El Contenido de La Psicomotricidad
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El Contenido de La Psicomotricidad
El contenido de la Psicomotricidad.
Pedro Pablo Berruezo y Adelantado
I. CONCEPTO DE PSICOMOTRICIDAD.
Desde la antigedad se concibe al ser humano de modo dual, compuesto por dos partes: el cuerpo y el alma. Todava en la actualidad, fundamentalmente por la influencia de las
ideas de Ren Descartes, pensamos que el ser humano esquemticamente est compuesto por
dos entidades distintas: su realidad fsica por una parte, identificada claramente como el cuerpo, que posee las caracters ticas de los elementos materiales (peso, volumen...) y por otra parte, una realidad que no consideramos directamente tangible y que se relaciona con la actividad
del cerebro y el sistema nervioso a la que denominamos psique, psiquismo, alma o espritu.
Seguramente por su esquematismo, la explicacin del funcionamiento humano como
una maquinaria compleja (el cuerpo) dirigida por un piloto experimentado (la psique) se encuentra todava tan arraigada en el pensamiento actual. Adems las implicaciones de tipo moral
o religioso, subrayan poderosamente la hiptesis del alma como algo cualitativamente distinto
del cuerpo.
Cada vez ms se pone de manifiesto la inadecuacin de este tipo de explicaciones puesto que nuestro cuerpo no es una maquinaria al servicio de un ente superior (Damasio, 1996). El
grado de evolucin al que ha llegado la especie humana el permite utilizar sus posibilidades
corporales (el cerebro tambin es cuerpo) para crear, comunicarse, resolver problemas, percibir, tener sensaciones, relacionar, tener sentimientos, comprender, desear, creer, recordar,
proyectar, organizar, sacar conclusiones, etc., en definitiva, para realizar actividades, de forma
ms o menos controlada o espontnea, que constituyen la especificidad de su conducta, lo que
le identifica como ser humano, adems de su forma humana. En todas las actividades que el
hombre realiza, (sean o no evidentes) existe un componente corporal, no siempre fcil de reducir al funcionamiento de un conjunto de msculos, huesos, fibras y glndulas que actan de
manera ms o menos automtica. La mentalidad dualista nos ha acostumbrado a la idea de que
el ser humano tiene un cuerpo, como si ello fuera algo accesorio, sin considerar que nuestro
cuerpo est siempre presente, de manera inequvoca.
La cintica es la parte de la fsica que estudia el movimiento de los cuerpos (de los objetos materiales) pero, convencidos de que el estudio del movimiento humano sobrepasa este
marco de anlisis, hace falta una nueva disciplina, la psicomotricidad, que intente detenerse en
el estudio de las implicaciones recprocas del movimiento y la actividad relacionada con l en la
evolucin y la conducta global del indiv iduo humano.
La psicomotricidad, como su nombre claramente indica, intenta poner en relacin dos
elementos: lo psquico y lo motriz. Se trata de algo referido bsicamente al movimiento, pero
con connotaciones psicolgicas que superan lo puramente biomecnico. La psicomotricidad no
se ocupa, pues, del movimiento humano en s mismo, sino de la comprensin del movimiento
como factor de desarrollo y expresin del individuo en relacin con su entorno. Al pretender
estudiar el movimiento como fenmeno de comportamiento no puede aislarse de otras cosas.
Slo considerado globalmente, en donde se integran tanto los movimientos expresivos como las
actitudes significativas se puede percibir la especificidad motriz y actitudinal del ser humano
(Fonseca, 1996).
La psicomotricidad trata de hacer una lectura globalizadora de los progresos y adquisiciones motrices que marcan la evolucin de la criatura humana y cuya importancia condiciona
el devenir de otros procesos (el lenguaje, la relacin afectiva, los aprendizajes de lectura, escritura y clculo, etc). En este sentido podemos considerar la psicomotricidad como un rea de
conocimiento que se ocupa del estudio y comprensin de los fenmenos relacionados con el
movimiento corporal y su desarrollo. La evolucin psicomotriz se considera uno de los aspectos
claves del desarrollo hasta la aparicin del pensamiento operatorio (hacia los siete aos) y no se
completa definitivamente, en individuos normales, hasta la consecucin del pensamiento formal
(hacia los doce aos). Adems del estudio del desarrollo normal del sujeto se ocupa de la comprensin de las dificultades o trastornos que pueden aparecer como consecuencia de alteraciones en la adquisicin de los patrones normales del movimiento.
Este concepto nos acerca a la psicomotricidad como rea de conocimiento y estudio.
Pero la psicomotricidad es tambin, y quiz fundamentalmente, puesto que arranca desde ah,
una tcnica que pretende desarrollar las capacidades del individuo (la inteligencia, la comunicacin, la afectividad, los aprendizajes...) a travs del movimiento, tanto en sujetos normales como en personas que sufren perturbaciones motrices. En este sentido, la psicomotricidad es un
planteamiento de la intervencin educativa o teraputica cuyo objetivo es el desarrollo de las
posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que le lleva a centrar su
actividad e inters en el movimiento y el acto, incluyendo todo lo que se deriva de ello: disfunciones, patologas, estimulacin, aprendizaje, etc. (Berruezo, 1995).
Intentando contemplar a la psicomotricidad en su doble vertiente como teora y como
prctica nos encontramos con la siguiente definicin: la psicomotricidad es una disciplina
educativa/reeducativa/teraputica, concebida como di logo, que considera al ser humano
como una unidad psicosomtica y que acta sobre su totalidad por medio del cuerpo y del
movimiento, en el mbito de una relacin clida y descentrada, mediante mtodos activos de
mediacin principalmente corporal, con el fin de contribuir a su desarrollo integral (Muniin,
1997).
Una definicin que ha intentado integrar todas las acepciones del trmino psicomotricidad es la que han elaborado De Livre y Staes (1992), para quienes la psicomotric idad es un
planteamiento global de la persona. Puede ser entendida como una funcin del ser humano
que sintetiza psiquismo y motricidad con el fin de permitir al individuo adaptarse de manera
flexible y armoniosa al medio que le rodea. Puede ser entendida como una mirada globaliz adora que percibe las interacciones tanto entre la motricidad y el psiquismo como entre el
individuo global y el mundo exterior. Puede ser entendida como una tcnica cuya organiz acin de actividades permite a la persona conocer de manera concreta su ser y su entorno
inmediato para actuar de manera adaptada.
Sera preciso matizar que la intervencin psicomotriz no obedece a una nica pauta sino
que existen diversas orientaciones de la prctica y diferentes enfoques metodolgicos para realizarla. Para la comprensin de todo ello ser muy interesante aproximarse a la evolucin del
trmino psicomotricidad en su breve historia, que cuenta apenas con un siglo de existencia.
Podemos establecer los orgenes de la psicomotricidad a principios del siglo XX, momento en que se da una situacin propicia sobre la que convergen al menos tres corrientes cientficas. Por una lado, la patologa cerebral acepta la ruptura en la correspondencia entre la lesin y
el sntoma. Se ha constatado la existencia de disfunciones graves sin la existencia de lesiones
cerebrales localizadas. Por otro lado, la neurofisiologa empieza a preocuparse de las conductas
de un individuo en relacin con el medio, alejndose del laboratorio para estudiar la accin
adaptativa del sistema nervioso, llegando a la conclusin de que cualquier movimiento tiene
significacin biolgica. En tercer lugar, la neuropsiquiatra infantil que llega, de la mano de Dupr en 1907, a la descripcin del sndrome de debilidad motriz , que posteriormente se relacionara con el de debilidad mental, y que abre la posibilidad de explicar trastornos motores por
evolutivo normal del individuo en sus primeros aos (normalmente desde el nacimiento
hasta los 8 aos). Esta psicomotricidad educativa se dirige, como es habitual en la escuela, a
un grupo amplio y responde a un planteamiento clasico educativo que podramos resumir en
el esquema programacin-desarrollo-evaluacin. El proceso clnico, sin embargo, se centra
ms en el sujeto individual en situacin de disfuncionalidad, retraso o malestar y sigue el
esquema de abordaje clnico que puede resumirse en diagnstico-tratamiento-seguimiento.
Tanto uno como otro tienen caractersticas propias: observacin, estructuracin de la
intervencin, diagnstico (balance) psicomotor, etc.
La psicomotricidad puede y debe trabajar sobre tres aspectos que configuran, al mismo
tiempo tres amplias ramas de objetivos (Arnaiz, 1994):
Relativa al mundo exterior: Mediante los sentidos se adquiere el conocimeinto del mundo que nos rodea.
En segundo lugar la perceptomotricidad, es decir, debe educar la capacidad perceptiva. Es preciso organizar la informacin que proporcionan nuestros sentidos e integrarla en esquemas perceptivos que le den sentido. Esta estructuracin puede
hacerse bajo tres vertientes:
terrelacin entre la actividad tnica muscular y la actividad tnica cerebral (Fonseca, 1998). De
este modo, al intervenir sobre el control de la tonicidad muscular, intervenimos tambin sobre
los procesos de atencin, lo que resulta imprescindible para cualquier aprendizaje. La funcin
tnica, por ser generadora de las actitudes, se pone en relacin tanto con la vida afectiva, como
con la interpretacin perceptiva de la realidad. As pues, el tono pone en relacin motricidad,
afectividad e inteligencia (percepcin y conocimiento).
El tono muscular es el punto de arranque de la estructuracin psicomotriz y es por ello
que muchas de las alteraciones o dificultades que aparecen en el desarrollo infantil se remontan
a una deficiencia tnica.
El tono es algo muy variable. Est cambiando continuamente en funcin de las adaptaciones y equilibraciones propias de la accin o postura que se est llevando a cabo. A pesar de
ello, cada individuo por su peculiar desarrollo presenta un estilo tnico propio, que precisamente incide en su caracterizacin y que determina un ritmo propio de evolucin motriz. Mira Stambak (1979) ha descubierto que el ritmo de evolucin de ciertos aspectos motores (posiciones de
pie, marcha, prensin fina), as como la calidad de otros aspectos motores (las diferentes formas de movimie ntos espontneos), est en relacin con el grado de extensibilidad de cada nio. De este modo, en funcin del grado de extensibilidad se pueden describir tipos motores distinguindose en los extremos de la distribucin la hipertona (poca extensibilidad y gran movilidad) y la hipotona (gran extensibilidad y poca movilidad).
Parece necesario hacer una breve referencia a algunos trminos de uso relacionados
con el tono muscular. Ya ha sido dicha la diferencia entre hipertona e hipotona como los dos
extremos del control tnico por exceso y defecto. Gerda Alexander introduce el concepto de
eutona que se entiende como un estado en que todas las partes del cuerpo se encuentran en
un grado ptimo de tensin, de acuerdo con el tipo de accin, movimiento o postura en que se
encuentre el cuerpo. La distona es un trastorno de la funcin tnica, y la paratona hace referencia a la imposibilidad de relajar voluntariamente un msculo, no consiguiendo evitar la rigidez muscular.
Cabe distingir dos tipos de tono: el tono de actitud, donde se inscriben los gestos surgidos en la relacin con los dems que irn configurando el comportamiento y la forma de ser, y
el tono de sostn, que gestiona la posicin erecta y la postura y se afianza por el equilibrio de
fuerzas musculares que permite ejecutar una accin y mantener una posicin (Lora, 1991).
En el abordaje psicomotor sobre el tono merece una atencin especial el tema de la
relajacin. Podemos distinguir varias formas de relajacin. En primer lugar, tenemos dos tipos
de relajacin: global y segmentaria ; en segundo lugar, la relajacin automtica y la relajacin
consciente.
La relajacin permite mejorar la postura mediante la supresin de tensiones musculares
superfluas al mismo tiempo que contribuye a la elaboracin de la imagen corporal a travs de la
experimentacin de un estado tnico peculiar (Bucher, 1982). El problema recibir diversas
soluciones en funcin de ciertos factores como la edad del sujeto, su estado de madurez, sus
problemas afectivos, el tipo de relacin que establece. Con nios pequeos no se puede pasar
de una relajacin difusa y generalizada, sin especificar las partes del cuerpo (relajacin global).
Posteriormente se puede conseguir que el nio aprenda a inhibir su tono muscular y a regular
sus ajustes posturales y cinticos, pudiendo distinguir los elementos corporales y detenindose
en su distensin (relajacin segmentaria ). Por la relacin entre lo tnico y lo emocional, la relajacin se asocia a sensaciones de bienestar.
La relajacin automtica se produce de forma espontnea despus de una fuerte ejercitacin que provoque fatiga, como mecanismo equilibrador del tono y la respiracin. Suele ser
global y puede partir de estimulaciones externas (msica) o ni ternas (ritmo respiratorio). La
relajacin consciente supone un previo conocimiento del esquema corporal, suele ser segmentaria y puede partir de estimulaciones tctiles, visuales o auditivas. Tanto una como la otra tieCurso La psicomotricidad en el mbito educativo. Murcia, noviembre de 2003
nen una doble finalidad educativa: como medio de elaboracin del esquema corporal y como
forma de eliminacin de la tensin muscular y de la fatiga mental, equilibrando el estado emocional. (Berruezo, 1990)
3.2.- La postura y el equilibrio.
Las bases de la actividad motriz son la postura y el equilibrio, sin las cuales no seran
posibles la mayor parte de los movimientos que realizamos a lo largo de nuestra vida diaria.
Quirs y Schrager (1980) definen convenientemente los trminos referidos al tema.
Para ellos postura es la actividad refleja del cuerpo con relacin al espacio. Posicin es la postura caracterstica de una especie. La actitud guarda relacin con los reflejos (de cierta intencionalidad) que producen la vuelta a una posicin especfica de la especie. Equilibrio es la interaccin entre varias fuerzas, especialmente la de gravedad, y la fuerza motriz de los msculos esquelticos. Un organismo alcanza el equilibrio cuando puede mantener y controlar posturas,
posiciones y actitudes. La postura se basa en el tono muscular y el equilibrio se basa en la propioceptividad (sensibilidad profunda), la funcin vestibular y la visin, siendo el cerebelo el principal coordinador de esta informacin. La postura se relaciona principalmente con el cuerpo,
mientras que el equilibrio se relaciona principalmente con el espacio. El equilibrio til es la posicin que permite los procesos de aprendizaje natural: aquellas habilidades necesarias para la
supervivencia de la especie y la incorporacin de gran cantidad de informacin externa. Por
tanto postura y equilibrio son, a la vez que la base de las actividades motrices, la plataforma
donde se apoyan los procesos de aprendizaje.
Postura y equilibrio constituyen juntos el sistema postural que es el conjunto de estructuras anatomofuncionales (partes, rganos y aparatos) que se dirigen al mantenimiento de relaciones corporales con el propio cuerpo y con el espacio, con el fin de obtener posiciones que
permitan una actividad definida o til, o que posibiliten el aprendizaje.
Inicialmente, en el nio recin nacido existe un dominio interoceptivo (sensibilidad visceral); luego le sigue el dominio propioceptivo (equilibrio, posturas, actitudes y movimientos); y
por fin le llega el dominio exteroceptivo (sensibilidad dirigida a excitaciones de origen exterior).
El sis tema postural es de formacin muy primitiva ya que la va vestibular es la primera va sensorial en formarse, junto con las vas sensitivas. La mielinizacin de las fibras nerviosas del sistema vestibular y del sistema auditivo empieza en el tercer mes de gestacin y se concluye
hacia el duodcimo mes de vida.
El odo interno humano dispone de rganos auditivos y no-auditivos. La cclea es el
rgano dedicado a la audicin, mientras que el aparato vestibular, tambin llamado laberinto,
es el rgano no-auditivo dedicado al control de la postura, el equilibrio, el tono muscular, los
movimientos oculares y la orientacin espacial. El trmino vestbulo , se refiere slo a una porcin del aparato vestibular o laberinto: la que est compuesta por el sculo y el utrculo. El aparato vestibular tambin controla los movimientos oculares, as como otras muchas funciones
conectadas con los movimientos corporales coordinados e intencionales. El aparato vestibular
responde especficamente a la fuerza de la gravedad y a los movimientos de aceleracin y desaceleracin angular. En los seres humanos, cualquier movimiento, cualquier modificacin de la
posicin de la cabeza en relacin con el espacio, cualquier vibracin sea de a
l cabeza, puede
estimular los receptores labernticos. Estas estimulaciones originan aferencias que participan en
el control postural y equilibratorio, en el tono muscular, en los movimientos finos de los ojos y,
secundariamente, en las coordinaciones visomanuales.
La postura y el equilibrio dependen de tres acciones principales. En primer lugar, las
aferencias labernticas, en segundo lugar la visin y finalmente la propioceptividad. Durante la
infancia el cerebelo va aumentando su actividad coordinadora sobre esas tres acciones.
El sistema postural hace posible la integracin de los aprendizajes al liberar a la corteza
cerebral de la responsabilidad del mantenimiento de la postura a favor de niveles inferiores de
regulacin propias de procesos automatizados. Es lo que Quirs y Schrager (1987) han denoCurso La psicomotricidad en el mbito educativo. Murcia, noviembre de 2003
minado potencialidad corporal, que no es otra cosa que la exclusin corporal del plano de la
conciencia como consecuencia de la automatizacin de los procesos de reequilibracin y mantenimiento de la postura. En virtud de este fenmeno, la atencin y la conciencia quedan disponibles para otras acciones, para iniciar o desarrollar nuevos procesos de aprendizaje.
El equilibrio est ntimamente ligado al control postural. Mientras que quienes llevan a
cabo el equilibrio son los msculos y los rganos sensoriomotores, el control de la situacin que
rige la adopcin de una postura econmica de equilibracin antigravitacional recae sobre el sistema laberntico (situado en el odo) y sobre el sistema plantar.
El equilibrio para nosotros, los seres humanos, que nos mantenemos en posicin erguida sobre nuestras extremidades posteriores, consiste en una capacidad de estar de pie incluso
en condiciones difciles. Claro que las situaciones de equilibracin se producen tanto cuando el
cuerpo se encuentra quieto como cuando est movindose. Por ello hay quien distingue el equilibrio esttico, que pone en juego el control motor, y el equilibrio dinmico, que se une a la
coordinacin de movimientos como un elemento ms que se encarga de evitar la cada. Intentando abarcar ambos aspectos Coste (1980) afirma que el equilibrio es un estado particular por
el que un sujeto puede, a la vez, mantener una actividad o un gesto, quedar inmvil o lanzar su
cuerpo en el espacio (marcha, carrera, salto) utilizando la gravedad, o, por el contrario, resis tindola .
Debemos entender, con Vayer (1982), que el equilibrio es un aspecto de la educacin
del esquema corporal, ya que condiciona las actitudes del sujeto frente al mundo exterior.
Adems, el equilibrio es la base de toda coordinacin dinmica ya sea del cuerpo en su conjunto o de segmentos aislados del mismo. Si el equilibrio es defectuoso adems de ocuparse de
coordinar los movimientos, el cuerpo tiene que gastar energa en una lucha constante contra el
desequilibrio y la cada. Esto explicara la torpeza de algunas personas, la imprecisin, la presencia de sincinesias (movimientos parsitos), e incluso la generacin de estados de ansiedad y
angustia. De hecho se ha comprobado la relacin existente entre las alteraciones del equilibrio y
los estados de ansiedad. Ello se debe a las relaciones entre la vida afectiva y el fondo tnico,
que hace que una actitud, adems de una postura, sea un estado de nimo.
3.3.- El control respiratorio.
El aire es el primer alimento del ser humano que, nicamente mediante la respiracin,
nutre nuestro organismo. Por tanto, este acto, la respiracin, anticipa, acompaa y sigue a cualquier acto vital, participa, mantiene e integra el desarrollo del individuo en cada uno de sus
aspectos y en cada momento de su existencia. El aire constituye el correlato necesario de todas
y cada una de las funciones psicofsicas del hombre: desde el aprendizaje hasta la atencin, las
emociones, la sexualidad, etc. en cuanto energa primaria para el cuerpo. La respiracin, presente de forma consciente, o no, en cualquier actividad humana, puede ser utilizada favorablemente para la mejor ejecucin de las tareas; por ello, dentro del trabajo psicomotor incluimos la
educacin del control respiratorio.
La respiracin corriente est regulada por el reflejo automtico pulmonar y por los centros respiratorios bulbares, que adaptan de una manera automtica la respiracin a las necesidades de cada momento. Adems, est sometido a influencias de la corteza cerebral, tanto de
tipo consciente como inconsciente. Por esta razn podemos hacer de la respiracin un acto
voluntario y contenerla o acelerarla a voluntad. Sin embargo existe una especie de mecanismo
de seguridad que hace que se desencadene la respiracin automtica cuando la concentracin
de CO 2 en la sangre alcanza niveles peligrosos. Si voluntariamente provocamos una hipoventilacin, automticamente se desencadena una hiperventilacin y viceversa.
Adems, y relacionadas con procesos psicolgicos como la atencin y las emociones,
tenemos influencias inconscientes. Situaciones delicadas de mucha concentracin o elevada
atencin provocan hipoventilacin. Situaciones emocionales intensas como ansiedad, miedo,
alegra, sorpresa, etc. provocan hiperventila cin.
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El acto respiratorio se compone de dos fases: la inspiracin y la espiracin. Generalmente, la espiracin va seguida de una breve pausa. Se puede provocar un tiempo intermedio de
retencin entre inspiracin y espiracin. Desde el punto de vista funcional, la inspiracin provoca una afluencia de aire a los pulmones y, por tanto, un aumento de la presin en la caja torcica que aumenta el propio volumen gracias a un empuje anteroposterior (empuje hacia afuera
que se percibe externamente), lateral (elevacin de las costillas) y vertical (descenso del diafragma).
La respiracin se realiza principalmente de dos formas: torcica y diafragmtica, es decir: por elevacin del trax o por empuje y relajacin del diafragma. Tambin puede considerarse una tercera forma: la clavicular, en la que la elevacin de los hombros provoca la entrada de
aire en los pulmones. Una respiracin armoniosa hace participar a la regin abdominal en la
inspiracin. La respiracin diafragmtica cuesta menos esfuerzo y permite almacenar una mayor cantidad de aire.
La respiracin es un acto automtico, pero con una buena educacin se puede modular,
regular e inhibir la respiracin, adaptndola a las diversas actividades.
La respiracin est vinculada a la percepcin del propio cuerpo (juego del trax y el
abdomen), as como a la atencin interiorizada que controla tanto la resolucin muscular general como el relajamiento segmentario. Para Picq y Vayer (1977) existen relaciones claras entre
la respiracin del nio y su comportamiento general, y esta educacin (consciencia y luego control del acto respiratorio) constituye un elemento del esquema corporal. Estos autores encontraron dificultades respiratorias de forma generalizada en los deficientes mentales, descubriendo
adems de una respiracin insuficiente, una estrecha relacin con las alteraciones de las funciones psicomotrices. Por otra parte parece suficientemente probada la relacin existente entre
la conducta respiratoria y la ansiedad del nio, as como la posibilidad de apnea (tiempo sin
respirar) y su capacidad de atencin. De este modo, hemos de aceptar la existencia de relaciones entre el centro respiratorio y ciertas zonas corticales o subcorticales del cerebro. Los mencionados autores consideran la educacin respiratoria como un elemento esencial de la educacin psicomotriz, creyendo que debe realizarse paralelamente a la educacin de otros aspectos.
El ritmo habitual de la respiracin de cada individuo influye en su personalidad y su desarrollo psicomotor, pues es la base del ritmo propio del individuo. Independientemente de esto, el ritmo respiratorio vara en funcin de las situaciones y los conflictos que vive el sujeto. En
general, durante los momentos en que nos encontramos tranquilos y seguros la respiracin es
pausada, mientras que en las situaciones de inseguridad tiende a acelerarse el ritmo respiratorio.
La toma de conciencia de la respiracin, de las regiones del cuerpo que pone en juego,
de su ritmo y sus modificaciones debe formar parte de la educacin psicomotriz. En especial
ser importante el trabajo sobre la respiracin en la reeducacin de individuos inestables y ansiosos. No en vano, la armona respiratoria se encuentra en la base de la mayor parte de los
mtodos de relajacin, puesto que una distensin adecuada conlleva una respiracin pausada.
3.4.- El esquema corporal.
Lo primero que percibe el nio es su propio cuerpo, la satisfaccin y el dolor, las sensaciones tctiles de su piel, las movilizaciones y desplazamientos, las sensaciones visuales y auditivas. El esquema corporal, que a partir de Shilder (1935) puede entenderse como la organizacin de todas las sensaciones referentes al propio cuerpo (principalmente tctiles, visuales y
propioceptivas) en relacin con los datos del mundo exterior, desempea un importante papel
en el desarrollo infantil puesto que esta organizacin se constituye en punto de partida de las
diversas posibilidades de accin.
Se considera clsica la definicin de Le Boulch (1992) que entiende el esquema corporal
como una intuicin global o conocimiento inmediato que nosotros tenemos de nuestro propio
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cuerpo, tanto en estado de reposo como en movimiento, en relacin con sus diferentes partes
y, sobre todo, en relacin con el espacio y con los objetos que nos rodean.
Un carcter mucho ms amplio tiene la concepcin de Coste (1980), para quien el esquema corporal es la organizacin psicomotriz global, comprendiendo todos los mecanismos y
procesos de los niveles motores, tnicos, perceptivos y sensoriales, expresivos (verbal y extraverbal), procesos en los que y por los cuales el aspecto afectivo est constantemente investido.
El esquema corporal es el resultado de la experiencia del cuerpo, de la que el individuo toma
poco a poco conciencia, y la forma de relacionarse con el medio con sus propias posibilidades.
Fundamentalmente el esquema corporal se constituye como un fenmeno de carcter
perceptivo que tiene su punto de partida en las sensaciones tomadas del interior y del exterior
del cuerpo. Segn Picq y Vayer (1977) la organizacin del esquema corporal implica:
Defontaine (1978) afirma que se puede definir el esquema corporal como la experiencia
que se tiene de las partes, de los lmites y de la movilidad de nuestro cuerpo; experiencia progresivamente adquirida a partir de mltiples impresiones sensoriales, propioceptivas (sensaciones que provienen de los msculos y las articulaciones) y exteroceptivas (cutneas, visuales,
auditivas).
Para De Livre y Staes (1992, 17) el esquema corporal es el conocimiento y conciencia
que uno tiene de s mismo en tanto que ser corporal, es decir:
nuestros lmites en el espacio (morfologa);
nuestras posibilidades motrices (rapidez, agilidad...);
nuestras posibilidades de expresin a travs del cuerpo (actitudes, mmica);
las percepciones de las diferentes partes de nuestro cuerpo;
el conocimiento verbal de los diferentes elementos corporales;
las posibilidades de representacin que tenemos de nuestro cuerpo (desde el punto
de vista mental o desde el punto de vista grfico...)
El esquema corporal se elabora al comps del desarrollo y la maduracin nerviosa (mielinizacin progresiva de las fibras nerviosas), de la evolucin sensoriomotriz y en relacin con el
mundo de los dems. El desarrollo del esquema corporal (Vayer, 1985) se ajusta a dos leyes
psicofisiolgicas, vlidas antes y despus del nacimiento:
- Ley cfalo-caudal: El desarrollo se extiende a travs del cuerpo desde la cabeza a los
pies, es decir, que los progresos en las estructuras y las funciones empiezan en la regin de la cabeza, extendindose al tronco, para finalizar en las piernas. Por ejemplo: el
control del cuello (3 meses) precede al del tronco (6 meses).
- Ley prximo-distal: El desarrollo procede del centro a la periferia, es decir, parte del
eje central del cuerpo hasta los extremos de los miembros. Por ejemplo: el control del
tronco precede a la habilidad manual.
Pero no todo es cuestin de maduracin (un proceso preestablecido que se va realizando sin necesidad de otras influencias), puesto que sta, que es la que realmente permite el
paso progresivo de la actividad indiferenciada a la actividad consciente y diferenciada, est asociada e interacta con la experiencia vivida por el nio en los diferentes momentos que componen su desarrollo.
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Muy ligado al concepto de esquema corporal est el de imagen corporal, que es el resultado de toda la actividad de sensacin y movimiento que vive el individuo humano, constituyendo una representacin mental que es la sntesis de todos los mensajes, estmulos y acciones
que permiten al nio diferenciarse del mundo exterior y aduearse de s mismo. El individuo
percibe y vive su existencia, es objeto y sujeto a la vez. Tenemos, pues, dos niveles diferentes
del mismo proceso. Por una parte el cuerpo como objeto de percepcin, esto es la somatognosia (Fonseca, 1996), y por otra el cuerpo como objeto de representacin, esto es la conciencia
de s.
La imagen corporal tiene su origen en la experiencia de ser tocado o acariciado y posteriormente en todas las experiencias cinestsicas (de movimiento), tctiles y visuales que se
desprenden de las diversas actividades de exploracin del mundo exterior que realiza el nio.
Se va construyendo en la medida en que el nio es capaz de sacar conclusiones de unidad
acerca de sus acciones y referirlas a su cuerpo. Por ello, la imagen corporal est ligada al conocimiento del mundo exterior, pero, al mismo tiempo, al desarrollo de la inteligencia. Por eso
existen unas relaciones constantes en el nio entre las posibilidades de organizar su propio
cuerpo y las posibilidades de organizar las relaciones que existen entre los elementos del mundo exterior.
El esquema corporal puede considerarse la clave de la organizacin de la personalidad,
manteniendo la conciencia, la relacin entre los diferentes aspectos y niveles del yo. Podemos
distinguir cronolgicamente varias etapas en la elaboracin del esquema corporal:
1 etapa: Del nacimiento a los dos aos. El nio comienza con el enderezamiento y el
movimiento de la cabeza, contina con el enderezamiento del tronco que le lleva a la
postura sedente, que facilita la prensin de las manos al liberarse del apoyo. La individuacin y el uso de los miembros lo lleva a la reptacin y al gateo.
3 etapa: De los cinco a los siete aos. El nio pasa de su estado global y sincrtico a
un estado de diferenciacin y anlisis, es decir, de la actuacin del cuerpo a la representacin. La asociacin de las sensaciones motrices y cinestsicas al resto de datos sensoriales, especialmente visuales, permiten el paso progresivo de la accin del cuerpo a la
representacin. Se produce en estos momentos un mayor desarrollo de las posibilidades
del control postural y respiratorio, el conocimiento de la derecha y la izquierda, la independencia de los brazos con relacin al tronco.
4 etapa: De los siete a los once aos. Se produce la elaboracin definitiva de la imagen
corporal. A travs de la toma de conciencia de los diferentes elementos que componen
el cuerpo y del control en su movilizacin se logra la posibilidad de la relajacin global y
segmentaria, la independencia de brazos y piernas con relacin al tronco, la independencia funcional de los diferentes segmentos corporales, la transposicin del conocimiento de s al conocimiento de los dems. La consecuencia final de todo ello es la posibilidad de desarrollar los aprendizajes y relacionarse con el mundo exterior, puesto
que el nio dispone ya de los medios para la conquista de su autonoma.
Ajuriaguerra (1979) propone tres niveles de integracin del esquema corporal:
Cuerpo vivido. Se fundamenta en una nocin sensorio motora del cuerpo, que acta en un espacio prctico en el que se desenvuelve gracias a la organizacin
progresiva de la accin del nio sobre el mundo exterior.
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Cuerpo percibido. Se fundamenta en una nocin preoperatoria del cuerpo, condicionada a la percepcin, que se encuadra en el espacio centrado an sobre el
cuerpo.
CUERPO
VIVIDO
(0-3 aos)
Ley cfalo-caudal.
CUERPO
PERCIBIDO
(3-7 aos)
Motricidad transitiva.
Motricidad expresiva.
CUERPO
REPRESENTADO
(7-12 aos)
Acomodamiento
prxico.
Ley prximo-distal
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otro, se producen ajustes neuromusculares, que en este caso son ms rpidos y aaden a la
marcha una diferencia: la fase area, el momento en que ninguno de los pies toca la superficie
de desplazamiento.
La carrera aparece de forma accidental en los primeros ensayos de la marcha (18-20
meses). Con el incremento de la fuerza va logrando una mejor proyeccin del cuerpo en el espacio y con el perfeccionamiento del equilibrio se va haciendo ms coordinado, lo que hace que
hacia el 5 ao la carrera del nio se parezca bastante a la del adulto. A partir de ah ir mejorando la velocidad con dos momentos privilegia dos de acrecentamiento, hacia los ocho aos,
debido al desarrollo del sistema nervioso y mejora de la coordinacin, y hacia los 12-15 aos,
debido al aumento de la fuerza (Ruiz, 1987).
Por deslizamiento entendemos el desplazamiento que se produce por la accin de los
brazos y/o las piernas mientras que existan partes del cuerpo en permanente contacto con la
superficie que friccionan contra ella (las piernas, la espalda). Una de las formas ms utilizadas
de deslizamiento es la reptacin.
La reptacin es el desplazamiento que se produce normalmente por la accin alternativa
o simultnea de brazos y piernas (aunque puede hacerse con mayor dificultad con la intervencin de slo los brazos o slo las piernas), y en el que se da el contacto permanente del tronco
con el suelo. La reptacin podr realizarse de frente, de espaldas o lateral, segn el lado del
tronco que est en contacto con la superficie.
El gateo es el desplazamiento que se produce por la accin coordinada de brazos y
piernas, con el apoyo de las manos y de las rodillas encontrndose el tronco paralelo a la superficie de desplazamiento y con la parte delantera del mismo orientado hacia ella. El gateo es un
forma determinada de cuadrupedia , lo que quiere decir caminar con cuatro apoyos.
La cuadrupedia puede realizarse mirando hacia la superficie, o de espaldas a ella y
siempre realizando el contacto con las manos y los pies sobre la superficie de desplazamiento.
El gateo puede preceder al desarrollo de la marcha, aunque no siempre sea as, puesto que no
todos los nios y nias gatean antes de caminar.
La trepa es la actividad que moviliza las extremidades inferiores y superiores de forma
coordinada provocando un movimiento ascendente sobre superficies de diversos grados de
inclinacin. Esta actividad, adems de fuerza, equilibrio y coordinacin, pone de manifiesto disociacin, coordinacin visomotriz, control postural y estructuracin espacio-temporal, por lo
que puede afirmarse que la observacin de la actividad de trepar a un rbol constituye una
autntica prueba de evaluacin de las competencias motrices de un nio.
Existe una actividad que se debe incluir entre las conductas motrices de coordinacin
dinmica general, y entre los desplazamientos, pero que por su especificidad, complejidad y por
lo singular del medio en que se produce nos limitaremos a nombrar, sin perjuicio de que pueda
y deba ser estudiada convenientemente. Nos referimos, efectivamente a la conducta de nadar.
- Saltos : El salto es una actividad motriz que pone en juego varios elementos. Adquirir
el salto es un importante hito en el desarrollo porque supone el logro de una buena capacidad
de coordinacin global de movimientos. El salto requiere de la previa adquis icin de la marcha y
frecuentemente de la carrera, sobre las cuales realiza algunas modificaciones. El salto necesita
la propulsin del cuerpo en el aire (batida) y la recepcin en el suelo (u otra superficie) de todo
el peso corporal normalmente sobre ambos pies (cada). Pone en accin la fuerza, el equilibrio y
la coordinacin.
Podemos distinguir en el salto cuatro momentos: la fase de preparacin, la fase de im pulso, la fase de salto y la fase de cad a . Igualmente podemos distinguir dos tipos de saltos:
vertical y horizontal. La mayor diferencia entre ambos est en el despegue que se produce en
vertical o en un ngulo de 45, respectivamente.
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9/18 meses
2/3 aos
4/5 aos
2/3 aos
4 aos
5 aos
9 meses
12 meses
4/5 aos
5/6 meses
7/8 meses
9 meses
12 meses
2/5 aos
6/8 aos
4/7 meses
7/12 meses
13/15 meses
2/6 aos
- Giros : Son movimientos que provocan la rotacin del cuerpo sobre alguno de sus
ejes: longitudinal (de arriba a abajo), transversal (de izquierda a derecha) o sagital (de delante
a atrs).
As pues, el cuerpo puede girar sobre su eje longitudinal (movimiento semejante al de
una peonza), sobre su eje transversal (voltereta hacia delante o hacia atrs) o sobre su eje
sagital (voltereta lateral).
Se pueden obtener diversas posibilidades si cambiamos la posicin erecta del cuerpo
por la posicin tumbada. De este modo obtendramos la rotacin longitudinal sobre la superficie
de contacto y la rotacin transversal en contacto lateral con la superficie, por ejemplo.
- Transportes : Son actividades en las que el cuerpo simultneamente se ocupa del
desplazamiento y de los ajustes posturales precisos para evitar la desequilibracin y mantener
el contacto o la sujecin de la persona u objeto que se transporta.
Podemos considerar como transportes los arrastres en los que la persona u objeto
transportada hace de lastre oponindose al desplazamiento en sentido opuesto al mismo. En el
caso de los empujes la persona u objeto que se opone al desplazamiento se sita en su mismo
sentido.
Existen, finalmente, actividades de coordinacin global que no son locomotrices y de las
que no nos ocuparemos puesto que, salvo las tracciones que pueden tener un objetivo ms
directamente motriz, aun cuando no supongan desplazamiento de la persona que tracciona, el
Curso La psicomotricidad en el mbito educativo. Murcia, noviembre de 2003
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resto se trata ms bien de conductas de mantenimiento de la postura o acomodacin del cuerpo a diversas necesidades posturales o expresivas (agacharse, suspenderse, retorcerse...).
En general, las habilidades de coordinacin dinmica aparecen en el desarrollo infantil
de forma casi espontnea y sin embargo es conveniente incidir sobre ellas puesto que mejoran
con la ejercitacin mediante tareas especficas a cualquier edad y resultan imprescindibles para
gran parte de las actividades que realizamos en nuestra vida diaria.
19
20
La coordinacin visomotriz supone para el nio el dominio de los objetos, puede acercarse a ellos, manejarlos y proyectarlos en el espacio, le convierte en dueo de su movimiento
y de las cosas que le rodean.
3.6.- La lateralidad.
Parece correcta la propuesta de Picq y Vayer (1977) de incluir a la lateralidad dentro de
las conductas neuromotrices, es decir, las que se encuentran estrechamente ligadas a la
maduracin del sistema nervioso.
La lateralidad es la preferencia por razn del uso ms frecuente y efectivo de una mitad
lateral del cuerpo frente a la otra. Esto nos lleva directamente al concepto de eje corporal.
Por eje corporal se entiende el plano imaginario que atraviesa nuestro cuerpo de arriba
a abajo dividindolo en dos mitades iguales. Dicho eje pasa por el medio de la cabeza, la cara,
el tronco y la pelvis dividindolos en dos y afecta a las extremidades, sin partirlas, asignando
una extremidad superior y una inferior a cada parte del eje.
En realidad se ha reducido la nocin de eje corporal al eje que divide nuestro cuerpo en
derecha-izquierda, quiz porque es un criterio de distincin convenido. Sin embargo podemos
reconocer otros dos ejes, el que divide nuestro cuerpo en delante-detrs y el que lo hace en
arriba-abajo. Estos dos ejes no presentan la dificultad del anterior por la diferente forma de las
dos partes del corte, por ello se distinguen antes y ms fcilmente.
El eje corporal tiene implicaciones tnicas, motrices, espaciales, perceptivas y grafomotoras. La integracin del eje corporal posibilita la adquisicin de la lateralidad, permitiendo que
el nio distinga entre la derecha y la izquierda de su cuerpo. Como consecuencia permite, posteriormente, la proyeccin de estas referencias sobre el mundo y sobre los dems y, por tanto,
permite la organizacin del espacio. La orientacin espacial se produce por referencia a este eje
corporal.
La lateralidad es, por una parte, genticamente determinada y, por otra, se trata de una
dominancia adquirida. A esto se refieren Bergs, Harrison y Stambak (1985) al distinguir una
lateralidad de utilizacin (predominio en las actividades cotidianas) de una lateralidad espont nea (de gestos socialmente no determinados) que puede no coincidir con la anterior. sta sera
el reflejo de la lateralidad neurolgica, que no es ms que la dominancia hemisfrica constitucional (parte del cerebro dominante), algo propio de nuestra especie, que presenta una divisin
de funciones en los hemisferios cerebrales, que reparten sus cometidos. Cada hemisferio se
encarga, inicialmente, de regir el control tnico, perceptivo y motor del lado opuesto del cuerpo. Pero adems existe un reparto funcional mucho ms amplio. En general podemos afirmar
que cada hemisferio tiene una forma caracterstica de funcionar, mientras uno (el derecho) lo
hace de modo global, capta y almacena totalidades, el otro (el izquierdo) lo hace de manera
secuencial, ordenando la informacin percibida, elaborada o almacenada en funcin de parmetros espacio-temporales, nos estamos refiriendo claramente al lenguaje en cualquiera de sus
manifestaciones.
Pero no toda la preferencia lateral es determinada por la dominancia de los hemisferios,
la presin social, puede confirmar o contrariar con el entrenamiento dichas potencialidades. La
lateralidad va evolucionando en el perodo de la maduracin. Pasa por momentos de indecisin,
por momentos de confusin y por momentos de elaboracin hasta llegar a consolidarse al final
del proceso de desarrollo motor. Desde los cuatro meses en que puede detectarse cierta dominancia en la preferencia de los ojos en seguir el movimiento de las manos, hasta que se llega a
alcanzar la capacidad de orientar el espacio con referencia a otras personas (hacia los ocho
aos), el camino es largo y no exento de dificultades.
Normalmente la lateralidad se construye sobre los cimientos de la predisposicin de los
hemisferios cerebrales, es decir, la lateralidad de utilizacin se basa en la lateralidad espontnea. Pero no siempre es as y por ello es por lo que en la exploracin de la lateralidad obteneCurso La psicomotricidad en el mbito educativo. Murcia, noviembre de 2003
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mos no slo diestros y zurdos, sino diestros o zurdos falsos, diestros o zurdos contrariados,
diestros o zurdos grficos, ambidextros, etc., que no son ms que denominaciones de los diferentes autores para designar el problema de la falta de coincidencia entre la lateralidad de utilizacin y la espontnea.
Zazzo (1976) ha hecho valiosas consideraciones sobre la lateralidad que merece la pena
recoger. En primer lugar acepta la tesis de Broca que afirma que el predominio funcional de un
lado del cuerpo se determina, no por la educacin, sino por la supremaca de un hemisferio
cerebral sobre el otro. Segn esto los zurdos lo son por la dominancia del hemisferio derecho y
los diestros por la dominancia del hemisferio izquierdo. Pero el predominio hemisfrico puede
ser normal o patolgico (fruto de una lesin en el hemisferio dominante). Adems el predominio
puede ser ms o menos intenso; as, encontramos tipos puros y una gran variedad de tipos
intermedios pasando por lo que se denomina ambidextro. Puesto que la lateralidad puede apreciarse en el predominio de uno de los dos ojos, odos, pies o manos, el predominio puede ser
diferente para los distintos miembros u rganos sensoriales; as podemos encontrar tipos con
lateralidad homognea (perfecta coincidencia de la preferencia de ojo, mano y pie; o cruzada
(contradiccin entre la preferencia de unos y otros miembros). Parece estadsticamente comprobado que existen trastornos de la motricidad, del lenguaje y de la personalidad asociados a
la zurdera o incluso a la lateralidad cruzada.
La adquisicin definitiva de la lateralidad es lo que nos permite distinguir efectivamente
la derecha de la izquierda. Y la nica manera de tomar conciencia de esta distincin, de adquirir
estas nociones, la encontramos en la prctica. Hasta que no se produzca claramente la diferenciacin en las acciones de habilidad y fuerza que requieren el uso de una mano o pie sobre el
otro el cerebro no definir la referencia, con lo cual la persona mantiene (a veces durante toda
la vida) ciertas dudas cuando se le pide que utilice una mano o que gire hacia determinado lado.
Hacia los cuatro meses puede apreciarse ya una cierta predominancia en el uso de las
manos. A los siete meses una mano resulta normalmente ms hbil que la otra. Entre los dos y
cinco aos el nio va utilizando las dos partes de su cuerpo de forma ms diferenciada. De los
cinco a los siete se produce la afirmacin definitiva de la lateralidad con la adquisicin y dominio
de las nociones de derecha e izquierda. De los siete a los doce se produce una independencia
de la derecha respecto de la izquierda. En este proceso evolutivo es frecuente la aparicin de
perodos de inestabilidad en la dominancia, sobre todo entre los dos y tres aos, y entre los seis
y ocho. Tradicionalmente se distinguen tres fases en el desarrollo de la lateralidad: la
indifere nciada , hasta los tres aos; la alternante, de los tres a los seis; y la definitiva, a partir de
los seis o siete aos.
La adquisicin de la lateralidad es uno de los ltimos logros en el desarrollo psicomotriz
y requiere de las experiencias sensoriales y motrices tanto como de la evolucin del pensamiento para lograrse. Supone realmente la madurez psicomotriz del nio.
3.7.- La organizacin espacio-temporal.
La organizacin y estructuracin espacio-temporal es un proceso que, integrado en el
desarrollo psicomotor, resulta fundamental en la construccin del conocimiento.
El espacio y el tiempo constituyen la trama fundamental de la lgica del mundo sensible. Las relaciones que se establecen entre los objetos, las personas y las acciones o sucesos
configuran el mundo en su acontecer y en su esencia.
El tiempo constituye un todo indisociable con el espacio; es la coordinacin de los movimientos, as como el espacio es la coordinacin de las posiciones. Por ello podemos decir que
el tiempo es el espacio en movimiento.
3.7.1.- El espacio.
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Postura: posicin relativa de las partes del cuerpo y lugar del cuerpo que hace de soporte.
Desplazamiento: movimiento de una o varias partes del cuerpo que pone en funcionamiento msculos y/o articulaciones.
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una estructuracin en funcin de la situacin con referencia a nuestro cuerpo, al de los otros o
a los objetos.
Debemos fundamentalmente a Piaget (1975) el estudio de la evolucin del espacio en el
nio. En los primeros meses de vida se reduce al campo visual y al de las posibilidades motrices, podra hablarse de espacios no coordinados al referirnos a los diferentes campos sensoriales que intervienen en la captacin espacial. La consecucin de la marcha supone un gran
avance en la adquisicin del espacio puesto que ofrece al nio la posibilidad de conectar las
sensaciones visuales, cinticas y tctiles. Se inicia un espacio general, que se elabora principalmente gracias a la coordinacin de movimientos. Este espacio caracterstico del perodo sensoriomotriz es un espacio de accin que Piaget denomina espacio topolgico, con predominio de
las formas y las dimensiones. En el perodo preoperacional el nio accede al espacio euclidiano
en el que predominan las nociones de orientacin, situacin, tamao y direccin. Finalmente en
el perodo de las operaciones concretas se alcanza el espacio racional que supera la concepcin
del espacio como esquema de accin o intuicin y lo entiende como un esquema general del
pensamiento, como algo que supera la percepcin y ocupa su lugar en el plano de la representacin. En la existencia de esta duplicidad de planos en la construccin del espacio estriba Piaget la dificultad de su estudio psicogentico. El elemento que comunica estos dos planos es la
motricidad.
Las nociones de espacio, de relaciones espaciales y de orientacin espacial se elaboran
al comps de la maduracin nerviosa y estn directamente determinadas por la cantidad y cualidad de las experiencias vividas (Picq y Vayer, 1977). Precisamente la experiencia vivida es lo
que proporciona la conciencia del eje corporal, de la que depende directamente la adquisicin y
dominio de las nociones de relacin espacial, lo que significa poder orientarse en el espacio a
travs de referencias alusivas a la posicin del cuerpo, que cuenta con la lateralidad para hacer
efectiva dicha orientacin.
3.7.2.- El tiempo.
Los desplazamientos ocasionan estados espaciales distintos y sucesivos cuya coordinacin o relacin no es ms que el tiempo mismo. El tiempo es, pues, lo que acontece entre
dos estados espaciales sucesivos en los que se puede encontrar una persona, animal u objeto.
La dificultad que re presenta la conquista del tiempo en el mbito del desarrollo estriba
en que no se percibe directamente. No tenemos receptores sensoriales que capten el paso del
tiempo. La nica forma de hacerse con el dominio del tiempo es a travs de movimientos o
acciones en los que indirectamente est presente, en forma de velocidad, duracin, intervalo,
simultaneidad o sucesin.
El tiempo est, en principio, muy ligado al espacio. De hecho comenzamos a notarlo
gracias a la velocidad. En este sentido, la nocin deprisa-despacio precede a la de antesdespus que es puramente temporal. El tiempo es el movimiento del espacio, y se interioriza
como duracin del gesto y rapidez de ejecucin de los movimientos. Hasta los seis aos el nio
no sabe manejar los conceptos temporales como valores independientes de la percepcin espacial y, por tanto, no puede operar con ellos. La nocin de tiempo, individualizado como idea,
como concepto, madurado por la integracin de la percepcin, experiencia y comprensin, requiere un notable desarrollo intelectual por el cual el nio solamente hacia los siete-ocho aos,
comienza a entender las relaciones espacio-temporales y a introducir en el tiempo fsico, al igual
que en el tiempo psicolgico, una sucesin razonada, mediante una reconstruccin operatoria y
ya no intuitiva.
Usando los trminos acuados por Piaget para su descripcin del desarrollo mental,
apreciamos que durante el perodo sensoriomotor, el nio es capaz de ordenar acontecimientos
referidos a su propia accin y posteriormente en s mismos. En el perodo preoperatorio el nio
vive un tiempo totalmente subjetivo, conoce secuencias rutinarias y hacia los cuatro o cinco
aos es capaz de recordarlas en ausencia de la accin que las desencadena. La percepcin
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temporal va unida a la percepcin espacial, as un coche va ms deprisa que otro por el mero
hecho de ir delante. En el perodo operatorio se produce la desvinculacin de la percepcin
temporal con respecto a la percepcin espacial. Al final de este perodo llega el fin del proceso
de adquisicin con la abstraccin del concepto de tiempo (Seisdedos, 1998).
Picq y Vayer (1977) distinguen tres etapas sucesivas en la organizacin progresiva de
las relaciones en el tiempo:
Adquisicin de los elementos bsicos: velocidad, duracin, continuidad e irreversibilidad.
Toma de conciencia de las relaciones en el tiempo: la espera, los momentos (el
instante, el momento justo, antes, durante, despus, ahora, luego, pronto, tarde, ayer, hoy, maana...), la simultaneidad y la sucesin.
Alcance del nivel simblico: desvinculacin del espacio, aplicacin a los aprendizajes, asociacin a la coordinacin.
Si aceptamos la definicin clsica, en cuanto existe orden en el movimiento estamos
hablando de ritmo. El movimiento humano tiene la capacidad de actuar con orden, puede someterse a un ritmo. Las secuencias de movimientos, las praxias, se hacen con un orden determinado, con ritmo. Existen movimientos, como los latidos, las pulsaciones, la respiracin, que
tienen su ritmo y que marcan nuestro propio ritmo vital.
Si consideramos las actividades voluntarias parece que hay personas que de forma general realizan las acciones ms rpidamente que otras. Llegamos as a la nocin de tie mpo psquic o, que quiere decir que cada persona tiene un tiempo personal espontneo que se extiende
a todas sus actividades, tambin se le denomina ritmo espontneo.
La percepcin del ritmo se realiza a la vez que la percepcin de las estructuras y su repeticin. Como ha mostrado Fraisse (1976) claramente, en las formas rtmicas hay siempre dos
componentes: una periodicidad, que se refleja por la recurrencia de grupos idnticos o anlogos, y una estructuracin, que organiza los elementos teniendo en cuenta su duracin, calidad
e intensidad y la relacin existente entre ellos. No hay una estructuracin rtmica que no sea
temporal. Podemos decir que hay ritmo cuando se elaboran organizaciones en funcin de la
periodicidad. El ritmo no es slo el orden en las estructuras, sino el orden en la sucesin de las
estructuras. El orden ms simple es la repeticin de elementos idnticos, es lo que hacen los ritmos biolgicos como el latido cardaco.
Por causa del ritmo ocurre un fenmeno curioso que llamamos sincronizacin que permite que, al seguir un ritmo marcado, el estmulo y la respuesta se presenten al mismo tiempo,
sin lapso de tiempo intermedio. Esto tiene una implicacin social y es que gracias a que las acciones sociales tienen una secuencia de orden establecida podemos sincronizar nuestras actividades con las de los otros y adaptarnos a los ritos y costumbres sociales.
La primera manifestacin del ritmo aparece en el nio con el balanceo de la cabeza. A
los tres aos es capaz de seguir la msica con golpes y distingue el pasado del presente, pero
hasta los siete aos no tiene una autntica conciencia de la duracin.
El ritmo nos introduce en la nocin de intervalo , que es el tiempo vaco existente entre
dos sonidos. Al hablar de intervalo como momento vaco volvemos al contraste tnico, al control y la inhibicin motriz, puesto que, traducido al movimiento, el intervalo es la quietud entre
dos acciones o gestos. El control del intervalo tanto en el plano motor como en el plano espaciotemporal es funcin necesaria para el desarrollo de la integracin del lenguaje.
3.8.- La motricidad fina y la grafomotricidad: las praxias.
En la evolucin de la especie humana la liberalizacin de las manos constituye un hito
clave de su desarrollo. La mano adquiri a partir de ese momento un creciente refinamiento de
sus posibilidades funcionales (oposicin del pulgar, singularizacin de los dedos) lo que aumenCurso La psicomotricidad en el mbito educativo. Murcia, noviembre de 2003
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t las posibilidades exploratorias y la capacidad discriminativa. La evolucin y mejora de la motricidad de la mano manifiesta un control ms refinado y mejora la capacidad de procesar informacin visual para relacionarla con acciones precisas y eficaces (Ruiz, 1987).
La mano es el rgano del tacto activo, percibe al tocar ms que al ser tocada. La informacin la capta principalmente a travs de las posibilidades motrices de los dedos que seleccionan los datos de los objetos que los identifican por su forma, contorno o textura. La mano
es, pues, fundamental para el desarrollo perceptivo, el desarrollo cognitivo y, desde luego para
el desarrollo afectivo (la mano que acaricia). La mano es algo as como nuestro intrprete en la
relacin con el mundo de los objetos.
Desde el punto de vista psicosocial, la mano nos posibilita la autonoma, el dominio, el
descubrimiento corporal, la exploracin espacial, la relacin con los otros. En definitiva, la mano
nos permite la adaptacin al mundo fsico y social. Defontaine resume en cuatro aspectos la
funcionalidad de la mano que puede ser considerada como instrumento, como medio de expresin, como medio de relacin y como medio de especializacin lateral (Defontaine, 1978).
As pues, adems de la especializacin de las manos dentro del cuerpo, tenemos una
especializacin de las manos entre s. En funcin de la dominancia, una mano adquiere unas
competencias distintas o ms precisas que la otra. Las funciones en general de la mano en
cuanto a la educacin de la motricidad fina seran la prensin y la suelta. Desde aqu se abre el
camino hacia la coordinacin visomanual y hacia la grafomotricidad.
Nos interesa la educacin motriz de la mano como un segmento que, dada su importancia en los aprendizajes posteriores y en general en la vida humana de relacin, necesita
ser abordado especficamente, una vez que contamos con un ajuste tnico-postural que nos
permite una adecuada ejecucin de los movimientos amplios (motricidad gruesa).
Al referirnos a la motricidad fina estamos hablando de las praxias, sistemas de movimientos coordinados en funcin de un resultado o intencin y no como fruto del reflejo. No
resulta extrao que las dificultades prxicas o psicomotoras puedan implicar dificultades especficas del lenguaje, principalmente porque stas se materializan mediante alteraciones de la accin, tanto en la oromotricidad (motricidad del habla) como en la micromotricidad (motricidad
fina como la de la escritura).
El lenguaje nace de la accin (secuencializada) para progresivamente liberarse y hacerse independiente de las condiciones sensoriales y motoras de su utilizacin.
Da Fonseca (1988) explica grficamente cmo los movimientos que requieren formas
adaptativas ms elementales, estn integrados en formas adaptativas ms complejas, como
una totalidad sistmica. Por ello el acto de escribir exige una secuencializacin de impulsos seriados dirigidos por el crtex motor y programados en el crtex premotor que comprenden necesariamente subsistemas llamados simples, como la tonicidad y la equilibracin, subsistemas
llamados compuestos, como la lateralizacin, la nocin corporal y la estructuracin espaciotemporal, y por ltimo, subsistemas llamados complejos, como la praxia global y la praxia fina.
Estos ltimos estn ligados al desencadenamiento del movimiento intencional programado y
planificado y constituyen la especificidad de la conducta motriz humana que, gracias al desarrollo de una habilidad tan especializada en el manejo de las manos, ha podido llegar a generar,
mediante la simbolizacin, la expresin de sus sentimientos mediante el arte y la escritura. Tanto a nivel filogentico como ontogentico, antes del lenguaje hablado, el gesto prepara la palabra, la emocin precede a la comunicacin y la comunicacin no verbal da origen a la comunicacin verbal.
El lenguaje escrito constituye la estructura bsica sobre la que se van a edificar los procesos de abstraccin y generalizacin, que caracterizan el pensamiento y los lenguajes superiores. El hecho de realizar una huella grfica representa un determinado grado de desarrollo psicomotriz y afectivo del nio. La evolucin del trazo es la del desarrollo psicomotriz, afectivo y
social del nio que lo realiza.
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llo infantil, en todos sus aspectos. El juego y el movimiento actan como verdadero motor
del desarrollo individual. Consecuentemente la intervencin psicomotriz realizada con nios y
nias en desarrollo, puede y debe beneficiarse de las posibilidades que aporta la conducta
ldica.
Gracias al juego, el nio puede reducir las consecuencias de sus errores (exploracin)
superar los lmites de la realidad (imaginacin, simbolizacin), proyectar su mundo interior y
mostrar su forma de ser (creatividad, espontaneidad), divertirse, incorporar modelos y normas (asimilacin) y desarrollar su personalidad (Berruezo, 1999b).
El juego aparece en la conducta infantil desde el nacimiento (quiz antes, en el seno
materno) y sigue una lnea evolutiva. Los primeros juegos se van desarrollando a medida
que el beb va progresando en el control de su cuerpo: son los llamados juegos motores que
caracterizan los dos primeros aos de vida. A travs de estos juegos el nio explora el ambiente y descubre sus posibilidades de accin. Se trata de un juego solitario, con objetos y
muy repetitivo.
Hacia los dos aos, los nios y las nias empiezan a poder representar lo que no est
presente. Aparecen los juegos de ficcin en los que los objetos se transforman para simbolizar otros que no estn presentes. En este juego simblico, el nio o la nia adopta papeles
que representa haciendo uso de los datos que han recogido de su experiencia o de la observacin de las personas que en realidad desempean esos papeles (padres, maestros, tenderos). Los juegos de ficcin dominan fundamentalmente la etapa que va de los dos a los
siete aos, y es la simbolizacin lo que posibilita la ficcin y la prdida progresiva del egocentrismo. Es preciso que exista la distincin entre la esfera de lo real y la de lo fingido para
que el juego pueda iniciarse y mantenerse.
En torno a los siete aos el juego infantil sufre una reorientacin: aparecen los juegos de reglas, que se basan en el desarrollo anterior, pues necesitan del dominio de los esquemas motores y de los smbolos que ahora se integran y se subordinan a las normas o
reglas del juego. Es importante el carcter resolutivo que tienen las reglas y cmo obligan a
los jugadores personal y colectivamente. Para que exista el juego de reglas tiene que existir
un desarrollo cognitivo que permita el uso de operaciones mentales sin referencia a la realidad y, consecuentemente, reversibilidad del pensamiento.
Se puede distinguir, al margen de este esquema evolutivo que suponen los juegos
motores, simblicos y reglados, un tipo de juego que aparece de manera transversal al desarrollo: se trata de los juegos de construccin. Estos juegos no son caractersticos de una
edad determinada, sino que el tipo de construcciones vara en funcin de los intereses y posibilidades que proporciona cada momento del desarrollo.
La psicomotricidad ha de tomar elementos y datos del juego infantil para conducir adecuadamente el proceso de su desarrollo. Por ello existen propuestas concretas de utilizacin del
juego en el mbito escolar (Lzaro, 1995) bien como fuente de observacin y anlisis, bien como elemento de intervencin sobre determindas conductas, situaciones o problemas.
El juego slo necesita tres condiciones para desarrollarse adecuadamente (Vaca, 1987):
un tiempo, un espacio y un marco de seguridad. Estas tres cosas se encuentran en la intervencin psicomotriz: una sesin, una sala y un psicomotricista. Las condiciones son favorables, la
actividad es coherente con el desarrollo de los patrones evolutivos de desarrollo (afectivo, cognitivo y motor), slo queda saber utilizarlo de manera rentable para el objetivo de la intervencin psicomotriz.
4.2.- Los parmetros psicomotores.
Se denominan parmetros psicomotores a los elementos a partir de los cuales puede
ser analizada la expresin de la actividad del nio desarrollada en la intervencin psicomotriz
(Arnaiz y Lozano, 1996). Se analizan, pues los diversos aspectos que interactan con el indiviCurso La psicomotricidad en el mbito educativo. Murcia, noviembre de 2003
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duo en tal situacin, a saber: el movimiento, la utilizacin del espacio y del tiempo, as como la
relacin con los objetos (materiales y mobiliario) y las personas (adultos y compaeros).
Los parmetros ponen de manifiesto, adems de la relacin del nio con el mundo que
le rodea, su manera de ser, sus emociones, su control y su capacidad. Por ello observar atentamente al nio actuando nos permite comprender la totalidad corporal que est viviendo, entender las manifestaciones de su personalidad, as como las necesidades o demandas que plantea.
Los parmetros psicomotores comnmente considerados en el anlisis de la actividad
desarrollado en la sesin de psicomotricidad son:
El movimiento. La actividad sensoriomotriz que el nio realiza pone de manifiesto su vida afectiva y su desarrollo cognitivo. Fundamentalmente se ha de considerar la destreza
o torpeza, la coordinacin y disociacin de las acciones, la calidad de los desplazamientos, la tonicidad, la vivencia placentera o displacentera del movimiento. Factores como
el mantenimiento de la postura, el desequilibrio, la hipertona, las disarmonas o los balanceos nos indican situaciones de bloqueo o conflicto sobre las que habr que intervenir.
El tiempo. Con la ayuda del adulto el nio tiene que aprender a establecer mediante seales, momentos y perodos de tiempo estructurado. El tiempo es la duracin de la vivencia, del movimiento, de la accin, de la relacin. La capacidad de trabajar con sucesiones de acciones (circuitos de actividad) y con el concepto de duracin (tiempo de uso
de algn material) le va a ir proporcionando control sobre el tiempo. La sesin tiene un
ritmo y unos momentos (dispositivo temporal) que ayudan a conocer y estructurar el
tiempo.
Los objetos. La relacin con los objetos marca la evolucin de la motricidad (prehensin,
locomocin), de la afectividad (relaciones objetales) y del pensamiento (percepcin, clasificacin). La utilizacin de los objetos en la sesin de psicomotricidad puede ser muy
diferente: desde la exploracin al uso simblico o la representacin hasta como intermediario en la relacin.
Los otros. La relacin con los compaeros introduce un componente muy enriquecedor
en la actividad que desarrolla el nio en la sesin. Los otros pueden colaborar o aislar,
pueden satisfacer o frustrar deseos, todo lo cual genera emociones y reacciones. Los n
itercambios con los dems, la m
i itacin, la comunicacin, el respeto a sus acciones o
producciones intervienen constantemente en la actividad individual. Tambin la relacin
con el adulto tiene importancia, la aceptacin, rivalidad, provocacin o seduccin que el
nio dirige hacia el adulto refiere igualmente su situacin y sus posibles conflictos personales.
Como puede apreciarse, muchas y muy diversas son las variables a tener en cuenta
cuando se desarrolla una intervencin psicomotriz. De ah la necesidad de que el psicomotricista
tenga una gran disponibilidad y atencin a las demandas y necesidades de cada uno de los
nios y nias que participan en la sesin y que cuente con una buena preparacin para responder adecuadamente a las mismas.
4.3.- La observacin y el diagnstico psicomotores.
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Los dos elementos de control o evaluacin de situaciones, procesos o resultados con los
que cuenta la intervencin psicomotriz son la observacin psicomotriz y el diagnstico (balance)
psicomotor.
La observacin nos proporciona una informacin cualitativa mientras que el balance nos
ofrece una informacin cualitativa, normalmente en forma de perfil de competencias psicomotrices.
La observacin psicomotriz , si pretende ser organizada y sistemtica, ha de estructurarse a modo de registro de los diferentes parmetros psicomotores. De este modo se pretende analizar en la actividad de cada nio (Arnaiz y Lozano, 1996):
Su movimiento: los tipos de movimiento (balanceos, giros, cadas, marcha, carrera, saltos, gateo, trepa...), la calidad de los mismos (coordinados, armnicos,
rpidos, circulares...), la implicacin de partes del cuerpo (tronco, cabeza, brazos, piernas...), la postura (de pie, tumbado, sentado, agachado. en equilibrio...), la tonicidad (relajado, elstico, hipertnico...) y cuando y cmo manifiesta placer (sonre, llora, grita, gesticula, verbaliza...).
Su utilizacin del tiempo: duracin de cada una de las actividades que realiza y
de la ocupacin de los diferentes lugares.
Su relacin con los objetos: qu objetos utiliza (bancos, colchonetas, telas, cojines, aros, pelotas...) y cmo los utiliza (explora, guarda, mira, retiene, comparte, quita, golpea...)
Su relacin con los otros: cul es su actitud ante el juego (participa, propone,
acepta...), cmo es su relacin en el juego (solitario, en pareja, en grupo reducido...) y cmo es la relacin con el adulto (aceptacin, bsqueda, provocacin,
agresin, colaboracin...).
Una observacin continuada establece una lnea de evolucin de los sujetos que participan en la intervencin, e igualmente permite comprender las diferencias y peculiaridades de
cada sujeto.
El diagnstico psicomotor, entendido como una prueba o conjunto de pruevas que
pretenden evaluar el desarrollo psicomotor del nio o sus competencias motoras viene siendo
utilizado desde los inicios de la psicomotricidad (Berruezo, 1999a). La primera prueba
verdaderamente de evaluacin psicomotriz es la de Ozeretsky (1936) que fue revisada y
adaptada por Guilmain (1948), autor del primer examen psicomotor. Posteriormente surgen
pruebas encaminadas a la valoracin de determinados aspectos del desarrollo infantil, que
inciden en la importancia de la organizacin psicomotriz, tales como el test de imitacin de
gestos de Bergs-Lzine, la prueba de ritmos de Mira Stambak, el anlisis del comportamiento
de Wintrebert, los test de imitacin de la motricidad facial de Kwint, los cubos de Kohs, el test
de la figura de Rey, etc. Tras todo esto empiezan a proliferar los balances psicomotores, como
el de Picq y Vayer, que elaboran un perfil, con puntuaciones en trminos de edades relativas
correspondientes a los distintos aspectos psicomotores, medidos mediante diversas pruebas. En
la actualidad al oferta es variada y unos exmenes se diferencian de otros por la mayor o
menor incidencia de las pruebas en determinados aspectos.
Quiz convenga aclarar los trminos que se utilizan para designar las pruebas y
valoraciones de la evaluacin psicomotriz. Se denomina test a una tarea especfica que el sujeto
debe realizar y que explora una cualidad o aspecto preciso de su funcionamiento psicomotor.
Batera es el conjunto de tests que tienen la intencin de valorar y medir diferentes aspectos de
la totalidad psicomotriz. Escala es el conjunto de pruebas conformadas de modo que se
establezca una dificultad gradual para explorar minuciosamente diferentes sectores del
Curso La psicomotricidad en el mbito educativo. Murcia, noviembre de 2003
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Los resultados de las diversas pruebas se plasman en un perfil que manifiesta el estado
del sujeto con respecto a su edad correspondiente, los aspectos en que su desarollo es normal
o elevado, frente a los que se encuentran en fases anteriores a las que se ajustan a su edad.
Para nios de dos a cinco aos describen una versin algo reducida a la que llaman
examen psicomotor de la primera infancia . Las pruebas son seis:
- coordinacin visomanual;
- coordinacin dinmica;
- control postural (equilibrio);
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