsar planes de estudio e investigación interdisciplinarios, que busquen me-


jorar el ecosistema regional y prevenir desastres naturales.

h) Fomentar el conocimiento y el cultivo de la identidad cultural de los pueblos de


la región fronteriza ecuatoriano-peruana.

i) Incentivar en los estudiantes, profesores, servidores administrativos universita-


rios la producción científica, artística y en todos los campos, buscando satisfacer
las necesidades de desarrollo de los habitantes de la región.

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INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

Ámbito geográfico (Estatuto, Art. 2)


“El ámbito geográfico de la AUSENP está constituido por la Región Sur del Ecuador,
que comprende las provincias de Loja, El Oro, Guayas, Zamora-Chinchipe, Azuay, Ca-
ñar y Morona-Santiago; y, por el Norte del Perú, que comprende las Regiones de Tum-
bes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Ucayali, Ancash y
San Martín.”

Símbolo: Spondylus
Adoptado en la VI Asamblea General de Rectores de las Universidades Miembros
(29 de octubre de 1999, Universidad de Cuenca) en consideración a que la concha hoy
taxonomizada como Spondylus Princeps, era utilizada por los pobladores precolombi-
nos de los Andes Centrales de Mesoamérica y el área intermedia ubicada entre las dos
zonas, al igual que por los de las costas peruanas y chilenas, constituyéndose así en un
elemento unificador de los mismos. Con este mismo nombre se creó el Boletín Infor-
mativo de la AUSENP del que se han realizado 5 ediciones.

Estructura y funcionamiento
Para su funcionamiento, la AUSENP cuenta con los siguientes organismos:
73
La Asamblea General: Constituida por los Rectores de las Universidades miembros
o sus representantes . Las actas de las asambleas realizadas pueden ser consultadas en
www.ausenp.org

El Comité Ejecutivo: Integrado por el Presidente, dos Vicepresidentes (uno por Perú,
uno por Ecuador), dos Secretarios Ejecutivos (uno por Perú, uno por Ecuador), dos Se-
cretarios Técnicos (uno por Perú, uno por Ecuador). La integración sucesiva y las actas
del Comité Ejecutivo pueden ser consultadas en www.ausenp.org

Comisiones/Redes Temáticas: Encabezadas cada una por dos Rectores (uno por
Perú, uno por Ecuador). Son las siguientes: Cultura, Educación, Ciencias Agrarias y
Ambientales, Manejo de Cuencas Hidrográficas Binacionales, Salud. Los avances de las
redes pueden ser consultados en www.ausenp.org

Coordinadores de AUSENP en las Universidades Miembros: Su función es difun-


dir e impulsar los objetivos de AUSENP, liderar la ejecución de actividades planificadas
para alcanzarlos al interior de las universidades miembros y en el conjunto de las que la
constituyen. Son designados por los respectivos Rectores. La lista de coordinadores se
puede ver en: www.ausenp.org

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


Epílogo

La ausenp y la mujer universitaria


Aunque enfrentando problemas de marginalidad y violencia social y familiar, la pre-
sencia de la mujer como actora en todos los campos de la sociedad es un hecho que día a
día se hace más evidente y cobra mayor importancia. La Universidad no es la excepción.
En ella la encontramos como autoridad, docente, investigadora, administradora, como
incentivadora y suscitadora de nuevos desaf íos.

En lo que atañe a la AUSENP, el aporte de la mujer universitaria ha sido y es decisivo


y polifacético. Me permito citar únicamente unos pocos ejemplos:

La Lic. Luisa Sánchez de Heredia, profesora de la Universidad Nacional de Piura,


Directora del Instituto de Arte y Cultura, Decana de la Facultad de Ciencias Naturales
es no sólo una de las más importantes mentalizadoras de AUSENP sino también parte
esencial de su funcionamiento como Secretaria Ejecutiva por Perú de 1992 a 2002.

La Lic. Janeth Molina Coronel, Directora de Cultura de la Universidad del Azuay,


es la eficiente y capaz coordinadora de la publicación de Spondylus, Boletín Informativo
de la AUSENP.
74
La Dra. Rosario Huertas, Profesora de la Universidad Nacional de Trujillo, fue la
meticulosa Coordinadora General del VII SPCIL, llevado a cabo del 9 de mayo al 9 de
junio de 2001, en Trujillo y es Coordinadora de AUSENP en esa Universidad.

La Dra. María Luisa Portugal de Rodrich, profesora de la Universidad de Piura, Di-


rectora del Departamento de Comunicación Internacional y Coordinadora de AUSENP
en dicha Universidad, Directora del Proyecto de Capacitación de Periodistas para la
Consolidación de una Cultura de Paz en la Zona de Frontera Perú-Ecuador, ya concluido
y con resultados editados . Es, además, una destacada periodista, varios de cuyos apor-
tes han sido publicados en libros, revistas y periódicos.
La Dra. Carol Coronado, profesora de la Universidad de Piura, fue la responsable de
la realización del II Taller de Diplomacia Ciudadana y Solución Alternativa de Conflic-
tos, que se llevó a cabo en la mencionada Universidad. El tema sigue siendo tratado en
algunas universidades de AUSENP.

Y, en este mismo contexto, cómo pasar por alto el aporte de las Secretarias (mujeres,
finalmente) en la construcción de la AUSENP? Ellas son el alma misma de todas y cada
una de las Universidades que la conforman, como lo son de la Universidad en general y
de la Sociedad. En todas aquellas con las cuales hemos tenido la suerte de tratar hemos
encontrado siempre la misma buena voluntad, el mismo talento y actitud solidaria, el
mismo compromiso ante la institución para la cual trabajan, el mismo deseo de colabo-

BOLETIN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE UNIVERSIDADES DEL SUR DEL ECUADOR Y DEL NORTE DEL PERU –AUSENP-
INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

rar de la mejor manera posible. La misma decisión de capacitarse cada vez más como
lo demuestran los Congresos Binacionales que organizaron en la Universidad Nacional
de Piura, en la Universidad Técnica Particular de Loja, en la Universidad Nacional de
Trujillo......

Estamos convencidos de que las señoras y señoritas que forman parte de las uni-
versidades miembros de AUSENP en calidad de secretarias, profesoras, funcionarias,
estudiantes... continuarán ofreciendo a esta red universitaria su cooperación franca, res-
ponsable, optimista hasta lograr que el sueño de los hombres y mujeres universitarios
reunidos en ella, se conviertan en realidad tangible, visible, audible... de los pueblos que
viven, trabajan, gozan, sufren y mueren en las vastas tierras de la Región Norte del Perú
y Sur del Ecuador..

75

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


sección

noticias
desde las universidades miembros

UNIVERSIDAD DE PIURA

El cine: reflejo de hombre


El Lic. Alejandro Machacuay Arévalo, profesor de cine de la Universidad de Piura,
comunica a los profesores y estudiantes de la Carrera de Comunicación de las universi-
dades ecuatorianas miembros de AUSENP que la Facultad de Comunicación de dicha
Universidad está organizando para el 2 y 3 de noviembre de 2006, el congreso inter-
nacional denominado EL CINE: REFLEJO DE HOMBRE, y les invita cordialmente a
participar del mismo y enriquecerlo como asistentes o como ponentes.

Más información en: http://www.fcom-udep.net/congresocine/, acuay@udep.edu.pe

..............................................................................................................................................................

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA


76
Colección pensamiento latinoamericano
El 26.05.06, en la sala de sesiones del Consejo Académico Administrativo Superior,
se llevó a cabo el lanzamiento de la edición ecuatoriana del libro Humanismo en el Pen-
samiento Latinoamericano de la autoría del filósofo cubano Pablo Guadarrama Gon-
zález, Profesor de la Universidad Central “Marta Abreu”, de Las Villas, Cuba. Editado
por la Universidad Nacional de Loja, el libro es el primero de la Colección Pensamiento
Latinoamericano que impulsa esta institución conjuntamente con la Casa de la Cultura
Ecuatoriana, Núcleo de Loja, y la Universidad de Cuenca. El autor del libro desarrolló,
además, dos conferencias sobre su contenido y un Seminario-Taller sobre el Proyecto
Social del Manifiesto Comunista, eventos en los que participaron profesores y estudian-
tes universitarios.

Seminario taller “Lenguas y culturas vivas del Ecuador”


Desarrollado los días 29, 30 y 31 de mayo de 2006, en el marco del IV Encuentro Na-
cional de Culturas, con la presencia y fructífera participación de un nutrido grupo de es-
tudiantes y profesores universitarios. En el mismo disertaron los señores: Dr. Milton Cá-
ceres, Director de la Escuela de Educación y Cultura Andinas de la Universidad Estatal
de Bolívar en Cuenca, sobre “La situación de la cultura a nivel nacional y mundial”; Dra.
Cecilia Andrade, profesora de la misma Escuela, sobre “El papel de la interculturalidad

BOLETIN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE UNIVERSIDADES DEL SUR DEL ECUADOR Y DEL NORTE DEL PERU –AUSENP-
sección
INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

en las perspectivas de construcción del país”; Lic. Luis Herrera, Director de la Escuela
de Antropología de la Universidad Politécnica Salesiana de Quito, sobre “Dimensiones
de la Cultura: Debate conceptual contemporáneo”; Dra. Catalina Alvarez, profesora de
la misma Escuela, sobre “Lenguas y Culturas vivas del Ecuador”.

Foro sobre integración regional


Llevado a cabo el 09.06.06, en el Teatro Universitario Bolívar, ante un distinguido
público universitario y de la ciudad y la participación como expositores de los señores:
Ingenieros. Felipe Oropeza y Manuel Martínez, Sudirector de Vinculación y Director
de difusión científica y técnica, respectivamente, de TV UNAM, México; Dr. Cristian
Aliaga, periodista, profesor de la Universidad de la Patagonia, asesor de Turismo y CO-
municación del Presidente Néstor Kischner; y los intelectuales ecuatorianos: Ing. Jorge
Bailón (Alcalde de Loja), Eugenia Avalos (CIESPAL), Marcelo Larrea (periodista), Igor
Guayasamín (cineasta), Galo Ramón (historiador).

..............................

UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA

UTPL ofrece becas para acceder a la educación superior


77
La Universidad Técnica Particular de Loja, inspirada en el Humanismo Cristiano,
que busca mediante el ejercicio de la ciencia la formación integral del ser humano y, en
su afán de que la educación llegue a todos los rincones del Ecuador, privilegiando de
manera especial, a los estratos menos favorecidos, ha implementado el proyecto deno-
minado “Beca País”.

El Programa consiste en otorgar becas para acceder a educación superior de calidad,


escogiendo una de las 22 carreras que la UTPL ofrece en modalidad presencial en su
campus universitario en la ciudad de Loja y, su objetivo principal es motivar a los bachi-
lleres, de cualquier especialidad, de todas las provincias del Ecuador (excepto Loja), que
acrediten un promedio de mínimo de 18 puntos en su nota final de título de bachiller,
para que puedan optar por esta importante ayuda que la UTPL ha diseñado como aporte
a la Educación y a la Sociedad ecuatoriana.

La beca incluye la matriculación gratuita durante toda la carrera; servicio de Inter-


net, transporte y seguro contra accidente para el estudiante; 2 bibliotecas actualizadas
con más de 55000 volúmenes y acceso a 21 bibliotecas virtuales; 25 Centros de Investi-
gación, Transferencia de Tecnología, Extensión y Servicios (CITTES) que dan la opor-
tunidad al profesional en formación de participar en proyectos reales; 21 Aulas virtuales
en el país que permite recibir formación académica desde cualquier parte del mundo;
conferencias presenciales y vía satélite, con profesores nacionales e internacionales; in-

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


tercambio estudiantil con universidades del extranjero; 12 laboratorios de última tecno-
logía para carreras técnicas; grupos artísticos y deportivos; centro de asistencia médica
y odontológica. Beca País, no cubre hospedaje, alimentación ni gastos personales y se
aceptarán postulaciones de personas que hubieren obtenido el título de bachiller máxi-
mo hace dos años atrás.

El proceso de admisión de Beca País 2006 empieza con las inscripciones a partir del
26 de junio al 07 de julio del 2006 en uno de los Centros Asociados de la UTPL de la
provincia correspondiente, continúa con la presentación de la prueba de admisión en la
UTPL sede Loja el 12 de julio, a las 10h00. La publicación de resultados se expondrá en
cada centro universitario el día 17 de julio del 2006.

La UTPL ofrece en su modalidad presencial carreras profesionales dentro del área


técnica, área administrativa, área socio humanística y área biológica.

República Dominicana ofertará estudios a distancia bajo modelo


utepelino
La Universidad Autónoma de Santo Domingo, implementará una modalidad de es-
tudios abierta y a distancia. La UTPL, tiene más de 30 años de experiencia en educación
a distancia, y asesora a la universidad dominicana en el proceso.
78
Una delegación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) visita la
UTPL, con el objetivo de conocer el modelo educativo de su Modalidad Abierta y a
Distancia.

Alejandro Pichiano, Vicerrector Docente de la UASD, Félix Gómez, Coordinador de


Educación a Distancia y cuatro docentes de la misma universidad, conforman la delega-
ción que visita la UTPL del 3 al 12 de abril.

La UASD fue la primera universidad creada en Latinoamérica. Hoy, después de 468


años de existencia da sus primeros pasos en la educación a distancia, y escogió a la
UTPL y el modelo de estudios en la Modalidad Abierta y a Distancia, la cual opera desde
1976.

Desde su llegada a la UTPL, los visitantes han recorrido los Centros de Investiga-
ción, Transferencia de Tecnología, Extensión y Servicios (CITTES) a fin de conocer su
actividad en la investigación aplicada y el servicio a la sociedad.

Félix Gómez, coordinador de educación a distancia de la UASD señala, “La idea de


los CITTES es una novedad para nosotros, porque a pesar de tener un área de investiga-
ción y extensión, no está tan integrada como en la UTPL, lo cual le da a esta universidad
un valor agregado en la implementación de proyectos”.

BOLETIN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE UNIVERSIDADES DEL SUR DEL ECUADOR Y DEL NORTE DEL PERU –AUSENP-
INTEGRACIÓN POR EL DESARROLLO Y LA PAZ

La delegación dominicana mostró gran interés en el modelo de Gestión Productiva


que maneja la UTPL en sus 23 CITTES y en general la integración que existe entre el
trabajo docente y la investigación aplicada al servicio de la sociedad.

La atención de los visitantes se centró en la Modalidad Abierta y a Distancia, con la


cual desarrollan un programa de asesorías en el marco del convenio suscrito en noviem-
bre del año anterior, entre la UASD y la UTPL. A través de ese convenio se pretende ini-
ciar programas de intercambio docente entre ambas universidades, así como proyectos
de capacitación e investigación conjunta.

UTPL: modelo en Educación Distancia.

El punto central de la visita de la delegación de la universidad dominicana es la ase-


soría por parte de los docentes de la Modalidad Abierta de la UTPL, en cuanto a la ela-
boración de material didáctico, soportes virtuales, estándares de calidad en la educación
a distancia, entre otros tópicos, que les serán útiles en la implementación de una moda-
lidad de estudios abierta y a distancia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

A más de ello, la delegación dominicana y el personal de la Modalidad Abierta y a


Distancia de la UTPL, mantienen reuniones a fin de acordar futuros intercambios de
docentes entre ambas universidades.
79
Ramón Castellanos, director de la unidad de postgrados de la facultad de Ingeniería
de la UASD,, asegura: “Tenemos buenas expectativas de llevar conocimientos a nuestra
universidad que la UTPL ha dispuesto para nosotros” y se espera en un futuro que los
docentes de la UTPL visiten la universidad dominicana y observen de cerca su evolución
en lo referente a educación a distancia.

La UTPL, universidad pionera en Educación a Distancia, es considerada la Univer-


sidad Abierta del Ecuador. Está presente en todo el territorio nacional a través de 113
centros universitarios ubicados en las 22 provincias del país, a los cuales se suman los
centros internacionales de Roma, Madrid y Nueva York, los cuales siguen un programa
propio sobre la base de las líneas generales de los sistemas de educación a distancia
mundiales, que dan respuestas a las necesidades del país y de su gente.

Por esa razón varias universidades del mundo la han tomado como referente en es-
tudios a distancia y un modelo sobre el cual construyen nuevas propuestas educativas
para el mundo.

Sobre la UASD
- Cuenta con 160 mil estudiantes, dos mil 500 profesores y dos mil 500 servidores
de apoyo.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ JUNIO 2006


- Más del 27% de los estudiantes de la UASD superan los 30 años de edad.

- Gracias a los programas UASD - UTPL más de 20mil personas podrían conec-
tarse a través de Internet, con fines académicos, en las áreas de pre y post grado,
con lo cual aumentarán las facilidades que ambas universidades brindan a los
estudiantes a distancia.

UTPL en asesorías internacionales


- Hasta la fecha, la UTPL asesora a 6 universidades del Ecuador y 15 universidades
internacionales en el modelo de educación a distancia.

- La Universidad de Guayaquil y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador


son dos de las universidades nacionales que reciben asesoría de la UTPL.

- Entre las universidades internacionales se cuentan la Universidad Autónoma de


Asunción (Paraguay); Universidad Salesiana de Bolivia, Universidad Simón Bo-
lívar de Venezuela, Universidad de Guadalajara (México), entre otras.

80

BOLETIN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE UNIVERSIDADES DEL SUR DEL ECUADOR Y DEL NORTE DEL PERU –AUSENP-
sección

AUSENP
agenda cumplida

Reunión Técnica AUSENP – Red CLARA

La incorporación de las universidades pertenecientes a la AUSENP a la tecnología


de redes avanzadas se concreta. En ese sentido, el pasado 10 de marzo, los representan-
tes técnicos de las universidades del norte del Perú se reunieron con el ingeniero Daniel
Díaz, de la Red Académica Peruana (RAP), como parte de la Cooperación Latinoameri-
cana de Redes Avanzadas (CLARA).

En la cita, que se desarrolló en la Universidad de Piura, se buscaron acuerdos que


posibiliten la instalación de puntos de anclaje en ciudades como Piura y Tumbes, que
facilitarían la conexión a este sistema, cuyo equivalente en los Estados Unidos de Nor-
teamérica es Internet 2 y en Europa GEANT. Un resultado de esto fue la presentación
oficial que hiciera la RAP en la Asamblea de AUSENP y en la que intervino con notable
éxito Joaquín Guerrero, Past Presidente de la red peruana.
81

Asamblea de AUSENP
El pasado 18 de marzo, en las instalaciones de la Universidad Privada Atenor Orre-
go, de la ciudad de Trujillo, se llevó a cabo la XV Asamblea General de AUSENP. En
la bienvenida a los asistentes intervino el doctor Guillermo Guerra Cruz, Rector de la
UPAO y anfitrión del evento.

Durante la cita se eligió al nuevo Vicepresidente de la Asociación, dignidad que re-


cayó en el doctor Adán Alvarado de la Universidad de Tumbes.

Por otra parte, durante la reunión se aceptó como nuevos miembros a las universida-
des Santo Toribio de Mogrovejo y Toribio Rodríguez del Perú y San Antonio de Machala
del Ecuador.

La Asamblea designó como sede para el Salón de Pintura Contemporánea a la Uni-


versidad de Cajamarca y de la próxima Asamblea a la Universidad San Antonio de Ma-
chala.

AÑO 3/ NÚMERO 6/ SEPTIEMBRE- DICIEMBRE 2005


En otro orden de cosas, los asambleístas acordaron mantener el equipo base que
edita la revista Splondylus y hacer un especial reconocimiento por su aporte a la publi-
cación a la Dra. Janeth Molina de la Universidad del Azuay.

Cita con el Plan Binacional


Ante la insistencia de la Presidencia de AUSENP, para conseguir se cumplan los
acuerdos entre el Plan Binacional de Desarrollo y la AUSENP, el pasado 30 de mayo se
celebró en la ciudad de Quito una reunión de alto nivel en la que participaron los em-
bajadores Franklin Chávez y José Luis Garaycochea, en sus calidades de directores por
Ecuador y Perú del Plan Binacional con la finalidad de reactivar el acuerdo suscrito en la
ciudad de Guayaquil el 17 de Agosto del 2004.

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BOLETIN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE UNIVERSIDADES DEL SUR DEL ECUADOR Y DEL NORTE DEL PERU –AUSENP-

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