Heidegger y Ortega (Salmeron)

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TIEMPO 70 MEMORIA

APOSTILLA INTRODUCTORIA
En 1957, a la edad de 32 aos, la carrera lo-
sca de Fernando Salmern Roiz (1925-1997)
despuntaba con slidos trabajos de investigacin
y divulgacin, que daban cuenta de su potencial
acadmico. Recin concluidos sus estudios doctorales
y antes de su viaje a Alemania en 1958, el entonces
profesor de la Universidad Veracruzana escribira
sendos ensayos biogrcos de alcance introductorio
sobre dos de las guras que marcaran notablemen-
te su discurrir intelectual, como lo seran Martin
Heidegger (a quien trabaj en su tesis doctoral) y
Jos Ortega y Gasset (motivo de su tesis de maes-
tra, que es el clsico libro sobre las mocedades
del pensador de El Escorial). Estas dos piezas, que
podran considerarse como menores o marginales,
si se les compara con el peso evidente de sus contri-
buciones ms clsicas como La Filosofa y las Acti-
tudes Morales, aparecieron en 1957 como colabo-
raciones anexas al volumen III de la obra de Louis
Untermeyer, Los forjadores del mundo moderno,
publicado en Mxico dentro de la serie Biografas
Gandesa, a cargo de la Editorial Grijalbo. Casa
del Tiempo recupera estas dos interesantes mues-
tras de la sapiencia de quien fuera Rector General
de nuestra institucin a poco ms de una dcada de
su desaparicin fsica. (Vctor Alarcn Olgun)
Martin Heidegger /
Jos Ortega y Gasset
Fernando Salmern
Fernando Salmern
TIEMPO 71 MEMORIA
Mairx Hiiiiccii
[188,- ]
Ser y tiempo
Martn Heidegger, el ms notable de los lsofos alemanes
de nuestros das, naci en Messerkirch (Baden), en la Selva
Negra, el ao de 1889. Creci en el ambiente catlico de
aquella regin alemana y adquiri desde su juventud el co-
nocimiento slido de la losofa tradicional, especialmente
de San Agustn, el neoplatonismo y Duns Scoto. Sus mayo-
res relaciones con la losofa contempornea se llevaron a
cabo, primero, a travs de la escuela neokantiana de Baden y
bajo la direccin de uno de los maestros de aquella escuela,
Heinrich Rickert, que fue profesor en Friburgo hasta el ao
de 1915; ms tard bajo la direccin de Edmundo Husserl,
el creador de la fenomenologa y una de las mayores perso-
nalidades del pensamiento contemporneo, que se estable-
ci en Friburgo en 1916. En esta ciudad hizo Heidegger
todos sus estudios universitarios; all present su disertacin
Die Lehre vom Urteil im Psychologismus (La teora del juicio
en el psicologismo). All tambin inici sus actividades en
la ctedra al ser nombrado Privat-Dozent. en 1916, el ao
en que public su tesis de doctorado: Die Kategorien-und
Bedeutungslehre des Duns Scotus (La teora de las categoras
y de las signicaciones de Duns Scoto) y dict una confe-
rencia notable: Der Zeitbegri in der Geschichtswissenschaft
(El concepto de tiempo en la ciencia histrica).
Estos son los aos de autoformacin, en que el pensador
realiza la apropiacin de la tradicin losca, interesado
a un tiempo en elaborar un plan para una historia de la
lgica y en interpretar la historia de la ontologa. Cuando,
en 1923, Heidegger va de profesor a Marburgo, ya ha al-
canzado plena madurez intelectual y ha armado sus ideas
sobre las relaciones entre la losofa y su historia, que le
permiten llevar a cabo desde la ctedra una fecunda labor
de interpretacin personal de los textos loscos. A partir
de aquel ao de 1923, en que dicta un curso famoso sobre
Hermenutica de la Facticidad, comienza la redaccin de
su obra fundamental Sein und Zeit (Ser y tiempo), cuya
primera parte, nica publicada hasta la fecha, apareci en
1927.
A pesar del carcter fragmentario de Sein und Zeit, y a
pesar de la enorme dicultad de su nuevo lenguaje los-
co, su impacto en el pblico enterado fue tan inmediato
como profunda su inuencia, gracias a la extraordinaria
novedad en el tratamiento de los problemas fundamentales
de la losofa. En esta obra es patente la presencia de los
grandes clsicos de la historia de la losofa, pero sobre
todo de Husserl, Kierkegaard, Dilthey, Scheler, Jaspers,
Lask, Bergson y la losofa de la vida.
Los temas de Sein und Zeit, que han acabado por impo-
nerse a toda la losofa contempornea, no pueden resumirse
brevemente y debemos conformarnos con indicar el punto
de vista en que el autor se coloca frente a la cuestin onto-
lgica fundamental. Heidegger se pregunta por el sentido
del ser, pero al analizar la pregunta descubre que la actitud
misma de preguntar es una actitud genuinamente humana,
un modo de ser del hombre. Por otra parte, la pregunta on-
tolgica no debe hacerse por igual a todos los entes, porque
hay uno singularmente sealado para responderla, el nico
que es capaz de comprender el ser: el hombre mismo. En
Martin Heidegger
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consecuencia, la constitucin del hombre en cuanto ente
es la condicin de posibilidad de toda ontologa, es decir,
el planteamiento de la pregunta por el ser requiere empezar
por una investigacin del ser del hombre. Esta investigacin,
que consiste en una teora de los conceptos fundamentales
de la existencia humana, es lo que Heidegger llama ontologa
fundamental, tarea previa a la ontologa general. El mtodo
propio de la ontologa es el fenomenolgico, pero el anlisis
de la existencia humana debe ser, adems, de interpretacin,
es decir, hermenutico.
El estudio de la existencia humana lleva a distinguir
entre los modos fundamentales del ser del hombre: el modo
cotidiano de la existencia inautntica y trivial, y el modo
de la propiedad o existencia autntica. Pero por debajo de
esta distincin est el modo de ser fundamental: el ser en
el mundo. El anlisis de la estructura del mundo, de la an-
gustia, la voz de la conciencia, la muerte y la temporalidad,
ponen de maniesto que el ser de la existencia humana es
la preocupacin o cura y que el sentido de este ser es la
temporalidad, en la cual arraiga la historia. La temporalidad
nita es el sentido del ser del hombre, por eso es posible que
ste tenga un destino y una historia. La relacin de los dos
trminos es lo que explica el ttulo del libro: Ser y tiempo.
Pero la respuesta a la pregunta por el sentido del ser en
general est reservada para la segunda parte de Sein und
Zeit, no publicada hasta ahora. Los temas enumerados en
el prrafo anterior son tratados en la primera parte de la
obra. Las publicaciones posteriores de Heidegger expresan
algunas ideas sobre el problema del ser que apuntan una
nueva direccin de su pensamiento, en la que ya no pode-
mos entrar aqu.
Despus de Sein und Zeit, el lsofo aleman fue llamado
nuevamente a la ctedra de Friburgo, en 1928, para susti-
tuir a su maestro Husserl. All dict una conferencia muy
importante con motivo de la inauguracin de cursos, que
fue publicada dos aos ms tarde: Was ist Metasik? (Qu
es metafsica?). Tambin aparecieron, el ao de su vuelta
a Friburgo, otros dos trabajos que, como la conferencia
anterior, se encuentran en estrecha relacin con los temas
de su libro principal; los dos trabajos son: Vom Wesen des
Grundes (Sobre la esencia del fundamento), que apareci
por primera vez en un volumen dedicado a Husserl, prepa-
rado por varios discpulos con motivo de su septuagsimo
aniversario, y un estudio histrico de una originalidad
excepcional, que propone una nueva interpretacin de
la losofa kantiana, titulado Kant und das Problem der
Metasik (Kant y el problema de la metafsica),
Bajo el rgimen nacional-socialista, en 1932, Heidegger
fue electo rector de la Universidad de Friburgo, aunque
renunci a este puesto unos meses ms tarde. En su toma de
posesin como rector, ley un discurso a los universitarios
que luego public con el nombre: Die Selbstbehauptung der
deutschcn Universitt (La autoarmacin de la Universidad
alemana). En 1935 rechaz Heidegger el ofrecimiento de
ensear en la Universidad de Berln.
Desde su dimisin de la Universidad de Friburgo, el
lsofo vive en Todtnau, un pequeo pueblo de campesi-
nos en las montaas de la Selva Negra. Slo interrumpe su
soledad la visita de algunos discpulos y amigos ntimos,
y las conferencias que de vez en cuando dicta en una sala
particular de Friburgo. La actitud del lsofo hace contraste
con el vigor que el inujo de sus palabras tiene en todos
los crculos cientcos y loscos de Europa, e incluso en
un pblico mucho ms amplio. Algo parecido sucede en
Hispanoamrica, en donde la inuencia del pensamiento
heideggeriano creci notablemente con la publicacin de
la magnca traduccin espaola de Ser y Tiempo.
Pero Heidegger no solamente ha hecho que su vida
pblica sea casi nula, sino que tambin son bastante escasas
sus publicaciones de los ltimos aos. En 1936 dio a la
imprenta el ensayo Hlderlin und das Wesen der Dichtung
(Hlderlin y la esencia de la poesa); en 1942, Platos Lehre
von der Wahrheit: (La doctrina de la verdad de Platn); en
1943, Von Wesen der Wahrheit (De la esencia de la verdad),
y en 1947 public la importante carta dirigida a Jean Bea-
fret, Brief ber Humanismus (Carta sobre el humanismo).
Algunos de estos escritos fueron reunidos ms tarde en
un volumen publicado en 1950 con el ttulo Holzwege
(Caminos del bosque), en que se encuetran tambin otros
estudios, alguno de ellos tan indispensable para conocer la
esttica de Heidegger como Vom Ursprung des Kunswerkes
(Sobre el origen de la obra de arte).
Bibliografa
G. Gurvitch: Les tendances actuelles de la philosophie allemande.
Pars, Vrin, 1930 (Hay trad. espaola).
C. Astrada: Idealismo fenomenolgico y metafsica existencial, Buenos
Aires, Facultad de Filosofa y Letras, 1936.
L. Chestov: Kierkegaard et la philosophie existentielle. Pars, Vrin,
1936. (Hay trad. espaola).
Wagner de Reina, A.: La Ontologa fundamental de Heidegger, Buenos
Aires, Losada, I939.
A. de Waelhens: La Philosophie de Martin Heidegger. Lovaina, Institut
Suprieur de Philosophie, 1942. (Hay trad. espaola).
J. Gaos: Introduccin a El ser y el tiempo de Martin Heidegger.
Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1951.
TIEMPO 73 MEMORIA
Josi Oirica \ Gassir
[188-1,]
La losofa de la razn vital
Jos Ortega y Gasset naci en Madrid el 9 de mayo de 1883.
Fueron sus padres el periodista y literato Jos Ortega Mu-
nilla y doa Mara de los Dolores Gasset. La personalidad
de Ortega Munilla, su educacin humanstica y sobre todo
su actividad intelectual, fueron decisivas para la formacin
del joven Jos.
Aprendi Ortega y Gasset las primeras letras con don
Manuel Martnez; asisti despus al Colegio de don Jos
del Ro y Labandera, y desde los aos de su infancia dio
pruebas de dedicacin y de extraordinarias aptitudes para
el estudio. Reere un bigrafo que en el invierno de 1887-
88, Jos dio prueba de su portentosa memoria al aprender
completo el primer captulo del Quijote, que recitaba con
suma propiedad. A los ocho aos de edad ingres en el
Colegio de San Estanislao de Miraores de Palo, en Mlaga.
En esa escuela, atendida por jesutas, termin Ortega su
instruccin primaria y curs el bachillerato, aprendiendo
slidamente las lenguas griega y latina con el padre Gonzalo
Coloma. En octubre de 1897 obtuvo el ttulo de bachiller
en el Instituto de Mlaga.
En Deusto inici Ortega sus estudios universitarios, en
el Internado de Estudios Superiores de los jesutas, donde
fue discpulo de don Julio Cejador. Pero slo permaneci
all un ao y a nes de 1898 ingres a la Universidad Cen-
tral de Madrid. En la capital espaola curs la carrera de
Filosofa y simultneamente algunas materias de la ca-
rrera de Derecho, gradundose de licenciado en Filosofa
el 12 de junio de 1902. De estos aos datan algunas de las
amistades literarias de Ortega, entre ellas la de Ramiro de
Maeztu, amigo muy cercano de toda su juventud. Con el
periodista vasco comparti Ortega muchas lecturas y, segn
confesin propia, Maeztu le infundi su inclinacin a los
estudios loscos.
El 15 de diciembre de 1904 Ortega present su examen
de doctorado en Filosofa, en la misma Universidad Central,
con una memoria titulada Los terrores del ao mil. Crtica de
una leyenda. Para el ao siguiente, Ortega va a Alemania,
estudia en Leipzig de abril a noviembre de 1905, y vuelve a
Madrid a participar en un concurso para obtener una beca
que le permita continuar en el extranjero. Obtiene la beca
y regresa a Alemania a efectuar estudios sobre Prehistoria
del criticismo losco. Despus de una corta estancia en
Berln, el joven profesor va a Marburgo atrado por el pres-
tigio de Hermann Cohen, la personalidad ms importante
del movimiento neokantiano. Ortega trabaja con Cohen y
Natorp en la Universidad de Marburgo, de noviembre de
1906 a agosto de 1907, en que regresa a Espaa, dando por
terminada su vida estudiantil. Pero esta corta temporada en
Marburgo represent para l un acontecimiento de primera
importancia en su vida intelectual.
A nes de 1907 Ortega se establece nuevamente en
Madrid. Cuando tres aos ms tarde contrae matrimonio
con Rosa Spottorno y Topete, ya se encuentra en plena ac-
tividad profesional. Ya en 1902 haba publicado su primer
artculo y en 1904 iniciado sus colaboraciones en el diario
El Imparcial, cuya seccin literaria diriga su padre, pero
su actividad de escritor se hace ms intensa a la vuelta de
Alemania. Primero participa en la fundacin de la revista
Faro (1907), en la cual colabora asiduamente, y ms tarde
interviene en la fundacin de la revista Europa (1910). Sus
escritos y conferencias tocan los ms agudos problemas de
la nacin espaola; polemiza con Maura y Gamazo sobre
el liberalismo espaol, critica la actuacin del ministro
La Cierva, escribe contra Unamuno por el problema de
Espaa y contra Menndez Pelayo por los ataques de ste
a la enseanza laica.
En cuanto a las actividades acadmicas, Ortega empez
a trabajar como profesor de Psicologa, Lgica y Etica en
la Escuela Superior del Magisterio en junio de 1908. En el
mismo ao participa en el Congreso Cientco de Zaragoza
que organiza la Asociacin Espaola para el Progreso de
las Ciencias, con un estudio titulado Descartes y el mtodo
trascendental. Para 1913 la Asociacin celebra en Madrid un
segundo Congreso, y Ortega presenta un trabajo titulado
Sensacin, construccin, intuicin. Pero ya desde 1910, a la
muerte de don Nicols Salmern, haba ganado en oposi-
ciones la ctedra de Metafsica de la Universidad Central
de Madrid, que no abandonara hasta 1936. As inici su
larga carrera de maestro, dando a conocer en Espaa la
losofa neokantiana de Marburgo.
Una segunda etapa de la vida del pensador comienza en
1914 con dos acontecimientos importantes: la aparicin
de las Meditaciones del Quijote, primer libro de Ortega,
que encierra ya el germen de toda la losofa que despus
acabar llamandose de la razn vital, cuyo xito fue notorio
y tuvo, entre otras consecuencias, la de motivar la invitacin
que se hizo a su autor para ingresar como miembro de n-
mero en la Real Academia de Ciencias Morales y Polticas,
puesto que el lsofo no lleg a ocupar nunca. El segundo
acontecimiento de aquel ao es la organizacin que el
TIEMPO 74 MEMORIA
propio Ortega lleva a cabo de la Liga de Educacin Po-
ltica Espaola, y el primer acto pblico de la agrupacin,
que consisti precisamente en una conferencia pronunciada
por su organizador en el Teatro de la Comedia de Madrid,
con el ttulo Vieja y nueva poltica. Esta conferencia, impresa
despus con el Prospecto de la Liga, escrito por el mismo
Ortega, tuvo gran resonancia en amplios crculos de la
nacin espaola.
La Liga de Educacin Poltica naci en contacto mo-
mentneo con el partido reformista de don Melquades
lvarez, que haba recogido la doctrina poltica de los krau-
sistas, pero pronto se separaron, cuando el partido inici su
aproximacin a los liberales monrquicos. La Liga estaba
formada por un grupo de jvenes intelectuales Azaa,
Madariaga, Maeztu, Prez de Ayala, Amrico Castro, Fer-
nando de los Ros y otros, con el propsito de agrupar
a los mejores hombres de las clases medias en todo el pas
y proponerles una tarea especca: la educacin poltica
de las masas, el estudio de los problemas nacionales y la
bsqueda de soluciones inmediatas para hacer ms ecaz
la mquina del Estado y dirigir la vida nacional.
La Liga de Educacin Poltica no funcion durante
mucho tiempo ni tuvo grandes consecuencias polticas,
pero sembr inquietudes entre los intelectuales. Y Ortega
continu aumentando su inuencia en la vida espaola con
nuevas actividades pblicas y, principalmente, con sus em-
presas editoriales y sus trabajos de escritor y de maestro.
En la ctedra de Metafsica de la Universidad de Madrid,
Ortega form varias generaciones de estudiantes espaoles
y expuso lo ms esencial de su pensamiento losco,
sobre todo en los ltimos aos anteriores a la guerra civil.
Entre sus discpulos se cuentan para no hablar ms que
de losofa estricta Garca Morente, Xavier Zubiri, Jos
Gaos, Mara Zambrano, Recasns Siches, Julin Maras y
Manuel Granell.
De sus empresas editoriales debemos recordar la funda-
cin de la revista Espaa, semanario de la vida nacional,
en enero de 1915 y con la colaboracin de Maeztu, Prez
de Ayala, Zulueta, DOrs, Martnez Sierra y otros. Al ao
siguiente se inici la publicacin de El Espectador, una revista
singular, escrita exclusivamente por Ortega y de la cual se
publicaron nicamente ocho volmenes repartidos a lo
largo de dieciocho aos. Tambin se debe a nuestro lsofo
la fundacin de El Sol, el gran diario madrileo, que llev a
cabo don Nicols Mara de Urgoiti. Bajo el arco en ruinas,
un atrevido artculo poltico de Ortega publicado el 11 de
junio de 1917 en El Imparcial, oblig al autor a separarse
del peridico en que haba iniciado sus publicaciones, para
intervenir en la organizacin de El Sol, desde cuyas columnas
iba a continuar su tarea de pedagogo poltico.
Pero la verdadera hazaa editorial del maestro espaol
fue la fundacin de la Revista de Occidente, cuyo primer
nmero apareci en 1923. Un tiempo antes de esta fecha,
Ortega haba trabajado como consejero de la editorial Es-
pasa-Calpe y en ella diriga la Biblioteca de Ideas del Siglo
XX, de manera que al fundar la revista pudo aprovechar
aquella experiencia editorial y publicar muy pronto la Bi-
blioteca de la Revista de Occidente. La revista interrumpi
denitivamente sus actividades en 1936, no as la biblio-
teca, que contina hasta la fecha la edicin de libros, pero
ambas, desde su creacin, han tenido a todos los pases de
lengua espaola rigurosamente informados sobre todas
las cuestiones intelectuales. Lo que Ortega dio a conocer
a travs de las traducciones de su editorial, en materia de
ciencia y losofa, ha determinado una cierta orientacin
de los estudios en toda Hispanoamrica.
Sin embargo, Ortega no abandon durante estos aos el
periodismo. En las pginas de El Sol comenzaron a publicar-
se en 1920 unos artculos de interpretacin de la historia de
Espaa, que ms tarde reunira en un libro famoso: Espaa
invertebrada, impreso en 1934. En los aos de la dictadura
de Primo de Rivera, Ortega dio al peridico otra serie de
ensayos bajo el ttulo de Ideas polticas, que no escaparon
totalmente a los cuidados de los censores, Estos escritos
iniciados en 1927, junto con otros de los aos inmediata-
mente posteriores, forman el volumen La redencin de las
provincias y la decencia nacional, aparecido en 1931. Segu-
ramente stos son los aos de mayor actividad poltica del
pensador; primero se opone a la dictadura; despus escribe
contra la monarqua y en un artculo del 15 de noviembre
de 1930 hace un llamado a los espaoles que concluye con
la frase: Delenda est Monarchia; el 10 de febrero de 1931,
Ortega publica, en unin de Prez de Ayala y Gregorio
Maran, el primer maniesto de la Agrupacin al Servicio
de la Repblica, y despus interviene en la celebracin de
varios actos pblicos; el advenimiento de la Repblica, en
abril de ese mismo ao, el escritor la recibe con artculos
entusiastas desde las columnas de El Sol; y en las Cortes
Constituyentes de 1931 interviene como diputado por
Len, y pronuncia unos discursos sobre el problema cataln
que aparecen publicados al ao siguiente en el volumen
titulado La reforma agraria y el estatuto cataln, en unin
de otros pronunciados por Daz del Moral, diputado por
Crdoba, sobre la cuestin agraria. Pero para diciembre de
TIEMPO 75 MEMORIA
1931 a los siete meses de vida de la Repblica Ortega
pronuncia una conferencia en un teatro de Madrid, pidien-
do la Recticacin de la Repblica. En esta conferencia, que
junto con otros artculos y discursos fue impresa en un libro
del mismo nombre, el lsofo espaol hace un balance del
nuevo gobierno y seala sus puntos de discrepancia. Poco
despus, Ortega abandona la poltica denitivamente. No
obstante, la Repblica lo premia en 1935 con la Banda de
la Repblica, y el Ayuntamiento de la capital espaola le
concede ese mismo ao la Medella de Oro de Madrid, con
motivo de sus veinticinco aos de profesorado.
Desde su vuelta de Alemania en 1907, el pensador espa-
ol no volvi a salir de su pas sino en cortos viajes hasta la
guerra civil. De estos cortos viajes, los menos importantes
son los de los pases europeos; varios a Alemania y a Fran-
cia, alguno muy breve a Italia y otro a Holanda. Los ms
importantes son los dos viajes a la Argentina, en 1916 y en
1928, que le descubrieron a Ortega la realidad americana.
Durante la guerra civil espaola, Ortega abandon su patria
en graves condiciones de salud y residi primero en Francia
y ms tarde en Holanda, de donde pas a la Argentina en
1939. Este tercer viaje a Amrica tuvo caractersticas muy
distintas a las anteriores; el silencio del lsofo sobre los
problemas espaoles le acarre de seguro ms molestias
que atenciones, y tras de algunos proyectos editoriales que
no llegaron a cristalizar, volvi a Europa, estableciendo
su domicilio en Lisboa a comienzos del ao de 1942. En
Portugal permaneci largo tiempo siguiendo una ordenada
vida de trabajo alterada tan slo por su vacilante salud.
De all haca viajes frecuentes a dar cursos y conferencias a
Alemania, a Espaa y, en una ocasin, a los Estados Unidos,
con motivo del centenario del nacimiento de Goethe. Hasta
el 18 de octubre de 1955, en que lo sorprendi la muerte
en la ciudad de Madrid.
En los ltimos aos de su vida Ortega volvi a Espaa,
lugar en que resida parte de su familia, aunque sin abando-
nar Lisboa como domicilio ocial. No poda resistir la vida
de emigrado y, en el fondo, crey que, por su prestigio de
lsofo liberal, su sola presencia en Madrid poda contribuir
a normalizar la perturbada vida espaola. Pasaba en Madrid
temporadas breves que, sin embargo, intentaron ser fecun-
das. Primero quiso volver a editar la Revista de Occidente,
pero sin lograrlo, y despus fund, en compaa de su dis-
cpulo Julin Maras, una academia privada, el Instituto de
Humanidades, en 1948. El Instituto naci modestamente
en el local de la Librera de la Revista de Occidente, y en
su Prospecto se invitaba a los jvenes a trabajar en l, no
slo en las ciencias fundamentales y en el estudio del pasa-
do, sino en la observacin metdica del presente espaol.
Aunque el Prospecto adverta que el Instituto no pretenda
ejercer inujo en la vida nacional ni practicar proselitismo,
y a pesar del abundante nmero de alumnos y de la ayuda
decidida de la Cmara Ocial de Comercio, la nueva escuela
no pudo sostenerse ms de dos cursos.
En cambio, fuera de Espaa, el xito de Ortega en los l-
timos aos de su vida fue notable, sobre todo en Alemania,
donde pasaba grandes temporadas y donde fue premiado
con la medalla Goethe en Francfort el ao de 1949. Ese
xit no se debi tan slo a la traduccin de sus obras, sino
a las conferencias dictadas en las ciudades alemanas, por
ejemplo las de Hamburgo, con motivo del centenario de
Goethe (1949); la disertacin sobre La idea de nacin y la
juventud alemana, en la Universidad de Munich (1951);
sus conferencias en la misma ciudad, donde se convirti
en husped estable y donde dict un curso famoso sobre El
hombre y la gente en 1953, y su intervencin en el coloquio
de Darmstadt, en que particip Martn Heidegger.
En cuanto al pensamiento losco de Ortega, no es
nada fcil de resumir en corto espacio. Nos conformaremos
con decir que a pesar de que su obra es extraordinariamente
leal a las circunstancias espaolas y de ellas depende en todos
sus puntos, no estn ausentes en ella las cuestiones capitales
Jos Ortega y Gasset
TIEMPO 76 MEMORIA
de la losofa. Ocupa el primer trmino el problema del
hombre, o ms bien, de la vida humana que es la realidad
radical. Distingue el pensador de esta realidad radical las
realidades radicales naturaleza, realidades psicolgicas,
valores, etc., que aparecen y se constituyen en aquella
primera realidad radical. Todas las realidades efectivas o
presuntas tienen, de una u otra manera, que aparecer en
nuestra vida, en mi vida. Esta vida en singular no es, desde
luego, una cosa, es literalmente lo que hacemos y lo que
nos pasa, es decir, la serie de situaciones que nacen de mi
encuentro con las cosas: la inseparable correlacin del yo
con las cosas, con la circunstancia. Mi vida es un quehacer,
una tarea, un drama, porque las circunstancias no deciden
el argumento de la vida, solamente le ofrecen posibilidades
y limitaciones, la favorecen o la estorban. En esta dramtica
empresa de existir, nadie puede sustituirme, soy necesaria-
mente libre y me encuentro solo entre las cosas del mundo.
Soy libre porque carezco de identidad constitutiva, porque
no estoy adscrito a un ser determinado y puedo ser a cada
paso otro del que era, sin poder instalarme de una vez para
siempre en un ser determinado, porque mi ser consiste so-
lamente en la pretensin de ser esto o aquello, consiste en
un proyecto, en un programa de vida cuyo cumplimiento
pende en todo momento de mi libertad.
El tratamiento de esta extraa realidad que es la vida
humana ha dado origen en Ortega a la explicacin de un
mtodo adecuado que llama la razn vital. En oposicin
a la razn explicativa de las ciencias naturales, el pensador
propone el ejercicio de la razn vital, que es la vida misma
funcionando como razn, comprendindose a s misma, dan-
do cuenta de sus decisiones y adelantando su justicacin.
Estos temas, y otros no menos importantes, colocan
al maestro espaol en el centro mismo de las discusiones
loscas de nuestro tiempo.
Ortega dej escrita una obra abundante y de indiscu-
tible inters actual; su inteligencia, de vasta amplitud y de
increble fecundidad, tena especial disposicin para ver
los problemas del mundo contemporneo. Su poderosa
personalidad mezcla de investigador, pensador original,
literato y poltico qued tan fuertemente impresa en los
temas tratados, que es muy difcil hablar de la inuencia de
otros lsofos en su obra. Sin embargo, se pueden sealar
los nombres de los autores que ocuparon ms enrgicamen-
te su atencin, le sugirieron ideas y temas de meditacn,
nombres que muestran adems hasta qu punto el pensador
espaol sigui cuidadosamente el desarrollo de la losofa
alemana desde principios de siglo: Cohen y Natorp los
maestros de Marburgo, Simmel y Rickert, Husserl y
Scheler, Spengler y Dilthey, y muy notablemente Heidegger.
Pero adems de los lsofos, Ortega encontr abundantes
motivos de meditacin en otros campos, por ejemplo en la
literatura espaola, alemana y francesa; pero tambin en la
fsica y sobre todo en la biologa hay nombres decisivos en
la evolucin del pensamiento orteguiano: Einstein, Uexkll,
Herwig y Driesch entre otros; y en el campo de la historia
debe citarse al ingls Toynbee, a quien dedic ntegro un
curso del Instituto de Humanidades en 1949.
Adems de las publicaciones que hemos citado en el
curso de esta nota, y de algunos trabajos que dej inditos,
deben mencionarse, entre las obras principales de Ortega,
las siguientes: Personas, obras, cosas... (1916); El tema de
nuestro tiempo (1923); Las Atlntidas (1924); La deshuma-
nizacin del arte e ideas sobre la novela (1925); Espritu de la
letra (1927); Kant (1929); La rebelin de las masas (1930);
Misin de la Universidad (1930); Goethe desde dentro (1932);
Prlogo a una edicin de sus obras (1932); En torno a Galileo
(1933); Ensimismamiento y alteracin (1939); Ideas y creen-
cias (1940); Estudios sobre el amor (1941); Historia como
sistema y del Imperio romano (1941); Teora de Andaluca y
otros ensayos (1942); Prlogo a Veinte aos de caza mayor
del conde de Yebes (1942); Prlogo a Historia de la Filosoa
de mile Brhier (1942); y Papeles sobre Velzquez y Goya
(1950). De la mayor parte de estas obras hay traducciones
al alemn y al ingls, y de algunas de ellas al francs, al
italiano, al portugus, al holands, al checo, al sueco, al
noruego, al hngaro y al rumano.
Bibliografa
Manuel Garca Morente: Ensayos, Madrid, Revista de Occidente,
1945.
Jos Snchez Villaseor: Pensamiento y trayectoria de Jos Ortega y
Gasset, Mxico, Jus, 1945.
Jos Gaos: Pensamiento de Lengua Espaola, Mxico, Stylo, 1945.
Juan David Garca Bacca: Nueve grandes lsofos contemporneos y sus
temas. Caracas, Ministerio de Educacin de Venezuela, 1947.
Julin Maras: Ortega y la idea de la razn vital, Madrid, El Viento
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