PRÓLOGO
PRÓLOGO
PRÓLOGO
Torres, Melody
EL POZO
Mi hermano Alberto cay al pozo cuando tena cinco aos.
Fue una de esas tragedias familiares que slo alivian el tiempo y la circunstancia de la
familia numerosa.
Veinte aos despus mi hermano Eloy sacaba agua un da de aquel pozo al que nadie
jams haba vuelto a asomarse.
En el caldero descubri una pequea botella con un papel en el interior.
"Este es un mundo como otro cualquiera", deca el mensaje.
Luis Mateo Dez
EL DRAMA DEL DESENCANTADO
El drama del desencantado que se arroj a la calle desde el dcimo piso, y a medida que caa iba viendo a
travs de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeas tragedias domsticas, los amores furtivos,
los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no haban llegado nunca hasta la escalera comn, de
modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle haba cambiado por completo su
concepcin del mundo, y haba llegado a la conclusin de que aquella vida que abandonaba para siempre
por la puerta falsa vala la pena de ser vivida.
Gabriel Garca Mrquez
LA EXTRANJERA
Se han apoyado en la baranda del faro. Han llegado hasta aqu sin miedo.
Atrados por el amor al vrtigo. Guiados por una flecha insolente de la noche. Ella mira hacia abajo. El
mar la deslumbra. Olas hinchadas como venas patean su rabia contra la muralla de rocas. l le pide:
mame.
Ella no responde. Es joven y cierra los ojos como si estuviera viviendo muchas muertes. Ella teme saltar.
l le reclama: Bsame. La luz del faro indaga por las cosas perdidas y los encuentra a ellos. Amantes de
las sombras son el blanco del silencio. Ella quiere saltar porque en su garganta tiene un nudo de
reproches. Como l no pregunta, tampoco ella le responde. Su pasado es un mapa deshecho. Viene de un
pas hundido. No resulta fcil decir lo que se piensa. Y ella piensa demasiado. Ahora abre los ojos para
ver el naufragio de su alma. l la abraza como si quisiera desnudar su rabia. Ella le pide: Mtame.
Nuria Amat
Aniquilacin
Es posible horrorizarse ante la aparicin de la madre muerta?
Aquella tarde, fusionada con el gento en plena Gran Va madrilea, ella
avanzaba de espaldas, entre la gente. Estatura infantil, con un extrao
camisn blanco. De improviso gir bruscamente y observ su rostro infecto,
inyectado con una maldad sobrenatural. Me miraba fijamente, se rea. Ca al
suelo de la impresin, como un fardo.
En la clnica me informaron de un sbito desvanecimiento atribuido a una
bajada de tensin.
Han pasado tres meses. Yo siempre am a mi madre. Era el paradigma de la
bondad.
Es en una tarde esplndida, calurosa y radiante de luz. En el jardn de mi
casa campestre aparece bruscamente tras el tronco de un rbol. Su cara es
odiosa, su mirada inexplicable, ms all del mal. No sonre.
Soy incapaz de expresar lo horrible de la imagen. Sus ojos me transmiten
una sensacin de perdicin, desesperanza, aniquilamiento total. Me
informan que voy a morir y su perversidad estar eternamente, s,
eternamente destruyndome sin final. Para siempre, sin escape
Logro relatar todo esto en la grabadora de mi IPod. Se me nubla la vista. No
puedo narrar el horror que contemplo
Carlos Chacn Ramiro
La crislida
Una negligencia de Lara propici la muerte de su hijo. Se deshizo de todo lo
que se lo recordara menos, sin saber por qu, del compaero de juegos de
PUNTO DE VISTA
Cuando ca en la cuenta de que nadie poda verme ni orme el corazn me dio un vuelco. Intent
en vano tocar a los viandantes, descubriendo que atravesaba gente, muros, todo. Aterrado, pens
que haba muerto de un infarto repentino, y que me haba visto condenado a vagar por el mundo
como un espectro errante... Pronto me di cuenta de que la verdad era mucho menos terrible: no
era yo el muerto sino todos vosotros, pobres fantasmas insustanciales.
Annimo
MS ALL
No tena muy claro si haba llegado al cielo o al infierno: no vea ngeles, demonios ni de hecho
nada ms que gente corriente realizando acciones cotidianas. Me dirig a una pareja que estaba
sentada en un banco, charlando. Perdonen dije en voz baja- Tal vez podran indicarme... No
estoy seguro de si mi comportamiento en vida me ha hecho merecedor del paraso o si en
cambio... En fin, ya me entienden, no? Dnde estamos? Mientras hablaba no pude evitar
darme cuenta de que el hombre pareca muy desgraciado, dirase que al borde del llanto,
mientras que la mujer estaba sonriente y aparentemente muy feliz. El hombre me contest con
voz grave: Es fcil de entender, aunque tan cruel... Esta mujer me amaba sinceramente, con
todo su corazn, pero yo la ignoraba porque ya estaba casado y quera tiernamente a mi esposa.
En vida comet mltiples actos de maldad, y tras morir mi castigo fue permanecer toda la
eternidad junto a esta mujer, separado por siempre de mi adorada esposa. Yo estoy en el
infierno, y.... Y yo estoy en el cielo le interrumpi la mujer, radiante l es mi ngel y yo
soy su demonio. Busca a tu acompaante, recin muerto, y sabrs sin duda a dnde has ido a
parar.
Annimo
En el final
El Todopoderoso se apareci ante el ltimo de sus fieles, que agonizaba en solitario sobre su
lecho de muerte.
Tras una breve conversacin filosfica, en la que ambos se achacaron los males acaecidos a la
humanidad, y por ende, a todas las criaturas que habitaban en el planeta tierra el hombre
exhal un ltimo suspiro sonriendo, pues fue consciente al fin de su supremaca.
Annimo
II
En plena reunin de trabajo, el empleado se tir por la ventana, ante las miradas espantadas de
sus colegas. Uno de ellos alcanzo a sujetarlo de una mano, haciendo un esfuerzo descomunal,
pues el hombre gozaba de una corpulencia impresionante. El suicida se iz lo suficiente como
para morder la mano que lo sostena y deslizarse definitivamente hacia el vaco. El colega,
ofendido, no dudo en seguirle el paso.
Iman Tanouti
LA MUERTE
Se toma un caf mientras nacemos, lee el diario mientras crecemos, se come una galleta
mientras nos graduamos, se emociona cuando nos enamoramos, se aburre cuando nos hundimos
en la rutina diaria, se toma otro caf cuando nos reproducimos, sus dedos empiezan a
tamborilear cuando nos sale la primera arruga y all es cuando se levanta de su silla y sacude su
tnica porque ya en este punto se ha cansado de esperar y al ver que no vamos haca ella, se
dispone a venir por nosotros con paso lento, pero seguro.
HELDER AMOS
Torres, Melody.