Fitoterapia

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I

I Jornada Científica de Farmacología y Salud.

Plantas Medicinales

Medicinals Plants

Ketty Olga Toledo Laboris,1 Rocío Abreu Rubio,2 Jessika Concepción Betancourt.3

1 Estudiante de medicina, primer año, UCM Sancti Spíritus, Cuba,


2 Estudiante de medicina, primer año, UCM Sancti Spíritus, Cuba, https://orcid.org/0000-0002-
4131-4941
3 Estudiante de medicina, primer año, UCM Sancti Spíritus, Cuba,

[email protected] 55906825
RESUMEN

Las plantas medicinales han sido utilizadas por el hombre desde tiempo inmemorial para el
alivio o curación de sus enfermedades. En la actualidad no solo se utilizan como punto de
partida para la obtención de medicamentos industriales sino que mantienen plena vigencia para
el tratamiento de numerosas dolencias. A pesar de su origen natural no están exentas de
riesgos para la salud pues algunas provocan reacciones adversas e interacciones con otros
fármacos que hay que tener en cuenta. En el presente trabajo se repasan las principales plantas
medicinales, de gran utilidad terapéutica y amplio uso, clasificadas de acuerdo con los sistemas
funcionales sobre los que actúan.

Palabras clave: Fitoterapia, medicamentos, acción farmacológica, principios activos,


interacciones medicamento-planta medicinal

ABSTRACT

Medicinal plants have been used for the relief or cure of several diseases for centuries. Most of
the medicines we used today are derived straight from plants and medicinal plants are used as a
drug themselves, with great utility in therapeutics. Despite their natural origin, herbal drugs are
not free of side effects or interactions with other drugs that must be taken into account. This
study review the efficacy and safety of the most used medicinal plants classified according to the
functional systems where they act.

Key words: Phytotherapy, medicines, pharmacological action, active principles, interactions


drug-medicinal plant
INTRODUCCIÓN

Desde la antigüedad el hombre ha buscado solución a sus enfermedades, recurriendo a


prácticas mágicas y a remedios aportados por la naturaleza. Desde el mismo momento en que
el hombre tuvo conciencia de la enfermedad comenzó su búsqueda de remedios para
combatirla. El Homo sapiens ha sido siempre una especie extraordinariamente curiosa, con gran
capacidad de experimentación de lo nuevo, el hombre primitivo vivía en un estrecho contacto
con la naturaleza, de la que obtenía lo necesario para su supervivencia. Ciertos miembros de
estos grupos humanos poseían de manera innata una especial capacidad de observación que
desarrollaban a lo largo de su vida, y comenzaron a darse cuenta de que algunos elementos
que la naturaleza ponía a su disposición tenían propiedades que los hacían útiles como
alimentos pero también, en ciertos casos, para combatir enfermedades o establecer una
comunicación especial con los dioses y seres del más allá. Así, en esos grupos humanos
primitivos ciertos individuos se especializaron en el conocimiento, que reservaron para una
casta de iniciados, surgiendo así los hechiceros o chamanes. Utilizaban sobre todo productos
extraídos de plantas, de hongos, y algunas veces de animales o sustancias minerales. 1,2

Estos primeros médicos y boticarios eran excelentes conocedores de las propiedades


terapéuticas y nutritivas de hongos y plantas y de manera empírica comenzaron a utilizarlos
para combatir las enfermedades que afectaban a los miembros del grupo. En ocasiones era
simplemente la similitud en la forma de la planta con un determinado órgano, lo que le
“proporcionaba” su actividad curativa sobre las enfermedades del propio órgano. En otras
ocasiones podía tratarse de un auténtico proceso de observación y experimentación: algunos
animales heridos o con dolor, muerden la corteza de los sauces buscando alivio. La corteza del
sauce (Salix alba) contiene salicina, una sustancia análoga al ácido acetilsalicílico, del que
deriva la conocida Aspirina.3
Hoy en día hay personas que aún desconocen la utilidad de las plantas medicinales por eso en
este trabajo tenemos como objetivo ampliar los conocimientos sobre estas y la utilidad que
tienen para la medicina.

DESARROLLO

Una planta medicinal es un recurso biológico conocido como droga medicinal, remedio
herbolario o medicina tradicional. Es utilizada completamente y en otros casos sólo alguna
parte, flores, fruto, tallo, etc. De la parte seleccionada, se obtienen extractos que se emplean
para el tratamiento de alguna enfermedad como pudiera ser dolor de cabeza, estómago,
hinchazón, etc. la acción terapéutica (alivio o mejora), se debe a que contiene principios activos.
La parte de la planta empleada que contiene el principio activo puede prepararse para su uso
manualmente, existen las llamadas formas galénicas, después aparecieron las fórmulas
magistrales que son las mezclas de diversos principios elaborados siguiendo instrucciones
definidas. Es muy frecuente emplear métodos como la decocción e infusión, para su consumo
inmediato, y la preparación de tinturas, elixires y ungüentos para aplicaciones a mediano plazo,
actualmente ya se cuenta con presentaciones farmacéuticas como cápsulas, comprimidos
cremas y jarabes.

El uso de remedios de origen vegetal se remonta a la época prehistórica, y fue una de las
formas más extendidas de medicina, en la que virtualmente todas las culturas conocidas tienen
evidencias del uso medicinal de algunas plantas. Si bien, el uso de especies vegetales con fines
terapéuticos es muy antigua, en un principio estuvo ligado a la magia, cada población construyó
sus creencias en un intento de comprender su medio inmediato, algunas culturas hasta el día de
hoy conservan estas creencias y la ciencia ha venido a explicar críticamente cada planta cada
extracto, cada fórmula, hallando precisamente los principios activos responsables de la actividad
biológica. La industria farmacéutica actual se ha basado en los conocimientos científicos
modernos para la síntesis y elaboración de algunas moléculas farmacológicas análogas a las
presentes en ciertas especies vegetales, y que muchas sustancias derivadas forman parte de
los principios activos de medicamentos modernos, como la célebre aspirina.
Además, el proceso de verificación científico ha ayudado a encontrar este tipo de moléculas en
varias especies vegetales usadas tradicionalmente como plantas medicinales, explicando ciertas
propiedades terapéuticas de éstas, junto con descubrir compuestos que pueden servir como
base para el desarrollo de nuevos medicamentos para distintas aplicaciones. Muchos de los
fármacos empleados hoy en día —como el opio, la quinina, la aspirina o la digital— replican
sintéticamente o aíslan los principios activos de moléculas iguales presentes en remedios
vegetales tradicionales usados incluso en épocas prehistóricas, aun sin conocimiento de sus
principios activos. Su origen persiste en las etimologías —como el ácido salicílico, así llamado
por extraerse de la corteza del sauce (Salix spp.) o la digital, de la planta del mismo nombre.

El consumo de plantas medicinales ha ido en aumento en los últimos años en todo el mundo y
es frecuente su empleo en combinación con medicamentos prescritos por los médicos. Está
extendida la falsa creencia de que los productos a base de plantas son inocuos e incluso
ventajosos por su supuesto carácter "natural", un razonamiento poco compatible con el hecho
de que su efecto terapéutico se achaque a su contenido en principios activos con actividad
farmacológica. Esta falsa percepción se basa en la tradición de su uso en lugar de en estudios
sistemáticos que evalúen su seguridad, que por lo general no existen. Sin estos estudios,
únicamente pueden ser detectados aquellos riesgos evidentes, muy frecuentes y de ocurrencia
inmediata.4 Tóxicos y venenos, como pueden ser la cicuta, el cianuro, las toxinas de las setas
venenosas y el veneno de escorpión, son productos tan naturales como la miel de abeja.5

Como cualquier medicamento, las plantas pueden provocar reacciones adversas, intoxicación
por sobredosis o interacciones perniciosas con otras sustancias. Se han descrito interacciones
de relevancia clínica entre plantas y medicamentos, por lo que resulta imprescindible comunicar
al médico el consumo de preparados naturales. Es necesario el mismo control médico estricto
con las plantas medicinales que con los medicamentos de síntesis.4, 6, 7

Asimismo, se han notificado en los productos a base de plantas medicinales problemas de


confusión entre unas plantas y otras, además de contaminación con pesticidas, metales
pesados y medicamentos.4

En 2004, el Ministerio de Sanidad y Consumo de España, mediante la Orden SCO/190/2004, de


28 de enero, por la que se establecía la lista de plantas cuya venta al público quedaba prohibida
o restringida por razón de su toxicidad, pretendió realizar una transposición de la lista de plantas
publicada por la Comunidad Europea el 26 de octubre de 1992, en la que además añadía 50
plantas (de 147 a 197). Tras recurso contencioso administrativo interpuesto por la Asociación
española de Fabricantes de preparados, alimentos especiales, dietéticos y plantas medicinales
(Afepadi),8 dicha orden fue anulada en junio de 2005,9 debido a un vicio sustancial de
procedimiento, por haberse omitido en su elaboración el trámite obligatorio de comunicación a la
Comisión Europea.8 La Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los
medicamentos y productos sanitarios, atribuye competencia al Ministerio de Sanidad, Política
Social e Igualdad para elaborar un listado de plantas cuya venta libre al público estará
restringida o prohibida debido a su toxicidad, si bien por el momento no se ha conseguido
desarrollar dicho punto.10

DEL CAMPO A LA FARMACIA Los avances de la ciencia han permitido conseguir, a partir de
los conocimientos sobre plantas medicinales, primero productos derivados, concentrados, con
mayor potencia, y después las sustancias sintéticas responsables de la actividad de la planta
original, los componentes activos. Durante muchos siglos los boticarios recolectaban las plantas
y demás productos (los simples medicinales) necesarios para la elaboración de los
medicamentos con que curar o aliviar las dolencias de las personas de su entorno. Los procesos
de secado, estabilización, troceado o pulverización, extracción, almacenamiento y conservación
se hacían de manera artesanal e individual. La preparación de los medicamentos compuestos:
emplastos, pomadas, jarabes, zumos, pastillas, grageas, supositorios, enemas o clísteres, etc.
se hacían según formularios y farmacopeas en las boticas.1,2 El proceso, aunque con nuevos
materiales e instrumentos se mantiene hasta hoy 4:

Recolección La recogida de las materias primas farmacéuticas permite hacer una primera
selección (elección) de las partes de la planta con mayor actividad. El examen previo de los
caracteres organolépticos da una idea de la idoneidad de la planta para su aprovechamiento. La
época adecuada para la recolección e incluso la hora proporcionarán resultados óptimos en
contenido de principios activos.

Desecación El proceso de secado tiene por objeto eliminar el agua de vegetación para impedir
la alteración de sus propiedades por fermentación, oxidación, hidrólisis, etc. La utilización de
estufas en secaderos apropiados facilita el control del tiempo e intensidad del calor y la
aireación necesaria.

Estabilización La estabilización pretende garantizar la conservación de los vegetales con la


misma composición que tenían en el momento de la recolección. El proceso de estabilización
recurre a la acción del alcohol a diferentes temperaturas y presiones, vapor de agua a 1100C,
en autoclave, etc. Estos procesos, junto con el almacenamiento en condiciones adecuadas de
temperatura y humedad permiten disponer de materias primas vegetales activas para la
elaboración de los medicamentos. Diversas operaciones posteriores: obtención de extractos o
tinturas, por decocción, maceración, infusión, etc. concentran el contenido en principios activos
para conseguir mayor potencia terapéutica.11 Desde los primeros años del siglo XX el panorama
ha ido cambiando progresivamente La elaboración de medicamentos de manera artesanal en
las propias farmacias dio paso a la fabricación industrial. Hoy la industria farmacéutica, mediante
un complejo proceso de investigación que dura varios años, consigue aislar, modificar o
sintetizar los principios activos, obteniendo una mayor estandarización, eficacia y seguridad de
uso.2 Los ensayos clínicos precomercialización en fase II (en animales) y III (en humanos) y fase
IV, con pacientes reales, tras su puesta en el mercado garantizan una evaluación continua de su
efectividad y la detección precoz de sospechas de reacciones adversas que son comunicadas al
Sistema Español de Farmacovigilancia, en una actividad de la que son responsables todos los
profesionales sanitarios que participan en la cadena de uso del medicamento.12

LA FITOTERAPIA EN LA FARMACOTERAPIA ACTUAL

Aparato musculoesquelético Analgésicos y antiinflamatorios: Arnica montana (Árnica),


Oenothera biennis (Onagra), Capsicum spp. (Pimiento). A. montana y otras especies del género
contienen henalina, una lactona con actividad antiinflamatoria. Se utiliza por vía tópica para
contusiones y hematomas, también como analgésico antihemorroidal. En infusión para
gargarismos y en tintura para la piorrea.13, 14 El aceite de onagra obtenido de la primera
expresión es rico en ácidos grasos esenciales, especialmente ácido gamma linolénico (10%).
Útil para el alivio de las molestias menstruales, mejora de la circulación venosa y del estado de
la piel.15 La capsaicina es la sustancia irritante picante o acre que le da el sabor característico a
los frutos de Capsicum.
Aparato Cardiovascular Circulación:

Vitis vinifera (Vid roja), Aesculus hipocastanum (Castaño de Indias), Ruscus aculeatus (Rusco).
La insuficiencia venosa se manifiesta con sensación de pesadez, hormigueo e hinchazón de las
extremidades, edema nocturno, calambres. Las plantas venotónicas contienen glucósidos
(heterósidos) que estimulan las fibras musculares de las paredes venosas y disminuyen la
permeabilidad capilar aumentando la resistencia de los vasos, lo que tiene un efecto
antiedematoso y antiinflamatorio. Se utilizan en el tratamiento de las piernas cansadas, varices y
hemorroides.15,17

Diuréticos: Equisetum arvensis (Equiseto), Orthosiphon stamineus (Ortosifon). Betula pendula


(Abedul). Sus principios activos son polifenoles, flavonoides y sales minerales (calcio, potasio,
magnesio, cinc). Estimulan la eliminación hídrica, que va acompañada de urea, cloruros y ácido
úrico, por lo que son útiles como coadyuvantes de tratamientos para la hipertensión arterial, la
gota y la obesidad16,19. El equiseto tiene además una acción remineralizante que se utiliza en
fragilidad ósea, artrosis, artritis, reumatismo, fracturas, etc.17, 18

Hipertensión arterial: Olea europaea (Olivo). Además de sus reconocidos beneficios formando
parte de la dieta mediterránea, las hojas, frutos y aceite del olivo tienen, entre otras, una
actividad similar a los calcioantagonistas, medicamentos de síntesis ampliamente utilizados en
el tratamiento de la hipertensión arterial. Esta acción hipotensora de las hojas y frutos de olivo
ha sido atribuida desde hace mucho tiempo a una única sustancia, un glucósido iridoide
denominado oleoeuropeósido, responsable de las acciones hipoglucemiante, hipotensora,
vasodilatadora, antiarrítmica y espasmolítica, aunque existe otra sustancia recientemente
descubierta, la oleaceína que parece ser la responsable principal de la acción. Se le ha
encontrado también acción hipocolesterolemiante debido al efecto beneficioso de los ácidos
grasos poliinsaturados.18, 20-22

Riego cerebral, vértigos: Ginkgo biloba (Ginkgo) El extracto procedente de las hojas del ginkgo
contiene flavonoides (ginkgoloides y heterósidos) que mejoran la circulación sanguínea central y
periférica, y como consecuencia se hace más eficiente la irrigación de los tejidos orgánicos.
Tiene acción antioxidante, vasodilatadora arterial, venotónica y estimulante del riego cerebral y
protectora del tejido nervioso frente a los radicales libres. Se utiliza en vértigos, mareos,
envejecimiento. 20,23 Los resultados de los estudios sobre el uso del ginkgo como coadyuvante
en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular y el Parkinson son
contradictorios: algunos no muestran ninguna evidencia de eficacia superior al placebo,23,24
mientras que otros señalan mejoras en los aspectos cognitivos, psicofísicos y funcionales.25

Aparato digestivo Laxantes: Cassia angustifolia (Sen), Rhamnus purshiana (Cáscara sagrada),
Plantago ovata (Ispágula). De amplio uso tradicional en el tratamiento del estreñimiento. Los
senósidos (glucósidos antraquinónicos) presentes en las hojas y frutos del sen y en los frutos de
la cáscara sagrada actúan sobre la motilidad intestinal y el aporte de agua al tubo digestivo. Se
utilizan también en la limpieza intestinal previa a endoscopias o intervenciones. Las semillas de
ispágula ejercen una acción reguladora del funcionamiento intestinal (laxante, antidiarreica y
síndrome de colon irritable) por ablandamiento y aumento del volumen fecal.4, 17, 20

Función hepática: Pneumus boldus (Boldo), Silybum marianum (Cardo mariano) Las hojas de
boldo tienen acción colagoga y colerética. Son estimulantes de la secreción biliar, por lo que
facilitan la digestión de los alimentos. Favorecen también la secreción salivar y la eliminación de
los cálculos biliares.17 El cardo mariano contiene flavolignanos de acción hepatoprotectora,
agrupados bajo el nombre de silimarina (silibina, silidianina y silicristina). Está indicado en
hepatitis vírica e insuficiencia hepática por alcoholismo, y en la protección del hepatocito en
caso de intoxicaciones por setas hepatotóxicas.26

Aparato endocrino/Metabolismo Hipoglucemiantes: Cyamopsis tetragonobolus (Guar), Ceratonia


siliqua (Algarrobo), Trigonella foenum-graecum (Alholva), Phaseolus vulgaris (Judía). El
guarano, un galactomanano, es un polisacárido que forma geles con agua, que tienen la
capacidad de adsorber glúcidos por lo que actúa como antidiabético, disminuyendo la cantidad
de glucosa que pasa a sangre procedente de la ingesta, resultando especialmente útil en la
glucemia posprandial. Actúa también como hipocolesterolemiante ya que los mucílagos
adsorben sales biliares lo que disminuye la absorción de lípidos. Entre sus efectos adversos se
encuentran flatulencia, náuseas y diarrea.17 El fruto del algarrobo contiene una goma de acción
hipoglucemiante e hipolipemiante al inhibir la absorción intestinal de glúcidos y lípidos por
aumentar la viscosidad del bolo. Debe tomarse media hora antes de las comidas.17 Se ha
comprobado la actividad hipoglucemiante como secretagogo de las semillas de alholva debido a
su contenido en el aminoácido 4 hidroxiisoleucina, e hipolipemiante con reducción de colesterol
total (ColT), colesterol LDL (LDLc) y triglicéridos (TG), por su contenido en mucílago y
saponósidos. No se debe emplear en embarazo y lactancia. Provoca efectos adversos
gastrointestinales leves. Se debe separar del momento de toma del resto de los medicamentos,
pues podría inhibir también la absorción de estos.27, 28 Las vainas de judía son útiles en
tratamientos del sobrepeso por sus propiedades saciantes, hipoglucemiantes e hipolipemiantes,
antioxidantes y diuréticas. Disminuyen TG, ColT y LDLc. A dosis altas producen náuseas,
vómitos, flatulencia y diarrea29.

Pérdida de peso: Garcinia cambogia (Garcinia), Amorphopallus konjac (Glucomanano) Se trata


de otra de las indicaciones en que son más utilizadas las plantas medicinales, en muchas
ocasiones creando falsas expectativas de soluciones “milagrosas” a los problemas de
sobrepeso y obesidad, o asociándolas con ciertas sustancias activas que ponen en riesgo la
salud de los pacientes, como extractos de tiroides o ansiolíticos, cuyo uso sin un diagnóstico y
prescripción médica es ilegal. No obstante, los beneficios obtenidos de su acción
complementaria a una dieta y ejercicio, adecuados y personalizados, junto con el seguimiento
por un profesional sanitario, es innegable.30 El ácido hidroxicítrico presente en la corteza del
fruto de garcinia actúa sobre el metabolismo de azúcares y grasas y en el mecanismo de
regulación del apetito. Se le atribuyen propiedades inhibidoras de la lipogénesis en el hígado.30-
32 Se suele asociar a L-carnitina, otra sustancia considerada “quemagrasas”. El glucomanano es
un mucílago obtenido de la harina de los tubérculos de A.

Reduce también la cantidad de grasa y azúcares absorbidos en el intestino. Tiene un efecto


secuestrante (forma un gel viscoso que retrasa la absorción de lípidos y glúcidos), y
voluminizante (aumenta la repleción del estómago y prolonga la sensación de saciedad). Los
mucílagos le confieren una acción laxante y demulcente. Está indicado como coadyuvante en el
tratamiento del sobrepeso, hiperglucemia, hiperlipemias, estreñimiento, diarreas.30, 32-34

Menopausia: Glycine max (Soja), Trifolium pratense (Trébol rojo) Contienen los denominados
fitoestrógenos, compuestos no esteroideos pero análogos a las hormonas femeninas que
desaparecen en la mujer tras la menopausia. Se han introducido recientemente en la terapéutica
al comprobar que las mujeres de países asiáticos, donde el consumo de productos derivados de
la soja es importante, presentan una menor prevalencia de trastornos relacionados con la
menopausia y una menor tasa de cáncer de mama.17,35 Su aporte en forma de isoflavonas
procedentes de las semillas mejora los síntomas de la menopausia, en especial los sofocos,
retención de líquidos, nerviosismo, irritabilidad.17, 27, 36,37 Sus indicaciones incluyen, además, la
reducción del riesgo cardiovascular, la prevención de la osteoporosis, el cáncer de mama,
próstata y colo-rectal38, 39. La lecitina, proteína extraída de la soja, por sus propiedades de
solubilizar y favorecer el transporte del colesterol se utiliza como coadyuvante en dislipemias
leves y moderadas y en hepatopatías crónicas por su acción hepatoprotectora.40

Sistema nervioso central Psicolépticos (Depresores): Tilia cordata y otras (Tilo), Valeriana
officinalis (Valeriana), Passiflora incarnata (Pasiflora), Crataegus oxyacantha, C. monogyna, C.
laevigata (Espino albar), Papaver rhoeas (Amapola), Eschscholtzia califórnica (Amapola de
California). Además de su uso tradicional, existen diversos grados de evidencia sobre la acción
ansiolítica, sedante y relajante de estas plantas, induciendo y mejorando la calidad de sueño,
bien utilizadas como monofármacos o en combinación.16, 41 El espino albar es además
cardiotónico y antiarrítmico42, 43, por lo que debe utilizarse con precaución en pacientes
tratados con digitálicos, antiarrítmicos, anticoagulantes o hipertensivos.41,44 Son útiles en
problemas de agitación, nerviosismo, inquietud, estrés e insomnio leves o moderados,44-46 por lo
que constituyen una alternativa adecuada y segura frente al creciente consumo de fármacos
hipnosedantes de tipo benzodiazepínico, que son hoy la tercera droga utilizada en España
(11,4%) detrás del alcohol y el tabaco.47

Antidepresivos: Hypericum perforatum (Hierba de San Juan) Se le atribuyen tradicionalmente


múltiples propiedades: antidepresivas, mejora de la irritabilidad, de la agresividad, de la falta de
concentración, del cansancio, sedante, promotor del sueño, antiséptico, antiviral, cicatrizante,
antiinflamatorio, etc.16, 41 Su acción farmacológica parece deberse a la sinergia de sus
componentes, entre los que se encuentran hipericina, hiperforina y flavonoides, que según los
diversos ensayos parecen jugar un papel preponderante6. Está indicada en trastornos
psicovegetativos como ansiedad, irritabilidad, agitación nerviosa, apatía y melancolía y
episodios de depresión leve a moderada.6, 16, 17 Como efectos adversos hay que tener en cuenta
la fotosensibilidad.6, 17 A pesar de que para muchos autores presenta un adecuado perfil de
efectividad y seguridad,17 se trata de una planta medicinal muy discutida en la actualidad debido
a su interacción con numerosos medicamentos, en los que potencia su toxicidad o disminuye su
efectividad debido a la capacidad inductora del hipérico sobre algunos isoenzimas de citocromo
P450 hepático, lo que puede dar lugar a una disminución de sus concentraciones plasmáticas y
la consiguiente reducción de su efecto terapéutico: antirretrovirales, warfarina, ciclosporina,
anticonceptivos orales, digoxina, teofilina, inhibidores de la monoamino oxidasa (IMAO),
antidepresivos tricíclicos e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS),
triptanes, etc.12,14,41 La retirada no debe ser brusca ya que alteraría las concentraciones
plasmáticas de la medicación utilizada simultáneamente.

Psicoanalépticos (Estimulantes): Panax ginseng (Ginseng), Lepidium peruvianum (Maca andina)


La raíz del ginseng contiene principios activos que son saponósidos (ginsenosidos o
panaxósidos) con acción estimulante sobre el sistema nervioso central (SNC). Tiene
propiedades estimulantes y afrodisíacas, aumentando la resistencia a la fatiga y al estrés.4, 17, 48
Su actividad es definida por algunos como adaptógena, al incrementar las defensas naturales
del organismo frente a trastornos físicos, psicológicos y biológicos.4 Los estudios clínicos han
demostrado su acción tónica y revitalizante, con mejoría del rendimiento físico e intelectual. Se
ha comprobado asimismo una disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos en
sangre.17, 49 Como reacción adversa hay que tener en cuenta la elevación de la presión arterial,
lo que desaconseja su uso en pacientes hipertensos.50 La maca andina es utilizada en medicina
popular para el tratamiento de la depresión, mejora del rendimiento en el deporte, alteraciones
de la memoria, trastornos menstruales e incremento de la fertilidad.49, 51

Antinfecciosos Prevención de infecciones urinarias: Vaccinum macrocarpum (Arándano rojo)


Recientes estudios han comprobado que, debido a su contenido en antocianinas, posee
interesantes propiedades como antiséptico urinario en la prevención de las cistitis de repetición
al actuar inhibiendo la adherencia de las bacterias causantes (Escherichia coli, Proteus mirabilis)
a las células uroepiteliales en las paredes de los conductos urinarios (vejiga, uréteres) 52,53

Oncología Antitumoral: Taxus brevifolia, Taxus baccata (Tejo). Catharanthus roseus (Pervinca
tropical). Serenoa repens (Sabal). Paclitaxel (Taxol®) y docetaxel son dos de los antitumorales
más utilizados en diversos tipos de cánceres (de mama, vejiga, pulmón) 54 Su obtención de la
corteza del tejo americano (Taxus brevifolia) y la consiguiente sobreexplotación puso en peligro
la supervivencia de esta especie. Un método alternativo a partir de cultivos de hongos epifíticos
que se encuentran en la corteza de diversas especies de Taxus mediante técnicas de ingeniería
genética solucionó el problema y garantiza esta fuente de medicamentos de gran relevancia.
Tienen actividad citostática, deteniendo la multiplicación de las células tumorales al bloquear la
división celular impidiendo la despolimerización de la tubulina de los microtúbulos en los que se
encuentran los husos mitóticos55. Los componentes activos de la pervinca tropical son
alcaloides con estructura indólica o dihidroindólica. Los dímeros por acoplación de dos
alcaloides monómeros poseen actividad antitumoral: vincristina y vinblastina. Inhiben la síntesis
de los microtúbulos celulares que participan en la formación del huso mitótico. Vinblastina está
indicado en Hodgkin, linfoma linfocítico, micosis avanzadas, carcinoma testicular y sarcoma de
Kaposi. Vincristina en leucemia aguda, Hodgkin, neurosarcoma, micosis fungoide, carcinoma de
mama y pulmón de células pequeñas. Derivados sintéticos: vinsesina, vinorelbina.17 Los
preparados de fruto de sabal son activos en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata
leve y moderada y, al contrario de los bloqueadores alfa-adrenérgicos y los inhibidores de la 5
alfa-reductasa, no solo no producen disfunción sexual, sino que mejoran dicha actividad.56,57

Sistema inmunitario Echinacea angustifolia, E. pallida, E. purpurea (Equinácea) Raíz y rizoma


de equinácea contienen polisacáridos, compuestos poliacetilénicos y fenólicos de actividad
inmunoestimulante. Se trata de un mecanismo no específico: se ha observado in vitro que
estimula la producción de citocinas y tiene capacidad de activar los fagocitos, incrementando la
fagocitosis y la actividad de las células efectoras. También origina a partir de macrófagos y
linfocitos la producción de un factor de necrosis tumoral e interferones de actividad antitumoral y
antiviral. Se utiliza en la profilaxis de infecciones de vías respiratorias superiores y como
coadyuvante en tratamientos quimioterápicos.17, 58

Tradicionalmente, las plantas medicinales sirvieron como remedios para aliviar síntomas o tratar
enfermedades, con resultados dispares. Debido a su actividad farmacológica, actuaban
directamente sobre el organismo, produciendo cambios significativos en su funcionamiento. En
este sentido, estas plantas eran estrictamente fármacos (o drogas) con capacidad de operar,
alternativamente, como remedios o venenos, dependiendo de las dosis, la oportunidad, la vía de
administración, la idoneidad de quien las indicaba, la constitución del sujeto tratado, entre otros
factores.

En el curso del siglo XIX, se aislaron los principios activos de las especies vegetales con mayor
impacto en la clínica médica. Hasta entonces, las limitaciones intrínsecas de las fórmulas
vegetales habían impedido la titulación de valores óptimos para dosis activa mínima, margen de
seguridad de la sustancia, y dosis letal media. En este sentido, se veían incrementados los
riesgos de sobredosis agudas o intoxicación accidental. Lo mismo sucedía con la incidencia de
reacciones adversas imprevistas, por causa de alguno de los innumerables compuestos
presentes en los preparados naturales.

CONCLUSIONES

En la actualidad, persiste la predilección del público no especializado por las formulaciones


vegetales. No obstante, estudios sistemáticos han establecido de manera concluyente la mayor
fiabilidad de las moléculas aisladas. Para el caso de sustratos vegetales administrados con fines
terapéuticos, el perfil de eficacia y seguridad es claramente desventajoso respecto del que cabe
atribuir a sus principios activos en forma pura.

Estos conocimientos se fueron transmitiendo y desarrollando hasta nuestros días, en que las
plantas medicinales y sus principios activos son una fuente casi inagotable de nuevos
medicamentos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Disponible en: http://www.aspirinaca.com/scripts/pages/es/historia/ historia_completa.php.

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