Philliphe Barde
Philliphe Barde
Philliphe Barde
Taller, 1997
Ser que est llegando a los cuarenta el motivo por el que Philippe Barde encuentra que su carrera est a punto de rebosar? Los 20 aos que han pasado desde sus estudios en la Facultad de Artes Decorativas de la Universidad de Ginebra, hoy le perecen haber sido la bsqueda de un Rover. Una bsqueda de un tipo sincero que le ha permitido aprender y consolidar la prctica de su oficio artesano. Veinte aos explorando todos los estados del material, verificando sus leyes fsicas e indagando en los problemas del espacio, apoyndose en teoras que le concernan y en ejemplos que le interesaban. No ha sido manipulado por las modas, sino que ha sido transportado en su tiempo y se ha mostrado abierto a corrientes que han resonado en l en un momento en particular. Lo mismo se puede decir de las influencias externas. Desde la distancia del momento presente Barde considera sta como una fase experimental, como un pasaje obligatorio, una base de la cual ha extrado los materiales con que construir. Ha sido vital para l entender el funcionamiento
interno y la expresin del arte cermico. En realidad, sus devaneos, como l los llama ahora, fueron le aprendizaje de un lenguaje. Habiendo integrado los conceptos con la fuerza acumulada en este equipaje, ahora l se siente listo para aplicarlos. Su obra no volver a ser una demostracin, ser menos didctica, todo lo contrario: alusiva. Habiendo dirigido su atencin durante un largo perodo a su oficio artesano y sus particularidades, ahora es libre para adentrarse en otro nivel, porque no queda nada que probar. Ahora puede slo proponer, mostrar sin muestra: "aprender una artesana es olvidarla", parafrasea al suizo alemn Ludwig Hohl. Cuando el impulso amaina la investigacin cambia de direccin. De horizontal a vertical, con profundidad. Si antes cada trabajo exploraba una idea nueva ahora hay una necesidad clara de mantener una visin calmada, a refinar. Una manera de trabajar, por supuesto, pero tambin un deseo de sintetizar, que se puede ver como punto de vista filosfico. Lo que le fascina es el hecho de que cuanto
ms estrecho es el campo de visin, mas posibilidades emergen, expandindose el espectro desde donde hay que tomar posicin nuevamente. Una complejidad apasionada. Fuera del taller, hay vida en cada encuentro, lecturas, percepciones, impresiones y emociones. Integradas estas experiencias crearn con el tiempo una forma de pensar y esta forma de pensar constituye al individuo. Dentro del taller, la esencia de estas impresiones se convertir en obra, pero sin la interferencia del intelecto. En el taller uno no debe pensar, slo construir. Abandonar la voluntad para que el ser en su totalidad hable libremente. "Cuando uno trabaja no se controla se da". Lo que importa es prestar atencin a lo emocional en lugar de a lo mental, porque la obra es recibida a este nivel. Eso es por lo menos lo que le gustara al artista. Los soportes tericos no aguantan su obra, por lo que no hay necesidad de bagaje intelectual. Lo opuesto al arte elitista. Esto, de todas formas, significa correr un riesgo, ya que las teoras a menudo sirven de sello de calidad cuando el mensaje no llega al
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ConBarro
Newton 13 tentatives, 1994-98, tierra ahumada y hierro, 1 x 06 x 2 m
pblico. Pero como observaremos a Barde no le gusta la idea de ser un contramolde. Todo igual, todo diferente. El objeto elegido para su observacin: una piedra. Un tipo de piedra de pavimento con seis caras ha atrado su atencin. Al darle vueltas en las manos, l nota el cambio de un lado a otro, su definicin, habla al mismo tiempo, es fascinante. Si el deseo le despierta el hacer un molde de esta piedra, no es para reproducirlo o imitarlo. De qu servira eso? Es slo un pretexto para examinar un tema. Una forma singular puede, dependiendo de la perspectiva e intencin, revelar objetos totalmente distintos, multiplicando las opciones e iniciando perspectivas. Estas piezas nicas, todas nacidas de la matriz original, son creadas con el sutil acto del vertido, (con un chorro preciso) para el que el movimiento es primordial, ya que va a determinar la forma final de la pieza. La vibracin de la lnea en el borde refleja la emocin de los gestos. Es lo que Barde llama "el toque de retraso", una forma de actuar concentrada, que es testigo de la irrevocable presencia del que la forma.
Este tacto garantiza la autenticidad de la obra y confirma el dicho de que en el arte no se puede delegar. La vibracin generada por el gesto desencadenar lo que conmueve al otro, aqul para el que la obra ha sido creada. Aqu el tacto ha sido simplemente evocado, casi inesperado. Aun as cmo se podra contar el nmero exacto de manipulaciones y la concentracin necesaria para realizar el objeto? Un toque general que aplica la mano, por supuesto, pero tambin el ojo, el cuerpo y el momentum del ser en su totalidad. Esta forma de crear puede mostrarse mucho ms claramente haciendo que la atencin de Barde siga esta direccin en particular. Sin embargo
Barde no solicita ayuda externa, tampoco un contramolde, ningn soporte, ni siquiera una coccin prudente. Prefiere probar los lmites ya que all es donde las cosas comienzan a vibrar, tintinear, arriesgando, yendo por el filo de lo posible. Esto es lo que a l le interesa; aqu encuentra la tensin que da rienda a la emocin. Artistas que trabajan la cermica tienen muchos momentos para defender su posicin. Incluso si galeras y museos hoy muestran una actitud mucho ms abierta a la cermica, estos artistas siguen necesitando justificar el material con el que trabajan. Estando tan acostumbrados a defender sus derechos, reconocen con entusiasmo la calidad del trabajo de otros ceramistas. Qu es el arte cermico? Es un arte que no se puede hacer con otro material, nada ms.
En la actual obra de Barde no se concibe otro material ms que la porcelana, por su cualidad doble de absorber la luz hacia dentro (lo que crea un vaco palpable) y de mandarla de vuelta a la superficie. No hay otro material tan expuesto al peligro en el estado final dentro del horno. De hecho, para los que tengan una visin conservadora de la cermica, Philippe Barde puede parecer enemigo de este arte. Pero es exactamente lo contrario. Lo que ms le fascina de la cermica es que siempre hay algo que lo elude, incluso teniendo este arte en sus manos. Para practicar la cermica el artista debe de estar totalmente abierto, ya que la tierra permanece siendo una materia viva. Es uno de esos materiales con los que uno "est en contacto con la vida". Nada puede preverse completamente, ni en la creacin del objeto ni en su coccin, ya que una vez que el trabajo se completa, el objeto todava ha de completarse. Es imposible acompaarlo hasta el final: siempre hay que desprenderse de l obligatoriamente. Sin embargo, sta es slo una parte del proceso. Incluso ms que eso: es la incertidumbre del resultado la que provoca un cambio de atencin. Barde aprecia esta nocin de apertura, de imposibilidad de dominar completamente el fenmeno, incluso con la mayor voluntad posible o con un trato de mxima competencia. A l esta actitud le parece totalmente contempornea. El oscilar entre el control y el abandono significa estar tentando a los extremos. Este movimiento perpetuo de all para ac se llama vida: cuando la muerte se establece slo existe el aburrimiento. Contradiccin y complejidad son dos nociones que Barde acepta de propia
voluntad. Son la continuacin de todo lo que precede. Al final es slo una cuestin de tomar una posicin. Todo lo que importa es hacer una eleccin y ser lo que uno es. Ser uno mismo un poco ms cada vez, sin trampas, sin intentar agrandarse y con el tiempo ser entendido. Si el arte se hace cuando se participa
Artculo de la revista Ceramics Art and Perception, Sidney. Con la autorizacin Yanet Mansfield y Philippe Barde Fotografa: Jean-Philippe Geiser, extradas del catlogo de Galerie Rosa Turetsky (Genve).