Este documento presenta un resumen de la profecía de Nahum. En la primera sección, se discuten las fechas probables del ministerio de Nahum y su lugar de origen, Elcós. Luego, analiza la estructura literaria de Nahum 1:1-8, la cual presenta una primera unidad textual que describe la justicia de Dios sobre los enemigos y los que confían en Él. Finalmente, brinda un breve contexto histórico sobre la caída de los enemigos de Asiria, incluyendo Babilonia, Egipto y eventual
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Este documento presenta un resumen de la profecía de Nahum. En la primera sección, se discuten las fechas probables del ministerio de Nahum y su lugar de origen, Elcós. Luego, analiza la estructura literaria de Nahum 1:1-8, la cual presenta una primera unidad textual que describe la justicia de Dios sobre los enemigos y los que confían en Él. Finalmente, brinda un breve contexto histórico sobre la caída de los enemigos de Asiria, incluyendo Babilonia, Egipto y eventual
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Este documento presenta un resumen de la profecía de Nahum. En la primera sección, se discuten las fechas probables del ministerio de Nahum y su lugar de origen, Elcós. Luego, analiza la estructura literaria de Nahum 1:1-8, la cual presenta una primera unidad textual que describe la justicia de Dios sobre los enemigos y los que confían en Él. Finalmente, brinda un breve contexto histórico sobre la caída de los enemigos de Asiria, incluyendo Babilonia, Egipto y eventual
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UNIVERSIDAD DE SANBUENAVENTURA SEDE BOGOT
MAESTRA EN TEOLOGA DE LA BIBLIA
PROFETAS
PROFETA NAHUM
Presentado a: SILVESTRE PONGUT H. SDB
Presentado por: MAURICIO POSADA GALINDO
BOGOT OCTUBRE 26 DE 2012
PROFETA NAHUM
1. GENERALIDADES
Segn Cate, la fecha del ministerio de Nahum puede ubicarse despus de la destruccin de Tebas (capital de Egipto) en el 663 a.C. (3:5-6) y antes de la cada de Nnive en 612 a.C. As tambin Brown, Fitzmyer y Murphy. 1 Cate opina que esto puede concluirse al ver que el propsito bsico del mensaje del libro fue predecir la cada de Asiria y de su capital. Nahum habra querido mostrar que en la derrota final de Nnive, la justicia de Dios es vindicada en una forma notable. 2 As mismo opinan Schkel y Sicre (en acuerdo con la mayora de los comentaristas), 3 sealando que la obra describe un acontecimiento futuro que cambiar la suerte del pueblo de Dios (antes del 612 a.C.). Una datacin ms exacta resulta difcil, como lo demuestra la diversidad de opiniones.
Para A. Haldar, 4 Nahum es una obra religioso-poltica producida por un crculo poltico de Jerusaln contra Nnive, en la que se equipara al enemigo poltico con los enemigos cultuales y mitolgicos. As, su tema principal sera la cada del tirano, como acto de salvacin divino que con ello le ha salvado de la quema. Con ello, el pensamiento de Nahum muestra puntos de vista tpicamente profticos como el reconocimiento de Yahv como Seor de todas las naciones.
A parte de los datos presentes en el libro, nada se sabe acerca de Nahm. Lo que puede verse en su misma profeca, es que Nahum fue un poeta de incomparable estilo y gran fuerza. Nahm (Yahv consuela) vivi en el siglo VII a.C., una poca marcada por una cruda violencia. La hiptesis de que el libro era una composicin litrgica para celebrar en el templo la cada de Nnive ha hecho de Nahum un profeta cultual, casi falso. Sin embargo el tono secular a partir del c 2, no encaja mucho en la liturgia. 5
La triple liturgia proftica se puede dividir segn Fohrer como sigue: 6
A) promesa para Jud (1:12-13), proclamacin de un festival con motivacin del mismo (2:1) y motivacin final (2:3) que podra considerarse como respuesta de la asamblea.
1 BROWN; FITZMYER; MURPHY. Comentario Bblico San Jernimo Tomo I. Huesca-Madrid: Ediciones Cristiandad. 1971. p. 775. 2 CATE, Robert L. Introduccin al estudio del Antiguo Testamento. Nashville, Tennessee- EE.UU.: Casa Bautista de Publicaciones. 1996. p. 345. 3 SCHKEL, Luis Alonso; SICRE DAZ, J. L. Profetas, Tomo II. Huesca, Madrid-Espaa: Ediciones Cristiandad. 1980. p. 1074. 4 CANTERA / IGLESIAS. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos, 2003. p. 576. 5 ABREGO DE LACY, J. M. Los Libros Profticos. Estella, Navarra-Espaa: Editorial Verbo Divino. 1993. p. 182. 6 Op. cit., CANTERA / IGLESIAS. p. 576. B) amenaza acompaada de motivacin contra Nnive (1:10-11; 14), informe de una visin y audicin (2:2; 4-11), treno burlesco y nueva amenaza (2:12- 14). C) Amenaza contra Nnive en boca de Yahv y treno burlesco (3:1-7), para terminar con una amenaza y treno burlesco contra Nnive (3:8-19).
Segn Schkel y Sicre, partiendo de 2:1 podemos deducir que su predicacin tuvo lugar en Jud, casi seguro en Jerusaln. 7 El ttulo del libro nos indica tambin su lugar de origen, Elcs, que no aparece mencionado en ningn otro texto del AT. Ciertos autores (Eichhorn, Michaelis, Ewald, Delitzsch) identificaron esta localidad con Al-Qus, dos das de camino al norte de Nnive. 8
Se basaban para ello en que Nahm describe la capital asiria como si la hubiese visto con sus propios ojos y en una serie de trminos asirios que aparecen en su libro. Segn estos autores, Nahm descendera de los israelitas desterrados por Senaquerib.
Sin embargo, esta localidad no se encuentra mencionada en ningn texto cuneiforme. Al-Qus slo existi a partir del perodo rabe. Otros, basndose en san Jernimo, localizan Elcs en Galilea, identificndola con El Kauze o con Cafarnan. Sin embargo, lo ms probable, y lo que opina la mayora de los comentaristas, es que Elcs se encontrase en territorio judo. Abrego nos informa que mientras algunos autores lo sitan en Galilea, la mayora la sita en Jud. 9
Es comprensible que frente al poder invasor y destructivo de los asirios, violadores de toda ley e instinto de humanidad, 10 se suscitara un intenso rencor por parte de las naciones sometidas por ellos. En el libro de Nahum se hallan indicios de ello, llamando la atencin sobre todo, la alegra que en los corazones gener la noticia de la cada inminente de su capital. Sorprende la mofa morbosa de 3:8-17, pasaje en que no se menciona a Dios y la venganza hasta la destruccin de los nios enemigos (3:10). 11
Los enemigos ms tenaces de Asiria fueron Babilonia y Egipto. Ambos pagaron cara su rebelin y maquinaciones. Babel fue destruida el ao 689 y Assurbanipal disolvi a Tebas como terrn de azcar (663 668). Ambas ciudades tardaron en ser reconstruidas. Tebas es reconstruida el 654 y Babel, el 626, lo cual marca el comienzo del fin asirio. 12 La esperanza generada por la cada de Nnive (ubicada a orillas del Tigris), habra durado poco debido a la derrota de Josas en Meguidd (609 a.C.). Nabucodonosor se enseoreara del Occidente en Karkemis (605) emprendiendo una campaa militar que le llevara a tomar a Jerusaln en el ao 587. 13
7 Op. cit., SCHKEL, 1073. 8 Ibid., p. 1073. 9 Op. cit., ABREGO DE LACY, p. 179. 10 Op. cit., BROWN; FITZMYER; MURPHY. p. 775. 11 Op. cit., CANTERA / IGLESIAS. p. 576. 12 Op. cit., ABREGO DE LACY, pp. 179-180. 13 Ibid., p. 182. 2. ESTUDIO DEL TEXTO (Nah 1:1-8)
1: 1 Orculo sobre Nnive. Libro de la visin de Nahm de Elcs. 2 Dios celoso y vengador Yahveh, vengador Yahveh y rico en ira! Se venga Yahveh de sus adversarios, guarda rencor a sus enemigos. 3 Yahveh tardo a la clera, pero grande en poder, y a nadie deja impune Yahveh. En la tempestad y el huracn camina, y las nubes son el polvo de sus pies. 4 Amenaza al mar y lo deja seco, y todos los ros agota. ...languidecen el Basn y el Carmelo, la flor del Lbano se amustia. 5 Tiemblan los montes ante l, y las colinas se estremecen; en su presencia se levanta la tierra, el orbe y todos los que en l habitan. 6 Ante su enojo quin puede tenerse? Quin puede resistir el ardor de su clera? Su furor se derrama como fuego, y las rocas se quiebran ante l. 7 Bueno es Yahveh para el que en l espera, un refugio en el da de la angustia; l conoce a los que a l se acogen, 8 cuando pasa la inundacin. Hace exterminio de los que se alzan contra l, a sus enemigos persigue hasta en las tinieblas (Nah 1:1-8, BJ).
2.1. Delimitacin y estructura de la percopa
La mayora de los especialistas comparten que la profeca empieza por un salmo alfabtico incompleto, dispuesto como un acrstico de fraseologa ms bien convencional (1:2-2:3), que describe la clera del Seor. El tono de las amenazas como de las promesas traen a la memoria al profeta Sofonas (1:18; 2:12-15; 3:12-13); el texto de entrada, aporta un anticipo contundente de la severidad que de parte de Yahv, Dios celoso, se har sentir en Nnive (2: 4-3: 19). De ah que algunos opinen que las violentas expresiones de Nahm respiran venganza. 14
Junto con los versos iniciales del segundo, el captulo 1 es uno de los principales problemas literarios del libro de Nahm. Explica Schkel que hace dos siglos, el pastor Frohnmeyer concluy que en Nah 1:3-7 es apenas un vestigio de este salmo alfabtico. Esta intuicin fue desarrollada por Bickell y Gunkel a finales del siglo XIX, pero con tal cantidad de cambios en el texto hebreo, que Arnold los acusaba en 1901 de haber decapitado una obra maestra de la literatura hebrea. Sin embargo, el mismo Arnold sugera otra reconstruccin del acrstico, y Happel haba propuesto por entonces la suya personal. 15
Lo que puede apreciarse de todas formas tras el anlisis de estructuras manifiestas (simetras semticas), es que hubo un buen arreglo del texto. Los vv. 2-8 conformaran una primera unidad textual, tomando en cuenta dos indicios literarios y uno temtico. El primer indicio literario es que el texto estara enmarcado con la inclusin evcqrou.j auvtou/ (v. 2, :s; v. 8, :s ).
14 Op. cit., BROWN; FITZMYER; MURPHY. p. 775. 15 Op. Cit., SCHKEL, p. 1075. El segundo indicio literario sera la disposicin del texto en una estructura simtrica concntrica:
La justicia de Dios sobre los enemigos y sobre los que en l confan, es el indicio temtico que tambin le otorga unidad a esta percopa. Luego, tras unos versculos de transicin (1:9-10), concluye el C1con un orculo de salvacin a Jud (1:11-14). En el C2, un mensajero invita a la alegra en Jud (2:1-3, cf. Is 52:7) y canta el asalto. En el C3 predomina la reflexin y la motivacin del hecho. 16
2.2. Anlisis de la percopa
En un contexto en donde la vida se condiciona en una buena medida por la sujecin al dios territorial, el profeta presentar su orculo sobre Nnive, subrayando el poder de Yahveh el Dios de la via de Israel (2:3). El lenguaje puede ser el de confrontacin guerrera, en donde el Dios de Israel, quien a diferencia de otros dioses domina sobre la historia y sobre la naturaleza, sale por su pueblo de forma apabullante contra Nnive. Sin embargo, mientras que a los enemigos les toca ver el implacable poder justiciero de Dios, los que en l confan vern su paciencia (1:3a), as como su rostro bondadoso, misericordia y su consuelo (1:12b-14).
16 Op. cit., ABREGO DE LACY, p. 180. Nah 1: 1 Orculo sobre Nnive. Libro de la visin de Nahm de Elcs.
A. 2 Dios celoso y vengador Yahveh, vengador Yahveh y rico en ira! Se venga Yahveh de sus adversarios, guarda rencor a sus enemigos.
B. 3 Yahveh tardo a la clera, pero grande en poder, y a nadie deja impune Yahveh.
X. En la tempestad y el huracn camina, y las nubes son el polvo de sus pies. 4 Amenaza al mar y lo deja seco, y todos los ros agota. ...languidecen el Basn y el Carmelo, la flor del Lbano se amustia. 5 Tiemblan los montes ante l, y las colinas se estremecen; en su presencia se levanta la tierra, el orbe y todos los que en l habitan.
B. 6 Ante su enojo quin puede tenerse? Quin puede resistir el ardor de su clera? Su furor se derrama como fuego, y las rocas se quiebran ante l.
A. 7 Bueno es Yahveh para el que en l espera, un refugio en el da de la angustia; l conoce a los que a l se acogen, 8 cuando pasa la inundacin. Hace exterminio de los que se alzan contra l, a sus enemigos persigue hasta en las tinieblas.
Correlacin estructural
A A Yahveh celoso y vengador; rico en ira Yahveh bueno. [Yahveh] Se venga de sus adversarios; enemigos [Yahveh] refugio al que en l espera; los que se acogen a l; exterminio de los que se alzan contra l; a enemigos persigue.
B B Tardo para la clera; grande en poder; a nadie deja impune Ante su enojo, su clera y su furor quin puede sostenerse?
X Camina sobre la tempestad, el huracn, las nubes. Amenaza al mar y todos los ros agota. Languidecen el Basn y el Carmelo. La flor del Lbano se amustia. Tiemblan los montes; las colinas se estremecen. En su presencia se levanta la tierra, el orbe y todos los que en l habitan.
El profeta Nahm de Elcs recibe la profeca como una visin y el libro corresponde al registro escrito de este testimonio (1:1). Abrego explica que en tono celebrativo se describe una tremenda teofana del Seor que viene a castigar a la nacin culpable haciendo justicia y salvando a Jud. 17 De esta forma, la manifestacin de Yahveh en este salmo, va ms all de lo destructivo para dar a conocer su bondad y celo protector sobre los suyos. Estos rasgos hacen parte de temticas tradicionales (cf. el enojo y la longanimidad del Seor), no slo de la literatura proftica (cf. Ex 15; Is 30:27ss; Zac 1), sino tambin de la literatura sapiencial (Sal 8:2; 10:5; 21:8; 68:1; 113:4).
Esto es lo que la estructura simtrica parece sugerir, dejando en su centro (X) la razn por la que Yahveh puede ejecutar, tanto el implacable juicio sobre sus enemigos, como la misericordiosa salvacin de los que le son fieles: Yahveh es Seor del cosmos y domina con omnipotencia toda la tierra (vv. 3b-5).
A) Manifestacin del poder divino (1:1-6)
La tpica frmula de orculo (v. 1, sz: ), ya matiza el salmo (y siendo introduccin a la obra matiza el libro tambin), como un discurso o declaracin de advertencia. Por esto, para el profeta, aunque es un privilegiado deber, es una carga difcil de llevar (cf. Jr 23:33-40). Como ya se ha dicho, Elcsh (:s ) es una localidad no identificada. Segn Brown y Ca., se encontrara, con seguridad en Jud debido a que una profeca como sta nunca se hubiera podido proclamar en Asira (si bien la tumba de Nahm ha sido venerada en al-Qush, cerca de Nnive).
En esta ocasin, la profeca se justifica en cuanto proviene de un Dios celoso, vengador y rico en ira (v. 2), que se ha dispuesto a enfrentar a sus adversarios y enemigos. En la Teologa del AT, el celo de Dios se entiende en su amor devorador (cf. Ex 20:5; Dt 4:24), de tal forma que todos cuantos escarnecen su autoridad sentirn el peso de la divina venganza. Como es usual en la literatura veterotestamentaria, la grandeza de su clera es descrita mediante imgenes violentas. Aqu, como lo comprenden Brown y Ca., es comparada con una tempestad. 18 En la tcnica narrativa se deja ver ms el inters por configurar la imagen de la ira de Dios, que una explicacin de la misma (vv. 3-6).
La alusin al mar puede ser un recurso que ayuda a comprender que este es uno de esos enfrentamientos o situaciones que demandan gran poder, como sucedi con el xodo (confrontacin con el imperio egipcio) o la creacin. As, no se deja lugar a dudas de que el Dios que puede increpar el mar (elemento catico y primordial) es dueo y dominador de todo (cf. Ex 14:16-29; 15:1-19).
17 Ibid., p. 180. 18 Op. cit., BROWN; FITZMYER; MURPHY. p. 776. As como los imperios que en campaa expansionista asestaban sus ms duros golpes privando a las naciones de sus mejores recursos y ms influyentes dignatarios, Yahveh descarga su furor sobre Basan, una de las ms frtiles regiones situadas al este del Jordn, famosa por sus ganados y sus bosques (Am 1:2; 4:1). As mismo, el Carmelo, que en otros tiempos estuvo cubierto de esposos bosques y el Lbano con sus cumbres nevadas vieron el rigor del juicio de Yahveh.
La afectacin del mundo fsico sirve para expresar metafrica e hiperblicamente el impacto y extensin del poder tempestuoso de Yahveh. Aqu, la mencin de las montaas puede ser un cuadro pattico de cmo son derribados los fundamentos de la ciudad (los pilares en que se asienta la tierra), como se sugiere en Job 9:5-7.
B) Manifestacin de la justicia divina (1:7-8)
Pero el juicio divino tiene otra cara, como lo muestra la estructura simtrica. A diferencia de la tormenta, que cuando se desata afecta por igual a buenos y malos, el juicio tempestuoso de Yahveh cumple un propsito y establece diferencias: bueno es Yahveh para el que en l espera, un refugio en el da de la angustia; l conoce a los que a l se acogen (v. 7). Dios conoce a los suyos y cuida de ellos (cf. Sof 3:12). En cuanto a la inundacin (v. 8a), segn explica Brown y Ca., 19 puede ser una frmula de consolacin en la que, a la manera de No, el profeta Nahum extiende una caricia de alivio al pueblo azotado por el pueblo que les avasalla.
El celo de Yahveh por su pueblo es insaciable, como insaciable es la obstinacin del perseguidor que no cesa de acechar ni an en la noche. Por ello, Yahveh va tras sus enemigos como vengador an hasta que son cubiertos por las tinieblas (v. 8b). As, el destino de los que se oponen al Seor es desesperado. Segn Brown y Ca., el texto podra tambin ser entendido como que son las tinieblas las que persiguen a estos enemigos. Sin embargo, aunque el sentido sigue siendo el mismo en ambos casos, lo ms probable segn la construccin potica es que sea Yahveh quien por su propia mano se encarga de ellos.
3. PROYECCIN PASTORAL
Ms que la violencia con la que un reino es edificado, es el andar de espaldas a Dios y a su justicia. El mpetu divino, es infinitamente ms poderoso que la nacin de podero ms violento y avasallador. As, es la impiedad la que desata la ira de Dios, sin descartar que quien hiere con violencia, podr tambin segn el designio soberano de Dios, ser azotado con violencia (Mt 26:52). Como lo expresa Abrego, los reinos no pueden durar asentados sobre el fraude y la violencia y que Dios castiga la injusticia, la opresin y la idolatra. 20
19 Op. cit., BROWN; FITZMYER; MURPHY. p. 777. 20 Op. cit., ABREGO DE LACY, p. 182. El pueblo de Israel tiene la conviccin de que le rige el Rey que desde Sin gobierna y que aunque pareciera haber fuerte tribulacin, el Seor an reina. Ciertamente el Seor conoce de los padecimientos de su pueblo y no es indiferente a ellos. Como el profeta Nahum, los ministros del Seor deben hacerle saber sus fieles que por el Espritu y la experiencia pastoral hay conciencia del pnico, la agitacin y los lamentos que el asalto de los fuertes enemigos trae. Pero, los profetas del Seor saben tambin que tras el azote invasor, no tardar la destruccin de los enemigos; el Seor enfrentar aquella arrogancia violenta que se ha levantado contra Israel en otros momentos de la historia.
No se trata de denigrar burlescamente a los enemigos de Yahveh y su pueblo, sino de cantar la gloria del poder de Dios. Lamentablemente para ellos, se hace ineludible que la gloria del Seor conduzca a la humillacin y destruccin de todo aquello que le es contrario. Es como seguro lo comprendi y lo expres Nahm en su momento. Comparto con Schkel que en Nahum no aparece solamente un crudo nacionalismo o un espritu simplemente vengativo. 21 Lo que est en Juego para Nahum es la justicia de Dios en la historia, un problema que angusti a los judos de todos los tiempos y sigue preocupando a nuestros contemporneos. Por ello, es de esperarse que tras una actitud de conversin en los Ninivitas, como todos los que creen, habran encontrado en Yahveh una disposicin de perdn (cf. Jons).
Pero qu ocurre cuando el opresor no se convierte, cuando la guarida del len sigue llenndose de vctimas (2:13), cuando sigue descargando sobre los pueblos su perpetua maldad (3:19)? No se puede caer en un manoseo de la figura del perdn, como sucede en nuestro pas en donde se pide que el pueblo colombiano perdone a los terroristas, pero sin ver de parte de ellos tanto un cese de las hostilidades como una autntica actitud de arrepentimiento y compungimiento por el atroz pecado cometido. Dios es misericordioso, pero tambin est escrito que no dar por inocente al culpable. Mientras los violentos no se acojan a la gracia redentora ofrecida en Cristo Jess, no se puede hablar de posibilidades de perdn y por el contrario, no les quedar ms que sentir todo el peso de la ira de Dios.
Esto es lo que la Iglesia debe anunciar con celo y contundencia, as como lo hizo el profeta: el Evangelio no slo es olor de vida para vida, sino tambin de muerte para muerte en los que se pierden (cf. 2Cor 2:14-17). El Dios que se revela como justo y santo, puede hacer respetar su justicia y puede extender su amor como le plazca y hasta donde le plazca, porque es el Dios que lo ha hecho todo y lo domina todo. Explica Schkel que Nahm canta la voluntad de Dios con la rabia del oprimido, sin concesiones a la compasin y es lo correcto aunque su actitud nos resulte muy dura. Pero es un elemento imprescindible al esbozar una teologa de la historia, una pieza ms en ese rompecabezas que componen los ms diversos orculos profticos.
21 Op. cit., SCHKEL, P. 1077. BIBLIOGRAFA
ABREGO DE LACY, J. M. Los Libros Profticos. Estella, Navarra-Espaa: Editorial Verbo Divino. 1993.
BROWN; FITZMYER; MURPHY. Comentario Bblico San Jernimo Tomo I. Huesca-Madrid: Ediciones Cristiandad. 1971.
CANTERA / IGLESIAS. Madrid. Biblioteca de Autores Cristianos, 2003.
CATE, Robert L. Introduccin al estudio del Antiguo Testamento. Nashville, Tennessee- EE.UU.: Casa Bautista de Publicaciones. 1996.
SCHKEL, Luis Alonso; SICRE DAZ, J. L. Profetas, Tomo II. Huesca, Madrid-Espaa: Ediciones Cristiandad. 1980.