Plan de Dios para La Victoria
Plan de Dios para La Victoria
Plan de Dios para La Victoria
Rousas J. Rushdoony
Introduccin
de Andrew Sandlin
Nadie en la Era Moderna ha estado ms identificado en obra y vida con el Postmilenarismo que Rousas John Rushdoony. Aunque se le han unido otras personalidades como Loraine Boettner, Roderick Campbell, John Jefferson Davis y Marcellus
Kik, han sido Rushdoony y su Fundacin Chalcedon quienes con mayor prominencia han enarbolado la bandera postmilenarista. Rushdoony ha ejercido profunda
influencia en toda una plyade de nuevos estudiosos y escritores, directa o indirectamente asociados con Chalcedon, todos los cuales estn en deuda principalmente
con l -por su escatologa postmilenaria y por mucho ms-, y que ahora predominan en los debates sobre temas escatolgicos.
A pesar de su nombre, el Postmilenarismo no es principalmente acerca de la relacin exacta del Reino de Dios con el milenio de Revelacin 20. No es fundamentalmente una particular interpretacin de Revelacin 20, sino que es acerca de la
Biblia entera, y de la vida y de toda la fe cristiana. No es simplemente una escatologa; es (en el lenguaje de Abraham Kuyper) un sistema de vida. El Postmilenarismo
determina toda nuestra perspectiva sobre la vida (como asimismo otros sistemas
milenarios). Tal como declara Rushdoony: La Escatologa no es slo acerca de las
ltimas cosas, sino tambin acerca de las primeras cosas, hacia dnde nos proponemos ir, hacia dnde vamos. Como los postmilenaristas esperan el inexorable
progreso del Reino de Cristo en la Era de interadviento, insisten en las demandas
de la Fe Bblica en todas las reas de la vida, de esta vida. Esto est en la raz de la
visin de Rushdoony y de Chalcedon. La Reconstruccin de todos los aspectos de
la vida en trminos de la Palabra infalible de Dios, la Biblia. La expectativa postmilenaria inspira una enorme y serena confianza en la labor reconstructiva.
En mi ensayo en honor a Rushdoony A Comprehensive Faith, deca yo que es vital
comprender que su Postmilenarismo va un paso ms all del Postmilenarismo clsico del puritanismo norteamericano y del movimiento misionero del s. XIX.
Rushdoony vincula su visin postmilenaria directamente con el dominionismo y la
ley. 1) El dominio divino es la labor explcita de los cristianos en su residencia
terrenal. 2) La Ley Biblica es el medio para este dominio. La relacin de estas dos
esferas con la visin postmilenaria era menos explcita en sus versiones histricas
anteriores. Ahora la causa postmilenaria retoa, y decaen las derrotistas causas
del dispensacionalismo y del amilenarismo. Lo cual refuerza el progreso del Reino
de Cristo, y el crdito nos lleva a Rousas John Rushdoony. Gods Plan for Victory,
publicado por primera vez hace 20 aos, es un trabajo seminal en el renacimiento
del Postmilenarismo de hoy. Y ms pertinente hoy da que cuando se escribi originalmente.
PREFACIO DE 1997
R.J. Rushdoony
Esta obrita, El plan de Dios para la Victoria, se public por primera vez en 1977 y
rpidamente vendi dos masivas ediciones. La falta de reimpresin adicional se
debi a negligencia de mi parte, y a una esperanza de expandirla.
La Escatologa es la doctrina de las ltimas cosas, y tambin de las primeras, porque
tiene que ver con la meta de la historia. Y forzosamente, las metas determinan la
accin presente. Las personas no nos motivamos para la accin a menos que
conozcamos el propsito de nuestra accin. Nos motivan las metas especficas. Si
creemos que la meta principal y final de la vida cristiana es el Cielo la Salvacin de
nuestras almas , seremos indiferentes ante la historia y el mundo que nos rodea.
Pero segn Mateo 6:33 creemos que el Reino de Dios y su rectitud o justicia debe
tener prioridad en nuestras vidas, entonces no tendremos ese punto de vista egocntrico de ante todo la propia Salvacin. Nuestra Salvacin personal no es el centro y meta del Evangelio, sino el punto de partida. La meta es el Reino de Dios, Su
propsito para la humanidad y el mundo.
La esencia de la Cada del hombre es su voluntad de ser su propio Dios, su propia
fuente de ley y moralidad (Genesis 3:5) Con demasiada frecuencia los hombre
retienen aspectos de este pecado original al insistir que su Salvacin es el centro
del Plan de Dios. Dios busca su propia gloria y propsito. Nuestro lugar en su Plan
no est en el centro. Esta es una seria deformacin:
Romanos 8:28, Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan
a bien, esto es, a los que conforme a su propsito son llamados. A mi trabajo no
le han faltado sus feos y deshonestos ataques espordicos. El estar en el crculo
de los ganadores hace una gran diferencia para poder enfrentar estas cosas y
pasarlas por alto, porque el resultado final es muy claro. La historia, tanto mundial
como personal, es una magnifica historia de xito, de acuerdo a la Biblia. De este
modo podemos ser pacientes ante la rabia de los ignorantes y de los perdedores.
CAPTULO 1
Perspectivas Milenarias
Perspectivas Milenarias
del pueblo de Cristo, hasta que todo el mundo acepte el cristianismo y haya una
Era gloriosa material y espiritualmente, me motivar en forma muy distinta al creyente premilenarista y al amilenarista.
Estas distintas doctrinas escatolgicas no son indiferentes. Hacen una diferencia
muy grande en cmo contemplamos el mundo, y nuestra labor y futuro en el
mismo. Se dice que en EEUU hay al menos 40 millones de cristianos que confiesan
creer que la Biblia es la Palabra infalible de Dios. Si toda esta gente creyera que el
final est cerca y el rapto enseguida viene, su impacto en el mundo ser muy diferente que si los 40 millones creyeran que lo habrn de conquistar: en esta situacin se prepararn para tomar el mundo, y para hacer valer en el orbe los
Derechos de Corona del Rey Jess. El contraste es an mayor cuando consideramos las promesas de Isaas sobre un mundo futuro relativamente libre del crimen, en paz, y gente con larga esperanza de vida, y reconocemos que estamos
llamados a proclamar el poder de Salvacin de Jesucristo a todos los hombres, y
preparar nuestros corazones, vidas y comunidades para su Reino dentro y a travs
de nosotros. Entonces, el mpetu para la accin cristiana es muy grande.
La clase de fe que tenemos rige la totalidad de nuestras vidas y perspectivas. Segn
cmo consideramos a Dios y a Cristo, nos consideramos nosotros mismos y a
nuestra vocacin, y vemos el final de los tiempos. Nuestra visin del fin, de la Escatologa, depende en gran medida de nuestra visin del principio, y de toda la historia en medio, y de nuestra doctrina de Dios y de la Salvacin. La teologa es un
vestido sin costuras, y la visin del fin de los tiempos de cada quien es inseparable
de su visin de Dios. Si cambia de opinin en una, cambia tambin en la otra.
La perspectiva Premilenarista
Examinemos las diversas perspectivas comenzando por el premilenarismo dispensacionalista. Casi todos los premilenaristas son dispensacionalistas. Esta visin se
hizo prominente gracias a los Hermanos de Plymouh en Inglaterra, bajo el liderazgo del Rev. John Darby, c. 1830. Y tuvo su mayor influencia por la Biblia de
Referencias Scofield, editada por el Rev. C.I. Scofield. La Biblia de Referencias Scofield ofrece introducciones, encabezamientos y extensas notas que interpretan
toda la Escritura en clave premileniar y dispensacionalista.
Scofield sostena que hay 7 Dispensaciones o Eras de la historia, en las cuales Dios
dispens una revelacin y un trato o modo de vida particular para cada una, y
as el valor de las Escrituras en cada Era es para cada Era. Que son: Primero, Adn
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La perspectiva Premilenarista
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La perspectiva Premilenarista
atestiguan p. ej. Whitcomb y Morris: The Genesis Flood. Y asimismo Bolton Davidheiser: Evolution and Christian Faith. Pero s otros muchos, especialmente si
aceptan la Teora del vaco y el sistema Scofieldano (no los citados).
De acuerdo a la Escritura, la simple declaracin de Dios es Yo soy el Seor: Yo
no cambio. No obstante, de acuerdo a los dispensacionalistas, ha cambiado, y en
forma reiterada. Se ha acomodado al hombre primitivo y al hombre ms reciente,
ha tenido diversos planes de Salvacin, y una Revelacin cambiante.
Los evanglicos tendientes a abrazar el dispensacionalismo y/o el premilenarismo
no son los nicos que propenden a acomodaciones con la evolucin; tambin las
Izquierdas. Al negar la Ley de Dios, los izquierdistas no tienen Palabra establecida
y fija por la cual juzgar todas las cosas. Se guan entonces por las buenas intenciones, pues carecen de fundamento en Ley alguna, y el mundo del socialismo como
el camino del infierno est pavimentado con buenas intenciones.
Adems el nfasis del Premilenarismo no es en el Reino de Dios, sino en un Reino
y un Imperio esencialmente judos; es el pensamiento que Pablo llam fbulas
judas. Otros aspectos de las fbulas judas que la Iglesia ha adoptado incluyen
las llamadas obras de supererogacin, una creencia en que los mritos de Abraham (y otros santos) fueron tan grandes como para salvar a todos los judos al
final de los tiempos. Por eso apelar al Padre Abraham es rogar por la aplicacin de
sus excesivos mritos a favor del apelante. En el Libro de Macabeos encontramos
oraciones por los muertos. Este y otros aspectos del farisesmo se introdujeron
en la Iglesia cristiana, y por lo menos con el Premilenarismo un tpico del farisesmo se ha reavivado.
Los premilenaristas no dispensacionalistas rompen con el sistema Scofieldiano
pero an as todava son dispensacionalistas implcitos o latentes; porque dividen la
historia en trminos de Segunda venida, Rapto, Reino de mil aos de Cristo como
Rey judo de toda la Tierra, y luego Fin del mundo. Y porque postulan un tipo diferente de Palabra y de Ley de una Era a otra. Las Escrituras en cambio nos dan una
Ley inmutable de Dios, y nos dicen que la Segunda venida coincide con el fin del
mundo. No nos hablan de un mundo que se traslada de la Ley a la Gracia, y luego
regresa a la Ley. En toda Era, Ley y Gracia estn operativas, y son inalterables.
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Perspectivas Milenarias
La perspectiva Amilenarista
En teora, el amilenarismo ve un desarrollo paralelo del bien y del mal, del Reino
de Dios y del Reino de Satans. Pero el rea de mayor crecimiento y poder parece
verse en el segundo. El mundo se ve como tendiendo progresivamente y en
declive hacia Satans, los juicios y tribulaciones de la Iglesia van en aumento, y el
fin del mundo est encontrando a la Iglesia solitaria y gravemente obstruida. En la
historia no hay tal cosa como un milenio para el triunfo de Cristo y su Reino. El
papel de los santos en el mejor de los casos es sonrer y resignarse, y ms probablemente el de vctimas y mrtires.
En este punto de vista pesimista, el mundo va de mal en peor y as seguir. El cristiano debe retirarse la accin, entendiendo que no hay esperanza para este
mundo, no hay victoria para la causa de Cristo ni rectitud o paz mundiales. La Ley
de Dios es irrelevante porque no hay ningn plan de conquista ni de triunfo en el
nombre y poder de Cristo. En el mejor de los casos la Ley de Dios es un plan de
moralidad privada, no para los hombres y las naciones en todos sus aspectos.
No es sorprendente que el amilenarismo produzca una perspectiva retrada y
encerrada, una Iglesia sin pensamientos de victoria, e interminables discusiones
sobre pequeeces. Y un farisesmo enorme, gente que se cree elegida en medio
de un mundo con rumbo directo al Infierno, una elite selecta que debe retirarse
de la futilidad y el ajetreo a su alrededor. Una iglesia ortodoxa de Fariseos, donde
el fracaso es una seal de eleccin.
Y no exagero. Cierta pequea denominacin p. ej. mira con recelo a los pastores
que producen crecimiento en sus congregaciones, porque muchos ven abiertamente en el crecimiento una seal de componenda, y en la incompetencia y el fracaso marcas de eleccin. Los pastores amilenaristas de esta Iglesia insisten en que
xito es compromiso, y sus fracasos sea de pureza. No sorprende que los postmilenaristas no puedan permanecer mucho tiempo en esta Iglesia casi exclusivamente amilenarista.
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Primero, ambos ven los intentos de construir una sociedad cristiana o fomentar la
reconstruccin cristiana como ftiles o equivocados. Y si Dios ha decretado que
el futuro del mundo es una espiral descendente, claro que la reconstruccin cristiana es intil: No se pule el cobre de un barco que se hunde, como declar a
principios de los 50 el famoso Pastor premilenarista y predicador radial Rev. J.
Vernon McGee. Si el mundo es un barco que se hunde, son en realidad intiles los
esfuerzos para eliminar la prostitucin, el crimen o cualquier otra clase de mal
social, y vanas las esperanzas de la conquista cristiana del orden social. Ntese que
tales opiniones premilenaristas se unieron al unitarismo a principios del s. XIX
para reemplazar las escuelas cristianas con escuelas estatales, para retirar a la Iglesia a su programa minimalista: los avivamientos.
Esto apunta hacia un Segundo aspecto comn: la tarea cristiana se limita a salvar
almas, a rescatar tizones del fuego eterno. A las Escrituras se les despoja de su
mensaje completo, y se les reduce a un mero manual de salvacin de almas. Se
aparta todo lo relativo a la Ley de Dios respecto a crimen, uso de tierra, dinero,
pesos, propiedad, dieta, Gobierno civil, etc., para concentrarse slo en salvar
almas. Si estos grupos inician escuelas cristianas p. ej., con harta frecuencia su propsito esencial es: la salvacin de las almas.
Claro que la conversin es importante. Pero tambin lo es el alfabeto; y sin
embargo no aprendemos el alfabeto para pasar nuestras vidas concentrados en el
abecedario, sino para leer, aprender y seguir creciendo. La conversin es el alfabeto de la fe cristiana, por donde se nos abre todo el mundo del llamado de Dios
y de su Ley. Hemos aprendido a leer si no vamos ms all del alfabeto y su repeticin? Estamos convertidos si no vamos ms all de la experiencia de conversin?
Y de no ser as, entonces es real esa experiencia de? La vida significa crecimiento,
no parlisis, y la verdadera conversin es el principio de la vida y del crecimiento
cristianos.
Tercero, premilenaristas y amilenaristas no ponen atencin al mandato cultural
de la Creacin; y con lderes como el Rev. Carl McIntire el premilenarismo cae en
la hereja de negarlo. Pero nuestro Seor dijo: Negociad entre tanto que vengo
(Lucas 10:13).
Para qu Dios cre al hombre? Para ejercer dominio sobre la tierra, y para dominar todas las cosas en trminos de Su Palabra-Ley. Y para qu Jesucristo como
ltimo Adn restaur al hombre? Para este mismo mandato, con la bendita seguridad de que nuestro trabajo en el Seor no es en vano (1 Cor. 15:58). El llamado
y deber del cristiano es ejercer los derechos de la Corona del Rey Jess en todas
las reas de la vida. En el papel, el amilenarismo presta adhesin al mandato de la
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Perspectivas Milenarias
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La perspectiva posmilenarista
La perspectiva posmilenarista
Vamos ahora al posmilenarismo: definitivamente ve la Salvacin como victoria y
como salud tanto en el tiempo como en la eternidad. Por ende ve una responsabilidad en el hombre de Dios que llega a todas las esferas de la vida. El posmilenarismo sostiene que las profecas de Isaas y de toda la Escritura se cumplirn. Las
Escrituras no estn divididas, no se han hecho inaplicables a la historia. Habr victoria sobre Satans, tal y como se declara en Gnesis 3:15, Romanos 16:20 y Apocalipsis 12:9. Y como se proclama en y en toda la Escritura y en Gnesis 13,
Gnesis 28:14, Romanos 4:13, todas las familias de la tierra sern bendecidas. Se
convertirn los pueblos de todas las lenguas, tribus y naciones, y la Palabra de
Dios prevalecer, y gobernar en todas partes de la tierra. Pero hay necesidad de
accin, aunque con seguridad de victoria.
En su mayor parte, los credos histricos de la Iglesia han sido posmilenarios. Por
ejemplo, la Confesin de Westminster, Captulo VIII, Seccin 8:
A todos para quienes Cristo ha comprado Redencin, cierta y eficazmente les
comunica y aplica la misma, intercediendo por ellos y revelndoles en y por medio
de su Palabra los misterios de la Salvacin. Persuadindoles eficazmente mediante
su Espritu, les convence para que crean y obedezcan; y mediante su Palabra y
Espritu gobierna sus corazones, vence a todos sus enemigos con su gran poder y
sabidura, valindose de las formas y maneras que son ms propias a su maravillosa
e impenetrable dispensacin.
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Perspectivas Milenarias
que sean eficaces para la conversin de quienes an estn en sus pecados, y para
confirmar, confortar y edificar a los ya convertidos; que Cristo gobierne aqu en
nuestro corazn, y que apresure su segunda venida y nuestro reinado con l para
siempre, y que a le plazca ejercer el reinado de su poder en todo el mundo, segn
conduzca mejor a aquellos fines.
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CAPTULO 2
Vitalidad en la Fe Cristiana
Un estudio sobre la esperanza de vida en pacientes hospitalarios lleg a la conclusin de que hay una fuerte correlacin entre esperanza de vida y pensamiento
orientado hacia el futuro. Una persona cuya mente considera actividades para un
ao a futuro tiene ms probabilidades de vida que otra cuyo pensamiento gira solo
en torno a la rutina diaria del hospital. Como regla, personas sin un futuro en
mente no tienen futuro.
Esta conclusin no debiera sorprender. Dios nos ha creado a su imagen, con una
mente no encadenada al momento presente. Fsicamente el hombre s est atado a
la hora presente; no puede retroceder en el tiempo o ir a pocas pasadas, ni se
puede trasladar al futuro con un repentino salto, salvando los aos intermedios en
un segundo. Para Dios todopoderoso en cambio, toda la historia est presente
ante El. Dios no est atado al tiempo porque El es el creador del tiempo, y de
todas las cosas. Antes de la Creacin del mundo orden y decret todas las cosas
que pasaran, as que el principio y el fin de la creacin y el intermedio estn siempre totalmente ante El. Dios est ms all de la historia, pero ni un segundo ni un
pelo de toda la historia est nunca ms all de El, o fuera de su gobierno y visin. El
es el Seor, el Todopoderoso.
El hombre creado a imagen de Dios tiene intelectualmente esta misma capacidad,
al nivel creatural. Cuando su pensamiento y visin estn gobernados por Dios y su
Palabra, puede ver el principio y el fin, aunque como en un cristal oscurecido. An
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Por eso cuando Dios va a hacer un gran trabajo para su iglesia, su manera es
empezar por el extremo inferior [], es probable que empiece en lo postrero, lo
ms humilde y ms dbil, donde se ha plantado por ltimo la Iglesia de Dios; y de
esa manera el primero ser el ltimo, y el ltimo primero; y eso se cumplir de
modo eminente en Is. 24:19: De la parte ms remota de la tierra hemos escuchado canciones, incluso gloria al justo.
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Vitalidad en la Fe Cristiana
The Works of Samuel Hopkins, vol. II, p. 288f. Boston: Doctrinal Tract and Book
Society, 1854.
De acuerdo con Bushman, estos y otros hombres con Bellamy como lder destacado , cambiaron la naturaleza de su pueblo, y crearon al Yanqui de los aos posteriores a 1765.
Richard L. Bushman: From Puritan to Yankee, Character and the Social Order in
Connecticut, 1690-1765. Cambridge: Harvard University Press, (1967) 1969.
En eras pasadas, los hombres que sentan el llamado de Dios buscaron refugio del
mundo en un convento. Posteriormente, bajo la influencia del pietismo, la iglesia
misma se convirti en un convento en el mundo, un refugio de los problemas y
corrientes de fuerzas y movimientos sociales. En la era moderna, el hombre secular ha buscado la experiencia conventual en diversas formas de escapismo: retiros,
casas de salud mental, jubilacin y muchas otras avenidas de rendicin.
El pensamiento postmilenarista fue muy importante en la formacin y desarrollo
de Estados Unidos entre 1765 y 1860. Sin esta escatologa es imposible entender
el curso de este pas.
Un erudito seglar, George Shepperson discute las formas cristianas y paganas del
milenarismo, y habla de todos en general, y en particular de un movimiento en
Nyasaland:
Como muchos movimientos similares en el mundo, las expectativas asumen una
dramtica forma premilenarista: la agencia liberadora o salvadora en este caso
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CAPTULO 3
Areas de Reconstruccin
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Areas de Reconstruccin
Primero que todo, empezar con nosotros mismos y nuestras familias. Fortalecer la familia en su vida econmica y religiosa, y en sus responsabilidades hacia
cada miembro. Los hijos tienen el deber de mantener y cuidar a sus Padres, y
de mantener un fuerte vnculo econmico y religioso con ellos.
Cuarto, la accin poltica cristiana, necesaria para hacer nuevamente del estado
un Estado Cristiano, y que sus acciones se ajusten a la Ley de Dios.
Sptimo, ver las ciencias como un rea ms entre muchas otras de llamado,
para adelantar el conocimiento y dominio bajo Dios.
Se puede decir mucho ms. Basta decir que el diezmo es bsico para estas actividades: salud, educacin, bienestar, poltica, economa, la familia, la iglesia, vocaciones,
etc., para acelerar el trabajo de reconstruccin. El diezmo es para el Seor, no
para la Iglesia, y puede ir a cualquier agencia que trabaje para promover el dominio
del Seor y llevar todas las reas de pensamiento y de vida en cautiverio a Jesucristo.
Finalmente, otra rea: La oracin. La primera peticin del Padrenuestro dice:
Venga tu reino, hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Esta debe ser nuestra
oracin y tambin nuestro llamado.
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CAPTULO 4
La Escatologa y el Trabajo
En los Estados Unidos del s. XVIII, una vez George Whitefield durante su estada
en Nueva Jersey cen con varios clrigos norteamericanos. Se nos dice que:
Despus de la cena, en una fcil y agradable conversacin, el Sr. Whitefield habl
de las dificultades en su ministerio evanglico, procedentes del pequeo xito con
que se haban visto coronadas sus labores. Lament que toda su celosa actividad y
fervor fueran de tan poca utilidad; dijo que estaba cansado de las obligaciones y
fatigas diarias; declar que su gran consuelo era que pronto terminara su trabajo,
cuando partiera para estar con Cristo. Y que esa expectativa de un pronto rescate
mantena su espritu, de otro modo se hubiese hundido bajo su trabajo. Entonces
pidi a los ministros retirarse todos a descansar si no fuese gran incomodidad.
Asintieron todos excepto el Rev. William Tennent, Jr. -sentado en silencio junto al
Sr. Whitefield- cuyo talante mostraba que no le fue placera la conversacin. El Sr.
Whitefield se volte hacia l y con una palmadita en la rodilla le dijo Bueno, hermano Tennent, Ud. es el ms viejo de nosotros, no le alegra pensar que su tiempo
est prximo, cuando se le llame por fin a casa y se le libere de todas estas dificultades? El Sr. T. contest rotundo: No, yo no tengo ese deseo. El Sr. W. lo presion de nuevo; y el Sr. T. de nuevo respondi: No, Seor, morir no es placer para
m, para nada, y si Ud. conociera su deber tampoco lo sera para Ud. Yo no tengo
nada que ver con la muerte: mi tarea es vivir lo ms que pueda sirviendo a m
Seor y Maestro tan fielmente como pueda, hasta que El considere conveniente llamarme a casa.
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La Escatologa y el Trabajo
El Sr. W. insisti con una explcita pregunta para el caso hipottico de que la hora
de la muerte se le dejase a su propia eleccin. Y el Sr. Tennent le replic otra vez:
No tengo yo eleccin respecto a eso; soy sirviente de Dios y me he comprometido a realizar la tarea por tanto tiempo como a El le plazca que contine. Y le
dijo:Hermano W., permtame hacerle yo ahora una pregunta. Qu cree Ud. si yo
enviase a un empleado mo al campo a labrar, y al medioda yo fuera y lo encontrara haraganeando bajo un rbol y quejndose: Patrn, el sol est muy fuerte y
la labranza muy dura; estoy cansado del trabajo, y agotado por el calor y la carga
del da; por favor, patrn, djeme regresar a casa y que se me separe de este servicio? Qu dira yo? Que es un perezoso; que su responsabilidad es hacer el
trabajo hasta que yo, el juez apropiado, considere adecuado llamarlo. O suponga
que Ud. ha contratado a un hombre para un servicio, y sin ninguna razn de parte
de Ud. y antes de cumplir la mitad se canse y exprese el deseo de que se le suspenda o se le cambie. No le llamara Ud. sirviente malo e indigno de los privilegios de su empleo?
La manera apacible, placentera y cristiana en que se administr este reproche
aument la armona, y la conversacin edificante de la gente, que se dio por satisfecha con que era muy posible errar, aun deseando morir y estar con Cristo,
que en s es mucho mejor que permanecer en este estado imperfecto; pero que
es deber del cristiano decir: Esperar todos los das de m tiempo designado
hasta que venga mi cambio.
Archibald Alexander: The Log College, p. 25f. London: Banner of Truth Trust,
(1851) 1968.
Este era temple puritano y bblico. Murray ha demostrado la importancia de este
temple para el logro puritano, agregando:
La oportunidad de honrar a Cristo cumpliendo con nuestros deberes actuales es
un privilegio sin precio, y quienes as le sirven no quedarn esperando su venida.
Bienaventurado el sirviente a quien su Seor cuando venga lo encuentre
haciendo eso.
Iain Murray: The Puritan Hope, p. 219. London: Banner of Truth Trust, 1971.
Esta creencia de que Dios tiene un importante trabajo para hacer el hombre, y
que el hombre debe hacerlo, se acoplaba a una conviccin de que lo que Dios ha
hecho por nosotros puede hacerlo por otros. La creencia actual es en cambio una
fe humanista en el poder no de Dios sino de la lite cientfica, que puede salvar al
hombre si este reconocen su falta de pericia e incompetencia, y se somete al dictamen a los expertos. Se sostiene que ciertas razas y clases necesitan este
gobierno, si han de progresar. Pero la visin cristiana es opuesta; se ve p. ej. en
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La Escatologa y el Trabajo
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Los imperios de antao, los comunistas de ahora, los profanos hombres de ciencia
y otros creen todos que frustran a Dios y se mofan de El; pero todos sus empeos
y esfuerzos no hacen ms que adelantar el propsito de Dios y la manifestacin de
su Gloria. Su riqueza y logros sern todos acopiados por su Reino. Esto se nos
asegura en Isaas 60:3-11, en Isaas 66:12 y muchos otros pasajes. Del Reino de
Dios se nos dice que Los Reyes de la tierra en verdad le traen su gloria y honor
(Apocalipsis 21:24). El comunismo es un mal y debemos oponernos a su presencia
en nuestro medio y guerrear en su contra. El humanismo es un mal y debemos
batallarle en todos los frentes y hacerle retroceder. Sin embargo, debemos recordar que sus idas y venidas slo tendrn por resultado adelantar el propsito de
Dios y enriquecer el Reino de Dios. Porque nada sucede que en ltimo trmino
no favorezca al Reino de Dios y a la Gloria final de su Pueblo en El y para su propsito.
Permaneced firmes y constantes, creciendo en la obra del Seor siempre,
sabiendo que vuestro trabajo en el Seor no es en vano. (1ra. Corintios 15:58)
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CAPTULO 5
La Economa y la
Escatologa
Siendo estudiante, con celo misional empec a regalar libros a personas si prometan leerlos. Increment esta prctica cuando los fondos me permitieron ms generosidad, y slo hace poco la finiquit. He donado libros de toda clase de temas:
religin y teologa, filosofa, ciencia, historia, poesa, sociologa y mucho ms. Pero
una clase de libro siempre me ha sido muy difcil de regalar: de Economa.
Los destinatarios de estos libros han sido estudiantes, clrigos, amas de casa, profesores y gente de diversas ocupaciones. Cualquier sea su puesto en la vida o trabajo, la economa ha sido siempre para ellos de poco o ningn inters. Y no es
porque los libros de economa sean ms difciles, algunos de los sugeridos son
modelos de claridad y sencillez.
Ms de unas cuantas agencias se han dedicado a fomentar el conocimiento econmico. La Fundacin para la Educacin Econmica ha realizado un excelente trabajo,
y tambin la Christian Freedom Foundation. El Fondo William Volker por aos subsidi la publicacin y distribucin de obras notables de economa. Pero la labor de
estas y otras instituciones altamente competentes no ha producido los resultados
que los mismos gastos pudieran haber logrado en otras reas, y de hecho han
logrado.
Las escuelas exigen tomar cursos de psicologa, generalmente de dudoso valor, o
geometra, que pocos utilizarn. Las universidades requieren crditos en el labora-
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La Economa y la Escatologa
torio de ciencias a estudiantes que nunca llegarn a ser cientficos, pero anualmente disecan millares de desafortunadas ranas y otros animales. Su curriculum se
desborda con requerimientos de saberes que son intiles para la mayora. Sin
embargo, y aunque toda persona debe tener en cuenta los datos econmicos, por
lo general las escuelas no exigen Economa. Porqu tanto desinters y resistencia?
Y por qu por generaciones le han llamado la ciencia lgubre y las gentes la
encuentran rida y aburrida, cuando es tan importante para sus vidas cotidianas?
Las races de esta paradoja calan muy hondo en la cultura -la nuestra y cualquiera
otra-, y son en gran medida maniqueas y neoplatnicas. Una cultura que se nutre
de aversin al mundo real de las cosas materiales, y clara preferencia por un
mundo del espritu puro. Desde Hegel, el mundo moderno ha estado profundamente infectado por semejante pensamiento ultramundano, como en ciertos
aspectos la cultura medieval. La diferencia ahora es que el otro mundo no es un
mundo de conceptos universales -platnicos o aristotlicos- sino un mundo de
imaginarios, creado por la planificacin humanista, que no pone de pretexto Reino
alguno de ideas universales.
Ver R. J. Rushdoony: The Flight From Humanity
Y a este idealismo moderno no le gusta la economa clsica porque postula y
requiere un universo de leyes objetivas, e insiste en una realidad no librada a la
imaginacin del hombre. Un ejemplo: a comienzos de los 60 pronostiqu la desaparicin de las monedas de plata, un hecho obvio para cualquiera familiarizado
con la economa clsica. La respuesta corriente fue negar la posibilidad de que el
alza de precios de la plata hiciese desaparecer esas monedas cuando su valor en
contenido alcanzase y luego superase su valor facial. En 1965 se emitieron monedas de otros metales; pero se insista en que la Ley de Gresham no iba a funcionar.
Ambas cosas sucedieron: el alza en el precio condujo al abandono de las emisiones
en plata, y el dinero de calidad inferior las sac de circulacin. Sin embargo la respuesta obstinada todava era la negativa a aceptar como eficaz la ley natural econmica. Se afirmaba que las cosas sucedan as slo porque demasiada gente an
crea en la antigua economa, y por tanto haca que eso sucediera. Se vea como
que todo suceso proceda de una determinacin de la mente del hombre.
Por el contrario, desde el punto de vista bblico, toda determinacin viene ms
bien de Dios, y el orden de todas las cosas es segn y conforme a la estructura de
la Ley de la creacin. El humanista en cambio insiste en que el orden viene de la
mente del hombre; y si el hombre todava cree en los mitos de la vieja economa, eso har que funcione, cuando los hombres crean en la nueva economa,
entonces la nueva economa funcionar.
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El idealismo es la creencia de que la mente y las ideas del hombre son determinativas de la realidad; y es bsico en la visin del mundo moderno. Donde prevalezca
este idealismo, la orientacin de la sociedad ser esencialmente sociolgica y poltica
antes que teolgica y econmica. En una sociedad poltica, la esperanza est ligada a
la legislacin y los actos del Estado. El xito no depende de la obediencia a la Ley
de Dios en todas las reas, ni el hombre est atado a las duras realidades materiales de la economa, a leyes como las de oferta y demanda. El hombre puede legislar nuevas realidades por medio de actos de Estado. Hay que crear el orden, no
ajustarse al orden.
Pero si en cambio la Ley de Gresham es correcta, entonces orden significa ajustarse a esa realidad econmica, no crearse una realidad segn ideas de la elite de
ingenieros sociales. Si el mandamiento No robar y la Ley de descanso sabtico
son parte de un orden natural, ltimo e ineludible, entonces o lo acatamos o sufrimos las consecuencias del desorden. Decir que el orden es para crearse y no para
ajustarse es decir que la mente del hombre debe crearlo. Y decir que ya est all
un orden ltimo de las cosas es decir que ha sido creado por Dios, y el deber y
objetivo del hombre es ajustarse, y prestar obediencia a la Ley de Dios, y buscar la
armona con ese orden. Pero si a nuestro alrededor tenemos un universo de desorden, al cual la mente del hombre debe llevar el orden, entonces el modo indicado
no es la armona sino el conflicto.
En tal caso, el conflicto es tambin doble. Primero, hay conflicto con el mundo de
desorden que nos rodea. En vez de estar en armona con el orden final, estamos
en guerra contra el desorden final. Segundo, tambin significa conflicto con los
hombres que discrepen de la idea de orden a imponer por el Estado humanista.
Porque si el orden depende de la mente del hombre, entonces los recalcitrantes
deben convertirse a la verdadera fe humanista o ser castigados, encerrados en prisin o liquidados a fin de eliminar el potencial de desorden. Por ambos lados es el
conflicto la va hacia el orden; y el resultado, una sociedad conflictiva.
En lo religioso, el nfasis humanstico en el conflicto implica la exaltacin de los
poderes del Mal y del Anticristo. El Mal llega a ser muy determinante, pues la
determinacin y la ultimidad se han transferido al mundo creado -mundo de los
hombres esencialmente-, y se ha negado a Dios el poder de la predestinacin y la
soberana. Del Anticristo la definicin de la Escritura es: todo y quienquiera que
niegue que Cristo ha venido en la carne (I Juan 4:3); es decir, anticristos son
todos quienes niegan la realidad de la encarnacin. La Biblia no nos dice que una
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La Economa y la Escatologa
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CAPTULO 7
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cir slo cuando el pueblo obedezca la Ley de la Alianza. Esto se dice con claridad en
Levtico 26, Deuteronomio 28, y en toda la Escritura. Habr paz y prosperidad en
la tierra, el enemigo ser destruido, y los hombres se liberarn de sus males, slo
si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por
obra. (Levtico 26:3). En tal caso la obediencia de fe a la Ley de Dios produce irresistibles bendiciones: Y vendrn sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarn, si
oyeres la voz de Jehov tu Dios (Deuteronomio 28.2). Por otro lado, la desobediencia conduce a igualmente irresistibles maldiciones: si no oyeres la voz de Jehov
tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que Yo te
intimo hoy, vendrn sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarn. (Deuteronomio 28:15).
De conformidad con estas y otras declaraciones de la Escritura, la determinacin
de todas las cosas en el tiempo es en trminos de obediencia versus desobediencia a la Ley de Dios. Esto est detalladamente explicado para las diversas reas de
la vida. Primero, el xito y la prosperidad de la ciudad, el campo y la nacin dependen de la obediencia a la Ley de Dios. Segundo, la fertilidad humana es asimismo un
rea donde la maldicin y la bendicin de Dios son operativas, y somos maldecidos o bendecidos en el fruto de nuestros cuerpos. Tercero, la fertilidad agrcola y la
prosperidad tambin estn ligadas a la Ley. Cuarto, de igual manera el clima est
relacionado con la Ley, de tal modo que Dios juzga y bendice por medio de la lluvia, el granizo, la nieve, el roco y el sol. Quinto, nuestra relacin con nuestros enemigos tambin es condicionada por la obediencia. Sexto, todas nuestras actividades
y vidas personales son bendecidas o maldecidas en trminos de nuestra obediencia o no a la Ley de Dios.
La doctrina de la predestinacin NO es fatalismo: no niega responsabilidad al
hombre. Lo que afirma es que concurre la predestinacin de Dios con la accin
responsable del hombre. La causalidad primera es de Dios, pero la secundaria es
del hombre. No se niega la realidad de las causas secundarias; se dice que stas se
establecen y operan por causa de la causa primera: Dios. Por eso no soy yo menos
hombre por ser pecador, mortal, y producto de mis das. De igual manera, no soy
menos responsable y -en sentido secundario- de albedro libre (aunque limitado,
derivado y propio de criatura) porque Dios sea como es: la causa primaria de
todas las cosas y nica voluntad absoluta y ltima.
La determinacin de la historia por Dios est descrita en su Ley. Si creemos y obedecemos, entonces somos bendecidos y prosperamos en El; si lo negamos y desobedecemos su Ley, somos maldecidos y abominados.
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EL AUTOR
Rousas John Rushdoony es un erudito norteamericano muy conocido, con ttulos
de Licenciatura y Maestra de la Universidad de California, y de capacitacin en la
Pacific School of Religin. Es escritor y autor de ms de 30 libros. Ministro ordenado, fue misionero entre los indios Shoshones y Payutes, y pastor de muchas iglesias de California. El Dr. Rushdoony es Presidente de la Fundacin Chalcedon. Sus
escritos en el Chalcedon Report y sus numerosos libros han producido una generacin de creyentes activos en la reconstruccin del mundo para la gloria de Jesucristo. Reside en Vallecito, California, y actualmente est comprometido en la
investigacin, conferencias pblicas y patrocinio en el desarrollo de programas para
poner en accin la fe cristiana.
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EL MINISTERIO DE CHALCEDON
Chalcedon es una organizacin educativa cristiana consagrada exclusivamente a la
investigacin, publicacin y comunicacin convincente de una erudicin distintivamente cristiana para el mundo en general. Sus servicios y programas son adecuados a las necesidades de los laicos, eruditos y ministros interesados, que
comprenden que Jesucristo le habla a la mente tanto como al corazn, y que sus
demandas se extienden ms all de los estrechos confines de las iglesias institucionales. Existimos para apoyar los esfuerzos de todas las iglesias y denominaciones
ortodoxas.
Por tanto, siguiendo a los Santos Padres, en un solo acuerdo enseamos a los hombres
a reconocer a uno y al mismo Hijo, nuestro Seor Jesucristo, del todo completo en divinidad y completo en humanidad, verdaderamente Dios y verdaderamente hombre ...
Esta formula impugna de frente toda falsa demanda de divinidad por parte de cualquier institucin humana: Estado, Iglesia, Culto, Escuela o Asamblea Humana. Solo
Cristo es tanto Dios como hombre, el nico vnculo entre el cielo y la tierra. Se
sigue que todo poder humano es derivado: Slo Cristo puede anunciar que Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra. (Mateo 28:18). Histricamente, el
credo Calcednico es por consiguiente el fundamento de la libertad occidental,
pues establece lmites en todas las instituciones humanas de autoridad, reconociendo la validez de las demandas del nico que es la fuente de toda autoridad y
por tanto de la verdadera libertad humana (Galatas 5:1).
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Traduccin:
Alberto Mansueti
(Fundacin Metanoia)
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