Desarrollo Cognitivo en La Adolescencia.1
Desarrollo Cognitivo en La Adolescencia.1
Desarrollo Cognitivo en La Adolescencia.1
DESARROLLO COGNITIVO
Y APRENDIZAJE
EN LA ADOLESCENCIA
1
MARIO C ARRETE RO
l.
y JOS A .
LEN CASCN
Introduccin
1
La elaboracin de este captulo ha sido posible gracias a la concecin de una ayuda a la investigacifl
n. PR83-27 16 por parte de la CAICYT. Dicha investigacin, Desarrollo del pensamiento de la adolescencia a la edad adulta: razonamiento y comprensin. estaba d irigida por M. Carretero y J.A. Garca
Madruga.
311
312
2.
2. 1.
Hace ms de treinta aos, Inhelder y P.iaget (1955) presentaron una de las caracterizaciones ms precisas, y posible mente la ms ambiciosa hasta la fecha , del
desarrollo cognitivo durante la adolescencia. En aquel trabajo se exponan las caractersticas de l nuevo estadio de las operaciones formales, que emerge entre los
11 - 12 aos y se consolida , segn lo expuesto en esa obra , hacia los 14-15, sobre la
base de las operaciones concretas ya presentes. Este nuevo estadio , que es cualitativamente distinto del anterior. tambi n ha ocupado una posicin central en e l estudio de la inteligencia adulta. Su importancia reside e n el hecho de ser el estadio
final de la secuencia de l desarrollo cognitivo y en ofrecer un marco coherente para
comprender la naturaleza de dicha maduracin cognitiva .
Al igual que en otras investigaciones piagetianas, el trabajo emprico en el que
se fundamenta la existencia de este estadio se llev a cabo haciendo uso del denominado mtodo clnico. Este consista en presentar a sujetos de edades comprendidas entre los 5-16 aos, una serie de tareas relacionadas con la fsica , qumica y
otras disciplinas que respondan , e n su mayora , a tareas muy re lacionadas con la
fsica newtoniana. A travs de ellas, se solicitaba a los sujetos que explicasen los
factores que interviene n e influyen e n problemas tales como la oscilacin de un
pndulo , la flotacin de los cuerpos, los vasos comunicantes y otras cuestiones parecidas. En cada caso, e l sujeto dispona de l mate rial o los instrumentos necesarios
(un p ndulo, una balanza , etc.), que poda manipular, realizando, as, pequeos
experimentos. El sujeto verbalizaba sus explicaciones y acciones, que eran observadas y registradas por el experimentador. El objetivo de la tarea no era otro que
dete rminar si el nio y adolescente posean una determinada habilidad o estrategia
cognitiva. Sin embargo, no se le preguntaba especficamente ni se tena en cuenta
en la e ntrevista si el sujeto comprenda o no los conceptos e n los que se basaba la
tarea, como podan ser los de velocidad , densidad, etc. Posteriormente volveremos
sobre este asunto, que resulta ser de extrema importancia para el tema que nos ocupa.
Puede aqu resultar interesante detenerse brevemente en la exposicin de un
problema tpico del pensamiento formal utilizado por Inhelder y Piaget (1955). Para
la resolucin de la tarea que se va a exponer a continuacin , el adolescente debe
hacer uso de todas las caractersticas funcionales del pe nsamiento formal que se
explicarn posteriormente . La tarea es la siguiente:
El sujeto dipone de un gran recipiente de agua y de un grupo de varillas que
difieren en cuanto a su material (acero, metal blando ... ) , a su longitud, a su grosor
y a la forma de su seccin transversal (redonda, cuadrada y rectangular). En la
extremidad de cada varilla se pueden atornillar tres muequitos de pesos diferentes.
Por otra parte. las varillas pueden fijarse sobre e l borde del recipiente en una posicin horizontal. ejerciendo entonces los muecos una presin perpendicular a la
superficie del agua. Se le pide al sujeto que averige qu factores de los citados
influyen en la flexin de las varillas. Para ello, puede realizar cuantas manipulaciones desee . Mientras tanto. el experimentador observa y anota los mtodos utilizados
y las respuestas de los sujetos y, por ltimo, les pide la prueba de sus afirmaciones.
En la Figura 1 se recogen los distintos eleme ntos del problema (sugerimos al lector
que antes de continuar con la lectura, tome papel y lpiz y trate de anotar los pasos
que seguira para determinar a qu factores de los mencionados se debe el grado
de flexibilidad) .
Peso
100 gr.
200 gr.
f 300
gr.
Longitud
a==
e:::=
n
Seccin
Forma
Material
22 cm.
a:::
7 mm.
a:::
redonda
acero
40 cm.
a::
IOmm .
cuadrada
material blando
(estao. lx'once)
50 cm.
a::.
16 mm .
rectangular
madera
.::e
FIGURA l. T area sobre la flexibilidad de las varillas utilizadas por Inhelder y Piaget (1955), con indicacin grfica de las variables que el sujeto ha de controlar {Tomado de Len, Lpez Majn y Carretero.
en prensa.)
El lector interesado al respecto. puede encontrar un anlisis ms detallado en Castorina y Palau. 1982.
tipo de pensam iento que representan formas , enfoques o estrategias para resolver
problemas. En general. se han considerado tras caractersticas funcionales asociadas
a este perodo:
a)
b)
El carcter hipottic<Hleductivo
c)
El carcter proposicional
Esta propiedad del pensamiento formal tiene una estrecha relacin con las dos
anteriores. Los sujetos de este estadio se sirven de proposiciones verbales como
medio ideal en el que expresan sus hiptesis y razonamientos, as como los resultados que obtie ~en . Las proposiciones son esencialmente afirmaciones sobre lo que
p~ede ser pos1bl~. son de naturaleza puramente abstracta e hipottica. independientes de la realidad concreta. As pues. el adolescente trabaja intelectualmente no
- slo con objetos reales, sino con representaciones proposicionales de los objetos.
De hecho, para resolver un problema como el de la situacin cotidiana mencionada
el sujeto formal no tendr que comprobar experimentalmente todas las acciones'
posibles, sino que podr sustituirlas por conclusiones de razonamientos expresadas
- verbalmente. El lenguaje es e l vehculo ideal para estas representaciones, a la vez
que desempea una labor de importancia creciente en e l pensamiento formal.
Volvamos de nuevo al problema planteado al principio del captulo sobre la
flexibilidad de las varillas para analizar cmo el adolescente trata de utilizar las
estrategias que acabamos de exponer. Esta podra ser una de las formas de procede r
adecuadamente ante la tarea:
1) Una vez organizada la informacin. el adolescente concibe todas o casi todas
las relaciones posibles e ntre las distintas variables de la tarea, lo cual le sirve para
form u!ar una o va~as hiptesis que establecen una relacin entre causa y efecto.
Por e1emplo. podna pensar que es el peso lo que hace que la flexin sea ms
316
Diseiio de las comprobaciones necesarias pata evaluar el papel del peso en la 1area
de la flexibilidad de las varillas (Tomado de Len. Lpez Majn y . Carrelero. en
prensa)
Nmero
comprobaciones
Materia
Longitud
Seccin
Forma
Peso
Hcxihilidad
100 g
200 g
300 g
Pequea
Media
Grande
- ~-
1
2
3
Acero
Acero
Acero
40 cm
40 cm
40 cm
7 mm
7 mm
7 mm
redonda
redonda
redonda
2.2.
3) Por ltimo. es necesario que el sujeto de este estadio. sea capaz de interpretar de manera pertinente los resultados de las comprobaciones que est realizando. As, del Cuadro J se deducira que el peso influye en la inclinacin de la varilla,
ya que en los tres casos se ha producido distinta flexin. Respecto a los restantes
factores, es decir, la longitud , grosor, forma y composicin de la varilla, resulta
obvio que sera necesario realizar para cada uno de ellos comp robaciones similares
a la descrita. Conviene insistir en que esta forma de resolver el problema corresponde a una manera ideal y completamente sistemtica. Es razonable pensar que
un nmero considerable de individuos que solucionen correctamente el problema,
puedan proceder con un mayor nmero de series incompletas de comprobaciones y
que, posteriormente, pueden plantear problemas de interpretacin. En otros casos,
el sujeto puede obviar algunas comprobaciones de un determinado factor. al ser ste
deducido de otras comprobaciones ya realizadas.
Este ejemplo puede servirnos como modelo de otras tareas semejantes en las
que interviene una relacin causa-efecto que no conocemos. Situaciones similares
se producen frecuentemente en la vida cotidiana y constituyen fenmenos habituales
en multitud de ocupaciones. Las causas de un bloqueo en el ordenador, una avera
en el coche, un dolor de estmago, podran resolverse mediante la combinacin de
los distintos elementos del problema. as como la obtencin de las conclusiones
lgicas pertinentes. Parece pues existir una estructura lgica comn a una serie de
problemas.
Adems de las anteriores, Inhelder y Piaget establecen otra caracterstica de este
estadio: los esquemas operacionales formales, a travs de los cuales el adolescente
representa su conocimiento como resultado de la interaccin de la nueva informa-
317
Dificultades de adquisicin
Adems de las caractersticas ge nerales vistas hasta ahora, la descripcin piagetiana tradicional mantena otras posiciones respecto a cmo se desarrollaba este
pensamiento formal, posiciones que de manera resumida exponemos a continuacin:
- El pensamiento formal es un pensamiento universal. Esta afirmacin implica
que este estadio aparece en todos los adolescentes a partir de los 11-12 aos y se
consolida alrededor de los 14-15. al menos en todos aquellos jvenes que hayan
accedido a unos niveles normales de escolarizacin.
- El pensamiento formal es uniforme y homogneo, es decir, que todo l constituye un sistema de conjunto mediante el cual e l adolescente accede de modo simultneo a todos los esquemas operacionales formales.
- Dado el carcter proposicional de este pensamiento, atiende a la estructura de
las relaciones entre los objetos antes que a su contenido. Ello conlleva, desde este
punto de vista , que la actuacin del sujeto de este estadio no se ver afectada por
el contenido de las tareas, sino por la complejidad de sus relaciones lgicas. De esta
forma, dos tareas con la misma estructura lgica y distinto contenido, supondrn
siempre la misma dificultad para el sujeto.
- Puesto que las operaciones formales constituyen el ltimo estadio del desarrollo
intelectual, el pensamiento que poseen los adolescentes es similar en todos sus rasgos
al pensamiento adulto.
Como puede observarse. si este conjunto de afirmaciones fuese cierto, no habra
mayor problema en llegar a implicaciones educativas que subrayaran la adquisicin
de mtodos de trabajo y concediesen escasa impo'rtancia a los contenidos escolares
en s mismos. Consecuentemente , la labor del educador, sea cual fuere su asignatura, debera consistir en potenciar en el adolescente e l desarrollo pleno de este
pensamiento. Sin e mba rgo, las cosas no resultan tan sencillas. po rque. como expondremos a continuacin. las investigaciones realizadas en los Lltimos veinte aos scri alan que el pensamiento formal no se ~dq uiere tan fcilm ente ni de forma tan
homognea como predijeron Inhelde r y Piaget. y por e llo resulta peligroso restar
importancia a los contenidos escolares. Sobre las implicaciones educativas de estas
cuestiones volveremos ms adelante.
El principal objetivo que tuvieron los trabajos posteriores a Ja obra de Inhelder
y Piaget fue meramente descriptivo. La mayor parte de estas investigaciones consista e n repetir la aplicaci n de las prue bas piagetianas con adolescentes de dive rsos
pases y ambie ntes educativos (vase para un anlisis ms de tallado Carre te ro , 1980a
y b; 1985). En t rminos generales, exista un cie rto acuerdo en admitir que e n este
perodo de la vida se iba adquiriendo paulatinamente un tipo de pensamiento cuyas
ca ractersticas se asemejaban a las descritas en e l pensamiento formal. Sin e mbargo.
exista tambin un claro desacuerdo respecto a algunos de los supuestos bsicos
examinados anteriormente . Los puntos fundamentales de desacuerdo eran Jos siguientes:
- Las distintas tareas formales no presentaban la misma dificultad. Por ejemplo. en algunos trabajos se estableci que las tareas de combinatoria resultaban ms
senci llas que las de control de variables y que. a su vez, stas resultaban ms fciles
que las de proporcin. Estas diferencias ponan de manifiesto que e l pe nsam iento
formal no constituye una estructura de conjunto.
- E l contenido de la tarea se mostr como una variable que influa en gran
medida en su resolucin. As. dos tareas con idntica estructura y diferente contenido ofrecan distinta dificultad. Por consiguiente, estos resultados mostraban que
los adolescentes y adultos posean un pe nsamiento formal , pero q ue su utilizacin
se vea influida por los contenidos.
- El porcentaje habitual de alumnos que mostraron poseer un pensamie nto
claramente fo rma l en estas investigaciones se situaba alrededor del 50 por JOO. Este
tipo de resultados dejaba entrever que e l pensamiento forma l dista mucho de ser
universal. E n aos posteriores estos estudios se ampliaron a sujetos adultos. encontrndose que stos ofrecan resultados similares a los adolescentes (vase al respecto
Len y Carretero. en pre nsa).
En otro orde n de cosas. aunque tambi n relacionado con e l desarrollo cognitivo
adulto. se ha criticado a la Escuela de Ginebra que considerase a l pensamie nto
formal como la cima del funcionamiento intelectual. Trabajos muy recientes han
planteado la existencia de otros modos de pensamiento cualitativamente distintos al
pensamiento formal. Estos distintos modos de pensamie nto , que se han agrupado
conjuntamente bajo e l nombre de pensamiento postformal, se caracterizan por Ja
posesin de un conocimien to relativo que acepta la contradiccin como un aspecto
de la realidad y que concibe un sistema ms abierto de pensamiento, en el que se
incluyen aspectos sociales y ms pragmticos que los representados por Jos aspectos
fsicos newtonianos y lgicos-matemticos del pensamiento formal.
3.
3. 1.
319
3:2.
Estudios como los que acabamos de mencionar han mostrado que poseer un
determinado conocimiento sobre las 'tareas que exigen un razonamiento formal , facilita su resolucin . Resulta lgico pensar que la experiencia sea un factor facilitador
y, por tanto, es predecible que el sujeto con experiencia o familiaridad en una tarea,
Ja realizar mejor que el que se enfrenta a ella por vez primera . Sin embargo, no
resulta tan evidente pensar que esa familiaridad y experiencia pueda resultar un
estorbo para la resolucin correcta de un problema. Esto es precisamente lo que
indica una numerosa serie de trabajos que revelan que cuando los sujetos poseen
ideas previas o esquemas como fruto de su experiencia, pueden tener una concepcin equivocada previa que lleve a producir errores en Ja realizacin de Ja tarea. E l
nmero de fallos persiste siempre que el sujeto se aferre a dichas concepciones
e rrneas previas. En el Cuadro 2 se muestra una breve sntesis de algunos trabajos
realizados en estos ltimos aos.
Cuadro 2.
321
Co11cepcio11es equivocadas sobre los fe11me11os fsicos que persiste11 e11 los adolescentes y adultos. Tomado de Carretero (1985)
Tcnrn o contnido
Idea equivocada
Fuente consuhada
El peso del pndulo es el nico factor que inluye e n la cantidltd de oscilaciones en una unidad de tiempo.
Linn. 1977.
Corral. 1982.
Dinmica.
Calor y temperntura.
Erikson. 1979.
Electricidad.
F redette y Lochhead.
1980.
En este sentido. autores como Nisbctt y Ross (1980) han mostrado que en una
amplia variedad de dominios que va desde la interaccin con nuestros semejantes
(las impresiones persistentes que nos hacemos de las personas) hasta actitudes sobre
problemas polticos y sociales. los humanos tendemos a mantener nuestras hiptesis
e ideas previas a pesar de que la realidad nos de muestre lo contra rio. La existe ncia
de estas concepciones errneas ha sido puesta de manifiesto en una extensa variedad
de trabajos que con tareas y sujetos muy diversos obtienen, no obstante, resultados
semejantes.
Las implicaciones de estos estudios para la e nseanza son de suma importancia
y, de hecho, es tal el nmero de trabajos realizados al respecto en los ltimos aos
que sera necesario , al me nos, otro captulo como ste para dar cuenta de ellos.
Baste referirnos a unos pocos, como el publicado por uno de nosotros (Carrete ro,
1984), e n el que mostrbamos que tanto los nios como los adolescentes consideraban que el peso influye mucho ms que el volumen o que la densidad en la
flotacin de los cuerpos. En otro trabajo (Pozo. 1985), e ncontra mos dificultades
similares en Ja comprensin de las leyes fundamentales de la mecnica no slo e n
adolescentes, sino en alumnos universitarios. En este caso, son muchas las pe rsonas
que est n convencidas de que la velocidad con la que caen los objetos depende de
su peso. Sebasti ( 1984) pudo comprobar que, aunque los principios de la mecnica
newtoniana afirman que en ausencia de fuerza, los cuerpos e n movimiento siguen
movindose, la creencia errnea y generalizada de que un movimiento implica
una fuerza , era compartida en su muestra por el 98,4 por 100 de estudiantes de
BU P, el 93,7 por 100 e n COU . el 92,6 por 100 en el primer curso univ.ersitario y
el 90 ,5 por 100 de licenciados e n Ciencias, algunos ya profesores. Estos resultados
sorprenden no slo por su generalidad, sino sobre todo por su persistencia, a pesar
de los aos de e nseanza formal que estos sujetos recibieron sobre fsica. newtoniana. Ni siquier despus de una prctica repetida con situaciones similares llegan a
abandonar su idea y. e n el caso de hacerlo, se sienten incapaces de explicar el
fenmeno observado de acuerdo con una ley fsica conocida. Todo esto indica que
las estrategias o habilidades propias del pensamiento formal son una condicin necesaria, pero no suficie nte, para compre nder los contenidos cientficos (para un
anlisis ms detallado, ver Pozo, 1987a).
A qu se debe esa supuesta incapacidad del pe nsamiento formal para modificar
ideas ya establecidas? La psicologa cognitiva reciente y la psicologa del pensamiento en particular (ver Carre tero y Garca Madruga, 1984), consideran que el conocimiento humano se rige por criterios pragmticos o funcionales en lugar de por
criterios estrictamente lgicos, como Piaget pretende en su caracterizacin del pensamiento form al. En este sentido, nuestro pensamie nto parece responde r a criterios
de supe rvivencia e ntre los que se incluye la tendencia a conservar y controlar los
acontecimientos. Uno de los rasgos caractersticos de las concepciones espontneas
corresponde a su alto poder predictivo en la vida cotidiana (Pozo y Carretero, 1987).
Consecuente mente, resulta razonable que las ideas previas no se modifiquen ante
la primera contrariedad. Si adems esta concepcin errnea forma parte de teoras
ms amplias, su cambio afectar a toda una estructura conceptual cuya modificacin
en bloque no resulta tan sencilla . Los seres humanos tenemos, por tanto, una fuerte
resistencia a modificar nuestras ideas sobre cualquier fe nmeno. Slo cambiamos de
teora cuando disponemos de otra ms completa que considere no slo lo que la
anterior explica, sino tambin otros fe nmenos nuevos. Este cambio es especialmente difcil e n el caso de las concepciones espontneas, ya que explican bastante
bien las situaciones cotidianas.
Los datos actualmente disponibles sugieren de nuevo que el pensamento formal
no slo no es universal, y por tanto no surge eSiJOntneame nte, sino que tampoco
es un pensamiento que posea una estructura de conjunto. Ms bien est constituido
por un conjunto de estrategias o esquemas que no se adquiere n unitaria mente y
que, como ya hemos analizado, dependen decisivamente del contenido de la tarea
a la hora de resolve r los problemas planteados. Todo ello hace pensar que tambi n
dependen fuertemente del grado de instruccin recibida.
Desarrollo cognilivo
323
contenidos escolares -<:orno son las Mate mticas, las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales- en el nivel de razonamie nto alcanzado por adolescentes espaoles,
teniendo en cuenta no slo los aspectos psicolgicos, sino tambi n los educativos.
En esta ocasin nos vamos a limitar a exponer, por razones de espacio, los referentes a las Ciencias Sociales. Una buena razn para llevar a cabo este tipo de trabajos
es que abundan mucho menos que los relacionados con conte nidos que versan sobre
las Ciencias Naturales. Por otro lado, en la medida en que en la institucin escolar
se pretenda una autntica comprensin de las relaciones causales en las Ciencias
Sociales, es preciso que el alumno utilice con cierto dominio las caractersticas bsicas del pensamiento formal que se han expuesto en apartados anteriores. Por
ejemplo, si los alumnos tie ne n que reflexionar sobre si hubo o no en Espaa revolucin burguesa, han de enfrentarse cuando menos a las siguientes tareas:
a) determinacin de los factores que producen una revolucin burguesa;
b) combinacin y determinacin de esos factores en el caso espaol;
c) determinar cules serian los argumentos que mostraran la verdad o falsedad
de las distintas posiciones al respecto.
Aunque no puede olvidarse que el mtodo cientfico en las Ciencias Sociales. no
es el mismo que en las Ciencias Naturales, donde se utiliza con menor flexibilidad ,
resulta evidente que los alumnos necesitan utilizar las habilidades formales con cierta
presteza para e nfre ntarse con proble mas bsicos del saber histrico como el que
acabamos de mencionar. En uno de nuestros trabajos, presentamos a los alumnos
la situacin de un pas imaginario en el cual se haban producido una serie de
emigraciones (Pozo y Carretero, 1983). Les proporcionbamos una tabla de datos
sobre dichas emigraciones y una lista de posibles causas, e ntre las que haba razones
de distinta naturaleza: econmicas, sociales, ideolgicas, personales, etc. La tarea
que los alumnos deban realizar consista en verificar la correccin o incorreccin
de las ditintas causas posibles, teniendo en cuenta los datos que se incluan en la
tabla, los cuales ofrecan apoyo emprico a unas causas frente a otras. En esta
investigacin e ncontramos que los alumnos, tanto de EGB como de BUP, no resuelven con facilidad este tipo de problemas y que tienen un buen nmero de dificultades para aplicar el mtodo hipottico-deductivo a problemas de las Ciencias
Sociales.
Respecto a la compre nsin de la causalidad de los fenmenos sociales por parte
de los adolescentes, hemos e ncontrado datos en la misma direccin. Antes que nada,
conviene indicar que en un examen sistemtico de los libros de texto, hemos encontrado una semejanza casi total en las explicaciones de todos los cursos. En todo
caso , las diferencias encontradas no se deban al nivel educativo , sino a las distintas
concepciones disciplinares de los autores de los libros. Por ejemplo, los autores que
se basan en posiciones marxistas recurren exclusivamente a explicaciones causales
utilizando factores socioeconmicos. Algunos autores de orientacin ms humanista,
recurren a explicaciones teleolgicas o finali stas basadas en factores personales de
los agentes histricos. En cualquier caso, e n los libros de texto aparece habitualmente una confusin , y sobre todo una supe rposicin, nunca explcita, de ambos
tipos de explicacin.
La prueba que utilizamos para estudiar la comprensin de la causalidad consista
en la presentacin de un pequeo texto e n el que se describa la prspera evolucin
4.2.