Desarrollo Sostenible
Desarrollo Sostenible
Desarrollo Sostenible
DESARROLLO SOSTENIBLE:
Un enfoque econmico con una extensin al sector
agropecuario
R ep b lica d e C o lo m b ia
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Este documento hace parte de una serie preparada en el marco del Convenio de
Competitividad del Sector Agropecuario Colombiano, suscrito entre el Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia y el Instituto Interamericano de Cooperacin
para la Agricultura, IICA ACT Colombia.
Editores
Elizabeth Meek Muoz
Hugo Aldana Navarrete
Diseo e Impresin:
Junio, 1998
ISBN:
PRESENTACION
Esta serie de documentos es el medio por el cual el Gobierno Nacional publica algunos
de los resultados del Proyecto de Competitividad del Sector Agroproductivo
Colombiano, que hace parte del esfuerzo que el Gobierno ha hecho en cumplimiento
de la estrategia de internacionalizacin de la economa colombiana, contemplada en el
Plan de Desarrollo El Salto Social.
En el marco de este proyecto, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, con el
apoyo del Instituto Interamericano de Cooperacin para la Agricultura, IICA, ha
adelantado acciones en diferentes campos como el del desarrollo conceptual, con el
objeto de explorar la teora y las experiencias acadmicas desarrolladas en el mundo,
en relacin con el vasto y complejo tema de la competitividad en general y, en
particular, el de la competitividad del sector agroproductivo, con el fin de que en el pas
adoptemos un lenguaje comn entre los diferentes sectores de la sociedad.
As mismo hemos analizado, la competitividad de la agricultura colombiana, con una
visin de cadenas productivas, tarea que ha dado lugar al establecimiento de amplias
bases de datos, tanto nacionales como internacionales, las cuales nos permiten
comparar nuestro sector con el de pases reconocidos por su competitividad
internacional y conocer con mucho detalle las fortalezas y debilidades de nuestro
sector agroproductivo.
Tambin, hemos estado siguiendo durante los ltimos tres aos la evolucin de las
polticas agrcolas en los pases del hemisferio americano y otros del mundo con los
que tenemos relaciones comerciales, hecho que tiene suma importancia en un
momento en el que las polticas agrcolas distorsionan ampliamente el mercado
internacional y por consiguiente la competitividad de nuestra produccin.
Es en el marco de este proyecto en el que hemos desarrollado los acuerdos sectoriales
de competitividad de varias cadenas productivas, con los que buscamos establecer un
marco de cooperacin, en el corto, mediano y largo plazos, entre los sectores pblico y
privado, para mejorar hacia el futuro la competitividad de la agricultura y la
agroindustria colombiana.
Creemos que esta coleccin, adems de ser el testimonio de un intenso trabajo, es un
aporte importante para los estudiosos del tema.
CONTENIDO
I.
II.
III.
IV.
APNDICE
BIBLIOGRAFA
El desarrollo sostenible ha ganado atencin entre los acadmicos, los gobiernos y los
organismos internacionales. Sus varios significados, sin embargo, estn vinculados a
contenidos que no son necesariamente descripciones objetivas de la realidad, sino
intentos ambigos por definir esa realidad bajo perspectivas diferentes y en muchos
casos incompatibles. El concepto aparece a veces como la inclusin de la dimensin
ambiental dentro del marco de los problemas globales, perspectiva ecolgica en la que
el mundo es concebido como un sistema global cuyas partes estn interrelacionadas;
en otros casos1, el desarrollo sostenible es tratado como una modificacin de la
estrategia tradicional del desarrollo, para incorporar el medio ambiente; en algunos (es
el caso del informe Brundtland2), significa un concepto alternativo de desarrollo que
implica por tanto reexaminar el conflicto entre los recursos y los objetivos de
crecimiento econmico; en otras perspectivas, particularmente las ecolgicas, el
desarrollo sostenible pareciera significar esencialmente objetivos de calidad de vida,
entendida sta como una mejor armonizacin del hombre con la naturaleza,
perspectiva que conlleva a menudo el sacrificio de cualquier objetivo de crecimiento o
de transformacin productiva3.
La perspectiva latinoamericana, siempre dispuesta a incorporar sin mayor
discernimiento intelectual las orientaciones de los organismos internacionales, acoge el
desarrollo sostenible como un nuevo objetivo, de rango similar a la internacionalizacin
de la economa, a la competitividad o a la bsqueda de la equidad social, subrayando,
por lo tanto, dentro de las condiciones de sostenibilidad, aspectos tales como la deuda
externa, la caducidad de los modelos de desarrollo convencionales, las desigualdades
mundiales y la deuda ambiental histrica de los pases del norte, junto con la
importancia de respetar el pluralismo y la proteccin del patrimonio cultural, y por
Pearce, D.; Warford J.J. World without end: economics, environment, and sustainable
development. New York. Oxford University Press, 1993.
Brundtland, G.H. Global change and our common future, Benjamin Franklin Lecture,
May 2, Environment, Vol. 31, Washington D.C., 1989.
Escobar, A. El desarrollo sostenible: dilogo de discursos Revista Foro, No. 23, Santa
Fe de Bogot, D.C., abril de 1994, pg. 99.
Quizs por ello, el ejercicio realizado por Pezzey termin en una desconcertante
coleccin de definiciones en las ms variadas perspectivas y niveles de aplicacin de
la realidad y acab generando, como anota el mismo autor, ms calor que luz8. No
deja, sin embargo, de ser curioso, que una nocin tan aparentemente general,
imprecisa y ambigua haya tenido tanta aceptacin entre gobierno, empresarios y
ambientalistas, que la han adoptado con rapidez y entusiasmo. Llama la atencin,
tambin, la facilidad con que ha ingresado al lenguaje de los medios de comunicacin
y al debate acadmico, la profusin de libros, conferencias y artculos que han
intentado explicarlo y definirlo ms detalladamente9.
Para poder aproximarnos al contenido de la nocin, y para efectos de la discusin que
sigue, conviene adoptar la definicin ms general y ms conocida, la del Informe
Brundtland, que lo proclam originalmente. El desarrollo sostenible, segn ese informe,
es El desarrollo que atiende las necesidades del presente sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras de atender a sus propias necesidades10.
Esta definicin destaca dos conceptos: 1) el concepto de necesidades, especialmente
las esenciales de los pobres del mundo, a los que se le debera dar prioridad
predominante y, 2) la idea de limitaciones impuestas por el estado de la tecnologa y de
la habilidad de la organizacin social para satisfacer las necesidades presentes y
futuras. El Serafy anota, adems, que la preocupacin por la equidad social no debe
verse solamente como esencial a los pobres del mundo, sino tambin extenderse
como preocupacin por la equidad social entre generaciones, de modo que la
vaguedad de la definicin de Brundtland no debiera distraer, segn El Serafy, de su
preocupacin vlida por dedicarse a los asuntos distributivos que constituyen una parte
integral del problema ambiental11.
Advirtiendo las razones del apoyo unnime que se le dio a la definicin del informe
Brundtland, Daly y Cobb sealan que desde el punto de vista poltico, la imprecisin
8
Barbier E.B. New approaches in environmental and resource economics. Londres. New
Economics Foudation-International Institute for Environment and Development, 1988;
Adams, W.M. Green development: environment and sustainability in the Third World.
Londres, Routledge, 1990. Tambin Agarwala, A. Politics of environment en Centre for
Science and environment, The State of Indias' environment. Nueva Delhi, 1985.
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11
fue una postura sensata de parte del autor, puesto que se puso en un lugar prioritario
de la agenda internacional un concepto cuyas implicaciones no especificadas eran
demasiado radicales para obtener el consenso en ese momento. Pero sensatamente
trataron de no avanzar demasiado de prisa ni demasiado lejos, asegurndose en todo
caso una discusin de tales implicaciones hacia el futuro. De hecho, esas
implicaciones se refieren a la redistribucin de ingreso entre el norte y el sur o a la
erradicacin de la pobreza en el sur y a la estabilidad demogrfica12.
Por otra parte, adems de que la ambigedad y la imprecisin son recursos para
asegurar la viabilidad poltica de un concepto, debe admitirse que el desarrollo
sostenible es un concepto contestable, es decir, un concepto que permite diversas
interpretaciones o concepciones, igual que libertad, justicia social o democracia,
conceptos que tienen significados bsicos compartidos, pero que suscitan profundos
conflictos acerca de la forma como deberan entenderse y sobre sus implicaciones de
poltica. Por ello, ms que la definicin literalmente considerada, lo que es esencial es
el significado permanente de una nocin que se mantiene, no importa cmo se
interprete la definicin. Ese significado esencial contiene tres elementos13:
a)
La inclusin de las consideraciones ambientales en la determinacin de la
poltica econmica, como quiera que en el pasado la poltica ambiental y la econmica
se mantenan separadas y se trata ahora de compatibilizar los objetivos ambientales y
los objetivos de progreso econmico, superando por los tanto no slo el enfoque de la
ortodoxia econmica que ignora las consideraciones ambientales sino tambin la
posicin externa y simplista del crecimiento cero14.
b)
El desarrollo sostenible incorpora un compromiso ineludible con la equidad, no
solamente respecto de la creacin y distribucin de la riqueza, sino de la equidad
internacional respecto a la conservacin de recursos, es decir de la redistribucin de
responsabilidades y costos entre el norte y el sur, lo mismo que la equidad entre
generaciones.
12
Daly H.E. y Cobb J.W. Para el bien comn: reorientando la economa hacia la
comunidad. el ambiente y el futuro sostenible. Fondo de Cultura Econmica, Mxico,
1993, pg. 76.
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La hiptesis de crecimiento cero es, como se sabe, la base de la propuesta de los lmites
del crecimiento, elaborada por Meadows D.H. et al. The limits to growth: a report for the
Club of Rome's project on the predicament of mankind. Nueva York, Universe Books,
1974.
c)
Otro concepto esencial proviene de la palabra desarrollo, es decir, que la
sostenibilidad incorpora una nocin de bienestar econmico que reconoce
componentes no financieros (stos pueden incluir la calidad del propio medio
ambiente), objetivos que Redclift llama epistemolgicos, es decir, la conciliacin entre
el ambiente y la calidad de vida, la salud, la calidad del trabajo, la existencia de
comunidades fuertemente unidas, las dimensiones culturales de esa existencia
comunitaria, etc. Como anota M. Jacobs, tanto como en su compromiso bidimensional
con la equidad como en su cubrimiento de componentes no monetarios del bienestar,
el desarrollo sostenible sugiere una radical divergencia con la poltica econmica
global... en consecuencia, casi con cualquier interpretacin,... el desarrollo sostenible
implica que la poltica econmica debe cambiar15.
En cualquier caso, el hecho es que la operacionalizacin del concepto de desarrollo
sustentable depende esencialmente de nuestra capacidad para integrar los puntos de
vista de tres disciplinas: 1) la de los economistas, particularmente en lo que concierne
al mtodo para maximizar el bienestar dentro de las restricciones impuestas por el
capital existente y por la tecnologa; 2) la ecologa, que subraya la necesidad de
integrar el subsistema ecolgico visto como crtico para el conjunto de la estabilidad del
ecosistema global. Por supuesto, en este caso, las unidades de cuenta son fsicas y no
monetarias y han de prevalecer disciplinas como la biologa, la geologa, la qumica y
las ciencias naturales; 3) la de los socilogos, que enfatizan el papel relevante de los
factores humanos, especialmente de los patrones de la organizacin social, para
encontrar soluciones viables y alcanzar el desarrollo sostenible16.
El punto central es que aun cuando los economistas, los ecologistas y los socilogos
pueden estar de acuerdo con los elementos que han de considerarse, no ocurre lo
mismo con la homogeneidad del punto de vista; un economista, por ejemplo podra
reconocer la importancia de lo social y de los factores ambientales, pero interpretara
esos elementos con las lentes del economista.17 Los socilogos trataran de reducir la
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Collard D.; Pearce,; D. Ulph. (eds). Economics, growth, and sustainable environment.
Londres, Macmillan, 1988.
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Este punto de vista se subraya en Brown, L. R.; Postel, S.; Flavin, Ch. Del crecimiento al
desarrollo sostenible en Robert Goodland, Herman, E.; Daly, et al. Op. Cit., pg. 21.
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Los avances tericos de la economa ecolgica pueden verse, entre otros, en Costanza. R.
(ed.). Ecological economics: The science and management of sustainability. Nueva York,
Columbia Press, 1991. Costanza, R. What is ecological economics?, Ecological
Economics, 1(1) 1989. Costanza, R.; Daly, H. E. Towards an ecological economics en
Ecological Modeling. Vol. 38, 1987.
13
era el modelo sobre el que hablaba Planck. La economa del mundo lleno todava no
ha sido aceptada como una teora acadmicamente legtima, ni siquiera ha sido
reconocida como un desafo21.
Tal afirmacin es, sin duda, una manera de llamar la atencin a las dificultades que
representan los conceptos econmicos convencionales para el tratamiento y la
integracin de los problemas ambientales en el marco de la interpretacin de la teora
econmica22. Robert Costanza ha tratado de mostrar cules seran los puntos sobre
los cuales debera hacerse nfasis desde el punto de vista de la integracin entre la
ecologa y la teora econmica. De hecho, como anota Costanza, el dominio de la
economa convencional subraya las interacciones de los sectores econmicos
productivos con los aspectos de la ecologa convencional, en un marco que se
denomina economa de recursos y de anlisis de impacto ambiental, es decir, el uso de
recursos naturales renovables y no renovables con la economa. En esa perspectiva
convencional, los efectos ecolgicos son un subproducto no deseado de la produccin
y los ltimos deshechos del consumo. As, el dominio usual de la economa ambiental
se ocupa de los subproductos y del anlisis de su impacto ambiental, es decir, la
contaminacin y su mitigacin, prevencin y medicin; por el contrario, la economa
ecolgica abarcara y trascendera estas fronteras disciplinarias, ya que la economa
ecolgica ve la economa como parte de un todo mayor cuyo dominio es la red
completa de interacciones entre los sectores econmicos y ecolgicos23.
Por otra parte, la economa convencional ordena la asignacin de recursos a partir de
las preferencias de los consumidores, al tiempo que la base de recursos es vista como
algo esencialmente ilimitado en razn del progreso tcnico y de la sustituibilidad infinita
entre factores. La economa ecolgica, por el contrario, parte de que el sistema
econmico es un subsistema dentro del gran sistema ecolgico. Esto implica no slo
una relacin de interdependencia, sino, en ltimas, una relacin de dependencia por
parte del subsistema, del gran sistema padre. Las principales preguntas que deben
responderse sobre ese subsistema son: qu tan grande es en relacin con el sistema
total?, qu tan grande puede llegar a ser? y qu tan grande debera ser? Estos
interrogantes de magnitud y de escala slo ahora se estn comenzando a formular.
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La expresin codo invisible que destruye lo que la mano invisible del mercado ha
logrado, se encuentra en Jacob, Op. Cit., vase tambin, para una discusin alternativa,
Brittan, S. The green power of market force Financial Times, 1, 4 de mayo de 1989.
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Con todo, la externalidad es un trmino tan general que deben hacerse algunas
precisiones: existen varias clases de externalidades pero la distincin relevante para la
economa ecolgica es entre las externalidades localizadas y las generalizadas. Las
primeras pueden corregirse por lo menos en una medida razonable, ajustando los
precios o por medio de otros cambios que no son radicales. Las externalidades
generalizadas, por el contrario, tienen un alcance ms amplio y no puede corregirse
efectivamente mediante cambios de los precios relativos. Se requieren lmites
cuantitativos o profundos cambios institucionales33.
Gran parte de los problemas significativos sobre la ecoesfera o la biosfera, son
externalidades generalizadas de carcter negativo. Las externalidades importantes que
generalmente se consideran, tienen que ver en primer lugar con la existencia de
recursos comunes. Muchos de los recursos renovables del mundo no tienen
propietario, sino que estn pblicamente disponibles para su uso por parte de actores
privados; otras externalidades de este tipo surgen de los bienes cuyo uso no tiene
restricciones, ms aun son libres; el ejemplo obvio es el aire (el aire no solamente no
es de propiedad de nadie sino que adems no puede dividirse). Y la tercera clase de
externalidad generalizada se refiere al caso de los afectados en el futuro por el dao
ambiental presente, que an no han nacido, o en general con el impacto nocivo de
actividades actuales que afectar a generaciones futuras. En gran medida, como se ha
visto, ste es el caso de muchos de los problemas ambientales claves, agotamiento de
recursos, efecto invernadero, dao a la capa de ozono, destruccin del hbitat y
extincin de especies.
En realidad, casi todos los problemas que constituyen la crisis ambiental global pueden
clasificarse por lo menos bajo el encabezamiento de uno de estos tres tipos de
externalidades generalizadas. La implicacin es obvia: un sistema econmico basado
en las fuerzas del mercado, adems de que no puede evitar que ocurra la degradacin
ambiental, puede estimularla. Efectivamente, en muchos casos las fuerzas econmicas
proporcionan incentivos para agotar recursos, generar contaminacin y menoscabar
los servicios ambientales.
Estn, por otra parte, las implicaciones distributivas de las externalidades
generalizadas (es decir, en el marco de la globalizacin) en un sistema gobernado por
las fuerzas de mercado. Los recursos se asignan all donde la demanda de los mismos
33
Las externalidades generalizadas tienen que ver, por ejemplo, con el efecto invernadero y
la lluvia cida, que no pueden, por supuesto, corregirse mediante mecanismos de
mercado. Para el desarollo del concepto vase Daly H. E. Ecological economics and
sustainable development en C. Rossi y E. Tiezzi (eds.). Ecological Physical Chemistry.
Amsterdam. Elsevier, 1991. Tambin Daly H. E. The economic growth debate: what
some economists have learned but many have not en Journal of Environmental
Economics and Management, 14(4), 1987.
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es mayor. Los agentes econmicos que cuentan con mayores ingresos y riquezas
siempre estarn en capacidad de demandar ms que los que tienen menos; esto
significa que la mayor parte de los recursos mundiales, independientemente de su
origen geogrfico, va a las naciones y a los grupos ms ricos. El 26% de la poblacin
del planeta que vive en los pases industrializados consume, por ejemplo, el 80% de la
energa comercial mundial, el 79% del acero, el 86% de los dems metales y el 85%
del papel. Igualmente generan el 92% de todas las emisiones industriales de dixido
de carbono. Esa es la esencia del problema distributivo global que fue desatado por las
fuerzas de mercado, que por la mano invisible trajo la prosperidad para todos en el
pasado, segn Smith, y amenaza convertirse en un codo invisible que acarrea la ruina
general34.
3. Las clases de capital y el papel complementario del capital natural
Adems del problema de la escala y de la reconsideracin de las externalidades, la
discusin del tamao del subsistema econmico implica tambin tener que incorporar
en el anlisis las nuevas formas de capital y evaluaciones precisas respecto a la
cantidad del mismo. La economa ecolgica considera cuatro tipos de capital: el capital
de origen humano (human made) o fabricado (mquinas, factoras, edificios,
infraestructura), el capital natural, en el que han enfatizado muchos trabajos sobre la
economa ambiental, el capital humano, es decir la inversin en educacin, salud, etc.,
y el capital social (el capital institucional y cultural que constituye las bases para el
funcionamiento de una sociedad)35.
a) Respecto del capital human made, es obvio que los economistas localizan su
anlisis en esta primera categora que por lo dems es ms mensurable. Como se
sabe, gran parte de las teoras del desarrollo han hecho nfasis en el objetivo del
creciente stock de este tipo de capital ms que de cualquier otro. Por esta razn, las
discusiones sobre el desarrollo sostenible conducen directamente a examinar las
complementariedades con otras formas de capital.
b) El capital natural, esto es, el stock de los activos ambientales como el suelo, el
subsuelo, los minerales, los bosques, la atmsfera, el agua, etc., que provee un flujo
de recursos, servicios ambientales renovables y no renovables a travs del mercado o
sin el mercado. Este capital natural se ha movido de un mundo vaco a un mundo lleno
y la provisin de estos activos ha sido de creciente escasez. Por otra parte, los
servicios derivados del capital natural han sido ampliamente expandidos gracias al
capital creado, esto es, combinado con el capital human made y el capital humano,
como es el caso principalmente de la agricultura.
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Para un resumen del tema Harrison A. Introducing natural capital into the SNA en
Oradia 93, IICA, Vol. 6, No. 2, 1993.
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Alude, naturalmete, a la conocida obra de Hicks, Valor y capital (publicada por Fondo de
Cultura Econmica, Mxico.)
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reduccin neta del bienestar total), es el problema que introduce la consideracin del
desarrollo sostenible. De hecho, una porcin creciente del producto nacional refleja los
gastos defensivos que se hacen para protegerse de los efectos secundarios
indeseados; por otra parte, el rpido agotamiento del capital de recursos naturales que
se cuenta ahora como ingreso, no sirve ya a su propsito original de gua del
comportamiento de bienestar econmico. Reducir, por otra parte, la escala del
funcionamiento de la economa para hacerla ms consistente con la escala global,
tendra severos efectos sobre el estndar de vida. La fuente principal de oposicin al
ambientalismo ha sido sin duda la creencia de que proteger el medio ambiente
requiere cadas sustanciales del consumo y, por lo tanto, de la produccin y la cada en
general de los estndares de vida. Sin embargo, para los movimientos verdes esa
conclusin no es ms que una vacuidad espiritual correspondiente a la alienacin de la
sociedad de consumo43.
Los gastos en relacin con la proteccin del medio ambiente, as como el consumo de
ese medio ambiente, constituyen lo que puede describirse como la calidad de vida, que
suele utilizarse de manera imprecisa para denotar los aspectos menos tangibles,
menos materiales, de los estndares de vida. El hecho es que el nivel de vida que los
individuos no pueden consumir en forma privada empleando su ingreso disponible,
debe ser asegurado por el gasto pblico, que reduce los objetivos de crecimiento
econmico. En consecuencia, si tanto el ingreso disponible como la calidad de vida
estn subiendo o bajando, ser claro lo que le est pasando a los estndares de vida;
si, por el contrario, hay divergencia, la consecuencia ser incierta. Cmo lograr un
aumento del ingreso disponible de tipo hicksiano sin reducir la calidad de la vida (es
decir, sin disminuir el stock de recursos ambientales) es el reto de la poltica de
crecimiento sostenible44.
Por otra parte, como quiera que el gasto de recursos y el deterioro de la calidad de vida
que se afecta, no necesariamente derivan de la misma poblacin cuyo nivel de vida es
afectado, ello conlleva una consideracin adicional sobre el desarrollo sostenible. Esta
tiene que ver con la cuestin del nivel de la comunidad (global, nacional, local) en el
que se deber buscar esa meta; como quiera que la reposicin y la defensa del capital
natural concierne no solamente con las externalidades generalizadas, sino con el
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hecho de que esa reposicin no necesariamente tiene que hacerse en el lugar en que
se ha gastado. Por otra parte, el comercio internacional permite que un pas utilice la
capacidad ecolgica de otro pas y, por ende, que sea insostenible en aislamiento,
aunque como parte de un bloque comercial ms grande s pueda ser sostenible. El
comercio internacional, por supuesto, plantea de nuevo la cuestin de la
complementariedad frente a la sustituibilidad del capital natural y el de creacin
humana, como quiera que un pas aislado puede sustituir el capital natural con el
capital de creacin humana si puede importar los productos del capital natural (el flujo
de los recursos y servicios naturales) de otros pases que han conservado su capital
natural en mayor medida45.
Definido as, y con los elementos que acaban de sealarse, el desarrollo sostenible
implica la resolucin de un cierto nmero de interrogantes: en primer lugar, la cuestin
de las externalidades generalizadas. Vista en relacin con cada actividad econmica
individual, la degradacin del medio ambiente tal vez pudiera admitirse como un
subproducto si la externalidad fuera localizada, pero considerada respecto a la
economa en su conjunto, la descripcin de una externalidad como subproducto parece
equivocada. La degradacin ambiental es demasiado penetrante, ocurre en
demasiadas formas distintas, proviene de distintos sectores y vista a escala mundial, la
degradacin del medio ambiente parece ser uno de los principales productos (no
subproductos) de la actividad econmica industrializada, de manera que la nica
manera de tratarla adecuadamente es a travs de una concepcin globalizada.
En segundo lugar, la incorporacin de la incertidumbre desde el punto de vista de la
evaluacin del futuro. El hecho es que a medida que aumenta la escala de nuestras
exacciones del ecosistema y las nuevas inserciones de los deshechos al mismo,
deber aumentar tambin el cambio cualitativo inducido al ecosistema. Las
retroalimentaciones de estas modificaciones aceleradoras del ecosistema se
caracterizan por la sorpresa, la incertidumbre y la novedad y sobre ello ni la ciencia ni
la tecnologa pueden proporcionar respuestas seguras.
Finalmente, la cuestin que preocupa a los economistas tiene que ver con quin
asume los costos de la degradacin ambiental y su eventual correccin. El hecho es
que la sostenibilidad significa que el medio ambiente debe protegerse en tal condicin
y a tal grado, que las capacidades ambientales (la capacidad del medio ambiente de
desempear sus diversas funciones) se mantenga a lo largo del tiempo, como mnimo
a niveles suficientes para evitar la catstrofe futura y como mximo a niveles que les
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24
den a las futuras generaciones la oportunidad de disfrutar de una manera igual del
consumo ambiental46.
As, la magnitud de los costos y los esfuerzos por realizar dependen de la escogencia
que se haga entre una versin dbil o mnima de sostenibilidad, que consistira en
garantizarle a las generaciones futuras que no habr catstrofe ambiental, y una
versin fuerte o mxima que exigiera que a las futuras generaciones se les deje la
oportunidad de experimentar un nivel de consumo ambiental por lo menos igual al de la
presente generacin. Obviamente, la capacidad a la que se presenta la amenaza de
catstrofe es mucho ms baja que a la que se ha llegado actualmente. La
sostenibilidad mxima requerira mantener constante el nmero de rboles, la capa
vegetal, etc., en tanto que la versin mnima podra permitir todava una degradacin
bastante significativa47. El problema es que en un ambiente de incertidumbre, habida
cuenta de que los costos externos no slo son generalizados sino tambin de largo
plazo, no podramos estimar los efectos probables. Los costos de los depsitos de
deshechos txicos, las lluvias cidas y el efecto de invernadero se prolongarn
largamente en el futuro, y si bien los individuos pudieran descontar efectivamente los
valores futuros, tanto la mortalidad como la incertidumbre hacen que esa conducta sea
prudente a nivel individual, pero la comunidad a diferencia del individuo es semiinmortal, de modo que no puede descontar los valores futuros.
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25
Ehrlich, P. The limits to substitution: Meta-resource depletion and a new economicecological paradigm en Ecological Economics. No. 1, Vol. 1, 1989.
49
Agarwala A. Politics of environment en Centre for Science and environment, The State
of Indias' environment 1984. Nueva Delhi, 1985. Desde el ngulo latinoamericano, Cepal.
Antecedentes y propuestas para un desarrollo ambientalmente sustentable. Estrategia
internacional del desarrollo: algunas consideraciones desde la ptica de Amrica Latina
y el Caribe. Santiago de Chile, Cepal, 1990.
50
Goodland R.; H. Daly. The missing tools (for sustainability) en: C. Mungall y D. J.
McLaren (eds.). Planet under stress: The challenge of global change. Toronto, Oxford
University Press, 1990.
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27
En la cuentas noruegas, por ejemplo, stas se hallan clasificadas como recursos materiales
(no renovables, renovables y continuos) y recursos ambientales, aire, agua, suelo y
espacio.
53
Mac Neill J. Strategies for sustainable development en Scientific American. No.3, 1989.
28
54
Barnett H.; C. Morse. Scarcity and growth: the economics of natural resource
availability. Baltimore, M. D. Johns Hopkins University Press, 1983.
55
29
56
Vase Jacobs, Op. Cit., pg. 229 Tambin El Serafy S.; Lutz E. Environmental and
resource accounting: an overview en Oradia 93, IICA, Vol 6. No. 2. 1993, y Hueting R.
Correcting national income for environmental losses: Towards a practical solution en Y.
Ahmad.; S. El Serafy y E. Lutz (eds.). Environmental Accounting for Sustainable
Development. Washington D. C., Banco Mundial, 1989.
57
Para las mltiples regulaciones que pudieran establecerse, vase Lester Brown,
Christopher Flavin y Sandra Postel La salvacion del planeta. Buenos Aires, Ed.
Sudamericana, 1992.
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Ruttan, Op. Cit., pg. 13. Pero como advierten Reganold, et al., slo porque una granja
sea orgnica o alternativa, no significa que sea sustentable; para que una granja sea
sustentable, debe producir adecuados montos de alimentos de alta calidad, proteger sus
recursos y ser ambientalmente segura y rentable. Reganold J.; Papendick R.; Parr J.
Sustainable agriculture en Scientific American, junio de 1990.
68
69
Vase sobre todo Ruttan Op. Cit., y la sntesis final de la discusin contenida en Vosti S.;
Reardon T.; Von Urff W. Syntheses and Conclusions Issues 4 y 5 en Vosti, S.; Von
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35
sector. Como anotan Daly y Cobb, la teora econmica moderna creci con la
industrializacin y ha centrado su atencin en la produccin industrial. Su aplicacin a
la agricultura ha sido tarda, y sus efectos sobre la comunidad rural han sido adversos
las polticas derivadas de la teora actual operan en tres formas interrelacionadas: el
compromiso con la productividad, reduce la necesidad de los agricultores y despuebla
el rea rural; el compromiso con la maximizacin del beneficio, con precios que no
incluyen los costos sociales y ecolgicos, conduce a un uso insostenible de la tierra; el
compromiso con el libre comercio conduce a la produccin especializada para la
exportacin y sobre todo en los trpicos, a la incapacidad de los habitantes rurales
para alimentarse por s mismos70. De hecho, la recuperacin de una agricultura
sostenible implica mantener esos compromisos sin sus efectos, es decir, mantener la
productividad, la rentabilidad, y la produccin de exportables en condiciones de
competitividad.
En esta perspectiva es de particular inters el trade-off entre la promocin del
crecimiento agrcola y la degradacin ambiental, tanto en el corto como en el largo
plazo y desde el nivel global hasta el nivel local71.
En realidad, cuatro sistemas biolgicos (bosques, pastos, pesqueras y tierras de
cultivo) suministran todos los alimentos y una gran parte de las materias primas que
transforma la industria, con la notable excepcin de los minerales y de los
combustibles fsiles. Cada uno de estos sistemas se alimenta mediante fotosntesis.
De hecho, la fotosntesis es la moneda comn de los sistemas biolgicos, el patrn por
el cual se puede valorar su rendimiento y medir los cambios de su productividad, y la
prdida de fotosntesis terrestre (el 58% del total) resultado de la degradacin del
entorno natural, es lo que est socavando los fundamentos de la sostenibilidad en
muchos aspectos. El problema es que entre los lmites inminentes de los recursos est
el hecho de que la economa humana utiliza hoy en da, directa o indirectamente,
alrededor del 40% de la produccin primaria neta de la fotosntesis terrestre (la cifra se
reduce hasta el 25% si se incluye en ello los ocanos y otros ecosistemas
acuticos)72.
70
71
Gardner J. C.; Anderson V. L.; Schatz B. G.; Carr P. M.; Guldan S. J. Overview of
current sustainable agriculture research en Oradia 93, IICA, Vol. 6, No. 2, 1993.
72
Para una discusin con evidencias considerables, vase Pearce D.; A. Markandya.; E.
Barbier. Blueprint for a green economy. Londres, Earthscan Publications, 1989, y en L.
Brown, C. Flavin y S. Postel, Salvar la tierra, Op. Cit. y Peter M. V.; Cols. Human
appropiation of the products of photosynthesis BioScience, junio, 1986.
36
De los cuatro sistemas biolgicos, tres de ellos (bosques, pastos y pesca) son
esencialmente naturales. Su capacidad de sustentacin (el nivel de demanda que
pueden soportar) est en funcin de sus dimensiones y poder de regeneracin y en el
modo en el que se los administre, as como en funcin de otros factores naturales
(vientos, etc.) menos previsibles. Con los bosques, el efecto de las talas excesivas,
resulta extraordinariamente apreciable en la deforestacin. Se estima que slo 0.1% de
las explotaciones forestales tropicales se desarrollan sobre la base de una produccin
racional sostenida. Por otra parte, el 24% de la superficie terrestre est dedicado a
pastizales y se estima que los rebaos excesivamente numerosos han degradado,
segn clculos, un 73% de las tierras de pastos mundiales. Es reconocido que la
pesca excesiva condujo a la disminucin de las existencias, las capturas han declinado
y los precios subieron en lo que concierne a la pesca martima, mientras que la de
agua dulce est amenazada no slo por el exceso de capturas, sino tambin por la
lluvia cida.
Apenas ser necesario decir que dadas las escasas perspectivas con que cuentan las
tierras de cultivo para extender su superficie y atender las futuras necesidades de
alimento, la nica solucin consiste en incrementar la productividad del suelo agrcola
hoy existente y considerablemente degradado, sin contar con las dificultades de riego.
La superficie regada ha venido decayendo en un 6%, mientras que la superficie de
tierra de cultivo por persona descendi en un 40% desde 1950 hasta mediados del
decenio de los ochenta. En cuanto a la degradacin del suelo, la disminucin de la
productividad provocada por la erosin, la salinizacin y la desertificacin son slo
algunos de los muchos tpicos que pudieran incluirse aqu, y las estimaciones indican
que hemos sobrepasado la capacidad de regeneracin del suelo como fuente, porque
35% de los suelos estn ya degradados y esta cifra crece y se vuelve irreversible en
cualquier escala de tiempo relevante. De hecho, las tasas de prdida del suelo que
generalmente estn entre 10 y 100 toneladas por hectrea al ao, exceden por lo
menos en diez veces la tasa de formacin de suelo73.
Por lo que hace a la biodiversidad, las tasas de apropiacin de los hbitats silvestres y
de las extinciones de especies, son las ms rpidas que se han registrado en la
historia y estn acelerndose. El hbitat ms rico en especies del mundo, la selva
tropical, ya ha sido destruido en 55% y la tasa actual sobrepasa los 168.000 kilmetros
cuadrados por ao; los estimativos ms conservadores ponen la tasa en ms de 5.000
especies de nuestro banco gentico heredado que se extinguen de manera irreversible
73
Algunos indicadores relevantes del deterioro ecolgico se pueden ver en Postel Sandra;
Lori H. Reforesting the Earth Worldwatch Paper 83. World-Watch Institute,
Washington D. C., Abril, 1988, y en Sandra P.; Ryan J. C. Reforming forestry en Lester
R.C. Brown y Cols. State of the World, 1991. Nueva York, W. W. Norton & Co., 1991.
37
cada ao; los estimativos menos conservadores ponen la tasa en 150 mil especies por
ao74.
En sntesis, si la economa se concibiera como sostenible, empezara por preocuparse
principalmente por la agricultura y especficamente por la produccin de alimentos que
provienen en un 97% del suelo. Como se advierte, todas las formas de agricultura
involucran alteraciones en los sistemas ecolgicos. El reto, sin embargo, es el de lograr
un aceptable balance entre los beneficios de bienestar derivados de los usos
productivos de los recursos base, y los beneficios de la preservacin de su funcin
ecolgica, esto es, un balance determinado por las necesidades de la poblacin y sus
preferencias, de un lado, y la disponibilidad de alternativas por el otro.
Ser necesario, pues, un mayor nfasis del lado ecolgico del balance, para inclinar a
la sociedad a un incremento de la preferencia por la conservacin de los recursos. El
inters de largo plazo de la produccin agrcola, debe traducirse en un inters por la
riqueza de la biodiversidad, por los recursos del agua, etc., pero la evidencia emprica
reciente muestra que la agricultura moderna se ha orientado principalmente al dao
ecolgico, principalmente a travs de la destruccin de la biodiversidad, la degradacin
de los suelos y de los sistemas de agua, los cambios climticos, etc.
Con todo, una proposicin que se acepta ms o menos consensualmente, es que las
mayores consecuencias ambientales del crecimiento de la agricultura en los pases en
desarrollo, estn ms asociadas a la estructura de ese crecimiento que a las tasas del
mismo, que el camino del crecimiento estar menos en la expansin de las reas y
ms en la intensificacin de la productividad orientada a remover algunos de los tradeoffs entre el crecimiento de la produccin y la conservacin de los recursos.
De hecho, una reciente evaluacin del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo, PNUD, muestra con alarma las implicaciones del crecimiento: del total de
hectreas de cultivo, el 19% estn moderadamente degradadas y el 6% fuertemente
degradadas. En este ltimo caso, las funciones biticas estn destruidas y la prdida
de potencial productivo tiene un costo irreclamable. La mayor causa es la
deforestacin, seguida del mal manejo de las reas arables y en pastos. El ms
frecuente tipo de degradacin es la erosin por agua, seguida de la erosin provocada
por el viento. Hoy, 150 millones de hectreas estn qumicamente degradadas o
salinizadas por los pobres manejos del agua o por el fracaso en reemplazar los
nutrientes del suelo. Por lo que hace al agua, la agricultura irrigada ha crecido en 50%
en los ltimos 20 aos. El 10% aproximadamente est afectado por salinizacin y un
25% por otros efectos. En cuanto a la biodiversidad, el clima, la energa, etc., todas las
74
38
evaluaciones indican los enormes efectos sobre la calidad y cantidad de los recursos,
derivados de la estructura del crecimiento agrcola75.
Con todo, el crecimiento de la agricultura logrado a travs de tecnologas viables y
manejos apropiados de la tierra, no necesariamente conlleva consecuencias adversas
sobre el medio ambiente. El punto crtico pues, no es la velocidad del crecimiento, sino
los medios con los cules este crecimiento se logra, y el interrogante que importa es
cmo se logra una orientacin del crecimiento compatible con la conservacin de los
recursos.
2.2. Agricultura sostenible y polticas agrcolas
Algunas conclusiones del anlisis indicaran que, de hecho, el crecimiento de la
produccin agrcola no es incompatible necesariamente con la proteccin de los
recursos naturales, si este est basado en tecnologas que no exploten los recursos,
pero que hacen mximo el potencial biolgico de su uso. Para los pases
desarrollados, la implementacin de tecnologas ambientalmente ms seguras es en
especial una cuestin de poltica y de consenso entre grupos sociales. Estos pases
pueden, sin mayor costo econmico directo, remover los incentivos para la alta
especializacin y la produccin intensiva en insumos y combinar esa orientacin con
normas para proteger biotipos especficos y deterioros del suelo76. Para los pases en
desarrollo, las estrategias son mucho ms difciles de implementar, principalmente en
razn de la pobreza, porque las soluciones implican costos de ingreso, porque es lento
adoptar tecnologas sostenibles y porque implica sobre todo reducir la presin
poblacional77.
75
76
Vanse las alternativas para los pases desarrollados en Committee on the Role of
Alternative Farming Methods in Modern Production Agriculture. Board on Agriculture.
National Research Council, en Alternative Agriculture, Washington D. C., 1989.
Hanumatha Rao C. H.; Chopra K. The links between sustainable agriculture en Vosti,
S., Reardon, T. y Von Urff, W. Agricultural sustainability, growth, and poverty
alleviation: issues and policies. International Food Policy Research Institute. Feldafing,
Germany, Proceeding of the Conference held from 23 to 27 september, 1991.
77
39
Por otra parte, no es viable reorientar en funcin del desarrollo agrcola sostenible, las
polticas macroeconmicas que afectan los recursos naturales de manera directa o
indirecta a travs de los precios relativos. Por supuesto, los efectos ambientales tanto
de las polticas macroeconmicas como de las sectoriales, son complejos y amplios,
pero sera un avance importante que en materia de polticas agrcolas no debiera haber
una incondicional aplicacin de los precios correctos sin una suficiente garanta de
proteccin de los recursos naturales y de las prcticas que los protejan78.
Walter Goldschmidt, citado por Daly y Cobb, seala la ventaja que las polticas le han
dado a la agroindustria y anota: Las polticas gubernamentales y otras polticas
institucionales han favorecido al gran agricultor y han impulsado un proceso constante
de industrializacin y control corporativo. Las ms importantes de estas ventajas
especiales son: 1) Los programas de apoyo a la agricultura; 2) Las polticas tributarias;
3) Las polticas respecto de la mano de obra agrcola, y 4) La orientacin de la
investigacin del Departamento de Agricultura y de las universidades dotadas de
tierras79.
A su vez, Kirkpatrick Sale escribe en el mismo tono que los precios de garanta, los
arreglos de bancos de suelos, los pagos directos, los controles de las exportaciones,
los acuerdos de comercializacin, los fondos para investigacin y desarrollo
experimental, las condonaciones de impuestos, los pagos de ayuda para los desastres,
se han diseado durante ms de cuarenta aos sobre todo en beneficio de los
agricultores ms grandes, de ordinario corporativos. Estas polticas se han basado en
la creencia de que hay economas de escala en el tamao grande y la quiebra de
muchas granjas pequeas se toma como una prueba de que no son rentables. En esas
circunstancias, las polticas de los gobiernos chocan frontalmente con la
sustentabilidad (subvenciones para la construccin de carreteras, reducciones en el
costo de los regados, operaciones de venta de madera a bajo precio, subsidios
gubernamentales para adquirir pesticidas, en forma de exenciones fiscales y venta a
bajo costo por parte de distribuidores, etc.)80.
Al analizar las polticas de 9 pases en va de desarrollo (3 de Asia, 3 de Africa y 3 de
Amrica Latina), Robert Repetto, del Instituto de Recursos Mundiales en Washington
(WRI), verific que los subsidios para pesticidas, concedidos en los primeros aos del
decenio de los ochenta iban desde el 19% del costo al por menor, al 89%. En Egipto,
los subsidios equivalentes al 83% del costo de todos los pesticidas comprados al por
78
79
80
Sale K. Human Scale. New York, Cowan, McCown & Gesgheyon, 1986.
40
81
Repetto R. Creating incentives for sustainable forest development Ambio. 16. Nos. 2-3,
pgs. 94-99, 1987.
41
GASTO DEL
GOBIERNO
FISCAL
IMPUESTOS Y
SUBSIDIOS
MACRO
Crdito amarrado anlogo a
subsidios;
racionamiento
de
crditos y altas tasas de inters,
reducir la demanda, pero tambin
desestimular la inversin en
conservacin.
MONETARIA
TASA DE CAMBIO
42
INTERNACIO
NAL
COMERCIO
CONTROLES A
CAPITALES
CONTROLES DE
PRECIOS
Impuestos
a
exportacin
e
importacin y cuotas han tenido
efectos similares a la devaluacin
pero en determinados bienes;
puede alterar el retorno relativo a
los
productos ambientalmente
destructivos versus los benignos.
SECTORIA
L
IMPUESTOS Y
SUBSIDIOS
43
Fuente: Bishop, j.; Aylward, B.; Earbier, E. Guidelines for applying environmental
economics in developing countries. LEEC, Gatekeeper, London Environmental
Economics Centre, 1991, pgs. 91-102.
Citado por: Barbier E. Macroeconomic and sectoral policies, natural resources, and
sustainable growth. En: Vosti, S. y Von Urff, W. Agricultural sustainability, growth, and
poverty alleviation: issues and policies. International Food Policy Research Institute.
Proceeding of the Conference held from 23 to 27 september. 1991. in Feldafing,
Germany. Pg. 169.
De hecho, estudios elaborados por Kapistral y A. Kiker82 examinan la influencia de las
polticas macroeconmicas domsticas en la deforestacin tropical. Los anlisis
economtricos indican el papel que los altos precios agrcolas de exportacin y las
polticas de ajuste han tenido sobre la exportacin de productos del bosque. El anlisis
comparativo de 24 pases de Amrica Latina, as como un estudio de Burguesse que
examina todos los pases de bosque tropical, confirman la importancia relativa de la
poltica macroeconmica e internacional para la expansin de la frontera agrcola y, por
lo tanto, para la deforestacin tropical83.
Por lo que hace a las polticas sectoriales, muchas evidencias muestran que los
precios de los productos agrcolas no tienen mayores efectos sobre el nivel agregado
de produccin en muchos pases, pero que los precios relativos son altamente
significativos y pueden ser un criterio para asignar mejor la tierra. De hecho, un estudio
reciente sobre Tailandia muestra los complejos vnculos entre las cosechas agrcolas,
los beneficios relativos de diferentes cultivos y la demanda por tierras, de modo que el
incremento de tierra cultivada en los aos recientes, se ha producido por la va de
convertir tierras boscosas. En cuanto a los precios de los insumos agrcolas, apenas
ser necesario decir que los precios subsidiados (irrigacin, pesticidas, fertilizantes,
crdito, etc.) pueden conducir a la excesiva degradacin. El mantenimiento de precios
de insumos bajos a travs de subsidios, puede estimular la adopcin y expansin de la
82
83
44
85
45
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88
46
90
91
47
prcticas de monocultivo y para maximizar la tierra de cultivo. Por otra parte, los
beneficios de la sostenibilidad en el largo plazo pueden no ser evidentes para aquellos
agricultores con cosechas transitorias o que tienen crditos anuales y que requieren
por lo tanto los rendimientos correspondientes. Adicionalmente, hay poca informacin
disponible sobre las prcticas sostenibles para los agricultores.
Por otra parte, aunque existen de manera creciente normas para la agricultura
sostenible, no hay una correspondencia en trminos financieros y los recursos dirigidos
a la agricultura sostenible parecen ser muy pequeos con relacin al total92. As, para
la adopcin de una agricultura sostenible no requiere solo de los aspectos que tienen
que ver con las tcnicas de produccin, sino tambin con aspectos legales,
regulatorios y financieros, particularmente lo que toca con la reorientacin de polticas
en trminos de objetivos, gastos, subsidios, precios, etc., para poder ampliar el
espectro de posibilidades de las tecnologas de agricultura sostenibles93.
En todo caso, pudieran definirse dos objetivos generales para la agricultura sostenible,
reducir el gasto de los recursos originales o aumentar la eficiencia de estos recursos.
Para ello, es necesario definir polticas, en primer lugar, para los recursos renovables,
es decir, incrementos en la productividad de especies de recursos renovables
vegetales de ms rpido crecimiento o de mayor productividad, y cambios en las
tcnicas de produccin agrcola, por ejemplo, mtodos modernos de irrigacin y
mecanizacin, mayor cuidado en la tala de rboles, etc.
Finalmente, polticas para reducir la contaminacin. En el campo de la agricultura, ello
implicara cambios en los procesos de produccin, reduccin del desperdicio generado
en la produccin, incremento del volumen de reciclaje de materiales, reducciones del
monto de energa empleada en la produccin, cambio por el uso de fuentes continuas
(renovables y energa), la sustitucin de produccin mecnica por mano de obra y la
reduccin en los recursos usados en distribucin (empaques, transporte, etc.), as
como cambios en los productos que incluyen reduccin en el tamao de los bienes,
incrementos en la durabilidad de los mismos, reduccin de la energa requerida para el
uso de estos bienes, la produccin de artculos ms biodegradables o mejoras en la
calidad de los productos94.
92
93
Dobbs T. L.; Smolik J. D.; Mends, C. On-farm research comparing conventional and
low-input sustainable agriculture systems in the northern great plains en Oradia 93, Loc
Cit.
94
48
Sin duda, el margen de maniobra que tiene cada gobierno para mejorar los problemas
ambientales desde la perspectiva de su propio pas o desde la perspectiva de los
sectores, es un margen relativamente reducido, porque la carga principal de la
economa ecolgica descansa sobre las externalidades generalizadas que son
bsicamente de carcter global.
En esta ltima perspectiva, la reorientacin de las polticas de sostenibilidad supone
reconocer que las polticas actuales no funcionan, que el medio ambiente y la
sostenibilidad son un problema crucial en el cual los numerosos problemas no pueden
tratarse de manera separada ni a travs de soluciones independientes; reconocer,
adems, que la mayora de los problemas que enfrenta la humanidad estn
interconectados y, en efecto, tienen una causa comn, y admitir que los seres
humanos pueden tener todava un futuro viable para ellos mismos y para sus
descendientes. Por supuesto, apelar a reconocimientos como stos, significa en
esencia apelar a los individuos en su calidad de ciudadanos, para crear una economa
sostenible y no a su papel de consumidores a los que se insta a cambiar sus
preferencias95.
Desde una perspectiva nacional, los gobiernos pueden tomar las medidas econmicas
necesarias, pero es slo a travs del sistema poltico y del poder del sistema electoral
como se podr adoptar el objetivo de sostenibilidad con un propsito colectivo. Ms
aun, es slo si las personas votan por la sostenibilidad como un objetivo poltico como
los gobiernos ganan la autoridad necesaria para imponer sobre la accin individual la
restricciones colectivas necesarias para la proteccin del medio ambiente. En
definitiva, ms que una lgica econmica inscrita en la racionalidad individual, la
sostenibilidad es un problema de lgica poltica inscrita en la racionalidad colectiva. Por
supuesto, la apelacin a los intereses polticos de la gente para obtener la
sostenibilidad slo es un aspecto del problema. Tambin se trata de alterar los
patrones de pensamiento y de expectativas cultivadas por muchas generaciones, es
decir, transitar desde el crecimiento del consumo o el crecimiento en la escala de la
economa, hacia un desarrollo de naturaleza distinta, manteniendo la escala de la
economa a la par de la capacidades de regeneracin y asimilacin de los sistemas
que soportan la vida a nivel global96.
95
96
49
La otra cara del problema poltico de la sostenibilidad tiene que ver esencialmente con
las consecuencias de la modificacin de los estndares de vida. De hecho, como anota
Jacobs, esta poltica siempre camina sobre el filo de la navaja; si las medidas de
proteccin ambiental conducen a una disminucin del gasto de recursos ms rpido
que la reduccin de la demanda de esos recursos, o que los cambios tecnolgicos
para soportar la expansin de la oferta, se percibir un descenso de la calidad de vida.
Por otra parte, si restringimos el ritmo de la oferta a la tasa a la que disminuye la
demanda, y sta es demasiado lenta, corremos el riesgo de una catstrofe ambiental.
Permanecer en el equilibrio seguramente requerir tanta destreza poltica como
criterios econmicos diseados con cuidado97. De hecho, las polticas tienen que
mejorar de manera notable la calidad de la vida, al menos lo suficiente para que la
gente valore ms las mejoras que las prdidas de ingreso disponible requeridas para
pagarlas. Tambin debe generar productos nuevos, que no sean mejores slo por el
medio ambiente, sino que puedan ser ms altamente valorados por otras razones, y
tercero, tienen que conducir a cambios en los modelos de consumo que la gente llegue
a considerar por lo menos no peores que los reemplazados. Se trata, bsicamente, de
mantener el concepto de calidad de vida como un criterio esencial de bienestar.
Naturalmente, los defensores individuales de una escala de la economa que sea
apropiada en relacin con el ecosistema, pueden estar entre quienes han aprendido a
pensar en trminos de la biosfera, pero no hay grupos sociales cuyos intereses
econmicos obvios los llevan a buscar procedimientos para las restriccin de la escala
de la economa; por lo tanto, no hay ms remedio que tratar de generar una discusin
pblica de carcter poltico respecto de la escala de la economa, para poder
demostrar convincentemente los mritos de la escala apropiada, sobre todo entre
quienes creen que el mundo fsico y sus lmites son irrelevantes para la economa y
que las restricciones pueden resolverse mediante la tecnologa. Si puede romperse el
aislamiento de las discusiones de la economa frente a las de la fsica, la qumica y la
biologa, se volver innegable la necesidad de considerar la escala. Incluso, un
rompimiento de la separacin existente entre la macroeconoma y la microeconoma,
podra ayudar mucho a la demostracin de la importancia de la escala, y podra
demostrarse que la degradacin ambiental deriva de las escala de la economa en
general y no slo de errores de distribucin o de asignacin que puedan corregirse
mediante mecanismos de mercado o mediante reducciones de la escala en el sentido
microeconmico98.
98
Buttel, F. H. Knowledge production, ideology, and sustainability in the social and natural
sciences Paper presented at the Conference on Varieties of Sustainability. May 10-12.
Adiomary (CA), 1991
50
Una vez especificados los elementos de los que ha de ocuparse una economa poltica
de la sostenibilidad, habr que decir que es necesario fortalecer enormemente de parte
de los pases, el capital institucional y generar una organizacin para el desarrollo
sustentable.
La Cepal ha sugerido la necesidad de vincular el capital institucional con el capital
natural, considerando los siguientes elementos: la estructura de incentivos, la
organizacin del desarrollo, la gestin de la economa, el rol del Estado y del sector
privado y la participacin de las comunidades. Ya nos hemos referido parcialmente a
esos elementos; apenas sera necesario anotar que la organizacin del desarrollo
determina la sustentabilidad desde dos ngulos: la capacidad para disear polticas y
la capacidad para ejecutarlas. En esa perspectiva, es necesario ampliar las fronteras
tradicionales de las instituciones vinculadas al desarrollo y pensar que la separacin
sectorial de la actividad econmica es, desde el punto de vista institucional, una forma
muy forzada y restringida de enfrentar los sistemas ecolgicos; de hecho, la
inadecuada definicin de la responsabilidades intragubernamentales en materias de
gestin de recursos naturales y proteccin ambiental, es una realidad que se presenta
una y otra vez en los pases; las competencias se superponen de manera sistemtica,
ya que la mayora de la distribuciones gubernamentales de responsabilidad, estn
organizadas sobre una base funcional sectorial y raramente se establecen vnculos
horizontales entre ellas.
Es necesario insistir en los cambios institucionales y en el establecimiento de
instituciones con la flexibilidad suficiente para tratar el desarrollo sostenible. Desde el
punto de vista ambiental, muchas instituciones existentes han fragmentado mandatos y
polticas y casi nunca han usado de manera ptima las fuerzas de mercado y las
externas al mercado para resolver los problemas ambientales. Las instituciones han
tardado en responder a la informacin y a los cambios de valores, por ejemplo a las
amenazas contra la biodiversidad o a los cambio rpidos en las tecnologas de
comunicacin99.
Finalmente, muchas instituciones no comparten ni distribuyen de manera libre la
informacin, no proporcionan acceso pblico a la toma de decisiones y no le ponen
demasiada atencin a determinar y a representar las necesidades de sus localidades.
Estructuras institucionales menos burocrticas, ms flexibles, ms homogneas
pueden ser por lo tanto ms eficientes y efectivas100. En cualquier, caso el
fortalecimiento eficiente de las instituciones para la gestin ambiental sustentable
requiere un proceso que comprende varias etapas: a) el aumento sustantivo de la
99
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51
102
52
103
104
Daly H. E. The economic growth debate: what some economits have learned but many
have not Journal of Environmental Economics and Management, No.14, Vol. 4, 1987.
53
APNDICE
DEFINICIONES SOBRE AGRICULTURA SOSTENIBLE
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