Todo El Consejo de Dios
Todo El Consejo de Dios
Todo El Consejo de Dios
seguros de que sus ataques no me desviarn de la senda del deber. Mientras dure mi vida debo llevar adelante la obra que me ha sido encomendada durante cuarenta aos. Yo no rehuir declarar TODO EL CONSEJO DE DIOS. Desagradable como pueda ser, debo amonestar, reprender e inculpar de la forma que Dios me ordene, sea que el corazn carnal acepte o rechace las palabras de amonestacin. Durante cuarenta aos Satans ha hecho los esfuerzos ms decididos para cortar este testimonio de en medio de la iglesia; pero ste ha continuado de ao en ao para prevenir a los que yerran, para desenmascarar a los engaadores y para animar a los desalentados. Mi confianza est en Dios. He aprendido a no sorprenderme frente a la oposicin en cualquier forma o que provenga de cualquier fuente. Yo espero ser traicionada, como lo fue mi Maestro, por los profesos amigos. RH, 10/16/83
Elena G. De White
A LA LEY Y AL TESTIMONIO!
ELENA G. DE WHITE
EL TENOR DE LA BIBLIA INCULCAR DESCONFIANZA HACIA EL PODER Y HUMANO, ALENTAR CONFIANZA EN EL PODER DIVINO.
C.C. 365
ES
Elena G. de White.
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TABLA DE CONTENIDO
Clave de Abreviaturas Prefacio Prlogo Introduccin 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Todo el Consejo de Dios Que Prediques la Palabra Que Instes a Tiempo y Fuera de Tiempo Reprueba, Reprende, Exhorta. . . La Sana Doctrina Los Falsos Maestros Hombres Apartarn de la Verdad el Odo Las Fbulas Pero T Vela en Todas las Cosas Soporta las Aflicciones Haz la Obra de un Evangelista Da Plena Prueba de tu Ministerio Conclusin Apndice A: El Zarandeo Apndice B: El Testimonio Sincero Apndice C: El Testimonio Directo
CLAVE DE ABREVIATURAS
Advocate ATO AUR 1B10 1BC Becho BTS CDCD CC CE CL CH CRA CS CSW CW DTG EGWE EUD EV FE FLB FW GCB GCDB HA HM HS 1JT KC Letter LLM LP The Advocate Alza tus Ojos Australasian Record (The Australasian Union Conference Record) The Ellen G. White Biography, 6 volmenes (2B10, 3B10, etc.) The Seventh Day Adventist Bible Commentary (tomos 1-7, 7a) The Bible Echo Bible Training School Cada Da con Dios Conflict and Courage Christian Education Christian Leadership Counsels on Health Consejos sobre el Rgimen Alimenticio El Conflicto de los Siglos Counsels on Sabbath School Work Counsels to Writers and Editors El Deseado de Todas las Gentes Ellen G. White in Europe Eventos de los Ultimos Das El Evangelismo Fundamentals of Christian Education The Faith I Live By Faith and Works General Conference Bulletin General Conference Daily Bulletin Los Hechos de los Apstoles The Home Missionary Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventists Joyas de los Testimonios, tomo 1 The Kress Collection Carta Loma Linda Messages Sketches from the Life of Paul
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LS15 Mar. ML MM 1MR NEV NL 1MS OE PC PE PP PR PVGM RH RJ 1SAT SC 1SG 1SP SpM SpTA01b SpTB ST SW 1T TM TSB Voz YI 1888 PH011 PH016 PH118 PH028 PH043 PH151 PH154
Life Sketches of Ellen G. White, 1915 edition Maranata My Life Today Medical Ministry Manuscript Releases, tomo 1 (2MR, etc., para los tomos 2 - 21) Nuestra Elevada Vocacin Notebook Leaflets, volumen 1 Mensajes Selectos, tomo 1, (2SM, 3SM) Obreros Evanglicos, edicin 1892, edicin 1915 The Paulson Collection of Ellen G. White Letters Primeros Escritos Patriarcas y Profetas Profetas y Reyes Palabras de Vida del Gran Maestro Review and Herald Reflejemos a Jess Sermons and Talks (2 tomos) Servicio Cristiano Spiritual Gifts (2SG, 3SG, 4aSG, 4bSG) The Spirit of Prophecy (4 tomos) Spalding and Magans Unpublished Manuscript Testimonies of Ellen G. White Special Testimonies, Series A Special Testimonies, Series B Signs of the Times Southern Watchman Testimonies for the Church, tomo 1 (2T, etc., para los tomos 2-9) Testimonios para los Ministros Testimonies on Sexual Behavior, Adultery and Divorce La voz: su Educacin y Uso Correcto The Youths Instructor The Ellen G. White 1888 Materials Appeal to the Battle Creek Church To Brother J. N. Andrews and Sister H. N. Smith Address to Ministers Elder Daniels and the Fresno Church The Jugdment Selections from the Testimonies for the Church Special Testimony to the Battle Creek Church
PH078 PH095
Sowing Beside All Waters Testimonies and Experiences Connected with the Loma Linda Sanitarium and College of Medical Evangelists
PREFACIO
Pablo saba que a la iglesia le esperaba un tiempo de grande peligro. Saba que deba
hacerse un trabajo fiel y fervoroso por aquellos a quienes se les haba encargado el cuidado de las iglesias; y por eso le escribi a Timoteo: Requiero pues yo delante de Dios y del Seor Jesucristo, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos en su manifestacin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Esta amonestacin solemne a uno tan celoso y fiel como Timoteo, constituye un fuerte testimonio de la importancia y la responsabilidad de la obra del ministerio evanglico. Llamando a Timoteo ante el tribunal de Dios, Pablo le ordena predicar la Palabra, y no los dichos y costumbres de los hombres; de estar listo para testificar por Dios en cualquier oportunidad que se presente, delante de grandes congregaciones y crculos privados, por el camino o en los hogares, a amigos como a enemigos, en seguridad o expuesto a durezas y peligros, oprobios y prdidas. Temiendo que la moderacin de Timoteo y su disposicin condescendiente pudiesen llevarle a rehuir una parte esencial de su trabajo, Pablo le exhort a ser fiel en reprochar el pecado, y hasta en reprender con severidad a los que eran culpables de graves males. No obstante deba hacerlo con toda paciencia y doctrina. Deba revelar la paciencia y el amor de Cristo, explicando y reforzando sus reprensiones con las verdades de la Palabra. Odiar y reprender el pecado y al mismo tiempo mostrar misericordia y ternura por el pecador, es tarea difcil. Cuanto ms fervoroso sea nuestro esfuerzo por obtener santidad de vida y corazn, tanto ms perspicaz ser nuestra percepcin del pecado y ms decidida nuestra desaprobacin por cualquier desviacin de lo recto. Debemos cuidarnos contra una severidad indebida hacia los que obran mal, pero tambin debemos ser cuidadosos en no perder de vista la excesiva culpabilidad del pecado. Hay necesidad de mostrar al pecador paciencia y amor cristiano; pero tambin existe el peligro de mostrar una tolerancia tan grande por su error que le haga considerarse inmerecedor de la reprensin y que la rechace como innecesaria e injusta. A veces los ministros del Evangelio causan gran dao al permitir que su indulgencia para con los que yerran degenere en tolerancia de pecados y hasta en su participacin en ellos. De ese modo son llevados a excusar y a atenuar lo que Dios condena; y despus de algn tiempo, llegan a estar tan cegados que elogian a los mismos que Dios les orden reprender. El
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que embot sus percepciones espirituales por una tolerancia pecaminosa hacia aquellos a quienes Dios condena, no tardar en cometer un pecado mayor por su severidad y dureza para con aquellos a quienes Dios aprueba. Mediante el orgullo de la sabidura humana, por el desprecio hacia la influencia del Espritu Santo y la aversin a las verdades de la Palabra de Dios, muchos que profesan ser cristianos, y que se sienten competentes para ensear a otros, sern inducidos a abandonar los requerimientos de Dios. Pablo declar a Timoteo: Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, antes, teniendo comezn de or, se amontonarn maestros conforme a sus concupiscencias, y apartarn la verdad del odo, y se volvern a las fbulas. El apstol no se refiere aqu a la oposicin de los abiertamente irreligiosos, sino a los profesos cristianos que han hecho de su inclinacin su gua y que as son esclavizados por el yo. Los tales estn deseosos de or solamente las doctrinas que no reprenden sus pecados o condenan su placentero curso de accin. Se ofenden por las sinceras palabras de los fieles siervos de Cristo, y escogen a los maestros que los alaban y lisonjean. Y entre los profesos ministros de Cristo estn los que predican las opiniones de los hombres, en vez de la Palabra de Dios. Infieles a su cometido, desvan a los que buscan en ellos la direccin espiritual. . . La ley, obedecida, gua a los hombres a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos y a vivir en este siglo templada, y justa, y pamente.(Tito 2:12) Pero el enemigo de toda justicia ha cautivado al mundo y ha arrastrado a la humanidad a desobedecer la ley. Como Pablo lo anticip, multitudes han abandonado las claras y penetrantes verdades de la Palabra de Dios, y se han elegido maestros que les presentan las fbulas que ellos desean. Entre nuestros ministros y creyentes hay muchos que estn hollando bajo sus pies los mandamientos de Dios. As es insultado el Creador del mundo, y Satans se re triunfalmente al ver el xito que obtienen sus estratagemas. Con el desprecio creciente hacia la ley de Dios, existe una marcada aversin a la religin, un aumento del orgullo, del amor a los placeres, de la desobediencia a los padres y de la indulgencia propia; y dondequiera se preguntan ansiosamente los pensadores: Qu puede hacerse para corregir estos males alarmantes? La respuesta la hallamos en la exhortacin de Pablo a Timoteo: Predica la Palabra. En la Biblia encontramos los nicos principios seguros de accin. Ella es la transcripcin de la voluntad de Dios, la expresin de la sabidura divina; abre a la comprensin de los hombres los grandes problemas de la vida; y para todo el que tiene en cuenta sus preceptos resultar un gua infalible que le guardar de consumir su vida en esfuerzos mal dirigidos. Dios ha hecho conocer su voluntad, y es insensato para el hombre poner en tela de juicio lo que han proferido sus labios. Despus que la Sabidura Infinita ha hablado, no puede existir una cuestin en duda que el hombre haya de aclarar, ninguna posibilidad de vacilar que pueda corregir. Todo lo que el Seor requiere de l es un sincero y fervoroso acatamiento de su expresa voluntad. La obediencia es el mayor dictado de la razn, tanto como de la conciencia.
Pablo contina su exhortacin: Pero t vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, cumple tu ministerio. El apstol estaba cerca del fin de su carrera y deseaba que Timoteo ocupara su lugar, guardando a la iglesia de fbulas y herejas, por medio de las cuales el enemigo, de varias maneras, se esforzara por apartarlos de la sencillez del Evangelio. Le amonest que evitara toda ocupacin y complicacin temporal que le podra impedir una entrega completa a la obra de Dios, que soportara con alegra la oposicin, el vituperio y la persecucin a que pudiera exponerse en virtud de su fidelidad, y a hacer completa demostracin de su ministerio, empleando cada recurso a su alcance para beneficiar a aquellos por quienes Cristo muri. La vida de Pablo fue una ejemplificacin de las verdades que ense: en eso estribaba su poder. Su corazn estaba lleno de un profundo y perdurable sentido de su responsabilidad; y trabajaba en ntima comunin con Aquel quien es la fuente de la justicia, misericordia y verdad. El se aferr a la cruz de Cristo como su nica garanta de xito. El amor del Salvador era el motivo imperecedero que le sostena en sus conflictos con el yo, en sus luchas contra el mal, mientras avanzaba en el servicio de Cristo contra la hostilidad del mundo y la oposicin de sus enemigos. Lo que la iglesia necesita en estos das de peligro es un ejrcito de obreros que, como Pablo, se hayan educado para ser tiles, que tengan una experiencia profunda en las cosas de Dios, y que estn llenos de fervor y celo. Se necesitan hombres santificados y abnegados; hombres que no esquiven las pruebas y la responsabilidad; hombres valientes y veraces; hombres en cuyos corazones Cristo constituya la esperanza de gloria, y quienes con los labios tocados por el fuego santo prediquen la Palabra. Por carecer de tales obreros la causa de Dios languidece, y errores fatales, cual veneno mortfero, corrompen la moral y agostan las esperanzas de una gran parte de la raza humana. A medida que los fieles y fatigados portaestandartes estn ofreciendo su vida por causa de la verdad, quin se adelantar para ocupar sus lugares? Aceptarn nuestros jvenes el santo cometido de manos de sus padres? Estn ellos preparados para llenar las vacantes ocasionadas por la muerte de los fieles? Escucharn la orden del apstol? Prestarn odos al llamamiento del deber mientras estn rodeados por las incitaciones al egosmo y a la ambicin que engaan a la juventud? Los Hechos de los Apstoles, 400-405, captulo La Ultima Carta de Pablo.
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PRLOGO
En la presentacin de la verdad, aquellos que honestamente desean ser correctos sern despertados a un escudriamiento diligente de las Escrituras. Esto producir resultados similares a los que acompaaron las labores de los apstoles en Berea. Pero los que predican la verdad en estos das se enfrentan a muchos que son lo opuesto a los bereanos. Ellos no pueden controvertir la doctrina que se les presenta, no obstante manifiestan el mximo desgano para investigar la evidencia que se ofrece en favor de la verdad, y asumen que aun si es la verdad es un asunto de poca monta si la aceptan o no como tal; creen que sus costumbres y fe antiguas les son lo suficientemente buenas. Pero el Seor, quien enva a sus embajadores con un mensaje para el mundo, tendr al pueblo por responsable de la manera en la cual traten las palabras de sus siervos. Dios juzgar a todos de acuerdo a la luz que les ha sido presentada, les haya sido clara o no. El deber de ellos es investigar como lo hicieron los bereanos. El Seor dice por medio del profeta Oseas: Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento; por cuanto has rechazado el conocimiento, yo tambin te rechazar (Os. 4:6). LP, 87 Cuando se levantan errores y son enseados como verdad bblica, los que tengan una conexin con Cristo no confiarn en lo que diga el pastor, sino que como los nobles bereanos, investigarn las Escrituras diariamente para ver si estas cosas son as. Cuando descubran cul es la palabra del Seor, tomarn su posicin del lado de la verdad. Escucharn la voz del Pastor Verdadero diciendo, Este es el camino, andad por l. De esta manera seris educados para hacer de la Biblia el hombre de vuestro consejo, y no escucharis ni seguiris la voz de un extrao. FW, 86 Los que permiten que el prejuicio impida que la mente reciba la verdad, no pueden ser receptculos de la iluminacin divina. Sin embargo, cuando se presenta una interpretacin de las Escrituras, muchos no preguntan, es correcta est en armona con la Palabra de Dios? sino quin la sostiene? y a menos que venga precisamente por el medio que a ellos les agrada, no la aceptan. Tan plenamente satisfechos se sienten con sus propias ideas, que no quieren examinar la evidencia bblica con el deseo de aprender, sino que rehsan interesarse, meramente a causa de sus prejuicios.
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El Seor a menudo obra donde nosotros menos lo esperamos; nos sorprende al revelar su poder mediante instrumentos de su propia eleccin, mientras pasa por alto a los hombres por cuyo intermedio esperbamos que vendra la luz. Dios quiere que recibamos la verdad por sus propios mritos porque es la verdad. La Biblia no debe ser interpretada para acomodarse a las ideas de los hombres, por largo que sea el tiempo en que las tuvieron por verdaderas. No hemos de aceptar la opinin de los comentadores como la voz de Dios; ellos son mortales sujetos a equivocarse como nosotros. Dios nos ha dado facultades razonadoras a nosotros tanto como a ellos. Debemos permitir que la Biblia sea su propio expositor. TM, 105, 106 Es de trascendencia que cada uno conozca lo que la Biblia ensea. Como los nobles bereanos, deberamos consultar las Escrituras cuidadosamente, con oracin, para familiarizarnos con las palabras de Dios. Deberamos inquirir, no lo que el pastor, la iglesia, o algn amigo personal puedan decir, sino lo que diga el Seor. A la ley y al testimonio. Si no hablaren (pastores, iglesias o amigos) conforme a esto, es porque no hay luz en ellos. ST, 1126-1885 Los grandes hombres, y los que profesan ser sumamente buenos hombres, pueden llevar a cabo obras terribles impulsados por su fanatismo y por lo exaltado del cargo que ocupan, y vanagloriarse al mismo tiempo de que estn sirviendo a Dios. No conviene confiar en ellos. Usted y yo necesitamos a toda costa la verdad, la verdad bblica. Como los nobles bereanos, tenemos que escudriar cada da las Escrituras con ferviente oracin, para conocer lo que es la verdad, y entonces obedecerla a toda costa, sin hacer caso de la opinin de los grandes hombres o de los hombres buenos. CDCD, 319 Las mentes de los bereanos no estaban estrechadas por el prejuicio, y estaban dispuestos a investigar y a recibir las verdades predicadas por los apstoles. Si el pueblo de nuestro tiempo siguiera el ejemplo de los nobles bereanos, escudriando las Escrituras a diario, comparando los mensajes que se les presentan con lo que ya est registrado, habra miles leales a la ley de Dios donde slo hay uno hoy. Pero muchos de los que profesan amar a Dios no tienen el deseo de cambiar del error a la verdad, y se aferran a las fbulas placenteras de los ltimos das. El error obnubila la mente y aleja de Dios; pero la verdad comunica luz a la mente y vida al alma. LP, 88 Han ocurrido apostasas y el Seor ha permitido que asuntos de esta naturaleza se desarrollasen en el pasado a fin de mostrar con cunta facilidad su pueblo ser descarriado cuando dependan de las palabras de los hombres en vez de investigar por s mismos las Escrituras, como lo hicieron los nobles bereanos, para ver si estas cosas eran as. Y el Seor ha permitido que acontezcan cosas de esta ndole para que se den advertencias de que tales cosas ocurrirn. 2MS, 454
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Como fue en los das de Cristo, lo es tambin en nuestro tiempo. Muchos de nuestros pastores fracasan en llegar a ser lo que deberan, debido a que estn dispuestos a aceptar las opiniones de otros en los que confan, en lugar de escudriar la verdad por ellos mismos. Ellos utilizan los mismos argumentos, presentan las mismas ilustraciones, como cualquier otro ministro, pero sus sermones estn tan destituidos del Espritu de Dios como los montes de Gilboa carecan de roco o de lluvia. Si tales pastores estuviesen listos a escuchar la instruccin, y luego a investigar sus Biblias con toda diligencia, como lo hicieron los nobles bereanos, para ver si estas cosas son as, conoceran por ellos mismos, y su entendimiento espiritual se iluminara, de forma que podran presentar verdades extradas de las Escrituras en lneas claras y definidas. La promesa de Cristo es para todo el que escudrie los orculos vivos con corazn humilde, con disposicin a obedecer la verdad. El declara que su Espritu abrir ante la mente del escrutador humilde el verdadero significado de su Palabra, y a medida que estas verdades sean albergadas, y que su importancia vital se haga patente al entendimiento, el alma ser encantada y el corazn se llenar de gozo al hallar un tesoro cuyo valor no se sospechaba. RH, 10-14-1890 Algunos de los que estn familiarizados con la Biblia piensan que lo que los pastores les dicen puede ser verdad. Ellos no escudrian por s mismos las Escrituras, como lo hicieron los nobles bereanos, sino que aceptan las declaraciones de los que han estudiado la Palabra de Dios, no para aprender la verdad, sino para sostener falsas doctrinas, para justificar sus propias teoras. En muchas ocasiones estas falsas teoras son un revoltijo de inconsistencias; y si los hombres utilizaran su razonamiento, y tomaran la Biblia como est escrita veran lo absurdo de las posiciones de ellos. El claro As dice el Seor, disipara sus errores como la niebla es desvanecida por las glorias del sol naciente. ST, 08-05-1886 Hay hombres entre nosotros quienes profesan comprender la verdad para estos ltimos das, mas quienes no investigarn calmadamente la verdad avanzada. Estn decididos a no hacer ningn avance ms all de las seales establecidas por ellos, y no escucharn a aquellos quienes, dicen ellos, no estn establecidos en los hitos antiguos. Son tan autosuficientes que no se puede razonar con ellos. Consideran una virtud estar en desacuerdo con su hermandad, y cierran la puerta, para que la verdad no halle entrada al pueblo de Dios. Se requerir sabidura divina para entender cmo relacionarse con tales casos. La luz vendr al pueblo de Dios, y los que han buscado cerrar la puerta: o se arrepentirn o sern quitados del camino. Ha llegado el tiempo cuando se debe dar un nuevo mpetu a la obra. Hay terribles escenas delante de nosotros, y Satans se est esforzando por quitar de nuestro conocimiento las mismas cosas que Dios quiere que sepamos. Dios tiene mensajeros y mensajes para su pueblo. Si se presentan ideas que difieren en algunos puntos con nuestras doctrinas anteriores, no debemos condenarlas sin inquirir diligentemente en la Biblia para ver si aquellas son verdad. Debemos ayunar y orar e investigar las Escrituras como lo hicieron los nobles bereanos para ver si estas cosas son as. Debemos aceptar todo rayo de luz que llegue a nosotros. Las cosas oscuras se harn claras ante el entendimiento por medio de la oracin sincera y el estudio diligente de la Palabra de Dios. ST, 05-26-1890
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Por Qu Ms Nobles? Los bereanos fueron reconocidos como ms nobles que los de Tesalnica debido a que recibieron la Palabra con plena disposicin mental y escudriaron las Escrituras a diario. No indagaron la Biblia por curiosidad, sino para aprender en relacin a Cristo. Da a da compararon escritura con escritura; y al escudriar, las inteligencias celestiales estaban a su lado, iluminando sus mentes e impresionando sus corazones. ST, 0326-1906
INTRODUCCIN
Los conspiradores trabajaron luego con el pueblo. A los que estn en el error y merecen reprensin, nada les agrada ms que recibir simpata y alabanza. Y as obtuvieron Cor y sus asociados la atencin y el apoyo de la congregacin. Declararon errnea la acusacin de que las murmuraciones del pueblo haban atrado sobre ellos la ira de Dios. Dijeron que la congregacin no era culpable, puesto que no haban deseado nada ms que sus derechos; pero que Moiss era un gobernante intolerante que haba reprendido al pueblo como pecadores, cuando eran un pueblo santo, entre el cual se hallaba el Seor. Cor rese la historia de su peregrinacin por el desierto, donde se los haba puesto en estrecheces, y muchos haban perecido a causa de su murmuracin y de su desobediencia. Sus oyentes creyeron ver claramente que se habran evitado sus dificultades si Moiss hubiese seguido una conducta distinta. Ellos decidieron que todos sus desastres eran imputables a l, y que su exclusin de Canan se deba por lo tanto a la mala administracin y direccin de Moiss y de Aarn; que si Cor fuese su adalid, y les animara, espacindose en sus buenas acciones en vez de reprender sus pecados, realizaran un viaje apacible y prspero; en lugar de errar de ac para all en el desierto, procederan inmediatamente a la tierra prometida. . . . Aleg, adems, (Cor) que el pueblo haba sido privado de su libertad y de su independencia. Mucho os arrogisdijeron los conspiradoresya que toda la congregacin, cada individuo de ella, es santo, y Jehov est en medio de ellos: Por qu pues, os ensalzis sobre la Asamblea de Jehov? (Nm. 16:3) . . . Tanto los haba lisonjeado Cor y sus asociados, que se creyeron realmente muy buenos, y que haban sido maltratados y perjudicados por Moiss. Si llegaban a admitir que Cor y sus compaeros estaban equivocados, y que Moiss estaba en lo justo, entonces se veran obligados a recibir como Palabra de Dios la sentencia de que deban morir en el desierto. Ellos no queran someterse a esto, y procuraron creer que Moiss los haba engaado. Haban acariciado la esperanza de que se estaba por establecer un nuevo orden de cosas, en el cual la alabanza reemplazara a la reprensin, y el ocio y el bienestar a la ansiedad y la lucha. Los hombres que acababan de perecer haban pronunciado palabras de adulacin y haban profesado gran inters y amor por ellos, de modo que el pueblo concluy que Cor y sus compaeros debieron ser buenos hombres, cuya destruccin Moiss haba ocasionado por alguno u otro medio.
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Es casi imposible a los hombres infligir a Dios mayor insulto que el que consiste en menospreciar y rechazar los instrumentos que l quiere emplear para salvarlos. Patriarcas y Profetas, 419-421; 425, captulo La Rebelin de Cor. Los pastores predican cosas suaves para satisfacer a los profesos carnales. As es como Satans quiere las cosas. Ellos no se atreven a predicar a Jess y las incisivas verdades de la Biblia; pues si lo hiciesen, estos profesos carnales no los escucharan. Muchos de ellos son adinerados y deben ser retenidos en la iglesia, aunque no son ms aptos para estar all que Satans y sus ngeles. La religin de Jess se hace aparecer popular y honorable ante los ojos del mundo. Se dice al pueblo que los que profesen la religin sern ms honrados por el mundo. Estas enseanzas difieren muy ampliamente de las enseanzas de Cristo. Su doctrina y el mundo no podan estar en paz. Aquellos que le siguieron tuvieron que renunciar al mundo. Estas cosas suaves se originaron con Satans y sus ngeles: ellos concibieron el plan, y los profesos nominales lo han hecho avanzar. Hipcritas y pecadores se unen con la iglesia. Se ensean fbulas placenteras, y stas se reciben con avidez. Pero si la verdad fuese predicada en su pureza, pronto dejara fuera a los hipcritas y a los pecadores. Pero no hay diferencia entre los profesos seguidores de Cristo y el mundo. Yo vi que si se quitara la falsa vestimenta de los miembros de las iglesias, se revelara tal iniquidad, vileza y corrupcin, que el ms tmido hijo de Dios no dudara en llamarlos por su nombre correcto, hijos de su padre, el diablo; pues las obras de l hacen. Jess y toda la hueste celestial contemplaron la escena con disgusto; sin embargo Dios tena un mensaje para la iglesia, el cual era sagrado e importante. Si se lo reciba, ste realizara una reforma completa en la iglesia, reviviendo el testimonio directo que expulsara a los hipcritas y a los pecadores, y el cual colocara la iglesia de nuevo en el favor de Dios. 1SG, 127, captulo La Iglesia y el Mundo Unidos. Yo vi que haba terribles ayes para aquellos que predican la verdad y no estn santificados por sta, y que tambin haba ayes para los que consentan en recibir y en mantener al no santificado para que les ministrara en palabra y doctrina. Yo estoy alarmada por el profeso pueblo de Dios que supone creer la verdad solemne e importante, porque yo s que muchos de los que ahora profesan creer la verdad no estn convertidos ni santificados a travs de la verdad. Los hombres pueden escuchar y reconocer toda la verdad, y sin embargo no saber nada del poder de la piedad. Todos los que llevan la verdad no se salvarn a s mismos por la verdad que predican. El ngel dijo, Purificaos los que llevis los utensilios de Jehov. 4bSG, 59 Muchos de los que profesan la verdad no estn santificados por sta y no estn dotados de sabidura; ellos no estn guiados y enseados por Dios. El pueblo de Dios, como un todo, es de mente mundanal, y se ha alejado de la sencillez del Evangelio. Esta es la causa de la gran carencia de discernimiento espiritual en la relacin que han mantenido hacia los pastores. Si un pastor predica con libertad, algunos lo alaban en su cara. En lugar de considerar las verdades que present, y hacer el mejor uso de ellas, mostrando as que no son oyentes olvidadizos sino hacedores de la obra, ellos le exaltan haciendo referencia a lo que ha
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hecho. Se espacian en las virtudes del pobre instrumento, pero olvidan a Cristo quien utiliz al instrumento. Siempre, luego de la cada de Satans, quien una vez fue un ngel exaltado en gloria, los pastores han cado por la exaltacin. Guardadores del sbado insensatos han agradado al diablo lisonjeando a sus pastores. Eran concientes de que estaban ayudando a Satans en su tarea? Ellos se habran alarmado si hubiesen comprendido lo que estaban haciendo. Estaban ciegos, no estaban fundados en el consejo de Dios. Yo elevo mi voz de amonestacin contra la alabanza o la exaltacin de los pastores. Yo he visto el mal, el terrible mal, de esta prctica. Nunca, nunca hablis ni una palabra en adulacin de los pastores frente a ellos. Exaltad a Dios. Respetad siempre a un pastor fiel, comprended las cargas que lleva y aliviadlas si podis; pero no le adulis, pues Satans mismo est listo en su torre de vigilancia para hacer esta misma clase de trabajo. Los pastores no deberan utilizar la adulacin o hacer acepcin de personas. Siempre ha habido, y todava existe, el gran peligro de errar aqu, de hacer una pequea diferencia con los adinerados, o de halagarlos por medio de atenciones especiales, si no con las palabras. Hay peligro de adular a las personas para sacar provecho por amor a las ganancias, pero al hacer esto se coloca en peligro sus intereses eternos. El pastor puede ser la persona favorita y especial de algn hombre adinerado, y ste puede ser muy liberal con l; esto gratifica al pastor, quien a su turno prodiga alabanza a la benevolencia de su donante. El nombre de aquel puede ser exaltado apareciendo en forma impresa, y no obstante el donante liberal puede ser enteramente indigno del crdito que se le otorga. Su liberalidad no surge de un principio profundo y vivo para hacer el bien con sus recursos, para hacer avanzar la causa de Dios debido a que la aprecie, sino del motivo egosta, del deseo de ser considerado liberal. Puede haber dado por impulso y su liberalidad no tener profundidad de principio; puede haber sido movido al escuchar la conmovedora verdad que por el momento afloj el seguro de su cartera; sin embargo, despus de todo, su liberalidad no tiene un motivo profundo. Da por impulsos; su cartera se abre espasmdicamente y con toda seguridad se cierra de igual forma. El no merece reconocimiento, pues es en todo el sentido de la palabra un hombre mezquino, y a menos que se convierta plenamente, junto con su cartera, escuchar la temible denuncia, Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrn. Vuestras riquezas estn podridas, y vuestras ropas estn comidas de polilla. Los tales despertarn al final de su horrible engao propio. Aquellos que alabaron sus liberalidades espasmdicas ayudaron a Satans a engaarlos y hacerles creer que fueron muy liberales, muy sacrificados, cuando no conocieron los primeros principios de la liberalidad o del sacrificio propio. 1T, 474-476, captulo, Nuestros Ministros. Luego de mi severa enfermedad de hace un ao parecieron borrarse de mi mente muchas cosas de las que el Seor me haba presentado, pero stas me han sido repetidas de nuevo. Yo s que lo que ahora hablar me causar problemas. Yo no deseo esto, pues el conflicto ha parecido ser continuo en los ltimos aos; pero no me propongo vivir como cobarde o morir como cobarde, dejando mi obra sin hacer. Yo debo seguir en las huellas de mi Maestro. Se ha puesto de moda mirar con menosprecio a los pobres, y en especial a los de la raza de color. Pero Jess, el Maestro, fue pobre, y simpatiz con los pobres, con los desechados y con los oprimidos, y declara que todo insulto infligido a ellos se dirige a l
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mismo. Yo estoy ms y ms sorprendida al ver a aquellos que reclaman ser los hijos de Dios poseyendo tan poca de la simpata, la ternura y el amor que motiv a Cristo. Ojal toda la iglesia estuviese llena con el espritu de la enseanza de nuestro Seor. . . Jess no busc la admiracin o el aplauso del mundo. No comand un ejrcito ni gobern un reino terrenal. El pas por alto a los adinerados y honrados del mundo; no se asoci con los lderes de la nacin. Vivi entre la clase baja del mundo. Ante toda apariencia fue simplemente un hombre humilde, con pocos amigos. De esta manera busc corregir la falsa norma de juicio mundanal en cuanto al valor de los hombres. El mostr que ellos no deben ser estimados por su apariencia externa. Su valor moral no debe ser determinado por sus posesiones mundanales: sus tierras, casas y cuentas bancarias. Es el corazn humilde y contrito lo que Dios valora. En l no hay acepcin de personas. Los atributos que l ms valora son la pureza y el amor, y slo los cristianos poseen estas cualidades. . . Entre aquellos que son llamados las clases altas hay una demanda por una forma de cristianismo adaptado a sus gustos refinados; pero esta clase no crecer hasta la estatura plena de hombres y mujeres en Cristo hasta que conozcan a Dios y a Jesucristo, a quien l ha enviado. Las inteligencias celestiales se regocijan en hacer la voluntad de Dios al predicar el Evangelio a los pobres. En el anuncio que el Salvador hizo en la sinagoga de Nazaret, reprendi severamente a los que colocaban tanta importancia al color o a las clases sociales, y que se negaban a satisfacerse con una clase de cristianismo tal como el que Cristo acepta. El mismo precio que se pag por la salvacin de los hombres de color tambin se pag por los hombres blancos, y los menosprecios colocados sobre la gente de color por parte de muchos que proclaman ser redimidos por la sangre del Cordero, y quienes por lo tanto se reconocen a s mismos como deudores hacia Cristo, representan equivocadamente a Jess, y revelan que el egosmo, la tradicin y el prejuicio, contaminan sus almas. SW, 10-13 Hay una gran obra que debe hacerse a favor de los guardadores del sbado. Se les debe abrir sus ojos para que vean su verdadera condicin, para que sean celosos y se arrepientan, o de lo contrario no alcanzarn la vida eterna. El espritu del mundo se ha posesionado de ellos, y han sido colocados en cautividad por las potestades de las tinieblas. Ellos no escuchan la exhortacin del apstol Pablo: No os conformis a este mundo, sino transformaos mediante la renovacin de vuestra mente, para que comprobis cul sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. En muchos predomina un espritu mundanal, con codicia y egosmo. Aquellos de esta clase buscan de continuo su propio inters especial. El rico egosta no se interesa en las cosas de sus prjimos, a menos que sea para estudiar cmo sacar ventaja de la desventaja de aquel. Lo del hombre noble, semejante a Dios, se comparte y se sacrifica por intereses egostas. El amor al dinero es la raz de todo mal. Este ciega la visin e impide que el pueblo discierna sus obligaciones hacia Dios o hacia sus prjimos. Algunos se adulan de que son liberales porque a veces hacen donaciones generosas a los pastores y para el avance de la verdad. No obstante estos as llamados hombres liberales son tacaos en sus tratos y siempre estn listos a engaar. Tienen abundancia de este mundo, y esto coloca sobre ellos grandes responsabilidades como mayordomos de Dios. Sin embargo, cuando se relacionan con un hermano pobre, trabajador constante, extraen de l hasta el ltimo
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centavo. El legado de un hombre pobre es el lado escaso de una ganga. En lugar de favorecer a su hermano pobre, el rico perspicaz, duro, toma toda la ventaja y acumula ms riqueza por el infortunio de otro. El se enorgullece a causa de su sagacidad, pero con su dinero se est apilando para s una pesada maldicin y est colocando una piedra de tropiezo en el camino de su hermano. Por su tacaera y clculo fro est cortando su habilidad para beneficiar a aquel con su influencia religiosa. Todo esto vive en la memoria de aquel hermano pobre, y las oraciones ms sinceras y los testimonios aparentemente ms celosos que brotan de los labios del hermano rico slo tendrn una influencia para apesadumbrar y disgustar. El lo ve como un hipcrita; y se levanta una raz de amargura con la cual muchos son contaminados. El hombre pobre no puede olvidar que se sac ventaja de l; ni tampoco puede olvidar cmo ha sido colmado de situaciones difciles porque ha estado dispuesto a llevar cargas, mientras el hermano rico siempre tuvo alguna excusa lista para no poner su hombro bajo la carga. Sin embargo el hombre pobre puede estar tan imbuido del espritu de Cristo como para perdonar los abusos de su hermano rico. La benevolencia verdadera, noble y desinteresada, se halla muy raramente entre los adinerados. En su ambicin por el dinero pasan por alto las necesidades de la humanidad. No pueden ver ni sentir la posicin estrecha y desagradable de su hermandad en la pobreza, quienes quizs, como ellos, han trabajado tan duramente. Ellos dicen como Can: Soy yo acaso guarda de mi hermano? Yo he trabajado duro para tener lo que poseo; yo debo retenerlo. En lugar de orar, Aydame a sentir la desdicha de mi hermano, el estudio constante de ellos es olvidar que aquel tiene cualquier necesidad, algn derecho a su simpata o liberalidades. Muchos guardadores del sbado que son adinerados son culpables de agobiar el rostro del pobre. Piensan los tales que Dios no toma nota de sus pequeas acciones mezquinas? Si sus ojos pudiesen ser abiertos veran un ngel que los sigue a todo lugar, consignando un registro fiel de todos sus actos en sus familias y en sus lugares de negocio. El Testigo Fiel est tras sus huellas, declarando: Yo conozco tus obras. Al ver este espritu de estafa, de engao, de tacaera, aun entre algunos profesos guardadores del sbado, clam en angustia de espritu. Este gran mal, esta terrible maldicin, se est cerniendo alrededor de algunos del Israel de Dios en estos ltimos das, convirtindolos en algo detestable aun para los incrdulos de espritu noble. Este es el pueblo que profesamente est esperando la venida del Seor. 1T, 478-480, captulo Nuestros Ministros. Exaltar a un pastor al nivel de la perfeccin porque no ha desagradado a nadie al reprenderle sus errores, no slo coloca una trampa al ministro, sino que ocasiona desastre al pueblo. El hombre que no hiere la complacencia propia del pueblo es casi convertido en dios por ellos, mientras que un siervo de Dios devoto y fiel, quien descubre los errores de los miembros de la iglesia, se supone que es defectuoso, porque no ve los mritos personales que los miembros de la iglesia imaginan poseer. El reprende los males que en realidad existen y esto es considerado como indignidad, y a causa de esto su autoridad e instruccin son descartadas y pisoteadas por los pies de los hombres. Estos extremos, en la forma como el pueblo contempla a los pastores, se encuentran entre los profesos hijos de Dios; y quines
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examinarn ahora sus corazones; y con ternura, sinceridad y fidelidad, colocarn estas cosas en orden? RH, 07-25-93 Las murallas de proteccin que Dios ha levantado para la seguridad de su pueblo han sido derribadas. Las lneas de proteccin de los derechos y de los intereses individuales han sido confundidas por la poltica humana, y una legin de agencias satnicas ha penetrado para aprovechar al mximo la oportunidad que se les presenta. 1MR, 269 La Palabra de Dios es nuestro estandarte, pero cunto se ha distanciado de l el profeso pueblo de Dios! Nuestra fe religiosa no debe ser meramente terica, sino prctica. La religin pura y sin mancha no nos permitir pisotear los derechos de la mnima criatura de Dios, mucho menos de los miembros de su cuerpo y de los miembros de nuestra propia familia. 3T, 528, captulo El Deber del Hombre hacia su Prjimo. Pero ha sido ofrecido fuego extrao en el empleo de palabras rudas, en la importancia propia, en la exaltacin del yo, en la justicia propia, en la autoridad arbitraria, en el dominio, en la opresin, en la restriccin de la libertad del pueblo de Dios, atndolos con vuestros planes y reglas, los que Dios no ha fraguado, ni han subido en su mente. Todas estas cosas son fuego extrao, no reconocido por Dios, y son una permanente representacin falsa de su carcter. TM, 357 Aun los adventistas del sptimo da estn en peligro de cerrar sus ojos a la verdad tal como es en Jess porque sta contradice algo que ellos han dado por sentado como verdad, pero que segn lo ensea el Espritu Santo, no es verdad. Sean todos muy humildes y esfurcense al mximo para descartar el yo y exaltar a Jess. En la mayora de las controversias religiosas el problema consiste en que el yo quiere tener la supremaca. En qu? En asuntos que no son en absoluto puntos vitales, pero que se los considera as slo porque los hombres les han dado importancia. (Ver Mat. 12: 31-37; Marc. 14:56; Luc. 5:21; Mat. 9:3) TM, 70, 71
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17. Enviando,
iglesia 18. Y cuando vinieron a l, les dijo: Vosotros sabis cmo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer da que entr en Asia, 19. sirviendo al Seor con toda humildad de mente, y con muchas lgrimas, y tentaciones que me han venido por las asechanzas de los judos: 20. y cmo nada que fuese til he rehuido de anunciaros y ensearos, pblicamente y de casa en casa, 21. testificando tanto a los judos como tambin a los griegos acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Seor Jesucristo. 22. Y ahora, he aqu ligado yo en espritu, voy a Jerusaln, sin saber lo que all me ha de acontecer: 23. salvo que el Espritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. 24. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para m mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que he recibido del Seor Jess, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. 25. Y ahora, he aqu, yo s que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, ver ms mi rostro. 26. Por tanto, yo hago constar ante vosotros en el da de hoy, que estoy puro de la sangre de todos los hombres; 27. porque no he rehuido declararos TODO EL CONSEJO DE DIOS. 28. Por tanto, cuidad de vosotros mismos y de todo el rebao sobre el cual el Espritu Santo os ha constituido como encargados, para apacentar la iglesia del Seor, la cual l ha comprado con su propia sangre, 29. porque yo s esto, que despus de mi partida entrarn en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarn al rebao.
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de entre vosotros mismos se levantarn hombres hablando cosas perversas para arrastrar tras s discpulos. 31. Por tanto, velad, acordndoos que por tres aos, de noche y de da, no he cesado de amonestar con lgrimas a cada uno. 17. Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. Hechos 20: 17-32
30. Tambin
instituciones, quienes estn en gran peligro de hacer zozobrar su fe. Satans obrar en forma disfrazada, de la manera ms engaosa, en estas ramas de la obra de Dios. El hace de estos importantes instrumentos sus puntos especiales de ataque y no dejar de probar todos los medios posibles para impedir su utilidad. El mismo enemigo que est siempre tras mis huellas estar tambin tras las vuestras. El sugerir, conjeturar y fabricar toda suerte de informes, y aquellos que deseen creerlos, lo podrn hacer. Pero estad seguros de que los ataques de Satans no me desviarn de la senda del deber. Mientras dure mi vida debo llevar adelante la obra que me ha sido encomendada durante cuarenta aos. Yo no rehuir declarar todo el consejo de Dios. Desagradable como pueda ser, debo amonestar, reprender, inculpar, de la forma que Dios me ordene, sea que el corazn carnal acepte o rechace las palabras de amonestacin. Durante cuarenta aos Satans ha hecho los esfuerzos ms decididos para cortar este testimonio de en medio de la iglesia; pero ste ha continuado de ao en ao para prevenir a los que yerran, para desenmascarar a los engaadores, para animar a los desalentados. Mi confianza est en Dios. Yo he aprendido a no sorprenderme frente a la oposicin en cualquier forma o que provenga de cualquier fuente. Yo espero ser traicionada, como lo fue mi Maestro, por los profesos amigos. RH, 10-16-1883 A los que pequen, reprndelos delante de todos, para que los dems tambin teman. 1 Tim. 5:20 Mientras es el deber de los atalayas estar muy despiertos, ser fieles para discernir el mal y comprender las necesidades de la causa y de la obra de Dios, sern llamados frecuentemente a dar un testimonio sincero e incisivo a los individuos que estn en peligro. Su testimonio no debe ser dado en un espritu impaciente, ni en un espritu intimidatorio, ni con un espritu dominante, sino en el espritu y la mansedumbre de Cristo. Hay dos extremos que deben evitarse: uno es rehuir declarar todo el consejo de Dios, y otro caer en el espritu de los modernos evangelistas en esta poca cuando se clama Paz, paz, cuando no hay paz, introduciendo en las labores un elemento que mueve los sentimientos pero que deja el corazn sin cambio alguno. Se debe tener pavor hacia una religin sensacionalista, pues es una obra dura, una vez que sta ha sido introducida en la experiencia, hacer sentir alguna vez a las personas que deben ir ms profundo que slo hasta el sentir emocional: que deben practicar la verdadera piedad. 17MR, 101, captulo Los Lderes de la Iglesia deben dar un Ejemplo de Semejanza a Cristo. Quin no te temer, oh Seor, y glorificar tu nombre? Pues slo t eres santo; por lo cual todas las naciones vendrn y te adorarn, porque tus juicios se han manifestado. Apoc. 15:4 El Seor interferir para vindicar su propio honor, para reprimir los inflamientos de la injusticia y de la osada transgresin. El no se quedar sin testigos. Los obreros de una hora vendrn a la hora undcima y consagrarn su habilidad y los medios que se les ha confiado para hacer avanzar la obra del Seor. Mientras muchos han reducido la Palabra, la verdad, la Santa ley de Jehov, hasta una letra muerta, y por su ejemplo testifican que esta ley es una carga dura y rigurosa; mientras dicen, Nos quitaremos este yugo, seremos libres, ya no permaneceremos por ms tiempo en relacin de pacto con Dios, haremos como nos plazca,
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habr hombres que habrn tenido muy pocas oportunidades, que anduvieron en sendas de error porque no conocan otra mejor, a quienes les llegarn grandes rayos de luz. De la misma forma que la palabra de Cristo vino a Zaqueo, Hoy es necesario que pose yo en tu casa, as la Palabra les llegar a ellos; y aquellos de quienes se supona que eran pecadores endurecidos se hallar que tenan corazones tan tiernos como el de un nio, porque Cristo condescender a fijarse en ellos. Estos recibirn la recompensa por su fidelidad debido a que son fieles al principio y no evitan su deber de declarar todo el consejo de Dios. Cuando los que han tenido abundancia de luz se deshagan de las restricciones que la Palabra de Dios impone, e invaliden la ley de Dios, otros vendrn a ocupar su lugar y a tomar su corona. RH, 12-21-1897 Todos se desviaron, a una se hicieron intiles. Rom. 3:12 Justo durante el tiempo que Dios tenga una iglesia, tendr personas que clamarn en alta voz y no se detendrn, que sern sus instrumentos para reprender el egosmo y los pecados, y que no evitarn declarar todo el consejo de Dios, sea que los hombres lo escuchen o dejen de hacerlo. Yo vi que los hombres se levantaran contra los testimonios sinceros. Estos no se adaptan a sus sentimientos naturales. Ellos escogeran mejor que se les dijese cosas suaves y que se clamara paz a sus odos. Yo vi la iglesia en una condicin ms peligrosa de lo que nunca lo haba estado. La religin experimental es conocida slo por unos pocos. El zarandeo debe ocurrir pronto para purificar la iglesia. 2SG, 284 Y cuando termin de hablar Jeremas todo lo que Jehov le haba mandado que hablase a todo el pueblo, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: De cierto morirs. Jer. 26:8 Dios tiene lecciones importantes para que su pueblo aprenda. Si estas lecciones hubiesen sido aprendidas antes, su causa no estara donde est hoy. Una cosa debe ser hecha: la verdad no debe ser ocultada de los pastores u hombres en posiciones de responsabilidad por temor a incurrir en su desagrado. En conexin con nuestras instituciones debe haber hombres que en forma humilde y con sabidura declaren todo el consejo de Dios. La ira de Dios est encendida contra aquellos que en su seguridad y orgullo carnal han mostrado desdn por su direccin. Ellos estn poniendo en peligro la prosperidad de la causa. Advocate, 04-01-1900 Toda cabeza est enferma, y todo corazn doliente. Isa. 1:5 Cristo est avergonzado de sus profesos seguidores. En quin vemos hoy una semblanza del Salvador? Dnde vemos que nuestro vestido se conforme a los requerimientos bblicos? Yo no quiero que los pecados del pueblo estn sobre m; yo dar a la trompeta un sonido certero. Por aos he dado un testimonio claro y decidido en relacin a este tema, en forma escrita y al ocupar mi sitio como oradora. Yo no he rehusado declarar todo el consejo de Dios. Yo debo estar limpia de la sangre de todos. El hecho de que la mundanalidad y el orgullo ejerzan influencia casi universal no es excusa para que un cristiano acte de la misma forma que los dems. Dios ha dicho: No seguirs a los muchos para hacer mal. 4T, 647
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Porque as como en Adn todos mueren, tambin en Cristo todos sern vivificados. 1 Cor. 15:22 Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Efes. 4:6 Jess desea entrar para proporcionar las bendiciones ms ricas a cada uno de los miembros de la iglesia, si ellos quieren abrirle la puerta. El no los llama ni una sola vez Babilonia, ni les pide que salgan de ella. Pero dice: Yo reprendo y castigo a todos los que amo(con mensajes de reproche y amonestacin) (Apoc. 3:19) Yo no ignoro estos reproches. He presentado amonestaciones porque el Espritu del Seor me ha constreido a hacerlo as, y he pronunciado reproches porque el Seor me ha dado palabras de reproche. Yo no he rehusado presentar todo el consejo de Dios, el que me ha sido dado para la iglesia. 2MS, 76 Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soolientos, echados, aman el dormir. Isa. 56:10 Los lazos de Satans son echados para que caigamos, tan seguramente como fueron echados para los hijos de Israel poco antes de su entrada a la tierra de Canan. Nosotros estamos repitiendo la historia de aquel pueblo. La liviandad, la vanidad, el amor por el ocio y el placer, el egosmo y la impureza aumentan entre nosotros. Hay necesidad hoy de hombres constantes e intrpidos que declaren todo el consejo de Dios; hombres que no se duerman como lo hacen otros, sino que velen y sean sobrios. Como conozco bien la gran falta de santidad y poder de nuestros ministros, me causa profundo dolor ver los esfuerzos que hacen por exaltarse a s mismos. Si pudiesen tan slo ver a Jess tal como es, y a ellos mismos tal como son, tan dbiles, tan ineficaces, tan distintos a su Maestro, diran: Soy tan indigno de sus atenciones, que si mi nombre estuviese registrado en la seccin menos notable del Libro de la Vida, me conformara. 5T, 150 Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinin; pero Jehov pesa los espritus. Prov. 16:2 Considerando estas cosas: Cunta energa y celo se demanda de los que profesan la verdad, y particularmente de los pastores! Somos cada uno de nosotros soldados intrpidos de Cristo, unos que no evitan declarar todo el consejo de Dios? Temo que perdemos de vista nuestro deber y privilegio de ser partcipes con Cristo de su abnegacin y sacrificio propio. No es muy a menudo estropeada la obra de Dios en nuestras manos, debido a ese temor cobarde de ser inculpados por los egostas y amantes del placer y de la facilidad? Pero, alguno debe aventurarse. Si los hombres aceptan la posicin de portaestandartes, la comisin de ministros de justicia, deben estar bajo la obligacin de hacer avanzar los triunfos de la cruz. Con el nico objetivo de dar gloria a Dios, deben perder de vista todo lo que no sea su Lder, y trabajar como l lo hizo. RH, 01-27-1885 El que venciere heredar todas las cosas, y yo ser su Dios, y l ser mi hijo. Apoc. 21:7
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Los predicadores no deberan tener escrpulos para predicar toda la verdad, como est en la Palabra de Dios. Permitid que la verdad corte. Se me ha mostrado la causa por la que los ministros no tienen ms xito y es porque temen herir los sentimientos, tienen miedo de no ser corteses, y de esta manera rebajan la norma de la verdad, y si les es posible ocultan la peculiaridad de nuestra fe. Yo vi que Dios no poda dar el xito a los tales. La verdad debe ser hecha aguda y debe insistirse en la necesidad de una decisin. Y a medida que los falsos pastores estn clamando paz y estn predicando cosas suaves, los siervos de Dios deben clamar a voz en cuello y no detenerse, y dejar los resultados con Dios. 2SG, 284 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Fil. 4:13 Para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impos de todas sus obras impas que han hecho impamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impos han hablado contra l. Jud. 15 Los hijos de la luz deben ser como una ciudad colocada sobre un monte, una ciudad que no se puede ocultar. El mundo ser condenado por el testimonio de aquellos que sigan la luz al par que sta brilla en su camino. Y sta es la condenacin: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron ms las tinieblas que la luz. Los siervos de Jess deben llevar la preciosa verdad al mundo, y presentar las demandas de Dios a toda alma, no alcahueteando las costumbres o mermando la responsabilidad de ningn alma, sino declarando todo el consejo de Dios. RH, 01-31-1888 Pero vosotros no queris que os llamen rab; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Mat. 23:8 Aunque los fariseos profesaban guardar los mandamientos de Dios estaban exaltando sus propias tradiciones sobre la ley, y requiriendo del pueblo imposiciones innecesarias. Muchos en nuestro tiempo estn haciendo lo mismo que los fariseos, y mientras proclaman su alta piedad y su santificacin, estn siguiendo sus propias ideas y rechazando alcanzar la condicin sobre la cual Dios ha prometido la vida eterna. Pablo present los verdaderos pasos por los cuales el hombre puede venir a Dios. El dice: No he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. Y cmo nada que fuese til he rehuido de anunciaros y ensearos pblicamente y por las casas, testificando a judos y a griegos acerca del arrepentimiento para con Dios (debido a la transgresin a la ley de Dios), y de la fe en nuestro Seor Jesucristo, por medio de lo cual los hombres pueden retornar a la fidelidad a la ley del cielo. ST, 04-021896 Profeta les levantar de en medio de sus hermanos, como t; y pondr mis palabras en su boca, y l les hablar todo lo que yo le mandare. Deut. 18:18 Cuando estuve en Healdsburg el Seor obr sobre m con todo su poder; yo no pude hallar reposo y solicit al Seor que me diese fortaleza para enfrentar a mi hermandad de
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nuevo en la Conferencia General, y para colocar ante ellos estas cosas con toda claridad. Yo no evitara declararles todo el consejo de Dios. Mientras habis estado permitiendo que vuestras mentes fuesen desviadas de la obra misma que Dios deseaba que hicieseis, y habis estado haciendo aquello que l no os ha llamado a hacer, Satans se ha regocijado y ha llevado adelante su obra con toda diligencia. Vosotros habis menospreciado los testimonios que el Seor en su misericordia envi para dirigir vuestros pies en el camino correcto. Algunos de vosotros habis rechazado por completo estas palabras de amonestacin. Os habis fortalecido en vuestras ideas propias y os habis establecido en vuestros propios caminos y no quisisteis escuchar la reprensin o recibir la correccin. Las potestades de las tinieblas estaban alistando sus fuerzas. Satans estaba llenando los hombres con un poder de abajo, cosa que pudiese dominar a los ejrcitos de Israel y tomarse el campo. Nosotros hemos perdido mucho tiempo y muchas oportunidades preciosas, y Satans ha tenido las cosas a su propio modo. 1SAT, 81 Y me habl aquel varn, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus odos, y pon tu corazn a todas las cosas que te muestro; porque para que yo te las mostrase has sido trado aqu. Declara todo lo que ves a la casa de Israel. Ezequiel 40:4 Nosotros hemos llegado a tener ideas muy pobres en relacin a lo que constituye el deber de un pastor cristiano. Muchos de los que ministran en el sagrado plpito no comprenden ni a medias sus responsabilidades. Estn tomando las cosas de una forma completamente muy fcil y placentera; muchos estn en la silla de descanso de Satans, pensando que si copian parcialmente a otro ministro, llenarn los requerimientos. Hay necesidad de alarma entre los pastores, pero ninguno necesita desesperar. Hay necesidad de examen propio para que podamos comprender si estamos aprendiendo la humildad y la mansedumbre de Cristo; pues debemos seguir su ejemplo. En nuestras labores debemos reflejar el mismo testimonio de Pablo. El dice: Vosotros sabis cmo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer da que entr en Asia, sirviendo al Seor con toda humildad de mente. . . y cmo nada que fuese til he rehuido de anunciaros y ensearos, pblicamente y de casa en casa, testificando tanto a judos como tambin a los griegos acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Seor Jesucristo. Por tanto, yo hago constar ante vosotros en el da de hoy, que estoy puro de la sangre de todos los hombres; porque no he rehuido declararos todo el consejo de Dios. Por tanto, cuidad de vosotros mismos y de todo el rebao sobre el cual el Espritu Santo os ha constituido como encargados, para apacentar la iglesia del Seor, la cual l gan por su propia sangre. En todo os he enseado que, trabajando as, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Seor Jess, que dijo: Ms bienaventurado es dar que recibir. PH118, 8 Todas las sendas de Jehov son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios. Salm. 25:10 Los hombres no necesitan acobardarse al comunicar el mensaje que estamos llevando. No deben tratar de ocultarlo, ni esconder su origen y propsito. Sus defensores deben ser hombres que no guarden silencio ni de da ni de noche. Como aquellos que hemos hecho
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solemnes votos ante Dios y hemos sido comisionados como mensajeros de Cristo, como administradores de la gracia de Dios, tenemos la obligacin de declarar fielmente todo el consejo de Dios. No debemos restar prominencia a las verdades especiales que nos han separado del mundo y han hecho de nosotros lo que somos, porque estn llenas de asuntos de inters eterno. TM, 470 Y se le permiti hacer guerra contra los santos, y vencerlos. Tambin se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nacin. Apoc. 13:7 Repasemos nuestras labores en el ao que recin termina y veamos si hemos cumplido todo nuestro deber. Dios debi haber estado en primer lugar. No han mezclado algunos mucha parte del yo con sus labores, de tal forma que el Seor no pudo bendecirlos con el xito? No se han hecho autosuficientes algunos? Otros no han sido dilatorios y casi perezosos en la via del Seor? No han descuidado aquellas ramas de la obra que no les agradaba, escogiendo hacer la parte ms placentera? Queridos hermanos, habis velado por las almas sabiendo que debis dar cuenta de ellas? Sentisteis que erais responsables por su salvacin? Les habis permitido hacerse egostas y de mente mundana sin presentarles fielmente su peligro? Las habis visto robando a Dios en los diezmos y en las ofrendas y habis permanecido en paz? No habis temido incurrir en su desagrado si les presentabais fielmente su desacato de la orden expresa de Dios? Qu habis estado haciendo, mis hermanos? No habis estado tratando de llevar el lado fcil del yugo, mientras habis estado evitando declarar todo el consejo de Dios? Vuestras iglesias y vuestras Asociaciones testificarn contra vosotros; pues el pecado de incumplimiento est registrado en los libros del cielo. RH, 03-04-1884 Y amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Mar. 12:30 Hermanos, el Seor os ayudar si buscis su ayuda; pero no exaltis el yo, no llamis la atencin del pueblo hacia el yo. Hay un espritu de mundanalidad introducindose a la iglesia y ste debe ser confrontado y reprendido con firmeza. Si esto no se hace, hay una falla en dar a conocer todo el consejo de Dios. A menos que humillemos nuestros corazones delante de Dios, a menos que le busquemos sinceramente, seremos vencidos por las tentaciones de Satans; y aquellos a quienes descuidemos en amonestar, en reprender, y en exhortar con toda paciencia y doctrina, sern entrampados por los ardides del enemigo, y no estaremos sin culpa. RH 04-08-1884 Los insensatos no estarn delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad. Salm. 5:5 Vi que en algunos no haba habido el recibimiento de lo que Dios ha mostrado. Se ha dudado, y aquello ha tenido el peso de una pluma. Vi que los testimonios directos deben comunicarse, y que stos no han sido recibidos. Entonces vi que la iglesia deba estar unida y que si no podan soportar los testimonios directos cuando eran requeridos, y los merecamos,
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debamos trasladar las oficinas de publicaciones e ir donde los pudiramos soportar. Vi que ninguno de nosotros ha cumplido nuestro deber, que se ha ocultado y se ha evitado declarar todo el consejo de Dios. Vi que Dios deseaba que furamos libres, pero si no seguamos los movimientos de su Espritu y soportbamos los testimonios que nos dio, nos dejara en la servidumbre y entonces nuestra salud y fortaleza fallaran, y aun peor que todo esto, la esclavitud se sentira en lo que se escribiera. Vi que si no haba plena libertad aqu, debamos trasladarnos donde la hubiese, y donde se recibieran los testimonios que Dios nos ha dado. Vi que algunos haban dudado de la enseanza de Dios, por lo tanto sta no tena peso para ellos, ni serva para moverlos. Al ver esto implor a Dios que utilizara otro instrumento, que enviara la verdad por medio de alguien que ellos recibieran, o que habilitara al frgil instrumento para que la iglesia se convenciera. El Angel dijo: Dios ha elegido su propia manera, que a travs del sencillo medio que l ha ordenado se d la luz, y si sta no es recibida, Dios los abandonar a sus propios caminos para que se harten con sus propias obras. PH016, 32 Orden Moiss, con los ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: Guardaris todos los mandamientos que yo os prescribo hoy. Deut. 27:1 Pablo, adems de trabajar en pblico iba de casa en casa predicando el arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Seor Jesucristo. El se encontraba con los hombres en sus hogares, y les rogaba con lgrimas, declarndoles todo el consejo de Dios. Jess entr en contacto personal con los hombres. El no se mantuvo apartado de los que necesitaban su ayuda. . . Hemos de acercarnos a los que necesitan nuestro ministerio. Hemos de abrir la Biblia a su comprensin, presentar las demandas de la ley de Dios, leer las promesas a los que vacilan, instar a los que demoran, despertar a los descuidados, fortalecer a los dbiles. RJ, 237 Pero cuando venga el Espritu de verdad, l os guiar a toda la verdad; porque no hablar por su propia cuenta, sino que hablar todo lo que oyere, y os har saber las cosas que habrn de venir. Jn 16:13 Que su blanco sea no ocultar nada que sea benfico para sus oyentes, sino declararles todo el consejo de Dios. Presnteles a Jess, el Salvador de los pecadores, y establezca las mentes en l; que l est mezclado en toda su predicacin. RH, 05-27-1884 Si un gobernante atiende la palabra mentirosa, todos sus servidores sern impos. Prov. 29:12 El rey no estaba contendiendo contra el hombre David, quien no le haba hecho dao. El rey (Sal) estaba en controversia con el Rey del cielo; pues cuando se le permite a Satans que controle la mente, y sta no es dirigida por Jehov, Satans la guiar conforme a su voluntad, hasta que el hombre quien de esta manera est en su poder llega a ser un agente eficiente para hacer avanzar los designios satnicos. Tan amarga es la enemistad del gran originador del pecado contra los propsitos de Dios, tan terrible es su poder para el mal, que cuando los hombres se desconectan de Dios, Satans los influencia, y sus mentes son
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colocadas ms y ms en sujecin a l, hasta que destierran el temor a Dios y el respeto a los hombres, y stos se hacen enemigos abiertos y declarados de Dios y de su pueblo. Dios odia todo el pecado y cuando el hombre rechaza persistentemente todo el consejo del cielo, es dejado ante los engaos del enemigo. CC, 165 A quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseando a todo hombre en toda sabidura, a fin de presentar perfecto en Cristo Jess a todo hombre. Col. 1:28 Tenemos un cielo para ganar y un infierno que rehuir. Estamos bajo la obligacin como aquellos que hemos hecho solemnes votos a Dios, y quienes hemos sido comisionados como los mensajeros de Cristo, como mayordomos de los misterios de la gracia de Dios, de declarar fielmente todo el consejo de Dios. Recordemos siempre que estamos rodeados, cercados, por una grande nube de testigos; pues las inteligencias celestiales nos contemplan en nuestra calidad de embajadores del Rey de los reyes y Seor de seores. Tenemos el deber de levantar en alto el estandarte. Aquel que comprende la dignidad de nuestra vocacin, lo sagrado de nuestra labor, nos ordena que declaremos el mensaje con un corazn imperturbable. 1888, 443 Todos los que haban credo estaban juntos, y tenan en comn todas las cosas. Hech. 2:44 Ahora est brillando luz sobre la ley de Dios; y aquellos llamados a exponer la Palabra deben presentar el mensaje de advertencia sea que los hombres lo escuchen o dejen de hacerlo. Amados hermanos, no evitis declarar todo el consejo de Dios, aunque esto pueda requerir valor para levantarse en defensa de la verdad impopular. Aprended a estimar el valor de las almas de acuerdo a la norma de Cristo. Cultivad aquel amor desinteresado del cual su vida fue un ejemplo, y obrad con el espritu de sacrificio propio que caracteriz su ministerio. RH, 01-13-1885 Y sali del trono una voz que deca: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le temis, as pequeos como grandes. Apoc. 19:5 El Seor ha enviado testimonios de amonestacin de maana y de tarde, y cmo han sido tratadas estas apelaciones y reprensiones y advertencias? El da de Dios lo revelar. Yo he tratado de no rehuir el dar a nuestro pueblo todo el consejo de Dios, pero a veces he diferido asuntos ante la orden, ellos no lo pueden soportar ahora. Aun la verdad no se puede presentar en su plenitud a mentes que no estn preparadas espiritualmente para recibirla. Yo tengo muchas cosas para decir, pero las personas a las cuales se aplican estos mensajes no los pueden sobrellevar en su estado presente de falta de consagracin. 1888, 1284 Mas el Consolador, el Espritu Santo, a quien el Padre enviar en mi nombre, l os ensear todas las cosas, y os recordar todo lo que yo os he dicho. Juan 14:26 La gracia de Dios no puede cooperar con la iniquidad. El Espritu de Dios slo puede iluminar el entendimiento de aquellos que estn dispuestos a ser iluminados. Leemos que
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Dios abri los odos de Lidia, para que pudiera comprender el mensaje que provena de Pablo. La parte que Pablo tena que actuar en la conversin de Lidia era declararle todo el consejo de Dios y todo lo que era esencial que ella recibiera; y entonces el Dios de toda la gracia ejerci su poder guiando a aquella alma en la senda correcta. Dios y el agente humano cooperaron, y la obra fue plenamente exitosa. 2MR, 9 Ahora usted va a tomar parte en una obra importante y debe permitir que el Seor penetre en sus consejos. Predique corto, gobierne su voz, coloque en ella toda la viveza, realidad y meloda que pueda, y este terrible cansancio ocasionado por la predicacin prolongada se evitar. Recuerde que todo el consejo de Dios no debe darse en una predicacin. Permita que el pueblo tenga el alimento celestial en tal medida que lo puedan retener y lo puedan llevar con ellos y digerirlo; de forma que sus mentes puedan comprender la verdad, y que sta pueda impresionar sus almas. La verdad debe ser presentada en la forma ms agradable posible para que ellos deseen escucharla de nuevo. La semilla del Evangelio debe ser sembrada para que se arraigue y d fruto. La verdad es preciosa, de ms valor que el oro; por lo tanto su comunicacin se debe considerar cuidadosamente para que el mensaje pueda ser presentado de tal forma que sea como la voz de Dios para el oyente. 6MR, 181 Y comenzando desde Moiss, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de l decan. Luc. 24:27 Por mi parte, no puedo deplorar lo bastante la triste condicin de las iglesias reformadas que han llegado a un punto final en religin, y no quieren ir ms all de lo que fueron los promotores de su reforma. No se puede hacer ir a los luteranos ms all de lo que Lutero vio;. . . y a los calvinistas ya los veis mantenindose con tenacidad en el punto en que los dej el gran siervo de Dios, que no logr ver todo. Es sta una desgracia por dems digna de lamentar, pues por ms que en su tiempo fueron luces que ardieron y brillaron, no llegaron a penetrar todo el consejo de Dios, y si vivieran hoy estaran tan dispuestos a recibir la luz adicional como lo estuvieron para aceptar la primera que les fue dispensada. CS, 336 La gracia de nuestro Seor Jesucristo sea con todos vosotros. Amn. Apoc. 22:21
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1. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los 2. 3.
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, QUE PREDIQUES LA PALABRA ; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. Pero t vela en todas las cosas, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
Reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. (2 Tim. 4:2) Esto est de acuerdo con la palabra que el Seor ha hablado por medio del profeta Isaas a los atalayas en las murallas de Sin: Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como una trompeta! Muestra a mi pueblo su transgresin y a la casa de Jacob sus pecados! OE, 449 Podemos entonces sorprendernos de escuchar de pastores que caen bajo la tentacin y el pecado, acarreando desgracia a la causa que profesamente estaban representando? Nos asombraremos de que haya apostasas cuando los hombres que instan a otros a la conversin no estn convertidos ellos mismos; cuando dirigen a otros al amor de Cristo el cual no refulge en sus propias almas, predicando arrepentimiento que ellos mismos no han practicado y fe de la cual no tienen conocimiento experimental, hablando de un Salvador a quien nunca han conocido excepto por rumor? Ellos son hombres engaados a s mismos, que no estn lejos de la destruccin. Su situacin es lastimosa en realidad. A ellos todo les parece ser paz, porque la parlisis de la muerte los cobija. Nosotros estamos plenamente concientes de que hombres deshonestos, hombres inmorales, quienes predican la Palabra, no siempre son reprendidos y amonestados. No son desenmascarados. Aprenden a sostener la verdad en injusticia, y pueden manejarla fraudulentamente sin un corazn tembloroso y que reprenda la conciencia. Oh, que con la pluma y la voz pudiramos guiar al pueblo, quienes aseveran ser los depositarios de la verdad sagrada y eterna, a sentir la necesidad de entronizar la Palabra de Dios en su corazn y a colocar todo pensamiento, palabra y accin en sujecin a Jesucristo! Es una temeraria responsabilidad estar ligado a diario con la Palabra de Dios, relatando a otros la verdad eterna, y sin embargo no haber sido santificados a travs de la verdad. 11 MR, 89 Sobre los pastores de Dios reposa un cargo solemne y serio: sern llamados a dar cuenta estricta por la manera en que han cumplido su responsabilidad. Si no comunican al pueblo las demandas obligatorias de la ley de Dios, si no predican la Palabra con claridad, sino que confunden las mentes del pueblo por sus interpretaciones propias, son pastores que se nutren a s mismos, pero que se niegan a alimentar al redil. Ellos dejan sin efecto la ley de Jehov, y las almas perecen debido a su infidelidad. La sangre de estas almas estar sobre sus cabezas. Dios los llamar a rendir cuentas por su infidelidad. Pero en ninguna manera esto excusar a los que escucharon a la sofistera de los hombres, descartando la Palabra de Dios. Letter 162, 1900 Se nos ha preguntado por qu existe tan poco poder en las iglesias, por qu tienen tan poca eficiencia nuestros maestros. La respuesta es que en diversas formas los profesos seguidores de Cristo estn albergando pecados conocidos y su conciencia se ha endurecido por haber sido violada durante largo tiempo. La respuesta es que los hombres no andan con Dios sino que se apartan de Jess, y como resultado vemos cmo en la iglesia hay egosmo, codicia, orgullo, contiendas, contencin, dureza de corazn, licencia y malas prcticas. Aun entre los que predican la Palabra sagrada de Dios se observa esta situacin lamentable, y a menos que haya una reforma cabal entre los que carecen de santidad, sera mejor que tales hombres abandonaran el ministerio y eligieran alguna otra ocupacin donde sus pensamientos irregenerados no trajeran el desastre al pueblo de Dios. TM, 162, 163, captulo La Necesidad del Poder y la Sabidura Divinos.
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Los ministros no han de predicar las opiniones de los hombres, ni han de relatar ancdotas, o realizar representaciones teatrales, no han de exhibir el yo; mas, como si estuviesen en presencia de Dios y del Seor Jesucristo, han de predicar la Palabra. Que no introduzcan liviandad en la obra del ministerio, sino que prediquen la Palabra de una manera que deje la ms solemne impresin en los que la escuchen. Ev, 154, 155 En esta exhortacin directa y fuerte se presenta claramente el deber del ministro de Cristo. Tiene que predicar la Palabra, no las opiniones y tradiciones de los hombres, ni fbulas agradables o historias sensacionales, para encender la imaginacin y excitar las emociones. No ha de ensalzarse a s mismo, sino que, como si estuviese en la presencia de Dios ha de presentarse a un mundo que perece y predicarle la Palabra. No debe notarse en l liviandad, trivialidad, ni interpretacin fantstica; el pastor debe hablar con sinceridad y profundo fervor, como si fuera la misma voz de Dios que expusiera las Sagradas Escrituras. Ha de hablar a sus oyentes de aquellas cosas que ms conciernan a su bienestar actual y eterno. OE, 153 Las palabras dirigidas a Timoteo se aplican a todos los ministros; y, no estara muy bien que se convirtieran en hacedores de estas palabras? Pablo dice, lo que has odo de m ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idneos para ensear tambin a otros.(2 Tim. 2:2) La instruccin dada a Timoteo fue creda de gran importancia, y no era para que se perdiera, sino para que se comunicara a hombres fieles quienes diseminaran la luz, y esparciran por todas partes un conocimiento de los principios de la verdad. Mis hermanos en el ministerio, debis aprender las mismas lecciones, pues stas son las palabras de Cristo a travs de Pablo, dejadas para vuestra instruccin y admonicin. Toda la Escritura es inspirada por Dios y til para adoctrinar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la Palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Ninguna parte del deber del ministro debe descuidarse. El debe predicar la Palabra, no las opiniones de los hombres. El debe trabajar con los individuos, visitar las familias, no simplemente hablar de las ocurrencias comunes del da, sino de los aspectos de inters eterno, orando con ellos, y enseando la Palabra de Dios con toda sencillez. RH, 06-30-1891 Por tanto, cuidad de vosotros mismos y de todo el rebao sobre el cual el Espritu Santo os ha constituido como encargados, para apacentar la iglesia del Seor, la cual l ha comprado con su propia sangre. Aquellos que son llamados a ser pastores del redil de Dios son llamados a ser obreros juntamente con Dios. El Seor Jess es el gran Obrero, y l or a su Padre para que sus seguidores pudieran ser santificados a travs de la verdad. Si somos hacedores de la Palabra de Dios, comprenderemos que no podemos retener ningn hbito pecaminoso, o complacernos en ninguna senda torcida o engaosa. Su verdad, su Palabra, debe ser introducida con poder divino en nuestros corazones humanos, y debemos purificar nuestros corazones por la obediencia a la verdad. Debemos renunciar a todas las cosas ocultas
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de deshonestidad, a toda maa y ardid satnico. Debemos estar donde seamos habilitados para discernir las trampas de aquel quien asecha para engaar. El pecado debe sentirse en su carcter real y odioso y debe ser expulsado del alma. Todos los que predican la Palabra en veracidad y verdad pueden elevarse hasta ser justos en su presentacin. No debemos ser falsos en ninguna manera. Debemos permitir que la cruz de Cristo se levante prominente en toda nuestra enseanza no manejando la Palabra de Dios engaosamente. No debemos ocultar el Evangelio, o cubrir la cruz de Cristo con rosas ornamentales, y as hacer la predicacin de sta sin efecto. Que ninguno evite la cruz de la abnegacin. Haced la instruccin clara en cuanto a lo que significa ser cristiano. ST, 12-25-93 El mundo est pereciendo por falta del Evangelio. Hay hambre de la Palabra de Dios. Hay pocos que predican esa Palabra sin mezclarla con la tradicin humana. Aunque los hombres tienen la Biblia en sus manos, no reciben las bendiciones que Dios ha colocado en sta para ellos. El Seor invita a sus siervos a llevar su mensaje al pueblo. La Palabra de vida eterna se debe dar a aquellos que estn pereciendo en sus pecados. PVGM, 180, 181 A mis hermanos en el ministerio quiero decir: Predicad la Palabra. No pongis en el fundamento madera, paja y hojarasca, es decir, vuestras suposiciones y especulaciones, que no pueden beneficiar a nadie. OE, 329 Yo os ruego que llevis a Cristo con vosotros al ir a vuestras iglesias. Que prediques la Palabra, (cita 2 Tim. 4 : 2-3) Muchos no estn dispuestos a que se les lleve la contraria. Ahora, no es por seguir vuestro propio camino que entraris en el cielo; es por elegir el camino de Dios; lo tomaris? No es por vuestro espritu que iris al cielo; es por medio del Espritu de Cristo. Lo tendris? Jess dice, He aqu, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrar a l, y cenar con l, y l conmigo. Luego yo pregunto, cmo es que tantos de vosotros estis diciendo que no sabis si estis aceptados por Dios o no; que deseis hallar a Jess? No sabis si habis abierto la puerta? No sabis si lo habis invitado a entrar? Si no lo habis hecho, invitadlo ahora mismo. No esperis ni un momento ms. Abrid la puerta y permitid que Jess entre. GCDB, 04-13-1891 Los ministros de Dios tienen una obra sumamente solemne y sagrada que realizar en este mundo. El fin est cerca. El mensaje de la verdad debe ser proclamado. Como fieles mayordomos de la grey, los siervos de Dios han de dar un testimonio claro y definido. La verdad no debe ser viciada. La gracia divina nunca aparta de la misericordia y del amor de Dios. Es el poder de Satans el que hace esto. Cuando Cristo predicaba, su mensaje era como una aguda espada de dos filos que penetraba en la conciencia de los hombres y revelaba sus pensamientos ms ntimos. La obra que Cristo hizo ha de ser realizada por sus fieles mensajeros. Ellos deben predicar la Palabra con sencillez, pureza y absoluta integridad. Los que trabajan mediante la Palabra o la doctrina deben ser fieles a su cometido. Deben velar por las almas como quienes tendrn que rendir cuentas. Jams debern revestir un As dice Jehov con palabras engaosas de humana sabidura. As es como destruyen su energa viviente, as es como lo debilitan y lo tornan ineficaz, a tal punto que no logra convencer de
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pecado. Cada palabra pronunciada bajo la direccin del Espritu Santo estar llena de un profundo afn por la salvacin de las almas. 2MS, 180, 181 Muchos de los que cmodamente escuchan las verdades de la Palabra de Dios estn muertos espiritualmente, aunque profesan estar vivos. Por aos han entrado y salido de nuestras congregaciones, pero parecen cada vez menos susceptibles al valor de la verdad revelada. No tienen hambre ni sed de justicia. No tienen gusto por los asuntos espirituales o divinos. Le dan su asentimiento a la verdad, pero sta no los santifica. Ni la Palabra de Dios ni los testimonios de su Espritu les crean una impresin duradera. Conforme a la luz, los privilegios y oportunidades que han despreciado, ser su condenacin. Muchos de los que predican la verdad a otros estn ellos mismos albergando la iniquidad. Los ruegos del Espritu de Dios, que son como una meloda celeste; las promesas de su Palabra, ricas y abundantes, sus amenazas contra la idolatra y la desobediencia, ninguna de estas cosas son capaces de derretir el corazn que el mundo ha endurecido. 5T, 72 Hay gran responsabilidad reposando sobre aquellos que son llamados a predicar la Palabra. Purificaos los que llevis los utensilios de Jehov, es el mensaje para ellos. Hay la necesidad de un ministerio que est convertido, como tambin de una iglesia convertida; pues la iglesia raramente alcanzar una norma ms alta que la albergada por sus ministros. Los pastores que velan por las almas como aquellos que deben dar cuenta de ellas guiarn al redil por sendas de santidad. Y el xito de ellos en su labor estar en proporcin a su propio crecimiento en la gracia y en el conocimiento de la verdad. Cuando los maestros estn santificados en alma, cuerpo y espritu, pueden impresionar en sus oyentes la importancia de una caminata ms ntima con Dios. ST, 07-07-1887 La Palabra de Dios es la perla de gran precio. Esta es invariable, eterna. La verdad como es en Jess coloca a los hombres en el bien y los guarda siempre all. La verdad es un ancla para el alma, tanto es segura como eterna. Pero la verdad no es la verdad para aquel que no la obedece. Cuando los hombres se desvan de los principios de la verdad, siempre traicionan el cometido sagrado. Que toda alma, cualesquiera sea su esfera de accin, se asegure de que la verdad est implantada en el corazn por el poder del Espritu de Dios. A menos que haya esta certeza, los que predican la Palabra traicionarn los cometidos sagrados. Los mdicos harn naufragar su fe, los abogados, los jueces, los senadores, se corrompern, y cediendo a la bribonera se permitirn ser comprados y vendidos. Aquellos que no caminan en la luz como Cristo est en la luz, son lderes ciegos que guan a otros ciegos. Nubes sin agua, llevadas de ac para all por los vientos; rboles otoales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados. RH, 08-01-1899 Tengo algo que decir a los jvenes que han estado enseando la verdad. Predicad la Palabra. Puede ser que tengis mentes inventivas. Puede ser que seis expertos, tal como los maestros judos, en formular nuevas teoras; pero Cristo dijo de ellos, En vano me honran, enseando como doctrinas, mandamientos de hombres.(Mat. 5:9) Ellos presentaban tradiciones, hiptesis y fbulas de toda clase. Las formas y ceremonias que imponan hacan sencillamente imposible que la gente supiera si estaba guardando la Palabra de Dios o siguiendo las tradiciones de los hombres. Ev, 159
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Miles ms pudieron haber sido salvos si los hombres hubiesen predicado la palabra, en lugar de las mximas, las filosofas y las tradiciones de los hombres. Si de todo plpito hubiese resonado la fiel verdad de Dios, los hombres hubieran recibido un mejor conocimiento de la Biblia, con una conviccin mas profunda de sus principios y de la realidad de sus promesas; y muchos ms hubieran llegado a la comprensin de lo que es la verdad. RH, 0424-1888 En vez de discutir teoras errneas, o de tratar de combatir a los opositores del Evangelio, seguid el ejemplo de Cristo. Resplandezcan en forma vivificante las frescas verdades del tesoro divino. Que prediques la Palabra. Siembra junto a todas las aguas. Que instes a tiempo y fuera de tiempo. Predique mi palabra con toda verdad aquel que recibe mi palabra... Qu tiene que ver la paja con el trigo?, dice el Seor. Toda palabra de Dios es pura;. . . no aadas a sus palabras, porque no te reprenda, y seas hallado mentiroso. (2 Tim. 4:2; Isa. 32:20; Jer. 23:28; Prov. 30:5, 6). PVGM, 40 Escuchen esta exhortacin de Pablo los hombres que estn empeados en la obra solemne de dar el ltimo mensaje al mundo: que prediques la Palabra. No la ciencia de la frenologa, o el producto de las especulaciones humanas, sino que escuchen las palabras de la inspiracin dirigidas a Timoteo: cita 2 Tim. 4:1-4. CDCD, 119 El significado de las palabras yo soy hecho un ministro, es muy poco comprendido. Aquellos que predican la Palabra de vida a otros deberan estar cargados con el Espritu de Cristo, como lo estuvo Pablo. Si el ministro va a desempear su labor livianamente, si no tiene ninguna preocupacin por el pueblo, muestra que ha equivocado su vocacin. El no tiene aquel espritu de intercesin y consagracin a Dios que lo capacitara para recibir luz del cielo. Los que trabajan para Dios deben alimentarse de Cristo; pues espiritualmente se sustentan de lo que comen. Si Cristo, la esperanza de gloria, est formado en el interior, ellos tienen sabidura proveniente de Dios, no slo para nutrirse de Cristo, sino para alimentar el redil de Dios en el tiempo adecuado, dando a cada hombre su racin. 6MR, 66 Mis hermanos, stas son las directrices que el Seor os ha dado. No permitis que ningn hombre complique o mistifique las rdenes claras dadas por la ms alta Autoridad. Predicad la Palabra: hablad de acuerdo a un As dice el Seor, con toda la veracidad del Espritu santo. Nunca quitis de vuestros pies el calzado del Evangelio. Estad seguros de tenerlo puesto. Vuestros pies siempre deben estar calzados con la preparacin del Evangelio de la paz. PH151, 57 Aqu presenta el apstol una orden solemne a todo ministro del Evangelio. El los coloca frente a Dios y al Seor Jesucristo, quien juzgar a los vivos y a los muertos, y los exhorta a predicar la Palabra, y ellos no deben mostrar parcialidad meramente al presentar las profecas y las porciones argumentativas de las Escrituras, mas las lecciones ms grandes y ms importantes que se nos legaron son aquellas dadas por Jesucristo mismo. Si nos familiarizramos plenamente con las doctrinas de Jesucristo, entonces seramos capaces de ganar almas para Cristo. Tendramos el amor de Cristo en nuestros corazones, pues veramos
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que sin l no podramos hacer nada. Porque, Cristo dice, si permanecis en m y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queris y os ser hecho. 1SAT, 72 Recordamos que la Palabra que Cristo nos ha ordenado predicar a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos es confirmada por el Espritu Santo. Este es el plan de trabajo de Dios. Cristo es el poder eficaz que confirma la Palabra, llevando los hombres y las mujeres, mediante la conversin, a la verdad, a una fe inteligente, y ponindolos en disposicin de hacer cualquier cosa que l les haya ordenado. El instrumento humano, el instrumento visible, ha de predicar la Palabra, y el Seor Jess, el instrumento invisible, mediante su Espritu Santo, ha de hacer la Palabra eficaz y poderosa. 2MS, 19, 20 Qu dir? La fe de muchos, incluyendo la de aquellos que predican la Palabra, debe ser algo diferente de lo que es al presente, de lo contrario su destino eterno y futuro est establecido. La Palabra de Dios, estudiada cuidadosamente, y obedecida, es el nico elemento que har al hombre puro y que lo guardar puro. Slo esto puede salvarlo de que se contamine con todas las iniquidades que prevalecen. Los cristianos deben llevar el sello del Rey de los reyes. SpTA08, 20 Que cada hombre se mantenga en su sitio y en su lugar, obrando con sinceridad, decisin y poder, para hacer avanzar la causa de Dios, desplegando la bandera sobre la cual estn inscritas las palabras, los mandamientos de Dios y la fe de Jess. Dios estar con sus obreros en la casa publicadora si ellos estn con l. Si extirpan todo egosmo y siguen los principios bblicos, mantenindose separados de las polticas mundanales, la gloria del Seor se revelar. Nosotros podemos ensear la Biblia siempre en forma muy celosa, pero si no honramos la verdad por esfuerzos proporcionados a su grandeza, formaremos ideas de Cristo que no honrarn la abnegacin y el sacrificio propio del Redentor. Necesitamos a Cristo en todo momento. Necesitamos contemplar y estudiar su carcter. Qu hara Cristo si estuviese en mi lugar? debe ser la medida de nuestro deber. Es posible predicar la Palabra y andar en forma directamente contraria a su enseanza, mostrando en la vida hogarea y en la vida de los negocios una forma de piedad sin el poder. BTS, 03-01-1903 Prevalece mucha ignorancia en relacin a las Escrituras, aun entre aquellos que predican la Palabra. Hombres bien educados e inteligentes predican en la Palabra, alrededor de la Palabra, pero no tocan el sentido ntimo de la Palabra. No presentan la verdad en su sencillez genuina. Estos hombres, quienes se consideran autoridad, dicen a sus oyentes que ellos no pueden comprender ni Daniel ni Apocalipsis. 8MR, 413 Vi que era altamente importante para aquellos que predican la Palabra ser refinados en sus maneras. Ellos deberan evitar las rarezas y las excentricidades, y presentar la verdad en su pureza y claridad. Se me seal a Tito 1:9. Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseada, para que tambin pueda exhortar con sana enseanza y convencer a los que contradicen. En el versculo diecisis Pablo habla de una clase que profesa a Dios, pero que con sus obras lo niegan, profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra. Luego exhorta a Tito, pero
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t habla lo que est de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Exhorta asimismo a los jvenes a que sean prudentes. Presntate en todo como ejemplo de buenas obras; en la doctrina, mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergence y no tenga nada malo qu decir de vosotros. Esta instruccin est escrita para el beneficio de todos aquellos a quienes Dios ha llamado a predicar la Palabra, y tambin para el beneficio de su pueblo quien escuche la Palabra. 4bSG, 155 Hay muy poca dependencia de Dios. Cuando Dios desea que haya una obra especial para el avance de la verdad, l impresionar a los hombres a obrar en las minas de la verdad con sinceridad y oracin para descubrir la preciosa veta. Estos hombres tendrn una perseverancia igual a la de Cristo. No fracasarn ni sern desanimados. En Jess ocultarn el yo de la vista. Los hombres irn en el Espritu y el poder de Elas para preparar la senda para el segundo advenimiento del Seor Jesucristo. Su obra es enderezar las sendas. Algunas cosas deben derribarse, algunas otras edificarse. Los antiguos tesoros deben colocarse de nuevo en su adecuado marco de la verdad. Ellos deben predicar la Palabra de Dios; su testimonio no debe ser moldeado por las opiniones e ideas que han sido consideradas como acertadas, sino por la Palabra de Dios, la cual vive y permanece para siempre. Deben exaltar a Cristo y llamar a los pecadores al arrepentimiento. 1888, 169 Que prediques la palabra. Es la Palabra la que demanda vuestra atencin. No hay tanta necesidad de conocer autores como s de comprender el Libro de los libros. Sobre la mente se coloca una labor cuidadosa y esmerada cuando se escudrian diligentemente las Santas Escrituras. La prctica de la verdad en vuestra vida diaria es predicar la Palabra, como tambin la exposicin de las Escrituras en el plpito. El conocimiento que obtengis debe ser encomendado a hombres fieles quienes a su vez lo ensearn a otros. RH, 04-241988 Los que aseveran predicar la verdad deberan predicar la Palabra, recordando siempre que son obreros juntamente con Dios. El es su eficacia, y si se le da oportunidad al Seor, l obrar a favor de ellos. Si son humildes, y si no confan en su propia y supuesta sabidura y habilidad, Dios colocar argumentos en sus mentes, y hablar por medio de sus labios. El tambin impresionar las mentes de los oyentes, preparando sus corazones para recibir la semilla que se siembre. SpTA07, 45 El Seor enva a sus ministros a presentar la Palabra de vida, a predicar, no filosofas y huecas sutilezas, ni la falsamente llamada ciencia, sino el Evangelio, poder de Dios para salvacin.(Col. 2:8; 1 Tim. 6:20; Rom. 1:16) Cita 2 Tim. 4:1-5. OE, 16, 17 No tenemos tiempo para impacientarnos respecto de nosotros mismos, ni tiempo de mirar el lado oscuro. Hay almas que salvar. Debemos vivir en Cristo y Cristo en nosotros; de lo contrario predicaremos y trabajaremos en vano. Los que son hermanos en la fe deben estar unidos, tratando de contestar la oracin elevada por Cristo a su Padre. No nos impacientemos. Pongamos a un lado todo celo, toda presuncin. Vistmonos de Cristo, y andemos a la luz del
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Sol de Justicia. Predicad la Palabra, practicad la Palabra; entonces se convertirn las almas. Voz, 336, 337 No confiis en la sabidura de ningn hombre, o en las investigaciones de ningn hombre. Id a las Escrituras vosotros mismos, escudriad la Palabra inspirada con corazones humildes, deponed vuestras opiniones preconcebidas; pues no obtendris beneficio a menos que vengis como nios a la Palabra de Dios. Vosotros debis decir, si Dios tiene algo para m, yo lo deseo. Si Dios ha dado evidencia desde su Palabra a ste o a aquel hermano en relacin a que cierto asunto es verdad, l me la dar a m. Yo puedo hallar la evidencia si escudrio las Escrituras con oracin constante, y tendr la seguridad de saber lo que es la verdad. Vosotros no necesitis predicar la verdad como el producto de la mente de otro hombre: debis apropiaros de ella. 1888, 547 Los que se presentan ante el pueblo como maestros de la verdad deben tratar con grandes temas. No deben ocupar el tiempo precioso en hablar de temas triviales. Que estudien la Palabra, y prediquen la Palabra. Est la Palabra en sus manos como una afilada espada de dos filos. Que sta d testimonio de las verdades pasadas y muestre lo que ha de acontecer en el futuro. Ev, 114 El Seor le pide que mejore definidamente su manera de presentar la verdad. Usted no necesita ser sensacionalista. Predique la Palabra, as como Cristo, el Hijo de Dios, predicaba la Palabra. Las gesticulaciones violentas desvirtan las impresiones que la verdad producira en los corazones humanos, y disminuyen la fuerza de la manifestacin del Espritu de Dios. Borran las impresiones solemnes concernientes a la Palabra de Dios que los santos ngeles desearan que se hiciesen en las mentes. . . Ev, 138 Satans trabajar con todo su poder engaoso e inicuo para personificar a Jesucristo; si fuese posible, engaara a los mismos escogidos. Ahora bien, si lo falso se asemeja tanto a lo genuino, no es indispensable que est en guardia para que ningn hombre lo engae? Cristo refuerza sus advertencias con las siguientes palabras: Ya os lo he dicho antes.(Mat. 24:25) Hermanos, predicad la Palabra, no invitis al pueblo a que ponga su fe en cosas inciertas, o a que afirme su confianza en el instrumento humano. 2MS, 100 Las almas de aquellos a quienes deseamos salvar son como la representacin que Ezequiel vio en visin, un valle de huesos secos. Estn muertos en su iniquidad y pecados, pero Dios quiere que nos relacionemos con ellos como si estuvieran vivos. Si delante de nosotros se colocara la pregunta, Hijo de hombre, vivirn estos huesos? Nuestra respuesta sera slo la confesin de ignorancia, Seor Jehov, t lo sabes. Ante toda apariencia no hay nada que nos gue a tener esperanza por la restauracin de aquellos. Sin embargo se debe comunicar la palabra de la profeca a los que son como huesos secos en el valle. En ninguna manera somos disuadidos para que no cumplamos nuestra comisin por la inactividad, la pereza o la falta de percepcin espiritual en aquellos a quienes la Palabra de Dios es dada para que la comuniquen. Debemos predicar la Palabra de vida a los que podamos juzgar como sbditos tan desahuciados, que parezcan estar en sus tumbas. 4BC, 1165
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Cristo les dio a entender que el hombre necesita ser enseado por Dios para comprender estas cosas. Esta es la razn por la cual el conocimiento de las Escrituras es tan superficial en las iglesias de hoy. Los ministros predican solamente parte de la Palabra, y no quieren poner en prctica ni siquiera lo que ensean. Esto conduce a conceptos equivocados acerca de la Palabra y de la doctrina, y crea errores e interpretaciones falsas con respecto a las Escrituras . . . CDCD, 112 No debemos movernos en forma presuntuosa. Los obreros que entran en nuevos territorios para levantar iglesias no deben crear dificultades intentando hacer prominente el asunto del rgimen. Deben ser cuidadosos para no trazar las lneas en forma demasiado precisa. As se pondrn impedimentos en el camino de los dems. No empujis a la gente. Guiadla yendo vosotros adelante. Predicad la Palabra como es en Cristo Jess. CRA, 560 Tomad la Palabra. Vivid la Palabra. Predicad la Palabra tal como lo habis hecho en el pasado. El Seor Jess os ha dado la promesa de su presencia. Tomadla; apreciadla. CDCD, 49 Aquellos que predican la Palabra deben tener una comprensin de sus doctrinas y principios. Deben estudiar para mostrarse aprobados ante de Dios. A medida que el siervo de Dios abra la Palabra de verdad y humildemente busca conocer su significado, ste se aclarar a su entendimiento. Pero l debe ser un estudiante diligente, aplicado. No debe contentarse con depender de las investigaciones de otras mentes. Debe escudriar por s mismo. La fortaleza mental se adquiere por el ejercicio. La habilidad para exponer la Palabra de Dios depende de la obra que se haga en el tiempo del estudio depende de la actitud del alma hacia Dios. Las facultades mentales deben fortalecerse y habilitarse para manejar grandes temas de la verdad y el deber. El estudio debera ser crtico e ntegro, y debera proseguirse con humildad, y con sinceridad de propsito, para conocer la verdad como es en Jess. RH, 04-24-1888 Usted ha deseado hacer una obra para el Maestro. Aqu hay una obra a realizar que l aceptar la misma obra en la que los ngeles estn comprometidos para hacerla avanzar. Usted puede ser un colaborador con ellos. Pero nunca ser llamado a predicar la Palabra a la gente. En general usted puede tener un conocimiento correcto de nuestra fe, pero carece de las cualidades de un maestro. No tiene la facultad de adaptarse a las necesidades y formas de los dems. Usted no tiene suficiente volumen de voz. 4T, 131 Cuando el Salvador envi a los discpulos a predicar la Palabra, les dio autoridad. . . para sanar toda enfermedad y dolencia. Ellos deban predicar el reino de Dios y sanar los enfermos. Esta fue la orden doble que se les dio. A nuestros ministros se da la misma orden. AUR, 02-20-1911 Tanto las misiones internas como las extranjeras deberan ser conducidas en conexin con el ministerio de la Palabra. La obra mdica misionera no debe llevarse adelante como algo apartado de la obra del ministerio del Evangelio. El pueblo del Seor debe ser uno. No debe haber separacin en esta obra. El tiempo y los recursos son absorbidos en una obra que
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es adelantada con demasiada urgencia en una sola direccin. El Seor no ha sealado esto. El envi a sus doce apstoles y luego a los setenta a predicar la Palabra al pueblo, y les dio poder para sanar a los enfermos y para sacar demonios en su nombre. Las dos lneas de obrar no deben estar separadas. Satans inventar todo ardid posible para separar aquello que Dios est buscando hacer uno. Nosotros no debemos ser desviados por sus engaos. La obra mdica misionera debe estar ligada con la obra del mensaje del tercer ngel, como la mano est conectada con el cuerpo; y la educacin de los estudiantes en las lneas mdica y misionera no est completa a menos que estn preparados para trabajar en conexin con la iglesia y el ministerio. GCDB, 03-02-1899, captulo La Obra para este Tiempo. Cristo crucificado debe ser presentado por aquellos que predican la Palabra. Las ltimas escenas de su vida, en las cuales l logr la victoria para el mundo, no deben presentarse de una manera inspida, aptica, sino fervientemente, y esto por parte de los que se sientan constreidos a evitar que estos hechos poderosos se aejen en la memoria. RH, 11-041902 Yo ruego a nuestros hermanos ministros que prediquen la Palabra en sermones cortos que puedan ser entendidos con facilidad. Llevad vuestro mensaje con vosotros obrando de casa en casa, desplegad delante de hombres y mujeres la responsabilidad, no slo de escuchar la Palabra, sino de practicarla, y de comunicarla a otros. PH078, 37 Lo amonesto contra las payasadas en el plpito, o delante de la gente. No lleva a veces esta actuacin, al sagrado plpito? Usted agrada al mundo; atrae al mundo. Es esto evidencia de que tiene una profunda devocin espiritual, santificada para Dios mediante el Espritu? La Voz, 301 Calmadamente y con claridad predicad la Palabra. (Ver las Escrituras.) Nosotros no debemos considerar como tarea nuestra crear excitacin. Slo el Espritu Santo de Dios puede crear un entusiasmo saludable. Permitid que Dios obre, y que el agente humano ande suavemente delante de l, velando, esperando, orando, contemplando a Jess en todo momento, guiado y controlado por el precioso Espritu que es luz y la vida. HM, 12-01-1894 La bendicin del Seor vino sobre m, y habl en la demostracin del Espritu de Dios y con poder. Hay algunos que estn haciendo un gran crculo. El Seor ha dado a Cristo para que el ministerio lo lleve al mundo. Predicar meramente la Palabra no es el ministerio. El Seor desea que sus siervos ministros ocupen un lugar digno de la ms alta consideracin. 18MR, 380 El objeto de vuestras labores ministeriales no es divertir. No es presentar tan slo informacin, no es meramente convencer el intelecto. La predicacin de la Palabra debe apelar al intelecto e impartir conocimiento, pero abarca mucho ms que esto. El corazn del ministro debe alcanzar los corazones de los oyentes. . . El pastor est usando fuego extrao cuando mezcla la presentacin de relatos con sus discursos . . . Tenis hombres de toda clase de intelecto a los cuales hacer frente, y cuando tratis con la Sagrada Palabra, debis
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manifestar fervor, respeto y reverencia. No se produzca sobre mente alguna la impresin de que sois oradores vulgares y superficiales. Erradicad los cuentos de vuestros discursos. Predicad la Palabra. Habras tenido ms gavillas para el Maestro si hubieseis predicado constantemente la Palabra. Poco entendis la gran necesidad y el anhelo del alma. Algunos estn luchando a brazo partido con la duda; se hallan casi en la desesperacin, casi sin esperanza. . . Ev, 156 No es el orador listo, el intelecto perspicaz, lo que cuenta para Dios. Es el propsito sincero, la profunda piedad, el amor a la verdad, el temor a Dios lo que tiene una influencia trascendente. Un testimonio que salga del corazn, que surja de labios donde no haya engao, lleno de fe y de humilde confianza, aunque sea dado por una lengua tartamuda, Dios lo considera tan precioso como el oro; mientras la palabrera inteligente y la oratoria elocuente de uno que est dotado con amplios talentos, pero que carece de veracidad, de propsito firme, de pureza, y que est lleno de egosmo, es como metal que retie y cmbalo que resuena. El puede decir cosas llamativas, puede relatar ancdotas para distraer y divertir, puede distraer los sentimientos; pero el espritu de Jess no est en esto. Todas estas cosas pueden agradar a los corazones no santificados, pero Dios sostiene en sus manos la balanza que pesa las palabras, el espritu, la sinceridad y la devocin, y l pronuncia todo esto ms liviano que la vanidad. 6BC, 1091
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1. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los 2. 3.
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; QUE INSTES A TIEMPO Y FUERA DE TIEMPO; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. Pero t vela en todas las cosas, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
desaprovechadas, debido a que los hombres estn persuadidos de que estn fuera de tiempo. Pero quin sabe cul podra ser el efecto de una sabia apelacin a la conciencia, aprovechando la Palabra de Dios que lograra aquello para lo cual Dios la ha dado? Escrito est, por la maana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cul es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno o lo otro es igualmente bueno. Satans tiene una despensa repleta de excusas y evasiones para que los hombres no cumplan su deber. Si l puede guiarlos a descuidar las oportunidades, l puede mantener las almas en tinieblas, aquellas mismas almas que pudieron haberse rendido a las demandas de la verdad, si los seguidores de Cristo hubieran discernido su ventaja y hubieran hecho buen uso de ella. RH, 04-24-1888 Por doquiera debemos persuadir a los hombres a arrepentirse y a huir de la ira que vendr. Ellos tienen almas que salvar o perder. Que no haya indiferencia en este asunto. El Seor llama a obreros que estn llenos de un propsito ferviente y decidido. Decid al pueblo que est preparado a tiempo y fuera de tiempo. Con las palabras de vida en vuestros labios, id a decid a los hombres y mujeres que el fin de todas las cosas est a las puertas. Ev, 162 Los pastores de Dios enfrentarn cada da sufrimiento, necesidad, desnimo, miseria e incredulidad. Su obra no es una de agradarse a s mismos. Muchas, muchas almas no estn salvas. Aferraos por fe al Seor, y decid a los pecadores que el Salvador los est llamando. Rogadles para que no dilaten esta obra; pues l esta llamando, Venid, que ya todo est preparado. Estos son das de peligro. Instad a tiempo y fuera de tiempo. Estad siempre listos, diciendo, habla, Jehov, porque tu siervo oye. RH, 07-26-1898 Mis hermanos, recordad que una carencia de oracin y de sabidura de vuestra parte puede hacer bajar la balanza para un alma, y enviarla a perdicin. No os podis atrever a ser descuidados e indiferentes. Os ruego que instis a tiempo y fuera de tiempo . Necesitis poder, y Dios est dispuesto a droslo sin vacilacin, si vais a l y lo tomis de acuerdo a su Palabra. El Seor solicita solamente un corazn humilde y contrito, uno que est dispuesto a creer y a recibir sus promesas. Slo debis utilizar los medios que Dios ha colocado a vuestro alcance, y obtendris la bendicin divina. RH, 03-24-1903 Instemos a tiempo y fuera de tiempo , amonestando a los jvenes, rogando a los pecadores, manifestando el amor que Cristo tuvo por ellos. Cuando brota de los labios del pecador el clamor: Oh, mis pecados, mis pecados, temo que sean demasiado graves como para ser perdonados!, animad su fe. Elevad a Cristo cada vez ms arriba, diciendo: He aqu el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Cuando se oye el clamor: Dios, se propicio a m pecador, sealad al alma temblorosa el refugio de un Salvador que perdona el pecado. Ev, 215 Es importante que el pastor tenga el espritu de Jess. Sus enseanzas deben mostrar que se alimenta de Cristo, que vive a la altura de toda palabra que procede de la boca de Dios; y en su familiaridad con la Palabra de Dios, estar listo a tiempo y fuera de tiempo para sacar cosas nuevas y antiguas de la tesorera de Dios. Revelar que sobre l reposa un
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solemne sentir del valor de las almas, y que el yo se ha perdido de vista mientras presenta al pueblo las sagradas verdades de Dios. No dar la impresin delante del pueblo de estar buscando exhibir el intelecto, sino de estar aferrado a Cristo, y a l crucificado. Todo aquel que est buscando abrir las Escrituras ante otros debera tener un vvido sentir de su responsabilidad ante Dios, y debera comprender que est de pie frente a una congregacin de almas que tendr que enfrentar de nuevo ante la silla de juicio de Cristo, y que su mensaje probar tener sabor de vida para vida o de muerte para muerte. Presentad delante de vuestros oyentes, en lenguaje sencillo, las demandas de la ley de Dios sobre los hombres, mientras vuestro propio corazn es suavizado y subyugado por su Espritu. Este es nuestro mensaje. En su santa ley Dios ha dado al hombre su regla de vida para guiar y controlar sus palabras y acciones. Esta ley no permite neutralidad. Esta tiene una influencia sobre la vida de cada hombre y no relajar su asidero hasta que cada caso sea decidido para vida eterna o para perdicin. RH, 02-22-1887 Actualmente necesitamos en la causa de Dios hombres espirituales, hombres firmes en sus principios y que tengan una clara comprensin de la verdad. Me ha sido indicado que no son doctrinas nuevas y caprichosas ni suposiciones humanas lo que la gente necesita, sino el testimonio de hombres que conozcan y practiquen la verdad, hombres que entiendan y obedezcan la orden dada a Timoteo: Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. OE, 320 Todo cristiano verdadero estar listo para la accin del momento, sin depender de su propia habilidad, sino confiando en Dios. El estar listo a tiempo y fuera de tiempo . En todo tiempo y en todos los lugares estar listo a hablar, a orar, o a entonar alabanzas a Dios. El utilizar su influencia slo para el Maestro. Sus energas santificadas y sus dones sern empleados en exaltar al Seor Jess, en magnificar la verdad, y en extender los intereses del reino de Dios. RH, 12-01-1896 Todos nosotros necesitamos humillarnos bajo la poderosa mano de Dios. Quiera l ayudarnos a colocar nuestros pies con firmeza sobre la plataforma de la verdad eterna. Dad a Dios una oportunidad de impresionar los corazones, hermanos, y hallaris que una impresin ntegra ser dejada en las mentes tanto de los miembros de iglesia como de los que no lo son. Quiera Dios ayudaros a ejercitar la razn en la obra de salvar las almas. Quiera el pueblo escuchar por vuestro medio la voz de Dios, no la voz del hombre. Permitid que el molde de Dios se coloque sobre la obra, y no el molde del hombre. Tomad para vosotros la exhortacin del apstol Pablo a Timoteo, Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo, reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. HS, 124 Padres, por amor a Cristo, por el cario que le tenis a vuestros hijos, buscad conformar vuestras propias vidas a la norma divina. Presentad un ejemplo puro y noble delante de vuestro precioso deber. No permitis que nada se interponga entre vosotros y Dios. Sed fieles, pacientes y perseverantes, instando a tiempo y fuera de tiempo. ST, 07-01-1886
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Ellos deben ser hombres de conocimiento, capaces de instruir a otros. Cmo pueden hablar clara e inteligentemente si no tienen tiempo ni oportunidad para comunicarse con Dios, para buscarle en ferviente oracin? Ellos deben obtener su sabidura de Dios. Deben instar a tiempo y fuera de tiempo, preparados siempre para cualquier cosa que sean llamados a hacer. 1MR, 109 Yo ruego a todo el que lea o escuche estas palabras que est listo a tiempo y fuera de tiempo. Crea en Dios, pero no sin antes cuestionar la sancin colocada sobre todo lo que proclame venir de Dios. Habr muchas voces diciendo: Aqu est Cristo, aqu est la verdad. Velad con mucho cuidado, guardad cada punto, no sea que se os tome desapercibidos. 14MR, 199
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Nota del traductor: Tomamos como base bblica la versin King James 1611, en ingls. No obstante, en aras de la claridad y la exactitud, en este versculo ampliaremos estos tres verbos tomndolos de diversos versculos citados en la versin Reina Valera 1960.
Reprender : en Zac. 3:2; Sal. 6:1; Mal. 3:11; Apoc. 3:19; 1 Tim. 5:20, etc. Adems se traduce como amenazar en Isa. 30:17; como demandar en 1 Crn. 12:17; como reprimir en Sal. 68:30; como censurar en Prov. 13:8; como afrentar en Isa. 25:8; como reir en Isa. 54:9; como reprochar en Jer. 15:15; como castigar en Os. 5:9; como corregir en Miq. 4:3; como reconvenir en Mt. 16:22; Mrc. 8:32: en todos estos versculos el nico verbo que aparece en la versin King James es to rebuke.
Redargir : Traducido como reprender en Job 6:25; Sal. 50:8; Prov. 9:8; Os. 4:4, etc.; como castigar en Job 22:4; como argir en Isa. 11:3, 4; como convencer en Jn. 16:8; como censurar en Job 6:26; como reprochar en Job 13:10; como corregir en Prov. 19:25; y como condenar en Jer. 2:19: en todos estos versculos el nico verbo que aparece en la versin King James es to reprove.
Exhortar : en 2 Tes. 3:2; 1 Tim 2:1; Tit. 2:6, etc. Tambin traducido como rogar en 1 Tes. 5:14; Heb. 3:13; 1 P. 5:1: en estos versculos el verbo que aparece en la versin King James es to exhort.
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; REPRUEBA, REPRENDE, EXHORTA con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. Pero t vela en todas las cosas, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
desobedientes. . . Dios llama a hombres como Elas, Natn y Juan el Bautista, hombres que darn su mensaje con fidelidad, sin tener en cuenta las consecuencias; hombres que dirn la verdad con valor, aun cuando ello exija el sacrificio de todo lo que tienen. PR, 104 A los que pequen reprndelos delante de todos, para que los dems tambin teman. 1 Tim. 5:20 Estamos dispuestos a poner en operacin tales esfuerzos para salvar a nuestros prjimos como los que hizo Cristo para nuestra salvacin? Manifestaremos tal consideracin por la reputacin y el inters de nuestros hermanos como Jess nos ha enseado por el cuidado ejercido hacia nosotros? Nosotros somos uno en Cristo. A su vista, el vnculo que une a los creyentes es ms sagrado y duradero que cualquier otro lazo. Cristo es la vid; nosotros los pmpanos, y solo pmpanos. Esta visin de nuestra relacin hacia l y de nuestra relacin entre nosotros mismos debera guiarnos a trabajar decidida y fervientemente por la salvacin de nuestros hermanos. Debemos ser fieles en cumplir la labor que nos ha sido asignada, en reprochar, en reprender, en exhortar con toda paciencia y doctrina. Esto debe hacerse en el espritu de humildad, mientras moramos en Cristo. Aqu est nuestro poder sobre los corazones. Cuando Cristo reine en los corazones, el egosmo morir, y la benevolencia desinteresada ocupar su lugar. La frialdad y la indiferencia sern consideradas entonces tan fatales como el hecho de que un centinela se duerma en su lugar del deber, exponiendo as todo el ejrcito a la derrota y la muerte. Nosotros debemos estar siempre en guardia. Nuestro enemigo es vigilante; l siempre est atento buscando oportunidades para entramparnos con sus ardides. RH, 03-04-1884 Este testimonio es verdadero; por tanto, reprndelos duramente, para que sean sanos en la fe. Tito 1:13 Si los pastores de la Palabra tuviesen en mente que deben enfrentar de nuevo a todo oyente individual ante el tribunal celestial y rendir una cuenta a Dios de la manera en la cual han cumplido su misin, que darn cuenta del motivo y el espritu que ha animado sus acciones, habra entonces un ministerio mucho ms exaltado. Este es un peso de responsabilidad que los mensajeros de la verdad no pueden evadir, y el pastor que tiene un sentido del carcter exaltado de su obra har bien en inquirir con Pablo, Y para estas cosas, quin es suficiente? Vosotros sois un espectculo ante el mundo, ante los ngeles y ante los hombres. Los ngeles simpatizan con los obreros en sus responsabilidades, y vosotros, los obreros, no cultivaris visiones correctas de vuestra elevada vocacin y de las sagradas responsabilidades? Bien podras desesperaros si no fuera porque hay la evidencia y la seguridad de que vuestra suficiencia proviene de Dios. El encargo de Pablo a Timoteo es la orden que se da a todo aquel que es enviado por Dios a trabajar en el gran campo de la mies. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la Palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; amenaza, reprende, ruega con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. RH, 02-22-1887
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La reprensin aprovecha al entendido, ms que cien azotes al necio. Prov. 17:10 Si esta obra es pasada por alto por uno, tendr que ser hecha por algunos otros bajo circunstancias ms desfavorables; pues aquellos que estn en error piensan que el reprensor es exigente y poco caritativo al compararlo con aquel primer obrero. Oh, cun importante es que cada uno sea fiel a la labor que Dios le ha encomendado! No es suficiente ser un simple pastor desde la plataforma. Vosotros debis reconvenir, reprender, exhortar, dar plena prueba de vuestro ministerio, mostrando siempre desaprobacin a la iniquidad y pesar por el pecado. Pero todos los esfuerzos deben hacerse en el espritu de humildad, de amor longnime y de paciencia incansable. Nada se ganar al manifestar impaciencia o ira insana. Vosotros debis dar cabida al espritu del manso y humilde Jess. Si parece que slo hay poco buen resultado en vuestra labor, no debis desanimaros. Esto obrar para vuestro bien; pues la longanimidad os har pacientes y os dar una experiencia de confianza en Dios en las horas oscuras. Seguid trabajando, sed discretos, discernid cundo hablar y cundo callar; velad por las almas como aquellos que debis dar cuenta velad ante los ardides de Satans, para que no seis seducidos a no cumplir el deber desagradable. RH, 04-24-1888 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y til para adoctrinar, para redargir, para corregir, para instruir en justicia. 2 Tim. 3:16 En una de sus plticas confidenciales con sus discpulos, un corto tiempo antes de su crucifixin, Jess leg a sus seguidores su patrimonio de paz. El dijo: La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazn, ni tenga miedo. La paz que Cristo dio a sus discpulos, y por la cual nosotros oramos, es la paz que nace de la verdad, una paz que no va a ser perturbada a causa de la divisin. En el exterior puede haber enfrentamientos y luchas, celos, envidias, odio, contiendas; pero la paz de Cristo no es la que el mundo otorga o puede quitar. Esta perdura en medio de las luchas de los asaltos de los espas y en medio de la ms fiera oposicin de sus enemigos. Su paz fue aquella que naci del amor hacia los que estaban conspirando para matarlo. Su profundo amor no lo gui a clamar, Paz y seguridad, cuando no haba paz para el pecador. Cristo no trat en ningn momento de buscar comprar la paz traicionando sus cometidos sagrados. La paz no poda hacerse al comprometer los principios; y sus seguidores deben proclamar a menudo un mensaje que est en directa oposicin a los pecados, prejuicios y costumbres del pueblo. Ellos sern llamados a demandar, a reprender, a exhortar con toda paciencia y doctrina. El corazn de Jess rebosaba con amor hacia todo ser humano que l haba creado, y este amor debi haber sido discernido por aquellos a quienes vino a salvar, mucho ms cuando l se empobreci, para que por medio de esa pobreza pudiramos ser hechos ricos. Cristo comprende la fuerza de las tentaciones de Satans; pues l fue tentado en todo punto como nosotros lo somos; sin embargo no pec. Pero l nunca disminuy la culpa del pecado. El era el Salvador, el Redentor, y vino a salvar al pueblo de sus pecados. RH, 07-24-1894 Mejor es reprensin manifiesta que amor oculto. Prov. 27:5
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Los pastores que estn enseando las verdades bblicas para este tiempo estn llevando al pueblo un mensaje del carcter ms solemne y necesitan disciplinar la mente para que puedan comprender el grandioso tema de la redencin. Deberan comprender de qu es redimido el hombre y cmo es que va a ser llevado de vuelta al paraso de Dios. Fue por la desobediencia que el hombre cay, pero la desobediencia continuada del hombre, lo har aceptable ante Dios? La transgresin continua le har un sbdito adecuado para el cielo? Que los ministros prediquen la Palabra de Dios. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la Palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo, convence, reprende, alienta con toda paciencia y doctrina. RH, 09-28-1897 Mejor es or la reprensin del sabio que la cancin de los necios. Ecles. 7:5 Dios tiene un testimonio vivo, no uno plido, sin vida, un slo sermoneo. Los hombres en posiciones de responsabilidad no deben estudiar para elevarse hasta los planes mundanales, para proveer para las ideas del mundo, para hablar palabras suaves y profetizar engaos. El Consolador el Espritu Santo, de quien Cristo dijo que el Padre enviara en su nombre con labios generosos reprueba al mundo de pecado, y de justicia y de juicio. Arguye, reprime, exhorta, con toda paciencia y doctrina. 1888, 947 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie. Tito 2:15 Hay algunos que cuando son reprendidos hacen serias inculpaciones contra los que se ocupan de sus casos. Acusan a los que se relacionan fielmente con ellos, porque estos acusados estn ciegos y se sienten humillados delante de otros. Pero todo ministro est bajo la responsabilidad de censurar y corregir al que yerra. Si el pastor rehsa cumplir este deber la sangre de las almas estar sobre sus vestiduras. En la ltima orden de Pablo a Timoteo l dijo. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; afrenta, demanda, ruega, con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. De nuevo el apstol dice: contra un anciano no admitas acusacin sino con dos o tres testigos. A los que pequen, reprndelos delante de todos, para que los dems tambin teman. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, y de sus ngeles escogidos, que observes estas cosas sin hacer acepcin de personas, no haciendo nada con parcialidad. porque hay an muchos contumaces, habladores de vanidades y engaadores,. . . a los cuales es preciso tapar la boca. . . este testimonio es verdadero. Por tanto, reprndelos duramente, para que sean sanos en la fe. . . todas las cosas son puras para los puros: mas para los corrompidos e incrdulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia estn corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra. YI, 12-14-1893
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Jess pudo haber estado en paz con el mundo slo si hubiese dejado a los transgresores de la ley sin reprender, sin censurar. Y l ha dicho, el siervo no es mayor que su seor. Si a m me han perseguido, tambin a vosotros os perseguirn; si han guardado mi palabra, tambin guardarn la vuestra. Los seguidores de Cristo a menudo deben proclamar un mensaje que est en directa oposicin a los pecados, prejuicios y costumbres del pueblo; ellos son llamados a condenar, a reconvenir, a rogar con toda paciencia y doctrina. Aquellos que cumplan con fidelidad esta comisin sern culpados por el mundo como los turbadores de su paz; sern acusados como provocadores de contiendas y creadores de divisiones. Pero slo estarn llevando la censura que recay sobre Cristo, quien denunci la injusticia, y cuya sola presencia era una increpacin al pecado. BEcho, 04-09-1894 El tendr muchas palabras directas y claras para dirigir a los que las necesitan; pues cuando Dios comisiona a los hombres para hacer su trabajo coloca sobre ellos la carga de velar por las almas como quienes deben rendir cuenta. Cuando se deben dar amonestaciones necesarias, los pecados deben ser condenados y los errores y males corregidos, no solamente en el plpito sino con la labor personal. Esto es una tarea divina, y aunque no es agradable a las inclinaciones naturales, el pastor debe proclamar la verdad directa que har zumbar los odos de quienes escuchen; pues ellos deben presentar a los que son amantes de los placeres ms que de Dios los peligros y riesgos que los rodean y la suerte que espera al impenitente. Debido a que este mensaje no es placentero a la inclinacin de ellos, ni es bienvenido para los que deben ser amonestados, se ordena firmemente a los pastores que sean fieles en su declaracin. Los ministros enfrentarn errores que parecern retar la correccin. A mano derecha e izquierda conocern pecados aparentemente cubiertos que necesitarn descubrirse. El profeta dice: Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su transgresin, y a la casa de Jacob sus pecados. Que me buscan cada da, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiesen dejado la ley de su Dios. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; convence, afrenta, exhorta con toda paciencia y doctrina. RH, 09-06-1892 Al par que los siervos de Dios estn en peligro constante de dar cabida a un celo que es completamente humano y mientras los que parecen estar en su elemento al censurar, reprender y condenar a su hermandad hacen un gran dao, tambin hay un peligro igual de grande de ir al extremo opuesto y de hacer que la suma y la sustancia del deber cristiano consista slo en el amor. El apstol Pablo escribe a su hijo Timoteo: Que prediques la Palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Esta obra es justo tan esencial para la prosperidad de la iglesia como lo es el ejercicio de la gentileza, de la tolerancia y del amor. Los que estn consagrados a Dios sern tan fieles a censurar y a condenar el pecado con toda paciencia y doctrina, como tambin a alentar y a aliviar al desanimado, a fortalecer al dbil. Todos los que amen a Dios mostrarn su aborrecimiento del pecado. ST, 05-05-1881
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A los que remitiereis los pecados dijo Cristo, les son remitidos: a quienes los retuviereis, sern retenidos. Cristo no da aqu libertad para juzgar a los dems. En el sermn del monte, lo prohibi. Es prerrogativa de Dios. Pero coloca sobre la iglesia organizada una responsabilidad por sus miembros individuales. La iglesia tiene el deber de amonestar, instruir y si es posible restaurar. Reprueba, reprende, exhorta dice el Seor con toda paciencia y doctrina. Obrad fielmente con los que hacen mal. Amonestad a toda alma que est en peligro. No dejis que nadie se engae. Llamad al pecado por su nombre correcto. Declarad lo que Dios ha dicho respecto de la mentira, la violacin del sbado, el robo, la idolatra y todo otro mal: los que hacen tales cosas no heredarn el reino de Dios. Si persisten en el pecado, el juicio que habis declarado por la Palabra de Dios es pronunciado sobre ellos en el cielo. Al elegir pecar, niegan a Cristo; la iglesia debe mostrar que no sanciona sus acciones, o ella misma deshonra a su Seor. Ella debe decir acerca del pecado lo que Dios dice de l. Debe tratar con l como Dios lo indica, y su accin queda ratificada en el cielo. El que desprecia la autoridad de la iglesia desprecia la autoridad de Cristo mismo. Pero el cuadro tiene un aspecto ms halageo. A los que remitiereis los pecados, les son remitidos. Dad el mayor relieve a este pensamiento. Al trabajar por los que yerran, dirigid todo ojo a Cristo. Tengan los pastores tierno cuidado por el rebao de la dehesa del Seor. Hablen a los que yerran de la misericordia perdonadora del Salvador. Alienten al pecador a arrepentirse y a creer en Aquel que puede perdonarle. . . Condzcase al arrepentido de las tinieblas de la incredulidad a la luz de la fe y de la justicia. Colquese su mano temblorosa en la mano amante de Jess. Una remisin tal es ratificada en el cielo. DTG, 745, 746 Juan vea que los hijos de su pueblo estaban engaados, satisfechos y dormidos en sus pecados. El anhelaba incitarlos a vivir ms santamente. El mensaje que Dios le haba dado para que lo proclamase estaba destinado a despertarlos de su letargo y a hacerlos temblar por su gran maldad. Antes que pudiese alojarse la semilla del Evangelio, el suelo del corazn deba ser quebrantado. Antes de que tratasen de obtener sanidad de Jess, deban ser despertados para ver el peligro que les hacan correr las heridas del pecado. Dios no enva mensajeros para que adulen al pecador. No da mensajes de paz para arrullar en una seguridad fatal a los que no estn santificados. El impone pesadas cargas a la conciencia del que hace mal, y atraviesa el alma con flechas de conviccin. Los ngeles ministradores le presentan los temibles juicios de Dios para ahondar el sentido de su necesidad, e impulsarle a clamar: Qu debo hacer para ser salvo? Entonces la mano que humill en el polvo, levanta al penitente. La voz que reprendi el pecado, y avergonz el orgullo y la ambicin, pregunta con la ms tierna simpata: Qu quieres que te haga? DTG, 79 Los pastores deben ser atalayas fieles que vean venir el mal y adviertan al pueblo. Sus peligros deben ser colocados delante de ellos continuamente y hacerlos concientes de aquellos. La exhortacin dada a Timoteo fue: reprueba, reprende y exhorta con toda paciencia y doctrina. T4, 515
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Nosotros requerimos una religin que surja de un corazn bueno para que no solamente convenzamos, reprochemos y roguemos con toda paciencia y doctrina, sino para que tambin tomemos al pecador en nuestros brazos de la fe y lo llevemos a la cruz de Cristo. Debemos colocarlos en contacto con el Salvador que perdona el pecado. TSB, 242 Cristo est presente en toda asamblea y en toda entrevista privada. El ha hecho a su pueblo depositario de bendiciones raras, l les ha dado gemas, tesoros ms ricos que el oro; y todo colaborador fiel con Dios debe trabajar la mina de la verdad y sacar los tesoros a la vista. El gran Obrero Maestro tiene una visin de todo el conjunto. El observa a los que trabajan con paciencia, contempla su fe, su perseverancia, su amor, su celo incesante; y esto est registrado en relacin a ellos en el libro del cielo: Bien hecho, buen siervo y fiel. Ellos son aprobados porque han trabajado tarde y temprano, y porque no pueden soportar a los malignos. Han vivido en su experiencia el mandato del apstol en cuanto a redargir, reprender y exhortar con toda paciencia y doctrina. Han administrado disciplina en forma imparcial colocando su mano sobre la enseanza falsa, sobre los falsos hermanos cuyas obras han negado la fe. En medio del escarnio de los hombres y sufriendo la prdida mundanal han manifestado una integridad a toda prueba. Mientras las tentaciones a la mundanalidad y a la licencia hacen que el amor de muchos se enfre, ellos se mantienen firmes como la aguja al polo, como obreros fieles, como portaestandartes para Dios, firmes como una roca en el principio. RH, 01-21-1890 Los cristianos tienen un trabajo de lo ms importante qu hacer. Son comisionados por Dios para velar por las almas como personas que debern dar cuenta de ellos. Deben reprochar, reprender, exhortar con toda paciencia. Dios dijo al profeta Ezequiel, a ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirs la palabra de mi boca, y los amonestars de mi parte. Cuando yo dijere al impo: Impo, de cierto morirs; si t no hablares para que se guarde el impo de su camino, el impo morir por su pecado, pero su sangre yo la demandar de tu mano. Y si tu avisares al impo para que se aparte de l, y l no se apartare de su camino, l morir por su pecado, pero tu libraste tu alma. RH, 10-29-1901 Hay una obra que debe efectuarse en el corazn de cada uno, para que no sembris cizaa. Cuando los labios del atalaya son tocados con un carbn vivo que proviene del altar del Seor de los ejrcitos, la trompeta dar un sonido certero, muy diferente del sonido que habis escuchado hasta ahora. Dios tiene un testimonio vivo para el mundo. Este sermonear plido y sin vida no est tras el orden de Dios. Yo hago un llamado a vosotros, los hombres que ocupis cargos de responsabilidad, para que no busquis elevaros a la norma del mundo, para que no deis cabida a las ideas del mundo. No hablis cosas suaves, profetizando engao. El Consolador, el Espritu Santo de Dios, a quien el Padre enviar en mi nombre, dijo Cristo, reprender al mundo de pecado, de justicia, y de juicio. Los ministros del Seor deben corregir, reprender, rogar con toda paciencia y doctrina. 1888, 442 Hay asuntos en los testimonios que no se han escrito para el mundo en general, sino para los creyentes hijos de Dios, y no es apropiado hacer que la instruccin, la advertencia, el reproche o los consejos de este carcter se hagan pblicos para el mundo. El Redentor del
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mundo, el Enviado de Dios, el ms grande Maestro que los hijos de los hombres conocieron alguna vez, present algunos temas de instruccin, no para el mundo, sino para sus discpulos solos. Aunque tena mensajes destinados a las multitudes que se apiaban a su paso, tambin tena alguna luz e instruccin especiales para comunicar a sus seguidores que l no imparti a la gran congregacin, ya que no habra sido entendida y apreciada por ella. TM, 34 El Seor os ha dado luz en los testimonios de amonestacin, de reprensin y de consejo, pero vosotros actuis muy poco de acuerdo a la luz dada. Las palabras de Cristo son explcitas, pero vosotros no sois hacedores de aquellas palabras. No podis servir a Dios y a las riquezas. ST, 02-08-1892 Dios rebosa de misericordia, bondad y verdad. El perdona las transgresiones y los pecados. Pero si el agente humano quita su caso de las manos de Dios y desea actuar como le plazca, haciendo caso omiso de la amonestacin, la reprensin y el consejo proveniente del Espritu de Dios, y si rechaza la luz que ha brillado sobre su senda para revelarle hacia dnde le estn guiando sus pisadas, si escoge la oscuridad a cambio de la luz que es de valor infinito, y camina decididamente en las tinieblas, tan ciertamente llegar a considerar la luz, que es como un ngel que lo guiar en forma recta, como tinieblas que estn contra su bienestar; y cun grande viene a ser esa oscuridad! YI, 12-07-1893 Hubo otra clase de cautivos llevados a Babilonia. A estos el Seor les permiti ser arrancados de sus hogares y llevados a una tierra de idlatras, porque ellos mismos estaban yendo de contino a la idolatra. El Seor les permiti tener todo lo que deseaban de las prcticas idlatras de Babilonia. El justo y el injusto fueron llevados a una tierra donde el nombre de Jehov no subira a sus odos; donde los cnticos de alabanza y de agradecimiento hacia Dios no se escucharan; donde los profetas con mensajes de amonestacin, de reprensin y de consejo seran pocos y muy distanciados. YI, 09-15-1898 Algunos proclaman que estas severas denuncias pertenecieron solamente a la poca juda, que ahora estamos en la dispensacin de la misericordia y no en la de la ira y la condenacin. Pero la historia neo-testamentaria presenta muchas oportunidades que muestran que los mismos pecados que acarrearon la ira de Dios sobre su pueblo en el pasado, la traern de nuevo sobre su iglesia hoy. ST, 05-05-1881, captulo El Pecado de Acn
Reprochar inculpar
Aquel que est albergando el mal puede que no vea sus defectos, aunque stos sean discernidos con toda claridad por los que se asocian con l. Debido a la relacin o conexin con los que estn en el error, estamos en la obligacin de colocar delante de ellos, no en forma indiferente, sino de una manera seria, los defectos y errores que estn echando a perder sus caracteres y conducta, y ejerciendo una influencia inicua sobre los que los rodean, quitando la paz y la felicidad de la familia, o la de aquellos con quienes se asocian. Podemos mirar en forma indiferente, y saber que el proceder que uno de nuestros familiares o amigos est
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siguiendo, es uno que obstaculizar grandemente su utilidad, y debido a que tememos que se ofender ante la palabra de reproche, de amonestacin o instruccin, mantendremos nuestros labios cerrados? No le informaremos, le aconsejaremos y le advertiremos de su peligro? Veremos a las personas siguiendo una conducta equivocada para su propio detrimento y para el dao de otros, y sin embargo, no tendremos nada qu decir? Amamos las almas, y permitimos que pasen a nuestro lado haciendo alarde del mal, enorgullecindose de que todo est bien en ellas, y nunca les diremos que la obra que estn realizando no soportar la prueba del juicio? YI, 09-31-1893 Para este tiempo se requieren hombres que puedan comprender las necesidades del pueblo y ministrar a sus necesidades. El fiel ministro de Cristo vela en todo lugar de avanzada para amonestar, para censurar, para reprochar, para aconsejar, para rogar y para alentar a sus prjimos obrando con todo el Espritu de Dios el cual se manifiesta en l poderosamente, para poder presentar perfecto en Cristo a todo hombre. Tal hombre es reconocido en el cielo como un pastor que camina en las huellas de su gran Ejemplo: el Seor Jesucristo. OE, 330, (prrafo no traducido al espaol) No tengo mala voluntad hacia los que procuran invalidar el mensaje que Dios ha dado para reprochar, advertir y animar a su pueblo. Pero, como embajadora de Cristo, debo levantarme en defensa de la verdad. Quines son los que con tanto celo se alistan contra m? Son los puros y santos hijos de la fe? Han nacido de nuevo? Son participantes de la naturaleza divina? Aman a Jess y manifiestan su espritu de mansedumbre y humildad? Por sus frutos los conoceris.(Mt. 7:20) Se asemejan a los primeros discpulos o a aquellos astutos escribas y fariseos que estaban constantemente vigilando para entrampar a Cristo con sus palabras? Notad el astuto proceder de esos antiguos opositores de la fe: cmo los doctores, sacerdotes, escribas y magistrados se combinaban para encontrar algo contra Aquel que era la Luz del mundo. 1MS, 81 Este mismo Jess, que anduvo en humillacin como hombre en medio de los hijos de los hombres, vino a su pueblo antiguo para aconsejar y dirigir, para ordenar, para alentar, y para reprenderlos. 2BC, 1003 Dios nos ha dado a mi esposo y a m una obra especial e importante para hacer en la causa, para reprender y aconsejar a su pueblo. Cuando vemos que nuestras reprensiones son rebajadas y se pagan con odio en lugar de simpata, entonces frecuentemente hemos permitido que se nos resbale la fe y la confianza en el pueblo de Israel; y como Elas, nos hemos rendido al desnimo y al desespero. 3T, 292 Al considerar todo mi entorno y ver las evidencias de las profecas que se cumplan me sent ms decidida que nunca a velar y a orar, y a escuchar en forma ms cuidadosa la voz de Cristo, nuestro lder. Me decid a comprender en forma ms perfecta la verdad divina, a ir hacia adelante y hacia arriba, tomando todo rayo de la luz creciente de Dios, para que pudiera reprender, alentar e inspirar fe, esperanza y amor y ser una luz para todos aquellos para los que trabajo con la voz y la pluma. Con cunta rapidez estn pasando las horas de la luz del
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da! Cristo nos dice: Oh, si tambin t conocieses, a los menos en este tu da, lo que es para tu paz! Si tambin t conocieses, l se est dirigiendo a nosotros en estas palabras. El est suplicando a su pueblo, cuyas mentes estn entenebrecidas al rechazar su gracia. Mientras ellos proclaman ser ricos, y estar enriquecidos, y sin necesidad de ninguna cosa, no saben que son desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos. Es tiempo para que el pueblo de Dios despierte. Es tiempo para ir al Mercader Divino y comprar el oro refinado en fuego y las vestiduras blancas para que podamos vestirnos y no tengamos necesidad de mostrar la vergenza de nuestra desnudez; para obtener el colirio celestial, para que podamos discernir las providencias de Dios y estar preparados para la venida del Rey de los reyes. RH, 07-30- 1889 En la misma forma que los fariseos de antao, el que se engaa a s mismo y es autosuficiente y lleno de justicia propia, se niega a ser amonestado. El Seor seala sus errores, sus peligros, pero ellos no prestan odos a su voz. Al par que se asimilan al mundo se convierten en los amigos de los obradores de maldad. Mientras Dios reprende al transgresor ellos se sienten inclinados a excusarle y a alentarlo en el mal. De esta forma dicen al pecador: Todo estar bien contigo. Tales personas llaman bien al mal en que se oponen y denuncian a los que con fidelidad comunican los mensajes de amonestacin y reprensin que Dios les ha encomendado. Ellos llaman mal al bien al ensalzar a los que no tienen reprensiones que dar ni amonestaciones que comunicar, quienes pasan de largo con un espritu descuidado e indiferente, excusando el pecado, y alentando la mundanalidad y la apostasa por su propia conducta. Todos stos estn sancionando un engao que ha resultado en la ruina de muchos. La sangre de las almas est sobre ellos. Su conducta es ms ofensiva a Dios que la de un pecador abierto. Antiguamente el Seor siempre tuvo entre su pueblo profetas fieles a los que envi a reprender el pecado. El nunca ha quitado a estas personas de en medio de su iglesia. Aquellos que se levantan contra la amonestacin y la reprensin y buscan por sus burlas, por medio de sus palabras arteras e inteligentes o a travs de sus engaos, dejar sin efecto las claras palabras de reprensin proferidas por el Espritu de Dios, hallarn en el gran da del ajuste final de cuentas, un cargo en su contra que no desearn enfrentar. SpM, 376 Para m estar lista a informar y a aconsejar a mi hermandad que no tiene fe en mi juicio y consejo sera una prdida de tiempo y fortaleza. Permtaseme trabajar con los que no han sido leudados con el prejuicio y la incredulidad, y los que no han tomado posiciones definidas para dejar mis palabras sin efecto, las cuales yo s que Dios me las dio para el beneficio de ellos. La obra del Seor no es para que se juegue con ella. Esta no es s y no: sino s y amn en Cristo Jess. Yo no quiero sujetarme a m misma a ninguna experiencia tal como la que tuve en Minepolis a menos que el Seor me indique que ese es mi deber. Yo no he cambiado en ideas o en espritu desde entonces. Habis cambiado vosotros? Si es as, por favor dejdmelo saber. Yo no s que testimonio pueda darme el Seor para vosotros, y yo tendra que comunicar la palabra que el Seor me diese, pues yo no me pertenezco, yo estoy bajo el control de mi Maestro, Jesucristo. Las palabras que l me dio para pronunciar en Minepolis, las pronunciar, sea que agraden o desagraden. Frecuentemente no anticipo las cosas que voy a decir cuando estoy hablando frente al pueblo. Dios puede darme palabras de censura, de amonestacin, o de aliento segn l lo ve conveniente, para el beneficio de las almas. Yo declarar estas palabras, y stas pueden ir en
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contra de la senda de mi hermandad a quienes yo amo y respeto sinceramente en la verdad. Yo espero que estas palabras sean distorsionadas e interpretadas mal por los incrdulos, yo espero, y no me sorprende, que mis hermanos que estn familiarizados con mi misin y mi obra, jueguen con el mensaje que Dios me da para comunicar, lo que constrie al Espritu de Dios, y es desalentador para m. Ellos escogen en los testimonios porciones que les agradan, las cuales construyen para justificar su propio proceder, y dan la impresin de que esa porcin la aceptan como la voz de Dios, y entonces cuando vienen otros testimonios que traen reprensin sobre su conducta, cuando hay palabra que no coincide con sus opiniones y juicio, deshonran la obra de Dios al decir, oh, esto no lo aceptamos. Es solamente la opinin de la hermana White, y no es mejor que mi opinin o la de alguien ms. Esto es deshonroso para Dios y doloroso para su espritu. 1888, 254 Hoy existe la misma aversin a la reprensin y a la correccin entre el profeso pueblo de Dios como la hubo en los das de nuestro Salvador. Hay la misma disposicin a tender hacia el mundo y a seguir sus sombras burlonas. La presencia de miembros ambiciosos, egostas y servidores de tiempo, est colocando en peligro a la iglesia, cuyo peligro mayor proviene de la conformidad con el mundo. Tales miembros estn ejerciendo constantemente una influencia para unir la iglesia ms ntimamente con el mundo. Ellos estn haciendo la obra de Satans. Cuando Dios enva a sus siervos con palabras de amonestacin o consejo, estos traidores a su santo cometido rechazan el mensaje enviado desde el cielo, y de esta manera no slo rebajan la gracia de Cristo ellos mismos, sino que guan a otros tambin a sofocar sus convicciones y a perder la bendicin que se ofrece. LP, 233 Otro punto significativo que se acord por votacin fue: Resuelto: que reconocemos la voz que por cuarenta y cinco aos ha estado guiando a los adventistas del sptimo da por medio de los Testimonios para la Iglesia como una voz proveniente del cielo, y que es nuestro deber escucharlo en todas sus enseanzas, sea que nos aliente, que nos amoneste o que nos censure. 2B10, 484 Le hacemos un llamado para que tome su lugar del lado del Seor y haga su parte como un sbdito real del reino. Reconozca el don que ha sido colocado en la iglesia para la gua del pueblo de Dios en los das finales de la historia terrenal. Desde el comienzo la iglesia de Dios ha tenido el don de la profeca en su medio como una voz viva para aconsejar, para amonestar e instruir. Ahora hemos llegado a los ltimos das de la obra del mensaje del tercer ngel, cuando Satans obrar con poder aumentado debido a que sabe que su tiempo es corto. A la vez vendrn a nosotros por medio de los dones del Espritu Santo diversidad de operaciones en el derramamiento del Espritu. Este es el tiempo para la lluvia tarda. 5MR, 151
REPRENDER EL PECADO
El era gentil, amante, y bondadoso, y tena un verdadero inters en el servicio de Dios y en la prosperidad de su causa. El era un hombre que tena poder en la oracin. Nunca se
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levant en rebelin contra las palabras de Dios. Pero estaba falto; no tena firmeza de carcter para reprender el pecado y ejecutar justicia contra el pecador de forma que Dios pudiese depender de l para mantener a Israel puro. El no aadi a su fe el valor y el poder para decir No en el momento correcto y en el lugar adecuado. El pecado es pecado; la justicia es justicia. La nota de advertencia de la trompeta debe ser sonada. Estamos viviendo en una poca temerariamente inicua. La adoracin de Dios se corromper a menos que haya hombres muy despiertos en todo lugar del deber. Ahora no es tiempo para que ninguno sea absorbido en la facilidad egosta. No se debe permitir que caiga al suelo ni una de las palabras que Dios ha hablado. 4T, 517 El pecado de El consisti en considerar livianamente la iniquidad de sus hijos, quienes estaban ocupando posiciones sagradas. El descuido del padre para reprender y restringir a sus hijos atrajo sobre Israel una calamidad terrible. Los hijos de El fueron muertos, El mismo pereci, el arca de Dios fue tomada de Israel, y treinta mil de los hombres del pueblo fueron muertos. Todo esto debido a que el pecado fue considerado livianamente, porque se le permiti permanecer entre ellos. Qu leccin es esta para los hombres que ocupan posiciones de responsabilidad en la iglesia de Dios! Esto les amonesta fielmente a quitar los males que deshonran la causa de la verdad. 4T, 166 A El, como sumo sacerdote y juez de Israel, Dios le consideraba responsable por la condicin moral y religiosa de su pueblo, y en un sentido muy especial, por el carcter de sus hijos. El debi haber procurado refrenar primero la impiedad por medidas benignas; pero si stas no daban resultados positivos, debiera haber dominado el mal por los medios ms severos. El provoc el desagrado del Seor al no reprender el pecado ni ejecutar justicia sobre el pecador. No se podra confiar en l para que mantuviese puro a Israel. Aquellos que no tienen suficiente valor para reprender el mal, o que por indolencia o falta de inters no hacen esfuerzos fervientes para purificar la familia o la iglesia de Dios, son considerados responsables del mal que resulte de su descuido del deber. Somos tan responsables de los males que hubiramos podido impedir en otros por el ejercicio de la autoridad paternal o pastoral, como si hubisemos cometido los tales hechos nosotros mismos. PP, 578 El era un hombre bueno, de moral pura; pero era demasiado complaciente. El incurri en el desagrado de Dios porque no fortaleci los puntos dbiles en su carcter. El no deseaba herir los sentimientos de ninguno, y no tena el valor moral para reprender y reprobar el pecado. Sus hijos eran hombres viles; no obstante no los relev de su posicin de confianza. Estos hijos profanaron la casa de Dios. El saba esto, y se senta triste como consecuencia de esto, pues amaba la pureza y la justicia; pero no tena suficiente fuerza moral para suprimir el mal. El amaba la paz y la armona, y se haca ms y ms insensible a la impureza y al crimen. OE, 82, edicin 1892 Sea agradable o desagradable para la naturaleza humana, la fidelidad, la vigilancia y la temeridad deben ejercerse, o el pecado triunfar sobre la justicia. Algunos llaman humildad al fracaso en reprender el pecado y en ver y sentir las carencias de la causa para este tiempo: Dios llama a esto infidelidad y desidia espiritual. El no da crdito a los que rehuyen la cruz y
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menosprecian los deberes desagradables, poniendo as en peligro a su iglesia. La envidia, los celos, la deshonestidad, las falsedades, y los rumores inicuos siempre han tenido que ser reprendidos. Ellos existan dentro del antiguo Israel, y siempre se encontrarn en el Israel moderno. Alguien tiene que enfrentar este elemento, y cualquiera que lo haga desagradar a algunos; esto no puede ser de otra manera, pues siempre habr aquellos que simpaticen con los obreros de maldad. Los que han evitado aquella parte de la labor que requiere ansiedad y preocupacin, intrepidez y valor, no recibirn recompensa por su silencio y su conducta pacificadora; mas contra ellos se escribir: condenacin. PH043, 10 Andamos en la luz, como l est en la luz. La mundanalidad y el egosmo nos separan de Dios. Los mensajes del cielo son de tal carcter que despiertan oposicin. Los fieles testigos de Cristo y la verdad reprendern el pecado. Sus palabras sern como un martillo para romper los corazones endurecidos, como fuego para consumir la escoria. Hay constante necesidad de fervientes y decididos mensajes de advertencia. Dios tendr hombres que sean fieles al deber. En el momento oportuno enviar a sus mensajeros fieles para hacer una obra semejante a la de Elas. RJ, 24 Desde el tiempo en que la sangre inocente del primer hombre fue derramada, cuando el justo Abel cay a manos de su hermano, la iniquidad ha aumentado en la tierra. De generacin a generacin los sacerdotes y gobernantes han rebajado las amonestaciones de los profetas a quienes Dios ha suscitado y calificado para reprender los pecados del pueblo. Ha existido gran necesidad de estos hombres, quienes en cada poca han levantado sus voces contra los pecados de los reyes, de los gobernantes y sbditos, declarando las palabras que Dios les dio para comunicar, y obedeciendo la voluntad divina ante el peligro de sus propias vidas. De generacin a generacin haba habido una acumulacin de un terrible castigo, el cual los enemigos de Cristo estaban atrayendo sobre sus propias cabezas por su abuso y rechazo del Hijo de Dios, cuya voz se levant en condenacin del pecado existente entre los sacerdotes y gobernantes en un grado mayor que en cualquier tiempo anterior. Ellos estaban llenando su copa de iniquidad hasta rebosar, la cual iba a ser vaciada sobre sus propias cabezas en juicio retributivo, haciendo a su generacin responsable por la sangre de todos los hombres justos muertos desde Abel hasta Cristo. 3SP, 66, 67 El (Jaime) ha tenido el cuidado y la responsabilidad del negocio en la oficina de publicaciones, la atencin de los papeles, y mucha preocupacin por las iglesias en diferentes estados. Y no obstante algunos de sus hermanos en el ministerio lo han ayudado a estar ms perplejo y angustiado debido al obrar insensato de ellos. Usted, con algunos otros, han considerado al hermano White como un hombre de negocios, que no se deleita mucho con la religin. Los tales no lo conocen. Satans engaa a muchos en relacin a l. Dios ha visto adecuado colocar la carga de su obra sobre el hermano White, escogerlo para que conduzca diferentes empresas, y l ha elegido a uno que es sensible, y que puede simpatizar con el desafortunado; quien es conciente, y no obstante independiente; quien no encubrir el pecado, sino que ser rpido para ver y sentir el mal, y para reprenderlo y no dar lugar a ste, aun si tiene que mantenerse solo ante las consecuencias. Esta es la razn por la cual sufre tan profundamente. Su hermandad generalmente sabe poco de sus cargas, y a algunos les interesa
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poco esas cargas, mas por su propio proceder insano, torcido, aaden ms a sus cuidados y perplejidades. El cielo registra estas cosas. Los hombres que no tienen peso o cargas sobre ellos, los que tienen horas de ocio para desperdiciar, sin nada en particular que hacer, quienes pueden reflexionar y estudiar y mejorar sus mentes, pueden manifestar gran moderacin. Ellos no ven nada que los inste a mostrar ningn celo especial, y estn listos a pasar horas en conversacin privada. Algunos miran a los tales como los mejores hombres y los ms santos sobre la tierra. Pero Dios no ve como el hombre ve. Dios mira al corazn. Aquellos que tienen tal posicin de facilidad sern recompensados de acuerdo a sus obras. 1T, 320 El peso y la responsabilidad de esta obra guan a gran cuidado, y ocasionan noches de desvelo, y requieren sinceridad, dedicacin y oracin agonizante hacia Dios. El Seor ha guiado a mi esposo hacia adelante para tomar una posicin de responsabilidad tras otra. La censura proveniente de sus hermanos llena su alma con angustia, no obstante l no se detendr en su trabajo. Los compaeros de labor que tienen una apariencia de piedad se oponen a cada avance que Dios le gua a hacer, y su tiempo precioso debe ser ocupado en viajar de lugar en lugar, trabajando entre las iglesias con la mente cargada para deshacer lo que estos hermanos profesos han estado haciendo. Pobres mortales! Pervierten las cosas; no tienen un verdadero sentir de lo que constituye un cristiano. Aquellos que han recibido la carga de dar un testimonio claro, directo y decidido, en el temor de Dios para reprender el mal, para trabajar con todas sus energas, para construir al pueblo de Dios, y para establecerlos en los puntos importantes de la verdad presente, muy a menudo han recibido la censura en vez de la simpata y la ayuda, mientras aquellos que, como usted mismo, han tomado una posicin de tranquilidad, son considerados como devotos, como poseedores de un espritu muy manso. Dios no los considera de esta manera. 1T, 321 La historia de Acn ensea la solemne leccin de que el pecado de un hombre acarrea el desagrado de Dios y que ste reposar sobre un pueblo o una nacin hasta que la transgresin sea buscada y castigada. El pecado es corruptor en su naturaleza. Un hombre infectado con su lepra mortal puede contagiar a miles con su enfermedad. Los hombres que ocupan posiciones de responsabilidad como guardianes del pueblo son falsos a su cometido si no buscan fielmente el pecado y lo reprenden. Muchos no se atreven a condenar la iniquidad, no sea que al hacer esto sacrifiquen la posicin o la popularidad. Y algunos consideran que reprender el pecado es no tener caridad. El siervo de Dios nunca debe permitir que su propio espritu se mezcle con la reprensin que se requiere que l d; pero l est bajo la obligacin ms solemne de presentar la Palabra de Dios, sin temor ni favor. El debe llamar al pecado por su nombre correcto. Aquellos que por su descuido e indiferencia permiten que el nombre de Dios sea deshonrado por su pueblo profeso, son contados con el transgresor, registrados en los libros del cielo como participantes en las acciones inicuas del pueblo. 2 BC, 996 Quines estn establecidos en el consejo de Dios en este tiempo? Son aquellos que virtualmente excusan los males que hay entre el profeso pueblo de Dios y que murmuran en sus corazones, sino abiertamente, contra los que reprenderan el pecado? Son los que toman su lugar contra aquellos y que simpatizan con los que cometen el mal? No, en realidad no! A menos que se arrepientan, y dejen la obra de Satans al oprimir a los que han tenido la
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carga de la labor y en sostener las manos de los pecadores en Sin, nunca recibirn la marca del sello de aprobacin de Dios. Ellos caern en la destruccin general de los impos, representada por la obra de los cinco hombres que llevan armas de muerte. Notad con mucho cuidado este punto: los que reciben la seal pura de la verdad, impresa por el poder del Espritu Santo, representada por una seal del hombre vestido de lino, son aquellos que, gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en la iglesia. El amor de ellos por la pureza, por el honor y por la gloria de Dios es tal, y tienen una visin tan clara de la excesiva culpabilidad del pecado, que son representados como en agona, aun gimiendo y clamando. Leed el captulo 9 de Ezequiel. 3T, 267 Este pecado de estos lderes nobles fue grande. Sus vidas pudieron haber sido ilustres hasta el fin. Pudieron haber sido grandemente honrados y exaltados; no obstante Dios no excusa el pecado en los que ocupan posiciones exaltadas, no lo hace ms tarde de lo que lo hace en aquellos de posiciones humildes. Muchos profesos cristianos consideran a los hombres que no reprenden y condenan el mal, como hombres piadosos y cristianos en realidad, mientras piensan que los que se colocan atrevidamente en defensa del bien y que no ceden en su integridad a las influencias no consagradas, carecen de piedad y de espritu cristiano. 3T, 302 David pec, l transgredi la ley de Dios. Un profeta de Dios fue enviado para reprenderle, y hacerlo convicto de su error. El no enton cantos afectuosos ni relat ancdotas sentimentales, sino que coloc delante de David una ilustracin de su propio proceder, en una figura, y dej que l mismo dictara sentencia sobre s; entonces Natn dijo, T eres aquel hombre. David se arrepinti y hall perdn a travs de Cristo. Y de esta manera debe ser con el pecador ahora; l debe ser consciente de la enormidad de su pecado, antes de que pueda ejercer verdadero arrepentimiento y experimentar una conversin plena. ST, 08-12-1875 El espritu que los fariseos expresaron hacia Cristo ha sido manifestado a travs de todas las edades por los que proclaman creer la verdad presente. Ellos han velado por alguna palabra o accin que pudiesen utilizar para desventaja de los mensajeros a quienes Dios ha enviado a censurar, a reprender, a reprochar y a reformarlos de sus acciones inicuas. Y cuando el pecado ha sido reprendido, el odio de ellos se ha arraigado tan profundamente como lo estuvo en los corazones de los fariseos. ST, 12-23-1897 Pero slo haba un remedio por el cual el hombre poda ser salvo, deba creer a la Palabra de Dios, y seguir el ejemplo de la humildad y la mansedumbre de corazn. Jess gua las mentes de los hombres desde su filosofa mundanal y sus sentimientos de exaltacin propia hacia la pureza y la virtud del Evangelio. El los separa de sus falsas religiones, del engao y del raciocinio humano. Hay una religin en el mundo que es aparentemente magnfica, pero la cual gua a los hombres a volverse con disgusto de la representacin dada por Cristo en cuanto a la obra oficiada por el Espritu Santo. Del Consolador que iba a enviar a sus discpulos, l dice, cuando l venga, reprender al mundo de pecado, de justicia y de juicio. El corazn natural no se goza de esta reprensin constante del pecado y de esta exaltacin continua de la
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justicia. Los hombres se sienten disgustados cuando son representados como imposibilitados para hacer el bien; sin embargo Jess declara, sin m nada podis hacer. La Palabra de Dios requiere humildad y piedad prctica, y el cuadro del hombre dependiendo de Dios es mortificante para la independencia egosta humana, para sus ideas elevadas de elocuencia, de elegancia y de ostentacin, las cuales l estima como esenciales para la conversin del mundo. ST, 11-05-1894 El pueblo quien est en guerra con la ley del Gran Jehov, quienes consideran que es una virtud especial hablar, escribir y hacer las cosas ms amargas y odiosas para mostrar su desencanto por la ley, pueden tomar una alta y elevada profesin de amor hacia Dios, y aparentemente tener mucho celo religioso, como lo hicieron los sacerdotes y ancianos principales de los judos; sin embargo en el da de Dios la Majestad del cielo declarar hallarlos faltos. El conocimiento del pecado viene por la ley. Ellos estn enfurecidos contra el espejo que les descubrira los defectos en su carcter, porque ste les seala sus pecados. Los adventistas en el liderazgo que han rechazado la luz estn encendidos en ira contra la santa ley de Dios, como la nacin juda lo estuvo contra el Hijo de Dios. Ellos estn en un terrible engao, engaando a las almas y engandose a s mismos. No vendrn a la luz a menos que sus acciones sean reprendidas. Tal cosa no ensear usted. Pero al pueblo que profesa guardar la ley de Dios, l lo corrige, lo reprende, le seala sus pecados, y les desnuda su iniquidad; porque l desea separar todo pecado e iniquidad de su medio, para poder santificarlos en su temor, y prepararlos para morir en el Seor, o para la traslacin al cielo. Dios los censurar, los reprobar y los corregir, para que puedan ser refinados, santificados, elevados, y finalmente exaltados a su propio trono. PHO11, 19 De nuevo dice: Si me amis, guardad mis mandamientos. Y yo rogar al Padre, y os dar otro Consolador, para que est con vosotros para siempre: el Espritu de verdad [no del engao], al cual el mundo no puede recibir [a Jess, el Autor de la verdad], ni le conoce; pero vosotros le conocis, porque mora con vosotros, y estar en vosotros. Cul es la obra del Consolador? Y cuando l venga, l alabar, adular, exaltar? No; l reprender al mundo de pecado, de justicia, y de juicio: de pecado, por cuanto no creen en m; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veris ms; y de juicio, por cuanto el prncipe de este mundo ha sido ya juzgado. An tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podis sobrellevar. Pero cuando venga el Espritu de verdad, l os guiar a toda la verdad; porque no hablar por su propia cuenta, sino que hablar todo lo que oyere, y os har saber las cosas que habrn de venir. El me glorificar; porque tomar de lo mo, y os lo har saber. 7MR, 72 Los siervos de Dios no son excusados si rehsan el testimonio directo. Ellos deben reprender y reprobar el mal, y no permitir el pecado sobre un hermano. Vosotros a menudo habis extendido vuestras manos para defender a las personas de la censura que merecan y de la correccin que el Seor orden que tuviesen. Si estas personas fracasan en reformarse, sus faltas son colocadas a vuestra cuenta. En lugar de velar por el peligro de ellos y de amonestarlos de l, habis lanzado vuestra influencia contra los que han seguido las convicciones del deber, y que han reprendido y amonestado al que yerra. 1T, 214
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Estos son tiempos peligrosos para la iglesia de Dios, y el ms grande peligro ahora es el del engao propio. Los individuos que profesan creer la verdad son ciegos a su propio peligro y males. Ellos se elevan hasta la norma de piedad establecida por sus amigos y por ellos mismos, reciben la fraternidad de su hermandad, y se satisfacen, mientras enteramente fracasan en alcanzar la norma del evangelio establecida por nuestro Divino Seor. Si ellos dan cabida a la iniquidad en sus corazones, el Seor no los escuchar. Pero con muchos la iniquidad no es slo albergada en el corazn, sino que es demostrada abiertamente en la vida; no obstante en muchos casos los obradores de mal no reciben reprensin. 1T, 214 Aqu se aclara cul es el deber de los siervos de Dios. Ellos no pueden ser excusados del cumplimiento fiel de su deber para reprender los pecados y males en el pueblo de Dios, aunque sta pueda ser una tarea desagradable y pueda no ser recibida por aquel que est en la falta. Pero en la mayora de los casos el que es reprobado aceptara la amonestacin y escuchara la reprensin si no fuera porque otros se interponen en la senda. Ellos se allegan como simpatizantes y lastimeros hacia el que ha sido reprobado y sienten que deben levantarse en defensa de aquel. No ven que el Seor est desagradado con el obrador de maldad, porque la causa de Dios ha sido herida y su nombre puesto en vergenza. 3 T, 196 J. N. Andrews hizo una confesin, escribiendo desde Wakon, Iowa, el 28 de noviembre de 1861. El confes su actitud negativa y su influencia con relacin al testimonio del Espritu de Dios, dado por medio de visiones a la hermana White. El mencion su fracaso al no reprender el pecado. . . 1B10, 460 El hermano Doude me acus de violar la Escritura al no mantener la falta entre ellos y yo solamente. Nosotros le dijimos que esta Escritura no se adaptaba al caso; que aqu no haba una falta contra m; que el caso que tenamos delante nuestro era uno de los que haba sido mencionado por el apstol: A aquellos que pequen, reprndelos delante de todos, para que otros puedan temer. 2B10, 229 Siempre ha sido una caracterstica de los falsos profetas que ven visiones de paz; y estarn diciendo, Paz y seguridad, cuando destruccin repentina viene sobre ellos. PE, 139 Vosotros debis aferraos de Dios con una mano, en amor, mientras con la otra, tomis al que yerra y al pecador y los llevis a Jess. Orad con ellos, llorad con ellos, sentid por sus almas, amadlos, y nunca los dejis solos. Este es el amor que Jess ha expresado por vosotros. Siempre debis esforzaros por la unidad, por la tolerancia y el amor. Nunca os apartis, sino acercaos, ligando corazn a corazn y haciendo splicas en el Espritu. Entonces el poder de Dios obrar en vuestro medio y muchas almas sern tradas a la verdad a travs de vuestra influencia. EGWE, 278
REPROBAR EL PECADO
Dios nos invita a ir a l con nuestra carga de culpa y con nuestro corazn lleno de pesar. El pecado nos llena con temor hacia Dios; cuando hemos pecado tratamos de
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ocultarnos de l. Pero cualesquiera sea nuestro pecado, Dios nos ordena venir a l por medio de Jesucristo. Es slo al tomar nuestros pecados y llevarlos a Dios que podemos ser liberados de ellos. Bajo la reprensin de Dios Can reconoci su culpa al matar a Abel, pero huy de Dios, como si de esa forma pudiese escapar de su pecado. Si hubiese huido hacia Dios con su carga de culpa, habra sido perdonado. El hijo prdigo, comprendiendo su culpa y su miserableza dijo: Me levantar e ir a mi padre. Confes su pecado, y fue llevado de vuelta al corazn de su padre. RH, -02-09-1897 Si nuestro Salvador fue tratado de esa manera, pueden sus colaboradores, quienes salen llevando el mensaje que l les da, esperar ser tratados mejor que su Maestro? Cuntas bendiciones derram Jess sobre el mundo. Cuntos desalentados, desanimados y apenados alivi. Su obra fue bendecir y salvar. El cubri su gloria con la humanidad, trayendo desde el cielo los ms excelsos dones que se podan otorgar al hombre; l habl de paz y dio mensajes de luz y esperanza. Pero todos estos dones fueron considerados como cosas normales; se recibi el regalo, pero se olvid al Dador. Ellos anduvieron en la luz sin sentido alguno de gratitud hacia Aquel de quien procedan tales rayos. Cuando el castigo vino en reprensin, en amonestacin o por afliccin, para salvarlos de la apostasa y de la ruina, entonces hubo un alejamiento del lado de Jess, con un reto, una terquedad y una impenitencia resistente que fue temeraria. Y por qu dice el orgulloso y el de espritu perverso, debo ser aplastado por la reprensin? Por qu debo ser humillado? Olvidan toda la luz, todos los favores que previamente han recibido, y sienten que se abusa de ellos porque Dios toma con ellos el nico proceder que los traer de nuevo al conocimiento de s mismos, para que puedan hallar paz en l por medio de la sumisin, la penitencia por el pecado y la confianza plena en Dios. Por esta razn Dios enva a la iglesia la ms grande bendicin que les pueda otorgar en un conocimiento de ellos mismos. Satans los est arrullando al pecado para que puedan perderse; Dios les hace una clara presentacin de sus pecados para que puedan arrepentirse y ser salvos. El peligro ms grande del mundo es que el pecado no aparezca en su iniquidad. Este es el ms grande mal que existe en la iglesia. El pecado se encubre con complacencia propia. En realidad son benditos los hombres que poseen una conciencia sensible; que pueden llorar y gemir por su propia pobreza espiritual y por sus alejamientos de Dios; los que son pobres en espritu y pueden recibir la reprensin que Dios les enva; y quienes, con confesin y corazn contrito, toman sus lugares, con toda penitencia, en humillacin ante la cruz de Cristo. Dios sabe que es bueno para el hombre transitar una senda dura y de humillacin, encontrar dificultades, experimentar desilusiones, y sufrir afliccin. La fe se fortalece al enfrentarse en conflicto con la duda, y resistir la incredulidad por medio de la fortaleza de Jess. ST, 06-15-1876
REPRIMIR EL PECADO
Excepto en su descuido por controlar y restringir a sus hijos, El haba cumplido fielmente los deberes de su cargo. Pero su fracaso en mantener el honor de Dios al reprimir el pecado con una mano imparcial dio cabida a una larga cadena de males, trayendo el crimen y
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la angustia sobre toda una nacin. En la historia de El y de sus hijos hay una solemne amonestacin para todos los ministros de Cristo una prevencin para guardar sus propios corazones con diligencia, a guardar los santos requerimientos de Dios, para que su bendicin pueda reposar sobre el obrero, y para que la obra pueda llevar la seal del cielo. Tambin sta debera impresionar en ellos su deber de reprender el pecado en los miembros de la iglesia, sean estos de posicin alta o baja, sean ricos o pobres. Aun nuestros amigos ms queridos no deben interponerse entre nosotros y nuestra fidelidad a Dios. No debemos esperar recibir la bendicin divina hasta que todo lo que ha sido dejado para que el hombre haga sea hecho para corregir el error y reprimir el pecado. Omitir este deber o ser dilatorio y descuidado en su cumplimiento es desobedecer a Dios, es sancionar el pecado, y acarrear su ira sobre el pueblo. ST, 12-08-1881 Los afectos del pastor no se aferrarn ni se apegarn al obrador de mal. El odia las prcticas del obrador de iniquidad. Mientras el ministro hace todo esfuerzo para la salvacin de estas almas, con toda humildad y sabidura, debe manifestar celo para reprimir la iniquidad, para contrarrestar su influencia malfica. Dios no justificar a ninguno que haga del pecado algo liviano, y que muestre preferencia hacia el obrador de maldad. RH, 05-311887
REPRENDER EL MAL
En la iglesia existen pecados que Dios odia, pero stos escasamente son tocados por temor a granjearse enemigos. En la iglesia se ha levantado una oposicin contra el testimonio directo. Algunos no lo soportarn. Ellos desean que se les digan cosas suaves. Y si se tocan los males de los individuos entonces se quejan de severidad, y simpatizan con los que estn en el mal. Como Acab inquiri de Elas, Eres t el que turbas a Israel?, ellos estn listos a mirar con suspicacia y duda a los hombres que comunican el testimonio directo, y como Acab pasan por alto el mal que hizo necesaria la reprensin y la censura. Cuando la iglesia se aparta de Dios menosprecia el testimonio directo y se queja de severidad y de rudeza. Esta es una triste evidencia del estado de tibieza de la iglesia. 2SG, 283 Hermanos en el ministerio, me siento instada a deciros, reprended a todos los que os adulen u os alaben. Guiad al pueblo a mirar a Dios y a tener fe en l, en lugar de atraerlos hacia vosotros mismos. Estis en constante peligro en este respecto. Vosotros consideris, en vuestro juicio finito, a los que os exaltan y os favorecen, como a vuestros mejores amigos, cuando son los mismos que estn sujetos a tentacin, y que se convertirn en vuestros tentadores. Si estis mal, ellos os fortalecern en el mal, y a travs de su consejo e influencia os inducirn a hacer lo que daar vuestra propia alma, y lo que resultar en debilidad para la iglesia. Por amor a Cristo ensead al pueblo a mirar a Dios, y slo a l; enseadles a recibir la luz proveniente de l, a que ellos mismos escudrien las Escrituras, y a que sepan por ellos mismos qu es la verdad. GW92, 258
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El Seor ordena a su pueblo: Reprende a tu prjimo cuando debas reprenderlo, no te hagas cmplice de su pecado. Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, reprndele; y si se arrepintiere, perdnale. Aqu se ordena un trato fiel hacia los pecados de los que proclaman ser los hijos de Dios. Sean ellos hombres de la ms humilde condicin, u hombres dotados con poder y responsabilidad, ninguna parcialidad se debe mostrar hacia aquellos que estn en el error ni se debe practicar la hipocresa al relacionarse con ellos. Si la posicin de un hombre envuelve intereses sagrados, los atalayas de Dios deben ser ms fervientes y fieles en tratar con l. Ni un principio maligno debe quedar sin ser corregido. Si los que estn en el error se niegan a arrepentirse y a corregir sus errores, que sean separados de la obra del Seor; pues los principios corruptores de la iniquidad leudarn todo aquello con lo que se asocien. RH, 12-01-1896 Id a los que suponis que estn en error, hablad con ellos, no obrando con duplicidad e hipocresa, tratndolos todos los das con aparente cordialidad, mientras conspiris contra ellos en perfecta armona con los instrumentos satnicos que estn obrando para desarraigar, derribar y eliminar de la institucin a los que los incrdulos quieren eliminar, mientras no decs una sola palabra a los hermanos en la fe para redimirlos y restaurarlos si estn en el error. Y si no lo estn, para defender lo justo y reprender a quien corresponda: a los que conspiran, pues Satans est actuando entre bastidores. El Seor Jess reprendi a los fariseos asemejndolos a sepulcros disimulados, ocultos a la vista, pero llenos de podredumbre. El Seor odia todo engao, sigilo e insidia. Esta es la obra de Satans. La obra de Dios es abierta y franca. Que nadie acte contra un hijo de Dios apoyndose en el testimonio del enemigo del Seor y obrando como Satans: ocultndose y, sin embargo sugiriendo, instigando, planeando, en perfecta armona con los enemigos del Seor. TM, 274 Satans puede suplir a los hombres de excusas y evasiones ilimitadas para hacerlos menospreciar el deber de hablar palabras de amonestacin a aquellos que estn en el error, y de presentar la verdad como es en Jess a las almas que estn pereciendo. El pastor que ama sermonear estar en peligro de predicar largamente, como si una multitud de palabras fuese todo lo esencial, y as se cansar de tal manera que no tendr ni disposicin ni fortaleza para tomar parte en el esfuerzo personal cuando tenga una oportunidad de relacionarse de corazn a corazn con sus oyentes. El ministro deber estar listo para abrir la Biblia, y de acuerdo a lo que las circunstancias requieran, leer la reprensin, la censura, la advertencia o el aliento para aquellos que lo escuchen. El deber ensear la verdad, impartiendo correctamente la Palabra, adaptando porciones que sern como alimento en la poca adecuada para aquellos con los que se asocie. Demasiados pastores descuidan relacionarse fielmente con las personas con las cuales entran en contacto. Dejan que el trato directo sea hecho por otros ministros: pues ellos no quieren correr el riesgo de perder la amistad de aquellos por quienes ya han trabajado. Si los pastores se relacionaran en el tiempo correcto con los que yerran, evitaran una acumulacin de maldad, y salvaran las almas de la muerte. Si la obra de reprender es dejada de lado por un ministro, y tomada por otro, los que son reprobados reciben la impresin de que el pastor que no les seal sus errores era un buen pastor. Pero ste no es el caso; l era solamente un predicador, no un obrero juntamente con Dios para la supresin del pecado.
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Debis hacer la obra que d pleno testimonio de vuestro ministerio, en la humildad de Jess. Debis mostrar un dolor pleno por el pecado, pero no manifestar una pasin impa en la reprensin del pecado. Todos vuestros esfuerzos deben ser hechos con toda paciencia y doctrina; y si veis slo pequeos resultados de vuestra labor, no os desanimis. Esta experiencia har necesaria la manifestacin de ms paciencia y tolerancia. Seguid trabajando, sed discretos, discernid las cosas, entended cundo hablar y cundo guardar silencio. RH, 09-28-1897 De los cristianos se requiere santidad a Dios por medio de Cristo. Si hay males en la iglesia, stos deben recibir atencin inmediata. Algunos deben ser severamente reprendidos. Esto no es causar ningn mal al que yerra. El fiel mdico del alma corta profundamente para que ninguna materia pestilente pueda permanecer para que crezca de nuevo. Luego que la reprensin ha sido dada entonces viene la confesin y el arrepentimiento, y Dios perdonar y curar libremente. El siempre perdona cuando se hace confesin. 15MR, 166 Nosotros hemos tenido muchos aos de experiencia en la causa y en la obra de Dios, y hemos visto muchas personas que se han movido ciegamente, resistiendo la obra del Espritu de Dios, y hemos contemplado el resultado, el cual ha sido la separacin de Dios y de la verdad finalmente. El corazn natural menosprecia la reprensin, y hay hombres que, cuando son corregidos por el Espritu de Dios, se oponen a ste. Ellos apelan a su propia simpata, y relatan a otros cosas en su propia manera, colocando una mala luz sobre todo el asunto, y obtienen sus simpatas; y amigos y familiares se unen con ellos para dejar sin efecto la obra de Dios en la correccin, la reprensin y la censura del que yerra. Ellos confan en su propio entendimiento; rechazan el consejo, y en lugar de armonizar con el Espritu de Dios para colocar las cosas en orden, trabajan en una direccin opuesta. Levantan normas personales, por las cuales miden el carcter. Jess dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andar en tinieblas, sino que tendr la luz de la vida. 20MR, 368
LA REPRENSIN SEVERA
Cun diferente fue el carcter de David! Aunque haba pecado, cuando Dios le envi las reprensiones directas, siempre se humill bajo el castigo del Seor. Dios am a David, no porque fuera un hombre perfecto, sino porque no daba cabida a la resistencia terca hacia la expresa voluntad de Dios. Su espritu no se levant en rebelin contra la reprensin. Nunca hubo un hombre ms humilde que David bajo el sentido de su pecado. El se mostr a s mismo como un hombre fuerte, no en resistir la tentacin siempre, sino en la contricin de alma y en la sincera penitencia que manifest. Nunca perdi la confianza en Dios, quien coloc la severa reprensin en la boca de su profeta. No tuvo odio hacia el profeta de Dios. El fue amado, tambin, porque confi en la misericordia de un Dios a quien haba amado, servido y honrado. A quien mucho le es perdonado, el mismo ama mucho. David no tom consejo de hombres que estaban pecando contra Dios. Aqu es donde muchos fracasan. Ellos son dejados en tinieblas como de media noche porque eligen el consejo de hombres que no caminan en el consejo de Dios. Ellos excusarn el pecado en el pecador cuando ste no se ha
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arrepentido, y pasarn por alto males cuando Dios no los ha perdonado. David confi en Dios ms que en el hombre. La decisin de Dios fue aceptada como justa y misericordiosa. Oh, cuntos estn andando en ceguera y guiando a otros por la misma senda, donde ambos debern perecer, porque no escucharn las reprensiones del Espritu de Dios! PH028, 16 Hay deberes especiales para realizar, y reprensiones especiales que se deben dar en este perodo de la historia de la tierra. El Seor no dejar a su iglesia sin reprensiones y amonestaciones. Los pecados se han puesto de moda; pero stos no son menos irritantes a la vista de Dios. Ellos son disfrazados, reducidos y excusados; la mano derecha de amistad se da a los mismos hombres que estn inculcando falsas teoras y falsos sentimientos, confundiendo la mente del pueblo de Dios, embotando sus sensibilidades en cuanto a lo que constituye los principios correctos. De esta manera la conciencia se ha hecho insensible a los consejos y las reprensiones que han sido dados. La luz otorgada, que hace un llamado al arrepentimiento, se ha extinguido entre las nubes de incredulidad y oposicin introducidas por planes humanos y por invenciones humanas. 1NL, vol. 1, 103 Usted ha hecho que las prcticas inicuas y lascivas aparezcan como inocuas, y algunos han sido desviados con su propia lujuria y enlazados porque no han tenido valor moral para reprenderlo a usted, un pastor, por sus prcticas inicuas. No han sido pocos los que han sacrificado la conciencia, la paz mental y el favor de Dios, porque un hombre a quien el pueblo haba colocado como atalaya en los muros de Sin ha sido su tentador un lobo vestido de oveja. TSB, 204
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reprensin fiel: T eres aquel hombre? Si estas palabras no fuesen tan raras, veramos ms del poder de Dios. Los mensajeros del Seor no deben quejarse de que sus esfuerzos son infructuosos a menos que se arrepientan de su amor por la aprobacin y de su deseo de agradar a los hombres, lo que los induce a suprimir la verdad, y a clamar: Paz, cuando Dios no ha hablado paz. Ojal que todo ministro de Dios se diese cuenta de la santidad de su obra y del carcter sagrado de su vocacin. Como mensajeros divinamente sealados los pastores se hallan en una posicin de terrible responsabilidad! OE, 156 Algunos no recibirn el testimonio que Dios nos ha dado para comunicar, jactndose de que nosotros podemos estar engaados y de que ellos pueden estar en lo correcto. Ellos creen que el pueblo de Dios no necesita el trato directo ni la reprensin sino que Dios est con ellos. Estos tentados, cuyas almas siempre han estado en guerra con la reprensin fiel del pecado, clamarn: hblanos cosas suaves. Qu disposicin harn stos del mensaje del Testigo Fiel a los laodicenses? Aqu no puede haber engao: los siervos de Dios deben comunicar este mensaje a una iglesia tibia. Este debe despertar a su pueblo de su seguridad y engao peligroso en relacin a su verdadera posicin delante de Dios. 3T, 259
SANCIONAR EL PECADO
Por todo medio que est a vuestro alcance buscad reprimir el pecado; pero nunca, ni por un momento, sancionis el pecado, ya sea por vuestros hechos, vuestras palabras, vuestro silencio o vuestra presencia. En toda oportunidad que el profeso seguidor de Cristo sanciona el mal se debilita el sentir de pecado y de esta manera se pervierte el juicio. 4MR, 195 Dios requiere que los que ocupan cargos de responsabilidad estn consagrados a la obra; porque si dan pasos equivocados, el pueblo se siente libre de seguir sus pisadas. Si el pueblo est errado, y los lderes no levantan su voz contra el mal, ellos sancionan el mal, y el pecado se carga tanto a la cuenta de ellos como a la de los ofensores. 2T, 35 Estad siempre gozosos, humildes, agradecidos; manteneos separados del espritu e influencia del mundo. Que ningn pecado halle sancin en vuestra posicin. No deis ocasin a los obradores de mal ni aun a imaginar que tienen vuestras simpatas. Que la irreligin no encuentre en vuestros principios laxos un pretexto para excusarse a s misma. ST, 10-04-1883 Los hombres hacen de la causa de Dios una excusa para cometer acciones injustas cuando en realidad desean hacer avanzar sus intereses propios. Dios condena tales acciones; pues ellas son una falsa representacin del carcter de Cristo, una muestra de los principios satnicos. Aquellos quienes hacen esta obra estn tomando ventaja de la paciencia y de la tolerancia de Dios para fortalecer la confianza propia y las imposiciones arbitrarias; estn animando a otros en el pecado en lugar de alejarlos de l para que lo eviten. Por sus acciones dan la evidencia ms decidida de que no se puede confiar en ellos como mayordomos del Seor para llevar adelante su negocio. El no aprobar el uso de lo comn en lugar del fuego
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sagrado en su obra, como tampoco excus a Nadab y a Abi en el alejamiento de los requerimientos divinos. El Seor no ha cambiado. Los hombres en posiciones de confianza que hacen algo con sabor de opresin no hallarn el favor de Dios en la accin; estn utilizando fuego comn, no el fuego sagrado que viene de su altar. Para ocupar importantes posiciones de confianza se requiere un bautismo del Espritu Santo. Solamente mientras se reciba este bautismo los hombres pueden hacer las obras de Cristo y revelar los principios puros y santos. Las palabras y las obras revelan el espritu y los principios que controlan el corazn. KC, 78
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1. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los 2. 3.
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y DOCTRINA. PORQUE VENDRA EL TIEMPO CUANDO NO SOPORTARN LA SANA DOCTRINA, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. Pero t vela en todas las cosas, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
LA SANA DOCTRINA
Pero t habla lo que est de acuerdo con la sana doctrina. Tit. 2:1
La sana doctrina es la verdad bblica, la verdad que promover piedad y devocin, que confirme al pueblo de Dios en la fe. La sana doctrina significa mucho para el que la recibe; y significa mucho tambin para el que la ensee, para el ministro de justicia; porque dondequiera que se predique el Evangelio, cada obrero, sea cual fuere su ramo de servicio, es o fiel o infiel a su responsabilidad como mensajero del Seor. OE, 326 Y se admiraban de su doctrina; porque les enseaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Marc. 1:22 El hecho de que no haya controversia ni agitacin entre el pueblo de Dios no debe considerarse como evidencia concluyente de que retienen firmemente la sana doctrina. Hay razones para creer que no disciernen claramente entre el error y la verdad. Cuando no surgen nuevas preguntas por efecto de la investigacin de la Escritura, cuando no se levanta ninguna diferencia de opinin que induzca a los hombres a escudriar la Biblia por su cuenta, para asegurarse de que poseen la verdad, habr muchos, como en los tiempos antiguos, que se aferrarn a la tradicin y adorarn lo que no conocen. 5T, 661
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Cualquiera que se extrava, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, se s tiene al Padre y al Hijo. 2 Juan 9 Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias. (2 Tim. 4:3) Rpidamente los hombres se estn alistando bajo la bandera que han escogido, esperando y observando impacientes los movimientos de sus dirigentes. Hay personas que estn vigilando, aguardando y trabajando para la aparicin de nuestro Seor; mientras que el otro bando sigue con rapidez la corriente bajo el generalato del primer apstata. Ellos buscan a un dios en la humanidad, y Satans personifica a aquel a quien buscan. Multitudes sern tan engaadas por su rechazamiento de la verdad, que aceptarn la falsificacin. La humanidad es aclamada como Dios. Mar, 138 Gotear como la lluvia mi doctrina; destilar como el roco mi razonamiento; como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba. Deut. 32:2 Pero las muchedumbres cierran los odos a la verdad y prefieren las fbulas. El apstol Pablo, refirindose a los ltimos das, dijo: porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina.(2 Tim. 4:3) Ya hemos entrado de lleno en ese tiempo. Las multitudes se niegan a recibir las verdades bblicas porque stas contraran los deseos de los corazones pecaminosos y mundanos; y Satans les proporciona los engaos en que se complacen CS, 652, 653 A quin se ensear ciencia, o a quin se har entender doctrina? destetados? a los arrancados de los pechos? Isa. 28:9 A los
Hay una consistencia innegable en la sana doctrina. No es un vapor que se disipa. La luz debe emanar de la Palabra de Dios. El Seor invita a su pueblo para que se acerque a l. Nadie debe interponerse entre l y su pueblo. Cristo est llamando a la puerta del corazn para solicitar entrada. Lo dejaris entrar vosotros? CDCD, 308 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvars a ti mismo y a los que te oyeren. 1 Tim. 4:16 La sana doctrina debe ser colocada en contacto real con las mentes y los corazones de sus alumnos; entonces sta producir fruto, pues la prctica sana se ver como resultado de sus labores. CSW, 118 Entonces entendieron que no les haba dicho que se guardaran de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos. Mat. 16:12 Cristo vino a nuestro mundo para ensear a cada hombre por quien l muri cmo practicar sus virtudes en su vida diaria. Yo dijo Cristo me santifico a m mismo, para que
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tambin ellos sean santificados a travs de la verdad. Cristo fue exaltado sobre sus asociados porque l am la justicia y odi la iniquidad. El Seor Jess no tuvo pecado en su vida. El hizo todo aquello que era justo y correcto en todas las cosas. Nosotros debemos actuar como l lo hizo. La iniquidad significa cualquier cosa que sea torcida, cualquier cosa que se haya salido de la lnea correcta. Oh, cun importante es que amemos los principios sanos: la sana doctrina! 18MR, 276 Para que ya no seamos nios fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engaar emplean con astucia las artimaas del error. Efe. 4:14 Cuando los hombres cierran sus ojos ante la luz que Dios les enva, rechazarn la verdad ms evidente y creern los errores ms insensatos. Es Satans el que gua a los hombres a tomar posiciones falsas. Bien podemos preguntar, como lo hizo Pablo en su da en relacin a los hermanos que haban dejado la sana doctrina, Quin os hechiz para no obedecer a la verdad? Aquellos que proclaman ser hijos de Dios, estn, en su ignorancia, obrando contra l, revelndose contra su providencia, oponindose a sus planes y negndose a hacer la obra que l ha colocado sobre ellos. En lugar de cumplir su deber se esfuerzan por colocar todo en armona con sus propias visiones estrechas. En vez de colocar su voluntad en sujecin a Dios para que el propsito celestial pueda realizarse, eligen sus propias sendas rebeldes y no se rendirn a la gua de Cristo. 1888, 416 Entre tanto que voy, ocpate en la lectura, la exhortacin y la doctrina. 1 Tim. 4:13 Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseada, para que tambin pueda exhortar con sana doctrina y convencer a los que contradicen. Tit. 1:9 Porque vendr el tiempo cuando no soportaran la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. (2 Tim. 4:3, 4) Antes de la primera venida de Cristo, y en ocasin de ese acontecimiento, los maestros religiosos expusieron ideas extraas tan ntimamente mezcladas con porciones de verdad, que llegaron a tener un tremendo poder para engaar, y apartaron a las almas de Dios, aunque seguan conservando el aspecto de verdaderos adoradores del Seor. Encontramos una situacin similar en el seno de la sociedad en estos ltimos das. Los que se apartan de la fe mezclan con su creencia diversas opiniones humanas. La Biblia es objeto de crtica. Difieren tanto los pastores en su interpretacin porque las Escrituras son inconsistentes o contradictorias? No, el problema radica en que los hombres estn haciendo hoy lo que hicieron en el tiempo de Cristo, y estn enseando los mandamientos de los hombres como si fuesen doctrinas. Los maestros religiosos se encuentran en la misma condicin de los fariseos de quienes Jess dijo: Erris, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.(Mt. 22:29) Se presuma que los mismos hombres a quienes se dirigieron estas palabras deban ensear las Escrituras al pueblo e interpretarlas. CDCD, 164
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Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en la palabra y la doctrina. 1 Tim. 5:17 Diga a la gente: Conoced la doctrina por vosotros mismos. No pronuncien sus labios ni una sentencia de duda. No se presente ante la gente con un sonido incierto. Conozca qu es la verdad y proclmela. La enseanza de Cristo siempre fue de naturaleza positiva. Nunca, nunca exprese sentimientos de duda. Comunique con voz certera un mensaje afirmativo. Eleve al Hombre del Calvario, alto, cada vez ms alto. Hay poder en la exaltacin de la cruz de Cristo. ATO, 56 Entonces el procnsul, viendo lo que haba sucedido, crey, maravillado de la doctrina del Seor. Hech. 13:12 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el nico Dios, y a Jesucristo, a quien has enviado. Cunta necesidad hay de que los hombres y mujeres que profesan la piedad comprendan las Santas Escrituras. Es por este medio que son nutridos en la sana doctrina, y son arraigados y establecidos en la verdad, fundamentados en el conocimiento de Jesucristo. Pero las tradiciones y costumbres de los hombres no deben mezclarse con las verdades sagradas de la revelacin. A aquellos que estn haciendo esto Cristo dice: Pues plenamente rechazis los mandamientos de Dios para poder guardar vuestras propias tradiciones. Y esto es tan verdad ahora como lo fue cuando Cristo estuvo sobre la tierra, y fue rechazado y crucificado. BEcho, 09-02-1895 Nuestra labor es dirigir las almas a los orculos vivientes. Debemos presentarles la sana doctrina, a saber la fe entregada una vez a los santos. Debemos mostrarles la verdad en su magnificencia para que puedan ser guiados a renunciar al error. Debemos instruirlos en la fe, en el amor, en la obediencia y en la esperanza, para que por medio de mucha oracin puedan crecer y ser templos santos en el Seor. El da del juicio probar la obra de todo hombre. Construyamos entonces de tal forma que nuestra obra pueda soportar la pavorosa prueba. RH, 01-01-1884 La justicia significa ser bueno y hacer el bien. Como hijos de Dios, estamos desarrollando un carcter semejante al de Cristo? Estamos trabajando individualmente, da a da, en la vocacin de ser un cristiano? Y a travs de la rica comunicacin del don del Espritu de Dios, estamos haciendo sendas rectas para nuestros pies, no sea que el cojo sea desviado del camino? Los cojos son aquellos que no estn firmemente establecidos en la verdad, quienes son inseguros espiritualmente, los que tienen defectos de carcter y que necesitan la ayuda de un ejemplo correcto. Si hacemos sendas torcidas, otros cometen nuestros errores y se excusan por desviarse de la senda de la justicia. No es suficiente creer la sana doctrina; adems debemos ponerla en prctica. Una religin construida sobre el egosmo no vale nada; es deplorable y de fabricacin balad. RH, 08-21-1894 Necesitamos saber por nosotros mismos qu voz estamos escuchando, si es la voz del Dios vivo y verdadero o la del gran apstata. La vida eterna es de valor para cada uno de
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nosotros y debemos poner cuidado en cmo escuchamos. Necesitamos la sana doctrina, la fe pura. No podemos atrevernos a recibir los dichos de los hombres como mandamientos de Dios. Dios declara: Si dejaren sus hijos mi ley, y no anduvieren en mis juicios, si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos, entonces castigar con vara su rebelin, y con azotes sus iniquidades. RH, 06-26-1900 Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. Qu representacin es sta! No existe un peligro, un gran peligro, en cuanto al apetito que ha sido cultivado hacia los libros de historias? No existe un peligro de que muchos se intoxiquen por esta clase de lectura que no da una fortaleza real a la mente y solidez al carcter? Que haya menos recomendacin de libros que son slo fbulas. No alentis la publicacin de libros de este carcter. Si la Palabra de Dios se estudia diligente, ferviente y continuamente, har al hombre sabio para salvacin. 6MR, 275 Cristo es llamado el Ministro del verdadero tabernculo. El es la cabeza de la iglesia en la tierra. El declara: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo; ensendoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu yo estoy con vosotros todos los das, hasta el fin del mundo.(Mt. 28:18-20) El es el Ministro del verdadero tabernculo, y constantemente est enviando mensajes a su pueblo. El alimento nutritivo de la sana doctrina ser dado a todos los obreros verdaderos. Los fieles embajadores de Cristo sern enseados de Dios en todo sermn que hable la verdad al corazn. Cristo es en realidad el Ministro de las cosas santas en el verdadero tabernculo, el cual el Seor estableci y no el hombre. 20MR, 11
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1. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los 2. 3.
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, AMONTONARN MAESTROS PARA S MISMOS CONFORME A SUS PROPIAS CONCUPISCENCIAS, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. Pero t vela en todas las cosas, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
pretendido celo por Dios, encontraron muchos ms creyentes y seguidores que el verdadero profeta quien comunic el sencillo mensaje del Seor. 4BC, 1158, captulo Jeremas. Del cual yo fui constituido predicador, apstol y maestro de los gentiles. 2 Tim. 1:11 Dios no es autor de confusin sino de paz. Pero Satans es un enemigo vigilante que nunca duerme, que siempre obra sobre las mentes humanas, buscando un suelo en el cual pueda sembrar su cizaa. Si halla alguien a quien pueda alistar en su servicio, le sugerir ideas y teoras falsas, y lo har celoso en defender el error. La verdad no slo convierte, sino que realiza la purificacin de quien la recibe. Jess nos aconseja que nos guardemos de los falsos maestros. Desde el comienzo de nuestra obra, se han levantado de vez en cuando hombres que defendan teoras nuevas y sorprendentes. . . TM, 54 Pablo no pudo, por medio del silencio, permitirse ser sacado del campo por los falsos maestros - maestros que introducan falsos sentimientos y teoras que podran guiar a las almas honestas lejos de la verdad. Las iglesias deben ser resguardadas y amonestadas contra el engao. Cristo se dio a s mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, para poder preparar para s un pueblo peculiar, celoso de buenas obras; su iglesia debe ser guardada libre de toda doctrina falsa. 6BC, 1083 La teora segn la cual nada importa lo que los hombres creen, es uno de los engaos que ms xito da a Satans. Bien sabe l que la verdad recibida con amor santifica el alma del que la recibe; de aqu que trate siempre de sustituirla con falsas teoras, con fbulas y con otro evangelio. Desde un principio los siervos de Dios han luchado contra los falsos maestros, no slo porque eran hombres viciosos, sino porque inculcaban errores fatales para el alma. Elas, Jeremas y Pablo se opusieron firme y valientemente a los que estaban apartando a los hombres de la Palabra de Dios. Ese gnero de liberalidad que mira como cosa de poca monta una fe religiosa clara y correcta, no encontr aceptacin entre aquellos santos defensores de la verdad. CS, 574
Mientras los hombres no escucharn amonestaciones repetidas, s se agradan con los falsos maestros que ensalzan su vanidad y fortalecen su iniquidad, pero quienes fracasarn en ayudarlos en el da de la prueba. Los siervos escogidos de Dios deben enfrentar con valor y paciencia cualquier clase de pruebas y sufrimientos que vengan sobre ellos a travs del reproche, del desprecio o de las falsas representaciones a causa del cumplimiento fiel del deber que Dios les ha dado para realizar. Deberan recordar que los profetas de antao y el Salvador del mundo tambin soportaron el abuso y la persecucin por amor a la Palabra. Deben esperar enfrentar justo tal oposicin como la que fue manifestada por la quema del rollo que fue escrito por dictado de Dios. 4T, 180 El apstol Judas dice: Amados, por la gran solicitud que tena de escribiros acerca de nuestra comn salvacin, me ha sido necesario escribiros exhortndoos que contendis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Los apstoles y sus colaboradores en la temprana iglesia cristiana fueron obligados constantemente a enfrentar las herejas, que eran introducidas por los falsos maestros en el mismo seno de la iglesia. Estos maestros son representados no como obrando abiertamente sino hacindolo con toda sutileza, como el movimiento engaoso de una serpiente. Ellos siguieron sus propias sendas perniciosas, pero no se satisfacan sin desviar a otros con ellos. No tenan un vnculo de unin con la verdad, sino que enseaban mdulos separados de ideas, apoyados por un pasaje de las Escrituras aqu y otro all. ST, 02-28-1884 No permitis que falsos maestros confundan vuestras mentes y hagan vacilar vuestra fe, al arrojar reproches sobre aquellos que Dios os ha enviado con mensajes de advertencia e instruccin. Recordad que no es meramente a hombres a quienes tenis que hacer frente, sino a principados,. . . potestades, . . . malicias espirituales en los aires. Ahora es el tiempo cuando Satans est trabajando con todo engao de injusticia. NEV, 362 Muchos estn listos a investigar la verdad, pues ngeles de Dios han preparado sus corazones para que la reciban. Se deben preparar publicaciones escritas en el lenguaje ms claro y sencillo, explicando los temas de inters vital, y dando a conocer los acontecimientos que van a venir sobre el mundo. La condicin de la tierra demanda que la luz brille sobre sus tinieblas. Y el pueblo al que le han sido encomendadas responsabilidades sagradas, no despertar y dejar de lado toda indiferencia, todo celo, toda mala comprensin para asirse de la obra con una energa decidida? Los hombres que proclaman ser maestros de la verdad bblica asaltarn a los que abracen la verdad, los que no tengan experiencia en enfrentar las objeciones, y aquellos falsos maestros buscarn apabullarlos con falsas declaraciones y con razonamientos arteros. En razn a esto, como por otras causas, es necesario tener publicaciones que expliquen las doctrinas y enfrenten los argumentos de los que objetan. Si los que llegan a la fe pueden tener una declaracin concisa de las verdades que son asaltadas, estarn armados con argumentos para enfrentar a los oponentes y a la vez defenderse a ellos mismos. Al defenderse, inconscientemente estarn sembrando semillas de verdad. Los hombres falsearn las doctrinas que creemos y enseamos como verdad bblica, y es necesario que se disponga de planes sabios para asegurar el privilegio de insertar artculos en los
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peridicos seculares, pues ste ser un mtodo de despertar a las almas para que la verdad de Dios brille hacia los hombres que estarn calificados para sembrar junto a todas las aguas. Dios ha dado gran luz sobre verdades importantes y sta debe ir al mundo. HM, 02-01-1890 El presente es un tiempo cuando estos talentos, utilizados en la causa de Dios, traeran un efecto grande en la construccin de su reino. Pero Satans nos ha sobrepasado en este asunto. Hay hombres quienes profesan piedad, pero que son falsos maestros, tentadores y seductores. Han cultivado sus talentos en esta direccin, y emplean toda su ingeniosidad en diseminar la incredulidad, la impiedad y la infidelidad. Si los verdaderos seguidores de Cristo hubiesen estado cultivando su habilidad con igual celo y diligencia, ahora seran lo suficientemente sabios para discernir las argucias de Satans; estaran preparados para levantarse en defensa de la verdad, y para enfrentar y exponer con xito los engaos del impo. ST, 05-26-1887
CONTENDED POR LA FE
La responsabilidad de los atalayas de hoy es tanto mayor que en los das del profeta, como nuestra luz es ms clara y nuestros privilegios y oportunidades mayores que en sus das. Es el deber del ministro amonestar y ensear a todo hombre, con toda humildad y sabidura. No se ha de conformar a las costumbres del mundo, sino que como siervo de Dios contender por la fe que ha sido transmitida a los santos. Satans est obrando constantemente para derribar los baluartes que le impiden el libre acceso a las almas; y mientras nuestros ministros no son ms espirituales en sus pensamientos, al par que no establecen una conexin estrecha con Dios, el enemigo tiene gran ventaja y el Seor considera al atalaya responsable por su xito. 5T, 16 Los errores que hallaron cabida en la iglesia temprana, y que hicieron peligrar su prosperidad, nunca se han extinguido. Ellos estn peculiarmente activos en el tiempo presente, constituyndose en uno de los peligros de los ltimos das. Y Dios requiere que nos levantemos, como lo hizo Juan en su tiempo, decididamente por la verdad. Con el amor de la verdad ardiendo en nuestros corazones, ardientemente contenderemos por la fe que ha sido una vez dada a los santos. ST, 01-29-1885 Justo mientras los pastores y los miembros de la iglesia naveguen con la corriente del mundo no necesitan ni velamen ni remos. Es cuando cambian la direccin y se vuelven contra la corriente que su trabajo comienza. El deber de toda alma que est del lado de Cristo es ser un testigo para l y contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. 20MR, 319 Corresponde a cada alma, cuya vida est escondida con Cristo en Dios, salir al frente ahora y contender por la fe que ha sido una vez dada a los santos. La verdad debe ser defendida y el reino de Dios adelantado como si Cristo estuviese en persona sobre esta tierra. RC, 211
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En estos das de engao, cada persona que est afirmada en la verdad tendr que contender por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Por medio de su obra misteriosa, Satans introducir toda clase de error, para engaar, si es posible, hasta a los mismos escogidos, y alejarlos de la verdad. Habr que hacer frente a la sabidura humana: a la sabidura de hombres doctos, quienes, como los fariseos, son maestros de la ley de Dios, pero no la obedecen ellos mismos. Habr que hacer frente a la ignorancia y a la locura humanas que se manifestarn en teoras incoherentes ataviadas con un ropaje nuevo y fantstico: teoras que ser ms difcil enfrentar porque no hay razn en ellas. 2MS, 112 La instruccin de Pablo a Tito es aplicable a este tiempo y a nuestros obreros: T habla las cosas que convienen a la sana doctrina. El apstol tuvo que contender con iniquidades de carcter similar a aquellas con las que nosotros tendremos que contender. El habla del obrero fiel como retenedor de la palabra fiel como ha sido enseada, para que pueda exhortar con sana doctrina y convencer a los que contradicen. Porque hay aun muchos contumaces, habladores de vanidades y engaadores, mayormente los de la circuncisin, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras. . . Por tanto, reprndelos duramente para que sean sanos en la fe, no atendiendo a fbulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. RH, 05-29-1888 Asos firmemente del Seor Jess y nunca os soltis. Tened convicciones firmes de lo que creis. Permitid que las verdades de la Palabra de Dios os guen a dedicar el corazn, la mente, el alma y la fortaleza a cumplir su voluntad. Estableceos decididamente sobre un claro As dice el Seor. Que vuestro nico argumento sea, Escrito est. As debemos contender por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Aquella fe no ha perdido nada de su carcter sagrado y santo, no importa lo objetable que sus oponentes puedan pensar que ella es. RH, 08-31-1905 All mi esposo escribi, public y predic. Fue necesario para l mantenerse con la armadura puesta en todo momento, pues a menudo tena que contender con los profesos adventistas que estaban abogando por el error, y predicando un tiempo definido y buscaban prejuiciar a todos los que pudiesen contra nuestra fe. 2SG, 122 En estos ltimos das Dios hace un llamado a esfuerzos unidos de parte de su pueblo. Nunca hubo un tiempo cuando existiera una necesidad mayor de los profundos movimientos del Espritu de Dios que ahora, cuando somos llamados a contender con hombres imbuidos del espritu de Satans. Los que se han apartado de la fe manifestarn que fueron desviados por espritus seductores y doctrinas de demonios, y que stos se han posesionado del alma. PC, 78
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DEFENDER LA VERDAD
Pero la luz y las tinieblas no pueden armonizar. Entre la verdad y el error hay un conflicto que no se puede represar. Exaltar y defender una es atacar y vencer la otra. Nuestro mismo Salvador declar, No he venido para traer paz, sino espada. 4SP, 101 El hecho de que Abel se aventur a estar en desacuerdo con l (con Can) y aun fue hasta tan lejos como para sealarle sus errores, asombr a Can; esta era una experiencia nueva; pues hasta all Abel se haba sometido al juicio de su hermano mayor; y Can se llen de ira hasta en grado sumo porque Abel no simpatizaba con l aun en su desafecto. Abel ceda cuando la conciencia no estaba involucrada; pero cuando el proceder del Dios del cielo fue colocado en duda, y Can habl despectivamente del sacrificio de la fe, Abel fue lo suficientemente corajudo para defender la verdad. La razn de Can le deca que Abel estaba en lo correcto cuando le habl de la necesidad de presentar la sangre de una vctima muerta si quera que se le aceptara su sacrificio; pero Satans le present el asunto en una luz diferente. El inst a Can a dar cabida a una furia diablica, hasta que mat a su hermano, y el pecado de muerte fue colocado sobre su alma. ST, 12-16-1886 No me inquieta mi propio caso; mi paz no es perturbada; pero me preocupo por los atalayas a quienes Dios ha colocado sobre los muros de Sin y que deben darle a la trompeta un sonido certero. Ciertamente debe hacer algo por causa de usted mismo, por causa de Cristo, y por causa de la verdad. Por qu no permite que la verdad aparezca? Por qu permanece tan silencioso como los muertos? Es esta la manera en que defiende la verdad? 3MS, 400 Es sabio buscar humildad y mansedumbre y evitar cuidadosamente suscitar un espritu combativo, el cual cerrar los espritus y los corazones ante la verdad. Sostened vuestra boca como con una mordaza cuando los impos estn delante de vosotros. Cuando seis tentados a pronunciar cosas sarcsticas, refrenaos. No censuris a nadie. No condenis a nadie; permitid que la vida arguya a favor de Jess, y que los labios se abran con sabidura para defender la verdad. La vida consistente, la amplia paciencia, el espritu pasivo bajo la provocacin es siempre el argumento ms concluyente y el llamado ms solemne. OE, 467 edicin 1892 Wiclef fue uno de los mayores reformadores. Por la amplitud de su inteligencia, la claridad de su pensamiento, su firmeza para sostener la verdad y su intrepidez para defenderla, fueron pocos los que le igualaron entre los que se levantaron tras l. CS, 100, 101 Sin temor alguno Lutero defendi la verdad de los ataques que provenan de todo lugar. La Palabra de Dios se demostr a s misma como un arma poderosa, con certeza, en todo conflicto. ST, 10-25-1883 El Seor Jesucristo ha sido paciente con las inconsistencias y las perversidades de los corazones humanos, y por qu no nos relacionaramos de la misma forma con aquellos que
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estn en el error? Por qu tantos quieren defender la verdad con un espritu intolerante y exhibiendo el mal en un grado tal que le ocasionan dao a la causa, mucho ms de lo que la hacen avanzar? Ellos dan ocasin a los incrdulos para desacreditar la sinceridad de los que aman la verdad. Que aquel que quiera levantarse para defender la verdad coloque siempre su espritu, su mente, sus palabras y su conducta en sujecin a Cristo, y entonces adornar la doctrina. 19MR, 208
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1. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los 2. 3.
4. 5.
vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, AMONTONARN MAESTROS PARA S MISMOS CONFORME A SUS PROPIAS CONCUPISCENCIAS, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. Pero t vela en todas las cosas, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
HOMBRES
Por tanto, cuidad de vosotros mismos y de todo el rebao sobre el cual el Espritu Santo os ha constituido como encargados, para apacentar la iglesia del Seor, la cual l compr por su propia sangre, 29. porque yo s esto, que despus de mi partida entrarn en medio de vosotros LOBOS RAPACES, que no perdonarn al rebao. 30. Tambin de entre vosotros mismos se levantarn HOMBRES que hablarn cosas perversas para arrastrar tras s discpulos. 31. Por tanto, velad, . . .
28.
Hechos 20:28 - 31
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Y los hombres se maravillaron, diciendo: Qu hombre es ste, que aun los vientos y el mar le obedecen? Mt. 8:27
Oh, que los hombres pudiesen abrir sus mentes para conocer a Dios como est revelado en su Hijo! La verdad surga de los labios de Jess sin corrupcin alguna de filosofa humana. Sus palabras eran celestiales, tales que los labios mortales nunca las haban pronunciado ni los odos mortales las haban escuchado. Su corazn era un altar sobre el cual arda la llama del amor infinito; la bondad, la misericordia y el amor estaban entronizados en el pecho del Hijo de Dios. El estableci su tabernculo en medio de nuestro campamento humano, coloc su tienda al lado de las tiendas de los hombres para poder morar en su medio, para que se familiarizaran con su carcter y amor divinos. Ninguno pudo amar a Cristo y rendirle homenaje sin servir y honrar al Dios infinito. Aquellos que tenan un aprecio del carcter y de la misin de Cristo estaban llenos con reverencia y asombro al contemplarle y sentir que estaban mirando al templo del Dios viviente. Se envi oficiales del templo a que tomaran preso al Hijo de Dios para que el templo en el cual Dios estaba morando pudiese ser destruido. Pero al acercarse a Jess y escuchar las palabras de sabidura divina que surgan de sus labios, se encantaron, y el poder y la excelencia de su instruccin llen en tal forma sus mentes y sus corazones que olvidaron el propsito por el cual haban sido enviados. Cristo se revel a s mismo a sus corazones. La divinidad fulgur a travs de la humanidad y ellos regresaron tan llenos con este pensamiento, tan encantados con las ideas que l haba presentado que cuando los lderes de Israel les preguntaron, por qu no lo habis trado de vuelta? ellos replicaron entonces, Jams hombre alguno ha hablado como este hombre. Ellos haban visto aquello que los sacerdotes y dirigentes no queran ver, la humanidad inundada con la luz y la gloria de la divinidad. Aquellos que contemplaran esta gloria seran atrados a amar a Jess y a amar al Padre a quien l representaba. Cristo exalt el carcter de Dios, atribuyndole a l la alabanza y dndole el crdito de todo el propsito de su misin terrenal: liberar al hombre por medio de la revelacin de Dios. En Cristo estaban desplegadas delante de los hombres la gracia paternal y las perfecciones sin par del Padre. En su oracin, poco antes de su crucifixin, declar: Yo he manifestado tu nombre. Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Cuando el objeto de su misin se complet, a saber, la revelacin de Dios al mundo, el Hijo de Dios anunci que su labor se haba terminado, y que el carcter del Padre haba sido manifestado a los hombres. ST, 01-20-1890 As que, ninguno se glore en los hombres. 1Cor. 3:21 Qu es la justificacin por la fe? Es la obra de Dios que abate en el polvo la obra del hombre y que hace a su favor aquello que l en su poder no puede hacer por s mismo. Cuando los hombres vean su propia insignificancia entonces estarn preparados para ser vestidos con la justicia de Cristo. Cuando comiencen a alabar y a exaltar a Dios todo el da, entonces por la contemplacin estarn siendo cambiados a la misma imagen. Qu es la regeneracin? Es revelar al hombre lo que es su propia y verdadera naturaleza, decirle que en s mismo l es indigno. Vosotros nunca habis aprendido estas lecciones. Oh, que pudieseis comprender el valor del alma humana! 20MR, 117
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Dejaos del hombre, cuyo aliento est en su nariz; porque de qu es l estimado? Isa. 2:22 Sobre los que han tomado sobre s la obra de pastores del rebao, descendern los ms rigurosos juicios, porque han presentado al pueblo fbulas en lugar de la verdad. Los hijos se levantarn y maldecirn a sus padres. Los miembros de iglesia, quienes han visto la luz y han sido convictos, pero quienes han confiado la salvacin de sus almas al pastor, sabrn en el da de Dios que ninguna otra alma puede pagar el rescate por la transgresin de ellos. Se elevar un terrible clamor, Estoy perdido, eternamente perdido. Los hombres sentirn el vvido deseo de despedazar a los pastores que han predicado falsedades, que han condenado la verdad. La verdad pura para este tiempo requiere una reforma en la vida, pero ellos se apartan a s mismos del amor de la verdad, y de ellos puede decirse, Oh, Israel, te has destruido a ti misma. El Seor enva el mensaje al pueblo, Pon trompeta a tu boca. El vendr como guila contra la casa del Seor, porque han traspasado mi pacto, y se rebelaron contra mi ley. 4BC, 1157 Falt el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos asechan por sangre; cada cual arma red a su hermano. Miqueas 7:2 A medida que el trabajo avanzaba escuch las voces de los hijos y los padres cantando: Si Jehov no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehov no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Alaba, oh alma ma, a Jehov. Alabar a Jehov en mi vida; entonar alabanzas a mi Dios mientras viva. No confiis en los prncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en l salvacin. Alabad a Jehov desde los cielos; alabadle en las alturas. Alabadle, vosotros todos sus ngeles; alabadle, vosotros todos sus ejrcitos. Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas. Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas que estn sobre los cielos. Alaben el nombre de Jehov; porque l mand y fueron creados. 6T, 108 Como en el agua el rostro corresponde al rostro, as el corazn del hombre al del hombre. Prov. 27:19 Una y otra vez he recibido instruccin para que diga a nuestro pueblo: Que vuestra fe y vuestra confianza reposen en Dios. No dependis de ningn hombre pecador, que yerra, para definir vuestro deber. Vuestro privilegio es decir: Anunciar tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregacin te alabar. Los que temis a Jehov, alabadle; glorificadle, descendencia toda de Jacob, y temedle vosotros descendencia toda de Israel. Porque no menospreci ni abomin la afliccin del afligido, ni de l escondi su rostro; sino que cuando clam a l, le oy. De ti ser mi alabanza. . . Mis votos pagar delante de los que le temen. SpTB10, 41 Porque amaban ms la gloria de los hombres, que la gloria de Dios. Jn 12:43
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Dios salva al hombre solamente a travs de la sangre de Cristo; y la creencia del hombre en Cristo y la fidelidad del hombre a Cristo, eso es la salvacin. No es algo que maraville a los ngeles que el sacrificio infinito hecho por el Hijo de Dios fuese lo suficientemente amplio para traer salvacin a la raza cada, pero que este sacrificio expiatorio se hubiese hecho es una maravilla para el universo. Es un misterio en el cual desean mirar los ngeles. Los ngeles estn asombrados ante la indiferencia y la frialdad manifestada por aquellos a quienes se ha provisto una salvacin tan grande. Ellos miran con dolor y con santa indignacin a los que no buscan apreciar al Don inefable de Dios. En vez de ofrecer adoracin a Dios, los hombres finitos se creen a s mismos capaces, sin uncin divina, de decidir qu es digno de alabanza o de culpabilidad en sus congneres humanos. Pero el ser glorificado por el hombre no es gloria. Deberamos aprender a valorar la alabanza del hombre en cuanto a su valor. El Seor dice: Yo honrar a los que me honran. Permitid que todo aliento de alabanza, que toda palabra de exaltacin fluyan hacia Aquel quien es digno: que se dirijan a Jess, el Prncipe de la vida, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Elevad la cruz de Cristo. Elevad al Mediador. Exaltad a Jess; en l todo es noble. Contemplad a Dios en Cristo. El est rodeado de ngeles, querubines y serafines, que lo contemplan continuamente. De da y de noche las voces anglicas claman delante de l, Santo, santo, santo es el Seor Dios Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir. . . Digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque t creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabidura, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Grandes y maravillosas son tus obras, Seor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. Quin no te temer, oh Seor, y glorificar tu nombre? pues solo t eres santo; por lo cual todas las naciones vendrn y te adorarn. Pero aunque slo Dios es santo y digno de ser alabado, las lenguas humanas se han pervertido para ensalzar y glorificar al hombre, en vez de a Dios. ST, 12-30-1889 As ha dicho Jehov: Maldito el hombre que confa en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazn se aparta de Jehov. Jer. 17:5 Elas se humill a s mismo hasta que estuvo en condicin donde no tomara la gloria para s mismo. Esta es la condicin sobre la cual el Seor escucha la oracin, pues entonces le daremos a l la alabanza. La costumbre de ensalzar a los hombres es algo que resulta en un gran peligro. Un hombre elogia a otro, y de esta manera los hombres son guiados a sentir que la gloria y el honor les pertenecen. Comienzan a sentir como lo hizo Nabucodonosor cuando anduvo alrededor de los palacios de su reino, exclamando, no es sta la gran Babilonia que yo edifiqu para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Dios haba amonestado al rey de su peligro en tomar para s la gloria de esta manera, pero l no escuch la advertencia y Dios envi su juicio aterrador sobre l, y Nabucodonosor fue humillado. Luego que l hubo aprendido su leccin, y que haba dado honor a Dios, fue restaurado a su estado y poder de rey. Ofrecer alabanza a los hombres eleva a los mismos en su propia estima y olvidan que su habilidad proviene de Dios y que el capital que se les ha encomendado debe ser utilizado para dar gloria a su Dador.
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Los hombres son probados en el uso de este capital terrenal para ver si se les pueden confiar las riquezas celestiales. Cuando estemos en una condicin correcta delante de Dios, comprenderemos que un gran sacrificio ha sido hecho a favor nuestro, y veremos nuestra propia fragilidad y debilidad humana, y entonces ofreceremos alabanza a Dios en vez de proveerla a los hombres. Toda la alabanza pertenece a Dios. Cuando se hace un llamado a los grandes hombres del mundo a que hablen, muy a menudo se da el caso de que sus palabras no llevan con ellos el peso solemne de la conviccin; pues la mayora de sus palabras se profieren para ganar el aplauso de la gente. Ellos rinden homenaje a los hombres y fracasan en ser concientes de que todo el poder y la habilidad provienen de Dios, a quien slo le pertenece toda la gloria. Cuando exaltis al hombre, colocis una trampa a su alma y hacis justo lo que Satans desea que hagis. Debis alabar a Dios con todo vuestro corazn, alma, poder, mente y fortaleza; pues slo Dios es digno de ser glorificado. Si comprendiramos que nuestra salvacin cost el precio infinito de la vida del Hijo de Dios, tendramos una concepcin ms humilde del yo. Nuestro Salvador supo que no haba esperanza alguna de redencin para nosotros excepto a travs de l, y l vino al mundo para ser herido por nuestra transgresin, para ser lesionado por nuestras rebeliones, para ser molido por nuestros pecados, para llevar nuestro castigo, para que por sus llagas fusemos curados. RH, 06-09-1891 Los alguaciles respondieron: Jams hombre alguno ha hablado como este hombre! Jn. 7:46 Los caminos del Seor no son los caminos del hombre. A menudo nuestras mentes son atradas a las grandes acciones de los hombres; pero, quin es el que da a cualquier hombre la capacidad de hacer algo? No es el Maestro Divino? Y no debera volver a l toda alabanza y honra? Justo mientras el elogio al hombre est en vuestra mente y en vuestros labios, estis colocando al hombre donde Dios debera estar. Vosotros sois dbiles en poder moral, y en toda ocasin que pronunciis una sola palabra de exaltacin al hombre os estis convirtiendo en agentes de Satans para destruir. No hagis que el cielo registre vuestras alabanzas a los hombres. Esto no es algo seguro para que lo hagis. RH, 10-161900 Estando en Jerusaln en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las seales que haca. Pero Jess mismo no se fiaba de ellos, porque conoca a todos, y no tena necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues l saba lo que haba en el hombre. Jn. 2:23-25 As ha dicho Jehov: Maldito el varn que confa en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazn se aparta de Jehov. Ser como la retama en el desierto, y no ver cuando viene el bien, sino que morar con los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Bendito el varn que confa en Jehov, y cuya confianza es Jehov. Porque ser como el rbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echar sus races, y no ver cuando viene el calor, sino que su hoja estar verde; y en el ao de sequa no se fatigar, ni dejar de dar fruto. Engaoso es el corazn ms que todas las cosas, y perverso; quin lo
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conocer?. . . Oh Jehov, esperanza de Israel! todos los que te dejan sern avergonzados; y los que se apartan de m sern escritos en el polvo, porque dejaron a Jehov, manantial de aguas vivas. Sname, oh Jehov, y ser sano; slvame, y ser salvo; porque t eres mi alabanza. CE, 104 No alabis al hombre; no adulis al hombre; no permitis que ningn hombre os alabe u os adule. Satans har demasiado de esta clase de obra. Perded de vista el instrumento, y pensad en Jess. Alabad al Seor. Dad gloria a Dios. Entonad melodas a Dios en vuestros corazones. Hablad de la verdad. Hablad de la esperanza del cristiano, del cielo del cristiano. Ev, 457 La enseanza de los hombres es completamente diferente de la enseanza de Cristo. Hay una tendencia constante de parte del hombre a presentar sus propias teoras y opiniones como material digno de atencin, aun cuando aquello no tenga fundamento en la verdad. Los hombres son muy tenaces en sostener sus ideas errneas y sus opiniones fantasiosas. Ellos se adherirn firmemente a las tradiciones de los hombres y las defendern tan vigorosamente como si fuesen la plena verdad. Jess declar que todo el que fuese de la verdad escuchara su voz. RH, 01-07-1890 Al hombre debiera mostrrsele consideracin y honra slo como embajador de Dios. Dios no se complace en que el hombre sea honrado. El mensaje que trae debe someterse a la prueba de la Biblia. A la ley y al testimonio!. . . Si la predicacin es de carcter emocional, apelar a los sentimientos, pero no al corazn ni a la conciencia. Esta manera de predicar no produce ningn bien duradero, pero a menudo conquista el afecto de las personas y suscita sus emociones en favor del hombre que las complace. Se olvidan de que Dios dijo: Cesad de el hombre cuyo aliento est en sus narices. 5T, 280, 281 No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, dnde estn? Ofrezcamos una consideracin sincera a esta pregunta, Y los nueve dnde estn? Por qu es que sentimos tan grande obligacin hacia los favores humanos y tan poca hacia el favor divino? Por qu alabamos y glorificamos al hombre y dejamos a Dios fuera de nuestro reconocimiento? Sobre qu base podra el agente humano haber realizado una milsima parte de lo que Dios ha hecho por su heredad? Podra un agente humano hacer aun una fraccin de lo que Dios ha hecho, proveer una mnima parte de las gracias que Dios suple? El hombre es tan ingrato, tan olvidadizo de Dios, cuya misericordia le sostiene a toda hora y a todo momento! Todo lo que hemos recibido en el pasado, y todo lo que estamos recibiendo ahora, viene de Aquel quien de tal manera am al mundo que ha dado a su Hijo unignito, para que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envi Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por l. Y como Moiss levant la serpiente en el desierto, as es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. El que no escatim ni a su propio Hijo, sino que lo entreg por todos nosotros, cmo no nos dar con l tambin todas las cosas? MM, 11-01-1894
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La Biblia tiene poco por decir en alabanza hacia los hombres. Poco espacio se da a hacer un recuento de las virtudes aun de los mejores hombres que han vivido alguna vez. Este silencio no es sin propsito; no deja de dar una leccin. Todas las buenas cualidades que los hombres poseen son el don de Dios; las buenas acciones de ellos son realizadas por la gracia de Dios a travs de Cristo. Debido a que todo lo deben a Dios, la gloria de cualquier cosa que sean o hagan le pertenece solamente a l; ellos son slo instrumentos en sus manos. Mas que esto como lo ensean todas las lecciones de la historia bblica es una cosa peligrosa alabar o exaltar a los hombres; pues si alguno llega a perder de vista su entera dependencia de Dios y a confiar en su propia fortaleza, es con seguridad que cae. El hombre est contendiendo con enemigos que son ms fuertes que l. . . Es imposible para nosotros, en nuestra propia fortaleza, mantener el conflicto; y cualquier cosa que desve la mente de Dios, cualquier cosa que gue a la exaltacin del yo o a la dependencia del yo, con toda seguridad est preparando la senda de nuestra derrota. El tenor de la Biblia es inculcar desconfianza hacia el poder humano, y alentar confianza en el poder divino. CC, 365 Cristo dice de aquel tiempo, que engaarn, si fuere posible, aun a los escogidos. Y de nuevo se hace la pregunta, cuando venga el Hijo del hombre, hallar fe en la tierra? Aquellos quienes utilizan su pluma y su voz para dar tal alabanza a los seres humanos necesitan tener discernimiento ms claro. Cunto mejor sera si esta confianza y esta fe se ejerciera hacia los que se estn esforzando con la pluma y la voz para hacer la voluntad de Dios como hijos obedientes, guardando sus mandamientos, no para alabar o glorificar al individuo, sino para obedecer a la Palabra de Dios, para amarse como hermanos, para desarraigar toda fibra de la raz de amargura que estn permitiendo que florezca! CW, 98 La alabanza de los hombres y la exaltacin, hace a los ministros hambrientos por ms de este elemento, hasta que ellos piensan, como lo hizo el pastor E. P. Daniels, que el elogio de los hombres es de ms valor que la aprobacin de Dios. Si vamos a ser salvos deberemos impregnarnos del Espritu y el poder de Cristo. El yo debe ocultarse en Cristo, y slo Cristo debe aparecer. Nuestra obra es elevar, no ensalzando a nadie, sino manteniendo en alto a Jess. Dirigid la mente a Jess; exaltad al Hombre del Calvario delante del pueblo; l puede hacer todas las cosas a favor del creyente humilde y confiado. 12MR, 338 Dios no ha permitido que se diga mucho en su Palabra para resaltar las virtudes de los mejores hombres que han vivido sobre la tierra. Todas sus victorias, sus obras grandes y buenas, fueron atribuidas a Dios. Solo l deba recibir la gloria, slo l deba ser exaltado. El era todo y estaba en todos. El hombre era slo un agente, un dbil instrumento en sus manos. Todo el poder y la excelencia pertenecan a Dios. Dios vio en el hombre una disposicin continua a apartarse de l y a olvidarle, y a adorar a la criatura en lugar de adorar al Creador. Por lo tanto Dios no permiti que se dijese mucho en alabanza del hombre; y que esto quedara registrado en las pginas de la historia sagrada. 1SP, 380 Cuando un hombre llega a estar bien en su mente, comienza a reflexionar acerca de su relacin hacia su Creador. Es locura moral preferir la alabanza de los hombres y no el favor
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de Dios, las recompensas de la iniquidad a los tesoros del cielo, los desechos del pecado al alimento espiritual que Dios provee a sus hijos. 2BC, 1000 Nuestro pueblo est cometiendo graves errores. No podemos alabar y adular a ningn hombre sin causarle gran dao; los que hacen esto se chasquearn seriamente. Confan demasiado en el hombre finito y no lo suficiente en Dios, quien no comete errores. . . A menudo personas de mentes inferiores apartan sus ojos de Jess y contemplan una norma meramente humana, por medio de la cual no son concientes de su propia pequeez, y por lo tanto tienen una idea equivocada respecto a sus aptitudes y dones. Entre nosotros como pueblo existe idolatra de los instrumentos y del talento meramente humano, y aun de los que tienen un carcter ms superficial. El yo debiera morir y debiramos abrigar una fe humilde de nio. El pueblo de Dios se ha apartado de su sencillez. Su fuerza no est en Dios, por lo que est dbil y desfallece espiritualmente. 5T, 71 Se me ha mostrado tanto de la imperfeccin humana en aquellos que rigen las iglesias, que no me atrevo a pronunciar una palabra de alabanza, de recomendacin a ningn hombre. Que los obreros vivan y trabajen de tal forma que puedan tener la aprobacin de Dios y entonces no estarn confiando en la simpata humana, viviendo fundados en el elogio humano, los cuales muy a menudo vienen de labios no santificados. Ellos estarn buscando al Autor y Consumador de nuestra fe. OE, 259, edicin 1892 Las personas saban que si expresaban su admiracin hacia Cristo, esto les costara algo. Muchos creyeron en l, pero no se atrevieron a confesar su fe, temiendo que seran expulsados de la sinagoga. Ellos amaban el elogio de los hombres ms que la alabanza de Dios. ST, 04-23-1896 Sus mentes estn dispuestas para seguir su propia conducta de rechazo y de rebelda, y ellos no son y nunca sern forzados a la sumisin. Hoy existe el peligro de que, como antao, el Espritu Santo sea rechazado porque viene en una forma que no est de acuerdo con las mentes de los hombres. Debido a que ste viene, no para adular a los hombres o para fortalecer sus teoras errneas, sino para reprender al mundo de pecado, de justicia y del juicio que vendr, muchos lo menosprecian. Ellos no estn dispuestos a intercambiar su propia justicia (la cual es injusticia), por la justicia de Cristo, la cual es pura, la verdad no adulterada. El Espritu Santo no lisonjea al hombre, ni tampoco trabaja de acuerdo a los planes humanos; y si ste viene como reprensor, el lugar del hombre es escuchar y obedecer su voz. ST, 0927-1899 Yo estoy plenamente disgustada en hablar en alabanza de cualquier hombre o mujer. Ellos no tienen humildad y gracia para soportarlo. 11MR, 203 Todo hombre que se alaba a s mismo, empaa el brillo de sus mejores esfuerzos. Ev, 244 Me apena cuando veo hombres que son alabados, halagados y mimados. Dios ha revelado el hecho de que algunos que reciben estas atenciones no merecen tomar el nombre
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del Seor en sus labios, y sin embargo, son exaltados hasta los cielos en la estima del hombre finito, que lee solamente la apariencia exterior. Hermanas mas, nunca mimis ni adulis a los pobres y falibles hombres pecadores, sean jvenes o ancianos, casados o solteros. Vosotras no conocis sus debilidades, y no sabis si acaso por esas mismas atenciones y esa misma profusa alabanza no provocaris su ruina. Estoy alarmada de la corta visin y la falta de sabidura que muchos manifiestan con respecto a esta familiaridad. Ev, 361 No recibis adulacin, aun en vuestra vida religiosa. La exaltacin es un arte por el cual Satans busca engaar e inflar al agente humano con altos pensamientos de s mismo. Mirad que nadie os engae por medio de filosofas y huecas sutilezas, segn las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no segn Cristo. La adulacin ha sido el alimento con el cual muchos de nuestros jvenes han sido alimentados; y aquellos que han adulado y lisonjeado han supuesto que estaban obrando bien; pero han estado actuando mal. La adulacin, la alabanza y la complacencia han hecho mucho ms para guiar a las preciosas almas a los falsos caminos que cualquier otro engao que Satans se haya inventado. FE, 304 Dios no puede hacer mucho a favor del hombre, porque l interpreta mal sus bendiciones, y concluye que es favorecido a causa de algn bien que reside en l. No es seguro hablar en alabanza de los mortales, pues ellos no pueden soportar esto. Satans tiene la obra especial que hacer de ensalzar a las pobres almas y l no necesita la ayuda de los siervos del Seor en este asunto. Cun pocos son concientes de la debilidad de la naturaleza humana, y de la sutileza de Satans! En estos ltimos das muchos se estn preparando para la afliccin y la pena o para la completa separacin del favor de Dios, debido a su orgullo y justicia propia. Ellos caern por la exaltacin propia. 2SP, 53 La fuerza humana es debilidad; la sabidura humana es locura. Nuestro xito no depende de nuestros talentos o preparacin, sino de nuestra conexin vital con Dios. A la verdad se le resta poder cuando es predicada por hombres que procuran exhibir su propio conocimiento y aptitud. Los tales tambin dan a entender que saben muy poco acerca de la religin experimental, que no son consagrados de corazn y vida, y que estn llenos de orgullo vano. . . Algunos se ensoberbecen y hablan de s mismos; preparan sermones y artculos para llamar la atencin del pueblo hacia el pastor, temiendo que no recibirn el honor que se merecen. Si hubiese habido ms exaltacin de Jess y menos del ministro, ms adoracin dada al Autor de la verdad y menos a los mensajeros, ocuparamos una posicin ms favorable ante Dios que la que ocupamos hoy. 5T, 158 La obra del Seor debe hacerse con fervor y decisin, por encima del engao y la hipocresa. Sus verdaderos pastores no alabarn ni exaltarn al hombre. Comparecern delante del pueblo con un claro As dice el Seor, el Santo de Israel. Darn el mensaje ya sea que los hombres lo quieran escuchar o lo rechacen. CDCD, 55 Si no fuese por los dones y bendiciones gratuitos de Dios, fracasaramos para la eternidad. Por lo tanto, que nadie entone sus propias alabanzas, satisfacindose con su
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supuesta sabidura. Si sus talentos fuesen el resultado de su propia creacin, la alabanza propia tendra algo de lgica. Pero el hombre no tiene nada que sea suyo. No manifestemos nuestra falta de verdadera sabidura al exaltarnos a nosotros mismos. Inclinmonos humildemente a los pies del que nos ha dado nuestros talentos. CDCD, 200 Oh, que todos los que han hecho de la carne su brazo y que han confiado en el hombre pudiesen ahora en este su da ser concientes de su posicin y clamar a Dios con sinceridad: Sname y ser sanado, slvame y ser salvo; pues t eres mi alabanza! No se volver el pueblo a su Dios? 1888, 1665 Antes de entrar a la ciudad de Dios el Salvador derrama sobre sus seguidores los emblemas de la victoria y los dota con la insignia de su estado real. Los salvos son dispuestos en la figura de un cuadrado hueco, alrededor de su Rey, cuya forma se levanta en alta majestad sobre los santos y los ngeles, y cuyo rostro rostro de pleno amor benigno brilla sobre ellos. Toda la hueste innmera de los redimidos fija su mirada en l, todo ojo contempla su gloria cuyo parecer fue ms desfigurado que cualquier hombre, y su forma ms que la de los hijos de los hombres. Sobre las cabezas de los vencedores, Jess con su propia mano derecha coloca la corona de gloria. Para cada uno hay una corona que lleva su propio nombre nuevo, y la inscripcin, Santidad a Jehov. En toda mano se coloca la palma de victoria y un arpa brillante. Entonces, a medida que los ngeles al comando dan la nota inicial toda mano rasga las cuerdas del arpa con un toque habilidoso, creando una msica dulce en tonos melodiosos y ricos. Un sentir indecible hace vibrar todo corazn y toda voz se levanta en una alabanza agradecida. Al que nos am, y nos lav de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a l sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. ML, 347 Ahora, mi hermano, siento el ms profundo inters hacia usted. De otra forma no le escribira lo que he escrito. Pero conmigo debo ser fiel. Yo digo las cosas justo como son, y mientras quisiera que en el sanatorio todos estuviesen unidos en pliegues perfectos de unin, no me gustara la unin de la clase y calidad de que usted sea la mente y el juicio para todos en el sanatorio y que ellos consideren toda proposicin, plan, palabra y accin suyas como sin error y sin falla. En la multitud de consejeros hay seguridad. Dios no desea que la mente de un hombre se convierta en la sombra de muchas mentes. Dios ha dado a los hombres cerebros para que utilicen, e intelecto para que cultiven, para que lo empleen para darle gloria a l; y l Seor ser el que moldee, controle y d forma a las mentes, tras su propia huella. Los hombres son solamente hombres cualesquiera sea la obra que hagan. CL, 45 Tratemos de comprender algo de la obra poderosa que Cristo hizo por su encarnacin, su vida de humillacin, sus lecciones y sus acciones de misericordia. Por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. En la fortaleza de aquel amor maravilloso, el cual es inexplicable para la humanidad, l se levant, y asindose del mundo, lo sostuvo en su regazo. Satans, reclamando el mundo como su territorio, por ley, busc con todo engao arrancarlo del regazo del Redentor; pero por su vida, su muerte y humillacin Cristo lo sostuvo asido. Y cuando en su agona de muerte el Salvador clam Consumado es, l coloc al mundo de nuevo en relacin de armona con Dios.
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Satans supo que su triunfo era muy corto. Al morir, Cristo proclam la sentencia de muerte de Satans. Esta victoria fue ratificada por toda la hueste celestial. Toda la familia anglica, querubines y serafines, entonaron la alabanza de la obra maravillosa la cual uni la tierra al cielo y al hombre finito con el Dios infinito. Y cuando el conflicto se haya terminado para siempre, qu cantos de alabanza emanarn de la hueste redimida! Esa ser en realidad msica, sin una nota discordante. El antema rico y pleno se elevar de las voces inmortales: Digno, digno es el Cordero! ST, 02-14-1900
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1. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los 2. 3.
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, Y APARTARN DE LA VERDAD EL ODO y se volvern a las fbulas. Pero t vela en todas las cosas, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
vez de la Palabra de Dios. Infieles a su cometido, desvan a los que buscan en ellos la direccin espiritual. HA, 402 Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los odos, y arremetieron a una contra l. Hech. 7:57 Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? Gl. 4:16 Entonces hablaron los sacerdotes y los profetas a los prncipes y a todo el pueblo, diciendo: En pena de muerte ha incurrido este hombre; porque profetiz contra esta ciudad, como vosotros habis odo con vuestros odos. Jer. 26:11 El Seor me ha advertido que vendr una gran apostasa. Habr un decaimiento en la espiritualidad. Muchos volvern el odo de la verdad y aceptarn las fbulas. Nuestros sanatorios deben ser conducidos por hombres sabios y temerosos de Dios, que enseen las sanas doctrinas y muestren por qu creemos la verdad y por qu deberamos practicar la temperancia estricta en todas las cosas, estudiando cmo evitar toda prctica e influencia ruinosa. La virtud y la santidad se practicarn. 6MR, 378 Od ahora esto, pueblo necio y sin corazn, que tiene ojos y no ve, que tiene odos y no oye. Jer. 5:21 Aquellos que profesan piedad, pero que sin embargo no escuchan las admoniciones del Seor, no regulan sus vidas en armona con la santa voluntad del Seor, y se envuelven ms y ms en cadenas de tinieblas. Muchos de los que ahora profesan creer la verdad de Cristo, no soportan la prueba mejor que los que dejaron de seguirla. Muchos, mientras profesan la fe, estn tan separados de Cristo por corazones de incredulidad, que rechazan las palabras y obras de Dios mostradas por medio de sus siervos. Si la revelacin divina no armoniza con sus puntos de vista, se sienten en libertad para apartarse de sus enseanzas. Si sta reprende sus pecados, se ofenden. La alabanza y la adulacin sera grata a sus odos, pero la verdad les desagrada, no la pueden escuchar. Cuando las multitudes siguen, y son alimentadas, y los clamores de triunfo ascienden, sus voces se elevan en alabanza; pero cuando el Espritu escudriador de Dios les revela su pecado y les ordena abandonarlos, vuelven sus espaldas a la verdad, y no andan ms con Jess. 2SP, 287 Y conoceris la verdad, y la verdad os har libres. Jn. 8:32 Dios no esconde su verdad de los hombres. oscurecen para s mismos. PVGM, 77 Por su propia conducta, ellos la
Pero cuando venga el Espritu de verdad, l os guiar a toda la verdad. Jn. 16:13 Santifcalos por medio de tu verdad; tu palabra es verdad. Jn. 17:17
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Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad. 2 Cor. 13:8 Porque si pecremos voluntariamente despus de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda ms sacrificio por los pecados. Heb. 10:26 Y el derecho se retir, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropez en la plaza, y la equidad no pudo venir. Isa 59:14 Aquellos que verdaderamente se unan con Cristo se encontrarn haciendo la misma obra que l realiz mientras estuvo en la tierra, se hallarn magnificando la ley y hacindola honorable. Pero los que se levanten a vindicar el honor de Dios sern objeto de la enemistad de Satans; pues l es un menospreciador de la ley desde el comienzo, y su semilla guerrear contra la justicia; y el inicuo se esforzar por exterminar a los buenos de sobre la faz de la tierra. Satans ha sembrado plenamente la semilla de las herejas peligrosas que producirn una cosecha de corrupcin, y sern como cizaa entre el trigo. El est llenando las mentes y los corazones de los hombres con fbulas, y haciendo que vuelvan de la verdad el odo . Los defensores de la verdad son considerados como enemigos del cristianismo; pero aunque Satans haga que el mundo considere al seguidor de Cristo como el enemigo en progreso, siempre que un alma tome una posicin decidida por la verdad, la cabeza de la serpiente es herida por la simiente de la mujer, y la serpiente slo puede herir el calcaar de la simiente. Cuando el cristianismo nominal es pronunciado falto y se halla insuficiente, y slo la piedad prctica es declarada como religin genuina, la enemistad de Satans se suscita de una vez, pero su ira es una evidencia de su herida. El est buscando atrapar al pueblo en el engao de una forma de piedad sin su poder; para mantenerlos satisfechos con una profesin de piedad, cuando sus corazones son carnales y estn en enemistad con la ley de Jehov. Cuando los defensores de la verdad revelan la eficiencia de sta en sus vidas y caracteres, se propina un revs al reino de Satans. YI, 09-11-1894 Teniendo ojos no veis, y teniendo odos no os? Marc. 8:18 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros odos, porque oyen. Mt. 13:16 El que tiene odos para or, oiga. Mt. 11:15 Pues tambin yo proceder con furor; no perdonar mi odo, ni tendr misericordia; y gritarn a mis odos con gran voz, y no los oir. Eze. 8:18 Entonces tus odos oirn a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por l; y no echis a la mano derecha, ni tampoco torzis a la mano izquierda. Isa. 30:21 Refirindose a aquellos que estn viviendo ahora en la tierra, Pablo declar: Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or,
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amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. SW, 04-04-1905 Los ojos de Jehov estn sobre los justos, y atentos sus odos al clamor de ellos. Salmos 34:15 Porque el corazn de este pueblo se ha engrosado, y con los odos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los odos, y con el corazn entiendan, y se conviertan, y yo los sane. Mt. 13:15 Entra t, pues, y lee de este rollo que escribiste de mi boca, las palabras de Jehov a los odos del pueblo, en la casa de Jehov, el da del ayuno; y las leers tambin a odos de todos los de Jud que vienen de sus ciudades. Jer. 36:6 Yo me siento muy solemne al leer los dos ltimos testimonios, nmeros 31 y 32 (Testimonio para la Iglesia, tomo 5) Por favor leed estos testimonios de nuevo, pues puede que hayis olvidado algo de los llamados y amonestaciones tan importantes que all estn contenidos. Si Dios en realidad nos ha hablado, no volvamos nuestros corazones y nuestros odos para no escuchar la verdad . Leed en el testimonio 31 los tres ltimos captulos, El Sello del Dios Vivo, Una Exhortacin, y La Unidad Cristiana. Entonces veris si aquellos testimonios no hacen sonar las mismas notas de amonestacin que ahora estn resonando. Por favor leed estos testimonios cuidadosamente y en el espritu de oracin. 1888, 192
EL MENSAJE REBAJADO
Nuestra obra ahora es despertar al pueblo. Satans con todos sus ngeles ha descendido con gran poder, para obrar con todo engao concebible a fin de oponerse a la obra de Dios. El Seor tiene un mensaje para su pueblo. Este mensaje ser dado, sea que los hombres lo acepten o lo rechacen. Como en los das de Cristo, surgirn las ms profundas conspiraciones provenientes de las potestades de las tinieblas, pero el mensaje no debe ser rebajado con palabras suaves o con discursos floridos, clamando paz, paz, cuando no hay paz, para aquellos que se estn alejando de Dios. No hay paz, dijo mi Dios, para los impos. 4BC, 1149 Los ministros que procuran agradar a los hombres, y claman: Paz, paz, cuando Dios no ha hablado de paz, debiesen humillar su corazn delante del Seor, y pedirle perdn por su falta de sinceridad y de valor moral. No es el amor a su prjimo lo que los induce a suavizar el mensaje que se les ha confiado, sino el hecho de que procuran complacerse a s mismos y aman su comodidad PR, 104
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Elas no trat de excusarse o de adular al rey. El no rebaj su mensaje para salvarse a s mismo. El no busc evadir la ira del rey comunicando las buenas nuevas de que la sequa casi terminaba. Yo no he turbado a Israel, respondi l; si no t y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehov, y siguiendo a los baales. El profeta dijo claramente al rey que sus pecados y los pecados de la casa de su padre haban acarreado sobre Israel la terrible calamidad a causa de la cual la tierra estaba sufriendo. RH, 10-22-1901 El mundo est lleno de aduladores y disimuladores. . . El amor verdadero es un amor que busca primero el honor de Dios y la salvacin de las almas. Aquellos que tienen este amor no evadirn la verdad para salvarse a ellos mismos de los resultados desagradables de hablar directamente. Cuando las almas estn en peligro, ellos no considerarn el yo. No excusarn ni harn liviana la iniquidad. RH, 10-22-1901 No se debe permitir que las opiniones que hemos recibido, al escuchar las tradiciones de los hombres, obstruyan la senda para que no aceptemos la luz que requiere reforma y transformacin. Entrad a vuestros lugares de oracin con la Biblia en vuestras manos, y all comunicaos con Dios, teniendo odos para escuchar lo que el Espritu os diga. Dejad que vuestro corazn sea humillado y sea dcil de ser enseado, suavizado y subyugado por el Espritu Santo. Si hallis que vuestros antiguos puntos de vista no son apoyados por la Biblia, para vosotros es de inters eterno aprender esto tan pronto como sea posible; pues cuando Dios habla en su Palabra, debemos rendir nuestras opiniones preconcebidas y colocar nuestras ideas en armona con un As ha dicho el Seor. Cristo dijo: Santifcalos en tu verdad; tu palabra es la verdad. Con espritu sumiso debis obedecer la verdad a cualquier costo, sabiendo que los preceptos de la Biblia son la palabra del Dios Eterno. SW, 47
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1. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los 2. 3.
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo Y SE VOLVERN A LAS FBULAS. Pero t vela en todas las cosas, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
LAS FBULAS
Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Seor Jesucristo siguiendo fbulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. 2 Pedro 1:16 Sobre los que han tomado sobre s la obra de pastores del rebao, sern derramados los ms rigurosos juicios, porque han presentado al pueblo fbulas en lugar de la verdad. Los hijos se levantarn y maldecirn a sus padres. Los miembros de iglesia, quienes han visto la luz y han sido convictos, pero quienes han confiado la salvacin de sus almas al pastor, sabrn en el da de Dios que ninguna otra alma puede pagar el rescate por la transgresin de ellos. Se elevar un terrible clamor, Estoy perdido, eternamente perdido. Los hombres sentirn el vvido deseo de despedazar a los pastores que han predicado falsedades, que han condenado la verdad. La verdad pura para este tiempo requiere una reforma en la vida, pero ellos se apartan a s mismos del amor de la verdad, y de ellos puede decirse, Oh, Israel, te has destruido a ti misma. El Seor enva el mensaje al pueblo, Pon trompeta a tu boca. El vendr como guila contra la casa del Seor, porque han traspasado mi pacto, y se rebelaron contra mi ley. 4BC, 1157 Desecha las fbulas profanas y de viejas. Ejerctate para la piedad. 1 Tim. 4:7
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Qu ensearn los pastores al pueblo? ciertamente no fbulas. En realidad no sus imaginaciones insensatas, las que colocaran un yugo gravoso sobre los cuellos de las pobres almas. Tal yugo no lo ha formado Cristo. ste pesa, irrita, trae molestia, inquietud y desaliento. Llevar el yugo de Cristo conlleva descanso, paz y obediencia, pues su yugo es fcil y ligera su carga. 7MR, 392 Muchos son ignorantes del engao que se est presentando como verdad. Ellos albergan ideas en relacin a que los hombres pueden ser salvos por sus propios mritos. Entre nosotros ha penetrado una religin falsa, una religin legalista. Nosotros no guardaremos silencio. La iglesia debe ser despertada. Conseguiremos salones en las ciudades y repartiremos volantes y el pueblo ser iluminado. Dios ha enviado un mensaje de amonestacin. Pronto tendremos que enfrentarnos con las potestades de la tierra, y tenemos toda razn para temer que la falsedad obtendr el dominio. En el nombre del Seor llamaremos a nuestras iglesias para que contemplen esta lucha en su verdadera luz. Esta es una controversia entre el cristianismo del Antiguo y del Nuevo Testamento y entre el cristianismo de la tradicin humana y el de las fbulas corruptas. 16MR, 236 Un sueo profundo, muy profundo, parece estar sobre el pueblo. Se desea el amor al placer, algo nuevo que atraiga la mente, algo sorprendente y un plato de fbulas provenientes del plpito; pero lo que no se apetece es la verdad que despertara y perturbara la complacencia del yo. El pueblo parece encajonado, como si nada pudiese penetrar la armadura del engao propio y de la indiferencia imperturbable. 4B10, 92 La verdad como es en Jess es obediencia a todo precepto de Jehov. Es un trabajo de corazn. La santificacin bblica no es la santificacin espuria de hoy, la cual no investiga las Escrituras, sino que se confa en los buenos sentimientos y los impulsos en vez de buscar la verdad como un tesoro escondido. La santificacin bblica es conocer los requerimientos de Dios y obedecerlos. Hay un cielo puro y santo en espera de aquellos que guardan los mandamientos de Dios. Este se merece un esfuerzo perseverante e incansable, uno que dure toda la vida. Satans est a vuestra mano derecha y a vuestra mano izquierda; est adelante y atrs; l tiene preparado un plato de fbulas para cada alma que no est amando la verdad como es en Jess. El destructor est sobre vosotros para aquietar todo esfuerzo. Pero hay una corona de vida para ganar, una vida que se mide con la vida de Dios. 5BC , 1147 Hay constructores de torres en nuestros das. . . En el mundo que profesa ser cristiano muchos se alejan de las claras enseanzas de las Sagradas Escrituras y construyen un credo fundado en especulaciones humanas y fbulas agradables; y sealan a su torre como una manera de subir al cielo. PP, 115, 116 Nadie presente bellas sofisteras cientficas para adormecer al pueblo de Dios. No revistis la solemne y sagrada verdad para este tiempo con una vestimenta fantstica de sabidura humana. Los que han estado haciendo esto detnganse y clamen a Dios para salvar sus almas de las fbulas engaosas. 1MS, 187
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Nunca hubo una necesidad ms grande de amonestaciones y reprensiones fieles, y de un trato fiel y directo que en este mismo tiempo. Satans ha descendido con gran poder, sabiendo que su tiempo es corto. El est inundando el mundo con fbulas placenteras, y el pueblo de Dios ama que se le diga cosas suaves. El pecado y la iniquidad no son aborrecidos. Se me mostr que el pueblo de Dios debe hacer esfuerzos ms firmes y decididos para repeler las tinieblas que buscan prevalecer. La ntima obra del Espritu de Dios se requiere ahora como nunca antes. Debemos despojarnos del aturdimiento, debemos despertar del letargo que resultar en nuestra destruccin a menos que lo resistamos. Satans tiene una influencia poderosa y dominante sobre las mentes. Los predicadores y el pueblo estn en peligro de ser hallados del lado de las potestades de las tinieblas. No existe ahora tal cosa como una posicin neutral. Todos estamos decididamente del lado del bien, o estamos definidamente con el mal. Cristo dijo: El que no es conmigo, contra m es; y el que conmigo no recoge, desparrama. 3T, 327 Donde estn envueltos los intereses eternos, le concierne a toda alma pedir a los ministros del evangelio que den evidencia bblica de todo lo que digan. Las tradiciones de los padres, las costumbres y dichos de los profesos hombres buenos, las opiniones de los telogos ms capaces y de los ms elevados crticos todo esto carece de valor a menos que armonicen con la Palabra de Dios. Nosotros debemos volvernos de los as llamados padres hacia el Gran Padre Celestial, el Creador del universo. RH, 07-06-1897 Mas un ngel del Seor, abriendo de noche las puertas de la crcel y sacndolos, dijo: Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida. Aqu vemos que los hombres en la autoridad no siempre deben ser obedecidos, aunque puedan profesar ser maestros de la doctrina bblica. Hay muchos hoy quienes se sienten indignados y agraviados de que cualquier voz sea levantada presentando ideas que difieren a las de ellos en relacin a puntos de creencia religiosa. Ya no han presentado por largo tiempo sus ideas como verdad? Los sacerdotes y rabinos razonaron de esta manera en los das apostlicos: Quieren decir estos hombres, iletrados ellos, algunos slo pescadores, que estn presentado ideas contrarias a las doctrinas que los sacerdotes y dirigentes cultos estn enseando al pueblo? Ellos no tienen derecho a meterse con los principios fundamentales de nuestra fe. Pero vemos que el Dios del cielo a veces comisiona a hombres a ensear lo que es considerado como contrario a las doctrinas establecidas. Debido a que los hombres que una vez eran los depositarios de la verdad se manifestaron infieles a su sagrado cometido, el Seor escogi a otros que habran de recibir los brillantes rayos del Sol de justicia, y que defenderan verdades que no estaban de acuerdo con las ideas de los dirigentes religiosos. Y entonces estos lderes, en la ceguera de sus mentes, dan pleno curso a lo que consideran justa indignacin contra los que han puesto a un lado las fbulas acariciadas. Actan como hombres que han perdido la razn. No tienen en cuenta la posibilidad de que ellos mismos no hayan entendido correctamente la Palabra. No quieren abrir sus ojos para discernir el hecho de que han interpretado y aplicado errneamente las Escrituras, y han edificado falsas teoras, a las que denominan doctrinas fundamentales de la fe. PH154, 10
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Se me present el hecho de que muchos estn siendo seducidos por fbulas espirituales. . . A todos los que dais rienda suelta a esas fantasas profanas quiero deciros: Deteneos; por el amor de Cristo, deteneos all mismo donde estis. Os encontris en terreno prohibido... Mar, 367 Las mentes de los bereanos no estaban tan estrechas y reducidas por el prejuicio, y s estaban dispuestos a investigar y a recibir las verdades predicadas por los apstoles. Si el pueblo de nuestro tiempo siguiese el ejemplo de los nobles bereanos, en escudriar las Escrituras a diario, y al comparar los mensajes que les son presentados con aquellos que ya estn registrados, habra miles leales a la ley de Dios donde hoy existe slo uno. Pero muchos de los que profesan amar a Dios no desean cambiar del error a la verdad, y se aferran a las fbulas placenteras de los ltimos das. El error ciega la mente y aleja de Dios; pero la verdad da luz a la mente y luz al alma. LP, 88 Satans es el enemigo personal de Cristo. El es el originador y lder de toda especie de rebelin en el cielo y en la tierra. Su ira aumenta, y nosotros no somos concientes de su poder. Si nuestros ojos pudiesen abrirse para discernir a los ngeles cados en su obrar con aquellos que se sienten en paz y se consideran a s mismos seguros, no nos sentiramos tan seguros. Los ngeles inicuos estn tras nuestros pasos en todo momento. Esperamos que los malos hombres acten bajo las sugerencias de Satans prontamente; pero mientras nuestras mentes no estn protegidas contra los agentes invisibles de Satans, ellos asumirn una nueva forma y obrarn maravillas y milagros ante nuestra vista. Estamos preparados para resistirlos por medio de la Palabra de Dios, la nica arma que podemos utilizar exitosamente? Algunos sern tentados a recibir estas maravillas como provenientes de Dios. Los enfermos sern sanados ante nuestra vista. Se realizarn milagros ante nosotros. Estamos preparados para la prueba cuando los portentos engaadores de Satans se exhiban ms plenamente? No sern muchas almas entrampadas y tomadas? Las formas de error, el alejamiento de los claros preceptos y mandamientos de Dios, y el abrir los odos a las fbulas estn preparando las mentes para estos falsos engaos de Satans. Todos debemos tratar de armarnos ahora para la contienda en la cual debemos tomar parte muy pronto. La fe en la Palabra de Dios, estudiada con oracin y aplicada en la prctica, ser nuestro escudo contra el poder de Satans, y aquella nos har ms que vencedores por medio de la sangre de Cristo. 4bSG, 92 La influencia hipntica de Satans reposar sobre los que se vuelvan de la clara verdad de la Palabra de Dios hacia las fbulas placenteras. 8T, 294 Los que no estn dispuestos a aceptar las verdades claras y penetrantes de la Biblia, buscan continuamente fbulas agradables que aquieten sus conciencias. Mientras sean menos espirituales las doctrinas presentadas, mientras llamen menos la atencin a la abnegacin y a la humillacin, ms grande es el favor con el cual son recibidas. Estas personas degradan las facultades intelectuales para servir a sus deseos carnales. Considerndose muy sabios en su propia presuncin para escudriar la Palabra de Dios con contricin y sincera oracin para buscar gua divina, no tienen escudo contra el engao. Satans est listo para proveerles el deseo del corazn, y l les entrega sus engaos en lugar de la verdad. 4 SP, 346
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Al seguir el curso a la conducta mantenida por los escribas y fariseos, y ver la luz y los privilegios que se les garantizaron somos guiados a preguntar, cmo pudieron aquellos maestros leer la Palabra de Dios sin percibir las verdades que sta ensea? Sobre estos hombres estaba colocada la responsabilidad de explicar la ley en la sinagoga; pero Cristo declar, Erris, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. Vosotros enseis por doctrinas los mandamientos de los hombres. Los dichos de los hombres, que haban descendido por tradicin entre los rabinos de generacin en generacin, haban moldeado su adoracin religiosa. Las tradiciones aumentaban constantemente, lo cual mantena las mentes en un estado de cuestionamiento y de controversia en relacin a los asuntos ms triviales. Constantemente se estaban poniendo en vigencia nuevas leyes, y al pueblo se le enseaba a considerar aquello como requerimientos de Dios, hasta que un servicio mecnico se convirti en la suma de la religin y la adoracin de ellos. Muchas de aquellas leyes no haban sido escritas, y exaccin tras imposicin era aadida hasta que se reuni una suma irrazonable de mximas y fbulas. El que intentaba mostrar que las Escrituras estaban en conflicto con estas leyes y tradiciones era condenado como si se hubiese negado a aceptar un As ha dicho el Seor. Esta educacin de los rabinos agradaba mucho a Satans, pues por su medio l estaba preparando el camino para que cuando Cristo viniese al mundo, fuese rechazado por su propia nacin. RH, 08-29-1899 Gran parte de los tristes resultados del espiritismo recaer sobre los ministros de esta poca, porque han pisoteado la verdad, y han preferido las fbulas. Mar, 164 La nica seguridad ahora es inquirir por la verdad como est revelada en la Palabra de Dios, como si fuese un tesoro oculto. El tema del sbado, la no-inmortalidad del alma y el testimonio de Jess, son las grandes e importantes verdades para ser comprendidas, las cuales resultarn como un ancla para sostener al pueblo de Dios en estos tiempos peligrosos. Pero las multitudes menosprecian las verdades de la Palabra de Dios, y prefieren fbulas. Por esto Dios les enva un poder engaoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no recibieron el amor de la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. 4bSG, 90 Hay un Dios, y se me ha encargado decir que su verdad debe ser vindicada de tal forma que las teoras malignas y seductoras que se estn introduciendo puedan ser desarraigadas. Muchas mentes han sido cautivadas debido a que por aos han estado colocando su confianza en alguien que prepar un plato de fbulas cientficas que cuadra con su apetito. ATO, 86 Es verdad que gran luz, intelectual, moral y religiosa est brillando sobre esta generacin. Desde 1844 est proviniendo luz desde el Cielo de los cielos por medio de la puerta abierta en el templo de Dios. Pero debe recordarse que mientras ms sea la luz otorgada, mayor es el engao y las tinieblas de los que rechazan la obra de Dios y aceptan fbulas, enseando como doctrinas los mandamientos de los hombres. ST, 11-08-1899
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No escuchis ni por un momento a las interpretaciones que soltaran una clavija, que quitaran un pilar del fundamento de la verdad. Las interpretaciones humanas y la recepcin de las fbulas destruirn vuestra fe, confundirn vuestra comprensin y dejarn sin efecto vuestra fe en Jesucristo. Estudiad diligentemente el tercer captulo de Apocalipsis. En l est sealado el peligro de perder vuestro asidero en las cosas que habis escuchado y aprendido provenientes de la Fuente de toda la luz. 1MR, 54 Yo he recibido del Seor amonestaciones para dar a las iglesias adventistas del sptimo da. El me ha comunicado que Satans es el inventor de las fbulas necias y sin importancia, las cuales presenta a las mentes humanas para eclipsar las verdades grandiosas, elevadoras y purificadoras para este tiempo. El enemigo se esfuerza por medio de estas invenciones miserables para rebajar los sagrados principios de la verdad, para desviar la mente lejos de la verdad saludable y vital hacia las ceremonias vergonzosas. 6MR, Por un largo tiempo antes del primer advenimiento de Cristo, los rabinos haban estado obrando para dejar la verdad sin efecto. Parecan haber perdido su sentido comn y trabajaban para construir algo original que preservase su influencia: hacan un despliegue de victoria (superioridad o supremaca) por una repeticin interminable de fbulas y de tradiciones infantiles. Manufacturaron dichos baratos, inconsistentes, frvolos, y formas triviales, construyendo la verdad sobre la falsedad. Sus mentes se entenebrecieron. Las verdades sagradas perdieron su brillo al no ser practicadas. Se hicieron toda clase de fabricaciones, se colocaron en vigencia deberes innecesarios, se hicieron y se presentaron falsas pruebas. La verdad sagrada fue deshonrada al colocrsele en compaa con el error. MR14, 59 El pueblo de Dios no debe llenar sus mentes con teoras que Cristo nunca ense cuando estuvo en la columna de nubes o cuando, como hombre entre los hombres, ense en las calles y sinagogas de Judea. . . Descartad las fbulas y las imaginaciones vanas. Presentad solamente las palabras, Escrito est. Permitid que Jess tome posesin de la mente y del corazn. 20MR, 339 Los que estn viviendo en medio de los peligros de los ltimos das que se caracterizarn por el hecho de que las multitudes se apartan de la verdad de Dios para ir tras las fbulas, tendrn la difcil tarea de apartarse de esas fbulas, que se estn preparando para ellos por todas partes, y desarrollar el intenso deseo de hallar satisfaccin en las verdades impopulares. Los que se apartan de las fbulas para aceptar la verdad son despreciados, aborrecidos y perseguidos por los que estn presentando esas fbulas para que la gente las acepte. Satans est en guerra con el remanente que est tratando de guardar los mandamientos de Dios y que tiene el testimonio de Jess. . . Mientras Jess purifica a su pueblo para que sea suyo, redimindolo de toda iniquidad, Satans emplea todas sus fuerzas para impedir esta obra y la perfeccin de los santos. El no emplea su poder con los que estn cubiertos de engaos, guarecidos detrs de fbulas y errores, y que no hacen el menor esfuerzo por recibir la verdad y obedecerla. El sabe que los tiene en su mano; pero los que estn buscando la verdad para obedecerla y amarla, son los que excitan su malignidad y
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despiertan su ira. El no los podr debilitar nunca mientras permanezcan junto a Jess; por eso se complace cuando logra inducirlos a desobedecer. 2T, 96 Es mucho ms fcil aceptar las sofisteras y las fbulas que la verdad. . . No podemos confiar en asertos de hombres: no en forma ms segura de lo que pudieron los judos confiar en sus falsas teoras en el tiempo de Cristo. Las declaraciones de los hombres no convierten la verdad en falsedad ni la falsedad en verdad. No podemos con seguridad construir nuestra fe sobre un fundamento falso, y escuchar a las fbulas porque stas nos hayan sido comunicadas por tradicin, aunque ellas se hayan establecido con el tiempo. RH, 07-06-1897 No hay necesidad de entrar en controversia con las pobres almas que piensan que estn sirviendo a Dios cuando estn creyendo las fbulas del demonio. Cuando nuestros pastores jvenes se resienten y acarrean oprobio sobre la causa de Dios al colocar la verdad santa y sagrada al nivel de las fbulas, que stos sean aconsejados que se conviertan por medio del estudio minucioso de la Palabra, hacindolo con hombres de experiencia, quienes hayan comprendido la verdad por aos. Que abandonen ya la fantasa, que dejen las interpretaciones imaginarias que no tienen fundamento en la Palabra de Dios. Qu tiene que ver la paja con el trigo? 14MR, 58 Aqu es donde muchos son guiados a sendas secundarias y prohibidas. Lo humano est tan mezclado con las declaraciones divinas que las fbulas se vienen a ensear como verdad. Volveos a Dios y a vuestras Biblias, y aprended la norma verdadera del carcter cristiano. 14MR, 196 Ahora, a las verdades de la Palabra se les estn dando falsas interpretaciones, para que las mentes engaadas puedan estar a gusto. El error se hace aparecer como verdad. Se me instruye a dar un testimonio decidido contra estas teoras que desvan. Se me encarga un mensaje opuesto a las herejas y sofisteras que estn siendo propagadas por Satans. La vida y las enseanzas de nuestro Seor no dan lugar a estas fbulas artificiosas. La prdida de la vida eterna es el precio que debe ser pagado por continuar honrando la supersticin y la falsedad sobre la Palabra de Dios, dejando su enseanza sin efecto. MM, 103 Hay, y continuar habiendo, agitacin a nuestro alrededor, porque los reinos del mundo no quedarn en reposo. Nunca hubo un tiempo cuando fue ms fuerte la tentacin de negar a Cristo en espritu y en comportamiento, y esta tentacin aumentar en poder a medida que nos aproximemos al fin. A los hombres les sobrevendrn tentaciones fuertes y abrumadoras. Las falsas doctrinas y fbulas se presentarn como verdad bblica para que los hombres las acepten; y si fuese posible, engaaran aun a los mismos escogidos. Pero, es tiempo de que nuestro amor se enfre cuando abunda la iniquidad? Es ste un tiempo para estar tranquilos? Es ste tiempo para separase de Dios, nuestro Consejero? NEV, 356
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1. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los 2. 3.
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. PERO T VELA EN TODAS LAS COSAS, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
mientras su artero enemigo entra en el fuerte y trabaja con xito a su lado para derribar lo que Dios mand que se construyese. Ven que Satans est engaando a los inexpertos e ingenuos; no obstante se quedan callados, como si no tuviesen un inters especial, como si estas cosas no fuesen de su incumbencia. Ellos no ven ningn peligro especial; no ven razn alguna para dar la alarma. A ellos les parece que todo va bien, y no consideran necesario hacer sonar la trompeta con los fieles toques de advertencia que los claros testimonios les presentan, para mostrar al pueblo sus transgresiones y a la casa de Israel sus pecados. Estas reprensiones y advertencias interrumpen la calma de estos soolientos centinelas amantes de la comodidad, y se sienten disgustados. Ellos dicen en su corazn, si no en palabras: No merecemos esto. Es demasiado severo, demasiado duro. Estos hombres estn preocupados y excitados sin necesidad, y parecen no estar dispuestos a dejarnos descansar en paz. Os preocupis demasiado, considerando que toda la congregacin es santa, todos y cada uno de ellos. No nos dejan sentirnos cmodos, ni en paz, ni felices. A estos vigas irrazonables y difciles de complacer slo los satisface el trabajo, la fatiga, y la incesante vigilancia. Por qu no profetizan cosas gratas, y gritan: Paz, paz? As todo ira mejor. 2T, 391, 392 Vino luego a sus discpulos, y los hall durmiendo, y dijo a Pedro: As que no habis podido velar conmigo una hora? Mt. 26:40 Es a causa de que los deberes de la vigilancia y de la oracin han sido menospreciados tan tristemente que hay tan grande carencia de poder moral. Esta es la razn por la cual tantos que tienen una forma de piedad no hacen obras correspondientes. Una indiferencia descuidada y una seguridad carnal concerniente a los deberes religiosos y a las cosas eternas prevalecen hasta un grado alarmante. La Palabra de Dios nos exhorta a ser hallados orando en todo tiempo, con toda oracin y splica en el Espritu, y velando en ello con toda perseverancia, y de nuevo, Sed, pues, sobrios, y velad en oracin. Aqu radica la salvaguarda del cristiano, su proteccin en medio de los peligros que asechan en su senda. RH, 10-11-81 Mirad, velad y orad; porque no sabis cundo ser el tiempo. Marc. 13:33 Hermanos en cargos de responsabilidad: Estis en peligro. Yo levanto mi voz en advertencia. Cuidaos. A menos que velis, y mantengis vuestras vestiduras sin mancha del mundo, Satans se erigir como vuestro capitn. Ahora no es tiempo de ocultar vuestros colores, no es tiempo de volveros traidores cuando la batalla se hace ms srdida. No es tiempo de bajar u ocultar nuestras armas, y dar a Satans la ventaja en la contienda. Los atalayas sobre los muros de Sin deben estar muy despiertos. Llamad a vuestros compaeros de vigilancia en trminos no de un medio dormido, La maana viene, y tambin la noche, si no surge respuesta, entonces sabed que el atalaya es infiel. Ahora no es tiempo para relajar nuestros esfuerzos, para hacernos inspidos y sin espritu; no es tiempo para esconder nuestra luz bajo un almud; para hablar cosas suaves, para profetizar engao. No, no; no hay lugar para atalayas dormidos en los muros de Sin. Toda facultad debe ser empleada plena y enteramente para Dios. Mantened vuestra fidelidad, dando testimonio a favor de Dios y la verdad. No seis desviados por ninguna clase de sugerencia que el mundo pueda hacer. Nosotros no podemos comprometernos. Hay un asunto de vida al frente nuestro, el cual ser
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de importancia vital para el pueblo remanente de Dios, hasta el mismo fin de la historia de esta tierra; pues aqu estn envueltos intereses eternos. Nosotros debemos mirar constantemente al Seor Jesucristo, el Capitn de nuestra salvacin. Todo lo que Jess hizo en esta tierra, lo realiz buscando solamente dar la gloria a su Padre. El dice, Y como el Padre me mand, as hago. Este mandamiento recib de mi Padre. En todo lo que l hizo, estaba obrando la voluntad de su Padre, de modo que su vida sobre la tierra fue una manifestacin de la perfeccin divina. La unin de lo divino con lo humano en Cristo deba revelarnos el propsito de Dios para traer a los hombres a la ms ntima conexin con l mismo. En nosotros no hay posibilidad de felicidad sin l. SpTA01b, 9 Velad, pues, en todo tiempo orando que seis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrn, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. Luc. 21:36 Perseverad en la oracin, velando en ella en accin de gracias. Col. 4:2 Cristo nos ordena velar, para que seamos tenidos por dignos de escapar de las cosas que vienen sobre la tierra. Es de la mxima importancia que escuchemos esta amonestacin. El enemigo de toda justicia est tras nuestras huellas, buscando guiarnos a olvidar a Dios. HP, 355 Por tanto, no durmamos como los dems, sino velemos y seamos sobrios. 1Tes. 5:6
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1. Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, quien juzgar a los 2. 3.
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. pero t vela en todas las cosas, SOPORTA LAS AFLICCIONES , haz la obra de un evangelista, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
la vida ms elevada. Dios ha dispuesto que as seamos habilitados para el cielo. Esperad en Dios. Reposad en l con toda dependencia; pues sus brazos eternos os sostendrn. Aquel que dice que ni un pajarillo cae a tierra sin la notoriedad del Padre Celestial cuidar por los que le amen y confen en l. Jess conoce cada golpe de dolor, cada ataque de angustia y de pesar, y l dar a sus hijos gracia para soportar las aflicciones que permite que les sobrevengan. Su corazn late en simpata con la humanidad doliente, y aquellos que sufren ms tienen mucho ms de su simpata y de su cuidado. ST, 02-28-06 Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librar Jehov. Salmos 34:19 La paciencia debe realizar su obra perfecta, o no podremos ser perfectos y completos, sin que nada no falte. Se nos han sealado dificultades y aflicciones, que debemos soportar pacientemente, o bien amargaremos a todos con nuestras quejas? El oro se pone en el crisol para quemar la escoria. No seremos pacientes bajo el ojo del refinador? Debemos rehusar hundirnos en un estado mental deprimido y desconsolado; debemos mostrar una tranquila confianza en Dios, experimentando gozo cuando se nos permite soportar las pruebas por Cristo. NEV, 72 Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 1 Pedro 5:9 Era necesario que Cristo vistiera su divinidad con la humanidad. Slo de esa manera poda convertirse en el Redentor de la raza cada. Buscando ser en realidad el Salvador, era necesario que conociera el poder de la tentacin y que soportara toda prueba y afliccin que nos acosa a nosotros. En todas nuestras aflicciones l fue afligido. Soport toda dificultad que sobreviene al pobre y al necesitado; sufri cansancio y hambre. El comprende todo inconveniente que tenemos que enfrentar. El permaneci fiel a todo precepto de la ley de Dios bajo toda circunstancia, viviendo a nuestro favor una vida perfecta. Desde su niez hasta su virilidad prevaleci ante la prueba de la obediencia. ST, 01-14-03 Los hebreos haban esperado obtener su libertad sin ninguna prueba especial de su fe, sin penurias ni sufrimiento verdaderos. Pero an no estaban preparados para la liberacin. Tenan poca fe en Dios, y no queran soportar con paciencia sus aflicciones hasta que l creyera conveniente obrar por ellos. PP 266 Habiendo obtenido el lugar que buscaba, Jess se empe en oracin ferviente hacia su Padre. Hora tras hora, con lgrimas y en forma continua, suplicaba por fortaleza para soportar sus aflicciones, y por gracia para que se vertiera sobre sus discpulos de forma que pudiesen soportar las terribles pruebas que les esperaban en el futuro. 2SP, 327
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. pero t vela en todas las cosas, soporta las aflicciones, HAZ LA OBRA DE UN EVANGELISTA, da plena prueba de tu ministerio. 2 de Timoteo 4: 1-5
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A travs de los primeros discpulos se otorg un don divino a Israel; el evangelista fiel de hoy har una obra similar en toda ciudad donde nuestros misioneros hallen entrada. Es una obra la cual en algn grado hemos tratado de hacer en conexin con algunos de nuestros sanatorios, pero se debe alcanzar una experiencia mucho ms amplia en estas lneas de labor. No pueden nuestros presidentes de Asociacin abrir la senda para que los estudiantes en nuestras escuelas tomen parte en esta lnea de labor? Una y otra vez se me ha presentado que debe haber grupos organizados, y educados ms plenamente para trabajar como enfermeros, como evangelistas, como pastores, como colportores, como estudiantes del evangelio, para perfeccionar el carcter tras la similitud divina. Hay una obra magnfica que hacer en aliviar la humanidad doliente, y a travs de las labores de los estudiantes que estn recibiendo una educacin y preparacin para hacerse mdicos misioneros eficientes, el pueblo que vive en muchas ciudades puede familiarizarse con las verdades del mensaje del tercer ngel. Lderes consagrados y maestros de experiencia deberan salir con estos obreros jvenes, al comienzo, dndoles instruccin en cuanto a cmo trabajar. Cuando aquellos que temen y honran a Dios ofrecen favores de alimentacin, stos deben aceptarse. As se hallar la oportunidad para la conversacin, para explicar las Escrituras, para entonar himnos bblicos y orar con la familia. Hay muchos para quienes una labor como esta resultara en una bendicin. PH095, 15 Los evangelistas mdicos misioneros sern capaces de hacer una obra pionera excelente. La obra del ministerio debera mezclarse plenamente con la del evangelista mdico misionero. El mdico cristiano debera considerar su obra tan exaltada como la del ministro. CH, 350 Un obrero nunca debe dejar inconclusa alguna parte del trabajo porque no es agradable ejecutarla, pensando que el pastor que vendr despus la har en su lugar. Cuando tal es el caso, si un segundo ministro sigue al primero, y presenta los derechos que Dios tiene sobre su pueblo, algunos retroceden, diciendo, El pastor que nos anunci la verdad no nos mencion estas cosas. Y ellos se ofenden a causa de la Palabra. Algunos se niegan a aceptar el sistema del diezmo; ellos se apartan, y ya no andan ms con los que creen y aman la verdad. Cuando se les presentan otros temas, contestan: No nos ensearon as, y vacilan en progresar. Cunto mejor hubiese sido que el primer mensajero de la verdad educase fiel y cabalmente a estos conversos en todos los puntos esenciales, aunque fuese menor el nmero de personas aadidas a la iglesia por medio de sus labores! Ev, 236
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vivos y a los muertos en su aparicin y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprueba, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr el tiempo cuando no soportarn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, amontonarn maestros para s mismos conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas. pero t vela en todas las cosas, soporta las aflicciones, haz la obra de un evangelista, DA PLENA PRUEBA DE TU MINISTERIO. 2 de Timoteo 4: 1-5
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CONCLUSIN
CRISTO, EL CAMINO DE LA VIDA
Jess vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentos, y creed en el evangelio. (Marc. 1:14, 15) El arrepentimiento est relacionado con la fe, y nos es presentado con insistencia en el Evangelio como esencial para la salvacin. Pablo predic el arrepentimiento. El dijo: Nada que fuese til he rehuido de anunciaros y ensearos, pblicamente y de casa en casa, testificando a judos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Seor Jesucristo.(Hech. 20:20, 21) No hay salvacin sin arrepentimiento. Ningn pecador impenitente puede creer con su corazn para justicia. El arrepentimiento es descrito por Pablo como un piadoso dolor por el pecado, que produce arrepentimiento para salvacin, de que no hay que arrepentirse. (2 Cor. 7:10) Este arrepentimiento no tiene en s ningn mrito por naturaleza sino que prepara el corazn para la aceptacin de Cristo como el nico Salvador, la nica esperanza del pecador perdido. Cuando el pecador contempla la ley, le resulta clara su culpabilidad, y sta queda expuesta ante su conciencia, y es condenado. Su nico consuelo y esperanza se encuentra en mirar a la cruz del Calvario. Al confiar en las promesas, aceptando lo que dice Dios, recibe alivio y paz en su alma. El clama: Seor, t has prometido salvar a todos los que acuden a ti en el nombre de tu Hijo. Soy un alma perdida, impotente y sin esperanza. Seor, slvame, o perezco. Su fe se aferra de Cristo, y es justificado delante de Dios. Pero al paso que Dios puede ser justo y sin embargo justificar al pecador por los mritos de Cristo, nadie puede cubrir su alma con el manto de la justicia de Cristo mientras practique pecados conocidos o descuide deberes conocidos. Dios requiere la rendicin completa del corazn antes de que pueda efectuarse la justificacin; y a fin de que el hombre retenga la justificacin, debe haber una obediencia continua mediante una fe activa y viviente que obre por el amor y purifique el alma. Santiago escribe de Abrahn y dice: No fue justificado por las obras Abrahn nuestro padre, cuando ofreci a su hijo Isaac sobre el altar? No ves que la fe acto
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juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccion por las obras? Y se cumpli la Escritura que dice: Abrahn crey a Dios, y le fue imputado por justicia: y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe. (Stg. 2: 21-24) A fin de que el hombre sea justificado por la fe, la fe debe alcanzar un punto donde domine los afectos e impulsos del corazn; y es por la obediencia que la fe misma se perfecciona.
voluntad de carne, ni de voluntad de varn, sino de Dios. (Jn. 1:12, 13) Jess declar: El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. (Jn. 3:3) El que no naciere del agua y del Espritu no puede entrar en el reino de Dios. (Jn. 3:5) No se coloca delante de nosotros una norma baja, pues debemos llegar a ser hijos de Dios. Hemos de ser salvados individualmente, y en el da del examen y de la prueba, podremos ver la diferencia entre el que sirve a Dios y el que no le sirve. Somos salvados como creyentes individuales en el Seor Jesucristo. Muchos estn perdiendo el camino correcto, debido a que creen que pueden encaramarse hasta el cielo, que deben hacer algo para merecer el favor de Dios. Procuran mejorar mediante sus propios esfuerzos, sin ayuda. Esto nunca lo pueden realizar. Cristo ha abierto el camino al morir como nuestro sacrificio, al vivir como nuestro ejemplo, al llegar a ser nuestro gran Sumo Sacerdote. El declara: Yo soy el camino, la verdad y la vida. (Jn. 14:6) Si mediante algn esfuerzo propio pudiramos avanzar un paso hacia la escalera, las palabras de Cristo no seran verdaderas. Pero cuando aceptamos a Cristo, aparecen las buenas obras como fructfera evidencia de que estamos en el camino de la vida, de que Cristo es nuestro camino y de que estamos recorriendo el verdadero sendero que conduce al cielo.
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APNDICE A
EL ZARANDEO
Porque zarandear los cielos, y la tierra se mover de su lugar, en la indignacin de Jehov de los ejrcitos, y en el da del ardor de su ira. (Isa. 13:13) La voz del cual conmovi entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: An una vez, y zarandear no solamente la tierra, sino tambin el cielo. (Heb. 12:26) Justo mientras Dios tenga una iglesia, l tendr aquellos que clamarn en alta voz y no se detendrn, quienes sern sus instrumentos para reprender el egosmo y los pecados, y quienes no rehuirn declarar todo el consejo de Dios, sea que los hombres lo escuchen o dejen de hacerlo. Yo vi que los individuos se levantaran contra los testimonios claros. Esto no est de acuerdo con sus sentimientos naturales. Escogeran que se les dijese cosas suaves, y que se clamase paz a sus odos. Yo vi a la iglesia en una condicin ms peligrosa de lo que alguna vez lo haya estado. La religin experimental es conocida slo por unos pocos. El zarandeo pronto debe ocurrir para purificar la iglesia. 2SG, 284 Nuestra fe no puede estar depositada en ningn hombre. Necesitamos la justicia de Cristo. Necesitamos a Jess siempre a nuestro lado. El es nuestra Roca. Es por su poder que conquistamos, y por su justicia que somos salvados. Cuando veo a hombres exaltados y alabados, ensalzados casi como infalibles, s que deber venir un terrible zarandeo. Cuando la lmpara de la vida de Dios brille en el corazn con rayos claros y constantes, las tinieblas desaparecern instantneamente. Todo dolo ser destronado, y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento reinar en el corazn. La verdad, la preciosa verdad, se ver, se apreciar y se obedecer. El estandarte ser elevado, y muchos se reunirn a su alrededor. 11MR, 91 Algunos no soportarn este testimonio directo. Se levantarn contra l, y ste ser el causante del zarandeo entre el pueblo de Dios. 1B10, 365 A ninguno le concierne dejar caer una palabra de duda aqu y otra all que obre como veneno en otras mentes, zarandeando la confianza de ellos en los mensajes que Dios ha dado, los cuales han ayudado a colocar los cimientos de esta obra, y los que nos han acompaado hasta el tiempo presente, en reprensiones, amonestaciones, correcciones y aliento. A todos los que se han erigido en la senda de los testimonios, yo digo, Dios ha dado un mensaje a su pueblo, y su voz ser oda, sea que la escuchis o no. Vuestra posicin no me ha herido a m; mas debis dar cuenta al Dios del cielo, quien ha enviado estas amonestaciones e instrucciones para mantener a su pueblo en la senda correcta. Vosotros tendris que responderle por vuestra ceguera, por ser una piedra de tropiezo en el camino de los pecadores. GCDB, 04-13-1891
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Algunos que haban permanecido en el hogar fueron poderosamente convencidos. Se vieron en una forma que nunca lo haban considerado antes. El ngel de Dios estaba zarandeando el lugar. La brevedad del tiempo, los terrores y la cercana de los juicios venideros y del tiempo de prueba, la mentalidad mundana de la iglesia, su falta de amor fraternal y su carencia de preparacin para enfrentar la venida del Seor fueron fuertemente impresionados en las mentes de todos. Se dio comienzo a una reforma; se estn haciendo confesiones de corazn; los hermanos se estn uniendo. 2B10, 333 Cada verdadero hijo de Dios ser tamizado como trigo, y en el proceso del aventamiento debe sacrificarse cada placer acariciado que aparte la mente de Dios. Mar, 48 Toda la poltica del mundo no puede salvarnos de un zarandeo terrible, y todos los esfuerzos hechos ante las altas autoridades no nos librarn del azote de Dios; slo porque el pecado se ha acariciado. 3MS, 439 El mundo es el instrumento que zarandea la iglesia y que prueba lo genuino de sus miembros. El mundo ofrece atractivos que, cuando son aceptados, colocan al creyente donde su vida no est en armona con su profesin. . . 6BC, 1102 Aquel que tamiza todos los motivos y lee todos los corazones est probando, y examinando, y zarandeando a su pueblo, especialmente a aquellos que tienen luz y conocimiento, y que tienen parte en su obra sagrada. Dios es un escrutador de los corazones y un juez de los motivos, y no aceptar nada menos que la entera devocin a la obra y la consagracin a s mismo. 3T, 191 El apstol exhorta a los hermanos con estas palabras: Por lo dems, hermanos mos, fortaleceos en el Seor, y en el poder de su fuerza. Vestos de toda la armadura de Dios, para que podis estar firmes... en el da malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Oh, qu da est delante de nosotros! Qu zarandeo habr entre aquellos que pretenden ser hijos de Dios! Los injustos se encontrarn entre los justos. Los que tienen gran luz y no han andado en ella tendrn tinieblas correspondientes a la luz que han despreciado. Necesitamos prestar atencin a la leccin contenida en las palabras de Pablo: sino que someto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. El enemigo est trabajando diligentemente para ver a quin puede aadir a las filas de la apostasa; pero el Seor viene pronto, y antes de mucho todo caso ser decidido para la eternidad. Aquellos cuyas obras correspondan con la luz que les fue misericordiosamente dada, se encontrarn del lado del Seor. TM, 163 Los das de la purificacin de la iglesia se estn acercando rpidamente. Dios tendr un pueblo puro y fiel. En el poderoso zarandeo que pronto ocurrir seremos mucho ms capaces de medir la fortaleza de Israel. Las seales revelan que el tiempo est cerca cuando el Seor manifestar que su aventador est en su mano, y que l pronto limpiar toda su era. RH, 01-11-1887
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Siento ser obligada a tomar la posicin que soy forzada a tomar a favor del pueblo de Dios. Al adoptar esta posicin soy colocada bajo la necesidad de cumplir con la pesada obligacin de mostrar el mal de los planes que yo s que no han nacido del cielo. Esta es la preocupacin que muchas veces el Seor ha colocado sobre m en el pasado, para que su obra pudiese avanzar por las lneas correctas. Cunto cuidado y ansiedad, cunta angustia mental y trabajo fsico agotador pudo habrseme ahorrado en mi ancianidad! Pero todava estoy bajo la necesidad de ir a la batalla, y de cumplir, en presencia de importantes congregaciones, el deber que el Seor ha colocado sobre m el de corregir la direccin equivocada de hombres quienes profesan ser cristianos, pero que estn haciendo una obra que ser deshecha con gran prdida, tanto financieramente como en el zarandeo de la confianza del pueblo. 12MR, 68 Ahora es muy tarde en el da para que los hombres se agraden y se glorifiquen a ellos mismos. Ministros de Dios, es muy tarde para estar contendiendo por la supremaca. Ha llegado el tiempo solemne cuando los ministros deberan estar llorando entre la entrada y el altar, clamando, perdona, oh Jehov, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad. Es un da cuando en lugar de levantar sus almas en suficiencia propia los ministros y el pueblo deberan estar confesando sus pecados delante de Dios y entre ellos mismos. La ley de Dios se ha anulado, y aun entre aquellos que dicen estar bajo sus demandas obligatorias, hay algunos que quebrantan sus sagrados preceptos. La Biblia se abrir de casa en casa, y hombres y mujeres hallarn acceso a estos lugares, y las mentes se abrirn para recibir la Palabra de Dios; y cuando llegue la crisis, muchos estarn preparados para tomar decisiones correctas aun frente a las dificultades formidables que se suscitarn por medio de los milagros engaosos de Satans. Aunque stos confesarn la verdad y se convertirn en obreros con Cristo en la hora undcima, recibirn igual salario con los que han trabajado todo el da. Habr un ejrcito de creyentes establecidos quienes se mantendrn, a travs de la ltima prueba, tan firmes como una roca. Pero en aquel ejrcito, dnde estn los que han sido los portaestandartes? Dnde estn aquellos cuyas voces han resonado en la proclamacin de la verdad a los pecadores? Algunos de ellos no estn all. Los buscamos, pero en el tiempo del zarandeo no han sido capaces de subsistir, y se han pasado a las filas del enemigo. RH, 1224-1889 Esperamos conflictos fieros con las potestades de las tinieblas. Creemos que el tiempo del zarandeo ha llegado. Mi clamor es, no detengas tu mano, oh Dios. Permite que todo lo que pueda ser zarandeado lo sea. Conozcamos quin est sobre el firme fundamento, quin est del lado del Seor. IB10, 441 Estamos en el tiempo del zarandeo, el tiempo en que todo lo que pueda ser zarandeado ser zarandeado. El Seor no disculpar a los que conocen la verdad y no obedecen a sus rdenes en palabras y acciones. 2JT, 547-548 (1900) Habr un zarandeo del cedazo. A su tiempo la paja debe ser separada del trigo. Debido a que la iniquidad abunda, el amor de muchos se ha enfriado. Es precisamente el tiempo cuando lo genuino ser lo ms fuerte. EUD, 177
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En la ltima obra solemne se ocuparn pocos grandes hombres. Ellos son autosuficientes, independientes de Dios, y el Seor no puede usarlos. Dios tiene fieles siervos, quienes en el tiempo del zarandeo y de prueba aparecern en escena. Son hombres preciosos, ahora escondidos, que no han doblado la rodilla a Baal. No han tenido la luz que ha estado brillando en concentrados raudales sobre vosotros. Pero puede ser que bajo un exterior tosco y poco atractivo se revele el brillo de un genuino carcter cristiano. De da miramos al cielo, pero no vemos las estrellas. Estn all, fijas en el firmamento, pero el ojo no puede distinguirlas. De noche contemplamos sin embargo su brillo genuino. SC, 63 El potente zarandeo ha comenzado y proseguir de suerte que aventar a cuantos no estn dispuestos a declararse por la verdad con valenta y tenacidad ni a sacrificarse por Dios y su causa. El ngel dijo: Acaso os figuris que alguien ser obligado a sacrificarse? No, no. Debe ser una ofrenda voluntaria. Se ha de vender todo para comprar el campo. Clam a Dios para suplicarle que perdonara a su pueblo, entre el cual haba algunos desfallecidos y moribundos. Entonces vi que llegaban rpidamente los juicios del Todopoderoso, y rogu al ngel que hablara en su propio lenguaje al pueblo. El dijo, Todos los truenos y relmpagos del Sina no conmoveran a los que no quieren ser conmovidos por las evidentes verdades de la palabra de Dios, ni tampoco los despertara el mensaje de un ngel. PE, 50, 51 Justo tan pronto como el pueblo de Dios es sellado en sus frentes esto no es ningn sello o marca que pueda ser visto, sino un establecimiento en la verdad, tanto intelectual como espiritualmente, de forma que no pueden ser movidos justo tan pronto como el pueblo de Dios es sellado y preparado para el zarandeo, ste vendr. En realidad, ya ha empezado; los juicios de Dios estn ahora sobre la tierra, . . . para que podamos saber lo que viene. FLB, 287 Cuando viene el zarandeo, por la introduccin de teoras falsas, estos lectores superficiales, que no estn anclados en ningn lugar, son como la arena movediza. Se deslizan hacia cualquier posicin para acomodar el contenido de sus sentimientos de amargura. TM, 112 (1897). Esta es la forma en que McCullagh ha hecho. El ha dado cabida a sus sentimientos contra m, sin decirme una sola palabra en relacin a sus dificultades. 11MR, 206 El zarandeo de Dios avienta multitudes como hojas secas. 1JT, 480 (1876) No perdis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardn; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengis la promesa. . . Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdicin, sino de los que tienen fe para preservacin del alma. Heb. 10:35-39 Vi que estamos en el tiempo del zarandeo. Satans est trabajando con todo su poder para arrebatar las almas de las manos de Cristo e inducirlas a pisotear al Hijo de Dios... Mar, 50 Se me seal a la providencia de Dios en medio de su pueblo y se mostr que toda prueba hecha por el proceso refinador y purificador sobre los cristianos profesos demuestra
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que algunos son escoria. El oro puro no siempre aparece. En toda crisis religiosa algunos caen bajo la tentacin. El zarandeo de Dios avienta multitudes que son como hojas secas. La prosperidad multiplica una multitud de profesos. La adversidad los saca de la iglesia. Como una clase, sus espritus no estn establecidos en Dios. Ellos salen de nosotros porque no son de nosotros; pues cuando la tribulacin o la persecucin se levanta debido a la Palabra, muchos se ofenden. 4T, 89 A veces estoy cargada en espritu, pero cuando encomiendo todo a Dios su paz viene a m. Escucho su voz diciendo, Estad quietos, conoced que yo soy Dios. Veo que ha llegado el tiempo cuando todo lo que pueda ser zarandeado ser zarandeado; estamos en el tiempo del zarandeo. Tened la seguridad de que solamente los que vivan la oracin de Cristo, hacindola una realidad en la vida prctica, soportarn la prueba. 21MR, 346 Me vuelvo ahora a otra promesa, en el captulo 43. En las mentes de nuestro pueblo se suscita la pregunta, s, el Seor est bendiciendo nuestra misin a trabajar, pero, oh, qu acerca de la debilidad, qu con relacin al zarandeo? Va a haber un zarandeo ms grande del que hemos tenido? Mi respuesta es, Tened confianza en Dios! (Muchos Amn) El conocimiento de vuestra parte y de la ma de que el Seor de los cielos nos conoce individualmente, de que l ha planeado para nosotros, y para todo el pueblo; la confianza sencilla de que maana el Seor va a obrar a nuestro favor lo que hizo por nosotros ayer, esto es lo que nos mantendr firmes cuando las pruebas vengan. GCB, 06-01-1913
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APNDICE B
EL TESTIMONIO SINCERO
(claro, franco, completo, puro)
Desde el comienzo de nuestras labores, nosotros (Jaime y Elena White) hemos sido llamados a dar un testimonio sincero, incisivo, para reprender los males y no detenernos. Y en toda nuestra senda ha habido aquellos que se han levantado en oposicin a nuestro testimonio, y que han seguido tras nuestras espaldas hablando cosas suaves, para embadurnar con mezcla lquida, y destruir la influencia de nuestras labores. El Seor nos ordena dar reprensin, y luego los individuos se colocan exactamente en medio de nosotros y del pueblo para dejar nuestro testimonio sin efecto alguno. Se han dado muchas visiones de que debemos ocupar la posicin de avivar al pueblo de Dios; y no evitar declarar el consejo del cielo, pues la iglesia estaba dormida en sus pecados. Pero pocos han simpatizado con nosotros, mientras muchos han simpatizado con el mal, y con los que han sido reprobados. Estas cosas nos aplastaron y sentimos que no tenamos ms testimonio que presentar en la iglesia; no sabamos en quin confiar. Todas estas cosas se impusieron sobre nosotros, y en nuestro interior muri la esperanza. Nos retiramos a descansar casi a media noche, pero yo no poda dormir; un dolor severo estaba en mi corazn y no poda hallar alivio. Me desmay un nmero de veces. 2SG, 298 Yo me postr a sus pies para adorarle. Y l me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jess. Adora a Dios; porque el testimonio de Jess es el espritu de la profeca. (Apoc. 19:10) En la iglesia existen pecados que Dios odia, pero aquellos son escasamente tocados por temor a crear enemigos. En la iglesia se ha suscitado la oposicin ante el testimonio sincero. Algunos no lo soportarn. Ellos desean que se les diga cosas suaves. Y si los males de los individuos son tocados, ellos se quejan de severidad, y simpatizan con los que estn en el error. Como Acab inquiri de Elas, Eres t el que turbas a Israel? ellos estn listos a mirar con recelo y duda a los que llevan el testimonio claro, y como Acab pasan por alto el mal que ha hecho necesaria la reprensin y la reprobacin. Cuando la iglesia se aleja de Dios menosprecia el testimonio franco, y sus miembros se quejan de severidad y aspereza: esta es una triste evidencia del estado de tibieza de la iglesia. 2SG, 283 Dios dice a sus siervos: Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelin, y a la casa de Jacob sus pecados. Pero cuando el testimonio directo, sincero, viene de labios que se mueven por influjo del Espritu de Dios, hay muchos que lo tratan con desdn. Estos son los que entre nosotros, en los hechos y no en las palabras, dicen a los videntes: No veis; y a los profetas: No nos profeticis lo recto, decidnos cosas halageas, profetizad mentiras; dejad el camino, apartaos de la senda, quitad
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de nuestra presencia al Santo de Israel. Por tanto, el Santo de Israel dice as: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habis apoyado; por tanto, os ser este pecado como grieta que amenaza ruina, extendindose en una pared elevada, cuya cada viene sbita y repentinamente. . . Porque as dijo Jehov, el Seor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seris salvos; en quietud y en confianza ser vuestra fortaleza. Y no quisisteis. TM, 89 Si tus hijos guardaren mi pacto, y mi testimonio que yo les ensear, sus hijos tambin se sentarn sobre tu trono para siempre. (Sal. 132:12) El pueblo de Dios ser examinado y probado. El testimonio sincero y agudo debe realizar una parte prominente en esta hora. En estos das de tinieblas y peligro, quin es capaz de levantarse y de hablar toda la verdad? Multitudes de maestros profetizan cosas suaves. No ven causa especial de alarma en la condicin presente del profeso pueblo de Dios. El pueblo est dormido, y los maestros duermen a la par con l. Ellos claman, paz, paz, y las multitudes que escuchan creen su informe y estn en paz. Esto crea una necesidad an mayor de que los maestros fieles comuniquen el testimonio penetrante, fiel. El tiempo presente es uno de limpieza y purificacin, uno de guerra y de prueba. La casa de Israel est siendo tamizada, como lo es el grano en la criba. El tamo debe ser quitado, y requerir una obra delicada separarlo de los granos de trigo. El ojo penetrante de Dios detectar la ms mnima partcula de tamo, y sin embargo l no permitir que caiga al suelo el ms pequeo grano de trigo. RH, 11-26-1861 La calumnia y el reproche sern la recompensa de los que defiendan la verdad como es en Jess. Y tambin los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jess padecern persecucin.(2 Tim. 3:12) Los que dan un testimonio franco contra el pecado, tan ciertamente sern aborrecidos como lo fue el Maestro que les dio esa obra para hacerla en su nombre. Al igual que Cristo, sern llamados enemigos de la iglesia y de la religin, y mientras ms fervientes y leales sean sus esfuerzos para honrar a Dios, ms amarga ser la enemistad de los impos e hipcritas. Pero no nos debemos desanimar cuando seamos tratados as. 1MS, 73 A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. (Isa 8:20) Hay una plena oposicin en este lugar contra el testimonio sincero, y Harriet: ninguno est tan completamente opuesto al testimonio como usted misma, y sin embargo usted est en una conexin ntima con la obra de Dios, y en constante oposicin y rebelin a aquel sobre quien el Seor ha colocado el peso de reprobar, de aconsejar y de dirigir su causa... Pero se me ha mostrado que el consejo y el testimonio directo no cesarn mientras Dios tenga algo que hacer con esta iglesia y con la oficina de publicaciones. El testimonio completo cortar a derecha e izquierda, y la iglesia ser labrada y escuadrada. La cuchilla del cepillo de Dios pasar sobre ellos, y si los individuos no soportan la obra directa sern dejados a un lado como madera intil, inapropiados para tener lugar alguno en la obra de Dios. PH016, 12
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Aquellos que han sido enviados a dar un testimonio franco, incisivo, para reprobar el mal en el temor del Seor, para trabajar con todas sus energas en aras de la construccin del pueblo de Dios, y para establecerlo en puntos importantes de la verdad presente, muy a menudo han recibido censura en lugar de simpata y ayuda, mientras aquellos que, como usted mismo, han tomado una posicin no comprometedora, son considerados como fieles, hombres que poseen un espritu benigno. Dios no los considera de esta manera. El precursor del primer advenimiento de Cristo fue un hombre de palabras muy claras. El reprendi el pecado, y llam las cosas por sus nombres correctos. El coloc el hacha a la raz del rbol. OE, 89, edicin 1892 Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarn a los concilios, y en las sinagogas os azotarn; y delante de gobernadores y de reyes os llevarn por causa de m, para testimonio a ellos. (Mr. 13:9) Hay cizaa entre nosotros, y sta es la razn por la que somos tan dbiles. Algunos estn tendiendo constantemente hacia el mundo. Sus puntos de vista y sus sentimientos armonizan mucho mejor con el espritu del mundo que con el sentimiento de abnegacin de los seguidores de Cristo. Es perfectamente natural para ellos preferir la compaa de las personas cuyo espritu se amoldar mejor con el suyo propio. Y la cizaa tiene demasiada influencia dentro del pueblo de Dios. Esta toma una parte con ellos, y tiene un nombre entre ellos, y es un libro de texto para los incrdulos y para los dbiles y no consagrados en la iglesia. Estas personas de mente doble siempre tendrn objeciones hacia el testimonio sincero y agudo que reprueba los males personales. Estos individuos, en este tiempo de refinamiento, o se convertirn plenamente y se santificarn por medio de la obediencia a la verdad, o sern dejados con el mundo, a donde pertenecen, para recibir su recompensa con l. 4bSG, 79 El Seor nos ha dado una instruccin completa en cuanto a qu recibir como verdad para que no cometamos errores all donde estn envueltos nuestros intereses eternos. El dice, A la ley y al testimonio; si no hablaren conforme a esta palabra, es porque no hay luz en ellos. Estaremos en peligro de ser desviados si confiamos en pastores, o en concilios de hombres, o si dependemos de la interpretacin que los hombres puedan colocar sobre las Escrituras. Sea cual sea la doctrina que se nos presente, deberemos escudriar diligentemente las Escrituras como lo hicieron los nobles bereanos, para saber por nosotros mismos si la exposicin del mensajero est en armona con la segura palabra de la profeca. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y til para doctrinar, para redargir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Dios nos ha legado el precioso don de la razn y del intelecto, y se nos tendr como responsables por nuestros errores si no utilizamos la mente para un estudio ferviente de la Palabra de Dios. Dios nos ha dotado con capacidades por medio de las cuales podemos comprender qu es aceptable ante l. Nuestras ideas humanas y nuestras voluntades humanas no deben ocupar el trono, mas la voluntad de Dios debe ser suprema. ST, 02-26-1894 Ata el testimonio, sella la ley entre mis discpulos. (Isa. 8:16)
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La verdadera conviccin de pecado, la afliccin real del corazn por causa de la verdad, la muerte del yo, la superacin diaria de los defectos de carcter y el nuevo nacimiento, representan las cosas antiguas que Pablo dice que han pasado, y he aqu todas son hechas nuevas. Muchos no saben nada de esta obra. Injertaron la verdad en sus corazones naturales, y luego siguieron como antes, manifestando los mismos rasgos de carcter desdichados. Lo que ahora se necesita es el testimonio sincero llevado en amor, proveniente de labios tocados con fuego viviente. RJ, 200 La historia de los israelitas nos presenta el gran peligro del engao. Muchos no tienen el sentir de la pecaminosidad de sus propias naturalezas ni de la gracia del perdn. Estn en las tinieblas de su naturaleza, sujetos a tentaciones y a gran engao. Estn lejos de Dios; sin embargo se satisfacen ampliamente con sus vidas, cuando su conducta es aborrecible ante Dios. Esta clase siempre estar en guerra con las directrices del Espritu de Dios, especialmente con la reprensin; no desean ser turbados. Ocasionalmente tienen temores egostas y buenos propsitos, y algunas veces pensamientos y convicciones de ansiedad; pero no tienen una experiencia profunda, porque no estn cimentados en la Roca eterna. Esta clase nunca ve la necesidad del testimonio sincero. El pecado no aparece tan excesivamente inicuo ante ellos por la misma razn de que no estn caminando en la luz como Cristo est en la luz. 3T, 361 El que recibe su testimonio, ste atestigua que Dios es veraz. (Jn. 3:33) Si todos los que se congregan para celebrar reuniones para la edificacin y la oracin pudiesen considerarse como verdaderos adoradores entonces habra esperanza, aunque todava quedara mucho por hacer en favor nuestro. Pero est de ms engaarnos a nosotros mismos. Las cosas estn lejos de ser lo que la apariencia pudiese indicar. A la distancia parecera haber mucho de bueno, pero al examinarse de cerca, se vera lleno de deformidades. El espritu dominante de la poca es el de la infidelidad y la apostasa un espritu de esclarecimiento aparente, porque se posee un conocimiento de la verdad, pero que es en realidad la ms ciega presuncin. Existe un espritu de oposicin a la clara Palabra de Dios y al testimonio de su Espritu. Existe un espritu de exaltacin idoltrica de la mera razn humana por sobre la sabidura revelada de Dios. 5T, 74 El Seor tiene sus medios sealados para hallar al hombre en sus errores y apostasas. Sus mensajeros son enviados a dar un testimonio sincero para que los despierten de su condicin de somnolencia y para que abran las preciosas palabras de vida, las santas Escrituras, ante su entendimiento. Estos hombres no deben ser slo predicadores, sino ministros, porta-antorchas, atalayas fieles que vean el peligro amenazante y adviertan al pueblo. Ellos deben reflejar a Cristo en su celo ardiente, en su tacto cuidadoso, en sus esfuerzos personales en suma, en todo su ministerio. Deben tener una unin vital con Dios, y llegar a familiarizarse en tal forma con las profecas y lecciones prcticas del Antiguo y del Nuevo Testamento que puedan extraer de la tesorera de la Palabra de Dios cosas nuevas y antiguas. 5T, 251
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Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seis salvos. (Jn. 5:34) Satans es hbil para sugerir dudas e idear objeciones al testimonio agudo que Dios enva, y muchos piensan que es una virtud, un indicio de inteligencia, ser incrdulos y presentar dudas. Los que desean dudar tendrn abundante ocasin para ello. . . Dios da suficiente evidencia para que la mente ingenua pueda creer; pero el que se aparta del peso de la evidencia, porque hay unas pocas cosas que su entendimiento finito no puede aclarar, ser dejado en la atmsfera fra y helada de la incredulidad y de la duda, y perder su fe. 5T, 675 Todos los que entren por las puertas de perla en la ciudad de Dios debern haber manifestado a Cristo en todas sus actividades. Esto es lo que los convierte en mensajeros de Cristo, en sus testigos. Ellos deben dar un testimonio sincero y definido contra todo mal proceder, y sealar al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El da poder, a todos los que recibe, de ser hijos de Dios. CDCD, 108 As que, hermanos, cuando fui a vosotros, para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabidura. (1 Cor. 2:1) Los siervos del Seor deben dar un testimonio franco. Ellos deberan clamar en alta voz y no detenerse, y mostrar al pueblo su transgresin y a la casa de Israel sus pecados. Pero hay una clase quienes no recibirn el mensaje de reprensin, y levantan sus manos para escudar a aquellos a quienes Dios reprueba y corrige. Ellos siempre se encontrarn simpatizando con los que Dios desea que sientan su verdadera pobreza. RH, 09-16-1873 Los mensajeros, como embajadores de Dios, deben llevar un testimonio vivo para reprender el pecado, el cual penetrar hasta el alma, sea que los hombres lo escuchen o que no deseen hacerlo. Hay muchos que cierran sus ojos para no ver, y cierran sus odos para no escuchar. Piensan que se ha cometido un error, que todos estos testimonios sinceros, incisivos, no pueden provenir de Dios, sino que surgen solamente de agentes humanos. Se abrigan con su justicia propia y pelean por cada pulgada del camino, para poder permanecer donde se imaginan que deben estar, retando las amonestaciones de los siervos de Dios. Se aferran desesperadamente a las vestiduras de su justicia propia, no sea que se les despoje de ellas. RH, 07-03-1888 Cuando abri el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que haban sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenan. (Apoc. 6:9) Yo rogu e implor al pueblo que colocaran sus corazones en orden antes del congreso campestre. Estamos viviendo en medio de los peligros de los ltimos das, y debemos reunir y apreciar todo rayo de luz. Nuestro testimonio debe ser sincero, fidedigno, y escudriador. Pero ste no debe revelar en grado alguno un espritu de censura y de crtica. . . Satans puede hacer la crtica para todo el mundo. Nosotros podemos afligirnos, pero no irritarnos; podemos entristecernos, pero no regaar. Yo s que la batalla muchas veces es severa. No podemos
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evitar la orden, que amonestis a los ociosos, que alentis a los de poco nimo, que sostengis a los dbiles, que seis pacientes para con todos. RH, 12-06-1906 Mientras los ministros de la verdad presente deben llevar un testimonio agudo, reprendiendo los males individuales y buscando arrancar los dolos del campamento de Israel, deben manifestar tolerancia. Deben predicar la verdad en su solemnidad e importancia, y si sta halla su camino al corazn lograr hacer por el receptor algo que nada ms puede hacer. Pero si la verdad presentada con la demostracin del Espritu no corta los dolos, no tendr valor para denunciar y vencer al individuo. Puede parecer que algunos se han unido a sus dolos, no obstante vi que deberamos ser muy reacios para abandonar a los pobres engaados. Siempre deberamos tener en mente que todos somos mortales que erramos, y que Cristo ejerce mucha piedad hacia nuestra debilidad, y que nos ama aunque erramos. Si Dios se relacionase con nosotros como a menudo lo hacemos entre nosotros mismos, seramos consumidos. Mientras los ministros predican la verdad franca y cortante, deben permitir que sea la verdad la que corte y talle y no hacerlo ellos mismos. Deben colocar el hacha, las verdades de la Palabra de Dios, a la raz del rbol, y algo se lograr. Derramad el testimonio exactamente tan directo como se encuentra en la Palabra de Dios, con un corazn lleno de la influencia clida y vivificante de su Espritu, todo en ternura, anhelosos por las almas, y la obra entre el pueblo de Dios ser efectiva. La razn por la cual se manifiesta tan poco del Espritu de Dios es porque los ministros aprenden a trabajar sin el Espritu. Carecen de la gracia de Dios, les falta tolerancia y paciencia, no tienen el espritu de consagracin y sacrificio; y sta es la nica razn por la cual algunos estn dudando de las evidencias de la Palabra de Dios. El problema no est en ningn momento en la Palabra de Dios, sino en ellos mismos. Les falta la gracia de Dios, estn destituidos de devocin, de piedad personal y de santidad. Esto los lleva a ser inestables, y a menudo los lanza al campo de batalla de Satans. 1T, 383 Entonces el dragn se llen de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. (Apoc. 12:17) A la maana siguiente, cuando estbamos listos a salir para la casa de adoracin para tomar parte en las arduas labores del da, una hermana para la cual yo haba tenido un testimonio en relacin a que careca de discrecin y precaucin, y que no controlaba plenamente sus palabras y acciones, lleg con su esposo y manifest sentimientos de gran irreconciliacin y agitacin. Ella comenz a hablar y a llorar. Murmur un poco, y confes un poco, y justific su yo considerablemente. Ella tena una idea errtica de muchas de las cosas que yo le haba declarado. Su orgullo fue tocado cuando declar sus faltas de una manera tan pblica. Evidentemente aqu radicaba la principal dificultad. Pero, por qu deba sentirse de esa manera? Los hermanos y las hermanas saban que estas cosas eran as, por lo tanto yo no les estaba informando nada nuevo. Pero no dudo que aquello era nuevo para la hermana misma. Ella no se conoca a s misma, y no poda juzgarse con propiedad en relacin a sus palabras y acciones. En cierto grado esto es verdad en relacin a casi todos, de all la
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necesidad de reprensiones fieles en la iglesia y de que todos sus miembros cultiven el amor por el testimonio sincero. 2T, 14 Algunos no recibirn el testimonio que Dios nos ha dado para llevar, adulndose de que nosotros podemos estar engaados y que ellos pueden estar en lo correcto. Piensan que el pueblo de Dios no necesita un trato y una reprensin sincera, sino que Dios est con ellos. Estos tentados, cuyas almas siempre han estado en guerra con la reprensin fiel del pecado, clamarn: Hblanos cosas suaves. Qu disposicin harn stos del mensaje del Testigo Fiel a los laodicenses? Aqu no puede haber engao. Los siervos de Dios deben llevar este mensaje a una iglesia tibia. Este debe despertar a su pueblo de su seguridad y engao peligroso en relacin a su verdadera posicin delante de Dios. Si este testimonio es recibido suscitar a la accin y llevar al abatimiento propio y a la confesin de pecados. 3T, 259 No piense nadie que lamento o quiero retractar ningn testimonio claro que haya dirigido a individuos o al pueblo. Si en alguna cosa he fallado, ha sido en no reprender el pecado ms decididamente y con mayor firmeza. Algunos de los hermanos han asumido la responsabilidad de criticar mi obra y de proponer una manera ms fcil de corregir los errores. Yo dira a las tales personas: Yo sigo el camino de Dios y no el vuestro. Lo que he dicho o escrito en forma de testimonio o reprensin no ha sido expresado con exceso de claridad. 5T, 18 El testimonio escrutador del Espritu de Dios separar de Israel a los que han combatido los medios que Dios ha establecido para mantener libre de corrupciones a la iglesia. Hay que llamar al error por su nombre. Los pecados graves deben ser censurados como corresponde. Todos los hijos de Dios deben acercarse ms a l. . . Entonces vern el pecado en la verdadera luz y comprendern cun ofensivo es para Dios. El testimonio claro, directo, debe vivir en la iglesia, porque en caso contrario la maldicin de Dios descansar sobre su pueblo con tanta seguridad como lo estuvo sobre el antiguo Israel debido a sus pecados. 5T, 634 Siempre ha ido contra mis principios entrar en controversia con alguno, o gastar mi tiempo en vindicarme a m misma contra los ataques de los que no dudan en adoptar cualquier medio para pervertir la verdad, o para lanzar estigma sobre los que se levantan en defensa de la ley de Dios. Nada agradara ms a Satans y a sus seguidores que yo tomara parte en esta obra; pues entonces me daran lo suficiente para mantenerme ocupada todo el tiempo y de esta manera mi obra verdadera sera dejada inconclusa. Pero esta no es la tarea que Dios me ha dado. Hace aos decid que nada me desviara de la tarea de hablar y de escribir la verdad bblica, sincera y clara. Inamovible tanto por la condenacin o la aprobacin, por la censura o el aplauso, por la falsedad o la adulacin, no he rehuido declarar, sin parcialidad y sin hipocresa, el mensaje que Dios me ha dado. Yo siempre he comunicado, y confo que continuar comunicando, un testimonio sincero y decidido contra el pecado, en la iglesia y fuera de ella. HS, 237
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Fui tomada en visin. Luego se me mostr que deberamos llevar nuestro testimonio directo y agudo. Que tenamos una obra que hacer. Entonces se me presentaron los individuos que haban rehuido el testimonio penetrante. Yo vi la influencia de sus enseanzas sobre el pueblo de Dios. Se me mostr la condicin del pueblo en ----- -----. Ellos tienen la teora de la verdad, pero no han sido santificados por medio de ella. Vi que cuando los mensajeros entran a un nuevo lugar, su labor es mucho ms que perdida a menos que lleven un testimonio sincero e incisivo. 2SG, 299 Nuestras labores en Maine comenzaron con la conferencia en Norridgewock, el primero de noviembre. La reunin fue grande. Como era usual mi esposo y yo dimos un testimonio sincero y penetrante en favor de la verdad y de la debida disciplina eclesistica, y en contra de las diferentes formas de error, de confusin, de fanatismo y de desorden, que crecen naturalmente de la carencia de una disciplina tal. LS15, 178 Dios desea que a su pueblo se le predique el Evangelio puro. El egosmo aparecer en muchas maneras. El desnimo que usted siente luego de comunicar el testimonio sincero no surge porque haya errado en presentar este testimonio. Si usted no comunica el mensaje que se le ha dado, Dios lo enviar a su pueblo por medio de algn otro canal. 21MR, 447 Nosotros debemos vencer por la sangre del Cordero y por la palabra de nuestro testimonio. Cuando Dios es deshonrado por hombres que aparentan estar haciendo la voluntad de Dios, entonces algunas veces tenemos que dar un testimonio muy sincero. Debemos tomar una posicin decidida del lado de Cristo, para aprobar aquello que le pertenece. A menos que hagamos esto, no seremos contados como mayordomos fieles. 2SAT, 296 El Seor llama a su pueblo a levantarse ante la emergencia; las agencias humanas deben cooperar con lo divino. Siempre es difcil dar cabida a la profesin de fe cuando una influencia mortal y paralizante se ejerce en el mundo religioso contra la lealtad a Dios. Pero debido a que la iniquidad abunda, permitir el pueblo de Dios que su amor se enfre? Desmayarn nuestros corazones? No mostraremos nuestra fidelidad en lugar de eso, llevando el ms noble testimonio que el hombre puede recibir para el honor de Dios? Los que no se han dedicado de todo corazn tendern para el lado del mundo; y aconsejarn que se suprima la verdad sincera y decidida. Pero tal no es la enseanza de la Palabra de Dios. ST, 06-12-1893 Yo no he dado el testimonio sincero. Yo he sentido el peso de la obra, una carga del alma que nunca esper sentir de nuevo por la iglesia en Battle Creek. Dios ha permitido que su Espritu reposara sobre m justo en medio de ellos. Yo he exhortado a la juventud. Mi espritu se agit dentro de m al ver, por su conducta, cun poco comprendan de la verdadera religin cristiana. Profesando a Cristo, sin embargo negndole en sus obras; dados al orgullo, a la vanidad, al amor del placer, al amor del yo, idlatras a la vista de Dios. La relacin de algunos con el mundo era tal que justificaban al pecador en su incredulidad. No se vea en sus vidas la gracia del Espritu de Dios. No posean valor moral ni energa espiritual. Arrullaban las almas para la muerte. Han descendido almas a la tumba que pudieron haber sido aptas para
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el cielo, si todos stos que profesan a Cristo anduviesen como l lo hizo. Los que profesan la piedad han tomado almas que no estaban tan favorablemente situadas como ellos mismos para formar un buen carcter religioso, y por medio del ejemplo y la influencia que han dado, han unido las manos de ellas con el mundo, y por su proceder han dicho: Los placeres del mundo son inofensivos; podis amar a Dios, y a la vez al yo y al mundo. Podis profesar a Cristo y no obstante vivir como el mundo vive, amar lo que el mundo ama. El ejemplo de ellos ha dicho: podis dejar de lado vuestros principios religiosos cuando no os convenga retenerlos. PHO11, 74 El domingo en la maana asist a la reunin, y or y habl. Y al grupo que estaba reunido comuniqu un testimonio sincero, claro, cortante, retomando de nuevo una reprensin solemne contra el pecado de nuestra duda e incredulidad; porque en toda congregacin Satans tena sus agentes justo en nuestro medio a travs de los cuales poda trabajar. Las habilidades naturales y adquiridas de ellos las poda utilizar Satans si se le ofreca alguna oportunidad de hacerlo. 12MR, 22 Ha llegado el tiempo cuando aun en la iglesia y en nuestras instituciones algunos se apartarn de la fe, prestando odos a espritus engaadores y a doctrinas de demonios. Pero Dios guardar aquello que se le encomiende. Acerqumonos a l, y l se acercar a nosotros. Demos un testimonio sincero, claro, directo al punto, en relacin a que el hipnotismo est siendo utilizado por los que se han alejado de la fe, y que no debemos unirnos con ellos. El poder del enemigo para desviar de la fe a otros se ejercitar por medio de los que se alejan. 19MR, 311 Yo habl en la carpa grande en la maana, dando el testimonio ms sincero y decidido que haya presentado alguna vez en mi vida. Este se abri camino vigorosamente hacia los corazones de todos los presentes. 21MR, 127 Ahora, hermanos y hermanas, tengamos esperanza en Dios. Que la gratitud penetre en nuestros corazones, y mientras tendremos que presentar el testimonio sincero para separar del pecado y de la iniquidad, no queremos estar martillando siempre sobre ese punto. Queremos elevar las almas abatidas; buscamos que reciban el amor de Dios y que sepan que l colocar sus brazos eternos debajo de ellas. Hermanos y hermanas, queremos mirar hacia arriba; no hacia abajo, sino hacia arriba, siempre hacia arriba, elevando el alma ms y an ms alto. Yo deseo esas bendiciones y no reposar satisfecha hasta que rebose con toda la plenitud de Dios. Nada puede ser ms grande que esto, no es verdad? 1888, 83
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APNDICE C
EL TESTIMONIO DIRECTO
(justo, claro)
El Seor pide una renovacin del testimonio directo dado en el pasado. El pide una renovacin de la vida espiritual. Las energas espirituales de su pueblo han estado entorpecidas por largo tiempo, pero debe haber una resurreccin de la muerte aparente. Por la oracin y la confesin de los pecados debemos aparejar el camino del Rey. El poder del Espritu bajar sobre nosotros mientras lo hagamos. Necesitamos la energa de Pentecosts. Y sta vendr; porque el Seor ha prometido enviar su Espritu como poder conquistador. OE, 323 Nosotros podemos aprender la verdad de la Biblia viviendo a la altura de la luz que tenemos y haciendo la voluntad de Dios; o podemos actuar como lo hacen muchos otros, oscureciendo y pervirtiendo nuestra creencia, y corrompiendo nuestra fe por la desobediencia. Los hombres se alejan de la gran norma moral de la justicia de Dios y tratan de dudar que sta es, santa, y justa, y buena. Desean libertad para pecar y con el tiempo llegan a dudar que las demandas de la ley son obligatorias. La ley de Dios se les ha convertido en un yugo de esclavitud debido a que sus corazones carnales desean transgredir sus preceptos. Los tales pueden retornar a la verdad luego de algunos chascos; pero la abandonarn de nuevo, porque sus corazones no han sido cambiados completamente. Los hombres ms tiles en el mundo no han sido los exaltados, los autosuficientes, los que han sido alabados y mimados por la sociedad; sino los que han andado humildemente con Dios, los modestos en sus modales y de conversacin pura, quienes han dado toda la gloria a Dios, no tomando nada de ella para s mismos, ellos son los que han ejercido la influencia ms decidida y saludable sobre la iglesia. Cuando ellos se colocan frente al pueblo, como voceros de Dios, todo a su alrededor se olvida. Sus palabras son proferidas con la demostracin del Espritu y con poder. Ejercen la habilidad que Dios les ha dado para colocar las cosas en orden dentro de la iglesia, sea que hagan amigos o enemigos. Cuando se requiere el testimonio directo, solemne, en la reprensin del pecado y de la iniquidad, aunque estos males se encuentren en los que ocupan las altas posiciones, ellos no retendrn su paz, sino que escucharn la instruccin del Dios de la verdad quien les ordena, clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelin, y a la casa de Jacob sus pecados. Ellos se levantarn como fieles atalayas sobre los muros de Sin, no para ocultar el pecado, no para adular al obrador del mal, no para obtener la simpata de su hermandad, sino para procurar la aprobacin de Dios. No suprimirn una slaba de la verdad que debe ser comunicada en reprensin, en amonestacin, o en vindicacin de la justicia del oprimido, para ganar el favor ni la influencia de nadie. En una crisis no se hallarn en una posicin neutral, sino que se sostendrn firmemente del lado de la justicia y de la verdad, aun cuando sea difcil
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tomar esta posicin, y aunque para mantenerla puedan colocar en peligro su prosperidad, y verse privados de la amistad de aquellos a quienes aman. RH, 09-04-1888 Mientras estas iniquidades permanecen sin tocar todo pasa de largo suavemente, pero cuando el testimonio directo viene y se presenta la reprensin y la reprobacin, hay un levantamiento contra el testimonio directo. Esto no est de acuerdo con la mente carnal, se perturba la seguridad carnal de ellos, se resisten a la obra de Dios, y algunos caern. Los nombres de aquellos que sern purificados, blanqueados, y probados son llevados al santuario y mencionados por Jess a su Padre, y ellos son colocados delante de la notoriedad especial de Dios. Pero los que eligen su propio camino egosta, su propia senda oscura, se les permitir seguir adelante en ella. Satans controlar la voluntad, y ellos perdern la vida eterna. Los que sean salvos deben rendir su voluntad y sus sendas y ser controlados por el Espritu de Dios; deben morir al yo a diario durante todo el camino, morir, morir al yo, y ser purificados por la verdad. 15MR, 330 Algunos huyen del testimonio vivo. Las verdades cortantes no deben ser evitadas. Ahora se requiere algo ms que teora para alcanzar los corazones. Se necesita el testimonio agitador para alarmar y despertar; el que avivar a los sbditos del enemigo, y entonces las almas honestas sern llevadas a decidir a favor de la verdad. Entre nosotros ha habido y todava existe una disposicin a que todo se mueva muy suavemente. Ellos no ven la necesidad del testimonio directo. 2SG, 283 No podemos darnos el lujo de perder ms tiempo del que ya hemos perdido. Ya no podemos ser descuidados por ms tiempo. Necesitamos la sabidura que proviene de Dios, y no la sabidura que es natural al corazn humano. Necesitamos estudiar la Palabra del Dios vivo y ser santificados por medio de la verdad. Cuando la verdad santifique al receptor, l llevar la luz de la verdad a otros. Y cuando el obrero es colocado en una posicin donde se requiere de l que lleve un testimonio directo, Dios le inspirar ese testimonio. Los que no tienen disposicin a aprender de Jess, y los que piensan que saben todo lo que es digno de saber, sern indiferentes a la comunicacin que Dios enva; pero sta impresionar los corazones de los que sean lo suficientemente humildes para aprender de Cristo. GCB, 05-181909 El testimonio directo debe vivir en Monterrey, aun si ste corta el brazo derecho y saca el ojo derecho. Dios pide una obra completa y directa. El est purificando para s un pueblo peculiar, celoso de buenas obras. 15MR, 333 Entre nosotros estn aquellos que, como Acn, harn confesiones demasiado tardas como para salvarse. . . No estn en armona con lo correcto. Desprecian el testimonio directo que llega al corazn y se regocijarn de ver silenciado a cualquiera que dirija una reprensin. EUD, 180 El pueblo est dormido en sus pecados y necesita ser alarmado antes que pueda despojarse de este letargo. Sus pastores han predicado cosas suaves; pero los siervos de Dios,
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los que llevan verdades sagradas y vitales, deben clamar en alta voz y no detenerse para que la verdad pueda rasgar las vestiduras de seguridad y encontrar su camino hacia el corazn. El testimonio directo que se debi haber dado al pueblo en ------ fue evitado por los pastores; la semilla de la verdad fue sembrada entre espinas y ha sido ahogada por ellas. 1T, 249 De acuerdo a la luz que Dios me ha dado en visin, la iniquidad y el engao estn aumentando entre el pueblo de Dios, los que profesan guardar sus mandamientos. El discernimiento espiritual para ver el pecado como en realidad existe, y luego para sacarlo del campo, est mermando entre el pueblo de Dios; y la ceguera espiritual est aumentando rpidamente entre ellos. El testimonio directo se debe revivir, y ste separar de Israel a los que siempre han estado en guerra con los medios que Dios ha utilizado para mantener las corrupciones fuera de la iglesia. 3T, 324 Muchos de los que aman la complacencia propia y murmuran contra el testimonio directo contenido en el mensaje a Laodicea ignoran realmente cun pecaminosas son sus acciones; pero en ocasin del juicio se avergonzarn de su ingratitud y su rebelin contra Aquel que tanta paciencia tuvo con ellos, y no los separ de su pueblo por causa de sus pecados. No habr entonces confesin ni llanto que valga para los que hayan mancillado su registro. Muchos que en la actualidad pretenden ser discpulos de Cristo se contarn entre los que no se arrepintieron, sino que engaaron sus almas para su ruina eterna. El evadir la verdad no le dar valor a ningn alma en el da del juicio para que abra sus labios en defensa propia. CDCD, 278 No puedo escribir ahora todas las instrucciones que se me dieron. Se pronunciaron estas palabras: Algunos son imprudentes, insensibles a los resultados del pecado, indiferentes a las advertencias. Pronto se leer la escritura en la pared, ahora incomprensible para ellos. Pero, al igual que Belsasar, parecen incapaces de ver su peligro. Un testimonio directo debe dirigirse a nuestras iglesias e instituciones para despertar a los que duermen. ATO, 239 El Seor desea tener ahora un testimonio directo, decidido, que avance, presentado en relacin a todo punto de la verdad presente. Nosotros somos un pueblo designado, y no debemos rendir nuestra fe ante la ciencia de la sofistera humana. SpTB07, 61 Luego de un tiempo yo dorm, y en mi sueo me pareci estar escuchando a Uno quien estaba dando un testimonio delante de nuestros hermanos que ocupaban puestos de responsabilidad. Las palabras que l pronunci fueron tan decididas y tan directas, que a algunos de los presentes les pareci como si sus representaciones no fuesen verdad en relacin a todos los presentes. Unos fueron intensamente conmovidos, mientras otros se mortificaron profundamente de que su conducta fuese presentada de esta manera. Esta ltima clase no tena una comprensin correcta de la verdadera religin; no haban estado bebiendo sorbos profundos de la fuente de la simpata, de la ternura, y del amor de Cristo. Tenan una baja estima de lo que debe ser la vida cristiana, de all que se hiriesen y se ofendiesen ante las palabras pronunciadas. 7MR, 272
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Asist a una reunin todo el da, me sent presionada en el espritu para dar un testimonio directo en relacin al orgullo, y al amor hacia la moda. Dios est separando a su pueblo del mundo. El los est purificando para s mismo, y los que no escuchen la reprensin, los que elijan mantener su propia senda, para manifestar las pasiones insanas del corazn, sern dejados atrs. Dios tendr un pueblo puro y santo, que se niega al yo y lleva la cruz. 1B10, 404 La noche anterior yo estaba hablando decididamente a un gran nmero de personas congregadas en una reunin de concilio. Me pareci estar en Washington. La reunin era una de solemnidad e inters especial. Toda alma debe colocarse a s misma, individualmente, en una relacin adecuada hacia la vida y la salud y convertirse en un pmpano fructfero de la Vid verdadera. Yo estaba presentando un testimonio muy minucioso, muy directo. Qu obra debe hacerse! Siempre continuarn existiendo obstculos y sern bloqueadas las ruedas de la verdadera reforma. 6B10, 167 Los que viven en estos ltimos das deben ser vencedores por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos. No hay tiempo ahora para liviandad, para la complacencia propia y para el atontamiento en la comprensin de la obra que tenemos que hacer. La actividad y la devocin deben estar unidas. La obra y la piedad deben mezclarse. Se proveer fortaleza suficiente para los deberes diarios. La lmpara debe arder; y esto es imposible a menos que sea alimentada con el santo aceite. Y el aceite que es tan precioso es eficaz solamente a medida que su luz se vierte sobre la senda de otros. ST, 03-10-1898 El entonces se puso de pie, con su rostro todava plido, pero brillando con luz proveniente del Sol de Justicia, y dio un testimonio muy impresionante; pareci recibir una santa uncin de lo alto. Usualmente era lento de palabras, de modales serios, enteramente libre de excitacin. En esta ocasin sus palabras solemnes y mesuradas llevaban con ellas un nuevo poder mientras amonestaba a los pecadores y a sus hermanos pastores a abandonar la incredulidad, el prejuicio, y el fro formalismo, y como los nobles bereanos, a escudriar las Sagradas Escrituras, comparando una Escritura con otra, para comprobar si estas cosas eran verdad o no. El suplic a los ministros presentes que no se sintiesen heridos por la manera directa y escrutadora en la cual el hermano Stockman haba presentado el solemne tema que interes a todas las mentes. 1T, 49 Al visitar las iglesias, los pastores a menudo hallan dos males presentes entre el profeso pueblo de Dios, los cuales les ocasionan dolor en el corazn. De una parte, hay una clase a quienes los siervos de Dios han presentado un testimonio que se ha opuesto a sus prejuicios y que ha herido su orgullo, y aquella clase est dispuesta a condenar al reprensor fiel. De otra parte, hay una clase quienes, debido a que el ministro no les ha especificado sus errores, ni los ha reprendido en ninguna forma personal, convierten al pastor en un dolo, y estn listos para adularlo y admirarlo, proclamndole como un ministro perfecto de Cristo. Es difcil manejar estas iniquidades, y de alguna manera tratar ambos peligros para que no se cause ningn dao a los que tienen un conocimiento de la teora de la verdad, pero que sin embargo no han sido santificados por medio de ella. Si el ministro busca corregir estos males,
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ambas clases estn dispuestas a mal interpretarlo y a comprender mal sus motivos y palabras. Sea cual sea el asunto que se trate, a menos que la mente y el corazn del pueblo estn bajo la influencia directa del Espritu de Dios, Satans har sugerencias sutiles de tal forma que su intervencin no sea reconocida; dgase lo que se diga y hgase lo que se haga, en forma de reprensin, amonestacin o instruccin, esto ser aplicado equivocadamente y ser interpretado mal. Aquellos cuyas mentes no son espirituales colocarn una falsa construccin sobre las palabras del reprensor, y harn un mundo de un tomo, y un tomo de un mundo. Tienen tan poco respeto por el mensajero y por su mensaje, que si se imaginan que hay algo en la lnea humana que no est de acuerdo a su medida y juicio, pronuncian juicio contra esto, y descartan el mensaje que necesitaban, el cual proviene de Dios. Ellos no recibirn ni al mensajero ni a su mensaje, y fracasan en ser beneficiados por lo que escuchan. El respeto que deberan albergar y cultivar por los intereses elegidos de Dios disminuye paulatinamente, en lugar de aumentar. A menos que este error sea corregido, los resultados sern desastrosos. El amor de Dios se extinguir en el alma; y en lugar del poder espiritual dentro de la iglesia, habr slo teoras secas, sin savia ni nutricin. RH, 07-25-1893 En ausencia de cualquier testimonio directo que asociara la calamidad con las graves fechoras de los gerentes institucionales, la postura establecida arriba lleg a ser el concepto prevaleciente. 6B10, 10
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