Antología 1º Año
Antología 1º Año
Antología 1º Año
DEL
LENGUAJE
CLAVES
1er AO
PARA
LEER "CALISTO"
En la mitologa clsica, tambin llamada grecolatina, las relaciones entre los mortales y los
dioses suelen ser complejas, porque estos dioses y diosas son apasionados. Aunque son ms
poderosos que los mortales, sufren, sin embargo, desventuras y pueden ser tanto vctimas como
victimarios. Algunas veces actan con mesura, pero otras se dejan llevar por su ira, su amor, sus
temores. Tienen relaciones muy prximas con los humanos y determinan sus destinos, muchas
veces inmiscuyndose directamente en sus vidas. Las pasiones y las leyes divinas se combinan
en las historias de los personajes y dejan su huella en el mundo. Algo de esto sucede en la
historia de Calisto.
CALISTO
Hubo una vez en la tierra un gran incendio producido por culpa de un joven audaz y terco.
Los bosques quedaron ennegrecidos, los ros sucios, el csped raleado.
Ante este desorden, Jpiter 1, el padre todopoderoso, diriga su mirada a cada rincn; pero
destinaba sus ms solcitos cuidados a su amada Arcadia 2. Restableci en ella las fuentes y los
ros que an no se atrevan a correr, dio pasto a la tierra y hojas a los rboles, y orden que las
selvas destruidas reverdecieran. Durante sus constantes idas y venidas, se enamor de una ninfa 3
1
Jpiter: hijo del dios Saturno, reina sobre todos los dioses del Olimpo.
Arcadia: regin ubicada en el Peloponeso central, actual pennsula de Morea, en Grecia. Segn esta
versin del mito, Jpiter habra nacido en Arcadia y por eso se preocupa especialmente por ese lugar.
3
Ninfas: doncellas que viven en los bosques, el campo y las aguas. Son los espritus de la Naturaleza y
1
2
hecho como fiel seguidora suya. Le dijo entonces la Cintia 9: "Vete lejos de aqu". Y Calisto tuvo
que huir.
Ya haca tiempo que la seorial esposa del gran dios se haba enterado de los amoros de
Jpiter con la pobre Calisto, y haba decidido postergar su venganza hasta el momento oportuno.
Juno era as: apasionada, cruel, y cuando la ira la inflamaba, dioses y mortales temblaban.
Al saber Juno que Calisto haba dado a luz a un nio sano y fuerte al que haba lla mado
Arcas, sinti que su vengativa paciencia haba llegado al lmite y se dirigi a la ninfa: "No
quedars impune, porque te voy a quitar esa figura por la que te gustas a ti misma, descarada, y
gustas a mi marido".
Dijo esto y, agarrando a la bella Calisto por los cabellos, la tendi boca abajo en tierra.
Suplicante, la joven extenda sus brazos; pero la diosa no cedi. Y en los brazos de Calisto
comenz a crecer un negro pelo, sus manos se curvaron y se prolongaron en uas ganchudas.
Ahora Calisto tena patas. Y la boca, en otro tiempo admirada por Jpiter, fue tornndose fea
hasta convertirse en un ancho hocico. Y para que sus plegarias y palabras suplicantes no pudieran
doblegar ningn corazn, Juno la priv de la capacidad de hablar. De su ronca garganta sala una
voz colrica y amenazadora.
Calisto fue as una temible osa; pero sus sentimientos quedaron intactos. Sin poder articular
palabras y queriendo expresar su angustia, levantaba la ninfa sus patas con garras al cielo y
gema dolorosamente mientras pensaba que Jpiter era realmente ingrato. Por las noches, tema ir
a dormir sola a la selva oscura y, entonces, pasaba por delante de su antigua casa sabiendo que no
poda volver. Cuntas veces fue perseguida por los perros! La antigua cazadora deba ahora
cuidarse de no ser cazada. Y aunque ella misma era una osa por fuera, tema en su interior a los
osos y a los lobos y a todas las fieras.
Pasaron as muchos aos. Arcas cumpli 15 sin saber qu haba sido del destino de su madre
y deseando siempre haberla conocido.
Un da, cuando estaba el muchacho eligiendo un lugar apropiado para cazar en el monte
Enmanto, fue visto por su madre. Conmovida por esta aparicin, Calisto no pudo contenerse y se
aproxim a su querido hijo.
Ignorante de la identidad de la osa. Arcas huy asustado; pero como Calisto se acercaba cada
vez ms, el joven se dispuso a atravesarle el pecho con su mortfera lanza.
Jpiter, que vea lo que estaba sucediendo, impidi el crimen. Con su poder ilimitado, envi
un torbellino que arranc a madre e hijo de la tierra, los transport por el espacio y los deposit
en el firmamento. All, Calisto y Arcas se transformaron en dos constelaciones de estrellas
brillantes. Por eso, por la noche, desde aquellos remotos tiempos, brillan en el cielo la Osa Mayor
y el Guardin de la Osa, la una junto al otro para siempre.
Ovidio, Metamorfosis (versin de Lorenza Blanc y Laura No).
Cintia: se llama as a Diana porque, junto con su hermano gemelo Apolo, naci en la isla de Dlos,
donde est el monte Cinto.
2
ACTIVIDADES
1.- Despus de leer el mito, realicen estas actividades:
a.- Qu circunstancias le permiten a Jpiter conocer a Calisto?
b.- Con la informacin del texto y del glosario, describan el lugar en el que transcurre la
accin. Escriban el texto sin usar citas del relato.
c.- Cmo es Calisto antes de conocer a Jpiter? A qu dedica su vida? Por qu no quiere
amar a Jpiter?
d.- Expliquen el significado del siguiente fragmento del relato:
"Era, entre todas las ninfas, la ms protegida por la Trivia y su ms frecuente compaera;
pero ningn privilegio es duradero."
e.- Marquen con una cruz las opciones que consideren apropiadas.
Jpiter logra engaar a Calisto porque cuando...
__ se disfraza corno la diosa Diana, provoca confianza en la ninfa,
__ se disfraza de mujer, hace que Calisto no tema que se le acerque,
__ se disfraza como la diosa Diana, provoca temor en la ninfa,
__ oculta que es una divinidad, hace que Calisto no se sienta nerviosa.
2.- Sealen si las siguientes afirmaciones son verdaderas (V) o falsas (F):
__ Jpiter traiciona las leyes del matrimonio.
__ Jpiter pierde la confianza de Calisto.
__ Jpiter traiciona a Diana.
__ Jpiter es egosta.
__ Jpiter siente culpa por haber tenido un amoro con Calisto.
__ Jpiter tiene derecho a engaar a Calisto porque l reina sobre todos los dioses.
__ Jpiter demuestra su amor por Calisto transformndola en constelacin.
10.- Explicar el significado del siguiente fragmento de otra versin del mito:
Todos le teman a Calisto, ahora que era una inmensa osa negra, y nadie se daba cuenta
de que an era tan dulce y amorosa corno siempre haba sido.
11.- Si los mitos brindan explicaciones sobre el mundo, qu fenmeno de la realidad explica la
historia de Calisto? Qu pensaran los antiguos, que crean en mitos, cuando contemplaban el
cielo y vean las estrellas? Qu pensamos nosotros al mirarlas?
TRABAJO PRCTICO
1.- Calisto
Ubiquen las siguientes palabras en el relato y discutan entre ustedes qu significa cada una (si lo
necesitan, recurran al diccionario): honrar - adorar - veneracin - cortejo - ofrenda.
Qu tienen todas estas palabras en comn?
3.- Orgenes mticos
Averigen qu relacin existe entre las palabras que conforman cada uno de los siguientes
pares: Ceres - creal; Eros - ertico; Iris - arco iris; Morfeo - morfina; Aracne - arcnido; Eco eco; Psique psiquis; Eolo - elico; Horas - hora; Gea - geografa.
Para eso, consulten diccionarios enciclopdicos, de mitologa o sitios de Internet. Citen las
fuentes.
3.- En el glosario se indica que Juno protege a las mujeres. Por qu no protege a Calisto?
a.- Cundo se venga Juno de Calisto? Por qu creen que lo hace en ese momento?
4.- Qu intentan explicar los mitos?
5.- Cmo lo hacen?
6.- Por qu los antiguos griegos utilizaban este recurso?
7.- En qu animal transforma Juno a Calisto? Por qu lo hace?
8.- Es la nica condena que recibe Calisto? Por qu?
9.- Si Juno es una diosa protectora de las mujeres, por qu no protege a Calisto?
3
CLAVES
PARA LEER
"LA TELESITA"
La leyenda "La Telesita" es originaria de Santiago del Estero. La danza tpica de esta
provincia es la chacarera; por eso, no es extrao que exista una leyenda sobre un personaje que
baila chacareras.
Este personaje, la nia Telsfora Castillo, conocida como la Telesita, es presentado como real
Al morir sus padres, la Telesita muestra los dos rasgos de su personalidad que luego adquirirn
carcter mgico: la generosidad y el gusto por el baile. Despus de su muerte trgica, sobre la
que hay distintas versiones ms o menos fantsticas, esos dos rasgos principales aparecen en el
relato sobrenatural: la Telesita, ya muerta, es generosa en milagros a cambio de que le ofrezcan
bailes y bebida.
Como en muchas leyendas y otros relatos populares, el destino fatal del personaje se
transforma, para la comunidad, en representacin de la alegra, de la fiesta y la pureza de alma.
Por eso, no es raro que existan chacareras dedicadas a la Telesita, como la que leern a
continuacin de la leyenda.
LA TELESITA
Cuentan que hace aos, en el interior de la provincia de Santiago del Estero, viva una nia
llamada Telsfora Castillo, pero que todos conocan como la Telesita. Haba sido hija nica,
dicen, de padres muy ricos. Murieron los dos, y como la nia era inocente, ella empez a dar
todo. Las prendas de oro, de plata, la hacienda que ella tena, todo se le fue. Entonces, se qued
viviendo sola en el espeso monte santiagueo, de rboles, de arbustos; seco monte, rojo cuando
cae el sol, negro y sonoro de noche, monte de los pjaros perdidos. Dicen que esto era cerca del
ro Salado, en poblados modestos, pura tierra y pasturas breves. Y cuentan que all, para consolar
la pena, a la nia le entr por empezar a cantar y a bailar.
La Telesita no haba quedado muy bien de la cabeza, as que se le dio por eso, el baile. La
nia se fue transformando en una muchacha muy hermosa y un poco adivina. Cuando decan que
en alguna parte iba a haber un baile, ella ya lo saba y se apareca por all, como atrada por el
sonar de guitarras, violines, bombos y cajas que ms tarde iban a tocar. A veces, se presentaba
con un cantarito de agua sobre la cabeza; otras, con un manojo de lea. Pero siempre vestida casi
en harapos y descalza, la Telesita, pobre.
Ella era toda msica y danza, pollerita remolino de tanto girar. En las fiestas bailaba sola,
acompaando los compases de la msica con golpes sobre su cantarito, y marcando los pasos de
la danza con pies que no parecan tocar la tierra, levantaba polvo de chacarera. En las trincheras,
como llaman en los pagos a las afueras del patio de bailar, ah amaneca la Telesita. Haba que
verla ah slita y tirada. Y despus se levantaba y se iba cantando esa chacarera que ella cantaba.
Y he aqu que algunos cuentan que una noche en que se hizo un baile, la Telesita no lleg. A
todos les hizo falta porque era un gusto verla bailar, y porque haban aprendido a quererla. La
Telesita buena. Bailarina callada y linda. Los msicos tocaron fuerte, esperando que escuchara el
violn y el bombo legero cruzar hasta el monte y por fin viniera desde all, bajando de los
tunares hasta el patio. Pero fue intil. Recin al otro da, la gente del pueblo encontr su cuerpo
ya sin vida, quemado junto a un fogn al que seguramente se haba arrimado porque tena fro.
Otros, en cambio, dicen que una noche de fiesta la Telesita cay a una fogata mientras bailaba
como hechizada. Dicen que el fuego le consumi su vestido, su cuerpo y sus piecitos descalzos.
La Telesita ardi como estrella fugaz. Y nadie pudo ayudarla.
Cuentan tambin que una seora del lugar, que ya era vieja, la recogi y la sepult. Como la
Telesita haba sido tan buena y tan linda, le empez a hacer promesas. Una vez, la seora tena
un caballito zaino para trabajar y se lo robaron. As que ella le pidi a su Telesita que se lo hiciera
aparecer y le prometi un baile. Le dijo que iba a tomar siete caas y a bailarle siete chacareras.
Y el zaino apareci. Entonces, en casa de la seora, hicieron un baile con estruendos para
agradecerle a la Telesita.
As empez la tradicin. Cuando alguien quera recuperar algo robado o cuando a los hombres de campo les faltaba pasto para sus ganados y agua para sobrevivir, invocaban el nombre de
la Telesita y hacan un gran baile y una comida para ella.
Y esa fiesta an contina celebrndose: los promesantes ofrecen siete chacareras seguidas y
siete copas de caa para alegrar el espritu y ruegan a la Telesita que les d lo que perdieron o les
robaron, igual que cuando ella regal las cositas de sus padres, o que enve el agua que no tuvo
para apagar el fuego que la hizo arder; que enve la lluvia para los montes de Santiago.
En la fiesta, se representa a la Telesita con una figura de masa y se la pone en un altarcito.
Algunos la visten con papeles de seda. Otros le ponen una ropita. Y ah, cuidando la fiesta, est la
Telesita hasta que termina el baile y se la comen.
Tambin algunos hacen el muequito que rodean de velas y despus del baile lo queman, para
recordar la suerte de la pobre muchacha.
A esa fiesta santiaguea se la llama telesiada.
4
ACTIVIDADES
1.- Despus de leer La Telesita, resuelvan estas consignas.
a.- Segn la leyenda, cul es el primer cambio que sufre la Telesita en su vida?
b.- Por qu la Telesita empieza a cantar y a bailar?
c.- La Telesita no baila igual que las dems personas del pueblo. Por qu? Qu tiene de
diferente su forma de danzar? Apoyen su respuesta con citas del relato.
d.- Cmo les parece que la gente del pueblo trata a la Telesita mientras vive? Por ejemplo,
hacen algopor ella?, la ayudan?, la desprecian?
2.- Marquen con una cruz las afirmaciones con las que estn de acuerdo.
__ La Telesita sufre porque es pobre.
__ La Telesita baila para olvidar su sufrimiento.
__ Desde que se hace muchacha, la Telesita es un personaje casi mgico.
__ Cuando ella desaparece, el pueblo busca a la Telesita porque haba sido buena y les haba
regalado sus cosas.
__ La gente comienza a pedirle cosas y a hacerle promesas porque la Telesita muri
quemada.
3.- La leyenda da dos explicaciones sobre la muerte de la Telesita. Cul les parece ms vincu lada con lo mgico, con lo sobrenatural? Por qu?
4.- las opciones ms apropiadas.
Para agradecer a la Telesita, los promesantes le ofrecen bailar chacareras...
__ porque a ella le gusta la danza,
__ porque es el baile tpico de Santiago del Estero,
__ para que ella no los castigue,
__ para divertirse.
LOS ANTIGALES
Antes de que llegaran espaoles a estos suelos, vivan aqu los antiguos. Ellos ocupaban todas
estas tierras.
Antes de eso, en un tiempo muy lejano, hubo alguna de esta gente antigua que se hizo mala y
pecadora. Por eso, Dios decidi mandar un diluvio, para que murieran las personas malvadas y
pudieran nacer otras buenas. As lleg el agua interminable, una lluvia como lanzas que no de jaban de caer y de matar para que los pueblos renacieran limpios de corazn.
Era mucha la gente que viva ac antes del agua. En la Quebrada, que ahora est solitaria y
con unas poquitas casas, haba antes pueblos enteros. Y esa gente, para salvarse cuando cay el
diluvio, busc desesperada refugio bajo tierra. Cavaron agujeros, pusieron ah tinajos grandes,
llevaron ollas, virques y yuros, y ah se metieron con todo lo que tenan. As murieron.
Abrazndose las rodillas, con sus mejores tejidos y con todo preparado para pasar das: comida,
chicha, tesoros.
Por eso, el que anda por los antigales encuentra esqueletos en las ollas grandes y cosas de
plata o ropitas o instrumentos para el trabajo que quisieron guardar.
Pero cuando fue el diluvio, otra gente no se escondi y qued afuera de la tierra con sus hi jos.
Mujeres. Madres con los hijos. Madrecitas buenas que Dios transform en cardones para que no
murieran. Cada tronco que se ve en la quebrada es una madre. Cada brazo del cardn es una
guagua. Seis brazos del cardn son seis hijos de esa mujer.
Ahora vive poquita gente en la Quebrada, pero los espritus de los cardones los cuidan.
Espritus que no son de pecadores porque el agua les borr la maldad.
Donde hay muchos cardones es seal de que hubo un pueblo, y seguro que cerca hay un
antigal. Los antigales son el recuerdo del pasado y nos dicen que los de aqu somos hijos de la
bondad, de los antiguos que vinieron despus del diluvio.
Versin de Lorenza Blanc y Laura No.
ACTIVIDADES
1.- Marquen las opciones correctas.
La leyenda "Los Antigales" explica el origen de...
__ las ollas.
__ los cardones.
__ las madres.
__ los antigales.
__ los pueblos antiguos.
2.- Respondan a estas preguntas.
a.- El narrador se refiere a "los antiguos" como gente de pueblos que vivieron en la regin.
En qu poca aproximadamente habran vivido esos antiguos?
b.- En qu persona gramatical est el narrador? Qu relacin tiene el narrador con la
historia que narra? Justifiquen la respuesta con citas textuales.
c.- Qu funcin cumple el diluvio? Para qu lo enva Dios?
d.- Segn lo que narra la leyenda, consideran que el diluvio cumpli su funcin?
Fundamenten su respuesta y apyenla con citas del texto.
e.- Qu quiere decir este fragmento de la leyenda: "Ahora vive poquita gente en la Quebrada, pero los espritus de los cardones los cuidan. Espritus que no son de pecadores porque el agua les borr la maldad"? Quines seran los espritus de los cardones? Por
qucuidan a los pobladores de la Quebrada? Qu significa que "el agua les borr la
maldad"?
CLAVES
EL LEN ENAMORADO
En los tiempos en que los animales hablaban, los leones, entre otros, preten dan nuestra
amistad. Y por qu no, ya que su raza entonces vala tanto como la nuestra, dotada como estaba
de valor, de inteligencia y gallarda? Ved de qu manera sucedi la cosa.
Un len de alta estirpe, al pasar por cierto prado encontr a una pastora de la que se enamor
al instante. As que la pidi en matrimonio. El padre hubiera deseado un yerno menos temible;
entregrsela le pareca muy doloroso; negrsela, poco seguro. Hasta fuera posible que ante su
negativa, una buena maana se fugaran juntos sin su consentimiento, pues, adems de que la
muchacha se inclinaba por los arrogantes, una doncella se encapricha fcilmente con un
enamorado de cabellera hermosa. Como no se atrevi, en fin, a echar sin ms al pretendiente, le
dijo precavidamente:
Mi hija es muy delicada; con estas garras podrais herirla al acariciarla; permitid, pues, que
os las corten. En cuanto a los dientes, que a su vez os los limen: vuestros besos sern ms dulces.
El len estaba tan ciego, que a todo consinti. Finalmente, sin uas y sin dientes, pareca una
fortaleza desmantelada. Le soltaron entonces unos perros y el len, invlido, apenas pudo
defenderse.
Amor, amor! Cuando nos subyugas, ya podemos decir: "Adis prudencia!".
Jean de La Fontaine
EL CABALLO Y EL JABAL
Todos los das el caballo salvaje saciaba su sed en un ro poco profundo. All tambin acuda
un jabal que, al remover el barro del fondo con la trompa y las patas, enturbiaba el agua. El
caballo le pidi que tuviera ms cuidado, pero el jabal se ofendi y lo trat de loco, f
Terminaron mirndose con odio, como los peores enemigos.
Entonces, el caballo salvaje, lleno de ira, fue a buscar al hombre y le pidi ayuda. Yo
enfrentar a esa bestia dijo el hombre, pero debes permitirme montar sobre tu lomo.
El caballo estuvo de acuerdo y all fueron, en busca del enemigo.
Lo encontraron cerca del bosque y, antes de que pudiera ocultarse en la espesura, el hombre
lanz su jabalina y le dio muerte.
Libre ya del jabal, el caballo enfil hacia el ro para beber en sus aguas claras, seguro de que
no volvera a ser molestado. Pero el hombre no pensaba desmontar.
Me alegro de haberte ayudado le dijo. No solo mat a esa bestia, sino que captur a un
esplndido caballo.
Y, aunque el animal se resisti, el hombre lo oblig a hacer su voluntad y le puso rienda y
montura.
l, que siempre haba sido libre como el viento, por primera vez en su vida tuvo que obedecer
a un amo.
Aunque su suerte estaba echada, desde entonces se lament noche y da:
Tonto de m! Las molestias que me causaba el jabal no eran nada comparadas con esto!
Por magnificar un asunto sin importancia, termin siendo esclavo!
A veces, con el afn de castigar el dao que nos hacen, nos aliamos con quien solo tiene inters
en dominarnos.
Fedro
6
EL PERRO Y EL REFLEJO
Al cruzar un perro un riachuelo por encima de un tabln, vio su reflejo en el agua.
Bruto repugnante! grit, cmo te atreves a mirarme de tan insolente manera?
Dio una dentellada en el agua y, agarrando lo que supuso era el labio de otro perro, alz un
magnfico trozo de carne que el ayudante de un carnicero haba arrojado a la corriente.
Ambrose Bierce
ACTIVIDADES
1.- Resuelvan estas actividades sobre "El len enamorado".
a.- El tiempo en que transcurren los hechos es ubicable en la historia? Por qu?
b.- Marquen las citas que explican por qu el len se anima a pedir a la muchacha en
matrimonio.
__ "su raza entonces vala tanto como la nuestra"
__ "Un len de alta estirpe"
__ "El padre hubiera deseado un yerno menos temible"
__ "la muchacha se inclinaba por los arrogantes"
__ "una doncella se encapricha fcilmente con un enamorado de cabellera hermosa"
c.- Por qu al padre le parece "doloroso" entregarle en matrimonio a su hija?
d.- Por qu le parece "poco seguro" negrsela? Marquen las opciones apropiadas.
__ Porque el len tiene estirpe, es decir que es poderoso.
__ Porque el len tiene fuerza y podra lastimarlo.
__ Porque el len lo amenaza,
2.- En el inicio de la fbula "El caballo y el jabal", el narrador califica al caballo como "salvaje".
Qu quiere decir con esto?
a.- De acuerdo con lo que le sucede al final de la historia al personaje, por qu les parece
que es importante describirlo inicialmente como salvaje?
3.- Discutan y subrayen las opciones apropiadas.
a.- Por qu el jabal de la fbula remueve el barro del ro?
Porque quiere molestar al caballo.
Porque es su forma de limpiarse.
Porque es torpe.
Porque est loco.
b.- Por qu el jabal trata al caballo de loco cuando este le pide que no remueva el barro?
Porque el jabal se ofende.
Porque para el jabal lo normal es remover el
barro.
Porque el caballo le grita y le habla
Porque ellos dos son enemigos desde hace
alocadamente.
tiempo.
.
c.- Por qu se enfrentan el caballo y el jabal? Fundamenten la eleccin.
Por egosmo.
Por maldad.
Por intolerancia.
Por necesidad.
d.- Qu caracterstica del caballo lo impulsa a buscar la ayuda del hombre?
La inteligencia.
El miedo.
La ira.
La locura.
4.- Para dominarlo, el hombre engaa al caballo. Transcriban una cita textual en la que se
manifieste este engao y expliquen con sus palabras en qu consiste.
5.- Respondan a estas preguntas sobre la fbula de Fedro.
a.- Qu beneficios obtiene el hombre al ayudar al jabal? Apoyen su respuesta con citas
textuales.
b.- Con qu compara el narrador la libertad del caballo? Expliquen esa comparacin con sus
palabras.
c.- Qu es lo que el caballo comprende finalmente?
e.- El padre desconfa del len y de la muchacha. Cmo se evidencia esa desconfianza?
f.- Por qu el len consiente en dejarse cortar las garras y limar los dientes?
g.- Qu quiere decir que el len "sin uas y sin dientes, pareca una fortaleza
desmantelada"?
h.- Por qu el len termina sin poder defenderse de los perros, si su raza est dotada de
valor e inteligencia?
7
6.- Comparen las fbulas "El perro y el pedazo de carne", de Esopo, y "El perro y el reflejo", de
Ambrose Bierce. Para eso, completen con cruces el siguiente cuadro.
Fbula de Esopo
Contrafbula de Ambrose
Bierce
su orgullo
su mal carcter
su codicia
un error
El perro recibe
castigo
recompensa
EJEMPLO XXXV
DE
costumbre de preparar la cena a los novios, poner la mesa y dejarlos solos hasta el da siguiente.
Lo hicieron as, pero los padres y parientes del novio y de la novia quedaron muy preocupados,
pensando que al da siguiente encontraran al novio muerto o muy maltrecho.
Despus que los novios quedaron solos en la casa se sentaron a la mesa y, antes de que ella
tuviera tiempo de decir nada, el novio mir alrededor, vio un perro y le dijo bravamente:
Perro, danos agua a las manos!
El perro, lgicamente, no lo hizo y l comenz a enfurecerse, ordenndole ms duramente an
que le diera agua a las manos, pero el perro no lo hizo. Cuando vio que no lo haca, el amo se
levant enojadsimo, sac la espada y se acerc al perro. Cuando el pero lo vio acercarse
comenz a huir, y l detrs, saltando entre los manteles, la mesa y el fuego, hasta que lo alcanz,
le cort la cabeza, las patas y lo hizo pedazos, ensangrentando toda la casa.
As, enojado y ensangrentado, se volvi a sentar a la mesa, mir alrededor; vio un gato y le
dijo que le diese agua a las manos. Como no lo hizo le dijo:
Cmo, don falso traidor! No viste lo que le hice al perro por no obedecer mis rdenes?
Prometo que, si no me obedeces, te har lo mismo que al perro.
El gato no obedeci, pues, al igual que el perro, no est acostumbrado a dar agua a las manos.
Como no lo hiciera, se levant, lo tom por las patas y lo arroj contra la pared, hacindolo cien
pedazos y mostrando ms saa an que con el perro.
As, bravo y saudo, haciendo gestos y ademanes, volvi a la mesa y mir a todas partes. La
mujer, que lo vea actuar, pens que estaba loco o trastornado y no deca ni una palabra. Despus
de mirar a todos lados vio a su caballo, el nico que tena, y le dijo amenazadoramente que le
diera agua a las manos. El caballo no lo hizo y, al ver esto, el hombre exclam:
Cmo, don caballo! Piensas que porque no tengo otro caballo os perdonar que no hagis
lo que os mando? Tened cuidado, porque si no haces lo que te mando, juro por Dios que te dar
tan mala muerte como a los otros. No hay nadie en el mundo al que no le haga lo mismo si no
hace lo que yo le mando.
El caballo se qued quieto. Cuando vio que no cumpla su orden, se le acerc, le cort la
cabeza y, con la mayor saa, lo destroz todo.
Al ver la mujer que mataba a su caballo, a pesar de ser el nico que tena, y que prometa
hacer lo mismo con cualquiera que no cumpliera sus rdenes, pens que ya no era broma y tena
tanto miedo que ya no saba si estaba muerta o viva.
l, furioso y ensangrentado, volvi a la mesa, jurando que si mil caballos, hombres y mujeres
hubiera en su casa que no le obedecieran, todos seran muertos. Se sent nuevamente y mir a
todas partes, teniendo la espada ensangrentada en el regazo. Despus de mirar a uno y otro lado y
ver que no haba nadie ms, volvi los ojos a su mujer con gran enojo y le dijo teniendo la
espada en la mano:
Levantaos y dadme agua a las manos.
Ella, que no esperaba otra cosa sino ser despedazada, se levant a prisa y cumpli la orden. l
le dijo:
Cmo agradezco a Dios que hicierais lo que os mand! De otro modo, con la indignacin
que estos locos me causaron, os hubiera hecho lo mismo que a ellos.
Despus le orden que le sirviera la comida y ella lo hizo. Cada vez que le peda algo, se lo
deca de tal modo y en tal tono que ella ya vea rodar su cabeza por el polvo.
As pasaron aquella noche, ella nunca hablaba y slo haca lo que l mandaba. Despus se
acostaron; cuando durmieron un rato, l le dijo:
Con el enojo que pas esta noche no puedo dormir bien. Cuidad de que nadie me despierte
maana y tenedme preparado el desayuno.
A la maana siguiente, los padres y parientes de ambos se acercaron a la puerta de la casa y,
como no escuchaban voces, pensaron que el novio estaba muerto o herido. Cuando vieron a
travs de la puerta a la novia y no a l, lo creyeron con ms firmeza.
Ella, acercndose muy silenciosamente y con mucho miedo les dijo:
Locos traidores! Qu hacis? Cmo os atrevis a venir hasta la puerta y hablar? Callad!
De otro modo todos seremos muertos.
Cuando los dems escucharon esto se quedaron muy maravillados y, al saber lo que haba
pasado, apreciaron mucho al joven que supo hacer lo que corresponda y gobernar as muy bien
su casa.
Desde entonces, la mujer modific su carcter y llevaron una vida muy feliz.
Pasados unos das su suegro quiso hacer lo mismo que su yerno y mat un gallo. Su mujer le
dijo:
En verdad, don fulano, que os habis acordado demasiado tarde, pues ya no os servir de
nada, aunque matis a cien caballos. Debisteis haber comenzado antes, pues ya nos conocemos
bien.
Vos, seor conde, si aquel joven se quiere casar con tal mujer, si l fuera como aquel otro
joven, aconsejadle directamente que se case, pues l sabr cmo debe conducir su casa; pero, si
fuera de tal modo que no sepa cmo cumplir con sus obligaciones, dejadle que siga su suerte.
An ms, os aconsejo que a todos los hombres con los que tengis alguna relacin, les deis a
entender el modo en que deben comportarse con vos.
El conde consider que ste era un buen consejo y lo sigui.
Como don Juan entendiera que este cuento era muy bueno, lo hizo escribir en este libro e hizo
estos versos que dicen as:
Si desde el principio no muestras quin eres
nunca lo podrs hacer despus, cuando quisieres.
Don Juan Manuel, El Conde Lucanor
CLAVES
PARA LEER
"GRISHA"
"LA
SENTENCIA"
En el cuento de Antn Chejov, el paseo del pequeo Grisha (diminutivo de Grigori, Gregorio
en ruso) es toda una aventura: hasta ese momento, el nio no ha tenido oportunidad de salir a la
calle. Antes del paseo, su mundo se limitaba al interior de su casa, en especial, a su cuarto. En
pocas horas, Grisha ver muchas cosas que l desconoca y le sucedern otras tantas. Es te
universo, nuevo para l, pero absolutamente familiar y reconocible para otros, se va
construyendo a partir de su mirada: el narrador mira por los ojos del nio y transmite lo que el
nio se va encontrando y tambin lo que le va sucediendo. Por este motivo, en el cuento hay
muchas descripciones: de lugares, de situaciones, de personajes.
El cuento "La sentencia", en cambio, representa un mundo no familiar, no reconocible. Se
trata de un mundo en el que, repentinamente, cae del cielo una cabeza de dragn ensangrentada,
y en el que sueo y realidad se confunden, confundiendo y perturbando, a su vez, a los
personajes y al lector.
GRISHA
Grisha, niito de dos aos y medio, rollizo y sonrosado, se pasea con su niera por la
alameda. Lleva abriguito, gorra de pieles y bufanda; calza unas botas de goma que le llegan hasta
las rodillas. Siente calor; los rayos ardientes del sol de abril le molestan los ojos. Toda su torpe y
pequea figura, caminando tmidamente junto a la niera, revela indecisin.
Hasta ahora, Grisha no conoca ms mundo que la habitacin cuadrada en uno de cuyos
rincones est su camita, mientras en el otro descansa el bal de la niera; en el tercero, una silla,
y en el cuarto cuelga una lmpara de aceite, donde flota una mariposa. Debajo de la cama se
encuentran una mueca sin brazos y un tambor.
Detrs del bal hay gran variedad de objetos: carretes sin hilos, papeles, ca jas rotas y un
payaso. En este mundo, adems de Grisha y de la niera, aparecen frecuentemente mam y la
gata. Mam se parece a una mueca, y la gata, a la pelliza de pap, solo que a la pelliza le faltan
los ojos y el rabo. Del mundo que lleva el nombre de "cuarto del nio", se abre una puerta que
comunica con el espacio donde se come y se toma el t. All est la silla alta de Grisha y un reloj,
que sirve para mover el pndulo y hacer sonar una campanilla. Contiguo al comedor, hay un
aposento amueblado con butacas encarnadas. La alfombra ostenta una mancha sospechosa, a
causa de la cual amenazan a Grisha con el dedo. Detrs de esta habitacin hay todava otra, cuyo
ingreso est vedado a Grisha, en la que habita pap, personalidad harto vaga. La presencia de la
niera y de mam se explica; ellas lo visten, le dan de comer, lo acuestan; pero la utilidad de
pap nadie la comprende. No olvidemos a otra persona enigmtica, la ta, la que regal a Grisha
el tambor. Ella aparece y desaparece a voluntad. Dnde se oculta? Grisha mir ms de una vez
debajo de la cama y detrs del bal, pero en ninguna parte puede hallarla.
En este nuevo mundo existen tal cantidad de mams, paps y tas, que no se sabe a quin
acudir. Pero lo ms extraordinario son los caballos. Grisha mi ra sus pies, que se mueven
rpidamente, y mira a la niera para que le explique este fenmeno; pero ella no dice esta boca es
ma.
De repente oye fuertes pasos: se acerca lentamente un destacamento de soldados; tienen caras
amenazadoras y palos en las manos. Grisha, aterrorizado, levanta los ojos hacia la niera para ver
si el peligro es grande. Pero la niera no corre ni llora. Esto quiere decir que no hay tal peligro.
Pasan dos grandes galgos; tienen hocicos largos, llevan la lengua afuera y la cola levantada.
Grisha cree que hay que seguirlos y corre detrs de ellos.
Para! grita rudamente la niera, tomndolo por los hombros. Dnde vas? Quin te
ha permitido correr?
Pasan delante de una niera que est sentada con un cesto lleno de naranjas. Grisha toma una
y quiere seguir su camino.
Qu haces? exclama su compaera; le arranca la naranja y le da un golpe en las manos.
Ahora Grisha ve en el suelo un pedacito de cristal; lo agarrara con gusto. El cristalito brilla
como la mariposa. Pero lo deja por temor de que vuelvan a pegarle.
Hola! Qu tal? dice de pronto una voz por encima de Grisha, y el nio ve a un hombre
alto con botones relucientes.
Con gran satisfaccin, ve que la niera se detiene, le da la mano al hombre y ambos se que dan
conversando. La luz del sol, el ruido de los coches, los caballos, los botones relucientes, todo es
tan nuevo, extraordinario y hermoso, que Grisha est lleno de alegra y re.
Vamos, vamos! grita, tirando al hombre alto por los faldones de su abrigo.
Adonde? le pregunta el hombre.
Vamos! insiste Grisha. Quisiera decir que deseara encontrar a mam, pap y la gata;
pero su lengua no lo sabe articular.
Al cabo de un rato, la niera se marcha de la alameda y entra en un gran patio oscuro y lleno
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de nieve. El hombre de los botones relucientes viene con ellos. Los tres atraviesan el pa tio y
suben por una escalera negra. La puerta se abre y entran en un cuarto. Hay mucho hu mo: huele a
guisado. Una mujer fre algo en el hogar. La cocinera y la niera se abrazan, se sientan y hablan
con el hombre. Grisha, envuelto en su ropa de pieles, se sofoca de calor.
Por qu ser? piensa, y mira el techo negro, el hogar, las paredes oscuras.
Ma -a- m! grita lloriqueando.
Calla! chilla la niera.
La cocinera pone en la mesa una botella, tres copas y un gran pastel. Las dos mujeres y el
hombre de los botones relucientes beben varias copas, brindan, cantan, y el hombre abraza a una
u otra de sus compaeras.
Grisha alarga la mano hacia el pastel y le dan un pedacito. Lo come y sigue con los ojos a la
niera, que bebe... Tiene sed.
Dame! Dame! le pide.
La cocinera le da un sorbo de su copa. Siente algo que le abrasa la boca; abre los ojos desmesuradamente, mueve los brazos. La cocinera lo contempla, rindose
De regreso a su casa, Grisha le cuenta a mam, a las paredes, a la cama, dnde ha estado y lo
que ha visto. Habla ms con las manos y la cara que con la lengua. Ensea cmo brilla el sol,
cmo corren los caballos, qu hogar tan grande hay all, qu temible es aquel cuarto y cmo bebe
la cocinera...
De noche no puede dormir. Los soldados con sus palos, los grandes galgos, los caballos, el
cesto de naranjas, el cristalito, los botones, todo baila delante de l y lo atormenta. Se revuelve de
un lado a otro, habla y, por fin, empieza a llorar.
Tiene fiebre dice mam, tocndole la frente; de qu ser?
Hogar! llora Grisha. Hogar, vete!
Seguramente ha comido demasiado declara mam.
Y Grisha, rebosando de las impresiones de la vida nueva, recibe de mam una cucharada llena
de aceite de ricino.
Antn Chejov
LA SENTENCIA
Aquella noche, en la hora de la rata, el emperador so que haba salido de su palacio, y que
en la oscuridad caminaba por el jardn, bajo los rboles en flor. Algo se arrodill a sus pies y le
pidi amparo. El emperador accedi: el suplicante dijo que era un dragn y que los astros le
haban revelado que al da siguiente, antes de la cada de la noche, Wei Cheng, ministro del
emperador, le cortara la cabeza. En el sueo, el emperador jur protegerlo.
Al despertarse, el emperador pregunt por Wei Cheng. Le dijeron que no estaba en el palacio;
el emperador lo mand buscar y lo tuvo atareado el da entero para que no mata ra al dragn, y
hacia el atardecer le propuso que jugaran al ajedrez. La partida era larga, el ministro estaba
cansado y se qued dormido.
Un estruendo conmovi la tierra. Poco despus, irrumpieron dos capitanes, que traan una
inmensa cabeza de dragn empapada en sangre. La arrojaron a los pies del emperador y gritaron:
"Cay del cielo".
Wei Cheng, que haba despertado, la mir con perplejidad y observ: "Qu raro, yo so que
mataba a un dragn as".
Wu Ch'eng En
ACTIVIDADES
1.- Realicen estas actividades sobre "Grisha", de Antn Chejov.
a.- Cmo se explica que Grisha vaya tan abrigado si hay una referencia al "sol de abril"?
b.- Marquen en el texto la descripcin del mundo conocido por Grisha.
c.- Qu orden se sigue en esa descripcin? Con qu criterio el narrador arma ese orden?
d.- A qu llama el narrador el "nuevo mundo" que conoce Grisha? Por qu el narrador
dice: "En este nuevo mundo existen tal cantidad de mams, paps y tas..."?
e.- Qu es lo ms inslito y novedoso que le pasa a Grisha en el transcurso de este paseo?
f.- Por qu por la noche no puede dormir?
g.- Alguien comprende a Grisha, finalmente?
2.- Marquen con una cruz las opciones correctas (puede haber ms de una).
a.- Qu hace Grisha cuando ve cosas, personajes y situaciones que le llaman la atencin?
__ se esconde asustado
__ se escapa
__ se fija qu reaccin tiene su niera
__ llora
__ se enoja
__ intenta participar de las situaciones
__ trata de imitar a los protagonistas de la escena que ve
b.- Qu trato le da la niera a Grisha?
__ indiferente
__ preocupado por las necesidades del chico
__ carioso
__ brutal
__ obligado por sus funciones
__ inescrupuloso
c.- Elijan por lo menos dos de las opciones que marcaron y justifquenlas con citas del texto.
3.- Despus de leer "La sentencia", respondan a estas preguntas.
a.- A qu mbito geogrfico, social y cultural remiten estas expresiones del cuento:
"emperador", "hora de la rata" y el nombre propio "Wei Cheng"?
b.- Cules son los personajes centrales de este cuento?
c.- Quin o quines de ellos le dan el mismo valor a lo que sucede en los sueos y a lo que
sucede en el mundo real?
4.- Sealen si las siguientes afirmaciones son verdaderas (V) o falsas (F). En el caso de las fal sas,
escriban en sus carpetas la afirmacin correcta, agregando o suprimiendo lo necesario.
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lo hace compadre", "todo cabe en un jarrito sabindolo acomodar", "el que quiera azul celeste
que le cueste" o "centavo ahorrado, centavo ganado".
En resumen, los dichos y refranes tienen su origen en textos de tipo moral o didctico; se
introducen por va culta en obras de gran difusin; se transmiten por lengua popular y, tras
algunas modificaciones quedan acuados de forma invariable en la lengua, lo que les permite
volver de nuevo al texto escrito y a la lengua culta.
dedicate a solteriar
ms si te quers casar,
no echs nunca en el olvido:
en las rias he aprendido
a no peliar sin puyones."
Jos Hernndez
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CLAVES
PARA LEER
EL
FANTASMA DE
CANTERVILLE
El fantasma de Canterville es una novela corta, tambin llamada nouvelle, del ingls Oscar Wilde. El
protagonista es el fantasma de Sir Simn Canterville, y otros personajes secundarios tambin tienen su propio
desarrollo. Est organizada en siete captulos breves.
El fantasma es un personaje frecuente en las novelas gticas de la poca. Sin embargo, esta obra de Wilde no
es una novela gtica, ya que no cuenta una historia angustiante que busque infundir terror al lector: Wilde
decidi rerse un
poco de la tradicin de fantasmas en los castillos de la antigua nobleza de Inglaterra. Pero tambin decidi
burlarse de las costumbres materialistas y consumistas propias de la cultura estadounidense, opuestas, para el
autor, a las de la tradicin inglesa. Por eso, esta nouvelle narra la historia de un fantasma que impone el terror
durante trescientos aos en su castillo, pero cuya suerte cambia al instalarse en el lugar una pragmtica familia
proveniente de los Estados Unidos.
EL FANTASMA DE CANTERVILLE
La familia Otis est compuesta por el Pastor Hiram Otis, su mujer Lucretia, su hijo mayor Washington, su
sensible hija de 15 aos, Virginia, y sus hijos menores, unos terribles mellizos.
Aunque el Pastor es advertido acerca de la presencia de un fantasma en el castillo que ha adquirido, l y su
familia se mudan sin temor porque no creen en apariciones. Una vez all, la familia acepta la existencia del
fantasma sin ninguna preocupacin: deciden que debern convivir armoniosamente con l. En la alfombra de la
sala descubren una mancha de sangre: es la huella del crimen que Sir Simn Canterville, antiguo propietario,
cometi siglos atrs: asesinar a su esposa. Aunque el ama de llaves les asegura que esa antiqusima mancha es
imborrable, la familia, que cree sobre todo en la eficacia de los modernos productos estadounidenses, la borra
con el quitamanchas "Pinkerton Campen" y el "Detergente Paragon".
Al desaparecer la mancha, un relmpago tenebroso ilumina la casa; pero la familia solo se queja del mal
tiempo, sin interpretar el fenmeno como seal de la ira del fantasma de Sir Canterville.
CAPTULO 2
La tormenta rugi con fiereza esa noche, pero no sucedi nada especialmente notable. A la maana siguiente,
empero, cuando bajaron a desayunar, encontraron esa terrible mancha de sangre otra vez en el piso.
No creo que sea culpa del detergente Paragon dijo Washington, porque lo he probado con todo. Debe
de ser el fantasma.
Frot la mancha por segunda vez, pero la segunda maana volvi a aparecer. La tercera maana tambin
estaba, pese a que la biblioteca haba sido cerrada con llave por la noche por el seor Otis en persona, que se
haba llevado la llave consigo. Ahora toda la familia estaba muy interesada; el seor Otis empez a sospechar
que haba sido demasiado dogmtico en su negacin de la existencia de fantasmas, la seora Otis expres su
intencin de ingresar en Sociedad Psquica, y Washington prepar una larga carta a los seores Myers y Podmore
sobre el tema de la Permanencia de Manchas Sangrientas cuando estaban relacionadas con el crimen. Esa noche,
todas las dudas sobre la existencia objetiva de seres fantasma les qued eliminada para siempre.
El da haba sido caluroso y hmedo, y en el fresco del atardecer toda la familia sali a dar un paseo en
coche. No volvieron hasta las nueve, momento en que tomaron una cena liviana.
La conversacin no toc en absoluto el tema de los fantasmas, as que ni siquiera se dieron esas condiciones
bsicas de la expectativa receptiva que con tanta frecuencia precede a la aparicin de los fenmenos
sobrenaturales. Los temas de conversacin, como supe despus por el seor Otis, fueron solo los habituales entre
los norteamericanos cultos de clase acomodada, tales como la inmensa superioridad de Miss Fanny Davenport
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sobre Sarah Bernhart como actriz, la dificultad de conseguir maz machacado aun en las mejores casas inglesas,
la importancia de Boston en el desarrollo del alma del mundo, las ventajas del sistema de despacho de equipaje
en el ferrocarril y la dulzura del acento de Nueva York comparado con el de Londres. No se hizo mencin alguna
de lo sobrenatural, ni se aludi en modo alguno a Sir Simn de Canterville. A las once, la familia se retir, y
media hora ms tarde las luces estaban apagadas. Un tiempo despus, al seor Otis lo despert un ruido extrao
en el pasillo frente a su cuarto. Sonaba como un choque de metales y pareca acercarse a cada momento. Se
levant de inmediato, encendi una cerilla y mir la hora. Era la una en punto. Estaba muy tranquilo y se tom el
pulso, que no indicaba la presencia de fiebre. El ruido extrao continuaba y, junto con l, pudo or claramente el
sonido de pasos. Se puso las pantuflas, sac un pequeo frasco alargado de su cmoda y abri la puerta. Justo
frente a l, en el dbil resplandor lunar, vio a un viejo de aspecto terrible. Tena los ojos rojos como carbones
encendidos; sobre los hombros le caa una larga cabellera gris en bucles enredados; sus vestimentas, que eran de
corte antiguo, estaban manchadas y desgarradas, y de las muecas y tobillos le colgaban pesadas esposas y
herrumbrados grilletes.
Mi querido seor dijo el seor Otis, realmente debo insistir en que aceite esas cadenas y, con ese
propsito, le he trado un pequeo frasco del Lubricante Tammany Sol Naciente. La publicidad dice que es
completamente eficaz con una sola aplicacin, y hay varios testimonios en ese sentido en la etiqueta,
pronunciados por algunos de nuestros ms eminentes ciudadanos. Se lo dejar aqu junto a las velas del
dormitorio y con mucho gusto le proporcionar ms si lo necesita. Con estas palabras, el Pastor de los Estados
Unidos deposit el frasco sobre una mesa del mrmol y, cerrando la puerta, se retir a descansar.
Por un instante, el fantasma de Canterville qued inmvil por la indignacin; despus, arrojando con
violencia el frasco contra el piso lustrado, huy por el corredor, emitiendo graznidos huecos y difundiendo a su
alrededor una tenebrosa luminosidad verde. Pero en el momento en que llegaba a la gran escalera de roble, se
abri una puerta, aparecieron dos pequeas figuras vestidas de blanco y una gran almohada pas rozndole la
cabeza. Evidentemente, no haba tiempo que perder, as que, adoptando deprisa la Cuarta Dimensin del Espacio
como medio de escape, se desvaneci a travs del enmaderado, y la casa volvi al silencio.
Al llegar a una pequea cmara secreta en el ala izquierda, se recost contra un rayo de Luna para recobrar el
aliento, y empez a tratar de evaluar su posicin. Nunca, en una brillante e ininterrumpida carrera de trescientos
aos, haba sido insultado de modo tan grosero. Pens en la Duquesa viuda, a quien le haba producido un ataque
de terror cuando se hallaba ante el espejo con sus encajes y diamantes; pens en las cuatro criadas a las que le
bast con sonrerles a travs de las cortinas de unos de los cuartos de huspedes para producirles sendos accesos
de histeria; en el rector de la parroquia cuyas velas haba soplado cuando sala tarde por la noche de la biblioteca,
y que haba quedado bajo el cuidado de Sir William Gull desde entonces, perfecto mrtir del desorden nervioso;
y en la vieja Madame de Tremouille, quien, al despertarse una maana y ver un esqueleto sentado en un silln
junto a la chimenea leyendo su diario ntimo, haba quedado confinada al lecho durante seis semanas con un
ataque de fiebre cerebral y, tras su recuperacin, se haba reconciliado con la Iglesia y haba roto toda relacin
con ese notorio escptico, Monsieur de Voltaire. Record la terrible noche en que el malvado Lord Canterville
fue hallado en su tocador con graves sntomas de asfixia, con la sota de diamantes embutida en la garganta, y
confes, antes de morir, que le haba ganado con trampas cincuenta mil libras a Charles James Fox en Crockford
por medio de ese mismo naipe y jur que el fantasma se lo haba tragado. Le vinieron a la memoria todos sus
grandes triunfos, desde el mayordomo que se haba pegado un tiro en la despensa porque haba visto una mano
verde golpeando el vidrio de la ventana, hasta la hermosa Lady Stutfield, que qued obligada a usar siempre una
cinta de terciopelo negro en el cuello para ocultar la marca de cinco dedos sobre su piel blanca y que se mat
arrojndose al estanque de carpas en el extremo del Paseo del Rey. Con el egosmo entusiasta del verdadero
artista, recorri mentalmente sus actuaciones ms celebradas y sonri amargamente al recordar su aparicin
como "Rubn el Rojo, o el Beb Estrangulado", su debut como "Giben el Jorobado, Vampiro del Pra mo de
Bexley", y el furor que haba causado una solitaria noche de verano jugando a los bolos con sus propios huesos
en la cancha de tenis. Y despus de todo esto, unos malditos norteamericanos modernos venan y le ofrecan el
Lubricante Sol Naciente, y le arrojaban almohadas a la cabeza! Era completamente insoportable. Adems, nunca
se haba tratado de este modo a ningn fantasma de la historia. En consecuencia, decidi vengarse, y se qued
hasta el amanecer absorto en sus pensamientos.
Oscar Wilde, El fantasma de Canterville, Buenos Aires, ngel Estrada y Ca., Coleccin Azulejos, 2002.
ACTIVIDADES
1.- En un principio, la familia Otis no cree en fantasmas. Por qu cambian de opinin? Cmo llegan a creer en
ellos?
a.- De acuerdo con la respuesta anterior, elijan uno o ms adjetivos para calificar a la familia Otis.
Prcticos escpticos
supersticiosos
miedosos
2.- Qu significan las palabras expectativa y receptiva? Ubiquen en el captulo ledo la expresin "la
expectativa receptiva". Rescriban la misma oracin usando otra expresin equivalente.
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3.- Qu actitud adopta la familia luego de asegurarse de que, efectivamente, hay un fantasma en su casa?
Discutan y marquen las opciones apropiadas.
__ Se asustan.
__ Se despreocupan del asunto.
__ Deciden asustar al fantasma.
__ Continan con su rutina.
__ Esperan con ansiedad que aparezca el fantasma.
4.- Relean el fragmento en el que se mencionan los temas de conversacin durante la cena. Para comprenderlo
mejor, tengan en cuenta que Fanny Davenport es una actriz estadounidense y Sarah Bernhart, una actriz
inglesa. Y que Boston es una ciudad de los Estados Unidos.
a.- A partir de esos datos, elijan las opciones ms apropiadas para interpretar ese fragmento.
La familia Otis...
__ intenta adaptarse a las costumbres inglesas,
__ piensa que ingleses y estadounidenses tienen mucho en comn,
__ piensa que los estadounidenses son superiores a los ingleses,
__ piensa que los estadounidenses son ms encientes que los ingleses,
__ piensa que los Estados Unidos son el centro del progreso.
5.- Por qu puede decirse que hay irona en las siguientes palabras del narrador?
Los temas de conversacin, como supe despus por el seor Otis, fueron solo los habituales entre los
norteamericanos cultos de clase acomodada... (y se enumeran los temas de la charla).
6.- Resuelvan estas consignas sobre las actitudes de los personajes de la novela.
a.- Cmo llama el seor Otis al fantasma ni bien lo ve?
b.- Enumeren las acciones que realiza el seor Otis cuando escucha los sonidos que produce el fantasma y
cuando lo ve.
c.- Qu hacen los mellizos frente al fantasma?
d.- Qu hara o dira cualquier personaje tpico de una historia de terror ante la misma situacin? Hara lo
mismo que la familia Otis?
e.- Les parece que esta escena es de terror? Por qu?
f.- Qu tipo de sucesos recuerda el fantasma luego de su encuentro con la familia Otis? Para qu les parece
que recuerda todo eso?
PRODUCCIN
UN
Escriban un relato en el que un fantasma antiguo, parecido al de Canterville, aparece en la localidad donde
ustedes viven, en la poca actual. El fantasma intenta asustar a un grupo de personas, pero nadie cree en su
existencia y las cosas le salen mal. Para escribir, tengan en cuenta:
Cmo es el fantasma? Descrbanlo.
Cmo y por qu lleg all?
A quines quiere asustar y por qu?
Por qu esas personas no creen en su existencia como fantasma?
Qu hace el fantasma para asustarlos?
Cmo reaccionan sus vctimas?
El fantasma consigue finalmente lo que deseaba o no?
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LAS PARTES
DE UNA
OBRA TEATRAL
La totalidad de la obra teatral est organizada en partes menores, los actos. Cada vez que un acto comienza,
se encienden las luces de escena o se abre el teln. El cierre del teln o un apagn indican la finalizacin de un
acto.
A su vez, los actos constan de partes menores llamadas escenas, que comienzan y terminan con la entrada y
salida de los personajes. A veces, varias escenas forman parte de un cuadro porque mantienen el mismo
decorado.
LA ACCIN DRAMTICA
En toda obra teatral, la accin de los personajes se organiza alrededor de un conflicto, que da sentido a las
relaciones entre los personajes. As, el protagonista tendr oponentes, que buscan impedir que su objetivo se
concrete, y ayudantes, que colaborarn en la obtencin de lo que l desea.
El conflicto constituye la accin dramtica, es decir, la accin que los personajes representan. Como hay
intereses encontrados, siempre existe un grado de tensin que va creciendo hasta llegar al final, cuando alcanza
su nivel mximo. Entonces, el conflicto se resuelve y solo queda el desenlace.
EL TEXTO DRAMTICO
El texto dramtico consta de dos componentes fundamentales: los parlamentos y las acotaciones. Los
parlamentos son los textos que dicen los personajes en forma de dilogos. Son la parte de mayor desarrollo en
una obra teatral.
Cuando un personaje habla solo, sin dirigirse a otro, para expresar en voz alta sus pensamientos y
sentimientos, el tipo de parlamento se denomina monlogo. Cuando un personaje se dirige al pblico, el tipo de
parlamento se llama aparte. El aparte es una convencin por la que el pblico escucha lo que el personaje dice;
pero los dems personajes, aunque estn muy cerca del que habla, no lo oyen.
Las acotaciones son indicaciones acerca de cmo debe representarse la obra. Dan ubicacin de lugar, datos de
escenografa, vestuario, iluminacin, movimientos de los actores, gestos, tonos de voz, etctera.
ORGENES
DEL
TEATRO
EN
OCCIDENTE
El gnero dramtico tiene sus orgenes en rituales religiosos que se celebraban en la antigua Grecia, muchos
siglos antes de Cristo, en honor de Dioniso, el dios del vino. En esos rituales, los cantos y danzas festivas eran
acompaados por comentarios del corifeo, que era quien diriga el coro. Ms adelante, se fueron agregando
personajes y estos ritos evolucionaron en formas teatrales.
Las tragedias clsicas del teatro griego, como Edipo Rey, de Sfocles, La Orestada, de Esquilo, y Las
troyanas, de Eurpides, fueron escritas en el siglo V a. C., al igual que las comedias de Aristfanes, como
Lisstrata.
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EL
"EJEMPLO" XXXV
DE
EL CONDE LUCANOR
PERSONAJES
PATRONIO
EL MANCEBO
EL PADRE DEL MANCEBO
LA MOZA
EL PADRE DE LA MOZA
LA MADRE DE LA MOZA
Msicos y danzantes.
PRLOGO
Sale PATRONIO ante la cortina y habla al pueblo.
PATRONIO. Ahora escuchad, seores, si os queris divertir con un antiguo cuento. Y sabed que yo soy
Patronio, criado y consejero del muy ilustre Conde Lucanor, el cual ha por costumbre consul tarme en cuantas
dudas le acaecen. Y es la duda esta vez que a un su criado le tratan casamiento con una moza muy ms rica que
l y de ms alto linaje; y siendo as que el casamiento es bueno no se atreve a llevarlo adelante por un recelo que
tiene. Y es el recelo, que la tal moza es la ms fuerte y la ms brava cosa que hay en el mundo, y tan spera de
genio que a buen seguro, no habr marido que con ella pueda. Por eso yo, Patronio, consejero fiel, quiero sacar
hoy al teatro este cuento que viene aqu como de molde, para que a vos y a mi amo sirva de ejemplo. Y es La
historia del mancebo que cas con mujer brava, y del arte que se dio para dominarla desde el punto y hora en
que se casaron.
Escuchad la historia, que escrita est en un famoso libro, primero de los libros de cuentos que por estas tierras de
Espaa se escribieron. Y vaya el gozo y la reflexin que os cause, a la mayor gloria de su autor, el Infante Don
Juan Manuel, que hace seiscientos aos fue en Castilla cortesano discreto, poeta de cantares y autor de libros de
caza y de sabidura.
ESCENA PRIMERA
PADRE POBRE. Dgote, hijo mo, que lo pienses mejor antes que a esa puerta llame. Que la tal moza es muy
ms rica que nosotros y de ms alto linaje; y malo es que la mujer aventaje en prendas y fortuna a su marido.
MANCEBO. Cierto es. Pero pensad tambin, padre, que siendo vos pobre, nada tenis que me dar para vivir a
mi honra. Y siendo esto as, si no me concertis el casamiento que os pido, forzado me ver a hacer vida
menguada o a irme de estas tierras en busca de mejor ventura.
PADRE POBRE. Mucho me maravilla tu intento y osada. Tanto ms cuanto que en todo sois diferentes. T eres
pobre y ella es rica. Ms tierras tiene de las que t podras andar a caballo en todo un da, aun yendo al trote.
MANCEBO. No reparis en eso; que si ella tiene fortuna, yo se la aumentar con mi esfuerzo. Y si sus tierras
son tantas que no se pueden andar en todo un da, aun yendo al trote yo se las andar al galope!
PADRE POBRE. Ms hay: y es que cuanto t tienes de buenas maneras otro tanto las tiene esa moza de malas y
enrevesadas.
MANCEBO. A eso os respondo, padre, que no hay mula falsa donde hay buen jinete; y que yo sabr tenerle
fuerte la rienda desde el principio.
PADRE POBRE. Mira, mancebo, que nunca su padre la pudo dominar. Y que tal genio tiene la condenada que
no habr, fuera de ti, hombre en el mundo que quisiere casar con semejante diablo.
MANCEBO. Llamad a esa puerta, padre. La moza es brava, pero brava y todo, es de mi gusto. Y si su padre nos
la concede, yo sabr cmo se han de pasar las cosas en mi casa desde el primer da. Llamad sin miedo.
PADRE POBRE. Puesto que t lo quieres, sea. No dirs luego que no te advert con tiempo. Pidamos ahora la
moza, y quiera el cielo que no nos la concedan. Ah, de la casa!
Llama con su cayado y descrrese la cortina mostrando la casa de la moza. Est solo el padre, ocupado en
seleccionar unas semillas.
ESCENA SEGUNDA
PADRE RICO. Dichosos los ojos, seor vecino. Qu cosa os trae a mis puertas?
PADRE POBRE. Eso es, seor y amigo, un ruego que vengo a haceros para este hijo mo.
PADRE RICO. Sepa yo qu es ello.
PADRE POBRE. Vos, amigo y seor, tenis una sola hija...
PADRE RICO. Una sola, cierto; pero as me pesa como si fueran doscientas.
PADRE POBRE. Y yo solo tengo este hijo. Antao, cuando los dos ramos pobres, juntamos nuestra amistad.
Hoy vengo a rogaros, si as os cumple, que juntemos tambin nuestros hijos.
PADRE RICO (aparta, su quehacer y se levanta pasmado). Cmo es eso, vecino? De casamiento os atrevis
a venir a hablarme?
PADRE POBRE. Ya le advert al mancebo de vuestra riqueza y de nuestra humildad. Pero l se empea...
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PADRE RICO (avanza hacia el mancebo, que retrocede perplejo). Que este mozo quiere casar con mi hija?
No me engaan los odos?
MANCEBO. sa es nuestra splica. Si lo tenis a bien.
PADRE RICO. Y cmo si lo tengo a bien! Dios te bendiga, mucha cho, y qu peso vienes a quitarme de
encima! (Lo abraza.)
PADRE POBRE. Luego... nos la concedis?
PADRE RICO. Lograda est la moza y nunca o tal, que hombre alguno quisiera casar con ella y sacrmela de
casa. Pero por Dios que yo sera bien falso amigo si antes no os advirtiera lo que cumple en este trance. Que
amigos somos, y vos tenis muy buen hijo, y sera gran maldad consentir en su desgracia. Porque habis de saber
que as es de spera y brava mi hija igual que una tarasca. Y si el mancebo llegara a casar con ella ms le valdra
la muerte que no la vida.
PADRE POBRE. Tate, tate, seor, no tengis de eso recelo, que el casamiento es a su sabor. Que el mancebo
bien sabe de qu condicin es ella, y con todas sus prendas, la quiere.
PADRE RICO. Siendo as, no se hable ms. Yo te la doy de muy buen grado, hijo mo. Y que el cielo te saque
con bien de este negocio. (yese dentro gritero de ria y estrpito de platos que se rompen.) No se espanten: es
la moza, que est discutiendo amigablemente con su madre. (Llama a voces) Hola, muchacha! Seora! Salid
ac, que hay grandes nuevas. Salen madre y moza muy airadas disputndose un pao del que tiran ambas.
MADRE. Suelta digo! Suelta!
MOZA. Con las uas y a tiras ha de ser, que es mo, mo y mo!
PADRE RICO. Mas qu es esto, seora? Hija indomable! As os presentis? No veis que huspedes
tenemos?
MOZA (desabrida, mirndolas de hito a hito). Y qu huspedes son stos, ni por qu han de importarnos?
PADRE RICO. Este mancebo, hija ma, es tu marido.
MOZA. Mi marido? Esto?... (Hace l una reverencia y ella re.) Gracias por el regalo. No me pudiste
encontrar cosa mejor en la feria, padre?
MADRE. Espantrame yo, marido, si algo hicierais con seso. Pues, qu, con el ms desharrapado de la villa
haba de estrellarse nuestra hija?
PADRE RICO. Callad por una vez, seora, y no repliquis ms. Es mi voluntad y ya est hecho. Maana ser la
boda.
MADRE (furiosa). Vuestra voluntad, vuestra voluntad! Y qu voluntad es la vuestra, bragazas? Ay, mi hija,
mi pobre hija!...
PADRE RICO (refugiando su confidencia junto al vecino). Tambin la madre es buena, amigo. Pero a sa ya
no hay quien me la saque de casa.
Crrese la cortina y vuelve PATRONIO.
ESCENA TERCERA
PATRONIO. Ya veis aqu, seores, cmo principia el cuento. Pronto hemos de ver cmo se adoba y acaba.
Fuerte es la moza; y bien tajado el mancebo. Lo que sea de su casamiento y fortuna, ahora lo sabris. Yo voime a
retirar, que el cortejo llega, y slo sal para advertiros esta razn: que el casamiento se hizo y ya traen la novia a
casa de su marido.
Saluda al cortejo de bodas que viene por la plaza y sale. El cortejo sube al tablado. Vienen dulzainas,
tamboriles y panderos. Luego el PADRE RICO y la MADRE; detrs, los novios y parejas de mozos y mozas
coronados de guirnaldas. Trenzan una danza de cintas y figuran. Cuando el baile termina, entre relinchos y
grita, el PADRE RICO toma a la MOZA de la mano y la aparta a un rincn.
PADRE RICO. Casada sois, hija ma; odme ahora un consejo: obedeced y servid a vuestro marido, que ms
sosiego hay en obedecer que no en mandar.
MADRE (tomando a la MOZA de la mano y llevndola al otro extremo). Casada sois, hija ma; odme ahora un
consejo: no os dejis ablandar ni por buenas ni por malas; que al que lame las manos, a se danle los palos.
PADRE RICO. Ea, seores, retrese ya el cortejo y djese a los novios en su soledad hasta otro da.
Hacen la despedida, entre risas y abrazos, y .talen todos cantando. El MANCEBO descorre la cortina y entra con
la novia en su casa. Est puesta la mesa y sobre ella un candelabro encendido. Al fondo, por una ventana, se ve
la cabeza del caballo rumiando en el pesebre. Mientras la MOZA se quita sus galas y guirnaldas, se oye el canto
del cortejo alejndose.
ESCENA CUARTA
MANCEBO. Digo, mujer, que no se cumple con nosotros la costumbre de esta tierra, que es la de adobar cena y
mesa a los novios sin que nada falte.
MOZA. Pues qu, no veis ah todo?
MANCEBO. No veo que hayan dispuesto el aguamanos.
MOZA. Aguamanos! Con esa sals, marido? Comed y callad, bien acostumbrado estaris, de vuestra casa, a
comer sin lavaros.
MANCEBO. No tal, que siempre he sido pobre pero limpio. Lavarme quiero! (Espera. Al ver que no le
atiende da un puetazo sobre la mesa alzando la voz.) Lavarme quiero! (Mira airado alrededor.) Eh, t, don
perro: dame agua a las manos! (Otra pausa esperando.) Cmo! No oste, perro traidor, que me des agua a las
manos? Ah, callas?, no obedeces? Pues aguarda y vers! Sale furioso entre cortinas y da de cuchilladas al
perro, que alla espantado...
MOZA. Pero, qu habis hecho, marido? Al perro habis matado? Miren qu empresa de hombre!
MANCEBO. Mndele traer agua y no me obedeci. (Limpia su espada en el mantel y vuelve los ojos airado
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alrededor. Se dirige al gato, que se supone al otro lado.) Eh, t, don gato: dame agua a las manos!
MOZA. Al gato hablis, marido?
MANCEBO. Cmo, don falso traidor!, tambin t callas? Pues qu, no viste lo que fue del perro por no
me obedecer? Prometo que si poco ni ms conmigo porfas, lo mismo te he de hacer a ti que al perro. Dame
agua a las manos ahora mismo!
MOZA. Pero, marido, cmo queris que el gato entienda de aguamanos?
MANCEBO (le impone silencio secamente). Qu, no te mueves todava? Ah, gato traidor... Aguarda,
aguarda t tambin!
Sale entre cortinas. Se oyen unos maullidos estridentes y vuelve a entrar con el gato ensartado en la espada. Lo
tiara contra el suelo.
MOZA. Ay, mi gato, mi pobre gato querido!...
Lo levanta por el rabo comprobando que est muerto. El MANCEBO mira entorno cada vez ms furioso. Se oye
en el patio el relincho del caballo.
MANCEBO. Y ahora vos, don caballo. Dame agua a las manos!
MOZA. Eso no! Teneos, marido, que perros y gatos muchos hay, pero caballos no tenis otro que se!
MANCEBO. Y bien, mujer, pensis que porque no tengo otro caballo se ha de librar de m si no me atiende?
Gurdese de enojarme o si no, yo juro a Dios que tan mala muerte le he de dar a l como a los otros!
(Mirndola fijamente avanza hasta ella, que retrocede comenzando a espantarle.) Y no habr cosa viva en la
casa a quin no hiciera lo mismo. Eh!, oste, don caballo? Dame pronto agua a las manos!
MOZA (se santigua). nimas del Purgatorio!, loco est!
MANCEBO. Qu, no te mueves? Pues toma t tambin! Toma!
(Le suelta un pistoletazo. El caballo cae redondo.)
MOZA. Dios nos valga, marido! Muerto es el caballo!
MANCEBO. Pues qu, he de mandar yo una cosa y no se me ha de obedecer en mi casa? (Tira la silla de un
puntapi. Vuelve a mirar a todos lados con furia. Fija los ojos en ella y dice reposadamente.) Mujer... dame agua
a las manos.
MOZA. Agua? Ahora mismo! Por qu no me la pedisteis a m antes, marido? (Corre y vuelve con
aguamanil y toalla.) El agua. Aqu est el agua. Dejad, no os molestis; yo misma os lavar.
MANCEBO. Bien est. Dadme ahora la cena.
MOZA. S, s, s... la cena... ahora mismo. Lo que mandis, seor. Aqu est la cena.
Le sirve prodigando sonrisas. Queda en pie mientras l cena.
MANCEBO. Ah, cmo agradezco al cielo que hicisteis a tiempo lo que mand. Que si no, con el enojo que
tengo, otro tanto os hubiera hecho a vos como al caballo.
MOZA. Y cmo no os haba de obedecer, marido? Bien s yo que no hay gala que tan bien siente a una mujer
como servir y honrar al seor de su casa. Mandadme cuanto queris, que yo os juro...
MANCEBO. Callad!
MOZA. S, s, s, perdn.
MANCEBO. Mala est la cena.
MOZA. S, s, s, mala est.
MANCEBO. Que no vuelva a suceder.
MOZA. No, no, no, no volver. Yo misma la preparar maana.
MANCEBO. Yo voime ahora a la cama.
MOZA. S, s, s.
MANCEBO. Y cuidad que nadie me turbe ni desasosiegue, que con la saa que tuve esta noche no s si podr
dormir. Esa silla!
MOZA. S, s, s, la silla... (Se apresura a levantarla y ponerla en su lugar.)
MANCEBO. Alumbrad!
MOZA. S, s, s.
MANCEBO. Y silencia!
MOZA. Silencio. (Le acompaa con el candelabro hasta el umbral, cediendo el paso con una reverencia. Sale
el MANCEBO. Fuera se oye nuevamente la cancin de bodas. La MOZA se vuelve aterrada imponiendo silencio
en todas direcciones.) Eh, locos, qu hacis? Callad, no turbis a mi marido; si no, todos, todos somos aqu
muertos esta noche! (Va apagndose la msica lejos. Ella impone silencio hacia el pblico, andando en
puntillas, mientras corre la cortina suavemente.) Silencio! Silencio todos, por Dios... que duerme mi seor!
Queda el teatro a oscuras un momento. Canta el gallo del alba y empieza a amanecer.
ESCENA QUINTA
(Ante la cortina)
Sale sigilosamente el padre de la MOZA y escucha con la mano en la oreja.
PADRE RICO. Nada... por mi fe que es sospechoso tanto silencio. Qu habr pasado aqu? (Llama.) Mi
yerno!... Mi yerno!... (Sale el MANCEBO.) Eh, que tal?
MANCEBO. Ya est mansa la tarasca.
PADRE RICO. Imposible. Mansa mi hija?
MANCEBO. Como una cordera.
PADRE RICO. Maravilla grande es sa. Pues cmo te las pudiste arreglar para conseguir tal milagro?
MANCEBO. Tirando fuerte de la rienda desde el principio. Mandle traer agua al perro y como no lo hizo
matlo a cuchilladas delante de ella. Hice luego lo mismo con el gato. Y despus, con el caballo. As que cuando
le mand traer agua a ella, hzolo volando por miedo a correr la misma suerte. Y yo os juro que, de hoy en
adelante, va a ser vuestra hija la mujer ms bien mandada del mundo. Y juntos tendremos muy buena vida.
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PADRE RICO. Diablo, diablo, rapaz... y qu gran idea me ests dando. Si yo pudiera hacer lo mismo con la
madre... que tambin es buena!
MANCEBO. No s qu os diga, mi suegro, si no que nunca segundas partes fueron buenas. Y que os acordis
de aquellos versos del Conde Lucanor:
"si al principio no muestras bien quin eres
nunca podrs despus cuando quisieres"
Silencio. Ah viene vuestra mujer.
PADRE RICO. Por tu alma, rapaz, djame esa espada!
MANCEBO. Tomadla. Y que el cielo os ayude. Adis, mi suegro.
Sale. Descrrese la cortina. El PADRE RICO adopta una gallarda actitud apoyado en su espada y entra la
MADRE.
ESCENA LTIMA
MADRE. Qu hacis aqu, marido, tan temprano y con una espada desnuda?
PADRE RICO (autoritario). Y quin sois vos para preguntarme nada, seora?
MADRE. Cmo! Que quin soy yo, decs?
PADRE RICO. Hablad cuando os manden y mucho cuidado con enojarse.
MADRE. Hola, marido, esas tenemos?
Canta el gallo en el corral.
PADRE RICO. Y antes de replicar ms palabra, mirad bien lo que voy a hacer. En, t, don gallo, treme agua
las manos!
MADRE. Pero qu hacis, don Fulano? Al gallo estis hablando?
PADRE RICO. Silencio, y ojo a lo que va a pasar aqu. Eh, gallo traidor, no oste que me des agua a las
manos? Qu, no obedecers por las buenas? Pues aguarda, aguarda!... Sale furioso al corral, donde se oyen
cintarazos y algaraba de gallos y gallinas.
MADRE. Ya... Arroz se nos prepara!
Se remanga los brazos esperando tranquila. Vuelve el padre trayendo al gallo por el cuello.
PADRE RICO. Viste lo que fue de este gallo maldito por no me obedecer?
MADRE. S, bien lo entiendo. Pero tarde os acordasteis, marido. Por ah debierais haber empezado hace treinta
aos, que ahora ya nos conocemos demasiado, y de nada os valdra conmigo aunque mataseis cien caballos.
(Arrebatndole el gallo y golpendole con l.) Andad adentro, bragazas! Andad, andad!...
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DE LA
HISTORIETA
Las imgenes de las vietas se enfocan en distintos planos. El plano general muestra un personaje u objeto
completo, mientras que el primer plano lo muestra de cerca. Para centrar la atencin en un detalle, se utiliza el
plano detalle. El plano medio representa la parte superior de un personaje hasta la cintura, y el plano americano,
solo hasta las rodillas.
Cuando dialogan los personajes, sus palabras aparecen en globos. Las siluetas de esos globos indican cmo se
dicen esas palabras: si el personaje habla o grita, si est soando o pensando, etctera. En cambio, si las palabras
son del narrador, se ubican en recuadros, generalmente en los ngulos de las vietas.
FORMATOS
PGINA
Vieta: Cuadrito dibujado, dentro del cual hay globos con texto, onomatopeyas, lneas que indican accin
(lneas cinticas) y signos para representar contenidos ideolgicos; es decir, no hay voces ni sonidos pero se
representan. Las figuras son estticas, pero se sugiere que estn en movimiento y es el lector, con su cuota de
imaginacin, quien debe rellenar los acontecimientos implcitos entre cuadro y cuadro. Representa una
unidad de tiempo de duracin breve.
Globos: Representan el habla o el pensamiento del personaje hacia quien se dirige la colita del mismo. Su
interpretacin est sugerida por la forma en que se traza su contorno. Tambin es importante la tipografa de
los textos que encierran. Cualquier texto que sirva para complementar a la imagen puede colocarse tanto
dentro como fuera de la vieta y recibe el nombre de recuadro o didascalia.
Habla
normal
Pensamiento
Voz baja
Grito
Onomatopeyas: Representan sonidos. La tipografa de los caracteres acompaa al sonido que representan.
Tambin es importante el color (si lo poseyeran) y suelen seguir la trayectoria del sonido que representan.
MP-T
MP-T
MP
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Lneas cinticas: Provocan la sensacin de movimiento indicando la velocidad y trayectoria de los objetos
Trayectoria
Velocidad
Imagen: El emisor busca transmitir con la construccin de la imagen determinados mensajes que el receptor
decodifica (no siempre con xito) a partir de experiencias previas, siempre se lee a partir de aprendizajes
adquiridos socialmente, puesto que algunas imgenes poseen un contenido simblico, abstracto o
connotativo. La construccin grfica debe organizar el contenido visual para que el lector lo perciba con la
mayor claridad posible. Esto se logra con las diferencias de grosor de trazo de los contornos de las figuras
entre planos (frente/intermedio/fondo), perspectiva y color.
Planos:
General: Contextualiza la narracin. La ubica en tiempo y espacio.
General corto: Se relaciona al personaje con el entorno (escenario).
Intermedio: Narra la accin. Incluye el plano americano (2/3) y el medio (1/3).
Corto: Incluye al Primer plano (expresa sentimientos a travs de las facciones del rostro) y al
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CLAVES
Los poemas aqu seleccionados pertenecen a la lrica, una clase de poesa en la que predomina la subjetividad
y la manifestacin de las emociones del sujeto ante el mundo, ante los otros y ante l mismo. El nombre de este
gnero se debe a que originalmente, en la Grecia antigua, la poesa se acompaaba con la msica de la lira, un
instrumento de cuerdas.
De estos poemas, el que ms se diferencia del resto es el "Romance del enamorado y la Muerte": en l, como
en muchos romances, se narra una historia en verso.
El romance es una forma potica entre narrativa y lrica, caracterstica de la cultura espaola. Los romances
son partes de poemas o cantos ms extensos, que los juglares (poetas y recitadores ambulantes) recitaban en
lugares pblicos, y tuvieron especial auge en el siglo XV. Los juglares fragmentaban esos largos poemas
narrativos, modificndolos, lo que permita independizar algunos episodios y escucharlos como una unidad.
Al leer este romance, fjense cules son los versos que riman y qu sonidos son los que producen el efecto de
la rima.
ACTIVIDADES
1.- Despus de leer todos los poemas, concntrense en el "Romance del enamorado y la Muerte" y respondan.
a.- Cul de los dos personajes del ttulo contribuye a relatar la historia?
b.- Qu otro personaje aparece en el poema?
c.- Qu puede significar que el enamorado confunda a la Muerte con su amada?
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__ indiferente __ presuroso
__ sumisa
__ creativa
__ traidora
__ seductora
__ alegre
__ solcita
__ asesina
__ desesperado
__ practica
__ cumplidora
3.- Cmo califica el enamorado a la Muerte en el poema? Citen los versos correspondientes.
4.- En el romance se hace alusin, indirectamente, a algunas costumbres de la poca, referidas a las relaciones
entre padres e hijos y a las actividades de las mujeres. Den ejemplos, citando los versos correspondientes.
5.- A partir de la lectura del poema, sealen con una cruz las opciones vlidas.
__ Este romance presenta una especie de duelo entre dos personajes.
__ La Muerte se complace en hacer sufrir al enamorado.
__ Todo se habra solucionado si la Muerte le hubiera dado ms tiempo al joven.
__ La amada est dispuesta a hacer lo que est a su alcance para recibir al enamorado.
6.- Qu creen que simboliza la fina seda" que "se rompe"?
7.- Respondan a estas preguntas sobre los aspectos formales del romance.
a.- El ritmo de este romance es cambiante o es ms o menos siempre el mismo? Es rpido o lento?
b.- Cuntas slabas tiene cada verso?
c.- Contar una historia en verso no es lo mismo que hacerlo en prosa. Qu elementos aparecen en el
poema que les parezcan propios del relato en verso?
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REGLAS ORTOGRFICAS
Letra
Se usa
Ejemplos
Envo.
Adverso, obvio, subvencin.
Activo.
Herbvoro.
Suave, octavo, nuevo.
Llave, lleva, llovizna, lluvia.
Anduvimos, estuviera, detuvo.
Voy, vayan.
Clavel equivalente.
Cargoso.
Ingls, bahiense.
Tensin, tenso.
Correctsimo.
Trigsimo.
Golfista, fiesta, carnavalesco.
Distraerse, vyase
Ganancia, cansancio, decencia, silencio,
avaricia, planicie, vicio.
Cancin.
Movilizacin.
Infeccin (infecto),
calefaccin (calefactor).
Perdices (perdiz).
ndice.
Conocer, decir, anunciar, crecer,
comience, comenc (comenzar).
Manotazo.
Andanza, vejez, pereza.
Vez (veces), actriz (actrices), hoz (hoces),
maizal, arrozal.
Nazca, crezco, conozca, luzcamos.
Hizo, deshizo, satisfizo.
Rojizo, audaz.
...en las palabras derivadas de otras que tienen las slabas -ja-,
-jo-.
...en el pretrito perfecto simple de indicativo y en el pretrito
imperfecto de subjuntivo de los verbos decir y traer (y sus
compuestos), y de los terminados en -ducir.
...en los prefijos: hidro-, hemi-, homo-, hetero-, hexa-, hepta-,
hecto-, hiper-, hipo-.
h
x
y
...en las palabras que comienzan con los diptongos ia-, ie-, ue-,
ui-.
...en los verbos haber, hacer, hablar, habitar, hallar.
...en las interjecciones.
...en las palabras que empiezan con los grupos expl- y expr-.
...en las palabras que empiezan con los prefijos ex- y extra-.
despus de los prefijos ad-, dis-, sub-.
...en las palabras que contienen la slaba -yec-.
...en algunas formas de caer, creer, leer, poseer, proveer.
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Buscar en el PREDICADO:
a.- Ncleo Verbo o Frase Verbal (FV)
b.- Modificadores del verbo
Objeto Directo (OD): Sin N/S o con N/S a.
Para reconocerlo: Preguntar Qu? o A qu?
Remplazo por las formas pronominales
lo o la (o sus plurales).
Remplazo por algo.
Remplazo por esto.
Pasar a Voz Pasiva.
Objeto Indirecto (OI) ): Con N/S a o para.
Para reconocerlo:Preguntar A Quin? o Para quin?
Remplazo por la forma pronominal
le (o su plural).
Circunstancial (C...): Adverbio (sin N/S) o Construccin
equivalente (con N/S + T).
Circunstanciales
Tiempo (cundo?)
Modo (cmo?)
Cantidad (cunto?)
Lugar (dnde?)
Compaa (con quin?)
Herramienta o Instrumento (con qu?)
Tema o Argumento (sobre qu?, de qu?)
Causa (por qu?)
Fin (para qu?)
Precio (Cunto cuesta?, cunto vale?)
Afirmacin (s, tambin, etc.)
Negacin (no, jams, etc.)
Duda (quizs, tal vez, etc.)
Limitacin (en cuanto a qu?)
Medida, Extensin, Material, etc.
Complemento Agente (CA): Slo en oraciones en
Voz Pasiva. Comienza con N/S por.
Predicativo (P...)
Obligatorio (PSO): Con verbo copulativo.
No Obligatorio (PS): Sin verbo copulativo.
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