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    Análisis El Enamorado y La Muerte

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    Gonza Rodríguez
    ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE Un sueño soñaba anoche soñito del alma mía, soñaba con mis amores, que en mis brazos los tenía. Vi entrar señora tan blanca, muy más que la nieve fría. —¿Por dónde has entrado, amor? ¿Cómo has entrado, mi vida? Las puertas están cerradas, ventanas y celosías. —No soy el amor, amante: la Muerte que Dios te envía. —¡Ay, Muerte tan rigurosa, déjame vivir un día! —Un día no puede ser, una hora tienes de vida. Muy deprisa se calzaba, más deprisa se vestía; ya se va para la calle, en donde su amor vivía. —¡Ábreme la puerta, blanca, ábreme la puerta, niña! —¿Cómo te podré yo abrir si la ocasión no es venida? Mi padre no fue al palacio, mi madre no está dormida. —Si no me abres esta noche, ya no me abrirás, querida; la Muerte me está buscando, junto a ti vida sería. —Vete bajo la ventana donde labraba y cosía, te echaré cordón de seda para que subas arriba, y si el cordón no alcanzare, mis trenzas añadiría. La fina seda se rompe; la muerte que allí venía: —Vamos, el enamorado, que la hora ya está cumplida.

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    ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE Un sueño soñaba anoche soñito del alma mía, soñaba con mis amores, que en mis brazos los tenía. Vi entrar señora tan blanca, muy más que la nieve fría. —¿Por dónde has entrado, amor? ¿Cómo has entrado, mi vida? Las puertas están cerradas, ventanas y celosías. —No soy el amor, amante: la Muerte que Dios te envía. —¡Ay, Muerte tan rigurosa, déjame vivir un día! —Un día no puede ser, una hora tienes de vida. Muy deprisa se calzaba, más deprisa se vestía; ya se va para la calle, en donde su amor vivía. —¡Ábreme la puerta, blanca, ábreme la puerta, niña! —¿Cómo te podré yo abrir si la ocasión no es venida? Mi padre no fue al palacio, mi madre no está dormida. —Si no me abres esta noche, ya no me abrirás, querida; la Muerte me está buscando, junto a ti vida sería. —Vete bajo la ventana donde labraba y cosía, te echaré cordón de seda para que subas arriba, y si el cordón no alcanzare, mis trenzas añadiría. La fina seda se rompe; la muerte que allí venía: —Vamos, el enamorado, que la hora ya está cumplida.

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    ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE Un sueño soñaba anoche soñito del alma mía, soñaba con mis amores, que en mis brazos los tenía. Vi entrar señora tan blanca, muy más que la nieve fría. —¿Por dónde has entrado, amor? ¿Cómo has entrado, mi vida? Las puertas están cerradas, ventanas y celosías. —No soy el amor, amante: la Muerte que Dios te envía. —¡Ay, Muerte tan rigurosa, déjame vivir un día! —Un día no puede ser, una hora tienes de vida. Muy deprisa se calzaba, más deprisa se vestía; ya se va para la calle, en donde su amor vivía. —¡Ábreme la puerta, blanca, ábreme la puerta, niña! —¿Cómo te podré yo abrir si la ocasión no es venida? Mi padre no fue al palacio, mi madre no está dormida. —Si no me abres esta noche, ya no me abrirás, querida; la Muerte me está buscando, junto a ti vida sería. —Vete bajo la ventana donde labraba y cosía, te echaré cordón de seda para que subas arriba, y si el cordón no alcanzare, mis trenzas añadiría. La fina seda se rompe; la muerte que allí venía: —Vamos, el enamorado, que la hora ya está cumplida.

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    El ttulo nos presenta a los personajes de quienes se hablar o tratar el romance.

    Tambin nos
    adelanta el tema principal, el amor y la muerte, el amor simbolizado o representado a travs del
    enamorado y la muerte que le representa en s misma.
    Estos personajes estarn "enfrentados" y sern antagonistas enel romance. El amor y la muerte
    no se refieren a lo histrico sino que aluden o se refieren a tpicos o temas, es decir son
    producto de la imaginacin.
    A este romance lo clasificamos como lrico y en un posible subgnero novelesco sentimental.
    Los primeros co-versos sirven como una introduccin al romance. Este tiene un comienzo
    abrupto porque nos introduce directamente en un hecho concreto. Entonces desde una primera
    interpretacin podemos decir que el romance es una situacin vivida y recordada por el
    enamorado, esto lo vemos a travs de la referencia temporal "anoche", que indica una situacin
    pasada. Tambin introduce el diminutivo "soito" que le proporciona al romance y al sueo
    determinada afectividad, es decir que el sueo es placentero, agradable, pues, est soando con
    su amor. Aqu se utiliza el recurso llamado "alteracin", es decir, la repeticin de un sonido que
    se repite y le brinda al romance determinada musicalidad pero tambin sirve para destacar o
    enfatizar una idea, en este caso lo vemos a travs de la repeticin de la palabra "sueo" y sus
    diferentes variables "sueo,soaba y soito" y el sonido que se repite es la letra "s".
    La muerte es presentada o anticipada indirectamente, es decir, que no se la nombra como tal
    sino que se la presenta como una seora a lo que se caracteriza a travs de dos adjetivos,
    blanca y fra, y se establece una comparacin con la nieve, comparacin que consiste en
    destacar las caractersticas de la nieve asocindolas a la blancura, vanidez y frialdad con la que
    se simboliza o representa a la muerte. En una primera instancia tenemos a un narrador
    protagonista que narra en primera persona y lo identificamos con el enamorado. Enseguida
    existe un dilogo de los dos protagonistas, el enamorado y la Muerte personificada,incluye un
    contraste, producto del error del enamorado, que mientras soaba tener a su amada en sus
    brazos, crey haberla tenido ante s (con alegra) pero con impresin se encuentra con una gran
    sorpresa, ya que se trata de la Muerte,y no de su amada. Esa situacin la tiene muy presente el
    personaje de la Muerte, que para nombrar al enamorado lo denomina amante.
    El reclamo del enamorado hacia la Muerte, pidindole un da ms de vida, demuestra sus
    ganas de vivir, su amor, y la angustia de "perder" su destino. De algun modo, el amor siente una
    cierta lstima. De todos modos, la Muerte no le d el da pedido, pero s una hora, lo
    que marca un prolongado poema.
    En la segunda estrofa existe un relato, pero ahora ya no en primera persona, sino de
    un narrador externo, que describe los movimientos del enamorado al vestirse, calzarse y
    salir rpidamente para ir a la casa de su amada. Aqu se demuestra la forma apresurada en la
    que el enamorado se vesta, describiendo cada accin que el enamorado realizaba.
    Luego de eso, sin describir nada, existe un cambio de escenario, desde el cuarto del
    enamorado a la casa de su amada. Aqu se se abrevia el relato para lograr un suspenso.
    Ella comienza hablando con el enamorado, respondiendo a la pregunta del enamorado de
    poder entrar. La amada, ignorando al enamorado, dice argumentos en contra de recibirlo, le
    dice que no es hora ya que su madre no est dormida ni su padre ha salido.
    El enamorado tiene mucha urgencia, y lo logra expresar diciendole a la amada de que pudiendo
    llegar a ella, la Muerte no lograra alcanzarlo: junto a t, vida sera, dice, y eso le insina el
    estado del enamorado que, si no est cerca de ella, siente que va a morir. La amada, acepta y
    comprende la presencia y urgencia del enamorado, acepta a recibirlo, expresa su aceptacin
    al decirle que desplegar un cordn de seda. Tambin agrega que si fuera necesario desplegara
    sus trenzas, algo que hablando de simbolizacion, significaria que la amada le brindara su
    virginidad.

    En la ltima estrofa, sucede un elemento de ambiguedad, ya que el final podra interpretarse de


    dos maneras: el romance demuestra una situacin trgica, ya que todo est contenido por un
    sueo. En ese caso, todo sera nicamente imaginativo.
    Por otro lado se podra interpretar que el enamorado en realidad nunca estuvo soando, sino
    que invent una excusa de ser perseguido por la Muerte para poder entrar a la habitacin de la
    amada. Pero teniendo mala suerte que su mentira se convirtiera en realidad al romperse el
    cordn y caer al suelo.

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