Libro Malvinas Int

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pensar Malvinas

Coordinacin Programa Educacin y Memoria


Federico Lorenz, Ma. Celeste Adamoli

Equipo Programa Educacin y Memoria


Matas Faras, Cecilia Flachsland, Pablo Luzuriaga, Violeta Rosemberg,
Edgardo Vannucchi

Coordinacin editorial de este volumen


Cecilia Flachsland

Colaboraciones en captulos 4 y 5
Nicols Arata, Lara Segade

Diseo y produccin visual


Ana Efron, Sergio Massun, Jos Luis Meirs

Primera edicin mayo de 2009.

2009. Ministerio de Educacin de la Nacin Argentina.

Impreso en Argentina.

Publicacin de distribucin gratuita

Prohibida su venta. Se permite la reproduccin total o parcial de este libro


con expresa mencin de la fuente y autores.

pensar Malvinas
UNA SELECCIN DE FUENTES DOCUMENTALES,
TESTIMONIALES, FICCIONALES Y FOTOGRFICAS
PARA TRABAJAR EN EL AULA

ndice

Malvinas para pensar el Bicentenario de

2. LAS ISLAS EN EL IMAGINARIO

la Patria. Juan Carlos Tedesco, Ministro de

ARGENTINO PREVIO A LA GUERRA . . . . . 53

Educacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

El necesario homenaje. Alberto Sileoni,

1.

Secretario de Educacin . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

2.

Revisionismo histrico conservador . . 65

3.

Revisionismo histrico nacional y

Programa Educacin y Memoria . . . . . . . . 11

Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

1. 1982: LA GUERRA . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Los chicos de la guerra . . . . . . . . . . . . 27

2.

Partes de guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

3.

El otro frente de guerra . . . . . . . . . . . . 33

4.

Halcones de Malvinas . . . . . . . . . . . . . 35

5.

1093 tripulantes . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

6.

Revista Lote: entrevista con tres


periodistas que cubrieron la guerra . . . 42

7.

Semanario Impacto, Puerto Madryn . . 45

8.

Fotografa: Soldados . . . . . . . . . . . . . . 46

Propuestas para trabajar en el aula . . . . . 49

1.

El siglo XIX: el mitrismo . . . . . . . . . . . . 63

Malvinas, Gesta e incompetencia.


Martn Balza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91

2.

Opina la calle. El Porteo, ao 1, N 8,


agosto de 1982 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

popular: FORJA (Fuerza de Orientacin

3.

Hablan los nios . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

Radical de la Joven Argentina) . . . . . . . 68

4.

Partes de guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . 99

4.

Alfredo Palacios . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

5.

5.

El gaucho Rivero . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

6.

El Operativo Cndor . . . . . . . . . . . . . . 73

7.

Los exiliados polticos y la guerra . . . . 74

8.

Fotografa: Monte Longdon . . . . . . . . . 76

Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
1.

3. MEMORIAS DE LA GUERRA . . . . . . . . . 81

Discurso del Presidente Ral Alfonsn,


1984 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104

6.

Las organizaciones de ex
combatientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105

7.

Monumentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109

8.

Fotografa: Movilizacin . . . . . . . . . . . 110

Propuestas para trabajar en el aula . . . . . 79


Propuestas para trabajar en el aula . . . . 113

4. LA ESCUELA Y LAS CAUSAS

5. REPRESENTACIONES . . . . . . . . . . . . . 137

NACIONALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117

6. LOS TRABAJOS DE LOS IFD: LA VOZ


DE LOS ESTUDIANTES . . . . . . . . . . . . . . 167

Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
1.

Circular escolar de 1964 . . . . . . . . . . 125

2.

Circular escolar de la post guerra, junio

1.

2.

La marca del ganado.

Los Av ar cuentan su verdad . . . . . . . . 173

Pablo De Santis . . . . . . . . . . . . . . . . . 154

Malvinas. Educacin sin memoria . . . . . . . . 181

Fotografa: Marcas . . . . . . . . . . . . . . 160

de 1982 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
3.

Testimonios docentes sobre Malvinas

Propuestas para trabajar en el aula . . . . 163

Palabras finales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187

y la escuela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
4.

Manual escolar . . . . . . . . . . . . . . . . . 131

5.

Fotografa: Saludo a la bandera . . . . . 132

Bibliografa sugerida . . . . . . . . . . . . . . . . 189

Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
Propuestas para trabajar en el aula . . . . 135
Crditos de las imgenes . . . . . . . . . . . . 194

Malvinas para pensar el Bicentenario de la Patria

Los aniversarios pueden ser meras celebracio-

mn?, cmo releer el pasado y cul fue el lugar

Este ejercicio cultural es el que propone Pensar

nes formales, pero tambin una oportunidad

de Malvinas en el imaginario argentino?

Malvinas a partir de una seleccin de fuentes

para volver sobre cuestiones fundantes. En el

de muy distinto tipo: documentos, testimonios,

marco de las celebraciones del Bicentenario

Los principales analistas de la sociedad contem-

ficciones y fotografas. La pluralidad y la am-

de nuestra independencia, anhelamos que la

pornea han sealado de distintas formas que

plitud de los criterios de seleccin expresan el

educacin sea un espacio clave para analizar

vivimos en un momento caracterizado por una

deseo de estimular el debate sobre un pasado

algunas de esas cuestiones, donde podamos

fuerte ruptura con el pasado. La veneracin del

reciente que todava nos duele, que dej mar-

conjugar los tres tiempos de nuestra cultura:

presente el aqu y ahora y el nada a largo

cas desiguales a lo largo de territorio argentino

el pasado, el presente y el futuro. Desde esta

plazo se conjuga con la percepcin de que

y que nos reclama un fuerte compromiso hacia

concepcin, el Ministerio de Educacin de la

en el futuro slo nos espera la incertidumbre, el

el futuro. Pero el libro tambin ofrece trabajos

Nacin ofrece a los docentes argentinos el libro

peligro, la amenaza. El mundo contemporneo

escritos por jvenes correntinos, estudiantes de

Pensar Malvinas.

sealan esos mismos analistas no considera

formacin docente, que dan cuenta del enorme

que en el pasado se atesoran los sentidos que,

potencial de nuestros maestros como actores

La Ley Nacional de Educacin establece que la

redescubiertos, permitirn apostar al futuro y a

sociales responsables del proceso de produc-

causa de la recuperacin de las islas Malvinas

las nuevas generaciones.

cin y transmisin cultural.

comunes en todo el pas. Este libro, en cum-

Celebrar el Bicentenario puede constituir una

Pensar Malvinas nos ayuda a revisar las leccio-

plimiento de ese mandato legal, ofrece aportes

oportunidad para desafiar estas creencias y vol-

nes del pasado. Y esas lecciones nos permiten

novedosos para la enseanza de un tema com-

ver sobre el pasado comn para conocerlo, dis-

hoy definir un proyecto de futuro, donde el

plejo y crucial de nuestra historia y contribuye al

putarlo, inscribir en l nuevos sentidos y a partir

concepto clave sea el de justicia social. Quere-

anlisis de algunas de las cuestiones fundantes

de ah elaborar entre todos un proyecto de futuro

mos construir una nacin justa, sin exclusin,

vinculadas al Bicentenario: cmo pensar la

compartido. En esta tarea la escuela ocupa un

sin marginalidad, con garantas plenas del

nacin despus de la experiencia del terrorismo

lugar destacado porque, en tanto transmisora de

cumplimiento de los derechos bsicos de todo

de Estado?, cmo explicar la guerra de 1982?,

una cultura, puede y debe habilitar el intercambio

ciudadano y ciudadana. Queremos construir

qu significa la soberana?, cul es el lugar de

entre una generacin y otra.

una nacin que no niegue la diversidad cultural

debe formar parte de los contenidos curriculares

la escuela para construir un espacio cultural co-

sino que la respete, la valorice y la fortalezca.

Queremos construir una nacin que tenga un


vnculo de respeto con las otras naciones y que
sea respetada.

Esperamos que en este libro los docentes


argentinos encuentren, a travs de revisar la historia de Malvinas, las herramientas para aportar
en esa construccin.

Juan Carlos Tedesco


Ministro de Educacin

El necesario homenaje

En todas nuestras acciones, desde el Ministerio

Este libro propone abrir una serie de cuestiones

donde atesoramos aquello que elegimos recor-

de Educacin de la Nacin, nos proponemos

en torno a lo que las Malvinas significan para

dar, los rostros y las trayectorias que decidimos

crear diferentes instancias de reflexin, como

los argentinos, asumiendo la complejidad de un

honrar, los compromisos que nos esforzamos

una posibilidad de reconocernos parte de una

pasado que, por diversos motivos, sigue an a

por sostener, an cuando sepamos que hacerlo

historia nacional, rica en matices y contrastes

flor de piel. Contiene fuentes, propuestas para

ser una tarea ardua, larga, difcil, de final

regionales, y con puntos de encuentro y desen-

trabajar en las aulas y trabajos realizados por

incierto.

cuentro. Una historia que es propia aunque sea

los estudiantes de los Institutos Superiores de

difcil hallar una sntesis, porque las discusiones

Formacin Docente.

todava estn tan abiertas como las heridas pro-

No dudamos que este material contribuir


a colocar en ese lugar la conciencia de los

ducidas por los hechos de un pasado cargado

Ms de un cuarto de siglo despus de la guerra,

derechos argentinos sobre las islas Malvinas,

de violencia y frustraciones, pero tambin, de

tenemos que ser capaces de reflexionar sobre

pero tambin, y sobre todo, la memoria de los

esperanzas e ilusiones colectivas.

ese episodio, como la mejor forma de homena-

jvenes soldados conscriptos, ciudadanos de

jear a quienes all combatieron, a sus familias, a

uniforme, que marcharon a las islas acaso con

sus compaeros, a nuestros muertos.

el nico bagaje de lo que la escuela les haba

Las islas Malvinas son uno de esos espacios de


la memoria donde el orgullo y el dolor arden jun-

enseado sobre el archipilago austral.

tos. Malvinas son las islas usurpadas por Gran

En este proceso reflexivo, la educacin desem-

Bretaa desde 1833 y son tambin la guerra

pea un papel central, entre otras cosas, porque

Esos rostros congelados en las fotografas b-

librada en el contexto de terrorismo de Estado.

la relacin entre la escuela pblica y las causas

licas del ao 1982 devuelven la pregunta sobre

Al hecho intolerable de la situacin colonial an

nacionales es ntima y de larga data. All radica

el pas que construimos para los jvenes de

vigente ya comenzado el tercer milenio que

tambin la posibilidad de pensar sobre la propia

hoy y sobre el pas que ellos mismos comien-

origina el sostenido reclamo de la Repblica

responsabilidad, como ciudadanos y como

zan a imaginar. Ese ejercicio sobre el pasado y

Argentina se agregan decenas de preguntas

docentes.

sobre el presente tiene en la escuela un espacio

acerca del conflicto de 1982, que estn asocia-

fundamental.

das, ms que a esa cuestin diplomtica, a una

A partir de estas reflexiones, el libro Pensar

reflexin sobre nosotros mismos.

Malvinas se gua por la idea de que la soberana

Pensar Malvinas tiene por objetivo conocer

popular es, tambin, el espacio de la memoria

la historia de las islas, sentirlas, quererlas

como propias, ir ms all del puro presente y


encontrarnos con las mejores tradiciones que
conforman nuestra identidad nacional.

Pensar Malvinas es una manera de recordarnos


como cuando ramos nios y empezbamos
nuestra vida escolar que las Malvinas son
argentinas, que vamos a seguir reivindicando
nuestra soberana sobre ellas, siempre, y que los
que murieron por ella son hroes y seguirn junto a nuestro corazn, y ser nuestra obligacin
que ese testimonio pase a las nuevas generaciones, para que el recuerdo de su generosidad
nos acompae siempre.

Alberto Sileoni
Secretario de Educacin

10

Programa Educacin y Memoria

El Programa Educacin y Memoria del Mi-

tiva de la historia reciente. Estas acciones tienen por

Es en este marco que la publicacin de este

nisterio de Educacin de la Nacin tiene como

objetivo generar en los/as alumnos/as reflexiones y

libro pretende facilitar y acompaar la tarea

objetivo consolidar una poltica educativa que

sentimientos democrticos y de defensa del Estado

docente en la enseanza de Malvinas. Adems

promueva la enseanza de la historia reciente

de Derecho y la plena vigencia de los Derechos

de ofrecer recursos para el aula, el libro aporta

mediante la elaboracin y puesta a disposicin

Humanos.

preguntas y respuestas reconociendo los mlti-

cente a nivel nacional. Inscribe sus acciones en

La promocin de la enseanza del pasado reciente

crucial de nuestro pasado: cul fue el lugar

el marco general de la Ley Nacional de Educa-

se sostiene en la idea de que los derechos humanos

de Malvinas en el imaginario nacional; cmo

cin N 26.206 que en su artculo 3 seala que

son conquistas sociales, resultado de las acciones

pensar la compleja experiencia de la guerra;

La educacin es una prioridad nacional y se

humanas, y en consecuencia al transmitirlo se

qu memorias se construyeron en torno a ese

constituye como poltica de Estado para cons-

refuerzan las nociones de responsabilidad, participa-

episodio y cules son sus marcas regionales;

truir una sociedad justa, reafirmar la soberana e

cin e inclusin. Es desde la educacin -entendida

qu formas encontr la escuela, a lo largo de su

identidad nacional, profundizar el ejercicio de la

como una puesta a disposicin del pasado en

historia, para ensear Malvinas; qu represen-

ciudadana democrtica, respetar los derechos

dilogo permanente con el presente y el futuro- que

taciones posibles (o imposibles) se desplegaron

humanos y libertades fundamentales y fortalecer

es posible invitar a los jvenes a reflexionar, debatir,

en el campo de la cultura; qu aportes pueden

el desarrollo econmico social de la Nacin.

abrir nuevas preguntas y buscar nuevas respuestas

realizar las investigaciones hechas por estu-

para poder posicionarse frente a sus realidades.

diantes de Institutos de Formacin Docente de


distintos lugares del pas.

de materiales y acciones de capacitacin do-

ples sentidos que se abren a partir de este tema

En particular, en consonancia con el artculo 92

En este sentido, la enseanza del pasado reciente

de la misma ley, se proponen recursos para la

constituye un aporte fundamental para la construc-

efectiva inclusin de los contenidos curriculares

cin de una nacin justa, equitativa, econmica y

Esperamos que encuentren en estas pginas la

mnimos comunes a todas las jurisdicciones,

socialmente desarrollada, y habitada por ciudadanos

invitacin a pensar juntos, a aprender, a debatir,

tales como la construccin de una identidad na-

activos cuya responsabilidad se alimenta tambin a

a ensear y a transitar el camino de apropiarse

cional desde la perspectiva regional latinoame-

partir de reconocerse como partcipes de un pasado

de la historia en tiempo presente para imaginar

ricana (particularmente la regin MERCOSUR);

comn.

futuros posibles.

la causa de la recuperacin de Malvinas; y el


ejercicio y la construccin de la memoria colec-

11

Introduccin

Hasta el 2 de abril de 1982, la escuela pblica

Japn. Hasta cierto punto, las vctimas de ese

La consolidacin del Estado nacional argentino

fue un espacio privilegiado para ensear y

proceso fueron los antiguos imperios preindus-

coincidi con la expansin imperialista de las

transmitir la historia de Malvinas. Las aulas

triales supervivientes de Espaa y Portugal (...)

potencias coloniales europeas, lo que gener

fueron lugares de construccin y, a la vez, cajas

En Amrica Latina, la dominacin econmica y

una situacin de dependencia econmica pa-

de resonancia del sentimiento nacional que des-

las presiones polticas necesarias se realizaban

ralela a la afirmacin de una identidad nacional

pertaban las islas. En 1833, Gran Bretaa haba

sin una conquista formal1.

ocupado ilegalmente el archipilago como parte

por parte de las lites dirigentes. Este proceso


de construccin de la nacionalidad encontr en

del proceso de expansin imperialista iniciado

Sin embargo, esta informalidad del control bri-

por esa nacin a finales del siglo XVIII.

tnico sobre la Argentina presenta la anomala

Malvinas una de sus piezas fundamentales.

de la usurpacin de una parte de su territorio:

Como contrapartida, los fuertes vnculos

El historiador Eric Hobsbawm describi este

las Malvinas. El control de enclaves estratgicos

econmicos entre las lites dirigentes y Gran

proceso de expansin imperial: La supremaca

que garantizaran bases para su flota comercial

Bretaa hicieron que el reclamo diplomtico no

econmica y militar de los pases capitalistas

y de guerra formaba parte de la poltica de

fuera una prioridad hasta bien comenzado el

no haba sufrido un desafo serio desde haca

Gran Bretaa. En ese sentido, el archipilago

siglo XX. Fue a partir de la dcada del sesenta,

mucho tiempo, pero entre finales del siglo XVIII y

austral tena, al momento de la ocupacin, una

y en el marco de dos gobiernos democrticos,

el ltimo cuarto del siglo XIX no se haba llevado

notable importancia estratgica, como una base

que la Repblica Argentina obtuvo los avances

a cabo intento alguno por convertir esa supre-

de control, reaprovisionamiento y vigilancia del

diplomticos ms importantes. En 1965, las

maca en una conquista, anexin y administra-

paso entre el ocano Pacfico y el Atlntico. Esto

resoluciones 1514 y 2065 de las Naciones

cin formales. Entre 1880 y 1914 ese intento

se mantena an en 1914, durante la Primera

Unidas sentaron las bases para delimitar el

se realiz y la mayor parte del mundo ajeno a

Guerra Mundial, cuando las naves de guerra

reclamo diplomtico argentino: la usurpacin

Europa y al continente americano fue dividido

britnicas y alemanas se enfrentaron all en una

de las islas Malvinas era una situacin colonial a

formalmente en territorios que quedaron bajo

importante batalla naval.

resolver en el marco de la diplomacia internacio-

el gobierno formal o bajo el dominio poltico

nal, con dos partes en litigio, el gobierno de la

informal de una serie de estados, fundamental-

Repblica Argentina y el de Gran Bretaa. Ante

mente el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia,

1 HOBSBAWM, E., La era del imperio, 1875-1914. Madrid,

la obligacin de negociar, Gran Bretaa pona

los pases Bajos, Blgica, los Estados Unidos y

Editorial Crtica, 2003.

un reparo, se reservaba cualquier decisin a

13

los intereses y los deseos de los isleos. El

por la soberana en un amplio y variado espec-

La derrota en ese conflicto fue uno de los he-

gobierno argentino acordaba en los intereses,

tro de fuerzas polticas, culturales y sociales. La

chos que precipit la salida del poder por parte

no as en los deseos, ya que, a diferencia de

usurpacin de Malvinas del 3 de enero de 1833

del Proceso de Reorganizacin Nacional, y abri

una poblacin colonial sometida, los habitantes

se transform en emblema de varias cosas: del

el espacio para la transicin a la democracia. La

de las islas eran de abrumador origen britnico,

imperialismo britnico, de la resistencia criolla

guerra de Malvinas fue un punto crtico en una

y estaban instalados all tras la expulsin de las

encarnada en el gaucho Rivero, del valor de una

disputa diplomtica que tena ms de un siglo

autoridades y la poblacin rioplatenses.

diplomacia constante, de la posibilidad frustra-

y medio de antigedad y que estaba originada

da pero siempre esperada de una realizacin

en el despojo de parte del territorio nacional


argentino por una potencia imperialista.

Durante el siglo XX, los permanentes reclamos

nacional. Sus hitos, bien variados, abarcan

argentinos ante diferentes instancias interna-

desde la disciplina escolar que impulsaba a

cionales constituyeron lo que se conoce como

escribir que las Malvinas fueron, son y sern

Cuando la dictadura militar argentina desembar-

la cuestin Malvinas, el entramado diplomtico,

argentinas hasta el Operativo Cndor realizado

c en las islas estaba apelando a un sentimiento

histrico y jurdico que sustenta la posicin de

en 1966, durante la dictadura de Ongana, por

nacional profundamente arraigado en la cultura

nuestro pas. Hacia mediados de la dcada

un grupo de jvenes peronistas pasando por

y la poltica. Lo hizo para producir un hecho de

del setenta, el acercamiento material entre el

la edicin masiva de la obra de Paul Groussac

fuerza que culmin con una derrota humillante

territorio continental argentino y las islas era

distribuida por el impulso del senador socialista

y, sobre todo, con la prdida de centenares

muy importante, mientras que en el plano

Alfredo Palacios.

de vidas malversadas por un gobierno espurio.

diplomtico, despus de los logros de la dcada

Pero sin dudas, las ntimas imbricaciones entre

del sesenta, las negociaciones haban tenido

La dictadura militar argentina (1976 1983)

la dictadura y una reivindicacin considerada

numerosos altibajos debido a tres factores: la

le otorg a la causa Malvinas un nuevo y

justa por la sociedad modificaron radicalmente

actitud de los isleos (su mayor o menor aper-

controvertido significado. Entre el 2 de abril y el

la forma de circulacin de la causa Malvinas.

tura); la cambiante e inestable situacin poltica

14 de junio de 1982, la Repblica Argentina se

interna argentina; y la alternancia de gobiernos

enfrent militarmente con Gran Bretaa por la

Este libro, una herramienta para los docentes

britnicos entre conservadores y laboristas.

soberana de las islas. Una fuerza de desem-

y alumnos, se propone pensar la profundidad

barco redujo a la guarnicin britnica e iz el

de la causa Malvinas en la cultura argentina y

Malvinas en la cultura y en la poltica

pabelln nacional, que flame en las islas hasta

los cambios que tuvo a partir de la experiencia

argentina

que las fuerzas inglesas, a su vez, vencieron a

histrica del conflicto de 1982.

las tropas argentinas y reinstauraron la situacin


Este proceso histrico estuvo acompaado por

14

colonial.

La nueva Ley de Educacin, en su artculo

el desarrollo de la causa Malvinas, es decir: la

92, compromete al Estado nacional y a los

fuerte presencia del archipilago y del reclamo

ministerios provinciales a sostener, mediante

la enseanza de los derechos argentinos, el

lidades de la Repblica, algunos eran descen-

como una va de acceso para pensar la Argen-

reclamo por la soberana argentina en las islas

dientes de los pueblos originarios, otros de inmi-

tina reciente: sus conflictos; sus diferencias

Malvinas y dems archipilagos del Atlntico

grantes, tenan distintas confesiones e ideologas,

regionales; las relaciones entre los ciudadanos y

Sur. En el mismo artculo, la cuestin de las islas

y estaban atravesados por el lugar comn de la

el Estado; y el lugar de la educacin, entre otros.

aparece asociada al impulso de la enseanza

guerra. Afrontaban la posibilidad de la muerte

Las escuelas desempean un papel central

de la historia reciente como un mecanismo

bajo dursimas condiciones ambientales porque

en esta tarea, en tanto constructoras de lazos

para consolidar una sociedad respetuosa de la

haban aprendido a hacerlo en nombre de una

identitarios y valores anclados en nociones tales

democracia y los derechos humanos. De este

idea llamada patria.

como patria, nacin, territorio.

El emblema de las islas concentra dos elemen-

Se trata de un ejercicio de historizacin

modo, el espacio educativo se suma a la primera disposicin transitoria de la Constitucin


nacional, que establece que:

tos de profundos y controversiales significados:

profunda, una invitacin a leer en el pasado

por un lado, aquellos vinculados con la identidad

algunas claves que sirvan tambin para abrir

La Nacin Argentina ratifica su legtima e im-

nacional y latinoamericana, y, por otro lado, los

en el presente la imaginacin sobre derroteros

prescriptible soberana sobre las Islas Malvinas,

debates que suscitan el perodo de la dictadura

futuros. En ese sentido, pensar la enseanza de

Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espa-

militar y los aos previos, donde la guerra de

la guerra de Malvinas no escapa a las tensiones

cios martimos e insulares correspondientes, por

Malvinas es uno de los episodios ms moviliza-

que marcan cualquier ejercicio de discusin

ser parte integrante del territorio nacional. La

dores y frustrantes a la vez. Quiz por esto ha

sobre la historia reciente argentina, siempre

recuperacin de dichos territorios y el ejercicio

costado tanto, con posterioridad a la derrota,

atravesada por la violencia poltica y la represin,

pleno de la soberana, respetando el modo de

decir una palabra estatal sobre Malvinas. Sin

el silencio y las negaciones, los acuerdos y los

vida de sus habitantes, y conforme a los princi-

embargo, cada 2 de abril, la fuerza del aconte-

desacuerdos. La guerra de Malvinas aparece en

pios del derecho internacional, constituyen un

cimiento emerge con potencia en las pequeas

el imaginario como un hecho de la dictadura

objetivo permanente e irrenunciable del pueblo

comunidades que constituyen cada escuela.

pero que abreva en causas profundas de nues-

Como en otros episodios argentinos han sido

tra cultura, lo que permite que muchas veces su

principalmente los ms afectados por la guerra

ntima ligazn con el autodenominado Proceso

argentino.

En 1982 algo ms de siete de cada diez argen-

los que mantuvieron viva su memoria, luchando

de Reorganizacin Nacional sea eludida, banali-

tinos de los que combatieron en Malvinas eran

a la vez contra las generalizaciones y simplifica-

zada o, por el contrario, reducida a causa nica.

hijos de un pueblo escolarizado en el sistema

ciones y, sobre todo, contra el olvido.

educativo pblico. Estaban cumpliendo con el

Este libro

deber cvico del servicio militar obligatorio. En

En las puertas del Bicentenario, la publicacin

su gran mayora eran jvenes de entre 18 y 20

que aqu ofrecemos apunta a la apertura de es-

Este libro apunta a llenar un hueco en la pro-

aos, que provenan de las ms diversas loca-

pacios de reflexin sobre la guerra de Malvinas

duccin historiogrfica reciente que, aunque se

15

ha extendido sobre temas relativos a la violencia

A su vez, ayudan a visualizar las formas en que

sociedad. Al mismo tiempo nos permite pensar

poltica y el terrorismo de Estado, ha cristalizado

el conocimiento sobre la historia reciente se

en el lugar de los adultos y sus responsabilida-

sus explicaciones sobre el conflicto de 1982,

transmiti entre una generacin y otra.

des, como ciudadanos, como actores de los

fundamentalmente, en la maniobra poltica dic-

procesos histricos.

tatorial. Por distintos motivos, que van desde las

La constatacin sobre los matices regiona-

urgencias polticas a las experiencias personales,

les devuelve, a su vez, la pregunta contraria:

ha habido en relacin con la guerra muy pocos

cules son los elementos que transforman

pero sobre todo una invitacin a pensar cmo

estudios profundos. En general, como una

al archipilago usurpado en un catalizador en

se conforma una ciudadana responsable y


activa.

herencia de los aos ochenta, se busc evitar el

todos los espacios del territorio nacional? Cree-

estudio de un tema que poda quedar asociado

mos que este es uno de los principales aportes

a una reivindicacin velada o no de la dictadu-

que puede hacer la cuestin de Malvinas a una

El material de cada captulo est organizado

ra. Para evitar esa trampa conceptual, ofrece-

reflexin ms amplia sobre nuestras identidades

en tres partes: una introduccin que pone de

mos un mapa de problemas y una seleccin de

y pertenencias colectivas. Si a un paso del Bi-

relieve una serie de ejes problemticos; una se-

fuentes que no eluden la complejidad y recogen

centenario se vuelve necesaria la pregunta por la

leccin de fuentes (documentales, testimoniales,

la vigencia despareja que esta causa tiene en

existencia de un nosotros, entendemos que la

ficcionales y fotogrficas) para acompaar esos

el territorio nacional.

potencialidad de un significante como el de las

ejes; y propuestas de enseanza para trabajar

islas puede ayudar a pensar, ms ampliamente,

con los estudiantes que incluyen actividades

la patria y el sentido de la vida en comn.

de reflexin, de anlisis, de investigacin, de

Los textos reunidos en este volumen pretenden


funcionar como un espejo multifactico que per-

16

Es una reflexin hacia conductas del pasado,

produccin y de imgenes.

mita explorar los distintos sentidos contenidos

Por otra parte, este volumen est concebido

en algunas de las ideas claves vinculadas a la

desde una caracterstica fundamental del con-

Una mencin especial merecen las imgenes

causa-cuestin Malvinas: Argentina, juven-

flicto de 1982: el fuerte protagonismo juvenil. El

que encontrarn al recorrer las pginas del

tud, patria, territorio, guerra, derechos,

promedio de edad del 70 % de los combatien-

libro. Nos interesa especialmente destacar este

memoria y responsabilidades, entre tantas

tes en las islas fue de entre 18 y 20 aos, como

recurso como una forma singular de producir

otras. Un eje importante de esta publicacin

se ha sealado, eran soldados conscriptos

conocimiento. Porque sabemos que su potencia

ser la apelacin a trabajos realizados por alum-

educados en la escuela pblica. De este modo,

radica, entre otras cosas, en la cercana con

nos de Institutos de Formacin Docente. Se tra-

pretendemos tambin que la mirada sobre

los lenguajes ms afines a los jvenes y porque

ta de dos escritos, provenientes de la provincia

aquellos jvenes abra un espacio de reflexin

consideramos fundamental indagar en una de

de Corrientes, que permiten reflexionar acerca

sobre la agenda educativa actual: cul fue el lu-

las formas masivas ms extendidas de la repre-

de las profundas diferencias regionales que exis-

gar de los jvenes reactiva la pregunta por cul

sentacin. Pretendemos evitar la mirada ingenua

ten en los modos de abordaje del tema Malvinas.

es hoy ese lugar, tanto en la escuela como en la

que tiende a naturalizar la imagen y pensarla

como fiel reflejo de la realidad y el efecto banali-

cercanas a Malvinas y como en aquellas ms

nes, en su propia tierra, tambin haban sido

zador que su abrumadora presencia produce en

alejadas; cmo vieron la guerra los periodis-

despojados de aquello que les corresponda;

la cultura. Nos proponemos aprender y ensear

tas destinados a cubrirla. Las experiencias se

que Malvinas constituy uno de los principales

a leer esas imgenes, deteniendo y afinando

diferenciaron por algunas de sus marcas (las

emblemas del anti-imperialismo, idea compar-

la mirada como un ejercicio crtico y reflexivo,

edades de los protagonistas, el mayor o menor

tida por amplios y frecuentemente disonantes

y ponindolas en relacin con otras fuentes,

compromiso poltico, la relacin con la dictadura)

grupos ideolgicos del siglo XX, que lograron

relatos, discursos y preguntas. Creemos que,

pero, sobre todo, por las diferencias geogrfi-

invertir pero no destituir de su centralidad la

si logramos esto, ser posible recuperar la

cas. En los grandes centros urbanos donde el

importancia de Inglaterra en la constitucin del

capacidad de conmover contenida en algunas

mayor contacto con las islas fue a travs de los

imaginario nacional.

imgenes, atentos al desafo de pensar una

medios, el desconocimiento de las condiciones

educacin en la que convivan tambin las emo-

vividas por los protagonistas y sus familias fue

En sntesis, sobre este trasfondo de vocacin

ciones y sensibilidades.

muy grande, lo que facilit muchos de los proce-

por una unidad perdida en el contexto de

sos simplificadores de la posguerra.


Por un lado, encontrarn en el libro una serie de

luchas facciosas y de actores colectivos que


tienen certidumbre del despojo de sus dere-

imgenes que esperamos sirvan, ms all de su

El segundo captulo rastrea algunos de los hitos

chos, es que puede entenderse la alta eficacia

funcin ilustrativa, como un recurso para el tra-

histricos ms destacados en la construccin

que tuvo la escuela en la difusin, socializacin

bajo en las aulas. Por otro lado, seleccionamos

de la causa Malvinas. A partir de la usurpacin

y alimentacin de Malvinas como causa justa.

una foto en pgina completa para cada uno de

britnica se conform una causa nacional que

los captulos. Esta seleccin, arbitraria como

atraves todos los aspectos de la vida poltica y

Si la presencia de Malvinas en la cultura poltica

cualquier otra, se realiz eligiendo imgenes que

cultural. En este captulo se ofrece una seleccin

argentina era fuerte antes de la guerra, la derro-

condensan algunos de los principales proble-

de fuentes para explicar el por qu de esa

ta abri toda una serie de discusiones acerca

mas planteados en los captulos. A su vez, cada

permanencia. A la luz de una serie de textos se

de la cuestin de la soberana, el lugar de las

imagen est acompaada con una propuesta

vislumbran posibles respuestas: que antes de

Fuerzas Armadas, la eficacia del servicio militar

de enseanza.

la guerra, Malvinas representaba un smbolo

obligatorio y la responsabilidad social. Recor-

de unidad nacional y un espacio de redencin

demos que la guerra se produjo en el contexto

En el primer captulo ofrecemos una serie de

continental; que ello fue posible porque, al

de una dictadura militar e impuls su salida. En

fuentes para aproximarnos a algunas de las

menos hasta 1982, las islas fueron vistas como

consecuencia, un episodio emblemtico como

experiencias de la guerra de Malvinas: cmo se

un espacio incontaminado por los conflictos pol-

este no iba a escapar a las discusiones que

vivi el conflicto en las islas, cmo lo vivencia-

ticos del continente; que era un territorio del que

caracterizaron la transicin a la democracia. El

ron los soldados y cmo algunos militares de

habamos sido injustamente despojados y que al

tercer captulo ofrece elementos para pensar

carrera; cmo fue el da a da en las ciudades

evocarlo se activaba la solidaridad de quie-

las guerras simblicas y polticas que se

17

desataron despus del conflicto. Se detiene

se conform en torno a Malvinas? Cmo se

Gmez y Patricia Bernasconi. Ambos trabajos

en el modo en que la derrota impact en la

fue modificando el imperativo Las Malvinas

muestran las diferencias regionales a la hora de

sociedad argentina para sostener la idea de que

son argentinas segn los contextos histricos

procesar la experiencia de Malvinas. La memo-

el fracaso en el archipilago abri la posibilidad

y polticos?

ria en fragmentos que emerge de esos escritos

En el quinto captulo exploramos algunas de

antes, durante y despus de la guerra.

refuerza la pregunta por el lugar de la educacin,

de mayores cuestionamientos a la dictadura.


Al mismo tiempo, el reconocimiento social del
terrorismo de Estado implic un desdibujamien-

las representaciones vinculadas a Malvinas

to de las caractersticas especficas del conflicto.

producidas desde la literatura, el cine y la foto-

Los diferentes registros y problemas abordados

En ese contexto, algunas organizaciones de

grafa. Proponemos, a la vez, dos movimientos:

en cada uno de los captulos reflejan tambin

ex combatientes lucharon para volver visibles

por un lado, desmontar los mecanismos de la

la posibilidad de las mltiples aproximaciones

sus reclamos e intervenir en el debate pblico

representacin cmo se construye un discurso,

al tema. Ms que realizar formulaciones al

en torno a la guerra. En sntesis, trabajamos

qu estrategias se utilizan, cmo ese discurso

respecto, quisimos dar cuenta de esa multiplici-

tambin las formas en que nuestra sociedad re-

dialoga con otras representaciones, qu efectos

dad en el acto mismo del armado del volumen.

pens la cuestin Malvinas durante la transicin

polticos tienen y, por el otro, analizar una serie

Este libro no busca agotar las explicaciones y

democrtica y los aos noventa.

de libros, de pelculas y de fotos significativos

respuestas sobre Malvinas. Todo lo contrario,

para pensar la guerra y la posguerra. La ficcin

pretende sealar las numerosas aristas que

El captulo cuarto analiza el lugar de la educa-

y la imagen se revelan como dos poderosos re-

tiene este tema para la enseanza, a la par de

cin pblica en relacin con Malvinas y permite

gistros para pensar cmo la sociedad argentina

ofrecer algunas vas de aproximacin para abor-

ver la ntima relacin existente entre la educa-

proces culturalmente la guerra.

darlas y responderlas. Asume una tarea, que es


la de poner una palabra all donde el silencio y la

cin y la construccin de identidades colectivas.

18

Circulares escolares, manuales de texto y testi-

En el captulo sexto hemos seleccionado dos

simplificacin pueden funcionar como la mayor

monios de alumnos y docentes que fueron a la

trabajos realizados por Institutos de Formacin

respuesta. Y se propone estimular, a travs de

escuela antes y despus de Malvinas ayudan a

Docente de la provincia de Corrientes: Los Ava

la discusin, la intervencin activa de docentes

responder una serie de preguntas: Cmo fue

ar cuentan su verdad del IFD Dr. Ramn J.

y alumnos en las cuestiones pblicas, una de

la relacin entre la cultura escolar y Malvinas?

Crcano, de la ciudad de Monte Caseros, escri-

las cuales es sin duda el reclamo de soberana,

Cundo se origin y por qu? Qu proceso

to por Iris Mirian Boggia, Nadia Karina Martnez,

an no satisfecho, sobre el archipilago austral.

de traduccin realiz la escuela para inscribir en

Griselda Miller, Nadia Ivonne Montenegro y

su propia gramtica esta causa nacional? Qu

Gabriela Yanina Snchez; y Malvinas. Educa-

peso tuvieron las disciplinas escolares en el pro-

cin sin memoria del IFD Jos Manuel Estrada

ceso de transmisin? Cunto las efemrides

de Corrientes Capital, escrito por Ivn Falcn,

y los rituales patrios? Qu experiencia escolar

Evangelina Aceval, Nicols Cardozo, Eduardo

1982: La guerra

LA GUERRA DE MALVINAS

constituye uno de los episodios ms controvertidos

co de la Argentina, y para ello, redes sociales construidas durante dcadas

y difciles de abordar de nuestra historia reciente. El nico conflicto blico

fueron cortadas y sus referentes desaparecidos, asesinados, apresados o

que el pas libr durante el siglo XX ha dejado una huella importante en la

condenados a la soledad, el exilio o el silencio.

experiencia colectiva de los argentinos. Su complejidad obedece a distintos


motivos. Por un lado, fue producto de la decisin de un gobierno de facto

La cantidad de vctimas del terrorismo de Estado vara segn las fuentes,

que vena implementando desde 1976 una poltica de terrorismo de Estado.

pero oscilan entre los catorce mil y treinta mil desaparecidos. Un sistema

Por otro lado, fue apoyado por buena parte de la sociedad, incluso por gru-

represivo clandestino fue complementado por el frreo control de los distin-

pos opositores al gobierno militar. Y al mismo tiempo, se trata de una reivin-

tos aspectos de la vida cotidiana de los ciudadanos. Merced a este golpe

dicacin justa que hunde sus races en la historia del pensamiento argentino,

brutal, la economa argentina pas de un modelo de acumulacin de corte

ya que el reclamo de la soberana argentina en Malvinas es de larga data.

productivo a otro netamente especulativo y financiero.

En este captulo nos detendremos en el episodio de la guerra: en qu con-

La subversin era calificada como antiargentina, pero esa no fue la nica

texto se desarroll, cmo reaccion la sociedad, cmo operaron los medios

apelacin al nacionalismo que hizo la dictadura militar. En 1978, el Campeo-

de comunicacin, quines fueron a la guerra y cmo vivieron esa experiencia.

nato Mundial de Ftbol, disputado en nuestro pas, fue concebido propagandsticamente como la ocasin para mostrar al mundo el verdadero rostro de

El contexto

los argentinos, alejado de las denuncias por violaciones a los derechos humanos que en el exterior circulaban. En ese mismo ao, tambin, Argentina

El 24 de marzo de 1976, un golpe cvico militar derroc a la presidenta Mara

y Chile casi llegan a una guerra por el conflicto limtrofe del Canal de Beagle.

Estela Martnez, viuda de Pern. Las Fuerzas Armadas, que conducan


el llamado Proceso de Reorganizacin Nacional, instalaron una Junta de

A principios de la dcada del ochenta, las consecuencias econmicas

Comandantes en Jefe que design a Jorge Rafael Videla, Jefe del Ejrcito,

negativas de la apertura econmica y la desindustrializacin comenzaron a

como presidente. Con la excusa de enfrentar a la guerrilla armada (la sub-

tornarse evidentes y el descreimiento hacia el gobierno de facto se extendi

versin) los golpistas implementaron la metodologa represiva del terrorismo

entre distintos sectores. A seis aos de la toma del poder, las Fuerzas Arma-

de Estado. Los enemigos del rgimen eran activistas sindicales y polticos,

das se enfrentaban a un contexto poltico interno difcil con varios frentes de

dirigentes sociales, religiosos y estudiantiles, referentes sociales y culturales.

conflicto: la creciente actividad sindical y la crisis econmica, las denuncias

Es que el objetivo estratgico era el de redisear el mapa social y econmi-

21

por violaciones a los derechos humanos, y los reclamos de la recientemente

cambio de que Anaya apoyara la renuncia del Gral. Viola, en ese entonces al

creada Multipartidaria, entre otros.

frente del gobierno.

Este clima hostil incidi, sin duda, en la decisin de apresurar las operacio-

La reaccin social

nes tendientes al desembarco en Malvinas, que comenzaron, en realidad, el


24 de marzo de 1982 aniversario del golpe de Estado de 1976 cuando

En lneas generales puede decirse que la sociedad reaccion en apoyo a la

un grupo de tareas encabezado por el hoy ex Capitn de Fragata Alfredo

recuperacin de las islas. Hubo movilizaciones espontneas y organizadas

Astiz responsable del secuestro y desaparicin, entre otros casos, de un

en diferentes lugares del pas. Hay que sealar, de todos modos, que el

grupo de activistas de derechos humanos en 1977 iz la bandera argentina

apoyo tena sus matices: algunos apoyaban la causa anti-imperialista (la

en Grytviken, islas Georgias del Sur. Esto provoc el reclamo britnico y la

posibilidad de denunciar, a travs de Malvinas, la dependencia colonial frente

movilizacin de un buque hacia la zona de tensin.

a Inglaterra) pero se oponan al gobierno militar; otros no distinguan entre


una cosa y otra; y otros vean que esta causa les permita volver a la calle

Pero las noticias de esta escalada fueron opacadas cuando el 30 de marzo

para hacer poltica. Las consignas en las plazas revelan estas divergencias:

de 1982 se produjo una importante movilizacin opositora convocada por la

algunos carteles decan Las Malvinas son argentinas y otros Las Malvinas

CGT (Confederacin General del Trabajo). Aunque no pudo cumplir con su

son de los trabajadores y no de los torturadores. Las Madres de Plaza de

objetivo de llegar a Plaza de Mayo, fue una demostracin importante de de-

Mayo tambin mostraron sus palabras: Las Malvinas son argentinas, los

sacuerdo con la dictadura que termin con ms de mil quinientos detenidos.

desaparecidos tambin.

La consigna de Se va a acabar/ se va a acabar/ la dictadura militar pareca


cerca de materializarse.

El apoyo de la poblacin se concentr, sobre todo, en la figura del grueso


de los soldados que estaban siendo enviados a Malvinas: los conscriptos

Dos das despus, sin embargo, la atencin pblica fue acaparada por una

de las clases 62 y 63, bautizados como los chicos de la guerra que

noticia inesperada: el 2 de abril una fuerza conjunta argentina desembarc

constituan el 70 % de los movilizados al sur. Venan de diferentes provincias

en las cercanas de Port Stanley (que pronto sera rebautizado como Puerto

y de distintas clases sociales, algunos eran universitarios y otros apenas

Argentino) y recuper las islas luego de breves combates que produjeron un

saban leer y escribir. Muchos de ellos se haban escolarizado en la escuela

muerto entre los argentinos.

pblica y all haban aprendido el amor por la patria y que las Malvinas eran
argentinas.

La decisin del desembarco en Malvinas deriv de un acuerdo entre el


general Leopoldo Galtieri y el Jefe de la Armada, Jorge Isaac Anaya. Galtieri

22

La poblacin empaquet y envi donaciones para estos muchachos; los

adopt la decisin de producir una operacin militar que expulsara a la

nios y los adolescentes enviaron, desde las escuelas, cartas de apoyo,

guarnicin britnica de las islas y forzara al gobierno britnico a negociar, a

dirigidas a un genrico Soldado Argentino.

Soldados argentinos en
Puerto Argentino, en una
tpica pose de las fotografas de los primeros das
posteriores al 2 de abril.

En el territorio continental argentino, los habitantes de las ciudades patagni-

experiencias de aquellos meses de guerra seran muy diferentes a las de sus

cas, que convivan con bases areas o eran asiento de unidades vivieron una

compatriotas del Norte.

fuerte militarizacin de su vida cotidiana debido a las precauciones propias


de la organizacin de la Defensa Civil. Muchos an recuerdan las salidas

Para analizar cmo vivi la poblacin el perodo de la guerra se transcribe

de las escuadrillas, los oscurecimientos y la angustia al ver que los aviones

en las fuentes de este captulo un fragmento del libro El otro frente de guerra

que regresaban eran menos que los que haban salido. De este modo, sus

de Dalmiro Bustos, el padre de un soldado que particip de un grupo de familiares que tuvo un rol activo durante los 74 das del conflicto. Los padres

23

no nos quedamos quietos dice. Por el contrario: formamos nuestro propio

militar argentina era que Estados Unidos se mantendra prescindente (debido

ejrcito. Un ejrcito de paz, para respaldar a nuestros hijos.

a la colaboracin argentina en las polticas norteamericanas en Amrica

El conflicto

de ese mes las dudas se despejaron: Estados Unidos declar su apoyo a

Central, sobre todo brindando apoyo a los contras nicaragenses), a finales

Gran Bretaa.
En el transcurso de abril de 1982, alrededor de diez mil soldados consolidaron las posiciones argentinas en las islas Malvinas. Se trataba de un terreno

A finales de abril, los britnicos expulsaron a los argentinos de las islas Geor-

difcil e inhspito. Buena parte del suelo, compuesto de turba, dejaba filtrar el

gias, y el ataque sobre el archipilago de Malvinas fue inminente. Tiempo an-

agua rpidamente y anegaba los pozos donde los soldados vivan y asenta-

tes, haban establecido una zona de exclusin, dentro de la cual no atacaran

ban sus puestos de lucha. La conduccin militar argentina no haba previsto

a las naves y aeronaves argentinas consideradas beligerantes.

una respuesta militar britnica, pero tres das despus del desembarco,
una fuerza de tareas, la ms grande constituida por Gran Bretaa desde la

El 1 de mayo de 1982, aviones britnicos bombardearon el aeropuerto de

Segunda Guerra Mundial, se dirigi a las islas. Desde el punto de vista de los

Puerto Argentino, mientras que sus naves de guerra caoneaban las posi-

soldados argentinos, esa imprevisin tuvo importantes consecuencias en las

ciones en los alrededores de la poblacin. El 2 de mayo, fuera de la zona

deficiencias de suministros, abrigos y equipos que sufrieron muchos de los

de exclusin que los mismos britnicos haban establecido, el submarino

infantes, sobre todo aquellos desplegados en las zonas ms alejadas con

Conqueror torpede y hundi al crucero argentino ARA General Belgrano:

respecto a la capital de las islas.

murieron 323 de sus tripulantes y se hundieron tambin las ltimas posibilidades de negociar alguna salida diplomtica al conflicto. Unos das despus,

Si bien no se puede generalizar, ya que hubo situaciones diferentes

aviones argentinos devolvieron el golpe: lanzaron un misil Exocet que hundi

respecto a las unidades que sirvieron en Malvinas, el Informe Rattenbach

al crucero Sheffield. Los ingleses desplazaron sus barcos al Estrecho de San

un documento elaborado por una comisin creada a fines de 1982 para


analizar el desempeo de las Fuerzas Armadas durante la guerra describe

Carlos, que separaba ambas islas, y finalmente el 21 de mayo desembarcaron al Noroeste de la Isla Soledad. Durante muchos das, la aviacin argen-

en sus conclusiones un panorama muy crtico en trminos de conduccin

tina bombarde tenazmente los barcos britnicos pero no pudo impedir el

y planeamiento, salvo para algunas unidades especialmente entrenadas o

desembarco, que tampoco fue enfrentado (ms que en su momento inicial

equipadas. En la isla Gran Malvina, por ejemplo, la guarnicin argentina de

y por una pequea fuerza) por tropas terrestres. Hasta finales de mayo, el

Puerto Howard qued prcticamente aislada cuando comenz el bloqueo

protagonismo en las noticias por las que el grueso de los argentinos sigui

britnico, a finales de abril.

la guerra lo tuvo la aviacin, que enfrent en un combate tecnolgicamente


desproporcionado a la flota britnica, granjendose el reconocimiento de sus

A lo largo de ese mes hubo una febril actividad diplomtica. La Repblica


Argentina cosech importantes adhesiones entre sus naciones hermanas
latinoamericanas. Sin embargo, si uno de los presupuestos de la conduccin

24

compatriotas y de sus propios adversarios.

Mientras se desarrollaba este combate aeronaval, el cerco sobre las islas se

Para visualizar diferentes experiencias de guerra, en las fuentes de este

estrech, y las condiciones de vida de los soldados argentinos empeoraron,

captulo se citan fragmentos de testimonios de soldados, de un integrante

ya que tuvieron que sumar a las deficiencias alimentarias y al fro que avan-

de las Fuerza Area y de un tripulante del Buque ARA General Belgrano.

zaba, la tensin propia de un ejrcito inmovilizado a la espera de ser atacado


mientras era bombardeado diariamente.

Los medios de comunicacin y el final

Las fuerzas britnicas, batallones de elite de marines y paracaidistas avan-

La informacin durante la guerra de Malvinas no escap a las condiciones

zaron rumbo a Puerto Darwin, donde se produjo una violenta batalla entre

generales de la dictadura. Al severo control de la prensa que exista desde el

el 27 y el 28 de mayo que culmin con la rendicin masiva de la guarnicin

golpe de Estado se agregaron la censura tpica de todo conflicto armado y

argentina. Desde all, se desplegaron rpidamente a campo traviesa rumbo

el triunfalismo propio de la propaganda, impulsado desde el gobierno militar

a los cerros que rodean Puerto Argentino, donde se encontraban las posi-

y actuado, en algunos casos hasta el exceso, por algunas publicaciones.

ciones defensivas de los argentinos, atacadas diariamente, ahora tambin


desde tierra. Entre el 10 y el 14 de junio, fecha de la rendicin argentina, se

El rpido desenlace, la falta de informacin previa (o su concentracin en los

produjeron intensos combates en muchos de los cerros que rodean el puer-

xitos de la aviacin) crearon en el pblico argentino la sensacin de que las

to: Monte Longdon, Monte Two Sisters, Wireless Ridge, Monte Tumbledown.

islas haban cado sin combatir. No hubo muchos elementos para saber del

Fueron breves pero duros enfrentamientos en psimas condiciones climti-

sacrificio de sus jvenes soldados. La guerra de Malvinas produjo la muerte

cas, en general por la noche, y luego de demoledores bombardeos por tierra,

de 649 argentinos durante su desarrollo, y heridas a otros 1063.

mar y aire. Como resultado, los britnicos quedaron controlando las alturas
que rodeaban a la poblacin, mientras que los argentinos se retiraban y

Adems de indagar en el rol de los medios y preguntar por qu mintieron,

concentraban en los alrededores de Puerto Argentino. El gobernador militar

hay otro interrogante necesario para trabajar este tema: qu condiciones

Mario Benjamn Menndez se rindi al jefe britnico el 14 de junio de 1982.

existan en la sociedad para que esas mentiras hayan sido crebles. La palabra de tres periodistas que cubrieron la guerra citada en las fuentes puede

Los argentinos, en su condicin de prisioneros de guerra, permanecieron en

contribuir a la hora de analizar estas cuestiones.

las islas Malvinas unos das ms (en el caso de algunos oficiales y soldados,
hasta julio), concentrados en el aeropuerto hasta que fueron embarcados de

La Junta Militar cre la CAERCAS (Comisin de Anlisis y Evaluacin de

regreso al Continente, donde desembarcaron en los puertos patagnicos y

Responsabilidades en el Conflicto del Atlntico Sur), que produjo el Informe

fueron devueltos a sus guarniciones y hogares. En la mayora de los casos

Rattenbach. Las conclusiones de esta comisin fueron lapidarias: la guerra

en condiciones de semiclandestinidad, con la orden expresa de no hacer

haba sido conducida con improvisacin e impericia. Los responsables

declaraciones a la prensa y no contar lo que haban vivido a sus familiares, lo

argentinos eligieron el peor momento del ao para ella y, admitiendo que las

que gener uno de los mayores traumas de la posguerra.

Fuerzas Armadas Argentinas nunca se haban preparado para una operacin de esas caractersticas, en lneas generales a Malvinas fueron enviados

25

El grueso de los argentinos


llegaron a Malvinas con
posterioridad al 10 de abril
de 1982.

soldados escasamente entrenados y equipados para la guerra en climas

raron que las fuerzas armadas nacionales haban fallado en su funcin espe-

subpolares.

cfica. Al mismo tiempo el descrdito por la derrota abri las puertas para las
denuncias sobre las masivas violaciones a los derechos humanos cometidas

La derrota en la guerra de Malvinas precipit la cada de la dictadura militar.


Amplios sectores sociales que haban acompaado la recuperacin conside-

26

desde el golpe de Estado de 1976 por esas mismas Fuerzas Armadas.

fuentes

(Kon, Daniel, Ed. Galerna, Bs. As., 1984)

Los chicos de la guerra

El libro Los chicos de la guerra, que dio origen a


la pelcula del mismo nombre, se convirti en un
boom editorial. Su primera edicin, de agosto

GUILLERMO, JOVEN DE CLASE MEDIA, CUMPLI CON EL SERVICIO MILITAR EN EL REGIMIENTO DE INFANTERA 7,
LA PLATA. EL 14 DE ABRIL DE 1982 FUE TRASLADADO A RO GALLEGOS Y DE AH A LAS MALVINAS.

de 1982, se agot al poco tiempo de salir. En


slo dos aos lleg a la edicin nmero trece.
Incluye una serie de testimonios de soldados
que pelearon en Malvinas.

- Tal vez habamos cobrado demasiada conciencia de eso, ya. Y todos sentamos que si nuestro destino
era morir, moriramos ah, y si nuestro destino era salvarnos, nos salvaramos. S, yo tena fe en que mi
destino era volver. Yo saba que iba a volver. La mayora de los chicos tenan esa fe. Y esa conviccin
ayud un poco para que el nimo, al menos en nuestro caso, no bajara mucho. Nosotros, un poco en
broma, cuando escuchbamos en la radio decir que tenamos el nimo muy alto, decamos: s, es cierto,
est alto porque estamos arriba de un cerro. Pero en los casos en que la moral bajaba no era por miedo
a los ingleses sino por la falta de comida. Cuando nos llegaban las raciones fras eran bolsitas que ya haban sido abiertas, con alguna lata suelta y un par de caramelos. La caja con la racin de combate yo no
la conoca. Mi pap, ac, la conoci antes que yo. Cuando por mis cartas l se enter que no comamos
bien, fue al regimiento a averiguar qu pasaba, y el jefe interino le contest que comamos bien. Mire,
le dijo les dan cajas como sta dos veces por da, adems de la comida caliente. Mi pap mir una
caja y, claro, tena todo lo que decan los diarios: dos latas de carne, calentador de alcohol, chocolate,

27

explotaban cien metros arriba de la cabeza y hacan un barrido de esquirlas,


(cada esquirla es un pedazo de fierro caliente lanzado a toda velocidad) de
150 metros de largo por 60 de ancho. Cuando los pilotos ingleses erraban
el blanco y las bombas caan sobre el mar, cosa que ocurra con mucha
frecuencia, veamos su accin terrorfica. Explotaban cien metros arriba del
mar, y por el repiqueteo del agua se poda observar la accin de barrido de
las esquirlas. Te puedo asegurar que ver eso era aterrador; asustaba pensar
que podan llegar a caer arriba nuestro y que se nos iban a venir encima
todos esos pedazos de fierro.

- S, es cierto lo que dijo el teniente Esteban. Yo tena una radio y eso lo empec a notar cuando se acercaba el comienzo del campeonato mundial de
ftbol. Todas las noticias comenzaron a ocuparse de ese tema, y cada vez
se hablaba menos de Las Malvinas. Eso bajaba la moral. Uno, ya que est
en la guerra, quiere por lo menos ser un poco importante. Ya que estoy ac,
bueno, que se acuerden de m, pensaba. S que mucha gente se moviliz,
pensaba en nosotros, nos ayud. S, tambin, que otra gente vivi la guerra
como si fuera un partido de ftbol.
Soldado argentino tomado
prisionero por los ingleses.

()

cigarrillos, una medida de whisky. Pero sabs cmo las tuve que conocer
yo a esas cajas? Me las dio un ingls, cuando ya estaba prisionero en Puerto

ridad de los ltimos das en Palermo, antes de salir, que de los das posterio-

Argentino. Ese tipo de cosas bajaban la moral. Por ejemplo, a nosotros

res. Me acuerdo que en Palermo nos hablaron mucho de los ingleses, de la

no nos dejaban hacer fuego porque decan que delatbamos las posicio-

actitud de ellos, como invasores de algo que es nuestro. Y te digo que casi

nes, pero resulta que toda la zona estaba super fotografiada, los Harriers

llegamos a tenerles odio. Sentamos que, si bamos a Malvinas, bamos a

pasaban todos los das, a mucha altura, haciendo piruetas. Y en las noches

defender algo que era nuestro. En ese sentido me senta orgulloso, y todava

claras se vean pasar satlites a cada rato, no meteoritos, satlites Eso,

hoy me siento orgulloso de haber estado all. Claro que me hubiera gustado

sumado a las fotos que tomaran los Harriers Adems de observarnos, los

que se hicieran mejor las cosas.

aviones casi siempre nos largaban un confite. Algunas de las bombas que
lanzaban eran muy poderosas, de 500 kilos; otras eran fragmentarias, te

28

- S, sabs que s? Esa es la sensacin que tengo. Me acuerdo con ms cla-

- La imagen que ms tengo grabada es la del pueblo, esas casitas inglesas

para usar como techo, y arriba le colocamos pasto cortado en panes, as

de madera y chapa, cada una con su parquecito. Pareca un pueblito como

que la llovizna sa, tan molesta, que siempre haba en las Malvinas, adentro

los de las pelculas.

de la trinchera no nos molestaba para nada. La vida, entonces, era bastante


tranquila. Lo ms difcil era pasar las noches, que eran largusimas. Y

- S, y la guerra es exactamente igual que en las pelculas. Yo, antes de ir, no

despus del primero de mayo ya empezamos a dormir de a ratitos, cuando

quera imaginarme demasiado cmo era la guerra, pero supona que debera

los ingleses paraban de bombardear un poco. Me acuerdo del primero

ser bastante parecida a las pelculas. Y es as. Fue muy triste ver todo eso,

de mayo; fue la primera vez que sent el peligro realmente cerca. Era de

y ver que al fin y al cabo no podamos hacer nada porque ellos eran mucho

noche, y de repente comenzamos a or un caoneo que provena del mar,

ms poderosos, eso es lo que ms bronca da. Tal vez yo, en este momento,

del costado al que nosotros dbamos frente. Primero fue un ruido seco,

no podra estar contndote estas cosas a vos, porque no habra sobrevivido,

y despus el silbido caracterstico de las bombas. Pas todo rapidsimo;

pero habra sido bueno tener mejor armamento, para poder hacerles ms

cuando me quise acordar vi cmo una bomba explotaba justito delante de

frente. Ya que estbamos all daba bronca no poder pelear de igual a igual

nuestra posicin, a muy pocos metros. La onda expansiva nos sacudi

y, aunque sea, haber perdido con ms honor. No soporto la idea de que

adentro de la trinchera. Yo estaba cerca de una de las paredes y qued ah,

hayamos perdido as, que nos hayan pasado por arriba. Al principio, apenas

pegado; otro de los chicos, que estaba en la otra punta del pozo, sentado

llegamos, nos mandaron a todos los de mi compaa a un teatro, en el

arriba de un tronquito, vol por el aire, y cay arriba mo. Las sacudidas eran

centro del pueblo. La seccin a la que yo perteneca tuvo como misin dar

tremendas, era como un terremoto, como si todo se fuera a abrir a pedazos.

seguridad, proteccin, al resto de la compaa. Pero a los pocos das nos

Pareca que los odos iban a explotar. A nosotros nos haban explicado que,

mandaron a un pequeo grupo, entre los que yo estaba, a las afueras de la

en caso de bombardeo, tenamos que abrir bien grande la boca, y tratar de

ciudad. Tuvimos que abandonar el teatro, que la verdad era un lugar bas-

gritar, porque si no corramos el riesgo de quedarnos sordos. Ese era el pri-

tante piola, porque se poda dormir bajo techo, bastante calentitos. Nuestro

mer bombardeo, y todos queramos hacer, en un segundo, todo lo que nos

nuevo destino era una zona cercana al cuartel de los Royal Marines, a

haban enseado. Algunos gritaban porque nos haban enseado eso; otros

menos de cien metros del mar. Nuestra misin era repeler posibles ataques

gritaban por el miedo. Yo, de pronto, sent un dolor de odos muy fuerte, pa-

de grupos comandos ingleses. Tuvimos que cavar nuestras posiciones, los

reca como si un lquido me bajara desde las orejas; me toqu pero no tena

pozos de zorro, en esa zona, y resultaba bastante difcil. Por la cercana

nada, era slo la sensacin. Las bombas seguan pegando y dejaban en la

del mar, el suelo era muy hmedo, y los pozos se llenaban de agua muy

tierra agujeros bastantes grandes, de ms de un metro y medio de dimetro.

rpido. Pero el nimo, por entonces, era muy bueno. Empezamos a trabajar

Sabamos que si una bomba pegaba de lleno en una posicin no haba

por grupos. A m me toc compartir mi trinchera con otros tres pibes, uno

nada que hacerle, no se salvaba nadie. Al ratito otra bomba peg muy cerca

de ellos mi amigo Walter. Y pusimos todo nuestro empeo en hacerla lo

de nosotros detrs de la trinchera, y volvi a sacudirnos con todo. Despus

mejor posible; todos los das la arreglbamos un poco; le hicimos un muy

la cosa mejor porque dejaron de castigar nuestra zona y empezaron a

buen techo, un excelente parapeto, todo perfecto. Y tratamos de hacerla

buscar las posiciones del regimiento 7, un poco ms all. No s si lo que

impermeable al mximo. Conseguimos una madera largusima, muy pesada,

sentimos durante todo el tiempo que dur el bombardeo fue miedo. No s si

29

miedo es la palabra exacta; lo que sentamos era mucha tensin, los mscu-

neblinosas, y no veas a dos pasos de distancia. Bueno, esa noche, a uno

los como agarrotados, como si no fuera el cuerpo de uno. Despus, s, nos

de los chicos que estaban en mi trinchera, le agarr un ataque muy fuerte,

abrazamos con Walter; sabamos que habamos vuelto a nacer. Creo que fue

empez a tener convulsiones horribles. Y yo no lo dud ni un instante. Me

a partir de ese momento que sent ms fuerte que nunca la conviccin de

puse al pibe en los hombros, lo cubr con una manta y sal, debajo de la

que yo no me iba a morir ().

lluvia, corriendo, para llevarlo hasta la enfermera. Ahora pienso que, en ese
momento, al ver un bulto en el medio de la noche, la tropa propia me podra

30

- Es fundamental para seguir, no te digo viviendo pero, al menos, subsistien-

haber disparado. Pero en ese momento lo importante era atender al chico.

do. Ah la cosa era subsistir, tirar para adelante. Yo te dije que, con el correr

Lo llev y lo revisaron un capitn y un mayor, mdicos los dos. Pensbamos

de los das, termin por tener nervios de acero. Y lo comprob una noche.

que poda ser un ataque de apendicitis, pero result ser nada ms que un

Una vez que oscureca, si no estabas de guardia, no tenas que asomar

enfriamiento. Esa noche me di cuenta de que yo no tena miedo, que estaba

la cabeza fuera de la trinchera. Las noches a veces eran muy oscuras,

tranquilo y seguro de m mismo.

(Speranza, Graciela y Cittadini, Fernando, Bue-

Partes de guerra

nos Aires, Edhasa, 2005)


El libro Partes de guerra reconstruye

GUILLERMO HUIRCAPN (SOLDADO CLASE 62, CHUBUTENSE, CASADO Y CON DOS HIJOS)

a travs de la organizacin coral de testimonios


el antes, el durante y el despus de la guerra de
Malvinas. Se centra, especialmente, en los relatos de soldados y oficiales del Ejrcito Argentino
destinados a la zona de Darwin-Goose Green,
una zona alejada del epicentro de las operacio-

- Primero estbamos en un campo cercado por alambres de pa bajo la lluvia. Despus nos mandaron
a un frigorfico en San Carlos. Me acuerdo que era bastante chico y era hermtico. Con doscientos,
trescientos hombres se llen y empez a faltar el aire. Lleg un momento en que estbamos medio
ahogados hasta que los ingleses abrieron la puerta. Incluso ah haba tipos que no queran entender que
ya ramos todos iguales, que no haba privilegios. Una vuelta hubo hasta trompadas porque un cabo lo

nes y que protagoniz algunas de las batallas

quiso apurar a un soldado y se juntaron cuatro cinco soldados y lo queran matar. Los ingleses los tuvieron

ms cruentas.

que separar. Los ingleses no entendan nada. Nos revisaron, nos preguntaron las edades, no podan creer
que todos tuvisemos dieciocho, diecinueve aos, porque los nicos soldados jvenes de ellos estaban
en la retaguardia como apoyo logstico. Los que combatan eran todos profesionales, gente grande. No
entendan que nosotros no cobrsemos un sueldo. Al principio, en el campo, nos trataban mal, nos
apuntaban con las armas en las costrillas, nos empujaban, nos daban patadas. ramos prisioneros de
guerra y si bien haban cado muchos de los nuestros, haban cado muchos ingleses tambin y no se
poda esperar un trato demasiado amable, sobre todo de la gente del frente. Despus, en el frigorfico, el
trato cambi. Haba un capitn ingls que hablaba castellano y nos deca que bamos a estar bien, que
nos quedramos tranquilos. Para nosotros era todo muy confuso. Todava no podamos creer lo que
estbamos viviendo, no podamos entender que el teniente estuviese muerto, que nuestros compaeros
hubiesen cado. Cada uno estaba encerrado en s mismo, no queramos ni conversar entre nosotros.

DANIEL TERZANO (SOLDADO CLASE 55, PORTEO. POR PRRROGA HIZO EL SERVICIO MILITAR JUNTO CON LA
CLASE 62. ES PSICLOGO, PUBLIC EL LIBRO 5000 ADIOSES. ES CASADO Y TIENE UNA HIJA)

- Estuvimos dos das dando vueltas en el Canberra alrededor de Malvinas porque Galtieri no se decida a
aceptar que un barco ingls tocara un puerto argentino. Se le escapaba el detalle de que precisamente
ese barco llevaba cinco mil argentinos de vuelta a casa. Finalmente accedi y poco tiempo despus llegamos a Trelew. Desde ah viajamos a Palomar en un avin de lnea Austral. La compaa todava era estatal
y el personal tena orden de no servirnos nada durante el vuelo, pero la tripulacin, en un gesto que nunca voy a olvidar, hizo una colecta y compraron algo de comida para todos. Llegamos a Campo de Mayo

31

en micro, en medio de la noche. Me acuerdo que en un momento paramos


en una barrera y, desde una parada de taxis, los taxistas nos preguntaron de
dnde venamos. Les dijimos que volvamos de Malvinas. En medio de la noche, ah estbamos, parados en una barrera suburbana, una columna de micros con soldados que volvan de la guerra. Los taxistas no lo podan creer. Y
despus, cuando entramos a Campo de Mayo, recorrimos un tramo indefinido en completo silencio, hasta que empezamos a escuchar, a lo lejos, una
marcha, una marcha hermosa, La avenida de las camelias. Era una noche
oscursima y no sabamos de dnde vena esa msica, hasta que de pronto,
cuando la msica ya era estridente, vimos una banda tocando en medio de
la nada, debajo de una lamparita de no ms de veinticinco vatios, en pleno
descampado. Y ah los dejamos, porque los micros nunca pararon y ahora
se me ocurre pensar que todava siguen ah, en el mismo lugar, tocando La
Fragmento de las instrucciones para los prisioneros argentinos a bordo del buque britnico
Canberra.

avenida de las camelias para nadie. Nunca supe muy bien qu fue eso, pero
me qued grabado como una visin. Supongo que fue un gesto de la gente
de la banda, que cuando se enteraron de que estaban llegando los soldados
de Malvinas decidieron salir por lo menos ellos a recibirnos. Porque de hecho,
se fue todo el recibimiento del Ejrcito Argentino a los veteranos. En Campo de Mayo estuvimos dos das en la Escuela de Apoyo de Combate General Lemos. Los suboficiales estudiantes de pastelera nos traan medialunas
todo el tiempo. Supongo que tenan rdenes de no devolvernos a la vida civil
en el estado en que estbamos, flacos y consumidos. De ah nos llevaron al
cuartel de nuestra unidad. En La Plata, y pretendan tenernos otros dos das
pero las familias de los conscriptos empezaron a presionar, abrieron el portn
de entrada y entonces apareci un coronel para nosotros desconocido que,
debindose a su pueblo, desde arriba de un camin, nos dijo que nos furamos. Nos abrieron el portn y salimos sin siquiera cambiarnos. Volv a casa
con el uniforme puesto. El viaje de vuelta por la autopista de La Plata a Buenos Aires, cuando ya todo se haba terminado, fue exactamente inverso al de
ida, que emprend a la carrera sin saber si iba a volver a verla, fue terrible, la
vuelta ser siempre uno de los mejores momentos de mi vida.

32

(Bustos, Dalmiro, Ramos Americana Editora,

El otro frente de guerra

Buenos Aires, 1982)


El libro El otro frente de guerra, editado a poco

El 2 de abril de 1982 fue una fecha que no he de olvidar nunca. Sin duda esta fecha marc significati-

de terminada la guerra, inclua reflexiones, car-

vamente a todo el pas. Pero para 10.000 familias argentinas la situacin adquiri un sentido diferente:

tas de soldados y de familiares, y se preguntaba

nuestros hijos eran conscriptos y seran enviados a la guerra.

qu pueden hacer los padres y qu puede hacer


el pueblo argentino para ayudar a aquellos que
volvieron de la guerra. Aqu transcribimos el
prlogo del libro.

Es indudable que la ptica frente al conflicto vara aqu fundamentalmente. El nivel de compromiso es
mayor y no es fcil que quienes estbamos en esa posicin nos dejramos arrastrar por triunfalismos.
El peligro que corran nuestros hijos, la certeza de las noticias que provenan de sus cartas, donde nos
contaban del fro, del hambre, en fin, de la realidad, nos pona a cubierto de la propaganda que durante
dos meses desorient al pueblo argentino.

Como no soy militar no entiendo de guerra, ni de tcticas o estrategias. Como soy mdico y padre, entiendo de paz, trabajo y solidaridad. Entonces creamos este Grupo de padres de soldados que durante la
guerra funcion en la ciudad de La Plata. Un grupo que sigue funcionando despus de pasada la guerra.
Para ayudar a los muchachos que volvieron, para ayudar a los padres de los que no volvieron, para que
en el futuro esto no vuelva a ocurrir. Para volver a tener fe en la vida y poder transmitirla a nuestros hijos.

Nuestros hijos fueron enviados a una lucha que no eligieron, decidida por un gobierno que no eligieron,
para la cual no estaban preparados. Haba en la Argentina 40.000 profesionales preparados por vocacin
y estudio para una guerra. No es fcil entender por qu se envi a 10.000 muchachos de 18 a 20 aos
que carecan de la preparacin necesaria. Ciertamente si yo tuviera que enfrentar una epidemia y contara
con 40.000 especialistas, no iba a mandar 10.000 enfermeros, por ms amor y valenta que esos enfermeros tuvieran.

Pero all fueron y se comportaron con gran valor y dignidad. Durante dos meses nos alentaron con sus
cartas, nos hicieron rer con un humor que persisti aun ante los momentos ms graves. Y eso nos llena
de orgullo. Un orgullo que no nace en una adhesin a la guerra ni cuestiona sus causas. As como ante
un terremoto nuestros hijos tuvieran conductas valerosas, tendramos legtimo derecho al orgullo sin que
eso signifique una adhesin al terremoto.

33

Los padres no nos quedamos quietos. Por el contrario: formamos nuestro


propio ejrcito. Un ejrcito de paz, para respaldar a nuestros hijos. Y recogimos ayuda de mucha gente amiga, de muchos militares, de autoridades del
gobierno, de instituciones oficiales y privadas. Pero fundamentalmente de
personas, de amigos, del pueblo platense.

No vimos durante este tiempo al Seor No Te Mets, esperbamos haber


acabado con l, temo que slo estaba de vacaciones.

Porque ahora todo parece querer volver a la normalidad. Mejor olvidar lo


que duele es el lema bsico del seor No Te Mets. Igual que su primo el
Seor Yo?: argentino.

Ellos les abrieron las puertas del cuartel el da 21 de junio y les dijeron: salgan muchachos, saludos. Ni un homenaje, ni un acto que les permitiera ver
el tan pregonado agradecimiento popular. Ni una simple medallita recordatoria. Slo alguna institucin privada tapa esta indiferencia culpable.
Tras su captura, soldados argentinos trasladan el cuerpo de uno de sus compaeros.

Pero los padres no queremos eso. Queremos la denuncia de lo ocurrido, no


para venganza sobre los culpables pero s para no repetir la historia. Saber lo
que ocurri, cmo ocurri, por qu ocurri. Que se difundan verdades y se
eviten los mitos.

34

(Comodoro Carballo, Pablo Marcos Rafael, Ed.

Halcones de Malvinas

Argentinidad, Bs. As., 2006)


Halcones de Malvinas se utiliza como libro

Captulo XIV La casita Bariloche

de texto en la Escuela de Aviacin Militar. Su


autor pilote el cazabombardero A4-B Douglas

Relata: El Autor (Piloto de A-4B Skyhawk)

Skyhawk durante el conflicto de Malvinas. Fue


condecorado por el Congreso Nacional con la
Cruz de la Nacin Argentina al Heroico Valor en

Nuestro Escuadrn tena como alojamiento una casa que por sus caractersticas, construida en madera y
piedra, me recordaba mucho a las de San Carlos de Bariloche, de donde soy oriundo.

Combate. Se trata de un libro de memorias que


relata las misiones de guerra de la Fuerza Area
y recuerda a quienes cayeron.

El otro Escuadrn de A-4B se alojaba en otro lugar, pero debido a que nuestra casita de Bariloche tena
ms privacidad, all nos juntbamos todos los pilotos en los pocos momentos de esparcimiento que
tenamos.

Vista por fuera pareca pequea, pero por dentro era muy grande, con seis habitaciones, un depsito espacioso, tres pasillos, una cocina y antecocina, un living con sillones hechos de hormign, que rodeaban
tres paredes de la habitacin y otro en un desnivel en el centro de la misma, todos cubiertos con almohadones; adems de dos baos y la salita que estaba en la entrada con el telfono, ese invalorable telfono
que nos traa a travs de miles de kilmetros las voces de nuestros seres queridos. Haba tambin una
gran heladera que nuestros familiares y los argentinos no permitan que se vaciara nunca.

Todo lo compartamos, los mantecados, los alfajores, las alegras, el chocolate de Bariloche (regalo de mi
amigo barilochense Epifanio Umaa), las lgrimas, los malos momentos, las satisfacciones.

ramos un grupo de pilotos y al mismo tiempo una gran familia.

Voy a tratar de describir a las mximas personalidades. El Capitn Palaver Turco grande, campen de
ajedrez, imbatible, se deleitaba cuando distradamente deslizaba un jaque mate. Era serio, aplomado;
su manera de actuar inspiraba autoridad y respeto. El Primer Teniente Filippini, muy bueno para jugar
al truco y tambin para hacer trampas. El do Fernando Romero (nuestro mdico) y Lucho Guadagnini,
haciendo la vida imposible a todo el mundo con sus bromas, si hasta el tranquilo de Mariano lleg a
enojarse con su tercera cama turca.

35

Hablando de Lucho, era tambin el campen indiscutido de un juego didc-

Otro fue el cumple del Mayor Dubourg, a quien respetuosamente (es ms

tico que consista en alinear cuatro discos en lnea recta o diagonal.

antiguo que yo) apodamos Conejo. Fue un cumpleaos criollo, con mucha
guitarra (cant, y muy bien, el cumpleaero), una zapateada y por ltimo, sin

Una cama se quebr a causa del festejo de un gol argentino en el mundial,

ninguna vergenza, se comi una zanahoria.

debido al peso y los saltos que tuvo que soportar.


A veces alguien no volva de una misin, y algn amigo se encargaba de
El teniente Arrars (Turco chico), llegaba con su sonrisa y transmita una

guardar sus cosas en un bulto que se colocaba sobre la cama que hasta

sensacin de paz y equilibrio que reuna pronto a su alrededor a los necesita-

ese da haba ocupado, para ser devueltas a su familia.

dos de aprecio y tranquilidad.


Yo tuve dos das en los que decay mi nimo; cuando ataqu el Formosa y
Estaban tambin los cuentos de Mariano, que no tiene prcticamente

cuando sal en la tapa de una revista en la que se me atribua el hundimiento

nada que envidiarle a Landriscina, sobre todo los que se referan a un tal

de un buque al que yo ni siquiera haba atacado, siendo que cuatro de mis

Delfor, famoso gangoso de Villa Dolores. Hablando de Mariano, estando all

amigos haban muerto all. Realmente me decepcion la actitud de algunos

y unos pocos das antes de que se eyectara en combate, fue su cumplea-

periodistas que con tal de hacer una nota no dudan en mentir. Inmediata-

os. Durante el da hicimos como que nos habamos olvidado, luego a la

mente sent el afecto de mis camaradas que me acompaaron, entre los que

noche, mientras l cenaba buscamos una enorme torta y algunas sidras. Yo

recuerdo al Turquito Arrars, a Filippini y a Fernando Romero.

previamente haba comprado un disco que tiene una cumbia llamada Amor
a Primera Vista con mucho ritmo, que an conservo.

Fernando merece un espacio aparte, l es nuestro mdico, pero ms que

Apagamos las luces, prendimos las velas, buscamos latas, cacerolas, peines,

de cabecera. En esta guerra, que agradezco a Dios haber vivido, perdi a

una guitarra y todo lo que pudiera servir para una velada fantasmagrica, a

algunos de sus mejores amigos y sin embargo siempre estaba con una son-

la luz de una nica e inmensa vela blanca; mientras algunos bailaban al ms

risa, con una broma, con una palmada cariosa, con una palabra de aliento.

eso fue nuestra madre, nuestro hermano, nuestro amigo, nuestro psiclogo

36

puro estilo candombe, la improvisada orquesta con el disco de fondo ejecu-

Realmente si tuviera que definirlo en pocas palabras, dira que fue nuestro

taba. Fue un lindo momento y l se emocion mucho!

ngel guardin.

Otro cumpleaos que festejamos fue el del Alfrez Barrionuevo, al que llama-

Cuando cay Mariano, aquel 27 de mayo, recibamos las llamadas de sus

mos Bam Bam por razones obvias, ya que tena mucho en comn con el

familiares y juntos tratbamos de darles nimo, les decamos que vayan

chico terrible de los Picapiedras. Ese da tuvimos una fiesta rabe, en la que

preparando el asado para cuando lo encontrasen, asado que todava no fue

el homenajeado se disfraz de odalisca y bail sobre una mesa.

pagado! Cuando colgbamos, nos mirbamos y llorbamos juntos.

Un da lleg el Alfrez Vzquez, al que yo llamaba afectuosamente Mi Nu-

En la casita Bariloche, vivan dos soldaditos, Trnsito y Kojack (por lo

meral, muy afectado porque haban abatido en un ataque (cuando entraban

pelado), encargados del mantenimiento de la misma. Ellos fueron testigos

juntos a un mismo blanco) a su Jefe de Seccin. Con Fernando tratamos de

de todo lo que pas en esos dos meses y medio en los que aprendimos

confortarlo y l me repeta una y otra vez:

mucho sobre nuestra profesin y sobre la vida. All comprend que lo nico
que realmente vale es lo que alimenta el espritu. Dios, nuestras familias,

Porqu Dios no me llev a mi que soy soltero y s lo hizo con tres casa-

nuestros amigos, nuestros principios, nuestros ideales.

dos? Porqu se llev al Sordo Nvoli? Si llego a morir en otra misin


dgale a mis padres que

En esos momentos tremendos, nunca pens en las cosas materiales que


pude o no haber tenido, pero sin embargo tuve remordimientos porque un

Cllese Numeral, usted no va a morir nada, djese de pavadas!

da, antes de que llegara la orden de despliegue, mi hijo Pablito me pidi


que furamos juntos a andar en bicicleta y yo le dije que no, (pese a que

Seor, por favor, hgame caso, si yo llegara a morir en otra misin dgales

insisti), porque estaba cansado.

que
Comparta mi habitacin con un Oficial, el Alfrez Gmez, alias Cheto, del
Numeral, usted es demasiado joven para morir, venga a tomarse un caf

que fui instructor cuando era cadete hace algunos aos, en la Escuela de

bien cargado y djese de pensamientos fatalistas

Aviacin Militar. Las fotos de mi seora, mis hijos y su novia nos acompaa-

Cunto lament despus no haberlo escuchado!, pues no existe una edad

encerraban aquellos que necesitaban un poco de soledad.

ron en esos largos das. All se reunan muchas noches los guitarreros o se

para morir, ni somos nosotros los que digitamos los destinos humanos,
luego caera l tambin como un valiente y como me dijo la esposa de un

Muchas veces, cuando de noche encendamos el televisor y veamos a la

Oficial, en un momento clave, ya luego de hablar con dos de estos hombres

gente que no slo se entretena, sino que demostraba estar ms cerca del

de 23 o 24 aos, el Turquito Arrars y Mi Numeral Vzquez, sali al pasi-

mundial de ftbol que de esa tragedia que vivamos da a da, nos rebelba-

llo a dejar caer libremente sus lgrimas, emocionado por el coraje y la pureza

mos un poco.

que rebosaban. Mientras siga habiendo hombres como ellos en nuestra


tierra, podremos estar tranquilos que no se habr secado la semilla de San

Era una sensacin parecida a estar dentro de un pozo, ver que cerca de su

Martn, Belgrano, Necochea y tantos otros.

boca pasa mucha gente, gritar y gritar y que todos continuasen distradamente sin escuchar nada.

Un prrafo para el Primer Teniente Sordo Nivoli, el Jefe de Seccin que


nombr anteriormente, una persona agradable, tranquila, respetuosa; su

Pero luego nos llegaban cartas como la de Juan Jos Alarcn, alumno de

humildad lo destacaba.

5 grado de la Escuela Parroquial de la Merced de Salta, (quien hoy es mi


amigo y ya un hombre, amigo de Los Nocheros) que me peda que llevara

37

su carta y su foto en una misin de combate, vestido con su equipo de

Todo esto me hizo comprender que detrs nuestro haba un maravilloso

judo, para compartir la lucha con nosotros, o la carta de Sonia Pereyra, o

pueblo. Que no estbamos solos; que aquellos seres vacos eran las excep-

de Adriana de Torres, o de Liliana Said, o esa notita pegada a un pomito de

ciones, que tenemos muy buena madera y me hizo soar en el da en que

dentfrico, que lleg a un soldado con palabras de aliento de alguien con

los argentinos, con su inmensa capacidad, despierten y comiencen a crear,

un apellido parecido a Morelo, o cuando un Oficial me cont que fue a un

a dar, a amar.

banco a cobrar un giro y vio a un muchacho pobre, de escasa ropa para el


mucho fro del sur, depositando $200.000 (moneda corriente de esa poca)

Finalmente, vaya como ancdota: La foto de Juan Jos Alarcn nunca lleg

para contribuir con la lucha. Realmente me emocion mucho, pues como

al combate, pase por todo nuestro mar territorial pero todo aquel que la

Dios dijo: Realmente da aquel que se despoja de lo que necesita y no el

portaba, inexplicablemente, no poda llegar al blanco, entre ellos yo el da

que da lo que le sobra.

8 de junio, aunque no s si le dije alguna mentira piadosa, para que no se


frustrara.

38

(Bonzo, Hctor, Ed. Argentinidad, Bs. As., 2004)

1093 tripulantes

1093 tripulantes es un material que describe


con detalle los operativos, la travesa y el final

Maldito temporal

del Crucero ARA General Belgrano. El autor


escribe desde el centro de la escena, ya que fue
el comandante de ese crucero hasta su hundi-

El prenuncio de tempestad comenz a cumplirse en firme a partir de las 19.00 hs. La primera consecuencia fue sobre los cabos de amarre entre balsas, pues el movimiento brusco lleg a tensionar dema-

miento. Hctor Elas Bonzo falleci el 22 de abril

siado las sogas. Se corra el riesgo de que en cada golpe saltaran los cncamos de amarre y consecuen-

de 2009 a los 76 aos.

temente se rompieran los flotadores. En una accin que fue generalizada en toda la escuadrilla de balsas,
se cortaron ex profeso los estorbos para liberarnos de aquel peligro inmediato.

El vaivn de los cuerpos producido por el mar agitado comenzaba a perturbar la estabilidad de la balsa y
la atencin de los heridos. Tambin comenzaron los vmitos deberan agregarse unas 100 bolsitas de
polietileno para los vmitos de los tripulantes; y los problemas con las portas uno de los problemas
que tuvo la balsa fue la rotura del cierre externo de una de las aberturas de entrada. stas eran de lona y
tenan cierre relmpago o filsticas de camo. Tanto unos como otros, fueron perdiendo efectividad por
la fuerza del viento y permitieron el libre gualdrapeo de las telas. La consecuencia ms grave fue que la
corriente de aire helado, acceda sin contemplacin hacia el interior de la embarcacin, disminuyendo de
inmediato la sensacin trmica a varios grados bajo cero.

Las respuestas de las dotaciones para conjurar este ltimo problema fueron ms o menos similares y
pasaban por una guardia rotativa para sostener las portas cerradas. El tiempo de guardia de cada uno
lo daba la capacidad para soportar el inicio del congelamiento de las extremidades. Ese tiempo puede
estimarse en 15 minutos, rotndose tambin el uso de guantes.

Fue algo afortunado que los hombres que llegaron mojados a las balsas, no superan el 30% del total.
Ello mejoraba las condiciones iniciales. Pero no pasara mucho tiempo para que en algunas balsas se revirtiera esta situacin, debido al ingreso de agua facilitado por la rotura de las portas. Fueron los pies los
que ms sufrieron las consecuencias, al estar en contacto con el piso mojado, determinando patologas
circulatorias las balsas deberan tener un doble piso tipo enjaretado, como para evitar el contacto con
el agua.

39

Respecto del equipo personal de abandono, considero altamente satis-

un cansancio muscular muy grande en piernas y cinturas. Con el agravante

factoria la forma en que se cumplieron las recomendaciones rutinarias. Se

de que el piso con agua iba empapando nuestras ropas.

comprob que el 85% posea la ropa completa y que un 30% de ellos, tena
adems mantas y ropa completa y que un 30% de ellos, tena adems

A 21.00 hs., el maldito temporal lleg a su mxima crudeza, con olas que

mantas y ropa seca de repuesto. Esto fue lo que ayud para abrigar mejor al

seguramente llegaban a los 10 metros de altura. Los formidables golpes

15% que tena distinto grado de dficit en su vestimenta.

contra las balsas, no nos dejaron mucha esperanza de sobrevivir a terceros

Al avanzar los minutos, algunos flotadores comenzaron a perder presin, de-

aplast literalmente contra el piso de la embarcacin. La sacudi con una

intentos. La primera demostracin fue cuando un torrente de agua nos

bido a pinchaduras causadas por astillas de los contenedores, golpes contra

ferocidad desconocida aun para quienes llevbamos ms de 30 aos na-

el casco del buque y aun por algn clavo de zapato. Como ya comentamos,

vegando esos mares del Sur. No se muestra exagerada esta apreciacin, al

algunas balsas zozobraron a los pocos minutos de haberse ocupado alo-

comprobar posteriormente las averas sufridas por los destructores, cuando

j la balsa correspondiente a mi rol, por la banda de babor, pero al golpear

en esos precisos instantes estaban capeando el mismo temporal que azota-

contra los hierros sueltos que haba en proa por causa del torpedo, deb

ba la zona.

tirarme al agua y nadar hasta otra balsa (Tte. De Corbeta, Carlos Castro
Madero).

Para tratar de combatir esos embates del mar, adoptamos una manera racional de incorporarnos, para sostener con nuestras espaldas el techo de la

La pequea luz del techo permiti encontrar, dentro de la bolsa de pertre-

balsa, toda vez que intuamos el golpe. Los que podan hacerlo, conforma-

chos, los elementos de primera necesidad para el comienzo de la travesa.

ban verdaderas columnas humanas, dando mayor rigidez a la estructura del

Un inflador un achicador para sacar el agua del piso una linterna un

techo y permitiendo una mejor recuperacin de la embarcacin. El preaviso

medicamento los medicamentes estaban en una funda plstica herm-

para cada maniobra lo daba un ruido parecido al de una locomotora que

ticamente cerrada. Pero una vez abierta, ya no haba forma de evitar que

se acercara a gran velocidad. Y a fuerza de resistir, con cada golpe nos

pudieran mojarse, si entraba agua. (Tte. De Navo Odontlogo, Mario E.

hacamos ms prcticos para tan indita tarea. No debe descartarse que, en

Muoz).

algunos casos, el agua debi rodear totalmente la balsa, convirtindola por


segundos en vehculo submarino la balsa en que me encontraba tena 20

Hacia las 20.00 hs., ya se haca extremadamente difcil mantenerse sentado

hombres y durante el temporal se dio vuelta, quedando apoyada sobre el

sobre los flotadores, que a su vez oficiaban de bancos. El vaivn era insopor-

techo por unos instantes (Tte. De Navo Julio A. Dopazo).

table y slo en las balsas sobrecargadas se podan evitar los desplazamientos bruscos, en razn del hacinamiento. Si bien los mismos asientos tenan

40

La penumbra interior lograda por la pequea lmpara tambin nos ayud a

agarraderas para sostenerse, no bastaban para impedir que cada rolido

encontrar la navaja marinera para cortar trozos de sogas para atar las portas.

de 50 grados nos tirara al piso, desde la posicin casi fatal que tenamos

Y tambin nos permiti observar aquellos que pese a todos los movimientos,

sentados. Cientos de esos movimientos de caerse y pararse, determinaron

se estaban dejando tentar por el sueo inconsciente y peligroso. Ese sueo

que pareca hundir no en las profundidades del mar, sino en un letargo

alternativa vlida para ayudar a recomponer un poco a los ms necesitados

cmodo y agradable, pero definitivo

fsicamente. Y entonces, los que podan usaban la bolsa recolectora, pero

Por eso los cantos, los rezos, las bromas Por ello fue que los golpes del

con 36 grados de temperatura, a la frente y las muecas de los heridos.

en lugar de lanzar el lquido al mar como era la teora, se arrimaba esa bolsa

mar vinieron tambin a evitar aunque con malas artes el sopor de la muer-

Muchos de ellos recordarn an, aquella estimulante y novedosa bolsa de

te blanca. Vimos algunos muy cerca de ella, cuando estaban en total silencio,

agua caliente.

sin gestos y movimientos voluntarios, como encerrados en si mismos A


Dios gracias sus compaeros los recuperaron para la vida, sin que los afec-

Trascurridas las primeras 12 horas de travesa, era imposible saber hacia

tados hubieran cado en la cuenta.

dnde nos trasladaba el viento. Seguramente por su fuerza actual, se impona a las corrientes ocenicas que en zona son hacia el Nordeste. Y si la di-

Despus de varias horas de soportar 120 Km/h de viento y todas sus secue-

reccin del viento seguan siendo hacia el Sudeste como instantes antes del

las imaginables, ratificamos la confianza en nuestras embarcaciones. La que

torpeamiento, el resultado sera un alejamiento cada vez mayor de la costa.

fuimos adquiriendo en forma emprica, al pasar exitosa aunque penosamente, cada exigencia de esa noche interminable.

Al avecinarse el crepsculo matutino, pudimos comprobar por el resplandor


de un tmido sol, que nuestro rumbo era indefectiblemente hacia el umbral

Y aunque muchos habrn pensado ntima y seriamente en una muerte que

de las aguas antrticas. Cuando un tripulante de la balsa me pregunt si

podra sobrevenir a cada momento, no conozco caso alguno en que ese

el viento nos estara empujando hacia tierra, cre necesario no quitarle la

temor se haya exteriorizado como para influir negativamente en el grupo.

ilusin

Durante aquella primera noche en balsas, nadie bebi ni comi nada. No


nos sorprendi, porque se cumplan ni ms ni menos lo que para estos
casos indicaban los manuales de supervivencia. Dicen ms o menos as: Lo
ingerido normal y rutinariamente en el perodo anterior al siniestro, permite a
los nufragos no tener necesidad de comida ni agua, en las primeras 15 a
20 horas posteriores al abandono del buque.

Con el fro se hizo ms frecuente el deseo de orinar. Pero no resultaba


sencillo hacerlo, usando las bolsas recolectoras de plstico. Y entonces
fue cuando aconsejamos a los que tenan ms dificultades producir la
miccin sobre el mismo cuerpo. De tal forma, el contacto de la orina con la
piel fue una accin benefactora. Como resultado de ello, pensamos en otra

41

La Revista Lote es una revista especializada en


cultura, realizada por un grupo de intelectuales

Revista Lote: entrevista con tres periodistas que


cubrieron la guerra

que tambin fund la Universidad Libre de


Venado Tuerto y que actualmente lleva adelante

En 1982, tres jvenes cronistas, Miguel Wiazki, Mario Markic y Daniel Ares, vivieron en carne propia

una experiencia similar en Rosario. En uno de

todo el proceso social y militar y fueron los encargados de transmitir desde Malvinas, Tierra del Fuego y

sus nmeros public una entrevista con tres

Buenos Aires lo que iba ocurriendo. A 16 aos de aquel momento, juntamos a Miguel Wiazki, Redactor

periodistas que cubrieron la guerra. El ttulo era


Una guerra bastarda y estaba firmada por

Jefe de la Revista Noticias y Mario Markic, ganador de un Martn Fierro por su labor en Todo Noticias,
para que nos relatasen a la luz del tiempo lo vivido durante esos dos meses lejanos.

Fernando Peirone.
El tercero de ellos, Daniel Ares, es autor de la novela Banderas en los balcones, una crnica ficticia en la
que ellos tres son sus protagonistas y donde se describe el proceso que va de la exaltacin desmedida a
la depresin que produjo la derrota. Reproducimos un fragmento que alude a un curioso episodio: la extraa manera con que se obtuvieron las fotos del naufragio del crucero General Belgrano y su posterior
destino.

Dnde estaban trabajando el 2 de abril de 1982?

W: Estbamos los tres, Mario (Markic), Daniel Ares y yo en Editorial Atlntida, en la revista Somos. La
cobertura del sur, la hicieron Mario y Daniel; yo aqu en Buenos Aires.

M: Yo estaba en la misma editorial pero en la revista Gente, con Daniel trabajamos juntos en Tierra del
Fuego, compartamos el mismo fotgrafo, Marcelo Figueras. No haba mucha gente, nosotros tres, un
chico de Siete Das, Roque Escobar, que estaba manijeado por la marina en esa poca, tres miembros
de la TV sudafricana, aunque todo el mundo pensaba que pertenecan a la TV inglesa.

Cmo se vivi Malvinas en el Sur?

M: Fue muy curioso, porque en Ushuaia no pasaba nada, no haba guerra, era una ciudad, casi como sera hoy, con una vida normal. A 300 km. de all, en Ro Grande, fue el lugar donde ms se not la guerra,
excepto, lgicamente, en las propias islas; porque fue la nica ciudad donde hubo realmente toque de
queda y ejercicios de oscurecimiento durante toda la guerra; se viva en tensin de guerra porque all es-

42

taban las escuadrillas de aviones Hrcules, los Caza y Mirages. Las ventanas

cabos, etc., y ellos saltando a caballo. Fue un golpe fuerte porque vi que los

del hotel y todas las casas tenan cortinas negras, a la media noche haba

jerarcas estaban en otro mundo, esa era la realidad del pas.

toque de queda, y la gente de defensa civil y marina patrullando. Era una


ciudad aterradora, de calles muy anchas, en invierno, con niebla, fro, barro,

Qu piensan de esa guerra?

con una llovizna perpetua, desolador. La situacin de la vida cotidiana era as.
M: Para m siempre fue una guerra bastarda, yo siempre entend lo de la
Y en Buenos Aires se vivi?

causa justa, pero seamos claros, el objetivo no era recuperar las islas como
patrimonio extirpado, sino que el motivo fundamental era obtener un plafn

W: Yo me qued. Viv la locura, la transformacin del pas. El 30 de marzo

poltico, un recurso frente al descontento social creciente, de manera tal

de 1982, una marcha de trabajadores haca la primera manifestacin

que los militares lo hicieron pensando en eso. Todo lo dems, lo de las

grande contra los milicos, con una gran represin en Plaza de Mayo. Un da

agresiones permanentes, la defensa por la explotacin del petrleo, etc., era

despus, me dicen en la revista: va un contingente a tomar Malvinas; me

mentira. Y as como Miguel interpret la realidad desde Buenos Aires, yo,

quedo toda la noche escuchando radio Colonia, y a la maana siguiente,

desde all, lo que pude comprobar era que efectivamente haba dos pases.

el 2 de abril, me despierto con la novedad de que efectivamente haban

Desde Comodoro Rivadavia para abajo, la situacin de conflicto blico y el

desembarcado tropas argentinas de Malvinas. Inmediatamente voy a Plaza

temor, y la concentracin, se viva muy diferente que en el resto del pas, y

de Mayo, por intuicin periodstica, antes de ir a la redaccin, y veo la oleada

sobre todo con Buenos Aires. Los medios de comunicacin eran bsica-

de manifestantes fervorosos a favor de la guerra. Voy a la redaccin, me

mente triunfalistas y la lnea que se bajaba iba en ese sentido. Nosotros

vuelven a mandar a la plaza, veo eso que era un disparate y lo que digo es:

estbamos en Ro Grande, atentos a lo que pasaba, mirbamos la TV que

los ingleses nos van a hacer mierda; en ese momento yo laburaba en inter-

transmita en directo, no me voy a olvidar nunca esa campaa que se hizo

nacionales, y mi percepcin, de pendejo, era que iban a bombardear no slo

y en la que despus se robaron toda la plata, una maratn que condujeron

el sur, sino Buenos Aires. Est bien, yo tena una mirada apocalptica sobre

Cacho Fontana con Pinky, donde iban todos los famosos y la gente a donar

el asunto, pero no entenda esta postura fanatizada de la gente en pro de

dinero, joyas, etc. Era una realidad totalmente esquizofrnica, todos lloraban,

una guerra. Es decir, en tres das vos veas una sociedad cambiante, que en

y vos pensabas: ac suenan tres veces por noche las sirenas de alarma,

el pico mximo de malestar contra la dictadura se transformaba en un apoyo

puede caer un bombazo en cualquier momento, y all a 3.000 Km., la gente

masivo. Causa justa contra el colonialismo, lo que quieras, pero lo que yo vi

llorando, era una expresin humana que no se condeca con un momento

fue una esquizofrenia nacional, un pas que ignoraba la soledad, el viento y

tan desesperante como el que se viva en el sur, donde la cercana con la

las balas de Malvinas; Buenos Aires apoyaba de palabra y festivamente. Hay

guerra era real; yo vea a los riograndenses caminando perfilados en contra

una ancdota que ilustra muy bien el momento. Un da voy por Palermo y

del viento, en una suerte de resignacin, pero estoicamente, viviendo la si-

veo un concurso de salto de equitacin, militares de rango saltando y la gen-

tuacin con preocupacin y concentracin pero sin derramar una lgrima, y

te aplaudiendo, era un momento de gloria para ellos, all moran soldados,

por otro lado toda esa cosa loca, meditica, la gente agitando las banderitas,
y Galtieri hablando pelotudeces todos los das.

43

Vos qu posicin tenas?

M: Yo siempre, desde el principio, pens que bamos a perder la guerra, era


una causa justa pero bastardeada por los objetivos finales, y pienso que
hubo olvido premeditado y angustioso, condenando no slo a los militares
sino tambin a los soldados que se comieron un garrn sin tener una vocacin profesional, pero que estuvieron y vivieron momentos muy crticos. Pensamientos de este tipo hay muy pocos en el pas, es el mo, no s si bueno
o malo, pero desde mi lugar yo critico a los otros, a fondo. Algo que no
puedo dejar de pasar por alto es la conducta de los militares, que hicieron la
guerra sin convencimiento, porque la guerra para ellos no exista. Dos veces
me dijeron cosas en ese sentido que me llamaron la atencin. Una, cuando
me dijeron esto es un simulacro de combate; y la otra, dos oficiales, en
De vuelta a casa tras la rendicin.

tono de confesin: mir nos equivocamos de guerra, tendramos que haber


peleado contra Chile. Anteriormente en el hotel de Ro Grande, haba dos
pilotos de helicpteros, y con promesa de no publicar nada, hablamos con
sinceridad; yo les deca lo que pensaba, y ellos lo derivaron hacia lo poltico,
nos cuestionaban a nosotros como periodistas porque no decamos la
verdad, que la guerra ya la haban peleado, que ya la haban ganado. Qu
guerra?, les pregunto. Cmo qu guerra? La guerra contra la subversin,
esa es la guerra nuestra, la verdadera. Yo les digo El pas est en guerra,
y contra Inglaterra, por si no se dieron cuenta. Yo les deca que haba falta
de conviccin en lo que estaban haciendo, y ellos decan que como militares
argentinos era importantsima la capacitacin en Inglaterra y EE.UU., y que
bueno estaban peleando contra sus hermanos, porque eran occidentales,
como nosotros, aunque hubiera un territorio que defender.

44

Aqu se transcriben testimonios de soldados

Semanario Impacto, Puerto Madryn, 26/6 al 2/7 de 1982

argentinos al llegar a Puerto Madryn, provincia


de Chubut, una vez finalizada la guerra.

Sorprendidos con la poblacin Nos dijeron que nos iban a apedrear

Nos dijeron que no bamos a tener contacto con los habitantes de Madryn porque nos iban a apedrear.
Quin dijo eso? interrogamos sorprendidos. En el buque nos informaron nuestros jefes que el pueblo
estaba enojado por la rendicin en las Malvinas; que haban sacado a Galtieri y que teman que la poblacin de esta ciudad nos fuera a apedrear, por eso no bamos a tener contacto con la gente.

Qu sintieron?

Estbamos preocupados en serio y muy tristes, pero cuando vimos como nos aplaudan y nos vivaban al
pasar nos sentimos renacer y muy sorprendidos. No lo esperbamos. No esperbamos este recibimiento
tan carioso, por eso sentimos la necesidad de darles algo y arrojbamos lo que podamos de nuestros
uniformes.

45

Soldados

Junio de 1982. Un fotoperiodista de una agencia internacional registr esta toma en el aeropuerto de
Malvinas. Soldados argentinos prisioneros esperan para entregar sus armas y ser reembarcados rumbo
al continente. La cantidad de ropa de abrigo da una idea de la rigurosidad del clima. Al fondo, se observa
un avin Pucar, cazabombardero argentino. Estos aviones fueron inicialmente construidos para operaciones antiguerrilleras. Durante la guerra de Malvinas fueron uno de los conos de la propaganda, ya que
eran un smbolo del desarrollo de la industria nacional y, por extensin, de la resistencia criolla frente al
imperialismo. Tecnolgicamente no eran adversarios para los aviones britnicos a reaccin.

46

47

propuestas
para trabajar en el aula

CONSIGNA DE INVESTIGACIN

CONSIGNA DE REFLEXIN

Y PRODUCCIN ESCRITA

E INVESTIGACIN

En el comienzo de este captulo se describe

Para buscar legitimidad, la dictadura militar

brevemente el contexto en el que se desarroll

apel en varias ocasiones al discurso naciona-

la guerra. Se puede proponer que lean este

lista (en el mundial de 1978; en el conflicto con

apartado, amplen la informacin del contexto

Chile; y en la guerra de Malvinas). En los tres

y escriban un breve texto que de cuenta del

casos busc reactivar ideas y sentimientos que

mismo.

existan en el imaginario argentino: la pasin por


el ftbol, ciertos recelos territoriales con Chile

Qu tipo de gobierno se haba establecido

(que no prosperaron del todo), y la adhesin a

en nuestro pas? Qu caractersticas tena?

la causa Malvinas (ver captulo 2).

En este captulo brindamos algunos elementos para

Qu conflictos atravesaba? Qu suceda

reflexionar sobre la guerra: en qu contexto se pro-

a nivel econmico? Qu ocurra con la

dujo, cmo reaccion la sociedad, cmo operaron

actividad sindical? Qu tipo de denuncias y

los medios de comunicacin, quines fueron los

reclamos se acrecentaban?

protagonistas y cmo transitaron esa experiencia. A


continuacin presentamos ejemplos de propuestas
de enseanza para trabajar con los estudiantes.

Proponemos que indaguen en el significado


del trmino nacionalismo, que busquen
informacin sobre el Mundial 78 y el conflicto con Chile, y que discutan acerca de por-

Para ampliar el contexto se puede sugerir


que indaguen en otras situaciones en Am-

qu la dictadura recurri a esos tres temas


y no a otros para generar consenso social

rica Latina: Qu suceda en otros pases de

y cules fueron las consecuencias de esas

Amrica Latina? Qu tipos de gobiernos

apelaciones.

tenan? Por qu en varios pases haba


dictaduras militares? Qu lugar ocupaba
Estados Unidos en este proceso?

49

CONSIGNA DE LECTURA

Una vez leda la introduccin se puede proponer

CONSIGNA DE REFLEXIN GRUPAL

Los testimonios transcriptos dan cuenta de una

Qu frase de cada uno de ellos es espe-

que se realice una cronologa con los hechos

importante diversidad de experiencias de guerra.

cialmente llamativa? Por qu?

ms destacados de la guerra de Malvinas y su

No todos los que estuvieron en el conflicto lo vi-

Hay elementos en los testimonios que per-

contexto. Algunas fechas para tener en cuenta:

vieron del mismo modo. Se puede sugerir com-

mitan vislumbrar el contexto dictatorial?

el 30 de marzo, el 2 de abril, el 1 de mayo, el 2

parar los diferentes testimonios de quienes pe-

Cules? Y si no los hay por qu es?

de mayo, el 10 de junio, el 27 y 28 de mayo, el

learon: los soldados, el integrante de la Fuerza

10 de junio, el 14 de junio.

Area y el tripulante del Buque ARA Gral. Belgrano.

Se parecen en algo? En qu? Qu tienen en comn?


En qu se diferencian? En qu radican
esas diferencias?

Segn lo que cuentan qu fue lo que ms


los marc de su experiencia de guerra?

50

CONSIGNA DE REFLEXIN GRUPAL

La idea de hroe cambia con el tiempo y en

CONSIGNA DE INVESTIGACIN

Tal como muestran los testimonios y enuncia la

CONSIGNA DE INVESTIGACIN Y DEBATE

Se puede trabajar sobre el modo en que los

las distintas sociedades. En general, a quienes

introduccin del captulo, la guerra de Malvinas

medios masivos de comunicacin nacionales

fueron a la guerra se los llama hroes, pero

se vivi de modo muy diferente en las distintas

cubrieron el conflicto y despus comparar con

cuando una guerra se pierde y, adems, cae

regiones de la Argentina.

el modo en que lo hicieron los medios locales.

bajo sospecha por la forma en que fue conducida, determinar quin es y quin no es un hroe

Respecto a su rol se puede debatir sobre dos

Se puede proponer rastrear en los testimo-

se torna ms complicado. Se puede proponer

nios los tramos en los que se d cuenta de

discutir sobre el concepto de hroe.

estas diferencias y luego investigar qu paso

temas:

cin y la dictadura militar. Qu relacin

Se puede sugerir hacerlo a travs de

Cmo operaba la censura? Qu medios

Qu es un hroe? A quines se considera


hroes? Cambia el concepto de hroe?

El vnculo entre los medios de comunica-

en la propia localidad durante la guerra.

exista entre los medios y la dictadura?

Por qu? Puede haber hroes en una

testimonios directos de personas que hayan

resistan esa censura? Qu medios

guerra con fuertes componentes de improvi-

vivido en el lugar durante 1982, recurrir a los

apoyaban la dictadura y hasta la propagan-

sacin? Quin define quin es un hroe?

archivos de los diarios y averiguar si quedan

dizaban? Qu dijeron estos medios sobre

Quines seran los hroes del presente?

marcas en la propia ciudad.

la guerra? De qu modo informaron a la


poblacin?

Una vez discutidas estas ideas, se pueden


elegir distintos fragmentos de los testimonios que ilustren la idea de hroe que se ha
delineado.

El vnculo entre los medios y la sociedad. Por qu la sociedad crea en lo que


los medios publicaban? Haba quines
desconfiaban de esa palabra? Qu condiciones sociales permitieron creer que la
Argentina iba ganando la guerra?

51

CONSIGNA PARA LA IMAGEN

En el trabajo con imgenes es fundamental brin-

Una vez discutidas las preguntas, se puede

Las imgenes son tambin imgenes

dar informacin sobre el contexto, una narracin

sugerir la escritura de distintos epgrafes

mentales, representaciones que tenemos de

que ayude a leer la imagen.

para diferentes medios: un medio de circu-

la realidad, de la historia, de las personas,

lacin nacional, un medio local, un medio

de los acontecimientos. Se puede proponer

Les proponemos detener la mirada en la

extranjero, un peridico de los ex comba-

que los estudiantes trabajen en relacin a

imagen de este captulo y, previamente a

tientes. A su vez, se podra especificar si la

las propias imgenes mentales que tienen

leer el epgrafe, realizarles a los estudiantes

foto saldra publicada a la par del hecho o

de la guerra. Y que despus las comparen

una serie de preguntas: qu ven en esta

para recordar, por ejemplo, los 25 aos de

con esta y con las otras fotografas que

fotografa, quines son los que estn all,

Malvinas.

aparecen en este captulo. Cmo son esas

qu hacen, por qu creen que estn ah, de


qu momento de la guerra creen que es la

imgenes mentales de la guerra? Cmo

Otra posibilidad es leer el fragmento de

las construimos (por pelculas que vimos,

imagen, qu hay en el fondo de la imagen,

Los chicos de la guerra que figura entre las

por la televisin, a partir de relatos de

qu es lo que ms les llama la atencin.

fuentes del captulo. Qu dilogos pode-

otros, por cosas que lemos)? En qu se

Proponemos detenerse especialmente en

mos establecer entre palabras e imgenes

diferencian nuestras imgenes mentales de

los rostros (qu expresiones tienen, qu

a partir de las fuentes seleccionadas? Qu

la guerra y en qu se parecen a esta y a las

sensacin transmiten, a dnde miran, etc.).

fragmento de la fuente elegiran para hacer

otras imgenes de este captulo?

Despus de responder estas preguntas

hablar a esta imagen? Qu otras palabras

se pueden comparar las respuestas con

pueden encontrarse para acompaar esta

la informacin que brinda el epgrafe y

imagen?

analizar qu diferencias hubo entre lo que


los estudiantes vieron y el contexto real de
la imagen.

52

Las islas en
el imaginario argentino
previo a la guerra

LA FIGURA MTICA DEL GAUCHO RIVERO

supo levantar ms de una polmica

ocurri la guerra de 1982, las islas se transformaron en una metfora de

entre los historiadores. Naci en Montiel, Entre Ros, y su destino errtico lo

la vida en comn de los argentinos: defender las Malvinas era un modo de

condujo a las Malvinas, donde se conchab como esquilador de ovinos. Es-

defender la nacin y pronunciarse, a la vez, sobre la idea misma de nacin.

taba all cuando el 3 de enero de 1833, el comandante Onslow, al mando de


la corbeta Clo, desembarc en las islas, arri la bandera argentina, iz la in-

Liberales, nacionalistas, conservadores, socialistas, peronistas y hombres

glesa y se proclam gobernador. Tiempo ms tarde, Rivero y un puado de

de izquierda hablaron sobre estos temas; lo hicieron desde el Congreso, la

gauchos tomaron por asalto Puerto Stanley y ejecutaron a todo aquel que se

academia, la lucha callejera, la accin directa o el campo intelectual. Aqu

les opusiera. A los cuatro meses, fueron atacados por efectivos britnicos y

se researn algunas de esas concepciones atendiendo a lo que dijeron

tanto Rivero como sus hombres fueron detenidos y sometidos a juicio.

sobre Malvinas pero, sobre todo, a la forma en que pensaron la Argentina


y la historia nacional. Cmo definieron la idea de nacin? En funcin de

Algunos historiadores interpretan la rebelin de Rivero como un acto de

un territorio, de un conjunto de derechos, de un pasado en comn, de la

afirmacin patritica y eligen leerla en clave emancipatoria. Otros, en cambio,

defensa de sus recursos naturales y econmicos, de un proyecto de justicia

la explican por causas menos simblicas, el desencadenante habra sido

a construir? Cmo pensaron la relacin entre la Argentina y Gran Bretaa?

el rechazo britnico a los vales que los gauchos cobraban por su trabajo y

Qu palabras eligieron para hablar de los problemas nacionales: patria,

utilizaban en la despensa.

colonia, potencia, nacin? Eran riveristas o juzgaban a aquel gaucho de

En este segundo captulo nos proponemos recorrer algunos de los debates

excusa para pensar la nacin? Qu claves encontraron en este territorio?

forma desapasionada? Por qu recurrieron a las islas Malvinas como una

histricos que existieron en torno a las islas Malvinas sabiendo que en ese
nombre as como en el de Rivero se pueden leer aspectos constitutivos

El captulo se estructura en dos momentos:

de la cultura argentina. Qu rasgos significativos de nuestro imaginario


poltico y cultural se cifran en ese smbolo que engloba, como pocos, querellas histricas, luchas ideolgicas, expectativas colectivas y muertes en el

- El siglo XIX y el destino de grandeza. La visin mitrista del pasado nacional.

campo de batalla?
- El siglo XX y el extravo de la nacin. El revisionismo histrico y sus dos
El nombre Malvinas funcion muchas veces como metfora de la nacin

vertientes: la conservadora y la nacional y popular. El Operativo Cndor y

misma. Desde que en 1833 fueron usurpadas por Gran Bretaa y hasta que

55

los usos polticos del Gaucho Rivero. Alfredo Palacios. La palabra de los

Argentina estaba a la vanguardia de las naciones civilizadas europeas y en

exiliados en 1982.

pie de igualdad con las naciones de Amrica del Norte.

El siglo XIX y el destino de grandeza

La importancia de la Argentina en la argumentacin mitrista se deba

A fines del siglo XIX, Argentina apareca en las voces de intelectuales y po-

ca en componentes de corte racial, los criollos. Belgrano era el personaje

tambin a la aparicin de un grupo socio-poltico que fundaba su suprema-

lticos como sinnimo de futuro promisorio. Segn el filsofo Oscar Tern

de esa raza criolla que impulsaba, en el plano interno, los principios de

esta concepcin, conocida como optimismo decimonnico, se sostena

la revolucin de Mayo, mientras que San Martn era quien expanda esos

en la creencia de que Argentina era un pas excepcional dentro de Amrica

mismos principios hacia el resto del continente. Con ello se instalaba la

Latina y que esa excepcionalidad resida en un conjunto de potencialidades

idea de que la Argentina era el pas sudamericano que liberara a los dems

que, con slo desarrollarse, garantizaran un destino de grandeza.

pases exportando Libertadores. Adems, se consolidaban dos figuras que


con el tiempo seran representativas de la identidad nacional: Belgrano y San

Este tpico puede encontrarse, por citar un ejemplo, en el captulo intro-

Martn.

ductorio de la Historia de San Martn y de la emancipacin sudamericana


(1887) escrito por Bartolom Mitre, un intelectual y poltico decisivo del siglo

Esta operacin poltico-intelectual consagr un imaginario republicano que

XIX. En ese escrito, que proponemos como fuente, el optimismo parece no

fue transmitido por la escuela. En l, la figura del ciudadano era compatible

tener lmites y se sostiene en la idea de que en el futuro un futuro cercano

con la del soldado de la patria. A la hora de pensar Malvinas es bien til re-

y asible la Argentina consumara el programa civilizador de las elites

cordar esta operacin, ya que la Junta Militar, que impuls el golpe de 1976,

republicano-liberales del siglo XIX, de un modo, incluso superador, al de las

recurri a este mismo lenguaje.

naciones europeas.
Durante el siglo XIX, el reclamo por la soberana de las islas suscit alguna
Este programa en tensin con otras visiones que circulaban al interior de

preocupacin en diversos grupos polticos (Balcarce en 1833; Rosas en

las mismas elites supona una organizacin republicana ordenada segn los

1838, 1841 y 1849; Sarmiento en 1866 cuando exigi un desagravio del go-

parmetros de una Constitucin liberal y la fe en el crecimiento econmico

bierno estadounidense por el bombardeo a la corbeta Lexigton). Pero estos

indefinido, sostenido en criterios que confiaban ms en la libre actuacin

reclamos no prosperaron, sobre todo, por los vnculos econmicos que exis-

del mercado que en parmetros distribucionistas.

tan con Gran Bretaa. Recin en el siglo XX, la cuestin Malvinas empez a
tomar relevancia y se torn decisiva para pensar la idea de nacin.

A partir de la idea de riqueza inagotable de la geografa argentina, las elites


polticas convocaban a miles de inmigrantes a habitar el suelo argentino.
Constitucin liberal y economa de mercado constituan, entonces, los
cimientos del programa civilizador que permitan que Mitre declarara que la

56

Caillet-Bois, Ricardo R.,


Las islas Malvinas, una
tierra argentina. Buenos
Aires, Ediciones Peuser,
1952.

El Siglo XX y el extravo de la nacin

El primer sntoma del extravo apareci con la crisis financiera mundial de


1929, que evidenci los lmites de las posibilidades de expansin econmica

En el nuevo siglo, y tras una serie de conflictos polticos y fracasos econmi-

del modelo agroexportador y dej al descubierto la estructura dependiente

cos, quedaron desmentidos tanto el destino de grandeza como las poten-

del pas. Al mismo tiempo, el golpe militar del ao 1930 inaugur una crisis

cialidades imaginadas por las elites del siglo XIX. En ese contexto empez

de legitimidad poltica que se agravara con el correr de los aos.

a volverse verosmil la afirmacin del historiador Tulio Halpern Donghi, quien


sugiere, en 1964, que la palabra crisis, a la inversa de lo que indica el

Ral Scalabrini Ortiz analiz esta problemtica en Poltica britnica en el Ro

diccionario, designa un rasgo habitual del devenir histrico nacional.

de la Plata: Hasta 1929, la Repblica Argentina vivi confiada en la ilimitada

57

mediante hipotecas, adelantos bancarios y prstamos de toda ndole. Considerbamos que lo venidero era tan nuestro que nadie podra arrebatrnoslo,
y por eso le dbamos validez de actualidad. Aunque irracional, haba cierta
continuidad lgica en esa actitud, porque nuestra actualidad era tan inconsistente como lo por llegar an2.1

El revisionismo histrico

El conjunto de problemas que se abrieron con este nuevo panorama econmico y poltico habilitaron nuevas interpretaciones de la historia argentina.
Surgi lo que se conoce con el nombre de revisionismo histrico, una
corriente de pensamiento que criticaba ferozmente al liberalismo del siglo
XIX y a sus herederos del siglo XX, la oligarqua; que reivindicaba la figura
de Juan Manuel de Rosas; y que adverta acerca de la necesidad de revisar
las premisas mitristas sobre la historia nacional, a las que despectivamente
llamaba la historia oficial. En esta corriente se destacan dos vertientes: una
conservadora encarnada por los hermanos Julio y Rodolfo Irazusta; y otra,
nacional y popular, donde se inscriben los intelectuales cercanos al grupo
FORJA (Fuerza de Orientacin Radical de la Joven Argentina), entre ellos,
Ral Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche.

LA VERTIENTE CONSERVADORA

La denuncia de que Argentina era un pas dependiente o un apndice del


Goose Green, Isla Soledad (2007).

imperio britnico empez a recorrer el espectro intelectual y poltico en la dcada del treinta. Hubo un libro pionero sobre el tema, que provino de las filas
del nacionalismo conservador y autoritario: La Argentina y el imperialismo

magnitud material de su porvenir. El futuro constitua una certidumbre que se


cotizaba en el mercado de valores. Pueblo y gobierno flotaban en optimis-

58

mo de opulencia, alejados de toda posibilidad de anlisis. Nadie esperaba

2. SCALABRINI ORTIZ, R., Poltica britnica en el Ro de la Plata, Buenos Aires, Editorial Plus

poseer los frutos del trabajo para gozarlos. Se los gozaba de antemano,

Ultra, 2001.

britnico (1934), escrito por los hermanos Julio y Rodolfo Irazusta, quienes

Para ilustrar esta vertiente del revisionismo histrico reproducimos dos

haban apoyado activamente, desde la faccin uriburista, el golpe de Estado

fuentes: un extracto del libro de los hermanos Irazusta y un tramo de una

de 1930 contra el gobierno democrtico de Yrigoyen.

nota del peridico nacionalista Crisol.

Este ensayo cuya segunda edicin se imprimi en 1982 ms que un

LA VERTIENTE NACIONAL Y POPULAR

anlisis del fenmeno imperialista era una crtica cida al comportamiento de


las elites polticas liberales decimonnicas. Su tesis central afirmaba que el

La vertiente nacional y popular del revisionismo histrico tambin inscribi

pacto Roca-Runciman de 1933 por medio del cual el gobierno argentino,

la cuestin Malvinas dentro de los problemas nacionales relevantes. Dentro

en aras de mantener cuotas para la exportacin de la carne en el mercado

de ella se destacan las posturas de los integrantes de FORJA, la agrupacin

ingls, concedi una serie de privilegios econmicos a Gran Bretaa no

radical disidente fundada en 1935 que recuperaba el legado de Yrigoyen y

era un accidente, sino el resultado histricamente necesario de las polticas

encabezaba cada uno de sus documentos con la frase somos una Argenti-

instrumentadas por la oligarqua argentina. Los Irazusta consideraban que

na colonial: queremos ser una Argentina libre.

los herederos de la elite criolla ensalzados en la versin mitrista eran los


responsables de una poltica de entrega y descuido de la soberana nacional.

Ral Scalabrini Ortiz, por ejemplo, desarroll esta visin en Poltica britnica
en el Ro de la Plata. Tanto para l como para Arturo Jauretche, otro inte-

En esta argumentacin, la soberana nacional era sinnimo de expansin

grante sobresaliente, la ocupacin britnica de las islas pona en evidencia

y defensa del territorio nacional. Por eso, recuperaban a Juan Manuel de

lo que en el continente haba sido soterrado por una versin del pasado

Rosas personaje demonizado por el mitrismo como la nica figura reivin-

argentino que deformaba la percepcin de la realidad poltica, esto es, que

dicable del pasado argentino, ya que bajo su gobierno se haba intentado

la Argentina era un pas de estructura colonial.

recomponer el Virreinato del Ro de la Plata y se haba enfrentado con xito


los bloqueos franceses y anglo-franceses.

A diferencia de la vertiente conservadora, Scalabrini Ortiz realiz un anlisis


ms pormenorizado y atento de la dimensin econmica del fenmeno

Para esta lnea, entonces, Malvinas se constitua en una prueba irrefutable

imperialista. Era un lector devoto de Imperialismo, etapa superior del

del extravo histrico provocado por las elites liberales: el descuido del

capitalismo, el libro donde Lenin cita a la Argentina como ejemplo de pas

territorio insular deba ser interpretado como el ejemplo concreto de una

semicolonial. Adems, su discurso se inscribe en la saga de la herencia sur-

poltica que, en aras de perseguir el crecimiento material, haba optado por

gida a principios de siglo tras la invasin estadounidense de Cuba en 1898.

la alianza comercial con el imperio britnico antes que por la defensa de los

Con el tiempo, la palabra de Scalabrini Ortiz se transformar, a su vez, en un

intereses soberanos de la nacin.

legado recuperado por el discurso revolucionario de las generaciones de los


aos sesenta y setenta.

59

Caillet-Bois, Ricardo R.,


Las islas Malvinas, una
tierra argentina. Buenos
Aires, Ediciones Peuser,
1952.

Scalabrini Ortiz concibi al imperialismo como aquel dispositivo econmico-

ante el fraude patritico de la dcada infame de los aos treinta. Tam-

poltico por el cual un pueblo se vea sustrado de los instrumentos que le

bin hay que recordar que ambos autores no disimulaban sus simpatas ante

permitan desarrollarse a pleno y apropiarse del conjunto de las fuerzas

la aparicin del movimiento peronista durante los aos 1946-1955, aunque

productivas de la nacin: los ferrocarriles, el dominio del comercio exterior, el

tenan una relacin tensa con la figura de su lder, Juan Domingo Pern.

control del valor de la moneda, los recursos naturales, etc.


Para ilustrar esta vertiente se reproduce en las fuentes un volante que FORPor otro lado, a diferencia de la vertiente conservadora, aqu exista la inten-

JA reparti durante un acto de oposicin a la instalacin de un monumento

cin de recuperar la participacin popular. La denuncia del programa liberal

al funcionario ingls George Canning por considerarlo un agente del imperia-

y de la historia oficial no implicaba el deseo de restituir un orden frreamente

lismo.

jerrquico y autoritario como sostenan las derechas polticas de la dcada


del treinta, sino que demandaba restituir en el continente el ejercicio de la

El operativo Cndor y el Gaucho Rivero

soberana popular.
Estas visiones del pasado tuvieron una fuerte expansin cuando a partir de

60

En este sentido, hay que tener en cuenta que tanto Scalabrini Ortiz como

1955 el peronismo qued proscripto y comenz lo que se conoce como

Jauretche reclamaban al radicalismo que ejerciera una poltica intransigente

Resistencia peronista. A travs de una figura clave de ese perodo, John

William Cooke, el pensamiento de la FORJA se propag entre las bases

Para pensar en las continuidades que el revisionismo nacional y popular

militantes. Esta expansin continuara tiempo despus entre las juventudes

tuvo hasta la dcada del setenta se transcriben tres fuentes: un documento

polticas que protagonizaron los acontecimientos claves de los aos sesenta

escrito por los Cndores, un artculo periodstico sobre la figura del Gaucho

y setenta.

Rivero y un texto de 1982 donde se sealan las relaciones entre el Operativo


Cndor, el terrorismo de Estado y la guerra de Malvinas.

Parte de este ideario se puso en accin cuando un grupo de jvenes comandados por Dardo Cabo realiz el Operativo Cndor en 1966. Durante el

Otras voces del imaginario argentino

gobierno de Juan Carlos Ongana, dieciocho jvenes estudiantes, obreros,


sindicalistas y periodistas, la mayora militantes peronistas y nacionalis-

El reclamo por el ejercicio de la soberana argentina en las islas represent,

tas secuestraron un avin de Aerolneas Argentinas que volaba hacia Ro

como se ha visto, un punto de consenso entre actores polticos dismiles,

Gallegos, desviaron su rumbo y horas ms tarde lo hicieron aterrizar en las

desde la derecha a la izquierda, desde liberales a nacionalistas, desde

islas Malvinas.

el peronismo hasta el antiperonismo. Pero si se analizan las razones que


permitan que actores tan diversos llegaran a ese acuerdo, se percibe que

Los jvenes emitieron un comunicado, desde la radio del avin, que deca

la evocacin de Malvinas como smbolo de unidad nacional apenas poda

Operacin Cndor cumplida. Pasajeros, tripulantes y equipo sin novedad.

disimular los importantes disensos que mantenan esos mismos actores.

Posicin Puerto Rivero, islas Malvinas, autoridades inglesas nos consideran

Podra decirse, aunque parezca paradjico, que la persistencia de Malvinas

detenidos. Jefe de Polica e Infantera tomados como rehenes por nosotros

evidenciaba ms el sentimiento de prdida de la nacin que la fortaleza de

hasta tanto gobernador ingls anule detencin y reconozca que estamos en

vnculos comunitarios instituidos. En este apartado se proponen tres ejem-

territorio argentino.

plos para pensar en estas paradojas.

El texto sealaba el primer gesto simblico que el grupo realiz al aterrizar

El diputado socialista Alfredo Palacios propuso en 1946 repartir en todas

en Malvinas, rebautizar a Puerto Stanley como Puerto Rivero en honor al

las escuelas y bibliotecas nacionales el libro Las islas Malvinas de Paul

Gaucho Rivero. El segundo gesto de los Cndores se llamaban as por el

Groussac. En el prlogo que escribi para su edicin seal que la causa de

ave nacional fue desplegar siete banderas argentinas: cinco en los alam-

la prdida de las islas se deba, sobre todo, al accionar de aquellos tiranos

brados, otra en el avin, y la ltima en una especie de poste de hierro que

que, como Rosas en el siglo XIX, esclavizaban a su pueblo y provocaban la

convirtieron en mstil.

prdida de sus bienes ms preciados. Con este argumento, Palacios daba


un rodeo para criticar a su enemigo del presente, el peronismo. Cmo lo

Este operativo signific un pasaje al acto de lo que muchos textos deman-

haca? Reuniendo en su razonamiento la crtica al accionar del imperialismo

daban desde haca tiempo, que ante la complicidad de los gobiernos de

ingls y al gobierno peronista que fue identificado por la oposicin como el

turno, era necesario que los civiles asumieran como propia la tarea de recu-

retorno de la barbarie rosista en el siglo XX.

perar las islas, como un punto de partida necesario para recuperar la nacin.

61

El texto peronista, por su parte, se permita pronunciarse sobre Malvinas en

Estado. Los esfuerzos argumentativos no pudieron evitar que se junte lo que

el manual de lectura Obreritos. En sus pginas, el reclamo por la soberana

no deba juntarse: la apropiacin del smbolo Malvinas por los responsables

argentina en las islas era una forma de denunciar a las clases polticas do-

de las mximas violaciones a los derechos humanos en Argentina.

minantes por haber identificado los intereses nacionales con los del imperio
britnico. El texto escolar, difundido durante los aos del primer peronismo

En este captulo quisimos exponer algunas de las razones que pueden expli-

reiteraba los argumentos tradicionales de la diplomacia argentina en la

car la permanencia de la consigna Las Malvinas son argentinas. Mitrismo

demanda de soberana, pero esta vez en el marco de un proyecto de nacin

liberal, revisionismo conservador, revisionismo nacional y popular, anti-im-

que denominaba la Nueva Argentina.

perialismo, socialismo, idealismo juvenil, miradas desde el exilio, entre otras.

Por ltimo, nos interesa destacar la palabra de los exiliados polticos en Es-

nas tan desacreditado despus de la derrota militar aparezca escindido de

Revisar con detalle estos idearios es un modo de evitar que el smbolo Malvi-

62

paa en 1982, cuando la ltima dictadura militar convirti la causa justa en

la historia nacional, como si perteneciera a otra cultura. La palabra Malvinas,

una guerra. Los exiliados hicieron un intento por disociar la causa justa de

aunque cortante, es un vocablo decisivo de nuestra historia. A travs de

Malvinas de la intervencin militar decidida por la Junta. Por un lado, decan,

ese nombre muchas generaciones de argentinos pensaron el destino de su

est la causa Malvinas y el anti-imperialismo, y, por el otro, el terrorismo de

propio pas dejando, incluso, la propia vida en el intento.

fuentes

Hacia el ltimo cuarto del siglo XIX se difun-

El siglo XIX: el mitrismo

dieron una serie de obras historiogrficas que


pensaban de manera global el pasado argentino.
Entre ellos, se destacan los escritos de Bar-

BARTOLOM MITRE, HISTORIA DE SAN MARTN Y LA EMANCIPACIN SUDAMERICANA, (1887), VARIAS EDICIONES,
FRAGMENTO, LA EMANCIPACIN SUDAMERICANA.

tolom Mitre: Historia de Belgrano (1877 es la


fecha de su cuarta y definitiva edicin), Historia

Si la Amrica del Sur no ha realizado todas las esperanzas que en un principio despert su revolucin,

de San Martn y la emancipacin sudamerica-

no puede decirse que haya quedado atrs en el camino de sus evoluciones necesarias en su lucha con-

na. Muchos de los tpicos de estos libros se

tra la naturaleza y con los hombres, en medio de un vasto territorio despoblado y de razas diversas mal

sedimentaron en la cultura, a tal punto que son

preparadas para la vida civil. Est en la repblica posible, en marcha hacia la repblica verdadera, con

retenidos an en sus detractores. La obra que

una constitucin poltica que se adapta a su sociabilidad, mientras que las ms antiguas naciones no han

citamos aqu tuvo un alto asidero en la escuela

encontrado su equilibrio constitucional. Ha encarado de hito en hito los ms pavorosos problemas de la

y fue objeto de encarnecida disputa durante el

vida y resultolos por s misma, educndose en la dura escuela de la experiencia y purificndose de sus

siglo XX. Sus detractores la identificaron como

vicios por el dolor. Obedeciendo a su espontaneidad, ha constituido sus respectivas nacionalidades, ani-

una obra fundamental del canon de la historia

madas de un patriotismo coherente que les garante vida duradera. Desmintiendo los siniestros presagios

oficial argentina y la acusaron de centralista,


europesta y elitista.

que la condenaban a la absorcin por las razas inferiores que formaban parte de su masa social, la raza
criolla, enrgica, elstica, asimilable y asimiladora, las ha refundido en s, emancipndolas y dignificndolas, y cuando ha sido necesario, suprimindolas, y as ha hecho prevalecer el dominio del tipo superior

63

con el auxilio de todas las razas superiores del mundo aclimatadas en su


suelo hospitalario, y de este modo el gobierno de la sociedad le pertenece
exclusivamente. Sobre esta base y con este concurso civilizador, su poblacin regenerada se duplica cada veinte o treinta aos, y antes de terminar el
prximo siglo la Amrica del Sur contar con 400 millones de hombres libres
y la del Norte con 500 millones, y toda la Amrica ser republicana. En su
molde se habr vaciado la estatua de la repblica democrtica, ltima forma
racional y ltima palabra de la lgica humana, que responde a la realidad y al
ideal en materia de gobierno libre.

A estos grandes resultados habr concurrido en la medida de su genio


concreto, siguiendo el alto ejemplo de Washington y a la par del libertador
Campamento de los nufragos del Uranie, en las islas Malvinas (1820). Caillet-Bois, Ricardo R.,
Las islas Malvinas, una tierra argentina. Buenos Aires, Ediciones Peuser, 1952.

64

Bolvar, el fundador de tres repblicas y emancipador de la mitad de la Amrica del Sur, cuya historia va a leerse y cuya sntesis queda hecha.

En 1933 el gobierno da a conocer el pacto

Revisionismo histrico conservador

Roca-Runciman por el cual en aras de


mantener cuotas para la exportacin de la
carne en el mercado ingls, concede una serie

A- JULIO Y RODOLFO IRAZUSTA, LA ARGENTINA Y EL IMPERIALISMO BRITNICO (1934), BS. AS., EDITORIAL INDEPENDENCIA, CAPTULO VIII: VERDADERA HISTORIA DE LAS RELACIONES ANGLO-ARGENTINAS, 1982.

de privilegios en la relacin comercial con Gran


Bretaa, lo que activa la protesta de muchos

Por si esa explicacin del negocio redondo, poco menos que gratuito, realizado por Inglaterra al interve-

actores de la opinin pblica. Se suscitan a

nir en nuestra emancipacin, no bastara, recordemos la historia posterior de nuestras relaciones interna-

partir de este hecho y de la instalacin de un

cionales: veremos que, de esas intervenciones generalmente interesadas, una de las ms interesadas ha

monumento a George Canning un conjunto


de intervenciones pblicas dentro del arco del

sido la inglesa en el Ro de la Plata. De los quilates de esa amistad tuvimos la cifra el ao del tratado de
1825.

nacionalismo argentino, dentro de la corriente


historiogrfica del revisionismo histrico. Desde

Las maniobras de Lord Ponsonby, su embajador en el Ro de la Plata y el Janeiro, fueron causa importan-

la derecha revisionista, los hermanos Irazusta y

tsima entre quienes nos ocasionaron la prdida de la Provincia, cuyo rescate fuera el objetivo a que nos

el Diario Crisol denuncian la complicidad de las

haba llevado Ituzaing. Suya fue la primera sugestin de la independencia oriental como solucin de la

oligarquas locales con el imperialismo britnico,

guerra argentino-brasilea ().

desde la izquierda revisionista, la agrupacin


FORJA realizar un llamado colectivo para
repudiar la estatua de Canning.

De la consideracin que le mereca el Estado [en referencia al Estado argentino] cuya independencia
acababa de reconocer, reconocimiento que le agradece hasta hoy con tanto servilismo como un acto
libertador, un vicepresidente agentino [por J. A. Roca, hijo], nos dio la primera advertencia arrebatndonos las Malvinas en 1833. La conquista de las bases navales en los puntos estratgicos de las rutas
ocenicas era para ella ms importante que el respeto de la fe eterna jurada en los tratados. En verdad
no podemos jactarnos de haber conseguido que Inglaterra derogara en honor nuestro sus principios.
Que el tratado de 1825 no alter en lo ms mnimo sus planes de expansin martima, lo prueba la esmerada preparacin del asalto de 1833. Uno de esos amigos ingleses de la Argentina () Mr. Woodbine
Parish () mostr en efecto conocernos muy bien, aprovechando la crisis de 1829 para protestar contra
el decreto argentino que reorganizaba el comando de las Malvinas (). La primera gobernacin de
Rosas, con las facultades extraordinarias, explica el comps de espera en la maniobra britnica, como
las circunstancias en que aqul abandon el poder en 1832 explican el sincronismo (veinte das de diferencia) entre la transmisin del mando en Buenos Aires y la toma del Puerto Soledad por el comandante
Onslow. () El 8 de diciembre se elega a Balcarce como sucesor de Rosas, despus de alternativas que
mostraron la divisin del partido federal dominante en dos facciones, la del mandatario saliente, partidaria

65

Restos de un Pucar, en
las cercanas de Darwin Goose Green (2007).

del gobierno fuerte, y la del mandatario entrante, partidario de las formas

Diez aos ms tarde, crey llegado el momento de someternos definitiva-

regulares, circunstancias que el sucesor de Mr. Woodbien Parish no poda

mente, desconocindonos el derecho de bloquear los puertos de un pas

ignorar. Y el 1 de enero de 1833 Inglaterra se apoderaba de las Malvinas.

que nos haba declarado la guerra, apresando nuestra escuadra, arriando

Si haba asegurado la independencia argentina, era sin dudas respecto de

de nuestros mstiles el glorioso pabelln azul y blanco, entregando nuestros

otros Estados, no de ella misma.

buques al enemigo, y rehusando declararse en estado de beligerancia


con nosotros despus de sus enormes atentados contra el derecho de las
naciones ().

66

El can de Obligado, la luminosa carta de San Martn a Mr. Dickson, el

B- DIARIO CRISOL, 9 DE NOVIEMBRE DE 1937

recuerdo del contraste sufrido en 1807, y seis aos de valor argentino


persuadieron a Inglaterra de la inutilidad de sus esfuerzos. La convencin

Ni a Inglaterra ni a Estados Unidos los dos ngulos sajones del tringulo

Southern-Arana reconoci la justicia de nuestra causa. Despus de seis

masnico del que habla el canciller le debemos nada espiritualmente.

aos de lucha, nuestro gobierno [por el gobierno de Rosas] haca aceptar en

Hemos pagado y seguimos pagando con creces las libras esterlinas y los

1849 la posicin defendida por l en 1843, y sobre dos puntos esenciales

dlares que nos colocaron al ms alto inters. No somos espiritualmente

del conflicto ganaba terreno. Las primeras bases del arreglo postulaban el

sajones. Ni por la sangre, ni por la fe somos sajones. Slo reconocemos en

carcter internacional del ro Uruguay y la devolucin del saludo ingls a

ltima instancia una ascendencia espiritual y religiosa, latina e hispana. Y

nuestra bandera; el arreglo definitivo internacionalizaba el ro lmite respecto

aunque tampoco vemos en aquella ascendencia otro lazo que el espiritual

de los dos Estados ribereos, pero no de los dems pases, y no estipulaba

y rechazamos toda otra intervencin, mucho ms y con todas nuestras

la devolucin del saludo. Durante las variadas fases del conflicto, durante las

fuerzas, rechazamos la coyuntura que nos quiere imponer el canciller. Ni con

diversas misiones que hicieron desfilar por la gran aldea ilustres nombres

Inglaterra ni con Estados Unidos.

de la diplomacia mundial del siglo XIX, nuestro gobierno dio la impresin


ms de una vez de hacer girar la discusin sobre minucias gramaticales, sobre palabras. Por ellas pareca sacrificar los cuantiosos intereses materiales
del comercio trabados por el largo bloqueo en aras de viejos dolos, como
especies preciosas quemadas ante carcomidas imgenes de palo. Al final
se vio que soberana, bandera, nos devolvan con creces las realidades
sustanciales que habamos sacrificado en su honor. La gran afluencia de
capitales empez entonces; y como aceptaron venir sin condiciones, se
nacionalizaron. As lo prueba el hecho de que en esa poca los capitales
ingleses venan con nombres propios que dieron origen a grandes familias
argentinas, mientras que en pocas posteriores vinieron annimamente, en
forma de sociedades cuyas sedes siguen siendo extranjeras y cuyas utilidades salen del pas. Si lo que ahora [en referencia al ao 1933] es sangra, entonces fue transfusin, se debi a nuestra firme voluntad de ser soberanos,
a la garanta que ofrece todo Estado seguro de s mismo. Ahora bien, nunca
hemos manifestado esa voluntad de un modo ms inequvoco que contra
Inglaterra, cuya presin de conquista ha sido continua en el Ro de la Plata, y
nica nacin a la que le ganamos dos guerras [en referencia a las invasiones
inglesas y la batalla de Obligado].

67

El texto del volante que reproducimos se utiliz


para publicitar el acto del da 9 de diciembre de

Revisionismo histrico nacional y popular: FORJA


(Fuerza de Orientacin Radical de la Joven Argentina).

1937 en defensa de la dignidad argentina agraviada con el monumento levantado en la Capital

Cien aos despus, la obra de dominacin inglesa ha quedado completada y perfeccionada: Ingleses

al fundador del nuevo coloniaje, segn decan

son los medios de comunicacin y transporte. Inglesas las empresas monopolizadoras del comercio ex-

haciendo referencia a Canning. En el acto habla-

terior. Inglesas en su mayor parte las empresas de servicios pblicos. Inglesas las ms grandes estancias

ron Arturo Jauretche y Ral Scalabrini Ortiz.

de la Repblica. Inglesas las mejores tierras de la Patagonia. Inglesas todas las grandes tiendas. Inglesas
todas las empresas que rinden dinero y estn protegidas por el Gobierno Argentino. Inglesas son las
voluntades que manejan la moneda y el crdito desde el Banco Central. Inglesas son las directivas a que
obedece nuestra poltica exterior e interior. Inglesas son las islas Malvinas y las Orcadas. Los designios
de Canning se han cumplido. Los negocios ingleses se han conducido y se conducen con habilidad.
POR ESO CANNING TIENE UNA ESTATUA EN BUENOS AIRES! Ciudadano: Reflexione que tal esclavizacin de un pueblo [] operada arteramente durante un siglo por Gran Bretaa, slo ha sido posible
por la permanente y traidora entrega del pas, realizada por nuestra oligarqua. En consecuencia, nuestra
lucha de argentinos debe ser doble: contra el enemigo extranjero que invade y contra el enemigo de
adentro que entrega. Y mientras el fascismo intenta la sustitucin del coloniaje britnico por el de otras
potencias, y el marxismo trabaja por destruir la Revolucin Nacional, las direcciones de la Unin Cvica
Radical, empecinadas en su oportunismo electoralista, se oponen a la lnea de intransigencia y de luchas
argentinas.

68

En el ao 1934, por iniciativa de Alfredo Pala-

Alfredo Palacios

cios se promulga una ley que tena como objetivo la traduccin al castellano del libro de Paul
Groussac, Les sles Malouines (1910). Este libro,

ALFREDO PALACIOS, PRLOGO A LA SEGUNDA EDICIN (9/7/1946) EN: LAS ISLAS MALVINAS (1934), BUENOS
AIRES, CLARIDAD, SEGUNDA EDICIN, 1946.

escrito por este intelectual francs radicado en


Argentina, y que supo ser toda una referencia

Hemos afirmado nuestra soberana desde el da de la emancipacin.

cultural a partir de sus crticas en el Diario La


Nacin y de su desempeo como director de la
Biblioteca Nacional, tuvo una enorme importancia para la cuestin Malvinas, ya que en

Slo se oscureci el concepto de dignidad nacional cuando tuvimos dictadores. Durante la tirana de
Rosas, representante del espritu colonial, se quiso renunciar a la soberana de las Malvinas para pagar
un emprstito, comerciando as con el honor argentino.

l se resumen las lneas argumentativas ms


importantes que luego seran retomadas por la
diplomacia argentina para justificar el reclamo

Rosas, a quien venci el pensamiento de Alberdi, que tuvo como instrumento la fuerza de Urquiza, no
pudo mantener la defensa de la soberana porque el pueblo estaba esclavizado.

por la soberana de las islas.


En 1837, el tirano anuncia el fallecimiento del Rey Guillermo IV por cuyo infausto acontecimiento mand
a los empleados civiles y militares que vistiesen luto tres das consecutivos. En 1842, con expresin
equvoca, dice refirindose a Malvinas en su mensaje a la Legislatura: el gobierno espera una resolucin
equitativa y honorable que terminar amistosamente la cuestin. Dio instrucciones al ministro Plenipotenciario Dr. Moreno: Insistir le dijo, as se presente la ocasin, en el reclamo respecto a la ocupacin
de las islas Malvinas y entonces explotar con sagacidad, sin que se le pueda hacer trascender ser idea
de este gobierno, si habra disposicin en el S. M. B. a hacer lugar a una transaccin peculiar que sera
para cancelar la deuda pendiente del emprstito argentino.

Derrotado, Rosas, se refugi en la legacin britnica y pidi asilo en Inglaterra, donde vivi hasta el final
de sus das, amparado por instituciones libres, que l desde para su patria.

Durante la reciente dictadura que humill al pas [nota: se refiere a la conocida como Revolucin de Junio
de 1943], la efigie de Rosas reemplaz a la de Sarmiento en algunos establecimientos de educacin,
ignominia que qued impune.

69

Conviene, por eso, decir ahora, que cuando en 1866, el gran sanjuanino se

encontraba en Estados Unidos representando a nuestro pas, se dirigi al mi-

Saludar a la bandera de la Repblica Argentina en desagravio de las


ofensas que se le infirieron.

nistro de Relaciones Exteriores [], pidiendo autorizacin amplia para exigir


de los Estados Unidos cuyo gobierno haba facilitado en 1832 la ocupacin
de las Malvinas por el Imperio Britnico, las siguientes reparaciones:

Pagar a la Repblica Argentina la indemnizacin de todos los daos,


inclusive la prdida de las islas Malvinas, sin que esto implique renuncia
a recuperarlas de parte de la Repblica Argentina.

70

La figura del gaucho Rivero suscit una serie de

El gaucho Rivero

polmicas que excedieron el campo historiogrfico y que cobraron importancia a mediados del
siglo XX argentino, cuando ya est firmemen-

ROSANA GUBER, EL GAUCHO RIVERO Y LAS INTERPRETACIONES DE UNA HISTORIA EN: 1966: LA OTRA OPERACIN CNDOR, EN TODO ES HISTORIA, N 417, ABRIL DE 2002.

te instalada la idea de que el gaucho es el sujeto


nacional por excelencia. En la fuente que a con-

Los miembros del operativo atribuyen su eleccin de Rivero a la inspiracin historiogrfica revisionista,

tinuacin exponemos, presentamos una nota de

cuya retrica antiimperialista, anti-liberal y proclive a los regmenes fuertes como el rosismo, era de

la antroploga Rosana Guber en la que se narra

consumo corriente en los aos 1960. La historiografa riverista vena cobrando cierto auge en la litera-

tanto la historia del gaucho Rivero como las controversias historiogrficas que suscit su figura.

tura desde los tempranos 60, pero termin de cobrar estado pblico a raz del operativo, en crecientes
espacios periodsticos ().

Segn sus historiadores, Antonio Rivero era oriundo de la provincia de Entre Ros, y uno de los peones
que en 1829 el comerciante hamburgus Luis Vernet delegado del gobierno de la Provincia de Buenos
Aires y nuevo gobernador de las Islas Malvinas, llev a esta colonia para faenar ganaderas. Vernet abandon la aldea Puerto Luis, por entonces capital de las islas, en 1831 ().

Despus del desembarco britnico en Puerto Luis el 3 de enero de 1833, las rebautizadas Falklands
quedaron bajo la tutela de un ex lugarteniente de Vernet, el despensero William Dickson, reemplazado
luego por el nuevo administrador Mathew Brisbane ().

En agosto de 1833, un grupo de peones se rebel contra la nueva administracin. El hecho fue
interpretado como un acto de afirmacin patritica y antiimperialista por los historiadores riveristas. Su
desencadenante, sin embargo, habra sido el rechazo britnico de los vales con que Vernet sola pagarle
a su gente para abastecer la cantina. Ante la falta de noticias de Buenos Aires, de donde esperaban la
reconquista de las islas los catorce criollos decidieron alzarse contra los diecisiete extranjeros que contaban con mejores armas fusiles y pistolas para oponerse a las boleadoras y facones. Viendo que no
se concretaba la llegada inminente de la flotilla portea, Rivero encabez la rebelin. Cuando el teniente
Lowe sali a cazar lobos marinos el 26 de agosto de 1833, los gauchos Rivero, Brasido, Luna, Flores,
Godoy, Salazar, Gonzlez y Latorre tomaron la casa de la Comandancia, mataron a Dickson, Simon y
Brisbane, arriaron el pabelln ingls e izaron la bandera argentina que flame durante cuatro meses.

71

La figura del Gaucho


Rivero. En este caso
ilustra la portada de la
publicacin homnima de
los veteranos de guerra.

El buque Challenger lleg el 7 de enero de 1834, y la tropa inglesa comenz

este alzamiento en un dictamen de abril de 1966. Se basaba para ello en

a perseguir a los rebeldes. Luna pidi el perdn britnico y abandon a su

Les Iles Malouines (1910), primer ensayo de los derechos argentinos en el

jefe; los restantes siguieron peleando en los alrededores de Puerto Luis. El

archipilago, del francs Paul Groussac, historiador conservador y literato

teniente Smith llev a Luna como baqueano y organiz una batida por la

que integr la generacin de 1880. En su tratado, Groussac citaba las

isla para apresar a Rivero, pero slo consigui detener a fines de febrero a

referencias del naturalista y viajero Fitz Roy, quien tras su paso por las islas,

cuatro criollos ().

describi la rebelin de Rivero como un mero asesinato, y a los gauchos


como bandidos y brbaros feroces ().

Perseguido y sin noticias de Buenos Aires, Rivero fue cercado por dos
grupos de fusiles; con la entrega de sus armas ces la ltima resistencia

Los riveristas, que criticaban a la Academia Nacional de Historia y al mismo

contra la usurpacin inglesa. La goleta Beagle lo traslad a Inglaterra ().

Groussac por basarse en fuentes britnicas, sostenan que la rebelda de


Rivero vena de su conciencia de enajenacin econmica por la ocupacin

En 1838 fue embarcado a Sudamrica y liberado en Uruguay. Algunos

britnica, la traicin de los colonos de Vernet y de la indiferencia del Estado

investigadores afirman que de Montevideo pas a Entre Ros, su tierra natal.

de Buenos Aires. Sin embargo, admitan carecer de evidencia suficiente

En esos das confiesa haber descubierto () Leguizamn Portal que el

sobre el final de Rivero. Para ellos, este desenlace era plausible: sin lugar

capitn Rivero cay en la batalla de Obligado, el 20 de noviembre de 1845,

a dudas, la presencia y muerte de Antonio Rivero en ese combate hubiera

luchando contra los invasores ingleses y franceses; las primeras vctimas de

sido un hecho lgico en la trama de su dramtico destino (): la defensa de

la hecatombe murieron cantando el Himno Nacional Argentino en las barran-

la soberana argentina.

cas, entonado por las bandas militares del Regimiento N1 de Patricios de


Buenos Aires.

El entusiasmo riverista de historiadores profesionales y legos de diversa


orientacin poltica, oblig a los historiadores de la Academia Nacional de la
Historia, a pronunciarse. La Academia desminti el carcter patritico de

72

El 28 de septiembre de 1966, y bajo el gobierno

El Operativo Cndor

dictatorial de Ongana, un grupo de civiles con


fuertes creencias nacionalistas, comandados
por Dardo Cabo y Cristina Verrier, secuestran un

DECLARACIN DE LOS CNDORES (8/10/1966) EN: GUBER, R., POR QU MALVINAS? DE LA CAUSA NACIONAL A
LA GUERRA ABSURDA, BS. AS., FCE, 2001.

avin de Aerolneas Argentinas que tena como


destino a la ciudad santacrucea de Ro Gallego

Una generacin que asume sin titubeos la responsabilidad de mantener bien alto el pabelln azul y

y obligan al piloto a aterrizar en las islas Malvinas.

blanco de los argentinos, y que prefiere los hechos a las palabras.

La responsabilidad de nuestra soberana nacional siempre fue soportada por nuestras FF.AA. Hoy
consideramos le corresponde a los civiles en su condicin de ex soldados de la nacin demostrar que
lo aprendido en su paso por la vida militar ha calado hondo en sus espritus pues creemos en una patria
justa, libre y soberana.

O concretamos nuestro futuro o moriremos con nuestro pasado.

73

Cuando la Junta Militar tom el control de

Los exiliados polticos y la guerra

Malvinas el 2 de abril de 1982, se dispar una


polmica al interior de los exiliados polticos

COMUNICADO DEL CLUB PARA LA RECUPERACIN DEMOCRTICA ARGENTINA (ABRIL DE 1982)

argentinos: apoyar la guerra en nombre del


antiimperialismo ms all de quien la comande

Ante la ocupacin de las islas Malvinas

o hacer prevalecer la ilegitimidad de un gobierno


que tena un accionar terrorista. Algunos de los
ribetes de esta polmica estn recogidos en el
libro de Len Rozitchner, Malvinas. De la guerra

1. Las islas Malvinas como posesin britnica constituyen una rmora colonial. Es exigible a todo
argentino, y lo ha sido siempre, que manifieste por acciones o de palabra, su deseo de recuperar ese
territorio al patrimonio nacional por encima de cualquier inters partidario.

sucia a la guerra limpia. Ofrecemos aqu uno


de los comunicados emitidos por los exiliados

2. La Argentina padece una dictadura militar genocida jaqueada por levantamientos populares cada vez

polticos argentinos en Madrid.

ms fuertes e insistentes, el ltimo de los cuales ocurri el 30 de marzo en que miles de personas se
lanzaron a la calle a exigir paz, pan y trabajo y fueron reprimidos brutalmente. Es en estos momentos que el gobierno militar decide ocupar las islas.

3. Las Malvinas estn nuevamente bajo soberana nacional. Pero no podemos dejar de advertir que esa
accin en este momento constituye un intento por transferir al exterior las insostenibles contradicciones internas que ha generado el propio gobierno genocida, quien pretende exaltar el natural deseo
de la integracin nacional con el fin de desviar la atencin del problema principal y perentorio, resumido en los siguientes puntos:

La aparicin con vida de los detenidos-desaparecidos y la libertad de los presos polticos y


gremiales.

El pleno imperio de la soberana popular.

La instauracin de una poltica econmica de defensa del patrimonio nacional y de los intereses
del pueblo, en contrario de la actual que ha significado hambre, entrega y miseria para el conjunto de la poblacin.

Madrid, 3 de abril de 1982

74

ANTE LA OCUPACIN DE LAS ISLAS MALVINAS:

Tres de los integrantes de ese grupo, aos despus, sufriran en carne propia la poltica represiva del gobierno que hoy repite oficialmente la ocupacin.

El 28 de septiembre de 1966, durante la dictadura militar del general Ongana, un grupo de militantes del Movimiento Peronista agrupados en lo que se

Uno de ellos era Dardo Cabo, quien despus de estar detenido desde 1975

denomin Comando Cndor, se traslad en avin hasta las islas y procedi

fue asesinado en las cercanas de La Plata al ser trasladado por fuerzas po-

a la ocupacin de las mismas, haciendo coincidir la accin con la llegada a

liciales. Con Cabo se inici una larga lista de muertos en intentos de fuga

Buenos Aires del duque de Edisburgo.

montados prolijamente por los militares argentinos.

Los ocupantes fueron apresados por tropas de las Fuerzas Armadas Argen-

Los otros dos nombres son Aldo Ramrez desaparecido en septiembre de

tinas, que los trasladaron a Ushuaia y poco despus la justicia federal de

1977 y un militante de apellido Salcedo, desaparecido poco despus del

nuestro pas los conden a varios aos de crcel.

golpe del 24 de marzo de 1976.

75

Monte Longdon

Muchos de los soldados argentinos destinados en Malvinas habitaron paisajes como el de esta fotografa,
tomada en el ao 2007. Cavaron sus posiciones en las laderas de los montes de las islas, entre las rocas,
o en planicies de Darwin - Goose Green. Durante los das que dur la guerra, enfrentaron condiciones de
vida dursimas, no slo por las circunstancias ambientales sino tambin por problemas con los abastecimientos y los bombardeos britnicos. A las lloviznas y lluvias casi constantes se sum la humedad del
suelo; a la escasez de comida y abrigo, la tensin producida por los avances britnicos, y los bombardeos areos, navales y terrestres.

En el Monte Longdon, al Norte de Puerto Argentino, se produjeron algunos de los combates ms encarnizados de la guerra.

76

77

CONSIGNA DE INVESTIGACIN

Las fuentes citadas en este captulo estn mar-

propuestas
para trabajar en el aula

CONSIGNA DE PRODUCCIN

Uno de los objetivos de este captulo es pen-

cadas por las discusiones polticas que se libra-

sar la idea de nacin atendiendo a que en mu-

ron en la Argentina durante el siglo XIX y XX. Sin

chos casos pronunciarse sobre Malvinas fue

el contexto de produccin de esos discursos tal

un modo de pronunciarse sobre la nacin. Se

vez se vuelve difcil comprender su sentido. Se

pueden elegir dos o tres de las fuentes con vis-

puede proponer un ejercicio de contextualiza-

tas a pensar qu idea de nacin se despren-

cin de algunas de las fuentes. Sugerimos elegir:

de de ellas.

el mitrismo; el revisionismo histrico conservador; y el revisionismo histrico nacional y popular.

Las preguntas de la introduccin pueden


ayudar en este sentido: Cmo definen la

En este captulo propusimos reflexionar sobre los

Qu pasaba en el pas cuando se produ-

idea de nacin? En funcin de un territorio,

sentidos de las islas Malvinas en el imaginario

jeron esos discursos? Quin gobernaba?

de un conjunto de derechos, de un pasado

argentino previo a la guerra de 1982 como un modo

Qu modelo econmico rega? Qu tipo

en comn, de un proyecto de justicia a

de pensar las ideas de nacin y de pasado

de luchas sociales haba? Qu relacin

construir, de la posibilidad de apropiarse de

nacional. A continuacin ofrecemos una serie de

se puede establecer entre el contexto y las

las riquezas naturales y materiales? Cmo

propuestas que pueden orientar estas reflexiones.

ideas que sostienen las fuentes?

gravita en la definicin la relacin con Gran

Bretaa? Qu palabras se eligen para

En un segundo momento se puede propo-

hablar de los problemas nacionales: patria,

ner que se reconstruya lo que cada una de

colonia, nacin, potencia? Por qu se

esas corrientes dice acerca de la historia y

recurre a las islas Malvinas como una excu-

de la idea de nacin. Conviene tener presen-

sa para pensar la nacin? Qu claves se

te que se trata de discusiones historiogrfi-

encuentran en la historia de ese territorio?

cas, esto es: debates sobre cmo se narra


la historia, sobre cul es la forma legtima
de contar aquello que pas. (Desde la voz
de los protagonistas? Instituyendo hroes?
Escuchando a los oprimidos? Desde los
documentos? Desde la historia oral?).

79

CONSIGNA DE INVESTIGACIN

La figura del Gaucho Rivero tiene una

Se puede armar un debate en torno al

Se puede proponer que los estudiantes

Operativo Cndor, que un grupo se dedique

escriban un texto argumentativo en el que

ponen de acuerdo sobre su significado y

a argumentar a favor de la accin y que otro

sealen la importancia del reclamo por la

diferentes grupos polticos se la han apro-

grupo, por el contrario, se oponga. Para

soberana argentina sobre las islas. Para

piado desde su propia ptica (por ejemplo,

argumentar una u otra postura se pueden

hacerlo debern utilizar, ya sea para refutar

los Cndores rebautizando a Puerto Stanley

tomar elementos de las fuentes citadas en

o para apoyar su argumentacin, algunas

como Puerto Rivero). Se puede sugerir leer

este captulo.

de las pticas citadas en este captulo (el

la fuente sobre el Gaucho Rivero, buscar

mitrismo, el revisionismo conservador, el

otros materiales y escribir un perfil sobre su

revisionismo nacional y popular).

Sugerimos trabajar articulando las dos


dimensiones, esto es: preguntar quin fue el
Gaucho Rivero pero, a la vez, tener presente que cualquier respuesta a esa pregunta
implicar una posicin poltica frente a la
historia.

80

CONSIGNA DE PRODUCCIN

dimensin mtica. Los historiadores no se

figura.

CONSIGNA DE DISCUSIN

CONSIGNA PARA LA IMAGEN

Los lugares estn cargados de historia y de

En este captulo hemos propuesto un

memoria. Nuestra mirada sobre esos lugares

recorrido por algunas de las palabras que

est condicionada indefectiblemente por la infor-

diferentes actores de la historia nacional

macin que tenemos acerca de lo que vemos.

dijeron sobre Malvinas. Se puede elegir a

Existe una relacin estrecha entre imgenes y

algunos de esos actores e imaginar qu

palabras. John Berger, tal como se resea en el

hubieran dicho sobre esta imagen: Qu

captulo quinto, dice que las fotografas pblicas

epgrafe hubieran escrito Mitre, el Gaucho

a diferencia de las privadas sobre las que suele

Rivero, Scalabrini Ortiz, Julio y Rodolfo

hablarnos algn pariente en muchas ocasio-

Irazusta, los responsables del Operativo

nes carecen de relatos que las cuenten y nos

Cndor, entre otros?

ayuden a comprenderlas.

Otra posibilidad, despus de haber trabaja-

Con la foto de este captulo se puede tra-

do con alguno de los problemas del captulo,

bajar en torno a este problema: Qu ima-

es discutir con los estudiantes acerca de

ginamos acerca del territorio que vemos en

la eleccin de esta fotografa: por qu

la imagen? Qu sabemos acerca de ese

creen que elegimos esta imagen para este

territorio? Nos dice algo la foto sola? Qu

captulo?

significados tiene? De dnde provienen


esos significados? Qu lugar geogrfico
es el de la foto? Qu otro lugar podra ser?
A qu otro paisaje de la Argentina remite?
Cmo nos cambia la mirada despus de
recibir informacin sobre ese territorio?

81

Memorias de la guerra

EL FILSOFO HCTOR SCHMUCLER

dice que la historia argentina reciente se

LOS AOS OCHENTA

ha sostenido en dos intenciones de olvido: los desaparecidos y la derrota en


Malvinas. No es la verdad histrica lo que intenta olvidarse escribe en la

Cules fueron los discursos que se instituyeron en la dcada del ochenta?

revista Confines, sino la responsabilidad de preguntarse por qu el crimen

Qu palabras pronunci la naciente democracia, a travs de la figura del

se hizo posible. No lo que ocurri, sino cmo ocurri. En este captulo ofre-

Presidente Ral Alfonsn, sobre Malvinas y la guerra? Por qu se abri y

cemos una serie de fuentes que permiten pensar en la construccin de las

qu fue el proceso de desmalvinizacin?

memorias de la guerra de Malvinas. Desde distintos lugares y con distintas


entonaciones, diversas voces se preguntan una y otra vez cmo reflexionar

Cmo aparecieron en escena los ex combatientes? Qu discursos

sobre esta causa nacional, cmo procesar la guerra y cmo establecer

construyeron sobre su experiencia en la guerra? Cmo se vincularon con

puentes entre el pasado, el presente y el futuro.

la historia nacional, cmo se apropiaron del legado de las luchas por la


emancipacin?

La memoria, a diferencia de la historia, no intenta recuperar procesos totales


ni instituir hroes sino que constituye relatos muchas veces fragmentarios

LOS MONUMENTOS Y LA MEMORIA COLECTIVA

y marcados por matices que dejan en evidencia los sentidos en pugna que
caracterizan al pasado reciente. La diversidad de memorias sobre la guerra

Qu nos dicen de la memoria colectiva los monumentos que se esparcen

de Malvinas obliga a realizar un recorte, en este captulo se lo ha hecho en

por todo el territorio nacional para recordar la causa Malvinas y a los cados?

funcin de destacar los problemas nodales de la posguerra. El captulo est

Qu disputas aparecen en ellos sobre las formas del recuerdo? Quin

organizado en tres tramos:

construye esos sitios de memoria, el Estado, los familiares, los sobrevivientes, los propios pueblos?

LA DERROTA

La derrota
Qu discursos circularon despus de la derrota? Qu dijeron los responsables directos de la guerra? Qu otros discursos surgieron al interior de

Qu guerra termin en las islas Malvinas, el 14 de junio de 1982? Qu

las propias Fuerzas Armadas? Qu opin la calle? Qu sentidos inditos

guerras empezaron ese mismo da?, pregunta Federico Lorenz en su libro

pueden aportar las voces de un grupo de nios entrevistados en 1983?

Las guerras por Malvinas. Revisar las guerras que empezaron cuando termi-

85

n el conflicto armado obliga, en principio, a detenerse en los modos en que

militar y la coherencia de la planificacin contribuyente. Todo ello constituy

se proces la derrota.

una causa decisiva de la derrota.

Los responsables de las Fuerzas Armadas, promotores de la guerra, fueron

Los argumentos del Informe Rattenbach eran irrebatibles pero no podan por

los mismos que hicieron esfuerzos importantes por denegar el episodio y

s solos paliar ni los daos sociales ni las heridas de los ex combatientes. Por

sus consecuencias trgicas a travs del ocultamiento de quienes haban

otro lado, como nunca fue publicado oficialmente, su difusin se vio limitada,

vuelto de las islas. En diferentes guarniciones se oblig a los soldados a

lo que favoreci a quienes cuestionaban sus conclusiones por considerarlas

firmar un documento en el que se los conminaba a mantener el silencio, lo

negativas para la reconstruccin de la imagen de las Fuerzas Armadas.

que en muchos casos implicaba callar los malos tratos recibidos de sus
propios jefes.

Para trabajar en estos problemas sugerimos como fuente un extracto del li-

El intento por borrar las huellas de la guerra se emparentaba con la metodo-

las conclusiones del Informe Rattenbach y, sin obviar los comportamientos

bro Gesta e Incompetencia del Teniente General Martn Balza. All se retoman

loga que los responsables del terrorismo de Estado haban aplicado contra

heroicos que existieron en las islas, se subrayan las severas falencias que

una enorme cantidad de militantes de organizaciones populares desde

existieron en la conduccin de la guerra.

mediados de la dcada del setenta. La diferencia radicaba en que ahora la


estrategia se aplicaba sobre quienes haban atravesado la experiencia lmite

Asimismo, proponemos indagar en las responsabilidades sociales. Cmo

de la guerra: no se los desapareca pero se los ocultaba por considerarlos

reaccion frente a la derrota una sociedad que haba apoyado con matices

smbolos vergonzantes.

pero con firmeza el intento de recuperacin de las islas Malvinas? Sugerimos como fuente una serie de encuestas callejeras realizadas por la revista

Calcomanas repartidas
por algunas agrupaciones
de ex combatientes en la
va pblica (dcada del
noventa).

86

Los militares argentinos crean que de este modo era posible evadir la res-

El Porteo en agosto de 1982 para una nota titulada El nimo de los

ponsabilidad que haban tenido en el planeamiento, la ejecucin, el desarrollo

argentinos. A la hora de expresar el sentimiento ante el fracaso en Malvinas

y el desenlace de la guerra. Sin embargo, esto no fue posible, entre otras

hay una palabra que se repite: defraudado. Me siento defraudado, dicen

cosas por las conclusiones del llamado Informe Rattenbach. Este documen-

hombres y mujeres de diversas edades. Un seor mayor sintetiza esta

to fue elaborado en diciembre de 1982, durante el gobierno de Reynaldo

actitud social con una metfora: nos sentimos peor que si nos hubiera

Bignone, por una comisin creada por la propia dictadura como un ltimo

agarrado sarpullido.

intento de recuperar la legitimidad perdida. El Informe califica a la guerra de


aventura militar y es contundente a la hora de probar que prim la impro-

Estas voces invitan a un debate sobre aquellos aos que an no ha sido

visacin. Dice en uno de sus tramos:Los procedimientos adoptados por la

saldado: Cmo indagar en la responsabilidad social cuando esa misma so-

Junta Militar condujeron a la Nacin a la guerra sin una adecuada prepara-

ciedad fue, a su vez, vctima del terrorismo de Estado? Cmo posicionarse

cin, contradiciendo normas esenciales de planificacin y engendrando as

frente a este problema sin caer en simplificaciones y pensar en trminos de

errores y omisiones fundamentales que afectaron la orientacin estratgica

vctimas inocentes, por un lado, y cmplices por el otro? Cmo detectar

las pequeas desobediencias que la sociedad desarroll para oponerse a la


dictadura sin eludir la pregunta por las responsabilidades colectivas?

Por otro lado, ofrecemos las opiniones de un grupo de nios, que fueron
entrevistados por Hugo Paredero en 1983. Ellos exhiben con asombro,
humor e inocencia las contradicciones que acarrea Malvinas y que las voces
adultas muchas veces reprimen o minimizan. Un nio propone organizar un
campeonato deportivo para ver quin se queda con las islas; una nena dice
temerle ms a los militares argentinos que a Margaret Thatcher; un tercero
cuenta que en la escuela le dijeron que el muerto argentino vale ms que el
ingls; otro opina que los argentinos se tendran que haber dado cuenta que
la guerra no era tan fcil como el mundial. Y Mara Guillermina Mac Donald
de 9 aos afirma: Todos son malos, los ingleses y los militares argentinos.
As que no se sabe a qu lado tengan ganas de pertenecer las Malvinas.

Los aos ochenta


Acto de las agrupaciones de ex combatientes en el Cabildo de Buenos Aires, 1986.

Buena parte de las dificultades para procesar la guerra de Malvinas e


inscribirla en la historia nacional estuvieron vinculadas a los dilemas que
debi afrontar la naciente democracia. Cmo sostener en 1983 un discurso

a la sociedad a recuperar el concepto de ciudadana enfatizando que la de-

nacionalista sin quedar asociado al terrorismo de Estado? Cmo disputarle

fensa del territorio y el ejercicio de la soberana deban quedar supeditados

a las fuerzas ms reaccionarias de la sociedad el sentido de palabras como

al mandato de las instituciones democrticas legitimadas por el voto popular.

patria o soberana? Cmo impedir que los responsables del terrorismo

Su astucia poltica le permiti encontrar un concepto para nombrar a los

de Estado se legitimen arguyendo que fueron ellos los que lucharon por la

soldados y a los militares priorizando la institucionalidad democrtica, en esa

soberana nacional? Cmo escribir en el pizarrn escolar Las Malvinas son

oportunidad los llam ciudadanos de uniforme.

argentinas sin sentir el agobio de la guerra?


Se sugiere trabajar con este discurso de Alfonsn, ya que incluye algunas
Ral Alfonsn, el presidente radical electo en 1983, tuvo que afrontar estas

ideas claves para entender qu pas con Malvinas en los primeros aos

tensiones. Algunas de ellas se explicitan en un discurso que pronunci en

de la posguerra. Para enriquecer el sentido de ese discurso traemos un

abril de 1984, cuando se cumpla el segundo aniversario de la guerra de

fragmento de una entrevista al politlogo francs Alain Rouqui, que en ese

Malvinas y el primero en democracia. Sus palabras convocaban al ejrcito y

entonces era consultor de Alfonsn. En marzo de 1983 deca en la revista

87

dad de recordar su existencia, su funcin, y un da de rehabilitarse intentarn


hacer olvidar la guerra sucia contra la subversin y harn saber que ellos
tuvieron una funcin evidente y manifiesta que es la defensa de la soberana
nacional. Por eso toda la diplomacia argentina est hoy dedicada a revalorizar Malvinas. Por supuesto que es una reivindicacin histrica respetable,
pero no es solamente eso; y malvinizar la poltica argentina agregar otra
bomba de tiempo en la Casa Rosada.

En Semana Santa de 1987, Alfonsn se enfrent con una de esas bombas


de tiempo que sealaban los lmites de la institucionalidad democrtica. Un
grupo de militares se amotin en Campo de Mayo exigiendo la suspensin
de los juicios a los militares comprometidos con la represin. Ante las presiones de los carapintadas, el Presidente se vio obligado a negociar lo que
en el futuro sera la ley de Obediencia Debida. En el famoso discurso que
pronunci en Plaza de Mayo ante una multitud que haba salido a la calle a
defender la democracia, empez diciendo: Compatriotas, felices pascuas.
Los hombres amotinados han depuesto su actitud. Y durante el desarrollo
de su argumentacin, en lugar de centrarse en la revalorizacin de las instituciones democrticas y republicanas como haba hecho en 1984, opt casi
por exculpar el motn argumentando que muchos de los carapintadas eran
hroes de Malvinas. Dijo: Se trata de un conjunto de hombres, algunos
Acto de los ex combatientes frente a la Torre de
los Ingleses, ciudad de
Buenos Aires, 1983.

hroes de la guerra de Malvinas, que tomaron esta posicin equivocada y


que reiteraron que su intencin no era provocar un golpe de Estado. Para
evitar derramamiento de sangre he dado instrucciones a los mandos del
Ejrcito para que no se procediera a la represin y hoy podemos todos dar
Humor: Ahora, con este error, esta debacle, esta utilizacin incalificable

gracias a Dios, la casa est en orden y no hay sangre en la Argentina.

de la tropa y el material, puede que se desacralicen las Fuerzas Armadas.


Con una condicin que los militares no aceptarn fcilmente que es sta:

88

La antroploga Rosana Guber analiza en su libro Por qu Malvinas? estas

quienes no quieren que las Fuerzas Armadas vuelvan al poder, tienen que

intervenciones de Alfonsn, el viraje que va de los ciudadanos de uniforme

dedicarse a desmalvinizar la vida argentina. Esto es muy importante: des-

a los hroes de Malvinas. Escribe: Cmo convertir, repentinamente, a

malvinizar. Porque para los militares las Malvinas sern siempre la oportuni-

esos militares en hroes justamente cuando el punto de conflicto eran

crmenes de lesa humanidad? Por eso, las palabras de Alfonsn encerraban

po histrico pelearon por la liberacin nacional; y el artculo de la revista

dos dilemas de difcil superacin: uno era cmo someter a juicio por tortura,

Entre Todos no duda en levantar la bandera del anti-imperialismo.

desaparicin y muerte de otros argentinos a estos hroes de la Nacin; el


otro era calificar de hroes a los rebeldes uniformados, sin aludir a los civi-

En este sentido puede ser interpretado el acto ocurrido el 2 de abril de 1983

les que tambin haban participado en el teatro de operaciones y que ahora

en la Plaza de los Ingleses, cuando algunos grupos de ex combatientes,

respaldaban la democracia: los ex combatientes3.1

acompaados por las juventudes polticas de los partidos ms importantes, conmemoraron el primer aniversario del desembarco argentino en las

Los ex combatientes protagonizaron las ms destacadas batallas simbli-

islas. All se corearon consignas contra la dictadura, se quemaron imgenes

cas de la posguerra. En principio, debieron disputar su lugar social con una

con los rostros de Videla y Martnez de Hoz, y se arroj al Ro de la Plata el

serie de discursos que los fijaban en tres representaciones cerradas. Se los

monumento de George Canning (el canciller ingls responsable de promover

vea como protagonistas no entrenados del evento blico, como el retrato

en la Argentina las polticas de expansin imperialistas de Gran Bretaa). De

del patriotismo de los argentinos o como vctimas del autoritarismo del

este modo, los ex combatientes buscaban instalarse en la escena pblica

rgimen. Ninguna de estas miradas coincide del todo con sus propias viven-

no como vctimas de una operacin de manipulacin decidida por la Junta

cias de la guerra y la posguerra, atravesadas por dilemas y paradojas. Los

Militar, sino como protagonistas activos de la vida poltica. Los que haban

testimonios citados en este captulo, extractados del libro Partes de guerra,

sido capaces de arriesgar su vida por la nacin y no la cpula militar te-

lo evidencian con claridad, sobre todo porque la mayora de ellos critican lo

nan razones de sobra para proclamarse legtimos herederos de las tradicio-

que sucedi en Malvinas pero no se privan de afirmar: volvera a hacerlo.

nes polticas emancipadoras.

Por otro lado, hay que destacar la elaboracin poltica que realizaron mu-

Sin embargo, este discurso anti-imperialista colisionar, en los primeros

chas organizaciones de ex combatientes, centrada en articular la guerra con

aos ochenta, con un sentido comn presente, sobre todo, en los grandes

viejas luchas polticas argentinas y despegarla de la dictadura. Las fuentes

centros urbanos del pas que consideraba que todo aquel que evocase la

elegidas para documentar este tramo exhiben con claridad este esfuerzo: el

simbologa patria quedaba inmediatamente asociado a la ltima dictadura

volante que convoca a una marcha impugna a la dictadura por todas sus ac-

militar. Los analistas Mirta Amati y Alejandro Grimson han demostrado que

ciones y exige juicio y castigo a los responsables del genocidio, la entrega

en ese perodo se instal con fuerza la idea de que la nacin se escriba

econmica y la traicin de Malvinas; el documento explica que convocar a

con z, esto es, que todo aquel que se declarase nacionalista resultaba

un acto frente al Cabildo es un modo de enlazarse con quienes en otro tiem-

sospechoso de simpatizar con el nazismo4.2 Los ex combatientes de

3. GUBER, R., Por qu Malvinas?: de la causa nacional a la guerra absurda, Buenos Aires,

4. AMATI, M. y GRIMSON, A., Sociognesis de la escisin entre democracia y nacin. La

Fondo de Cultura Econmica, 2001.

vida social del ritual del 25 de Mayo en: Nun, Jos (comp.), Debates de Mayo, Buenos Aires,
Gedisa, 2005.

89

Malvinas percibieron este proceso y lo bautizaron con el nombre de des-

Sur demand durante varios aos la construccin de un cementerio en

malvinizacin.

Darwin y de un cenotafio que recordara a los cados. El proyecto pudo

Los monumentos y la memoria colectiva

y oficiales argentinos muertos en combate, slo 101 de esas vctimas estn

La prueba ms certera de que Malvinas pervive en las memorias populares

slo conocido por Dios.

finalizarse en el ao 2004. En la actualidad hay all 237 tumbas de soldados

identificadas, el resto permanece bajo la inscripcin de Soldado argentino

la entregan los innumerables monumentos dedicados a Malvinas que se


esparcen por todo el territorio nacional, al decir de Federico Lorenz como

Por ltimo, y ms recientemente, algunos de estos monumentos fueron

las cuentas de un collar al que se le ha cortado el hilo. Estn en las grandes

elegidos como lugar de denuncia. En distintas localidades del pas grupos

ciudades y en las ms chicas; los hay desmesurados y humildes; algunos

de ex combatientes y familiares condenaron los estaqueos y otros vejme-

fueron levantados por el Estado y otros por los familiares y amigos de los

nes sufridos por los soldados durante la guerra. En estas ocasiones, las

cados. Son sitios de memoria que recuerdan el impacto de la guerra y el

consignas de los organismos de derechos humanos, vinculadas a la memo-

sentido de las islas en la historia argentina.

ria, la verdad y la justicia, pudieron dialogar con las consignas asociadas a


Malvinas y la soberana nacional.

En algunas ciudades, esos monumentos constituyen una forma de vincular


el propio territorio con la historia nacional. As pueden interpretarse los ho-

Las tres fotos, incluidas como fuentes, ayudan a visualizar las memorias de

menajes que reciben los cados y los ex combatientes en muchos puntos de

Malvinas: Cmo se muestra la guerra en los monumentos elegidos? Estn

las provincias, donde cada 2 de abril se convierte, adems, en la oportuni-

los soldados o slo la silueta de las islas? Quines los construyeron? En

dad de recordar cmo la misma localidad vivi los das aciagos de la guerra.

qu lugar de la ciudad estn? Por qu algunos monumentos son humildes


y otros, en cambio, presuntuosos? Qu usos se hace de ese monumento?

En otras ocasiones, los monumentos se convierten en punto de reunin de


grupos que pretenden reactivar el viejo relato pico nacional que colocaba

Las cuentas de este collar esparcido de significaciones sociales que evocan

al ejrcito en un lugar protagnico. En algunas ocasiones, estas reuniones

las islas Malvinas despus de la guerra, aluden a ese mapa fragmentado

reivindican tambin el accionar de las Fuerzas Armadas durante el terrorismo

que es hoy la Argentina. Repensar esos significados, saberlos inscribir en

de Estado.

un relato que pueda articular conceptos tan valiosos como el de democracia, soberana y nacin, constituye un objetivo poltico capaz de insertar las

Para quienes combatieron y para los familiares y amigos de los cados, la

memorias de Malvinas al interior de nuestras preocupaciones presentes.

instalacin de un monumento en el lugar del conflicto se convirti en una

La escuela, en tanto instancia que articula el lazo social y que contribuye a

instancia necesaria de duelo porque, tal como dice el escritor Roberto Herrs-

producir nacin, democracia y soberana, tiene un rol protagnico en tamaa

cher en Los viajes de Penlope volver es, tambin, pulverizar y enterrar los

iniciativa.

recuerdos. La Comisin de familiares de cados en Malvinas y el Atlntico

90

fuentes

El Tte. Gral. Martn Balza tiene una larga trayec-

Malvinas, Gesta e incompetencia. Martn Balza.

toria en las Fuerzas Armadas de la Argentina.


Entre 1992 y 1999 fue Jefe del Ejrcito. Desde

* El planeamiento estratgico en lo poltico y lo militar no se bas seriamente en lo que el Reino Unido

ese lugar expuso una autocrtica pblica sobre

se hallaba en capacidad de hacer como respuesta a la ocupacin en las islas. En ningn documento se

el accionar de esa fuerza durante el perodo del

encontraron los supuestos para encarar la confeccin de un plan o una directiva. Sin embargo, resulta

terrorismo de Estado. En la guerra de Malvinas

claro que la Junta Militar acept, errneamente, dos suposiciones que afectaron todo tipo de decisiones

fue Jefe del Grupo de Artillera 3 y Coordinador

posteriores al 2 de abril. Estas fueron:

de Apoyo de fuego de la Agrupacin del Ejrcito


Puerto Argentino. Su libro Malvinas, gesta e

incompetencia, editado en el 2003, habla de los

El Reino Unido slo reaccionara por la va diplomtica ante la ocupacin de las islas. En caso de
recurrir al uso de su poder militar, lo hara en forma disuasiva, sin llegar a su empleo real;

comportamientos heroicos que existieron en las


islas pero, sobre todo, de las severas falencias
que existieron en la conduccin de la guerra.

Los Estados Unidos ayudaran a la Argentina o seran neutrales. Nunca permitiran una escalada
militar del conflicto y obligaran a las partes a negociar.

El proceder de la Junta margin las ms elementales normas de planificacin contenidas en los reglamentos para el trabajo de los Estados Mayores; ello se puso en evidencia antes, durante y despus del

91

conflicto, y fue condicionante para que los Comandos subordinados confec-

responsabilidad ante la derrota, iniciaron un proceso de desmalvinizacin y

cionaran planes superficiales, incompletos y, ms an, incumplibles.

no rescataron los valores de la gesta. Buscaron chivos expiatorios entre los

No se previ ni se planific qu hacer ante la reaccin britnica de emplear

y eludir sus responsabilidades por la batalla perdida, e invocaron estriles

jefes que combatieron; muchos generales olvidaron que no podan justificar

su potencial militar recibiendo apoyo de otros pases, muy especialmente


de Estados Unidos, y se pas del ocupar para negociar al reforzar e ir a
la guerra. Sustancial diferencia y mxima insensatez, al descartar lo posible

argumentos, como decir que, contrariamente a su voluntad, tuvieron que


cumplir rdenes de Galtieri. En ese caso, les quedaba el camino de la desobediencia debida que no se produjo. ()

buscando lo inalcanzable. ()
* Constituimos un Ejrcito en Malvinas? En mi opinin no, en el estricto
* La Inteligencia Estratgica nacional y militar careci de solidez, pues

sentido conceptual. En la realidad constituimos un agrupamiento de unida-

desde dcadas anteriores, y particularmente a partir de la dcada de los

des y de entusiastas hombres armados, sin haber tenido la oportunidad de

70, estuvo orientada al caso Chile en lo externo y, prioritariamente, a la

adiestrarnos previamente en conjunto, con las otras Fuerzas Armadas. Nu-

subversin en el marco interno. Los jefes de inteligencia de las Fuerzas

mricamente se emple menos del 10 por ciento de la capacidad operativa

Armadas slo tomaron conocimiento de la Operacin Rosario cuando sta

que tena el Ejrcito. Algunas unidades posean un bajo nivel de instruccin;

se inici. ()

an as, no se dud en enfrentar a un enemigo experimentado, que puso en


prctica un axioma del mariscal ruso Suvorov, que en el siglo XVII expres:

* La organizacin para el combate de la Guarnicin Militar Malvinas a


rdenes del general Menndez evidenci dispersin de esfuerzos, unidades
asignadas en forma no proporcional, poco correcto aprovechamiento del
terreno, superposicin del mando e inadecuada accin conjunta de las Fuerzas. De los 9 regimientos de infantera disponibles en las islas, slo cuatro
combatieron en forma efectiva (RI 4, RI 7, RI 12, BIM 5) y parcialmente slo
dos (RI 6 y RI 25); se desaprovech la capacidad de los ltimos regimientos
citados y no participaron en las acciones el RI 3, RI 5 y RI 8 (los dos ltimos
en la Gran Malvina). Esto favoreci a los britnicos a aplicar su tctica
metdica y doctrinaria: concentracin del ataque en el punto ms dbil,
aprovechando su mayor poder de combate, movilidad y libertad de accin.

* Los miembros de la Junta Militar y otros altos mandos que visitaron las islas
y se fotografiaron en ellas antes de que se iniciara la guerra se borraron
cuando comenz el ruido de combate y silb la metralla. No asumieron su

92

Adiestramiento duro, combate fcil.

La revista El Porteo public en su nmero 8

Opina la calle. El Porteo, ao 1, N 8, agosto de 1982

una entrevista al General Galtieri realizada por la


periodista Oriana Falacci. El reportaje realiza-

EL NIMO DE LOS ARGENTINOS

do por la italiana para la revista Cambio 16 y


publicado en exclusividad por El Porteo se

Despus de la cada de las Malvinas, el estupor y el desaliento cundieron entre la poblacin. Bruscamen-

transform en uno de los ms famosos de la

te, los das de triunfo ilusorio cedieron paso a una sensacin de derrota que no se limita solamente a los

posguerra. En ese nmero, adems, la revista

avatares de una guerra. Un pas con sus instituciones en desorden y en su provenir incierto se apresta

publicaba una serie de notas analizando el

a reactivar la lucha poltica. Se ver qu anlisis y qu soluciones (aparte de las consignas partidarias)

impacto social de la derrota en Malvinas. Aqu

deparar el deshielo a los argentinos, devastados por la inutilidad y la duda.

reproducimos una de esas notas, centradas en


la opinin de la calle.

Roxana Morduchowicz indag, en las calles del centro de Buenos Aires a la gente que pasaba. Cuando
les preguntaba: Qu siente a raz de la situacin actual? ms de la mitad se resisti a opinar.

- Uno no sabe qu fue lo que realmente pas. Lo nico que nos quedan ahora son interrogantes: Por
qu pas todo esto justo ahora? Qu pas realmente? Cuntos argentinos murieron? Qu va a
pasar? Para qu sirvi todo esto si en el fondo no se lleg a anda?.

- Yo quiero decir que el problema reside en que no convivimos en libertad. Desde hace muchos aos
tenemos un gobierno gigante, un Estado de una dimensin monstruosa, de un costo abrumador, omnipotente.

- Nos sentimos tristes, no tanto por la prdida de las Malvinas sino por las prdidas humanas. Adems,
la situacin poltica es catica y no s de qu manera podemos salir de esta situacin. Pero de todas
formas para qu voy a opinar si nadie nos tiene en cuenta?.

- Con toda esta situacin, todos los argentinos de verdad, nos sentimos amargados y tristes. No slo por
el problema de las Malvinas; yo soy un hombre que trabaja en la calle y veo que todo el mundo comenta
siempre lo mismo: la falta de trabajo y la caresta de la vida. Entonces un argentino se tiene que sentir
automticamente desanimado con todo lo que pasa.

93

- Ms que nada me siento defraudada. Qu perspectiva veo?: Incertidumbre total.

- Lo que ms me duele es la prdida de tanta sangre nuestra y es precisamente por esas vidas que debiramos seguir adelante.

- Este tipo de problema a m no me interesa nada, nada.

- Toda la informacin que recibimos fue mentira. No tena nada que ver con
la realidad. Y esto no es nuevo, porque nunca tuvimos informacin de nada.
Nos mienten constantemente.

- Me siento defraudado, deprimido, las perspectivas futuras me parecen


terribles. En realidad no las veo. Me siento desilusionado y sin ninguna
esperanza.
- Despus de este contratiempo los argentinos nos sentimos peor que si nos
hubiera agarrado sarpullido. Como argentino, adems, me llama poderosa-

- Lamentablemente la situacin del pas es bastante molesta. Pienso que no

mente la atencin la falta de homenaje a toda la muchachada que ha vuelto

habr ninguna mejora con el cambio de presidente. Veremos qu sucede

del Sur, casi no se le ha rendido el menor de los respetos a ellos y a quienes

con la salida poltica. La desazn de la gente es tremenda. Su depresin

no han podido regresar.

ha llegado al punto de que el Mundial de Ftbol ha pasado prcticamente


inadvertido para todos. Nadie sabe qu hacer.

- Yo creo que sobre todo nos han estafado. Nos hacan ver una realidad
ficticia y las consecuencias se detectan ahora en un pueblo desanimado.
Igualmente espero que podamos salir de este pozo en el que nos han
metido. Porque nosotros no quisimos esto, ni siquiera fuimos preguntados al
respecto. Ahora lo que necesitamos es que nos den pie para pensar en un
futuro.

- Me siento totalmente defraudado. Creo que yo comparto el estado de


nimo de la gente. El noventa por ciento se siente deprimido, porque no ve
ninguna perspectiva futura en el pas.

94

En 1983, Hugo Paredero entrevist a ms de

Hablan los nios

cien chicos de todo el pas y de variadas clases


sociales para hablar de la dictadura. Tuvieron

GUIDO DIEGO GONZLEZ (12):

que pasar ms de veinte aos para que esas

Inglaterra aliada con otra potencia que es Estados Unidos, y nosotros con bombas que no explotaban,

Era seguro que bamos a perder, porque era una potencia mundial que es

entrevistas se editaran en forma de libro, con el

latas que estaban congeladas y no podan abrirse, calentadorcitos a pilas que no calentaban murieron

ttulo No sabra decir cmo es un recuerdo. Los

un montn de chicos, se gast un montn de plata y todas las armas que se compraron estn ahora ah,

chicos y la dictadura. Las fuentes que a continuacin presentamos, corresponden al captulo


IV de ese libro, editado por del Zorzal en el ao
2006, que est dedicado a Malvinas. All, los

guardadas, no se usaron. Todas las chatarras compramos. Los pucar tienen hlice todava, los aviones
de guerra ya no vienen as. Ya para la guerra usan los supersnicos, para que no los detecten los radares.
Los chicos que mandaron lucharon lo mejor que pudieron porque estuvieron muy cerca de empatarles,
pero no de ganar, como deca los comunicados que pasaban por televisin y eran todos una farsa.

chicos hablan con total desenvoltura de la guerra y no es difcil percibir, en todas sus versiones,
los temas, los dilemas y las dificultades que
estaban a la orden del da en los primeros aos
de la democracia.

DANIEL ALEJANDRO PENDZIK (12): Aparte

pas una cosa: que dos das antes, la gente en Plaza de Mayo

gritaba Viva Galtieri. Despus de haber perdido tantos chicos inocentes, que no tenan opcin de ir o
no ir a la guerra. Despus de haber pasado lo de Malvinas, un pueblo sin rumbo y sin timn pens, sinti,
y despus se dio cuenta de que no le sirvi porque esos hombres de gorra no hicieron bien las cosas. La
guerra sirve para perder gente, para perder plata, para perder armas, para perder territorios o ganarlos,
pero en este caso ya no sirven.

SANTIAGO DAVID SNCHEZ (6): Yo

cuando sea grande voy a ser soldado, porque hay algunos que roban,

vio, por eso puedo ser soldado para vigilar todos los das. En una foto chiquitita as, mi primo est con
una ametralladora con todos los soldados, y yo quiero salir en la foto como l sale, con una escopeta. A
m me gusta la guerra, yo la veo a veces en la tele y no me da miedo.

MARA GUILLERMINA MAC DONALD (9):

Todos son malos, los ingleses y los militares argentinos. As que no

se sabe a qu lado tengan ganas de pertenecer las Malvinas.

DIEGO ORDEZ (11):

En realidad a nuestros chicos no los mataban los ingleses sino los propios seores

con gorra de ac, porque esa guerra estuvo arreglada. En mi opinin, los nicos que tenan armas que
servan, eran los de sargento para arriba. Los soldados iban y no tenan con qu defenderse. Tambin Inglaterra usaba armas prohibidas por el convenio. Por ejemplo, unas gafas que eran para ver en la noche.
Tambin tenan como salvavidas rojos que los mantenan calientes, eso no estaba permitido. Entre los

95

propios seores con gorra, que tenan ms poder, estaba arreglada la guerra

RODRIGO MILCADES ORTIZ (12): En

entre los dos pases. Alguna ganancia habrn sacado ellos de todo eso.

ses, se puede llegar a un acuerdo. Que se haga un campeonato olmpico

vez de pelear los argentinos con los ingle-

cada ao, que se haga participar a la gente deportista mejor de cada pas, y
FEDERICO DIEGO VERZURA (11): Yo

no entiendo cmo a Galtieri se le meta

en la cabeza que iba a poder triunfar con la cuarta o tercera potencia del

el que cada vez va ganando se llevar las Malvinas por un ao. Entre argentinos e ingleses noms.

mundo, y la mejor flota, no a nivel barco sino a nivel estratgico, porque


Inglaterra es una isla y nosotros peleamos en una isla. Pero Galtieri y todo el

RODOLFO ADRIN PUENTE (12):

Estado Mayor conjunto nunca decan la verdad. Sala el comunicado 2500,

ba aturdido de tantas bombas. l vino, no muri. Vino y nos cont cmo era,

Yo tuve un compaero de mi familia que esta-

y decan: Derribamos ocho Sea Harrier y nos derribaron un Mirage. Y a

dice que todo era terrible, que cuando lleg ac, a Monte Caseros, recin le

veces yo escuchaba Radio Colonia, y las versiones eran totalmente distintas,

empez a doler la cabeza de tantos bombardeos que hubo en la guerra. Eso

hasta el punto que eran al revs: Derribamos un Sea Harrier, nos derribaron

nos cont y luego no escuch ms porque me fui al fondo de casa, a jugar,

ocho Mirages.

por ir noms, porque no era prohibido escuchar lo que l contaba, pero


es feo y muy doloroso escuchar eso de la guerra, con contarlo uno ya se

SILVANA NOEM COSTILLA (9):

Hemos ganado nosotros, los argentinos. Los

imagina cmo es.

ingleses han perdido, porque nosotros hemos volteado ms aviones, barcos


y otras cosas de ellos, lo dijeron por la tele.

IVN ALEXIS JEGER (10):

Los argentinos odian a los ingleses, los ingleses odian

a los argentinos, todos se odian, entonces no pueden discutir y as empez


MARA NOEL FERNNDEZ (9): Algunos

chicos dicen que la Thatcher empez la

pelea pero ella no fue, fueron los militares argentinos. Yo tambin digo que

la guerra. Tendran que vivir, una parte argentinos y una parte ingleses, en las
islas Malvinas, as son de los dos pases y chau odio.

ella es mala, pero ms malos son estos militares, porque la Thatcher nunca
secuestr a nadie, habr castigado, pero nunca secuestr ni mat. Si a m

RAMN EDGARDO VALLEJO (7): Yo

me hubieran secuestrado prefiero morir antes, porque en vez de sufrir todo

seor no le quera decir quin se haba muerto. Y ella dice as: Y el Carlos

vi que una seora estaba esperando, y un

lo que les hacen a los desaparecidos, preferira que me maten con una

dnde est? Y el muchacho no le quera decir que el Carlos se haba

pistola antes que me peguen con un ltigo, porque si no me dejan con todas

muerto en la guerra y que lo dejaron muerto all. Y la seora dele preguntar

las marcas y me va a arder y voy a sufrir mucho. Prefiero antes pegarme un

El Carlos dnde est?

tiro, que eso no me va a doler, nada ms me voy a morir. Prefiero morirme


antes que sufrir tanto, porque a m nunca me gust sufrir. Si a mi mam le

FEDERICO GUILLERMO BEZ (10): Yo

pasara algo, yo me quedo con mi abuela. Y aparte, si mi mam tendra que

pas, estuve en Mxico, fui exiliado dos aos, del 80 al 82 A mi pap lo

no la pude vivir porque no estaba en el

ir al hospital soy capaz de quedarme todo el da con ella en el hospital, al

metieron lo mataron, desapareci en el 75, no en el 76, y a mi mam la

lado, dndole la mano [].

metieron presa en el 75. Sali en el 80 y le dieron opcin, y como mi abuelo


tena familia en Austria, tenamos opciones de irnos all y nos fuimos a

96

Austria. No como dicen, que fuimos para tener los sellos dorados de la guita

se haban salvado. Uno que conoce mi mam, que le haba dicho a mi

loca que tenan all, sino que estbamos all porque no podamos hacer

hermano que salga, dijo que saltaron muchos, como l. l iba nadando y

otra cosa, no tenamos otro lugar adonde ir. [] Mis abuelos y mi ta asesina-

lo encontraron en un bote con soldados, y lo han llevado. De tanto caminar

dos en el 75, o 76, no me acuerdo muy bien, eran los paps de mi pap y la

por la nieve, tena los pies muy fros y de los ojos le salan lgrimas. Tena

hermana. Yo con los que estuve viviendo fue con los abuelos de parte de mi

lentes. Despus l haba venido cuando estaba jugando con mi hermanito.

mam. Parece que a los padres de mi pap los fueron a buscar para ver si

Era cordobs. Y cuando fue mi ta, que haba ido a ver a mi primo Oscar, se

queran decir dnde estaba mi pap y mis abuelos no dijeron nada, y mi ta

han ido a un bar y han comido y despus se han venido porque tenan que

tampoco. Y entonces los mataron. Se los encontr, creo, que en menos de

ir a ver a mi primito Quelito, l va a una escuela diferencial. Entonce l nunca

un mes a los cuerpos, cerca de Mar del Plata.

se ha sacado los lentes y me ha contado muchas cosas que no me gustara


acordarme ms de la guerra.

EDUARDO MATEO CRESPO (11):

Ac en la colimba los militares son todos

unos machitos tremendos pegndoles a los pibes, hacindoles aplaudir los

ERNESTO RAL DEUTSCH (8): A

m me parece que las Malvinas quedan mucho

cardos y los cuerpos a tierra. Y en la guerra, los que iban a pelear, y dar la

ms cerca de la Argentina que de Inglaterra. Por qu los ingleses usan otro

cara por la Argentina eran los pibes, mientras ellos estaban en los mejores

mapa?

hoteles del sur, con sus esposas, sus amantes, o las dos. Y otros militares
de alto rango estaban en las Malvinas pero jugando a las cartas en los arsenales, mientras los del frente peleaban con los gurkas.

MIGUEL ANBAL BAILEZ (10):

La misma gente que pensaba que esa guerra era

justa, pensaba tambin que iba a ganar Argentina pero la guerra no es tan
fcil como el Mundial.

NSTOR EDUARDO CHVEZ (12): Un

muerto argentino vale ms que un muerto

ingls, para m. En el colegio que voy yo siempre nos dicen que es ms


bueno el muerto argentino que el ingls.

DEMIN WASSERMAN (5): Para

m la guerra es una batalla entre los que hablan

distintos idiomas. En las Malvinas los buenos eran los que hablaban en
castellano y los malos eran lo que hablaban en ingls.

JUAN MANUEL TORREZ (10): Yo

por la guerra siento pnico solamente, pero si

tuviera que ir a pelear por la patria, voy.

PATRICIA MNICA GERVASIO (11):

FABIN ARIEL GMEZ (9): La

muerte, todo palabras.

Somos hermanos todos los del mundo, no

tenemos por qu pelear, que cada uno pise la tierra de otro en paz. Nada de
guerra es fea porque mueren hermanos, mi

hermano tambin ha muerto en la guerra un barco haba ido, y ah iban mi


hermano y mi primo, y ah estaban los ingleses escondidos con un can.

GASTN LEYACK (10):

Yo pienso que nuestros seores de gorra tendran que

No s, l se ha ido all, a su pieza, y alguien tir. Y cuando mi hermano

haberlo hecho de forma pacfica, ir y decirles de frente: Seores, estas islas

quiso salir, se le haban atrancado unas cositas y no poda abrir la puerta.

estn en nuestro poder desde que el 9 de julio de 1816 un seor llamado

Haban pegado justo el tiro donde estaba la pieza de l. Despus, otros

Urquiza firm el decreto y se lo mostr a todo el mundo. Un decreto que

97

Acto de las agrupaciones


de ex combatientes en
el Cabildo de Buenos
Aires, 1986. En la imagen
hay representantes de la
Capital Federal, Chaco y
La Plata.

deca que la Argentina era un pas libre y que no se poda dejar gobernar por

JUAN SEBASTIN LECUONA (11): Enviaron

otro podero. Y ya est.

me parece que es una locura, porque se destruye todo lo que hizo Dios en
el mundo. Se destruy el ideal de Dios.

TRISTANA LUCA RETAMOSO (12):

A m los muertos argentinos me daban ms

lstima porque eran ms chicos, y no saban luchar. Pero los muertos ingleses tambin me daban lstima.

98

chicos de 18 aos a la guerra, lo cual

(Speranza, Graciela y Cittadini, Fernando,

Partes de guerra

Edhasa, Buenos Aires, 2005)


El libro Partes de guerra reconstruye a travs de
la organizacin coral de testimonios el antes, el
durante y el despus de la guerra de Malvinas.
Se centra, especialmente, en los relatos de

OSCAR POLTRONIERI (SOLDADO CLASE 62, NACIDO EN MERCEDES. FUE EL NICO SOLDADO RASO QUE RECIBI
LA CRUZ DE LA NACIN ARGENTINA AL HEROICO VALOR EN COMBATE. DESPUS DE LA GUERRA VIVI EN LA
POBREZA. TRABAJ EN UNA EMPRESA LECHERA, VENDI PERIDICOS Y CALCOMANAS DE LA CASA DEL VETERANO. EST CASADO Y TIENE CUATRO HIJOS)

soldados y oficiales del Ejrcito Argentino destinados a la zona de Darwin-Goose Green, una

- Despus estuve enfermo como dos meses, de noche temblaba. Fue mi vieja al cuartel y les dijo que yo

zona alejada del epicentro de las operaciones

estaba enfermo. Me fueron a buscar, me atendieron y me llevaron remedios. Era el fro, de noche

y que protagoniz algunas de las batallas ms

temblaba de fro. Era raro porque en Malvinas nunca tuve fro. Despus me hice poner esa inyeccin en

cruentas. En este captulo, citamos un extracto

la espalda y me la puse todos los aos y hasta ahora, nunca ms me enferm. Para m, cuando recin

del eplogo, donde los testimonios hablan sobre


la primera posguerra.

llegu, fue muy doloroso porque a los pocos das que llegamos, fuimos a la casa de un compaero
nuestro, de Mercedes, y el pibe no le quera contar al padre que haba estado en las Malvinas. El padre
nos haba invitado a comer, haba hecho un asado para nosotros y cuando estbamos hablando, el
padre del muchacho quera saber si el hijo haba estado en las Malvinas o no y qu haba hecho. Y l no
le quera contar. Y entonces, tanto lo oblig delante de m, ramos cuatro que estbamos ah, que yo le
dije que le tena que contar, porque si no el padre se iba a volver loco. Pero l no poda. Lo nico que yo
quiero me deca el viejo es que me diga si mi hijo estuvo en las Malvinas. S, estuvo le dije, estuvo
conmigo. Su hijo fue uno de los ms grandes compaeros que tuve en la guerra de las Malvinas. Y
entonces le cont todo lo que habamos hecho. Lloraba, y cuando me quise acordar, se qued. Primero
vino, nos salud a todos uno por uno, nos agradeci por todo lo que habamos hecho. Estoy orgulloso
de ustedes, de que ustedes hayan estado en las Malvinas. Y se muri, se muri de alegra. Pero igual a
m me gusta contar las cosas que hice y que al principio no valorizaba. Despus de un tiempo empec a
valorizar lo que yo haba hecho y lo que vale mi medalla. Porque apenas vine me usaron en la televisin,
con los reportajes, con las revistas, con todo. Si yo en ese momento hubiera valorizado todo lo que hice,
no habra estado vendiendo golosinas en la calle o arriba de los trenes. Porque hasta hace poquito, yo
anduve arriba de los trenes en Constitucin vendiendo calcomanas, diarios, con mis compaeros. La
mayora de los muchachos anda sin trabajo porque a nosotros nos prometieron vivienda, trabajo, becas,
de todo y no nos dieron nada. A nosotros nos pegaron una pualada en la espalda. El pueblo nos dio la
espalda, porque no solamente el gobierno estaba a favor de nosotros para que furamos a Malvinas, la
gente de ac, de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires, nos apoyaba para que furamos, pero cuando

99

100

volvimos nos dimos cuenta que nos dieron la espalda. No todos. Porque a

pibes que no saben lo que es una guerra. Nosotros ya sabemos todo, lo

pesar de lo que estamos pasando con el pas, que hay poco trabajo y todo,

malo y lo bueno. Y con todo, nosotros volveramos. Y eso es lo que yo le dije

igual hay cantidad de gente que colabora con nosotros comprando el diario.

al soldado ingls en Francia. Porque despus que vine nos juntaron a un

En cambio, cuando vamos a pedir trabajo tenemos problemas. El otro da

soldado ingls y a un soldado argentino en Francia, despus de dos aos de

me vino a ver un compaero que lo despidieron del trabajo porque se

la guerra de Malvinas. Para m fue un orgullo muy grande. Y yo me rea

enteraron de que era veterano de guerra. Despus de doce aos de trabajar

porque el ingls deca que nosotros usbamos chaleco antibalas y que

en esa empresa, lo despidieron. Yo despus de la guerra entr en La

ramos pagos, pero cuando yo le dije que nosotros no ramos pagos y que

Serensima a trabajar y trabaj doce aos, y despus me fui porque se iba a

bamos por amor a la patria, no lo querra creer. E inclusive tena una alegra

dividir la fbrica y ahora estoy trabajando en el Estado Mayor del Ejrcito.

muy grande porque los tipos mundialmente los admiraban a los pilotos

Adems cobro la pensin, que son 190 pesos. Me dijeron que como a m

argentinos, les tenan miedo porque ellos pensaban que nosotros ramos

me condecoraron con la Cruz de Valor en Combate, me van a pagar un

intiles. Porque ellos a la Argentina la llaman Amrica Latina y nos llaman lati-

sueldo equivalente a un teniente coronel, y ahora lo estoy esperando. Yo

nos a nosotros. l deca que no saba que ac en Amrica Latina haba

pens que era para todos igual, pero es para m solo, por la medalla que

pilotos tan buenos, que a ellos los volvan locos porque los nuestros volaban

tengo. Porque yo, de todos los que fueron a las Malvinas, soy el nico que

al ras del agua y los radares de los barcos no los captaban. l es menor que

tiene la distincin ms alta del Ejrcito, soy el nico condecorado con la Cruz

yo, tiene treinta y dos aos y yo tengo treinta y cuatro, pero l ya tena un

de Valor en Combate, siendo soldado. Son seis oficiales y suboficiales y un

cargo, tena diecisiete aos pero ya tena un cargo. Nosotros, con el ingls

soldado, el nico soldado fui yo. Hay un colegio que lleva mi nombre ac en

este, bamos a hacer una pelcula en Francia pero al final no la hicimos

Capital, inaugur un colegio que est cerca del Mercado de Abasto que

porque no haba plata. Entonces nos fuimos a pasear con el ingls.

abarca de calle a calle que es colegio, comedor y jardn. En los desfiles yo

Anduvimos por el ro Sena paseando en yate y despus nos fuimos a ver la

soy el abanderado de la Casa del Veterano de Guerra y tengo que ir a todos

pintura ms famosa que hay en Francia, la Mona Lisa, y despus fuimos a

lados. Mi mujer a veces se queja, pero ella sabe que lo que yo tengo vale

ver el boxeo. Fuimos con custodia, con uno de esos autos grandotes, una

mucho, la medalla que yo tengo, as que tengo que estar s o s. Tengo tres

limusina, y yo le puse la bandera argentina en la punta. Fuimos a ver la pelea

pibes, dos varoncitos de cinco y de uno y una nena de dos. Cuando le digo

de Santos Laciar, cuando gan en el tercer round y me hicieron subir al ring.

a mi mujer de un desfile, el ms grande ya est parando la oreja y quiere

Y dijeron: Hoy se juntan dos argentinos en Pars, uno por el ttulo mundial

venir conmigo. Y yo lo llevo porque le gusta mucho y para m es una cosa

de boxeo y el otro, que tiene la Cruz de Valor en Combate por la guerra de

muy importante, porque el da de maana mis hijos tambin van a saber lo

las Malvinas. Y nos abrazamos los dos, con la bandera argentina, nos

que hizo su padre. Y si yo tuviera que ir a Malvinas a pelear de vuelta, ira. La

abrazamos en el ring. Eso no me lo olvido ms. Despus el ingls me regal

mayora de los veteranos ira. Porque ya tenemos experiencia y los que estn

una boina verde y yo le di un casquete, de esos que nosotros usamos ac.

ac no saben nada. Porque cuando nosotros recin fuimos no sabamos lo

Quera que le diera la medalla, pero yo le dije No, la medalla no. Yo as no

que era una guerra, pero ahora sabemos cmo es y sabemos cmo es el

me vendo. Si me quiere dar la boina, que me la d, y yo le doy una gorra a l

terreno y todo. Entonces preferimos ir nosotros antes de que vayan otros

y quedamos amigos. l me manda cartas a m y yo a veces le mando cartas

a l. Habl mucho con el ingls. Lo que pasa es que yo hablando me

eficiencia fatalmente alguien muere. Si es en una guerra ocurre muy rpido,

desahogo y me siento bien. En cambio, si yo no cuento nada, a m me hace

si es en otra circunstancia, tarde o temprano, alguien muere tambin.

mal, porque me lo guardo todo y lo llevo adentro y no lo largo y me comen

Supongo que todos habrn tenido este tipo de reacciones a la vuelta. Pero

los nervios. Entonces, si uno todo lo que hizo lo cuenta como si fuera una

como profesional, desde el principio, trat de apartarme del tema delibera-

pelcula, es diferente. Porque te desahogs, lo conts, como si lo hubieras

damente. Como todos los veteranos, volv con una cuota considerable de

visto en una pelcula, entonces no se te juntan los nervios. Porque si vos te

resentimiento. Porque mientras nosotros escuchbamos por radio los

guards todo eso que hiciste, las venas que tens adentro de la cabeza te

relatos de Muoz del Mundial de Espaa en un pozo de zorro, con el agua

revientan. Entonces yo lo cuento como una pelcula y es la nica manera de

helada hasta la cintura y las bombas cayendo a nuestro alrededor, sabamos

andar bien. Porque hay muchos que no se lo contaron a los padres o a un

que, en ese mismo momento, el resto de los argentinos lo estaba viendo por

compaero y estn muy mal. Por eso a m no me da miedo de soar a la

televisin, cmodamente sentados en sus casas. Y algo similar me ocurri

noche o de pegar esos saltos en la cama, como a muchos les pasa. Porque

en lo profesional. Varias veces me pidieron colaboracin para asistir a los

muchos no largaron lo que tienen adentro y saltan en la cama, hacen de

veteranos de guerra y me negu. Al principio, por supuesto, se me plante

todo y les agarra la locura. A m hasta me gusta ver pelculas de guerra. Y

un problema tico, pero despus me di cuenta de que con Malvinas yo ya

cuando las veo pienso: Pensar que yo estuve en eso y s lo que es. Pero

haba hecho lo que tena que hacer: estar all. Porque si en la Argentina

no es como en las pelculas. Es peor, para m es peor.

haba treinta mil psiclogos, mientras yo estaba en Malvinas, haba


veintinueve mil novecientos noventa y nueve que estaban calentitos en sus

DANIEL TERZANO (SOLDADO CLASE 55, PORTEO. POR PRRROGA HIZO EL SER-

casas leyendo a Lacan: que se ocuparan ellos. Haba buenas razones

VICIO MILITAR JUNTO CON LA CLASE 62. ES PSICLOGO, PUBLIC EL LIBRO 5000

terico- tcnicas que podran haberme justificado, pero no eran esos los

ADIOSES. ES CASADO Y TIENE UNA HIJA)

verdaderos motivos. Yo estaba resentido. Tuve una vinculacin muy


espordica con un muchacho que vino a verme al hospital, colabor en

- Durante bastante tiempo conserv ciertos reflejos, dira, en nuestra jerga,

alguna derivacin, pero cuando me hicieron propuestas ms orgnicas no

paranoides. Tena una sensibilidad muy grande a los ruidos, un estado de

acept, porque adems me pareca que significaba colaborar con una

alerta. Iba en el trnsito por ejemplo, escuchaba la puerta de un auto que se

argentinada clsica que yo no estaba dispuesto a respaldar. Porque en lugar

cerraba y mi velocidad y la magnitud de mi reaccin eran exageradas. No

de desarrollar un sistema integral de asistencia al veterano de guerra, se

me gustaba la noche. Despus todo eso fue pasando. Yo siempre he sido

intentaba tapar agujeros apelando a la buena voluntad o manejando la culpa

bastante obsesivo en muchas cuestiones, pero despus de la guerra eso se

respecto de tus compaeros. De hecho, a mis compaeros no volv a verlos

agudiz, me empec a obsesionar con el tema de la organizacin. Un da

porque la mayora eran de La Plata y s que entre ellos casi no se ven

me puse a pensar si esto no tena que ver con el hecho de haber visto los

tampoco. Y creo que los grupos que quedaron muy unidos, quedaron

efectos de tanta desorganizacin. Yo vi morir gente por la desorganizacin y

unidos de una mala manera, muy pegados a la experiencia. Lo que pas

eso en algo tiene que haberme marcado. Probablemente me convert en un

con Malvinas es lo que tantas veces ocurre en la dinmica de los grupos: un

eficientita, no por pasin neoliberal, sino con la certeza de que por falta de

conjunto de personas tremendamente unidas por una circunstancia muy

101

Malvinas, justamente por aquellos aos haba ledo mucho a la generacin


beat, a Henry Millar y al surrealismo, y tena la conviccin de que la literatura
era una mquina imparable, una locomotora donde los puntos y las comas
ya eran un obstculo. As que cuando volv, dej que fluyera el recuerdo,
empec escribiendo cosas sueltas que despus se fueron armando con el
tiempo. Lo que quera, aunque no saba si lo iba a conseguir, era reproducir
el clima de guerra. Cuando se public 5.000 adioses se le hizo bastante
prensa, habl del tema en radio, en televisin y despus, por un tiempo, me
apart de todo eso. Pero hay historias que vuelven, sobre todo una que
durante mucho tiempo trat de escribir y nunca pude. Cuando todo termin,
recib una carta fechada en Gualeguay de la familia de Carlos, mi compaero
de posicin que haba muerto cuando nos atac la aviacin inglesa. Me
invitaban a un homenaje que iban a hacerle en la plaza de la ciudad,
descubriendo una placa en su memoria. Era una situacin terrible para m
porque l haba muerto casi al lado mo, yo haba sobrevivido, y entonces la
familia me peda que les contara cmo haban sido sus ltimos das.
Finalmente decid no ir pero me qued muy mal. Me acuerdo que tambin
me escribi la novia, preguntndome por l, y eso me llev a pensar en esa
chica: qu sera de su vida? Porque, qu era? Haba perdido un novio, un
amor, pero no por un abandono, ni por una separacin, ni siquiera por una
muerte normal. Ni siquiera era una viuda. Haba quedado en el aire, como
suspendida en el tiempo. As la vea yo. Entonces yo trataba de imaginarme
llegando a un pueblo, imaginaba un personaje llegando a ese pueblo la
noche anterior al homenaje, sin que nadie lo supiera, merodeando por ese
pueblo con todas las imgenes de Malvinas que volvan en una noche
especial, muy fuerte, peligrosa o placentera, no suele persistir mucho

102

helada. Y despus, el momento en que tiene que resolver el conflicto entre

despus. Mientras estamos convocados somos hermanos, pero cuando eso

una obligacin moral de ir al encuentro de esa gente para hablar de lo que

se termina nos damos cuenta de que somos personas con enormes

ya no quera hablar nunca ms, y su deseo de irse de ah. Finalmente se va,

diferencias, cada uno con su vida. Yo, personalmente, ya me haba recibido

de algn modo los traiciona, porque ha estado all esa noche, muy cerca de

de psiclogo con la prrroga, as que me dediqu a mi trabajo, al poco

ellos, casi espindolos sin que ellos lo supieran, y al final se va, sin hablar y

tiempo me cas y empec a escribir el libro. Yo ya escriba antes de

sin ser visto. Y no s por qu, pero siempre me imagin como fondo de esa

escena esa marcha, La avenida de las camelias, la misma que tocaba

atravesar lo que se me pusiera adelante. Era como asumir la condicin de

aquella banda, bajo una luz casi intil, en medio del descampado de Campo

un guerrero, vender cara la derrota o algo as, pero muy profundamente.

de Mayo, cuando llegamos de la guerra. Una marcha melanclica, como

No era por patriotismo ni por defender la bandera, era yo el que me

todas las nuestras, escritas con tonos menores, sin el triunfalismo de circo

quedaba ah, como una mquina de vivir todo lo que pudiera. Y haba algo

de las marchas norteamericanas. Siempre imagin que tras esas escenas se

de la identidad masculina puesta en juego en eso. No en el sentido ms

escuchaba esa msica, pero adems ralentada, hasta casi detenerse a

banal, el del herosmo hollywoodense que convierte a un tipo en un ser

veces. No s cmo seguira esa historia. Tampoco s cmo seguir la vida

superior, indestructible, sino una sensacin muy profunda: haber visto que

verdadera de esa chica en esa ciudad, con la placa del novio muerto en la

como varn poda ser un hroe, simplemente porque no iba a claudicar tan

plaza para siempre. Cuando una guerra toca una vida todo se da vuelta.

fcil. Y es que la guerra plantea esa paradoja. Hay algo terrible y tambin

Pero yo, no s por qu, siempre tuve la certeza de que una guerra se iba a

algo de grandeza ah, y son aspectos que ni siquiera pueden deslindarse, se

cruzar en mi vida. Y pas algo como lo que dice Borges en la Biografa de

superponen, son la misma cosa. Cunto hay de locura en el herosmo?

Tadeo Isidoro Cruz: cualquier destino por largo y complicado que sea consta

Cunto de herosmo y cunto de bajeza hay en la guerra? Quien no ha

en realidad de un solo momento, el momento en que un hombre sabe para

vivido la guerra es ms simplista, la justifica o la demoniza. En cambio, quien

siempre quin es. A m Malvinas me enfrent con algo de eso y me hizo bien.

ha pasado por esa experiencia sabe que es mucho ms compleja, tan

No por eso tan superficial de que la colimba le viene bien a uno. Antes yo

compleja que a veces uno no sabe qu decir. Es un lo la guerra. Dios nos

tena la sensacin de que poda ser muy miedoso, una sensacin, nunca lo

libre de las patrias que necesitan guerras, pero para entender la complejidad

haba probado. Desgraciadamente, fue una guerra lo que me prob que no

de las pasiones extremas que puede desatar la guerra hay que vivirla.

era tan as. Y eso me apareci muy claro en el momento del repliegue.

Siempre recuerdo esa escena de Patton en la que aquel general ve un

Volvamos en grupos de soldados solos, sin los jefes, ya no haba mando,

campo arrasado, con tanques incendiados, con cientos de hombres

era un caos. Yo esto lo vea venir desde haca algunos das y haba

muertos colgando de camiones y jeeps, y dice: Que Dios me perdone, pero

empezado a pertrecharme. Haba cargado municiones donde poda, me

amo todo esto. Cmo explicar algo as?

haba conseguido un par de granadas y algunas latas de comida, porque


tena la sensacin de que iba a terminar en algn lugar de la isla, solo, de
que en algn momento iba a necesitar esconderme en algn lugar hasta que
todo terminara. Pero a la vez tena una sensacin de que al hacerlo, iba a
tener que pelear. Tena dos sensaciones que pueden parecer contradictorias:
por un lado pensaba que si tena que llegar a algn enfrentamiento, as, solo,
la probabilidad de que me mataran era altsima, pero al a vez pensaba que
les iba a oponer toda la resistencia que pudiera. Lo ms probable era que
me mataran rpido, pero si poda herir a uno lo iba a herir y si poda matar a
cien los iba a matar. Hasta donde pudiera, mucho o poco, iba a tratar de

103

El 2 de abril de 1984, el Presidente Ral Alfonsn

Discurso del Presidente Ral Alfonsn, 1984.

record a los cados en Malvinas con un discurso en el que busc la forma de referirse a esos
muertos no slo como aquellos que lucharon

Hoy 2 de abril vengo aqu a evocar con ustedes, delante de este monumento, a nuestros cados en
batalla, a esos valientes argentinos que ofrendaron su vida o que generosamente la expusieron en esa

por los valores patrios sino tambin que lo hicie-

porcin austral de la patria. Si bien es cierto que el gobierno que us la fuerza no reflexion sobre las

ron como parte de un ejercicio de los derechos

tremendas y trgicas consecuencias de su accin, no es menos cierto que el ideal que alent a nuestros

cvicos. La democracia naciente exiga pensar

soldados fue, es y ser el ideal de todas las generaciones de argentinos: la recuperacin definitiva de

Malvinas desde el ideario republicano, de ah

las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur () Cuntos ciudadanos de uniforme habrn

que Alfonsn se refiera a los soldados como

deseado dejar sus cuerpos sin vida entre las piedras, la turba y la nieve, despus de haber peleado con

ciudadanos de uniforme.

esfuerzo y osada. Pero Dios vio a los virtuosos y de entre ellos los valientes y los animados, de entre los
dolidos y los apesadumbrados eligi a sus hroes. Eligi a estos que hoy memoramos. Urgidos por el infortunio, sin los laureles de la victoria, estos muertos que hoy honramos son una leccin viva de sacrificio
en la senda del cumplimiento del deber () Estas trgicas muertes refuerzan an ms la conviccin que
tenemos sobre la justicia de nuestros derechos.

104

Reproducimos tres fuentes que ayudan a

Las organizaciones de ex combatientes

visualizar qu pensaban las organizaciones de


ex combatientes en los primeros aos de la

A- VOLANTE

democracia.
a- Un volante que convoca a una movilizacin
en La Plata a finales de 1983 en cuyo texto
queda evidenciado como los reclamos especficos sobre Malvinas se articulaban con otros
reclamos polticos de la escena posdictatorial.

Por el desmantelamiento del aparato represivo.


Contra la escalada de atentados, intimidaciones y secuestros.
Por la aparicin con vida de los detenidos desaparecidos.
Libertad a los presos polticos.
Restitucin de los nios secuestrados y nacidos en cautiverio a sus legtimas familias.

b- Un extracto de un documento escrito por

Justicia civil sin jueces del Proceso.

el Centro de Ex Soldados Combatientes de

Comisin bicameral investigadora.

Malvinas, publicado en Documentos de Post


Guerra N 1.

Pleno empleo, salario digno, salud, vivienda y educacin para todos.


Por las garantas de los activistas sindicales y polticos. Contra toda discriminacin.

c- Un fragmento de una nota publicada en la

Comisin bicameral investigadora de las actuaciones de los militares traidores de Malvinas. Por la reafir-

revista Entre todos en diciembre de 1986 con

macin de la soberana en el Atlntico Sur. Por la reivindicacin de los compaeros cados en Malvinas.

el ttulo Nos ofrecimos a una causa no a una

Por el juicio y castigo a los responsables del genocidio, la entrega econmica y la traicin de Malvinas.

Junta. All se explica por qu la marcha del 2

Solidaridad con los pueblos latinoamericanos que luchan por su liberacin. Contra el imperialismo y toda

de abril de 1986 se realiza frente al Cabildo y se

forma de dependencia.

deja en claro las diferencias que tienen con las


Fuerzas Armadas.

B- DOCUMENTO

La idea de realizar una movilizacin al Cabildo surgi de la necesidad de acercar la causa de Malvinas a
las causas que, por la Liberacin Nacional, que embanderan cotidianamente a nuestro pueblo. Cuando
la reaccin y la oligarqua quieren hablar, golpean las puertas de los cuarteles; cuando es el pueblo el que
quiere expresarse, golpea las puertas de la historia. En muchas oportunidades nos critican por levantar
consignas que algunos demcratas tildan de polticas. Bien saben que nuestra organizacin lucha por
los problemas que, desde la culminacin de la guerra de las Malvinas, padecemos los ex combatientes.
Pero se olvidan y lo anunciamos sin soberbia que nuestra generacin ha derramado sangre por la
recuperacin de nuestras islas y que eso nos otorga un derecho moral [...] Durante la guerra de Malvinas
se expres una nueva generacin de argentinos que, despus de la guerra, conoci las atrocidades que
haba cometido la dictadura. Nosotros no usamos el uniforme para reivindicar ese flagelo que slo es

105

Movilizacin de ex
combatientes platenses
en vsperas de la Semana
Santa de 1987.

posible realizar cuando no se tiene dignidad. Nosotros usamos el uniforme

que ciertos sectores hasta nos acusen de fascistas con una trayectoria

porque somos testimonio vivo de una generacin que se lo puso para defen-

de lucha humilde, pero combativa, habiendo estado al frente de los que

der la patria y no para torturar, reprimir y asesinar.

realmente nos opusimos a la desmalvinizacin, luchando y reivindicando

C- ARTCULO REVISTA ENTRE TODOS

conociendo que no somos los nicos marginados, llegamos a los umbrales

los derechos de postergados de nuestros compaeros; aprendiendo y

de 1986 con una necesidad y un desafo: nuestro testimonio amargo, pero

106

Luego de tres aos de vida, el Movimiento Nacional de Ex Combatientes,

valioso, nuestras banderas populares e histricas, pero no asumidas, no son

con una gnesis esencialmente patritica y antiimperialista a pesar de

ni tienen que ser un patrimonio exclusivo de 9000 ex combatientes.

En estos aos de lucha nos encontramos con la indiferencia de ciertos de-

con sangre, y est vigente. Existe una juventud marginal que est en las

mcratas, y el ataque de la reaccin, pero tambin y es lo ms importante

villas, los heavy metal que crecieron a la sombra de la dictadura, pero que

con madres, hombres y particularmente jvenes. No slo solidarios sino que

hoy no estn representados. A esos patoteros nos debemos, fundamen-

adems haban sentido lo mismo, a pesar de no haberlo vivido, gente que

talmente porque somos parte y porque despus de la peor tormenta sale el

no olvida. Y nos dimos cuenta de que los ex combatientes no somos los in-

sol. Cuando los ex combatientes con nuestros reclamos y postergaciones,

vlidos a los que el pueblo debe venir a dar una donacin, somos s los que

cuando las Madres de Plaza de Mayo con su dolor y sed de justicia, cuando

nos enfrentamos no con discursos, sino con las armas al imperialismo; pero

los marginales con su rebelda aunemos la lucha, empezaremos a recorrer el

que formamos parte de una juventud, una generacin a la que el hecho ms

camino tantas veces declamado. Con este planteo es que los 21 Centros de

importante que la marc fue s todava le caben dudas a alguien Malvinas.

Ex Soldados del pas nos preparamos para el II Encuentro Nacional de Ex


Combatientes en mayo del 86. Nuestro aporte sigue siendo el mismo pero

Cunto habr soado la generacin del Cordobazo con tener una bandera

mejorado: nuestra realidad es dura y a veces complicada, pero la esperanza

de lucha, en que nuestros enemigos se sacaran la mscara. Pero la verdad

tiene un motor indestructible; todos los patriotas que a lo largo de la historia

es que luego de la negra noche de la dictadura en que ellos mataron a lo

entregaron su vida, y particularmente nuestros compaeros, que son los

ms lindo, lo ms combativo de nuestra Patria, llegamos a la democracia en

hermanos de la juventud y los hijos de un pueblo, esperan que volvamos a

crisis y confusin y no nos damos cuenta de que tenemos por ejemplo, tres

Malvinas el da que liberemos toda la Argentina.

ejes, banderas, tan imprescindibles si algn da queremos materializar la tan


mentada Liberacin Nacional. Me refiero a Malvinas, Nicaragua y la deuda
externa.

En la oportunidad que tuvimos varios compaeros del Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de visitar la hermana Nicaragua nos dimos
cuenta de lo siguiente: el FSLN no inyect el antiimperialismo en su pueblo
dicindole que los yanquis no son slo enemigos porque invadieron Vietnam,
ni porque someten a otros pueblos; sino tambin rescatando a Sandino de
la oscuridad. Fundamentalmente porque los gringos los invadieron dos
veces y porque ellos mataron a su general de hombres libres. Gracias a Dios,
Galtieri no se parece a Sandino, pero hubo una juventud que armaba paquetes y encomiendas, un pueblo que se ofreci no a la Junta Militar sino
a una causa, muchachitos que no dudaron en morir frente a dos enemigos:
el imperialismo anglo-yanqui y los oficiales hijos de la oligarqua. Esa
juventud de Malvinas es por suerte el testimonio vivo de esa pgina escrita

107

Monumentos

1.

El monumento de Puerto Madryn est apostado junto al mar, como mirando a las islas. La ciudad
chubutense recordada por recibir con afecto a los soldados que volvan de la guerra mantiene la
memoria de Malvinas con una imagen que representa la solidaridad: un soldado acoge el cuerpo
de otro que ha cado y se lo ofrenda al mar.

2.

El cenotafio, conocido como Monumento a los Cados en la Guerra de Malvinas e islas del
Atlntico Sur, est ubicado en la ciudad de Buenos Aires, en la Plaza San Martn. Para recordar a
los cados se escribieron sus nombres sobre unas placas de mrmol negro, todos en igual tamao,
obviando las jerarquas y equiparando en la muerte a los soldados y los militares de carrera.

La instalacin de este monumento, aprobada en 1989, gener cantidad de discusiones. Algunos


se oponan al lugar de su emplazamiento argumentando que no era conveniente ubicarlo en un

lugar cntrico y turstico y que sera mejor buscar un lugar tranquilo, ms propicio para la meditacin. Otros decan que no era constructivo que estuviera en frente de la Torre de los Ingleses si
lo que se buscaba era la reanudacin de las relaciones con Gran Bretaa. Y otros consideraban
que lo inadmisible era poner los nombres de los soldados, la mayora conscriptos, con el de los
militares, muchos de ellos implicados directamente con el terrorismo de Estado.

3.

El Monumento a la Gesta de Malvinas est en la ciudad de Necochea. Es una obra del escultor
Andrs Mirwald, que tiene ms de 34 metros de altura y est orientado hacia la ubicacin geogrfica de las islas.

4.

El Monumento a los Cados en Malvinas, una iniciativa de la Comisin de Familiares de Cados en


Malvinas. Est emplazado en el cementerio argentino de Darwin, en la Isla Soledad, desde el ao
2004.

108

109

Movilizacin

Buenos Aires, abril de 1984. Marcha convocada por las primeras agrupaciones de ex combatientes, con
el apoyo de diferentes juventudes polticas. En el clima de movilizacin permanente de los primeros aos
de la democracia, las organizaciones de ex soldados ocuparon un lugar destacado. El reclamo principal
era que Malvinas, en tanto causa nacional, no quedara en el olvido. Adems pedan una serie de reparaciones materiales, amparo legislativo y el reconocimiento a los soldados muertos en la guerra.

110

111

CONSIGNA DE REFLEXIN

- La idea de memorias atraviesa todo el captulo.

propuestas
para trabajar en el aula

CONSIGNA DE REFLEXIN

Se puede trabajar sobre la cuestin de las

Antes de empezar a pensar especficamente en

responsabilidades ante la derrota. Por un lado,

las memorias de la guerra de Malvinas, se pue-

sobre las responsabilidades de las Fuerzas

de proponer trabajar sobre el concepto mismo:

Armadas y, por el otro, sobre las responsabilidades sociales.

Qu sentido tiene la palabra memoria


en la vida cotidiana? Es el mismo que se

Cmo analiza Martn Balza las responsabi-

le da en este captulo? Por qu se habla

lidades de las Fuerzas Armadas en su texto

de memorias en plural y no en singular? A

Gesta e Incompetencia? Tener presente

qu nos referimos cuando hablamos de

para este anlisis el fragmento del Informe

En este captulo propusimos indagar en las me-

memorias? Qu diferencias hay entre las

Rattenbach citado en la introduccin.

morias de la guerra de Malvinas y sus diversos

memorias y la historia?

sentidos, qu se recuerda y cmo se recuerda. Para

Qu idea de responsabilidad social apare-

esto organizamos tres ejes: la derrota, la dcada

ce en las entrevistas callejeras de la revista

del ochenta y la memoria colectiva. A continuacin

El Porteo y en las voces de los nios?

ofrecemos algunas sugerencias para el abordaje de

Dicen lo mismo? En qu se diferencian?

estas temticas.

Por qu creen que los adultos insisten con


la frase me siento defraudado?

113

CONSIGNA DE PRODUCCIN

CONSIGNA DE REFLEXIN

CONSIGNA DE PRODUCCIN E
INVESTIGACIN

Se puede proponer leer los testimonios de

En este captulo se han consignado algunas de

los ex combatientes del libro Partes de gue-

las batallas que se libraron despus de 1982

Se puede realizar una salida por la ciudad para

rra y a partir de eso elaborar un cuestionario

por el sentido de Malvinas y de la propia guerra.

realizar un relevamiento de las huellas que exis-

para entrevistar a ex combatientes de la

Se han elegido diferentes fuentes, poniendo

ten de la guerra de Malvinas.

propia ciudad. Tener en cuenta las para-

especial nfasis en lo que sucedi durante los

dojas y los dilemas que aparecen en estas

primeros aos de la dcada del ochenta.

voces. Para elaborar el cuestionario tambin


se pueden utilizar las fuentes donde los ex

En principio trabajar sobre los monumentos analizndolos a partir de las preguntas

Se puede proponer reconstruir el debate

propuestas en la introduccin de este

combatientes brindan su visin poltica (el

que se establece en torno al concepto de

captulo: Cmo se muestra la guerra en los

volante y la nota de la revista).

desmalvinizacin. Qu entienden Ral

monumentos elegidos? Estn los soldados

Alfonsn y su asesor Alain Rouqui acerca

o slo la silueta de las islas? Quin los

de esa idea? Cmo la entienden los ex

construy? En qu lugar de la ciudad

combatientes? Por qu creen que la com-

estn? Por qu algunos monumentos son

prenden de diferente forma? Qu entiende

humildes y otros, en cambio, presuntuosos?

cada uno por la idea de nacin?

Qu usos se hace de ese monumento?.

Tambin se puede realizar un relevamiento


de otras marcas visibles. Hay calles o
barrios que lleven nombres asociados a
este hecho del pasado reciente? Dnde
estn ubicados? Quin decidi ponerles
ese nombre? Hay negocios que tengan
nombres asociados a Malvinas? Por qu
se les puso as? Hay pintadas vinculadas
a Malvinas?

114

CONSIGNA PARA LA IMAGEN

Muchas veces las fotografas tienen la

En la imagen del primer capitulo hicimos

Otra alternativa es detenerse en las inscrip-

capacidad de representar una poca o de

foco en los protagonistas de la guerra, los

ciones de las banderas (las consignas, los

dar cuenta de un momento histrico. Sin

soldados. En esta otra imagen tambin pro-

nombres de lugares, los nombres de agru-

reponer previamente la informacin se

ponemos detenernos en los soldados pero

paciones) y pensar qu dilogos establecen

puede preguntar: qu observan en esta

un tiempo despus. Se puede establecer un

con algunas de las fuentes citadas en este

fotografa? Qu les llama la atencin y por

dilogo entre ambas imgenes: Quines

captulo. Una posibilidad es ver qu deba-

qu? Cundo creen que fue tomada y por

son los que aparecen en esta fotografa?

tes se entablan entre esas consignas y la

qu? Qu elementos de esta imagen nos

Podran ser aquellos que vimos en la ima-

idea de desmalvinizacin. Otra propuesta

dan elementos para conocer el momento en

gen del primer captulo o son otros mucha-

puede ser leer las fuentes escritas por los

el que fue tomada?

chos? Si son los mismos en qu cambiaron

propios ex combatientes el volante, el

y por qu? Para comparar ambas imgenes

documento y la nota del diario Entre Todos

se pueden proponer una serie de variables:

e imaginar qu otras banderas y qu otras

la postura corporal, la expresin de la cara,

consignas podran escribirse a partir de lo

la vestimenta, el vnculo entre las personas

planteado en esos textos.

que aparecen en cada imagen, los lugares


donde estn, etc.

115

La escuela y las
causas nacionales

LA PRIMERA VEZ QUE EL NOMBRE DE LAS ISLAS MALVINAS

impact en m fue

transmisin de Malvinas. A diferencia de los abordajes polticos y sociales

aquella maana de abril cuando estaba en la escuela y son la sirena del

que pensaron en Malvinas como un tema diplomtico, legislativo, militar,

diario El Liberal. La preceptora fue corriendo al patio y entre gritos y llantos

etc., la cultura escolar lo inscribi, al menos, en dos registros: por un lado,

dijo que Argentina entraba en guerra con Inglaterra y que un comunicado

en un registro disciplinar, principalmente en el cruce de la enseanza de las

del Gobierno deca que se haban recuperado las islas Malvinas. A partir de

asignaturas Historia y Geografa; y, por otro, en una serie de rituales (efem-

ah todos los das cantbamos la marcha a las Malvinas y los profesores

rides, canciones patrias, actos, etc.) que proponan representar la patria en

explicaban porqu las islas nos pertenecan.

el marco de la escuela.

No fui a la guerra pensando en Galtieri sino en San Martn. Ambos testi-

Ensear a amar la patria

monios, uno de un profesor y otro de un ex combatiente, fueron recogidos


durante la experiencia realizada por el equipo Entre el pasado y el futuro

A lo largo de la historia, la escuela argentina ha sido el escenario de mlti-

en los aos 2006 y 2007. Son dos voces, entre tantas otras, que permiten

ples conflictos poltico-culturales. Desde su conformacin, hacia la dcada

vislumbrar el lugar destacado que Malvinas ocup en las aulas argentinas y

de 1880, libr contiendas sobre los ms diversos asuntos: contenidos laicos

que invitan a preguntar por ese lugar en el presente.

o religiosos; escuelas mixtas o separadas por gnero; escuela nica o escuelas rurales y urbanas. Asimismo, los debates en torno a las cuestiones

Cmo fue la relacin entre la cultura escolar y Malvinas? Cundo se origi-

nacionales hallaron en la escuela un receptculo privilegiado.

n y por qu? Qu proceso de traduccin realiz la escuela para inscribir


en su propia gramtica esta causa nacional? Qu peso tuvieron las disci-

Frente a las dificultades y desafos de integracin que planteaba el modelo

plinas escolares en el proceso de transmisin? Cunto las efemrides y los

de pas aluvional, las clases dirigentes confiaban en que la escuela fuese

rituales patrios? Qu experiencia escolar se conform en torno a Malvinas?

capaz, no slo de homogeneizar las diferencias culturales de origen, sino

Cmo se fue modificando el imperativo Las Malvinas son argentinas

tambin de ensear a las camadas de inmigrantes a amar la nueva patria

segn los contextos histricos y polticos?

como si fuera propia. Imaginaban que esta institucin, avalada por un fuerte
consenso social, sera capaz de modelar futuros a travs de la filiacin de

Este captulo se propone indagar en estos interrogantes a travs del anlisis

aquellos sujetos con un pasado nacional en comn.

de testimonios de alumnos y profesores, circulares oficiales, pginas de


manuales y, fundamentalmente, las prcticas escolares privilegiadas en la

119

La escuela constituy un dispositivo social fuertemente orientado a la

Conocer y entender este proceso no debe, sin embargo, conducirnos a

construccin de ciudadana, en detrimento de otras funciones sociales, por

sobredimensionar la importancia que tuvo la escuela como agente de nacio-

ejemplo la econmica. La escuela primaria, en particular, no dud en inscribir

nalizacin de Malvinas. Su papel form parte de un desarrollo ms amplio,

su discurso civilizatorio en sintona con las grandes causas nacionales. La

donde se destacaron otras instituciones por ejemplo, el ejrcito y cantidad

enseanza de la lengua nacional, la formacin de una conciencia histrica

de prcticas de la cultura popular y poltica.

comn y la inclusin en una serie de rituales patrios fueron elementos privilegiados de la tctica adoptada por el normalismo argentino.

Lo que s podemos afirmar es que la escuela hizo de Malvinas uno de los


temas privilegiados para pensar la Nacin. Pero no lo hizo como un mero

Si una misin distingua a la tarea docente era ensear a los alumnos el

reflejo de las discusiones polticas o como una caja de resonancia de algo

amor por la patria. Para ello, se dispona de una diversidad de artefactos: las

que suceda afuera sino a travs de los complejos procesos de intermedia-

efemrides, las biografas de los hroes militares, los libros de lectura y las

cin que constituyen la cultura escolar. Slo mediante esos procesos pudo

marchas patriticas, por citar algunos. Malvinas, como smbolo, constitu-

producir y estabilizar una serie de sentidos en torno a lo que las islas deban

y un elemento clave para el cultivo del sentimiento nacionalista llegando,

representar para los alumnos.

incluso, a abonar una prdica antiimperialista como parte de la conducta


esperable de todo buen patriota.

120

Historia y Geografa: dos disciplinas que construyeron Malvinas

Otro de los problemas era la procedencia de muchos de los libros de


Historia que se usaban en la escuela, en muchos de los casos se trataba

La funcin poltica de la escuela como constructora de ciudadana no estaba

de traducciones de libros extranjeros. Rojas agregaba que, adems, toda

exenta de debates. Incluso la expansin material del sistema algo que para

la instruccin estaba impregnada del espritu de la educacin medieval.

algunas posiciones constitua en s misma el proceso de nacionalizacin era

Esta rmora era un escollo para enfrentar el punto ms preocupante: el

puesta en cuestin. Con slo fundar escuelas tras escuelas, salamos sin

cosmopolitismo reinante hacia principios de siglo que atentaba contra la

duda de la barbarie, pero no entrbamos por eso en la civilizacin, escriba

formacin de buenos patriotas. Nuestro pas ya posee dentro de s un gran

Ricardo Rojas en La restauracin nacionalista.

nmero de extranjeros que tratan de perpetuar sus tradiciones y hasta su


credo poltico entre sus hijos, con peligro para nuestras instituciones y para

Hacia 1910, Rojas consustanciado con un clima de poca que buscaba

el elemento nativo, escriba.

realizar un balance del programa poltico de las elites vencedoras en las batallas de la organizacin nacional sealaba la necesidad de revisar algunos de

Para Rojas era fundamental que la enseanza de la Historia, basada en

lo modos en que la escuela construa ciudadana. Para ello despleg un con-

contenidos nacionales, se nutriera de la Geografa y que sta, a su vez,

junto de argumentos en torno a la importancia de revitalizar las humanida-

fuera auxiliada por la cartografa. Si la Nacin argentina estaba formada por

des modernas, en particular, la Historia y la Geografa. Y puso el nfasis en

diferentes culturas y variados idiomas, para crear buenos patriotas haba

cmo se dictaban estas disciplinas a la hora de formar a los futuros docentes.

que reafirmar lo que tenamos en comn: el territorio.

Es posible rastrear las relaciones entre Historia y Geografa desde el Facun-

La Geografa era un saber que permita producir visiones de la sociedad

do de Sarmiento en adelante. Pero es en La Restauracin Nacionalista de

a partir de analizar las organizaciones espaciales. Segn Rojas ya no era

Rojas donde este tema se toca con un alto grado de especificidad, tanto

posible que la disciplina fuera por mucho ms tiempo una intil y fastidiosa

que a partir de su circulacin se elev un informe al Ministerio de Instruccin

repeticin de nombres de pueblos, regiones, accidentes, posiciones y pro-

Pblica donde se sugera reformar la enseanza de la Historia. Al momento

ductos, sino una combinacin de leyes fsicas y sociales capaces de ilustrar

de su publicacin, la propuesta despert un alto nivel de polmica.

al nio sobre las causas de los hechos relatados por la Historia5.1

Rojas estaba preocupado por la forma en que se enseaba Historia. En

Si nos extendemos en esta introduccin es porque consideramos que estas

primer lugar, sostena que las ctedras de los Colegios Nacionales estaban

discusiones marcaron la inscripcin de Malvinas en la matriz escolar. El

tildadas de fciles porque a sus postulantes no se les exiga una prepara-

ingreso de este tema en la currcula se produjo recin en 1941 a travs de

cin especial. Por otro lado, deca, cuando la ctedra estaba a cargo de un

una reforma escolar. El momento de la incorporacin nos permite distinguir

profesor capaz su accin pedaggica se vea neutralizada por la anarqua


cientfica de los programas.
5. ROJAS, R., La Restauracin nacionalista, Buenos Aires, Pea Lillo Editor, 1971.

121

otra de sus marcas fundamentales: los discursos antiimperialistas de los

Comisin Protectora de Bibliotecas Populares en todos los institutos de

aos treinta surgidos, sobre todo, a partir de la experiencia de la FORJA,

enseanza de pas.

Fuerza de Orientacin Radical de la Joven Argentina, (un movimiento poltico


de orientacin nacionalista, inspirado en el radicalismo yrigoyenista) y la

Segn el historiador Lus Alberto Romero los textos escolares sostenan

recuperacin del pensamiento de Manuel Ugarte y Ral Haya de la Torre (ver

que las islas eran argentinas sobre cuatro argumentos: la preeminencia del

captulo 2).

criterio territorial; la confusin entre las funciones de los derechos territoriales en los estados dinsticos y patrimoniales y en los modernos estados

A partir de entonces la cuestin Malvinas aparece mencionada en la mayora

nacionales; la incongruencia entre el relato de los acontecimientos anteriores

de los libros y manuales escolares de Historia y Geografa con un tono que

a 1810 y los derechos incontrastables que Espaa tendra sobre las islas; y

remarca el carcter persistente e inacabado del conflicto. Es decir que se

finalmente, la potencialidad autoritaria de los discursos de la reivindicacin

subraya la imagen de la Nacin desgarrada e incompleta.

territorial que un verdadero argentino no puede discutir6.2

Los criterios territoriales para pensar la Nacin tuvieron muy buena recep-

En el libro La Argentina en la escuela. La idea de nacin en los textos esco-

cin en la escuela. Un docente de Santiago del Estero recordaba que nos

lares, el historiador revisa crticamente estas cuatro explicaciones y sostiene

enseaban que las islas Malvinas eran argentinas pues las heredamos

que no necesariamente una Nacin debe pensarse desde estos criterios

del reino de Espaa cuando nos liberamos de nuestra condicin colonial.

sino que tambin se lo puede hacer desde otras legitimidades como la

Estando como gobernador Luis Vernet, en 1833, los ingleses tomaron por la

cultura, la tradicin o la ley.

fuerza las islas. Desde entonces, reclamamos su devolucin. Otro argumento a favor de nuestra soberana es que estn en la plataforma martima

Tal como hemos dicho en este libro, el artculo 92 de la Ley Nacional de

argentina. En la escuela estudibamos el relieve, la fauna, la flora de las islas

Educacin, en su inciso b) afirma que formar parte de los contenidos

y sus productos.

curriculares comunes a todas las jurisdicciones la causa de la recuperacin


de nuestras islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, de acuerdo

El testimonio pone de manifiesto los elementos claves del relato escolar

con lo prescripto en la Disposicin Transitoria Primera de la Constitucin

sobre Malvinas. Por un lado, la historia entendida como una historia militar,

Nacional. La ley define la centralidad que se le debe otorgar a la enseanza

organizada en torno a las gestas entendidas como acciones patriticas y en

de este tema, pero las formas de transmitir esa experiencia seguirn marca-

el odio a los enemigos de la Nacin. Por otro lado, la geografa enriquecien-

das por las tensiones que an persisten entre la vieja propuesta de Rojas, el

do la narracin a travs de la representacin territorial de esa Nacin. Es pro-

testimonio del maestro santiageo y la crtica de Romero.

bable que la enseanza a la que remite el testimonio santiagueo tambin


est cruzada por la difusin de la obra de Paul Groussac Las Islas Malvinas,

122

un texto que el diputado socialista Alfredo Palacios propuso en 1934, desde

6. ROMERO, L., A., La Argentina en la escuela. La idea de nacin en los textos escolares,

su bancada de Diputado Nacional, compendiar y repartir a travs de la

Buenos Aires, Siglo XXI, 2004.

Rituales escolares: formas de actuar la pertenencia nacional

Los efectos de los rituales no deben pensarse como congelados, sino como
fases de un proceso de la cultura escolar. De all su complejidad, en la medi-

Malvinas no slo repercuti en el saln de clases, sino que se entram en la

da en que captar el sentido del ritual no pasa exclusivamente por centrar-

vida cotidiana de la escuela. Las memorias escolares convocan un conjunto

se en sus efectos, sino que invita a recorrer la distancia que hay respecto de

de rituales donde se destacan las marchas, las canciones patrias, las oracio-

sus intenciones primeras. Muchas veces y esto se vive a diario cuando los

nes, los actos, los monumentos.

alumnos, por ejemplo, no cantan el Himno la distancia entre las intenciones


y los efectos son bien evidentes y es esa distancia la que permite indagar en

A la entrada y la salida de la escuela nos hacan rezar y cuando nos retirba-

la eficacia o ineficacia de los rituales en el presente.

mos a nuestros hogares lo hacamos al comps de la Marcha de Malvinas,


algunas maestras lloraban, otras con cara de tristeza nos acompaaban al

Revisar la relacin entre las Malvinas y la escuela nos permite tambin

portn principal recordndonos que debamos escribir cartas a los soldados

repensar los rituales escolares. Es posible imaginar otros usos de los

y mandar alguna comida (picadillos, galletas, etc.); y nosotros, como nios

rituales tradicionales atendiendo a las nuevas generaciones? Cmo actan

responsables, al da siguiente, con ayuda de nuestra mam, traamos lo que

los rituales cuando hacen mencin a hechos conflictivos de nuestro pasado

nuestro maestro haba solicitado, recuerda un profesor tucumano.

reciente como la guerra de Malvinas? Qu patria debemos ensear a

La escuela argentina reconoce, desde sus orgenes, una matriz vinculada

Cmo pensar la patria despus de la guerra de Malvinas? Cmo reinven-

amar desde la escuela despus de la experiencia del terrorismo de Estado?

con prcticas rituales con una fuerte dimensin religiosa y militar. Estas prc-

tar el ritual como espacio de intervencin para reencontrar el pasado de un

ticas conformaban una suerte de programa relacionado con las funciones

modo democrtico, abierto, plural?

de conduccin, direccin y gobierno de la enseanza. Mientras que las disciplinas escolares estaban emparentados con pensar de una determinada

No puede disearse una nica operacin pedaggica para ensear Malvi-

manera, los rituales instaban a actuar esas verdades, a sentirlas. Los sm-

nas, del mismo modo en que no hay tampoco una propuesta definitiva para

bolos patrios y los rituales escolares son necesarios, segn Adriana Puiggrs,

trabajar en torno a la experiencia del terrorismo de Estado. En este captulo

en tanto engarces de la sociedad, lugares donde se produce la vinculacin

ensayamos algunas ideas respecto al lugar que la escuela argentina le asig-

entre la gente, operaciones discursivas de construccin de lo colectivo.73

n a Malvinas en tanto metfora de la cuestin nacional. Uno de los puntos

Para que tengan sentido deben ser actuados y esa actuacin debe ser res-

centrales para volver a pensar y elaborar junto con los docentes y alum-

petuosa, estar pautada por normas y prohibiciones: tomar distancia, pararse

nos reside en aceptar las diferentes acepciones territoriales, ideolgicas,

firmes, mirar a la bandera, cantar el himno de pie, etc.

generacionales, de clase que contiene el vocablo Malvinas. Si la escuela


pblica argentina, al menos discursivamente, se constituy como uno de los
principales lugares para producir un discurso sobre lo comn, bien puede
ser la escuela el lugar apropiado para pensar las acepciones que tuvo y

7. PUIGGRS, A., Sujeto, disciplina y curriculum (1885-1916), Buenos Aires, Galerna, 1991.

tiene el vocablo Malvinas.

123

fuentes

La siguiente circular est fechada el 26 de

Circular escolar de 1964

agosto de 1964 y fue dirigida a los Rectores y


Directores de las instituciones educativas.

Tengo el agrado de dirigirme a ese Rectorado/Direccin recordndole que el prximo 8 de septiembre, en


la Reunin de los 24, ser considerado el futuro de nuestras islas Malvinas.

Los Representantes de las potencias extranjeras llevan, en ese acto, el propsito de considerar los problemas inherentes al colonialismo y a la autodeterminacin de los pueblos y, en ese temario, ha de incluirse a las islas Malvinas, entre las colonias britnicas. Esta decisin, la Repblica Argentina, no la puede ni
debe consentir, por cuanto se trata de un pedazo de su territorio arrebatado en acto de fuerza []

Los derechos argentinos estn basados en razones geogrficas e histricas y en la soberana y ocupacin efectiva que ejerca la Argentina sobre las islas al tiempo de la usurpacin britnica, derivados de su
carcter de sucesora de Espaa luego de su independencia como provincia de ultramar.

Nuestro pas no debe escatimar esfuerzos para impedir el referido propsito y para que logre alcanzarse
la recuperacin definitiva de sus islas. Para ello, adems de todo cuanto nuestro Gobierno realiza en pos
de tal logro, se estima de positivo valor, por la fuerza psicolgica que ello trasunta, que se exalte ante los

125

alumnos de los establecimientos educacionales del pas, el momento que


vive la patria, ante el temor de lo que podra resultar la prdida definitiva de
un pedazo de su suelo.

Por ello, todo el profesorado de esa casa de estudios sea cual fuere la asignatura a su cargo comentar diariamente, en cada divisin, toda noticia que
al respecto sea dada por la prensa escrita, oral o televisiva, o mediante el
material que a tales efectos sea enviado al establecimiento. Sin perjuicio de
esto, los profesores de Historia, Geografa, Instruccin Cvica y Educacin
Democrtica, dedicarn 10 minutos de sus respectivas clases [] para insistir ante los alumnos sobre las irrenunciables derechos que nos asisten sobre
las islas Malvinas y hacer que tambin ellos se sientan consustanciados con
la situacin y lleven a sus respectivos hogares ese mismo sentimiento, que
debe abarcar a toda la poblacin de la Repblica.

126

La siguiente circular est fechada el da poste-

Circular escolar de la posguerra, junio de 1982

rior a la rendicin de la guerra de Malvinas, el 15


de junio 1982, y firmada por el Ministro de Edu-

El herosmo es un valor superior a la Victoria.

cacin Cayetano Licciardo. El texto muestra los


intentos de la dictadura por relativizar la derrota

y sostiene que es necesario orientar en las

La ocupacin del 2 de abril fue un acto de recuperacin, como afirmacin de derechos y no de


provocacin o agresin.

actuales circunstancias la reflexin de los alumnos en torno de objetivos claros y formativos.

Afirmacin de la unidad latinoamericana.

No buscamos la guerra sino la afirmacin del derecho y la justicia.

No hemos buscado ayudas ajenas a nuestra identidad nacional.

La Argentina reserva moral y cultural de occidente.

Es ms difcil la entereza ante la adversidad que la celebracin ante el triunfo.

El sacrificio y el dolor nunca son estriles.

No obstante Vilcapugio, Ayohuma, Huaqui y Cancha Rayada, la emancipacin de las Provincias

Luego de definir cmo deben ser comunicados


los hechos a los alumnos, propone una serie de
temas para profundizar con ellos:

Unidas del Ro de la Plata fue una realidad hecha de herosmo y de coraje.

La historia seala muchas noches aciagas precursoras de das venturosos y sus hroes no fueron
nicamente los vencedores de batallas.

La sntesis final es la unidad demostrada en la convivencia de juventudes, que superando todas las
diferencias se redescubrieron en el verdadero sentir argentino.

La recuperacin de las Malvinas es sello de una profunda unin nacional. Esto es realidad demostrada y no euforia transitoria.

127

Los siguientes testimonios fueron recogidos

Testimonios docentes sobre Malvinas y la escuela

durante los aos 2006 y 2007 en diferentes


provincias argentinas por integrantes del pro-

ANTES DE LA GUERRA

grama Educacin y Memoria en el marco del


proyecto Entre el pasado y el futuro.

En el ao 1975 cursaba el 5 grado. En ese entonces los directores visitaban las aulas a menudo y muy
especialmente en los das previos a los actos patrios celebratorios o conmemorativos. Don Rulo como
curiosamente solamos llamarle, nos cont sobre las islas Malvinas. An siento el fro, la reaccin de mis
sentidos ante tan perfecta descripcin. Magnificada, adems, por las riquezas econmicas del lugar ms
austral del pas. Luego inesperadamente pregunt: Nios cmo ser el olor de un amanecer en ese
pedacito de suelo argentino? Levant la mano izquierda para responder y dije: seguramente hay olor a
silencio.

Recuerdo claramente como si fuera una fotografa grabada a fuego en mi memoria, los primeros textos
de la escuela primaria. Esos libros con lecturas sobre nuestra historia incluan la imagen del archipilago
de Malvinas y nos relataban sobre su geografa, sus vientos, el fro. Seguramente la figura de la maestra
tan importante para m haca cercano ese lugar, tan distinto a mi Santiago, pero tan argentino como el
suelo conocido. Esa mezcla de sensaciones entre imgenes y el mensaje enseado por la docente que
se internalizaban en m, por sentimiento, por respeto y por esa visin de nia que entenda que la escuela
era la que captaba el verdadero espritu del ser y sentir argentino.

La primera vez que supe de la existencia de las islas Malvinas fue en el ao 1954, cuando cursaba
cuarto grado de la escuela primaria, figuraba en la parte de geografa del Manual Estrada que usbamos
en esa poca. Debo confesar que en la primaria fue la primera y nica vez que lo escuch.

Recuerdo despus de graduado y como inquietud personal, que comenc a leer bibliografa que no tena
que ver con lo tcnico de mi profesin, y uno de los tramos que me pareci interesante fue conocer los
orgenes de la patria pero no desde los textos de Historia, sino desde aquellos que tomaban aspectos
histricos geogrficos en un tono ms coloquial. Hay un autor santiagueo, Don Juan Jos Larni Hernndez, que tiene un escrito (un pequeo libro) que relaciona las Malvinas con Santiago del Estero y despus
de leerlo despert mi inters en saber ms sobre el tema, as que trat de indagar todo lo relativo a las
islas, indagacin que an contina.

128

La primera vez que escuch hablar de Malvinas fue en la escuela cuando

guntarle por qu ese nombre poco comn; me respondi nac en 1982, en

realizbamos croquis de las islas en el recordado simulcop y en lminas

plena guerra y de all mis padres decidieron ponrmelo.

preparadas por una madre docente. Tambin recordamos las razones por
las que las Malvinas son argentinas:

Mi primer recuerdo de Malvinas se dio en mi familia. Mi hermano haca el


servicio militar obligatorio en Neuqun. Esta noticia cubri de tristeza mi

histricas, por herencia de Espaa,

geogrficas, porque estn sobre la plataforma submarina argentina,

legales, por los reclamos realizados ante organismos internacionales.

casa. En cambio para m, que tena 15 aos, era un orgullo tener un hermano que era un hroe. No tena conciencia de lo que era una guerra.

El primer conocimiento que tuve acerca de las Malvinas fue en 1982 cuando cursaba el tercer grado de la escuela primaria. De esos momentos recuerdo que la maestra daba la clase y como actividad hicimos una maqueta
Estas razones eran enseadas por las maestras en la escuela. Adems re-

en telgopor de las islas, colocando en ellas aviones de papel y soldaditos

cuerdo los actos escolares, la cancin de las Malvinas, la poesa de Pedroni.

de juguete. Recuerdo que la hicimos en una siesta todo el grado en el domicilio particular de ella. De aquel entonces (yo tena 8 aos) recuerdo que

LA GUERRA

le escribimos carta a los combatientes y compramos chocolates, y otras


donaciones, hasta que un da nos dijeron que no debamos llevar ms cosas

Tengo la certeza de que en la primaria aprend algo de las Malvinas junto

porque cuando a ellos les entregaban donaciones, eran identificados por los

con el catecismo y el bordado. Recuerdo el 2 de abril del 82, era el da de mi

ingleses, y por ende podran matarlos. Es todo lo que recuerdo de mi primer

cumpleaos. Viva en el centro de Santiago. Iba caminando a la Normal y por

conocimiento acerca de las islas.

la 25 de Mayo pensaba que justo ese da suceda la guerra. Mi desolacin,


mi dolor, mi angustia pasaban por m, por mis 13 aos, por mi pobreza

Cuando estaba en el jardn de infantes recuerdo que todos los das nos

urbana, por mis faltas materiales y porque nadie se acordara de m sino de

hacan cantar la marcha de Malvinas en la hora de msica. Vagamente re-

la guerra.

cuerdo que las maestras nos hablaron sobre lo que estaba sucediendo: que
muchos hombres estaban luchando por nuestro pas y que tenamos que

Varios de los relatos que obtuve pertenecen a mi familia donde hay muchos

ayudarlos. Se me viene a la mente una imagen de todos mis compaeros

miembros del Ejrcito y la Fuerza Area. Otras historias son las que escuch

de sala armando cajas con mercadera y mientras las hacamos cantbamos

sobre desertores que saltaban de los trenes y eran refugiados por los

la marcha. Despus de ese momento no recuerdo que alguna maestra

vecinos.

nos haya contado o dicho algo sobre lo sucedido refirindose a Malvinas


como un lugar en donde muchos hombres dieron su vida por defender algo

Mi primer recuerdo de la palabra Malvinas es al comienzo de la secundaria,

nuestro.

el nombre de mi amiga, Mara Malvina, y mi curiosidad me llevaron a pre-

129

Viva cerca del Regimiento, a tan slo una cuadra, junto a mi hermana y

Hablar de Malvinas causa dolor. S que muchos a lo mejor no entienden lo

amigos nos gustaba ver pasar los soldados en su instruccin por las calles

que quiero expresar porque soy uno de los tantos argentinos que sufrimos

y veredas del barrio, juntbamos los cartuchos que en el piso quedaban. Lo

en carne propia esa paradoja de lo que significaba la construccin del ser

lindo de la escuela primaria era cantar la marcha de Malvinas y el salir desfi-

nacional, ese sentimiento que nos lleva a definir en nosotros qu es la

lando rumbo a la casa, hoy casi ni la cantan. Pero mi recuerdo ms vivo fue

patria durante la dcada del 70. Y digo en carne propia porque fui formada

salir a la calle todos juntos de la Escuela Secundaria Centenario cuando

en un sistema escolar en donde se nos instal la idea de los hroes de la

all en el 82 tocaron la sirena de El Liberal y del Regimiento; nos estremeca

patria a fuerza de smbolos, signos virtuales en donde la idea de las Las

la piel, cantar y cantar una y otra vez la marcha. Fue all que profesores so-

Malvinas son Argentinas ingres a mi vida desde el primer grado. Todava

bre todo de Historia y Geografa nos hablaron de las islas como algo nuestro,

est en mi memoria la seorita Rosa contndonos la historia a modo de

desde la ctedra Formacin Educativa y Cvica. El valor que haba que darle

cuento sobre el Gaucho Rivero, la marcha a los actos recordatorios en el

y en las Iglesias el juntar y juntar cosas para enviar a las islas. Tambin me

pasaje a dicho nombre, al centro malvinense el cual formamos a medida

asustaba el ver tanto despliegue en el Regimiento y el solo hecho de pensar

que transcurrimos la primaria. Y luego la desazn de la prdida de la gue-

en un bombardeo, pero era ms el amor por las islas y el patriotismo que

rra. Pasamos del imperialismo vigoroso del 2 de abril al dolor de la entrega

nos inculcaban que todo temor desapareca. Incluso en msica era obliga-

de la guerra, que deja una marcha cuando uno es adolescente y considera

cin saber la marcha de memoria.

que las causas justas deben triunfar como los cuentos infantiles. Y luego el
silencio.

POSGUERRA

Mis recuerdos personales acerca de la guerra de Malvinas son muy escasos


y muy pobres en contenido. De la escuela primaria tengo un solo recuerdo
que era una estatua de un soldado en el frente de la escuela que sola mirar
al ingresar a la misma, y cuando preguntbamos quin era, nos decan es
un soldado que combati en Malvinas.

La primera vez que escuch hablar de Malvinas fue en la escuela y en mi


pueblo ya que un vecino fue a la guerra. En la escuela nos daban una breve
resea de la historia de las Malvinas y en los actos siempre se invitaba a este
seor. En ese entonces no entenda lo que significaba la presencia de mi
vecino, para m era un acto ms.

130

El libro de lectura para segundo grado de la

Manual escolar

editorial Kapelusz, publicado en Buenos Aires,


en 1953, elaboraba un discurso simple pero

Las Malvinas son argentinas

contundente sobre las islas.


Las Malvinas son argentinas. Lo fueron siempre. Forman parte de nuestro territorio. Por debajo del mar
se continan naturalmente con nuestro suelo. Cuando nuestro pas declar su libertad, hered todos los
derechos que Espaa tena sobre las islas. En varios casos envi expediciones y design un gobernador
en ellas.

En 1833, sin embargo, tropas inglesas se instalaron por la fuerza en esa parte de nuestro territorio. Los
pocos soldados argentinos que haba en las Malvinas no pudieron impedir ese atropello.

Pero la Patria jams renunci ni renunciar a sus derechos.

Hoy y siempre, los nios de la Nueva Argentina deben decir: Las Malvinas son nuestras!

Y ser un da de jbilo para todos cuando la bandera azul y blanca vuelva a ondear en ellas!

131

Saludo a la bandera

La educacin pblica fue uno de los pilares de la consolidacin del Estado argentino, apoyado econmicamente en el desarrollo del modelo agroexportador. Las escuelas y los cuarteles marcaron la presencia
estatal en los territorios nacionales, hoy provincias, como las de Patagonia o el Nordeste. Esta fotografa
tomada en 1910 condensa muchos de los procesos en los que la educacin cumpli ese papel relevante.
Se trata de una escena escolar en la que el maestro y el pabelln nacional conviven con un escudo en
gals en uno de dichos territorios nacionales, y, en el ao del Centenario, un mapa del territorio argentino
con al distribucin de sus recursos agrcolas y ganaderos.

132

133

CONSIGNA DE INVESTIGACIN:

propuestas
para trabajar en el aula

CONSIGNA DE REFLEXIN Y PRODUCCIN

Segn el texto introductorio de este captulo, la

En las circulares escolares se sugiere una forma

escuela habl de Malvinas desde dos de sus

de ensear Malvinas vinculada a un modo de-

disciplinas clsicas, la Geografa y la Historia. El

terminado de entender la patria. Se puede pro-

manual Kapelusz citado entre las fuentes es un

poner rastrear cules son las nociones de pa-

ejemplo de este recorte (la explicacin de suelo

tria presentes en esas circulares escolares (por

como continuidad de la plataforma marina; y el

ejemplo, en la primera de 1964, la idea est

argumento del territorio heredado de Espaa).

asociada al anticolonialismo y la autodeterminacin de los pueblos; en la segunda, fechada en

Se puede proponer revisar los manuales de

1982 despus de la derrota, se intentan soste-

la actualidad por ejemplo los que estn

ner algunas de esas mismas palabras pero en

en la biblioteca de la propia institucin y

un contexto marcado por el terrorismo de Esta-

existe entre la cultura escolar y Malvinas, bsi-

analizar qu se dice sobre Malvinas y desde

do y el desastre de la guerra de Malvinas).

camente a travs de dos ejes: las disciplinas que

qu disciplinas se habla de Malvinas. Qu

hablaron de las islas (la Geografa y la Historia) y los

diferencias hay con aquellos discursos

rituales escolares que acompaaron el proceso de

analizados en este captulo? Hay alguna

construccin de la nacionalidad. Aqu brindamos

mencin a la guerra? Cul?

En este captulo propusimos pensar la relacin que

Para completar esta actividad se sugiere


realizar una pequea encuesta en la comunidad educativa a partir de la siguiente pre-

algunas ideas para trabajar estos ejes.

gunta: Qu es la patria?.

CONSIGNA DE REFLEXIN Y PRODUCCIN:

Se puede leer y comparar los testimonios que

Una vez hecha la comparacin, se puede

dan cuenta de cmo la escuela habl sobre

proponer que cada uno escriba un relato a

Malvinas. Cules son las diferencias principales

partir de la siguiente pregunta: Cul es mi

entre quienes fueron a la escuela antes de la

primer recuerdo escolar sobre Malvinas?

guerra, los que fueron durante la guerra y lo que


fueron con posterioridad a la guerra?

135

CONSIGNA DE PRODUCCIN:

Describir cmo es hoy un acto del 2 de abril

CONSIGNA PARA LA IMAGEN

Proponemos, despus de la lectura del

La imagen logra sintetizar, de alguna mane-

en una escuela (qu se canta, qu palabras se

captulo, observar detenidamente la foto y

ra, una de las ideas rectoras de la historia

dicen, cmo se enuncia la fecha, se habla de

guiar esa mirada a travs de una serie de

de la escuela argentina: construir la idea de

la guerra o no, se invita a alguien). Segn se

preguntas:

explica en la presentacin de este captulo los


rituales escolares tienen una fuerte dimensin

Nacin. Se puede invitar a los estudiantes a


que produzcan una imagen que represente

Qu vemos all? Quines son los que

la actualidad de la escuela. Sera una

militar y religiosa Sigue presente esa dimen-

estn en esa imagen? Quines son los

imagen de la bandera? Sera una imagen

sin? De qu manera?

galeses que vemos en la foto y desde

con estudiantes, de profesores, del edificio,

cundo estn en la Patagonia? Qu estn

de otras inscripciones que hay en las aulas?

Una segunda parte de la actividad puede

haciendo? Por qu izan la bandera? Cul

Habra mapas, estaran las Malvinas? Qu

consistir en imaginar cmo organizaran los

creen que era el sentido de ese ritual? Por

imagen habra que construir para mostrar a

alumnos un acto escolar para la fecha del

qu hay un mapa en la imagen? Qu

la escuela del presente?

2 de abril. Las peguntas enunciadas en el

representa ese mapa? Qu lugar ocupaba

texto introductorio pueden servir como gua.

la enseanza de la geografa, cul el de la


historia? El maestro les hablara de Malvinas? Y si lo haca qu les dira?

Otra posibilidad es leer con detenimiento los


testimonios de profesores que se citan en
las fuentes y proponerle a los estudiantes
que elijan tres de ellos que consideren que
por algn motivo dialogan con la imagen
(que estn de acuerdo con lo que la imagen
muestra, que establecen una distancia, que
la problematizan, etc.)

136

Representaciones

QU IMGENES TENEMOS de

la guerra y de las islas? Qu representacio-

Narrativas de posguerra

nes fueron elaboradas a partir de la derrota de 1982? Qu memorias del


conflicto se condensaron en la literatura, la fotografa y el cine? Qu clase

El peruano Jos Carlos Maritegui escribi en 1928 en el sptimo de sus

de documentos son estos, cmo leerlos para enriquecer nuestra mirada

Siete ensayos que el florecimiento de las literaturas nacionales coincide, en

sobre Malvinas?

la historia de Occidente, con la afirmacin poltica de la idea nacional. Las


naciones, al formalizar sus lenguas, encontraron en la literatura un lugar para

La transicin democrtica argentina encontr en el testimonio un punto de

imaginarse a s mismas. En el espacio literario tanto en la novela moderna

partida para la reconstruccin de los pilares fundamentales de la institucio-

como en su antecesor, el relato pico construyeron pertenencias, lealtades,

nalidad. Los relatos de quienes combatieron en la guerra y de quienes sobre-

ilusiones y mitos de origen.

vivieron a los campos de concentracin apuntalaron el proceso de transicin.


Por un lado, porque los testimonios judiciales permitieron y permiten con-

Las comunidades imaginadas como llama Benedict Anderson a las

denar a los responsables del terrorismo estatal y, por otro lado, porque las

naciones modernas hallaron en las novelas un espacio donde representar

voces de quienes fueron a la guerra ayudaron aunque con dificultad a

sus fronteras y su simbologa. La literatura espaola, por nombrar un caso

reconstruir la idea de Nacin, una idea que entr en crisis por los crmenes

cercano, encontr en la historia del Cid una imagen con la que sellar la

de Estado y la derrota en las islas.

unificacin de Espaa frente al pueblo moro. La pica afirma valores de per-

Los testimonios vinculados a Malvinas circularon de variadas y conflictivas

sus transformaciones a travs de los siglos.

tenencia y lazos identitarios, tanto en su forma clsica en la Ilada como en

maneras en la cultura poltica argentina. A su vez, las experiencias de la guerra tambin fueron interrogadas por distintos soportes estticos. Como se ha

En nuestro pas, la literatura tambin naci junto con la necesidad poltica de

visto a lo largo del libro, cada vez que se pronuncia el nombre del archipila-

afirmar la idea de Nacin. Como muchos crticos han sealado, la literatura

go entran en tensin diversos sentidos. Queremos puntualizar aqu cmo la

argentina del siglo XIX estuvo obsesionada con las fronteras: La Cautiva (la

literatura, el cine y la fotografa lograron condensar de un modo privilegiado

frontera con el indio); El matadero (la frontera violenta entre proyectos polti-

muchas de esas tensiones, gracias a que tienen lenguajes especficos dis-

cos), Facundo (la frontera entre la civilizacin y la barbarie) y Una excursin a

tanciados de los fines estrictamente comunicativos y a que mantienen una

los indios Ranqueles (la posibilidad de cruzar el lmite y dialogar con el otro).

autonoma relativa respecto de la poltica y de la experiencia vivida.

139

La cuestin Malvinas, desde 1833 en adelante, tal como hemos visto en el

Los pichis son unos soldados que deciden abandonar la batalla y refugiarse

captulo 2, se convirti en un objeto de disputa entre distintas tendencias po-

en un pozo, al que llaman la pichicera. Desde all abajo escuchan las bom-

lticas. Funcion, para decirlo con una figura retrica, como una sincdoque:

bas, pero permanecen ajenos, no al miedo sino a la lgica de la guerra. Los

a travs de la parte (las islas), se hablaba del todo (la Nacin). La obsesin

pichis intercambian productos con los ingleses en un mercado negro y llevan

por las fronteras del siglo XIX hall en Malvinas un nuevo objeto, pero esta

y traen informacin segn les convenga. Estn ajenos a cualquier bandera,

vez las fronteras no se trazaban frente al indio sino frente al Imperio Britnico.

les da lo mismo quin gane y quin pierda: slo quieren sobrevivir. As, en la

El terrorismo de Estado trastoc la trama de los smbolos nacionales. Si

sino desertores.

primera novela sobre la guerra de Malvinas, los protagonistas no son hroes

hasta 1982 el espejo de Malvinas le devolva a la sociedad la ilusin de una


comunidad unificada, despus de la guerra el espejo se fragment y empez

Esta novela inaugura un modo de contar el conflicto que nada tiene que ver

a devolver imgenes diversas: en algunos puntos del territorio nacional la

con la pica ni con los valores nacionales. La crtica literaria argentina ha se-

idea de nacin se quebr; y en otros, por el contrario, se reforz como el

alado su lugar fundante en tanto narracin de la guerra alejada de la pica.

ltimo recurso disponible ante la desintegracin.

El crtico Julio Schvartzman ubic a esta obra en la tradicin de la picaresca:


Los pichiciegos elige la perspectiva y la lengua de una picaresca de guerra,

La narrativa contempornea ayuda a visualizar y pensar en estas imgenes.

de la corrosin de los lmites entre los bandos, de la negativa cnica a hablar

Nos concentraremos, fundamentalmente, en tres de ellas: la farsa, el drama

en serio de los valores involucrados8.1

y la guerra en presente.
Zafar y no vencer es la impronta en la novela, sostuvo el escritor Martn
LA GUERRA COMO FARSA

Kohan. La narracin dijo se construye como una farsa ms que como


una pica. Los valores que sostienen la guerra, la gloria y las hazaas, el

La literatura que se escribi durante la transicin a la democracia intent, de

mandato de matar o morir, el deber de la recuperacin de las hermanitas

una u otra manera, dar cuenta de los horrores que se haban vivido en la

perdidas, o el mrito de caer por la patria, son desacreditados en las ficcio-

Argentina durante el terrorismo de Estado y se pregunt por las causas que

nes que abordan la guerra de Malvinas.92

haban llevado a la violencia poltica. Novelas como Respiracin artificial de


Ricardo Piglia o Glosa de Juan Jos Saer, tal como seal Beatriz Sarlo, to-

Durante los aos 80 y principios de los 90 se publicaron varios libros en esta

man como objeto la historia argentina y la convierten en un enigma a resolver.

misma lnea: la novela A sus plantas rendido un len (Osvaldo Soriano, 1982)

En este marco, aparece la primera novela sobre la guerra de Malvinas, Los


Pichiciegos, escrita por Rodolfo Fogwill en junio de 1982 a la par de la gue-

140

8. SCHVARTZMAN, J., Microcrtica. Lecturas argentinas (cuestiones de detalle), Bueno Aires,

rra misma. En sus pginas sigue vigente la centralidad de la historia argenti-

Biblos, 1996.

na pero ya no aparece con claridad la pregunta por el enigma a resolver.

9. KOHAN, M., El fin de una pica en Punto de vista N 64, 1999.

y los cuentos El amor de Inglaterra e Impresiones de un natural naciona-

en clave de farsa no contempla, por ejemplo, algunas de las motivaciones

lista (Daniel Guebel, 1992), La soberana nacional y El aprendiz de brujo

patriticas que siguen latiendo en muchos rincones de la Argentina, y que

(Rodrigo Fresn, 1991), La Marca del ganado (Pablo de Santis, 2007) y

fueron las que impulsaron a muchos ex combatientes a ir a la guerra y a no

Memorndum Almazn (Juan Forn, 1991), entre otros.

pocos argentinos a apoyar la recuperacin de las islas.

Todos estos casos siguieron el camino de la anti-pica abierto por la novela

LA GUERRA COMO DRAMA

de Fogwill. Algunos, incluso, fueron ms all y construyeron figuras de la


guerra en clave de farsa, donde nada est en su lugar ni es lo que parece.

Durante los aos posteriores a Malvinas se publicaron varias recopilacio-

Los valores de la pica no slo pierden importancia, sino que tambin son

nes de testimonios, muchas de ellas utilizadas como fuentes a lo largo de

profanados: un diplomtico argentino olvidado en Bongwutsi un pas afri-

este libro. Quienes haban combatido en las islas narraban su experiencia

cano inventado se entera de la recuperacin de las islas y decide hacerse

extrema en primera persona. No interesa aqu hacer un registro riguroso de

cargo por su cuenta de la defensa del orgullo y la dignidad de su patria

todas esas publicaciones sino detenernos a pensar por qu en ellas, como

plantando una bandera argentina frente a la embajada britnica, pero en el

sostiene Kohan, no hay farsa sino drama.

momento no se le ocurre ninguna frase memorable para decir, ni consigue


un buen traje para ir a festejar al bar del Sheraton (Soriano, 1982); un chileno

El primero de esos libros fue Los chicos de la guerra de Daniel Kon, editado

simula ser un ex combatiente para hacer una carrera diplomtica exitosa

en 1982 y utilizado como base para la pelcula del mismo nombre. Cada uno

(Forn, 1991); un joven se presenta como voluntario para que los ingleses lo

de sus captulos incluye una entrevista con un soldado que narra su historia.

tomen prisionero, lo lleven a Inglaterra y esto le permita conocer a los Rolling

Simultneamente, fueron varios los militares que publicaron sus propias

Stones (Fresn, 1991); una ciudad que recuerda a Buenos Aires es atacada

memorias de la guerra.

y cercada en el invierno de 1982 (Guebel, 1992).


En 1997, Graciela Speranza y Fernando Cittadini, compilaron Partes de gueEn la tradicin literaria, la risa tiene el efecto de desacralizar para que los

rra, un libro que realiza un montaje de los testimonios de soldados y oficiales

asuntos difciles se vuelvan escuchables. En los ejemplos citados, los auto-

que estuvieron destinados a la zona de Darwin-Goose Green, donde se li-

res acuden a ese recurso para hablar de las causas de la guerra, del lugar

braron algunas de las batallas ms sangrientas. La novedad de este material

de los ex combatientes, del valor de la patria y de la soberana nacional.

es que organiza una narracin coral: el entramado de las voces va contando


lo que sucedi realzando los contrastes entre unas y otras.

Este modo de tratar temas tan delicados permite, adems, entrever un


clima de poca donde los grandes relatos han comenzado a derrumbarse:

Si bien hay diferencias entre los testimonios de los soldados y los de los

si los discursos serios ya no pueden dotar de sentido a la historia, entonces

militares los primeros se centran en el fro, el miedo, la incertidumbre, y los

se apela a modalidades de la risa. A su vez, hay que decir que son relatos

segundos enfatizan el profesionalismo, la descripcin de las batallas y las

vinculados a las lgicas de los grandes centros urbanos. El tratamiento

conductas heroicas, entre ellos tambin hay puntos de contacto porque

141

al estar basados en la experiencia personal, en el drama de la guerra, no

cados por los tiempos sociales, es decir, por aquello que la sociedad pudo

pueden sino tomarse en serio lo que narran.

escuchar, pudo nombrar y pudo asumir como responsabilidad propia.

En una importante cantidad de testimonios sobresale una suerte de pica

En una primera instancia, los desaparecidos fueron representados como

de la adversidad, que se sostiene en resaltar cmo la bravura criolla pudo

vctimas inocentes, tiempo despus se los empez a pensar desde su con-

superar la pobreza material y la improvisacin en la planificacin de la guerra.

dicin militante dejando en evidencia que esas representaciones, lejos de ser


estticas, se desplazan a la par de las disputas sociales por el sentido. En

Los testimonios de quienes pelearon en Malvinas estn cerca de la pica

estas contiendas, la ficcin ocupa un lugar preferencial porque, si bien es el

y de los valores que la sostienen. En parte porque muchos de ellos fueron

resultado de un proceso histrico, tiene la fuerza de generar sentidos nuevos

educados en esos valores. La escuela y tambin la cultura popular y la

que modifican los ya instituidos.

mass-meditica por ejemplo a travs de las historietas sostenan que dar


la vida por la causa nacional tena sentido.

La figura del ex combatiente sufri variaciones similares al momento de ser

Las dos formas en que se narr la guerra parecen correr por carriles distin-

desarrollamos en el captulo 3 surgieron imgenes que podran filiarse con

tos. La literatura desmonta los valores patriticos por medio de los distintos

lo que se llam desmalvinizacin.

representada. En los primeros aos de la dcada del ochenta tal como

mecanismos de la farsa: la reduccin al absurdo, la ridiculizacin, la puesta


fuera de contexto o la inversin. El testimonio, en cambio, no termina de

En el cuento ya citado Memorndum Almazn, donde un chileno se

abandonar el discurso patritico, pese a la derrota y el terrorismo de Estado.

disfraza de soldado y consigue as hacer una carrera diplomtica, se puede

Por qu estas dos maneras de narrar la guerra no se escucharon entre

quines haban combatido en las islas y, por lo tanto, desconocer quines

s? Por qu la experiencia, respetuosa de la guerra, qued del lado del

eran dignos de honores y de la reparacin econmica. A travs de giros

testimonio y la distancia crtica del lado de la literatura? Por qu el drama

farsescos el disfraz, la falsa apariencia, las suposiciones equivocadas el

y la farsa no pudieron, en esos primeros aos de la posguerra, desplegarse

cuento tambin pone en escena cierta culpa social que empez a sentirse

en una misma representacin? Por qu no pudieron construir una memoria

ante los ex combatientes.

visualizar uno de los problemas de aquellos aos: no saber con claridad

conjunta?
En el cuento La soberana nacional, donde Rodrigo Fresn imagina al
LA GUERRA EN PRESENTE

combatiente que se presenta como voluntario para ser capturado y poder


conocer a los Rolling Stones, se destaca otro modo de representar al ex

Las variaciones en las representaciones de la guerra de Malvinas siguieron

combatiente, se lo describe como un chico, como un pber pcaro cuya

una trayectoria similar a la que tuvo la figura del detenido desaparecido de

nica patria es un consumo cultural, la msica. En ambas representaciones

la ltima dictadura militar. En ambos casos, esos derroteros estuvieron mar-

142

a diferencia de los documentos que hemos analizado en el captulo 3, escri-

tos por agrupaciones de ex combatientes aparece borrado todo indicio de

El objetivo original de la maqueta de Malvinas es reproducir el ataque ingls

subjetividad poltica.

del 1 de mayo. Ignacio, el encargado de construirla, se obsesiona con ella


y pretende que la representacin sea cada vez ms detallista, lo que implica

En 1998, Carlos Gamerro publica Las islas, una novela que pone en juego

no terminarla nunca.

y exaspera todas las representaciones sobre Malvinas. El protagonista de la


historia es Felipe Flix, un ex combatiente devenido en hacker, que trabaja

La nueva tarea era mucho ms desmesurada: quera reproducir con

para Tamerln, un extrao multimillonario. Su trabajo consiste en ayudarlo

exactitud cada piedra, cada ventana, cada cerco cado y cada partici-

a encubrir un asesinato cometido por su hijo. Para eso, debe infiltrarse en

pante individual; lograr como una fotografa de satlite captar cada deta-

el edificio de la Secretara de Inteligencia del Estado (SIDE) y obtener los

lle de esa maana de abril cuando la guerra era todava una posibilidad

nombres de los veinte testigos que presenciaron el crimen. As comienza un

remota, y erigir la perfeccin de su modelo en amuleto contra su llegada.

relato que transcurre en 1992 y que aparentemente no tiene nada que ver

Ignacio haba descubierto, de manera puramente intuitiva, que el

con Malvinas. Pero a partir de all, todos los caminos conducirn a las islas.

espacio es infinitamente divisible y que mientras uno profundice en esta

Para cumplir con su trabajo, Felix necesitar de la ayuda de sus ex compa-

divisin puede obligar a mantenerse inmvil al tiempo. Siempre habra

eros, cada uno de los cuales sigue a su manera anclado en la guerra. El

algn detalle que agregar a la cada vez ms perfecta reproduccin de

protagonista, que en un principio parece ajeno a su propio pasado, volver

ese maravilloso 30 de abril, y mientras tanto, hasta que ste alcanzara

una y otra vez a una guerra que pareciera no terminar nunca.

su plenitud, el 1 de mayo tendra que esperar.103

En Las islas, la guerra es un hecho del presente, en este sentido la novela

Las islas no construye un simulacro absoluto, vaco de referente. Por el con-

reactualiza el tratamiento de la cuestin Malvinas y lo ubica en la dcada del

trario, debajo del absurdo, de la risa, de la burla y hasta del delirio, subyace

noventa. Para entrar a la SIDE, Flix necesita congraciarse con un militar que

el recuerdo doloroso, el drama de la experiencia material de la lucha y las

trabaja all y antes particip del conflicto. Para eso le construye un videojue-

subjetividades polticas que se conforman a partir de ella. El drama y la farsa

go de la guerra de Malvinas. Lo arma recortando y pegando fragmentos

que hasta Las islas aparecan divorciados, aqu se imbrican y crean una

de otros juegos de guerra y recurriendo a uno de sus ex compaeros que

nueva zona de verdad, ms compleja y frtil para el debate.

desde hace aos est construyendo una maqueta de las islas recuperando
lo que guard en su memoria. El videojuego y la maqueta, entre tantos otros

Durante su investigacin, Flix se encuentra con extraos personajes. Uno

elementos, funcionan como simulacros: se parecen a la guerra pero no son

de ellos es Gloria, de quien se enamora. Gloria tiene dos hijas moglicas

la guerra. Lo que se pone en escena en Las islas, ms que en cualquier otra

que se llaman Malvina y Soledad. La primera vez que ve a Gloria desnuda,

novela sobre el tema, es la posibilidad de los ex combatientes y de la so-

Flix descubre que tiene en su cuerpo marcas de tortura, ah se entera de

ciedad en general de apropiarse del pasado traumtico y sus consecuencias. La figura del simulacro se distingue, entonces, de los giros puramente
farsescos.

10. GAMERRO, C., Las islas, Buenos Aires, Simurg, 1998.

143

que las mellizas son el resultado de la relacin de Gloria con su torturador.

de que, en el presente, se modifique el pasado, como aquello que no es ni

As, la novela establece un vnculo directo entre el terrorismo de Estado y las

esttico ni lejano.

islas.
El pasado sugiere Las islas est aqu entre nosotros y por lo tanto debe
Esta relacin ya apareca en Los pichiciegos, en aquel tramo donde los

ser interrogado de forma radical. La desmesura como recurso de la ficcin

pichis discuten sobre la existencia de los desaparecidos.

habilita temas de difcil enunciacin social, por ejemplo, qu hacer ante los
militares que pelearon en dos guerras, contra la subversin y en Malvi-

-Cuntos somos aqu? -quera calcular Pipo.

nas. La novela de Gamerro, en este sentido, puede ser leda como un acto

-Dicen que diez mil.

de memoria, que construye puentes entre el pasado y el presente, y que se

-Diez mil no pueden matarnos a todos!

anima a preguntar por qu pudo pasar lo que pas.

-No, a todos no, a la mayora! -dijo Rubione.


-Videla dicen que mat a quince mil -dijo uno, el puntano.

La guerra en celuloide

-Quince mil no puede ser!


-Cmo, Videla? -pregunt el Turco, dudaba.

El cine nacional, una vez reinstalada la institucionalidad democrtica, volvi

-S, Videla hizo fusilar a diez mil -dijo otro.

rpidamente sobre lo acontecido durante la ltima dictadura militar. Tres films

-Sal, ests en pedo vos! -dijo Pipo.

paradigmticos tuvieron un fuerte impacto en la opinin pblica y construye-

-Qu pedo! Est escrito! -hablaba el puntano-. Yo lo vi escrito en un libro,


en la parroquia de San Luis est. Quince mil!
-Ests mamado!

ron los primeros grandes relatos sobre los crmenes de Estado, permitiendo
as su difusin: Los chicos de la guerra (Bebe Kamin, 1984), La historia oficial
(Luis Puenzo, 1985) y La noche de los lpices (Hctor Olivera, 1986).

-Qu mamado, estn los nombres de todos, uno por uno, los que mand
fusilar Videla.
-No pueden haber sido tantos -dijo el Turco11.4

La historia oficial muestra a una sociedad aturdida por lo que descubre al


trmino de la dictadura, en clara consonancia con las investigaciones realizadas por la Comisin Nacional sobre Desaparicin de Personas (CONADEP),

Pero en Las islas esta relacin aparece con ms nitidez, a travs del padre

las exhumaciones de las fosas comunes y la circulacin del relato de los

de Malvina y Soledad que fue tambin combatiente en Malvinas. En la

sobrevivientes de los Centros Clandestinos de Detencin. Los otros dos

relacin que Flix entabla con las mellizas, hijas al mismo tiempo de la guerra

casos se imbrican con el modo de contar el pasado reciente que marc a la

y de la represin; en el amor que siente hacia Gloria; y en la ilusin de su

dcada del ochenta: representar a los jvenes como vctimas eclipsando sus

compaero de detener el tiempo el 30 de abril se esconde la posibilidad

subjetividades polticas (en el caso de Malvinas, son vctimas de los oficiales,


y en el caso de La noche de los lpices, donde se cuenta el secuestro y
desaparicin forzada de un grupo de estudiantes secundarios de la ciudad

11. FOGWILL, R. E., Los pichiciegos, Buenos Aires, Interzona, 2006.

144

de La Plata, de un Grupo de Tareas liderado por el General Ramn Camps).

Los chicos de la guerra, realizada a partir del libro homnimo publicado

cativa, es porque son seres humanos los que la hicieron y por eso son

por Daniel Kon en 1982, y La noche de los lpices construan la imagen

condenables12.5

de unos jvenes a los que se les haba sustrado un futuro promisorio. El


carcter inocente de estas vctimas menores de 20 aos era la imagen que

Las vctimas puras de Malvinas y de la dictadura aparecan representadas

amplios sectores sociales elegan para mirarse a s mismos en los albores

sin sus convicciones polticas, tanto en los films como en buena parte de

de la reapertura democrtica. Estos films fueron necesarios para la difusin

los discursos sociales. Esto era as porque la sociedad misma, que haba

de los crmenes del Estado terrorista, pero al mismo tiempo apuntalaron la

abrigado esas convicciones, no poda sostenerlas despus de la experiencia

demonizacin de los responsables desarrollada, entre otros discursos

del terror. Los ideales revolucionarios, la Patria Socialista, la Argentina

emblemticos, en el prlogo al informe de la CONADEP borrando toda

Potencia, la Patria, las Malvinas argentinas haban sido fuertes identifi-

otra referencia a las responsabilidades que le caban a la sociedad civil.

cadores sociales que, una vez comenzada la democracia, se desdibujaron


muchos de ellos fueron derrotados o deslegitimados frente a la vocacin

Dice al respecto el filsofo cordobs Hctor Schmucler:

refundacional de la primavera democrtica. Convena olvidarlos para poder


enjuiciar a los responsables de los campos de concentracin y de la guerra

Cuando se habla de demonios exista o no la teora hay un grave pro-

de Malvinas

blema, que tal vez no sea el problema ms destacado por parte de los
defensores de los derechos humanos, con todo el derecho que tienen

En septiembre de 1984 el Centro de Ex Soldados combatientes en Malvinas

y con toda la justa indignacin que eso puede producir. El problema de

public en la revista Combatiendo. De Malvinas hacia una nueva Argentina,

la demonizacin no reside en comparar a los guerrilleros, por ejemplo,

un artculo donde criticaba el apelativo chicos que tanto el libro como la

con las fuerzas represivas. No es ese el problema de los demonios.

pelcula haban elegido, con gran repercusin social, para nombrarlos.

Tampoco que hayan sido slo las fuerzas represivas los demonios. El
problema es que si fueron demonios los estaramos inocentando. Los

Reafirmamos que los chicos de la guerra cuando pisamos Malvinas

demonios no pueden ser ms que demonios. Es decir, no son, en ese

dejamos de ser chicos para ser hombres. Los hacedores de esta pelcula

sentido, responsables de ser demonios. Si somos responsables, si cada

manifiestan un cipayismo que puede ejemplificarse en la escena donde se

uno de nosotros somos responsables de nuestros actos, si la violencia

muestran los mtodos militares en la conduccin escolar, pero se cuida de

que nos envolvi durante aos, hace treinta o cuarenta aos, es signifi-

mostrar () el carcter colonialista de los planes de estudio desde las pocas de Mitre y Sarmiento () La pelcula es un fresco demasiado superficial.

12. SCHUMUCLER, H., Conferencia Para qu recordar?, en Seminario 2006. Entre el pasado y el futuro, los jvenes y la transmisin de la experiencia argentina reciente, publicacin
del Ministerio de Educacin de la Nacin realizada por el Equipo A 30 aos, 2007.

145

Con respecto a la guerra descubre una vez ms la cobarda intelectual que

2003), Malvinas: lo que qued de la guerra (cortometraje, Hernn Caballero,

impera sobre vastos sectores del pensamiento argentino, ms predispues-

Ignacio Cossar, Alexis Menna y Emiliano Stur, 2004); No tan nuestras (Rami-

tos a defender una democracia en abstracto que a defender la bandera de

ro Longo, 2005); Locos de la bandera (Comisin de Familiares de Cados en

Malvinas como estandarte de la redencin nacional13.6

la Guerra de Malvinas, dirigida por Julio Cardoso, 2005); Malvinas, la lucha


contina (Fernando Cola, 2007).

Para contrarrestar la victimizacin que enfatizaba su juventud, los ex combatientes produjeron variadas respuestas. As y todo, al promediar los ochenta,

Para confrontar con la representacin de Los chicos de la guerra, hemos

tanto su posicin poltica frente a la guerra como el uso de los uniformes y la

elegido otras tres pelculas, dos ficcionales y otra documental: El Visitante

retrica militar, atascaron la circulacin de sus relatos en una Argentina que

(1999), Iluminados por el fuego (2005) y Locos de la bandera (2005). Cada

prefera borrarles su politicidad, desmalvinizar y ubicarlos en el margen, tal

una, a su manera, avanza en nuevas representaciones sobre los ex comba-

como hemos visto en el captulo 3.

tientes, la experiencia de la guerra, la posguerra, la causa Malvinas.

Desde la restauracin democrtica hasta la actualidad, han sido estrena-

La pelcula El Visitante se film durante 1998 y se estren en 1999. La

das muchas pelculas que tematizan el terrorismo de Estado. No sucede

historia se centra en la vida de Pedro, un ex combatiente quien, adems de

lo mismo con la guerra de Malvinas, sobre la cual existe una filmografa

perder una de sus manos durante la guerra, perdi a uno de sus grandes

ms escasa. Los chicos de la guerra puede dialogar con algunas pocas

amigos. El protagonista, interpretado por Julio Chvez, tiene 36 aos,

pelculas de ficcin: El visitante (Javier Olivera, 1999); Fuckland (Jos Luis

trabaja de taxista y vive acosado por los fantasmas del pasado. Ral, su

Mrques, 2000); Vamos ganando (Ramiro Longo, 2001) Iluminados por el

compaero muerto en combate, es el visitante, quien anuncia su aparicin

fuego (Tristn Bauer, 2005); 1982, Estuvimos ah (Csar Turturro y Fernando

a travs de un objeto que lo identifica un cortaplumas para despus apa-

Acua, 2006); Los ltimos (Miguel Mirra, 2007) y Cartas a Malvinas (Rodrigo

recer l mismo, vestido de soldado y eternamente joven. Viene a formularle a

Fernndez, 2009).

Pedro un extrao pedido: su cuerpo. Para qu? Para tener una experiencia
sexual debido a que en las islas muri virgen.

En el campo del documental existe una cantidad de trabajos que tambin


es menos si se la compara con el prolfico campo de documentales sobre la

Durante el film, Pedro no logra articular palabras para expresar su expe-

dcada del setenta. Entre ellos se destacan: Malvinas, historia de traiciones

riencia, habla solo o con fantasmas, por medio de monoslabos: El visitante

(Jorge Denti, 1984); Hundan al Belgrano (Federico Urioste, 1996); Malvinas,

pone en primer plano la experiencia de los ex combatientes en la posguerra

historia de dos islas (Diego Alhadeff, 1999); El refugio del olvido (mediome-

y sus enormes dificultades para articular un discurso que tenga impacto

traje, 40 minutos, Diego Alhadeff, 2002); Operacin Algeciras (Jess Mora,

social.

El filsofo Sigfried Kracauer deca que las pelculas no representan alegrica13. LORENZ, F., Las guerras por Malvinas, Buenos Aires, Edhasa, 2006.

146

mente la historia literal sino las obsesiones profundas, turbias e inconscientes

del deseo y la paranoia nacional. El Visitante se mete con el tema Malvinas

Los veinte aos transcurridos entre Los chicos de la guerra e Iluminados por

pero no de un modo literal o alegrico. No es una pelcula sobre la soberana

el fuego fueron aos de grandes avances en las tcnicas cinematogrficas,

nacional ni un film que denuncie a las juntas militares por haber librado una

lo que coloc al film de Bauer en un marco distinto para la representacin.

guerra absurda, sino que se atreve con algunas de las obsesiones profun-

Los recuerdos de Esteban son principalmente de batallas, el film las recrea

das, turbias e inconscientes del deseo y la paranoia nacional: El Visitante es

con imgenes que no escatiman en efectos especiales. Esto redunda en un

una pelcula de fantasmas. Sus protagonistas no estn ni vivos ni muertos,

efecto realista profundamente conmovedor para el espectador.

actan como zombis. Pedro, el ex combatiente devenido taxista, est vivo


pero se comporta como un alma en pena y Ral, el soldado que cay en

Sin embargo, ms all de las innovaciones tcnicas y sus efectos en la

Malvinas, est muerto pero vuelve de visita para saldar deudas pendientes.

narracin, el abordaje de Iluminados por el fuego sobre los problemas susci-

Los dems personajes tampoco terminan de corporizarse debido a las

tados por la cuestin Malvinas no parece alejarse demasiado de Los chicos

dificultades que tienen para establecer lazos entre ellos y comunicarse.

de la guerra. En ambos casos, la historia gira en torno a casos particulares.


Son historias de individuos a los que el conflicto atrap casualmente y con-

Adems de los fantasmas con nombre propio, la pelcula sugiere que

virti en vctimas. As, el recuerdo asume tambin una dimensin individual,

despus de la derrota del 14 de junio de 1982, la propia cuestin Malvinas

contraria a la posibilidad de construir una memoria colectiva que admita las

se transform en un espectro debido a las incomodidades que sentimos al

tensiones en vez de evadirlas.

momento de pensarla y nombrarla.


Hay que destacar, sin embargo, que tanto Los chicos de la guerra como
A diferencia de El Visitante, que tuvo una escasa repercusin, en el 2005

Iluminados por el fuego resultaron, cada una en su momento, disparadoras

se estren el film sobre Malvinas ms exitoso despus de Los chicos de la

de debates en relacin con Malvinas. Con posterioridad a sus estrenos, el

guerra: Iluminados por el fuego de Tristn Bauer. Tambin est basada en

conflicto del Atlntico Sur volvi a ser tema de discusin. Incluso, las res-

un libro, Iluminados por el fuego. Confesiones de un soldado que combati

puestas de los ex combatientes, que se resistan a las versiones simplistas

en Malvinas, escrito por Edgardo Esteban, un periodista que fue ex comba-

de s mismos y de la guerra que vean en una u otra pelcula, tuvieron con

tiente.

esos estrenos la posibilidad de entablar discusiones. As, es posible pensar


que el cine, pero tambin las dems representaciones de la guerra, constitu-

La pelcula narra la experiencia de Esteban Leguizamn, un ex combatiente

yeron hitos importantes en el derrotero de la cuestin Malvinas, an cuando

que cree tener resuelta su experiencia de guerra pero que, cuando un com-

ellas mismas no fueron especialmente conscientes de la complejidad del

paero de armas se suicida, se ve arrastrado por los recuerdos que hasta

problema.

ese momento tena guardados. No consigue dejar de evocar el combate, de


manera que resuelve volver a Malvinas para darle un cierre a su historia.

Locos de la bandera tambin se pregunta por las incomodidades de la


cuestin Malvinas, pero a diferencia de las pelculas de Olivera y Bauer,
encuentra palabras con las que articular un discurso y sale de la historia

147

individual para intentar construir un relato ms amplio. Su nombre ya plantea

Fotos de guerra

una fuerte posicin: s, somos locos parecen decir pero no de la guerra


sino de la bandera.

Las fotografas de conflictos blicos tienen una larga tradicin. Apenas quince aos despus de que Fox Talbot inventara la primera cmara fotogrfica

La pelcula cuenta la historia de los familiares de los cados en Malvinas,

(1839), Roger Fenton cubri la guerra de Crimea (1854-1856). Del mismo

quienes una vez concluido el conflicto, se encontraron con la imposibilidad

modo fue contada la guerra de Secesin en los Estados Unidos (1861-1865)

de acercarse a sus muertos porque los cuerpos haban quedado en el ce-

y tiempo despus, en Sudamrica, la guerra del Paraguay, conocida como la

menterio de Darwin, en las islas, o porque nunca fueron identificados. El film

guerra de la Triple Alianza (1865-1870).

recorre las provincias de Catamarca, Salta, Formosa, Misiones, Entre Ros,


Buenos Aires, Crdoba y Santa Cruz poniendo en primer plano el testimonio

La ensayista norteamericana Susan Sontag public en 1975 el libro Sobre

de los familiares. Hijos, esposas, madres, padres, hermanas y tambin ex

la fotografa. All elabora algunas ideas sobre la relacin entre la guerra y la

combatientes hablan con diferentes tonadas sobre la cuestin Malvinas: el

imagen:

sentimiento nacional, la guerra, la posguerra, el olvido. En varios de sus tramos el film se traslada a las islas, se detiene en las marcas de la guerra que

La guerra y la fotografa ahora parecen inseparables, y los desastres

perduran en aquel territorio y concluye el itinerario en el cementerio argentino

de aviacin y otros accidentes aterradores siempre atraen gente con

de Darwin.

cmaras. Una sociedad que impone como norma la aspiracin a no


vivir nunca privaciones, fracasos, angustias, dolor, pnico, y donde la

Los diferentes modos de pensar Malvinas adquieren gravedad en un frag-

muerte misma se tiene no por algo natural e inevitable sino por una

mento de la pelcula, cuando el narrador un joven de la misma edad que los

calamidad cruel e inmerecida, crea una tremenda curiosidad sobre estos

soldados camina por las islas, por aquel paisaje tan bello como desolado,

acontecimientos; y la fotografa satisface parcialmente esa curiosidad.

se agacha, toma una roca del suelo y se pregunta: es una piedra o es una

La sensacin de estar a salvo de la calamidad estimula el inters en la

ruina?.

contemplacin de imgenes dolorosas, y esa contemplacin supone y

El film reivindica el intento por recuperar la soberana en las islas y va ms

no all y en parte por el carcter inevitable que todo acontecimiento

lejos an: se propone desligarlo de las acciones de la ltima dictadura militar

adquiere cuando se lo transmuta en imgenes14.7

fortalece la sensacin de estar a salvo. En parte porque se est aqu,

vinculando ese intento con un imaginario nacional de larga data. Tal como
hemos visto en el captulo 2, el documental recupera el viejo interrogante

La fotografa, dice Sontag, no es una mera representacin de lo real, como

sobre la nacin. En un momento, a travs de la voz de una de las entrevis-

podran serlo la pintura o el dibujo, sino que tambin es un vestigio, un ras-

tadas, una mujer saltea, madre de un soldado cado en las islas, se sugiere
una posible reformulacin para el viejo anhelo: no puede haber democracia
sin patria.

148

14. SONTAG, S., Sobre la fotografa, Buenos Aires, Alfaguara, 2006.

Imagen 1

Imagen 2

tro directo de lo real, como una huella o una mscara mortuoria. La cmara

El 3 de abril el diario Clarn public una foto emblemtica, la que mostraba al

captura la luz reflejada en los objetos de un instante vivido. De ah, la honda

Gral. Galtieri el 2 de abril (Imagen 1) saludando a una plaza colmada desde

preocupacin de Sontag por el modo en que las sociedades occidentales

el balcn de la casa rosada. Pocos das despus circularon las primeras fo-

transforman en mercanca a esas imgenes que sintetizan instantes trgicos

tografas del desembarco y recuperacin de las islas. Estas imgenes fueron

y dolorosos.

tomadas por el fotgrafo Rafael Wollmann, quien haba viajado para realizar
un reportaje fotogrfico sobre la vida en Malvinas y se encontr el 2 de abril

En este apartado hemos elegido una serie de fotos vinculadas a Malvinas

con la noticia de su vida. Mientras cenaba un cordero en el comedor del

que ayudan a pensar en algunos de los problemas detectados por Sontag.

hotel, donde se hospedaba, escuch por radio que el gobernador Rex Hunt

Por qu nos atraen las fotos de guerra: despiertan el morbo, nos tranquili-

anunciaba el desembarco argentino. De inmediato pas de ser un cronista

zan, nos duelen? Qu otras imgenes es necesario mostrar para entender

de costumbres a un corresponsal de guerra.

el sentido de una guerra? Quin tom esas imgenes y con qu fin: dejar
un testimonio, dar cuenta del horror, abonar el herosmo, participar del

Hubo una foto suya, la que aqu reproducimos, que recorri el mundo. La

mercado noticioso? Cmo estn construidas esas imgenes, desde dnde

imagen de los soldados ingleses acostados en el piso, rendidos a los pies

miran, qu recortan, qu realzan? En qu medida las propias fotos son las

de los argentinos, apareci en un lugar destacado en varios peridicos inter-

que construyen los acontecimientos?

nacionales (Imagen 2). Los franceses, por ejemplo, aprovecharon muy bien
la situacin, la eterna rivalidad que tienen con los ingleses, y la publicaron
con titulares como La Inglaterra humillada. Hasta me dijeron que la guerra

149

Imagen 3

haba empezado por esas fotos. Sera muy ridculo suponer que una guerra

El problema con este tipo de imgenes plantea Sontag es que extraen

pueda empezar por una foto, pero es cierto que fue muy duro para ellos,

una porcin de realidad del continuo temporal, como si ese acontecimiento

recuerda Wollman en el libro Partes de guerra.

registrado quedara hurfano del proceso histrico. Roland Barthes dijo en


relacin con esto que frente a la fotografa la humanidad se encontr por

150

La revista Gente public unos das despus, el 15 de abril, una foto a doble

primera vez en su historia con imgenes sin cdigo. La fotografa proporcio-

pgina (Imagen 3) para mostrar otro costado de la guerra, el apoyo social al

na informacin sin interpretarla. Para completar su sentido hay que recurrir

intento de la recuperacin. El titulo que acompaaba la imagen deca, Esta

a las narraciones que la acompaan, los epgrafes periodsticos y los textos

vez la plaza fue de todos.

que anclan un significado.

El ttulo elegido por Gente para presentar esa imagen se completaba con un

nos ayuden a comprenderla, puede ser usada para los ms diversos fines

extenso epgrafe que deca: No fueron necesarios comunicados ni varios

polticos e ideolgicos.

das para organizarla. Slo un llamado lanzado el da anterior que bast para
despertar el impulso latente. No fue la manifestacin de un sector, no fue la

En atencin a este problema, Berger propone que las fotografas pblicas

marcha de unos contra otros. Pero s fue como tantas otras veces para

sean tratadas como las privadas. Dice:

pedir algo, aunque algo para todos: que no se vuelva atrs, que la soberana sea defendida. Este fue el testimonio de un pueblo que volvi a unirse

Las fotografas son reliquias del pasado, huellas de lo que ha sucedido.

despus de mucho tiempo. La porcin de realidad recortada por la revista

Si los vivos asumieran el pasado, si ste se convirtiera en una parte inte-

podra contrastarse con otras narraciones que modificaran el sentido de la

grante del proceso mediante el cual las personas van creando su propia

imagen y le devolveran su densidad histrica. El da de la foto algunos ma-

historia, todas las fotografas volveran a adquirir entonces un contexto

nifestantes cantaron consignas contra Galtieri y recordaron otras identidades

vivo, continuaran existiendo en el tiempo, en lugar de ser momentos

polticas: Y ya lo ve, y ya lo ve, vinimos el 30 y hoy tambin, se siente, se

separados. Es posible que la fotografa sea la profeca de una memoria

siente Pern est presente, Levadura, levadura, apoyamos las Malvinas

social y poltica todava por alcanzar. Una memoria as acogera cualquier

pero no la dictadura, Malvinas s, proceso no, Galtieri, Galtieri, prest

imagen del pasado, por trgica, por culpable que fuera, en el seno de

mucha atencin, Malvinas argentinas y el pueblo es de Pern.

su propia continuidad. Se trascendera la distincin entre los usos privado y pblico de la fotografa. Y existira la familia humana15.8

Las fotos, ms que suplir a la pintura como se supuso durante el siglo XIX,
reemplazan parte de las funciones de la memoria. Pero a diferencia de la

Para que las imgenes de Malvinas puedan transformarse en parte inte-

memoria, que siempre est vinculada a un recuerdo y a una narracin, las

grante del proceso mediante el cual las personas van creando su propia

fotografas no tienen significado propio. Como dice Susan Sontag slo lo

historia, proponemos mirarlas sin inocencia y acompaarlas de relatos. Tal

que puede narrar, puede hacernos comprender.

vez as se las pueda incorporar a la memoria social y poltica.

A partir de esta mxima, el crtico ingls John Berger analiza las funciones
de la fotografa y propone un uso alternativo de las mismas. Tradicionalmente, dice, hubo dos usos de la fotografa, el primero est asociado a la
experiencia privada, al retrato de un familiar que tenemos colgado en el living
y que sabemos quin es porque otro pariente nos cuenta su historia. El
segundo uso es el de la fotografa pblica, que nos muestra un hecho que
no tiene que ver con nuestras vidas y que es ajena a nuestra experiencia. Si
esa imagen no est contextualizada, es decir, acompaada de relatos que
15. BERGER, J., Usos de la fotografa, en Mirar, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1998.

151

fuentes
Proponemos dos fuentes: un cuento y una foto. La marca del ganado, escrito por Pablo De Santis, es un relato que narra, desde la ficcin, el impacto de la guerra de Malvinas en una localidad
pequea de provincia. Lejos de los grandes relatos sobre el conflicto, ofrece una aproximacin
a las marcas individuales que la guerra produjo. La fotografa, por su parte, ofrece otra forma de
encontrar las huellas de Malvinas en el paisaje y en la cultura.

153

Pablo De Santis naci en Buenos Aires en 1963.

La marca del ganado

Su primera novela, El palacio de la noche, apareci en 1987. Luego public Desde el ojo del

El primer animal apareci en el campo de los Dosen y a nadie le hubiera llamado la atencin de no haber

pez, La sombra del dinosaurio, Pesadilla para

estado tan cerca del camino y con la cabeza colgando. Fue a fines del 82 o principios del 83, me acuer-

hackers, El ltimo espa, Lucas Lenz y el Museo


del Universo, Enciclopedia en la hoguera, Las
plantas carnvoras y Pginas mezcladas, entre

do porque haca pocos meses que haba terminado la guerra y todos hablbamos del hijo de Vidal, el
veterinario, que haba desaparecido en el mar. Para escapar del dolor, de esa ausencia tan absoluta que
ni tumba haba, Vidal se entreg al trabajo, y como no eran suficientes los animales enfermos para llenar

otros libros, en su mayora destinados a adoles-

sus horas, investig cada una de las reses mutiladas que empezaron a aparecer desde entonces. En

centes. Tambin escribi las novelas Filosofia y

realidad nunca supimos con certeza si el de los Dosen fue el primer caso, porque slo desde entonces

Letras, El teatro de la memoria y El calgrafo de

nos preocuparon las seales: aqu nunca llam la atencin una vaca muerta.

Voltaire. Fue guionista y jefe de redaccin de


la revista Fierro; las historietas que all public,

Al principio los Dosen le echaron la culpa al Loco Spica, un viejo inofensivo que andaba cazando nutrias

junto con el dibujante Max Cachimba, fueron

y gritando goles por el campo, con una radio porttil que haba dejado de funcionar haca un cuarto de

reunidas en el volumen Rompecabezas. Ha pu-

siglo. A todos nos pareci una injusticia que los Dosen le echaran la culpa, porque el viejo poda matar

blicado tambin libros de crtica sobre el cmic.


En televisin, fue el autor de los textos de los
programas El otro lado y El visitante, y guionista
de la miniserie Bajamar, la costa del silencio.

algo para comer, pero nunca hubiera hecho algo as: la cabeza casi seccionada, tiras de cuero arrancadas en distintos puntos de una manera catica y precisa a la vez, como si el animal se hubiera convertido
en objeto de una investigacin o de un ritual. Y qued claro que el Loco Spica no haba tenido nada que
ver, porque en marzo del 83, durante la inundacin, apareci flotando en el ro diez kilmetros al sur, y
las mutilaciones esa fue la palabra que us Vidal, el veterinario, la primera vez y que todos nosotros
usamos desde entonces continuaron.

No me acuerdo si sigui despus aquel novillo en el campo de la viuda Sabella o el ternero que apareci
atado al molino derrumbado, con la cabeza de otro en lugar de la suya. En cada caso nuestro comisario, Baus, fue a buscar al veterinario para que estudiara las marcas y tratara de encontrar alguna pista.
El comisario pareca desconcertado: nunca en su vida haba investigado nada, ya que en el campo, a
diferencia de la ciudad, las cosas son o bien demasiado evidentes o completamente invisibles, y tanto en
un caso como en otro la investigacin es intil.

A partir de entonces, el bar que hered de mi padre y que apenas me permite sobrevivir, se convirti en
una especie de foro sobre las mutilaciones. A nadie le importaba una vaca de ms o de menos, porque
ac cuestan poco y nada, pero asustaba imaginar al culpable, solo, en la noche, derribando al animal

154

con un golpe en la cabeza, inventando formas distintas para cortarlo, a

ansiedad que el prximo parroquiano irrumpiera con alguna nueva noticia.

veces vivo todava (as lo aseguraba el veterinario). Yaz, el mecnico,

Ya no veamos los animales muertos como pertenecientes a uno u otro

deca que era una secta, y que saba de casos parecidos en las afueras de

dueo, sino como reses marcadas a travs de las mutilaciones para sealar

Trenque Lauquen. Soria, el jefe de estacin, hablaba de ovnis, l siempre

su pertenencia a un mismo rebao fantasmal, que no cesaba de crecer.

estaba viendo luces en el cielo, sacaba fotografas, paseaba solo por el


campo en espera del encuentro. Las mutilaciones eran para l experimentos;

Hubo casos ms espectaculares que otros, y de una ejecucin ms arries-

los extraterrestres analizaban las muestras de tejido. Como le dije que eso

gada, como el ternerito que apareci colgado en la finca de los Dorey, muy

podra explicar los cortes pero no otras aberraciones (las cabezas trocadas,

cerca de la casa. Los Dorey no oyeron nada, los perros apenas ladraron y se

las langostas encerradas en las heridas, las flores emergiendo de las rbitas

callaron enseguida y el matrimonio sigui durmiendo, que los perros ladran

oscuras) Soria se defenda: era un experimento, s, pero sobre nosotros:

por cualquier cosa. A la maana se encontraron con el ternero colgado, la

estudiaban nuestras reacciones ante lo malvado y lo desconocido.

rama casi quebrada por el peso; seguramente haban usado un coche o una
camioneta para izarlo, pero las lluvias haban borrado las huellas.

Baus, el comisario, si tena alguna teora, la callaba. Investig a los crotos


que siempre andan por aqu y a fuerza de tantos interrogatorios termin es-

Vinieron algunos periodistas, de la capital inclusive. Estuvieron unos das en

pantndolos, y hasta el da de hoy casi no ha vuelto a aparecer ninguno. Una

el hotel Lavardn, y se los vea a la hora de la siesta de aqu para all, por las

noche, cuando le pregunt si realmente crea que eran ellos, me respondi

calles vacas, sin saber qu hacer, esperando la hora del regreso. Tambin

tranquilo: es uno de nosotros.

vinieron policas enviados por la jefatura de la provincia, y el comisario se


sinti un poco relegado. Interrogaron a todo el mundo, sacaron fotografas

Pero quin? Porque aquellas mutilaciones no traan ningn beneficio ni

y recogieron muestras para el laboratorio, pero se fueron tambin al poco

seguan un plan reconocible. Podan caer en el campo de cualquiera, y tam-

tiempo sin respuestas y sin demasiado inters por las respuestas que no

poco dentro de su locura seguan un sistema determinado. Vidal anotaba

haban encontrado.

todo en una libreta de tapas azules, pero salvo cierta abundancia de marcas
en la cabeza, no haba otra constante. Iba a todos lados con su libreta, y

Durante todo ese tiempo, aun mientras los otros policas invadan su lugar, el

cuando a veces cenaba en mi establecimiento, siempre solo, lea en voz baja

comisario sigui investigando. Nos interrog a todos; pona un viejo graba-

aquella lista montona, como si se tratara de un rezo. Los animales muertos

dor encima de la mesa y nos haca hablar, nos preguntaba por los vecinos,

le servan de excusa para estar siempre en movimiento, en busca de nuevos

por las rarezas que poda tener alguno. Hasta al cura interrog, conven-

ejemplares, da y noche, para huir de su casa desierta y de los portarretratos

cido de que el culpable haba ido a confesarse y que el padre Germn lo

con las fotos de su hijo.

protega debido al secreto de confesin. Las mutilaciones se convirtieron


en una obsesin para l, fue su primera investigacin y tambin la ltima. A

A la tarde, frente a los vasos de ginebra o de fernet, todos hablaban con una

veces lo vea, por las noches, en la comisara, bajo los tubos fluorescentes,

autoridad infinita en la materia, mientras jugaban al domin y esperaban con

los mapas del campo extendidos en la mesa, con los sitios donde haban

155

aparecido los animales encerrados en crculos rojos. Trataba de encontrar en

De todos en el pueblo quizs yo era el nico que no tena pero ninguna

esas marcas dispersas una figura, intentaba adivinar el prximo caso. Hasta

teora. Todas me parecan verosmiles, inclusive la de los extraterrestres, y

las cuatro o las cinco de la maana se quedaba ah, oyendo las cintas que

a la vez imposibles; si me hubieran hablado de una enfermedad inexplica-

haba grabado, las conversaciones triviales, todos los secretos del pueblo, y

ble que golpeaba a las vacas con esos sntomas atroces lo hubiera credo

esas voces, que nada saban de las mutilaciones, parecan cautivarlo.

tambin. Me pareca que la explicacin estaba ms cerca de una fuerza


ciega, impersonal, que de un culpable minucioso y obstinado. Podan ser los

Ah empez a tener problemas con su esposa, porque iba poco para su

hijos de Conde, que nacieron malvados, Greis, un cuidador de caballos que

casa, y cuando no estaba en la comisara atravesaba los campos en su

dorma abrazado a su escopeta, o la viuda de Sabella, o el veterinario Vidal o

camioneta, con un faro buscahuellas, como un alucinado, hasta que se

el mismo comisario.

quedaba dormido en algn camino o, si le quedaban fuerzas, volva para


escuchar las cintas con las voces de todos. Nuestras voces lo atraparon

Nunca hice ninguna conjetura firme, nunca investigu nada, y si llegu a la

y lo enloquecieron. Buscaba contradicciones y las encontraba una y otra

verdad y fui el primero, fue por casualidad. Volva, un poco entonado, de la

vez, porque aqu nadie presta atencin a nada y quien dice una cosa puede

casa de unos primos, a cuarenta y cinco kilmetros del pueblo. Se festejaba

decir otra. El comisario pareca creer que todos saban lo que pasaba, y que

un cumpleaos y cuando se termin la ltima botella me invitaron a dormir.

l era el nico al que esa verdad le estaba vedada. Hasta tal punto lleg su

No soporto camas ajenas y a pesar del sueo decid volver. La noche estaba

desconfianza que cuando entraba en el bar todos callbamos y cambiba-

clara y desde lejos la vieja Ford de Vidal, detenida a un costado del camino,

mos de tema, y pasbamos tmidamente al ftbol, a las inundaciones o a

con los faros apagados. Pens que se le haba quedado el motor: Vidal iba

algn chisme local. El comisario se acostumbr a esa bienvenida que se le

seguido a verlo al mecnico por una cosa o por otra. Detuve el rastrojero y

brindaba, hecha de silencio incmodo y lugares comunes.

me baj dispuesto a ayudarlo. Dije Buenas noches, doctor, pero Vidal no


me respondi.

El comisario sufra y se alejaba de todo, y por eso yo tuve la tentacin de


entrar de noche en la comisara para apartar los mapas y las grabaciones

Cuando me acerqu, vi con claridad al veterinario que, inclinado sobre la res

y decirle la verdad. No hubiera servido de nada, porque l ya haba hecho

abatida, practicaba los cortes con pulso firme. Yo estaba cansado y haba

algo tan grande con aquellas vacas muertas, haba construido con paciencia

tomado de ms, pero al instante se me borraron las huellas del sueo y del

un misterio insondable que no encerraba slo al culpable sino a todos, que

alcohol.

nada lo hubiera dejado contento. La verdad le hubiera parecido insuficiente;


y si yo hubiera hablado, pero no habl, lo habra considerado un engao,

Vidal sac de su maletn un frasco de vidrio lleno de insectos muertos,

algo destinado a hacerlo caer en una trampa, a relevarlo de su insomnio y su

muchas mariposas sobre todo, tambin escarabajos, que esperaban a

desconfianza para dejarle libre el terreno al mal.

ser sepultados en la herida. Empuaba con firmeza el viejo bistur alemn


con sus iniciales en el mango, sin preocuparse por el testigo que segua el
procedimiento. Era tal su indiferencia que yo me sent culpable por estar all,

156

por invadir la ceremonia privada que nunca llegara a comprender. Durante

situacin no slo espantosa, sino tambin ridcula, pero al fin pregunt por

algunos segundos fui yo el culpable, y l un juez inalcanzable, tan remoto en

qu, dije slo por qu, incapaz de terminar la pregunta.

su dignidad e investidura que ni siquiera llegaba a saber de la existencia del


imputado.

No esperaba respuesta, porque me pareca que todo lo que se poda decir


estaba escrito ah, en el idioma hecho de reses muertas y combinaciones

No dorm esa noche, y abr el bar ms tarde de lo habitual, y cuando ya a las

abominables. Pero el veterinario dej dos monedas en la mesa y respon-

cuatro, cuando empezaban a llegar los muchachos, quise decirles la verdad,

di. Dijo que siempre haba sido un buen veterinario, que haba llegado a

me di cuenta de que no haba llegado el momento oportuno. Esper que

entender a los animales a travs de seales invisibles para otros. Estudiaba

hablaran, que expusieran sus teoras, sus ovnis, sus sospechas; cuando el

el pelaje, pero tambin sus huellas, las marcas en el pasto, los rboles

ltimo terminara de hablar, yo, callado hasta ese entonces, dira la verdad y

cercanos. Senta que con cada animal enfermaba un pedazo del mundo, y

ellos me oiran en silencio. En un instante, en un nombre, entraba todo: des-

que a l le tocaba la tarea de restaurar la armona. As lo haba hecho por

pus de esa revelacin, nada, perdera el poder del secreto. Decid dejarlo

aos y por eso los ganaderos de la zona confiaban en l. Despus las cosas

para el da siguiente.

cambiaron. A su hijo le toc primero la marina, luego una base naval en el


sur, y finalmente la guerra. l lo esper sin optimismo y sin miedo hasta que

Pero entonces tampoco me pareci que era el momento oportuno. Me

una maana un Falcon blanco de la marina con una banderita en la antena

gustaba escucharlos hablar, confrontar en silencio sus torpes deducciones

se detuvo frente a su casa. l lo vio llegar desde la ventana. Del auto baj un

con el secreto; y a causa de esa satisfaccin, fui ms amable que nunca, y

joven oficial que camin con lentitud hacia la puerta, como esperando que

serv medidas ms generosas y la casa invitaba con cualquier excusa, con

en el camino le ocurriera algn incidente que lo hiciera desistir de su misin.

tal de que aquellas voces no callaran nunca. Mi secreto no me distanci, al

Se notaba que nunca haba hecho lo que ahora le tocaba hacer, y despus

contrario, me sent ms cerca de ellos, ahora que los vea inocentes, inge-

de pronunciar un vago saludo le tendi con torpeza una carta con los colo-

nuos, movindose a ciegas en un mundo cuyos mecanismos ignoraban por

res patrios en una esquina, cruzados por una cinta negra. La mano del joven

completo.

oficial temblaba al sostener la carta donde deca que el hijo del doctor Vidal
haba sido tragado por el mar, por el mar que nunca antes haba visto.

Pasaron tres semanas desde la noche en que vi la Ford de Vidal junto al camino hasta la maana en que el veterinario entr a mi establecimiento para

Entonces el doctor Vidal descubri algo que hasta ese entonces se le haba

pedir una grappa. Despus de tomarla de un trago me pregunt por qu

ocultado: el mundo era maligno, y no poda pasar este hecho por alto. No

no haba hablado. Le dije que no era asunto de mi incumbencia y pareci

poda seguir curando animales, ni creer que trabajaba para alguna armona

aceptar mi respuesta como algo razonable; era evidente que l tambin

que los otros hombres eran incapaces de ver. No exista ninguna armona

pensaba que el asunto no era de la incumbencia de nadie ms. Me costaba

ni ninguna verdadera curacin posible. Sinti que la cura era una falta a la

hablar con l, me daba cierto pudor, como si furamos cmplices de alguna

verdad.

157

Sigui sanando a los animales, porque era su trabajo y no saba hacer otra

copas. De vez en cuando yo intentaba, desde la sombra, llevar el tema hacia

cosa, pero decidi dejar en la noche y en los campos una marca, la seal

los animales mutilados, pero no lograba interesarlos, y ms de uno a esa

que deca con claridad que l no haba sido engaado, que a todos podan

altura me responda: a quin le importa. Nunca estuve tan cerca de decir la

mentir, pero no a l, que saba de qu se trataba la cosa. Entonces se

verdad, pero la haba llevado tanto tiempo conmigo que ya no saba cmo

dedic a curar pero tambin a matar y a mutilar, a dejar en la noche las letras

decirla.

sangrientas de su mensaje. No dijo destinado a quin o qu.


Despus vino, la sequa, y la avioneta que cay en el campo de los Ruiz y
Yo lo haba escuchado en silencio, sin interrumpirlo ni hacerle ninguna otra

otras distracciones, y ya nadie volvi a hablar de las vacas muertas. Vidal

pregunta, y no lo salud ni me salud cuando se fue. No s si la explicacin

casi nunca vena al establecimiento, y no me animaba a ir a buscarlo para

tuvo algo que ver, pero a partir de all hubo menos casos, uno cada tres

preguntarle por qu haba terminado, si acaso crea que el mundo se haba

semanas, no ms. Otras noticias nos distrajeron un poco y alargaron las par-

curado o que su mensaje haba dejado de tener importancia. Una noche,

tidas de domin hasta que empezaba la noche. Beatriz, la esposa de Baus,

cerca de fin de ao, das despus de que el nuevo comisario, un hombre

el comisario, cansada de las ausencias, los ataques de ira y el misterio, lo

joven, de apellido Lema, llegara al pueblo, Vidal se sent junto a la ventana

dej sin avisarle nada. Hizo las valijas y desapareci, y cuando el comisario

y se qued ah, mudo, con el vasito de grappa en la mano, hasta que no

lleg casi al amanecer a su casa, despus de una expedicin nocturna, se

qued nadie ms. Actu sin pensar, como si hubiera tomado la decisin mu-

encontr con una grabacin, hecha en la misma grabadora del comisario,

cho tiempo antes, en espera del momento oportuno. Cuando el veterinario

donde la mujer deca que no soportaba ms, que las cosas no podan seguir

se levant para ir al bao abr su maletn y saqu el bistur alemn. Despus

as, etctera. La mujer haba hecho una grabacin porque deca que lo nico

segu acomodando las sillas boca abajo sobre las mesas.

que escuchaba su esposo eran aquellas cintas, y que si dejaba un papel


escrito probablemente no le prestara atencin.

Esa misma noche camin y camin sin rumbo, armado con una llave inglesa,

Diez das despus, Baus mir por ltima vez los planos, las vacas de juguete

diario. Cuando la vaca ya estaba cada y marcada, como una ofrenda a

y el bistur en el bolsillo izquierdo de mi camisa, el filo envuelto en papel de

en las que practicaba las incisiones, y sali para meterse en el terreno de

un dios malvado y hambriento, dej caer el bistur en la herida. Ese era mi

Greis, aunque saba que estaba loco, que dorma abrazado a la escopeta y

mensaje para quien lo supiera entender.

disparaba a cualquier cosa que se moviera en la noche.


El nuevo comisario, Lema, lo supo entender, y a los dos das se present en
La muerte convirti a Baus en un hroe para los muchachos del bar, que

la casa del veterinario. No fue necesario que preguntara nada, porque Vidal

desde entonces contaron como hazaas algunos episodios menores de su

confes todo, inclusive la ltima mutilacin, y se dej arrastrar por salas de

actuacin policial. Del captulo final echaban la culpa a la esposa, y comen-

espera de juzgados y hospitales y calabozos de comisara. No dio explica-

taban sin nfasis que el primo de un amigo de un conocido la haba visto en

ciones ni mostr ninguna forma de arrepentimiento. Cuando sali en libertad

un bar de La Plata, que se haba cambiado de nombre y se haca pagar las

158

a las dos semanas, malvendi la casa y se asent un poco ms al sur, del

supimos de Vidal durante cinco aos hasta que lleg la noticia de su muerte

otro lado del ro, donde nadie lo conoca.

en un accidente automovilstico. Fue en la ruta, una noche clara despus


de una tormenta. El da anterior el viento haba tirado el alambrado y qued

En el bar se volvi a hablar de las mutilaciones y cada uno barajaba los

ganado suelto en el camino. Los animales se avistaban a lo lejos, pero el

distintos motivos que poda haber tenido el veterinario. Pero todos habla-

veterinario, en lugar de frenar la marcha, aceler contra las formas lentas

ban con una rara cautela, como si supieran que el misterio, antes tan ajeno,

y oscuras que lo esperaban. Acaso pens que el mensaje, fuera cual fuera

ahora formaba parte de algo que nos involucraba. Hablaban con frases

su destinatario, no haba sido lo bastante claro, y que haca falta un ltimo

sin terminar. Yo volv a mi silencio: haba vuelto a tener mi secreto. Nada

sacrificio para hacerlo legible.

159

Marcas

Una zapatilla de lona, parte del equipo de los soldados argentinos en Malvinas, tal como estaba cuando
la fotografa fue tomada, en marzo de 2007. Caminar hoy por los antiguos campos de batalla de las islas
significa encontrarse con cantidad de objetos de la vida cotidiana de los soldados: latas de gaseosas,
papeles de golosinas, peines, restos de ropas y frazadas. Hay tambin marcas de la guerra: esquirlas,
cpsulas de proyectiles, y huellas de los impactos de la artillera. Todos esos restos, que son parte del
paisaje actual de las islas, son otras tantos emblemas de las vidas atravesadas por la guerra de Malvinas.

160

161

CONSIGNA DE ANLISIS Y DISCUSIN

propuestas

Proponemos leer el cuento La marca del

Por otro lado, se puede discutir la relacin

ganado de Pablo De Santis. Si bien es un

de este cuento con las tres formas que

cuento sobre Malvinas, no habla directamen-

adopta la narrativa de Malvinas explicadas

te de la guerra sino que la piensa a partir de

en la introduccin y preguntarse qu tiene

las marcas que sta deja en un padre, el Dr.

de farsa, qu de drama y cunto de la na-

Vidal, quien se sugiere que perdi a su hijo

rrativa que incluye problemas del presente.

en el hundimiento del Buque Gral. Belgrano.

para trabajar en el aula

Por un lado, se puede analizar porqu el au-

Otra alternativa es recuperar el tramo de la


introduccin donde se seala que en las

tor eligi este camino. Por qu no aparecen

narrativas de Malvinas aparece una suerte

los nombres ni de Malvinas ni de la dicta-

de anti-pica, mientras que en los libros tes-

sobre algunas de las representaciones de Malvinas

dura militar? Uno de los temas centrales del

timoniales surgen otras representaciones de

realizadas desde tres soportes estticos diferentes:

cuento es el vnculo complejo entre el ver, el

la guerra (discursos picos y una especie

En este captulo nos hemos detenido a reflexionar

la literatura, el cine y la fotografa. Nos interesa

saber y el decir. Qu ven los personajes?

de pica de la adversidad). Hay rastros de

ofrecer herramientas para analizar el modo en que

Saben todo lo que ven? Qu pueden ver y

estas formas de la pica y la anti-pica en

esas representaciones fueron construidas y conocer

qu no en virtud de lo que saben? Por qu

este cuento? Cmo podran clasificarse

la forma en que circularon por nuestra cultura. Este

no pueden decir lo que saben?

las actitudes de Vidal y del narrador?

ejercicio puede alumbrar nuevas facetas del tema


que nos ocupa. Proponemos actividades para trabajar con los tres soportes.

163

CONSIGNA DE DEBATE

VISIONADO DE FILM Y DISCUSIN

Se pude discutir el sentido del siguien-

cho por alto. No poda seguir curando animales,

te fragmento del cuento pensando en

ni creer que trabajaba para alguna armona que

de ficcin analizadas en el texto: Los chicos

algunos de los ejes trabajados a lo largo

los otros hombres eran incapaces de ver. No

de la guerra, El Visitante, Iluminados por el


fuego.

de este libro en relacin a la posguerra (ver

exista ninguna armona ni ninguna verdadera

captulo 3). Puede pensarse a Vidal como

curacin posible. Sinti que la cura era una falta

un personaje que representa, de alguna

a la verdad.

manera, los silencios y ocultamientos de los

Proponemos elegir alguna de las pelculas

En cualquiera de las tres se puede analizar


cmo estn representados los soldados:

primeros aos ochenta? Puede pensarse

Sigui sanando a los animales, porque era su

Cmo vctimas, como combatientes que

que su actitud es una reaccin frente a

trabajo y no saba hacer otra cosa, pero decidi

defienden la soberana, como chicos,

la desmalvinizacin? A quin estar

dejar en la noche y en los campos una marca,

cmo jvenes que encarnan esas contra-

dirigiendo su mensaje? Por qu decide

la seal que deca con claridad que l no haba

dicciones, como sujetos despolitizados? A

transmitir su mensaje a travs de matar y

sido engaado, que a todos podan mentir, pero

qu obedece una u otra representacin?

marcar animales?

no a l, que saba de qu se trataba la cosa.

Qu relacin existe entre esa representa-

Entonces se dedic a curar pero tambin a

cin y el clima de poca (Los chicos de la

matar y a mutilar, a dejar en la noche las letras

guerra, aos ochenta; El Visitante, fines de

Entonces el doctor Vidal descubri algo que


hasta ese entonces se le haba ocultado: el

sangrientas de su mensaje. No dijo destinado a

los noventa; Iluminados por el fuego, ao

mundo era maligno, y no poda pasar este he-

quin o qu.

2005)?

Para enriquecer la discusin se puede leer


un fragmento escrito a mediados de los

164

CONSIGNA PARA LA IMAGEN

aos ochenta por una organizacin de ex

El crtico Roland Barthes escribi en Retrica

polismica que permite establecer disitintos

combatientes con motivo del estreno de Los

de la imagen (1964) acerca de la relacin entre

puentes, por ejemplo con la imagen del

chicos de la guerra.

las imgenes, siempre polismicas, y los textos

captulo 2 (paisaje de Malvinas) o con im-

que las acompaan. Deca all que los epgrafes

genes del presente (por ejemplo, Croman

Omiten en los personajes principales la

suelen cumplir dos funciones, por separado o de

y el uso de la zapatilla como smbolo que

amalgama de situaciones o caractersticas que

forma combinada:

recuerda a los muertos).

puedan identificar a la generalidad de los que


combatimos () Para cada uno de nosotros la

Anclaje (restringe y delimita los sentidos de la

trinchera era la extensin de nuestras persona-

imagen, fija uno de los sentidos de la imagen y

que se desarrollan en este captulo se

lidades () All tenamos las fotos de nuestros

orienta la lectura de esa imagen)

puede someter a la imagen a algunas de las

seres queridos, as como banderines del club de

Para trabajar con los temas especficos

preguntas realizadas por los crticos Berger

nuestra preferencia y todo lo que nos vinculara

Relevo (no hay redundancia entre imagen y texto

y Sontag: Qu narraciones necesitara esta

al resto de nuestra sociedad. En cambio para el

sino que el texto aporta informacin, y abre

imagen para que pudiramos comprender-

realizador de esta pelcula la trinchera es como

otros sentidos que van ms all de la informa-

la? Qu elementos del contexto necesi-

un refugio, slo un escondite para un soldado

cin que brinda la propia imagen).

tamos para leer la imagen? Es una foto

temeroso. Para esta visin est ausente el orgullo que sentimos por ir a una guerra en defensa

que tranquiliza, inquieta o genera compro

Para trabajar con la imagen de este captulo

miso con la causa retratada? Es una foto

de nuestra soberana (Centro de ex soldados

proponemos que los estudiantes escriban

que integra la memoria social? Y si esto es

combatientes de Malvinas, Documentos de

epgrafes que cumplan las dos funciones su-

as qu quiere decir?

Posguerra, 1986).

geridas por Barthes. Se trata de una imagen

165

Los trabajos de los IFD:


la voz de los estudiantes

DURANTE LOS AOS 2006 Y 2007,

el equipo A 30 aos. Entre el pasado y el

ciudades y en los pueblos sobre una guerra librada por una causa justa en el

futuro del Ministerio de Educacin de la Nacin, actualmente programa

contexto del terrorismo de Estado? Qu lugar ocupan los ex combatientes

Educacin y Memoria, convoc a los Institutos de Formacin Docente a

en las memorias locales y en la memoria nacional? Hay un relato que con-

producir trabajos de investigacin sobre el pasado reciente argentino. En

tenga sus testimonios o estn sueltos y hablando solos? Por qu buena

el centro de la convocatoria estaba el treinta aniversario del ltimo golpe de

parte de los estudiantes elige el testimonio como la forma ms legtima para

Estado que afect a nuestro pas y tambin se haca foco en las formas de

acceder al conocimiento sobre el pasado reciente? Sigue siendo Malvinas

la movilizacin social y la militancia poltica que caracterizaron a la dcada

un objeto preferencial de la transmisin del pasado dentro de la escuela?

del setenta. El tercero de los ejes giraba en torno a Malvinas y se titulaba


Guerra de Malvinas: sentidos en pugna.

En este captulo se publican dos trabajos escritos por estudiantes: Los Av

El programa invitaba a reflexionar sobre ese episodio pensndolo como un

Corrientes, y Malvinas: educacin sin memoria del IFD Jos Manuel Estra-

hecho puntual de la ltima dictadura militar pero, a la vez, como un acon-

da de Corrientes Capital.

ar cuentan su verdad del IFD Dr. Ramn J. Crcano de Monte Caseros,

tecimiento que exceda ese contexto y permita reflexionar sobre la idea de


nacin, las disputas en el imaginario nacional y el lugar de la escuela en la

Adems de la riqueza que los materiales tienen en s mismos, entendemos

construccin de ese imaginario.

que son de inestimable ayuda para indagar en algunos tpicos significativos


vinculados a las formas de la transmisin del pasado, sus potencialidades

El resultado de la convocatoria sumado a la inestimable oportunidad de

y sus obstculos. Entre esos tpicos, subrayamos tres que consideramos

recorrer un conjunto de IFD que daba cuenta de la diversidad regional de

fundamentales:

la Argentina nos permiti confeccionar una suerte de mapa, aunque fragmentario, de la memoria de la guerra de Malvinas. A su vez, la experiencia

1) LA FRAGMENTACIN DEL MAPA NACIONAL DE LA MEMORIA

result de enorme valor para reflexionar acerca de cules son las formas del
conocimiento sobre el pasado que circulan entre los jvenes, en este caso

Los trabajos recibidos y los relatos recogidos a lo largo y ancho del pas nos

futuros maestros y profesores.

impulsan a afirmar que el mapa de la memoria de Malvinas est extendido


por todo el territorio nacional pero se trata de un mapa fragmentado e

Cmo se recuerda en las diferentes regiones del pas la nica guerra

incompleto. Los escritos revelan, de alguna manera, lo que hemos dicho

protagonizada por Argentina durante el siglo XX? Qu marcas hay en las

a travs de la voz de Federico Lorenz en el captulo 2 de este libro: los traba-

169

jos de los IFD, al igual que los monumentos dedicados a Malvinas, apare-

memoria ms difundido en la actualidad supone una clara disociacin entre

cen por todo el territorio argentino como las cuentas esparcidas de un collar

Malvinas y la ltima dictadura militar. De esta manera, cuando se recuerda

al que se le ha cortado el hilo.

el ltimo golpe de Estado, poco y nada se habla de Malvinas; y viceversa, el


mismo fenmeno se da en el momento de recordar la guerra: la dictadura

El mapa nos revela que Malvinas se sostiene como una pasin viva en las

queda desplazada como referencia para pensar el contexto en que se pro-

memorias populares, pero se trata de una pasin marcada por aos de

dujo el conflicto blico.

abandono estatal o la precariedad de su presencia. En muchos casos, el


resguardo de esa memoria ha quedado en manos de los afectados directos,
los ex combatientes, los familiares de los cados, los amigos.

La tensin entre causa nacional justa y terrorismo de Estado obliga tambin a preguntarse cules son los sentidos actuales de la nocin de patria:
qu ha quedado del proyecto comn despus de la experiencia del terro-

En el primero de los trabajos, Los Ava ar cuentan su verdad, los autores

rismo de Estado? En el trabajo de los estudiantes estas cuestiones tambin

lo dicen explcitamente: estn narrando la historia de personas annimas,

aparecen bajo la forma de interrogantes, escriben: Es falta de informacin

silenciadas, que no figuran en los libros de Historia. El dficit es paliado, en

y educacin lo que hace que slo se recuerde la guerra? Cmo es posible

este caso, por un grupo de estudiantes, futuros maestros, lo que reafirma

la separacin de Malvinas por un lado como gesta patritica, como

que la educacin puede ser un espacio privilegiado para hilvanar las cuentas
esparcidas del collar.

intento heroico de recuperacin de la soberana, y por otro lado Malvinas


como estrategia de ocultamiento de los crmenes de la dictadura, como la
lavada de cara del rgimen militar, como el ltimo manotazo de ahogado

2) LA RELACIN ENTRE LA GUERRA DE MALVINAS Y EL TERRORISMO DE ESTADO

de un gobierno debilitado por el descrdito popular, producto de acciones

La enseanza de la guerra de Malvinas acarrea algunas dificultades centra-

en el poder?.

aberrantes y de la implementacin del terror como mtodo para perpetuarse

les. Por un lado, se trata de un conflicto blico al que Argentina arrib en el


marco de un gobierno que vena desarrollando una poltica sistemtica de

3) LAS FORMAS DE CONOCER Y NARRAR EL PASADO RECIENTE

terrorismo de Estado. Por otro lado, volver sobre las islas implica recuperar
una nocin que estuvo muy presente en el siglo XX, que fue central en la

La mayora de los trabajos los dos publicados y otros tantos apuesta al

escuela y que de un tiempo a esta parte se desdibuj: la nocin de patria y

testimonio como la forma privilegiada de narrar el pasado reciente. Ms que

sus distintos sentidos.

a los libros de historia o a las voces autorizadas, acadmicas o estatales,


los estudiantes recurren a la voz de los protagonistas. La historia de vida

El escrito Educacin sin memoria detecta ambas dificultades. Segn una

170

legitima el conocimiento. Adems de ver aqu la herencia del periodismo y

encuesta realizada por sus autores en la ciudad de Corrientes, nueve de

no siempre del mejor periodismo, aparecen las consecuencias de la lentitud

cada diez alumnos/as asocia la palabra Malvinas slo con la guerra y no

que el campo acadmico tuvo para hablar sobre estos temas y la escasa

con la dictadura. Sostendremos en este trabajo escriben que el relato de

divulgacin social que tienen sus escritos.

Los trabajos, a su vez, ponen en evidencia una dificultad inherente al cono-

Las islas son fundamentalmente siluetas, formas vacas. Como las Malvinas

cimiento de la historia reciente, que incomoda a las tradiciones escolares:

en s mismas no son nada, pueden significarlo todo. Son un fetiche de la

qu hacer cuando no se pueden sacar conclusiones definitivas, cuando no

nacionalidad, el objeto del deseo por antonomasia, y cada uno puede ver

se puede decir esto es as. Los escritos recibidos optan por diferentes

en sus siluetas, cambiantes como jirones de nubes, el rostro inconfundible

salidas: algunos moralizan; otros se indignan an a riesgo de abandonar la

de su deseo ms preciado, afirma el escritor Carlos Gamerro. La herida

elaboracin y la comprensin; y otros recurren al deber ser, tanto al patri-

abierta por el terrorismo de Estado ha sido tan profunda que, ms all de las

tico como al de memoria.

marcas desiguales que imprimi en el mapa de la Argentina, obliga a revisar


tal como proponen los trabajos seleccionados algunas ideas que fueron

Estas salidas no impiden, sin embargo, que algunos trabajos se animen a

claves en la construccin de nuestra identidad y de la vida escolar. Volver a

exhibir sus contradicciones, a dejar al descubierto las falencias de la trans-

enunciarlas con dignidad depender, en buena medida, de volver a discutir

misin generacional y a mostrar que estn escritos desde el dolor de quien

cules son, como dice Gamerro, nuestros deseos ms preciados. La

se enfrenta a una herida que an no cerr. En buena medida es en estas

escuela, en este sentido, tiene una tarea irremplazable.

limitaciones donde radica su enorme potencial.

Por ejemplo, en un trabajo titulado Ushuaia, capital de Malvinas del IPES


Florentino Ameghino de Ushuaia, los estudiantes explicitan la dificultad que
encuentran para acordar una conclusin comn. Entonces, deciden mostrar
sus desacuerdos. El trabajo est centrado en el impacto que la guerra dej
en la ciudad y en la forma singular que adquiere la memoria en la ciudad
austral, donde desde 1987 se realiza la llamada vigilia cada noche del 1
de abril. En el final del escrito, los estudiantes exponen sus diferencias. Mientras una chica concluye con la frase de una cancin de Fito Pez La casa
desaparecida que dice La guerra est perdida y de esto ya hace tiempo, y
esto todos lo sabemos qu le vamos a hacer; otro decide citar un duro testimonio de un ex combatiente que dice para m es tan patriota el kelper que
ahora vive ah como yo. No tengo nada contra ese tipo, al contrario, pienso
que vive tranquilo y feliz como est y que lo peor que le puede pasar es que
las Malvinas caigan en manos nuestras. Finalmente, otro estudiante elige
oponer a este testimonio el de su propio padre, otro ex combatiente, a quien
le agradece el haberle legado un sentido patritico, con tu ejemplo aprend
a amar la bandera, el escudo y el himno, y todo lo que ellos representan.

171

172

Los Av ar cuentan su verdad


Autoras: Iris Mirian Boggia, Nadia Karina Martnez, Griselda Miller, Nadia Ivonne Montenegro, Gabriela Yanina Snchez.
Tutores: Susana Beatriz Binni y Marcelo Horacio Nuez.
Institucin: Instituto de Formacin Docente Dr. Ramn J.Crcano.

Interrogamos al pasado para obtener la respuesta del futuro, no para

Una ancdota protagonizada por ellos en Monte Caseros ejemplifica la

volver a l en melanclica contemplacin o para restaurar formas abolidas,

dificultad de saldar esos debates. Hace algunos aos se realiz en esta

sino para que nos ensee cules son los mtodos con que se defrauda el

ciudad correntina un acto en conmemoracin de la guerra de Malvinas.

presente, e impedirlo.

Entre los asistentes estuvo el General Mario Benjamn Menndez. Al ver

Arturo Jauretche

que estaba all algunos ex combatientes sintieron un fuerte rechazo por su


presencia y al finalizar el acto le pidieron que se retirara. As lo recuerda el ex

En este trabajo se pretende conocer la historia de los verdaderos protago-

combatiente Carlos Enriori: Cuando termin el acto, Dardo Peroni, tambin

nistas de Malvinas. Personas annimas, silenciadas, que no figuran en los

ex combatiente, fue a decirle a Menndez que se fuera. Yo lo acompa

libros de historia, que luchan da a da por la reivindicacin de sus derechos.

porque tambin quera hacerlo, me par adelante de Peroni y de Menndez

Caminan junto a nosotros. Vivieron la peor experiencia que puede tener un

y le dije a ste: vyase. Pero cada uno de nosotros quera que se fuera por

ser humano: la guerra. Muchos de ellos ya no estn para contarlo, otros

motivos diferentes: Peroni lo rechazaba por la forma en que Menndez llev

sobreviven gracias a su fortaleza espiritual, algunos ni siquiera quieren hablar

adelante la guerra y yo por llevarnos a la guerra. Son dos cosas distintas. De

porque el slo hecho de recordar implica volver a sufrir. Despus de 24 aos

cualquier manera, ninguno de los dos quera que l estuviera. Y as fue que

de silencio un grupo de montecasereos revive aquellos das del horror. Son

lo echamos.

los Av ar soldados valientes un grupo de veteranos que organizados


desde 1987 realizan tareas solidarias en su ciudad y siguen apostando a
reflexionar sobre la guerra de 1982 sin temor a los debates que esto acarrea.

173

Un viaje imprevisto

avin a Comodoro Rivadavia, luego de dos das se dirigieron a Ro Gallegos


y casi inmediatamente los llevaron a las islas.

El 14 de abril de 1982, un grupo de jvenes de 18 aos recin ingresados al


servicio militar obligatorio haban comenzado su instruccin en febrero par-

Falta de logstica y casos de maltrato

tieron en tren desde Monte Caseros, provincia de Corrientes, hacia un rumbo


desconocido. En aquel entonces las vas del tren llegaban hasta el mismo

Algunos grupos del Regimiento de Infantera 4 fueron ubicados en las zonas

Regimiento de Infantera 4. En aquel contexto, los soldados de la clase 1962

estratgicas ms inhspitas de las islas, por ejemplo en el Monte Wall, en el

y 1963 de los Regimientos de Infantera 3 y 4, se encontraron diez das ms

Monte Dos Hermanas y en el Monte Harriet. Uno de esos grupos, conforma-

tarde bajo el fuego enemigo, en el medio de una guerra de la que nada se

do por 81 hombres, no recibi alimentos desde el da en que arribaron, el 27

saba. Esos chicos llegaron a ser la primera lnea contra el fuego enemigo.

de abril. No recibimos alimentos, ayuda, ningn tipo de material, indumenta-

Casi no tenan entrenamiento, tampoco suficientes alimentos ni equipamien-

ria, nada cuenta V. Crdoba, ex combatiente. Lo nico que podamos hacer

to adecuado. Ellos fueron y son los verdaderos hroes silenciados durante

era cazar y comer ovejas, cosa que hice con bastante asiduidad. Asimismo,

estos 24 aos.

Jorge Folonier, ex combatiente, agrega: Los ejrcitos caminan sobre los


estmagos, si no tienen alimentacin adecuada no cuentan con el armamen-

Durante la primera semana se les inform que el grupo no marchara a la

to adecuado y no pueden afrontar una guerra.

zona de conflicto, pero en das posteriores se les comunic lo contrario. En


palabras del ex combatiente Carlos Enriori: En un principio no se hablaba

Para mantenerse con vida, los soldados deban cazar ovejas, motivo por el

de que nosotros bamos a ir a la guerra, sino que nos iban a dar un destino

que eran reprendidos y castigados por los oficiales. A. Peroni, ex comba-

en el continente, pero sin pensarlo nos encontramos con Malvinas y con la

tiente, dice: En pleno combate veamos que no bamos a salir, llegaba el

situacin de guerra. Me daba cuenta de lo que pasaba porque nadie tena

invierno y nosotros estbamos con la misma ropa durante 25 das, muertos

preparacin de nada y sufr mucho por m y por mis compaeros. Vindolo

de hambre, de fro, qu s yo Todo resultaba en contra Un capitn

desde ahora, creo que fue un ltimo intento de los militares para mantenerse

me puso una pistola en la cabeza en medio del combate para que salga a

en el poder, no haba otra razn para ir a la guerra. As tenan un pas al que

buscar comida Fue una locura, nuestra enfermera era una trinchera. A

podan manejar con las ideas de ellos. En el mismo sentido, Antonio Peroni,

nosotros nos bombarde la artillera inglesa y la argentina. Los ingleses

ex combatiente, recuerda: Ya haba terminado el servicio militar cuando me

saban todo, saban los nombres de los jefes, queran saber dnde estaban.

convocaron y estaba en la facultad. Pero tuve que dejar y despus no volv

Nos superaban en todo, en nmero, en armas, en inteligencia militar. Los

ms.

combatientes recibieron como nico abrigo una campera tipo Duv, de origen israel. El resto de su indumentaria era la misma que utilizaban en Monte

El da 14 de abril ambos se encontraban alistados partiendo hacia el teatro

Caseros, habiendo una gran diferencia de temperatura, ya que en las islas el

de operaciones. Llegaron en tren hasta Rosario y desde all partieron en

fro puede llegar a los 10 C. Esto provoc que gran parte de los hombres
sufriera la congelacin de los miembros inferiores.

174

Como armamento, los soldados contaban con fusiles FAL y FAP, morteros
y lanza cohetes Intalasa de calibre 88,9 mm. un arma ineficaz en una zona
con ese tipo de relieve. Frente al armamento del adversario, todo esto
result obsoleto e ineficiente. Yo recuerdo narra J. Folonier a un amigo
mo que vino con todo el entusiasmo a pelear una guerra con una ametralladora A3 que era una cosa obsoleta para el momento, incapaz de perforar la
chapa de una carretilla.

Los castigos corporales fueron brutales en varios casos. Carlos Enriori


comenta que el caso del ex combatiente Jos Ledesma es una de las
historias ms crueles. Fue estaqueado y encerrado en un corral en la
intemperie en virtud del cumplimiento de una sancin ante una supuesta
mala conducta. El ex combatiente Juan Lpez tambin record el caso de
un compaero que fue atado en el suelo, a la intemperie, y al que tiempo
despus lo encontraron casi congelado. Sus camaradas se arriesgaron a
liberarlo, lo asistieron y as le salvaron la vida.

El 7 de abril todos los diarios publicaron una estimacin de las posibles


acciones de las fuerzas navales que enviaba Gran Bretaa, atribuida a una

Otro hecho que caus descontento entre los soldados fue la falta de entrega

alta fuente naval local. Algunos comentarios periodsticos repetan que un

de la correspondencia de familiares y amigos. Vicente Crdoba recuerda:

bloqueo a las Malvinas representa adems el peligro de la cercana de la

Estando en conflicto nunca tuvimos contacto con nuestra familia. En mi

costa continental, cerca de las bases areas argentinas y agregaba en

caso particular, mi hermano tambin estaba all, a 1 kilmetro de distancia, y

caso de que lleguen a la zona, el peligro aumenta, ya que cuando estn des-

ninguno de nosotros recibamos noticias de nuestra familia. Enriori, por su

plegados los buques cisternas son sumamente vulnerables y deben contar

parte, agrega: Nosotros no recibamos nada, slo un telegrama, despus

con otros buques que los protejan, lo que resta unidades a los buques

me dijeron que, en realidad, mandaron muchos ms.

combatientes. Siempre en el mismo tenor, se destacaban las dificultades


para un bombardeo naval de las posiciones argentinas en las islas Malvinas.

Los medios de comunicacin

Esto se sealaba pondra a los buques de la Royal Navy dentro del radio
de los aparatos de la defensa area argentina.

Durante todo abril los argentinos siguieron con inquietud los cables internacionales que informaban acerca del avance de la flota enemiga. Sin embargo,

En cuanto al desembarco, se estimaba que para intentar una operacin de

eran continuamente tranquilizados por un verdadero bombardeo de esti-

ese tipo, son necesarios entre cuatro y cinco atacantes por cada hombre

mulantes apreciaciones, emitidas principalmente por la prensa local.

que defiende y en el supuesto que los efectivos argentinos en las islas es de

175

alrededor de cuatro o cinco mil hombres, pudiendo llegar en los prximos

medios de comunicacin fueron cmplices de todo esto, incitaban a la gente

das a los nueve mil hombres, los britnicos necesitaran movilizar una

a pensar que era otra la realidad.

distancia de trece mil kilmetros por lo menos treinta mil hombres. El 2 de


abril Jos Iglesias Rouco haba escrito en La Prensa que por primera vez en

El festival televisivo de las 24 horas por Malvinas fue uno de esos momentos

muchos aos, un gobierno argentino hace algo, y adems lo hace bien.

de participacin. Mientras tanto, el Canal 7 mostraba imgenes de nuestros


jvenes sonrientes, realizaba la maratn por Malvinas, y la revista Gente

El 30 de abril, el presidente de los Estados Unidos anunci formalmente el

titulaba a los cuatro vientos Estamos Ganando!. Tambin desde Monte

apoyo de su pas a Gran Bretaa. Este fue un duro golpe para el gobierno

Caseros se enviaron alhajas para ayudar al gobierno y se reunan ropas

militar argentino que pens que la superpotencia se mantendra neutral

y comestibles para luego mandarlos por encomiendas. En esa poca no

por tratarse de dos pases amigos. El 1 de mayo, Gran Bretaa inici los

existan en la ciudad otros medios de informacin escrito, radial o televisivo

bombardeos a Puerto Argentino. Dos das ms tarde se produjo el hundi-

alternativos a la televisin oficial y algunas pocas radios de ciudades cerca-

miento del Crucero General Belgrano con un saldo de 368 muertos, decenas

nas. Esta informacin resultaba la nica conexin con la realidad nacional.

de desaparecidos y heridos. Cada argentino que haya vivido aquel tiempo

Sin embargo, los vecinos an hoy recuerdan que sintonizaban la estacin

en las calles de su ciudad recordar sus propios momentos. Pero en el

radial uruguaya de Bella Unin, ya que sta reciba las noticias desde la BBC

conjunto predominaba la sensacin de victoria, alentada hora por hora por

de Londres. De esa manera sabamos lo que realmente estaba pasando,

los trascendidos y por las opiniones volcadas desde todos los canales de

comentan algunos pobladores.

informacin pblica. El pas no estaba preparado para lo que luego ocurri y


ello es, sin duda, un elemento importante en la historia. Como poda leerse

Un papel importante en la difusin lo cumplieron los radioaficionados, que

en el diario La Nacin: Con la mayor serenidad, sentimos todos el orgullo

no slo escuchaban las estaciones de otros pases, sobre todo europeos,

de ser los contemporneos de un rescate que nos ha vivido en la sangre

sino que tambin se comunicaban con las islas. Al respecto Jorge Folonier

colectiva en calidad de un mandato de nuestros antepasados.

cont que como yo era del Arma de Comunicaciones de la Marina, nos


comunicbamos con los radioaficionados y con los familiares... hasta que

Para algunos la guerra fue la posibilidad de volver a salir a las calles a hacer

ocurri el bloqueo total.

poltica. Para otros se trat de realizar acciones solidarias en el marco de

176

una tradicin patritica. Durante los das que dur la guerra, adems de las

Es sabido que en una guerra los comunicados oficiales forman parte de una

movilizaciones, hubo una gran cantidad de acciones colectivas de apoyo

estrategia psicolgica. Los comunicados oficiales sugeran que Inglaterra no

a los soldados. Jorge Folonier dice: Creo que haba un pseudo acompa-

se molestara en defender unas islas tan lejanas y sin importancia para ellos.

amiento del pueblo para con los soldados, no era un acompaamiento

El gobierno ocultaba as la informacin, a travs de mensajes triunfalistas,

total. Indudablemente no se poda decir estoy en contra de la guerra, no

mientras que, en realidad, los ingleses desembarcaban en Malvinas el 15 de

se poda salir en los medios y decir a los muchachos los van a matar. Los

mayo y comenzaban su imparable avance hacia Puerto Argentino.

Entre el 9 y el 12 de junio, los britnicos tomaron tres zonas clave: el Mon-

britnicos, nos sacaron todo, despus estuvimos prisioneros de los gurkas.

te Longdon, donde la Compaa B del Regimiento de Infantera 7 soport

Mi nmero de prisionero era el 359. All perd mi casco, que hoy tengo ac.

un ataque por parte del Batalln de Paracaidistas britnicos, apoyado por

Cuando lo perd tom el casco de un compaero muerto. Siendo prisionero,

un constante fuego de artillera naval y de campaa; la colina Dos Herma-

en pleno combate, llegamos a un arreglo, nos permitan atender a nuestros

nas, donde comandos ingleses atacaron frontalmente las posiciones defen-

heridos pero tenamos que ayudarlos a cargar con sus heridos y muertos,

didas por la compaa C del Regimiento de Infantera 4 y lograron una rpi-

porque ellos no dejaron a ningn hombre en el campo de batalla. Camina-

da incursin en la zona; y el Monte Harriet, donde personal del Regimiento 4

mos mucho cargando a sus hombres. Los gurkas eran muchsimos, salan

del Ejrcito Argentino trab un duro combate con los comandos de la Infan-

de todos lados. Ese trayecto ayud a un subteniente de apellido Jurez. Los

tera de Marina 42.

gurkas nos dejaron a la intemperie durante horas, despus nos llevaron en


helicptero a un establecimiento que se llamaba Fitz Roy, desde donde vi el

As lo recuerda el soldado clase 63, Vicente Crdoba: Los ataques noctur-

hundimiento del Sir Galahad, despus supimos que murieron como 54 bri-

nos que tuvimos que soportar entre el 9 y el 12 de junio fueron frente a fren-

tnicos all, fue el 5 o 6 de junio. Ah nos dejaron totalmente desnudos, has-

te, nos superaron con la tecnologa, pero no con el coraje. En cunto a la

ta que nos devolvieron la ropa. En ese momento vi mi casco a mi lado, con

relacin entre oficiales y soldados dice: La relacin entre el personal de sub-

mi nombre. Otro soldado haba hecho lo mismo que yo, entonces nos inter-

oficiales y soldados era muy buena, amistosa en cuanto a lo que a nosotros

cambiamos los cascos y as lo recuper.

nos toc vivir. Era ms tensa en cuanto al cuadro de oficiales. Carlos Enriori,
en cambio, recuerda que dicha relacin era mala, como ya haba sido en el

Refirindose al fin de sus das de prisionero de guerra Peroni recuerda que

regimiento y como fue en ese entonces en Malvinas. A m me toc vivirlo de

estuvimos hasta el 17 o 18 de junio, despus nos llevaron al Canberra. Des-

una manera, a otros compaeros de otra forma. En general, la relacin entre

de ah fuimos a Puerto Argentino y luego a Puerto Madryn. No sabamos qu

suboficiales, oficiales y soldados no era muy buena.

haba pasado, si haban atacado el continente o no. Caminamos hasta que


empez a llegar gente, era impresionante, nos daban comida, aplaudan, era

El fin de la guerra

una fiesta. Despus viajamos en camin hasta Trelew y desde all en avin a

El 14 de junio, la guarnicin argentina a las rdenes del general Menndez

terminado, que nos tenamos que olvidar lo que haba pasado, pero no te-

Buenos Aires. Fuimos ms prisioneros todava, nos decan que todo haba

se rindi ante el General Jeremy Moore. La Junta Militar que controlaba el

namos contacto con la gente. Nosotros trajimos la bandera de nuestro Re-

poder dimiti poco despus de la derrota. Las islas fueron fortificadas por

gimiento, no la entregamos, vino envuelta en la pierna de un soldado herido.

los britnicos manteniendo su carcter de colonia, aunque a sus habitantes


se les concedi la plena ciudadana britnica.

Finalmente, la noticia de la rendicin caus una gran frustracin en una po-

Podemos reconstruir esos das previos y los que inmediatamente sucedieron

generales exigan a Galtieri su renuncia. Luego de unos das de incertidum-

a la rendicin a travs de la mirada de Peroni: Nos tomaron prisioneros los

bre e incidentes en las calles, ste debi renunciar, agudizando la crisis del

blacin engaada con la campaa triunfal del gobierno. Por entonces, los

177

Los que no volvieron

El conflicto que dur setenta y cuatro das dej ms de 650 muertos o desaparecidos y casi 1300 heridos. La desolacin y el dolor de los argentinos se
mezclaban con los mismos sentimientos de los oficiales y los soldados que
se sentan defraudados luego de haber cumplido con su deber en el lejano
escenario austral.

Yo creo afirma Peroni que los britnicos no nos quisieron matar porque
en el medio de la guerra a las 4 de la maana nadie se hubiese enterado.
Repito: no nos quisieron matar. Fui uno de los cinco que sobrevivieron de mi
seccin.

El sufrimiento por las consecuencias de esta guerra se sum al de miles


de familias argentinas que lloraban en silencio a las vctimas de la represin
ilegal. El ex combatiente Crdoba agrega: La unidad de Regimiento de
Infantera N 4 tuvo 24 muertos aproximadamente, la mayora de origen
chaqueo, algunos de Corrientes capital y ninguno de Monte Caseros. De la
ciudad de Mocoret, departamento de Monte Caseros, falleci en combate
el seor Vicente Ramn Prez. Nuestros familiares hacan peregrinaciones
rezando el rosario y yo creo que fueron escuchados, por eso en ese lugar
est emplazada la gran cruz de hierro, en homenaje al pueblo de Monte
Caseros. No en homenaje a los veteranos porque muchos creen que es en
homenaje a nosotros y no es as. Ahora, el dao psicolgico es muy grande,
hubo ms de 366 muertes despus del conflicto.

178

rgimen militar. Despus de algunas disputas dentro de las Fuerzas Arma-

Hoy en da, los sobrevivientes recuerdan aquel momento como uno de

das, asumi el General Reinaldo Benito Bignone. La derrota de Malvinas pre-

los peores de sus vidas. Para Crdoba es muy difcil, hay que tener una

cipit la cada de un gobierno integrado por militares que demostraron que

fortaleza espiritual muy importante en ese tipo de conflicto. Cuando uno se

servan para masacrar a sus compatriotas, pero no para lo que se supona

encuentra en esa situacin, cuando la muerte esta ah, a unos pasos, hay

era su actividad especfica: la guerra contra una potencia extranjera.

que tener una comunicacin muy fluida con Dios porque de otra manera es

imposible salir. La situacin se vuelve ms complicada en mi caso porque no

gobiernos, en su momento... Hoy en da vas a encontrar que en todos los

slo pensaba en salvar mi vida sino tambin estaba la vida de mi hermano.

centros de ex combatientes se realizan tareas solidarias.

A cada momento yo pensaba en cmo estara l. Peroni tambin considera que la religin fue un sostn: Te volcs a la fe religiosa de una manera

Para nosotros la docencia es el mbito que nos permiti sobrevivir a lo

increble: todas las noches rezbamos el Rosario.

largo de todos estos aos de lucha por nuestro reconocimiento social. Las
instituciones educativas fueron un soporte a pesar de la derrota porqu

Hombres valientes

sin ese apoyo afirma Crdoba creo que la causa de Malvinas estara
desaparecida.

El regreso a Monte Caseros fue inolvidable dice Peroni, despus de ese


largo viaje en tren, todos nos esperaban, no solamente familiares y amigos

En las instalaciones del centro, adems, se dictan clases de computacin

sino tambin los docentes con sus alumnos. En virtud de todo ese apoyo

y folklore, y se realizan numerosas actividades junto a nios y jvenes que

que recibieron, el centro de veteranos Av ar (hombre valiente), creado en

encuentran all un lugar para aprender y expresarse.

1987, pretende ayudar al pueblo y, especialmente, a los docentes, realizando trabajos de reparacin de instalaciones, arreglo de mobiliario escolar y

Despus del conflicto de Malvinas los ex combatientes permanecieron

participacin en actos escolares, entre otras tareas. En lo que va de este

aproximadamente nueve aos sin recibir ayuda econmica ni mdica, as

ao, por ejemplo, llevan entregados alrededor de 3.000 kilogramos de

como tampoco ningn tipo de atencin psicolgica. Enriori dice: Hasta

ropas a personas de escasos recursos. Otra de las actividades que llevaron

hace dos aos atrs tenamos una pensin mnima, pero despus nos

adelante con gran repercusin en la comunidad fue la recuperacin del Tiro

triplicaron el monto. Hoy en da, de alguna manera, se nos reconoci un

Federal de la ciudad, un edificio histrico de ms de cien aos, el segundo

poco ms. Durante nueve aos no nos dieron nada, cuando volvimos en el

en el pas por su estilo de construccin y que estuvo descuidado por ms

82 no existamos para el pas. A los nueve aos de dicha vuelta, nos dieron

de diez aos.

la primera pensin que consista en $ 100. Desde ah fue paulatinamente en


aumento. Hoy nosotros le reclamamos al Estado por esos nueve aos en

Nos juntamos hace unos 20 aos en la casa de Dardo Peroni y all forma-

los que no nos dieron nada. En realidad, lo que hubiera sido mejor es que

mos el centro de ex combatientes Av ar. El edificio del centro no es

nos dieran asistencia mdica durante aquella primer poca porque fueron

nuestro, nos lo dieron en comodato, pertenece al Museo Histrico de la

los peores momentos. El Senado dice Peroni nos dio una medalla des-

Estacin del Este. All estn haciendo muchas tareas, la idea es devolver

pus de pasados unos aos. El municipio nos declar ciudadanos ilustres,

a la sociedad lo que hicieron por nosotros. La camioneta que tenemos la

pero el Ejrcito no nos reconoci nunca. Para m no espero nada, yo estoy

don Martn Balza cuando era Comandante en Jefe. Se reparten muchas

entero, pero me duele por compaeros que quedaron muy mal, te puedo

cosas, por ejemplo ayudamos en la inundacin de Santa Fe, hasta lanchas

nombrar a Escobar, no s, un montn de gente que necesita ayuda y no se

llevamos! Yo creo que es una forma de devolver algo al pueblo, porque

la dieron....

nos ayudaron muchsimo. Pero no fuimos reconocidos por el Ejrcito y los

179

Conclusin

Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez


cara a cara, en unas islas demasiadas famosas,

Al finalizar las entrevistas con cada uno de los ex combatientes llegamos a

y cada uno de los dos fue Can,

la conclusin que existen diferentes visiones en funcin de las experiencias

y cada uno, Abel.

singulares. No obstante todos coinciden en numerosos aspectos: la falta de

Los enterraron juntos, la nieve y la corrupcin

alimentacin, la indumentaria adecuada, las armas obsoletas, el maltrato ha-

los conocen.

cia los soldados, las presiones para no contar lo sucedido, la necesidad de

El hecho que refiero paso en un tiempo que no

hacerlo, la falta de asistencia y de reconocimiento, y la necesidad de volver....

podemos entender.

Tanto la dictadura militar como el hecho que le puso fin la guerra de Malvi-

Jorge Lus Borges

nas dejaron una profunda marca en nuestra gente, en nuestra sociedad y


en toda nuestra cultura. Hoy, podemos observar los hechos trascendentales
de la historia de nuestro pas desde una perspectiva mucho ms amplia para
as analizar todos los aspectos que intervinieron en esa historia.

Desde el comienzo del gobierno de facto y hasta sus ltimos momentos,


el manejo de la informacin fue muy cuidadoso y slo se dejaban escapar
datos que no perjudicaran al sistema. Durante la guerra y aun despus de
sta se presion a los ex combatientes a no revelar los hechos vividos para
ocultar la ineficacia y la incompetencia de los jefes militares. Hoy en da
algunos se animan a contar lo sucedido. Deben ser escuchados para que la
verdadera historia de Malvinas sea conocida por las generaciones futuras y
no se repitan los errores cometidos.

Es por eso que nuestro rol como futuros docentes es que a travs de la
investigacin, la transmisin de conocimientos y el dilogo con las nuevas
generaciones podamos formar ciudadanos comprometidos con nuestra
democracia.

180

Malvinas. Educacin sin memoria


Autores: Ivn Falcn, Evangelina Aceval, Nicols Cardozo, Eduardo Gmez, Patricia Bernasconi.
Institucin: Instituto de Formacin Docente Jos Manuel Estrada, Corrientes Capital.

Introduccin

descontextualizado, reducido slo al dolor de la derrota en un conflicto


armado?, por qu esto es as? y cules son las consecuencias de esta

El dos de abril de cada ao se recuerda a los cados en combate contra

memoria tan difundida?

los ingleses en el conflicto blico desarrollado en 1982, a travs del cual se


intent recuperar la soberana sobre las islas Malvinas en el Atlntico Sur.

Sostendremos en este trabajo que el relato de memoria ms difundido en la

Desde hace aos, y siempre para la fecha mencionada, las escuelas han

actualidad supone una clara disociacin entre Malvinas y la ltima dictadura

realizado actos que, de una u otra manera, recuerdan la guerra de Malvinas.

militar. De esta manera, cuando se recuerda el ltimo golpe de Estado, poco

En los mismos, palabras como prdida, muerte, invasin, cados,

y nada se habla de Malvinas; viceversa, el mismo fenmeno se da en el mo-

dolor, soberana, recuperacin y reconocimiento, resuenan en los

mento de recordar la guerra: la dictadura queda desplazada como referencia

altavoces de los establecimientos educativos y se repiten una y otra vez,

para pensar el contexto en que se produjo el conflicto blico.

naturalizando un nico sentido en la memoria de Malvinas: el del conflicto


blico y sus consecuencias en torno de la derrota.

A nuestro entender, este relato del pasado reciente, este modo de recons-

Ahora bien: por qu en el imaginario colectivo Malvinas permanece asocia-

aseveracin de tales caractersticas sea apresurada. Sin embargo, en el

truccin de nuestra de memoria, est altamente generalizado. Tal vez una

do casi exclusivamente con la guerra?; no se hace acaso presente, en

presente trabajo nos abocamos a mostrar que es la manera en que muchos

esta forma tan difundida del recuerdo, una ausencia, un olvido, una invisibili-

adolescentes, entre 17 y 18 aos, recuerdan hoy en da Malvinas. Para

dad, que convierte a Malvinas en un acontecimiento singular, completamente

lograr hacer visible esta memoria hemos realizado entrevistas en cuatro

181

establecimientos educativos en la ciudad de Corrientes. El resultado muestra

Hoy en da los Contenidos Bsicos Comunes (CBC) no hacen mencin a

que, aproximadamente, 9 de cada 10 alumnos/as asocian la palabra Malvi-

Malvinas, los diseos curriculares de la Provincia tampoco, y los PEI de las

nas slo con la guerra, sin asociarla con la dictadura.

escuelas correntinas parecen haber olvidado a toda una generacin (este


trabajo fue escrito en el 2006). De esta manera, la amnesia de la sociedad

Es falta de informacin y educacin lo que hace que slo se recuerde la

la misma que supo ser contemplativa con la dictadura tras la manifestacin

guerra? Cmo es posible la separacin de Malvinas por un lado como

en apoyo a la guerra en aquella plaza de mayo de 1982 parece llegar hasta

gesta patritica, como intento heroico de recuperacin de la soberana, y

nuestros das.

por otro lado Malvinas como estrategia de ocultamiento de los crmenes de


la dictadura, como la lavada de cara del rgimen militar, como el ltimo

Este trabajo pretende ser un pequeo paso para dejarla definitivamente

manotazo de ahogado de un gobierno debilitado por el descrdito popular,

atrs.

producto de acciones aberrantes y de la implementacin del terror como


mtodo para perpetuarse en el poder?

I. Malvinas: comienzo de una disociacin

Las consecuencias de la extensin generalizada de esta manera de ver el

El golpe militar que tom el poder el 24 de marzo de 1976, el autodenomi-

pasado son eminentemente polticas. Reducir Malvinas a una gesta blica, a

nado Proceso de Reorganizacin Nacional, se caracteriz por un empleo

la tragedia de una derrota, y no dar cuenta del contexto en el cual tuvo lugar

desmedido de la violencia estatal como metodologa sistemtica para

implica tornar invisibles las responsabilidades morales y penales de aquellos

terminar, a travs del terror, con el reclamo social expresado en movimientos

militares que administraron la muerte. Implica tambin olvidar la responsabili-

civiles, obreros y estudiantiles. A la supresin de los derechos polticos se

dad social que tuvo gran parte de la sociedad civil, al haber avalado la guerra

sum la tortura y desaparicin de personas implementada en una escala

saludando el proyecto de recuperacin de las islas del general Galtieri.

nunca antes vista en la historia del pas. Alrededor de treinta mil hombres,
mujeres y adolescentes fueron asesinados y sus cuerpos enterrados en

De esta manera, la memoria de la sociedad se va formando y forjando de

fosas comunes o arrojados al mar.

una manera sistemtica, sin profundas reflexiones sobre interrogantes cru-

182

ciales: Por qu pas lo que pas? Cmo recordar Malvinas? En este asun-

Los reclamos por violaciones a los derechos humanos comenzaron a hacer-

to, recordar pareciera, al mismo tiempo, doloroso y engorroso. Tanto es as

se escuchar paulatinamente tanto en el interior del pas, a travs de organis-

que da la impresin de que en estos 24 aos la verdad sobre Malvinas fue

mos abocados a la defensa de los derechos humanos, como tambin por

sistemticamente silenciada, hubo una imposibilidad de contarla, de sacarla

los exiliados argentinos en distintos pases. Debido a esto, en el ao 1979 la

a la luz. De modo que el recuerdo de Malvinas nos enfrenta directamente

Comisin Interamericana de Derechos Humanos realiza un estudio en el pas,

con la tarea de evaluar, tomar conciencia de lo que sucedi, y conocer cul

con la autorizacin de la Junta Militar, para evaluar el estado de los derechos

es la responsabilidad que como miembros de una sociedad democrtica nos

humanos en funcin de las denuncias existentes. A comienzos de 1980 se

toca asumir en este hecho.

public el informe de la Comisin, dndose a conocer resultados no espera-

dos por el gobierno militar16.1 A la mala imagen del rgimen, producto de las
denuncias sobre crmenes de lesa humanidad, se sumaron las protestas de
los trabajadores estatales por la falta de resultados del plan econmico17.2 El
descontento generalizado en la poblacin, ms los conflictos entre internos
de la Junta, generaron un debilitamiento del gobierno dictatorial, que fue
perdiendo consenso popular a partir de las propias medidas que adoptaba.

En medio del descontento social antes mencionado, el proyecto blico


iniciado en abril de 1982 de recobrar Malvinas, que el gobierno militar justificaba a partir del reclamo de soberana sobre las islas, cumpli la funcin de
suprimir las diferencias ideolgicas que dividan la sociedad, aunando a la
mayor parte del pueblo bajo el objetivo patritico de recuperar las islas del
Atlntico Sur.

El 10 de abril de 1982 la adhesin popular expresada en Plaza de Mayo da


cuenta de la convergencia entre los intereses del pueblo y los de la dictadura.

16. ANDERSEN, EDWIN. Dossier secreto. El mito de la guerra sucia en la Argentina, Bs. As.,
Sudamericana, 2000, p. 302, El informe confirm que los actos u omisiones de las autoridades argentinas durante los aos 1975 a 1979 constituan numerosas y graves violaciones a los
derechos humanos. La OEA sostuvo que ello afectaba los derechos a la vida, a la libertad, a la

Los envos a los soldados incluan cartas, peridicos y revistas.

seguridad e integridad personal y a la justicia; sentenciaba que miles de personas desaparecidas haban sido asesinadas por las fuerzas de seguridad y confirmaba la aplicacin alarmante
y sistemtica de torturas.

La aparicin en la escena poltica de un enemigo exterior, representado

17. NIELSEN, JAMES. En tiempos de oscuridad 1976-1983, Bs. As., Emec Editores, 2001,

por el gobierno ingls, desvi la atencin de los aspectos ms crticos del

p. 240: ...una muchedumbre de estatales marcharon a Plaza de Mayo para informar a los

gobierno militar, la represin y el curso del programa econmico, hacia el

ocupantes de la Casa de Gobierno y del vecino Ministerio de Economa lo que piensan de sus

conflicto blico desarrollado en el Atlntico Sur.

medidas. Huelga decir que la queja principal tuvo que ver con el congelamiento de los salarios
del sector pblico que fue ordenado por el doctor Roberto Alemann. Debido a la marejada in-

La figura del general Galtieri en el balcn de la Casa Rosada, vitoreado

flacionaria, sus sueldos ya son minsculos....

por una multitud que brindaba un claro apoyo al proyecto militar, plantea la

183

paradoja, mencionada por Federico Lorenz, de tener que explicar cmo era

tiva entre s. Este ltimo aspecto permite pensar que la dimensin social de

posible apoyar Malvinas y no apoyar, al mismo tiempo, a la dictadura18.3 Co-

la memoria supone, a la vez, una dimensin poltica, que se define como la

mienza aqu una asociacin ilcita entre sociedad y dictadura, asociacin

lucha por la hegemona en torno a las formas de narrar el pasado, lucha en

que con el correr de los aos se tornar disociacin, puesto que el costo

la cual los actores buscan que sus relatos sobre el pasado se impongan en

de estar vinculado con rgimen militar comenz a hacerse demasiado alto

detrimento de otros relatos.

en trminos de reprobacin social.


Este vnculo conflictivo, que se da en el espacio social a partir del entrecruPara lavar sus culpas, la sociedad prefiri recordar una guerra como si ella
hubiera salido, por arte de magia, de la mismsima nada.

zamiento de diversos discursos sobre el pasado, encuentra en el Estado


y en sus aparatos ideolgicos194 a uno de los actores con ms poder y
medios a su alcance, al momento de institucionalizar, oficializar, un relato de

II. Memoria y olvido. Aspectos metodolgicos

memoria20.5

En un trabajo, como el aqu propuesto, centrado en la problemtica sobre la

Otro de los conceptos que resulta pertinente utilizar, y por ello es necesario

memoria de Malvinas, resulta de gran importancia metodolgica establecer

especificar su sentido y alcance, es la nocin de olvido. En palabras de la

el significado y extensin de las categoras de memoria y olvido que se

sociloga Elizabeth Jelin, el olvido no es ausencia o vaco. Es la presencia

emplearn en el anlisis del tema en cuestin.

de esa ausencia, la representacin de algo que estaba y ya no est, borrada,


silenciada o negada21.6

Con respecto al primero de ambos conceptos, la memoria, debe comprenderse en tanto narracin estructurada, depositaria de un sentido sobre

En esta doble operacin de memoria oficial y olvido censor, el Esta-

los acontecimientos del pasado. De esta manera, la dimensin lingstica,

do juega un papel importante, especialmente a travs de los medios de

inherente a la memoria, implica pensarla siempre dentro de un marco social,

comunicacin y de la escuela. Es en esta ltima institucin donde, a travs

en el cual se construye, forjando sentidos sobre el pasado para as poder

de los actos conmemorativos y de los lineamientos curriculares generales

operar sobre el presente.

(CBC), la memoria oficial encuentra un espacio propicio para reproducirse


y consolidarse.

Dado que la dimensin social, en la que se configura la memoria, no es un


mbito homogneo ni armonioso, debemos afirmar que no existe una nica
memoria, sino que mltiples relatos coexisten vinculados de manera conflic-

19. Tomamos aqu este concepto en el sentido en que lo utiliza Louis Althusser.

184

18. LORENZ, FEDERICO. Mutilaciones. Los combatientes de Malvinas en la memoria nacio-

20. JELIN, ELIZABETH. Los trabajos de la memoria, Madrid, Siglo XXI, 2002, p. 40.

nal, en El ojo mocho. Revista de crtica poltica y cultura, Bs. As., 2006, N 20, p. 45.

21. Ibid., p., 28

El carcter poltico de la memoria sobre Malvinas la que actualmente se

A continuacin expondremos algunos datos que arrojaron las entrevistas.

encuentra vigente y extensamente difundida en las nuevas generaciones se

Como primera medida se sealarn las coincidencias mayoritarias y luego

vuelve explcito en las consecuencias que su aceptacin implica. As, los

se volcar la informacin aislada y aleatoria que ha sido recobrada como

sentidos del pasado, en torno de ese acontecimiento que dimos en llamar

relevante:

Malvinas, giran en torno de la visibilidad o invisibilidad de la responsabilidad


social, moral y hasta penal de aquellos actores polticos (los militares) que

1.- ESCUELA N 160 NUESTRA SEORA DE LA MISERICORDIA (LTIMO AO DE LA EGB 3)

optaron por iniciar la gesta blica y de aquellos actores sociales que apoyaron pblicamente el proyecto de la dictadura.

La representacin de Malvinas gira de manera generalizada en torno de la


guerra. Se destacan las siguientes ideas: a) las islas nos pertenecen; b) las

III. El estado actual de la memoria sobre Malvinas

malas condiciones en que se libr la guerra; c) la ubicacin geogrfica de las

Para dar cuenta del estado actual de la memoria sobre Malvinas hemos

participaron, y al carcter de hroes de los excombatientes.

islas. En menor medida han hecho alusin a los soldados correntinos que

elegido una muestra centrada en un grupo generacional que no ha atravesado ni la experiencia de la guerra ni la de la poca, se trata de adolescentes

2.- COLEGIO BRIGADIER GENERAL PEDRO FERRER (LTIMO AO POLIMODAL)

que tienen entre 12 y 13 aos y entre 17 y 18 aos. Se ha empleado como


herramienta de recoleccin de datos una entrevista cuestionario, basada

La representacin de Malvinas gira tambin de manera generalizada en

en una nica pregunta: qu records sobre Malvinas?. Se ha evitado

torno de la guerra. Se destacan las siguientes ideas: a) la pertenencia de las

mencionar, en la misma, la expresin guerra de Malvinas a efectos de no

islas; b) la muerte de los soldados y c) las malas condiciones militares. Se

condicionar las respuestas. La formulacin de una nica pregunta nos pa-

menciona tambin la participacin de soldados correntinos. A diferencia de

reci ms aconsejable, puesto que de esta manera los alumnos y alumnas

las entrevistas anteriores, casi no se mencionan datos geogrficos referidos

podran moverse con cierta libertad en las respuestas y no sentirse encor-

a la ubicacin de las islas. Aparecen dos alusiones claras a la dictadura, una

setados por un cuestionario ms extenso.

referencia a Malvinas como una gran mentira y dos comentarios sobre la


imposibilidad de eleccin de los soldados.

Para llevarlas adelante se seleccionaron cuatro establecimientos educativos


de la ciudad de Corrientes. Tres de nivel Polimodal y una escuela EGB 3. Si

3.- ESCUELA NORMAL JUAN PUJOL (LTIMO AO POLIMODAL)

bien en un principio la muestra se centr en el grupo de 17-18 aos, pensamos que podra llegar a ser interesante contar con un ejemplo del ltimo

La representacin de Malvinas gira tambin de manera generalizada en tor-

curso de la EGB, de manera tal de evaluar la continuidad o la ruptura del

no de la guerra. Se destacan las siguientes ideas: a) escasez de armamento;

relato sobre la memoria.

b) ubicacin geogrfica; c) pertenencia de las islas; d) malas condiciones


militares y e) la muerte de los soldados. De manera aislada aparecen comentarios que mencionan la dictadura, la mentira de los medios de comunica-

185

IV. Conclusiones y conjeturas

Las entrevistas muestran que en un alto porcentaje (un 90 % aproximadamente) Malvinas est asociada meramente a un conflicto blico. Surgen
elementos asilados que no se condicen con esta afirmacin, y ellos, precisamente, son referencias directas al gobierno militar.

En algunos casos dichas referencias se encuentran acompaadas de algn


tipo de juicio moral (como ser una poca oscura de nuestra historia) pero,
en buena parte, este aspecto slo sobresale como un elemento histrico
ms.

Las causas de la vigencia de este relato, de este modo de hacer memoria,


en el que Malvinas aparece en gran medida disociada del golpe militar, poCrteres de artillera en
isla Soledad (2007).

demos encontrarlas en la falta de elementos que permitan un anlisis crtico


de la poca y en la manera en que se construy la memoria del pasado
reciente. Los lineamientos generales de los CBC para Polimodal carecen
cin, los intereses econmicos y la poca formacin que las escuelas brindan

de referencias a estas temticas. De la misma manera sucede con los CBC

sobre el tema.

provinciales para la EGB.

4.- ESCUELA HIPLITO IRIGOYEN (LTIMO AO POLIMODAL)

Otro de los aspectos que por razones diversas no hemos podido investigar
en profundidad para el presente informe por lo cual lo sealado estar en el

186

La representacin de Malvinas gira tambin de manera generalizada en torno

orden de la conjetura, son los actos conmemorativos que se llevan a cabo

de la guerra. Se destacan las siguientes ideas: a) gobierno militar; b) intere-

en las escuelas el segundo da de abril de todos los aos. En los mismos, de

ses econmicos y c) la guerra como una locura. Esta escuela representa

manera mayoritaria y extendida, se hace hincapi en la guerra, en los as-

un caso particular. Si bien la idea de guerra es la ms transitada, aparecen

pectos vinculados a la soberana y en el carcter heroico de los soldados

varios comentarios sobre el contexto militar de la dictadura. Por la coinciden-

que combatieron. Se dice muy poco, en cambio, sobre el contexto poltico

cia de las referencias es de suponer que los alumnos hayan realizado algn

de la dictadura militar. De esta manera, la escuela contribuye a reproducir y

tipo de trabajo prctico o recibido alguna clase especial sobre el tema en

consolidar una representacin sobre el pasado completamente despolitizada,

cuestin. Sin embargo, esto no ha podido establecerse.

que encubre las responsabilidades colectivas y penales que corresponden.

Palabras finales

Las naciones modernas construyeron su iden-

que el pueblo viva realizado en sus objetivos y

tidad y sus tradiciones en base a sus historias

expectativas.

nacionales, en las que el sacrificio de sus

imgenes de nacin y comunidad que evoca.


Hay all un potencial deliberativo y poltico
que debe servir de punto de partida para la

ciudadanos en nombre de la patria constitua la

Tantas ilusiones rotas y vidas perdidas, pero

mxima muestra de lealtad y compromiso. Esa

tambin tantas convicciones sostenidas frente a

entrega, como contraparte, mereca el home-

la adversidad, merecen ese esfuerzo.

naje y el reconocimiento de los compatriotas.

discusin.

Con esta conviccin, propusimos un recorrido


que, a partir de la guerra de 1982, abriera pre-

Movimientos emancipatorios y revolucionarios

En vsperas del Bicentenario, el desafo abierto,

guntas sobre este pas que habitamos: la cons-

tambin elaboraron tradiciones y consignas

desde esta perspectiva, es enorme. Significa

truccin y las caractersticas de la causa Mal-

ancladas en la nocin de sacrificio y ofrenda de

recuperar y construir algo que en la memoria

vinas; la experiencia de la guerra, tan diferente

la vida.

histrica de los argentinos fue una realidad: una

segn el lugar que habitaran nuestros compa-

sociedad con movilidad social, donde los ms

triotas en aquel ao 1982; los usos abusivos

Un rpido recorrido por la historia reciente

jvenes podan esperar un mejor futuro que sus

de la simbologa nacional y las movilizaciones

nacional e internacional muestra que la poltica

padres.

populares; las relaciones entre civiles y militares;

moderna, de algn modo, se ha constituido

las movilizaciones de los ex combatientes; las

en forma creciente en estrecha relacin con

En los turbales de Malvinas, en los stanos de

preguntas por las responsabilidades sociales; el

la nocin de la muerte joven. Esa certeza

los centros clandestinos, en la memoria colec-

lugar de Malvinas en la memoria nacional.

histrica, que tiene un vnculo tan ntimo con

tiva de los sobrevivientes, esa experiencia fue

nuestra historia prxima, debe movernos a una

herida profundamente. No hay mayor forma de

De este modo, este libro pretende tambin ser

reflexin profunda acerca de nuestros motivos

reparacin que la reflexin histrica que genera

un aporte al mantenimiento del reclamo por la

y objetivos, es decir, acerca del futuro que ima-

la accin y permite diferenciar niveles de respon-

soberana nacional sobre el archipilago usurpa-

ginamos. Para honrar tantas vidas truncas pero,

sabilidad y entrega, compromisos y trayectorias.

do, a partir del ejercicio de la memoria crtica en

sobre todo, para construir un pas donde estn

las escuelas.

garantizados la plena vigencia de la democracia

A lo largo y a lo ancho del pas nuestro equipo

y los derechos humanos y donde esto permita

ha constatado tanto la vigencia de Malvinas

Ansa generar discusiones, aportar elementos

como emblema colectivo, como la diversidad de

para sostenerlas y abrir interrogantes que faci-

187

liten la transmisin cultural entre las generacio-

Este es tambin el mejor homenaje posible

nes. Porque sabemos que esos interrogantes

a los que ya no estn, a sus deudos, sus

formulados hacia el pasado, son, como toda

compaeros, sus amigos, a los hombres y las

inquietud histrica, un ejercicio de proyeccin

mujeres que quedaron anclados por la fuerza

de expectativas y planificacin de recorridos

en una eterna juventud. Y la juventud, esa forma

colectivos.

latente de la pregunta, nos reclama memoria y


compromiso.

188

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192

Agradecimientos

Por sumar sus voces en el libro

Por aportar materiales e imgenes

A los docentes de Santiago del Estero que brin-

A los ex combatientes Julio Calvo, Antonio Reda,

daron su palabra sobre sus primeros recuerdos

Gabriel Sagastume y Miguel ngel Trinidad. Al

de Malvinas.

Centro de Veteranos de Guerra Av ar (Monte


Caseros, Corrientes), CECIM La Plata, a Gabriela

A todos los docentes, estudiantes de IFD y

Braccio y Andrea Rodrguez.

compaeros de nuestro equipo que participaron


del proyecto A 30 aos y Entre el pasado y

Al museo de las escuelas.

el futuro.
Por su lectura crtica
A Pablo De Santis por autorizar la publicacin
del cuento La marca del ganado.

Mabel Scaltritti

A Editorial Edhasa, por autorizar la publicacin

reas Curriculares, DNGCyFD

de fragmentos extensos de Partes de guerra.

A Octavio Kulesz, de Libros del Zorzal, por


autorizar la publicacin de fragmentos de No
sabra decir cmo es un recuerdo. Los chicos y
la dictadura.

193

Crditos de las imgenes

Pgina 104: Archivo CECIM La Plata.

Portada: Fotomontaje a partir de fotos originales


de Federico Lorenz y Juan Sebastin Linero.

Pginas 28, 34, 44, 183: Archivo Graciela


Garca Romero.

Pgina 32: Archivo Federico Lorenz.

Pginas 87, 88, 98, 111: Archivo Miguel Angel


Trinidad.

Pginas 175, 179: Centro de Veteranos de


Guerra Av ar (Monte Caseros, Corrientes).

Pginas 23, 26, 47: TELAM.

Pginas 59, 77, 66, 86, 102, 109, 161, 186:


Fotografas de Federico Lorenz.

Pgina 109 (imagen 2): Fotografa de Mercedes


Turquet.

Pgina 132: Galeses y Tehuelches. Historia de


un encuentro en Patagonia, VV.AA., CFI - Secretara de Cultura, Gobierno de la provincia de
Chubut, 2007.

194

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