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3 poca - N 6. 2001 - Pgs. 49-52.


ANTONIO BUERO VALLEJO EN EL TEATRO DEL SIGLO XX
MARIANO DE PACO
Universidad de Murcia
ABSTRACT:
The significance of Antonio Buero Vallejo in the Spanish
Drama of the 20
th
century and the authors most important
contributions to the development of western
contemporary Drama so much in the ethical level and
the social, the political or the metaphysical.
RESUMEN:
Significacin de Antonio Buero Vallejo en el teatro es-
paol del siglo XX y aportaciones ms importantes del
autor al desarrollo de la dramaturgia occidental contem-
pornea tanto en el plano tico, como en el social, en el
poltico o en el metafsico.
Hace ms de treinta aos que me aproxim al teatro de Antonio Buero Vallejo con
la intencin de preparar sobre l mi tesis de doctorado y no mucho despus, con ocasin
de su Discurso de Ingreso en la Real Academia Espaola, pude tratarlo personalmente.
Desde entonces, a la atraccin por la obra se sum el respeto a su creador; a la fascina-
cin por el personaje, la amistad que la persona me brind con mantenida generosidad.
Por ello me complace, a pesar de la insatisfaccin de su an prxima ausencia, reflexio-
nar en los comienzos de este siglo que inaugura milenio, acerca de sus aportaciones al
mundo de la escena y del sentido y estructura de su produccin teatral.
Buero Vallejo muri el 29 de abril de 2000. Pero nos queda el recuerdo de su ima-
gen y de sus palabras y, sobre todo, disponemos de su obra. Buero busc al pblico para
dirigirse a l con sus textos y, a lo largo de ms de cinco dcadas y por medio de casi
cuarenta obras, le ha advertido de que el hombre ms oscuro puede mover montaas si
lo quiere, le ha hecho reflexionar sobre la importancia infinita del caso singular, ha
insistido en la necesidad de mantener la esperanza de la luz porque la forma misma de
Dios, si alguna tiene, sera la luz.
PALABRAS CLAVE:
Teatro espaol, Siglo XX, Antonio Buero Vallejo.
KEYWORDS:
Spanish Drama, Twentieth Century, Antonio Buero Vallejo.
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Mariano de Paco
Ahora se encuentra con nosotros cada vez que, desde el escenario o desde el libro,
nos aborda uno de los personajes. En 1946, recin estrenada su libertad, Buero iniciaba
en el teatro espaol con En la ardiente oscuridad una singular dramaturgia en la que se
aunaban la voluntad de crear textos que hablasen al hombre de su tiempo de los proble-
mas que lo aquejaban, por el hecho de serlo y por estar en una concreta sociedad, y el
propsito de una investigacin en el tratamiento de formas y estructuras. El Premio Lope
de Vega que en 1949 recibi Historia de una escalera permiti que el pblico y la crtica
se enfrentaran a un nuevo lenguaje en la escena recuperando el gnero trgico. El joven
autor as lo quera y supo expresarlo con claridad ya entonces: Frente a las graves crisis
que el mundo vive, caben dos salidas individuales: refugiarse en las triviales diversiones
que dispersan nuestra vida, o dar valerosamente cara a los problemas con toda la piedad
y sinceridad que nos son posibles. Fue esta mirada, que no teme al amargo escondido en
las cosas, atributo de las ms representativas obras de arte espaolas. Por espaol que,
humildemente, no tiene miedo a mirar as, prefer escribir una sincera comedia de ten-
dencia trgica a servir al pblico una divertida frivolidad ms
1
.
El origen de la dramaturgia bueriana se remonta a las fuentes clsicas de la tragedia
griega y se nutre del mismo modo con el realismo simblico ibseniano, con el mundo de
los sueos que Strindberg haba mostrado, con los interiores alucinados del teatro de
ONeill y la fragmentacin pirandelliana de la personalidad. Junto a estos dramaturgos
cabe recordar la tradicin espaola, desde Cervantes y Caldern hasta la ms reciente:
los ntimos conflictos unamunianos, el hondo misterio del tiempo en Azorn o la recupe-
racin de la tragedia de Federico Garca Lorca.
La labor que Buero Vallejo llev a cabo desde sus inicios super los estrictos
lmites del teatro puesto que a su actividad creadora uni la posicin crtica de un intelec-
tual insobornable tanto en los difciles aos de la dictadura que en la posguerra sufri la
sociedad espaola como en la misma sociedad democrtica. Su teatro, con obras situa-
das en su tiempo o en otros distintos de la historia, en ambientes familiares para el pbli-
co o en lugares para l desconocidos, ha conectado bajo formas diferentes diversos pla-
nos significativos (ticos, sociales, polticos, metafsicos), lo que ha dotado a sus textos
de una valiosa dimensin de generalidad y de un preeminente lugar en la evolucin de
nuestro teatro.
La bsqueda de nuevos modos y el complejo realismo de Buero han de conside-
rarse, en efecto, en el origen de los autores que comienzan su andadura en la dcada de
los aos cincuenta. La visin crtica bueriana de la historia sobre el escenario abri ms
tarde caminos que transitan muchos de nuestros dramaturgos, a veces con total dedica-
1
Ante el estreno de Historia de una escalera. Autocrtica, El Noticiero Universal, 25 de julio de 1950. Reprodu-
cido en Antonio Buero Vallejo, Obra Completa, II, edicin crtica de Luis Iglesias Feijoo y Mariano de Paco,
Madrid, Espasa Calpe, 1994, p. 320.
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Antonio Buero Vallejo en el teatro del siglo XX
cin. Lo que he llamado huella bueriana no deja de sentirse, de una u otra manera pero
apreciable siempre, en la obra de los autores teatrales espaoles que lo han seguido en el
tiempo.
An no lejano el cincuentenario de la noche del 14 de octubre de 1949, en la que
se estren el ltimo texto escrito por el dramaturgo (Misin al pueblo desierto), se prepa-
ra un nuevo montaje de Historia de una escalera, la seera pieza entonces presentada; en
la cartelera, poco despus de terminadas las representaciones de La Fundacin, se halla
una obra que en su momento constituy un autntico xito: Madrugada. Sigue con ellas
ofrecindose al pblico de hoy, aunque no con la abundancia y la atencin debidas, una
produccin por la que su autor recibi numerosos premios y distinciones, entre los que
destacan el Nacional de Teatro en 1956, 1957, 1958 y 1980; el Miguel de Cervantes en
1986; la Medalla de Oro al Mrito en las Bellas Artes en 1993; o el Premio Nacional de
las Letras Espaolas, por primera vez concedido a un autor teatral, en 1996.
Los textos buerianos han sido traducidos a numerosas lenguas y son muy frecuen-
tes sus representaciones en el extranjero. La bibliografa que de ellos se ocupa (artculos,
ediciones, estudios y monografas, tesis doctorales...) rene miles de ttulos. Todo ello
resulta una evidente muestra de que Antonio Buero Vallejo fue un atento testigo de la
sociedad en la que transcurri su existencia y ha conformado una produccin inscrita con
justicia y brillantez, pese a actitudes mezquinas o interesadas, en la historia de nuestra
cultura y del teatro.
En el Congreso Internacional Autor Teatral y Siglo XX, celebrado en Madrid en
noviembre de 1999, no fue posible contar con la presencia Buero Vallejo, invitado de
honor, porque la enfermedad se lo impeda. En la tarde anterior a la de su prevista inter-
vencin manifestaba (a Virtudes Serrano y a m, en presencia de Victoria Rodrguez) sus
fervientes deseos de asistir a l y me peda, puesto que yo haba de presentarlo, que as lo
hiciese constar. Pero lo que ms importa es que lleg a sintetizar, con lcidas precisiones,
la que podra ser su aportacin al teatro. La dej en mis manos, como una especie de
inapreciable testamento, para que la transmitiese en el lugar de su intervencin. Con la
confianza que me dio el dramaturgo como nica acreditacin deseo recordar
brevsimamente el resumen de esas ideas.
Hablamos del pasado y del presente, de aspectos de su obra a los que ya me he
referido, al entonces reciente estreno de La Fundacin (al que no pudo asistir pero del
que vimos un excelente testimonio fotogrfico), a los proyectos sobre la representacin
de Historia de una escalera y el estreno de Misin al pueblo desierto. Las contribucio-
nes que l vea ms notables entre las suyas son la vuelta en el teatro espaol a la trage-
dia; los nuevos modos instaurados por Historia..., a la que sola referirse con cierto des-
dn que sigo creyendo slo aparente; la configuracin de la dualidad de personajes soa-
doreshombres de accin; el empleo de las deficiencias fsicas como smbolo de una
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Mariano de Paco
mayor profundizacin en la verdad, con una actualizacin del mito de Tiresias, segn
seal Luis Iglesias Feijoo.
Buero se detuvo en un aspecto que crea de especial importancia, el de los denomi-
nados por Ricardo Domnech efectos de inmersin, por medio de los cuales el especta-
dor se ve obligado a introducirse en la perspectiva de algn personaje (En la ardiente
oscuridad) o percibe con ste lo que otros no advierten (puso como un ejemplo, que no
sera difcil multiplicar, el de Llegada de los dioses). Con humor seal el dramaturgo
que esta aportacin gozaba de ilustres antecedentes. De efecto de inmersin cabra
calificar la presencia de las Erinias cuando en la Orestada atormentan a Orestes tras el
matricidio. Slo l las ve, como nicamente Macbeth contempla el espectro de Banquo
en la tragedia shakesperiana. Estos efectos sirven a nuestro autor para lograr la participa-
cin que debe equilibrarse armnicamente con el distanciamiento.
Por lo que de este sucinto apunte puede traslucirse, la obra de Antonio Buero Vallejo
se presenta, en los albores de siglo y milenio, como una excepcional dramaturgia en la
historia de nuestro teatro y de la escena occidental contempornea.

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