Introduccion A La Arquitectura - Espacio (Pag 97 - 108)

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Espacio

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El mayor esfuerzo intelectual y formal del Movi-
miento Moderno consisti en definir una nueva
concepcin de espacio utilizando el soporte
productivo de los nuevos avances tecnolgicos
-estructuras de acero o de hormign armado y
cerramientos de cristal- y los nuevos instrumen-
tos formales de la abstraccin. Con ello se daba
continuidad a la concepcin platnica y a la tra-
dicin matemtica del espacio que aparece pri-
mero en los textos de August Schmarzow y Alois
Riegl, especialmente en el libro de Riegl, El
arte industrial tardorromano (1901). Ya antes,
Gottfried Semper haba sealado que entre las
distintas artes y tcnicas tectnicas, la arquitec-
tura era la tcnica y el arte del espacio. Ms tarde
se desarrolla en todo tipo de experiencias: en
la pintura cubista, en las creaciones e interpre-
taciones de Lszl Moholy-Nagy,
1
en los mode-
los neoplasticistas de Van Doesburg y Rietveld,
en los experimentos de la Bauhaus, en ejerci-
cios constructivistas como los Proun de El Lis-
sitzky o los Merzbau de Kurt Schwitters, y en
los prototipos de Mies van der Rohe y Le Corbu-
sier. Una concepcin de espacio que es crucial
en las interpretaciones historiogrficas ms rela-
cionadas con el Movimiento Moderno, en auto-
res como Sigfried Giedion y Bruno Zevi, cuya
teora e historia se basan en entender la evolu-
cin y la esencia de la arquitectura como crea-
cin de espacio.
Espacio interior
Riegl presenta como paradigma del espacio arqui-
tectnico el interior delimitado y perfecto del
Panten de Roma. La conquista del espacio inte-
rior en una obra tardorromana como el Panten
de Agrippa es el resultado de un laborioso pro-
ceso de bsqueda de un espacio interior libre,
vaciando la masa construida de los edificios de
valor simblico. La cultura tcnica romana se
bas en la asimilacin de las culturas griega y
etrusca, contraponiendo al origen constructivo
de los rdenes griegos el uso ornamental de
las pilastras en la arquitectura romana. La con-
5 Espacio
Josep Maria Montaner
1
Lszl Moholy-Nagy, en su texto crucial La nueva visin, edi-
cin castellana de Ediciones Infinito, Buenos Aires, 1972, dirige
todo el esfuerzo de abstraccin en el arte hacia la conformacin
de un nuevo espacio: Un camino abierto a la nueva arquitec-
tura se halla sealado por otro punto de partida: lo interior
y lo exterior, lo superior y lo inferior, se funden en una sola
unidad(...) Las aberturas y los lmites, las perforaciones y las
superficies movibles, llevan la periferia al centro y desplazan el
centro hacia afuera. Una fluctuacin constante, hacia el costado
y hacia arriba, radiante, multilateral, anuncia que el hombre se
ha posesionado -hasta donde le permiten su capacidad y sus con-
cepciones humanas- del imponderable, invisible y, sin embargo,
omnipresente espacio.
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
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Introduccin a la arquitectura. Conceptos fundamentales
quista del espacio pudo conseguirse a partir de las
nuevas tcnicas constructivas romanas: la cohe-
sin mxima de las masas de los muros; el desa-
rrollo de la arquitectura de arcos, superando los
lmites de la arquitectura arquitravada griega; y el
recurso a los cementos ligeros obtenidos de piedra
volcnica como la puzolana. La evolucin de la
arquitectura romana tendi hacia la disminucin
del peso y el tamao de los elementos constructi-
vos: el ladrillo y los cementos ligeros. Para alcan-
zar la solucin perfecta del Panten se debi pasar
a travs de soluciones transitorias: el tesoro de
Atreo en Micenas, las tumbas etruscas de Tarqui-
nia y Cerveteri y, ya en el terreno de la arquitec-
tura religiosa romana, la tumba de Cecilia Metela
(30 aC.) en la Via Appia y el mausoleo de Augusto
en el centro de Roma (28 aC.).
El Panten, construido por el emperador
Adriano entre los aos 118 y 128 en memoria de
Agrippa, consiste en un gran espacio cubierto por
una cpula semiesfrica, con un culo abierto de
ocho metros en su espacio superior, como vnculo
siempre presente con el cosmos. Para completar
el carcter alico de dicho templo para todos los
dioses, el Panten est precedido por un atrio de
templo clsico con altsimas y esbeltas columnas
corintias. En los tiempos de Agrippa, quien empez
el primer Panten en el campo marzio el ao 27
aC., no existan todava los medios tcnicos necesa-
rios para abordar un espacio unitario de 43,5 metros
de dimetro. En el interior de la cpula del Panten,
los casetones tienen una funcin plstica -el meca-
nismo repetitivo de los cuadrados en los que siem-
pre se inscriben cuadrados y crculos y la voluntad
de enfatizar la percepcin visual de la cpula como
metfora del firmamento- y una funcin construc-
tiva, para aligerar al extremo el peso de la cpula
introduciendo al mximo el vaco, el espacio.
Baldassare Peruzzi. San Pedro de Roma. 1527
Giovanni P. Panini. Panten de Roma. 1750
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
Espacio
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Espacio y antiespacio
Ahora bien, justo en el momento en que Sch-
marzow define la arquitectura como el arte del
espacio y Riegl, a travs del nfasis en el espa-
cio interior del Panten, sita como esencia de
la arquitectura el concepto de espacio (un con-
cepto que hasta entonces no haba sido utilizado
de manera explcita), este mismo espacio recin
descubierto es violentado y superado. La concep-
cin que desarrollan las vanguardias se basa en un
espacio libre, fluido, ligero, continuo, abierto, infi-
nito, secularizado, transparente, abstracto, indife-
renciado, newtoniano, en total contraposicin al
espacio tradicional que est diferenciado volum-
tricamente, de forma identificable, discontinuo,
delimitado, especfico, cartesiano y esttico. A
esta nueva modalidad de espacio unos la denomi-
naron espacio-tiempo, con relacin a la teora
de la relatividad de Einstein y a la introduccin
de la variable del movimiento, y otros la califica-
ron como antiespacio por generarse como con-
traposicin y disolucin del tradicional espacio
cerrado, delimitado por muros.
2

Si el espacio tradicional encuentra su
mxima expresin en el mundo unitario del Rena-
cimiento, en el que no hay separacin analtica
entre los elementos del espacio y de la forma y
en el que la perspectiva cnica expresa la imagen
del hombre como centro, la revolucin coperni-
cana de la ciencia del siglo XVII est en el origen
del anti-espacio. Es cuando el espacio empieza
a emanciparse, cuando ste se convierte en inde-
pendiente y relativo a objetos en movimiento
dentro de un sistema csmico infinito.
Esta bsqueda de un espacio moderno,
infinito y dinmico se intuye en distintos prece-
dentes. En la casa-museo de John Soane en Lon-
dres (1792-1837), su extensa coleccin de pintu-
ras y esculturas se sita en un espacio que fluye,
con iluminacin cenital por claraboyas, con salas
que surgen detrs de salas, escaleras que se sitan
tangencialmente entre los muros y colecciones
de cuadros - es decir, ventanas simblicas- que
se abaten para dejar planos posteriores, como si
el espacio dentro de los muros se fuera desho-
jando, desvelando y emancipando. En las plan-
tas cuadriculadas y repetitivas de J.N.L. Durand,
donde se situaban pilares, muros y dems ele-
mentos, tambin se anuncia este carcter infinito
del nuevo espacio. La percepcin del interior del
Palacio de Cristal en Londres (1851) de Joseph
Paxton ofreca incipientemente la visin de un
espacio dinmico y libre, con los objetos total-
mente baados de luz, en el que la barrera entre
el exterior y el interior quedaba franqueada.
Todo ello culminar en un paso trascen-
dental en la evolucin de la arquitectura: la con-
cepcin internacional del espacio conformado
sobre un plano horizontal libre, con fachada
transparente. El vaco fluido gira en torno a los
elementos puntuales y verticales de los pilares
de hormign armado o acero y queda dinami-
zado por planos recortados que no cierran recin-
tos octogonales y que muchas veces no llegan
hasta el techo.
3
Todo el espacio moderno gira en
torno a un protagonista estructural y formal a la
vez: el pilar. Ya sea el pilar de hormign en Le
Corbusier, de seccin cuadrada, ms cartesiano;
2
El concepto de antiespacio aparece en el artculo de Steven Kent
Peterson, Space and anti-space, Harvard Architectural Review,
nm. 1.
3
Vase el concepto de espacio del Estilo Internacional en el tras-
cendental artculo de Colin Rowe, Neoclasicismo y arquitectura
moderna II, en Manierismo y arquitectura moderna y otros ensa-
yos, Gustavo Gili, Barcelona, 1978.
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
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Introduccin a la arquitectura. Conceptos fundamentales
cambio segn Aristteles el lugar es algo dis-
tinto de los cuerpos y todo cuerpo sensible est
en el lugar... El lugar de una cosa es su forma
y lmite... La forma es el lmite de la cosa, mien-
tras el lugar es el lmite del cuerpo continente...
As como el recipiente es un lugar transportable,
el lugar es un recipiente no trasladable.
7

Precisamente los templos griegos fueron
una manifestacin de esta capacidad para recon-
ciliar el hombre con la naturaleza, otorgando
formas distintas en relacin con el significado
del lugar y en funcin del carcter de la divini-
dad a la que estaba dedicado. No es casual que en
los aos cincuenta y sesenta, cuando el concepto
de lugar pasa a tener un papel trascendental en la
arquitectura, autores como Denys Lasdun, Vin-
cent Scully o Christian Norberg-Schulz revalo-
ricen el carcter modlico del templo griego.
8

En la arquitectura moderna, desde J.N.L.
Durand hasta Louis I. Kahn pasando por los
el pilar de hormign del Ministerio de Educa-
cin y Sanidad en Ro de Janeiro, de Lucio Costa
y Oscar Niemeyer, de seccin circular, ms sen-
sual; o los pilares de acero de Mies van der Rohe,
en los que la planta en cruz persigue una solucin
istropa al mximo, asegurando la presencia de
dos ejes de simetra hasta en los menores deta-
lles. Con ello, Mies consigue la mxima ligereza
y desmaterializacin del pilar.
4
Un proceso autnomo fue seguido por
Frank Lloyd Wright quien antes que lo hiciera el
grupo holands De Stijl ya haba conseguido con
la primera serie de sus edificios y casas -desde
el templo Unitario en el Oak Park (1904-1905)
hasta la Casa Robie en Chicago (1908)- la des-
truccin de la caja tradicional liberndola en un
juego de esquinas abiertas, espacios interiores
fluidos, volmenes escalonados y cubiertas en
voladizo.
5
Espacio y lugar
La concepcin de espacio infinito como
continuum natural, receptculo de todo lo creado
y lo visible, tiene una raz ideal, platnica. Platn
habla en el Timeo del chora como el espacio
eterno e indestructible, abstracto, csmico, que
provee de una posicin de todo lo que existe. Se
trata del tercer componente bsico de la realidad,
junto al Ser y al Devenir.
6
Aristteles, en cambio,
identifica en su Fsica el concepto genrico de
espacio con otro ms emprico y delimitado
que es el de lugar, utilizando siempre el tr-
mino topos. Es decir, Aristteles considera el
espacio desde el punto de vista del lugar. Cada
cuerpo ocupa su lugar concreto y el lugar es
una propiedad bsica y fsica de los cuerpos. Si
para Platn las ideas no estn en un lugar, en
4
Vase Ignacio Paricio, La construccin de la arquitectura. La
composicin. La estructura, ITEC, Barcelona, 1994.
5
Vase H. Allen Brooks, Wright y la destruccin de la caja,
en Jos Angel Sanz Esquide (ed.), Frank Lloyd Wright, Stylos,
Barcelona, 1990.
6
Respecto al concepto de chora utilizado por Platn, vase Alberto
Prez Gmez, Chora: the Space of Architectural Representation,
en Chora vol. I, Mc Gill-Queen's University Press, Montreal &
King, London, Buffalo, 1994.
7
Vase la Fsica de Aristteles, Gredos, Madrid, 1995. Consultar
en Obras Completas, Aguilar, Madrid, 1971 o en ediciones comen-
tadas como la inglesa: William Charlton (ed.). Aristotle. Physics.
Books I and II y Edward Hussey (ed.). Aristotle. Physics. Books III
and IV, Oxford University Press, Oxford 1970. Vase tambin el
trmino lugar en Jos Ferrater Mora, Diccionario de Filosofa,
Ariel, Barcelona, 1994.
8
Vincent Scully desarrolla el concepto de la diversidad de tem-
plos dricos segn los diversos lugares en su texto The Earth, the
Temple and the Gods. New Haven, Londres, 1962. Christian Nor-
berg-Schulz trata de la relacin entre dios griego y lugar en el libro
Genius loci. Paessaggio, ambiente, architettura. Electa, Milano,
1979.
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
Espacio
101
En los aos diez y veinte de este siglo queda-
ron establecidos los prototipos de este espacio
moderno: las estructuras Domino y Citrohan de
le Corbusier y los pabellones de Mies van der
Rohe. Las estructuras Domino y Citrohan se
corresponden respectivamente con las formas
bsicas de los espacios abstractos definidos por
planos horizontales -el espacio sandwich- y
por planos verticales -el espacio megaron-. La
arquitectura de Mies tiene mucho que ver con
los principios formales del arte y la arquitectura
neoplasticistas. La planta de la casa de ladrillo
(1923) se corresponde con una composicin de
Mondrian, aunque su alzado sea an clsico,
escalonado, concentrado y armnico. El pabe-
lln de Barcelona (1929) constituye el mximo
manifiesto del espacio moderno: abierto, fluido,
sin barreras entre el interior y el exterior, abs-
tracto. En el caso de este proyecto, Mies define
una secuencia emocionante de espacios que
conduce al pequeo patio con la escultura feme-
nina y el estanque. Segn definicin de Mies
van der Rohe la arquitectura es la voluntad de
una poca traducida al espacio.
El ejemplo ms emblemtico de la arqui-
tectura neoplasticista y de espacio moderno flexi-
ble y dinmico lo constituye la Casa Schroder
en Utrecht de Gerrit Thomas Rietveld (1924).
Mediante un sistemtico proceso de depuracin
y abstraccin, Rietveld consigue una obra en
maestros del Movimiento Moderno y por los
postulados de la exposicin The International
Style de Philip Johnson y Henry Rusell-Hit-
chcock (1932), la sensibilidad por el lugar es
irrelevante: todo objeto arquitectnico surge
sobre una indiscutible autonoma. Las vanguar-
dias enfatizan el proceso de aislamiento de
los elementos fuera de su contexto usual e
incluso un proyecto tericamente organicista de
Le Corbusier como la Capilla de Ronchamp
(1950-1954) mantiene una relacin genrica y
no emprica con el contexto. De hecho, la met-
fora del barco, que est presente en buena parte
de la obra de Le Corbusier, va estrechamente
relacionada con la idea de una arquitectura aut-
noma, que puede anclarse sin ninguna relacin
con el entorno.
Los conceptos de espacio y de lugar, por
lo tanto, se pueden diferenciar claramente. El
primero tiene una condicin ideal, terica, gen-
rica e indefinida, y el segundo posee un carc-
ter concreto, emprico, existencial, articulado,
definido hasta los detalles. El espacio moderno
se basa en medidas, posiciones y relaciones.
Es cuantitativo; se despliega mediante geome-
tras tridimensionales, es abstracto, lgico, cien-
tfico y matemtico; es una construccin mental.
Aunque el espacio quede siempre delimitado
-tal como sucede de manera tan perfecta en el
espacio tradicional del Panten de Roma o en
el espacio dinmico del Museo Guggenheim en
Nueva York de Frank Lloyd Wright-, por su
misma esencia tiende a ser infinito e ilimitado.
En cambio, el lugar viene definido por sustan-
tivos, por las cualidades de las cosas y los ele-
mentos, por los valores simblicos e histricos;
es ambiental y est relacionado fenomenolgi-
camente con el cuerpo humano.
9

En los aos diez y veinte de este siglo
quedaron establecidos los prototipos de este
9
Esta dualidad entre los conceptos de espacio y lugar se desa-
rrolla en parte de los libros de Christian Norberg-Schulz. En su
primer texto, Intenciones en arquitectura. Gustavo Gili, Barce-
lona, 1970, critica a Bruno Zevi el uso impreciso e indetermi-
nado que hace de la palabra espacio; en Existencia, espacio y
arquitectura, Blume, Barcelona, 1975, intenta dar continuidad al
concepto moderno de espacio con la inclusin de planteamientos
existencialistas.
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
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Introduccin a la arquitectura. Conceptos fundamentales
que los elementos de la arquitectura clsica se
han diluido en un nuevo universo neoplstico de
planos y lneas, en un sistema elementarista en
el que se articulan estructuras, planos llenos y
vacos en fachada, lneas estructurales y lneas
complementarias. Richard Padovan ha sealado
que la Casa Schroder y el Pabelln de Barce-
lona son las dos obras mximas del neoplasti-
cismo en arquitectura
10
.
En los aos treinta, tras la eclosin de
las vanguardias, en cambio, tanto algunos de
los maestros -el mismo Le Corbusier- como
los miembros de la siguiente generacin -Lucio
Costa, Arne Jacobsen, Josep Llus Sert- recurrie-
ron a las figuraciones populares y a las arqui-
tecturas vernaculares, intentando aprender de los
detalles tcnicos tradicionales. Ante una inci-
piente conciencia de la insuficiencia del len-
guaje y de la tecnologa moderna, estas referen-
cias vernaculares tenan como objetivo otorgar
carcter expresivo y sentido comn cons-
tructivo. En el caso de Le Corbusier, es a partir
del impacto que le produce su primer viaje a
Latinoamrica en 1929 -Buenos Aires, So Paulo
y Ro de Janeiro- cuando empieza a considerar el
valor de la naturaleza y de las caractersticas del
lugar.
No podemos olvidar que dentro de la
arquitectura moderna existen dos tradiciones dis-
tintas y totalmente contrapuestas respecto a la
relacin entre arquitectura y paisaje: la de la ciu-
dad-jardn de Howard y las primeras Siedlungen
alemanas integradas en el paisaje, por una parte,
y la que momentneamente se impuso y triunf,
representada por el racionalismo, la nueva obje-
tividad y Le Corbusier en sus primeros planes
urbansticos, por otra. Esta tradicin dominante
se basaba en la omnipresencia de la arquitectura
y en el poco respeto por las circunstancias ecol-
gicas. La Carta de Atenas sera la mxima expre-
sin de esta corriente racionalista y tecnocrtica
que ha servido de base para el urbanismo especu-
lativo del capitalismo y para los tejidos residen-
ciales sin atributos del que se denomin socia-
lismo real. De hecho, la recuperacin de la idea
de lugar tambin ha constituido una crtica a la
manera cmo se ha realizado la ciudad contem-
pornea. Y la revalorizacin de la idea de lugar
estara estrechamente relacionada con el inicio
de la recuperacin de la historia y la memoria,
unos valores que el espacio del estilo internacio-
nal -o antiespacio- rechazaba.
Una obra singular como la casa del escri-
tor Curzio Malaparte en Punta Massullo, Capri
(1938-1940), proyectada por Adalberto Libera,
es un sntoma de la evolucin de la arquitectura
en aquellos aos. Se trata de una obra radical-
mente moderna y autnoma que al mismo tiempo
reinterpreta la condicin irrepetible del lugar.
Una casa que es a la vez mirador, teatro, nave
y altar; una obra que evoca el rito y el lugar
del sacrificio, que con su escalinata de forma
casi triangular rememora la vecina capilla de
10
Vase Richard Padovan, El pabelln y el patio. Problemas
culturales y espaciales de la arquitectura De Stijl, en Guasch
Ceballos, Ricardo, Espacio fluido versus espacio sistemtico,
ETSAV-Edicions UPC, Barcelona, 1995.
11
Sobre la casa de Adalberto Libera para Curzio Malaparte en
Capri, vanse los artculos de John Hejduk Casa come me en
Domus nm. 605, Miln, abril de 1980 y de Manfredo Tafuri,
Lascesi e il gioco. Il metaforico naviglio di Malaparte e Libera
a Capri, en Gran Bazaar, julio-agosto de 1981. Ver tambin la
monografa de Marida Talamona. Casa Malaparte, Cooperativa
Universitaria del Politcnico de Milano, Miln, 1990. Paradjica-
mente, esta obra que ha sido olvidada y marginada de todas las his-
torias convencionales de la arquitectura, en una reciente encuesta
entre arquitectos sobre la mejor obra italiana desde 1928 hasta
1979, fue elegida la primera.
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
El Lissitzky. Proun. 1923 (Reconstruccin de 1965)
Mies van der Rohe. Court House. Croquis. 1931-1938
Mies van der Rohe. Pabelln alemn de Barcelona. Croquis. 1929
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
104
Introduccin a la arquitectura. Conceptos fundamentales
Burle Marx- renace el inters por la arquitectura
vernacular al unsono de esta sensibilidad por el
lugar
15.

En todos estos casos se produce una reso-
nancia respecto a las concepciones de Martin
Heidegger, pasndose de una arquitectura basada
en la idea de espacio a una basada en la idea de
lugar. Segn el texto crucial de Heidegger, Cons-
truir, habitar, pensar (1951), los espacios reci-
ben su esencia no del espacio sino del lugar (...)
los espacios donde se desarrolla la vida han de
ser lugares.
16

De nuevo aflora la influencia del pensa-
miento griego y la referencia al templo drico.
Y sin duda el pensamiento de Heidegger, junto
con las aportaciones de Edmund Husserl y Mau-
rice Merleau-Ponty, han sido el ms certero cata-
lizador de toda reflexin contempornea sobre el
concepto de lugar.
Christian Norberg-Schulz, seguidor de
estas concepciones, se opone a toda teora de la
movilidad, de los espacios transitorios, y defiende
que si se elimina el lugar se elimina al mismo
tiempo la arquitectura... El espacio existencial
consiste siempre en lugares. Norberg-Schulz
lAnnunziata; que exhibe primitivismo y que,
otra vez, refleja el precedente del mundo griego,
situndose como un tholos. La casa permite
contemplar desde su terraza el cielo y el mar,
admirar el horizonte, vivir en contacto con el infi-
nito
11
. Parafraseando a Martin Heidegger
12
pode-
mos establecer que intervenciones como la de
Malaparte en las rocas de Punta Massullo con-
vierten un sitio indeterminado en un lugar
irrepetible y singular. Se han convertido en pai-
sajes que deben su imagen caracterstica a la
arquitectura. Tambin encuentran eco los razo-
namientos de Maurice Merleau-Ponty, cuando al
tratar de la experiencia corporal del hombre y
del espacio existencial seala que la estructura
punto-horizonte es el fundamento del espacio y
que la conciencia del lugar es siempre una con-
ciencia posicional.
13
En las ltimas dcadas, la idea de lugar ha
tenido un peso especfico muy variable y se ha
interpretado de distintas maneras. En la pequea
escala se entiende como una cualidad del espa-
cio interior que se materializa en la forma, la
textura, el color, la luz natural, los objetos y
los valores simblicos. En la gran escala se
interpreta como genius loci,
14
como capacidad
para hacer aflorar las preexistencias ambientales,
como objetos reunidos en el lugar, como arti-
culacin de las diversas piezas urbanas -plaza,
calle, avenida. Es decir, como paisaje caracters-
tico. Una ulterior y ms profunda relacin enten-
dera el concepto de lugar, precisamente, como
la adecuada relacin entre la pequea escala del
espacio interior y la gran escala de la implanta-
cin.
En las obras de arquitectos de la llamada
tercera generacin -Lus Barragn, Jos Antonio
Coderch, Fernando Tvora, Jrn Utzon, Roberto
12
Nos referimos especialmente al escrito de Martin Heidegger
Costruire, abitare, pensare en Saggi e discorsi, Mursia, Miln,
1976, p.102.
13
Maurice Merleau-Ponty, Fenomenologia della percezione, Casa
Editrice Il Saggiatore, 1965.
14
La idea de genius loci se basa en la antigua creencia romana
de que todo ser independiente tiene su genius o espritu guardin.
Los dioses familiares que habitaban la casa romana eran los lares
-espritus guardianes de la casa- los genius -divinidades tutelares
del cabeza de familia- y los penates -divinidades protectoras de la
comida-.
15
Para ms referencias respecto a estos arquitectos, vase Josep
Maria Montaner, Despus del Movimiento Moderno. Arquitectura
de la segunda mitad del siglo XX, Gustavo Gili, Barcelona, 1993 y
1995.
16
Martin Heidegger, op. cit.
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
Le Corbusier. Dibujos de Ronchamp. 1955
Mies van der Rohe. Pabelln alemn de
Barcelona. Pilar. 1929
Frank Ll. Wright. Museo Guggenheim. Nueva York, 1943-1959 Bernard Tschumi. Glass Video Gallery. Groningen, 1990
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
106
Introduccin a la arquitectura. Conceptos fundamentales
ha intentado con el concepto de espacio existen-
cial salvar la tradicin moderna del concepto de
espacio moderno de su maestro Sigfried Giedion
y conciliarla con la nueva idea de lugar.
17
Sin
embargo, ello le lleva a negar las experiencias
ms contemporneas e innovadoras.
La contempornea disolucin del lugar:
espacios mediticos,
no lugares y ciberespacio
Justo cuando se estaba consolidando esta cele-
bracin de la arquitectura como arte del lugar
aflora una realidad totalmente nueva con res-
pecto al espacio. Esta situacin est generando
una nueva sensibilidad, unas nuevas capacidades
de percepcin y unas nuevas teorizaciones. La
idea de atopa que defiende Peter Eisenman,
detractor de cualquier posible relacin con el
lugar, los proyectos de Rem Koolhaas, amalga-
mando la energa y el caos de los flujos urbanos,
o las teoras de Ignasi de Sol-Morales, propo-
niendo nuevas categoras para una arquitectura
metropolitana basada en transformaciones, apun-
tan hacia esta direccin. Los lugares ya no se
interpretan como recipientes existenciales per-
manentes sino que son entendidos como intensos
focos de acontecimientos, como concentraciones
de dinamicidad, como caudales de flujos de cir-
culacin, como escenarios de hechos efmeros,
como cruces de caminos, como momentos ener-
gticos.
18
Dentro de esta madeja de nuevas reali-
dades espaciales podemos discernir tres grupos
de fenmenos.
En primer lugar, lo que podemos deno-
minar espacios mediticos, en los cuales ya no
es predominante el espacio fsico sino que la
arquitectura se ha transformado en un contene-
dor neutro (e incluso transparente) con sistemas
de objetos, mquinas, imgenes y equipamien-
tos que configuran unos interiores modificables
y dinmicos.
Un ejemplo emblemtico son los museos
de la ciencia, la tcnica e infantiles, en los cuales
la forma del espacio y la presencia de la luz
natural ya no son definitorios. Si en museos
contemporneos, como el Vitra Design Museum
proyectado por Frank Gehry o el Museo de
Arte Moderno en Frankfurt proyectado por Hans
Hollein, los interiores estn caracterizados por
espacios fluidos definidos por la luz natural y por
objetos reales y originales, los museos medi-
ticos consisten en contenedores que concentran
la fascinacin y atencin en torno a los focos
desmaterializados de luz artificial, informacin,
experimentacin e interaccin. Los lmites espa-
ciales fsicos dejan de percibirse en el interior del
contenedor en aras de esta experiencia percep-
tiva y fenomenolgica en torno al mbito de las
imgenes, reproducciones, instalaciones, moni-
tores, dioramas, mecanismos y virtualidades.
19
17
Tal como hemos sealado, Christian Norberg-Shulz ha
desarrollado estas idea en libros como Existencia, espacio y
arquitectura. Blume, Barcelona, 1975. Genius loci. Paesaggio,
ambiente, architettura. Electa, Miln, 1979 y en su artculo Il
concetto de luogo en Controspazio, junio de 1969.
18
Vase Peter Eisenman. La fine del classico. CLUVA Editrice,
Venecia, 1987; OMA, Rem Koolhaas y Bruce Mau.
S, M, L, XL. 010 Publishers, Rotterdam, 1995; e Ignasi de Sol-
Morales, Lugar: permanencia o produccin en Diferencias.
Topografa de la arquitectura contempornea. Gustavo Gili,
Barcelona, 1995 y Presente y futuros. La arquitectura de las
ciudades en AA.VV. Presente y futuros. La arquitectura de las
ciudades. UIA96- Col.legi d'Arquitectes de Catalunya-Centre de
Cultura Contempornia de Barcelona-Actar, Barcelona, 1996.
19
Vase Josep Maria Montaner. Museos para el nuevo siglo-
Museums for the New Century. Gustavo Gili, Barcelona, 1995.
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
Espacio
107
les, el vaco de la plaza tradicional como lugar
de comunicacin es sustituido por el lleno de los
objetos de consumo en el espacio de la compe-
titividad y el anonimato. En las autopistas, fran-
jas de no lugares atraviesan lugares que slo se
anuncian pero nunca se visitan, que slo se per-
ciben velozmente.
21
Tambin los parques tem-
ticos y las rutas reales y virtuales del turismo
generan redes y focos de no lugares en medio
de lugares autnticos. En los aviones se vive la
experiencia mxima del no lugar: deseo de dura-
cin mnima, de mnimo contacto con la realidad
de vientos y turbulencias: en definitiva, cada en
una experiencia narcotizante que permite anun-
ciar a Paul Virilio que la Opera de hoy es el
Boeing 747, nueva sala de proyeccin en la que
se intenta compensar la monotona del viaje con
el atractivo de las imgenes, festival de las tra-
vesas areas, desurbanizacin pasajera en la
que la metrpolis de los sedentarios es sustituida
por las micrpolis nmadas y merced a la cual
el mundo sobrevolado pierde todo inters, hasta
el punto de que el confort subliminal del avin
supersnico impone su ocultacin total, y quizs
exija en el futuro la extincin de las luces y la
narcosis de los pasajeros...
22
Segn Marc Aug, la idea de sociedad loca-
lizada est siendo puesta en crisis por la prolife-
racin de estos no lugares basados en la indivi-
Tambin el espacio domstico y los luga-
res de trabajo pueden entrar dentro de estas coor-
denadas del espacio meditico, a base de conte-
nedores y sistemas de objetos.
Este fenmeno tuvo un claro antecedente
en el proyecto de Robert Venturi para el Con-
curso del National College Hall of Fame en New
Brunswick (1967), con la fachada convertida
exclusivamente en centelleante pantalla electr-
nica y con el interior definido por elementos
mediticos: rtulos, neones y anuncios. Un pro-
totipo de esta nueva arquitectura es la Glass
Video Gallery en Groningen, proyectada en cris-
tal por Bernard Tschumi (1991).
En segundo lugar, podemos situar los lla-
mados no lugares, el fenmeno que Marc Aug
ha calificado como de espacios de la sobremo-
dernidad y el anonimato, definidos por la sobrea-
bundancia y el exceso.
20
Son siempre espacios
relacionados con el transporte rpido, el consumo
y el ocio que se contraponen al concepto de lugar
de las culturas basadas en una tradicin etnol-
gica localizada en el tiempo y en el espacio, radi-
cadas en la identidad entre cultura y lugar, en la
nocin de permanencia y unidad.
En grandes centros comerciales y hoteles,
en autopistas, aeropuertos e intercambiadores, en
medios de transporte rpido como aviones, es
obligado acceder con una tarjeta de identificacin
y probar siempre la inocencia. Los documentos
para identificarse no son los de la identidad y
el lenguaje humanos sino la carta de embarque,
el carnet de identidad, el pasaporte, la tarjeta de
crdito, el localizador, la acreditacin. Son no
lugares en los cuales el usuario pretende pasar
lo ms rpido posible. Quedar atrapado el menor
tiempo posible en el no-lugar que lleva de un
lugar a otro. En los grandes centros comercia-
20
Marc Aug, Los no lugares. Espacios del anonimato. Una
antropologa de la sobremodernidad, Gedisa, Barcelona, 1994.
21
Julio Cortzar y Carol Dunlop, en el libro Los Autonautas de
la cosmopista, Muchnik Editores, Barcelona, 1983, realizaron la
experiencia excepcional de vivir durante 30 das en la autopista
Pars-Marsella, un no lugar emblemtico -lo que entonces se
denominaba un no man's land, como si fuera un lugar para la
vida cotidiana-.
22
Paul Virilio, La esttica de la desaparicin, Anagrama, Barce-
lona, 1988.
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.
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Introduccin a la arquitectura. Conceptos fundamentales
dualidad solitaria, en el pasaje y en el presente
sin historia. De hecho, el espacio del viajero es
el arquetipo del no lugar. El espacio del no lugar
no crea ni identidad ni relacin, solo soledad y
similitud.
Y en tercer lugar, tenemos el espacio virtual
o ciberespacio. El que utilizan arquitectos, inge-
nieros, diseadores, msicos, etc., para proyectar
y crear en el ordenador. El que puede conectar
distintos espacios de edificios mediante sistemas
computerizados, sin necesidad de recurrir a los
espacios tradicionales en los que cada actividad
tiene su sala y cada compartimento est conec-
tado por elementos peatonales y fsicos. Ese lugar
impalpable que configuran los que hablan por tel-
fono o los internautas que viajan metafricamente
a travs de la infinita telaraa de Internet.
En diez aos hemos pasado de hablar de
las cualidades del lugar y la magia de las heteroto-
pas
23
, a aceptar el anonimato de los no lugares,
la frialdad de la realidad virtual, la promesa de un
ciberespacio que es puro presente, este trmino
que William Gibson invent en su novela Neuro-
mante (1984), con unos seres nmadas, llenos de
prtesis artificiales, que malviven en los hoteles,
en las entraas de redes informticas tridimensio-
nales y en lanzaderas espaciales
24.
En el futuro, los contenedores, con interio-
res poblados por sistemas de objetos, no configu-
rarn ya un espacio sino un ambiente meditico;
el protagonismo, entonces, ya no ser de la arqui-
tectura sino de la ingeniera y del diseo indus-
trial
25
. En cualquier caso, al concepto central de
lugar le ha surgido recientemente la contraposi-
cin del no lugar. De todas formas, los concep-
tos y experiencias del espacio y el lugar estn en
continua transformacin e, incluso, disolucin. El
lugar y el no lugar -como el espacio y el antiespa-
cio- son polaridades lmite. El espacio casi nunca
es delimitadamente perfecto de la misma manera
que el antiespacio casi nunca es infinitamente
puro. Tampoco el lugar podr nunca ser comple-
tamente borrado ni el no lugar se cumple nunca
radicalmente. En nuestra condicin presente, espa-
cios, antiespacio, lugares y no-lugares se entrela-
zan, complementan, interpenetran y conviven.
23
Vase Michel Foucault, Espacios otros: utopas y heterotopas,
en Carrer de la Ciutat, nm.1, Barcelona, enero de 1978.
24
William Gibson, Neuromante, Minotauro, Barcelona, 1989. Mike
Davis en el libro City of Quartz: Excavating the Future in L.A. y en
su panfleto Beyond Blade Runner. Urban control and the ecology
of frear, Open Magazine, Westfield, New Jersey, 1992, presenta una
interpretacin ciberpunk de Los Angeles, dominada por la ecologa
del miedo.
25
Vase William J. Mitchell, City of Bits. Space, place, and the
Infobahn, The MIT Press, Boston, 1995.
Theo van Doesburg; Cornelius van Estereen.
Contra-construccin. 1920
Los autores, 2001; Edicions UPC, 2001.

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