Este documento discute los riesgos y beneficios del consumo de plantas medicinales. Presenta un resumen de seis plantas medicinales comúnmente usadas en la medicina tradicional argentina y realiza un screening genotóxico de estas plantas mediante el ensayo de electroforesis de una sola célula. Los resultados muestran que cuatro de las seis plantas evaluadas indujeron daños en el ADN como roturas de cadena simple y doble. Se concluye que el consumo indiscriminado de plantas medicinales no es inocuo y se requiere
Este documento discute los riesgos y beneficios del consumo de plantas medicinales. Presenta un resumen de seis plantas medicinales comúnmente usadas en la medicina tradicional argentina y realiza un screening genotóxico de estas plantas mediante el ensayo de electroforesis de una sola célula. Los resultados muestran que cuatro de las seis plantas evaluadas indujeron daños en el ADN como roturas de cadena simple y doble. Se concluye que el consumo indiscriminado de plantas medicinales no es inocuo y se requiere
Este documento discute los riesgos y beneficios del consumo de plantas medicinales. Presenta un resumen de seis plantas medicinales comúnmente usadas en la medicina tradicional argentina y realiza un screening genotóxico de estas plantas mediante el ensayo de electroforesis de una sola célula. Los resultados muestran que cuatro de las seis plantas evaluadas indujeron daños en el ADN como roturas de cadena simple y doble. Se concluye que el consumo indiscriminado de plantas medicinales no es inocuo y se requiere
Este documento discute los riesgos y beneficios del consumo de plantas medicinales. Presenta un resumen de seis plantas medicinales comúnmente usadas en la medicina tradicional argentina y realiza un screening genotóxico de estas plantas mediante el ensayo de electroforesis de una sola célula. Los resultados muestran que cuatro de las seis plantas evaluadas indujeron daños en el ADN como roturas de cadena simple y doble. Se concluye que el consumo indiscriminado de plantas medicinales no es inocuo y se requiere
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RIESGOS Y BENEFICIOS EN EL CONSUMO
DE PLANTAS MEDICINALES MEDICINAL HERBS: RISKS AND BENEFITS IN THEIR USES MARTA ANA CARBALLO, C.M. CORTADA, A.B. GADANO CIGETOX - Citogentica Humana y Gentica Toxicolgica. Departamento de Bioqumica Clnica. Facultad de Farmacia y Bioqumica (FFyB). Universidad de BuenosAires. Argentina. Autor para correspondencia: Marta Ana Carballo, CIGETOX - Citogentica Humana y Gentica Toxicolgica. Departamento de Bioqumica Clnica. Facultad de Farmacia y Bioqumica (FFyB). UBA. Junn 956 (1113). BuenosAires. Argentina. Tel: (++5411) 5950-8707. Fax: (++5411) 5950-8694. e-mail: [email protected] RESUMEN En los ltimos aos se ha vuelto a las plantas en busca de nuevos principios activos, ya que desde el comienzo de la medicina fueron ellas las que proveyeron las estructuras bases para numerosos medicamentos. Entre los principios activos de origen vegetal ms utilizados en teraputica se pueden citar ChenopodiummultifidumL. (Chenopodiaceae).; Lithraea molleoidesVell. Engl. (Anacardiaceae); StyphnolobiumjaponicumL Schott. (Fabaceae); Prosopisalba Gris (Mimosaceae); Schkuhria pinnata (Lam.) (Asteraceae); Solanumsysimbriifolium Lam. (Solanaceae). En el presente trabajo se propone realizar un relevamiento de las hierbas medicinales, as como un screening a nivel genotxico mediante el ensayo de Electroforesis de una sola Clula en las plantas mencionadas. En el screeningrealizado en este grupo de plantas medicinales argentinas, se determin que cuatro de ellas, Chenopodiummultifidum(paico); Schkuhria pinnata (canchalagua), Solanumsisymbriifolium (espino colorado) y Lithraea molleoides(Molle de beber), indujeron dao al ADN, induciendo roturas de cadena simple y doble. De esta forma se verifica la necesidad de regulacin en el consumo masivo e indiscri- minado de las plantas medicinales. PALABRAS CLAVES: Plantas medicinales, etnomedicina, genotoxicidad, ensayo del cometa. ABSTRACT Herbal medicines have become a popular form of therapy. Patients who self-medicate with herbs for preventive and therapeutic purposes may assume that these products are safe because they are natural, but some of their components can cause adverse effects or have the potential to interact with other drugs. Some common herbs in traditional Argentine medicine are: ChenopodiummultifidumL.(Chenopodiaceae); Lithraea molleoides Vell. Engl. (Anacardiaceae); StyphnolobiumjaponicumL Schott. (Fabaceae); Prosopisalba Gris (Mimosaceae); Schkuhria pinnata (Lam.) (Asteraceae); SolanumsysimbriifoliumLam. (Solanaceae). In this review, we present the data obtained in the evaluation of the potential genotoxic effects of aqueous extracts by the Single Cell Gel Electrophoresis as a screening test. Our results show that four of the six plants evaluated induced double and single strand breaks in DNA. The ones that interact with the genetic material were: Chenopodiummultifidum(paico); Schkuhria pinnata (canchalagua), Solanumsisymbriifolium(es- pino colorado) and Lithraea molleoides(Molle de beber). Indiscriminate consumption of medicinal plants is not innocuous and their regulation is necessary. KEYWORDS: Medicinal Herbs; Ethno-medicine: Geno-toxicity; Comet Assay. Recepcin: 06/05/05. Revisin: 25/08/05. Aprobacin: 20/10/05. Theoria, Vol. 14 (2): 95-108, 2005 ISSN 0717-196X Revisin 96 Theoria, Vol. 14 (2): 2005 1. RESEA HISTRICA El uso de las plantas en medicina tiene una historia honorable, ya que en determinados momentos todos los medicamentos se obte- nan de fuentes naturales. Este evento dio lugar al establecimiento de una relacin muy cercana y productiva entre el hombre y su medio vegetal. Los primeros herbolarios datan de la po- ca de los asirios, los babilonios y los fenicios y constituyen una recopilacin de los cono- cimientos de la poca sobre las propiedades curativas de las plantas, comenzando la his- toria de la fitoterapia. Desde el ao 3.000 a.C. hasta nuestros das, hay numerosas re- ferencias y escritos como el famoso papiro egipcio de Ebers (cerca de 1.500 a.C.) que contiene muchas preparaciones medicamen- tosas a base de vegetales (Pahlov, 1979). Homero, en una de sus obras, alaba la inmensa riqueza de las plantas de Egipto. En uno de sus relatos cuenta cmo Helena vierte en un tazn un jugo estimulante que da de beber a Telmaco, entristecido por los recuerdos de su padre. Describe la droga de forma tal que la podemos identificar con el jugo de la adormidera, planta de la que se obtiene el opio. En otros datos curiosos se sabe que Cleopatra utilizaba aloe barbado para potenciar su belleza, y hoy esta planta se ha revelado como el tratamiento adecuado para las quemaduras por radiacin (Poletti, 1979). La mayora de las medicinas del reino ve- getal que ahora usamos no fueron descubier- tas por las ciencias de las sociedades moder- nas, sino por pruebas de ensayo y error prac- ticadas durante milenios, por diferentes cul- turas. La arqueologa nos informa que algunas de las drogas actuales ms preciadas son he- rencia del pasado oscuro de la prehistoria. Muchas de las plantas alimenticias eran conocidas tambin por sus propiedades me- dicinales y, al mismo tiempo, existan otras cuyos atributos teraputicos las colocaban en gran estima. Los chamanes (profesionales ms antiguos de la evolucin social) posean el conocimiento milenario de diversas plan- tas psicotrpicas, algunas estimulantes como la coca o el tabaco; otras alucingenas como el yag o el yopo. Estas plantas se utilizaban para producir o acelerar los estados alternos de conciencia, por los cuales se puede curar y establecer contacto con el mundo sobre- natural (Font y Quer, 1983). La medicina tradicional incluye tres ti- pos de personal (Gadano et al., 2004): Curanderos: Estos individuos tienden a es- pecializarse en el cuidado de un grupo de enfermedades, tales como el empacho (considerado como el agente causal de tras- tornos en el tracto digestivo), el mal aire (considerado como agente causal de mu- chos trastornos respiratorios) y el mal de ojo (considerado como la fuente de los tras- tornos que afectan a los nios). Entre s- tos, se incluye tambin a los individuos que manejan informacin sobre laxantes y plantas abortivas. Herboristas: Proveen muchos de los mate- riales usados en la medicina tradicional. Se puede aclarar que ciertos curanderos ac- tan tambin como herboristas. En estos individuos se concentra el conocimiento sobre los posibles usos de las hierbas, as como sus efectos nocivos, siendo los en- cargados de proveerlas a la poblacin. Brujos: Su relacin con la salud en la co- munidad es algunas veces tangencial, y en muchas comunidades son vistos como cau- santes de enfermedades y no como bene- factores. No obstante, en algunos casos son consultados con la finalidad de desterrar hechizos que habran sido llevados a cabo por colegas malignos. Teniendo en cuenta el uso de las plantas medicinales, podemos decir que existen cua- tro tipos generales de medicina. Ellas son: asitica, europea, indgena y neo-occiden- tal. Tanto la asitica como la europea datan 97 de miles de aos, se encuentran en la farma- copea y son por lo tanto ms conocidas; en el caso de la indgena es distinto, ya que es trasmitida oralmente (DeSmet, 1992). En Asia las herboristeras ms sistemati- zadas son las de India, China y Japn. stas siguen an las ideas de diagnstico y trata- miento utilizadas por milenios (Kanba et al., 1998; Wong et al., 1998). La mayora de los remedios que se preparan son mezclas de plantas que contienen en algunos casos tam- bin partes de animales y minerales. Ha sido descripto que las formulaciones existentes contienen sustituyentes de los productos naturales, como ser sustancias txicas de ori- gen vegetal, frmacos y metales pesados (Ko, 1998; Drew y Myers, 1997). El desarrollo histrico de la herboristera europea llev, a partir del siglo XIX, a la in- corporacin de las plantas a las farmacopeas de alopata, naturopata u homeopata, y las bases de su accin teraputica fueron estu- diadas por qumicos medicinales y farma- cuticos (De Smet, 1993 y 1997). La herboristera indgena es muy diversa y se practica an en sitios donde dichas cul- turas se encuentran intactas, sin embargo se halla en continua evolucin debido al con- tacto con otras culturas aledaas. El conoci- miento se puede encontrar en este caso aco- tado a los sanadores tradicionales o puede ser generalizado y con respecto a la formu- lacin, existen variaciones regionales, las plantas seleccionadas pueden ser especficas, genricas o inadvertidamente adulteradas. Usualmente, cuando una medicina es difun- dida como eficiente y segura, suele existir una base teraputica an no conocida de- trs (Elvin-Lewis, 2001). En cuanto a la herboristera neo-occiden- tal, utiliza preparaciones de plantas nicas o mezclas, en variadas combinaciones, que han sido seleccionadas de formulaciones que se encuentran en antiguas farmacopeas o plan- tas medicinales de otras culturas, como por ejemplo la indgena. Pueden obtenerse tam- bin formulaciones novedosas que no pre- sentan fundamento en datos provenientes de herboristeras tradicionales, o representan una mezcla de plantas utilizadas en distintas medicinas alternativas (DeSmet, 1995). El incremento en el uso de productos far- macuticos ha dado por resultado la dismi- nucin del consumo de preparados tradicio- nales de la medicina popular. Sin embargo, en algunas reas rurales, la medicina tradi- cional es an utilizada en igual o mayor me- dida que las formulaciones farmacuticas, y en algunos casos, como en las enfermedades menores, los tratamientos tradicionales sus- tituyen a la medicina acadmica. En la actualidad hay individuos que pre- fieren llevar personalmente el control de su salud, no slo en la prevencin de enferme- dades, sino tambin en el tratamiento de las mismas (fallas en los tratamientos alopticos y efectos colaterales severos provocados por los mismos). Este comportamiento se presenta fundamentalmente en gran variedad de en- fermedades crnicas, sin cura (cncer, diabe- tes, artritis, entre otras) o enfermedades agu- das que se tratan fcilmente en forma hoga- rea (resfro, gripe) (Kincheloe, 1997). Se hace evidente que no han sido advertidos de los potenciales riesgos asociados al uso de hierbas o de las limitaciones en el diag- nstico (Shaw et al., 1999; Stewart et al., 1999). 2. ETNOMEDICINA A pesar de los siglos de tradicin, la fitotera- pia del griego phyton (planta), tratamiento de las enfermedades por plantas frescas, se- cas o sus extractos ha evolucionado y ha ganado prestigio y eficacia, sobre todo en los ltimos tiempos, acercndose cada vez ms a las normas y usos que exige la medici- na moderna (Poletti, 1979). Como resultado de ello, actualmente se posee un mejor conocimiento de las propie- Riesgosy beneficiosen el consumo de plantasmedicinales/ M.A. CARBALLO ET AL. 98 Theoria, Vol. 14 (2): 2005 dades medicinales, se ha incrementado su nmero, se han desentraado cientficamen- te secretos de sus principios activos y se han descrito con ms precisin sus propiedades, contraindicaciones y efectos secundarios, lo que ha redundado en una ms correcta sis- tematizacin de su uso y posologa (Pahlov, 1979). Debido a la mayor informacin sobre el potencial teraputico del reino vegetal, se ha desarrollado la investigacin de nuevos pre- parados obtenidos a partir de plantas en los que la seleccin de sus ingredientes se reali- za en laboratorios. Esto ha significado el nacimiento de la nueva fitoterapia, en que la preparacin y validacin de las formula- ciones a base de diversas especies vegetales las realizan profesionales especializados, ca- paces de satisfacer las necesidades que el usuario de la fitoterapia reclama en aspectos importantes como la prevencin y la salud (Font y Quer, 1983). Un relevamiento de datos sobre el uso de medicinas alternativas realizado en los Esta- dos Unidos entre 1990 y 1997 mostr que al menos un tercio de los pacientes usaba terapias no convencionales, y la mayora las utilizaba en el tratamiento de patologas cr- nicas (Eisenberg et al., 1997). A su vez, muchas hierbas medicinales son utilizadas con fines profilcticos para mantener o fa- vorecer un estado de buena salud, o preve- nir la ocurrencia de ciertas patologas. Mu- chas de estas hierbas son conocidas popu- larmente y promocionadas como seguras y eficaces. Debido a ello, no siempre es fcil entender, para los consumidores crnicos, el porqu estas prcticas pueden ser riesgosas. La creencia del beneficio del uso de la herboristera por sobre las drogas que con- tienen un nico ingrediente activo se sus- cribe a la nocin que los compuestos activos primarios de las hierbas son sinergizados por compuestos secundarios, mientras que stos mitigan simultneamente los efectos colate- rales producidos por los compuestos prima- rios (McPartland y Pruitt, 1999). Se presu- me tambin que la combinacin de extractos de diferentes plantas podra prevenir el de- caimiento gradual de la eficiencia que se ob- serva en el uso de drogas nicas dadas duran- te largos perodos (Borchers et al., 1997). Los eventos dainos farmacolgicamente predecibles son, generalmente, dosis depen- dientes, y por tanto previsibles disminuyen- do la dosis, o suspendindose el consumo en caso de presentar alergia. A su vez, el con- sumo crnico puede traer efectos retarda- dos como carcinognesis o teratognesis. Los usuarios de preparados realizados con plan- tas medicinales deben considerar que estas medicinas son usualmente formuladas con materiales sin tratamiento (crudos), los cua- les pueden contener un amplio rango de sustancias que pueden modificar sus carac- tersticas farmacocinticas y farmacognsicas (Elvin-Lewis, 2001). En las distintas regiones donde se utili- zan estas preparaciones se busca establecer modos de control para disminuir los riesgos del consumo, al mismo tiempo que explicitar cientficamente sus acciones teraputicas. En algunas regiones (Asia) existe una gran difi- cultad para evitar la incorporacin de hier- bas potencialmente txicas o metales pesa- dos, ya que no son considerados dainas en el sitio de origen (Shaw et al., 1997). En Europa, Alemania es lder en el proceso de regulacin racional de las plantas medicina- les (Benzi y Ceci, 1997) y Estados Unidos clasific a varias plantas medicinales bajo el rtulo de suplementos dietarios (Murphy, 1999), quedando de este modo fuera de la evaluacin de la FDA (Food and Drug Administration). Las plantas contienen elementos activos que las protegen de los insectos, mohos y otros parsitos, as como de los rayos ultra- violeta del sol. Muchos de estos componen- tes ya sea de forma individual o en diferen- 99 tes combinaciones poseen efectos estimu- lantes, calmantes o teraputicos en el hom- bre (Wills et al., 2000). Estos principios son vitaminas, minera- les, carbohidratos, microelementos y agen- tes curativos especficos, que ayudan al cuer- po en su lucha contra la infeccin. Las hier- bas se usan mucho para aliviar la enferme- dad e impedir que sta vuelva. Desintoxican el organismo y apoyan al sistema inmuno- lgico, ayudndole a mantener el equilibrio (Font y Quer, 1983). Entre los principios vegetales ms usados en teraputica podemos citar: Las hormo- nas esteroides (progestgenos, corticosteroi- des, estrgenos y agentes anablicos); atro- pina y efedrina y sus derivados semisintti- cos; morfina y derivados hipnoanalgsicos; podofilotoxina y su derivado etopxido; vincristina, vinblastina y taxol (anticancer- genos); derivados flavonoides del Ginkgo biloba (activador cerebral); Ginseng. 3. GENTICA TOXICOLGICA Generalmente, la actividad farmacolgica de las hierbas medicinales se asocia a la toxici- dad de las mismas y el efecto txico induci- do depende de la dosis consumida. Por esto resulta importante estudiar las plantas txi- cas como fuente de productos activos. Una de las formas de evaluacin de toxi- cidad est dada por su efecto sobre el patri- monio gentico, nivel de anlisis propio de la gentica toxicolgica, disciplina cuyos objetivos principales son, entre otros: Implementar ensayos y mtodos para la evaluacin del riesgo producido por agen- tes que se encuentran en el medio ambiente y cuya presencia puede alterar la integri- dad del patrimonio gentico. Elucidar la relacin entre genotoxicidad e iniciacin de un proceso neoplsico. Para ello debe valerse de los denomina- dos marcadores biolgicos o biomarcadores que indican: exposicin a sustancias txicas (en los planos molecular o celular), efectos adversos en la salud o susceptibilidad a dis- tintos agentes. Estos biomarcadores repre- sentan cambios en el organismo, o en la c- lula, que pueden ser cuantificados en dife- rentes sistemas biolgicos (NRC, 1987; NCR, 1991; Wogan, 1992). Se considera que un marcador de efecto biolgico repre- senta un evento que puede correlacionarse con el dao a la salud y tiene posibilidad predictiva (NCR, 1991). Los compuestos qumicos pueden interac- tuar directa o indirectamente con el ADN, produciendo cambios que afectan el funcio- namiento celular y que a largo plazo causan trastornos en la salud, particularmente trans- formaciones malignas. De ah la importan- cia de detectar en sus etapas iniciales la ac- cin sobre el material gentico mediante biomarcadores de efecto. Con este fin se uti- lizan determinaciones tales como las Abe- rraciones Cromosmicas (AC) (Preston et al., 1981; Au et al., 1998), el Intercambio de Cromtides Hermanas (ICH) (Taylor, 1958; Wolf et al., 1974; Bender et al., 1974; Painter, 1980; Shafer, 1982), Microncleos (Au et al, 1998), Mutaciones Gnicas a nivel del locus HPRT (Au et al., 1998; Albertini et al., 1998), sntesis de ADN no programada y electroforesis de una sola clula (ensayo del cometa) (Ashby, 1988; Carrano y Natarajan, 1988; Wogan, 1992), entre otros. En estudios de genotoxicidad las tcni- cas de eleccin deben ser capaces de detec- tar tanto el dao como la reparacin conse- cuente al material gentico en clulas indi- viduales. Uno de los ensayos que cumple con esta premisa es la electroforesis de una sola clula o ensayo del cometa. Riesgosy beneficiosen el consumo de plantasmedicinales/ M.A. CARBALLO ET AL. 100 Theoria, Vol. 14 (2): 2005 3.1. Electroforesis de clulas individuales Uno de los ensayos tiles para la deteccin de dao de simple y de doble cadena al ADN es la electroforesis de una sola clula (ensayo del cometa), que evala los niveles de dao y reparacin al ADN en poblaciones celula- res, sin la necesidad de trabajar con clulas en proliferacin. Es un sistema potencial- mente sensible para evidenciar la induccin de dao gentico. Una gran ventaja de este mtodo es la posibilidad de obtener infor- macin del dao inducido a clulas indivi- duales. La mayora de los mtodos usados comnmente para detectar el dao al mate- rial gentico son capaces de dar una respuesta promedio. Mientras que, en poblaciones celulares heterogneas, los valores promedios no son de utilidad para describir el efecto de una substancia determinada. Esto es espe- cialmente cierto en casos donde se encuen- tra diferente susceptibilidad en la respuesta a una droga (Angelis et al., 1999). El fundamento de la tcnica consiste en lisar las clulas de inters, embebidas en un gel de agarosa sobre un portaobjetos, por medio de detergentes y altas concentracio- nes de sal. Posteriormente, el ADN liberado ser sometido a la accin de un campo elc- trico a pH neutro (stling y Johanson, 1984). En las clulas en las que exista incremento del dao al ADN se formarn pequeos frag- mentos, los que, al someterse a una corrien- te elctrica, tendrn la propiedad de pene- trar en la malla de agarosa migrando, de esta manera, hacia el nodo. La capacidad del ADN de migrar hacia el nodo depender del tamao de los frag- mentos generados por la lesin. Por medio de la coloracin con bromuro de etidio (co- lorante con afinidad por el ADN), darn la imagen de pequeos cometas. El largo del cometa se incrementa con el dao inducido a la doble hlice del ADN. El ensayo de electroforesis de una sola clula en condiciones alcalinas es una herra- mienta muy promisoria en el estudio de dao inducido al ADN por agentes qumicos en clulas de mamferos (Singh et al., 1988; Singh et al., 1989; Tice et al., 2000; Fairbairn et al., 1993). Se asume que la electroforesis en condiciones alcalinas detecta tanto rotu- ras de cadena doble y simple, aunque la na- turaleza y el mecanismo del ensayo no se encuentra totalmente clarificado (Collins, 1992). Diversos grupos de investigacin han evaluado el ensayo de electroforesis de una sola clula, en muestras de linfocitos de po- blaciones expuestas, utilizndolo como m- todo de screening. Los estudios revelaron una considerable variacin intra-individual. Esto se debe a la extremada sensibilidad de los linfocitos y sugiere una dificultad en la utilizacin de ADN proveniente de los mis- mos para la realizacin de biomonitoreos de poblaciones expuestas (Ross et al., 1995). El inters en el ensayo del cometa se ha incrementado notablemente en los ltimos aos, debido a que ha demostrado ser un mtodo extremadamente sensible en la de- teccin del dao al ADN a nivel celular. Este ensayo est siendo considerado por la litera- tura como un mtodo rpido, para predecir el dao genotxico de un agente en diseos experimentales, tanto in vivo como in vitro (Fairbairn, 1995; Monteith y Vanstone, 1995). 4. ETNOMEDICINA EN LA REPBLICA ARGENTINA En la Repblica Argentina existen ms de 2.000 especies vegetales autctonas que son utilizadas regionalmente como medicinales y que an no han sido estudiadas cientfica- mente. Las dos formas principales de con- sumo por la poblacin de las plantas medi- cinales son: cocimiento e infusin. Ambas consisten en extracciones acuosas de los prin- cipios activos presentes en las plantas, radi- cando la diferencia entre ambos que en el caso del cocimiento se realiza una coccin, 101 mientras que en la infusin se adiciona agua en ebullicin. Entre las plantas medicinales argentinas de reconocida actividad farmacolgica, po- demos citar a las siguientes: Chenopodium multifidumL.; ChenopodiumambrosioidesL.; Lithraea molleoides; Stybnolobiumjaponicum; Schkhuria pinnata; Prosopisalba; Solanum sysimbriifolium. Chenopodium ambrosioides L. var. anthelminticumy el Chenopodiummultifidum L. (Chenopodiaceae) son un claro ejemplo de plantas medicinales utilizadas en la me- dicina tradicional, no slo en nuestro pas sino tambin en el resto de Latinoamrica. El nombre vulgar de estas hierbas es Paico (Argentina), Pazote, Apazote o Epazote (Mxico) y Santa Mara (Brasil). Crecen en forma salvaje desde Mxico, extendindose por toda Amrica del Sur, hasta el sur de nuestro pas. En la literatura se encuentran referencias a los usos farmacolgicos del Paico desde 1571, cuando Francisco Hernndez refiere que el cocimiento de las races contienelas disenteras, quita lasinflamacionesy arroja del vientrelos animales nocivos (Hernndez, 1571). Recin en 1712 Esteyneffer seal la utilidad del Apazote o Epazote (Paico) en el tratamiento del resfro, dolor de cabe- za y reumatismo. Cabe aclarar que en la ac- tualidad se siguen fabricando supositorios caseros, elaborados con jabn y hojas de Paico, con la finalidad de favorecer la eva- cuacin intestinal (Ysunza, 1976). Los principales usos folclricos del Paico son como nervativo, antirreumtico, anti- helmntico, sedante y agente analgsico (Okuyama et al., 1993). Tambin se han descripto sus propiedades como agente fun- gicida (Kishore et al., 1993), laxante, abor- tivo y fundamentalmente como antihelmn- tico (Auro de Ocampo y Jimnez, 1993; Riley, 1993). Entre las propiedades farma- colgicas de la planta entera se ha descripto su utilidad para el tratamiento de parasitosis en peces (Auro de Ocampo y Jimnez, 1993), as como el uso en el tratamiento de leishmaniasis cutneas en la poblacin rural de Brasil (Franca et al., 1996). El Ch. ambrosioideses una hierba arom- tica, anual o perenne, erguida o ascendente, fuertemente olorosa, de 40 cm a 1 mt de alto. El tallo puede ser simple o ramificado con hojas pecioladas, oblongas y lanceoladas de 3 a 10 cm. de largo por 1 a 5 cm de an- cho. La inflorescencia es en forma de espi- gas con numerosas flores, dispuestas en pa- ncula piramidal, con o sin hojas interpues- tas. Es oriunda de Amrica y ha sido utiliza- da con fines mdicos y alimenticios por siglos por las diferentes culturas precolombinas (Viesca, 1984; Estrella, 1988; Girault, 1987). Ya en 1654 Cobo describi su aplicacin en el tratamiento de cualquier tipo de tumor, aplicando las hojas en forma de emplasto. Por otro lado, se ha descripto que el coci- miento de Paico con mucha sal provocara la desinflamacin de las piernas en procesos gotosos (Girault, 1987). El uso de Ch. ambrosioidesvar. anthel- minticumes oficial en varios pases del mun- do. En los Estados Unidos estuvo incluido en la farmacopea hasta 1947 y en Francia fue introducido en el Codex Medicamento- rio en 1949 (Pousset, 1989). En la actuali- dad se encuentra en las farmacopeas de nu- merosos pases, verbigratia: Espaa, Mxico, Portugal, Argentina, India, Italia y Turqua (Martindale, 1982). Ch. multifidumes una hierba aromtica, perenne, pubescente con hojas alternas, cortamente pecioladas, pinatisectas, las in- feriores ms largas que las superiores, de 4 cm de largo y hasta 1,5 cm de ancho. Gene- ralmente despus de fructificar, las ramas continan creciendo y producen hojas es- patuladas enteras. Las flores son muy peque- as y se disponen en glomrulos ssiles, en las axilas de las hojas. El fruto encerrado to- talmente por el cliz es lenticular, blanco amarillento, con pelos vesiculosos adpresos, Riesgosy beneficiosen el consumo de plantasmedicinales/ M.A. CARBALLO ET AL. 102 Theoria, Vol. 14 (2): 2005 cilndricos amarillos y la semilla, vertical, es de color castao brillante (Giusti, 1967; Gupta, 1995). Crece fundamentalmente en Amrica del Sur, y se ha descripto distribui- da biogeogrficamente en Per, Chile y Bra- sil a la Argentina, extendindose por toda la zona templada al norte de la provincia de Chubut, es una planta muy comn de en- contrar en suelos modificados (Gupta, 1995). Lithraea molleoides Vell. Engl. (Anacardiaceae) (nombre vulgar: Molle de beber) es un rbol polgamo de follaje per- sistente y denso, con copa semiesfrica o globosa, frondosa, cuya alzada oscila gene- ralmente entre 5 y 8 m, excepcionalmente 12, de tronco entre 10 y 30 cm de dime- tro, ramas delgadas, corteza persistente, ra- mas nuevas algo pubescentes. Hojas com- puestas y alternas, color verde amarillento. Flores pequeas, blanquecinas agrupadas en panoj as axi l ares de 4 a 7 cm de l argo (Toursarkissian, 1980). El molle de beber es una especie tpica del monte serrano. Abun- da a orillas de bosques, as como en el monte de las sierras, donde se distingue desde lejos por el tono broncneo de su copa, y puede ser considerado como figura importante de la flora serrana de Crdoba. Hieronymus, G. (1882) sostiene que las hojas se usan como el t para el resfriado y tambin se le atribuyen propiedades vene- nosas. Los datos de la literatura establecen que la planta contiene una resina aromti- ca, un aceite esencial y un principio oleoso con propiedades irritantes que aplicadas so- bre la piel, determinan una erupcin ecze- matosa acompaada a veces de fenmenos febriles (Domnguez, 1928). Sola (1942) refiere otro uso etnomdico de la planta re- emplazando el azcar del mate por algunas semillas de Molle, las cuales, segn dicen, mejoran el gusto de la infusin. En medici- na domstica se emplea el cocimiento de cogollos para combatir las inflamaciones de las vas respiratorias y digestivas, provinien- do de tal uso el nombre comn de molle de beber o molle de tomar. Se asegura que el follaje de esta planta destila una fina lluvia, la cual determina una erupcin que los naturales serranos conocen por flecha- duras. El origen de Styphnolobium japonicum L Schott (Fabaceae) es en China y Corea, la planta posee un follaje caduco, tiene valor ornamental y se la utiliza en el arbolado ur- bano. El uso etnofarmacolgico de esta plan- ta es como antimicrobiano de uso externo. La Schkuhria pinnata (Lam.) O.K. (Asteraceae); (Nombre vulgar: Canchalagua) es una herbcea anual de hasta 75 cm de altura. A nivel etnomdico se la utiliza en trastornos digestivos. Esta especie crece en sitios perturbados, como arvense y ruderal, en lugares donde la vegetacin original ha sido derribada. 4.1. Screening genotxico: Metodologa Tal como fuera mencionado con anteriori- dad, una de las metodologas de eleccin para realizar un screening de genotoxicidad es el ensayo de cometa (Singh et al., 1988). Esta tcnica utiliza como soporte portaobjetos, los cuales son cubiertos por una fina capa de 100 ml de agarosa de punto de fusin normal al 0,5% disuelta en buffer fosfato libre de calcio y magnesio. Posteriormente los preparados son cubiertos con cubreobje- tos y llevados durante 10 minutos a 4C hasta lograr la solidificacin de la agarosa. Para su desarrollo se toman alcuotas de clulas control y tratadas con la droga en estudio y se suspenden en buffer fosfato y agarosa de bajo punto de fusin al 0,5%. Posteriormente, se remueve el cubreobjeto y se coloca la suspensin celular sobre la pri- mera capa de agarosa. Nuevamente se colo- ca el cubreobjetos para lograr una disper- sin homognea de la agarosa. Se incuba a 4C hasta solidificacin. A continuacin se retira el cubreobjetos y se coloca una tercera 103 capa de una solucin de agarosa de bajo punto de fusin al 0,5%. Se incuban las laminillas hasta solidificacin a 4C duran- te 10 minutos y posteriormente se retira el cubreobjetos. Una vez finalizada la preparacin de los extendidos, se los somete a la accin de una solucin de lisis en fro. Posteriormente, se colocan los preparados en una cuba de electroforesis horizontal, en la cual se incu- ban con buffer de corrida para lograr el desenrollamiento de la doble hebra de ADN. La electroforesis se lleva a cabo a temperatu- ra ambiente durante 20 minutos a 25 volts. Luego, los preparados son lavados con bu- ffer de neutralizacin, para eliminar los res- tos de detergentes y lcalis que pudieran in- terferir con la coloracin fluorescente. Pos- teriormente, se colorean con bromuro de etidio (todo el procedimiento descripto se lleva a cabo bajo luz amarilla, para evitar el dao adicional al ADN que se pueda gene- rar durante el desarrollo de la metodologa). El anlisis microscpico de los preparados se realiza en un microscopio de epi-fluores- cencia. El dao a la molcula de ADN se cuantifica midiendo el largo de 100 come- tas sucesivos (50 cometas/preparado /con- centracin /preparacin /individuo, realizan- do la cuantificacin por duplicado) por medio de un ocular graduado. Es de fundamental importancia la inclu- sin de controles positivos y negativos. Se re- comienda que el control positivo sea perxi- do de hidrgeno 50mM. Dicha sustancia es altamente oxidante e induce en el ADN ro- turas de cadena simple y doble y sitios lcali lbiles. El control negativo debe ser el dilu- yente utilizado en la preparacin a evaluar. Los resultados se deben analizar estable- ciendo la categora de dao hallada en cada individuo por cada concentracin ensaya- da. Se establecen cuatro categoras de dao, dependiendo del largo total del cometa: bajo (<20 mm); medio (20-40 mm), alto (40-80 mm) y clulas totalmente daadas (>80mm). Una vez establecido el porcentaje de clulas en cada categora, se calcula el ndice de Dao (N), por cada individuo, por cada concentracin ensayada. N= Ncl Cat I + 2xNcl Cat II + 3xNcel Cat III + 4xNcl Cat IV Una vez calculado el ndice de dao (N), se procede al anlisis exploratorio de los da- tos mediante el test de Varianza (ANOVA) de medidas repetidas (Anderson et al., 1994; Graphpad instat) . 5. RESULTADOS Y CONCLUSIONES En el presente trabajo se realiza un releva- miento sobre las plantas medicinales men- cionadas como hierbas de uso frecuente en la Repblica Argentina mediante la deter- minacin del ensayo del cometa en linfoci- tos de sangre perifrica, expuestos in vitroa diferentes concentraciones de los extractos acuosos de los productos naturales de inte- rs . En los resultados obtenidos en el ensayo del cometa se evidenci que cuatro de las seis especies evaluadas indujeron un incre- mento de roturas en la doble hlice del ADN. Esto sugiere la presencia de sustan- cias txicas en los extractos acuosos de esas plantas medicinales (Ch. multifidum1 in- fusi n y coci mi ento; L. molleoides; S. sysimbriifolium, S. pinnata) (Figuras 1, 2). Al analizar los resultados obtenidos en la evaluacin de la infusin de Ch. multifidum, se observ una gran heterogeneidad en la respuesta, dependiendo de cada dador. Si observamos la Figura 1b, vemos que existe un efecto positivo, no llegando ste a ser es- tadsticamente significativo. Estas variacio- nes interindividuales, como ya fue mencio- nado, estn influenciadas fundamentalmente por dos mecanismos: la diferente suscepti- bilidad individual y la extremada sensibili- Riesgosy beneficiosen el consumo de plantasmedicinales/ M.A. CARBALLO ET AL. 104 Theoria, Vol. 14 (2): 2005 Figura 1. ndice de dao al ADN en tres dadores expuestos a ChenopodiummultifidumL., cuantificado mediante el ensayo del cometa. a) Cocimiento; b) Infusin. Figura 2. Electroforesis de una sola clula en linfocitos de sangre perifrica de tres dadores expuestos a a) Lithraea molleoides; b) Schkuhria pinnata; c) Solanumsysimbriifolium. b) a) b) a) c) 105 Figura 3. ndice de dao al ADN en tres dadores cuantificado mediante el ensayo del cometa. a) Prosopisalba; b) Styphnolobiumjaponicum. b) a) dad de los linfocitos como sistema de ensayo (Angelis et al., 1999; Tice y Strauss, 1995). Otros ejemplos de heterogeneidad en la respuesta se observaron en los resultados ob- tenidos con P. alba y S. japonicum, donde se evidencia que el individuo 1 es extremada- mente sensible frente al agregado de un agen- te externo (Figura 3). La cuantificacin de las roturas de la ca- dena ADN en algunas ocasiones es utilizada como una medida de genotoxicidad, no slo porque ellas per sepuedan causar la muerte celular, sino por que probablemente este tipo de lesiones sean los precursores de las abe- rraciones cromosmicas (Natarajan et al., 1980; Tice y Strauss, 1995). De esta manera la electroforesis de una sola clula resulta ser un buen candidato como mtodo de screening para la deteccin de dao a la molcula de ADN, sirviendo como primera aproximacin, en forma r- pida y sencilla del potencial genotxico de una sustancia analizada que debe ser corro- borada mediante su evaluacin con otros biomarcadores de efecto genotxico. Aunque las plantas medicinales tienen propiedades teraputicas, algunas de ellas pueden poseer compuestos con propiedades no slo mutagnicas, sino tambin carcino- gnicas. Ejemplos de stos son la quercetina y la rutina o algunos constituyentes de espe- cies exticas (Hocman, 1989). Los ensayos de screening en mutagenici- dad, en una primera instancia, son utiliza- dos como ensayos cualitativos sobre poten- ciales mutgenos. En una evaluacin muta- gnica los resultados positivos pueden ser utilizados de diferentes maneras. Entre ellas, la de mayor aplicacin durante los ltimos 20 aos ha sido la de tomarlos como una evi- dencia de peso para predecir carcinogenici- dad de compuestos. Si bien la identificacin de carcingenos es importante, la evaluacin de mutagenicidad no es un simple compo- nente de este proceso, sino que es de funda- mental ayuda en el asesoramiento de riesgo/ beneficio frente a la exposicin de diversas sustancias (Dearfield, 1995). En el presente trabajo se observ una heterogeneidad sustancial en la distribucin Riesgosy beneficiosen el consumo de plantasmedicinales/ M.A. CARBALLO ET AL. 106 Theoria, Vol. 14 (2): 2005 de la migracin del ADN frente al agregado de los extractos. Esto indica un nmero va- riable de roturas de cadena simple y sitios lcali-lbiles. Esta gran variacin intercelular no podra haber sido detectada si el ensayo slo identificara dao al material gentico en poblaciones celulares (Singh et al., 1991). Los resultados obtenidos en el presente estudio sugieren que los extractos acuosos evaluados no son inocentes frente a una eva- luacin toxicogentica de screening. Por con- siguiente, es necesario considerar el posible potencial txico de estas plantas medicina- les y establecer una metodologa para la pro- teccin de la poblacin expuesta. Se necesi- tan obtener respuestas en el mbito de la salud pblica para regular el consumo masi- vo e indiscriminado de las plantas medici- nales. 7. 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