La mujer de Pilato, Claudia, le advierte en sueños sobre la inocencia de Jesús durante su juicio. Claudia era la única defensora de Jesús en el juicio humano. Sus sueños parecen tener un origen sobrenatural y refuerzan su actuación como voz de la conciencia recta que defendía a Jesús frente a la injusticia de Pilato.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
302 vistas3 páginas
La mujer de Pilato, Claudia, le advierte en sueños sobre la inocencia de Jesús durante su juicio. Claudia era la única defensora de Jesús en el juicio humano. Sus sueños parecen tener un origen sobrenatural y refuerzan su actuación como voz de la conciencia recta que defendía a Jesús frente a la injusticia de Pilato.
La mujer de Pilato, Claudia, le advierte en sueños sobre la inocencia de Jesús durante su juicio. Claudia era la única defensora de Jesús en el juicio humano. Sus sueños parecen tener un origen sobrenatural y refuerzan su actuación como voz de la conciencia recta que defendía a Jesús frente a la injusticia de Pilato.
La mujer de Pilato, Claudia, le advierte en sueños sobre la inocencia de Jesús durante su juicio. Claudia era la única defensora de Jesús en el juicio humano. Sus sueños parecen tener un origen sobrenatural y refuerzan su actuación como voz de la conciencia recta que defendía a Jesús frente a la injusticia de Pilato.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3
1
Claudia, mujer de Pilato
Pbro. Dr. Enrique Cases
La mujer de Pilato es mencionada una vez en el evangelio. Fue durante el juicio de Jess ante el Procurador romano. El juicio iba adquiriendo giros sorprendentes. Jess es presentado al tribunal romano muy de maana despus de la parodia del juicio religioso. Pilato escucha las acusaciones de los judos. Despus interroga a Jess y se da cuenta de su inocencia, cosa que dice claramente a los que se lo han llevado preso. Pero a partir de aquel momento comienzan sus errores al no atreverse a soltar a un inocente. Para liberarlo primero intenta enviarlo a Herodes para no tener que juzgarlo l. Al devolvrselo Herodes, reconoce de nuevo la inocencia del Seor e intenta la estratagema de compararlo con Barrabs para que lo libere el pueblo a travs del indulto. Mientras espera el veredicto popular le habla su mujer. As habla Claudia a Pilato: No te mezcles en el asunto de ese justo; pues hoy en sueos he sufrido por causa suya[592]. La sorpresa de Pilato debi ser grande. Es de suponer que en aquellos momentos tendra serios problemas de conciencia ante el curso que tomaban los acontecimientos. A la espera de la voz del pueblo, la voz de la conciencia le avisara en su interior que estaba jugando con la vida de un inocente. El sentido jurdico tambin le hablara en su inteligencia sobre el modo peligroso y poco limpio con que intentaba "hacer poltica" a costa de la justicia. Entonces llega el mensaje de su mujer, lo que debi sorprenderle mucho. Las palabras de la mujer de Pilato eran de peso para aquel hombre. A cualquier marido le ayuda la palabra de una persona de total confianza, como suele ser su esposa. Pero en el caso de la mujer de Pilato tena ms peso an por la condicin social de la que provena su mujer, ya que Claudia era de familia imperial. Este detalle es importante pues sus relaciones familiares le confieren una autoridad mayor que si tuviese otro origen. Durante la Repblica se prohiba que acudiesen las mujeres de los gobernadores con sus maridos a los lugares de destino; Tiberio concedi permiso para que fuesen. Claudia acude con su esposo Pilato, as crece la importancia de su marido en Roma, y eso es muy valioso para un gobernador designado libremente por el emperador. Era conveniente para Pilato escuchar las opiniones de su esposa con ms atencin de lo que era usual para otro gobernador.
Prescindamos ahora de la reaccin de Pilato para centrarnos en la intervencion de Claudia Prcula o Procla como se la suele llamar. Un escrito apcrifo -las Acta Pilati- afirma que perteneca a las proslitas de la puerta, es decir, a un grupo de romanas que se adheran a la religin juda, aunque no perteneciesen al pueblo de Israel. Una tradicin que se remonta al menos hasta Orgenes dice que se hizo cristiana[593]. La Iglesia Ortodoxa la venera como santa. Conoca a Jess antes del proceso? No lo sabemos, pero es muy posible pues todo Israel tena conocimiento de su actividad. Quiz acudieron a ella para pedirle ayuda alguna de las mujeres que eran discpulas del Seor cuando se enteran del prendimiento de Jess, o incluso antes cuando las intrigas de los judos se hacan ms peligrosas para el Maestro. Sea como fuere sus palabras revelan una actitud humana muy noble y una inquietud religiosa visible en la brevedad del mensaje. Claudia fue la nica defensora en el juicio humano de Jess . Su papel parece pequeo, pero es un indicio del valor de la conciencia humana recta, as como de una posible intervencin divina en sus sueos. Veamos con detalle el mensaje. Afirma con certeza que Jess es justo. Luego alega un dolor no despreciable en un sueo. En lo primero vemos actuar un juicio, en lo segundo algo que se sale de lo normal. Claudia acta con conciencia recta y se da cuenta que su marido juega con la justicia haciendo estratagemas polticos, y con ello est a punto de actuar contra la verdad en el complot contra Jess. Su conciencia le hace ver la bondad de Jess y la injusticia que est a punto de cometer 2
Pilato. Por eso hace lo que est a su alcance, y habla a su esposo. Claudia es una ayuda importante para la conciencia de Pilato. Todos los hombres sern juzgados en el tribunal de Dios segn su conciencia. El hombre tiene una ley escrita por Dios en su corazn en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la cual ser juzgado personalmente [594]. La conciencia no es una norma humana arbitraria que vara segn la cultura, la historia, la religin o la edad, sino que es una ley que el hombre no se dicta a s mismo, pero a la cual debe obedecer y cuya voz resuena cuando es necesario, en los odos de su corazn, advirtindole que debe amar y practicar el bien y que debe evitar el mal [595]. La conciencia est en todo hombre y acta siempre, pero su voz puede oirse ntida y clara, o difuminarse con otros sonidos que la pueden hacer confusa y lejana. Para reconocer en la voz de la conciencia se requiere conviene vivir de acuerdo con el bien y luchar por evitar el mal. La voz de la conciencia se hace confusa y se embota cuando las personas no quieren ser honradas. No en vano se ha dicho vive como piensas o acabars pensando como vives. El pecador, si no quiere rectificar, justifica su conducta; ya que no es posible pensar que algo es malo, hacerlo repetidamente, y vivir tan tranquilo. Unas veces elaborar bonitas y complicadas teoras; otras excusas poco consistentes, pero algo necesita . No se puede poner un polica detrs de cada polica, ni un juez detrs de cada juez. La salud de una sociedad depende de que existan en ella muchos hombres fieles a los dictados de la conciencia. La conciencia es el ncleo ms secreto y el sagrario del hombre en el que ste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto ms ntimo de aqulla . Todo hombre debe ser un buen escuchador de esas llamadas interiores, pero ms an los gobernantes.Cuanto mayor es el predominio de la recta conciencia, tanto mayor seguridad tienen las personas y las sociedades para apartarse del ciego capricho y la tirana . En el juicio de Jess queda clara la inocencia del Seor. los acusadores y los jueces pasan a ser acusados en aquel extrao juicio, pues se juzga su conciencia. Los notables de los judos no creen porque tienen pecados y resisten la gracia de Dios y el testimonio de Cristo. Pilato permite la condena de un inocente hacindose responsable ante la ley y ante la conciencia. Claudia es la voz que refleja la fidelidad a la verdad y defiende a Jess como justo. Si en el juicio de Jess hubieran estado presentes ms personas de recta conciencia los acontecimientos hubieran seguido otro curso, pero haba demasiado pecado all. Los presentes en aquel juicio ms que jueces fueron culpables por su veredicto contra la verdad y la conciencia. La condena de Jess se convierte en condena de los jueces injustos. Junto al juicio natural de la conciencia de Claudia se da un aviso que parece exceder el orden natural. Se trata de los sueos que hacen sufrir a Claudia. He padecido mucho en sueos por su causa dice a Pilato. Quiz ste se acord del aviso de Calpurnia a Cesar en el idus de marzo para que no acudiese al Senado donde fue asesinado por Bruto, es previsible un sobresalto de este hombre, ciudadano de una sociedad llena de supersticiones, pero no hizo mucho caso. La noche del Jueves Santo nada haca prever que al da siguiente estara Jess en el Pretorio siendo juzgado por el juez romano. Luego decir que los sueos de Claudia corresponden a una inquietud por los hechos que estaban sucediendo parece poco probable. Muchos Padres atribuyen un origen sobrenatural a los sueos de la mujer de Pilato[596]. Estos sueos son como un aviso sobrenatural que refuerza la actuacin natural de la conciencia. En la Sagrada Escritura se da en diversas ocasiones intervenciones de Dios en sueos. Veamos algunas:los casos ms sobresalientes son los de Jacob, los de Jos el hijo de Jacob y los de Jos esposo de Mara Santsima. Jacob tuvo un sueo en el que vea una escala que, apoyndose sobre la tierra, tocaba con su extremo en los cielos, y que por ella suban y bajaban los ngeles de Dios.() Despert Jacob de su sueo y se dijo: "ciertamente est Yav es este lugar y yo no lo saba[597]. El mismo Jess har referencia a este sueo cuando se encuentra por primera vez con el Apstol Bartolom. Jos hijo de Jacob tiene sueos en los que ve espigas que se inclinan a una central o el sol, la luna y once estrellas que le adoraban[598] y sus sueos se realizaron posteriormente. Tambin Jos se convierte en intrprete de sueos el faran [599]. Pero es ms notorio y ms prximo el modo como Dios revela sus planes y su vocacin a Jos esposo de la Virgen Mara. La primera vez se da cuando Jos percibe el embarazo de Mara sin conocer el misterio de la Encarnacin, entonces un ngel se le apareci en sueos y le aclar lo que acababa de suceder, al despertarse Jos hizo como el ngel del Seor le haba 3
mandado[600]. Despus del nacimiento del Seor, tras la adoracin de los Magos un ngel del Seor se apareci en sueos a Jos avisndole de los planes asesinos de Herodes, y le manda que se desplace a Egipto. El se levant, tom de noche al nio y a su madre, y huy a Egipto[601]. Las graves decisiones que toma Jos muestran aquellos sueos como palabra de Dios, a pesar de que poda aludir a la fantasa que suele darse en las ensoaciones. Por qu negar a Claudia una intervencin divina en cuestin tan importante como era el que los gentiles tuviesen la mxima ayuda en el juicio de Cristo?. Sea como fuere, lo cierto es que Pilato recibi una ayuda considerable para poder actuar con justicia, y la despreci. Si tenemos en cuenta las tradiciones antiguas y la veneracin de la iglesia griega Claudia la aprovech. Estos hechos nos llevan a una nueva cuestin que trataremos solamente de pasada: Dios habla de muy diversos modos a todos los hombres para manifestarles su voluntad. Cada hombre tiene una llamada y una misin divina a cumplir en esta vida. Descubrir la llamada divina, que puede parecer incidental, es de vital importancia. Desde toda la eternidad cada hombre es amado por Dios y cada uno es elegido para hacer algo en la historia de los hombres. Cmo se conoce esta voluntad? Muchos son los modos como Dios llama. Unas veces es la inquietud de la conciencia, otras una lectura, o un dolor, o una alegra, o un amigo, o, incluso un sueo. Lo seguro es que el alma bien dispuesta es sensible para captar lo que Dios quiere de ella. Claudia -defensora de Jess- fue fiel a su conciencia y dcil a las inspiraciones de Dios en el juicio de Jess. Su actuacin nos invita a ser delicados de conciencia para cumplir las indicaciones divinas.
[592] Mt 27,19 [593] Fillion. Vida de Jesucristo. p.378 [594] Vaticano II. Gaudium et spes n. 16 [595] ibid. [596] Fillion. Vida de Jesucristo. p. [597] Gen 28,12-16 [598] Gen 37,6.9 [599] Cfr Gen 41 [600] Mt 21,13-14 [601] Mt 2,13-14