Bartolomé Herrera y José María Pando fueron representantes del conservadurismo en el Perú. Herrera se dedicó al sacerdocio y se convirtió en un líder ultramontano que defendía la soberanía de la inteligencia sobre la soberanía popular. Pando fue un diplomático español que llegó al Perú luego de servir a la corona española. Fue ministro en los gobiernos de Bolívar y Gamarra con posiciones conservadoras que defendían un fuerte ejecutivo y un sistema electoral elitista. Ambos buscaron est
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Bartolomé Herrera y José María Pando fueron representantes del conservadurismo en el Perú. Herrera se dedicó al sacerdocio y se convirtió en un líder ultramontano que defendía la soberanía de la inteligencia sobre la soberanía popular. Pando fue un diplomático español que llegó al Perú luego de servir a la corona española. Fue ministro en los gobiernos de Bolívar y Gamarra con posiciones conservadoras que defendían un fuerte ejecutivo y un sistema electoral elitista. Ambos buscaron est
Bartolomé Herrera y José María Pando fueron representantes del conservadurismo en el Perú. Herrera se dedicó al sacerdocio y se convirtió en un líder ultramontano que defendía la soberanía de la inteligencia sobre la soberanía popular. Pando fue un diplomático español que llegó al Perú luego de servir a la corona española. Fue ministro en los gobiernos de Bolívar y Gamarra con posiciones conservadoras que defendían un fuerte ejecutivo y un sistema electoral elitista. Ambos buscaron est
Bartolomé Herrera y José María Pando fueron representantes del conservadurismo en el Perú. Herrera se dedicó al sacerdocio y se convirtió en un líder ultramontano que defendía la soberanía de la inteligencia sobre la soberanía popular. Pando fue un diplomático español que llegó al Perú luego de servir a la corona española. Fue ministro en los gobiernos de Bolívar y Gamarra con posiciones conservadoras que defendían un fuerte ejecutivo y un sistema electoral elitista. Ambos buscaron est
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1.
-Representantes del Conservadurismo en la Historia del Per
1.1 Bartolom Herrera Hurfano desde 1813, inici su formacin intelectual bajo la direccin de Luis Vlez, su to materno. En febrero de 1823, ingres al Real Convictorio de San Carlos. Al ser evidentes sus aptitudes religiosas, fue el propio rector del convictorio, Manuel Jos Pedemonte, quien impuls su dedicacin al sacerdocio. En un inicio, se dej ganar por las doctrinas del republicanismo y el regalismo, insinuando incluso sospechas contra el primado del Papa. Pronto, sin embargo, se vera impresionado por lecturas del pensamiento de la Restauracin francesa, particularmente del historiador poltico Franois Guizot, as como la del doctrinarismo espaol de la poca de Isabel II, en particular de Juan Donoso Corts, lder de la reaccin espaola contra el liberalismo. En 1839, Bartolom Herrera fue nombrado director de la Biblioteca Nacional, y un ao despus obtuvo el curato de Lurn. En 1842, asisti, como Rector, al inventario de libros de la biblioteca del Convictorio de San Carlos efectuado durante la visita del doctor Manuel Ascencio Cuadros. Ese ao ley su famoso Sermn por accin de gracias por el aniversario de la Independencia, manifiesto ultramontano con fuerte impronta del providencialismo del francs Bossuet y que marca una frontera en su pensamiento poltico. Durante esos aos, tambin fue parte de la comisin revisora de los libros que ingresaban a la Biblioteca Nacional, dirigida en ese entonces por Francisco de Paula Gonzlez Vigil, y fue docente en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En ese periodo introdujo los manuales de krausismo alemn, traducidos del francs por l mismo. Por otro lado, postulaba que un grupo reducido deba estar al frente de la nacin, la "soberana de la inteligencia", inspirada en la filosofa francesa de la Restauracin contra la "soberana popular" jacobina de los liberales (el padre Francisco Xavier de Luna Pizarro y Jos Glvez Egsquiza). Su carrera poltica, por otra parte, se inici con una diputacin por Lima, en el ao 1849. Fue presidente de esa cmara y en 1851 asumi la Direccin General de Instruccin, creada por el presidente Jos Rufino Echenique. En 1852, fue nombrado ministro plenipotenciario ante las cortes de Npoles, Turn y El Vaticano. En Europa se entrevist con los principales reaccionarios de la poca; conoci a Juan Donoso en Pars y trabaj como capelln para el Papa Po IX. Ms adelante, se encarg de los ministerios de Justicia e Instruccin Pblica, Gobierno y Relaciones Exteriores. Suscribi la Convencin Fluvial, por la que el Emperador reinante del Brasil reconoci a las naves peruanas el derecho de libre navegacin por el Amazonas. Designado Obispo de Arequipa, tom posesin de su sede el 6 de enero de 1861, cargo que ejerci hasta su fallecimiento en 1864.
1.2 Jos Mara Pando Perteneciente a una noble y opulenta familia asentada en Lima, entonces capital del Virreinato del Per, sus padres fueron el espaol Joseph Antonio Pando de Riva y Fernndez de Liencres, I conde de Casa Pando, y la dama criolla Teresa Remrez de Laredo y Encalada, hija del Conde de San Javier y Casa Laredo. Sus hermanas fueron las condesas de San Pacual Bailn y Villar de Fuentes. A temprana edad pas a Espaa, donde se educ en el Real Seminario de Nobles de Madrid, donde se destac por su talento. A la edad de 15 aos ingres al servicio diplomtico de la Corona. Su primer destino fue la legacin de Parma. En 1804 pas a Roma como agregado a la legacin acreditada ante la Santa Sede; al parecer fue all donde conoci a Bolvar, con quien trab una gran amistad. Cuando en 1808 fue impuesto como rey de Espaa Jos Bonaparte, hermano de Napolen, muchos espaoles se negaron a reconocerlo como tal, entre ellos Pando y los dems miembros de la legacin de Roma. Por ello fue confinado en la fortaleza alpina de Fenestrelle. Luego tres aos de estar preso, fug, y pasando por Npoles, retorn a Lima. Se desconoce las actividades que realiz por entonces en su ciudad natal; lo cierto es que regres en 1815 a Espaa, en pleno auge de la restauracin absolutista. Como haba demostrado su lealtad a la monarqua borbnica, el rey Fernando VII lo acogi calurosamente y lo envo a los Pases Bajos como secretario de la embajada, ascendiendo luego a Encargado de Negocios por ausencia del titular. En 1818 volvi a Espaa, siendo ascendido a Oficial de la Primera Secretara de Estado y luego Secretario del rey Fernando VII. Se le otorg adems la Orden de Carlos III. Cuando ocurri el pronunciamiento de Rafael del Riego en 1820, le correspondi redactar el decreto por el cual el rey prometi acatar la Constitucin liberal de 1812. Se inaugur as el llamado Trienio Liberal en Espaa. Prestigiado como diplomtico, Pando fue sucesivamente nombrado Encargado de Negocios en Lisboa, Oficial segundo en la Secretara de Estado y Secretario de la legacin en Pars. Cuando el rey Fernando VII consigui en secreto que Francia preparase una nueva invasin a Espaa para poder recuperar su poder absoluto, los miembros de la embajada espaola en Pars fueron expulsados por pertenecer al gobierno liberal, entre ellos Pando. No obstante, Pando arrib a Madrid cuando el gobierno constitucional todava subsista, y acept el cargo de Secretario de Estado de Espaa, que ejerci desde el 13 de mayo de 1823 hasta el 29 de agosto de 1823. El 27 de mayo dirigi a las cancilleras la clebre circular donde protestaba contra el derecho de intervencin, que a la sazn aplicaban los pases miembros de la Santa Alianza para hacer fracasar los progresos del sistema constitucional. Sin embargo, no consigui evitar que las tropas francesas sometieran al gobierno liberal, apoyados por los conservadores espaoles. Escapando de la feroz restauracin absolutista, se embarc hacia el Per, que por entonces se hallaba en los das cruciales de su emancipacin poltica. En junio de 1824 desembarc en el Callao, que an se hallaba ocupado por los espaoles, y con el permiso del general Jos Ramn Rodil pas a Lima, para atender asuntos familiares. A fines de ese ao deba embarcarse hacia Chile, pero fue entonces cuando Simn Bolvar, ya triunfador en Junn y Ayacucho, le ofreci que se pusiera a su servicio. Pando acept y fue nombrado ministro de Hacienda, cargo que ejerci de 25 de marzo a 20 de mayo de 1825. Luego, como ministro plenipotenciario, fue agregado a la delegacin que represent al Per en el Congreso de Panam. De vuelta al Per, fue nombrado Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores del Per, cargo que ejerci del 18 de mayo de 1826 al 27 de enero de 1827. Tras la reaccin nacionalista y liberal de 1827 contra la influencia de Bolvar, fue excluido de la administracin pblica. Volvi a la vida poltica al iniciarse el primer gobierno del general Agustn Gamarra, convirtindose en uno de los ms importantes sostenedores de ese rgimen, de tendencia conservadora. Fue entonces ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, en tres ocasiones: del 31 de diciembre de 1829 al 20 de julio de 1830, del 1 de junio al 29 de julio de 1832, y de l31 de diciembre de 1832 al 11 de abril de 1833. Tambin fue ministro de Hacienda, de 21 de julio de 1830 a 23 de abril de1831. Cabe resaltar la valiosa labor que desempe en la cancillera peruana, manteniendo a raya las desmedidas reivindicaciones territoriales de los ministros plenipotenciarios de Colombia y Ecuador, Toms Cipriano de Mosquera y Diego Novoa, y haciendo respetar el statu quo fronterizo. Finalizado el gobierno de Gamarra, Pando se comprometi en la revolucin del general Pedro Pablo Bermdez contra el gobierno provisorio de Luis Jos de Orbegoso. Bermdez, hombre de Gamarra, se autoproclam Jefe Supremo el 4 de enero de 1834 y Pando fue su ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, pero brevemente, pues en abril de ese mismo ao las fuerzas bermudistas, tras apresar a su caudillo, se reconciliaron con Orbegoso en el llamado abrazo de Maquinhuayo. En 1835 Pando regres a Espaa, desilusionado del desbarajuste poltico de su pas natal, pero pese a sus esfuerzos, no logr que se le reconocieran sus servicios a la corona espaola, por haber sido ministro del libertador Bolvar. Tras sufrir algunos maltratos, vivi en el olvido durante algunos aos, hasta que falleci.
Ideas Polticas: Pando fue defensor de un Ejecutivo con grandes poderes y un sistema electoral con un reducido nmero de electores, luego de la partida de Bolvar del Per. Organiz un saln literario en su casa a finales de los aos veinte y comienzos de los treinta, formando un grupo que abog por el orden poltico y el elitismo. Participaron de la tertulia de Pando, personalidades como Andrs Martnez, Felipe Pardo y Aliaga, Jos Joaqun Olmedo, Jos Joaqun de Mora, Manuel Urquijo y Jos Antoln Rodulfo. Pando, preocupado por la anarqua de los pases sudamericanos, pretendi instaurar en el Per un Estado en forma, un orden que, una vez constituido, garantizara las libertades de los ciudadanos. Por esa razn su predileccin por reforzar los poderes del ejecutivo, limitar el ejercicio de la ciudadana (tal como suceda en la Europa liberal de la poca mediante el sufragio capacitario), y su pretensin por organizar la administracin en el pas. De ah su intencin por aplicar algunas tesis de Guizot, entre ellas la "aristocracia del saber" en el gobierno. Sin embargo, existe una leyenda negra sobre Pando. Se le ha considerado como un poltico inconsecuente y de lealtades cambiantes, un "proteo", como se le adjetivaba en su poca. Del mismo modo se le ha querido enrostrar su apego a los caudillos militares, esto es, haber propugnado el militarismo. Empero, ello es incorrecto. Pando con solo postular la tesis de la aristocracia del saber demostraba su animadversin hacia los militarismos. No obstante, era consciente de que en la situacin que en ese entonces viva la repblica peruana, la presencia militar se haca ms que necesaria para procurar contener la anarqua y otros males que acechaban la repblica. Lamentablemente, Pando fracas. Todo el odio y encono que se le tena por haber sido un advenedizo en la independencia, brindar su colaboracin a Bolvar y apoyar a Gamarra, se multiplic al haber participado en la revolucin de Bermdez. Esa fue una de las razones para retirarse del pas. Las principales ideas polticas de Pando, durante su estancia en el Per, se encuentran en los peridicos Crnica Poltica Literaria de Lima (1827), Mercurio Peruano (1827 - 1829) y La Verdad (1832 - 1833).
1.3 Felipe Pardo y Aliaga Naci en el seno de una familia aristocrtica. Sus padres fueron el magistrado gallego Manuel Pardo Ribadeneira (oidor de la Real Audiencia de Lima y regente de la del Cuzco) y la dama limea Mariana de Aliaga y Borda (hija de los marqueses de Fuente Hermosa de Miranda). Los primeros aos de su infancia transcurrieron en Cuzco y all fue testigo del ensaamiento con que trataron los revolucionarios de 1814 a su padre (entonces regente de la Audiencia cuzquea), quien fue apresado y sentenciado a muerte, pena que no lleg a cumplirse debido a la derrota de los rebeldes. En 1821, tras la proclamacin de la Independencia del Per, su padre decidi marcharse con su familia a Espaa. All, Felipe Pardo estudi bajo la gua de Alberto Lista, en el Colegio de San Mateo; y bajo el amparo de aquel maestro ingres a la Academia del Mirto, donde altern con Jos de Espronceda, Ventura de la Vega y otros escritores notables. Esta estancia en tierra europea le permiti obtener una formacin de orientacin clsica. Alberto Lista, de notable influencia en su tiempo, es considerado un romntico, pero del tipo conservador, es decir, ms cercano al romanticismo histrico (el que buscaba la estabilidad de los valores tradicionales) que al liberal (el que estaba ligado a los movimientos revolucionarios de ese tiempo), lo que explica que el programa de estudios de su colegio tuviera una base neoclsica. Regres al Per en 1828, para hacerse cargo de intereses familiares, ya que sus abuelos maternos haban fallecido haca poco. Establecido en Lima, fue nombrado profesor de Matemticas y Filosofa en el Seminario de Santo Toribio, y se dedic a los estudios forenses para recibirse de abogado, en la Universidad de San Marcos. Pero el hecho ms importante de esta poca fue su contacto con el ministro Jos Mara de Pando, quien en 1827 haba fundado un nuevo Mercurio Peruano, importante diario de la poca. Pando era ya muy reconocido por sus simpatas autoritarias. La amistad que naci entre ambos hizo que Pardo se integrara al grupo de amigos que Pando reuna para discutir temas polticos y literarios: Hiplito Unanue, Jos Joaqun Olmedo, Manuel Ignacio de Vivanco, el espaol Jos Joaqun de Mora y otros. Public su primer trabajo literario en el Mercurio Peruano: una oda titulada Vuelta de un peruano a su patria. En adelante, aparecieron otros poemas suyos, as como crticas teatrales. A fines de 1828, pas a ejercer la direccin de dicho peridico, junto con Antoln Rodolfo. En 1830, por influjo de Pando, a la sazn Ministro de Gobierno, fue nombrado editor del peridico oficial El Conciliador. Del mismo modo fund, a su costa, La Miscelnea. Eran los das del primer gobierno del general Agustn Gamarra. En ese ao estren la pieza teatral Frutos de la educacin, que recibi una fuerte crtica, especialmente del cura Jos Joaqun de Larriva, con quien mantuvo un enfrentamiento literario. En septiembre de 1830 fue nombrado Secretario de la Legacin peruana en Bolivia. De paso por Arequipa, se examin para optar el ttulo de abogado. De vuelta a Lima, contrajo matrimonio con Petronila de Lavalle y Cabero, joven perteneciente a una importante familia de la elite limea. Meses ms tarde, estren Don Leocadio y el aniversario de Ayacucho. Luego intervino activamente en la poltica. Hizo oposicin al gobierno del general Luis Jos de Orbegoso. Su primera orden de deportacin ocurri en 1834, acusado de participar en una conspiracin contra Orbegoso. Sin embargo, Pardo logr eludir la orden, escondindose en diferentes barcos anclados en el puerto del Callao. Finalmente, fue amnistiado. De vuelta a la actividad, public el peridico El Hijo del Montonero, en contraposicin del peridico orbegosista El Montonero (1834). Tras la ascensin al poder del teniente coronel Felipe Santiago Salaverry, salud y colabor con esta administracin (vase los editoriales de El Voto Nacional) y, posteriormente, medi en la conciliacin de Salaverry con Agustn Gamarra, en vista de la unidad que el pas necesitaba ante la invasin boliviana dirigida por Andrs de Santa Cruz (1835). En esa ocasin realiz una breve y festejada obra de propaganda y ataque contra el invasor, en los peridicos El Coco de Santa Cruz, Para Muchachos y El Conquistador. Salaverry lo nombr ministro plenipotenciario en Espaa, por lo cual parti con toda su familia desde el Callao, haciendo escala en Chile. Pero en Santiago se enter de la derrota y fusilamiento de Salaverry, por lo que decidi permanecer en esa ciudad, dedicado a una feroz crtica periodstica contra Santa Cruz y la flamante Confederacin Per-Boliviana, a travs de publicaciones como El Intrprete y La Jeta. Es ms, promovi las dos Expediciones Restauradoras que partieron de Chile para liquidar dicha Confederacin. Dichas expediciones la conformaban chilenos y peruanos aliados contra Santa Cruz. Sin embargo, Pardo intent desvincularse de la segunda campaa, pues los generales peruanos Luis de Orbegoso y Domingo Nieto, al frente del Estado Nor- Peruano, se haban alzado contra Santa Cruz. Visto este nuevo escenario, Pardo consider que la presencia de un ejrcito extranjero en el Per (el chileno) careca ya de justificacin. A partir de entonces se dio una de las etapas ms caticas de la historia de la repblica peruana, llegando a haber hasta siete presidentes al mismo tiempo. Desengaado, Pardo decidi regresar a Chile. De todos modos, la segunda expedicin restauradora logr su objetivo de derrotar a Santa Cruz y acabar con la Confederacin (1839). Tras la cada de la Confederacin, Pardo retorn al Per. Pero una vez ms pas al destierro, dejando a su familia en Lima. En 1840 el Congreso General de Huancayo le permiti regresar, y poco despus pas a ser vocal de la Corte Suprema del Per. Nuevamente desterrado, volvi en 1842, para curarse de una enfermedad en las piernas en los baos de Yura, cerca de Arequipa. Por esta poca escribi su peridico ms recordado: El espejo de mi tierra (dos nmeros, en 1840), considerado una valiosa antologa de la literatura costumbrista peruana del siglo XIX. En esta publicacin aparecieron cuentos, poemas humorsticos y artculos del propio Pardo: Un viaje y El paseo de Amancaes, que son en la actualidad los ms mencionados. Especialmente el primero, cuyo personaje, el nio Goyito, representa al "nio bien" de Lima. Detrs del argumento se puede leer un ataque a la educacin consentidora de los muchachos criollos y lo poco orientada que ella estaba a formar jvenes virtuosos y emprendedores. Las crticas a sus ideas no se hicieron esperar. Apareci al poco tiempo Lima contra El Espejo de mi tierra, que contaba con la colaboracin de Manuel Ascencio Segura, el otro escritor fundamental de esa poca. Sin firmarlas, Pardo y Segura intercambiaron letrillas satricas, uno contra otro, para deleite de sus lectores. Desde una posicin social, menos privilegiada, Segura y sus dems crticos le achacaban su conservadurismo que lo llevaba a posturas antidemocrticas, adems de caer en ciertos prejuicios raciales. El espejo de mi tierra tuvo una vida breve, pero reapareci en un nico nmero en 1859, aunque en esta ocasin se concentr en la crtica poltica. Dicha publicacin, en sus dos periodos, concentra los mejores trabajos articulistas de Pardo. Durante el Directorio de Manuel Ignacio de Vivanco, Pardo fue Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores (1843-1844). En 1844 edit el peridico La Guardia Nacional, que tuvo 37 nmeros, en donde defendi a Vivanco, representante del conservadurismo poltico. Dicha publicacin se cuenta entre las ms notables aparecidas en Lima. Cuando Vivanco fue derrotado y derribado por la revolucin constitucionalista encabezada por Ramn Castilla, Pardo tuvo que partir al destierro por sptima vez. Sin embargo, volvi y acept servir en el primer gobierno de Castilla, siendo nuevamente nombrado Ministro de Relaciones Exteriores, entre 1848 y 1849. Por entonces su salud se deterior considerablemente. Sin embargo, en los aos siguientes sigui ocupando cargos polticos. El ms alto fue el de vicepresidente del Consejo de Estado, en 1851, un cargo que en realidad representaba ms que nada un reconocimiento a su trayectoria como hombre pblico. Su enfermedad continu su curso inexorable y en vano viaj a Europa para tratarse, entre marzo de 1850 y julio de 1851. Llegara a quedar inmvil y a perder la visin. Pardo continu con sus escritos, a veces contrarios a los hbitos del gobierno mismo, a pesar de ser parte de l. Cuando se reuni la Convencin Nacional en 1855 para elaborar una nueva Constitucin, public sus poemas cvicos El Per y Constitucin poltica, este ltimo en un nuevo y ltimo nmero de El espejo de mi tierra (1859). En 1860, la Real Academia de la Lengua Espaola, a propuesta de sus antiguos compaeros de colegio, Ventura de la Vega, Roca de Togores y Segovia, lo eligi miembro correspondiente, siendo el primer peruano en recibir esta distincin. Aquejado por sus problemas de salud, se retir definitivamente de las actividades pblicas, dedicndose exclusivamente a sus labores literarias. Ayudado por su hija Francisca (a quien llamaba cariosamente Paca), dedic las pocas energas que le quedaban para la recopilacin de sus obras, en prosa y verso, la cual apareci impresa al ao siguiente de su muerte, con prlogo de su hijo Manuel Pardo y Lavalle.
1.4 Riva Gero y Osma Su padre fue Jos Carlos Francisco de la Riva Agero y Riglos, hijo de Jos de la Riva Agero y Looz Corswarem y nieto del primer presidente del Per, Jos de la Riva Agero y Snchez-Boquete. Su madre fue Mara de los Dolores de Osma y Sancho- Dvila, hija de Ignacio de Osma y Ramrez de Arellano y Carmen Sancho-Dvila y Mendoza. Pertenecientes ambos a nobles familias limeas de ascendencia colonial, hered el ttulo de Marqus de Montealegre de Aulestia. Naci en 1885 en una casona de la familia Ramrez de Arellano (actual sede del Instituto Riva-Agero). A la muerte de su padre (1906) y su madre (1926), fue adoptado por su ta, Rosa Julia de Osma y Sancho-Dvila, marquesa de Casa-Dvila. Hizo sus estudios escolares en el Colegio Sagrados Corazones Recoleta de Lima, del que se gradu en 1901. En 1902 ingres a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para estudiar filosofa, letras y derecho. Se gradu en 1905 como bachiller en letras con la tesis El carcter de la literatura en el Per independiente y logr su doctorado en 1910 con el clebre estudio La historia en el Per. Asimismo, obtuvo un bachillerato en Jurisprudencia en 1911 con un estudio sobre el Fundamento de los interdictos posesorios. Tras un largo viaje por pueblos de Bolivia y la sierra sur del Per, escribi una serie de memorias de viaje, publicadas parcialmente en el Mercurio Peruano y que aos despus de su muerte seran reunidas en el libro Paisajes peruanos. Al volver a Lima, se recibi de abogado el 27 de noviembre de 1912, con un Ensayo de filosofa jurdica en torno al concepto de Derecho. Se uni al Ejrcito al producirse los conflictos con Bolivia (1909) y Ecuador (1910), aunque nunca estuvo en servicio activo. Su participacin en la vida poltica se inici el 12 de setiembre de 1911, cuando el diario El Comercio public un artculo suyo titulado "La Amnista", donde exiga al gobierno de Augusto B. Legua la promulgacin de una ley de amnista para los presos involucrados en la intentona golpista del 29 de mayo de 1909. Asimismo, criticaba la situacin poltica y social, el exceso de gastos y emprstitos del gobierno y la debilidad del Congreso. El gobierno, por intermedio del ministro de Gobierno Juan de Dios Salazar y Oyarzbal, orden la detencin de Riva Agero. Fue entonces que la juventud universitaria sali a protestar a las calles, gritando abajo la dictadura y viva la democracia, siendo reprimida severamente por la gendarmera. Este acontecimiento constituy el primer choque de los universitarios y la fuerza pblica que registran los anales histricos del Per. 1 Esta protesta, sumada a la del parlamento y la prensa, hizo que Riva Agero fuera puesto en libertad, e incluso provoc la cada del ministro del Gobierno. Luego, viaj a Europa, a fin de participar en el Primer Congreso de Historia y Geografa Hispano-americanas, realizado en Sevilla en 1914. A su retorno al Per, fund en 1915 el Partido Nacional Democrtico, integrado mayormente por jvenes profesionales de su generacin que apoyaron la candidatura presidencial de Jos Pardo y Barreda, quien gan las elecciones de ese ao. Al realizarse las elecciones de diputados por Lima en 1917, Riva Agero y los suyos se abstuvieron de participar, al aducir que no pensaban en el presente, sino en el maana. Por ello, la prensa los apod de futuristas y as se conoci desde entonces a su partido: el Partido futurista. En 1916, Riva Agero pronunci en San Marcos un Elogio del Inca Garcilaso de la Vega, en el marco de la conmemoracin del tercer centenario de la muerte del Inca Garcilaso de la Vega. El entonces joven periodista Jos Carlos Maritegui lo critic severamente desde las columnas de La Prensa en lo concerniente a algunas peculiaridades sobre el uso del idioma. A raz de este incidente, Riva Agero tuvo siempre un trato desdeoso hacia quien se convirti poco despus en el gran pensador socialista del Per. Por aquella misma poca, se bati a duelo con el director de El Tiempo, quien haba avivado la posibilidad de hallar culpable de traicin a su antepasado, el prcer Jos de la Riva Agero y Snchez Boquete. En 1918 dict en la facultad de Letras de San Marcos una serie de lecciones sobre el Per prehispnico; sin embargo, su etapa como catedrtico sanmarquino fue corta. Al producirse el golpe de estado de Augusto B. Legua el 4 de julio de 1919, Riva Agero lanz un manifiesto a la nacin ese mismo da, en el que defendi el orden constitucional. Acto seguido viaj a Europa. Su autoexilio se prolong lo que dur el rgimen leguista, conocido despus como el Oncenio. Esta estada europea fue muy fecunda. Pas por Francia, Italia y Espaa; en estos dos ltimos pases profundiz en las fuentes clsicas de la cultura peruana y confront informaciones documentales acerca de la historia de su patria. En su pensamiento se oper una fundamental modificacin al evolucionar desde un liberalismo racionalista hacia un severo conservadurismo afianzado en la fe catlica. Este cambio lo impuls a legitimar y recuperar el ttulo familiar de marqus de Montealegre de Aulestia (1926) y de Casa Dvila (1929) ante la Corona espaola. Retorn al Per en agosto de 1930, el mismo da en que renunciaba Legua, siendo testigo de la terrible crisis poltica que sobrevino despus. Retom entonces su carrera poltica; no quiso ser diputado constituyente, pero s acept ocupar una serie de cargos pblicos: fue alcalde de Lima en 1931-1932, presidente del Consejo de Ministros y ministro de Justicia, Instruccin y Culto de 1933 a 1934, durante el gobierno de scar R. Benavides, cargo al que renunci por no aceptar la ley que aprobaba el divorcio de mutuo disenso, que atentaba contra la fe catlica. Fue decano del Colegio de Abogados de Lima (1936), pese a que nunca ejerci la abogaca, y director de la Academia Peruana de la Lengua (1934-1944). Fue tambin presidente del movimiento cvico Accin Patritica, creado para respaldar la candidatura presidencial de Manuel Vicente Villarn durante las frustradas elecciones de 1936. En 1937 dict en la Universidad Catlica un curso sobre la civilizacin peruana prehispnica. Luego efectu un viaje alrededor del mundo (1938-1940) que lo llev a Japn, a otros pases de Oriente de vieja tradicin cultural y algunos de Europa que por entonces eran regidos por dictaduras. Su temor hacia el comunismo internacional (ateo y antirreligioso por naturaleza) lo llev a elogiar y apoyar a los regmenes fascistas europeos de Italia, Alemania y Espaa. Falleci en 1944, en su habitacin del Hotel Bolvar de Lima, como consecuencia de un derrame cerebral. Tena entonces 59 aos de edad y fue, segn su voluntad, embalsamado y vestido con el hbito de la Orden de San Francisco, enterrado en el mausoleo de su familia en el Cementerio Presbtero Maestro, junto a su abuelo, Jos de la Riva Agero y Looz Corswarem, y su bisabuelo, el mariscal Jos de la Riva Agero. Si bien inicialmente pretendi dejar a la Universidad de San Marcos su fortuna heredada de su ta, Rosa Julia de Osma y Sancho-Dvila, marquesa de Casa-Dvila, hermana de su madre y eximia catlica, el predominio de ideas liberales y el surgimiento del atesmo en su alma mater, motiv que finalmente la legara a una institucin ms ligada a la Iglesia Catlica: la Pontificia Universidad Catlica del Per. Dej como albaceas de su fortuna a Pedro de Osma y Pardo, Carlos Arana Santa Mara y a Vctor Andrs Belande Diez Canseco. Sus discpulos ms importantes fueron los historiadores peruanos Guillermo Lohmann Villena, Jos Agustn de la Puente Candamo y Pedro Benvenutto Murrieta.
Ideas Polticas: Luego de una juventud de ideales afrancesados y modernistas, con fuerte influencia de Marcelino Menndez y Pelayo, Riva Agero se interes por la sociologa francesa del siglo XIX, el liberalismo ingls y la Escuela Histrica Alemana, tanto en Derecho como en historiografa. Despus de una prolongada estancia en Roma, evolucion hacia un fuerte conservadurismo. Se puede fijar el ao de 1932 como fecha de su abjuracin de su liberalismo y su retorno al catolicismo. Polticamente, se orient a favor de los regmenes fascistas totalitarios. Es muy posible que recibiera tambin la influencia de las obras del sacerdote Bartolom Herrera, insigne conservador peruano cuyas obras se publicaron con auspicio del gobierno del presidente Augusto B. Legua a fines de los aos 1920. En lo concerniente al pensamiento sobre el Per, fue un nacionalista ferviente. Propugnaba la regeneracin del pas mediante el estudio sistemtico de su gente y de su historia; y l mismo abord prcticamente todas las pocas del pasado peruano, aunque concedi mayor atencin a la poca colonial. Fue favorable a la forma monrquica de gobierno en el momento de la independencia (1821-1824), a la defensa territorial peruana sobre la base de los lmites del pas bajo la monarqua borbnica y al proyecto fallido de la Confederacin Per-Boliviana.
1.5 Manuel Ignacio Vivanco Hijo de Bonifacio Antonio de Vivanco y Caedo, comerciante, y de la dama limea Marcela de Iturralde y Gorostizaga. Inici estudios en el Real Convictorio de San Carlos, pero luego de proclamada la independencia se incorpor a las filas patriotas (28 de noviembre de 1821). Fue destinado como guardiamarina y particip en una expedicin a la cual se asign a bloquear los puertos intermedios del sur; efectu luego un desembarco sorpresivo en Arica, realiz una campaa de hostigamiento contra la escuadra espaola y protegi la travesa de los transportes militares en los cuales regresaron las fuerzas vencedoras de Pichincha. De vuelta a Lima, solicit pasar al ejrcito. Sirvi algunos meses como cadete y ascendido a subteniente particip en la Segunda Campaa de Intermedios (1823), que bajo las rdenes del general Agustn Gamarra penetr en el Alto Per, para luego desde Oruro emprender la retirada hacia la costa. Luego particip en la campaa del norte contra el presidente Jos de la Riva Agero, se sum al ejrcito libertador de Bolvar y concurri a las batallas de Junn y Ayacucho (1824). Ascendido a teniente segundo, concurri a la campaa de pacificacin del Alto Per; durante ella fue promovido a teniente primero (1825), y a su regres actu en las operaciones iniciales contra los rebeldes iquichanos, quienes en Huanta todava batallaban bajo bandera espaola (1826). Entre guerras y revoluciones Sucesivamente promovido a capitn graduado (1827) y efectivo (1828), fue incorporado al estado mayor de la Divisin del Norte en la guerra contra la Gran Colombia. Combati en la batalla del Portete de Tarqui (27 de febrero de 1829) y luego fue destacado a las fuerzas de ocupacin en Guayaquil. All contribuy a la edicin de El Atleta de la Libertad, peridico destinado a combatir el desenvolvimiento de la guerra y la conducta de Gamarra. Ordenada su prisin, se traslad precipitadamente a Lima, donde solicit su retiro al ser derrocado el presidente Jos de La Mar. Pero no se acept su peticin y pas a ser edecn del general Antonio Gutirrez de La Fuente, siendo ascendido a sargento mayor. Ms tarde fungi de secretario en la misin a Bolivia encabezada por el ministro Pedro Antonio de la Torre y Luna-Pizarro, misin que dio origen a los tratados suscritos en Arequipa (1831); con los textos suscritos torn a Lima para disfrutar de licencia. Graduado de teniente coronel, se le confi la direccin del Colegio Militar establecido en Lima (1832), y reconocida la efectividad de su clase, el presidente Luis Jos de Orbegoso le confi el mando del batalln Cuzco. Desde tal posicin apoy el pronunciamiento del general Pedro Pablo Bermdez (4 de enero de 1834) y pas a asumir la prefectura de Lima. Pero debi abandonar la capital, debido a la hostilidad popular (28 de enero), y cabalgando al lado de La Mariscala, result herido en un muslo. Debelada dicha revolucin, pas a Bolivia. De vuelta al Per, inicio trabajos agrcolas en Majes, pero con ocasin de la invasin boliviana, se reincorpor al servicio, colaborando primero con el mariscal Gamarra, a quien acompa en la batalla de Yanacocha; apoy luego al general Felipe Santiago Salaverry, quien lo incorpor a su estado mayor y lo ascendi a coronel (1835). En la campaa efectuada sobre Arequipa fue hecho prisionero al ser derrotado en el combate del Gramadal (26 de enero de 1836), consiguiendo su liberacin tras ser canjeado por dos oficiales bolivianos (5 de febrero. Lucha contra la Confederacin Per-Boliviana. Tras la batalla de Socabaya emigr a Chile y se uni all a los conspiradores contra la Confederacin Per Boliviana, participando en las expediciones restauradoras de 1837 y 1838, pero en ambas mantuvo una posicin personalista y se rode de un grupo de personas adictas, a los cuales se les dio el apelativo criollo de la argolla. Cuando durante la segunda de dichas expediciones los restauradores marcharon a luchar contra Orbegoso, presidente del Estado Nor-Peruano, Vivanco se neg a luchar, aduciendo que solo haba venido a combatir a Santa Cruz. No obstante, hubo de cumplir eventuales comisiones de servicio y fue nombrado prefecto de Arequipa el 16 de noviembre de 1839, ya bajo el segundo gobierno de Gamarra. Su revolucin regeneradora (18419). Como muchos jefes militares tuvo ambicin de poder e inici en Arequipa un movimiento regenerador el 4 de enero de1841, tomando el ttulo de Jefe Supremo. Para combatirlo, Gamarra envi a su ministro de Guerra, general Ramn Castilla, quien sufri un revs en Cachamarca (25 de marzo) para luego triunfar en Cuevillas (30 de marzo), obligando a Vivanco a emigrar a Bolivia. Fue el inicio de la rivalidad entre Castilla y Vivanco, una de las ms intensas en la historia republicana del Per.
2.-Liberalismo versus el Conservadurismo El panorama poltico latinoamericano de la poca estuvo dominado mayoritariamente por la presencia de liberales y conservadores. La participacin poltica estaba restringida a un grupo limitado de los habitantes del pas, que eran los que tomaban las principales decisiones. Los partidos polticos, como agrupaciones organizadas y burocratizadas prcticamente no existan, y con el tiempo las organizaciones polticas tendan a convertirse en maquinarias destinadas nicamente a ganar las elecciones. De modo, que se activaban en las cercanas de los comicios y luego pasaban por un perodo de aletargamiento. Por ello la actividad poltica sola realizarse en los salones sociales, en los clubes y en las tertulias donde coincidan los miembros de la oligarqua. Las relaciones personales y familiares eran fundamentales, al igual que los lazos regionales y las redes informales, y solan estar por encima de las diferencias ideolgicas. Las caractersticas de unos y otros tambin variaban de pas a pas, dependiendo en gran medida de su composicin social: importancia de las comunidades indgenas, existencia de grupos de artesanos urbanos, peso de los campesinos, etc. Al ser muy tenues las diferencias entre liberales y conservadores, era ms importante la adscripcin partidaria, basada en lealtades personales, que la ideolgica. Esto no significa que no exista una lnea de pensamiento liberal y otro conservador desde el principio de la vida republicana, pero stas no siempre se reflejaban de un modo homogneo en la actividad poltica y partidaria. Entre 1820 y 1845 buena parte de los polticos latinoamericanos seguan en materia econmica al liberalismo manchesteriano. De ellos saldran posteriormente los liberales y los conservadores. Estas diferencias se observan en Chile, donde se enfrentaban los pelucones o estanqueros (conservadores) con los pipiolos (liberales y federalistas). La coherencia ideolgica era difcil de encontrar en unos y otros, no slo en temas estrictamente polticos, sino tambin en materia doctrinaria. Muchos de los liberales econmicos no tuvieron reparos en levantar banderas proteccionistas cuando la situacin del comercio exterior as lo requiri, caso de Lucas Alamn en Mxico, o de Alejandro Osorio en Colombia. Desde mediados del siglo en adelante los liberales latinoamericanos renovaron su fe librecambista ante el incremento de las exportaciones, con algunas excepciones, como el proteccionismo mexicano. Hasta los aos cuarenta, el conservadurismo actu sin una doctrina demasiado elaborada y al, basar su prctica poltica en el ejercicio del poder tampoco la necesitaban demasiado. Este hecho dificulta definir a los distintos regmenes como conservadores, ya que las opciones que se presentan son muy amplias. De este modo, podran sealarse como conservadores a regmenes tan diversos como el de Diego Portales, en Chile; el de Pez, en Venezuela o el de Rosas en el Ro de la Plata. En ciertos casos, y desde mediados de siglo, los liberales comenzaron a contar con el respaldo del emergente grupo de los artesanos urbanos, de importancia considerable en Colombia, y en menor medida en Mxico, Chile y Per. En Venezuela, la protesta liberal, difundida en Caracas por los periodistas Toms Lander y Antonio Leocadio Guzmn, antiguo colaborador de Pez, aument de tono en 1846 y, a diferencia de otros pases, no se limit a las ciudades, dados los apuros de los campesinos por la evolucin de los precios del caf y el encarecimiento del crdito. Un tema conflictivo era el destino de los ingresos fiscales, dedicados al pago de la deuda externa, mientras la oposicin liberal reclamaba ms inversiones en obras pblicas. La conflictividad aument y en 1848 el general Jos Tadeo Monagas, presidente con el apoyo de Pez desde el ao anterior, se volvi contra su protector para acabar con la repblica conservadora e iniciar el perodo de la oligarqua liberal. En 1858, ante el aumento de la corrupcin, el desorden y la conflictividad de la poca de los Monagas, la alianza de liberales y conservadores desplaz al clan gobernante y puso fin a la oligarqua liberal. Se volvi a plantear la carrera por el poder entre azules (conservadores) y amarillos (liberales), que acab en una nueva guerra civil, la Guerra Federal, entre 1859 y 1863. En 1861 Pez retorn a la vida poltica para encabezar la resistencia azul, pero pese a su gobierno dictatorial no logr imponer sus puntos de vista. La falta de acuerdo entre las facciones oligrquicas propici la revolucin amarilla, liderada por Antonio Leocadio Guzmn, que supo canalizar el descontento popular. El rgimen liberal promulg en 1864 una nueva Constitucin. Se trataba de un corpus democrtico y federalista, que instauraba el sufragio universal masculino. Se emprendieron numerosas reformas, como la modernizacin de los transportes, la codificacin y reforma del derecho privado, la introduccin del matrimonio y los cementerios civiles, la supresin de las rdenes religiosas y la potenciacin de la enseanza primaria. A partir de mediados de siglo los conservadores tambin comenzaron a tener una mayor coherencia doctrinaria. En este sentido es muy interesante rastrear la evolucin del mexicano Alamn que comenz a elaborar en los aos cuarenta, bajo el influjo de Edmund Burke, un discurso mucho ms trabajado desde el punto de vista doctrinario, en el que la autoridad y la defensa de la tradicin pasaron a ocupar un lugar central. Hubo otros autores, como el cura peruano Bartolom Herrera, que basaron su discurso en el tradicionalismo y el escolasticismo espaol y como, segn l, la soberana provena de la razn divina, la Iglesia y su defensa se convirtieron en pilares del sistema. Despus de las revoluciones europeas de 1848 muchos liberales moderados evolucionaron hacia el conservadurismo, como reaccin a los planteamientos radicales que los revolucionarios haban esgrimido y ante el temor a que esas ideas se trasplantaran a Amrica. Pese a las coincidencias polticas de las elites, la principal lnea de fractura pasaba por las posiciones a asumir frente a la Iglesia catlica. Desde mediados de siglo la cuestin religiosa se convirti en un problema poltico importante en pases como Mxico, Colombia, Chile o Per, donde los sectores ms liberales comenzaron a abogar por la separacin entre la Iglesia y el Estado. Por el contrario, los conservadores vean en la iglesia catlica la principal baza para defender el orden social. Sin embargo, las medidas desamortizadoras adoptadas en numerosos pases respondan bsicamente a motivaciones fiscales, ante los apuros que pasaba la Hacienda pblica, ms que a los enfrentamientos en torno a la religin. Uno de los lderes conservadores que adopt en el gobierno una postura ms militante en defensa del catolicismo fue el ecuatoriano Gabriel Garca Moreno, que gobern autoritariamente entre 1860 y 1875. Consagr el pas al Sagrado Corazn, permiti el retorno de los jesuitas y en 1863 firm un concordato con el Vaticano, muy favorable para la Iglesia. Su obsesin por la religin no le impidi pacificar el pas, ni impulsar la educacin primaria, ni introducir el sufragio universal en 1861, lo que le granje cierta impopularidad entre el clero pese a su posicionamiento ideolgico. En 1865 finaliz su mandato, pero las inequvocas muestras de ineficiencia de sus sucesores facilitaron su retorno en 1869, cuando se hizo proclamar Jefe Supremo. Sus arbitrariedades aumentaron el tono de las protestas populares y en 1875 muri asesinado. En Colombia, el conservador Ospina fue elegido presidente en 1857. Ospina vea a la religin como una fuerza de movilizacin poltica y una de sus primeras medidas fue permitir el retorno de los jesuitas al pas (los conservadores ya lo haban hecho en 1844, pero los liberales los expulsaron nuevamente en 1850). El convencimiento de los liberales de que los conservadores no respetaban el federalismo condujo a una guerra civil, ganada por los primeros, que en 1861 llevaron al poder a Toms Cipriano de Mosquera, antiguo lder conservador convertido al liberalismo. Una de las primeras medidas del nuevo gobierno fue la nueva expulsin de los jesuitas junto con las restantes rdenes religiosas, la supresin de conventos y monasterios y la desamortizacin de todas sus propiedades.
3.-Conservadurismo aplicado a la poltica actual A mediados del siglo pasado se libr en el Per una pugna ideolgica entre liberales y conservadores, como expresin de esta recomposicin social y de dominio de los sectores dominantes. Los primeros sostenan como bandera: la soberana popular, la igualdad ante la ley, la descentralizacin administrativa, la ampliacin del sufragio, la separacin de la Iglesia y el Estado, y la subordinacin del ejrcito al poder civil. En otras palabras, fueron favorables al principio republicano y democrtico relativo a fomentar la conversin de los peruanos en ciudadanos, rompiendo va la universalizacin de los derechos, los lazos de relacin poltica pre-capitalista. Estos republicanos liberales tuvieron en Hiplito Unanue, Francisco Javier Maritegui, Javier Luna Pizarro, Francisco de Paula Gonzlez Vigil, los hermanos Jos y Pedro Glvez, sus ms importantes exponentes, siendo el Colegio de Nuestra Seora de Guadalupe el principal centro de irradiacin de la doctrina liberal. Por su naturaleza poco orgnica y por el tipo de estructura poltica del pas, el grupo liberal no se cohesion de manera directa con ningn sector de la clase plebeya. Por su lado, los Conservadores clamaban por un Estado autoritario, centralizador y clerical, limitado, en donde fuera posible, la mayor y ms activa participacin de las clases populares. Colocaban especial nfasis en la unidad y la preservacin del orden por medio del Estado. Mantenan la idea elitista de la poltica como manejo de gobierno y el rol adjunto a cada uno de los segmentos de la sociedad en determinadas funciones. El ms destacado representante de esta corriente fue el sacerdote Bartolom Herrera y su pensamiento encontr en el Convictorio de San Carlos el lugar de su propalacin. Sin embargo, ninguna de las dos corrientes, de la joven repblica peruana, lograron -y tampoco se lo propusieron- la formacin de organismos permanentes del tipo de partidos. Dichas funciones fueron, de alguna manera, absorbidas por la presencia hegemnica del ejrcito, especie de supra-partido, y especialmente de sus jefes constituidos en caudillos. La no aparicin de partidos daba cuenta de un sistema poltico regido por reglas excluyentes, en donde el debate se circunscribi a la escena parlamentaria, lugar en el que se encontraba representado el segmento social minoritario conformando una lite privilegiada sin lazos con el conjunto mayoritario de la clases sociales.
4.-Partidos polticos y ejemplos Coalicin Conservadora fue una coalicin de partidos polticos de derecha conservadora del Per que obtuvieron la victoria en las Elecciones generales del Per de 1939 para regresar al orden constitucional. Su lder, Manuel Prado Ugarteche fue Presidente de la Repblica del Per en dos ocasiones (1939-1945) (1956-1962). Al finalizar el periodo en1945, la alianza se disolvi, y los partidos polticos fueron por sus propios caminos. Los partidos que lo integraban fueron el Partido Conservador del Per y el Movimiento Democrtico Peruano. Partidos Conformistas Partido Constitucional Renovador del Per Accin Republicana Partido Economista del Per Partido Republicano del Per Movimiento Democrtico Peruano Partido Nacionalista del Per Partido Vanguardia Democrtica Unin Cvica Nacional Unin Revolucionaria Partido Conservador del Per Partido Descentralista Partido Social Cristiano
Los gobiernos conservadores hicieron abuso de poder aos atrs. Gracias al cambio de los partidos polticos esto ya no es posible, ya que vivimos en un estado democrtico dejando de lado los crmenes y casos cometidos en el gobierno de Alberto Fujimori. Asimismo en el pas se debe corregir errores para no volver a pasar por los mismos acontecimientos. En Poltica, se denomina conservadurismo al conjunto de doctrinas, corrientes, opiniones y posicionamientos, generalmente de centro-derecha y derecha, que favorecen tradiciones y que son adversos a los cambios polticos, sociales o econmicos radicales. En lo social, los conservadores defienden valores familiares y religiosos. Generalmente el conservadurismo se asocia al nacionalismo y el patriotismo. En lo econmico, los conservadores histricamente se posicionaron como proteccionistas en oposicin al librecambismo econmico. Actualmente esta asociacin es menos clara, ya que durante siglo XX algunos de los partidos conservadores adoptaron posiciones liberales al fusionarse con partidos de esta tendencia, aliados en la defensa del sistema socio-econmico capitalista. Consecuentemente, en la actualidad en el conservadurismo poltico coexisten diversas posturas sobre lo econmico.NO SE OPONE AL PROGRESO Y CONSERVA LAS BUENAS CUALIDADES DE LOS PAISES
El gobierno de Fujimori fue liberal Edicin de i 2007 Las reformas adoptadas a principios de la dcada pasada han llevado a pensar a muchos que en la dcada de los noventa el Per estuvo bajo un rgimen liberal. Qu tan cierta es esta afirmacin? Que el gobierno de Alberto Fujimori no fue liberal me parece algo tan evidente que no merecera mayores comentarios. Sin embargo, a pedido de los amigos de Per Econmico me animo a dar las siguientes razones:
1. El liberalismo, dicho esquemticamente, se compone de economa de mercado y democracia. La pura economa de mercado sin democracia y la pura democracia sin economa de mercado pueden dar lugar a sistemas econmicos y polticos determinados, pero nunca sern liberales. En el gobierno de Fujimori no hubo ni lo uno ni lo otro.
2. Histricamente, el capitalismo se caracteriza por haberse desarrollado en dos etapas. En primer lugar, el mercantilismo, que es el capitalismo sin competencia y con la propiedad privada restringida a los grupos de poder poltico. En segundo lugar, la economa de mercado, que es el capitalismo competitivo con propiedad difundida. En mi concepto, el gobierno de Fujimori llev a la prctica una poltica abiertamente mercantilista.
3. Fue mercantilista el fujimorismo porque privatiz empresas con monopolios legales, como el caso de Telefnica. Tambin lo fue porque, en lugar de optar por la difusin universal de la propiedad a travs del accionariado difundido, prefiri vender las empresas estatales con un propsito nicamente fiscal de conseguir los mejores precios por sus acciones. Fue, finalmente, mercantilista porque introdujo inequvocas restricciones a la competencia justificadas apenas como regulaciones de los servicios pblicos.
4. El carcter mercantilista del fujimorismo no se limit a la privatizacin de las empresas pblicas. Por el contrario, se extendi por toda su poltica econmica. La creacin de las AFP, por ejemplo, presentada generalmente como uno de los logros de ese gobierno, es claramente mercantilista porque se basa en la idea del seguro obligatorio. Ahora que se discute sobre la libre desafiliacin, debera precisarse que la verdadera libre desafiliacin es la del sistema de pensiones compulsivo.
5. Si examinamos otros aspectos ms convencionales de la poltica econmica del gobierno de Fujimori, comprobaremos que la evidencia confirma que no hubo liberalismo alguno. Para Milton Friedman, la clave para determinar el carcter liberal de una administracin consiste en comprobar cul es el gasto pblico como porcentaje del producto. La razn es que a travs de este indicador se determina no slo el tamao del Estado sino la disposicin de ste a apropiarse del dinero de los dems. Entonces, si examinamos el gasto como porcentaje del producto, veremos que durante el fujimorismo no slo no disminuy sino que lleg a incrementarse por encima de lo que haba sido en la primera administracin de Alan Garca.
6. En efecto, el gasto no financiero del Estado como porcentaje del producto pas de 11.08 en 1991 a 15.5 en el 2000. El gasto total, incluyendo el financiero, por su parte, pas de 13.2 en 1991 a 17.8 en el 2000. Es decir, gruesamente hablando, la poltica econmica del fujimorismo no redujo el tamao del Estado sino que lo aument. Esta sola constatacin es incompatible con el liberalismo. Pero lo ms notable no es slo que haya sido mayor que durante el gobierno de Toledo como en efecto lo fue sino que haya sido mayor que en el primer gobierno aprista, difcilmente sospechoso de simpatas liberales.
7. Tampoco hubo reduccin de impuestos, ni liberalizacin de mercados, ni eliminacin de aranceles, ni reforma del Estado, ni desregulacin, ni una serie de etcteras que seran, antes bien, propios de encontrarse en un programa de gobierno de raigambre liberal. Una cierta ortodoxia fiscal no puede tomarse como sinnimo de liberalismo. Vaclav Klaus, hoy presidente de la Repblica Checa y anteriormente primer ministro durante la Revolucin de Terciopelo y miembro de Mont Pelerin Society, la institucin liberal ms importante del mundo de hecho el nico presidente miembro de ella, ciertamente desde mucho antes de serlo siempre repite que durante el comunismo la entonces Checoslovaquia siempre fue manejada con total ortodoxia fiscal: presupuestos equilibrados e incluso superavitarios, moneda dura, endeudamiento conservador, pero no por ello fue liberal en sentido alguno.
8. Adems de mercantilista, el fujimorismo fue antidemocrtico. Creo que no tenemos que abundar demasiado en ello, ya que sus miembros ms conspicuos estn incluso orgullosos de serlo. Cuando en 1992 se produjo el golpe de Estado que disolva las Cmaras y captur el Poder Judicial, el ltimo rescoldo de frgil democracia existente en el pas se vino abajo completamente. De ms est repetir todo lo que ello signific, ni la tragedia que a la postre vivimos.
9. Independientemente de lo anecdtico, es importante enfatizar que no puede haber liberalismo alguno sin Estado de Derecho. ste no es otra cosa que la limitacin del poder mediante la ley. Lo que hubo en el fujimorismo fue un Estado de legalidad: la ley era un reflejo del poder; no su lmite. No hay forma alguna de decir que eso es liberalismo. Es la pura arbitrariedad. La anttesis de la libertad.