Revista Mu 98

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La que se vino

El shock econmico
y las respuestas sociales.
Atucha/Techint,
Chaco, Mxico
Viajes al corazn del modelo.
El peridico de lavaca
abril 2016 / ao 10 / nmero 98
Valor en kioscos $ 28

Desocupado
INVESTIGACIN EXCLUSIVA: PERN PAPERS

Cmo sobrevivir al ajuste cuando no se tiene una sociedad trucha


en Panam ni una cueva financiera llena de billetes.

ABRIL 2016 MU

LA QUE SE VINO

Haceme
shock
Los expertos hacen sus apuestas: PBI negativo, cada del consumo, desocupacin
y pobreza en ascenso. Las personas hacen sus respuestas: cooperativas, paros y
movilizaciones para defender derechos bsicos. El futuro tiene un fantasma que mete
miedo: la historia. Cmo construir otra? CLAUDIA ACUA

Pronsticos
22.800 despidos en el sector privado,
30.000 echados del Estado, aumentos en
los servicios bsicos del 300 por ciento,
inflacin y devaluacin. El shock que
produce las polticas del nuevo gobierno
es brutal y aturde. Sus consecuencias recin comenzarn a producir daos ms
graves en los prximos meses, aunque
quizs los nmeros del ao repunten hacia el final del segundo semestre, cuando
las liquidaciones del agro ayuden a disminuir las cuentas en rojo, si bien esa actividad no crea un solo puesto de trabajo
ni impacta en la recuperacin del consumo. De todas formas, es posible que por
primera vez en muchos aos el PBI de
2016 arroje resultado negativo. 2015 cerr con una expansin del PBI del 2,5 por
ciento. Para este ao se prev un cada de
entre el 0,5 y el 1 por ciento.
Esta es la sntesis de los pronsticos de
los expertos. Es decir, de aquellos que se
supone pronostican la que se viene. As lo
reconoce los informes de FIEL, ACM, Ferreres y Asociados y Analtica Consultores
en una nota publicada el domingo 3 de
abril en el suplemento econmico del diario contrainformativo Clarn, firmada por
Ismael Bermdez. Es un ejemplo de entre
los muchos que pueden darse para confirmar que estamos atravesando tiempos de
oscuras tempestades.

Buitres
Fue una excelente noticia para un pequeo grupo de inversores bien conectados y una terrible noticia para el resto del
mundo, especialmente para los pases
que enfrenten crisis de deuda en un futuro, escribi en el diario The New York Times el Premio Nobel Joseph Stiglitz al da
siguiente de que el Senado argentino votara la aprobacin del pago a los buitres.
El principal beneficiado fue Paul Singer,
el financista al que el portal Bloomberg,
especializado en finanzas, retrat tragndose el mapa de Argentina. Fue en
abril de 2014, cuando el pas entr formalmente en default por no aceptar un
fallo que obligaba a pagar 539 millones de
dlares de inters. La nota se titul, premonitoriamente, Paul Singer har que
Argentina pague.
Finalmente, la oferta del ministro de

Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Light,


represent desembolsar 4.653 millones de
dlares al contado.
Aquella nota de Bloomberg termina con
una ancdota que ilustra el irnico sentido
del humor de Singer: fue a ver la final de la
Copa del Mundo que se disput en Brasil
con la camiseta de la Seleccin Argentina.
S: al partido en el que todos gritamos
Era por abajo.

Por arriba
El panorama se complica an ms si se tiene en cuenta la crisis que afecta a Brasil,
principal socio econmico de Argentina.
Ejemplo: la industria automotriz sufri, en
el primer bimestre de este ao, una cada
del 43,3 por ciento de sus exportaciones.
El coctail de ajuste econmico y corrupcin poltica que sacude al ms importante mercado latinoamericano no es
ms que un espejo enorme, por la escala
brasilea, de lo que parece herir el futuro
de varios pases latinoamericanos, entre
los cuales Argentina no es la excepcin. A
las detenciones del ex secretario de
Transporte kirchnerista, Ricardo Jaime
-en el marco de una causa que investiga
la compra a una empresa espaola de 120
vagones en desuso-, y Lzaro Baz y Ca,
hay que sumarle el efecto de Panam Papers, la investigacin sobre sociedades
offshore que revel que el presidente
Mauricio Macri era director de dos sociedades en ese paraso fiscal que nunca figuraron en sus declaraciones juradas. La
noticia fue portada de medios de todo el
mundo. El ms lapidario fue el ingls The
Guardian, que titul: Macri, el empresario Presidente de un pas en el que crece
la pobreza.

Por abajo
Cal es el efecto de todas estas noticias en
la vida de la gente?
En la redaccin del diario Tiempo Argentino hay asamblea y hay miedo. Hace ya
cuatro largos meses que los patrones fugaron. No se fueron del pas: simplemente
abandonaron a sus trabajadores.
En diciembre dejaron de pagar el aguinaldo, y luego los sueldos. Los trabajadores no tienen informacin sobre cmo lograron hacerlo, pero lo cierto es que

dejaron de pagar y no hay funcionario ni


juez que los est obligando a hacerlo.
Formalmente, pertenecen al Grupo 23,
una sociedad liderada por Sergio Szpolski y
Matas Garfunkel. Ese grupo recibi durante el ao 2015 por parte del Estado nacional 104,9 millones de pesos en concepto
de pauta oficial. Nos dijeron que lo que
queda por cobrar de pauta, Szpolski lo entreg al Banco Macro, como garanta por
sus deudas. Tambin nos dijeron que no
tiene bienes a su nombre y que por eso no
podamos pedir un embargo.
Tras organizar festivales, ollas populares, campaas de recoleccin de alimentos y paales y editar una tirada de
40 mil ejemplares que se vendi y agot

22.800 despidos en el
sector privado. 30.000,
segn ATE, en el Estado.
Tarifazos. Inflacin.
Devaluacin. El shock es
brutal y aturde.
durante la marcha del 24 de marzo todo
para sobrevivir en estos largos meses sin
salario- los trabajadores estn ahora en
asamblea para intentar responder a ese
miedo que produce la pregunta ms paralizante en tiempos de oscuras tempestades: qu hacer?
Escuchan ese interrogante quienes ya
encontraron una forma de resolverlo en
medio de otras tormentas: integrantes
del Hotel Bauen, de El diario de la Regin,
de Chaco, de IMPA, todas empresas recuperadas por sus trabajadores, hoy cooperativas. Tambin est MU. Lo que sigue
son casi tres horas de intercambio sobre
el desafo grupal que representa trabajar
sin patrn.
Dos das despus, Jos Orbaiceta, presidente de la Federacin de Cooperativas
de Trabajo y representante del movimiento cooperativo en el Inaes, particip
de la asamblea para despejar dudas y hacer explcito el apoyo del sector. El resultado fue la respuesta a esa pregunta:
Tiempo Argentino vot transformarse en
una cooperativa.
Tiempo Argentino es ahora periodismo
sin patrn.
Recuerdo entonces una frase que ya ni
s quin dijo: Lo nico que se hace bien
desde arriba es un pozo.

TELAM

Macri da explicaciones por tev


sobre Panama Papers. Jaime,
preso. Prat Gay se reune con
la UIA.

Futuros
Los expertos aseguran que este shock inicial es resultado de un sinceramiento de
la economa.
As estamos.
Ms pobres, ms endeudados, ms desocupados.
De all, dicen los expertos, saldremos
cuando lleguen las inversiones que el pago
a los buitres destrab.
Lo que urge, aseguran, es concretarlas.
No los apura la necesidad, sino el proceso electoral. En ao y medio habr elecciones y es necesario que para entonces la
tempestad haya amainado.
Ya sucedi: los ms veteranos recuerdan el difcil primer ao de la presidencia
de Carlos Menem, seguido por la bonanza
del endeudamiento, la apertura de la importacin y los tratados comerciales con
Estados Unidos. Lo que sigui, tambin lo
sabemos. Ese proceso culmin destrozando al pas.
Es difcil, sin embargo, que la historia
se repita. No hay dos tormentas iguales,
aunque ambas sean bravas. Tampoco es
cierto que aquello que fue tragedia hoy nos
ayude a sonrer.
Nosotros no somos los mismos.
Sabemos lo que fue, lo que ya no es, pero no podemos ni intuir lo que vendr porque ese destino depender de lo que hagamos y de lo que dejemos de hacer.
Sabemos (s?) que entre las cosas de las
que habr definitivamente que despedirse
es de aquella utopa argentina que marc a
fuego el destino poltico del pas, sus batallas, sus tragedias, sus victorias, sus sue-

MU ABRIL 2016

La corrupcin no existe

adie invierte durante aos en


una compleja investigacin, que
incluye ms de 370 periodistas
de 78 pases, para producir unos cuantos
titulares que, como toda produccin
meditica, son intrnsecamente fugaces.
Nadie dedica tanto tiempo y dinero
-aunque dinero sobra en el mundo de
hoy- si no tiene un objetivo claramente
trazado. Adems, sabemos que entre los
que financian el Consorcio Internacional
de Periodistas de Investigacin (ICIJ, por
sus siglas en ingls) aparecen fundaciones como Open Society de George Soros,
entre otras del mismo rango y orientacin. Por lo tanto, se impone la pregunta
sobre qu se est buscando con este
supuesto ataque a la corrupcin.
Para responderla hay que ponerse en los
zapatos de quienes apoyaron y financiaron la investigacin conocida como
Panama Papers, las elites del mundo
que estn detrs de la difusin de estos
parasos, que por otro lado es una
investigacin notable que contribuye a
clarificar el modo como funciona la
evasin fiscal. Si nosotros furamos
ellos, qu nos debera estar preocupando? Qu nos quitara el sueo?
Es evidente que el sistema ha conseguido
una ventaja importante sobre las clases
subalternas en cuanto a poder econmico
y militar; en cuanto a la capacidad poltica
para cooptar y/o comprar opositores para
que jueguen a favor de las elites; en
cuanto a su capacidad para tener la mayor
informacin jams concebida sobre lo que
piensan/sienten/desean los de abajo; en
su capacidad para desfigurar las identidades populares a travs de la difusin del
consumismo. Pero saben que su sistema
tiene una debilidad, un agujero negro por
el que puede diluirse la energa sistmica:
la falta de legitimidad.
Sin legitimidad, o sea, sin cierto consenso social de que el mundo funciona
razonablemente bien para beneficio de
la Humanidad, la dominacin tiene los
das contados. Podemos decirlo de otro
modo. Digamos, al estilo Wallerstein,
que la dominacin es estable cuando hay
tres partes: los de abajo, los de arriba y
las clases medias. Si la dominacin
descansara slo en dos polos opuestos,
sera inestable, nos dice este socilogo e
historiador norteamericano.
El asunto es que desde los aos 70,
cuando el sistema dej de lado la
integracin de las clases peligrosas
(Estado del Bienestar, desarrollismo
clsico y/o soberana nacional), la
tercera pata del sistema ha sido
sistemticamente descuartizada por
eso que llamamos acumulacin por
despojo/robo de los bienes comunes.

MIDIA NINJA

IGNACIO YUCHARK

TELAM

TELAM

os y sus pesadillas.
Sabemos que cuando hay desocupacin
no hay peronismo, ese invento criollo que
consolaba a los de abajo al trazar un horizonte en el cual el trabajo defina todo: el
futuro, el bienestar social, nuestras vidas y
la de nuestros hijos.
No estamos refiriendo aqu al devenir
de las internas justicialistas, que poco tienen ya que ver con los dictados de aquel
Juan Domingo, sino de un pensamiento
capaz de hacernos creer que el Estado era
el lugar al cual marchar para pedir o para
celebrar la construccin de un destino social prspero, equitativo, capaz de alcanzar a todos y cada uno.
La nica verdad es la realidad, deca
Juan Domingo, y esa realidad nos indica
que el Estado ayer fue el primer precarizador y hoy una mquina de expulsin
social.
A ese Estado no se le pide ni se le celebra
nada: se le exige y reclama.
Siempre.
Sabemos que esa utpica litrgica peronista dictaba que en aquel Estado paternal los nicos privilegiados eran los
nios.
Sabemos que las crisis nos hacen crecer.
Que as sea.

Tiempo Argentino se moviliza y


forma una cooperativa. Paro y
marcha docente. El 24, todos a
la calle. Brasil: el peor de todos.

RAL ZIBECHI
La legitimidad del sistema descansaba
en que la conviccin de los de abajo
(casi 70 por ciento de la Humanidad)
creyera que trabajando toda su vida,
ahorrando, sin timbearse los miserables ingresos, podan llegar a formar
parte de ese sector que llamamos
clase media (en el mejor de los casos,
25 por ciento de la poblacin). Era
tanto una confianza como un deseo;
nada sencillo de cumplir, pero posible
como lo atestiguan dos generaciones
de trabajadores industriales desde la
dcada de 1940. Pero si la gente
comn no tiene ms horizonte que
seguir en la pobreza, como les sucede
hoy; o sea, si desaparecen los anzuelos
y las zanahorias, es evidente que van a
aprovechar la menor distraccin para
levantarse y pasarlos a degello.
Eso dicen, ms o menos, las lecciones
de la Historia y el sentido comn.
Pero, qu decimos nosotros?
Lo primero, es entender que ellos
estn divididos. O, por lo menos,
tienen dos tcticas que no acaban de
cerrarles. Debemos aceptar que al 1
por ciento ms rico ya no le interesa
integrar a los de abajo, ni siquiera
entretenernos con el cuento del
ascenso social. Libia, Siria, Palestina,
Afganistn e Iraq; la militarizacin de
las favelas de Brasil y de las barriadas
perifricas del mundo, son una buena
muestra del intento de recomponer el
mundo por las bravas. El Club de
Bilderberg, que planea cmo reducir la
poblacin del mundo a la mitad para
estabilizar la dominacin, es otro buen
ejemplo de esta tendencia.
Lo segundo, es que si ellos estn
divididos es porque nosotros no
somos tan dbiles como creemos. Son
legin los que dejaron de creer en el
sistema poltico y, sobre todo, en el
empleo. Son millones los que ya no no
confan en el salario como forma de
vida porque saben que no obtendrn
trabajo estable, blanco.
Lo tercero, y fundamental, es que la
corrupcin no existe: es el sistema.
En un sistema basado en la acumulacin por despojo/ extractivismo, un
sistema que roba en lugar de explotar,
no puede hablarse de corrupcin.
Entonces?
Entonces, sigamos denunciando a los
corruptos, sigamos aprovechando
todos los datos que aparecen an sin
saber los objetivos de esas filtraciones.
Pero no perdamos nuestra agenda.
Nuestros objetivos. Mientras vamos
recomponiendo una estrategia que
nos lleve ms all del modelo extractivo/corrupto.

ABRIL 2016 MU

Crisis en el paraso
ATUCHA EN ZRATE, TECHINT EN CAMPANA

Dos gigantes. Uno estatal: la central nuclear de Atucha con amenaza de 2.400 despidos.
Otro privado: el grupo Techint, con 1.000 suspendidos. Los efectos regionales del
ajuste y la desocupacin en el comercio y en lo personal. Y el eterno retorno de un
misterio: quin paga los platos rotos? SERGIO CIANCAGLINI

il rostros estn esperando


noticias sobre su destino,
junto a una planta nuclear.
Tienen fecha de vencimiento: en 15 horas se convertirn en desocupados.
Muchos recuerdan lo que es eso. Otros
todava no lo saben, pero les pasa algo
igual o peor: lo imaginan.
Los amenazados o los que ya recibieron
sus telegramas de despido son 2.400. Mil son
los que estn en esta asamblea. Miran hacia
el acoplado de un camin, escenario sobre el
que sus representantes van a informarles qu
ocurri en las reuniones que tuvieron con
ministros, secretarios, funcionarios, en un
lugar llamado Buenos Aires, a 115 kilmetros.
Todos (representantes, ministros, etc.)
cobran sus haberes mientras negocian o
desnegocian destinos ajenos.
Los mil rostros esperan en silencio conocer el resultado de las negociaciones de las
que son objeto. Hay estudiosos que aseguran
que no son objetos sino sujetos, segn lo exponen en seminarios progresistas.
En realidad son objeto de negociaciones, como son objeto de polticas, o de insultos:
-El otro da hicimos corte y algunos nos
puteaban de arriba abajo. Uno en 4x4 nos
grit: vayan a laburar! S, pap. Eso es lo
que queremos: laburar- informa Manuel,
con una gorrita ya descolorida de un equipo de la NBA.
Otros insultos pueden leerse en los comentarios de usuarios online de empresas
como Clarn y La Nacin, o en charlas de
countries: Negros de mierda, Cabezas, Cabezas de tacho, Peronchos, lo
cual hace dudar sobre las secuelas cogniti-

vas de la enseanza privada.


Son las 9 de la maana en el playn interno de Atucha.
A doce kilmetros, en Campana, cada tanto se oyen estruendos metlicos: las descargas de caos gigantescos de Tenaris Siderca, del grupo Techint, multinacional
considerada argentina que maneja el 40%
del mercado mundial de caos sin costura
utilizados en los pozos petroleros, oleoductos y gasoductos.
Se calcula que slo este emporio dej sin
trabajo a 2.200 personas durante 2015 en
Campana. De los 2.800 que quedan, 1.000
estn suspendidos. Otros mil rostros pero
dispersos, cada uno en su casa, esperando.
Causas esgrimidas: la baja del precio del
petrleo (que en este curioso pas no impide que aumenten los combustibles), y el
actual proceso de apertura de importaciones, por el cual con los caos petroleros
ocurre lo mismo que con tantos consumos
cotidianos: se importan de China.
La empresa no est perdiendo, est
dejando de ganar, razona un obrero suspendido hace 14 das, que oculta su nombre para prevenir atentos telegramas de la
oficina de recursos humanos: Pero imaginate: quin paga los platos rotos? Y sabs lo que est provocando esa situacin
en el resto de la ciudad, en los trabajos, en
los comercios?.
Las preguntas son similares en un gigante estatal como Atucha y en otro privado como Techint, vecinos de una regin que el activista Bernardo Neustadt llamaba paraso
del capitalismo. Pero los dioses de este paraso andan atravesados, mientras las criaturas humanas estn esperando, por ahora,
noticias sobre su destino.

Info atmica

l triunfo de Cambiemos cay como


una bomba de tiempo en diversas
geografas incluyendo al partido de
Zrate, y ms exactamente Lima, localidad
en la que se encuentran las usinas nucleares Atucha I (Juan Domingo Pern) y Atucha II (Nstor Kirchner). Esta ltima comenz a funcionar el 3 de junio de 2014: a
las 9.02 el reactor registr su primera reaccin en cadena, o proceso de criticidad
controlada, trmino an no incorporado
a las llamadas ciencias polticas.
Un ao y medio despus el ex ejecutivo
de Shell y ministro de Energa Carlos
Aranguren produjo el recambio de funcionarios del rea nuclear, anunci 2.400
despidos de obreros y tcnicos informando
que no estaban haciendo nada desde 2014,
lapso durante el cual no se comenzaron las
obras de Atucha III para la cual se supona
que deban trabajar. Cundi el calificativo
de oquis dirigido indistintamente a
obreros y funcionarios jerrquicos.
Repaso de esta reaccin en cadena. Atucha II estuvo a cargo de una Unidad de Gestin (UG, una especie de gerencia interna) de
Nucleoelctrica Argentina S.A (NA-SA),
empresa creada para la construccin, operacin, mantenimiento y retiro de servicio de
las tres centrales nucleares del pas: las dos
Atucha y Embalse (Crdoba).
Se termin la obra en 2014 y mucha
gente empez a ser prescindible, informa
el ingeniero Carlos Euvrard, vicepresidente de TyPEN (Tcnicos y Profesionales en
Energa Nuclear) y jefe del Departamento
de Montaje Mecnico de la central. Como
estaba aprobado construir Atucha III, NA-

SA decidi mantener a profesionales y tcnicos ya capacitados para este tipo de


obras porque haba bastantes trabajos
complementarios que realizar de Atucha
II, y se esperaba muy pronto iniciar las
obras de la nueva central.
A esa situacin se agreg la de 1.800
trabajadores afiliados a Unin Obrera de la
Construccin (UOCRA), y 600 de UECARA
(jefes, capataces, administrativos) que
tambin quedaron en un limbo al finalizar
Atucha II. Por acuerdo entre NA-SA y el intendente de Zrate Osvaldo Cffaro, 800
de ellos fueron derivados en 2015 a la realizacin de obras municipales en la ciudad
y en Lima: veredas, la estacin de trenes,
plazas, cloacas. Todo esto se hizo con la
inspiracin y aprobacin decisiva del entonces ministro de Planificacin Julio De
Vido, motor de la finalizacin de Atucha II,
quien adems tiene casa en Lima, en el
club de chacras Puerto Panal.
Por qu la demora entre Atucha II y el
comienzo de Atucha III? Un importante ex
directivo de NA-SA habl con MU pidiendo
reserva del nombre para no poner palos
en la rueda a la nueva gestin. Su argumento: Cuando se empez a planificar
Atucha III, por las deudas en el exterior
(buitres), no nos financiaban los seguros
para los crditos. Los nicos eran Rusia y
China, y los chinos hicieron una oferta espectacular. Las negociaciones se alargaron, al final cerramos con ellos. Faltaba el
terreno. La plata no estaba. Fue toda la
poca de elecciones. Al final sali el decreto de expropiacin del terreno lindante
con Atucha II en noviembre, entre la primera y segunda vuelta. Pero la plata sigui
sin aparecer (577 millones de pesos).
Dos palabras tal vez son clave: ao electoral. El ex directivo agrega: Mantuvimos
a la gente para que trabajara en ingeniera
bsica y cuestiones complementarias. A
los obreros les renovamos el trabajo en
acuerdo con el Municipio. Como todos los
contratos terminaron en junio de 2015, los
fuimos prorrogando hasta fin de marzo de
2016. Y en el medio cambi el gobierno.
Euvrard reconoce: La verdad es que na-

IGNACIO YUCHARK

MU ABRIL 2016

die pens que ganara Macri. La idea es que


ganaba Scioli, continuaba la gestin, y ya estaramos iniciando las obras. Lo central es
que aqu hemos desarrollado un know-how
propio. No compramos una central llave en
mano, como los brasileos: sabemos hacerla nosotros. Hoy el 7% de la energa que consume el pas, viene de las tres centrales nucleares: 1.700 megavatios.
Al actual subsecretario de Energa Nuclear, Julin Gadano, le atribuyen haber
definido el cluster tecnolgico ms sofisticado del pas a la industria nuclear. Euvrard: Pero quieren reducir a NA-SA a la
funcin de operar centrales. Lo que nosotros queremos es que se haga la planta.
El directivo annimo: Aranguren dijo
que van a hacer Atucha III en 2017 y revisando todos los contratos. Lo harn con los chinos, o con otros actores. De la UG no puedo
decir nada sobre eso de que sean oquis. Para m es gente con un experts (experiencia)
que hay que aprovechar. Pero hay otra poltica: la acepts o no; les cres o no.
Para los trabajadores es simplemente la
amenaza de quedar desocupados: Desgraciadamente es una parte muy cruel. Uno mal
o bien los mantena, qu s yo. Vivo en Lima,
son mis vecinos. Pero bueno, tengo 27 aos
en NA-SA, ahora seguir siendo personal de
planta, y todo lo que se haga para bien de
NA-SA me pone contento y feliz.

Un mes en la vida

n UOCRA no estn contentos ni felices. Ronda de mate. Ariel Puebla,


secretario adjunto: Lo nuestro es
sostener las fuentes de trabajo, con todos
los compaeros adentro hasta que se haga
la nueva central. Para eso es el Plan de Mitigacin, haciendo obras para el Municipio. Csar Snchez, secretario de organizacin: No nos importa que sea en una
central nuclear o en otra cosa: queremos
trabajo para todos. Juan Lischetti, delegado de obra: Una nacin tiene que buscar cmo generar empleo y salarios dignos. Claudio Gmez: Lo que gana un

obrero en Atucha no lo gana en otros lados,


de 20 a 25 mil pesos por mes para un soldador.
Juan: Cualquiera tendra que ganar eso
como mnimo. Mi pueblo es Alsina, 1.500
habitantes. Cien obreros trabajaban en la
reconstruccin de las vas del tren. El gobierno hizo como con Atucha, no reconoci los contratos. Hoy la desocupacin es
del 60% sin esperanza futura de reinsertarse, porque para colmo la agricultura est devastada por la soja transgnica, que
adems no genera empleo. Buscan disciplinarnos, que nos acostumbremos a ganar poco: si no te gusta, buscate otra cosa. Csar: Que el gobierno haga lo que
quiera, pero no dejndonos afuera. Juan:
Yo pido que me digan una sola medida de
este gobierno, una sola, a favor del trabajador. Y no hay. Miran con cierta distancia a la UG que gerenciaba Atucha: Ah

La asamblea de los obreros de Atucha, que hacen trabajos comunitarios mientras se


decide su destino. La desocupacin es algo que muchos vivieron, y otros empiezan a
imaginar. Las manos de los trabajadores no siempre logran ser manos a la obra.

haba unas 1.000 personas. Y muchos tenan sueldos de arriba de 100.000 pesos.
Que ganen lo que quieran, pero que no
perjudiquen a los trabajadores.
Claudio: Se nota un cambio en la generacin de entre 20 y 30 aos que creci
en esta dcada. Siempre tuvieron laburo,
se consideraron como de una clase ms alta. En la construccin y en muchos gremios. Decimos que son los toyoteros, por
el auto. Lo veo en mi familia: casita, pileta
en el fondo, todo fenmeno. Dicen: el gobierno no me da de comer, me la gan laburando todos los das. Es cierto, pero si
no hay condiciones para que tengas laburo, por ms esfuerzo que hagas no te va a

alcanzar. Votaron a Macri, y ahora habr


que ver qu pasa.
UOCRA es un gremio denso. En 2012 hubo tres heridos de bala en enfrentamientos
entre grupos antagnicos que se acusaban
mutuamente de mafiosos y patoteros. En
2014 Julio Gonzlez y Ariel Puebla fueron detenidos tras un enfrentamiento con Francisco Sosa, ex militar, dueo de una empresa
de perforaciones. Gonzlez y Puebla quedaron 9 meses presos y la causa -caratulada
como amenazas y coaccin agravadas por el
uso de arma de fuego- sigue abierta. No
queremos hablar mucho. Hubo un altercado, distintos tonos, pero no es tan as como
lo cuentan, dice Puebla.

ABRIL 2016 MU

Frente al conflicto de Atucha la UOCRA


(dirigida a nivel nacional por Gerardo Martnez, agente de inteligencia del Ejrcito
durante los aos 1982 y 83) tard, pero finalmente se moviliz cortando la rotonda
de ingreso a Zrate junto con UECARA. El
ministro de Trabajo Jorge Triaca convoc a
los gremios y a las diez contratistas un da
antes de que los 2.400 trabajadores quedaran en la calle.
Mil rostros esperaban conocer el resultado de esa reunin, detallado por el
secretario general de la regional Zrate,
Julio Gonzlez: Compaeros, el ministerio decret la conciliacin obligatoria por
15 das hbiles, prorrogables por otros 5,
as que seguimos la lucha pero como trabajadores, no como desocupados. Siempre de pie, de rodillas jams. Traduccin:
al menos un mes ms de trabajo. La reaccin fue de alegra, pero sobre todo de alivio al no incrementarse el nmero de
1.500 obreros de la construccin sin trabajo, slo en Zrate.

tena 39 aos, me rajaron de Celulosa.


poca de Menem. Ya era viejo, me decan.
Lo que pasa es que no quieren a la gente
con experiencia sino a pibes para moldearlos como quieran y pagarles menos. La
desocupacin, lo vi con muchos compaeros, te da impotencia, angustia. Creo que
se sale de eso yendo a reclamar, con el gremio o del modo que te parezca, pero que
sea de la clase obrera, me entends? Eso
te da un alivio interno. Laureano: La verdad es que ac estoy mal porque me la paso
todo el da sentado. Ojal ahora empiece el
trabajo en serio. Yo hice la estacin de Lima
con otros compaeros, pero estos das andamos todos mal de tanto no hacer nada.

IGNACIO YUCHARK

Mejor ni te cuento

Monsanto y Martnez

l doctor Facundo Campos, 37 aos,


es el abogado de UOCRA y UECARA
y cuenta al finalizar la asamblea:
Mi pap era obrero de un frigorfico, soy
el octavo hijo, fui becado en mi carrera por
la UCA, por Lomas de Zamora, y la maestra en Tres de Febrero. Sobre la regin:
Adems de lo de Atucha est el problema
en Campana producido por la apertura a importaciones chinas que permitieron que
constructoras de la red de gasoductos troncales de Crdoba compraran caos chinos
por 250 millones de dlares. Pero ms all de
la decisin del gobierno de afectar las polticas de proteccin de la industria nacional,
tambin hay una responsabilidad social empresaria en grupos como el de Paolo Rocca
(Techint) que ha sido socio de este gobierno
y cmplice civil de la ltima dictadura cvico-militar-eclesistica-comercial. La empresa siempre se queja, pero achica a costa
de los trabajadores. Y se produce el 4x1: por
cada trabajador afectado en plantas grandes,
te llevs puestos cuatro trabajos indirectos
(transporte, seguridad, gastronoma, tercerizados).
Como el ingeniero Euvrard, Campos
defiende a la energa nuclear pero con referencias sorprendentes: Es una energa
limpia, segura, controlada, que todos estn tranquilos. Los agrotxicos y la petroqumica s son de alta contaminacin y requeriran de parte del Estado ms control y
menos corrupcin. Presentamos un proyecto municipal para control de los agrotxicos que tienen niveles terriblemente
nocivos ms all de que el primer contaminante mundial que es Monsanto no lo
reconozca. Tampoco reconoca que el PCB
era altamente cancergeno. Y este ao la
empresa estar en La Haya acusada de crmenes contra la humanidad.
La pregunta obvia: qu opina de la situacin de Gerardo Martnez, registrado como
agente de los servicios de inteligencia del
Ejrcito? Campos: Conozco la causa, no hay
ningn dato probatorio que plantee que
Martnez haya cometido algn ilcito penal,
por lo menos hasta hoy. Para nosotros es
vctima de un carpetazo, pero le cabe el principio de inocencia hasta que se demuestre lo
contrario. Pero era agente de inteligencia.
No hay probado ningn ilcito penal, repite, trazando una frontera pantanosa en
ciertos casos, entre qu cosas son lcitas en
esta vida, y cules no.
Campos cree que el problema que afecta
a Zrate-Campana proviene de lo que llama estado de mercado: Hay partidos conservadores, lo digo con respeto, que vienen con una clara poltica de dominio del
mercado y paraguas mediticos para generar voluntades que crean que lo mejor
que puede pasar es el neoliberalismo. Son
polticas de ajuste, desregulacin en las
relaciones laborales y desmantelamiento
de la industria nacional. Si nos equivocamos y en realidad hay responsabilidad
empresaria, no hay despidos, hay leyes
antidumping y se impulsa la industria, pediremos disculpas. Y si el actual gobierno

ima es la localidad ms cercana a


Atucha. Pero el tema no es slo
Atucha, sino la poca. Edgardo
Fleitas es uno de los suspendidos por una
de las contratistas de Atucha. Todo esto
es muy feo, no digo slo por mi sino en general, como si estuviramos otra vez en los
90 o en el 2001. Yo entiendo que la gente
quera el cambio, pero respetuosamente
digo que me parece que es un cambio equivocado. Yo estaba sacando 4.000 pesos por
quincena, en montaje elctrico. Hace tres
quincenas que no cobro. Qu haras si
queds en la calle? Pens tantas cosas que
mejor ni te cuento. Si no tens plata ni trabajo, parece que tuvieras que salir a robar.
No es mi caso, tengo la ventaja de que vivo
con mi vieja. Pero mi hermano alquila con
la mujer. Los dos trabajan en Atucha. Estn muy nerviosos. Mucha gente est nerviosa, ms con todos los aumentos. Yo veo
que esto es una bomba.
Eliana y Eugenia trabajan en un lavadero casero de autos y juegan en la Seleccin
de la Liga de Ftbol Femenino. Eliana: El
ao pasado lavbamos 8 9 autos por da.
Ahora 2 3 a lo sumo. Eugenia: Una chica conocida perdi el trabajo de niera
porque al pap de la nena que cuidaba lo
echaron de Atucha. Eliana: Mi sobrino
tiene discapacidad. El padre fue despedido
de una de las contratistas y en unos meses
se queda sin obra social. Eugenia es defensora, admiradora de Pablito Aimar y de
Ibrahimovic. No le gusta Messi. Eliana es
enganche, y su jugador favorito es Di Mara. Miran hacia la calle, esperando que alguien llegue a lavar su auto.

Intermedio

Guillermo Bentancourt, metalrgico de Tenaris-Siderca y el Frente de Izquierda.


Claudia hace tatuajes, su marido est suspendido y su padre muri cuando le
anunciaron que estaba despedido de Techint. El alivio de los obreros en Atucha y,
abajo, cuatro de los integrantes de la UOCRA local: Es todo o nada.

tiene problemas comerciales con Electroingeniera (una de las contratistas de


Atucha) o con otros, son problemas empresariales. Nosotros queremos a la gente
trabajando y que se respeten las condiciones salariales. Es todo o nada.

Obreros conversando

os obreros de Atucha andan con camisas de jean azul esperando la hora del almuerzo. No pronuncian
discursos ni relatos mediticos que aturden. No se ponen en vctimas. Slo charlan.
Damin: Yo de chiquito trabaj en la
calle. Ac es la primera vez que tengo un
trabajo en serio y puedo darle algo a mis
cuatro hijos. Por ejemplo? Algo de ropa, o ir un da al centro a tomar un helado.

Antes yo no poda hacer eso. Y menos


comprarles un remedio si se enferman.
Gabriel: Con el trabajo en blanco tens
obra social. Por eso queremos el laburo. Yo
soy carpintero pero si me dicen de arreglar
el campo, voy, dice cabeceando hacia el
terreno donde se hara Atucha III. Blas: Si
el otro gobierno se la rob, o se la roba ste,
no me importa. Lo que quiero es que haya
comida y escuela para los hijos. Me pas
que los pibes me pidan una fruta o un caramelo, y no tena para darles. Te sents para
la mierda. No quers ms eso.
Un poco ms all Mario va con sus dos
muletas y las piernas paralizadas por la
polio. No s cmo se llama lo que tengo.
Ac consegu trabajo por el sindicato. En
otro lado no me tomaran ni locos.
A Alejandro le dicen Patn. Calza 47,
tiene 56 aos y 37 de mecnico. Cuando

Cmo pensar estos asuntos en un


mundo en el que las energas no renovables (combustibles fsiles como petrleo y gas) tienden a generar ms
problemas que soluciones? La pregunta surge naturalmente al acercarse al tema nuclear, que tiene defensores apasionados y
crticos igualmente intensos. Pablo Palicio
Lada (del Movimiento Antinuclear de Chubut) brinda un vistazo: Argentina ha tenido
desarrollos cientficos y tecnolgicos muy
importantes en materia nuclear, que podran direccionarse hacia las energas renovables. Lo nuclear est en franco declive en
el mundo. Uno puede oponerse por razones
ambientales: todava no hay solucin a la
gestin definitiva de los residuos nucleares,
que permanecen por siglos, sin contar el
riesgo de accidentes. O la contaminacin
que generan los combustibles fsiles. Pero
La revolucin actual son las energas renovables, incluso desde lo econmico. Con la
plata de todo el Plan Nuclear, 15 mil millones de dlares, se podran instalar unos
8.600 megavatios de energa elica (viento),
que es cinco veces lo que aportaran las centrales nucleares. Y se calcula que slo la
energa elica potencial de Chubut podra
abastecer 9 veces toda la energa elctrica de
Latinoamrica, con un potencial decenas de
veces mayor al de Vaca Muerta.
Caso vecino: Uruguay. En una dcada y
con mucha menor inversin ya genera de
modo elico el 22 % de su energa elctrica,
con posibilidad de llegar al 30% este ao y
ha tenido picos del 83%. La produccin elica uruguaya ya supera a las dos Atucha.

MU ABRIL 2016

Tcnicos de Atucha, know how


argentino. Vendedoras de
Campana: know how de ollas.
Vernica, directora de una
escuela estatal que recibe a los
que dejan las privadas por el
ajuste. Eugenia y Eliana: lavan
autos, aunque cada vez menos.

Cierre de este intermedio, slo para dejar


abierto, y no clausurado, el enigma sobre
cmo conviene que sea la matriz energtica del futuro, mientras la energa del presente se centra en los cimbronazos de la
falta y la precarizacin del trabajo.

Ollas y tattoos

ampana est suspendida en la incertidumbre, como los 1.000 obreros de Techint. Pagan el 80% del
sueldo, que se te termina haciendo menos
porque no cobrs ningn extra y quieren bajarlo al 65%, cuenta uno de los trabajadores
en el barrio Siderca. Yo estuve 9 meses suspendido en el ltimo ao. Ellos dicen que les
conviene fabricar caos en la planta de Mxico o la de Rumania, y nos joden a nosotros.
La UOM (Unin Obrera Metalrgica) nunca
hizo una gran gestin en defensa de la gente.
Todos llegan a su arreglo, digamos.
Eva organiz un grupo de mujeres que
ofrece en la vereda ollas Essen bajo la certeza
de que son las mejores del universo. Cuenta:
Mi hijo est suspendido en Siderca y tiene
el beb con discapacidad. (Fue la segunda
persona en dos das, adems de Eliana en Lima, que me habl del Sndrome de West, inusual alteracin cerebral en bebs, entre cuyas causas ms frecuentes se encuentra una
malformacin cerebral prenatal, holoprosencefalia, similar a las descriptas por el
doctor Andrs Carrasco en su investigaciones sobre los efectos del glifosato en embriones de anfibios).
Eva vot a Macri: Recin est empezando y confo que haga las cosas bien. Su
compaera Silvia: Lo veo distinto, la gente sufre, se queda sin trabajo, y el bajn ya

se nota en todos los comercios. Eva: La


seora de la verdulera me cont que en
lugar de comprar por cajn, compra por
medio, porque se vende muy poco. Y si vas
a cosas ms caras, le sacaron los precios a
los zapatos en las vidrieras, para que la
gente no salga corriendo. Pero pasamos
cosas peores. El 2001 s que fue terrible pero se pudo salir adelante por las mujeres
que tienen fuerza para salir adelante.
A media cuadra, en el kiosco, Daniel
calcula que vende la mitad de diarios que
en 2015. Y si hace unos aos venda 40 o
50 Gente y Caras por semana, ahora cuando
vendo 3 o 4 tiro cuetes.
Guillermo Bentancourt no cree que el
ajuste haya comenzado con Macri. Es
obrero metalrgico desde hace 12 aos e
integra el Frente de Izquierda: El ajuste lo
empez el kirchnerismo hace dos aos por
lo menos. Desde diciembre de 2014 quedaron unos 2.200 trabajadores menos en Tenaris entre despidos encubiertos, retiros
voluntarios, cada de empresas contratistas. En Comau y Loginter estn por echar a
300 obreros. En Atma, de Newsan, 159. En
diciembre despidieron de Tenaris a 189
compaeros y como la UOM no haca nada,
se armaron asambleas de trabajadores autoconvocados y se hizo una marcha por las
calles. Los reincorporaron, pero automticamente los suspendieron. Tambin hubo
tres empresas del polo petroqumico que
cerraron, otros 300 en la calle, Honda tuvo
800 suspendidos y Toyota est planteando
reducir la semana de trabajo.
Dato cervecero: Quilmes pertenece al
grupo AB InBev (belga-brasileo) que se
ha logrado la 3 fusin ms grande de la
historia con la britnica SABMiller. En Argentina controlan el 80% del mercado pero
estn pensando irse de Campana y del pas
a producir ms barato en otro lado.
Somos como un laboratorio de un
plan patronal. En lo personal te afecta
porque perds al compaero que trabaj
siempre con vos, reconoce Guillermo,
que viene de una suspensin de 12 das.
Es cierto que los empresarios se la llevaron con pala, porque Rocca adems tena
montones de cosas subsidiadas. Hoy tiene
casi la mitad de los obreros, pero cuando se
recupere, como pasa siempre, va a producir con los que tiene hoy, no va a tomar al
resto. Todo es una rueda de negocios. La de
Techint esperando su momento, ganando
siempre. La del macrismo y antes el kirchnerismo viendo cmo le sacan el jugo a
Atucha. La de los inversores y los especuladores. Nada est pensado a favor de la
gente. Todo a favor de ellos.
En la parada de taxis del barrio Siderca
cuentan que de 30 viajes diarios hace un
ao pasaron a 7 u 8 actuales. Es como una
epidemia, estamos todos contagiados, uno
est mal y todos terminamos mal, diagnostica Fabio, que vot a Macri igual que
sus compaeros de parada. Ricardo: No
s para quin gobiernan. El que mantiene
el pas es el laburante. Los de arriba la viven mejor. Hay que darle tiempo. Tres meses: despus, me como el auto.
A Claudia siempre le dijeron Cl. Su
abuelo, su pap, su hermano y su marido
trabajaron en Siderca. Pablo, el marido,
est suspendido y ambos ofrecen hacer tatuajes: Clotattoo y Pablos. La situacin
est tremenda. Pero adems es el nimo.
Conozco gente que la echan y se ha querido
matar. Mi pap era de los tipos re cumplidores. Cuando lo despidieron, se muri de
un ataque al corazn.
Claudia no vot a Macri: Trabaj en
una de sus empresas, Servicios Viales, que
cobraba el peaje en la Panamericana entre
Zrate-Lima. Nos hacan trabajar dos horas de ms por da sin pagarnos. Es lo que
l dijo: los sueldos son un gasto. Nos verdugueaban y cuando alguno era llamado a
la oficina me contaban que l mismo apareca y a la gente no la trataba bien. Con esa
mentalidad no s si l puede entender qu
es lo que necesita la sociedad, cuenta esta
mujer que ha pasado de realizar un tatuaje
y un piercing por da, a uno por semana.
Como si no hubiera mucho nimo de seguir gastando en buscar palabras, imgenes, amores o sueos que queden grabados
en la piel para siempre.

ARGENTINA TRANSGNICA

por Frank Vega

Acoso a
la identidad

JULIETA COLOMER

ABRIL 2016 MU

LA POLICA, EL DNI Y LAS REQUISAS ARBITRARIAS

Detenciones al azar o por aspecto. Pedidos de documentos, ilegalidad, prepotencia.


Dos casos que muestran que el hostigamiento contra jvenes y adolescentes no es slo
policial. Qu hay detrs de estos procedimientos? LUCAS PEDULLA

l filsofo Michel Foucault


plantea que una poca no
oculta nada.
Nada.
Slo hay que saber leerla.
Para eso, Foucault postula dos condiciones: ver y hablar.
Lo que se ve y lo que se dice en una poca permiten extraer su esencia.
Qu es lo que podemos agrupar de un
lado y de otro? Destellos y discursividades.
Por ejemplo.
El 23 de diciembre de 2015 el Tribunal
Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos
Aires resolvi por mayora (con los votos
de los jueces Luis Lozano, Jos Cass, Ana
Mara Conde, Ins Weinberg y la disidencia
de la doctora Ana Mara Ruiz) que la Polica
Federal est habilitada a pedir DNI, a cualquier persona y al azar. Organismos de derechos humanos y organizaciones sociales
alertaron que la mxima autoridad judicial
portea fallaba en favor de una prctica
policial que, entre otros casos, habilit la
privacin ilegtima de la libertad, la tortura y asesinato del joven Walter Bulacio en
1991, que motiv una condena al Estado
por parte de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH).
Cul fue el inexplicable recorrido de
esta sentencia emitida por un tribunal
porteo? La respuesta proviene del conurbano bonaerense.
El 14 de abril de 2014 Lucas Abel Vera -19
aos, de La Matanza- es detenido a las 15.20
horas en la estacin Constitucin. El oficial

de la Polica Federal Matas Hoyos (tambin


oriundo de la zona oeste del Conurbano:
Haedo) es quien labra el oficio. All sostiene
que por reclamos realizados por la empresa ferroviaria y las denuncias de usuarios por el consumo de estupefacientes y
por diferentes hechos ilcitos, realiz un
control poblacional y una identificacin de
personas al azar (sin especificar ningn
criterio para ambas abstracciones), por lo
que pidi documentos a un joven que, afirma, comenz a demostrar un cierto nerviosismo y que de forma espontnea manifest poseer un arma de fuego en la
cintura. El oficial lo espos, le extrajo el arma y solicit la cooperacin del personal de
la Brigada de Investigaciones.
El defensor oficial plante la nulidad de
la detencin, al ser inconstitucional la
identificacin al azar, sin ninguna razn.
El argumento del defensor es convalidado
por el Juzgado de Primera Instancia en lo
Penal, Contravencional y de Faltas N 25 y
la Sala II de la Cmara de Apelaciones. No
es facultad de la polica, si no cuenta con
un motivo vlido para hacerlo.
El Ministerio Pblico Fiscal apela dos veces.
As el proceso llega hasta el mximo Tribunal porteo, que deja sin efecto la resolucin de la Cmara y devuelve las actuaciones
para que otros jueces se pronuncien sobre la
legitimidad del procedimiento con arreglo
a la doctrina fijada por esta mayora. Es decir, ellos mismos. Y establece que, adems
de considerar que la intervencin es nimia sobre las personas, es una facultad

implcita de la Polica Federal para la prevencin del delito. El presidente de la Corte, doctor Luis Lozano, aclara que la medida
debe estar dentro de la competencia que
habilita la ley, por lo que no puede violar
ninguna garanta constitucional ni asumir solapadamente criterios de sospecha
por notas de las personas que haran odiosa
una distincin como, por ejemplo, el color
de la tez o el nivel econmico revelado por
la indumentaria (sic).
Los hechos muestran que eso no sucede. Por eso el fallo de 18 pginas abri una
Caja de Pandora.
Y una poca.
Hasta aqu los discursos del centro.
Los destellos provienen, como siempre,
de los bordes.
Por ejemplo: Quilmes, sur del conurbano bonaerense.

En primera persona

aureana Rodrguez tiene 17 aos y


cursa su ltimo ao en el colegio
Sagrado Corazn de Jess. Est
sentada en un bar, se pide una Aquarius de
manzana y dice que quiere hablar. Enfrente suyo est sentada una amiga, 16 aos,
que prefiere no decir su nombre. Laureana: Estbamos escuchando tantas barbaridades que pens que era necesario hablar. Mi pap estuvo de acuerdo. Se decan
cosas que nada ver. Y el colegio pidi que
no hagamos declaraciones.

Qu nos est contando?


Nos est contando eso que se vio en Internet y en todos los medios de comunicacin del pas.
Hicimos la fiesta del UPD, que es ltimo Primer Da de clases, donde festejamos el inicio del ltimo ao del colegio.
Tipo 5 de la maana paramos en una plaza cerca de la escuela y nos quedamos
ah. En ese momento se acercan algunos
pitufos (as son conocidos en el Conurbano los efectivos de las policas locales,
por sus trajes azules) y dicen que nos vayamos porque iban a venir ms policas.
Dieron a entender que iban a ser otros,
como ms grandes. Supuestamente haba otros colegios que estaban haciendo
quilombo porque tenan aerosoles y
bombos, pero por festejo. Nosotros no
tenamos nada, pero nos fuimos, porque
ya era hora de entrar al colegio. Estbamos a una cuadra y vemos llegar policas.
Muchos. Vimos cinco patrulleros, que
son esas camionetas grandes que tienen
ellos. Ni estacionaron: abrieron las puertas con todo y bajaron con las armas en
medio de la calle. La cortaron. Cuando
los vi me asust, pens que nos iban a
meter a todos en la camioneta. Eran mujeres y hombres. Nos empezaron a gritar,
y de mala manera nos dijeron que nos
pusiramos de espaldas, que tirramos
las mochilas. A algunos los revisaron. A
los chicos les chocaron la cabeza contras
las rejas. Hubo gritos y varios vecinos salieron a ver qu pasaba. Ah fue cuando
nos vieron a todos en fila y los vecinos
empezaron a filmar.
El video se viraliz en minutos y lleg a
todos los canales de televisin y portales
web. All se ve a adolescentes con sus uniformes de colegio catlico requisados por la
Bonaerense y se escucha a una seora que
grita: Por qu no van a agarrar a los trapitos que nos rompen todo y se cagan a tiros
todos los das? A estos pelotudos agarrs?
Esta es la polica que tenemos. La amiga de
Laureana recuerda la respuesta de la Bonaerense: Gorda, metete adentro.
Laureana: Nos gritaban. Nos decan
que ramos unos chetos. Decan: Ustedes se hacen los chetos, los cancheros?
Bueno, hacete el vivo conmigo. Y estaban
con armas grandes, como escopetas. Como si estuviramos afanando un banco.
Una compaera se enoj y les dijo: Ustedes pretenden que nosotros seamos educados pero no dan el ejemplo, no son respetuosos. Una mujer polica, la ms
agresiva, que pareca que en cualquier momento iba a hacer algo, le grit: A ver, ven vos, date vuelta: callate la boca!. No podamos emitir palabra.
Las jvenes critican la cobertura del
episodio en los medios: Hablaron con
profesores que no eran de nuestro colegio
que dijeron que estbamos alcoholizados.
Mentira! Entrevistaron a un remisero que
no tena nada que ver: la remisera estaba
cerrada. Despus, otro periodista public
la noticia en Facebook y vi comentarios
que hablaban como si estuviramos en un
gobierno militar. Decan que estaba bien lo
que nos haban hecho, que nos tenan que
castigar as, que los policas actuaron perfecto, que los padres tenan que poner lmites. No saben nada. Por eso salimos a
hablar. Uno se queja de la polica, pero
tambin la gente repite y fomenta estas
cosas.
Otro de los alumnos habl con el programa Ir a ms, de FM Sur 88.9. Supuestamente nos pararon para ver si tenamos navajas o armas de fuego, dijo.
Nos pidieron documentos. Lo ms violento es que te agarraban del cuello y te
ponan la cara contra la pared: me qued
una marca en la frente. Lo hacan para
meter miedo. Nos decan: No me mires
porque te llevo a la comisara.

Lo normal de lo policial

as chicas dicen que a ellas no les


pidieron documentos. Pero Laureana recuerda una situacin que
pas esa misma madrugada: Tipo 2, por
ah, salimos a comprar con una amiga por-

MU ABRIL 2016

El color penal

a Defensora General y la Defensora General en lo Penal, Contravencional y de Faltas (PCyF) de la


Ciudad presentaron un recurso extraordinario federal para revocar el fallo del Tribunal porteo sobre el caso de Lucas Vera,
el joven detenido inconstitucionalmente
que dio origen al fallo que deriv en la generalizacin de las requisas arbitrarias.
Se refieren a la accin de identificar al
azar y sin causa, y van al hueso:
Siempre estuvo claro para todos que la
polica usaba esa facultad para justificar
sus intervenciones o sospechas sin otro
fundamento, y que la aprovechaba selectivamente para poder interrogar o
revisar a los seleccionados. Es decir,
invariablemente funcion como un mecanismo para sortear la exigencia legal
de orden judicial de detencin, en casos
donde no hay delito flagrante alguno. Y
aunque los doctores Weinberg, Lozano,
Cass y Conde vlidamente aspiren que
no ocurra, lo cierto es que la polica
nunca pidi documentos de identidad a
la gente que supona decente y de apariencia ajustada a sus propios estndares, sino a las que atribua notorias ca-

por otro lado, el Poder Judicial libera y convalida actuaciones excesivas, rpidamente
sienten que hay piedra libre. Y la usina generadora de estas libertades es el poder
meditico.
Ninguno de los jueces y las juezas del
Tribunal porteo quisieron hablar con MU.
Todos coincidieron que el fallo todava estaba en trmite y que no era pertinente
dar entrevistas. De todos modos, el doctor
Lozano, si bien remarc que los jueces
hablan por su voto, sostuvo que le gustara hablar para aclarar algunas malinterpretaciones de la sentencia. Cuando
esto se resuelva, hablamos con gusto,
afirm. Otra respuesta dio el magistrado
Jos Osvaldo Cass: Los jueces no tienen
por qu defender la sentencia. Lea el fallo.
Entrevista, imposible.
Por otro lado, el recurso extraordinario
presentado por los defensores tiene grandes
posibilidades de llegar hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nacin. All se habilitara
una instancia para que organizaciones sociales, sindicales, cooperativas y movimientos de derechos humanos se presenten como amicus curiae para manifestar su opinin
dentro de esta discusin vital para la democracia. Ante el hipottico caso de una sentencia negativa por parte del mximo tribunal, MU pregunta a los defensores: hasta
qu instancia buscaran llegar para revertirlo?. Responde Corti: Hasta a la Corte Interamericana.

La pregunta

IGNACIO YUCHARK

que faltaba jugo. Nos fren la polica. Lo


nico que faltaba, pens, es que nos metan
adentro. Me asust. Nos llamaron y nos
preguntaron si tenamos documento. No
lo tena a mano. Me pidieron que cuando
salga lo lleve conmigo, porque era su deber pedirlo. Y lo tenemos que tener. Dijeron que vayamos tranquilas porque el documento es supuestamente para saber
quin sos, por si te llega a pasar algo. No
habamos hecho ni dos pasos que nos par
de vuelta. Nos dijo que ellos nos iban a llevar a comprar en el patrullero. Yo lo vi normal. Despus, cuando lo cuento, todos dicen que la polica no tiene por qu llevarme
en el auto. Nos metieron en la parte de
atrs, viste que hay como una rejita? Ah
nos llevaron al kiosco. Baj, compr, y dijeron que nos iban a llevar al saln. Uno de
los policas era medio gordito y otro flaco.
En ese momento pens que si les deca que
no, no s qu me podan hacer. Supuestamente lo hicieron por seguridad, por si nos
pasaba algo. Un amigo cuando cont esto
en el aula, dijo: Si hubiera sido yo, no me
llevaban. Me pidieron los datos: de dnde
era, nombre completo, numero de telfono como para llamar y el nombre de mi papa. Lo anotaron.
El relato estremece.
El pap de Laureana es Adrin Rodrguez, juez de Faltas de Quilmes, que denunci el accionar policial junto a otros
padres. La denuncia penal se tramita como
abuso de autoridad en la fiscala penal
N 5 del municipio, a cargo del fiscal Jorge
Zaizar. Hay cinco patrulleros y al menos 10
policas identificados de la Comisara 1 y
del Comando de Prevencin Comunitaria
(CPC). El propio jefe distrital de la Unidad
Regional de Quilmes dispuso un sumario
administrativo y dio aviso a Asuntos Internos de la Bonaerense.
Es muy fuerte y absolutamente desagradable enterarte que a tu hija adolescente,
con un uniforme escolar y cuando estaba
yendo al colegio, la ponen contra la pared,
con una actitud desmedida de la fuerza de
seguridad policial, injustificada y sin orden
judicial, dice el juez Rodrguez a MU. Los
derechos constitucionales no pueden ser
avasallados por la autoridad policial. Hay
que tomar conciencia de que vivimos en un
Estado de Derecho: no podemos retroceder
40 aos. Esto debe llamar la atencin del
Gobierno: deberan repudiarlo. De lo contrario, interpreto que hay una liberacin injustificada del accionar represivo. Es la justicia la que debe determinar qu tipo de
responsabilidad existi. Como persona del
Derecho, digo que existieron responsabilidades penales. Desconozco si esto obedeci
a una falta de formacin policial o a una orden. Probablemente estn autorizados a actuar al margen de la ley. Pero yo quiero saber
quin fue la persona que imparti la orden.

ractersticas sospechosas, y que,


despus de su derogacin, redefini como propio de su olfato policial.
No existe ninguna norma que exija la
portacin de documento de identidad para la sola circulacin por la va pblica.
Horacio Corti, defensor general de la Ciudad, dice a MU: Este caso trasciende la situacin del joven Vera. Hay un contenido
simblico: el fallo se dio a conocer el mismo da del anuncio de la transferencia de la
Polica Federal al mbito de la Ciudad.
Qu mecanismo institucional es posible y
factible que asegure que la polica no est
realizando detenciones al azar, o que no
estn jugando criterios implcitos para seleccionar a las personas?.
La respuesta de Corti: Ninguna.
Luis Duacastella Arbizu, defensor general adjunto: Si Lucas Abel Vera hubiera tenido documentos, qu pasaba? Hubiera seguido teniendo una supuesta
arma? El juez Lozano dice que no puede
detenerse por discriminacin, pero no es
el juez el que est en la calle, sino un
agente de la polica al que le estamos
otorgando una facultad discrecional. Sinceremos esto: existe una cifra negra de
detenciones ilegales. Y estudios que
muestran que el 80 por ciento de las detenciones por identificacin no terminan
en causas penales. La polica siempre lo
maquilla: no reconoce que detuvo a una
persona para pedirle documentos, sino
porque estaba nerviosa o volvi sobre
sus pasos. Tenemos 24 defensores de primera instancia: ya nos est llegando esa
informacin. Y la vamos a sistematizar.
Por ahora no hay datos.
Y esa ausencia es un dato: la falta de
produccin de informacin policial y judicial deja en el vaco cuntas personas detienen y el por qu. La doctora Vernica
Heredia (abogada del caso Ivn Torres,
desaparecido en democracia, que motiv
otra condena de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos al Estado Argentino
en la que prohbe las detenciones al azar)
realiz un trabajo para la Universidad de
Palermo: El color del derecho penal. Cotej la
informacin de 163 expedientes ingresa-

Dos chicas del grupo de


estudiantes agredidos por
la polica en Quilmes.
Arriba, Horacio Corti y Luis
Duacastella Arbizu.

dos en un turno de una fiscala portea. La


informacin involucraba a 272 personas.
Algunos resultados comprueban la hiptesis del proyecto: casi el 90 por ciento de
los detenidos son varones de tez triguea/
morena, de pelo negro, contextura fsica
delgada y se visten con campera capucha,
jean y zapatillas.
Es decir, el prototipo del pibe pobre.
La mayora de las detenciones eran porque las personas cambian de rumbo al
ver el control policial o muestraban signos de nerviosismo y sudoracin o porque se los observaba manipulando algo
pequeo que luego esconden o arrojan. Tal lo escrito en las actas policiales.
Ese es el olfato policial.
Por esa razn, Duacastella Arbizu cree
que el fallo repercute en otras fuerzas provinciales y nacionales. Cuando uno le da
ms facultades a la polica lo que le est
dando es ms autonoma. Y nuestra polica
no fue democratizada. Los cuadros policiales conservan intacta la capacidad de
actuar de forma autonmica y contraria a
la ley. Y la polica tambin es muy rpida
para advertir un cambio poltico: cuando
advierte que el Ejecutivo da una orden y,

anesa Orieta lleva en el cuerpo


esta discusin. Referente ineludible, cita el caso de su hermano,
Luciano Arruga, que con 16 aos fue hostigado sistemticamente por efectivos
de la Bonaerense en La Matanza. Su desaparicin en 2009 se convirti en uno de
los smbolos de la brutalidad del Estado.
Luciano viva en un barrio pobre y se haba negado a robar para la polica. En
septiembre de 2008 fue detenido por una
supuesta denuncia de un robo que nunca
se comprob ni se juzg, por lo que fue
llevado a un destacamento por averiguacin de antecedentes. Alli fue torturado por el oficial Julio Diego Torales,
condenado luego a 10 aos de prisin.
Vanesa sabe, entonces, de qu estamos
hablando:
A quin le van a pedir el documento? A
un chico de Recoleta? O al que venga del Conurbano a la Capital porque le ven esa cara
que ellos consideran peligrosa? Seguimos
hablando de lo que ya est instalado hace
mucho tiempo: ac se persigue por portacin de cara.
Cmo leer entonces esos destellos
que se emitieron en Quilmes?
Est mal. Estamos mal. Y es peligroso: muchos salen a decir en los medios
que parar a los pibes est mal, pero son
los mismos que aclaran que igual hay
muchos delincuentes. Y ah ya me justificaste la requisa. Hay que combatir ese
discurso: es una persecusin anticipada
en base a una sospecha que viene de la
mano de discriminar y criminalizar la figura de una persona. Y, en este caso, son
chicos de un colegio privado. Y va a llegar
un punto donde la violencia no va a distinguir entre clase media o pobre. Hay
que esperar a eso para darnos cuenta que
ya nos han liquidado una cantidad enorme de pibes?.
La pregunta queda resonando. Una
posible respuesta? Ver y hablar.

10

ABRIL 2016 MU

Crnica del desastre


NAPENAY Y AVIA TERAI, CHACO

El notable crecimiento de casos de nios con enfermedades y malformaciones en el


Chaco. La muerte de un fumigador de agrotxicos: cncer a los 40 aos. La inoperancia
o la complicidad del sistema de salud y meditico. DARO ARANDA

lejandro tiene 7 aos y est


sentado en un changuito para
bebs que le queda chico. Acceder a una silla de ruedas es
uno de los tantos derechos
incumplidos. Alejandro sufre parlisis cerebral y su familia y mdicos tambin lo
vinculan a la pobreza y a otras injusticias:
vive a diez metros de un campo de soja, que
fue rociado con agrotxicos desde su gestacin. Bajo un rbol, a pasos del cultivo
transgnico, Carmen Almeida, su mam,
intenta hacerle upa. Le cuesta, pero lo logra. Habla casi con susurros. Pide, como
una splica, tres cosas: una silla de ruedas,
atencin mdica y que su hijo pueda ir la
escuela. Mientras habla, mira al horizonte,
donde solo se ve soja.
As es el corazn transgnico de Chaco.

Salud

lejandra Gmez vive en Resistencia, capital chaquea. Estudi abogaca ya de grande (treinta y pocos) para acompaar en la carrera a una
amiga que padeca cncer. Ya participaba
de la Red de Salud Popular Ramn Carrillo
y, casi de casualidad, en 2008 fueron convocadas por los vecinos de las localidades
La Leonesa-Las Palmas: arroceras arrojaban agroqumicos sobre los barrios.
Lograron fallos inditos: se prohibieron
las fumigaciones terrestres a menos de
1000 metros de las casas (2000 si eran areas). La sentencia protegi a las escuelas
rurales, ros y lagunas y fue confirmada
por el Superior Tribunal de Justicia.
Gmez es didctica: hay una ley (de
Biocidas, nmero 7032, que restringe las
fumigaciones a 500 metros de las viviendas) que no se cumple. Los productores
hacen caso omiso y los funcionarios de todos los signos polticos miran para otro lado. Para los poderosos pareciera que primero estn los negocios y despus la salud.
Nosotros pensamos lo contrario, afirma.
Acompaa el viaje hasta uno de los epi-

centros transgnicos de Chaco. Ruta 16, 170


kilmetros hasta Roque Senz Pea, segunda ciudad provincial, conocida como capital
nacional del algodn. Ya casi no existe algodn, que adems es tambin transgnico
con uso masivo de agroqumicos. Desde la
ruta se ve soja, maz, girasol y ms soja.
Primera parada, casa de la doctora Mara
del Carmen Seveso. Mdica, treinta aos de
trayectoria, testigo privilegiada de los cambios productivos. Cmo te puedo explicar?.... Hace una pausa mientras carga el
termo: Es un desastre desde todo punto de
vista. Echaron a la gente del campo, la dejaron sin trabajo y encima enfermaron a la poblacin. Y nadie se hace cargo, denuncia.

Napenay

obre la misma ruta 16, veinte kilmetros hasta Napenay. Al costado de la


ruta, repleto de carteles del agronegocio: Vicentn, Bunge, Dow, Basf, Rizobacter, John Deere. Es una localidad de 5000 habitantes, de matriz agropecuaria. Catalina
Cendra, 40 aos, recibe en el patio de su casa
materna, en la zona urbana. Sillas de plstico,
mesa con galletitas y mate recin preparado.
Vive a 25 kilmetros, tierra adentro, Lote 15,
Paraje Pampa La Desatinada. Me dicen Cati, se presenta con besos en ambas mejillas.
Cuatro generaciones campesinas. Animales,
quinta, frutales, batatas, zapallo, mandioca y
todo lo necesario para comer sin depender del
mercado o la carnicera. Pero hace diez aos
todo comenz a cambiar.
Fueron los cordobeses, precisa. Y explica que son empresarios de esa provincia
que llegaron hasta Chaco, compraron (o
alquilaron) a familias ancestrales del lugar
y comenzaron a rodear a campesinos que
no queran irse, ni alquilar ni vender.
Y se iniciaron los desmontes y luego las
fumigaciones indiscriminadas. Los frutales se quemaron, los frutos se cayeron y
las plantas se fueron secando. Intentaron
dialogar con los nuevos vecinos, pero no
tuvieron respuesta. O s tuvieron: los vol-

vieron a rociar con agroqumicos. Ya nos


fumigaban por dems. Su esposo no quera confrontar, pero ella sali a la calle.
Junto a la Unpeproch (Unin de Pequeos
Productores del Chaco), denunci lo que
pasaba, incluido el xodo rural. Como un
orquestado plan de vaciar el campo, nunca
hubo obras para que cuenten con electricidad, y cerraron muchas escuelas rurales.
En el Paraje La Desatinada esa fue la
(mala) suerte de la Escuela 289. Consecuencia: los chicos en edad escolar tuvieron que ir al pueblo (en muchos casos con
las madres) para terminar la primaria.
Nos vaciaron el campo. Ac y en todo
el pas. Quieren que desaparezcamos, que
sea todo un campo de empresarios, define Catalina con precisin que no se escucha en autoridades del INTA ni del Ministerio de Agroindustria.
El Foro por la Tierra del Chaco denunci
en 2008, en base a censos oficiales, que a
mediados de siglo pasado la poblacin rural
provincial representaba el 70 por ciento. En
1991 haba descendido al 28,5 por ciento. En
2001, slo el 17 por ciento de la poblacin
permaneca en el campo. En 2010 descendi
a 12 por ciento. El xodo tuvo un solo destino: los mrgenes de las ciudades.
Una maana de febrero comenzaron a
fumigar a las 6. Catalina se sinti mal. Recogi agua de un tanque que estaba tapado y se
duch. Fue peor. Comenz con dolor la cabeza, mareos y picazn en todo el cuerpo,
como si fueran avispas. Consigui que la lleven hasta el puebo, a 25 kilmetros. A las 12
estuvo en la posta sanitaria. La mdica recin apareci a las 18. Me trat mal. Dijo
que no tena nada, y me dio Paracetamol,
relata. Se enoja al recordar. Le avis a la doctora que iba a denunciar al fumigador y a ella
por no atenderla. Ah se amans. Me comenz a hablar bien. Me revis mejor, pero
igual neg que fueran los qumicos.
La doctora Seveso explica que hay muchos inoperantes en el sistema de salud, y
quienes ocultan lo que pasa. Recuerda cmo
inundaron los consultorios con informacin
de la Gripe A o el dengue, pero nunca abor-

dan el tema de agrotxicos y transgnicos.


Ni se los nombra. No es casualidad.
Otras trece familias de Napenay estn
en situacin similar a la de Catalina Cendra. Asediadas por el modelo de agronegocios. Como en Tres Isletas, Colonias Unidas, Quitilipi, Machagay, Castelli. Pero
muchos no quieren denunciar para no tener problemas, tienen miedo.
En 1996 haba en Chaco 123.000 hectreas son soja. En 2010 fue el pico: 700.000.
El maz transgnico pas de 95 hectreas
en 2002, a 400.000 en 2010.
El Lote 15 son 231 hectreas rodeadas de
transgnicos. Catalina aclara que ellos
cuidan el monte, saben que es su futuro y
el pulmn que resiste. Ofrecieron comprarlo, pero no, es nuestro derecho vivir en
el campo, de nuestro trabajo. No vamos a
dejar de luchar, avisa.

Alejandro

e vuelta a la ruta 16. Cinco minutos


de andar y un camino ancho de tierra que se abre. Cuatro kilmetros,
alambrado, rboles aejos y la Escuela 256,
pintada de blanco y celeste. Enfrente, un
campo de algodn transgnico. Alejandra
Gmez dice que la Red de Salud Popular denunci que fumigaban, estando los nios en
clase. Consecuencias: intoxicaciones, vmitos, mareos, problemas respiratorios,
sarpullidos.
Lapsus de unos segundos y una pregunta
retrica: Y si fumigaran escuelas de Palermo o Recoleta en Buenos Aires o en cualquier otro lugar acomodado del pas?
Fin del lapsus. Gmez seala que lograron que las fumigaciones sean entre las 6 y
las 8 de la maana, antes de clase. Sabe
que es poco pero estn solos: polticos,
jueces, policas, medios de comunicacin
son, por accin u omisin, cmplices.
Ya es el medioda. Cinco minutos de andar. Una casa humilde, de material, dos
habitaciones, techo de chapa, rboles a los
costados y perros alertas. Sale Carmen Almeida, 27 aos, delgada, madre de tres nios. Vuelve a la casa y busca a Alejandro, 7
aos, en un cochecito para bebs que sus
paps compraron con sacrificio, en doce
cuotas. Sufre parlisis cerebral, con severa
dificultad motriz. No camina, no se sienta
solo, ni maneja su cuerpo. No puede sostener su cabecita erguida. Intenta hablar,
pero se expresa mediante gritos o llanto.
El carrito es pequeo para el cuerpo de
Alejandro. Da impotencia la situacin. Y
an ms el lugar: el patio es al mismo
tiempo el campo que tuvo soja hasta hace
das. Y donde volvern a arrojar todo el
cctel qumico.
El campo, de 25 hectreas, es del suegro
de Carmen. Lo alquila a productores de la
zona. Hace ms de diez aos que ella vive
ah. Y siempre fue testigo involuntaria de
las fumigaciones, incluso embarazada. Les
suelen avisar que van a echar remedios
(agroqumicos) y ellos se encierran en la
casa. Los mdicos dicen que no fue por
eso lo de Alejandro, o que no se sabe la
causa. Dicen que puede ser que al nacer le
apretaron sin querer la cabecita y eso provoc la parlisis, explica la mam.
Nadie de los presentes se anima a contraponer hiptesis o argumentos.
Hace meses que tramita una silla de
ruedas, pero siempre falta algn papel o
trmite burocrtico. Recorri hospitales,
municipios y despachos provinciales.
Tambin tuvo problemas en la escuela
especial Crecer con todos, de Senz Pea. No
le daban la vacante porque le faltaba el certificado de discapacidad. No haca falta ser
Nobel para ver la situacin. Llevbamos a
Alejandro, los doctores lo revisaban, pero
decan que faltaban estudios. Y no nos da-

11

MU ABRIL 2016

ban el certificado de discapacidad.


Perdi meses de clases, hasta que lo
aceptaron con una limitacin: concurre
solo dos das, un total de cuatro horas por
semana. Debiera ir veinte horas, pero hay
muchos chicos con discapacidad y solo dos
escuelas. Carmen celebra que ha habido
mejoras. Que mastica al comer (antes slo
tragaba) y que intenta comunicarse ms.
Lamenta que no pueda estar ms en la escuela, con una rehabilitacin intensiva.
La doctora Seveso explica que no hay cifras pblicas, pero en los ltimos quince
aos aument el nmero de nios con discapacidad. Hay dos escuelas nuevas para
esos chicos, pero hay lista de espera: no alcanzan. Esto tambin es el modelo agropecuario. Los negadores que vengan y lo vean
con sus ojos, que piensen en sus hijos, desafa, mientras enumera parajes donde ha
visto lo mismo: Avia Terai, La Tigra, La Clotila, Tres Isletas, Castelli.
Alejandro grita desde el changuito. Llama
la atencin de su mam. Carmen se despide
como pidiendo disculpas, agradece la visita
y, con dificultad, alza a upa a su hijo.
Cuando ya estamos en la ruta, suena el
telfono de Alejandra Gmez. Un mensaje
de texto de Carmen: Que el periodista
ponga que si tengo que esperar de los polticos que me consigan una silla para mi hijo me voy a jubilar porque no me dan pelota. Se enojaron esa vez que le llegaron
ustedes (a reclamar). Por eso los polticos
no me quieren ayudar.
Gmez lo lee en voz alta. Unos instantes y llega otro mensaje de la mam de
Alejandro: Hoy estuve tmida porque me
quieren sacar de esta casa. Y perdn que
estuve tmida pero me pongo triste cuando
hablo de mi nene.
La impotencia se hace nudo en la garganta. Todo se hace silencio.

Sin entrevista

via Terai significa monte grande


en idioma originario. Es una localidad de cinco mil habitantes en el
centro geogrfico de Chaco, vecina de Napenay. En el ingreso al pueblo hay una semillera transgnica (Mandiy) y una agroqumica
(Ciagro), con campos experimentales. Tambin sobresale una pista de aviones fumigadores. Y est presente la multinacional
cerealera Bunge, con carga-descarga de
camiones. El casco urbano est, literalmente, rodeado de cultivos de soja y girasol que son fumigados entre diez y doce
veces al ao.
Casas bajas, pocas calles de asfalto. La
siesta se respeta. Hay muchas nubes y hacen ms tolerable el sol chaqueo. El auto
toma una calle de tierra que se aleja del
centro, campo de un lado, viviendas humildes del otro. Unas quince cuadras, dobla a la derecha y se interna en una huella.
hasta una fbrica de ladrillos artesanal, familiar, precaria. All est Aixa Ponce Cano,
de 7 aos, junto a sus padres y hermanos.
Aixa tiene una extraa enfermedad: toda
la piel cubierta de lunares, pequeas manchas, verrugas y vello. En 2012 la agencia
internacional de fotografa Getty recorri
la zona y retrat a Aixa. Confirm el dicho:
Una imagen vale ms que mil palabras.
La foto se viraliz en medios del exterior (y
algunos de Argentina).
En los aos siguientes, una decena de
fotgrafos y documentalistas fueron en
busca de Aixa y su padecer. Menos visibles
a las lentes, Aixa tambin padeca unos
extraos tumores (de hasta un kilo de peso) que crecan en su espalda y le impedan
correr, caminar erguida y slo poda dormir boca abajo, con dolor. Lo peor, esos tumores crecan. El sistema de salud de Chaco le respondi con una interminable
burocracia que nunca daba soluciones (finalmente, la unin del fotgrafo italiano
Marco Vernaschi y un grupo musical logr
un tratamiento pago y operacin en Buenos Aires).
Silvia Ponce, la mam de Aixa, habla
mientras trabaja al aire libre, en la fbrica
de ladrillos con su esposo. No tienen muchos deseos de ms prensa. Pregunta dnde estn las cmaras de fotos. Se le explica

que no habr imgenes, slo grabador,


cuaderno y lapicera. Baja la guardia, pero
se excusa, deben terminar una tanda de ladrillos y no puede hablar. Aixa y cuatro de
sus hermanitos se acercan, quieren jugar,
piden el cuaderno y lapiceras.
No habr fotos. Y tampoco entrevista.
Pero tiene premio: Aixa y sus hermanos se
quedan con las hojas, dibujan, sonren.
Semanas despus, Alejandra Gmez
explicar lo sucedido: la familia Ponce sufra ataques difamatorios de vecinos y productores. La acusaban de exponer a su hija
y tambin desprestigiar al pueblo.

POSTAS

Premonitorio

atherina Pardo fue una pionera en


alertar sobre los efectos de los
agroqumicos en Avia Terai. Tena
14 aos en 2005, cuando comenz a preguntarse por el avioncito que sobrevolaba la escuela cuando ella estaba en clase.
Junto a dos compaeros y una docente, se
embarc a investigar sobre el hangar vecino al colegio, el modelo agropecuario y las
denuncias de enfermedades del Barrio
Quebracho (a un kilmetro del hangar y
rodeado de soja).
Escucharon a los afectados, confirmaron problemas respiratorios y vincularon
avin, agroqumicos, agronegocios y enfermos. Y precisaron el incumplimiento de
la Ley de Biocidas (que fija lmites de entre
500 y 1500 metros para las fumigaciones).
Su trabajo escolar obtuvo el primer premio
en la Feria de Ciencias de la provincia.
Hubo debates en el pueblo y llegaron
funcionarios del gobierno provincial. Se
reunieron con fumigadores, productores,
docentes y directivos, pero no dejaron
participar a los estudiantes. Los invitaron
a una charla abierta, pero les pidieron que
no hablasen. Sentamos impotencia,
recuerda Catherina Pardo, diez aos despus, sentada en el living de su casa.
Pardo estudia psicologa social. Sigue
denunciando los efectos del modelo agropecuario, consciente de que vive en un
pueblo donde el agro es poderoso.
Pas una dcada: Lo que alertamos en
el colegio se cumpli. Hay cada vez ms
cncer, ms enfermos respiratorios, abortos espontneos, chicos con malformaciones o discapacidad.
Al Barrio Quebracho se sum el barrio
Padre Mugica, construido por la Fundacin
Madres de Plaza de Mayo. Como un destino
maldito, el nuevo barrio est lindero a campos de soja y a cien metros del hangar donde
despegan los aviones fumigadores. Como
plan estatal de vivienda, tuvieron prioridad
(para acceder a la casa propia) las familias
con algn integrante con discapacidad.
Son cien casas. Sabs en cuntas hay
personas con discapacidad?, pregunta Gmez. Silencio. En todas las familias hay una
persona con alguna discapacidad. Si eso no
es una prueba de lo que vivimos....
Catherina Pardo recuerda que los vecinos del Barrio Quebracho daban testimonio de los rboles quemados, las huertas
arruinadas por los qumicos y, claro, los
enfermos ms diversos.
En 2005 haba solo un avin fumigador.
Ahora son tres. El dueo de los aviones de la
fumigadora Aeroaplicaciones del Norte, Patricio Teverosky, los acus pblicamente de
provocar miedo en la poblacin. Dijo que sus
hijos lo acompaan en el hangar, que lo utiliza casi como casa de campo, con asados familiares. Argument que nunca pondra en
riesgo a sus seres queridos ni a la poblacin.
Cinco aos despus Teverosky, de 40
aos, estaba en silla de ruedas, con cncer.
Tanto Catherina Pardo como Mara del
Carmen Seveso lo conocen. Lamentan lo
sucedido. Y les cuesta entender que an siga negando el efecto de los qumicos.
Al momento de escribir esta nota, Alejandra Gmez envi un comunicado de la
Federacin Argentina de Cmaras Agroareas (de aplicacin de agroqumicos): Falleci el seor Patricio Teverosky, piloto
aeroaplicador, oriundo de la localidad de
Roque Senz Pea, Chaco. Expresamos
nuestras humildes condolencias a la familia, colegas y amigos.

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12

ABRIL 2016 MU

LA EX PETTINARI, RECUPERADA

Acoplando trabajo
Lograron la expropiacin de la fbrica luego de una larga batalla que incluy acampes,
desalojos y campaas mediticas. La historia de 100 obreros que crearon su futuro.

os trabajadores cuentan que


este haba una vez arranc en
2012.Nada de lo que vino despus era siquiera un sueo.
Tampoco un deseo. Lo que vino despus lo construyeron.
Los trabajadores cuentan que eran 330,
pero cuando decidieron tomar la fbrica
por primera vez slo haba 30.
En el medio, el cuento: retiros voluntarios, suspensiones sin goce de sueldo, despidos y una alianza entre la gerencia de la
fbrica y el Sindicato de Mecnicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA).
De a poquito la fueron tirando abajo. La
idea era hacer un cierre fraudulento.
Las deudas se extendieron a los aguinaldos y a las vacaciones. Que hasta cortaron la obra social a obreros que estaban en
tratamiento por cncer. Y que comenzaban clases y los trabajadores no tenan di-

nero para comprarles los tiles a sus hijos.


Para reclamar lo que les deban hicieron paro.
Nada.
El 25 de febrero de 2015 lo pasaron literalmente a la calle. Durante meses estuvieron acampando en la ruta N 200 de
Merlo, al oeste del conurbano bonaerense.
Meses.
Das enteros sin ver a sus familias, de
pelearse con sus compaeras, de explicarles a sus hijos que pap iba a dormir en la
calle otra vez.
Das enteros de cortar parcialmente la
ruta para difundir entre los automovilistas
los que les pasaba y pedirles colaboracin .
Das enteros de hacer un guiso con lo
que se pudiera y revolverlo con maderas.
Das enteros.
Meses.
Todo tiene un lmite.

Tomaron la fbrica y, como queran seguir trabajando, debatieron en asamblea la


posibilidad de formar una cooperativa y
trabajar sin patrn.
Se aprob.
Estaban comenzando a producir cuando
50 policas y un fiscal sitiaron la fbrica y
los desalojaron con una orden judicial en la
mano. No fue gratis: Negro, el perro negrsimo que los acompa durante el largo
acampe en la ruta y la toma de la empresa,
mordi a uno de los oficiales bonaerenses
que los desaloj.
Vamos a volver, dijeron entonces los
trabajadores.
Y volvieron.
Hombres de manos curtidas, espaldas
doloridas, pero con voluntad metalrgica,
ingresaron nuevamente a la empresa y redoblaron la apuesta: consiguieron que la
Cmara de Diputados bonaerense aproba-

NSTOR SARACHO

Los trabajadores de Acoplados


del Oeste, y Negro, el perro que
los acompa durante toda
la batalla.

ra la media sancin a la ley de expropiacin. Las amenazas de desalojo no cesaron


y los patrones vaciadores comenzaron a
presionarlos con otra arma: la prensa.
Los trabajadores cuentan que hacan
guardia por las noches. Que se fueron sumando compaeros: de 30 pasaron a ser
60. La posibilidad estaba ah. Casi que la
tocaban con la punta de los dedos, slo haba que seguir... Para ellos pelear para trabajar era un trabajo.
El sueo se transform en certeza
cuando pudieron acoplarla metalrgicamente: el 22 de marzo, entre las noticias
de la aprobacin del acuerdo buitre y las
banderas estadounidenses en Plaza de
Mayo por la visita del presidente Obama, el
Senado bonaerense sancion la ley de expropiacin que adjudica por venta directa los inmuebles, maquinarias, instalaciones y bienes muebles de lo que hoy ya es
Acoplados del Oeste (ADO).
Hoy son casi 100 obreros trabajando.
Ahora es cuando comienza la lucha,
dicen estos trabajadores de cuento.

13

MU ABRIL 2016

Quin mat a Massar?

El responsable del rea de violencia


institucional de la Defensora Pblica,
Christian Gruenberg, anuncia que la causa
del crimen de Massar Ba puede convertirse
en el primer caso en el que la Defensora se
presente como querellante, no para defender a un imputado, sino para velar por
las garantas del proceso y aportar datos.
Por eso se firm un convenio con la Asociacin de Residentes Senegaleses, otra organizacin que defiende a la comunidad, ante
la ausencia de diplomacas formales.
Mustafa, su presidente, es cauto para
relacionar el asesinato con la exposicin
pblica de Massar: No queremos dramatizar la muerte sino saber qu pas. Puede
ser que no tenga nada que ver con eso, o s.
Queremos dudar de todo, sin descartar la
hiptesis de la violencia institucional.

Las pistas

BRUNO CIANCAGLINI

EL BRUTAL CRIMEN DE UN REFERENTE SENEGALS

Asesinado a golpes, el cuerpo de Massar Ba apareci tirado en una calle portea. Las
acciones y el contexto de persecucin a los vendedores ambulantes. FRANCO CIANCAGLINI

a cuadra de Mxico al 1.400 se


pone oscura despus de medianoche. El garaje cierra la
reja a las 21, en la esquina el
bar lleva hace aos el cartel
de alquila, los locales comerciales se
convierten en persianas pintarrajeadas y
las casas coloniales, devenidas boutique o
conventillos segn la ocasin, apagan sus
luces. Truenan los colectivos por San Jos
hacia Constitucin, y murmura una banda
de jvenes y no tanto, propietarios nocturnos de la plaza de la vuelta. El Teatro Calibn cierra tarde los domingos pero sus integrantes no saben nada de lo que pas la
madrugada calurosa del lunes 12 de abril.
Quiere decir que Massar Ba fue atacado
despus de las 3 de la maana. Por un llamado annimo al 911 fue encontrado a las
5, tirado sobre la vereda, inconsciente.
La violencia era notable: politraumatismos en el crneo, en las piernas y la pelvis.
Sangre.
Horas despus, tras dos operaciones para
salvarle la vida, Massar Ba muri en el Hospital Ramos Meja. Su madre y su hermana
esperan su cuerpo en Dakar, Senegal,
mientras la causa judicial lo retiene, esperando averiguar quin lo mat.
Massar Ba, senegals robusto de 45 aos,
viva en la esquina de esa misma cuadra de
Balvanera. Se haba mudado poco antes, pero tena mucha historia portea: lleg en
1995, y nunca ms volvi a su pas.
Con los aos, y ante la creciente llegada
de senegaleses, se convirti en un referente
de su comunidad y ayudaba a sus compatriotas a insertarse e inventarse trabajos,
principalmente la venta ambulante. ltimamente trabajaba gestionando casas y habitaciones en alquiler.
Particip de casi todas las asociaciones
de afrodescendientes en Argentina: Casa
frica, Todos por Mandela, Asociacin de
Residentes
Senegaleses,
Agrupacin
Xhang, Daira. Cuatro das antes habl
con l por el operativo policial que impide
trabajar a los hermanos senegaleses en
Caballito, relata Carlos lvarez, nombre
argento pero piel y rastas negras y africanas. Carlos es integrante de Xhang y habla en una desmantelada Secretara de Derechos Humanos en la ex ESMA, como
responsable del rea afro. Quera hacer
una presentacin aqu, dice sobre la lti-

ma bocanada de lucha de Massar.


Massar Ba colaboraba en la presentacin de denuncias al Estado y articulaba
abogados para los vendedores senegaleses
perseguidos por la polica y la justicia contravencional. Esta persecucin tambin
tiene que ver con el color de la piel, plantea lvarez, que hilvana una fina lnea de
hechos que dan contexto al asesinato.
Nuestro cuerpo negro explicita nuestra
presencia en la calle. Y la polica lo sabe.
El operativo policial de enero en Caballito contra los manteros dej sin trabajo a
ms de 300 familias, la mayora de inmigrantes peruanos, y tambin senegaleses.
La comunidad haba sufrido dos violentos allanamientos ordenados por fiscales
contravencionales que dicen investigar a
organizaciones pero persiguen cuentrapropistas e invaden las casas de los vendedores. Hartos, encabezados entre otros
por Massar, el 12 de agosto del ao pasado
ms de cien senegaleses marcharon del
Congreso a la Legislatura portea al grito
de basta de violencia racista.
Segn cuenta lvarez, sa era la preo-

De dnde surge esta hiptesis?


Gruengberg seala la irregular investigacin policial: La Comisara 6, juridisccin donde encontraron a Massar, no hizo ningn acta y tom intervencin la 8,
porque muri en el Ramos Meja. Nos parece
muy sospechoso. Algo ms: Hay una cmara de seguridad. El dueo dijo que no saba cmo entregar la grabacin. La polica fue a ver
las imgenes y anot lo que se vea. La Fiscala
est corrigiendo esas irregularidades.
Al no estar autorizada an como querella, la Defensora no conoce en profundidad la causa, caratulada como muerte
dudosa. La Procuradura contra la Violencia Institucional (Procuvin) confirm a
MU que sigue el caso aunque intervendr
directamente si surgen evidencias sobre la
participacin de agentes del Estado.
Gruengberg cree que ese es un control
externo clave ante los antecedentes polmicos del fiscal y del juzgado interviniente:
La causa del crimen de Massar Ba recay
sobre la fiscala n 7, a cargo de Justo Rovira, quien figura en calidad de civil en la
lista de integrantes del Batalln 601.
El juzgado es el mismo que analiz el
caso de gatillo fcil de Lucas Cabello, en
el que el juez Osvaldo Rappa dictamin
legtima defensa.

Massar con referentes de la


comunidad senegalesa, en la
Legislatura portea.

cupacin de Massar: Ese es el contexto de


su muerte: una creciente persecucin a los
vendedores senegaleses, que l denunciaba. Massar era conocido por distintas organizaciones polticas, sociales, diplomticas y religiosas, lo cual se refleja en una
solicitada que clama por la resolucin del
crimen, firmada incluso por Madres de
Plaza de Mayo. No queremos dejar que
pase en vano su muerte.

Mustafa pone las cosas en orden: No nos


interesa pelear con la polica ni con la justicia: buscamos la verdad. Vamos a hacer
como siempre: luchar y trabajar para que
se respete a todos los inmigrantes.
Sobre la causa Moustafa plantea algunas preguntas, que espera poder contestar
cuando lo acepten como querellante:
Cules son los puntos interesantes que
no estn siendo tomados en cuenta? Cmo hacer para acelerar los tiempos? Qu
podemos aportar a la fiscala para que lleven a cabo la investigacin?.
Mientras tanto, el cuerpo negro de
Massar Ba habla.

14

ABRIL 2016 MU

El maz
no se toca

mundo simblico que se expresa con furia


y de un modo cada vez ms directo en ese
pas todos los das, se uni a la causa sin
dudarlo, y desde esa trinchera habla del
fin. El fin de las relaciones humanas, de
la comprensin, de la empata. Eso es lo
que est en juego. Qu mundo queremos:
mira noms.

Inconciliables

LAS LECCIONES DE MXICO SOBRE TRANSGNICOS Y MUCHO MS

La batalla por resistir al maz transgnico es una reveladora manera de conocer qu


pasa en un pas atado a los tratados comerciales con Estados Unidos y a la violencia que
eso genera en todo su territorio, cultura y vida. SOLEDAD BARRUTI

ientras que en Latinoamrica


los cultivos de maz transgnico no paran de crecer expandiendo sus fronteras sobre
bosques, montes, comunidades, sobre otros alimentos posibles, haciendo difcil siquiera imaginar cmo podran limitarse, en Mxico se sostiene una
batalla increble porque as no sea. Que no
ingresen y que los que ingresaron se vayan.
Alianza en Defensa del Maz se llama el
grupo de 53 personas y 20 oenegs que desde 2013 lleva adelante un litigio contra
Monsanto, Syngenta, Dow Chemical, Pioneer, Du Pont y el estado Nacional para
obligarlos a cumplir el principio precautorio. Esto es: para que antes de seguir sembrando demuestren que los cultivos genticamente modificados no afectarn a los
tradicionales, ni a la dinmica de su campesinado, ni a su alimentacin. Adems piden
que consulten a los involucrados campesinos, indgenas, productores medianos y
grandes- si saben de qu se trata lo que
vendra y si estn de acuerdo o no. Lo inslito es que hasta ahora result bastante
bien: instancia tras instancia les vienen
dando la razn y los cultivos estn prcticamente suspendidos. Se trata de un triunfo
que se sostiene por una conviccin de miles
de aos que encuentra eco en todo Mxico:
si se pierde el maz se pierde el mundo, y
ms que el mundo, el universo entero.
Es imposible hablar del maz como si
fuera algo escindido de la realidad -dice
Adelita San Vicente-. Estamos en un momento en que para algunos nada vale, ni la
vida en s ni lo que sostiene a la vida, como
el alimento, nada. Y ante eso hay que defenderse. Mujer de sonrisa fuerte, grueso
pelo negro, mirada filosa, maestra rural
con algo de agrnoma, custodia de semillas y madre de esta Alianza que no des-

cansa, Adelita antes de hablar de maz, habla con dolor de los cuerpos torturados y
despachados como si fueran cosas casi a
diario; del fotoperiodista Rubn Espinoza
asesinado por sicarios junto con tres amigas en pleno DF, de los 43 estudiantes de
Ayotzinapa que el monstruo degluti; de la
pobreza, de la riqueza, de la megaminera,
de la impunidad con la que el mal se les
viene encima. La nica esperanza est en
la gente, dice. Lo ha visto antes: el poder
que tienen las personas cuando ya no
aguantan. Son muchos los que estn en la
calle. Porque lo que se juega es lo que somos, contra lo que nos quieren ser.

Adelita San Vicente, fundadora


de la Alianza en Defensa del
Maz. Acaba de obtener un fallo
histrico que prohibe el maz
transgnico.

Por qu Mxico

xico arde: en sus muertos, en sus


desaparecidos, en sus montaas
hechas pedazos, en sus humedales
tapados por centros comerciales, en la comida que desaparece de sus tierras y en la
gente que se desplaza del campo a las ciudades. Bsicamente les ocurre lo que al resto de
nosotros que agarramos el paraso y lo pusimos en venta, bajndole el precio al suelo.
Pero all hay algo distinto: Mxico insiste en
volverse menos metafrico. Cada esquina es
una representacin cabal de esta tragedia en
la que anda la Humanidad. No hay batalla
que no sea de la vida contra la muerte y de la
muerte contra la vida de un modo intenssimo y esperanzador.
Por qu Mxico?
Bueno, somos el ombligo del mundo,
dicen.
Ah surgieron ms de 300 pueblos indgenas que hoy conservan una descendencia de
15 millones, que no abandonan su posicin de
resistencia. Cmo habran de hacerlo si fueron ellos los que descubrieron perfectas for-

mas de leer el cielo y entender la tierra, con


cientos de idiomas para contarla, con sistemas de cultivo perfectos, modernos todava
ahora. Entre calendarios, planetas y dioses
que an funcionan, ah se domesticaron cien
plantas que son hoy el sustento y la gloria culinaria de una gran parte del planeta.
Tal vez por eso, Mxico.
Porque en ese proceso alqumico de la
tierra, las semillas, la comida, surgi esa
planta que cuenta la leyenda, hizo a los
hombres y mujeres, y no al revs. Un alimento sagrado que conquist al mundo
cuando vinieron a conquistarlo y que hoy,
que todo est tan roto, logr dar con su
propia nmesis maldita: un maz amarillo
fuego, siempre igual, transgnico, idntico al atolladero del sistema que quiere
tender una nica monocultura a como d
lugar.
Contra todo eso vamos, con el maz
bajo bandera, dice Jesusa Rodrguez . Ella,
famosa dramaturga, cantante, feminista,
vegana, activista social, intrprete del

Facultad de Ciencias Mdicas


Universidad Nacional de Rosario

Haciendo con alegra cosas terriblemente serias.


Fortaleciendo el vnculo entre la Universidad Pblica
y la Comunidad.
Contagiando solidaridad.
Entr a nuestra pgina web www.fcm.unr.edu.ar

erlo es entenderlo todo.


La sala tiene el tamao y la disposicin de un modesto teatro: un
escenario ovalado con un televisor a la izquierda y un escritorio a la derecha; all se
sienta un hombre bajito, moreno, de manos sudorosas y traje gris. Est abocado a
la tarea de acomodar una a una, un piln de
hojas: es el secretario del juzgado. Frente a
l unas treinta sillas casi todas vacas, menos las que ocupan los que esperan su copia para dar por terminada la sesin. A la
derecha, cuatro hombres vestidos de trajes
negros y camisas blancas, costosas telas
fras; sombras que miran de reojo telfonos celulares: son los abogados de las empresas demandadas. A la izquierda, dos sillas vacas despus, siete mujeres con sus
huipiles verdes, fucsias, amarillos, bordados de flores, de figuras geomtricas, de
personitas y animales: estn Adelita y Jesusa, junto con otras de las demandantes de
la Alianza del Maz. Junto a ellas, Ren
Snchez, su abogado, de saco oscuro. Y detrs de ellos, dos hombres de vistosas corbatas, se echan una siesta sobre sus propias manos: son los abogados por el
gobierno, uno de la Secretara de Medioambiente y Recursos Naturales, Semarnat, y
otro de la Secretara de Agricultura, Ganadera y Desarrollo Rural, Sagarpa, parte
demandada y garantes de un juicio justo.
Roncan.
Un rato antes el secretario del juzgado
haba intentado buscar un acuerdo porque
para eso son las mediaciones y a fin de cuentas no lo dije- para eso estn ac: para ver si
llegan a algo vindose las caras.
El hombre bajito esboz el caso, puso en
duda el mtodo de pruebas que haban llevado los demandantes y le dio la palabra a Ren
Snchez, a ver cmo se defenda. Nosotros
queremos que hagan consultas con nuestros
especialistas y los posibles afectados.
Los abogados de las empresas cuchichearon. Uno dijo: Ac se debera llegar a un
acuerdo, se decide aqu.
Cmo se va a decidir aqu ,si aqu no estn todos? Si ni nos queda claro cul es el
negocio que quieren emprender? Si no lo
quieren ni explicar!, dijo Snchez todo de
golpe.
Ellos: Lo que queremos hacer es lo que
nos permite la ley. Snchez otra vez: La
ley no permite todo.
Y as.
Hasta que el abogado de Syngenta dijo:
No va a haber acuerdo.
Entonces el secretario pregunt: Qu
dicen Sagarpa y Semarnat?.
Lo mismo; que no, respondieron los
letrados oficiales antes de ponerse un rato a
descansar.
El desesperante mundo presente, dira
Vctor Toledo. La crisis civilizatoria desplegada: lo privado haciendole frente a lo pblico, querindolo todo para s, y la comunidad resistiendo y fermentando una
transformacin radical y profunda que permita vivir, convivir y producir.
La sesin termina con un apretn de
manos. Los cuatro abogados se van, las
mujeres y Ren Snchez esperan para sonrer: cada vez que no pierden ni retroceden
es un da ms. As llegaran hasta este
marzo donde lograron la famosa suspencin definitiva de la siembra comercial.

Qu comes, qu adivinas

a historia de este conflicto es larga.


Puede empezar hace 500 aos. O
hace 80. Pero empecemos mejor por
1996, cuando Monsanto aterriz con sus
transgnicos en Mxico. Los primeros cultivos fueron de soja y canola genticamente

15

MU ABRIL 2016

ANAH BAZN

8 millones
de hectreas estn dedicadas en
Mxico al maz.

5 millones
de esas hectreas son pequeas
parcelas que producen con tcnicas
ancestrales y comunitarias.

33%

de ese maz estaba contaminado


con transgnicos, a pesar de que no
estaban an aprobados.

modificados para resistir al herbicida glifosato. El permiso otorgado por el gobierno local basndose en estudios de la empresa
con aprobaciones ganadas en Estados Unidos- incluy enseguida el consumo humano
y animal. Pero el maz, que compone el 40
por ciento de las caloras y protenas diarias
de la dieta de ese pas, era un tema ms delicado: para las multinacionales un negocin,
para los mexicanos un sacrilegio.
Y ac es importante hacer una diferenciacin: de qu hablamos cuando hablamos
de maz.
La tecnologa de transgnesis para el
maz -RR (resistente al glifosato) o BT (que
produce una protena txica para los lepidopteros), o la combinacin de ambos- est
aplicada sobre la variedad de la que se alimentan no directamente las personas sino
la industria alimentaria. Con un alto contenido en azcar, es el maz que obligan a engullir a los animales encerrados en las granjas factoras para que engorden ms rpido,
y es tambin el que aparece bajo distintas
reorganizaciones moleculares en los alimentos ultraprocesados.
El jarabe de alta fructosa, un azcar que
est presente en el 80 por ciento de los productos de caja, el glutamato monosdico,
varias vitaminas con las que se fortifican los
alimentos industriales, el colorante caramelo, por supuesto el aceite en el que se
fren las cosas que no se fren en aceite de
soja y lo que termina de rellenar productos
como las patitas de pollo: todo es ese maz.
Que en Mxico no se produce sino que se importa -con toda esa enorme ideologa alimentaria de Coca Colas, Big Macs y tortillas
industriales- de Estados Unidos.
El maz de consumo directo, el que hace
esa fiesta que son las tortillas artesanales,
los tacos, los tamales, los tlacoyos, es
-son- 61 variedades de maces locales que
dan millones de variedades distintas. La
mayora son nativas aunque hay algunas
hbridas, sobre todo el maz blanco. Pero
transgnicos, jams.
En esa produccin, la del delicioso maz
de consumo directo, Mxico no slo es autosustentable sino que es exportador: sus
cultivos dan 22 millones de hectreas;
ellos comen 10 y el resto se va.
Entonces, no es que los mexicanos no
estn hace aos consumiendo maz transgnico como comemos todos sin querer y
sin saber, sino que casi no lo hacen cuando
comen de verdad. Sus recetas, caseras, cocinadas por humanos, mexicanas, genuinas, son de maz que es puro maz, sin genes incertados a la fuerza.

Centro de origen

ace 6 mil aos no haba maz. Ni en


Mxico ni en ningn lugar del
mundo. Lo que haba, en lo que hoy
es Puebla, era un zacante llamado Teocintle: una planta parecida a un pasto flaco y
alto con un penacho en la punta. El resto es
un misterio: hay rastros arqueolgicos y
pruebas de laboratorio, pero ninguna sirve
para enteder cmo fue que se dio ese salto
cuntico que es el choclo, el elote, el maz.
Las lneas de investigacin van de la cruza
que hicieron distintos grupos humanos, a
una planta que por algn motivo evolucion en esa direccin.
Dudas y ms all, relatos.
En las historias son los dioses los que
alcanzan la primer semilla que constituir
a esos hombres y mujeres que no estarn
hechos de barro ni costillas prestadas sino
de sangre, carne y alma de puro maz.
Biolgicamente hablando, el maz es un
fenmeno rarsimo que parece una confirmacin de los mitos y leyendas: si no hubiera agricultores liberando las semillas
aprisionadas en la mazorza esta planta estara condenada a la extincin. La fertilizacin tambin es una puerta de entrada a
la relacin intraespecie: los rganos masculinos que contienen el polen del maz
estn en la parte superior, al aire libre, y
tienen la difcil tarea de llegar a mazorca,
atravesarla, acceder a la parte femenina.
Interrumpir ese proceso, sacudir el polen
de una planta a otra es fcil y permite crear
nuevas cruzas de posibilidades infinitas.
El agricultor puede seleccionar a su antojo
los ms bellos y deliciosos, los ms tenaces
y mejor adaptados. Y no slo eso: cuando lo
necesita puede ir hacia atrs para fortalecer adaptacin.
Una de las prcticas agrcolas ms interesantes que se han desarrollado y que
todava se usan- es la de recruzar el maz
nativo con el teocintle, devolvindole a la
planta su recorrido gentico de millones
de aos, donde ocurri de todo: sequas,
inundaciones, heladas. La memoria gentica de la diversidad que le permiti al
maz fortalecerse a lo largo de todos esos
miles de aos todava est en el campo
mexicano, dice Antonio Turrent, un
hombre amable, estudioso, clido y a la vez
combativo, siempre desde la informacin,
desde el conocimiento.
Es ingeniero agrnomo de esa generacin latina que floreci en los 60 y quien
ms ha estudiado el potencial productivo
que tiene el maz criollo en Mxico. La

61

variedades de maces tiene Mxico,


todas de excelente calidad.

biodiversidad que hay en el campo mexicano es mayor que la que hay en los bancos
de germoplasma de todo el mundo. De las
variedades, cada ao salen miles de millones de plantas diferentes entre s que producen los agricultores. Es infinita la diversidad posible tambin: y cada variedad es
una oportunidad de subsistencia ante el
cambio climtico, la inestabilidad, las tragedias esperables. Son plantas que saben
superar muchas de esas contigencias, porque esos eventos que vendrn en el futuro,
ya les tocaron. Le tocaron al maz y al teocintle y a los ancestros del teocintle 20 millones de aos atrs. Es la teora darwiniana del xito de la evolucin la que tenemos
representada en nuestro principal alimento: por eso es importante que permanezcan sin contaminacin.
El peligro ms grande -no slo para
Mxico, sino para todo el mundo que consume ese grano- es la contaminacin de
ese pasado: la desaparicin de la memoria
gentica que encierra el secreto de la vida
que lo trajo hasta ac y al que se podra recurrir cuando el presente aceche.
Para explicar todo eso, entre otras cosas, surgi uno de los grupos ms activos
que tiene la regin: la Unin de Cientficos
Comprometidos con la Sociedad, una organizacin que Turrent presidi hasta hace
muy poco. Es parte de la Alianza por el
Maz y est conformada por profesionales
de distintas ciencias, que subrayan una y
otra vez que el campo no es el ente inanimado que proyectan los biotecnlogos en
su laboratorio.
El vnculo ntimo de los pueblos del maz
con sus plantas se basa en el entendimiento
mutuo y, sobre todo, en la libertad.
Los campesinos, cuando cuentan con
lugares, suelen ser territorios breves y
ms difciles. De las 8 millones de hectreas dedicadas al maz en Mxico, 3 millones son de excelente calidad; ah es donde
los maces transgnicos intentan penetrar. El resto, 5 millones estn distribuidas en pequeas parcelas de calidad diversa. Y no se producen con la lgica de la
propiedad privada. Por qu? Porque con
el maz ocurre igualito que con nuestra

especie, si se cruza entre familia se debilita -dice Turrent-. Y en 2 5 hectreas, que


es lo que tiene un campesino promedio,
eso sera inevitable. Una buena manera
que encontraron de protegerse eso es intercambiar las semillas. As ya nadie cuenta
con una sola hectrea, sino con todo el territorio. La produccin es colectiva. Es algo
que est en el ADN de la planta y del productor. Por eso cuando un productor se va
lejos de su tierra, siempre lleva su maz. Y lo
que va a regresar es algn maz del lugar a
dnde fue: quiere que se crucen como se
han cruzado las tierras en su propia historia. As se ha dispersado al maz por toda
Latinoamrica.

Oda a la necedad

fines del ao 2000 un grupo de investigadores de la Universidad de


Berkley denunci que en Oaxaca y
Puebla el maz nativo estaba contaminado
con los transgnicos, que se supona aguardaban el limbo de las moratorias su aprobacin. Entonces se empez un juicio el
primero- contra el gobierno mexicano. Se
llev adelante un informe participativo cuyos resultados nunca fueron develados. Se
publicaron informes que mostraban que
ms del 33 por ciento del maz estaba contaminado. Comenzaron tambin campaas, debates, viajes, encuentros, alianzas.
Fueron aos.
Hasta que aparecera un grito que vena
movilizando a todo el mundo tierra adentro: El campo no aguanta ms.
El tratado de Libre Comercio firmado en
los 90 haba generado un ingreso masivo de
productos de Estados Unidos: a nadie le convena competir ni producir. La desocupacin
en el campo era brutal. Tambin la inseguridad alimentaria.
El destino de Mxico estaba dictado: producir autopartes y maquilas. Tambin liberar
la megaminera, las represas y el petrleo.
Sin que estuviera escrito en ningn papel
de acceso pblico, en los hechos, ese abandono del campo, la produccin de porqueras
y la transformacin del sistema alimentario,

16

coincidi con todo lo malo: en las ciudades


se dispararon cifras espeluznantes de diabetes, obesidad, malnutricin. Tierra adentro, el aumento del narcotrfico se abra
paso generando violencia en las regiones
ms codiciadas. La gente empez a huir a
un Estados Unidos que se cerr rpido a un
acuerdo migratorio. Desde el inicio la
idea detrs de estos tratados fue despojar
los territorios, dice Adelita San Vicente.
Que las tierras queden libres para que
desde afuera se puedan explotar el agua,
los bosques, los recursos minerales y los
germoplasmas. El movimiento de campesinos desde entonces es incesante. Las
remesas se perpetuaron como el segundo
ingreso del pas. Y sin embargo, cada rincn de Mxico pareciera estar repleto de
gente en resistencia.
Todo est dado hace aos para que el
campo se vace. Pero por suerte los campesinos son necios: se quieren quedar y
ese ao lo manifestaron en las calles, repitiendo una consigna clara: El campo no
aguanta ms, dice Adelita.

Biopiratas

ero todo eso a Monsanto le import nada. Y a los senadores menos.


Y a los diputados menos que menos. A poco de la revuelta, en 2005, se apuraron a firmar una Ley de Bioseguridad que
autorizaba los cultivos experimentales de
maz transgnico. Sin principio precautorio, sin consentimiento informado de las
comunidades, sin aviso, sin responsabilidad o peor: con la responsabilidad arrojada
contra la vctima contaminada, a la que la
corporacin poda reclamarle la propiedad
intelectual de las semillas.
Para muchos, como Adelita, esa ley fue
un grito de largada. Ella tampoco aguantaba ms. Form Semillas de Vida, y se acerc a otras organizaciones como Greenpeace (que tuvo un rol fundamental en
defensa del maz) y tendi lazos con los
tambin flamantes Cientficos Comprometidos. La propuesta era imponer lmites
en los lugares del pas que eran centro de
orgen.
Para esa nueva causa se apur un mapa
coordinado por bilogos y antroplogos.
Es un mapa hermoso: como un cuadro repleto de puntos y puntitos de colores. Cada
uno marca un maz que no existe en otro
lado. Todo Mxico es centro de origen, no
hay dudas de eso.
Sin embargo, se decret que sobre el
norte se poda avanzar y ah se dieron los
permisos pre comerciales. Porque el asunto se plantea as: se experimenta, va bien,
se hace una prueba piloto, va bien, se empieza a vender.
Fue esa ganancia a medias lo que los decidi por la va legal. Un camino que, en un
pas donde slo el 8 por ciento de la poblacin confa en la justicia, pareca una
apuesta arriesgada. Pero no haba otra op-

ABRIL 2016 MU

Enrique Olvera, el cocinero ms


famoso de Mxico.

cin. -dice Adelita- Haba que frenarlos.


El largo camino de legislar contra el Estado y las empresas fue un va crucis repleto de trampas y encerronas.
Se establecieron moratorias.
Se dejaron sin efecto por decreto presidencial.
Se reestablecieron.
Se volvieron a abrir.
As el maz transgnico avanzaba por
las tierras ms sangrientas de Mxico; por
la Sinaloa de los Zetas, el Tamaulipas del
crtel del Golfo o el Chihuahua del de
Jurez. De la mano de empresas que en
esos territorios se mueven, curiosamente,
con total seguridad.

El sabor del mal

l escenario era perverso: los transgnicos iran colndose de a poco


de los bolsillos de los campesinos a
sus propios cultivos. Las milpas donde crecen juntos las delicias de la regin (calabaza, frijoles, chiles, quelites, y maz) empezaran a dar de a poco organismos
genticamente modificados. Y, de ah llegara a la mesa de Mxico entero, en los panes de elote, en los guisos. En esas 600 recetas que estn tipificadas e hicieron la
cocina que es patrimonio de la Humanidad.
As las cosas, si faltaba alguien para dar
pelea, eran los cocineros: comunicadores y
garantes de un saber que en las ciudades se
usa cada vez menos pero que nadie est
dispuesto a olvidar.
En ese contexto Enrique Olvera no es
uno ms. Es el mejor de su pas y lo sabe.
Comer en su restaurante, Pujol, es participar de un majestuoso juego de cajitas chinas donde todo sabe al cielo y tiene un profundo sentido. Para su cocina no se
compran productos, se hacen curaduras
como si cada ingrediente fuera una obra de
arte. Puede sonar snob y sin dudas a varios dlares el cubierto no es de libre acceso- pero, si de imponer tendencias se trata, l est haciendo algo bueno ah. Las
tortillas en Pujol son dulces, carnosas,
prpuras. El mole una especie de salsa
espesa- tiene meses consiguiendo su sabor complejo, indefinible. El mezcal es una
declaracin de principios: esto es una be-

bida espirituosa... Y as podra seguir y seguir porque una cena tiene como 12 platos.
Salimos del sistema de mercados grandes, de esos productos de monocultivo que
no respeta al productor ni al comensal ni a
nadie. En el mercado ves lo que est pasando con la comida y es fatal. El pinche
pollo est inflado como baln de ftbol, las
manzanas vienen de Nueva Zelanda; hay
una sola variedad de jitomate que no sabe a
nada. No tienes opcin, y lo peor es que todo puede ser peor.
Eso mismo se dio cuenta cuando conoci a Adelita San Vicente para la produccin de un libro que lo llevara a las entraas de su pas. En la milpa se titul el
trabajo y le sirvi para entender cuestiones
gastronmicas pero sobre todo de las ciencias sociales: Producir aqu es una manera de entender al mundo, y la civilizacin.
Es estar todos juntos, construir con poder
colectivo.
Padre de tres hijos chicos, Olvera empez a girar por escuelas con ese mensaje.
Y tambin, de algn modo promovi un
grupo dentro de su propia tribu: El Colectivo de Cocineros Mexicanos. Un grupo que
en 2015 public una valiente carta dirigida
al presidente Pea Nieto en el que sealaban los peligros que venan junto con el
maz BT y Rr: prdida de biodiversidad, la
incertidumbre frente a esa tecnologa, los
peligros por el aumento de uso de agroqumicos con la desgracia que azota la ruralidad argentina como ejemplo- y la prrdida de soberana alimentaria.
Entre los firmantes hay varios chefs famosos que de repente se mostraron dispuestos a usar sus minutos de cmara para
decir lo que debera escuchar la gente que
normalmente busca entender algo por la
tele: que el maz transgnico poda hacer
de Mxico un lugar peor.
Por qu lo hicieron? Por qu se arriesgaron? Mira, no creo que los cocineros
seamos vengadores sociales, no es nuestro
trabajo frenar a los transgnicos, ese es un

Transgnicos, no: el fallo


En marzo la justicia dispuso suspender
definitivamente la siembra comercial del
maz transgnico. Fue el triunfo de la
Alianza por el Maz contra Monsanto.

trabajo en todo caso de los campesinos y


los cientficos. Por supuesto tengo mucho
que decir al respecto como mexicano, y lo
dije y lo firm. Pero como cocinero mi responsabilidad es el comensal y el asunto ah
es muy claro. Olvdate de la letra chica: el
maz transgnico sabe a mierda.

La va legal

ntre 2010 y 2013 se gest la Alianza


y se termin de armar la defensa
por el maz: campesinos, indgenas, apicultores de yucatn (que haban
tenido su propio triunfo prohibiendo la
siembra de soja transgnica en la pennsula); tambin activistas, artistas, cientficos
y cocineros. Faltaba slo uno y apareci en
el momento indicado.
Ren Snchez Galindo: el abogado. Un
chico joven, entusiasta e inclaudicable. Su
primer trabajo fueron tres aos en el senado
haciendo una ley espejo a la de los tratados
de libre comercio con Estados Unidos. Es
una ley que existe, que da derechos a indgenas y grupos ciudadanos; que nadie aplica,
pero que l conoce y usa astutamente cada
vez que puede. La primera vez fue en Tlaxcala: Me invitaron a participar de un congreso
para tratar una ley agrcola y eso hicimos, la
Ley Agrcola de Fomento y Proteccin al
Maz como Patrimonio Originario, en Diversificacin Constante y Alimentario, as se
llam. Fue en 2011. La ley reconoca a los
campesinos e indgenas como dueos y custodios del germoplasma que dio origen al
maz y previ darles herramientas para protegerlo: bancos de semilla, un padrn de
productores, catlogos y registros y la prohibicin total de transgnicos cerca. Tlaxcala significa lugar de la tortilla, mis abuelos
son de ah, de algn modo se los deba. Su
dedicacin est repleta de motivaciones como esas: sus padres, sus abuelos, su hijo.
Yo quiero que mi hijo recin nacido coma
como mexicano, nada de transgnicos. l no
es un experimento.
Por suerte, dice, Adelita y el resto lo
fueron a buscar: Me reclutaron para llevar adelante los amparos, pero terminamos haciendo una demanda colectiva sin
precedentes. Eso es lo ms original del
proceso, y a la vez lo ms arriesgado:
enfrentados a 83 pedidos de experimentacin por parte de las multinacionales, salieron a defender los territorios de un posible dao, representando a comunidades
que no iban a participar del proceso, que en
algunos casos ni iban a enterarse.
La demanda tena que ser slida, perfecta. Y as se hizo: slo 22 pginas y siete estudios cientficos locales para un
nico reclamo: que se cumpla el principio precautorio. La demanda acusa al gobierno y a las empresas de haber liberado
transgnicos al ambiente, menoscabando el inters de conservacin, utilizacin sostenible y participacin justa y
equitativa de la diversidad de los maces
nativos.
Despus de incontables idas y vueltas,
en marzo de este ao recibieron finalmente esa noticia que era tan esperada: el juez
dispuso suspender definitivamente la
siembra de maz transgnico para comercializar en Mxico. La siembra experimental, por su parte, qued sujeta a una evaluacin mensual de la que participan y
opinan las partes afectadas.
O sea, todos.
Si bien las empresas de cara al pblico
tomaron la sentencia positivamente (no
haba prohibicin total), lo cierto es que la
Alianza va ganado.
Por qu cres? Mira, en la demanda no
dijimos gran cosa. Son pocas pginas a las
que ellos respondieron con 500 o 600, porque los que tienen que probar que no hacen
dao son ellos. Pero no les sale. Y, sabs por
qu? Porque no lo creen. Porque todos compartimos un simple detallito: somo mexicanos, comemos y queremos la tortilla.
Tambin el juez.
Todos. Tambin los de Monsanto. Fjate sus abogados: son mexicanos. Y los
mexicanos comemos tacos. Van a andar
jugando con el sustento? El Maz es Mxico, fjate lo profundo que cala eso.

17

MU ABRIL 2016

ROSARIO BLFARI
est (re)pensando: la experiencia de ser
una banda de rock autogestionada en los
90, cmo evocar el propio pasado sin caer
en la nostalgia y algunas ideas-claves para
sobrevivir a la intemperie del libre mercado. Reflexiones que ella define como
ideas en trnsito.

Pasado pesado

ontexto: la historia del retorno de


Surez se inici con un documental
sobre la banda, Entre dos luces, que
su realizador Fernando Blanco present
en la ltima edicin del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Justo haba digitalizado material de video que
guardaba de aquella poca, con la idea de
hacer yo misma el docu, cuando l me llam. No saba bien cmo hacerlo, pero ya le
haba comentado la idea a otros integrantes de la banda.

LINA M. ETCHESURI

Si no fuera por la pelcula no se hubieran


juntado?

Un documental sobre Sarez, el grupo que marc la escena independiente en los


aos 90 la impuls a regresar a escena con esa banda.

Cantar la justa
El regreso de Surez, la banda que cre en los 90, es
la excusa para charlar sobre el presente. El valor de la
palabra en tiempos de cambios. MANUEL PALACIOS

CTEDRA
AUTNOMA

Todo el tiempo estoy pensando cosas en relacin a lo que


pasa, dice Rosario Blfari en
un momento de la entrevista.
El calor del medioda porteo
es abrasador, por eso el bar elegido para el
encuentro funciona como un oasis en el
corazn del barrio Parque Chacabuco: A
veces la vida personal va por un carril: vos
ests viviendo momentos de alegras y no
necesariamente eso coincide con el panorama ms general. Para m, ste es un momento lindo porque Surez se vuelve a
juntar para tocar una nica vez en Buenos
Aires.
Msica, actriz y escritora, Rosario form la banda Surez junto con Gonzalo Cr-

doba, Marcelo Zanelli, Fabio Surez y Diego Fooser a principios de los aos 90, y fue
durante toda esa dcada una de las bandas
ms interesantes de lo que por entonces se
llam rock alternativo. Editaron cuatro
discos de estudio antes de separarse en el
ao 2001. Un ao ms tarde comienza su
etapa solista, con la cual lleva publicados
hasta la fecha seis lbumes. Es autora de
dos poemarios y actualmente dicta talleres
sobre composicin de canciones a la vez
que pone su voz al frente de su ltimo proyecto musical: la banda Su Mon Mont.
A das de haberse concretado la primera
presentacin en vivo de Surez en casi 15
aos, la charla que mantuvimos gir en
torno de algunas de esas cosas que Rosario

Diplomado en
Periodismo y
Comunicacin
Ambiental
Dr. Andrs
Carrasco

Incluso con la pelcula hecha la idea no


era tocar. No slo no pensaba en reunir a
Surez sino que de alguna manera la idea
del documental cumpla una funcin de
recuperacin del registro. Una revalorizacin, incluso propia. Pero cuando se
estrena en el Festival de Mar del Plata
nos preguntan si queremos tocar. Y lo
hicimos: con solo dos semanas para ensayar. Y nos sentimos muy bien. Ninguno quera nostalgia. Lo que nos pas fue
al contrario: no es que vos te vas al pasado, sino que tras esas canciones al presente. Quien le tiene miedo a la nostalgia
siente que va a ser chupado hacia atrs.
Por lo menos yo tengo esa sensacin, como si te olvidaras del momento presente. Pero en realidad muchas veces ejercitar la memoria y el recuerdo es eso. El
hecho de que otras personas hayan estado escuchando esas canciones las mantuvo presentes. Entonces es ms fcil.
Las canciones estn ah.

Acordes sobre esta poca

Qu penss, desde tu propio hacer


como msica y autora, de este momento poltico?

Creo que durante la gestin anterior se hicieron cosas valiosas como la creacin del
Instituto Nacional de la Msica (INAMU).
Aunque al principio de Surez nunca contamos con el apoyo del Estado. Cuando
editamos nuestros primeros discos eso no
era siquiera una posibilidad. No porque tuviramos una postura anarquista individualista, que tambin me parece vlida,
sino porque siempre tuvimos la iniciativa;
lo independiente era en relacin a los sellos, ante los que haba que aplicar para
firmar algn tipo de contrato. Pero la independencia es tambin una forma de estar a la intemperie total. Est bien entonces defenderla de manera intransigente
como la nica manera de hacer las cosas?
Lo estoy pensando... Porque tambin deja
a la intemperie del libre mercado muchas
expresiones culturales que nos perdemos
de conocer, y se empobrece el panorama
general. Es injusto estar solo en esa situacin porque no todos tienen las mismas
oportunidades. Entonces es ah donde es
importante el papel del Estado en lo cultural. Con los espacios, para difundir, tocar,
para brindar la informacin acerca de derechos y maneras de produccin, y tambin los subsidios, ayudas econmicas pa-

ra las primeras ediciones o ediciones


especiales. Lo independiente y las polticas culturales deberan articularse. Por
otro lado, si todo fuera estatizado, se perdera esa iniciativa que te permite crear tus
propios y nuevos recorridos. No te dejan
tocar? Organiz recitales en la casa de tu
vieja. Cuando recin se empieza o cuando
las circunstancias se ponen adversas se
pueden encontrar alternativas, pero lo
ideal es no estar solos, sino contar con las
polticas culturales generando el mbito
propicio para ser independiente.

Cmo hacemos para no estar a la intemperie del libre mercado?


Siendo solidarios, aunque es una palabra
muy vapuleada. Por ejemplo, se habla de
que en los 90 surge la escena del rock independiente. Eso tuvo mucho que ver con la
aparicin de una determinada tecnologa.
Se pudo empezar a grabar en una PC y
mandar a fabricar tus propios CD. El espritu autogestionado es un estilo de guerrilla, siempre buscando la forma de sentirte
cmodo con vos mismo y, al mismo tiempo, haciendo las cosas que quers hacer.
Ms all de lo que se venga, se ha ganado
una experiencia que no se detiene. En relacin a los 90, el presente es mucho ms
generoso. Hay menos superficialidad en
un montn de cosas. Hoy hay familias de
bandas. Se organizan para armar fechas,
editan sus discos de forma cooperativa.
Cuando empezamos con Surez eso no
exista. En mi caso, ya estoy ms grande,
pero veo eso en los ms jvenes que estn
empezando. Los que se han manejado de
manera independiente saben cmo hacerle frente a la cosa.

Recuperar la palabra

Qu otras cosas podemos hacer,


adems de ser solidarios entre nosotros?

No s si yo puedo hacer mucho, pero desde


donde puedo colaborar es desde el lenguaje.
El lenguaje para hablar de lo poltico. No el
anlisis del discurso poltico de tal o cual
ideologa, sino la elaboracin del propio
discurso poltico. Ciertas terminologas que
uss para expresar lo que penss en relacin a la sociedad, al Estado, a los derechos,
la educacin o la cultura. Hay un diccionario
que debera caducar. Buscar la manera de
que ese lenguaje se renueve de verdad. Revisemos qu pensamos de las cosas y cmo
lo decimos. Qu pensamos de la educacin, del arte, de la cultura, de la salud?
Cmo lo decimos para que otro lo entienda? Porque adems son las primeras palabras que reciben palazos cuando hay este
tipo de cambio poltico. Popular es otra palabra que hay que revisar. Libertad, independencia, colonia, etc... No puede ser todo
usurpado por los discursos. La poltica usa
palabras y con las palabras construimos
nuestro pensamiento. Por eso quienes no
somos polticos de carrera, pero somos seres con ideas polticas debemos actualizar
los sentidos, defenderlos, recuperarlos, revisar continuamente el lenguaje y hacer
uso de l. Las palabras son de quienes las
usamos. A partir de eso podemos reclamar,
pedir, agradecer, conversar o cantar.

Rosario Blfari
Est en Facebook y en My Space
En Twitter: @Rosarioblefari

Duracin: 1 ao
Encuentros: el tercer sbado de cada mes. Seguimiento online. Direccin acadmica: Sergio Ciancaglini
Participan: Dr. Damin Verzeassi (Ciencias Mdicas, Rosario), Lic. Miryam Gorban (Soberana Alimentaria, UBA), Ing.
Santiago Sarandn (Agroecologa, Universidad de La Plata), Soledad Barruti (Periodista), Ing. Enrique Vnica (Naturaleza
Viva, Santa Fe), Dra. Alicia Massarini (Biloga), Hernn Scandizzo (Observatorio Petrolero Sur), Carlos Vicente
(Periodista), Lic. Patricia Pintos (Gegrafa), Lic. Marcelo Giraud (UNCuyo), Ral Zibechi (Periodista), entre otros.

Informes e inscripcin: [email protected]

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ABRIL 2016 MU

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MU ABRIL 2016

JULIETA COLOMER

ALFREDO TAPE RUBIN

El viajero
Compositor, referente del tango contemporneo, integrante de la Red de Semillas en Libertad.

usquen en youtube el video


Deshibridacin. Se trata de una
larga entrevista al ingeniero
Claudio Demo, donde defiende
el modelo de semillas de seleccin gentica en contra de las hbridas. O sea:
un modelo natural y autctono contra un
modelo creado por multinacionales semilleras. No se trata de un ecologismo hippie discursivo: se trata de hacer mejores semillas,
que permitan, adems de un mejor suelo,
una mayor rentabilidad.
Deshibridacin comienza con una msica
de guitarra, una milonga criolla de corte yupanquiano. La msica, as como la realizacin del video, son autora de Alfredo Tape
Rubin. El Tape es un artista fundamental de
la cancin popular urbana (y portea) de las
ltimas dcadas. Porque adems de haber
escrito canciones maravillosas (Regin, Reina
noche, Bluses de Boedo, entre muchsimas
otras), el Tape fue uno de los creadores de
una escena: la del tango contemporneo.
A mediados de los 90, La Chicana grab
temas del Tape. Y hoy la Orquesta Tpica Fernndez Fierro lo tiene como uno de sus compositores principales. Cmo fue, entonces,
que el autor de tangos oscuros, que retrataban noches de reviente, de ladrones y putas,
de drogas y peleas, se transform en un militante de la agroecologa, que asiste a congresos, charlas y, segn sus propias palabras,
est obsesionado por crear conciencia y
tender redes?
Siempre me met a fondo en las cosas
que hice explica el Tape-. Y me met con el

tango con la misma pasin y seriedad con la


que ahora me met en la agroecologa. El
Tape empez a tocar la guitarra a los 9 aos y
a escribir canciones a los 14. Hasta que a los
16 fue a ver la pelcula Tommy. Sal del cine y
me puse a pensar por qu nosotros no podamos tener una msica nuestra, autctona,
que fuera tan poderosa como la que tocaba
The Who en la pelcula. Me daba bronca tener
que reproducir el mismo tipo de msica que
ellos.
A los 20, el Tape hizo un viaje inicitico
por todo el pas. La idea era viajar para aprender a tocar ritmos folklricos con los msicos
del lugar. Lleg a ser muy amigo del violinista santiagueo Sixto Palavecino, que lo alberg en su casa en Santiago del Estero. Fue
su primer viaje a la semilla. Al poco tiempo,
de vuelta en Buenos Aires, decidi emprender otro viaje, ms introspectivo, ms nocturno y que terminara siendo ms decisivo
para su forma de ver el mundo y la msica.
El siguiente viaje de Alfredo Rubin fue por
la noche portea. Y particularmente por la
milonga. Ah, en la milonga, convivamos
unos locos, que ramos pocos pero muy potentes. Todo arranc en el Parakultural. Imaginate: minas hermosas por todos lados, era
el paraso terrenal. Adems, yo fui acomodando la ideologa del tango a lo que me convena. Y todo lo que era facho y vigilante lo
dej de lado.
Nunca fui nacionalista ni me interesa
nada de eso, aclara el Tape, como si hiciera
falta. Ms bien, medio anarco, medio trosko, muy zurdo. Pero lo cierto es que hay una

lectura poltica en esto de tomar ritmos autctonos, como respuesta, primero a la dictadura, y luego al menemismo. O sea, a quienes vendan el pas.
En medio de su viaje inicitico por la milonga y la noche portea, el Tape empez a
escribir tangos. Necesitaba conocer el estilo
porque musicalmente no me gusta hacer
cualquier cosa, necesito que lo que hago est
inscripto en una tradicin, conocer el estilo
en profundidad. Pero en las letras siempre
tuve en claro que s poda hacer lo que se me
cantara, porque eso tambin es parte de la
historia del tango. Entonces empec a usar
palabras que podan parecer imposibles para
el tango, mezcladas con el lunfardo clsico,
porque me pareca bueno el efecto de un pibe
cantando en lunfardo.
El Tape tiene un sentido del humor muy
sutil, muy agudo. Y disfruta mucho con eso.
Pero no lo ejerce en sus canciones. Dice que le
cuesta, que tiene cierto pudor de mostrar ese
costado suyo, y que sus historias urbanas
siempre trataron de buscar la belleza en medio de la mugre. Pero que hace un tiempo eso
cambi. Hoy no encuentro belleza en esa
mugre. Hoy encuentro belleza en que el pueblo viva en lugares pulcros, que los pibes
puedan corretear felices por lugares no contaminados, en que el pueblo tome la alimentacin y el agua en sus manos.
Obviamente este proceso no se da de un
da para el otro ni por un solo factor. Pero el
Tape recuerda un momento muy puntual que
lo marc: Una vuelta me hice una carta astral y la astrloga me dijo: Vos no tens

PABLO MARCHETTI

energa de ciudad. No tens energa de aire,


tens energa de tierra. Y eso me peg. Es un
germen, una semillita de cosas. S, semillas. Las mismas semillas que haban aparecido en forma de canciones, de folklore, de
rock y de tango, ahora slo eran semillas en
la tierra. Mi obra urbana es muy urbana y
tiene mucho que ver con esto que tambin
soy reconoce-. Pero mi modo de producir,
mi modo de relacionarme, tiene mucho que
ver con la tierra, con sitios donde la energa
es otra, y donde me encuentro muy a gusto.
No necesito velocidad ni exposicin. Y eso
tambin fue una revelacin, porque no siempre fue as.
En una poca quera pegarla contina
el Tape-. No siempre fui tranquilo. Quise
triunfar, seor! Quise ser una estrella! Pero
no sali y agradezco que haya sido as, porque
seguramente hubiera dicho y hecho cosas de
las que hoy estara arrepentido. Y me cost
un tiempo darme cuenta de que la calidad de
lo que yo haca no tena nada que ver con la
repercusin que tena. Pensaba esto no es
para m, no lo s hacer; y que era un fracaso
absoluto.
Hoy el Tape integra la Red de Semillas en
Libertad y prepara un nuevo disco de tango
contemporneo. Ahora estoy tratando de
integrar eso con la msica. Leyendo a Rodolfo Kutsh, escuchando a Yupanqui. Soy el
mismo chabn que va transitando por lugares haciendo lo mismo, cometiendo los
mismos errores y tratando de levantarme o
corregir. Concluye: Vuelvo a la msica,
sigo en la semilla.

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ABRIL 2016 MU

De buena madera
BACHILLERATO POPULAR MADERERA CRDOBA

Primero recuperaron sus puestos de trabajo. Luego, fundaron un bachillerato para


recuperar la educacin. As lograron crear un espacio en el cual la autogestin es una
leccin de vida. LUIS ZARRANZ

Aprender a desobedecer

l igual que en otras experiencias, el


bachillerato popular Maderera
Crdoba est ntimamente ligado a
la recuperacin y gestin de la fbrica por
sus trabajadores: a fines de 2003, luego de
la crisis y el vaciamiento, cuando retomaron la produccin y la venta al pblico. El
bachillerato comenz a funcionar en 2005:
fue uno de los primeros ya funcionan casi
100 en todo el pas y por sus aulas pasaron ms de mil estudiantes, a razn de cien
por ciclo lectivo. En todos estos aos atravesaron diversas coyunturas, incluidos
siete aos sin cobrar. Lo sostuvieron con
fiestas, reclamos permanentes y mucha
pasin: un combo de recursos que, finalmente, tuvo efecto en 2011 cuando fueron
reconocidos como escuela de adultos de
gestin estatal, organizada de manera autogestionada.
Se trata, entonces, de una escuela pblica para jvenes y adultos con el funcionamiento y la organizacin de la educacin
popular, en la que participan cien estudiantes y veinticinco docentes.
Al cruzar la puerta abierta y caminar un

LINA M. ETCHESURI

n Avenida Crdoba 3149 la


puerta est abierta. No es un
descuido, sino una decisin
poltica que materializa el
concepto de escuela abierta con el que funciona el bachillerato popular Maderera Crdoba, que otorga ttulos secundarios oficiales para jvenes y
adultos, con una propuesta poltico pedaggica de cara a la comunidad. Nosotros
decimos que dejamos la puerta abierta para
que no se vaya nadie, dice Fernando Lzaro, el director de la escuela para los registros
oficiales siempre vidos de escalafones; y
puertas adentro, uno de los coordinadores
del equipo docente.
La puerta abierta, entonces, es una excelente metfora sobre el lugar: entrar es
ms fcil que salir, no porque haya impedimentos o barreras, sino porque la mayora
de lxs estudiantes el 90% judicializados
por adicciones, robos o por ser vctimas o
victimarios de episodios de violencia termina apropindose del espacio. As, es frecuente que vayan ms temprano para colaborar con la limpieza, que cuiden el lugar,
que participen de asambleas con los docentes y coordinadores, y que, adems, puedan
completar sus estudios y graduarse.
Ezequiel Alfieri es otro de los que fund
el bachillerato, once aos atrs. El recorrido le permite enumerar los puntos nodales
de la propuesta pedaggica: Educacin
popular, construccin colectiva, autogestin, desnaturalizacin de las relaciones
sociales. Cada categora tiene su traduccin en el aula.

largo pasillo hay una escalera y un suave


aroma a madera que -no poda ser de otra
manera- es una de las caractersticas del lugar debido a que aqu funcionaba uno de los
depsitos de la fbrica, que ahora concentra
su produccin al lado. La escalera desemboca en el primer piso y all aparecen siete
hombres y mujeres jvenes y no tanto
que estn haciendo la tarea. Son estudiantes
de primer ao y acaba de terminar una clase.
Ms all hay ms aulas fueron levantadas
entre todxs y ms olor a madera.
La autogestin implica cmo pensamos cada materia para que no est separada del proyecto poltico educativo, sino
imbricada en l, afirma Ezequiel. Lo dice
sentado en un pupitre en el aula de tercer
ao. En cada curso conviven personas mayores, adolescentes, trabajadores formales, informales y desocupados. Empezamos a preguntarnos cul deba ser nuestro
marco terico y cmo construir el conocimiento, reflexiona Fernando Lzaro. Eso,
de movida, ya cambia las prcticas, completa Ezequiel.
Uno de esos desafos fue destruir el
imaginario sobre la escuela nocturna de
adultos como foco de todos los males de la
educacin. Para eso, salieron de la oscuridad: plantearon una cursada por la tarde,
pese a todas las voces que les decan que
era un horario sin demanda.
Desobedecer ese prejuicio fue el primer
aprendizaje.

Toda escuela es poltica

ue el 90 por ciento del estudiantado


est en conflicto judicial es algo que
atraviesa el abordaje del bachillerato. Cmo se emprende el da a da con semejante problemtica? Fernando: No los juzgamos ni planteamos lo que est bien o mal.

El director Fernando Lzaro y


Ezequiel Alfieri, uno de los
fundadores del bachillerato.

Ezequiel: Y no escondemos el problema. Lo vemos como algo propio de la vida


que tuvo que vivir y lo abordamos desde el
dilogo, aunque no lo hacemos pblico, sino que trabajamos cada caso. Nos desligamos de la solucin del problema porque
somos docentes, pero trabajamos con
abogados que pueden dar una mano. En el
tema adicciones coordinamos con centros
que estn preparados para eso. Muchas
veces el docente cae en el yo te ayudo y la
verdad es que no sabe cmo.
Fernando: Planteamos que toda escuela es poltica. Si ponen un cuadro de
Sarmiento, ya lo es. No difiere a que ac
haya uno del Che Guevara, de Marx o de
Evita. Cuando ven al Che, nos dicen este
espacio es poltico. Y todo espacio lo es,
pero ac lo explicitamos.
Los aos de recorrido en la prctica les
permite reflexionar, desde lo hecho y lo
que queda por hacer, en torno al concepto
de educacin popular y sus implicancias:
A partir de 2001, sobre todo, vimos que
haba un sector que estaba fuera del sistema educativo y la educacin para adultos
no lo contemplaba. Nos propusimos, en-

tonces, pensar una escuela en funcin de


esa necesidad, dice Ezequiel. Agrega: Al
principio nos decan que era imposible
porque nunca en la historia de la educacin
argentina hubo colegios gestionados por
organizaciones sociales: lo haca el Estado,
un establecimiento privado o la Iglesia.
Fernando brinda algunas pistas: La
historia de la educacin popular siempre
fue por fuera del sistema, con talleres en
los barrios, incluso con compaeros desaparecidos por llevar a cabo esa tarea. Que
hayamos logrado el ttulo oficial para nosotros es importante, aunque muchos espacios nos decan que no poda haber educacin popular con ttulo oficial. Cmo
que no? Nosotros no queremos ser una alternativa, toda escuela pblica debe ser
popular como concepcin ideolgica y poltica. Queremos educacin popular y oficial, lo que no quiere decir que seamos tradicionales, pero estamos dando un ttulo
que les permite a los sectores populares
acceder a la universidad.
Ezequiel completa: Nuestro objetivo es la
transformacin social. Hay conocimientos
acadmicos y de lucha, y en el aula tienen que
estar ambos. Si no caemos en el docente demagogo que pregunta: qu quieren ver?. El
demagogo corre la centralidad del docente y
el sentido de la educacin popular en la que
el educador y el educando construyen conocimiento. Adems, la autogestin no es slo
que el Estado no me controle, sino cmo hago que el docente sea parte del proyecto, cmo construir una propuesta educativa superadora; si no, hago educacin popular de
la boca para afuera.
Tanto les preocupa y los ocupala creacin, junto a otros bachilleratos populares,
de espacios de autoformacin: Todos los
aos hacemos talleres con diferentes ejes:
es el plus que la formacin acadmica no te
da. Ah apuntamos a cuestiones macro y micro: los movimientos sociales en Latinoamrica hasta cmo desarrollar una clase. Le
decimos autoformacin porque lo armamos colectivamente, con diferentes bachis e
implica un intercambio.
Para lxs integrantes del bachillerato popular Maderera Crdoba el acto de graduacin tiene una importancia mayscula.
Ezequiel explica porqu. Le damos mucha
centralidad como comienzo de una nueva
etapa, como un logro tras los obstculos individuales y colectivos que debieron sortear
para lograr ese ttulo. El sistema educativo
logr atribuirle el fracaso del sistema al individuo: el estudiante es el que no sabe, el
que no va, el que repite, el burro, el vago, todas categoras que se repiten incansablemente. As, el acto de graduacin se convierte en una fiesta en la que participan
estudiantes, sus familias, docentes, trabajadores de la maderera y el barrio. Ezequiel sigue graficando el asunto: Que puedan
romper esa internalizacin del fracaso del
sistema en el estudiante y transformarse en
sujetos activos se corona en ese acto: eso representa la graduacin. Fernando suma:
Tenemos profes que fueron estudiantes,
luego hicieron un profesorado o terciario y
ahora vuelven al bachi a dar clases.
Es entonces cuando la puerta abierta
para que no se vaya nadie adquiere una dimensin mayor.

Maderera Crdoba
[email protected]
Avenida Crdoba 3149 CABA.
Telfono: 4966-2792

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MU ABRIL 2016

Pasar
la lengua

educacin en mapuzugun en escuelas del


Estado, o hacer medios de comunicacin
en el propio idioma y que eso est consagrado a nivel estatal. En el Gullumapu (territorio mapuche Chileno) es muy probable que la regin de la Araucania -donde
ms mapuches hay- se oficialice el mapuzugun. Pero tambin hay un proceso de
folclorizacin muy fuerte: hay polticas que
no son muy efectivas y son parte de multiculturalismo neoliberal que quiere demostrar esa diversidad pero no con un ejercicio
efectivo de derechos, como sera por ejemplo un mnimo de horas lectivas en mapuzugun o que haya traductores en los juicios. La idea del Estado mono tnico y mono
lingstico es una negacin de la realidad.

COMUNICACIN MAPUCHE

El poder de la comunicacin

Dos editoriales reflejaron la resistencia de su pueblo


en libros que se transformaron en herramientas para
construir otro presente. ANABELLA ARRASCAETA

De la compu al libro

elipe lleg desde Chile hace cinco


aos, con una mochila pesada: su
tesis de grado para recibirse de periodista, que deriv en el libro We Auki Zugu, Historia de los Medios de Comunicacin
Mapuche que edit y public junto a Mapuexpress. Cuenta del colectivo: Dentro
de la CONADI (Corporacin Nacional de
Desarrollo Indgena en Chile) haba un
sector de jvenes profesionales mapuches
menores de 30 aos que fundaron la agrupacin Kona Pewmana, a fines de los 90, y
crearon un sitio donde recopilar informacin. Ese espacio llamado Mapuexpress
empez a crecer mucho ms que el resto de
la organizacin. Por distintos motivos la

organizacin se deshace y desde abril del


ao 2000 la pgina est arriba ininterrumpidamente. Desde entonces Mapuexpress dej de ser solamente una web de recopilacin de publicaciones y comenz a
producir sus propios contenidos a lo largo
del territorio mapuche en Argentina y Chile. En el 2014 se edit el libro Rakizuam Tai Wallmapu, el Libro de Mapuexpress, que
rene artculos publicados bajo diferentes
temticas en las cuales el colectivo viene
trabajando: migracin forzada, conflicto
forestal, criminalizacin de la protesta,
salud del pueblo mapuche, entre otras.

El mapa de la lengua

l territorio histrico mapuche se encuentra bajo dos estados: Chile y Argentina. En Argentina, segn la
Encuesta Complementaria de Pueblos Indgenas (2004-2005), la situacin del pueblo mapuche con respecto al mapuzugun
vara segn la regin. En la zona que comprende desde Chubut hasta las Islas del
Atlntico Sur hay 71.530 mapuches autoreconocidos, de los cuales slo 15.616 habla y/o entiende lenguas indgenas. En La
Pampa y provincia de Buenos Aires solo
1.957 habla y/o entiende lenguas indgenas
de los 27.597 mapuches autoreconocidos.
El equipo de enseanza Wixaleyi recorre principalmente el territorio en Buenos
Aires y hace su propio diagnstico: Estamos en situacin de diglosia, de no poder
hablar nuestro propio idioma, subyugados
por un idioma dominante. Para ellos esta
situacin se complejiza por el poco conocimiento del propio idioma.
Segn el censo 2012 realizado en Chile,
casi un milln y medio de habitantes se reconocieron como mapuches. Para Felipe,
de Mapuexpress, si bien en Chile hay una
extensin del territorio histrico mucho
ms reducida y mayor cantidad de mapuches, la situacin del idioma no es tan diferente: Tanto en Argentina como en
Chile la mayora de los mapuches viven en
ciudades y ah ha habido un proceso de
culturizacin muy fuerte, de prdida del
idioma, de perdida de costumbres que se
ha venido revirtiendo en los ltimos 20
aos. Se est muriendo la generacin que
mejor hablaba y eso no fue traspasado
fuertemente por un montn de motivos:
porque haba poca valoracin social, porque decan que era una lengua que iba a

IGNACIO YUCHARK

erca de las ocho de la noche


de un da caluroso, Felipe Gutirrez est sentado frente al
micrfono en MU. Punto de
Encuentro y tiene en sus manos un libro recin editado: Rakizuam Tai
Wallmapu, del colectivo de comunicacin
mapuche Mapuexpress del que forma parte.
A su lado est sentado el equipo de educacin Wixaleyi, representado por Marta,
Tulio y Daniel. Ambos grupos mapuches,
desde sus trincheras colectivas, coinciden
en la necesidad de generar espacios de encuentros. Marta lo dibuja con las manos en
el aire: Con los encuentros se te ensancha la cabeza.
Marta, Daniel y Tulio vivan en Florencio Varela, pero siempre supieron que eran
mapuches. En un momento dado te surge
la necesidad de ir ms all y decir: tengo
que trabajar con la gente de mi pueblo. Se
conocieron en esa bsqueda y bajo esa necesidad y en una primera reunin en un
bar porteo la charla gir alrededor de una
sola pregunta: Qu queremos hacer?
Marta afina aquel interrogante inicial:
Qu era lo ms importante para recuperar? Todo era importante. El territorio, la espiritualidad mapuche, la vestimenta, los
cantos, la comida, la forma de organizarse,
enumera. Para todo eso necesitbamos
aprender a hablar mapuzugun. Decidieron
entonces trabajar en la difusin y enseanza
del idioma y as crearon, en 2003, el Equipo
de Educacin Mapuche Wixaleyi que desde
entonces impulsa un curso de idioma que ya
cuenta con cuatro niveles y produce materiales que sostienen la enseanza.

Arriba, el periodista Felipe


Gutirrez. Debajo, los educadores Marta, Daniel y Tulio.

morir. Pero est sucediendo que la gente


joven est reactivando el idioma, el uso de
la lengua y la est volviendo a poner en un
sitio que es funcional al mundo actual
Qu significa eso? Felipe: Que es una
lengua que puede representar al mundo. La
revitalizacin del mapuzugun y es un proceso que se est dando en ambos lados de la
cordillera y que va ms all de las fronteras.

Hablar es un derecho

ara Marta, Tulio y Daniel el problema est en caminar al ritmo del


Estado: Se considera que la planificacin de una poltica lingstica requiere de un Estado y nosotros no tenemos un
Estado por encima. Pero no tenemos que
decir que la planificacin es imposible, tenemos que pensar una forma que nosotros
podamos llevar a cabo con nuestros propios medios, con nuestros sistemas organizativos. se es el desafo. Se va a dar con
el tiempo pero la teora la tenemos que
plantear, ahora estamos dando los pasos
hacia eso. No hay apuro para la poltica
lingstica: el Estado s tiene tiempos, nosotros no tenemos por qu tenerlos. Nosotros tenemos que hacer que nuestro idioma se hable de nuevo. Necesitamos un
piso de por lo menos de un milln de hablantes, cmo se logra eso? Discutiendo
cmo se va a escribir? No, se logra haciendo que la gente hable.
La pregunta se vuelve ms amplia: por
dnde se empieza a generar el cambio? Felipe reflexiona: Hay una situacin muy
interesante que ha sucedido en el pueblo
mapuche: han iniciado una serie de demandas en clave de derechos. Los derechos lingsticos son parte de ese proceso,
el derecho de que los nios puedan recibir

Cmo juega la comunicacin en la


recuperacin de los derechos lingsticos? Mapuexpress construye
el camino hacia la respuesta desde hace
ms de quince aos.
Dice Felipe: Despus de la conquista,
los mapuches no perdieron la capacidad de
hablar en su idioma pero pblicamente los
sectores de poder se quedaron con el derecho de decir qu es lo mapuche. En los ltimos 30 aos se dio la construccin de
medios de comunicacin mapuches que
retoman la posibilidad de narrar(se), de
contar pblicamente quines son, qu demandan, cmo hablan, cmo se visten.
Eso ha permitido contarse desde uno mismo, desde las propias comunidades. La comunicacin permite ir generando la trama
para que la gente se conozca, sepa que est
pasando en el territorio y se organice.
En el libro We Auki Zugu, Historia de los
Medios de Comunicacin Mapuche se recorre la
historia del pueblo mapuche a travs del
lente de la comunicacin. Observando esos
medios que desde hace varias dcadas vienen surgiendo se proponen evidenciar cmo
experiencias que parecan aisladas aportan a
la recuperacin de la propia voz. Y que hay
una decisin tomada: se reclama por el derecho a la comunicacin, pero no se quedan
esperando. Crean sus propios medios.
Por su parte, el Equipo de Educacin Mapuche Wixaleyi se vio ante la necesidad de
generar materiales que apoyaran la enseanza. En 2008 editaron un glosario que reuni el vocabulario que venan utilizando.
Los mil ejemplares se agotaron rpidamente y el material qued para libre descarga en
su web. Cinco aos despus editaron un libro de relatos en castellano y mapuzugun
que tambin incluye un pequeo glosario.

Equipo de Educacin Mapuche


[email protected]
Mapuexpress
www.mapuexpress.org

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ABRIL 2016 MU

Libros que muerden


Con un catlogo que aporta ideas para pensar la poca
lograron hilvanar una propuesta para superarla.
As definen lo que hacen y por qu. LUCA AITA

no poder. Tratamos de pensar en formas


de relacionarse y de crear formas de vida,
dice Manuel Aducci. Sebastin agrega:
Nosotros girbamos en torno a todos esos
procesos polticos y buscbamos alguna clave de cmo salir de eso. Apostamos a experimentar otros modos de vida. Lo que queramos encontrar era esa tica que escapa a la
poltica en el sentido tradicional. La editorial, con sus vaivenes, fue armndose en esa
bsqueda. Cactus para nosotros es un modo
de vida que te permite vivir ms feliz, con
amigos, sin jefes y con las relaciones con el
mercado necesarias, pero lo ms filtradas
posible. Tratamos de filtrar mecanismos salariales de mierda, jefaturas, jerarquas, y
tironeos garantiles. Nosotros buscamos ser
refractarios, que quiere decir que este espacio trata de que esas cosas no lleguen directo, que se filtren, que refracte, que no nos
peguen tanto.

EDITORIAL CACTUS

Leer y experimentar

JULIETA COLOMER

l ao 1999 no es la fecha de su
primer libro, pero s del encuentro entre Sebastin Puente, Pablo Ires y Manuel Aducci,
los integrantes fundadores,
traductores y diagramadores de editorial
Cactus. Se conocieron estudiando Sociologa
e Historia y peleando por el derecho a la educacin pblica, mientras escriban en una revista de circulacin universitaria. La fecha no
es casual. Aquel ao la idea de la privatizacin de la educacin irrumpi con todas sus
fuerzas en las aulas de la Universidad de Buenos Aires. Los estudiantes la resistieron con
el cuerpo: tomas, asambleas, acampe, lo que
sea. La movida estudiantil se puso intensa.
Muchos de los y las jvenes que militaban en ese momento llegaron a creer que
algo en las estructuras universitarias de
poder iba a cambiar para siempre. Pero no.
Conjurada la amenaza de la privatizacin,
se fren la potencia de la revuelta estudiantil. En medio de ese desencanto, Sebastin,
Pablo y Manuel pensaron en hacer algo juntos como forma de fuga de lo institucional.
Qu? Eligieron hacer un libro. Tardaron

Sebastin Puente y Manuel


Aducci, dos de los tres Cactus.

dos aos en terminarlo porque traducan,


editaban y discutan juntos en un mismo
teclado. Y en el medio de ese proceso estall
el 2001. La crisis econmica y poltica empuj los cuerpos nuevamente a la calle:
asambleas, piquetes, marchas y saqueos.

En clave Deleuze

i bien el primer libro de Cactus no


cuenta esta historia, en su prlogo
se puede comprender ese trabajo
de discusin colectiva con una constelacin de obras y deautores que gira en torno
al filsofo francs Gilles Deleuze. Lo que
explica el por qu eligieron a Baruch Spinoza para ese primer libro, estaba en la calle. Tena que ver con lo que estbamos
pensando en ese momento. Spinoza permite cuestionarse los conflictos en torno
al poder y la construccin de las zonas de

on el paso del tiempo y sin planearlo, lograron armar una red de autores tal que no dejara afuera ningn
gran tema que permita reflexionar sobre la
sociedad actual. Deseo, sexualidad, produccin, capitalismo, saber y lenguaje son temas sobre los cuales hacen pensar sus libros. Esta amplitud y, al mismo tiempo, la
coherencia en la eleccin de los autores, logra construir uno de los catlogos ms potentes del mundo editorial actual.
No es tan fcil leer. No es preguntarse
quin lo dice, cul es su sentido, qu significar ese concepto. No es tan fcil leer un
experimento de escritura. Se requiere un
experimento de lectura, que es una cosa
mucho ms rara. La frase pertenece a una
de las contratapas de la Editorial Cactus.
Los prlogos siguen esa delicada lnea:
aportan ideas. Iluminan.
Das despus, en una charla con mate
de por medio, Sebastin Puente y Manuel
Aducci, confirman esa apuesta. Sebastin
dice: Hay una clave en la que insistimos y
por eso el universo de autores que trabajamos habla un lenguaje parecido. Son cosmovisiones. Son imgenes de cmo queremos pensar la vida. El hilo conductor o la
clave que empezamos a buscar primero es
la experimentacin.

La experimentacin del pensamiento es


siempre colectiva?
Sebastin: La experimentacin significa
romper con los condicionamientos actuales. Uno de los condicionamientos ms ha-

100 x 100

Pronto cumplimos 100 ediciones de


MU y queremos festejarlo digitalizando
todo el archivo para poder acceder ms
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Cmo lograrlo? Como siempre: con una vaca.
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Y como agradecimiento,
te damos acceso libre y
gratuito a todo nuestro
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bituales es que somos todos individuos. Cada uno con su vida, sus ideas, su laburo y sus
preocupaciones. Entonces s tiene que ser
colectiva, pero tambin tiene que ser experimentacin. Si no despus hay colectivismos que toman a los individuos tal como
estn y no pasa nada nuevo ah. Si se juntan
todos los que creen que piensan lo mismo
para decir lo mismo, mucha experimentacin no hay.

Cmo crear pensamiento sobre esta poca


depredadora?
Sebastin: Los libros son para nosotros un
universo de palabras, ideas y conceptos que
nos permiten transitar por otro camino que
no sea el de estar prendidos a los problemas que organizan la agenda poltica actual. Buscamos desengancharnos y generar
una autonoma, una lnea de fuga, una desterritorializacin o como lo quieran llamar.
Proponemos textos que desenganchen del
contexto entendido como contexto econmico y poltico coyuntural o de lo que nos
venden los medios de comunicacin. Todos
nuestros libros ayudan y nos permiten vivir
la poca, pero si por poca entendemos el
macrismo o krichnerismo, entonces no nos
interesa pensar en esta poca.
Manuel: Citando el prlogo del libro que
editamos de Spinoza, poema del pensamiento de Henri Meschonnic, la frase que
sintetiza lo que hacemos es: No se piensa
para la poca, sino para escapar de ella.

Podemos considerar un derecho humano


crear pensamiento?
Sebastin: El lenguaje de los derechos no

es un lenguaje que nos guste demasiado.


La mayora de los autores que tocamos tienen sus problemas con el lenguaje jurdico. Es una forma de catalogar y organizar
los conflictos que muchas veces pasan por
otro lado. Opera como un mecanismo de
regulacin y de fijacin. Me parece que lo
ms interesante de los derechos humanos
en Argentina son los movimientos sociales. Es el espacio entre el lenguaje jurdico
y los conflictos reales. Por ejemplo, el derecho a la palabra es un derecho muy jodido, porque conlleva tambin una obligacin de hablar. La mquina de los medios
de comunicacin tom el derecho a la palabra e hizo de eso un comercio.
Manuel: El otro da hablando del libro Historia
de la sexualidad, de Foucault, pensamos en
esto. De qu manera la problematizacin de
la sexualidad se construye a travs de la obligacin de hablar sobre eso? Hoy hablar sobre
ese tema se vuelve casi un mecanismo de
confesin. Se convirti en un problema porque fue obligado a ser hablado.
Les pregunto por la apertura de las importaciones de libros anunciada y ejecutada por
el gobierno actual. Manuel y Sebastin me dicen que a Cactus eso no los afecta tanto como
la distribucin del ingreso. Lo que s es un
problema es que la gente no tenga plata para
comprar libros. Manuel: Creo que la apertura a las importaciones no es grave porque
las editoriales argentinas tienen un valor
agregado que es la forma de armar sus catlogos. Ese es el elemento con el que podemos competir. La dedicacin que le ponemos y lo artesanal de la produccin nos
hace distintos. A m me parece bien que los
libros puedan entrar, y me parece irracional
que no se pueda importar un libro. El tema
es el contexto y cmo se anuncia la medida.
Si toman esa medida, deberan tambin dar
incentivos para la produccin editorial, por
ejemplo. As, tendramos otros elementos
para competir.
Manuel asegura que el mayor problema
de una editorial independiente es la distribucin: Es lo ms alejado de lo que nos
gusta de lo editorial: la comercializacin.
Sin embargo, es fundamental darle bola.
Cactus comenz distribuyendo librera por
librera con bolsito de libros y factura en
mano. Hoy tienen una distribuidora que se
llama Caja Negra en asociacin con la editorial Coma cuatro.
Dice Sebastin que el momento que los
pone ms contentos es encontrarse con
gente que tenga alguna bsqueda en comn. Manuel agrega: Mucha gente conoce
el plan editorial y muestra ansiedad por el
prximo. Esa espera, esa voluntad de leer,
est hablando de que algo importante pasa
ah. Y nos gusta que pase.

23

MU ABRIL 2016

DICCIONARIO MEDITICO ARGENTINO


por el acadmico Pablo Marchetti
ISLAS CAIMN
Pas de Centroamrica, archipilago ubicado en el mar Caribe, que
actualmente funciona como uno de los principales parasos fiscales del continente. A diferencia de otros parasos fiscales, este
pequeo pas slo se conoce por ser un lugar donde no se pagan
impuestos y se pueden abrir cuentas bancarias o crear sociedades
con dinero no declarado. Es decir, no tiene habitantes ilustres ni
prceres que hayan forjado algn rumbo nacional. Es decir, se
parece ms a estados europeos como Luxemburgo o Liechtenstein, que a otros parasos fiscales como Panam, que al menos es
conocido en todo el mundo por haber dado figuras de la msica
(Rubn Blades), la poltica (el general Omar Torrijos), o el ftbol,
como los hermanos Dely Valds.

OFFSHORE
Sociedad comercial radicada en un pas donde existen el secreto
bancario, poco o nulo control impositivo, y siempre ubicado muy
lejos de aquel al que pertenece la empresa en cuestin. Esta sociedad se constituye exclusivamente para lavar dinero producido en
actividades ilegales. Aunque oficialmente no tiene ese propsito,
en los hechos no existe otro motivo para crear una sociedad offshore. Sin embargo, lejos de ser una actividad ilegal, crear una sociedad offshore es algo perfectamente legal. Tanto como lo son otras
actividades fraudulentas como fundar o administrar un banco, o
como lo fueron en el pasado la esclavitud, la prohibicin del voto de
la mujer o el apartheid.

PASES SERIOS
Conjunto de pases que, supuestamente, tienen reglas y leyes que
protegen a los seres humanos de bien e impiden el desarrollo del
accionar de los seres humanos de mal. En los pases serios se
supone que la justicia funciona correctamente, que las instituciones son ejemplares y que la educacin de los ciudadanos y ciudadanas hace que la convivencia entre la gente sea armnica y
placentera. No siempre en los supuestos pases serios todo
funciona tan correctamente y, en la mayora de los casos, esas
sociedades con mayor igualdad social y con bajos ndices de
pobreza se sostienen sobre la explotacin que esos gobiernos y

INFOGRAFAS
por Jorge Fantoni

las grandes empresas de esos pases realizan en naciones ms


pequeas, del tercer mundo, donde no son tan respetuosos de las
leyes y el funcionamiento institucional como s lo son en sus
pases de origen. Es decir, en los pases serios.

PANAM
Pas donde comienza Centromrica. Exista all un cisma, el lugar
donde ms cerca en toda Amrica estaban de juntarse los ocanos
Atlntico y Pacfico. Precisamente all los estadounidenses construyero el famoso canal para que los barcos pudieran hacer la ruta
interocenica. Antiguamente, Panam formaba parte de Colombia. Pero Estados Unidos promovi la independencia para quedarse con el control del pas y, sobre todo, con el paso interocenico.
Desde entonces, Panam ha servido a los intereses econmicos de
gente vinculada con Estados Unidos. No es de extraar, pues, que
el pas que naci gracias a la construccin del canal, un siglo
despus se transformara en un importante paraso fiscal, donde
lavan plata gobernantes de todo el mundo. Pero adems, Panam
es un lugar que puede ser elegido por ms de un veraneante para
ir a pasear por sus playas (recordemos que es un hermoso pas del
Caribe) o a gozar de sus ritmos afrocaribeos, especialmente la
salsa y sus derivados. Todo esto hace que el pas sea un excelente
destino para embajadores y funcionarios nacionales a quienes les
guste vivir de joda y no dedicarse a temas algo ms engorrosos
como los vnculos comerciales con otros pases.

PANAM PAPERS
Informacin de archivos secretos sobre los vnculos econmicos
de importantes lderes polticos de todo el mundo con grupos
econmicos vinculados al lavado de dinero y, por ende, al crimen
organizado y el narcotrfico. Lo curioso fue que esta denuncia fue
hecha por un gran equipo de periodistas de todo el mundo, que
decidieron trabajar juntos en una nica investigacin global. La
publicacin de esta gigantesca y valiosa informacin demuestra la
existencia de dos cosas que se crean extinguidas o que nunca
haban existido: 1) El periodismo de investigacin serio y no atado
a ningn partido poltico. 2) La posibilidad de que un grupo de
periodistas hagan periodismo, an a costa de dejar de lado el ego
que les produce dar a conocer una informacin tan importante.

CRNICAS DEL MS AC

CARLOS MELONE

La arena es el libro

frica es nuestra madre. Esta


frase la debo haber ledo y escuchado mil veces. Son palabras
llenas de belleza e implicancias
dramticas y divertidas. Bueno: este africano del Conurbano Sur fue a
ver a su madre.
Y ya se sabe con las madres
Cuando finalizamos el cruce del Estrecho de Gibraltar estaba feliz por navegar y
preocupado por lo que vea: el Mediterrneo se meca con ferocidad contenida y un
despelote de barcos por todas partes que
me llen de inquietud.
Supongo que alguien ordena el trnsito,
pero mucho no se notaba. Cada uno cruzaba
como le pareca y tomando el camino que se
le cantaba. El ferry en el que bamos encar
durante muchos minutos a uno de esos gigantescos barcos porta containers (que no
entiendo cmo flotan y pueden ser tan
feos), con intenciones de chocarlo o asustarlo o hacerle una joda, hasta que decidi
que mejor no y lo eludi.
Pero lo vi tan cerca, tan cerca
Llegamos a Tnger, una de las puertas de
entrada a Marruecos y, sin presentaciones,
supimos que estbamos en frica, que estbamos en casa.
Mientras cinchbamos como burros
con las valijas, subiendo una rampa impiadosa (no haba ni escalera mecnica ni
ascensores), repleta de coreanos/chinos/
japoneses (vaya uno a saber qu eran), un
morocho flaco y desterrado del paraso del
consumo era zamarreado hacia los cuatro
puntos cardinales por personal de seguridad que le gritaba cosas incomprensibles,
imagino que por alguna inconducta. Tras
varios rounds de adoctrinamiento cvico,
soltaron al sacudido que, sobre la salida del
puerto, fue nuevamente interruptus por la
polica local, que en una sutil accin humanista, lo subi a patadas a una combi
mientras todos se gritaban entre s como
desaforados.
Pasamos las valijas por el detector de la
aduana que tena la pantalla apagada y el
agente de la ley encargado del asunto, completamente absorto en la escena de cachetazos y puteadas.
No hay nada como estar con mam y en
casa.
Nos recibi un gua espaolsimo disfrazado de rabe (hace falta?) con el que
iniciamos un largo periplo por un pas singular. Todos te dicen que es muy seguro,
mientras a Naty en Marrakech le afanaban
con maestra de punguista porteo su ce-

por Bruno Bauer

lular. Todos te dicen que son sunnitas y por


lo tanto tolerantes, mientras ves pasar a
muchas mujeres tapadas: parecen sombrillas cerradas con patas. Todos te dicen
que las mujeres pueden andar tranquilas,
pero cualquier escote turstico (a veces ni
hace falta el escote) genera unas miradas
oscilantes entre el deseo sexual o el de lapidacin.
Un pas donde los vendedores (en su
mayora bereberes) son comerciantes muy
divertidos e implacables: regatean sin rendirse jams, te muestran todo lo que se les
ocurre (peds una manta y te bajan 300, ms
14 teteras, 10 platos y 317 dagas) y con una
sonrisa inalterable te hacen creer que hiciste un negocin cuando, indefectiblemente, te jodieron.
Te agotan.
En una tienda inmensa y escondida en
una medina, uno de ellos se entusiasm y
me ofreci -pcaro y ambivalente- 30 camellos por Natalia. Le ped una Toyota Hilux cero km y la negociacin se cort. Supongo que las camionetas estn muy caras.
Natalia no tiene sentido del humor y estuvo 3 das sin hablarme.
Marruecos es mgico? Es una estupenda frase de agencia de turismo.
Es bello, es pobre y desmiente algunas
leyendas. Casablanca es un monstruo de 10
millones de habitantes, sin savoir faire, que
ni Bogart ni Bergman pisaron jams. A
Lawrence de Arabia no lo encontrs ni en
las remeras. Los tuaregs, guerreros legendarios, hoy son perseguidos, acorralados y
empujados al desierto ms profundo por
gobiernos y empresas.
Marruecos es un pueblo que parece condenado a desaparecer.
Tienen un rey con poder efectivo, hijo
del Temible Hassan II, al que todos los indicadores marcan como un atorrante. Se
llama Mohamed y es un dspota ablico,
rico hasta el asombro (hay castillos desparramados por todo Marruecos, que le pertenecen al fulano) y muy amigo, por ejemplo, de la impresentable monarqua saud.
Cualquier parecido con los republicanos
occidentales
En un puerto cercano a Rabat que se llama Asilah resolvimos no comer en el restaurante que nos sugiri el gua porque estbamos decididos a desmontar siniestros
negociados tursticos; destruir a las corporaciones y arruinarle el negocio que seguramente tena el gua con el dueo del restaurante, que tambin era espaolsimo.
Hay decisiones que se enmarcan en un

solo trmino: pelotudez.


Fuimos a un restaurante a una cuadra del
que nos haban recomendado. La higiene
era una ilusin y las moscas una compaa
intensa y cariosa.
Estbamos junto al mar, as que pedimos pescado. Unos gatitos maltrechos estaban al acecho de nuestra mesa, ubicada
en la vereda, a ver si ligaban algo.
Nos trajeron una cantidad de pescados
chiquitos, con cabeza, ojos y dientes.
Si, dientes.
Los pescaditos, muy feos ellos, haban
muerto haca mucho tiempo. Mucho. Y eso
era olfativamente evidente.
Los gatitos empezaron a ligar pescados
revoleados con discrecin, que al principio aceptaron con entusiasmo. A poco
masticar tambin ellos decidieron que era
mejor esperar otra cosa. Pagamos, el dueo se hizo el otario respecto de la fecha de
defuncin de los animalitos del mar, nosotros tambin y partimos con hambre,
rumiando puteadas occidentales y cristianas.
Despus de das de andar y andar como
cachetada de loco, finalmente nos llevaron
a unas de las puertas del Sahara de Arena.
Hay dos Saharas ms: el de los Oasis y el
de Piedra.
All, donde nacen las Dunas Doradas,
montamos en dromedarios displicentes y,
de la mano de los guas, hicimos un breve
recorrido por el ocano aurfero. Un dromedario (con un mexicano a cuestas) se declar en huelga: no se levant, siguiendo las
mejores tradiciones de sus hermanos montaeses, los burros.
Le imagino un futuro de sobretodo.
A medio recorrido del paseo, empezamos
a caminar entre la tibieza de una arena suave, en medio de un silencio definitivo.
Un gua se qued a acompaarnos. Tena unos 20 aos. Parco y corts, hablaba
un espaol cascoteado. Se sent junto a
nosotros a ver el atardecer rojo y amarillo
sobre los lomos sutiles de las dunas. Cuando el crepsculo empez a ennegrecer a la
ballena sahariana, le pregunt al muchacho dnde viva. Extendi su brazo hacia el
infinito de arena y me dijo que a unos 150
kilmetros de all, en el Sahara Negro, el de
las piedras quemadas.
Me mir a los ojos y sonri con una dentadura completa, manchada y triste: Esto
es muy bello, pero es muy duro, muy duro.
Volvimos sin hablar.
Cada palabra hubiese sido una injuria.
Como en casa.

lavaca es una cooperativa de trabajo


fundada en 2001. Creamos la agencia de
noticias www.lavaca.org para difundir
noticias bajo el lema anticopyright.
Producimos contenidos radiales que se
reproducen libremente por una extensa
red de radios comunitarias de todo el pas.
Construimos espacios de formacin para
debatir y fortalecer el oficio periodstico y
la autogestin de medios sociales de
comunicacin. Trabajamos junto a mujeres
y jvenes en campaas, intervenciones y
muestras para nutrir espacios de debate
comunitario. En nuestra casa MU.Punto de
Encuentro habitan todas estas experiencias, adems de funcionar como bar,
escenario y feria de diversos emprendimientos de economa social.
Podemos hacer todo esto y ms porque
una vez por mes comprs MU. Gracias!
MU es una publicacin de la
Cooperativa de Trabajo Lavaca Ltda.
Hiplito Yrigoyen 1440
Ciudad Autnoma de Buenos Aires
Telfono: 11-4381-5269
Editora responsable: Claudia Acua
Registro DNDA en trmite
La presente edicin de MU
sum el esfuerzo de:
Redaccin
Claudia Acua, Sergio Ciancaglini, Pablo
Marchetti, Daro Aranda, Soledad Barruti,
Franco Ciancaglini, Mara del Carmen
Varela, Lucas Pedulla, Bruno Ciancaglini
Anabella Arrascaeta, Luca Aita,Luis
Zarranz, Manuel Palacios y Carlos Melone.
Fotografa
Julieta Colomer, Lina M. Etchesuri, Ignacio
Yuchark y Nstor Saracho.
Ilustracin
Anah Bazn, Bruno Bauer, Frank Vega,
Byron Hasky y Jorge Fantoni.
Diseo
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