Peter Kreeft - Job. La Vida Como Sufrimiento
Peter Kreeft - Job. La Vida Como Sufrimiento
Peter Kreeft - Job. La Vida Como Sufrimiento
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Job
(La Vida como Sufrimiento)
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que
encontr
viviente
como
lava
en
erupcin.
La
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en
relacin
nosotros.
Todo
esto
de
un
modo
la
promesa
de
una
comilona
espiritual
de
dimensiones
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Es
la
respuesta
de
los
tres
amigos
de
Job
es
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apartado del mal para lo cual pone esa calificacin en boca del
mismo Dios (Job I:8). De otro modo, con seguridad optaramos como
los tres amigos de Job por esta solucin. El escandaloso contraste
entre las apariencias y la realidad, entre lo que parece como la ms
obvia de
las soluciones y la
que
realmente
lo
es
-solucin
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Soy inocente,
pero no me importa mi existencia,
no hago caso de mi vida.
Es todo lo mismo;
por eso he dicho:
El acaba con el inocente
como con el impo.
Si al menos el azote matase de repente!
Pero El se re de la prueba de los inocentes [...]
Porque El no es un hombre como yo,
a quien se pudiera decir:
Vamos juntos a juicio!
No hay entre nosotros rbitro
que ponga la mano sobre entrambos. (Job IX: 14-23;32-33).
La Resurreccin de Cristo llena al cristiano con un jbilo csmico
porque refuta concretamente, de una vez para siempre, esa horrible
filosofa de que el bien y el poder, en ltimo trmino estn separados.
El Bien Encarnado, el nico hombre totalmente bueno que alguna vez
pis esta tierra, la nica cosa infinitamente buena que apareci
alguna vez ante ojos finitos, triunf sobre la muerte, el gran poder
malo que ningn hombre puede conquistar, el ltimo enemigo. Las
consecuencias psicolgicas de la fe en la Resurreccin estn tan
enraizadas en la conciencia cristiana que generalmente no nos damos
cuenta de la distancia que hay aqu entre el S y el No, entre creer y
descreer. Traten de imaginrselo: un da se dan cuenta de que a Dios
no le importa, que el poder todopoderoso es completamente
indiferente al bien y al mal, que la historia del universo y la historia
de vuestras vidas son contadas por un imperturbable y vago bla bla
en lugar de una Persona amante. Ese es el horror que aparece aqu
en el horizonte de Job.
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quizs
siempre
lo
estar
haciendo,
creciendo
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con
mayor
atencin
el
asunto
considerando
el
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castigos,
qu
son
recompensas
castigos?
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hayamos
conocido
es,
precisamente,
el
Evangelio,
los
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dos minutos
y sin embargo
es que
Dios lo
est perfeccionando
como
un artista
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la
cuarta
premisa
contiene
el
trmino
anlogo
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cual se explayan todos los autores. Pero ms abajo hay otro niveles,
como cuevas subterrneas o ciudades inclusive, regiones de misterios
y arcanos menos fciles de analizar claramente y donde no existen
soluciones fciles. Un segundo nivel del problema est en el conflicto,
no entre la fe y la razn -como sucede con el problema del mal-, sino
entre la fe y la experiencia, la fe de Job y su propia experiencia. Aqu
no nos topamos con un rompecabezas lgico sino con las lgrimas de
un nio. A travs de toda la Escritura y a travs de toda la vida de
Job, Dios se aproxima con un discurso vendedor: Confen en m.
El emeth de Dios, su fidelidad, no es aqu un dato en un
rompecabezas lgico. Es una soga que parece haberse cortado. A lo
largo y ancho de la Biblia encontramos una y otra vez la promesa de
que la fidelidad a Dios ser retribuda con la fidelidad de Dios para
con nosotros y adems de promesas de gran recompensa. El justo
prosperar, el inicuo perecer. De modo que Job resulta persuadido
por esta publicidad, compra esta fe. Apuesta su vida entera a la
justicia, a la obediencia, a la fidelidad, a la piedad -y cul es su
recompensa? La prdida de sus posesiones, de sus hijos, la prdida
de la lealtad de su mujer, la prdida de todo: el respeto de sus
amigos, su salud, y an, parece, su identidad y su Dios (como
veremos
ms
adelante,
en
niveles
consecutivos,
con
ms
tiene
Job
del
Dios
mo,
Dios
mo,
por
qu
me
has
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incontestables
desmentidas
de
su
experiencia.
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es el que
Responde. El es el Iniciador, el
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incluso
intentan
develarlo,
comprenderlo,
revelarlo,
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dijo
una
palabra
solamente.
El
segundo
le
dijo:
Has
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es
como
los
tres
amigos
de
Job:
filosofando
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qu
fueron
hechos:
para
transformaros
en
criaturas
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como
subjetividad
(en
sus
Apostillas
Definitivas
No
Cientficas).
Qu quiere decir esto exactamente? Job se pega a Dios, le importa
Dios, retiene la intimidad con El, la pasin, en tanto que los tres
amigos se conforman con la certeza de las palabras, la ortodoxia
muerta. (6)
Las palabras de Job no reflejan adecuadamente a Dios como s lo
hacen la de los tres amigos, pero el propio Job est instalado en un
plano de relacin real con Dios, cosa que no se puede decir de sus
amigos: me refiero a la relacin de corazn y alma, a una pasin de
vida o muerte. Nadie puede relacionarse realmente con Dios sin una
pasin de vida o muerte. Relacionarse con Dios de un modo finito,
parcial, restringido o calculador es como decir que dicha relacin no
es real. O Dios lo es todo o no es nada. Job piensa que Dios lo ha
dejado caer, de modo que en cierto sentido Dios se ha convertido en
nada para l. Es un error, pero por lo menos Job sabe que es un
asunto de todo o nada. Dios es amor infinito, y lo contrario del amor
no es el odio sino la indiferencia. El amor de Job a Dios est infectado
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con odio, pero el amor de los tres amigos de Dios est infectado con
indiferencia. Dios permanece casado con Dios y le arroja platos; los
tres amigos mantienen una relacin conyugal muy madura con
cuartos separados tomndose vacaciones cada cual por su lado. La
familia que se pelea unida, permanece unida.
Hay una segunda razn por la que Job habl bien cuando habl sobre
Dios. La ms obvia e importante de las diferencias entre los discursos
de Job y los discursos de sus tres amigos es algo que se nos escapa
por la misma razn que los nombres de los continentes en letras
maysculas nos pasan desapercibidos y el caso de la famosa carta
robada de Poe (en el famoso cuento corto), una carta que se halla a
la vista de todos, que no fue advertida por la polica que la buscaba
en cada rincn y escondite de la casa; es demasiado grande, est
demasiado cerca, es demasiado obvia, como la nariz en la cara (la
ma, por lo menos). Yo no me haba dado cuenta hasta que me lo
seal Martin Buber, y este descubrimiento me ilumin el libro de Job
como ninguna otra cosa poda hacerlo: la diferencia estriba en que los
tres amigos hablan sobre Dios mientras que Job le habla a Dios.
Esto es hablar veramente porque es hablarle a Dios tal cual es,
como una Persona siempre presente, no un objeto ausente. Al
hablarle a Dios utilizando la segunda persona del singular estamos
ms cerca de la primera persona del singular que si usamos la
tercera. Utilizando el T estamos ms cerca del Yo Soy que
hablando sobre El. Buber dice que Dios es el T que nunca pueda
convertirse en Aquello. Por la misma razn tambin dice que Dios
es inexpresable en palabras pero siempre se le puede dirigir la
palabra.
Supongamos que estoy en vuestra presencia y alguno de ustedes se
pone a hablar con un tercero sobre m ignorndome. Esto no slo es
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durante
unos
cinco
segundos
despus
de
haberlo
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parte,
el
corazn
del
asunto.
As
como
Jess
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que Mara quera y que Jess quera que quisiera Marta (Lc. X:42): a
El mismo. Es por esto que Job qued satisfecho. No obtuvo lo que
crea que quera, pero s obtuvo lo que realmente quera. No obtuvo
lo que su cabeza y su conciencia le indicaban que quera, sino lo que
su corazn y su inconsciente saban que queran, lo que todos
queremos. No podemos impedirlo: Dios nos hizo as. Slo una llave
calza en el cerrojo; slo un Romeo satisface a Julieta. Un abismo
llama a otro abismo -slo el infinito puede casar con el infinito. As
como ningn animal era adecuado para Adn (Gn. II:18-24), del
mismo modo ninguna criatura es adecuada para el corazn humano,
y a fortiori ningn concepto. Los conceptos son imgenes, y los
hombres no pueden casarse con imgenes (aunque muchos de
nosotros intentamos relacionarnos ms con la imagen de nuestra
esposa o amigo -la imagen de lo que creemos que deberan ser- que
con las personas reales cuyo perfil desborda y despatarra cualquier
imagen que nos formamos de ellos). Job queda satisfecho porque
toda la vida es cortejo y ahora finalmente se va a casar. Por un
momento se le otorga a Job un anticipo de la Visin Beatfica que
aguarda en el Cielo a cuantos creen.
Se trata de la diferencia entre el conocimiento indirecto y el
conocimiento de primera mano, entre el conocimiento de odas y el
de ver con los ojos. Job haba odo acerca de Dios, pero ahora ve a
Dios. Es como si uno nunca hubiese conocido a su padre porque
estaba afuera en la Legin Extranjera, y nos mandaba cartas que era
transmitidas e interpretadas por nuestra madre (Nuestra Madre la
Iglesia), y luego un da entra por la puerta y dice: Aqu estoy.
Supongan que las cartas eran correctas y adecuadas y que haban
sido perfectamente interpretadas por vuestra madre. Aun as, la
diferencia sera infinita entre el conocimiento de odas y el verlo con
los ojos. Un slo momento de su presencia valdra infinitamente ms
que todas las cartas del mundo.
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haba
sido
dejado
de
la
mano
de
Dios;
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