Ross-Derecho y Justicia - Interpretacion

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Autor: Alf Ross

Extret de: Sobre el derecho y la justicia, pp. 105-151


Publicat per: Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA)

XXIII Doctrina y teora del mtodo


En el captulo II se explic cmo las proposiciones doctrinarias que aluden al
derecho vigente segn la frmula.
A = D es derecho vigente
puede ser interpretadas como predicciones en el sentido de que bajo condiciones
determinadas los tribunales tomarn a D como base para sus sentencias. En el
captulo III se intent explicar el papel que desempea lasideologa de las fuentes
del derecho en relacin con tales predicciones.
La doctrina no se limita, empero, a proposiciones que responden a aquella
frmula. Entre otras contiene, por ejemplo, proposiciones referentes a la
interpretacin de D, esto es, de aquellas normas que son consideradas derecho
vigente. Tales enunciados interpretativos, podemos decir en forma provisional,
estn dirigidos a determinar el significado de la directiva, indicando ms
especficamente bajo qu circunstancias ha de ser aplicada, y en el caso cmo ha
de conducirse el juez. El artculo 67 de la Constitucin dinamarquesa, por
ejemplo, garantiza a los ciudadanos la libertad religiosa. Si se sostiene que la
palabra "ciudadano" ha de interpretarse aqu en el sentido de que incluye tanto a
los nacionales de Dinamarca como a los que no lo son, ello significa que al
aplicar el artculo 67 el juez no debe asignar importancia alguna a la nacionalidad
de la persona que invoca el derecho a profesar su culto.
Debemos examinar ahora si esos enunciados, referentes a la interpretacin,
pueden ser considerados como aserciones sobre lo que es "interpretacin
vigente", anlogas a aserciones acerca de lo que es "derecho vigente". Si ste es
el caso, entonces tambin estos enunciados, de acuerdo con su contenido real,
han de ser entendidos como predicciones. Esto es, predicciones en el sentido de
que tal interpretacin recibir la adhesin de los tribunales cuando la regla en
cuestin sea adoptada como base para la decisin de un caso jurdico especfico.
Una prediccin de este tipo puede apoyarse en precedentes. En ese caso el
pronunciamiento referente a la interpretacin puede ser equiparado a
pronunciamientos sobre el derecho vigente.

Cuando los precedentes no proporcionan un criterio dotado de autoridad, hay que


preguntarse si mediante el estudio de la prctica de los tribunales pueden
descubrirse ciertos principios -una cierta ideologa- que de hecho gua a aqullos
en su aplicacin de las reglas generales a los casos especficos. Si esto es posible,
entonces tambin lo es considerar a las proposiciones doctrinarias sobre la
interpretacin como aserciones acerca de la "interpretacin vigente". Esto es,
predicciones que nos dicen cmo ser aplicada la regla por los tribunales. En la
medida, empero, en que la interpretacin no pretende estar basada en principios
de interpretacin "vigentes", ella es poltica jurdica y no ciencia del derecho.
Tenemos que analizar, por lo tanto, la prctica de los tribunales y tratar de
descubrir los principios o reglas que realmente los guan en el trnsito de la regla
general a la decisin particular. Esta actividad es denominada "mtodo jurdico"
o, en el caso de la aplicacin de derecho formulado (derecho legislado en sentido
amplio), "interpretacin".
Podramos adelantar que no es posible enunciar una ideologa del mtodo con la
misma precisin que una ideologa de las fuentes del derecho, particularmente en
lo que atae a la interpretacin del derecho legislado. No pueden darse reglas
fijas. Lo ms que puede alcanzarse es, digamos, un estilo de mtodo o estilo de
interpretacin. Por ello el grado de certeza de las aserciones concernientes a la
interpretacin vigente es muy bajo. Siendo as las cosas, como se seal en el
prrafo IX, los pronunciamientos teorticos referentes al derecho vigente se
confunden con directivas de poltica jurdica. Por lo tanto es comprensible que
muchos juristas no atribuyan a su interpretacin el carcter de enunciados
teorticos sobre cmo aplicar el juez el derecho, sino de consejos e
instrucciones al juez sobre la forma cmo debe hacerlo. Es indudable, sin
embargo, que incluso un jurista cuya intencin es poltico-jurdica se deja guiar,
consciente o inconscientemente, por el estilo o espritu del mtodo que en los
hechos es "vigente" en los tribunales. Si no lo hace, sus interpretaciones no tienen
posibilidad de ser atendidas por stos. Por otra parte, mientras ms inspirada est
su interpretacin poltica por el mismo espritu y estilo que anima el mtodo de
los tribunales, mayor ser la probabilidad de que stos sean permeables a la
influencia de aquellos consejos. La interpretacin del jurista se tornar
"verdadera", y, no obstante su intencin en contrario, ella tambin podr ser
considerada como una prediccin acerca de la forma en que los tribunales
aplicarn efectivamente el derecho. En la interpretacin del derecho vigente se
demuestra con la mxima claridad que la ciencia jurdica y la poltica jurdica no
pueden, en ltimo anlisis, ser separadas.
Al igual que la doctrina de las fuentes del derecho, una doctrina del mtodo que
se proponga servir como gua de la interpretacin, tiene que referirse a la manera

como se comportan de hecho los tribunales en la aplicacin del derecho vigente a


situaciones especficas. La doctrina del mtodo debe ser descriptiva, no
normativa (descriptiva de normas, no expresiva de stas). Por supuesto, nada
impide que, partiendo de algunos axiomas presupuestos, se establezcan directivas
acerca de cmo deben proceder los tribunales en la aplicacin prctica del
derecho. Pero tal doctrina normativa del mtodo sera el bosquejo de un estado
frente al derecho, sin valor como gua para la interpretacin doctrinaria o para los
clculos del jurista prctico sobre la manera como ser resuelta por los tribunales
una determinada controversia jurdica.
El estudio del mtodo, tal como el de las fuentes del derecho, tiene que ser
dividido en una parte doctrinaria y una teora general. La primera investiga el
mtodo seguido por los tribunales en un orden jurdico especfico, y constituye
una parte de la ciencia del derecho. No hay un mtodo universal, como no hay
una ideologa universal de las fuentes del derecho. La tarea de la teora general
del mtodo slo puede consistir en 1) explicar ciertas presuposiciones fcticas de
los problemas de los mtodos, y 2) subsumir y caracterizar dentro de una
tipologa general varios estilos de mtodo e interpretacin que de hecho se dan.
Las ideologas de las fuentes del derecho y del mtodo estn estrechamente
conectadas, y por esta razn resulta claro que el estudio doctrinario del mtodo
tiene que asumir un carcter diferente, por ejemplo, en un sistema como el ingls,
donde los precedentes son la fuente predominante del derecho, comparado con un
sistema donde la legislacin es la fuente principal.
En el primer sistema el juez no se encuentra con una formulacin revestida de la
autoridad de una regla general de derecho. El problema del mtodo, por lo tanto,
es cmo derivar una regla general de los precedentes existentes, y aplicarla al
caso a decidir. La situacin se complica por el hecho de que la regla general a
menudo cambia en el curso de este desarrollo de un caso a otro. Que haya
continuidad o cambio depende de que el juez, al considerar las semejanzas y las
diferencias entre el caso presente y el precedente, entienda que los hechos
relevantes pueden ser clasificados bajo los mismos conceptos presupuestos en el
precedente, o bien decida que es menester introducir una distincin con la ayuda
de otros conceptos. En el ltimo caso la regla general ha adquirido un contenido
diferente. Al comienzo de una lnea de precedentes la regla general presupuesta
tendr a menudo un contenido muy poco definido. No ha cristalizado an una
"doctrina". Por ello la tarea que el juez tiene ante s no consiste tanto en aplicar
una regla general a un caso especfico, como en decidir si el caso difiere del
precedente de manera tal que hay fundamentos para arribar a una decisin
distinta. El "razonamiento jurdico" (mtodo jurdico) en un sistema como ste es
"razonamiento por va de ejemplos", y la tcnica de argumentacin que este

mtodo requiere se dirige a mostrar los parecidos y diferencias que exhiben los
casos, y a sostener que las diferencias son o no relevantes.1
En el segundo sistema, en el que la legislacin es la fuente predominante del
derecho, el mtodo tiene el carcter de interpretacin de un texto dotado de
autoridad. La atencin se concentra aqu en la relacin existente entre una
formacin lingstica dada y un complejo especfico de hechos. La tcnica de
argumentacin requerida por este mtodo se dirige a descubrir el significado de
la ley y a sostener que los hechos dados estn comprendidos o no por el mismo.
Esta ltima es la forma tpica que asumen los problemas del mtodo en los
sistemas jurdicos de Europa continental. La contribucin a una teora general del
mtodo contenida en este captulo est limitada a la interpretacin del derecho
legislado (en sentido amplio).
1/7
XXIV El fundamento semntico2
Toda interpretacin del derecho legislado comienza con un texto, esto es, una
frmula lingstica escrita. Si las lneas y puntos negros que constituyen el
aspecto fsico del texto de la ley son capaces de influir sobre el juez, esto es as,
evidentemente, en razn de que ellos poseen un significado que nada tiene que
ver con la sustancia fsica real. Ese significado es atribuido a lo impreso por la
persona que mediante la facultad de la visin tiene experiencia de dichos
caracteres. La funcin de stos es la de ciertos smbolos, es decir, ellos
"designan" o "apuntan a" algo distinto de s mismos.
Hay muchas cosas que tienen una funcin simblica entre las personas de un
grupo determinado. Ciertos emblemas usados por un oficial indican su rango; un
distintivo en la solapa acredita que quien lo usa pertenece a una cierta asociacin;
la hoz y el martillo son el smbolo de una conviccin poltica; los qumicos se
han puesto de acuerdo en que H significa hidrgeno, O, oxgeno, etc. Los
carteros, los militares, los policas, los boy scouts, los sacerdotes, los reyes y
muchas otras personas usan vestimentas o condecoraciones que simbolizan su
ocupacin, dignidad o rango. Por todas partes, tanto en las comunidades
primitivas como en las ms civilizadas, nos encontramos con smbolos de los
tipos ms diversos.
Es posible formular una distincin entre signos y smbolos. La humedad de la
tierra es un signo de que ha llovido recientemente, el trueno un signo del rayo, el
llanto de una criatura un signo de que le ha ocurrido algo desagradable. La

diferencia entre signo y smbolo consiste en el hecho de que el signo es "natural"


mientras que el smbolo es "artificial", un producto elaborado por seres humanos.
Ms precisamente, la significacin del signo est simplemente en mi
conocimiento del curso de la naturaleza y del juego recproco de las cosas.
Sabiendo por experiencia que A y B ocurren por lo comn juntos, tomo a A (la
humedad de la tierra, el trueno, el llanto del nio) como signo de B (la lluvia, el
rayo, la experiencia desagradable). Una luz roja que se alterna con otra verde y
con otra amarilla en un cruce de calle es, para una persona que posee el
conocimiento necesario, el signo de una instalacin elctrica y de un mecanismo
que enciende y apaga las luces en un cierto orden regular. Sin embargo, que la
luz roja sea tambin smbolo de una restriccin policial respecto del cruce
depende de una convencin que muy bien podra haber dado al rojo un
significado diferente. Todos los smbolos son convencionales; esto es, la
conexin entre el smbolo y lo que l simboliza es producida por seres humanos
mediante acuerdo al uso (costumbre).3
De todos los sistemas de smbolos, el lenguaje es el que se encuentra ms
plenamente desarrollado, el ms efectivo y el ms complicado. El lenguaje puede
manifestarse como una serie de formas auditivas o visuales (habla y escritura). El
significado atribuido a estas formas es claramente convencional. Nada impedira
que la palabra "gato" fuera usada para designar al animal domstico de cuatro
patas que hace "guau-guau", y "perro" para designar al que hace "miau". El
significado atribuido a los smbolos lingsticos est determinado por las
costumbres de la comunidad referentes a las circunstancias en las que se
considera adecuado emitir ciertos sonidos. Quienes se han hecho a los hbitos de
una comunidad de habla espaola estn tan acostumbrados a ellos que consideran
adecuado decir: "mire, ah hay un gato" cuando se aproxima el animal domstico
que malla, pero hallaran esa expresin totalmente fuera de lugar si se la usara
para aludir al animal que ladra.
Las costumbres o normas lingsticas que establecen la funcin simblica del
lenguaje slo pueden ser descubiertas mediante un estudio de la manera en que la
gente se expresa. Por "expresin" entiendo la unidad lingstica ms pequea que
es soporte de significado por derecho propio. "Mire, ah hay un gato" es una
expresin. Ella, en su integridad, es el soporte de un significado. La
comunicacin lingstica entre los seres humanos tiene lugar por medio de tales
unidades y, en consecuencia, ellas deben constituir el punto de partida para el
estudio de la funcin simblica del lenguaje.
Es importante subrayar esto, porque de otra manera se puede fcilmente caer en
el error de que el significado de una expresin es el resultado de la suma total de
los significados de las palabras individuales que la forman. Las palabras

individuales carecen de significado independiente, slo tienen un significado


abstrado de las expresiones en las que aparecen. Si uno dice "gato" en forma
aislada, esto nada significa. No es una expresin, a menos que la palabra, de
acuerdo con las circunstancias (por ejemplo, si huelo y miro inquisitivamente en
derredor), pueda ser interpretada como una forma abreviada de un juicio tal
como: "debe haber un gato por aqu cerca".
Qu significa la palabra "mesa"? La respuesta slo puede ser dada estudiando
un gran nmero de expresiones en las que aparezca esta palabra. Tal es el
procedimiento adoptado en la preparacin de un diccionario. Se colecciona una
vasta cantidad de material consistente en expresiones que constituyen ejemplos
de usos de la palabra. El contexto mostrar la referencia con que la palabra ha
sido usada en cada individual. Si se anota as cada referencia individual, surgir
un campo de referencia correspondiente a la palabra, que puede ser comparado
con un blanco. En torno al centro habr una densidad de puntos, cada uno de los
cuales marca un impacto en la referencia. Hacia la periferia la densidad decrecer
gradualmente. La referencia semntica de la palabra tiene, como quien dice, una
zona central slida donde su aplicacin es predominante y cierta, y un nebuloso
crculo exterior incertidumbre, donde su aplicacin es menos usual, y donde
gradualmente se hace ms dudoso saber si la palabra puede ser aplicada o no. No
dudo por un instante que puedo llamar "mesa" al mueble a cuyo lado estoy
sentado y sobre el que escribo. Del mismo modo usar la palabra para otros
objetos semejantes, pero de tamao menor: la mesa del cuarto de los nios, la
mesa de una casa de muecas. Pero no hay un lmite en cuanto a la pequeez del
objeto? En otros casos parece que es la funcin, y no la forma, lo que determina
el uso lingstico. "Colocamos la mesa?", pregunto a mi compaero de viaje en
el compartimento del ferrocarril, y aludo aqu a una tabla colgante. Normalmente
no describiramos a un cajn de madera como una mesa. Pero si por falta de algo
mejor hemos tendido un mantel sobre ella y depositado all la comida, podemos
muy bien decir que "la mesa est puesta". Podemos llamar mesa a una mesa de
operaciones o slo puede usarse la expresin compuesta?
No tiene objeto, por lo tanto, preguntar qu es lo que una mesa "realmente
es".4 Si en ciertos casos dudo si algo es o no una mesa, esta duda no revela falta
de conocimiento acerca de la "naturaleza" del objeto; nace, simplemente, del
hecho de que no estoy seguro si estar de acuerdo con el uso aplicar la palabra
"mesa" para designar el objeto particular. Esta vacilacin, a su vez, resulta del
hecho de que es posible usar la palabra de esta manera en ciertas circunstancias.
Hemos visto, por ejemplo, que en ciertas circunstancias puedo describir un cajn
de madera como una mesa, mientras que, claro est, generalmente no lo hara.

Estas observaciones acerca de la palabra "mesa" valen para todas las palabras en
el uso ordinario cotidiano. Para todas ellas vale que su significado es vago, o que
su campo de referencia es indefinido y consiste en un zona central de
aplicaciones acumuladas, que se transforma gradualmente en un crculo de
incertidumbre que abarca posibles usos de la palabra en condiciones especiales
no tpicas.
La mayor parte de las palabras no tienen un campo de referencia nico, sino dos
o ms, cada uno de ellos construido en la forma de una zona central a la que se
aade un crculo de incertidumbre. Tales palabras son llamadas ambiguas. Tal es
el caso, por ejemplo, de la palabra inglesa nail que quiere decir "ua" y "clavo".
En resumen, los siguientes axiomas se aplican a las palabras en el uso cotidiano:
1. El significado posible de toda palabra es vago; su posible campo de
referencia es indefinido.
2. La mayor parte de las palabras son ambiguas.
3. El significado de una palabra se determina en forma ms precisa cuando
ella es considerada como parte integrante de una determinada expresin.
4. El significado de una expresin -y con ello el significado de las palabras
contenidas en la misma- se determina en forma ms precisa cuando la
expresin es considerada en la conexin en que es formulada. Esta
conexin puede ser lingstica (el contexto) o no lingstica (la situacin).
A partir de 3) y 4) es posible formular la siguiente generacin: el
significado de una palabra es una funcin de la conexin -expresin,
contexto, situacin- en que la palabra aparece. Para analizar ms cerca el
papel que desempea la conexin, veamos unos pocos ejemplos.
La palabra inglesa nail puede referirse a una parte del cuerpo humano y a un
artculo de uso general. En la expresin "my nail hurts" ("me duele la ua" o "mi
clavo hace doler") parecera claro que la palabra es usada en el primer sentido,
porque slo en ese sentido la expresin parece tener un significado razonable.
Partimos de la hiptesis, por lo tanto, de que la expresin tiene un significado
razonable. Sobre la base de esta hiptesis la interpretacin espontnea es la ms
obvia, pero no la nica. Es posible imaginar circunstancias en las que una
interpretacin diferente sea la indicada; por ejemplo, si la expresin se formula
cuando dos personas estn tratando de ver si duele pincharse con diferentes tipos
de clavos.
Lo mismo se aplica a la manera en que el significado de una expresin es
especificado por el contexto o por la situacin. Si tomamos la frase "The nail is
too long"("la ua es o est demasiado larga" o "el clavo es demasiado largo") en

forma aislada, es imposible ver con qu significado se emplea la palabra nail.


Pero si del contexto o de la situacin resulta claro que la expresin se formula
como preliminar de un pedido de que le corten a uno las uas, entonces no cabe
duda alguna.
De todo esto podemos deducir que el papel desempeado por las conexiones en
la determinacin del significado consiste en que ellas proporcionan un
fundamento para decidir, sobre la base de ciertas hiptesis, cul de las varias
interpretaciones -cada una de ellas posible si slo se toma en cuenta el uso
lingstico- es la ms probable. La interpretacin por conexin no se apoya en el
uso lingstico y no utiliza como herramientas las palabras empleadas, sino otros
datos. Ella trabaja con todos los hechos, hipotesis y experiencias que puedan
arrojar luz sobre lo que una persona intent comunicar. La interpretacin por
conexin es un estudio de prueba indiciaria, que hace recordar a la labor de un
detective que investiga un crimen.
El mrito a todo esto hay que decidir qu puede ser aceptado, de acuerdo con las
circusnstancias, como contexto y situacin. El contexto se extiende hasta donde
se pueda suponer que una expresin fue formulada teniendo otra en mente, y que
el autor quiso que ambas se aplicaran en forma conjunta. A menudo se da por
sentado, no sin optimismo, que ello ocurre con todas las expresiones que
aparecen en una misma obra cientfica. Pero si las primeras obras de un autor se
toman como datos de interpretacin hay que tener en cuenta que sus opiniones
junto con su terminologa y su estilo, pueden haber cambiado con el correr del
tiempo. En el campo jurdico es frecuente considerar que las expresiones que
aparecen en una misma ley (decreto, contrato, etc.), forman parte del mismo
contexto. Si se toman en consideracin provisiones legales antiguas junto con
otras ms recientes, es menester hacer las mismas reservas. La situacin abarca
todos los hechos y circunstancias que pueden indicar cul era la intencin del
autor. Incluye as la orientacin poltica de ste, sus ideas filosficas, las
caractersticas de las personas a quienes estaban dirigidas sus declaraciones, la
razn probable que lo movi a formularlas, los ademanes, las expresiones
faciales, el nfasis, etc., adems de toda la situacin vital fctica, fsica y social,
que condicion la expresin.
La actividad que se dirige a exponer el significado de una expresin se llama
interpretacin. Esta palabra se usa tambin para designar el resultado de tal
actividad. La interpretacin puede asumir dos formas. Puede ser hecha de manera
tal que el significado de una expresin sea definido ms claramente por medio de
una descripcin formulada en plabras o expresiones diferentes, cuyo significado
sea menos vago. O bien puede ser hecha de manera tal que frente a un conjunto
de hechos concretos experimentados en forma definida sea posible decidir con un

"s", un "no" o un "quizs", si el conjunto de hechos constituye o no una


referencia que corresponde a la expresin. Tomemos, por ejemplo, la expresin
"cuando se combina cido clorhdrico y zinc se libera hidrgeno". Una
interpretacin del primer tipo, apuntar a explicar en palabras, con ms plenitud,
qu es lo que ha de entenderse por cada una de las expresiones usadas. Podra
mostrar, v. gr., que "se combina" significa que el zinc es puesto en contacto con
el cido pero no, por ejemplo, que un pedazo de zinc y una botella de cido
clorhdrico son envueltos uno al lado del otro en un pedazo de papel. Una
interpretacin del segundo tipo estar dirigida a decidir si un cierto curso de
hechos "satisface" el significado de la expresin, de modo que pueda afirmarse
que nos hallamos en presencia de hechos que la expresin designa. La
interpretacin del primer tipo se llama interpretacin por significado, y la del otro
tipo interpretacin por referencia.
El principio gua para toda interpretacin es el de la primaria funcin
determinativa de significado que cumplen la expresin, como una entidad, y las
conexiones en que ella aparecen. El punto de partida de toda comprensin es la
expresin como entidad, tal como es experimentada por la persona que la recibe
en una situacin concreta definida. A partir de ese punto la interpretacin puede
proseguir, parcialmente hacia un anlisis de los elementos que constituyen la
expresin: las palabras individuales y su conexin sintctica, y parcialmente
hacia un anlisis del contexto en el que la expresin aparece, y de la situacin en
que fue formulada.
En el primer anlisis -esto es, el que se dirige al significado de las palabras- es
importante entender que el significado de una expresin no est construido como
un mosaico con el significado de las palabras individuales que la componen. Por
el contrario, el significado que el anlisis puede atribuir a los elementos
individuales es siempre una funcin del todo en el cual aparecen. A menudo nos
encontramos con la opinin de que la interpretacin de la ley puede o tiene que
tomar como punto de partida el significado ordinario de las palabras tal como
resulta de su uso. Este parecer es ilusiorio. No existe tal significado. Slo el
contexto y el deseo de hallar un significado "bueno" o "razonable" en relacin
con una situacin dada, determinan el significado de las palabras individuales.
Pero con frecuencia no nos hacemos cargo de la funcin del contexto. Si en una
de las entradas de una exhibicin ganadera hay un cartel que dice: "Por aqu slo
pueden entrar cuidadores con animales", nadie imaginara que el cartel autoriza la
entrada a cuidadores que lleven consigo a sus canarios. Es fcil pasar por alto el
hecho de que la palabra "animal" recibe aqu una interpretacin condicionada por
la situacin y el propsito, que es mucho ms restringida que una definicin del
significado de la palabra segn el uso. Por supuesto que en otras situaciones la
palabra podra incluir a los canarios.

En el segundo anlisis, referente al contexto y a la situacin en que la expresin


es formulada, las cosas son algo diferentes. La conexin externa de la expresin
no resulta dada en forma inmediata junto con sta. El contexto no es aprehendido
en forma simultnea, sino sucesiva. Cuando leo un libro, no es verdad que no
atribuyo ningn significado a la primera frase hasta que he ledo toda la obra.
Pero, de todos modos, el contexto es co-determinativo. Ocurre a menudo que mi
comprensin de las primeras pginas del libro ha cambiado cuando lo termino y
comienzo a leerlo de nuevo. Tiene lugar una curiosa "vibracin interpretativa".
Mi comprensin de las primeras frases co-determina la comprensin de las
siguientes. Pero mi aprehensin del libro en su totalidad, que surge como
resultado, puede tener un efecto retroactivo modificador que influye sobre mi
comprensin de las frases individuales, y esto, a su vez, ofrece la posibilidad de
que mi concepcin del todo pueda resultar cambiada, y as sucesivamente. Algo
semejante puede ocurrir respecto del papel de la situacin en que la expresin ha
sido formulada.
En el lenguaje cotididano el contexto y la situacin constituyen los factores ms
importantes en la determinacin del significado. Pero no son los nicos. El
significado de las palabras es relativo o dependiente en un plano totalmente
distinto, que podramos llamar sinonmico o sistemtico. Esto quiere decir que el
significado de una palabra queda determinado ms precisamente si se la compara
con otras palabras que pueden ocupar el mismo lugar en una frase y que ofrecen
un "campo de significado" ms amplio. Por ejemplo, la escala de adjetivos:
ardiente, caliente, tibio, fresco, fro, helado. Al comparar una determinada
palabra con otras cercanas a ella o con palabras opuestas, podemos determinar su
posicin relativa en un campo de significado. El significado, por ejemplo, de la
palabra "intencionalmente" en una expresin dada, es definido en forma ms
precisa imaginando qu otras palabras o giros pueden ocupar el mismo lugar en
la expresin y determinando as la posicin relativa ocupada por
"intencionalmente" en el campo de significado deslindado de esa manera
(accidentalmente, con negligencia, con negligencia grave, intencionalmente, con
premeditacin deliberada y as sucesivamente). Para el lenguaje cotidiano, sin
embargo, el mtodo sinonmico nunca puede remplazar al contexto y a la
situacin como fundamento de la interpretacin. El lenguaje cientfico, por otra
parte, est caracterizado por una tendencia a cultivar la formacin pura de
conceptos sistemticos, independizndose as del contexto y de la situacin. Sin
embargo, slo en la forma ms elevada del lenguaje cientfico, en el lenguaje
smbolo de las matemticas puras, este esfuerzo ha tenido pleno xito. Puesto que
las directivas jurdicas estn preponderantemente acuadas en la terminologa del
lenguaje cotidiano, el contexto y la situacin son los auxiliares fundamentales

para la interpretacin judicial. El mtodo sinonmico-sistemtico slo desempea


el papel ms modesto que le cabe en otros usos lingsticos no cientficos.
Una interpretacin, sea de un tipo o de otro, con frecuencia no nos conducir a un
resultado preciso exento de ambigedad. Consideremos los siguientes ejemplos
tomados del filsofo noruego Arne Naess 5. Algunos estudiantes crean que ms
del 25% de los candidatos que en un cierto ao haban intentado aprobar un
examen de filosofa haban fracasado. En este enunciado la frase "ms del 25%
de los candidatos haban fracasado" puede interpretarse por lo menos de las
siguientes maneras distintas:
1) "Ms del 25% de los candidatos que se anotaron para el examen no obtuvieron
una nota suficiente para aprobar".
2) "Ms del 25% de los candidatos que efectivamente se presentaron a dar
examen no aprobaron" (algunos candidatos no se presentaron por razones de
enfermedad, etc.).
3) "Ms del 25% de los candidatos que se presentaron a dar examen y no
abandonaron el aula en seguida de haber ledo las preguntas, no aprobaron"
(algunos candidatos se presentan para abandonar de inmediato si las preguntas
les resultan demasiado difciles).
4) "Ms del 25% de los candidatos que intentaron contestar las preguntas no
aprobaron".
5) "Ms del 25% de los candidatos que entregaron respuestas no aprobaron."
A cul de estos posibles significados se refera la opinin de los estudiantes?
Hay dos razones para que esta pregunta probablemente no pueda ser contestada.
En primer lugar puede ocurrir que una interpretacin basada en el contexto y en
la situacin no conduzca a resultado alguno, tal como puede ocurrir que un
detective no sea capaz de encontrar pruebas concluyentes que permitan
identificar al autor de un asesinato. En segundo lugar, puede ocurrir que el
resultado negativo se deba al hecho de que los propios estudiantes no tenan
conciencia clara de lo que exactamente queran decir. Esto puede hacerse visible
si se los interroga al respecto, porque ellos pueden admitir que no se les haban
ocurrido las diversas posibilidades y, por lo tanto, que no se haban decidido por
ninguna de ellas. En una situacin como sta el detective no puede resolver el
asesinato por la sencilla razn de que no se ha cometido asesinato alguno.

Frente a estos casos Naess dira que el tema a interpretar posee menor "exactitud
de intencin o profundidad intencional" que las interpretaciones posibles.
Una falta de exactitud de intencin no es necesariamente un defecto del autor.
Probablemente un cierto grado de inexactitud es siempre inevitable, puesto que
es posible imaginar en todos los casos determinaciones cada vez ms sutiles. El
propsito prctico de una expresin determina el grado de exactitud de intencin
apropiado. Es perfectamente sensato decirle a un automovilista que la distancia
entre Nueva York y Boston es de 184 millas. Es verdad que la intencin puede
ser profundizada mediante precisin interpretativa (desde qu punto de Nueva
York hasta qu punto de Boston y as sucesivamente), de modo que podamos
expresar la distancia en pulgadas, pero en la prctica esto carecera de objeto.
Si por una razn u otra (es decir ya sea porque no se puede hallar prueba
concluyente o porque la intencin no tiene suficiente profundidad) no es posible
llevar adelante la interpretacin ms all de un punto que deja abierto un nmero
de posibilidades, entonces el intrprete debe abandonar. Si, con todo, elige una
posibilidad en particular, ello no constituye el prximo paso dentro de una
interpretacin, sino que es una decisin motivada por consideraciones ajenas al
deseo de aprehender el significado de una expresin. La interpretacin de
directivas, especialmente, exige decisiones de ese tipo. Si hay una regla, por
ejemplo, en el sentido de que cuando ms del 25% de los candidatos fracasa en
los exmenes de filosofa, el jefe del departamento debe tomar ciertas medidas,
entonces ste puede verse forzado a elegir una u otra de las posibles
interpretaciones especificadas. En tal caso, el jefe del departamento toma una
decisin que nada tiene que ver con la interpretacin de la directiva.
A menudo se hace una distincin entre las llamadas interpretacin subjetiva e
interpretacin objetiva, en el sentido de que la primera se dirige a descubrir el
significado que se intent expresar, esto es, la idea que inspir al autor y que ste
quiso comunicar, mientras que la ltima se dirige a establecer el significado
comunicado, esto es, el significado que est en la comunicacin como tal,
considerada como un hecho objetivo. Un trabajo literario o cientfico, por
ejemplo, puede ser interpretado tratando de llegar a lo que el autor realmente
pens y quiso expresar, o puede ser considerado como una manifestacin
intelectual objetiva, desligada de su autor, en cuyo caso la interpretacin procura
encontrar el significado que la obra puede transmitir a una persona que la lee. Del
mismo modo una promesa puede ser interpretada teniendo en vista lo que el
promitente realmente intent expresar (an cuando se haya expresado mal), o
teniendo en vista el significado que sus palabras puedan haber transmitido al
destinatario. Tomada as como un contraste absoluto entre intencin y
comunicacin, entre lo que se quiere decir y lo que se dice, la distincin es

insostenible. Por una parte, la intencin, siendo un fenmeno de conciencia


interno del autor, es fundamentalmente inaccesible. Lo que entendemos por
interpretacin subjetiva es en realidad la interpretacin que alcanzamos cuando
tomamos en cosideracin no slo la expresin lingstica, sino todos los otros
datos relevantes: el contexto y la situacin, que incluye las opiniones polticas y
filosficas del autor, el propsito declarado y el propsito presumido que lo gui
al formular la expresin, etc. Podemos incluso interrogarlo, y su respuesta
proporcionar datos interpretativos adicionales. Por otra parte, la comunicacin
como tal no tiene un significado objetivo preciso, la comprensin que suscita en
los dems vara con los datos de interpretacin que el destinatario toma en
cuenta. La diferencia entre interpretacin subjetiva y objetiva, por lo tanto, no ha
de ser buscada en el contraste entre los propsitos de la interpretacin (el
significado intentado como cosa opuesta al significado comunicado). Toda
interpretacin parte de la comunicacin y procura llegar a la intencin. La
diferencia depende de los datos que se toman en cuenta al interpretar. La
interpretacin subjetiva se vale de todas las circunstancias que pueden arrojar luz
sobre el significado, en particular todas las circunstancias personales y de hecho
ligadas a la composicin de la expresin y a su declaracin. La interpretacin
objetiva limita los datos a aquellos que son discernibles por el destinatario en la
situacin en que se halla al aprehender la expresin. La diferencia s ms
significativa cuando la situacin en que la expresin es aprehendida difiere de la
situacin en que ha sido formulada. Si, por ejemplo, el objeto de la interpretacin
es una obra literaria del pasado, una interpretacin subjetiva investigar las
opiniones culturales bsicas del perodo y la vida del autor, con la esperanza de
hallar all indicios para la comprensin de la obra; una interpretacin objetiva, en
cambio, prescindir de todo esto e intentar comprender la obra a partir de su
contenido ideal "inmanente". Esto no quiere decir, empero, que la interpretacin
objetiva es puramente lingstica. Tal como sealaremos en los prrafos
siguientes, la creencia en una "interpretacin literal" es una ilusin. La
interpretacin se apoya siempre en otros factores; en particular, en conjeturas
acerca de la "idea", el "propsito" o "la intencin" asociados a la obra. La misma
conciencia del hecho de que uno est ocupndose de un poema, de una obra
cientfica, de una ley, etc. es en s importante. La interpretacin objetiva
simplemente se rehsa a investigar la intencin estudiando la manera en que la
obra lleg a producirse. De tal modo, la interpretacin objetiva (en obvio
contraste con lo que la terminologa autorizara a creer- adquiere un tono de
mayor inexactitud y arbitrariedad que la interpretacin subjetiva. La
interpretacin "objetiva" de obras poticas tales como el Fausto de Goethe o
el Hamlet de Shakespeare, tiende a transformarse en "subjetiva", en el sentido de
que llega a ser la expresin de lo que pocas diferentes han visto en estas obras.

La interpretacin objetiva puede llegar a ser una construccin ideal en conflicto


directo con la intencin del autor. Las diversas interpretaciones de Kant, por
ejemplo, no se dirigen a verificar lo que Kant "realmente quiso decir". Incluso la
respuesta de ste, si fuera posible interrogarlo, no sera decisiva para determinar
cul de las interpretaciones es la "correcta". Estas interpretaciones por decir as,
traspasan la obra del autor y poseen una profundidad intencional mayor que la de
la propia obra. Ella se apoyan en un ideal de consistencia lgica interna al
sistema, que no respeta los hechos, y apuntan a un significado hipottico-ideal,
ms que al significado de Kant en tanto que hecho histrico-psicolgico. Pero ese
"traspasar" con el pensamiento puede hacerse en ms de una manera9, segn que
es lo que se considere de mayor importancia en el sistema. Las interpretaciones
de este tipo son, pues, valorativas y creadoras, y estn ms all de los lmites de
una interpretacin genuina, en el sentido en que esta palabra ha sido entendida
aqu.
2/7
XXV Problemas de interpretacin. I: sintcticos
El principio gua para toda interpretacin, tal como vimos en el par. XXIV, es el
de la primaria funcin determinativa de significado de las expresiones como
entidad y de las conexiones en que ellas aparecen (principio de entidad). Esto
debe tenerse en cuenta al distinguir los diferents grupos de problemas de
interpretacin: problemas sintcticos, lgicos y semnticos (en sentido
restringido). Es menester recordar que estamos hablando de abstracciones
analticas, y que los problemas de interpretacin que aqu consideramos en forma
aislada, en realidad son siempre aprehendidos como partes orgnicas dentro de la
conexin de significado captada en forma simultnea o sucesiva.
El significado de una expresin depende del orden de las palabras y de la manera
en que stas se hallan conectadas. Los problemas que se refieren a la conexin de
las palabras en la estructura de la frase se llaman problemas sintcticos de
interpretacin.
El principio de entidad se aplica tambin a la interpretacin sintctica; as como
las palabras no tienen en s mismas una referencia exacta, tampoco las
conexiones sintcticas tienen una inequvoca funcin determinativa de
significado. Tambin aqu el sentido "natural" est condicionado por factores no
lingsticos: el deseo de hallar un significado "bueno" o "razonable" que
concuerde con aquel que el contexto y la situacin sealan como tal.

Los problemas sintcticos de interpretacin no han sido objeto, que yo sepa, de


una exposicin y anlisis sistemtico. El presente estudio no pretende ser nada de
eso. Mi objetivo es simplemente inducir a la comprensin de problemas de este
tipo ofreciendo algunos ejemplos. Por cierto que los estudios sistemticos seran
importantes para la interpretacin de las leyes y, en particular, para la redaccin
de stas.
a) Frases adjetivales
1 a) Fue un intento de hallar una solucin que satisficiera a todos.
1 b) Fue un intento de hallar una solucin que, sin embargo, no tuvo xito.
2 a) Nadie puede tener un tutor que sea menor que l.
2 b) Nadie que no tenga por lo menos 21 aos de edad puede ser designado
tutor.6
Estos ejemplos muestran que no hay reglas sintcticas que especifiquen el
antecedente de una clusula de relativo. Sin embargo, los ejemplos no ofrecen
lugar a dudas, porque slo hay una interpretacin que arroja un significado
razonable. Pero en otros casos el significado puede suscitar dudas. Si decimos,
por ejemplo:
3) La instigacin a un delito que ha tenido lugar en un pas extranjero, no est
incluida,
no sabemos a ciencia cierta si el requisito de haber tenido lugar en un pas
extranjero se aplica a la instigacin o al delito. La interpretacin, en este caso,
tiene que apoyarse en datos no lingsticos, en particular en informaciones sobre
el propsito de la regla. Si el intrprete permite que sus preferencias personales
decidan la cuestin, excede los lmites de una interpretacin genuina (par.
XXIV).
b) El problema de si los adjetivos y las frases adjetivales califican dos o ms
palabras.
4 a) No pueden importarse libros y peridicos que contengan ilustraciones
indecentes.
4 b) Los oficiales y los soldados rasos que hayan sido llamados a las filas durante
ms de seis meses tienen derecho a un suplemento de remuneracin.

5 a) Los hombres y las mujeres jvenes que hayan aprobado el examen pueden
ser designados.7
5 b) Los hombres y las mujeres jvenes que hayan prestado servicios en las
organizaciones auxiliares femeninas pueden ser designados.
6 a) El Rey puede hacer que proyectos de leyes y otras medidas se presenten en
el Parlamento.
6 b) El Consejo se ocupa de proyectos de leyes y otras materias de importancia.
Estos ejemplos demuestran que no hay reglas fijas que definan cundo un
adjetivo, un pronombre relativo o una preposicin se refieren solamente a una
palabra y cundo se refieren a ms de una. En estos ejemplos el significado es
aceptablemente claro a la luz de la exigencia de un significado "razonable". Al
interpretar 4 a), sin embargo, el propsito presumible del legislador o la propia
actitud del intrprete habrn de desempear un papel; y en 4 b) ser decisivo para
la interpretacin ver si de acuerdo con el contexto es posible que los oficiales
sean "llamados a las filas". En otros casos pueden surgir serias dudas.
7) En el contexto "agencia e instituciones de caridad" la expresin "de caridad"
se refiere, segn el uso ordinario del idioma, tanto a las "agencias" como a las
"instituciones". Pero puede haber dudas si, adems de la conectiva, hay una
palabra o giro que califica el primer miembro, como ocurre en la frase
"organizaciones con personera jurdica e instituciones de caridad". As, en el
caso escocs Symmers' Trustees vs. Symmers, 1918 S. C. 337, los fideicomisarios
recibieron instrucciones de dividir el remanente entre "such charitable
institutions or deserving agencies as they may select". Se decidi que el legado
era nulo por falta de certeza, ya que la descripcin "deserving agencies" tena que
ser entendida en forma separada de "charitable institutions", y, de tal modo, el
legado no era exclusivamente de caridad.8
8) Tenemos otro ejemplo en las siguientes palabras de la British Road Traffic
Act (Ley inglesa de trnsito por caminos) de 1930, pargrafo 11, apartado 1:
"Si una persona conduce en un camino un vehculo a motor en forma descuidada,
o a una velocidad o de una manera peligrosa para el pblico, teniendo en cuenta
todas las circunstancias del caso, incluso la naturaleza, condicin y uso del
camino, y la densidad del trnsito que hay en el mismo, o que podra
razonablemente esperarse que hubiera en l, ser responsable etc."

Parece haberse aceptado sin problemas que las palabras subrayadas se refieren
tanto a la conduccin descuidada, como a la velocidad y a la manera de conducir
(ver, por ejemplo, Elwes v. Hopkins, 1906, 2K. Bl.; Justices' Manual de Stone,
1950, vol II, pg. 2056). Sin embargo, en relacin con una ley australiana
redactada en trminos similares, se decidi en el caso Kane v. Dureau, 1911
V.D.R. 293, que aquellas palabras slo calificaban las frases 'a una velocidad' y
'de una manera'."
c) Pronombres demostrativos y relativos
9 a) "El Rey citar anualmente a un parlamento ordinario y decidir cundo
terminan las sesiones. Esto, sin embargo, no puede tener lugar hasta que, de
acuerdo con el pargrafo 48, se haya autorizado lcitamente el cobro de los
impuestos y el pago de los gastos del gobierno." (Constitucin dinamarquesa,
1920, par. XIX).
9 b) El presidente citar a una reunin e incluir una copia de su informe. Esto,
sin embargo, no puede tener lugar mientras el tesorero no haya confeccionado las
cuentas.
10 a) "Si una de las Cmaras fuera disuelta cuando el Parlamento est en
sesiones, las reuniones de la otra Cmara se suspendern hasta que todo el
Parlamento deba reunirse de nuevo. Esto tiene que ocurrir dentro de los dos
meses posteriores a la disolucin". (Constitucin dinamarquesa, 1920, par.
XXII).
10 b) Si la competencia del presidente fuera cuestionada, ste levantar la sesin
hasta que el Consejo haya llegado a una decisin. Esto tendr que hacerse aun
cuando el presidente declare que est dispuesto a renunciar.
11 a) "Los ministros sern responsables ante el rey o el parlamento por el
ejercicio de sus funciones" (Constitucin dinamarquesa, 1920, par. 14).
11 b) Los maestros hicieron un regalo a Juan y Pedro en su cumpleaos (del
contexto resulta claro que Juan y Pedro son mellizos).
En los citas de la Constitucin parece claro a qu se refieren las palabras
subrayadas. Los prrafos concebidos como contrapartidas demuestran, sin
embargo, que desde un punto de vista puramente sintctico es posible que ellos
sean entendidos de diversa manera, y que la "interpretacin natural", por lo tanto,
est en realidad determinada no slo por lo que puede leerse, sino tambin por un
juicio sobre el significado que puede "razonablemente" presumirse. Pero este

juicio no siempre tiene certeza. Han surgido, por ejemplo, difciles problemas de
interpretacin respecto de la frase "la misma obligacin" en el Estatuto de la
Corte Permanente Internacional de Justicia, art. 36, 5, Sec. 2.10
d) Frases de modificacin, excepcin o condicin
Desde el punto de vista de la sintaxis a menudo ser dudoso con qu miembro
primario est conectada una frase de modificacin, excepcin o condicin. En
tales casos, la puntuacin puede ser importante.
12) "En el ejercicio de sus funciones los jueces estn limitados por el derecho.
Los jueces no sern separados de sus cargos sino mediante juicio, ni sern
trasladados en contra de su voluntad, excepto en aquellos casos en que tenga
lugar una reorganizacin de los tribunales". (Constitucin dinamarquesa, 1920,
par. LXXI.)
La estructura de la frase en este enunciado no pone en claro si la excepcin
relativa a la reorganizacin de los tribunales se aplica solamente a la regla de que
los jueces no pueden ser trasladados en contra de su voluntad, o tambin a la
regla de que no pueden ser separados de sus cargos sin juicio. El factor decisivo
es la coma despus de la palabra "voluntad". Esto demuestra que la interpolacin:
"ni sern trasladados en contra de su voluntad" se encuentra en oposicin
respecto de (o es paralela a) la primera parte de la frase, y que la excepcin se
refiere por igual a ambas alternativas. Si la coma se suprime, la interpretacin
contraria sera natural.
La importancia de la puntuacin se hace patente en el protocolo de Berln del 6
de octubre de 1945, cuyo nico objeto fue remplazar un punto y coma por una
coma! Los "crmenes contra la humanidad" fueron definidos de la manera
siguiente en el art. 6 de la Carta de Tribunal Militar Internacional, contenida en
el Acuerdo de Londres del 8 de agosto de 1945:
13) "Los crmenes contra la humanidad, a saber: homicidio, exterminio,
esclavitud, deportacin y otros actos inhumanos cometidos contra cualquier
poblacin civil, antes o despus de la guerra; o las persecuciones por razones
polticas, raciales o religiosas en ejecucin de o en conexin con cualquier
crimen comprendido dentro de la jurisdiccin del Tribunal, sean o no
trasgresiones de las leyes internas del pas donde fueron cometidos."
En el mencionado protocolo el punto y coma que estaba despus de la palabra
"guerra" fue remplazado por una coma. La jurisdiccin del tribunal qued as
sustancialmente circunscripta, porque la condicin de que el acto fuera cometido

en conexin con uno de los crmenes comprendidos dentro de la jurisdiccin del


tribunal se hizo aplicable a todos los casos de crmenes contra la humanidad y no
solamente a aquel grupo (persecuciones) mencionado despus del punto y coma
originario. La correccin, sin embargo, no estuvo inspirada por un cambio de
intencin. Ocurri simplemente que la funcin sintctica del punto y como no
haba sido advertida antes.
Los diversos grupos de ejemplos dados ms arriba bastan, probablemente, para
confirmar que las formas sintcticas conectivas no tienen una funcin
inequvoca, y que, por ende, los problemas sintcticos no pueden ser resueltos
sobre la base de datos de interpretacin puramente lingsticos. En eso se
asemejan a los problemas semnticos en sentido restringido. Por otra parte,
difieren de ellos en un aspecto: aun cuando la vaguedad de significado de las
palabras no tiene remedio, los problemas sintcticos, mediante una prolija, y
quizs tediosa, composicin lingstica, podran limitarse a aquellos cuya
solucin se hace patente sin asomo de duda por el simple sentido comn. Por
ejemplo, que la palabra "sus"en 11 a) se refiere a "los ministros"y no al "rey o al
parlamento". Los casos realmente dudosos de problemas sintcticos de
interpretacin, tales como los contenidos en la British Road Traffic Act de 1930
s. 11(1), y en el art. 36 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, podran
evitarse mediante una redaccin ms cuidadosa. Si acostumbramos a decir que un
texto es claro o est exento de ambigedad, esto, hablando con propiedad, slo
puede referirse a la interpretacin sintctica. Desde el punto de vista de la
semntica en sentido restringido, un texto se ve siempre afectado por la
inevitable vaguedad de significado de las palabras, y en esa medida nunca resulta
claro o libre de ambigedad. Esto significa que siempre pueden surgir situaciones
atpicas frente a las cuales es dudoso si el texto se aplica o no. Por otra parte, ello
no exluye que en otras situaciones, de carcter tpico, no haya lugar a dudas. Pero
la certeza de aplicacin en algunas situaciones no justifica la afirmacin general
de que el texto no es ambiguo.
3/7
XXVI Problemas de interpretacin. II: lgicos
Los problemas lgicos de la interpretacin son aquellos que se refieren a las
relaciones de una expresin con otras expresiones dentro de un contexto. Entre
esos problemas tienen particular importancia la inconsistencia, la redundacia, y
las presuposiciones.
Inconsistencia

Existe inconsistencia entre dos normas cuando se imputan efectos jurdicos


incompatibles a las mismas condiciones fcticas.
Puede haber inconsistencia entre dos normas de tres maneras distintas.
1) Inconsistencia total-total, esto es, cuando ninguna de las normas puede ser
aplicada bajo ninguna circunstancia sin entrar en conflicto con la otra. Si los
hechos condicionantes de cada norma son simbolizados por un crculo, hay una
inconsistencia de este tipo cuando ambos crculos coinciden.
2) Inconsistencia total-parcial, esto es, cuando una de las dos normas no puede
ser aplicada bajo ninguna circunstancia sin entrar en conflicto con la otra,
mientras que sta tiene un campo adicional de aplicacin en el cual no entra en
conflicto con la primera. Tal inconsistencia se da cuando un crculo se encuentra
dentro del otro.
3) Inconsistencia parcial-parcial, esto es, cuando cada una de las dos normas
tiene un campo de aplicacin en el cual entra en conflicto con la otra, pero tiene
tambin un campo adicional de aplicacin en el cual no se producen conflictos.
Tal inconsistencia existe cuando los dos crculos son secantes.
Para simplificar nuestro lenguaje, podemos usar tambin la siguiente
terminologa:
1) Inconsistencia total, o incompatibilidad absoluta.
2) Inconsistencia total-parcial, o inconsistencia entre la regla general y la
particular. Las expresiones "regla general" y "regla particular" son correlativas.
Una regla es particular en relacin a otra si su hecho condicionante es un caso
particular del hecho condicionante de la otra regla. Si el hecho condicionante de
la ltima es H (a, b, c,), esto es, un hecho definido por las notas a, b, c, entonces
el hecho condicionante de la regla particular es H (a, b, c, m, n,). Si, por ejemplo,
hay una regla que dispone que los extranjeros no tiene derecho a pescar en las
aguas territoriales de un pas martimo, y hay otra que establece que los
extranjeros con ms de dos aos de residencia en el pas tiene ese derecho,
entonces la primera regla es general en relacin con la segunda, y la segunda es
particular en relacin con la primera.
3) Inconsistencia parcial, o superposicin de reglas.
Al juzgar las inconsistencias es un factor importante la relacin que existe entre
las leyes a las que pertenecen las normas en conflicto. Debe hacerse una

distincin entre a) inconsistencias dentro de la misma ley y b) inconsistencias


entre la ley anterior y otra posterior. En el ltimo grupo hay que distinguir segn
que las dos leyes estn en el mismo nivel o en niveles diferentes (par. XVI).
I. Son raras las inconsistencias totales dentro de una misma ley. Sin embargo, la
Constitucin dinamarquesa, 1920, establece en la primera parte del pargrafo 36,
que el nmero de los miembros de la Primera Cmara no puede exceder de
setenta y ocho, mientras que en la segunda parte se esbablecen normas detalladas
para su eleccin y distribucin, de las que surge que el nmero a ser elegido es de
setenta y nueve. No hay reglas generales que indiquen cmo resolver una
incompatibilidad absoluta como sta entre dos normas. La decisin segn las
circunstancias, tendr que descansar ya en una interpretacin basada en datos
ajenos al texto, ya en la discrecin.
La relacin entre una regla general y una regla particular dentro de la misma ley
rara vez origina dudas. A menudo, como ocurre en el lenguaje hablado normal, la
regla particular est conectada con la regla general mediante un nexo sintctico
("sin embargo", "a menos que", "con excepcin de", etc.), que indica que la regla
general slo deber aplicarse con la limitacin impuesta por la particular. Aqu
no hay una genuina inconsistencia, sino una forma de expresin lingstica que
puede ser parafraseada en una regla.
Adems, al redactar una ley se acepta una convencin general casi fija, segn la
cual los nexos conectivos sintcticos pueden omitirse sin que se altere por ello el
significado. La regla particular sigue limitando a la general. Es frecuente que la
regla general est contenida en una seccin, y las excepciones en una o ms
secciones distintas. No se discute que la regla particular limita a la general. Tiene
muy poca importancia determinar si esto ha de ser considerado como una simple
interpretacin lingstica que introduce una conjuncin sintctica implcita, o
como un caso de una regla positiva de interpretacin que puede ser llamada lex
specialis (dentro de una misma ley).
Por otra parte, la superposicin de normas dentro de una misma ley origina
frecuentes problemas de interpretacin. No hay reglas generales para su solucin,
y la decisin debe descansar en datos ajenos al texto, o en la discrecin. De
acuerdo con el art. 53 de la Carta de las Naciones Unidas, por ejemplo, no se
puede tomar ninguna medida de fuerza dentro de los tratados regionales o por los
organismos regionales, sin la autorizacin del Consejo de Seguridad. Segn el
art. 51, sin embargo, nada de lo establecido en la Carta restringe el derecho a la
auto-defensa individual o colectiva en caso de ataque armado, y las medidas de
defensa no estn sujetas a autorizacin. Estas dos reglas se superponen
parcialmente, y el problema es, en consecuencia, cul de ellas debe ceder si, de

acuerdo con un tratado regional, se desea poner en prctica una medida de fuerza
que consiste en una auto-defensa colectiva contra un ataque armado. Este
problema ha tenido carcter prominente en la discusin del Tratado del Atlntico
y no puede ser resuelto por interpretacin lingstica o construccin lgica. La
respuesta al mismo ha de depender de la informacin relativa a las circunstancias
que rodearon la creacin de la Carta y de una valoracin de las ventajas polticas
de una u otra interpretacin.
II. Se piensa a menudo que cuando se trata de la relacin entre leyes diferentes
las inconsistencias pueden ser resueltas mediante dos simples reglas
convencionales de intepretacin, conocidas como lex posterior y lex superior.
Lex posterior significa que de dos leyes del mismo nivel, la ltima prevalece
sobre la anterior. Sin duda que es un principio jurdico fundamental, aunque no
est expresado como norma positiva, que el legislador puede derogar una ley
anterior, y que puede hacerlo creando una regla nueva incompatible con la
anterior, que ocupe su lugar. Pero no es correcto elevar este principio a la
categora de axioma absoluto. La experiencia muestra que no se le presta
adhesin incondicional, sino que puede dejrselo a un lado cuando choca con
otras consideraciones. El principio de lex posterior, por lo tanto, slo puede ser
caracterizado como un importante principio de interpretacin, entre otros.
Adems, la fuerza del principio variar segn los diferentes casos de
inconsistencia.
1) En el caso de incompatibilidad absoluta es muy difcil concebir
consideraciones de suficiente peso como para justificar que se deja a un lado el
principio de lex posterior.
2 a) Lo mismo ocurre en aquellos casos de inconsistencia total-parcial en que la
regla ltima es la particular. En tal supuesto lex posterior opera en conjuncin
conlex specialis.
2 b) En los casos de inconsistencia entre reglas particulares anteriores y reglas
generales posteriores, lex specialis puede, segn las circunstancias, prevalecer
sobre lex posterior. Imaginemos, por ejemplo, una ley anterior que contiene una
regla general, a la que en leyes posteriores se le han introducido varias
excepciones para situaciones particulares. Ms tarde la primitiva regla general es
remplazada por otra que no menciona las excepciones. En tal situacin, para
determinar si las excepciones anteriores pueden todavia ser consideradas vlidas
habr que recurrir a otros datos y a consideraciones valorativas.

3) En los casos en que las reglas se superponen parcialmente, lex posterior da


apoyo, por cierto, a la presuncin de que la regla ms reciente se encontrar en
una situacin de preferencia respecto de la anterior, pero esto no es
incondicionalmente as. Lex posterior slo se aplica en la medida en que, en
trminos subjetivos, el legislador "tuvo la intencin" de remplazar la ley anterior.
Pero puede tambin haber tenido la "intencin " de que la nueva regla se
incoporara en forma armnica al derecho existente, como un suplemento del
mismo. La decisin acerca de cul de las dos posibilidades se aplica en un caso
concreto depender, como de costumbre, de una prueba ajena al texto, o de la
discrecin.
Lex superior quiere decir que en un conflicto entre previsiones legislativas de
diferente nivel, la ley de nivel ms alto, cualquiera sea el orden cronolgico, se
hallar en una situacin de preferencia respecto de la de nivel ms bajo: la
constitucin prevalece sobre una ley, una ley sobre un decreto, y as
sucesivamente.
Pero en la experiencia jurdica tampoco este principio es incondicionalmente
vlido. En primer lugar, la prioridad de la Constitucin depende de que los
tribunales tengan competencia para revisar la constitucionalidad material de las
leyes. Y aun cuando los tribunales tengan tal competencia, a menudo se
rehusarn en los hechos a hacerse cargo del conflicto y a declarar la invalidez. En
tales casos, seguramente, prestarn acatamiento formal a lex superior, pero se
negarn a admitir la existencia de un conflicto que en otras circunstancias habran
reconocido. En segundo lugar, la instancia legislativa superior puede ser
competente para autorizar a la inferior a dictar reglas que tengan fuerza
derogatoria respecto de normas de un nivel inmediatamente superior. As, por
ejemplo, una ley puede autorizar al Poder Ejecutivo a dictar decretos que puedan
derogar leyes vigentes o apartarse de ellas, o autorizar a los particulares a
celebrar transacciones contrarias a normas legislativas (de aquellas que no se
aplican si las partes pactan otra cosa). No puede excluirse la posibilidad de que
los tribunales, aun sin autoridad para ello, se aparten de lex superior.
Redundancia
Hay redundancia cuando una norma establece un efecto jurdico que, en las
mismas circunstancias fcticas, est establecido por otra norma. Una de las dos
normas, en la medida en que ello ocurre, es redundante. En la conversacin
diaria, con frecuencia, salpicamos nuestras expresiones con redundancias ("No
digas mentiras, cuntanos cmo ocurrieron realmente las cosas!") En la redaccin
de las leyes, donde se requiere mayor cuidado, se busca evitar decir ms de lo
necesario. Se da por presupuesto que una ley no contiene redundancias y una

coincidencia aparente de dos normas, por lo tanto, lleva a interpretar a una de


ellas de manera tal que la aparente redundancia desaparezca. Pero no es posible
sostener que existe un principio incondicional de interpretacin segn el cual no
puede haber redundacias. Es menester tomar en cuenta la posibilidad de que
quien tuvo a su cargo redactar la ley no adviertiera la coincidencia (en especial si
se trata de una redundancia que surge al comparar la ley con una norma anterior);
o la posibilidad de que por razones histricas se dese poner de relieve un punto
de vista particular; o que para proporcionar un cuadro general (en beneficio,
particularmente, del lector no experimentado) se consider necesario incluir en
un solo texto material que, de otro modo, tendra que ser buscado en otra parte
(enunciados ex tuto).
En realidad, la teora de la redundancia podra ser desarrollada en forma
semejante a la teora de la inconsistencia, pero tal desarrollo tendra poco inters.
El punto esencial es que para la redundancia tampoco hay solucin mecnica; la
decisin tiene que basarse en consideraciones diversas, entre las que se encuentra
la presuposicin general de que no hay redundancias.
Presuposiciones
Si le digo a un nio que tiene una manzana en la mano: "Dame la manzana que
robaste", y el nio no ha robado la manzana, la directiva no puede cumplirse. Sea
que el chico decida entregar la manzana o retenerla consigo, su decisin estar
fundada en motivos e ideas que nada tienen que ver con el acatamiento a la
directiva. Algo similar ocurre cuando una regla hace presuposiciones incorrectas
o defectuosas. Los problemas que surgen en tal caso no pueden ser resueltos por
interpretacin lingstica, sino que hay que recurrir a otros datos de
interpretacin o a la discrecin.
Hay falsas presuposiciones fcticas cuando, por ejemplo, una ley califica a una
sustancia inocua de veneno, o prohibe la pesca en un rea que ahora es desrtica,
o reglamenta la navegacin en un ro que ya no es ms navegable, o dispone que
la administracin debe consultar a un organismo que ya no existe. Hay falsas
presuposiciones jurdicas cuando una norma hace presuposiciones incorrectas o
defectuosas sobre el contenido del derecho vigente o respecto de situaciones
jurdicas especficas. Por ejemplo, que en California la mayora de edad se
adquiere a los 30 aos, o que las mujeres no tienen derecho al sufragio, o que una
cierta zona se encuentra bajo una autoridad municipal diferente de la que en
realidad corresponde. Por supuesto, no es probable que tales errores gruesos
ocurran. Por otra parte, es fcil que se incurra en errores menos graves,
especialmente cuando una ley hace referencia a leyes anteriores, que

posteriormente son derogadas por otras, y se olvida que las referencias deben ser
modificadas en forma concordante.
De las falsas presuposiciones fcticas o jurdicas surgen problemas de
interpretacin que no pueden ser resueltos mediante reglas mecnicas. Tambin
aqu la armona se logra con la ayuda del sentido comn y de la discrecin. La
regla puede ser aplicada a pesar de la presuposicin incorrecta o defectuosa, o
modificada o considerada nula. En el caso de un error jurdico se presenta la
cuestin de si puede considerarse que la presuposicin autoriza a crear derecho
de conformidad con su contenido.
Recapitulando sobre lo que hemos dicho acerca del conflicto de normas, resulta
claro que no hay en realidad principios fijos para la solucin mecnica de estos
problemas. Todos los problemas lgicos de la interpretacin son lgicos en el
sentido de que pueden ser determinados mediante un anlisis lgico de la ley.
Pero no son en modo alguno lgicos en el sentido de que puedan ser resueltos
con ayuda de la lgica o de principios de interpretacin que operan en forma
mecnica.Lex specialis, les posterior y lex superior no son axiomas, sino
principios de relativo peso que gravitan en la interpretacin al lado de otras
consideraciones, en particular una valoracin sobre la mejor manera de hacer que
la ley est de acuerdo con el sentido comn, con la conciencia jurdica popular, o
con los objetivos sociales supuestos.
4/7
XXVII Problemas de interpretacin. III: semnticos
Los problemas semnticos de la interpretacin, en sentido restringido, son
aquellos que se refieren al significado de las palabras individuales o de las frases.
Son de aplicacin a este tpico, en lo principal, los comentarios hechos en el par.
XXIV. Debe recordarse, en particular, que la mayor parte de las palabras son
ambiguas, y que todas las palabras son vagas, esto es, que su campo de referencia
es indefinido, pues consiste en un ncleo o zona central y un nebuloso crculo
exterior de incertidumbre; y que el significado preciso de una palabra en una
situacin especfica est siempre en funcin de la unidad total o entidad: la
expresin como tal, el contexto y la situacin.
Por lo tanto, es errneo creer que la interpretacion semntica comienza por
establecer el significado de las palabras individuales y llega al de la expresin
por la suma de los significados parciales. El punto de partida es la expresin
como un todo con su contexto, y el problema del significado de las palabras

individuales est siempre unido a este contexto. La palabra "casa" puede designar
una gran variedad de objetos. Se habla de casa habitacin, de la casa que lleva a
cuestas un caracol, de casas de prisin, de casas de familias reales, etc. En cierta
circunstancia (como todo nio sabe) un zapato viejo puede ser una casa. Pero en
una ley de la vivienda la mayor parte de tales posibilidades quedan descartadas
por absurdas.
Es errneo tambin, por lo tanto, creer que un texto puede ser tan claro que es
imposible que suscite dudas en cuanto a su interpretacin.11 Tal como vimos en
el pargrafo XXV in fine, tal claridad slo es alcanzable -siempre que haya un
cierto mnimo de sentido comn- respecto de la interpretacin sintctica, no
respecto de la interpretacin semntica en sentido restringido. En cuanto pasamos
del mundo de las palabras al mundo de las cosas, encontramos una incertidumbre
fundamentalmente insuperable12 aun cuando en situaciones tpicas la aplicacin
del texto no ofrezca ninguna duda.
Por ello, tampoco la interpretacin semntica es un proceso mecnico. Salvo en
los casos de referencia clara y obvia, el juez tiene que tomar una decisin que no
est motivada por el mero respeto a la letra de la ley.
XXVIII Interpretacin y administracin de justicia
En los pargrafos precedentes hemos dado ejemplos de aquellos problemas de
interpretacin que enfrentan los jueces y las otras autoridades de aplicacin del
derecho.
Dirigimos ahora nuestra atencin al problema de cmo son resueltos esos
problemas en la administracin de justicia.
Con esto no queremos decir cmo deben ser resueltos. Tal como se ver con ms
detenimiento en el par. XXXI, las teoras en boga sobre la interpretacin tienen
un contenido normativo. Esto es, se propone dar directivas que prescriben cmo
debe ser interpretado el derecho en la administracin de justicia. En la medida en
que esas directivas derivan de ideas preconcebidas referentes a la "naturaleza del
derecho", "el concepto del derecho", "el propsito de la administracin del
derecho", y cosas semejantes, equivalen a postulados dogmticos. En la medida
en que estn fundadas en consideraciones prcticas de ventajas y desventajas
sociales apreciadas en relacin con ciertos valores presupuestos, equivalen a
sugestiones de poltica jurdica dirigidas al juez. En ambos casos -salvo cuando
en forma ms o menos casual reflejan el mtodo seguido en la prctica por los
tribunales -tales directivas carecen de valor para comprender el derecho positivo
y para predecir decisiones jurdicas futuras.

Nuestro problema es de naturaleza analtico-descriptiva, esto es, intentamos


describir cmo ocurre en la prctica la interpretacin. Corresponde al estudio
doctrinario de un sistema jurdico especfico realizar un anlisis ms
concienzudo. Una teora general del mtodo slo puede mostrar los factores
generales que operan en toda administracin de justicia y bosquejar una tipologa
general a fin de caracterizar las variedades de estilo de mtodo e interpretacin
existentes. Adems, tal descripcin y tipologa son requisito previo esencial de
un examen poltico-jurdico racional del mtodo. Sin la comprensin de lo que
realmente ocurre en la administracin de justicia, falta la base necesaria para
establecer objetivos de poltica jurdica bien fundados respecto de cmo debe
tener lugar dicha tarea.
En primer lugar, es esencial tener una idea clara de la actividad del juez cuando
hace frente a la tarea de interpretar y aplicar la ley a un caso especfico.
Nuestro punto de partida es que la tarea del juez es un problema prctico. El juez
tiene que decidir si habr de ejercerse o no la fuerza contra el demandado (o el
acusado). Por supuesto que el conocimiento de diversas cosas (los hechos del
caso, el contenido de las normas jurdicas, etc.) desempea un papel en esta
decisin y, en esa medida, la administracin de justicia se funda en procesos
cognoscitivos. Pero esto no modifica el hecho de que la administracin de
justicia, aun cuando su camino resulta preparado por procesos cognoscitivos, es
por su naturaleza propia sin lugar a dudas, una decisin, un acto de voluntad.
Como toda decisin deliberada -ver ms en detalle en el par. LXX- ella surge de
un sustrato de la conciencia constituido por dos componentes: 1) un motivo que
da a la actividad su direccin en procura de una meta, 2) ciertas concepciones
operativas, esto es, elementos cognoscitivos que dirigen la actividad hacia dicho
fin. (Para ilustrar este punto: mi decisin de salir con paraguas brota del deseo de
no mojarme, como motivo, en conexin con la concepcin operativa de que
probablemente llover y de que el paraguas es un instrumento de proteccin.)
La primitiva teora de la funcin de la administracin de justicia, de naturaleza
positivista-mecanicista, ofreca un cuadro muy simple de estos componentes. Se
supona que el motivo era (o deba ser) la obediencia a la ley, es decir, una
actitud de acatamiento y respeto hacia el derecho vigente (concebido como
voluntad del legislador). Se supona que las concepciones operativas consistan
en un conocimiento del verdadero significado de la ley y de los hechos probados.
El significado de una ley, por supuesto, no es siempre claro. A menudo tiene que
ser descubierto mediante interpretacin, pero la interpretacin -segn este punto
de vista- es fundamentalmente una tarea teortico-emprica. Puede ocurrir que no
se pueda establecer con certeza el significado, y que, en razn de ello, el juez

tenga libertad para estimar qu es lo que en las circunstancias debe ser presumido
como lo ms probable. Pero una incertidumbre de este tipo caracteriza a muchos
otros problemas cognoscitivos, y no afecta al carcter teortico de la
interpretacin.
Segn este cuadro de la administracin de justicia, el juez no valora ni determina
su actitud ante la posibilidad de interpretaciones diferentes. El juez es un
autmata. Se da por sentado que tiene que respetar la ley y su funcin se limita a
un acto puramente racional: comprender el significado de la ley y comparar la
descripcin de hechos que sta hace con los del caso que tiene que decidir.
Este cuadro no se asemeja para nada a la realidad.
Es equivocado, y para advertirlo basta con sealar que la interpretacin -en el
sentido de determinacin del significado como hecho emprico- con frecuencia
no conduce a ningn resultado cierto (ver par. XXIV). La inevitable vaguedad de
las palabras y la inevitable limitacin de la profundidad internacional hacen que,
a menudo, sea imposible establecer si el caso est comprendido o no por el
significado de la ley. El caso no es obvio. Es razonablemente posible definir el
significado de las palabras de tal manera que los hechos resulten comprendidos
por la ley. Pero tambin es posible, en forma igualmente razonable, definir el
significado de las palabras de tal manera que el caso quede fuera del campo de
referencia de aqulla. La interpretacin (en sentido propio, es decir, como
actividad cognoscitiva que slo busca determinar el significado en tanto que
hecho emprico) tiene que fracasar. Pero el juez no puede dejar de cumplir su
tarea. Tiene que decidirse, y esta eleccin ha de originarse, cualquiera sea su
contenido, en una valoracin. Su interpretacin de la ley (en un sentido ms
amplio) es, en esta medida, un acto de naturaleza constructiva, no un acto de puro
conocimiento. Sus motivos no se reducen al deseo de acatar una determinada
directiva.
Pero el cuadro es falso tambin en otro aspecto, por cuanto se basa en una
apreciacin de la actividad del juez que es psicolgicamente insostenible. El juez
es un ser humano. Detrs de la decisin que adopta se encuentra toda su
personalidad. Aun cuando la obediencia al derecho (la conciencia jurdica
formal) est profundamente arraigada en el espritu del juez como actitud moral y
profesional, ver en ella el nico factor, o mvil es aceptar una ficcin. El juez no
es un autmata que en forma mecnica transforma reglas y hechos en decisiones.
Es un ser humano que presta cuidadosa atencin a su tarea social tomando
decisiones que siente como "correctas", de acuerdo con el espritu de la tradicin
jurdica y cultural. Su respeto por la ley no es absoluto. La obediencia a sta no
es su nico motivo. A sus ojos la ley no es una frmula mgica, sino una

manifestacin de los ideales, actitudes, standards o valoraciones que hemos


denominado tradicin cultural (par. XIX). Bajo el nombre de conciencia jurdica
formal y su reclamo de obediencia al derecho. La crtica del juez puede dirigirse
as contra la decisin en el caso especfico, que siente como injusta, no obstante
aprobar la regla; o puede dirigirse contra la regla misma. La crtica puede
aparecer en la conciencia del juez como una reaccin emocional espontnea; o
resultar de un anlisis consciente de los efectos de la decisin, hecho en relacin
con standards presupuestos. En todos los casos, estas actitudes participan
activamente en el espritu del juez, como un factor que motiva su decisin. En la
medida de lo posible el juez comprende e interpreta la ley a la luz de su
conciencia jurdica material, a fin de que su decisin pueda ser aceptada no slo
como "correcta" sino tambin como "justa" o "socialmente deseable". Si la
discrepancia entre la conciencia jurdica formal y la material excede cierto lmite,
el juez puede llegar a prescindir de restricciones obviamente impuestas por las
palabras o por la intencin del legislador. Su interpretacin constructiva, en tal
caso, no se reduce a buscar una mayor precisin, sino que enmienda los
resultados a que llegara una interpretacin de la ley que simplemente averiguase
lo que sta significa.
Puede decirse as que la administracin de justicia es la resultante de un
paralelogramo de fuerzas en el que los vectores dominantes son la conciencia
jurdica formal y la conciencia jurdica material. La decisin a que se arriba est
determinada por el efecto combinado de la interpretacin cognoscitiva de la ley y
de la actitud valorativa de la conciencia jurdica.13 Sera errneo limitar la
actividad valorativa a aquellas ocasiones, relativamente raras, en que ella se
manifiesta como desviacin del resultado a que llevara una interpretacin
meramente cognoscitiva de la ley. La conciencia jurdica material est presente
en todas las decisiones. Si en la mayora de los casos el juez decide dentro del
campo de la interpretacin cognoscitiva, ello es signo de que su conciencia
jurdica ha considerado posible aprobar la decisin, o en todo caso, no la ha
hallado incompatible con lo "justo" o lo socialmente deseable, en un grado tal
que hiciera necesario recurrir a algn expediente para liberarse de las ataduras
legales. Si los postulados poltico-jurdico-morales de su conciencia jurdica
hubieran llevado al juez a considerar que la decisin era inaceptable, ste habra
podido tambin, mediante una argumentacin adecuada, hallar la va para una
mejor solucin.
Aunque la tarea de administrar justicia es mucho ms amplia que la de interpretar
la ley, en el sentido genuino de esta expresin, es comn, sin embargo, usar la
palabra "interpretacin" para designar la actividad integral del juez que lo
conduce a la decisin, inclusive su actividad crtica, inspirada por su concepcin
de los valores jurdicos, que surge de actitudes que estn ms all del simple

respeto al texto legal. Este uso lingstico responde al deseo de ocultar la funcin
creadora del juez, preservando la apariencia de que ste no es otra cosa que un
portavoz de la ley. El juez no admite en forma abierta, por lo tanto, que deja a un
lado el texto. Mediante una tcnica de argumentacin que se ha desarrollado
como ingrediente tradicional de la administracin de justicia, el juez aparenta
que, a travs de varias conclusiones, su decisin puede ser deducida de la
verdadera interpretacin de la ley (para ms detalles ver par. XXX).
Podemos decir, en definitiva, que la administracin del derecho no se reduce a
una mera actividad intelectual, Est arraigada en la personalidad total del juez,
tanto en su conciencia jurdica formal y material como en sus opiniones y puntos
de vista racionales. Se trata de una interpretacin constructiva, que es a la vez
conocimiento y valoracin, pasividad y actividad.
Para llegar a una verdadera comprensin de la funcin del juez es importante
subrayar esta naturaleza doble. Pero al mismo tiempo hay que reconocer que la
distincin entre la funcin cognoscitiva y la valorativa es artificial, en la medida
en que ambas se fusionan en la prctica, lo que imposibilita decir con precisin
dnde termina una y dnde comienza la otra. Esto es as porque es imposible
para el propio juez, as como para los dems, distinguir entre las valoraciones en
las que se manifiestan las preferencias personales del juez y las valoraciones
atribuidas al legislador, que son, por lo tanto, datos para una interpretacin
puramente cognoscitiva. Tal como sealamos en el par. XXIV, la funcin
determinativa de significado del contexto consiste en el hecho mismo de que
proporcionan un fundamento para presumir qu es lo que el autor puede
razonablemente haber querido decir en la situacin dada. Del mismo modo, toda
interpretacin jurdica en sentido propio incluye presunciones respecto de los
criterios y valores sociales que motivaron al legislador. Si el juez, errnea o
acertadamente, identifica sus propias valoraciones con las de aqul, los dos tipos
de interpretacin se fusionan en su espritu. La situacin es paralela a aquella de
que hablamos en la parte final del pargrafo IX al ocuparnos del lmite impreciso
entre la intencin teortico-jurdica y la intencin poltico-jurdica, que se
advierte en la doctrina. De aqu se sigue que eixste un lmite borroso entre a)
aquellos casos en los que el juez cree que hay -en la ley misma o en su historia
ligislativa- ciertos elementos que prueban que su interpretacin concuerda con la
intencin del legislador; b) aquellos casos en los que, con acierto o con error y
sin tener una clara conciencia de ello, el juez identifica sus propias actitudes
pragmticas con las del legislador; y finalmente c) aquellos casos en los que el
juez se da cuenta de que est interpretando la ley a la luz de ideas que no pueden
ser atribuidas al legislador, y que incluso posiblemente se hallan en oposicin
directa con las intenciones de este ltimo.

En las pginas anteriores hemos enunciado los factores generales que estn
presentes en toda administracin de justicia: por un lado, una actividad
puramente cognoscitiva dirigida a expresar ciertos datos; por otro, una actividad
emotivo-volitiva fundada en valoraciones sociales y en observaciones
sociolgico-jurdicas. Pero se pueden distinguir dentro de esta estructura diversos
tipos de estilos de interpretacin, que varan con la fuerza relativa de cada uno de
estos factores y con los datos que convencionalmente se toman en consideracin
en el caso de la interpretacin de la ley en sentido propio (el factor cognoscitivo).
a) De acuerdo con el grado de libertad que el juez se atribuye en la interpretacin
de la directiva de la ley, a la luz de los reclamos de la conciencia jurdica material
y de las exigencias sociales, puede distinguirse entre un estilo de interpretacin
(relativamente) libre y un estilo (relativamente) limitado. Sin embargo, es difcil
decidir si la diferencia en estilo es tan grande como puede parecer a primera
vista. Puede que la diferencia no est tanto en el grado de libertad de que goza el
juez, como en la franqueza con la que esta libertad es reconocida.
A mediados del siglo pasado se desarroll en Francia y Alemania un estilo de
interpretacin claramente limitado. En armona con una doctrina de las fuentes
del derecho estrictamente positivista, se quiso crear la apariencia de que, en todos
los casos, era posible derivar una decisin de la ley con la ayuda de la
interpretacin lingstica y de los mtodos lgicos de inferencia, o construirla por
deduccin a partir de conceptos jurdicos presupuestos ("jurisprudencia de
concepciones " o "jurisprudencia mecnica").14 Hacia fines del siglo pasado y a
comienzos del presente, surgi una fuerte oposicin en ambos pases. En Francia
fue conocida como le combat pour la mthode y en Alemania como die
Freirechtsbewegung.15 El mtodo tradicional fue calificado de "reverencia a los
textos", y de "construccin de conceptos formalistas".16 Y sus opositores
exigieron que el juez tuviera una mayor libertad para inspirarse en la vida, en las
necesidades y en los intereses prcticos. Esta exigencia estaba ligada a ideas de
un "derecho natural", desarrollado por la ciencia sobre fundamentos filosficos o
sociolgicos, para complementar el derecho positivo (la libre recherche
scientifique, das freie Recht). No es fcil decidir en qu medida este movimiento
fue expresin de una exigencia genuinamente poltico-jurdica en pro de un
nuevo espritu en la administracin del derecho, y en qu medida fue meramente
una transaccin, en el campo de teora jurdica, con las ficciones formalistas de la
interpretacin entonces en boga.17
b) Otra diferencia en estilo de interpretacin es la amplitud con que se toman en
consideracin elementos de juicio ajenos a las palabras de las ley. En el pargrafo
XXIV se examin la diferencia entre la llamada
interpretacin subjetiva y objetiva; de acuerdo con esto puede formularse una

distincin entre estilo subjetivo y estilo objetivo de interpretacin de la ley. Es


inconcebible un estilo de interpretacin completamente objetivo, en el sentido de
que se funde exclusivamente en las palabras de la ley. La actitud del juez hacia la
ley estar siempre influida por una serie de factores, productos de la situacin y
por la conexin entre la ley y el resto del derecho. Nunca podr evitar tomar en
cuenta que el texto que tiene ante sus ojos no es un trozo de ficcin ni un artculo
cientfico, sino precisamente una ley esto es, un instrumento de direccin
poltica, que se origina en intereses e ideas en conflicto, y que apunta a ciertos
objetivos sociales. La comprensin de la ley por parte del juez depender siempre
de su comprensin de los motivos y propsitos sociales de aqulla. Lo nico que
realmente distingue un estilo subjetivo de un estilo objetivo de interpretacin es
que de acuerdo con el primero y no con el segundo, se admite echar mano de los
antecedentes de la ley como prueba para demostrar el propsito de sta y arrojar
luz sobre los detalles de su significado.
Esta distincin entre interpretacin subjetiva y objetiva no coincide con la
distribucin entre interpretacin libre y limitada. La primera se refiere al modo
en que tiene lugar la interpretacin en sentido propio; la segunda, al grado de
libertad con que el juez reacciona frente a los resultados de esta interpretacin.
Hay, empero, una conexin entre ambas. Precisamente porque la interpretacin
objetiva rechaza ciertos datos de interpretacin (los antecedentes de la ley) y se
atiende nicamente al texto mismo, conducir frecuentemente a resultados menos
precisos que la interpretacin subjetiva, dejando as mayor mbito para la libertad
del juez. En un cierto sentido, en consecuencia, la interpretacin "objetiva" es
ms subjetiva que la subjetiva.
De qu modo los antecedentes de la ley pueden proporcionar informacin sobre
las intenciones del "legislador"? Si el legislador fuera una persona individual, que
preparara por s misma las leyes, no habra problemas. Pero en la realidad no hay
tal legislador unipersonal, y las leyes, as como el material aclaratorio de las
mismas, son en gran medida producto del trabajo de personas que no integran la
legislatura. Lo nico decisivo para la aprobacin de una ley es que el texto, en su
versin final, obtenga el nmero requerido de votos en el parlamento. La real
"voluntad del legislador" se encuentra, en ltimo grado, en los miembros de la
cmara que han votado el proyecto de ley. Pero, cmo es posible que la historia
del proyecto proporcione informacin acerca de las actitudes de estas personas
que quiz ni siquiera lo conocen, sino que, como cosa de rutina, se limitaron a
votarlo?
La respuesta se halla, quiz, en una convencin. Una vez que se admite la
importancia de los antecedentes legislativos, dicha convencin sirve de base para
la conclusin razonable de que la pasividad de los miembros que votaron puede

ser considerada como expresin de que, al hacerlo, aprobaron las opiniones


aclaratorias de la ley vertidas en el curso del proceso de sancin de sta. Porque
de acuerdo, precisamente, con esta convencin, los miembros de la legislatura
tienen un motivo para familiarizarse con lo que ocurre durante ese proceso, y si
no se oponen a lo expresado en el curso del mismo, tal actitud ser interpretada
como aprobacin. Puede tambin decirse que lo que se pone a votacin no es
nicamente el texto, sino el texto a la luz de las notas aclaratorias que lo
acompaan y de otras partes de los antecedentes de la ley.
De acuerdo con estos puntos de vista, diversas circunstancias influyen en el peso,
que se acuerda a las diversas partes de los antecedentes legislativos. La
importancia de las notas del proyecto depende de la medida en que ste fue
modificado durnate su paso por el Parlamento. Las notas no son vueltas a
redactar si el proyecto se modifica. Mientras ms cuidadosamente haya sido
preparado el proyecto -particularmente si es obra de una comisin de expertosmayor es el peso que se atribuye a las notas que lo acompaan. Dada la
importancia del trabajo en comisin para la redaccin de un proyecto de ley, se
asigna, en general, mayor peso a la manifestaciones contenidas en un informe de
comisin que a las manifestaciones vertidas en la cmara.
No puede negarse que la interpretacin subjetiva se traduce en falta de
certidumbre. Hace difcil a los ciudadanos saber cmo tienen que comportarse.
Esta circunstancia y la tradicional aversin de los ingleses hacia el derecho
legislado, (que es considerado coo una intrusin en el territorio del common
law) explica por qu la teora jurdica inglesa slo admite un uso muy limitado de
la historia de la ley para la interpretacin de sta. Los diarios de sesiones no son
admitidos como prueba del propsito perseguido por una ley, y el informe de una
Comisin Real slo puede ser usado para mostrar en qu estado se encontraba el
derecho antes de la aprobacin de la ley. Los jueces ingleses, por lo tanto, tienen
que formarse opinin acerca de los propsitos de la ley nicamente en base a la
ley misma.18
En Europa continental y en los Estados Unidos, es usual que se reconozca a los
antecedentes de la ley el carcter de elemento de interpretacin. Por supuesto
esto no significa que la historia de la ley sea "obligatoria" para el juez; ella
constituye, en la interpretacin en sentido propio, slo un elemento entre otros,
que puede ser contrabalanceado por valoraciones y consideraciones en sentido
contrario. Mientras ms libre es la interpretacin, ms fcilmente puede suceder
que el juez llegue a prescindir de manifestaciones claras que aparecen en los
antecedentes legislativos. Estos ltimos son primariamente importantes para la
eleccin entre alternativas cuando el juez no tiene una preferencia particular.

Los antecedentes legislativos se tornan menos importantes a medida que la ley


envejece. La interpretacin subjetiva de la ley asume entonces el carcter de
interpretacin histrica de la ley. A pesar de ciertas ideas dogmticas referentes a
"la voluntad del legislado", es prcticamente inevitable que el juez se resista al
poder de los muertos si las condiciones de la vida presente favorecen una
interpretacin animada de un nuevo espritu.19 Esto es particularmente para la
interpretacin de las leyes constitucionales que a menudo permanecen estticas,
mientras las condiciones de la vida poltica siguen evolucionando. En tales
circunstancias puede tener lugar una amplia Verfassungswandlung20 o
metamorfosis de la Constitucin sin que se opere ningn cambio en el texto de
sta.
5/7
XXIX Los factores pragmticos en la interpretacin
En los parfs. XXIV y XXVII se destac que toda interpretacin tiene su punto de
partida en la expresin como un todo, en combinacin con el contexto y la
situacin en la que aquella se da. Es errneo creer, pues, que el punto de partida
son las palabras individuales consideradas en su significado lingstico natural.
Este significado lingstico tiene una amplia aplicacin, pero tan pronto como
una palabra se da en un contexto, su campo de referencia queda restringido. Por
ejemplo, la palabra "casa", desde un punto de vista puramente lingstico, qu es
lo que no puede abarcar? Pero si aparece en una ley de la vivienda, la mayor
parte de esas posibilidades quedan automticamente excluidas (par. XXVII).
Se sugiri tambin que la funcin determinativa de significado del contexto
consiste en el hecho de que ste ofrece una base para conclusiones acerca de la
que el autor razonablemente puede haber querido decir. Especficamente, al
interpretar las leyes, "razonable" significa lo que es en la prctica razonable. La
interpretacin se basa aqu en la suposicin de que el legislador quiso sancionar
previsiones que en sus efectos prcticos armonizaran con las exigencias,
valoraciones o actitudes que presumiblemente gravitaban sobre l.
Los factores pragmticos en la administracin de justicia son consideraciones
basadas en una valoracin de la razonabilidad prctica del resultado, apreciado en
relacin con ciertas valoraciones fundamentales presupuestas. Los factores
pragmticos son colocados aqu en contraste con los factores puramente
lingsticos. Su influencia se hace sentir en un grado mucho mayor del que
generalmente se admite. Como regla, el "cero" de la escala de medida de la
interpretacin pragmtica se coloca al nivel del "sentido lingstico natural en
consonancia con el significado usual de las palabras". Pero, tal como dijimos ms

arriba (par. XXIV y XXV), estestandard mismo est en realidad teido, aun
cuando en forma ms o menos inconsciente, por la razonabilidad prctica del
resultado. Por ejemplo, si una regla constitucional establece que cada Cmara
designar "quince miembros" para formar una comisin, resulta claro que esto
significa quince miembros de la cmara pertinente, y no, por ejemplo, quince
miembros de un club deportivo. Esto es tan obvio que tenemos que hacer un
esfuerzo para advertir que podra ser posible tomar la regla en un sentido distinto
de ese sentido "obvio". Sin embargo, es verdad que en ste y en innumerables
casos similares la interpretacin se halla codeterminada por consideraciones
pragmticas en la forma de "sentido comn".
En consecuencia, tenemos que afirmar claramente que la interpretacin no tiene
punto de partida lingstico independiente, sino que desde el comienzo est
determinada por consideraciones pragmaticas en la forma de "sentido comn".
En lo que sigue, sin embargo, dejaremos a un lado los factores pragmticos
implcitos en el simple "sentido comn" y nos ocuparemos nicamente de los
factores pragmticos "superiores", que aparecen como deliberaciones acerca de
las consecuencias que tendr una cierta interpretacin, estimadas y mutuamente
ponderadas a la luz de valores fundamentales. Este tipo de razonamiento es lo
que estamos acostumbrados a llamar argumentos basados en consideraciones
prcticas ("razn"). En lo que a esto respecta, no hay diferencia fundamental
entre la argumentacin poltico-jurdica de lege ferenda y de sententia ferenda.
La diferencia consiste nicamente en los lmites puestos por las palabras de la ley
a la libertad de accin en la administracin de justicia.
Sera impracticable enumerar o clasificar las posibles valoraciones en la
interpretacin pragmtica. sta puede considerar no slo los efectos sociales
previsibles, sino tambin la finura tcnica de la interpretacin y su concordancia
con el sistema jurdico y las ideas culturales sobre las que dicho sistema reposa.
Aqu destacamos nicamente el punto de vista negativo, a saber, que la
interpretacin pragmtica no puede ser identificada con la interpretacin desde el
punto de vista del propsito o lnea de orientacin de una ley, y que la expresin
corriente "interpretacin teleolgica" es, por lo tanto, demasiado restringida.
Primero: aun cuando el propsito de una actividad pueda ser establecido en
forma inequvoca, no proporciona la nica gua para esa actividad. Porque nunca
ocurre que una persona persiga un propsito nico con exclusin de todas las
consideraciones restantes. Por ejemplo, si el propsito al construir un puente es
crear mejores medios de comunicacin entre dos regiones de un pas, este
propsito exige que el puente sea lo ms til posible. Pero esta exigencia tiene
que ser contrabalanceada por consideraciones tales como costo, posible

interferencia con la navegacin, razones estticas, exigencias militares y


polticas, intereses locales y muchas otras. El propsito indica el efecto
directamente buscado. Pero es tambin necesario tomar en consideracin los
diversos efectos incidentales en otras direcciones. Lo mismo ocurre con la
actividad que consiste en legislar y ejecutar la ley. Tampoco aqu es posible
mantener la mirada rgidamente fija en laratio aislada de la ley individual, y es
menester adoptar enfoques valorativos ms amplios.
Segundo: a menudo es imposible establecer, sin ambigedad, el propsito de una
ley. Sobre una base subjetiva quiz sea posible obtener informaciones acerca de
qu es lo que se propuso realizar el legislador.21 Pero si la historia legislativa
guarda silencio a este respecto, o si se siguen principios objetivos de
interpretacin, cmo podra obtenerse una informacin semejante? Cules de
los efectos calculables han de ser elegidos como el propsito de la ley? En tales
condiciones el "propsito de la ley" es en mayor o menor medida una
construccin arbitraria.
Por ltimo: a menudo es imposible atribuir algn propsito a una ley. Hay un
propsito evidente, sin duda, en aquellas medidas mediante las que el legislador
de nuestros das interviene en forma tcnica y administrativa en la vida de la
comunidad: leyes econmicas, leyes reguladoras del comercio y la industria,
medidas de justicia social, leyes referentes a construcciones, a la salud, etc. Por
otra parte, en las normas que hacen a nuestras instituciones jurdicas centrales,
que estn profundamente arraigadas en la tradicin cultural parece imposible
percibir algn propsito. Por ejemplo, cul es el propsito de nuestras leyes de
matrimonio, divorcio, propiedad y herencia? Cualquier cosa que pueda decirse
acerca de esto es trivial. Por ejemplo, que el propsito de las normas sobre
divorcio es habilitar a la gente a tener un razonable acceso al divorcio. El hecho
es que las instituciones jurdicas, fundamentalmente existen como postulados
culturales a ttulo propio, y no porque sirven algn propsito social.
En resumen: la interpretacin pragmtica es la integracin de una multiplicidad
de valoraciones; y el propsito de la ley solamente indica una consideracin
nica dentro de esta multiplicidad. Si a pesar de ello se prefiere usar la expresin
interpretacin "teleolgica" (en lugar de interpretacin "pragmtica"), es
menester subrayar que telos no designa el propsito aislado de la ley individual,
sino que pars pro toto se refiere a todas las consideraciones admisibles.
De acuerdo con el resultado de la interpretacin comparado con los "significados
lingsticos naturales" del texto, la interpretacin pragmtica puede
serexpecificadora, restrictiva o extensiva.

a) La interpretacin especificadora tiene lugar cuando las consideraciones


pragmticas son decisivas para la eleccin entre varias interpretaciones, todas
ellas posibles y razonables dentro del "significado lingstico natural" del texto.
La eleccin puede referirse a dudas interpretativas de naturaleza sintctica, lgica
o semntica; las ltimas pueden consistir en ambigedad o en vaguedad.
El autor noruego Per Augdahl cita un curioso ejemplo de una osada
interpretacin pragmtica especificadora. Durante la guerra entre Noruega e
Inglaterra una orden de 1807 declar que, entre otras cosas, las
"monturas y t mmer" eran contrabando de guerra (cosas que pueden ser
aprehendidas como presas). T mmer es una palabra ambigua. Puede significar
madera o bridas. Un buque neutral, con un cargamento de vigas, mstiles,
arboladuras, etc., que navega hacia Inglaterra, fue capturado por un corsario
noruego, llevado a Kristiansand y sometido al tribunal de presas local. Era ese
cargamento una presa? De acuerdo con el contexto de la orden resultaba
innegablemente claro que el sentido que se quiso expresar era el de "bridas" y el
tribunal de Presas, en razn de ello, liber el buque. Pero la Suprema Corte del
Almirantazgo, el conocer de la apelacin, declar que el buque era una presa. Se
trataba de una guerra naval, y Noruega nada tena que temer de la caballera
inglesa. Los mstiles y arboladuras eran indispensables para la flota britnica.
Tomando en cuenta estos antecedentes no poda suponerse que la
palabra t mmer se refera a bridas.
b) Se habla de interpretacin restrictiva cuando las consideraciones pragmticas
excluyen la aplicacin de una regla que segn "el sentido lingstico natural"
sera aplicable. Aqu pueden distinguirse dos categoras subordinadas:
1) Hay una interpretacin restrictiva en cuanto al propsito cuando la aplicacin
de la regla es superflua para la obtencin del propsito de la ley. Por ejemplo, de
acuerdo con la Constitucin dinamarquesa toda persona arrestada debe ser trada
ante el juez dentro de las veinticuatro horas. Si suponemos que el propsito de
esta regla es el de asegurar a los ciudadanos contra restricciones a la libertad que
exceden de un tiempo muy corto, es innecesario presentar al prisionero ante los
tribunales cuando la polica est dispuesta a ponerlo en libertad antes de que
hayan transcurrido veinticuatro horas. La provisin es, pues, interpretada
restrictivamente.
2) La interpretacin restrictiva de excepcin est motivada por consideraciones
contrarias, a pesar del hecho de que el caso en s mismo est comprendido por el
propsito de la provisin. Si las consideraciones contrarias han hallado expresin
en otras reglas de derecho superpuestas, esta interpretacin se confunde con la
que tiene lugar en los casos de superposicin de reglas (par. XXVI).

Es difcil dar ejemplos claros de este tipo de interpretacin, pues normalmente


los tribunales no se muestran dispuestos a admitir en forma abierta que estn
restringiendo la esfera de actuacin de la ley. Prefieren decir, en cambio, que no
es posible suponer que "el propsito de la ley" o "la intencin del legislador" es
que ella se aplique a un caso como el que tiene que decidir. Tal como hicimos
notar ms arriba, estas expresiones "teleolgicas" son utilizadas para encubrir
consideraciones pragmticas del ms cerrado tipo. El juez atribuye cortsmente a
la voluntad real o hipottica del legislador todo aquello que l considera correcto.
c) Se habla de interpretacin extensiva (interpretacin por analoga) cuando las
consideraciones pragmticas se traducen en la aplicacin de la regla a situaciones
que, contempladas a la luz del "sentido lingstico natural", se encuentran
claramente fuera de su campo de referencia.
A primera vista podramos hallarnos inclinados a suponer que la interpretacin
extensiva es anloga a la interpretacin restrictiva. Pero un mejor examen nos
demuestra que las cosas no son as. Tomando en cuenta el propsito, a menudo
parece muy claro que, en ciertos casos, para realizarlo no es necesaria
determinada reaccin jurdica, y que, por lo tanto, una interpretacin restrictiva
es la indicada. Por otro lado, rara vez ser necesaria una interpretacin extensiva
para hacer que una regla de derecho alcance su propsito presupuesto. En esta
situacin hay que contemplar la posibilidad de que la restriccin haya sido
motivada intencionalmente por consideraciones contrarias. Sostener que esas
consideraciones contrarias no prevalecen y que, por lo tanto, la regla debe ser
extendida, requiere una investigacin ms detallada y denota una valoracin
mucho ms radical de la regla jurdica. Tambin la interpretacin restrictiva de
excepcin a menudo aparece como algo obvio. Esto no ocurre en la
interpretacin extensiva.
El problema que subyace a la interpretacin extensiva (interpretacin por
analoga) puede ser descrito de la siguiente manera. Si segn su "sentido
lingstico natural" una regla se aplica a la esfera A), su extensin a la esfera B)
presupone:
1) Que milita una valoracin jurdica en favor de la aplicacin de la misma a la
esfera B). Tal valoracin puede fundarse en particular en la concepcin de que la
regla es una formulacon parcial, una revelacin incompleta y espordica de un
punto de vista ms general
2) Que no hay diferencias entre A) y B) que puedan justificar el distinto
tratamiento de los dos casos. Si, por ejemplo, una ley antigua utiliza palabras
tales como "l" y "hombre", se puede sostener que en el derecho actual ya no

subsiste la diferencia jurdica entre hombres y mujeres, y que la ley, por lo tanto,
debe extenderse por analoga a las ltimas.
Se dice habitualmente que slo puede extraerse una analoga de A) a B), si B) no
est ya comprendida por una ley. Sin embargo, este criterio no es respetado en la
prctica, y no parece hallarse justificado. Hay que presuponer que la relacin
entre la regla analgica y una regla legislativa existente que se refiere al mismo
caso ser decidida como otros casos de conflicto de normas. Nada impedir, por
ejemplo, la extensin por analoga de una regla de excepcin, aunque el caso est
comprendido por la (anterior) regla general.
d) No hay otras variantes posibles adems de las mencionadas en a), b) y c). Una
interpretacin, comparada con el "sentido natural", es especificadora, restrictiva o
extensiva. El tipo de interpretacin conocido como conclusin a contrario no es
una nueva variedad de interpretacin pragmtica superior, sino simplemente una
parte del "sentido natural" o un rechazo de la extensin por analoga.
Se puede hablar de conclusin a contrario espuria cuando un significado acorde
con el uso lingstico acostumbrado se expresa indirectamente, pero sin
ambigedad. Si decimos: "Diez candidatos se presentaron al examen y uno de
ellos aprob", esto claramente significa que los otros nueve fueron aplazados.
Sera caprichoso sostener que el enunciado slo dice que uno aprob y que por lo
tanto no excluye la posibilidad de que tal vez otros tal vez tambin hayan
aprobado. En el lenguaje jurdico hallamos con frecuencia una forma similar de
expresin. Cuando, por ejemplo, se dispone que una persona es mayor de edad al
cumplir dieciocho aos, esto significa sin lugar a dudas, que hasta entonces es
menor de edad. En este caso, y en casos similares, la "conclusin a contrario" es
simplemente parte de la interpretacin lingstica general.
Sin embargo, una conclusin a contrario real (es decir, que va ms all de una
interpretacin lingstica general) no es una conclusin en sentido autntico. Slo
significa que el contenido de una regla jurdica nicamente se aplica con cierta
limitacin, excluyendo, de tal modo, la interpretacin extensiva por analoga
respecto de esa limitacin. Unos pocos ejemplos aclararn ms esto. Supongamos
que una ley dice que una promesa ilegtimamente obtenida por la fuerza no es
obligatoria para la persona que fue constreida a formularla, si el propio
beneficiario de la promesa ejerci la violencia o saba o debi haber sabido que
ella fue arrancada por un tercero en aquellas circunstancias. Se suele decir que de
esto puede inferirse a contrario que la promesa es obligatoria si el beneficiario
actu de buena fe. Ahora bien, puesto que la aludida ley se presenta como una
excepcin a la regla general principal referente a la fuerza obligatoria de las
promesas, la "inferencia" simplemente significa que entendemos la excepcin

con la limitacin dada de que el beneficiario haya actuado de mala fe, con lo cual
rechazamos la posibilidad de extender la regla por analoga a casos de buena fe.
Del mismo modo, si una ley regla los casos en que el matrimonio puede ser
disuelto, presumiblemente se "inferir" a contrario que un matrimonio no puede
ser disuelto en otros casos. Pero esto no significa otra cosa que el rechazo de la
extensin por analoga de los casos de disolucin. En conexin con el criterio
general de que el matrimonio no puede ser disuelto salvo cuando la ley lo
autorice, este rechazo conduce a dicho resultado.
En los documentos legislativos sistemticos, la conclusin a contrario se basa en
la suposicin de que la ley ha sido concebida con tanta escrupulosidad que sus
normas respecto de excepciones, condiciones, etc., pueden ser consideradas
exhaustivas. Tambin hay casos, empero, en los que la misma ley o sus notas
aclaratorias, indican lo opuesto.
Se suele decir que podemos optar, frente al texto de una ley, entre extraer una
conclusin por analoga o hacer una inferencia a contrario. De lo que se ha dicho
resultar claro que en realidad optamos entre hacer o no hacer una interpretacin
extensiva por analoga.
6/7
XXX Los factores pragmticos y la tcnica de argumentacin
El papel creador desempeado por el juez en la administracin de justicia, al
definir con ms precisin o enmendar la directiva de la ley, se manifiesta slo
rara vez. Por lo comn el juez no admite que su interpretacin tiene este carcter
costructivo, sino que mediante una tcnica de argumentacin, intenta hacer ver
que ha llegado a su decisin objetivamente y que sta se halla comprendida por el
"significado de la ley" o por la "intencin del legislador". Trata as de preservar
ante sus propios ojos, o por lo menos ante los ojos de los dems, la imagen
examinada en el pargrafo XXVIII, es decir, que la administracin de justicia
slo est determinada por el motivo de la obediencia al derecho, en combinacin
con una captacin racional del significado de la ley o de la voluntad del
legislador.
Una vez que los factores de motivacin combinados -las palabras de la ley, las
consideraciones pragmticas, la estimacin de los hechos- han producido su
efecto en el espritu del juez o influido sobre l en favor de una determinada
decisin, construye una fachada de justificacin que a menudo no concuerda con
lo que en realidad lo hizo decidir el caso en la forma en que fue decidido.22

Si el juez se limita a aplicar la ley a los casos claros de referencia, se atiende a las
palabras literales de aqulla, actitud que posiblemente se liga al rechazo de una
concecible restriccin de la misma, para lo cual aplica por analoga otras normas
jurdicas. Por otra parte, si el juez desea dar una decisin que se encuentra en la
zona dudosa de la regla (interpretacin especificadora) o que incluso es contraria
al "significado lingstico natural" (interpretacin restrictiva o por extensin),
entonces busca apoyo para el resultado deseado doquiera pueda hallarlo. Si el
informe de la comisin redactora de la ley puede ofrecer tal apoyo, se lo cita; si
no puede ofrecerlo, se lo ignora. Cuando hay superposicin de reglas, el juez
goza de gran libertad, pues ello le ofrece amplia posibilidad para justificar el
resultado deseado. Adems, la interpretacin restrictiva puede lograrse
recurriendo al propsito probable de la ley. Las interpretaciones extensivas se
apoyan en el argumento de que estn reunidas las condiciones para el uso de la
analoga. Si el juez no se le ocurre ninguna otra posibilidad, puede recurrir a
meros postulados acerca de la supuesta intencin del legislador, presumiendo
simplemente que ste tiene que haber querido lo que es deseable para el propio
juez.
El secreto de esta tcnica de argumentacin consiste en que no hay criterio que
indique qu regla de interpretacin ha de usarse. Cundo son decisivas las
manifestaciones hechas durante el proceso de sancin de la ley? Cundo no hay
consideraciones de suficiente peso como para dejarlas a un lado! Cundo ha de
usarse la analoga, cundo el razonamiento a contrario? En cierta medida la
eleccin puede ser motivada por los datos de la interpretacin. Tal como se dijo
ms arriba, el carcter sistemtico de una ley puede ser una razn fuerte, en
muchos casos incontrovertible, para rechazar la extensin por analoga. Fuera de
esto no hay criterio externo que indique cundo a la inferencia a contrario. Es
comn dar por sentado que la prohibicin de llevar perros en un tranva tiene que
ser interpretada por analoga en el sentido de que incluye tambin a los monos, u
osos u otros animales que ocasionan los mismos inconvenientes. Pero, segn las
circunstancias, sera igualmente posible extraer una conclusin a contrario, por
ejemplo, si la prohibicin estuviera motivada por el peligro de que se difundan
ciertas enfermedades caninas. Supongamos que hay una regla que prohbe andar
en traje de bao y que nos preguntamos, en base a ella, si es lcito o no andar
desnudo. Debemos extraer una conclusin a contrario o por analoga? La
decisin depender, sin duda, de que la prohibicin est colocada en un campo
nudista o en un hotel de templanza.
Estas tcnicas de argumentacin son recursos que forman parte del equipo de
cualquier jurista experimentado. l tiene que saber cmo justificar tcnicamente,
mediante argumentos interpretativos, la solucin jurdica que considera "justa" o
deseable. Pero sera un error aceptar los argumentos tcnicos como si fueran las

razones verdaderas. stas deben ser buscadas en la conciencia jurdica del juez o
en los intereses defendidos por el abogado. La funcin de los mtodos de
interpretacin es establecer lmites a la libertad del juez en la administracin de
justicia. Ellos determinan el rea de soluciones justificables.
Las mximas de interpretacin varan de un pas a otro. Pero en todas partes
muestran las mismas caractersticas, fundamentalmente: son conjuntos
sistemticos de frases atractivas (a menudo acuadas en forma de proverbios) y
de significado impreciso que pueden fcilmente ser manejables de manera tal que
conduzcan a resultados contradictorios. Dado que no existen criterios objetivos
que indiquen cundo debe aplicarse una mxima y cundo otra, ellas ofrecen
gran amplitud para que el juez llegue al resultado que considera deseable.
No debe sorprender, por lo tanto, que Allen, escribiendo sobre el derecho ingls,
concluya que es cierto que:
"... toda nuestra doctrina de la interpretacin de la ley... exhibe inconsistencias
que sugieren que en algn lado hay una debilidad radical... La inconsistencia ms
grande es la que hay entre la interpretacin "amplia" y la "restringida". La
anttesis es de definicin imposible; todo lo que uno puede decir es que a veces
un tribunal llevar la interpretacin hasta sus lmites ms lejanos para dar efecto
a la "poltica" de una ley, y que otras veces se prosternar ante "la letra de la ley"
cuando, segn la opinin corriente, parecera muy fcil y razonable dejarse guiar
por el espritu."23
No me parece, sin embargo, que estas contradicciones sugieran una debilidad.
Ellas indican la verdad fundamental de que las mximas de interpretacin no son
reglas efectivas, sino implementos de una tcnica que -dentro de ciertos lmiteshabilita al juez para alcanzar la conclusin que considera deseable en las
circunstancia, y al mismo tiempo, preserva la ficcin de que slo est
obedeciendo la ley y los principios objetivos de interpretacin. El escritor
norteamericano Max Radin expresa la misma idea con mucha claridad. Nos dice
que las mximas "no son realmente 'reglas' en el sentido de que nos obliguen a
llegar a un resultado y no a otros en la aplicacin de una ley, sino que constituyen
un vocabulario y un mtodo de presentacin para casos en los que, por razones
totalmente distintas de esas 'reglas' y de sus excepciones, se alcanza un resultado
de cierto tipo en el esfuerzo de saber si un acto est prohibido o permetido segn
una ley".24
Puede ser un problema interesante de psicologa social el determinar por qu se
desea ocultar lo que realmente ocurre en la administracin de justicia. Aqu
tenemos que limitarnos a enunciar que la pretensin de que la administracin de

justicia es una simple deduccin lgica a partir de reglas jurdicas, sin ninguna
valoracin por parte del juez, parece ser un fenmeno universal.
Probablemente no hay razn para que nos preocupemos por este ficcionalismo en
la administracin de justicia, sea que el propio juez crea o no que la fachada de
argumentacin expresa lo que realmente motiv su decisin. Y sin una
investigacin a fondo de psicologa social no nos animamos siguiera a negar que
es probable que esa ficcin tenga efectos socialmente beneficiosos.
XXXI Discusin
Al igual que la doctrina tradicional de las fuentes del derecho, la teora
tradicional del mtodo no est construida como una teora analtico-descriptiva,
que explica cmo el derecho es administrado (en particular, interpretado), sino
como una doctrina dogmtico-normativa que expresa cmo debe ser
administrado (interpretado). Estos postulados dogmticos se desarrollan en forma
deductiva a partir de ideas preconcebidas sobre "el concepto del derecho", "la
naturaleza del derecho" y "el papel de la administracin de justicia", y se
formulan como afirmaciones sobre el "objetivo" o el "propsito" de la
interpretacin. De estos postulados se deducen, a su vez, una serie de principios
generales de interpretacin o reglas de interpretacin ms concretas. En general,
estas construcciones carecen de valor para la comprensin del derecho vigente o
para la prediccin de decisiones jurdicas futuras, a menos que reflejen, en forma
ms o menos casual, el mtodo que en la prctica usan los tribunales; su relativo
valor de verdad es limitado porque intentan unir artificialmente, en un
"propsito" nico, las diversas consideraciones que influyen en la interpretacin.
Hay, naturalmente, una relacin estrecha entre la doctrina de las fuentes del
derecho y la teora del mtodo. La doctrina positivista de las fuentes del derecho
que desea derivar, la validez de todo el derecho de una voluntad soberana,
suprema, poderosa (par. XXII), halla su paralelo en una teora del mtodo que
considera que la teora de la interpretacin consiste en establecer, exclusivamente
por mtodos "lgicos" y sin hacer referencia a propsitos y valoraciones ajenos al
texto legal, la verdadera voluntad del legislador inmanente en sus sanciones. Se
desarrolla un nmero de "mtodos lgicos de inferencia" con cuya ayuda se cree
posible deducir el significado de la legislacin ms all de lo que est expresado
en forma directa. Estos mtodos de inferencia suelen ser desarrollados mediante
la llamada construccin de conceptos. Se piensa que los efectos jurdicos posibles
estn determinados por un nmero limitado de conceptos dados, presupuestos por
el orden jurdico. La decisin de un caso jurdico se obtiene mediante su
clasificacin en uno de los conceptos reconocidos, y la solucin se deduce luego,
de acuerdo con los efectos jurdicos que aquel concepto contiene. La doctrina

alemana y francesa del siglo XIX en particular, constituyeron ejemplos


representativos de una "jurisprudencia conceptual" de este tipo.
En contraste con esto, se encuentran las teoras del mtodo de la "escuela del
derecho libre" (correspondientes a las teoras jurdicas idealistas) segn las cuales
la validez del derecho se deriva de una idea, principio, o propsito, inherente al
derecho: la idea de justicia, las predominantes actitudes tico-jurdicas del
pueblo, el principio de solidaridad, el principio de justicia social, etc. La ley, de
acuerdo con esto, es considerada como un intento ms o menos fructfero de
llevar a cabo esa idea, y la tarea de la interpretacin legislativa se define como un
"pensar plenamente" la ley, en armona con el principio inmanente al derecho.
Las teoras interpretativas del movimiento del derecho libre, segn sean los
presupuestos bsicos que se adopten respecto de la naturaleza del derecho,
pueden llevar el sello jusnaturalista o presentar un carcter sociolgico-histricopsicolgico. En tiempos modernos ha sido corrente referirse, en particular, a
consideraciones de propsito social y al balance de los intereses, como guas para
la interpretacin libre.25
Las teoras del movimiento del derecho libre se encuentran ms cerca de la
verdad que las teoras positivas. Detrs de la apariencia dogmtico-normativa hay
una comprensin correcta del hecho de que la administracin de justicia no se
reduce a una derivacin lgica a partir de normas positivas. Las teoras
positivistas ocultan la actividad poltico-jurdica del juez. De la misma manera
que el jugador de ajedrez est motivado no slo por las normas del ajedrez, sino
tambin por el propsito del juego y por el conocimiento de su teora, tambin el
juez est motivado por exigencias sociales y por consideraciones sociolgicojurdicas. El papel desempeado por las consideraciones "libres" puede variar con
el estilo de interpretacin, pero jams puede ser excluido por completo. La
"lgica inmanente" que las teoras positivistas subrayan, es una ilusin. La "razn
jurdica" inmanente o la regla de derecho misma, no puede ser separada del
propsito prctico que se encuentra fuera de ella, ni las "consecuencias formales"
pueden ser separadas de un ajuste valorativo de las reglas, en relacin con los
valores presupuestos.
Dentro de la doctrina de la interpretacin en sentido restringido, tradicionalmente
se hace una distincin entre las teoras llamadas subjetiva y objetiva. Segn la
primera, el propsito de la interpretacin es descubrir la voluntad del legislador.
Segn la segunda, la ley es considerada como una manifestacin objetiva del
espritu que, una vez generada, "vive una vida propia" y debe ser comprendida
nicamente sobre la base de lo que de ella surja. La comunicacin externa, "las
palabras" y no "la voluntad" que est detrs de ellas, constituye lo jurdicamente
obligatorio y, por ende, el objeto de toda interpretacin.

Tal como vimos en el pargrafo XXIV, esta distincin es falsa. Se refiere en


realidad a los elementos de interpretacin que se toman en cuenta. La teora
subjetiva y la teora objetiva se distinguen por la importancia atribuida a la
historia de la sancin de la ley. Este problema no puede ser resuelto sobre la base
de ideas metafsicas acerca de si la "fuerza obligatoria" del derecho emana de "la
voluntad" o de "la palabra". Sera posible analizar las ventajas y desventajas de
uno y otro orden; pero en lo que hace al sistema jurdico vigente, es una cuestin
de hecho saber si los tribunales siguen tradicionalmente un estilo de
interpretacin subjetiva u objetiva (pargrafo XXIX).
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