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SOBRE MI TRADUCCIN DE SER Y TIEMPO

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ONOMZEIN 12 (2005/2): 157-167

SOBRE MI TRADUCCIN DE SER Y TIEMPO


Jorge Eduardo Rivera
Pontificia Universidad Catlica de Chile

Resumen Este escrito pretende dos cosas: primero, desarrollar brevemente mi propia idea de lo que es traducir, y, segundo, explicar la solucin que di a ciertos problemas que surgieron en mi traduccin de la obra Ser y Tiempo de Heidegger. Palabras clave: traducir; filosofa; Ser y Tiempo; Heidegger. Abstract In this article the author develops his own idea of a translation and explains the solutions given to problems arisen in the translation of Heideggers Being and Time. Key words: translation; philosophy; Ser y Tiempo; Heidegger.

Permtaseme reflexionar sobre lo que es una traduccin antes de entrar en el comentario de algunos aspectos de mi propia traduccin. Qu es una traduccin? Qu es traducir? La palabra espaola es como siempre excelente: tra-ducir es un trmino que viene del latn traducere (trans-ducere), esto es: conducir al otro lado, llevar a la otra orilla. En alemn, la palabra es semejante: bersetzen, ber-setzen, es decir, poner al otro lado, atravesar desde una parte a la otra. Donde lo importante no es tanto el setzen o el ducere del traducir, cuanto el ber, el trans. Lo decisivo de la traduccin es quedar bien instalado al otro lado, estar de verdad en la otra orilla. Qu significa esto? Para comprenderlo, es necesario preguntarse qu es lo conducido al otro lado, qu es lo puesto en la otra orilla. Podramos

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contestar fcilmente: lo trans-puesto es lo dicho en el idioma original. Lo cual es obviamente correcto. Pero, qu es lo dicho en el texto por traducir? Se responder: el sentido de las palabras o de las frases, su significado. Sin la menor duda ello es as. Si alguien dice Hund o chien, y yo traduzco por perro, mi traduccin es ciertamente correcta. Y si se me dice: der Hund bellt o le chien aboit y yo traduzco: el perro ladra, una vez ms mi traduccin es justa. En ambos casos encontramos en la propia lengua a que estamos traduciendo el exacto correspondiente de lo dicho en otras lenguas. Las palabras y las frases traducidas significan exactamente lo mismo que lo dicho en alemn o en francs. Pero, qu sucedera si tuviera que traducir el verso de Pablo Neruda: Me gustas cuando callas porque ests como ausente? Cul es el significado de esta frase? Se agota ella en su significado? Es lo que ella dice la suma o coordinacin del significado de cada una de sus palabras? Ciertamente que no! Por lo pronto, el verso es enteramente musical Me gstas cuando cllas porque ests como ausnte: . Pero hay ms: si aqu se quiere hablar de significacin, esta significacin es tremendamente rica. Qu est diciendo el poeta? No est solamente diciendo algo, esto es, no est sosteniendo algo objetivo, una especie de Sachverhalt, no est declarando una idea o un contenido que no hiciera otra cosa que encontrarse all delante. Est hablando con alguien, y lo hace frente a nosotros, sus lectores. Esta presencia del otro de la otra es puramente un hecho que se constata? No es algo que sucede: el otro la otra est con el poeta. Y qu sucede? Nada especial, aparentemente. Ella calla. Y qu pasa con este callar? Pasa nos dice el poeta que me gusta. Oyen ustedes? M gsta. Un salto, con debilsimo apoyo en el me. Ese me casi no suena Es un mero proyecto que nos proyecta ms all de l mismo hacia el gusta. Me gusta es siento gusto. Qu entendemos en este siento gusto? Entendemos degustamos el gusto de otro, del poeta. Y eso sucede se nos dice cuando callas: se nos dice lo que se le dice a ella. Toda la primera parte del verso est orientada a ese silencio del callar. Y est lanzada hacia all por un dbilmente pronunciado me: me gustas. Acojamos la catarata entera: Me gstas cuando cllas. Algo se precipita hacia abajo, hacia el silencio del callar. Y se precipita gustosamente. Gustosamente? Qu quiere decir qu significa eso? El gusto es un modo de inteligir, o sea, de ser nosotros mismos. Es un inteligir, un ser, en sentimiento, en fruicin. En l estamos sintiendo inteligiendo, siendo en sentimiento fruitivo. Y si no hay fruicin, no se siente y, por consiguiente, no se intelige. Me gustas t a m, cuando El tiempo Cundo es

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cuando? De vez en cuando, de cuando en cuando Me gustas cuando Pero no se quede usted en el cuando. Pase rpidamente al callas. Lo que me gusta no es que calles (eso tambin podra ser gustoso muchas veces, cuando se est entre mujeres); lo que me gusta es cuando callas. El acontecer del callar. El paso del silencio. Pero, de un silencio humano. Hay respiracin. Hay ojos cerrados. Hay ternura delgada. Hay algo sagrado, que no debe ser tocado: solo se puede gustar Porque ests como ausnte. El porque no es ninguna fundamentacin de lo dicho anteriormente, no da razn de nada. El porque equivale a un entonces ests entonces como ausente. Entonces cuando callas Pero, por qu te gusta Pablo que ella est para ti ausente? Entiende, Jorge, no es que est ausente lo que me gusta, no. Es que est como ausente. Estar como ausente es estar presente, pero muy finamente presente. Presente y no presente. Presente-ausente. El silencio ausenta, pero ausenta dejando la finura de una presencia intocable. La palabra que nos una y que te haca presente se ha callado. Hay la palabra del silencio. Del silencio humano, que es puro tiempo, puro cuando, puro entonces. Ya ella no est presente a m sino simplemente presente. Solo presente. Y eso es estar como ausente. Me gustas cuando (siempre cuando, en todos los cuandos cuando) callas entonces ests como ausente presente apenas presente y, por eso mismo, plenamente presente. Este es un canto a la presencia. A la pura presencia de ella, silenciosa, callada, recogida en s misma y por eso fuera de s, en m (me gustas) , en todos, en el mundo. Todo esto e infinitas cosas ms, es el verso de Neruda. Pues bien, tradzcalo usted, por favor, al alemn o al francs o al griego Pero, la poesa no es sino un caso extremo de mxima dificultad en el traducir. Otra cosa ocurrira con un texto filosfico. Aunque aqu se da un nuevo tipo de problema. Si la dificultad de la poesa estriba en que lo dicho en ella es tan pleno y a la vez tan singularsimo y tan ligado a la lengua en que la poesa est escrita, aqu en la filosofa el problema de la traduccin radica en que, para poder traducir lo en ella pensado, es necesario pensar. Pensar eso mismo que all se piensa, y pensarlo no solo en el idioma original del texto por traducir, sino tambin en el idioma al que lo vamos a traducir. Si ya es problemtico lo primero, pinsese cunto ser lo ltimo. En efecto, lo dicho en un texto filosfico es el pensar del autor. Y si el autor es Heidegger, cuyo pensar es todo lo cercano que es posible a la lengua en que Heidegger piensa, entonces la dificultad se hace mxima. Porque, primero, es necesario entender lo que

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Heidegger dice, y para ello no basta con un conocimiento corriente de la lengua alemana. De hecho, hay muchsimos alemanes e incluso cultos que no entienden a Heidegger. Es que no basta con saber hablar bien el alemn, sino que es necesario ser capaz de seguir a Heidegger en su pensamiento. Y esto no es posible si no se filosofa con Heidegger. Heidegger nos invita cada vez a hacer un camino junto con l, y esto significa, a abrir el camino por donde vamos a transitar, un camino arduo, empinado, pedregoso. Incluso peligroso. Se necesita coraje no solo para traducir a Heidegger, sino para pensar con l. Otro tanto sucede con Aristteles y con Hegel. Para no decir nada de los presocrticos El problema del hablar de los filsofos es que dan a las palabras nuevos sentidos o, dicho quizs mejor, que amplan tremendamente su sentido usual. Por eso es discutible que baste un buen conocimiento filolgico para entender a Herclito o Parmnides. Y, ms an, el problema de los filsofos es que rompen siempre de algn modo con su tradicin. No es que la nieguen, sino que la ponen en cuestin desde un punto de vista ms alto. Para entenderlos es necesario tener un cierto sentido potico, en el significado ms propio de esta palabra: solo se los entiende creativamente, poiticamente, aperturalmente. Pero el problema de toda traduccin es siempre doble: es un problema de comprensin y un problema de trans-duccin de eso comprendido al idioma de la traduccin. Y aqu est muchas veces la mxima dificultad: cmo decir en el propio idioma lo que en el texto por traducir est genial y creativamente dicho en el suyo? Primersimamente, no siendo excesivamente literal! Hay que traducir lo dicho en el original, pero traducirlo al propio idioma de la traduccin. Hay un caso emblemtico que quisiera repetir aqu. Es el del dicho latino, superlativamente latino: intelligenti pauca. Si lo tradujramos literalmente, o sea, al pie de la letra (qu pie es este?), tendramos que decir: al inteligente poco. Qu quiere decir esto en castellano? Es el intelligens del latn lo mismo que el inteligente del castellano? Y qu quiere decir al inteligente poco? Se quiere decir que es poco inteligente? Lo que pasa es que estamos repitiendo la frase latina en castellano. Pero el genio de la lengua latina es totalmente diferente del genio castellano: el latn es una lengua lacnica, breve, que no tiene siquiera artculos Dos palabras: intelligenti pauca. Sin verbo. Suele decirse que el verbo est tcito. Pero, eso es una simple construccin intelectual. El verbo no es que est tcito, sino que no hay verbo. Y no lo hay porque no se necesita. Pues bien, la excelente traduccin espaola de ese dicho es precisamente muy espaola, es decir, expresiva: A buen entendedor,

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pocas palabras. Las dos palabras del latn se han transformado en cinco. Eso es trans-duccin, o sea, paso a la otra orilla, a la orilla espaola. El intelligens se ha convertido con absoluta precisin en buen entendedor. Porque intelligens no quiere decir aqu el que tiene un alto coeficiente intelectual, sino el que entiende bien. Porque entender, lo que se llama entender, es siempre entender bien. Intelligens es aqu un participio presente tomado en sentido verbal, o sea, como el que est entendiendo, es decir, el buen entendedor, el verdadero entendedor, el que lo es de verdad. Y a ese entendedor le bastan pocas palabras. Yo digo: le bastan, pero aqu este bastar sobra. A buen entendedor pocas palabras. Por eso mismo no es necesario decir que le bastan, precisamente porque le bastan. Decirlo sera una contradictio in actu exercito. Para traducir al propio idioma hay que tener el coraje de traducir con libertad. Es lo que me deca Hans-Georg Gadamer para animarme en mi traduccin: Mann muss den Mut haben zur freien bersetzung. Es lo que me he propuesto a lo largo de las ms de 400 pginas de mi traduccin. Y al hacerlo, he tenido presente las palabras de nuestro gran Fray Luis de Len a Don Pedro Portocarrero: hacer que mis palabras hablen en castellano y no como extranjeras y advenedizas, sino como nacidas en l y naturales. Para mostrar as que nuestra lengua recibe bien todo lo que se le encomienda, y que no es dura ni pobre, como algunos dicen, sino de cera y abundante para los que la saben tratar. * * * Veamos ahora algunos ejemplos tomados de Ser y tiempo, empezando por el propio ttulo, que no es el ser y el tiempo, sino sencillamente Ser y tiempo, sin artculos. No solo porque el ttulo alemn es Sein und Zeit, sin artculos, sino porque las dos palabras, al carecer de artculos, tienen una soltura que se perdera con ellos. Ser puede ser un sustantivo, pero es, al mismo tiempo, el infinitivo del verbo ser. Ser no es el ser, sino simplemente ser, como el ser o no ser de Hamlet. Imagnense ustedes que tradujramos el to be or not to be por el ser o el no ser (!). Y otro tanto sucede con Zeit. No se trata de el tiempo, de ese tiempo que no hay que perder y por eso decimos perder o no perder el tiempo, no es el tiempo entendido como algo, como una cosa. Bergson dira: el tiempo espacializado. No se trata de el tiempo vulgar, sino de ese tiempo

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que va necesariamente unido al ser, al ser entendido como puro y simple ser. Por consiguiente: Ser y tiempo. Permtanme ustedes una traduccin salvaje para este ttulo: Serear y temporear. Pero, como las traducciones salvajes han de ser evitadas, quedmonos, como Heidegger, con Ser y tiempo. Y por qu han de ser evitadas las traducciones salvajes? Porque nos distraen, porque no corren, no fluyen, no son ligeras, aladas, nos enredan. Aunque demos diez mil explicaciones eruditas sobre ellas. E incluso tanto peor si damos explicaciones Porque entonces se aumentan los enredos. El lenguaje no debe notarse, debe guiarnos dulcemente hacia las cosas, porque ellas son las que importan, y nada ms. Otro punto que quisiera explicar es la no traduccin de la palabra Dasein. En esto he obrado de acuerdo con el propio Heidegger. Es verdad que se trata de un recurso extremo, del que solo se ha de echar mano cuando es absolutamente necesario. La traduccin de Dasein por ser ah es definitivamente mala. Primero, porque en castellano no se dice ser ah sino estar ah. Ahora bien, estar ah es lo mismo que existir, en el sentido tradicional de esta palabra, que es lo que Heidegger llama Vorhandensein o Vorhandenheit, o sea, un modo de ser que jams corresponde al Dasein. Podra quizs traducirse Dasein por estar en el ah, que sera una traduccin correcta, pero excesivamente larga para una palabra que se repite tan frecuentemente en Ser y tiempo (2.159 veces, fuera de sus variantes). Tambin se ha propuesto (Julin Maras) la palabra existir, entendiendo esta palabra en su sentido existencial y no en el sentido que tiene tradicionalmente. Pero esto, fuera de que complica un poco las cosas, tendra el inconveniente de que Heidegger dice que la esencia del Dasein es la Existenz, que habra que traducir por: la esencia del existir es la existencia, que, adems de ser una frase sumamente equvoca, puede parecer un poco zonza. Sucede con la palabra Dasein algo parecido a lo que ocurre con el lgos griego. Dado que este trmino tiene algo as como 16 significados, se ha optado por castellanizarlo y no traducirlo. Algo semejante ocurre tambin con la palabra physis o la palabra plis, que a veces se usan como trminos castellanos. Otro punto. Se me ha objetado por parte de una persona a quien estimo muchsimo, el no haber distinguido entre Sinn von Sein y Sinn vom Sein. Segn esta persona, Sinn von Sein debiera traducirse por sentido de ser (entendiendo por ser la palabra ser). En cambio, Sinn vom Sein debiera verterse por sentido del ser, que significara sentido del ser mismo, no solo de la palabra ser. Alguna vez he ledo un artculo francs que propona algo semejante.

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Debo decir, sin embargo, que Heidegger no usa nunca el giro Sinn vom Sein, salvo, por error tipogrfico, en algunas ediciones, en el ttulo de la Introduccin a Ser y tiempo: Die Exposition der Frage nach dem Sinn vom Sein, que, por otra parte, en el ndice de la obra est bien escrito: nach dem Sinn von Sein (vase, por ejemplo, la edicin 8 que tengo entre manos al escribir estas lneas). Este error en el ttulo de la Introduccin fue corregido por el propio Heidegger a partir de la 11 edicin, y aparece tambin corregido, por supuesto, en la Gesamtausgabe. Por consiguiente hay que decir que Heidegger solo usa en Ser y tiempo la expresin Sinn von Sein. Significa esto que en Ser y tiempo solo se habla del sentido de la palabra ser y nunca del sentido del ser mismo? Ciertamente que no, porque afirmar esto ira contra el decir expreso de Heidegger, y contra el sentido de toda la obra que estamos comentando. Adems, en muchsimos casos se emplea, en vez de Sinn von Sein, y como equivalente de este, la expresin Sinn des Seins, que es imposible traducir por sentido de ser, y que ha de ser traducido necesariamente por sentido del ser ( des Seins). Quisiera aadir que yo mismo quise un da consultar sobre esto al Profesor Friedrich-Wilhelm von Herrmann, de Freiburg i. Br., que trabaj durante 10 aos con Heidegger en aclaraciones acerca de Ser y tiempo. El Prof. von Herrmann me respondi tajantemente por telfono: Herr Rivera, Sinn vom Sein, Sinn von Sein, Sinn des Seins sind genau daselbe. Otro punto que requiere aclaracin es el uso frecuente que hago en mi traduccin del verbo estar en vez del verbo ser. Por ejemplo: estar-en-el-mundo, en vez de ser-en-el-mundo, o coestar en vez de ser-con, como traduccin de Mitsein; estar-ah o estar-ah-delante como traduccin de Vorhandensein o Vorhandenheit, y muchos otros casos. Debo confesar pblicamente que esta traduccin la tom de una sugerencia hecha por Julin Maras, sugerencia que siempre me pareci convincente. En efecto para tomar el ejemplo de estar-en-elmundo en castellano no se dice ser-en-el-mundo, sino estar-enel-mundo. Y esta traduccin es ptima, porque el ser del Dasein es su propio existir, y el verbo estar implica siempre la efectividad actual del ser, a diferencia del mero ser, que puede significar la simple esencia inactual: qu es el hombre? El hombre es tal o cual cosa, por ejemplo, animal racional. Decir que tal persona es enferma no implica que actualmente est enferma, sino tan solo que habitualmente tiene una enfermedad que de vez en cuando irrumpe en forma actual y efectiva.

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Y frente a la objecin de que estar parece indicar algo pasajero, debo decir categricamente que eso es una mera apariencia: los muertos estn bien muertos, y el pasado est definitivamente pasado. Lo que ocurre es que el carcter de actualidad (y tambin de actuidad, como dira Zubiri) es frecuentemente pasajero, y ese carcter es precisamente lo dicho por el verbo estar: estoy cansado significa: estoy ahora, efectivamente, cansado; el cansancio, que era una posibilidad se ha hecho actual en m. Ninguna palabra puede expresar mejor la condicin de ser del Dasein que nuestro castellano estar. Tanto es as que se ha propuesto traducir Dasein por estar. El inconveniente de esta traduccin es que requerira explicaciones, y una traduccin que requiere explicaciones es una mala traduccin. Una cosa es explicar el texto de Heidegger despus de haberlo ledo, y otra muy diferente, no poder leerlo sin explicaciones. Paso ahora a una palabra que parece no haber tenido a veces una favorable acogida: me refiero a la traduccin de Erschlossenheit por aperturidad. Se me ha dicho: y por qu no simplemente apertura? Muchas veces lo pens. Fue una de las cruces de mi trabajo traductor. En una primera tentativa, haba traducido Erschlossenheit por patencia, que tambin indica un estado, al igual que Erschlossenheit: el estar abierto de cualquier ente. As podra pensaba yo expresar tambin la abertura del propio ser humano, es decir, el Da del Da-sein. Ms tarde, sin embargo, renunci a esta traduccin, porque si la palabra patencia es usada con ejemplar acierto para traducir el estar abierto del ente intramundano, que es comprendido por el Dasein, no me pareci empero adecuada para expresar la condicin abierta del propio Dasein. Patencia tiene, en efecto, un sentido ms bien pasivo: es el estado de lo que ha sido descubierto y puesto a la luz. En cambio, Erschlossenheit, aunque es, ciertamente, la condicin del estar abierto (erschlossen) del Dasein gramaticalmente deriva de un participio pasado significa empero algo en cierto modo activo del propio ser del Dasein: el abrirse a todo lo que es y, ante todo, al ser mismo, al Sein berhaupt, que es lo que ilumina todo lo que es y, por supuesto, al propio ser del Dasein. Pues bien, esto podra, sin duda, decirse con la simple palabra apertura, as como tambin con la palabra abertura. Pero, apertura puede significar en castellano el momento en el que algo se abre, como, por ejemplo, la apertura de una tienda o de un banco. Y eso, naturalmente, no es lo que quiere decir la Erschlossenheit, como resulta claro por la terminacin heit. Por qu no entonces, abertura? Por una razn muy simple: porque hay que reservar esta palabra para traducir la Offenheit del ser mismo o como dir ms tarde Heidegger para la verdad del Ser.

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Adems y esto es decisivo Erschlossenheit no dice solamente la condicin de abierto del Dasein, sino, a una con ello, la condicin de abierto del ser que se nos da en el estar abierto del Dasein. La Erschlossenheit abarca ambas cosas en una conexin ntima y particularsima. Por eso, muy probablemente, Heidegger ha tenido que crear para esta situacin un neologismo en alemn. Las palabras apertura o abertura, por ser palabras de uso comn en castellano, nos llevaran a pensar tan solo en el estar abierto del Dasein y dejaran en la penumbra el abrirse del ser mismo en este estar abierto del Dasein. En este problema me debata yo por los aos 1988-89. Erschlossenheit era una palabra nueva en alemn, que podra ser traducida al castellano pensaba entonces por la horrible palabra abiertidad o por la casi tan horrenda de apertidad. Siguiendo, sin embargo, un instinto que me hace rehuir las palabras feas, me resist a ellas. He aprendido que cuando hay problemas con las palabras, lo mejor es dejarlas descansar. Y as lo hice. Una noche, estando en Alemania en pleno campo, despert en medio del ms absoluto silencio de la Selva Negra. De pronto, en la oscuridad de la noche, o resonar dentro de m, con absoluta claridad, la palabra aperturidad. Era una apertura, pero una apertura ya realizada, que indicaba, por consiguiente, un estado. La palabra me son al odo como un bello neologismo de corte latino, que no tena, para mi gusto, los inconvenientes de la abiertidad o la apertidad. Y me dorm de nuevo gozosamente. Otro tanto me sucedi con la palabra zona para traducir la Gegend heideggeriana de los pargrafos sobre el espacio. Tambin me lleg en una noche calma. La palabra paraje, que usaba Gaos, me pareca esplndida y bella para un paisaje abierto, pero no serva para el interior de una casa: difcil sera hablar del paraje de la chimenea o del paraje de la ventana. En cambio, para esta situacin era magnfica la traduccin de Franois Vezin: le coin, el rincn: el rincn de la chimenea, el rincn de la ventana. Pero, cmo decir el rincn del norte o el rincn del sur? Calladamente, a media noche, recib tambin la respuesta que me sugera la palabra zona. Se poda decir tan bien: la zona de la chimenea como la zona de la orilla del lago. Debo aadir a lo que he dicho anteriormente acerca de lo que entiendo por traduccin, esto es, por trans-duccin, un aspecto de la cuestin que me parece de la mayor importancia. Muchas veces se piensa y se dice que la traduccin queda siempre por debajo del original. Incluso he ledo opiniones segn las cuales el ideal sera que todos pudieran leer el texto original y que no

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fueran necesarias las traducciones. Debo decir que, a mi modo de ver, si bien es cierto que en muchsimos casos el original es superior a sus traducciones, tambin ocurre que la traduccin es siempre una forma de interpretacin del original que, sin coincidir muchas veces exactamente con este, lo abre sin embargo en direcciones que no quedaban expresadas en la lengua del texto de origen y que, por consiguiente, son un enriquecimiento de este y no una debilitacin o mengua de l. Pienso que si los libros, especialmente los filosficos, no fueran traducidos, se perdera una enorme posibilidad de comprensin ms profunda de su decir, y que en este sentido la traduccin no es un recurso de ltima instancia o un mal menor como se piensa a veces, sino que es una esplndida posibilidad de enriquecimiento de lo dicho en el original. Al revs de que el ideal sea que no haya traducciones, pienso que lo ideal es que haya las ms posibles, en el entendido, claro est, de que ellas sean buenas traducciones. Quiero poner un ejemplo de lo que estoy diciendo en el que, a mi modo de ver, mi traduccin es, en un punto muy preciso, superior al original, obviamente no por mrito mo, sino por obra y gracia de los recursos que me ofreca la lengua castellana. Me refiero a la traduccin en Ser y tiempo del verbo begegnen por la palabra comparecer. El verbo begegnen aparece, en esa forma, 48 veces en Sein und Zeit y, en diferentes variaciones, otras 200 veces. Sirve para significar el venir a presencia de los entes. De ellos se dice que sie begegnen, es decir, como podra traducirse, tericamente hablando, que vienen a nuestro encuentro o nos salen al encuentro. El inconveniente de esa traduccin, lo mismo que del original begegnen es precisamente la idea del encuentro, del en contra, que implica siempre una inicial distancia. Ahora bien, los entes llamados por Heidegger a la mano (zuhandene) no se nos hacen presentes en un encuentro, sino en un ir a una con nosotros mismos, es decir, con nuestro uso de las cosas. Los entes a la mano no se presentan frente a nosotros o vinindonos al en-cuentro desde la distancia, sino, al revs, se nos presentan, por as decirlo, en la mano o a la mano, en nuestra ocupacin con ellos. La palabra comparecer, a diferencia de begegnen, no dice sino el hacerse presente de cuerpo presente y en persona de estos entes, sin ninguna implicacin de distancia, sin ningn gegen, sin ningn contra o frente. Es cierto que esta palabra tiene originariamente una significacin jurdica. Pero esta significacin puede perfectamente ser ampliada al presentarse de los entes en nuestra inteleccin.

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Es cierto que los entes vorhandene, esto es, que estn-ahdelante, se presentan a distancia, objetualmente. Pero como el verbo begegnen se usa tanto para los entes zuhandene como para los vorhandene, el ideal es una palabra que diga neutralmente el puro hacerse presente, sin mencionar ninguna distancia (y sin negarla, por supuesto). Precisamente esto es lo que sucede con nuestro verbo comparecer. Por eso, en este preciso caso pienso que la traduccin espaola es superior al original. No quisiera prolongar excesivamente esta especie de rendicin de cuentas. Basten los ejemplos propuestos como un primer acercamiento a algo que un da podramos hacer en conjunto los traductores de Heidegger: fijar ciertas palabras comunes para traducir algunos trminos difciles, no solo de Ser y tiempo, sino sobre todo de los textos posteriores de Heidegger. Pienso, por ejemplo, en los Beitrge zur Philosophie, que ya ha sido traducido en Argentina por la profesora Dina Picotti y en Chile por un amigo mo de la Universidad de Valdivia. Dejo lanzada esta idea que a lo mejor algn da podra hacerse realidad en un encuentro de traductores de Heidegger, que imagino arduo pero deleitoso.

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