Cómo Enseñar Investigando PDF
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Anlisis de las
percepciones de tres equipos docentes con
diferentes grados de desarrollo profesional1
GABRIEL TRAV GONZLEZ
FRANCISCO POZUELOS ESTRADA
Facultad de Ciencias de la Educacin, Universidad de Huelva, Espaa
PEDRO CAAL DE LEN
Facultad de Ciencias de la Educacin, Universidad de Sevilla, Espaa
Este artculo se inscribe en el proyecto de investigacin SEJ2004-04962/EDUC aprobado en el Plan Nacional de I+D+i
(convocatoria 2004-2007) con el ttulo: Un estudio sobre los obstculos y dificultades didcticas del profesorado de primaria en el diseo
y puesta en prctica de procesos de investigacin escolar: elaboracin y experimentacin de una propuesta para la formacin del
profesorado, que desarrolla el Grupo de Investigacin GAIA (Programa IRES) http://www.uhu.es/gaia/.
Antecedentes
La relacin existente entre la prctica innovadora y el nivel de desarrollo profesional resulta evidente.
Las caractersticas de las experiencias docentes basadas en la innovacin o, en el caso que nos ocupa, en la
enseanza por investigacin, dependen en gran medida del grado de desarrollo profesional del
profesorado. As, los profesores innovadores suelen valorar positivamente las aportaciones de la enseanza
por investigacin, mientras que los docentes con menor desarrollo profesional, en mayor medida
dependientes del libro de texto, expresan opiniones contrarias. Veamos con mayor detenimiento ambas
posiciones.
El profesorado con mayor nivel de desarrollo profesional expresa valoraciones positivas del cambio
educativo en aspectos como los siguientes:
a)
Tassell (2003, p. 86) manifiesta textualmente: cada vez que he participado en un proyecto de
investigacin en el contexto de aula, he podido apreciar y afirmar el papel que ha
desempeado en mi desarrollo profesional. Pero no solamente ha aumentado el conocimiento profesional en el caso de la maestra, tambin se ha incrementado el conocimiento
escolar en los propios alumnos. As, prosigue, recuerdo el comentario de Melanie (...) Desde
luego, ahora s un montn. Mira lo nico que haba escrito antes (p. 87). En un sentido
similar se expresa Daz et al. (2004, p. 74), al investigar con un equipo de profesores las ideas
previas de los alumnos, con esta interaccin se favorece un conocimiento profesional
bastante verstil y significativo.
Revista Iberoamericana de Educacin (ISSN: 1681-5653)
b)
que merece la pena destacar aqu es que llevar a cabo un proyecto de este tipo requiere una
considerable interaccin y cooperacin entre miembros de la comunidad, directores,
profesores y estudiantes. Esta afirmacin es compartida por Roletto (1998), cuando define el
aula como una comunidad de aprendizaje envuelta en el tratamiento de problemas y la
investigacin compartida.
d)
Peterson (1999, p. 111), en una experiencia educativa relacionada con la constitucin de escuelas democrticas en un contexto intercultural deprimido, mantiene la necesidad de
articular el currculum mediante situaciones problemticas vinculadas con el entorno vivencial
del alumno pensando, investigando y escribiendo sobre nuestra comunidad, los nios
LAS TECNOLOGAS DE LA INFORMACIN (TIC) TIENEN EN LA ENSEANZA POR INVESTIGACIN UNA DE LAS
ESTRATEGIAS QUE MEJOR PUEDEN APROVECHARLAS
Existen distintos modelos y propuestas para trabajar la investigacin escolar con el uso de las
Tecnologas de la Informacin y Comunicacin: aprendizaje por proyectos, aprendizaje basados en proyecto globales, modelo Big6, webquest y proyectos telecolaborativos (Pozuelos,
2005). En el caso que nos ocupa, las webquest representan para Martnez Bonaf y Adell
(2003, p. 174) un tipo de actividad didctica basada en presupuestos constructivistas y que
En este sentido, Welss (2000) sostiene que la mayora del mundo occidental muestra sin
lugar a dudas el hecho de que los profesores han sido preparados para verter conocimientos
en los estudiante ms que estimularlos a que pregunten y a que busquen el modo de
resolver los problemas (Barrio, 2000, p. 31).
b)
Sharan y Sharan (2004) aluden a cmo al equipo docente que particip en el estudio que
realizaron le result particularmente difcil alejarse de las asignaturas como centro del
currculum, porque las escuelas estn organizadas alrededor de este supuesto (p. 27).
c)
Short y otros (1999), en los estudios que realizan sobre la investigacin escolar, manifiestan
que quedan muchos interrogantes respecto de cmo relacionar entre s las distintas
indagaciones con el transcurso del tiempo (p. 34).
d)
ES DIFCIL DE PLANIFICAR
Wells (2003), tras analizar diversas experiencias exitosas de indagacin escolar, se pregunta
cmo podra suscitarse con mayor regularidad acontecimientos y procesos de este tipo
(p. 31). Resaltando de esta forma la dificultad existente para establecer un formato de
planificacin lo suficientemente flexible y, a su vez, estable, como para poder adaptarse y ser
utilizado en distintos casos.
Caal, Pozuelos y Trav (2005), por su parte, resaltan un conjunto de aspectos caractersticos de la
investigacin escolar que pueden dar lugar a importantes dificultades de implementacin:
La organizacin del conocimiento escolar en forma de currculum integrado y en torno al trabajo sobre problemas de la realidad socionatural.
Este dilema entre factores positivos y negativos al valorar las propuestas de investigacin escolar,
pone en evidencia la necesidad e inters de profundizar en el anlisis de experiencias concretas de
enseanza de enfoque investigador (Caal, 2000). El estudio detenido de casos particulares permitir
profundizar en las cuestiones controvertidas y comprender mejor las dificultades y obstculos concretos que
encuentra la puesta en prctica de la opcin investigadora por equipos docentes con diferentes niveles de
desarrollo profesional y, en concreto, de experiencia con esta metodologa.
Analizar las percepciones de los maestros sobre los procesos de enseanza por
investigacin implementados en sus clases.
b)
c)
En coherencia con los resultados obtenidos, esbozar una hiptesis de progresin sobre el
desarrollo profesional de los maestros en relacin con las enseanzas organizadas en torno
a procesos de investigacin escolar.
En un trabajo anterior (Pozuelos y Trav, 2004) realizamos un anlisis sobre el punto de vista de los
futuros docentes sobre la investigacin escolar. La presente aportacin estudia las perspectivas de un
conjunto de docentes en ejercicio. La serie se cerrar en breve con la exposicin de varios estudios de caso
concretos en los que se explora en profundidad experiencias docentes en torno a estrategias de enseanza
por investigacin.
Aspectos metodolgicos
El estudio se ha realizado sobre varios equipos de maestros y maestras de educacin Primaria de la
provincia de Huelva, de colegios pblicos que iniciaban o realizaban habitualmente experiencias de investigacin
escolar en sus clases, asesorados, en algunos casos, por miembros de nuestro grupo de investigacin.
Los grupos participantes presentaban situaciones educativas y sociales diferentes, con las siguientes caractersticas:
PRIMER EQUIPO. Formado por tres maestros y dos maestras de un colegio de una zona agrcola.
Se trata de un grupo que se inicia en tareas de investigacin escolar con la elaboracin de una
unidad didctica de Conocimiento del Medio, utilizando las TIC.
SEGUNDO EQUIPO. Formado por cuatro profesores y una profesora de un colegio de una
localidad perifrica de Huelva capital. Se trata de un grupo que ya ha tenido algunas experiencias espordicas de investigacin en el aula en el transcurso del tiempo. En este caso
desarrolla una unidad didctica investigadora titulada: De Tartessos a nuestros das.
TERCER EQUIPO. Compuesto por cuatro maestras y dos maestros de un colegio de una barriada
popular de Huelva. El grupo posee una consolidada tradicin innovadora, as como un notable
desarrollo profesional, implementando en este caso una unidad didctica sobre la alimentacin.
BLANCO M. T., et al. (1994): Unidad didctica El Ro, en POZUELOS, F. J. (coord.): Unidades didcticas. Fundamentos y
prctica. Huelva, Consejera de Educacin y Ciencia, Junta Andaluca.
MORENO, P., y SNCHEZ, F. J. (1994): Unidad didctica Juegos y juguetes, en POZUELOS, F. J. (coord.): Unidades
didcticas. Fundamentos y prctica. Huelva, Consejera de Educacin y Ciencia, Junta Andaluca.
Revista Iberoamericana de Educacin (ISSN: 1681-5653)
CUADRO 1
Categoras, subcategoras y preguntas para el estudio de los procesos
de investigacin escolar en la enseanza primaria
CATEGORA
SUBCATEGORAS
PREGUNTAS
1) Estrategias de enseanza
basadas en la investigacin
escolar
- Definicin
- Historia
Qu es la investigacin escolar ?
Crees que es un enfoque muy
novedoso?
2) Finalidad y funcionalidad de la
investigacin
- Intenciones educativas
4) Implementacin de estrategias
de investigacin escolar
- Permanencia y cambios
5) Valoracin
- Satisfaccin y necesidades
Qu aspectos se modifican y
cules permanecen invariables?
En qu grado se ven atendidas las
expectativas y esfuerzos
Qu demanda el profesorado
participante?
Las crticas vertidas tradicionalmente a este tipo de enfoque subrayan, por una parte, los
obstculos e inconvenientes de su puesta en prctica y relativizan, por otra, sus cualidades y
ventajas. Con esta categora se trata de explorar un conjunto de indicadores que expresen
las posibilidades reales que perciben los profesores al respecto, considerando los aspectos
que dificultan y facilitan la realizacin prctica de las opciones investigadoras.
4)
Una experiencia innovadora es, en cierta medida, una aventura y como tal genera
satisfacciones, a la vez que plantea necesidades. En esta categora se aborda el estudio de
los aspectos que resultan ms gratos y que, por tanto, encierran mayor potencial de cambio,
en principio, pero sin olvidar los requerimientos de la implementacin de procesos de
investigacin escolar en las aulas.
Resultados de investigacin
Los datos bsicos de nuestro anlisis se han obtenido, como se expuso anteriormente, de las
entrevistas realizadas a los tres equipos de maestros y de las anotaciones realizadas en el diario del
investigador. En lo que sigue se describe el tratamiento de los datos relativos a cada una de las dimensiones
analizadas.
1.
Cuando se estudian las concepciones del profesorado respecto a la nocin de investigacin escolar,
se advierte en primer lugar la diversidad semntica del trmino. No existe entre el profesorado participante
un concepto aceptado por unanimidad, sino distintas formas de entender este enfoque metodolgico.
En el primer equipo, constituido por profesores que se inician en estas estrategias, se concibe la
investigacin escolar como un trabajo previo que se realiza con los alumnos antes de comenzar la unidad
didctica. As, explican, por ejemplo, que cuando estudiamos la vida de un poeta o la historia de Niebla,
comenzamos visitando la casa de Juan Ramn Jimnez o la ciudad de Niebla. Hay un trabajo inicial, una
motivacin de los nios para empezar a trabajar. Una vez que conocen la casa o la historia, empezara lo que es
la unidad didctica, con unos conocimientos previos del trabajo de investigacin que han hecho al principio.
En cuanto a la dinmica del proceso de investigacin, ste se circunscribe a actividades
propiamente escolares y centradas en la bsqueda bibliogrfica ellos buscan la informacin y la resumen
con el profesor. Despus uno ve sus trabajos y el resultado es bastante positivo (Entrevista 1, pp. 1, 2).
El segundo equipo, formado por profesores que vivieron algunas experiencias investigadoras, pero
que posteriormente abandonaron estas estrategias, se entiende la investigacin escolar como sinnimo de
investigacin cientfica educativa. Consideran que investigar es aplicar determinados mtodos, recoger datos y
establecer conclusiones de lo estudiado. Las palabras claves en una investigacin son experimentar, buscar...
(...) Entiendo investigar en trminos cientficos, es decir, es la tarea del cientfico que investiga en educacin.
No obstante, en este equipo de profesores se percibe la existencia de algunas diferencias entre los
mtodos y las finalidades de ambos tipos de investigacin. As, en cuanto al mtodo, mencionan que en
una tesis doctoral se plasman las conclusiones, se utilizan ms parmetros e indicadores. Y aunque
encuentran similitudes entre las finalidades de la investigacin cientfica y la investigacin escolar, indicando
simplificadoramente queel trabajo del maestro y el trabajo del cientfico es el mismo, tambin subrayan
algunas diferencias contextuales, notablemente ambiguas: el maestro posee ventajas, porque mantiene un
contacto diario con los alumnos en las tutoras, en clase; conoce a la familia, al entorno (Entrevista 2, p. 1).
En el tercer aquipo entrevistado, formado por profesores experimentados en investigacin escolar y
con un notable nivel de desarrollo profesional, se define la investigacin escolar como proceso de bsqueda
conjunta de profesores y alumnos: el sentido de investigar es buscar con los nios soluciones a cuestiones y
asuntos que creemos importantes. Se concibe, pues, que la investigacin escolar se debe considerar desde
dos puntos de vista complementarios: Uno, investigar en el aula desde el punto de vista del profesorado,
reflexionando sobre lo que ocurre en el aula y ver qu posibilidades de mejora hay; y otro, desde el punto de
vista de los nios, para tener un currculum interesante.
En este caso, por tanto, se entiende la investigacin escolar en un sentido ms amplio, incorporando
su consideracin como actividades de indagacin desarrolladas por los docentes para comprender mejor
los procesos de enseanza y aprendizaje que promueven en sus aulas (a veces con asesoramiento externo).
Se trata entonces de averiguar qu es lo que ocurre dentro del aula con las personas que normalmente
estn all y quizs con la ayuda de alguien que asiduamente acude al aula. Y siempre entendiendo el aula
en un sentido amplio y no slo como una sala encerrada en s misma (Entrevista 3, pp. 1, 2).
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Las concepciones sobre la investigacin escolar, como podemos comprobar, difieren claramente de
unos casos a otros, y ello conduce a diferentes prcticas. Cuando se considera (primer equipo) que esta
opcin tiene una funcin de motivacin inicial del alumnado y se plasma en actividades de bsqueda de
informacin en fuentes bibliogrficas, el equipo docente centrar su atencin en la seleccin de buenas
estrategias motivacionales y en la adecuacin de la bibliografa a la edad y al estado evolutivo del alumnado.
Cuando se identifica la investigacin escolar con la investigacin cientfica educativa (segundo caso),
este tipo de concepcin repercute sobre la prctica profesional haciendo que los maestros consideren que
los procesos de investigacin escolar deben realizarse con un mayor rigor metodolgico, a fin de acercarlos
al canon de la investigacin cientfica educativa. Lo que se enlaza con la consideracin de que la opcin
investigadora exige un notable incremento de la jornada laboral y el ritmo de trabajo, exigencia que
difcilmente est dispuesto a cubrir el profesorado.
Por ltimo, cuando la investigacin escolar se percibe (en el tercer caso) como un proceso de
bsqueda, compartido por profesores y alumnos, tratando de comprender problemas de la realidad
socionatural y de su investigacin en el aula, el equipo de profesores estar preocupado fundamentalmente
por realizar una buena planificacin de los procesos de investigacin y lograr un adecuado y fructfero
desarrollo de los mismos, aunque percibiendo con cierta tranquilidad y sosiego esta estrategia
investigadora, en la confianza de que es una opcin que tanto el alumnado como el profesorado deben ir
dominando progresivamente y que producir mejores frutos a medida en que sus protagonistas se
familiaricen mejor con la misma a lo largo del tiempo.
2.
La coincidencia entre los tres equipos docentes, respecto a los fines y relevancia que atribuyen a la
investigacin escolar, representa la nota ms caracterstica de esta segunda categora. Existe sintona, en
primer lugar, en cuanto a destacar la finalidad cultural-intelectual de la estrategia investigadora. Y tambin,
en segundo lugar, en subrayar la finalidad prctica de estos procesos. En todos los casos, adems, se
coincide en olvidar la finalidad crtica y transformadora de la realidad social que constituye otra dimensin
caracterstica de la investigacin escolar.
Respecto a la finalidad cultural-intelectual, se afirma que los nios que trabajan con este proceso
de investigacin poseen un mayor bagaje cultural (Entrevista 3, p. 4). Aunque tambin se registran opiniones
que reflejan un cierto relativismo en los beneficios reportados por esta opcin:No creo en un mtodo que
salve a un cien por cien de los alumnos (...). Tampoco es una regla exacta que los nios que trabajan con
unidades didcticas y hacen investigaciones son estupendos y maravillosos.
Este tipo de finalidad posee, adems, un fuerte componente propedutico el nio cuando salga
debe estar preparado para seguir estudiando y trabajando en los niveles superiores, y para salir luego al
mundo competitivo en el que tiene que vivir (Entrevista 1, p. 9).
En cuanto a la finalidad prctica de la investigacin escolar, en el primer caso se considera que hay
mucha diferencia entre lo que es coger siempre un libro de texto y que los nios, fuera del colegio, puedan
saber navegar, buscar sus documentos en la red, puedan escribir sus propios textos o hacer un resumen
(Entrevista 1, p. 9). Una opinin que es refrendada tambin por los profesores del tercer colegio al opinar
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sobre los alumnos investigadores: son mucho ms creativos a la hora de expresarse y de buscar
informacin (Entrevista 3, p. 4).
La funcionalidad de los aprendizajes derivados de esta opcin se vera reflejada en la mayor solidez
y persistencia de los mismos: Estudiar o aprender investigando es importantsimo. Es un mtodo de asimilar
conceptos que muy difcilmente se les va a olvidar, porque son ellos mismos los que buscan el trabajo y la
informacin y eso se les va quedando (Entrevista 1, p. 2). Un resultado que relacionan tambin con el
acercamiento a los intereses de los alumnos: genera mayor motivacin, debido a que es un proceso ms
atractivo para los nios (Entrevista 3, pp. 4 y 9).
En conjunto, los datos obtenidos de las entrevistas indican una tendencia general a priorizar la
finalidad cultural, intelectual o propedutica frente a otro tipo de intencionalidad educativa. Los profesores de
la muestra estn preocupados en alto grado por demostrar que este enfoque metodolgico cubre los
requisitos curriculares exigidos por la administracin educativa y por los propios padres. Como afirma uno
de los profesores: cuando se comenz con el proyecto, los padres queran saber si verdaderamente sus
hijos iban a recibir el conocimiento que haba en los temarios o no. Y bueno, se han visto los resultados y las
familias estn contentas (Entrevista 1, p. 10). La presin burocrtica y paterna, que incide directamente en
recalcar la importancia de los contenidos escolares, se observa tambin en lo expresado por uno de los
profesores del tercer colegio; La propedutica est ah siempre: que si tienen que ir al instituto, que si van a
estudiar no s qu... Y para el maestro eso es una espada de Damocles que siempre tiene encima
(Entrevista 3, p. 4).
El predominio de las constantes exigencias de la finalidad cultural-propedutica parece provocar la
reticencia del profesorado a promover otras intencionalidades educativas ms orientadas hacia la funcionalidad y el desarrollo de capacidades. Posiblemente por ello es por lo que slo se menciona de soslayo
la finalidad prctica (investigar para saber desenvolverse en la vida) y se olvida la finalidad crtica (investigar
para aprender a reflexionar, cuestionar e intervenir en la realidad para transformarla).
3.
Una de las limitaciones que ms se repite entre los casos aqu estudiados tiene que ver con el
aumento de dedicacin horaria que las nuevas tareas parecen exigir al profesorado innovador, un
aspecto antes destacado, por ejemplo, por Adelman y otros (2003). El esfuerzo que conlleva la
introduccin de innovaciones, puede llevar a sentirse desbordados a unos docentes que, poco a
poco, ven como se les suman nuevas responsabilidades y tareas sin que se contemplen medidas
de apoyo, con lo que la nica salida posible es la intensificacin laboral y el desgaste que ello
implica. Este sentimiento se expresa en nuestro estudio, y tanto en los equipos menos formados:
11
estos dos aos estbamos dedicados casi exclusivamente, en cuerpo y alma, a esto; porque
requiere mucho tiempo (Entrevista 1, p. 12); como en los ms expertos en estas estrategias:
necesitas un tiempo de preparacin, de documentacin para preparar materiales alternativos y, en
ese sentido, el horario laboral del profesorado est muy desequilibrado: se tienen muy pocas horas
no lectivas y mucho tiempo lectivo (Entrevista 3, p. 3).
An as, el peso del incremento temporal vara segn el nivel de desarrollo del equipo. Para los que
se inician, todo se mejorara con un reconocimiento y mejora en el horario por parte de la
administracin educativa (medida externa). Para los ms experimentados, sin embargo, esa
decisin no cambiara el problema: aunque tuvisemos muchas horas, al final nos falta tiempo
(Entrevista 3, p. 7). Desde esta posicin ms avanzada se expresa, adems, la necesidad de
aprender a gestionar el tiempo e implementar pautas que permitan aprovechar mejor los periodos
existentes: Por ejemplo, hay aspectos que lo pueden abordar dos cursos a la vez, mientras uno
libera haciendo producciones en otro lugar. Y ms con el nmero de alumnos que estamos
manejando ahora (Entrevista 3, p. 8).
De alguna manera, en los tres casos se alude a mejoras que combinan la oferta externa (normativa
ms flexible, reconocer como ocupacin laboral ciertas actividades fuera del aula, etc.) y un desarrollo
mas racional e innovador de las tareas investigadoras del profesor en la prctica (medida interna).
b)
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La paradoja resulta evidente: no se dispone casi nunca de ocasiones para adquirir un bagaje
experiencial que es necesario, pero que slo se puede lograr si se viven reiteradamente procesos
de investigacin escolar en la prctica. Con el conocimiento vivencial bsico que se lograra con
estas experiencias personales ya se estara en disposicin de abordar las primeras tentativas
personales, de forma que, mediante la prctica y la reflexin compartida y fundamentada, se
podra avanzar en el dominio de las estrategias investigadoras y, con ello, potenciar fuertemente los
procesos de desarrollo profesional.
c)
La presin social se deja sentir de manera clara cuando se hace referencia a los contenidos
tradicionales. Salirse de la lgica academicista despierta una serie de dudas que, al final, afectan a
la seleccin de los conocimientos escolares: No hemos renunciado a los contenidos; de hecho, al
final estamos seguros de que, por lo menos aqu, nos los iban a demandar los padres y el resto de
los compaeros (Entrevista 1, p. 9). El enciclopedismo disciplinar est tan fuertemente arraigado en
la tradicin escolar que llega a convertirse en un referente obligado, olvidndose otras
posibilidades. Todo parece subordinarse al desarrollo lineal y completo de las asignaturas, lo que
representa un obstculo de gran importancia para la aceptacin de un modelo como el de
investigacin escolar, que conduce en primaria a planteamientos interdisciplinares y ms prximos
a los objetos de estudio que ofrece el entorno que a las generalizaciones de las disciplinas
tradicionales. Argumentan los profesores: es que hay un montn de cosas que tenemos que dar, ...
y llega un momento que es imposible. Y, aparte de que hay poco tiempo para trabajar, a m
tambin me limita... el currculum de los nios, vamos lo que hay establecido... (Entrevista 3, p. 4).
La limitacin que se deriva de la comn organizacin disciplinar de los conocimientos escolares
afecta de manera radical a los maestros principiantes innovadores, que en muchos casos se
aventuran a desarrollar en sus aulas procesos de orientacin investigadora escolar, pero acaban
dando a stos un carcter ms formal que real. As, lo ms frecuente es que lleguen a introducir
cambios en la metodologa de enseanza, pero sin alterar la organizacin disciplinar del conocimiento escolar.
Las declaraciones del equipo menos experimentado ponen de relieve la dificultad de superar los
estereotipos disciplinares: Los nios investigan en el rea de Conocimiento del Medio, en concreto
la Historia (aunque tambin haba otras temticas), pero al final nos centramos en la Historia y sali
bastante bien el que buscaran su material (Entrevista 1, p. 1). Cuando se avanza en el desarrollo
profesional, tambin se ven afectadas las concepciones clsicas sobre el currculum, ante la
evidente necesidad de llegar a unos esquemas de organizacin del mismo y de su desarrollo en las
aulas que resulten ms relevantes y prximos para los que aprenden. Como sostiene el equipo
ms experto, para abordar cuestiones sustantivas se precisa de un currculum interesante, con
objetos de estudio que les resulten atrayentes a los alumnos. Y al mismo tiempo intentar solucionar
los problemas e interrogantes que plantean (Entrevista 3, p. 1).
d)
Las limitaciones didcticas de los materiales con los que se suele trabajar en las aulas tradicionales
constituyen generalmente otro obstculo importante para los maestros interesados en la opcin
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investigadora. Sobre todo en sus primeros intentos, en los que han de afrontar el apabullante
predominio de los libros de texto. Anclados en la lgica y en los particulares requerimientos de la
enseanza transmisiva, los libros de texto y, sobre todo, la forma en que habitualmente se utilizan,
dificultan muy poderosamente el desarrollo de los planteamientos investigadores, que exigen el
empleo de diversas fuentes de informacin.
En nuestro estudio hemos tenido ocasin de comprobar, no obstante, que ya en los planteamientos
del equipo de menor formacin y experiencia en la opcin investigadora se relativiza en alguna
medida la importancia de este recurso. Se registra al respecto la afirmacin de que hay algunas
cosas de las que vienen en el libro (de texto) que no tienen nada que ver con lo que nosotros hemos
puesto (Entrevista 1, p. 7). Una tendencia que se afianza ms al considerar otras variables
despreciadas por la enseanza tradicional, como se manifiesta en el segundo equipo cuando
declara que tambin es importante utilizar primero el inters de los alumnos (ejemplo del alumno
que lleva a clase un tritn) y luego utilizar el libro (Entrevista 2, p. 2). Y, en los equipos ms
experimentados, cuando ya se contemplan las situaciones de enseanza y aprendizaje en relacin
con una rica diversidad de fuentes de informacin, tanto textuales (biblioteca de clase), como
digitales o fsicas (contacto con aspectos del medio o con personas del entorno). Pero es claro que
liberarse de las ataduras de los manuales escolares, en su uso tradicional, no es nada fcil, sobre
todo por su extendida aceptacin acrtica como recurso central e imprescindible de la enseanza.
Pero tambin es necesario mencionar, junto a los anteriores obstculos, la incidencia de algunos
factores que, con su presencia, ayudan a implementar la opcin investigadora, agilizando el
proceso. Destacamos, entre otros, los siguientes:
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Asesoramiento colaborativo
Todas las entrevistas hacen referencia al asesoramiento recibido o lo expresan como una
necesidad de primer orden. El apoyo externo se identifica con un agente colaborador que se
implica y participa, nunca como un experto que prescribe soluciones: Pero, y esto es
importante, tiene que haber mucha unin y ligazn con la persona que viene de fuera (asesor);
que no sea alguien extrao, impuesto o que venga de sabiondo, ni alguien que venga de
experto... (Entrevista 3, p. 6)
La labor demandada a los asesores, siempre identificada en positivo, tambin se percibe con
matices: ms tcnica cuanto menos experiencia tiene el equipo y ms colaborativa y crtica
cuanto mayor es el nivel de desarrollo profesional y de seguridad en relacin con el modelo de
investigacin escolar.
4.
Todo proceso de innovacin educativa deja unas huellas que testimonian la evolucin seguida en
su curso. Pero no todo se traduce en cambios, ni cualquier aspecto es igualmente susceptible de
transformacin. Se observan, ms bien, desarrollos progresivos y asimtricos de algunos rasgos,
dependiendo directamente de la tradicin de procedencia y del grado de desarrollo profesional del
protagonista. De este modo, la dialctica entre permanencia y cambio define los logros alcanzados y los
retos que an quedan por acometer.
Cuando se consideran las declaraciones y observaciones efectuadas sobre las experiencias en
estudio, se constata la resistencia al cambio de ciertos aspectos, destacando los dos siguientes: la
organizacin disciplinar del currculum y el reconocimiento concedido a los manuales escolares, que son
percibidos por los maestros poco expertos como fuente indicadora de las finalidades de la enseanza y gua
en su desarrollo: Por ese miedo a perdernos hemos seguido en cierta forma las orientaciones del libro (de
texto). Como el libro empieza por la anatoma, nosotros lo hemos seguido (Entrevista 1, p. 7).
Slo cuando se incorporan otros planteamientos se alcanza una mayor seguridad, aunque sin que
se renuncie al protagonismo de los textos y a la presentacin por asignaturas. As, en las dos experiencias
menos avanzadas se expresa como un logro la introduccin de otros recursos y una incipiente
interdisciplinariedad: En esta ultima (unidad didctica) estamos utilizando Internet y tambin libros, folletos
del gabinete pedaggico del Museo... (Entrevista 1, p. 7). A partir de ese da pensamos que se poda
ampliar y hacerlo en forma globalizada. Que no solo se trabajase un rea sino varias: Ingls, Plstica,
Conocimiento del Medio y Lengua (Entrevista 1, p. 1).
Una mayor experiencia en la prctica reflexiva proporciona la posibilidad de percibir las ventajas de
un currculum integrado, como ocurre en el tercer equipo, que valora la incorporacin de temticas
relevantes y la intervencin del alumnado en la seleccin de los objetos de estudio (currculum negociado):
... un currculum que aborde los problemas e interrogantes que ellos plantean (Entrevista 3, p. 1).
Este cambio es, insistimos, uno de los ms complejos y difciles de lograr, al afectar a concepciones
y prcticas que forman parte esencial de la enseanza convencional, asentada en la aceptacin ciega de
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una propedutica academicista que insiste en la subordinacin de los contenidos y los niveles escolares al
currculo tradicional.
En coherencia con todo lo anterior, tambin es caracterstica la resistencia a delegar
responsabilidades y decisiones sustantivas en el alumnado. El compartir la experiencia educativa es poco
concebible, por lo comn, si se acepta una tradicin docente que duda de la capacidad de los estudiantes
para intervenir en asuntos relativos a la planificacin e implementacin de la enseanza. Aqu puede estar la
base de la idea que formula el segundo equipo: la investigacin debe ser muy dirigida (Entrevista 2, p. 2) 4 .
Otro aspecto muy interiorizado y de complicada transformacin es el relativo a la frecuente
concepcin de la enseanza como un proceso de transmisin de contenidos ciertos y definitivos, una idea
muy alejada de las concepciones epistemolgicas contemporneas y ajena al modelo actual de enseanzaaprendizaje por investigacin. Ello conduce a que en los primeros intentos de aproximacin a las
perspectivas investigadoras se intente ensear lo mismo (mantener intacto el currculo tradicional) pero
introduciendo una nueva metodologa didctica. As, se comprueba que las innovaciones que se suelen
introducir inicialmente se relacionan con la aplicacin de determinadas tcnicas y recursos: dinmicas para
captar las ideas previas, empleo de mapas conceptuales, utilizacin de algn nuevo material que cuestione
la hegemona del libro de texto, organizacin del aula con una disposicin alternativa (p.e. en equipos), etc.
Como hemos podido comprobar, la introduccin de formas de trabajo en clase que sigan
estrategias de investigacin escolar no es una opcin automtica y de fcil realizacin, sino que requiere de
un proceso de maduracin que permita el cambio paulatino hacia posiciones cada vez ms complejas.
Intentar un cambio radical, sin transicin ni experimentacin contextualizada, es algo que conducir
generalmente a posiciones tan pendulares como efmeras.
5.
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posibilidades de mejora hay (...) Eso permite, creo yo, mejorar un poquito el funcionamiento de la dinmica
de aula (Entrevista 3, p. 1).
Esta sensacin de mejora, de progreso profesional, crea ilusin y predispone favorablemente. Pero
junto a esta perspectiva formativa y profesionalizadora aparecen otras consideraciones ms vitales: la lucha
contra la rutina y el aburrimiento que provoca una secuencia estandarizada y montona: Yo siempre digo
que hay que intentar no aburrirse; y el primero el profesor, porque de paso el alumno ya no se aburre. Por
ello investigo sobre lo que hacemos y lo hacemos de una forma... distinta... no sabra como explicarlo
(Entrevista 3, p. 2).
Esta decisin profesional no est exenta de dudas en los primeros tanteos. Se buscan sobre todo
procesos bien organizados y siempre se intenta evitar la incertidumbre: (se necesita una propuesta) donde
uno se sienta seguro, porque el vrtigo (de perderse) siempre existe (Entrevista 1, p. 6). Pero poco a poco se
abren posibilidades ms flexibles: Se puede ser sistemtico pero flexible; es decir, de lo que se trata es de
revisar el proceso y ajustarlo segn lo que vaya ocurriendo (Entrevista 3, p. 9).
Esa soltura conlleva seguridad y optimismo: A m esta otra forma de ensear me da vida y yo
cuando estoy trabajando con una unidad didctica, yo es que soy distinta. A m me gusta muchsimo...
(Entrevista 3, p. 10). Esta confianza se traduce en un progreso cada vez ms slido, que avanza desde la
necesidad del mtodo, en los primeros proyectos, a la importancia del proceso bien fundamentado de las
propuestas ms perfeccionadas.
Por otra parte, cuando se valora una experiencia, junto al grado de satisfaccin, emergen tambin
necesidades o condiciones no satisfechas plenamente. Configuran un repertorio de aspectos que han de ser
revisados y mejorados. Muchos de ellos dependen de instancias externas, ya que la propia experiencia no
puede satisfacerlos. Pero otros tienen que ver con el compromiso interno del propio equipo que desarrolla la
actividad. Y lo cierto es que cuanto ms evolucionada es una tentativa, ms se alude a medidas internas,
mientras que, por el contrario, en los primeros ensayos siempre se tiende a esperar que otras esferas
resuelvan con su intervencin las necesidades percibidas.
Algunas necesidades de esta naturaleza ya han ido apareciendo en las categoras anteriores: el
problema del tiempo, la falta de prctica investigadora, la ruptura del modelo disciplinar y las caractersticas
de los materiales curriculares. Sin embargo, la demanda de formacin del profesorado es una de las ms
sentida en los tres casos analizados.
Los profesores entrevistados se refieren a la necesidad de una formacin que asegure unos
conocimientos profesionales sistematizados, que oriente y que ofrezca referencias precisas para que el
proceso se desarrolle razonablemente. De hecho, el primer equipo menciona con frecuencia la necesidad
que tiene de unas indicaciones que le definan un proceso que slo conocen superficialmente. En esa
direccin se sitan otros ms experimentados: Es cuestin de querer y tener mtodo (Entrevista 2, p. 2).
Adems, la necesidad de que el proceso de investigacin est bien organizado forma parte del discurso de
Revista Iberoamericana de Educacin (ISSN: 1681-5653)
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todos: Para ensear investigando hay que ser intuitivo, hay que ser creativo, pero es muy importante ser
sistemtico (Entrevista 3, p. 4).
Donde se percibe la diferencia de nivel formacin es en las concepciones sobre el sentido y grado
de la estructuracin. As, en el grupo que se inicia, se busca un itinerario claro que seale el orden a seguir
de forma que se evite la inseguridad que provoca la incertidumbre: No siempre tenemos claro qu es lo
que tenemos que hacer. Y vamos dando palos de ciego (Entrevista 1, p. 8). Mientras que con la prctica la
sistematizacin se flexibiliza y se reclama con objeto de rentabilizar esfuerzos y recursos o evitar secuencias
errticas y espontanestas: Uno de los defectos ms claros es que se puede caer en el activismo y la falta de
sistematizacin (Entrevista 3, p. 9).
Por ltimo, no quisiramos olvidar la importancia que se le concede a la formacin basada en la
prctica. Frente al modelo de expertos y cursillos, los distintos equipos participantes identifican la formacin
colaborativa y el apoyo entre colegas como la estrategia ms eficaz para acercarse y profundizar en la
investigacin escolar. Y en ese marco vuelve a aparecer el asesoramiento interno y externo como una medida necesaria para una evolucin mantenida y progresiva.
Las estrategias de enseanza investigadoras se entendern (cuadro 1), en un primer nivel, como el
conjunto de actividades de bsqueda de informacin bibliogrfica que realizan los alumnos. El profesorado
participar fundamentalmente en tareas de motivacin y promocin de logros de carcter intelectual. En un
segundo nivel, la investigacin escolar se identificar, en mayor o menor medida, con la investigacin
cientfico-educativa, en cuanto a los fines que persigue; aunque se apreciarn diferencias respecto a los
mtodos utilizados. En un tercer nivel, se entender la investigacin escolar como un proceso de bsqueda
compartida por profesores y alumnos, tratando de comprender problemas de la realidad. El equipo de
profesores realizar principalmente tareas de planificacin, desarrollo, evaluacin y mejora progresiva del
proceso de enseanza.
En cuanto al acceso a las nuevas finalidades y funcionalidad de la investigacin escolar, stas se
centrarn, en un primer nivel de complejidad, en mantener el desarrollo de la finalidad cultural, intelectual y
propedutica que caracteriza a la enseanza transmisiva tradicional (promoviendo el aprendizaje de los
mismos contenidos tradicionales), pero introduciendo el cambio metodolgico caracterstico de la
investigacin escolar. En un segundo nivel de progresin podra predominar una concepcin prctica sobre
la finalidad de la enseanza, introduciendo los cambios necesarios para orientar la dinmica investigadora
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hacia el logro de un buen desenvolvimiento del alumnado en los distintos contextos de su vida. Finalmente,
en un tercer nivel, se podran desarrollar concepciones crticas sobre la finalidad de esta opcin,
potenciando la reflexin sobre los problemas socionaturales del entorno escolar, con la intencin de
promover tanto la comprensin del medio como la implicacin personal en la transformacin y mejora del
mismo.
Respecto a la mayor exigencia de tiempo y trabajo en la opcin investigadora, las posturas menos
elaboradas tendern a centrar las soluciones en la necesidad de medidas y apoyos externos. En tanto que,
segn se avance en formacin, se aadir la necesidad de medidas internas, en el propio equipo docente,
incluyendo esfuerzos voluntaristas que en ocasiones pueden llegar a intensificar la jornada laboral hasta
lmites insostenibles. En las experiencias ms evolucionadas puede llegarse a un empleo ms razonable de
las posibilidades que se presentan: no se espera que todo venga dado, pero se incorporan medidas
asumibles y sin las cuales la opcin investigadora se vera muy limitada o desnaturalizada.
El cambio de las percepciones del profesorado sobre el papel del alumnado y su participacin en
tareas y responsabilidades sustantivas no es algo que suceda con facilidad. Cuando se inicie en la
investigacin escolar, el profesorado considerar frecuentemente que tomar decisiones es una
responsabilidad que incumbe mayoritariamente a los docentes. Y que, a lo sumo, los estudiantes habrn de
ser informados al respecto y su contribucin consistir en asumir y colaborar en el proyecto. Segn se
avance, es posible que se produzca una cierta tendencia pendular a delegar por completo en los alumnos,
de forma que sean stos los que organicen autnomamente el proceso investigador. En un estadio de
mayor madurez profesional, los planteamientos resultarn posiblemente ms equilibrados y se establecern
procedimientos de participacin, dilogo y decisin colectivos.
19
20
CUADRO 2
Hiptesis de progresin del desarrollo profesional relativo a la enseanza
basada en la investigacin escolar
CONCEPCIN
NIVEL I
NIVEL II
NIVEL III
Investigar en el aula
consiste en la bsqueda
de informacin
bibliogrfica por parte de
los alumnos, apoyados
por el profesor.
Se identifica con la
investigacin cientfica en
cuanto a los fines, pero no
respecto a los mtodos.
Proceso de bsqueda de
alumnos y profesores para
comprender e intervenir en la
realidad socionatural.
Sobre la finalidad
y funcionalidad de la
investigacin escolar.
Finalidad cultural,
intelectual y propedutica
(investigar para poseer
ms cultura, mayor
inteligencia y poder
avanzar en los estudios).
Finalidad prctica
(investigar para saber
desenvolverse en la vida).
Proponen medidas
internas que, en muchos
casos, conducen a la
saturacin laboral.
- La falta de experiencia
investigadora.
- La organizacin de los
contenidos.
Experiencias habituales.
Experiencias espordicas.
Ausencia de prcticas
Propuestas que responden a
Propuestas ms
investigadoras.
las necesidades y posibilidades
elaboradas.
Propuestas esquemticas.
del grupo y del centro.
Enciclopedismo
disciplinar.
Globalizacin forzada.
Combinacin entre
materias.
Currculum integrado.
Exploracin de materiales y
recursos diversos en forma
integrada.
Comienzan a ser
consultados. Se pide su
participacin para
programar las actividades.
Sobre el asesoramiento.
El asesor es un experto
que dirige el proceso.
El asesoramiento permite
el intercambio de
opiniones sobre el proceso.
Asesoramiento colaborativo.
Satisfaccin externa,
vinculada al mtodo, a los
alumnos y a los padres.
Satisfaccin
externa/interna,
relacionada con el
progreso del desarrollo
profesional.
Formacin como
acompaamiento y
refuerzo.
Formacin centrada en la
escuela y en los procesos
compartidos de investigacin.
21
La investigacin escolar no puede ser concebida como un paquete de enseanza cerrado que
se aplica por igual en cualquier escuela. Constituye, por el contrario, una propuesta abierta y
comprometida con las nuevas competencias que exige la sociedad actual.
Los procesos de investigacin escolar que implementan los profesores no son estancos e
idnticos, sino que evolucionan a lo largo del tiempo, con la participacin del alumnado.
El cambio didctico hacia la investigacin escolar, que se produce a lo largo de diversos ejes
de progresin, depende en gran manera del apoyo que reciban los equipos de profesores de
la Administracin educativa y del concurso de modalidades de asesoramiento adecuadas
para cada momento del desarrollo profesional.
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