Enfermedades de Animales Por Retrovirus
Enfermedades de Animales Por Retrovirus
Enfermedades de Animales Por Retrovirus
Las enfermedades animales por retrovirus: leucosis bovina enzotica, anemia infecciosa de los quidos, artritis/encefalitis caprina
B. TOMA *, M. ELOIT * y M. SAVEY **
Resumen: Este artculo presenta las caractersticas esenciales de tres retrovirosis animales: la leucosis bovina enzotica, la anemia infecciosa de los quidos y la artritis/encefalitis caprina. La originalidad de estas enfermedades consiste en un estado de infeccin persistente, que se prolonga durante toda la vida del organismo hospedador y que corresponde a la presencia de un provirus integrado en las clulas del hospedador. Los animales infectados constituyen por lo tanto fuentes potenciales prolongadas del agente patgeno. Los conocimientos disponibles actualmente sobre la epidemiologa y la deteccin de estas enfermedades son suficientes para la puesta en marcha de mtodos de lucha sanitaria eficaces. PALABRAS CLAVE: Anemia infecciosa de los quidos - Artritis/encefalitis caprina - Diagnstico - Epidemiologa - Leucosis bovina enzotica - Retrovirus.
INTRODUCCIN
El nmero de enfermedades animales debidas a los retrovirus es elevado y contina a u m e n t a n d o conforme lo hace la identificacin de nuevos agentes en el seno de este grupo, por ejemplo: el virus de la inmunodeficiencia felina en 1987 (60) (vase C u a d r o I). En el seno de este conjunto de enfermedades, h a n sido elegidas tres de las ms importantes por sus repercusiones econmicas y sern las nicas presentadas en este trabajo. E n u n nmero limitado de pginas, es imposible el tratar de manera detallada los diferentes aspectos de u n a enfermedad, y con m a y o r razn hacerlo de tres enfermedades. P o r este motivo, h a sido necesario seleccionar en cuanto a las nociones presentadas en las lneas que siguen. H a n sido preferidos los captulos sobre los que los conocimientos evolucionan y aquellos que tienen u n a importancia m a y o r p a r a la comprensin de las medidas de lucha, es decir: caractersticas esenciales del agente patgeno, epidemiologa, diagnstico y profilaxis. P o r lo contrario, los sntomas y lesiones n o se h a n desarrollado. * Ecole Nationale Vtrinaire d'Alfort, 7 avenue du Gnral de Gaulle, 94704 Maisons-Alfort, Francia. ** CNEVA, Laboratoire de pathologie bovine, 31 avenue Tony Garnier, B.P. 7033, 69342 Lyon Cedex 07, Francia.
1078 Los retrovirus poseen todos u n a transcriptasa reverse (reverse transcriptasa, de donde el trmino de retrovirus) responsable de la sntesis de u n a copia de A D N a partir del A R N viral. El A D N as formado (provirus), puede conservarse en el ncleo de ciertas clulas del hospedador de estos virus y esta propiedad original es la causa de las caractersticas particulares de las diferentes infecciones debidas a los retrovirus. Se trata de infecciones persistentes, que se prolongan d u r a n t e t o d a la vida del organismo hospedador y corresponden a la presencia de la informacin de origen viral integrada en las clulas del hospedador. Bajo esta forma integrada, el agente patgeno est al abrigo de las defensas inmunitarias de su hospedador. Salvo casos particulares, los retrovirus se presentan en los organismos infectados bajo la forma proviral mucho ms que bajo la forma de viriones completos, circulantes en los lquidos del organismo. P o r esta razn, la transmisin se produce habitualmente por la transferencia de sangre o de secreciones que contengan las clulas infectadas y se ve favorecida por todas las actividades que permitan la inoculacin de cantidades, incluso mnimas, de sangre o de otras suspensiones de clulas: t o m a s de sangre o inyecciones en serie, ciruga menor, picaduras de a r t r p o d o s , absorcin de calostro, etc.
CUADRO I
(18)
Virus de la leucosis aviar (Avian leukosis virus) Virus del sarcoma aviar (Avian sarcoma virus) Virus de la reticuloendoteliosis (Reticuloendotheliosis virus) Virus de la leucosis bovina enzotica (Enzootic bovine leukosis virus) Virus del sarcoma del cerdo (Porcine sarcoma virus) Virus de la leucosis felina (Feline leukosis virus) Virus del sarcoma felino (Feline sarcoma virus) Virus maedi-visna (Maedi-visna virus) Virus de artritis/encefalitis caprina (Caprine arthritis/encephalitis virus) Virus de la anemia infecciosa de los quidos (Equine infectious anemia virus) Virus de la inmunodeficiencia bovina (Bovine immunodeficiency virus) Virus de la inmunodeficiencia felina (Feline immunodeficiency virus) Virus espumoso bovino (Bovine foamy virus) Virus espumoso felino (Feline foamy virus)
Lentivirinae
Spumavirinae
Bovinos Gatos
1079 Los casos particulares corresponden, especialmente, a los mecanismos que permiten a los viriones m a d u r o s escapar a las defensas del organismo, c o m o la desviacin antignica registrada, en particular, con el virus de la anemia infecciosa de los quidos. Este carcter de infeccin persistente confiere a los retrovirus (lo mismo que a los herpesvirus) u n a seguridad de estabilidad y de perennidad de la infeccin de los rebaos. La ausencia de curacin espontnea de estas infecciones y la persistencia del peligro de transmisin a los organismos sanos, imponen unas estrategias de lucha a d a p t a d a s , cuyos principios son actualmente bien conocidos, pero cuya puesta en prctica se muestra, en ciertos casos, de u n costo prohibitivo. El objetivo de las lneas que siguen es el de presentar lo esencial de los conocimientos actuales sobre estas tres retrovirosis, desde u n a ptica de lucha contra estas enfermedades. Las nociones que se presentan provienen de la bibliografa y se h a n beneficiado de la fuente de informaciones que h a n p r o p o r c i o n a d o a la O I E los pases cuya lista figura en el C u a d r o II.
CUADRO II
a la OIE
Africa Argelia, Botswana, Congo, Egipto, Etiopa, Lesoto, Madagascar, Senegal, Sudfrica, Zambia Amrica Canad, Chile, Estados Unidos, Hait Asia Indonesia, Japn, Jordania, Myanmar, Oman, Sri Lanka, Taiwan R.O.C. Europa Alemania (Rep. Fed. de), Checoslovaquia, Chipre, Dinamarca, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Pases Bajos, Reino Unido, Suecia, Suiza, Turqua, Yugoslavia Oceania Australia
1080 Reinando en forma enzotica en los rebaos bovinos, se desarrolla: - b i e n sea bajo la forma de u n a infeccin inaparente, a veces a c o m p a a d a de u n a modificacin del h e m o g r a m a (linfocitosis persistente), - o bien como una forma tumoral, encontrada principalmente entre los bovinos adultos (de media de 5 a 8 aos) y que se define en este caso como u n a afeccin neoplsica maligna de la lnea linfoide, evolucionando en la mayora de los casos bajo la forma de u n linfosarcoma multicntrico. La LBE debe distinguirse de otras dos afecciones leucsicas que afectan severamente de forma espordica los bovinos y cuya etiologa es desconocida: - la leucosis juvenil (bien sea en la forma tmica, o bien en la forma multicntrica), - la leucosis cutnea del adulto. L a distincin entre estos diferentes casos se reagrupa en el C u a d r o III.
CUADRO III
Las diferentes Formas lesionales Multicntrica Juvenil Tmica Cutnea Adulta Multicntrica
leucosis bovinas
Epidemiologa
Espordica
Enzo tica
L a LBE es u n a enfermedad expandida universalmente. A u n q u e no se tenga ninguna certidumbre, parece que la LBE no es transmisible al hombre (13). Ni la investigacin del virus entre los profesionales expuestos (veterinarios, criadores, personal de mataderos o de lecheras), ni la investigacin de u n a tal etiologa entre los casos de cnceres h u m a n o s (leucemia y otros) han sido positivos (7). A pesar de ello, el virus puede multiplicarse en las clulas de m o n o s y en las clulas humanas (27) y algunos autores h a n observado la aparicin de anticuerpos especficos en los chimpancs inoculados (90). Desde el punto de vista econmico, la L B E no h a constituido jams u n a enfermedad de los rebaos bovinos responsable de prdidas econmicas considerables. Sus repercusiones varan segn los pases. Solamente los casos tumorales, inexorablemente mortales, constituyen u n a prdida econmica directa. Su frecuencia depende de las tasas de infeccin de los animales y vara por lo tanto mucho en funcin de los pases, desde algunas unidades a algunas centenas p o r cada 100 000 canales.
1081 Algunos pases han logrado u n a tasa de infeccin prcticamente nula en sus ganaderas, mientras que otros, por lo contrario, mantienen u n a tasa de infeccin de sus ganados superior al 5 0 % . Las exigencias sanitarias establecidas p a r a la importacin de los bovinos por los pases que haban dedicado importantes esfuerzos a la erradicacin de la L B E , h a n llevado a todos los pases implicados por los cambios internacionales de bovinos a interesarse por la situacin epidemiolgica de LBE y a adoptar u n a poltica de lucha teniendo en cuenta sus objetivos y los apremios econmicos.
VIROLOGA
El retrovirus de la LBE es cercano de los virus H T L V I y H T L V II del h o m b r e (39). Sus principales caractersticas han sido objeto de u n a reciente revisin (6). L a totalidad de su secuencia nucleotdica es conocida actualmente y esto h a permitido, j u n t o a los caracteres generales de los retrovirus, identificar algunas caractersticas particulares (65, 66, 67, 79). As, existe u n gene codificado por u n a proteasa, que imbrica los genes G A G y P O L pero que se lee en u n cuadro de lectura diferente (Figura 1). Dos cuadritos abiertos de lectura (SOR y LOR) se sitan despus del gene E N V . El producto de los genes L O R y SOR activa la transcripcin de los A R N mensajeros virales (11, 30, 75, 76) y puede ser de algunos A R N mensajeros celulares, lo que aportara una hiptesis p a r a explicar el poder oncgeno de este virus (6).
FIG.
Las protenas estructurales del virus comprenden las protenas internas ( p l 5 , p24, p l 2 , p l 4 ) y las glucoprotenas de envoltura (gp30 y la glucoprotena mayor gp51). Diferentes epitopos de la gp51 se h a n identificado con la aplicacin prctica de desarrollar las pruebas de competicin E L I S A (62), que permiten revelar la presencia de anticuerpos anti gp51 en los bovinos infectados. Inicialmente, la replicacin del virus se ha obtenido mediante el cultivo en linfocitos de bovinos infectados espontneamente y en estado de linfocitosis persistente (50).
1082 U n a produccin viral, sin efecto citopatgeno, puede obtenerse bien sea en lnea continua de linfocitos, o bien por co-cultivo de linfocitos infectados con las clulas efectrices (clulas de murcilago, clulas esplnicas de embrin de bovino, clulas renales de fetos de cordero o FLK: Fetal L a m b Kidney). L a infeccin por el virus de la LBE entraa la aparicin de anticuerpos neutralizantes; estos n o tienen, n o obstante, ningn efecto protector contra el desarrollo de u n linfosarcoma. Los anticuerpos anti gp51 inyectados a u n cordero permiten protegerle frente a u n a p r u e b a virulenta (44). H a s t a el m o m e n t o presente, los estudios destinados a la puesta a p u n t o de u n a vacuna contra la LBE n o h a n sido decisivos (concentracin de antgeno gp51 y adsorcin sobre adyuvante, recombinacin con el virus de la vacuna, introduccin en los complejos inmunoestimulantes I S C O M , etc.) (55, 68) pero parece que pueden tenerse esperanzas (6).
PATOGENIA
L a patogenia de la LBE es compleja y permanece oscura en numerosos p u n t o s . L a infeccin por el virus leucemgeno bovino se traduce por tres estados sucesivos y acumulativos: l a infeccin inaparente, la linfocitosis persistente y el linfosarcoma. L a infeccin inaparente El animal n o presenta ningn signo clnico ni hematolgico, nicamente su respuesta serolgica es positiva. La infeccin puede adquirirse antes del nacimiento (pequeo porcentaje de infeccin in tero); la tasa de infeccin en los rebaos leucsicos aumenta con la edad. Despus de la infeccin, el plazo de seroconversin vara de 2 a 8 semanas y depende sin duda, en parte, de la carga viral del inoculo. P o r ejemplo, este plazo es de 3 a 4 semanas despus de la inoculacin de 5.10 linfocitos (o sea el equivalente de 1 mililitro de sangre) por va intradrmica, intratraqueal o subcutnea. El plazo es del mismo orden despus de la inyeccin de 50 microlitros de sangre. En condiciones naturales, n o obstante, la respuesta serolgica de algunos bovinos puede n o hacerse positiva en inmunodifusin ms que despus de tres meses de la infeccin.
6
L a linfocitosis persistente La frmula sangunea de un bovino afectado est perturbada por u n a u m e n t o persistente de los linfocitos. La linfocitosis persistente aparece raramente antes de la edad de los 2 aos. Segn los rebaos, alcanza del 10 al 9 0 % de los animales infectados. Lo ms frecuentemente persiste varios aos, hasta la muerte del animal. A veces, esta linfocitosis precede a la aparicin de los tumores, siendo entonces la duracin de la evolucin variable, entre algunas semanas a algunos aos. Puede tambin desaparecer antes de la aparicin de los tumores.
1083 L a linfocitosis persistente corresponde a u n a proliferacin policlonal de linfocitos B, caracterizada por u n a presencia simultnea de numerosos clones linfocitarios distinguibles por las zonas diferentes de integracin de los provirus en los cromosomas. N o se t r a t a por t a n t o de clulas tumorales, ya que su capacidad de ser multiplicadas in vitro es diferente de la de las clulas transformadas (6). De m a n e r a inversa, las clulas tumorales derivan lo ms corrientemente de u n solo clon celular, a u n q u e , en funcin de los tumores, las zonas de integracin cromosmica del provirus aparezcan diferentes (34). Finalmente, las clulas tumorales, a u n q u e integren el A D N proviral en sus c r o m o s o m a s , n o sintetizan (o lo hacen m u y poco) las protenas virales (6). El incremento de los linfocitos afecta tambin a los linfocitos T (96). E n los casos de linfocitosis persistente, la tasa de anticuerpos a u m e n t a al mismo tiempo que el nmero de leucocitos. El linfosarcoma Es sta la nica forma clnicamente visible y se caracteriza por la aparicin de tumores, asociada a u n a linfocitosis persistente y a u n a respuesta serolgica positiva. El linfosarcoma aparece en general en los animales entre S y 8 aos. N o se desarrolla ms que sobre u n escaso porcentaje de los bovinos infectados, o sea, cada a o , el 0,5 al 1 % de los animales infectados. L a evolucin se hace rpidamente hacia la muerte. L a respuesta inmunitaria frente al virus leucemgeno bovino n o ejerce ningn efecto protector frente al desarrollo tumoral. E n u n animal infectado, las tasas de anticuerpos son generalmente ms elevadas cuando se desarrolla u n linfosarcoma que en el caso de solamente u n a leucositosis persistente. Los animales afectados de linfosarcoma n o presentan u n a inmunosupresin. As mismo, t a m p o c o se h a observado inmunosupresin en los animales infectados en el curso de su vida fetal (81).
EPIDEMIOLOGA Epidemiologa descriptiva L a infeccin por el virus de la LBE h a sido sealada en la mayor parte de los pases que lo h a n investigado y donde ella se presenta de forma enzotica en ciertos rebaos o regiones. La situacin actual es m u y variable en funcin de los pases (Cuadro IV). E n el seno de u n mismo pas, las tasas de infeccin de los rebaos pueden ser muy diferentes de una regin a otra. E n los diferentes pases, la difusin de la infeccin est en relacin con la importacin de reproductores. E n las ganaderas infectadas, las tasas de infeccin de los animales son m u y variables, desde algunos individuos, al 30-50%, o incluso m s . E n los pases templados, las conversiones serolgicas de los animales son ms numerosas al final del verano (47). Los casos tumorales aparecen en cualquier m o m e n t o del a o .
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CUADRO I V
Principales informaciones relativas a la epidemiologa y a las medidas de lucha oficiales dadas por los pases que han enviado un informe a la OIE sobre la leucosis bovina enzotica Pas Africa Argelia Direccin de los Servicios veterinarios Botswana Departamento de los Servicos Veterinarios (M.G. Mosienyane) Congo Direccin de Produccin Animal (J. Bansimba Maringa) Egipto Organizacin General de los Servicios Veterinarios (A.A. Moussa) Etiopa Departamento de Servicios Veterinarios (Z. Dagnachew) Lesoto Departamento de Salud animal (O.L. Letuka) Madagascar Direccin de Cra (V.R. Ranatvoson) Sudafrica Directorate of Animal Health (D.W. Verwoerd) Zambia Departamento de Servicios Veterinarios y de Control Tsetse (K.L. Samui) Amrica Canad Direccin General, Produccin e inspeccin de los alimentos (N.G. Willis) Epidemiologa Casos espordicos en el este del pas, esencialmente sobre ganado importado Enfermedad no identificada por aislamiento de virus Enfermedad no sealada Medidas de lucha oficiales Enfermedad de declaracin obligatoria. Control serolgico a la importacin
No sealada
No sealada
Ausencia
Enfermedad no sealada Enfermedad enzotica. Tasa de infeccin de los animales pudiendo alcanzar el 90% en los rebaos lecheros; incidencia ms baja en las razas de carne Ausencia
Situacin sin duda parecida a la sealada por Keller a la OIE en 1981: infeccin del 4 1 % de los rebaos lecheros (9,3% de infeccin de los animales) y del 10% de los rebaos de carne (0,5% de infeccin de los animales)
No es enfermedad de declaracin obligatoria. Se considera que para la exportacin una serologia negativa individual es una garanta suficiente sin que sea necesario que el rebao de origen est indemne de LBE
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C U A D R O I V (cont.)
Pas Chile Divisin Proteccin pecuaria (J. Benavides Muoz) Asia Indonesia Director General de Servicios de Cra (Soehadji) Myanmar Cra de ganado y departamento veterinario (Than Tint) Oman Departamento de Salud Animal (Sultn Ahmed Al Sultn) Sri Lanka Oficina del Ministerio de Estado para el desarrollo ganadero y produccin lechera (S.B. Dhanapala) Taiwn R.O.C. Consejo de Agricultura (R.C.T. Lee) Europa Alemania (Rep. Fed. de) Escuela Veterinaria de Hannver (U. Truyen, L. Haas y O.R. Kaaden) Checoslovaquia Administracin Estatal Veterinaria (J. Krecek) Dinamarca (P. Have y R. Hoff-J0rgensen)
Epidemiologa
Medidas de lucha oficiales Puesta en marcha de un sistema de certificacin de los rebaos indemnes de LBE en las regiones 9 y 10
Tasa de infeccin de los animales variable segn las razas de 0,5% a 3% Presencia
Enfermedad no sealada
Enfermedad no sealada
Aumento de la prevalencia. Introduccin del virus por los animales importados Linfocitosis persistente en el 50% de los animales infectados. Tumor en 0,1 al 10% de los animales infectados. En 1979: 13 900 focos En 1989: 63 focos Tasa de infeccin media de los animales: 1,13% Desde enero de 1988 a octubre de 1989, se han identificado tres rebaos infectados, mediante la prueba ELISA sobre sueros individuales (719 490 sueros) Introduccin de la infeccin por un lote de 80 bovinos importados de Canad en 1974. Deteccin de todos los animales infectados en los rebaos correspondientes y sacrificio. Desde 1979, ausencia de respuesta positiva Enfermedad de declaracin obligatoria. Eliminacin de los animales con serologia positiva. La RFA est casi indemne de LBE Programa de lucha intensiva en trance de aplicacin
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C U A D R O I V (cont.)
Pas Luxemburgo Administracin de los Servicios Veterinarios (J. Kremer) Suecia Instituto Nacional Veterinario (A. Eng val y M. Wierup) Suiza Laboratorio del Servicio Cantonal Veterinario (A.F. Gachet-Piguet) Turqua Director General de Produccin y control (E. Istanbulluoglu) Oceania Australia Departamento de Agricultura (T.M. Ellis)
Tasa de infeccin de los animales variable segn las regiones, mximum en el sudeste Escasa prevalencia serolgica: 3 respuestas positivas sobre 11 398 ELISA en leche de mezcla Casos espordicos
Tasas de infeccin de los rebaos lecheros en Queensland: 70,9% (tasa de prevalencia de la infeccin entre los animales: 13,7%). Tasa de infeccin de los animales de razas de carne: 0,4%
Enfermedad de declaracin obligatoria en todos los Estados. Programa oficial de lucha solamente en el Estado de Queensland
Epidemiologa analtica Fuentes de virus La fuente de virus casi exclusiva est representada por los bovinos infectados. El virus leucemgeno bovino est presente en los linfocitos de los animales infectados; de aqu que toda materia extrada de un bovino infectado y que contenga los linfocitos, puede ser virulenta. a) La sangre
L a fraccin celular de la sangre y slamente ella alberga al virus. N o obstante, en el caso de almacenamiento prolongado de las muestras (2 semanas a + 4C), el virus puede aislarse tambin del plasma sanguneo, debido sin duda al hecho de u n a lisis celular (69). El nivel de la viremia puede apreciarse investigando la cantidad mnima de sangre de bovino infectado necesaria p a r a transmitir la enfermedad: 1/100 de gota puede ser suficiente (57). Roberts y col. (74) han demostrado que la sangre de u n bovino puede ser infecciosa unos quince das antes de la aparicin de los anticuerpos sricos. La transmisin de la infeccin se asegura de forma ms eficaz con la ayuda de los linfocitos infectados que con u n a suspensin de partculas virales (35).
1087 b) El calostro y la leche El virus h a sido puesto en evidencia en la leche y en el calostro de vacas infectadas (33, 54). Faltan datos sobre el carcter perenne o n o de esta excrecin durante la lactacin as como sobre su nivel. El estudio cintico de la aparicin del virus h a m o s t r a d o que se efecta de forma concomitante en la leche y en la sangre, es decir, en los quince das que siguen la inoculacin (89). c) El esperma
La investigacin del virus en el esperma h a sido objeto de numerosos estudios en razn del temor de u n a posible diseminacin del virus a partir de toros infectados de los centros de inseminacin (3, 89, 4 1 , 40). Parece que el esperma n o es virulento en las condiciones normales. N o obstante, las lesiones traumticas o inflamatorias podran permitir, en ciertos casos, su contaminacin por intermedio de los linfocitos. d) Otras secreciones - Orina y heces La investigacin del virus por la inoculacin al cordero se h a m o s t r a d o siempre negativa (52, 64). - Saliva Su virulencia se h a demostrado en 5 bovinos de 17 infectados (61). - Secreciones nasales y brnquicas El virus h a sido aislado de la fraccin celular del lquido de lavado brnquico a partir de 6 bovinos infectados de entre 9 (72). E n dos casos de seis, las secreciones nasales se h a n revelado virulentas (fraccin celular nicamente). Estos resultados n o son sorprendentes a priori por razn del flujo linfocitario permanente que existe entre la circulacin general y el p u l m n p r o f u n d o . Q u e d a n o obstante posible que u n a contaminacin accidental por los elementos sanguneos haya podido falsear la experiencia. E n resumen, la presencia de los linfocitos en una secrecin o excrecin condiciona su virulencia. U n a extravasacin sangunea o u n a lesin inflamatoria local pueden engendrar o aumentar la virulencia de u n a materia normalmente poco o n a d a virulenta. Esta explicacin se deduce de ciertos resultados contradictorios a propsito del poder infeccioso del esperma, de la saliva o de las orinas de bovinos infectados. P o r otra parte, parece lgico pensar que las mamitis pueden contribuir a aumentar la carga viral de la leche de las vacas infectadas. Es necesario recordar que, en las condiciones habituales, la sangre sobre t o d o y la leche, siguen siendo las materias virulentas ms importantes. Receptividad Se debe distinguir la receptividad a la infeccin y la de la expresin de u n a linfocitosis persistente o de la forma t u m o r a l . - L a receptividad intrnseca de los animales a la infeccin es sin d u d a m u y parecida. Diferentes factores pueden jugar u n papel: y excreciones
1088 La presencia de anticuerpos calostrales juega u n papel protector en los terneros procedentes de vacas infectadas (93, 36). Las condiciones de cra pueden tener u n papel determinante al facilitar o n o la transmisin en funcin de las precauciones t o m a d a s en ciertas circunstancias: descornado, ciruga menor, tomas de sangre en serie, etc. Las ocasiones de contacto estrecho entre animales intervienen sin duda igualmente para favorecer la transmisin (Lassauzet, comunicacin personal, 1989). Este factor podra ser en principio la causa de la diferencia sistemticamente sealada entre la tasa de infeccin de los rebaos lecheros claramente superior a la de la infeccin de los rebaos lactantes (en el m o m e n t o actual, especialmente en Australia, en C a n a d , los Estados Unidos, en Sudfrica, etc.) (vase los informes de estos pases). Las condiciones climticas pueden favorecer la transmisin cuando son favorables a la multiplicacin de los insectos. - Los casos familiares de linfocitosis persistente son actualmente bien conocidos. E n ciertos rebaos, la infeccin, t a n t o como la enfermedad clnicamente expresada, tiene u n a incidencia particularmente importante. Es verosmil que la capacidad de desarrollar u n a linfocitosis persistente, incluso u n linfosarcoma, depende de factores genticos. E n esta hiptesis, su naturaleza y sus mecanismos de accin n o son conocidos (38). Transmisin a) Transmisin - Va oral La transmisin por va oral h a sido estudiada sobre t o d o en el marco de u n a infeccin del ternero por el calostro o la leche. H a sido demostrada en condiciones experimentales (92, 93). P e r o el papel de la leche y del calostro, a pesar de su carcter potencialmente virulento, parece limitado en condiciones naturales (va oral) en relacin a los factores de contacto (20). Dos hiptesis han sido evocadas p a r a explicarlo: la primera hace jugar u n papel protector a los anticuerpos de origen calostral absorbidos por el ternero; la segunda contempla la impermeabilidad de la mucosa intestinal a los linfocitos infectados por el VLB despus de las 24 a 36 horas primeras de la vida del ternero. Estos dos factores pueden evidentemente jugar de forma concomitante. La primera hiptesis h a sido confirmada, especialmente por Van der Maaten y col. en 1981 (93) y Lassauzet y col. en 1989 (36). - Via respiratoria La instilacin de u n aerosol virulento por va intranasal permite reproducir la infeccin (91). P o r otra parte, la inoculacin intratraqueal de 5.10 linfocitos infectados ha provocado en cuatro casos sobre cuatro la infeccin de los bovinos (71).
6
directa
Siendo las materias de expectoracin de los bovinos infectados potencialmente virulentas, parece que esta va de transmisin pueda jugar un papel.
1089 - V a venrea Los resultados de las experiencias son contradictorios segn que el i n c u l o depositado en el tractus genital de las vacas fuese: los linfocitos aislados de u n bovino infectado (4 vacas de cada 6 se infectan) (51), o u n a mezcla de esperma bovino y de linfocitos infectados (1 vaca de cada 4 se infecta) (71). Parece pues existir u n agente espermtico inactivante del virus que explicara las dificultades de aislamiento del virus en el esperma de los bovinos infectados. El papel de la va venrea parece pues menor. P o r otra parte, ninguna publicacin manifiesta actualmente casos p r o b a d o s de transmisin venrea de la LBE en condiciones naturales. - T r a n s m i s i n in tero La transmisin del virus de la madre al feto n o plantea actualmente ninguna duda. Slo las tasas de infeccin in tero en el seno de u n a ganadera infectada varan segn los autores. L a metodologa de la encuesta consiste en efectuar u n a serologia sobre los terneros recin nacidos antes de la t o m a del calostro (31). La investigacin del virus en los linfocitos del recin nacido es u n m t o d o ms seguro. Las tasas de transmisin in tero recogidas en la bibliografa varan de u n mximo de u n 14 a 2 5 % de las hembras infectadas en u n rebao conocido p o r su gran receptividad al virus, hasta 3 a 6% de las hembras infectadas en los rebaos representativos de la media del censo bovino (8). Esta transmisin sobrevendra p o r la va transplacentaria d u r a n t e los 6 ltimos meses de la vida intrauterina. Este m o d o de transmisin, sin ser despreciable, n o representa pues ms que u n aspecto sin d u d a menor, salvo casos excepcionales, de la difusin del virus en el seno de un r e b a o . La transmisibilidad de la infeccin por los gametos del huevo, es decir in ovo, h a sido regularmente invalidada. E n u n estudio de transferencia de 21 embriones de 6 a 7 das, obtenidos de 8 vacas infectadas, ningn ternero estaba infectado (58). La observacin de casos familiares debe estar pues m u c h o ms relacionada con la influencia de los factores genticos y el contagio precoz. b) Transmisin indirecta
Se basa en la virulencia de la sangre de los animales infectados. - T r a n s m i s i n por los a r t r p o d o s picadores Consideraciones de tipo epidemiolgico haban llevado a pensar que los artrpodos pueden jugar u n papel en la transmisin de la L B E : en los Estados Unidos y en el J a p n , la incidencia de la infeccin apareca maximalmente durante la estacin clida en la que los artrpodos son ms numerosos (8). Estas observaciones h a n sido confirmadas en Francia (47). Los mosquitos n o jugaran ms que u n papel limitado en la transmisin de la LBE (10), contrariamente a los tabnidos, por dos razones: por u n a parte, su escaso t a m a o y, por otra, sus hbitos alimentarios que les hacen generalmente comenzar y terminar u n a comida sangunea sobre el mismo hospedador. Se puede comparar estas constataciones con las, idnticas, sealadas p a r a la anemia infecciosa de los quidos.
1090 Foil y col. (23) h a n transmitido la infeccin a los corderos y a las cabras a partir de una vaca afectada de linfocitosis persistente por interrupcin de la comida sangunea de Tabanus fuscicostatus; la picadura de 50 a 100 tbanos ha transmitido la infeccin mientras que la de 10 o 25 tbanos no lo ha permitido. Oshima y col. (56) han obtenido resultados semejantes. Ms recientemente (24), estos mismos autores han obtenido la transmisin despus de la picadura de 10 a 20 t b a n o s . U n volumen de 0,1 ml de sangre de u n a vaca en estado de linfocitosis permanente fue suficiente p a r a transmitir la infeccin. U n a cantidad del orden de 1 500 linfocitos h a permitido la transmisin. Finalmente, ms que por simples transportadores mecnicos, las garrapatas pueden jugar el papel de vectores en la transmisin de la LBE gracias a u n a transmisin transtadial (32). En resumen, el papel vectorial de los artrpodos en la transmisin de la LBE y especialmente el de los tabnidos se manifiesta cada vez ms claramente (47). - Transmisin iatrgena La posibilidad de transmisin de linfocitos infectados de bovino a bovino en ocasin de las tomas de muestras o de inyecciones mltiples con una misma aguja h a sido sospechada desde hace tiempo (95). De esta manera, una cantidad de sangre residual en la luz de la aguja es suficiente para reproducir la infeccin (29). Ciertas prcticas veterinarias con intenciones profilcticas, el empleo de jeringas, de agujas (70), e incluso a veces de instrumentos quirrgicos, de un animal infectado a otro, pueden ser culpadas, incluso a u n q u e algunos ensayos no hayan permitido demostrar la transmisin del virus (94). El papel del tatuaje ha sido claramente puesto en evidencia (59, 42, 37). E n resumen, se puede concluir, como indicaban Burridge y T h u r m o n d en 1981 (8) que: - A l r e d e d o r del 5 % de terneros nacidos de madre infectada, se infectan in tero. - La transmisin del virus por ingestin de calostro o de leche parece limitada. - La gran mayora de los bovinos se infectan por contacto con los animales ya infectados, segn modalidades diferentes: promiscuidad, insectos picadores, intervenciones del veterinario sin precauciones, etc.
DIAGNSTICO Y DETECCIN
Pasaremos en silencio los diferentes exmenes de laboratorio distintos de los serolgicos ya que ellos son muy clsicos (examen histopatolgico), o son poco utilizados (examen hematolgico) desde la puesta a p u n t o de tcnicas serolgicas (investigacin del virus) (informe de Italia a la O I E , 1989). La deteccin de la LBE es exclusivamente serolgica y se encamina a las tomas de muestras de sangre o de leche, individuales o en forma de mezclas.
1091 Bases Despus de la infeccin, el plazo de seroconversin vara en u n a media de 2 a 8 semanas (53) pero puede a veces sobrepasar los 3 meses (20). Los anticuerpos sricos persisten durante t o d a la vida econmica de los animales, pero su ttulo sufre fluctuaciones en particular al final de la gestacin o al comienzo de la lactacin o bien puede bajar de forma importante hasta pasar p o r debajo del nivel mnimo de deteccin (49, 5). P o r otra parte, de m a n e r a excepcional, parece que algunos bovinos nacidos de madres infectadas, mantenidos en estricto aislamiento, pueden n o dar u n a respuesta positiva ms que despus de varios meses, e incluso 3 aos despus de la desaparicin de los anticuerpos de origen materno (83). Estos hechos, que son rarsimos, n o deben pues hacer dudar de la nocin de base que consiste en considerar que el plazo mximo de aparicin de u n a tasa detectable de anticuerpos es del orden de 3 meses. E n el ternero nacido de m a d r e infectada, la desaparicin de los anticuerpos de origen m a t e r n o , no es efectiva ms que despus de 3 a 7 meses (2, 9, 2 1 , 84, 58). Tcnicas Actualmente las dos tcnicas mayores de diagnstico y de la deteccin serolgica de la LBE son la inmunodifusin en gelosa I D G y la prueba E L I S A . La inmunodifusin en gelosa
Es ampliamente usada. L a tcnica h a sido codificada en algunos pases (por ejemplo en la CEE) y los estuches estn disponibles en el comercio. Las modalidades de control de los reactivos h a n sido precisadas (anexo G de la Directiva 8 8 / 4 0 6 / C E E del 14 de j u n i o 1988). Esta tcnica es utilizable exclusivamente p a r a los sueros (individuales o en forma de pequeas mezclas). Se trata de u n a prueba simple de realizar, especfica y sensible. N o obstante debe ser leda por u n tcnico entrenado y se presta mal al tratamiento y a la lectura de u n gran n m e r o de sueros. La prueba ELISA
Es cada vez ms utilizada p a r a el descubrimiento serolgico de la LBE ( 1 , 4, 19, 26, 48, 63, 85, 86, 45, 88, 28, 25, 62). Los pocilios o estuches estn disponibles en el comercio y llevan diversas modalidades tcnicas (ELISA directo o por competicin) recurriendo o n o a los anticuerpos monoclonales (22). La p r u e b a E L I S A puede aplicarse a los sueros o a las leches (individuales o en forma de mezclas). Dentro de las diversidades de las tcnicas comercializadas, cada unidad es a c o m p a a d a por los protocolos de control de los estuches que permiten garantizar niveles satisfactorios de sensibilidad y de especifidad (17). As, en el seno de la C E E , el nivel mnimo exigido como nivel de sensibilidad o detectabilidad de los anticuerpos es anlogo al de la inmunodifusin en gelosa p a r a los sueros y se establece en funcin de u n suero de referencia (suero E4 al 1/10). P a r a la leche, u n nivel mnimo anlogo se exige, destinado a permitir obtener al menos las mismas prestaciones que las resultantes del anlisis por I D G del suero del animal del que se h a estudiado la leche en E L I S A .
1092 Esta exigencia est basada en u n razonamiento que admite que en trminos medios el ttulo en anticuerpos de la LBE es 25 veces ms dbil en la leche que en el suero de la misma vaca [10 veces ms bajo p a r a Florent y col. (22); 27 veces ms bajo p a r a Mammerickx y col. (46); 26 veces ms dbil, informe de Dinamarca a la O I E , 1989]. Se trata por supuesto de u n a media ya que los diferentes estudios (87, 14) h a n demostrado perfectamente las fluctuaciones de los ttulos de anticuerpos de la LBE durante la lactacin. P a r a u n a leche individual, la p r u e b a E L I S A debe pues revelar al mnimo la cantidad de anticuerpos contenidos en el suero E 4 diluido al 1/250 (dilucin 25 veces ms fuerte que el 1/10). P a r a las leches de mezcla, el nivel de detectabilidad exigible es el mismo, lo que implica tener en cuenta el n m e r o de vacas de las que proviene la mezcla de leches o recurrir a u n a tcnica de concentracin del lactosuero. P a r a Forschner y col. (25), u n pocilio E L I S A comercializado permite desde ahora obtener u n a respuesta positiva sobre u n a leche de mezcla de 100 vacas, de las que slo u n a est infectada. Las ventajas de la prueba E L I S A residen en su rapidez de ejecucin referida a u n nmero elevado de muestras que se pueden estudiar en una sesin, su lectura objetiva y sus posibilidades de automatizacin. U n control sistemtico de los lotes de cada productor permite obtener u n a sensibilidad y una especificidad satisfactorias (17) y, en estas condiciones, la prueba ELISA se muestra como un sistema econmico y eficaz p a r a la deteccin sistemtica de la infeccin de los rebaos lecheros, as como para el control de rutina del estado satisfactorio de los rebaos sanos o saneados (15, 16). La interpretacin
L a interpretacin de los resultados serolgicos obtenidos sobre el suero de u n animal debe tener en cuenta la edad del animal, la fecha del ltimo contacto con u n animal infectado y el estatus serolgico de la madre en el caso de los terneros jvenes. Se resume en el C u a d r o V. A nivel individual se tendr en cuenta que todo bovino de ms de 7 meses con una serolog a positiva, debe considerrsele como infectado y por lo t a n t o como u n a fuente de contaminacin potencial. No se puede dar fiabilidad a una respuesta negativa obtenida al final de la gestacin o en el comienzo de la lactacin en u n a vaca que pertenezca a u n a ganadera infectada. A nivel de u n a ganadera, se puede recordar la siguiente regla: u n rebao no se le puede considerar como indemne de LBE desde el punto de vista mdico, ms que si dos exmnes serolgicos del conjunto de los animales de edad superior a los 7 meses, practicados con ms de tres meses de intervalo, se han mostrado negativos, en ausencia de posibilidad de contaminacin durante este periodo.
PROFILAXIS SANITARIA
Siendo la LBE una enfermedad infecciosa provocada por un virus que se transmite, de manera esencial, por contacto entre un animal infectado y un animal sano, es posible combatir la extensin de esta enfermedad mediante medidas estrictamente sanitarias.
1093
CUADRO V
Interpretacin de los resultados serolgicos de diagnstico individual de la LBE Bovino Resultado serolgico Ultimo contacto con un animal infectado Interpretacin Si nace de madre infectada: distincin con anticuerpos de origen calostral imposible; recomenzar el examen despus de los 7 meses de edad Si nace de madre indemne o ausencia de toma de calostro: animal infectado < 3 meses Repetir un examen ms de 3 meses despus del ltimo contacto con un animal infectado Animal sano Animal infectado < 3 meses > 7 meses Repetir un examen ms de 3 meses despus del ltimo contacto con un animal infectado Animal sano
+
< 7 meses
> 3 meses
> 3 meses
Se pueden distinguir las medidas a establecer a nivel de u n r e b a o , a proteger o sanear, y en plan regional o nacional. Lucha a nivel de un rebao Proteccin de un rebao sano
a) Introduccin
de animales en el rebao
La medida ms evidente y la ms eficaz es sin d u d a el evitar la introduccin de un animal infectado en el seno del rebao. D u r a n t e la puesta en cuarentena de u n animal c o m p r a d o , u n a peticin de diagnstico serolgico es por lo t a n t o necesaria: p a r a los animales comprados en ganaderas indemnes, es suficiente u n solo examen serolgico. P o r lo contrario, para los animales procedentes de rebaos infectados o de situacin sanitaria desconocida, ser imperativo el observar u n a cuarentena de 3 meses practicando u n control serolgico al comienzo y al fin de la misma. U n a duracin de cuarentena tan larga suele ser difcilmente realizable en la prctica, por lo que es deseable el no introducir en los rebaos indemnes ms que animales procedentes de ganaderas sanas.
Debe llamarse la atencin de los veterinarios sobre la necesidad absoluta de cambiar sistemticamente de aguja en su material de t o m a de sangre o en la intravenosa entre dos explotaciones. c) Pastoreo de los animales
L a cohabitacin de ganados sanos e infectados en los pastos comunales puede considerarse c o m o un factor de riesgo en las regiones en las que los t b a n o s o, en menor importancia, los mosquitos, son numerosos. P o r analoga con la anemia infecciosa de los quidos, u n a distancia de unos 50 metros entre el rebao infectado y el rebao sano limitar fuertemente los riesgos de transmisin por los artrpodos. L a peridica verificacin de la ausencia de infeccin del rebao, ser deseable. E n los rebaos lecheros sta puede asegurarse simplemente por la prueba E L I S A aplicada regularmente a la leche de mezcla de la explotacin. E n los rebaos lactantes, la deteccin puede hacerse anualmente sobre mezclas de sueros tomados para otras pruebas profilcticas, como por ejemplo, de la brucelosis bovina. Saneamiento de rebaos infectados
Las medidas a t o m a r se relacionan con dos categoras: - P o r u n a parte, la utilizacin de algunas reglas profilcticas simples que permitan limitar la diseminacin del virus en el seno del r e b a o . - P o r otra, la puesta en marcha de u n plan de lucha con vistas a la erradicacin de la infeccin. a) Las reglas profilcticas
- A g u j a s e instrumentos de los veterinarios Las reglas profilcticas t r a t a n sobre t o d o de evitar t o d a clase de transporte de sangre de u n animal infectado a o t r o : es por lo t a n t o indispensable, cuando se realize una toma de sangre o una inyeccin intravenosa, el utilizar agujas de uso nico. Los datos experimentales son suficientemente slidos p a r a que la responsabilidad del veterinario clnico pueda ser comprometida si una tal precaucin no se ha respetado. P o r lo mismo, la desinfeccin de todos los instrumentos quirrgicos utilizados en serie es necesaria (descornado, castracin) y el cambio entre cada animal de los guantes de plstico utilizados en las exploraciones rectales, es u n a b u e n a precaucin. Di Giacomo y col. (12) h a n demostrado la utilidad del respeto de precauciones durante el descornado y han obtenido una disminucin de la transmisin del virus. Ruppaner y col. (78) h a n resumido las precauciones a tener en cuenta p a r a evitar la transmisin de sangre de u n animal a o t r o :
1095 Precauciones a respetar para evitar la transmisin de sangre de un animal a otro Acciones Intervencin con la ayuda de instrumentos Tatuaje y colocacin de marcas en la oreja Descornado Precauciones Los instrumentos deben ser limpiados y lavados con agua caliente, sumergidos en leja y despus en agua de javel Los instrumentos deben ser desinfectados entre cada ternero Slo 2 a 3 animales deben descornarse al mismo tiempo, y despus deben mantenerse separados para evitar que se froten uno contra otro. La hemostasia debe asegurarse y la herida tratada con un desinfectante y un repelente para los artrpodos Es necesario emplear una hoja de bistur diferente para cada animal. La hemostasia debe ser correcta Es preciso cambiar de aguja para cada animal para las tomas de sangre, las vacunaciones y las tuberculinizaciones Es necesario cambiar de guantes de plstico para cada vaca
- Artrpodos U n a atencin particular debe ponerse en la lucha contra los artrpodos picadores. Existen, en particular, unas plaquitas auriculares de efecto repelente que son eficaces durante varios meses y cuyo empleo se puede aconsejar. - Calostros L a t o m a calostral, en los terneros nacidos de madre infectada, n o presenta riesgos mayores frente al beneficio p a r a el animal ya que representa p a r a ste la adquisicin de u n a buena inmunidad pasiva. N o obstante, cuando ello sea posible, es deseable la pasteurizacin del calostro ya que preserva la actividad de las inmunoglobulinas, suprimiendo en cambio la infecciosidad viral (73, 77). Se puede tambin utilizar el calostro de vacas indemnes. b) Plan de lucha H a y dos tipos de planes de lucha que pueden permitir la erradicacin de la infeccin en u n rebao: la eliminacin por m a t a n z a de los bovinos infectados, o la puesta en m a r c h a de u n plan de separacin total de los bovinos infectados en establos independientes. - Eliminacin de los bovinos infectados P o d r a proponerse el siguiente modelo: control serolgico de todos los bovinos de ms de 7 meses, cada 3 a 6 meses; aislamiento y sacrificio de los animales con serologa positiva; el rebao se considera como saneado cuando todos los animales que hayan eliminado los anticuerpos calostrales propios, h a n d a d o u n a respuesta serolgica negativa 2 veces con 6 meses de intervalo.
1096 Este m t o d o d a excelentes resultados. Su eficacia es menor cuando u n n m e r o de fallos determinado se produce en el protocolo: falta de identificacin de los animales, sustitucin de animales, introduccin de animales infectados, t o m a s de sangre en serie con la misma aguja, etc. P o r esto es necesaria una perfecta coordinacin entre los 4 niveles implicados en el proceso de lucha: la explotacin ganadera, el veterinario clnico, los laboratorios de diagnstico y el Servicio Veterinario oficial (43). P o r otra parte, el xito de las medidas de lucha est disminuido tambin c u a n d o la tasa incial de animales infectados y / o el porcentaje de animales jvenes infectados son elevados. La mayor dificultad de saneamiento de los rebaos fuertemente infectados, como se conoce bien p a r a la brucelosis y la tuberculosis bovinas, justifica plenamente el sacrificio de entrada de la totalidad de los animales del r e b a o . Este tipo de profilaxia, aunque tiene la ventaja de ser eficaz (80), sencillo de poner en marcha, y aplicable a todos los tipos de explotaciones, sigue siendo por lo menos de u n coste prohibitivo p a r a el ganadero si no hay u n a poltica de subvenciones p a r a los sacrificios. Conduce efectivamente a eliminar los animales cuyo porvenir econmico n o habra sido ms que raramente comprometido por la aparicin de u n a forma t u m o r a l . P o r consiguiente, este modelo de profilaxis puede difcilmente ser aplicado por u n criador a ttulo individual (al menos en los casos de rebaos muy infectados), pero encuentra plenamente su indicacin en el cuadro de u n a accin colectiva. - Separacin de los animales infectados L a creacin de u n rebao sano a partir de unos efectivos infectados h a sido estudiada y h a tenido xito (82) aislando los terneros indemnes del resto de r e b a o . Este tipo de profilaxis, con el inconveniente importante de poder disponer de locales adecuados y de extremar el rigor en el manejo del r e b a o , puede ya permitir a u n ganadero motivado, el eliminar la infeccin leucsica de su ganadera. Es preciso, en este caso, disponer de tcnicas serolgicas muy sensibles (o de repetir los exmenes), de forma que se evite la introduccin en la ganadera sana de un ternero considerado como indemne mientras l se encuentre al comienzo de la seroconversin. Lucha a escala regional o nacional De manera general, el saneamiento de u n pas frente a u n a enfermedad de incubacin larga como la LBE (o la tuberculosis) no se puede hacer ms que teniendo en cuenta el conjunto de animales infectados, potencialmente fuentes de contaminacin durante u n periodo largo, sin limitarse a ver slo la parte emergente del iceberg que representan los focos donde se manifiesta la enfermedad. Esto es tanto ms cierto en el caso de la LBE donde muchos animales infectados pueden llegar al final de su vida econmica sin exteriorizar los sntomas de LBE (o sin que sean reconocidos como infectados). C a d a pas debe de definir su poltica de lucha en funcin de la situacin epidemiolgica y de los objetivos a alcanzar. P a r a algunos pases, el objetivo puede limitarse a la exportacin de reproductores, sin contemplar por lo tanto la erradicacin de la infeccin, particularmente por razn del elevado costo de u n tal p r o g r a m a .
1097 P a r a otros pases, el objetivo de erradicacin puede ser contemplado, con un calendario de lucha y con etapas variables en funcin de la situacin epidemiolgica y de los recursos de t o d o orden a dedicar a la lucha contra esta enfermedad. N o existe ningn p r o g r a m a valedero p a r a t o d o . C a d a pas debe definir su p r o g r a m a , teniendo en cuenta los criterios sealados anteriormente y a la luz de las informaciones suministradas por los pases que ya h a n llegado a la situacin de erradicacin. L a puesta a p u n t o de pruebas E L I S A de gran sensibilidad (pero conservando u n a especificidad satisfactoria) aplicables a las mezclas de muestras (leches o sueros) h a sido u n decisivo progreso p a r a u n a realizacin econmica de las primeras etapas de la investigacin de la infeccin en u n pas y de la ulterior vigilancia de los rebaos sanos. El saneamiento de los rebaos infectados pasa obligadamente por u n diagnstico individual. La experiencia de los pases europeos que h a n comenzado la lucha hace varios aos, muestra que la aplicacin de las medidas sanitarias clsicas permite hacer desaparecer la enfermedad. El plazo p a r a obtener la erradicacin es t a n t o ms largo cuanto que la tasa de infeccin inicial de los rebaos sea elevada y que las medidas aplicadas sean incompletas. C u a n d o las medidas son empleadas correctamente y la tasa de infeccin de los animales no es m u y elevada, el saneamiento de los rebaos infectados se obtiene rpidamente. El n m e r o de pases que h a n consagrado sus esfuerzos y sumas importantes a la lucha contra la LBE a u m e n t a r progresivamente. Estos pases pedirn u n respeto en la aplicacin de las n o r m a s que permitan la garanta de la ausencia de riesgo de recontaminacin de sus ganados a partir de animales importados, conforme al Cdigo Zoosanitario Internacional de la O I E .
1098 VIROLOGA El virus de la A I E h a sido mal conocido durante m u c h o tiempo. Este relativo escaso conocimiento fue debido a la ausencia prolongada de u n sistema prctico de cultivo in vivo o en cultivo celular; p o r otra parte, las primeras clulas que h a n permitido la multiplicacin del virus en cultivo, los leucocitos de caballo, c o m p o r t a n muchas dificultades tcnicas de cultivo (como la necesidad de u n a fuerte concentracin de suero en el medio de cultivo, 5 0 % o m s , as como la frecuente contaminacin por los citomegalovirus) y el cultivo sobre u n sustrato celular cmodo, la lnea Equina Dermis, n o se h a puesto a p u n t o ms que m u y tardamente (121). Los caracteres generales del virus de la A I E han sido objeto de una revisin reciente (112). Posee los caracteres estructurales de los lentivirus y b r o t a a partir de las m e m b r a n a s citoplsmicas. Su transcriptasa reverse es M g + + dependiente. Su composicin proteica est bien determinada actualmente. El complejo ribonucleoprotena comprende la protena bsica p l 1. Las protenas internas son p9, p l 5 (protena fosforilada) y p26. L a envoltura est compuesta de glucoprotenas gp90 y gp45 (107, 123, 124) (Figura 2).
La organizacin gentica del virus de la A I E es comparable a la de otros retrovirus (Figura 3). El A R N viral es copiado en A D N por la transcriptasa reverse. Est flanqueado por dos regiones terminales repetidas (Long Terminal Repeats) conteniendo las seales de regulacin de la expresin de los genes. El gene G A G
1099 codificado por las protenas internas y comprendiendo 1 458 bases. Las protenas derivan de u n precursor nico que es una poliprotena ordenada de la siguiente manera: pl5-p26-pentapptido-pl l-p9.
El gene P O L es codificado por la transcriptasa reverse. Se lee en u n cuadro de lectura diferente del gene G A G y le recubre sobre 251 bases. P o r otra parte, el gene E N V (2 577 bases) es codificado por las glucoprotenas de envoltura. N o recubre el gene P O L (114, 139, 131, 102, 127). El genoma del virus posee tambin tres cuadros cortos de lectura S 1 , S2, y S3. SI y S2 estn situados en la regin intergnica P O L - E N V y S3 en el gene E N V (113, 139). El producto de expresin de S2 activa la expresin del genoma del virus actuando sobre u n a secuencia blanco situada entre las posiciones -31 y + 2 2 en relacin con el lugar de iniciacin de la transcripcin de los A R N mensajeros virales (103). El virus se cultiva por siembra en cultivo de macrfagos de caballos infectados o infectando los macrfagos de caballos sanos. E n estas clulas, el virus de la A I E posee u n efecto citopatgeno que se manifiesta por la destruccin de las clulas. Este procedimiento sigue siendo difcil de emplear ya que es necesario poseer u n a fuente de macrfagos y de suero exentos de citomegalovirus. Las clulas de la lnea continua Equine Dermis aseguran igualmente u n a replicacin del virus de la A I E sin presentar lesiones y pueden quedar infectadas crnicamente en el curso de pasadas sucesivas (121). La lnea de timo de perro Cf2Th presentara las mismas caractersticas (97). Las propiedades antignicas del virus dependen de numerosos grupos de antgenos con propiedades diferentes. Las protenas internas p26 y p l 5 inducen la formacin de anticuerpos revelables por las tcnicas de fijacin de complemento, de inmunofluorescencia y sobre t o d o de inmunodifusin en gelosa. Estas protenas son estables de u n a cepa viral a otra y constituyen por lo t a n t o los antgenos utilizados en el diagnstico. P o r otra parte, p26 posee u n a comunidad antignica con la protena homloga del virus H I V y de los lentivirus ovinos y caprinos. La protena p l 5 posee igualmente u n a homologa antignica con la protena p l 7 del virus H I V (122, 145). Las glucoprotenas de envoltura (gp90 y gp45) intervienen en la reaccin de neutralizacin. K o n o y col. (119) haban m o s t r a d o que en el curso de la infeccin en u n caballo, los antgenos perifricos del virin sufran u n a modificacin antignica que supona la aparicin de variantes antignicas a las que el organismo se a d a p t a produciendo, con cierto desfase, anticuerpos que neutralizan la nueva especificidad. Este fenmeno permite el comprender la coexistencia casi constante, en la sangre de
1100 u n caballo infectado, de virus y de anticuerpos anti virus A I E . Los mecanismos de este desfase antignico son cada vez ms estudiados y los principales resultados sern presentados en las lneas siguientes. L a infeccin experimental de u n caballo lleva a la aparicin de crisis cclicas hipertermizantes. La viremia es mxima al m o m e n t o de las crisis, y en general indetectable por inoculacin en cultivos celulares entre las crisis. Existe u n plazo variable entre el pico de la viremia correspondiente y la sntesis de anticuerpos que neutralicen u n a variante. P o r regla general, n o existe ninguna neutralizacin cruzada entre las diferentes variantes. Las gp90 y / o gp45 de cada variante presentan modificaciones estructurales, detectadas por u n a movilidad diferente en electroforesis. P o r lo contrario, la protena p26 no se modifica. El anlisis de los pptidos y de los glucopptidos trpsicos de cada variante muestra varios hechos. Las modificaciones n o se suman p a r a las variantes de aparicin sucesiva en u n mismo caballo; las cartas glucopeptdicas de gp90 y gp45 muestran que existe p a r a cada glucoprotena dos tipos de glucosilacin diferentes y que algunas variantes presentan pues la misma carta; las cartas peptdicas de p26, p l 5 y p9 son idnticas en todas las variantes (132). El anlisis de los epitopos de gp90 y de gp45 de varios aislados consecutivos derivados de u n a misma cepa inicial, con la ayuda de anticuerpos monoclonales, h a sido realizado (106). Dos epitopos se conservan en todas las cepas y se les reconoce por los anticuerpos monoclonales n o neutralizantes. Los otros epitopos son de expresin variable (en particular todos aquellos reconocidos por los anticuerpos monoclonales neutralizantes). Prcticamente todos los aislados son diferentes desde el criterio del perfil de epitopos expresados. Los aislados idnticos sobre este criterio difieren sobre la base del examen de sus pptidos y glucopptidos trpsicos o de sus cartas oligonucleotdicas. Algunos epitopos neutralizantes en la cepa inicial sufren alteraciones ligeras entre variantes que, a u n q u e no impiden la fijacin del anticuerpo monoclonal correspondiente, n o le permiten realizar la neutralizacin de la variante. Recientemente, se han a p o r t a d o informaciones sobre las modificaciones del gene E N V y sobre el estudio de sus correlaciones con las modificaciones de estructura antignica (128). Los subfragmentos del gene E N V se han expresado bajo la forma de protena de fusin en Escherichia coli. El estudio en Western Blot de estos polipptidos con los anticuerpos monoclonales descritos precedentemente ha permitido localizar aproximadamente las secuencias que codifican estos epitopos. Algunos de estos epitopos que corresponden a los anticuerpos no neutralizantes son codificados por regiones constantes, y se revelan como conservados entre las diferentes cepas. Los epitopos reconocidos por los anticuerpos neutralizantes se conservan poco y son codificados por las regiones variables del gene. Se han obtenido resultados superponibles con los sueros de caballos experimental o naturalmente infectados. U n epitopo en la parte COOH-terminal de la gp45, es reconocido fuertemente por todos los sueros, mientras que los epitopos codificados por la parte variable de la protena suministran respuestas diversas segn los sueros. U n epitopo en la parte NH -terminal de la gp90 es reconocido dbilmente. E n resumen, los epitopos conservados (no neutralizantes) se sitan en las partes NH2 y COOH-terminales de la protena codificada por el gene E N V . Los epitopos variables (neutralizantes) son codificados por la parte variable del gene E N V . Resultados comparables se han descrito p a r a el virus H I V .
2
1101 LA ENFERMEDAD
L a duracin de la incubacin puede variar de 5 a 7 dias hasta ms de tres meses. La forma ms clsica de la enfermedad corresponde a u n a sucesin de crisis hipertermizantes durante las cuales la viremia es m x i m a . E n el curso de estas crisis, el animal presenta u n a fiebre intensa, u n a anorexia, u n a anemia que pueden estar acompaadas de signos inconstantes (sndrome hepatorenal, sndrome gastrointestinal, m i o c a r d i t i s , m e n i n g i t i s ) . L a s crisis d e s a p a r e c e n g e n e r a l m e n t e al c a b o aproximadamente de un ao, quedando el animal portador asintomtico de virus (99). Segn los casos, la evolucin clnica puede ser aguda, subaguda o crnica. P o r ltimo, existen formas inaparentes, bien sea de golpe, bien despus de u n a f o r m a clnica expresada. Las lesiones macroscpicas son variables segn la forma clnica: hepatomegalia y esplenomegalia, miocarditis, hemorragias (petequias, sufusiones) sobre las serosas y las mucosas. Las lesiones microscpicas consisten en u n a proliferacin de clulas linfoides y infiltracin de los diferentes rganos (bazo, hgado...), as como en u n a acumulacin de sideroleucocitos (macrfagos conteniendo hemosiderina, catabolito de la hemoglobina).
PATOGENIA
L a patogenia de la A I E es cada vez mejor conocida. - L a anemia es consecuencia de dos mecanismos: por u n a parte, u n a hemlisis de naturaleza verosmilmente inmunolgica, intra y extravascular, y por otra parte, u n a disminucin del funcionamiento de la mdula sea. Sentsui y Kono (133, 134) han demostrado que la hemlisis resulta verosmilmente de la adherencia de la hemaglutinina viral a los glbulos rojos: estos son entonces rpidamente fagocitados (sideroleucocitos) e igualmente hemolizados bajo la accin del complemento. Esta hemlisis se acelera en presencia de anticuerpos dirigidos contra el virus de la A I E . - E n la glomerulitis de los caballos afectados de u n a forma aguda de la A I E , se pueden poner en evidencia las IgG anti A I E y del C . Esto sugerira que esta lesin es debida al depsito en el rin de los complejos circulantes virus-anticuerpos. McGuire y col. (120) h a n sealado la presencia de estos complejos circulantes y h a n mostrado que el 9 9 % del virus infeccioso presente en el suero se encuentra bajo la forma de tales complejos. Paralelamente a la fijacin de C3 sobre los hemates y los glomrulos se n o t a u n a disminucin de la tasa de C 3 circulante en los caballos enfermos.
3
H e m o s indicado en el captulo de virologa que las modificaciones del gene E N V eran identificables en las diferentes variantes antignicas de aparicin sucesiva en u n caballo infectado. Varias hiptesis pueden justificar las modificaciones de la secuencia del gene E N V . La ms probable corresponde a la aparicin de mutaciones puntuales durante la replicacin por una falta de fidelidad de la transcriptasa reverse. La seleccin de nuevas variantes necesita que la respuesta inmunitaria del hospedador sea funcional (129)
1102 y h a sido corrientemente explicada por la presencia de anticuerpos que neutralizan las variantes preexistentes. Se h a podido, n o obstante, mostrar que muchos ciclos de fiebre y de viremia, asociados al aislamiento de variantes diferentes, existen incluso antes de la aparicin de anticuerpos neutralizantes. Los sueros precoces correspondientes pueden distinguir estos aislados en inmunofluorescencia d e m e m b r a n a frente a las clulas infectadas. Estos resultados sugieren que la variacin antignica resulta igualmente del reconocimiento y de la destruccin de las clulas infectadas por ciertas variantes y n o nicamente de la presin de seleccin correspondiente a la existencia de anticuerpos neutralizantes (118, 119, 98).
EPIDEMIOLOGA Epidemiologa descriptiva E n muchos pases, la incidencia anual de los casos clnicamente manifiestos as como las serologas positivas, est en regresin. El C u a d r o VI presenta las informaciones que han sido aportadas por los diferentes pases. Existen generalmente claras fluctuaciones estacionarias de la incidencia, correspondientes a la estacin de actividad mxima de los a r t r p o d o s . La distribucin en el espacio de la enfermedad vara segn los pases. N o r m a l m e n t e la A I E es ms frecuente en las regiones clidas y hmedas. L a enfermedad n o tiene tendencia a u n a difusin rpida, pero los casos pueden observarse a gran distancia de u n foco inicial. Epidemiologa analtica Las fuentes del virus estn representadas esencialmente por los quidos infectados. Los animales enfermos, durante las crisis hipertermizantes, representan u n peligro importante ya que su viremia es mxima y puede estimarse aproximadamente en unos 1 0 / m l (110, 132). Entre las crisis, el ttulo viral es habitualmente m u y bajo pero puede permanecer elevado en algunos animales. E n los caballos infectados de manera inaparente, sin historia de sntomas declarados, el ttulo viral es habitualmente m u y bajo, indetectable incluso por inoculacin de 300 mi de sangre a u n caballo sano (113). Algunas secreciones y excreciones (leche, calostro, m o c o . . . ) son tambin virulentas en el momento de las crisis y pueden jugar un papel en las modalidades de transmisin directa (119).
6
El m o d o habitual de transmisin del virus de la A I E a partir de la fuente virulenta esencial, la sangre, est representado por la picadura de artrpodos hematfagos o de las agujas utilizadas en las inyecciones. Los conocimientos actuales referentes a la transmisin del virus por los artrpodos han sido revisados recientemente por Issel y col. (113). Los artrpodos responsables pertenecen a los gneros Tabanus, Stomoxys, Chrysops e Hybomitra. La transmisin es exclusivamente mecnica, ya que el virus de la A I E no se multiplica en el a r t r p o d o (137). En la eficacia de la transmisin intervienen diferentes variables. En particular, es preponderante el estado del caballo donante. E n u n caballo en fase aguda de la enfermedad, h a podido ser lograda la transmisin a otro caballo por intermedio de un solo artrpodo (105). Por lo contrario,
1103
CUADRO V I
Situacin epidemiolgica de la AIE y medidas de lucha en los diferentes pases que han informado a la OIE Pas Africa Argelia Lesoto Departamento de Cra, Maseru (O.L. Letuka) Sudafrica Departamento de Agricultura, Economa y Mercado, Servicios Veterinarios, Pretoria Zambia Departamento de Servicios Veterinarios y de Control Tsetse, Lusaka (K.L. Samui) Amrica Canad Produccin de alimentos e inspeccin, Ottawa (N.G. Willis) Chile Servicio Agrcola y Ganadero Divisin Proteccin Pecuaria, Santiago Epidemiologa Indemne Control a la importacin Indemne Medidas de lucha oficiales Enfermedad de declaracin obligatoria
Indemne
Indemne
Enzotica en el norte de Canad, espordica en las otras regiones. Tasa de prevalencia anual de los caballos con serologia positiva = 0,2% En 1981, 23 ganaderas infectadas de las 570 controladas; 144 caballos infectados entre 19 904 controlados. A partir de 1986: casos espordicos
Enfermedad de declaracin obligatoria. Programas voluntarios de erradicacin. Compensacin financiera por el sacrificio de los caballos infectados A partir de 1981: Controles serolgicos a la venta, antes del transporte y antes de la introduccin en un efectivo Controles serolgicos cada 6 meses en los rebaos indemnes Saneamiento de los rebaos infectados por controles serolgicos mensuales y sacrificio de los caballos con serologia positiva Importacin de caballos despus de dos controles serolgicos con 1 mes de intervalo Desde 1986: aligeramiento de las medidas y slo control de los caballos de introduccin en un rebao
1104
C U A D R O V I (cont.)
Pas
Epidemiologa
Asia Se han descrito casos Myanmar Cra de ganado y Departamento Veterinario (T. Tint) Europa Alemania (Rep. Fed. de) Instituto de Virologa Escuela Veterinaria, Hannver ( 0 . Trayen, L. Haas, O.R. Kaaden) Checoslovaquia Indemne Enfermedad de declaracin obligatoria
Indemne
Irlanda Departamento de Agricultura y Alimentos Dublin (R.G. Cullen) Italia Ministerio de Sanidad Direccin General de Servicios Veterinarios Divisin III
2 500 controles serolgicos por ao. Ninguna serologia positiva desde 1975
Casos espordicos (tasa de prevalencia de los caballos con serologia positiva en 1989 = 0,04%)
Indemne
Control serolgico de los caballos de carreras, de deporte ecuestre y de turismo ecuestre. Existencia de programas facultativos de erradicacin en las ganaderas. Aislamiento y sacrificio de los caballos de serologia positiva Enfermedad de declaracin obligatoria
Enfermedad de declaracin obligatoria Controles serolgicos regulares de los efectivos de caballos. Controles individuales en caso de agrupacin de caballos. Sacrifico de los animales infectados. Controles a la importacin Ningn programa de lucha oficial. Enfermedad de declaracin obligatoria en ciertos estados
1105 en u n caballo afebril, entre dos crisis, los fracasos de la transmisin experimental h a n sido numerosos (116, 101). O t r a variable importante es la distancia que separa u n caballo infectado de u n caballo sano. E n efecto, el a r t r p o d o n o puede jugar su papel de vector ms que en el caso de que su comida sangunea sobre u n caballo infectado se interrumpa y que la contine sobre u n caballo sano, ya que la persistencia de la infectividad viral en el a r t r p o d o n o parece pasar de las 4 horas (105). Los trabajos de Foil (104) h a n m o s t r a d o que el 9 9 % de los t b a n o s interrumpidos en su comida sangunea r e t o r n a b a n sobre el mismo caballo cuando ningn otro caballo estaba presente en u n radio de 50 metros. As, u n a distancia de seguridad de unos 200 metros entre caballo sano y otros caballos parece ser suficiente p a r a limitar el riesgo de transmisin por los artrpodos (113). La transmisin del virus es igualmente posible por t o d o material m a n c h a d o por la sangre de u n animal infectado (agujas, material quirrgico...), el virus puede sobrevivir varios das sobre agujas contaminadas (144). P o r ltimo, la transmisin in tero es posible (115) pero parece tener u n impacto epidemiolgico limitado (111).
DIAGNSTICO
En ausencia de tcnicas de rutina utilizables que permitan el aislamiento del virus, las tcnicas de diagnstico tratan de poner en evidencia los anticuerpos postinfecciosos. La puesta a punto de u n test de inmunodifusin en gelosa, el test de Coggins (100), h a facilitado m u c h o la identificacin de los caballos infectados. El antgeno utilizado h a sido primero producido a partir de extractos de bazo de caballos enfermos en fase aguda (126), y despus a partir de virus producido en cultivos celulares de lnea Equina Dermis (121). La protena mayor interna p26 es la constituyente esencial del antgeno. El inters de su utilizacin h a sido posteriormente confirmado en razn de su estabilidad antignica entre las distintas cepas virales (132). Inversamente, las glucoprotenas de envoltura son difcilmente utilizables, aunque el suero de los caballos infectados las reconoce fuertemente (125, 128), su variabilidad antignica es importante. N o obstante, la puesta en evidencia de u n epitopo de la gp45 fuertemente reconocido por el suero de caballos infectados y conservado entre las diferentes cepas estudiadas (128) podra abrir nuevas perspectivas. La protena p l 5 es tambin u n constituyente menor de los antgenos utilizados en I D G y puede a veces dar u n a segunda lnea de precipitado en la realizacin del test de Coggins (142). Las tcnicas ELISA que ponen en evidencia los anticuerpos contra la p26 han sido tambin descritas (135, 138, 140) y algunas estn actualmente comercializadas permitiendo obtener u n resultado en unos quince minutos. P o r ltimo, u n a tcnica de Western Blot ha sido tambin desarrollada (130). La prueba o test de Coggins es una tcnica sencilla de realizar, sensible y especfica. N o obstante, algunos sueros de escaso ttulo en anticuerpos dan resultados de difcil lectura. Algunos caballos infectados suministran u n a respuesta en anticuerpos de muy bajo nivel (109, 141). La proporcin de estos animales en relacin con el conjunto de animales infectados es m u y baja, inferior al 1% (113). Estas nociones n o deben enmascarar que el test de Coggins representa u n a excelente tcnica diagnstica que permite identificar en destacadas condiciones de especificidad la casi totalidad de los caballos infectados.
1106 La tcnica de ejecucin de la p r u e b a o test de Coggins est explicada in extenso en el Cdigo Zoosanitario Internacional ( 5 edicin, 368-372) y en el Manual de mtodos recomendados para el diagnstico y los productos biolgicos de la O I E (I, 16). Existe u n suero internacional de referencia representando el nivel mnimo de deteccin que debe alcanzar t o d o laboratorio que pratique la prueba de Coggins, y que h a sido definido despus de u n estudio de sueros de concentracin en anticuerpos variada realizado por diferentes laboratorios a travs del m u n d o .
a
L a interpretacin de la prueba de Coggins est basada sobre la cintica de la evolucin de los anticuerpos precipitantes que aparecen m u y generalmente lo ms t a r d e 2 meses despus de la infeccin. Ellos estn habitualmente presentes en el m o m e n t o de la aparicin de los sntomas, p e r o a veces pueden n o aparecer ms q u e en los das siguientes (como mximo 10 dias despus del comienzo de los sntomas). P o r otra parte, la deteccin serolgica puede estar dificultada en los potros nacidos de madre con serologia positiva en razn de u n a persistencia de anticuerpos calostrales que se eliminan a lo ms t a r d a r a la edad de seis meses. Sobre la base de estos datos, la interpretacin de los resultados de la prueba de Coggins en las diferentes situaciones se resume en el C u a d r o VII. E n u n animal enfermo, el recuento de los sideroleucocitos puede tener u n b u e n valor pronstico. E n el caballo sano, esta tasa es inferior a 7 p o r 100 000 leucocitos, mientras que en los das que siguen a una crisis de A I E , la tasa puede ser de algunos cientos a 1 000 sideroleucocitos por 100 000 leucocitos.
PROFILAXIS
El C u a d r o VI resume las informaciones enviadas por los diferentes pases. L a proteccin de los pases pasa por el control de los quidos importados, mediante u n test serolgico efectuado recientemente, y la procedencia de rebaos donde ningn caso de A I E se h a y a identificado en los 3 meses precedentes (Cdigo Zoosanitario Internacional de la O I E , 5 edicin, 229-230).
a
La proteccin de las explotaciones indemnes necesita u n control de los animales introducidos. Es posible introducir en ellos los quidos de serologia negativa procedentes de efectivos donde todos los quidos tengan igualmente u n a serologia negativa. En ausencia de conocimientos de la situacin sanitaria del ganado de origen, ser deseable n o introducir ms que los quidos con serologa negativa, puestos en cuarentena en la explotacin durante 40 a 65 das (plazo mximo de conversin serolgica) y que den u n a respuesta negativa al final de este periodo. El saneamiento de ganaderas infectadas necesita u n aislamiento de los enfermos hasta su eliminacin. Los caballos infectados de manera inaparente deben igualmente ser detectados por un test serolgico y ser aislados antes de su eliminacin. Este control serolgico debe repetirse cada 30 a 45 das, con la aplicacin de las mismas medidas en los animales de respuesta positiva. Los controles serolgicos pueden detenerse cuando dos controles con 60 das de intervalo hayan dado u n resultado negativo sobre la totalidad de los caballos. Los potros nacidos de yeguas infectadas deben ser considerados como potencialmente infectados hasta que u n control realizado 2 meses despus del destete resulte negativo. La utilizacin de jeringas y de agujas de uso
1107
CUADRO VII
Resumen de la interpretacin de la investigacin de Animal Caractersticas Resultados de pruebas serolgicas Positivo Sospechoso (fiebre, postracin, adelgazamiento, anemia) Negativo (enfermo desde > 1 0 das) Negativo (enfermo desde < 1 0 das) Positivo Negativo
Adulto Sano
Repetir el test 1 0 a 15 das despus del primero Si positivo: AIE clnica probable Si negativo: la enfermedad observada no es la AIE AIE latente Si ninguna posibilidad de contaminacin desde 2 meses: animal indemne; si no, repetir un test 2 meses despus de la ltima ocasin de contaminacin Potro infectado Referirse a la interpretacin en el adulto Interpretacin inmediata imposible. Hacer: - u n estudio cintico cuantitativo si los anticuerpos aumentan: potro infectado si los anticuerpos disminuyen: - u n control cada dos meses despus del destete: test positivo: potro infectado test negativo: potro indemne Control 2 meses despus del destete y en caso de contacto con un animal infectado: test negativo, potro indemne
Nacido de yegua con serologia negativa Nacido de yegua de serologia positiva Potro
Positivo Negativo
Positivo
Negativo
nico deber verificarse en los efectivos e instaurarse una desinfeccin y desinsectacin. Los pases que han instaurado y aplicado con rigor estas medidas h a n visto disminuir de m a n e r a m u y significativa las tasas de infeccin en sus efectivos. Ninguna vacuna, cuya eficacia haya sido perfectamente demostrada, est actualmente disponible. K o n o y col. (117) haban demostrado que la utilizacin de
1108 u n a cepa atenuada protega contra u n a prueba virulenta por la cepa homloga, pero n o p a r a u n a cepa heterloga. U n a vacuna con virus vivo se utiliza en China con resultados aparentemente favorables (136). En conclusin, las medidas de lucha contra la A I E son actualmente bien conocidas. La eficacia depende del rigor con el que ellas se aplican, al menos en los pases en los que la tasa de infeccin permite realizar el sacrificio de los caballos infectados.
LA ARTRITIS/ENCEFALITIS CAPRINA
La artritis/encefalitis caprina (AEC) es u n a enfermedad que existe desde hace muchos aos, pero su estudio cientfico no haba conocido u n pleno desarrollo verdadero ms que desde hace unos diez aos (vase historia). Afeccin m u y cosmopolita debida a u n virus prximo al del SIDA del h o m b r e , representa a la vez u n a dominante patolgica de la crianza caprina y u n modelo en patologa comparada. Se comprende pues fcilmente la multiplicidad de los trabajos que le han sido dedicados. En esta breve revisin, n o es posible nombrarlos y censarlos t o d o s . P o n d r e m o s el acento, pues, por u n a parte, sobre su presentacin geogrfica y su importancia, gracias a las informaciones enviadas por varios pases p a r a la Sesin General de M a y o de 1990 (Cuadro VIII), y por otra parte, sobre ciertos aspectos esenciales p a r a su comprensin y su control (virologa, patogenia, epidemiologa, mtodos de lucha).
DEFINICIN -
NOSOLOGA
Se t r a t a de u n a afeccin que se traduce clnicamente: - E n el adulto, por artritis y periartritis simtricas (lo ms corrientemente afectando los carpos o rodillas, pero tambin los codos, ms raramente los corvejones o otras articulaciones), las inflamaciones de las bolsas serosas (en particular bolsas atlanto-occipital y supra-espinal) y probablemente las esclerosis mamarias difusas p r o v o c a n d o u n a disimetra m a m a r i a . En la cabra primpara, la aparicin rpida despus del parto de u n a induracin difusa de la m a m a ( m a m a de madera) es tambin p a r a ciertos autores u n a manifestacin de la A E C . - En el jven entre 2 y 6 meses, por u n a ataxia posterior evolucionando hacia u n a cuadriplega rpidamente mortal (leucoencefalomielitis). Existen por otra parte afecciones mucho ms raras (pulmonar de los jvenes y de los adultos, nerviosa del adulto) asociadas o no a los precedentes (consltese diagnstico).
1109
CUADRO
VIII
Artritis/Encefalitis Caprina (AEC): Situacin epidemiolgica y medidas de lucha en los diferentes pases que han enviado una respuesta a la OIE
Pas
Medidas de lucha oficiales Posibilidad de Posibilidad de plan Porcentage de infeccin calificacin de erradicacin oficialmente oficialmente controlada de controlado en los Animal Rebaos los rebaos rebaos infectados Epidemiologa CAEV - reconocimiento de las cabras importadas AEC - ausencia
Africa Argelia Lesoto Ministerio de Agricultura (O.L. Letuka) Zambia Ministerio de Agricultura y cooperativas (K.L. Samui) Amrica Canad Agricultura Canad Direccin General Produccin e Inspeccin de alimentos (N.G. Willis) Estados Unidos de Amrica U.S.D.A. Servicio de Inspeccin de salud de animales y plantas (A.B. Thiermann)
AEC - ausencia
Enzotica 77% *
No
No
No
Hait Reconocimiento Ministerio de de la AEC despus Agricultura de recursos de la importacin naturales y de desarrollo rural Servicio de salud animal (J.H. Jolivet Toussaint) Asia Jordania Ministerio de Agricultura
0%
0%
1110
CUADRO
VIII (cont.)
Pas
Medidas de lucha oficiales Posibilidad de Posibilidad de plan de erradicacin Porcentage de infeccin calificacin oficialmente oficialmente controlada de controlado en los rebaos infectados Animal Rebaos los rebaos Epidemiologa No 6% a 30% No
Europa Alemania (Rep. Fed. de) Instituto de Virologa, Hannver (U. Truyen, L. Haas, O.R. Kaaden) Francia CNEVA/ Estacin Regional de patologa caprina (G. Perrin) CNEVA/ Laboratorio de Patologa de Pequeos Rumiantes y de Abejas (P. Russo y C. Vitu) Gran Bretaa Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacin Jefe del Servicio Veterinario (K.C. Meldrum) Irlanda Departamento de Agricultura y Alimentos (R.Q. Cullen) Italia Facultad de Medicina Veterinaria de Turin (E. Maglione, P. Neblia, S. Rosati) Facultad de Medicina Veterinaria de Bari (F. Marsilio, M. Tempesta, P. G. Tes car) Luxemburgo Administracin de los Servicios Veterinarios (J.P. Kremer)
65%
77% *
4% 9,5%
10%
S No * 1. Esquema de salud para ovejas y cabras (MAFF) 2. British Goat Society * S Tests a la Voluntariado de importacin y a los ganaderos la exportacin obligatorios No No
0%
0%
Variable segn las regiones y las razas. Las razas importadas parecen ms infectadas que las razas locales
CAEV serologia
1111
CUADRO
VIII (cont.)
Pas
Medidas de lucha oficiales Posibilidad de Posibilidad de plan de erradicacin Porcentage de infeccin calificacin oficialmente oficialmente controlada de controlado en los rebaos infectados Animal Rebaos los rebaos Epidemiologa No No
Suecia Instituto Veterinario Nacional - Uppsala (A. Engvall, M. Wierup) Suiza Oficina Veterinaria Federal (D. Riggenbach) Oceania Australia Departamento de Agricultura del Oeste Australiano (T.M. Ellis)
75%
S Desde 1983 Voluntariado de los ganaderos S Segn los Estados Voluntariado de los ganaderos
Segn los Estados 6% a 44% 46% a 82% de los de los rebaos animales lecheros lecheros 0% a 7% de 0% a 2% de los rebaos los Angora Angora
Estas diferentes formas clnicas pertenecen a un mismo conjunto y pueden reproducirse (al menos p a r a las formas articulares y nerviosas) por inoculacin a los animales sensibles de u n retrovirus designado con el n o m b r e de virus de la Artritis/Encefalitis Caprina o Caprine/Arthritis Encephalitis Virus (CAEV). Los rganos blancos son la sede de u n a intensa infiltracin por las clulas mononucleadas (linfocitos, monocitos y macrfagos). La A E C pertenece al grupo de las enfermedades a virus lento (Slow virus diseases) (207), con otras infecciones provocadas por los lentivirus (161, 197), como la maedi-visna de los ovinos. La infeccin de un caprino por el C A E V n o provoca sistemticamente u n a enfermedad con sntomas y lesiones, aunque esta enfermedad persiste a lo largo de su vida. Se realiza lo ms corrientemente durante los primeros meses de la vida y provoca una seroconversin frente al C A E V en algunas semanas. U n cierto n m e r o de animales infectados (del 5 % al 7 5 % , segn los rebaos) presentarn despus de un largo periodo de incubacin (1 ao a 6 o 7 aos) u n a afeccin clnica que se traduce por la aparicin de los signos precedentemente descritos en el adulto. Estos signos persistirn t o d a la vida del animal, conducindole normalmente a u n a degradacin de su estado general, asociada con u n a disminucin de la produccin, que justifica su eliminacin. La forma nerviosa observada en los jvenes es mucho menos frecuente que la que afecta a los adultos. Es generalmente identificada en los rebaos m u y infectados (ms del 9 0 % de adultos seropositives).
1112 La fuerte prevalencia de la infeccin en los numerosos pases as como sus consecuencias sobre la productividad de los rebaos, en particular, en la produccin lechera, as como el obstculo que representa p a r a el comercio de los reproductores h a n generado numerosos estudios p a r a su conocimiento y su control. Este est organizado en algunos Estados por las autoridades oficiales y las organizaciones representativas de los ganaderos.
HISTORIA
La presencia de rodillas gruesas asociadas o no a las cojeras y a una degradacin del estado general en las cabras adultas h a sido desde hace tiempo sealado por los veterinarios y los criadores. Los estudios suizos (210) y japoneses (189) han descrito las afecciones totalmente comparables a la A E C en su forma articular en el adulto. Linda Cork, al describir en los Estados Unidos una leucoencefalomielitis infecciosa de los cabritos (LEIC) (159), a priori sin relacin con las observaciones anteriores, iba a relanzar el inters de la comunidad cientfica ya que la L E I C fue rpidamente identificada en otros pases [para u n a revisin vase Knight y Jokinen (180); Al-Ani y Vestwer (151)]. El mismo equipo (160) identific el virus responsable de la L E I C p r o b a n d o que era tambin responsable de u n a poliartritis crnica de los caprinos adultos enteramente comparable a las descripciones suiza y japonesa. Numerosos trabajos [para una revisin vase Robinson y Ellis (204)] iban a continuacin a probar la existencia de la infeccin por el CAEV y la presencia de la A E C en numerosos pases.
VIROLOGA
El C A E V es u n virus que pertenece a la familia de los retroviridae y a la subfamilia de los lentivirinae. Posee u n cierto n m e r o de propiedades comunes a todos los lentivirinae, que comparte en particular con los virus maedi-visna (VVM) (192). - S u genoma est constituido de A R N poliadenilo de polaridad positiva conteniendo de 9 000 a 10 000 pares de bases para un peso molecular de 5,5.10 daltons.
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- 3 genes estructurales G A G , P O L y E N V codifican respectivamente p a r a las protenas internas de bajo peso molecular (p28, p l 9 , p l 6 y p l 4 ) , la transcriptasa reverse y cuatro glucoprotenas de envoltura como la g p l 3 5 . - Existe una variabilidad antignica de las glucoprotenas de envoltura de las cepas aisladas del terreno, revelada por el estudio de los anticuerpos dirigidos contra estas glucoprotenas en la seroneutralizacin (191). L a aparicin de variantes espontneas en el curso del tiempo en u n a cabra infectada, h a sido tambin descrito (168). P o r lo contrario los dos virus (CAEV y VVM) llevan en su genoma las secuencias nucleotdicas que permiten diferenciarlos (202, 201). La homologa de las secuencias es del orden del 15 al 7 0 % entre el C A E V y el VVM (171) cuando las condiciones de hibridacin son muy especficas, sta es ms elevada (201) cuando lo son menos.
1113 - E l C A E V replica dbilmente en las clulas de origen ovino, sin efecto citopatgeno m a r c a d o y posee u n tropismo p a r a los tejidos sinoviales. A la inversa, el VVM produce u n a infeccin ltica de las clulas de origen ovino y caprino (192). - N o h a sido posible poner en evidencia la diferencia entre las cepas aisladas de las cabras afectadas de artritis o de n e u m o p a t a crnica p o r los diferentes criterios estudiados (anlisis de las protenas estructurales, de las propiedades antignicas y de cultivo in vitro, etc.) (169). E n medios extracelulares las partculas completas tienen u n a talla de 80 a 100 n m con u n ncleo denso a los electrones y f o r m a n d o u n a b a n d a homognea en la ultracentrifugacin isopcnica en sacarosa a 1,15 g m / c m (156).
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El virus se aisla generalmente a partir de explantes de la m e m b r a n a sinovial de una articulacin afectada (160, 193, 205), pero tambin a partir de otros tejidos (plexo coroideo, pulmn, mama, leucocitos) (163, 157) de animales enfermos. Se ha detectado u n efecto citopatgeno al comienzo de uno a cinco pases y se traduce por la formacin de sincitios en los cuales se distingue en el microcopio electrnico las partculas de ncleos densos y los fenmenos de protrusin de los viriones en la superficie de la m e m b r a n a citoplsmica. El virus puede ser pasado en serie sobre clulas primarias (membrana sinovial, plexo coroideo, rin, timo) obtenidas de cabritos recin nacidos antes de que hayan bebido el calostro (190). Se puede sealar su relativa fragilidad en el medio exterior y el hecho de que queda completamente inactivado en los lquidos biolgicos (leche y calostro) por u n calentamiento a 56C durante u n a h o r a (147).
PATOGENIA
El hecho esencial es la persistencia de u n a infeccin s u b c l c a durante largos periodos (varios aos en los adultos, algunos meses en los cabritos). Lo ms frecuentemente, el virus entra en el organismo por la va digestiva y despus alcanza a las clulas blanco que son de la lnea monocito-macrfaga (161, 192). Su replicacin en la mayora de las clulas n o va ms all del estadio de provirus que se integra o es estrechamente asociado al A D N celular. L a restriccin concierne a la etapa de la transcripcin de los A R N mensajeros. El virus, a d o p t a n d o u n a estrategia tipo caballo de Troya, se disemina por el organismo a travs de los monocitos (174). Los anticuerpos neutralizantes (no producidos o a u n ttulo m u y bajo) n o participan en absoluto en el control de la replicacin viral. El C A E V es reencontrado en el sistema nervioso central, las sinoviales, y tambin en el timo, los ndulos linfticos, la m a m a y los pulmones. Las lesiones tisulares son u n a consecuencia de la replicacin viral, ella misma relacionada con la transformacin de los monocitos en macrfagos. U n a mediacin inmunolgica al menos parcial interviene en el desarrollo de las lesiones ya que las cabras inmunizadas con u n C A E V inactivado y despus infectadas por u n C A E V salvaje, desarrollan ms rpidamente
1114 lesiones ms severas que los testigos no inmunizados (184); de la misma manera, De Martini y col. (164) h a n demostrado que las cabras infectadas por el C A E V tienen respuestas a los mitogenos de los linfocitos T ms importantes que las de los animales n o infectados. Se demostrar seguramente en el futuro, como p a r a los otros lentivirus (161) que los factores genticos propios de la especie caprina vienen a modular el desarrollo de estas lesiones. Ya se h a demostrado la accin de ciertos factores externos del ambiente (187) o de las enfermedades intercurrentes [Ellis, en Smith y col., 1985 (209)]. El C A E V se distingue de otros lentivirinae p o r q u e n o induce la formacin de anticuerpos neutralizantes. Esta situacin estara relacionada con el m o d o de glucosilacin de la glucoprotena de envoltura que podra disminuir la avidez de los anticuerpos o disimular los determinantes antignicos. P o r lo contrario, induce la formacin de anticuerpos frente a las protenas internas, en particular la p28. Las manifestaciones clnicas precoces observadas entre los cabritos podran ser la manifestacin de u n a infeccin in tero, asociada a u n a exposicin postnatal a partir del calostro y de la leche (192).
Parece estar m u y ampliamente extendida en los pases desarrollados (149) (Cuadro VIII), en particular en Amrica del Norte ( E E U U y Canad) y en E u r o p a : Francia (187), Noruega, Suiza, G r a n Bretaa que se distingue por su baja tasa de infeccin (162). La infeccin parece extendida en Italia y en ciertas regiones espaolas (172). P o r lo contrario, la Repblica de Irlanda y la Irlanda del Norte (146) parecen indemnes. E n Africa, la infeccin parece ausente de Sudfrica, de Somalia, de Sudn; en Kenia la prevalencia es m u y baja (149) y esencialmente relacionada con la importacin de cabras y machos cabros en los programas de mejora gentica (148). E n Nigeria, la seroprevalencia est comprendida entre 0 y el 1 8 % de los animales, segn las regiones (153). E n Australia, la infeccin est ampliamente extendida en los rebaos lecheros y en cambio m u c h o menos en las cabras de A n g o r a , Cachemira (155, 173); y es nula en las cabras vueltas al estado salvage (211, 166). E n Nueva Zelanda, la seroprevalencia parece muy baja (16% de las cabras y el 1,5% de los rebaos) (182) y esencialmente relacionada con la importacin; lo mismo ocurre en las Islas Fidji (149). E n Amrica Latina (Per y Mxico) (149), la seroprevalencia es baja y la infeccin est relacionada con las importaciones lo mismo que en Hait. Globalmente, los ganados lecheros de Amrica del Norte, de E u r o p a , y de Australia y aquellos en los que se han introducido reproductores mejoradores procedentes de estos pases parecen ser los ms infectados. Las cabras explotadas por su velln y las de los continentes latinomericano y africano parecen poco infectadas.
L a leucoencefalomielitis de los jvenes no h a sido descrita ms que en u n pequeo nmero de pases ya que su frecuencia de aparicin es dbil en los rebaos infectados. H a sido observada en Australia, en Canad y en los Estados Unidos [para u n a revisin vase Robinson y Ellis (204)] as como en Suiza (170) y en Francia (154, 198) en donde su incidencia aparece m u y limitada (alrededor del 5 % de la clase de edad); se la encuentra en general en los rebaos m u y infectados. L a forma poliartrtica del adulto h a sido reencontrada en todos los pases d o n d e existe la forma leucoencefalomieltica. H a sido tambin encontrada en los pases o en los rebaos en los que las tasas de seroprevalencia son moderadas (163, 154, 186) y donde no existe la forma juvenil. Esta constituye la forma ms banal de la expresin clnica de la A E C . La incidencia de las otras formas clnicas (nerviosa, pulmonar del adulto, mamaria de la primpara) es ms difcil de apreciar (vase diagnstico). Epidemiologa analtica E n condiciones naturales, la transmisin de la infeccin se hace esencialmente de u n m o d o horizontal de la m a d r e a los cabritos por el calostro y la leche (147, 167). Este m o d o de transmisin se ve ciertamente favorecido por la administracin del calostro de mezcla en las granjas de caprino lechero intensivo, lo que podra explicar que en las explotaciones en que esta prctica n o se utiliza (crianza tradicional, cra de A n g o r a ) , la prevalencia de la infeccin es menos elevada (204). Los anticuerpos presentes en el calostro y que son absorbidos en los tres primeros das de la vida n o protegen a los cabritos y n o interfieren ni con la produccin activa de anticuerpos, ni con el desarrollo de la infeccin por el C A E V . Los cabritos nacidos de madres infectadas y que no hayan bebido el calostro, pueden ser tambin contaminados (en u n a proporcin m u c h o menos importante) si h a n sido mantenidos algunas horas en contacto con las madres (contaminacin por las secreciones genitales, digestivas o respiratorias) (vase C u a d r o I X ) .
CUADRO I X
Eficacia de la contaminacin al nacimiento de los cabritos nacidos de madres infectadas, segn las modalidades de crianza (147) Nmero de cabritos en el grupo 18 9 17 10 Fuente de calostro y de leche Mezcla Madre Vaca Vaca Contacto postnatal con cabras infectadas S S No No % de cabritos positivos/CAEV 100 78 17 10
Modo de nacimiento
Natural Natural Natural Lamido por la madre Natural Separacin inmediata de la madre
1116 La transmisin horizontal entre adultos es posible pero requiere u n contacto prolongado y estrecho; p a r a u n a pequea cantidad de animales, puede existir al final de dos meses (204), pero necesita lo ms corrientemente de 11 a 14 meses p a r a el 5 0 % de los animales (147, 204). La transmisin parece ser ms rpida en rebaos lecheros ya que en una experiencia (147) el 6 0 % de los animales en riesgo se h a n infectado en 10 meses; estos resultados sugieren u n a responsabilidad del ordeo en la transmisin que parece confirmada por u n a encuesta epidemiolgica realizada en u n a explotacin lechera (187). El contacto entre u n m a c h o enfermo y las cabras no infectadas, en el curso de la m o n t a , no parece ser eficaz. T a m p o c o parece existir transmisin por aerosol (147). A diferencia de otras retrovirosis (leucosis bovina enzotica, SIDA humano), la sangre n o parece ser u n a fuente eficaz p a r a la transmisin. La contaminacin vertical (en u n sentido estricto) en el tero materno parece ser m u y rara pero no imposible (147) temendo en cuenta que lesiones idnticas a las observadas en otros tejidos blanco, han sido identificadas en los teros de animales que padecan la A E C (152) y que este tipo de contaminaciones existe tambin, raramente, entre los ovinos afectados de maedi. Esto podra explicar la aparicin del sndrome leucoencefalomieltico en los rebaos fuertemente infectados y conteniendo numerosos animales clnicamente afectados. Su impacto parecera, no obstante, m u y limitado en el desarrollo de la infeccin y de la enfermedad en los rebaos de produccin. L a cuestin de la eventual contaminacin de los ovinos por las cabras infectadas y / o enfermas es importante, p a r a los pases como Nueva Zelanda o Australia d o n d e los ovinos estn indemnes de maedi (lo que es tambin el caso de la Repblica de Irlanda e Irlanda del Norte) y p a r a todos los pases donde la cohabitacin de las dos especies puede existir. Las inoculaciones experimentales de C A E V a los corderos han d a d o resultados negativos despus de 16 semanas de observacin (va intratorcica) (208) o positivos (infeccin sin enfermedad despus de la inoculacin a la vez p o r va intravenosa, intracerebral e intraarticular) (194). Los corderos alimentados durante tres meses con leche de cabras infectadas por el C A E V h a n presentado (en cuatro casos sobre seis) u n a seroconversin frente al C A E V sin signos clnicos despus de 13 meses de observacin (195). U n contacto estrecho y prolongado (diez y ocho meses) de cabras infectadas con las ovejas no ha producido la infeccin de estas ltimas (195). Smith y col. (209) h a n demostrado que los corderos de raza merina en contacto, durante ms de 24 meses, con las cabras infectadas, n o h a n presentado ni seroconversin ni lesiones. P o r lo contrario, de entre 12 corderos merinos que haban recibido una inoculacin de CAEV por va intratorcica, 9 hicieron una seroconversin entre la 14 y la 3 0 semana post inyeccin; observados durante 67 a 142 semanas (ms de 31 meses), no presentaron ningn signo clnico ni ninguna lesin, a u n q u e 7 de entre ellos teman una viremia detectable. Dos de estos ltimos, observados durante u n nuevo periodo de 140 semanas, n o presentaron ni signos clnicos, ni lesiones macroscpicas o microscpicas (166).
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Se puede por lo t a n t o concluir que el C A E V n o es patgeno p a r a las lneas de corderos utilizados en las experiencias australianas, que la contaminacin de las ovejas por las cabras por cohabitacin estrecha es imposible en las condiciones habituales y que la contaminacin queda como poco probable en los corderos salvo que estn alimentndose durante tres meses con leche de cabra infectada, lo que n o es u n a prctica corriente.
1117 Estas conclusiones adquiridas experimentalmente in vivo son coherentes con las constataciones hechas in vitro (vase ms arriba la virologa).
DIAGNSTICO
P a r a este captulo nos limitaremos a u n anlisis sucinto, remitiendo al lector especializado a las referencias indicadas. De la infeccin Lo ms corrientemente se t r a t a de la puesta en evidencia por la inmunodifusin en gelosa (IDG) de los anticuerpos especficos contra la glucoprotena 135 o la protena 28. Tambin son disponibles las pruebas E L I S A (204, 212, 150, 206). E n E u r o p a , el antgeno utilizado para la I D G es lo ms corrientemente preparado a partir del VVM en razn de las comunidades antignicas estrechas existentes entre los dos virus (163, 199, 172). U n a p r u e b a E L I S A con u n antgeno C A E V h a sido tambin propuesta [Houwers en Dawson y col., 1983 (163); 212]. E n Australia, en los Estados Unidos y en Nueva Zelanda, los antgenos se preparan a partir de C A E V cualquiera que sea el m t o d o utilizado. L a prueba E L I S A parece bastante especfica pero ms sensible que la I D G (206). De la enfermedad El diagnstico est bien codificado (162), incluso en materia de diagnstico diferencial, p a r a la leucoencefalomielitis de los jvenes (158) y la poliartritis de los adultos (180, 204, 172, 200). ndices clnicos (179, 164, 188) h a n sido propuestos y sometidos a pruebas p a r a objetivar la afeccin articular. Las formas nerviosas del adulto de la misma forma que las pulmonares, m u y raras, son de identificacin ms delicada (204) sobre t o d o c u a n d o n o estn asociadas con lesiones articulares (203, 196). L a m a m a aparece como u n rgano blanco p a r a la replicacin del C A E V (213, 178, 181) sin que se pueda sealar con certeza al A E C como responsable de trastornos como el desequilibrio de la m a m a y el pezn de m a d e r a (Hard udder) (204). En efecto, si este tipo de patologa est corrientemente asociado con la infeccin por el C A E V , o con la evolucin de las otras formas clnicas del A E C , la asociacin se h a constatado (200, 187) sin poder ser verdaderamente explicada ni reproducida experimentalmente. Los estudios realizados entre los ovinos con el virus maedi-visna deberan aportar elementos de apreciacin (165, 177). Futuros estudios sern necesarios p a r a precisar este aspecto de la A E C cuyo impacto econmico podra ser particularmente importante. Desde a h o r a se dispone de resultados que relacionan la gravedad de la A E C , enfermedad valorada por el ndice clnico, con las prdidas de produccin lechera (187). Sera interesante distinguir en estas prdidas, las que son relacionadas a la afeccin puramente locomotriz de las relacionadas con la afeccin m a m a r i a .
1118 E n caso de sospecha en u n rebao, se apreciar clnicamente la incidencia de las deformaciones articulares y sinoviales sobre los animales adultos (de edad mayor de u n ao) y se buscar la existencia eventual de otras manifestaciones, en particular de las formas nerviosas entre los jvenes. La confirmacin de la sospecha debe tener en cuenta la eventualidad de otras causas de poliartritis entre los adultos (micoplasmas, clamidias), los resultados obtenidos por el estudio de las lesiones (macroscpicas y microscpicas) y la tasa de infeccin del r e b a o . E n efecto, globalmente, cuanto ms elevada es la tasa, ms frecuentes son las formas clnicamente presentes (186, 187, 199). E n la mayora de los rebaos en los que la enfermedad existe de forma significativa (ms del 5 % de los animales afectados) las tasas de infeccin estn comprendidas entre el 50 y el 100% (187). Es preciso sealar que, como en el maedi, u n porcentaje n o despreciable [25 a 3 5 % p a r a Vitu y col. (212); 5 8 % p a r a Grewal y col. (173)] de animales clnicamente afectados son seronegativos. Es necesario precisar que algunos autores describen en el seno de u n mismo rebao infectado, u n aumento de la tasa de infeccin con la edad (187), mientras que otros (173) no la encuentran. P o r ltimo, ciertos autores (212) describen las cadas de anticuerpos sricos en el pico de la lactacin en el momento en que aparecen las lesiones articulares.
PROFILAXIS
T a n slo trataremos aqu de los principios del control de la infeccin; el lector interesado encontrar en la bibliografa y en el C u a d r o VIII las medidas propias a los diferentes esquemas de control adoptados segn los pases. L a nica forma de obtener animales n o infectados es principalmente evitando toda contaminacin perinatal del cabrito y suprimiendo t o d o contacto con la m a d r e y proveyndole de u n calostro y u n a leche sanos sin C A E V y despus criarlos sin contacto con los animales infectados. Los trabajos de A d a m s y col. en 1983 (147) y de McKenzie y col. en 1987 (183) h a n suministrado las bases cientficas y tcnicas de los mtodos actualmente disponibles. Todos ellos se inspiran en los que se utilizaron p a r a el control de la infeccin por el VVM en los ovinos [para u n a revisin, vase Houwers y col. (176) y H a m e u r y (175)]. El calostro o la leche de cabra se esterilizan frente al C A E V por calentamiento a 56C durante u n a h o r a (147) o a 72C durante 15 segundos o a 57C durante 10 minutos y mantenindolo despus en botellas termostticas durante u n a h o r a (183). Lo ms corrientemente, en la prctica, se administra al cabrito recin nacido el calostro calentado a 56C durante u n a h o r a y despus, a partir del tercer da, leche de yaca reconstituida a partir de leche en polvo. Los resultados son excelentes (147, 183) si los cabritos sometidos a este tratamiento se separan inmediatamente de las madres despus del p a r t o p a r a evitar t o d a lamida o t o d a tetada, y si se les mantienen sin ningn contacto directo con los animales infectados. Si esta ltima precaucin no se t o m a , los resultados son menos satisfactorios (199). Los anticuerpos anti C A E V adquiridos por el cabrito se eliminan en dos a tres meses. Es preciso sealar que el calostro y la leche de u n a cabra seronegativa frente al C A E V pueden, no obstante, contener el C A E V y transmitir la infeccin (147).
1119 Apoyndose sobre estos hechos, muchos pases han puesto en marcha los esquemas de calificacin de los rebaos y de los mtodos de saneamiento (vase el C u a d r o VIII) (182, 162, 185) lo ms corrientemente basados sobre la voluntariedad de los ganaderos, con la ayuda de u n control oficial. C a d a u n o de estos esquemas tiene previstas las modalidades de acreditacin de los rebaos, sin organizar oficialmente el saneamiento de los rebaos infectados. E n cada esquema, se distinguen tres etapas: - U n a primera etapa que tiende a caracterizar la situacin del rebao frente a la infeccin. - U n a segunda etapa se asegura mediante pruebas repetidas de la n o presencia de infeccin en el rebao, y esto lleva a u n a calificacin del rebao como oficialmente indemne de infeccin por el C A E V . - U n a tercera etapa que define las modalidades del mantenimiento de esta calificacin. La primera etapa est basada en un sondeo serolgico sobre una parte significativa de los caprinos del rebao (en Francia de edad m a y o r de los 12 meses, en el Reino U n i d o de ms de 9 meses), o sobre todos los animales destetados (Nueva Zelanda). Un segundo test que alcanza a la totalidad de los animales (en Francia y en G r a n Bretaa) se requiere antes de abordar la segunda etapa, todos los animales del rebao deben ser entonces seronegatives. La segunda etapa consiste en una nueva prueba o test serolgico del conjunto del ganado efectuado dos veces con 4 a 6 meses de intervalo (Gran Bretaa) o u n a sola vez (Nueva Zelanda, Francia). Si los resultados siguen siendo enteramente negativos, el r e b a o obtiene la calificacin de oficialmente indemne de infeccin por el C A E V . El mantenimiento de la calificacin se asegura por el control serolgico anual de, al menos, el 2 5 % de las hembras del rebao (Francia) o de todos los animales cada ao (Francia, Nueva Zelanda) o con u n intervalo de 18 a 24 meses. Los resultados parecen ser satisfactorios y permiten contemplar el porvenir con u n optimismo razonable, sin forzar a a d o p t a r las medidas de erradicacin global insoportables econmicamente.
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* * A consecuencia de la presentacin de este informe y despus de u n a discusin, se a p r o b la Resolucin N X V d u r a n t e la 5 8 Sesin General de la O I E en mayo de 1990.
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