Noemi Beneito El Bebe Hipotonico

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El beb hipotnico

Noem Beneito

Profesora Especializada en Pedagoga Teraputica.


Licenciada en Psicomotricidad.
Distribuido por Pikler-Lczy Euskal Herriko elkartea
por cortesa de la autora

El objeto de esta presentacin es el de compartir algunas de nuestras experiencias y


constataciones en el campo del Acompaamiento del Desarrollo Infantil desde la prctica y
desde la formacin de Psicomotricistas y Especialistas en A.T.D.I. Con todo el equipo de
trabajo e investigacin intentamos entender el rol que juegan el cuerpo y la tonicidad en la
construccin del psiquismo y de qu manera como padres, educadores y terapeutas
participamos e influenciamos sobre este proceso, cules son nuestras posibilidades y lmites y
tambin cules son los riesgos de determinadas intervenciones.
Hemos observado que se pone ms atencin en la pauta de desarrollo neuromotor a la que ha
arribado un nio, pero menos en la forma en la que sta se ha logrado, los medios puestos en
marcha para ello y el costo que muchas veces esto supone.
Consecuentemente se presta menos atencin, (y esto a pesar de la cantidad de literatura que
existe), al comienzo de la vida psquica del beb, pareciera que el lactante est reducido a su
motricidad, y si esta es pobre el acento sobre ella es mayor an.
Algunos medios, refuerzan teoras que sostienen que es necesario y suficiente amar a un nio
para que todo se desarrolle bien y afirman que la madre posee un conocimiento innato de
aquello que es beneficioso para su hijo. Sostengo que las actividades de maternaje no
responden a conocimientos innatos o instintivos, sino que responden a pautas sociales
aprendidas: el chupete, el paseo para que duerma, el golpecito sobre la espalda, el juego de la
manita,todas ellas seran algunas costumbres transmitidas generacionalmente, pero dadas
por necesarias y tiles.
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Es por ello que buscamos desarrollar un sistema de interacciones que equilibre, que ponga en
evidencia lo que sucede en el campo motor, el campo psquico, y en el de las influencias
sociales ya que nuestra funcin desde el Acompaamiento es ayudar a los adultos a realizar
una lectura ms ajustada de las demandas infantiles para poder acordar acciones.
Sostenemos que dejar reducido lo mental a una funcin del cerebro y lo corporal al acto
fisiolgico puro, separado del querer y el poder, el desear y el necesitar es organizar falsos
sistemas de intervencin, dado que un individuo es y se constituye en relacin a un otro en una
sociedad determinada que lo determina.
Es que es posible plantearse un pensamiento que surja de la nada? Sera posible un
pensamiento sin huellas de contactos, de manipulaciones, de roces y caricias? Cules seran
las sensaciones y movimientos que hacen posible el acceso a la representacin?
Nuestra funcin es pensar desde la prctica en una aproximacin global que nos permita
establecer una relacin entre estas entidades, fsica, psquica y social que a su vez no nos deje
caer en un reduccionismo ni idealista ni mecanicista. Pretendemos pensar en la constitucin de
un sujeto que es a la vez orgnico, psquico y social. Dice Henri Wallon: el nio es
conciencia, es Sistema Nervioso y es existencia social, pero el individuo es ms que el
bagaje que recibe de la sociedad. Slo podremos explicar a nuestro sujeto de estudio
integrando los datos que nos brinda la biologa y la sociologa para explicar la
formacin y la existencia de ese algo particular que es la conciencia humana y
contina: es en la persona donde se unen lo orgnico y lo social y es a partir de estas
relaciones nicas y propias que surge la conciencia.
En un artculo publicado en 1992 (La Hamaca N 2,) con Myrtha Chokler formulbamos una
serie de interrogantes acerca del beb hipotnico:
- .qu siente y qu expresa este beb con sus movimientos lentos...sacudido por salvas
tnico-motrices..?
- "...o aqul que lucha con la fuerza de gravedad en tanto que aplastado sobre el lecho sus
manos no le sirven para alcanzar el objeto deseado?
- "o aquel que claudica impotente, estupefacto y pasivo frente a situaciones que le
sobrevienen y no puede manejar...?
- ".o finalmente aquel que no puede construir el gesto esperado...frente a la mirada
impaciente, angustiada o falsamente complaciente del adulto...?
En esas preguntas condensbamos ya nuestro pensamiento que iba dirigido a la construccin
del sujeto psquico y no al sujeto motor exclusivamente, si es que esto es posible.
Estos aos de experiencia han enriquecido alguno de aquellos principios, me han permitido
depurar elementos de la tcnica. Contino sosteniendo estas preguntas e intento afinar la
propuesta de lo que entiendo es el verdadero Acompaamiento del Desarrollo Infantil.
Pregunto:
Cmo se constituye un sujeto que tiene determinada caracterstica biolgica que

lo deja a merced de los adultos y que no puede resistir a cierto tipo de


manipulaciones?
Cules son los esfuerzos y compensaciones que debe desplegar para satisfacer a

ese otro del que depende casi totalmente?


Cul es el resultado de un abordaje educativo o teraputico parcelario?
Qu sucede cuando un beb ha podido desplegar la mayor autonoma posible?
Es indiferente aquello que suceda en su entorno?

Sabemos que desde el nacimiento, y sobre todo en las primeras etapas de vida, la motricidad
es la nica posibilidad que tiene un nio de mostrarse, expresarse y compartir su vida psquica.
En realidad, durante las primeras etapas, las funciones motrices y psquicas se encuentran
indiferenciadas .El es su psiquismo en accin.
Todos los niveles de organizacin, las imgenes que percibe, las tensiones corporales, las
sensaciones, aquello que lo calma o lo que lo altera, son percibidas desde una globalidad
compleja.
No tiene claros cules son los lmites o las fronteras entre l y el afuera, entre EL y el OTRO.
Sin embargo no significa que todo en este comienzo de la vida sea absolutamente confuso:
percibe, distingue de manera primaria las sensaciones agradables de las desagradables,
disfruta de los momentos de distensin, se incomoda ante las agresiones del medio externo,
tales como los ruidos, las movilizaciones exageradas o las demandas y reclamos a los que no
puede responder.
Es as que cuando un beb llora de hambre, las tensiones que tiene en su vientre estn
rpidamente asociadas a dolor psquico, la angustia que siente es un dolor psicocorporal.
Como adultos hemos tenido la experiencia de sentir la garganta cerrada, el pulso acelerado,
alteraciones en la respiracin o en el color de la piel. Sucede lo mismo en el beb, con el
agravante de que l no tiene demasiadas posibilidades para solucionar por si mismo esa
situacin que lo angustia .El no tiene los medios para ir a buscar su comida o para llamar a un
amigo por telfono.
El llanto, los gritos, las gesticulaciones son su nica forma de expresin. Su posibilidad de
encontrar calma, depende en gran parte y de manera muy importante de la presencia del otro y
de la capacidad de decodificacin que posea.
Las interacciones con el adulto le permiten la disolucin de esta angustia psicocorporal, si es
que podemos llamarla as.
Pero por otra parte sabemos, que si nadie llega a solucionar este conflicto, el beb puede por si
mismo encontrar la forma de apaciguarse y calmarse: se hamaca, succiona en el aire, golpea
rtmicamente su cabeza, finalmente se duerme, pero el sufrimiento y el registro de la NO ayuda
permanece como un nudo compacto en su interior. (No voy a referirme pues es conocido por
todos el fenmeno de hospitalismo., pero si bien no corresponde a este trabajo, no puedo dejar
de mencionarlo)
Esto permite plantearnos un elemento base de nuestra prctica:
- Que las interacciones con un adulto, especial y determinado, son fundantes de la
organizacin psquica de un sujeto, y NO cualquier adulto y que tambin dependen del
estado tnico de ese adulto, de su historia psicoafectiva y de sus modelos de
aprendizaje: frente al llanto de un nio unas mams se sienten tranquilas porque
suponen que de esa manera tonifica sus pulmones otras se sienten absolutamente
angustiadas, no permiten ningn tipo de expresin emocional, se anteponen a ellas,
anticipan respuestas sin esperar las seales, otras pueden calmarlo, poner palabras a
aquello que perciben del nio y reasegurarlo de su presencia.
- Si nos referimos al estado tnico del adulto es porque sostenemos que si bien el beb
se encuentra en un estado de no mucha diferenciacin entre l y el otro, puede vivir las
situaciones y absorber como una esponja las tensiones o distensiones que el medio le
propone. De ah que
todo nio estar directamente condicionado por las
manifestaciones corporales y lingsticas de aquel que lo cuida.
Para poder salir de esta primera etapa de simbiosis primaria, para crecer y para ser una
persona que piensa y siente, el beb tiene que transitar un largo perodo de diferenciacin, de
organizacin de categoras, de seriacin de las sensaciones que l va a probar y esta actividad

psicotnica es dependiente de las capacidades propias del beb y de lo que est sucediendo a
su alrededor.
Es necesario que l pueda desplegar y distinguir al mximo este conocimiento innato de
aquello que es agradable de lo que es desagradable. Es necesario que pueda complejizarlo y
mostrarlo segn el grado de empata y comprensin de lo que le est rodeando y para esto, l
cuenta con un elemento fisiolgico que lo conectar con si mismo y con el afuera: el tono
muscular.
EL TONO MUSCULAR
El tono existe en forma autnoma como el signo de vida de un msculo, el tono es la
sensibilidad de un msculo a su propio estiramiento, podemos explicar su mecanismo a partir
de los rganos receptores, los rganos de Golgi, los haces neuromusculares, las
motoneuronas y por la accin de los centros nerviosos supramedulares, la formacin reticular y
el ncleo rojo. La reaccin tnica de un msculo es en principio la prueba de que el sistema
nervioso funciona. El tono est ligado a la postura y la mmica y se ubica como un sistema
intermediario de comunicacin emocional antes que con el movimiento.
Segn Wallon las emociones son una formacin de origen postural que tienen como sustento al
tono muscular. Ajuriaguerra ampla este concepto y en el ao 1976 agrega: el rol del estado
tnico es extremadamente importante en la organizacin de la personalidad. La emocin es la
prueba de que la relacin existe y tiene una propiedad curiosa y nica que es la de ligar
aparatos diversos, afectos, mmicas, posturas y modificaciones hormonales. Es a partir de esta
organizacin tnica y motriz que aparecen las seales emocionales que son las que van a
permitir y sostener la comprensin que el adulto lleva a cabo de la expresin motriz de su beb.
El tono nos propone una forma de comunicacin a travs de una realidad visual y tctil. Las
actitudes, la forma del cuerpo en el espacio nos imponen una visin del estado tnico del otro
y nos ponen en un estado afectivo particular. La tonicidad del otro se ve y se siente. La
tonicidad est ligada a los afectos a travs de las sensaciones. Son estos los tres elementos
que participan en la funcin semitica del sistema emocional y este sistema liga dos funciones,
sobre las que iremos trabajando:
Cuadro 1

1.
2.

una funcin de ORIENTACION que relaciona con el propio cuerpo


una funcin SOCIAL que tiene por objeto la comunicacin.

O sea existe una misma funcin que relaciona el adentro con el afuera. Si el sistema emocional
es el sistema director de la conducta relacional, la tonicidad acta organizando la funcin
motriz. Las capacidades posturales, prensiles y el desplazamiento se encuentran en estrecha
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relacin y dependencia con la actividad de relacin, con la dialctica de la comunicacin, con la


base del pensamiento representativo, origen de las estructuras neurolingsticas superiores.
La emocin es un conjunto de reacciones endocrinas, metablicas, cambios respiratorios y
circulatorios, gasto energtico. Promueve la actividad, obstaculiza los automatismos, prepara la
actitud, que de esta manera convierte a la emocin en un acto expresivo: es en este punto
donde lo social se injerta en lo orgnico.
Lo que caracteriza a la especie humana es que puede mutar sus reacciones puramente
fisiolgicas en una forma de expresin y esto no se debe slo a aspectos instintivos sino a las
condiciones de existencia: desde el nacimiento, desde el principio somos un OTRO porque
tenemos a ese UNO que nos sostiene y casi como nica especie permanecemos largo tiempo
dependiendo de esos UNOS en lo que se refiere a la ms elemental supervivencia.
Por lo tanto, es all en ese interjuego de necesidad-satisfaccin donde se desarrolla la
emocin convertida en medio de expresin y participacin en la vida de los otros y en aquellas
situaciones que le conciernen.
Esto nos muestra la continuidad, la unidad entre lo orgnico y lo psquico No se trata de dos
entidades que haya que estudiar por separado para ponerlas luego de acuerdo se expresan
simultneamente en todos los niveles de la evolucin mediante las acciones y reacciones de,
con y sobre el medio.
Todo gesto iniciado por el beb suscita respuestas en el medio, es all cuando este nio
puede comenzar a establecer relaciones y asociaciones y a ligar situaciones.
El medio es el complemento indispensable al ser vivo, al principio responde a sus necesidades
puramente fisiolgicas, pero Cul es la distancia hacia las psicolgicas?
El recin nacido no tiene como condicin nica de desarrollo su constitucin biolgica, sino que
puede ser transformado casi por completo en determinadas condiciones de existencia, y estas
determinadas condiciones siempre estn relacionadas con el medio humano que es quien lo
provee no slo de la mayor cantidad de estmulos, sino que se constituye en definitivo y
decisivo en su constitucin psquica.
Herederos del pensamiento walloniano consideramos al nio un ser social desde el
nacimiento, modelado por el medio, organiza sus esfuerzos y actividad hacia l como
casi nica forma de lograr ayuda y solucin a sus necesidades
...Las primeras
relaciones utilitarias del nio no son relaciones con el mundo fsico... son relaciones
humanas... ( Henri Wallon, 1947)
Y esto nos lleva a sostener que en las primeras etapas del desarrollo el sujeto no tiene
necesidad de los objetos del mundo externo, no necesita una estimulacin exteroceptiva
diferenciada-analtica, que lo abra al exterior, sino que este proceso se lleva a cabo a partir de
las sensaciones internas propio e interoceptivas que se ponen en marcha a partir de la
insatisfaccin, y que el otro al satisfacerlo puede hacer desaparecer.
Esto tiene como consecuencia:
1. poner en relacin las series:

mundo interno-mundo externo

necesidad-satisfaccin
placer-displacer
afuera-adentro
tensin-distensin
yo-otro
activo-pasivo
2. evidenciar que para que se logre el placer interno, es ineludible la presencia o ausencia
del otro, es en la bsqueda de satisfaccin que se promueve la accin sobre el afuera.

Estos registros intrasubjetivos son los que provocan las transformaciones tanto del adentro
como del afuera: esto es desarrollo.
Las primeras percepciones del lactante son difusas, son de origen propioceptivo. Las seales
provenientes de la madre actan sobre su sensibilidad profunda. Es a travs de los cuidados,
de la saciedad, de la completud, que el lactante puede acceder al estadio preobjetal, durante el
cual el rostro humano comienza a ser productor de la sonrisa. Melanie Klein insiste en la
existencia primaria de un yo ms organizado que el freudiano y sostiene que existe desde el
nacimiento una profunda tendencia a la integracin de los objetos parciales que l puede
percibir. Si en funcin de factores internos y externos, las buenas experiencias se imponen a
las desagradables, el YO adquiere mayor confianza integrando el objeto total, el adulto, y
comienza a situarse en relacin a l. En la misma medida en que ese adulto se convierte en
una persona total para l, el beb tambin comienza a ser un YO total: la integracin del
objeto y del yo corren parejas.
Winnicott deca en 1969 el beb no existe sino en funcin de los cuidados maternos con
los que forma una totalidad, una unidad. Es el adulto el que se adapta a las necesidades
del nio, las conoce y busca responder a ellas. Es aquel que permite crear en el beb la
ilusin de que es l el creador de esa realidad exterior.
Estos cuidados deben tener como caractersticas:
- continuidad: de las personas y las acciones
- fiabilidad: que permite al beb prever el comportamiento del adulto.
- adaptabilidad: a las necesidades crecientes y cambiantes del beb.
Cuadro 2

Desde los primeros das de vida, lo que es percibido es el tipo y la tcnica del maternaje, as
como el contorno de la madre, su sonrisa, su olor, el ritmo de su respiracin, la forma de
tomarlo, sostenerlo y dejarlo.
Es a partir de esas primeras relaciones del placer de la completud y el dolor del hambre y la
soledad, as como del tiempo en brazos del que calma o por el contrario el tiempo en
manos de aquel que insiste en estimulaciones y movilizaciones que alteran y
desconciertan que el beb podr comenzar a realizar las primeras asociaciones,
comparaciones, diferenciaciones y oposiciones. Podr realizar sntesis de formas, volmenes,
lneas y cavidades que ms adelante le permitirn adaptarse a los objetos externos.
El beb necesita recibir estimulaciones, necesita recibir informaciones, de esto no tenemos
ninguna duda, pero la clasificacin de ellos slo podr hacerse a partir de aquellos elementos
innatos que posee y a los ritmos tnicos ligados a la presencia-ausencia del adulto significante.
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Todo anlisis que realice tendr un costado afectivo-emocional, que le permitir servirse de
una cosa para poder llegar a la representacin de otra.
Estamos hablando de la posibilidad de un nio de convertir en pensamiento aquellas
experiencias que fueron vividas y sentidas y que l gradualmente puede comprender partiendo
del potencial biolgico y las representaciones que va creando en el curso de sus experiencias
tnico-afectivas.
Cuadro 3

El riesgo que se corre es que el nio no pueda integrar las informaciones recibidas si es que
encuentra un displacer demasiado importante, tanto que supere el nivel de tolerancia que
presenta a las estimulaciones.
Un beb que llora demasiado tiempo compara las sensaciones profundas de dureza y tensin
internas, orgnicas, con las salvas tnicas de respuesta muscular exigidas. No podra
relacionar ritmos internos con los movimientos externos que en esas circunstancias no
responden a sus necesidades ni son creacin de l. No hay relacin entre lo sentido y lo
que se le hace hacer, por lo tanto no hay posibilidad de representacin.
Si en ese estado de tensin, la madre aparece y lo calma, el beb puede establecer los ritmos
tensin/insatisfaccin - distensin / satisfaccin, puede relacionar lo interno, las
sensaciones orgnicas con la calma, la distensin que provienen de la relacin: este es el
momento de elaboracin psquica de los estados fsicos, de la toma de conciencia de si y del
otro.
Pero Que pasa cuando es sometido a largos perodos de tensin ? Qu pasa cuando es su
adulto significante el que lo somete a ello? Sostenemos que la variedad de relaciones e
interacciones con el adulto garantiza la afectividad del beb y permite la complejizacin de los
anlisis sensoriales.
EL MOVIMIENTO
Hasta aqu hemos hablado del tono y su relacin con el campo emocional, pero en realidad la
funcin tnica es la que prepara la actividad motriz fsica, es el teln de fondo donde se
construyen las actitudes y los movimientos(Henri Wallon). Tanto Andr Thomas como
Ajuriaguerra insisten en el papel del tono permanente en toda actividad motriz: es el punto de
partida de toda actividad esttica o cintica y Paillard agrega: la tonicidad permanente
toma el valor de una autntica acomodacin plstica del rgano muscular. Siempre
presente, prepara, orienta y sostiene la eficacia del movimiento, asegurndole su
plasticidad.

Cuadro 4

Por lo tanto, cuando hablamos de motricidad: de qu motricidad hablamos?


Porque existira oposicin entre postura y movimiento, aunque no puede pensarse en una
postura sin movimiento y tampoco dejar de aceptar que el movimiento correcto se realiza a
partir de la postura que lo sostiene. Sin embargo, esta oposicin puede ser rica si
consideramos a la postura como un estado estable, un estado de equilibrio y al movimiento
como a la prdida de l y a su bsqueda inmediata.
Debemos pensar que en la organizacin de estas dos series intervienen factores
constitucionales y medioambientales: todo sujeto construye una serie de posturas de base que
son aquellas que le permiten el mximo de equilibrio y control de su propio cuerpo, y es a partir
de ellas que despliega el tipo de movimientos que puede permitirse sin que la postura de base
se altere fundamentalmente y ponga en riesgo su estabilidad y seguridad interna.
Partimos por lo tanto del principio de que existe un tiempo postural diferente para cada
estructura tnica, y el beb hipotnico debe ser respetado en sus tiempos y posibilidades.
Esto no significa sentarse y esperar, significa un hacer diferente. En este hacer insistimos en
las cuatro R , tres que menciona Chantal de Truchis, a la que agregamos una cuarta:
Rutinas.
Ritmos.
Rituales.
Regulacin de estmulos.

Y en la puesta en marcha de ello insistimos con los rituales


complemento en la complejizacin de la accin.

por su caracterstica de

Todos los estmulos que se ejercen sobre un nio deben ser recibidos, conducidos, orientados
y coordinados de manera de constituirse en el proceso de integracin que permitir el pasaje
de lo pulsional a lo relacional .Las necesidades parciales son satisfechas por objetos
determinados y adecuados: el hambre por el alimento, la sed por el lquido, etc. Pero junto a
esto, existen necesidades globales que exigen sea tomado en cuenta todo el sistema
psicomotor, porque su objetivo ms amplio son la comunicacin y la expresin.
Es necesario que el adulto cree un contexto de comunicacin que d sentido a las sensaciones
del lactante y le confirmen los datos de lo vivido profundamente. Las rutinas diarias, el ritmo de
las manipulaciones sobre el cuerpo del nio, la organizacin de los rituales, permiten la
creacin de sistemas de anticipacin y participacin en las actividades. Todo esto se realiza
sobre un fondo tnico-emocional que permite llegar a la palabra, pues sta sera la continuidad
de un aprendizaje relacional que comenz en el nacimiento.

Si el adulto llega demasiado rpido a satisfacer una demanda, o demora en exceso, o no


escucha las seales de desagrado, el nio entra en estado de confusin en el que no puede
diferenciar necesidad y estado afectivo. Pero adems si recordamos que la tonicidad es un
elemento lmite entre el afuera y el adentro, entre lo fisiolgico sentido y la relacin vivida:
Qu sucede con el beb hipotnico? y con el beb hipertnico?
Cmo se aseguran esos bebs una primera diferenciacin entre sensaciones afectos y
representaciones?
Cmo pueden jugar los lmites estrechos entre su hiper e hipotona?
El beb hipertnico tal vez pueda defenderse rpidamente de las agresiones externas, tal vez
pueda asociar mas rpidamente que su sistema tnico es un medio de comunicacin.
Las diferencias tnicas del eje y los miembros permiten al beb normo tnico encontrar
determinados sistemas relacionales a partir de los movimientos que puede desplegar, pero el
beb con un alto grado de hipotona, vive una extrema indefensin junto a sentimientos de
impotencia que lo llevan rpidamente a la claudicacin de sus seales cuando se encuentra
demasiado tiempo sometido a la fuerza de gravedad y las manipulaciones del otro. Pero
adems su pasividad es rechazada y a l no se le permiten vivir los perodos de actividadpasividad necesarios para que pueda, a su ritmo, evolucionar hacia la actividad voluntaria.
Su eje es generalmente vivido como algo doloroso, diferente, que no le permite el
enderezamiento activo.
La tonicidad del raquis debe permitir la toma de conciencia y el equilibrio entre flexores y
extensores. Para esto es necesario el contacto con una superficie dura y slida que facilite
esta oposicin, que favorezca los pasajes de decbito dorsal a decbito ventral, favoreciendo
los estiramientos, contracciones y torsiones que desencadenarn en posturas en flexin.
Estas posturas en flexin son las nicas que permiten los encadenamientos posturales:
ninguna postura se construye desde la extensin, y al principio, toda postura debe realizarse
desde la menor lucha contra la gravedad. Esta no lucha permite que el beb destine su
organizacin tnica residual a actividades de comunicacin.
La espalda, el tronco, son zonas de gran soporte afectivo, por lo tanto, la posibilidad de apoyo
en las superficies duras y el sostn por los adultos, sern lo nico y mejor que podemos
proporcionarle a un beb de estas caractersticas.
Insistir en la organizacin tnica a partir de acciones externas y del aumento y crecimiento de
dificultades en relacin con la gravedad y el peso de los objetos, consigue separar y dividir las
direcciones internas y externas del tono, logrando incidir en las formas de comunicacin.
La experiencia nos muestra nios que aparecen como hiperactivos reactivos, con movimientos
rpidos proximales, que no pueden llegar a los objetos con la mano abierta lo necesario, sino
con todos los dedos desplegados y cerrndolos sobre ellos con un golpe o sacudida. Son el
resultado de una sobrecarga de excitacin que no les permite organizar rtmicamente el freno,
la medida y la velocidad de cada movimiento.
El exceso de estimulacin, la falta de reconocimiento y de admiracin a sus verdaderas
posibilidades motrices conduce al nio a ponerse en situacin de vigilancia y de bsqueda
ansiosa de gratificaciones y de satisfacciones: son bebs que buscan constantemente la
mirada del adulto, el aplauso y los vivas desordenados. No pueden hacer cosas por ellos, sino
para los otros.
Stechler y Latz en 1966 hablaban de un comportamiento de atencin forzada que proviene
del exceso de tensin. Esta obligacin de hipertonicidad desemboca muchas veces en
irritacin y provoca disminucin en los esquemas sensoriomotores de accin propios de la
edad.

La primera seal de alarma comienza con la apertura de la boca: son bebs que presentan los
labios constantemente separados, permitiendo a la lengua asomar entre ellos. Esto es debido a
la tensin del labio superior, que a posteriori asegura un encadenamiento de trastornos:
respiratorios, deglutorios, articulatorios.
Podramos pensar en los nios con Sindrome de Down y la protrusin lingual? Pero sin
referirnos especficamente a los nios con determinadas disfunciones, hoy da es comn
encontrar a otros sin problemas, pero que son respiradores bucales.
El aumento de la hipertona del tronco, acta sobre los miembros en un efecto centrfugo que
no permite organizar esquemas de base. Puede presentarse una profunda necesidad de
movimiento y vibraciones que hacen aparecer a estos nios como lanzados a la accin, sin
que aparentemente puedan detenerse en el aspecto placentero, comunicativo y constructivo de
ella. Pueden aparecer gestos bizarros, incoordinacin, estereotipias, brusquedad, marcha en
puntas de pie, etc.
He encontrado muchos nios diagnosticados como sindrome atencional en edad escolar,
antiguos hipotnicos estimulados, que recurren al golpe, al roce sobre la piel, a los apretones
de sus compaeros a los contactos exagerados. Esto me ha hecho pensar que estos nios no
pudieron relacionarse correctamente con su actividad tnica y necesitan extraer del exterior
aquello que les da pruebas sensibles de su identidad. Son nios hipervigilantes con prevalencia
de la actividad de defensa y paraexcitacin sobre las de intercambio y comunicacin, y esto
resulta una especie de trampa tnica que bloquea las relaciones del adentro con el afuera y
viceversa y exige que el sujeto est permanentemente en estado de tensin e hiperactividad
frente a los estmulos internos y externos.
El holding y el handling, el juego de sostn y mantenimiento ser lo que le permita al nio
coordinar sensaciones, afectos, movimientos y representaciones.
Cuadro 5

El juego sensorial que implican todas las actividades compartidas con un adulto significante y la
posibilidad de desplegar su motricidad autnoma sern el soporte primario de la integracin
psicomotriz
El estudio de la tonicidad y de sus representaciones nos advertirn acerca de los sufrimientos
precoces del cuerpo, de la imposibilidad de separar lo tnico de lo afectivo y nos alertarn
acerca de que cada conducta motriz, por mnima que resulte es un llamado a la comunicacin,
no puede ser slo utilitaria. Cada seal motora del beb es parte de las premisas del lenguaje,
esto significa ni mas ni menos que debemos valorizar la comunicacin emocional que es la que
organiza la musculatura y la tonicidad.

10

El beb humano no se contenta con reaccionar: ACTA. Una actividad catica puede ser tan
grave como la falta de estmulos. Igualmente una sobreestimulacin por adiestramiento ignora
la responsabilidad del nio y sus reacciones, frena la va del descubrimiento del mundo y de las
cosas y disminuye su caracterstica esencial, es decir su propia actividad voluntaria y
comunicacional. El cuerpo encuentra su independencia cuando sus reacciones arcaicas
desaparecen, cuando desaparece el predominio del grasping y de imantacin de la mirada, es
all cuando buscar por si mismo las aferencias tctiles y cenestsicas que lo relacionen con el
afuera y pueda dominar los objetos. Slo as este cuerpo ser capaz de encontrar sus placeres
y desarrollar la capacidad de manejar las distancias y proximidades.
Nos preguntamos qu es y cmo es la vida de un beb que ha sido cuidado en funcin del
placer, de aquello que ama hacer y de jugar con sus propias responsabilidades y en cuanto
difiere de la vida de aquel otro que lo ha sido en funcin de lo bien o mal hecho, de lo que
debera o tendra que lograr en determinado momento y espacio de tiempo. Es solamente en el
ejercicio de sus posibilidades que un nio lograr ser un sujeto sano a quien en un futuro se le
podrn solicitar esfuerzos a los que l consentir libremente slo por el placer de su decisin y
tambin del querer vivir mejor.
Dice Monique Pinol Duriez el beb es actuado y activo no un simple receptor de estmulos.
Si cada interaccin est convenientemente dosificada en el tiempo, en el momento y en la
relacin con el otro pero adems con la postura correcta, permitir la instauracin de aquello
que Angelergues describe como: La confianza sostenida en la existencia real de algo
indestructible y esto es la conciencia del si mismo. Esto es tambin lo que le hizo decir a
Winnicott: que el beb tiene la capacidad de sentir que la vida es real y que vale la pena
ser vivida..
Y este debe ser nuestro objetivo, ayudar a que un nio viva la vida con el placer de ser y de
compartir con otros aquello que realmente es: una persona total.

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Bibliografa:
- Beneito, Noem: El acompaamiento del Desarrollo. Las ideas de Emmi Pikler.
- Beneito, Noem: Todo empieza por la espaldaJornadas Entre educacin y salud del
Instituto Domingo Cabred. Crdoba. 2007.
- Chokler,M., Beneito,N. -El beb hipotnico. Qu estimulacin, para qu y cmo? - Revista
La Hamaca N 9. Bs.As. 1998 (Reedicin Rev. La Hamaca N 2).
- Chantal de Truchis. El Despertar al Mundo de tu Beb. Edicin ONIRO.
- Pikler Emmi. -Importancia del movimiento en el desarrollo de la persona. Revista La
Hamaca N 9. Bs. As. 1998.
- Robert-Ouvray,S. Integration
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Motrice

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Psychique.

Hommes

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- Vila Ignasi. Introduccin a la obra de H.Wallon. - Edit. Anthropos. Barcelona. 1986.


- Wallon.H. - Importancia del movimiento en el desarrollo psicolgico del nio Revista
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- Winnicott, D.- Escritos de Pediatra y Psicoanlisis. Paidos- 1999.
- Zazzo,R. Psicologa y Marxismo. - Pablo del Ro. Edit. Madrid. 1976.
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