Libro Malvinas Int
Libro Malvinas Int
Libro Malvinas Int
Colaboraciones en captulos 4 y 5
Nicols Arata, Lara Segade
Impreso en Argentina.
pensar Malvinas
UNA SELECCIN DE FUENTES DOCUMENTALES,
TESTIMONIALES, FICCIONALES Y FOTOGRFICAS
PARA TRABAJAR EN EL AULA
ndice
Educacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
1.
Secretario de Educacin . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
2.
3.
Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1. 1982: LA GUERRA . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
2.
Partes de guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
3.
4.
Halcones de Malvinas . . . . . . . . . . . . . 35
5.
1093 tripulantes . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
6.
7.
8.
Fotografa: Soldados . . . . . . . . . . . . . . 46
1.
2.
3.
4.
Partes de guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
4.
Alfredo Palacios . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
5.
5.
El gaucho Rivero . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
6.
El Operativo Cndor . . . . . . . . . . . . . . 73
7.
8.
Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
1.
3. MEMORIAS DE LA GUERRA . . . . . . . . . 81
6.
Las organizaciones de ex
combatientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
7.
Monumentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
8.
5. REPRESENTACIONES . . . . . . . . . . . . . 137
NACIONALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
1.
2.
1.
2.
de 1982 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
3.
y la escuela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
4.
5.
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
Propuestas para trabajar en el aula . . . . 135
Crditos de las imgenes . . . . . . . . . . . . 194
Pensar Malvinas.
El necesario homenaje
incierto.
Formacin Docente.
docentes.
fundamental.
Alberto Sileoni
Secretario de Educacin
10
Humanos.
comn.
futuros posibles.
11
Introduccin
13
Alfredo Palacios.
argentina
14
colonial.
argentino.
Este libro
15
procesos histricos.
el territorio nacional.
16
produccin y de imgenes.
imaginario nacional.
ciones y sensibilidades.
de enseanza.
17
y polticos?
18
1982: La guerra
LA GUERRA DE MALVINAS
pero oscilan entre los catorce mil y treinta mil desaparecidos. Un sistema
Por otro lado, fue apoyado por buena parte de la sociedad, incluso por gru-
dicacin justa que hunde sus races en la historia del pensamiento argentino,
nato Mundial de Ftbol, disputado en nuestro pas, fue concebido propagandsticamente como la ocasin para mostrar al mundo el verdadero rostro de
El contexto
los argentinos, alejado de las denuncias por violaciones a los derechos humanos que en el exterior circulaban. En ese mismo ao, tambin, Argentina
y Chile casi llegan a una guerra por el conflicto limtrofe del Canal de Beagle.
Comandantes en Jefe que design a Jorge Rafael Videla, Jefe del Ejrcito,
entre distintos sectores. A seis aos de la toma del poder, las Fuerzas Arma-
21
cambio de que Anaya apoyara la renuncia del Gral. Viola, en ese entonces al
Este clima hostil incidi, sin duda, en la decisin de apresurar las operacio-
La reaccin social
en diferentes lugares del pas. Hay que sealar, de todos modos, que el
para hacer poltica. Las consignas en las plazas revelan estas divergencias:
algunos carteles decan Las Malvinas son argentinas y otros Las Malvinas
Mayo tambin mostraron sus palabras: Las Malvinas son argentinas, los
desaparecidos tambin.
Dos das despus, sin embargo, la atencin pblica fue acaparada por una
en las cercanas de Port Stanley (que pronto sera rebautizado como Puerto
pblica y all haban aprendido el amor por la patria y que las Malvinas eran
argentinas.
22
Soldados argentinos en
Puerto Argentino, en una
tpica pose de las fotografas de los primeros das
posteriores al 2 de abril.
cas, que convivan con bases areas o eran asiento de unidades vivieron una
en las fuentes de este captulo un fragmento del libro El otro frente de guerra
que regresaban eran menos que los que haban salido. De este modo, sus
de Dalmiro Bustos, el padre de un soldado que particip de un grupo de familiares que tuvo un rol activo durante los 74 das del conflicto. Los padres
23
El conflicto
Gran Bretaa.
En el transcurso de abril de 1982, alrededor de diez mil soldados consolidaron las posiciones argentinas en las islas Malvinas. Se trataba de un terreno
A finales de abril, los britnicos expulsaron a los argentinos de las islas Geor-
difcil e inhspito. Buena parte del suelo, compuesto de turba, dejaba filtrar el
agua rpidamente y anegaba los pozos donde los soldados vivan y asenta-
una respuesta militar britnica, pero tres das despus del desembarco,
una fuerza de tareas, la ms grande constituida por Gran Bretaa desde la
Segunda Guerra Mundial, se dirigi a las islas. Desde el punto de vista de los
Puerto Argentino, mientras que sus naves de guerra caoneaban las posi-
murieron 323 de sus tripulantes y se hundieron tambin las ltimas posibilidades de negociar alguna salida diplomtica al conflicto. Unos das despus,
Carlos, que separaba ambas islas, y finalmente el 21 de mayo desembarcaron al Noroeste de la Isla Soledad. Durante muchos das, la aviacin argen-
y por una pequea fuerza) por tropas terrestres. Hasta finales de mayo, el
protagonismo en las noticias por las que el grueso de los argentinos sigui
24
ya que tuvieron que sumar a las deficiencias alimentarias y al fro que avan-
zaron rumbo a Puerto Darwin, donde se produjo una violenta batalla entre
a los cerros que rodean Puerto Argentino, donde se encontraban las posi-
to: Monte Longdon, Monte Two Sisters, Wireless Ridge, Monte Tumbledown.
islas haban cado sin combatir. No hubo muchos elementos para saber del
mar y aire. Como resultado, los britnicos quedaron controlando las alturas
que rodeaban a la poblacin, mientras que los argentinos se retiraban y
existan en la sociedad para que esas mentiras hayan sido crebles. La palabra de tres periodistas que cubrieron la guerra citada en las fuentes puede
las islas Malvinas unos das ms (en el caso de algunos oficiales y soldados,
hasta julio), concentrados en el aeropuerto hasta que fueron embarcados de
argentinos eligieron el peor momento del ao para ella y, admitiendo que las
Fuerzas Armadas Argentinas nunca se haban preparado para una operacin de esas caractersticas, en lneas generales a Malvinas fueron enviados
25
raron que las fuerzas armadas nacionales haban fallado en su funcin espe-
subpolares.
cfica. Al mismo tiempo el descrdito por la derrota abri las puertas para las
denuncias sobre las masivas violaciones a los derechos humanos cometidas
26
fuentes
GUILLERMO, JOVEN DE CLASE MEDIA, CUMPLI CON EL SERVICIO MILITAR EN EL REGIMIENTO DE INFANTERA 7,
LA PLATA. EL 14 DE ABRIL DE 1982 FUE TRASLADADO A RO GALLEGOS Y DE AH A LAS MALVINAS.
- Tal vez habamos cobrado demasiada conciencia de eso, ya. Y todos sentamos que si nuestro destino
era morir, moriramos ah, y si nuestro destino era salvarnos, nos salvaramos. S, yo tena fe en que mi
destino era volver. Yo saba que iba a volver. La mayora de los chicos tenan esa fe. Y esa conviccin
ayud un poco para que el nimo, al menos en nuestro caso, no bajara mucho. Nosotros, un poco en
broma, cuando escuchbamos en la radio decir que tenamos el nimo muy alto, decamos: s, es cierto,
est alto porque estamos arriba de un cerro. Pero en los casos en que la moral bajaba no era por miedo
a los ingleses sino por la falta de comida. Cuando nos llegaban las raciones fras eran bolsitas que ya haban sido abiertas, con alguna lata suelta y un par de caramelos. La caja con la racin de combate yo no
la conoca. Mi pap, ac, la conoci antes que yo. Cuando por mis cartas l se enter que no comamos
bien, fue al regimiento a averiguar qu pasaba, y el jefe interino le contest que comamos bien. Mire,
le dijo les dan cajas como sta dos veces por da, adems de la comida caliente. Mi pap mir una
caja y, claro, tena todo lo que decan los diarios: dos latas de carne, calentador de alcohol, chocolate,
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- S, es cierto lo que dijo el teniente Esteban. Yo tena una radio y eso lo empec a notar cuando se acercaba el comienzo del campeonato mundial de
ftbol. Todas las noticias comenzaron a ocuparse de ese tema, y cada vez
se hablaba menos de Las Malvinas. Eso bajaba la moral. Uno, ya que est
en la guerra, quiere por lo menos ser un poco importante. Ya que estoy ac,
bueno, que se acuerden de m, pensaba. S que mucha gente se moviliz,
pensaba en nosotros, nos ayud. S, tambin, que otra gente vivi la guerra
como si fuera un partido de ftbol.
Soldado argentino tomado
prisionero por los ingleses.
()
cigarrillos, una medida de whisky. Pero sabs cmo las tuve que conocer
yo a esas cajas? Me las dio un ingls, cuando ya estaba prisionero en Puerto
ridad de los ltimos das en Palermo, antes de salir, que de los das posterio-
no nos dejaban hacer fuego porque decan que delatbamos las posicio-
actitud de ellos, como invasores de algo que es nuestro. Y te digo que casi
nes, pero resulta que toda la zona estaba super fotografiada, los Harriers
pasaban todos los das, a mucha altura, haciendo piruetas. Y en las noches
defender algo que era nuestro. En ese sentido me senta orgulloso, y todava
hoy me siento orgulloso de haber estado all. Claro que me hubiera gustado
sumado a las fotos que tomaran los Harriers Adems de observarnos, los
aviones casi siempre nos largaban un confite. Algunas de las bombas que
lanzaban eran muy poderosas, de 500 kilos; otras eran fragmentarias, te
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que la llovizna sa, tan molesta, que siempre haba en las Malvinas, adentro
quera imaginarme demasiado cmo era la guerra, pero supona que debera
ser bastante parecida a las pelculas. Y es as. Fue muy triste ver todo eso,
de mayo; fue la primera vez que sent el peligro realmente cerca. Era de
y ver que al fin y al cabo no podamos hacer nada porque ellos eran mucho
ms poderosos, eso es lo que ms bronca da. Tal vez yo, en este momento,
del costado al que nosotros dbamos frente. Primero fue un ruido seco,
pero habra sido bueno tener mejor armamento, para poder hacerles ms
frente. Ya que estbamos all daba bronca no poder pelear de igual a igual
hayamos perdido as, que nos hayan pasado por arriba. Al principio, apenas
pegado; otro de los chicos, que estaba en la otra punta del pozo, sentado
arriba de un tronquito, vol por el aire, y cay arriba mo. Las sacudidas eran
centro del pueblo. La seccin a la que yo perteneca tuvo como misin dar
Pareca que los odos iban a explotar. A nosotros nos haban explicado que,
ciudad. Tuvimos que abandonar el teatro, que la verdad era un lugar bas-
tante piola, porque se poda dormir bajo techo, bastante calentitos. Nuestro
nuevo destino era una zona cercana al cuartel de los Royal Marines, a
haban enseado. Algunos gritaban porque nos haban enseado eso; otros
menos de cien metros del mar. Nuestra misin era repeler posibles ataques
gritaban por el miedo. Yo, de pronto, sent un dolor de odos muy fuerte, pa-
reca como si un lquido me bajara desde las orejas; me toqu pero no tena
del mar, el suelo era muy hmedo, y los pozos se llenaban de agua muy
rpido. Pero el nimo, por entonces, era muy bueno. Empezamos a trabajar
por grupos. A m me toc compartir mi trinchera con otros tres pibes, uno
nada que hacerle, no se salvaba nadie. Al ratito otra bomba peg muy cerca
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miedo es la palabra exacta; lo que sentamos era mucha tensin, los mscu-
abrazamos con Walter; sabamos que habamos vuelto a nacer. Creo que fue
puse al pibe en los hombros, lo cubr con una manta y sal, debajo de la
lluvia, corriendo, para llevarlo hasta la enfermera. Ahora pienso que, en ese
momento, al ver un bulto en el medio de la noche, la tropa propia me podra
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do. Ah la cosa era subsistir, tirar para adelante. Yo te dije que, con el correr
de los das, termin por tener nervios de acero. Y lo comprob una noche.
que poda ser un ataque de apendicitis, pero result ser nada ms que un
Partes de guerra
GUILLERMO HUIRCAPN (SOLDADO CLASE 62, CHUBUTENSE, CASADO Y CON DOS HIJOS)
- Primero estbamos en un campo cercado por alambres de pa bajo la lluvia. Despus nos mandaron
a un frigorfico en San Carlos. Me acuerdo que era bastante chico y era hermtico. Con doscientos,
trescientos hombres se llen y empez a faltar el aire. Lleg un momento en que estbamos medio
ahogados hasta que los ingleses abrieron la puerta. Incluso ah haba tipos que no queran entender que
ya ramos todos iguales, que no haba privilegios. Una vuelta hubo hasta trompadas porque un cabo lo
quiso apurar a un soldado y se juntaron cuatro cinco soldados y lo queran matar. Los ingleses los tuvieron
ms cruentas.
que separar. Los ingleses no entendan nada. Nos revisaron, nos preguntaron las edades, no podan creer
que todos tuvisemos dieciocho, diecinueve aos, porque los nicos soldados jvenes de ellos estaban
en la retaguardia como apoyo logstico. Los que combatan eran todos profesionales, gente grande. No
entendan que nosotros no cobrsemos un sueldo. Al principio, en el campo, nos trataban mal, nos
apuntaban con las armas en las costrillas, nos empujaban, nos daban patadas. ramos prisioneros de
guerra y si bien haban cado muchos de los nuestros, haban cado muchos ingleses tambin y no se
poda esperar un trato demasiado amable, sobre todo de la gente del frente. Despus, en el frigorfico, el
trato cambi. Haba un capitn ingls que hablaba castellano y nos deca que bamos a estar bien, que
nos quedramos tranquilos. Para nosotros era todo muy confuso. Todava no podamos creer lo que
estbamos viviendo, no podamos entender que el teniente estuviese muerto, que nuestros compaeros
hubiesen cado. Cada uno estaba encerrado en s mismo, no queramos ni conversar entre nosotros.
DANIEL TERZANO (SOLDADO CLASE 55, PORTEO. POR PRRROGA HIZO EL SERVICIO MILITAR JUNTO CON LA
CLASE 62. ES PSICLOGO, PUBLIC EL LIBRO 5000 ADIOSES. ES CASADO Y TIENE UNA HIJA)
- Estuvimos dos das dando vueltas en el Canberra alrededor de Malvinas porque Galtieri no se decida a
aceptar que un barco ingls tocara un puerto argentino. Se le escapaba el detalle de que precisamente
ese barco llevaba cinco mil argentinos de vuelta a casa. Finalmente accedi y poco tiempo despus llegamos a Trelew. Desde ah viajamos a Palomar en un avin de lnea Austral. La compaa todava era estatal
y el personal tena orden de no servirnos nada durante el vuelo, pero la tripulacin, en un gesto que nunca voy a olvidar, hizo una colecta y compraron algo de comida para todos. Llegamos a Campo de Mayo
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avenida de las camelias para nadie. Nunca supe muy bien qu fue eso, pero
me qued grabado como una visin. Supongo que fue un gesto de la gente
de la banda, que cuando se enteraron de que estaban llegando los soldados
de Malvinas decidieron salir por lo menos ellos a recibirnos. Porque de hecho,
se fue todo el recibimiento del Ejrcito Argentino a los veteranos. En Campo de Mayo estuvimos dos das en la Escuela de Apoyo de Combate General Lemos. Los suboficiales estudiantes de pastelera nos traan medialunas
todo el tiempo. Supongo que tenan rdenes de no devolvernos a la vida civil
en el estado en que estbamos, flacos y consumidos. De ah nos llevaron al
cuartel de nuestra unidad. En La Plata, y pretendan tenernos otros dos das
pero las familias de los conscriptos empezaron a presionar, abrieron el portn
de entrada y entonces apareci un coronel para nosotros desconocido que,
debindose a su pueblo, desde arriba de un camin, nos dijo que nos furamos. Nos abrieron el portn y salimos sin siquiera cambiarnos. Volv a casa
con el uniforme puesto. El viaje de vuelta por la autopista de La Plata a Buenos Aires, cuando ya todo se haba terminado, fue exactamente inverso al de
ida, que emprend a la carrera sin saber si iba a volver a verla, fue terrible, la
vuelta ser siempre uno de los mejores momentos de mi vida.
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El 2 de abril de 1982 fue una fecha que no he de olvidar nunca. Sin duda esta fecha marc significati-
vamente a todo el pas. Pero para 10.000 familias argentinas la situacin adquiri un sentido diferente:
Es indudable que la ptica frente al conflicto vara aqu fundamentalmente. El nivel de compromiso es
mayor y no es fcil que quienes estbamos en esa posicin nos dejramos arrastrar por triunfalismos.
El peligro que corran nuestros hijos, la certeza de las noticias que provenan de sus cartas, donde nos
contaban del fro, del hambre, en fin, de la realidad, nos pona a cubierto de la propaganda que durante
dos meses desorient al pueblo argentino.
Como no soy militar no entiendo de guerra, ni de tcticas o estrategias. Como soy mdico y padre, entiendo de paz, trabajo y solidaridad. Entonces creamos este Grupo de padres de soldados que durante la
guerra funcion en la ciudad de La Plata. Un grupo que sigue funcionando despus de pasada la guerra.
Para ayudar a los muchachos que volvieron, para ayudar a los padres de los que no volvieron, para que
en el futuro esto no vuelva a ocurrir. Para volver a tener fe en la vida y poder transmitirla a nuestros hijos.
Nuestros hijos fueron enviados a una lucha que no eligieron, decidida por un gobierno que no eligieron,
para la cual no estaban preparados. Haba en la Argentina 40.000 profesionales preparados por vocacin
y estudio para una guerra. No es fcil entender por qu se envi a 10.000 muchachos de 18 a 20 aos
que carecan de la preparacin necesaria. Ciertamente si yo tuviera que enfrentar una epidemia y contara
con 40.000 especialistas, no iba a mandar 10.000 enfermeros, por ms amor y valenta que esos enfermeros tuvieran.
Pero all fueron y se comportaron con gran valor y dignidad. Durante dos meses nos alentaron con sus
cartas, nos hicieron rer con un humor que persisti aun ante los momentos ms graves. Y eso nos llena
de orgullo. Un orgullo que no nace en una adhesin a la guerra ni cuestiona sus causas. As como ante
un terremoto nuestros hijos tuvieran conductas valerosas, tendramos legtimo derecho al orgullo sin que
eso signifique una adhesin al terremoto.
33
Ellos les abrieron las puertas del cuartel el da 21 de junio y les dijeron: salgan muchachos, saludos. Ni un homenaje, ni un acto que les permitiera ver
el tan pregonado agradecimiento popular. Ni una simple medallita recordatoria. Slo alguna institucin privada tapa esta indiferencia culpable.
Tras su captura, soldados argentinos trasladan el cuerpo de uno de sus compaeros.
34
Halcones de Malvinas
Nuestro Escuadrn tena como alojamiento una casa que por sus caractersticas, construida en madera y
piedra, me recordaba mucho a las de San Carlos de Bariloche, de donde soy oriundo.
El otro Escuadrn de A-4B se alojaba en otro lugar, pero debido a que nuestra casita de Bariloche tena
ms privacidad, all nos juntbamos todos los pilotos en los pocos momentos de esparcimiento que
tenamos.
Vista por fuera pareca pequea, pero por dentro era muy grande, con seis habitaciones, un depsito espacioso, tres pasillos, una cocina y antecocina, un living con sillones hechos de hormign, que rodeaban
tres paredes de la habitacin y otro en un desnivel en el centro de la misma, todos cubiertos con almohadones; adems de dos baos y la salita que estaba en la entrada con el telfono, ese invalorable telfono
que nos traa a travs de miles de kilmetros las voces de nuestros seres queridos. Haba tambin una
gran heladera que nuestros familiares y los argentinos no permitan que se vaciara nunca.
Todo lo compartamos, los mantecados, los alfajores, las alegras, el chocolate de Bariloche (regalo de mi
amigo barilochense Epifanio Umaa), las lgrimas, los malos momentos, las satisfacciones.
Voy a tratar de describir a las mximas personalidades. El Capitn Palaver Turco grande, campen de
ajedrez, imbatible, se deleitaba cuando distradamente deslizaba un jaque mate. Era serio, aplomado;
su manera de actuar inspiraba autoridad y respeto. El Primer Teniente Filippini, muy bueno para jugar
al truco y tambin para hacer trampas. El do Fernando Romero (nuestro mdico) y Lucho Guadagnini,
haciendo la vida imposible a todo el mundo con sus bromas, si hasta el tranquilo de Mariano lleg a
enojarse con su tercera cama turca.
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antiguo que yo) apodamos Conejo. Fue un cumpleaos criollo, con mucha
guitarra (cant, y muy bien, el cumpleaero), una zapateada y por ltimo, sin
guardar sus cosas en un bulto que se colocaba sobre la cama que hasta
nada que envidiarle a Landriscina, sobre todo los que se referan a un tal
periodistas que con tal de hacer una nota no dudan en mentir. Inmediata-
mente sent el afecto de mis camaradas que me acompaaron, entre los que
previamente haba comprado un disco que tiene una cumbia llamada Amor
a Primera Vista con mucho ritmo, que an conservo.
Apagamos las luces, prendimos las velas, buscamos latas, cacerolas, peines,
una guitarra y todo lo que pudiera servir para una velada fantasmagrica, a
algunos de sus mejores amigos y sin embargo siempre estaba con una son-
risa, con una broma, con una palmada cariosa, con una palabra de aliento.
eso fue nuestra madre, nuestro hermano, nuestro amigo, nuestro psiclogo
36
Realmente si tuviera que definirlo en pocas palabras, dira que fue nuestro
ngel guardin.
Otro cumpleaos que festejamos fue el del Alfrez Barrionuevo, al que llama-
mos Bam Bam por razones obvias, ya que tena mucho en comn con el
chico terrible de los Picapiedras. Ese da tuvimos una fiesta rabe, en la que
de todo lo que pas en esos dos meses y medio en los que aprendimos
mucho sobre nuestra profesin y sobre la vida. All comprend que lo nico
que realmente vale es lo que alimenta el espritu. Dios, nuestras familias,
Porqu Dios no me llev a mi que soy soltero y s lo hizo con tres casa-
Seor, por favor, hgame caso, si yo llegara a morir en otra misin dgales
que
Comparta mi habitacin con un Oficial, el Alfrez Gmez, alias Cheto, del
Numeral, usted es demasiado joven para morir, venga a tomarse un caf
que fui instructor cuando era cadete hace algunos aos, en la Escuela de
Aviacin Militar. Las fotos de mi seora, mis hijos y su novia nos acompaa-
ron en esos largos das. All se reunan muchas noches los guitarreros o se
para morir, ni somos nosotros los que digitamos los destinos humanos,
luego caera l tambin como un valiente y como me dijo la esposa de un
gente que no slo se entretena, sino que demostraba estar ms cerca del
mundial de ftbol que de esa tragedia que vivamos da a da, nos rebelba-
llo a dejar caer libremente sus lgrimas, emocionado por el coraje y la pureza
mos un poco.
Era una sensacin parecida a estar dentro de un pozo, ver que cerca de su
boca pasa mucha gente, gritar y gritar y que todos continuasen distradamente sin escuchar nada.
Pero luego nos llegaban cartas como la de Juan Jos Alarcn, alumno de
humildad lo destacaba.
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pueblo. Que no estbamos solos; que aquellos seres vacos eran las excep-
a dar, a amar.
Finalmente, vaya como ancdota: La foto de Juan Jos Alarcn nunca lleg
al combate, pase por todo nuestro mar territorial pero todo aquel que la
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1093 tripulantes
Maldito temporal
El prenuncio de tempestad comenz a cumplirse en firme a partir de las 19.00 hs. La primera consecuencia fue sobre los cabos de amarre entre balsas, pues el movimiento brusco lleg a tensionar dema-
siado las sogas. Se corra el riesgo de que en cada golpe saltaran los cncamos de amarre y consecuen-
temente se rompieran los flotadores. En una accin que fue generalizada en toda la escuadrilla de balsas,
se cortaron ex profeso los estorbos para liberarnos de aquel peligro inmediato.
El vaivn de los cuerpos producido por el mar agitado comenzaba a perturbar la estabilidad de la balsa y
la atencin de los heridos. Tambin comenzaron los vmitos deberan agregarse unas 100 bolsitas de
polietileno para los vmitos de los tripulantes; y los problemas con las portas uno de los problemas
que tuvo la balsa fue la rotura del cierre externo de una de las aberturas de entrada. stas eran de lona y
tenan cierre relmpago o filsticas de camo. Tanto unos como otros, fueron perdiendo efectividad por
la fuerza del viento y permitieron el libre gualdrapeo de las telas. La consecuencia ms grave fue que la
corriente de aire helado, acceda sin contemplacin hacia el interior de la embarcacin, disminuyendo de
inmediato la sensacin trmica a varios grados bajo cero.
Las respuestas de las dotaciones para conjurar este ltimo problema fueron ms o menos similares y
pasaban por una guardia rotativa para sostener las portas cerradas. El tiempo de guardia de cada uno
lo daba la capacidad para soportar el inicio del congelamiento de las extremidades. Ese tiempo puede
estimarse en 15 minutos, rotndose tambin el uso de guantes.
Fue algo afortunado que los hombres que llegaron mojados a las balsas, no superan el 30% del total.
Ello mejoraba las condiciones iniciales. Pero no pasara mucho tiempo para que en algunas balsas se revirtiera esta situacin, debido al ingreso de agua facilitado por la rotura de las portas. Fueron los pies los
que ms sufrieron las consecuencias, al estar en contacto con el piso mojado, determinando patologas
circulatorias las balsas deberan tener un doble piso tipo enjaretado, como para evitar el contacto con
el agua.
39
comprob que el 85% posea la ropa completa y que un 30% de ellos, tena
adems mantas y ropa completa y que un 30% de ellos, tena adems
A 21.00 hs., el maldito temporal lleg a su mxima crudeza, con olas que
mantas y ropa seca de repuesto. Esto fue lo que ayud para abrigar mejor al
el casco del buque y aun por algn clavo de zapato. Como ya comentamos,
contra los hierros sueltos que haba en proa por causa del torpedo, deb
ba la zona.
tirarme al agua y nadar hasta otra balsa (Tte. De Corbeta, Carlos Castro
Madero).
Para tratar de combatir esos embates del mar, adoptamos una manera racional de incorporarnos, para sostener con nuestras espaldas el techo de la
balsa, toda vez que intuamos el golpe. Los que podan hacerlo, conforma-
ticamente cerrada. Pero una vez abierta, ya no haba forma de evitar que
Muoz).
sobre los flotadores, que a su vez oficiaban de bancos. El vaivn era insopor-
table y slo en las balsas sobrecargadas se podan evitar los desplazamientos bruscos, en razn del hacinamiento. Si bien los mismos asientos tenan
40
encontrar la navaja marinera para cortar trozos de sogas para atar las portas.
de 50 grados nos tirara al piso, desde la posicin casi fatal que tenamos
Y tambin nos permiti observar aquellos que pese a todos los movimientos,
Por eso los cantos, los rezos, las bromas Por ello fue que los golpes del
en lugar de lanzar el lquido al mar como era la teora, se arrimaba esa bolsa
mar vinieron tambin a evitar aunque con malas artes el sopor de la muer-
te blanca. Vimos algunos muy cerca de ella, cuando estaban en total silencio,
agua caliente.
dnde nos trasladaba el viento. Seguramente por su fuerza actual, se impona a las corrientes ocenicas que en zona son hacia el Nordeste. Y si la di-
Despus de varias horas de soportar 120 Km/h de viento y todas sus secue-
reccin del viento seguan siendo hacia el Sudeste como instantes antes del
fuimos adquiriendo en forma emprica, al pasar exitosa aunque penosamente, cada exigencia de esa noche interminable.
ilusin
41
En 1982, tres jvenes cronistas, Miguel Wiazki, Mario Markic y Daniel Ares, vivieron en carne propia
todo el proceso social y militar y fueron los encargados de transmitir desde Malvinas, Tierra del Fuego y
Buenos Aires lo que iba ocurriendo. A 16 aos de aquel momento, juntamos a Miguel Wiazki, Redactor
Jefe de la Revista Noticias y Mario Markic, ganador de un Martn Fierro por su labor en Todo Noticias,
para que nos relatasen a la luz del tiempo lo vivido durante esos dos meses lejanos.
Fernando Peirone.
El tercero de ellos, Daniel Ares, es autor de la novela Banderas en los balcones, una crnica ficticia en la
que ellos tres son sus protagonistas y donde se describe el proceso que va de la exaltacin desmedida a
la depresin que produjo la derrota. Reproducimos un fragmento que alude a un curioso episodio: la extraa manera con que se obtuvieron las fotos del naufragio del crucero General Belgrano y su posterior
destino.
W: Estbamos los tres, Mario (Markic), Daniel Ares y yo en Editorial Atlntida, en la revista Somos. La
cobertura del sur, la hicieron Mario y Daniel; yo aqu en Buenos Aires.
M: Yo estaba en la misma editorial pero en la revista Gente, con Daniel trabajamos juntos en Tierra del
Fuego, compartamos el mismo fotgrafo, Marcelo Figueras. No haba mucha gente, nosotros tres, un
chico de Siete Das, Roque Escobar, que estaba manijeado por la marina en esa poca, tres miembros
de la TV sudafricana, aunque todo el mundo pensaba que pertenecan a la TV inglesa.
M: Fue muy curioso, porque en Ushuaia no pasaba nada, no haba guerra, era una ciudad, casi como sera hoy, con una vida normal. A 300 km. de all, en Ro Grande, fue el lugar donde ms se not la guerra,
excepto, lgicamente, en las propias islas; porque fue la nica ciudad donde hubo realmente toque de
queda y ejercicios de oscurecimiento durante toda la guerra; se viva en tensin de guerra porque all es-
42
taban las escuadrillas de aviones Hrcules, los Caza y Mirages. Las ventanas
cabos, etc., y ellos saltando a caballo. Fue un golpe fuerte porque vi que los
del hotel y todas las casas tenan cortinas negras, a la media noche haba
con una llovizna perpetua, desolador. La situacin de la vida cotidiana era as.
M: Para m siempre fue una guerra bastarda, yo siempre entend lo de la
Y en Buenos Aires se vivi?
causa justa, pero seamos claros, el objetivo no era recuperar las islas como
patrimonio extirpado, sino que el motivo fundamental era obtener un plafn
grande contra los milicos, con una gran represin en Plaza de Mayo. Un da
desde all, lo que pude comprobar era que efectivamente haba dos pases.
sobre todo con Buenos Aires. Los medios de comunicacin eran bsica-
vuelven a mandar a la plaza, veo eso que era un disparate y lo que digo es:
los ingleses nos van a hacer mierda; en ese momento yo laburaba en inter-
el sur, sino Buenos Aires. Est bien, yo tena una mirada apocalptica sobre
Cacho Fontana con Pinky, donde iban todos los famosos y la gente a donar
dinero, joyas, etc. Era una realidad totalmente esquizofrnica, todos lloraban,
una guerra. Es decir, en tres das vos veas una sociedad cambiante, que en
y vos pensabas: ac suenan tres veces por noche las sirenas de alarma,
una ancdota que ilustra muy bien el momento. Un da voy por Palermo y
por otro lado toda esa cosa loca, meditica, la gente agitando las banderitas,
y Galtieri hablando pelotudeces todos los das.
43
44
Nos dijeron que no bamos a tener contacto con los habitantes de Madryn porque nos iban a apedrear.
Quin dijo eso? interrogamos sorprendidos. En el buque nos informaron nuestros jefes que el pueblo
estaba enojado por la rendicin en las Malvinas; que haban sacado a Galtieri y que teman que la poblacin de esta ciudad nos fuera a apedrear, por eso no bamos a tener contacto con la gente.
Qu sintieron?
Estbamos preocupados en serio y muy tristes, pero cuando vimos como nos aplaudan y nos vivaban al
pasar nos sentimos renacer y muy sorprendidos. No lo esperbamos. No esperbamos este recibimiento
tan carioso, por eso sentimos la necesidad de darles algo y arrojbamos lo que podamos de nuestros
uniformes.
45
Soldados
Junio de 1982. Un fotoperiodista de una agencia internacional registr esta toma en el aeropuerto de
Malvinas. Soldados argentinos prisioneros esperan para entregar sus armas y ser reembarcados rumbo
al continente. La cantidad de ropa de abrigo da una idea de la rigurosidad del clima. Al fondo, se observa
un avin Pucar, cazabombardero argentino. Estos aviones fueron inicialmente construidos para operaciones antiguerrilleras. Durante la guerra de Malvinas fueron uno de los conos de la propaganda, ya que
eran un smbolo del desarrollo de la industria nacional y, por extensin, de la resistencia criolla frente al
imperialismo. Tecnolgicamente no eran adversarios para los aviones britnicos a reaccin.
46
47
propuestas
para trabajar en el aula
CONSIGNA DE INVESTIGACIN
CONSIGNA DE REFLEXIN
Y PRODUCCIN ESCRITA
E INVESTIGACIN
mismo.
reclamos se acrecentaban?
apelaciones.
49
CONSIGNA DE LECTURA
10 de junio, el 14 de junio.
50
CONSIGNA DE INVESTIGACIN
regiones de la Argentina.
bajo sospecha por la forma en que fue conducida, determinar quin es y quin no es un hroe
temas:
51
Malvinas.
imagen?
52
Las islas en
el imaginario argentino
previo a la guerra
gauchos tomaron por asalto Puerto Stanley y ejecutaron a todo aquel que se
les opusiera. A los cuatro meses, fueron atacados por efectivos britnicos y
el rechazo britnico a los vales que los gauchos cobraban por su trabajo y
utilizaban en la despensa.
histricos que existieron en torno a las islas Malvinas sabiendo que en ese
nombre as como en el de Rivero se pueden leer aspectos constitutivos
campo de batalla?
- El siglo XX y el extravo de la nacin. El revisionismo histrico y sus dos
El nombre Malvinas funcion muchas veces como metfora de la nacin
misma. Desde que en 1833 fueron usurpadas por Gran Bretaa y hasta que
55
los usos polticos del Gaucho Rivero. Alfredo Palacios. La palabra de los
exiliados en 1982.
A fines del siglo XIX, Argentina apareca en las voces de intelectuales y po-
la revolucin de Mayo, mientras que San Martn era quien expanda esos
idea de que la Argentina era el pas sudamericano que liberara a los dems
Martn.
con la del soldado de la patria. A la hora de pensar Malvinas es bien til re-
cordar esta operacin, ya que la Junta Militar, que impuls el golpe de 1976,
naciones europeas.
Durante el siglo XIX, el reclamo por la soberana de las islas suscit alguna
Este programa en tensin con otras visiones que circulaban al interior de
las mismas elites supona una organizacin republicana ordenada segn los
1838, 1841 y 1849; Sarmiento en 1866 cuando exigi un desagravio del go-
reclamos no prosperaron, sobre todo, por los vnculos econmicos que exis-
tan con Gran Bretaa. Recin en el siglo XX, la cuestin Malvinas empez a
tomar relevancia y se torn decisiva para pensar la idea de nacin.
56
del pas. Al mismo tiempo, el golpe militar del ao 1930 inaugur una crisis
cialidades imaginadas por las elites del siglo XIX. En ese contexto empez
57
mediante hipotecas, adelantos bancarios y prstamos de toda ndole. Considerbamos que lo venidero era tan nuestro que nadie podra arrebatrnoslo,
y por eso le dbamos validez de actualidad. Aunque irracional, haba cierta
continuidad lgica en esa actitud, porque nuestra actualidad era tan inconsistente como lo por llegar an2.1
El revisionismo histrico
El conjunto de problemas que se abrieron con este nuevo panorama econmico y poltico habilitaron nuevas interpretaciones de la historia argentina.
Surgi lo que se conoce con el nombre de revisionismo histrico, una
corriente de pensamiento que criticaba ferozmente al liberalismo del siglo
XIX y a sus herederos del siglo XX, la oligarqua; que reivindicaba la figura
de Juan Manuel de Rosas; y que adverta acerca de la necesidad de revisar
las premisas mitristas sobre la historia nacional, a las que despectivamente
llamaba la historia oficial. En esta corriente se destacan dos vertientes: una
conservadora encarnada por los hermanos Julio y Rodolfo Irazusta; y otra,
nacional y popular, donde se inscriben los intelectuales cercanos al grupo
FORJA (Fuerza de Orientacin Radical de la Joven Argentina), entre ellos,
Ral Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche.
LA VERTIENTE CONSERVADORA
imperio britnico empez a recorrer el espectro intelectual y poltico en la dcada del treinta. Hubo un libro pionero sobre el tema, que provino de las filas
del nacionalismo conservador y autoritario: La Argentina y el imperialismo
58
2. SCALABRINI ORTIZ, R., Poltica britnica en el Ro de la Plata, Buenos Aires, Editorial Plus
poseer los frutos del trabajo para gozarlos. Se los gozaba de antemano,
Ultra, 2001.
britnico (1934), escrito por los hermanos Julio y Rodolfo Irazusta, quienes
encabezaba cada uno de sus documentos con la frase somos una Argenti-
Ral Scalabrini Ortiz, por ejemplo, desarroll esta visin en Poltica britnica
en el Ro de la Plata. Tanto para l como para Arturo Jauretche, otro inte-
lo que en el continente haba sido soterrado por una versin del pasado
del extravo histrico provocado por las elites liberales: el descuido del
la alianza comercial con el imperio britnico antes que por la defensa de los
59
bin hay que recordar que ambos autores no disimulaban sus simpatas ante
tenan una relacin tensa con la figura de su lder, Juan Domingo Pern.
lismo.
soberana popular.
Estas visiones del pasado tuvieron una fuerte expansin cuando a partir de
60
En este sentido, hay que tener en cuenta que tanto Scalabrini Ortiz como
escrito por los Cndores, un artculo periodstico sobre la figura del Gaucho
y setenta.
Parte de este ideario se puso en accin cuando un grupo de jvenes comandados por Dardo Cabo realiz el Operativo Cndor en 1966. Durante el
islas Malvinas.
Los jvenes emitieron un comunicado, desde la radio del avin, que deca
territorio argentino.
ave nacional fue desplegar siete banderas argentinas: cinco en los alam-
convirtieron en mstil.
turno, era necesario que los civiles asumieran como propia la tarea de recu-
perar las islas, como un punto de partida necesario para recuperar la nacin.
61
argentina en las islas era una forma de denunciar a las clases polticas do-
minantes por haber identificado los intereses nacionales con los del imperio
britnico. El texto escolar, difundido durante los aos del primer peronismo
En este captulo quisimos exponer algunas de las razones que pueden expli-
Por ltimo, nos interesa destacar la palabra de los exiliados polticos en Es-
Revisar con detalle estos idearios es un modo de evitar que el smbolo Malvi-
62
una guerra. Los exiliados hicieron un intento por disociar la causa justa de
fuentes
BARTOLOM MITRE, HISTORIA DE SAN MARTN Y LA EMANCIPACIN SUDAMERICANA, (1887), VARIAS EDICIONES,
FRAGMENTO, LA EMANCIPACIN SUDAMERICANA.
Si la Amrica del Sur no ha realizado todas las esperanzas que en un principio despert su revolucin,
no puede decirse que haya quedado atrs en el camino de sus evoluciones necesarias en su lucha con-
tra la naturaleza y con los hombres, en medio de un vasto territorio despoblado y de razas diversas mal
preparadas para la vida civil. Est en la repblica posible, en marcha hacia la repblica verdadera, con
una constitucin poltica que se adapta a su sociabilidad, mientras que las ms antiguas naciones no han
vida y resultolos por s misma, educndose en la dura escuela de la experiencia y purificndose de sus
vicios por el dolor. Obedeciendo a su espontaneidad, ha constituido sus respectivas nacionalidades, ani-
madas de un patriotismo coherente que les garante vida duradera. Desmintiendo los siniestros presagios
que la condenaban a la absorcin por las razas inferiores que formaban parte de su masa social, la raza
criolla, enrgica, elstica, asimilable y asimiladora, las ha refundido en s, emancipndolas y dignificndolas, y cuando ha sido necesario, suprimindolas, y as ha hecho prevalecer el dominio del tipo superior
63
64
Bolvar, el fundador de tres repblicas y emancipador de la mitad de la Amrica del Sur, cuya historia va a leerse y cuya sntesis queda hecha.
A- JULIO Y RODOLFO IRAZUSTA, LA ARGENTINA Y EL IMPERIALISMO BRITNICO (1934), BS. AS., EDITORIAL INDEPENDENCIA, CAPTULO VIII: VERDADERA HISTORIA DE LAS RELACIONES ANGLO-ARGENTINAS, 1982.
Por si esa explicacin del negocio redondo, poco menos que gratuito, realizado por Inglaterra al interve-
nir en nuestra emancipacin, no bastara, recordemos la historia posterior de nuestras relaciones interna-
cionales: veremos que, de esas intervenciones generalmente interesadas, una de las ms interesadas ha
sido la inglesa en el Ro de la Plata. De los quilates de esa amistad tuvimos la cifra el ao del tratado de
1825.
Las maniobras de Lord Ponsonby, su embajador en el Ro de la Plata y el Janeiro, fueron causa importan-
tsima entre quienes nos ocasionaron la prdida de la Provincia, cuyo rescate fuera el objetivo a que nos
haba llevado Ituzaing. Suya fue la primera sugestin de la independencia oriental como solucin de la
De la consideracin que le mereca el Estado [en referencia al Estado argentino] cuya independencia
acababa de reconocer, reconocimiento que le agradece hasta hoy con tanto servilismo como un acto
libertador, un vicepresidente agentino [por J. A. Roca, hijo], nos dio la primera advertencia arrebatndonos las Malvinas en 1833. La conquista de las bases navales en los puntos estratgicos de las rutas
ocenicas era para ella ms importante que el respeto de la fe eterna jurada en los tratados. En verdad
no podemos jactarnos de haber conseguido que Inglaterra derogara en honor nuestro sus principios.
Que el tratado de 1825 no alter en lo ms mnimo sus planes de expansin martima, lo prueba la esmerada preparacin del asalto de 1833. Uno de esos amigos ingleses de la Argentina () Mr. Woodbine
Parish () mostr en efecto conocernos muy bien, aprovechando la crisis de 1829 para protestar contra
el decreto argentino que reorganizaba el comando de las Malvinas (). La primera gobernacin de
Rosas, con las facultades extraordinarias, explica el comps de espera en la maniobra britnica, como
las circunstancias en que aqul abandon el poder en 1832 explican el sincronismo (veinte das de diferencia) entre la transmisin del mando en Buenos Aires y la toma del Puerto Soledad por el comandante
Onslow. () El 8 de diciembre se elega a Balcarce como sucesor de Rosas, despus de alternativas que
mostraron la divisin del partido federal dominante en dos facciones, la del mandatario saliente, partidaria
65
Restos de un Pucar, en
las cercanas de Darwin Goose Green (2007).
66
Hemos pagado y seguimos pagando con creces las libras esterlinas y los
del conflicto ganaba terreno. Las primeras bases del arreglo postulaban el
la devolucin del saludo. Durante las variadas fases del conflicto, durante las
diversas misiones que hicieron desfilar por la gran aldea ilustres nombres
67
Cien aos despus, la obra de dominacin inglesa ha quedado completada y perfeccionada: Ingleses
son los medios de comunicacin y transporte. Inglesas las empresas monopolizadoras del comercio ex-
terior. Inglesas en su mayor parte las empresas de servicios pblicos. Inglesas las ms grandes estancias
de la Repblica. Inglesas las mejores tierras de la Patagonia. Inglesas todas las grandes tiendas. Inglesas
todas las empresas que rinden dinero y estn protegidas por el Gobierno Argentino. Inglesas son las
voluntades que manejan la moneda y el crdito desde el Banco Central. Inglesas son las directivas a que
obedece nuestra poltica exterior e interior. Inglesas son las islas Malvinas y las Orcadas. Los designios
de Canning se han cumplido. Los negocios ingleses se han conducido y se conducen con habilidad.
POR ESO CANNING TIENE UNA ESTATUA EN BUENOS AIRES! Ciudadano: Reflexione que tal esclavizacin de un pueblo [] operada arteramente durante un siglo por Gran Bretaa, slo ha sido posible
por la permanente y traidora entrega del pas, realizada por nuestra oligarqua. En consecuencia, nuestra
lucha de argentinos debe ser doble: contra el enemigo extranjero que invade y contra el enemigo de
adentro que entrega. Y mientras el fascismo intenta la sustitucin del coloniaje britnico por el de otras
potencias, y el marxismo trabaja por destruir la Revolucin Nacional, las direcciones de la Unin Cvica
Radical, empecinadas en su oportunismo electoralista, se oponen a la lnea de intransigencia y de luchas
argentinas.
68
Alfredo Palacios
cios se promulga una ley que tena como objetivo la traduccin al castellano del libro de Paul
Groussac, Les sles Malouines (1910). Este libro,
ALFREDO PALACIOS, PRLOGO A LA SEGUNDA EDICIN (9/7/1946) EN: LAS ISLAS MALVINAS (1934), BUENOS
AIRES, CLARIDAD, SEGUNDA EDICIN, 1946.
Slo se oscureci el concepto de dignidad nacional cuando tuvimos dictadores. Durante la tirana de
Rosas, representante del espritu colonial, se quiso renunciar a la soberana de las Malvinas para pagar
un emprstito, comerciando as con el honor argentino.
Rosas, a quien venci el pensamiento de Alberdi, que tuvo como instrumento la fuerza de Urquiza, no
pudo mantener la defensa de la soberana porque el pueblo estaba esclavizado.
Derrotado, Rosas, se refugi en la legacin britnica y pidi asilo en Inglaterra, donde vivi hasta el final
de sus das, amparado por instituciones libres, que l desde para su patria.
Durante la reciente dictadura que humill al pas [nota: se refiere a la conocida como Revolucin de Junio
de 1943], la efigie de Rosas reemplaz a la de Sarmiento en algunos establecimientos de educacin,
ignominia que qued impune.
69
Conviene, por eso, decir ahora, que cuando en 1866, el gran sanjuanino se
70
El gaucho Rivero
polmicas que excedieron el campo historiogrfico y que cobraron importancia a mediados del
siglo XX argentino, cuando ya est firmemen-
ROSANA GUBER, EL GAUCHO RIVERO Y LAS INTERPRETACIONES DE UNA HISTORIA EN: 1966: LA OTRA OPERACIN CNDOR, EN TODO ES HISTORIA, N 417, ABRIL DE 2002.
Los miembros del operativo atribuyen su eleccin de Rivero a la inspiracin historiogrfica revisionista,
cuya retrica antiimperialista, anti-liberal y proclive a los regmenes fuertes como el rosismo, era de
consumo corriente en los aos 1960. La historiografa riverista vena cobrando cierto auge en la litera-
tanto la historia del gaucho Rivero como las controversias historiogrficas que suscit su figura.
tura desde los tempranos 60, pero termin de cobrar estado pblico a raz del operativo, en crecientes
espacios periodsticos ().
Segn sus historiadores, Antonio Rivero era oriundo de la provincia de Entre Ros, y uno de los peones
que en 1829 el comerciante hamburgus Luis Vernet delegado del gobierno de la Provincia de Buenos
Aires y nuevo gobernador de las Islas Malvinas, llev a esta colonia para faenar ganaderas. Vernet abandon la aldea Puerto Luis, por entonces capital de las islas, en 1831 ().
Despus del desembarco britnico en Puerto Luis el 3 de enero de 1833, las rebautizadas Falklands
quedaron bajo la tutela de un ex lugarteniente de Vernet, el despensero William Dickson, reemplazado
luego por el nuevo administrador Mathew Brisbane ().
En agosto de 1833, un grupo de peones se rebel contra la nueva administracin. El hecho fue
interpretado como un acto de afirmacin patritica y antiimperialista por los historiadores riveristas. Su
desencadenante, sin embargo, habra sido el rechazo britnico de los vales con que Vernet sola pagarle
a su gente para abastecer la cantina. Ante la falta de noticias de Buenos Aires, de donde esperaban la
reconquista de las islas los catorce criollos decidieron alzarse contra los diecisiete extranjeros que contaban con mejores armas fusiles y pistolas para oponerse a las boleadoras y facones. Viendo que no
se concretaba la llegada inminente de la flotilla portea, Rivero encabez la rebelin. Cuando el teniente
Lowe sali a cazar lobos marinos el 26 de agosto de 1833, los gauchos Rivero, Brasido, Luna, Flores,
Godoy, Salazar, Gonzlez y Latorre tomaron la casa de la Comandancia, mataron a Dickson, Simon y
Brisbane, arriaron el pabelln ingls e izaron la bandera argentina que flame durante cuatro meses.
71
teniente Smith llev a Luna como baqueano y organiz una batida por la
isla para apresar a Rivero, pero slo consigui detener a fines de febrero a
referencias del naturalista y viajero Fitz Roy, quien tras su paso por las islas,
Perseguido y sin noticias de Buenos Aires, Rivero fue cercado por dos
grupos de fusiles; con la entrega de sus armas ces la ltima resistencia
sobre el final de Rivero. Para ellos, este desenlace era plausible: sin lugar
la soberana argentina.
72
El Operativo Cndor
DECLARACIN DE LOS CNDORES (8/10/1966) EN: GUBER, R., POR QU MALVINAS? DE LA CAUSA NACIONAL A
LA GUERRA ABSURDA, BS. AS., FCE, 2001.
Una generacin que asume sin titubeos la responsabilidad de mantener bien alto el pabelln azul y
La responsabilidad de nuestra soberana nacional siempre fue soportada por nuestras FF.AA. Hoy
consideramos le corresponde a los civiles en su condicin de ex soldados de la nacin demostrar que
lo aprendido en su paso por la vida militar ha calado hondo en sus espritus pues creemos en una patria
justa, libre y soberana.
73
1. Las islas Malvinas como posesin britnica constituyen una rmora colonial. Es exigible a todo
argentino, y lo ha sido siempre, que manifieste por acciones o de palabra, su deseo de recuperar ese
territorio al patrimonio nacional por encima de cualquier inters partidario.
2. La Argentina padece una dictadura militar genocida jaqueada por levantamientos populares cada vez
ms fuertes e insistentes, el ltimo de los cuales ocurri el 30 de marzo en que miles de personas se
lanzaron a la calle a exigir paz, pan y trabajo y fueron reprimidos brutalmente. Es en estos momentos que el gobierno militar decide ocupar las islas.
3. Las Malvinas estn nuevamente bajo soberana nacional. Pero no podemos dejar de advertir que esa
accin en este momento constituye un intento por transferir al exterior las insostenibles contradicciones internas que ha generado el propio gobierno genocida, quien pretende exaltar el natural deseo
de la integracin nacional con el fin de desviar la atencin del problema principal y perentorio, resumido en los siguientes puntos:
La instauracin de una poltica econmica de defensa del patrimonio nacional y de los intereses
del pueblo, en contrario de la actual que ha significado hambre, entrega y miseria para el conjunto de la poblacin.
74
Tres de los integrantes de ese grupo, aos despus, sufriran en carne propia la poltica represiva del gobierno que hoy repite oficialmente la ocupacin.
El 28 de septiembre de 1966, durante la dictadura militar del general Ongana, un grupo de militantes del Movimiento Peronista agrupados en lo que se
Uno de ellos era Dardo Cabo, quien despus de estar detenido desde 1975
fue asesinado en las cercanas de La Plata al ser trasladado por fuerzas po-
liciales. Con Cabo se inici una larga lista de muertos en intentos de fuga
Los ocupantes fueron apresados por tropas de las Fuerzas Armadas Argen-
75
Monte Longdon
Muchos de los soldados argentinos destinados en Malvinas habitaron paisajes como el de esta fotografa,
tomada en el ao 2007. Cavaron sus posiciones en las laderas de los montes de las islas, entre las rocas,
o en planicies de Darwin - Goose Green. Durante los das que dur la guerra, enfrentaron condiciones de
vida dursimas, no slo por las circunstancias ambientales sino tambin por problemas con los abastecimientos y los bombardeos britnicos. A las lloviznas y lluvias casi constantes se sum la humedad del
suelo; a la escasez de comida y abrigo, la tensin producida por los avances britnicos, y los bombardeos areos, navales y terrestres.
En el Monte Longdon, al Norte de Puerto Argentino, se produjeron algunos de los combates ms encarnizados de la guerra.
76
77
CONSIGNA DE INVESTIGACIN
propuestas
para trabajar en el aula
CONSIGNA DE PRODUCCIN
de de ellas.
79
CONSIGNA DE INVESTIGACIN
este captulo.
80
CONSIGNA DE PRODUCCIN
figura.
CONSIGNA DE DISCUSIN
ayuden a comprenderlas.
captulo?
81
Memorias de la guerra
se hizo posible. No lo que ocurri, sino cmo ocurri. En este captulo ofre-
y marcados por matices que dejan en evidencia los sentidos en pugna que
caracterizan al pasado reciente. La diversidad de memorias sobre la guerra
por todo el territorio nacional para recordar la causa Malvinas y a los cados?
construye esos sitios de memoria, el Estado, los familiares, los sobrevivientes, los propios pueblos?
LA DERROTA
La derrota
Qu discursos circularon despus de la derrota? Qu dijeron los responsables directos de la guerra? Qu otros discursos surgieron al interior de
Las guerras por Malvinas. Revisar las guerras que empezaron cuando termi-
85
se proces la derrota.
Los argumentos del Informe Rattenbach eran irrebatibles pero no podan por
s solos paliar ni los daos sociales ni las heridas de los ex combatientes. Por
otro lado, como nunca fue publicado oficialmente, su difusin se vio limitada,
que en muchos casos implicaba callar los malos tratos recibidos de sus
propios jefes.
Para trabajar en estos problemas sugerimos como fuente un extracto del li-
bro Gesta e Incompetencia del Teniente General Martn Balza. All se retoman
loga que los responsables del terrorismo de Estado haban aplicado contra
heroicos que existieron en las islas, se subrayan las severas falencias que
reaccion frente a la derrota una sociedad que haba apoyado con matices
smbolos vergonzantes.
pero con firmeza el intento de recuperacin de las islas Malvinas? Sugerimos como fuente una serie de encuestas callejeras realizadas por la revista
Calcomanas repartidas
por algunas agrupaciones
de ex combatientes en la
va pblica (dcada del
noventa).
86
Los militares argentinos crean que de este modo era posible evadir la res-
cosas por las conclusiones del llamado Informe Rattenbach. Este documen-
actitud social con una metfora: nos sentimos peor que si nos hubiera
Bignone, por una comisin creada por la propia dictadura como un ltimo
agarrado sarpullido.
Por otro lado, ofrecemos las opiniones de un grupo de nios, que fueron
entrevistados por Hugo Paredero en 1983. Ellos exhiben con asombro,
humor e inocencia las contradicciones que acarrea Malvinas y que las voces
adultas muchas veces reprimen o minimizan. Un nio propone organizar un
campeonato deportivo para ver quin se queda con las islas; una nena dice
temerle ms a los militares argentinos que a Margaret Thatcher; un tercero
cuenta que en la escuela le dijeron que el muerto argentino vale ms que el
ingls; otro opina que los argentinos se tendran que haber dado cuenta que
la guerra no era tan fcil como el mundial. Y Mara Guillermina Mac Donald
de 9 aos afirma: Todos son malos, los ingleses y los militares argentinos.
As que no se sabe a qu lado tengan ganas de pertenecer las Malvinas.
de Estado se legitimen arguyendo que fueron ellos los que lucharon por la
ideas claves para entender qu pas con Malvinas en los primeros aos
87
88
quienes no quieren que las Fuerzas Armadas vuelvan al poder, tienen que
malvinizar. Porque para los militares las Malvinas sern siempre la oportuni-
dos dilemas de difcil superacin: uno era cmo someter a juicio por tortura,
acompaados por las juventudes polticas de los partidos ms importantes, conmemoraron el primer aniversario del desembarco argentino en las
rgimen. Ninguna de estas miradas coincide del todo con sus propias viven-
Militar, sino como protagonistas activos de la vida poltica. Los que haban
Por otro lado, hay que destacar la elaboracin poltica que realizaron mu-
aos ochenta, con un sentido comn presente, sobre todo, en los grandes
centros urbanos del pas que consideraba que todo aquel que evocase la
elegidas para documentar este tramo exhiben con claridad este esfuerzo: el
volante que convoca a una marcha impugna a la dictadura por todas sus ac-
militar. Los analistas Mirta Amati y Alejandro Grimson han demostrado que
con z, esto es, que todo aquel que se declarase nacionalista resultaba
3. GUBER, R., Por qu Malvinas?: de la causa nacional a la guerra absurda, Buenos Aires,
vida social del ritual del 25 de Mayo en: Nun, Jos (comp.), Debates de Mayo, Buenos Aires,
Gedisa, 2005.
89
malvinizacin.
fueron levantados por el Estado y otros por los familiares y amigos de los
nes sufridos por los soldados durante la guerra. En estas ocasiones, las
Las tres fotos, incluidas como fuentes, ayudan a visualizar las memorias de
dad de recordar cmo la misma localidad vivi los das aciagos de la guerra.
de Estado.
un relato que pueda articular conceptos tan valiosos como el de democracia, soberana y nacin, constituye un objetivo poltico capaz de insertar las
instancia necesaria de duelo porque, tal como dice el escritor Roberto Herrs-
cher en Los viajes de Penlope volver es, tambin, pulverizar y enterrar los
iniciativa.
90
fuentes
se hallaba en capacidad de hacer como respuesta a la ocupacin en las islas. En ningn documento se
encontraron los supuestos para encarar la confeccin de un plan o una directiva. Sin embargo, resulta
claro que la Junta Militar acept, errneamente, dos suposiciones que afectaron todo tipo de decisiones
El Reino Unido slo reaccionara por la va diplomtica ante la ocupacin de las islas. En caso de
recurrir al uso de su poder militar, lo hara en forma disuasiva, sin llegar a su empleo real;
Los Estados Unidos ayudaran a la Argentina o seran neutrales. Nunca permitiran una escalada
militar del conflicto y obligaran a las partes a negociar.
El proceder de la Junta margin las ms elementales normas de planificacin contenidas en los reglamentos para el trabajo de los Estados Mayores; ello se puso en evidencia antes, durante y despus del
91
buscando lo inalcanzable. ()
* Constituimos un Ejrcito en Malvinas? En mi opinin no, en el estricto
* La Inteligencia Estratgica nacional y militar careci de solidez, pues
se inici. ()
* Los miembros de la Junta Militar y otros altos mandos que visitaron las islas
y se fotografiaron en ellas antes de que se iniciara la guerra se borraron
cuando comenz el ruido de combate y silb la metralla. No asumieron su
92
Despus de la cada de las Malvinas, el estupor y el desaliento cundieron entre la poblacin. Bruscamen-
te, los das de triunfo ilusorio cedieron paso a una sensacin de derrota que no se limita solamente a los
avatares de una guerra. Un pas con sus instituciones en desorden y en su provenir incierto se apresta
a reactivar la lucha poltica. Se ver qu anlisis y qu soluciones (aparte de las consignas partidarias)
Roxana Morduchowicz indag, en las calles del centro de Buenos Aires a la gente que pasaba. Cuando
les preguntaba: Qu siente a raz de la situacin actual? ms de la mitad se resisti a opinar.
- Uno no sabe qu fue lo que realmente pas. Lo nico que nos quedan ahora son interrogantes: Por
qu pas todo esto justo ahora? Qu pas realmente? Cuntos argentinos murieron? Qu va a
pasar? Para qu sirvi todo esto si en el fondo no se lleg a anda?.
- Yo quiero decir que el problema reside en que no convivimos en libertad. Desde hace muchos aos
tenemos un gobierno gigante, un Estado de una dimensin monstruosa, de un costo abrumador, omnipotente.
- Nos sentimos tristes, no tanto por la prdida de las Malvinas sino por las prdidas humanas. Adems,
la situacin poltica es catica y no s de qu manera podemos salir de esta situacin. Pero de todas
formas para qu voy a opinar si nadie nos tiene en cuenta?.
- Con toda esta situacin, todos los argentinos de verdad, nos sentimos amargados y tristes. No slo por
el problema de las Malvinas; yo soy un hombre que trabaja en la calle y veo que todo el mundo comenta
siempre lo mismo: la falta de trabajo y la caresta de la vida. Entonces un argentino se tiene que sentir
automticamente desanimado con todo lo que pasa.
93
- Lo que ms me duele es la prdida de tanta sangre nuestra y es precisamente por esas vidas que debiramos seguir adelante.
- Toda la informacin que recibimos fue mentira. No tena nada que ver con
la realidad. Y esto no es nuevo, porque nunca tuvimos informacin de nada.
Nos mienten constantemente.
- Yo creo que sobre todo nos han estafado. Nos hacan ver una realidad
ficticia y las consecuencias se detectan ahora en un pueblo desanimado.
Igualmente espero que podamos salir de este pozo en el que nos han
metido. Porque nosotros no quisimos esto, ni siquiera fuimos preguntados al
respecto. Ahora lo que necesitamos es que nos den pie para pensar en un
futuro.
94
Inglaterra aliada con otra potencia que es Estados Unidos, y nosotros con bombas que no explotaban,
Era seguro que bamos a perder, porque era una potencia mundial que es
latas que estaban congeladas y no podan abrirse, calentadorcitos a pilas que no calentaban murieron
un montn de chicos, se gast un montn de plata y todas las armas que se compraron estn ahora ah,
guardadas, no se usaron. Todas las chatarras compramos. Los pucar tienen hlice todava, los aviones
de guerra ya no vienen as. Ya para la guerra usan los supersnicos, para que no los detecten los radares.
Los chicos que mandaron lucharon lo mejor que pudieron porque estuvieron muy cerca de empatarles,
pero no de ganar, como deca los comunicados que pasaban por televisin y eran todos una farsa.
chicos hablan con total desenvoltura de la guerra y no es difcil percibir, en todas sus versiones,
los temas, los dilemas y las dificultades que
estaban a la orden del da en los primeros aos
de la democracia.
pas una cosa: que dos das antes, la gente en Plaza de Mayo
gritaba Viva Galtieri. Despus de haber perdido tantos chicos inocentes, que no tenan opcin de ir o
no ir a la guerra. Despus de haber pasado lo de Malvinas, un pueblo sin rumbo y sin timn pens, sinti,
y despus se dio cuenta de que no le sirvi porque esos hombres de gorra no hicieron bien las cosas. La
guerra sirve para perder gente, para perder plata, para perder armas, para perder territorios o ganarlos,
pero en este caso ya no sirven.
cuando sea grande voy a ser soldado, porque hay algunos que roban,
vio, por eso puedo ser soldado para vigilar todos los das. En una foto chiquitita as, mi primo est con
una ametralladora con todos los soldados, y yo quiero salir en la foto como l sale, con una escopeta. A
m me gusta la guerra, yo la veo a veces en la tele y no me da miedo.
En realidad a nuestros chicos no los mataban los ingleses sino los propios seores
con gorra de ac, porque esa guerra estuvo arreglada. En mi opinin, los nicos que tenan armas que
servan, eran los de sargento para arriba. Los soldados iban y no tenan con qu defenderse. Tambin Inglaterra usaba armas prohibidas por el convenio. Por ejemplo, unas gafas que eran para ver en la noche.
Tambin tenan como salvavidas rojos que los mantenan calientes, eso no estaba permitido. Entre los
95
propios seores con gorra, que tenan ms poder, estaba arreglada la guerra
entre los dos pases. Alguna ganancia habrn sacado ellos de todo eso.
cada ao, que se haga participar a la gente deportista mejor de cada pas, y
FEDERICO DIEGO VERZURA (11): Yo
en la cabeza que iba a poder triunfar con la cuarta o tercera potencia del
el que cada vez va ganando se llevar las Malvinas por un ao. Entre argentinos e ingleses noms.
ba aturdido de tantas bombas. l vino, no muri. Vino y nos cont cmo era,
dice que todo era terrible, que cuando lleg ac, a Monte Caseros, recin le
hasta el punto que eran al revs: Derribamos un Sea Harrier, nos derribaron
ocho Mirages.
pelea pero ella no fue, fueron los militares argentinos. Yo tambin digo que
la guerra. Tendran que vivir, una parte argentinos y una parte ingleses, en las
islas Malvinas, as son de los dos pases y chau odio.
ella es mala, pero ms malos son estos militares, porque la Thatcher nunca
secuestr a nadie, habr castigado, pero nunca secuestr ni mat. Si a m
seor no le quera decir quin se haba muerto. Y ella dice as: Y el Carlos
lo que les hacen a los desaparecidos, preferira que me maten con una
pistola antes que me peguen con un ltigo, porque si no me dejan con todas
96
Austria. No como dicen, que fuimos para tener los sellos dorados de la guita
loca que tenan all, sino que estbamos all porque no podamos hacer
hermano que salga, dijo que saltaron muchos, como l. l iba nadando y
otra cosa, no tenamos otro lugar adonde ir. [] Mis abuelos y mi ta asesina-
dos en el 75, o 76, no me acuerdo muy bien, eran los paps de mi pap y la
por la nieve, tena los pies muy fros y de los ojos le salan lgrimas. Tena
hermana. Yo con los que estuve viviendo fue con los abuelos de parte de mi
mam. Parece que a los padres de mi pap los fueron a buscar para ver si
Era cordobs. Y cuando fue mi ta, que haba ido a ver a mi primo Oscar, se
han ido a un bar y han comido y despus se han venido porque tenan que
cardos y los cuerpos a tierra. Y en la guerra, los que iban a pelear, y dar la
cara por la Argentina eran los pibes, mientras ellos estaban en los mejores
mapa?
hoteles del sur, con sus esposas, sus amantes, o las dos. Y otros militares
de alto rango estaban en las Malvinas pero jugando a las cartas en los arsenales, mientras los del frente peleaban con los gurkas.
justa, pensaba tambin que iba a ganar Argentina pero la guerra no es tan
fcil como el Mundial.
distintos idiomas. En las Malvinas los buenos eran los que hablaban en
castellano y los malos eran lo que hablaban en ingls.
tenemos por qu pelear, que cada uno pise la tierra de otro en paz. Nada de
guerra es fea porque mueren hermanos, mi
97
deca que la Argentina era un pas libre y que no se poda dejar gobernar por
me parece que es una locura, porque se destruye todo lo que hizo Dios en
el mundo. Se destruy el ideal de Dios.
lstima porque eran ms chicos, y no saban luchar. Pero los muertos ingleses tambin me daban lstima.
98
Partes de guerra
OSCAR POLTRONIERI (SOLDADO CLASE 62, NACIDO EN MERCEDES. FUE EL NICO SOLDADO RASO QUE RECIBI
LA CRUZ DE LA NACIN ARGENTINA AL HEROICO VALOR EN COMBATE. DESPUS DE LA GUERRA VIVI EN LA
POBREZA. TRABAJ EN UNA EMPRESA LECHERA, VENDI PERIDICOS Y CALCOMANAS DE LA CASA DEL VETERANO. EST CASADO Y TIENE CUATRO HIJOS)
soldados y oficiales del Ejrcito Argentino destinados a la zona de Darwin-Goose Green, una
- Despus estuve enfermo como dos meses, de noche temblaba. Fue mi vieja al cuartel y les dijo que yo
estaba enfermo. Me fueron a buscar, me atendieron y me llevaron remedios. Era el fro, de noche
temblaba de fro. Era raro porque en Malvinas nunca tuve fro. Despus me hice poner esa inyeccin en
la espalda y me la puse todos los aos y hasta ahora, nunca ms me enferm. Para m, cuando recin
llegu, fue muy doloroso porque a los pocos das que llegamos, fuimos a la casa de un compaero
nuestro, de Mercedes, y el pibe no le quera contar al padre que haba estado en las Malvinas. El padre
nos haba invitado a comer, haba hecho un asado para nosotros y cuando estbamos hablando, el
padre del muchacho quera saber si el hijo haba estado en las Malvinas o no y qu haba hecho. Y l no
le quera contar. Y entonces, tanto lo oblig delante de m, ramos cuatro que estbamos ah, que yo le
dije que le tena que contar, porque si no el padre se iba a volver loco. Pero l no poda. Lo nico que yo
quiero me deca el viejo es que me diga si mi hijo estuvo en las Malvinas. S, estuvo le dije, estuvo
conmigo. Su hijo fue uno de los ms grandes compaeros que tuve en la guerra de las Malvinas. Y
entonces le cont todo lo que habamos hecho. Lloraba, y cuando me quise acordar, se qued. Primero
vino, nos salud a todos uno por uno, nos agradeci por todo lo que habamos hecho. Estoy orgulloso
de ustedes, de que ustedes hayan estado en las Malvinas. Y se muri, se muri de alegra. Pero igual a
m me gusta contar las cosas que hice y que al principio no valorizaba. Despus de un tiempo empec a
valorizar lo que yo haba hecho y lo que vale mi medalla. Porque apenas vine me usaron en la televisin,
con los reportajes, con las revistas, con todo. Si yo en ese momento hubiera valorizado todo lo que hice,
no habra estado vendiendo golosinas en la calle o arriba de los trenes. Porque hasta hace poquito, yo
anduve arriba de los trenes en Constitucin vendiendo calcomanas, diarios, con mis compaeros. La
mayora de los muchachos anda sin trabajo porque a nosotros nos prometieron vivienda, trabajo, becas,
de todo y no nos dieron nada. A nosotros nos pegaron una pualada en la espalda. El pueblo nos dio la
espalda, porque no solamente el gobierno estaba a favor de nosotros para que furamos a Malvinas, la
gente de ac, de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires, nos apoyaba para que furamos, pero cuando
99
100
volvimos nos dimos cuenta que nos dieron la espalda. No todos. Porque a
pesar de lo que estamos pasando con el pas, que hay poco trabajo y todo,
igual hay cantidad de gente que colabora con nosotros comprando el diario.
ramos pagos, pero cuando yo le dije que nosotros no ramos pagos y que
bamos por amor a la patria, no lo querra creer. E inclusive tena una alegra
muy grande porque los tipos mundialmente los admiraban a los pilotos
Adems cobro la pensin, que son 190 pesos. Me dijeron que como a m
argentinos, les tenan miedo porque ellos pensaban que nosotros ramos
intiles. Porque ellos a la Argentina la llaman Amrica Latina y nos llaman lati-
pens que era para todos igual, pero es para m solo, por la medalla que
pilotos tan buenos, que a ellos los volvan locos porque los nuestros volaban
tengo. Porque yo, de todos los que fueron a las Malvinas, soy el nico que
al ras del agua y los radares de los barcos no los captaban. l es menor que
tiene la distincin ms alta del Ejrcito, soy el nico condecorado con la Cruz
yo, tiene treinta y dos aos y yo tengo treinta y cuatro, pero l ya tena un
cargo, tena diecisiete aos pero ya tena un cargo. Nosotros, con el ingls
soldado, el nico soldado fui yo. Hay un colegio que lleva mi nombre ac en
Capital, inaugur un colegio que est cerca del Mercado de Abasto que
lados. Mi mujer a veces se queja, pero ella sabe que lo que yo tengo vale
ver el boxeo. Fuimos con custodia, con uno de esos autos grandotes, una
mucho, la medalla que yo tengo, as que tengo que estar s o s. Tengo tres
pibes, dos varoncitos de cinco y de uno y una nena de dos. Cuando le digo
Y dijeron: Hoy se juntan dos argentinos en Pars, uno por el ttulo mundial
las Malvinas. Y nos abrazamos los dos, con la bandera argentina, nos
mayora de los veteranos ira. Porque ya tenemos experiencia y los que estn
que era una guerra, pero ahora sabemos cmo es y sabemos cmo es el
Supongo que todos habrn tenido este tipo de reacciones a la vuelta. Pero
los nervios. Entonces, si uno todo lo que hizo lo cuenta como si fuera una
damente. Como todos los veteranos, volv con una cuota considerable de
guards todo eso que hiciste, las venas que tens adentro de la cabeza te
que, en ese mismo momento, el resto de los argentinos lo estaba viendo por
noche o de pegar esos saltos en la cama, como a muchos les pasa. Porque
cuando las veo pienso: Pensar que yo estuve en eso y s lo que es. Pero
haba hecho lo que tena que hacer: estar all. Porque si en la Argentina
DANIEL TERZANO (SOLDADO CLASE 55, PORTEO. POR PRRROGA HIZO EL SER-
VICIO MILITAR JUNTO CON LA CLASE 62. ES PSICLOGO, PUBLIC EL LIBRO 5000
terico- tcnicas que podran haberme justificado, pero no eran esos los
me puse a pensar si esto no tena que ver con el hecho de haber visto los
tampoco. Y creo que los grupos que quedaron muy unidos, quedaron
eficientita, no por pasin neoliberal, sino con la certeza de que por falta de
101
102
de algn modo los traiciona, porque ha estado all esa noche, muy cerca de
ellos, casi espindolos sin que ellos lo supieran, y al final se va, sin hablar y
sin ser visto. Y no s por qu, pero siempre me imagin como fondo de esa
aquella banda, bajo una luz casi intil, en medio del descampado de Campo
todas las nuestras, escritas con tonos menores, sin el triunfalismo de circo
quedaba ah, como una mquina de vivir todo lo que pudiera. Y haba algo
superior, indestructible, sino una sensacin muy profunda: haber visto que
verdadera de esa chica en esa ciudad, con la placa del novio muerto en la
como varn poda ser un hroe, simplemente porque no iba a claudicar tan
plaza para siempre. Cuando una guerra toca una vida todo se da vuelta.
fcil. Y es que la guerra plantea esa paradoja. Hay algo terrible y tambin
Pero yo, no s por qu, siempre tuve la certeza de que una guerra se iba a
Tadeo Isidoro Cruz: cualquier destino por largo y complicado que sea consta
siempre quin es. A m Malvinas me enfrent con algo de eso y me hizo bien.
No por eso tan superficial de que la colimba le viene bien a uno. Antes yo
tena la sensacin de que poda ser muy miedoso, una sensacin, nunca lo
libre de las patrias que necesitan guerras, pero para entender la complejidad
de las pasiones extremas que puede desatar la guerra hay que vivirla.
era tan as. Y eso me apareci muy claro en el momento del repliegue.
era un caos. Yo esto lo vea venir desde haca algunos das y haba
103
record a los cados en Malvinas con un discurso en el que busc la forma de referirse a esos
muertos no slo como aquellos que lucharon
Hoy 2 de abril vengo aqu a evocar con ustedes, delante de este monumento, a nuestros cados en
batalla, a esos valientes argentinos que ofrendaron su vida o que generosamente la expusieron en esa
porcin austral de la patria. Si bien es cierto que el gobierno que us la fuerza no reflexion sobre las
tremendas y trgicas consecuencias de su accin, no es menos cierto que el ideal que alent a nuestros
soldados fue, es y ser el ideal de todas las generaciones de argentinos: la recuperacin definitiva de
las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur () Cuntos ciudadanos de uniforme habrn
deseado dejar sus cuerpos sin vida entre las piedras, la turba y la nieve, despus de haber peleado con
ciudadanos de uniforme.
esfuerzo y osada. Pero Dios vio a los virtuosos y de entre ellos los valientes y los animados, de entre los
dolidos y los apesadumbrados eligi a sus hroes. Eligi a estos que hoy memoramos. Urgidos por el infortunio, sin los laureles de la victoria, estos muertos que hoy honramos son una leccin viva de sacrificio
en la senda del cumplimiento del deber () Estas trgicas muertes refuerzan an ms la conviccin que
tenemos sobre la justicia de nuestros derechos.
104
A- VOLANTE
democracia.
a- Un volante que convoca a una movilizacin
en La Plata a finales de 1983 en cuyo texto
queda evidenciado como los reclamos especficos sobre Malvinas se articulaban con otros
reclamos polticos de la escena posdictatorial.
Comisin bicameral investigadora de las actuaciones de los militares traidores de Malvinas. Por la reafir-
macin de la soberana en el Atlntico Sur. Por la reivindicacin de los compaeros cados en Malvinas.
Por el juicio y castigo a los responsables del genocidio, la entrega econmica y la traicin de Malvinas.
Solidaridad con los pueblos latinoamericanos que luchan por su liberacin. Contra el imperialismo y toda
forma de dependencia.
B- DOCUMENTO
La idea de realizar una movilizacin al Cabildo surgi de la necesidad de acercar la causa de Malvinas a
las causas que, por la Liberacin Nacional, que embanderan cotidianamente a nuestro pueblo. Cuando
la reaccin y la oligarqua quieren hablar, golpean las puertas de los cuarteles; cuando es el pueblo el que
quiere expresarse, golpea las puertas de la historia. En muchas oportunidades nos critican por levantar
consignas que algunos demcratas tildan de polticas. Bien saben que nuestra organizacin lucha por
los problemas que, desde la culminacin de la guerra de las Malvinas, padecemos los ex combatientes.
Pero se olvidan y lo anunciamos sin soberbia que nuestra generacin ha derramado sangre por la
recuperacin de nuestras islas y que eso nos otorga un derecho moral [...] Durante la guerra de Malvinas
se expres una nueva generacin de argentinos que, despus de la guerra, conoci las atrocidades que
haba cometido la dictadura. Nosotros no usamos el uniforme para reivindicar ese flagelo que slo es
105
Movilizacin de ex
combatientes platenses
en vsperas de la Semana
Santa de 1987.
que ciertos sectores hasta nos acusen de fascistas con una trayectoria
porque somos testimonio vivo de una generacin que se lo puso para defen-
106
con sangre, y est vigente. Existe una juventud marginal que est en las
villas, los heavy metal que crecieron a la sombra de la dictadura, pero que
no olvida. Y nos dimos cuenta de que los ex combatientes no somos los in-
vlidos a los que el pueblo debe venir a dar una donacin, somos s los que
cuando las Madres de Plaza de Mayo con su dolor y sed de justicia, cuando
nos enfrentamos no con discursos, sino con las armas al imperialismo; pero
camino tantas veces declamado. Con este planteo es que los 21 Centros de
Cunto habr soado la generacin del Cordobazo con tener una bandera
crisis y confusin y no nos damos cuenta de que tenemos por ejemplo, tres
En la oportunidad que tuvimos varios compaeros del Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de visitar la hermana Nicaragua nos dimos
cuenta de lo siguiente: el FSLN no inyect el antiimperialismo en su pueblo
dicindole que los yanquis no son slo enemigos porque invadieron Vietnam,
ni porque someten a otros pueblos; sino tambin rescatando a Sandino de
la oscuridad. Fundamentalmente porque los gringos los invadieron dos
veces y porque ellos mataron a su general de hombres libres. Gracias a Dios,
Galtieri no se parece a Sandino, pero hubo una juventud que armaba paquetes y encomiendas, un pueblo que se ofreci no a la Junta Militar sino
a una causa, muchachitos que no dudaron en morir frente a dos enemigos:
el imperialismo anglo-yanqui y los oficiales hijos de la oligarqua. Esa
juventud de Malvinas es por suerte el testimonio vivo de esa pgina escrita
107
Monumentos
1.
El monumento de Puerto Madryn est apostado junto al mar, como mirando a las islas. La ciudad
chubutense recordada por recibir con afecto a los soldados que volvan de la guerra mantiene la
memoria de Malvinas con una imagen que representa la solidaridad: un soldado acoge el cuerpo
de otro que ha cado y se lo ofrenda al mar.
2.
El cenotafio, conocido como Monumento a los Cados en la Guerra de Malvinas e islas del
Atlntico Sur, est ubicado en la ciudad de Buenos Aires, en la Plaza San Martn. Para recordar a
los cados se escribieron sus nombres sobre unas placas de mrmol negro, todos en igual tamao,
obviando las jerarquas y equiparando en la muerte a los soldados y los militares de carrera.
lugar cntrico y turstico y que sera mejor buscar un lugar tranquilo, ms propicio para la meditacin. Otros decan que no era constructivo que estuviera en frente de la Torre de los Ingleses si
lo que se buscaba era la reanudacin de las relaciones con Gran Bretaa. Y otros consideraban
que lo inadmisible era poner los nombres de los soldados, la mayora conscriptos, con el de los
militares, muchos de ellos implicados directamente con el terrorismo de Estado.
3.
El Monumento a la Gesta de Malvinas est en la ciudad de Necochea. Es una obra del escultor
Andrs Mirwald, que tiene ms de 34 metros de altura y est orientado hacia la ubicacin geogrfica de las islas.
4.
108
109
Movilizacin
Buenos Aires, abril de 1984. Marcha convocada por las primeras agrupaciones de ex combatientes, con
el apoyo de diferentes juventudes polticas. En el clima de movilizacin permanente de los primeros aos
de la democracia, las organizaciones de ex soldados ocuparon un lugar destacado. El reclamo principal
era que Malvinas, en tanto causa nacional, no quedara en el olvido. Adems pedan una serie de reparaciones materiales, amparo legislativo y el reconocimiento a los soldados muertos en la guerra.
110
111
CONSIGNA DE REFLEXIN
propuestas
para trabajar en el aula
CONSIGNA DE REFLEXIN
memorias y la historia?
estas temticas.
113
CONSIGNA DE PRODUCCIN
CONSIGNA DE REFLEXIN
CONSIGNA DE PRODUCCIN E
INVESTIGACIN
114
115
La escuela y las
causas nacionales
impact en m fue
del Gobierno deca que se haban recuperado las islas Malvinas. A partir de
el marco de la escuela.
en los aos 2006 y 2007. Son dos voces, entre tantas otras, que permiten
o religiosos; escuelas mixtas o separadas por gnero; escuela nica o escuelas rurales y urbanas. Asimismo, los debates en torno a las cuestiones
como si fuera propia. Imaginaban que esta institucin, avalada por un fuerte
consenso social, sera capaz de modelar futuros a travs de la filiacin de
119
comn y la inclusin en una serie de rituales patrios fueron elementos privilegiados de la tctica adoptada por el normalismo argentino.
amor por la patria. Para ello, se dispona de una diversidad de artefactos: las
efemrides, las biografas de los hroes militares, los libros de lectura y las
cin que constituyen la cultura escolar. Slo mediante esos procesos pudo
producir y estabilizar una serie de sentidos en torno a lo que las islas deban
120
exenta de debates. Incluso la expansin material del sistema algo que para
puesta en cuestin. Con slo fundar escuelas tras escuelas, salamos sin
realizar un balance del programa poltico de las elites vencedoras en las batallas de la organizacin nacional sealaba la necesidad de revisar algunos de
Rojas donde este tema se toca con un alto grado de especificidad, tanto
posible que la disciplina fuera por mucho ms tiempo una intil y fastidiosa
primer lugar, sostena que las ctedras de los Colegios Nacionales estaban
cin especial. Por otro lado, deca, cuando la ctedra estaba a cargo de un
121
enseanza de pas.
que las islas eran argentinas sobre cuatro argumentos: la preeminencia del
captulo 2).
criterio territorial; la confusin entre las funciones de los derechos territoriales en los estados dinsticos y patrimoniales y en los modernos estados
a 1810 y los derechos incontrastables que Espaa tendra sobre las islas; y
Los criterios territoriales para pensar la Nacin tuvieron muy buena recep-
enseaban que las islas Malvinas eran argentinas pues las heredamos
Estando como gobernador Luis Vernet, en 1833, los ingleses tomaron por la
fuerza las islas. Desde entonces, reclamamos su devolucin. Otro argumento a favor de nuestra soberana es que estn en la plataforma martima
y sus productos.
sobre Malvinas. Por un lado, la historia entendida como una historia militar,
de este tema, pero las formas de transmitir esa experiencia seguirn marca-
das por las tensiones que an persisten entre la vieja propuesta de Rojas, el
122
6. ROMERO, L., A., La Argentina en la escuela. La idea de nacin en los textos escolares,
Los efectos de los rituales no deben pensarse como congelados, sino como
fases de un proceso de la cultura escolar. De all su complejidad, en la medi-
se en sus efectos, sino que invita a recorrer la distancia que hay respecto de
de rituales donde se destacan las marchas, las canciones patrias, las oracio-
sus intenciones primeras. Muchas veces y esto se vive a diario cuando los
con prcticas rituales con una fuerte dimensin religiosa y militar. Estas prc-
de conduccin, direccin y gobierno de la enseanza. Mientras que las disciplinas escolares estaban emparentados con pensar de una determinada
manera, los rituales instaban a actuar esas verdades, a sentirlas. Los sm-
nas, del mismo modo en que no hay tampoco una propuesta definitiva para
bolos patrios y los rituales escolares son necesarios, segn Adriana Puiggrs,
Para que tengan sentido deben ser actuados y esa actuacin debe ser res-
centrales para volver a pensar y elaborar junto con los docentes y alum-
7. PUIGGRS, A., Sujeto, disciplina y curriculum (1885-1916), Buenos Aires, Galerna, 1991.
123
fuentes
Los Representantes de las potencias extranjeras llevan, en ese acto, el propsito de considerar los problemas inherentes al colonialismo y a la autodeterminacin de los pueblos y, en ese temario, ha de incluirse a las islas Malvinas, entre las colonias britnicas. Esta decisin, la Repblica Argentina, no la puede ni
debe consentir, por cuanto se trata de un pedazo de su territorio arrebatado en acto de fuerza []
Los derechos argentinos estn basados en razones geogrficas e histricas y en la soberana y ocupacin efectiva que ejerca la Argentina sobre las islas al tiempo de la usurpacin britnica, derivados de su
carcter de sucesora de Espaa luego de su independencia como provincia de ultramar.
Nuestro pas no debe escatimar esfuerzos para impedir el referido propsito y para que logre alcanzarse
la recuperacin definitiva de sus islas. Para ello, adems de todo cuanto nuestro Gobierno realiza en pos
de tal logro, se estima de positivo valor, por la fuerza psicolgica que ello trasunta, que se exalte ante los
125
Por ello, todo el profesorado de esa casa de estudios sea cual fuere la asignatura a su cargo comentar diariamente, en cada divisin, toda noticia que
al respecto sea dada por la prensa escrita, oral o televisiva, o mediante el
material que a tales efectos sea enviado al establecimiento. Sin perjuicio de
esto, los profesores de Historia, Geografa, Instruccin Cvica y Educacin
Democrtica, dedicarn 10 minutos de sus respectivas clases [] para insistir ante los alumnos sobre las irrenunciables derechos que nos asisten sobre
las islas Malvinas y hacer que tambin ellos se sientan consustanciados con
la situacin y lleven a sus respectivos hogares ese mismo sentimiento, que
debe abarcar a toda la poblacin de la Repblica.
126
La historia seala muchas noches aciagas precursoras de das venturosos y sus hroes no fueron
nicamente los vencedores de batallas.
La sntesis final es la unidad demostrada en la convivencia de juventudes, que superando todas las
diferencias se redescubrieron en el verdadero sentir argentino.
La recuperacin de las Malvinas es sello de una profunda unin nacional. Esto es realidad demostrada y no euforia transitoria.
127
ANTES DE LA GUERRA
En el ao 1975 cursaba el 5 grado. En ese entonces los directores visitaban las aulas a menudo y muy
especialmente en los das previos a los actos patrios celebratorios o conmemorativos. Don Rulo como
curiosamente solamos llamarle, nos cont sobre las islas Malvinas. An siento el fro, la reaccin de mis
sentidos ante tan perfecta descripcin. Magnificada, adems, por las riquezas econmicas del lugar ms
austral del pas. Luego inesperadamente pregunt: Nios cmo ser el olor de un amanecer en ese
pedacito de suelo argentino? Levant la mano izquierda para responder y dije: seguramente hay olor a
silencio.
Recuerdo claramente como si fuera una fotografa grabada a fuego en mi memoria, los primeros textos
de la escuela primaria. Esos libros con lecturas sobre nuestra historia incluan la imagen del archipilago
de Malvinas y nos relataban sobre su geografa, sus vientos, el fro. Seguramente la figura de la maestra
tan importante para m haca cercano ese lugar, tan distinto a mi Santiago, pero tan argentino como el
suelo conocido. Esa mezcla de sensaciones entre imgenes y el mensaje enseado por la docente que
se internalizaban en m, por sentimiento, por respeto y por esa visin de nia que entenda que la escuela
era la que captaba el verdadero espritu del ser y sentir argentino.
La primera vez que supe de la existencia de las islas Malvinas fue en el ao 1954, cuando cursaba
cuarto grado de la escuela primaria, figuraba en la parte de geografa del Manual Estrada que usbamos
en esa poca. Debo confesar que en la primaria fue la primera y nica vez que lo escuch.
Recuerdo despus de graduado y como inquietud personal, que comenc a leer bibliografa que no tena
que ver con lo tcnico de mi profesin, y uno de los tramos que me pareci interesante fue conocer los
orgenes de la patria pero no desde los textos de Historia, sino desde aquellos que tomaban aspectos
histricos geogrficos en un tono ms coloquial. Hay un autor santiagueo, Don Juan Jos Larni Hernndez, que tiene un escrito (un pequeo libro) que relaciona las Malvinas con Santiago del Estero y despus
de leerlo despert mi inters en saber ms sobre el tema, as que trat de indagar todo lo relativo a las
islas, indagacin que an contina.
128
preparadas por una madre docente. Tambin recordamos las razones por
las que las Malvinas son argentinas:
casa. En cambio para m, que tena 15 aos, era un orgullo tener un hermano que era un hroe. No tena conciencia de lo que era una guerra.
El primer conocimiento que tuve acerca de las Malvinas fue en 1982 cuando cursaba el tercer grado de la escuela primaria. De esos momentos recuerdo que la maestra daba la clase y como actividad hicimos una maqueta
Estas razones eran enseadas por las maestras en la escuela. Adems re-
de juguete. Recuerdo que la hicimos en una siesta todo el grado en el domicilio particular de ella. De aquel entonces (yo tena 8 aos) recuerdo que
LA GUERRA
porque cuando a ellos les entregaban donaciones, eran identificados por los
Cuando estaba en el jardn de infantes recuerdo que todos los das nos
la guerra.
cuerdo que las maestras nos hablaron sobre lo que estaba sucediendo: que
muchos hombres estaban luchando por nuestro pas y que tenamos que
Varios de los relatos que obtuve pertenecen a mi familia donde hay muchos
miembros del Ejrcito y la Fuerza Area. Otras historias son las que escuch
sobre desertores que saltaban de los trenes y eran refugiados por los
vecinos.
nuestro.
129
Viva cerca del Regimiento, a tan slo una cuadra, junto a mi hermana y
amigos nos gustaba ver pasar los soldados en su instruccin por las calles
que quiero expresar porque soy uno de los tantos argentinos que sufrimos
lando rumbo a la casa, hoy casi ni la cantan. Pero mi recuerdo ms vivo fue
patria durante la dcada del 70. Y digo en carne propia porque fui formada
la piel, cantar y cantar una y otra vez la marcha. Fue all que profesores so-
bre todo de Historia y Geografa nos hablaron de las islas como algo nuestro,
desde la ctedra Formacin Educativa y Cvica. El valor que haba que darle
y en las Iglesias el juntar y juntar cosas para enviar a las islas. Tambin me
nos inculcaban que todo temor desapareca. Incluso en msica era obliga-
que las causas justas deben triunfar como los cuentos infantiles. Y luego el
silencio.
POSGUERRA
130
Manual escolar
En 1833, sin embargo, tropas inglesas se instalaron por la fuerza en esa parte de nuestro territorio. Los
pocos soldados argentinos que haba en las Malvinas no pudieron impedir ese atropello.
Hoy y siempre, los nios de la Nueva Argentina deben decir: Las Malvinas son nuestras!
Y ser un da de jbilo para todos cuando la bandera azul y blanca vuelva a ondear en ellas!
131
Saludo a la bandera
La educacin pblica fue uno de los pilares de la consolidacin del Estado argentino, apoyado econmicamente en el desarrollo del modelo agroexportador. Las escuelas y los cuarteles marcaron la presencia
estatal en los territorios nacionales, hoy provincias, como las de Patagonia o el Nordeste. Esta fotografa
tomada en 1910 condensa muchos de los procesos en los que la educacin cumpli ese papel relevante.
Se trata de una escena escolar en la que el maestro y el pabelln nacional conviven con un escudo en
gals en uno de dichos territorios nacionales, y, en el ao del Centenario, un mapa del territorio argentino
con al distribucin de sus recursos agrcolas y ganaderos.
132
133
CONSIGNA DE INVESTIGACIN:
propuestas
para trabajar en el aula
gunta: Qu es la patria?.
135
CONSIGNA DE PRODUCCIN:
preguntas:
sin? De qu manera?
136
Representaciones
QU IMGENES TENEMOS de
Narrativas de posguerra
sobre Malvinas?
denar a los responsables del terrorismo estatal y, por otro lado, porque las
reconstruir la idea de Nacin, una idea que entr en crisis por los crmenes
cercano, encontr en la historia del Cid una imagen con la que sellar la
maneras en la cultura poltica argentina. A su vez, las experiencias de la guerra tambin fueron interrogadas por distintos soportes estticos. Como se ha
visto a lo largo del libro, cada vez que se pronuncia el nombre del archipila-
argentina del siglo XIX estuvo obsesionada con las fronteras: La Cautiva (la
frontera con el indio); El matadero (la frontera violenta entre proyectos polti-
los indios Ranqueles (la posibilidad de cruzar el lmite y dialogar con el otro).
139
Los pichis son unos soldados que deciden abandonar la batalla y refugiarse
en un pozo, al que llaman la pichicera. Desde all abajo escuchan las bom-
lticas. Funcion, para decirlo con una figura retrica, como una sincdoque:
a travs de la parte (las islas), se hablaba del todo (la Nacin). La obsesin
por las fronteras del siglo XIX hall en Malvinas un nuevo objeto, pero esta
vez las fronteras no se trazaban frente al indio sino frente al Imperio Britnico.
les da lo mismo quin gane y quin pierda: slo quieren sobrevivir. As, en la
sino desertores.
Esta novela inaugura un modo de contar el conflicto que nada tiene que ver
con la pica ni con los valores nacionales. La crtica literaria argentina ha se-
y la guerra en presente.
Zafar y no vencer es la impronta en la novela, sostuvo el escritor Martn
LA GUERRA COMO FARSA
una u otra manera, dar cuenta de los horrores que se haban vivido en la
misma lnea: la novela A sus plantas rendido un len (Osvaldo Soriano, 1982)
140
Biblos, 1996.
Los valores de la pica no slo pierden importancia, sino que tambin son
El primero de esos libros fue Los chicos de la guerra de Daniel Kon, editado
en 1982 y utilizado como base para la pelcula del mismo nombre. Cada uno
(Forn, 1991); un joven se presenta como voluntario para que los ingleses lo
de sus captulos incluye una entrevista con un soldado que narra su historia.
Stones (Fresn, 1991); una ciudad que recuerda a Buenos Aires es atacada
memorias de la guerra.
res acuden a ese recurso para hablar de las causas de la guerra, del lugar
Si bien hay diferencias entre los testimonios de los soldados y los de los
se apela a modalidades de la risa. A su vez, hay que decir que son relatos
141
cados por los tiempos sociales, es decir, por aquello que la sociedad pudo
Las dos formas en que se narr la guerra parecen correr por carriles distin-
tos. La literatura desmonta los valores patriticos por medio de los distintos
cuento tambin pone en escena cierta culpa social que empez a sentirse
conjunta?
En el cuento La soberana nacional, donde Rodrigo Fresn imagina al
LA GUERRA EN PRESENTE
142
subjetividad poltica.
En 1998, Carlos Gamerro publica Las islas, una novela que pone en juego
no terminarla nunca.
exactitud cada piedra, cada ventana, cada cerco cado y cada partici-
pante individual; lograr como una fotografa de satlite captar cada deta-
lle de esa maana de abril cuando la guerra era todava una posibilidad
relato que transcurre en 1992 y que aparentemente no tiene nada que ver
con Malvinas. Pero a partir de all, todos los caminos conducirn a las islas.
trario, debajo del absurdo, de la risa, de la burla y hasta del delirio, subyace
noventa. Para entrar a la SIDE, Flix necesita congraciarse con un militar que
trabaja all y antes particip del conflicto. Para eso le construye un videojue-
que hasta Las islas aparecan divorciados, aqu se imbrican y crean una
desde hace aos est construyendo una maqueta de las islas recuperando
lo que guard en su memoria. El videojuego y la maqueta, entre tantos otros
ciedad en general de apropiarse del pasado traumtico y sus consecuencias. La figura del simulacro se distingue, entonces, de los giros puramente
farsescos.
143
esttico ni lejano.
islas.
El pasado sugiere Las islas est aqu entre nosotros y por lo tanto debe
Esta relacin ya apareca en Los pichiciegos, en aquel tramo donde los
habilita temas de difcil enunciacin social, por ejemplo, qu hacer ante los
militares que pelearon en dos guerras, contra la subversin y en Malvi-
nas. La novela de Gamerro, en este sentido, puede ser leda como un acto
La guerra en celuloide
ron los primeros grandes relatos sobre los crmenes de Estado, permitiendo
as su difusin: Los chicos de la guerra (Bebe Kamin, 1984), La historia oficial
(Luis Puenzo, 1985) y La noche de los lpices (Hctor Olivera, 1986).
-Qu mamado, estn los nombres de todos, uno por uno, los que mand
fusilar Videla.
-No pueden haber sido tantos -dijo el Turco11.4
Pero en Las islas esta relacin aparece con ms nitidez, a travs del padre
relacin que Flix entabla con las mellizas, hijas al mismo tiempo de la guerra
dcada del ochenta: representar a los jvenes como vctimas eclipsando sus
144
cativa, es porque son seres humanos los que la hicieron y por eso son
condenables12.5
sin sus convicciones polticas, tanto en los films como en buena parte de
los discursos sociales. Esto era as porque la sociedad misma, que haba
de Malvinas
blema, que tal vez no sea el problema ms destacado por parte de los
defensores de los derechos humanos, con todo el derecho que tienen
Tampoco que hayan sido slo las fuerzas represivas los demonios. El
problema es que si fueron demonios los estaramos inocentando. Los
dejamos de ser chicos para ser hombres. Los hacedores de esta pelcula
que nos envolvi durante aos, hace treinta o cuarenta aos, es signifi-
mostrar () el carcter colonialista de los planes de estudio desde las pocas de Mitre y Sarmiento () La pelcula es un fresco demasiado superficial.
12. SCHUMUCLER, H., Conferencia Para qu recordar?, en Seminario 2006. Entre el pasado y el futuro, los jvenes y la transmisin de la experiencia argentina reciente, publicacin
del Ministerio de Educacin de la Nacin realizada por el Equipo A 30 aos, 2007.
145
Ignacio Cossar, Alexis Menna y Emiliano Stur, 2004); No tan nuestras (Rami-
Para contrarrestar la victimizacin que enfatizaba su juventud, los ex combatientes produjeron variadas respuestas. As y todo, al promediar los ochenta,
perder una de sus manos durante la guerra, perdi a uno de sus grandes
trabaja de taxista y vive acosado por los fantasmas del pasado. Ral, su
Acua, 2006); Los ltimos (Miguel Mirra, 2007) y Cartas a Malvinas (Rodrigo
Fernndez, 2009).
Pedro un extrao pedido: su cuerpo. Para qu? Para tener una experiencia
sexual debido a que en las islas muri virgen.
historia de dos islas (Diego Alhadeff, 1999); El refugio del olvido (mediome-
social.
El filsofo Sigfried Kracauer deca que las pelculas no representan alegrica13. LORENZ, F., Las guerras por Malvinas, Buenos Aires, Edhasa, 2006.
146
Los veinte aos transcurridos entre Los chicos de la guerra e Iluminados por
nacional ni un film que denuncie a las juntas militares por haber librado una
guerra absurda, sino que se atreve con algunas de las obsesiones profun-
Malvinas, est muerto pero vuelve de visita para saldar deudas pendientes.
conflicto del Atlntico Sur volvi a ser tema de discusin. Incluso, las res-
tiente.
que cree tener resuelta su experiencia de guerra pero que, cuando un com-
problema.
147
Fotos de guerra
Las fotografas de conflictos blicos tienen una larga tradicin. Apenas quince aos despus de que Fox Talbot inventara la primera cmara fotogrfica
imagen:
sentimiento nacional, la guerra, la posguerra, el olvido. En varios de sus tramos el film se traslada a las islas, se detiene en las marcas de la guerra que
de Darwin.
muerte misma se tiene no por algo natural e inevitable sino por una
soldados camina por las islas, por aquel paisaje tan bello como desolado,
se agacha, toma una roca del suelo y se pregunta: es una piedra o es una
ruina?.
vinculando ese intento con un imaginario nacional de larga data. Tal como
hemos visto en el captulo 2, el documental recupera el viejo interrogante
tadas, una mujer saltea, madre de un soldado cado en las islas, se sugiere
una posible reformulacin para el viejo anhelo: no puede haber democracia
sin patria.
148
Imagen 1
Imagen 2
tro directo de lo real, como una huella o una mscara mortuoria. La cmara
el balcn de la casa rosada. Pocos das despus circularon las primeras fo-
y dolorosos.
tomadas por el fotgrafo Rafael Wollmann, quien haba viajado para realizar
un reportaje fotogrfico sobre la vida en Malvinas y se encontr el 2 de abril
hotel, donde se hospedaba, escuch por radio que el gobernador Rex Hunt
Por qu nos atraen las fotos de guerra: despiertan el morbo, nos tranquili-
el sentido de una guerra? Quin tom esas imgenes y con qu fin: dejar
un testimonio, dar cuenta del horror, abonar el herosmo, participar del
Hubo una foto suya, la que aqu reproducimos, que recorri el mundo. La
nacionales (Imagen 2). Los franceses, por ejemplo, aprovecharon muy bien
la situacin, la eterna rivalidad que tienen con los ingleses, y la publicaron
con titulares como La Inglaterra humillada. Hasta me dijeron que la guerra
149
Imagen 3
haba empezado por esas fotos. Sera muy ridculo suponer que una guerra
pueda empezar por una foto, pero es cierto que fue muy duro para ellos,
150
La revista Gente public unos das despus, el 15 de abril, una foto a doble
El ttulo elegido por Gente para presentar esa imagen se completaba con un
nos ayuden a comprenderla, puede ser usada para los ms diversos fines
polticos e ideolgicos.
das para organizarla. Slo un llamado lanzado el da anterior que bast para
despertar el impulso latente. No fue la manifestacin de un sector, no fue la
marcha de unos contra otros. Pero s fue como tantas otras veces para
pedir algo, aunque algo para todos: que no se vuelva atrs, que la soberana sea defendida. Este fue el testimonio de un pueblo que volvi a unirse
grante del proceso mediante el cual las personas van creando su propia
imagen del pasado, por trgica, por culpable que fuera, en el seno de
su propia continuidad. Se trascendera la distincin entre los usos privado y pblico de la fotografa. Y existira la familia humana15.8
Las fotos, ms que suplir a la pintura como se supuso durante el siglo XIX,
reemplazan parte de las funciones de la memoria. Pero a diferencia de la
grante del proceso mediante el cual las personas van creando su propia
A partir de esta mxima, el crtico ingls John Berger analiza las funciones
de la fotografa y propone un uso alternativo de las mismas. Tradicionalmente, dice, hubo dos usos de la fotografa, el primero est asociado a la
experiencia privada, al retrato de un familiar que tenemos colgado en el living
y que sabemos quin es porque otro pariente nos cuenta su historia. El
segundo uso es el de la fotografa pblica, que nos muestra un hecho que
no tiene que ver con nuestras vidas y que es ajena a nuestra experiencia. Si
esa imagen no est contextualizada, es decir, acompaada de relatos que
15. BERGER, J., Usos de la fotografa, en Mirar, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1998.
151
fuentes
Proponemos dos fuentes: un cuento y una foto. La marca del ganado, escrito por Pablo De Santis, es un relato que narra, desde la ficcin, el impacto de la guerra de Malvinas en una localidad
pequea de provincia. Lejos de los grandes relatos sobre el conflicto, ofrece una aproximacin
a las marcas individuales que la guerra produjo. La fotografa, por su parte, ofrece otra forma de
encontrar las huellas de Malvinas en el paisaje y en la cultura.
153
Su primera novela, El palacio de la noche, apareci en 1987. Luego public Desde el ojo del
El primer animal apareci en el campo de los Dosen y a nadie le hubiera llamado la atencin de no haber
estado tan cerca del camino y con la cabeza colgando. Fue a fines del 82 o principios del 83, me acuer-
do porque haca pocos meses que haba terminado la guerra y todos hablbamos del hijo de Vidal, el
veterinario, que haba desaparecido en el mar. Para escapar del dolor, de esa ausencia tan absoluta que
ni tumba haba, Vidal se entreg al trabajo, y como no eran suficientes los animales enfermos para llenar
sus horas, investig cada una de las reses mutiladas que empezaron a aparecer desde entonces. En
realidad nunca supimos con certeza si el de los Dosen fue el primer caso, porque slo desde entonces
nos preocuparon las seales: aqu nunca llam la atencin una vaca muerta.
Al principio los Dosen le echaron la culpa al Loco Spica, un viejo inofensivo que andaba cazando nutrias
y gritando goles por el campo, con una radio porttil que haba dejado de funcionar haca un cuarto de
siglo. A todos nos pareci una injusticia que los Dosen le echaran la culpa, porque el viejo poda matar
algo para comer, pero nunca hubiera hecho algo as: la cabeza casi seccionada, tiras de cuero arrancadas en distintos puntos de una manera catica y precisa a la vez, como si el animal se hubiera convertido
en objeto de una investigacin o de un ritual. Y qued claro que el Loco Spica no haba tenido nada que
ver, porque en marzo del 83, durante la inundacin, apareci flotando en el ro diez kilmetros al sur, y
las mutilaciones esa fue la palabra que us Vidal, el veterinario, la primera vez y que todos nosotros
usamos desde entonces continuaron.
No me acuerdo si sigui despus aquel novillo en el campo de la viuda Sabella o el ternero que apareci
atado al molino derrumbado, con la cabeza de otro en lugar de la suya. En cada caso nuestro comisario, Baus, fue a buscar al veterinario para que estudiara las marcas y tratara de encontrar alguna pista.
El comisario pareca desconcertado: nunca en su vida haba investigado nada, ya que en el campo, a
diferencia de la ciudad, las cosas son o bien demasiado evidentes o completamente invisibles, y tanto en
un caso como en otro la investigacin es intil.
A partir de entonces, el bar que hered de mi padre y que apenas me permite sobrevivir, se convirti en
una especie de foro sobre las mutilaciones. A nadie le importaba una vaca de ms o de menos, porque
ac cuestan poco y nada, pero asustaba imaginar al culpable, solo, en la noche, derribando al animal
154
deca que era una secta, y que saba de casos parecidos en las afueras de
dueo, sino como reses marcadas a travs de las mutilaciones para sealar
los extraterrestres analizaban las muestras de tejido. Como le dije que eso
gada, como el ternerito que apareci colgado en la finca de los Dorey, muy
podra explicar los cortes pero no otras aberraciones (las cabezas trocadas,
cerca de la casa. Los Dorey no oyeron nada, los perros apenas ladraron y se
las langostas encerradas en las heridas, las flores emergiendo de las rbitas
rama casi quebrada por el peso; seguramente haban usado un coche o una
camioneta para izarlo, pero las lluvias haban borrado las huellas.
el hotel Lavardn, y se los vea a la hora de la siesta de aqu para all, por las
calles vacas, sin saber qu hacer, esperando la hora del regreso. Tambin
tiempo sin respuestas y sin demasiado inters por las respuestas que no
haban encontrado.
todo en una libreta de tapas azules, pero salvo cierta abundancia de marcas
en la cabeza, no haba otra constante. Iba a todos lados con su libreta, y
Durante todo ese tiempo, aun mientras los otros policas invadan su lugar, el
dor encima de la mesa y nos haca hablar, nos preguntaba por los vecinos,
por las rarezas que poda tener alguno. Hasta al cura interrog, conven-
A la tarde, frente a los vasos de ginebra o de fernet, todos hablaban con una
veces lo vea, por las noches, en la comisara, bajo los tubos fluorescentes,
los mapas del campo extendidos en la mesa, con los sitios donde haban
155
esas marcas dispersas una figura, intentaba adivinar el prximo caso. Hasta
las cuatro o las cinco de la maana se quedaba ah, oyendo las cintas que
haba grabado, las conversaciones triviales, todos los secretos del pueblo, y
ble que golpeaba a las vacas con esos sntomas atroces lo hubiera credo
el mismo comisario.
vez, porque aqu nadie presta atencin a nada y quien dice una cosa puede
decir otra. El comisario pareca creer que todos saban lo que pasaba, y que
l era el nico al que esa verdad le estaba vedada. Hasta tal punto lleg su
No soporto camas ajenas y a pesar del sueo decid volver. La noche estaba
clara y desde lejos la vieja Ford de Vidal, detenida a un costado del camino,
con los faros apagados. Pens que se le haba quedado el motor: Vidal iba
seguido a verlo al mecnico por una cosa o por otra. Detuve el rastrojero y
abatida, practicaba los cortes con pulso firme. Yo estaba cansado y haba
algo tan grande con aquellas vacas muertas, haba construido con paciencia
tomado de ms, pero al instante se me borraron las huellas del sueo y del
alcohol.
156
situacin no slo espantosa, sino tambin ridcula, pero al fin pregunt por
di. Dijo que siempre haba sido un buen veterinario, que haba llegado a
hablaran, que expusieran sus teoras, sus ovnis, sus sospechas; cuando el
el pelaje, pero tambin sus huellas, las marcas en el pasto, los rboles
ltimo terminara de hablar, yo, callado hasta ese entonces, dira la verdad y
cercanos. Senta que con cada animal enfermaba un pedazo del mundo, y
pus de esa revelacin, nada, perdera el poder del secreto. Decid dejarlo
aos y por eso los ganaderos de la zona confiaban en l. Despus las cosas
para el da siguiente.
se detuvo frente a su casa. l lo vio llegar desde la ventana. Del auto baj un
joven oficial que camin con lentitud hacia la puerta, como esperando que
Se notaba que nunca haba hecho lo que ahora le tocaba hacer, y despus
contrario, me sent ms cerca de ellos, ahora que los vea inocentes, inge-
de pronunciar un vago saludo le tendi con torpeza una carta con los colo-
res patrios en una esquina, cruzados por una cinta negra. La mano del joven
completo.
oficial temblaba al sostener la carta donde deca que el hijo del doctor Vidal
haba sido tragado por el mar, por el mar que nunca antes haba visto.
Pasaron tres semanas desde la noche en que vi la Ford de Vidal junto al camino hasta la maana en que el veterinario entr a mi establecimiento para
Entonces el doctor Vidal descubri algo que hasta ese entonces se le haba
ocultado: el mundo era maligno, y no poda pasar este hecho por alto. No
poda seguir curando animales, ni creer que trabajaba para alguna armona
que los otros hombres eran incapaces de ver. No exista ninguna armona
ni ninguna verdadera curacin posible. Sinti que la cura era una falta a la
verdad.
157
Sigui sanando a los animales, porque era su trabajo y no saba hacer otra
cosa, pero decidi dejar en la noche y en los campos una marca, la seal
que deca con claridad que l no haba sido engaado, que a todos podan
verdad, pero la haba llevado tanto tiempo conmigo que ya no saba cmo
dedic a curar pero tambin a matar y a mutilar, a dejar en la noche las letras
decirla.
tuvo algo que ver, pero a partir de all hubo menos casos, uno cada tres
semanas, no ms. Otras noticias nos distrajeron un poco y alargaron las par-
dej sin avisarle nada. Hizo las valijas y desapareci, y cuando el comisario
qued nadie ms. Actu sin pensar, como si hubiera tomado la decisin mu-
donde la mujer deca que no soportaba ms, que las cosas no podan seguir
as, etctera. La mujer haba hecho una grabacin porque deca que lo nico
Esa misma noche camin y camin sin rumbo, armado con una llave inglesa,
Diez das despus, Baus mir por ltima vez los planos, las vacas de juguete
Greis, aunque saba que estaba loco, que dorma abrazado a la escopeta y
la casa del veterinario. No fue necesario que preguntara nada, porque Vidal
158
supimos de Vidal durante cinco aos hasta que lleg la noticia de su muerte
distintos motivos que poda haber tenido el veterinario. Pero todos habla-
ban con una rara cautela, como si supieran que el misterio, antes tan ajeno,
y oscuras que lo esperaban. Acaso pens que el mensaje, fuera cual fuera
ahora formaba parte de algo que nos involucraba. Hablaban con frases
159
Marcas
Una zapatilla de lona, parte del equipo de los soldados argentinos en Malvinas, tal como estaba cuando
la fotografa fue tomada, en marzo de 2007. Caminar hoy por los antiguos campos de batalla de las islas
significa encontrarse con cantidad de objetos de la vida cotidiana de los soldados: latas de gaseosas,
papeles de golosinas, peines, restos de ropas y frazadas. Hay tambin marcas de la guerra: esquirlas,
cpsulas de proyectiles, y huellas de los impactos de la artillera. Todos esos restos, que son parte del
paisaje actual de las islas, son otras tantos emblemas de las vidas atravesadas por la guerra de Malvinas.
160
161
propuestas
163
CONSIGNA DE DEBATE
a la verdad.
marcar animales?
quin o qu.
2005)?
164
chicos de la guerra.
forma combinada:
temeroso. Para esta visin est ausente el orgullo que sentimos por ir a una guerra en defensa
as qu quiere decir?
Posguerra, 1986).
165
ciudades y en los pueblos sobre una guerra librada por una causa justa en el
Estado que afect a nuestro pas y tambin se haca foco en las formas de
Corrientes, y Malvinas: educacin sin memoria del IFD Jos Manuel Estra-
da de Corrientes Capital.
fundamentales:
la Argentina nos permiti confeccionar una suerte de mapa, aunque fragmentario, de la memoria de la guerra de Malvinas. A su vez, la experiencia
result de enorme valor para reflexionar acerca de cules son las formas del
conocimiento sobre el pasado que circulan entre los jvenes, en este caso
Los trabajos recibidos y los relatos recogidos a lo largo y ancho del pas nos
169
jos de los IFD, al igual que los monumentos dedicados a Malvinas, apare-
cen por todo el territorio argentino como las cuentas esparcidas de un collar
El mapa nos revela que Malvinas se sostiene como una pasin viva en las
La tensin entre causa nacional justa y terrorismo de Estado obliga tambin a preguntarse cules son los sentidos actuales de la nocin de patria:
qu ha quedado del proyecto comn despus de la experiencia del terro-
que la educacin puede ser un espacio privilegiado para hilvanar las cuentas
esparcidas del collar.
en el poder?.
terrorismo de Estado. Por otro lado, volver sobre las islas implica recuperar
una nocin que estuvo muy presente en el siglo XX, que fue central en la
170
que el campo acadmico tuvo para hablar sobre estos temas y la escasa
Las islas son fundamentalmente siluetas, formas vacas. Como las Malvinas
nacionalidad, el objeto del deseo por antonomasia, y cada uno puede ver
se puede decir esto es as. Los escritos recibidos optan por diferentes
abierta por el terrorismo de Estado ha sido tan profunda que, ms all de las
171
172
sino para que nos ensee cules son los mtodos con que se defrauda el
presente, e impedirlo.
Arturo Jauretche
y le dije a ste: vyase. Pero cada uno de nosotros quera que se fuera por
cualquier manera, ninguno de los dos quera que l estuviera. Y as fue que
lo echamos.
173
Un viaje imprevisto
saba. Esos chicos llegaron a ser la primera lnea contra el fuego enemigo.
era cazar y comer ovejas, cosa que hice con bastante asiduidad. Asimismo,
estos 24 aos.
Para mantenerse con vida, los soldados deban cazar ovejas, motivo por el
de que nosotros bamos a ir a la guerra, sino que nos iban a dar un destino
desde ahora, creo que fue un ltimo intento de los militares para mantenerse
me puso una pistola en la cabeza en medio del combate para que salga a
buscar comida Fue una locura, nuestra enfermera era una trinchera. A
podan manejar con las ideas de ellos. En el mismo sentido, Antonio Peroni,
saban todo, saban los nombres de los jefes, queran saber dnde estaban.
ms.
combatientes recibieron como nico abrigo una campera tipo Duv, de origen israel. El resto de su indumentaria era la misma que utilizaban en Monte
fro puede llegar a los 10 C. Esto provoc que gran parte de los hombres
sufriera la congelacin de los miembros inferiores.
174
Como armamento, los soldados contaban con fusiles FAL y FAP, morteros
y lanza cohetes Intalasa de calibre 88,9 mm. un arma ineficaz en una zona
con ese tipo de relieve. Frente al armamento del adversario, todo esto
result obsoleto e ineficiente. Yo recuerdo narra J. Folonier a un amigo
mo que vino con todo el entusiasmo a pelear una guerra con una ametralladora A3 que era una cosa obsoleta para el momento, incapaz de perforar la
chapa de una carretilla.
Otro hecho que caus descontento entre los soldados fue la falta de entrega
caso de que lleguen a la zona, el peligro aumenta, ya que cuando estn des-
con otros buques que los protejan, lo que resta unidades a los buques
Esto se sealaba pondra a los buques de la Royal Navy dentro del radio
de los aparatos de la defensa area argentina.
Durante todo abril los argentinos siguieron con inquietud los cables internacionales que informaban acerca del avance de la flota enemiga. Sin embargo,
ese tipo, son necesarios entre cuatro y cinco atacantes por cada hombre
175
das a los nueve mil hombres, los britnicos necesitaran movilizar una
El festival televisivo de las 24 horas por Malvinas fue uno de esos momentos
apoyo de su pas a Gran Bretaa. Este fue un duro golpe para el gobierno
por tratarse de dos pases amigos. El 1 de mayo, Gran Bretaa inici los
miento del Crucero General Belgrano con un saldo de 368 muertos, decenas
radial uruguaya de Bella Unin, ya que sta reciba las noticias desde la BBC
los trascendidos y por las opiniones volcadas desde todos los canales de
sino que tambin se comunicaban con las islas. Al respecto Jorge Folonier
Para algunos la guerra fue la posibilidad de volver a salir a las calles a hacer
176
una tradicin patritica. Durante los das que dur la guerra, adems de las
Es sabido que en una guerra los comunicados oficiales forman parte de una
a los soldados. Jorge Folonier dice: Creo que haba un pseudo acompa-
se molestara en defender unas islas tan lejanas y sin importancia para ellos.
se poda salir en los medios y decir a los muchachos los van a matar. Los
Mi nmero de prisionero era el 359. All perd mi casco, que hoy tengo ac.
heridos pero tenamos que ayudarlos a cargar con sus heridos y muertos,
mos mucho cargando a sus hombres. Los gurkas eran muchsimos, salan
del Ejrcito Argentino trab un duro combate con los comandos de la Infan-
hundimiento del Sir Galahad, despus supimos que murieron como 54 bri-
nos que tuvimos que soportar entre el 9 y el 12 de junio fueron frente a fren-
mi nombre. Otro soldado haba hecho lo mismo que yo, entonces nos inter-
nos toc vivir. Era ms tensa en cuanto al cuadro de oficiales. Carlos Enriori,
en cambio, recuerda que dicha relacin era mala, como ya haba sido en el
El fin de la guerra
una fiesta. Despus viajamos en camin hasta Trelew y desde all en avin a
terminado, que nos tenamos que olvidar lo que haba pasado, pero no te-
Buenos Aires. Fuimos ms prisioneros todava, nos decan que todo haba
poder dimiti poco despus de la derrota. Las islas fueron fortificadas por
bre e incidentes en las calles, ste debi renunciar, agudizando la crisis del
blacin engaada con la campaa triunfal del gobierno. Por entonces, los
177
El conflicto que dur setenta y cuatro das dej ms de 650 muertos o desaparecidos y casi 1300 heridos. La desolacin y el dolor de los argentinos se
mezclaban con los mismos sentimientos de los oficiales y los soldados que
se sentan defraudados luego de haber cumplido con su deber en el lejano
escenario austral.
Yo creo afirma Peroni que los britnicos no nos quisieron matar porque
en el medio de la guerra a las 4 de la maana nadie se hubiese enterado.
Repito: no nos quisieron matar. Fui uno de los cinco que sobrevivieron de mi
seccin.
178
los peores de sus vidas. Para Crdoba es muy difcil, hay que tener una
encuentra en esa situacin, cuando la muerte esta ah, a unos pasos, hay
que tener una comunicacin muy fluida con Dios porque de otra manera es
A cada momento yo pensaba en cmo estara l. Peroni tambin considera que la religin fue un sostn: Te volcs a la fe religiosa de una manera
largo de todos estos aos de lucha por nuestro reconocimiento social. Las
instituciones educativas fueron un soporte a pesar de la derrota porqu
Hombres valientes
sin ese apoyo afirma Crdoba creo que la causa de Malvinas estara
desaparecida.
sino tambin los docentes con sus alumnos. En virtud de todo ese apoyo
1987, pretende ayudar al pueblo y, especialmente, a los docentes, realizando trabajos de reparacin de instalaciones, arreglo de mobiliario escolar y
hace dos aos atrs tenamos una pensin mnima, pero despus nos
poco ms. Durante nueve aos no nos dieron nada, cuando volvimos en el
82 no existamos para el pas. A los nueve aos de dicha vuelta, nos dieron
de diez aos.
Nos juntamos hace unos 20 aos en la casa de Dardo Peroni y all forma-
los que no nos dieron nada. En realidad, lo que hubiera sido mejor es que
nos dieran asistencia mdica durante aquella primer poca porque fueron
los peores momentos. El Senado dice Peroni nos dio una medalla des-
Estacin del Este. All estn haciendo muchas tareas, la idea es devolver
entero, pero me duele por compaeros que quedaron muy mal, te puedo
la dieron....
179
Conclusin
los conocen.
podemos entender.
Tanto la dictadura militar como el hecho que le puso fin la guerra de Malvi-
Es por eso que nuestro rol como futuros docentes es que a travs de la
investigacin, la transmisin de conocimientos y el dilogo con las nuevas
generaciones podamos formar ciudadanos comprometidos con nuestra
democracia.
180
Introduccin
Desde hace aos, y siempre para la fecha mencionada, las escuelas han
A nuestro entender, este relato del pasado reciente, este modo de recons-
esta forma tan difundida del recuerdo, una ausencia, un olvido, una invisibili-
181
nuestros das.
atrs.
la tragedia de una derrota, y no dar cuenta del contexto en el cual tuvo lugar
dad social que tuvo gran parte de la sociedad civil, al haber avalado la guerra
nunca antes vista en la historia del pas. Alrededor de treinta mil hombres,
mujeres y adolescentes fueron asesinados y sus cuerpos enterrados en
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ciales: Por qu pas lo que pas? Cmo recordar Malvinas? En este asun-
dos por el gobierno militar16.1 A la mala imagen del rgimen, producto de las
denuncias sobre crmenes de lesa humanidad, se sumaron las protestas de
los trabajadores estatales por la falta de resultados del plan econmico17.2 El
descontento generalizado en la poblacin, ms los conflictos entre internos
de la Junta, generaron un debilitamiento del gobierno dictatorial, que fue
perdiendo consenso popular a partir de las propias medidas que adoptaba.
16. ANDERSEN, EDWIN. Dossier secreto. El mito de la guerra sucia en la Argentina, Bs. As.,
Sudamericana, 2000, p. 302, El informe confirm que los actos u omisiones de las autoridades argentinas durante los aos 1975 a 1979 constituan numerosas y graves violaciones a los
derechos humanos. La OEA sostuvo que ello afectaba los derechos a la vida, a la libertad, a la
seguridad e integridad personal y a la justicia; sentenciaba que miles de personas desaparecidas haban sido asesinadas por las fuerzas de seguridad y confirmaba la aplicacin alarmante
y sistemtica de torturas.
17. NIELSEN, JAMES. En tiempos de oscuridad 1976-1983, Bs. As., Emec Editores, 2001,
p. 240: ...una muchedumbre de estatales marcharon a Plaza de Mayo para informar a los
ocupantes de la Casa de Gobierno y del vecino Ministerio de Economa lo que piensan de sus
medidas. Huelga decir que la queja principal tuvo que ver con el congelamiento de los salarios
del sector pblico que fue ordenado por el doctor Roberto Alemann. Debido a la marejada in-
por una multitud que brindaba un claro apoyo al proyecto militar, plantea la
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paradoja, mencionada por Federico Lorenz, de tener que explicar cmo era
tiva entre s. Este ltimo aspecto permite pensar que la dimensin social de
que con el correr de los aos se tornar disociacin, puesto que el costo
la cual los actores buscan que sus relatos sobre el pasado se impongan en
memoria20.5
Otro de los conceptos que resulta pertinente utilizar, y por ello es necesario
Con respecto al primero de ambos conceptos, la memoria, debe comprenderse en tanto narracin estructurada, depositaria de un sentido sobre
19. Tomamos aqu este concepto en el sentido en que lo utiliza Louis Althusser.
184
20. JELIN, ELIZABETH. Los trabajos de la memoria, Madrid, Siglo XXI, 2002, p. 40.
nal, en El ojo mocho. Revista de crtica poltica y cultura, Bs. As., 2006, N 20, p. 45.
relevante:
optaron por iniciar la gesta blica y de aquellos actores sociales que apoyaron pblicamente el proyecto de la dictadura.
Para dar cuenta del estado actual de la memoria sobre Malvinas hemos
islas. En menor medida han hecho alusin a los soldados correntinos que
elegido una muestra centrada en un grupo generacional que no ha atravesado ni la experiencia de la guerra ni la de la poca, se trata de adolescentes
bien en un principio la muestra se centr en el grupo de 17-18 aos, pensamos que podra llegar a ser interesante contar con un ejemplo del ltimo
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Las entrevistas muestran que en un alto porcentaje (un 90 % aproximadamente) Malvinas est asociada meramente a un conflicto blico. Surgen
elementos asilados que no se condicen con esta afirmacin, y ellos, precisamente, son referencias directas al gobierno militar.
sobre el tema.
Otro de los aspectos que por razones diversas no hemos podido investigar
en profundidad para el presente informe por lo cual lo sealado estar en el
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cia de las referencias es de suponer que los alumnos hayan realizado algn
Palabras finales
expectativas.
discusin.
la vida.
padres.
las escuelas.
187
colectivos.
188
Bibliografa sugerida
Libros y artculos
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na, 1992.
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FCE, 2001.
Sudamericana, 2005.
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americana, 1996.
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Dialektik, 2008.
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Documentos e informes
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Peliculas
FICCIONALES
Planeta, 1995.
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2009.
DOCUMENTALES
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deff, 1999.
Alhadeff, 2002.
2007.
192
Agradecimientos
de Malvinas.
el futuro.
Por su lectura crtica
A Pablo De Santis por autorizar la publicacin
del cuento La marca del ganado.
Mabel Scaltritti
193
194