Libertad de Expresion y Derecho A La Informacion PDF
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LA LIBERTAD DE EXPRESIN
Libertad de expresin
La libertad de expresin es el derecho a hacer pblico, a transmitir, a difundir y a exteriorizar un
conjunto de ideas, opiniones, crticas, imgenes, creencias, etc., a travs de cualquier medio:
oralmente, mediante smbolos y gestos, en forma escrita, a travs de la radio, el cine, el teatro, la
televisin, etc.
Debemos asimilar los cambios y formas de expresin existentes en la actualidad que no eran
conocidos por el constituyente histrico, y, acudiendo a los principios sobre libertad (que desde el
Prembulo contiene la Constitucin), podemos sin duda arribar a la conclusin de que nuestra
Carta Magna protege la libertad de expresin en todas sus formas, independientemente del medio
o soporte tcnico que se utilice para su expresin o exteriorizacin.
Libertad de pensamiento
El pensamiento es la actividad intelectual del ser humano consistente en el ejercicio de la facultad
del espritu que le permite concebir, percibir, razonar, deducir o inferir conclusiones para arribar,
consciente o inconscientemente, al conocimiento de un objeto material o inmaterial determinado.
Se trata de un acto creativo y reflexivo de la inteligencia humana, esencialmente individual. Su
anlisis corresponde a la psicologa y a la psiquiatra, y su exteriorizacin, o su secreto, es una
facultad inalienable de la persona.
Se podr restringir la exteriorizacin del pensamiento social o culturalmente, y aun jurdicamente,
cuando esta exteriorizacin tenga la potencialidad de daar a otro. Tambin se podr imponer
cierto tipo de requisitos para la manifestacin social de la actividad intelectual del hombre, pero
no se podr evitar que, en lo ms ntimo de su ser, subsista la libertad de pensar. Es tambin, por
ahora, una imposibilidad fctica (no existe ningn aparato capaz de leer el pensamiento o los
sueos).
No puede decirse que el hombre sea titular de un derecho a la libertad de pensamiento. Ese
derecho aparecer solamente cuando el pensamiento se exteriorice, o sea, cuando se exprese y
sea conocido o pueda ser conocido por terceros. Lo que permanece en el fuero interno de los
hombres slo a ellos pertenece.
Relacionado con la libertad de pensamiento, encontramos otro aspecto de la intimidad del ser
humano. Se trata del contenido de la libertad religiosa, conocido tambin con el nombre de
b) En cuanto al material protegido por la prohibicin de censura previa, nos inclinamos por una
amplia interpretacin que incluye, adems de la prensa escrita, ideas, opiniones, informes,
imgenes, publicidad, chistes o programas humorsticos, etc.
Censura previa y responsabilidades ulteriores
De lo hasta aqu expresado, podramos concluir diciendo que no es censura, en principio, todo lo
que responsabiliza despus de que la expresin se exterioriza, aunque debemos interpretar
restrictivamente esta afirmacin, ya que, en ocasiones, an el control posterior puede convertirse
en una forma de restriccin para el futuro del ejercicio de la libertad de expresin.
A veces, en los hechos, resulta difcil determinar si esta responsabilidad ulterior pueda ser de tanta
gravedad que, sutilmente, llegue a constituir, en realidad, una de las formas ms peligrosas de
censura por su carcter silencioso: la censura indirecta, que es aquella asumida por el propio
sujeto informador (periodista, editor, propietario del medio, etc.), quien, de esta forma, evitar l
mismo la propagacin de ciertas informaciones por temor al castigo posterior. Esta conducta
pondra seriamente en peligro el ejercicio del derecho a expresar las ideas y pensamientos por la
prensa.
La censura indirecta y la autocensura
Las clsicas formas de censura han sido ampliadas por el ingenio del hombre, resultando menos
explcitas pero no por ello menos peligrosas, por ejemplo: monopolio de los medios de
comunicacin y/o prohibicin de crear nuevos, exigencias de caucin o coberturas por
responsabilidades ulteriores, restricciones en cuanto al uso de ciertas tecnologas, presiones
impositivas, medidas fiscales discriminatorias, trabas para la produccin o importacin de
elementos necesarios para el funcionamiento o modernizacin de ciertos medios de
comunicacin, etc.
Esto ya fue advertido por Nicols Maquiavelo, quien, aconsejando a su rey sobre diversos mtodos
para alcanzar y mantenerse en el poder absoluto del Estado, deca:
es preciso que, en el caso de que haya escritores lo bastante osados como para atreverse a escribir
obras en contra del gobierno, no encuentren a nadie que se las edite. Los efectos de esta
intimidacin saludable restablecern una censura indirecta que el gobierno no podra ejercer por
s mismo, a causa del desprestigio en que ha cado esta medida preventiva [...]70
Cuando en el ambiente sociopoltico se dan condiciones represivas, persecutorias u hostiles, que
amedrenten a la gente y les signifiquen una amenaza de sanciones o riesgos de muy variada
ndole, la libertad de expresin queda cohibida indirectamente. Hay en ello una lesin que
responsabiliza a quienes crean y fomentan el clima social desfavorable.
Proteccin de la niez: otro lmite razonable
La imposibilidad de afectar una publicacin una vez efectuada no inhibe, en cambio, las medidas
razonables de proteccin de la moral pblica, el orden pblico, etc., ni la punicin de los delitos
cometidos por medio de la prensa.
Interpretamos que tampoco constituyen actos de censura las normas que con carcter general
sancionan la violacin a ciertas prohibiciones, como las que impiden informar la identidad de
menores que son autores o vctimas de presuntos delitos o hacer apologa del odio racial, del
antisemitismo, etc.
Este es sin dudas un tema muy delicado, por la importancia de ambos derechos en conflicto en
estos casos, y por lo irreparable que podra resultar el dao, si se equivoca el camino para su
solucin. En efecto, creemos que la libertad de expresin es uno de los pilares de la democracia
que todos debemos respetar y proteger, pero estamos convencidos de que el derecho a publicar
noticias e ideas por la prensa, como todos los otros derechos tutelados por el ordenamiento
jurdico, debe ejercerse de un modo regular, sin vulnerar los derechos de terceros, que tambin
cuentan con proteccin legal, especialmente cuando estos terceros resultan merecedores de una
tutela especial, como es el caso de los menores de edad.
En este delicado equilibrio no nos pronunciamos por establecer una jerarqua a priori de los
derechos, sino por determinar su prioridad en cada caso concreto. Sin embargo, en lo que a la
proteccin de la niez se refiere, no perjudicara a ningn propagador de ideas impregnar su tarea
de una cuota de cautela. No hablamos de autocensura.
Visto desde la perspectiva de quienes tienen como tarea, como vocacin, o aun como negocio, la
expresin de ideas o noticias por medio de la prensa (diarios, radio, televisin, etc.), no creemos
que sea tan grave requerir a estas personas que incluyan en el ejercicio de su profesin reglas de
buen gusto, de respeto por los derechos de terceros y, especialmente, por la niez, sin sentir (o
alegar) que su derecho est siendo coartado, o limitado abusivamente contrariando las
disposiciones constitucionales que prevn su proteccin.
Creemos que es posible producir artculos informativos o la ilustracin de noticias con
innumerables recursos literarios o grficos sin incurrir en la necesidad de violentar los derechos de
terceros, especialmente si esos terceros son tan indefensos como los menores de edad, para
lograr una finalidad de tipo comercial, que es la que seguramente prima al momento de vender los
ejemplares o captar el pblico consumidor.
Adems, desde el punto de vista de la inmensa mayora de personas que reciben la informacin,
como apunta un destacado jurista, la identidad de quien aparece vinculado a una noticia
periodstica suele ser, la mayora de las veces, irrelevante. Si se habla del crimen de una menor
violada en determinada localidad o del caso de un nio que aparece maltratado, abandonado o
abusado por sus padres o maestros, importa al lector o al televidente conocer la verdadera
identidad del sujeto de la noticia? Coincidimos en que la divulgacin de la identidad, adems de
ser innecesaria, resulta generadora de un dao importante para las personas involucradas, cuya
reparacin en ocasiones resulta imposible; puede y debe evitarse, sin que la libertad de prensa
resulte lesionada.
DERECHO A LA INFORMACIN
Derecho a la informacin. Algunos antecedentes
El llamado derecho a la informacin guarda relacin estrecha con otros derechos considerados
como inherentes a la personalidad del hombre, como la libertad de opinin, de expresin y de
prensa, objeto de tratamiento en el presente trabajo. Pero estos conceptos no son sinnimos
entre s, ni mucho menos equivalen al derecho a la informacin, en la medida en que este es ms
amplio y resulta de un proceso de evolucin histrica y jurdica de escasa difusin en nuestro
medio. En su obra La clusula de la conciencia, el acadmico espaol Desantes Guanter efecta un
anlisis de las etapas por las que atraviesa el hombre respecto de la libertad y la informacin,
segn quienes tuvieran legtimo acceso al ejercicio de tal libertad:
1) La del sujeto empresario, propia del constitucionalismo del siglo XIX y caracterizada como
aquella en la que slo accedan al ejercicio de la libertad de prensa quienes contaban con los
recursos materiales para tener sus propios medios, en esos tiempos los grficos; de all el
concepto de prensa. Constituira la libertad para el empresario, es decir, la persona que rige y
controla la organizacin informativa.
Lo limitado de este concepto es visible, ya que el reconocimiento de tal derecho hace que resulten
sus beneficiarios un pequeo porcentaje de habitantes. Esta etapa fue muy bien caracterizada por
William P. Hamilton, editor del Wall Street Journal, en 1908 cuando expres: Un diario es una
empresa privada que no debe absolutamente nada a un pblico que no tiene sobre ella ningn
derecho y no est afectada por ningn inters pblico. Es propiedad exclusiva de su dueo, que
vende un producto manufacturado por su cuenta y riesgo.
2) La etapa del sujeto profesional, que surgira a principios del siglo XX, con las primeras
sociedades de redactores y el reconocimiento de sus derechos. Es la etapa histrica de los
estatutos, entre los cuales se pueden mencionar los de los periodistas franceses e ingleses. En esta
etapa comienzan a sealarse ciertas facultades de aquellos que trabajan en empresas informativas
y que dedican sus esfuerzos a la bsqueda y la transmisin de la informacin.
3) La del sujeto universal sealable en el tiempo a partir de mediados del siglo XX (Declaracin
Universal de los Derechos del Hombre de 1948 y el Decreto Inter Mirfica del Concilio Vaticano II
son ejes fundamentales de este concepto) en la que se reconocen los derechos a investigar, recibir
y difundir informaciones y opiniones a todos los seres humanos por su sola condicin de tales.
Observamos que en el desarrollo de los hechos histricos, inicialmente, el derecho a la
informacin es reconocido nicamente a quienes cumplen un rol de produccin o emisin de la
informacin, ya sean los profesionales periodistas o los propietarios de los medios de
comunicacin, mientras que, finalmente, se llega a reconocer jurdica e institucionalmente las
mismas faculta-des a quienes reciben los datos o las noticias sistematizados y publicados por
empresarios y periodistas, los destinatarios, el pblico, la audiencia, los ciudadanos que compran y
leen peridicos o revistas, escuchan radio o ven televisin. Los consumidores son quienes tambin
tendrn que exigir veracidad y responsabilidad a quienes ejercen el derecho de informacin en su
faz activa.
Contenido del derecho a la informacin
El concepto del derecho a la informacin es de naturaleza compleja por encerrar una gama de
facultades y obligaciones tanto para quien produce y emite la informacin cuanto para quien la
recibe, reconoce y resemantiza.
El Dr. Damin Loreti sintetiza una posible enumeracin de las facultades que le competen a cada
uno de los sujetos. En relacin con el informador, tiene derecho a:
-No ser censurado en forma explcita o encubierta.
-Investigar informaciones u opiniones.
-Publicar o emitir informaciones u opiniones.
-Contar con los instrumentos tcnicos que le permitan hacerlo.
-Indemnidad del mensaje, a no ser interferido.
-Acceder a las fuentes.
-Secreto profesional y reserva de las fuentes.
-Clusula de conciencia.
En relacin con el informado, tiene derecho a:
-Recibir informaciones u opiniones.
-Seleccionar los medios y la informacin a recibir.
-Ser informado verazmente.
-Preservar su honra e intimidad.
-Requerir la imposicin de responsabilidades legales.
-Rectificacin o respuesta.
Debemos aclarar que con el rtulo de informado no pretendemos decir que el sujeto que recibe
informaciones lo hace como un mero agente pasivo de la relacin informativa. Sera asimilable a
los trminos propios de las materias pedaggicas utilizados por Paulo Freire: educador y