Elsa Tamez

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ELSA TAMEZ

LA ELECCIN COMO GARANTA DE LA INCLUSIN


(Romanos 9-11)

Este artculo intenta releer liberadoramente el significado de la eleccin divina y desautorizar aquella prctica que se fundamenta en la eleccin para dominar y excluir a otros. Para ello analiza Ro. 9-11 incorporando aspectos veterotestamentarios del Nuevo Testamento. Las conclusiones son las siguientes: 1) La eleccin debe ubicarse bajo el designio misericordioso de Dios, cuya voluntad es que todos formen parte de su pueblo. Antes de que Dios elija existe ese plan salvfico para todos. 2) Para que se cumpla el designio de misericordia de Dios para todos, Dios elige al menor, al excluido, al pueblo oprimido. La opcin de Dios eleccin por el excluido se da para incluirlos como herederos del Reino. Elegir al excluido es la garanta de que todos formen parte del pueblo de Dios. Jesucristo es el prototipo del elegido. 3) La eleccin se percibe cuando se da testimonio del amor y poder de Dios. En el momento en que el elegido, sea persona o pueblo, tenga una actitud de arrogancia y de rechazo a otros, deja de ser elegido y preferido de Dios. El excluido-elegido debe recordar que ha sido elegido por gracia, y no por mritos propios. Por tal razn la eleccin est ligada a la promesa y no a la descendencia segn la carne, o sea a la ley (Ro. 9.8).

En distintas culturas se conocen tradiciones de pueblos elegidos por Dios o dioses para cumplir una misin. Los aztecas, por ejemplo, se

Introduccin

sintieron elegidos por su Dios Huitzilopochlli, para salvar la humanidad de la destruccin del Quinto sol1. Los cristianos no escapan de esta prctica, pues en la biblia encontramos un concepto teolgico de eleccin de Dios a un pueblo, personajes o lugares. El concepto de eleccin es ambiguo y puede ser manipulado si no se comprende bien. Su empleo puede invertirse fcilmente de hecho, uno de los argumentos para legitimar la dominacin entre pueblos, personas o grupos, es el de afirmarse como los elegidos de acuerdo a un orden supremo y absoluto. Estos se llaman los elegidos de Dios. Julio de Santa Ana describe, por ejemplo, una religin basada en la exclusin a raz de una interpretacin invertida de la eleccin. Un grupo, seala el autor, que se Siente pueblo elegido para iluminar, dirigir y encaminar al resto de las naciones, marca la distincin y separacin entre ese pueblo y los dems. En efecto, hubo una corriente sacerdotal juda que bajo el paradigma de lo puro/impuro, marc su supremaca en un mundo impuro. Su vocacin de elegido se torn en vigilar constantemente su pureza, adquirida sta por medio de los ritos sacrificiales. Su fe se convirti en una religin de exclusin, legitimada y profundizada por la ley de los sacrificios2. La interpretacin incorrecta de sentirse elegido por encima de los dems ha ocurrido en la tradicin cristiana. Se ha tomado el concepto de que Dios elige a algunos personajes o a un pueblo, y se ha abusado del trmino. As, la frase pueblo escogido ha sido empleada para fines contrarios a su significado original: se excluye a otros, se menosprecian otras culturas o se fundamentan acciones de dominacin. Los conquistadores europeos, por ejemplo, se creyeron los elegidos para traer el evangelio de Jesucristo a estas tierras; en la prctica, sin embargo, por el sentimiento de superioridad frente al otro, se dio una invasin de las ms crueles de la historia de la humanidad: conquista, genocidio, robo y destruccin de nuestras culturas antepasadas3. Nuestra intencin en este artculo es profundizar en los sentidos liberadores posibles que pueda haber en esta prctica electiva de Dios, tantas veces mal interpretada. Para ello vamos a observar su desarrollo en el Antiguo Testamento y en el Nuevo, de manera muy general. Y posteriormente nos concentraremos en Ro. 9-11, lugar en el cual se ofrecen elementos bsicos para la comprensin de la eleccin.
los y sacrificios. Ren Girard con tologos de la liberacin. H. Assrnann (ed.) (San Jos: DEl, 1991), pp.152-153. 3 El libro de Tzvetan Todorov analiza la conquista como una historia ejemplar que narra las consecuencias fatales cuando se irrespeta la alteridad. La conquista de Amrica Latina. El problema del otro (Mxico: Siglo XXI, 1987). 1 Len-Portilla, Los antiguos mexicanos a travs de sus crnicas y cantares (Mxico, D.F.: INAM, 1961), pg. 92. 2 Cf. Julio de Santa Ana, Algunas consideraciones sobre la mimesis sacrificial de los sujetos sociales modernos, en: Sobre do-

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La raz hebrea que corresponde a la accin de elegir es bajar; el sustantivo es bajir, el elegido (de Dios), que puede ser Moiss, Sal, David, el siervo de Yahv, el pueblo. Ocurre 146 veces en el texto masortico y puede emplearse en sentido profano y teolgico. En un conteo de esta terminologa encontramos que el porcentaje mayor corresponde al sentido teolgico (67%), en el cual Dios aparece como sujeto5. El empleo teolgico de bajar no aparece en las fuentes jahvista y elho6, eso indica que la percepcin teolgica del concepto de eleccin fue forsta mndose e imponindose a lo largo de la historia de Israel. Adems, si se toma en cuenta que la distribucin del verbo es bastante irregular, se puede deducir que no estuvo muy presente en todos los crculos de la religiosidad del Israel Antiguo7. Se comenz a hablar de eleccin explcitamente hasta la formacin de la literatura deuteronomista, bastante tardamente8. La idea de eleccin del rey por parte de Dios era conocida antes, incluso por otros pueblos. Sin embargo, la idea de pueblo elegido (entre otros) por Dios fue una novedad entre las religiones del Antiguo Oriente, y se constituy en algo caracterstico de la fe de Israel9. Se empieza a hablar de lugar elegido (Sin), pueblo elegido (Israel, Jud), a partir de la crisis por la cul pasaba el pueblo poco antes del exilio, hacia finales del reinado del norte. Se habla de eleccin, pero para fundamentar las exigencias de Dios con su pueblo (Dt 7,6-9). Es interesante que ningn profeta pre-exlico se refiera a la eleccin de Israel o de Sin con el trmino bajar. No desconocen el hecho de la eleccin pues la ponen en cuestin, como Ams (3.2,9.7). Pareciera ser que evitan aludir a ella para que no se malinterprete y sirva como legitimacin de la dominacin en tiempos de la monarqua. Algo parecido ocurre en la obra histrica deuteronmica, poca exlica: se habla de la eleccin de Jerusaln y de David, no obstante se evita hablar de la eleccin de Israel. Aparece en trminos negativos: Dios se aparta, Dios rechaza a Israel (2 R.l7.20; 23.27).
4 Los datos aqu resumidos fueron sacados de E. Jenni-C. Westermann, Diccionario teolgico manual del Antiguo Testamento (Madrid: Eds. Cristiandad, 1971), v.I. 5 El 20% es de uso profano (por ejemplo, se eligen guerreros, reyes, los sacerdotes eligen sus vctimas) y el 11% corresponde al ser humano como sujeto de la accin de elegir (lo bueno, lo malo, etc.), Jenni-Westermann, op. cit., p. 409. 6 El texto ms antiguo es Juc. 5.8, pero textualmente es dudoso. 7 Ibid., p. 410. 8 Ibid, p. 418. 9 Idem.

1.

Precisiones sobre la eleccin

1.1. Antiguo Testamento4

Se habla explcitamente de pueblo elegido en el tiempo del DeuteroIsaas, cuando se edita sobre un futuro nuevo para el pueblo judo que vive exiliado en Babilonia. Hablar de eleccin del pueblo en este contexto es sumamente importante para afirmar la fe en el Dios fiel que no se aparta de su pueblo, y que cumple las promesas (Is. 4 1.9). Ya no se hace nfasis en la eleccin de Sin, del lugar del templo, como en el Deuteronomio, ni tampoco en el futuro de David. Se habla del siervo de Yahv como el elegido, aquel que es elegido por ser el desprecio de las naciones, para cumplir una misin entre los pueblos y ser testimonio de Dios. El tercer-Isaas va ms all. Recoge las antiguas promesas relacionadas con la eleccin, pero amplia el espectro de pueblo de Dios. Ya no es slo Israel, ni todo Israel, sino un pueblo que est todava por ser creado. Recordemos que el pueblo de Jud en Babilonia est desintegrado, y no todos esperan volver a su patria o han guardado la fe en Yav, su Dios. La temtica de la eleccin no es frecuente en el NT11. Hay dos trminos griegos, con sus derivados, para expresar la acepcin elegir: aireomai y eklegomai12. El primer trmino significa escoger o preferir, sin ninguna connotacin teolgica. Eklegomai, por el contrario, expresa, en la mayora de los casos, la eleccin de Dios, en el sentido veterotestamentario. La Septuaginta traduce ekleg (forma activa de eklegomai) y eklegomai con el trmino bajar. El adjetivo verbal eklektos es la persona, pueblo o casa elegida, y el nombre eleccin es la traduccin griega de ek1og13. Fuera del contexto bblico, en el griego clsico la accin de elegir connota una distincin asignada siempre dentro de la elite aristocrtica14 que por lo general va acompaada con una tarea para el bienestar de la ciudad. En el Nuevo Testamento hay una diferencia radical con respecto al uso del concepto en la cultura greco-romana. Esto es por su connotacin
1.2. La eleccin en el Nuevo Testamento10

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lenguaje conceptual abstracto, el nfasis est ms en la persona que se escoge, no tanto en la actividad. C. Brown, op. cit., p. 537. 14 Ibid., p. 536.

1979), v. 1. 11 Eklegomai, y su participio eklektos, 22 veces, la mayora en Lucas; ekloge; 7 veces, especialmente en Pablo. 12 Eklegomai es la forma media de eklego (escoger una persona o cosa). En el Nuevo Testamento no ocurre la voz activa. 13 Este sustantivo no aparece en los LXX, ya que no hay una palabra hebrea que corresponda al sustantivo. El hebreo no tiene un

10 Los datos aqu resumidos fueron sacados de Colin Brown (cd.), Dictionary of New Testament Theology (Michigan: Zondervan,

teolgica. Los elegidos son los pobres, los que sufren, los excluidos. La idea de que Dios escoge a los pobres era comn en la tradicin antigua. Pablo y Santiago la recogen en el Nuevo Testamento. En 1 Co. 1.27s, Pablo escribe:
Ha escogido Dios ms bien lo necio del mundo, para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo dbil del mundo para confundir lo fuerte. Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es para reducir a la nada lo que es.

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La viuda pobre que pide justicia en Lc 18.17, pertenece a los elegidos. A los miembros de las comunidades de Tesalnica se les llama escogidos. Lo mismo ocurre con los destinatarios de 2 P. 1.10. Estas comunidades pasaban por situaciones difciles de opresin y persecucin. Se retoma la tradicin juda en dichos escatolgicos (cf. Mc 13.22), pero tambin se replantea la nueva situacin de la comunidad cristiana no juda y el rol del Israel elegido (Ro. 9-11). Jess es el elegido por excelencia (Jn. 1.34). El rechazado, la piedra viva desechada, pero piedra escogida y preciosa para Dios. Cristo es el elegido, el que elige y quien pone en efecto la eleccin de Dios (Jn. 6.70,13.18,15.16,19)15 Jess, el hijo de Mara y el carpintero Jos, es el elegido de Dios para dar testimonio de su misericordia, justicia y poder. La eleccin es un concepto bblico-teolgico que fue surgiendo a lo largo del camino del pueblo de Israel, en tiempos de crisis de fe y en tiempos de corrupcin interna. En tiempos de crisis de fe se usa para dar fortaleza a la esperanza del regreso del exilio a la patria (Cf. Deutero-Isaas); en tiempos de corrupcin (monarqua), se menciona negativamente: el elegido es rechazado por su Dios. La tradicin de la experiencia pueblo escogido se emplea tardamente, en la literatura deuteronmica. Por el empleo irregular del verbo bajar, se deduce que no ocurri en todos los crculos de IsraelJud. Hay una tendencia a evitar el uso de dicha tradicin por el peligro
1.3. Algunas conclusiones previas

Acaso no ha escogido Dios a los pobres segn el mundo como ricos en la fe y herederos del reino que prometi a los que le aman? (Stg. 2.5).

En la carta de Santiago, encontramos la misma tradicin:

15 Ibid., p. 542.

de invertirse. Es ms comn encontrar la eleccin de algn personaje o del lugar escogido, que del pueblo. Repetidas veces se emplea el trmino, pero autocrticamente. Se subraya que se es escogido por gracia y misericordia de Dios, y para dar testimonio de la gracia y obras de Dios. En el NT observamos que se subraya la tradicin de que los elegidos son los dbiles y excluidos (1 Co.1.27s, Stg. 2.5; Lc 18.7). Parece ser que en situaciones de opresin, pobreza, dificultad o persecucin como en las comunidades de Tesalnica o 2 Pedro, o en Mc 13.22, es importante recordar el estatus de ser elegido de Dios. Jess de Nazaret, el inocente crucificado que testific de la venida del Reino de Dios, es el prototipo del elegido de Dios. Desde una perspectiva mayor, ubicada en la historia de la salvacin de los pueblos, Pablo en Rm. 9-11 se plantea la situacin de Israel pueblo elegido frente a la inclusin de los no-judos, llamados tambin herederos de las promesas de Abraham. La lectura actual de Ro. 9-11 en el mundo acadmico tiene como motivacin replantearse la relacin entre el judasmo y la iglesia cristiana16. La intencin es pastoral, y el estudio de Ro. 9-1 1 intenta comprender la posicin de los judos y sus tradiciones, y hacer una invitacin a acercarse ms a los judos con actitud humilde (en lo referente a la religin), y dejar a un lado el anti-semitismo fatal que ha permeado la cultura occidental cristiana. La exgesis advierte contra la universalizacin de la postura particular de Pablo con respecto a su polmica con los judaizantes. Se recurre, por ejemplo, a la experiencia de Pablo, muy ligada a su salida del grupo judo para unirse al grupo gentil17; se analiza Ro. 9-11 en el contexto de la iglesia primitiva, y se llega a la conclusin de que la confrontacin entre el movimiento cristiano y el judasmo est dominada por factores contingentes. Se ve la necesidad de replantearse, entonces, el problema de la autoridad de la escritura18. En efecto, Ro. 9-11 permite revalorar a Israel y aminorar el espritu anti-judo que ha atravesado la historia cristiana. Una comparacin de la actitud de Pablo hacia los glatas y los romanos, nos permite observar la diferencia. En Romanos es ms diplomtico y en 9-11 subraya
2. Relectura de Romanos 9-11
16 The Church and Israel: Romans 9-11, The Princeton Seminary Bulletin. The 1989 Fredrick Neumann Symposium on the Theological Interpretation of Scripture. Supplementary Issue, No.1, 1990. 17 Alan F. Segal, Pauls Experience and Rom. 9-11. Ibid., pp. 56-70. 18 Christian Beker, Romans 9-11 in the Context of the Early Church. Ibid., pp. 40-55.

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un rol privilegiado de Israel, quin est endurecido, aunque slo parcialmente (11.25)19. Varias conclusiones interesantes surgen de estos estudios. En especial aquellas que incitan a los cristianos a mostrar una actitud menos arrogante e impositiva frente a la prctica religiosa juda, no-cristiana. Sin embargo, el replanteamiento entre la relacin de Israel y la iglesia cristiana no es una preocupacin fundamental en Amrica Latina. La motivacin que nos impulsa releer Ro. 9-11 es la exclusin a la que son sometidos los pobres, las mujeres, los negros, los indgenas y todos aquellos que no tienen mritos para ser aceptados como personas dignas y ser reconocidos como sujetos. La lgica del actual sistema econmico y social practica la eleccin de un sector minoritario, y al elegir a los preferidos, que son los que tienen y acumulan mritos, excluye a la gran mayora. Por otro lado, desde la perspectiva de la religin, frecuentemente el cristianismo de la cristiandad privilegia a los cristianos como los elegidos de Dios, y con ello se genera una actitud de menosprecio a otras convicciones de fe no-cristianas, o distintas a las de la iglesia a la que se pertenece. Esperamos que con nuestra propuesta se desautorice la mala interpretacin de que ha sido objeto esta verdad bblica. Ro. 9-11 nos da elementos bblico-teolgicos para reconsiderar desde los excluidos la prctica electiva de Dios, desde un ngulo liberador. Para qu sirve la eleccin? Por qu hay eleccin? Quines son los elegidos?, son las preguntas que trataremos de responder en este apartado, basndonos en Ro. 9-11 y retomando la tradicin veterotestamentaria, vista arriba, y otros escritos del Nuevo Testamento. Ro. 9-11 son captulos discutidos con respecto a su ubicacin en el conjunto de la carta. A primera vista pareciera que estos captulos son una inclusin posterior. Si unimos el captulo 8 con el 12 no percibimos ningn problema en el contenido. Es ms, al final del captulo 8 y al inicio del 9 se da una aparente contradiccin. En 8.39 Pablo afirma que nada le separar de Cristo, y en 9.3 prefiere ser anatema, separado de Cristo para salvar a sus hermanos de raza que no rechazan la dimensin de la fe. As, un grupo de exegetas afirma que 9-11 no tiene nada que ver con la carta en su totalidad, mientras otro grupo de exegetas afirma que es muy importante para comprender la epstola. Creemos que hay una relacin fundamental entre estos captulos y toda la carta. Se trata de la misericordia de Dios, y sta en relacin con la eleccin. A continuacin subrayaremos algunos aspectos importantes para una relectura. No vamos a hacer una exgesis de toda la seccin porque entran otros temas que no tratamos aqu.
19 Cf. Raymond Brown/John Meier, Antioche et Rorne (Pars: CERF. 1988), pp. 146ss.

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Antes de reflexionar sobre cualquier accin de Dios de elegir a un pueblo o un personaje, debemos tener claro que el propsito de Dios no es escoger a unos y excluir a otros. La misericordia de Dios est sobre todas las cosas. El es el Dios Creador y su designio desde la fundacin del mundo es que todos sean sus creaturas, sus hijos e hijas. La misericordia (eleos) de Dios es el tema fundamental de la seccin. Hacer misericordia y misericordia aparecen con frecuencia (9 veces). Pablo, el apstol enviado a los no-judos, tena clara esa actitud misericordiosa de Dios. Para ese tiempo el pueblo judo estaba aferrado a la tradicin de que era pueblo elegido, pueblo santo, los preferidos de Dios por las promesas a Abraham, su ancestro. Los judos-cristianos ms conservadores de Jerusaln y de otras partes, siempre vieron con malos ojos que Pablo llevara el evangelio a los no-judos, sin imponer los criterios rituales de santidad. El apstol se vio envuelto en una gran polmica porque se sali de la costumbre tradicional de imponer la ley y la circuncisin para que los que no eran judos tambin participaran del pueblo de Dios, sin el requisito de la ley. Aqu los no-judos eran los excluidos de las promesas de Dios a Abraham. Ellos eran discriminados por aquellos que se crean los nicos elegidos. En la Carta a los Romanos Pablo escribe sobre la revelacin de la justicia de Dios, independientemente de la ley. Por la fe, l coloca en un plano de iguales a los judos y no-judos, es decir, los llamados griegos, gentiles o paganos. Para que sus lectores vieran que la misericordia de Dios era para todos y no solamente para los judos, Pablo presenta dos argumentos en los primeros tres captulos de la carta: 1) que todos los seres humanos son cmplices del pecado, y no slo los no-judos, como crean los que tenan el privilegio de la ley; y 2) a los no-judos les presenta la buena nueva de que la revelacin de la justicia de Dios era para todos, y no slo para los que contaban con la ley y la circuncisin. Porque la fe en Dios que resucita al Crucificado Jesucristo, est por encima de la ley. El propsito de Dios es entonces que a todos alcance la misericordia de Dios. No nicamente a los judos, sino tambin a los no-judos (Ro. 1-8). Pero no slo a los no-judos, sino tambin a los judos, que an no se han abierto a la dimensin de la fe (Ro. 9-1 1). En Ro.l-8 Pablo plantea la novedad de vida con la revelacin de la justicia de Dios (dikaiosyn theou), independientemente de la ley y el evento de la justificacin por la fe, que abarca a todos, aun a quienes no
2.2. Relacin del contenido de Ro. 9-11 con la carta

2.1. Misericordia de Dios antes de la eleccin: el designio de Dios es que todos sean herederos de la promesa

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tienen ley, los no-judos20. La pregunta teolgica inmediata es sobre el rol de Israel, el pueblo elegido, y su lugar en la historia de la salvacin despus del segundo Adn, quien inaugura la lgica de la fe o del Espritu. Pablo intenta en Ro. 9-11 dar razn a ese planteamiento. No obstante tambin, basndonos en varios detalles de la carta, podramos deducir que, tal vez, los cristianos no-judos estaban mostrando una actitud de menosprecio por los judos convertidos que todava no haban logrado desprenderse de su tradicin legalista21, como los dbiles del captulo 14. Pablo all exhorta a todos a que se acojan mutuamente con amor y respeto. En la parbola del olivo se advierte tambin contra la arrogancia de parte del cristiano (las ramas injertadas) para con el judo. Llama asimismo la atencin, la manera positiva como Pablo presenta a Israel22, delante de Dios, y su esperanza plena de que sern salvos (ss) y readmitidos (proslempsis) (11.14-15). Percibimos en Ro. 9-11 un movimiento inclusivo que tiene la finalidad de no dejar a nadie fuera de los planes salvadores de Dios para todos. Para garantizar esta inclusividad, Pablo alude a la eleccin por misericordia y gracia. La eleccin es del excluido. Comienza evocando a Israel como pueblo elegido, quien por empecinarse en su propia justicia (10.3) est en un estado de rechazo (apobol) (11.15), y cuya eleccin se encuentra inactivada, aunque no anulada, debido al remanente elegido (11.5,7). La misericordia de Dios alcanz a los no-judos, los incircuncisos y sin ley, gracias a la justicia de Dios, a la fe de Jesucristo (3.25) y a la fe de que Dios le resucit de los muertos (10.9). En la situacin de la comunidad de Roma parece ser que Israel se volvi nuevamente excluido por los cristianos no-judos. La parbola del olivo, insistimos, es una advertencia contra la soberbia (11.16-24). Pablo tiene presente los dos tipos de destinatarios: judos cristianos con sus tradiciones, y los no-judos convertidos al cristianismo. Los judos (no-cristianos y cristianos) tendan a excluir a los sin ley e incircuncisos. Y los cristianos no judos tendan tambin a menospreciar a los
20 Cf. Elsa Tamez. Contra toda condena (San Jos: DEI/SEBILA, 1991, pp. 126-131. 21 Segn A. J. M Wedderburn, Ro. 9-11 tiene como propsito que se muestre respeto hacia los judos y sus tradiciones; ellos deben

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2.3. El movimiento inclusivo de Ro. 9-11

ser aceptados como tales. Por eso Pablo les recuerda a sus destinatarios, que menospreciaban a los cristianos judaizantes, el lugar especial de Israel. The Reasonsfor Romans (Minneapolis: Fortress Press, 1991), p. 88ss. 22 En estos captulos Pablo no llama a los de su raza, judos, sino que emplea la palabra Israel, trmino honorfico de la historia de la salvacin, as como el trmino pueblo (Laos) de Dios, lo cual apunta a su situacin privilegiada en la historia de la salvacin. Christian Beker, op. cit., p. 49.

judos por sus tradiciones conservadoras con respecto a ciertos preceptos de la ley. La intencin de Pablo es que todos sean beneficiarios de la misericordia de Dios. Aqu repite la frmula bautismal pre-paulina de Gl.3. 28, sin mencionar los binomios varn-mujer; amo-esclavo; le interesa s subrayar los pueblos: Pues no hay distincin entre judo y griego (no-judo), pues uno mismo es el Seor de todos, rico para todos los que le invocan (10.12). Pablo espera, entonces, que la totalidad de las naciones (pleroma ton ethnn) participen de la gracia de Dios (11.25), as como tambin todo Israel (pas Israel) (11.26). Para darle seguridad a la inclusin de todos emplea argumentos algo extraos o poco convincentes, sin embargo, de todas maneras se da la circularidad que hace posible la inclusin. La transgresin (paraptma) o calda de Israel tiene la finalidad de traer salvacin (stria) a los no-judos (11.11). Pero la cada no es para siempre (11). El endurecimiento (prsis) de Israel (11.25), hace posible la incorporacin de los no-judos, pero su endurecimiento es parcial (apo merous), y durar hasta que entren (eiselth) todos. El rechazo (apobol) de Israel por parte de Dios, sirvi a los otros de reconciliacin (katallagi2) (11.15); su readmisin (proslempsis) ser mucho mayor: una resurreccin de entre los muertos. El evangelio y la eleccin son tambin la garanta de la inclusin de todos en el designio misericordioso de Dios. El evangelio a causa de la fe de Jesucristo, y la eleccin a causa de los dones (jarismata) de Dios (11.28) a los ancestros de Israel. Los israelitas, segn Pablo, son enemigos de Dios en cuanto al evangelio, si bien por la eleccin son amados a causa de la fidelidad de Dios a los antepasados. Los no-judos son hijos de Dios gracias al evangelio, en primer lugar, y son elegidos de Dios porque la eleccin se da no segn la carne, sino segn la promesa (9.8), la fe. Israel, el elegido, tambin conseguir la justicia de Dios, ser amigo de Dios por el evangelio, gracias al remanente (leimma) elegido (eklog) por gracia (11.5). La desobediencia (apeitheia) y la misericordia (eleos) mueven el crculo de la inclusin. Dios, por misericordia, elige a Israel; ste entra en desobediencia o rebelda, por su desobediencia Dios muestra su misericordia a los no-judos que eran desobedientes; o sea, ahora los judos entran en rebelda para conseguir misericordia de Dios (Ro. 30-32). Esto nos lo aclara Ro. 11.32: Pues Dios encerr a todos en la rebelda para usar con todos ellos de misericordia. Los celos de Israel porque Dios ama a otros pueblos, es otro argumento de Pablo para la inclusin de los judos en el circulo de la

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misericordia de Dios. Confiesa que con su misin entre los no-judos busca despertar los celos (parazlsai) de los judos por la inclusin de los dems, para que se salven algunos de ellos (11.9,15). Algunos de ellos contradice su postura de que todos alcanzarn misericordia de Dios. Esto se entiende quizs porque en su discurso sobre el designio salvfico de Dios para todos, hay un tono escatolgico. En todo caso, esto significa tambin para Pablo un misterio (11.25). La figura del olivo ilustra el movimiento de inclusin (11.16-24). Est la raz: la eleccin por gracia y misericordia; las ramas que pueden ser naturales o injertadas: todas las ramas participan de la raz y de la savia. Todas pueden ser desgajadas o sustituidas en el momento que se enorgullecen frente a otras (caso de los no-judos) o por la incredulidad (caso de los judos). No obstante, Dios puede injertar ramas silvestres o reinjertar las cultivadas, antes desgajadas. Por encima de todo est la misericordia de la eleccin por la gracia; la raz permanece. Pablo privilegia aqu a Israel como prototipo de la eleccin en fidelidad a sus promesas. La estructura del texto, desde el punto de vista de la eleccin-misericordia, sera la siguiente23. Tesis: Dios elige por misericordia al excluido para garantizar la inclusin (9.1-11.36)
Introduccin pattica a la tesis (9.1-2) I. Desarrollo de la anttesis: el elegido que excluye (9.3-10.21) A. Dios elige por gracia-misericordia al pueblo pequeo de Israel (9.3-13) B. Dios no es injusto por eso, sino misericordioso, por eso llama tambin a los no-nacidos de Abraham, los excluidos de la ley (9.14-29) C. Israel se rebela al designio misericordioso de Dios para todos, y no responde a la eleccin en la nueva lgica de la justicia y la fe (9.30-10.2 1) Resumen de la anttesis: Dios extiende su mano esperando un cambio de actitud en Israel (10.21)

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Desarrollo de la tesis: la misericordia de Dios es para todos (11.1-36) C. Hay esperanza para todo Israel gracias al remanente elegido por gracia (11.1-15). B. Todos forman parte del olivo, sean ramas injertadas o naturales, deben reconocerse mutuamente (11.16-24) A. Los dones de Dios son inclusivos y definitivos para todos (11.25-32) partiendo siempre desde los excluidos Conclusin: himno a la sabidura de Dios (11.33-36)
23 Estructura tomada de Phillipe Rolland, Epitre aux Rornain. Texte grec structur (Roma: IBP, 1980). Recogimos solamente la divisin del texto griego. Los ttulos corresponden a una reinterpretacin nuestra, con algunos elementos de Rolland.

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La eleccin de Dios es por gracia. Los mritos o cualquier estatus privilegiado no cuentan para ser elegido. Por eso Pablo escribe: No se trata de querer o de correr, sino de que Dios tenga misericordia (9.16). Cuando los mritos o privilegios entran en juego, surge la competencia, el correr entre los seres humanos, y se produce simultneamente la exclusin. Por esa razn la gracia prima sobre el mrito. Dios rechaza la exclusin, y elige por misericordia justamente porque elige a los excluidos, los indefensos, los pobres, los ignorantes, para evitar toda exclusin. Si eligi a Israel como su pueblo, fue porque era un pueblo pequeo y oprimido por otros imperios. Elige para incluir y liberar. Dt. 7.7,8 lo expresa claramente:
No porque seis el ms numeroso de todos los pueblos se ha prendado Yahv de vosotros y os ha elegido (bajar), pues sois el menos numeroso de todos los pueblos; sino por el amor que os tiene y por guardar el juramento hecho a vuestros padres, por eso os ha sacado Yahv con mano fuerte y os ha librado de la casa de servidumbre, del poder de Faran, rey de Egipto.

2.4. Dios elige a los excluidos para que no haya ms exclusin

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Pablo, en Ro. 9.13, repite la tradicin: El mayor servir al menor. Se refiere a la preferencia gratuita de Dios por Isaac y por Jacob. Ellos eran los hermanos menores y slo por ese hecho Dios tiene una preferencia. No porque hayan obrado bien o mal (Ro. 9.11). Con esta actitud, Dios no est excluyendo o rechazando al mayor (cuando dice en 9.13: aborrec a Esa, en el pensamiento hebreo significa simplemente que prefiri al otro). Lo que releemos es que Dios se solidariza con el menor, el dbil y desvalido. Esa es la manera libre de Dios, de actuar en la historia. Por supuesto que cuando el menor se torna arrogante y excluyente, deja de ser el preferido de Dios. Israel pas por esa experiencia muchas veces. Los cristianos estn siempre bajo esta tentacin (Ro. 11.20). Nos podemos preguntar aun: por qu Dios tiene que elegir? No sera mejor que tratara a todos por igual, sin tener que preferir a algunos? La respuesta est en afirmar que en una sociedad dividida, para que el designio misericordioso de Dios se cumpla en su plenitud (es decir, que nadie quede fuera del plan salvfico de Dios), Dios tiene que preferir a los excluidos de la sociedad. Ellos son quienes necesitan ms de la solidaridad de Dios. Ellos al ser, simplemente, acogidos por Dios, de manera preferencial, dan testimonio del amor de Dios, el cual no hace acepcin de personas. Los excluidos siempre sern los elegidos de Dios. Esta es la garanta de que la misericordia de Dios alcance a todos y se cumpla su designio salvfico.

REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 12

En el Antiguo Testamento, Dios elige a personajes o pueblos para llevar adelante una misin. Esta es la de dar testimonio de la misericordia de Dios a todos, y dar a conocer su poder frente a toda injusticia. Israel fue escogido para que fuese luz entre las naciones, y con su prctica de justicia diese testimonio de la justicia de Dios. Pablo le reprocha a Israel su incapacidad. Utiliza una cita de las escrituras: ... el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros (Ro. 2.24). En este sentido, la eleccin se manifiesta visiblemente en el comportamiento de los elegidos. Y se mantiene ese privilegio en tanto son fieles al testimonio de Dios. Cuando el pueblo elegido no va de acuerdo a los caminos de justicia de Dios, la eleccin queda suspendida hasta que se vuelva a dichos caminos y haga visible la misericordia de Dios. Pablo menciona el ciclo exclusin-inclusin en la parbola de los olivos: no te engras contra las ramas dice, si Dios no perdon a las ramas naturales, no sea que tampoco a ti te perdone (Cf. Ro. 11. 18-22). El ser elegido, como acto de solidaridad de Dios, hace al excluido sentirse digno e incluido en el plan liberador de Dios. La toma de conciencia de ser elegido, escogido de Dios, recrea: las fuerzas para hacer frente a las hostilidades de las cuales es objeto; la esperanza frente a un futuro incierto, y la conciencia de la praxis de llevar adelante el plan liberador divino. Adems, la eleccin de Dios de los pobres, por su misericordia, mueve a los otros tambin a la misericordia. Reflexionando sobre la conquista europea en nuestras tierras, notamos que, por la prctica de los conquistadores, no poda haber en ellos ninguna eleccin de parte de Dios. Los conquistadores no pudieron ser el pueblo elegido porque no dieron testimonio del verdadero Dios, pues mataron y robaron. Adems, impusieron una religin que llamaron cristiana, pero que en las prcticas no reflejaba la verdadera fe bblica. Fue hasta ms tarde cuando otros misioneros, movidos por misericordia, defendieron a los indgenas contra los atropellos de los conquistadores. Pablo subraya mucho la importancia de la fe para que entren en comunin todos los pueblos, sin marginaciones por razones de raza, sexo o condicin econmica (Gl. 2.28). La ley hace discriminaciones y excluye a unos. Adems es fcilmente manipulada. Pablo seala que puede ser asumida por el pecado (Ro. 6.8). Por eso no se es elegido por cumplir una ley o por mritos, sino por la fe. La eleccin est en la lnea de la promesa, no segn la carne (9.8).
2.6. La fe es central en la eleccin de Dios Se participa del pueblo elegido por la fe

2.5. La eleccin se manifiesta visiblemente en la praxis

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Para Pablo, la nueva manera de vivir de acuerdo a la fe se manifiesta con la llegada de Jesucristo. Su vida, muerte y resurreccin, pregonan una nueva humanidad que derriba los muros de separacin entre los pueblos (Ef. 2.14). Para los cristianos, Jesucristo es el rostro humano de Dios, y vino a anunciar la llegada de su Reino como buena nueva para todos. Nosotros manifestamos nuestra fe en que creemos que Jesucristo, el crucificado y excluido, es el Seor (Ro. 10.9). Jesucristo, dijimos arriba, es el paradigma del elegido de Dios, porque dio testimonio del amor de Dios para todos. El fue el rechazado por los que se llamaban a s mismos los elegidos; Jess sufri las consecuencias de la exclusin. No obstante, su resurreccin confirma la eleccin de Dios de ste, y no de los otros. Desgraciadamente, en muchas ocasiones se ha invertido el evangelio. Y en lugar de pregonar la gracia y misericordia de Dios para todos, se ha convertido a Cristo en ley, y se ha condenado a quienes no se convirtieron a la ley de Cristo. El profeta maya Chilam Balam se quej de esta imposicin cuando dijo:
Vendr entonces el amo que nos someter a prueba, el de rostro de Nacom, Sacrificador, el hijo de Ku, Deidad, Su Obispo [sic], lo que llaman la Santa Inquisicin, en compaa de Sal a pedir fe y cristianismo. Colmo ser de la codicia, colmo de los despojos de los mercaderes, colmo de la miseria en todo el mundo... 24.

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ELSA TAMEZ, La eleccin como garanta de la inclusin

No son pocos los cristianos que convierten la fe de Jesucristo en dogma, y condenan a los indgenas y negros porque tienen otras maneras de manifestar su fe en Dios. Esa no fue la actitud de Jess, quien reconoci la fe de otros, fuera de su tradicin religiosa, como la fe del centurin (Mt 8.5-13) y de la mujer cananea (Mt 15.21-28). Ro. 9-11 ofrece elementos teolgicos importantes con relacin a la aceptacin de otras maneras de manifestar la fe en Dios.

24 El libro de los libros de Chilam Balam (Mxico: UNAM, 1984).

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