Las Lamparas de La Arquitetura 7
Las Lamparas de La Arquitetura 7
Las Lamparas de La Arquitetura 7
Introduccin.John Ruskin era un escritor, naci en Londres en 1819. Era considerado como entregado al culto
de lo bello. El libro de El obrero de las once horas es con el que se da a conocer y que le abre
paso a dar a conocer a toda Inglaterra su ideologa en la que la belleza y su culto a ella seguan a
un fin tico.
Fue incluso considerado incluso, como una de las personas ms brillantes en Inglaterra. A raz de
sus obras, la gente empezaba a crear grupos de lectura dedicados a l. Era una personas que saba
admirar lo bello de la naturaleza y se tomaba su tiempo para contemplarlo. Imparti en la
Universidad de Oxford ctedras de dibujo y fund una escuela especfica para su rea. Estaba en
contra del producto de la Revolucin Industrial y de la baja de mano de obra o actividad manual
que conllevaba. En 1849 escribe Las Siete Lmparas de la Arquitectura, el cual es considerado
como su obra principal, en donde desarrolla sus ideas estticas y cuyo ensayo de desarrollar a
continuacin.
Desarrollo.En La Lmpara del Sacrificio se empieza por diferencia lo que es la Arquitectura de la Edificacin,
punto importante; considerado por Ruskin, para poder comprender la obra. Ruskin entiende por
edificar el colocar o ajustar piezas para poder erigir algo, mientras que la Arquitectura es el arte de
hacer bella la las caractersticas y funcionalidad de un edificio. Divide la arquitectura en 5 clases; la
Religiosa, Conmemorativa, Civil, Militar y Domstica, separando por gneros una construccin de
otra.
El captulo habla que la arquitectura llama al uso de materiales costosos solo por lo bello que son,
los cuales realmente no tienen ninguna utilidad. Aunque en su gran parte habla sobre Dios, se
enfoca en el ofrecer algo bello, de gran importancia, he ah el sacrificio. El sacrificio no podra
considerarse como tal si se ofreciese algo sin valor para uno mismo y cualquier cosa que fuese
importante para alguien, ya era bello. No eran los ornamentos de oro o las telas caras las que
importaban a Dios en su ofrenda, sino los tesoros no materiales, los que cada uno tiene y valora y
no piensa en ellos como tales. Entiendo en ste captulo que habla sobre lo ostentosa y material
que se ha vuelto la arquitectura, materiales caros intiles, ornamentos sin razn y molduras sin
corazn, todo pensado en darle esttica a lo que ya ha perdido su belleza. La belleza no reside en
el material, sino en el valor y no en el econmico precisamente, sino en el que la gente le da por su
importancia.
Entonces se puede decir que es ms valorado el sacrificio de lo que podemos ofrecer que no
regresara lo que ofrecemos de manera material, es decir; Dios aprecia ms el sacrificio de nuestro
tiempo y conocimiento para ensear y ayudar a otros, que el de ofrecer una estatua de oro en la
iglesia por su nombre. Entonces determina Ruskin que lo que el mundo necesita no son
arquitectos, si no personas que predique, que enseen, que ayuden. En un enfoque mas
arquitectnico incita a los lectores, suponiendo fuesen arquitectos, a hacer obras de calidad y no
cantidad de obras, a trabajar mejor y no ms. Se valora ms algo excelentemente hecho
incompleto que algo malo completo. Obras que se llenaran de ornamentos para tapar
imperfecciones, con jardineras en las esquinas para tapar las juntas, por decir ejemplos. Cualquier
aspecto de la arquitectura es digno de ser estudiado y no solo creado; los ornamentos, por
ejemplo, no sirven para llenar o embellecer otro objeto, deben de estudirsele cual se ve
realmente bien desde distintas perspectivas.
En La Lmpara de la Verdad se incita a no mentir, a no considerar la mentira como algo sin
importancia, algo pequeo que tal vez no hiera, una mentira piadosa como la hiriente causan
exactamente el mismo dao, todas las mentiras tienen un valor negativo en ste mundo. Trata a la
imaginacin como el poder crear y visualizar algo que an no existe, lo que lo distingue de la
mentira, es que aceptamos al mismo tiempo que lo imaginamos, que an esa obra no existe (en el
caso de la arquitectura). La mentira la podemos encontrar en la pintura, por ejemplo, cuando se
pinta un paisaje que no llega a los colores o la forma de lo que se est pintando, vale ms como
producto de la imaginacin al hacerte a la idea de que no existe, que como algo que existe. Dentro
del campo de la arquitectura encontramos la mentira al disfrazar un material para que luzca como
otro, elementos prefabricados por mquinas o elementos estructurales que se usan como vista y
no como estructura. Entre los ejemplos que usa, me llama la atencin el que sobre elementos
pesados cargando elementos pesados, no hay que engaar a las personas con elementos esbeltos
que supuestamente cargan un elemento pesado, como una cpula.
Si se quiere dar un acabado de piedra por las piezas y las juntas que ste representa, entonces que
se haga de piedra, no de cualquier otro material con ayuda de un recubrimiento y relieve haga
parecer algo que no es. En el ltimo punto de sta lmpara vuelve a mostrarse en contra de la
sustitucin de la mano de obra por el de la mquina, nombrndolo como trabajo innoble,
entonces solo podemos considerar como arte lo realizado por manos del hombre (viendo a la
arquitectura como lo que es, un arte).
En la Lmpara de la Fuerza, encontramos a la fuerza como resultado de la majestuosidad, el
cario o el respeto que podemos tener de una obra. Identifica como los elementos arquitectnicos
de mayor fuerza a las columnas cuadradas y cilndricas, al catalogar el cuadrado y el crculo como
superficies de gran fuerza. Externa su opinin en cuanto que entre ms grande este una obra,
hablando de dimensiones, menos albailera o detalle necesita, mientras que entre ms pequea
si lo ocupa. Es causa del arquitecto en el que un muro luzca por lo que es arquitectnicamente o
que sea la tela de un muralista, Ruskin pareciera estar en contra de los murales, estableciendo que
para los pintores existe la tela y hay que saber distinguirle. La presencia de un edificio es
importante, y solo se obtiene con la fuerza del mismo, lo logramos dndole un toque especial, ya
sea en las formas o en los materiales, en la delicadeza y la belleza, en la majestuosidad y misterio
de la misma. Tambin habla de la importancia del juego de la luz y de las sombras que tambin le
dan fuerza al edificio, sobre los elementos arquitectnicos que lo loran y las diferentes etapas del
da en que lo podemos lograr.
En la Lmpara de la Belleza explica como la belleza no se da solo porque algo est ornamentado
o se diga que es bello, cada obra y cada elemento dependiendo de su forma de de haberse
concebido puede tener belleza en base a su elaboracin y sus elementos. Insiste en que la belleza
la vamos a encontrar en las formas naturales, y que los que no provengan de dichas formas eran
feos. Deduce que un objeto bello tena que estar compuesto por curvas, ya que no existe forma en
la naturaleza con lneas pura mente rectas.
Declara lo mal que se ve el uso de letras en fachadas, a menos que sea de suma importancia por su
uso o su necesidad, como en las iglesias, pero no pueden considerarse como ornamentos, y si era
necesario colocarlas, solo donde se les leyera y no en la parte superior de una cornisa o losa donde
no.
Una a uno va describiendo el uso de diferentes tipos de ornamentacin, como el de los rosetones
que solo deben usarse cuando se tenga una intencin verdadera y no para llenar espacios, las
banderolas comparadas con el uso extremo de las flores en un jardn. Otro indicio de fealdad en
un edificio es la repeticin en abuso de alguna ornamentacin la cual compara con la repeticin de
algo que se nos fuese dicho contantemente que en algn punto nos cansara y hartara. Afirma
que se deba ornamentar en lugares donde no se laborar, lugares en los que se pudiera poder
parar un segundo y contemplar la belleza, es decir, deca que donde estuviese prohibido el
descanso tambin la belleza.
De la ornamentacin se pasa a la proporcin, la cual debe ser correcta para poder conseguir la
belleza. Otro de los puntos es la abstraccin, la cual se consigue por medio de la imitacin y solo
mostrando los elementos mas caractersticos de una forma natural.
La ltima caracterstica dentro de le belleza, encontramos el color, color que obtiene por el mismo
uso de los materiales o al pintar algo. Para poder pintar algo con un color debe solo ser puramente
necesario, no cubrir materiales que deban ser aparentes o quitarle la perfeccin a una lnea recta.
Recordemos que diferentes caractersticas de la arquitectura las podemos lograr con los
elementos arquitectnicos y no solo con los colores, como lo es el contraste.
En la Lmpara de la Vida habla sobre la vida como tal, desde un aspecto ms csmico y
espiritual, conceptualizndola como la fuerza de todo, lo que nos hace lograr cosas, lo que nos
hace movernos. No solo la define como la vida de un solo individuo, sino como tambin la vida de
una masa, es decir, la vida de un grupo de personas, de un espacio, una zona, una ciudad. La vida
de un espacio puede afectar la vida en general. Habla sobre dos tipos de vida, una real y una
ficticia, totalmente separadas entre s. La primera es la que nos permite ser, mientras que la
segunda es ms como una mentira, una fe fingida, algo que nos entorpece y que no siempre se
distingue de la real.
Empieza a hablar de lo que Ruskin llama Arquitectura Viviente, a la arquitectura en la que cada
detalle, cada pieza, ha sido cuidada, estudiada, en cuanto proporcin, el juego de la luz y la
ornamentacin natural, la orgnica. En donde cataloga la Iglesia de San Juan Evangelista de Pistoja
como tal, como un deleite.
Como ejemplo de vida tambin cita la catedral de Ferrara, la cual contiene un grupo de cuatro
columnas, seguida con una seria de cuatro arcos, cuyas curvas bizantinas las considera con gran
gracia y sencillez. Ninguna de las columnas se parecen ni arcos, cada uno es nico, cada uno con su
detalle. Piensa en la vegetacin que se encuentra a lo largo de las columnas como certero,
misteriosa, pero acertada. Estos elementos le producen una vida y un sentimiento al crear un
armonioso ejemplo de arquitectura religiosa.
En La Lmpara del Recuerdo empieza describiendo los recuerdos ms bellos que conserva,
siendo una persona que viajaba mucho y muy observadora, bsicamente sus recuerdos se basaban
en paisajes hermosas, en la naturaleza. En s habla sobre los espacios en los que podemos crear
recuerdos, esos momentos que en se volvern algo hermoso dentro de nuestra mente, tambin
haciendo alusin a la arquitectura conmemorativa que, como ya sabes, es la que se crea para
recordar algn hecho importante.
Para que un espacio pueda producir recuerdos necesita ser amado, su suelo necesita ser
respetado y nunca deshonrado. La casa no solo sera una casa, sera un memorial, y recuento de la
vida del que la construy, de su primer dueo, aspecto que los predecesores deben de respetar. Es
en sta lmpara en donde se empieza a tocar el tema de restauracin, se busca lo pintoresco en la
caducidad, en las ruinas, en los estragos, en las rupturas. Define a la restauracin como la
destruccin total que tendr un edificio, por naturaleza, es dejar morir al edificio con dignidad,
concepto, que menciona Ruskin, no es realmente comprendido por el pblico en general. Nadie
tiene el derecho de tocar una edificacin construida ms que el que la construy, si la persona que
la construy ya haba muerto, habra que dejar morir al edificio junto con l y su recuerdo, no
restaurarle, no agregarle nada ms.
Por ltimo, en la Lmpara de la Obediencia deja claro que la obediencia est basada en la
libertad, la libertad solo llega si se respetan algunas reglas, la belleza se alcanza y se respetan los
lmites, si se obedecen. Afirma que lo que necesita la arquitectura es un nuevo estilo, nuevo
cdigo aceptado por todos, cdigo que rija la arquitectura y sea digna de ser obedecida, con el fin
de crear arquitectura solo por crearle sin pies ni cabeza. Usando como metfora la metamorfosis
de una oruga a una mariposa, llama como desgraciada la arquitectura que una vez construida
conforme a su temporalidad busque cambiar con el paso del tiempo, en ste caso sera la
restauracin, un edificio solo responde a su tiempo, es historia pura en materia que no debe
cambiarse.
Define la enseanza de la arquitectura como una enseanza de vida, mientras se aprende se nos
mantiene con cdigos, con reglas, como cuando se ensea a hablar o escribir, pero en el momento
en el que ya tenemos las armas o los conocimientos suficientes, nos empezamos a dar libertades,
mismas que hace que nos vayamos mas all de los lmites, de la obediencia.
mparas. Cada uno con metforas y ancdotas que terminan hablando e arquitectura, a pesar de
la temporalidad del libro, dichos puntos son realmente tiles en stos das y siempre en realidad.
El punto que habla sobre la verdad me parece interesante, el no mentir, el no engaar al usuario.
Es decir, porqu poner una columna donde no hay columna solo por fachada? O por qu gastar
en un material que terminars pintando para que no luzca como tal material?.
Si Ruskin viviera se dara cuenta que an no hemos entendido el concepto de lo que, para l, es la
restauracin. En los ltimos aos se ha elevado la importancia por mantener en pie los
monumentos que representan o tiene un valor para los pases, histricamente hablando, no
dejamos que dichas obras mueran de manera digna como pretenda Ruskin.
Aunque exista una Lmpara estrictamente hablando de la belleza, cada una de las otras 6
tambin habla de ella, es decir, para l si no se siguiese lo que incita al lector en el libro, no se crea
la belleza. Donde hay sacrificio, un sacrifico real no material, hay belleza. Donde existe la verdad y
no mentira, donde no se engaa pero se demuestra, hay belleza. Donde hay fuerza, donde se
impone y hay presencia, hay belleza. Donde hay vida, existe la belleza.