Salmo 31
Salmo 31
Salmo 31
Nuestro Dios es un Dios que escucha, que siempre tiene un odo dispuesto para todos aquellos que en su necesidad imploran su misericordia y buscan refugio en l. Nuestro Dios es un Dios salvador y liberador. Con este credo se dirige un fugitivo a la comunidad en la ciudad de Dios. Pide que le permitan entrar; solicita que lo escuchen; espera que lo reciban, espera proteccin, seguridad: o sea, asilo. Apela a la JUSTICIA, a la justicia de Dios, la cual es tambin obligatoria para la comunidad. Este credo es antiqusimo; ha conmovido a generaciones; durante milenios se ha hecho patente (se ha manifestado) como sustentador y por ello, legtimo (valedero); y sobre todo: este credo en el Dios protector, salvador y liberador tiene validez y compromiso an hoy - aqu y ahora! Para poder entender mejor un salmo, es importante saber quien era el devoto, el que ruega, en que situacin se encontraba y quizs tambin an en qu lugar especfico proclam su oracin y su ruego. Un primer anlisis superficial del Salmo 31 muestra dos claras partes del texto: los versculos 1-9 y 10-25. Son paralelos unos con otros, muestran la misma estructura (composicin) y tambin en su contenido parece que se trata de una repeticin. Esto ha llevado a que muchos comentaristas hayan llegado al convencimiento de que se tratara originalmente de dos salmosseparados uno del otro. Pero luego de mi anlisis y conocimiento del Salmo 31, existe tambin otra posibilidad de coordinar ambas partes paralelas y lo abordar en detalle.
Considerando el contenido, en estos dos salmos se trata claramente de un canto de lamento de una persona inocente que es perseguida, que se encuentra huyendo y busca su refugio en un santuario (templo) y tambin lo ha encontrado. Las referencias a la huida y a la bsqueda de refugio - para no usar en seguida la palabra "asilo" - no se pueden dejar de or justamente en el Salmo 31. El orador comienza en seguida con este tema (asunto) "En ti, Dios mo, me refugio (en ti me asilo) No quede yo nunca defraudado; Por tu justicia resctame! Inclina tu odo hacia mi. Ven pronto a liberarme, S mi roca de refugio, Mi ciudad segura. T eres mi roca y mi fortaleza; Dirgeme y guame por el honor de tu nombre.(1-3) Es claramente un pedido de auxilio en la ms grande de las necesidades (miserias). Ms tarde se describir tambin esta necesidad en particular. En la segunda parte del salmo, la cual comienza con el versculo 10, se repite este llamado de auxilio: "Misericordia, Seor, estoy angustiado; Se consumen de penas mis ojos Mi garganta y mis entraas (9) Se reconoce claramente que es la oracin de un fugitivo que busca asilo cuando se lee en el versculo 21: "En tu escondite personal los escondes De las intrigas de los hombres. Los ocultas en tu tienda De lenguas murmuradores. (20) Con estos cuadros de proteccin y refugio "bajo la sombra de tus alas" se describe claramente el templo de Jerusaln. En el templo de Jerusaln se encuentra el Arca del Pacto en la cual se guardan las Tablas de la Ley
flanqueadas por los querubines (ngeles), cada uno con tres pares de alas extendidas. Del mismo modo, la expresin "en tu refugio" o en otro lugar "en tu tienda (=carpa)", localiza tradicionalmente el templo en Jerusaln en relacin con aquel tiempo de peregrinacin de Israel cuando el Arca del Pacto se guardaba en una tienda. Por lo tanto no cabe la menor duda de que el Salmo 31 fue declamado en el templo de Jerusaln, porque aqu se ofrece proteccin y seguridad ante la persecucin. Y por ltimo, hay otra clara referencia al lugar y las circunstancias de este grito de auxilio que pide amparo y proteccin. En el versculo 21 dice: Bendito el Seor, Que me ha mostrado su ternura desde la ciudad segura. Qu sentido tiene llamar a este lugar "una ciudad segura"? Esta pregunta se puede contestar con bastante seguridad. Ya en el Libro del Pacto, una de las compilaciones de leyes ms antiguas de Israel, en la que tambin se encuentran los Diez Mandamientos, se dispone la fundacin (creacin) de ciudades de asilo. En xodo 21:13 y siguientes leemos: El lugar de asilo que Dios determinar, debe ser un altar, a saber, cuando en la oracin siguiente dice que se debe arrancar del altar al asesino. Por lo tanto, aqu debemos en primer lugar pensar en un altar como lugar de asilo. Tambin hoy sabemos con exactitud que originalmente todos los lugares de culto fueron lugares de refugio y tambin de asilo. Encontramos un perfeccionamiento de la tradicin de asilo en el libro de Josu, captulo 20, donde Israel, en relacin con la toma de posesin de la tierra prometida, recibe de parte de Dios la instruccin de establecer (organizar) ciudades de asilo; Josu 20: EL Seor habl con Josu y le dijo:" Habla con los israelitas y diles que escojan ciudades de refugio, tal como lo orden por medio de Moiss. Si
una mata a otro accidentalmente, sin intencin, puede huir a una de esas ciudades para protegerse de venganza del pariente ms cercano del muerto." El que busque refugio en uno de esos lugares llegara a la puerta de la ciudad y har su declaracin ante los ancianos de la ciudad. Entonces ellos le permitieran entrar y le darn un lugar para vivir. Si el pariente ms cercano del muerto lo persigue, los ancianos de la ciudad no entregarn al refugiado, pues mato a su prjimo sin intencin y no por tenerle odio. Pero el refugiado tendr que quedarse en la ciudad hasta que se presente ante todo el pueblo para ser juzgado....! Josu 20,1-9) Aqu se nombran seis lugares como ciudades de asilo. En resumidas cuentas, ya no son lugares de culto y altares, sino que ciudades definitivas. Kedesch en Galilea, Siquem, Quiriat - arb (llamada tambin Hebrn) , BeserRamot y Goln Esta designacin de las seis ciudades de asilo acontece inmediatamente despus de la toma de posesin de la tierra y de su distribucin. Tenemos otro dato an sobre la institucin de las ciudades de asilo. Ya que me parece importante en este contexto, debo citarlo tambin. En Deuteronomio 19, 1-3 leemos: "Cuando el Seor , tu Dios, haya destruido a las naciones y les d a uds. posesin de las tierras que ahora son de ellas y ustedes ocupen sus ciudades y sus casas, deben apartar tres ciudades del pas que seor tu dios te da en propiedad, y arreglaran el camino que lleva a ellas. Adems, deben dividir en tres partes el territorio......,para que todo aquel que mate a una persona pueda refugiarse en cualquiera de ellas. "El que mat podr huir all y salvar su vida, si demuestra si lo hizo sin intencin y sin que hubiera enemistad entre ellos por ejemplo .... 19,5 Leer!!!
Es casi inconcebible que esta institucin de asilo de parte Dios en Israel, no haya sido ampliamente reglamentada. Debemos contar con que partes de semejantes reglamentos aparezcan en otros lugares de la Biblia. Y es probable que justamente en el salterio aparezcan estas slidas frmulas para el procedimiento de asilo, especialmente cuando se trata de cantos de lamentos de perseguidos inocentes, por tanto se trata de salmos de perseguidos - Yo quisiera decir desde ya: "Salmos de asilo". En todo caso hay que poner atencin. Especialmente cuando an pensamos que los salmos, como nos han sido transmitidos en el salterio, no son "grabaciones" de oraciones, cantos o poesas espontneas. Los salmos que nos han sido transmitidos por escrito con seguridad tampoco son escritos rpidos con relacin temporal inmediata con los sucesos descritos. Probablemente ni un solo salmo sea una poesa privada que haya sido escrita en la tranquila privacidad. Despus de todo, muy pocas personas saban escribir y tenan el material necesario para hacerlo. Hoy sabemos exactamente que solamente escriban, personas especialmente instruidas en el templo o en el palacio real . Todos los salmos fueron "compuestos" en el templo. Casi siempre se trata de poesa artstica con ritmo propio, estructura especial, etc. Tambin fueron redactados para ocasiones especiales. Y ahora llego al asunto: El salmo 31 fue escrito, segn mi conocimiento, para el procedimiento de asilo en una de las ciudades de asilo previstas para ello. Se trata claramente de un "salmo de asilo". Un hombre debe huir y busca asilo salvador y protector. Tiene conocimiento de que en Jerusaln existe el derecho de asilo que ah se expresa de la siguiente manera: "Perseguidos inocentes gozan de derecho de asilo." Llega tambin a Jerusaln y aqu depende de si l narra primero en forma creble su destino de persecucin a la puerta de la ciudad, o sea en el lmite del asilo, ante el concejo de los ancianos. Y justamente con eso comienza la primera parte de nuestro Salmo 31. Al mismo tiempo llama la atencin
que l entra en relacin con la tradicin de asilo que existe por principio en esta ciudad tal como ha sido ordenada por Dios: Como lugar de refugio para perseguidos: S Tu mi roca protectora! S Tu mi castillo de refugio y salvacin! T eres mi roca y mi castillo! (31,2+3) Aqu se alude unvocamente ante todo al lugar geogrfico de Jerusaln, a la que Dios le ha asignado una especial funcin de asilo. Esta ciudad sobre la montaa, esta fortaleza de montaa, castillo, se ha transformado en ciudad de asilo, porque se trata de la justicia de Dios y de su legtima voluntad. La ltima palabra se debe decir en la puerta de la ciudad ante el consejo de ancianos: "...........". Israel entenda de una manera especial la "justicia" y la "justicia de Dios". Antes que nada, no se trata de consideracin de prrafos. La justicia no se mide por el cumplimiento de leyes. La justicia en el sentido del Antiguo Testamento no es una gran virtud. "Justo" y "Justicia" son conceptos que describen una relacin. La justicia y la vida coinciden fuertemente. La justicia reina all donde se hace posible (donde se facilita) la vida. Justo es el que hace posible la convivencia de todos en la comunidad. La injusticia destruye a la comunidad. Y si Dios es justo, no se puede con ello caracterizar (sealar) al Dios que recompensa y castiga. Antes bien, se trata del Dios que quiere vivir en la comunidad. Lo mismo vale para los hombres: solamente el que es justo es tambin apto para vivir en comunidad. El injusto se separa y excluye a otros. Hace del derecho su propio privilegio. Pero el derecho de asilo no debe llegar a ser jams un privilegio. Segn el Antiguo Testamento, el derecho de asilo es un derecho comunitario. Por esa razn, se lee al comienzo del Salmo 31 ante la puerta de la ciudad, en el lmite, el llamado a la justicia de Dios. Es un ruego (demanda, solicitud) de admisin y de no ser, por ningn motivo, excluido. La justicia se pone a prueba con la salvacin o condenacin del que busca asilo y con ello tambin se pone a prueba a la comunidad. En la cuestin de
la salvacin y la condenacin de alguien que busca asilo se decide si una comunidad es confiable o se resquebraja. Y no olvidemos: La comunidad de los hombres unos con otros es por ltimo solamente la imagen de la comunidad de los hombres con Dios. As como los hombres reglamentan su relacin entre ellos, est tambin reglamentada la relacin de los hombres con Dios. O talvez usando el lenguaje del Nuevo Testamento: Al ser rechazado el fugitivo que busca ayuda, se rechaza tambin a Dios, quien, segn el testimonio del Nuevo Testamento, nos encuentra en los dbiles y ms pequeos: "......" (Mateo 25) A esta obligacin de asilo conforme a la comunidad recurre el fugitivo en la puerta de Jerusaln. Llama la atencin sobre esta especial obligacin del pueblo de Dios; como debe ser en medida especial en Israel - y cmo ello no es algo que se sobreentienda entre los otros pueblos. Por eso dice: (5-6) En tu mano encomendaba mi vida Y me libraste, Seor, Dios fiel. Odias a quienes veneran dolos vanos, Yo en cambio confo en el Seor (Yahwe) El que reza este Salmo 31 muestra una fuerte fe, cuando directamente anexa a su confesin al Dios de la justicia, puede tener el firme convencimiento de que encontrar acogida y proteccin en la comunidad de los justos. Esta conviccin est expresada en los versculos finales de la liturgia de la puerta de la ciudad: 31, 7-8: Festejar. Celebrar tu fidelidad Pues te fijaste en mi sufrimiento, Reparaste en mi angustia. No me entregaste en poder del enemigo, afianzaste mis pies en terreno espacioso.
Esta primera parte del Salmo 31, que es declamada ante la puerta de Jerusaln, est totalmente orientada al reconocimiento como persona con derecho a asilo y a la acogida en la comunidad protectora. Habla de la obligacin sagrada del pueblo de Dios de aceptar al perseguido y al fugitivo; se trata por ltimo tambin de la manifestacin de la "justicia de Dios". Llama la atencin que no se aprecia el ms mnimo indicio de rechazo o siquiera de intimidacin o quizs de mal uso del asilo. El tema es "justicia" y al mismo tiempo comunidad. Es evidente que a nadie se le viene a la mente la cuestin sobre el rechazo de la comunidad delante de un fugitivo. El escenario cambia en la segunda parte de nuestro salmo. El fugitivo que busca asilo se encuentra ante la puerta del templo y solicita entrar. Necesita una seal de la comunidad con Dios. Aqu la demanda del fugitivo llega a ser a voces, y l despliega toda su miseria ntima y personal ante la comunidad "delante de Dios". Misericordia, Seor, estoy angustiado; Se consumen de penas mis ojos, Mi garganta y mis entraas; Mi vida se disuelve en la tristeza, Mis aos se van en gemidos, Mi vigor sucumbe en la miseria Y se consumen mis huesos. Es evidente que el fugitivo tiene una huida extremadamente difcil y agotadora tras suyo. La constante preocupacin por la vida, el naciente desaliento han hecho de l un hombre quebrado en cuerpo y alma. En los versculos siguientes el que reza declara tambin cmo lleg al desaliento y quebrantamiento: Versculo 11 Soy la burla de todos mis enemigos,
El asco de mis vecinos, El espanto de mis conocidos: Me ven por la calle y escapan de mi Estas palabras me hacen recordar el encuentro con un fugitivo argelino a quien fui a buscar al aeropuerto de Hamburgo. Le haba resultado huir a Alemania tras haber estado escondido durante un largo tiempo de su vida. Como periodista crtico era perseguido por dos partes: por parte del gobierno y tambin por parte de los fundamentalistas del FIS. Desde el primer momento de nuestro encuentro me inform sin interrupcin sobre su horrible vida estando oculto. Me llam la atencin que hablaba sin interrupcin. No esperaba respuesta ni opinin alguna de parte ma. Tena una necesidad irrefrenable de hablar. Y mientras me informaba sobre su destino de persecucin, se me vinieron a la cabeza justamente estos versculos del Salmo 31. A saber, su mayor necesidad consista en la soledad, en la carencia de alguna comunidad. Todas las personas lo evitaban porque estaba marcado como candidato a la muerte. Su estigmatizacin obraba como una contagiosa enfermedad mortal. Nadie quera ser visto junto a l. Golpeaba intilmente a las puertas de los amigos y parientes, an cuando solamente buscaba un escondite temporal. Us las mismas imgenes del Salmo 31. Todos se apartaban de l. Cuando lo vean pblicamente y lo reconocan, cruzaban inmediatamente a otro lado de la calle para no ser vistos junto a l. Es la soledad la que produce el doloroso sentimiento en los perseguidos polticos: El versculo 12 y 13 : Como un muerto, he cado en olvido, Soy como un cacharro agujereado e intil. Oigo los susurros de la gente;
"este siembra terror!" Se juntan a tramar contra mi. Se conspiran contra mi vida. Como un balde oxidado lleno de agujeros que ha llegado a ser intil y termina en el montn de chatarra. Como una agrietada olla de greda que se rompe en mil pedazos sobre un montn de tiestos, as se pierde la autoestima. Esta prdida de autoestima se ve reforzada por los rumores que circulan, por el cuchicheo y secreteo de la gente. Es evidente que no lo consideran inocente - as segn la divisa (el lema): Algo debe haber si todos conspiran en su contra e incluso atentan contra su vida. (V.13) La actualidad del Salmo 31 - hasta en el mundo de los sentimientos y de la imaginacin de las personas - siempre me vuelve a impresionar y me hechiza (cautiva, embelesa). Me abre los ojos a las verdaderas necesidades y la verdadera miseria de los refugiados que hay entre nosotros. Cuntos de ellos se sienten nulos como un muerto! A cuntos se les ha arrebatado la autoestima porque les negamos la comunidad y con ello al mismo tiempo el inters en su destino. Por parte del estado, la exclusin de nuestra comunidad es algo incluso previsto y organizado y reglamentado legalmente: los refugiados deben vivir en alojamientos colectivos donde se les alimenta en una cocina colectiva. El getto para los refugiados est organizado intencionalmente con el propsito de excluirlos de nuestra comunidad. Cuntos de ellos se sienten arrojados como un balde lleno de agujeros o una vasija trizada! Pero este Salmo 31 me avergenza y al mismo tiempo me infunde valenta, cuando el que ora se vuelve a levantar, rene nuevas fuerzas, camina erguido, alzando la vista a Dios. En lugar de dejarse apartar en el basural o en el montn de tiestos, hace una confesin los versculos 14-16 : Pero yo confo en ti, Seor
Te digo T eres mi Dios." En tu mano est mi destino. Lbrame de los enemigos que me persiguen Brille tu rostro sobre tu siervo, Slvame por tu amor En la comunidad, la bondad es parte de la justicia en cuyo centro est Dios presente y su rostro ilumina dicha comunidad. Debemos al mismo tiempo hacer patente toda la realidad de esta posicin de la fe. El refugiado no se abandona a ningn sueo. No se hunde en ninguna abnegada mstica. Entra ms bien al crculo de la comunidad del templo. Naturalmente que la presencia de Dios se manifiesta para todos los presentes de la comunidad que ruega y que adora. Esto no puede dejar de orse en el versculo 19: Qu grande es tu bondad, Seor! La reservas para tus fieles, Y ante todos la muestras a quienes se acogen a ti. Se acenta especialmente la confesin pblica de Dios. Nada queda aqu oculto. Todo sucede en medio de la comunidad ante los ojos de Dios. Todo se lleva a cabo y concluye, lo que el devoto ha esperado y conseguido con sus ruegos: los versculos 20 y 21: En tu escondite personal los escondes De las intrigas de los hombres, Los ocultas en tu tienda De lenguas murmuradores. Bendito el Seor, Que me ha mostrado su ternura Desde la ciudad segura.
La expresin "ciudad segura" es un trmino tcnico para la ciudad de asilo; o como traduce Martn Lucero: "la ciudad libre". El refugiado encuentra aqu proteccin y libertad, pues aqu se le depara justicia. Aqu no se trata de una justicia formal, que se valida mediante un fallo judicial. La justicia que se le adjudica al que busca asilo reside en su admisin en la comunidad de los protegidos y de los libres. En el versculo 22, el devoto vuelve una vez ms su mirada atrs, y se pregunta en tono de reproche: Cmo fue posible que yo tuviera tales dudas? Y yo que deca en mi ansiedad : "estoy lejos de tus ojos!" Pero t escuchaste mi splica Cuando te ped auxilio. Poca fe y el reconocimiento de la fe llena de confianza se limitan por ltimo a una madura y slida profesin de fe: Los versculos 23 y 24: Amad al Seor, todos sus fieles, Que el Seor guarde a sus fieles, Pero castiga con creces a los orgullosos. Sean fuertes y valientes Los que esperan en el Seor!