Personajes Mas Conocidos de La Generacuion Del 27

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INTEGRANTES MÁS

CONOCIDOS DE LA
GENERACION DEL 27
Federico García Lorca

García Lorca en 1914

Federico
Nombre
García Lorca

5 de junio de
1898
Nacimien
Fuente
to
Vaqueros
(Granada)

18 de agosto
Defunció de 1936 (38
n años)
ibídem

Poeta,
Ocupació
dramaturgo y
n
prosista

Nacionali
dad España

Período Siglo XX

Género Poesía

Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, provincia de Granada, 5


de junio de 1898 – entre Víznar y Alfacar, ibídem, 19 de agosto de
1936) fue un poeta, dramaturgo y prosista español, también conocido
por su destreza en muchas otras artes. Adscrito a la llamada
Generación del 27, es el poeta de mayor influencia y popularidad de
la literatura española del siglo XX. Como dramaturgo, se le considera
una de las cimas del teatro español del siglo XX, junto con Valle-
Inclán y Buero Vallejo. Murió ejecutado tras el levantamiento militar
de la Guerra Civil Española, por su afinidad al Frente Popular y por ser
abiertamente homosexual.[1] [2]
Pero el 2 no ha sido nunca un número
porque es una angustia y su sombra...
Pequeño poema infinito.
Nueva York, 10 de enero de 1930.

Biografía

Casa natal de Federico García Lorca, en Fuente Vaqueros


Nació en el municipio de Fuente Vaqueros, Granada (España), en el
seno de una familia de posición económica desahogada, el 5 de junio
de 1898, y fue bautizado con el nombre de Federico del Sagrado
Corazón de Jesús García Lorca; su padre fue Federico García
Rodríguez, un hacendado, y su madre, Vicenta Lorca, maestra de
escuela que fomentó el gusto literario a su hijo.
Desde la edad de 2 años, según uno de sus biógrafos, Edwin Honig,
Federico García Lorca mostró su habilidad para aprender canciones
populares, y a muy tierna edad escenificaba en miniatura oficios
religiosos. Su salud fue frágil y no empezó a andar hasta los cuatro
años. Leyó en su casa la obra de Víctor Hugo y de Miguel de
Cervantes. Como estudiante fue algo irregular. De niño fue puesto a
la tutela del maestro Rodríguez Espinosa, en Almería, ciudad en la
que residió con su familia entre 1906 y 1909[cita requerida]. Inició
bachillerato de vuelta a su provincia natal y abandonó la Facultad de
Derecho de Granada para instalarse en la Residencia de Estudiantes
de Madrid (1918–1928); pasado un tiempo regresó a la Universidad
de Granada, donde se graduó como abogado, aunque nunca ejerció la
profesión, puesto que su vocación era la literatura.
La ubicación meridional de Granada, donde se encontraba viva la
herencia mora, el folclore, el oriente y una geografía agreste,
quedaron impresas en toda su obra poética, donde los romanceros y
la épica se funden de manera perceptible. Después de su madre, fue
Fernando de los Ríos quien estimuló el talento del entonces pianista
en favor de la poesía; así, en 1917 escribió su primer artículo sobre
José Zorrilla, en su aniversario.
La España de García Lorca era la de la Edad de Plata, heredera de la
Generación del 98, con una rica vida intelectual donde los nombres
de Francisco Giner de los Ríos, Benito Pérez Galdós, Miguel de
Unamuno y, poco después, Salvador de Madariaga y José Ortega y
Gasset imprimían el sello distintivo de una crítica contra la realidad
de España.
Influyeron, además, en la sensibilidad del poeta en formación Lope de
Vega, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Manuel Machado,
Ramón del Valle-Inclán, Azorín e, incluso, el Cancionero popular.

Estatua de García Lorca en la plaza de Santa Ana de


Madrid.
Juventud y primeras obras
En 1918 publicó su primer libro Impresiones y paisajes, costeado por
su padre. En 1920 se estrenó en teatro su obra El maleficio de la
mariposa, en 1921 se publicó Libro de poemas, y en 1923 se pusieron
en escena las comedias de títeres La niña que riega la Albahaca y el
príncipe preguntón. En 1927, en Barcelona, expuso su primera
muestra pictórica.
En esta epóca frecuentó activamente a los poetas de su generación
que permanecen en España: Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo
Diego, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, y sobre todo Buñuel y Dalí, a
quien después le tributó Oda a Salvador Dalí. El pintor, por su parte,
pintó los decorados del primer drama del granadino: Mariana Pineda.
En 1928 publicó la revista literaria Gallo, de la cual salieron
solamente dos números.
En 1929 marchó a Nueva York. Para entonces se habían publicado,
además de los antes mencionados, sus libros Canciones (1927) y el
Primer romancero gitano (1928), siempre su obra poética más
popular y más accesible. A García le molestaba mucho que el público
lo viera como gitano.
Viaje a Nueva York
De su viaje y estancia en Nueva York surge el libro Poeta en Nueva
York. En 1930 fue a La Habana, donde escribió parte de sus obras Así
que pasen cinco años y El público. Ese año regresó a España, donde
fue recibido en Madrid con la noticia de que su farsa popular La
zapatera prodigiosa se estaba escenificando.
La Segunda República y «La barraca»
Al instaurarse la Segunda República española, Fernando de los Ríos
fue nombrado Ministro de Instrucción Pública. Bajo el patrocinio
oficial, se encargó a Lorca la co-dirección de la compañía estatal de
teatro «La barraca», donde disfrutó de todos los recursos para
producir, dirigir, escribir y adaptar algunas obras teatrales del Siglo
de Oro español. Escribió en este período Bodas de sangre, Yerma y
Doña Rosita la soltera.
En 1933 viajó a la Argentina de la Década Infame para promover la
puesta en escena de algunas de sus obras por la compañía teatral de
Lola Membrives y para dictar una serie de conferencias, siendo su
estancia un éxito: a manera de ejemplo, su puesta de La dama boba
—recientemente reeditada por la Universidad de La Rioja[3] —, de
Lope de Vega, atrajo a más de sesenta mil personas. Entre este año y
1936 escribió Diván de Tamarit, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías,
que conmovió al mundo hispano, La casa de Bernarda Alba y
trabajaba ya en La destrucción de Sodoma cuando estalló la Guerra
Civil española.
Guerra Civil y asesinato
Colombia y México, cuyos embajadores previeron que el poeta
pudiera ser víctima de un atentado debido a su puesto de funcionario
de la República, le ofrecieron el exilio, pero Lorca rechazó las ofertas
y se dirigió a su casa en Granada para pasar el verano.
En esos momentos políticos alguien le preguntó sobre su preferencia
política y él manifestó que se sentía a su vez católico, comunista,
anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico. De hecho nunca
se afilió a ninguna de las facciones políticas y jamás discriminó o se
distanció de ninguno de sus amigos, por ninguna cuestión política.
Tuvo una gran amistad con el líder y fundador de la Falange
Española, José Antonio Primo de Rivera, muy aficionado a la poesía.[4]
El propio Lorca decía de él:
...José Antonio. Otro buen chico. ¿Sabes que todos los viernes ceno
con él? Solemos salir juntos en un taxi con las cortinillas bajadas,
porque ni a él le conviene que le vean conmigo ni a mí me conviene
que me vean con él.[5]

Se sentía, como él lo dijo en una entrevista a El Sol de Madrid poco


antes de su asesinato, íntegramente español.
Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites
geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más,
yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una
idea nacionalista, abstracta, por el sólo hecho de que ama a su patria
con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que
el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula, pero
antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde
luego no creo en la frontera política.[cita requerida]

Tras una denuncia anónima, el 16 de agosto de 1936 fue detenido en


la casa de uno de sus amigos, el también poeta Luis Rosales, quien
obtuvo la promesa de las autoridades nacionales de que sería puesto
en libertad «si no existía denuncia en su contra». La orden de
ejecución fue dada por el gobernador civil de Granada, José Valdés
Guzmán, quien había ordenado al ex diputado de la CEDA Ramón Ruiz
Alonso la detención del poeta.
Las últimas investigaciones, como la de Manuel Titos Martínez,
determinan que fue fusilado la madrugada del 19 de agosto de 1936,
seguramente por cuestiones territoriales, ya que algunos caciques,
muy conservadores, tenían rencor al padre de Lorca porque era un
cacique progresista.[cita requerida] En una entrevista al diario El Sol había
declarado que «en Granada se agita la peor burguesía de España», y
eso fue su sentencia de muerte.[cita requerida] Federico García Lorca fue
asesinado en el camino que va de Víznar a Alfacar, y su cuerpo
permanece enterrado en una fosa común anónima en algún lugar de
esos parajes con los cadáveres de los banderilleros y un maestro
nacional, el maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco
Galadí y Joaquín Arcollas, ejecutados con él.[6] La fosa se encuentra en
el paraje de Fuente Grande, en el municipio de Alfacar, provincia de
Granada, región Andalucía (España). El escritor, autor del "Romancero
Gitano" fue asesinado por ser republicano y homosexual, considerado
en esa época como un delito imperdonable. .[7]
H. G. Wells envía el siguiente despacho a las autoridades militares de
Granada:
H. G. Wells, presidente Pen Club de Londres, desea con ansiedad
noticias de su distinguido colega Federico García Lorca, y apreciará
grandemente la cortesía de una respuesta.[8]

Cuya respuesta fue la siguiente:


Coronel gobernador de Granada a H. G. Wells.—Ignoro lugar hallase
D. Federico García Lorca.—Firmado: Coronel Espinosa.[8]

Después de su muerte se publicaron Primeras canciones, Amor de


Don Perlimplín con Belisa en su jardín.

Obra
El universo lorquiano se define por un palpable sistematismo: la
poesía, el drama y la prosa se alimentan de obsesiones -amor, deseo,
esterilidad- y de claves estilísticas constantes. La variedad de formas
y tonalidades nunca atenta contra esa unidad cuya cuestión central
es la frustración.
Estilo
Los símbolos: de acuerdo con su gusto por los elementos
tradicionales, Lorca utiliza frecuentemente símbolos en su poesía. Se
refieren muy frecuentemente a la muerte aunque, dependiendo del
contexto, los matices varían bastante. Son símbolos centrales en
Lorca:
• La luna: es el símbolo más frecuente en Lorca. Su significación
más frecuente es la de muerte, pero también puede simbolizar
el erotismo, la fecundidad, la esterilidad o la belleza.
• El agua: cuando corre, es símbolo de vitalidad. Cuando está
estancada, representa la muerte.
• La sangre: representa la vida y, derramada, es la muerte.
Simboliza también lo fecundo, lo sexual.
• El caballo (y su jinete): está muy presente en toda su obra,
portando siempre valores de muerte, aunque también
representa la vida y el erotismo masculino.
• Las hierbas: su valor dominante, aunque no único, es el de ser
símbolos de la muerte.
• Los metales: también su valor dominante es la muerte. Los
metales aparecen bajo la forma de armas blancas, que
conllevan siempre tragedia.
La metáfora: es el procedimiento retórico central de su estilo. Bajo la
influencia de Góngora, Lorca maneja metáforas muy arriesgadas: la
distancia entre el término real y el imaginario es considerable. En
ocasiones, usa directamente la metáfora pura. Sin embargo, a
diferencia de Góngora, Lorca es un poeta conceptista, en el sentido
de que su poesía se caracteriza por una gran condensación expresiva
y de contenidos, además de frecuentes elipsis. Las metáforas
lorquianas relacionan elementos opuestos de la realidad, transmiten
efectos sensoriales entremezclados, etc.
El neopopularismo: aunque Lorca asimila sin problemas las
novedades literarias, su obra está plagada de elementos tradicionales
que, por lo demás, demuestran su inmensa cultura literaria. La
música y los cantos tradicionales son presencias constantes en su
poesía. No obstante, desde un punto de vista formal no es un poeta
que muestre una gran variedad de formas tradicionales; sin embargo,
profundiza en las constantes del espíritu tradicional de su tierra y de
la gente: el desgarro amoroso, la valentía, la melancolía y la pasión.
Poesía
La obra poética de Lorca constituye una de las cimas de la poesía de
la Generación del 27 y de toda la literatura española. La poesía
lorquiana es el reflejo de un sentimiento trágico de la vida, y está
vinculada a distintos autores, tradiciones y corrientes literarias. En
esta poesía conviven la tradición popular y la culta. Aunque es difícil
establecer épocas en la poética de Lorca, algunos críticos diferencian
dos etapas: una de juventud y otra de plenitud.
La época de juventud
Aquí se incluyen sus primeros escritos: Impresiones y paisajes (en
prosa, aunque sin embargo muestra procedimientos característicos
del lenguaje poético) y Libro de poemas (escrito bajo el influjo de
Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez; en este poema
García Lorca proyecta un amor sin esperanza, abocado a la tristeza.
La época de plenitud
Comienza con el Poema del cante jondo (1921) que, mediante la
unidad temática, formal, conceptual y la expresión de los
sentimientos, debida en parte a su inspiración folclórica, describe la
lírica neopopularista de la Generación del 27.
En Primeras canciones (1927) y Canciones (1936) emplea las mismas
formas: la canción y el romance. Los temas del tiempo y la muerte se
enmarcan en el alba, la noche, la ciudad andaluza y los paisajes
lunares.
La muerte y la incompatibilidad moral del mundo gitano con la
sociedad burguesa son los dos grandes temas del Romancero gitano.
Destacan los procedimientos habituales de poesía de origen popular,
y la influencia del compositor Manuel de Falla. No se trata de una
obra folclórica; está basada en los tópicos con que se asocia lo gitano
y andaluz. Lorca eleva al personaje gitano al rango de mito literario,
como después hará también con el negro y el judío en Poeta en
Nueva York. En el Romancero gitano emplea el romance, en sus
variantes de novelesco, lírico y dramático; su lenguaje es una fusión
de lo popular y lo culto.
Lorca escribe Poeta en Nueva York a partir de su experiencia en
EEUU, donde vivió entre 1929 y 1930. Para Lorca la civilización
moderna y la naturaleza son incompatibles. Su visión de Nueva York
es de pesadilla y desolación, propia de un mal sueño. Para expresar la
angustia y el ansia de comunicación que lo embargan, emplea las
imágenes visionarias del lenguaje surrealista. Su libertad expresiva es
máxima, aunque junto al verso libre se advierte el uso del verso
medido (octosílabo, endecasílabo y alejandrino).
El Diván de Tamarit (1940) es un libro de poemas de atmósfera o
sabor oriental, inspirado en las colecciones de la antigua poesía
arábigo-andaluza. El tema central es el del amor sujeto a experiencias
frustrantes y amargas; su lenguaje está muy próximo al de Poeta en
Nueva York.
Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (1935) es una elegía
de incontenible dolor y emoción que actúa de homenaje al torero
sevillano que tanto apoyó a los poetas de la Generación del 27.
La obra poética de García Lorca se cierra con Seis poemas gallegos y
la serie de once poemas amorosos titulada Sonetos del amor oscuro.
Lorca siempre ha contado con el respeto y admiración incondicional
de los poetas de generaciones posteriores a la Guerra Civil.
Considerado un poeta maldito, su influencia se ha dejado sentir entre
los poetas españoles del malditismo.
• Impresiones y paisajes (1918)
• Libro de poemas (1921)
• Poema del cante jondo (1921)
• Oda a Salvador Dalí (1926)
• Romancero gitano (1928)
• Poeta en Nueva York (1930)
• Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935)
• Seis poemas gallegos (1935)
• Diván del Tamarit (1936)
• Sonetos del amor oscuro (1936)
Teatro
El teatro de García Lorca es, con el de Valle-Inclán, el de mayor
importancia escrito en castellano en el siglo XX. Es un teatro poético,
en el sentido de que gira en torno a símbolos medulares —la sangre,
el cuchillo o la rosa—, de que se desarrolla en espacios míticos o
presenta un realismo trascendido, y de que, en fin, encara problemas
sustanciales del existir. El lenguaje, aprendido en Valle-Inclán, es
también poético. Sobre Lorca influyen también el drama modernista
(de aquí deriva el uso del verso), el teatro lopesco (evidente, por
ejemplo, en el empleo organizado de la canción popular), el
calderoniano (desmesura trágica, sentido de la alegoría) y la tradición
de los títeres. La producción dramática de Lorca puede ser agrupada
en cuatro conjuntos: farsas, comedias «irrepresentables» (según el
autor), tragedias y dramas.
Entre las farsas, escritas entre 1921 y 1928, destacan La zapatera
prodigiosa, en la que el ambiente andaluz sirve de soporte al
conflicto, cervantino, entre imaginación y realidad, y Amor de don
Perlimplín con Belisa en su jardín, complejo ritual de iniciación al
amor, que anuncia los «dramas irrepresentables» de 1930 y 1931: El
público y Así que pasen cinco años, sus dos obras más herméticas,
son una indagación en el hecho del teatro, la revolución y la presunta
homosexualidad —la primera— y una exploración —la segunda— en
la persona humana y en el sentido del vivir.
Consciente del éxito de los dramas rurales poéticos, Lorca elabora las
tragedias Bodas de sangre (1933) y Yerma (1934), conjugación de
mito, poesía y sustancia real.
Los problemas humanos determinan los dramas. Así, el tema de la
«solterona» española (Doña Rosita la soltera, 1935), o el de la
represión de la mujer y la intolerancia en La casa de Bernarda Alba,
para muchos la obra maestra del autor.
• Mariana Pineda (1927)
• La zapatera prodigiosa (1930)
• Retablillo de Don Cristóbal (1928)
• El público (1930)
• Así que pasen cinco años (1930)
• Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933)
• Bodas de sangre (Puesta en escena en 1933, pero publicada en
enero de 1936 por Ediciones del Árbol, Cruz y Raya)
• Yerma (1934)
• Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores
• La casa de Bernarda Alba (1936)
• Comedia sin título (inacabada) (1936)

Filmografía
Sobre la vida de Lorca
• Lorca, muerte de un poeta (1987), serie de televisión dirigida
por Juan Antonio Bardem
• Muerte en Granada (1997), dirigida por Marcos Zurinaga. El
actor Andy García da vida al poeta
• Lorca (1998), dirigida por Iñaki Elizalde
• La luz prodigiosa (2003), dirigida por Miguel Hermoso
• Lorca. El mar deja de moverse (2006), documental dirigido por
Emilio Ruiz Barrachina
• Sin límites (Little ashes) (2008), dirigida por Paul Morrison
• El deseo y la realidad (2009), documental dirigido por Rafael
Zarza y Fernando García de Canales.
• Mudanza (2009) , dirigida por Pere Portabella
Adaptaciones de su obra
• Bodas de Sangre (1981), de Carlos Saura
• "Nanas de espinas" (1982) espectáculo de Salvador Távora
inspirado en "Bodas de sangre".[9]
• La casa de Bernarda Alba (1982), de Mario Camus
• Proceso a Mariana Pineda (1984), de Rafael Moreno Alba, serie
de la Televisión Española (TVE)
• Viaje a la Luna (1998), cortometraje de Frederic Amat.
• Yerma (1998), de Pilar Távora
• "Yerma mater" (2005) espectáculo de Salvador Távora inspirado
en "Yerma".[9
Luis Cernuda

Casa natal del poeta en el número 6 de la


antigua calle de Conde de Tojar, actualmente calle Acetres, en Sevilla
Luis Cernuda Bidón (Sevilla, 21 de septiembre de 1902 – México,
D.F., 5 de noviembre de 1963) fue un destacado poeta y crítico
literario español, miembro de la llamada Generación del 27.

Biografía
Su educación fue rígida e intransigente debido al carácter y a la
condición militar de su padre. Con motivo de la traslación de los
restos de Bécquer a los nueve años de su edad, empieza a leer poesía
y, más tarde, un profesor le anima a escribir versos y le corrige los
que compone. Empieza a estudiar Derecho en la Universidad de
Sevilla en 1919, siendo uno de sus profesores Pedro Salinas, quien lo
ayudó con sus primeras publicaciones. Al año siguiente fallece su
padre. En 1923 deja la Universidad de Sevilla para hacer el servicio
militar e ingresa en el Regimiento de Caballería de Sevilla. En 1924
volvió para terminar la carrera, lo que consiguió en 1926. Asiste con
Higinio Capote y Joaquín Romero Murube a las tertulias literarias
organizadas por Salinas, lee a los clásicos españoles y a autores
franceses, especialmente André Gide, que supone para él una
revelación. En 1925 conoce a Juan Ramón Jiménez y publica sus
primeros poemas en Revista de Occidente. En 1926 viaja a Madrid;
colabora en La Verdad, Mediodía y Litoral, esta última la revista
malagueña del matrimonio formado por Manuel Altolaguirre y Concha
Méndez, a los que siempre le unirá una gran amistad, incluso en el
exilio mexicano. Lee a los surrealistas franceses, y le influyen en
especial Pierre Reverdy y Paul Eluard; a este último lo traducirá más
tarde.
En 1927 publica su primer libro lírico, Perfil del aire en la imprenta
malagueña de Prados y Altolaguirre, pero es atacado por Juan Ramón
Jiménez, quien considera a este libro demasiado influido por Jorge
Guillén; esto no se lo perdonará nunca Luis Cernuda. En diciembre
asiste a los actos celebrados en el Ateneo de Sevilla con motivo del
tercer centenario de la muerte de Góngora, pero sólo como oyente,
aunque ya había conocido a varios miembros de la que sería
denominada después Generación de 1927. En 1928 fallece su madre,
visita a sus amigos malagueños (Altolaguirre, Prados, Méndez e
Hinojosa); marcha a Madrid, donde conoce a Vicente Aleixandre; en
noviembre Salinas le ayuda a conseguir un lectorado de español en la
Universidad de Toulouse; viaja también a París, donde se aficiona al
cine.
Se traslada luego a Madrid en 1929 y allí, desde 1930, trabaja en la
librería de León Sánchez Cuesta; asiste a diversas tertulias en
compañía de Vicente Aleixandre y de Federico García Lorca; este
último le presenta (1931) a un joven actor gallego llamado Serafín
Fernández Ferro y Cernuda se enamora locamente de él; pero este no
le corresponde sino sólo cuando necesita dinero; este amor
insatisfecho inspirará sus libros Donde habite el olvido y Los placeres
prohibidos. Gerardo Diego lo incluye en su Antología (1932) y,
concluida su relación con Serafín, Cernuda se involucra en el proyecto
de las Misiones pedagógicas, primero en la sección Bibliotecas y
luego en el Museo ambulante; con ellos recorre los pueblos de Castilla
y Andalucía y conoce a Ramón Gaya y al pintor Gregorio Prieto;
colabora además en la revista Octubre de Rafael Alberti (1933). Al
año siguiente publica Donde habite el olvido y empieza a leer a los
poetas del Romanticismo europeo; visita otra vez Málaga. Colabora
en la revista Cruz y Raya de José Bergamín y publica en ella sus
traducciones de Hölderlin (1934). En 1936, poco antes de estallar la
Guerra Civil, interviene en el homenaje a Valle-Inclán y publica la
primera edición de su obra poética completa hasta entonces, bajo el
título de La realidad y el deseo.
Se entera del asesinato de Lorca y le escribe una sentida elegía, "A un
poeta muerto (F. G. L.)", cuyos dos últimos párrafos fueron
censurados. Pasó dos meses como agregado de la Embajada
Española en París y vuelve a Madrid, donde se alista en el Batallón
Alpino; con él es enviado a la Sierra de Guadarrama. En abril de 1937
se traslada a Valencia, donde colabora con Hora de España y publica
la citada elegía a Lorca; participa allí en el II Congreso de
Intelectuales Antifascistas de Valencia, donde conoce a Octavio Paz, a
quien volverá a ver más adelante en México. En el verano interpreta
el papel de Don Pedro en la representación de Mariana Pineda dirigida
por Altolaguirre. En 1938 parte al Reino Unido a dar un ciclo de
conferencias y conoce a Rafael Martínez Nadal, quien será luego uno
de sus estudiosos. En Oxfordshire ejerce de tutor de niños vascos
refugiados, lo que le inspira el poema «Niño muerto»; luego trabaja
como profesor en el internado Cranleigh School. Lee a los clásicos
ingleses, en especial a los poetas metafísicos y a T. S. Eliot, pero
también a Constantino Cavafis. Trabaja como lector de español en la
Universidad de Glasgow, la Universidad de Cambridge (1943) y el
Instituto Español de Londres (1945), pasando los veranos en Oxford
en compañía del pintor Gregorio Prieto. Termina Las nubes y escribe
los poemas en prosa de Ocnos. En 1944 un nuevo amor le inspira los
poemas de Vivir sin estar viviendo y desarrolla una intensa labor de
crítico literario, publicando en el Bulletin of Hispanic Studies varios
ensayos sobre poesía española; traduce Troilo y Cresida de
Shakespeare (1945).
En 1947 se inicia su exilio norteamericano; allí enseña literatura en el
colegio de señoritas de Mount Holyoke (Massachusetts), puesto que
desempeñará hasta 1952, y logra por fin la ansiada estabilidad
económica; tres viajes a México en 1949, 1950 y 1951 le hacen
desear volver a vivir en una tierra donde se habla el español, en
compañía del amplio exilio republicano refugiado allí gracias a la
hospitalidad del presidente Cárdenas. En 1951 es invitado por la
revista Orígenes para dar conferencias en Cuba y amista con el
escritor Lezama Lima; además se reencuentra con María Zambrano.
Por fin consigue dejar su puesto y establecerse en México capital en
1952; allí se enamora de un culturista, Salvador Alighieri, que había
conocido en las vacaciones de 1951; a él están dedicados los Poemas
para un cuerpo. En México vuelve a ver a Octavio Paz y a los
Altolaguirre, en especial su mujer, Concha Méndez, con la que pasa
una temporada en 1953 en Coyoacán. Desde 1954 trabaja en la
UNAM como profesor por horas e investiga con una beca de El Colegio
de México; colabora en diversas revistas mexicanas. En 1955 su
figura es reivindicada en España por un grupo de jóvenes poetas
cordobeses, el Grupo Cántico, lo que supone para él una gran
satisfacción; en 1956 emprende la redacción de los primeros poemas
de Desolación de la Quimera y en 1957 se imprimen los Poemas para
un cuerpo y sus Estudios sobre poesía española contemporánea.
Publica en México en la Cultura su biografía literaria, «Historial de un
libro», con motivo de la tercera edición revisada y ampliada de La
realidad y el deseo (1958). En 1959, con motivo del fallecimiento de
Manuel Altolaguirre, se ocupa de editar las Poesías completas de su
amigo y empieza a mantener correspondencia con jóvenes poetas
españoles. En 1960 Carlos Barral le publica en Barcelona los ensayos
contenidos en las dos partes de Poesía y literatura y en verano
imparte un curso en la Universidad de California en Los Ángeles;
entre 1961 y 1962 es profesor visitante en San Francisco y en este
último año se publica en México Desolación de la Quimera; entre
1962 y 1963 vuelve a impartir un curso en Los Ángeles y el 5 de
noviembre fallece en la Ciudad de México y es enterrado pocos días
después en la sección española del Panteón Jardín.
Nunca negó su condición homosexual, factor que le hizo ser
considerado en su patria un «raro» y rebelde, dada la mentalidad
poco abierta de la España de entonces, «un país donde todo nace
muerto, vive muerto y muere muerto», como dirá en Desolación de la
Quimera. La consciencia de su aislamiento se expresa en una de sus
imágenes más conocidas: Cernuda se ve a sí mismo «como naipe
cuya baraja se ha perdido».

Poesía
La poesía cernudiana es una poesía de la meditación, y consta de
cuatro etapas, según Octavio Paz: los años de aprendizaje, la
juventud, la madurez y el comienzo de la vejez.
• A la etapa inicial pertenecen las primeras poesías, publicadas
en 1927 con el título de Perfil del aire —que muestran a un
poeta elegante en su contemplación elegíaca del mundo— y
Égloga, elegía, oda, escrito entre 1927 y 1928, que rinde
homenaje a la tradición clásica a la vez que toca algunos temas
muy cernudianos: amor y eros en especial.
• Comienza el ciclo de la juventud con Un río, un amor y Los
placeres prohibidos, escritos entre 1929 y 1931. Esos dos libros
revelan la adhesión de Cernuda al surrealismo. Aunque el
clasicista que siempre hubo en él atempera muchas veces la
ruptura formal, lo esencial de esos poemarios es su espíritu de
rebeldía contra el orden establecido. En Los placeres prohibidos
la rebelión crece con la abierta reivindicación de la
homosexualidad. Donde habite el olvido (1934) es un libro
neorromántico, «superbecqueriano», que desarrolla una elegía
amorosa. Invocaciones, de 1934–1935, presenta al
neorromántico dilatándose en amplios poemas que celebran las
glorias del mundo y exaltan la misión del poeta.
• El período de madurez arranca con Las nubes (1940 y 1943),
uno de los más bellos libros de poesía sobre la Guerra Civil,
donde lo elegíaco alcanza su plenitud. Bajo el estímulo de la
lírica inglesa, incluye monólogos dramáticos, como «La
adoración de los magos». Prolonga tono y estilo en Como quien
espera el alba (1947). Obsesionado con sus recuerdos
sevillanos, elabora en prosa Ocnos (1ª ed. en 1942, luego
ampliada: 1949 y 1963), esencial para entender su mitología
del Edén perdido.
• En México se desarrolla su última etapa. Allí compondría
Variaciones sobre tema mexicano (1952), Vivir sin estar
viviendo (1944–1949) y Con las horas contadas, de 1950–1956,
que en ediciones posteriores incorporará Poemas para un
cuerpo (Málaga, 1957). Es perceptible la sustitución de la
anterior musicalidad elegante, garcilasiana, por un ritmo seco,
duro, y por la renuncia a toda ornamentación en favor del
concepto. Este estilo alcanza su plenitud en Desolación de la
Quimera (1962).
Cernuda es autor de una obra crítica (Estudios sobre poesía española
contemporánea, 1957, o Poesía y literatura, I y II, 1960 y 1964) que,
más allá de algunas arbitrariedades, ha permitido revisar tópicos y
estimaciones. En ella, Cernuda reivindica a Campoamor, expresa su
admiración por su amigo Federico García Lorca y enjuicia con
severidad la obra de Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas
y Jorge Guillén.
En 1985 se editó su única obra de teatro, La familia interrumpida.

Teoría poética
Fue el propio Luis Cernuda quien esbozó su evolución poética en
«Historial de un libro», trabajo publicado primitivamente en Papeles
de son Armadans y recogido posteriormente en su Poesía y literatura.
Toda crítica literaria de su obra ha de referirse necesariamente a este
trabajo del autor.
Tradición y originalidad
Para Cernuda, el respeto a la tradición literaria y la aportación de
originalidad en su obra deben ir en perfecto equilibrio. No se debe dar
mayor peso a una o a otra. Para él, el respeto a la tradición es algo
fundamental, pero no entiende esa tradición solamente como el
respeto a la obra de autores españoles, sino que abarca el conjunto
de la literatura europea desde Homero. Entre las presencias de la
tradición que más claramente se ven en sus poemas encontramos:
1. Garcilaso. Tanto por su métrica (como se ve en el libro Égloga.
Elegía. Oda), como por sus temas (el amor, la visión idealizada
de la naturaleza y la presencia de la mitología clásica).
2. Bécquer, y los poetas que inician el Simbolismo (Baudelaire,
Paul Verlaine, Paul Valéry, Mallarmé, Friedrich
Hölderlin[cita requerida]) , que le aportan el concepto del poeta como
un ser sobrenatural que tiene la capacidad de percibir lo que
otros no pueden.
3. Los poetas platónicos (Fray Luis de León, T.S. Eliot[cita requerida]), le
aportan la visión de la naturaleza como un mundo de orden y
paz, frente al caos humano.
4. En Historial de un libro señala asimismo el influjo que ejercieron
sobre él la poesía de los poetas metafísicos ingleses, la de
Hölderlin y la de Constantino Kavafis.
Junto a todas estas presencias de la tradición cultural europea,
Cernuda también tendrá en cuenta la obra de sus contemporáneos:
1. Juan Ramón Jiménez, por la visión subjetiva de la realidad y por
la idea de que la verdadera literatura es aquella que se dirige a
la esencia de las cosas, eliminando la superficialidad.
2. Los poetas del 27 le enseñan a enfrentarse a la obra literaria
desde la perspectiva del Surrealismo.
En la poesía de Cernuda, en fin, la presencia de la tradición se
conjugará con la originalidad de su aportación, fruto de sus
peculiaridades biográficas.
La función del poeta
La función del poeta en la obra de Luis Cernuda entronca
perfectamente con la tradición romántica, según la cual el artista
aparece como un ser solitario dotado de un don sobrenatural que le
permite ver y expresar lo que otros no pueden. En esta línea, Cernuda
se nos presenta como un integrante de una tradición que arranca con
los románticos, sobre todo con los alemanes como Hölderlin, Novalis o
Heinrich Heine y que en España representa la figura de otro sevillano,
Gustavo Adolfo Bécquer. El poeta es, por tanto, un «elegido», bien
sea por Dios o por el Demonio. Es un ser maldito, marginado por la
sociedad, hecho del que deriva su soledad total. En el caso de
Cernuda, esa condición de maldito, de diferente, viene reforzada por
su forma distinta de entender el amor. Su homosexualidad choca
frontalmente con los usos y las normas propias de la sociedad
burguesa a la que pertenece y en la que vive. Como consecuencia del
sentimiento de la diferencia, la actitud del poeta sevillano frente al
mundo se definirá por la rebeldía y por el sentimiento de frustración
provocado por el choque constante entre la realidad que vive y el
deseo de vivir, de amar, de forma diferente.
Los temas de la obra poética
El núcleo temático de la obra de Cernuda es la antítesis entre la
realidad y el deseo, hecho que explica que a partir de 1936 titulara el
conjunto de su poesía con esta oposición. Esta antítesis nace, sin
duda, de las peculiares circunstancias vitales del poeta sevillano, pero
entronca perfectamente con lo que en los poetas románticos y
simbolistas era la colisión entre la libertad individual y la sociedad
burguesa, además de ser un tema característico de la poesía del siglo
XX, como lo demuestra su aparición en poemas de autores muy
variados, desde Antonio Machado, a Federico García Lorca, pasando
por Rafael Alberti, por citar solamente a algunos contemporáneos de
Cernuda.
El tema de la realidad frente al deseo podemos concretarlo en la obra
de Cernuda en una serie de motivos temáticos recurrentes:
1. Soledad, aislamiento, marginación y sentimiento de la
diferencia.
2. Deseo de encontrar un mundo habitable que no reprima ni
ataque al individuo que se siente y se sabe diferente. En el
intento por encontrar ese mundo habitable deseado, a veces el
poeta se dirige al pasado, a la niñez, con lo que enlazamos con
el tema de los «paraísos perdidos», tan característico de la
literatura contemporánea.
3. Deseo de encontrar la belleza perfecta, que no esté ensuciada
por la realidad, por la materialidad.
4. El amor, como el gran tema cernudiano. Este motivo adopta
distintos planteamientos a lo largo de su obra que podemos
reducir a cuatro momentos:
○ Un amor no disfrutado, pero presentido. Entendido más
como experiencia literaria, leída. Es lo que encontramos,
principalmente, en el libro Los placeres prohibidos.
○ La experiencia amorosa marcada por la insatisfacción, por
el dolor y el fracaso, por la incomprensión. Lo podemos
encontrar, principalmente, en el libro Donde habite el
olvido.
○ El amor como experiencia feliz, exaltada, pero marcada
por la brevedad. Así lo leemos en los Poemas del cuerpo.
○ El tiempo y su discurrir es otro de los grandes temas del
poeta sevillano. Vinculados a este motivo temático
encontraremos el deseo de juventud eterna, marcada por
las experiencias amorosas, por la belleza y por la fuerza
de espíritu que le permite mantener una actitud rebelde
frente al mundo que le oprime; la nostalgia de la infancia,
asociada a la ingenuidad y, por ello, a la felicidad y el
deseo de eternidad, de llegar a fundirse con la Naturaleza
en un universo perfectamente ordenado.
5. La naturaleza. Es clara la oposición que se produce en los
poemas de Cernuda entre el mundo burgués, contra el que el
poeta reacciona de maneras diversas, y el mundo natural,
considerado como un paraíso en el que el artista puede vivir en
perfecta armonía. Ese mundo social burgués viene marcado por
el caos, es la realidad, y frente a él, el orden natural, el deseo.
Esa naturaleza cernudiana viene dominada por la
espontaneidad y por la proyección libre de los sentimientos y
los instintos que en el ámbito burgués deben ser reprimidos.

Bibliografía
• Luis Cernuda, Poesía completa. Obras completas, Volumen I.
Ediciones Siruela. Edición a cargo de Derek Harris y Luis
Maristany. Madrid, España. 1993. Introducción con un completo
análisis de la obra cernudiana. Incluye una bibliografía
descriptiva, una cronología biográfica, el completísimo ensayo
«La poesía de Luis Cernuda» y una bibliografía selecta.
• Luis Cernuda, Antología, ed. y introducción José María Capote
Benot (Madrid, Cátedra, 1984)
• Octavio Paz, LUIS CERNUDA: Apuntes sobre La realidad y el
deseo / La palabra edificante / Juegos de memoria y olvido / La
pregunta de Cernuda. Obras completas. Vol. III: Fundación y
disidencia. Dominio Hispánico, Primerísima Edición [Círculo de
Lectores] Barcelona, España, 1991. Págs. 233–276.
• Octavio Paz, LUIS CERNUDA. Obras completas. Vol. II:
Excursiones/Incursiones: Dominio Extranjero / Fundación y
disidencia: Dominio Hispánico. Tercera Edición [Galaxia
Gutenberg] Barcelona, España, 2000. Págs. 972–1031.
• J . A. Coleman, Other Voices. A Study of the Late Poetry of Luis
Cernuda (North Carolina University Press, 1969)
• D. Harris, Luis Cernuda: a Study of the Poetry (Londres, 1973)
• D. Harris (ed.), Luis Cernuda (Madrid, 1977)
• R. Martínez Nadal, Españoles en la Gran Bretaña: Luis Cernuda.
El hombre y sus temas (Madrid, 1983)
• Ph. Silver, Luis Cernuda: el poeta en su leyenda (Madrid, 1972)
• M. Ulacia, L. Cernuda: escritura, cuerpo y deseo (Barcelona,
1986).
Vicente Aleixandre

Premio Nobel de
Literatura en 1977

Vicente
Nombre
Aleixandre

26 de abril de
Nacimie 1898
nto Sevilla,
España

13 de
diciembre de
Defunci 1984
ón (86 años)

Madrid,
España

Poeta

Ocupaci Premio
ón Nobel de
Literatura en
1977

Vicente Pío Marcelino Cirilo Aleixandre y Merlo (Sevilla, 26 de


abril de 1898 – Madrid, 13 de diciembre de 1984; aunque oficialmente
figurase el día 14 como el de su muerte, en realidad falleció el día 13
a las 23:23 hora española). Poeta español de la llamada generación
del 27. Elegido académico en sesión del día 30 de junio de 1949,
ingresó en la Real Academia Española el 22 de enero de 1950. Ocupó
el sillón de la letra O.
Premio Nacional de Literatura en 1933 por La destrucción o el amor,
de 1932-33, Premio Francisco Franco en 1949 y Premio de la Crítica
en 1963 por En un vasto dominio, y en 1969, por Poemas de la
consumación, y Premio Nobel de Literatura en 1977.

Biografía
Hijo de una familia de la burguesía española, su padre fue ingeniero
de ferrocarriles. Nace en Sevilla en 1898 pero pasa su infancia en
Málaga, donde comparte estudios con el futuro escritor Emilio Prados.
Se traslada a Madrid donde cursa estudios de Derecho y Comercio. En
1919 se licencia en Derecho y obtiene el título de intendente
mercantil. Ejerce de profesor de Derecho Mercantil desde 1920 hasta
1922 en la Escuela de Comercio.
En 1917 conoce a Dámaso Alonso en Las Navas del Marqués, lugar
donde veraneaba, y este contacto supone el descubrimiento de
Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Inicia de este
modo una profunda pasión por la poesía.
Su salud empieza a quebrantarse en 1922. En 1925 se le declara una
nefritis tuberculosa, que termina con la extirpación de un riñón,
operación realizada en 1932. Publica sus primeros poemas en la
Revista de Occidente en 1926. Establece contacto con Cernuda,
Altolaguirre, Alberti y García Lorca. A lo largo de su vida ocultó su
homosexualidad. En los años treinta el poeta conoce a Andrés Acero y
ambos inician una intensa relación amorosa que será interrumpida
por el exilio a México de Andrés tras la Guerra Civil. En palabras de
Molina Foix, "Aleixandre era muy pudoroso de su condición
homosexual por el daño que pudiera hacer a su familia, sobre todo a
su hermana, pero a mí me dijo que cuando muriese no le importaba
que se supiera la verdad; consideraba que no era ningún desdoro".[1]
[2] [3] [4] [5]

Después de la Guerra Civil no se exilia, a pesar de sus ideas


izquierdistas, permanece en España y se convierte en uno de los
maestros de los jóvenes poetas.

Obra poética
Su obra poética presenta varias etapas:
Poesía pura. Su primer libro, Ámbito, compuesto entre 1924 y 1927
y publicado en Málaga en 1928, es la obra de un poeta incipiente, que
aún no ha encontrado su propia voz. Predomina el verso corto
asonantado y la estética de la poesía pura juanramoniana y
guilleniana, además de ecos ultraístas y de la poesía clásica española
de la Edad de Oro, especialmente Fray Luis de León y Góngora.
Poesía superrealista. En los años siguientes, entre 1928 y 1932, se
produce un cambio radical en su concepción poética. Inspirado por los
precursores del surrealismo (en especial por Arthur Rimbaud y
Lautréamont) y por Freud, adopta como forma de expresión el poema
en prosa (Pasión de la Tierra, de 1935) y el verso libre (Espadas como
labios, de 1932; La destrucción o el amor, de 1935, Sombra del
Paraíso, de 1944). La estética de estos poemarios es irracionalista, y
la expresión se acerca a la escritura automática, aunque sin aceptar
la misma como dogma de fe. El poeta celebra el amor como fuerza
natural ingobernable, que destruye todas las limitaciones del ser
humano, y critica los convencionalismos con que la sociedad intenta
apresarlo.
Poesía antropocéntrica. Tras la guerra, su obra cambia,
acercándose a las preocupaciones de la poesía social imperante.
Desde una posición solidaria, aborda la vida del hombre común, sus
sufrimientos e ilusiones. Su estilo se hace más sencillo y accesible.
Dos son los libros fundamentales de esta etapa: Historia del corazón,
de 1954 y En un vasto dominio, de 1962.
Poesía de vejez. En sus últimos libros (Poemas de la consumación,
de 1968, y Diálogos del conocimiento, de 1974), el estilo del poeta
vuelve a dar un giro. La experiencia de la vejez y la cercanía de la
muerte le llevan de vuelta al irracionalismo juvenil, aunque en una
modalidad extremadamente depurada y serena. A estos dos títulos
canónicos, esto es, de los publicados en vida por el propio poeta,
podría añadirse un tercero, «En gran noche», de aparición póstuma,
en 1991, y en la misma línea metafísica y reflexiva que los dos
anteriores.
Obra en prosa
Aunque menos conocida, Aleixandre también tiene una producción en
prosa, tan interesante como breve. A ella pertenecen Vida del poeta:
el amor y la poesía (1950, discurso de ingreso en la RAE), Algunos
caracteres de la nueva poesía española (1955) y, sobre todo, Los
encuentros (1958, colección de 39 evocaciones de escritores
españoles, que luego fueron ampliadas hasta el número final de
cincuenta y dos semblanzas). Recientemente se ha publicado una
recopilación bastante exhaustiva, que incluye una muestra de su
riquísimo epistolario: Prosas completas (Barcelona: Visor, 2002).

Libros de poesía
• Ámbito, Málaga (6.º Suplemento de Litoral), 1928.
• Espadas como labios, M., Espasa-Calpe, 1932.
• La destrucción o el amor, M., Signo, 1935 (Premio Nacional de
Literatura 1933).
• Pasión de la tierra, México, Fábula, 1935 (2ª edición
aumentada: Madrid, Adonais, 1946).
• Sombra del Paraíso, M., Adán, 1944.
• En la muerte de Miguel Hernández, Zaragoza, Cuaderno de las
Horas Situadas, 1948.
• Mundo a solas, M., Clan, 1950.
• Poemas paradisiacos, Málaga, El Arroyo de los Ángeles, 1952.
• Nacimiento último, M., Ínsula, 1953.
• Historia del corazón, M., Espasa-Calpe, 1954.
• Ciudad del Paraíso, Málaga, Dardo, 1960.
• Poesías completas, M., Aguilar, 1960.
• En un vasto dominio, M., Revista de Occidente, 1962 (Premio de
la Crítica).
• Retratos con nombre, B., Col. El Bardo, 1965.
• Obras completas, M., Aguilar, 1968 (2º edición aumentada:
1977).
• Poemas de la consumación, B., Plaza y Janés, 1968 (Premio de
la Crítica).
• Poesía surrealista. Antología, B., Barral, 1971.
• Sonido de la guerra, Valencia, Hontanar, 1971.
• Diálogos del conocimiento, B., Plaza y Janés, 1974.
• Tres poemas seudónimos, Málaga, Col. Juan de Yepes, 1984.
• Nuevos poemas varios, B., Plaza y Janés, 1987.
• En gran noche. Últimos poemas, B., Seix Barral, 1991.
• Álbum. Versos de juventud (con Dámaso Alonso y otros), B.,
Tusquets, 1993 (Edic. de Alejandro Duque Amusco y María-Jesús
Velo).
• Poesías completas, M., Visor/Comunidad de
Madrid/Ayuntamiento de Málaga, 2001 (Edic. de Alejandro
Duque Amusco).
• Prosas completas, M., Visor/Comunidad de
Madrid/Ayuntamiento de Málaga, 2002 (Edic. de Alejandro
Duque Amusco).

Manuel Altolaguirre
Manuel Altolaguirre Bolín (Málaga; 29 de junio de 1905 - Burgos;
26 de julio de 1959) fue un poeta español.
Biografía
Estudió bachillerato en el colegio de los jesuitas San Estanislao en
Málaga y Derecho en la Universidad de Granada, carrera que nunca
ejerció. Su vocación más temprana fue la de impresor y editor. Aparte
del libro "Litoral", publicó en otras revistas importantes y junto con su
mujer, la poetisa Concha Méndez editó, en la colección Héroe, libros
fundamentales de poesía.
Desde la Guerra Civil Española vivió en París, Cuba y México. Su
actividad más destacada en este último país fue el cine. Como
guionista consiguió en 1952 el Premio de la Crítica al mejor
argumento en el Festival de Cine de Cannes y el "Águila de plata" de
México por la película Subida al cielo, dirigida por su amigo y
compañero en la Residencia de Estudiantes, Luis Buñuel. Como
productor trabajó en Misericordia, basada en la obra de Benito Pérez
Galdós y en "Las estrellas" de Arniches. Fue guionista, productor y
director de cine. Como director firmó la película Cantar de los
Cantares basado en la versión de Fray Luis de León.
En 1959 volvió a España para presentar en Adamuz (Córdoba) su
película en el Festival de Cine de San Sebastián y fallece en Burgos
víctima de un accidente de automóvil.
Poesía
Es posiblemente el poeta más espiritual e intimista de la Generación
del 27. En sus composiciones se observa la huella de San Juan de la
Cruz, Garcilaso de la Vega, Juan Ramón Jiménez y Pedro Salinas.
Aunque su producción es breve y desigual, supo crear un mundo
intimista pero rico en matices. Su poesía es cálida, cordial,
transparente. Canta el amor, la soledad, la muerte, con tonos
románticos. Según él, su poesía se siente hermana menor de la de
Salinas.
Rasgo sobresaliente de su producción es su musicalidad, con
predominio de los versos cortos y las estrofas de raíz tradicional.
Títulos
Entre sus obras destacan:
• Las islas invitadas (1926)
• Poemas del agua (1927)
• Soledades juntas (1931)
• La lenta libertad (1936)
• Las islas invitadas (1936)
• Nube temporal (1939)
• Poemas de las islas invitadas (1944)
• Nuevos poemas de las islas invitadas (1946)
• Fin de un amor (1949)
• Poemas en América (1955).
Además de su poesía, Altolaguirre escribió un libro de memorias, El
caballo griego, numerosos artículos de crítica literaria, algunas
traducciones y obras de teatro.
Tampoco debemos olvidar su labor como editor: en 1936 funda en
Málaga (junto a Emilio Prados) Litoral, revista en la que publicará
buena parte de la generación del 27, y durante su exilio cubano creó
la imprenta La Verónica dedicada, también, a la edición de textos
literarios.[1

Emilio Prados
Emilio Prados Such. (Málaga, 4 de marzo de 1899 - México, 24 de
abril de 1962), poeta español de la Generación del 27.
Sus primeros quince años transcurren en Málaga, donde asiste al
Instituto de enseñanza secundaria. En 1914, obtiene una plaza en el
Grupo de Niños de la Residencia de Estudiantes de Madrid. En este
internado conoce a Juan Ramón Jiménez, uno de los asiduos invitados
y quien, junto con la afición a los libros inculcada por su abuelo
Miguel Such y Such en su infancia, determinaría su inclinación hacia
la poesía.
En 1918 se incorpora al grupo universitario de la Residencia, centro
que se convierte en punto convergente de las ideas vanguardistas e
intelectuales de Europa, así como en un foro de diálogo permanente
entre ciencias y artes. En este fecundo caldo de cultivo se forma la
Generación del 27 y es aquí, donde Prados entabla amistad con el
círculo que forman Federico García Lorca, Luis Buñuel, Juan Vicens,
José Bello y Salvador Dalí.
En 1921, el agravamiento de la enfermedad pulmonar que padece
desde su infancia le obliga a ingresar en el sanatorio de Davosplatz
(Suiza) donde pasará la mayor parte del año. En esa reclusión
terapéutica, Emilio Prados comenzará a descubrir los autores más
sobresalientes de la literatura europea y a consolidar su vocación de
escritor. Tras este paréntesis, en 1922, reanuda su formación
académica asistiendo a cursos en las universidades de Friburgo y
Berlín; visita museos y galerías de arte de las principales ciudades
alemanas y conoce a Picasso y a diversos pintores españoles en París.
En el verano de 1924 regresa a su ciudad natal, donde continúa su
actividad como escritor y funda, junto a Manuel Altolaguirre, la revista
Litoral, el hito más renovador de la cultura española de los años 20,
en cuyas páginas refleja el diálogo entre poesía, música y pintura del
que bebió en la Residencia de Estudiantes, logrando reunir bajo un
único código creativo a figuras tan relevantes como: Jorge Guillén,
Moreno Villa, Manuel de Falla, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Ángeles
Ortiz o Federico García Lorca entre otros.
En 1925 inicia su actividad como editor de la imprenta Sur, en la que
trabaja también junto a Altolaguirre. De estos talleres saldrán
publicados gran parte de los títulos de la poesía del 27. El esmerado
trabajo de edición que realizan ambos poetas les procura prestigio
internacional.
Paralelamente a sus actividades creadoras, su compromiso social se
va decantando en un progresivo interés hacia los sectores más
pobres y desfavorecidos de la sociedad. Es en plena II República, en
1934, cuando su acercamiento a la izquierda se muestra
explícitamente. El clima de violencia que impera en Málaga al estallar
la guerra le hace trasladarse a Madrid y allí entrará a formar parte de
la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Colabora en tareas
humanitarias, ayuda en la organización del II Congreso Internacional
de Escritores y en la edición de varios libros: Homenaje al poeta
Federico García Lorca y Romancero general de la guerra de España,
al tiempo que se publican varias de sus obras. Recibe el Premio
Nacional de Literatura por la recopilación de su poesía de guerra,
Destino fiel en 1938.
Poco después se instala en Barcelona para encargarse, junto con
Altolaguirre otra vez, de las “Publicaciones del Ministerio de
Instrucción Pública”. Pero la situación es ya insostenible en la España
de comienzos de 1939 para un republicano, por lo que decide
marcharse a París y el 6 de mayo parte, junto con otras destacadas
figuras de la intelectualidad republicana, hacia México, donde residirá
hasta su muerte.

Obra poética
Primera etapa 1925 a 1928: busca las correspondencias de la
naturaleza con la otredad del ser. Funde elementos vanguardistas y
surrealistas con sus raíces arábigo-andaluzas y las poéticas puristas y
neopopularistas de la época.
• Tiempo
• Veinte poemas en verso
• Seis estampas para un rompecabezas
• Canciones del farero
• Vuelta
• El misterio del agua
Segunda etapa 1932 a 1938: se entrega a la poesía social y política
con un lenguaje surrealista.
• La voz cautiva
• Andando, andando por el mundo
• La tierra que no alienta
• Seis estancias
• Llanto en la sangre
• El llanto subterráneo
• Tres cantos
• Homenaje al poeta Federico García Lorca contra su muerte
• Romances
• Romancero general de la guerra de España
• Cancionero menor para los combatientes
• Destino fiel (recopilación de toda su poesía de guerra) Premio
Nacional de Literatura 1938
Tercera etapa, exilio en México 1939 a 1962: poesías que emanan
un profundo sentimiento de desarraigo y soledad. En su recta final, la
trayectoria poética de Prados se dirige hacia una poesía cada vez más
densa y filosófica, hacia el concepto de vida nueva, de solidaridad y
amor; autoafirmándose en su independencia y en la visión abierta y
vanguardista que siempre había defendido, la generación del 27.
• Mínima muerte
• Jardín cerrado
• Memoria del olvido
• Penumbras
• Río natural
• Circuncisión del sueño
• Signos del ser

Rafael Alberti
Rafael Alberti

Rafael Alberti (1968).

Nombre Rafael Alberti

Nacimien 16 de
to diciembre de
1902
El Puerto de
Santa María
(Cádiz)

Defunció 28 de
n octubre de
1999
El Puerto de
Santa María
(Cádiz)

Ocupació Poeta,
n dramaturgo y
prosista.

Nacionali
España
dad

Período Siglo XX

Género Poesía
Movimien Generación
tos del 27

Rafael Alberti Merello (El Puerto de Santa María, Cádiz, 16 de


diciembre de 1902 - ibídem, 28 de octubre de 1999) fue un escritor
español, especialmente reconocido como poeta, miembro de la
Generación del 27. Está considerado uno de los mayores literatos
españoles de la llamada Edad de Plata de la literatura española,[1]
cuenta en su haber con numerosos premios y reconocimientos.
Tras la Guerra Civil Española se exilió debido a su militancia en el
Partido Comunista de España. A su vuelta a España, tras el fin de la
dictadura franquista, fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en
1983 y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz en 1985.[2]

Biografía
Rafael Alberti nació en una familia de origen italiano que se dedicaba
al negocio del vino en Cádiz. Tuvo una infancia despreocupada y libre
de tutela hasta que es ingresado en el colegio de jesuitas San Luis
Gonzaga del Puerto donde recibe una educación estricta y tradicional.
La atmósfera asfixiante y la disciplina chocaban con el espíritu del
joven que empezó a obtener malos resultados académicos, siendo
expulsado en 1916 por mala conducta. No superó el cuarto año de
bachillerato
En 1917 se traslada a Madrid con su familia. Rafael decide seguir su
vocación de pintor demostrando gran capacidad estética para captar
el vanguardismo de la época. Consigue exponer en el Salón de Otoño
y en Ateneo de Madrid.
En 1920 muere su padre. Ante el cuerpo yaciente de su progenitor
Rafael escribe sus primeros versos. Nace el Alberti poeta. Una
afección pulmonar le obliga a desplazarse a la localidad segoviana de
San Rafael, en la sierra de Guadarrama. En el retiro comienza a
trabajar los versos que luego formarían "Marinero en tierra".
Restablecido regresa a Madrid donde empieza a frecuentar la
Residencia de estudiantes y se rodea de otros poetas. Conoce a
Federico García Lorca, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Vicente
Aleixandre, Gerardo Diego y otros jóvenes autores que van a
constituir el más brillante grupo poético del siglo XX.
En 1925 recibe el Premio Nacional de Literatura por "Marinero en
Tierra" convirtiéndose en una figura preeminente de la lírica
española.
En 1927, con ocasión del tricentenario de la muerte de Luis de
Góngora, aquel grupo de poetas decide rendir un homenaje en el
Ateneo de Sevilla al maestro del barroco español. Aquel acto supuso
la consolidación de la llamada Generación del 27, protagonista de la
edad de plata de la poesía española.
En los años siguientes Alberti sufre una crisis existencial debida a su
delicada salud, sus penurias económicas y la pérdida de la fe. La
evolución de su conflicto interior se manifiesta en su poesía de estos
años. Prueba de fuego de la que renacerá con nuevas convicciones e
ideales. Nace el Alberti comprometido con la política, en plena
dictadura del general Primo de Rivera. Participa en revueltas
estudiantiles, apoya el advenimiento de la II República y se afilia al
Partido Comunista. Para él, la poesía se convierte en un arma
necesaria para sacudir conciencias, una forma de cambiar el mundo.
[3]

En 1930 conoce a María Teresa León con la que funda la revista


revolucionaria "Octubre". Viaja a la Unión Soviética donde asiste a
una reunión de escritores antifascistas.
En 1936 estalla la Guerra Civil. Rafael Alberti colabora en salvar los
cuadros del Museo del Prado de los bombardeos, acoge a
intelectuales de todo el mundo que apoyaban a la República y llama a
la resistencia del Madrid asediado recitando versos que se difunden
hasta los frentes de batalla.
Tras la derrota republicana, Alberti y María Teresa León se ven
obligados a exiliarse. Se trasladan a París hasta que el gobierno de
Pétain les retira el permiso de trabajo por ser considerados
comunistas peligrosos. En 1940 y ante la amenaza alemana, se
trasladan a Chile acompañados por Pablo Neruda.
A partir de entonces Rafael Alberti vive un largo exilio que le llevará a
Buenos Aires y Roma. No regresa a España hasta 1977, después de la
muerte del general Franco. Ese año es elegido como diputado al
Congreso en las listas del Partido Comunista, pero no tarda en
renunciar al escaño porque lo que desea es estar en contacto con el
pueblo.[4]
A partir de entonces asiste a recitales, conferencias y homenajes
multitudinarios. No consiguió sillón en la Academia, pero obtuvo
Alberti el mayor reconocimiento literario, el Cervantes, que se
adjudicó en 1983. Antes había sido distinguido con galardones
internacionales como el Lenin de la Paz (1965) y el premio Roma de
Literatura (1991), además del Nacional de Teatro (1980). Renunció al
otro gran galardón de las letras españolas, el Príncipe de Asturias,
debido a sus fuertes convicciones republicanas.
El 28 de octubre de 1999 murió en su casa de El Puerto de Santa
María, en su pueblo natal. Sus cenizas fueron esparcidas en el mismo
mar de su infancia, aquel que cantó en su obra "Marinero en Tierra".

Controversias en la biografía de Alberti


Existen controversias sobre su actuación durante la Guerra Civil de
España.[5] Alberti fue miembro de la Alianza de Intelectuales
Antifascistas junto con otros autores como María Zambrano, Ramón
Gómez de la Serna, Miguel Hernández, José Bergamín, Rosa Chacel,
Luis Buñuel, Luis Cernuda, Pedro Garfias, Juan Chabás, Manuel
Altolaguirre entre otros. En su actividad, además de la propiamente
cultural, se hicieron manifiestos, charlas y llamamientos contra el
ascenso del fascismo que representaba el Ejército sublevado de
Franco, así como la realización de boletines y publicaciones entre las
que destacó El Mono Azul. Según César Vidal, La Alianza de
Intelectuales Antifascistas celebró una asamblea cuya finalidad era
depurar la Academia Española de la Lengua, cuyos miembros eran
mayoritariamente de derechas.[6]

La Poesía de Alberti
Cabe distinguir cinco momentos en la lírica albertiana:
neopopularismo, gongorismo, surrealismo, poesía política y poesía de
la nostalgia.
El primer ciclo de su poesía está constituido por Marinero en tierra,
donde expresa su nostalgia por no poder disfrutar del mar de su tierra
natal. En La amante (1926) refleja sus impresiones por distintos
puntos de Castilla (Santo Domingo de Silos, Aranda de Duero, la
Ribera del Duero, Burgos...) donde viajó con su hermano,
representante de vinos y sus derivados. A esta obra le siguió El alba
del alhelí (1927). El poeta se sitúa en la tradición de los Cancioneros,
pero desde la posición de un poeta de vanguardia.

Rafael Alberti 1978.


En un segundo momento, una nueva tradición sucederá a la
cancioneril: la de Góngora. El resultado es Cal y canto (1929, pero
escrito entre 1926 y 1927). El gongorismo está en la profunda
transfiguración estilística a que se someten los temas. En este libro
aparecen unos tonos sombríos que anticipan a Sobre los ángeles
(1929, pero escrito entre 1927 y 1928).

Santiago Carrillo (izq.) junto a Rafael Alberti (der.), en 1977.


Sobre los ángeles —que abre la tercera etapa; esto es, la surrealista—
nace como consecuencia de una grave crisis personal y en el marco
de la crisis estética general común entonces a todo el arte de
Occidente. El clasicismo anterior salta deshecho y, aunque todavía el
poeta recurra a formas métricas tradicionales, el versolibrismo
irrumpe triunfante. Las características de este poemario son:
1. Densidad de las imágenes,
2. Violencia del verso,
3. Creación de un mundo onírico e infernal.
Es, seguramente, el libro mayor del poeta, que prolongará sus tonos
apocalípticos en Sermones y moradas, escrito entre 1929 y 1930,
para cerrar el ciclo surreal con el humor de Yo era un tonto y lo que
he visto me ha hecho dos tontos (1929), en donde se recogieron
poemas dedicados a los grandes cómicos del cine mudo.
La identificación de conducta privada y pública, que puede ser
considerada un rasgo definidor del surrealismo, se traduce en Alberti
en una toma de posición ideológica cercana al comunismo, que lo
conduce al ámbito de la poesía política, cuya primera manifestación
es la elegía cívica Con los zapatos puestos tengo que morir (1930).
Con el establecimiento de la Segunda República Española (1931),
Alberti se escora hacia las posiciones del marxismo. Los poemas de
estos años serán recogidos en Consignas (1933), Un fantasma recorre
Europa (1933), 13 bandas y 48 estrellas (1936), Nuestra diaria
palabra (1936) y De un momento a otro (1937), en un conjunto que el
autor llamaría El poeta en la calle (1938). Hay que añadir la elegía
Verte y no verte (1935), dedicada a Ignacio Sánchez Mejías. El ciclo
es desigual, pero hay logros notables.

Monumento a Rafael Alberti en la Plaza del Polvorista, en El Puerto de


Santa María.
En el destierro, se inicia el último ciclo de Alberti. De la poesía no
política cabe destacar Entre el clavel y la espada (1941); A la pintura
(1948), retablo sobre los temas y figuras del arte pictórico; Retornos
de lo vivo lejano (1952) y Oda marítima seguida de Baladas y
canciones del Paraná (1953), vertebrados por el tema de la nostalgia,
en los que el verso culto alterna con el neopopular, y con momentos
de alta calidad, que reaparecen en Abierto a todas horas (1964) y en
el primer libro «europeo», Roma, peligro para caminantes (1968). La
última producción albertiana es muy copiosa, sin que falte el poeta
erótico, como en Canciones para Altair (1988).
La obra dramática albertiana está integrada por El hombre
deshabitado (1930), Fermín Galán (1931), De un momento a otro
(1938-39), El trébol florido (1940), El adefesio (1944), La Gallarda
(1944-45) y Noche de guerra en el Museo del Prado (1956), además
de adaptaciones y algunas piezas cortas. Alberti comentaba en
repetidas ocasiones que las principales exponentes teatrales del siglo
XX y por quienes el sentía una gran admiración y respeto eran sin
duda la mejicana María Tereza Montoya y la española Margarita Xirgú.

Obra poética
• Marinero en tierra, M., Biblioteca Nueva, 1925 (Premio Nacional
de Literatura).
• La amante, Málaga, Litoral, 1926.
• El alba de alhelí, Santander, 1927 (Edición privada de José María
de Cossío).
• Domecq (1730-1928). Poema del Ilmo. Sr. Vizconde de
Almocadén, Jerez de la Frontera, Jerez Industrial, 1928.
• Cal y canto, M., Revista de Occidente, 1929.
• Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos,
publicado por primera vez en distintos números de La Gaceta
Literaria, 1929.
• Sobre los ángeles, M., CIAP, 1929.
• El poeta en la calle (1931-1935), Aguilar, Madrid, 1978.
Publicado por primera vez en Poesía (1924-1937).

Rafael Alberti 1977


• Consignas, M., octubre de 1933.
• Un fantasma recorre Europa, M., La tentativa poética, 1933.
• Poesía (1924-1930), M., Ediciones del Árbol( Cruz y Raya), 1935.
• Versos de agitación, México, Edit. Defensa Roja, 1935.
• Verte y no verte. A Ignacio Sánchez Mejías, México, N. Lira,
1935.
• 13 bandas y 48 estrellas. Poemas del mar Caribe, M., Manuel
Altolaguirre, 1936.
• Nuestra diaria palabra, M., Héroe, 1936.
• De un momento a otro (Poesía e historia), M., Europa-América,
1937.
• El burro explosivo, M., Edic. 5º Regimiento, 1938.
• Poesías (1924-1937), M., Signo, 1938.
• Poesías (1924-1938), Bs. As., Losada, 1940.
• Entre el clavel y la espada (1939-1940), Bs. As., Losada, 1941.
Dibujos de Rafael Alberti.
• Pleamar (1942-1944), Bs. As., Losada, 1944.
• Poesía (1924-1944), Bs. As., Losada, 1946.
• A la pintura, Bs. As., Imprenta López (Edición privada).
• A la pintura. Poema del color y la línea (1945-1948), Bs. As.,
Losada, 1948.
• Coplas de Juan Panadero. (Libro I), Montevideo, Pueblos Unidos,
1949 (2ª edición ampliada). Dibujos de Toño Salazar.
• Buenos Aires en tinta china, Bs. As., Losada, 1952. Dibujos de
Attilio Rossi.
• Retornos de lo vivo lejano, Bs. As., 1952.
• A la pintura (1945-1952) 2ª edic. aumentada, Bs. As., Losada,
1953.
• Oda marítima seguido de Baladas y canciones del Paraná
(1953), Bs. As., Losada, 1953.
• Balada y canciones del Paraná, Bs. As., Losada, 1954.
• Sonríe China, Bs. As., Jacobo Muchnik, 1958 (en colaboración
con María Teresa León).
• Poemas escénicos, Bs. As., Losada, 1962 (2ª edic. ampliada y
bilingüe español/italiano).
• Abierto a todas horas, M., Afrodisio Aguado, 1964.
• El poeta en la calle (1931-1965), París, Librairie du Globe, 1966
(Recopilación de toda la poesía social de Alberti).
• Il mattatore, Roma, Eutro edit, 1966.
• A la pintura. Poema del color y la línea (1945-1967) 3ª edic.
aumentada, M., Aguilar, 1968 (Prólogo de Vicente Aleixandre).
• Roma, peligro para caminantes, México, Joaquín Mortiz, 1968
(2ª edición aumentada- Málaga- Litoral- 1974).
• Los 8 nombres de Picasso y no digo más que lo que no digo, B.,
Kairós, 1970.
• Canciones del Alto Valle del Aniene, Bs. As., Losada, 1972.
• Disprezzo e meraviglia (Desprecio y maravilla), Roma, Riuniti,
1972 (Bilingüe italiano-español. Antología con poemas inéditos).
• Maravillas con variaciones acrósticas en el jardín de Miró, B.,
Polígrafa, 1975.
• Coplas de Juan Panadero (1949-1977), M., Mayoría, 1977.
• Cuaderno de Rute (1925), Málaga, Litoral, 1977.
• Los 5 destacagados, Sevilla, Calle del Aire, 1978.
• Fustigada luz, B., Seix Barral, 1980.
• Versos sueltos de cada día, B., Seix Barral, 1982.
• Golfo de Sombras, M., Villamonte, 1986.
• Los hijos del drago y otros poemas, Granada, Diputación, 1986.
• Accidente. Poemas del Hospital, Málaga, Librería Anticuaria El
Guadalhorce, 1987.
• Cuatro canciones, Málaga, Librería Anticuaria El Guadalhorce,
1987.
• El aburrimiento, 1988.
Canciones para Altair, M., Hiperión, 1989.
Jorge Guillén

Escultura de Jorge Guillén en los jardines del Poniente


de Valladolid.

Jorge Guillén Álvarez (Valladolid, 18 de noviembre de 1893 -


Málaga, 6 de enero de 1984) fue un poeta y crítico literario español,
integrante de la Generación del 27.

Biografía
Su vida transcurre paralela a la de su amigo Pedro Salinas, a quien
sucedió como lector de español en La Sorbona desde 1917 a 1923.
Estudió sus primeras letras y Bachillerato en su ciudad natal y,
aunque comenzó Filosofía y Letras en Madrid alojado en la Residencia
de Estudiantes, se licenció en la Universidad de Granada; en esos
años hizo varios viajes por Europa; en uno de ellos, en 1919, conoce a
Germaine Cahen, con la que se casó dos años más tarde. Empieza a
escribir Cántico y publica crítica literaria en la prensa y sus primeros
poemas sueltos en revistas. Ya licenciado, ocupa el puesto de lector
en la Universidad de La Sorbona (París) hasta 1923. En 1926 ocupa la
Cátedra de Literatura de la Universidad de Murcia y poco después,
con Juan Guerrero Ruiz y José Ballester Nicolás idea fundar la revista
Verso y Prosa para sustituir al Suplemento Literario de La Verdad y
elevarlo de nivel. En diciembre de 1928 aparece en la Revista de
Occidente la primera edición de Cántico; hace un lectorado en la
Universidad de Oxford (1929-1931) y en este último año se incorpora
a la Universidad de Sevilla.
La Guerra Civil le sorprende en Valladolid y es brevemente
encarcelado en Pamplona; vuelve a su Cátedra de Sevilla y se
autodestierra en julio de 1938. Ejerce su labor docente en las
Universidades de Middlebury, McGill (Montreal) y en el Wellesley
College; en 1947 muere Germaine y se jubila en el Wellesley College
en 1957; marcha entonces a Italia, donde contrae segundas nupcias
en Florencia (1958) con Irene Mochi-Sismondi, su segunda esposa, y
se traslada después a Málaga; sin embargo ya había estado en
España por primera vez desde la guerra en 1949, cuando fue a visitar
a su padre enfermo. Reanuda su labor docente en Harvard y Puerto
Rico, pero una caída con rotura de cadera le aparta de la docencia en
1970; en 1976 recibe el Premio Cervantes y en 1977 el Premio
Internacional Alfonso Reyes. Fue nombrado Hijo Predilecto de
Andalucía en 1983, un año antes de morir en Málaga el 6 de febrero
de 1984. Sus restos mortales reposan en el Cementerio Anglicano de
San Jorge, Málaga.

Análisis de su obra
Por su inclinación a la poesía pura, algunos críticos lo consideran el
discípulo más directo de Juan Ramón Jiménez. Guillén se introduce
tardíamente en el terreno literario: a los treinta y cinco años publica
su primer libro, Cántico, que será ampliado en diversas ediciones,
pues desde el principio pensó en su obra como un todo orgánico, al
que dio el título general de Aire nuestro. Si Aleixandre es el poeta del
pesimismo cósmico, Guillén lo es del optimismo. "El mundo está bien
hecho", proclama, lo que en la postguerra española le supuso una
cierta enemistad entre los poeta existenciales y sociales que
padecían las duras consecuencias de la guerra, por lo cual el poeta se
corregirá más tarde, en Clamor: "El mundo de los hombres está mal
hecho."
Sus poemas parten de situaciones concretas para extraer de ellas las
ideas o sentimientos más quintaesenciados; el estilo que adopta está
al servicio de tal proceder: usa un lenguaje extraordinariamente
elaborado, tras un riguroso proceso de eliminación y selección;
despoja al lenguaje de los halagos de la musicalidad fácil y de otros
recursos que tocan directamente nuestra sensibilidad; de ahí que su
poesía resulte difícil no por su acumulación de ornato, sino por su
condensación y densidad: cada frase, cada palabra intenta desnudar
la esencia de lo que el poeta nos presenta. A esta atención por lo
esencial respondes algunos rasgos de su estilo:
• Abundancia de sustantivos, a menudo sin artículo, y de frases
nominales, sin verbo, porque los nombres recogen la esencia de las
cosas, no su existencia, como el verbo.
• Frecuencia de oraciones exclamativas.
• Uso preferente del verso corto o de arte menor.
Cántico fue editado por primera vez en 1923 en la Revista de
Occidente y constaba sólo de 75 poemas. La versión final, publicada
en 1950 en Buenos Aires, tiene 334 poemas divididos en cinco partes:
«Al aire de tu vuelo», «Las horas situadas», «El pájaro en la mano»,
«Aquí mismo» y “Pleno ser”. En esta obra exalta el goce de existir, la
armonía del cosmos, la luminosidad, plenitud del ser y la integración
del poeta en un universo perfecto donde muchas veces se funden
amada y paisaje. El optimismo y la serenidad presiden los diferentes
poemas que componen el libro.
A causa de la experiencia de la Guerra Civil española, en su siguiente
libro poético, Clamor, Guillén toma conciencia de la temporalidad y
da entrada a los elementos negativos de la historia: la miseria, la
guerra, el dolor, la muerte... Si Cántico es el agradecimiento del poeta
por la perfección de la creación, en Clamor se cuartea la creencia en
la perfección del cosmos. Sin embargo, no es un libro angustioso o
pesimista pues en él domina el deseo de vivir. Esta obra se compone
de tres volúmenes Maremágnum (1957), cuyo núcleo central -«Luzbel
desconcertado» y «La hermosa y los excéntricos»- presenta la falta
de armonía; Que van a dar en el mar (1960), donde desarrolla la idea
de la continuidad que proporciona la muerte, y A la altura de las
circunstancias (1963), donde aparece la lucha por restablecer el
equilibrio.

Homenaje fue publicado en 1967. Como indica su título, Guillén


exalta a personas destacadas del mundo de las artes y las ciencias
usando las técnicas del monólogo dramático y del retrato.

Con Aire nuestro tituló la compilación de sus tres grandes libros de


poesía hasta 1968. Todavía publicaría Y otros poemas (1973) y Final
(1982).

La complejidad de la obra guilleniana reside en su ideal de poesía


pura, que se resume en:

1. Supresión de lo anecdótico,

2. Sustantivación de los adjetivos,


3. Escasez de verbos,
4. Precisión lingüística y
5. Concentración temática.
Obra poética
• Cántico (75 poesías), M., Revista de Occidente,1928
• Cántico (125 poesías), M., Cruz y Raya, 1936.
• Cántico (270 poesías), México, Litoral, 1944.
• Cántico (334 poesías), Bs. As., Sudamericana, 1951.
• Huerto de Melibea, M., Ínsula, 1954.
• Del amanecer y el despertar, Valladolid, 1956.
• Clamor. Maremagnun, Bs. As., Sudamericana, 1957.
• Lugar de Lázaro, Málaga, Col. A quien conmigo va, 1957.
• Clamor... Que van a dar en la mar, Bs. As., Sudamericana, 1960.
• Historia Natural, Palma de Mallorca, Papeles de Sons Armadans,
1960.
• Las tentaciones de Antonio, Florencia/Santander, Graf. Hermanos
Bedia, 1962.
• Según las horas, Puerto Rico, Editorial Universitaria, 1962.
• Clamor. A la altura de las circunstancias, Bs. As., Sudamericana,
1963.
• Homenaje. Reunión de vidas, Milán, All'Insegna del Pesce d'oro, 1967.
• Aire nuestro: Cántico, Clamor, Homenaje, Milán, All'Insegna del Pesce
d'oro, 1968.
• Guirnalda civil, Cambridge, Halty Eferguson, 1970.
• Al margen, M., Visor, 1972.
• Y otros poemas, Bs. As., Muchnik, 1973.
• Convivencia, M., Turner, 1975.
• Final, B., Barral, 1981.
• La expresión, Ferrol, Sociedad de Cultura Valle-Inclán, 1981.
Ha traducido Le cimetière marin, d Paul Valery (M., Paris, Bs. As.,
1930). Premio Cervantes de Literatura 1976.

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