Practicas Del Noviazgo Soledad Gonzales Montes

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P

resentar este libro es para m un


verdadero placer por dos razones:
una es que he seguido su proceso des-
de la poca en que Gabriela Rodrguez
y Benno Keijzer, estaban en trabajo de
campo y siempre es bonito compartir
con los amigos la satisfaccin de que
el trabajo culmine con un libro; y la
otra es que es un libro que me encan-
ta. Les voy a explicar por qu y al
hacerlo espero cumplir con mi fun-
cin de estimularlos a que lo lean.
Para comenzar, es el fruto de una
investigacin muy innovadora, tanto
por la temtica como por la metodo-
loga que siguieron los autores. Y ya
saben que a los dos les gusta ser pio-
neros, renovadores, cuestionadores,
abridores de caminos y territorios.
Hasta ahora son muy pocos, poqusi-
mos, los estudios que tratan especfi-
camente sobre la sexualidad de los
jvenes rurales y todo lo que la rodea.
Hay un libro reciente del Instituto
Mexicano del Seguro Social sobre los
jvenes de seis grupos tnicos, y algu-
nas tesis, como la de Lilliana Bellato,
del CIESAS. En algunas etnografas
aparecen referencias que suelen ser
anecdticas y marginales.
Hasta donde s, ste es el primer
libro que trata de manera sistemtica
y a profundidad los tres temas funda-
mentales que aqu se estudian: I) los
cambios en las prcticas de noviazgo,
:) el significado del noviazgo para los
jvenes, y ,) los conocimientos y
creencias que tienen con respecto a la
salud sexual y reproductiva. Para
cumplir con estos objetivos los autores
hacen una propuesta metodolgica
que explican con cuidado y que les da
magnficos resultados: para conocer
los procesos que han tenido lugar
en los ltimos o aos, toman la expe-
riencia de tres generaciones de una
misma familia; adems de las entrevis-
tas individuales, hicieron grupos de
discusin con jvenes.
Aqu encontrarn ustedes una
extraordinaria polifona de voces que
recrean los dilemas de las nuevas ge-
neraciones: las voces de muchachas y
muchachos, las de sus padres y abue-
los, las de los maestros, sacerdotes,
I88
Prcticas del noviazgo
Soledad Gonzlez Montes
c.nvivi. vouvcuvz s nvxxo uv xvi)zvv, :oo:
La noche se hizo para los hombres.
Sexualidad en los procesos de cortejo
entre jvenes campesinos y campesinas
EDAMEX / Population Council, Mxico.
soivu.u coxz\ivz xox1vs: Programa In-
terdisciplinario de Estudios de la Mujer, El
Colegio de Mxico.
Desacatos, nm. ,, primavera-verano
:oo:, pp. I88-I,I.
pastores y autoridades locales. Hasta
las letras de las canciones favoritas
de los jvenes se recuperan en este es-
fuerzo de los autores por captar la nue-
va cultura que est emergiendo entre
los jvenes campesinos, as como sus
fuentes de influencia e inspiracin.
El estudio maneja varios niveles
de anlisis porque trata de contextuali-
zar lo que est sucediendo con la cultu-
ra local y con los aspectos ms ntimos
de la subjetividad de los individuos, en
las relaciones familiares, entre los gne-
ros y las generaciones, y trata de expli-
car este conjunto complejo en funcin
de procesos sociales amplios que afec-
tan al campo y que tienen que ver con
los cambios estructurales en los merca-
dos de trabajo y en las economas re-
gionales. La crisis de los pequeos y
medianos productores agropecuarios
inevitablemente ha transformado el
horizonte de posibilidades y expectati-
vas familiares e individuales; la migra-
cin, sobre todo a Estados Unidos, se
ha transformado en una necesidad y
prcticamente en un rito de pasaje para
los jvenes. La cultura local de los pue-
blos rurales est involucrada entonces
en permanentes procesos de dilogo,
reinterpretacin, resistencia, con res-
pecto a las mltiples influencias y dis-
cursos que llegan desde fuera y que
estn transformando la vida cotidiana
y el imaginario de la gente. Y entre esas
mltiples influencias resulta que tam-
bin estn los investigadores, que en
este caso aspiraban a ser agentes de
cambio, haciendo proselitismo a
favor de la educacin sexual.
En la perspectiva analtica de Rodr-
guez y Keijzer, son fundamentales las
relaciones de poder entre los gneros y
las generaciones, al interior de la fami-
lia. Desde fines de los ochenta se habla
de la aplicacin del enfoque de gnero
en las investigaciones, pero el hecho es
que generalmente la atencin se centra
exclusivamente en la perspectiva de las
mujeres. Benno y Gabriela, en cambio,
tambin buscaron escuchar a los varo-
nes. Y uno de sus aciertos, que pro-
duce resultados muy interesantes, es
justamente contrastar los puntos de
vista de los dos miembros de la pareja
sobre las mismas cosas, las respuestas
que dan a una misma pregunta. As se
logra ver no slo hasta qu punto son
diferentes las pautas de comporta-
miento sexual de varones y mujeres,
sino que tambin viven, perciben,
interpretan y valoran las situaciones y
experiencias, que aparentemente son
las mismas, de maneras muy diferen-
tes. Por eso la metodologa seguida
por este libro muestra que hombres y
mujeres se mueven en espacios fsicos
y sentimentales muy diferentes, son
mundos diferentes, que incluso en mu-
chos aspectos estn segregados.
Gabriela Rodrguez dio reconoci-
miento terico a este hecho y por eso
invit a Benno Keijzer a participar en
el estudio, para lograr un mejor acer-
camiento a los espacios masculinos y
al mundo de los hombres, porque te-
na claro que hay lmites con respecto
hasta dnde una investigadora puede
llegar en su incursin por el territorio
de la sexualidad masculina, sin violen-
tar las normas locales de lo que es
correcto y respetuoso. Es evidente que
no hubiera sido posible acceder a
vvix:viv:-viv:xo :oo: Desacatos visix:s
I8,
Sin ttulo / Aaron Diskin
visix:s Desacatos vvix:viv:-viv:xo :oo:
mucha de la informacin sobre
cuestiones tales como el papel de la
prostitucin en la iniciacin sexual
y el imaginario de los varones, sin la
participacin de Benno Keijzer. Esta
congruencia terico-metodolgica dio
tan buenos resultados que pienso que
debera servir de modelo para futuras
investigaciones.
Vale la pena subrayar tambin que
pese a la apertura que hay ahora a los
temas sexuales en los medios de comu-
nicacin, hablar de la propia sexualidad
sigue siendo difcil por los tabes, te-
mores y vergenzas que la rodean. Es-
te estudio nos demuestra que slo la
convivencia prolongada, las visitas su-
cesivas para acompaar a individuos y
familias en diversas circunstancias y
contextos (los quehaceres cotidianos,
las fiestas, los encuentros privados),
es la que va cimentando la confianza
hacia el investigador. Sin esta ltima es
imposible alcanzar niveles ms pro-
fundos y completos de conocimiento y
comprensin de las sutilezas y matices
del lenguaje, del mundo cultural,
mental y sentimental de la poblacin
con la que se trabaja. En este sentido,
los autores pusieron en prctica uno
de los aportes ms valiosos de la an-
tropologa a la investigacin sociocul-
tural: la etnografa densa, densa no
porque sea pesada, sino por la riqueza
y el detalle en la recuperacin de
las vivencias, de las formas de pensar
y de las formas de expresarse los suje-
tos del estudio.
Quiz el hallazgo medular de esta
investigacin es que en los ltimos
cuarenta aos ha ocurrido una verda-
dera revolucin cultural y social en el
pueblo estudiado: el surgimiento de
una etapa que no exista en la vida
de las generaciones anteriores: la ado-
lescencia, en la que muchachas y mu-
chachos pueden relacionarse mediante
el noviazgo, antes de iniciar la etapa
de las responsabilidades conyugales.
Slo los maestros usan la palabra ado-
lescencia, con el objetivo de promover
que los jvenes continen sus estudios
y pospongan el casarse y tener hijos.
Los jvenes hablan en cambio de dis-
frutar la juventud, algo que sus abue-
los no conocieron. La idea ldica del
noviazgo, del disfrute de besos y cari-
cias, del erotismo pues, de noviazgos
mltiples que no necesariamente ten-
gan que desembocar en el matrimo-
nio, es parte de esta revolucin. Nos
I,o
Marcha del orgullo lsbico-gay, ciudad de Mxico, :ooo / Ricardo Ramrez Arriola
vvix:viv:-viv:xo :oo: Desacatos visix:s
hicimos novios como una diversin,
dice uno de los muchachos entrevista-
dos y ahora las muchachas tambin
tienen derecho a tener varios novios
antes de casarse.
Ms all de cmo valoremos estos
procesos, lo que es evidente es que las
distancias entre las conductas y expec-
tativas de los jvenes urbanos y rurales
se han acortado, en parte por la in-
fluencia de los medios de comunica-
cin, el aumento de la escolaridad, la
migracin y la diversificacin ocupa-
cional. Las mismas modas musicales,
de estilo de vestir, y algo que describe
muy bien este libro, la apropiacin y
resignificacin de rituales y pautas de
consumo urbanas, como la celebra-
cin de las graduaciones de la prima-
ria y la secundaria, y los quince aos
de las seoritas.
Sin embargo, no todo es cambio en
este pueblo bsicamente campesino.
La noche sigue siendo de los hom-
bres. La honra de la familia, basada en
el control de la sexualidad y la reputa-
cin de sus mujeres, de su virginidad,
son valores con plena vigencia. Los
ritos de paso masculinos, entre los que
destaca la iniciacin en prostbulos, si-
gue como en tiempos de los abuelos,
al igual que la violencia, generalmente
ligada al consumo de alcohol. Tam-
bin la doble moral sexual, por la que
las mujeres deben ser fieles y los hom-
bres alardear de tener ms de una pa-
reja. Y aunque hay muchachas que se
atreven a tomar la iniciativa en mate-
ria de noviazgos, lo que era impensa-
ble para sus madres, su comportamien-
to se juzga como inapropiado por
considerarse masculino. La familia, las
redes de parientes y la comunidad, si-
guen ejerciendo fuerte influencia so-
bre la vida de los individuos. Estn en
curso importantes procesos de afirma-
cin de la individualidad de los jve-
nes y de su constitucin como sujetos
que toman decisiones. Han desapare-
cido, por ejemplo, los matrimonios
arreglados entre consuegros, con esca-
sa o nula decisin de los novios en la
seleccin de la pareja.
Estamos ante un mundo fluido pe-
ro tambin paradjico, porque al mis-
mo tiempo que los jvenes se atreven
a explorar nuevas maneras de vivir su
sexualidad, siguen manteniendo las
aspiraciones a casarse bien, a legiti-
mar mediante el matrimonio religioso
y costosas fiestas de bodas, las uniones
que, cada vez con mayor frecuencia, se
inician por robo de la novia. Estos
robos por lo general ya no son au-
tnticos raptos, como en el pasado,
aunque a los autores tambin les toc
presenciar alguna excepcin. Con to-
do, resulta sorprendente el peso que
los padres siguen teniendo en poner
en marcha los rituales que legitiman la
unin: Mi jefe nos cas, dice uno de
los entrevistados; Ya despus de que
tuvimos tres hijos, mis suegros nos
casaron, dice su esposa y resulta
que el suegro le escogi hasta el color
del vestido que luci en la boda!
Estos hallazgos nos ponen en guar-
dia contra esquemas simples acerca de
cmo procede la modernizacin,
concebida como un trnsito del peso
de la normatividad y lo colectivo en
los comportamientos, hacia un pro-
gresivo individualismo. Gabriela Ro-
drguez y Benno Keijzer demuestran
que resulta empobrecedor pensar los
procesos ocurridos en trminos de
las dicotomas modernidad/tradicin,
urbano/rural, y que vale mucho ms
la pena tratar de comprender su com-
plejidad, como ellos lo han hecho.
El camino seguido y los resultados
obtenidos les permiten a los autores
cerrar el libro con un conjunto de
propuestas para promover la educa-
cin y el cuidado de la salud sexual y
reproductiva de los jvenes. Ojal
que se puedan llevar a la prctica
porque estn muy bien fundadas.
Para finalizar, estoy convencida de
que este libro puede servir de inspira-
cin para otros estudios semejantes y
como punto de partida para la formu-
lacin de hiptesis no slo de carcter
antropolgico, sino tambin demo-
grfico. En principio, los procesos es-
tudiados en esta comunidad particular
me parecen paradigmticos, y, desde
luego coinciden con lo que he encon-
trado en otras regiones del Altiplano
central. Queda por delante la tarea de
continuar avanzando en la brecha
que han abierto Gabriela y Benno.
I,I
Marcha del orgullo lsbico-gay, ciudad
de Mxico, :ooo / Ricardo Ramrez Arriola

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