Meditación Del Papa Ante El Santísimo

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Meditacin del Papa ante el Santsimo

Meditacin de Benedicto XVI ante el Santsimo Sacramento el domingo


14 de septiembre de 2008:
Seor Jess, ests aqu.
Y vosotros, hermanos, hermanas, amigos mos.
Estis aqu, conmigo, ante l.
Seor, hace dos mil aos, aceptaste subir a una Cruz de infamia para resucitar
despus y permanecer siempre con nosotros, tus hermanos, tus hermanas.
Y vosotros, hermanos, hermanas, amigos mos, habis aceptado dejaros atraer
por l.
Lo contemplamos, lo adoramos, lo amamos. Buscamos amarlo todava ms.
Contemplamos a Aquel que, durante la cena pascual, ha entregado su Cuerpo y
su Sangre a sus discpulos, para estar con ellos todos los das, hasta el fin del
mundo (Mt 28,20).
Adoramos a Aquel que est al inicio y al final de nuestra fe, sin el que no
estaramos aqu esta tarde, sin el que no seramos nada, sin el que no existira
nada, nada, absolutamente nada. Aquel, por medio de quien se hizo todo (Jn
1,3); por quien hemos sido creados, para la eternidad; el que nos ha dado su
propio Cuerpo y su propia Sangre, l est aqu, esta tarde, ante nosotros,
ofrecindose a nuestras miradas.
Amamos, y buscamos amar todava ms, a Quien est aqu, ante nosotros,
abierto a nuestras miradas, tal vez a nuestras preguntas, a nuestro amor.
Sea que caminemos, o estemos clavados en el lecho del dolor que
caminemos con gozo o estemos en el desierto del alma (cf. Num 21,5),
Seor, acgenos a todos en tu Amor: en el amor infinito, que es eternamente el
del Padre al Hijo y del Hijo al Padre, el del Padre y del Hijo al Espritu, y el del
Espritu al Padre y al Hijo.
La Hostia Santa expuesta ante nuestros ojos proclama este poder infinito del
Amor manifestado en la Cruz gloriosa. La Hostia Santa proclama el increble
anonadamiento de Quien se hizo pobre para darnos su riqueza, de Quien
acept perder todo para ganarnos para su Padre. La Hostia Santa es el
Sacramento vivo y eficaz de la presencia eterna del Salvador de los hombres
en su Iglesia.
Hermanos, hermanas, amigos mos, aceptemos, aceptad, ofreceros a Quien nos
lo ha dado todo, que vino no para juzgar al mundo, sino para salvarlo (cf. Jn
3,17), aceptad reconocer en vuestras vidas la presencia activa de Quien est
aqu presente, ante nuestras miradas. Aceptad ofrecerle vuestras propias
vidas.
Mara, la Virgen Santa, Mara, la Inmaculada Concepcin, acept, hace dos mil
aos, entregarle todo, ofrecer su cuerpo para acoger el Cuerpo del Creador.
Todo ha venido de Cristo, incluso Mara; todo ha venido por Mara, incluso
Cristo.

Oracin para una visita a Jess


Sacramentado
Oh Jess de mi alma, encanto nico de mi corazn!, heme aqu postrado a
tus plantas, arrepentido y confuso, como lleg el hijo prdigo a la casa de su padre.
Cansado de todo, slo a Ti quiero, slo a Ti busco, slo en Ti hallo mi bien. T, que
fuiste en busca de la Samaritana; T, que me llamaste cuando hua de Ti, no me
arrojars de tu presencia ahora que te busco.
Seor, estoy triste, bien lo sabes, y nada me alegra; el mundo me parece un
desierto. Me hallo en oscuridad, turbado y lleno de temor e inquietudes...; te busco
y no te encuentro, te llamo y no respondes, te adoro, clamo a Ti y se acrecienta mi
dolor. Dnde ests, Seor, dnde, pues no gusto las dulzuras de tu presencia, de
tu amor?
Pero no me cansar, ni el desaliento cambiar el afecto que me impulsa
hacia Ti. Oh buen Jess! Ahora que te busco y no te encuentro recordar el tiempo
en que T me llamabas y yo hua... Y firme y sereno, a despecho de las tentaciones
y del pesar, te amar y esperar en Ti.
Jess bueno, dulce y regalado padre y amigo incomparable, cuando el dolor
ofusque mi corazn, cuando los hombres me abandonen, cuando el tedio me
persiga y la desesperacin clave su garra en m, al pie del Sagrario, crcel donde el
amor te tiene prisionero, aqu y slo aqu buscar fuerza para luchar y vencer.
No temas que te abandone, cuando ms me huyas, ms te llamar y verter
tantas lgrimas que, al fin, vendrs... S..., vendrs, y al posarte, disfrutar en la
tierra las delicias del cielo.
Dame tu ayuda para cumplir lo que te ofrezco; sin Ti nada soy, nada puedo, nada
valgo... Fortalceme, y desafiar las tempestades.
Jess, mo, dame humildad, paciencia y gratitud, amor..., amor, porque si te
amo de veras, todas las virtudes vendrn en pos del amor.
Te ruego por los que amo... T los conoces, T sabes las necesidades que
tienen; socrrelos con generosidad. Acurdate de los pobres, de los tristes, de los
hurfanos, consuela a los que padecen, fortalece a los dbiles, conmueve a los
pecadores para que no te ofendan y lloren sus extravos.
Ampara a todos tus hijos, Seor, ms tierno que una madre.
Y a m, que te acompao cuando te abandonan otros, porque he odo la voz
de la gracia; a m, que no te amo por el cielo, ni por el infierno te temo; a m, que
slo busco tu gloria y estoy recompensado con la dicha de amarte, aumntame
este amor y dadme fortaleza para luchar y obtener el apetecido triunfo.

Adis, Jess de mi alma salgo de tu presencia, pero te dejo mi corazn; en


medio del bullicio del mundo estar pensando en Ti, y a cada respiracin, entiende.
oh Jess, que deseo ser tuyo.
Amn.

Oracin de Santo Toms de Aquino al


Santsimo Sacramento
Oh, Santsimo Jess, que aqu sois verdaderamente Dios escondido;
concededme desear ardientemente, buscar prudentemente, conocer
verdaderamente y cumplir perfectamente en alabanza, y gloria de vuestro nombre
todo lo que os agrada. Ordenad, oh Dios mo!, el estado de mi vida; concededme
que conozca lo que de m queris y que lo cumpla corno es menester y conviene a
mi alma. Dadme, oh Seor Dios mo, que no desfallezca entre las prosperidades y
adversidades, para que ni en aquellas me ensalce, ni en stas me abata. De
ninguna cosa tenga gozo ni pena, sino de lo que lleva a Vos o aparta de Vos. A
nadie desee agradar o tema desagradar sino a Vos. Sanme viles, Seor, todas las
cosas transitorias y preciosas todas las eternas. Disgsteme, Seor, todo gozo sin
Vos, y no ambicione cosa ninguna fuera de Vos. Same deleitoso, Seor, cualquier
trabajo por Vos, y enojoso el descanso sin Vos. Dadme, oh Dios mo, levantar a Vos
mi corazn frecuente y fervorosamente, hacerlo todo con amor, tener por muerto
lo que no pertenece a vuestro servicio, hacer mis obras no por rutina, sino
refirindolas a Vos con devocin. Hacedme, oh Jess, amor mo y mi vida,
obediente sin contradiccin, pobre sin rebajamiento, casto sin corrupcin, paciente
sin disipacin, maduro sin pesadumbre, diligente sin inconstancia, temeroso de Vos
sin desesperacin, veraz sin doblez; haced que practique el bien sin presuncin
que corrija al prjimo sin soberbia, que le edifique con palabras y obras sin
fingimientos. Dadme, oh Seor Dios mo, un corazn vigilante que por ningn
pensamiento curioso se aparte de Vos; dadme un corazn noble que por ninguna
intencin siniestra se desve; dadme un corazn firme que por ninguna tribulacin
se quebrante; dadme un corazn libre que ninguna pasin violenta le domine.
Otorgadme, oh Seor Dios mo, entendimiento que os conozca, diligencia que os
busque, sabidura que os halle, comportamiento que os agrade, perseverancia que
confiadamente os espere, y esperanza que, finalmente, os abrace. Dadme que me
aflija con vuestras penas aqu por la penitencia, y en el camino de mi vida use de
vuestros beneficios por gracia, y en la patria goce de vuestras alegras por gloria.
Seor que vivs y reinis, Dios por todos los siglos de los siglos. Amn.

Saludo a Jess Sacramentado


Oh Jess, verdadero Dios y verdadero hombre, aqu presente en el Santsimo
Sacramento del altar, creo todo lo que Vos, mi Seor, me habis revelado.
Arrepentido de todos mis pecados, esperando en Vos que nunca permite que
sea confundido, agradeciendo por este don supremo, amndoos sobre todas las
cosas en este Sacramento de vuestro amor, adorndoos en el misterio profundo de
vuestra humildad, os manifiesto y hago patente todas las heridas y miserias de mi
pobre corazn y os pido me deis todo lo que necesito y deseo.
Pero tan solo os necesito a Vos, oh Dios mo, tan solo os deseo a Vos,
vuestra gracia y la gracia de usar debidamente vuestras gracias, poseeros en esta
vida y poseeros en la otra.
Bendito seis, oh poder divino de vuestro paternal Corazn, que aunque
todo lo podis, sin embargo, no podais darnos un don ms precioso que este
Santsimo Sacramento.
Oh Pan celestial, gran Sacramento, os adoro y os alabo en todo momento. (reptase
despus de cada alabanza.)
Bendita seis, oh Sabidura del Verbo Divino, que todo lo sabis y lo
ordenis, y sin embargo no sabais prepararnos una comida ms exquisita, que
este Santsimo Sacramento.
Bendito seis, oh Dios mo, que en vuestra inefable dulzura de amor os
habis transformado en este pan para drosnos como el ms dulce manjar.
Bendito seis, oh Dios mo, que habis encerrado todos vuestros misterios
en esta humilde forma de pan terrenal. Oh Trinidad Santsima!
Amn

Oracin de San Alfonso Mara


Ligorio
Seor mo Jesucristo, que por amor a los hombre ests noche y da en este
sacramento, lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a
cuantos vienen a visitarte: creo que ests presente en el sacramento del altar. Te
adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes que me
has hecho, y especialmente por haberte dado tu mismo en este sacramento, por
haberme concedido por mi abogada a tu amantsima Madre y haberme llamado a
visitarte en este iglesia.

Adoro ahora a tu Santsimo corazn y deseo adorarlo por tres fines: el


primero, en accin de gracias por este insigne beneficio; en segundo lugar, para
resarcirte de todas las injurias que recibes de tus enemigos en este sacramento; y
finalmente, deseando adorarte con esta visita en todos los lugares de la tierra
donde ests sacramentado con menos culto y abandono.

Oracin en ego
Oh mi amado y buen Jess!
postrado en tu santsima presencia;
te ruego con el mayor fervor
imprimas en mi corazn
vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad
verdadero dolor de mis pecados
y propsito firmsimo de enmendarme,
mientras que yo,
con todo el amor y con toda compasin de mi alma,
voy considerando tus cinco llagas
teniendo presente aquello que dijo de Ti,
oh Buen Jess, el santo Profeta David:
Han taladrado mis manos y mis pies,
y se pueden contar todos mis huesos.
(Compilado por Jos Glvez Krger)

Al amor de los amores Jess Sacramentado


oracin de Santa Teresa de Lisieux
216

Sagrario del Altar el nido de tus ms tiernos y regalados amores. Amor me


pides, Dios mo, y amor me das; tu amor es amor de cielo, y el mo, amor mezclado
de tierra y cielo; el tuyo es infinito y pursimo; el mo, imperfecto y limitado. Sea
yo, Jess mo, desde hoy, todo para Ti, como T los eres para mi. Que te ame yo
siempre, como te amaron los Apstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como
los bes la Magdalena convertida. Mira y escucha los extravos de mi corazn
arrepentido, como escuchaste a Zaqueo y a la Samaritana. Djame reclinar mi
cabeza en tu sagrado pecho como a tu discpulo amado San Juan. Deseo vivir
contigo, porque eres vida y amor.

Por slo tus amores, Jess, mi bien amado, en Ti mi vida puse, mi gloria y
porvenir. Y ya que para el mundo soy una flor marchita, no tengo ms anhelo que,
amndote, morir.

Quince minutos con Jess Sacramentado


No es preciso, hijo mo, saber mucho para agradarme; basta que me
ames mucho. Hblame sencillamente, como hablaras al ms ntimo de tus
amigos, como hablaras a tu madre, o a tu hermano.
Necesitas hacerme alguna splica en favor de alguien? Dime su
nombre, sea el de tus padres, el de tus hermanos y amigos; dime en
seguida qu quisieras hiciese yo realmente por ellos. Pide mucho, muchas
cosas; no vaciles en pedir, me gustan los corazones generosos, que llegan a
olvidarse de s mismos para atender las necesidades ajenas.
Hblame con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar; de
los enfermos a quienes ver padecer; de los extraviados que anhelas
devolver al buen camino; de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez
a tu lado. Dime por todos al menos una palabra; pero palabra de amigo,
palabra entraable y fervorosa. Recurdame que he prometido escuchar
toda splica que salga del corazn.
Necesitas alguna gracia? Haz, si quieres, una lista de lo que
necesitas, y ven, lela en mi presencia. Dime con sinceridad que sientes
orgullo, pereza y amor a la sensualidad, que eres tal vez egosta,
inconstante, negligente..., y pdeme luego que venga en ayuda de los
esfuerzos, pocos o muchos, que haces para sacudir de encima de ti tales
miserias.
No te avergences, pobre alma! Hay en el cielo tantos y tantos
justos, tantos y tantos santos de primer orden que tuvieron los mismos
defectos! Pero rezaron con humildad, y poco a poco se vieron libres de sus
miserias.
Tampoco vaciles en pedirme bienes para cuerpo y para
entendimiento: salud, memoria, xito feliz en tus trabajos, negocios o
estudios... Todo eso puedo darte, y lo doy y deseo me lo pidas en cuanto no
se oponga, sino que favorezca y ayude a tu santificacin. Hoy por hoy, qu
necesitas? Qu puedo hacer por tu bien? Si conocieses los deseos que
tengo de favorecerte!
Te preocupa alguna cosa? Cuntamelo todo detalladamente.
Qu te preocupa?, qu piensas?, qu deseas? No querras poder hacer
algn bien a tus prjimos, a tus amigos a quienes amas tal vez mucho y
que viven quiz olvidados de m? No te sientes con deseos de mi gloria?
Dime: qu cosa llama hoy particularmente tu atencin? qu
anhelas ms vivamente y con qu medios cuentas para conseguirlo? Dime
qu es lo que te ha salido mal, y yo te dir las causas de tu fracaso. Hijo
mo, soy dueo de los corazones, y dulcemente los llevo, sin perjuicio de su
libertad, donde me place.
Ests triste o de mal humor? Cuntame tus tristezas con todos
sus pormenores. Quin te ha ofendido?, quin lastim tu amor propio?,
quin te ha menospreciado? Acrcate a mi corazn, que tiene el blsamo
eficaz para todas las heridas del tuyo. Cuntame todo, y acabars por

decirme que, a semejanza de m, todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en


pago recibirs mi consoladora bendicin. Tienes miedo de algo? Sientes
en tu alma tristeza?
chate en brazos de mi providencia. Contigo estoy aqu, a tu lado me
tienes; todo lo oigo, ni un momento te desamparo.
Sientes desprecio por las personas que antes te quisieron bien, y
ahora se alejan de ti sin que les hayas dado el menor motivo? Ruega por
ellas, y yo las volver a tu lado si no han de ser obstculo a tu santificacin.
Tienes alguna alegra que comunicarme? Por qu no me haces
partcipe de ella por lo buen amigo tuyo que soy? Cuntame lo que desde
ayer, desde la ltima visita que me hiciste, te ha consolado y hecho como
sonrer tu corazn. Quiz has tenido alguna sorpresa agradable; quiz has
recibido buenas noticias, una carta, una muestra de cario; quiz has
vencido una dificultad o salido de un apuro... Obra ma es todo esto, y yo te
lo he proporcionado. Por qu no has de manifestarme por ello tu gratitud, y
decirme sencillamente como un hijo a su padre: gracias, padre mo,
gracias? El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al
bienhechor le agrada verse correspondido.
Tienes alguna promesa que hacerme? Puedo leer en el fondo de
tu corazn. A los hombres se les engaa fcilmente, a Dios no. Hblame,
pues, con toda sinceridad. Tienes un propsito firme de no ponerte ms en
aquella ocasin de pecado?, de privarte de aquello que te da?, de no
leer ms aquel libro que dio rienda suelta a tu imaginacin?, de no tratar
ms a aquella persona que turb la paz de tu alma, hacindote pecar?
Volvers a ser amable con aquella persona a quien miraste hasta hoy
como enemiga? Hijo mo, vuelve a tus ocupaciones habituales, a tu trabajo,
a tu familia, a tu estudio..., pero no olvides la grata conversacin que
hemos tenido aqu los dos, en la soledad de la capilla.
Ama a mi Madre, que lo es tuya tambin, la Virgen Santsima... y
vuelve otra vez a M con el corazn ms amoroso todava, ms entregado a
mi servicio: en el mo encontrars cada da nuevo amor, nuevos beneficios,
nuevos consuelos.

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