Hombres de Otra Clase
Hombres de Otra Clase
Hombres de Otra Clase
Cuando leo acerca de las hazaas de los santos del Antiguo Testamento, mi corazn arde.
Estos santos estaban tan cargados por la causa del nombre de Dios, que hicieron poderosas
obras.
Aquellos santos de antao eran como rocas en su negativa en ir delante sin una palabra de
Dios.
Y ellos lloraron y gimieron a veces por das por la condicin descarriada de su casa.
Ellos se negaban a comer, beber o lavar sus cuerpos.
Ellos arrancaban mechones de pelos de su cuero cabelludo y sus barbas.
El profeta Jeremas inclusive se recost de costado en las calles de Jerusaln por 365 das,
continuamente advirtiendo del juicio venidero de Dios.
Me pregunto De dnde estos santos obtuvieron la autoridad espiritual y la fuerza para hacer
todo lo que ellos hicieron? Ellos eran hombres de una clase diferente, siervos de un tipo
totalmente diferente de aquellos que nosotros vemos en la iglesia hoy.
Simplemente no me puedo identificar con ellos y su andar.
As que, Fueron estos santos una raza especial? Eran superhombres, con un destino
predeterminado, dotados con poderes sobrenaturales desconocidos para nuestra generacin?
De ninguna manera. La Biblia declara enfticamente que nuestros piadosos ancestros eran
personas como t y yo; sujetas a las mismas pasiones de la carne (vea Santiago 5:17). El
hecho es que, sus ejemplos nos revelan un patrn a seguir. Estos hombres posean algo en
sus caracteres que causaba que Dios pusiera su mano sobre ellos. Por eso Dios los escogi
para cumplir sus propsitos. Y l nos insta a buscar la misma calidad de carcter hoy.
Estoy inquieto por otra diferencia entre estos hombres del pasado y la mayora de los
cristianos de hoy.
Finalmente, lo que ms me inquieta es que nosotros poseemos algo que aquellos hombres
santos no poseyeron. En estos ltimos das, el Seor ha derramado sobre nosotros el don del
Espritu Santo. Por lo tanto, nuestra generacin tiene acceso a ms poder ayudador y dones
celestiales que nunca. En resumen, nos ha dado todo lo que necesitamos para levantarnos
como hombres de otra clase. Y Dios est llamando a tales siervos a salir y ser apartados.
La pregunta para nosotros es, Por qu Dios toc y ungi a estos hombres en particular tan
poderosamente? Por qu sus ministerios fueron capaces de cambiar los destinos de
naciones enteras? La Biblia revela como estos hombres de otra clase se hicieron tan
embelesados con el Seor y con su causa. Y esto expone como sus sendas pueden ser
seguidas por cualquier siervo de Dios.
1. Esdras fue un hombre de Dios
que despert a toda su nacin.
La Escritura dice que Esdras fue un hombre que tena la mano de Dios sobre l. Esdras
testifico, Y yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre m, (Esdras 7:28). En otras
palabras, Dios extendi su mano, envolviendo a Esdras y lo hizo un hombre diferente.
Qu separo a Esdras de los otros? Qu hizo que el Seor pusiera su mano en este
hombre, y le diera cargo sobre 50,000 personas para reedificar la ciudad cada de
Jerusaln?
Esdras haba preparado su corazn para inquirir la ley de Jehov y para cumplirla
(Esdras 7:10). Es simple: Esdras hizo una decisin consciente. l determina por
encima de todo escudriar la Palabra de Dios y obedecer
Mucho antes que Dios pusiera su mano sobre Esdras, este hombre era diligente
en escudriar las Escrituras. l permiti ser examinado, lavado por ella y limpiado de
toda inmundicia de cuerpo y de espritu. Como resultado, Dios vio en Esdras a un
hombre que estaba saturado de la Palabra. Esdras tena hambre de las Escrituras y se
regocijaba en ellas.
Una vez que el pueblo llego a Jerusaln, Esdras fue usado por Dios
para traer un arrepentimiento profundo y radical. Bendijo entonces
Esdras a Jehov, Dios grande. Y todo el pueblo respondi: Amen!
Amn Alzando sus manos (Nehemas 8:6).
Esdras luego ley la Palabra de Dios al pueblo y Todo el pueblo
lloraba oyendo las palabras de la ley (8:9). Sin embargo, tan
pronto como el pueblo se haba arrepentido, Esdras, les insto a
regocijarse. Dijeron a todo el pueblo no os entristezcis ni
lloris no os entristezcis; porque el gozo de Jehov es
CONCLUSIN: